Nº 221 1991 - Publicaciones Defensa

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CATALOGACION DEL CENTRO DE DOCUMEN- TACION DEL MINISTERIO DE DEFENSA.

BOLETIN de información / Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional. - N. 1 (nov.-dic.. 1965)- - [Madrid] : Departamento de Información del CESEDEN, 1965- . -v. ; 28 cm

Mensual. - A partir de 1989 publicado por el Ministerio de Defensa, Secretaría General Técnica

D.L. M. 4350-l 987. - ISSN 0213-6864

Edita: MINISTERIO DE DEFENSA Secretaria General TBcnica

Dephlo Legal. M-4350-1 967

NIPO: 076-91-009-i

ISSN: 0213-6664

Imprime: Asociaci6n Pro-Huédanos Guardia Civil (Imprenta-Escuela) Príncipe de Vergara, 246 - 26016 MADRID

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BOLETIN DE INFORMACION

iy COLABORACIONES

SUMARIO

II. PERSONAL, RECLUTAMIENTO Y MOVILIZACION - Estados excepcionales y Fuerzas Armadas. _. _.

IV. ESTRATEGIA - Sobre la crisis del Golfo. .._._.__..................._ - Un cambio en la estrategia. __..............: . . ..__._.

VIII. POLITICA, ECONOMIA Y SOCIOLOGIA - Inestabilidad en el golfo Pérsico. . . . . . . .

TRADUCCIONES

1. DOCTRINA Y ORijANIZAClON - El Ejército de Tierra en una fase de transición.

Oportunidades históricas de la nueva organización. - Ejército 2000 y Ejércitci de Tierra. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . - Cifras del servicio militar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

IV. ESTRATEGIA - Confrontación bajo las aguas. La difícil caza de

submarinos estratégicos. ..__...................._ V. OPERACIONES

- La operación militar estadounidense en Panamá. - La Brigada franco-germana. La misión de tener

éxito . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ,. .1.. . . . . . . . . . VIII. POLITICA, ECONOMIA Y SOCIOLOGIA

- El presupuesto de Defensa francés para 1991: un presupuesto de transición __,.......... . . .._.____.

X. VARIOS - Una temperatura excelente. Sondeos en la opinibn

pública francesa sobre la Defensa en el allo 1990. XI. ACTIVIDADES DEL CENTRO

- Cuartas Jornadas: Fuerzas Armadas-Universidad Politécnica de Madrid. _..,..,..,..,..._____....,..,..,.

- Conferencia del general John Galvin, comandante supremo del Mando Aliado en Europa (SACEUR).

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Lasideas contenidas en estos trabajos son dereqonsabrlrdad de sus autores, i sin quesereflejenecesariamenie elpensamiento de/CESEDEN, quepatrocina su oublicación.

COLABORACIONES

CESEDEN Sección de Información

PERSONAL, RECLUTAMIENTO Y MOVILIZACION

II

CESEDEN

ESTADOS EXCEPCIONALES Y FUERZAS ARMADAS

D. ANTONIO MOZO SEOANE KO/. Auditor. Doctor en Derecho.

ESTADOS EXCEPCIONALES Y FUERZAS ARMADAS

Regulación general de los estados excepcionales

La Constitución espafiola de 27 de diciembre de 1978 regula, de forma explícita y sistemática por primera vez en nuestro Derecho constitucional, los denominados doctrinalmente “estados excepcionales” o “de crisis”, para referirse a ciertas situaciones fácticas en las que se produce -0 simplemente amenaza producirse- una quiebra grave en el funcionamiento de las instituciones políticas o en el normal desenvolvimiento de la vida ciudadana (esto es, del “orden público”, en su sentido más amplio), situaciones frente a las que el Estado debe reaccionar jurídicamente para restablecer la normalidad.

Presupuesto común a todas esas situaciones, y al mismo tiempo fundamento legitimador de las medidas excepcionales, lo constituye, por tanto, un “estado de necesidad” de fa comunidad política afectada. Ahora bien, estado de necesidad, o situación de emergencia, son conceptos indeterminados que admiten diversidad de apreciaciones concretas: ello explica que la comprensión de esta materia haya sido, históricamente, objeto de diversas formulas, tanto en el orden estrictamente cronologico como en el’espacial, en función de circunstancias políticas, sociológicas, jurídicas, etc., concretas.

En términos muy generales, desde la vieja “ley marcial”, precedente más remoto que suele citarse en relación con el tema, lo característico del Estado de Derecho ha sido la progresiva juridificación del fenómeno, con la previsión legal de sus causas -definición de los estados críticos considerados- y la regulación de sus efectos o consecuencias jurídicas -medidas que el Poder público se considera legitimado para tomar-, hasta donde ello es posible, naturalmente, pues siempre podrá haber situaciones que escapen a la previsión del legislador.

El marco histórico-político aludido ha determinado una notable variedad de modelos, de los que aquí no podemos ocuparnos.

Por lo que se refiere a Espaiía, la regulación concreta de las situaciones excepcionales ha estado tradicionalmete deferida a la legislación de orden público (leyes del aîio 1870, 1933, y 1959, con algunos antecedentes aislados), más o menos vinculada a la previsión constitucional de “suspensión de garantías”, siquiera fuese para los supuestos más graves.

La Constitución vigente, en cambio, en un largo y denso artículo, el 116 reconoce expresamente tres estados excepcionales: “alarma”, “excepción” y “sitio”, regulando

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básicamente la competencia para su respectiva declaración y dejando a la legislación de desarrollo su definición, como luego veremos.

La propia regulación constitucional ademas formula algunas cautelas o garantías jurídico- políticas fundamentales: así la prohibición de disolución del Congreso de los Diputados y, en general, la garantía de funcionamiento de los “poderes constitucionales del Estado” durante la vigencia de tales estados (artículo Il 6.5) o el mantenimiento del “principio de resposabilidad del Gobierno y de sus agentes” (artículo 116.6). Garantías expresivas, junto con otras previsiones constitucionales como la suspensión de derechos individuales (artículo 55) de un modelo de “derecho de excepción limitado”, en el sentido de que las medidas a adoptar no van a implicar nunca una suspensión total del sistema jurídico- constitucional.

Pues bien, la regulación legal de esos estados, en cumplimiento del mandato contenido en el número f del precepto constitucional, fue desarrollada por la Ley Orgánica 4/7987, de 1 de junio, de los estados de Alama, Excepción y Sirio (LOAES), que carece -y ello es de lamentar- de una excepción de motivos o preámbulo explicativo de su “filosofía” o principios generales, tanto más necesario cuanto supone, como es evidente, un cambio sustancial con respecto a la legislación precedente en la materia, la Ley 45/1959, de 30 de julio, de Orden Público (LOP), cuyos artículos 25 al final se derogan expresamente, al quedar sustituidos por la nueva regulación los antiguos estado “de excepción” y “de guerra” de la LOP; no son objeto de derogación los Capítulos l (“Dei orden público y de las autoridades encargadas de su conservación”) y II (“De las facultades gubernativas ordinarias”) de ésta: no obstante lo cual, los principios derivados del orden jurídico- constitucional del ano 1978 por un lado, y aún los cambios organizados operados después por otro, vacían de contenido muchos de los preceptores de los artículos 1 a 24 de la LOP, formalmente vigentes.

Con todo, el Capítulo I (artículos l-3) de la Ley Orgánica de 1961, dedicados a “Disposiciones comunes a los tres estados”, permite deducir los criterios generales,que inspiran la regulación.de los estados excepcionales, respondiendo desde luego a principios clásicos del constitucionalismo en relación con las situaciones de emergencia: “situación de necesidad”, es decir, insuficiencia de “los poderes ordinarios de las Autoridades competentes” para hacer frente a la situación (artículo 1 .l LOAES); “principio de proporcionalidad”, o adecuación de las medidas -y de su duración- a lo “estrictamente indispensable” para el restablecimiento de la normalidad (artículo 1.2); “principio de publicidad” (artículo 2); “garantía judicial” -impugnabilidad jurisdiccional de actos y disposiciones- y “patrimonial” -indemnización de danos y perjuicios causados a personas, bienes o derechos- frente a la actuación de la Administración (artículo 3): además de reiterar la ya citada exigencia de “normal funcionamiento de bs poderes constitucionales del Estado” (artículo 1.4).

Al ser la regulacibn constitucional, como ya hemos advertido, esencialmente competencia1 en esta materia -junto con alguna previsión de límites y garantías- la misión de definir las situaciones de hecho que dan lugar a cada uno de fos estados jurídicamente excepcionales quedó para el legislador ordinario. Este opto por la regulacidn de tres tipos de “situaciones cualitativamente distintas”, en razón del tipo de emergencia que en cada una de ellas se presenta, según la concepción denominada “pluralista”, frente a la llamada “gradualista”, en la cual un solo tipo de emergencia, definido unitariamente

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por referencia a un único bien jurídico a proteger (“ordeno seguridad pública”, generalmente), es susceptible de afrontarse con diversos “estados” de menor a mayor intensidad según la gravedad que alcance la situación fáctica (vid. CRUZVILLALCIN.ES~~~OS excepcionales y suspensión de garantias, Tecnos, Madrid, 1984, p. 51 y SS.).

No obstante esa precisión conceptual, también en el modelo adoptado por la LOAES es clara la progresiva gravedad de las situaciones que dan lugar a los tres estados previstos: “alarma”, para grandes catástrofes naturales, crisis sanitarias graves, paralización de servicios públicos esenciales o desabastecimiento de productos de primera necesidad (artículo 4); “excepcibn”, grave alteracibn del ejercicio libre de los derechos o del normal funcionamiento de las instituciones democráticas -artículo 13-, y “sitio”, cuando se produzca o amenace producirse una insurrección o acto de fuerza contra los elementos esenciales del Estado: soberanía, independencia, integridad territorial (artículo 32).

Naturalmente, de la regulación particular de cada uno de los rèferidos estados se deducen otras características que perfilan el modelo concreto de “derecho de excepción” por el que ha optado nuestro legislador; pero aquí sólo pretendemos estudiar esa regulación en lo estrictamente necesario al objeto sugerido por el propio título de este breve trabajo.

En razón a ese objeto, comenzamos analizando la más grave de las situaciones exce- pcionales conforme al nuevo Derecho positivo espaflol.

Estado de sitio y FAS

Misiones de las FAS y estado de sitio. ¿Estado de guerra?

Constitucionalmente, la misión de las FAS aparece definida en el artículo 8.1 en los conocidos términos de “garantizar la soberanía e independencia de Espaiía, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional”.

Pues bien, justamente “cuando se produzca o amenace producirse una insurrección o acto de fuerza” contra esos postulados cuya defensa es la misión de las FAS, y siempre “que no pueda resolverse por otros medios”, se podrá proceder a la declaración del “estado de sitio”, conf,orme al procedimiento y con los efectos legalmente previstos -artículos 32 y siguientes de la LOAES-.

Por tanto, las misiones de las FAS aparecen normativamente vinculadas, de manera directa y en principio exclusiva, a la más grave de las denominadas “situaciones de crisis” reguladas en nuestro ordenamiento, en el sentido de que sólo el ataque violento, o la simple amenaza de tal, a los valores o principios esenciales al ser mismo del Estado son susceptibles de desencadenar la intervención del aparato militar estatal, bajo los términos y con los requisitos a que luego aludiremos.

Hemos dicho la más grave de las situaciones de crisis reguladas en nuestro ordenamiento porque, como es conocido, ni en la Constitución ni en el resto del ordenamiento vigente espafiol existe una regulación explícita del “estado de guerra”, aunque sí alusiones a los “tiempos de guerra” o a la “declaración de la guerra”: artículos 15 y 63.3, respectivamente, de la Constitución espanola, así como otros preceptos legales a los que a continuación haremos referencia.

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Semejante “nomenclatura” plantea la duda de si en el actual Derecho espaflol existe alguna diferencia entre una hipotética “situación de guerra” y el “estado de sitio” 0, por el contrario, éste sustituye o en su caso comprende a aquélla.

Desde un punto de vista sistemático, o si se quiere teórico-doctrinal, el actual estado de sitio sustituye, en efecto, al “estado de guerra” que nuestra legislación histórica de orden público -anteriormente aludida- venía regulando. Quiere decirse que el constituyente de 1978 optó por cambiar el “término ” “estado de guerra” tradicional en nuestro ordenamiento (no constitucional) por el de “estado de sitio” para referirse a un mismo supuesto de hecho -aunque la Constitución no describe los supuestos, según hemos advertido-: concretamente la modificación terminológica se introdujo en el informe de la ponencia que elaboraba el proyecto constitucional, pues hasta ese momento figuraba la de “estado de guerra”.

Ahora bien, cuestión distinta es que el estado de sitio comprenda, sustituya o, mucho menos, equivalga ã la situación de guerra: no hay tal. Realmente, la propia Constitución distingue ambos “conceptos”, bien que de una manera imprecisa o, tal vez mejor, implícita; en efecto, parece, evidente que la guerra a que se refieren los preceptos constitucionales antes citados (artículos 15 y 63.3) responde a un supuesto distinto del legalmente previsto como estado de sitio: como certeramente ha puesto de relieve SERRANO ALBERCA. en Comentarios a la Constitución, Cívitas, Madrid, 1985 (2.’ ed.). “en el primer caso se trata

, de la guerra internacional! mientras en el segundo se trata de una situación de guerra ficticia” (p. 1.593), interpretación que vino a confirmar la definición de “tiempo de guerra” contenida en el artículo 14 de/ Código penal militar, aprobado por Ley Orgánica 13/1985, de 9 de diciembre (vid., del mismo autor, Comentarios al Código penal militar, Cívitas, Madrid, 1988).

La diferencia, por tanto, se percibe claramente al constatar que el supuesto de guerra exterior (o “con potencia extranjera”, como dicen clásicamente los textos legales militares) no tiene por qué llevar consigo la declaración del estado de sitio, cuyas medidas y prevenciones pueden resultar innecesarias, y aún inútiles, para hacer frente a IB situación real de lucha armada. Lo que ocurre es que puede también darse, eventualmente, una coincidencia de ambas situaciones, esto es, que la situación bélica haga aconsejable la declaración del estado de sitio, en todo o en parte del territorio nacional (vid. CRUZ VILLALON. op. cit., p. 109 y SERRANO, Comentarios a la Constitución, /oc. cit.). Es más, los supuestos normativos del estado de sitio (“insurrección o acto de fuerza contra la soberanía e independencia de Espana, su integridad territorial o el ordenamiento constitucional”: artículo 32 LOAES) apuntan en realidad a situaciones de guerra exterior -salvo, tal vez, el último supuesto- lo cual, ciertamente, no contribuye a la distinción y ha podido propiciar la idea de que el estado de sitio sustituye o equivale a la situación de guerra.

Sin embargo, en la práctica la finalidad auténtica del estado de sitio, o del “estado de guerra”, históricàmente, ha sido hacer frente a “rebeliones o movimientos insurreccionales internos” que alcanzasen el grado de lucha armada, real, o “a situaciones de peligro grave para el orden político-institucional”, y así sigue siendo, a nuestro juicio.

En cualquier caso, lo que importa destacar, con SERRANO AEERCA. & que “la calificación del período de tiempo como tiempo de guerra no vendría por la declaración del estado de sitio, sino por la lucha efectiva, fuera ésta internacional o interna” (Comentarios al Cddigo penal militar, cit., p. 309).

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En definitiva, pues, a nuestro juicio si existe diferencia entre las nociones de “situación de guerra” o “tiempos de guerra”, por emplear la locución constitucional, y “estado de excepción”. Y esta diferencia tiene un efectivo “reflejo en nuestro propio ordenamiento jurídico”. Como ya hemos dicho, la Constitución espafiola no ~610 distingue entre ambas nociònes, sino que contiene previsiones específicas en relación con:

a) Distinta forma de declaración de una y otro (artículos 63.3 y ll 6, respectivamente). b) Posibilidad de aplicar la pena de muerte ~610 en caso de guerra, nunca en estado

de sitio (artículq 15, “a contrario”).

Pero, además, el “tiempo de guerra” cuenta ya con una verdadera “definición” en nuestro ordenamiento: el artículo 14 de/ Código penal militar, ya citado, precepto que constituye un auténtico desarrollo legal de la previsión constitucional del repetido artículo 15. Y que, por lo demás, refleja las evidentes dificultades de aprehender jurídicamente el “fenómeno” o “hecho b&ico”, como pone de relieve suficientemente el Derecho internacional, sector del ordenamiento al que corresponde esencialmente su estudio.

Todavía, en el ordenamiento jurídico-militar, existe alguna otra previsi6n que aliadir a las dichas antes: la aplicación del “procedimiento sumarísimo”, posible “únicamente en tiempo de guerra”: artículo 397 de la Ley Orgánica 12/1989, de 7 3 de abrí/, procesa/ militar. Asimismo, la legislacibn de criterios básicos de la Defensa (modificada por Ley Orgáncia 1 /1984, de 5 de enero) atribuye al presidente del Gobierno la “ckección de la guerra” (artículo 8.2) y prevé el posible nombramiknto “en tiempo de guerra” de jefe del Mando Operativo de las FAS (artículo ll bis. 3).

Como referencia de lege data que igualmente seilala la distinción de supuestos, digamos finalmente que la Ley Orgánica 2/1986, de 13 de marzo, de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, en su artículo 9.b) in fine, dice refiriéndose a la Guardia Civil: “En tiempo de guerra y durante el estado de sitio, dependerá exclusivamente del ministro de Defensa”.

Declaración de/ estado de sitio

La declaración de este estado de crisis está reservada, como es sabido, excltisivamente al Congreso de los Diputados, que habrá de adoptar el acuerdo por mayoría absoluta quorum que, curiosamente, no se especifica en la LOAES, sino sblo en el articulo 116 de la Constit,ución espaflola). Pero, con igual carácter exclusivo, la “propuesta” para la declaración del estado de sitio corresponde al Gobierno (artículo ll 6.4 de la Constitución espaflola), con lo que, a nuestro juicio, está vedada cualquier iniciativa parlamentaria en ese sentido. Es pues el Gobierno de la nación el que tiene en su mano la “apertura del procedimiento” encaminado a declarar el estado de sitio, si bien, claro está, la “resoltici6n” final compete al Congreso con la indicada mayoría reforzada.

Lo’importante, con todo, a nuestros efectos es destacar que, frente a otros modelos hist&icos, la Autoridad militar, cualquiera que sea su rango y ámbito competencial, carece de atribuciones para declarar, o siquiera suscitar la declaración del estado de sitio. Su intervención comienza, justamente, una vez que el estado de crisis ha sido decretado, pero entonces tal intervención es ineludible, preceptiva, conforme al sistema legal adoptado entre nosotros.

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Competencias de la Autoridad militar: problemas de delimitación

Son varios, sin embargo, los problemas de interpretación que suscita la -quizá exce- sivamente- escueta regulacibn de las consecuencias o efectos de la declaración del estado de sitio, y específicamente el alcance preciso de las atribuciones que asume la Autoridad militar. Podemos esquematizar la “distribución de competencias” que se produce bajo la vigencia del estado de sitio en la forma siguiente:

a) El Gobierno conserva, desde luego, todo su poder de “dirección política”, dentro de las “condiciones” que en la declaración del estado de sitio senale la Cámara Baja, conforme al contenido de su propia competencia constitucional (articulo 97) como Poder del Estado. Aún más, en sentido material, se ve reforzado por la asunción de “todas las facultades extraordinarias” previstas en la Constitución espanola y la LOAES para hacer frente a la situación de emergencia que ha servido de base fáctica a la declaración del estado de sitio (artículo 33.1 LOAES).

b) Ahora bien, el Gobierno viene legalmente “obligado a designar la Autoridad militar” que, bajo su dirección, haya sido de “ejecutar las medidas” que procedan en el territorio a que el estado de sitio se refiera (artículo 33.2 LOAES). Queda claro, pues, que el Poder civil mantiene su preeminencia, no obstante la obligada intervención del aparato militar.

No puede ocultarse, sin embargo, que los límites concretos entre las funciones de “dirección” y de “ejecución” no son fáciles de trazar. ¿Podría decirse que la función directora equivale al nivel político y la ejecutiva al administrativo? Aún contestando afirmativamente a esta pregunta, ello no significaría más que desplazar el problema, puesto que, como es bien sabido, la delimitación entre la función política y la función administrativa (también presente en el propio artículo 97 Constitución espanola) es una de las cuestiones más polémicas de la teoría del Derecho público estatal. Tal vez por ello, el legislador del aho 1981 no pudo precisar más.

En cualquier caso, parece indudable que la tarea de “ejecutar” requiere también un no pequeno poder de decisión, que en muchos casos será una decisibn con mayor o menor margen discrecional, de apreciación, de valoración, tanto más frente a situaciones, como la considerada, de emergencia y ejerciendo facultades legalmente legitimadas como extraordinarias.

c) Pero, ademas de ese problema previo de límites entre dirigir y ejecutar, todavía el precepto del artículo 33.2 suscita la duda -y en esto sí es criticable su indefinición de qué competencias ejecutivas, siquiera a grandes rasgos, se transfieren a la Autoridad militar: esto es, el “reparto competencia1 entre Autoridades militares y administrativas civiles”.

En este sentido, algo clarifica la cuesticn el artículo 36, al expresar que “las Autoridades civiles continuaran en el ejercicio de las facultades que no hayan sido conferidas a la Autoridad militar...“: de aquí se infiere que el Gobierno, además de designar a esta última conforme al citado articulo 33, habrá de especificar los órdenes o tipos de competencias que pasan a manos de la Autoridad militar designada, bien sea con carácter general en el acto mismo de la designación bien en uno o varios momentos posteriores.

Lo que de una manera indirecta, aunque suficientemente explícita, se deduce del segundo inciso del mismo artículo 36 de la LOAES es que, en todo caso, pasarán

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a las “Autoridades militares” todas las competencias relativas a “orden público”, cuestión que parece esencial en una situación de crisis como la que consideramos. Cabe suponer, sin embargo, que no sólo atribuciones de este carácter serán las asumidas por la Autoridad militar, sino también en otros muchos ámbitos de la actividad administrativa ordinaria, quedando para las distintas Autoridades civiles del territorio declarado en estado de sitio competencias residuales: eso es todo lo que puede inducirse de los artículos 33.2 y 36 comentados.

En definitiva, y como ya apuntábamos anteriormente, la regulación a este respecto contenida en la Ley Orgánica de 1 de junio de 1981 resulta bastante insatisfactoria.

Los bandos militares y su naturaleza

Ciertos problemas plantea asimismo, por su ambigüedad, el tenor del artículo 34 de la Ley, relativo a la facultad de la Autoridad militar para “publicar y difundir los oportunos bandos, que contedrán las medidas y prevenciones necesarias” para hacer frente a la situacibn.

Los bandos militares han constituido tradicionalmente una verdadera fuente de derecho -la principal, si no la única- en los más graves estados de crisis jurídico-constitucional: en ellos se agravaban las penas contenidas en la legislación ordinaria, con frecuencia se creaban nuevos tipos delictivos y se ampliaba notablemente la competencia de la jurisdicción militar, que atraía la mayor parte de la función represiva penal en correlación orgdnica con el monopolio que la Autoridad militar detentaba en materia de orden público.

De nuestra actual regulación, constitucional y legal, puede afirmarse con toda claridad que ha eliminado ese carácter de fuente jurídico-penal de los bandos, incluso, teóricamente, para los “tiempos de guerra”, como se comprueba en la nueva legislación penal militar (Ley Orgánica 13/1985, de Código penal militar, ya citada, y Ley Orgánica 4/1987, de 15 de julio, de la competencia y organizacibn de la jurisdiccibn militar: en ésta. cfr. especialmente artículos 12 y 13).

No puede ser de otro modo a la vista de los principios y garantías, tanto de orden sustantivo como formal, contenidos en la propia Constitucibn: asi, especificamente, el estiicto principio de legalidad penal consagrado en el artículo 25 de la Constitución espaliola y, con carácter general, la reserva a favor de la Ley Orgánica para la regulación de los derechos fundamentales que establece el artículo 81 en relación con la Sección 1: del Capítulo ll del Título 1. Todo ello, además, reforzado con la explícita “garantía institucional” contenida en el artículo 116.5 de la Constitucibn espaflola. respecto al normal funcionamiento del Poder legislativo -como de los restantes “poderes constitucionales” durante la vigencia de los estados excepcionales. Quiere decirse, pues, que la funci6n legislativa sigue encomendada, también durante el estado de sitio, a su titular constitucional. Por lo demás, el mismo artículo 44 de la LOAES prevé que el contenido de los bandos sea acorde con la Constitución.

Así pues, las “medidas y prevenciones” a adoptar por los bandos dictados durante el estado de sitio quedan constrefiidas a las que sean necesarias para la tarea de “ejecución” que estrictamente se confía a la Autoridad militar, conforme al artículo 33.2 antes comentado. Entre esas medidas, no parece existir inconveniente en admitir el ejercicio de una cierta

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“potestad normativa de carácter administrativo” y de naturaleza similar a la que ejercen los órganos de la Administración en situaciones de normalidad, simplemente.

Lo que no parece posible es que se transfiera a la Autoridad militar la potestad reglamentaria .., . atribuida al Gobierno por el artículo 97 de la Constitucidn espaflola, ya que éste, como

vimos, conserva -y aún ve reforzado, lógicamente- todo su poder de dirección política. No está claro, sin embargo, si la excepcionalidad de la situaci6n permitiría algún tipo de “flexibilitación” en la materia (por ejemplo, la posibilidad, negada en condiciones normales, de delegación de la potestad reglamentaria).

En fin, a falta de mayores precisiones legales, tal vez alguna de estas dudas podría encontrar solución en “las condiciones de la declaración del estado de sitio”, referencia con la que precisamente se cierra el precepto del artículo 34. Siempre, naturalmente, que se salvasen los más claros y rigurosos principios constitucionales que hemos apuntado.

La jurisdicción militar duranfe el estado de sitio

Este punto es, tal vez, el único claro y suficiente -a pesar de su concisión regulado en la Ley Orgánica de 1981 en relación con los efectos de la declaración del estado de sitio. En efecto, el artículo 35 se limita a disponer que en la propia declaración formal “el Congreso de los Diputados “podrá determinar” los delitos que durante su vigencia quedan sometidos a la jurisdicción militar”.

Con ese precepto se da cumplimiento a, la previsión contenida en el “artículo 117.5 de la Constitucidn espafiola”, que en su segundo inciso establece:

“La ley regulará el ejercicio de la jurisdicción milifar en el ámbito estrictamente castrense y en los supuestos de estado de sitio, de acuerdo con los principios de la Constitución”.

Se trata, pues, de una extensión de la jurisdicción militar, explícitamente autorizada por el texto constitucional.

Ciertamente, el precepto constitucional-como dejamos subrayado- empieza diciendo “la ley regulará...“, lo cual pudiera ser entendido como exigencia de que la norma legal determine per se el alcance exacto y concreto de la jurisdicción militar para los supuestos de estado de sitio.

No obstante, aparte de que el mandato constitucional tiene un objeto más amplio y genérico, cual es el de definir a la ley los límites de esa jurisdicción especial. dentro del principio de unidad jurisdiccional y “de acuerdo con los (restantes) principios de la Constitución”, la precisión a priori de los delitos concretos que la jurisdicción militar haya de conocer y juzgar durante el estado de sitio, además de harto difícil como simplemente se comprende, pudiera no ser conveniente desde la perspectiva de otros principios y derechos cons- titucionales.

En efecto, la ampliación en estos supuestos del ámbito de la jurisdiccibn militar admite una inevitable quiebra del derecho fundamental al “juez naturaV’, implícito en el artículo 24 de la Constitución espaflola, por lo que debe ser aplicado con criterios restrictivos, ~610 cuando las circunstancias excepcionales lo exijan realmente. En esta linea, puede ser más respetuoso con el conjunto de los principios y derechos constitucionales, paradójicamente, que no sea la ley la que de una manera rígida predetermine el ámbito

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jurisdiccional militar como “jurisdicción de excepción”. Ello permite que, a la vista de las circunstancias de hecho, tal alteración competencia1 no llegue siquiera a producirse.

Así, justamente, se determinó por el legislador de 1981, al configurar como potestativa (“podrá”) la facultad del Congreso para extender la jurisdicción militar a delitos no “estrictamente castrenses” durante la vigencia del estado de sitio.

Por otra parte, que dicha eventual ampliación se haya de efectuar en la propia declaración formal del Congreso de los Diputados debe estimarse como garantía suficiente.

En conclusión, consideramos que la regulación del artículo 35 LOAES satisface cumplidamente, en este punto, las exigencias de la cláusula de reserva legal y demás principios y garantías constitucionales.

Referencia a los otros estados excepcionales. La movilización

Consideraciones generales

En relacibn con los restantes estados de crisis regulados en nuestro ordenamiento, “alarma” y “excepción”, la Ley no prevé ninguna intervención específica de las FAS.

Ello no quiere decir, naturalmente, que las situaciones de alteración de.la paz social o de riesgo para el libre ejercicio de los derechos ciudadanos que constituyen el presupuesto para la declaración de tales estados, no incidan también en la Administración militar, cuya colaboración y ayuda puede, además, resultar especialmente eficaz, dada la particular disposición y preparación con que la organización militar cuenta, por su propio carácter, para hacer frente a situaciones excepcionales.

Lo que quiere decir es que las Autoridades militares y la organización de ellas dependiente no asumen, frente a lo que ocurría en el estado de sitio, ningún protagonismo ni se generan relaciones especiales entre Administración militar y ciudadanos; la actuación de ésta queda, pues, diluida en la actividad administrativa general, siendo las Autoridades civiles competentes las responsables, en cada caso, de la adopción de las medidas extraordinarias detalladamente previstas por la Ley Orgánica, cuya regulación para estas dos situaciones de crisis, supuestamente menos graves o de menor quiebra del estado de ‘normalidad social, es mucho más comple1a y previsora que en el caso del estado de sitio.

Justamente entre esas previsiones, existen algunas referencias o alusiones legales que, no obstante lo dicho con anterioridad, pueden cuando menos suscitar ciertas dudas sobre una específica participación militar en las medidas encaminadas a remediar o controlar la situación de anormalidad.

La movilización en el estado de alarma

Así, en relación con el estado de alarma, el arficulo 12.2 LOAES prevé que en los supuestos de los apartados c) y d) del artículo 4, esto es, en los casos de “paralización de servicios públicos esenciales para la comunidad” y “situaciones de desabastecimiento de productos de primera necesidad”, respectivamente, el Gobierno puede, entre otras medidas, acordar la movilización del personal de empresas o servicios, “con el fin de asegurar su funcionamiento”, ailadiendo: “Será de aplicación al personal movilizado la normativa

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vigente sobre movilización que, en todo caso, será supletoria respecto de lo dispuesto en el presente artículo”.

Pues bien, la única “normativa Agente sobre movilización” existente en nuestro ordenamiento está constituida por la Ley 50/1969, de 26 de abril, de Movilización Nacional, norma no sólo preconstitucional sino, en gran parte de su actual contenido, inconciliable con la Constitución espa?iola de 1978, es decir, claramente inconstitucional y por ello, inapelable.

Sin necesidad de hacer, aquí y ahora, un estudio detallado de esa disposición legal y limitándonos a los preceptos a los que puede referirse el reenvío de la LOAES, digamos que en la “clasificación del personal” a efectos de movilización que efectúa la Ley de 1959, su artículo contiene, en efecto, un “Grupo 3.0 personal civil militarizado”, que es “el correspondiente a organismos o empresas movilizadas o militarizadas total o parcialmente”; supuesto al que corresponde, sin duda, la previsión del artículo 12.2 LOAES; pero, además del status militar que en otros aspectos adquiere (cfr. artículo ll, último párrafo) dicho personal “quedará sujeto al Código de Justicia Militar” conforme al artículo 18 de la Ley 50/69; esta remisión ha quedado hoy virtualmente sin contenido, al haberse derogado en su totalidad el citado Cbdigo, de 1945.

En cierto modo, sin embargo, ese precepto puede considerarse sustituido por el del artículo 8.5 de la Ley Orgánica 13/1985, de 9 de diciembre, del Código penal militar, conforme al cual “a los efectos de este Código se entenderá que son militares los que:

“Con cualquier asimilación militar presten servicio al ser movilizados o militarizados por decisión de/ Gobierno".

Se trata, por tanto, de una verdadera norma atribuida de competencia, al implicar que los movilizados o militarizados quedan sometidos al Código penal militar y, por ende, a la jurisdicción militar, única competente para juzgar los delitos regulados en aquél.

Ahora bien, debe notarse que tal “aforamiento” lo es ~610, justamente, respecto de los delitos militares, únicos que en cumplimiento de la cláusula constitucional (“ámbito estrictamente castrense”: artículo 117.5) regula la Ley Orgánica 13/85, quedando expresamente derogadas todas aquellas normas “referidas a la aplicación por la jurisdicción militar de criterios distintos del de la competencia por razón del delito” -disposición derogatoria de la propia ley-. Quiere decirse, por tanto, que el alcance de esta extensión competencia1 es notoriamente más limitado que el que implicaba el artículo 18 de la Ley de Movilización; puede afirmarse que el sometimiento de personal movilizado o militarizado a la jurisdicción militar en virtud del artículo 8.5 del Código penal militar tiene escasísima virtualidad práctica, por la propia naturaleza de los tipos definidos en ese Cuerpo legal.

En conclusión, lo que ocurre con los dos preceptos básicos que venimos comentando, esto es, los artículos 12.2 LOAES y 8.5 del Código penal militar, es que el reenvío que efetúan a la legislación sobre movilizacibn requerida una coEelativa regulación ex novo de esta materia plenamente adaptada a los principios constitucionales, que evitase dudas, e incluso lagunas, a la hora de tener que realizar, a los efectos pretendidos, una nada fácil depuración y adaptación constitucionales de la “normativa vigente sobre movilización”.

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El estado de excepción

Por lo que a este estado “intermedio” se refiere, vale lo expuesto al principio del apartado primero anterior en el sentido de que tampoco aquí las FAS como organización asumen papel especial alguno en orden al control de la situación excepcional y restablecimiento de la normalidad institucional y social.

Debe, sin embargo, resefiarse que conforme a lo dispuesto en el artículo 28 LOAES, “el Gobierno podrá adoptar además de las medidas propias del estado de excepción, las previstas para el estado de alarma en la presente ley”; quiere ello decir, por tanto, que las consideraciones que hemos hecho a propósito de la movilización en caso de estado de alarma serán trasladables aquí, para la eventual aplicación de dicha medida una vez declarado el estado de excepción.

Pero hay, además, una previsión expresa en la regulación legal relativa a este estado de que la Autoridad gubernativa “podrá emplazar ‘puestos armados’ en los lugares más apropiados para asegurar la vigilancia” de edificaciones, instalaciones, obras, servicios públicos e industrias y explotaciones de cualquier género (artículo 27).

Nada se dice en la ley respecto a qué fuerzas serán las encargadas de desempeiíar esa misión precisamente en forma de “puestos armados”, expresión que tanto por su propio sentido como, sobre todo, por el contexto en el que ha de ser adoptada la medida parece indicar que se trata de.una función extraordinaria con relación a las tareas de vigilancia y protección normales de edificios públicos, aparte de que, obviamente, en este caso puede abarcar a edificaciones e instalaciones totalmente privadas.

Tanto la interpretación lógica y sistemática de la legislación de excepción como, incluso, la propia referencia literal del precepto a la “Autoridad gubernativa” parecen abonar la tesis de que, en principio, esa misión deba encomendarse a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. Ahora bien, a nuestro juicio, nada impediría que fuese recabada también para esa tarea específica, por razones de urgencia, necesidad u otras fundadas, en apreciación de las Autoridades civiles (no necesariamente el Gobierno mismo), la colaboración de fuerzas militares, que, como es norma siempre en su intervención, actuarían bajo sus “mandos naturales”, sin perjuicio, naturalmente, de atenerse a las instrucciones expresas de la Autoridad civil competente.

Adecuacidn de la organizackh militar vigente a las situaciones de crisis

El esquema básico de nuestra organización militar está contenido en la Ley Orgánica 1 /1984, de 5 de enero, que modificó precisamente los artículos decisivos en esa materia -8 a 12- de la anterior Ley Orgánica 6/1980, de 1 de julio, por la que se regulan los criterios básicos de la Defensa Nacional y organización militar (LODN). Esta normativa desarrolla, como se sabe, el mandato contenido en el artículo 8.2 de la Constitución. Por otra parte, responde, naturalmente, a lo prescrito en el artículo 97 de la propia Constitución, que asigna al Gobierno la dirección de la Administración militar y de la defensa del Estado.

Quiere decirse, pues, que la vigente estructura orgánica sobre dirección y mando de las FAS es coherente con los principios constitucionales en la materia, limitándose las disposiciones legales citadas a desarrollar y concretar las funciones que corresponden

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a cada nivel de la organización estatal, tanto en relación con los órganos constitucionales (Jefatura del Estado, Cortes Generales, Gobierno) como en lo que podríamos llamar específicamente Administración militar.

No parece necesario reproducir aquí el organigrama de esa estructura. Pero si dejar constancia de que responde, como no podía ser menos, al principio de preeminencia del Poder político, configurando la Administración militar como un sector especializado de la Administración general del Estado, cuya dirección, como hemos dicho, corresponde al Gobierno -artículo 7 LODN-, cuyo presidente “ejerce su autoridad para ordenar, coordinar y dirigir la actuación de las FAS” -artículo 8, en su nueva redacción-, funciones que “por delegación del presidente del Gobierno” tiene atribuidas -además de otras- el ministro de Defensa -artículo lo-.

En definitiva, y en lo que a nuestro propósito interesa, la organización militar existente presenta un disefio coherente con las exigencias de su eventual actuación en los supuestos de crisis o excepcionalidad legalmente previstos, particularmente en el estado de sitio, cuando las FAS están llamadas, siempre por previsión legal, a una intervención directa.

No se da, e? tal caso, ninguna ruptura del orden constitucional y legal de competencias; el Gobierno, por tanto, continúa en el ejercicio de atribuciones formalmente “ordinarias”, aunque lo haga en un sentido y con un contenido determinados ante la concurrencia de unas circunstancias de excepcional riesgo para el orden social y jurídico del Estado.

Tal vez por ello, en la LODN no se contiene ninguna previsión específica en relación con el estado de sitio; aunque sí un precepto que, genéricamente, atribuye al Gobierno de la nación la facultad de movilizar “todos los recursos humanos y materiales y todas las actividades, cualquiera que sea su naturaleza... para satisfacer las necesidades de la Defensa Nacional o las planteadas por circunf,ancias excepcionales” -artículo 14- en coherencia con el concepto amplio, o “total”, que de la Defensa, Nacional se da en el artículo 2 de la propia ley.

Por cierto que, en este punto, quizá convenga advertir que en la filosofía y -como se ve- aún en la propia letra de la legislación que venimos comentando, queda claro que la Defensa Nacional, cuya finalidad es “garantizar de modo permanente la unidad, soberanía e independencia de Espalla, su integridad territorial y el ordenamiento constitucional, protegiendo la vida de la población y los intereses de la Patria” -artículo citado-, no es misión exclusiva de las FAS sino justamente, de toda la comunidad; y para lograr ese objetivo existe una “política de defensa” y una “política militar, componente esencial de la politica de defensa” -artículo 4-. Resulta, pues, que la organización militar es sólo un instrumento más, aunque sea el principal, de la defensa, llamado a actuar cuando los órganos constitucionalmente legitimados para ello lo estimen necesario.

Como precisión final, digamos que la Autoridad militar que el Gobierno ha de designar fiara la ejecución de !as medidas acordadas durante el estado de sitio, conforme al artículo 33.2 LOAES ampliamente comentado en el apartado segundo anterior, no aparece predeterminada ni en ese precepto ni tampoco en la legislación básica de la organización militar; en cambio el artículo ll bis de ésta última, adicionado por la Ley Orgánica 1 /84, establece en su número 3 que: “El Gobierno, en tiempo de guerra, podrá nombrar general jefe del Mando Operativo de las FAS al jefe del Estado Mayor de la Defensa...“.

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Para el supuesto de estado de sitio, por tanto, el Gobierno goza de plena libertad para la designacibn de la Autoridad militar responsable. Y aunque normalmente se tratará de una Autoridad militar “constituida”, es decir, integrada en la cadena del mando militar, incluso la propia del territorio que abarque la declaración del estado de sitio, nada parece limitar la entera libertad de elección gubernamental, aún al margen de la organización administrativa militar dada.

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CESEDEN Sección de Información

ESTRATEGIA

IV

CESEDEN

SOBRE LA CRISIS DEL GOLFO

D. JESUS ARGUMOSA PILA Cte. de Ingenieros (OEM).

SOBRE LA CRISIS DEL GOLFO

Mi hermano, mi primo y yo contra el vecino. Mi hermano y yo conlra mi pumo. Yo contra mi hermano.

Preliminares

La saciedad internacional está asistiendo al final de un ciclo histórico y en consecuencia al comienzo de una nueva era que sin duda dará lugar a una distinta configuración estratbgica planetaria.

En la segunda mitad de los alios 80 ha aparecido una corriente de pensamiento en el entorno mundial que considera a la zona del Pacífico de una importancia sustancial de cara al final del siglo. Los asombrosos ejemplos del extraordinario crecimiento económico de Japón y de los llamados “cuatro dragones” del Pacífico, Corea del Sur, Taiwan, Hong- Kong y Singapur, han sido utilizados como base para presentar a la cuenca occidental del ocbano, que contiene a la isla de Pascua como crucial protagonista en el umbral del próximo siglo. A esto se arlade el cambio del esfuerzo económico y comercial norteamericano efectuado últimamente desde la costa oriental a la costa occidental, claro indicador de la orientación de los intereses estadounidenses en el momento presente.

Durante los aflos 1989 y 1990 hemos contemplado un intenso y continuo debate junto con profundas reflexiones acerca del futuro del continente europeo utilizando términos tales como la “nueva arquitectura europea” a la “casa común europea”, todo ello provocado fundamentalmente por la peresfroika de Gorbachov y por las vertiginosas transformaciones ocurridas en los países de Europa del Este.

No cabe duda de que los acontecimientos ocurridos en Europa Oriental han quitado protagonismo a esa especial relevancia que se había dado al Pacífico en el sentido de que Europa unida, con Alemania como punto de lanza, reúne suficientes condiciones y características como para rivalizar con pleno derecho en el campo tecnológico y económico con los países del Lejano Oriente, siempre en el aspecto del medio plazo, pues para levantar las maltrechas economías de los paísessituados detrás del antiguo “telbn de acero”. se necesita cuanto menos una década.

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Mientras tanto, pasaban inadvertidos o no se prestaba apenas atención a otros hechos que estaban sucediendo en otras críticas partes del globo como los graves problemas económicos-sociales por lo que esta pasando Iberoam6rica con motivo principalmente de su enorme deuda externa que ronda los 500.000 millones de dólares y la lacra del narcotráfico imposible de eliminar hasta estos momentos. Entre tanto Africa se debatía y se debate entre las terribles sequías, la escasez de alimentos, el látigo de la pobreza junto con una deuda externa que está impidiendo a sus pueblos salir del subdesarrollo. Al mismo tiempo en el sur y en el sudeste de Asia el impresionante crecimiento de la población está produciendo una espantosa tasa de mortalidad marcada especialmente por la falta de alimentos y en general de suficientes recursos para satisfacer sus necesidades mínimas.

Por último, y en mi opinión es el aspecto más grave del asunto, otras zonas donde existen conflictos crónicos desde el final de la Segunda Guerra Mundial como puede ser Oriente Medio, Indostán, Cono Sur africano, sudeste de Asia y Centroamérica han pasado ciertamente marginadas de la información internacional y por dicho motivo la comunidad mundial no ha tenido una clara conciencia de lo que estaba sucediendo en las citadas regiones del globo. Si, por un lado, en el Cono Sur de Africa y en Centroamérica se estaba llevando a cabo lo preceptuado en los acuerdos nacidos de las negociaciones de paz, en las cuales ha intervenido principalmente la ONU, y en el sudeste de Asia se están efectuando en este instante unas previas conversaciones para intentar establecer la paz en Camboya, después de la salida de las tropas vietnamitas de dicho país, por otro, tanto en Oriente Medio con las continuas conflagraciones de Israel, Líbano y Palestina .y sus eternas conversaciones en busca de la paz sin llegar nunca a encontrarla, como Indostán con el visceral enfrentamiento entre Pakistán y la India o la existencia de agudos problemas internos en ambos países han permanecido supuestamente estables y sin ningún aparente indicador de lo que iba a suceder el 2 de agosto pasado: la invasión del pequeno estado de Kuwait por parte del mayor y mejor equipado ejército de la zona, el Ejército de Irak.

Aproxlmactbn geopolitica

La experiencia geohistórica revela que han existido cuatro grandes sedes del poder marítimos:

a) El Mediterráneo, donde se forjó la unidad de Roma. !J) El Occidente europeo, teatro de una de las sociedades más progresivas. c) La fachada atlántica norteamericana que hoy ostenta la hegemonía mundial. d) El archipiélago japonés, uno de los focos más estimulantes del océano Pacífico.

De la misma forma, fa historia demuestra la existencia de cuatro núcleos planetarios donde han crecido y se han desarrollado las grandes potencias terrestres:

a) El Oriente Medio, desde el Turquestán a Pakistán, ha sido el escenario sucesivamente del Imperio Persa, del Imperio Sasánida, del Califato de Bagdad y del Imperio Otomano.

b) Mongolia y norte de China, donde han prosperado el Imperio de los Han, el Imperio de los Gengis-Khánidas y el Imperio de los Ta-Tsing.

c) La región central rusa dio vida al Imperio de los zares.

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d) La Europa Central, base de la potencialidad germánica y de sus reiterados intentos de dominar el continente europeo.

Cuatro núcleos marítimos, cuatro núcleos terrestres, De los primeros, continúan ejerciendo su dominio e influencia tres de ellos ya que el poder talasocrático del Mediterráneo ha desaparecido hoy en día. En el teatro continental ocurre algo similar, solamente en el Oriente Medio falta ahora mismo un poder terrestre que domine su entorno puesto que el núcleo dj está sometido actualmente a un proceso orientado a recuperar su protagonismo de antafío. Es decir, es precisamente en la región donde se observaba un vacío de poder terrestre que siempre existió donde ha vuelio a actuar el “perturbador continental” de la zona, en este caso la nación iraquí, a traves de su actual mandatario, Saddam Hussein.

Con independencia de que en los últimos 45 anos haya existido en la zona un enfrentamiento y lucha de intereses entre las dos grandes potencias, los Estados Unidos y la Unión Soviética, lo cierto es que en dicha región, especialmente fragmentada políticamente, todos los países que la componen son inestables desde la descomposición del Imperio Otomano en 1918, pues sufre continuas tensiones internas en la lucha por el poder. Tambien es necesario resaltar que gran parte de estas naciones son Estados artificiales donde su gobierno carece de legitimidad y donde no está garantizado en absoluto el mecanismo sucesorio de sus gobernantes.

Asimismo, un gran número de los problemas actuales provienen de las imposjciones llevadas a cabo por ciertos países occidentales, en especial los británicos y los franceses, amparándose en los mandatos e incluso fuera del marco de Ios’mismos. Un hecho paradigmático lo constituyó la medida tomada por Gran Bretana, después de finalizada la primera guerra mundial, de instalar a un amigo suyo, el rey Feisal hijo de Hussein el legendario amigo de Lawrence, como monarca del reino formado por las antiguas regiones militares turcas de Mosul, Bagdad y Basora. Las consecuencias de introducir unrey extranjero para gobernar un país de reciente creación provocaron continuos desórdenes, golpes de estado y revoluciones que culminaron con el gblpe de estado del 14 de julio de 1956 con el asesinato del rey y el establecimiento de la república iraquí.

Pero aparte de estos condicionamientos internos del área que repercuten en su propio espacio hay otros factores que tienen una proyección extraregional o internacional. Nos referimos a que la zona guarda el 60 por 100 de las reservas totales de petróleo en el mundo, abasteciendo diariamente no sólo Estados Unidos sino con mucha más intensidad a Europa y a los países del Lejano Oriente, en particular a Japón. A que el problema interárabe trasciende el cuadro de Oriente Medio y se extiende a todo el norte y a parte del este de Africa o a que el fenómeno musulmán se proyecta por todo el arco islámico enmarcado entre Rabat y Manila. Se trata, en fin, de que la propia existencia de Israel con Jerusalén como primera ciudad santa cristina y tercera musulmana influye prácticamente en todo el orbe. Lo mismo sucede con la futura Palestina a la cual la ONU y en general toda la comunidad planetaria tienen el deber moral y político de encontrarle el asentamiento adecuado. En cuanto a Líbano donde se superpone una guerra civil con un conflicto regional y en general un enfrentamiento cristZrno-musulmán y oriental- occidental, esta esperando que la solución vaya a traves del mundo árabe, musulmán o de la sociedad internacional. Con esta relación de factores con proyección externa queremos indicar la gran importancia que tiene en el globo cualquier suceso inestable que se produzca en esta región y que evidentemente puede dar lugar a graves tensiones

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iniciadores de una posible catástrofe mundial no sblo en el campo económico sino en la totalidad del espectro social, diplomático. político y militar planetario.

Pues bien, es en este ambiente inseguro, tenso, cargado de enormes condicionantes inestables a nivel regional y a nivel internacional donde se ha producido una de las más peligrosas acciones efectuadas por un país desde.la Segunda Guerra Mundial. Porque esta accibn ha quebrado el sistema interestatal mundial al suprimir a una nación del cuadro jurídico internacional, siendo tal sistema y dicho cuadro los que garantizan las relaciones de confianza y entendimiento entre todos los pueblos que contituyen la sociedad planetaria.

Algunas observaciones

La crisis del Golfo está produciendo unos efectos muy graves tanto a nivel regional como en el horizonte planetario. La subida del precio del barril de petrbleo hasta 42 dólares está ocasionando estragos en la economía de los paises occidentales siendo m8s profundas aún en las naciones del Tercer Mundo. El mercado bursátil está descendiendo-continuamente con la amenaza de un colapso mundial en el campo del comercio y en el sector del trabajo. Por otra parte, la decisión del embargo de la ONU ha potenciado su credibilidad en el sentido de que son estas situaciones donde debe encontrar su verdadera misión dicho

, prganismo buscando soluciones no bélicas e intentando llegar a una decisión en la que primen las medidas políticas sobre las militares.

LIGA ARABE (1945-I 971)

/ ,En,contrade/rak 1

Egipto, Sina. LIbano. Marruecos, Ylbutl, Somalia, Arabia Saudí, Kuwait, Emiratos Arabes Unidos, Omán. Qatar y Barheim:

v Irak. Libia, Tunez, Argella, Mauntama. Sudán.

Frente de Firmeza 1977

Argelia, Libia, Siria, Yemen; Irak y OLP.

Consejo C6operacidn Genera/ (CCG) 1981

Arabia Saudí, Kuwait, Qatar. Barheim. Emiratos Arabes Unidos y Ornan.

Consejo Cooperach Arabe (CCA) 1989

Egipto, Irak, Jordania y Yemen.

Unión de/ Magref Arabe (UMA) 1989

Marruecos, Argelia, Túnez, Líbia, y Mauritania.

Cuadro l.-Organizaciones árabes

Otra importante característica de esta crisis se encuentra en la falta de unibn árabe manifestada claramente a lo largo de todo el conflicto. Las cinco organizaciones árabes de carácter multinacional más importantes se han visto afectadas por la decisión iraquí de invadir Kuwait. En la Liga Arabe han aparecido dos tendencias, una favorable a la decisión de la ONU condenando la invasión de Kuwait y la exigencia de la retirada sin condiciones así como la aceptación de tropas occidentales para luchar contra Saddam

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Hussein, esta postura la mantienen los doce países senalados en el cuadro 1. La otra tendencia apoya la condena de la ONU de la invasi6n pero no las otras declaraciones en contra de Irak y son partidarias de incluir los otros conflictos de Oriente Medio en el “saco” de las negociaciones de paz tal como lo propone el presidente iraquí. De los nueve países favorables a esta línea de conducta, si quitamos al propio Irak. todos ellos tienen razones de peso ajenas al propio conflicto para decantarse de esa forma. Así, Mauritania, Sudán, Yemen y Jordania han recibido cuantiosas ayudas iraquíes, la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) está jugando su carta política para encontrar un lugar donde asentara su pueblo, Libia apoya a todo el que se opone a Occidente y tanto Argelia como Túnez tienen graves problemas internos de oposición e integrismo que los condicionan en sus tomas de decisión.

En el Frente de Firmeza, prácticamente obsoleto hoy en día, se ha roto la unidad al caminar Siria por un lado y los otros cinco países por otro totalmente opuesto. El Consejo Cooperación General (CCG) ha quedado resquebrajado con la pérdida de Kuwait. El Consejo Cooperaci6n Arabe (CCA). al cabo de poco más de un ano de ãndadura, se ha deshecho al estar, Egipto claramente en una posición y los otros tres países en la contraria. Finalmente, la Unión del Magreb Arabe tambihn sufre una nítida contradicción al encontrarse Marruecos en el campo occidental, Mauritania y Libia al lado de Saddam Hussein mientras que Argelia y Túnez se hallan entre la ambigüedad del inicio del conflicto a favor Cle la ONU y la situación actual apoyando la postura de Irak.

Como ya indicábamos al comienzo, en Oriente Medio, zona tradicional de implantación de una potencia continental dominando el entorno de sus diferentes pueblos que siempre han estado luchando entre sí, reaparece un personaje, un nuevo Sargon, con intenciones no ~610 de emular el imperio persa o el sasánida sino también de alcanzar la hegemonía en el mundo árabe extendido desde Basora a Marraquech.

Con una pérdida de 60.000 millones de dólares producto del desastre de la guerra contra Irán, siendo durante casi una década el salvador del islam y aduciendo como excusa de la invasión de Kawait, el cortar el descenso del precio del crudo, el contr81 de la salida al Golfo y el conseguir la hegemonía en el pueblo árabe Saddam Hussein ha calculado erróneamente sus posibilidades al mismo tiempo que no había previsto las duras sanciones que iba a tomar la comunidad internacional ni la propia reacción de los Estados Unidos y sus aliados en el envío de tropas a la región.

A pesar de que ha realizado acciones geoestratégicas ciertamente relevantes -aunque no han sido premeditadas sino tomadas en el contexto de una “huída hacia adelante”- como puede ser el exigir en su propuesta de negociaciones la inclusión en el mismo “cesto” la invasión de Kuwait y los conflictos palestinos, árabe-israelí y libanés, la sutil propaganda del juego de los rehenes ante las pantallas de TV occidentales, la amenaza de atentados terroristas en aquellos países que despliegan fuerzas en el &ea de Oriente Medio, la proclamación de la “guerra santa” contra los países occidentales, el restablecimiento de relaciones en Irán captando una parte importante de su población o el efecto de regalar el petróleo a las naciones del Tercer Mundo, la verdad es que el presidente iraquí ha quebrado una esperanza de siglos: la unión del mundo árabe, figura 1, p. 32.

Independientemente del espacio de tiempo transcurrido y de las formas de actuación del “perturbador continental”, utilizando la terminología de Castex, en la zona de Oriente Medio ha quedado meridianamente clara una primera afirmación: las grandes potencias

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son incapaces de controlar los conflictos regionales. Y demos gracias a que esta crisis se ha producido en el mejor momento de distensión entre los Estados Unidos y la Unión SoviBtica pues en caso contrario las consecuencias podrían haber sido mucho más catastróficas.

El siguiente punto de meditación se refiere a la constatación fehaciente de que en el momento presente sólo los Estados Unidos tienen capacidad geoestratégica para desplegar en la zona del Golfo las fuerzas necesarias para hecer frente al Ejército iraquí. Y todos hemos visto en qué condiciones, es decir, en un tiempo excesivamente largo, con grandes problemas logísticos, escasez de medios navales suficientes e idóneos o equipos inadecuados para ia zona y para hacer frente a ciertas actividades enemigas.

Pero además se aliade otra vulnerabilidad importante. Los Estados Unidos no pueden permitirse el gastar 46 millones de dólares diarios en su despliegue del Golfo, fundamentalmente porque tienen previsto un déficit fiscal de 250.000 millones de dólares en el mejor de los casos, para el ano 1991. Por eso se ha visto obligado a pedir a sus aliados que sufraguen los gastos no sólo de su despliegue militar sino de los enormes costos que están padeciendo Egipto, Turquía y Jordania en su ayuda a Occidente. La Comunidad Económica Europea (CEE), Japbn y la República Federal de Alemania han ayudado a estos tres países con 9.000, 4.000 y 2.000 millones de dólares respectivamente mientras Arabia Saudí se encarga de hacer frente a los gastos norteamericanos. También Japón ha participado con otros 2.000 millones de dólares en apoyo de los Estados Unidos.

A los Estados Unidos le está sucediendo actualmente algo similar a lo que le pasó a Espana en 1634 cuando envió sus Ejércitos a pacificar Alemania o a Gran Bretaña en 1990 cuando declaró la guerra a los boers. Ambas naciones ganaron dichas guerras pero a costa de un colapso de su política imperial debido a los enormes gastos producidos. Los Estados Unidos han tenido la suerte de que sus aliados le están sufragando sus cuantiosos gastos, pero obviamente esta es una situación especial. En otras circunstancias estas ayudas serían, cuanto menos, cuestionables.

Otro aspecto para reflexionar la constituye la enorme maquinaria de guerra manifestada por Irak. Este país ha recibido armas de paises como Francia, concretamente esta nación ha proporcionado tecnología nuclear; la República Federal de Alemania gran cantidad de agresivos químicos; la Unión Soviética la que mayor armamento ha proporcionado, Estados Unidos, Argentina, Chile, Sudáfrica... Irónicamente este armamento se ha puesto ahora en contra de los países de donde procede, pudiendo ocasionar gravísimos daños humanos, sociales y económicos.

Una actuación positiva la ha protagonizado la CEE y la Unión Europea Occidental (UEO) con sus condenas unánimes y la decisión unitaria de enviar tropas a la zona. Sin embargo, se han notado algunas debilidades tales como la excesiva tardanza en tomar una decisión colectiva -se tomó a los 20 días de la invasión- y la incapacidad clara de la UEO para enviar unas fuerzas en tiempo oportuno al lugar adecuado, más concreto, a la UEO la falta de capacidad de proyección geoestratégica en zonas que afectan a sus intereses colectivos vitales.

La declaración conjunta norteamericana-soviética en dos tiempos, primero a nivel de ministros de Exteriores en los primeros días del conflicto y luego a nivel presidencial en la primera quincena de septiembre junto con el anuncio de Sheverdnadze de volver

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a la vieja idea soviética de convocar una conferencia internacional sobre Oriente Medio ha supuesto dos importantes consecuencias: una, el mostrar palpablemente la desaparición de la eterna pugna Este-Oeste; otra, la incipiente recuperación del protagonismo soviético en el concierto mundial, que aún no es débil y que todavía puede seguir jugando un papel como superpotencia.

Perspectivas

El Oriente Medio se ha convertido en el “nudo gordiano” del planeta por su valor económico, político y estratégico. Cualquier acontecimiento que ocurra en su región tiene unas repercusiones planetarias cruciales en el horizonte que hemos venido exponiendo. Resulta imprescindible poner término a la crisis, actuar y volver a la situación previa al día 2 de agosto por dos principales razones: aJ La acción de Irak constituiría un precedente pudiendo dar pie a otras actuaciones

semejantes. b) Rompería el sistema interestatal planetario edificado con la vista puesta en la obtención

del bien común internacional.

Esta invasión puede perfectamente ser tomada como un aviso para toda la comunidad internacional en el sentido de que si realmente se quiere alcanzar la paz en el planeta es totalmente obligado no dejar en el olvido a las zonas de tensión del mismo y adquirir la prudencia conveniente para no dotara ciertos países de armas que luego puedan producir consecuencias imprevisibles.

También estos acontecimientos pudieran ser tomados como punto de partida para resolver graves situaciones existentes en la zona como la solución al “problema” palestino, al enfrentamiento árabe-israelí, al conflicto libanés o a la falta de legitimidad sucesoria de los líderes de los países no sólo de Oriente Medio sino de todo el mundo árabe que constituye una fuente continua de inestabilidad. Una solución a este problema se podría encontrar en la paulatina introducción de conceptos democráticos y pluralistas com- paginándolos con la religión no sólo en los gobiernos sino en toda la sociedad árabe.

El triunfo de Occidente y de la mayor parte de la comunidad internacional ya sea mediante la solución diplomática o a trevés del conflicto bélico, del cual no dudamos, no sólo debe exigir la retirada iraquí de Kuwait sino que necesita garantizar la continuidad de la estabilidad en la zona para lo cual se debieran realizar las siguientes acciones: a) Reducir el Ejército iraquí a niveles tales que lo impidan efectuar ataques de este

tipo. b) Entablar negociaciones para resolver todos los conflictos de Oriente Medio de forma

conjunta. c) Tomar las medldas adecuadas para que los países del Golfo se acerquen a las pautas

democráticas alejándose del espectro feudal. dJ Establecer en la zona unas Fuerzas Armadas internacionales como último baluarte

donde descanse toda la seguridad de Oriente Medio.

De la misma manera se podría hallar una solución a todas las contradicciones internas que encierran las corrientes del “panislamismo”, ” panarabismo” y “fundamentalismo” pero se entiende que dichos resultados se deben debatir y dar a luz dentro del mundo musulmán y árabe, eso si, con todo el apoyo que Occidente pudiera darle.

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Una de las más importantes conclusiones a que nos conduce la crisis del Golfo se dirige hacia una imperiosa necesidad de establecer en Oriente Medio un sistema defensivo, donde la OTAN pudiera servir de modelo, en cuanto al proceso de creación, estructura, organización o establecimiento de objetivos a conseguir, para garantizar la estabilidad y la seguridad en la zona ante cualquier tipo de acciones del tipo de la efectuada por Irak. Dicho sistema podría estar formado principalmente por ejércitos de países de su entorno a los que podría anadirse alguna participación norteamericana, europea u otra que se considere.

En esta misma línea la nueva estructura del orden mundial que se vislumbra a medio plazo deberá tener como uno de sus más relevantes características un sistema planetario del poder en donde se incluyeran diferentes organizaciones defensivas en las áreas del globo sujetas de forma cíclica y permanente a situaciones de crisis y tensión. Al menos estos sistemas defensivos debieran establecerse, aparte de Oriente Medio, en el Indostán, Cono Sur africano, sudeste Asiático y Centroamérica. Todos ellos convivirían con la OTAN, la SEATO o el ANZUS, a las que habría de someter a una reforma en sus doctrinas, misiones, espacio a cubrir o número de países que deben integrarlas. Todos estos sistemas serían responsables de la seguridad en sus respectivas zonas y estarían coordinadas bajo la dependencia de un Comité o Consejo de Seguridad integrado de la ONU.

En una tal ordenación de seguridad internacional debieran tener una importante participación en los niveles y campos que oportunamente se determinen los Estados Unidos, la Unión SoviBtica, la Europa Occidental, Japón y China. Dichos sistemas defensivos dispondrían de la organización necesaria para utilizar todo tipo de medidas políticas, diplomáticas o económicas dejando como último recurso el empleo de procedimientos militares. De esta forma, y aprovechando el excepcional momento de distensión en que nos encontramos, la ONU podría jugar el papel que sus fundadores imaginaron: el mantenimiento de la paz y de la seguridad del planeta. Se convertirá así mismo en una institución realmente operativa.

Vivimos momentos trascendentes y de cambios decisivos en el equilibrio estratégico mundial. Asistimos a una revisión profunda de los sistemas, doctrinas y representaciones geoestratégicas en donde se debe evitar el tratamiento parcial o sectorizado de los temas. En este sentido deberíamos prestar mayor atención a los nuevos enfoques y significados de la estabilidad a nivel mundial con el propbsito de estructurar una arquitectura de seguridad planetaria en el sentido de englobar al menos las áreas de tensión antes mencionadas que quizás no logre establecer una zona Idílica de paz y prosperidad pero sin lugar a dudas si que podrá reducir o eliminar las eventuales crisis.

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UN CAMBIO EN LA ESTRATEGIA

D. MANUEL M. DURAN ROS

Cte. de Infantería de Marina.

UN CAMBIO EN LA ESTRATEGIA

La defensa atl8ntica

Hasta que la configuración europea sufrió el sorprendente cambio que ha hecho modificar los planteamientos geoestratégicos relacionados con la defensa de los esquemas socio- políticos occidentales, la defensa de Europa estaba constituida por un enorme arco de vanguardia que iba desde Noruega, en el flanco norte, hasta Turquía, en el sur, pasando por Dinamarca, Bélgica, Holanda y Alemania, en el frente central, e Italia y Grecia, en el flanco sur. Inglaterra y Francia quedaban involucradas en el frente central con sus respectivas fuerzas en Alemania. Detrás de ese arco de vanguardia se encontraba una retaguardia estratégica, una franja de países y regiones atlánticas, compuestas por Islandia, las islas Británicas, Francia occidental, Espalia y Portugal. Esta regibn no estaba implicada directamente en la defensa del frente y tenía que servir de reserva estratégica de la Alianza (1). Cuando se produjo la salida de Francia de la estructura militar integrada, todos los planes aliados de refuerzo y apoyo logístico procedente, en su mayoría, de Estados Unidos estuvieron casi exclusivamente a través de las islas Británicas y su paso hacia Noruega, o por el canal de la Mancha, para llegar al frente central, expuesto a presentar grandes vulnerabilidades; la previsiones para el refuerzo del “flanco sur” eran aún más hipotéticas, basadas tan ~610 en una intención de paso por el estrecho de Gibraltar.

El ingreso de Espaíla en la OTAN permitió, entoncer concebir esa Zona Estratégica de Retaguardia de manera más coherente. Espafla podía ofrecer una gran flexibilidad a los planes previstos al completar geográficamente, debido a su posición cuasi insular o archipelágica, central y atrasada, ese concepto que hasta su entrada se limitaba a las islas Británicas. En lo que concierne al flanco sur, la participación de Esparta era aún más necesaria, como se había demostrado cada vez que hubo un conflicto en el Próximo o Medio Oriente.

Fue la comprensión del importante papel que el nuevo aliado podía jugar, lo que permitió finalmente la “aceptacibn por los demás aliados” del singular “modelo espanol”, caracterizado por el “control operativo que en determinadas circunstancias, como operaciones combinadas o coordinadas, pueden ejercer sobre las Fuerzas espaflolas determinados mandos de la Alianza, y viceversa”, y la “inclusión de los acuerdos de coordinaci6n en el planeamiento aliado”, mediante el “sistema de planeamiento analógico”

.- (1) “El modelo espafiol de pariicipación en la Alianza Atlántica”, Jaime de Ojeda, revista de Política Exterior

(111-l 189).

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para participar del instrumento que le permite a los países miembros asegurarse que la defensa común queda debidamente cubierta en aquellas regiones o sectores en los que para ello cuenta con el esfuerzo de los otros.

Pero había otra faceta de la posición geográfica espailola que revestía especial importancia para la Alianza. El embajador Jaime de Ojeda escribía que “sin perjuicio del papel que Espaiia pudierajugarde otra manera dentro y fuera de/ Tratado, las misiones que está llamada a asumir para potenciar la disuasión convencional de la Alianza se derivan más de/aZonaEstratégica deRetaguardia y de su defensa, -los recalcados en cursiva son nuestros- que de la participación en la defensa del frente central y de los flancos” (2). Aunque se trató de un planteamiento inicial eminentemente restrictivo, difícil de sostener en caso de conflicto, y probablemente más europeista que atlantista (3), lo que por el momento hubo fue que los Acuerdos de Coordinación desarrollaron aquella filosofía en seis grandes cometidos cuyo espíritu era que la disponibilidad para la OTAN de las Fuerzas espafiolas y la posición geoestratégica de Espaila representaba una nueva oportunidad para aumentar la defensa común incluida la defensa contra cualquier amenaza en el sur -including defence againstany threatin the South-.

El Sur

Y esto último constituye esa otra faceta a que antes nos referiamos. Es decir, llegó a existir una seria preocupación por lo que pudiera suceder en el “Sur” y, con esa inclusión final, se decidió contar para su resolución con Espana, respetando su legítima preocupación por las tensiones en su región fuera de la zona del Tratado, Lo que ocurre ahora es que esa “defensa de la Zona Estratégica de Retaguardia” se puede convertir en la de la nueva zona de vanguardia frente al “Sur”. Ya los clásicos consideraban que la estabilidad de Europa estaba vinculada a la del norte de Africa. Ahora, esa estabilidad tiene un incierto futuro debido a la evolución de condicionamientos socio-económicos que le afectarán enormemente. El índice de crecimiento demográfico norteafricano es impresionante. Como argumenta el científico Jacques Lesourne (4), la población de esta zona puede aumentar 200 millones de habitantes en 40 arlos. De 30 a 65 millones de inmigrantes de esa procedencia se preve que vengan a Europa.

El empuje de la creciente demografía africana, a la busqueda de espacio vital, puede, alguna vez, convertirse en su empuje virulento y tal vez armado; basta con que encuentre quien lo dirija. La creación del “Gran Magreb”, tan difícil en este momento por las diferencias existentes entre los posibles integrantes y los deseos de protagonismo de algunos de sus dirigentes, no es una quimera y su viabilidad, fundamentalmente basada en la lengua yen la religión, se verá acrecentada en el futuro, especialmente si se reducen las diferencias existentes o si el carisma de un líder llega a imponerse. Pero no nos constrifiamos al norte de Africa. La invasibn de Kuwait pone en evidencia no sólo la existencia de la amenaza del expansionismo norteafricano sino la originada en países a Levante del meridiano de Alejandría. La expansión del “fundamentalismo” es la gran incógnita. Tras el revés sufrido por Irán en la guerra contra Irak, su futuro era incierto; sin embargo, tal vez se

(2) Jaime da Ojeda, op. cif. (3) La cooperación europea en asuntos de seguridad: una perspectiva espafiola, Antonio Remiro Brotóns.

ravlsta de Política Ewlerior (III-1 /89) (4) Interfufuros, Jacques LesOurne, citado verbalmente en la E. G. N por al profesar Fontenla durante la

conferencia “Evoluc16n da la Prospectiva” (22-11-90).

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encuentre aquí la más poderosa causa capaz de impulsar a esas masas amontonadas en reducidos espacios, en gran parte carentes de recursos. Con los últimos hechos del Próximo Oriente, se ve con nitidez el poder de convocatoria que una idea del tipo que se puede tener entre seguidores cuyo fanatismo sobrepase el ámbito de la realidad o del sentido común. Cualquiera de estas razones podría constituir una amenaza por sí sola; interrelacionándolas, su peligrosidad crece en progresión geom&trica.

La emergente “amenaza del sur” puede ser cierta y Espafla ha dejado de estar en aquella posición de retaguardia estratégica y retrasada frente a la tradicional amenaza del Este que, por otro lado, ha perdido la importancia que otrora tuviera. Por tanto, es necesario considerar cuales son las novedades derivadas de este importante cambio geoestratégico que ha venido a dejarnos en una primera posición frente a esa posible amenaza.

Del nuevo “orden europeo” -ratificado aún hace pocos días en París, dentro del marco de la cumbre de la Conferencia de Seguridad y Cooperación Europea (CSCE)- y del estado de las cosas en Oriente Próximo, hay que extraer una serie de consecuencias que habrán de influir decisivamente en el diseilo de las estrategias de los países involucrados.

La nueva situación

Esas consecuencias se concretan, primeramente, en el final de la “guerra fria”y de las tensiones Este-Oeste -que implica la práctica renuncia del expansionismo comunista a sus intereses en los países del Tercer Mundo-y la evidente desaparición de la capacidad soviética de sorprender a Europa con un ataque a través de los viejos ejes de progresión, por lo que pierde importancia el frente central europeo y lo cobran sus flancos norte y sur. Y, después, por un cierto encrespamiento de las disensiones Norte-Sur, en torno a problemas socio-económicos, que exigirá mayor atención a las llamadas “operaciones fuera de área” de especial interés para EspaiIa por sus implicaciones en relación con amenazas propias, hasta ahora fuera del ámbito de la OTAN pero cuya’percepción por esta Alianza bien pudiera variar en el futuro a juzgar por los recientes acontecimientos.

Sin olvidarse de la complicada situación en que se quedan los países que componían el “bloque comunista”, con graves problemas políticos, económicos y sociales -posible causa de conflictos regionales que, desde luego, afectarían a la Europa occidental por su cercanía y por su influencia sobre el comportamiento de la nueva Unión Soviética (5)-, la realidad es que la salida de su suelo de las tropas soviéticas, para retirarse hasta más allá de los Urales, y la liquidación del Pacto de Varsovia (PAV) prevista para el aflo 1992, patentizan la imposibilidad de obtener la sorpresa estratégica por parte de la amenaza procedente del Este, a pesar de la gran potencia militar que a pesar de todo mantandrá; podría caber alguna duda sobre su capacidad nuclear, pero no es probable un enfrentamiento de esta clase entre el Este y el Oeste, si bien será necesario mantenerla por ambas partes como disuasión frente las de la misma naturaleza que puedan surgir en otras zonas hasta ahora impensables. Esta es la mayor incógnita en relación con el Tercer Mundo: el alcance de su nivel tecnológico hoy y en los próximos anos. En cualquier caso, su mejor baza radicará en sus Fuerzas terrestres y aéreas; las Fuerzas navales son mucho más débiles y es difícil que lleguen a desarrollar capacidades que les permitan

(5) “La seguridad europea tras la guerra fría”, Philip A.G. Sabin. revista Espaiiola de Defensa, noviembre de 1990.

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adquirir el control, ni aún relativo, del mar, ni defenderse eficazmente de asaltos anfibios lanzados contra sus costas.

Desaparecido el temor al peligro del Este, el esfuerzo aliado en Europa tendrá que ser disminuido. Concretamente, deberá ser reducido en cuanto a las grandes Unidades terrestres al haber perdido el “frente central” la importancia fundamental que tenía antes del vendaval de cambios con que nos sorprendió el ano 1990, cuando amenazaba inmediatamente a países de la OTAN.

Lo que la nueva situación mundial require, para enfrentarse al remanente de esta amenaza, es una gran capacidad de “generación de refuerzo rápido” (6) a base de Unidades pequeilas pero de gran potencia de fuego, ligeras y móviles, capaces de maniobrarle al enemigo por los flancos amenazándole puntos vulnerables de su despliegue y sus líneas de aprovisionamiento.

Ya se ha dicho que las relaciones Norte-Sur corren un riesgo creciente de deteriorarse como consecuencia de la evolución demográfica del mundo. Pero no sólo es eso lo que puede afectar al futuro de las relaciones. El creciente aumento de la potencia armamentística y tecnológica de los paises del Tercer Mundo, en algunos de los cuales se encuentran una gran cantidad de materiales estrat6gicos y de materias primas al tiempo que falta de recursos en otros, combinado con la dinámica económica derivada de la búsqueda de energías alternativas por el mundo occidental y el aumento de la deuda externa que todos estos factores pueden provocar en dichos países (7), puede hacer surgir conflictos dè mayor o menor intensidad que afecten, como la invasión iraquí del territorio soberano de Kuwait, a la estabilidad económica mundial en zonas hasta ahora insospechadas.

La perspectiva de empleo de fuerzas en estos conflictos apunta, entonces también, a Unidades reducidas, fáciles de transportar, pero potentes -por su posibilidad de contar con apoyos de fuego naval y aéreo, apoyo de combate suficientes para garantizar su capacidad combativa allí donde la sorpresa se haya producido-, que dispongan, sobre todo, de gran movilidad estratégica. Son lo que se conoce como Fuerzas de Intervención.

Es importante recalcar, a tenor de las características de los Ordenes de Batalla (ORBAT,s) de estos países, que en estos casos, para acciones disuasorias en la maniobra de crisis,

’ operaciones fuera de área o conflictos de baja intensidad, los combates serán desarrollados en escenarios generalmente terrestres con apoyo aéreo considerable, pero que la guerra en el mar, debido a la irrelevante capacidad naval de que estos países disponen, tendrá que orientarse a la neutralizaci6n de la amenaza que representen sus misiles, sus aeronaves y sus minas marítimas, lo que proporcionará a las Fuerzas navales gran libertad, de acción para conducir operaciones de proyección de su poder sobre tierra.

Los nuevos factores estratbglcos

EspaAa, en primera línea si la contingencia se produce, debe adaptarse a estos nuevos conceptos estratégicos. En primer lugar, la organización de sus Fuerzas de Intervención debe consolidarse y el estado de preparación de Bstas revisado; su operatividad debe

(6) Denominaci6n utilizada por el profesor Bardají en la E.G.N. durante la conferencia “Control de Armamentos” (1 O-I-90).

(7) “Una política de seguridad para el MediterrBneo”, José L Buhigas, revista EsparTola de Defensa, julio- agosto de 1990.

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adaptarse a la eventualidad de ser empleadas en zonas de operaciones que pueden variar sustancialmente de una situación a otra, lo que implica modificaciones en el adiestramiento y en la elección del material con que deben estar dotadas; probablemente, también, sea importante determinar cual deba ser la procedencia de los hombres de estas Unidades entre las posibles de reemplazo forzoso, voluntario o mixto, que parece el más congruente entre lo contemplado en la Constitución y las voces que claman desde el propio pueblo por otras soluciones; y finalmente, hay que prestar una gran atención a la movilidad de estas fuerzas y a su disponibilidad.

La última característica mencionada es propia de la Fuerzas de Intervención y apropiada a las actuales circunstancias mundiales en pro de la paz; la creciente influencia de la opinión pública sobre la política presupuestaria de los Gobiernos en materia de Defensa, como consecuencia de la evolución de la situación mundial, sugiere que la entidad de las Grandes Unidades (GU,s) disponibles en permanencia para su empleo inmediato sea tipo Brigada, haciéndose imprescindible al mismo tiempo incrementar la capacidad nacional de movilización para generar las Unidades que habrán de reforzar o relevar a las de itervención. Estas Fuerzas de Disponibilidad Inmediata, tienen su principal característica en el alistamiento, los planes preplaneados, el adiestramiento y la dotación adecuada de apoyos. Sus componentes deberán ser.Unidades permanentemente alertadas o con tiempos de alerta muy bajos y serán fuerzas con la versatilidad necesaria para variar su organización operativa de modo que sea posible y fácil flexibilidad la aplicacibn de su potencia combativa para adaptarlas a las diferentes necesidades surgidas como consecuencia de variaciones en la situacibn. Deben disponer de planes preplaneados para el rápido embarque y transporte de personal, armamento y material: planes que se adapten al empleo de “órdenes tipo misión” que garanticen la coordinación de esfuerzos en cualquier situación táctica; reglas de enfrentamiento (ROEs), etc.

El adiestramiento en todo tipo de combate y para zonas de operaciones de características diferentes, habrá de servir como multiplicador de su eficacia. Tendrimque contar con la posibilidad de disponer de reservas potentes y rápidas, con medios blindados y acorazados y helicópteros, para actuar contra las posibles penetraciones enemigas mediante contraataques preplaneados; requerirán movilidad para llevar a cabo rápidas penetraciones mediante el empleo de vehículos de diverso tipo y helitransporte; apoyos de fuegos próximo y profundo, contracarro y antiaéreo, con sus propias armas, misiles y artillería, el fuego naval de apoyo y el apoyo aéreo; gran capacidad de conducir operaciones de intelegenda mediante el reconocimiento y la vigilancia del campo de batalla para evitar el grueso del enemigo y sus reserva; comunicaciones modernas e integradas para su eficaz mando y control de las operaciones: y, para sostener todo este enorme esfuerzo, medios capaces de garantizar el flujo del apoyo logístico hacia las Unidades de vanguardia desde donde Bste se encuentre.

La característica de la movilidad estratégica habrá de venir de la mano de la capacidad de las Unidades de transporte y desembarco de las Fuerzas navales y de una aviación de transporte flexible y equilibrada, que permita llevar lasl%erzas de Intervención a los teatros de operaciones donde deban ser empleadas ya luego, reforzarlas mediante Unidades procedentes de la movilización, siendo capaces de alcanzar, mediante las Unidades adecuadas, la superioridad naval y aérea local necesaria, y de cubrirle a las Fuerzas de Intervencibn dos necesidades fundamentales: el apoyo de combate y logístico de combate y el apoyo por el fuego y el reconocimiento.

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Todas estas características implican serios cambios en la determinación de los objetivos de fuerzas de los tres Ejércitos, íntimamente relacionados con la nueva situación mundial, las características de las viejas y emergentes amenazas, el diseno actual de los objetivos de fuerza y las necesidades que se avecinan. La nueva situación en Europa descarta la amenaza del Este dejando casi exclusivamente la eventualidad de conflictos regionales originados por la inestabilidad en los países de la Europa Central y Oriental; cabe, sin embargo, la posibilidad de que surjan sorpresas procedentes de países de ese “Sur” inquieto que hemos visto, si no se buscan soluciones a nivel internacional para atacar las causas que le proporcionan intranquilidad. De materializarse, las amenazas requerirán el empleo de las FAS con las características descritas para reaccionar ante la sorpresa y conjurarlas.

En cualquier caso, serán necesarias para disuadir potenciales amenazas, manejar las crisis que pueden provocarse o controlar, en su caso, conflictos de baja intensidad. Hay que aceptar la realidad de que los objetivos de fuerza actuales están pensados para enfrentarse con el PAV por tierra, mar y aire. Para eso se requerían determinadas Unidades y lo que ahora va a hacer falta exige nuevos planteamientos, como queda dicho. Ya se ha visto que las características de la nueva amenaza que puede llenar el vacío dejado por la del Este encuentra su mayor capacidad de combate en las Fuerzas terrestres apoyadas por Fuerzas aéreas de variable eficacia. También se ha visto que su capacidad naval es, y probablemente será, muy limitada quedando reducida al empleo de Unidades lanzamisiles, algún submarino que aproveche, por ejemplo, las buenas condiciones que el Mediterráneo ofrece a este tipo de Unidades, y Unidades de minado defensivo. Donde hay que poner énfasis, por tanto, es en la consolidación de las Fuerzas de Intervención y en la capacidad de transportarlas y apoyarlas.

Las Fuerzas de Intervencibn españolas

La Fuerza de Intervención Rápida (FIR) del Ejército de Tierra se encuentra en un avanzado estado de preparar3ón. Diversas maniobras y ejercicios han demostrado su capacidad para articular una agrupación operativa flexible con Unidades de la Brigada Paracaidista y de la Legión, y otras según la misión, afrontando los problemas logísticos que su empleo presenta. La eventualidad de ser utilizadas allí donde sea necesario requiere conseguir una adecuada capacidad para su transporte, que con ser el problema de más difícil solución, por impedimentos económicos, habrá de ser, sin embargo, el principal objetivo a alacantar.

El Grupo Delta de la Flota, que por encontrarse en precario estado de salud también deberá ser actualizado de acuerdo con la situación, cuenta con el Tercio de Armada (TEAR), una Fuerza de Desembarco de entidad Brigada que “sin perder su instituto ni su técnica esencialmente naval” (8) tiene como razón de ser efectuar “bajo mando naval, operaciones terrestres” (9) con la tradición, la experiencia, el adiestramiento, la organización y los medios adecuados a las necesidades expuestas, puede desembarcar carros de combate, vehículos anfibios, artillería, dispone de apoyo aéreo y naval, helicópteros y puede actuar mediante modernas técnicas de asalto anfibio si se adecuan los medios

(6) h’fsmria de la Infanteria de Marina aspanola, Jos& E. Rivas Fabal, p 326, cit. del conde de Clonard, ed. Naval, Madrid, 1970.

(9) Id., p. 327. cif. de Olesa Munido.

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para el movimiento buque-costa a las necesidades del asalto Over The Horizont (OTH), proporcionándole a la Armada el componente terrestre necesario para “proyectar el poder naval sobre tierra”.

Las características que acabamos de exponer para las Fuerzas de Intervención describen con nitidez el “espacio estratégico” que corresponde a la Fuerza anfia pero no excluyen la acción simultánea o coordinada de fuerzas similares de desembarco aéreo o aero- transportadas, ni la posibilidad de efectuar con otras Unidades de la misma naturaleza desembarcos administrativos en zonas controladas mediante asaltos anfibios previos, sino, antes bien, al contrario. Es la conjunción de nuestros Ejkrcitos lo que se debe buscar. Cada uno tiene su espacio estratégico caracterizado por una serie de factores fundamentales en los que dos priman sobre los demás: el medio en que se desarrollan y la velocidad de las operaciones. La tierra, un ritmo relativamente lento en las operaciones, una línea logística continua y un mando y control próximo y estrecho, definen la actuaci6n de las Fuerzas terrestres: la mar, un ritmo rápido, una logística discontinua pero móvil que llega hasta el buque y un mando y control muy versátil, caracterizan a las Fuerzas navales; y el aire, acciones instantáneas, una logística concentrada en bases de retaguardia y un mando y control continuo desde puestos centrales, son propias de las Fuerzas aéreas (10).

Pero, además, existe ese otro “espacio estratégico anfibio” que participa de algunas características de los tres anteriores por cuanto su medio es tanto la mar como la tierra y recibe una gran parte de su movilidad y potencia combativa de los medios aéreos, su ritmo de acción tiene el carácter de las operaciones navales, su logística se beneficia de la continuidad que ofrecen las puramente naval y terrestre y el mando y control puede ser tan flexible como la situación requiera.

La Fuerza anfibia es un sistema orgánico completo y complejo, del cual forma parte la Fuerza de desembarco, sistema que posee en sí mismo una elevada capacidad de maniobra derivada de una circunstancia favorable singular: la de aunar las ventajas de operar por líneas exteriores con respecto a la costa, con las de operar por líneas interiores con relación al espacio marítimo sobre el cual la Fuerza naval ejerce su control (ll). Tiene, además, peculiaridades que la convierten, como decía Liddell Hart, en “el mayor recurso estratégico de que disponen las Fuerzas Armadas” puesto que posee una singular capacidad para permanecer en aguas internacionales amenazando territorio enemigo, llevar allí no ~610 fuerzas sino apoyos de combate y apoyos logísticos de combate suficientes, proporcionar y asegurar espacio para el despliegue de otras fuerzas de mayor entidad, ser retirada con la facilidad que proporciona el adiestramiento y la mentalidad naval de sus unidades, y poder ser nuevamente empleada para amenazar en otro punto o explotar otra vulneravilidad enemiga. La capacidad de disuasión de la Fuerza anfitiia antes de los conflictos, o su posibilidad de ser empleada en zonas “tan lejos pero tan cerca” del lugar donde se materialice una agresión para amenazar por si y con un “posterior y decisivo refuerzo”, en caso de conflicto, le conceden un papel propio y decisivo en la conducción de las crisis y en la resolución de las guerras. --.

(10) “En la arena”, Jesús M. Casta Furtiá, revista General de Marina, enero de 1974. (11) “Guerra Anfibia. guerra de maniobra”, Agustín Rosety Fernández de Castro, rewsta General de Marina.

mayo de 1988.

Pero, independientemente de que cada tipo de fuerzas habrá de ser empleado según aconseje el análisis de la situación concreta, es la conjunción de nuestros Ejércitos, como queda dicho, lo que se debe buscar. Si bien es necesario no sólo conjuntar, sino mejorar, modernizar y aprovechar con rigor las capacidades operativas de cada uno

. para conseguir unas fuerzas que garanticen nuestra defensa mediante su valor disuasorio o su empleo y, al mismo tiempo, permitan materializar la solidaridad que esperan nuestros distintos aliados.

Conclusiones

En conclusión, existe, entonces, una necesidad evidente de incrementar la capacidad nacional de movilización y de adaptar las GU,s terrestres a cuanto se ha visto, mejorar la capacidad de transporte y de desembarco de la Armada y de transporte del Ejército del Aire, y optimizar la de alcanzar los objetivos estratégicos de estos dos Ejércitos referentes a permitir el empleo de las Fuerzas de Intervención, cualesquiera que sea su naturaleza, allí donde la situación lo requiera, ponderadamente de acuerdo con sus otras necesidades.

La situación surgida como consecuencia de los hechos que han convertido el aiío 1990 en un aflo clave para la interpretación de la historia contemporánea, va a imponer profundos cambios en las políticas de Defensa de los países de nuestro ámbito. Vamos hacia un mundo de creciente sensibilización por la paz y en permanente búsqueda de mayor seguridad que aspira a resolver sus problemas poniendo énfasis en estrategias económicas y políticas, lo que engendra una.profunda incomprensión por cuanto armas o soldados signifiquen; pero no es probable que el ser humano, depredador de sí mismo, egoísta y ambicioso, renuncie al empleo de la violencia para dirimir sus diferencias es por eso que EspaRa debe adaptarse, dentro de sus posibilidades, a la realidad de la situación mundial, sin desatender ni el incesante clamor de paz popular, ni su propia seguridad, ni sus deberes morales con las naciones de su entorno geopolítica. Y no será fácil encontrar una solución porque, para el futuro, la situacibn tenderá a ser más distendida pero más propensa a sorpresas, no con la contundencia con que amenazaba Moscú, pero sí ciertos ribetes de irregularidad que complicarán enormemente la provisión de cualquier contingencia. No obstante, cuanto hemos expuesto es una forma de afrontar el problema que se avecina, cualquiera que sea la percepción popular del problema y la procedencia de los soldados o marineros que tengan nuestras Unidades, que son competencia del Estado, Defensa y las FAS por mandato constitucional, para satisfacer a un tiempo las demandas sociales y las ineludibles necesidades de seguridad.

En todo caso, ante los importantes cambios que se vislumbran, la consideración reflexiva, rigurosa, desinteresada y con espíritu de cooperación de todos estos factores, será fundamento de las decisiones que permitan disenar la estrategia capaz de alcanzar una increíble y adecuada disuasión propia y contribuir a la de nuestros compromisos defensivos de forma eficaz y solidaria.

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CESEDEN Sección de Información

POLITICA, ECONOMIA Y SOCIOLOGIA

VIII

CESEDEN

INESTABILIDAD EN EL GOLFO PERSICO

D. JOSE UXO PALASI

GB de Infantería (DEM).

INESTABILIDAD EN EL GOLFO PERSICO

Invasbn de Kuwait

Desde el día 2 del pasado mes de agosto estamos asistiendo a una nueva crisis mundial, centrada en el ámbito del golfo Pérsico que ha roto las esperanzas puestas en la posibilidad de alcanzar en nuestros días lo que empezó a llamarse “un orden nuevo”.

El mundo comunista se había hundido, con rapidez vertiginosa y con estrépito, al producirse la apertura del muro de Berlín en el mes de noviembre anterior. Y el analista norteamericano Francis Fukuyama había vaticinado el “Fin de la Historia”. Su utópica teoría dejaba establecido que con el final de la “guerra fría” quedaba excluida en el futuro la posibilidad de nuevos conflictos: el triunfo de la democracia liberal sobre las doctrinas soviéticas los hacía impensables.

En violenta contraposición a todas estas ilusiones -podríamos decir que cogiendo al mundo entero a contrapie- el presidente de Irak, Saddam Hussein, lanzaba sus ejércitos a la conquista de Kuwait en la fecha seiialada.

Afortunadamente para los valores permanentes de nuestra civilización, la inmediata reacción internacional ha sabido poner en marcha un dispositivo militar de iespuesta que parece haber provocado un razonable apaciguamiento de la escalada. Por lo menos, en el momento de redactar estas notas, el pulso que se está desarrollando para restaurar el Derecho Internacional conculcado parece que pueda llegar a su término sin que sea preciso activar el despliegue táctico de las fuerzas que, en cumplimiento de los mandatos de la ONU, han desplegado en la península Arábiga.

Al recibir el presidente norteamericano George Bush, en la Casa Blanca, al emir Jaber al Ahmed Sabaj en uno de los últimos días del mes de septiembre le subrayaba su compromiso firme de hacer fracasar los planes del invasor y de conseguir que Kuwait vuelva a ser libre restableciendo su legítimo gobierno. Lo hacía con las siguientes palabras: “Espero el día en que pueda visitaros en Kuwait, vuestro país”.

Ante la opinión pública internacional quedaba planteada así, en forma simplista y esquemática, la solución que podía tener el actual conflicto en el golfo Pérsico: volver a la situación inicial vigente el día 1 de agosto del aRo 1990 unavez sean expulsados los invasores iraquíes por las arm3s o como resultado de la presión económica y diplomática ejercida sobre ellos.

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Sin embargo, el más sencillo análisis de la cuestión -desde un punto de vista geopolítico- obliga a aceptar que la simple vuelta a la normalidad anterior a la agresión iraquí no puede ser, en ningún caso, la solución deseable, Todo lo más, puede admitirse que constituya la irrenunciable base de partida necesaria para emprender el camino que conduzca a una solución estable, aceptada por todas las partes implicadas y conseguida a través de las organizaciones internacionales competentes.

En un reciente Cuaderno de Estrategia del CESEDEN que trata el tema de la investigación de fenómenos beligenos se dice lo siguiente: “pretender la paz y evitar la guerra supone a su vez comprender las interpretaciones que los sujetos o actores en un sistema o conjunto de ellos tienen acerca de la mayor o menor justicia en la resolución de sus litigios y antagonismos”.

En el caso que nos ocupa, flota en el aire la sensación de una inestabilidad fundamental -productora de palmarias injusticias- que se ha instalado en el ámbito del Oriente Medio desde hace algunos siglos. Basta una inocente mirada a la muy socorrida Enciclopedia Universal Ilustrada de la Editorial Espasa-Calpe para formarse, ya de entrada, una opinión muy concreta -que confirma la sensación aludida- sobre las causas de la complejidad que invade a cuanto se relaciona con esta región geográfica.

En su edición del alío 1926 inicia la explicación de la voz “Koweit”, “Kuwait” o “Koveit” (primer intríngulis del tema) de la forma siguiente: “Estado mahometano de la costa noroeste del golfo Pérsico y oriental de Arabia, considerado como perteneciente a Turquía hasta el arïo 1914, pero bajo la protección inglesa desde el aiio 1880”.

Constituye una importante llamada de atención la curiosa advertencia de que tal “Estado mahometano” pertenezca a Turquía hasta la Primera Guerra Mundial pero que se encuentre bajo la protección inglesa desde el ano 1880.

El apéndice de la misma Enciclopedia editado en el ano 1932 nos da más detalles sobre la complicada estructura de este territorio. Aquí se seliala que su población asciende, en la fecha seilalada, a unos 51.000 habitantes la mayoría árabes, unos 10.000 persas, 4.000 negros y 200 judíos. En cuanto a la moneda, son de curso corriente las rupias y annas indias, si bien en el interior del país se emplean también -todavía- los talers de María Teresa. Respecto a las comunicaciones postales se puntualiza que el servicio de Correos está administrado por el departamento del ramo del Irak, pero que los sellos utilizados son indios c,on la inscripción “Koweit” superpuesta.

Al parecer, lo único estable y autóctono en Kuwait es la dinastía vigente. Fue fundada por Subah bu Abdullah, que reinó del ar?o 1756 a 1762, y cuyos descendientes se han mantenido en el poder local ininterrumpidamente a pesar de todos los acontecimientos que la historia y las relaciones internacionales han proyectado sobre este país. Y no deja de selialarse en el texto indicado que “el Gobierno inglés mantiene un agente político en la corte del jeque”.

Para muestra de complejidad, parece que basta este botón.

No podemos pretender aquí establecer la fórmula que permita senalar la solución correcta que es preciso encontrar para que -como se ha selialado- los sujetos o actores del sistema alcancen una justa resolución de sus litigios y antagonismos. Nos limitaremos a exponer, brevemente, algunas de las causas que los producen.

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Aproximación a un an8lisls polemológico

El Instituto Espaflol de Estudios Estratégicos (IEEE) emplea para sus análisis polemológicos el denominado “Método factorial” que consiste, en esencia, en el estudio en profundidad de todos los posibles factores de enfrentamiento agrupados en seis grandes conjuntos a los que se les denomina “esferas” y dentro de las que se consideran tres niveles de situación concreta para cada una de ellas: el determinado por razones estructurales, el derivado de las circunstancias coyunturales y el que surge de situaciones aisladas concretas.

La determinacibn de los senalados “posibles factores de enfrentamiento” se hace de una forma completa y abarca todos los que pueden ser considerados desde un punto de vista geográfico, social, cultural, económico, militar y político en sus más variados aspectos. En la ocasión presente reduciremos este amplio panorama a la consideración esquemática de los factores que estimamos más intereses para centrar el tema:

- En primer lugar, el insoslayable factor histórico, con sus inevitables repercusiones sobre la geografía política de los diversos países interesados. Se ha escrito, con razón, que no debemos ser esclavos de la historia pero que tampoco podemos dejar de asumirla. Constituirá el marco fundamental de esta exposición.

- Inmediatamente esbozaremos ligeramente el complejo problema de la población y de los aspectos religiosos que tanta influencia tienen sobre la misma.

- Finalmente trataremos de la organización política y del componente económico que con el impacto del petróleo ha conseguido alcanzar el máximo protagonismo de la crisis planteada.

La Historia

Los problemas actuales que se ciernen sobre el ámbito del golfo Pérsico arrancan de la descomposición del Imperio Turco como consecuencia de su derrota en la Primera Guerra Mundial, en el alio 1918.

Pero no sería posible enfocarlos adecuadamente si antes no se establecen algunos antecedentes previos a la época senalada, por ligeros que estos puedan ser.

A principios del siglo XVI, el Imperio Otomano se extendía por la tiayor parte del hoy día denominado Oriente Medio incluidas las costas occidental y oriental de la península Arábiga; sblo los desiertos centrales de ella quedaban libres de la dominación turca.

Cuando los portugueses iniciaron sus exploraciones por las costas de océano Indico y penetraron en el golfo Pérsico -siguiendo una de las rutas clásicas que llevaban los productos exóticos de las Indias Orientales hasta el MediterrBneay Europa, a los que se arladían las perlas y corales del propio Golfo- se establecieron en Mascate, Ormuz y Bahreim llegando incluso al fondo del saco para ocupar temporalmente un pequelio fuerte y factoría, situado en las proximidades de la desembocadura del Chatt-el-Arab, que se utilizaba como punto de concentración de mercancías y estación intermedia en la ruta comercial sefialada.

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Reacción inmediata a este tipo de tráfico fue la creación de la denominada “costa de los piratas” cuya extraordinaria actividad depredatoria en la mar había de servir de justificación, posteriormente, a las intervenciones extranjeras.

La presencia postuguesa se ve sustituida, a comienzos del siglo XVIII, por la de la holandesa a través de su Compaiíía de las Indias Orientales que establece uno de sus enclaves en Basora. Ante la intensificación del tráfico comercial en aguas del golfo Pérsico renace, paralelamente y como consecuencia inmediata, la actividad de la piratería.

Por aquellos mismos anos del siglo XVIII una tribu beduina se asentaba en el territorio del actual Kuwait -en el mismo lugar en que ya se habían establecido los portugueses, dos siglos antes, al amparo del mejor puerto natural de todo el golfo Pérsico- e inauguraban una situación de hecho que habría de mantener al territorio con una cierta autonomía a pesar de quedar incluido dentro de los límites del Imperio Otomano. A mediados de siglo, el jeque de la tribu -Subah bu Abdullah- fundaba la dinastía que -como ya se senaló anteriormente- ha venido rigiendo los destinos de Kuwait ininterrumpidamente desde el ano 1756.

Ante el sefialado renacimiento de la piratería, la compafiía holandesa pidió protección ala Marina de guerra británica. Gran Bretalla decide su interveción armada, fundamentalmente en las zonas próximas al estrecho de Ormuz, y después de arrasar con el fuego de su artillería naval los regufios de los piratas firma en el aAo 1819 un acuerdo de buenas relaciones con los jeques de las tribus afectadas.

Las cartas náuticas cambiarán, a partir de este momento, la vieja denominación que caracterizaba a la “costa de los piratas” por la de “costa de la Tregua” (“Trucial Coast’l y de ahí arrancará la preponderancia británica en estas aguas y su presencia naval permanente que alcanzará a las de Kuwait hacia el afIo 1880.

En el aAo 1895, el jeque de Kuwait acoge en su corte y protege al jeque Abd al-Rahman ibn Saud que ha sido expulsado de su territorio de Riad por el poder otomano. Los buques de guerra británicos fondeados en la bahía de Kuwait apoyan la insumisión kuwaití frente al Gobierno turco.

Casi inmediatamente, en el allo 1899, inquieta Gran EretafIa por los proyectos germano- turcos de construcción de un ferrocarril que habría de prolongar el Orient Express desde Constantinopla hasta Bagdad y -posteriormente- hasta Basora y Kuwait decide reforzar su presencia en la región y consigue que el jeque Mubarak ibn Sabbah acepte firmar un tratado de protectorado, a pesar de que sigue manteniéndose teóricamente sometido dentro del ámbito del Imperio Otomano.

Es preciso establecer, lógicamente, que este Imperio ha ido perdiendo, paulatinamente, su cohesión interior. Cerece de aglutinante sólido por la gran inmoralidad administrativa reinante y la consiguiente pérdida de prestigio del poder central. Habrá de ir disgregándose especialmente a partir del Congreso de Berlín (1878) en que impondrán su ley las nuevas potencias colonialistas europeas.

Si pasamos a considerar, inmediatamente, la situación política en la zona de la península Arábiga en la primera década del siglo XX podemos establecer que existe una indecisión británica que se debe a dos factores de tensión que presionaban sobre el Gobierno de Londres en direcciones totalmente opuestas. De una parte, el Foreign Office prefería

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mantener una Arabia dividida en facciones y en la que, de alguna manera, ejerciese cierto predominio local el jerife hachemita de La Meca, sefior de las costas árabes del mar Rojo. De otra parte, el Indian Office -cuya influencia se extendía también a todo el golfo Pérsico- sentía una fundada debilidad por Abd el Aziz, el emir de Riad, descendiente y heredero del prestigio de Abd al-Rahman ibn Saud.

Esta doble dirección quedó plasmada de una forma realmente llamativa -incluso podría calificarse de novelesca- en los “consejeros” que Gran Bretar?a situó junto a los dos emires indicados en los alios inmediatos de la Primera Guerra Mundial.

l Al de La Meca le correspondió el que habría de ser mítico Thomas Edward Lawrence, quien en breve tiempo supo hacer excepcionalmente bueno el sobrenombre que se le dio de “Lawrence de Arabia”. Su plan de guerra de guerrillas desmoronó completamente la moral de las tropas turcas que mantenían en actividad el ferrocarril de Alepo a La Meca, base de toda la logística otomana en la zona. Pudo entrar triunfante en Damasco a la cabeza de las tropas árabes de Faisal ibn Husayn, el hijo del jerife hachemita de La Meca.

Por su parte, Abd el Aziz contó en su corte, durante 30 allos, con un personaje británico especialmente interesante: Harry St. John Philby. Asimiló de tal forma su papel que acabó converti6ndose al islamismo y fue uno de los expertos sobre el Medio Oriente más documentados de aquella época. Es curioso serlalar, aunque aquí sea una pura anécdota, que supo transmitir en su ambiente familiar sus especiales aptitudes para la funcibn informativa: su hijo Harold Kim Philby fue el espía doble que tan célebre se hizo en la década de los aRos 70. Durante 9 arlos fue ascendido de categoría en el seno del Infelligence Service y se le fue preparando para alcanzar, con toda probabilidad, el cargo de Jefe del Servicio británico. Pero, paralelamente, trabajaba para el KGB soviético por razones de convencimiento político. No le importó. sin embargo, acudir a la Unión Soviética al final de su vida profesional activa para recoger el premio a su deslealtad.

Constituye el reverso de la medalla de “Lawrence de Arabia” quien conocidor de la falsedad de las promesas británicas a los árabes cuando les prometían la aceptación de un reino árabe unificado e independiente cuando terminase la Primera Guerra Mundial, dejó escrita en Los siete pilares de la sabiduria -prácticamente sus memorias personales- la siguiente frase antológica: “arriesgué el fraude, convencido de que la ayuda árabe era necesaria para nuestra fácil y rápida victoria en Oriente, y de que era mejor ganar y dejar incumplida la palabra dada, que perder. Lo único que cabía hacer era negarse a recibir recompensas por haber sido un embaucador afortunado”.

Rehusó la “Orden del Eano”, abandonó su empleo de coronel, cambió su apellido y se alistó nuevamente como soldado raso. Con todo ello provocó las iras de Winston Churchill; pero supo ser fiel a un concepto inmaculado de su ética profesional.

Al finalizar la Primera Guerra Mundial en el ano 1918, los turcos se hallaban en retirada de sus antiguos dominios en la península arábiga. La mitad norte de ella se encontraba sometida a tres influencias: .-

- En las costas del mar Rojo dominaba la acción del jerife hachemita de La Meca, Husayn ibn Ali, protagonista de la “Revuelta árabe” fomentada por Thomas Edward Lawrence. Sus poderes se extendían hasta Jordania y Siria.

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- El centro de la Península y la parte oriental, incluidas las costas desde Bahreim a Kuwait, estaban dominadas por los partidarios del emir Abd el Aziz ibn Abderrahman Al Saud, ubicado en Riad.

- Un tercer núcleo de poder, aunque en pleno declive por su anterior apoyo a la dominación turca, lo constituian los emires de la familia Al Raschid situados en la zona norte y entre los dos anteriores, en Hail.

Gran Bretafla se encontró con la anterior situación de hecho y con el problema que le planteaban las promeras de independencia hechas a los árabes durante la guerra para conseguir su apoyo activo, por una parte, y los pactos establecidos con sus aliados -que invalidaban tales promesas-, por otra.

Ya en el afro 1921, y siendo Winston Churchill ministro de Colonias, se convocó una Conferencia en El Cairo para resolver -de una vez por todas- la definición territorial en el Medio Oriente. A ella concurrieron medio centenar de expertos, pero a los propios árabes no se les dio ni voz ni voto.

El resultado lógico no podía ser otro que el desbarajuste que ha imperado desde entonces en este ámbito geográfico y que se mantiene en la actualidad.

En aquella ocasi6n se decidió dejar las actuales Siria y Líbano bajo mandato francés; Palestina quedó bajo mandato británico. Sobre la antigua Mesopotamia se crearon dos reinos, el de Transjordania y el de Irak. cuyos tronos se regalaron a los hijos del jerife de La Meca en premio a la ayuda que había prestado a los británicos durante la guerra: el prime!o fue para Abdullah y el segundo para Faisal.

Al propio jerife se le adjudicó la’región de Hedjaz en la que están ubicadas las ciudades santas de La Meca y Medina, de donde se le permitió proclamarse rey.

Con el fin de plasmar mejor dichos repartos, en el alio 1922 el Alto Comisario británico en Bagdad convocó una Conferencia a la que asistieron todos los países afectados y en la que se establecieron unos límites y fronteras, muchas veces con regla y cartabón, que todavía duran aunque no siempre se respetan.

Gran Bretafla mantuvo, además, sus protectorados sobre Kuwait, Bahreim, Qatar y el resto de las costas orientales y meridionales de la península Arábiga.

Nadie se acordó de Abd el Aziz, el personaje sin duda más relevante entre todos los emires de Arabia. Bien es verdad que tampoco necesitaba ninguna ayuda exterior para alcanzar su ideal unificador nacional: en pocos aflos eliminó a sus oponentes apoyándose, unas veces, en la violencia de los guerreros integristas wahabitas y, otras, en la astucia de algunos pactos o en una pragmática y sabia política matrimonial entre distintas familias beduinas de rancio abolengo y prestigio.

Así pudo llegar a autonombrase sultán del Nedjed. S6lo fracasó en el intento de incorporación del emirato de Kuwait: lo impidieron, una vez más, las fragatas británicas ancladas en su bahía. La tensa situación creada con tal motivo se solventó arbitrando una zona neutral que ha mantenido su vigencia durante muchos allos.

Al despuntar el aflo 1926, Abd el Aziz fue aclamado a la salida de la Gran Mezquita, en La Meca, y proclamado también rey de Hedjaz. Y en septiembre de 1932 unificaba los Estados del Nedjed y el Hedjaz que había creado y fundó así la actual Arabia Saudí.

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No ser8 inútil para nuestro propósito prestar una breve atención al panorama internacional, desde un punto de vista geopolítica, que había gravitado sobre el Oriente Medio en los anos en que puede enmarcarse tanto el antecedente inmediato de la Primera Guerra Mundial, como su desarrollo y su desenlace y en los que se produjeron los argumentos históricos que tanto repugnaron a Lawrence.

Obtendremos así una visi6n de conjunto que explicará muchas de las actuales tensiones de origen histórico en la zona y muchas de las reticencias árabes ante determinados aspectos de nuestro mundo occidental.

De una forma esquemática podríamos decir que la Primera Guerra Mundial se originó y tuvo su desarrollo en torno a tres rivalidades muy marcadas en aquellos aflos: la ruso- austrohúngara, la anglo-alemana y la tranco-germana. Su repercusi6n sobre el Imperio Otomano significaba:

- Alemania la posibilidad de cortar en dos el imperio británico, llevando a buen.término el proyecto ferrocarril Berlín-Bagdad que le permitirá desplazar por tierra, velozmente, a sus efectivos militares hacia aquel teatro de operaciones.

- Francia representaba la reivindicación de una tradicional postura de superioridad e influencia en esa zona que arranca de su aportación cultural, religiosa y guerrera en la epoca de las Cruzadas.

- Gran Bretarla se trataba de crear un corredor terrestre desde Egipto hasta la India a trav6s de Palestina, y los viejos territorios de Mesopotania, península Arábiga y Persia. Se aseguraba, además la posición de una riqueza petrolífera cuyos primeros indicios ya se anunciaban.

- Rusia consistía en lograr su antiguo suefio geopolítica de alcanzar las costas calientes del Mediterráneo sin tener que pasar por el control turco. La revolución bolchevique del ano 1917 truncó, en aquel momento, sus aspiraciones.

- Austria-Hungría, ocupar los Balcanes y frenar la expansión rusa era su principal objetivo.

Este cúmulo de intereses geopolíticas explica el extraordinario inter6s que ambos bandos contendientes pusieron en asegurarse el apoyo de los hombres que, realmente, ocupaban aquel escenario desde hacía Siglos: los árabes. Pero quiere servir también de justificaci6n al abandono de todas las promesas realizadas por el vencedor de aquella guerra.

En julio del aflo 1915 y enero del aflo 1916, sir Henry Mac Mahon, Alto Comisario británico ep Egipto intercambió alguna correspondencia con Hussein Cherif de La Meca, como consecuencia de la cual surgió la revuelta árabe de junio del aflo 1916 contra los turcos a cambio de la promesa de formar un Estado Arabe independiente, despu& de la guerra.

Sin embàrgo, paralelamente a estas promesas se elaboraba por Gran BretaAa y Francia -entre los meses de febrero y mayo del mismo afro de 1916- el que se denominó Acuerdo Sykes-Picot por el que los aliados se repartían el todavía vivo Imperio Turco como confirmacibn de un anterior proyecto británico, según el cual los rusos habían de quedarse toda la parte oriental de Turquía, los italianos la mitad sur con todas las islas del Dodecaneso, los franceses el Líbano y la mitad norte de Siria e Irak, mientras que los propios británicos se quedaban con todo el resto de Oriente Medio hacia el Sur.

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El documento -que tenía evidentemente un carácter absolutamente secreto- se conoció por un ejemplar hallado por los bolcheviques en Moscú al hacerse con el poder en Rusia.

Por si esta conclusión de las promesas realizadas a los árabes para obtener su apoyo fuera poco, en noviembre del ano 1917 se produjo la famosa declaración Balfour por la que el entonces secretario del Foreign Office comunicaba a lord Rothschild, presidente de la Federación Sionista de Gran Bretafia, que se adjudicaba a los judíos un hogar- nación en Palestina.

Realmente no cometían los británicos, en aquella ocasión concreta, ningún abuso. Se limitaban a ceder parte de un territorio -Palestina- del que ya disponían libremente (aunque desde luego sí que abusivamente) por el anterior Acuerdo de Sykes-Picot. iTodo ello un aiío antes de ganar la guerra!

Todavía se pagan las consecuencias de tales proyectos en aquellas regiones. Y pueden explicarse como antes se seftalaba, tanto las reticencias árabes actuales como la violenta contestación antibritánica que surgió durante los afios 20 y 30 en algunos nacionalismos de aquella zona.

La Segunda Guerra Mundial habrá de producir un cambio profundo en la situación de autonomía controlada que venía rigiendo sobre las monarquías árabes derivadas de los mandatos británicos. Era el viento de la historia que empezaba a presagiar el fin de la etapa colonialista europea.

En julio del arlo 1952, con la revolución triunfante egipcia que transforma a este país en una república, se inicia un estado generalizado de tensión. Irak se declara, igualmente, república en el afro 1956 y se sacude la Influencia británica.

En estos mismos aflos todos los países del mundo árabe van alcanzando, de hecho, su independencia y desaparecen los sistemas coloniales tradicionales que imperaban sobre la mayor parte de los territorios islámicos.

En el marco geográfico de la península Arábiga, Kuwait alcanza su independencia en el aiío 1961; 10 anos después les llega a Qatar, Bahreim y los Emiratos Arabes Unidos.

Se alcanza así la unánime aspiración a la independencia pero se rompe el viejo ideal de la unidad panárabe.

Por su intima relación Con el actual conflicto del Golfo es preciso destacar a este respecto, como ejemplo típico del seflalado rompimiento, el primer incidente grave surgido entre Irak y Kuwait.

Al quedar derogado, el día 16 de junio de 1961, el tratado de protectorado del arlo 1899 el Gobierno británico suscribió un acuerdo de amistad con Kuwait por el que se comprometía a apoyarle con la fuerza de sus armas en caso de ser requerido para ello por el emir del nuevo Estado soberano. Escasamente 7 días después Kuwait se vio obligado a invocar tal acuerdo porque Irak reclamaba para sí este territorio aduciendo -como razón justificante- que durante el dominio del Imperio Otomano el Emirato dependía admi- nistrativamente de la provincia de Basora.

Unicamente la urgente presencia de tropas británicas en la frontera kuwaití impidió la invasión de Irak. Tropas que fueron reemplazadas poco después por soldados de diversos países de la Liga Arabe que se solidarizó contra las pretensiones iraquíes.

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Las tensiones entre Kuwait e Irak -que han seguido manteniéndose a lo largo de los arlos- y las derivadas de la guerra entre Irak e Irán -y también la presencia soviética en Afganistán- crearon entre los diversos países árabes la convinci6n de que era necesario fortalecer su apoyo mutuo para consolidar su desarrollo y actuar conjuntamente ante cualquier eventualidad.

En marzo de 1981 se creaba el Consejo de Cooperación del Golfo integrado por Arabia Saudí, Kuwait, Bahreim, Ornan, Qatar y los Emiratos Arabes Unidos.

Con la necesidad ineludible de constituirlo quedaba cumplidamente demostrada la difícil situación de inestabilidad producida por la propia Conferencia del alio 1921, que promovió Winston Churchill con el supuesto propósito de estabilizar para el futuro esta área estratégica tan importante. La historia habría de demostrar la inutilidad y el tremendo fracaso de aquel intento.

Tanto más cuanto que la inestabilidad del ámbito del golfo Pérsico no puede dejar de relacionarse con la de todo Oriente Medio en su conjunto. Aunque en esta ocasión no habremos de detallar las causas históricas productoras de otras tensiones centradas en esta misma zona -como pueden ser las que se sitúan en Palestina o en el Líbano-, ni las derivadas del enfrentamiento tradicional entre Irán e Irak -0 entre Irak y Siria- por ser sobradamente conocidas.

La geografía

La compartimentación política actual de la zona geográfica que relaciona el golfo PBrsico con el Mediterráneo Oriental, a lo largo de las grandes cuencas de los rios Tigris y Eufrates y de su entorno inmediato, genera una nueva causa de inestabilidad geopolítica. Inestabilidad que se acentúa si consideramos -como subraya el geógrafo norteamericano Saul B. Cohen- que al estar situada entre dos bloques, septentrional y meridional, que ejercen toda clase de presiones sobre ella adquiere todas las características de uh “cinturón de quiebra” interno.

Limitándonos a resaltar exclusivamente las características geográficas más importantes (desde el punto de vista que más nos interesa en este momento) del ámbito considerado, saltan a la vista -inmediatamente- dos circunstancias determinantes de tensión: - El cerco terrestre artificial que las actuales fronteras someten al Irak y que le imposibilitan

la normal exportación de sus productos hacia el Mediterráneo Oriental si no se produce la expresa conformidad de los países que le rodean.

- La mínima extensión de costa que le fue asignada en el golfo Pérsico -unos 25 kilómetros- para instalaciones portuarias que completen y mejoren las que posee a lo largo de la desembocadura del Chatt-el-Arab y únicamente en la margen occidental de este río.

Sin embargo, en la inmediación de su estricta zona costera la espléndida bahía de Kuwait -de unos 20 x 20 kilómetros- constituye el mejor puerto natural de Iwona y la permanente tentación para quien tan desesperadamente necesita contar con una salida natural y amplia al mar que le permita montar la adecuada base de partida para su comercio exterior.

El Emirato de Kuwait ha constituido siempre, por su situación geográfica, la clave del arco que queda constituido por el fondo del saco del golfo Pérsico en ventajosa competencia

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con cualquier otra área marítima de su entorno perteneciente a Arabia Saudí, Irak o Irán.

Ya se dijo que sólo la presencia de las fragatas británicas fondeadas en aquella bahía le había librado, a lo largo de la historia moderna, de ser absorbido por uno u otro de sus voraces pretendientes.

Pero sigue siendo por sí mismo, y por la causa geográfica senalada, un foco permanente de inestabilidad estructural en la zona.

La población y el factor religioso

Una de las causas internas de inestabilidad que presenta la mayor complicación es la que se refiere a la composición humana del ámbito del golfo Pérsico.

Como muestra breve, se pueden senalar los siguientes datos: - En Irak, el 18 por 1 OO de la población es de origen kurdo y más del 80 por 1 OO es

árabe. - En Irán, los kurdos representan el 10 por 1 OO de la población, los árabes el 5 por

1 OO, los beluches el 13 por 1 OO, los turcos el 20 por 1 OO y sólo un 45 por 1 OO son persas.

- En los diversos Estados de la península Arábiga, la mayoría absoluta había sido, tradicionalmente, de origen árabe beduino. Pero en los últimos alios, las oleadas de refugiados procedentes de otros países de Oriente Medio como consecuencia de las guerras que allí se desarrollan y las migraciones de trabajadores originadas por el fenómeno petrolero, del que luego se hablará, han producido una subversión total de aquella situación étnica mayoritaria.

En estos paises, los palestinos se mezclan a la masa de trabajadores extranjeros. A comienzos de los arlos 60 unos 6 millones de inmigrantes se encontraban en los países árabes del Golfo: entre 2,5 y 3 millones en Arabia Saudí -lo que representa el tercio de la población total-, 2,4 millones en los Emiratos (el 75 por 1 OO de la población de Qatar y los Emiratos Arabes Unidos, un 62 por 100 en Kuwait y un 32 por 100 en Bahreim y Ornan) y, finalmente, 1 millón en Irak.

El problema de la población se complica al tener en cuenta que dichas minorías inmigrantes están crecientemente constituidas por trabajadores asiáticos -paquistaníes, indios, tailandeses, filipinos, surcoreanos, etc.- y que la velocidad de incorporación de extranjeros también está s0metida.a un fenómeno de aceleración. Efectivamente, entre los arlos 1970 y 1960 se triplicó el número de inmigrantes extranjeros que llegaron a los diversos países de la península Arábiga.

A esta complicación étnica no puede dejar de añadirse el impacto confesional en unas tierras cargadas de historia y en cuyo seno se originaron las tres grandes religiones monoteistas (judaísmo, cristianismo e islam). Ciertamente, el islam sunnita es mayoritario, pero los chiitas están adquiriendo una importancia creciente desde la revolución jomeinista iraní, especialmente en Kuwait y en Bahreim donde, además, se han lanzado a la práctica de actividades terroristas. En Kuwait, los chiítas alcanzaron el 25 por 1 OO de la población nacional; intentaron asesinar al emir en los meses de mayo y junio de 1965.

Como casos de especial inestabilidad debida a la influencia del factor religioso destacaremos a Irak y Arabia Saudí.

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En Irak, un 60 por 100 de la población sigue las doctrinas chitas y vive predominantemente en la mitad meridional del país muy influenciado en sus creencias por la revolución jomeinista. Otro 20 por 1 OO de origen kurdo y habitante en el noroeste, son sunnitas. Finalmente otro 20 por 100 árabes, también sunnitas, y habitantes en el noroeste, han dominado por completo la política regional desde el siglo XVI: en la actualidad siguen dominándola a través del socialismo del Partido Baas sin importarles la declarada ideología laica del mismo. Es de notar que cuando estos sunnitas creyeron ver amenazada su cuota de poder por la creciente influencia chiita no dudaron en recurrir a la más extrema violencia: una ley iraquí imponía la pena de muerte por la pertenencia a los organismos de carácter chiitas. Según datos facilitados por una de ellas -la “Llamada islámica”-, entre los aAos 1974 y 1960 fueron ejecutados unos 500 miembros de la misma. Las manifestaciones de protesta contra los ateos que gobernaban en Bagdad fueron aplastadas violentamente con participaci6n, incluso, de Unidades acorazadas del Ejército iraquí.

El caso de Arabia Saudí es también muy relevante. El propio Estado debe su existencia a las doctrinas de Muhammad ibn Abd al-Wahhab, uno de los integristas más extremistas de la historia del islam. La familia actualmente reinante, los Ibn Saud, han basado todo su poder y la posibilidad de unificar el país sobre el implacable fanatismo de los creyentes wahhabitas. La lógica evolución sufrida por los componentes de la élite que gobierna la Arabia Saudí, al transformarse en pocos anos desde rústicos jefes beduinos en familia real establecida en ciudades cosmopolitas, ha creado una soterrada ruptura con las masas populares a pesar de los grandes beneficios que éstas han obtenido de la economía petrolera.

Organizaclbn política y componente econ6mico

Ligado últimamente al descrito problema de la poblacibn se encuentra el factor polí!ico.

No hace todavía muchos anos, una tribu del Yemen podía desplazarse hasta Turquía -una distancia comparable a la que separa Madrid de Estocolmo-, con todos sus enseres y rebanos. sin problemas e incluso si por el camino se encontraba pastos adecuados -iy los vecinos se lo permitían!- podían establecerse sobre el terreno, cualquiera que fuese, para toda la vida.

Con esta perspectiva, lo nacional carecía de sentido para muchas comunidades humanas del Oriente Medio. Predominaba el espíritu de tribu o el de secta religiosa. Durante mucho tiempo -muy prbximo a nuestros días- el nativo no se dio cuenta de que pudiera ser sirio 0 iraquí, por citar algún ejemplo concreto.

Hasta el final de la primera década del siglo actual no lleg6 a existir alrededor de Riad, en la península Arábiga, un territorio más o menos pacificado y sumiso a un clan determinado que iba a constituir el núcleo de una nueva obra de expansibn unificadora bajo el impulso del emir Abd el Aziz.

La nueva entidad política -y todas las que de una forma artifi&il mantenía Gran Bretaíia a lo largo de las costas de aquella Península- pasaron inesperadamente, y en menos de 30 arlos, de ser extremadamente pobres a inmensamente ricas.

No cabía esperar, lógicamente, que sus estructuras políticas evolucionaran a la misma velocidad. No se puede pasar, sin traumas, desde el camello al avión particular a reaccibn.

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La organización de las diversas comunidades había sido, desde siglos, la tribal y patriarcal. Los miembros distinguidos de una familia determinada gobernaban -desde luego por concenso- al conjuto de la tribu. Constituian una especie de democracia aristocrática. No existían los podeces fácticos que en el mundo político occidental se denominan “partidos”. Quedaban sustituidos por un entorno familiar entre el que se distribuian todos los puestos de mando y de responsabilidad.

Tal entorno favorecía la lealtad personal y -además- era suficientemente numeroso para cubrir todos los cargos de Gobierno. No hay más que considerar un dato histórico. Cuando murió Abd el Aziz a los 77 afios, el 9 de noviembre del silo 1953, mantenía en los diversos estamentos superiores de la Administración de Arabia a sus más de 50 hijos; de su sucesor -Saud- se perdió la cuenta de las mujeres y concubinas que constituian su intimidad familiar y que le dieron más de 1 OO hijos.

Pretender que en un instante, este tipo de gobierno se traduzca en otro idéntico al modelo occidental constituye por sí mismo una utopía, y forzar el cambio apresurado, otro de los factores de inestabilidad actual, aunque desde nuestro punto de vista no sea lógico ni correcto defender tal modelo de vida.

No es posible desligar este aspecto político del de carácter económico producido por la explotación masiva del petróleo en este ámbito. No es del caso examinar el desarrollo del fe,nómeno por ser suficientemente conocido. Ni insistir en el hecho de que tales riquezas se distribuyen generosamente en favor de muchas instituciones y progresos de carácter social pero que, en esencia, se consideran propiedad privada de la familia reinante y su entorno más próximo.

Pero sí ha de ponerse de relieve que esta riqueza en pocas manos ha constituido un elemento formidable de inestabilidad al haber pasado a forzar los precios internacionales de venta del crudo a través de organizaciones monopolísticas como la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) de la que Kuwait es un miembro relevante.

Tal es el argumento -0 por lo menos uno de los argumentos de más peso- que esgrime Saddam Hussein para justificar la invasión de Kuwait. Según el presidente iraquí, durante la guerra contra Irán la OPEP bajó arbitrariamente los precios del crudo produciéndole con ello una pérdida a@cional de las provocadas por la propia contienda valorada en 3.000 millones de dólares. Esta política continuada de precios a la baja incidía sobre Irak, además, co? una pérdida de 7.000 millones de dólares anuales.

Y con frase gráfica, propia únicamente de un régimen despótico y medieval, Saddam Hussein declaraba recientemente al ex primer ministro turco Bubent Eceveit que “al final decidimos que antes de faltarnos el pan cortaremos las cabezas que han llevado nuestra economía a la bancarrota”.

Consecuencia final

Desde la caída del Imperio Otomano, como secuela lógica del desenlace de la Segunda Guerra Mundial, todo el Oriente Medio -y dentro de él el ámbito concreto del golfo Pérsico- conoce una inestabilidad crónica.

Casi al principio de esta exposición suscribíamos la conocida afirmación de que “no debemos ser esclavos de la historia pero que tampoco podemos dejar de asumirla”.

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Al término de la misma, volvemos a repetirla pero invirtiendo el Énfasis que contiene: “debemos asumir la historia pero no podemos ser exclavos de ella”.

La peligrosa situación descrita en la región que venimos considerando no puede quedar resuelta con la simple vuelta, sin más, a los condicionantes que imperaban en ella con anterioridad al 2 de agosto del ano 1990, fecha de la invasi6n de Kuwait por los Ejércitos de Irak.

- Jean Lariéguy. EL oro del diablo. Plaza y Jan&, Barcelona. (1976). - Roberto Mesa Garrido. Aproximación al Cercano Oriente. Akal. Madrid. (1982). - Isaac Asimov. El Cercano Oriente. Alianza Editorial, Madrid. (1983). - Tomeu Pons. Arabia y los Emiratos de/ goMo. Ediciones del Serbal, Barcelona. (1987). - Davld K. Fieldhouse. Los imperios coloniales desde el siglo XVIII. Editorial Siglo XII, Madrid

(1987). - G. E. Von Grunebaum. El islam. Editorial Siglo XXI, Madrid. (1987). - José Felipe Marini. Geopol/fica en el Medio Oriente. Círculo Militar, Buenos Aires (1988). - Dominique Sourdel. Historia de los árabes. Fondo de Cultura Económica, Méjico. (1989). - Thomas Edward Lawrence. Los siete pilares de la sabiduria. Libertarias/Prodhufi, Madrid. (1990).

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TRADUCCIONES

CESEDEN Sección de Información

DOCTRINA Y ORGANIZACION

I

CESEDEN

EL EJERCITO DE TIERRA EN UNA FASE DE TRANSICION. OPORTUNIDADES HISTORICAS DE LA NUEVA ORGANIZACION

De la Revista Europiische Wehrkunde núm. 7-1990

Autor: Henning YO~ Ondarza.

Traducido por: D. FIDEL FERNANDEZ ROJO

Cor. de Infantería del Gabinefe de Traductores de/ CESEDEN.

EL EJERCITO DE TIERRA EN UNA FASE DE TRANSICION. OPORTUNIDADES HISTORICAS

DE LA NUEVA ORGANIZACION

El Ejército de Tierra (ET) a principios de los anos 90 se enfrenta a una reorganización. Nos encontramos en una fase de transición en la que al mismo tiempo se modifican todos los factores habituales que determinan la política de seguridad alemana. La política europea y el panorama de su seguridad escapan de las circunstancias de los tiempos de la posguerra. Se dan aquí oportunidades históricas, de las que deberíamos estar agradecidos. La unidad de nuestra Patria está ya al alcance de nuestra mano (‘). En estos tiempos espléndidos me resulta imposible comprender a quienes medrosamente quieren aferrarse al status gua; pero, al mismoi tiempo considero también fuera de la realidad a quienes se dejan llevar por la euforia, como si la arquitectura de Europa -la que se basa en nuestroa valores consolidados- fuese ya realidad.

La Bundeswehr es un Ejército dentro de la democracia y para la democracia. No necesita ninguna imagen de un enemigo, al cambiar la situación de la política de seguridad, y perder fuerza la amenaza, progresando en el desarme, tampoco se produce ninguna crisis de identidad. En esto radica la diferencia elemental con el Nafional Voksarmee (Ejército Popular Nacional, las FAS de la Alemania Este), educado en el odio, cuya oficialidad se orientó hacia el Estado de partido socialista único y se hizo sospechoso de secuestrar la libertad de nuestros conciudadanos.

Motor para la superación de la divisih de Europa

iCómo se va a desarrollar el entorno de política de seguridad, al que hemos de orientar el ET? La valoración de la situación ha de tener en cuenta cinco criterios:

1) Si bien el potencial militar del Este ha permanecido invariable en gran medida, y ha sido incluso modernizado, el Pacto de Varsovia.(PAV) como Alianza política y militar, ni quiere ni puede emprender una ofensiva.

(‘) NT.: Obviamente el artículo esta escrito con anterioridad al mes de octubre. en que se efeclu6 la reunificación oficialmente.

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2) Si se convierte en realidad el pacto de desarme, esperado para el arlo 1990, se dará una situación estratégica radicalmente modificada en Europa, pues entonces se eliminará la capacidad del Este para ofensivas amplias y por sorpresa.

3) Los acontecimientos políticos se han adelantado al proceso de desarme de Viena: a la mayoría de los aliados de la Unión Soviética le urgen la retirada del Ejército Rojo estacionado en sus territorios, esto con absoluta independencia de un pacto de desarme, que aún contempla mantener determinados contingentes de estacionamiento. El PAV se desmorona.

4) La Unión Soviética mantiene, después de dividir por dos su potencial nuclear estratégico, suficientes opciones estratégicas a escala mundial y regional. Sigue siendo potencia mundial marítima; y debido al tamarlo de su imperio le quedan fuerzas convencionales, numéricamente superiores a las que tendrán todos los europeos juntos.

5) Las opciones estratégicas restantes se relativizan, sin embargo, si se llega progresivamente a la democracia en el interior y a una estructura más cerrada de cooperación en toda Europa. Pero más allá de este acontecimiento surgen nuevos desafíos fuera de Europa en la combinación, por ejemplo, del “fundamentalismo” islámico y de la radicalidad política, unido a la continuación de la moderna tecnología armamentística.

La Unión Soviética como potencia nuclear y naval sólo puede ser equilibrada en un sistema de seguridad, en el que participen los Estados Unidos; y toda Europa, de forma creciente -también con los avances del proceso de unificación- tendrá que proteger sus intereses de seguridad contra peligros externos. Los planes de la Alianza hasta la fecha no están muy a la altura de este cometido. Para la fase de transición a un sistema de seguridad para toda Europa, permanece sin embargo la Alianza Atlántica como la única base sólida de seguridad.

La reunificación de ambos Estados alemanes pudiera ser el motor de una evolución que supere finalmente la división de Europa y encuentre nuevas estructuras de cooperación para la seguridad en Europa. El desarme tiene en este proceso un papel importante. Al primer éxito en Viena probablemente Seguirán negociaciones vinculadas sobre otros pasos de desarme que efectuar, incluyendo los cohetes nucleares de corto alcance y la artillería atómica.

Consecuencias operativas de la transiormacbn en la situacibn

La política de la Unión Sovktica, no exenta de grandes riesgos, de aflojar radicalmente la vinculación ideológica y estratégica del PAV, puede proporcionar a Europa una calidad de seguridad completamente nueva. El peligro principal para Europa hoy radica, sin embargo, en que pudieran fracasar el rumbo reformador y el proceso democratizador en Europa del Este. En consecuencia, en principio, Occidente tiene que asegurarse contra el riesgo del fracaso y el regreso a lo irrazonable no debe excluirse. La política de seguridad sigue así necesitando la capacidad de impedir la guerra y limitar conflictos. Tenemos que seguir prestando la contribución que de nosotros se espera a la seguridad en la OTAN. Para ello el cambio requiere de nosotros flexibilidad -en el planteamiento de operaciones, en las estructuras de las FAS, así como en la población de adquisiciones de material-.

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¿Qué consecuencias operativas hemos sacado?

Si un enemigo modernamente equipado, con fuerzas ofensivas potentes -aunque considerablemente menores en comparación con las actuales- quisiera conseguir el objetivo de su ataque, entonces se vería forzado a concentrar sus efectivos en pocos centros de gravedad. Le queda, sin embargo, la clásica ventaja del atacante: la iniciativa. Puede determinar el momento y la dirección del ataque.

En consecuencia al defensor se le plantea la misión de identificar oportunamente mediante un adecuado reconocimiento el centro de gravedad de un ataque. Después, igualmente con efectivos numéricamente inferiores a los actuales, pero en una amplitud de zona de acción no modificada, tiene que interceptar al enemigo en los sectores de ataques principales, batirle mediante contraataques y simultáneamente limitarse a vigilar amplios sectores del frente. Así el éxito de la defensa está determinado progresivamente por la capacidad de poder concentrar fuerzas rápidamente en el centro de gravedad.

El ET del futuro tiene por tanto que estar equipado modernamente. Es esto válido sobre todo para los medios de reconocimiento y mando, medios para el combate en profundidad, así como las Unidades aeromóviles que a la larga han de llegar a ser capaces de combatir autónomamente. El elemento movimiento tiene que complementarse con capacidad de barreamiento y fuego artillero.

Cuanto más se desvanezca la actual “situación fronteriza” de la República Federal de Alemania, tanto más diversas serán las opciones operativas. Tanto más importantes serán las FAS utilizables con movilidad y flexibilidad. El mayor énfasis en la movilidad operativa no significa renuncia al principio estratégico militar de la defensa adelantada. Lo que tiene que modificarse es su despliegue operativo. La actual defensa adelantada integrada en medio de Alemania, hay que volverla a formular y estructurar operativamente. La misión de la defensa del territorio exige defenderse contra la penetración en profundrdad en el mismo.

El falso lema: “lejos cerrados y esperar!”

El ET alemán supone la máxima contribución a las Fuerzas terrestres de la Alianza, es importante para la política de la Alianza. Su situación de personal es mejor que nunca desde su organización. El equipo y nivel de instrucción son comparables a los de los demás miembros de la Alianza. Tenemos una oficialidad y suboficialidad, cuya capacidad táctica, operativa y de mando de hombres, encuentra justa e invariablemente alta estima dentro y fuera de la Alianza.

Desde el mes de diciembre del ano pasado tenemos una estructura, aprobada por el Gabinete federal, que es suficientemente flexible y orientada por los recursos disponibles, para poder adecuarse a las futuras evoluciones en política de seguridad.

Lo importante es que mantengamos el rumbo. En concreto, esto significa lo siguiente: hay que desarrollar la nueva estructura. Cuántos componentes, es decir cuántas Brigadas, Divisiones y elementos orgánicos en el Ejército Territorial de 1992-l 993 serán realidad, dependerá de los datos básicos previos de personal y finanzas. Además, tienen que impulsarse con energía todas las medidas que procedan para el mantenimiento y perfeccionamiento de lo sustancial. Por ejemplo, la nueva formación de los suboficiales,

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un mejor aprovechamiento del material de instrucción, actividades para y con reservistas, mayor cuantía de mandos en número y calidad, refuerzo de personal para ciertos cometidos en las pequenas Unidades y superiores, el aprovechamiento de la tecnología moderna no sólo para el equipo, sino también para la instrucción, y seguir desechando la carga inútil que no se adapta a los tiempos actuales, como las normas innecesarias sobre guardias y alertas, ejercicios frecuentes sobre alarma de movilización, etc.

No puedo comprender a los oficiales que ahora abogan por hacer un alto en la planificación, siguiendo el lema: “iojos cerrados y esperar!“. Con seguridad tendremos que seguir reduciendo el ET, según la planificación actual en 60.000, y muy posible ya pronto -a la entrada en vigor de la llamada “Opción 12”- en 100.000 soldados activos. Ya pronto significa aquí reducción ya dentro de la llamada “Estructura 4” con una transición a la “Estructura 2000”.

Cualesquiera que sean los acontecimientos políticos que se presenten, requerirán de nosotros en cualquier caso Companías, Batallones y Brigadas eficaces. Si éstos se organizarán en Cuerpos de Ejército nacionales o internacionales, es algo que hay que esperar. La reducción del volumen y refuerzo simultáneo de lo sustancial, constituyen los factores motrices,

El problema de guarniciones -bien sea dejar Unidades en cuadro o disolverlas- sólo puede decidirse como algo en conjunto, lo que lleva tiempo. Las Unidades están participando en los preparativos previos a la decisión, como es coherente. La decisión definitiva no se tomará antes de mediados del ano 1991. Algunas medidas, sin embargo, se anticipan. Por ejemplo, la instalación de las nuevas escuelas de suboficiales que ya para el 1 de octubre de 1992 tendrán su plena capacidad, o los Batallones para instrucción de cazadores de los futuros Regimientos de Defensa Territorial, en los que deben convertirse en realidad, lo más rápidamente posible, los importantes principios del concepto de reservistas. No excluyo que ante el hecho de una posible reducción del tiempo de permanencia en filas a 12 meses, el catálogo de medidas previas tenga que ampliarse.

Mejor situación para personal y trabajo para los reservistas

El objetivo fundamental de la Estructura ET 2000 es la mejora de la situación del personal. Sin vacilación alguna quiere el tercer oficial en las Unidades tipo Compaííía y esencialmente un feldwebel (suboficial) como mando de Pelotón, Los fundamentos orgánicos para su correspondiente presentación ante el Parlamento, están ya elaborados, En otros sectores hemos alcanzado ya los primeros éxitos. Para el mando de la plana mayor de Compania en Unidades independientes se ha puesto al hauptfeldwebel y 780 a oberstabfeldwebel. Para el ET se obtendrán posiblemente unos 2.000 ascensos a stabsunferoffizier (‘).

En los últimos anos por tanto hemos conseguido para el ET un aumento de 1.500 nuevos puestos de plantilla y 500 mejoras. El problema de los capitanes de más edad se ha suavizado considerablemente. En otros sectores tuvimos y tenemos que llegar a

(‘) Para una mejor comprensibn de este párrafo se exponen los distintos empleos del subohcialalo alemán en la Bundeswehr que, como puede observarse, cuenta con más empleos que el espaflol. lo que hace difícil aunque innecesario buscarles una traducción. Suboficiales inferiores: “unteroffizier” y “stabsunteroffizier”. Suboficiales superiores: “feldwebel, oberfeldwebel, hauptfeldwebel. stabsfeldwebel” y “oberslabsfeldwebel”

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compromisos. En la actualidad, incluimos anualmente 250 aspirantes a oficial adicionales para asegurar a largo plazo la plantilla de oficiales. Los puestos de plantilla necesarios para esto no pueden cubrirse con la reducción de vacantes para oficiales de Servicios. Es esta una causa de que en este sector tengan que aceptarse anomalías también en anos futuros. Un concepto de retiro pensionado, que hubiese proporcionado considerable alivio, no consiguió imponerse.

Debido al elevado grado de Unidades en cuadro, el trabajo con y para los reservistas constituye uno de los problemas principales para un número considerablemente superior de reservistas en el ET. Aquí se plantea en principio una importante tarea socio-política. Todo conscripto -bien en filas o como reservista en práctica de ejercicios de defensa- es un potencial opinante sobre el cometido constitucional de la defensa. Naturalmente, el reservista estará influido por sus vivencias durante su tiempo.de servicio, pero fundamentalmente ya antes por su familia, escuela, iglesia y entorno político. En el fondo se trata de contestar a la pregunta de si nuestra sociedad, el ciudadano, reconoce la obligación, anclada en la Constitución, de la defensa del derecho y la libertad.

El ET de presente tendrá que irse haciendo cada vez más a la idea de la cooperación con los soldados de la reserva.

Reducción del equipo, racionalización del funcionamiento

Sacar adelante propuestas sobre armamento, se hace cada vez más difícil ante el fondo de urgencias dentro del presupuesto para Defensa y también debido a discusiones de principio sobre modernos sistemas de armas.

Para el equipado del moderno ET del futuro, la adquisición no es lo decisivo. Lo importante es en principio mantener abiertas, a través de la investigación y el desarrollo, las opciones que garanticen la superioridad tecnológica de nuestro material para mediados y finales de los alios 1990. Lo que más tarde se adquiera en realidad en Unidades de material, depende de las decisiones políticas que tomar y de la situación de los recursos.

El funcionamiento material del ET se hace demasiado caro. El ET del futuro necesita en su logística una orienación nueva, de economía industrial. Para mantener, pese a los medios financieros cada vez más escasos a disposición del funcionamiento del ET, un nivel suficiente de preparación operativa del material, han de agotarse todas las posibilidades de racionalización. Necesitamos pensar y actuar más con criterios de economía industrial a todos los niveles de mando. Tenemos que ahorrar dinero para ponerlo a disposición de otros fines.

Una palabra sobre el nuevo criterio logístico: en la futura estructura del ET la logística tendrá que quedar claramente con menos personal. Esto nos obliga a recorrer caminos nuevos por completo en el cumplimiento de los cometidos logísticos y a reorganizar a fondo el concepto logístico. Caracteristicas esenciales son la reducción de los niveles de ejecucibn logística, así como un apoyo más intenso en las capacidades de apoyos civiles, El abastecimiento directo del BataJl6n de Carros con piezas de repuesto, así como el abastecimiento de las primeras plezas de repuesto para los primeros dos o tres anos por la industria son el lema programático. Ninguna gran industria almacena, como nosotros hacemos, sumas de miles de millones en piezas de repuesto, a veces

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después de que su necesidad ha pasado. Naturalmente que se ha de garantizar lo inmediatamente necesario para los sistemas, así como las provisiones de defensa para el material decisivo en combate.

La logística requiere cada vez más la mayor atención a la protección del Medio Ambiente. Los efectos en la instrucción y funcionamiento del ET son ya visibles en muchos aspectos. Se proyecta para cometidos del Medio Ambiente incluir personal instruido en los Estados Mayores de brigada hacia arriba, en los departamentos del Ministerio de Defensa y en academias y escuelas militares. El cambio tendrá lugar con la “Estructura 2000” para el ET. Un nuevo curso de formación para ingeniero de Medio Ambiente en la Universidad de la Bundesvehr en Munich, consideraciones sobre el empleo de Unidades de defensa ABQ y otras Armas y Servicios en la protección del Medio Ambiente y frente a catástrofes, y la escuela para defensa ABQ y para autoprotección en Sonthoven como centros fundamentales de formación para protección del Medio Ambiente y frente a catástrofes en las FAS, constituyen directrices para posterior planificación.

Ningún “modelo superado” o “cantera” presupuestaria

La motivación para nuestros soldados sigue siendo una necesidad de nuestro servicio

Quien haya orientado su justificación profesional primordialmente en la amenaza, necesita una nueva orientación. Tenemos que llegar a entender nuestra profesión de forma más amplia y sólida, si no tropezaremos también dentro de nuestra sociedad y en el espacio político con creciente incomprensión. La orientación personal en nuestra profesión requiere más que la simple orientación hacia los datos de armamento o acontecimientos de la política diaria. En esencia, se trata aquí mucho más de extraer enserianzas de la historia y obtener de éstas la legitimación ética y moral de nuestra profesión con vistas al futuro.

Sabemos que tensiones y crisis en este mundo se desencadenarán una y otra vez. Esto no tiene nada que ver con la búsqueda de nuevos enemigos y misiones. La fuerza sigue siendo un factor político real en las relaciones internacionales. Es éste un componente inherente a nuestro ser.

Las FAS son expresión de la soberanía de nuestro Estado. Tienen elevado peso político. Esto es indiscutible y sigue siéndolo. Pero el volumen y calidad de estas FAS tenían que orientarse -y esto es también irrepetible- a la amenaza potencial. Si disminuye considerablemente ésta, todo el mundo ha de reconocer que también el ET se reduzca, y esto también tiene que ser querido políticamente. Donde la fuerza militar se controla democráticamente, tal proceso es evidente. Que este proceso llegue a se posible, es también parte de nuestra capacidad.

Los acontecimientos de dimensiones históricas, como los que hoy vivimos, tienen naturalmente riesgos. Contra éstos tenemos que seguir asegurándonos dentro de la Alianza y en sólida unión con Estados Unidos. Nosotros soldados nos enfrentamos a esta misión presentada por la política; y lo hacemos orgullosos de lo conseguido hasta ahora. La capacidad de la OTAN es un gran éxito, en el que hemos participado decididamente nosotros los soldados. Deberíamos ser más conscientes de esta realidad y basar en ella actividades y procederes.

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Pero, el político debería manifestar en público con toda claridad este reconocimiento. Manifestaciones como “La Bundeswehr es un modelo superado” o “El presupuesto de Defensa es la cantera dentro del presupuesto federal, de la que pudieran extraerse gruesos bocados”, no alteran nuestra propia valoración de soldados, pero no son precisamente una buena motivación para los @enes que cumplen su servicio por mandato político.

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CESEDEN

EJERCITO 2000 Y EL EJERCITO DE TIERRA

De le Revista: Defense Nafionale núm. 12-l 990

Autor: Alain Lavere.

Traducido por: 0. SANTIAGO RUIZ RAMIREZ

Cte. de Arlillería del Gabinete de Traductores del CLSEDEN.

EJERCITO 2000 Y EJERCITO DE TIERRA

Desde primeros de septiembre de 1990, en la V Región Militar se están experimentando las nuevas estructuras del Ejército 2000. Este Plan pretende un doble objetivo, operativo y económico, ya que debe permitir una mejor gestión de las crisis, así como un mejor empleo de los recursos dentro de un contexto presupuestario difícil, tanto en lo referente a los efectivos de personal autorizados, como a los créditos concedidos.

Esto conduce a fortalecer nuestro dispositivo en tres grandes aspectos correspondientes cada uno de ellos a una problemática de defensa particular:

- La región Noroeste está orientada hacia un compromiso con Europa Central. - La región Atlántica debe hacer frente a los problemas de continuidad y de libertad

de nuestros aprovisionamientos oceánicos. - La región Mediterránea está orientada hacia los riesgos de desestabilización en el

s.ur de Europa.

Estos tres centros de interés estratégico se harán corresponder con tres grandes regiones militares de defensa a los cuales se superpondrán, en los mismos límites tres regiones de gendarmería, tres regiones aéreas y dos regiones marítimas. Aún no siendo iguales los Puesto de Mando (PC) de las estructuras territoriales de los diferentes Ejércitos, figura 1) p. 82, esta superposición permitirá desarrollar, en el seno de cada región, la cooperación de las autoridades responsables de cada componente militar, tanto en el aspecto de instrucción de las Fuerzas y Servicios que la sostienen, como en el aspecto de la defensa militar del territorio.

Las 22 divisiones militares territoriales, que constituyen el entramado de las 6 antiguas regiones militares del Ejército de Tierra, se convertirán en 9 circunscripciones militares de defensa, cuadro 1, p, 83, que permitirá reducir sensiblemente los efectivos globales de los Estados Mayores en esos niveles.

Cinco lineas directrices

Para obtener los objetivos que marca el Plan 2000 y adaptarse a la nueva división territorial, el Ejército de Tierra ha escogido cinco grandes líneas directrices:

- Primar la operatividad. - Continuidad paz-crisis-guerra. - Autonomía en la gestión de los servicios.

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- Economía en los efectivos. - Desconcentración de responsabilidades.

El aumento en la operatividad se consigue teniendo en cuenta que aquel que en su momento deba combatir, tendrá que prepararse para ello, entrenar, instruir, clasificar, y seleccionar a su personal, proporcionarle los medios financieros necesarios y controlar el empleo que haga de éstos.

La continuidad paz-crisis-guerra se conseguirá convirtiendo, en cuanto a la DOT, la Circunscripción Militar de Defensa (CMD) en una zona de defensa, el general en jefe de la CMD será el jefe supremo Interarmas. El general jefe de la Región Militar de Defensa (RMD) coordinará la planificación y empleo de todas las fuerzas de la CMD así como las fuerzas de maniobra que le puedan ser agregadas en función de la misión y de la amenaza. Recibirá, además, misiones operativas apropiadas a las características de su región.

La mayor autonomía en la gestión de los servicios será consecuencia de la responsabilidad directa en las prestaciones de sostenimiento en favor de las fuerzas. Los servicios de material, de carburantes, servicio nacional, de salud, de transmisiones estarán ligados a la RMD. Esta y la CMD realizarán un papel de arbitraje en los posibles conflictos que surjan entre las partes responsables del sostenimiento, referente a los servicios de ingenieros, control de población, y de acción social en los Ejércitos.

l Leyenda

PC y limite de la regibn militar (terra) y de la gendarm$a.

Figura l.-Estructuras lerritoriales de los diferentes E~ércifos.

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En cuanto a las economías de efectivos, se centrarán sobre todo, por no decir exclusivamente en los Estados Mayores y en los Servicios y afectarán a todos las categorías de personal.

Por último como desconcentración de responsabilidades, se debe entender que la RMD y CMD constituirán dos niveles independientes de distinta naturaleza.

No existirá jerarquía entre la RMD y la CMD salvo en algunos aspectos por ejemplo, coordinación de planes o transportes.

De difícil gestlõn

El período experimental del Plan del Ejército 2000 en la V Región Militar se finalizará en marzo de 1991 y permitirá la puesta a punto en la aplicación de los principios antes de que en el verano de 1991 se imponga la nueva organización para todo el territorio.

Con la puesta en funcionamiento de este Plan, junto con el exceso de efectivos, la repatriación de las Fuerzas francesas en Alemania, la nueva situación estratégica y las incertidumbres presupuestarias, el Ejército de Tierra entrará entonces en una fase que multiplicará las variables y complicará -como mínimo- su gestión. De ahí la importancia que adquieren los hilos directores que marcan el rumbo en la evolución del Ejército de Tierra en un período que con seguridad será muy cambiante.

REGION MILITAR DE REGION MILITAR DE DEFENSA “ATLAtjTICA” DEFENSA “NOROESTE”

Sede: Burdeos Sede: Metz

- CMD co” responsabilidad sobre. Alta Nar- mandía, Baja Normandía y Región del Loira. Sede: Remes.

- CMD con responsabilidad sobre. Alsacia, Lorena y ChamparTa-Ardenas Sede. Metz Su PC fusionado co” el la RMD.

- CMD co” responsabilidad sobre: Regi6n Centro. Limousin y Poitou-Charentes. Sede: Limoges. SU PC se artaula con el 15.~ DI.

- CMD co” responsabilidad sobre. Aquitania y Pirineos Meridionales. Sede: Burdeos.

- CMD co” responsabilidad sobre: Nord-Pas- de-Calais y Picardía Sede: Besanson. Su PC se arkula con la 7’ DAC

Su PC fusionado con el de la RMD. REGION MILITAR DE DEFENSA “MEDITERRANEO”

- CM0 con responsabilidad sobre. Provenza, Costa Azul, Languedoc, Rosellón y Cbrcega. Sede: Marsella Su PC fusionado con LI de la RMD.

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CESEDEN

CIFRAS DEL SERVICIO MILITAR

De la Revista: Defense Nationale núm. 12-l 990

Autor: Maurice Faivre.

Traducido por: D. SANTIAGO RUIZ RAMÍREZ

Cte. de ArMeria de/ Gabinete de Traductores del CESEDEN.

CIFRAS DEL SERVICIO MILITAR (Segunda parte)

Perspectivas futuras

En la crónica de noviembre (‘) se expuso la gestión del servicio militar conforme a los datos obtenidos hasta junio de 1990. Las decisiones que se anunciaron en julio y que fueron, la retirada de las fuerzas en Alemania, la reducción de los efectivos terrestres y de la permanencia en filas a diez meses, proporcionaron desde luego, una perturbación en la gestión prevista por la Dirección Central del Servicio Nacional (DCSN). Estas decisiones no han parecido muy coherentes y conviene recordar la cronología de los hechos para darse cuenta de por qué han sido adoptadas.

ti 6 de julio en Londres, el presidente de la República expone “la lógica” de la retirada de las Fuerzas francesas en Alemania, subordinándola a la evaluación de las Fuerzas soviéticas en dicho país. El 8 de julio, el Ministerio de Defensa declara que esto se trata de un anticipo y que esta retirada no se efectuaría antes de cuatro o cinco alio.% Al mismo

(‘) NT.: La revista Defense Nalianale, en el mas de noviembre de 1990, publicó la primera parte de la crónica de Maurice Faivre sobre el servicio nacional en Francia. Se ofrece un extracto de esa primera parle, que puede servir para completar la traducci6n que aparece en este número del Boletín de Información del CESEDEN. En principio, Maurice Faivre menciona un fenbmeno demográfico, que repercutirá sobre el número de jóvenes que estar& en edad para cumplir el serwcio nacional en Francia. Entre 1993 a 1998, según los datos que se pueden inferir de las encuestas de población. los recursos humanos aptos para el servicio pasarAn de 420 000 a 360.000. Partiendo de estas cifras, el autor aborda el concepto de “recursos útiles”. que surge al estudiar los efectos que sobre las anteriores, tendrán las medidas adoptadas en la actualidad. como son: - Facilitar a los i6venes que elijan la lecha de incorporación. - Aumento ei la concesi6n de exenciones al servicio militar, tanto por rnotlvos SOCIales como

administrativos - Servicio civil sustitulorio. - Posibilidad de servir en la gendarmería Como primera consecuencia, Faivre destaca la necesidad de llamar a los mozos que componen los recursos útiles, cada vez a más temprana edad para que sirvan en filas. Además será necesano disminuir las causas de inutilidad psicofisicas. o al menos crear (Francia ya lo ha hecho) un “umbral” en las aptitudes mkdicas que permitan aproovechar a ciertos mozos para destinos adminislrativos o técniccs. Independientemente a esle extracto, se senala que en la revista Armees d’aujourd’hui número 154. sobre el tema servicio nacional en Francia. aparece recogida información sobre el sistema telemático de mformaaón a los jóvenes @ORA) y el sistema de selecci6n ESPACE. Asimismo, en ese número se ofrece una entrevista al general Feval. director Central del Servicio Nacional

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tiempo anunció que se reducirían los efectivos del Ejército en 35.000 hombres, en un plazo de cuatro aAos.

El 13 de julio expresó sus reservas ante el hecho de que el servicio militar en su permanencia en filas, pudiera reducirse a diez meses y que en todo caso debería ser reforzado con 30.000 Voluntarios de Servicio de Larga duración (VSL). Al día siguiente el seflor Mitterrand contradijo al seiior ministro de Defensa cuando anunció que la permanencia en filas sería de diez meses a partir de 1992, en una primera fase y que subordinaba la retirada de las Fuerzas francesas en Alemania a la salida de los soviéticos y a las consultas que se realizarían a los aliados y en particular a los alemanes. Cuando el 17 de julio los senores Khol y Gorbachov planificaron la retirada en cuatro silos de las Fuerzas soviéticas, y la reducción de los efectivos alemanes en 370.000 hombres, tratándose de tropas aliadas en la República Federal de Alemania el sefior Genscher declaró entonces: “son nuestros amigos (los franceses), y les pedimos que se queden”.

Pero el 7 de agosto, una filtración sindical aportó datos sobre el plan de retirada de las Fuerzas francesas en Alemania, dejando entrever que se disolverían la Zona Sur (3.’ División, Friburgo) en 1991, de la Zona Norte (1 _B División, Treves) en 1992 y parte de la Zona Centro (5.” División, Landau) en 1993. El Consejo de Ministros del 22 de agosto revisó el “Plan Ejército 2000” y prevé “en un futuro próximo”, transferir el Estado Mayor de Baden a Estrasburgo. Los medios de comunicación alemanes expresaron entonces su incomprensión sobre la retirada francesa. El 12 de septiembre, el sefior Chevènement subordinó la retirada de la guarnición de Berlín a una solicitud previa de los alemanes. El 17 de septiembre, la cumbre franco alemana de Munich confirma la próxima retirada de 20.000 hombres de las Fuerzas francesas al mismo tiempo que el Gobierno alemán declara que no desea una salida de la totalidad de las Fuerzas francesas. Por último el 27 de septiembre, durante el Seminario de los distintos negociados del servicio militar en Saint-Georges-de-Didonne, el sefior Chevenement expuso las diferentes medidas tendentes a revalorar y a diversificar el servicio nacional, pero sin insinuar cambios mayores.

Puede pensarse que el rápido desenlace sin consultas interaliadas, de las negociaciones germano soviéticas ha favorecido la toma de decisión que desde hace tiempo estaba en la cartera de ciertos políticos y que apuntaba a reducir a la vez la duración del servicio militar y el peso del Ejército de Tierra. De esta forma se han anticipado así las reducciones de efectivos que todavía no han sido discutidas en Viena. La disolución de dos Divisiones Acorazadas de las Fuerzas francesas en Alemania permiten conseguir esta reducción sin lugar a que en Francia se produzca una reacción del tipo Barcelonnette.

Trabajando con hipótesis muy prudentes los Estados Mayores no habían previsto un encadenamiento de medidas políticas como el que se ha producido y en las cuales se ven las influencias de tecnócratas que no han tenido en cuenta la “lógica” militar y estratégica y de parlamentarios prestos a obtener liquidez de los “dividendos de la paz”. Se espera aún que se produzca la definición de una estrategia (francesa y aliada) que tome en cuenta las nuevas amenazas, tanto en Europa como en el resto del mundo (expuesta en la crónica de octubre). A pesar de la incertidumbre en la que nos encontramos en cuanto a la planificación precisa de efectivos, sobre la cual trabajan los Estados Mayores, podemos intentar determinar la implicación de estas decisiones sobre el futuro del servicio militar. Es preciso de antemano hacer una cuenta de las medidas de

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diversificación y revalorización del servicio militar, como consecuencia de una política que se ha aplicado continuamente desde 1965 (según crónica de junio de 1989). Se recuerda que estas medidas políticas fueron propuestas según el informe Chaveau.

Divefslflcación del servicio

Es consecuencia de la voluntad del Gobierno en mantener la universalidad del servicio a pesar de las reducciones de los efectivos militares. El desarrollo de las formas civiles para el servicio nacional, recogidas en el artículo publicado en noviembre será seguida, con la adopción de un servicio modulado que sería de diez meses para las Fuerzas Armadas (l), doce meses para la policía y la gendarmería y de dieciocho a veinticuatro meses para las prestaciones civiles sustitutorias, estas previsiones en cuanto a la duración deberán ser aprobadas por el Gobierno y por la Asamblea Nacional. Una comisión interministerial se ha creado para controlar las formas civiles de prestación del servicio nacional. Los movilizados que pertenezcan a la ensefianza, seguirán siendo destinados a la educación nacional y, los alumnos que se preparen para ser pilotos de línea quedarán exentos del servicio nacional. Está siendo estudiado un umbral de aptitud física diferenciado para responder a las necesidades de los servicios técnicos y administrativos.

Revalorización del servicio militar

Además de los beneficios que proporcionan las medidas que se incluyen en el presupuesto para 1991 (prima de 350 francos al finalizar el servicio militar, empleo gratuito del tren de alta velocidad, salario para los voluntarios de larga duración entre 1.400 a 2.1 OO francos), los créditos más importantes de han dedicado a la mejora de los acuartelamientos (3.000 millones de francos por arlo durante tres arlos, creación de dos comparTías de trabajos para el mantenimiento de los cuarteles). Se ha emprendido un esfuerzo para conseguir un mejor reparto entre las unidades de los jóvenes que tienen dificultades de integración o de trabajo, así como para favorecer la inserción militar y profesional. Pira ello, se han experimentado diez centros “de empleo” cerca de los Departamentos Militares de Defensa (DMD) de la Región Oeste. Han sido creados 223 puestos suplementarios para personal que desee desempefiar funciones de consejero o de especialista en la reconversión-formación. El aspecto formativo del servicio militar ha sido mejorado mediante la puesta en práctica de un plan “defensa-lectura” en favor de los analfabetos y reforzando la formación cívica de los incorporados, suponiendo esto una apertura hacia la geoestrategia. Algunas disposiciones que han sido anunciadas para mejorar la acogida de los que se incorporan y mantener el índice de operatividad no tiene nada de nuevo.

En Saint-George-de-Didonne, el general Fevai, director central del Servicio Nacional ha puntualizado los estudios emprendidos para un proyecto más ambicioso durante la década de los 90. Se trata de desarrollar “la negociación” entre la Dirección Central del Servicio Nacional (DCSN) y los mozos que serán llamados, que tendrán poco a poco la posibilidad de expresar sus preferencias en relación a estos tres puntos: fecha de incorporación, lugar de destino y empleo. Si no es posible satisfacer en las tres elecciones

(1) Médicos, farmacéuticos, dentistas, veterinarios y Ibcenciados superiores del contingente hartin doce meses de servicio.

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se intentará al menos cubrir dos de ellas. Esta reforma implica por parte de la DCSN un mejor conocimiento de los jóvenes, de sus aptitudes y de sus aspiraciones, así como la difusión de la ihformación necesaria de los puestos que están a disposición de los mozos. Para ello se dispondrá de cintas de vídeo de SIRPA sobre empleos militares, y de terminales informáticos para preguntas @ORA). Pero no será hasta 1995 cuando esta forma de diálogo se encontrará operativa con la puesta en funcionamiento de un sistema global de información, permitiendo konocer en tiempo real los puestos disponibles (idénticos a como se efectúa la reserva de billetes en la Sociedad Nacional da Ferrocarriles SNCF) y del sistema de orientación por simulador ESPACE (crónica de diciembre de 1988).

Este programa exige renovar el parque informático de la DCSN. Deberá tener en cuenta los nuevos aspectos de los efectivos y las reorganizaciones que de ellos se derivan.

Estancia en filas de diez meses

En febrero en la revista Defensa Nacional el inspector general Cailleteau manifestaba sus dudas en cuanto a las ventajas que proporcionaría una disminución en el tiempo de estancia en filas. “El mínimo compatible, escribía en la página 22 sería un servicio de diez meses. Esto supondría un esfuerzo muy pequelio para los mozos que deberían prestarlo, pero traería serios inconvenientes para las Fuerzas Armadas, como son la necesidad de un encuadramiento adicional para la formación básica (pues se ailade al posterior encuadramiento en las Unidades de combate) y un aumento del índice de cambios de personal de tropa dentro de las Unidades que traerían consigo una disminución en el nivel de preparación para el combaie”.

Personal en fks

1 Fracción que está inslruyhdose.

4 Fracctón que está msfrulda.

1 ausencias.

6 Fracciones incorporadas 5 Fracciones previstas.

Figura l.-Esquema de la propuesta para un servioo militar de diez meses.

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El servicio de doce meses con 250.000 hombres llamados a filas instruidos durante dos meses proporcionaría a los Ejércitos un efectivo de 208.000 soldados instruidos (2) de los cuales 150.000 serían destinados al Ejército de Tierra. Con un servicio de diez meses el mantenimiento de los efectivos útiles exigiría un reclutamiento anual complementario de 50.000 hombres, de los cuales 35.000 serían necesarios para el Ejército de Tierra y 15,000 para el resto de las Fuerzas Armadas. Como se ha expuesto en la crónica de noviembre, el recurso adicional esperado por la modificación de los criterios básicos para determinar el perfil psicofísica mínimo (SIGYCOP) era de alrededor de 20.000 mozos. La única solución para satisfacer las necesidades sería disminuir los efectivos útiles. Si suponemos que esta reducción, cifiéndonos sblo al Ejército de Tierra, alcanza a 30.000 inscritos, a este Ejército se seguirían incorporando 180.000 jóvenes, pero no tendría más que 150.000 puestos previstos en plantilla y sólo 120.000 hombres instruidos. En esta hipótesis los otros Ejércitos deberían absorber el excedente de los 15.000 incorporados, sin modificar sus plantillas, figura 1.

Este cálculo se modificará en la práctica con el número de los voluntarios de Servicios de Larga Duración (VSL) que el Ministerio desea que se alcance en una cifra de 20.000 a 40.000 hombres ofreciéndoles un sueldo de 3.000 francos. La.posibilidad de reclutar bajo esta fórmula, cuyo costo se evalúa a continuación, no está garantizada. Otra de las imprevisibles evoluciones se refiere a las solicitudes de dispensa del servicio militar, que deben aumentar según las perspectivas previstas para 1992. Particularmente importantes parece ser la elección de la fecha en que esta medida entrará en vigor; traera como consecuencia la salida simultánea de dos fracciones del contingente, lo cual supondrá más de 80.000 hombres instruidos. Será necesario que el servicio nacional, tenga para entonces prevista la sustitución automática de estos recursos en los que actualmente están disminuyendo. Por otro lado, los Ejércitos deberán reorientar las modalidades de instrucción básica, de modo que tienda a limitarse el descenso en la pérdida de operatividad en las Unidades. Estos son los problemas de gestión de recursos humanos que deberá resolver la Dirección Central del Servicio Nacional, cuando la Administración Central haya reparado en los detalles necesarios para la aplicación de las decisiones políticas tomadas en este verano.

i

Retirada de las Fuerzas francesas en Alemania y reducción de los efectivos terrestres

La retirada de Alemania de 15.000 cuadros de mando (entre aviadores y gendarmes), de 33.000 soldados de llamamiento y de otras 30.000 personas que de una forma u otra desarrollan actividades suplementarias para estas Fuerzas en Alemania, trae consigo problemas muy complejos de alojamiento, de reconversión y de presupuesto. Con la disolución de dos Divisiones Acorazadas, una parte de estas dificultades desaparecerían. La tarea de la DCSN se vería por otro lado facilitada si los lugares de destino estuvieran más próximos al domicilio de los soldados llamados a filas. Oueda por consiguiente sólo apreciar las consecuencias que esta reducción de efectivos traería consigo.

De aquí a 1995, los efectivos del Ejército de Tierra deben pasar de 288.500, nivel que se califica como incomprensible (y que los hechos pueden convertirle en demencial).

(2) Se pasa de efectivos incorporados en doce meses (Ni 2) a efectivos instruidos en ocho meses (NE) aplicando laf6rmulaN8=N12>:10/12x8/10=N12x2/3.

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Al Servicio de Sanidad serán transferidos 3.500 enfermeros militares, la deflación en cuatro aiíos será de 35.000 militares. A partir de 1991, la deflación presupuestaria alcanzará a 250 oficiales, 300 suboficiales, 700 contratados y 7.000 inscritos, es decir a 8.250 puestos (menos 1.000 puestos creados para la gendarmería). Esta cifra se corresponde aproximadamente con los efectivos de una División de las que actualmente se encuentran destinadas en Alemania.

Está previsto mejorar la relación mando-tropa del Ejército de Tierra que es actualmente de un 27 por 1 OO (son 78.400 mandos de los cuales 19.000 son oficiales), mientras que el de la Marina y el del Ejército del Aire es del 52 por 1 OO y el de la Bundeswehr (Tierra) es del 35 por 1 OO. En la hipótesis en que se alcanzara un índice del 30 por 1 OO (75.000 mandos), que sería el mínimo, la deflación de los cuadros de mando sería de 3.400, la de los militares sin graduación sería de 31.600 de éstos 25.000 serían de los de reclutamiento forzoso todo ello según el Ministerio de Defensa; esta previsión modifica las necesidades estimadas en su grado más alto, y el personal de tropa que falta debería ser sustituido por voluntarios de servicio de larga duración.

Toda modificación de las plantillas debería hacerse teniendo en cuenta el análisis de las necesidades operativas, de las amenazas, de la evolución de la estrategia de los aliados y también las enseñanzas de los compromisos adquiridos recientemente, sobre todo en Próximo Oriente.

Una División Acorazada de las Fuerzas francesas en Alemania, tiene tres Regimientos de Carros y no cuenta más que con 7.000 soldados de reemplazo, la disolución de dos Divisioness no basta para conseguir más que una deflación de 25.000 reclutas forzosos y otras Unidades apenas si se verían influidas por estas reducciones. Esto es uno de los problemas que deben resolver los responsables en organización, sabiendo oue actualmente los soldados de llamamiento instruidos se reparten según el cuadro 1,

Cuadro l.-Distribución da /os soldados de Ilamamiento instruidos.

Marina 16000 Aire 29.000 Gendarmería 8.400

Sección común 2.600

Tierra De los cuales:

;$ Ambiente

Fuerzas acorazadas Fuerzas acción rápida Fuerzas nucleares

150.400

16.300 16.800 91.700 19400 4.200

Fuente:EMA

Implantaciones presupuestarias

Es prematuro dar cifras sobre el ahorro en el presupuesto conseguido mediante la modificación de efectivos, cuyo detalle no ha sido todavía obtenido. Toda reorganización trae consigo costes indirectos que no son conocidos hasta despuks de haberse ejecutado dicha reorganización, nos limitaremos a indicar las magnitudes relativas al coste medio anual (valor en 1989) de personal, comprendiendo los sueldos y cargas sociales, la vestimenta y la alimentación.

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En 1989, el contingente costaba 4,3 miles de millones de francos y el personal profesional 43.7 miles de millones, cuadro 2.

Cuadro 2.-La deflación de 35.000 hombres permite este ahorro.

Deflación

850 oficiales 2.550 suboficiales 6.600 contratados

25.000 forzosos

Coste medio Total anual

200.000 170 MF 125.000 318.75 MF 90.000 594 MF 16.800 420 MF

Es decir un total de 1.502 MF, esto es un 0,8 por 1 OO del presupuesto de 1989

Reducir el servicio militar a diez meses no trae cambios en los efectivos presupuestarios de otros Ejércitos. Por el contrario el reclutamiento de 20.000 voluntarios de servicio de larga duración tendría un costo medio de 47.000 francos y el aumento del salario para los VSL existentes supondría de 1.400 a 3.000 francos mensuales, cuadro 3.

Cuadro 3.-Gastos producidos.

Coste de 20.000 VSL a 47.000 francos 940 MF Saldo de 20.000 VSL pagándoles 36.000 francos en vez de 16.800 384 MF

TOTAL 1.324 MF

Estas cifras pueden compararse con los créditos previstos para revalorizar la condición de los militares: 322 MF en 1989,632 MF en 1990,2.137 MF en 1991. No,parece ser que la reducción de efectivos y la disminución del servicio proporcione algún “dividendo de la oaz”.

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CESEDEN Sección de Información

ESTRATEGIA

IV

CESEDEN

CONFRONTACION BAJO LAS AGUAS. LA DIFICIL CAZA DE SUBMARINOS ESTRATEGICOS

De la Revista Europäische Wehrkunde núm. 5-I 990

Autor: Heinz Dieter Jopp.

Traducido por: D. FIDEL FERNANDEZ ROJO Cor. de Infanteria del Gabinete de Traductores del CESEDEN

CONFRONTACION BAJO LAS AGUAS. LA DIFICIL CAZA DE SUBMARINOS ESTRATEGICOS

El éxito de todos los sistemas de armas adecuados para la guerra submarina está determinado por la cantidad de los sensores, influidos a su vez por las condiciones meteorológicas oceánicas (1). Se une a esto el fenómeno dé que la radicación elec- tromagnética posee ~610 una profundidad penetradora, relativamente pequelia, en el medio acuoso. Del mismo modo, las condiciones de las estaciones del ano -temperaturas del agua y sus distintos contenidos salinos debidos a intercambios de aguas del mar del Norte y Báltico, afluencias de aguas fundidas- modifican decisivamente las caracteristicas físicas.

Posibilidades y limitaciones de la búsqueda con sensores

Debido a que los radares que funcionan en la gama de microondas sólo detectan sin problemas el esnóquel y periscopio de los submarinos, se iniciaron ensayos para detectar en zonas amplias las ondas generadas por los submarinos que se mueven sumergidos -ondas internas- con ayuda de altímetros radar, apoyados por satélites. y “radares de apertura sint&ica” (2). El problema así surgido de la elaboración de datos pudiera resolverse con ordenadores de la próxima generación, y de esta manera los tiempos para la obtenci6n de una imagen evaluable se reducirían considerablemente, en comparación con los actuales 10 minutos para una imagen de pequeba resolución, y las 20 horas o más para una imagen con alta resolución. Puesto que las “ondas internas” son generadas tambikn por los buques de superficie, corrientes de aire y ondas de superficie, entre otras causas, hay que contar con una tasa elevada de errores por falsas alarmas,

(1) Los conocimientos más recientes de los oceanógrafos sobre zonas cllmálicas y “frentes meteorológicos” cambiantes en los o&anos dieron motivo a aue el almiranle Watkins. iefe de Oueraciones Navales estadounidenses, en el aflo 1963 en una audiencia en la CBmara de Representantes dijese, que el océano se estaba haciendo cada vez más opaco cuanto más conocimientos obtenían oceanógrafos y acústicos sobre las variaciones de las condiciones del agua. Ver Cbmara de Representantes de Estados Unidos, Comité de Asignaciones, Departamento de Defensa, asignaciones para el Ano Fiscal 1984. XCIII Congreso, 1: Sesión, 1963. parte 2, p. 653.

(2) Ver al respecto Elachi, Charles, imágenes radar de la tierra desde el espacio, en Scienfific America, volúmen 247. núm. 6. pp. 46 y siguientes: o iambien Booda, Larry L. la invesfigaci6n marilima podría hacer transparenle el ocdano para la ASN, en Sea Technogy. volumen 24, núm. 11, asi como la valoración de la Misión-SEASAT del an0 1978 en Scrence, volumen 2.044, núm. 4.400, p. 1.405.

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además de que hasta la fecha los oceanógrafos apenas tienen conocimientos sobre el origen y propagación por la superficie de estas ondas.

Aunque las aguas marinas ofrecen alguna reducida “ventana” dentro de la gama espectral de las longitudes de onda ópticas, hasta ahora, ni con luz láser, se ha podido conseguir ningún avance tecnológico para la localización en profundidad. Experimentos con termosensores para localizar submarinos prometen éxito mediante la localización indirecta de la estela recalentada de los submarinos sumergidos en movimiento. Para ello se utilizan medidores de microondas infrarrojos y pasivos. Pero, puesto que su precisión medidora se ve reducida considerablemente por nubes y bruma, dichos medidores han de utilizarse en alturas de un máximo de 100 metros sobre la superficie del agua (3). Son por ello adecuados para la localización de un submarino, pero no para búsqueda en zona amplia.

Los medidores de microondas con apoyo en satélites o aviones pueden penetrar ciertamente nubes y brumas;sin embargo, con su actual precisión medidora de 0,2 K, no sirven para localizar las estelas ascendientes de agua fría. Incluso en el caso de adelantos tecnológicos en cuanto a la capacidad resolutiva y precisión medidora de los sensores pasivos de microondas con apoyo por satélite, seguiría siendo dudosa su adecuación para la caza submarina en amplios espacios, ya que también aquí se podría generar multitud de falsas alarmas, debidas al hecho de que las diferencias locales de las temperaturas de las aguas no sólo pueden ser causadas por los submarinos, sino también por otros factores diversos (4).

Importancia extraordinaria de las seiiales acústicas

Pese al éxito parcial en la búsqueda con nuevos sensores no acústicos, nada se ha modificado hasta la fecha respecto a la importancia extraordinaria de los múltiples sensores acústicos para la guerra submarina. Aquí puede aprovecharse en principio la ventaja de la buena transmisión del sonido en el medio acuoso. Pero las condiciones @opagadoras del sonido se modifican, entre otras causas, en función de la profundidad de las aguas y oleaje, estratificación de temperaturas, contenido salino, época del ano y horas del día, mezcla de corrientes frías y calientes, bolsas da agua dulce, bancos de pesca, flora acuática y estructura tectónica de los fondos marinos (5).

Junto a la investigación de la propagación del sonido, muy diferenciada, en el ámbito de las aguas produndas y de superficie -las que tienen profundidades inferiores a 200 metros-, cuyo conocimiento es premisa fundamental para el éxito en la guerra submarina (6), la investigación de las condiciones de propagación del sonido en aguas árticas adquiere importancia creciente. Así, los SSBN,s soviéticos más modernos, debido al alcance incrementado de sus cohetes balísticos, están en condiciones de operar en aguas próximas a sus costas y árticas, lo que a su vez aumenta la necesidad occidental,

(3) (4)

Ver Daniel Danald C. Guem anlwbmarina en la Era nuclear, en Orbis, volumen 26, núm. 3, p 536.

(5) Ver Tsipis Kosta, Guerra anlkubmerine realidades y ficción, en New Scienti&.p. 176 Ver guerra Antisubmarina táctica y esfrat8gica. Monografía SIPRI, Stokolmo. Una descripción extensa de los distintos fenbmenos que influyen en la propagación del sonido bajo el agua se encuentra en Prhcipios del sonido bajo el agua de Urich, Robert J.. 3.a edición. Nueva York.

(6) Las condiciones de reflexión y rudos perturbadores que aparecen con mayor intensidad en las aguas de superficie llevan a que los sensores pasivos muy eficaces en las suyas profundas, no puedan emplearse con éxio en las de superficie.

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sobre todo estadounidense, de defensa mediante la caza de submarinos. Su eficacia en sensores y armas se ve menoscabada de forma considerable en operaciones bajo hielos. Los sensores bajo el agua apenas pueden diferenciar, por ejemplo, un submarino en posición de espera que esté directamente debajo de la capa de hielo, de una “quilla de hielo” colgante, puesto que no produce ningún efecto doppler, figura 1, p. 102.

La característica distintiva más evidente para la propagación del sonido en aguas libres de hielos es el nivel de sonido del ruido ambiental, por ejemplo, en zonas con bloques de hielo es de 5 a 10 d/3 superior que en aguas comparables, libres de hielos. El nivel y característica del ruido varían mucho en función de la proporción de hielo, velocidad del viento, capa de nieve y la modificación de las temperaturas del aire.

Otras fuentes de ruido son los icebergs al fundirse, pero también los témpanos de hielo a la deriva que generan una crepitación y raspado continuos. Según el actual nivel de conocimientos, es imposible predeterminar el espectro de ruido y la propagación del sonido debajo de una capa de hielo.

Procedimientos pasivos y activos para localización del sonido

Alcances localizadores. relativamente, grandes se consiguen con procedimientos pasivos de localización. Con ayuda de micrófonos submarinos (hidrófonos) se localiza una fuente de sonido y se constata la dirección. Para la determinación de la distinta, sin embargo, son necesarias otras medidas -por ejemplo, goniometría por cruzamiento-. Este procedimiento pasivo tiene la ventaja de que no se observa desde el objetivo -por ello se favorece su empleo sobre submarinios-, presupone, sin embargo, una radiación sonora del casco del buque que se encuentra en movimiento.

Problemas técnicos aparecen en el registro de serlales muy débiles, como las que generan los submarinos en travesía lenta, va que estas senales pueden “desaparecer” en los ruidos de fondo. Puesto que hay que partir de que los procedimientos pasivos de localización ya no pueden mejorarse considerablemente, cabe esperar un regreso a los procedimientos de localización activos (7).

El empleo de cadenas de hidrófonos se ofrece en especial para los estrechos geográficos que han de atravesar los submarinos antes de alcanzar los océanos abiertos. La Marina de Estados Unidos en zonas especialmente adecuadas tiene instaladas fijas tales cadenas de hidrófonos con su Sound-Surveilance System, Sistema de Vigilancia de Sonido (SOSUS). Permite el sistema una localización de submarinos hasta 50 millas marinas de distancia. Dado que estas cadenas en tiempos de crisis y guerra pueden neutralizarse fácilmente mediante sabotaje, se introdujeron como complemento o también sustitutivo a corto plazo el Surveilance Towed Array Sensor System, Sistema de Sensores de Despliegue Remolcado (SURTASS), así como el Rapidly Deployable Surveillance System, Sistema

(7) Esto significa para los sistemas ASP de la Marina de Estados Unidos, que se convirtieron en óptimos para la localizacidn pasiva, una futura reestructuración que causará gastos considerables.

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de Vigilancia de Rápido Despliegue (RDSS) (8). Ambos sistemas, sin embargo, sólo pueden emplearse allí donde la protecci6n esté garantizada por las Fuerzas Navales propias.

Los procedimientos activos de sonares, semejantes al radar, funcionan con impulsos sonoros, cuyos ecos -según la potencia radiada y frecuencia- no sólo se dejan identificar mejor que los sensores pasivos, sino que también pueden tener buena aplicación para hallar el rumbo, distancia y velocidad de un objeto. Importante inconveniente es, sin embargo, la ventaja en alcance localizador que constituye una alerta previa para todo enemigo que actúe con sonares pasivos. El “alcance delator” de un móvil que trabaje con sonar activo depende de la potencia radiada dentro de la respectiva gama de frecuencia.

Las condiciones físicas no permiten esperar se produzcan avances tecnológicos en el campo de los sensores submarinos. Progresos decisivos pueden esperarse al hacer óptima la conexión de sistemas de muchos sensores diferentes. Transmisiones aseguradas, inmunes a perturbaciones, a través de satelites y con grandes bancos de datos en tierra, harían posible en el futuro que Unidades situadas en la mar pudiesen combatir, casi instantáneamente, a un enemigo localizado con la respectiva plataforma de armas más apropiada (9). Esto incluye una constante adecuación de los procedimientos tácticos.

La caza de submarinos en aguas profundas y bajo los hielos Micos

¿En qué medida será posible en el futuro localizar submarinos estratégicos en sus espacios operativos para poder combatirlos con una orden de inmediata y de manera total? La caza de submarinos estratégicos se efectúa como caza de submarinos en aguas profundas (ASP oceánica) y como caza de submarinos en aguas árticas (ASW ártica) (10) y requiere operaciones caza submarinos, siempre ofensivas, con un volumen de fuerzas considerable. Al contemplar los modernos SLBM,s con alcances de 7.000 km. Tridenf I, 8.300 km. SS-N-20 y 11.000 km. Tfident //, (ll) se comprende de inmediato lo difícil que es una localización con éxito.

El “seguimiento” (Jrailing), constituye en principio la posibilidad adecuada de combatir un SSBN, ya que el portador de armas pudiera ser destruido con todos los cohetes (12). Una aniquilación de la capacidad para el segundo golpe del contrario presupone la constante localización asegurada en tiempos reales de todos los SSBN,s del adversario a lo largo de semanas y meses en la zona operativa, durante la fase de aproximación

(8) SURTASS está instalado a bordo da los nuavos buques de vigilancia J-AGOS y AGOS para la vigilancia de amplias zonas maritimas, tiene diez vacas el alcance localizador de SOSUS. Ver Jane’s Fighting Ships 1985-l 986; Friedman. Norman, La evolución de los sistemas sonar de despliegue remolcado, en Naval Forces, volumen 4, núm. 5. p. 73. El RDSS consiste en sonoboyas pasivas, desplazables en el alre. ancladas en el fondo del mar. de larga duracidn, como sistema principal de sensores, así como un sistema móvil de valoraciones. Con este sistema pueden cubrirse zonas marítimas de interk con relativa rapidez. Se utiliza en aguas superficiales y en aquellas zonas marílimas donde SOSUS y SURTAS no sonadecuados.

(9) V&Wir, Joel S., Avances en guerra anfisubacuáfica, en Scientific Ameritan. volumen 244. núm. 2, p.

(10) La caza submarina en el Artico para la Marina da Estados Unidos se ha hacho interesante como sector geográfico autónomo. desde que los SS6N.s sovlétlcos se repliegan balo la capa de hielo.

(ll) Por “seguimiento” (Jrailing) se entiende la capacidad de mantener a todo SSBN que se encuentre en ruta. dentro del alcance de las armas de ataque propias.

(í2) Esto significaría para un SSBN de la clase Ohio que en un ataque con 6xito se destrulrian 24 cohetes cada uno con 8 cabezas de guerra (192 cabezas de guerra)

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y retornó, así como durante su permanencia en bases, sin poderle impedir con ello que pueda emplear al mismo tiempo sus armas con gran probabilidad de impacto preciso contra todo submarino que le amenace.

El “seguimiento” es posible tanto con cazasubmarinos nucleares (SSN) como con platafbrmas por encima y debajo del agua que se equipasen para este fin con los correspondientes sonares de gran poder resolutivo, así como torpedos buscadores de blanco. Esto requeriría, sin embargo, las operaciones correspondientes ya en épocas de paz, donde lo más viable sería empezar el “seguimiento” delante de las bases submarinas contrarias. Dado que para una operación activa continua de “seguimiento” (Jraifing) se requieren tres unidades soporte por cada SSBN (13), significaría esto la construcción de una correspondiente flota soporte. En época de paz esta flota sólo podría ponerse al acecho fuera de las aguas jurisdiccionales contrarias, y mediante largas travesías en inmersión de los SSBN, amenazados dentro de las propias aguas jurisdiccionales o por los cazasubmarinos de acompafiamiento, podría burlarse con facilidad. El empleo de cuerpos acústicos sumergidos o la protección reforzada de las bases costeras mediante las adecuadas Unidades combatientes, dificultarían considerablemente el “seguimiento”. Además hay que tener en cuenta esencialmente que un activo “seguimiento” de la flota SSBN contraria agudizaría las tensiones políticas.

Puesto que ninguna de las superpotencias proyecta la construcción de una flota soporte, como posibles plataformas siguen permaneciendo los cazasubmarinos existentes. Limitaciones geográficas, la capacidad cazasubmarinos estadounidenses, bien organizada en los estrechos y también en los fondos profundos oceánicos, así como el número insuficiente de SSN,s propios hacen imposible a la Unión Soviética llevar a cabo un “seguimiento” activo de los SSBN,s estadounidenses sobre bases que vayan más allá de lo accidental. Tampoco basta el número de SSN,s estadounidenses para un “seguimiento” activo de todos los SSBN,s soviéticos, ya que por una parte los SSN,s estadounidenses están integrados en el anillo de seguridad de sus grupos de combate o escoltan a sus propios SSBN,s mientras que por otra, los nuevos SSBN,s soviéticos de las clases Delta 111 y IV como los Jyphoon operan en aguas próximas a sus costas y así pueden ser protegidos mejor mediante unidades propias cazasubmarinos (submarinos, buques, aviones) (14).

Vigilancia de submarinos con ayuda de satklites

Junto al “seguimiento” como la posibilidad más apropiada para la caza estratégica de submarinos aparecen la búsqueda y barreamiento de zonas como otras posibilidades en cuestión. En esto la geografía ofrece a la Marina estadounidense ventajas indiscutibles en relación con la soviética. Sobre todo la unión de sistemas sonares activos y pasivos pudiera aumentar considerablemente la probabilidad de éxito de la caza submarina

(13) Ver Garwin Rlcard L ¿Serán vulnerables los submarinos?, en InternathaI Securily, volumen 6, núm 2, p, 56.

(14) De acuerdo con las expervancias obtemdas hasta ahora, se puede partir de que los SSt?N.s soviéticos de la clase Typhoon van acampanados cada uno por un SSN de la clase Alpha y Víctor III, ver de Hill, Guerra antwbmarina, Londres, p. 96, y especialmente Vego, Milán Submarinos en la doctrina y tácrica soviética AS, en Naval War College Rew volumen 36, núm 2, pp 2-16.

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estadounidense delante de las costas propias y en los mencionados estrechos en comparación con la búsqueda de zonas en los fondos oceánicos profundos.

Aunque Estados Unidos pueden partir de que están en condiciones de limitar consi- derablemente la libertad operativa de los SSBN,s soviéticos, hay que excluir para un futuro previsible una capacidad estadounidense para la destrucción del potencial soviético para un segundo golpe. La protección de los propios SSBN,s en aguas nacionales, pero sobre todo, la posibilidad técnica de cerrar los SLBM,s bajo la capa de hielo ártica, son garantía para la Unión Soviética de que en un posible ataque un número suficientemente grande de SSBN,s sobreviviría e incluso podría emplear sus SLBM,s.

Debido a que la Unión Soviética por razón de sus problemas para la caza de submarinos, unos de carácter geográfico y otros, técnicos y operativos, no estaba en condiciones de impedir a los S.SBN,s estadounidenses la utilización de las grandes rutas marítimas para operaciones submarinas, viene aplicando esfuerzos durante aAos para desarrollar y utilizar un sistema propio diferente del estadounidense para la búsqueda en zonas amplias (15). En Occidente hay cada vez más especulaciones sobre una supuesta capacidad soviética de conseguir con ayuda de vigilancia, apoyada por satélites, la localización de los SSBN,s estadounidenses, en tiempos casi reales, en instalaciones terrestres, para poder emplear a continuación el soporte de armas adecuado para su destrucción, figura 2, p. 105.

Por otra parte, un sistema de satélites en funcionamiento para localización de submarinos, aumentaría la probabilidad de su detección, pero no les haría necesariamente más vulnerables, sobre todo si se tienen en cuenta posibles contra medidas. Así, los SSBN,s podrían -ya que las órbitas de los satélites son fáciles de calcular- parar su curso durante el sobrevuelo o desviarse oportunamente mediante cambios de rumbo y curso, de forma que se moviesen fuera de la posible franja de vigilancia. Los sistemas de satélites empleados amenazadoramente pudieran considerarse como objetivos principales para los sistemas ASAT. La transformación de los SS6N.s estadounidenses en Trident II puede contemplarse también como medida preventiva contra potenciales capacidades soviéticas para la localización de submarinos con a.poyo en el espacio, ya que con el alcance aumentado de los SLBM,s es posible su empleo desde aguas nacionales protegidas.

El potencial técnico para el perfeccionamiento en el campo de la construcción de submarinos, en relación con los sistemas acústicos y no acústicos para la lucha contra submarinos, pudiera asegurar la capacidad de supervivencia del componente marítimo de la triada nuclear tanto para los Estados Unidos como para la Unión Soviética en un futuro previsible. Tanto más, cuanto que las posibilidades tecnológicas para más reducciones de ruido hacen cada vez más difícil una localización con procedimientos pasivos, posiblemente podrían excluirse por completo. Por lo tanto, la anulación de todos los SSBN,s tampoco será posible en el futuro. Por ello, los SSBN,s seguirán contribuyendo decisivamente a la disuasión nuclear y a la estabilidad.

(15) Este sistema de vigilancia de zonas markmas consta de siete componentes: HUMINT (inteligencia humana), HFDF (detector de alta frecuencia de direcciones). aviones reconocimiento, sat6lite.s (RORSAT y EORSAT), buques de guerra y submarinos, buques mercantes y pesqueros y AGT (buques recoglda Informackin), Ver de Palmar Norman, Sus misiones y fácfica, en Ll S. Naval Institute Proceedings, volumen 108, núm. 10. pp 42-44

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CESEDEN Sección de Información

OPERACIONES

V

CESEDEN

LA OPERACION MILITAR ESTADOUNIDENSE EN PANAMA

De la Revista Joma/ 1990

Autor: Robert R. Ropelenski.

Traducido por: D, FIDEL FERNANDEZ ROJO

Cor. de Infanteria de/ Gabinete de Traductores del CESEDEN.

LA OPERACION MILITAR ESTADOUNIDENSE EN PANAMA

Mucho se ha escrito desde la intervención militar estadounidense en Panamá, comenzada el 20 de diciembre de 1989. Sin embargo, una mayoría abru- madora de articulos se refiere a sus antecedenles, legitimidad, oportunidad, consecuencias, etc. Poco se ha podido leer, sin embargo, sobre la vertiente estrictamente militar de la operación. ¿Fue realmente un exilo? iHubo derroche de medios o, por el contrario, la cicateria presidib el desarrollo de las operaciones? iHubo coordinación? ¿Funcionó fodo como se es- peraba? A todas estas preguntas, entre otras muchas de interés militar, da respuesta el citado artículo pocos meses después de concluida la operación, que-ha servido de base principal para la redacción de/ presente trabajo.

I Los factores del bxito

La mayor de las operaciones nocturnas militares desde la Segunda Guerra Mundial, demostró que con instrucción adecuada y buena preparación, no sólo son posibles operaciones nocturnas eficaces, sino en muchos casos preferibles a las diurnas. Concretamente en Panamá las operaciones nocturnas redujeron considerablemente bajas y daflos por ambas partes.

- Planificación. - Sorpresa. - Precisión.

Planificación

La operación “Causa Justa” fue planificado por los generales Maxwell R. Thurman y Carl W. Stiner, NS Regional Commander y Joint Tash Forca Command (comandante regional estadounidense y comandante de la estructura operativa conjunta) respectivamente. Previa revisión y aprobación por la Junta de Jefes de Estado Mayor, la ejecución corrió a cargo del segundo, sin que a lo largo de ella se produjesen interferencias superiores.

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Esto supuso una simplificacibn de las cadenas de mando, complejas e interferidoras, en anteriores operaciones conjuntas que empanaron el Éxito o causaron desaciertos como en Granada o Beirut. A partir del ano 1985, la Ley para Reorganización de la Defensa otorga al presidente de la Junta de Jefes de Estado Mayor y a los comandantes regionales ’ estadounidenses, el control de las operaciones militares. Esta reducción de niveles con capacidad para intervenir en la planificacibn e interferir en la ejecución contribuyó en gran medida al éxito de la operación “Causa Justa”,

La operación incumbía esencialmente al Ejército de Tierra (ET), pero la Fuerza Aérea hizo posible que 4.500 soldados pertenecientes a la ~32.~ División Aerotransportada, a la 7: División Ligera de Infantería y a los Rangers, batiesen 27 objetivos simultáneamente a la hora, enlazando con 7.000 soldados de los 13.000 ya situados en Panamá.

La complejidad y necesidad de precisión eran evidentes, ya que la intervención en ataque nocturno implicaba una mezcla de despliegue avanzado y contingentes del ET procedentes de cuatro bases en Estados Unidos (una a más de 3.500 millas del objetivo).

Se planteaba un importante problema de coordinación, porque los centenares de helicópteros del ET que operaban sin luz y a baja cota en torno a numerosos obst&culos naturales y artificiales, en zonas de aterrizaje muy reducidas y bajo el fuego del enemigo. Además, en estrecha proximidad actuaban aeronaves de la Fuerza Aérea y de las Fuerzas de Operaciones Especiales (SOE).

Para conseguir la adecuada coordinación de tantas acciones distintas se utilizaron rutas aéreas, cotas de vuelo y zonas de operaciones preplanificadas, asignándose a todas las aeronaves paquetes de misiones mucho antes que empezaran las operaciones. En palabras de uno de los participantes: “trabajamos en el plan operativo básico durante 6 meses, desarrollando el sistema de mando y control y el del control del espacio abreo”. “El aspecto singular de toda la operación fue intentar integrar operaciones especiales y convencionales”. Mientras las SOE y las Unidades convencionales del ET atendían a su propio mando y control, el Centro de Operaciones Aéreas se ocupaba de la coordinación general aeroespacial, allí se encontraban representantes de Aviacibn, ET y SOE.

Entre las medidas para coordinación del espacio figuraban:

- Limitar la cota de vuelo de los helicópteros a 1.200 pies. - Durante la oleada inicial de asalto sólo se permitieron en el espacio aéreo panamelio

aeronaves, rutas y alturas de vuelo predeterminadas, entre obvias razones para eliminar el desorden en las frecuencias tácticas de radio durante el asalto inicial.

Desencadenamiento de la operación

Quince minutos antes de la hora H (01 .OO h. del 20 de diciembre), helicópteros AC- utilizaban sus armas de a bordo contra los objetivos de la Comandancia, cuartel general de la Fuerza Panameíia de Defensa (FPD), durante unos 10 minutos. antes que atacasen la Comandancia soldados de la 5.’ División Mecanizada -desplegados con anterioridad para un ejercicio de “entrenamiento en la selva”- y de la 193.’ Brigada de Infantería (parte de la fuerza permanente de Estados Unidos en Panamá).

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Simultáneamente, a la hora H, dos aviones 117.FA lanzaron cada uno una bomba de 1.000 kg. en las proximidades de unos cuarteles de Infantería en Río Hato. Su propósito era desorientar y sorprender a las tropas panamellas justamente antes de que paracaidistas Rangers saltasen sobre el aeropuerto próximo. Una segunda oleada, constituida por tropas pertenecientes a la 82: División Aerotransportada, debería haber llegado desde Fort Bragg -Carolina del Norte- para ser lanzados dentro del aeropuerto de Tocumen a las H $1 h. 30m. pero se retrasaron y hubieron de ser transportados a sus distintos objetivos por helicópteros del ET a plena luz del día.

Aunque los primeros informes de “Causa Justa” se concentraron en acciones paracaidistas que iniciaron el asalto, la mayor parte de las tropas participantes fueron aerotransportadas en helicópteros del ET.

La operación adquirió un carácter más plenamente conjunto con la participación de equipos navales aero-terrestres, junto con los Rangers en el asalto al aeródromo de Paitillo para cortar la ruta principal de huida del propio Noriega.

Sorpresa

A pesar de algunos signos llamativos como los tres nuevos puntos de repostaje para los helicópteros, establecidos en: - Suroeste de la base aérea de Howard. - Varias millas al norte de la ciudad de Panamá, en el Canal. - Fort Sherman en la costa norte de Panamá.

Que precedieron varios meses al desencadenamiento de “Causa Justa”, los soldados estadounidenses consiguieron un fuerte componente de sorpresa a su favor.

Fue debido a un incremento, lento pero continuo, de actividades que llegó a “insensibilizar” a la FPD. Durante varios meses se efectuaron ejercicios diversos con Unidades de un solo Ejército, pero también otros conjuntos. En julio comenzaron ejercicios preparatorios para situaciones de emergencia. En palabras de uno de los mandos participantes:.“Creía el enemigo que todos estos ejercicios se hacían para la seguridad o proteger nuestras Unidades. Operábamos con éfectivos diferentes, en horas distintas del dia y de la noche, lo que les insensibilizó”.

A finales de noviembre se.Ilevaron a Panamá helicópteros de asalto que estuvieron en hangares los días precedentes al 20 de diciembre. Pocos días antes, también, se transportan en aviones C-5 helicópteros de exploración y ataque, descargados de noche y que permanecen ocultos, haciéndose lo mismo con otros helicópteros de la Fuerza Aérea.

Preclslón

Aparte de la precisión en la planificación y en el ajuste a la misma en la ejecución, la precisión de ciertos elementos de ataque, como los helicópteros Apache y aviones F-l 17, jugó un papel importante en el éxito de la operación. Muchos de los asaltos debían efectuarse en zonas muy pobladas dentro de la ciudad de Panamá, por lo que se dio gran énfasis a limitar las consecuencias sobre la población civil y a contener los llamados danos colaterales. Hubo relativamente pocos dalias dentro de la ciudad propiamente

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dicha, salvo los causados en los barrios bajos, próximos a la Comandancia. Todas las tripulaciones y soldados fueron advertidos del riesgo de causar víctimas inocentes civiles. Los tiradores, desde los helicópteros, evitaron dirigir sus armas fuera de los objetivos seflalados, pese a que con frecuencia recibían disparos desde áreas no sehaladas como objetivos.

Aunque helicópteros y aviones de la Fuerza Aérea, como ya se ha dicho, participasen en la operación, el empleo de aviones tácticos en apoyo de las Fuerzas Terrestres fue restringido por varios factores,$como proximidad de los combates a centros de poblacifln civil, falta de capacidad para visión nocturna a disposición de la aviación táctica y el armamento, relativamente ligero, de la FPD.

Tantas limitaciones de índole moral y físico pudieron mantenerse en gran medida gracias a la precisión de los medios empleados.

Anhlists de algunos elementos

E/ material

En la intervención estadounidense en Panamá recibieron su “bautismo de fuego” principalmente tres componentes del variado inventario militar de Estados Unidos.

Los anteojos para visión nocturna, Anvis-6, diseflados para tripulaciones de aeronaves, permitieron operar de noche y evitar obstáculos, al mismo tiempo que diferenciar a las tropas propias de las enemigas en tierra -para este fin los combatientes de tierra llevaban brazaletes y cintas de identificación nocturna-. El funcionamiento de los anteojos en la realidad resultb eficaz, pese a las críticas de que fueron objeto previamente.

Los helicópteros Apache, en servicio desde el ano 1985, fueron expuesto en Panamá por primera vez al combate real. Aunque diseflados para destruir carros, se utilizaron para misiones diversas en apoyo de SOE y Unidades convencionales. Equipados con misiles, cohetes y canones de 30 mm. se utilizaron para destruir edificaciones reducto de la FPD, sirviendo para reconocimiento, a distancia segura, de zonas de aterrizaje, escolta a helicópteros en transporte de tropas de asalto aéreo, y fuego de neutralizacibn contra armas pesadas enemigas.

Uno de los rasgos principales, además de su precisión, es su capacidad de supervivencia. E/ Apache funcionó según reza su propaganda, como “el dueno de la noche”.

Entre sus aspectos negativos reconocidos figuran, “los mismos problemas de mantenimiento que teníamos a diario en la base”.

Es decir, el fallo de componentes electrónicos, la frecuencia de averías en sus sistemas y un elevado volumen de trabajo para su mantenimiento. La gran humedad de Panamá provocó dificultades en sus sensores ópticos e infrarrojos que fueron fácilmente subsanados mediante calentamiento. .-

El caza F-7 17 A, con capacidad sfealth, aunque operativo desde el aílo 1983, conoció su primer combate en Panamá.

El empleo de un avión tan sofisticado en misiones en apariencia tan simple como las de “Causa Justa” ha sido muy criticado por quienes consideraban que era muy arriesgado

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exponer un avión tan costoso con técnicas secretas stealth en unas misiones en las que prácticamente no había defensa aérea que burlar. Pero la decisión de su empleo. así como la de los helic6pteros Apache, fue responsabilidad personal del teniente general Stiner. La argumentación para su elección fue que su cometido de ataque nocturno y el sistema preciso de lanzamiento eran muy adecuados para un ataque por sorpresa que hiciese mínimas las bajas propias y enemigas, sorprendiendo en vez de matando centenares de soldados panameiíos, muchos no partidarios de Noriega. Algunas otras misiones previstas para los F-l 17 A se suprimieron por innecesaias.

El hombre

La intervención “Causa Justa” en Panamá fue realizada por unas FAS totalmente voluntarias. Sin que fuese la primera operación desde que Estados Unidos abolieron el servicio militar obligatorio, su éxito parece proporcionar un argumento -buscado con ansia- a quienes en Estados Unidos abogan por el sistema vigente. Esto se percibe, por ejemplo, en un artículo editorial donde bajo el epígrafe expresivo: “El Renacimiento del soldado profesional” se leen afirmaciones tales como: “La operación ‘Causa Justa’ demostró lo que pueden hacer los soldados profesionales si se les deja hacer su trabajo...“. “Entre los primeros -elementos de éxito en Panamá- están la instrucción y disciplina de los soldados de hoy en el ET...“. Poco antes de concluir afirma. “También ayuda el tener soldados profesionales”.

Otro aspecto curioso en relación con el componente humano es que la operación de Panamá ha pretendido utilizar como banco de prueba respecto a la conveniencia o inconveniencia de la presencia de la mujer en las FAS estadounidenses, en la actualidad en expansión, aunque sin participar en Unidades directamente combatientes.

La publicación Defence Media Rivies denuncia manipulacines en la prensa estadounidense, presentando hechos heróicos aislados por parte de mujeres soldados en Panamá que fueron desmentidos después; aireándose por otra parte casos de presunta cobardía, pese a quedar absueltas las inculpadas, por un Tribunal Militar.

En cualquier caso, el énfasis puesto en el éxito del Ejército totalmente voluntario, así como las manipulaciones en contra o a favor de la presencia de la mujer en sus FAS, permite entrever que considerables sectores de la sociedad estadounidense no están conformes ni con el sistema actual de reclutamiento ni con lo que ellos llaman la “femenización” de sus FAS.

La intervención estadounidense en Panamá mediante la operación “Causa Justa” puede considerarse un éxito. Así lo demuestran: - La rapidez en la consecución del objetivo Rnal: derrocar a Noriega. - Las escasas bajas propias, 23 muertos y 324 heridos. - Los reducidos daíios de material y equipo propio: de unos 170 helicópteros del ET,

fueron alcanzados 45, pero sólo se perdieron 4. El resto pudo volver al combate en un plazo de 24 horas. En cuanto a las aeronaves de la Primera Ala de Operaciones Especiales de la Fuerza Aérea, 21 en total, no sufrieron pérdida alguna. De los helicópteros del ET para las SOE, los más batidos, sólo fueron derribados 3 de unos 50.

- Los dafios colaterales se mantuvieron mínimos.

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Pese al éxito pleno, no pudo por menos de haber fallos a la hora de convertir en realidad los planes. Una tormenta de granizo y deficiencias en los equipos de deshielo retrasaron casi en 5 horas la llegada a la zona de Tocumen de la “segunda oleada” de elementos de la 82.~ División Aerotransportada” que en lugar de saltar en paracaidas sobre su zona de lanzamiento tuvieron que ser heliotransportados a plena luz del día para asaltos aéreos sobre sus objetivos.

“Causa Justa” fue una operación difícil, no por la potencia previsible del enemigo, sino por los imperativos de estrecha coordinación que requiere el conseguir sorpresa nocturna, moviéndose en espacio reducido y combinado Unidades convencionales y especiales, unas ya dentro de Panamá y otras desde cuatro bases en Estados Unidos, Otra limitación importante -en ciertos aspectos la mayor- estaba constituida por la necesidad de atacar a un enemigo procurando causar el mínimo dano a la población civil, en la que prácticamente está inmerso el contrario, con el fin de lograr no sólo su indiferencia, sino incluso su simpatía política posterior. Objetivo éste no estrictamente militar, lo que pone de relieve una excelente disciplina por parte de los soldados de Estados Unidos.

Sin que puedan empaliar el éxito real de la operación, no dejan por ello de ser ciertas las cautelosas palabras del congresista Les Aspin, quien el 12 de enero en plena euforia por el éxito advertía que lo de Panamá sólo podía servir como guía limitada para futuras contingencias en el Tercer Mundo, puesto que Estados Unidos contaban ya en Panamá con efectivos considerables y las Unidades con base en Estados Unidos habían estado con frecuencia en Panamá para ejercicios periódicps de entrenamiento, por lo que el terreno les es familiar.

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CESEDEN

LA BRIGADA FRANCO-GERMANA. LA MISION DE TENER EXITO

De la Revista Europäische Wehrkunde núm. 9-1990

Autor: Manfred Rosenberger.

Traducido por: D. FRANCISCO ATIENZA URRUTI

KO/. de Ingenieros del Gabinete de Traductores del CESEDEN

LA BRIGADA FRANCO-GERMANA. LA MISION DE TENER EXITO

Manfred Rosenberger, nacido en el silo 1948 en Lörrach, TCol. de EM. en la actualidad, es paracaidista. Ha cursado los estudios de Estado Mayor y ha obtenido el diploma en la Escuela Superior de Guerra de Paris, fue oficial de enlace y de la asesora de doctrina en la Direccidn de Enseflanza Superior y Escuela de Guerra del Ejército de Tierra francés. Acfualmenfe es jefe de sección en el Estado Mayor del EJ. y secretario de los Grupos Conjuntos de Trabajos de la Brigada franco-germana y de cooperación de /as fuerzas aerombviles.

El 1 de octubre del allo 1990 es una fecha importante para la cooperación militar franco- germana: se ha concertado la organización de la Brigada franco-germana. Con las palabras “Les encomendamos tengan Éxito en esta emisión” había puesto de manifiesto el día 1 de octubre de 1988, conjuntamente con el inspector del ET alemán, teniente general Von Ondarza, el general jefe del Ejército francés, dirigiéndose al EM encargado de la organización de esa Unidad. Bajo la dirección de su actual jefe, el general de brigada frances, Sengeisen, esta primera gran Unidad binacional conjunta organizada en tiempos de paz, se encuentra ahora casi de inmediato dispuesta con los efectivos planificados de casi 4.200 soldados.

¿Se ha logrado alcanzar así pues el máximo nivel de reforma en esta cooperación interejércitos franco-germano, es decir, se ha cumplido la misión en esta empresa?

No es ninguna gran Unidad militar la que se exhiba sblo como escaparate

La organización de la Brigada conjunta tuvo como meta el fortalecer la punta de la flecha europea de la defensa OTAN. Visiblemente debía constituir un clar? signo de inseparabilidad en la contribución conjunta de franceses y alemanes.

El fin y objetivo militar de poner a disposición de ambos Estados una gran Unidad de gran poder combativo en el suroeste de Alemania venía complementado por la voluntad tácita de:

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- Lograr establecer, siempre que fuera posible, el proceso conjunto así como la armonía y concordancia en las condiciones de la práctica de los servicios y circunstancias de vida.

- Comprobar los procedimientos de interoperatividad entre los componentes de las Unidades francesas y alemanas, y las normas fundamentales en la instrucción de grandes Unidades, que se encuentran constituidas por Unidades de diferente nacionalidad.

- Fomentar el conocimiento mutuo así como desarrollar y establecer más eficazmente la estandarización del material y armamentos en general.

Las experiencias precisamente adquiridas ahora con las Uniades y elementos componentes de la Brigada constituyen una base muy valiosa en las decisiones inmediatas en ese sentido para la futura estructuración de la seguridad europea empleando probablemente otras grandes Unidades binacionales o multinacionales.

A pesar de la importancia que esto supone, la Brigada franco-germana no debe ser ninguna Brigada de showpolífico, sino que por el ejercicio e instrucción de sus soldados provinentes de las dos naciones se vendrá fortaleciendo y desarrollándose en un Cuerpo de tropas homogéneo. Para llevar esto a cabo’, tendrá que tenerse presente a una máxima escala un esmerado equilibrio en la determinación de la estructura de la Brigada en la asignación ycomparación de puestos y destinos de los servicios decisivos, en el despliegue de aientamientos. en la dotación de armamentos y en los equipos de las tropas.

Se tendrá presente a una máxima escala un esmerado equilibrio en la determinación de la estructura de la Brigada en la asignación y comparación de puestos y destinos de los servicios decisivos, en el despliegue de asentamientos, en la dotación de armamentos y en los equipos de las tropas.

Se tendrá presente naturalmente también en la selección de los designados los conocimientos idiomáticos que posean los soldados y personal componente de las respectivas lenguas. Al presentar su servicio en la Brigada, el idioma extranjero en una gran parte de los soldados pertenecientes akreclutamiento normal y de los soldados temporales, el idioma extranjero tendrá que implantarse por primera vez o bien si ya se posee profundizarse de una forma más intensa. En las clases de idiomas que se imparten como complemanto de las tareas y prácticas regulares de servicio, especialmente durante el ejercicio del otro idioma respectivo que se viene practicando durante los fines de semana se les brinda también respectivatiente a los soldados franceses y alemanes un acceso a la cultura de la otra nación y a una recíproca comprensión.

Esta comprensión recíproca inculcada, será sobre la premisa para una lograda integración de las diferentes Unidades integrantes en la gran Unidad combinada y para un verdadero sentimiento de solidaridad entre soldados. Ambas ya se detectan visiblemente un ano después de la designación del primer Batallón-Regimiento e incorporación a la Brigada en octubre del ano 1989. Cuando se permanece en un destino en el EM o en las Unidades, la sinceridad y orgullo, de prestar servicio a una causa especial, son indicios del buen clima imperante. Usando prendas de uniforme únicas y llevando distintivos comunes de la gran Unidad en el uniforme se ve plasmado de una forma patente y ostensible este sentimiento de orgullo en el personal que presta sus servicios en esta Unidad.

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Una gran cantidad de problemas pendientes aún sin resolver

Aunque se haya establecido un formidable clima de servicio y exista una uniformidad. única, no se habrá alcanzado plenamente por igual la práctica diaria en el servicio, ni tampoco ha alcanzado su nivel el grado de interoperabilidad de las tropas de combate y logísticas en el campo de combate.

La Brigada combinada sigue siendo aquí pues, mientras exista, un reto permanente para las altas autoridades y personal de la Administración y departamentos jurídicos de ambos lados. Muchos problemas, que por de pronto se están suscitando ahora, pudierpn superarse gracias al esfuerzo conjunto desarrollado. Se ha implantado aquí con esto un elevado grado de espíritu emprendedor y pionero por parte de alguno de los integrantes. El alcance de esto llega desde unas cuestiones simples y burocráticamente aparentes, pero que tienen su verdadera importancia -como son por ejemplo el estandarte de las tropas o el estampillado del sello de servicio de un Batallón combi?ado- hasta llegar incluso al complicado problema jurídico del empleo de las armas de fuego por parte de los centinelas y puestos de servicio en la guardia y vigilancia de los centros e instalaciones alemanas y francesas.

Este último tema es ya de por si difícil de resolver a nivel nacional por el soldado cuando ejerce su guardia. Diferentes fundamentos jurídicos en ambas partes han hecho necesaria la labor de una serie de trabajos intensivos encaminados al establecimiento de unas normas conjuntas para Irevar a cabo el servicio integrado de guardia. Era de vital importancia sin embargo el que se resolvieran tales problemas. La fe en la operatividad y capacidad de acción estaba en juego, si la práctica conjunta de este peculiar “servicio de combate” en paz hubiera fracasado por trabas jurídicas con soldados que están equipados con munición real de combate.

Este reto sigue estando aún en pie para el futuro, especialmente en dos ámbitos: en el grado de participación en las grandes y pequeflas Unidades por parte de cada nación y, ligado estrechamente a esto, en la regulación de las relaciones de dependencia y subordinación o bien el poder de mando y autoridad.

Hasta ahora ~610 están combinadas en realidad en su estructura binacional la Compaiíía de Plana Mayor y el Batallón de abastecimiento de la Brigada. Los Batallones y Regimientos de las tropas de combate y de la Artillería son de por sí de estructura nacional y se instruyen predominantemente con arreglo a reglamentos y normas nacionales. Esto parece también por un lado necesario -como ocurre, por ejemplo, en el caso de soldados temporales con servicios a largo plazo, que tienen que solventar problemas jurídicos profesionales-, pero por otro lado desilusiona a muchos, que por deseos especiales idiomáticos y por comparlerismo se han presentado voluntarios a prestar sus servicios en la Brigada. A largo plazo puede también no escapar un intensivo programa de intercambio entre grandes Unidades al hecho de que la mayor parte de los soldados de la Brigada se encuentre con compafieros de la otra nación sólo a las horas fuera de servicio en las residencias destinadas a suboficiales y a tropa para hacer un intercambio de ideas y pensamientos.

Mucho se ha reflexionado a este respecto en el grupo conjunto da trabajos con la Brigada de cómo podría lograrse una profunda combinación sin embargo puede complicar las difícles relaciones de subordinación, siempre y cuando no se logre tener atribuciones de mando por igual para los jefes y superiores de ambas nacionalidades con respecto

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a subordinados de la otra nación. Aquí es donde la Brigada será siempre, en el ejercicio diario del servicio, el símbolo estimulante permanente de que derechos nacionales dentro de la Comunidad, vayan progresando por el camino de la unión política de Europa y de la integración de sus futuras FAS y de que se creen unas bases para un servicio europeo.

Planes y proyecfos para una sucesiva cooperación

Para los Ministerios intervinientes esta labor no se ha terminado con la conclusión de la organización de la Brigada franco-germana. La Brigada no constituye por sí misma ningún objetivo. Su destino ~610 podrá alcanzarlo más allá del puro objetivo militar dentro del orden en la mayor correspondencia de cooperación franco-germana del ET en las inspecciones conjuntas de cooperación militar, organizadas de 2 ahos atrás, incluso hasta el nivel de Gobierno, los esfuerzos de ambos Ejércitos territoriales dedicados a esta cooperación han dado un valor especial prominente. Las necesidades operativas, e incluso también las relaciones amistosas en todos los niveles existentes desde hace ya 30 ahos han llegado a lograr un elevado grado de armonía y compenetración en las ideas tácticas y en las normas de acción. Se comprueba esto también con la continua refundici6n y redacción de órdenes y disposiciones de campaha para las grandes Unidades de la Brigada conjunta.

Pero precisamente los esfuerzos continuos para la implantación de un mayor grado de interoperatibilidad de todas las Armas de ambas fuerzas terrestres no deben relatarse en las condiciones actuales, normativas de una clara reducción de las fuerzas presentes. Más que antes estamos obligados a poder encuadrar en caso de necesidad las fuerzas presentes, aún también con distinta nacionalidad, bajo un solo mando único.

Esto sigue también de forma predominante, según confirmaciones del EM, para las Fuerzas Aéreas. Para espacios análogos o incluso con mayor extensión la movilidad de fuerzas, que sean continuamente más escasas, adquiere una importancia especial. Con el equipamiento futuro de las Fuerzas aeromóviles de ambos Ejércitos de Tierra con el helic6ptero común Pah Z-Tiger ha de darse la presunci6n técnica de la operatibilidad. Pero incluso hasta para una posible acción conjunta en el campo de batalla han de establecerse más premisas que no solo sean técnicas. La cooperación de las tropas aeromóviies. por lo tanto deben ser en el futuro, según los deseos y voluntad del inspector del Ejército alemán y del jefe del EM de las Fuerzas Terrestres francesas, el segundo soporte de la cooperación interejercitos.

Los caminos hacia la interoperabilidad están ya indicados y las inspecciones pertinentes han llegado a esta labor. El fin de estas investigaciones es el de armonizar los programas de instrucción y normas de operaciones de tal forma, que la acci6n conjunta sea posible a lo más tardar, cuando se incorpore el Pah 2/Hac-Hap. Diferentes cursos de formación e instruccibn para el personal de las tripulaciones de los helicópteros de combate deben también poder llevarse a cabo en un centro de instrucción conjunto.

A través de la firme implantación de las inspecciones conjuntas llegando incluso hasta la Junta franco-germana de Defensa y Seguridad, que se reune peribdicamente y con regularidad, los trabajos y la labor realizados a todos los niveles han seguido cobrando una gran dinámica. Gracias a los desarrollos franco-germanos obtenidos recientemente en la última época, esto no se ha visto frenado. Se trata mas bien aquí de indicar a nuestros

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aliados europeos la perseverancia en el esfuerzo y la constancia de nuestro compromiso dentro del seno de la Comunidad.

Una cooperación militar franco-germana ocupa aquí invariablemente un lugar prominente, como el volante de inercia en el motor de la unificación europea. Así no podrá estar ya muy lejos el día, donde las tropas francesas en Alemania, y Unidades alemanas tambih en Francia, puedan encontrarse desplegadas. De esta forma se vería con claridad patente esta mutua correspondencia de despliegues. ¿Por qué junto a los centros de instrucción comúnmente utilizados no puede existir también una gran Unidad combinada a ambas orillas del Rin?

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CESEDEN Sección de Información

POLITICA, ECONOMIA Y SOCIOLOGIA

VIII

CESEDEN

EL PRESUPUESTO DE DEFENSA FRANCES PARA 1991: UN PRESUPUESTO DE TRANSICION

De la Revista Armées D’Aujordui, núm. 154-l 990

Autor: Pierre Luton.

Traducido por: D. SANTIAGO RUIZ RAMIREZ

Cte. de Artilleria de/ Gabinete de Traductores de/ CESEDEN.

EL PRESUPUESTO DE DEFENSA FRANCES PARA 1991: UN PRESUPUESTO DE TRANSICION

El pasado día 12 del mes de septiembre, Jean Pierre Chevènement hacia público el presupuesto de Defensa para el alïo 1991. E/ esfuerzo recae sobre el apartado de funcionamiento, mientras que los créditos para equipamiento aumentan ligeramente en espera de una revisión que durante el silo 1997 sufrirá la ley de/ Programa Militar. En una palabra: Transición.

Un notorio esfuerzo en favor del personal de Defensa, esta es la conclusión que se extrae del presupuesto para el afro 1991. De ello se beneficiarán tanto los militares y civiles como personal de tropa. En efecto, el Título III aumentará en un 4,64 por 100 en relación a 1930, este alza será la más importante de las habidas en los cinco últimos arlos. De esta manera, el Título III pasa a ser el 47 por 1 OO del total del presupuesto de Defensa y en QI se refleja el esfuerzo emprendido en el alio 1988 “para conseguir el equilibrio entre gastos ordinarios y gastos de equipamiento”.

De un total de 2,137 miles de millones de francos 666 se corresponde a las nuevas medidas previstas en favor del personal y que se enmarcan en el plan decidido por el Gobierno referente a la revalorización de la condición militar. El personal de tropa se beneficiará igualmente de ellas. De tal forma, que los voluntarios correspondientes al VLS, tendrán una subida en sueldos. Es necesario según palabras de Jean-Pierre Chevènement, hacer más atractivos, en especial, los puestos técnicos ante los ojos del personal cualificado. En cuanto a los no-VLS dispondrán de 350 francos para gastos de alquiler durante los fines de semana y verán mejoradas ius condiciones de vida. Se beneficiarán con las dist,ribuciones de tarjetas telefónicas y tendrán acceso gratuito en ciertas líneas del tren de alta v&locidad, figura 1, p. 130.

Por otro lado se mantendrá el mismo nivel de funcionamiento y actividad de la fuerza.

Mil gendarmes mhs

La gestión de los efectivos responde a las decisiones ya anunciadas y por consiguiente la Gendarmería aumentará con 1.000 puestos suplementarios que se consideran necesarios para que pueda desarrollar sus misiones. Además, la gestión de efectivos prolongará

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FUNCIONAMIENTO: + 5 por 100

Previsto en el presupuesto: 3.33 por 100 para el ano 1991. Siendo 238,45 miles de millones de francos de los cuales 194,548 sin incluir las pensiones (que representan el 2,69 por 1 OO de aumento en relación con 1990: un poco más de la inflación prevista).

Título III (funcionamiento conocido como “gastos ordinarios”): 91,400 miles de millones de francos: f 4.64 por 100.

Titulo V (equipamtento): 103.146 miles de francos: 1,03 por 1 OO.

Autorización programada: 116 miles de millones.

Reparto por sectores en miles de millones de francos: - Tierra: 50,005, 25,7 por 100 total. - Gastos comunes: 47,708, 24,706, 24,52 por 100 total. - Aire: 40,271, 20,7 por 100 del total. - Marina: 36,442, 19,76 por 1 OO del total. - Gendarmería: 18,122; 9.31 del total.

Figura 1

EVOLUCIONES COMPARATIVAS (entre los Capitulados III y V)

I I I I 1 I

por 1 ol

46.98

IPor /por100 1

Capilulaco III

-l

Figura 2

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sus esfuerzos abordando la renovación y construcción de viviendas y continuando el programa RUBIS de mejora en la red de transmisiones. Además se crearán 75 puestos de personal sanitario y enfermeros, como consecuencia del reajuste que se efectuará en el seno de la Dirección Central del Servicio de Sanidad de las FAS.

Por otro lado, la reducción de efectivos del ET y la desaparición de 35.000 vacantes, deberán conjugarse con las decisiones de repatriación de las Fuerzas francesas estacionadas en Alemania, figura 2.

A partir del próximo alio se suprimirá 1.250 vacantes de personal profesional y 7.000 de tropa. Sucederá igual con 1.500 vacantes de personal civil. Esta reducción de efectivos contemplada en el proyecto del presupuesto responde a la necesidad de adaptarse a la evolución del contexto nacional e internacional. Es este último el que “a modificado los datos de nuestra seguridad”.

En esta situación el incremento del Título V para 1991 será inferior al previsto en la Ley del Programa Militar para 1990-l 993. Los créditos de equipamiento aumentarán en 103,148 miles de millones de francos, esto es el 1,03 por 1 OO en relación al último ano, figura 3.

Capacidad aerombvil

Si “en lo referente a la disuasión nuclear, se ha respetado todo lo que concierne a su modernización, la prioridad ha sido para aumentar la capacidad aeromóvil y los medios de proyección de la fuerza”, ha precisado Jean Pierre Chevènement. Globalmente, la Marina mantiene sus programas al ritmo previsto según la Ley de Programación. Continúa

I ESTRUCTURA DEL PRESUPUESTO DE DEFENSA PARA 1991

Títulos III + Títulos V

Reparto por sectores (en mlles de millones de francOS)

Gendarmería 13.122

Marina 33.442-

AW Gastos comunes

40.271

~&al: 194,548 miles de millOneS

Figura 3

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la fabricación del avión de combate y de los misiles que a él están asociados, teniéndose prevista una primera entrega para el arïo 1966.

Por el contrario han disminuido los encargos para construir aparatos de la actual generación, en este aspecto han sufrido un ligero descenso las peticiones del Mirage 2.000.

Algunos programas de equipamiento para el ET han sido reducidos, como consecuencia de la reorganización y reestructuración de fuerzas previstas en el Plan Ejército 2000. En vez de tres Regimientos, serán dos los que estén dotados de laniacohetes múltiples (LRM). Serán reducidos los programas de vehículos tácticos y de material de zapadores, a esto hay que unir el abandono del proyecto del sistema para vigilancia del campo de batalla ORQUIDIA, figura 4.

Como subraya el ministro de Defensa “las opciones presupuestarias son a su vez opciones para la política industrial”. Si el esfuerzo para la defensa de Francia le lleva a fabricar el 96 por 1 OO de sus armas, le será necesario, en el futuro, solicitar cada vez con mayor frecuencia ayudas de cooperación. Sin desear simplificar la complejidad del caso, podría encontrarse un ejemplo en el desarrollo franco-alemán del helicóptero Tigre.

EVOLUCION DE LAS MEDIDAS EN FAVOR DEL PERSONAL (Recogida en la Ley de Presupuestos previos)

Sin mcluir las medldas en favor de los retirada$ y los aumentos del haber en mano del soldadc

Figura 4

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CESEDEN Sección de Informacibn

VARIOS

X

CESEDEN

UNA TEMPERATURA EXCELENTE. SONDEOS EN LA OPINION PUBLICA FRANCESA SOBRE LA DEFENSA EN EL AA0 1990

De la Revista: Armées D’Aujordui núm. 154-l 990

Autor: Cor. Giacomi

Traducido por: D. SANTIAGO RUIZ RAMIREZ

Cte. de Artillería de/ Gabinete de Traducfores del CESEDEN.

UNA TEMPERATURA EXCELENTE. SONDEOS EN LA OPINION PUBLICA FRANCESA SOBRE LA DEFENSA.EN EL AÑO 1990

Tras la efervescencia geopolítica que ha atravesado Europa y el mundo durante el ano 7 989, era necesario tomar la temperatura a la opinión francesa en lo relativo a la seguridad. largamente esperado, los termómetros del SIRPA han estado muy oportunos al tomar el pulso a nuestros conciudadanos. Se realizaron dos sondeos en los meses de junio y julio de este aflo que indicaron una fuerte adhesión a nuestra política de Defensa.

Los franceses han tomado parte en los cambios geoestratégicos acontecidos en el ano 1989. Perciben como positiva la evolución del bloque Este. Sólo el 10 por 1 OO de las personas preguntadas, opinan que la Uni6n Soviética representa una amenaza para la paz mundial. Se asiste pues, a una trivialización de la Unión Soviética, considerándola un país “como cualquier otro”. De todas maneras continúa siendo un país que en caso de iniciar una agresión “tendrá para Francia consecuencias muy graves” (25 por 100); quizá porque la agresión que se considera como más grave es un ataque nuclear (54 por 1 OO).

En el arlo 1990, el terrorismo es la forma de agresión que más preocupa a los franceses (57 por 1 OO), los cuales consideran a los países del Oriente Medio como los amenazadores para la paz mundial, figura 1, p. 138. Irán es considerado por el 60 por 1 OO de los franceses como el más peligroso, delante de Libia (47 por 1 OO). Le sigue en la lista Irak (37 por 100) que se ha unido a la lista de los más peligrosos tras la guerra con Irán está colocado delante de Siria (32 por 1 OO) e Israel (22 por 1 OO) el cual figura por primera vez en esta catalogación. Por otro lado, los franceses no se sienten especialmente inquietos ante un país en particular, Irán considerado como la nación más peligrosa, el 29 por 1 OO de las personas encuestadas no lo citan delante de Libia 21 por 1 OO y de Japón 20 por 1 OO. Los situados en el último lugar son la Unión Soviética y 12s Estados Unidos con un 8 por 1 OO. Por el contrario, como un nuevo hecho se considera que Alemania es una amenaza para Francia y sus intereses mundiales, así lo afirman el 10 por 1 OO de los franceses. Existe, pues, una constatación muy clara en apreciar que las posibles amenazas

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¿,QUE PAISES REPRESENTAN UNA AMENAZA PARA LA PAZ MUNDIAL”

into por 100

60

Irán Libia Irak Sia unión S0’4&¡ca

Figura 1

se han diversificado y que en el campo de los posibles enfrentamientos, que se configura en el aîio 1989, la amenaza no es sólo militar, sino que es multiforme, económica, política y sobre todo procede de Oriente Medio.

El espíritu francés de Defensa se mantiene fuerte en 1990. Al igual que en 1989, el 80 por 1 OO de los franceses considera justificado combatir hasta perder la vida en el caso de una invasión de su solar patrio, figura 2, el apoyo que los franceses durante 1990 presentan al presupuesto militar, continúa estable respecto al aiio anterior. Los que

EN QUE CASOS LUCHARIAN HASTA PERDER LA VIDA (en tanto par 1 OO)

si No

- Invasión de Francia . . .._.......................,,,,........ 80 12 - Defensa da nuestros valores 72 17 - Invasión de los territorios de ultramar 58 28 - Invasión de los paises aliados (República

Federal de Alemania) .,................................... 38 44 - Invasión de países amigos . 31 52

Figura 2

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DESEA USTED C!UE EL PRESUPUESTO MILITAR

anto por 1 OO

80 80

70 70

60 60 Permanezca Permanezca estable o estable o

50 50 aumente aumente

40 40

Dlsmlnuya Dlsmlnuya 30 30

20 20

10 10

0’ 01 I I I I I I I I l l 1 1 1 1 1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990

Figura 3

desean que el presupuesto novaríe representan la mayoría 46 por 1 OO. Sólo el 35 por 100 (en el alio 1989 era el 36 por 1 OO) de entre los encuestados opinan que debe reducirse, figura 3. Respecto a esta reducción se manifiestan de una forma destacada los jóvenes (de 16 a 24 alios: 44 por 1 OO; de 25 a 34 alios: 47 por 1 OO); los directivos (42 por 1 OO); los profesionales de grado medio (54 por 1 OO) y las personas con un nivel superior de instrucción (56 por 100). Otro aspecto notable en cuanto a la estabilidad de opinión es el que se refiere a empleo de fuerzas en el exterior de Europa. Dicho aspecto recibe

ESTAN DE ACUERDO EN EL EMPLEO DE LAS FAS EN EL INTERIOR DEEUROPAPARA

(en tanto por 1 OO)

si No --

- Garantizar la vida de los franceses residentes en el extranjero

- ConseguIr la liberación de los rehenes ..,...,... - Ayudar una población en peligro - Destruir un santuario terrorista ..__. - Contribuir en la restauraci6n de la paz en algún

lugar del mundo .._._....... - Responder a alguna agresión económica

76 14

74 17

73 14 72 16 60 26

47 37

Figura 4

- 139 -

un claro apoyo, figura 4, p, 139, el 76 por 1 OO de los franceses lo aceptan bien para “Dreservar” la vida de nuestros compatriotas en el extranjero (esto supone 8 puntos por encima en relación al alio 1989), o bien para conseguir la liberación de los rehenes (74 por 1 OO), prestar asistencia a una población en dificultades (73 por 100) o destruir algún santuario terrorista (72 por 1 OO).

Las FAS en alza

Entre los partidarios de una fuerza de disuasión, un tanto por 1 OO elevado (63 por 1 OO) están de acuerdo con la actual política de defensa y entre los precursores de un Servicio Nacional el 39 por 1 OO, también se declara a favor de la citada política, figura 5.

‘PUEDE TENER FRANCIA GARANTIZADA SU DEFENSA SIN LA FUERZA DE DISUASION?

Tanta por 1 OO

Figura 5

Respecto a la fuerza nuclear, se mantiene la misma ambigüedad que en el alio 1989, quizá algo acentuada. En principio se pone en duda su eficacia y su empleo en entredicho. El desarme es un dato que adquiere gran importancia el 60 por 1 OO desea que Francia participe en las negociaciones sobre armamentos estratégicos.

La mayoría considera que a pesar de todo es preciso conservar como hasta ahora, nuestras fuerzas nucleares (43 por 1 OO), y las convencionales (46 por 1 OO). Losfranceses conciben que su seguridad debe encuadrarse en una alianza europea con los Estados Unidos más que en una alianza sólo europea. De todas formas el 40 por 1 OO son partidarios de una defensa totalmente independiente.

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OPINIONES DE LOS FRANCESES SOBRE EL EJERCITO

-am por 100

60

70 Buenas

60

50

40

30

20 Malas

10

1981 1982 1963 1984 1965 1966 1967 1986 1969 1990

Figura 6

OPINIONES FAVORABLES DE LOS FRANCESES RESPECTO DEL EJERCITO

ranto por 1 OO

Gendarmería

AiW

Marha

Tierra

1981 1982 1983 1984 1985 1986 1987 1986 1989 1990

Figura 7

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Las FAS no han tenido hasta ahora una imagen tan buena. Al respecto el 70 por 1 OO de los franceses confiesan tener una “buena opinión”. Esta mejora en la imagen es muy significativa, los sectores que habitualmente eran reticentes, son los que han concedido en esta ocasión, sus simpatías, entre los 25 a 34 aflos el aumento ha sido de 5 puntos, mientras que el aumento fue de 8 entre directivos e intelectuales. Las imágenes de cada uno de los Ejércitos sufren, a su vez, una variación muy positiva, figura 7, p, 141. En efecto, desde los afios 1989, todos los ejércitos han ganado entre 4 a 7 puntos en “buena opinibn”.

Este acercamiento, muy importante en sí, de los franceses hacia la Institución militar descansa en ciertos puntos fuertes, entre los cuales destacan, figura 8, por un lado la simpatía que el Ejército o los militares despiertan, (opiniones muy buenas o buenas 74 por 1 OO; simpatía hacia el Ejército 71 por 1 OO). A continuación se sitúa la sensación de seguridad que proporciona. “Inspira m8s que nada una sensación de seguridad” (el 61 por lOO), gracias a sus medios modernos y calidad en los equipos (59 por 100). Paralelamente se sitúa la percepción de su capacidad y competencia. El Ejército francés es ante todo eficaz (68 por 1 OO); está sobre todo formado por cuadros competentes (61 por 1 OO); es capaz de proporcionar seguridad a la nación (68 por 100). Por último su contribución en las misiones de servicio público y en tareas humanitarias.

Renovacibn continua

Las FAS han evolucionado como era necesario en relación con las FAS de otros países (58 por 100). De todas formas, es cada vez mejor el número de franceses que piensan

SENTIMIENTO DE LOS FRANCESES RELATIVO A LAS FUERZAS ARMADAS

ant0 oor 100

SO

70

60

0 Simpatia Seguridad La competencia

de los mandos

Figura 0

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que también se han modernizado en su mentalidad (38 por IOO), como demasiado tradicionalistas las califican el 50 por 1 OO. Los oficiales suboficiales han conseguido obtener una imagen excelente, el 60 por 1 OO les reconoce como leales y el 72 por 1 OO como buenos profesionales. Su situaci6n material continúa siendo una desconocida. Lti opini6n sobre el Servicio Nacional es muy controvertida, este se muestra como el eslabón más débil de la Defensa, no obstante, los franceses opinan que éste aporta a la juventud una buena formación militar (61 por 1 OO), al igual que una formación cívica y social (58 por 1 OO) y una completa y útil formación profesional (56 por 1 OO), figura 6, p. 141.

El aspecto formativo es reconocido sobre todo por las personas de edad y por las que poseen una formación primaria, en cuanto a los jóvenes, es también el que más perciben.

Ahora más que en el alio 1989 (una diferencia de 3 puntos) se critica la inactwidad Imás de 5 puntos con un 54 por 1 OO) y la pérdida de tiempo (49 por 1 OO). Son los jóvenes (entre 18 a 24 alios el 66 por 1 OO, entre 25 a 34 el 63 por 1 OO) los directivos (60 por 1 OO) y en general las personas con instrucción superior las que vierten estas críticas al servicio nacional. Los franceses tienen una idea muy práctica y personal del servicio militar según ellos debería proporcionar a los jóvenes una formación que les fuera útil cuando regresaran a la vida civil. En contra de estas críticas el servicio nacional, un 58 por 1 OO lo considera indispensable, adecuado en su duración y eficaz otro 50 por 1 OO de los encuestados opinan que el servicio nacional orooorciona a las FAS soldados bien entrenados e instruidos, figura 9.

,EL SERVICIO MILITAR UN AA0 PERDIDO!

Tanto por 1 OO

Primaria Secundaria TBcnicos medios, comercio

Según niveles de instruccih

Figura 9

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CESEDEN Sección de Información

ACTIVIDADES DEL CENTRO

XI

CESEDEN

CUARTAS JORNADAS:‘FUERtAS ARMADAS UNIVERSIDAD POLITECNICA DE MADRID

CUARTAS JORNADAS: FUERZAS ARMADAS UNIVERSIDAD POLITECNICA DE MADRID

Como viene haciendo periódicamente, la Comisión Mixta de Seguimiento de la Universidad Politécnica de Madrid y el Instituto Espaflol de Estudios Estratégicos, en representacibn del CESEDEN, en una de sus reuniones eligió como tema general de estudio para estas Cuartas Jornadas: “Tecnología y Desarme”, que se dividió en seis ponencias más dos comunicaciones por cada una de ellas.

Perfilados algunos detalles, se elevó a la superioridad una propuesta, quien dio su conformidad al tema elegido y a la celebración de las Jornadas en las fechas previstas.

Por tal motivo los días, 23, 24 y 25 de octubre de 1990, se celebraron estas cuatro Jornadas en el Sal& de Actos del Rectorado de la Universidad Politécnica, con la finalidad de continuar y acrecentar el,conocimiento mutuo y la cooperación entre los sectores militar y universitario, así como para aunar esfuerzos comunes en las áreas de investigación que puedan ser de aplicación a la Defensa Nacional.

El día 23 a las 09,15 horas se celebró el acto de inauguración corriendo a cargo del Excmo. Sr. don Francisco López de Sepúlveda y Tomás, general director del CESEDEN y por el rector magnífico de la UPM, Excmo. Sr. don Rafael Portaencasa Baeza.

El rector de la UPM manifestó su satisfacción por la ejecución de estas Jornadas, haciendo una serie de consideraciones sobre la vinculación del desarrollo tecnológico con las actividades de las FAS. Manifestó que el desarme significa la utilización de sistemas diferentes que implican altas tecnologías, con desarrollos importantes en electrónica, informática, nuevos materiales, etc. Habló del interés de una agencia europea de verificación por satélites. finalmente, agradeció la presencia del director del CESEDEN y de todos los asistentes.

Una vez inauguradas las Jornadas, se cedió la palabra al Excmo. Sr. general de brigada del Cuerpo de Ingenieros Aeronáuticos don Manuel Bautista Aranda, quien de forma magistral expuso el tema: “Sistemas de vigilancia y control desde el espacio”.

Seguidamente se celebraron la primera sesión civil y militar por!3 maflana y la segunda sesión civil por la tarde. Después de cada intervención se abría por el moderador un coloquio que en todo momento puso de manifiesto el interés de los concurrentes por

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/os temas expuestos, y las grandes posibilidades que brinda la colaboración entre la Universidad y las FAS.

El día 24 se realizó una visita técnica y de convivencia a la Estación de Seguimiento de Robledo de Chavela. que fue de sumo interés y a su vez complementaria de la que se hizo al INTA en las Terceras Jornadas el aRo 1988. Cabe resaltar en esta visita la exposición de su organización y estructura hecha por el director general de las Estaciones de Seguimiento del INTA y del director de la Estación, así como el coloquio suscitado por los asistentes.

Durante el día 25 se desarrollaron por la manana, la segunda sesión mil,itar y tercera civil, y por la tarde la tercera y última sesión militar. De igual forma que en las sesiones anteriores un coloquio sigui6 a cada. una de las exposiciones.

Finalizada esta sesión todos los concurrentes a las Jornadas así como las autoridades civiles y militares invitadas se trasladaron al CESEDEN, donde tuvo lugar a las 19,OO horas el acto solemne de clausura.

El primer acto de esta sesión corrió a cargo del relator civil de la Universidad Politécnica, quien de forma breve dio lectura a un resumen cronoldgico de todas las sesiones celebradas y del contenido de cada una de las ponencias y comunicaciones presentadas.

Seguidamente el rector de la UPM, resaltó su deseo de que antes que en el arlo 1992 se celebren las Quintas Jornadas, sería necesario que se organizasen seminarios, mesas redondas, etc. con objeto de estudiar aquellas áreas de investigación que en el futuro

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fuesen de sumo inter& para la Defensa Nacional. Finalizó su intervención manifestando que el 6xito de la Jornada se debe a la eficacia de participantes y concurrentes, y de manera especial a la colaboración que siempre ha recibido del CESEDEN en el estudio de estos temas.

A continuación, en su discurso de cierre de estas Cuartas Jornadas, el general director del CESEDEN empezó agradeciendo muy vivamente a la Universidad Politécnica de Madrid y a su rector el espíritu de cooperaci6n puesto de manifiesto de forma tan dilatada y efectiva. Como cuerpo de la exposición abordó la cuestibn de que, si el desarrollo económico de Occidente va ligado al de la tecnología y, hoy por hoy, la tecnología guarda una importante relación con la defensa, sería peligroso que una carretera en pos del desarme ocasionara un decaimiento tecnológico. En este sentido, se aprecia el riesgo de que una reconversión simplista del esfuerzo de defensa llegue a afectar al progreso de la tecnología y, en especial, a la Investigación y Desarrollo (I+D) que es el motor que lo impulsa, Por ello, el general López de Sepúlveda explicó que es preferible una reducción cuantitativa de los armamentos antes que de la calidad tecnológica que se produciría si decayese la investigación. En este aspecto concretq, sena16 que es de agradecer que, a la vista de la reducción del presupuesto de defensa para 1991, el capítulo de I+D no sólo haya quedado al margen de la disminución sino que experimente un cierto incremento.

Finalmente, el teniente general jefe del Estado Mayor del Ejkrcito de Tierra, Excmo. Sr. don Ramón Porgueres Hernández, que presidió el acto, declaró clausuradas las Cuartas Jornadas Fuerzas Armadas-Universidad Politécnica de Madrid.

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CESEDEN

CONFERENCIA DEL GENERAL JOHN GALVIN, COMANDANTE SUPREMO DEL MANDO ALIADO

EN EUROPA (SACEUR)

CONFERENCIA DEL GENERAL JOHN GALVIN, COMANDANTE SUPREMO DEL MANDO ALIADO

EN EUROPA (SACEUR)

El día 30 de octubre, en acto presidido por el almirante jefe del Estado Mayor de la Defensa, y con asistencia del teniente general jefe del Estado Mayor del Ejkito. profesores del CESEDEN y concurrentes-colaboradores del Curso de ALEMI, profesores y concurrentes a Cursos de la Escuela Superior del Ejército (ESE), del Aire y de la Escuela de Guerra Naval, el general John Gatvin, comandante supremo del Mando Aliado en Europa (SACEUR).

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pronunció una conferencia en el Paraninfo de la ESE y del CESEDEN teniendo lugar a continuación, un amplio coloquio.

Tras hacer alusión al CESEDEN y a las ESE de los tres Ejércitos como centros de formación de aquellos profesores que van a asumir puestos de responsabilidad en el futuro, abordó una serie de aspectos entre los que destacamos lo siguiente: - La seguridad colectiva estará pronto en vuestras manos. Hacen falta nuevas perspectivas

e ideas, y ustedes pronto tendrán la responsabilidad de llevarlas a la práctica. Tal vez sean nuevas misiones que todavía se están formulando y que, en estos momentos, no conocemos bien. Los mandos de un futuro muy próximo, han de ser capaces de conducir acciones no previstas en plazos muy cortos, además, hacerlo bien.

- Con la retirada de las tropas soviéticas de Europa Occidental, la importancia de la región Sur de la OTAN se ha incrementado y la contribución española a la defensa común está creciendo también en importancia.

- Estoy satisfecho del progreso que hemos alcanzado en los seis acuerdos de coordinación que van a guiar la relación espafiola con el mando integrado de la OTAN. Los dos primeros, Defensa Arérea y Operaciones Aeronavales en el Atlántico Oriental, ya están completadas. Esperamos concluir dentro de un par de meses los relativos a la defensa del territorio espafiol y las operaciones aeronavales en el Mediterráneo Occidental.

- Los esfuerzos que hace España con los otros países miembros de la OTAN, ayudan a la consecución del proceso de organizar la defensa común. Por supuesto España, como los otros países miembros de la OTAN, mantendrán sus propias decisiones soberanas en cuanto a Icl estructura de fuerzas y la participación en la Alianza.

- La adquisici6n de los F-18 y la modernización de los F-5 y Mirage- darán a la Fuerza Aérea espaliola los recursos necesarios para que Espaiia quede a nivel tecnológico del potencial aéreo OTAN.

- El plan de adquisición y modernizacián de fragatas y dragaminas, asegura la flexibilidad marítima de Espalia en sus nuevos compromisos con la OTAN.

- Las bases aéreas y los puertos espaiioles han sido imprescindibles en el movimiento de Unidades norteamericanas al Golfo y en el apoyo de esas Unidades.

- La dura confrontación que dominó la “guerra fría” en las cuatro décadas pasadas ha terminado. Hemos pasado de una era de continua tensión y desconfianza entre el Este y el Oeste y hemos entrado en tiempos de mayor cooperación.

- El control de armamentos y los tratados se ha convertido en el eje de nuestra paz. - Hemos avanzado mucho en el riesgo de un enfrentamiento entre potencias antagonistas,

gracias al desarrollo de una serie de tratados y medidas de confianza sobre: armas nucleares de alcance intermedio, Fuerzas Convencionales en Europa, armas nucleares de corto alcance, armas nucleares de largo alcance y armas químicas,

- Los Acuerdos de Estocolmo han contribuido a eliminar las desconfianzas de antes. Hemos realizado 43 inspecciones en el Este. Comprobando en maniobras y ejercicios, que los acuerdos se venían cumpliendo.

- De un acentuado desequilibrio cuantitativo de Fuerzas Convencionales en Europa, se pasará a un equilibrio cualitativo de fuerzas.

- Simultáneamente, una mayor comunicación política y militar como requiere la Declaración de Londres, ayudará a mantener la paz. El reconocimiento de los requisitos de seguridad de los adversarios potenciales tiende a aumentar nuestra conciencia de la necesidad de evitar acciones desestabilizadoras.

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- Nuestros convenios operativos deber ser capaces de aportar refuerzos al punto decisivo pues, sobre todo, hay que tener fuerzas suficientes en el lugar y el momento adecuados. Los multiplicadores fuerza -mando, control, comunicaciones, inteligencia, apoyo de combate y fuego- son cada vez más importantes. Ciertas Unidades serían las primeras en situarse allí porque el las proporcionarían potencia a la fuerza.

- Como hemos visto en la Declaración de Londres, nuestra estrategia incluirá los siguientes principios para alcanzar una paz protegida. - La defensa de todo el territorio de la OTAN. - Presencia adelantada de fuerzas, aunque a un nivel mas bajo que el del hoy. - Capacidad de movilizar fuerzas de reserva. - Capacidad de desescalada durante momentos de crisis.

- La estructura de Fuerza Convencional tiene que proporcionar básicamente: - Presencia adelantada. - Capacidad de generación de fuerzas. - Multinacionalidad.

- En el caso concreto de Espaîla, se ha de respetar su modelo de participación en la Alianza, es decir fuera de la estructura militar integrada.

- No tenemos, todavía, una estructura definida para la OTAN y la seguridad europea. Los acontecimientos se han sucedido de forma tan rápida y presentan tantas incertidumbres que resulta difícil hallar la estrategia adecuada. Por otro lado, piensan que requirió 15 aflos encontrar la estrategia nuclear y unos 6 aîlos la de respuesta flexible vigente en la OTAN.

- En el futuro, la organización de la OTAN continuar8 constituyendo la estructura central de la estabilidad en Europa, al igual que otros organismos, como por ejemplo las Naciones Unidas y la Conferencia de Cooperación y Seguridad en Europa (CSCE).

- La cuestión a la que nos enfrentamos es averiguar si tenemos la voluntad necesaria para proteger la paz aunque ello suponga un cierto nivel de sacrificios. Yo creo que sí la tenemos.

- Es difícil, dentro de una alianza de 16 naciones, lograr un concenso sobre problemas “fuera del área”. No se puede tener un plan detallado y preciso. Si mantenemos un adecuado nivel de fuerzas, una buena organización internacional y capacidad de movimiento, esto será suficiente para resolver los problemas.

- No podemos predecir cual será el futuro de Europa y menos aun el de la Unión Soviética. Los adversarios de antes ya no lo son hoy, pero esta incertidumbre es peligrosa. Ahí está el reciente ejemplo del Golfo. No tenemos la misión de atacar a un enemigo determinado sino la protección del territorio de la Alianza.

- Los militares no tenemos, como antes, planes de ataque sino niveles de entrenamiento basados en principios.

- En cuanto a los acuerdos adoptados en Viena que en un futuro próximo tendrán categoría de tratados, soy muy optimista porque están basados en la simplicidad de las cifras exactas. El problema está en la verificación, para la que Espalia ha formado un buen equipo.

- Hay diferentes tipos de fuerzas internacionales: unas funcionales y otras específicas. En tierra, debemos situarlas a nivel Cuerpo de Ejército, donde se encuentra el enlace de Fuerzas Aéreas y Fuerzas Terrestres, y tiene un Estado Mayor que puede manejar la logística y los apoyos. Dentro del Cuerpo de Ejército tendríamos Divisiones de diferentes nacionalidades. Ya hay organizada una parte de la estructura, en la que no figura EspaAa por no estar integrada.

0’

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