Ensayo violencia contra la mujer y derechos humanos

48
ENSAYO: “VIOLENCIA CONTRA LA MUJER, LEYES, CONVENCIONES Y DERECHOS HUMANOS” México, D.F., Diciembre, 2013 1

Transcript of Ensayo violencia contra la mujer y derechos humanos

ENSAYO:

“VIOLENCIA CONTRA LA MUJER, LEYES,

CONVENCIONES Y DERECHOS HUMANOS”

México, D.F., Diciembre, 2013

1

Í N D I C E

I. INTRODUCCIÓN 3

II. VIOLENCIA 4

II.1. VIOLENCIA ESTRUCTURAL 7

II.2. DERECHOS HUMANOS 8

III. FORMAS DE VIOLENCIA CONTRA LA MUJER. 13

III.1. ABUSO SEXUAL 15

III.2. ABUSO FÍSICO 17

III.3. ABUSO PSICOLÓGICO 19

IV. MARCO DE DERECHOS LEGALES Y HUMANOS. 26

IV.1. ÁMBITO INTERNACIONAL 29

IV.2. ÁMBITO NACIONAL 32

V. PROYECTOS Y ORGANIZACIONES

2

EN PRO DE LA MUJER.

36

VI. CONCLUSIONES. 39

VII. REFERENCIAS. 42

VIII. ANEXOS. 43

I. INTRODUCCIÓN

La violencia contra la mujer es quizás la más

vergonzosa violación de los derechos humanos.

No conoce límites geográficos, culturales o de

riquezas. Mientras continúe, no podremos

afirmar que hemos realmente avanzado hacia la

igualdad, el desarrollo y la paz.

KOFI ANNAN

“La violencia es una conducta vinculada con el poder. Quien

ejerce violencia actúa de manera intencional y con el propósito

de someter y controlar a la otra persona, es decir, de eliminar

cualquier obstáculo para el ejercicio del poder. Por ello toda

3

forma de violencia se relaciona con la libertad”. 1 La idea de

roles establecidos, estereotipos, para el hombre y la mujer en

la sociedad, es uno de los principales generadores de

desigualdad; y ello propicia la discriminación, marginación y

violencia hacia la mujer; siendo su agresor-dominador, el

hombre.

Una muestra de la literatura: “35% por sus maridos, en

Egipto; 25% por su pareja, en Gran Bretaña; 32% por un miembro

de su familia, en Zimbabwe y 30% por su pareja, en México.

Estas son cifras alarmantes acerca de la violencia contra la

mujer que sucede en el mundo entero.” 2 Reconociendo la

magnitud del problema, este trabajo se centra en la violencia

contra la mujer, las formas en que se lleva acabo, las causas,

las consecuencias, así como los derechos que le proporcionen

protección.

Como afirma García Moreno Claudia: es importante tomar

medidas estratégicas para la prevención de la violencia contra

la mujer y no sólo establecer programas de atención a víctimas

de violencia.

II. VIOLENCIA

Todos lo discursos, tratados o estudios acerca de la violencia

intentan precisar lo que entienden por este término,

1 Torres Falcón, Marta. Violencia contra las mujeres y derechos humanos. México, El Colegio de México, 2001.p.3072 García Moreno Claudia. Violencia contra la mujer: Género y Equidad, Organización Panamericana de la Salud, E.U. 2003, p.8

4

dependiendo de la visión del autor, sin nunca llegar claramente

a una definición del tconcepto.

Empezaremos por la definición inmediata que podríamos

obtener, es decir, lo que el diccionario de la Real Academia

Española nos dice: “algo que esta fuera de su natural estado,

situación o modo. Que obra con ímpetu y fuerza. Lo que uno hace

contra su gusto, por ciertos respectos y consideraciones. Que

se ejecuta contra el modo regular o justicia”. Eso es lo que

encontramos al buscar en el diccionario, sin embargo el

problema va más allá de una simple definición.

Muchos autores coinciden en definir la violencia en

términos de acción agresiva, aunque esta afirmación tampoco sea

correcta, ya que solo hace referencia a la agresión y la

conducta agresiva es considerada instintiva.3 Como podemos ver,

definir la violencia necesita de un estudio más profundo del

problema, ya que dependerá de la fuente que consultemos y de la

misma formación del autor, para comprender este problema y el

contexto en que nos encontremos.

Para el presente ensayo podemos referir la siguiente

definición:” La violencia es una conducta humana estrechamente

vinculada con el poder y quien la ejerce lo hace con el

propósito de someter y controlar a la otra persona, con el fin

de eliminar cualquier obstáculo para el ejercicio del poder.

Por lo tanto, toda forma o expresión de violencia se relaciona

con la libertad”4, es decir, el principal objetivo de la

violencia que el hombre (y la amujer) ejerce sobre la mujer es

3 Isabel Piper, en Voces y ecos de violencia. Chile. Ediciones Chile América CESOC 1998

4 Torres Falcón, Marta. op. cit., p.307

5

el de mantener a la mujer en un estado de sumisión y obediencia

en donde su esfera de poder no se vea amenazada.

Para la misma autora: “la violencia contra las mujeres ,

en cualquiera de expresiones –hostigamiento, abuso sexual,

violación, maltrato al interior del hogar- se sustenta en

relaciones de desigualdad y asimetrías de poder presentes en

todos los niveles de la organización social, incluida por

supuesto la familia. Por esa razón muchos actos de violencia

pasan inadvertidos”5 por lo tanto, debido a esta desigualdad de

género y de poder entre ambos sexos, actos como el mirar

incisivamente a una mujer, pronunciar palabras soeces o hacer

insinuaciones sexuales, son todos actos violentos, que sin

ningún problema se definirían como tales entre personas con

posiciones similares. Pero como se dirigen a las mujeres es muy

probable que tales actos sean despojados de su carga de

violencia y se interpreten como expresiones culturales

inofensivas.

Con respecto a esto de interpretar la violencia como

expresiones culturales inofensivas, Rogelio Villarreal hace la

siguiente observación:

De acuerdo con diferentes concepciones del mundo, y según las

condiciones históricas, a las mujeres se les puede apedrear,

quemar el rostro con ácido o golpear por exigir el gasto;

despojar de sus bienes, despreciar, vender o canjear. Casi

todas las tradiciones califican y relegan a las mujeres, a su modo y

con distinta intensidad, como impuras, indignas, obedientes,

conformistas, hechiceras, curanderas, matronas, malignas, botines

5 Idem, p.307

6

de guerra, embusteras, incapaces de razonar, criadas para el

placer del hombre, abnegadas, paridoras de hijos, objeos de

ornato, prostituibles, embellecidas artificialmente, deseables […]

la mujer contemporánea sigue pagando las consecuencias de una

virilidad mal entendida, despótica prepotente, egoísta. La

preservación del poder a toda costa ha hecho de las mujeres

sujetos prescindibles, objetos intercambiables6

Este es sólo uno de los casos en donde la misoginia llega a

una exacerbación de si misma y la cual ha sido extendida en

todo el mundo desde hace, por lo menos (según palabras del

autor), cinco mil años.

En su análisis, estos dos autores coinciden en que el

problema es realmente añejo, surge con la civilización misma y

es inherente a las estructuras sociales. Todos los pueblos, las

civilizaciones y hasta las religiones han aportado su cuota de

violencia de género en contra de las mujeres.

Lidia Fernández reflexiona acerca de la violencia: Hoy la violencia impregna todos los estratos sociales, aparece

como un elemento de la cultura, en el cine, en la literatura,

en la familia, en la televisión; se pierde la sensibilidad hacia

la misma y junto con ello la posibilidad de modificar su presencia

permanente en nuestros vínculos. Los niños repiten los

patrones de violencia, la violencia forma parte de los

mecanismos de socialización, en modalidades de relación en las

instituciones. Ya no se puede hablar de violencia exclusivamente

como un reflejo o reproducción, la violencia permea múltiples

6 Villareal, Rogelio. El dilema de Bukowski . México. Ediciones sin nombre.2004. pp86-87

7

lugares e interviene en la construcción de subjetividades

de nuestros jóvenes y niños.7

Las palabras de esta autora hacen pensar que si bien en algún

momento la violencia se interpretó, por un lado desde un

extremo patológico, y por el otro lado desde un extremo en la

violencia estructural, hoy en día el problema de la violencia

es algo mas complejo, que necesita estudiarse desde distintas

perspectivas para comprender su génesis y recreación;

especialmente en el caso de la violencia contra las mujeres.

También la violencia contra las mujeres es incluso difícil

de definir porque se presenta en un contexto de desigualdad

social, en donde incluso las relaciones de poder pueden pasar

inadvertidas; y es, desde esa posición de desigualdad, que las

mujeres han tenido que luchar por el reconocimiento de sus

derechos. Es mas, han tenido que pelear su reconocimiento como

sujetos de derechos o, lo que es igual, que se les considere

seres humanos.

II.1. LA VIOLENCIA ESTRUCTURAL

Como parte del presente ensayo y para comprender mejor el tema

de la violencia en contra de las mujeres, considero conveniente

abordar el concepto de Violencia estructural.

Si bien el concepto nos resulta poco familiar y los textos

que abordan dicho tema son pocos, la violencia estructural esta

intimadamente ligada a nuestra vida diaria según la siguiente

definición: “violencia estructural es la violencia política

producida por la mala distribución de los recursos y el poder7 Lidia Fernández Rivas, en Voces y ecos de violencia. Chile. EdicionesChile América CESOC 1998. pp14-15

8

político. Cuando los sustentadores del poder y las elites

nacionales impiden la satisfacción de las necesidades básicas

de los ciudadanos están violentando la sociedad. La mortalidad

por desnutrición, diarrea, y otras enfermedades fácilmente

controlables es tan violenta como las muertes por homicidio.

También se ha señalado que los programas de ajuste de impuestos

por el banco mundial y el Fondo Monetario Internacional, son

una forma de violencia estructural.” 8

Según la definición que esta autora nos da, la violencia

estructural esta vinculada a al pobreza, la marginación y la

exclusión. Cuando este tipo de violencia es ejercida sobre los

ciudadanos, se les esta impidiendo el acceso a recursos

básicos como la educación, la alimentación, la vivienda, la

sanidad, el poder político, la libertad, etc. y sus efectos

pueden ser, en términos generales, hasta mas graves que los de

una violencia directa, ya que al imponer tales limitantes e

impedir el desarrollo de los ciudadanos el daño es permanente.

Entonces, si el maltrato a las esposas (por citar un

ejemplo) se ha considerado un derecho del marido

“frecuentemente legitimado por la practica social y las

instituciones legales”9 estamos hablando que esta violencia es

parte de la violencia estructural ya que es el Estado mismo el

que esta permitiendo que dicha situación se presente, al no

aplicar las legislaciones y/o programas necesarios para

eliminar el problema.La sociedad patriarcal parte de la premisa de atribuir unos

determinados rasgos a lo masculino ( fuerza, dominio, seguridad ) y

8 Isabel Piper op. cit., 1998 p 289 Torres Falcón, Marta. op.cit., p.332

9

otros a lo femenino (debilidad, sumisión e inseguridad ) a

partir de lo cual se establece una rígida y estereotipada distribución

de roles entre hombres y mujeres, en la que al hombre le corresponde

el ámbito publico (cabeza de familia y proveedor de medios

materiales del hogar ) y a la mujer el ámbito privado (esposa, madre y

ama de casa ).Esta distribución de papeles supone una arraigada

convicción de la superioridad superioridad del rol social masculino

frente al femenino, de la que se deriva una relación de poder masculino

y una subordinación de la mujer.10

En este párrafo, claramente podemos hacer referencia al

concepto de violencia estructural, ya que con este simple

ejemplo vemos como la violencia contra las mujeres, en

cualquiera de sus expresiones, se sustenta en relaciones de

desigualdad y asimetrías de poder presentes en todos los

niveles de la organización social (pareja, familia, gobierno) y

en todos los ámbitos (cultural, educativo, social, laboral).

Este problema se trata de un hecho intercultural que se

produce en todo tipo de sociedades, si bien con manifestaciones

más o menos graves en función de los valores imperantes en cada

una.

II.3. MUJERES Y DERECHOS HUMANOS.

El concepto de derechos humanos no es nuevo aunque en los

últimos años ha cobrado un gran auge a partir de que empiezan a

develarse las desigualdades y a evidenciarse todo lo que no

estaba contemplado en la Declaración Universal de 1948.

10 Ibid, p.338

1

Para entrar en el tema de los derechos humanos, es

conveniente establecer el concepto de sujeto de derecho: “La

noción de sujeto de derecho surge con la modernidad y es en la

modernidad donde se construye una nueva legitimidad basada en

la razón. Se crea la idea de individuo- sujeto de derecho-

sobre la base de que todas las personas son iguales en la

medida en que están dotadas de razón. Así, la igualdad natural

de los seres humanos es lo que legitima el nuevo orden social y

político, lo cual da paso al contrato social pero excluyendo a

las mujeres”.11

Esto lo podemos explicar de la siguiente manera: los

hombres, como género, están facultados para realizar un pacto

social. Entonces al contraer matrimonio históricamente se

celebra un pacto en el cual la mujer cede el poder que

originalmente tenía sobre los hijos y a la vez celebran un

contrato de subordinación.

Para Celia Amorós, esta exclusión significa que las

mujeres no son consideradas como individuos, tampoco adquieren

el carácter de individuos autónomo y no son sujetos de

derechos. Esta desigualdad en la distribución del poder y los

derechos subyace a la violencia estructural, es decir al

mantenimiento de estructuras militares, políticas y

económicas.12

Como genero, las mujeres han tenido que emprender

sucesivas luchas para adquirir el status de ciudadanas. Han

tenido que organizarse par reclamar el reconocimiento de su

derecho al voto, al trabajo remunerado en igualdad de

11 Ibid, p.339

12 Amorós, Celia. Feminismo: igualdad y diferencia, México, UNAM, 1994, p.26

1

condiciones con los hombres, a la equidad en la participación

política, etc. En síntesis, han tenido que emprender una

batalla por la igualdad que es una tarea aun en curso.

La Carta de las Naciones Unidas establece la igualdad de

todos los seres humanos y expresamente condena la

discriminación basada en el sexo, pero esa noción se vuelve muy

abstracta al intentar un análisis de los derechos de las

mujeres.

Con la declaración universal de 1948 se pretende establecer que

todos los seres humanos nacen libres e iguales y que por lo

tanto hay un conjunto de derechos inalienables que tienen por

el solo hecho de ser personas. Estas prerrogativas abarcan la

vida, la integridad física, la libertad, la igualdad ante la

ley, entre otras. Con base en el principio de igualdad se busca

borrar toda diferencia de clase, raza, posición social, genero,

religión, etcétera.13 Pero una declaración de igualdad no

erradica las inequidades sociales como lo hemos visto a lo

largo de la historia de la lucha de las mujeres por sus

derechos humanos, porque una cosa es la legislación o

declaración de igualdad y otra muy distinta que realmente se

ponga en práctica.

A partir de 1975 Naciones Unidas empieza a promover los

derechos de las mujeres. Una de las primeras medidas fue

recomendar a los países integrantes la supresión de los

preceptos legales discriminatorios, como sugería la Declaración

para la Eliminación de todas las Formas de Discriminación

Contra la Mujer en 1967, documento que ha sido ratificado por

13 Torres Falcón, Marta. op cit. p.324

1

88 países sin que ninguno de ellos haya logrado el objetivo de

eliminar la discriminación.

Posteriormente, la Declaración y Programa de Acción de

Viena (1993) se reconocieron los derechos humanos de las

mujeres, menores, migrantes, pueblos indígenas, entre otros.

Por primera vez se habló de la violencia de género como una

trasgresión a los derechos humanos.14

En está declaración se busca eliminar cualquier acto de

violencia basado en el género que dé por resultado un daño

físico, sexual o psicológico, o sufrimiento para las mujeres,

incluyendo amenazas de tales actos, coerción o privación

arbitraria de la libertad, sea que ocurra en la vida pública o

privada” (art. 1ero.)15 Los derechos protegidos son la vida, la

igualdad, la seguridad personal, la salud física y mental, no

sujeción a tortura o a cualquier otro trato cruel, inhumano o

degradante (art. 3ero.).16

Entre las acciones preventivas se recomienda desarrollar

propuestas de índole legal, administrativa y cultural para

proteger a las mujeres de cualquier forma de violencia. Se

sugiere también desarrollar planes de acción que involucren a

las organizaciones no gubernamentales , promover la

investigación y la compilación de estadísticas sobre violencia

y, finalmente incluir en los informes a Naciones Unidas datos

relevantes sobre las medidas adoptadas para combatir la

violencia contra las mujeres.

14 Ibid, p. 32315 Ídem, p. 32316 Ídem, p. 324

1

El gran avance contenido en esta declaración es el

reconocimiento de que la violencia ejercida contra las mujeres

es una trasgresión a los derechos humanos y que los gobiernos

deben preocuparse no sólo por la violencia pública sino

también por la que ocurra en la esfera privada. La inclusión de

este artículo resume un largo debate de la definición de los

derechos.

La distinción público-privado subyace a muchos problemas

al tratar de aplicar el modelo de los derechos humanos a la

violencia que ocurre en la casa, porque ese modelo considera

únicamente la relación entre el Estado y los individuos. En

efecto las relaciones de las mujeres con el Estado están

medidas por los hombres, sean esposos, padres, hermanos o

hijos, quienes a su vez adquieren del Estado autoridad sobre

ellas.

Los primeros intentos por subsanar la dificultad que

plantea la dicotomía público-privado con respecto a la

definición y garantía del derecho de las mujeres a una vida

libre de violencia buscaron la analogía con la tortura y la

esclavitud, para ver si la Convención Internacional contra la

tortura era aplicable. Amnistía Internacional denuncio

enfáticamente que las condiciones de violencia en que vivían

muchas mujeres eran similares a las formas de tortura que

condenaba esa convención, sólo que además compartían la cama

con el agresor.17

En cuanto a la violencia doméstica, que se produce en un

espacio privado, la responsabilidad del Estado incluye también

la sanción de las conductas (sea por vía administrativa, civil17 Idem, p. 326

1

o penal) y el establecimiento de medidas de protección,

precisamente para garantizar la libertad y la seguridad de las

víctimas.

III. FORMAS DE VIOLENCIA CONTRA LA MUJER

Las mujeres son incapaces de realizar

labores difíciles, sean físicas o

mentales, y están dispuestas a trabajar

como enfermeras o maestras de la niñez,

puesto que ellas mismas permanecen

siempre aniñadas.

A. SCHOPENHAUER

La violencia contra la mujer constituye una violación a los

derechos humanos y a las libertades individuales. Es una ofensa

a la dignidad humana y una manifestación de las relaciones de

poder históricamente desiguales entre hombres y mujeres. La

Organización de las Naciones Unidas, en su Declaración de 1993,

define la violencia contra la mujer como: ”violencia contra la

mujer, todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo

1

femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o

sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así

como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación

arbitraria de la libertad, tanto si se produce en la vida

pública como en la privada.”18

Como podemos observar en la Declaración de las Naciones

Unidas la violencia contra la mujer abarca, entre otras, la

violencia física, sexual y psicológica; que se producen en la

familia y en la comunidad. Es decir, en el contexto público y

en el privado. Son estas tres las principales (graves) formas

en que se presenta la violencia contra la mujer, pero no las

únicas.

Además, existen actores dentro de esta problemática

social, generalizada a nivel mundial, a los que podemos dividir

como: Generadores de violencia y los receptores de violencia.

Generalmente y en la mayoría de los casos los agresores o

generadores de violencia son los hombres y como receptores de

la violencia y víctimas se encuentran hombres, niños y mujeres,

generalmente.

“Los Generadores de violencia familiar, según La Ley de

Asistencia y Prevención de la Violencia Familiar del Distrito

Federal, son: “Quienes realizan actos de maltrato físico,

verbal, psicoemocional o sexual hacia las persona con las que

tengan o hayan tenido algún vínculo familiar. Y a los

Receptores de violencia familiar a: Los grupos o individuos que

18 Orendi Torres Patricia, El cuerpo del Delito: Los Derechos Humanos de las Mujeres en la Justicia Penal, Porrúa, México, 2006, p. 53

1

sufren el maltrato físico, verbal, psicoemocional o sexual en

su esfera bio-psico-sexual.” 19

Así, los grupos más débiles resultan los más agredidos. De

hecho, la conducta violenta, entendida como el uso de la fuerza

para la resolución de conflictos interpersonales, se hace

posible en un contexto de desequilibrio de poder, permanente o

momentáneo. Dicho de otro modo las formas de violencia se

asocian a desigualdades de poder: entre hombres y mujeres,

aunado a ello las crecientes desigualdades económicas, tanto

dentro de los países como entre ellos. También define, La Ley

de Asistencia y Prevención de la Violencia Familiar del

Distrito Federal la Violencia Familiar como: “Aquel acto de

poder intencional, recurrente o cíclico dirigido a dominar o

someter, controlar o agredir física, verbal, psicoemocional o

sexualmente a cualquier miembro de la familia dentro o fuera

del domicilio familiar, que tengan parentesco y que tiene por

efecto causar daño.” 20

Y que puede ser de cualquiera de las siguientes clases:

Maltrato físico, Maltrato psicoemocional y/o Maltrato sexual.

Para que la violencia se defina como tal, deben existir las

siguientes características: recurrente, intencional, acto de

poder o sometimiento y tendencia al crecimiento. La diferencia

entre este tipo de violencia y otras formas de agresión y

coerción estriba en que en este caso el factor de riesgo o

vulnerabilidad es el solo hecho de ser mujer. La violación de

los derechos humanos se relaciona en forma directa con la

distribución desigual del poder y la autoridad.

19 Idem, p. 5320 Idem, p. 53

1

III.1 ABUSO SEXUAL

Todo lo que concierne a la mujer es un

misterio y todo lo que concierne a la

mujer tiene una solución: preñez […] El

hombre debería ser educado para la

guerra y la mujer para el recreo del

soldado; cualquier otra cosa no tiene

sentido.

F.

NIETZSCHE

La violencia sexual se define generalmente como todo acto

sexual, la tentativa de consumar un acto sexual, los

comentarios o insinuaciones sexuales no deseados, o las

acciones para comercializar o utilizar de cualquier otro modo

la sexualidad de una persona mediante coacción por otra

persona, independientemente de la relación de ésta con la

1

víctima, en cualquier ámbito, incluidos el hogar y el lugar de

trabajo.

Como definición de Maltrato sexual, podemos encontrar en

la Ley de Asistencia y Prevención de la Violencia Familiar del

Distrito Federal, que no es más que: “El patrón de conducta que

consiste en actos u omisiones cuyas formas de expresión pueden

ser: inducir a la realización de prácticas sexuales no deseadas

o que generen dolor, practicar la celotipia para el control,

manipulación o dominio de la pareja y que generen un daño.” 21

Así mismo como los delitos a que se refiere el Código Penal

para el Distrito Federal, es decir, aquellos contra la libertad

y el normal desarrollo psicosexual.

“En muchos países la definición legal de violación

comprende tan sólo la penetración del pene en la vagina.” 22 En

México con las reformas legislativas en 1989 en el Código Penal

del Distrito Federal para los llamados delitos sexuales, la

definición de violación no se reduce a la definición anterior,

en los cuales se reconoce que la violencia sexual daña la

integridad física, psíquica y la libertad sexual. “Es

importante como se modificó el concepto de violación, antes

circunscrito a la agresión vía vaginal, ampliándola a oral y

anal; destaca la creación del tipo penal del hostigamiento

sexual, así como el abuso sexual.”23

Otro avance significativo en cuanto a reformas fue la

desaparición de los calificativos de honestidad y castidad,

21 Idem, p. 54

22 García Moreno Claudia. op. cit., p. 923 Orendi Torres Patricia, op. cit., p. 23

1

como circunstancia y requisitos de la mujer agredida. Ya que en

México, para iniciar una averiguación previa por el delito de

violación se condicionaba a la víctima a acreditar honestidad y

castidad; y el Juez podía desechar la denuncia o el proceso si

consideraba que la agredida no cubría tales características.

Generalmente los involucrados en la violencia familiar al

pertenecer a un circulo con vínculos de afecto y parentesco,

les impide reconocerse como agresores o víctimas, es decir es

necesaria la intervención de un profesional que conozca la

problemática para poder brindar un apoyo eficaz.

Puede existir violencia sexual entre miembros de una misma

familia y personas de confianza, y entre conocidos y extraños.

La violencia sexual puede tener lugar a lo largo de todo el

ciclo vital, desde la infancia hasta la vejez, e incluye a

mujeres y hombres, ambos como víctimas y agresores. Aunque

afecta a ambos sexos, con más frecuencia es llevada a cabo por

niños y hombres a niñas y mujeres.

Por lo regular, las personas que sufren violencia sexual

no cuentan a nadie lo que les sucede. Esto se debe a que se

sienten amenazadas o erróneamente culpables de lo que les pasa.

Cuando la violación es cometida por un familiar cercano, la

víctima se encierra todavía más en sí misma, debido a que su

lealtad a la unión familiar le impide decirlo, pues teme que,

al enterarse, la familia se separe.

En los menores, los ancianos y las personas con alguna

discapacidad el asunto es más grave, ya que cuando se atreven a

denunciar el acto se les acusa de fantasiosos o mentirosos y de

querer dañar al agresor. Por si fuera poco, estas víctimas

viven amenazadas y en un constante estado de terror.

2

III.2. ABUSO FÍSICO

El Maltrato físico como lo define La Ley de Asistencia y

Prevención de la Violencia Familiar del Distrito Federal, es:

“Todo acto de agresión intencional en el que se utilice alguna

parte del cuerpo, o algún objeto, arma o sustancia para

sujetar, inmovilizar o causar daño a la integridad física del

otro, encaminado hacia su sometimiento o control.” 24

Este tipo de maltrato se manifiesta en agresiones

intencionales y repetitivas que arriesgan o dañan la integridad

corporal de una persona. Mediante la utilización de algún

objeto, arma e inclusive sustancias peligrosas, puede el

victimario someter, inmovilizar o controlar a la víctima,

infligiendo un severo daño.

Algunos de esos actos son:

Bofetadas, empujones, pellizcos

Golpes con puños y pies, utilización de armas

punzocortantes,

Armas de fuego,

24 Orendi Torres Patricia, op. cit., p. 53

2

Actos de tortura como quemaduras de cigarrillo,

Privación ilegal de la libertad y en los casos más graves

el homicidio.

El abuso físico, se da como los demás maltratos, por las

desigualdades, por los estereotipos, por el poder y el control

de la otra persona en este caso la mujer; y es este tipo de

maltrato es el más tangible u observable por las consecuencias

que causa.

Gran parte de la violencia es perpetrada por los hombres.

Independientemente del sexo y la edad de las víctimas. Es de

todos sabido que ciertas sociedades consideran lógicas algunas

de las manifestaciones extremas de violencia contra la mujer.

“Es el caso de los llamados “crímenes de honor”, que castigan

con la sangre de la mujer la pérdida de virginidad, el

adulterio o incluso haber sido víctima de violación, en los que

a mujer muere a manos de su familia, esposo, padre o hermano.”25 Se trata de de una práctica común en ciertas regiones. “La

cuarta parte de de los crímenes cometidos en Jordania se

atribuye a crímenes de honor. En el año 2003 fueron asesinadas

1000 mujeres en Pakistán; 400 en 1997, en Yemen y 200 cada año

en Turquía por ese motivo.” 26 Además se presentan maltratos

como: muerte por lapidación, mutilación genital femenina,

latigazos, deportación y castigos especialmente crueles, contra

mujeres que han practicado la prostitución o por haber cometido

adulterio.

25 Moya Castillo J, Violencia de género, Ediciones Experiencia, España,2005, p.2126 Idem, p. 21

2

III.3. ABUSO PSICOLÓGICO

La mujer tampoco tiene sentido de

justicia, dado que este valor requiere

del razonamiento y la deliberación,

operaciones intelectuales totalmente

fuera de su alcance.

A.

SCHOPENHAUER

La violencia psicológica no es una forma de conducta, sino un

conjunto heterogéneo de comportamientos, en todos los cuales se

produce una forma de agresión psicológica. El maltrato

psicoemocional o psicológico esta definido por La Ley de

Asistencia y Prevención de la Violencia Familiar del Distrito

Federal, como:

“El patrón de conducta que consiste en actos u omisiones

repetitivos, cuyas formas de expresión pueden ser:

prohibiciones, coacciones, condicionamientos, intimidaciones,

amenazas, actitudes devaluatorias, de abandono y que provoquen

en quien las recibe, deterioro, disminución o afectación a su

estructura de personalidad.” 27

En todos los casos, es una conducta que causa un perjuicio

a la víctima. Puede ser intencionada o no intencionada. Es

decir, el agresor puede tener conciencia de que está haciendo

daño a su víctima o no tenerla. Eso es desde el punto de vista

psicológico. Desde el punto de vista jurídico, tiene que

existir la intención del agresor de dañar a su víctima. 27 Idem, p. 53-54

2

“Todo acto que se compruebe que ha sido realizado con la

intensión de causar un daño moral a un menor de edad, será

considerado maltrato emocional en los términos de ese artículo,

aunque se argumente como justificación la educación y formación

del menor.” 28

La amenaza se distingue de la agresión, pero la amenaza es una

forma de agresión psicológica. Cuando la amenaza es dañina o

destructiva directamente, entra dentro del campo de la conducta

criminal, la que está penada por la ley.

La violencia psicológica implica una coerción, aunque no

haya uso de la fuerza física. La coacción psicológica es una

forma de violencia. “La violencia del hombre sobre la mujer se

ha explicado como una manifestación de las relaciones de poder

o dominación masculina sobre las mujeres, como una con

secuencia de la desigualdad entre ambos que produce la sociedad

patriarcal.”29

La violencia psicológica es un anuncio de la violencia

física. Peor, muchas veces, que la violencia física. Porque el

anuncio es la amenaza suspendida sobre la víctima, que no sabe

qué clase de violencia va a recibir. La violencia psicológica

no actúa como la violencia física.

Es un daño que se va acentuando y consolidando en el

tiempo. Cuanto más tiempo persista, mayor y más sólido será el

daño. Además, no se puede hablar de maltrato psicológico

mientras no se mantenga durante un plazo de tiempo. Un insulto

puntual, un desdén, una palabra o una mirada ofensivas,

28 Idem, p.5429 Moya Castillo J, op. cit., , p.19

2

comprometedoras o culpabilizadoras son un ataque psicológico,

pero no lo que entendemos por maltrato psicológico.30

Para que el maltrato psicológico se produzca, es preciso,

por tanto, tiempo. Tiempo en el que el verdugo asedie, maltrate

o manipule a su víctima y llegue a producirle la lesión

psicológica. Esa lesión, sea cual sea su manifestación, es

debida al desgaste.

“El Forense Dr. Lorente hace una distinción entre la

violencia del hombre y de la mujer en la pareja. Afirma que la

violencia del hombre se apoya en la capacidad de intimidación

que hace creíble la amenaza y que se ejerce de forma

sistemática para perpetuar su control sobre la mujer.” 31La

violencia física produce un traumatismo, una lesión u otro daño

y lo produce inmediatamente. La violencia psicológica, vaya o

no acompañada de violencia física, actúa con el tiempo. La

violencia, el maltrato, el acoso, la manipulación producen un

desgaste en la víctima que la deja incapacitada para

defenderse. La violencia psicológica tiene mil caras. Algunas

son obvias, otras, prácticamente imposibles de determinar como

tales.32

Pero todas las formas de maltrato y acoso psicológico dejan su

secuela. Por sus características, pueden agruparse en tres

grandes categorías: Tiene dos facetas que pueden llamarse

maltrato pasivo y maltrato activo. El maltrato pasivo es la

falta de atención hacia la víctima, cuando ésta depende del

agresor, como sucede con los niños, los ancianos y los

30 Martos Rubio, Ana. ¡No puedo más! Las mil caras del maltrato psicológico. Ed. McGraw-Hill 2004. pp 59-6331 Moya Castillo J, op. cit., p.2232 Martos Rubio, Ana. op. cit., p. 65

2

discapacitados o cualquier situación de dependencia de la

víctima respecto al agresor.

Hay una forma importante de maltrato pasivo, que es el

abandono emocional. Ancianos, menores o discapacitados

abandonados por sus familias en instituciones que cuidan de

ellos, pero que jamás reciben una visita, una llamada o una

caricia. El maltrato activo es un trato degradante continuado

que ataca a la dignidad de la persona. Los malos tratos

emocionales son los más difíciles de detectar, porque la

víctima muchas veces no llega a tomar conciencia de que lo es.

Otras veces toma conciencia, pero no se atreve o no puede

defenderse y no llega a comunicar su situación o a pedir ayuda.33

Es una forma de violencia que se ejerce sobre una persona,

con una estrategia, una metodología y un objetivo, para

conseguir el derrumbamiento y la destrucción moral de la

víctima. Acosar psicológicamente a una persona es perseguirla

con críticas, amenazas, injurias, calumnias y acciones que

pongan cerco a la actividad de esa persona, de forma que

socaven su seguridad, su autoafirmación y su autoestima e

introduzcan en su mente malestar, preocupación, angustia,

inseguridad, duda y culpabilidad.

Para poder hablar de acoso tiene que haber un continuo y

una estrategia de violencia psicológica encaminados a lograr

que la víctima caiga en un estado de desesperación, malestar,

desorientación y depresión, para que abandone el ejercicio de

un derecho. “Es una violencia excesiva, pues no se utiliza en

el grado necesario para una imposición con creta, sino que se

33 Idem, p. 65

2

desorbita, ya que sirve para aleccionar, atemorizar y mantener

el control de su víctima.” 34

En cualquiera de los casos, el acosar le roba a su víctima

la intimidad, la tranquilidad y el tiempo para realizar sus

tareas o para llevar a cabo sus actividades, porque el acosador

la interrumpe constantemente con sus demandas y, apenas la deja

respirar entre petición y petición, pero siempre con mimos, con

arrumacos y con caricias inoportunas y agobiantes. Si la

víctima rechaza someterse a esta forma de acoso, el verdugo se

queja, llora, se desespera, implora, amenaza con retirarle su

afecto o con "cometer una tontería", llegando incluso a

intentos de suicidio y a explosiones realmente espectaculares

que justifica diciendo que todo lo hace por cariño. Esto supone

añadir el chantaje afectivo a la estrategia de acoso.

IV. MARCO DE DERECHOS LEGALES Y HUMANOS

La prevención y eliminación de la violencia contra la mujer, en

general, es una de las grandes preocupaciones de la comunidad

internacional. “La lucha contra la mujer ha ido adquiriendo una

creciente repercusión social e interés de las instituciones a

partir de 1975; año declarado por la ONU como año internacional

de la mujer”. 35

La violencia contra la mujer es mucho más que un problema

de salud pública; se trata de una infracción de los derechos

humanos de la mujer, por ejemplo, del derecho a la integridad

34 Moya Castillo J, op. cit., p.22

35 Moya Castillo J, op. cit., p.16

2

corporal. Las muchas formas de discriminación que la mujer

sufre en la sociedad, refuerza y condonan la violencia.36

La violencia contra la mujer es un problema que requiere

de una atención multifactorial, es decir, su análisis,

tratamiento y prevención tendrá que realizarse desde múltiples

disciplinas. El marco legal es uno de los aspectos que puede

contribuir a la prevención de la violencia contra la mujer, que

se ha generalizado en todo el mundo.

Para analizar el origen de la atención a la problemática

de la violencia contra la mujer y la prevención de la misma a

nivel internacional, es necesario hacerlo desde múltiples

perspectivas. Por ello nos remontaremos a los valores, como

principio u origen de los derechos humanos.

Existen poderosas corrientes de pensamiento jurídico-

filosófico que consideran a los derechos humanos como valores.

Cicerón hablaba del valor como: lo conforme a la naturaleza o

lo digno de elección. Según esta noción de valor, el ser humano

tendería a un “deber ser”, a elegir aquello que es racional;

por lo digno de elección se entendían los bienes que deben

preferirse. Al derecho le correspondería garantizar el acceso a

dichos bienes. 37

La identificación de los derechos humanos como valores es tan

antigua como el hombre mismo, aunque las doctrinas que de

manera específica y detallada absorben este asunto, sean

modernas. Pero aun no se ha detallado al punto en que el acceso

a todos los valores pueda ser considerado como derecho del

hombre; sin embargo, existen adelantos notables en la

36 Cfr. García Moreno Claudia, op. cit., p.3637 González de Pazos Margarita, La Mujer y la reivindicación internacional de sus derechos, UAM, México, 19989, p.21

2

protección jurídica de una gran cantidad de ellos. El alto

grado de interacción humana y la existencia de una amplia

organización internacional, ratifican la certeza con que

actualmente se cataloga como derechos humanos a ciertos

valores.38

El derecho como instrumento social funciona a través de la

autoridad y del control. La autoridad, para ser considera como

tal, tiene que responder a las perspectivas de la comunidad a

cerca de quien es el que debe otorgar derecho, y a esa

autoridad los miembros de la comunidad demandan la protección

de los derechos humanos. El control responde a perspectivas que

afirman que aquellos que no conformen sus actos a lo mandado

por la autoridad sufrirán menores o mayores pérdidas de

valores.

Como bien afirma González de Pasos Margarita, es

necesario distinguir que: “los documentos jurídicos que

protegen a millones de personas en el mundo; muchos de estos

documentos sólo le reconocen al ser humano esos derechos, pero

no se los otorga.” 39 Podemos notar de esta manera que los

valores que promueven el sano desarrollo de las sociedades y

que por lo mismo son funcionales, pueden ser tomado como

ejemplo por el cuerpo jurídico para realizar las reformas

necesarias, para determinada sociedad.

Un aspecto importante de la corriente sociológico-jurídica

es la concepción de los valores como base de poder (riqueza,

ilustración, conocimiento, respeto, rectitud, afecto,

bienestar) los cuales pueden ser utilizados para obtener los

38 Cfr. Idem, pp.22-2339 Idem, p. 23

2

demás valores. La abundancia de un valor facilita la

consecución de otro. 40

Por tanto como lo menciona González de Pasos Margarita,

el ejercicio de los derechos humanos da por resultado personas

más valiosas y por tanto socialmente más poderosas. Y son

indispensables para hacer posible la integración y la

maduración de la persona; tendrán que ser imperativos de

justicia, y por lo mismo, derechos fundamentales de toda

comunidad para lograr se pleno desarrollo.

Hay épocas en la historia en que después de un largo proceso de

toma de conciencia sobre la propia situación, los oprimidos,

discriminados o marginados producen denuncias y demandas

memorables.

Un ejemplo de ello tratándose de la mujer, fue la

Declaración de principios y Resoluciones de Séneca Falls, del

19 de julio de 1848; se produjo por las mujeres

estadounidenses, encabezadas por Elizabeth Cady y Lucrecia

Mott, partiendo de la declaración de independencia de las

colonias americanas; la profundidad de su contenido estaba más

allá de la comprensión y de la voluntad de la mayoría de los

hombres y mujeres de la época.41

Asimismo existen tendencias misóginas que aparecen en

distintos tiempos y periodos de la historia. Como ejemplo de lo

anterior tenemos tendencias y conceptos desarrollados por

Shopenhauer (1788-1860) quien destaca las debilidades de la

mujer, que según él, son múltiples; Nietzsche, por otra

parte, sintetiza su visión de la mujer sólo en el aspecto

reproductivo. 40 Cfr. Idem,,p. 2541 Cfr. Idem., pp. 31-33

3

Pero de manera general desde el punto de vista histórico,

es posible identificar tres etapas en el proceso de

reconocimiento de los derechos humanos: primero surgen los

ideales, después de un cierto tiempo, son aceptados por un

abundante número de miembros de la comunidad, y en la tercera

etapa, la comunidad se convencerá paulatinamente de los

beneficios que le reportan las normas protectoras de los

derechos humanos.42

Esta perspectiva de los derechos humanos como valores,

basada en tres etapas, amplía la visión sobre la problemática

de la violencia contra la mujer, ya que se puede analizar ésta,

como un proceso de larga duración; el proceso de la

legislación y aplicación de los derechos en pro de las mujeres

requiere no sólo de la aplicación legal, sino que también

requiere de la conciencia social sobre el problema.

IV.1. ÁMBITO INTERNACIONAL

“La protección y reivindicación de la mujer se insertan en el

proceso de desarrollo del derecho internacional. Los tratados,

han sido considerados como una de fuentes más importantes del

derecho y el instrumento para llegar a acuerdos entre los

Estados. La situación de la mujer, llama la atención de manera

directa a la conciencia internacional hasta los últimos años

del siglo XIX y los inicios del XX.” 43

Esto es a partir de la intervención humanitaria para la

defensa de los derechos humanos en el ámbito internacional.

42 Cfr. Idem, p. 3543 Idem, p. 47

3

Este intervencionismo era de un Estado a otro, cuando la

conducta de un Estado era de reprobación para otro.

“Los tratados son sin lugar a dudas, los instrumentos

jurídicos más importantes por medio de los cuales los Estados y

las Organizaciones Internacionales se obligan; corresponden, a

lo que en el orden interno son la ley y el contrato. Es por

tanto, importante que las tendencias internacionales a favor

de los derechos femeninos, se vuelquen en tratados.”44

La protección de la mujer, como podemos ver, se promueve

actualmente por los tratados en los que participan los Estados

del mundo. Pero estos tratados no los acuerdan todos los

países; algunos de los que si participan en los convenios,

tienen deficiencias en la aplicación de las nuevas normas, esto

debido a que las sociedades o culturas, tienen profundas

diferencias en sus costumbres y formas de convivencia, es

decir, difieren en algunos valores.

La lucha por los derechos humanos de las mujeres es una

historia de vieja data. En el siglo XV, por primera vez

Cristina de Pisán tomó la pluma para reclamar el derecho de las

mujeres a la educación. En 1793, la muerte de Olympe de Gouges,

condenada a la guillotina, por su Declaración de los Derechos

de la Mujer y la Ciudadana, marca el inicio de la lucha por los

derechos políticos. 45

Existen múltiples movimientos en el transcurrir de la

historia, y la mayoría de las voces femenina que se levantaban

lo más seguro es que fueran ignoradas o calladas, por la

religión, por los hombres, por los políticos, por los

44 Idem, p. 5045 Torres Falcón Marta. op. cit., p.324

3

filósofos; debido a los valores, a los roles y estereotipos de

la cultura tanto occidental como la oriental.

“Con la Declaración Universal de los Derechos Humanos, por

la Asamblea General de las Naciones Unidas, en 1948, se

pretende establecer que todos los seres humanos nacen libres e

iguales, rechaza entre otros, la discriminación por razones de

sexo.” 46

Pero es un hecho también que en ese tiempo, fecha en que

aparece la Declaración Universal de los Derechos Humanos,

algunos Estados aún no habían otorgado el voto a las mujeres;

como en el caso mexicano, la mujer obtiene el derecho al voto

hasta 1953. Podemos ver de esta manera que aunque exista una

declaración internacional basada en acuerdos entre los Estados,

ésta no erradica las desigualdades sociales. A partir de

entonces se comienzan a fomentar, mediante tratados,

declaraciones y conferencias, los Derechos Humanos y con ello

los Derechos de la Mujer.

La lucha de la violencia contra la mujer fue creciendo y

para 1975 las Naciones Unidas empiezan a promover los derechos

de las mujeres; año en que fuera declarado por la ONU Año

Internacional de la Mujer. “Una de las primeras medidas fue la

recomendación a los países integrantes la supresión de los

preceptos legales discriminatorios como sugería la Declaración

para la Eliminación de todas las Formas de Discriminación

contra la mujer (1967).” 47 Posteriormente este documento fue

base de la Convención en 1978, como una de las actividades

realizadas durante el Decenio de Naciones Unidas para la Mujer.

46 Idem, p. 32547 Idem, p. 325

3

Frente a la oposición de diversos estados, que pretendían

limitar los derechos de las mujeres, la Declaración aprobada

por la Conferencia Mundial de Derechos Humanos de Viena de 1993

estableció como base mínima la igualdad de hombres y mujeres en

la aplicación de los derechos humanos. “En ese mismo año se

probó en la ONU un documento esencial: La Declaración sobre la

Eliminación de la Violencia Contra la Mujer (Resolución de la

Asamblea General del 20 de diciembre de 1993.” 48 En la que se

afirma que la violencia de género no es sólo un problema

femenino, sino que afecta a la sociedad en su conjunto.

Este documento ha servido de base para posteriores

conferencias internacionales. Las conferencias mundiales sobre

la mujer convocadas por las naciones unidas en el último cuarto

del siglo pasado fueron: México, 1975; Copenhague, 1980;

Nairobi, 1985; Convención de Belem do Pará 1994, Brasil;

Beijing, 1995 y Nueva Cork, 200. Las cuales han servido para

que la causa de la violencia contra la mujer sea preocupación

de la Comunidad Internacional.

La Convención de Belem do Pará, como lo afirma Marta

Torres Falcón, es el documento internacional más completo sobre

el tema de la violencia contra las mujeres, e incluye medidas

de prevención, legislativas, de asistencia a víctimas y de

seguimiento.

IV.2. ÁMBITO NACIONAL

El primer tratado multilateral que protege a la mujer,

ratificado por México, es la Convención Internacional para la48 Moya Castillo J, op. cit., p.17

3

Represión de la Trata de Mujeres y Menores; elaborada por la

Sociedad de Naciones Unidas y adoptada en 1921, pero no

entraría en vigor hasta 1932; México se adhiere a ella en ese

año, pero es publicada en el Diario Oficial de la Federación

cuatro años después, el 25 de enero de 1936. La segunda

convención a la que se adhiere México, es la Convención sobre

la Nacionalidad de la Mujer, en 1936, la que estipula: “No se

hará distinción alguna basada en el sexo, en materia de

nacionalidad ni en la legislación ni en la práctica” 49

Pero en México la realidad era distinta, ya que a pesar

de su participación y adhesión a estas convenciones, existía el

prejuicio con relación al a dependencia que debía guardar la

mujer casada respecto de su marido. Es decir dichas normas en

su aplicación y aceptación se realizarían lentamente.

“El proceso de aceptación de la dignidad de la mujer es

paulatino de tal manera que, no sería sino hasta finales de

1974, cuando las reformas al Artículo 30 constitucional

desaparecen todos los prejuicios legalizados en el derecho

mexicano contra la mujer.” 50

Con respecto a los derechos políticos de la mujer, México

ha ratificado dos convenciones sobre estos:: La Convención

Interamericana sobre Concesión de los Derechos Políticos de la

Mujer adoptada en Bogotá en 1948, y la segunda Convención sobre

Derechos Políticos de la Mujer, en Nueva Cork en 1953.

Posteriormente, ya dentro de la Decada de la Mujer, México

se adhiere a uno de los tratados más importantes en cuanto a la

protección de la mujer, La Convención sobre la Eliminación de

Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer. Esta49 González de Pazos Margarita, op. cit., p. 12950 Idem, p. 130

3

declaración es adoptada por la Asamblea General de las Naciones

Unidas en 1967, pero en México se ratifica hasta 1981. 51

Otra de las con menciones de relevancia en el ámbito

internacional y en la que México participa es: “la Convención

Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la

Violencia Contra la Mujer, “Convención de Belem do Pará”

Aprobada en Belem do Pará Brasil en junio de 1994 y ratificada

por México en Noviembre de 1998”.52

“Como instancia especializada en el tema de la violencia contra

la mujer, para 1996, en México; se emitió la Ley de Asistencia

y Prevención de la Violencia Intrafamiliar, y un año más tarde

introdujo reformas en las legislaciones civil y penal.” 53

Las ratificaciones de las convenciones, en México, se han

llevado generalmente varios años después de su promulgación.

Estos tratados son el reflejo del avance internacional en el

asunto de la violencia contra la mujer y los derechos que la

protejan. En México el contenido de estas convenciones es poco

conocido.

Por otra parte los derechos que aparecen en los tratados y

que protegen a la mujer, se encuentran ya garantizados en la

Constitución; aunque como normas constitucionales tienden a ser

muy generales, es decir, no especifican género. Por el

contrario los tratados que promueven los derechos femeninos son

más específicos. De tal manera que existe en las convenciones

mucho material a favor de la mujer mexicana, que se refuerza

con lo establecido en la Constitución. Pero para ello es

necesario difundir y dar a conocer los textos y los tratados51 Idem, p. 131-13352 Orendi Torres Patricia, op. cit., p. 9753 Torres Falcón Marta. op. cit., p.333

3

que se han llevado a cabo en las diferentes convenciones que ha

participado México.

Como bien menciona Torres Falcón Romana la supresión de

prácticas discriminatorias es aún una meta por alcanzar; y que

ningún país del mundo ha logrado cabalmente. México, como otros

países persigue esa meta; pero en el sistema jurídico mexicano

las garantías individuales corresponden al término universal de

los derechos humanos. Es decir prevalece una visión restringida

de los derechos humanos y no existe en la Constitución, alguna

parte del texto que se refiera a la obligación del Estado por

sancionar, la violencia domestica, por ejemplo, como si existe

en otros países.

En cuanto a la violencia domestica que ocurre en México,

las opciones legales se realizan en tres materias: penal, civil

y administrativa. Y en estas variantes señaladas se requiere de

la acción concreta de las mujeres agraviadas. Pero la

intervención estatal se limita a ofrecer recursos y

alternativas.

Pero cualquiera que sea la vía, por la que la mujer

intente denunciar la violencia que sufre, se encuentran con

distintas barreras, como: la escasa credibilidad a sus

palabras, la dificultad para probar los hechos de violencia así

como enfrentarse a la notoria insistencia por parte de las

autoridades, en que perdonen a su agresor.

Es por tanto, necesaria una perspectiva de género, tanto en el

cuerpo de las leyes como en las mentalidades, para los

procedimientos legales sean herramientas eficaces en contra de

la violencia. “Y en la práctica esto significa suprimir o

evitar la reproducción de estereotipos y patrones de

3

desigualdad arraigados en el imaginario social y en la

conciencia individual de servidores públicos, consejeros,

víctimas y agresores; que se llevan a cabo, en el intento de un

estricto rigor jurídico y en aras de la imparcialidad.” 54

Si bien se han dado pasos significativos en la legislación

nacional, en las herramientas jurídicas para la prevención y

protección de la mujer. No es suficiente para profundizar y

modificar las mentalidades en general, ni para transformar o

realizar un cambio significativo en las relaciones sociales

basadas en los estereotipos y la desigualdad.

Existe en México algunas de reformas que se han

implementado a favor de la mujer, como ejemplo de ello, existen

las reformas legislativas logradas en 1989 en el Código Penal

del Distrito Federal para los llamados delitos sexuales, hoy

conocidos como delitos contra la libertad y la seguridad

sexual, en los cuales se reconoce que la violencia sexual daña

la integridad física, psiquica y la libertad sexual.55

“La legislación es sólo un componente más, insuficiente

para producir cambios sustanciales y a largo plazo. Cualquier

política pública cuyo objetivo sea erradicar la violencia de

género tiene que articular varios frentes (cultural, educativo,

social, laboral, etc.) pero sobre todo debe subrayar la

construcción de relaciones equitativas entre los géneros”. 56

Esto lo podemos observar, inclusive en los que se dicen

promotores de los derechos de las mujeres, por ejemplo, en el

segundo párrafo de la VIII Conferencia Internacional Americana,

54 Torres Falcón Marta. op. cit., p.331

55 Cfr. Orendi Torres Patricia, op. cit., p. 2356 Idem, p. 333

3

en el que justifica la concesión de derechos civiles y

políticos a las mujeres: “Que la mujer americana, mucho antes

de reclamar sus derechos, ha sabido cumplir notablemente todas

sus responsabilidades como compañera del hombre”. Es por tanto

cuestionable la forma y las razones por las cuales se otorgan

los derechos a las mujeres, en algunos casos.

V. PROYECTOS Y ORGANIZACIONES EN PRO DE LA MUJER

Entre los organismos internacionales que se especializan en la

protección de la mujer, destacan la Comisión de la Condición

Jurídica y Social de la Mujer, dependiente de la ONU y en el

ámbito regional, la Comisión Interamericana de Mujeres,

dependiente de la OEA. “Las convenciones que protegen de manera

especial a la mujer en el goce y ejercicio de sus derechos, son

múltiples, pero principalmente en el aspecto regional, la

Organización de Estados Americanos (OEA) y en el aspecto

internacional la Organización de las Naciones Unidas.” 57

Existen un gran número de organizaciones tienen dentro de

sus objetivos, promover los derechos humanos y proteger a la

mujer, estos son algunos de ellos y sus funciones58:

SISTEMA INTERNACIONAL

ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS (ONU)

CONSEJO ECONOMICO Y SOCIAL (ECOSOC)

Facultad de hacer recomendaciones para promover el respeto

y los derechos humanos.57 González de Pazos Margarita, op. cit., p.2158 Orendi Torres Patricia, op. cit., p. 113

3

CONSEJO DE DERECHOS HUMANOS

Principal órgano de formulación de políticas de derechos

humanos

ALTO COMISIONADO DE LA ONU PARA LOS DERECHOS HUMANOS

Promover y proteger la aplicación de los derechos humanos

COMITÉ DE DERECHOS HUMANOS

Supervisar, vigilar y controlar el cumplimiento de las

normas internacion.

CORTE INTERNACIONAL DE JUSTICIA

Principal órgano judicial de las Naciones Unidas

CORTE PENAL INTERNACIONAL

Es un tribunal penal internacional

SISTEMA REGIONAL

ORGANIZACIÓN DE ESTADOS AMERICANOS (OEA)

COMISIÓN INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS

Órgano principal y autónomo de la OEA

CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS

Órgano jurisdiccional autónomo de la OEA

Las convenciones han servido para promover los derechos de

las mujeres de manera específica, atendiendo sus necesidades y

derechos, los cuales en muchos de los casos no son atendidos

por los Estados en los cuales se desenvuelven. Estos son

algunas de las convenciones destacadas en la problemática de la

violencia contra la mujer:

La Convención Sobre la Eliminación de Todas las Formas de

Discriminación Contra la Mujer (CEDAW) Adoptada por la

Asamblea General de la Naciones Unidas el 18 de diciembre de

1979; ratificada por México en 1981. Y la cual define la

4

discriminación contra la mujer como: “toda distinción exclusión

o restricción basada en el sexo que tenga por objeto

menoscabar o anular el reconocimiento, goce o ejercicio por

la mujer, independientemente de su estado civil, sobre la

base de la igualdad del hombre y la mujer.59

En 1993 la Declaración sobre la Eliminación de la Violencia

Contra le Mujer el 20 de diciembre de 1993, en el Programa de

Acción de Viena, que busca eliminar: “cualquier acto de

violencia basado en el género que de por resultado un daño

físico, sexual o psicológico, incluyendo las amenmazas, tanto

en la vida pública como en la privada.60

La Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y

Erradicar la Violencia Contra la Mujer, “Convención de Belem do

Pará” Aprobada en Belem do Pará Brasil en junio de 1994;

ratificada por México en Noviembre de 1998. La cual define la

violencia contra la mujer como: “ cualquier acto o conducta

basada en su género, que cause muerte, daño o sufrimiento

físico, sexual o psicológico a la mujer tanto en el ámbito

público como en el privado; así como aquella que sea perpetrada

o tolerada por el Estado o sus agentes donde quiera que ocurra.61

Y en el caso específico de México, existen varios

proyectos y organizaciones en pro de la mujer, ejemplo de ello,

como parte de la política pública instrumentada en la

procuración de la justicia en el Distrito Federal, en

59 Cfr. Idem, p. 9560 Cfr. Torres Falcón Marta. op. cit., p.325

61 Cfr. Orendi Torres Patricia, op. cit., p. 97

4

coordinación con las organizaciones no gubernamentales de las

mujeres; “se crearon el Centro de Terapia de Apoyo para

Víctimas de Violencia Sexual (CTA) y el Centro de Atención a la

Violencia Intrafamiliar (CAVI). Ambos espacios además de

proporcionar asistencia psicológica y social, brindan apoyo

legal a la mujer.”62

La utilidad de estos centros es importante pero poca

valorada, si bien son un avance en la protección de la mujer;

es importante considerar el problema no se resuelve atendiendo

a víctimas, sino que hace falta tomar mediadas estratégicas con

respecto a la prevención de la violencia contra la mujer.

62 Idem, p. 25

4

VI. CONCLUSIONES.

La dominación es una estructura global de

poder cuyas ramificaciones y consecuencias

pueden encontrarse a veces hasta en la trama

más tenue de la sociedad.

M. FOUCAULT

La violencia contra la mujer es una conducta vinculada con el

poder. Quien ejerce violencia actúa de manera intencional y con

el propósito de someter y controlar a la otra persona, es

decir, de eliminar cualquier obstáculo para el ejercicio del

poder. Es un problema generalizado en todo el mundo y en todas

las sociedades. La idea de roles establecidos, estereotipos,

para el hombre y la mujer en la sociedad, es uno de los

principales generadores de desigualdad; y ello propicia la

discriminación, marginación y violencia hacia la mujer; siendo

su agresor-dominador, el hombre. Desde la sociedad patriarcal

que se ha establecido, tanto en la cultura occidental como en

4

la oriental. Es decir, el principal objetivo de la violencia

que el hombre ejerce sobre la mujer es el de mantener a la

mujer en un estado de sumisión y obediencia en donde su esfera

de poder no se vea amenazada.

Esta violencia se lleva a cabo tanto en el espacio

público como en el privado, es decir, la violencia hacia la

mujer se ejerce dentro de la familia, pero también desde el

Estado, en lo que se ha denominado como violencia estructural,

y esta es la violencia política producida por la mala

distribución de los recursos y el poder político. Cuando los

sustentadores del poder y las elites nacionales impiden la

satisfacción de las necesidades básicas de los ciudadanos están

violentando la sociedad.

La violencia se establece a partir de la desigualdad entre el

hombre y la mujer; la violación de los derechos humanos se

relaciona en forma directa con la distribución desigual del

poder y la autoridad. Generalmente y en la mayoría de los casos

los agresores o generadores de violencia son los hombres y como

receptores de la violencia y víctimas se encuentran hombres,

niños y mujeres.

Como podemos observar en la Declaración de las Naciones

Unidas la violencia contra la mujer abarca, entre otras, la

violencia física, sexual y psicológica; que se producen en la

familia y en la comunidad. Son estas tres las principales

(graves) formas en que se presenta la violencia contra la

mujer, pero no las únicas. Ya que otra forma en la que se

presenta la violencia contra las mujeres, desde la perspectiva

de diferentes especialistas e investigadoras de la

problemática, es de tipo económica; el cual tiene como fin

4

controlar y violentar a la mujer. En el ámbito privado

generalmente los involucrados en la violencia familiar al

pertenecer a un círculo con vínculos de afecto y parentesco,

les impide reconocerse como agresores o víctimas.

Las consecuencias de la violencia contra las mujeres

influyen en múltiples aspectos de sus vidas, su salud y la de

sus hijos, incluso se extienden, además, al conjunto de la

sociedad. No sólo le provoca lesiones, puede provocar la

muerte; pero su impacto en la salud mental y sexual es menos

conocido pero no menos grave. Ya que la violencia influye de

forma dominante en los sentimientos de amor propio, autonomía y

capacidad para sentir y actuar con independencia y capacidad

como mujer.

Por otra parte los derechos humanos tratan de proteger a

la mujer de esa violencia que han sufrido durante mucho tiempo.

Podemos considerar a los valores, como principio u origen de

los derechos humanos. Y estos como un ideal a perseguir en

beneficio de las mujeres. Estos valores al ser considerados

como beneficios y generadores de poder; son ejemplo para el

derecho, el cual puede y debe procurarlos a la sociedad. La

autoridad, para ser considera como tal, tiene que responder a

las perspectivas de la comunidad que demandan la protección de

los derechos humanos.

Es necesario identificar tres etapas en el proceso de

reconocimiento de los derechos humanos: primero surgen los

ideales, después de un cierto tiempo, son aceptados por un

abundante número de miembros de la comunidad, y en la tercera

etapa, la comunidad se convencerá paulatinamente de los

beneficios que le reportan las normas protectoras de los

4

derechos humanos. Esta perspectiva de los derechos humanos como

valores, basada en tres etapas, comprende un proceso de larga

duración; proceso de legislación y aplicación de los derechos

en pro de las mujeres, pero requiere no sólo de la aplicación

legal, sino que también requiere de la conciencia social sobre

el problema.

La protección de la mujer, como podemos ver, se promueve

actualmente por los tratados en los que participan los Estados

del mundo. Pero existen dificultades y deficiencias en la

aplicación en la aplicación de las nuevas normas que contienen

los tratados ya que las sociedades o culturas, tienen profundas

diferencias en sus costumbres y formas de convivencia, es

decir, difieren en algunos valores.

Por tanto la violencia contra la mujer es un problema que

requiere de una atención multifactorial, es decir, tendrá que

realizarse desde múltiples disciplinas. El marco legal es uno

de los aspectos que puede contribuir a la prevención de la

violencia contra la mujer, que se ha generalizado en todo el

mundo. Pero es necesario concienciar a las sociedades sobre la

problemática, para que exista un cambio de actitudes y

comportamientos sociales que lleven a un mejor desarrollo e

interacción entre hombres y mujeres.

En definitiva es necesario atender a las mujeres víctimas

de la violencia y crear centros de apoyo, atención y

tratamiento. Pero más importante será crear más reformas que

desarticulen las diferencias entre hombres y mujeres, así como

la creación de programas para la prevención de la violencia

contra la mujer; y la difusión de la problemática para crear

conciencia del problema y con ello poder crear un cambio de

4

actitud y comportamiento en el que las relaciones sean más

equitativas entre los géneros.

VII. REFERENCIAS.

AMORÓS Celia. Feminismo: igualdad y diferencia, México, UNAM, 1994.

FERNÁNDEZ Rivas Lidia, en Voces y Ecos de Violencia, Chile, Ediciones Chile América CESOC, 1998.

GARCÍA Moreno Claudia. Violencia contra la mujer: Género y Equidad, Organización Panamericana de la Salud, E. U. 2003.

4

GONZÁLEZ DE PAZOS Margarita, La Mujer y la reivindicación internacional de sus derechos, UAM, México, 1989.

MARTOS Rubio, Ana. ¡No puedo más! Las mil caras del maltrato psicológico.Ed. McGraw-Hill 2004.

MOYA Castillo J, Violencia de Género, Ediciones Experiencia,

España, 2005,

ORENDI Torres Patricia, El cuerpo del Delito: Los Derechos Humanos de las Mujeres en la Justicia Penal, Porrúa, México, 2006.

PIPER Isabel, en Voces y Ecos de Violencia. Chile. Ediciones Chile América CESOC 1998.

TORRES Falcón, Marta. Violencia contra las mujeres y derechos humanos. México, El Colegio de México, 2001.

VILLAREAL Rogelio. El dilema de Bukowski, México, Ediciones sin nombre, 2004.

4