Transformación misionera de la Iglesia; en: La Revista Católica 1.182 (abril - junio 2014)
REVISTA CATÓLICA - Hemeroteca Digital
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AÑO XI. AGOSTO DK 1905 XÚM. \'2H.
REVISTA CATÓLICA DE LAS CUESTIONES SOCIALES
PROBLEMAS DE "INTERVENCIONISMO V
I Conf inunción}
IV
A Whitley más (jue la reforma financiera le preocupa el problema social que hay detrás de ella, como se deduce de las siguientes palabras que el Sr. Maeztu trascribe en el articulo citado en el número anterior: «En un país en que to-»da la tierra está acotada por los llamados propietarios, aun-«(jue vastas extensiones permanezcan yermas, todos los »hombres tienen (pie pagar por el derecho á vivir ó á traba->>jar en ellas. La facultad de obtener benefit'ios no depende •>del derecho á usar la tierra, sino del derecho á impedir que •H)tros la usen. La cantidad del beneficio depende de la parte •xiue el productor puede dar por el permiso de ser tal pro-• ductor. A medida que la población crece y progresa la ci-»vilizaciún, las condiciones son más desiguales y onerosas y »ocasionan el fenómeno de que aparezcan ricos ociosos en >>un extremo de la sociedad, y pobres sin trabajo en el »otro.»
Aunque del párrafo trascrito parece deducirse que el titulo moral de la propiedad es el trabajo, y consiguientemen te que el agricultor tiene derecho á él en tierra ajena no tra
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bajada por su dueño, no llega Whitley, según en el anterior artículo se ha visto, á conclusiones netamente socialistas. que rechazarían, al menos por ahora, los más avanzados radicales; se contenta con la desamortización de los latifundios; y bien que elevada á sistema, velada y oculta todavía tras una posible contingencia de expropiación que parece una cautela preventiva y represiva á la vez contra los con tribuyentes fraudulentos, tentados á fijar la más baja cuota contributiva.
En el concepto de la propiedad y en los derechos que sobre ella corresponden á lo que se llama dominio eminente no ha introducido novedad alguna el político inglés; lo único que, al parecer, hay original se refiere á la cuestit'm finan ciera y á una reforma que respeta los principios sociales y jurídicos establecidos y corrientes. En efecto; entre las fa-(iultades dominicales del poder público sobre la propiedad particular se incluye el derecho no sólo de restringirla, sino de cambiarla de forma, de capitalizar en numerario la pro piedad inmueble, que á esto equivale la expropiación forzó sa por causa de utilidad pública. La cual, no ha de limitarse á vías férreas, carreteras, urbanización, etc., etc., sino extenderse á cuanto directa y solidariamente interesa á la nación, á la provincia, al municipio. Y en fal supuesto ¿quién podrá negar que es capital asunto de interés común la distribución social de la propiedad rústica con el mayor equilibrio posible entre la grande, la mediana y la pequeña te-rratenencia? ¿A quién puede ocultársele que es un mal gravísimo .y de nociva y comi)Ieja trascendencia el latifundis-mo, sobre todo, si esas considerables extensiones de tierra no se cultivan, ó se las sustrae ni cultivo propio de su naturaleza y calidad para satisfacer los caprichos del lujo, de la vanidad y del deleite?
Pero, si en cuanto á los principios no hay mudanza, la aplicación del fundamento abstracto á la materia concreta de los latifundios es, en mi entender, innovación incompatible con los derechos de la propiedad particular, por qué en los demás casos de utilidad pública, está el inmueble expuesto á una contingencia, más ó menos probable, de expro-
PEOUI.EMAS DE «IJíTEBVENOIONISMO» 451
piación, mientras que aquí se considera el latifundio expro-piable en virtud de su naturaleza misma, y efímero y precario el dominio sobre él, un dominio que dura nada más que hasta que el poder público quiera expropiar y apronte los recursos necesarios para la indemnización. La colisión entre el dominio privado y el interés público de un camino, de un canal, de un ensanche, es un caso concreto, meramente posible, casi siempre de probabilidad lejana; la pugna entre el latifundismo, vicio ya hondo y extendido, sobre todo en ciertas naciones y comarcas, y la justa conveniencia de una muchedumbre de trabajadores agrícolas privados de tierra propia que cultivar, es un fenómeno actual, un estado permanente y morboso, crónico ya, y cada día con caracteres más agudos. Aplicada á esta enfermedad la terapéutica del dominio eminente del Estado ó del municipio, en virtud de atribuciones intrínsecas ó tutelfires, que para el caso es lo mis-rao, provocaría una situación de expiopiación permanente y continua, apenas contenida y atenuada por los elementos con.seri;ador(íí(, á medida que el sufragio, cada vez más iluminado y movido por las ideas y los esfuerzi)S socialistas, diera en el Parlamento mayor influjo y poder al radicalismo de las muchedumbres indigentes. En tal caso, se entraría en un verdadei'o socialismo de Estado, por razón del agente é instrumento de la reforma, y de socialismo efectivo y trascendental, si se considera la extensión, gravedad y consecuencias de ella. Y es que el dominio eminente para casos de utilidad pública es una escala graduada, que hasta la mitad ó acaso más, representa legítima intervención del poder civil en la esfera de un derecho que no hay por qué ni para qué se sustraiga á la acción del Kstado, pero más allá impli' ca ingerencia indebida é injusta y socialismo más ó menos radical ó más ó menos mitigado. No sucede en este orden cosa distinta que en otros, en el de la libertad, por ejemplo, á la cual, por conceptos varios, impone la autoridad pública razonables, lícitas limitaciones, hasta un límite que no se puede traspasar sin que empiece la servidumbre, ó cuando menos un atentado á los derechos de la persona. Las principales prevenciones para precaverlos son, por un lado, la au-
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tarquía social y por otro la excelencia de la soberanía, su sentido ético y jurídico, sus prendas de rectitud y discreción; pero arabas cosas faltan hoy ó son deficieutísimas en las naciones, especialmente en aquellas en que no hay ya pueblo, sino masa atómica desmoralizada y desc*reida y en que no conserva la realeza ni fuerza ni influjo frente á las demasías parlamentarias. En esas naciones en ijue la oligar quía burguesa, directora y manipuladora de los partidos contiene todavía á la fuerza numcrica, dueña legitima del sufragio universal, una ley inspirada en la doctrina de Whi t -ley sería siempre una amenaza constante contra la gran pro piedad; cuando la masa arrolle á los opresores y mixtiticado-res del voto, sería el código y la consigna de una liquidación de latifundios, de una revolución económica más radical y desastrosa que la cometida por la Revolución francesa.
Porque no pararía en ellos la nueva desamortizaciím, como quiera que el latifuudio no-es solo la finca de leguas en contorno, sino la gran propiedad, es decir, la que acumula bajo su dominio un dueño, auncjue aquélla se componga de • variedad de fincas medianas ó chicas. El problema de la grande y petjueña propiedad no es una cuestión objetiva y matemática de extensión de la finca; es el problema económico de los grandes, medianos y pequeños propietarios; y tanto importa, para los efectos de vario interés público que el problema encierra, que el latifundista lo sea por un inmueble sin solución de contigüidad, ó por multitud de ellos no contiguos. Esto es indiferente al pensamiento y propósito del anhelado equilibrio de una más proporcionada y equitativa distribución de la tierra. Por tal camino, y como quiera que es muy relativo y de libre apreciación, eso de lo grande y lo pequeño, irían el Estado ó el municipio, lanzados ya en la pendiente socialista, desamortizando también la propiedad mediana, hasta llegar al extremo de la socialización del suelo, distribuido por el poder público central ó municipal, mediante censo, arriendo ó precario é individuos ó colectividades agrícolas. En una palabra, la reforma financiera de Whitley lleva en sus entrañas el socialismo agrario, y no me parece aventurado vaticinar que no pasará el proyecto
PRdnLKMAS I)E «INTERVENCIONISMO» 4 5 3
ai programa de ninguno de los partidos gubernamentales pov mucho rpie avancen en la senda del radicalismo; todo (juedará probablemente en la regicni de esos pensamientos solitarios y extravagantes (¡ue, si pueden apasionar á la impresionable gente latina, no hallan eco ni acceso en razas más reflexivas y prácticas.
V
Aunque nos interesa menos el aspecto rentístico de la teoría, también hay que examinarlo ligeramente.
En ella se entrega al propietario la tasa de su tribtita-ción con la vana es[)eranza de ([ue el interés contenga al fraude, presumiendo simplificar así las ocupaciones del Estado y aliviarle en la carga de sus varios oficios. Por este lado presenta la doctriiui una lialagi'iona fase individualista, muy del gusto de todos, pero siiigularmente del pueblo inglés.
Pero creo (pie se ha olvidado la torj)eza y pasión con que discurre el interés individual que en la mayor parte de los hombres, no está dirigido racionalmente ni piensa más allá de lo actual y de lo inmediato, sin atender á lo porvenir más lejano ni alcanzar las previsiones de la prudencia en los dominios de lo contingente ó incierto. Para muchos, la ventaja de t r ibutar poco es lo presente y seguro; el peligro de una expropiación barata ó ruinosa, una mera posibilidad, acaso probable, pero, de ningún modo indefectible y que no se pueda eludir y evitar por cualquiera de los procedimientos ó industrias, con que los poderosos sortean y burlan la acción de las leyes, especialmente bajo gobiernos corrompidos y administraciones inmorales y prevaricadoras.
AÚ.U suponiendo que los más de los contribuyentes, temerosos de la futura pérdida, lijaran la cuota proporcionada y justa , hay en esto una especie de juego aleatorio que desdice de la rectitud y seriedad del poder ptíblico, exponiéndole además á embarazos, apuros y perjuicios en la función normal de la hacienda. Porque una de dos: ó expropia la fín-ca en cuanto se apercibe del fraude, que acaso no lo sea y
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no pase de error en el contribuyente, ó sólo expropia cuando la necesidad ó la utilidad de los trabajadores agrícolas sin tierra reclame allí y entonces e?a medida de interés común. En el primer caso, habiendo desproporción notoria entre el defecto de la cuota y el perjuicio que se causa al propietario,defraudador ó equivocado,determinando con arreglo á ello el precio de la expropiación, comete el Estado un despojo, cuya entidad es la diferencia que media entre la cantidad de tributo que dejó de percibir la Hacienda y el precio inferior al valor de la cosa, tal ve2 irrisorio y vil, que se fijó con arreglo á un tipo tan falso é injusto. En tal supuesto, el negocio que hace el Estado es de la misma clase que el que logran muchos particulares que se enriquecen con daño inicuo de otros, sin que en defensa de la iniquidad valga el «/-hi imputet ni el volenti et sentienti non fit injuria. Ni tampoco puede invocarse el título de pena contra el defraudador, porque suponiendo que la naturaleza del delito exija la pena pecuniaria, y no otra, más adecuada á la índole de aquél y á los fines de ésta, en lo que sea excesiva la diferencia, será la pena injusta, por desproporcionada; y, de todos modos, siempre sería necesario un juicio en regla, con todas las garantías de tribunal y de procedimiento, para discernir sí hubo error ó dolo, mera culpa ó delito.
En el otro supuesto, en el de la expropiación no inmediata, sino cuando sea preciso ó conveniente, se está privando el Estado, todo el tiempo que tarde el caso en presentarse, de los debidos ingresos que representa la legítima parte de tributo sustraída por el engaño ó la equivocación, en un periodo corto, largo ó acaso indefinido. Y esta es la parte aleatoria del sistema.
VI
En resumen; bajo las apariencias de una innovación fiscal que, á primera vista, parece sencilla y simpática, se oculta, no sé si cautelosamente, una revolución de socialismo agrario; la reforma financiera encierra en su seno la más radical de las leyes agrarias que ha habido en el mundo.
PBOHLKMAS DE «INTERVENCIONISMO» 455
No se me oculta que algunos, sin dejar de juzgarla aventurada y atrevida, no se avendrán á considerarla socialista; y de buen grado confieso que no es tan fácil señalar dónde un abuso de las facultades dominicales del Estado entra ya en la jurisdiccicm del socialismo, como quiera que siendo impracticable la neta negación de la propiedad particular y privada y el goce igual y común de los bienes de la tierra, en el cual consistiría el comunismo, ha tenido que rebajarse la tesis comunista absoluta, que ya nadie sostiene en teoría, á una variedad de atenuaciones y mixtificaciones doctrinarias, imposibles, como lodo lo contradictorio y ecléctico, de encerrarse en una fórmula general, cuanto más en una definición rigorosa. Ha entrado el socialismo gubernamental y moderado en un terreno oportunista de pacifica invasión en los dominios de la doctrina, de la política y de la legislación burguesas, á la cual se propone arrancar cuantas concesiones y ventajas puede en favor y alivio del proletariado; y así, más que de la teoría, se preocupa de desglosar del siste-rna, puntos parciales y secundarios, para sin alarmas ni ruidos, realizarlos á título de juiciosas peticiones y prudentes reformas. Bien puede asegurarse que la de Whitley sería acogida por los socialistas más que con alegría, con entusiasmo, aunque lo disimularan por no infundir en las clases comervadoroH justificados recelos.
A la política económico-social del difunto Príncipe de Bismark, en la cual está inspirada no sólo la legislación obrera de Alemania, sino de otras naciones, se la calificó de socialismo de Estado; y eso que toda la tutela que esas leyes encierran no pasa de formas varias de la beneficencia, que tiene que echar sobre sí el poder civil cuando otros órganos sociales la abandonan y en la proporción en que la descuidan y la dan al olvido; y por eso tendrá el Estado que ser cada vez más socialista á medida que es más egoísta la sociedad y la propiedad más abusiva y menos pií^dosa con los desheredados. Más aún; Uámannos socialistas de la cátedra á cuantos en ella mantenemos el principio, de simple bneo sentido, del derecho y el deber que tiene el Estado de intervenir en la esfera económica, por oficio natural ó tutelar y
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no por razones distintas de las que justifican la acción autoritaria en los demás órdenes, que no sé por qué habían de ser menos inmunes que el del interés material, valiendo, co mo valen, harto más que él.
Pues bien, si el individualismü, aún no desarraigado, bien que tan desconceptuado y en baja, llama socialismo de Estado ó de cátedra, á cuantas doctrinas afirman que el poder civil tiene en la esfera económica mucho más que hacer <iue garantizar el libre juego y competencia de los intereses materiales, manteniéndose neutral en la lucha, aunque ésta sea de potentados y desvalidos, ya puede calificarse de socialismo caracterizado un sistema rentístico que implícitamente supone el derecho de proveer de instriimento de tra bajo á los productores agrícolas (jue carecen de él, expropiando, para ello, á título de utilidad pública, á los latifundios que tenga por conveniente.
Esta es ya la nota comiín de lodos los matices socialistas: la socialización de todos ó de parte de los medios pro ductivos, limitándose el socialismo ó colectivismo agrario, á declarar colectivo sólo uno de los instrumentos de trabajo, la tierra, un solo capital industrial, el suelo. Ahora bien; dígasenos si, en la esencia, discrepa el socialismo de Whitley del de Henry George (Progresa and Poverty), aunque los procedimientos de renovación sean distintos. El más ó el me nos no cambia la especie; á título de conveniencia pública, y para dotar del necesario instrumento de trabajo, á más ó menos número de agricultores, expropia un determinado número de latifundios,haciéndose capitalista territorial. ¿Quién negará que una vez admitido el principio expropiador, no para una obra pública, sino para poner en condiciones de producir á quien ó quienes carecían de ellos, no se detendrá él Estado, en el límite de unos pocos trabajadores agrícolas favorecidos, sino que lo extenderá á todos los necesitados, sin más limitaciones que la cuantía de los recursos con que ouente la Hacienda para la indemnización? Y esos recursos los irá proporcionando, cada vez en mayor cuantía, la na ción, y en ella los mayores contribuyentes, entre los cuales se encuentran los latifundistas.
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Hecho dueño el Estado ó. por su autorización, el Municipio, de más ó menos latifundios, convertidos en agerpu-hlicus, aunque no por conquista, sino por compra, lo natural es que lo distribuya en la forma en que generalmente se ha entregado est* ager al aprovechamiento particular, según las leyes agrarias de los divertios tiempos, esto es, manteniendo el dominio directo, mediante arriendo, censo ó pro cario; y, dado el pensamiento y propósito de Whitley, lo natural es no revender los latifundios expropiados, para no entregar otra vez la pequeña propiedad á los azares de la contratación y de la sucesión, y al íiu, dadas las condiciones de los tiempos, al renacimiento del látifundismo absor-vente.
De todas maneras, con este socialismo oportunista y evolutivo, habría concluido la gran propiedad, cosa muy distinta del vicio de los latifundios, ó sea del desproporcionado predominio de aquella, en daño y destrucción del pequeño y mediano dominio. Es decir, sólo habrá un gran propietario territorial, el Estado, distribuidor de esa gran parte del suelo á una multitud considerable de obreros agrícolas. Si esto no es socialismo, bien que parcial, mitigado y tan contradictorio como otras formas y manifeatacionea de ¿I, no me atrevo ya á señalar en qué consiste el socialismo.
Pero, habiendo reconocido que el excesivo número de latifundios es un calamitoso vicio orgi^ico de la propiedad, ¿cuál es la acción que contra él correspohde al Estado? ¿dónde ha de detenerse su intervención en respeto debido i la propiedad particular? La indagación contenida en éstas preguntas será objeto, Dios mediante, del siguiente artículo.
ENRIQUE GIL Y BOBLBS. Ciftedrático de la Uoiverildad da SulMiwnea.
(Ooncluirá).
lis Cooperaitivaí; de consuipo, pairai poder ;er un ín^rumento de tr^in^oriDíicióo 50ciail, deben ;er ciitólicíis '
Si las cooperativas de consumo han de corresponder á los elogios que de ellas han hecho sus panegiristas, y á las esperanzas que en ellas han cifrado muchos sociólogos, no basta que sea grande el número de socios, ni que los organizadores y directores sean personas entendidas, de buena fé, de suficiente abnegación para trabajar desinteresadamente en bien del obrero; es preciso además que todo vaya informado por el espíritu católico: que sean católicos los cooperadores, ó por lo menos, la mayor parte de ellos; católica la Sociedad Cooperativa; católicas todas las instituciones que de ella dependan. Con razón dijo un cooperador inglés (2) en uno de los Congresos de Kochdaíe: «El espíritu religioso es necesario aun para el esfuerzo colectivo. La cooperación no obtendrá mejor éxito en una nación sin Dios, que en una nación sin cultura intelectual. Los hombres sólo se consideran hermanos, cuando se creen hijos de Dios: tal es la razón de las relaciones que necesariamente existen entre la cooperación y la religión».
(1) Tenemos singularísima complacencia en reproducir aquí un hermoso capítulo del libro Cooperatis'no católico que acaba de dar á la estampa el sabio Jesuita é infatigable apóstol de los obreros Reverendo P. Antonio Vicent. Recomendamos á los lectores que adquieran esta interesante obra que derrama mucha luz sobre las ideas modernas de cooperación y que por lo que tiene de práctica para la solución del problema obrero debe ser estudiada por cuantos dedican sus esfuerzos á la acción social católica.
El^ibro Cooperatismo católico es una joya más de la literatura sociológica contemporánea, digna del renombre del celebrado autor de Socialismo y Anarquismo y del Manual de las Escuelas de Reforma social. Útilísimo complemento de dichas obras ha de contribuir poderosamente en la esfera de la práctica á la restauración del organismo social para bien de todas las clases.—^, de la R.
(2) Citado en Le XXmt Siécle, Mayo de 1893.
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A nadie podrá causar extrañeza que nos apartemos en esto de muchos autores españoles y extranjeros, que no cesan de proclamar como principio fundamental, que en la co operación se debe prescindir en absoluto de religión y de po lítica. Por lo que toca á la política, claro es eme estamos conformes; porque tal como solemos entenderla en España, es el virus ponzoñoso que esteriliza las más nobles y fecundas empresas; pero en ninguna manera podemos adherirnos á los que quieren que se haga caso omiso de la religión.
Que las asociaciones de obreros, para que sean provechosas, hayan de ser católicas, es cosa que no admite ningún género de duda; las que no lo sean, podrán dar á los obreros un poder que muchas veces ejercerán en daño propio; podrán proporcionarles, cuando más, algunas ventajas materiales, como disminución de trabajo, aumento de jornal ó economía en los gastos; pero ¿qué importa al obrero haberse hecho rico con la ayuda de la asociación, si por falta de su alimento propio, corre peligro de perderse su alma? (¡) ¿Y qué puede esperar la sociedad de unas asociaciones, que sin mejorar el estado moral del obrero, no harán más que fomentar su ambición, que, como la de todos los hombres, nunca dice basta, y cuanto más tiene, más anhela y procura tener?
Lo que decimos de las sociedades obreras en general, es aplicable de un modo particular á las cooperativas; porque, ó estas sociedades tienen únicamente un carácter mercantil, y en este caso no pasan de ser sociedades individualistas como otras cualesquiera ó aspiran á algo de mayor trascendencia en el orden social; y entonces, ¿cómo podrán ser buenos los fines que se propongan, ó cómo los podrán realizar, si por ventura lo son, privadas del espíritu católico? .
Las cooperativas patronal-obreras, ni siquiera podrán existir en esas condiciones; porque el único lazo bastante fuerte para unir estrechamente á ricos y pobres, es la caVi-dad cristiana, que en vano pretenden miichos sustituir hoy con ese tan cacareado altruismo, cuyos prodigios no hemos visto hasta ahora, y seguramente tardaremos macho en ver.
(1) Su Santidad León XIII, Enoiclioa De coniitione opificum.
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Lo que mueve á los ricos á trabajar en bien de los pobres, son las ideas cristianas grandiosamente resumidas por Bos-suet, cuando dijo que «la Iglesia de Jesucristo es el reino de los pobres», y que «si en ella son admitidos los ricos, es con la condición deque sirvan A los pobres». Arrancados del corazón del rico los sentimientos cristianos, nada le moverá á sacrificarse por el pobre; el egoísmo le hará sordo é insensible á las quejas más fundadas y á las más justas peticiones; y si algo se obtiene de él, será tan sólo en momentos de terror ante un peligro inminente, imponiéndole por la violencia alguna condición que aceptará de mal grado, y mirará como concesión otorgada por fuerza á un enemigo, no como obsequio cariñoso hecho á un hermano.
En cuanto á las cooperativas exclusivamente obreras, de las que hacen profesión de socialistas ó anarquistas, nada hemos de decir; cualquiera puede ver si son una esperanza ó un peligpro. Las que quieran aparecer como neutras, no tardarán en ser absorvidas por las revolucionarias, como ha sucedido con algunas de Cataluña. Y aunque así no suceda, si la cooperativa tiene empeño en presentarse como neutra, neutras serán también las instituciones que de ellas dependan, si algunas hay; neutras, ó sea laicas, las escuelas, y, por lo tanto, completamente estériles para la verdadera cultura del pueblo; pues como dijo Portalis, ministro de Napoleón I, no puede haber enseñanza sin educación, ni educación sin religión.
Se nos objetará acaso que, prescindiendo por completo de la religión, han alcanzado asombrosa prosperidad algunas cooperativas extranjeras. No lo negamos; pero esto sólo prueba el gran poder de la cooperación, pésimamente empleado, por cierto, por las cooperativas á que nos referimos. En ellas el número de socios ha llegado á cifras verdaderamente enormes; el valor del consumo anual asciende á varios millones; poseen grandiosos edificios, inmensos almacenes..., es verdad; pero ¿han hecho algo por la paz social? Todo lo contrario; han sido frecuentemente el banderín de enganche para las huestes socialistas, la fuente de donde han manado en abundancia los recursos para sostenimiento de
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huelgas y para todo linaje de propaganda antisocial. En la victoria obtenida por los socialistas alemanes en las últimas elecciones, influyeron no poco las cooperativas. Gracias á ellas también, el partido socialista cuenta en Bélgica con 36 diputados. Las sociedades cooperativas son, como se dice en un libro publicado no hace mucho tiempo (1), «la clavija obrera del partido socialista belga».
Y no se diga que toda clase de cooperativas, por el sólo hecho de mejorar la condición del obrero, contribuyen á la obra de pacificación social. Nada más lejos de la verdad» El conocido orador libertario Sebastián Faure, entre otros muchos que vienen á decir lo mismo, deshace ésta, que él considera objeción formulada por algunos contra las cooperativas.
He aquí sus palabras: «Hay ciertos obreros, ciertos proletarios, hasta ciertos libertarios, que, engañados por apariencias que no aciertan á penetrar, no alcanzan á entrever los resultados inmensos que pueden obtenerse por medio de la cooperación. Hablemos de esos elementos.
¿Por qué combaten esos elementos la cooperación? Desde luego porque sostienen (jue el obrero, al mejorar de condición, deja de ser revolucionario. Creen que la miseria es un factor de revoluciones. También yo lo había creído así; pero luego la observación y la historia se han encargado de hacerme volver de mi error, enseñándome que no son, ciei'tamen-te, los miserables, los'que realizan las grandes transformaciones. No hay duda que, en un momento dado, la extrema miseria puede conducir a un movimiento de desesperación; pero no será ella la que realice la obra de transformación que ha de acometerse al siguiente día. La miseria puede llevar á cabo, en un momento, un acto de exasperación; pero carece de las condiciones necesarias para desenvolver la revolución por aquel acto iniciada.
Subamos á una buhardilla de la que se haya la miseria enseñoreado. Apenas hay muebles; una madre amamanta á un hijo con unos pechos'que no tienen leche; extenuados, ti- \
(1) Le soáaliame en Belgique, por Destrée y Yandervelde.
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ritando de frío, hállanse acurrucados y encogidos, un pobre obrero sin trabajo,'8U8 hijos y un viejo imposibilitado, padre de aquél. Todos aquellos seres están prontos á caer de rodillas para implorar de poderes sobrenaturales lo que la naturaleza les niega; no están dispuestos á alzar los puños, sino á levantar las manos; no á erguirse contra el régimen social, de que son víctimas, sino á postrarse de hinojos y balbucear una plegaria. No los insultemos; respetemos antes su actitud, que ¡quién sabe sr también sería la nuestra, colocados que nos viéramos en las mismas condiciones! No los condenemos; pero reconozcamos que no son esos seres aquellos de quienes debamos esperar un movimiento libertador. En Francia decimos que comiendo viene el apetito. Démosles á los obreros comodidades, aguas puras, aire sano, buena alimentación, y á medida que estarán mejor serán más exigentes, porque las comodidades sólo se estiman cuando se conocen» (1).
Estas palabras, por su misma claridad y por ser de quien son, no necesitan comentarios; encierran una franca confesión, hecha por voz en este punto muy autorizada, de que la cooperación no es de suyo un obstáculo para el avance de la revolución social. Y esto no píiede ser más evidente. La cooperación es un arma que puede esgrimirse en defensa de todos los ideales; sus efectos serán buenos ó malos, según quién y con qué fines la maneje.
Por lo dicho se ve claramente que si las cooperativas no han de ser católicas, mejor es que.no existan. Pero esto no significa en manera alguna que los católicos cumplan con su deber encerrándose en la inacción, mientras los enemigos de la fe, de la patria y de la sociedad trabajan con ardor y adquieren cada día nuevos prosélitos. El peligro formidable, creado por las cooperativas revolucionarias, solo puede conjurarse oponiéndoles cooperativas y otras asociaciones obreras, animadas del espíritu católico. Por eso creemos llegada
(1) Conferencia dada en el teatro de Belleville de Parfs, el día 23 de Julio de 1903, publicada por la Revista Cooperativa Catalana, Septiembre de 1903.
LAS COOPERATIVAS DK CONSITMO, ETC. 403
la hora de que todos nos lancemos resueltamente á la propaganda católica en el terreno de las obras sociales, secundando eficazmente la acción del clero, que en varias regiones de España está dando gallardas muestras de no haber olvidado aquellas palabras de León XIII (1):
«Cosa es de por sí manifiesta, cuánto deben trabajar los sagrados ministros en todo este género de obras que ligan directamente los intereses de la Iglesia y del pueblo cristiano, y cuan eficaces son para este fin los muchos medios de que disponen, su doctrina, prudencia y caridad. Nos mismo, más de una vez, hablando con eclesiásticos, hemos creído conveniente asegurarle» que en nuestros días es oportuno llegarse al pueblo y comunicar saludablemente con él. Con más frecuencia aún, de no mucho tiempo á esta parte, en letras dirigidas á los obispos y otras personas eclesiásticas» alabamos esta amorosa solicitud en favor del pueblo, diciendo de ella que es propia de uno y otro clero».
Como ejemplo de lo fructuosa que podría ser la acción social del clero, queremos citar una crónica titulada: «Un párroco y sus obras rurales», publicada por Max Turmann en el semanario La Justice Sociale, de París, que dirige el célebre abate Naudet (2).
El abate Marelin, párroco de Chaumont-sur Aine, de acuerdo coy algunos de sus feligreses, resolvió establecer allí una cooperativa de consumo, que de principios muy humildes, llegó á tener el mayor desarrollo posible para una Población de escasa importancia El éxito feliz de la cooperativa hizo entrever á aquellos campesinos las ventajas de la asociación, y les dio alientos para establecer una caja de seguros para el ganado, y luego otra de retiros para la vejez. Tras éstas se fundó otra institución, más beneficiosa si cabe: una tómbola, con la cual se sostiene una farmacia, que además de proporcionar gratuitamente á cada uno los remedios que necesita, le entrega un franco diario de socorro
(1) Enoiolioa De la Democracia Cristiana, (2) Puede verse un conoienzudó resumen de ella en la Crónioa bl-
bliagráfloa de la Revista Católica de las Cuestiones Sociales, Julio 190S.
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cuando está enfermo. Existe además un sindicato agrícola, con una Casa del pueblo, en la cual están instalados el almacén de la cooperativa, el granero y el depósito para las máquinas del sindicato, quedando todavía espacio suficiente donde reunirse los socios para oir conferencias agrícolas. Además de todo esto, el ingenio y la caridad del abate Ma relin han hallado medios para hacer, aun á los más pobres de sus feligreses, propietarios de la casa que habitan. Otra idea felicísima, que ojalá se realizara en España, concibió y puso en práctica aquel párroco de tan admirables iniciativas: la de aplicar una parte de los fondos de la caja de retiros á la obra larga y difícil, pero necesaria y urgente, de la repoblación de los montes. Para comenzar, adquirió algunos terrenos incultos,, situados en las laderas de las montañas vecinas, é hizo plantar allí unos 11.000 abelos, con los cuales se ha formado ya un bosque, fruto de las ideas mutualistas.
El párroco de Chaumont-sur-Aine ha visto bien recompensados sus trabajos, con los grandes beneficios materiales y morales que han traído á su parroquia todas estas instituciones; el movimiento comercial ha aumentado extraordinariamente; los empleados del jui^gado se lamentan de no tener que hacer, tal es la paz que allí reina, y el pueblo cumple mucho mejor que antes sus deberes religiosos. Y no es de extrañar; pues como dice el abate Marelin, «el sindicato es un trabajo de aproximación, que pone en contacto al sacerdote y al pueblo, dando al sacerdote su influencia y disipando los prejuioios>/.
Sin necesidad de ir tan lejos á buscar semejantes ejemplos, tenemos en España, casi á las {tuertas de Valencia, un pueblo, destrozado antes por el caciquismo, teatro no ha mucho de sangrientas escenas, y ahora transformado enteramente, gracias á la influencia de las instituciones católico-sociales, fundadas y dirigidas por un párroco tan celoso como ilustrado. Cooperativa de consumo, Gremio de labradores, Sociedad de Socorros Mutuos, Caja de Crédito popular. Caja de Ahorros y. Monte de Piedad, Seguros de Caballerías, Asociación económica para que los jóvenes pueiJan librarse del servicio militar, y li a doncellas adquieran dote para to-
LAS OOOPEBATIVAS DE CONSUMO, ETC. 465
mar estado: todo esto funciona admirablemente en Cuart de Poblet.
jQuiera Dios que estos ejemplos tengan cada día más imitadores, que la acción social del clero se haga cada vez más extensa y eficaz, y sea secundada en cada población por los católicos más influyentes! Entonces se realixaria aqnel gran pensamiento de Federico Ozanam: poner la fe bajo la protección de la caridad. Que obra de caridad es, y muy grande, contribuir á la fundación y sostenimiento de cualquier institución que redunde en bien del pueblo; lo cual, cuando se trata de una cooperativa de consumo, pnede hacerse sin ningún gasto extraordinario, con solo proveerse eu ella.
Convénzanse de esto los ricos y no olviden lo que les dijo León XIII , en la ya citada Encíclica, después de recordarles el precepto do la limosna:
«Cede, además, en honor y justa alabanza de la caridad, el subvenir á las necesidades de las clases ínfimas, no ya sólo con auxilios transitorios, sino además por medio de instituciones permanentes, porque en ellas tienen los necesitados ventajas más estables y seguras. Y todavía es más recomendable el propósito de infundir en los artesanos y obreros el espíritu de parsimonia y previsión, de forma que les sea dado, andando el tiempo, proveer, en parte al menos, á sus necesidades; lo cual, aliviando en los ricos el peso del deber para con los pobres, contiene á la ve/ cierta manera de decoro en los proletarios, pues al paso que los estimula para que se preparen un porvenir más risueño, los aparta de los peligros^ reprime en ellos el ímpetu de las pasiones y los pone en la recta senda de la moral. Con que siendo tan grande la utilidad que de aquí se sigue, y tan apropiada á nuestros tiempos, razón es que la caridad de los buenos se ordene á este fin con discreción y. presteza».
Y con palabras más terminant-es aún, dirigiéndo8« después especialmente á las otases más elevadas de la sociedad, dijo León XIII en la abisma Encíclica:
«Será principalmente necesario procurar la benévola cooperación de aquellos que, por su nacimiento, por sus recursos, por la cultura de su ingenio y por su educación, gocen
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466 P. ANTONIO VIOKNT
de mayor autoridad. Faltando este concurso, muy pocas obras podrán emprenderse de cuantas cnuducen al bien anhelado del pueblo: por .el contrario, el camino que conduce á él será tanto más breve y seguro, cuanto mayor sea el número de los que cooperen y más intensa la cooperación. Quisiéramos considerasen que no están exentos de procurar la suerte de los que viven en el grado ínfimo, ni de descuidar de ellos, sino antes se hallan obligados en su favor. Porque el ciudadano no vive solamente para sí, mas también para la comunidad; y así lo que algunos no pueden prestar, en obsequio del bien general, empléenlo otros con mayor largueza. De la gravedad de este deber da testimonio la superioridad misma de los bienes recibidos, á la cual se sigue ciertamente que ha de darse una cuenta más rigurosa á Dios, que los ha otorga do; y además la declara la consideración del diluvio de males, que á no ser prevenidos con tiempo, harían al fin la ruina de todas las clases; así el que no piensa en socorrer á los miserables, convicto resulta de imprevisor, así respecto de sí, como de la misma comunidad».
Estas palabras, emanadas de la cátedra infalible de verdad, no necesitan confirmación ninguna; pero aun sin necesitarla, ¿no la están recibiendo á todas horas con los desórdenes y crímenes sin cuento, que cada día presenciamos, y con el peligro de otros, todavía mayores, que sin cesar nos amenazan? El Vicario de Cristo señaló al mundo el remedio de estos gravísimos males: la caridad ejercida por medio de la limosna individual y por el auxilio prestado á las instituciones que tienden á mejorar la suerte del obrero. Fuera de aquí, es inútil buscar la solución; que como dijo nuestro gran Donoso Cortés, «en vano se cansan los filósofos, en vano se afanan los socialistas; sin la limosna, sin la caridad, no hay, no puede haber distribución equitativa de la rique-ca. Sólo Dios era digno de resolver ese problema, que es el problema de la humanidad y de la historia>.
p. ANTONIO VICENT. ' D« U OoinpaAf» de .lenúa.
co)(ce?To n CA )ÍSOCIACI5X t ih coo?ewi6)( m w i
Integran la sociedad y forman las fuerzas generadoras de su evolución y perfeccionamiento, la acción privada individual, la privada colectiva y la oficial ó guhernamental, correspondiéndoles relativa serie do funciones, que se encuentran en armónica relación y dependencia con la energía de sus aptitudes; y nadie puede negar, que al individuo, á la asociación y al Extado se debe en general, todo cuanto existe de progresivo y grande en la organización contemporánea, ya en orden á las ideas, ya éu relación al desarrollo de los elementos materiales de riqueza científico-industrial.
Claro es, que el individuo, célula social, es el generador constante del progreso, pero puede ejercitar sus iniciativas sólo y aisladamente; sumando sus fuerzas con las de sus semejantes, y buscando en la asociación el triunfo de sus deseos, que él privadamente no lograría alcanzar, y por último, constituyendo la gran masa nacional á la que imprime organización y régimen la representación gubernativa, que esterioriza las necesidades generales, y aun las particulares, en cuanto se relacionan con la vida nacional, por medio de leyes, suprema ipanifestación de la voluntad colectiva. ,
Haciendo práctica aplicación de est^s ideas á la cuestión social, es necesario reconocer que la influencia de estos tres elementos existe, y sería cerrar los ojos á la realidad, si se negase que el obrero individualmente, el obrero asociado y el Eétado, por medio de leyes, imprimen su iniciativa y su poder en la resolución de las amplias cuestiones que engendra la vida del trabajo.
El Estado ampara y defiende los derechos sociales y re. gula los individuales, en cuanto su transgresión puede perjudicar el orden ó violentar bajo cualquier forma la marcha regulada y armónica de la sociedad, pero jamás desciende á particularismos, cuya solución corresponde únicamente á la voluntad privada. De donde resulta, que la ley tiene que concretar su acción á fundamentad sólidamente las relaoio-
408 JOSÉ DB POSSE Y VILLÉLGA
nes del trabajo, pero sus deducciones y específicas consecuencias, deben quedar al arbitrio de las partes interesadas, ya que por su variedad indeterminada, su continuada movilidad y carácter esencialmente privado, excluye y rechaza toda intervención distinta de la voluntaria y claramente manifestada por quien corresponde, la defensa y cuidado de aus propios intereses.
El obrero desarrolla todas sus energías para mejorar su condición y defender sus derechos, pero el egoísmo condúcele muchas veces á exageradas pretensiones que traspasan los límites de lo justo, y en otras vé burladas sus peticiones, que se estrellan contra la triste impotencia de sus súplicas.
Dedúcese de aquí, que si la ley no puede, porque su carácter se lo impide, y el obrero es insuficiente para contrarrestar las imposiciones del capital, es preciso recurrir al procedimiento privado social, ó sea en este caso la asocia-eión y la cooperación obrera, como único medio de suplir unas y otras deficiencias.
Pero aun hay más. Siente la clase obrera urgentes necesidades, cuya ejecución no pueden en modo alguno cumplir el Estado, ni el obrero, porque carecen de recursos y su realización corresponde á la asociación, poderosa fuerza que asimilando y reuniendo las energías individuales, siempre incapaces de grandes y eficaces resoluciones, cumple con las sagradas exigencias del proletariado y atiende á sus más frecuentes necesidades. Así sucede con las Sociedades Cooperativas obreras en su variedad de formas, que únicamente viven con el esfuerzo colectivo, y dan satisfacción cumplida á quienes si individual y aisladamente pueden poco, aunando sus débiles fuerzas á las de sus compañeros, forman con la asociación el más poderoso baluarte, desde donde combaten funestas imposiciones, y llegan tristemente á querer proclamar su absoluto y pleno capricho; es que el radicalismo individual lleva derechamente al despotismo en los de arriba, y el socialismo conduce al revolucionarismo en los de abajo; perpetua condenación de los extremos que siempre son viciosoa.
CONCEPTO DK LA ASOCIACIÓN ETC. 469
Estos conceptos están de completo acuerdo con los que forman el fundamento de la Democracia cristiana y no son más que un reflejo fidelísimo de los que tan sabiamente con-sigrfó el Papa economista en sus magnas Encíclicas sociales.
Defiende León XIII la intervención del Estado en cuanto regula legalraente las relaciones de obreros y ()atronos, fundándose eu que aquéllosi carecen de libertad suficiente para contratar y que se impone la necesidad de que exista un superior principio que impida odiosas explotaciones y detenga la acción especuladora de los fuertes que en muchos casos pretenden y aun consiguen vencer con sus imposiciones á los débiles, que no cuentan más que con el amparo de una legislación protectora de sus derechos. Y en este sentido aconseja la formación de una legislación que reglamente el contrato de trabajo; impida el de los niños menores de 12 años y regule el de los que excediendo de dicha edad, no alcancen la de 18; prohibición del trabajo nocturno de niños y mujeres y la limitación del ejecutado por éstas que seré prohibido en caso de embarazo; el estricto cumplimiento del descanso dominical y la aceptación del mínimuin del salario; la organización de cooperativas de crédito, consumo y producción y la defensa de los intereses espirituales obreros, fomentando su instrucción religiosa é impidiendo la proclamación y difusión de falsas doctrinas contrarias al orden y opuestas á la moralidad. Concluye diciendo el Santo Padre que «la Autoridad ppblica debe tomar las medidas que se re quieran para poner á salvo la salud y los intereses del obrero;- si á esto falta, viola la justicia. La ley es la primer fuerza del débil.»
No se oculta al sabio Papa que la ley no puede compreh-der dentro de sus prec^ptos, la variada complejidad de formas que adopta la cuestión social, y la solución de las múltiples diferencias que surgen á diario entre patronos y obreros y que la ley por muy meditada que sea no puede abarcar completamente; admite como de grande utilidad la acción colectiva ó asociada, con la que aspira á resucitar los antiguos gremios que mató el individualismo revolucionario. En este sentido se expresa cuando dice: «Los amos y los mismos
470 JOSÉ DE POSBE Y VILLELGA
obreros pueden hacer mucho para la solución de esta contienda, estableciendo medios de socorrer convenientemente á los necesitados y acortar las distancias entre unos y otros. Entre estos medios deben contarse las asociaciones de socorros mutuos, y esa variedad de cosas que la previsión de los particulares ha establecido para atender á las necesidades del obrero y á la viudedad de su esposa y orfandad de sus hijos, y en caso de repentina desgracia ó de enfermedad, y para los otros accidentes á que está expuesta la vida humana; y la fundación de patronatos para niños, jóvenes y ancianos. Mas corresponde el primer lugar á las asociaciones de obreros, que alcanzan ordinariamente casi todas las cosas dichas»... «Como éste, nuestro siglo, es más culto, sus costumbres distintas y mayores las exigencias de la vida cotidiana, preciso es que los tales gremio» ó asociaciones de obreros se acomoden á las necesidades del tiempo presente. Con gusto vemos que en muchas partes se forman asociaciones de esta clase, unas de solos obreros, otras de obreros y capitalistas; pero es de desear que crezcan su número y su actividad»...
Finalmente, en cuanto á la acción individual, consigúela León XIII mediante el señalamiento estricto de los derechos y deberes que recíprocamente corresponden á capitalistas y obreros y que en su variada complejidad podemos reducirlos á los siguientes: Con relación á los amos. 1.° «No tener á los obreros como esclavos; que deben respetar en ellos la dignidad de la persona y la nobleza que á esa persona añade el carácter de cristiano... Que lo que verdaderamente es vergonzoso é inhumano, es abusar de los hombres, como si no fuesen más que cosas para sacar provecho de ellos, y no estimarlos en más que lo que dan de sí sus tnúsculos y sus fuerzas.» 2.° «No imponerles más trabajo del que sus fuerzas puedan soportar ni tal clase de trabajo que no lo sufran su sexo y,su edad.» 3." «Pero entre los principales deberes de los amos, el principal es dar á cada uno lo que es jasco. Sabido es, que para fijar conforme á justicia el límite del salario, muchas cosas se han de tener en consideración; pero en general deben acordarse los ricos y los amos, qae oprimir en provecho propio-á los indigentes y meneste-
(lONOKPTO DE LA ASOOIAOIÓN ETC. 471
rosos, y de la pobreza ajena tomar ocasión para mayores lucros, es contra todo derecho divino y humano.» 4." «Ordénese así mismo qu<' en los proletarios se tenga en cuenta con la Religión' y con el bien de las almas.» 6." «Observancia dfel domingo y días festivos, exceptuando el caso de necesidBl reconocida y debidamente autorizada.» 6." «Prohibición ae introducción y uso de bebidas alcohólicas, de blasfemar y de conversaciones obscenas.» Siguen á estos, otros deberes de menor importancia y que totalmente pueden comprenderse en lo que dice el Pontífice en las siguientes líneas: «Patronos, tenéis deberes de caridad y de justicia para con vuestros obreros»... «Patronos, tenéis deberes para con vuestros -obreros, para con los patronos y para con la sociedad»...
Corresponde á el obrero el deber de trabajar, desempeñando cuantas obligaciones hubiese contraido con su patrono, siempre que no contraríen los sacros principios religiosos ó violenten las leyes de su naturaleza.
Yemos por las indicaciones que acabamos de hacer demostrada plenamente la necesidad de las asociaciones obraras, como medio indispensable de resolver las cuestiones que produce la vida del trabajo y como elementos esenoialisi-mos que han de emplearse para elevar la consideración moral y económica del proletariado.
La clase obrera ha llegado á comprender lo exactas que son estas afirmaóioues, probadas por una observación de muchos años y ha buscado el refugio de la asociación, sin despreciar el amparo de la ley, pero olvidando desgraciadamente muchas veces que la asociación tiene que ser dirigida por los principios de la moralidad y del orden, si se quiere que sea centro de paz y de armónicas relaciones, entre los elementos que constantemente luchan y se contraponen.
Acabamos de referirnos á las dos formas radicalmente contradictorias del concepto de la asociación obrera.
(8e eonoluirá.) JOSÉ DE P08SE Y VILLBLGA.
LOS INSTITUTOS MILITARES Y LA DECADENCIA DE LAS RAZA^ EUROPEAS
I
La guerra ruso-japonesa ha revelado muchas cosas (jue hasta aquí estaban ocultas para la mayoría de las gentes. En los comienzos de la contienda, pocos militares creían eu la posibilidad del triunfo del Japón sobre el imperio de los Czares. Se abrían los grandes anuarios de índole internacional, y en ellos se leía: «Rusia dispone, para el caso de nna guerra, de un ejército compuesto de 76.0(X) oficiales, 4 millones 600.000 soldados con 562.000 caballos, y de una escuadra de veinte buques, entre acorazados y cruceros acorazados, todos ellos de más de doce mil toneladas, y el Japón sólo dispone de 11.611 oficiales y 467.480 soldados con ill.067 caballos, y de una escuadra de combate com|)uesta de siete acorazados y seis cruceros acorazados.» ¿Podía caber duda de que Rusia dis])onía de un ejército y de una escuadra inmensamente suj)eriores al ejército y á la escuadra del Japón? ¿No era evidente, por lo tanto, (jue todas las probabilidades de la victoria estaban de parte del ejército moscovita? ¿Có-ifao ha podido ser éste vencido? ¿Cómo han podido ser no ya derrotadas sino totalmente destruidas las escuadras de combate de los rusos?
Los grandes publicistas militares que han estudiado sobre el terreno las operaciones realizadas por unos y otros contendientes, señalarán á no dudarlo los errores de acción y.de omisión padecidos por los generales y almirantes rusos, y los aciertos indudables, así en la táctica como en la estrategia, obtenidos por los generales y almirantes japoneses. A nosotros nos toca únicamente estudiar lo sucedido desde el punto de vista ético y sociológico, así en las cansas como en los efectos, con los datos y noticias hasta ahora co-nooidos y publicados. ¿Quién no recuerda, á la vista délo su-
L o s INST1TUT08 MILITJ»BBS, B T C . 473
cedido, la lucha de David con el gigante Goliat? Y conste que no se trata aquí de comparar á los japoneses con el profeta rey, sino sólo de mostrar que, cuando el Señor de los ejércitos lo ordena, las circunstancias todas, unidas en acción común, concurren á que el débil venza al fuerte, el pe-^ueñuelo al gigante.
Sólo que Dios no obra por pasiones, ni por impulsos ciegos, sino por actos de supremo acierto y desde luego de suprema y absoluta justicia.
Los gobiernos de Rusia y el pueblo ruso son reos de muchos y graves delitos de diversa condición y trascendencia. Rusia, en efecto, no se contentó con destruir el reino de Po lonia que tantos servicios había prestado á la causa de la ci vilización europea en frente de la barbarie turca, sino que luego abrió persecución ensangrentada contra sus nuevos subditos, y los persiguió por católicos y por polacos. Rusia, en efecto, abrió sus fronteras y las puertas de sus universidades, á las obras más disolventes de la revolución francesa y de la izquierda hegeliana, hasta extremos de que Proudhon y Hegel son allí más seguidos, admirados y celebrados que en sus patrias respectivas. Rusia, en efecto, vio nacer en su seno el monstruo del nihilismo, más terrible y radical en muchos puntos que el anarquismo, y nada emprendió contra la nueva peste hasta que ésta sustituyó la propaganda de He ideas por la propaganda de las bombas de dinamita, y aun entonces se limitó á destruir los efectos dejando en pie muchas de las causas que los habían producido. Rusia, en efecto, ha visto la decadencia de su clero, há visto cómo el árbol de la fé religiosa se iba secando rápidamente en él, cómo la corrupción de las costumbres se extendía asi eií los campo! como en las ciudades, cómo la pobreza inutilizaba la buena voluntad y destruía en parte los prestigios del clero rural, y no ha vuelto la vista á Boma, fuente no sólo de la unidad religiosa, sino también de la única savia que podía dar nuevos vigores, y aun sanar por completo á la decadente iglesia moscovita. Busia, finalmente, ha visto cómo la burocracia, presidida por una oligarquía reclutada en las esferas más elevadas dé la sociedad y del
* ' * DAMIÁN ISERN
Estado, corrompía la administración eclesiástica, la civil y la militar, y nada ha hecho por oponer á este mal el oi)ortii-i\o y TieceBario reme<lio. Nu (jiierian rcciunKior el Czar y la oUganiuía que le rodea, (^ue (le>itruirla \a idea de autoriciad, menoscabados por labor incesante de propaganda los prestigios de los supremos imperantes, la anaríjuía, contenida apenas por la fuerza militar al servicio del Estado, había de en señorearse fatal y necesariamente de la nación en términos de labrar rápida y totalmente su descrédito y su ruina.
Por esto puede y debe decirse que la derrota de Rusia, en su guerra con el Japón, ha sido obra más de los rusos que de los mismos japoneses. Sin que deba entenderse con esto que 86 t r a ta de amenguar, ni mucho menos, el esplendor indubitable de las victorias alcanzadas por las fuerzas militares del Japón.
Precisamente tengo sobre la mesa el texto original de las declaraciones hechas por Michailoff acerca de lo sucedido en Puerto-Arturo durante el sitio de aquella plaza; declaraciones que vienen á confirmar con elocuencia avasalladora la verdad de cuanto se ha dicho acerca de los extremos de corrupción á que ha llegado el imperio moscovita. Verdad es que hace ya muchos años, en un corro de ateneistas, se discutía acerca del vigor y de las fuerzas militares del imperio de los Czares, y un ex embajador de España en San Pe-tersburgo hubo de pronunciar estas palabras: «Rusia es una manzana muy grande, pero totalmente podrida». Allí hace ya desgraciadamente muchos años que el interés supremo de la patria es inmolado, por sistema, en las aras de las codicias del negocio, como lo ha sido ahora en Puerto-Arturo, donde el cónsul Pavloff adquirió para servicio de aquella plaza, á precios elevadisimos, uua docena de vapores que resultaron absolutamente inutilizables, realizando el agente comprador, en este y otros asuntos parecidos, una ganancia qae excedió de un millón y pico de rublos. Al mismo tiempo que esto sucedía, era rechazado por la admitiistración moscovita el ofrecimiento de 2,41)0 «pouds» de dinamita, á 2Í) rublos el «pondo, (equivale el «poud» á unos diez y seis kilos), y se aceptaban en cambio las proposiciones de Norbitz.
Los INSTITUTOS MILITARES, ETC. 475
que ofrecía el *poud* i 60 rublos, sin encargarse del trasporte- se rechazaban sin discusión las proposiciones de una casa americana <iu<s ofrecía jamones á 0'46 de doUar la libra, y se aceptaban cr>n apresuramiento \&9 de\ InteTmediano %pitM\ á 0 ' 8 J ; se rechazaban las proposiciones de una casa americana (jne ofrecía la manteca salada á 0'40 de doUar la libra, y la de cerdo á O'15, y se prefería el sebo á 0'40.
Como si esto fuera poco, se adquirieron para Puerto-Arturo 63.000 pares de botas á 13 dollars el par, y sólo valía el par de tres á cuatro dollars en Shangai, y de estos 63.000 pares sólo llegaron á su destino 700 pares. Sin embargo, nada da idea tan exacta de la profunda inmoralidad de la administración rusa como el siguiente hecho, denunciado también por Michailoff: «cuando en los comienzos del sitio de Puerto-Arturo, se dio orden de que las mujeres salieran de la plaza, las mujeres públicas salieron en coches de primera clase y con una subvención de 8X) rublos á cada una, mientras las señoras más distinguidas hubieron de marchar en coches de tercera y cuarta clase con una indemnización de 25 á 53 rulilos».
Con estos datos, y otros que habrán de consignarse luego, es bien fácil eXj)licarse las victorias de los japoneses sobre los rusos. Desde luego los críticos militaren de Inglaterra han observado con acierto que en el último combate naval, entre rusos y japoneses, los grandes acorazados rusos apenas pudieron sostener el ataque del enemigo, y han inducido de este hecho (jue los blindajes y las corazas de los buques moscovitas eran de mala calidad á pesar de que habían costado á más elevados precios que los de los buques nipones.
DAMIÁN I S E R N . Do la Real Academia de Ciencias morales y poUttcaí*.
CRÓNICA BIBLIOGRÁFICA
SUMA.RIO: Libros. —«Los peligros de la fe en los actuales tiempos»,por el P. Ramón Ruiz limado,de la Compañía de Jesús. Con licencia de la autoridad eclesiástica. Gustavo Gilí, edit. Barcelona, 1905.—«Propaganda católica»,por/). Félix Sarda y Salvany, presbítero. Con licencia eclesiástica. Lib. y Tip. Católica. Barcelona, 1905.—*La situación jurídica de la Iglesia Católica en los diversos Estados de Europa y de América. Notas para su estudio», por el Dr. D. Joaquín Girón y Arcas. Lib. gral. de Victoriano Suárez. Madrid 1905.—«El trabajo», discurso por D. Ramiro Arroyo, doctor en Medicina y médico titular de Béjar. Con licencia eclesiástica. Est. Tip. de F. Muñoz. Béjar 1906.—«Segunda parte de la Conquista ó Manual de Vida perfecta», por el Padre Fr. Juan de los Angeles, edición publicada con una introducción y notas del P. Fr. Jaime Sala. O. P . M. Con las licencias. Lib. y Tip. Católica. Barcelona, 1906.—«Buena muerte», por el Rdo. P. Belecio. Versión castellana, notas y adiciones, por Oabin& Chávez, presbítero. Con las debidas licencias.—«Los últimos Sacramentos», por D. iíomiro í'erníín-dez y Valbuena, Penitenciario de Toledo. Con licencia eclesiástica.—«Un perfecto congregante de la Santísima Virgen, Juan Perpiftá y Sebastiá, Mártir de la Inmaculada». Tipografía Moderna. Valencia, 1904.— «El optimismo del beato Raymutido Lulio», por el Iltmo. y Rvmo. Sr: Dr. D. Juan Maura y Oelabert, Obispo de Orihuela. Imp. de Fidel Giró. Btercelona, 1904.—«Lo Beat Ramón Llull, sermó predicat...» per M^ssen Salvador Bové. Imp. de Giró. Barcelona 1903.— Tomos VII y VIII de la Biblioteca «Patria» de obras premiadas. Oficinas, Cervantes 8, 3." dra., Madrid.—«De color de cielo». (Narraciones), por el P. Esteban Moren Lacruz, S. J. Ilustraciones del P. José Maria de Valle, S. J . Subirana Hermanos. Barcelona, 1905.—«El antaño quimérico» (cuentos), por Luis Várela {Marqués de Villasinda), Ilustraciones
OEÓNIOA BIBLIOOEÍFICA 477
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X^S£%OS
L o s PELIGKOS DE LA FE EN LOS ACTUALES TIEMPOS.-
Conferencias por el P. Ramón Ruiz Amado, de la Compañía de Jesús. Con licencia de la.aiutoridad eclesiástica. Gustavo Gili, editor. Barcelona, 190B.
Muy útiles y necesarias, en medio de tantos errores extendidos en contra de la religión, pueden ser las conferencias, mando están bien hechas, decía en su carta circular de 31 de Julio de 1894 el Prefecto de la Congregación de Ubis-pos y Uegulares después de lamentarse de que se fueran sustituyendo los antiguos sermones con un género mal comprendido de conferencias que, tendiendo á seducir el entendimiento y la imaginación, y no á obrar sobre la voluntad y reformar la* costumbres, no son útiles á todos, sino sólo para un corto número. Distínguense, pues, en esa circular las conferencias que, poí lo menos, son inútiles, de aquellas otras no sólo útiles, sino necesarias. Indudablemente, entre las de este último grupo deben incluirse las del P. ^^^'''f^^.^^' perfecto conocedor de la circular á que nos hemos referido y que ba interpretado admirablemente al componer sus interesantes conferencias, en las que tan bien ha sabido recoger los peligros de la fó más extendidos, puesto que no habrá persona para quien sean desconocidos. Bastará la indicación de los títulos de cada una de las diez y seis conferencia, para que los lectores se convenzan de la verdad de lo que decimos y se apresuren á conocer en su contenido e.U co eccitJn de conferencias que muy de veras recomendamoí. Trátanse
478 T. JIMÉNEZ TEJED A
en ellas los siguientes puntos: Ciencia y Revelación. Los pretendidos conflicto.'». La libertad de la fé. La fé es razonable. Objeciones y discusiones. La ignorancia en materias de Religión. El laicismo en la educación. Las pasiones. La l'rensa periódica. La objeción del escándalo. La secularización. El anticlericalismo. La fé con distingo. ¡Si habrá infierno! El inventor de la confesión.—El progreso y el cato licismo.
PRÜI'AGAND.\ tATÓLKA, i)or I). Félix Sarda 1/ Salvnny, presbítero, Director de la «Revista Popular». Tomo X Opúsculos de «El Buen Combate». Con licencia eclesiástica. Lib. y Tip. Católica. Barcelona, 1906.
En forma dialogada y magistralmente ha tratado el señor Sarda y Salvany, ilustrado Director de la «Revista Popu lar», las cuestiones más palpitantes del día, los más generalizados errores y preocupaciones que importa refutar y desvanecer y las más grandes verdades «¡ue urge divulgar, dedicándoles opúsculos que por su poco coste, estilo sencillo y forma fácil y amena están al alcance de cuántos se interesen por las cosas de que en el día más se habla y discute. Con muy buen acuerdo ha coleccionado sus mág importantes trabajos en varios tomos el incansable divulgador de las enseñanzas católicas Sr. Sarda, que en el tomo X que tenemos á la vista ha incluido veintidós opúsculos, en los que trata las siguientes importantes cuestiones. El pan del pobre. La mejor limosna. Los círculos católico-obreros. Los que dejan hacer. El reactivo social. La acción antimasónica. Guerra de frente. Anarquismos. Frailes y monjas. La piedad al uso. ¿Yo confesarme? Parar el golpe. ¿No es hora todavía? La vida espiritual. El peor de los tres. De cara á la eternidad. Sol de las almas. ¿Por qué no rezo el Rosario? En favor de las benditas almas. Las escuelas neutras. Ante la persecución. Andar con Dios.
CRÓNICA BIBT.IOGHÁFICA 47ft
LA SITUACIÓN JURÍDICA OE LA IOI,L:SIA CATÓLICA IÍN LOS
DiVBKsos ESTADOS DK EUROPA Y DE AMI';RIC!A. Notas para 3u estudio por el Dr. D. Joaquín Girón y Arcas, Catedrático por oposición de Instituciones de Derecho canónico en la (IniversiMad literaria de Santiago de Compostela. Librería general de Victoriano Suárez.—Madrid 1905.
Kn una introducción y dos partes, una que titula general y otra especial, divide el Sr. Girón y Arcas su obra. Trata en la introducción de la constitución cristiana de los Estados. En la parte general empieza por hacer una clasificación de las situaciones en que está la Iglesia frente á los Estados Modernos, distinguiendo las que titula de protección, de libertad y de hostilidad para subdistinguir en la primera la protección completa que se dá cuando el poder secular ampara á la Iglesia hasta el puntó de no permitir en público ni en privado más prácticas religiosas ni morales que las establecidas, por Dios y por el organismo que su Hijo fundó, y la protección incompleta que tiene lugar cuando el Estado tolera como males menores necesarios les falsos cultos, aunque conservando la obligación de defender á la Iglesia; en la situación de libertad distingue la de libertad acompaftada de preferencia á determinados cultos y de libertad acompañada de indiferencia á todos los cultos: y por fin en la hostilidad distingue las situaciones de hostilidad manifiesta, de hostilidad con apariencias de indiferencia y de hostilidad con apariencias de protección. En capítulos" y secciones separadas, explícanse cada una de esas situaciones para determinar después, en la parte especial, la situación de la Iglesia en los distintos países, agrupándolos con arregló á la claBÍ-ficación anterior. En el grupo de protección completa incluye y estudia la situación de la Iglesia en Andorra y San Marino; en el de protección incompleta Espafta, Portugal, Suiza católica, Colombia,-Perú, Haití, Santo Domingo, Nicaragua, El Salvador, Argentina, Bolivia, Chile, Paraguay y Uruguay; en el de libertad acompañada de preferencias por determinados cultos, Bélgica y Luxemburgo; Holanda, Aus-
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tria-Hungría, Alemania, Dinamarca, Inglaterra, Escocia y Colonias británicas en Europa y América; Rusia, Suecia, Suiza protestante, Turquía, Grecia y pequeñas monarquías danubianas; en el de libertad acompañada de indiferencia á todos los cultos, Irlanda, Estados-Unidos del Norte de Amé ca, Brasil y Cuba; en el de hostilidad manifiesta, Francia, Noruega, Guatemala y Costa-Rica; en el de hostilidad con apariencias de indiferencia. Honduras, Méjico y Venezuela, y en el de hostilidad con apariencias de protección Italia y El Ecuador.
Por lo que expuesto llevamos puede formarse idea de lo completo que es el trabajo del Sr. Girón y Arcas que con verdadero interés, complacencia é indiscutible provecho hemos leido, encontrando en él solamente poco exacto el título que es también poco apropiado al contenido del mismo libro, pues si pomo el autor dice en la pág. 68, «para todo aquél que aspira al reino de Dios en la sociedad, no ctibe mdx que un sistema de relaciones entre la Iglesia y el Estado, que es el titulado de protección* en lo cual estamos conformes de toda conformidad como tiene que estarlo todo católico, claro es que en rigor sólo en ese caso se dan relaciones verdaderamente jurídicas ó sean arregladas á derecho, pues todas las demás, que se desvian de ese mismo sistema de relaciones verdaderas y propiamente jurídicas serán también desviadas, separadas del Derecho y en más ó menos patente contradición con él por lo cual no se pueden llamar jurídicas; sino sólo relaciones^ situaciones de hecho en el cual no siempre se dá el derecho, {>or lo que muchas de esas situaciones, todas menos la única verdadera, en cuanto la niegan y contradicen son más bien antijurídicas.
El antor en el desarrollo de los distintos capítulos de su obra muestra su grande erudición y un trabajo no escaso provechosamente empleado eb tan útilísimo estudio comparativo que supone no sólo el manejo de concordatos y leyes de los distintos países, sino también, el conocimiento de costumbres y prácticas de importancia suma. A la obra siguen dooe apéndices que contienen: Proyecto de ley separando la Iglesia del Estado español de 1878.—Real orden de 1 Agos-
OEÓNIOA. BIBLIOOBAPICA 481
to 1901, autorizando al Ayuntamiento de Madrid para verificar la cremación de los restos humanos.—Convenio de 19 Junio 1904 entre la Santa Sede y el Gobierno español sobre la situación jurídica de las comunidades religiosas en España.—Concordato de 1837 entre S. S. León XIII y la República de Colombia.—Concordato de 1801 entre Pío VII y la República francesa.—Nota del Emmo. Sr. Cardenal Secretario de Estado, protestando contra la visita hecha en Roma por el Presidente de la República de Francia á Víctor Manuel III.—Carta del mismo Cardenal al Nuncio de S. 8. en París respecto al Obispo de Laval.—Nota del mismo Cardenal al Encargado de Negocios de Francia cerca de la Santa Sede, que dio pretexto al gobierno francés para romper sus relaciones con el Pontificado romano.—Nota telegráfica del gobierno francés rompiendo sus relaciones con la Santa Sede.—Carta del Emmo. Sr. Cardenal Secretario de Estado á Mgr. Le Nordez admitiendo en nombre de S. S. la renuncia del obispado de Dijon.-Carta de Mgr. Le Nordez á sus diocesanos.—Ley sobre las prerrogativas del Pontífice soberano y de la Santa Sede, y sobre relaciones de la Iglesia con el Estado italiano de 13 de Mayo de 1871.
El. TUABAJO.—Discurso pronunciado en el Círculo cató lico de Béjar el 12 de Junio de 1905 por D. Ramiro Arroyo, socio del mismo, Doctor en Medicina y módico titular de dicha ciudad.—Con licencia eclesiástica.—Est. tip. de F, Muñoz.—Béjar, 1906.
No es la primera vez que en esta sección nos ocupamos de trabajos debidos á algunos de los activos socios del Círculo católico de Béjar. Siempre con singular complacencia, dedicamos algunas líne»8 á dar una idea á nuestros Rotores de lo que reprpsenta campaña por la paz social, de los Clrou los católicos y meritísimos trabajos de los que pueden d^cir se directores del movimiento social católico en una determinada localidad, pues no puede menos de proporcionarnos sa
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tisfacción inmensa saborear los frutos de una desinteresada, ntilisima y por ende meritoria labor, que es la práctica de la acción social que trata de propagar y difundir esta Rl'.-VISTA.
El trabajo del médico 8r. Arroyo, de Béjar, revela un detenido estudio, una aplicación y amor á los trabajos socia les que en grado sumo le honran, i)ue3 teniendo quizás ure sént«, aquel adagio, creo que del célebre Letamendi, (|ue dice, «el médico que no sabe más que medicina ten por seguro que ni medicina sabe» y comprendiendo la importancia de los deberes sociales que pesan sobre todas las personas, dedica, por lo visto, los ratos que le deja libres el ejercicio de su noble profesión á trabajar en el Círculo católico, y á preparar discursos como el que hoy nos ocupa, pronunciado el 12 de Junio del presente año en el Círculo católico de Béjar, en el cual después de trazar (i grandes rasgos la historia de la clase trabajadora^ estudia lo ()ue es el trabajo científica y prácticamente considerado, distinguiendo el corporal, el intelectual y el de la voluntad que dice es el fundamento de la edutfacióu, para terminar encareciendo la importancia social del trabajo, base también del progreso en la civilización y de la libertad.
SEGUNDA PARTE DE LA (3ONOUISTA Ó MAMUAI. DE VIDA
PERFECTA, por el P. Fr. Juan de los Angeles, de la Orden , de San Francisco de Asís, Padre de la provincia de San José de los Menores Descalzos. Edición tomada de la que se hizo en Madrid en la Imprenta Real año ]()08 y publicada con una introducción y notas,del Padre Fr. Jaime Sala, O. F. M. —Con las licencias de la Orden y del ordinario,—Librería y Tipografía católica. Barcelona 1905.
En est* libro, Segunda parte de la Conquista del reino de Dios, el P. Pr. Juan de los Angeles, «á los soldados bisónos que podían cruzarse de brazos y estarse quedos disfrutando ociosos de los bienes de este reino espiritual, les enseña lo
( RrtNtCA BlBLÍOOBÁFIOA 4Ó3
mucho (jue puede progresarse en este mismo reino de Dios, los ejercicios que se deben hacer para llegar á ser grandes privados y familiares del Rey celestial, y á prevenirse y recatarse de las zancadillas y ocultas emboscadas que les armarán sus enemigos para derrocarlos del trono en que los miran y quitarles su incomparable fortuna. Por esto habla en ella del estado puramente corporal, del mixto de espíritu y materia, del espiritual y divino, descubriendo los ardides y trampantojos que en la transición de unos á otros puede el demonio esconder, y enseñando á perfeccionar al hombre sus nobles facultades de modo (¡ue merezca unirse con Dios. Y como el ejercicio de la voluntad ofrece mayores dificultades, las allana todas á sus discípulos y les abre camino componiendo un Jloxario de meditacionen sobre la "Vida y Pasión de Jesús con las cuales pueden aprender todos á mover su corazón y excitar sus afectos, de modo que el Señor los atienda y satisfaga... Finalmente, para que los discípulos queden más obligados y reconocidos á su maestro, no sólo les enseña en su espiritual reino á caminar, comer, dormir y reposar, pero también les dá modo y forma de respirar con el opúsculo de Afectox diferente» del alma devota y Rosario de divinas alabanza», que coronan esta obra, y prácticamente amaestra á sus favorecidos en el arte difícil de aspirar á Dios.» Después de esto que de la Introducción de Fr. Jaime de Sala copiamos, sólo nos resta decir con el mismo escritor, que con la publicación de la obra del P. Fr. Juan de los Angeles se hace un buen servicio á la patria española, cuya historia en el siglo de oro de sus glorias tendrá un nuevo dato curioso, se dan dignos entretenimientos á los sabios y literatos, se aumenta la provisión de sauos y sabrosos alimentos para los devotos cristianos y se proporciona una gran satisfacción á todos los religiosos, especialmente á los franciscanos.
BUENA MUERTK, por el Rdo. P. Belecio. Medios para asegurarse la gracia de una muerte cristiana: Versión castellana notas y adiciones, por Gabino Cha vez, presbítero.—
484 T. JtMÉNBZ T B J B D A
Con las debidas licencias.—Lib. y Casa editorial Araluce. México-Barcelona.
Respecto de cual haya sido el propósito del autor de este libro al publicarlo dice el mismo en el Prefacio lo siguiente: «He intentado exponer diversos medios con ayuda de los cuales podréis ciertamente salvar los principales obstáculos para conseguir la gracia de una buena muerte; porque si estos obstáculos son numerosos, hay también muchos medios para asejerurarse tan incomparable dicha. No pretendo deS' arrollarlos todos; y á fín de no ser cansado eu esta materia, he escogido aquéllos que apenas fueron indicados por otros autores, sin embargo de ser, en mi concepto muy eficaces y muy fáciles de apropiar á las diversas condiciones de los lectores, y de los cuales todavía podrán sacar provecho los Pastores de almas en el ejercicio de su ministerio; porque mi deseo es ser útil á todos.
En armonia con estos propósitos desarrolla los siguientes puntos: Prepararse á tiempo para morir; No dejar para cuando sobrevenga nuestra última enfermedad el cuidado de .prepararnos para la muerte; Método de preparación para la muerte por un retiro de un día, ó al menos de medio día; Consideración del estado de nuestra alma después de nuestra muerte; Contemplación del cuerpo depositado en el ataúd; Contemplación del cadáver en el sepulcro; Asistencia en espíritu á nuestros propios funerales, ó meditación sobre las ceremonias eclesiásticas, antes y después del sepelio; Deseo déla muert«; Deseo del cielo; Del cuidado de confesarse bien; La gravfldad del pecado; De la precaución para recibir á tiempo y con una piedad fervorosa el Santo Viático y la Extrema-Unción; Un diligente examen de todo lo que podría causarnos inquietud en la muerte y un celo generoso para poner un pronto remedio; Ejercitarse con anticipación en los actos de las virtudes cristianas que conviene hacer en el articulo de la muerte.
Los ÚLTiMO.s SACRAMENTOS, por D. Ramiro Fernández
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CBÓNIOA. BIBLIOOBIFIOA 485
y Valbuena, Penitenciario de Toledo. Quinta edición.—Con licencia eclesiástica.—Imp., Lib. y Ene. de Gómez-Menor.— Toledo, 1905.
Siendo cada día mayor el numero de los cristianos que pasan á la vida eterna sin la debida y conveniente preparación por efecto de las circunstancias de los tiempos, debe contarse, entre las mayores obras de caridad, el auxiliar á los hombres ayudándoles en aquella obra. Eso se propuso el autor del presente opúsculo, escrito [¡ara lectura de los sanos, á ñn de que no se abandonen cuando e^tén enfermos, ni descuiden á otros puestos á su cuidado en aquel trance del cual depende la eternidad.
El jtrimer Congreso Euoaristico espaflol recomendó eficazmente su difusión entre los fieles y los opimos frutos que ha producido, son la mejor garantía de lo que puede esperarse de su lectura; pues es imposible que nadie lo lea sin que su razón quede convencida de la necesidad de poner en práctica lo que dice, y sin que su corazón se conmueva profundamente, resolviéndose á ejecutar lo que dicta la razón que debe hacerse.
Se ha hecho una numerosa tirada de la presente obrita, cuyo precio es de diez céntimos, y una peseta la docena, ocho el 100, y 76 el millar.
8e suplica á todos los católicos que la propaguen, porque puede hacer mucho bien á los enfermos cuyo alivio tuvo muy presente el autor al escribirla.
Los pedidos al mismo autor, en el Seminario Central de Toledo.
UN PERFECTO CONGREGANTE DE LA SANTÍSIMA VIRGEN,
Juan Perpiflá y Sebastiá, Mártir de la Inmaculada.—Tipografía Moderna.—Valencia, 1904.
Ko hace todavía un año, el U de Diciembre del pasado,
48f! T. .llMKNKK T E J K D A
tuvo lugar en la católica Valencia la grande y esplendidísima procesión presidida por la imagen de la Inmaculada Virgen María, cuya solemnidad fué interrumpida por las provocaciones groseras ó injustas y brutales agresiones de aquella raza infeliz, enemiga de Jesucristo que estaba poniendo acechanzas á los que tienen la dicha de ser hijos de la Santísima Virgen, algunos de los cuales verdaderos héroes cristianos, cayeron heridos en tierra víctimas del odio satánico de la descendencia de la serpiente, üuo de esos héroes, verdadero mártir de la Inmaculada, fué Juan Perpifiá y Sebastiá, cuya vida y muerte es el objeto del folleto cuyo tí tulo encabeza estas líneas. La Junta de la Congregación de la Inmaculada Virgen María y San Luis Gonzagade Valencia, se ocupa en este folleto de la congregación de la Santísima Virgen, de la niñez y primeros estudios de Juan Perpitlá, considerándole después como congregante de la Santísima Virgen y apóstol en la sociedad, tratando además de su piedad, formación literaria, muerte, exequias y sepultura, concluyendo por coleccionarlas adhesiones y protestas que recibieron con motivo del brutal atentado del 11 de Diciembre de 1904.
E L OI'T/MÍSMÜ OEf- HKATo RAI.\/I;MIO LUUO, por el ilus trisimo y reverendísimo Sr. D. Juan Maura y Gelabert, Obispo de Orihuela.—Imp. de Fidel Giró.—Barcelona, 1904.
Este breve ensayo sobre el optimismo del Beato Raimundo Lulio no tiene otro objeto, según dice su mismo autor, que vindicar la ortodoxia del Doctor Iluminado, y dar á conocer sus doctrinas filosóficas presentándolas vestidas á la moderna.
Se ha supuesto por algunos que Lulio enseñó acerca del optimismo y la Encarnación, doctrinas poco conformes con el dogma católico y exactamente idénticas con las que de^ fendieron después Leibniz y Malebranche. Sale en vindicación del filósofo mallorquín el Iltmo. y Rdmo. Sr. Obispo de Orihuela, llevando por guía al sabio cisterciense P. Pascual.
(¡urtNK^A BIHI.IO»KAKICA ' 4)S7
y prueba que Lulio no enseñó la necesidad de la creación, ni fué defensor ni partidario del optimismo, siendo supuestas ó imaginarias las afinidades entre el Beato y Malebrauche, que alguien ha pretendido hallar. Plantea la cuestión de la Encarnación del verbo exponiendo la opinión de Lulio, y la manera como se ocupó de los misterios, no para demostrarlos en el riguroso sentido de la palabra, sino para explicarlos, siguiendo el camino trazado por Padres y Doctores de la Iglesia, con el fin de convencer y atraer á la fé á los que vivían apartados de ella.
Lo BiíAT RAMÓN LIAJIA., sermó predicat en la funció de dioada al doctor Arcangélich per la Venerable Ordre tercera de Sant Francesoh en la Iglesia de la Ajuda, de Barcelona els ''ÍQ de Novembre de 1905 per Monnen Salvador Boté. Lli-cenciat en Sagrada Teología. Imp. de Giró. Barcelona, 1903.
Este sermón predicado en solemne fiesta religiosa, con la qíie se reanudaron en Barcelona los cultos públicos en honor del filósofo y mártir mallorquín Kamón Llull, fué el panegírico de las gloriosas virtudes y heroico martirio de este bienaventurado que fué grande en su penitencia, en su apostolado, en su sabiduría y en su martirio, según expuso desde la sagrada cátedra el Dr. D. Salvador Bové..
Tomos VII y VIII de la Biblioteca «Patria» de obras' premiadas. Oficinas, Cervantes 8, .3." derecha, Madrid.
Acaban'de publica'rse estos tomitos déla Biblioteca «Patria», que ya conocen nuestros lectores, con ilustraciones ambos de Luis Palao. El tomo VII, escrito por R. Pamplona Escudero, contiene una tradición hispano-romana titulada «Engracia», *el cuento «La Mortaja», el boceto á la pluma «Al que no está hecho á bragas...» y «Expiación».—El tomo VIII, «Selectos», contiene: «Cuento de un pobre y una niña», por E. Menéndez Pelayo; «El último vastago», por Lo-
4»is T. JIMÉNEZ TBJKDA
renzo Lafuente; «La más fea», por R. de Solano y Polanco; «Dios me valga*, por Teodoro Baró, y «El Pastor», por S. TruUol Plana.
Estas obras de moralidad irreprochable han obtenido premios en concurso y merecen ser recomendadas con eficacia, como las anteriores de que hemos dado cuenta.
D E COLOR DE CIELO. (Narracionesj, por el P. Esteban Mo reu Lacruz, S. J.—Ilustraciones del P. José María de Valls, Subirana Hermanos. Edit. y Lib. Pontificios. Pnertaferrisa, 14, Barcelona, 1906.
Esta colección de cuentos publicada en las necesarias licencias y dedicada á los niños, contiene doce entretenidas y en extremo moralizadoras narraciones que la forman untomi-to de muy cerca de 200 páginas lujosamente encuadernadas. Escritas con el propósito de contrarrestrar la acción maléfica de los escritores que se han conjurado contra la edad más hermosa de la vida, por la bien cortada pluma del P. Esteban Moren, no vacilamos en recomendarlos para entretenimiento y provecho de la niñez.
DEL ANTAÑO QIJIMÍ:UICO ('cuentos), por LUÍH Várela (Mar qués de Villaainda). Ilustraciones de Lorenzo C. Valera, fotograbados de Laporta. Ambrosio Pérez y Compañía. Imprenta. Madrid, 1905.
Cinco cuentos: La diosa velada, Edirn y la Hamadriada, El mayor tesoro. Historia del Rey Ardido y la Princesa Flor de Ensueño y La ahijada de los silfos, contiene esta colección escrita por el Marqués de Villasinda, bajo el título «Del antaño quimérico». El título general de la colección y los particulares de cada uno de los cuentos dan ya una idea siquiera aproximada de lo que es la reciente producción de
CRÓNICA BIBLIOOBXFIOA 489
D. Luis Valera, á quien con gusto veríamos lucir sus condiciones literarias de gran relieve, escribiendo sobre asuntos menos quiméricos y por ende más amenos y prácticos, pues en nuestra humilde opinión la obra literaria pierde su interés y valor cuando, producto exclusivo de la fantasía, descrfida fines perfectamente compatibles con el deleitar.
Bien que perteneciente al género literario (]ue sólo se inspira en el amor del arte por el arte, la obra honra al ilustre apellido del airtor y la buena cepa literaria á que el Marqués de Villasinda pertenece. ¿Qué mayor elogio podríamos hacer del libro «Del antaño quimérico»?
HORAS DE VACACIONES. Cuentos morales para los niños, por el P. Conrado Muiñofi Sáenz, del orden de San Agustín. Ilustraciones de L. Taberner. Fotograbados de Laporta.— Imp. de D. Luis Aguado. Madrid, 1897.
Conocido es el autor de estos cuentos y conocida es tam* bien su colección «Horas de vacaciones», que hemos recibido y que tan buena aceptación está llamada á conseguir á más de la ya obtepida. Por medio de cuento^ morales logrará inculcar en la niflez no sólo las ideas, sino también los sentimientos más nobles y generosos de la manera más fácil, eficaz y duradera, sobre todo cuando son cuentos, tan interesantes como «El hijo de la lavandera», «Dos cielos», «Oa-. ridad», «¡Si yo tuviera madre!», «Ciento por uno» y *Jj&h. tonterías de Carlos», contenidas en la colección del Padi-e Muifios.
T. .irMÉNEZ TEJBDA. Abogado.
REVISTA DE REVISTAS
CEU EXTRANJERO
LA IÍ.KI'OKMK Sot IAI.I:.— París 1 y 16 de Julio de 1Í(Ü5. — El deber social y la formación social del patrono, por M. E. Chei/nson.
No cabe la menor duda de que en el cumi)limiento de los deberes sociales del patrono, ])reviamente preparado y educado á este efecto ha de hallarse un elemento de importancia suma para la solución de las cuestiones obreras. Es de advertir que no por todos se ha dado á esto la importancia que realmente tiene, pues se ha pensado en la formación técnica y comercial del patrono, cual si solo hubiera de ser fabricante y comerciante, olvidando que es á*la vez empleador de hombres, lo cual echa sobre sus hombros delicados deberes que no son ni menos imperiosos ni menos difíciles de cumplir que los otros. —Teniendo esto en cuenta M. E. Cheysson, se ocupa del círculo de acción social del patrono, de su deber y de su formación sociales.
Haciendo consideraciones sobre el primer extremo, observa que el patrono de la grande industria disfruta de un poder inmenso, pues como
ha dicho Tocqueville «el patrono modernp parece cada vez más el administrador de uu extenso imperio». Consecuencia de esto y siendo el deber correlativo del derecho y de la posición social, han de pesar sobre el patrono grandes deberes (jue ha de cumplir por la responsabilidad que le alcanza y hasta por j)ropio interés. Grave en efecto es la responsabilidad de la grande industria que haconcentrado masasde obreros en j)üblacione3 en (jue hasta el sol es un privilegio y en que la imprevisión, el alcoholismo y la tuberculosis y . hasta el odio de clases hacen sus extragos. Para remediar y salvar los peligros aludidos entiende el articulista con Le Play (jue es ineficaz la ley penal y que lo ((ue procede es robustecer la idea del deber social. Considera al mismo tiempo conveniente una reforma de las leyes sucesorias para evitar la forzosa división dpi las herencias que somete las fundaciones industriales al régimen de liqui daciones periódicas, inocu lando en los hijos el disgusto del trabajo por la segur i dad de la herencia paterna, lo cual se opone á la crea
REVISTA DB BEVISTAS 491 ción de establecimientos durables. A este efecto propone se eleve á la mitad del capital la parte de libre disposición en todos los casos y se faculte al padre para formar en testamento los lotes de sus herederos con elementos de valor Síiuivalente y no de especies forzosamente idénticas que llevan consigo la ruina de la explotación agrícola ó industrial por el fraccionamiento. Aunque estas reformas, como otras de las leyes aduanera, riscal y militar, pudieran tener cierta, eficacia, no debe olvidarse (|ue lo más importante es el cumplimiento del deber social del patrono.
El patrono debe además cumplir sus deberes sociales hasta por interés y conveniencia propia por la solidaridad que existe entre ricos y pobres, como lo prueba, por ejemplo, el problema de la casa insalubre habitada por obreros, pues en ella se desarrollarán los gérmenes de las epidemias, que el viento después se encargará de llevar á los más higiénicos y aun lejanos palacios. En cuanto á la conducta del obrero también le interesa al patrono que sea buena, pues si, por ejemplo, se emborracha con frecuencia, observará mal la disciplina del taller, su mano temblará, su vista estará más torpe, siendo como consecuencia frecuentes los accidentes del trabajo, que en el individuo
alcoholizado son de más fatales consecuencias. Además, de igual manera que Sócrates decía de uno de sus discípulos, que no adelantaba porque no le amaba, y por la misma razón que un jefe militar no hace prodigios si no cuenta con la firme adhesión de sus soldados, el patrono no afrontará con completo éxito la lucha económica si entre él y sus empleados no reina la concordia. Así se explica la diferente vida que llevan los establecimientos industriales en que reina esa armonía y aquellos en que el apartamiento y desvio entre obreros y empresarios es lo que domina, 5' por. eso un gran industrial no sólo fracasará por no saber ser industrial ó por no saber ser comerciante, sino además por no saber manejar y dirigir al personal de su fábrica. La buena armonía en las relaciones entre ])atrono8 y operarios es cosa tan indispensable para la próspera marcha de un establecimiento industrial, como el buen estado de la maquinaria y motores.
Hace algunas más consideraciones sobre este punto, M. C. Cheysson y después pregunta cómo se ha de realizar esa armonía tan deseable desde el punto de vista moral y tan necesaria desde el punto de vista económico, contestando con Le Play que mediante la implantación de las siguientes seis «prácticas esenciales»: permanencia de
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los compromisos recíprocos entre patronos y obreros; inteligencia completa tocante á la fijación de los salarios, unión de los trabajos de taller y los de las industrias domésticas rurales ó manufactureras; hábitos de ahorro, asegurando la estabilidad de la familia y la conservación de la prole; unión indisoluble entre la familia y el hogar; respeto y protección á la mujer, á lo cual
'añade el articulista, la instalación en cuanto sea posible de las fábricas en el campo, combinando en cierta medida los trabajos de la industria con los de la agricultura y jardinería, con lo que se conseguiría la anhelada vuelta á la tierra, y se facilitaría la solución del problema relativo al despido de obreros por falta de ocupación, que es indiscutiblemente uno de los más delicados y para ello aconsejaba Le Play con muy buen sencido práctico lo siguiente: «Los patronos deben extender su clientela en las épocas de actividad co-úiercial á fín de no verse obligados á . reducir la producción en las épocas de crisis. En segundo lugar deben favorecer cuanto sea posible el establecimiento de sus obreros en el campo á fin de hacerles encontrar en el cultivo del suelo lo que la fábrica no
f iuede siempre proporcionares.
Para que el dichoso resultado que se apetece pueda
obtenerse es indispensable la formación social del patrono, pues las instituciones qne está llamado á crear y á manejar el patrono no pueden producir sus beneficios si no están bifln organizadas y dirigidas con prudencia y tacto, y hay que convencerse de que no basta la buena voluntad sino que además hay que escuchar las indicaciones de la ciencia. Así ha dicho el barón T K i n t d e Roodenbec-ke que una institución de ])revisión sin cálculos es una nave sin bnijula, y dice M. Cheys8on:de la misma manera que la dirección de un servicio técnico ó la conducción de una locomotora no se confía á un ingeniero animado sólo de buenas intenciones pero desprovisto de los conocimientos profesionales, así tampoco debe confiarse la organización y dirección del mecanismo social á una persona enteramente profana en la cieifcia social, pues los mecanismos sociales aún son más difíciles de manejar que las máquinas formadas de piezas materiales. Por eso el jefe de industria, además de técnico, industrial y comerciante, debe ser verdadero in geniero nodal conocedor del mecanismo y funcionamiento de todas aquellas instituciones destinadas á hacer solidarios los intereses del personal y de la fábrica, haciendo descansar ,1a prosperidad de la industria sobre el bienestar de sus obreros. De esta
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necesidad del ingeniero social se han apercibido y procurado satisfacción en Francia, Holanda y sobre todo en los Estados Unidos. La preparación social, á que se alude, importa también á la mujer, especialmente á la del patrono, pues sabido es que la mujer también tiene su función social, para desempeñar la cual no basta buena voluntad, pues á diario se han visto cargos de mujeres atentas á cumplir sus deberes de asistencias con las familias de sus ojjerarios y si bien las manos de los asistidos se abren para recibir los socorros, los corazones permanecen cerrados y el efecto social no responde en definitiva ni á las buenas intenciones ni á la generosidad que la acompaña. Para atender á esa formación social de la
mujer se han fundado ya algunas escuelas con carácter no meramente teórico sino esencialmente práctico. La base de la formación social de la mujer, entiende Cheys-son que es la enseflanza de los oficios caseros, y sobre la importancia y excelencias que se seguirían de ésto hace varias consideraciones para concluir resumiendo la doctrina desarrollada y afirmando que es inexacto que el antagonismo sea fatal é irreductible entre el patrono y sus obreros, y que para remediarle hay que ])rocurar el cumplimiento de los deberes sociales del patrono y su mujer, ])reviamente instruidos á este efecto en los principios y prácticas de la ciencia social.
T. JIMÉNEZ TEJEDA. Abogado.
SUMAIUOS DE LAS MVISTAS
RivisTA INTEBNACIONALE DI SCIENZR SOCIAI-I S DISCIPLINE AUsiLiASiE. Roma, Junio de 1906.—Usura de nombre y usura de hecho, pdr Muñera-íí.—Emigración y emigrados ó una nueva página de historia contemporánea, por OH; üí.-Elcursosocialdel «Volks-verein», por RovélU.—El despertar del arte én Italia, por lononi.—Asuntos de las revistas.—Examen de obras.— ÍTota bibliográfica. - Crónica social.
LE RÉFOBUE SOCIALE. París. 16 de Junio y 1 y 16 de Julio de 1906.'—Asociaciones cooperativas de producción agrícola en los Alpes marítimos, por Riviére,—Las huelgas agrícolas del Mediodía, sus causas y reniedios, por Bouffet y observaciones de M. M, Lavollée, el Marqués de Laurens-Cantelet, Lair, Cheysson, Causse y Duvergier de Hauranne.—La Iglesia y el Estado en los Estados Unidos, por Brifaut,—Las colonias de vacaciones para los
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niños enfermizos y pobres, por Plantef.—Crónica del movimiento social, Alemania y Austria Hungría, por Blon-del.—Bibliografía.-Tabla de materias del tomo X L I X de «La ReformeSociale».—Alocución de LavoUée, presiden te de la Société d'Economie
, sociale.—Las familias francesas y las carreras comerciales o industriales, p o r Isaac. —Informe sobre el premio Marce-Jeanue de Cham-brura, por Hiciere.- El deber social y la formación social del patrono, por M. E. Cheygxon.—Resumen analítico de las sesiones generales y de las reuniones de trabajo.
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líK SILLÓN. Par ís , 10 Jul io 1905.—Bienaventurados los pacíficos, por Sangnittr —\'^i\& campaña a favor del descanso semanal, por Alhiner.--Religiones nuevas, por J. H. —Regional i smo y unidad-, por i2o6i<í.—,«Le Sillón» y la Provence, carta de Mistral.
—Contra el Part ido católico, por PioH.—La vida del Sillón.—Suplementos regionales.—Publicaciones y convocatorias.
L A DÉMOCUATIK CHIIÍ ; -
TIKNNK.—Haubourdin, Julio de lí»05.—Carta Encíclica del Papa Pío X á los obispos de Italia, sobre la acción católica.—Un curso de economía social (P. Autoine). por Mrt/'Hfl//. — Un programa social de reformas municipales, por ^.ontennix.—Las organizaciones deraocráticocristia-ñas, de Flémalle-Grande (i)ro-vincia de Lieja), por A'.-—Bibliografía.
L'ACTION S O C I A L K Dli LA PKMMI: .—Par í s , Junio ' 1005. —La separación de la Iglesia y el Estado, por Vandal.— Reseñas.—Crónica.-El Congreso Juana de Arco, por Mmfi. O. Le Roy Liberge.— Bibliografía.—Las Revistas. —Biblioteca de L'Action sociale delaFémme.—Historia.
•
Ri:\UK CATHOI.IQUK DES iNsr lT lTIONS KT DtJ D R O I T .
— L y o n , Julio 1905.—«Les f o u r g o n s d e l 'étranger», por H. de Maj/ol de Lupe.— La persecución en Genova, por Broquet.—La evolución del derecho sobre presupuestos en Inglaterra . Estudio de derecho constitucional, por Van de Walle,—Los acreedores de las Congregaciones no autorizadas, por (rode-
REVISTA DE EKVISTAS 4{»5
f'rotf.—Crónica del mes.—Bibliografía.
LA FÍ;MMK CONTKMI'OKAI-Nlí.—París, .Julio 1905.—La vida social y las mujeres, por Mrt.r Turmann.—La mujer moderna en nuestro he' misferio, por la Condesa di' Gtmtine.—Predicadores contemporáneos: l'abbé de Gi-bergues, por Ilenref/. — Brxi netiérey la Enciclopedia,por ;l/¿c^aM^—Boletín bibliográfico.—Sobre feminismo.--Ke-vista de periódicos.—Revista de libros.
L E COIN DE TKKKE ET I.E FoYEK.-Paris, Junio 190B. — El hogar del obrero parisién, por Mauriee.—La asociación ruenesa de los Jardines obreros.—Los jardines
obreros. La organización de socorros en el campo, por Lemire.—La vuelta á la tierra por los jardines, por Mf-lihe.—Variedades.
h'íEUVKK SOClALE.—Tou-louse, Julio 1*J06.—Al Consejo federal de la J. C , por Denian.—Usemos de nuestras libertades, por Crouzil. —En el Mundo social, por E. D,~ Crónica de la J. C. de nuestros amigos.
L'ENSEIÍ-.NEMENT LIHRK. —París, Junio-Julio 1906.-La pedagogía de la-escuela materna.-Crónic^ de la anarquía universitaria.—Crónicas, judicial, legislativa, de hechos é ideas.-—Avisos y comunicaciones.
T. .1. T.
ESPAÑOLAS t HISPAN0-AMERICANA8
LA LECTURA.—Julio 190.>! —La comunidad doméstica en España durante la Edad Media, por Eduardo de Hi-nojosa.
El muy docto señor Hiño-josa ha consultado varios diplomas españoles de la Edad Media (en su mayoría de Galicia y Portugal) que revelan la existencia en aquella época de la comunidad doméstica semejante á la de otras regiones de Europa por aquellos tiempos y que es sin dada precedente de las comunidades de esta índole que se
han perpetuado hasta núes tros días en varias comarcas de España.
La comunidad doméstica —dice el Sr. Hinojosa—la constituyen no sólo los pa dres é hijos solteros y casados, sino otras personas ligadas entre sí por vínculos de parentesco y á veces también extraños á la familia. Los bienes que forman su patrimonio son poseídos, explo; tados y usufructuados en co mún bajo la dirección de un jefe hereditario ó electivo, y no pueden ser enajenados sin el consentimiento de todos.
49« KALL D'KBON
La comunidad tiene personalidad distinta de la de sus miembros en el orden jurídico y económico. Juntamente con la propiedad colectiva de los bienes inmuebles puede existir la p r ivada de los miembros de la comunidad respecto á los semovientes, de los muebles^ de los pro ductos de su oficio y aun de otras tierras que tienen ««-yns ó en arrendamiento. Estas asociaciones satisfacen las escasas necesidades de sus individuos con los frutos del trabajo común, consumiéndolos juntos ó distribuyendo los entre eljos y vendiendo y comprando por cuenta de los asociados.
Aparecen estas comunidades en épocas de escaso desenvolvimiento económico, en la única ocupación que'puede decirse es la agricultura y casi nulos el comercio y la industria, viéndose cada fa mília obligada á producir lo que necesita: y cuando no cuenta con brazos suficientes se asocia los' extraños que encuentra.
El culto común (religioso) estrecha más los vínculos entre los asociados. Aunque la comunidad doméstica tiene origen familiar^ esto no es esencial, pues de hecho se dan otras en que los asociados no son parientes: la razón es que el fin de la asociación 68 la producción y el consumo en común y la mutua defensa. La asociación ya de dos ó más individuos,
ya de individuos y familias, ya de familias entre sí para mutua defensa ó para fines económicos ó para ambas co sas á la vez, se modeló con frecuencia sobre el mismo pié de igualdad y solidaridad peculiares de la sociedad entre hermanos y esto explica cómo en tiempos y países diversos se las llama Hermán duden.
Con las transformaciones del estado social y económico, que obligan á algunos á mudar de domicilio, no SH considera como condición pa ra formar parte do la comunidad doméstica el vivir bajo un mismo techo y sentarse á una misma mesa.
Mientras dure la comunidad no se conoce el derecho de herencia individual, sino el colectivo. La parte del que muere acrece á los (|ue sobreviven. Cuando se disuelve el patrimonio común, se di-•vide generalmente por igual entre varones y hembras: hay casos en que las mujeres sólo tienen derecho á alimentos mientras permanecen solteras y á la dote si se casan.
Las comunidades domésticas se disuelven ya por acrecentamiento excesivo de sns miembros, j 'a por separarse algunos voluntariamente ó ser expulsados de ellas.
Como sistema de organización económica la comunidad doméstica es una institución, universal: así se encuentra en la India como en el Ar-oiiipiélagü Malayo, en las is-.
REVISTA DE BKVISTAS 497
las del mar del Sur, en (^hiña, en Japón y toda el Asia Septentrional y aun enfre nómadas como la comunidad de Kraal de los Cafres. En los Estados europeos de la Edad Media estuvo muy ge neralizada en Francia, Italia, Suiza, Alemania, países eslavos...
En España ya en los primeros siglos de la Reconquista, existe la comunidad doméstica, muy extendida por Galicia y ÍPortugal (documentos privados de iglesias y monasterios lo prueban) constituidas ya por padres é hijos solteros y casados; ya por hermanos, tíos y primos, ya por otros consanguíneos y gobernadas por el padre ú otro pariente.
Frecuentemente los hijos, aun después de casados, seguían en sociedad con los padres, y á veces también hermanos, cuñados, sobrinos y parientes más lejanos conservaban pro indiviso la propiedad inmueble y la explotaban en común.
Esta a,80ciacióu no era privativa de solo los hombres libres, sino que la formaban también los semilibres y los serviles (lo prueba un inventario del Monasterio de So brado de 1122).
Las comunidades gallegas y portuguesas tenían personalidad jurídica y sus jefes son los que disponen de los bienes comunes á nombre de la persona colectiva (un diploma del siglo XIII men
ciona la donación de un predio al Monasterio de Sobrado que perteneció á Fernando Pérez y xu Hermandad): y ellas erar la unidad fiscal para la percepción de los impuestos (lo prueban las Inqui-ri<¡oei* de Alfonso II y Dioni-^io.de Portugal 1220 y 1268) circunstancia que denota la convivencia de sus miembros y su índole familiar (así el Fuero de San Miguel de Escalada, en León, de 1156 dice que los hermanos que viven en una misma casa no deben pagar más que un solo foro: lo mismo sucedió en Aragón con los hermanos que con8ei;vaban en herman dad los bienes paternos).
De la comunidad doméstica llamada hermandad tomaron nombre las ligas políticas: así en 1116 se llamó Hermandad la confederación política de los burgueses de Santiago de Compostela contra su Obispo y señor jurisdiccional D. Diego Gelmirez y (jermanias se llamaron en el siglo XVI las de Valencia y Mallorca y comunidades las de Castilla... Se encuentra también el nombre de her mandad para fines económicos en las asociaciones, hermandades, de León, para aprovechamiento de tierras comunales y en Vizcaya para el seguro de ganados.
En Aragón existían ya en los siglos XII y XIII las comunidades domésticas (aun viven lozanas en el Alto Aragón). Lo prueban documen-
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tos del Monasterio de Fanlo en Huesca (fecha entre 1034 y 106/i) del Monasterio de Santa Susana en Jaca (IHíB) y otro de íiues del siglo XII ó principio del siguiente. En todos ellos aparece la Hermandad como corporación, distinta de los miembros que la forman y poseyendo bienes en común con carácter familiar, aunque no excluían los extraños amigos de la familia y alguna vez se concertaban entre individuas no parientes entre sí.
Según resulta de los Fueros generales y de lus Ob servancias del reino de Aragón, fueron allí frecuetites la comunidad entre hermanos, aunque distintos sns efectos según se forniHsen para conservar los bienes hereditarios pro indiv¡nn ó ie pactasen después de dividirlos.
También en Aragón se hizo extensivo el nombre de hermandad al orden político con los de fraternidad y cofradía , sus sinónimos (lo prueba un documento de Alfonso II de 118'j relativo á los pobladores de Vilagrasa en Lérida: y los relativos á las Juntas ó Asambleas generales de los vecinos de Fi leta y Bailo.
Las asociaciones de vecinos para la posesión y cultivo de tierras en común para fines benéficos se designan de antiguo en Aragón con el ^ombre de hermandades.
En Navarra fué frecuente
en la Edad Media la comunidad de los bienes hereditarios entre hermanos, según se infiere del Fuero general que la regula. Entre las clases serviles existió sin duda alguna como lo prueba un inventario del Monasterio de Iranzu, del siglo XUI.
El Sr. Hinojosa termina su erudito y no corto artículo diciendo que la comunidad doméstica española procede de las gentilitates romanas que mencionan lasirrscripelones hispano latinas de Asturias y Lusitaiiia: y (jue no es inverosímil que luego contribuyese á su I ermanenoia e' conce|>to geiniáiiico según el cuiil el cabeza de fnniilia no es propietario absi^luto c( mo el romano, sino gpietit*" del j)atrimonif) común fHtnilinr del cual no puede disponer á sil antoio y cuya mnere no disuelve ipso fado esta comunidad económica.
EspvÑA Y AMÍ;aiCA.—1 de Julio l90r).^«La crisis agraria y el problema del hartbre en Andalucía» (con-clnsión), por el P. M. Eittéba-nez.
Empieza el P. Estébanes por probar con hechos, que las ventajas del contrato de aparcería no son ilusorias sino muy reales y provechosas para resolver la actual crisis agrícola: y cita lo que se ha hecho en la zona agrícola de Jaén llamada Loma de Ube-
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da, Cuatro Vueltas y el Condado.
«No hace mucho tiempo, dice, que esta antes desamparada y pobrísima zona, pasó al dominio Ae nuevos propietarios Persuadidos que la propiedad territorial tiene una alta misión que cumplir... creyeron queel medio más apto para que la propiedad inmueble llegase á realizar estos nobles fínes era el de asociar á sus colonos á una participación especial en los bent^ficios de la tierra, de tal modo, que andando el tiempo, entraran éstos insensiblemente en el gremio de propietarios , resolviéndose así en esa región la llamada cuestión social... Así, pues, los dueños de esa venturosa y rica comarca de laén. cedieron en contrato de apar-(•erírt,pord C' ó (¡niñee añ s, lotes ó ])arcelas de terreno, cuya superficie variaba desde una hectárea hasta cincuen trt, y se los entregaron á los j rnaleros. quienes los descuajaron y limpiaron perfectamente, |)lantHnd(> olivos de la mej'T calidad. Vencido ya el plazo (lactado, el terreno que había sido objeto del referido contrato, se dividía en dos porciones, proporcional-mente iguales en valor, llevándose una el roturador y otra el duefio... Que la acción social, combinada con el interés de los individuos procure multiplicar en Andalucía y Extremadura esos contratos de aparcaría, que, co
mo es visto en la provincia de Jaén puede modificar notablemente las grandes acumulaciones territoriales poniendo sus valores en circulación y se verá cómo la crisis agraria. . . dejará al menos de manifestarse tan aguda y no producirá esos horribles estragos de hambres y miserias que tanto ha ponderado recientemente la prensa diaria... ¿Quién duda que en Italia, pa i s 'que consagra hoy gran atención á las cuestiones agrícolas ha producido resultados sorprendentes ,1o que allí consideran los más eminentes sociólogos como el tipo ideal del régimen agrario, esto es, la Colonia aparcería sostenida con un crédito votado por el Estado á imita •ióii de losúlt imus proyectos de Glandstone aprobados por Salysbury para la emancipación de los colonos irlandeses? Hágase,pue8,una ai)licai-ión de estas leyes á los latifundios, sin exHgera-das timideces (¡j) ante el sagrado de la propiedad privada, que no se conculca sino en sus formas meramente externas y accidentales y muy pronto se tocarían con las manos las consecuencias (/ Ya lo creo!) viendo aparecer en las zonas yermas del mediodía de España aquella diosa-de la fertilidad de que nos habla Manzoni cubriendo de flores y de frutos los.hoy desolados campos andaluces.»
Sin embargo de esto, el P . Estébanez dice más adelante
500 KALL D'EBON
que no cree conveniente en el actual momento histórico la expropiación forzom que —son sus palabras - proj)o-nen algunos para obviar los males que se originan de las extensas concentraciones í!¡ i territoriales incultas.
Y añade: «Y no es qxie yo trea que esta expropiación -siempre, claro está, que se haga con sus indemnizaciones correspondientes y por motivos de verdadera utilidad pública — destruya la esencia del dominio privado, como piensan algunos devotos intransigentes del jus abutendi justinianeo de la propiedad. Considero perfectamente legal el procedimiento de expropiación, pero nie go en redando que la propiedad ))ueda ser hoy por hoy sometida á esta prueba sin hondas perturbaciones sociales y sin traer una profunda conmoción al mismo seno de
l a s Instituciones políticas. Medios hay dentro de las atribuciones de los Gobiernos para conseguir el que los pro pietarios de esas acumulaciones territoriales salgan de su apatía y pongan en actividad sus energías económicas hoy muertas y enterradas en la soledad de sus incultos predios».
Y enumera la imposición de fuertes tributos á la propiedad inculta; los auxilios dados por el Estado para ponerlas en cultivo, el fomento de la instrucción y del crédito agrícola, la ])rotección á las asociaciones agrícolas, etcétera.
• • En nuestro número próxi
mo daremos noticias del artículo de Rodolfo Senet «Vagabundaje» que publica la Revi»ita Nacional, de Buenos-Aires, en su número de Mayo último pasado.
KALL D'ERON.
CI2ÓÍTIO-A- SOOI-A-Hi
15 JULIO-15 AGOSTO
La crisis agrar ia i el hambre en Andalucía y Ext remadura . Respluciones del Gobierno.—Los anli latlfundlstas.—La razón del latifundio.—La conquista del suelo.—Dos no> t lc ias.
No bien regresó á Madrid de Andalucía el Sr. Ministro de Agricultura que movido del nobilísimo impulso de remediar en lo posible la aflictiva situación de millares de jornaleros del campo, quiso visitar la hoy desventurada región, empezó en la provincia de Sevilla el movimiento cuasi-anár-quico de muchos mal aconsejados campesinos, asaltando cortijos, degollando ganados, apoderándose de las provisiones que se encontraron á mano en los caminos y llevando la consiguiente alarma á villas y ciudades populobas.
«En Osuna, en Carmoua y otras importantes poblaciones «rurales—ha dicho en El Imparcial el Sr. León y Troyano »—permanecen cerradas las puertas de las casas y los labra-»dores no se atreven á salir á la calle. En varios términos, »las turbas hambrientas merodean por el campo, asaltan los • caseríos y se apoderan á viva fuerza de los ganados y de lo »que necesitan para comer...» También á Extremadura han saltado chispazos de esta explosión de violencias y en Fuente de Cantos, los jornaleros detuvieron en la vía pública un carro cargado de panes de los que se apoderaron y se los repartieron.
No hají dejado las autoridades de vigilar é impedir y de • reprimir estos actos, pero harto se comprende que son aquí-los medios de fuerza tan imprescindibles (pues ea de justicia el emplearlos) como realmente ineficaces para contener ese desbordamiento de la masa obrera que se coloca en actitud que no hay sino (]fue declararla fuera de la ley con todas sus tristes consecuencias ó dejarla en cierto modo, procurando moderar su arrebato y contenerla con prudente
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energia. Así se ha hecho y esto ha evitado el mal mayor, de no pocas desgracias.
En el Consejo de Ministros celebrado hace pocos días (el 16 del corriente) el de Agricultura Sr. (Jonde de Romanones al ocuparse en el estado de la cuestión agrícola y obrera en Andalucía dijo que estaba prevista la crisis andaluza en las terribles proporciones que ha llegado á tomar, como él lo ha venido diciendo después de las comprobaciones que hizo durante su viaje á dicha región.
Consideró esta crisis como fruto de errores seculares, agravada este año por una sequía formidable y afírmó que los conflictos de esta magnitud exigen un esfuerzo supremo de todos: del Estado, de los propietarios y de los mismos obreros, aceptando éstos el trabajo allí donde se les puede proporcionar.
—El Instituto de Reformas Sociales—decía el conde de Romanones—calcula en '21X).000 personas las que precisa colocar en las provincias de Sevilla, Cádiz, Málaga y Córdoba* Aunque turnen en el trabajo, como ahora se hace, resultarán lOO.OUO jornales diarios, que representan al mes en esas cuatro provincias el gasto de cuatro millones y medio de pesetas. Si la situación se prolonga tres meses, hasta que llegue el periodo de las lluvias y de labi>res ordinarias en los campos, el gasto de jornales ascendería á trece millones y medió. Será forzoso añadir á esta suma otro gasto aproximadamente igual para los materiales que se empleen en las obras públicas.
«Pero nos encontramos con que el crédito extraordinario concedido para la crisis obrera no fué sólo para esas cuatro provincias citadas, sino para toda Andalucía, para Extremadura, para toda provincia donde el conflicto se presentara. Y tengo la convicción de que ])ara remediar tanta necesidad ni con cuarenta millones de pesetas habría bastante.
«Sin embargo, el gobierno nunca pensó que las obras públicas pudieran bastar para resolver el conflicto. Concedió los créditos como ayuda importante y para estimular ade-
CBÓNICA SOCIAL 503
más, á otras clases, singularmente á los propietarios, al remedio de tan grave situación. Me consta que mucho han hecho estos propietarios, pero es posible (jue aún puedan realizar un nuevo esfuerzo. *
»El gobierno emplea el dinero en obras previamente aprobadas y que resulten de verdadera utilidad; necesita para ello cumplir los trámites legales ó reglamentarios, y en un mes se ha hecho ahora lo que otras veces en medio año ó más. Esta es la razón de haber sido escalonado el plan de obras.
»Por otra parte, los obreros podían ayudar á resolver algo el coiiílicto, deponiendo intransigencias. Hay en Osuna al pié de 4.(X)) obreros parados; hay en Saucejo unos 400; hay en Lebrija unos 3.0LKJ; hay en Ecija 2.000, y en Morón l.OCJ, y en Córdoba 1.200, y así sucesivamente... ¿Cómo dar ocupación, dentro de un término municipal, en obras públicas aprobadas á unos 4.000 obreros? Imposible, porque en algunos du esos términos no hay obras aprobadas en número suficiente para ello. Pudieran los obreros aceptar trabajo fuera del término de sus respectivos pueblos.
»Se está preparando la aprobación de otras obras; pero repito que ésta», por si solas, no bastan á remediar el mal.»
Continuó diciendo el conde de Romanónos que hay necesidad de preparar reformas para el porvenir, que ataquen á la entraña del problema andaluz.
Cree que no hay más solución práctica y eficaz que evitar la sequía, por ser ésta la causa principal de la pérdida de las cosechas.
Y con esta convicción propuso al Consejo que el primer asunto del cual deben ocuparse las Cortes, con preferencia á todo, debe ser del proyecto sobre construcción de pantanos y demás obras hidráulicas.
• •
El jefe del gobierno habló á continuación, abundando en las mismas ideas del ministro de Agricultura; se declaró partidario de. la mejora de los cultivos, asegurando los riegos.
—Por el momento—añadió,—se impone atender á remediar, más que la crisis jornalera, el hambre, y esto sale de la
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esfera del departamento de Agricultura y cae en la de Gobernación. Este recogerá el informe del Instituto de Reformas Sociales ()ue dio en Junio último y verá la manera de aliviar el hambre ])or medio de las tiendas-asilo ó cocinas económicas.
El Consejo aceptó en todas sus i)artes las propuestas del jefe del gobierno y del ministro de Agricultura.
No ha satisfecho este acuerdo del Gobierno á los anti-la-tifundistas: y el Heraldo de Madrid el primero y el más decidido campeón que en España defiende la expropiación forzosa del latifundio de propiedad privada, ])revia indemnización por parte del Estado para repartirlo en propiedad ó usufructo á los jornaleros convirtiéndolos en pequeños térra tenientes, algo muy semejante á la ley inglesa Vindham aplicada á los landlors de Irlanda, dice á vueltas de forzados aplausos para el proyecto, de obras hidráulicas, del Go bierno:
«... Estas obras hidráulicas, con ser mucho, n<» son todo »lo que como remedio necesita Andalucía. Al concepto de la »organhación nuera de la propiedad es d lo (jtie hntf que acu-»dir. ¡Más claro!»
No sabemos cómo jurídicamente podrá ninguno hacer eao «lue quiere el Heraldo: cambiar el concepto de la propiedad su título y modos, ([ue haga lícito expropiar al particular siempre ([ue el Estado lo juzgue conveniente al bien social.
Para proponer, defender é imponer tal cosa es preciso profesar las teorías de que la ley civil es el origen de la pro piedad privada y pública y de toda propiedad; y el Estado, con dominio eminente, dueflo absoluto de la tierra y de todas las cosas. Pero esto no es así: el derecho de propiedad es un derecho natural que pertenece al hombre propter utilitatem humanae vitae, como hombre, que no como ciudadano; y el hombre es anterior al Estado; y no para el Estado, sino el Estado para el hombre en sus relaciones sociales, públicas ó privadas con los demás hombres y personas morales.
Entenderlo de otro modo, nos parece incurao en socia lismo.
CRÓNICA SOCIAL 505
A más de las razones de orden moral y jurídico que explican ol derecho de propiedad privada (chica ó grande en extensión) hay, por lo que á los latifundios andaluces se refiere, y principalmente á los de la Alta Extremadura, otras razones de utilidad muy poderosas que se revelan en los hechos. En efecto: no obstante ser nuestro derecho civil vigente muy poco favorable á la permanencia de 1H grande propiedad (por la abolición de mayorazgos y vinculaciones, la facultad de pedir división los condóminos cuando quieran pedirla, etc.) es un hecho innegable que muchos propietarios, aun no ligados con lazos de parentesco ni aun de convivencia ó vecindad y siendo entre sí de diferentes clases sociales (nobles, profesionales, artesanos y rústicos) mantienen el condominio en dehesas de mil y más de mil fanegas de tierra, á pe-.sar de que muchos propietarios de estas fincas por partes alícuotas, dejan de serlo por ventas ó permutas ó donaciones: mas los que les sustituyen, ninguno pide la división del predio. ¿Por qué? Porque está en la naturaleza de su explotación el conservarlo en dilatada superficie: porque sólo así, pueden obtener de sus frutos la renta proporcionada que de otro modo habría de reducirse mucho para cada uno de los propietarios de su nucrte ó desaparecer quizás por ser imposible su aprovechamiento con ganados que del pasto ó de la bellota se mantienen.
Ante los ojos tenemos las pruebas míís irrecusables: du rante el pasado siglo XIX, por efecto de la desamortización, se talaron muchos montes y rompieron muchas tierras en Andalucía y sobre todo en Extremadura. ¿Mejoró la condición del jornalero, la de los pueblos rurales? ¡Todo lo contrario! Y en cambio «la cría de potros, de muías, de reses vacunas y de reses de cerda—dice un inteligente agricultor —se halla en completa decadencia». En más de ireit cuartas partea han disminuido nuestros ganados. ¡Hasta el número de cabezas de ganado lanar ha sufrido merma de consideración! Esto bien lo saben los extremeños que han perdido mucha riqueza con la disminución de la transhumaucia. ¿Y todavía se quiere hacer mayor el desastre, descepando pastos y talando arboledas para cultivar en pequeñas porciones
8
506 B. LÓPEZ CENTENO
de terreno los cereales que por la condición del suelo y las frecuentes y prolongadas sequías y la faltada abonos, apenas si producen en los años de mejor cosecha el fi ó el 8 por 1, como es sabido?
Nunca tendrán razón los partidarios de la expropiación forzosa del latifundio; pero podrían tener algún pretexto, si aquí en España faltase tierra en relación con una población rural tan densa, que necesariamente habrían de ser muchísimos los trabajadores, ociosos por no poder trabajar, ni como jornaleros siquiera, en el laboreo de los campos.
¡Pero si esto no sucede! Precisamente en estos mismos días, un redactor del Dia
rio Universal, el Sr. Argente, ha evidenciado que España es actualmente la nación europea (jue tiene más terreno inculto. En efecto, según la Estadística de Obras Públicas (T. II, de 1898) en España es erial ó baldío el 4t)'80 por 100 de su suelo, mientras en Inglaterra es sólo el 28'40; en Holanda el 23; en Italia el 19; en Hungría el 10'20; en Alemania el 9'90; en Bélgica el 9'40 y en Austria el 6'90.
Según Escriche, el territorio español mide 136 millones de fanegas de 24 estadales en cuadro cada una; y rebajando 14 millones por lo que ocupan los mónteselos ríos,los pueblos y los caminos, sólo se cultivan 33 millones y quedan baldías ó incultas 89 millones de fanegas.
¡Apenas si tenemos en España tierras que meter en cultivo, sin atentar al derecho de propiedad privada, sin daño de ninguno, antes con provecho de todos!
No está, no, la causa origen del hambre en el latifundio ni aun en la escasa producción de nuestro suelo; está, en lo que Novicow llama les gaspillages des sociétés rtiodernes; en los excesivos gastos públicos; en la poca atención de los gobiernos á la economía nacional, por dedicarla toda á la, poU-tica de partido: Testimonio de ello ha dado en el Heraldo (9 del que rigej el Sr. Morato, su redactor. Estudiando este señor la emigración española de 1892 á 1902, ambos años inclusive, dice que la menor emigración es siempre en Anda-
OaóNicA SOCIAL 607
,.eia y Extremadura, r ^ ^ - ^ l m ^ r S ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ . á s latifundios: y ^ ^ ^ ; ; ; r : Ln^e'con la grande paftoles no tiene rela-on «ja y p ^ ^^^^^ propiedad, tampoco la tiene con m
cosechas. He a.iuí sus P^^f ^ ^ ^g . ) i^s menores cosechas las .En los once años (lby¿ i^^ ^„^„ .._ i894 v 1900, años
A iftqrs V 1896- y la máxima emigración i»y4 y Lxnju,
.Algo p^ecido I"»,"»" """"" t " FranoU y su o«luoi-d„„„c !a d d Tratado de - » « " ° ^ ^ / j ^ p ^ X ^ ^ ^ de mu-dad en 1891 ap l i ca ¡ ^ • ' ' • « ' ' " ' " ^ V " ' , / „ ¡ f r . mayor de „ . a . ' ; - ' ' T ' / ; j ; : t ^ ' ^ r e u " o S , y loe . . o . 1892 J l V d T . r Í » y i S o : » , a. promedio de. periodo de , « „ •
titres afios últimos. ¿^^os relacionar con la emi-.No es esto solo. Si f «^^^''^^ ,^^..^^0 país, manifesta-
gracicSn la actividad P'^oductora de núes ro pa ^^^_ ! a en la cifra total de - - « - ^ ^ t ; : ^ ^ ^ ^ 1884 de 1882 á 1902 los afios de d«P/«"°" 1889, está la ci-
y » ^ ^ ' y - r ^ " r X - ^ a f i o s lo! do?en que precisamen-fra máxima de -^^^^^'^^^^^^ ¿,e la actividad productora, y te se iniciaba un renacimiento ^^ . ^^_ es sabido que en estas épocas es «n la ^ue jor colocación tiene la fuerza de trabajo».
Dos noticias: ^ ^ .^ , , i ¿ , censual editada en Bar-La Remata Luham P ^^^^¿^tes, con censura eole-
celona y redactada ?^¡'^¡ ^^^^e^er entre el clero el siástica, y destinada á P' ^P ,»»' y ™ ^ certamen lite-amor ai estudio, ha publicado el « " * ; \ j ! % ^ , ¿ e ^ edirlo
rario, de ciencias ^^'^^''^''rZ^X.^elJi.ra^ nuestros l - tores que quieran o-r ^ ^ ^ ^ ^ . ^^^
'-'l^^iZTtlt^^^'^^^^^^ cabrera, incansable
508 B. LÓPEZ OENTENO
defensor de los intereses agrícolas, pecuarios, industriales y mercantiles, ha dirigido una circM?ar á las Cámaras Agrícolas y Mercantiles y á la prensa, dándoles cuenta de las adiciones que propuso al Programa del Ministro de Agricultura para la Conferencia sobre modificación de Tarifas ferroviarias, de la (jue formó parte el ilustrado y laborioso procer.
Es un documento que revela en su autor tanto estudio como competencia, por el que le felicitamos cordialmente.
B. LÓPEZ (CENTENO.
BOX-iETIl íT IDE3 SEO-TTIEOS
• Nuentro» iiuincroHÍHimoa lectorus hallarán un esta seccióli medios para orientarse respecto á la Importancia y crédito de todas las Compañías do seguros que operan en Kspafta. Ks el «(.'Kuro uno de los elementos sociales do mayor interés y valia, y por ello encui'-ntrase de lleno entro las ciiestlonos prácticas que más interesan á la Familia y á la Propiedad. Nos proponemos orientar al prtbilco en estos asuntos de tan vital interés; exjmndromos no sólo nuestro criterio propio, inspirado en la Justicia, sino también los juicios atinados de aquella parte de la prensa profesional qne por va antigüedad y buen nombre nos ofrezca garantías de acierto. Vn redactor de la antigua y acreditada Rovlsts de seguros Ki, I'IIKVIHOR es el encargado de esta sección.>
La Polar.-Demostración de la potencia financiera de esta poderosa compañía española es sin duda alguna la resistencia que ha ofrecido en su último ejercicio ala enorme pérdida que por su índole especial les ha ofrecido la rama marítima. En más de una ocasión y en otro lugar hemos aconsejado á nuestras buenas compañías nacionales el abandono por liquidación de la más aleatoria de las ramas de seguros, cual es la marítima, y por ello nos abstenemos de repetir aquí nuestros razonamientos ateniéndonos exclusivamente á los hechos. La pérdida de millón y medio de pesetas sufrida por La Polar en esta rama nos parece de elocuencia suficiente para que á imitación de La Unión y El Fénix Español, abandone esta rama ingrata de suyo, y dé más impulso á las de vida é incendios en la que habrá de cosechar la potente Compañía vascongada beneficios indudables. De la ímproba labor que ha soportado la Compañía en esta rama, dará idea la producción de más de tres millone» de pesei:>as que acusa la memoria.
En cuanto á la rama incendios bástenos decir que ha recaudado en el ejercicio 1904 en primas líquidas de reaseguros Ptas. 4.213.8Sa'22 ó sean 34tí.724'27 pesetas más que en el año anterior.
Su cartera de primas á cobrar en 31 Diciembre de 1904 para 1905 y siguientes es de. . . . ptas. 12.096.389 91 que' comparada con la de igual fecha
del año anterior, que fué de. . . 10.914.614 68
arroja un aumento á favor de 1904 de 1.181.725 23
Los siniestros á cargo de la Compañía han importado 2 68J. 149*90 pesetas con un exceso respectó del anterior ejercicio de pesetas 582.335'3o.
510 ÁBO08
Los gastos generales se elevaron á 1.333.199'51 ptas. que representan el 31'40 por 100, moderada proporción que no rebasa las cifras de las mejor libradas Compañías.
Fijadas con suñciente prudencia las cifras para riesgos en curso y siniestros pendientes en las respectivas sumas de 1.179.748'71 y 285.423'96 pesetas, presenta La Polar en esta rama un beneficio líquido de 448.743*06 pesetas.
Respecto de la rama vida sólo diremos, por ahora, que está eu sus comienzos y que ofrece porvenir lisonjero, ya que los gestores de La Polar son, como es sabido, competentísimos en el negocio.
Como demostración del poder financiero de La Polar que le permite continuar con bríos sus campañas aseguradoras, sin perturbación que la embarace lo que no hubiera acontecido en caso análogo á otras sociedades de garantías escasas, pueden ver nuestros lectores el balance siguiente:
Balane* d« eusnta» oarratfo •n SI d* Dlolambr* úm IS04
Pesetas
Accionistas SO.OOO.OOO'OO Acciones en cartera 50.000.000*00 Valores depositados en garant ía 68.703.936*11 Cartera 4.761.936*01 Bancos y Banqueros 326.716*00 Deudores y acreedores varios 34.885*36 Efebtos en car tera 21.424*00 Mobiliario «2.149*74 Cuenta pendiente de liquidación con la casa
Abaroa, de París 57.335*46 Pondos depositados en el extranjero. . . . 100.109*53 Compañías de reaseguros tomados, . . . 591.510*26 Gastos de producción del ramo de vida con
cargo á primas por vencer 382.746*99 Agencial gei^eral de Londres, su cuenta. . 74.599*42 Id. id. id., nuestra cuenta 263.082*22 Ramo de accidentes 100.209*90 Recibos pendientes de cobro 15.240'74 Plkoas. 8.642*36 Pólizas y apéndices 1.478*00 Varios asegurados. . . . . . . . . . 36.171*81 Anticipos: 8.109*00 Recibos en cartera 38.174*26 Sub-Direcciones y Agencias 181.780*18 Pérdidas y ganancias. 371.071*67
BoLKTtN DB BBOUROS 611 Pesetas
NominaleK
Banco de Bilbao, cuenta de valores^ ^ . • ^^-^^^jg^fOS Banco del Comercio, cuenta de valores. 24.000'00 Fianzas de Sub-Direcciones. . •• • • •
Suma. . . 246.047.637"27
op^srvo lOO.OOO.OOO'OO Capital. . . • .• •. . • ^ I i q o ñ . • 3.080.434'30 Reservas para el ejercicio de 1906. ^ Reservas para siniestros pendientes en ói/ 285.423'96
de 1904 68.703.936'U Acoionistas depositantes 3.B63.l66'n0 Efectos á pagar. • • • • í ' ' ' 88.871'88 Compañía de reaseguros cedidos. . . 43.604'50 I. Winter-París. • • " ' . •^„- " ' 4.189'ü8 Fr. Drogm5ller de San Petersburgo. . • 4.324'66 . Inspectores. 3.476'B6 Cuentas corrientes ' ' ' . G1.8B7'60 Recibos por cobrar . . 7.62B'78 Contribuciones. . • • • • " * J-nAo:. Cuenta de préstamos de valores para deposi^ 2l7.828'00
tos de garantía. 36.478'36 Ramo de Valores. • •
Nominaleí! 69.922.326'00
Depósitos en Custodia. • •. • , * ' ' ' 24.000*00 Sub-Direcciones, cuentas de Fianzas. . • •
Suma. . . . 246.047.587'27
Aparte, pues, de la pérdidade ¡ J ^ ^ ^ ^ Í Í ^ Í ^ S C ; plica, en cierto modo, un *"^°"^^^^^^ sobre todo en la ra-L s operaciones ^^^J^^^'^^^^X'^^üm^ para sus ge.-ma incendios y '"«íf^'^^^P^irse"^^^^ ; l t d T y ^ - ^ á n " u r ; ^ ' : n un porvenir próximo.
ÁBOOS.
SRES. PATRONOS DE LA OBRA (O
' (\>iif/in>(ic/óii •
P a t r o n o s nuewos.—Scñ'ir non .Toa(|tiiii Ijarriiinbo L"oz, Kin-pleado.—Sr. I). Ciílostiiio NiiV) Kdcinns, Mslico-oir-iijaiio —.Sra. Dorta ();)duli i Honifa^, Viuda do Al!)a Sr. I). Fraii"isci) liosol, Propietario. — M. I. Sr. D (í(>rardo Vülota. Catiónifío. - Sr. I). .\y;ustín Vi á Pros-bítero —Sr. D. Kusobio Iluóiamo, Kscril)ano.—>r. D. Tomás-AhÓH Ca-Hasii.s, Labrador.—Sr. I), lv/.(^(¡u\^^l Harto oiiió, Socrotario de Avunta-luionto. - Sra. I)."- Alaria d i la Paz dífi Río y (i(!l líío, — Sr. D. .Matías (íalerón, Labrador.—Sr. I) Fcriiiín .Martin y (íil, Farinaoóutico—So-ñor don Juan Antonio Cañizares Sáoz. Propietario.—Sr. D. .Melchor Villanueva, Labrador.—Sr. D. Noniosio Riberas Peñas, L a b r a d o r . -Sra. I)."* Inés Cañizares. Propietaria.—Sr. I). José Mirallos, Cura Párroco. -Sr. I). Joa(|UÍii Moles, .Artesano.—Sr. D. .Manuel Sanz Breiuón, Irifíenioro.—Sr. I). Fid(>l Ceballos, .Abollado. Sr. I). H.in'aniín Domínguez, Cura párroco. -Sr 1). Kariíjue Cost.as .Vfár((uez, Canonifío Provisor.—Sr. D. Juan .losó Kspaña, Presbítero. -Sr. D Pascual Piaz Atnioiro. -Sr, I) (¡erardo Alvaroz Giménez, Nolario.—Sr. I). Ramón Martínez (Jonzález, Administrador-habilitado d'íl ("!lero.—Sr. D. Ricardo Marcos, Presbítero Coadjutor -Sr. I), llrsinaro (Jonzález Salomón. Cura Párroco,- Sr. D. Leopoldo Ratllo. Sr, I). Santiafío ¡'alomar, Notario y Propietar io.-Sr . I). Enrique Cerrillo, Presbítero.—Sr. í). Andrés Iza, Presbítero. -Sr. D. Mario (Quintana, Propietario y Labrador. -Sr . D. Ramón Patlles Felíu, del Comercio. Sr. D. Joaíjuin Mole
ro y Palacio.s, Abogado.-Sr. D. Federico de Belaustei;uitíoitia, Propietario.—Sr. r>. José Cornejo Salvador, íjabrador. —Sr. D. Gerónimo do la Escosura, Registrador do la Propiedad.-Sr . 1). Francisco Ibáñez, Propietario y Labrador.—Sr. L). .Manuel Rerea, Arcipreste-Cura —So ñor don Manuel Ilolorer. -Sr. D. Pedro N. Mirasol de la Cámara, Abogado y Catedrático.—Sr. I). José Rodríguez Pérez, Cura F'árroco. Sr. D. Eduardo Royo, Presbítero. —Sr. D. Ja ime Herirán y Rrus, Director do Instituto.—Sr. D, Manuel Sánchez-Manzano Sánchez, Médico y propietario.—Sr. D. José Ortega, Abogado.—Sr. D. Vicente do Santa María Rico, propietario.—Sr. D. Pe<lro Hernández, del Comercio.
(Se cjintinuará).
*li lillri-ciiMts hm-fi* iiifiu-ii'tii lmiii">)i <-ti «-I l<-\h, di- iiur.st i » |III)>IÍ('II<-ÍI'MI, (le ii((ii( lIoH cati'dico.H (ju,', ;itc'nt(í.s H filis dclM-rcs socínit 's ••ri IM t'iiooii i i c t iml , cfniIrilm.vf'iJ Cfin la iii-(tt<'('ci<Wi á rst i i pi'opjiKniid» ~ i i l cs t i idht di- lo.s [iriiiclpi",'^ de l.-i .'^ocinld^in iTlNtinnii (|iii' liHii do iiriiiiiiii/.iu' l o s ¡iiloicsc..' ili' todn» liis r l i i s iv di- lii So i - i id i id . Imv i|i'»(fi-ii<diidnnii'iilc <'ii iildcr-tii Inidiii.
Tipoqriifia de lii REVI.STA CAT(')MOA.
: P ^A. T12 o IsT-A-T o DE LA "REVISTA CATÓLICA DE LAS CUESTIORES SOCIALES,,
No Iciieis um» (|U« iiiujerue en viientrai* lKl<!t )tiH; oM hHu robado lofl hoin1>rcK: Halid pu«», <le viiB»lrBH «acrlstia» para rcoo-l>rarlo».
Á los HaoeriU)l«K\ Au. (ÍAUNIKK.
SSSORIS PATBOROS BENIHESITOS
Kxcmo. é limo. Sr. D. Ari»ti.les RiiiaKlIni, Nuncio Apostólico «le la Santa Sede. , , „ , . . , „ i„
Kxcmo é Iltmo. Sr. U. Victoriano (íulsasola, Obispo de Madrid-Álcali. Harce-
Kmino. 8r. Cardenal ('a.sañas, Obispo do llarct K.mm,'. Sr. Cardenal Martín dr Herrera, Arzo-
K i c r t I h n o ' 8 r i ) . . I o s é Cadena y K.leta,ObU-
E Í c m o . r í h n o " s r . 1). Marcelo Spinola y Maes-tre, Arzobispo de Sevilla. Mn/arra-
Kxcmo. á limo. Sr. D. José Toni&s de Ma/.aira sa, 0 ' ' ' " l \ ° í «< ' ¿" ' ' í \ 'MM' ' . - OoH, Arzobispo Kxcmo. e limo. Sr. !>• Jo»e M. V"»! de Vailailolid. , . . . , „ „ , . . .
Kxcmo. é l imo. Sr. V. «rcKorio ARnirro y «-ar cía, Arzobispo de HurKOS. . ™ , Obisno
limo, y Kvdmo. Sr. ü Enrique Almaraz, Obispo Ilmo.''y'K"vdmo. Sr. D. Kr. José López Mendoza,
Obispo de Pamplona. . Kxcmo. é l imo. 8r. Obispo de Oviedo. Kxcmo. é limo. Sr. D. Juan Muftoí Herrera,
Obispo de Málaga. . u„„(n obis-l lmo.y Rvdmo. Sr. U. Pedro Casas y Souto.Obis
po de I'lasencia. «..inliert Kxcmo. « limo. Sr. V. Juan Maura y Gtlabort,
Obispo de Orihuela. n»rrero
Kxcmo é limo. Sr. D. José Pozuelo y Hcri .ro ,
Kx"cmo':'é Umo.''8?!'D. Francisco <iómez Salazar,
K Í ' c i ' r / r m o . ' s r . D . Vicente Sáncbez de Cas-tro, Oblsiio de Santander. ,>t,i«nn de
Kxcmo. é limo. Br. D. Jaime Cardona, Obispo de Kxcm"o. y Hvdmo. Sr. D. Juan Comes y Vidal,
Obispo de Teruel. .„ „ nlor de la l imo, y Kvdmo. Sr. Ti. José Cueto y Diez oe la K Í i r : ? í t r ; l ? . ' ^ : ' í ^ " K e l . p c O r t i z , Obispo Kxc",Í .Tl lmo. sr. D. TomisCosta Kornaguora,
Arzobispo de Tarragona. ,,„„rt,,»„i„ V , r . ^ y r d r o . ^ . " D ' . ' t í o r r r o'ldspo de
Externo.' é l imo. Br. D. J Ü S ¿ María Kancés, Obis-
uZ^¡ ffio. sr . D. V i e n t e Alonso y Salga-do, OliUpo de CarUgena. f,.,..Aa_
S = : ^ r " r j S í n a W M » t , s . . n a .
¿Donde est&n los buenos que dotan li> prensa?
PÍO IX.
Ka fuerza del ejemplo es uno de loa grandes resortes que hacen marchar el mundo.
On. KnHKHT.
SEfiOBKS PATRON0S-?IINBiDOBB8(l'
Exorno 8r. Harquéi de Comlilat. Eximo 8r. Kafquta da Curralbo. Muy Ilustr» 8r. Barón d« Viíanayi. Muy Ilustra Br. D. Juan Váiqu» da Mella. Muy Ilustre 8r. Marqués de tampi.
COMISIÓN CENTRAL DE PSOPASANBA
Kxcmo. Sr. ü . Joaquín Sánchez de Toca. Kxcmo. Sr. Marqués del Vadillo. Kxcmo. Sr. Duque de Uipalda, Marquis de Lema Kxcmo. Br. D. Francisco Lastres.
SBÍiOBIS PATBOROS BBNEHÍRIT08
Kxcmo. Sr. Dn(|ue de Sotomayor. Kxcmo. Sr. Conde de Via-Manuel. ' Kxcmo. Sr. U. llamón Blanco, Capitán Ueneral,
Mari|ués de Peña Plata. Kxcmo. Br. Marqués de la Torrecilla, Daqo* d«
Ciudad-Real. Kxcmo. Hr. Conde de Bornar. Muy Ilustre Sr. U. Juan Martorell y Montelli,'
Presidente del Circulo barcelonés de Obr«ro» de San José.
Kxcum. Sra. (Condesa Viuda del Val Kxcma. Sra. (bondosa de Humanes. Bra. D . ' Dolores Babater. Bra. I ) . ' María Aconta, Viuda de Uarbarin. Sra. D.* Kncarnaclóu Reina de Znlueta. Srtas. 1).' .María y D." M&nuela del Plélaffo. Bra. D.* Emilia Camachu. Sra. D.» Josefa Pardo de Figueroa, VIod» de Hi
dalgo. Sra. D.* .María Vlctoriiia (ion»*lez, Viuda d» " Kxcma. Sra. Marquesa de San Fernando. Sra. ü . ' Virginia Ooncellón. Sra. D . ' Rafaela de Castro. Ihna. Sra. Baronesa de La Linde, PropletMi». Sra. D." Enriqueta Ortiz, Viuda do Mufto». Sra. D . ' Vicenta Martínez, Viuda de Kerniude», Srta D.* María Ana Muñoz. Sra. D.* Antonia García Zorrilla. Exrma. Bra. Marquesa de Águila Kaal. Br. D. Juan de Dloa Triaa, Catedrático Sr. Barón de Ceiise. Br. D. Tomáa de A. Boada. . , , M. I .Br.D. LnlB Ferrer-Vldal, Iftfeenleroy Kabn-
cante.
= 2 = l imo, y Rvdmo. 8r. D. Ramón Pcria Mcncheta,
Obispo de Corla. l imo. 8r. OhUpo de Astor^a. timo, y Rvdmo. 8r. D. Juan Boldevllla, Arzobis
po de Zarairnza. l imo. 8r. 01)l«po do OronKc. l imo, y Rvdmo. Sr. 1). Mariano Suporvia, Obis
po de Huesca. l imo, y Rvdmo. señor D. Salvador (íastellote,
Obispo de Menorca. l imo, y Rvdmo. 8r. D. Pedro llocamora, Oliispo
de Tortosft. limo, y Rvdmo. 8r. D. José Mesetfner y CoNta,
Obispo de Lérida. limo, y Rvdmo. Hr. D. Torüpio Min^nclln, Oh\H-
po de8ÍKUcnza. l imo, y Rvdmo. 8r. O. Jo.xé (íarcia iCscudero,
Obispo do Osma limo y Rvdmo. Hr. I). José Torra» v Iia(fos,
Obispo de Vlcb. l imo, y Rvdmo. 8r. D. Santos /.Arate, (lliispo de
Almería limo. 8r. D. Wenceslao Sangüesa y (¡nía, Obispo
de Cuenca. Excmo. 8r. D. Maximiliano KernAnde/, del Rin
cón y Soto, Obispo do Ouadix. limo. 8r. D. Valeriano Mcnéndez l!onde. Obispo
doTuy . l imo. 8r. D. Nicolás Rey Redondo, Oldspo do
Tenerife. limo. 8r. D. José Tomás 8ivilla, Obispo de (íc-
rona l imo. 8r. Obispo do Mallorca. limo. 8r. D. Manuel Cerero y Soler, Obispo de
Begorbe. l imo. 8r. D. Joaqnín lloitrAn y Ascncio, Olilspo
de Avila. l imo. 8r. D. Remigio Oandáscgu', OI>is|io ¡ireco-
nlzado do Ciudad lieal. nmo. 8r, D. Juan Antonio Rnano y Martin, Obis
po de Barbastro. 1)010. 8r. D. Kr. Francisco Valrtés y NorieKa,
Obispo do Jaca. l imo. or. D. José María Salvador y IJarrera,
Obispo do Tarazona. Iltmo. 8r. Obispo de la Seo de llrKol. 8r. D. Pedro Álava y Velasco, Pbro. 8r. D. Affustin Caaahayó Kusqnets, Pbro. M. I. 8r. D. Antonio I.lor, Pbro. Juez Auditor. 8r. D. Modesto Rlssech, Pliro. 8r . D. Juan FábroKas, Pbro. 8r. D.Joaé Valdé, Pbro. Br. D. Manuel Oarcia Viejo, Arcipreste. 8r. D. Venancio (Jarcia Crespo, Pbro. 8r. D. José 8. üoñi , Pbro. M. I. 8r. D. Blas Hernández, CancíniKo Arci
preste. M. I .8r. D. Félix Regente, Canónico Lectoral. 8r. D. Luis Manchado, Cura Párroco. 8r. D. José Maria Galán, Labrador. M. I. 8r. D. Pedro Iglesias, Canónigo. M. I. 8r. D. Manuel .Medina Olmos, Canónigo. 8r . D. José Cadlerno Fernández, Pbro. M. I. Br. D. Jaime Pajaren Ripoli, Canónigo Doc
toral 11.1. 8r. D. Francisco Pulg y Ardein, Canónigo. Sr. D. Oermán do la Puente, Párroco. M. I. Sr. D. Manuel Velasco y Uiloa, Deán. M. I. 8r. D. José La Plana, Oocano. Excmo. 8r. Teniente General D. Marcelo do Az-
cárraga, «x-Presldente del ('onsejo de Ministros.
Vr. D.' Antonio Monedero, Hacendado. Excmo. 8r. Conde de Torrcs-l!abrcra, Presiden
te de la Asociación do Obreros Cordnlieses. 8r. D. Alejandro Marta Pons. Abogado y prop." Excmo. 8r. Marqués de Sautiiiana. 8r. D. Tomás A. de Kpalza, Propietario. M. I. Sr. Conde de OrgBZ. Sr. D. Salvador Torres Agullar. Sr. D. Eduardo Mercader.
Kxcmo. Sr. D. Manuel (tirona. Sr. D. Luis Había y Urrutia. Sr. D. Carlos Carlionoil. Sr. U. F. (i. (lamino.
i Kr I). Roberto (iiimi'Z Itfiínl. I limo. Hr. i). .losé >lnria d.' Artivlie.
Sr. i). .loai|iiíii León y Livni, l'árroco. Sr. I). Knillio lía¡b''ii Muño/,. Párroco. Sr. I"). .José N'ncvo y i'alero, .\rciprestc. Sr. I>. (iiTóninio Carballar, l'resliitcro. Sr. I). I'cdro vülliin ,Vll)a, l'rexliitcro. M. I.Sr. I). Antonio M. Onis, Penitenciarlo. Sr. 1). José Maria l''rcsniMla. Sr. i). Car^lnilro (firona. Sr. I). Antonio (iovtlscd >. Sr. 1). .losé Valls e riicrn. Sr. 1). I'i'dro dayol y rorní!. Sr. 1). Pedro Tiirnll v Coni.idran, Sr. I). ilrnno Zaldo y Uiv(!r.i. Kxcino. Sr. I). .Jow (irlera, ex-.alcalde de Ilar-
celotia. Sr. I). Itigobcrto Albora. I''abrleante. Sres. Hijos (le i'ablo Pérez, Fabricantes. Sr. I). .I lian J. Liipez (i pincz, Aboufaclo. Sr. I). Jiiiiiln Alvarez vllranda. Dr. en Meilielna Sr. D. lienninio Mailinavellla. CatiMlnUico. .M. I. Sr. 1). Juan \l. i''errer y Torraltia, Aboga
do, Propietario. Sr. D. Pedro llo>fiA, i{e','istrador(iela '"roplodad. Kxcino. Sr. O. .losé María .Vadai. Sr. 1). Itlcardo Sauz y (íarcia liordallo, Juez de
Instruccli'ni. Sr. D. .\lannel Bartolomé Funes, F.nipleado. Sr. II. .Marcos Sauz v .Martínez, Notario. Sr. D. Francisco .Mberola Caiiterac, i'ro|iielar¡o. Sr. I). Ignacio Ostiia. Sr. D. Faustino llardón Sabugo, Médico. Sr. D. José de Pareja y de Pareja, l'roiiietario. Sr D. ICustaquio Olaso, ltaii(|iiero. Sr. 1). Plíicido L. Acevedo, l'"abricante. Sr. 1>. Macario Vacas, Abogado y l*ropletario. 8r. I). Luis del Campo, Jete (\i>, la .\rinada, reti
rado. Sr. D. Pedro (ron/iilez Maceda. .\tiogado. linio. Sr. I). .luán Itiirralde y Snlt, Académico
Correspondiente de las itil. de la Historia y de Bellas .Vrtes de San i'^trnando.
.M. I. Sr. t)r. I). Vleento Silva Diez, (íaminigo Arcediano
Sr. Dr. ü. Manuel (íóiiiez Adanza, DeAii. Sr. 1). Juan .M." Roiisse, Comisionista, Itepre-
Hcutante. Sr. ü. Joaiinín Coronel Rico. Propietario. Kxciiia. Sia. Mar(|ll(^sa de Cellernelo. Sr i). .Modest/i Vidal y Fol(|iiet, Propietario. Sr. ¡). .1. Castai'Hi, l'ropietario. Sr. I). .losé M." ililla, Conn^reiante. Sr. D Ángel ,M. Iloseli, Oironel du Ingenieros. Sr. D. Juan (iutiérrez, del Comercio. Sr. D. Marcelino Rubiera, Ingeniero ile Minas. Excmo. Sr. I). Baltasar López de Ayala, Prop." Sr. D. José Casas, Profesor do 1." ensefianza. Sra. D." Demetria Cí. Sainpedro, Propietaria. Sr. D. F. Javier Billiao Iturregui, Propietario. Excuio. sr. Conde do Retainoso, Propietario. Sr. D. José .VI * Pérez Lara, l'ropictario. 8r. I>. José Maritt do la Fuente, i'rocurador Ci
vil y Kciesiástico. M. I. Sr. I). Pedro Ayerve, ('anónigo Arcipreste. Sr D. Joaquín (irau. Aliogudo é Inilustrial. Sr. 1). Joaquín ICnrile, Labrador y Propietario. 8r. D. Raiinundo Jurado, Médico-Cirujano. Sra. D." Catalina Martín (iareia, Propietaria. Sr. I). ('lirios .Navarro Lauíiirca, Escritor. Sr. ü . .Miguel .Mayo, Fabricante. Sr. D. Kufliio Blanco, Regente de la Escuela
I^ormai de Maestras.
S K 5 J ( ) U K S l ' A T H O X O S
Señort's AbogaHoH
Hr. I) Ailolfo (le Ai-riaKa. rtr, 1). AtfiíHtin IICIMUMKIC/, di'l Atíuilii, Scorctn-
rif) úv Ayuntaini» uto. i^r. D. Attiintiii .). Oii»t(illaiio», AKi'icultor. Sr. I). AKiistiii l ' iñcro. » Hr. I). AK\l»till l iclorli l lo y lie I,cóii. Sr. 1). A^íustin de Soron. * Hr. II. All)('i-t(i Dossi't. Sr. U. Ali'janilro .\ítaliiii'iiní;ii. Sr. 1). .Mcjaiidro (iarri^iu;/ . Sr. 1). Alfonso Stirrocjt, Uiiio. Sr. I). Alfredo lieniu'ule/. de CiiKtro y de los
Kio». Sr. 1). Alvaro Olea y l 'imentci. Sr. I). Andrés (ion/.áli'z. AulorAii. Sr I). Alltel lia» y .\nii«''). Catedriitico. Sr. 1). Anifel DelKailo y Delgado. Sr. I>. Alltel Komaiio», Aiidilor ile división. Br. i). Aniisla.sii) (ii'iniez. Sr. I). AntOi.id liotnna l!arl)eito. Sr. 1>. Antonio t'.oniyn. 8r . I). Antonio Kspiín'is. Hr. I). Antonio (ióine^ y (lome/,. Sr. I). Antonio Mariii de Kiieio, Sr. 1>. Atanasio M. (tnintano. Sr. I). Aniíiisto Caro, l ielntor-Secretario de Au
diencia 8r. D. .Vareo (ic'nnez. Sr. D. Avclino Kernández de la Poza, alioKado. Sr. n . Itienvenido Alvari^z .Mntesanz. Sr. 1). Italdomero Caste.do, Notario y Prop." Ar. I). Itenito l'erdit?nero li I r i a r tc , AKciitis de,
NcKOClos colegiado. Sr. I). Bernardo Castro Arias. Sr. 1). Canuto Kasterra. Propie tar io Sr. . ('arlo.s .Mvarez (IniJaiTo. Sr D. Carlos Calzadilla y ftayer. Sr. I). Carlos Ka^es. Sf. 1). Carlos ( iarcía ( i i i t ierrez. Sr. I). Carlos O. Rnizy (iullón. Sr . D. Cir ios ftanz. Hr. D. Castor de Alinltim y Olano. Hr. 1). Cesar dé l a Mora. Sr. I). DAnniso Servia l larnés. Sr. 1). Daniel l iull len. Propietar io . Sr. I>. DeoKi'acias «lartínez. Sr. I). I)i»KO Knr¡(|iie/, do .Savarra, Propietar io. Hr. II. Dieno (ionzAlez Conde, Diputado. 8r . I) Doiiilnito Kurlqne Allor, Notario. Hr. D. Kdiiardo Pastor. 8r . I). Klias l.ticio. Hr. I). Kmilio K.^rriAndez Oliva. Hr. D. Kinllio Offell. Sr. U. Kmilio Vl.'edo llastello. Hr. I). Knri(|Ue Snred». 8r . U. EplKinenio Itiistamanto, Dpdo. provincial . ^r , D. Kstanislao Aranzadl. 8 r . D. Kstt'haii Martínez Veloz. gr . 11. Kii({cnlo Itladó. 8r . D. Kustaíiiiio Aliad, Perito. 8r . I). Kzeqiiiol de Aizpnriia. 8 r . D. K. Jav ie r Calderi'i , 8r . 1). Kaiiriciano (ionzAlc/. ( iarcía, Hecrotario
de Ayuntamiento 8r . D. Felipe Ksteva, Hanqiiero. a r . I). K(dliic KernAiidez Vicario. Propietar io . 8r. D, Felipe (Jóme/, .Moililm, Notar io. 8r . D. Félix HraKado. 8r . D. Félix de la ( larma. Hr. 1). Fernando Cadalso. Hr. D. Fornandode Doláa. Hr. ü . Fernando Fer re l ro Lago, Notar io .
8r . 1). Fernanflo Oranado» RuU, Not&rlo. 8r . D. Fernando de l luldohro. 8r . I). Fernainlo de .luán, Propie tar io Agricul
tor . Sr. I). Fernando do Santa Pau y Ñongué», pro
pietario. 8r . D. Fidel Celmllos. 8r. D. Florencio .VlareOH Martín. Sr. I). Florencio Kuiz. Hr. I). Francisco de Ayala, Notar io . Sr. I). Francisco de ('Aceres y Tomé. Sr. I). Francisco ('onder Moratl l la. Sr. 1). I''i'anclsco FontanaH. Sr. I), Fnincisco ( lut iérrez y I)ie7.. Hr. I). Francisco Jav ie r Igueravlrte. Hr. .>. Francisco López do AicarAi. 8r. I). Francisco Mafioz ilcl (bastillo. Hr. 1). Francisco Morillo é Hidalgo, Propie tar io . S]'. 1). Francisco Niifiez, Indnstvial. Sr. I). Francisco Polop y Carsi. 8r . D. Francisco de I'. Megfas, Propietar io . Hr. D. Francisco Valdivia y Ortmez-Bravo. Kxcnio. Sr. I). (ial)lno Bugallal, D ipu t ado* Cor
tes. Sr. I), (¡ervasio ol iden. Sr I), (iodofredo Andrés y Ferrando. Hr. I), ( i regor io .Montallé». Hr. I), ( i regor io de tlgaldezulilAur, Propietar io . Sr. 1). (iulllormo Alvarez ile roledo y Oarcl». Sr. 1). (inillermo María de Broca. Sr. D. Ildefonso l ' r leto, Propietar io . Hr. D. Isaac Manricine, Propietario. Hr. D. J . Díaz Ma tin y l 'orncría. Propie tar io . Hr. D. J a ime Horra. Hecrctarlo de Audienela. Excnn . Hr. D. Jav ier (Hl y Beccrril . Hr. D. Jav ie r I ras torza . Hr. D. J a v i e r Ozorea. Hr. D. Jesii» Alzuru. Hr. O. Joaquín Almoda. 8r . D. Joaiiuín B o r r i s de March. 8r . D. Joaquín Hotcr. Hr. D. Joaquín Lízaaoain Sr . I). JoBíinín Melero y Palacio». Sr . D. J o r g e Ozore» de Prado . H . 1). .losó Amorós. 8r . D. José de Arquer , Fabr icante . Sr. I). José Halle8tor. Hr. I). José BarliorA y Falcó. Hr. I). José Bosch. Hr. Ü . José Callas Mafté. 8r . D José Cusco y Alier. 8r . ü . José Duran Tuloch. Sr. D, José Kstanyol y Colora, Catedr i t lco . Hr. D. José Ksteva de Paatora. Hr. D. José Flgueruela. 8 r . D. José J . Bou Pa iadeda . 8r . 1). José J o r r o y Miranda. Sr . D. José Louzao. 8r . D. José M. Garande, Notar io . 8r . D.José Manuel Hnrllo, Industr ia l . 8r . D. José María Borrell. Hr. D. José .VI." Out lé r rez . Hr. 1). José M. ' de Isasi. 8 r . D. José M.' del Llano Junco. Hr. D. José María Marti y Ooll. Br. I). José M.* Rico.
8r . D. José M a n a Vive» y Mendoza, Notar lo . 8r . D. José Milá y Pí, Prop .° 8 •. 1). José Monje. 8r . D. José Porra» .Menondez, Diputado Prorln-
clal. 8r . D. José K. VAzquez, Propietar io . Sr. i). José Ramo», propie tar io . Hr. D. José Raigón y Cepeda, Propietar io . Sr. D. José Itlcart, Propietar io . 8r. D. José Rodríguez do la Hox y R. Vlllamll. Kxcnio. 8r . D. JoBé de8antos/y F e r n i n d e i Laxa,
8cuador del Reino. 8r . D. José T. Retamoro. Hr. D. Juan de Amarilla», P rop ie ta r io . Hr. O. Juau de la Oámara.
8r. D. Juan Castrillo, Propietario. 8r. D. Juan Comes Oorciueda. 8r. D. Juan F. LnBwlotta. 9r. D. Juan Ocner l'auípnmji'i. 8r. D. Juan Uutlérrez Bui'no. Sr. D. Juan J. de León. 8r. D. Juan J. Ruano de la 8otH. 8r. D. Juan José .Mendoza, Propietario. 8r. D. Juan María (lonzAlez. 8r. D.Juan M. Villainil. 8r. D. Juan MoraKa». 8r. D. JuanOxore». 8r. D. Juan Pérez Lucia. 8r. D. Juan de Quinta. Propletlirin. 8r. D. Juan Koni&n. 8r. D. Juan Sala». 8r. D.Juan Sánchez Maxitiá. InKeniero 8r. D.Juan Vallé». S r . D . Julio llurjilo. 8r D. Juato Zufirarramurdi. 8r. D. Laureano Lozano. 8r. D. Lorenzo Klóri'» Mor(Jici, Notnrlii. 8r. D. Luciano Alctin y de Vicente,Comerciante. t*r. D. Luí» Carreraj». 8r. D. LulK Onscrty Ahnirall. 8r. D. Luis Dixdier. Br. D. Luin Lozano, Propietario. Sr. D. Luis MatoHex. 8r .D. Luis de NureHa y déla Ve^a-Inclán. 8r. D. Luix Planolles. 8r. D. IiUÍ8 Kedonet, Arclilverii-Hlhlloternrio. S r . D . Manuel Auriolea, Juez .Municipal y Pro
pietario. 8r. D. Manuel de Uorlumati y .Vladernc. 8r D. Manuel de lioraruli, Notarlo y Pnlillcistn. 8r. D. Manuel CaHaHnovas. Sr. D. Manuel Danvila. Dr. D. Manuel Knriquez Barrios. 8r. D. Manuel Espejo .Martínez. 8r. D. Manuel (ill y Hardaji. Br. D. Manuel L(>\M)Z. Br. D. Manuel .Martín Al)ril. 8r. D. Manuel MiralleB Malavcrt. l imo. S;'. D. Manuel de .Vlonti, líolierniidoi' Civil. Sr .D. Manuel l'oKada y (tarcía Kamox. Sr. D. Manuel Ro^^er do Lluria 8r. D. Manuel de SOIÍM. 8r. D. Manuel Vázquez, Propietario, y Afi^ricul-
tor. Br. D. Manuel Velatquez Díogdvdo. 8r. D. Mariano l-'ortnny l'ortell. 8r. D. Mariano tiallei^o, Notario. Br. O. Mariaim Marco Rodrigo, l'ropielario. Br. D. Martin Recartodela Kocn, Propietario. 8r. 1) Miguel Amengual. Br. D. Miguel de Caatelln y Culielles, Notario. 8r. D. Miguel Encrlvá .MatoHe». 8r. D. Miguel Hulllotu. Sr. D. Miguel Pérez Malo de la Cuenta, Direc
tor de «La Ley. . Br. D. Miguel Rodríguez, Catedrático. Sr. D. Miguel Safiudo Torrcx. ftecrelario de
Ayuntamiento. Sr. D. Miguel 'l'ejedor Montero. Br. D. Nicolás de la Cavada. Br. D. Nicolás López de Hierro. Br. D. Pablo Sala y Canalda. Hr. V. Pascual de Manta Pau y Soto, propietario. Br. D. Pascual Serrano y Abad, del Kxtado y pro
pietario. Br. D. Paulino Navarro. Br. D. Paulo López Higuera, Propietario.
. Br. D. Pedro Alonso Relnoso.
Sr. D. Pedro de Anitua. r. O. Podro Cuevas.
8r, D. Pedro (íragera y de I^oón. 8r. D. Pedro J. Hirona. 8r. D. Prudencio l'ailarés Oarcia. Dr. D. Rafael (jallogo Diaz. 8r. D. Bafael Reina, Propietario. Br. O. Rafael Rulz, Propietario.
Sr. I). Rafael ftallent Panadés, Médico. Excino. 8r. O. líafacl de la VIesca. Sr. D. Kafnel Villeclienon». 8r. n. Kniínund» de Abadal y Caldero Sr. I). Rnimiinilo del Uío López Sr. I). Haní 'm Ittirruel. Sr. I). Itaniiin ('npdevilla Marín. Sr. L). Kamón .M. Ahneiln. Sr. 1). Ramón de .Miifuel y Mnuleón. Sr. D. Ramón de Navaxcnéx. Hr. I). Ilain'm Vilas. S I . n. Restltiilo ( i .Tuñon. Sr. I). liicardo l.acortn. Sr. I). Kl*n lio de Vergara. Kr. n. Rodrigo Pflrdo 'ronroirn. Sr. 1). Kutino liutiérrez, Secretario de Ayunta
miento. Sr. D. Sandniío Zinnaliibe. Sr. D. Saturnino Calderón. Sr. I). Scliaxtíán (ioiiiez Kerreyre y Alvarez de
'TOIIMIO, propietario. Sr. I). Sehaxtiiln Liipez de Lereiia. Sr. O. Sergio Delga lo. Juez municipal. Sr. I). Teodoro Creux y Coromiiiax. Sr. 1). Tomás Ilenaviilex .MillAn. Sr. I). Tomds de la Riva. Sr. 1). TomAx Torrex Herrero. .M. I. Sr. I). l'rilino (iamazo. Sr. D. I'iliurcío Martin. »r. I) Trlidclad de Eorilcuberta, Propietario. Sr. D. I'lpiano Krrua. Diputado Toral. Sr. 11. Vicente Martín Arca><, (>oinerciante. Kr. I). Víctor Covhin, Fiscal municipal. Sr. D. Víclor Oallego, Sr. D. Víctor .Navarro y Vicente. Sr. O. Victoriano Sáez y Riafio.
Señores Arqiiifcctox
Kr. I). Adolfo Caxllñeyra. Sr. 1). Adolfo Rulz Sr. I). Ilenito (inítait Triill». Sr. '). Enrique Epalza y (üianfraii Sr .D Knri(|iie .M." Rc|iullés. Sr. D. Erancixco de Luís y TomAí S •. D. Kianclxco IMngarrón. Sr. n. Ildefonso Honell.s. Sr. D. Javier .\gnlrre. Sr. 1). Rlcardi C. Cuereta. Sr. I). Simón Cordoml. Sr. I). Salvador Oller v Padrol.
Señores Banqueros
Sr. D. Andrés Eiírlñas. Sr. D. Antonio Jalón. Sr. D. F^nrique Raduán. Sr. D. Kélix Oarcia y (Jarcia. Sr. D. Francisco de 1*. Calvez, Propietario Sr. D. Ignacio Rodríguez Vega. Sr. D. Javier M." Iluelln, Comerciante. Sr. 1). Joaquín Clga, y Fabricante. Sr. D. ,loa(|Uln Torán. Sr. D. Joai|UÍn Vicent. Sr. I). ,losé Cardona. Sr. D José (luorrero Nieto. Sr. D. José Sánchez Medina. Sr. D. I.iUciaiio .Marches!. Sr. D. Manuel Mh'iones llarros. Kxcmo. Sr. D. .Manuel Rodríguez Acoxta. Sr. D. .Mateo de llastorra. Sr. D. P. Herrero. Sr. Dr. D. Pedro Llosas Radía. Sr. D. Ramón López Dórlga. Sr. D. Vicente Albert.
fieñorcK Catetlráticon
lltiíio. 8i'. 1). Antiinid Aiiilriult' Naviirretc. 8r. D. Antonio Binioncnn. ilo Mmllcina. Sr. I). MaldounM'o Pt^rcz y Martínfz. Sr, D. HelUarlo Snntiicilfii'» l'alu/.uelos. 8r. D. ríirlos L'nfinl. Sr. n . ('. (Inlii.l. Sr. I). KuKi'nio clunuMiti! Olalla. 8 ' . I). KuKi'iüo Miim'nri'fiii». 8f. I). Kinlliano KoilriKne/. Risueño. limo. 8r. I). Ki'Ux Araniburu, Uector di! llnivui--
sidad. 8r. U. .lesMS (iüi/.neta. Sr. D. .lOMé AloiiHO KciMiAndi!/.. 8i'. D. .losé Cnsti'dn Tcijclro. 8r. D. .losé Dauíclla y lliill. 8r. D. Jo8é \'érov. llallcstcro». 8r 1). ,I()M(! dt! Títs. 8r. D..luaii Itarcia CalialliTo.do Mudiclna. 8r. D. l.Auí'o Clarianii Uii'nit. ftr. I). Manuel (íarrido. 8r. D. Miirtinlano .Martínez. 8r. 1). Moilesti) Marín. 8r. D. NlcoUiRCarliaJal. Sr. D. Nicasio 8átiche/, Mata. 8r. I). Norliorto Maclio. 8r. 1). l'ío (ferrada. 8r. D. Rafael Ri)dri«uezde(!(!liedn. Iluio. Nr. I). Valentín l'ortaliale".
Señmy'M ComeraiantcH
8r. D. AKiistin Ensesa ,lordl, l'roidetarío. 8r. O. .\K««tin Mo»o. 8r. I). Alonso (lomo/.. 8r. I). Alvaro Flores y Kstrada. 8r. 1). Anastasio Azenc. 8r. D. Anastasio .luán Airmt. 8r. D. .Vnilrés Reyes Rosa. 8r. 1). Andrés 8aonz. 8r. D. Aniíel Harrejrtn. 8r. D. AnKol Máeuz Díeí. 8r. 1). Antoro Kstivalez é hijos. 8r. I). Antonio .\danes, 8r. t). Antonio Allué, Propietario. 8r. D. Antonio ("ompte. 8r D. Antonio Oómez. 8r. D. Antonio Lafont. Hr. D. Antonio l'icornell y Mauíá. 8r. D. Antonio Sánchez de Rodríguez. Sr. D. Antonio Sierra. 8r. D. Antonio Versara Sr. D. Baldomero Canal Camblor. 8r. 1). Hauílsta Sancho Matamoros. Sr. D. Benito do (lamlioa. Sr. D. candido de Itiarra. Sr. 1) CfcrloB Fernandez y (larcia. Propietario. Sr. 1). Casimiro l'érez Virella. 8r. I). Cristóbal Kulí l'erez. 8r. U. Cristóbal Sanjlnés. Sr. t). C.Segordahl. Sr. I). C. ZunzuncKUi. 8r 1). D. B. Sobrino dntiulUcrmo Sordo. Sr. D. Dieno Caiiarrrts l'astor. Sr. D. Domingo Biela, Corredor. Sr. D. Uomln«o Caatafioda, I,abrador. 8r. D. Eduardo Oarcia Isla. 8r. D. F.duardo Roldan. 8r. D. Knriquo Achaval. 8r. D. Knrique Carhonell, DeleRado del Banco
Vitalicio. 8r. D. Enrique Díaz, Propietario. 8r. U. Knriquo Peña Fabrn. 8r. D. Esteban Arnedo. 8r. D. Faustino Benito.
Sr, 8r. S.-. Sr. Sr. Sr. 8r. Sr. Sr. Sr. 8v. Sr. Sr. Sr.
Sr. U. Federico Nieto, Meciinleo-Electrlcist». 8r. D. Fermín Revuelta.
I>. Fermín de la Sierra. I). Fernando (!. Pérez. I). Fernando Suaroz. D. Félix VlKll Rlestra. U. Francisco de A. Salvado, Propietario. O. Francisco F.iulaln. D. Francisco (Jarcia AKuilar. I>. Francisco Isern y .Vlaury. I). Francisco I,. IJlez. r>. Francisco MAs ({iiesada. 1). Francisco Pascan. D. Francisco Hamper. 1). Francisco Vázquez Pardo. n. liabriei Marliniz.
Sr I). <ierilnlmo Montos, Propietario. Sr. D. (lenaro Muñiz. Sr. I), (ire^orio llontlveros. Librero. 8r. I). («Inés (i. Hernández. Sr, I), (vonzaio l)iaz .Moloro. 8r. D. (iulllermo (larvey. Sr. I). (íuillermo Ravlna. Sr. D. (iulllermo Vlllaverdcy Cortfts Sres. Hijos de Narci.io Bausells. Sr n. Isidoro Chicote. Excmo. Sr. D. .lalme Bosch y Moré. Sr. I). .laime Pérez Peña. Sr. D. ,Ialme Vives PUIKB. F.xcmo. Sr. 1). .loaquin RodrÍRuez Ouerrn. 8r. D. .loaquin Roca. Sr. O. .losé Ayala López. Sr. 1). .loséCastollá. Sr. U. .losé Ferrer é Illas. 8r. D. José del Busto Oliaya. Sr. I). .losé LaKo RodrÍKuez. Sr. I), José Lombardia Romero.
D. José Manuel Sarasua. I). José M.* Camiioamor.
8r. 1). .losé M.» Caseilcs y Tarrats. Sr. D. José M." MuHruruza.
D. José M." Urbano. 1). José Martínez Mlrallcs
Sr. T>. José Pérez y Pérez. Sr. I). José Pui(?. Sr. D.José R.Marina. Sr. 1). José Soto Oonzález. Sr. D.Juan A. llerniVudez del Agulln. Sr. U. Juan ArKcmi. Sr. 1). Juan Bautista Jiménez. 8r. n . Juan Cases y Amoró». Sr. I). Juan Cotillas. Sr. D. Juan Martínez ARulIar. 8r. Ü. Juan Montancr y Vlch. Sres. D. Juan Redondo y Hermanos. Sr. D. Juan Zurita, Propietario. Sr. D. JullAii Diez. Sr. O. Julio Alcalde y Gómez. Sr. T). JulioSaWtmcro. Sr. D. Justo Burlllo. Sr. D. Luis Alcsán Nonué». Sr. D. Luis do la Puente. Sr. D. Luis Sainbeat. 8r. D. LuisRampedro. Sr. D. Luí» Valencia Covián. 8r. D. Luis Vlllavecchla. Sr. D. Manuel Agasti y .Mora. 8r. D. Manuel Ballestcr. Sr. D. Manuel Castillo Romia. 8r. D. Manuel Lalnz. Sr. D. Manuel .VlaKarlños. Sr. D. Manuel P. de la Pedross. Sr. D. Manuel Volasco. 8r. D. Mariano Ortlx. Sr. D. M&ximo Moro. Sr. D. Medln Carbonell. Sr. D. Miguel (ionzález Posada». Sr. D. MlRUcl Medlavlila Lojwz. 8r. 1). Miguel Navarro. 8r. I). Miguel Prieto. Sr. D. Miguel de ligalde.
Sr. Sr.
Sr. Sr.
8r . D. Modesto Saludes (!n?.mAn. Sred. Moreno Hermano». 8r . n . Nicasio Ksualn. Sr. D. NlcolAn LlzárraKa. 8r. D. Pantalcón (iiinn/,. 8r. D. PaRonal Vertfe. 8 r . D. Pedro Doniecq. 8r . D. Pedro Krani|ui'l. 8r . I). Pedro Pala. S r .D .Ped ro Kod ¡(fue/, Keiniindi'z. 8r . D. Pedro BcrraRrancrn. 8r . I). Perfecto Itarciela. 8r . D. Pió (¡abañe.s. 8r . D. Rafael .losé Itomcrn. 8r . D. Rafael HCÍK-8r. D. Rafael Kuldo. 8r. D. Ramiro deOrhe^oao-Sr. D. Ramón Itatllés Kelin. Sr. D. Ramón Berra Rourn. Sr. D. Ricardo iKUwiaK. 8r . D. Ricardo Roclielt. Sr. D. Rufino AlmaKro. Sr . D. Salvador Diev.. 8r . D. Salvador Dlaso. 8r . D. SantiaRO Dianchl. Br. D. Bchastián Romero y ()rlian(Oii. 8r. D. Servando do la VeKa. 8r. D. Toma» Alonso. 8r . D. Tomás Ksteller. 8r . D. Valeriano (íiordia. 8r . n . Vicente I.arraAaKa. 8r . D. Vicente PedreRal. 8r. D. Vicente Reu» I,al)nle. 8r. D. Vicente do UriRüen. 8r . IJ. Víctor Diez. ' 8 r . D. Virgi l io I,. Mart ín.
Damax Proteetoran
8ra. D.* Amparo Valonzuela de Tenor io . 8r» . D . ' Antolina Oregorio. ara. I).* Antonia de Torres-l . inero». 8ra. D*. Carlota M. de Lara, Vda. de .Murleiln». 8ra. D.* Cecilia .Junquera. R:(cma. Sra. Cündc»n do Cn»|ie. lima. Sra. CondeNa del Valle de .Marios. Gxcma Sra. ( 'ondesa Vda. de ManslUa. Kzcma. 8r . Condesa Viuda do Mendoza Cort ina. 8ra. D.* Consuelo ( iu t ié r rezde Ol i» , 8ra. D.* Crist ina Dols. 8ra. D. Crist ina Huerta», Viuda de Crespo. 8r» . D.* Dolores AmézaRa del Cerro do Zamora. 8r» . D.* Dolores de Puértolas , Viuda de Madro-
maAez. Excma. Sra. Duquesa Viuda de llceda. Sra. D.* Kacolástica Miranda, Viuda deOIlaK. 8ra. D.* Ksperanza Plmentel . Sra. D.* Estéfana de Chapodes, Viuda de .Miida-
riaga. Sra. D.* Kusebia de la Llave. 8r». D.* Feliciana Cuartero, Viuda de Vieen. Sra. D." Franc isca Harra , Vdn. de Vc\\\. Sr.* D.* Francisca Hormaecliea. Sra. D.* tíala Uoiizíllez. Madame Uauttcr I^acazu. Sra. D.* Oor t rnd l sC . Vda. de .Murpl. Sra. D.* Gracia (iil. Sra. D.* Inés Cai\izares. Sra. P . ' Isabel BulifKas de Marcliosi. Sra. D . ' Isabel Kstrada, Viuda de \ r l z a . Sra, D.* Isabel Ordófiez, Viuda de Saidin. M. I. Sra. I).* Jacoba Diego Madra'.o Conde l'e-
layo, Viuda de Pefia. M. I . Sra. D.* Jesusa Pedresa , Condesa Viuda de
Friegue. Srta. D,* Joaquina Llaneza. SrU. D.* Josefa U. de Estefani.
I.'L K<!nl ('oinpsfiía de
Sra. D." Josefa I/úeia. Srn. D." Leonor (Irtiz. Hvda. .Madre Snpi r io t í
Mnrin. Sni. D." .Manuel» l l i iz lln^tiiniante. Srn. 1^." Miiniicla Kerniiiidc/. di' Siilaiunnca. Srn. D." .Mnrin del ("nrmen Ilernúnilez. Sni . D." .María del Cal n Orte^^a, Viuda de
Uín/. Frumim'/.u. rtrn. II." .Mnrin Fernández Pnlncio. Srn Ii." Mnrin .loscfn (''H-roelinno. Sra. D." Murin .luana Cnroia (¡allardo. K.xema. Sra. .Maniue.'^a (!(• Ángulo. K.xnna Sra. .Mnr(|cie.'<n de Fiel l 'i ' icz ('nli.\lo. Kxcnia. Srn. .ManiiKisn de San .lunu. K.V('inn. .' i'ft. .Marquesa \ 'da. de ('nstelliin. l-^xeinn. Srn. Marquesa Vda. de ios Castelbnies. Kxeiini. Srn. .Mnri(ue»n Vdn. de la Roiuniia. Srn. I)." .Mnrla HurRo». Krn. 1).* .Milaftros de t^ilo.nia. I'r .i)ietnrla. Srn. D." Natalia Liñilii. Sra. D." .N'ntividnil de Diciro. Si-a. U." Obdulia Hoiiifaz, Viuda de Alba. Srn. 1).* Paz de Andrés, Viuda de MoncNterio. Sra. I).* Petronila .Mnzón, Vlinln de Pérc-z. Sra. D . 'Soeor ro SAncbez, Viuda de (iarcin. Sra. Viuda de Iluitrn);o. F^xeina. Srn Viuda de Dupny ile I.,óine. Sra. Viudn de In Kneia. Sra. Viudn é llljo» de J . .Mils. Sra. Viuda de Ji>ni|uin Cuesta. Sra. Viudn de Navaseu<'s. Sra. Viuda de l 'edro i 'ornet. Sra. Viuda de T. Altola^ruirre. Sra. Viu<la de Zarandona. K.\cnia. Sra. Vizcondesa d(! na r r an te s .
ScñorcH Ech'siíÍHticoK
Sr. T). Aifustin VilA, Presbí tero . Sr. I). A. Vllfriílo Muller, Sacerdote. M. I .S r . 11. Alejo Llorens. Cain'miKo. Sr. U. Alejo linas. Presbí tero. 8r . I). Alfonso Zamora, l 'bro. Sr. n . Aiiacleto Elias, Párroco. Sr D. Anastasio .Miguel, Cura Ecónomo. Sr. I). Andrés Clares (¡alan. Párroco. Sr. IJ. Andrés (iozalo Bartolomé, Párroco. Sr. 1). Andrés (íonzález .Meglas, Teiiionti' Cura. Sr. I). Andrés Iza. Presbitt íro. .M. L Sr. I). Ángel Marqulna. C. Magistral . Sr. 1). Ángel .Martínez, Superior del Colegio de
S. Vicente de Paul. Sr. I). Ángel Perianes Olmedo, Párroco. Sr. I). Ángel Regueras López, Presbí tero . M . l . S r . D. Antonio Berjon y Vázquez, Canó
nigo. M. I. Sr. T>. Antonio Duran Ja rami l lo Canónigo. Sr. I). Antonio Et reros López, Párroco. Sr. D. Antonio ( ióinezTrassIerra , Párroco. Sr. 1>. Antonio Herrero Sosped a, Presbí tero . 8r . 1). Antonio J iménez Lebrón, Capellán. Sr. D. Antonio Jiménez Vllebes, Pbro. Sr. D. Antonio Lu(|ue (íonzález, i 'árroco. Sr. 1). Antonio Martínez ( iut lérrez . Párroco. Sr. D. Antonio Montañés Chiquero. Párroco. 8r. D. Antonio Ortega y Suvirá, Pár roco . Sr. I). Antonio S o d a s , Párroco. Sr. D. Antonio Segovia, Licenciado en Sagrada
Teología. M. I. 8.1)r. U. Antonio Siiitü», Canónigo Peni
tenciario. 8r . D. Antonio Trujl l lo, Cura Párroco. 8r . D, Antonio Verde» León, P á r r o c o - A r c i
preste. Sr. D. Arturo Noricga, Párroco. Br. D. Baldomcro Toca, Cura Párroco.
7 = 8r. I). Harlolomi; KIoril y Hlpoll, Curn I'árroc.o. Hr. I), Hnitiilom»'' (idir/.ale» Marín, l'lirn. Sr. D Basilio Día/, ilo Kspada, Cura ArciliiuHti'. Hr. I>. HtMil^iio \l<»ya Voto, riirn l'i'irrot'o. Hr. I). HciiÍKiio SaiitiJ.t l'azo-i, Caix'lliUi. Hr. 1). HiMiilo ('allc.ia. I'. K»coln|ilo. Hr. I). Ili'iiiio ili', Kriituií, l'ilrroco. Sr. 1>. Ilciijniniíi noiiiintíiicz. Cura I'árroco. 8r. I). Ilcriiiilii' MiM'in.i, l'iírrin'ci. Hr. I). HcrnalK'' IMiMlralMiciia, l'ri-.liítcro. Sr. I), llernardo Arrilias .Mariiiiia, Párroco. Hr I), licrnardn Catulilii. I'liro. Hr. n. HoTiifiicio I<o<lrÍKui"/,. I'ilrrooo. Hr. I), ('ainilo (*aradiij(í. Párroco. Hr. 1). Cáiiilido MiM-ri'ro v C;i('inioit('. (/oadjiítor. Hr. I). OíUidido Pala/.iiclo-^ l''uoiit('-. Párroco. Hr. n. ('aslinlro I.afucntc, Párroco y Arcipreste. M I. Hr. I>. Cctcriiio .\iidrcH. Caiic'iiiiKO Doctoral. Hr. I), (ic'fi'riiio KMpaim, Párroco. Hr. I), (icdcdonio (ill l,óii('/., Prcxliilcro. Hr. 1). ('i'lcdoulo Marcos Han l'cdro. Párroco. Hr. 1). (ürilo Sauz, Párroco. Hr. I). (.'láuilio Kucntcs. Párroco. Hr. I). ConVtaiite. Amor, Cura Rector. Hr. D. (!oiistaiitlno Holsona, Párroco. Hr. I). Cristr.lml Iti'lliilo. (laocllán. Hr. 1). (Irlstóljal ('abc/.as Peñas, Presliitero. Hr. I). Delfín Kernánde/, Alvare/., Párroco. Rvdc). I). Ojonlsjo Klerro, Kscolaplo. Hr. I). DominKo (larcés. Párroco. Hr. 1). DoniinKo llernándey, Francisco, Párroco. Hr. I). Kdiiardo (larcía Uia/., Kcónonio. M. I.Hr. O. Kduardo llodrÍKo Haní, Oaniini(?o I-ec-
toral. Hr. [). Kladio I'eriiándcr/. (iarcía, Oiira Kcónomo. Hr. I). I'.lias (ier, Prestiitcro, Profesor do Semi
narlo. Hr. I). Klías l,i'>i)e/. RodríKnez, Cura Kcrtnoino. Hr. n. KIÍKIO Pa/. Poinlio, Párroco. Hr. 1). Kmilio Escalada, Presbítero. M. I. Hr. [). Kmilio .Maestro, (!. Docloral-M. 1. Hr. I). Knrl(|tiu Artitíot, (¡anóuiKo. Hr. I). Knrii|ue (Cerrillo, Presliílero. M. I. Hr. D. Knrliiue (!ostas .Mártiue-/., (;anón¡(;o
Provisor. M. 1. Hr. I). ICnriiiud ll'cit;, ( anrtnÍKO. Hr. IJ. Knrii(ue Haraclliai', Preliistero. Hr. I). ICstelian h'crrer, Párroco Arcipreste. Hr. I). Kstétiaii I.iipe/. .Martínez, l'Arroco. Hr. II. ICuKCido (ion/.ález Vidales, Phro. Hr. I). KuKcnio M<irante, Párroco .lubllado. Hr. I). KuKeiiio Olarte, Cura Párroco. 8r. I>. Kuschio Sarasa, l'árri>C(i. Hr. I). Kvaristo Martínez Hánchnz, IMiro. Hr. I). Kvaristo l'crdldo. Haccrdoto. Hr. D. Faustino (iil, Párroco. 8r. D. Fausto Zarate, (!ura ecónomo. M. 1. 8r. D. Federico I,iííán, CanónlKo Maestres
cuela. Hr. I). Felipe Francos, Kcóuomo. Sr. I). Fi.rmín 81m«rtn Palacios, PreMliitero. Hr. D. Fernanilo Vllinrrica y llevla. Párroco. Hr. 1). Francisco Arjona, Pliro. Delegado dioce
sano de (!apellanías. Hr. D. Francisco Armendári/., PI)ro. y Catedrá
tico. 8r. D. Francisco ü i a i Alcover. Presbítero. Hr. D. Francisco Fernández Tresnueries, (iura
Párroco. Sr. D. Francisco (íil, Pbro. 8r. ¡). Francisco (íonzález, Párroco. Muy Ilustre Hr. D. Fíiinclsco Oonzálcz l lerreio,
Canónigo l'enitenciario. Hr. D. Francisco (lulll ín, Párroco. Hr. D. Francisco (iras, l're»b^tero. M. 1. 8r. D. Francisco HldalKo Huilón,Canónigo
Doctoral. M. I. 8r. D. Francisco .larrín, Canónigo Magis
tral. Hr. D. Francisco .lavier Hálz, Hacerdole. Hr. D. Francisco López Kxpósito, l'resbltero.
8r. D. Francisco M. iioón. Cura Propio. 8r. D. Francisco M." Moreno, Cura Párroco. Hr. D. Francisco Más, Presbítero. Hr. I). Francisco Piudies Martín, Párroco. Hr. D. Francisco Itodrlgo Hanclio, l'resbltero. Hr. I>. Francisco Kodrlguez .Martínez. Cura Pá
rroco. Hr. D. Francisco Hanche/,, Párroco. Hr. I). Franrisco Hnay, Presbilero-Vicario. Hr. D. Franci.sco Vllíóii«.,U(ine, Pbro. Hr. 1). Fndlán (lelllda. Arcipreste. Uvdo. p. D. (íabiim de Olaso, Agustino. M. 1. Hr. 1). (ienaro (Campillo, Abad. Hi-. I). (it>rardo 'I'receño, Párroco. M. I. Hr. I). (ierardo Vlllota, Canónigo. M. 1. Hr. Dr. D. (iernián llulz de la Cuesta, Doc
toral . Hr. I). (iil Orbe, l'resbítero Hr 1). (ilnés Parrefto, Presbítero. Hr. D. (lonzalo Olivera, Párroco. Hr. D. (iregorlo Harcenllla, Cura Párroco. Hr. I) (iregorio Domínguez, Kcónomo. Hr. 1). (iregorio Keccta, Presbítero. M. I. Hr. I), (iregorlo de Vera, Canónigo. 8r. D. Hermenegildo Ijiaguno. Hr. I). Iliginlo Pérez, I'árroco. Hr. I). Hilario (lome/., I'árroco. Hr. D. miarlo Soutclo Rolan, Párroco. M. 1. Hr. p . Ignacio Alberlclo, Rector de Semi
narlo. Hr. D. IgiHiclo Nieto, (Jura Párroco. 8r. D. IniIalc<cio (iarcía, Kcónomo. Hr. I). Inocencio de Dios (Jonzález, Párroco. Hr. D. Isaac (iarcia Hanz, Párroco 8r. I). Isidoro Oevallos (Jevallos, Presbítero. 8r. D. Isidoro (íutíerrcz. I'cfia, Párroco. Hr. 1). Isidoro Martin do León, Coadjutor. 8r. I). Jacinto l.obo Aranda, Párroco Hr. I). .lacliito Rona Pino, Párroco Arcipreste. M. l .Sr , D. Jacobo Navarro, Canónigo. Rvdo. 8r. I).,lalmo de Vcrástegul, Proahltero. 8r. D. Jesús Oontreras, Notarlo mayor eclesiás
tico. Hr. D. Jesús (iómcz Crespo, Coadjutor. Hr. D. Jesús (lonzalo. Profesor de Hcmlnario, Hr. i) Jesús Mario Carballo, Halesinno. Hr. I). Joa(|uín Aguado, Párroco. Hr. I). Joa(iuln Condominos, Fiscal ccIoBlAstlco. Sr. D. Joaiiuln .Martínez, Sacristán, Hr. D. Joaquín Mora, Cura Párroco. Hr. i). Joai|uin Segura, Sacerdote. Sr. D. Josii Aivare/., Cura Párroco. M. 1. Sr. D. José Antón Ferrándiz, Deán. Sr. I). José de Aristizabal, Párroco. Hr. D. José Anurmendl, I'bro.-Coadjutor. Sr. I). José Bermejo (ialindo, Párroco. Sr. D. José Climcnt, Cura Párroco. Sr. D. José (Jarcia Rojo, Presbítero. Hr. D. José (iarrldo Suárez, Pbro. .M. I. 8r. D. José Hospital y Frago, Deán. Hr. I). José María Alvaroz Méndez, Párroco. Sr. Ü. José M.» Maestre, Cura propio. Sr. I). José María Moscardó, Pbro. Sr. I). José M." Sánchez Alvarcz, Párroco Arci
preste. 8r. D. José Marqui, Párroco. 8r. 1). José Martínez, Párroco. Sr. D. José Mlñano Alcarax,Párroco. Sr. D. José Morilla Cobo de (juzmán, Pbro. Rvdo. I). Josii O. Rolg, Prior Cura Párroco. Hr. D. José Peslafto y Olivera, Teniente Arci
preste y Cura propio. Hr. D. José R. Meleiro, Capellán. Sr. I), José Hamíroz Rodríguez, Párroco. Hr. I). José Rodríguez Pérez, Cura Párroco. 8r. D. José Ruiz y Rulz, Cura Párroco. Sr. D. José Háenz de Cortázar, Sacerdote. M. I Sr. D. José Santasusana, Canónigo. Hr. 1). José Sonto Iglesias, Cura Párroco. Sr. D.José Velazqnc/. (Iranados, Párroco Arel-
preste.
= 8 8r. 1). .loHé Verdi'i* KoUn'K'";/-! t'oftilji"'"'-8r. D. Jone Vicente Olmedo, I Arroco. Hr. I). .Juan An^oitiii, l'refln'leri). 8r. D. Junii Antonio Oiierrn, l'iUTüeii 8r. D. Juan Ayerve, l'bro Coiidjiítor. 8r. D. Juan HÚiitlsta SAneliez, l'ilrroeo. 8r. D. Juan de Derroncchea. l'Arroen. 8r. D.Juan Illanco DAviln, l'árroeo. 8r. D. Juan de Dio:" Avalos y Jirnénez, INirrueo. 9r. D. Juan (ionzfliez, l'^ciliftern. 8r. D. Jnan José HeleuKner. ("oiicljiílor del l'ilnr. 9r. D.Juan JOHÍ Marín l.ií|><", I'Arroeo. 8r. D. Juan .losé Redondo, ('oiiüjutor. 8r. D. Juan Juncosa. Presbítero. Sr. D. Juan .M. Harrero Amador. PArroio. rtr. D. Juan M." SAneliez I,ertn, Pbi-o. ('Hpelliin. 8r. D.Juan Martínez. PArroeo. 9r. D. Juan Montero .Vlaldoiiado. Plirn.-Coiidjn
tor. M. I. 8r. D. .luán Morcll, Dl^niíladcle ('hanlru. flr. n . Juan Pablo del Amo, Notnrío Miiyoi' Kele
slAstico. rtr. D. Juan l'alacio», Ouadjutor. 8r. D. Juan de ZnluaKa, Presbítero. M. I. 8r. n . JuliAn llorvAs Iluendíii, Deán 8r. D. JulíAn Muñoz, PArroeo Arcipreste. 8r. D. JuliAn Plaza. Kcilnouio. Hr. D. JuliAn Kuiz :>uzu>An, Cura Kertnomo 8r. D. I>. IlernAndez Cano, Pbro. Coadjutor. 8r. D. Leandro Hateo, Cura PArroeo. 8r. D. Leocadio Godos, PArroeo. 8r. D. Liberato I'astor MIni, Presbítero. 8r. D. Lino de La fuenti'. Notnrío ecleslAstieo. M. I. 8r. D. Lorenzo Aniceto, CaminÍKo. Fray Lorenzo de la ('oneepeicin, Superior ile los
Trinitarios. 8r. D. Lorenzo Molero,(;uni lednomo. 8r. D. Lorenzo Ramírez. Heneflelado. 8r. D. Lorenzo Silveira, PArroeo. 8r. D. I>orenzo Valencia UarraKÚn, PArroec 8r. O. Lucas Ariae Ortiz, PArruco. 8r. D. I..uciano Oarcia Castillo, Haeerdote. M.I. 8r. D. Luciano liivas, Canrtniífo Arcipreste. Bvdo. P. LUIH HcrcuKner. 8r. D. Luis Florez Alvarez, Presbítero. 8r. D. Luis Frías Harrionuevo, CapellAu. M. I. 8. D. I-uis l'alabí, Provisor y Vicario (¡e
ñeraI. M. I 8r. D. Luis Pérez y Kstevez, Canónico. M. r. 8r. O. Manuel Alen del Cnllarbi. Oní^tuKO. 8r. D. Manuel Alvaiez, Presbítero. 8r. D. Manuel Alvarez Leal, CapellAn. 8r. D. Manuel Alvarez HuArez, Párroco. 8r: D Manuel Bore.a. Arcipreste-Cura. 8r. D. Manuel Besado 8umay, PArroeo. 8r. I). Manuel Carretero, (!ura PArroeo. 8r. D. Manuel DondiiKUOz, PArroeo. M. I. 8r. D. Manuel DomlnKuez Sanahuja, Ca
nónlKo. 8r. Dr. D. Manuel (Jarcia Robes, Cura PArroeo. 8r. D. Manuel Uutierrcz Giménez, PArroeo. 8r. D. Manuel M.* i;aro, PArroeo Br. D. J. Manuel Martínez López, Presbítero. M . I . 8r. D. Manuel Mnfioz Flores, (lanrtnÍKo
Doctoral. 8r. D. Manuel Pérez, Párroco Castrense. 8r. D. Manuel Precioso Silvestre. 8.'. D. Manuel SAneliez, PArroeo. 8r. D. Manuel SantlaKO y Garrido, PArroeo Ar
cipreste, Capellán de Honor y Predicador de 8. M,
Hr. D. Manuel Serrano, CIc rÍKO Beneficiado. U. I 8r. D. Manuel Simón Castro, CanóuÍKo. Br. D. Manuel Sotomayor y Rulz, Presbítero. 8r. D. Manuel Vázquez Vidal, l'Arroco. Rvdo. P. D. .Mariano de lo» Buci», Atfustino. 8r. D. Mariano Cuende de la Cuesta, Organista. 8r. D. Mariano Serrano l'ozo, Pbro. 8 P . D . Mariano Tejedor Peña, PArroeo. 8r. D. Martin Irafieta, Párroco. M. I. 8r. D. Mateo Gómez Diaz, CanónlKO.
r. D. Miguel Costa, l'resl)ítcro. Kr. I). Miguel Jimeiin PArroeo. Sr. D. .Miguel Pérez, Rector de Seininarin. Sr. I>. Modesto ('ortés .Moreno. Cura I'Arroeo. Sr. D. .Nicanor .\l. Aparicio, PArroeo Sr. D. Xícasio Itande, l'ArríXro. Sr. I). Nicobls Cotillns. Párroco. Sr. I). NleólAs llorlelnno. Pri'sbítero. Si'. I). N'lodAs .\Inti) Viirein, PArroeo. Sr. I). .NicolAs Miño l'érez. Condjntor. M. I. sr. D. XieolAs Kuiz Itnedn, ('aniniigo .Vlii
gistriil. Si'. I>. NIeolA.s \^el'iseo Pe<'barro*imiii. PArroeo. Sr. I). P. Telino Muñoz Garrido, PArroeo. Sr. D. Pnblo DiirAn, Cura Rei'tor. Sr. I). I'alilo Pascual de la Fuente, l'Arroco. Sr. I). I'alilo del Valle. Párroco. Kvdo. I'a<lre Fr. Ángel Ciarán, Superior de los
P. P. Ooinínicos. Rvilo. I'adre Rector del Colegio de Nuestra 8e
ñora de ICegla. Sr. n Pedro A. Losada. PArroeo, Sr. I). Pedro Aparicio, l'Arroco. Sr. D. Pedid Bravo Morcillo. KcónoiAo. Sr. I). I'edro Cainprubi, l'bro. Beneficiado. Sr. O. Pedro Falces y Hetloso, l'Arroco. Sr. IJ. i'edro Gol|ie Luna, l'Arroco. Sr. I). Pedro I,ara Suárez. I'A'TOCO. S.\ I). Pedro Mu iii de Miini'oliig(dtia. Pbro. M. l .Sr . 1>. Pedro Ituiz Sainz, Canónigo Peni
tenciario. Sr. D. Pedrii l'orrnbiH, l'Arroc". Sr. T). Procopio (iarcfa, Páiioco. Sr. I). Protaslo Gracia. Cura propio. M. 1. Sr. D. Prudencio .M(do. Canónigo Lcctoral Sr. 1). Rafael del Campo Avila, I'resbitern. Sr. I). Rafael Domínguez Correa, PArrocd Sr. D. Rafael (íllemez Lozano. l'Airoco. Sr. I). Rafael Lófiez Paseuiil, l'á'roco. M.I .Sr . I). Rafael l'ijoan. Canónigo Miiestri
escuela. Sr. Dr. I). Raimundo Alegre, l'ArroC" Sr. I). Ramón Clmo Verdes. Párroco Sr. I). Ramón Oller. I'resbitero. Sr. I). Ramiin Pindó, Cura Kcónomo. Sr. D. Ramón Valdés lluiín-j. l'Arroci>. Sr. D. Ramón Vllardell. l'Arroco. Sr. 1). Ramón Zabalo, Presbítero. M. I. Sr. D. Remigio Albiol. Rlor.deSeuiinarin Sr. D. Ricardo Doininguez, Párroco. Sr. 1). Ricardo Marcos. Presbítero Coadjutor. 8r. D. Ricardo SiiArcz Castrlllón, Presbítero
(¡ondjntor. Sr. í>. Rufino Arango. AdministradorPiocesano Sr. D. Salvador Campos l'oiis, Pbro. Sr. I). Sandalio de la Sota, I'AiToco. Sr. D. Santiago Itonillo .Montes, Presbítero Sr. D. SaiitLigü (íarcia Rodríguez, PArroeo. Sr. D. Santiago (¡aspar. l'Arroco. Sr. I). Santiago Gómez Santa (!ru7„ l'Arroco. Sr. 1). Siintiago Martínez, Presbítero. Sr. D. Sebastián Moñíiio. Coadjutor. Sr. D. Secundino Martínez Montenegro, Arci
jireste y Párroco. Sr. D. Seratin .Miguel IlernAndez, Párroco. Sr. D. ToinAs Gómez, Cura l'Arroco. Sr. 1). ToinAs González Martin, Pbro. Blblloti-
cario. Sr. D. Ursinaro González Salomón, Párroco Sr. D. Vicente Auson, Párroco. 8r. D. VI,ente Barajas, Párroco,Capellán mayor
y Arcipreste. M. I. 8r. D. Vicente Carderera Potoc, Canónigo
Doctoral. Sr. D. Vicente Es'iasa, Pbro. M.I. Sr. D. Vicente Font y Ordax, Canónigo. Sr. D. Vicente Pernas, Capellán-Coadjutor. M. 1. Sr. D. Vicente Silva Diez, Arcediano. M. I. Sr. D. Vicente Tascón. Canónigo. Sr. D. Victoriano Flamariquc, Párroco. Sr. D. Victoriano Pasa y Posa, Pbro.
= 9 =
Neíiori-H KmpleadoH
Sr. 1). Aldjiíiidio MiMiúiidn/ Aliinsii. Secretarii) d« .Imita de llviicflciMirla.
Sr. I). Alvaro de !a Fuente, Contador ile Ayuntamiento.
Hr. D. AhKel de Bal parda. Administrador. Kr. D. Antonio Ki'niAiidex'Cejedor, .lefe de KN-
tación. Sr. I). Antonif) íle Navanciiés. Sr. n. Antonio Rodrigue/., Propietario. Sr. U. Antonio Torrenl» y Monncr. Sr. I). Arturo de Navascué». Iltmo. Sr. D. Calixto Várela de Monten y Reca
man, Jefe de Administración de 1." clase. Sr. D. Cándido Muftoz, Administrador de Consu
mos. Sr. D. ('arlos Ferrer y C -cus, Inspector de los
caminos de Hierro del Xorte. Kxcmo. Kr. D. Cenón del Alisal y LOpeí, Direc
tor (ieneral do la Deuda y ciases iiasivas. Sr D. Klias Vil larroyay Marco. Sr. D. Knrique Amat Cortés. Sr. D. Knrique Hocafull. Sr. I>. Knrique Rnescas Sr. J). Krnesto do Herrera. Sr. D. Kuttenio Baladicy, Jiméue/,. Sr. D. Federico (llménoz Mendcx. Sr. I). Francisco Mspadni, Adminiítraiior Su
Imlterno de Taliacos. Sr. D. Francisco Uarcia del Cid y Arias, Diree
tor de sucursal del Banco de Kspaña. Sr. D. Francisco Moreno Djeda. Sr. D. Oerardo llerce, Administrador. 8r. D. Isidro llamos. Sr. D. ,1. Kmillo Martin (lil. Sr. O. Joa<|UÍn Domingo. Sr. D. .loaquiíi Ijirrumlie lx!0/,. Sr. D. .loB(|Uin Marti l'ascual. Sr. D. José Antonio de Vivanco, Contaílor. Sr. D. .losé de Azcárate, C!ontador del Baiico del
Comercio, Sr. I). .los¿ Federico, de ohras. Sr. I», .losé FeriiAnde'/. Tnisgueriea. Sr. D. .losé (ii^me/,, Contador de Di|intaciiii> l'ru
vineial. Sr. D. José de Ipola. Sr. D. José Lora IMilgarin. Sr. 1). José M.» de Santiago de la (irafin Hr. D. Juan Isasa. Sr. D. JullAnOrtega. Kr. I). .lusto Plñcrn, Sr. D. Lamberto Rodrigue/., Administrador de
Ancas. Sr. D. Luis Lo/.oya .'Monso. Sr. I). Luis Palacios. Sr. I). Manuel F.spejo. Sr. I). Manuel Oon/.Ale/. Mora, Administrador de
Correos. , Sr. D. Manuel Pardo Hoguera. Sr. D. Manuel Serrano y Sanr. Sr. D. Manuel de Uritiarri. Sr. D. Modefito MemliriUera. Sr. D. Naiarlo Canseco. Sr. D. Nioomede» Jlménet. Kr. D. Pascual Villar. Sr. D. Paulino P. Ramob, Administrador partí
rular. . ^, Sr. D. Rafael Rui/ Mora. Jefe de Admoii Jubi
lado. Sr. D. Raimundo Zurita. Sr. D. Ramón Ks<iulvlas. Director d'' Sucmsul
del Banco de F.spafia.
Sr. D. Regiiio Borreguero. Sr. D. Ricardo Domínguez Lloren» Sr. I). Ricardo (lil, Administrador particular. Sr. I). Salvador .Mayml y Ros. Sr. D. Salvador Rovira, Tenedor de libros. Sr. D. Telesforo Olarte. Hr. I), l'oinfts Valls Kstéve. Sr. I). Victoriano Rodrigue?..
Sen O n'H Fnh r icanUn
8r. n. Agnstm (*i6bert Vidal Sr. D. Alejandro Subljana. 8r. D. Antonio Ros Síngala. Sr. D. Carlos Diaií Albert. Sr. D. Domingo Sert. Sr. D. Kduardo Rico, Propietario. Sr. D. Enrique Ari» Torras. Sr. D. Kstoban llnceta. Sr. D. Kusebio Ferri. Sr. D. Francisco (fómex Rodulfo Ló|K',ie, Tenor*-
ro de la Unión Industrial. Sr. D. Francisco Hcrt. Sr. I). Francisco Arenen. Sr. ü. Felipe (Jutiez Villoldo. Hr. D. Félix (Jarcia y Bomoza. Hres. Freixa y Sans. Sr. I), (iaudloso l.<arcna. 8r. D. (Jerónimo DenicJ. Sr. Illjo de Domingo Alberdi. Hres. Hijos de R. Hurtado de Mendoza. Sres. Hijos de M. (iarin, ('omerciantos. Sr. D. Ignacio /^ubastl. Sr. D. Isidro (>om&Holé Hr. D. Jaime (Jorina Pujol. Sres. Jaime Serra y Com|iafiía. Hr. D. José Antonio Helzel. Sr. D. José Calvo Barrios. Sr. D. José Lóviez Rold&ii. Sr. D. José Marcet Poní. Sr. D. José Pérez .MAs. Sr. I). José HerratB. Hr. I) Joaquín \ l » y . Hr. D. Joaquín Boncll. Hr. D. Joaquín OrúB. Hr. D. Joaquín Estadilla. Sr. D. Joaquín Muntal Fita. Sr. I). Juan A. Iñigo. Sr. D. Juan Bautista Ponía. Sr. D. Juan BuJ Zaera. Sr. 1). Juan Cañella». Sr. D.Juan Kspigiile. Hr. D. Juan Rubio Pérez. Sr. D. Luis Crucelegul. Sr. D. Lnl» Escayol». Hr. D. Manuel Ballús. Hr. D. Manuel Gazta&aga. Hr. D. Manuel Juan Alperi», Propietario. Hr. D. Manuel Juan. Sr. D. Mariano Marcet. Sr. D. Miguel M.' de Guelbeniu, Propietario. Hr. D. Miguel Pereí y Marti. S r . D . P e d r o Echevarría. Hr. D. Pedro Ribas. Sr. D. Rafai'l Serrano (Jarcia. Sr. D. Rafael Melero Montilla, Propietario. Sr. D. Remigio Carnero. Sr. D. Remigio López Heredla. Sr. D. Hoiinstiano Barrio y Saen».
= 10 8re8. Homoro í}r»n(l« Hermanos. 8r. D. Salvador Pillat. 8r. D. Tcrtmo SovUla. Mr. D. Vicente Juli i l 'ascnal .
Señores FarmneéutivoH
8r. D. AlfoiiNO TarraKuna. 8r. D. Amalia A/.a Lrtpez. 8r. D. Antonio (^aliriira. 8r. D. Antonio Kodriffuex. 8r. D. Antonlno K. San Pedro. 8r. D. Constantino lierrcro. 8r. D. EnrIqíKí Mcsesruer Dia/,. 8r. D Kvaristo Nuñoz. 8r. D. Francisco Trlvcs. 8 P . D . Gregorio Gómez Roma. 8r. D. Jacinto Baranguan. Sr, D. Jesús Canahal. 8r, D. Jorge Agnirrexaliala. 8r. D. José García Draga. 8r. D. Jos« M.* 8ariz I.K>'<COS. Sr. D. José Bureda y Uiteras. 8r. D. Juan Baragaña. Sr. D. Juan B.* Canales. 8r. D. J. Katrsda MuAoz. 8r. D. Juan Guarro y (tobaste. 8r. D. Juan Vivas Peroz. 8r. D. Mariano Moya. Sr, D. Mauro Palomero Carretero. 8r. D. Narciso Kigau. %r. O. Pedro A. Pizé y Berra. 8r. D. Pedro Rivera. 8 P . D . Qulrlno do Pinedo. 8r. D. Rafael Gutiérrez Sistemes. 8r, D. Roberto üoreim Vtllena. 8 P . Dr. D. Tomás {Jaro-Patón.
Señaren Inátintrialen
Sr. D. A. Gallego. Sr. D. Alberto Rodríguez. Sr. D. Antldlo Pajares. 8r. D. Antonio CastaAos. I r . O. Antonio Madrigal. Sr. D. Antonio Manrosa. Sr. I). Boenaventora Ü. Barrios. 8r. D. Carmelo Echevarría. S i . D. Carmelo Velert. Sr. D. Castor Alvarez Viejo. Sr. D. Diego'Carrillo Ruedaü. Bras. Domenehc Hermanos. 8r. D. Evaristo Amoroto. Sr. D. Federico Albiñana. Sr. O Kéllx Herrero Caballero. Sr. D. Francisco F. de 'l'ejerlna. Sr. D. Francisco Pacheco. Br. O. Fructuoso (Jómee. Sr. D. Francisco RIvas. Br. D. Gervasio Aramburu. Br. D. Gorgonio Zuza. Sr. Hijo de Jacinto Calsina. Sr. D. Jorge Espinel.
Sr. 8r. Rr. 8r. Sr. Sr. Sr. Sr. SI-Sr. Sr. Sr. Br Sr. Sr. Sr. Sr. Sr. Sr. Sr. Sr. Sr. Sr. Sr. Sr. Sr. 8r. Sr. Sr. 8r. Sr.
Sr-8r. Sr. Sr. S-. Hr. Sr, 8r. Sr. Sr. Sr. 8r. Sr. S' . Sr. 8r. Sr. 8r. Sr. 8r. Sr. Sr 8r. Sr. Sr. Sr. 8 j . Sr. Sr. K,-. Sr.
T>. Josí Alvo re/.. I), .¡wf A)iarÍp|o. D. .loHf'("arrdraé Illjo!». I I . .lo.'«' niinrtí ' . I). Joséltalltirdo Ft'rttAitdo/,. n. .Ios(! García liiimtt. D .José Hoya. n. J.dcMiilhT. ]). ,ínHó Pítzo.H. I). José Soliir. D. .liiNto lloilrlgnu/,. T). .luán Antonio AIOUMÍ». I), .luán KH|iin'>7/. n. .lunn Kt'riiAndoz Peña. I). Juan Rougian. T). I.oón Miquole. I>. I.hl» nis/,. n. Manuel V i g i l . I), Mnrtín Avila. O. Mateo Silioni. D. Melclior I,ó lez Pon». I). I'ahlo Santaiin. n. Pedro de l.arroiido. D. Pedro Padilla Kspino»». D. Uamrtn Vidal. [í. Ricardo l'i-ro?, CíonzAlez. D. Sal)ino Acoiíal. D. Sancho Conejo. IJ. Santiago Lorenzo Martinicorcn». I). Tclí'vttira í.ójjfíz. Propietario. V>. Vicente Fernánde/..
í^iñorex Iní/enieron
I). Alejatidro l/.qulurdn. D. Ángel (ilnveno. I) llai-iiio Tol>aiina. I'. Cé^&r IglcilaN. do minas. I). Kdua du ArgenM. Civil. n. Kduardo Kliodo l.allave. D. Kdnnrdo J. Abela, Catedrático. I). Kuriyne Nnraiijo, Jefe de .Mina». I>. Knrique Vllaplana. D. Kugenlo Sugnler. U. Kvelio Marta Ito.ia. D. Gabriel Piiig y l-arraz, Jofe du .Minax. 1). Fernando liaron, du Camino». i). Honorio Hernández Age, o, (Jlvii. I). Jesús (irinda. i . José Allende. D. José K. (le Olano. I). José Gaytan de Ayala, de Caminos. D. José IJovera. D.José M." Tartlcre. I), José Matías (i<inie/.. de minas. ü. José Prieto Franco, de .Monte». ü. José Tellez, Agriinom >. I). Juan Fatjó, de Cainlnos. 1). Jnslo Vilar, de Camino». D. i.nis Molini IJiilmrri. 1). I.uis Villar, de minas. O. .Manuel Sun/. HreinOn. D. .Nicolás Rodríguez San/., de Caminos. U. Pedro Cetavio de Toledo, Gcrtg afo. V. Rieardo Saenz de Cenzano, Propietario.
(( ^
Señores Lnhradores
8r. D. An«íil (ÍÍIIK'MIC/. Rnih-tifmv/, Sr. I). Antonio ilc la Itnstiila. Uapcnclailo. Hr. O. Amonio Miinioi'm, Ciimproianliv SI-. 1). Avclliio 1'. l.aviinilpni. 8v.T). Ilal(l(>nii'r"(í,ilvo. 8r. I). Herniirilii Ancn»!. Hr. D. CAniiiilril'orii'ilo. Sr I). Ciirld» Sán<'li('z. (ianndero. Hr. n. (!«riii» lie Thiiia. Kr. I). I i'MAri'ii .llnK'ni'Z. Hr. I). ('OHinc I.lorcnti',. 8r. n. Darío Arrilia. Sr. I). Dit'Ko Carran/.n, Proplotario. Sr. I>. r)i(í(j;o llrrnándc'/ i'annoiía. Sr. D. KuKciilo ArrarAx, Propietario. Sr. I). Kaoiindo l'rieto. Sr. I). I''cll|H! ('i)liailo, (Ianndero. Sr. I). Kcllpn l'arrii'iitos l'í-rez. Sr. D. KriinciBco l^)rt(''s. Si'. I). Francisco Dieso Mota Ma-tlii. Sr. I). I''rancl«c(> Serrano, Kaiirlcante. Sr. f). (ícróidnni i:trllla v Utrilla. 8r. I>. (inillcrino l>in/.. 8r. U. IllKlnlo l'ére/,. 8r. I). iKnaclo Oliva. Propietario. Sr, II. .lacluto IturtrAn, Proiilctnrio. Sr. D .loaqnin Knrllc, l'ropletarlo. 8r I). .loM' Unjo. 8r, I). .Iüs(! María Ilenjnmea y Pareja, Prop." 8r. I). ,1os¿ .María (Üner. Sr. I). .Inan de la Bastida, Hacendado. 8r. I). ,luun (ialún Itecio. 8r. D. ,luan Manuel .Moreno. 8r. I). Manncl Pinto Moreno. 8r. I'. Marciano VelaBCo HodrÍKiict. 8r. D. Mariano Lonrc/.o. 8r. D. .Mariano Pérez. Sr. 1). .Mario liulntana. Propietario. 8r. I). Martín Moneada. 8r. D. Miguel lílolióo y Pineda, Propietario. Hr. II. Nv'inesio Kllieía» Pertas. Hr. D. NMcnnor Plaza. 8r. D. PeilroAlvnrez, Propietario 8r. O. Pedro (iarcia. 8r. D. Ramón de la Bastida, Hacendado. Hr. D. Knperto L, de .Mnnain, KIsc»! Mnnlcipal. Sr. f). Saliiítlano Peinado. 8r. D. Tomás Martín, Propietario. Sr. II. Valentín MovellAn. 8r. D. Vicente KacrlliA, Propietario. 8r. ¡). Vicente .Mario.
Señorcx MaqintraHoK y Jitoven
Sr. I). All)crto II. OalAn, .Iiicz de 1." Instancia. Hr. D. Antonio Martínez Aranda, Magistrado. ^ Sr. D. Kraiicisco Martínez Uarrldo, Juox Uc 1.
Instancia. , , , 8r. IJ. Francisco HeKuera, ,Inez municipal. 8r. D Francisco de la Torre, .Inez de I. Instan-
Hr. D. Felipe FernAndez itnirós, . luezde 1." instancia. ' , , ,
l imo. Sr. D. Isaac de las Pozas y l.onKre, Ma ífiati'ado. . . . » I
Kxc.no. 8r. D. José M." Ilarnuevo, Magistrado. Sr. l l .I-uls de la Serna, Juez de l." instancia. Hr. I). Manuel/^abánelas Pedrosa, JueTi Mu niel 8r. I). Pedro de llziiuiano. Juez de 1." Instancia. lino. 8r. D. Tcófllo Alvarez Cid, Magistrado ju-
liilsdo.
Heñorex Médicon
Sr. I)r. I). Adolfo Hohles, Inspector proílncláí. Sr. n. Alejandro Duque Rincón. Hr. [). Alfredo (iarcia Rainoe. Hr. I). Alfredo Ortiz Laguna. Hr. n Andrés FcrnAndo:É Artieda'. 8r. n . Ángel de Miguel, Doctor. Sr. n . Ángel Riesgo Caldayturriaga. Sr. D. Antonio Mmia y Macla. 8r. D, Renlto.Mena Pérez. Hr. D. Bernalié Sorlano. Hr. D. C millo Cervino, Olrnjanoi. Sr. II. CAndldo Porto, 8r. t). Clemente Fandiño. 8r. n . Diego l'elayo. Hr. II. Dionisio K.nriquez Carretero, Propietario. 8r. D. F,. Urunga F.ignren. Sr. I). Kduardo del Oaatillo de Plfteyro. Hr. 1). Kriuardo de Cobos rtrdoilez, y cirujano. Hr. D. KliasAldave. 8r. 1). Klias Lois. 8r. 1). Kinilio Pieón Círtra, CatedrAtlco. Hr. I). Kstanislao Artal. Hr. I). Kstélian Osetc 8r. I). Eugenio Fernández Morlnero. Hr. I). Fernando Coca y (ionzálcz. Sr. I). Francisco Calnares,
Francisco J. de Banavente. , D. Sr. Hr. D. Francisco RevlUa del Urado. Hr. D. (lalirlel l.nplafioz. Sr. D. (ierardo SAuras FélU. Hr. D. (irogorlo Fidel KeruAiidez Oanna, C»te-
drAtico. 8r. D. (luiliermo Martínez. Hr. I). Ignacio l,Azaro Adradas. 8r. 1). Ignacio Montero de Espinosa, y Cirujano. Hr. I). Jesús Rodríguez López. 8r. D. Jo quin M." Scrratosa. Sr. D. Joaquín Bantiuste. 8r. n . José A. Benjumcda y Miranda. Hr. D. José Díaz UraAa. Sr. P. José Herrera. 8r D. José M. López y Rodrignez, y Clrnjanq. 8r. D. José M.» Brocos. 8r. D. José (HivAn, Forense. 8r. U. ,losé Urlartc. 8r. D, José Vives Sr. n. .fuan Alonso Pardavé, y Propietario. 8r. D.Juan K. Iranzo, Profesor de Oliulck Me
dica. 8 i . D. Juan Ortlz ((uintana, y Fabricante. Sr. D. Juan Rodríguez. Hr. D. Julián Haidin Haura, y Cirujano. 8r. I). Justo (lasteabnru Larrea. 8r. D. León AlvsTez Uarcia.
Luis (lutlérroz Rozas. Luis López Fernández. Luis do la Torre y Raíz. Manuel Canela Casáis. Manuel L. Cálvelo.
8r. D. Manuel Millaruelo. 8r. D. .Manuel Bancliez-.Manzano Sánchez, y Pro
pietario. 8r. O. Manuel de la Vega Arango.
D, Modesto Furest. D. Pastor Nuftez. D. Pedro do la PeRa. D. Ritaol Carrera, y Cirujano. D. Rafael (Iarcia de Castro. D. Rafael tluli^ones Arias. D. Rafael 6allont Panadea. D. Ramiro Arroyo. D. Ramón Amigo Brey. O. 8aturnlno Ualte.
8r. D. Teodoro Muguerza. 8r. D. Tomás Bolg Boet, y Forense. Sr. D. Toriblo CarraAo (Jiménez, y Olrujano. Sr. D. Valentín Horondo Mauleon. 8r. D. Vicente Díaz Antiinet.
8r. D 8r. I) Hr. D 8r. D 8r. D
^ lÚ = í
¿icíioren Milifínrn y wnriuox
8r. D. Adolfo Navarrete, Otlrial ilu MHrliin. 8r. R. A. Robles, OauitAn ríe Kstnilo Mayor. 8r. I). Agustín ('al)allero. Teniente Ciiroiu'l de
Caballería. 8r. D. AKXxtln de ({uinto, .lefe del .\rnia de Cii-
balleria. 8r. D. Alejnndro J'ari». Primor 'rcniciite de ('»•
rablnero.". 8r. D. Anteuor Hetanconrt y Oclion, Teniente Co
ronel de la (iiiardia Civil. Hr. D. Antonio Audiay Abela, retirado. Excino. 8r. D Arí«tldes (íoicoviebe y Unlleste-
roa. General de BrÍKa<la. 8r. ü. Cayetano FuMtor, hiKeniero. 8r. D. Constantino Hernández, ('oronel retirado. 8r. D. Eduardo Carderera, Teniente de Navio. Kr. D. Eduardo EleleeKUl, Teniente (íoroiiel ile
Artillería. 8r . D. Eduardo Ivarn de Ivars, Cai)itAii de .Ma
rina Mercante. 8r. D. Fernando Benjumea y <ill de (ilbaja, Co
mandante de Marina retirado. 8r. D. Fernando Cañete, coronel retirado. 8r. D. Fernando ¡..alnz. Militar Retirado. 8r. D. FranclHco Arndscn (iavín, C'onnindaiite
Retirado. 8r. D. Francisco Villalobos, Coronel retirado. 8r. D. Ouillernio Ferragut, Alférez de Navio. 8r. D. Uulllermo I^ópez KulI, Comandante de Es
tado Mayor. Kr. D. Hilario (ionz&lcz. Comandante de Infan
tería. Excmo. 8r. 1). Honorato de Haleta, (iciierr.! de
brlfcada, (comandanto «general de inKeiiieru». 8r. D. José Fuentes I'éroz. CapItAn de Marina
Mercante. Iltmo. 8r. D. Juan Alvarcz del Vayo, Coronel
Director del Coledlo de Carabineros. Exemo. Sr. D. I.uls de .Mi^ni^l, Kt-neral ele bri
gada. 8r. D. Luis Muñoz, Subintendente Mllltiir. 8r. D. LHÍS de Vlllaverde, y retirado. 8r .D. Lorenzo de Castro, Hublnsiiector Médico
Militar retirado. 8r. D. Manuel do Craywinclcel y FoniAndez, Co
ronel retirado y propietario. Sr. D. Manuel Maldonado, Comandante de InKe-
nieros. 8r. D. Manuel Moreno Cburruea, y Propietario. Hr. D. Manuel Ruiz y Muñoz. .Militar. Sr. D. Mariano .Martínez Treta, Comandante de
Artillería. Sr. D. Mariano P. Castell, Teniente Coronel reti
rado. Sr. D. Pedro de la Callfja, Fiscal de Departa
mento. Sr. D. Ramún Midan, Militar. Sr. D. Tomás Jiménez Garabito, Capitán de Ma
rina mercante. Sr. D. Toriblo Gaspar Gil, Ingeniero de la Ar
mada. Sr. D. Wenceslao Carredano, Farmacéutico mi
llUr.
Señores Nolariox
Sr. D. Alejandro G. Alvaroz. Sr. D. Augusto Pérez Almoine, Abogado. 8r. D. Bartolomé Cantero y Sancho, Pioplctar
rio. Br. D. Carlos Esteban. Sr. D. Celestino Méndez Vlllamil.
Hr. I). Emilio 8aKuer. Kr. I>. Felipe Campos de los Keye.s. limo. Sr. I). Krnnclscd Mourcn/.a. Sr. I). I'ruotiio.scí Piirdo. 8r-. I). (ierarilo .Vivare/. Giniéne/.. Sr. I). (ionziUo C,)ni'jo^. Sr. I», .losé Illanco de la Viña. Sr. II. José María Hortelano, AboKaclo. l imo. Sr. n. Jo.sé .M." de las líivas y Velaseo, Al
calde. Sr. I), .losé l'oal. Sr. I>. .losé de líeiiui'seii.>. Sr. I). ,)nné de la Torre Sr. I>. José Valcarlo». Sr. 1). Juan Cádiz Serrano. Sr. 1). .luán DieKuez Avila. Sr. II. I.uls de Hasterra. Sr. II. Luis OrtÍKoso. Si'. I). .Manuel Gaya y Tomás. Sr. I>. Pascual Alva y .Morales. Sr. II. Ilttuu'in (iuardlola .Medina. Sr. I). Kamciii Novoa Seoatie, Publicista. Sr. I). Rosendo Motilla Pineda.
ScñorvH Proeuradorctt
Sr. I>. .Mfonsii de la Muela y .\larci')ii, AKeiili' de Negocios.
Sr. 1). Andrés liulnlanllla. 8r. II. AiKfel Diez Selsdedos, Propietario. Sr. I). Antonio Huscati'i SastrcKcner. Sr. I). Antonio González Arlas. Sr. D. Antonio Revilla. Sr. D. Ilalbliio Fernández y Domínguez. Sr. D. Braulio Díaz y Juste 8r. D. Dletro .Mesa de León, Co.secliero. Sr. D. Kniique Uuján Casal. Sr. I). Kiirlitue López de los Santos. Sr. D. Francisco F. Alsina. Sr. D. Francisco G. García. Sr. D. Francisco de P. Montllla. 8r. D. Francisco Sangilesa. Sr. I). Jesús Alvarez Corral. Sr. D. Juan José .Vlarmolejo. Sr. I). Juan Sábat. Sr. ü. Leonardo Camón y Abejer. Sr. I). Luis (;abrera Pineda. Sr. I). Luis Rlgau y de Postors. Sr. D. Manuel .Vlartinez Rojo. 8r. D. Melchor Ordoñez 8r. I). Pedro Monaco do Tornas. Sr. II. Rsmóii C. Martín. Sr. D. Remigio Vidaiirreta. 8r. D. 8érvulo8olá. 8r. I>. Trinitario Forés. 8r. D. Trinidad üouzálfz Teruel. Sr. I). Vicente Llombait. Sr.D. Vicente Trabal y Balasen.
Señores Profesores de Instrucción pública
Sr. I). Agustín Ayestarán. Sr. D. Amador Lorenzo. 8r. D. Antonio Cabrera do las Casas, Profesor
Normal y Consignatario. 8r. D. Antonio Magarlños. S r . D . Antonio .Martin de Orellana, Normal y
Secretarlo de Ayuntamiento. Sr. D. Antonio Ruperto Escudero, Inspector de
escuelas jubilado.
^ [ú =. Sr. 1). CArlos F.qulsonln. 8r . D. Ci r ios Kscnlnnu^ Arcí'. » r . D. Kniilio l/i | i ii ' i '(lo. 8 r . I). Fi ' l l \ Aniño. Sr. I). Fernando Ailni'lii. 8r . D. F o n limito (ioii/úli'/,. 8r . II. Ildc'foiiHO Ynñc/., l'rofcsor Normal de 1.
enseñanza. 8 r . r>. J o r ^ e Coll Sr . I>. .losi? .\riai-. flr. I), .losí; Fenn in Ardan»/ , ftr. 1). .losó Naninjo Moreno. Hr. 1). Juan ItiiUio Lara. Sr. D. .Insto Navarro .Melero. Hr. D. l.iinreiino ile Flores y Hnntii Mnriii. Hr. D. Lesines lloras del Hoyo. Hr. n. Manuel Sancliez. Hr. I). Xemeslo l.oy/.aKa líuiz. Hr. I). Koinán Hincón 8r. I). Salvador Dedeu. Hj. i). Santiago Ferníinde/ . Hr. 1). 'roniA.s Pérez y Alfonso.
Señorcn PropietarioH
Hr. D. Adolfo L. Montenegro. 8r 1). AguBtin Alejo Moneada. 8r . !)• Agustín ile l locanegra. 8r . II. Agustín de la (!alle. Hr. I). Agustín I r lar te . M. I. 8r. IJ. Agustín Uobert y 8urls . 8r . 1). Agustín dt^Hande Olivero». 8r . n Alejandro Kscrlclie Vicente. Hr. II. Alejandro Mareo. Hr. 1). Alejandro Ureta. 8r . D. .Vlfonso (lómez Veladés. 8r . U. Alvaro Feroímdez de Cosío. Hr. 1). .Vmlirosio Hevlllu. Hr. II. Andrés Fernandez, Alcalile. Kr. I). Andrés SAnelioz Villalobos. 8r . II. Ángel M." IHHZ. Hr. I). Ángel K. Rosado. Hr. II. . \ntonío Aliongozar. 8 r . 1). Antonio Alvarez Delgado, cx-Alcnlde. 8r . 1). Antonio do Ar^ileso. 8r . U. Antonio Berniudcz Arlza. Hr.D. Antonio I ternard Hr. U. Antonio Huenadiclia. Hr. D. Antonio Collado Valero 8r. D. Antoido Cordero Froi.x. 8r . D. Antonio Checa. Hr. D. Antonio Machuca (Cordero. 8r . D. Antonio Marín. Hr. D. Antonio do Palma y Saenz. 8r, D. Antonio Rodríguez Come/., Agr icul tor . Hr. í). Antonio Halgado y López. Hr. D. Antonio Zambrano. 8r . I). Avelino ConzAlez Amaral . Hr. D. Avol ínoO toga Pérez. 8r . U. Haldoinero Alonso. Hr. II. l laldomero Canal. Hr. D. Basilio Kscandón Lavordé. 8r. D. Hernabé Delgado. 8r . D. Bernardo Gut iérrez . Hr. I). Bernardo Ochoa. 8r . U. Blas de la Iluintana. 8r . II. Bonifacio OutlérrezHAuelioz 8r. D. Camilo Castilla. Hr. I). Camilo Llopls Pastor. 8r . D. Cftndldo Torr le l lo . 8r . D. Carlos Blázquez. Br. I). Carlos Díaz y Díaz. Hr. D. Carlos de Valdivia y Ruiz de Valenzueia. Br. D. OlAudloBanz. 8r . D. Cleto Koja» Rijo.
Sr. I). Cristóbal Ba r r e ra . Hr. II. Cristóbal Berral Cuevas. Hr. II. Crlstóbiil Kscudero. Hr. 1), Cristóbal Itonieio Hanclicz. 8r. I). ÜiVniaso de (iogenola. Sr. D. Díiniaso ("boya, Sr. II. DamlAn CiU'c'res y SuiVrez de Figueron. Sr. II. Ilaníel Anuya. Sr. II. Daniel Arestí . Hr. I). Demetrio Malfeíto. Hr II. Diego Balmasedn. Hr. D. Diego llenjuniea v Hiiríii. Hr D. Diego Flórez lloiiríguez. Hr. D. l l l igo Navnrrete (Irt lz. Hr. 11. Dionisio de 'rruci<i.s. Sr. D. Doniingo dií las ('novas. Hr. D. Domingo Sauz. Sr. II. Domingo Vte. Vedia. Sr. II. F.duanio de Vclasco. Sr. D. F.iiodoro Ynrr i ta . Hr. D. Kloy l.amamlé. ICxenio, Hr. II. F.niílio CAiiovas del ("astillo, Se
nador del Reino. Hr. D. Kmllio Coll. Hr. I). Knrii)iie Harnuevo. Hr. D. Kiirique («rana. Hr. 11. Knrique Oonzallio Roca. Sr D. F.nrUiiie Llanés do Clarlana. Hr. D. F-nrique Hpinola Ortiz. Sr. 1).' F.steban Sorzano. Sr. 1). Kuge.nio (Sarcia. Sr. D. F.ulalío Homero, del comercio. Sr. D. Eusebio Iranzo. Sr. D. FabiAn Diez. Hr. I). Faust ino ValcArccl ( íamallo. 8r . II. Federico d> Belanstogulgoit la . Hr. II. Felipe Ángulo. Hr. D. Felipe Rico. Hr. D. Félix Arr i l laga. Hr. D. Félix llernaUlez. Hr. D. Félix (ionzAloz (ialAn. Sr. II. Félix Ramírez de Arellano. Hr. D. Fermín Revuelta. Sr. D. Fernando Alvarcz, Cosechero. Hr. II. Fernando Baxeres. Sr. II. Fernando de Silva. Sr. I). Florencio de Ar r i aga . Hr. I). Francisco Alepúz. Hr. D. Francisco Andrés y Felíu. Hr. D. Francisco Aparlsi Collado. Hr. 1). Francisco de Asi» Vega y (lómez. Sr. ü . Francisco Blanes. Hr. I). Francisco Calvo y Fuerte». M. 1. Sr. D. Francisco do la Colina y de la Mo
ra, Caliailoro Sant laguis ta , (Janadero. Hr. D. FrancÍRCo Díaz Fae». Hr. D. Francisco do Egulluz. Hr. D. Francisco Kspafta Rojas. Sr. D. Fiancisco do (Jamboa. Sr. D. Francisco de La iglesia. Diputado & Cor
tes. Sr. D. Francisco Lamoneda. ' Sr. D. Francisco M.* Villanuova, Comerciante. Sr. D. Francisco .Martin y (íómez. 8r . D. Francisco Masó Herra. 8r . D. Francisco Mateu y Porls. Hr. D. Francisco Miguel Cabrera <)»y. 8r . D. Francisco Montero de Ksplnosa de la Ba
r re ra . 8 r . D. Francisco Muñoz, Alcalde. »r . D. Francisco (Itoro. Hr. 11. Francisco Romero do (luzmAii. Hr. I). Francisco Rosel. Sr. D. Francisco Rui» t l r t íz . 8r . D. Francisco 8. RIobóo. 8r . I). Francisco 'l 'aboada Dieguez, Comer
ciante. Sr. D. Francisco Talón. Hr. I). Francisco Tormo. 8 r . D. Francisco Vl l lar rulda . 8 r . D. Francisco do Venero.
Ér. n . FructUMo de la Hormaza. 8r . D. (Jabrlel AlfaroSaavedra . 8r. 1). Uabrlel Lodare» LOKXII. Br. I). Cia»p«r RIpoll Lópc/,, l.,alii'ador. Kxcmo. Hr. I). (Jenarode l'eroKurdo, ex Diputa
do á Cortes. 8 r . D. Uerúniíno Canal». 8r . D, Gerónimo l'alacloK. 8r . D. (Jerónimo Kois. 8r. D. (íon/.alo Bruiinel . Br. D. (loii7,aU> Losada. 8r . D. (iunznlo l 'ori i l io. • 8r . D. (iuillernio de bolaiieroK, llacemlndo. 8r . D. (inillei'ino de la, Tuevas. 8r . D. (¡uillermo .Martin. 8 r . D. ()r(!Korio l'aKe. 8r. D. (iieKorio Vinayo .Muñiz. 8r . I). Ileruienetrildo AKelet. 8r . n . l leruienesUdo Lla^nno 8r. D. Ignacio IliiialKO. 8r . I). Ildefonso ( íaray Ortiii. 8 r . D. Inocencio (iaruia. 8r . I). Uaac Manrique. Kxcnio. Hr. D. Is idoro Iln^allal y .Vraujo, IMpu-
tado & Cortos. Excmo. 8r. I). Isidro llenito Lapeña, I0x-8enador
del Keino, 8r . D. Isidoro (íil de Muro, (¡omorcianle. 8 r . D. Isidro (iarcía. Hr. D. Is idro M." Aizpurn. Hr. I). Isidro Vázquez (larcia, Comerciante. Hr. D.J. Bofarull. 8 r . D. Jacinto Klórcz y l''lórez. 8r . D. Jacinto Vaz<|uez de l'arKa. 8r . D. Ja ime Oomenech. Hr. I). Jav ier de Artarcos . 8r . D. Jesús Alonso 8(^rrano. Hr. D. Jesiis Hautista López. 8r . D. Jesús de ( i r lmarest . 8r . D. Jesús (Haíies. 8r . D. Joaquín Alircu Núñez. 8r . O .loaqnin (^orondna. 8r . D. Joaquín Iliarlia. 8r . I). Joaquín Ju l ián Catalán ile Ocón. M. I. 8r . D. .loaqnin López l)óri)jra. 8r . D. Joaquín .Marturell ftr. D. Joaquín 8»avedr« Hr. D. J o r g e Cnstón. Hr. D. José A. Canmaño. 8 r . D. José Aliad IJorrales, Alcaldi'. Sr. D. Joaé Antonio Andújar. Hr. D . José lladía, DiiiUtado l'r<i\ inirinl. 8r . D. José C. Ramírez. 8r . D . José Campl. 8 r . D, José Castafiedo. 8r . D. Jo.4é Castellet Bclmano. Tenedor de llliros. 8r. D. José Diez de Rivera y .Muro. 8 r . D. José DomtuKo Uu»scl>. 8r . D. José Kerraz Turnio. 8 r . D. José tíallarza Montero. Sr. V>. José Joaquín Salazar. 8r . D. José John y I'rlKdon. 8r . D. JoHé Llanes. 8 r . D . J o s é M . ' C a g l g a . 8r . D. José M.* Xúftoz de Rclnoso. 8r . D. José M.* do Káliatío. 8r . D. José M. ' do UrquIJo. 8r. D José M." Vlgll y Canal. 8r . D. Josd MavsllTa MclRares. • Hr. D. José May cas. 8|'. D. José Monzón. Excmo. 8r . D. José Moiiogal y Nogué». 8r . D. José Monzouís .Vloutoya. 8r . D. José .Muñiz Hariego, Alcalde. l imo. 8r . I). José .VIusso y .Moreno, Presidente
del Consejo Foresta l . 8 r . D. José Orei^a. Hr. D. José R. do Olaso. 8r . D. José Ramón Mosquera y Osorlo. Hr. D. José Klco y Uómez duTerAn. 8r . D. José de Rocaflguera.
Í4 = Hr. D. José Rodríguez del Castillo. 8r. IJ. José Koilrígiiez Paterna. Hr. I), .losé líciiirÍKni'z y Rodríguez. 8r, I). .Ufé Romero. Sr. 1). .Ii>sé Sarrloi y (^oll. Sr. 1). José HantliiriMiclo. Hr. U. Jü»é Sen J a r o . Sr. n . José de Seiils v Unvira. Sr. II. José Vicente y Rieliart. Hr. 1). José Y. Ainaiin. Exeuio. Sr. I), .lovinii ( iarcía de 'rufiúii. Sena
dor del Reino. Sr. D. .Inan A. Itlanco de Morales y Tena. Sr. D. Jium A. Sanche/, dtd Campo. Sr. 11. ,f UHii .Vrazni'í. Sr. I). .luán liaiitista lie (ioitia. M. I. Sr. 1). .Inan de Coiitriua» y .Muríllo, Dipu
tado provincial. Hr. I). Juan Díaz Uuesada, Hr. II. Juan re-iianile/,. Sr. II. .luán Ke 'uández Kstrada. Hr. I>. Juan Fernán lez Ncspral. Sr. D. ,luan Francisco Sáiicliez Rivera. S". I), .luán Fuentes Sardina. Sr. I>. .Juan ile («riniarest. Sr. n. Juan llernánde/. Igea. Sr. 1). Juan J . Uraque Vlzo^o. Sr. I>. .luán .1. KclH'/.arreta. Sr. D. Juan .José .Arroyo. Hr. I). Juan Le m. Sr. D. ,luan .\lanuel .Marañen. Sr. D. Juan .Manuel Pérez. • Hr. D. Juan .Márquez. Sr. D. .Inan .M. I'ojefro Car re i ra . Sr. D. .luán .Miuiuo. Sr. n . Juan Montijano. Sr. I). Juan .S'agcl. Hr. 1). Juan Peúa Pulido. Sr. I). Juan Planas. Sr. D. Juan Pulg. Sr. D. .luán Tusiiuets Palios. Sr. 1). Juan ITceila López. Sr. I). Juan Vails y Segarra . Sr. II. J id ián l lvrñánlez , Hr. D. .lulláu Santa Pan. Sr. D .liill" (íalvo Hallardo. 8r . D. Leocadio (lUliarria. Hr. D. Lino Ostolaza. Hr. I). Lorenzo l'cis,Mrinela. Hr. D. Lorenzo M. KíColiar. Sr. D. Lnc:i8 .Vlarsella. Sr 1>. Luis Aruej. 8r . I). Luis Helestá. Sr. O. Luis IJantún Alonso. Hr. D. liiilsCas elo. Hr. D. Luis C .Mons. Sr. D. Luis (ióuiez de In Lama. Hr. D. Luis Chaves. Hr. D. Luis do DelAs. S,'. I). Luis F'i'ancia. S;-. D. Luis de Jáudenes. Sr. I). Luis .Marti Codolar. Hr. D. Luis .Medina V (¡arvev. Hr. D. Luis M intallián. Hr. D. Luís Rjrnfrez. Hr. l>. Luis Vidal ( Ju idras . Sr. I). Luciano .Mnirli|U0 de Lara. Hr. I). .Mamerto (íajigul. Hr. D. Manuel Barr ios . Si'. 1). Mainnd Ueln^ Ide Veliva. Hr. I). Manuel l lornejo y ("etiallos F.scalera. Sr. 1). Manu^d llouinatl de Cendra, D i p ú t a l o . 8r. D. .Manuel Cano y Baranda, Licenciado en
Ciencias. Kxcmo. 8r . D. .M. C.istlllóu y Tona, Henador del
Reino. Hr. D. Manuel Castrovcrde. Hr. D. Manuel Collado Rltio. Sr . 1). .Manuel Conireras . Hr. D. Manuel de Dumocq. 8r . D. Manuel Ksqulce.
= 16 =
8r. 8r. 8r. Hr.
Sr. I). Manuel Oon/,Ali!ji. Mr. D. Manuel CintliSrrp/,. Iltnio. Hi'. n. Mamifil MhiAx <lnl 'roiicnt. Hr. D. Miinuol Miitfdaleiia. 8r. D. Manuel Nieto de la Kiieiite, Diputado pro
vineial. Hr. D. Manuel o r t i í MuriUKuri. Hr. 1). Manuel de la l'oftn liten 9r. Manuel Pérez de (iuzniAn. 8r. n. Manuel l'ldal. 8r. U. Manuel Ruliie. 8r. I). Manuel Si'mchez'l'abernero. Hr. D. Manuel de Hieillay (¡adti'llaiios. 8r. I). Manuel Hoto. 8r. D. Manuel Torrente Floren. Hr. D. Mu eelino (!ano. 8r. D. Mariaiu) Hernández I). \Mta. Sr. D. Mariano (íifre. 8r. D. .Mariano de <»oinar de laH Infautan. Hr. D. Mariano Miguel. 8r. D. Mariano de .Miró de Harriera
D. Mariano l'alarca. D. M. *lartinez. I) Martin de Torre». D. Maximino (ÜiAviirri.
8r. t). Miguel liarcia ruñón. Hr. D. M Kuil (iuevarn. 8r. D. Mlifuel Leal do Iliarra. Hr. U. MiKuel Mas.i. 8r. D. MlKU(d MA». Hr. I). .MiKuel Muño/,. Hr. 1). Miguel l'i ieto, (¡iinHul de (iuatenialu. 8i-. 1). Mi«uei RipoU, 8r. I). Modesto Vidal. 8r. IJ. Moreno did l'railo y López. 8r. D. Narciso de la Cuenta. Hr. D. NarelHO Navarro. Hr. I). Narciso de Olano. 8r T>. Neuie.Hlo Carra.<co y Carbajal Hr. O. NlcaHlo Kuiz. Hr. D. NleoiA.t López Talero. Kxcnio. 8r. I>. NiiolA» KonteK. Hr. I>. NIvardo Ituiz de Ayllón Hr. 1). l'aMo Henluniea. Hr. n . I'nlilo Hebastiin é Igual. 8r. 1>. Pascual CiiHti j n. Hr. 1>. Pascual KAIivagueH Molí. Hr. I>. Paulino Alíalos. 8r. n . Pedro A. López y López. 8r. D. Pedro A. Rivei-o. In.liistrinl. Hr.D. I'edro Auiézuga. Hr. D. Pedro Autón Martín. Hr.D. Pedro Barhet Mirallec Kr. I). Podro Cantillo (111. 8r. 1). Pedro Olrón. 8r. I). Pedro (iraRera y Cnstañed». 8r. n . I'eílro Chalveaud. Hr. n . Pedro León Manjón. 8r. D. Podro Llórente.
D. Pedro MArquez (ionzálcz. D. Pedro Martin Luengo. D. Pedro Moro.
8r. Ü. I'edro .Martoz. Hr. I). Pedro Ordofio. Hr. 1). Pedro Rey y üravo. Hr, t). Pedro Hodriguez. Hr. D. Pedro Hondón Heljas. 8r. D. Pedro Hoto. Hr. Ü. Pedro Vaz(|ue»de Puga. Hr. D. Policarpo L. de Averastuii, Juez mnni
el pal. Hr. D. H. CaBtllla. Hr. D. Rafael Ainorós. Hr. D. Rafael Benavldes y Hala». Hr. 1). Rafael (Pavero. 8r. O. Rafael do laCruí Rodriguez-Uustainante
Vico-Cónsul do Venezuela. 8r. I). Rafael (Jarcia Valdocasas. Hr. V. Rafael López HernAndez, ox-Alcalde pre-
Dtdente. 8r. D. Rafael Orquln Oorguís.
8r 8r. 8r.
Hr. » . Rafael HuAroz del Villar. Hr. I). Rafael Valverde Maniuez. Hr. O. Raiuiiuulo de Ahadal y Oalderf»-Hr. I). Rainnindo PAez. Hr. 1). RaD)ón (!ara»a. Hr. 1). Hamón Carral Oviedo. Hr. I). Ramón Kseverrl. Hr. I). Ramón (iuardia. Hr. 1). Ramón de (luardautiui). Hr. I). Ramón («utlérrez. Hr. I). Ramón Monte». 8r. P. Ramón Osorio Pete. Hr. I). Ramón Posada Villapol. Hr. 1). Ramón Prieto, Vicepresidente de Diputa
ción provincial. 8r. U. Ramón Holano. 8r. ü . Ramón de 8oli». Hr. D. Ricardo González. 8r. I). Ricardo M. Cal>rera, Laljrador.
• Kxcmo. é l lmo.Sr. D. Rodolfo Pelayo KernAuder.. Hr. D. Romualdo (iarcia. Hr. D. Ro<|ne Hatllorl. Hr. D. Rosendo Martorell. Hr. 1). Salvador Hidalgo y Pardo de Kigucroa. Hr. D. Hnntiago López y Diaz de (tuijano. Hr. D. Santiago Holo de /aldlvar. 8r. D. Sandallo Zamltrano Vargas-Ziiiíiga. Hr. D. HantoRT. (!re«po. Hr. D. HehastlAn Bald<'ras, Alcalde. 8r. D. Sebastián de los Hálito». Hr. D. Herafln L. Cuerlio, Hacendado. Hr. D. Sllverlo de Ochoa. 8r. D. Tllmrelo Vega. 8r. 1). Tomás do Allende. Hr. D. Tomás FornAndez Nospral. Excmo. 8r. D. TomA» do Iliarr», Diputado á Cor
le». Hr. D. ToináH Moreno. 8r. U. Tomás Kogcr y l*rro»ii 8r. D. TomA» Homero. Hr. I). ToniAs Terrats. Hv. I). Trinidad Diaz Raíión. Hr. I). Valentín Keitia. Hr. D. Valeriano Sánchez, Alcalde Hr. 1). Ventura del Ncro. Hr. 1). Vicente Alfonso Ortega. Hr. I). Vicente Camarona. Hr. I). Vicente de (íiistro, Alcalil». Hr. 1). Vicente .Mayot Llnaruo. Hr. I). Vicente de Monzón. Hr. Ü. Vicente Rodríguez Paterna. 8r. 1). Vicente Hanclilz. Br. O. Vlceiile, de Santa María Rico. Hr. D. Vitenlo Torró Donat. 8r. D. Vicente Valcarce. 8r. D. Víctor Martínez TomA» Hr. D. Victoriano .Montesoguro. Hr. D. Vidal Chacón Chacón,
SeñoreK RiujiíitradoreK
Hr. D. Cipriano R. Monte. 8r. D. Enrique (íonzález Mata. Hr. D. liorónlmo de la Escosura, 8r. D. «umerclndo SoU». 8r. D. Jaime Satorras. Hr. D. JoB<s M.' Prado, 8r. D. Juan Noguera. 8r. D. Manuel Bordo Merodlo. Hr. D. Víctor Fuentes del Rio. Hr. D. Salvador Almenar. Hr, D. Zonón Puyal.
- Ití =
íieñorcx Sevritnrion de Ai/iintomieiitox y de JiiznadoK
8r. D. AKiistin Nicolaii, de Ayuntamiento. 8r. D. Amador Unrán, de Ayuntamiento. 8r. T>. Andréx K. ("onal y l'íco, de Ayunta
miento. 8r. I). Anjfel (tarrin, de .\yu?Uamientit. 8r. D. Antonio (iarria (íutiéire/., de Ayunta
miento. Sr. D. Antonio Velasco. de Juzgado. 8r. D. Areadio Ke^al, de Ju/.Kado. 8r. D. Benito Sanicar, de Ayuntandcnto. 8r. n . HcrnalMÍ de, la Fuente, de .\yuntamiento. 8r. D. Itla» Oalabin .liméuez. de AvuutnniienKi. 8r. D. Castor V. Otero, de Ju7.Ka<)o inindeipnl. 8r. I). (>eciHo de Ixarra, (ií; Ayuntamiento. 8r. n. Conatanrio MA.s, de Ayuntiiiniento. 8r. D. (!oKme P. Porra.-", de Ayuntamiento. Hr. D. IMvJd D.^orio h'^tevez, de Ayuntamiento. 8r. O. Kniiiio liueeta, de .InzKado. Hr. I). KHteban Zapata, de .lu/.Kado. 8r D. Felipe Tamarno, de Ayuntamiento. 8r. I). Félix Tejero Toquero, de Ayuntamiento. 8r. D. Franciseo Itarranten, de Ayuntandento. 8r. 1). Francisco Mateo, deJu/.^ado. Hr. I). (Jabino Paternain. Hr. I), (ialirlel .Moreno, de Juzgado. 8r. D. Ocrrtnimo Habina t)ueto, de .lu/.^ado Mu
nicipal. 8r. D. Inocencio Aramendi.dc Ayuntamiento. Sr. D. Iniílro Casáis, do Ayuntamiento. 8r. 1). .1. Castañer Klcart, de Ayuntamiento. Hr. I). .1. Mariano Urzaimiui, ile Ayuntamiento. 8r. D. .(aclnto Pequeño, de Ayuntamiento. 8r. D. .lacinto KodriKUe/., de. Ayuntamiento. Sr. D. .lavler Aznar, do Ayuntamiento. Hr. D. .lavier Vicente, de Ayuntamiento. 8r. I). .leHualdo (¡on/.Alex, de Ayuntamiento. 8r .n .Jesús (iutíérrez, de Ayuutainiouto. 8r. D. José Cidra» y DominRuez, i;.\ Hee.retario
de Ayuntamiento. 8r. D. José FernAnde/, l'achoco Sanche/,, de ,1 n/,
gado. 8r. U. José Novo Paz, de Juzgado. Hr. D. José Rodríguez Linares de Ayuut.' 8r. D. José Sierra Mier, judicial. 8r. I). Juan Kerrer y (idmez, de Ayuntamiento. 8r. D. Juan (iarridó (íhamorro, ile Juzgado. 8r. D. Juan .Moreno Peñalver. de Ayuntamiento. 8r. D. Juan Miifioz, de Ayuntamiento. 8r .D . Juan It. Moreno, (le Ayuntamiento. Hr. D. L. Navarrete Navarro, de, Ayuntamiento. 8r. D. Leovigildo López (hampos, de Ayunta
miento. 8r. I). I-ncas Hidalgo, ile Ayuntamiento. 8r. D. Luciano Ormazatial, do Ayunt,amiento. 8r. D. Manuel A. (ücnfuegos, de Aynntatniciito. 8r. 1). .Manuel Casado, de Ayuntamiento. Hr. n. Manuel Conejero Jiménez, de Juzga<lo
de I.* instancia. 8r D. Manuel Vilanova, de Ayuntamiento. Hr. D. Moisés Hoyos, de Ayuntamiento. 8r. D. Nlcasio Illanco, de Ayuntamiento y Juz
gado. 8r. D. Nicolás Vlllanueva Rodríguez, de .ayun
tamiento. Sr. D. Pedro Harrera, de Ayuntamiento. Hr. I). Pedro Iliarrola, de Ayuntamiento. 8r. n . Rafael Loredo, Judicial. 8r. D. Rafael Rodríguez Torres, de .Vyunta-
miento.
Hr. \). Ramón Pereira, de Ayuntamiento. Hr. D. iíoman (yliment, de Ayuntamiento. Hr. I). Ro(iue Muniain, de .Vyuntamiento. Sr. I). .Salvador Jlallesta, de .Juzgado. Sr. 1). Hah-ador dr ('asa.-t Kspaña. de .Vyunta-
mi(Uito y .lu/.gndo. SI-. I), /en'in .Macías, jutlleinl.
Títulos de ('axtilla ¡i crtrmijerox
Mxcmo. Kr. n. Augusto Plnsenei», (íonde ríe Santa HArtiara.
Kxcino. 8r. Harón de las Arenas. Kxcmo. Kr. Harón lie f'nsa Fleix. Kxcmo. Kr. Rnrón .luán de Kcldler, Agregado de
F^mhajada. Kxcmo. Sr. lianm de I'etrc'-. Kxcmo Kr. Harón de Katnistegui, M. L Sr. f-onde de .ArreiiínJcs. M. I. Hr. ('onde de Ins ,\ialfiyii>. Ilmo.Sr. (Joiule de Canalejas. M. 1. Hr. Conde de Canillero» Kxcmo. ST*. ('onde de ('e.rrmíeríu. M. I. 8r. ('oinle del ('Uadro de AltMi de Torme.s. M. I. Hr. ('onde de I>firnÍMs. Kxcmo. Hr. Conde de I-Yaiieos, M ¡. Sr. {V)nde de (iiraldely. Kxcmo. Sr. (¡onile di\ Moriteagudo. .M. I. Sr. (;onde de .Vlunter. Iltmo. Sr. Conile de Montcuriis. Kxcmo. Hr. Conile de Ilivas. Kxcmo. Sr. ('onde (le Torreiinn/.. M. 1. Sr. Conde de S.iint Claud(^ K:;cmo. Sr. (U)Ude de Han Martin do Hoyos . Kxcmo. Sr. ('OIU1(Í de Torre del Fresno. M. I. Hr. (tonde do Villafue.rtcs. Kxcmo. Hr. Cítnde dtí VilatWntga. Kxcmo.Sr. Conde de Vistatloridn. (ieneral de Bri
gada. Kxcmo. Sr. Duque de Ilivas. Kxcmo. Sr. Duque de Hantoñii. Kxcmo. Sr. Duque de 'l'arifa. M. 1. Sr. I). Francisco de Asis Ponee de León,
Marqués del ('astillo del Vnllií de Sidiieñn. ICxemo. Hr. .Maniuésde Agullar det'ainpito Kicmo. Sr. Maríinés de Alcañices. Kxcmo. Sr. Marqués de Astorga. Kxcmo. Hr. Maniués de Henavites. Kxcmo. Sr. .Marqués del Bosch do Ares. Kxcmo. Sr. .Marqués de Cahrii'íana. Kxcmo. Hr. Marqués de (laceres. .M. I. Hr. Marqués del Cadimo, Vizconde del ('a«-
tlllo de Almansa, Barón do Toga. Kxcmo. Hr. Marqués de Camarenii. Kxcuni. Hr. Marqnés de Canales. M. I. Sr. Marqués de (lasa-Torre. Kxcmo. Sr. Marqués de Cayo del Rey. limo. 8r. Marqués de Donadío, Vizconde de la
Villa de Miranda. Kicino. 8r. .Marqués de Kchandia, Ingeniero de
('aininos. Kxcmo. Sr. Marqués de Kstella, Capitán Oeneral. Kxcmo. Hr. Marqués de la Fuensanta de Palma. ICxcmo. Sr. Marqués de Ileredia. M. I.Hr. Marqués (le Hlnojarcs. M. I. Hr. .Marqués de las Hormazas. Kxcmo. Sr. Marqués de la Laguna. Kxcino. Sr. Maniués de Loja. Kxcmo. Sr. .Marqués de López Bayo. M. I. 8r. Marqués de Montefuerte. M. I. 8r. Marqués de Navn-Morcuende.
= 17 := Kxcmo. Mr. Mari(Ué» du NavaHequilla. Kxcino. 8r. Marquen del Ncrvlón. M. I. 8r. Marqué» del Palmer. M. I. 8r. Marqués de PareclcH. Kxcmo. 8r. Marqiié.s de la Koinaiin. M. I. 8r. Marque» de Santa María. Kxcmo. 8r. Marque''» de 8aii Muanl". M. I. 8r. Marqué» de 8an Martín. M. I. 8r. Marqué» del Sauzal. 8r. Marquí'» de Tnmarón. Kxcmo. Sr. Marqué» de Tolosa. Kxcmo. Sr .Marqué» de TorrclaRuna. Kxcmo. Hr. Marqués de Urquijo. M. I. Sr. Marqués de Valdcra». Kxcmo. Kr. Marqués de Vallejo. Kxcmo. 8r. .Marque» Vdo. de .Medina. limo. 8r. Vizconde del l'arque. Kxcmo. 8r. Viz-condi' de Valile-Krro, Senador v
Militar, limo. 8r. Vizconde de la Vega.
Varias profesiones
Sr. D. Alfredo Haza. 8r. D. Antonio Botella y do Jáudenos, Director
de la Uriíana. Hr. D. Antonio Calvet. Sr. D. Antonio Camafio Martínez, Admor. Su
balterno de Tabaco». Sr. D. Antonio L. DórlKa, Rentista. Hr. D. Antonio Manrique Ibergallartu. 8r. D. Antonio Mayo, Maestro de Obra». Sr. D. Antonio Murcia. Kstudiante. Sr. I). Antonio Ortlz Ue Urblna, Mac»tro de
Obras. Sr. D. Antonio Pelles y Wpez, Mecánico elec
tricista. Sr. D. Antonio Rodrlgnez Córdoba. Sr. D. Antonio Romero Sánchez. Hr. 1). Antonio Huárez, Rentista. Sr. D. Augusto Pérez y Hottino, Kstudiante. «r. D. Aurelio Ramírez, Director de farretera»
provinciales. Hr. D. Baldomero Pérez Martínez. Sr. n . Henito Díaz. limo. Sr. D. Bruno Portillo, Diputado á Corte». Hr. D. Camilo Valmaseda. Hr. D. Cándido .íarefto. Hr. D. Cándido (Joldaracena, Profesor Veti^rinu-
rio. , , Sr. D. Carlos García deZúfilgay López,ex-Dlpu-
tado provincial. Hr. D. Carlos Rodríguez Arenilla». Sr. D. Celedonio U. López. Sr. D. Ciríaco Planillo, Agente do negocio» Sr. D. David Miranda, Contratista. 8r. D. Demetrio (Jarcia Caparros, Concejal. Hr. D. Dionisio F. Nespral, CapaUz de .Mina». Hr. D. Dionisio Vlnlegra, Inspector de Seguros. Sr. D. Donato Navarrete, Rentista. Sr. D. E. Gracia, Pintor Artista. Hr. D Eduardo Gutiérrez Sr. D. Eduardo Simón Gálvez. Sr. D. Emilio Sabal. Sr. D. Enrique Ballenllln. Sr. D. Enrique Elias. Sr. D. Enrique Horta. Hr. D. Enrique Much.
Sr. D. Ernesto Morales. Sr. Eugenio María Guinea. Hr. D. Kugonio Ochoa, Profesor Veterinario. Kxcmo. Hr. 11. Eu»ebl» (iHell y Haclgalupl. 8i'. n. Kusebio lluélamn, K»cribano. Hr, I). Kvencli) de (lortina. Hr. I). Kedorico Irliirte de la Banda. 8r. D. Fermín Ayccbu. Hr. I). Kernando Cabrera Cantó, Artista Pintor. Hr. I). Kernaiido «arrigó». Hr. I). Kcrnando Inglot. Hr. D. Fernando de .luán. Hr. I). Fernando Romaguera. Sr. I). Krancl»co IlroHa. Kxouio. Hr. D. Francisco F. de Betliencourt, Se
nador y Académico de la Historia. 8r. D. F"ranci»co Fernández. Sr. D. Francisco Fernández Gallardo, Escri
bano. Sr. D. Francisco F. 'I'alens. Hr. II. Francisco .lalmerona. Sr. U. l''i'ancl»<'(i Martínez. Hr. D Francisco Morillo Trucios, Estudiante. 8r. I). Francisco Navarro, Contratista de Obr»»
póidicas. 8r. D. Francisco Navarro Gasparin, Práctico de
Puerto. Sr. n Francisco Ocaranza. Propietario-minero. Sr. D. Francisco de P. Beneaat. 8r. D. Francisco de P. Colomé. Sr. D. FianciHco Sánchez. Sr. D. Francisco Sánchez Torres. 8r. D. Francisco Travosedo. Sr. D. Fustln A. Nutt, Vice-cónsul de IngUte-
rra. Sr. D.Gablno Gutiérrez, Escribano. 8r. D. Gabriel del Corral y Fernández. 8r. D. Gabriel Mnlet y Sanz, Consignatario de
buques. Hr. D. Heliodoro Domeneeh, Escribano. Hr. D. Hipólito Florencio, Agenta de AdaánM. Sr. D. Ignacio Jáaregul, Rentista. Hr. D. Ignacio Mira, Oflelal de Correos y TeJ*-
g"afos. Hr. V>. Ignacio de Noriega, Rentista. Sr. D. Ildefonso de Casanota. Sr. D. Ildefonso Lozano, TelegraHsu. Hr. D. Isidro Blanc, Profesor Veterinario. Hr. D. Isidoro Viñeta, Escribano. Hr. D. , ; . Antonio ilo la Barcena y Sánchez. Hr. D. .Inimo de Santiago. Hr. D. .lerónimo Sarasate, Director de las Bode
gas de la Excma. Hra. Marquesa Viuda de Mo-nistrol.
Sr. D. Jcsi'i» Garrachón. Hr. D. .Icsús García. Hr. D.-Jesús de Gorosábcl y Mendi». Hr D. Jesrts l'lsonero y Rodríguez. «r D. Joaquín Arhllla, Profesor Veterinario. ' Hr. D. Joaquín Basaegoda. Hr. D. Joaquín de la Kranneva. Hr. D. Joaquín M." Pérez Casafias. Hr. I). Joaquín Martínez, Hacrlstán. Sr. I). Joaquín Mauset. Sr. D. Jorge de Ariiedo. Sr. D. José de Amdzola, Rentista. Hr. D. José Badal. Sr. D. José Gómez. Sr. D. José González. Kxcmo. Hr. D. José (}rieru. Sr. D. José Hernández Baradu. Sr. D. José León Ferrando. Hr. D. José López Atlenza. Sr. D. José M • de Aristegnleta, Naviero. Sr. D. José M.^ Muhoz, Agente de Negocloi . .M. I. Sr. D. José Moreno Carbonero, Artista Pin-
t i r y Académico. Sr. D. José Santacana. Sr. D.Juan Bautista Sendra, Mecánico. Sr. D. Juan Carrasco.
18 8r. D. Jnan Creus Oarcia. Sr. D. Juan José Solis. 8r. D. Juan I.ópe/. (Jarcia. 8r. D. .luán Manuel Calderón y ('asanova. ICntu-
diantc. Br. O. Juan Manuel Fors de Oliver. Sr. T>. Juan I'. UiUiérrer. Coloiucr, lientistn. 8r. D. Juan Vega, .Minero. 8r. n. Juan Vidal y I'ocli. 8r. D. Juli&n Casas Méndez, Agrimensor. 8r. D. JuliAn l>ie/. Díaz, Fundidor y mecánico. 8r. D. JullAn KernlVnduz. 8r. D. JullAn Drtega. 8r 1>. Julián Kandre/., Ayudante de Obras pú
blicas. 8r. U. Julio Juncosa Molins. J'ublicista. 8r .D. Julio Rull Calderón de la Uarea, l'rofesor
Mercantil. 8r. D. Justo M. Herrero. 8r. D. Leandro Pérez, Impresor y Idbrero. 8r. D. León Arnoux, Negociante. 8r. D. León del Rio. 8r. D. LeoiHtldo l'ardo García. 8r. I). Leopoldo Hatlle. 8r. D. Luis Arredondo. 8r. D. Luis Cabrera Pineda. 8r. O Luis Caso de ios Cobos, Naviero. 8r. n. Luis IbAñez de Lara. 8r. D. Luis .Matoses. 8r. D. Luis Páramo Barbeito. 8r. D. Luis Ruiz Riveiles. Br. D. Lula do Urqulano, Agente de la Bocicdad
Hullera Kspai^oia. Br. D. Lucilo Iglesias. Br. D. M. dallen, MecAnico. Br. D. Manuel Alonso Domínguez. Br. D. Manuel Alonso de la Sierra. Br. D. Manuel Aniil. 8r. D. Manuel Boflll. Br. D. Manuel del Castillo, Práctico. Br. D. Manuel Fernández Alonso, Perito. Br. D. Manuel Fernández la Villa. Br. D. Manuel lleloror. Br.D. Manuel Huldobro. 8r. D. Manuel Ibañaz Remacha. Sr D. Manuel Iglesia Ayude. Br. O. Manuel JImeno, Perito Agrimensor. Br. D. Manuel Montavez, Director de .Minas.
• Br. D. Manuel Mulero Sánchez, Artista. Br. D. Manuel l'ardo. Maquinista. Br. D. Manuel Viader. br. D. Marcial de Eguzquiza, Periodista. 8r. D. Mariano Bcnedito, ICscribano. Br. D. Mariano Cailis Oollell, Maestro de Obras. Br. D. Mariano Ribo. Br.D.Martin Botey. Br. D Manin Ciga, Veterinario. Br. D. Mateo Calderón y Kernándcz. Br. D. .Mateo Echevarría Irnsta, Oraliador. Br. n. Maximino Rodríguez (i(inrr)*ro. Br. D. Májiimn Barbero ilerraiz, Agente de Ne
gocios. Br. n . Miguel González, Artista. Br. D. Miguel Mota .Martínez. .Br. D. Miguel Mur y «alindo, IToiesor Vetori
nario. Br. D. Miguel Pons.
Br. n. Miínel Snlnverrla, Comisionista. 8r. D. Miguel Vlnjíut. Wr. I>. Narciso Z.ino. SP-. I). Ni'iMfsio de lleredia y 'l'oro, Katudianti-
<le Derccbo. W •. I). NlrjiíKH' Muñiz l'rniln. Hr I). Onofrc Zipico .Meijcindcí. ICscrIhano. Hr. I). iV Vi'rii Vlllanueva, Kstudianto. Sr. I). l'iiMo Mil eos, Sr I». i*f»scnHl Oiaz Aniíeirf. Hr. I), Piisciinl Miiicica. I'rnclicaiite. 8r. 1). Pedro lliipena. Marino. Hr. I). l'.Mlro León -laiijón. Hr. I>. I'cilro .M." KeriiAmle/,, Avuilaiite de obras
piil,liras. Hr. D. I'cdro Moro. Maistro Alarifi'. 8r. D. I'eili-o <lar Krgiliii. Litógriifo. Hr. 1). Pedro Pa-cual llaqncr, .Muestro de Obras. Sr D. Pudro Pérez. Sr. i) l'eilro Renom (ürait, Contratista. Sr. D. Pedro «Aez Azplnzu. Sr. D. i'edro Sistemes. Sr. O. Prudenclaiio Arcos Moreno. Sr. I). Prudencio ll irrera,Agente de Aduanas. Sr. D. Hnfiiil Cnrdim. Sr, n. Rafael .Mata, Director de .Monte de Pie
dad. Sr. D. Rafael Rublo. Sr. D. Ilnfael ItnI.io v Mnsrt. Sr. I). Rsfael SuArez del Villar. Sr. D. Rafael Znrraoeilin, lOstiidiantc. Sr. I), lianuí o «arela. Maestro de Obras. Sr. D. Ramiro (ióinez. Sr. I). Ramón Kericro. Sr. D. Ramón (iurgui, Contratista de Oliras pu
blicas. Sr. D. Ramón Rovira. Sr. D. Remigio (intWrrez Martín. Sr. I>. Riesrdo Aimagio. Sr. i). Rlenrdo Iglesia. Sr I). Rlenrdo Knster. Br. I). Rodolfo Izquierdo Pire». Sr. D. Rosendo Ángulo, limo. Sr. D. Salvador Aragón, ex-(iobernador ci
vil. Sr. D. Santiago Cuenca de Roa, Solirestante de
Obras Miniielpales. Sr. D. Santiago (iídsAn, Artista. Sr. I) Salín idno Santos Alonso, Insiicetor Jefe
de Vigilaiieia. Sr. D. SeliHstián «astearena. Delegado del Han
co Vitalicio de Ksiiaña. Sr. I). Sebastián «óinez Kerl'eira. Sr. I). SetiastlAn Rué, Operario. SI- I). Sfrifi" ilnrci» de bi (íranda. Sr. O. 8eve iano de la Cruz. Br. I). Siini'óii Yerro, Secretario de Audiencia. Sr. I). Tomás Orla .Vlonso. Sr D. Tomáis Serrano y «alvache. 8 ' . D. ToriliioZuiaica, Profesor de Academia di'
diliiijo Sr. D. Valentín Rodríguez. Sr. D. Vicente Koz. Director de Colegio. Sr. D. Víctor Arana, (itabador. SI- I). Viciorlaiio Homero, Delineante. Sr. D Wenceslao Cotelodel Olmo, Profesor Mer
cantil.
SOTA.—Rogamos á nuestros amigos y compañeros de propaganda que en estas páginas dan el alto ejemplo de proteger esta buena obra, que se sirvan hacer las correcclone» que estimen oportu-UM, ai se padece algún error por un descuido disculpable—dado lo numeroso del Patronato-en los nombras 6 en las profesiones.—Xa Jldministración.
19 =
AYUNTAMIENTOS DE ESPAÑA P I I O T B O X O R . B S B B N B J M I É J f t l T O S D B B S X A . I I B V I S X A . (1)
Kxcino. A.viintniíiiPiitü de Mftdrid, Alcalde Presidente, Kxeiiut, Se. Afíin|ri(',s <íe lArtitn.
Kxem» A.vinitiiiiiieiito de Hevilla, Aleiilile l'ro-HÍdente, Kr. 1). I 'ernniido ('hee».
Kxcmo. Ayniítundeiiio de Jerex de In Frontera , AlCHlde r res iden le , Kxcnio. Sr. Maniuéa de (íaHa-Iít'rnieJH.
Iltnnt. \yiii i t icui"nto de Mierew, Alcalde PrcMi-dente, Sr. J). .Miinuid l int iérrez.
Aynntfindento de \ ijiiinneva del Kresno. Alcalde l 're-iilente, Seíior OiinJ>)»é HudrÍKiiez Infante.
Kxcnio. Aytintandento d», IHH PÍIIUWH, lííran Canaria), Alcalile PieMÍdeiitp, ICxcUio. hr . D. Ml-Kiiel Navarro Horiino.
A.vnntandento de OIIHCOK, Alcalde Presidente, Sr. D. ( i ret tonn Pérez Castaño.
Illnio. A.vnntandento de Vlllanneva de Castellón. Alcalde ¡"residente. Señor ü . Fernando Ulieros
Ayuntmiiienlo do Santa Enlalia de Caliranes, Alcalde Presidente, 8r . D . J o s é María del Llano .Junco.
Kxcnio. Aynntanilento de Vlcli, Alcalde Preni dente, Sr I), .losé Soler Aloy.
I lustre AviMitainiento de Peñas de San Pedro, Alealde'Presidenle 8r . D. .losé María U. de Vera.
Ayuntamiento de Piedralniena. Alcalde Prcul-deiite, Sr. I), .litan M. (lon/.ále/,.
Iltiiio, Ayiiiitamleiito de la fldelísiina ciudad de Ceuta, Alcalde Presidente, 8r . D. Francisco Larlii .
I lustre Aynntainlonto de Nava del Rey, Alcalde Pre.sidente. Sr. D. Lucas Onizado.
Ayuntamiento de Torrccampo, Alcalde Presidente, Sr. I). Kriuio del Rey.
Ayinilaniieuto de Cartellc (Orense), Alcalde Presidente, Sr. D. Casto Cnstlftolra.
I lus t re Ayuntamiento de l 'lacencia. Alcalde Presidente. Sr. U. Pedro l l igoyen .
Aynntandento de Villarreal (Castellón), Alcalde Presidente, Sr. D. Manuel (luinhar.
Aynntandento de Illa», Alcalde Presidente, »e-flor D. Fructuoso (Jarcia.
I lustre Avuntainleiito de Navas del Marqués, AlcaldePresIdente , Sr. D. Cirilo U. YaRüe.
l l tnio. Ayuniauílonto do Kstrada, Alcalde Presidente. Sr. I). Manuel CaJIdc.
I lustre Aviintanilentodo Jitneiia do I» Frontera , Alcalde'Presldonte, Ilino.Sr. D. José M .*de la Itivas
M. I. Ayuntamiento de Agreda, Alcalde Presidente. Sr. T>. Kinillo Jlnn'iiej!.
Ayuntamiento lie Puebla de O. Fadrlque, Alcalde Presidente. Sr . D. Osear Ferinindiez.
Ayuntamiento de Celia, Alcalde Presdente , señor D. .losé l.aii/.ucla. Kxcino. Ayuntamiento de Tuy , Alcalde Presi
dente, Sr. D. José Sarmiento Ozoreí-Ayuntamiento de CaliuóridKa, Alcaldo Presi
dente, Sr. D. Fidel Díaz. Ayuntaudento del Castil lo de lo Ouardas , Al-
caldo Presidente, Sr. D. Francsco J a v i e r I n fante de ArteaKa.
(1) Los Ayuntamientos iiodrán dar noticia de los camldos de los Sra», Alcaldes Presidentes
para hacer las oportunas reciiHciicionus
SECCIÓN DE AJMUNCIOS (BUENA ACCIÓN, BUEN NEGOCIO)
Las Empresas y Sociedades capitaliatas que verifican la inserción de anancios
•n esta REVISTA, lo haoeu á titulo de protección indirecta ¿ la propaganda en favor
de la clase obrera como o b r a da c a r i d a d s o c i a l que ha de traerles las simpa
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cias médicas como el primer depurativo y regenerador, purgan, conservan la salud y curan sin debilitar ni turbar las funciones digestivas, y destruyen el germen de muchas enfermedades. Manca estAn contraindicadas, ni pueden cansar daño aunque se tomen sin necesidad, pues excitan el apetito y facilitan la digestión.
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mente sólida, (con prlvileRlo). „ . , , . , , . Rcprodiiccioiie» artísticas: Altares: Templetes: Retablos: Instalación com
pleta de Oratorio». -Precios económicoB.
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G O N Z A L E £ R O I A S . E D I T O R
IIISTOHIA DE LA SANTÍSIMA VIROKPi MARÍA DEL DESARROLLO DE SU CULTO
Y DE SUS PRINCIPALES ADVOCACIONES EN ESPAÑA Y EN AMÉRICA
POR UNA SOCIEDAD^E^ ESCRITORES
Se publica en cuadernos de 32 páginas, al precio de dos • reales cada cuaderno. Administración: Calle Rodríguez San Pedro, núm. 9, (antes San^afael, barrio de Pozas).
~ UTPREVISIÓN NACIONAL COMPAÑÍA ESPAÑOLA DE S E G U R O S
contra incendios, explosiones del gas, de los aparatos de vapor, del rayo y del petardo
J^ mXli^A. F I J A .
DOMICILIADA EM LA CIUDAD DE BARCELONA T C O N S T I T U I D A CON UN
Capital social, de Diraoción ganarali Pia;
5.000.000 de pesetas « a da Santa Ana^ núm. 9
CONSEJO DE ADMINISTRACIÓN
pREtlOENTE Vlladot, 8e-Excmo. 9r. D. Juan Maluquery Vlladot,
nador dol Reino, Abogado y Propietario
VOCALES
8r. D. LHIS Fernando de Alós y de Martin, Marqués de Dou, Abogado y Hacendado.
8r. D. José Fcrrer-Vldal y Soler, F.x-8enador del Reino y Propietario.
8r. n . Manuel M." Pascual de BofaruU, Abogado y Propietario.
8r. D. Luis Kamafia y Arenas, Abogado y Propietario.
Kxcmo. 8r. D. Agustín Vifiamata y VlUseca, Senador del Reino, Fabricante y Prop."
8r. D. Luis Ferrer-Vidal y Soler, Ingeniero, Fabricante y Propietario.
8r. I). Oaspar Roséj y Arúfl, Abogado y Ha-condado.
DIRECTOR GERENTE
Sr. D. TomAsde Aquino Boada y Borrell, Abogado y Propietario.
22 =
COMPAÑÍA FKANCIvSX Pl': SK(iLJKO.S (JONJ'KA INCENÜIOS FUNDADA LN 1828
Garantías de la Compañía en 31 de Dic iembre de 1901 Francos Capital social.
Reservas Primas á recibir .
ToTAiv UK GARANTÍAS. Francos
U>.(.XX).(XX) 12.;3r)1.17.3 !)().Gtí8.0()9
íli».010^182
Capitales asegurados en 31 de Dic iembre de 1901 2^£^S. 2 0 . 9 2 3 . 0 3 5 . 3 . 3 3
Siniestros pagados desde el or igen de la Compañía :r£is. 2 3 e . o o o . o o o
DirecciÓQ par.a España: Barcalonai Paseo da Colón y Mercedi 2 0 | 22 y 24. Inspección para España y Subdiroccióii: Én Madridí Fuancarrai, 2«
SOCIEDAD ANÓNIMA DE CRÍOITG.
- ^ C O M E R C I O . INDUSTRIA . CAPITAL SOCIAL: 10.000.000 DE PESETAS
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CASA DEL ANDORRANO GARiBAY, l l . -SAN SEBASTIAN
CAMISERÍA-GÉNEROS DE PUNTO-LINGERIE-TROUSSEAUX
ROBES ET CHAPEAUX D ' E N F A N T S
Dirección y talleres de primer orden
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BIBLIOTLCATATRIA'DE OBRAS PRLMIA5AS
SEÑORES CORRESPONSALES EN EL EXTRANJERO
BüBNOs AIRB8. (República Argentina), D. Francisco de P. 011er, calle Belgra-no, 1.668.
CüBNCA. (República del Ecuador), D. Vicente Agnilar P., Presbítero. GUAYAQUIL. (República del Ecundor), D. Virgilio B. Drouet, Agente de Librea
y Periódicos. Apartado de Correos 182. LAHBATBQCE. (Perú), D.* Z. E. Lousie Montjoy. LA PAZ. (Bolivia), Sres. Palza Hermanos, Librería, Ayacuoho 12-14. MBDBLLIN. (República de Colombia), Sres. Abraham Moreno Hermanos, calle
de Bolívar 16. Mixico D. Juan Buxó, Librería Madrileña.—D. Trinidad S&nchez Santos, Di
rector del diario El País, San Andrés, 8. MoNTBViDBO.(Urnguay),D. Luis Ottado,(Librería Católica)calle Uruguay, 147. ORDRO. (Bolivia), D. Crispín González, Presbítero. PORT OP SPADI. (Trinidad), D. Evaristo J. Montenegro. PULAOATO. (Bolivia), D. Belisario Saenz. QUITO. (República del Ecuador), D. Ricardo A. Raíz, Abogado. RioBAMBA. (República del Ecuador), D. José Félix Gallegos M. SAN JOBÉ DB COSTA-RIOA. (América Central), D. Antonio Lehman. Librería
Católica. SAN SALVADOR. (América Central\ D. Fernando Ayala, Escribano público. SALVATIERRA. (México), Presbítero, Dr. D. Cayetano Núflec