TRABAJO PARCIAL

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PROGRAMA DE SISTEMA UNIVERSITARIO BASADO EN LA EXPERIENCIA - SUBE ESCUELA DE DERECHO NOMBRE: CARMEN ALICIA RODRÍGUEZ AGURTO CARLOS EDUARDO MADRID REQUENA AÑO ACADÉMICO: 2014 - II TEMA DE INVESTIGACIÓN: “ESPONSALES” CURSO: DERECHO CIVIL VI – MÓDULO VII CATEDRÁTICO: DR. CARLOS SANCARRANCO FECHA: ONCE DE OCTUBRE DEL DOS MIL CATORCE

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PROGRAMA DE SISTEMA UNIVERSITARIO BASADO EN LAEXPERIENCIA - SUBE

ESCUELA DE DERECHO

NOMBRE: CARMEN ALICIA RODRÍGUEZ AGURTOCARLOS EDUARDO MADRID REQUENA

AÑO ACADÉMICO: 2014 - II

TEMA DE INVESTIGACIÓN: “ESPONSALES”

CURSO: DERECHO CIVIL VI – MÓDULO VII

CATEDRÁTICO: DR. CARLOS SANCARRANCO

FECHA: ONCE DE OCTUBRE DEL DOS MIL CATORCE

PRESENTACIÓN

Del conjunto de personas ligadas por la unión matrimonial o por el

parentesco (y aun por el concubinato), que representa la base de la

sociedad y que se entiende por familia, emerge una disciplina

jurídica cuyo ámbito de aplicación son todas aquellas relaciones de

índole patrimonial y extrapatrimonial que surgen del matrimonio, de

la unión de hecho, de la filiación, así como de otras instituciones

como la patria potestad, la tutela y la curatela.

Nos estamos refiriendo al Derecho de Familia cuya normatividad está

orientada a regular todas aquellas situaciones de orden jurídico que

nacen del referido grupo social y que se traducen en una serie de

poderes y deberes asignados a sus integrantes que acarrean

consecuencias no sólo para ellos sino también respecto de terceros

en algunos casos. Tales situaciones de orden familiar y jurídico

generan muchas veces conflictos de intereses o incertidumbre

jurídica que deben ser resueltos en sede judicial.

Atendiendo a la importancia del DERECHO DE FAMILIA y al interés que

despierta su estudio entre las personas involucradas en el quehacer

jurídico y en toda la colectividad, es que hemos considerado

presentar esta investigación referida a la citada rama del DERECHO

CIVIL.

pág. 2

El análisis minucioso que se realizó, la precisión de los puntos

tratados en este trabajo, así como las fuentes bibliográficas

consultadas, nos da la seguridad de brindar un material de estudio

valioso.

El presente trabajo, constituye un aporte de los autores, inclusive,

se ha tratado de darle mayor practicidad a esta investigación,

buscando correlacionar la doctrina con la actualidad.

LOS ALUMNOS

INTRODUCCIÓN

No hay en el mundo persona alguna que esté totalmente alejada de la

vida social. No hay sociedad que tenga su base en institución

distinta a la familia. Ésta le da origen y es pilar en el desarrollo

de la humanidad. De allí su importancia y la preocupación del

sistema jurídico por preservarla y lograr su afianzamiento a través

de la normatividad legal.

pág. 3

Surge así el DERECHO DE FAMILIA, que se va a ocupar de regular los

derechos y deberes derivados de las relaciones jurídicas familiares

entre padres e hijos, entres los cónyuges, teniendo repercusión

frente a terceros, no solo en lo que concierne al patrimonio

familiar sino en todos los aspectos.

En razón a la importancia de la institución que tutela las normas

del Derecho de Familia son de orden público, es decir, de estricto

cumplimiento, ya que constituyen un conjunto de condiciones

fundamentales de vida social instituida en una comunidad jurídica,

las mismas que no admiten alteración alguna por parte de los sujetos

de derecho.

Conforme a lo manifestado, hemos creído conveniente avocarnos en la

investigación sobre una de las instituciones más importantes del

Derecho de Familiar, que es el matrimonio, la misma que está

circunscrita en nuestro Código Civil.

El presente trabajo de investigación consta de CINCO CAPÍTULOS: El

primero, denominado GENERALIDADES, el segundo denominado DERECHO

PERUANO, el tercero denominado DERECHO COMPARADO, el cuarto

denominado CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES, y el quinto denominado

BIBLIOGRAFÍA Y ANEXOS.

pág. 4

CAPÍTULO I:

GENERALIDADES

pág. 5

1. ESPONSALES:

El término esponsales deriva del latín “SPONSUS” que quiere decir

ESPOSO, o “SPONDERE” que significa PROMETER. Consiste en la mutua

promesa de matrimonio formulada por dos personas aptas para casarse.

(GUSTAVO PALACIOS PIMENTEL)

De similar parecer, otros autores señalan, que esponsales se les

llama al compromiso que contraen dos personas entre sí para casarse

más adelante. (GEORGE RIPERT Y JEAN BOULANGER).

Este término puede ser entendido de dos formas: La primera, como el

acuerdo de un matrimonio futuro; y La segunda, el vínculo generado

por el referido acuerdo. Este último sentido del término es lo que

se conoce como noviazgo, institución tradicional que con el

transcurrir del tiempo va perdiendo significación, en cuanto al

aspecto espiritual y solemne de los esponsales.

HEINRICH LEHMANN sostiene que tienen lugar los esponsales en virtud

de una declaración de voluntad emitida por dos personas de sexo

distinto en el sentido de desear concluir matrimonio entre ellas,

pág. 6

iniciando la situación de prometidos que justifique socialmente sus

relaciones más íntimas.

Jurídicamente aunque no obliga los esponsales a los promitentes, su

rol es de gran importancia con paso previo al matrimonio, hasta el

punto de no ser posible imaginar un matrimonio sin noviazgo, es

decir; sin un convenio anterior entre los futuros cónyuges respecto

del matrimonio precisamente.

Comúnmente se entiende por ESPONSALES son

la promesa de matrimonio mutuamente aceptada; quienes contraen

esponsales son esposos.

Jurídicamente, los esponsales son un contrato, de naturaleza

preparatoria, ya que conducen al contrato

definitivo del matrimonio.

En la actualidad, debido a la liberalización de costumbres y a

la disminución de la importancia social del matrimonio, los

esponsales no tienen una gran relevancia jurídica, aunque a

nivel social perviven bajo la forma de noviazgo.

Sin embargo en otras épocas, mucho más ritualizadas y elaboradas,

del compromiso de contraer matrimonio en fecha próxima podían

extraerse consecuencias bastante serias.

Por ejemplo, durante la Edad Media, si tenían lugar relaciones

sexuales entre esposos no casados, se entendía consumado de

inmediato el matrimonio, siendo éste válido para todos los efectos.

pág. 7

En sentido impropio, como una licencia poética, y también en el

hablar popular, se llama esponsales al matrimonio; de hecho, la

palabra esposo designa en sentido vulgar a la persona que ha

contraído matrimonio, y no a la comprometida a hacerlo, como es su

sentido técnico (la palabra técnica en dicho caso sería cónyuge).

2. HISTORIA:

En la Roma antigua, existieron los esponsales como un pacto de que

se ha de celebrar un matrimonio. Si el matrimonio no se efectuaba,

existía una acción denominada actiosponsalitia, que cayó en desuso

y, por lo tanto, solamente quedó la obligación moral, pues no se

podía exigir la celebración del matrimonio.

Sin embargo, estando vigente un contrato de esponsales no podía ser

celebrado otro, con otra persona, o si estando vigente el contrato

se efectuaba el matrimonio con persona distinta, se acarreaba una

declaratoria de infamia.

En tiempos del imperio bajo se empezaron a conocer las arras

esponsalicias, que era un dinero o unos bienes que uno de los

promitentes depositaba en manos del otro, como garantía de que

cumpliría la promesa, perdiéndolas si incumplía o con derecho a

reclamarlas, dobladas, si él era la víctima del incumplimiento.

Los esponsales dejaban de tener vigencia, por su cumplimiento, por

la muerte de una de las partes, por mutuo acuerdo, por decisión de

una de las partes o por sobrevenir un impedimento para el

matrimonio, por ejemplo, que una de las partes perdiese

pág. 8

el iusconnubium, que era la aptitud civil para contraer matrimonio

(iustaenuptiae) y para permanecer en matrimonio.

Según el DERECHO ROMANO, se entiende por esponsales:

“LOS ESPONSALES son petición y promesa de futuras nupcias”;

FLORENTINO, 3 inst. D. 23.1.1.

“SE LLAMA ESPONSALES DE PROMETER POR ESPONSIONES; pues tenían

costumbre los antiguos de estipular y prometer por esponsión

las que iban a ser sus mujeres”; ULPIANO, D. 23. 1.2

Los esponsales son una promesa recíproca de contraer futuro

matrimonio. En la época clásica dicha promesa no requería una forma

especial, pudiendo romperse en cualquier momento la misma. Sin

embargo, con el transcurso del tiempo, se fue evolucionando en la

regulación de los mismos, y surgen las “ARRHAS SPONSALICIAS”, que

eran cantidades de dinero que se entregaban los prometidos en el

momento de intercambiar promesas. Si alguno de ellos rompía su

promesa, debía devolver el doble de las arrhas que el otro había

entregado y además perdía la suma que él mismo había entregado.

3.NATURALEZA JURÍDICA:

El determinar la naturaleza jurídica de los esponsales por parte de

la doctrina, ha dado lugar a una serie de teorías, tales como:

LA TEORÍA DE QUE LA PROMESA MATRIMONIAL FORMA PARTE DEL ACTO

MATRIMONIAL EN SU CONJUNTO: Se atribuye su planteamiento al

derecho romano. Se daba por hecho así que el matrimonio

comenzaba con los esponsales y culminaba como acto con la unión

sexual de la pareja. Hoy en día no se sigue esta posición,

pág. 9

diferenciándose claramente la promesa matrimonial del acto

celebratorio del matrimonio, llegándose a establecer que

cualquier vicio que adolezcan los esponsales no repercute en el

matrimonio celebrado que mantiene su validez.

TEORÍA DEL HECHO: Tratadistas como MEISER, MUMM entre otros

consideran que la promesa matrimonial se deriva únicamente una

relación de hecho parecida a un lazo de amistad. BARASSI

plantea que “la promesa no es más que un hecho jurídico”.

La consistencia de esta teoría reposa sobre la base de que nose puede hacer valer en vía judicial el cumplimiento de lapromesa matrimonial ya que justamente es primordial para lacelebración del casamiento la libre voluntad de loscontrayentes; y además, se funda esta teoría en que losesponsales pueden dejarse sin efecto por voluntad mutua ounilateral de los interesados.

LA TEORÍA DEL CONTRATO: Según esta corriente doctrinaria al

significar los esponsales una promesa mutua en la cual se

aprecia la aceptación de ambas partes, es que su naturaleza no

puede ser otra sino contractual. Están dadas las condiciones

para la configuración del contrato, es decir; la oferta y la

aceptación efectuadas por personas que gozan de capacidad, el

objeto lícito, la forma que dispone la ley, y la creación de

obligaciones para cada uno de los participantes en dicho acto.

Rigen, por ende, las disposiciones generales sobre los

contratos.

LA TEORÍA DE AVANT-CONTRACT: Según esta corriente los

esponsales no pueden ser vistos más que como un ante-contrato

que, destacamos, difiere de un contrato preliminar o de uno

pág. 10

preparatorio; en razón de no poder obligarse a los interesados

a contraer matrimonio.

Se piensa que esta última teoría es la más acertada. Los esponsales

no pueden ser simples hechos, máxime si se requiere de la voluntad

de los interesados para su configuración. Tampoco pueden ser

enmarcados dentro de los contratos, por la naturaleza personal y

subordinación a normas de orden público del derecho de familia.

4.INCUMPLIMIENTO Y EXTINCIÓN DE LA PROMESA DE MATRIMONIO:

a. EL INCUMPLIMIENTO DE LA PROMESA MATRIMONIAL:

El incumplimiento de una promesa recíproca se justificaría una

acción judicial tendiente al perfeccionamiento del matrimonio; es

decir, que es rechazado porque la voluntad de los contrayentes no

puede ser impuesta sino que debe ser libre.

Lo expresado, es recogido del código civil peruano en su artículo

239° que señala lo siguiente: “LA PROMESA RECÍPROCA DE MATRIMONIO

NO GENERA OBLIGACIÓN LEGAL DE CONTRAERLO, NI DE AJUSTARSE A LOS

ESTIPULADO PARA EL CASO DE INCUMPLIMIENTO DE LA MISMA”

Se observa que los esponsales carecen de todo efecto obligatorio

destinado a la culminación del acto del matrimonio; sin embargo,

como su configuración es lícita, pueden generar consecuencias

jurídicas como las que a continuación señalaremos:

Implican una responsabilidad que se concreta en la

indemnización por daños y perjuicios que debe sufrir quien

injustificadamente deja de cumplir la promesa matrimonial.

pág. 11

Representan un indicio que puede conducir a establecer la

paternidad del promitente por haber hecho uso de la promesa

matrimonial a efecto de seducir a la madre.

Generan una obligación tácita en la que puede basarse la

pretensión de indemnización en caso de incumplimiento de la

promesa matrimonial. Esto puede dar lugar a una imposición

materializada en la necesidad de continuar con el proyecto

matrimonial con pena de hacerse acreedor el promitente a una

sanción pecuniaria. Incidente en su voluntad inevitablemente

No obstante, la acción de indemnización por daños y perjuicios

derivada del incumplimiento malicioso, abusivo y culpable de la

promesa matrimonial, más que castigar a quien incumpla, busca

evitar daño moral y económico; y resarcirlo, protegiendo de esta

manera a quien lo sufre.

El artículo 240° del código civil peruano, establece: SI LA

PROMESA DE MATRIMONIO DE FORMALIZAR INDUBITABLEMNTE ENTRE PERSONAS

LEGALMENTE APTAS PARA CASARSE Y SE DEJA DE CUMPLIR POR CULPA

EXCLUSIVA DE UNO DE LOS PROMITENTES, OCASIONNDO CON ELLOS DAÑOS Y

PERJUICIOS AL OTRO O A TERCEROS, AQUÉL ESTARÁ OBLIGADOS A

INDEMNIZARLOS.

La acción debe interponerse dentro del plazo de un año a partir de

la ruptura de la promesa. Dentro del mismo plazo, cada uno de los

prometidos puede revocar las donaciones que haya hecho a favor del

otro por razón del matrimonio proyectado. Cuando no sea posible la

restitución, se observa lo prescrito en el artículo 1635°.

Se aprecia que el citado dispositivo exige que los esponsales sean

formalizados para que proceda la indemnización derivada del

pág. 12

incumplimiento culpable de uno de los promitentes. Dicho requisito

de solemnidad obedece a la necesidad de probar fehacientemente la

promesa matrimonial, caso contrario, cualquier promesa vaga de

matrimonio daría pie a innumerables acciones indemnizatorias, que

es lo que se quiere evitar.

b. LA EXTINCIÓN DE LA PROMESA MATRIMONIAL:

Por lo general, las relaciones generad por ella alcanzarán su

punto máximo con la celebración del matrimonio. A partir de este

momento terminan los esponsales.

Si el matrimonio se invalidara, los esponsales nuevamente

adquieren vigencia, siempre que aquel sea susceptible de

subsanación o mejor dicho que se contraigan nuevas nupcias, esta

vez dentro del marco legal. Pero además, puede extinguirse la

promesa matrimonial con convenio entre los prominentes en ese

sentido; por decisión unilateral, con los efectos

correspondientes; o por imposibilidad inculpable sobreviniente as

los esponsales que no permite la realización del matrimonio: en

caso de fallecer uno de los esposos, o por ocurrirle a alguno una

enfermedad mental o física impidiente, etc.

pág. 13

pág. 14

CAPÍTULO II:

DERECHO PERUANO

I. DEFINICIÓN. Entre los tratadistas de actualidad

destacan los siguientes autores:

pág. 15

Albaladejo: "La figura de tos esponsales consiste en la promesa

de futuro matrimonio, hecha y aceptada entre varón y mujer"1

Planiol y Ripert: "Al matrimonio precede un acuerdo previo

entre tos futuros esposos que lleva el nombre de esponsales, y

que ha desempeñado un papel en la preparación del matrimonio"2

Lafaille Héctor: "La palabra esponsales como su nombre lo

indica significa una promesa (sponsio), que precede

al matrimonio y en cuya virtud el hombre y la mujer se obligan

a contraerlo" 3

Zannoni Eduardo: "Se denomina esponsales la promesa que

mutuamente se hacen hombre y mujer de contraer matrimonio. La

libertad de elección del cónyuge es uno de los presupuestos del

consentimiento prestado por ambos contrayentes en el acto de la

celebración del matrimonio"4

II. . TEORÍAS SOBRE LA NATURALEZA JURÍDICA DE LOS

ESPONSALES.

Como toda institución del derecho, los esponsales se

encuentran igualmente frente a una variedad de teoría acuciosas

en investigar, pretender y determinar su naturaleza jurídica,

1 La Cruz Berdejo, José Luis: "Elementos del Derecho Civil". Editorial

Barcelona - España. Edición Tercera. Vol. I. Pág. 98-101.2 Planiol, M. Y Ripert, J.: "Tratado de Derecho Civil rancés". Editorial

Cultura SA. La Habana. Cuba Tomo II. 393 López Cabana,, Roberto M,; "Nuevos Daños Jurídicos", Revista del Colero Público de Abogados, Buenos Aires.1990.4 Zannoni, Eduardo A.: "Derecho de Familia". Editorial Astrea-Buenos Aires. Tomo l. 1993.Pag.147.

pág. 16

el producto de esa actividad intelectual ha influido en a

legislación positiva de cada nación que los diferentes Códigos

Civiles, divergen unos a otros o se acercan conforme sigan a

tal o cual corriente teórica.

La divergencia que se advierte en las normas legales que

regulan la figura de los esponsales es reflejo de la más

profunda discrepancia doctrinaria que existe en cuanto a

definir su naturaleza jurídica.

Las teorías sobre la naturaleza jurídica de los

esponsales, cuanto menos entre las más conocidas, son las

siguientes: a) Teoría del Contrato de Derecho Familiar, b)

Teoría del Avant-Contrat., c) 1.2.3. Teoría de la Obligación

Natural, d) Teoría del Hecho, e) Teoría de la Responsabilidad

Extra- Contractual, y, f) Teoría de la Responsabilidad

Contractual.

A continuación describo las más importantes:

a) Teoría de hecho.- Según Barra: "… no es posible exigir

judicialmente el cumplimiento de la promesa, pues la esencia

misma del matrimonio, que en materia de los

esponsales pueden ser libremente resueltos" 5

b) Teoría del contrato o Teoría del Contrato Del Derecho

Familiar.- Según Uruguayo Brumn "… los esponsales son un

contrato de derechos de obligaciones de hacer, que cuando

una de las partes se negaban a cumplirla debe resarcir a la

otra de los daños y perjuicios que les cause…"

c) Teoría de Advant Contrat. Según Cornejo Chávez: "… los

esponsales no pueden ser considerados como un antecontrato

que no es lo mismo que contrato preliminar o previo ya que

5 BARASI, LUDOVICIO, Instituciones de Derecho Civil, Ed, Bosch, Barcelona 1955. Tomo I. Pág. 236.

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no es posible obligar a las partes a efectuar el objeto de

la promesa debido a que no puede encadenar definidamente su

libertad de contraer matrimonio.

d) Teoría de la Obligación Natural.- Según Planiol y Ripert y

Ripert: "… si bien es cierto los esponsales no engendraba

una obligación civil, al menos creaban con cargo a los que

prometen el matrimonio una obligación de conciencia que la

jurisprudencia consideraba como obligación natural, y que

puede, como tal servir a causa jurídica, después de la

ruptura, para una promesa de indemnización en beneficio del

novio abandonado"

Los autores Planiol y Ripert, considerando aquella naturaleza

especial que deviene a los esponsales desde el derecho romano,

de ser una promesa de matrimonio, determinan su aspecto que

limita con el Derecho Natural.

"Ante todo, es preciso observar si bien no engendra una obligación civil, los

esponsales crean al menos con cargo a los que prometen el matrimonio una

obligación de conciencia que la jurisprudencia considera como una

obligación natural, y que puede, como tal servir a causa jurídica, después de

la ruptura, para una promesa de indemnización en beneficio del novio

abandonado"

III. Análisis del Artículo 239º del Código Civil

El Artículo 239º es el primero de los que nos interesa

repasar en este estudio que proponemos, establece este

artículo: “La promesa reciproca de matrimonio no genera

obligación legal de contraerlo, ni de ajustarse a lo estipulado

para el caso de incumplimiento de la misma".

pág. 18

Pasamos a continuación a disgregar dicho contenido

adecuadamente.

a) La promesa de matrimonio

A la hora de estudiar la promesa de matrimonio hay que

destacar, de entrada, la modificación terminológica sufrida por

la institución: esta denominación que hoy encontramos en el

Código Civil, promesa de matrimonio, es la nomenclatura que

modifica la tradicional de "esponsales", fruto de toda una

tradición histórica-jurídica y que fije sustituída en la

reforma de 1984.

Podemos ofrecer una definición de esta promesa o de los

esponsales, por utilizar la terminología clásica, señalando que

estamos ante la "promesa hecha por ambas partes de futuro

matrimonio, libremente expresado por un signo sensible, entre

personas determinadas y hábiles en Derecho"6

En ésta definición vemos en primer lugar, que

estamos ante una promesa de matrimonio, por lo que no se ha

celebrado matrimonio alguno; en segundo lugar, dicha promesa es

aceptada por ambas partes; por último, en tercer lugar, esas

partes son hábiles en Derecho.

Desde nuestro punto de vista, estamos ante un negocio

jurídico de derecho de familia que exige bilateralidad para su

completa configuración respecto del contenido de la promesa,

parece posible distinguir un contenido necesario y un contenido

voluntario. Acerca del contenido necesario, parece evidente que

6 Borda, Guillermo A.: 'Tratado de Derecho Civil", Editorial Perrot Buenos Aires. Edición décima. II 1,981.

pág. 19

debe constar en todo caso el deseo de ambas partes de contraer

futuro matrimonio, pudiendo ya determinarse por las partes más

o menos, especificado una serie de circunstancias adicionales

de interés.

Esta promesa puede acompañarse de un contenido

voluntario, puede venir acompañada por el establecimiento de

aquellos otros pactos que se estimen oportunos, dependiendo del

mayor o menor interés existente en los intervinientes y entre

los cuales es posible prever una serie de estipulaciones para

el caso de que no se celebre el matrimonio.

b) Consecuencia de la inexistencia de la promesa.

Señala el Artículo 239 que la promesa de matrimonio no

produce obligación de contraerlo, ni de cumplir lo que se

hubiera estipulado para el supuesto de su no celebración.

Es decir, se defiende de hecho la ineficacia de dicha promesa,

criterio general a tener en cuenta en estos casos, y respecto

de los cuales el Artículo 240 que repasaremos en su momento, no

es antinómico, sino excepción a la regia general del artículo

239.

Sin embargo, hay que señalar que esto no contradice lo

expuesto con anterioridad respecto del contenido: realmente, es

posible celebrar un pacto de lo más completo en cuanto a su

redacción y contenido, pero después el Artículo 239 reduce su

eficacia a la nada en lo tocante a cumplimiento de promesa y

previsiones para su cumplimiento, pues las únicas consecuencias

que se derivan de ese incumplimiento son las descritas en el

artículo 240, y éstas, como veremos no se derivan de lo

pactado, sino del daño producido por ese incumplimiento.

pág. 20

Por otra parte, parece quedar la puerta abierta para que

sea exigible jurídicamente todo aquello que se hubiese pactado

y que no se oriente exclusivamente a especificar la promesa de

matrimonio y las consecuencias pactadas para el caso de

incumplimiento, dado que es aquello a lo que el Articulo 239

niega eficacia jurídica.

Es decir no debe existir problema para que se exija el

cumplimiento de posibles pactos conexos que se

establezcan al hijo de la promesa de matrimonio,

siempre que no afecten a la exigibilidad de la promesa de

matrimonio o a las consecuencias pactadas para el

incumplimiento, dado que serán casos en los que se afecta a la

libertad para emitir el consentimiento matrimonial. 7 Desde

nuestro punto de vista, la celebración del matrimonio debe ser

fruto de una decisión libre, y no el cumplimiento de una

obligación de hacer.

c) Conclusiones acerca del Artículo 239 del Código Civil

Peruano

Una vez expuesto todo lo visto, a modo de conclusión,

podemos señalar un par de cuestiones que deben tenerse

presentes.

En primer lugar, pese a la existencia de promesa de

contraer matrimonio, no existe obligación de contraerlo, pues

atentaría contra la libertad que debe regir en este campo,

libertad ya señalada.

7 Belluscio Augusto C: “Manuel de Derecho de Familia” Editorial Depalma. Buenos Aires Tomo I. 987. Pág. 115.

pág. 21

En segundo lugar, tampoco hay obligaciones de cumplir

aquello estipulado para el supuesto de ausencia de celebración,

pues es ineficaz esta promesa (ineficacia que se extiende a los

pactos que pretenden sancionar el no-cumplimiento).

IV. Causales de Ruptura de los esponsales

Si los esponsales se definen como "la promesa mutuamente

aceptada de contraer matrimonio", parece lógico que su

incumplimiento debería originar una actio matrimonialis. No

obstante, según ya se ha expresado anteriormente, la doctrina y

el derecho positivo, tomando ejemplo en la legislación

justinianea, rechazan semejante acción, salvo contadas

excepciones, a mérito de la absoluta libertad con que debe

otorgarse el consentimiento matrimonial.

Frente a la realidad de una ruptura de esponsales ya por

una causa justificada o sin ella, la doctrina en general es

común a este punto en la mayoría de las legislaciones, de

considerar para el caso una indemnización para resguardar los

gastos que se hubiera hecho, las donaciones y hasta el posible

daño moral que hubiere causado al prometido que de manera

inocente pague las consecuencias.

5.1. El Dolo y la Culpa como causales de ruptura

Esta situación está dada por la conducta de aquél que sin

causa justificada proceda con deslealtad, malicia y perfidia.

Causando la ruptura dolosa del compromiso o por la conducta

dolosa de uno de los prometidos.

La negativa al cumplimiento en todo caso se debe a la

mera voluntad, al capricho del novio, sino al comportamiento

culposo del otro; siendo así la negativa a cumplir una

pág. 22

consecuencia inevitable de aquél comportamiento. La pretensión

de indemnización surge de la ruptura mediante la acción

culposa de los esponsales. Las partes se invierten, y el

derecho de resarcimiento se atribuye no a quien sufre la

negativa; serÍa el caso del que, en forma absoluta e

injustificada, interrumpe la correspondencia, pone término a

las visitas habituales, devuelve el anillo nupcial, las cartas

o presentes y usa así los medios encubiertos, con los que logra

la ruptura, encubriendo de tal manera su vocación del autor de

la ruptura. 8

No es indispensable que la causa originaria de la ruptura

esponsalicia se produzca antes de contraída la promesa, siempre

que hubiere sido ignorada por aquella parte que de conocerla se

presume.

5.2. El Daño Moral

El daño moral como supuesta causal de ruptura de los

esponsales, puede considerarse en el simple hecho de provocar

la malignidad pública en torno a la prometida, puede ocurrir

también una ruptura inesperada y súbita, como dejar a la novia

en la puerta de la iglesia, o invocando pretextos que afectan

el honor, o con la seducción lograda mediante la promesa de

matrimonio.9

El tratadista Lehmann, con respecto al daño moral

ocasionado por el incumplimiento de los esponsales por parte de

uno de los promitentes nos dice:8 Peralta Andia, Javier R; "Derecho de Familia en el Código Civil". Editorial San Marcos - Lima - Perú. Edición Segunda, 1991. Pag.101-121.

9 Zannoni, Eduardo A: "Derecho de Familia", Editorial Astrea - Buenos .Aires.Tomo I 1993, Pág. 147.

pág. 23

5.3. La indemnización en los esponsales

La indemnización del daño causado por la ruptura dolosa

del compromiso o por la ruptura dolosa de uno de los prometidos

que condujo al otro al arrepentimiento y, por la aplicación de

los mencionados principios generales, habría que admitiría en

caso de incumplimiento culposo o conducía culposa que condujera

a la ruptura y abarcando no solamente el daño patrimonial sino

también el daño moral sufrido.

El Doctor Héctor Cornejo Chávez, especifica este hecho de

la probanza con el texto que transcribimos: "En realidad la

diferencia en cuanto a la prueba no proviene de la teoría que se

acepte, sino de quien sea el demandante. Si lo es el esposo

abandonado, corresponderá al que corto el compromiso probar que

obró con causa justificada. Si por el contrario quien demanda

es el esposo que, invocando la conducta irregular del otro,

retiró la promesa, es el actor al que incumbe el fardo de la

prueba".10

V. Análisis del artículo 240º del Código Civil

El Artículo 240 completa la regulación de la promesa del

matrimonio en nuestro texto codificado, señalando expresamente

que "Si la promesa de matrimonio se formaliza indubitablemente

entre personas legalmente aptas para casarse y se deja de

cumplir por culpa exclusiva de uno ocasionando con ello daños y

perjuicios al otro o a terceros, aquél estará obligado a

indemnizarlos.

10 Cornejo Chávez Héctor,: "Derecho Familiar Peruana ". Editorial Librería Stidum Lima - Perú. Ediciónoctava. Tomo I. 1991. Oñag, 115-132

pág. 24

Ya expusimos en su momento que este artículo, de entrada,

es la excepción a la regla general del artículo 239 del Código

civil, y añadimos ahora la gran consecuencia derivada de él:

pese a lo establecido en el artículo 239, parece que estamos

ante el reconocimiento de los esponsales como institución

licita existente en la práctica.

En este sentido exponemos tres argumentos que justifican dicha

postura: En primer lugar, el supuesto de hecho de efectos

jurídicos indirectos; en segundo lugar, se asigna por este

artículo requisitos de capacidad contractual y en tercer

lugar, puede encajar dentro del expediente matrimonio de la

ratificación y las proclamas.

VI. Consecuencias del incumplimiento de los esponsales

Nos ocuparemos de las consecuencias del incumplimiento,

que conllevan la obligación de resarcir, tal como señala este

artículo 240 que la obligación es de resarcir al interviniente

"'que no incumple" (no al incumplidor, obviamente, que debe

peveer con las consecuencias de su decisión) de los gastos

hechos y las obligaciones contraídas, todo ello en

consideración al matrimonio prometido. Repasemos ambos casos,

ya que parece que existe una expectativa de cumplimiento de

la promesa, y el no cumplimiento provoca la

obligación de indemnizar con fundamento en el empobrecimiento

injusto provocado (injusto porque se asumió por el destinatario

de la promesa en consideración al matrimonio prometido). £n

ambos casos, sin la intención matrimonial no se hubieran

realizado los gastos o contraído las obligaciones, por lo que

hay que indemnizarlos.

pág. 25

Claro está, esa consideración al matrimonio prometido

normalmente no constará de modo expreso en los actos

realizados, sino que basta con que se desprenda de las

circunstancias oportunas (naturaleza de los objetos a que se

dedican los gastos u obligaciones) que se destinan a la vida en

común (por ejemplo, objetos comprados para el que será el

domicilio conyugal). Son resarcibles, en primer lugar, los

gastos hechos en consideración al matrimonio, es decir, todos

aquellos que realice el interviniente citado con miras al

futuro matrimonio.

Señala Lagomarsino, Carlos que debe sobreentenderse que

para ser indemnizables, los gastos deben resultar

proporcionados a las circunstancias. Por ejemplo, los gastos

que uno de los contrayentes realizase en concepto de obras en

casa del otro contrayente en atención a la celebración del

futuro matrimonio, o si bien los derivados de la compra de una

vivienda, salvo que no resulte inútil posteriormente11.

Por ejemplo, imaginaremos que un interviniente compra de

modo individual una vivienda que agrada especialmente al otro

interviniente, que poco después decide no casarse), habrá que

estar al caso concreto y valorar siempre la presencia de esa

intencionalidad.

En segundo lugar, también son reparables las

obligaciones contraídas en consideración al Matrimonio. Por

ejemplo, la contratación de la fiesta posterior a la

11 Spota Alberto G: "Tratado de Derecho Civil en al Derecho de Familia " Editorial Depalma Aires. Tomo II. 1962. Pág.339

pág. 26

boda, que puede elevar su costo a grande cantidades de dinero

(banquete nupcial, posiblemente orquesta, imaginémonos algún

otros espectáculo).

En lo que atañe a las donaciones efectuadas entre los

promitentes se presentan dos casos:

a. Desacuerdo entre Promitentes.- Cuando la ruptura de los

esponsales se produce como consecuencia de desavenencias, lo

correcto es que se produzca la devolución de las mismas, en

caso contrario, el juez ordenará su destitución.

b. Muerte de uno de los Promitentes.- Si la ruptura se

produce por causa de muerte de uno de los novios, las

donaciones mencionadas pueden conservarse a titulo de recuerdo,

salvo que la restitución sea solicitada por los herederos,

sobre todo, cuando no se guarda con ese criterio.

Desde luego, no habrá restitución si la donación tuvo por

objeto la reparación de un principio ocasionado, corno por

ejemplo cuando se traía de la donación por reparar el daño

moral ocasionado a una menor de edad por habérsela violado.

Las donaciones efectuadas por los parientes de uno u otro

promitente o las realizadas por terceras personas a uno o a

ambos, deben distinguirse las siguientes:

- Donaciones de escaso valor ofrecidas por galantería o

afecto: Estas podrán ser conservadas por los

promitentes a título.

pág. 27

- Las donaciones cuantiosas entregadas por causa de

matrimonio proyectado: Supuesto en el cual, rige la

condición legal de que las nupcias se realicen; en caso

contrario, se autoriza para solicitar su revocación o,

en su caso, para solicitar su restitución en forma

judicial.

Los requisitos que se exigen para proponer una acción de

Restitución de donaciones son:

1. Que exista una donación hecha por razón de futuro

matrimonio.

2. Que exista incumplimiento de promesa de matrimonio

por parte del promitente beneficiado.

3. Que el promitente culpable, se niegue a restituirlos

bienes donados.

4. Intervención del Órgano Jurisdiccional.

El artículo 240 del Código Civil vigente, en su tercera

parte dice: "Dentro del mismo plazo (un año a partir de la

ruptura de la promesa), cada uno de los prometidos puede

revocar las donaciones que haya hecho a favor del otro por

razón del matrimonio proyectado. Cuando no sea posible la

restitución. Se observa lo prescrito en el artículo 1635. De

acuerdo con el articulo 1635 si el bien donado se hallara

gravado (embargo, prenda, anticresis e hipoteca) el donante

liberara el gravamen pagando la cantidad que corresponda y se

subroga en todas las deudas del acreedor.

Otras acciones que se pueden derivar de la ruptura de los esponsales

son: la Acción Investigatoria de la paternidad extramatrimonial,

prevista en el Artículo 402, inciso 3 del Código Civil, la

pág. 28

acción de alimentos temporales y resarcimiento de gastos de

embarazo y parto a que se refiere.

CAPÍTULO III:

DERECHO

COMPARADO

pág. 29

I. Antecedentes y Orígenes Históricos De Los Esponsales En

El Mundo

La promesa de matrimonio o convenio esponsalicio es una

figura de profundo arraigo histórico que, en otros tiempos,

constituyó la fuente de auténticos vínculos entre promitentes,

ignorada en la mayor parte de las legislaciones del mundo y

acogida por otras con diferente amplitud por su importancia

como institución natural preparatoria del matrimonio.

Los caracteres y la forma de esta institución a lo largo de la

historia han sufrido diversas transformaciones conforme a los

diversos pueblos y épocas de cada pueblo, así tenemos que en

los pueblos de la historia milenaria, como los asirios-

babilonios (Código de Hamurabi) y los antiguos griegos, le

dieron a los esponsales un carácter obligatorio, aunque no

fijaran nítida y uniformemente sus formalidades.12

12 Peralta Andia, Javier R "Derecho de Familia en el Código Civil". Editorial San Marcos - Lima

-Perú. Edición Segunda. 1991. Pág. 115.

pág. 30

En la Antropología encontramos diversos ejemplos tanto de

sociedades pre-históricas, como en las tribus actuales salvajes

y bárbaras, en la que la mujer nunca ha podido disponer de

su persona, ya que era considerada como una propiedad siempre

sumida al servicio o al placer del hombre; Así tenemos diversos

casos históricos que nos ejemplifican la modalidad del

matrimonio por rapto ya que el inevitable elemento de violencia

que éste implicaba fue, ciertamente, incompatible con la idea

de un acuerdo entre las partes.

Entonces, es lógico que su aparición coincida sólo cuando

el matrimonio adopta la forma de compraventa debido a su

carácter consensual. Por esta razón, en un principio, el

contrato de esponsales se concertaba entre el novio y los

padres de la novia y sin consentimiento de ella.

En la historia del medio oriente, entre los hebreos

existían los esponsales, dándose el caso, que celebrados éstos

los promitentes se consideraban ya esposos, es decir, marido y

mujer. Presentándose como un aspecto de honor el hecho de la

virginidad de la mujer, debía conservar hasta el momento de la

cópula con el desposado, de haber sido violado antes constituía

una grave falta, delito que se castigaba con la muerte, siendo

la forma más común la lapidación.

En Grecia, la celebración de los esponsales se

formalizaba con un ósculo o con la unión de la mano derecha de

los desposados y el regalo de un anillo que el novio hacia a su

novia o prometido. Quedando así perfeccionado los esponsales13

13 Bonfante Pedro. "Instituciones del Derecho Romano " Editorial Reus Madrid Toma I 1951 Pág. 90

pág. 31

Es en Roma, donde los esponsales se constituyen e incluso como

se nos ha transmitido a nosotros en su esencia; los esponsales

se consideraban desde aquellos tiempos como una promesa de

matrimonio.

En la Roma de los primeros tiempos según algunos

historiadores, no apareció una nítida separación entre los

esponsales y el matrimonio mismo; donde nacen los esponsales es

con posterioridad tomando una forma de elemento consensual del

matrimonio, y siendo la "deductio puellae" la ejecución o

cumplimiento mismo del contrato.14

En el Derecho Germánico se basó en la costumbre ya que

puso la concreción de los esponsales como obligatorios

indispensables para la celebración de un casamiento.

En su primera etapa en que la lucha por la vida la fuerza

era la ley, no existían los esponsales ya que la forma común

era el rapto, de hecho esta forma de costumbre es opuesta a la

manifestación de voluntad que supone la celebración

de los esponsales. Con posterioridad en la etapa del

matrimonio en dos fases: Los esponsales propiamente, que venía

a ser el contrato de compra y la traditio o entrega de la

novia, como resultado y efecto del contrato de compra.

Se entendía los esponsales como un contrato de la libre

manifestación de la voluntad, pleno contrato sinalagmático, que

se celebraba antes de la bendición nupcial.

14 Belluscio Augusto C.: "Manual de Derecho de Familia". Editorial Depalma. Bueno* Aires. Tomo I 1987. Pág.115

pág. 32

Los esponsales constituían un acto formal celebrado ante

los parientes de los prometidos, mediante la tradición

simbólica de la novia y con el pago aparente del precio por el

novio, cuyo formalismo se constituía por escrito fijando en

dicho acto las relaciones patrimoniales, que era la llamada

fábula firmata. 15

El Derecho Canónico nace y se inspira en su etapa primera

en los derechos Romano y Germánico; así los esponsales guarda

del derecho romano el sentido de la libertad de los novios para

su constitución y la imposibilidad de asegúralos; era

igualmente romano el impedimento de la publicae honestitatis

ampliándose a todos los parientes del desposado.

Los esponsales pueden disolverse por convenio entre las

partes, por resolución unilateral, por vencimiento de plazo o

cumplimiento de condición resolutoria, por imposibilidad de

contraer matrimonio prometido o por dispensa pontificia, y cuyo

trámite supone presentar el escrito personalmente o por

representación, expresa o tácita, observando determinadas

solemnidades o sin ellas. 16

En el Derecho Contemporáneo no existe uniformidad en las

legislaciones del mundo, ni unidad en cuanto a la forma que deben

revestir, ni de las acciones que derivan de la ruptura de los

esponsales.

II. LEGISLACIÓN COMPARADA.

15 Cornejo Chávez Héctor: "Derecho Familiar Peruano", Editorial Librería Studium Lima - Perú. EdiciónOctava. Tomo I. 1991. Pág. 118-13016 Zannoni, Eduardo A,: "Derecho de Familia", Editorial Astrea - Buenos Aires, Tomo I. 1993. Pág.147.

pág. 33

2.1 CON LA REPÚBLICA DE ITALIA.

El Novísimo Código Civil Italiano, promulgado en 1942, trata

sobre los esponsales en sus artículos 79 al 81, que en su

orientación doctrinaria sigue al Código presente de 1965. El

tratadista Jamolo, comentando al respecto no aclara que ello

no contempla la mayoría de los compromisos matrimoniales como

la costumbre moderna la considera; resultando que la intención

del legislador se reconoce como dirigida a proveer ciertas

formas escritas de la promesa de matrimonio, como

supervivencia de otros tiempos las que difícilmente se

encontrará en la mayoría de las clases y de las regiones.

El Artículo 81 dice: La promesa de matrimonio hecho

recíprocamente por acto público o por documento privado, por

persona mayor de edad o por menor autorizado, por quien debe

dar consentimiento a la celebración del matrimonio, o bien

resultante del pedido de la publicación obliga al promitente

que sin justo motivo se niegue a cumplirla, a resarcir el daño

causado a la otra parte por los gastos hechos y obligaciones

contraídas con motivo de aquella promesa. El daño es resarcido

en los límites en que los gastos y obligaciones contraídas con

motivo de aquella promesa. El daño es resarcido en los límites

en que los gastos y las obligaciones correspondan a la

condición de las partes. El mismo resarcimiento es que por su

culpa ha dado justo motivo a la negativa del otro. La demanda

no se puede intentar después de un año de la negativa de

celebrar el matrimonio.

2.2. CON LA REPÚBLICA DE FRANCIA

pág. 34

La corriente doctrinarias del Código Civil Francés niega todo

efecto patrimonial a los esponsales, y consecuentemente ésta

no se encuentra legislada; pero la doctrina y jurisprudencia

consideran los efectos de la ruptura de la promesa de

matrimonio cuando ha existido vicios de voluntad como la

culpa y el dolo; y puede exigirse por consiguiente una

indemnización por daños causados.

Es de notar que el ante proyecto del Código Civil

Francés contenía ciertos principios que ya imperaban en el

país por obra de la jurisprudencia, estableciendo algunos

preceptos sobre los esponsales, así por ejemplo consagra no

sólo la responsabilidad del promitente incumplido, sino de

aquellas personas que por ejercer su representación legal lo

hayan incitado a romper el compromiso, siempre que el

promitente sea menor de edad. }

También se responsabiliza al que haya dado al otro celebrante

justos motivos para romper, admitiendo para su probación toda

clase de pruebas y fijando la prescripción del daño.

2.3. CON LA REPÚBLICA DE ESPAÑA

El Código Civil Español, inspirado en el Código Civil Italiano

de 1865, regula los esponsales en los artículos 43 al 44.

Sólo se admite una acción para el resarcimiento de gastos, que

puede ejercer el prometido que estuviese dispuesto a cumplir

la promesa matrimonial, contra el que rehusare hacerlo o lo

dilatase indefinidamente, siempre que la promesa se hubiera

hecho por documento público y privado por un mayor de edad o

pág. 35

por un menor asistido de persona cuyo consentimiento fuese

necesario para celebrar el matrimonio, o se hubiese publicado.

En esta acción prescribe al año contado desde la negativa a

celebrar el matrimonio. En principio se rechaza al daño moral,

aunque algunos autores consideran que es pertinente si han

mediado relaciones carnales.

2.4. CON LA REP ÚBLICA DE ALEMANIA

El Código Civil Alemán se ocupa de los esponsales en sus

artículos que van del 1297 al 1302. Se establecen en ellos que

la promesa esponsalicia no autoriza a exigir la celebración de

matrimonio, así como también que puede estipularse una pena

para los casos de incumplimiento de dicha promesa, deviniendo

esta en todo caso nulo de ser considerada.

El promitente culposo de haber incumplido la

promesa de Matrimonio, está obligado a dar al otro

prometido, a los padres de éste o a Terceras personas que

hayan efectuado gastos de orden económico, así como también el

consiguiente resarcimiento mediante una indemnización de los

daños originados por circunstancias que hayan inferido en el

perjuicio económico moral, como los hechos de haber frustrado

la esperanza de matrimonio; este daño sólo se indemniza en

tanto que los gastos y otras medidas fuesen adecuados.

Si un prometido da lugar a la resolución del hecho, por culpa

que constituye motivo importante está obligado a la

indemnización de los daños demandados.

pág. 36

2.5. CON LA REP ÚBLICA DE CHILE

Consiste en la promesa de matrimonio mutuamente aceptada

(artículo 98). La palabra "esponsales" viene del latín

spondere, que significa prometer.

Aunque pareciera ser una pieza de arqueología propia de épocas

en que los matrimonios se convenían y las dotes se negociaban,

los esponsales tienen aplicación en otros países, la que sin

ser generalizada, de todas maneras evita su muerte y

sepultación como institución.

Características.- La principal característica, y de la que

derivan las demás, es que se la considera como un hecho

privado, "que las leyes someten enteramente al honor y

conciencia del individuo, y que no produce obligación alguna

ante la ley civil".

Esta falta de coerción, dejando sus efectos a las normas del

decoro, y que parece contradictorio con todo el sistema de

Derecho de Familia, que apunta a restringir los caprichos, se

justificaba ya a la época de redacción del Código, cuando esta

institución ya estaba en decadencia.

De todos modos, ello no obsta a que la institución de marras

tenga consecuencias de interés jurídico.

pág. 37

pág. 38

CAPÍTULO IV:

CONCLUSIONES YRECOMENDACIONES

I. CONCLUSIONES:

pág. 39

PRIMERO: Los esponsales como institución de nuestro Código Civil

tienen la naturaleza de un contrato de promesa de futuro

matrimonio, otorgado entre personas que tienen capacidad para

obligarse por su representante o quienes ejerzan la patria

potestad.

SEGUNDO: En la historia del derecho universal, los esponsales

surgen de las costumbres de las diversas culturas, y sigue en su

corriente evolutiva como norma social hasta llegar a ser

regulados por el derecho positivo, que los reglamenta; así

tenemos que cada nación ha legislado estableciendo diversas

modalidades para su constitución, sus elementos formales y los

consiguientes efectos jurídicos.

TERCERO: Existen diversas teorías que pretenden explicar la

naturaleza de los esponsales, a las que adhiere diversas naciones

en la promulgación de sus Códigos.

CUARTO : Aún cuando nuestro Código Civil no se refiere de manera

expresa, se deduce de sus artículos que su adhesión es por la

“teoría de la responsabilidad contractual”, ya que considera a

los esponsales como un convenio bilateral con derechos y

obligaciones; si bien es cierto no origina obligación de contraer

matrimonio, es una convención licita de alcances limitados

plantear una acción por los posibles daños y perjuicios que

ocasionen el incumplimiento por culpa exclusiva por uno de los

promitentes.

QUINTO: Las condiciones de validez de los esponsales son: la

capacidad de los otorgantes y las formalidades, la necesidad del

consentimiento para el matrimonio del menor, ausencia de vicios

pág. 40

que anulen el consentimiento o voluntad; en cuanto a las

condiciones el Código Civil nos la regula así como tampoco el

término o plazo de los esponsales, consideramos que pueden

establecerse condiciones que vayan con las buenas costumbres.

SEXTO: El análisis del artículo 239 del Código Civil nos permite

señalar dos cuestiones que se deben tener presente: Primero, que

pese a la existencia de promesa de contraer matrimonio no existe

obligación de contraerlo, pues atentaría contra la libertad que

debe regir en este campo.

En segundo lugar tampoco hay obligación de cumplir aquello

estipulado para el supuesto de ausencia de celebración, puesto

que es ineficaz este tipo de estipulación.

SEPTIMO: Respecto a los impedimentos para la procedencia de los

esponsales nuestro Código Civil no trata específicamente este

punto dentro de los esponsales, por lo que por analogía se

aplican a ellos los impedimentos establecidos para contraer

matrimonio referentes a la capacidad civil y física, así como los

impedimentos de orden moral y social establecidos en los

artículos 241, 242, 243, del Código Civil.

OCTAVO: El dolo y la culpa son las causales de ruptura de los

esponsales que otorgan al promitente perjudicado la acción para

exigir la reparación de daños y perjuicios ya sean de orden moral

o patrimonial e incluso puede demandar la restitución de las

donaciones hechas por terceros.

NOVENO: El análisis del artículo 240 del Código Civil, revela que

el legislador exige que la promesa de matrimonio se formalice de

modo indubitable, lo que significa la forma escrita, limitando

pág. 41

los medios de prueba para accionar por daños y perjuicios, en

contravención del Código. Procesal Civil, que establece gran

variedad de medios probatorios.

DECIMO: El plazo para interponer la acción indemnizatoria de

daños y perjuicios y para la revocación y restitución de las

donaciones por causa de la promesa matrimonial, es de un año,

debe entenderse como plazo de caducidad, porque ataca al derecho.

DECIMA PRIMERO: Existe una consecuencia de orden universal al

considerar los diferentes Códigos de los países el incumplimiento

de la promesa esponsalicia, genera una necesaria protección

contra los agravios materiales y morales que se infieren a la

persona inocente.

DECIMA SEGUNDO: Los esponsales sirven como presunción para la

investigación de la paternidad ilegítima, lo que no se puede

aceptar es que nuestro código exija para la prueba de la

paternidad ilegitima la existencia de escrito indubitable del

padre. Esta exigencia, es por lo demás impuesta para la novia que

confiado en la promesa llega a tener relaciones carnales con el

prometido.

Los esponsales en este caso actúan como simple presunción,

siempre que la promesa coincida con la fecha de la concepción.

DECIMA TERCERO: La amplitud de la revocatoria y restitución de

las donaciones por el incumplimiento de la promesa de matrimonio

que concede el artículo 240 del Código Civil, a nuestro criterio

es excesiva, debiendo limitarse a los casos de enriquecimiento

indebido; esto es cuando hay desbalance patrimonial.

pág. 42

II. RECOMENDACIONES:

PRIMERO: Debe modificarse el artículo 240 del Código Civil, en la

parte que exige la forma indubitable, ya que en nuestra realidad

socio jurídica la mayoría de esponsales se efectúa por acto

público de cambio de aros, por lo que puede utilizarse la gran

variedad de medios de prueba, siempre que sean idóneos para dar

certeza del acto.

SEGUNDA: También debe modificarse en ese extremo el Código Civil,

haciendo constar que el plazo para interponer la acción

indemnizatoria y la de revocación y restitución de las

donaciones, es un plazo de caducidad por los efectos distintos a

los de la prescripción.

TERCERA: Las revocaciones y sustituciones de las donaciones; sólo

debe ampararse cuando han causado un enriquecimiento injusto.

CUARTA: Se recomienda a los operadores jurídicos que al momento

de establecer las revocaciones y sustituciones de las donaciones

sólo debe ampararse cuando han causado un enriquecimiento

injusto.

QUINTA: Se recomienda a los operadores jurídicos que amplíen y

difundan conocimientos respecto al tema para brindar mayor

información, seguridad y justicia, de modo que los perjudicados

reciban una indemnización por los daños sufridos y se decidan a

pág. 43

tomar acciones legales ante el incumplimiento de la promesa

matrimonial.

pág. 44

CAPÍTULO V:

BIBLIOGRAFÍA Y

ANEXOS

I. BIBLIOGRAFÍA

ARANGIO RUIZ, Vicenzo, "Instituciones del Derecho Romano"Editorial Desalma. Buenos Aires.1952.

Arias Schreiber, Max "El derecho de Familia y los contratos"Publicado en la familia en el derecho peruano. Libro homenajeal Dr. Héctor Cornejo Chávez. Editorial UPCI Lima - Perú1990 página 268 – 269.

pág. 45

Basadre, Jorge "Historia del Derecho Peruano" EditorialAntena. Lima.1937.

Belluscio Augusto C. "Manual de Derecho de Familia" EditorialDesalma, Buenos Aire, Tomo I 1987 página 111.

Bonfante, Pedro "Instituciones del derecho Romano" EditorialReus. Madrid. Tomo I. 1951

Borda, Guillermo A. "Tratado de derecho Civil" EditorialPerrot Buenos Aires. Edición décima. Tomo II. 1991.

Cornejo Chávez, Héctor "Derecho Familiar Peruano" EditorialLibrería Stdium Lima – Perú. Edición octava. Tomo I. 1991pág. 115 – 132.

Cornejo, Ángel Gustavo. "Código Civil exposición sistemática yComentario" Editorial Dionisio Mendoza – Chiclayo 1947.

Diez Picazo, Luis y Gullón, Antonio. "Sistema del DerechoCivil" Editorial Tecnos – Madrid. Edición Quinta. Volumen IV.1990.

Fernández Clérigo, Luis. "El derecho de familia en laLegislación Comparada"

Hinostroza Mingues, Alberto. "Derecho de Familia" Edicióntercera. 1990 Pág.63 – 69.

La Cruz Berdejo, José Luis. Elementos del Derecho CivilEditorial Barcelona – España. Edición tercera. Vol. I. pág.98 -101.

Mazeaud, Henri y León. "Lecciones de Derecho de Familia"Ediciones Jurídicas. Europa – América. 1976. Pág. 86

Mendez Costa, María J. "Derecho Familia" Editorial RubinzalCuizoni Santa Fe 1982. Pág. 136.

pág. 46