Informe etnográfico Piaroa
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Germán Andrés Mc Allister Andrade
Antropólogo
Pueblo Piaroa (Wõtuja/Deáruá)
Introducción
El presente trabajo presenta los resultados de una investigación conjunta
desarrollada con el pueblo Piaroa asentado en Colombia y pretende hacer un
diagnóstico general de sus condiciones actuales de vida para el Ministerio del
Interior, en el marco del proyecto “Plan de acciones afirmativas prioritarias para la
protección de los derechos fundamentales de los pueblos indígenas colombianos
en riesgo inminente de extinción física y cultural”. Las sociedades indígenas de
tierras bajas se han enfrentado a procesos socioeconómicos complejos en el
último siglo que han tenido como consecuencia profundos cambios en sus
estructuras. Uno de los principales planteamientos de este documento es que el
mencionado proceso no debe catalogarse como una pérdida, sino más bien como
un proceso adaptativo que hace parte de la evolución de las sociedades.
Para su elaboración se hicieron visitas a los asentamientos Piaroa del lado
colombiano de la frontera y recorridos por el territorio con el fin de identificar
procesos sociales significativos en marcha hoy día. Para ello se contó por un lado
con la perspectiva de la investigación propia -bastante elaborada- de los Piaroa y
por el otro con una perspectiva académica basada en el trabajo etnográfico. El
resultado es un documento que presenta a grandes rasgos la situación actual de
los Piaroa en el contexto del cambio cultural y de la relación con la sociedad
mayoritaria. Su lectura pretende plantear algunos interrogantes alrededor de la
relación histórica de la sociedad colombiana con las sociedades indígenas y
valorar los puntos de vista de los Piaroa -los “tradicionales” y los contemporáneos-
con respecto a su situación.
1
El documento está estructurado según varios temas que involucran
territorio, demografía, economía, cultura, organización política, salud y educación.
Como es natural, muchos de los fenómenos identificados con los Piaroa son
transversales a estos ejes temáticos, por lo que el texto se presenta como una
totalidad consistente que debe ser leída en contexto. Al final se plantean algunas
propuestas surgidas de la comunidad que apuntan a solventar algunas situaciones
al alcance del Estado colombiano.
Los Piaroa son una nación indígena perteneciente al tronco lingüístico
Sáliba-Piaroa que habita tradicionalmente las selvas del macizo guyanés en el
Estado Amazonas, Venezuela y en el Departamento del Vichada, Colombia. Su
caso es particular por varios factores: en primer lugar, tienen ocupación
transfronteriza en Colombia y Venezuela, habitan una zona rica en materias
primas y -a pesar de su aislamiento geográfico- explotada historicamente, tienen
un pensamiento profundamente conservacionista en términos ecológicos y han
decidido qué adoptar y qué rechazar de Occidente con particular autoridad.
1. Territorio
El territorio histórico del pueblo Piaroa se encuentra en la cuenca del río
Orinoco, a ambos lados de este, pero con una mayor extensión y concentración de
la población del lado venezolano. En la literatura antropológica se los ubica dentro
del complejo sociocultural de la Guyana (Zent, 1992: 15-37), caracterizado por un
patrón tradicional de asentamiento disperso, intercambio matrimonial idealmente
endogámico e intercambio intertribal de bienes. Su antigua ocupación del territorio,
en interacción con factores históricos desencadenados por el proceso colonizador
ligado a las sociedades nacionales de Colombia y Venezuela (comercio de
esclavos, auges extractivos) han generado una relación muy particular con los
ecosistemas de selva: los Piaroa se refugiaron en los bosques para resguardarse
de la violencia y las epidemias (Freire & Zent, 2007: 137). Así, los asentamientos
del lado occidental del Orinoco hacen parte de un continuum sociocultural con los
2
del lado oriental. Es solo hasta la llegada de las instituciones occidentales y la
formalización de las fronteras nacionales que se genera la idea de una división
entre unos y otros. La ocupación transfronteriza -vista desde la perspectiva actual-
adquiere un nuevo ritmo de desarrollo con la aparición de uno y otro país a nivel
local, representados por sus instituciones.
1.1 Elementos geográficos
La comunidad de Sarrapia se encuentra en la confluencia entre el caño
Negro y el caño Fruta, en el sector Matavén-Fruta del Gran Resguardo de la Selva
de Matavén, en el departamento del Vichada. El sector Matavén-Fruta fue
inicialmente constituído como resguardo por el INCORA mediante la Resolución 4
del 5 de febrero de 1985. Otros resguardos habitados por piaroas en el Vichada
son el de caño Zama (Resolución 5 del 5 de febrero de 1985), Atana-Pirariame
(Resolución 7 del 5 de febrero de 1985), Cumaral (Resolución 70 de 1 de octubre
de 1986) y Cachicamo (Acuerdo 028 de septiembre 15 de 2005 de INCODER). A
excepción de Cachicamo, en jusrisdicción del municipio de Puerto Carreño, los
resguardos anteriores se unificaron junto con otros 12 resguardos para crear el
Resguardo Indígena Selva de Matavén (Resolución 037 del 22 de julio de 2003 –
INCORA), el resguardo más grande del municipio de Cumaribo. De este modo, el
Gran Resguardo de Matavén -con una superficie total de 1.849.613 Ha- está
habitado por 6 etnias distintas, entre las que la etnia Piaroa, la etnia Puinave y la
etnia Sikuani son las de más antigua ocupación.
La selva de Matavén hace parte de una zona de transición en la que los
ecosistemas de sabana orinoquense, por el norte, se juntan con ecosistemas
selváticos más característicos de la amazonía, por el sur. La zona presenta
además afloraciones del escudo guyanés, que aumentan en tamaño y cantidad
hacia el oriente. Así, el territorio Piaroa presenta zonas de bosque húmedo tropical
y de sabana, parte de los cuales, durante la temporada lluviosa que va desde
marzo hasta octubre, permanecen inundados.
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Como consta en la resolución de unificación del Resguardo Indígena de
Matavén,
El clima de la región presenta las caracteríasticas ambientales de la
llanura y selva tropical, es decir, clima cálido seco en las partes de
sabana y cálido húmedo en las partes selváticas. La precipitación
pluviométrica anual oscila entre los 1.600 y 2.300 milímetros. La
temperatura atmosférica promedio anual oscila entre los 24 y 30 grados
centígrados. La región está comprendida principalmente dentro de las
zonas de vida bosque seco tropical (bs-T), bosque húmedo premontano
(bh-PM) y bosque húmedo tropical (bh-T).
La zona se encuentra bañada y delimitada por gran cantidad de
caños y ríos, dentro de los cuales sobresalen en el primer grupo, los
caños Dume, Zama, Matavén, Fruta, Negro y Manajuare, y en el
segundo grupo, el caño Chupave al occidente, el río Vichada al norte, el
Orinoco al oriente y el río Guaviare y su brazo Amanavén al sur.
Los suelos son ondulados, secos, con vegetación de sabana en las
partes de llanura, y son húmedos en las partes selváticas, los cuales
corresponden a las clases agrícolas V, VI y VII, caracterizadas por su
acidez, baja fertilidad y escaso contenido de nitrógeno, fósforo y potasio,
condiciones que se atenúan en los suelos selváticos, vegas de río y
bajos de sabana, que posibilitan la sedimentación de nutrientes
(INCORA, 2003).
1.2 Historia de poblamiento
El territorio tradicional del pueblo Piaroa se encuentra en las selvas del
Estado Amazonas en territorio venezolano. Habitaron tradicionalmente las
cuencas de los ríos Ventuari, Sipapo, Guayapo, Autana, Cuao, Cataniapo y
Parguaza, tributarios orientales del medio Orinoco, en la porción occidental del
macizo guyanés (Freire & Zent, 2007: 136). Además, existen asentamientos
antiguos del lado occidental del río Orinoco en su curso medio, entre los ríos
Vichada y Guaviare. En la tradición oral del pueblo Piaroa consta que el primer
contacto que tuvieron con Occidente fue a través de la caza de esclavos de la que4
fueron objeto por parte de holandeses y franceses de mano de pueblos de habla
Caribe (Mansutti, 2003: 98). Atribuyen el relativo aislamiento en el que han
permanecido a la espesura de la selva y a los raudales del Orinoco medio, que
fueron una barrera natural para las incursiones coloniales europeas.
Ya para la era republicana, durante la vigencia del tratado Michelena-
Pombo (firmado en Bogotá en 1983), la frontera entre Colombia y Venezuela, que
se extendía con rumbo sur aproximadamente desde el actual Hito No. XIII, dejaba
la mitad oriental del actual departamento del Vichada en territorio venezolano
(Murillo & Guzmán, 1990 [1875]). El grueso de la población piaroa
tradicionalmente ha habitado al oriente del río Orinoco, pero también existen
varios asentamientos del lado occidental. Así las cosas, es evidente que durante
años el tema de las fronteras nacionales no tuvo mayor importancia para los
Piaroa, pues nunca antes fue una variable en su ocupación del territorio, mucho
más antigua que estas.
Los más viejos aun recuerdan los relatos de sus mayores, en los que
contaban cómo su gente era intercambiada por mercancías para ser llevada a
explotaciones de caucho y pendare. Los Piaroa adjudican al periodo de las
explotaciones el nacimiento de la figura de capitán, quien era una especie de
capataz que lideraba las labores productivas de un pelotón, y que posteriormente
sería adoptada por las instituciones occidentales para personificar la autoridad.
Así, el siglo XX marca el inicio de la incorporación de los Piaroa a las relaciones
económicas y sociales de las sociedades nacionales de Colombia y Venezuela
(Ruíz, 2005: 12-13).
Para los años 1970, a raíz de la visita de varios antropólogos a los
asentamientos piaroa en Colombia, los Piaroa de Matavén se enteran de que son
colombianos. A raíz de ello, algunos ancianos plantean la necesidad de preparar a
los jóvenes para relacionarse con la sociedad nacional y con el Estado. Así, en la
década de 1980 comienzan a idear lo que sería en adelante su proyecto
educativo, formulado como la “columna vertebral” para su pervivencia como
pueblo. Este periodo se caracteriza por el progresivo abandono del hermetismo de5
los Piaroa hacia la sociedad mayoritaria -que fuera resultado de sus experiencias
previas de contacto- y por el poco dominio de la lengua española. Un elemento
que entra en relación con ese hermetismo y lo pone en evidencia es la avanazada
evangelizadora de la Misión Nuevas Tribus, liderada en la región por Sophia
Müller. Los Piaroa cuentan que la evangelización en ese entonces no fue exitosa
por la solidez del liderazgo de sus mayores y porque -en sus palabras- “sabían
que había un sólo Dios, pero distintas perspectivas”. Al percatarse los ancianos de
la amenaza que la evangelización representaba para sus tradiciones y maneras de
vivir, rechazaron la empresa misionera y fueron declarados “comunistas” en
consecuencia.
Como consecuencia de la relación con antropólogos y funcionarios
estatales colombianos y con el apoyo de la comunidad Salesiana, en 1985 logran
la titulación del primer resguardo del medio Orinoco, mediante Resolución número
4 del 5 de febrero por parte del INCORA. A eso sigue una serie de titulaciones en
la región impulsadas principalmente por el pueblo Piaroa, como es evidente en las
fechas de las resoluciones. Según recuerdan, la titulación no fue bien vista por
parte de los habitantes blancos de la cercana Inírida, quienes lo consideraron una
usurpación territorial de venezolanos en Colombia.
Para la década de 1990, con un dominio significativamente mayor del
español, comienza un crecimiento progresivo de las relaciones con la sociedad
mayoritaria. Una de las consecuencias de ello es la creciente adopción del
lenguaje institucional del Estado, que se hace evidente en los servicios que
comienzan a recibir. Es en ese tiempo cuando nace la primera escuela para niños
piaroa, llamada Francisco Miranda, y que posteriormente sería conocida como
Escuela Antonio Nariño. Otro elemento importante que integra ese proceso viene
desde los 80, pero se consolida en los 90: la presencia de guerrilla y narcotráfico.
Cuentan que tuvieron contacto con el Negro Acasio, quien les pidió permiso para
transitar por su territorio. Mantuvieron relaciones diplomáticas con ellos para evitar
el conflicto, pero siempre les dejaron muy claro que no participarían en su
empresa. Del mismo modo, cuando llegó el ejército años después, les hicieron
6
saber de su soberanía territorial y su independencia con respecto a los
movimientos armados. Por otro lado, recuerdan que hubo grandes plantaciones
cocaleras en su territorio, en donde la participación de los piaroa estuvo prohibida
por sus líderes. Así, se puede decir que por el ejercicio tradicional de su autoridad
nunca tuvieron problemas con grupos armados ni fueron víctimas de ellos.
En la década de los 90 también se consolida la idea de una relación con las
instituciones de la sociedad mayoritaria. Es durante esta época que llegan a
Sarrapia las misioneras de la madre Laura, que permanecen allí hasta hoy.
Además, la creación de la gobernación del Vichada mediante la Constitución de
1991 y la posterior creación del municipio de Cumaribo insertaron las instituciones
en el mapa regional de los Piaroa. Para la década del 2000 llega una oleada de
ONGs que inician trabajos de investigación con las comunidades que
representarían con el tiempo alternativas económicas y de valoración del territorio.
En cuanto al status jurídico del territorio en relación con la presencia de
colonos, cabe decir que existen al menos tres casos problemáticos. En dos de
ellos no existen escrituras legales de los predios colindantes con el resguardo, y
en los tres se presentan invasiones y sustracción de la cobertura vegetal original
para la creación de potreros para ganadería extensiva. La madera sustraida se
comercializa bajo el desconocimiento de las comunidades y sin seguir los
protocolos institucionales en materia ambiental. Además, el uso de insumos
agrotóxicos tiene graves consecuencias para la salud de las aguas, pues los
Piaroa reportan la desaparición de los peces en los caños que limitan con los
potreros. Hoy día es necesaria una intervención institucional para evitar conflictos
más serios en el futuro.
1.3 Disponibilidad y accesibilidad de los recursos
Al ser un ecotono transicional entre los ecosistemas de sabana orinoquense
y de selva amazónica, la selva de Matavén presenta una oferta ambiental
relativamente rica en términos de agua, alimentos y materias primas. La relación7
de la sociedad mayoritaria con el territorio piaroa desde sus inicios ha sido de
explotación de los recursos naturales. El siglo XX marca un poceso de incursión
de empresas extractivas que incluyeron el caucho, la balata y otras materias
primas presentes en la región (Vidal, 2011: 91-92). En la actualidad la pesca y la
caza indiscriminadas y las amenazas de minería y extracción de hidrocarburos se
derivan de la gran abundancia de recursos naturales en el territorio y presentan
una continuidad de la relación histórica con la sociedad mayoritaria.
Uno de los más grandes problemas de la actualidad en términos de
degradación de la oferta ambiental de recursos es consecuencia de la pesca
indiscriminada en los ríos y caños del territorio (Patrimonio Natural-ACATISEMA,
2007). Desde el año 2005 inició una incursión de pescadores colombianos y
venezolanos financiados por créditos de pesca de ambas naciones que extraen
grandes cantidades de producto para vender en las ciudades criollas circundantes.
La degradación registrada por los Piaroa es tal, que para el primer año se
extrajeron 37 toneladas de pescado, reduciéndose la cifra dramaticamente a 2
toneladas en el año en curso. Las consecuencias de tal situación son tan diversas
que tienen implicaciones en términos de seguridad alimentaria, economía,
funcionalidad del ecosistema y conflictos con los pescadores, que representan
amenazas para la integridad de los Piaroa. Las autoridades ambientales y
militares de frontera, por su parte, han sido negligentes ante las denuncias de la
comunidad, llegando a veces a permitir la explotación y beneficiarse de ella.
Un segundo factor que reduce progresivamente la oferta ambiental para los
Piaroa -en términos absolutos y relativos- es el crecimiento poblacional. Como
característica derivada de la naturaleza de los suelos de la región, la tala reiterada
del bosque genera el crecimiento de las sabanas naturales, lo que reduce
progresivamente y a largo plazo los espacios aptos para cultivo y la oferta de la
selva. De este modo los animales de cacería y los peces se alejan por la
desaparición de sus sitios de alimentación. Entonces, si te tiene en cuenta el
crecimiento poblacional actual, no solo hay una menor oferta de alimentos, sino
8
que hay más bocas que alimentar, lo que reduce la calidad de vida de la
comunidad.
1.4 Medios de comunicación y vías de acceso
El acceso al territorio Piaroa es eminentemente fluvial. La ruta más corta
para llegar allí desde el centro del país es por Puerto Inírida. Desde allí se toma el
río Inírida aguas abajo hasta llegar al río Guaviare. Se sigue el curso bajo de éste
hasta desembocar en el Orinoco y una vez allí se sigue aguas abajo hasta los
caños Matavén y Zama y hasta el río Vichada. El recorrido entre Puerto Inírida y
Puero Nariño, en la boca del río Vichada, puede durar entre 6 y 8 horas. Desde
Puerto Carreño también se puede acceder a Matavén, pero el recorrido es mucho
más largo. Además, debido a la presencia del raudal de Maipures en el río Orinoco
a la altura de la boca del río Tuparro, es preciso desembarcar en la ciudad
venezolana de Puerto Ayacucho y llegar por carretera rumbo sur al puerto de
Samariapo para seguir por vía fluvial. Debido a los altos costos de la gasolina
colombiana, los habitantes de la región -la mayoría de los cuales tienen doble
nacionalidad- se abastecen de gasolina venezolana para alimentar sus motores
fuera de borda. De cualquier modo, para acceder a la gasolina venezolana es
necesario estar registrado oficialmente ante las autoridades para tal fin. Por lo
anterior, son pocos lo que tienen acceso a una cantidad determinada de gasolina
cada mes. Así, los que tienen “cupo de gasolina” la comercializan en Colombia
elevando el precio hasta mil veces, maiobra que no abstante la deja a algo más de
la mitad del precio de la gasolina colombiana. Sin embargo, cabe mencionar que
la disponibilidad y el precio de la gasolina venezolana son inciertos debido al largo
y complejo proceso para obtenerla.
2. Dinámica demográfica
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La ocupación tradicional de los ecosistemas de selva del medio Orinoco ha
llevado a que hoy día existan asentamientos Piaroa a ambos lados de la frontera
colombo-venezolana. En Venezuela viven cerca de 14.500 piaroas (Freire & Zent,
2007: 135), mientras que en Colombia, según el censo levantado durante el mes
de julio del año en curso, hay 857 Piaroas. Existe, sin embargo, movilidad
residencial hacia ambos lados de la frontera, consecuencia principalmente de los
matrimonios. Además, muchos Piaroa colombianos se desplazan constantemente
a Venezuela para aprovisionarse de gasolina, alimentos y bienes manufacturados.
Los principales asentamientos del pueblo Piaroa en Colombia son:
Sarrapia, Urbana, Pueblo Nuevo Matavén, Nuevo Milenio, San Felipe, San Luís de
Zama, Pueblo Nuevo de Zama, Piedra Pintada, Márida, Atana, Cumaral y
Cachicamo. Entre estas comunidades también existe movilidad poblacional, que
responde a diversos factores: visitas familiares, cargos oficiales, actividades
productivas, etc.
A continuación se presenta una relación total aproximada de la población
Piaroa actual basada en información recolectada de la siguiente manera: para las
comunidades de Sarrapia, Urbana, San Felipe, Nuevo Milenio, Pueblo Nuevo
Matavén, Piedra Pintada, Márida, San Luís de Zama, Pueblo Nuevo de Zama y
Atana se tuvo acceso a la información bien sea mediante el levantamiento de
censos mediante la recopilación de los censos elaborados por capitanes y
gobernadores de cabildo. Para el caso de Cachicamo, se tuvo acceso a un censo
general elaborado por Mireles (2011) y para el caso de Cumaral se accedió al
censo elaborado por Guiana Shield (2009). Para hacer una aproximación a la
población actual, se tomó el índice de crecimiento de los datos demográficos
primarios del pueblo Piaroa y se aplicaron a las cifras de cada comunidad en 2011
y 2009. Así, la población de 857 Piaroas está distribuída de la siguiente manera
según edad y sexo:
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Tabla 1: Distribución demográfica según edad y sexo
3. Economía y productividad
La economía tradicional del pueblo Piaroa se basa en la caza, la pesca y la
horticultura itinerante de roza y quema (Vidal, 2011: 43-47). Al haber habitado
historicamente la selva húmeda tropical, su actividad hortícola se basa en la
adecuación de los terrenos de siembra, su cuidado y su cosecha según los ciclos
anuales de lluvias y periodos secos. Las parcelas elaboradas de este modo, en la
región de la orinoquía se conocen como conucos y albergan una relativa
diversidad de especies comestibles compartiendo un mismo espacio. Además del
conuco, que por lo general dista entre 30 minutos y 1 hora de camino del área de
residencia, los Piaroa cultivan especies comestibles en los patios de sus casas.
De la producción conjunta de los conucos y los patios de las casas se obtiene el
grueso de los alimentos vegetales consumidos, pero la base de la alimentación
propiamente dicha descansa sobre la yuca. De esta se obtienen una variedad de
alimentos entre los cuales destacan el mañoco, una harina gruesa y el casabe,
una especie de arepa seca y compacta.
11
0 a 910 a 19
20 a 2930 a 39
40 a 4950 a 59
60 a 6970 a 79
80 a 8990 a 99
0
50
100
150
200
250
300
Hombres
Mujeres
Total
A continuación se presenta una tabla que relaciona las principales especies
cultivadas en el conuco:
Especies del conuco
Nombre común Nombre científico
Yuca Dulce Manihot esculenta
Yuca Brava Manihot esculenta
Batata Ipomoea batatas
Ñame Dioscorea sp.
Maíz Zea mayz
Piña Ananas comosus
Uva caimarona Pouroma cecropiifolia
Ají Capsicum chinense
Tabaco Nicotiana tabacum
Achiote Bixa orellana
Ahora se presenta una tabla que agrupa las principales especies cultivadas
alrededor del área residencial:
Especies cultivadas alrededor de la casa
Nombre común Nombre científico
Yajé Banisteropsis sp.
Chontaduro Bactris gasipaes
Aguacate Persea americana
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Guama Inga edulis
Guanábana Anona muricata
Papaya Carica papaya
Plátano/ Banano Musa sp.
Caña Saccharum officinale
Naranja Citrus comunis
Limón Citrus limonum
Sandía Citrullus vulgaris
Guayaba Psidium guajava sp.
Totumo Crecentia cujete
Merey Anacardium sp.
Manaca Euterpe sp.
Copoazú Theobroma grandiflorum
El conuco es la unidad productiva básica y cada uno es manejado por una
unidad familiar. Dado el ritmo actual de pruducción y consumo, cada familia puede
llegar a tener entre 3 y 4 conucos en distintas fases. El ciclo vital del conuco
comienza con la apertura de una porción de bosque primario al final de la
temporada lluviosa, a principios del mes de noviembre. Se aprovecha la elevada
radiación solar y las altas temperaturas de noviembre a febrero para quemar los
troncos derribados y así devolver al suelo los nutrientes necesarios para la
siembra. Se toman esquejes de yuca provenientes de conucos antiguos y se
siembran en el espacio abierto justo antes del comienzo de la temporada de
lluvias, en marzo. A partir de los 7 meses y hasta el año, la yuca está disponible y
es aprovechada junto con las otras especies de acuerdo a sus ciclos productivos.
13
Cada vez que se arranca la yuca se plantan nuevos esquejes, de manera que la
producción de yuca es constante y -según la calidad del suelo- puede durar hasta
tres años. Al final del ciclo un nuevo conuco es abierto y sigue el mismo proceso
(Freire,2007:688). El más viejo de los conucos en uso es abandonado por cerca
de 5 años hasta que el rastrojo crece y el suelo se recupera y posteriormente se
procede a abrirlo de nuevo. A medida que la producción va disminuyendo debido
al desgaste del suelo se abandonan los conucos y otros nuevos se van abriendo.
Es así como una familia puede tener entre 3 y 4 conucos en distintas etapas
productivas. Algunas nociones del proceso quedan explícitas en el calendario
ecológico del pueblo Piaroa elaborado por ACATISEMA-ETNOLLANO (2004).
Imagen 1: Calendario ecológico Piaroa (ACATISEMA-ETNOLLANO, 2004)
14
Como puede deducirse de la tabla de especies cultivadas, estas aportan a
la dieta básicamente carbohidratos, por lo que la actividad hortícola es
complementada con caza y pesca. Los métodos tradicionales -empleados aun por
algunos Piaroa- comprenden básicamente el arco y la flecha y la construcción de
trampas a partir de palos, fibras y huecos en el piso. Para el caso de la pesca, se
emplea básicamente el cacure, que consiste en una jaula a la que se le ponen
frutos de palma como carnada y que mantiene a los peces encerrados en el agua
para ser consumidos a medida que es necesario. El uso del barbasco (preparación
vegetal local que asfixia a los peces y facilita su recolección) es limitado, pues si
se tiene en cuenta la fuerte presión en el ecosistema derivada del crecimiento
demográfico, su uso sostenido es perjudicial y los ciclos de reproducción de los
peces se ven interrumpidos. Sin embargo, los métodos contemporáneos de caza y
de pesca prescinden la mayoría de las veces de las técnicas tradicionales y
emplean principalmente escopetas, anzuelos y mallas.
La creciente presión demográfica sobre la región ha representado una
disminución significativa de la oferta de animales de cacería y de peces, lo que es
un proceso estructural en la cuenca media del Orinoco (Ruíz, 2005: 7-11). Los
animales de cacería se han alejado y cada vez se caza menos, muy
probablemente debido al carácter permanente y al mayor tamaño de los
asentamientos actuales, en contraste con la mayor movilidad y menor población
que representaban los patrones tradicionales de asentamiento. Del mismo modo,
la pesca se ha reducido dramáticamente, hasta el punto de comprometer la
disponibilidad de alimentos para el consumo. En particular, la reducción de la
oferta de proteína animal responde a la incursión de personas ajenas al territorio
para cazar y pescar con fines comerciales a gran escala. La pesca comercial por
parte de personas ajenas a la comunidad -y recientemente por integrantes de la
misma- ha representado un descenso dramático en la disponibilidad de peces, lo
que ha generado graves problemas alrededor de la soberanía alimentaria del
pueblo Piaroa (Patrimonio Natural-ACATISEMA, 2007).
15
Como es evidente, la vida y las dinámicas de la frontera han influido
poderosamente en las prácticas económicas y de productividad de los Piaroa. La
mayoría de ellos cuentan con doble nacionalidad, lo que les da acceso a bienes y
servicios ofrecidos por el Estado venezolano a sus ciudadanos. Dado que las
mercancías venezolanas son en gran medida subsidiadas por el Estado, y que
actualmente el Bolívar venezolano está significativamente devaluado con respecto
al Peso colombiano, los Piaroa colombianos prefieren ir a Venezuela a adquirir
alimentos, herramientas y gasolina. El Mercal, que hace parte del programa
venezolano de reducción de la pobreza, ofrece alimentos y bienes de primera
necesidad a precios sustancialmente menores a los precios colombianos. Del
mismo modo, el servicio de Cupo de Gasolina del gobierno venezolano da acceso
al combustible a precios insignificantes.
De este modo, la adquisición de motores, televisores, plantas eléctricas,
herramientas, alimentos y gasolina pasa por la frontera y genera una nueva
dinámica en las comunidades colombianas. El Cupo de Gasolina es el derecho a
comprar determinada cantidad de combustible mensual del que son beneficiarios
los ciudadanos venezonalos en función de la cantidad de máquinas a gasolina que
posean. Naturalmente, se debe comprobar la ciudadanía y la legalidad en la
adquisición de las máquinas mediante documentos oficiales. Debido a la gran
demanda de combustible en la región (el transporte y la generación de energía
eléctrica dependen casi totalmente de la gasolina) actualmente se ha hecho difícil
obtener cupos de gasolina, y cada vez que van a recoger su combustible, los
beneficiarios deben pasar varios días esperando. De este modo, al ser pocos los
Piaroa colombianos que tienen cupo de gasolina, se han convertido en
proveedores de gasolina venezolana en territorio colombiano a precios que -aun
siendo 1000 veces el precio de compra- son significativamente menores al de la
gasolina nacional. Así, existe una gran dependencia de los Piaroa con respecto a
los subsidios que el Estado venezolano brinda a sus ciudadanos.
El flujo de bienes desde venezuela encuentra su nicho en los
asentamientos del lado colombiano, pues sus habitantes poseen tiendas que
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ofrecen bienes y alimentos procesados. El flujo de dinero debido al nacimiento de
una élite en función del colegio representa la contraparte de la relación comercial
que se consolida. Los profesores y demás funcionarios del colegio han
abandonado sus actividades productivas primarias y se han enfocado en el trabajo
administrativo que el colegio requiere. De este modo, se aprecia una estructura
económica que empieza a presentar rasgos de economías urbanas, pero que
todavía cuenta con fuertes componentes de la economía tradicional. Hay familias
que se especializan en el procesamiento de la yuca, hombres que se dedican a la
pesca, cultivadores de ají, de maíz, tejedores de indumentaria tradicional,
constructores de canoas y proveedores de distintos bienes que encuentran
demanda en aquellos que se dedican a labores distintas. Así, la especialización en
la producción y el uso del dinero han generado dinámicas económicas y
productivas propias que ya no son aquellas que se podrían denominar
tradicionales, pero que -aunque tienden a ellas- tampoco replican las economías
urbanas.
Se nota en ello un profundo cambio que puede remontarse a los últimos 40
años y que puede proyectarse en el futuro en términos de la consolidación de una
economía basada en el dinero y un alejamiento progresivo de algunas prácticas
productivas tradicionales. No sería acertado decir que las actividades productivas
tradicionales están en riesgo de desaparecer, pues existen aun personas y
familias que se especializan en ellas, pero su incidencia si está tendiendo a
disminuir. Mientras exista la posibilidad de generar los productos localmente, esto
seguirá ocurriendo, pero de existir dinero la tendencia es utilizarlo para comprar.
Existe además un profundo deseo de integración a la economía nacional, pues el
valor del Peso con respecto al Bolívar es bastante superior, lo que representa una
gran ventaja a la hora de adquirir bienes en Venezuela.
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4. Identidad y Cultura
Si hay un elemento que caracterice la identidad Piaroa en los últimos años
es el profundo cambio al que se han debido enfrentar para adaptarse a las nuevas
condiciones que les exige su realidad actual y seguir existiendo como puelo. Su
modo de vida ha cambiado sustancialmente en los últimos años, principalmente
por la evangelización, los distintos auges extractivos del siglo XX y la relación con
las instituciones del Estado. Aun cuando conservan cierta claridad sobre la
manera de vivir de sus mayores, plantean que su situación ha cambiado y que no
pueden pretender vivir como ellos. Actualmente ven en el cambio una estrategia
para sobrevivir como pueblo, aun cuando esto represente grandes retos en
términos de lo que significa ser Piaroa en el mundo contemporáneo.
4.1 Lengua
Los Piaroa hablan una lengua perteneciente a la familia lingüística Sáliba-
Piaroa (Fabre, 2005). Otras lenguas de esa familia son el Sáliba, hablado por los
Sálibas que habitan los departartamentos de Vichada, Meta y Casanare y que son
originarios del río Cinaruco, afluente izquierdo del Orinoco; y el Máko, hablado por
el pueblo del mismo nombre, que habita la cuenca del río Ventuari, afluente
oriental del Orinoco, en territorio venezolano.
Actualmente la lengua piaroa es usada de manera consistente por Piaroas
de todas las edades. Es la primera lengua que aprenden los niños en sus
comunidades y continúa siendo un medio de comunicación efectivo a medida que
la edad avanza. En las comunidades piaroa se reconoce su uso como un valor
cultural de evidente sentido práctico, pues garantiza hasta cierto punto el
hermetismo de sus comunicaciones con relación al exterior. Lo anterior es una
ventaja en un contexto de fronteras nacionales en donde los acentos del español
criollo son marcas de origen nacional, pues cuando los Piaroa colombianos hablan
español, inmediatamente son reconocidos como extranjeros en Venezuela. Sin
embargo, la comunicación directa con los Piaroa venezolanos -que prescinde del18
español- garantiza hasta cierto punto su recepción neutra por parte de las
autoridades fronterizas y militares venezolanas.
El programa etnoeducativo creado por la comunidad piaroa de Colombia
tiene como uno de sus principales objetivos el fortalecimiento en el uso y el
estudio de la lengua nativa por parte de los jóvenes. Lo anterior se lleva a cabo
por medio de clases magistrales en las que se practica la lengua y por el uso
natural y cotidiano de la misma a diario.
4.2Organización social y parentesco
La unidad básica de la estructura social tradicional de los Piaroa es el Isode
(Freire, 2004). El término isode hace referencia a una estructura de vivienda y
puede traducirse como 'casa', pero en el español criollo de la región se denomina
choruata. La choruata es una gran casa cónica de habitación múltiple que funciona
gracias a la autoridad de ruá: el líder, denominado 'cacique'. Entre las funciones
del cacique está la autoridad política, la relación con el mundo de los espíritus y la
medicina tradicional (Mansutti, 2012: 53). Los caciques tienen entonces a su cargo
el ejercicio de la autoridad a varios niveles, para lo que reciben preparación en su
juventud de parte de un cacique en ejercicio.
Un isode tiene por lo general el control de una micro-cuenca. Los conucos
de las familias que lo componen están distribuidos de manera dispersa por la
selva circundante y muchas veces tienen pequeñas casas temporales debido a la
distancia del poblado principal. Según el patrón de asentamiento tradicional,
cuando un isode alcanzaba cierto tamaño después de varios años de permanecer
en el mismo lugar, se movía fragmentándose, fuera creando nuevos isodæ de
menor tamaño o cediendo parte de su población a isodæ circundantes. Así, por un
lado se garantizaba hasta cierto punto la renovación de los recursos de cacería,
pesca y suelos mediante el abandono de los sitios, y por el otro se estimulaba el
intercambio social entre comunidades.
19
Complementario a eso, un rasgo tradicional de la sociedad Piaroa es la
endogamia, practicada a partir del matrimonio ideal entre primos cruzados
bilaterales. Tradicionalmente la práctica se llevaba a cabo preferentemente entre
personas que habitaran el mismo asentamiento, pero se extendía a matrimonios
con personas de poblados vecinos. El matrimonio cumplía además la función de
establecer o reforzar alianzas entre caciques a partir del intercambio. El patrón de
asentamiento no puede caracterizarse como patri- o matrilocal, puesto que las
parejas al inicio de su relación practican una alta movilidad entre los
asentamientos de sus padres y suegros, hasta que encuentran el lugar más
favorable, bajo la presión de cada uno de sus componentes para establecerse en
el asentamiento de origen. Esa elevada movilidad naturalmente comprende los
asentamientos cercanos en Venezuela y por lo general es saldada en función del
poder relativo del cacique que encabeza cada uno de los asentamientos a los que
pertenecen los integrantes de la pareja.
Como herencia modificada de la estructura social tradicional, la unidad
social básica actual es la familia extendida, esto es, una pareja adulta y sus hijos.
Por lo general, los hermanos construyen sus casas una junto a la otra y sus hijos
terminan por hacer lo mismo. Así, se tiene que los asentamientos se desarrollan
espacialmente siguiendo hasta cierto punto el patrón tradicional de asentamiento
descrito por Freire (2004) para los Piaroa venezolanos, en donde la cercanía de
sangre se expresa en cercanía espacial. Sin embargo, la diferencia fundamental
con respecto a los patrones tradicionales de asentamiento es el carácter
permanente de los asentamientos actuales, en contraste con la mayor movilidad
de los asentamientos antiguos. De este modo, los actuales asentamientos
permanentes, entre los que resalta Sarrapia por su gran tamaño, terminan por
expresar un patrón de 'barrios' en función de la relación de sus residentes. Con la
muerte hace 9 años del cacique Roberto Pulido, desapareció la figura de un
cacique unificador, pero los barrios actuales replican el patrón de una cabeza
visible, solo que su autoridad se basa en principios distintos a los del cacicazgo
tradicional. Los líderes actuales -incluidos los capitanes de comunidad y los sub-
capitanes de barrios- basan su autoridad en el dominio del español y de una serie20
de conceptos y prácticas relacionados con las instituciones de la sociedad
mayoritaria.
No obstante, aun existen hombres en ejercicio de la autoridad a partir de los
principios tradicionales. Son hombres mayores que no se caracterizan por su
dominio del español -incluso varios de ellos no lo hablan cotidianamente-, sino por
su comprensión del mundo ritual y su conocimiento de la historia. Los caciques a
la manera tradicional tienen un papel fundamental a la hora de tomar decisiones
colectivas y en el manejo de las enfermedades. Una de sus principales funciones,
que hoy desempeñan con menor intensidad debido a la pérdida del conocimiento y
del poder al respecto, es la de comunicarse con el mundo de los espíritus para
mantener la fertilidad del entorno (Mansutti, 2003: 110; Mansutti & García, 2005:
36). Así, un cacique entraba en contacto con los dueños de los animales, de los
peces y de los frutos silvestres, y pedía las cantidades que su pueblo necesitaba,
análogo a lo que Cayón (2002) explica para los Makuna de los ríos Apaporis y
Pirá-Paraná en el Vaupés.
4.3 Tradición oral y universo simbólico
En la tradición oral de los Piaroa se registra que son originarios del cerro
Autana, en territorio venezolano (Mansutti & García, 2005: 36). El cerro es
importante pues es el último vestigio de la existencia de un gran árbol que dio
origen a todos los alimentos existentes. Cuentan que al principio no existía
comida, por lo que debían comer tierra, hasta que uno de sus ancestros, en
tiempos en que aun era una lapa, sospechó algo de su pariente el mono nocturno.
El mono escapaba todas las noches y llegaba muy tarde impregnado de un olor
dulce y agradable. La lapa decidió perseguir al mono la noche siguiente para ver a
dónde iba mientras los demás dormían. El mono iba de rama en rama y la lapa iba
corriendo por el suelo. Cuando llegaron a la orilla del Orinoco el mono saltó de un
lado a otro y la lapa cruzó nadando en silencio. Al llegar a la otra orilla la lapa vio
un árbol enorme del que colgaban infinidad de frutos: piña, yuca, maíz, plátano. El
21
mono dejó caer un pedazo de piña y la lapa lo recogió y lo llevó a su gente como
evidencia. Al día siguiente todos le dijeron al mono que los llevara al gran árbol y
de este modo lo conocieron. Cuando llegaron allí se dieron cuenta de la enorme
diversidad de frutos que tenía y decidieron tumbarlo para poder comerlos.
Después de varios intentos lograron cortar el tronco, pero resultó que el árbol
estaba amarrado del cielo a través de dos bejucos: el barbasco y el yagé. La
ardilla subió y los cortó y el árbol finalmente cayó al suelo dispersando los
alimentos por toda la selva. Su tronco quedó en pie y hoy día se conoce en
español criollo como cerro autana y en piaroa como kuawai.
Como es la naturaleza la gran proveedora de todo lo que los Piaroa
necesitan, sostienen con ella una relación de respeto y cuidado profundo. Dicen
que deben su vida a la selva y estudios multidisciplinares adelantados desde la
década de los 80 sugieren que la actividad humana en las selvas tropicales de la
cuenca del amazonas ha mejorado la calidad de los suelos (Smith, 1980; Mann,
2000), por lo que se puede afirmar que la selva hasta cierto punto debe su
existencia al conocimiento y las prácticas agrícolas indígenas. Para los Piaroa es
necesario mantener una relación armónica con la naturaleza, pues de lo contrario
desencadenarían enfermedades para sí y para su gente (Freire & Zent, 2007:
163). Lo anterior se evidencia en la creencia sostenida alrededor de ciertas
enfermedades recientes sufridas por personas de la comunidad que se dedican a
la pesca comercial. Sostienen que son enfermedades derivadas de la explotación
excesiva de la naturaleza, por lo que sostienen que esas actividades deben
detenerse. Si a ello se suma el hecho de que los Piaroa se consideran una
sociedad pacífica, se encuentra sentido a las palabras de los viejos piaroa que
dicen: “A nosotros no nos va a acabar la guerra. Vamos a morir el día que muera
la naturaleza”.
22
4.4 Roles
Desde la etapa prenatal el cacique designa las actividades que los nuevos
seres van a desempeñar durante su vida. A partir del rezo, intercede ante las
fuerzas de la naturaleza para presentarlo al mundo. Una vez nacido el bebé se lo
reza y se lo baña con agua rezada para estimular la fuerza de su cuerpo (Freire &
Zent, 2007: 155). durante el tiempo en que los bebés no saben caminar aun, la
madre los acompaña la mayoría del tiempo: los alimenta, los baña y duerme con
ellos. A medida que va adquiriendo cierta autonomía a partir de la posibildad de
caminar, se va incorporando en la vida de la familia. Las niñas comienzan a
colaborar a su madre a edad más temprana: cuidan a sus hermanos menores y
ayudan con las labores del hogar; más adelante comienzan a acompañar a la
mamá al conuco para aprender las labores y ayudar en ellas. Los niños entran a
ayudar a su padre un poco más tarde: lo acompañan al conuco y a la pesca
progresivamente y más adelante a la cacería. De este modo los jóvenes van
entrando en el ciclo productivo. Actualmente un componente importante del
proceso de socialización es la escuela y posteriormente el colegio. Los jóvenes
aprenden español y conceptos que los ayudan a relacionarse con la sociedad
nacional, pues muchos de ellos aspiran a estudiar alguna carrera técnica para
conseguir un empleo en Inírida o Carreño. Existen, sin embargo, posturas que
plantean que la educación occidental ha alejado a los Piaroa del conocimiento
tradicional y que es una estrategia histórica -junto con la religión- para debilitarlos
como pueblo.
Entre los métodos tradicionales de enseñanza se encuentra el uso ritual de
hormigas y avispas como vehículo de fuerza para los jóvenes (Mansutti, 2003:
100). Desde muy niños se los prepara para recibir la picadura de estas, lo que
constituye una ceremonia basada en la premisa de que cuanto más fuerte sea el
individuo para resistir el dolor físico y el poder de algunas sustancias, más exitoso
será a la hora de enfrentar ciertas situaciones de la vida. Es de esta forma que los
caciques comienzan a detectar quién tiene habilidades físicas y mentales para
ejercer el liderazgo de su pueblo e inician su enseñanza progresiva, que involucra
23
sustancias como el tabaco, el yagé y el yopo. Se puede decir que el uso de estas
sustancias es la universidad tradicional, pues es allí donde adquieren los
conocimientos necesarios para relacionarse con el mundo y dirigir su sociedad,
para lo que naturalmente eligen a los candidatos más idóneos. Cabe mencionar,
sin embargo, que en la actualidad son pocos los jóvenes interesados en aprender
el camino del liderazgo tradicional.
La crianza del grueso de los jóvenes -aquellos que no se ven como futuros
líderes- involucra siempre el cuidado y el consejo de los caciques. Los alimentos
que van recibiendo a medida que crecen se rezan para preparar el cuerpo a recibir
su sustancia, potencial transmisora de enfermedades. Además, se observan
precauciones alrededor de la alimentación, el cuidado corporal y la educación
(Amodio, E.; Pérez, G. & Poblete, C., 2006).
En la actualidad un poderoso elemento que determina el papel de un
individuo en la sociedad es la participación en la educación occidental. Como se
planteó más arriba, la educación entre los Piaroa surgió como un mecanismo para
relacionarse con la sociedad occidental. El cacique Roberto Pulido, antes de su
muerte, designó las tareas que cada uno de los jóvenes debía desempeñar en su
vida, y a muchos de ellos les asignó el manejo de la educación. De este modo, los
descendientes de los individuos elegidos para manejar la educación igualmente
están siguiendo ese camino y se han apartado de otras funciones tradicionales
como la producción o la participación ritual. De este modo, se ha generado una
especie de élite vinculada a la existencia del colegio y al flujo de dinero que éste
representa para sus funcionarios. Así, ha surgido una distinción entre productores
-que por lo general son personas y familias enteras que viven de manera más
tradicional- y consumidores, que compran los alimentos y las herramientas
tradicionales al primer grupo. Esa nueva asignación de roles tiene una dimensión
productiva, pero también tiene repercusiones a nivel político, pues las personas
vinculadas a la administración del colegio tienen participación en espacios que los
otros no tienen, lo que muchas veces genera conflictos. Sin embargo, el colegio
fue una idea sustentada en la necesidad de responder desde la perspectiva propia
24
a las necesidades que plantea la relación con el mundo occidental y el conflicto
generado por su funcionamiento es manejado hasta cierto punto desde la
autoridad tradicional, pero la nueva autoridad derivada de la relación con las
instituciones de la sociedad nacional es cada vez más fuerte.
4.5 Celebraciones
La historia oral reciente de los Piaroa registra un descenso en la intensidad
y en la incidencia de la vida ritual. Este hecho se atribuye a la muerte de algunos
caciques antiguos que no alcanzaron a transmitir sus enseñanzas a las
generaciones más jóvenes. Dos elementos importantes en este proceso, según se
registra en la memoria colectiva, son la evangelización y la instauración de la
educación occidental. Después de varios años de interacción con esas
instituciones y con la muerte de figuras importantes la comunidad ha dejado de
reunirse alrededor de las celebraciones tradicionales, pues dicen que no están
capacitados para administrar la energía que estas situaciones mueven. De
cualquier forma, los caciques continúan trabajando desde el conocimiento
tradicional con el deseo de comprender a la sociedad mayoritaria y adapratse a
ella.
Una de las celebraciones más características del pueblo Piaroa -que ya no
se practica entre los Piaroa de Colombia- es el Warime (Mansutti, 2012). La
ceremonia hace parte del ciclo ritual anual y cumple con varias de las
características de la celebración de Yuruparí del noroccidente amazónico (Hugh-
Jones, 2013). Es una ceremonia practicada exclusivamente por los hombres
adultos en la que se pone en evidencia la jerarquía ritual -que no tiene reflejo en la
jerarquía política de la cotidianidad- y que tiene por finalidad 're-crear' el mundo,
estimulando su fertilidad y abundancia. La celebración involucraba máscaras
sagradas y flautas que no pueden ser vistas por mujeres y niños debido a que
25
contienen una poderosa energía creadora que de no respetarse generaría
enfermedades e incluso la muerte.
Una celebración contemporánea surgida del contexto de sobreexplotación
del recurso pesquero es el Festival del Bocón. Los Piaroa cuentan que nació como
una estrategia para protestar pacificamente en contra de la sobreexplotación y se
basa en una celebración tradicional de los antiguos. En los meses de marzo y
abril, periodo de desove del pez bocón (Brycon falcatus), varios grupos de
balseros -mayoritariamente venezolanos, pero también colombianos- se reunen a
extraer la mayor cantidad de peces posible para vender en las ciudades
circundantes. Los Piaroa idearon la celebración como una estrategia para valorar
este recurso y llamar la atención de las autoridades sobre la importancia de su
conservación (Patrimonio Natural-ACATISEMA, 2007). Durante el festival se
reunen a celebrar juegos tradicionales y a comer bocón, resaltando que el pez es
un importante recurso alimenticio, pero que es precico observar sus ciclos
reproductivos.
5. Autonomía y gobierno propio
En la organización política tradicional de los Piaroa destaca la figura del
cacique como máxima autoridad. Esta posición es ocupada por hombres mayores
que se caracterizan por un profundo conocimiento de la historia de su pueblo y el
uso frecuente y ritualizado de plantas de poder y prácticas tradicionales
restringidas para el resto de la población. La posición de cacique se obtiene
después de una larga y difícil preparación que busca inicialmente conocer quién
es idóneo para el cargo y luego prepararlo mediante rituales específicos para
dirigir a su gente. Son profundos conocedores de su entorno y su sociedad, por lo
que muchas veces predicen con bastante precisión eventos futuros. De este
modo, los caciques son respetados y sus indicaciones generalmente son seguidas
por su pueblo.
26
Aun cuando esta figura persiste, la muerte reciente de poderosos caciques
ha generado un debilitamiento de la autoridad ejercida desde la tradición. Sin
embargo, los líderes actuales sostienen que sus acciones siguen las rutas
trazadas por sus abuelos caciques. De este modo, puede observarse una
interesante transición en términos de organización política propia dentro de los
Piaroa. Los profesores y el resto de personas vinculadas al manejo administrativo
del colegio tienen gran participación política en la vida de la comunidad. Su
autoridad tiene una naturaleza doble: por un lado, proviene de su vinculación con
las instituciones de la sociedad mayoritaria; por el otro, y de manera primaria, su
autoridad proviene de la asignación de funciones que el cacique Roberto Pulido
hiciera antes de morir. El proyecto educativo se planteó como una estrategia de
supervivencia, por lo que se le invirtió gran energía. Por ello, las personas
vinculadas a su funcionamiento gozan de un espacio importante dentro de la vida
política de la comunidad, pero la sombra de la autoridad tradicional de los
caciques recae sobre ellos.
Sumado a ello, como herencia de las estrategias utilizadas por los
caucheros y balateros que trabajaron en la región hasta bien entrado el siglo XX,
los Piaroa reconocen la figura de capitán. El capitán era un integrante de la
comunidad que hacía las veces de capataz, que se encargaba de manejar un
grupo integrado por su propia gente en las labores de extracción de las materias
primas. De este modo, la figura actual de capitán -reconocida como “autoridad
propia” por el Estado colombiano- recoge hasta cierto punto las características del
capitán cauchero, pues su relativo conocimiento del español y de las instituciones
de la sociedad mayoritaria lo facultan para dirigir a su pueblo en la relación con
éstas.
Asociado al status jurídico de legalidad del territorio frente al Estado
colombiano, existe un comité de gobierno denominado cabildo, encabezado por el
gobernador. Además del gobernador está el vice-gobernador, que lo reemplaza en
su ausencia; el secretario, que se encarga de registrar por escrito las reuniones en
las que se involucra el cabildo; el tesorero, que se encarga de manejar el dinero; la
27
guardia indígena; y por último el fiscal, que se encarga de vigilar las funciones de
los de más. Cabe mencionar que la junta del cabildo actúa siempre bajo la
dirección de los ancianos y representa la voz de la comunidad ante la el comité de
cabildos de ACATISEMA.
ACATISEMA es el organismo que agrupa a las autoridades de los 17
sectores del Gran Resguardo de Matavén, y sus siglas traducen Asociación de
Cabildos y Autoridades Tradicionales Indígenas de la Selva de Matavén.
ACATISEMA está conformada por dos organismos: en primer lugar, un comité
coordinador encabezado por el coordinador general e integrado por un secretario y
14 coordinadores de temas específicos; y en segundo lugar, la junta de cabildos,
que agrupa a los gobernadores de cada uno de los sectores del Gran Resguardo
de Matavén. Las decisiones se toman con el comité coordinador y la junta de
cabildos mediante votación. Otros miembros de las comunidades pueden asistir a
las reuniones, pero sólo tienen voz y no voto.
ACATISEMA nace a finales de la década de los 90 después de una larga
historia de organización. Durante los años 80 hubo varias organizaciones propias
como LOIO (Lucha y Organización Indígena del Orinoco) y el CRIVI (Consejo
Regional Indígena del Vichada) cuyo mayor logro en términos políticos fue la
titulación de los resguardos del anillo inicial en la selva de Matavén. A partir de la
consolidación de ACATISEMA con el apoyo de organizaciones como
ETNOLLANO se plantea la necesidad de construir un organismo propio que
representara los intereses de las comunidades que habitan el territorio de
Matavén. En la primera década del siglo en curso el mayor logro es la titulación de
la zona central de manera mancomunada a nombre de los resguardos iniciales
para crear el Gran Resguardo de Matavén (De la Hoz & Cock, 2005). Actualmente
Matavén se enfreta a grandes retos en términos organizativos, pues son muchos
los ojos que se posan sobre el territorio con intereses diversos. La diversidad de
perspectivas frente al manejo del territorio representadas en las 6 etnias que lo
habitan generan tensiones alrededor de las grandes decisiones que se toman
alrededor de la administración del mismo.
28
Con respecto al nivel de representatividad con el que cuentan los Piaroa en
ACATISEMA, este es mínimo debido a que el territorio de Matavén está ocupado
mayoritariamente por la etnia Sikuani, quienes ponen más votos a la hora de
tomar decisiones. A raíz de ello, los Piaroa han generado espacios de
participación propios para comunicarse con las instituciones del Estado,
principalmente para gestionar el funcionamiento del colegio de Sarrapia, que es su
estandarte. Es el caso de la fundación PURUNA, cuya conformación contó con el
apoyo de ETNOLLANO, y que tiene por función principal administrar el
funcionamiento del colegio de Sarrapia.
5.2 Jurisdicción especial indígena
La administración de la autoridad entre los Piaroa y la prevención y el
manejo del conflicto se llevan a cabo mediante el consejo de los mayores, que
llevan a cabo prácticas específicas que los facultan para dirigir su sociedad. La
acción de aconsejar entre los Piaroa es fundamental si se tiene en cuenta que se
consideran un ueblo absolutamente pacífico y cualquier brote de violencia, por
mínimo que sea, se asocia a la locura. El ejercicio de la ley propia mediante el
consejo se denomina Tabotᵾ y es tal su importancia e incidencia, que ha llegado a
inspirar el manejo de realidades contemporáneas como la administración del
colegio.
5.3 Consulta previa
Dada la gran riqueza mineral y de hidrocarburos de la región de Matavén,
en los últimos años se ha presentado un sinnúmero de intentos por acceder al
territorio, la mayoría de los cuales han sido infructuosos para fortuna de las
comunidades que lo habitan. Ha habido sobre todo iniciativas mineras, que para
los Piaroa representan una seria amenaza para el territorio. Paradojicamente, el
único proyecto que ha sido de interés para los Piaroa en los últimos años es un
29
proyecto REDD, que propone la conservación de los ecosistemas selváticos de
Matavén para vender bonos de oxígeno a empresas multinacionales que quieran
“reducir” su huella de carbono en el planeta. La empresa encargada de hacer la
conexión entre la comunidad y las multinacionales se llama MEDIAMOS y la
iniciativa es atractiva para los Piaroa, dado que habla de conservar los
ecosistemas. El asunto aun está en trámite pero encuentra resistencia en varios
sectores de la comunidad. Por un lado están aquellos que eventualmente
quisieran explotar los recursos mineros de la selva, cosa que no podrían hacer de
aprobarse el proyecto. Por otro lado están los que cuestionan el trasfondo real de
la iniciativa: ¿compromete la soberanía sobre el territorio? ¿es una solución
integral para la destrucción producto de la actividad industrial a nivel planetario?
5.4 Participación institucional
Desde hace alrededor de 40 años, con la consolidación de la presencia
católica en la región, comenzó un proceso de acercamiento a las instituciones de
la sociedad mayoritaria que hoy es más fuerte que nunca. Durante los años 80 las
primeras organizaciones indígenas de la región establecieron conexiones con
otras regiones y lograron espacios de participación importantes a nivel nacional.
Para la década de los años 90, con la creación del departamento del Vichada, su
relación con la institucionalidad colombiana sería mayor. Para 1998, con la
creación del municipio de Cumaribo, la relación se hace más directa y también
más compleja. Así, las poblaciones indígenas de Matavén comenzaron a recibir
recursos de la nación a través de la alcaldía, pero la situación se tornó bastante
grave por la corrupción política en la zona y el reconocido mal manejo de los
dineros públicos (De la Hoz & Cock, 2005). Con la implementación del Sistema
General de Participación en 2001 la situación se complicó aun más, pues los
dineros no llegaban a manos de las comunidades, sino que pasaban por la
alcaldía y se quedaban entre amigos. Los suministradores de bienes aun hoy
inflan los precios desmedidamente y las cifras se reducen significativamente a la
hora de llegar a las manos de las comunidades. Hoy día hay un puesto de salud30
que ninguna gobernación, alcaldía o empresa quiere asumir; un colegio que
depende de la Secretaría de Educación del Vichada, reconocida por sus
problemas de funcionamiento; un asentamiento permanente de las misioneras de
la Madre Laura; cursos trimestrales del SENA y una caseta donde alguna vez
hubo un COMPARTEL.
Un elemento importante a la hora de hablar de institucionalidad es el hecho
de que la mayoría de los Piaroa colombianos tienen doble nacionalidad. Como
estrategia para acceder a los eventuales beneficios que brinda cada uno de los
Estados separados por la frontera en la que habitan, han optado por obtenerr la
nacionalidad venezolana en virtud de varios factores. Muchos de ellos tienen
padres o abuelos que nacieron o vivieron en Venezuela en algún momento de su
vida, por lo que pueden demostrar sus vínculos inmediatos. Sin embargo, la
manera en que a través del siglo XX adoptaron nombres y apellidos occidentales
les ha traido una serie de obstáculos a la hora de legalizar su situación. Resulta
curioso cómo en los documentos colombianos y venezolanos los apellidos de un
mismo individuo no coinciden. Cuando se rastrean los documentos de los padres
sucede lo mismo: en Venezuela están registrados con un par de apellidos y en
Colombia con otro. La razón por la que los apellidos no coinciden es que en el
momento en que se los asignaron a los más viejos éstos no tenían reflejo en la
cotidianidad de los Piaroa. Muchos apellidos fueron cedidos por los patrones a sus
trabajadores, concedidos por los curas o incluso 'regalados' entre familiares para
optar por documentos de identificación nacional. De este modo, cuando a
mediados del siglo XX los Piaroa querían obtener documentos nacionales optaban
por registrarse con los apellidos que se hubieran acercado más a su cotidianidad.
Al venir a Colombia utilizaban apellidos de sus parientes que estuvieran asentados
ya en territorio colombiano. A través de éste proceso acreditaban sus vínculos de
sangre con ambos países mediante la utilización estratégica de los apellidos de
los blancos, que no tenían una historia dentro de la vida de sus mayores. Así, sus
hijos eran registrados en Colombia con los apellidos 'colombianos' y en Venezuela
con apellidos 'venezolanos'. Hoy día, cuando ingresan a territorio venezolano para
hacer compras o para pasar a Puerto Carreño, no pocas veces son detenidos por31
la Guardia Nacional de Venezuela por la inconsistencia entre sus documentos de
uno y otro país, aun cuando son legales y acreditan vínculos reales de
descendencia con ambos territorios.
A los ojos de los Piaroa las instituciones son una estrategia del Estado para
normalizar a las comunidades, sistematizar la información referente a ellas y tener
control territorial. Cuestionan por qué les titularon los resguardos si no tienen una
autoridad real sobre su territorio cuando del subsuelo se trata. Son conscientes de
la enorme riqueza que hay en su territorio y todos los acercamientos del Estado y
de empresas privadas tienen para ellos un interés oculto, pues según su
perspectiva, los blancos siempre han necesitado algo de lo que ellos tienen y
siempre han hecho hasta lo imposible por conseguirlo, sin impotar el costo en
vidas humanas o daños ambientales. A cambio, siempre les han dejado espejos,
escopetas, pólvora, dinero y más recientemente computadores y promesas de una
vida mejor para sus hijos.
6. Salud
La situación de salud dentro de los Piaroa colombianos es compleja, pues
mediante éste término se hace referencia a realidades diversas. Por un lado, la
salud se refiere al estado orgánico, mental y social de los Piaroa como individuos y
como colectividad reflejado en su funcionamiento. Por otro lado, el término salud
se refiere a una serie de servicios que por lo general están a cargo del Estado y
que buscan controlar eventuales brotes de enfermedades principalmente físicas
entre la población. Ante esta división, debe decirse que la salud como índice de
funcionamiento orgánico, mental y social de los Piaroa es relativamente positiva,
aunque cuenta con ciertas amenazas. Con respecto a los servicios del Estado, su
calidad y cobertura son mínimas (Mireles, 2011). La relación de ambas
concepciones de salud deja ver la manera en que los Piaroa han enfrentado
historicamente las amenazas para su funcionamiento orgánico, mental y social
ante el manejo por parte del Estado de una serie de factores que en la mayoría de
32
los casos terminan por agudizar la situación de vulnerabilidad en la que éstos se
encuentran. A pertir de lo anterior, para referirnos al estado orgánico, mental y
social de los Piaroa diremos salud, y para referirnos a los servicios del Estado
diremos servicios de salud.
Es un hecho bien documentado que desde los primeros contactos con el
mundo occidental, las poblaciones de la selva americana enfrentaron una serie de
nuevas enfermedades traídas por los conquistadores que representaron serias
amenazas a su estabilidad demográfica (Freire & Zent, 2007). Como consecuencia
de lo que terminó por ser un arma no convencional utilizada de manera
insconsciente por parte de los conquistadores, grandes poblaciones se redujeron
en cuestión de años, haciendo más fácil el despojo territorial del que fueron objeto
las poblaciones nativas. Los pueblos indígenas actuales debieron sobreponerse a
grandes amenazas a su salud y en gran medida gracias a ello sobrevivieron al
exterminio colonial. Ante el panorama de una serie de enfermedades traídas del
viejo mundo las prácticas medicinales nativas la mayoría de las veces no tuvieron
mucho que hacer, pero algunas sociedades lograron sobrevivir gracias a factroes
como el aislamiento geográfico -voluntario o circunstancial. Los Piaroa,
autodenominados Deáruá o Señores de la Selva, son un ejemplo de la manera en
que el aislamiento geográfico protegió a los pueblos indígenas del exterminio a
través de enfermedades. Además, por el hecho mismo de habitar en la selva y
manejar un gran conocimiento botánico y terapéutico, los Piaroa lograron
sobrevivir a las amenazas representadas por las nuevas enfermedades.
Con el advenimiento de la estructura institucional del Estado colombiano,
reforzada localmente y reglamentada mediante la creación del departamento del
Vichada a través de la Constitución de 1991, los asentamientos Piaroa que habían
permanecido aislados son incorporados gradualmente a las dinámicas
administrativas. Con ello viene una serie de servicios que incluyen los de salud y
que se constituyen en una opción válida y efectiva para intervenir en el balance de
las condiciones físicas, mentales y sociales de la comunidad. Hoy día las técnicas
propias de administración de la salud se combinan con aquellas proporcionadas
33
por el Estado y las EPS para dar un manejo diferencial a las enfermedades, en
virtud de la disponibilidad de recursos de uno y otro sistema, las características de
las enfermedades y las preferencias del individuo/paciente.
6.1 Soberanía alimentaria
Como se ha mencionado en apartes anteriores, un grave problema para la
salud de los Piaroa que se vislumbra en el horizonte cercano y que ya comienza a
tener efectos en la vida diaria es la falta de proteína animal. El principal factor que
determina esta situación es la creciente presión demográfica a escala regional,
involucrando indistintamente el lado colombiano y el venezolano del río Orinoco.
De la mencionada presión demográfica -que tiene especial acento en las ciudades
criollas de la región: Puerto Inirida, Puerto Ayacucho, Puerto Carreño- se deriva un
aumento significativo en la demanda de proteína animal, principalmente pescado.
De este modo, el territorio Piaroa -por su estado de conservación ecológica- ha
hecho las veces de reservorio de fauna íctica, por lo que en los últimos años el
recurso pesquero se ha visto sobreexplotado para abastecer los mercados de las
ciudades circundantes. Así, al convertirse en una alternativa económica para los
Piaroa que no tienen otro ingreso, la pesca comercial ha penetrado la vida
cotidiana de los Piaroa y ha llevado el recurso al borde de la extinción.
La pesca indiscriminada comienza hace unos diez años, como
consecuencia de una oleada de créditos pesqueros concedidos por el Estado
venezolano. Así, a raíz del aumento anual de la explotación, la cantidad de peces
extraída llegó este año a dos toneladas, lo que representa una reducción
considerable con respecto a las 37 toneladas sacadas en 2005. En vista de esa
situación, los Piaroa comenzaron a bucar apoyo institucional a distintos niveles,
pero no obtuvieron una respuesta consistente. Para el 2007 obtuvieron apoyo de
la fundación Patrimonio Natural en la organización del Festival del Bocón, pero de
ahí en adelante han tenido que buscar cada año para continuar con el proyecto.
ACATISEMA, como máxima autoridad dentro del resguardo, se pronunció
34
respecto a la situación, emitiendo un comunicado que dejaba clara la prohibición
de pescar a gran escala, pero no tuvo efecto. Instituciones como
CORPORINOQUIA, la CDA, la policía ambiental y el ejército han sido negligentes
al respecto. Cabe destacar la manera de proceder del ejército colombiano, que
muchas veces terminaba por permitir la pesca -evidentemente excesiva- a cambio
del suministro de pescado para los pelotones. Cuentan los Piaroa que la única
organización que tomaba acción en contra de la pesca indiscriminada era la
guerrilla, pero a su salida, y ante la complejidad de la situación, ésta continuó.
Un segundo factor que puede comprometer la soberanía alimentaria de los
Piaroa es la creciente dependencia del dinero y la economía de mercado para
conseguir alimentos. La reciente división entre productores y consumidores y el
flujo de dinero han derivado en la necesidad de consumir alimentos procesados
obtenidos en las ciudades. Aun cuando existe la posibilidad de cultivar la tierra y
obtener alimento vegetal de manera tradicional, existe una tendencia a la
reducción de esta práctica. Lo anterior puede representar a mediano plazo la
dependencia del pueblo Piaroa con respecto a los centros de comercialización de
alimentos.
6.2 Medicina tradicional/ propia
La concepción de la salud entre los Piaroa tiene una estrecha relación con
el medio ambiente. Por un lado, la salud es un estado de equilibrio orgánico del
cuerpo que es consecuencia a su vez de un equilibrio orgánico en el entorno. Los
Piaroa, que se autodenominan los Señores de la Selva, tienen como base
fundamental de su existencia el cuidado de su entorno natural. Tienen muy claro
que éste es el que les provee los recursos necesarios para existir y consideran
que existen límites en cuanto a la explotación de estos recursos. Sólo les es
permitido tomar lo necesario para vivir, pues una explotación desmesudara
inevitablemente causará desequilibrios ecológicos que tendrán repercusiones
directas sobre su vida. Como consecuencia, quien explote excesivamente
35
cualquier recurso en particular estará desconociendo la autoridad que los Dueños
de los recursos tienen sobre ellos. Así, el desconocimiento de dicha autoridad
repercute en enfermedades a todo nivel que tienen por base la omisión en el
cuidado de la naturaleza.
Además de las enfermedades que son consecuencia del desequilibrio en la
relación del ser humano con la naturaleza, existen enfermedades traídas al
territorio por los blancos y otras que son consecuencia del funcionamiento normal
del cuerpo y su desgaste. Las primeras no cuentan con un registro en la historia
Piaroa que les permita conocer su funcionamiento y la manera de combatirlas, por
lo que lo más común con ellas es acudir a los servicios de salud occidentales
proporcionados por el Estado. En cuanto al segundo tipo, existen cuidados
tradicionales y restricciones que permiten a quien las padece solventar su
situación y seguir su vida hasta donde el cuerpo lo permite.
Aun cuando se perciben grandes cambios entre los Piaroa de hoy con
respecto a lo que fueron sus mayores, todavía persisten prácticas curativas
heredadas de los sistemas terapéuticos tradicionales. Las principales figuras
encargadas de administrar las prácticas curativas son los caciques, pero también
existe un dominio relativo del conocimiento de las plantas entre la población.
Existen dos métodos complementarios a la hora de tratar las enfermedades y
ambos pasan a través del diagnóstico hecho por el cacique a través de la
capacidad de ver las enfermedades: el primero es el rezo, que es específico para
cada enfermedad y el segundo es el uso de plantas medicinales, de igual manera
específicas para cada caso. Ambos métodos pueden ser complementarios y
muchas veces van acompañados de restricciones en alimentación y actividades
con el objetivo de fortalecer el cuerpo. Con respecto a las enfermedades derivadas
del desequilibrio de la naturaleza, por lo general se recomienda primero dejar la
sobreexplotación de recursos, en segundo lugar tratar los síntomas inmediatos y
en tercer lugar el cacique entra en contacto con las entidades que hacen valer su
autoridad mediante la enfermedad y negocia la curación del paciente.
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La persistencia en el manejo de la medicina tradicional se ha convertido en
una garantía a la hora de preservar la salud entre los Piaroa, pues el deficiente
servicio de salud del Estado no es suficientemente confiable para ello. Dicen que
de no ser por sus prácticas tradicionales la situación sería muy distinta, y ponen
como ejemplo a otros pueblos indígenas de la misma área que por vincularse a
movimientos religiosos abandonaron su tradición terapéutica. El manejo de la
medicina tradicional ha sido muchas veces la única opción en un contexto donde
las instituciones encargadas de administrar el servicio tienen prioridades distintas
a las que su función les confiere.
6.3 Interculturalidad
Dados los grandes cambios que atraviesa la sociedad Piaroa en cuanto a
su funcionamiento y concepciones y al papel protagónico de la sociedad
mayoritaria en ellos, la medicina occidental ha cobrado gran importancia en los
últimos años. De este modo, en 1982 entran en funcionamiento los primeros
puestos de salud en el área piaroa con promotores de las comunidades que eran
capacitados en las ciudades y enviados de vuelta para administrar los servicios de
salud del Estado. Desde esa época el servicio ha enfrentado dificultades debido al
aislamiento geográfico y a las particularidades de la región y la manera de ver el
mundo de los Piaroa.
El sistema de salud en el Vichada es reconocido por su precariedad, por lo
que existen serios problemas de cobertura y calidad en la atención. En la
actualidad cada asentamiento cuenta con un puesto de salud, de los que ninguno
funciona al total de sus posibilidades. Todos los puestos de salud son
administrados por la Unidad Básica de Atención Nuestra Señora del Cármen, una
Empresa Social del Estado, con sede en Puerto Carreño. La UBA tiene contrato
con la Secretaría de Salud del Vichada y su función es administrar los puestos de
salud. La cobertura de salud en materia legal corresponde a varias EPS, entre las
que resaltan MALLAMAS, CAPRECOM y hasta hace algún tiempo COMFAMILIAR
37
HUILA. Las EPS se encargan de contratar con los hospitales municipales para
atender a los enfermos y en caso de requerir remisiones, de gestionarlas. Sin
embargo, son varios los problemas que hoy se vislumbran al respecto.
En cuanto a los puestos de salud, la mayoría no están en funcionamiento.
Los que están activos reciben pequeñas provisiones de medicamentos cada dos o
tres meses y hasta ahí llega su funcionalidad. Para atender casos graves o
trasladar enfermos a los centros urbanos se afrontan grandes dificultades, por lo
que es una fortuna que los Piaroa conserven sus sistemas terapéuticos en
funcionamiento. En el 2010 llegó al territorio una iniciativa liderada por la
Organización Mundial de la Salud y la Agencia Canadiense para el Desarrollo
Internacional que buscaba principalmente dotar a los puestos de salud de
medicamentos para combatir la Enfermedad Diarréica Aguda y la Infección
Respiratoria Aguda: dieron un pequeño suministro de medicamentos y dejaron
material de consulta, pero no dejaron personal capacitado en el área. Los
promotores de salud argumentan que esa no es una iniciativa que proporcione
soluciones estructurales a problemas que atraviesan los servicios de salud, sino
que es una oportunidad para las redes locales de corrupción de sacar provecho.
Las EPS, por su parte, llegaron a aprovechar el desorden institucional de la
región para administrar grandes volúmenes de afiliados. Los hospitales locales
argumentan que las EPS les deben grandes sumas de dinero, por lo que es
imposible brindar atención a los enfermos. Además, los censos de población
indígena han sido feriados entre las empresas por parte de los líderes de las
autoridades indígenas regionales, de manera que éstos reciben sumas de dinero
por afiliar a su gente en una u otra. Lo que resulta particularmente grave del
asunto es que las afiliaciones muchas veces no se llevan a cabo y los censos van
de un lado a otro a través de las reconocidas cadenas de corrupción regionales. El
balance final del asunto es que las poblaciones no conocen a ciencia cierta a qué
EPS han quedado afiliadas y no saben a dónde acudir en caso de enfermedad.
Además, los servicios son tan precarios que muchas veces de nada sirve estar
afiliados a una o a otra EPS.
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7. Educación
Desde los años 80 la manera en que los niños Piaroa reciben educación
cambió sustancialmente debido a la iniciativa liderada por sus mayores,
consistente en traer al territorio la posibilidad de recibir educación occidental. La
iniciativa hacía parte de una estrategia que apuntaba a educar a los niños para
que fueran capaces de manejar dos mundos y de este modo comprender a la
sociedad mayoritaria y así tener la capacidad de interceder ante ella en beneficio
de su comunidad. De este modo comienza la formación de profesores y la
fundación de escuelas en algunas comunidades. El proceso, que dura hasta
nuestro días, terminaría con la consolidación de un colegio manejado directamente
por los Piaroa.
Sin embargo, al igual que en otras materias que dependen del Estado, los
servicios de educación son sumamente precarios. El torpe funcionamiento del
servicio en la región se atribuye en gran medida a las ya mencionadas cadenas de
corrupción, que desvían fondos de materiales, de planta física y de alimentación.
Además, la Secretaría de Educación argumenta que no hay presupuesto suficiente
para contratar profesores, por lo que es común ver grandes grupos de niños bajo
la dirección de un profesor que dificilmente puede prestarles atención a todos. Al
referirse al tema, los Piaroa dejan ver su exasperación diciendo: “Si van a imponer
la educación occidental, que sea la mejor”.
7.1 Etnoeducación
El trabajo continuado en educación hace parte de la iniciativa de
fortalecimiento cultural del pueblo Piaroa. Resulta paradójico entonces el hecho de
elegir la construcción de un proyecto educativo a partir de un modelo occidental
bajo la premisa de reforzar la tradición. Sin embargo, los Piaroa contemporáneos
tienen muy claro que son una sociedad dinámica que quiere sobrevivir a la
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situación cambiante de su entorno y saben que la comprensión y adopción de
algunas herramientas occidentales puede ser útil al respecto. Saben que esto
puede representar una amenaza a los modos de vida tradicionales, pero hoy su
prioridad es sobrevivir al cambio.
Como consecuencia de ese proceso se aprueba por parte del Ministerio de
Educación Nacional en 2003 la creación del Colegio Internado Ecológico
Intercultural Kuawai. El colegio es manejado por los Piaroa, quienes responden
ante la Secretaría de Educación del Vichada. Allí se ofrece educación occidental,
con algunas menciones a la lengua, labores y vida tradicional piaroa y actualmente
cuentan con el ciclo completo de primaria y básica secundaria hasta 9°. Planean
expandir la cobertura hasta grado 11 y eventualmente construir un programa de
formación universitaria en el territorio.
8. Conclusiones
Las situaciones descritas y analizadas anteriormente constituyen una
especie de eslabón en la historia del pueblo Piaroa y no deben entenderse como
una degeneración de su sociedad. Los Piaroa son agentes de su propia historia y
desde esa claridad han decidido cuándo y cómo adaptarse a determinadas
situaciones que han llegado a su territorio. Si bien es evidente un profundo y
acelerado cambio desde hace aproximadamente 40 años, el cambio nunca ha sido
ajeno a su manera de vivir, como consta en su tradición oral. La presiones
externas que han afrontado han propiciado su toma de decisiones respecto a
coyunturas específicas, que vistas a gran escala han representado grandes
cambios en su modo de vida. Queda sin embargo el interrogante respecto a qué
hubiera pasado si los Piaroa hubieran decidido no cambiar. ¿Tendíamos hoy día
sociedades muy tradicionales habitando ecosistemas muy bien preservados?
¿Sería el caso de los Piaroa similar al de los Nukak-Makú, o al de los Yurí? ¿O
tendríamos tal vez grandes porciones de selva convertidas en sabanas ganaderas,
espacio abierto para la minería y la extracción de hidrocarburos? Los Piaroa han
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decidido a cada momento en qué convertirse a partir de las opciones que han
tenido disponibles y hasta donde alcanzamos a apreciar, esas decisiones les han
permitido sobrevivir hasta nuestros días en un ambiente social y económico
adverso.
9. Propuestas finales
A raíz de la identificación de la realidad actual de los Piaroa, hemos
planteado una serie de propuestas divididas en varios temas que buscan solventar
alguos problemas. Partimos de la consciencia de la complejidad de su realidad y
sabemos que cualquier iniciativa que busque mejorar aspectos determinados de
su vida debe surgir de su voluntad. Por lo anterior hemos formulado
conjuntamente las propuestas consignadas a continuación:
Territorio
Es fundamental en primer término reconocer una soberanía real a los
Piaroa, basada en la ocupación de larga data del territorio, pues la
principales amenazas para el territorio identificadas son la extracción
mineral y de hidrocarburos. El ilusorio reconocimiento de la soberanía
territorial excluyendo el subsuelo en términos prácticos es lo mismo que
nada en una región rica en minerales y petróleo. Lo anterior implica
garantizar la protección de los territorios respecto a iniciativas extractivas.
Es necesario aclarar a los vecinos colonos el carácter legal del resguardo
para evitar ocupaciones malintencionadas en busca de explotación de
recursos del subsuelo.
Asegurar la protección a la fauna íctica y terrestre, pues se encuentra
gravemente amenazada, lo que compromete la seguridad alimentaria de la
población.
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Seguridad alimentaria
Apoyar las iniciativas de monitoreo y vigilancia para mantener a los
pescadores comerciales fuera del territorio.
Es necesario establecer comunicación con las autoridades venezolanas
para controlar el origen del pescado, pues existe una invasión explícita a la
soberanía territorial colombiana que compromete el aprovisionamiento de
recursos alimenticios a las comunidades indígenas.
Apoyar emprendimientos productivos locales que apunten a abastecer los
mercados de las ciudades criollas circundantes con productos de primera
necesidad. Para ello puede ser útil establecer acuerdos binacionales que
permitan el libre comercio de alimentos producidos en la región.
Cultura
Apoyar iniciativas de investigación propia, reconociendo que no todo el
apoyo debe darse en términos de dinero, sino principalmente en
capacitación y acompañamiento.
Apoyar la celebración de un encuentro nacional Piaroa en donde se traten
materias pertinentes a toda la comunidad.
Implementar programas de vivienda digna concertada con las comunidades
y que esté de acuerdo con sus tradiciones y necesidades.
Institucionalidad
Hacer auditorías exhaustivas a las gobernaciones y alcaldías de la región,
pues la corrupción es dramática y los recursos que el Estado central envía
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a las comunidades se quedan en bolsillos particulares. Dada la conocida
tendencia a comprar a los funcionarios, se sugiere poner particular atención
a la hora de seleccionar el personal.
Comunicarse con Cancillería para legalizar el estatus de doble nacionalidad
de los Piaroa, pues las particularidades históricas de su situación les traen
serios problemas en la actualidad.
Corroborar los censos, pues cada año las alcaldías piden a las
comunidades la actualización de estos y no las envían al Ministerio del
Interior. La consecuencia directa de lo anterior es la reducción de los
recursos de participación que llegan a las comunidades.
Capacitación en legislación indígena e intercambio de experiencias con
miembros de otras comunidades nacionales e internacionales.
Todas las iniciativas deben ir acompañadas de un seguimiento institucional
que garantice su estricto cumplimiento. Para las comunidades indígenas es
desconcertante el cambio de funcionarios y de normas, por lo que es
conveniente destinar a alguien que encabece oficinas de atención directas
en las zonas donde existen pueblos indígenas en riesgo dedesaparición
física o cultural.
Salud
Generar programas de salud en los que la tradición juegue un papel
fundamental, para aprovechar así el enorme conocimiento acumulado por
los Piaroa y promover la práctica de la medicina tradicional. Además, es
necesario que estos estén concertados con los promotores de salud
antiguos, que cuentan con larga experiencia en la materia.
Dotar de medicamentos y equipos los puestos de salud.
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Inversión en los hospitales regionales.
Auditorías a las EPS.
Educación
Invertir en recursos y capacitación para el proyecto de educación del
Colegio Internado Ecológico Intercultural Kuawai, que lleva una larga
trayectoria, pero aun requiere apoyo conceptual para su estructuración.
Ordenar a la Secretaría Departamental de Educación que ejecute los
recursos destinados al funcionamiento de las escuelas, pues ésta siempre
argumenta que el presupuesto es insuficiente. En contraste con ello, los
informes sobre el estado del servicio presentan fotografías antiguas en
donde las estructuras aparecen en perfecto estado. Lo anterior involucra la
contratación local de profesores según el número de alumnos establecido
para cada escuela.
Los Piaroa solicitan la presencia de Universidades en el territorio para la
formación de sus jóvenes bachilleres, pues desde su experiencia, los
jóvenes que salen del territorio y van a las grandes ciudades a estudiar
reciben influencias muy poderosas del mundo urbano y se resisten a
regresar a la comunidad. Si por alguna circunstancia regresan, han
aprendido cosas que no siempre conviene que divulguen entre los niños.
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