Nº 081 1974 Marzo - Publicaciones Defensa

256
CENTRO SUPERIORDE .ESTUbÍOS DE LA DEFNSA NACIONAL Num. 81 BOLETIN Marzo 1974

Transcript of Nº 081 1974 Marzo - Publicaciones Defensa

CENTRO SUPERIOR DE .ESTUbÍOS DE LA DEFNSA NACIONAL

Num. 81

BOLETIN

Marzo 1974

SUMARIO

1. ORGANIZACION— Reorganización del Ministerio del Ejercito

1V. ESTUDIOS ESTRATEGICOS— Las aguas españolas de Gibraltar— Gibraltar - Eurocontrol— MBFR (Reducciones Mutuas y equilibradas

de fuerzas)

y. ESTUDIOS TÁCTICOS Y LOGLSTICOS— La cuarta guefra árabe - israelí

VI. ESTUDIOS POLITICOS y &CIALES— Los fuera de la ley del antimilitarismo— Un nuevo camino para Europa— Siú América o con América

VII. ESTUDIOS ECONOMICOS

— Las grandes empteas petrolíferas buscanel monopolio de nuevas fuentes de energia

VIII. CUESTIONES TECNICAS— Lo que dice el ‘Libro Blanco” del Estado

Mayor de la Armada de Italia

X. ACTIVIDADES DEL CESEDEN— Dirección— ALEMI— EMACON— IEEE— Memorial Cesediano

XI. SECCION BIBLIOGRAFICA

CESEDENDpi° de Información

Boletín mensualn° (U

— REORGANIZACION DEL MINISTERIO DEL EJERCITO.

1

ORGAN IZACION

CES EDEN

REORGANIZACION

DEL

MINISTERIO DEL EJERCITO

BOLETIN DE INFORMACION NUMO 81-1Marzo, 1974

DECRETO 2719/1973, de 2 de noviembre.

La experiencia adquirida durante el tiempo transcurrido desdela publicación de las disposiciones porque se rige la estructuración actualdel Ministerio del Ejército, ha puesto de manifiesto la necesidad de proce-=der a una reorganización del Departamento ministerial, que permita reforzar la unidad de: sus estructuras y establecer la necesaria jerarqufa y equilibrio entre ellas, con objeto de lograr un mejor servicio,,

Esta exigencia viene impuesta por el continuo desarrollo y porla complejidad de los problemas dé la Defensa Nacional, que obligan a aó—tualizar y potenciar los medios de acción del Ministerio, especialmente enlos sectores de personal, material y económico, y a coordinarlos entre sÍ,con la finalidad de lograr la adecuada eficacia de las Unidades Armadas, razón fundamental de toda acción de la Administraci6n Militar.

Siguiendo el criterio anterior, se distinguen claramente en elpresente Decreto las, funciones de Mando, que ejerce el Ministro por mediodel Jefe del Estado Mayor Central; las de gestión de los recursos b&sicos —

de Personal y el aspecto económico—financiero, que corresponden al Subsecretario, y los asuntos referentes al material, dirigidos por el Jefe Superior de Material.

El Estado Mayor Central es el Organismo que, por delegacióndel Ministro y siguiendo sus criterios e instrucciones, desarrolla la funciónde mando, relacionada con todas las actividades que tiene lugar en el Ejército, y se ‘le encomienda un mayor control de los Servicios, dada la actualimportancia y transcendencia de la logfstica.

Con la finalidad de que el Jefe del Estado Mayor Central puedacomprobar el grado de eficacia de las Unidades y Servicios y de dirigirlosen el aspecto técnico, se le incluyen orgánicamente las Inspecciones de lasArmas, Cuerpos y Servicios.

A la Subsecretar1a se la libera de algunas de las funciones quetradicionalmente venia desempeitando, para permitir que pueda prestar una

II

mayor dedicación a los asuntos de personal y económico-.financieros,

La Jefatura Superior de Material ejercerá la función adminis —

trativa relacionada con los recursos del material de guerra, de acuerdo conlas normas elaboradas por el Estado Mayor Central

Su gestión estará encaminada a la investigación, adquisición yfabricación de armamento, material y equipo del Ejército,

La reorganización que este Decreto lleva a cabo, de acuerdo —

con lo previsto en el arttculo segundo de la Ley de diecisiete de julio de milnovecientos cincuenta y ocho, sobre procedimiento;. administrativo;, adaptada a los Departamentos militares por Decreto mil cuatrocientos ocho, de —

dos de junio de mil novecientos sesenta y seis, no supone aumento presu— --

puestario, ya que la creación de nuevos órganos superiores queda compen—- sada por la supresión de otros del mismo rango.

En su virtud, de conformidad con lo dispuesto en el artrculo segundo y concordantes de la Ley de Procedimiento Administrativo, a propuesa del Ministro del Ejército y con aprobación de la Presidencia del Gobierno, previa deliberación del Consejo de Ministros en su reunión del dra dosde noviembre de mil novecientos setenta y tres,

DISPONGO:

Artiáulb primero.- El Ministerio del Ejército, bajo la superiordirección del titular del Departamento, tendrá la siguiente estructura orgánica básica:

Uno. - Estado Mayor Central. -

Dos. — Subsecretarra.

Tres. - Jefatura Superior de Material.

Constituyen también el Ministerio del Ejército:

Uno. — Dirección de Mutilados.

Dos. — Dirección de Acción Social.

•i1 1

Tres. - Dirección General de la Guardia Civil.

Cuatro. - Ordenación General de Pagos.

Cinco. - Intervención General del Ejórcito.

Asimismo, quedan adscritos al Departamento:

Uno. - Consejo Superior del Ejórcito.

Dos. - Consejo Supremo de Justicia Militar.

Tres. - Organismos autónomos del Ministerio del Ejórcitoreconocidos por la legislación vigente.

Artf culo segundo.- La Jefatura del Estado Mayor Central delEj&rcito estará desempefiada por un Teniente General del Grupo de “Mandode Armas”, que tendrá la máxima autoridad del Departamento, despu€s delMinistro.

Artfculo tercero.- El Estado Mayor Central del Ejórcito, bajola dependencia directa del Ministro, tendrá por misión preparar al Ejórci—to para la guerra, estableciendo la doctrina de empleo más adecuada y ——

adoptando la estructura orgánica más conveniente en cada momento.

Realizará el estudio y planificación de todas las actividades y -

funciones que se desarrollan en el Ejército, y determinará sus necesidadesde todo orden.

Artrculo cuarto.- El Estado Mayor Central del Ejército quedará estructurado en la siguiente forma:

Uno. - Jefatura Adjunta, a cargo de un General de Divisiónen situación de actividad.

Dos. - Dirección de Organización y Campafía, a cargo de -

un General de División del Grupo de “Mando de Ar —

mas11.

•IV

Tres. - Dirección de Servicios de Asistencia y Abastecimiento, a cargo de un General de División del Grupo de“Mando de Armas”

Cuatro, - Dirección de Servicios de Mantenimiento, a cargode un General de División del Grupo de “Mando deArmas”

Cinco. — Dirección de Enseíjanza, a cargo de un General

de Divi.si6n .det Grupo de “Mando de Armas!1

Seis, — Jefatura de Reclutamiento y Movilización, a cargode un General de División en sitúación de actividad,,

Siete. — Inspecciones de Armas y -Servicios, a cargo de —

las autoridades que se especifiquen en cada uno,

Artf culo quinto.- La Escuela Superior del Ejército continuarádependiendo directamente de la Jefatura del Estado Mayor Central del Ejrcito.

Arti’culo sexto.- La Subsecretarfa del Ministerio del Ejércitotendrá a su cargo la dirección de las materias de personal y económico- financieras del mismo, las relaciones con otros Departamentos ministerialesy la gestión de los asuntos que le sean encomendados por el Ministro,

La Subsecretarra será desempeñada por un General de Divisiónen situación de actividad, y quedará estructurada en la siguiente forma:

Uno, — SecretarIa General, a cargo de un General de Bri—gada del Servicio de Estado Mayor del Grupo de -

“Mando de Armas”,

Dos. - Dirección de Personal, a cargo de un General de -

Brigada en situación de actividad.

Tres. - Dirección de Asuntos Económicos, a cargo de un. -

General de Brigada , o asimilado, en situación d eactividad.

y

Funcionarán bajo la inmediata dependencia de la Subsecretarialos siguientes Organismos:

Uno - Asesorra Juridica del Ministerio.

Dos. Servicio Histórico.

Tres. — Archivos Generales.

Cuatro. — Junta Principal de Compras. -

Cinco. - Batallón del Ministerio.

Artfculo Sóptimo.- La Jefatura Superior de Material, de acuerdo con las directivas emanadas del Estado Mayor Central, planificará y hevará a cabo los procesos de investigación, adquisición y fabricaciÓn del material de guerra, asr como la inspección de esta última, cuando los encardos de ejecutarla no pertenecieran al Ministerio del Ejercito.

Al frente de esta Jefatura Superior de Material figurará un Teniente General én situación de actividad.

La Jefatura Superior de Material constará de:

Uno. — Secretarfa Géne.ral, desempe?íada por un General deBrigada del Grupo de “Destinos de Arma o Cuerpo”.

Dos . — Direcci6n Tcnica e Inspección, desempeitada p o rel General Inspector del Cuerpo de Ingenieros de Armamento y Construcción (Rama de Armamento)

Tres. - Dirección de Investigación, desempeiíada por un General de División del Grupo de “Destinor de Arma oCuerpo”.

Cuatro. - Dirección de Adquisición, desempeítada por un General de División del Grupo de “Destino de Arma o --

Cuerpo”.

Cinco - Dirección de Fabricación, desempeñada por un General de División del Grupo de “Destino de Armao Cuerpo”.

VI

Articulo octavo — Las Direcciones de Mutilados y Acción Socialy la Dirección General de la Guardia Civil continuarán con la misma estructura, misiones y mando que tienen actualmente.

Artículo noveno.- El Consejo Superior del Ejército, el Consejo Supremo de Justicia Militar, la Ordenación General de Pagos y la Intervención General del Ejército continuarán asimismo con la misma organización, funciones y dependencia que tienen en la actualidad.

Articulo décimo — Como consecuencia de la nueva organizaciónse suprimen:

— Dirección General de Organización y Campaíia,

— Dirección General de Instrucción y Ensefíanza.

- Dirección General de Reclutamiento y Personal.

— Dirección General de Servicios.

— Dirección General de Industria y Material.

- Dirección Géneral de Fortificaciones y Obras.

— Dirección General de Mutilados

- Dirección General de Acci6n Social.

- Jefatura de Transportes del Ejército.

Articulo undécimo,— De conformidad con lo previsto en el párrafo tercero del articulo séptimo de la Ley treinta y cinco/mil novecientossetenta y dos, el Ministerio de Hacienda queda autorizado para proponer lasoportunas modificaciones y trans{erencjas presupuestarias, a iniciativa d elMinisterio del Ejército, sin que en ningún caso se produzca aumento de ——

gasto

Articulo duodécimo:- Se autoriza al Ministro del Ejército para dictar cuantas disposiciones sean necesarias a fin de desarrollar lo dispuesto en el presente Decreto, delimitar con detalle las funciones entre losórganos que se establecen en el mismo y llevar a cabo su implantaci6ngra_dual y sucesiva de acuerdo con la conveniencia del servicio.

vi’

Artrculo decimotercero.- Quedan derogadas las disposicionesque se opongan a lo que se establece en el presente Decreto.

As! los dispongo por el presente Decreto, dado en Madrid a dosde noviembre de mil novecientos setenta y tres.

FRANCISCO FRANCO

El Ministro del Ej&rcito

FRANCISCO COLOMA GALLEGOS

‘JO ..XXV.—Num, ;u.—Apendice .MaIt, 1 •Je iuai ¿u u i. -

BIAfflO OFICIÁLDEL

MINISTERIODELEJERCITO

APENDICE

SUBSECRETARIA

Secretaría General

ORDEN MINISTERIAL SOBRE REORGANIZACION

DEL MINISTERIO DEL EJERCITO

1). 0. iluTil. Il.—ApenUdee i as ms uo

INDICE

Página

L—ESTADO MAYOR CENTRAL •

Jefatura Adjunta4

Dirección de Organización y Campaña5

Dirección de Servicios de Asistencia y Abastecimiento7

Dirección de Servicios de Mantenimiento9

Dirección de Enseñanza11

Jefatura de Reclutamiento y Movilización 12

De las Inspecciones15

I1.-suiBsslOnRTARTA14

Secretaria Generai15

Dirección de Pereona17

Dirección de Asuntos EconómicOs17

Comisión de Contratación 20

111:—JEFATURA SUFFáRIOR DE MIATERIIAL20Secretaria General21

Dirección Técnica e Inspección22

Dirección de Investigación13

Dirección de Adquisición24

Dirección de Fabricación24

tV—DE LA tNTSNDSNCLA25

Y—iDE LA INTERVIENICION20

v1.—DIspICION CENFARALI17

U. O. núm. 60—Apéndice 12 de marzo de 1974 3¡

ORDEN MINISTERIAL SOBRE REORGANIZACIONDEL MINISTERIO DEL EJERCITO

De acuerdo con lo dispuesto en el articulo duodécimo del Decreto mime-ro 7lDiOlJ, de 2 de noviembre, de reorganización del Ministerio del Ejérclin, y como continuación a la Orden de 12 -de -elicienlbre de 1973 jD. O. nOmero Idi)), sobre transferencia de funciones y personal de Organismos deaqu-i ssi.prirni-dos a los quo de acuerdo con el mismo subsisten o se crean,se eoeabit.cen- seguldatreuite las iuisiotu-s de los tres Organismos que co-netituy::-re -la estructura básica del lflepe:ia:nento —Eeta-do -Mayor Ceniral, Subserretaria y Jefatura Superior de Material—, asi como las que, dentro deellos, quintan alribuidae a las Direcciones, Jefaturas e Inspecciones:

1

ESTADO MAYOR CENTRAL

Articulo ps’inscro:

La Jefaiura del Esta-do Mayor Central del Ejército estará desempefladapor un Teniente General del (huno de «Mando de Anuas», que tendrá la máxima autoridad del Departamento, después del Minielro.

En caso de ausencia, interinidad u otra circunstancia calificada, serásustituido en sae funciones como Jefe del Estado Mayor Central por el &s.neral más antiguo del Grupo de «Man-do •de Armas», do los destinados en lasDirecciones y Jefatura Adjunla.

El Gattera1 Director de Organización y Canepaita tendrá siempre el carácter de Segundo Jefe del Estado Mayor Central.

Articulo segundo:

El Estado Maor Central -del Ejército, bajo la dependencia directa delMinistro, tendrá por misión Dreparar el Ejército para la guerra, estableciendo la doctrina -de empleo más adecuada y adoptando la estructura orgánica más conveniente en cada momento.

Realizará el estudio y planificación de todas las actividades y funcionesgua se desarrollan, en el Ejército y determinará sus neeeetdadee •ds todoorden. -

Prever y definir las caraeterieficas y cnantia de los recursos humsnosy materiaee nscesat’iOs e im-pttlsar las medidas encaminadas a su obtención, a fin de .que sirvan coeno directrices a la Subsecretaria y a la JefaturaSuperior de Material, pará nula ir las necesidades a.n-tr-il-iahae.

-Se re:acioaará -directamenle, o por medio .de sus Organismos subordinados, con el Alto Estufo Mayor y los Estados Mayores de lo Armada y delAire, así como con. los Servicios y Sociedades Civiles, en los asuntos quesean de su cntnpetencia.

Articulo tcrce:n: -

El Esta-do Mayor Central dO Ejército qnedará estructurado d-n la eiguieucc forena

L—Jefatura Aéj’enta, a cargo de un General -de División en situación de ae-tividad. -

2.• ._Dlreéción dr Organizoción y Canepatta a cargo dc un General de -Dlvi--sión del -Gtopo de «Mando de Armas». -

- 2.—Dirección do Servicios de .keistsocia y Abastectmiento, a cargo de un -dr División del Grttpo de «Mando elt Arenas».

4.—Dit-ecriótt rIo set-vicios de Mantenieniento, a cargo de un General de Di.vLeio:r do: -lirupo de «Mando de Armas».

— 5.—ltiee-crinn -le -Enernaerza, a cargo de un. General de División del Grupo- ele «Mar-do de Armas».

- (1.—Jefatura -de Reclutamiento y Movilización, a cargo -de un General de Dlvisiótt en situación de aclivtdad.

- 7.—Inspecoionss de Armas y -Servicios, a cargo de tas autoridades que- nespecifiquen en ca-da un-a. -

- - Articulo cuarto:

La Escuela Superior del Ejército continuará dependiendo directamente dela Jefatura -del Estado Mayor Central -del Ejército, con la organización 7nusrottes que tiene en la actualtdad.

---

)

4 12 de marzo de 1974 D. O. núm. (tt—Apeiid!--e

Jefatura Adjunta

Articulo quinto: .

1—La Jefatura .Adjunta tendrá como misiones:’— Auxiliar al Mando, proporcionándole los datos precisos para adoptar

cus decisiones y, en su caso, desarrollar ésta en los asuntos generales, en la obtención y difusión de la información y erf el empleo delos medios técnicos de planificación.Coordinar la acción de loe distintas Direcciones en los asuntos no específicos de cada una de ellas o en los que le sean encomendados porel Teniente General Jefe.

2.—Estora estructurada en:— Gabinete de Coordinación.— Secretaría General del Estado Mayor tentral.— Jefatura de Información.— Jefatura Técnica de Planificación.— Sección de ‘Relaciones Póblicas.— Asesoría Juridica del Estado Mayor Central.— -Seccion de Detall y Contabilidad del Estado Mayor Central.— Servicio de IntervenciÓn del Estado Mayor Central,

De la Jefatura Adjunte dependerási:

— El Gabinete de 1 icologia y Sicotecnis.— Sa C. E. M. A. G.— El Servicio Geográ-fio del Ejército.

Los cuales continuarán con la misma estructura orgánica, misto.nes y mando que tienen actualmente.

2.1—Gabinete de Coordinación.ei.1.—iA cargo de un teniente coronel del 5: E. .M., del Grupo de

Mando de Armas’.2.1.2.—Tendrá como misiones:

Auxiliar al Jefe Adjunto en la adopción de sus decitionesmediante la aportación de los ‘datos precisos y la redacciónde informes, memorias y -propuestas, en los asuntos quesean competencia de la Jefatura, así como desarrollar lasque por aquél le sean encomendadas.Coordinar la acción de los Organos subordinados-a la ¡eatura, ‘en los eétudios, planes y -programas -a ‘ elaborar,cuando- afecten a más ‘de uno de ellos o no sean peclficosde los, mismos.

EL—Secretaría General -del Estado ‘Mayor Central. - - -

2,2.1.—A cargo de nn tenienta coronel del E. E. M., del Grupo de- - ‘Mando de Armas’. - -

- 2.2.2.—Tendrá como misiones: - - -

—- Gegi-stro de entrada y -salida ‘de correspondencia del Eta- - do- Mayor Central, así éomo -distribución de asuntos a los

- diversos Organos del mismo. -

— Asuntos del personal del, Estado Mayor Central y de los- - agregados mtlltares en el extranjero. - -

— Régimen Interior, material y bíbltoteca del Estado MayorCentral, -

— Despacho de ‘asuntos generales y específicamente de la tramitación de los relacionados con la Junta de Defensa Na- -

cto-nai. - -

— Desarrollar los trabajos, estudios o proyectos que ‘le encomiende pl’ Jets Adjunto. -

t.3.-Je-fatura de Información. -

2.3.t—A cargo de -un General de ‘Brigada del 5. E. 34., del Crispo dedelando ‘de Armas’, - - - - -

2.3.2.—Tendrá como misiones.: - - - - -

- — ‘Formular y -proponer los pianes ‘de en-formación exterioro tnterior. -

— ‘Obtener, valorar, comprobar y difundir la información sobre los ejércitos extranjeros, así- coto la de] interior.

— Servicio- ‘de Cifra, criptogtafía. ‘Propuesta y organización.de los cursos sobre estos aspectos, set como los de información general,

— ‘Proponer -normas para la protección de la documentación.- — Relaciones con los agregados militares,

— Tramitación ‘de la asistencia a Comisiones, Cunas, sic.. eael extranjero.

U. U. :.m. 6O.—.&péndice 12 de indizo. da l’Jfl

2.2.3.—Estará. estructurada en:— Secretaria.— Sección de Información Exterior.— Sección de Información Interior.—-Gabinete de Traduccoree e intérpi eles.

De la Jefatura de Información dependerán:

— Servirlo de Publicaciones.— Recreo Educativu del Soldado.Loé cuales contirluaráli con las mismas tuiciones y es

tructuras que en la actualidad.

2.4.—Jefatura Técnica ‘le Planificación.2.4.1.—A cargo de un General de Brigada del 5. EM., en situación de

actividad.2.4.2.—Tendrá como misiones:

— Estudiar e informar sobre ta aplicación de las nuevas técnicas y procedimtentos a cuantas disposiciones de carácter general y especifico scan formuladas por eJ Estado Mayor Central y loe demás Organismos del Ejército.

— Dirección, coordinación y control de tos servicios de

— informática.— .Estadistica.

— Normalización.— Catalogación.

— Establecer y mantener el enlace con los Organismos y Ser-victos citados de las Fuerzas Armadas, así como con los Oc

ganos de Ja Administroción póblica y civil.— Actualizar permanentemente el conocinsiento de las técni

cas, métodos y procedimientos de análisis y gestión; fomentar su difusión en el Ejército y promover la formación depersonal idóneo a través de Centros Oficiales, nacionales yextranjeros, supliéndolos cuando ello no sea posible.

2.4.3.—Estará estructurada en:— Secretaria.Sección de Estudios y Planes.

— Sección de Estudios Económicos.

De La Jefatura Técnica de planificación dependerán:

— Servicio de Informática.— Servicio de Estadistica.— Servicio de Normalización.— ‘Servicio de Catalogactón.

Los cuales continuarán con la misma organización general .y funciones que tienen en la acttialida.d.

,4rtícuto sexto:

1-—La Dirección de Organtzación y Campaña tendrá como misiones:— Á-uxitiar al Mando del Estado Mayor. Central, fundamentalmente en.

a preparación del Ejército para la guerra y en la adopción de la doctrine de empleo y .de la estructura orgánica más conveniente ezi cadamomento y en el cermplimiento de las órdenes del citado Mando.

— Prever y definir las necesi.dades de los recursos de toda clase e ini-pulsar las medidas encaminadas a su obtención, set como proponer la

organización, asignación y dotación de los mismos, pre.paránlolospara su debtda utilización.Estudiar y prevenir el empleo del Ejército, de acuerda con la doctriita adoptada.

- — Proponer al Jefe del Estado Mayor Central las lineas de acción a quehan de ajustarse las -Difecciones del Estado Mayor Central y de laJefatura de Reclutamiento y Movilización del mismo para cubrir lasnecesidades de los recursos de todo orden.

2.—Estará estructurada ere la siguiente forma:— Secretaria Técnica.

— Jefatura de Organización.— Jefatura de Operaciones. -

— zacalura de Logística. - -

*

Dirécción dé Organización y Campaña

6 12 e marzo ae 1974 Ui. ti. aiim. tv.—»Apeeiatoe

De la Dírecrión de O’rgánlzartón y Campaña dependerán:

— La Fuerzo Aer.omóvt.l del Ejército de Tierra ‘(E. A. Sí. E. T.).El Regimiento ‘de Automóiies de la Reserva General.

2,1—Secretaría Técnica.2.l.l.—iA cargo de un teniente coronel del E. lE. M., del Grupo de

tMando de Ansias».

2.1.2.—Tendrá como misiones:— Auxiliar al General Director en la adopción de sus •de:isio

nes, mediante la aportación de loe datos’ precisos y la redacción de los informal, memorias y ‘propuestas en losasunloe que sears competencia de La. Dirección, así comadesarrollar loe que por aquél le sean encomendadoe.Coordinar la acción de’ las Jefaturas en los estudioh planes y programas a elaborar cuando afecten a más de unade ellas o no sean espelificos de las mismas.

t.2,—Jefatura de Organización.2.2.1.—A cargo de un General de Brigada del E. E. M., del Grupo de

‘Mando de Armas».Z,2.2.—Tendrá como misiones:

— Prever y estudiar todo lo relativo a necesidades, organización, articulación y administración de los recursos bu.manop, a fin de proporcionar al Mando los elementos precisos para ‘fund amentar sus decisiones, transformándolasen directivas, normas instrucciones u órdenes, y velandopor su cumplimiento.

— Estudiar, planificar y elaborar la normativa y planes parala obtención de los recureos humanos, tanto los necesariosen paz como de todo tipo para ‘la guerra5 velando por sucumplimiento.

2t3.—Est.ará estructurada en:— Secretaria— Sección de Organización.— Sección ide Reclutamiento y Movilización.

1.3.—Jefatura de Operaciones.t3.i.—A cargo de un General de Brigada del E. E. jet, del Grupo de

«Jitando de Armas.. , ‘

- 2,3.2..—Tendrá como misiones’: ‘

— Estudiar y coordinar la doctrina y -normativa de empleo delas Unidades y midios en que se articule la Fuerza.

— Elaborar y programar las directivas, normas, instruccionesy órdenes encaminadas a la preparación de la Fuerza parala guerra, treviendci y programando loe- medios necesarios’para ello y velando por su cuxnpllmjiento.

— Prever y elaborar los planes de actuación del Ejército y de‘los medios u Organos que se pongan a su disposición, eneperaeion’es de guerra, situaciones de emerflncia y de catástrofe o calamtdad pública,, definiendo en consecuencia la‘Fuerza ‘y los medios necesarios, su asticulación y uhicación.

— Definir y elaborar normas sobre la seguridad de los mediosy iOrgnnoe puestos a disposición del Ejército para. permitir

su uli.lización. con las necesaria garantías de empleo.2,3.3—Estará estructurada en:

— Secretaria.— Sección de ‘Doctrina..— Sección de Instrucción.— Sección de Operaciones

-�.4.—-Jfatura de Logística. ,

cargo de un General de ‘Brigada del 5. E te!., del Grupo de‘Mando de Armas». .

2:4.2.—-Tendrá cnmo miéiones:— !‘rever y planificar los recursos materiales necesarios para

el cumplimiento de las ‘misiones encomendadas al Ejército,‘definir sus características y preponer los, más apropiados.Adoptada la decis.ión por el Mando y ordenada, su obtención.velar ‘por el cumplimiento oportuno y adecuado de lo ordenado, en la esfera de su competencia.

S. O. núm. 6O.—Apéndice 32 de marzo de 1974 -.

— ‘Prever y estudiar la correcta asignación y utilización de loerecursos materiales, a fin de que el Mando pueda adoptar susdecisiones, transformándolas en directivas, normas, instrucciones u órdenes de distribución y mantenimiento de lo,mismos, así como pai-a el mejor funcionamiento de los Set--vicios y de los transportes.

— Planeamiento y organización de los transportes para el movimiento Ss ‘Fuerzas y mattriaes.

— Prever, estudiar y desarrollar todo lo relacionado cois la ¡nrfraestruciura como soporte y apoyo para la adecuada ejecución de las funciones logísticas de Abastecimiento, Mantenimiento y Transporte y en beneficio de la comodidad y condiciones de la vida de las Tropas.

24.3—Estará estructurada en

— Secretaria.— Sección de Material.— Sección de togistica.— Sección de infraestructura.

Dirección de Servicios de Asistencia y Abastecimiento

Artictifo séptimo:

1—-La Dirección ile Ssrvici’’s ele Asistencia y Abssteciunenlo tendrá como misiones:

— Estudio y desarroltu de la función logistica básica de abastecimiento encuanto comprenden tas actividades de obtención, almacenamiento y entrega de aquellos elementos que las tropas necesitan para vivir y queno sean •de la competencia de la Jeratura Superior de Material.

— Estudio y desarrollo de la función logislica -básica de znanieni,mieuto.en cuanto comprenden las siguientes actividades: -

- — Conservación, recogida, recuperación, clasificación, evacuación y iratamisnto del personal y ganado.

— Entretenimiento, recuperación, evacuación y reparación del materialdependiente de los Servicios de Asistencia.

t.—Estará estructurada en la siguiente forma:— Segunda Jefatuja— Secretaría Técnica.— Jefatura de Intendencia.— Jefatura de Sanidad.— Jefatura de flrmacia. -

— Jefaiura de Veterinaria. -

— jefatura de Cría Caballar y Remonto.— Sección de Defensa A. B. Q.

2.1.—Segunda Jefatura.

e,a.i.—A cargo de un General de ‘Brigada, en situación de actividad.

t.Í.2.—De la Segunda Jefatura dependerá el Organo encargado de lascontrataciones enoomedadas a la -Dirección.

-22.-—Secrelariá Técnica.3.1.1.—A cargo de un teniente coronel del ‘5. E. M., del Grupo de

aMando de Armas».• ¿.1.2—-Tendrá como misiones:

• — Auxiliar al Director en la adopción de sus decisiones, me-diante la aportación ‘de los datos precisos yla redacción deinformes, memorias y propuestas, en los asu-ntoa que seancompetencia de la Dirección, así como desarrollar los quepor aquél le sean enconsersdados.Coordinar la acción de -1-as Jefaturas de la Dirección en losestudios, planes y programas a elaborar, cuando afecten amás de una de euss o no eean especificos de tas mismas-

2:1.—Jefatura de intendencia.

2.3.t.A cargó de un intendente del Ejército.2.3.1.—Tendrá como misiones:

— Proporcionar al personal y ganado del Ejército, y en coóexcepcionales a la población civil, los elementos necesarIospara su vida y comodidad.

8 12 (le ulano de 1974 li. O. núm. éu.—---r:d:-e

— Desarrollar, para el cumplimiento de dicha mieión general- y la participación en las - funciones logislicas de obasleci

mienlo y mantenimiento, las siguientes actividades-:— Subsistencias.— Vestuario y equipo. -

— Acuarlelamiento y campamento.— Administración de hospitales.

2.3.3.—Estará estructura da en

— Secretaría.— Sección de Abaelecimientob y Admiuistra_çión.— Centro Técnico -de Intendencia. -

- — Almacén Central de Intendencia.

2.4.—Jefatura de Sanidad.2.4.1.—a cargo de un inspector médico de segunda clase.

2.4.2.—Tendrá -como misiones: -

- — Selección, conservación y recu-peración -de efectivos.— Obtención, conservación, entrega (en cualquiera de sus no

-daltdades( y recuperación del material sanitario qos no seade la competencia de la Jefatura Superior de Material.

— Identificación y registro de bajas, aei como la iegalizact&in- de los fallecimientos.

2.4.3.—Estará estructurada en: -- -

— Secretaria - -

— Sección de Hospitales.-— Sección de Personal.— Sección de Material.

De la Jefatura de Sanidad dependerán:

—.iEl. ‘Hospital ¡Militar Central Góm-ez-ljllji. -

— El Hospital Militar Central Genera-lásimo.— El Sanatonto Generalísimo (-Guadarrama).— El Instituto de -Medicina PreventIva.

- - — El Parqus ‘Central de Sanidad Militar. - -

— La Clínica -Militar de Arcíse-na.— La Clínica Militar -de Ciempozuelos. -

2.5—jefatura de Farmacia. -

2.511.—,A cargo -del Inspector farmacéutico. -

2.5.2.—Tendrá co-m-o misiones: -

- — Preparación, recepción clasificación, conservación y entrega(en cualquier-a de sus modalidades) de medicamentos, pro.

- - dacios y utensilios de fsrmadta. -

- - — La desinfección y -análieis- A. E. Q. y de aguas.

- - -2.5.3.—-tstará estructurada en: - -

— Secretaria - - -

— ‘Sección -d-e -Jnspección y Coordinación. - - -

— Negociados independientes. - - —. -

De la Jefatura de Farmacia dependerán:

- — Rl Instituto Farmacéutico del Ejército-. -

- — Las Farmacias de los Sloapita’les Militares de Gómez-Vlla yGenerailatmo. - -

— Las Farmacias del Sanatorio Generaltsimo y del Regtmieri- to -de la Guardia de -5. E.

2.6.-.-Jefatura -de. Veterinaria.

2.6.1—A cargó del Inspector veterinario. -

-- 2.6.2.—Tendrá como misiones: -

— Higiene y prof ilaxia, evacuación y recuperación del ganado- del Ejército.

— ‘Registro de bajas de ganado.— ‘Reconocimiento e inspección de loe -artículos d-eatinadoe a la

alimentación de las Tropas, así como los piensos y forrajee- para el ganado. -

— Recuperación, consens»tón y dietrbución del xni’erial de Veieri-nária.

D (3. nI:Irn. (éL—Apéndice 1-2 de merco de 1971 .

2.6.3-—Estará estructurada eu

— Secretaria— Sección de Inspección y Coordinación.— Negociados independientes. -

la Jefatura de Veterinaria dependerá el Laboratorio y Par-que Central de Veterinaria.

2.7.—Jefatura de Cría Caballar y Remonta.

2.7.3.—A cargo de un General de Brigada de Cabalitria, del Grupo dealando de ArmasD.

2.7.2.—Tendrá romo misiones:— froporcinnar el ganado de silla, tiro y carga a las Unt.da

des del Ejército que lo precteen.— Seleccionar diólso ganado, en los establecimientos de cría

rorreepon.dientes, loe cuales serán .de su responsabilidad en- -cuanto a entretenimiento, conservación y me-jora.

2.7.3—Estará estructurada en:

—. Secretaria— Sección de Cría Caballar.— Sección de Remonta.

De lo Jefatura de Cela Caballar y Ileinouta dcpctlderáel:

—lLas Regiones Pecuarias de Valladolid, Córdoba . Zaragoza.— Los Depósitos de Sementales.

- . — La Yeguada Idi-litar de Jerez.— El De-pósito -Central de Remonta. -

- - 2.8.—Sección de Defensa A. B. Q.

- - 2.8.3.-e& cargo de un coronel del ‘Grupo de «Mando de Ansas».2.8.2.—Tendrá como misiones:

- — ‘Realizar lae actividades propias de las .functonee logísticas

-de abastecimiento y -maptenimiento en cuanto se refiere al -material y elementos necesarios para la iproteccióu atómica,biológica y- química, individual y colectiva.

2.8.3.—Estará estructurada en:

— Secretaria- . - - — Negociados i-ndepesdientes.

- Dirección de Servicios de Mantenimiento

- Ayllruto octavo:

1-—La Dirección de loe 5-ervicioe de Mantenimiento iend-rá co-mo misiones:

- — Estudio y desarrollo :d.e la función logisiica básica de abaetecimien-tO- - en cuanto conaprende las actividades -de almacenamiento y entrega de -

aquellos elementos que las tropas necesitan -para moverse, trabajar yconsbatir, en lo que se reriere al material.

— Estudio y desarrollo de la función logística básica de mantenimientoen cuanto comprende iás actividades de entretenimiento, recuperación,evacuación y reparación del material, así como el planeamiento ints-

- gral de dicha función. -

2.— Estará estructurada en la siguiente forma:

-, — Secretaria Técnica. - - -

- - . — Jefatura del Servicio de Mantenimiento de Artillería. -- - . — Jefatura id-el Servicio de Mantenimiento de -Ingenieros. -

- - — Jefatura ‘del Servicio de 2danteni.cniento de Automovilismo.

De la Dirección id.e Servicios -de Mantenimiento tendrá depend-encia directa- - el Parque Central de Mantenimiento y los Establecimientos de Manís-

- nimie-ntO que- se organicen. - - -

- 2.1—Secretaria Técnica.

2.1.1—A cargo de un teniente coronel del 5. -E. M., dei Grupo- - de ¿Mando de Acmaas. - -

10 12 de mano de 1974 2). 0. núm. 60.—Apéndice

- 2.1.2.—Tendrá como misiones:

— Auxiliar al Director en la adopción de sus decisiones medianle la aportación de los datos preciaos y la redacción deinformes, memorias y propuestas, en los asuntos que seancompetencia de la Dirección, asi comó desarrollar los quepor aquél le sean encomendados.

— Coordinar la acción de las Jefaturas, en los estudios, planesy prQgramas a elaborar, cuando afecten a más de una deellas o no seon específicos .de las mismas.

2.2.—jefatura del Servicio de lvíantshimiento de Artilleria,

2.2.1.—A cargo de un Genéral de Brigada de A-rtilleria, en situaciónde acivi-dad.

2.2.2.—Tendrá como misiones:— Atender el abastecimiento de Armas, piezas de recambio y

materiales para su entretenimiento y conservación, así romorealizar los reconocimiento y reparaciones del armamento.

— Recibir, clasificar, ordenar, conservar y distribuir municiones de toda clase, pólvorás, explosivos y artificios.

— Eecuperar y evacuar, cuando sea necesario, el armamentoy municiones.

2.2.3.—Estará estructurada en:

— Secretaría.— Sección de Armamento.— Seoción de Municionkmiento,— Sección de Codificación .iprovislonall.

1.3—Jefatura del -Servicio de Mantenimientó de Ingenieros.

1.3.1.—a cargo de un General de Brigada de Ingenieros en situaciónde actividad.

2.3.2.—Tendrá canto misiones:—- Acopio, abastecimiento, entretenimiento, reparación y recu

peración de las -hsrramtentas y materiales para los trabajosa realizar por las tropas de Ingenieros y por las otras Armasy Servicios.Alm.acen amiento, abastecimiento, entretenimiento, reparación.y recuperación del material de transmisiones, equipos auxiliares y de medida, piezas de repueslo, componentes y mate

rial fungible utilizados por las Armas y Servicios.133—5stará estruturada en:

— Secretaria. -.

— Sección de Zapadores.— Sección de Transmisiones.

2,4—Jefatura del Servicio -de Mantenimiento de Automovilismo,

1.4.2—a cargo de un General de Brigada en situación de actividad.2.4.2.—Tendrá como misiones:

— Almacenamiento, abastecimiento, entretenichiente, reparacióny recuperación del material automóvil, piezas de repuestoy recambio, herramienta y utillaje del Ejército.

— Almacenamiento, abastecimiento, suministro- y distribuciónde las diferentes alases de carburantes, lubricantes y grasasnecesarias para el Ejército,

1.4.3—dIstará estructurada en:

— Secretaria.— Sección de vehículos de ruedas.— Sección de vehiculos de cad-sisas.

&—.‘Por el Teniente ‘General Jefe del Estado Mayor central, y a medida que las•trcu-nstanctas lo permitan, se irá centralizando la -función logistica básicae mantenimiento, orientándola hacia su mejor y más económicá orga.tzación.

b O. nüm. 8O.—Aúndlce 12 de mano de 1074 _______

Dirección de Enseñanza

Artículo noveno:

1.—La Direccin de Enseñanza tendrá las siguiente eutsioaes

— Obtención, formación, especiróiziciófl y a:piilLnl para el ascenso de jefes.oiL tales y suboficiales del Ejército y de ciertas especialidades de Tropa.

2,—Estará estructurada en la siguiente forma:

— Segunda Jefatura.— Secrc’taría Técnica.— Sección de Planee.— ‘Sección de ‘Formación de Oficiales.— Sección de Perfeccionamiento de Oficiales.— Sección .de Formación y Perfeccionamiento de Suboficiales, Suboficia

los Especialistas y Tropa.

De la Dirección de Enseñania dependerán

— Subirrs’pección de la 1. Id. E. C.— Centro de Ayuda a la Enseñanza.

2.1.—Ségunda Jefatura.

2.1.2.—A cargo de un General de ‘Brigada del 5. E. M.. del Cmpo de «Mando de Armas’.

2.1.2.—Tn.drd como misiones:‘ .— Coordinar loe diversos niveles de enseñanza.

— Asesorar al Director de Enseñanza sobre las siguientee materiás.— Programas de inspección ‘técnica y adminislrativa de loe

Centros de Enseñanza.— Planee generales de información estudio y programación’

de la enseñanza.

‘¿.2—Secretaría Técnica.

2.2.1.—A cargo de un teniente coronel del 5. E. Id., del Grupo de:«Mando de Armas’.

2,2.2.—Tendrá como misiones:

— Redactar informes, memoriae y proipueetas de carácter general’

—. Coordinar asuntos que sean competencia de varias Secciones.— Tramitar asuntos de personal de la Dirección y de los Cen-’

,tros de Enseñanza.

2.&—Secciór .de Planes.

2.3.1.—A cargo de un coronel del 5. E. Id., del ‘Grupo de «Mando de’Anuas’.

2.3.2.—Tendrá corno misiofees:

— Dedaoiar memorias e inrormes que afecten a diversos niveles de eneeñanza.

— Estudiar y proponer planes generales de información, esta-’‘dio y programación de la enseñanza.

— Estudiar y difundir nuevoe métodos pedagógicos.— Materializar las relacionee con loe Gabinetes Psicotécnicos de

los Centros de Enseñanza.— Materializar los contactos con el Ministerio’ de Educación y

Ciencia.

t.4.—dección de ‘Formación de Oficiales.

2.4.1.—A cargo do un coronel del SE. Id., del Grupo de «Maodo de’Armas».

2.4.2.—Tendrá cnmo misiones:

— Programar y deearrollar ‘la formación de oricialee.— Analizar y estudiar la información procedente de los Centros’

de Enseñanza militares nacionales y extranjeros.— Desarróllar los planes elaborados por la Sección de Pianes

en lo que concierne a Fa formación de oficiales.

12 12 de ‘marzo de 1974 .D. O. núm. 60.—pSae

2.5—_Sección de Pcrfeccionamienlo de Oficiales.

2.5.i.—,A cargo de un coronel del 5. E. M., del Grupo de ‘Mando deArmas.

2.5.2.—Tendrá como misiones:

— Programar y desarrollar el perfeccionamiento de oficiales.— Programar el plan de asistencia a cursos nacionales y ex

tranjeros.— Analizar y estudiar la información procedente de los Cen

tros de Enseño.nua militares, nacionales y extranjeros.- — Desarrollar los planes elaborados por la Sección de Planes

en Jo que concierne al perfeccionamiento de oficiales.

2.43.—Sección de Formación’ y Perfeccimiamiento dd Suboficiales, Suboficiales Especialistas y Tropa.

2.6.1—A cargo de un coronel del 5. E. M., del Grupo do .r5íando deArmas».

2.6.2.—Tendrá .como misiones:— Programar y desarrollar ‘la formación y perfeccionamiento de

suboficiales, suboficiales especialistas y tropa.— Analizar y estudiar Ja información procedente de fuentes na

cionales y extranjeras.—_ Desarrollar los ‘pianes elaborados por la Sección de Planee,

en lo que concierne, a su cometido especifico:

2.7.—.Subinepección .de la 1. M. E.. C.

2.7.1.—A cargo de un General de Brigada, del Grupo de ‘Mando deArmas».

2:7.2.._.cons.ervará sus misiones actuales y asumirá además las siguientes:

— Asuntos generales ‘de la ‘1. 1sf. E. C. y convocatoria petra ingreco en la misma

— Aspirantes, sargentos eventuales y de complemento.— ‘Alféreces eventuales y de complemento.

2.8._Centro de Ayuda ala Enseflanza.2.8.1.—A cargo de un teniente coronel, del Grupo de •Mando de

Armas».

2.8.2.—Tendrá oomo misiones:

— Proponer, -proyectar, fabricar y distribuir toda clase de material didáctico de ayuda a Ja enseñanza.

Jefatura de [Reclutamiento y Movilización

Articulo diez: ‘ ‘

1.—La Jefatura de Reclutamiento -y Movilización como Servicio de Movilizaciónministerial del Minlaterio del Ejdrcito, creado .por Orden ‘de 14 de abril de19711 (D. O. núm. 91), que desarroila el Decreto. 2059/1989, tendrá cómo mi.siones:

—Conocer loa pianes ‘de necestdades y ‘directivi,s de movilización, elabonudos por la Dirección de ‘Organización y Campaña.‘Conocer las posibilidades reales y potenciales de los recursos de todotipo que ‘puedan ponerse -a disposición ‘del Ejército de Tierra por el Servicio Nacional de Movilización.

— Estudiar, proponer, planear, programar y dirigir Ja ejecución de la Movilización en Ja esfera ‘de su competencia.

— Participar en la acción conjunta que afecte a los supuestos de la Movilización Nacional coordinados por el Servicio Central de Movilización.

— Coordinar y controlar la ejecución del Reclutamiento del Ejército.

t,—’Estará estructurada en la siguiente forma:

— Segunda Jefatura.— Secretaria Técnica.— Sección da Movilización Multar.— S’écción de Movilización Interministerial.

D.O.núm.60.—Aipéndice12demarzode1974 LS

2.1—Segunda Jefatura.

2.1.1.—A cargo de un General de Brigada, en situación de actividad.

21.2,—Tendrá como misión fundamental coordinar la acción de lasSecciones de Movilización.

2.2.—Secretaría Técnica. -

2.2.1.—A cargo de un teritenle coronel del 5. E. -M.. en situación deactividad.

2.2.2.—Tendrá corno mieiooes:

— Auxiliar al General Jefe en la adopciia de lee decisiones enloe asuntoe ele la comipetettcia de la Jefatura’.

— Auxiliar a loe Generales Jete y 2.» Jefe en la coordinaciónde la acción de las Secciones.

— Actuar corno órgano de trabajo da la Comisión Ministerialde Movilización.

2.3..scción de Movilización Militar.2.3.1.—A cargo de un coronel ‘del 5. EM., en ertuación de

actividad.2.3.2.—Tendrá como misiones: —

Establecer los planes de ejecución ‘de la movilización y des-‘movilización militar en función!de los Pisn:a, Normas y ‘Di-rectivas emanadas. de la Dirección de Organización y Canipacia.instrucciones y Normas para la preparación y ejecución dela movilización militar,

— Control.del personal y material movilizabie para el Ejército.

2,4.—Sección de .‘»tovihzacidn Interministerial.

2.4.&.—’4A cargo de un coronel del 5. E. Tel., sr’ eirnnciúr de activi.dad.

2.4.2.—Como bepartamesto ‘del Servicio de Movilización Ministerialdel Ministerio del Ejército, creado por ‘Orden ‘de 14 de abril de1971 .(D. O. núm. 91), que desarrolla el Decreto 2.059/1969, de 19do octubre de 1969 la. O. E», núm. 233), tendrá como misiones:

— Ser el Organo técnico encargado de realizar las misionesque corrsiponden al Servicio Ministerial y poder relacionar.se directamente con el Departamienlu ds Movilización del5 etvicio Central.

— Planes de Trabajo sobre movilización y desmovilización enlos supuestos de la movilización nacional coordinados por enServicio Central.

— Preparar la militarización y movilización de empresas asignadas al Ejército y estudio y propuesta de medidas a tomarpara la militarización del personal.

— Control y, en su caso, tramitación de las exenciones temporales de incorporación a Silaa del personal al que afectenlas disposiciones vigentes en tal sentido.

— Coopsrar con la Direoción de Organización y Campaña facilitando datos sobre iposibilidades de explotación, en casode emergencia, de las empresas civiles de transporte.

De las Inspecciones

Articulo ante:

1.—Laá misiones genéricas de las Inspecciones que se constituyen serán lassiguientes

— Inspección de la instrucción de las Unidades de su Arma, Cuerpo o Servicio que se determinen.

— Inspección técnica de las Unidades.— Asesorar al Mando y redactar los informes y pi opuestas que se les re

caben en asuntos relativos a su Arma o Servicio.— Mando de las Unidades de fl:eserva General que se les asignen espe

cificamente.

2.—Las Inspecciones que se constituyen serán las que o coiitinuaci&n se relacionan:

1412demarzode1974 D. O. núm. 6O—ApáadJ

?il.—iIne,peccionee de Arma.

— Inspección de Infantería, a cargo de un General de División delGrupo de »Man.o de Armas» procedente de Arma de Infanteria.

— Inspección de Caballería, a cargo de un General de División delGrupo de »Mando de Armas» procedente del’ Arma de Caballeria,que simultáneamente será Inspector del Servicio de Cría Caballary Remonta.

— Inspección de Artillería, a cargo de un General de División delGrupo de ‘,Mando de Armas» procedente del Arma de Artillería, quesimuiláneamente será Inspector del Servicio de Arlilleria.

— Inspección de Ingenieros, a cargo de un General de División delGrupo •de ‘Mando de Armas» procedenie del Arma de Ingenieros,que simultáneamente será fns’pector del Servicio de Ingenieros.

I.2.—dnspecciones de Servicio.

Inspección de transmisiones a cargo de uit General de Divisin delGrupo de «Mando de Armas» procedenle del Arma de Ingenieros.

- — inspección de Intendencia, a cargo del Intendente General del Ejército, que simultáneamente aerá Inspector del Cuerpo de Intendencia.

— Inspección de Sani.dad Militar, a cargo del inspector médico de.primona clase, que stmultáneamente será -Jnesctor del Cueppo deSanidad Militar.

—- Inspección de Construcciones Militares, a cargo del General Inspector del Cuerpo de Ingenieros de Armamento y Construcción (Rama de Construcción y Electricidad), que simultáneamente será laspector del C. 1. A. C. (Rama de construcción y ElectrieidadL

— Inspección de Farmacta. Militar, a cargo del Inspector farmacéutico,que eim-ultáneautente será Jñapector del Cuerpo de Farmacia Militar. .

— Inspección de Veterinaria Militar, a cargo del Inspector veterinario, que simultáneamente será inspector del Cuerpo de VeterinariaMilitar.

3.—El Jefe del Estado Mayor Central dictará las disposiciones necesarias paraestablecer la organización y mtsioe es especificas de cada una de las Ins

pecciones que secoostituyen en la presente Orden.

II,

SUBSECRETARIA

Articulo doce: . -

El ‘Subsecretario del Ministerio del Ejército, además de las itribuciones quele confieren las Leyes vigentes, tendrá a su cargo, de conformidad con lodispuesto en el articulo sexto del Decreto 2?l9pl973, de 2 de noviembre, las siguientes misiones: /

— ‘Dirigir las múterias relativas a personal y resolver cuantos asuntos afecten al mismo, salvá los reservados al Ministro o al Consejo de Ministros.

• — Desempeñar la dirección de las materias económico-financieras y •dispoer- cuanco concienie a los medios o recursos de tal isaiuraleza atribuidos al

Ejército o adsritos al mismo, salvo en el supuesto de que la resoiuctón oacuerdo esté reservado al Ministro o al Consejo de Ministros.

— ‘Rslacionai-se con olros Deipartamen ministeriales, acluando como Organo de comunicación con los mismo% así como con los Orgeniscesos y Entidades que tengan conexión con el ‘Ministerio, excepto cuando dichas relaciones estén atribuidas sospresasnente a otros Organismos y Dependenciasmilitares.

— Resolver o, en su caso, proponer la resolución, de los recursos que se entablen contra disposiciones o acuerdos de las Autoridades militares, cualquiera que sea su índole, siempye que se refieran a personal o asuntos económicos y administrativos

-— Proponer la resolución ‘de todos los expedientes derivados del ajercicto delderecho de petición.

— Promover en todo momento la ordenación del régimen del personal y deleconómico-financiero del Ejército, s.st como su normalización formal y simpliticacióo.

— ‘Ejercer las facultades, prerrogativas y funciones que le atribuyen las disposiciones en vigor que no resulten modificadas por el Decreto nüinero 2719/73: a

—. Conocer, resolver o. en su caso, proponer Ja resolución de los demás asantos cuya competencia específica no esté atribuida a otros Organismos delMinisterio, así como la gestión de aquellos qne le sean encomendados porel Ministro.

O. O. nam. 60-.—Apendice 12de marzo de 1974

— Ejercer análogas funiones a las delegadas por ci Ministro en los CapitanesGenerales, por lo que se reitere al personal destinado en la AdmtnistracióaCenlral Militar.

ArllculO trece:

El desarrollo de las competencias atribuidas a la Subsecretaria as llevaráa cabo a trácés de los Organos dii’eclivos que en cada momento la integren,ejecutándose coordinadamente con las que tienen conferidas los otros Organos de la estructura básica del -Ministerio, bajo la superior dirección del titular del Departamento.

Articulo catorce.

1.—La Subsecretaria del Ministerio del Ejército estará estructurada de la forma que a continuación se expresa:

‘l.l.—Secretaria General, a cargo dé un General de Brigada del Seniciode Estado ‘Mayor del Grupo de elelando de Armas».

l.2.—flireceión de Personal, a cargo de un General de Brigada en situación de actividad.

1.3._Dirección de Asuntos Económicos, a cargo de un General de BrIgada.o asimilado en situación de actividad.

2.—’Funcionardn bajo la inmediata dependencia de la ,Sisbsecretarta los stguientes oi’gani’smOs: -

2.l.—,Asssoria Jurídica del Ministerio.2.2.ServiciO Histórico.2.3.—Archivos Generales.2.4.—Junta Principal de Compras..25-Batallón del Ministerio.

‘La Junta Principal de Compras realizará la función que tiene encomendada, de acuerdo con la vigente legislación de Contratos del Estado y ‘Orden Ministerial de 9 de m.arzo de 1968 ‘(D. O. núm. 63), cualquiera que sea el Organo que haya tramitado el expediente de contratación que requiera un acto de licitación.

- Los demás Organtsmos resellados continuarán con’la misma organización y funciones que tienen en la actualidad.

3.—Asimismo estarán vinculados a la Subsecretaria:

- 3.’1.Ei Provicariató ‘General Cestre,nse.3.2—La Pagaduría Central de Haberes y Caja Central Militar.3.3.—La Asociación Mútua Benéfica del Ejército..3.4.—El Patronato Militar del Seguro de Enfermedad.

Todos ellos conservarán los cometidoS que . les corresposaden aa

tualme.nte. -4.—Los Organismos Autónomos del Ministerio ‘del Ejército, reconocidos por eL

Decreto 1348/19e2, de ‘14 de junio, mantendrán con la Subsecretaria las relaceones señaladas en el apanado tres de la Orden de 12 de diciembre de‘1973, ¡dictada como primera etapa para el desarrollo del Decreto. 27d9/1973,de 2 dl noviembre.

Secretaría General

Articulo quince:

1.—El Ssoreta.rio General, además de las atribuciones que le confieren las disposiciones vigentes y la presente Orden sustituirá al .Subscretario en anasncia o vacante de éste.

Ejercerá la Presidencia de las Comisiones, Juntas o Ponencias, de carácter general que puedan constituirse en la Subsecretaría’ y, en su caso,formará parts de otras del mismo carácter, ostentando lE represealtacióa‘de aquéllas.

igualmente, llevará a cabo las fonciones delegadas que se le encomien-den cerca de la Asociación ‘Mútua Benéfica del Ejército de Tierra, ‘Servicto Militar ‘de Construcciones,’ Patronato Militar del Seguro de Enfermedady Patronato, de Casas Militares.

2..—.’Dirigirá la actuación de la Secretaría General, cuyo conteuido tunctonalse-rá el siguiente:2.1-—Asuntos relacionados con loe Altos Organtsos ‘del’Estaido. con los

densás epar5amentos Ministeriales y con los Otgafsts-mos y Entidadesqoe tengan conexión con el Ministerio.

16 12 ele marzo de 2914 ‘0. 0 neini. éO.Apóndice

l.2.—Triamitc.ción ele expedientes o documentos relacionados con el Consejo Supremo :le Justicia Militar y con el Consejo Superior del Ejército.

2.l.Macsijaa de carácter rasel vado que se refieran a la disciplina military al orden púbUco o cualquier otra ‘de similar naturaleza qne afecteal Ejército.

2.4.—’Relacionee con la Dirstcjóoi General de la Guardia Civil, Jefatura deTrafico Inspección de lO Poitcia Airnada y Dtrerciones de Multladoey Acción, Social.

t.O.—Preparacidn de expedientes para el Consejo de linistros.t.t.---Tramjtación ele los inteproyetos ele Leyes y llecrelos y gestión le su

posterior publi ‘lacióel, una vez proni ulgados.

?.7,Asuntos relativos a Oficiales Generales.d.8.—iMatsrtae de Justicia.2.’O.—Trámiie y ‘proposición ile la resolución de recursos

?.10.-——Gobierno Militar (Ial Palacio de Buenavista, riigimrn interior y admtntste’acién del Ministerio.

?.ll.ilegtstros, archivos y distribución de.toda la ccrl’espo,i4encia dirigidaal Ministerio.

I.lI.-—Promoción, recepciún y coordinación ‘de las propuestas de Ordenes‘Ministeriales e insertar en el «Boletin Oficial del Estado y Disnio‘OFICIAL.

2.lli.—rkeuntos ‘relativos a Pe.ctocolo.?.lt.-—Autorizaciones control guias y revistas sobre orinas de propiedad ini

divtduat del personal enCita.r, perteneciente a la Aduitnistración Central e igualmente ile las .armas de guerra y arnsae largas rayadasde todo el perennal del Ejército.

2.13.—5s’rvicio de ‘Información Administrativa

2.16.—Tramitación de expedientes derivados dei ejercicio de derecho depetición.

• 2.l7.—Cueettones referentes a protección social, viviendas para el personal- del •Ejércitd y prisiones militares.

2.l8.Deearroflo de las órdenes internas que deban dictarse para cumplimentar las •decteiones del Ministro y ‘del Subsecretario o las que sederiven de la repercusión eei el Ejército de las disposicione5 de otrosIMiateterios y, en genei:al, ‘sjecución d.c to’das las cuestiones que el

- General Subsecretario le asigne en forma permanente o accidental.t.Já.—Tramitación y propueeta de resoluciones cobre loe expedientes rela

tivos a incidencias ‘en cuanto a los bte’nes afectados al Ministerio delEjército ‘y loe adecritoe a los Organismos Autónomos militares, asícomo •de los recursos administrativo5 que se intenpongan sobre losmismos.

l.?O.oordfnación de todos loe asuntos de la comipeteneis de la Subsecre.tarta, tramitando los que no estén eapecifioame.nte enconaen,dsjos ala ‘Dirección de Personal, Dirección de Acantos Económicos y ‘demás

- Organismos de aquélla.

3.—La ‘Secretaria General estará estructurada la siguiente ¿arma:

.,a —SecretariaA dargo ‘de un teniente coronel ‘de ial Armas en. situación de aftiviidad.

3.?.—Gabinete Técnico.A cargo de un teniente coronel del Servicio de Estado Mayor en situación de actividad.

S.l{—Primera, Segunda y Tercera Secciones.A cargo cada una ‘de ellae de un coronel del Servicio de Estado Mayor en situación de actividad.

3.4—Sección de l’ntsneacióa.

Conforme a lo que se eelable.ce en si artículo veintiocho de esta Orásru

4.—OtrosOrgantsmos y Dependencias de la Secretaría General son:4.l.—Oobierno Militar del Palacio de Buenavista.

4.2-—Estafeta y Servicios Postales del Ministerio.4.3.—Centro de Transmisiones del Ministerio.4.4—BIblioteca del ‘Ministerio.4.5.—.Parroqui,a del Ministerio.d.6.—.Servicio Médico del Ministerio4fl.—Servicie de Información Administrativa4.8.-Sección del Derecho. de Petición.4.9--Sección de Trabajo y Acción So4al.

Lelos ‘Organismos y ‘Dependeelcias seguirán desempeñando las funciones específicas que hasta ahora tienen encomendadas.

O. O. núm. &L—Aipéndice tel de marzo de 1974 17

Dirección de Personal

Articulo dieciséis:

1 El Director -de Personal tendrá a su ca igo los nsuirlos de la.Dir.ección, cuyas funciones serán las siguientes:

i.1.—iNomhra.mientos, ascensos, -destinos, situaciones, cambios de ‘Escala.trienios, bajas y demas vicisitudes del personal de jefes, ofictales.suboficiales y asimilados de las Armas y Cuerpos del Ejército.

Id—Ingresos, destinos, situaciones, trienios, bajas y, en general, todoslos asuntos de personal de ftencionarios civiles de la Adini-nistración Militar, asi como de personal contratado de acuerdo con lalegislación vigente.

dl—Propuesta sobre legislación •y desarrollo reglamentario de todas lasdisposiciones oficiales- relativae al personal a que se refieren loeapartados precedentes.

- 1.4—Asuntos, que guarden relación con el Ejércilo, -del personal pertene- ciente a Cuerpos e -Institutos Armados dependientes de otros Mini-• terios.

1.l.lnstruccio:es y Normas sobre redacción, uso y tramitación de lasHojas de Servicios del personal de1 -Ejército, asi como control y- archivo de- las copias 4e las mismas.

1.6.—idéntica misión a la del párrafo anterior respecto u documentaciones similares -del -personal civil funcionario de -lee. AdministracióniMilitar y del -personal contratado.

1.7.—Trámite de concesión de i’scompeneas militares -de paz y de guerra,tndivtduales o colecticas, .y disttdtivoe. al personal del .Eió.rcito. y alservicio del mismo. -

1.8.—lRelaciones con el Consejo Supremo de Justicia Militar en su cali--dad de Asamblea -de las B-eales y Militares Ordenes -de San Fernando y San Hermenegildo. -

- - 1.9—Concesión -de -permisos y licencias para el extranjero, ast como suregulación, trámite y resolución.

1.1O.—l-n-forco-e sobre todas las reclamaciones y recursos que. se -prodoz- -

csn en ecu-atoe relacionados con el personal y-sus vicisitudes.1.li.—EstadisiiCa -del personal -perteneciente el Ejército o a su servicio.1..1ó.— e-daccid-n -del -Anuario Mi-litar. - - -

1.13—Cualquier otro asunto relativo al personal del Ejército -n al servi- do del cnisesso, -que -por en naturaleza no correonda a la coisepeten

cia de otros -Mi-nesterios ü Organismos.

- 2.—4La Dirección d-e Personal estará estructurada de la tiguiente corma:

2.d.—lSecretaría Técnica y 2.” iefatui’a -dela Dirección, a cargo de un coronel del Servtcio de -Es-todo Mayor, Grupo de iMando de Armas’.

2.2.—Secciones de cada una de las Armas y- -Cuerpos del Ejército, a cargo cada una -de ellas -del personal militar que se -determine. -

l.3.—eS-ección -de- -l4-ecompensae, a cargo de un coronel de cualquier A-msa, -

- -Grupo de -‘Desétqo ‘de Arma o Cuerpo’.- 2.4—Sección de Estadietica, a cargo de -un coronel de cualquier Arma,

- Grupo de ¿st-ando de Armas’. -

2.5.—Sección de Funcionarios Civiles, a cargo de un coronel de cualquier -

Arma, Grupo -de -aDesti-noe de Arma o Cuerpo’.2.6.—Sección -del C. D. P. E., a cargo de un corouel del Servicio de Esta

do Mayor, Grupo d-e «Destino de Arma o. Cuerpo’. -

2.7—Sección -de Tropa, -a cargo de-un coronel d-e cualquier -Arma, Grupode «Déslino -de Arma o Cuerpo’. - - - -

c.—Las funcione-e -en-co-inc-u-dadas con carácter general a la -Dirección de Per- -

áonal, serán llevados a cabo eslpecificainerite por los Organismos en que- -la misma está estructuráda, según acatia de reseslarse, y con arreglo a la

.dletrtbudióa -de cometidos actualmente en vigor, sin -perjuicio de- que- seproceda al estudio y -propuesta de su reorganización, de acuerdo oon- loscriterios resultantes de la adecuada .racionaltiacióu de les - mis-iones yasuntos de su competenct3. - - . -

Dirección de Asuntos Económicos -

Articulo diecisiete: - . -

1.—La Dirección -de Aeuntos Económicos estará a cargo de un General de- Brigada, o asimilado, en siluscióri de aciividod, y tendrá como misio

nes generales: • - - - - - -

te 12demarzode1974D.O.núm.60.—péndioe -

1.1.—Dirigir y coordinar la gestión económico4tnanciera del EjérCitO.1.2.—Conocer las necesidades militares a fin de contribuir a la obtención

de los recursos precisos para satisfacerlas.1.3.—Analizar los resultados de las snversiones y deducir la información

necesaria para que puedan tomares las dsdisiones más convenientesen materia económica.

1.4.—Recoger Las previsiones futuras en el orden económico y gestionarsu atención.

1.1.—Desempeñar 10$ demás cometidos que 15 puedan ser encomendadosen relación con la actuación enoc6sntca -del Departamento.

2.—La Direción .de Asuntos Económicos estará estructurada en la forma quea continuación se señala y realizará las funciones eepecíficas que 1am-bién se determinan, a través de loe stguientes Organos.2.1.—Secretaría Técnifa.

A cargo de un teniente coronel do cualquier Arma o Cuerpo en sitoación de actividad.

Tendrá loe siguientes mtsiones:2.1.1.—Registro de entrada y salida de correspondencia y distribu

ción de materias a-los diversos Organos de -la Dirección.2.1.2.—Dsspaoho de asuntos generales.2.1.3—Elaboración de das -disposiciones de caráter económico o pam

ticlpación -desde este punto de visla en las de otro orden, conlas colaboraciones en cada caso necesarias.

2i.4.-—Preparación y corso de instrucciones o directrices económicas,procedentes del Ministro- o del Subsecretario, a todos los Organismos del Minislerio.

2.1.5.—Preparación -de los informes económicos que tan de acompañar a loe proyectos de disposiciones promovidos por el Min-mslenio,

2.1.6—Coordinación -de los asu-nios económicos con las Direcciones,Jefaturas e inspecciones del Estado Mayor Central y de la Jo‘falura Superior de Material. -

2i.7.—R-elaciones económicas con dos distintos Organos del Departamento a quienes corresponden funcion:! de aquella clase.

- 2.1.8.—Tramitación y propuesta de decisión :i, ,iintos generales re

lativos a sueldos, -Isaberes y retribuciommt: del personal militar y del civil al servicio de la Administración Militar.

- 2.1.0.—Informes sobre recursos de contenido económico interpuesto- contra resoluciones del ltfinislenio, recogiendo 1.os emitidos por

otros Organismos. -

2.1.10.—Relaciones con la Comisión ‘Permanente de Retribuciones del- Ministerio, con la Comisión Superior de Retribuciones del Alto

Esiado -Mayor -y con otros Organismos militares.- 1.1.11.—Obtención de ‘datos, anteceden-bes- e inlormación geaerál so-

- bre aspectos económicos nacionales o extranjeros- - que incidan -en loe -planteamientos ds tal naturaleza en el sector militar.

- 2.l.12.—Jecopilación de legislación económica.2.l.13.-—Estadíslica económica.£i.14.—icualquisr otra misión que se le encomiende expresamente.

*2.—Sección de Presupuestos y Obtención de seursos.‘A cargo ‘de un- coronel ‘de intendencia en situación de actividad.Dasecnpeñará -loe siguientes cometidos: ‘ - -

- 2.2.a.._Iflecepción -de las comunicaciones precisas en cuanto a los pla -

- nos y programas del Ejército, por lo que se refiere a su aspec- lo -económico -e-n orden a ‘gestionar la o.btención de los recur

sos necesarios.2.2.2.—Ejecución de las labares -preparatorias para la ccn-secución de

dichos recursos y de ‘las gestiones para su concesión.2,2.3—Contribuir a la redaoción del Anteproyecto de Presupuesto del

-Ejército-, realizando los ‘estudios, relativos al mismo y conservando sus antecsdsnies, conforme a -lac necesidades expuis

- tas por los correspondientes Organismos del Departamento, encolaboración con los de carácter económico y fundamentalmente con la Ordenación General de Pagos.

2.2.4—Propuesta de las dispostciones reglamentarias y aclaraciones- relativas a la confección del -Presupuesto y a la aplicación

‘de los créditos en él incluidos.-2.2.5—-Pro-puestas ‘de suplementos de &ódétos, créditos exlraorfln-a

nos, transferencias y anticipos de Tesoreria, en relación conla Ordenación General ele Pagos. - , -

2.26.—Trámites de loá presupuestos de los Organisms Autónomosadscritos al ‘Ministerio- del Ejército, asi como sus modificaciones.

12 de marzo de 19749, 0. núm. 00.—Apéndice

2.27.—Obtención de informes y acopio de datos estadísticos de tos distintos Organismos del Ministerio que realizan misiones de

- contenido económico, para analizarlos, resumirlos y exponer-- los en forma conjunta, reflejando la actividad generad del

Ministerio en áquel aspecto y su situación en cada momento.a fin de que pueda informares en este sentido al Subssr.retario y al Ministro.

2.2.8.—Relaciones con el Fondo Central de Atenciones Generales, Junta Central de Acuartelamiento y otros Organismos Autónomosde la Adminieiración Centralizada, desde el punto de vista deda obtención de recursos.

2.2.9.—Lae .demáe materias relacionadas con el Presupuesto y su aplicación que le pueda ser encomendada.

2.3.—Sección .de Administración de Recursos.

‘A cargo de un coronel de cualquier Arma o Cuerpo en situación de:tctlvtda.d

Realizará las siguientes funciones

2.3.1._Administración y aplicación de loe créditos asignados a laSubsecretaria del Ministerio y coordinación en la esfera de

su competencia económica, de todas las Dependencias y OrganiemOe integrados, afectos o adscritos a aquélla.

2.3.2.—Trámite de loe expedientes de contratación correspondientesa la Subsecretaría o a los Organismos integrados o de elladependienteo. . . -

2.3.3.—Relaciones con da Junta Principal de Compras y con la Comisión de Contratación2 3.4._Enajenación de material inñttl, tnnecesario o sobrante y ap.ll

- ración del producto obtenido, en conexión con ia Sección dePresupuestos y Obtención de (Recursos.

2.3.5._Realización de adquisiciones menores.2.3.6—Habilitación de Material y Depositaría de Efectos.2.3.7.—Relaciones con el Fondo Central de Atenciones Generales.2.3.8.Examen y aprobación .de la contablitdad de los Cuerpos Am

mados y Unidades similares, así como de las cuentas de adminiitración de sus Fondos de Atenciones Generales.

2:3.9.—4F.éaboración de normas sobre dieba Contabilidad.2.3.10.—Relaciones con la Pagaduría Central de Haberes y Caja Central Militar.2.3.11—Asuntos- relacionados con tasas y exacciones parafiscales.2.3.12.—Dietas y Viáticos.2.3.13.—Otros coñtetidoe que de manera expresa se le encarguen.

2.4.—Sección de Detall Contabilidad y Gestión de Servicios.

A cargo de un coronel .de Intendencia en situación, de activtdad.Además de las funciones que le competen como Sección de Detally Centabiltdad, oonforme a tas señaladas con carácter general en

ea artículo diecisiete de la presente Orden, tendr,á las misiones rdacionadae con las siguientes materias:2.4.1.i—Oestión económica con respecto al servicio de transporte y

su contratación.2.4.2.—Servicio de acarreos.2.4.3.—Indemnización por traslado de resid.encia.2.4.4.—Dirección de la administración’ y custo-dia de las prropiedales

del Estado, afectas’ al Ejército.2.4.5.—Relaciones con los Jefes de Propiedades de las plazas y cursoa los miemos de-instrucciones o directrices sobsx la materia.2.4.6.-_4R.efundición d.c inventarios y constancia de títulos y pianos de

propiedades afectas al Ejército.‘2.4.7,—Tramitación d.c los expedientes relativos a expropiaciones que

se promueven como consecuencia de obras’ y servicios milItares cdi como los relativos a iücidencias que afecten a bis-nec y propiedades adscritos al Ejército.

2.4.8.—,R’elaciones con la Junta Central ‘de Acuartelamiento en lo quese refiere a la depuración jurídica de las propiedades a dis

- - posición ds la misma.2.4.9.—Expedientes ‘administrativos ‘por pérdida. o deterioro de ma

terial. - - ,

2.4..10.—,Acctdeates de trabajo.- 2.4.11—Propuesta’ de norsaas sobre requisiclón.

‘2.4.12.—iCuadros de clasificación y .retrtbuéiO-nss del ersonaf al servicio del Ejército, regulado por la lég’Isl&ttón- iaborsl.

‘2.4.13.—lRelaciones’con la Sección de Trabso y Acción Social.2.4.14—Seguros Sociales. -

e. 12 Ss marzo de 19?4 1). 0. núm. óO.—Andjc.e

2.425—Elaboración de los pliegos de condiciones l&cnicas :ny re.dacción se le encomiende.

2.4.16.—Estadística do los servicios que le corresponden.2.4.17.—Moblaje de Edificios.l.4.18.—l.n demnizactones de carácter económico.2.4.19.—El desarrollo de cualquier otra función que se le asigne.

Comisión de Contratación

Artículo dieciocho:

1—La ‘Comisión de Contratación 5151 Ministerio, constituida de acuerdo conla disposición final octava del Ttegament.o General ele Co,ntrata.ctón delEstado aprobada por Decreto de 28 de diciembre de 1967, estará afecta ala Subsecretaría del Departamento y ‘presidida por el General Subsecretario.

Desemipetiará la Vicepresidencia El Director de Asuntos Económicos.Tendrá una Comisión Permanente, presidida por el Jete de la Sección

de Intervención de Subsecretaria.Formarán parte de ella, con dicho carácter permanente, tres Vocales

Itenienies coronales o comandantes) de cada uno de los Cuerpos Juridicoe, Intendencia e Intervención, y el Secretario (comandante o capitán)de cualquier Arma o Cuerpo.

Cuando las circunstancias lo requieran actuará la Comisión en Plenoy podrán ser convocados a sus reuniones representantes de las Direcciones, Jefaturas e Inspecciones del Estado Mayor ‘Central, de la propia Subsecretaría ‘ da la Jefatura Superior Se Material, Ordenación General dePagos; Intervención General y Asesoría Jurídica.

2.—La ‘Cnmtstóu de Contratación tendrá las mietones que le seffa.ia la disposición final octava del Reglamento General de Contratación del Estado.:

li—Procurará la mejora de los procedimientos Os contratación en susaspectos económico y administrativo.

2.2.—lEstudiar y proponer las m,cididae idóneas para su perfeccionamiento.2.3—Mantener una coordinación con la Juota Consultiva de Contratación

‘Administrativa para la difusión de sus dictámenes y rssoiuciones.2.4.—iElabo;ar y proponer las normas reglamentarias para regular la

esfera contractual en el Ejército.2.5.—1Re.alizar las demás misiones que., relacionadas con la contratación,.

le sean expresamente enconiendadas

3.---lLa Comtstón ‘de C&ntratación ‘disipondrá del O.rgano de trabajo señala-.do en la Orden de 14 de:marzo de 1968, que se entenderá modificada porlo que se dispone en la presente. - -

III

JEFATURA SUPERIGR DE MATERIAL

Artículo dieirzueve:

1.—La Jefaura Superior de Material, desempeñada por un Teniente Generalen situación de actividad, planificará y ltevard a cabo los procesns deinvestigación, adquisición y fabricación del armamento, material de guerra,cy equipo, ‘de acuereto con las directrices emanadas del Estado MayorCentral. También tendrá a cargo 1-a inspecotón de Ja fabricación cuandolos encargado de realizarla no ‘pertenezcan al Ministerio del Ejército.

- 2-—Las iunctones atribuidas a lá Jefatura Superior de )Material conaprenje.rán la obtención de los siguientes materiales, incluidos sus -repuestos yacoesorios.

— Armámento ‘y material ele Artillei’ia— Vsislculos sse combate y de transporte.— Helicópteros.— Material de ingenieros, ‘de transmisiones y electrónico.— Material tcpográf.tco, ¿15 observación y de A. B. Q.— Municiones ‘)proyectiles, artificios5 minas y explosivos).— ‘Material-es ‘de Intendencia, Sanidad, Farmacia y Veterinaria.— Vestuario y equipo.— Cualquier otro tipó Se material y equipo que se disponga en lo mce

yo.

U. O. núm. to.—,Apéndtcé 12 de mano de 1974 a

3.—A] Jefe Superior de Material corresponden las siguientes funciones:

3.1.—Programar la obtención del armamento, mátertal de guerra y equipo, incluido en loe Planes de Necesidades del Ejército que periódicamente rol-muid el Estado Mayor Central para proporcionarloe en lasmejores condiciones .de calidad y economía, con suj.eción a loecondicionamientos y plazos prefijados por el mismo

— aplicando los fondos asignados al efecto;— distribuyendo su obtención en los procedentes Planee de Adquisi

ción y cte Fabricación;— im:pulsando y vigilando su realización;—— vea-ificando la rece.pción del material adquirido con las comisio

nec ide recepción que se determinen.3.2-—Establecer, en colaboración con el •Esladd Mayor Central, los pro

gramas generales a largo, medio y cono plazo de 1-as invésttgacio.n-ee científicas y técntcae para el perfeccionamiento del armamento, material y equtpo utilizados en el Ejército.

— fomentando i55 actividades tnv.estigadoras:— recogiendo, claelficando, valorando y difundiendo la informa

ci ón adecuada:— promoviendo el desarrollo de los establecimtentos cientificos e

industriales militares:—- preparandc y proponiendo la aprobación de feglamentoa e ins

trucciones de carácter técntco y funcional para los correctos cm‘Pi50 y entretenimiento del material.

3.3.—Proponer o aprobar la constitución de Comisiones especiales para

promover el desarrollo de ‘proyectos específicos, relativos a nuevasandas y materiales o sistemas ‘de los mismos, dirigiéndolas o delegando expresamente su dirección.

3.4.—tDtrigir ]a función gestora atribuida; en cuanto comprende la negociación, contrata.cson. aprobación; liquidación e inspección de losprocesos de .adqutstción y fabricación del armamento, material yequipo, auicriaando los gastos correspondientes de la Jefatura yDirecciones org&ni.cas dentro de las respectivas atribuciones económicas y recabando la aprobación. de la Supericridad cuando excedan de las propias.

3.5.—Coordinar las activtdades funcionales, técnicas y administrativas dela Secretaria General y Direcciones orgánicas.3.6—Controlar la cc’ntabiltdad y estadistica económica de las asignacio

nes presupueétarias y demás recursos de que disponga.

4.—La Jefatura Superior de Material se organiza de la siguteate forma:— Jefatura. -

— Secretaría General.— Dirección Técnica e lnspeccsón.— ‘Dirección de Investigación.— Dirección de Adquisición.— Dtrscción de Fabricación.

1.—De. la Jefatura dependerán directarnsote:

- — La Junta de Material, cuya presidencia corresponde al Teniente General Jefe

— La Junta ‘para la Investigación y Desarrollo de Cohetes.— ‘Otras Comisiones especiales de estudio y desarrollo de proyectos, pre

vistas en el epígrafe 3.3.,.cu’ya dirección se reserva el Teniente General.

6.—La Jefatura Superior de Material podrá acordar con la Dtreccin de Asistencia y Abastecimiento la utilización del Centro Técnico de Intendencia

- y ‘del Instituto farmacéuttco ‘del Ejército para el desarrollo de progranasa de investigación. y fabricación.

Secretaría General

Artículo vetnte: .. . . .

.—La Secretaría Géneral, desempeñada por un General de Brigada del Grupo de d)eetino de Arena o Cuerpc preferentemente del Servicio de Esta

do Mayor,. tendrá las siguientes misioaee:2:1.—Auxiliar al Mando proporcionándole daos para adoptar sus deci

siones, desarrollarlas en los asuntos generales. y en el empleo delos snedtos de programación ‘y conifol dé su realización.

12 de marzo de 1974 D. O. núm. 60.—Apendice

l.2.—Cooperar en la coordinaci6n de la acción de las Direcciones orgánicas en los asuntoe no especificos de cus mieinnes respectivas o enlos que le encomiende el Teniente General Jefe.

1.3.—Velar por el puntual registro y curso de la correspondencia de lajefatura y distribució.n de 105 asuntos entÑ las Direcciones, asícomo entender en las cuestiones de personal y régimen interior.

l.4.—ttelar.ionarse con los ‘Organoe del Ministerio, Alio Estado Mayor yrestantes Fuerzas Armadas cuando se le ordene.

1.5.—Deeempenar el cargo .de Secretario de la Junta de Material.

2.—La Secretaria General comprenderá:

— La Secretaria Técnica con el Gabinete de Estudios:— La Secretaria Administrativa y de Personal.— La Sección de Detall y Contabilidad.— (La Asesoría Jurídica.— La Sección de Intervención.

Dirección Técnica e Inspección

Articulo veintiuno:

1—La Dirección Técnica e Inspección, deeem.pei’iada por el General Inspectordel Cuerpo de Ingenieros de Armamento y Construcción (Rama de Armamento), tendrá iae siguientes misiones:

1.1.—Dirigir, coordinar y desempeñar, directamente o por intermedio delos Generales Subinspectores Técnicos de las Direcciones orgánicasde la Jefatura, loe cometidos técnicos de las mismas, dictando lasoportunas directivas téonicaa para la realización de las misionesenconien.dadaá por aquéllas.

&.t.—Coordir.ar los proyectos específicos de armas, sistemas, equipos, e- instalaciones militares, cuya obienclón o mejora interesen a varias

de las Direcciones y le alribuya el Teniente General Jefe.It—autorizar con su firma los documentos técnicos relativos a las ea

tividades de ¿a Jefatura que compelen a. ésta y rebasan les limitessuperiores de la cone.petencia atribuida a los Generales Jefes de lasDirecciones orgánicas.

tt—,Aseeorar al Jefe Superior .de Material en todos los asuntos técnicosde su competencia, formando parte de la Jtinla de Material de la

- Jefatura y asumiendo las relaciones técnicas con otros Orga,nisinosque aquéi le encomiende.

1.6.—Inspeccionar técnicamente:

1.5.1.—La fabricación, recepcióui ‘y mantenimiento industrial dei armamento, municiones, material y equipo cuya obtención corresponda a la Jefatura.

1.5.2.—,El desarrollo de las negociaciones y contratación proyectaday concértada por la misma dentro de su esfera de competenciaeconómica.

- 1.5.3—El patrimonio industHaldel Ejército cedido a Organismos estatales y paraestatales o fabricantes particulares.

l.5.4.—Las industrias y el comercio sometidos al régimen especificodel «Reglamento de Armas y ExplosivoiD.

1.5.5.—Otras actividades que expresamente. se le encomienden concardcter permanente o temporal.

t.L—Proporcionar a las Direcciones de Adquisición y Fabricación lasInformaciones que precisen para. la vigilancia del cumplimiento delos contratos de fabricación de armamento, material de guerra yéquipo.

t.7.—Preslar asistencia técnica ese el proceso de recepción de les materiarialee cuya fabricación o adquisición haya realizado la Jefatura.

1.8.—Estudiar y proponer ¿as ampliaciones y mejoras convenientes en losestablecimientos industriales del Ejéréilo pata incrementar el rendinaiento y eficacia en cuanto a instalaciones y métodos de trabajo.

1.0-—Mantenerse informado de las posibilidades de la industria nacionalcon vistas a su eventual utilización militar en paz y en guerra.

P.—La Dirección Técnica e Inspección adoptará la siguiente estructura:

t.I.—Organoa •de Dirección:

— Seorsitria Técnica, a cargo de un- un coronel o teniente coroneltel C. 1. A. C. (Rama de Armamento).— Secretaria Administrativa.— Junta Técnica de la Dirección.

O. O. núm. 60.—Apéndice 12 de marzo de 1974 23

2.2.—Os-ganas ejecutivos:

— Jefatura ‘de Inspección Téonica, a .cargo de un General Subinspector del ‘C. 1. A. C. (flama de Armamento), con una Sección de Inspección de-Fabricación, a cargo ‘de un coronel ‘del iC. 1. A. C. (Rama de Armanaento(, articulada en:

— Negociado de Inepección Industrial.— Negociado de Planificación .de la Inspección.— Comisiones regionales de Inspección.— Comisionee l.nspecioras da Fábrica.

Sección .de Recepción Técnica, a cargo de un coronel delc. e. •A. C, con— Negociado de Planificación de la Recepción.— Negactado de Asistencia Técnica a la Recepción.

- Dirección de Investigación

Artículo veintidós:

1.—La Disección de ‘Investigación, desempeñada :por un General de Divisióndel Grupo de «Destino de Arma o Cuerpo», tendrá las misiones de:

1.1.—,Desarrollar las funciones técnicas y administrativas necesarias paraJa investigación, desarrollo y expesimentación, aplicadas a la obtención de nuevos medios o al perfeccionamiento de Los existentes,.para el constante incremento de la eficacia ae las Fuerzas del Ejércitode Tierra.

1.2.—Proponer ios programas de investigación, ‘desarrollo y experimentación para su aplicación militar.

1.3.—Planear y vigilar los trabajos deducidos ‘d.e loe ‘programas aproba.dos, aéumiendo la responsabilidad de su adecuada realizaclon yeficacia.

1.4.—Colaborar, en el aspecto técnico, cori lod Grupos de Experiencias ydiegimiento ‘de Instrucción de las Escuelas de Aplicación y conlas Trapas y Servicios Interesados, en Ja experimentación de nuevosproyectes y ‘protnlipos;

d.5.—Concertar, dentro ‘ds sus atribuciones económicas, o recabar autorización para ello cuando se rebasen las mismss, con los Organismospúblicos o. privados más idóneos, aquellos proysclos que total o

- parcialpwnts no pueden desarrollares con los medios propios Os laDirección o del resé.o del Ejército.

- d.6.—Organizar y coordinar las actividades cienfico-técnicas de investigación, desarrollo y experimentación en la esfera de su compels-ncia, y mantener contactos y colaboracionss en dicho campo con losdemás Organismos militares y civiles, públicos y privados, de investigación y desarrollo:

1.7.--.Atendsr las necosidadss da información científica y técnica de ¿a-Jefatura y del reato de los Organos del Ejército de Tierra.

2.—I.,a Dirsccin adoptará la siguiente estructura:

2.1.—Organos de Dirsoción:

— Subinapsccidn Técnica, a cargo da un General Subinspector delC. 1. A. C. tRama de Arznamenlo(.

— S-ecrs-taría de Dirección, a cargo ‘de u.n teniente coronel del Gru-. -. po de «Destino de Arma o Cusrpo», del Ssrvtcio de Ealado Mayor.

— Junta Técnica can su Comisión Permanente.

2.2.—Organos ejecutivos:

— Sección de ‘Investigación -fundamental y concertada.— Sección ds Estudios y Proyectos :de Armas y Municiones Con

vencionales. - -.

Sección de Estudios -y Proyectos de Armas e Ingenios especiales.— Ssccin de Estudios, Proyectos y Experimsnte,ción de Equipos Au

xtliares de Amamanto y Material.— ‘Secctón de Expsrimenlación y Medios Balísticos.— Sección de Estudios y Proyectos de.Matsrial de Ingenieros, Trans

misiones y otros varios.

Cada una de estas S.sccicnes será desempeñada por un cornea¿el -C. 1. A. C.

24 12 de marzo de. 1974 1). 0. nitm. 6O.—Apéndtce

3.—De la Dirección de livestigación lepen,derán orgánicamente los siguientes Establecimientos, sin perjuicio de otras funciones que vengan desarrollando en beneficio de otros Servicios del Ejército.

— Poligonos de Experiencias de Carabanci el y ‘Costilla» (Cádiz).-— Taller de Precisión y Centro ELectrotécnico de Artillería.— Laboratorio Químico Cintral de Armamento.— Laboratorio .de ingenieros del Ejército.— Cualquier otro Centro que, atendiendo a en principal función, pueda

ordenar la Superioridad.

Dirección de Adquisición

Articulo vetntííréé.

1—La Dirección de Adquisición, desempeñada por un General de Divisióndel Grupo de «Destino de Arma o Cuerpo», tendrá las misiones de:

1.1.—Dirigir las ‘funciones técnicas, económicas .y a.dm.inistrativess para.la adquisición del armamento, material de guerra y equtpo, cuya

obtención tiene. encomendada la Jefatura Superior de Material.1.’2.—4fleearrollar las actividades de negociación, contratación, recepción

y petición de transporte para qice el material adquirido llegue a losórganos de destino en los plazos y condiciones fijados por la Supirioridal.

1.3.—Velar por el cumplimiento de los contratos formalizados en e? aspectos técnicos, económicos y administrativos proponiendo o adoptando, dentro de los límites de su competencia, las medidas ade

cu.adas para perfeccionar su gestión.1.4.—Obtener y mantener al día la información sobre mercados y precios.

2.—La Dirección adoptará la siguiente estructura:S1.—Organos de Dirección:

— Subinspección Técnica, a cargo de un General Subinspector del.Cuerpo .de .Ingenteros ‘de 4rmaniento y Construcción.

— Secretarta’ d.e Dirección a cargo de un teniente coronel del Grupode .Destino ‘de Arma o Caerpo», del Servicto de Estado Mayor.

— Junta de Contratación de la Dirección.

2.2.—Organos ejecutivos:

Lo constituirá la Jefatura .de A’d,quisiciones, desempeñada .por unGeneral de Brigada del ‘Grupo de rDestino de Arma o Cuerpo» ou.n

Intendente de Ejército en situación ‘de actividad y que se compondráde las sigutentes Secciones:

— Sección de Armamento.— Sección de Vehículos de combate y de Transporte.— Secotón de Material de ingenieros.— Sección de Materiales especiales ‘(Transmisiones, Informática, Ob

servación, etc.).— Sección de Materiales de Intendencia, Sanidad y otros varios.

Dirección de Fabricación

Artículo geinlicuntro:

1.—La Dirección de Fabricación, desempeñada por un General de Divisióndel Grupo de «Destino de Arma o Cuerpo», tendrá das misiones de:

1.1.—Estudiar, planificar y programar la fabricación del armamento, matertal de guerra y equipo con destino al Ejército, cuya obtencióncorresponde a la Jefatura Superior de Material,

— Sactlitandn información .previa cuatdo ta fabricación haya .deconcertarse cmi factorial ajenas al Ejército de .Tierra;

— dirigiéndola, cuando haya de realizares en las factorias militaresorgánicamente subordinadas, o

— proponié.ndo’ta, cuando, haya de efectuarse en ‘Centros militaresdel Ejército de Tierra dependientes de otros Organismos o Servicios.

d.2.—lProgramar y realizar en establecimientos militares o civiles. el mantenixn.iento ‘de 5.» escalón (mantenimiento industrial), de acuerdocon la planificación general formulada por da ‘Dirección ‘de los Servicios de Mantenimiento del Estado Mayor Central.’

D. O. nula. 60.—Apéndice 12 de marzo de 1974 25

1:2-—Seguir y vedar cd desarrollo de los contratos y cuantos asuntos interesen al fitinisterio dei Ejército en relación con los Estatoecimientoe fabriles e industriales cte oarácter paraestatal, resolviendo iasincidencias que se prasenten conforme a cus propias atribucioneseconómicas y delegaciones que eventuulntente reciba del TenienteG.cneral Jefe.

1.4. Obtener y mantener al di.a la información sobrs posibilidades militaresde da industria nacional y evolución ‘de costes de las materias primas y de su transformación.

1.5.—Llevar el registro y control del desarrollo, de las patentes propiaso adquiridas por el Ministerio del ‘Ejército y ¶aantener informaciónrespacto a las pertenecientes a los reslantes -Ministerios y O.rganisHice militares, cci como seguir el movicnisnto de las royalttes» concertadas.

2.—La Dirección adoptará la siguiente estructura:

2..1.—Organos de Dirección:

— Subinspección Técnica, a cargo de un General Subinspector o cocoronel del C 1, A. C. R’ama de Arcnamento(.

—. Secretaría de Dirección, a cargo de un ‘tenients coronel del Grupode «Destino de Arma o Cuerpo», del Servicio Esia’do Mayor o delC. ‘1. A. ‘O. (flama de Arm.amentol.

2.2.—.Organos ejecutivos:

— Jefatura de ‘Producción, a cargo de’ un General Subinspector del0. 4. A. C. ‘(Rama de Armammento), con

— Secretaria.-— Oficina de Planificación.— Sección de Armamento y ifetatertal.— Sección de Pólvoras y .Explostvos.— Sección de Electrónica.

— Sección de fslantcntminto Industrial, con• — Negociado de flaaes y Fábricas militares,

— Negociado de Establecimientos Civnea ‘Paraestatales y privados-

1.—De la Dirección -dependerán orgánicamente los siguientes estabiecimiecutos, sin perjuicio de das funciones que vienen desarrouand,o o puedanencoenendárseles en lo sucesivo en beneficio de otros Servicios:

Fábrioas militares dependientee del ‘Ministerio de Ejército.— Fábrica Nacional de La Marañosa de Santa Bárbara ‘(,Madrtd).— Taller ‘y Centro Electrotécnico ‘de Ingenieros.— Cualquier otro que, atendi’endo a su principal función, pueda oe’lenar

la Superioridad,

ivDE LA INTIJ3NDENCIA

Areículo veinticinco: ‘ ‘ -

La Ordenación Gerserad -de Pagos, según dispone el articulo 9,0 del Deccelo que por la presente Osden se desarrolla, continuará con la misma organización, funciones y dependencias que tenía anteriormente, actuará como nznnDirección dentro del Departamento y mantendrá las Depen.dendiss (ijadaspor el Regiamente de la Ordenación .de Pagos de 24 ‘de mayo de’ 1891 y Leyde Administración y Contabilidad ‘de la Hacien4a Pública de 1 de juliedelólil, ‘ ‘ ‘ - -

Arjtcesto vetnetsdss:

1,—En oada unó de los tres Organismos eje ‘que se estructura básicamenteel ‘Ministerio, se establece una Sección de Detall y Contabilidad,

Dichas Secciones dependerán, respectivamente, -de la Jefatura ‘Adjuntadel Estado Mayor Central, de la Dirección ‘de Asuntos Econicos de laSubsecretaría y de la Secretaría General da la. Jefaturá Superior de Ma-.terial,

‘Las Secciones mencionadas estarán constituidas ‘por personal del Cuerpo de Intendencia, set oomo por el auxiliar -necesarid en’consoeaancia conlos Servicios de dichos Organismos y de las correspondientes DIreoclones, detaturas e inspecciones subordinadas a ellos, »esémpeñarást lasfunciones y cometidos especificados en la legislación vigente, sin perjuicio de la dependencia técnica y ‘orgánica de la Ordenación General dePagos y de la ‘Inspección de Intendencia.

28 ¿ 12 demarzo de 1974 0. 0. núm. 6O.—ApÉetoe

t—Sus funciones y cometidos serán los siguientes:

— Administración de créditos, depositarias de fondos y disponibuitalde cuentas corrientes, incluidos los Fondos de Atenciones Generales:

- depositarla de efectos, expedientes de contratación y los registros contables integrados y mecanizados que se deriven de todas las opracio

• nes realizadas y, en general cualquier otro cometido que, dentro de• la gestión administrativo, le fuera encomendado por el jede del Or

ganismo correspondiente.

,1.---El jefe de cada Sección será responsable de la eficacia en la gestión delos cometidos asignados a la misma, tanto -de los de carácter especificoderivados de la competencia del Organismo en que se halle integrada,

- - como da los genéricos reseñados en el fleglamenlo Orgánico del Cuerpo-de Intendencia de 19 •de moyo de 1913, prestando a. fistular de cada uneee los citados Organismos el asesorámiento económico correspondiente.

4.—El personal que componen los Servicios de Contabilidad que hasta. elmomento han venido funcionando en las Direcciones Generales que hansido suprimidas, así como el que actualmente sigue ejerciendo aus funciones en los Organismos que han continuado con la misma estructura.

será objeto de nueva distribución y adscripción a los nuevos Organismos,para lo cual el. Intendente General realizará la oportuna propuesta, sinpie por ello pueda originarse aumento de gasto.

-

DE LA INTERVENCION

Articulo veintisiete:

i:__áLa Intervención General ‘del Ejército, de acuerdo con el articulo noveno,del Decreto 7719/1973, .de 2 de noviembre, mantendrá la organizi&.ión,funciones y depenidencias establecidaa por la legislación en vigor, conlas necesarias adaptaciones y el acoplamiento ‘de personal que se derivan de la nueva estructura del Ministerio.

t—4)entro ddi Ministerio del Ejército, la Intervención General- actuará comouna Dirección del Departamento y sostendrá las relaciones establecIdasen los artículos S.o r 9•0 del Rigleauento Orgánico del Cuerpo de. Intervención ‘Militar, aprobado pot Decreto de 21-de septiembre de 96S.

Articulo velsstloclto:

‘i.—’En oada uno ita los tres Organismos que constituyen la estructura bá

sica del Ministerio, afecta a la Jefatura Adjunla del Estado Mayor Gen-tral y a la respectiva . Secretaría General, en la Subsecretaria y en lalefatura Superior de ‘Material habrá una Sección de- Intervención, destscada de -la Intervención General del Ejército, constituida por el personal del Cuerpo - y por el auxiliar que sea preciso, de acuerdo con lasnecesidades del servicio en dichos Centros, así como en las Direccipiles,

- Jefaturas e Inspecciones que los lntsgrain, y desempeñará las funciones ycometidos señalados en el Réglamento’ Orgánico c que se hizo mención

en el actículc anterior.

2.—El Jete de cada Sección, como Interventor Delegado de ‘la intervención-- GeneMl de la SUministración del Estado, será el responsable de las tun-

clones que- corresponden al Cuerpo, ejerciendo las fiscales hasta la cuaniia señalada al Jefe del ‘Organismo a que esté -adscrito, segün’ el Decreto 2955/1P?3, de 9 de noviembre, y siempre de acuerdo con ias atribuclo

use que •ttsos fijadas y desde el punto da vista de la fisoaltzación delgasto; prestará ti’ dicho Organismo su asesoramiento en materia económS4lscal y cursará -a la intervención General del Ejército los exlpedientes cuya fIscalización deba ser ejarcitada por ésta o por la intervención Generrsl de la Administración del Estado.

Los- estudios, informes y trabajos preparatorios se realizarán por elpersonal de la Sección, bajo las directrices y posterior comprobación delJefe de la misma, que se responsabilizará con su firma del expedl&ite,dictamen’ o -documento oportuno.

3.—El Jete de cada Sección de Intervención, de acuerdo con les neoest’lalesde la gestión administrativa, volumen de asuntos, contenido económicoy demás circunstancias de Organismos ‘(Direcciones, Jefaturas e -Iris

1). (1. aúm. U0.—kpéndice 12 de marzo de 1974 ti

pecciones que integran el Estado Mayor Central, la Subsecretaria y laJefatura Superior de Material, encomendará las misiones adecuadas alos Interventores que dorman, la correspondiente Sección, velando en todomomento por la conveniencia del servicio y su más rápida ejecución.

4.—El personal de cada Sección ejercerá las funciones que se le encomienden en las Direcciones, Jefaturas e Inspecciones y actuará en ellas comoDelegado de la Fntervención General de la Administración- del Estado,con- facultades fiscales paralelas a las que los Jefes de los mismos tengan conferidas en el orden económico, de acuerdo con el Decreto de Des-concentración antes mencionado y siempre de acuerdo con las atribuciones que tiene señaladas desde el punto de villa de la fiscalización delgasto; desempenará asimismo las demás funciones que tiene encomen

- dadas el Cuerpo de ‘Intervención Militar y prestará el oportuno asesoramiento en nsateria económico-fiscal.

5—Las Secciones, además de su vinculación orgánica al Estado Mayor Central, Subsecretaria o Jefatura Su-periór de Material, mantendrán su relación de dependencia funcionad con la Intervención General del Ejército, a través del General ‘Subinspector Interventor de la AdministraciónCentral, y cumplirá ‘dentro ‘del respectivo Organismo, las normas generales que ‘dicte el Jefe del mismo, así como las instrucciones o directrices que con respecto a la función reciban de la -Intervención Generad.a la ‘que se acudirá para resolver las dudas que pnedan plantearse yobtener la debida unidad de criterio..

Artículo reinlinueVe:

La intervención ‘General del Ejército propondrá la adecuada distribucióndel personal .del Cuerpo de ‘Ieite±vención ‘Militar en lo que afecta a la Ad

ministración Central, teniendo en cuenta el que prestaba servicios en losOrganismos suprimidos o modIficados, para adscribirle a los nuevos cometidos y organización que se establecen en el Decreto 2719/1973, de 2 de novicsmbre, y en la pissenie Orden, sin que con ello se origine aumento deGasio.

y’

DISPOSICIONES GENERAL-ES

A i’llcuio treinta:

El Teniente General J-e del Estado Mayor Central, el General Subsecre• ‘tairtoy el Teniente General Jefe ‘Superior de Material, dictarán las normas

e ieislrtscciO-n-c5 o tomarán las providencias neoesariaC para que se cumplan,en eJ ámbito de sus respecltvss competencias, los cometidos que se encomiendan por la presente Orden a los Organismos que tienen a su cargo.Asinsiamo. e,tectuard.n con urgencia isa propuestas que estimen oportunascuando la ejecución da las medidas correspondientes supere sut propias atribucienes o exija la debida coordinación.

Articulo treinta y teno:

- En el plazo de tres mesed, la Subsecretaria elaborará uit proyecto de selualización del Reglamento Provisional para el Régimen y Despacho del Ministerio -del Ejército, aprobado por Orden de 20 de septiembre de 1942 (Colección Legislativa» núm. 214), teniendo an cuenta le nueva organdz.aotóndel -Departamento, establecida por el Decrçto 2719/1973, d-e 2 de noviembre,Orden de 2 de diciembre -de 1973 sobre transferencia de funciones y persOii-al ‘de Organismos suprimidos por aquél, a loa que, de acuerdo con el miento, subsisten o se crean, y por la preeen’te Orden. -

•trti’:ielo treinta Y dos:

En el mismo plazo seflaledo en el artículo -anterior, el Estaño -Malyor Cen- -

- irssl realizará el acoplamiento de las plantillas necesarias a la organizaciónque se inatáura, sin que se produzca aumento de gasto, y la Dirección deP-ereunsll de la Subsecretaria elaborará tina pmpuesta de ado-modación a

- aquélla del peraonal destinado en los Organismos que se suprimen, modi

fican o cambian de denominación o dependencia. -

Art-lento treinta y tres: - - -

El Jefe de ca-da uno de los tres Organismos -que -con sietes-yen la estructura básica del Ministerio estudiará y propondrá -l-s acomodación te -tos- -

locales, oficinas, despechos y dependencias a la uoeva organización que

28 12 de marzo de 1374 l). 1). odio. ø.—4&idice

afecta a Joé servicioe que les corresponden, reeOlviéaLloeé en definitiva loque proneda en la Junta del Minuieterio a que se refiere el apailado noveno, número mio, de la Orden de 12 de diciembre de 1973.

Artículo tretnta y cuatro:

La presenle Orden entrará en vigor el día de cii pubUcaciún inieiáiistoea partir de eea fecha todas lae geeliones necesarias pai a la apliraciún deaquélla, que habrá de complatarse en el plazo de seis meses.

Artículo treinta y CincO:

Quedan derogadee las disposiciones que se opongan a lo establecido enla presente Orden.

Madrid, 28 de febrero de 1974.

CoioMA Gai.i,ec liS

ORGAN 1 GRAflAS REDACTADOS

POR EL

DEPARTAf’iENTO DE 1 NFORMACI ON

DEL

CESEDEN

— ESTRUCTURA ORGAN 1 CA BAS 1 CA

DEL MINISTERIO DEL EJERCITO

— D

uc c

enro

.. c

ucrd

.o Cwt.

1

[CE

NE

RA

1 SU

B5E

CR

ET

PR

—I J

eotu

ro.

Adj

unta

—j D

irec

ecSn d

eOrq

onLz

o.co

nyC

onip

o.ño

.1

—re

cSer

vtcÁ

sste

nca.

y A

bOst

ecm

entO

1

—1 D

recc

ón d

e Ser

vco

de

Mw

,teçu

mte

nto

—j D

txec

cnde

Ens

eran

zo.

—Jo

turo

deR

ec1u

nint

oyM

ovLz

acdo

—ln

spec

c.on

esde

Prm

osye

rvco

s

ES

TR

UC

TU

RA

OR

AN

ICA

BA

SIC

A D

EL

MIN

IST

ER

IO D

EL

EJE

RC

ITO

Con

sejo

5up

e.rt

or d

el.

Eje

rcto

Con

eo S

opre

mo

iust

co.

Mil.

tQr

Mft

’US

TR

OD

EL

EJE

RC

ITO

Ora

nmos

aut

onom

o5 v

ente

Drecc6n

de

Mut

Uod

os1

—.J

Dire

cctd

n A

cc6n

‘3oc

uxl

J

—1O

,eno

ci6n

enr

d d

e O

O5

1!n

terv

enc.

on e

nero

J. d

e E

erct

o1

ES

TA

DO

MA

YO

R

____

____

___

___

____

____

____

_ del. Ejercto

IBS

EC

RE

TA

R%

AJ

1

—1S

Qcr

etar

io.e

ne.r

o.l.

—D

irecc

6nde

pers

onal

.

—l DLr

eccd

n de Asuntos Economcos

.

1

IJE

FA

TU

RA

SU

PE

RIO

RM

AT

ER

%A

L

I.IEt’ERP.L

JEFE

—l5

çret

rwC

ener

aj.

—D

içec

.Tec

nco

e ln

spec

c.dn

_4A

seon

oiur

dc.d

elM

inis

tero

1

—j S

ervc

w H

isto

nco

—I A

rchi

vos

Çie

nero

ies

—jD

irec

.dek

vest

uacd

n1

—I D

Lrec

. de

Adq

uist

cidn

—jJ

unta

.prn

cpu.

.deC

ompr

as1

—jB

atal

land

el.M

inis

terw

de F

.brc

o.có

n

(1)- ESTADO MAYOR CENTRAL

(1,1).- JEFATURA ADJUNTA

(1,2).— DIREccIoN DE ORGANIZACION Y CAMPAÑA

(13).— DIRccIoN DE SERVICIOS DE ASISTENCIAy ABASTECIMIENTO

(1,4)— DIRECCION DE SERVICIOS DE MANTENIMIENTO

(15).— DIRECCION DE ENSEÑANZA

(1,6)— JEFATURA DE RECLUTAMIENTO Y MOVILIZACION

(1,7)— INSPECCIONES

(1).

- E

ST

AD

OM

AY

OR

CE

NT

RA

L(E

.M.C

.)

____

____

____

____

____

__

Eto

1doM

a’jo

rCent

ro.

1

Ttte

nero

.1.a

e1

___

___

____

_

LI

.2)

(1.

)

(1.

4)

L

.)

L

€)

1

(1.7

)

1 ÍD

’recc

.’dn

de

On.

.1

iDire

cd6n

i D

irtcc

tdn

dQ

i U

tum

dedu

taJ

Ep&

uone

s d

el

t&tu

roA

djun

toL

Inzo

cin

yco

mpf

iØ.

nyA

bn1

H

nttv

rnne

ntO

1

onz

øj

O _

____

___

____

____

Dvc

n] ç

d4eD

J,

*EM

en

ero&

de

Oiv

isdn

j

nt&

deD

iVti6

n

roó

e O

iVS

Ón

brn.

teC

oord

ini

__

____

____

__

TT

CO

L. d

e.¶,

EM

1

cet

o T

e.ni

c.o)

‘ecx

ttosi

o T

cn o

1kn

Tcn

k.oi

____

____

____

_

TC

OL.

d&E

M

tII

ÇO

L.E

M.1

[IC

OLE

M.

IT

C0L

tN.j

T

CO

L.

-ior’o

. te

nero

.L

EM

C.

delE

t11

1

j-

rH

-

_

____

___

___

___

1

__

__

-

-

-

-

-

(0

-

QC

c

r4

•‘ •

:

!

a

.‘

cf

)w

P

‘o

o )

(1

—‘

cf,

X

7)c

C)

g

9

-

-

4..

P

.C

)”o

T £

Pcf

lrl-

Prr

rs

A.’0

)cU

’0 (

o

£7

)

-s

r o

_.

..,

40 r c

t)

p

!- o

.2 r

fl c

p r

to-

,.,,.

o

<.ç

-al

o

. o

.€

-

r

s

‘o m

’o

O

9

P

C.

fi

-

1 ø

.*j

—9

Z’r

Z

1O

-a

11

.-

a

o.

0

.

2

-

o.

lOch

U

2.

ci

9

P 3

O ‘-

‘.9 p

,

o

.

-.

9

O

°

6

a

-,

.

9

p

-.

pO

o-.

5-?

5.,

9p

(1.1

).-

JE

FA

TU

RA A

DJU

NT

AE

.M.C

.

(1.2

).-

DIR

EC

CIO

ND

EO

RG

AN

IZA

CIO

NY

CA

MP

A

Dire

cdór

’ d

Orc

1oni

z.&

cIo

yC

ompo

ñoC

ener

oJ d

e v

In2!

jefe

del

EM

C.1

E.M

.C.

F.P

.I4. -.

.-U

U.o q

tner

otts

rn,o

de e

dici

no.

Prt

nv.

Por

q* C

ntto

t de

Mito

rM

itbx

de

Atc

hen.

1

CiIf

lpQ

WQ

i.O

(1 .3

).—

DIR

EC

CIO

ND

ES

ER

VIC

IOS

DE

— -

A

SIS

TE

NC

IAY

AB

AS

TE

CIM

IEN

TO

Drt

ccón

de

8tr

vc.io

s d

eA

ibte

n. y

Abo

stev

.i

ttfltr

A..

de

viin

E.M

.C.

(1.4

).-

DIR

EC

CIO

ND

ES

ER

VIC

IOS

DE

MA

NT

EN

IMIE

NT

OE

.M.C

.

(1.5

):-

DIR

EC

CIO

ND

EE

NS

NZ

A

E

.M.C

.

recc

n d

e E

nseñ

o.nt

.o.

cien

erol

de

Oiv

isid

n

Seu

ndo.

qou

ro.

____

_

SU

bnSp

QC

ci6f

lft4E

C

CB

. deL

SE

M.

ecre

.onc

x

‘C

entm

de

Ayu

do o

Tec

nc.o

Ene

onzo

..,T

CO

L.S

EM

.

Ten

ient

eCo

ron

el.

1 c

n

S

c.id

n de

S

e.c.

idn

de

$

ecr.

.ión

de

Fo

rmo

ctd

n1.

d

Q

de

Per

Çec

cton

otni

ento

yP

erec

ctpn

Gvn

Qnt

odes

IotI

L°‘

Qco

tes

_

____

____

____

_

of.E

ptu*

osyT

ropo

.¡C

oron

elE

M.

C

oron

tt W

I.

Cor

onel

EM

.

C

oro

ne.

t S

EN

.

(1.6

).-

JE

FA

TU

RA

DE

RE

CLU

TA

MIE

NT

OY

MO

VIL

IZA

CIO

NE

.M.C

.

SE

RE

r4R

/4ric

Flic

.41

7TC

OL.

SE

II]

1

1

JEF

AW

RA

Ii R

EC

LUT

A ti

lEN

TO

1M

O V

IL(Z

4CIO

II

6’E

ME

RA

L D

f D

IVIS

IOtI

SE6I

JND

A JE

FA

TU

RA

GE

tlE,?

AL D

E 8R

IÓA

A4.

CO

MIS

IOfl,

1,nI

sTE

R:1

MC

VI L

I2A

CI 0

11

[sF

cc/o

4E

,IO

VIL

1ZA

CIO

N M

ILIT

AR

[

CO

RO

t/EL

LV

I.

SE

CIO

MDE

M1r

ER

1A L

CO

RO

T/E

L SE

JI.

E.M

.C.

(1.7

).—

INS

PE

CC

ION

ES

(l S

EP

A S

IPft/

L r

4r,E

A,1

E’1

rE 1F

5P D

E S

5R V

ICIO

DE

4 R

(2).

tt

’IG E

I1/P

DS

(3).

— ‘‘‘

Ev

PG

o C

OP

I LA

b

E S

ER

VIC

IO

(2) - SUBSECRETARIA

(2).

— S

UB

SE

CR

ET

AR

IA

Se.

ceto

.to T

ei.o

2 o

uro.

.

Cor

onel

Et

Con

,tdn

de

Co

ntr

..to

..cn

Pr,

,ic.o

.rlo

to P

Mo

.du

rlo

. t

entv

od

t lb

trC

o C

entr

n M

its

Acc

16n

4u

ttjo

. Ben

e.o

.io

noO

PiV

ito

.r %%

)tO

de E

Von

iVno

s A

uto

no

mo

s

btce

todo

.

4ene

ro.

de

Div

n

1

Aes

ort

o. ii

c.o.

4*1

Min

tstP

ikç

vklo

lhm

toric

.o?r

chiv

o e

nero

.tes

Junt

Ptin

po d

e Com

pto.

sB

o.o

tln

del

Min

s%er

to.

Sec

reto

.ro

. e

nero

l

l?ie

ner

ol de

Bri

odoL

DT

ecco

de

Per

ono

ener

o.l

de

Bn%

o.da

1

1

Dir

e.cç

ión d

e A

,wto

.3E

c..o

no

mic

os

Cen

ero

d

e o

do

.o

trnt

o

TC

OL

.

T.n

ic.o

TC

OL

. t3

EM

.

Cor

onel

EM

.

2 S

e(c1

Sec

reto

no.

Tec

nico

.

TC

OL

.

1

Cor

onel

EM

.

3 S

ecc.

n

Co

roe(

EM

.

tcd

cn d

e Pr

e5u

pu

eto

s y

bte

nc.

idn d

erQ

cuço

5C

bro

nel

de

%nk

nden

c.o

5ecó

n d

e Ad

mi

niçt

ro.c

.idn d

eR

tcu

ro

eccJ

one

de

o.4

a u

n d

el&

sArm

o y

.utr

pO3 d

el E

jerc

.

¶ecc

.idn d

e Di

toU

y C

onto

btL

idod

y tl

ior

dei

’vU

o

Co

ron

el d

eIn

te n

den

cio

C.o

ron

e

c.ci

do d

e S

ec..i

dn d

e 1

Rec

onpe

no E

tbtiJ

r

—--

- 1

1

1

1 C

oro

nel

I2 G

rup

o

Sec

t_tó

n 4e

FuC

.iOnO

.TIO

S C

lvi

1 C

oro

nel

de

Icua

lque

r Arm

o.

Stcc

i6n

de C

.D.E

Co

ron

el J

EM

2’ g

rup

o

5ecc

in

Tro

pa

Co

ron

el:o

eI 2

! cru

po

(3).

JE

FA

TU

RA

SU

PE

RIO

RD

EM

AT

ER

IAL

[JeÇ

tuvn

. up

evio

rde

Mo

Lte

ÑJJ

5tcr

etar

io.

Tec

tco.

S.c

.ret

o.r

io1

Adm

init

eeL

idn

Det

oLL

.y ton

t.se

oriA

ond

kA.e

ujon

de h

iterv

enci

Sn

Ttn

itn

teen

evo

1en

entd

e B

n%o

Jun.

odeH

oter

ioX

epei

ot 7

IDIr

ecc.

or ¶

e n

c.o

1 e t

np

ec.c

t6n

nero

n5p

eco

r ClA

C

Dre

c.ci

ón

de

1 nve

st 4

QC

.tOfl

11

1

1

lTec

.nic

-o..1

de

Pivi

....,

1

1 D

ecc.

n d

e 1

L P

d4u

ilcip

1D

irec.

ctón

deF

ob

rco

cto

n

¡Ju

nto

.TQ

cnt(

.OU

tecC

.tQn

entr

oi.d

e D

ivst

6nJ

1

Tec

nico

.en

ero.

. u

bins

p. C

I PC

J

1Jt

piuv

o. d

e lnp

c5n

Tec

rnc.

a,en

ero

i 5ub

insp

e.r

del

CIP

C

Sec

reto

çío d

trec

çón

TC

OL.

CJE

Me*

.cór

de R

ecep

ton

Tec

nic

a

Co

ron

et C

%P

tC.

fen

ero

.i¿e D

iviió

n1

ubrn

ptcc

D T

ecnc

ojIe

nero

.I o fo

r)tI

CIA

ÇJ

5obi

nspd

nTeo

nico

ener

aub

rnp

.ClA

C

—J Jun

to.

cçet

ø.ço

¿e

Dire

c.ió

n1

TC

OL.

‘EE

M.

¡

ee1o

sde

Dire

ccic

ín1

Ten

ien

te Coo

net

Eto

b1ci

rnie

nto

1

1

c1C

ontr

o.to

.cIa

I

‘< ..

-..o

OC

5’ .-

,.og

JJet

vro

.,de

1 P

rodo

c.ct

or

Jeo

lur.

¿2F

dgui

tc.ió

r.18

.deI

nte

nd

2nco

.

1

1

1

-.cI

-‘I,

: t[

1

1

{i f

ifo*

.

•rn

-v

p

“ g

.

(1a rl 9

1

IL

.

(l

(I

15&

- •Q

:

0.

e’2 m

;.

eneç

ol

ubnp

CI

C

1

1 ‘o rl#2

o

9

j5cc

cón de

lIM

o.ne

nirn

ien.

oInd

u5tT

io.1

Cç,

.1Z

2 1

Ji:

CESEDEN Boletín mensual n081Dpt?de información

• ESTUDIOSÉSTRATEGICOS

LAS AGUAS ESPAÑOLAS DE GIBRALTAR.GIBRALTAR — EUROCONTROL:MBFR(REDUCCIONES MUTUAS Y EQUILIBRADAS DE FUERZAS).

Iv

C E S E D E N

LAS AGUAS ESPAÍOLAS DE GIBRALTAR

“LA BAHIA DE ALGECIRAS A LA LUZ DEL DERECHO INTERNACIONAL”

o

Por el Coronel del CuerpoJuridico de la Armada, Catedrático de Dcho. Internacional dOYL JOSE LUIS VEAZCARRÁGA.

(De la Revista General deMarina, agosto-sept.1973)

Marzo, 197k BOLET1N DE INFORMACION NUMI 81-1V

El tema de Gibraltar, en su conjunto, se ha reactualizado-

en nuestra Espaíta, afortunadamente, y raro es el día en que por cualquiermedio. de difusión y desde los mas variados y distintos ángulos no se enfcxasu problem&tica. Por mi parte, quisiera hacer una previa matización: el -

personal encuadro que ofrezco en las p&ginas que subsiguen y constituyen -

este modesto estudio, acaso no proporcione novedad alguna, pero sí estimoque pued.e facilitar una determinada luz sobre un aspecto muy primordial —

que se deriva de un simple prrafo del famosísimo — y controvertido en susdistintas interpretaciones — artículo X del no menos célebre T r a t ado deUtrecht de 1713. Dicho p’arrafo diceasí:”... la plena y entera propiedaddela ciudad y del castillo de Gibraltar, juntamente con el puerto,fortificaciones y baluartes a ellos pertenecientes . .

El. anterior prrafo pudiera ser el rnotto, lema, divisa, santo yseíta de nuestroestudioe A la exgesis monda y lironda de sus palabras — ysobre todo a la que hemos subrayado .- deberemos atenernos estrechameri-rte ariadiendo, comodeclaración expresaprevia, que, naturalmente, nos —

responsabilizamos personalmente de sus conceptos y que, como es l6gicosúlo representan una opini6n particular.y nooficai, aunque, esosí, totalmente ajustada al derecho, a la justicia y a la razón, ingredientes que fa!tan, por el contrario , en una desdichada y cínica carta que Lord Caradon ,—

representante de Inglaterra en las Naciones Unidas dirigió en la última decena del mes de junio de 1968, a], Secretario General U Thant, y en. la que,con descaro cómico, protesta de la fijación espafiola de aguas en el puerto—Algeciras - La Línea e invoca y tergiversa aí’íejos argumentos en pro deuexpansión britinica hacia el Norte y el Oeste de las faldas del Peitón,usurpando, tina vez mas., a Espaíta espacios marítimos jurisdiccionales indisctibles,..

Acometer uñ estudio — aunque sea modesto — corno el que se —

ofrece en las paginas que siguen, siempre debe ocasionar, en justo equili —

brio, molestias y satisfacciones. Aquellas, porque tratar del terna gibralre?io irrita y desazona a todo espafto1 astas, porque al desarrollarlo,parece que uno contribuye en pequeña, pero patriótica medida, a la gran emprsa del rescate del Pe?ion y a que resplandezca, con nuevo fulgor, la verdad.de esa constante histórica reivindicatoria de Gibraltar para Espa?ia.

—2—

El presente estudio enfoca ej. tema gibraltareíto a travós de unprisma Jurídico_internacional y, aún m&s, a la luz de la faceta del derechomarítimo, destacando su relieve en una parte que, consideramos sin petu —

lancia, noha merecido demasiada atención, Analizar el tristemente famcartículo X del Tratado de Utrecht de 1713; exponer la relaidad geogr&fica ylas vicisitudes históricas de la bahía de Algeciras; contrastar esta bahía —

con otras, matizando sus características jurídicas, según la doctrina yp’ticas m&s recientes, y, ofrecer, por últimos nuestras personales concluones, será fundamentalmente el total contenido del presente estudio, cuyoautor desearía sirviese para iniciar una mejor informacj,n sobre el memnado tema,O que, en todo caso, constituyera el eslabón para enlazar mayores y ms ambiciosos propósitos,

LA BAHIA DE ALGECIRAS,,, Y GIBRALTAR

Explicación de unos puntos spensivos,

Acaso no fuera necesaria tal expljcacjÓn pues aparte de queindistintamente, bien se use cartografía española o brit&nica, la bahía objetode nuestro estudiq admite ambas denominaciones locales, según se ponga -

el debido énfasis en cada una de las ciudades portuarias que est&n en. las oabeceras de su entrada, para nosotros, y para todos los españoles sin disinción de mentalidad o adscripción política, la bahía de Algeciras y de Gibreltar, no necesitará puntos suspensivos de unión ni discrepancia, el dia, queyo deseo presentir como muy próximo, en que la totalidad de sus costas y-sus aguas estén bajo la soberanía española, indiscutjda e indiscutible,

o_jjqpçIe la bahía de Algeciras: AnMjsjs del artículo X del TratadodeUtrechtde1713,

Al margen de la artera ocupación militar del Pefion de Gibral -

tar, en agosto de 1704, por una flota mixta anglo_holandesa, mandada por—el Almirante Rooke, y en la que había también soldados alemanes e inclusoespañoles, que trataba de conquistar la plaza en nombre del archiduque ——

Carlos de Austria (Carlos III para sus partidarios) aspirante al trono español, vacante por la muerte de Carlos II: el Hechizado, debemos comenzar —

por señalar que el estudio jurídico de todo el problema residir& principalmente en el anljsjs del tristemente famoso artículo X del Tratado firm&1oen.Utrecht el 13 d julio de 1713, con el título de Tratado de Paz y Amiadentre Inglaterra y España, Pero antes sanos permitido puntualizar como —

la coyuntura histórica fue propicia para que la Gran Bretaña se lucrase raj

cioneramente de la guerra civil que inanten.ian. los españoles entre los partídarios del aspirante austríaco citado y el francis Feljpe de Anjou nieto monarca reinante en el vecino país Luis XIV, quien sería, en definitiva, elque heredase el trono vacante del Cdtimo.de los Austrias españoles0 Y n6te

, así mismo, cémo el jefe de las fuerzas de ocupaci6n, el principe aus —

tro—alemn Enrique Landgrave de Hesse-Darnstadt, tomara posesién de laplaza .en nombre de Carlos III., rey de España, permitiendo a los españolesde Gibraltar, no sMo seguirresidiendo en su ciudad, sino respeténdoles todos los derechos y privilegios que habían tenido hasta entonces0 Todo ellocon una aparente escrupulosidad de mantener el status iegal anterior...ro. . siempre hay un peroen los quehaceres briténicos, que ha otorgado asu país, ése justisirno remoquete de “la pérfida Albin”, porque, no s6iofuera artera y traicionera la ocupación de Gibraltar con la subsiguiente cpitulaci6n engañosa, sino que, de inmediato, procedieron a expulsar a los

• auténticos sCibditosespaítoles de Gibraltar e, incluso, .poco ms tarde, a —

los miembros holandeses de la armada sitiadora y ocupante, para comen —

zar a surgir una poblaci6n artificial, constituida inicialmente por soldadosingleses y aumentado aPios y siglos m&s tarde por otros colonos de otros p.bios y razas que consagraron a Gibraltar como la sentina gentíum del murdo.

El mecionado artÍculo X del Tratado de Utreáht, redactado como todo él en latín lengua diplomtica al. uso es, ciertamente, muy confuso y tiene abundantes resonancias anacrónicas en la hora presente, amén—de haber sido pr&cti.camente conculcado, violado o no observado por unalas partes signatarias: Inglaterra, la usurpadora y detentadora de i.a ca,

Transcribimos, previamente, su texto trducido al español para deducir, después, en honesta interpretacibn, el alcance y contenido de —

cada uno de sus parrafos,

“El Rey Cat1ico, por la presente, cede en nombre suyo y en el. de sus herederos y sucesores, a la Corona de laGran Bretaña la plena y entera propiedadde la ciudady -

castillos de Gibraltar, juntamente con puerto, fortio

nes y baluartes que le pertenecen, y entrega la dicha pro —

piedad para que sea tenida y disfrutada absolutamente con

toda clase de derechos para siempre sin excepciones ni ini

pedimentos de ñinguna clase,

Para impedir abusos y fraudes mediante la importa—

ci6n de cualquier clase de géneros, el Rey Cat6lico quie

re y da por entendido que la propiedad arriba mencionada-

-4-

se ceda a la.Gran Bretaña sinjurisdiccj’onalgunaterritorial y sin comunjcacj6n alguna abierta con el país circurwe

cinoporpartedetierra, Siñ embargo, como lacomunica—pormar con España, puede no ser, en todo tiempo,se

gura y abierta, y puede, por consiguiente, suceder que la

guarnici6n y demás habitantes de Gibraltar se vean engraves aprietos, y siendo la intención del Rey Católico que s6lo, como se ha dicho, sea prohibida la fraudulenta imporción de géneros por comunicación terrestre, queda estipu—lado que en tales casos se considere legal la compra, condinero contante, en los territorios yecinos de España de —

provisiones y otras cosas necesarias a la guarnición, abshabitantes y alasnavesancladasenelpuerto. Pero si se—descubrieran géneros importados por. Gibraltar, ora por —

medio de trueques para adquirir provisiones o cualquier—otro prete.to, los dichos géneros ser&n confiscados y, previa denuncia, las personas que hayan procedido contrariamente a la fe de este Tratadó ser&n severamente oidas.

Su Majestad .Brjt&nica a petición del Rey de España ,con.siente y acuerda que no habrá de concederse permiso, so—pretexto de ninguna clase, a judios o moros para que resi—dan o tengan domicilio en J.a dicha ciudad de Gibraltar, y —

uenoseotorgarárefugiooabrigoaningúnmorodeguerraenelpuertodedichaciudad, con cuya acción pueda&struirse las comunicaciones entre España y Ceut o ser in—fectadas las costas españolas por incursiones berberiscas.Pero teniendo en cuenta la existencia de tratados de amistad y de libertad de comercio entre los territorios brit&nicos y otros situados en la costa de Africa,ha de entendersesiempre que los súbditos briténicosno pueden negar a losmoros y a sus bajeles entradaenelouertoDuramenteporrazonesmercantiles,

Su Majestad la Reina de Gran Bretaña promete ademésque los habitantes romano—católicos de la dicha ciudad po—dran ejercer libremente su religión, y en el caso de quee-lo futuro la Corona de la Gran Bretaña estime oportuno, —

conceder, vender o enajenar por cualquier medio laDro

dad de dicha ciudad de Gibraltar, queda por la presenteenvenido y acordado que la peferencja para recobrar la misma habrédedarsesiempreaEspaña antes que a ninguna—otra Nación

—5—

Vista del Peñón., desde España...

El largoltexto transcrito es suficientemente expresivo,pero. pra realzar aún mas, si cabe, tanto los derechos como las obligaciones que,r’ecíprocamente, se imponen a las partes, hemos subrayado, aquellas fraseso palabras que, a nuestro juicio, pueden facilitarnos una mayor yclara interpretaciñ de lo acordado en la ciudad holandesa de Utrecht y ratificado por los sucesivos tratados anglo-hispanos, de Sevilla en 1729;/..gr&n, 1748; París, 1763 y, el m&s amplio, de JersaIles en 1783 (por ciérb,

• en cuyo mismo Pacto sé otorgaba la independencia a los Estados Unidos); —

instrumentos todos ellos del siglo XVIII en cuya centuria.,—!Comenzada en.Gibraltar y terminada en Trafalgarl- falta, para nuestra Patria, la estrehade la fortuna y la voluntad de Imperio.

Los p&rrafos transcritos literalmente no tienen, en efecto, desperdicio, y fueron estupendamente comentados tanto en los dos monumentales “Libros rojos” que nuestro Ministerio de Asuntos Exteriores presentú—a las Cortes Espafiólas en 1965 y 1967, con una abundaritisima y sobrecoge

- 6-

dora documentación, como en el Alegato de 18 de mayo de 196 que el titular del iñdicado Ministerio, prófesor doctor Castiella, ley6 personalmenteante las delegaciones oficiales española y británica, presidida 4sta por el-secretario del Foreing Office, míster Michael Stewart. Así mismo, tal tex

to ha sido objeto de agudas acotaciones por parte de internacionalistas de -

ambo.paísesy de otros, singularmente los franceses Paul Genet y CharlRdusseau Entre nuestros compatriotas deseo citar especialmente a mi respetado y querido maestro, el profesor doctor Barcia Trelles, y al joven internacjonaljsta doctor Lleonart Amselem,

Hagamos ahora nuestra personal disecci6n del citado artículo -

dócimo. En el primer p&rrafo aparece la importante c1usula de una ce6nnueve afos despu6s de una ocupación militar bólica sin que hagamos hincapie en el modo en que fue realizada y ateniendonos, tan sólo, al hecho mismo de la sedicente conquista - sin status hostilis entre Espa?ía e Inglaterray subsiguiente ocupación. En Utrecht, nueve aPios despuós de una guerra —

cruenta y dolorosa como todas, pero mucho ms cuando los combatientes-son hermanos va a consagrarse una cesiónforzosa, pero.no de una soberanía, sino tan sólo de una propiedad, por lo que puede colegirse que,ád&rses una cesión imperfecta. Tal propiedad, segCin los terminos del Tratado,-es plena y entera para que sea tenida y disfrutada absolutamente y siémpre,Pero ¿ que es lo que cede en propiedad?. La misma cláusula lo dieclaramente: la ciudad, el castillo, el puerto, fortificaciones y baluartes de Gbraltar . Es decir, la ciudadela asentada en la vieja roca calpense, con susdefensas, situada en un lugar estrat6gico de Europa,. en la entrada princi—pal del Mediterráneo, sobre la que habian puesto sus voraces ojos los na —

víos de Su Graciosa Majestad. .

Reconozcamos la legalidad de la cesión sin otros condicionan —

tes, pero afirmemos tambj6n que tal cesión de propiedad se hace con irrludables limitaciones que la disminuyen todavia mas, Porque aunque se diga-que es entera,plena y con disfrute absoluto y permanente, queda circunscrjtaycelimitadaalo que en 1704 — o, incluso, concedamos en 1713 - eraGi —

braltar su castillo, sus baluartes y sobre todo, !supuerto!, No se cedió lapropiedad de nada m&s y para remachar mejor el clavo, en el segundo pa —

rrafo, se aclara que tal propiedade cede a la Gran Bretaíia sin jurisdicción alguna territorial. El mencionado Lleonart Amselem invocando te.tos de sir Charles Petrie, Paul Genet y Charles Rousseau, analiza clara —

mente la paradoja existente entre la proclamacjónç de una iplena y enterepropiedad con una exclusión de total jurisdicción territorial. Nosotrós mis’

mos , en artículo periodistico y, por tanto , breve y de vulgarización, nos —

ocupamos de tal contradicción utilizando, así mismo, un apabullante argu -

—7—

mento de Genet citado por Areilza y Castiella, segCin el cual la Gran Bretaña-no adquiri6 por el Tratado de Utrecht la jurisdicci6n territorial., la sobera—

nía, el “imperium”sobr’e Gibraltar, que sigue perteneciendo a España integramente,que conserva el dominio eminente. La Corona Brit&nica no adquirib ms que la propiedad, la “propietas”, un usufructo temporal aunque ést durando m&s de dos siglos y medio, y que como concesionaria de la ciudad gibraltareña sMo tiene un ius utendi fruendique, mientras que nuestra —

patria sigue siendo el titular legitimo y soberano del ius abutendique y,quefinalmente y por tanto,la Gran Bretaña no ha tenido nunca “jure contractu”la soberanía sobre Gibraltar.

Según el internacionalista inglés Brierly, “todo Estado posee —

una competencia (jurisdicci6n) exclusiva sobre su propio territorio,rrs esta competencia no es absoluta, ya que ella esta sujeta a determinadas limitaciones impuestas p’- el derecho internacional” . En realidad ,aunque ambasexpresiones — jurisdicci6n y competencia — sean sin6nimas,a nuestro juicio,la primera tiene un ambito conceptual m&s amplio y la segunda viene a sercomo la medidade la prirñera,Dentro de una misma jurisdicción puedenexistir distintos organos y salo de uno de ellos ser la competencia Pero a losefectos de nuestras consideraciones es evidente que al negarse a Inglaterrala jurisdicci6n,en el repetido articulo X de Utrecht,sta no tiene sobre Gibraltar la soberania,la jurisdicci6n — o si se quiere para emplear Ita inter—pretaci6n inglesa - la competencia territorial sobre los hombres que viv.eren su territorio , sobre las cosas que en I se encuentren y sobre los dere —

chos que allí se suceden, como diría Rousseau,sino que solamente la cesnde Gibraltar representa el otorgamiento del disfrute dé la propiedad,dei castillo, de la ciudad, del puerto, defensas y fortificaciones gibraltareñas en —

los limites existentes en la primera decada del siglo XVIII y noen los usu1apados — por no emplear otro calificativo m&s duro pero real — con posterioridad,sobre todo en 1.810 y 1938, cuando precisamente, que casualidad ,esí.mismo se debatía España en discordias bélicas internas.

Resulta pues ,de una contundente evidencia que los plenipoterícianos de Utrecht no emplearon la palabra soberanía y que al tener buen cuidado de excluir la jurisdicción territorial en la cesi6n,se limitaron a otorgaruna propiedad de una impresionante roca,de unas casas,de unas fortificaiones defensivas y un rudimentario puerto cerrado artificialmente por unos-limitados muelles y sin jurisdicción alguna territorial,

Pero como el principal objetivo temático del presente estudioes el de referirnos a las aguas de la bahía de Algeciras y Gibraltar, dediquemos algunas consideraciones m.s en torno al p&rrafo primero d e 1 art

—8—

culo X, con especial mención de la cesión de propiedad sin jurisdicción -

del puerto gibrltareÍo.

En el Alegato español de 18 de mayo de 1966 se denunciaba “laextensión brit&iica sobre unas aguas jurisdiccjonales en la bahía de Algeciras que, así mismo, pertenencen a la soberanía española”. Sobre este punto los cornentarios británicos” al Alegato español señala que “en la segunda mitad del siglo XIX Gran Bretaña intentó varias veces - desgraciadamu-ite sin éxito - llegar a un acuerdo con España sobre la división de las aguasjurisdiccionajes en la bahía de Algeciras. No existiendo ningún acuerdo sobre esta cuestión, Gran Bretaña hacontinuadoejerciendolajurisdicción -

marítimasobreciertasaguasaloestedeAlgeciras,aloquetienederecho”( los subrayados son nuetros para dejar patente nuestra sorpresa por tardocinismo; así mismo señalamos que en vez del Oeste debe ser el Este,perono sabemos si es errata del. ttLibro Rojo” o de los propios hIComentariosI)_Por último, en la “Réplica española a losComentarjos británicos”, se pregunta con fundacjarazón qué derecho, qué título jurídico es el que alegaG-eriBretaña, porque España desconoce cualquier título que no proceda del Tratado de Utrecht. Yen apoyo de tal réplica, transcribe las conclusiones a—que llegaron el siglo pasado los asesores jurídicos de la Corona britinica yel doctor 3. Parker Deane en el sentido de que “cualquier acción que pue -

da ser llevada a cabo por el gobernador, el secretario de Estado o el Parlamento, con el fin de extender de algún modo los límites dentro de las tres—millas del territorio español sería, por tanto, al menos, un dudosoejercj—cio de autoridad y sería ciertamente, ofensivo para el Gobierno español”,

A la simple y desapasionada luz del texto de Utrecht, España -

cedió a la Corona inglesa el puerto de Gibraltar, con sus aguas interiores,pero sin aguas jurisdiccjonales adyacentes.

Pero antes de que maticemos aún m&s el status de las aguas intenores del puerto gibraltareño, concluyamos en interpretar fielmente alguna otra particularidad del repetido artículo X del Tratado,

En el segundo pérrafo , las limitaciones territoriales y jurídicas quedan reforzadas por otras de indole económica, pues así mismo la-propiedad cedida no sólo se hizo sin jurisdicción alguna territorial, sino —

también sin comunjcacion alguna abierta por el país circunvecino por parte de tierra, incomunjeandola de todo comercio con el resto de la Peninsula,para evitar abusos y fraudes en la introducción de mercaderjas, cl&usula —

violada sin interrupción por Inglaterra, sobre todo en el siglo presente, loque ha motivado el florecimiento de un escandaloso contrabando y que, sólo

—9—

quedaba mitigada, por razones caritativas y de humanidad, cuando a conti—nuaci6n se estipula en el mismo p’arrafo del Tratado, que en los casos enque la comunicaci6n por mar con la costa espaítola no pueda estar abierta—y segura l!y los soldados de la guarnici6n y los vecinos’t de Gibraltar se —

viesen reducidos a “grandes angustias”, entonces se les podría permitir lacompra de provisiones y cosas necesarias, en la tierra espa?íola, para lastropas, los vecinos y las naves surtas en el puerto. Y adviertase, aquí tambi’en,que pudo emplearse la expresiún “naves fondeadas en la bahía”, pero-no se hizo así, porque, lo repetimos, en la mente de los plenipotenciarios—y signatarios del Tratado de Utrech sMo estaba la cesi6n de la propiedad —

del puerto. Tal propósito queda alzaprimado en el p’arrafo cuarto cuando seprohibe la entrada o acogida a las naves de guerra moras en el puerto. deGibraltar — esto es, el derecho de asilo o refugio de buques de guerra en —

las aguas interiores del puerto -, lo que indica claramente que Espafa noquería que las aguas jurisdiccionales de su bahía corriesen el peligro de —

nuevas incursiones berberiscas, o la amenaza de sus libres comunicaciaesmarítimas. Es éste, si se quiere, un precepto anacr6nico y desmesurado-

en los momentos presentes, pero nos sirve para apoyar la justificada posi—ciún de nuestras constantes alegaciones reivindicatorias. M&xime, si en elmismo p&rrafo no se niéga la r.daen el puerto de Gibraltar a las naves —

moras “que s6lo vienen a comerciar’

LasUaguasdel.puertodeGibraltar.

Las aguas del puerto de Gibraltar, según la doctrina y la prc

tica jurídico-marítimas internacionales, tienen el ‘tatus” de aguas interiores, pero no la naturaleza jurídica de las aguas jurisdiccionales o mar territorial , que , precisa’mente en los casos de Estados soberanos, comien —

zan a partir de aquéllas; esto es, que las líneas de base para empezar a medir la anchura de las aguas territoriales, coinciden con la bajamar escorada; con los limites fisicos naturales o artificiales de ios puertos, o en algunos otros casos, como sabemos, en las líneas rectas trazadas para unir -

puntos concretos del litoral. El artículo 8 del Convenio de Ginebra de 1958sobre “Mar Territorial y Zona Contigua”, especifica que los efectos de—la delimitaciún del mar territorial, las instalaciones permanentes msantradas en el mar que forman parte integrante del sistema portuario se con—siderarn como parte de la costa”.

El tantas veces citado artículo X del Tratado de Utrecht sMcdib a Gran .ta?ia el puerto, con sus aguas interiores e instalaciones permanentes, en propiedad y sin jurisdicci6n alguna Por no poseer soberanía

— lo —

Vista del Peñón y su zona marrtima circundante.

sobre tal puerto, no puede demahdar otras aguas adyacentes como tampocopodr disponer de un espacio a€.reo superpuesto al territorio de la roca y alas aludidas aguas interiores de su puerto. El texto de Utrecht, tan lleno —

de condicionamientos, no menciona para nada tales aguas porque se limita.a reconocer la cesi6t-i del puérto anejo a la fortaleza gibraltareía, aunque—corno diría el agudo periodista A. 3. GonzMez Mufuiz Sucesivos Gobiernos —

britnicos han recabado para dicho puertó unos límites “que englobar1anbin el puerto oeste de la ciudad deI Línea de la Concepóibn y unas agis

• jú.risdiccjonales al sur y este del Pofuon’.

Elsedicente‘uertoCan.ning’.

Corno también diría e]. ministro Castíella, ante el Pleno de lasCortes Espafuolas el 3 de abril de .l968,el secretario de Estado b.rit&nico, -

M.r Canning pretendí6 en el siglo pasado, exactamenté en 1826 unadefinición v&lida de lo que eran las aguas inglesas en la béhía de A1gecira.!

- 11 -

Al no existir en el Tratado de Utrecht una delimitaci6n real o -

imaginaria del puerto de Gibraltar, se hacia indispensable buscarle, en pr’imer lugar, un limite natural, y Mr. Canning lo encuentra 11en la curvaturade la costa que termina en Punta Mala, al NW de la Línea y uniendo tal si -

tio con el Muelle Viejo de Gibraltar, forma un espacio acu&tico “que en sutotalidad se halla dentro del alcance de los cañones de la guarnición. .

La vieja three—miles rule o la regla del caPíon que, formuladapor Bynkershoek en él mismo siglo XVIII, casi en el mismoaño en que se—consumó la artera ocupación de la Roca, fue siempre muy grata a los brit&.nicos, porque con ella se patentizaba mejor la fortaleza y poderio de susba.

tenas, pero ya se ha comentado lo episódico de su valor, con el constante-progreso de la balística, que haría variar los límites de las aguas continuamente . Ademas que con arreglo a semejante criterio, podrían invocarse —

abusivos derechosde dominación en distintas &reas geogr&ficas fronterizas.

Por arte de birlibirloque — claro es que con marchamo britILi—co — el puerto gibraltareño no quedaba así reducido a lo cedido por él Tra —

tado de Utrecht, sino que se extendía y reforzaba con unas aguas territoriales de la bahía de Algeciras, y precisamente en la zona adyacente a La Linea, a la que se le privaba del agua .. del pan y la sal, así como en lacosta occidental del istmo que sería objeto de y en el que—en 1938 se construiría un aeropuerto sobre tierra y sobre mar, pero siempre hacia el O, de la Roca, como una despectiva flecha apuntada hacia Es -

paf’ía, Y así, en opinión del secretario del Foreing Office, la “regla del ca—Í’ion” sóio se aplicaría para Inglaterra y no para España, que precisamenteera la detentadora — en plena soberanía — de sus costas y, por ende, de susaguas jurisdiccionales adyacentes.

Lainstalacióndelaeropuertóenzonas terrestreymarítimausurpadas.

Siguiendo la pauta marcada en 1826 por Canning, que consideraba aguas inglcss a las que bañan toda la costa de sobéranía españolasde Punta Mala hasta el Muelle Viejo del Peñom, otros políticos brit&nicoése propusieron ampliar los límites gibraltareños por la zona contigua trtre, sin importarles un ardite la violación flagrante del artículo X del Tratado de Utrecht.

Los límites terretres están perfectamente señalados en el Tratado, aunque no se mencionan expresamente, porque no es necesario. Porel Norte, son las murallas donde la Roca se une a la Peninsula, con el ist —

— 12 —

mo; por los otros confines geogrficos, las aguas de la bahía de Algeciras—y el Mediterráneo, son los indiscutibles límites Oeste, Sur y Este de la —

propiedad cedida, España, por un gentlements agreement (acuerdo entre —

caballeros, al parecer con uno s6lo,,,) del mismo siglo XVIII, acept6 queel istmo fuese considerado en tiempo de paz como IZfl y por 1 otanto desmilitarizada y con prohibición de fort.ficarse, Dicha tzofla neutral”seguia y sigue estando bajo la soberanía española, con arreglo al derecho -

internacional y al Tratado de Utrecht, Pero la “escalada” brit&njca se orit6 hacia el Norte de la Roca, usurpando la “zona neutral, erigiendo una —

verja met&lica (nuevo “muro de la verguenza’comolatitul Castiella y re—pitia Pinies ante las Naciones Unidas)en 1908, a casi un kil6metro de la au_tntica línea fronteriza establecida en Utrecht y construyendo un aeropuerto sobre el istmo y zona marítima occidental, ambos de España. Aeropuerto “de emergencia” y con fines militares exigido en 1938, cuando de nuevo—España estaba en guerra y un sedicente gobierno instalado en Madrid - conel que la Gran Bretaña mantenia aún relaciones dip1omticas — no elev6 goteste alguna y se hubieron hecho caso omiso de las aducidas por el Gobierno Nacional, que todavía no había sido reconocido por el de la Gran Bretaña, como practicamente lo fueron cuando, alcanzada la victoria final y eablecida la paz y las relaciones normales, nuestra Embajada en Londres —

protesto ante el Foreing Office porla construcci6n de tal aer6dromo y seiscontest6 con esa frase entrecomillada antes, de que s6lo era terreno para—“aterrizaje de emergencia”, pero que durante la segunda guerra mundial —

constituiría una importantísjria base a&rea utilizada por los aliados y mas-especialmente para apoyar la Operaci6n Torch, del desembarco en Africa—del Norte.

Losabusivosfondeaderosylosmúltiplesincidentessurgidos

Las violaciones del Trritado de Utrecht continuaron por parte -

de Inglaterra, En ios documeritadísímos “Ljbros rojos” redactados por ristroMinisteriocAsuntos Exteriores seda abundante noticiá e informaci5n —

de muchas de esas violaciones, Lleonart alude a tal problema, analizando-la nota de Canning y la protesta del ministro del Estado español, marques—de Miraflores, dirigida a su colega lord Howden, en 1.851, con ocasi6n delincidente surgido en aguas de la bahía de Algeciras por parte de buques ingleses, y en cuya protesta se ofrece una auténtica interpretaci6n del Tratado de Utrecht y se pulverizan los abusivos argumentos de Canning.Por cierto que como el anterior ministro ingles había aludido a que “sus límites”habían sido reconocidos por el Almirante Tofifio, en una publicaci6n oficialel marqu€s de Miraflores puntualiza, en su contra—alegato, que dicho almirante en su obra Derroteros de las costas de España, habla de fondeaderc

— 13 —

y no de límites o fronteras (‘!bajo cuyo tiro de caít6n. es el fondeadero de -

los ingleses “) y en su relato no se encuentra ninguna alusi6n directa ctre

el puerto .gibraltare?ío y Punta Mala. Adem&s, como sefíala Lleonart en base dé los argumentos del marqués de Miraflores, el valor oficial de su cfres muy discutible y Tofifio refiri6 ‘1un hecho, no determina un derecho,dicelo que vio.. . . “Ciertamente, tales fondeaderos, .a todas luces abusivos, continuaron tanto en el siglo XIX como en el presente, rebos’andose la copa denuestra justa indignaci6n en diciembre de 1967, cuando el Arcadian, izarola Unin Jack y portando un cargamento de explosivos y municiones para 1.abase militar que es Gibraltar, fonde en el sedicente Ipto de Canning”,a escasa distancia de nuestra ciudad de la Línea y amenazando nuestra se

guridad, pues como dijo el ministro Castiella ante las Cortes Espaísolas, alpresentar el segundo “Libro rojo” , la operaci6n del mercante brit&nicoArcadian, “que por razones de seguridad y de humanidad no quiso realizcir enel interior del puerto de Gibraltar (y que) no tuvo, en cambio, inconveniente en llevar a cabo frente a una inerme ciudad espafiol&’.

Tales abusivos fondeadores en aguas totalmente espafiolas, nos6lo se basan en las ventajas de calado,, y mayor resguardo y facilidad de —

maniobra sino que con ellos se justifican esos cínicos prop5sitos de reivin—

dicar unas aguas jurisdiccionales y soberanas que el Tratado de Utrecht noles concedió. Y su desverguenza ha llegado a extremos inconcebibles, desde el cobro de impuestos de fondeo a buques extranjeros que ánclaban en dichas “sedicentes aguas inglesas a Gjbraltar”, a los que exigían que izasenen su palo mayor la bandera inglesa, hasta la subida a bordo de nuestros —

propios buques de guerra para protestar de su presencia, pasando por el —

amparo prestado a múltiples contrabandistas que salían o entraban en el rr.pio puerto de Gibraltar.

Elcontrabandogibraltareíjo

Sin referirnos al contrabando del Pefi6n, por via terrestre ,cortado casi de raiz al suprimirse la Aduana Subalterna de 1Línea en 1966,—deseo aludir al contrabando por via marítima, tanto directa, en la que losgúneros de contrabando entran en Espafia utilizando las mismas embarc&iones que los sacan de Gibraltar, como indirecto en que, por medio de tranalordos, unas embarcaciones cargan los gúneros en el puerto gibraltarefio y otrasson las que realizan los alijos en nuestras aguas jurisdiccionales.

Según el .“Boletin Informativo” el Servicio Especial de Vigilancia Fiscal, dependiente del Ministerio de Hacienda, “el principal y casi ex

- 14 -

elusivo foco de irradiacj6n de este contrabando se refiere al marítimo -

directo - debido a hallarse enclavado en nuestra propia costa y al espirituexportador de sus hab jtantes, es desde ios tiempos de su ocupacién por bsingleses, El Pefién de Gibraltar, desde cuyo recinto actuaban y siguen ac -

tuando , las poderosas organizaciones que controlaban y controlan actual —

mente la mayor parte de las actividades contrabandistas en el Mediterroy en las costas occidentales y septentrionales de la Península Ibérica”,

Tales organizaciones, con verdaderas flotillas de embarcaciones r.pidas y gran movilidad, defraudan a nuestro Fisco y violan flagrante-mente el Tratado de Utrecht.

El contrabando marítimo efectuado por via indirecta en los trisbordos, se sirve de un’!rnaquiavljco artjfiçjI consistente en que los bar —

cos superiores a 150 toneladas de arqueo, que transportan artículos de con.trabando (principalmente licores y tabaco rubio) , salen debidamente manifestados condestino al puerto de Ténger u otro de an&logo régimen fiscal. Pero una vez fuera de las aguas espaitolas de la bahía de Algeciras, tales barcos cambian rumbo hacia el Mediterréneo yen puntos de alta mar, previamente seí’íalados, transbordan su carga a las lanchas contrabandistas sali —

das en lastredel Pefién, las que depués hacen su alijo en Espafia, De tal —

suerte, las autoridades gibraltarefias alardean de colaborar en la evitandel contrabando, pues nopermiten salir de su puerto embarcaciones inferres a 150 toneladas con carga. Y si esa especie de buque-almacen o “ncxk’jza1 es detenido y reconocido por nuestras lanchas del Servicio de Vigilan —

cia Fiscal, exhibe su llegalJ documentación y la carga debidamente ‘1mani—festad&’ no puede ser objeto de comiso,,.

El contrabando gibraltarefio constituye una evidente violación -

del artículo X de Utrecht, pero los ingleses, ante nuestras justificadas protestas y reclamaciones, replican descaradamente “que no es para tanto”.y el matutismo de Gibraltar sigue siendo consustancial con la manera de —

ser y sentir de sus pobladores

EldesafortunadoRealDecretoespafiolde1876

A fuer de honesto y objetivo, no quiero omitir la existencia deun precepto espaftol que, como el Derrotero del Almirante Tofifio, pudierallevar a una equivocada consagración de algunos derechos briténicos sobreunas pretendidas aguas jurisdiccionales

— 15 —

En efecto, lo que denominamos desafortunado Real Decreto de10 de diciembre de 1876, al aludir a las instrucciones dictadas por nuer’asautoridades para la represi6n del contrabando por la División de Guard&ostas de Algeciras, manifestó que podrían ser consideradas como aguas ha —

madas inglesas en Gibraltar, y a los únicos efectos de la persecuci6n del-contrabando “las comprendidas al Oeste, entre la falda del Peítn y la linearecta que, partiendo de Punta Mala en direcci6n a Sierra Bullones, pasa ados millas de Punta Europa, y al Sur y Este una extensi6n de tres millas -

contadas desde la ¡)aya en todas direcciones”.

Insistimos en que no nos duelen prendas al citar los párrafos -

principales de dicho Real Decreto, pues, como bien puede advertirse, 1acmarcaci6n señalada no tuvo otro objeto que el de evitar psibles contingen —

cias con las autoridades inglesas en lo que pudiera referirse a la persecuci6n del contrabando. Pero que quede bien claro que no fue una declaracibn,ni siquiera tacita, de que dichas “aguas fiscales.” fuesen de soberanía inglesa o conceptuadas como aguas integrantes de un pretendido mar territorial,en el sentido que el Derecho Internacional ha señalado , y, aunque pequ&rsde reiterativos, hemos de recordar, una vez mas, que sobre este punto s6_lo est& .vigente un texto legislativo internacional de rango superior: el Tratado de Utrecht, con sus ratificaciones posteriores.

Después de casi un siglo, el desafortunado Real Decreto ha sido derogado definitivamente, como. en seguida veremos, por el Decreto delMinisterio de Obras Públicas de 19 de octubre de 1967.

Lasprohibicionesdevueloporelespacioaéreosuprayacente,segúnlaOr—dendelaPresidenciadelGobiernode1967.

El aeropuerto construido a partir de 1938 por los brit.nicos sobre tierra y mar absolutamente de soberanía española, no iba a ser una Uçjsta de aterrizaje de emergenci&’, sino un aerbdromo o aeropuerto completopara el trafico de aviones militares y civiles que, forzosamente, iban avio.lar en incontables ocasiones nuestro espacio aéreo soberano.

En el Alegato de 18 de mayo de 1966, que fue leido por el Mi —

nistro español, en Londres al comenzar las negociaciones hispano-britni—cas sobre Gibraltar, se transcriben unas elocuentes palabras del capit&n ¿enavío ingls Alan Hillgarth - que fue agregado naval de su Embajada en Madrid durante la segunda guerra mundial — en una carta abierta que el Daily—Telegraph public6 el 28 de abril de 1955. Dichas palabras son las siguientes:

16

“El aeropuerto esté situado en el llamado territorio neutral,qieen estricta aplicaci6n del espíritu de los tratados debería haberse respet€do.SuprolongaciénenaguasdelabahíadeAlgecirassehizodetalformaque-violaaguasquenisiquierasonneutrales,sinodefinitivamenteespañolas.

Nuevamente los subrayados son mios, para destacar el valor positivo de sus argumentos,

Un aeropuerto ilegal con utilizaci6n mCiltiple, asimismo ilegal,aunque en opinión inglesa los “circuitos y vías de aproximaci6n” para los elerrizajes de ios aviones militares no infringen la soberanía, la soberanía e

paPiola.,, Resulta imposible mantener esta postura, pues las pantallas de -

radar han demostrado hasta la saciedad, que se ha violado nuestro espacio.-aéreo superpuesto sobre el istmo sobre nuestra bahía de Algeciras e incluso sobre otras zonas peninsulares,

Por ello, la Orden de la Presidencia del Gobierno de 11 de abnlde 1967, a propuesta del Alto Estado Mayor, de conformidad con losMinisterios del Ejército, de Marina y del Aire y previo acuerdo del Consejo de -

Ministros, dispuso ciertas modificaciones de la anterior Orden de 10 de ei

ro de 1963, en la que se establecieron, por razones militares, las zonas clterritorio nacional prohibidas y restringidas al vuelo, de acuerdo con lo díspuesto en el artículo 9 del Convenio de Aviaci6n Civil Internacional de Chicago, suscrito por España y naturalmente, también por la Gran Bretaña,

La mencionada Orden de 1967 establece los limites y clasifica -

ciones de las zonas de Algeciras,declaréndolas prohibidas a toda clase devuelos, per primordiales razones de seguridad nacional, y con una altura limitada, Debe .advertirse cuidadosamente que en dicho preceptose declara-que las coordenadas señaladas no significan una de1imitacin del territorionacional ni la renuncia a los derechos soberanos de España al Sur de las coordenadas citadas,

•Como se anunciaba en dicha Orden , el Gobierno español envié alaO.A,C,J, (Organizacién de la Aviaci6n Civil Internacional, organismo epecializado de las Naciones Unidas al que pertenecen España y Gran Breta —

ña) un comunicacién telegréfica especial así llamada en la termi,-.nología de la O.A,C,I,, el 6 de mayo del mismo año de 1967, y como era -

de esperar comerizé en el seno de la Organízacién citada un “inutil forceje”ingls, contra la prohibicién establecida por Epaña, de acuerdo con el Convenio de Chcago,Nuestros representantes pudieron demostrar que no se interfería para nada el. trdfico aéreo internacional, que los intereses del aer6

— 17 —

dromo gibraltareño eran esencialmente militares y que sólo España podia —

juzgar acerca de la necesidad de la zona prohibida establecida por razones—de seguridad que sólo a ella competía determinar.

Finalmente, bueno’ser recordar aquí que el artículo 12 de la -

Convención de Chicago de 1944, que creó la O.A.C.I., declara que:LosEtados contratantes reconocen que cada Estado tiene soberanía exclusiva y absoluta sobre el espacio aéreo correspondienteI y por el cual España tiene i.nderecho perfectamente reconocido, para poder hacer uso de su soberanía -

en e1 espacio aéreo español y logicamente, también sobre el superpuesto a1 1 1 1 ft1ia ania Qe i-ugeciras.

ElDecretodelMinisteriodeObrasPúblicasde1967.

Ante el creciente desarrollo del trafico portuario en la bahía deAlgeciras - como se dice en el preambulo de este Decreto de 19 de octubre-de 1967 — con el consiguiente incremento de la actividad económica, así co—mo la reciente puest funcionamiento de la refinería de petróleos, ubicaiaen el centro de la curvatura de la bahía, se hacia preciso determinar claramente la competencia territorial de la Junta de Obras y Servicios del Puer-to de Algeciras, conjug&ndola con la zona correspondiente a La Línea de laConcepción.

Dicho Decreto (Núm. 2.671/1967. “D.O. de MarinaU núm. 261,de 14 de noviembre de 1967) delimita las aguas del puerto Algeciras-La Línea, con arreglo al paralelo que pasa por el extremo de poniente de la verja

de separación del Campo Militar Español y la línea que, une Punta Carnero-con el pantaln actual de le. refinería de CAMPSA hasta su encuentro con elparalelo antes definido. Dentro de tales aguas se distinguen la zona 1, que —

compreñde las áreas estrictamente portuarias, esto es, las aguas intericry la zona II, que comprende el resto de las aguas del puerto.

Ya dijimos antes que este Decreto tuvo así mismo el valor positivo de derogar el real decreto de 10 de diciembre de 1876, con lo que queiclaramente establecido que no existe reconocimiento alguno de aguas inglesas, ni siquiera fiscales a efectos de represión del contrabando. Ms o mnos, los límites del puerto Algeciras—La Línea coinciden con los de la zona

prohibida a, los vuelos, pero volvemos a repetir que, según nuestro criterio,la totalidad de las aguas q la bahíe de Algeciras encierra son de España ycaen bajo su indiscutible soberanía,, resultando curioso, por no decir intolerable, que el delegado brit’anico ante las Naciones Unidas., lord Caradon,çrtestase ante el seczetario genéral,.U Thant, de la publicaciSn de’ tal ‘Decreto

18-

1 que mermaba la zona marítima co—.rrespondiente a Gibraltar. .. lngl,terra pued.e usurpar el istmo, pudeerigir sobre l y sobre susaguas —

adyacentes un aeródromo, puede manifostar queson legítimos fondeaderos las aguas “de Canning”puede...en suma, manejar a su antojo la léydel embudo. Pero Españe, a sucio, sólo debe aguantar tanta intolerancia generosamente y sin avanzarun l.ó metro en la bahía de Algeci—ras. En esa entrañable bahía, netamente española,: en la que han tenido que ser expulsados varios bu —

ques eztranjeros, como los petroleros sovi€ticos. L u h u y it s y y Mole d ec hnos ye1 liberiano T ha s -

sos Islan’d que fondeaban ensusaguas con ‘el permiso” de las autoridades gibraltareñas y como consuencia de una defectuosa interpretación brat&nica del Tratado de Utrecht En —

esas mismas aguas que Cmicamerite pueden tener la sal de Andalucía y no elfrio hurnour de Inglaterra

Elastemadela“líneamediana”.sogCinelConveniodeGinebrade1958

Para delimitar las aguas de una bahía es preciso distinguir, enprimer lugar, si se trata de un bahía con costas pertenecientes a un solo Estado o con m&s Estados ribereños

A los efectos del presente estudio, la delimitación de la bahía —

de Algeciras, con dos Estados ribereños (aunque uno de ellos — Inglaterra —

no disponga de soberanía ni, por tanto, do mar territorial), exige previnute trazar las aguas jurisdiccionales partiendo de la bajamar escorada y te —

mondo en cuenta la extensión en millas que legítimamente reclame, ya que,como sabemos, no existe una regla internacional obligatoria y la de tres rnjlles quedó arrumbada en definitiva,, prosperando la de doce en la mayoría —

de los Estados.

Ya dijimos antes que n la bahía de Algeciras existen unaslimitaciones recientes: la de la zona prohibida a los vuelos, de 11 de

— 19 —

abril de 1967, y la del:puerto de Algeciras . La línea de 19 de octubre delmismo año, que sensiblemente coincide en su trazado horizontal apartandose algo. en• el vertical.

No.obstante, si España accediese a dialogar con Inglaterra so—bre esta materia delimitatoria podría servir de base el sistema preconizadoen el artículo 12 del Convenio de Ginebra de 1958 sobre mar territorial y zona contigua (ratificado por Inglaterra y por nuestra patria), en el que se establece el método de la llamada Ulínea mediana” determinada de forma tal

que todos y cada uno de sus puntos sean equidistantes de los puntos ms --

próximos de las líneas de base, a partir de las cuales se mide la anchura —

del mar territorial de cada uno de los Estados aludidos. Sin embargo, comotambién se señala en el citado artículo 12, la anterior disposición no ser& -

aplicable si existen derechos históricos y éstos - de alegarse - sólo correpondería hacerlo a España.

‘la regla de la “línea mediana” fue preconizada en el siglo XVII-por Puffendorf y aceptada en el siglo XIX por Fiore, Martens, Pereis yTravers Twis, así como por el Institut de Droit International y la InternationalLaw Association, habiendo servido para delimitar varios espacios de sobe -

‘ranía, como el tratado de 1842 que otorgó la isla de Hong—Kong, separada —

del continente asi&tico por el paso de Lymoon de apenas una milla a la G’anBretaña, apero cuando la Gi’an Bretaña adquirió sobre dicho continente el territorio de Kalmn y se hizo (inica ribereña de dicho paso, ya no fue necesa—

.ria la línea mediana’.

El mismo sistema se empleó en la delimitación de los e s t r e—chos de Luis de Haro y Juan de Fuca que separan cei çontinente americano -

la isla de Vancouver (Tratado de 15 de junio de 1846 entre los Estados Uni -

dos y la Gran ‘Bretaña).

La delimitación establecida en el Decreto de 19 de octubre de-- 1967 para las aguas del puerto de Algeciras-La U’nea como se reconoce, ij,

cluso, en una nota verbal presentada por la Embajada de Su Majestad’Brit.nica el 9 de diciembre de 1967, “sigue muy de cerca, pero sin coincidir tarnente la’!Iínea jaaI? que en virtud del mótodo señalado en el artículo —12 del Convenio de Ginebra se describe como una curva orientada hacia el -

: norte de la línea recta española y se presenta en la mencionada nota verbal—a la atención de nuestro Gobierno. Si España aceptase seguir el indicado —

sistema de la línea mediana, reconociendo que el ‘Gibraltar dispusiera de aguas jurisdiccionales, la línea divisoria podria pasar por los pun-tos que se señalaban en dicha nota verbal.

La doctrina y la practica internacionales se muestran en favorde tal sistema de trazado de la línea mediana singularmente en l.os estrec}-ios, en los estrechos, en. los archipjlagos y en las bahías, pero es preciso hacer una importante advertencia: siempre se mencionan Estados soberanos que tienen absoluta competencia jurisdiccional sobre los territorios cuya zoha marítima adyacente se quiere delimitar. Y éste no es el caso de Gibraltar,

CONCLUSIONES

Qiferencias entre soberanía y prqpedad a los efectos Ttado

Llegado el momento de ofrecer unas conclusiones del. presente—estudio, queremos insistir en lo que estimamos es el punto principal yel —

quid de la cuesti6n gibraltareja: la distinción conceptual y de contenido enfresoberanía y propiedad,

Todas las argumentaciones británicas, sobre todo las esgrimí —

das después del 12 de julio de 1.966, fecha en que, ante el asombro de la Delegación española que asistía a las negociaciones, se declarb que ‘l territorio entre la verja fronteriza de Gibraltar y el pie de la foca es tambión te —

rritorio bajo soberanía britnica’, han estado basadas, erróneamente por—supuesto, en esa detentación de una absoluta soberanía, Pero tal asevera -

ción es a todas luces caprichosa, cuando no cínica y abusiva, porque el cmi—co texto que pudiera ampararla es el repetido artículo X del. Tratado deUtrecht, y este, como sabemos, no cita una sola vez l.a soberanía, sino queprecisa para que no haya lugar a dudas que la propiedad que se cede no dispone de jurisdicción alguna, Utilicemos, para nuestras consideraciones, unjuicio del agudo colaborador de Pueblo FortCin López, La sovereingty es muy’distinta a la propiety o property y no sólo como tórminos gramaticales,sino.como conceptos jurídicos, Así, I.a propiedad, que es la expresión empleadaen el Tratado de Utrecht, la property inglesa, significa hacienda, bienes,posesión, dominio, pertenencia: pues la otra acepción — propiety se refiere—ahacer lo que se debe - cómo cuando decimos que gramtica es elarte dehablar y escribir con hlpropiedadtl un idioma —, Vamos a examinar, parafraseando en parte algCin concepto de dicho, ilustre escritor, el concepto jurídico de propiedad”,

)- -

La propiedad’, la propietas del viejo derecho romano, es el dominio o derecho sobre una cosa para usar y disponer de ella o, como se dice en la partida 4 ley 1, título 28, de Alfonso X el Sabio: “poder que home ha en su cosa, de facer della o en ella lo que quisier, segundDios e segund fuero”.

La soberanía, consagrada por Bodin en su famosa obra De RCblica, en 1576, e sinbnima de auctoritas, de sujremacia, de imperium, y-su contenido conceptual ha provocado muchas polémicas doctrinales tanto —

en Derecho interno como en el ‘Derecho ,internacional. La soberanía equivalente en la técnica anglosajona como un derecho de jurisdiccin - qué clara—mente se le niega a Inglaterra en el Tratado de Utrecht respecto de Gibraltar — puede definirse, én suma, como el conjunto de competencias ejercilassobre la base del Dereáho internacional.

Afirmamos, po’r último, que el repetido Tratado de 1713 cedi6-a la Corona brit&nica una propiedad que, aunque se titulase plena y sin impedimentos, no disponía de jurisdicci6n alguna. Es’ como si Gibraltar fueseuna finca en territorio soberano espafiol, y las propiedades - rústicas o urbanas - nunca dispusieron de soberanía o de jurisdicóibn o competencia territorial. Y la atribuci6n descarada y continuada de soberanía sobre Gibraltar es simplemente una usurpacibn ilegal, contraria ‘a todo derecho.,

Aguasjurisdiccionalesyaguasinteriores

El Tratado de Utrecht no menciona límite alguno para unas jurisdiccionales inglesas en Gibraltar. Tan sbio se refiere al puerto gibraltareíto y, por ende, en la cesi6n de su propiedad, sin .jurisdiccibn alguna, -

sblo puede disponer de sus aguas interiores. Debemos advertir, así mismo,que el puerto primitivo, el de la primera década del siglo XVIII, ha quédaioampliado considerablemente con obras de fabrica, muelles, pantalanes,etc.,y que, incluso, se ha construido el aeródromo en la zona neutral de sober&riíá espa?iola y en su prolongacién marítima al oeste del istmo, en aguas indiscutible soberanía espafiola también.

Es evidente que el Derecho internacional reconoce la atribci&ia cada Estado ribereito de una soberanía sobre una zona acCiatica que baFa -

sus costas o litoral, generalmente denominada “mar o “aguas -

jurisdiccionales” ‘o Esta zona marítima debe ser considerada como indispensable para la protección de los intereses legítimos de losEstados que tienen directo acceso .a la mar,. Dicha zona de aguas jurisdic —

— 22 -

cionales forma parte del territorio del Estado y la soberanía que el Estado-ejerce sobre ella no difiere, en su naturaleza jurídica, del poder ejercido -

sobre el dominio o territorio terrestre, y valga esta redundancia,

No obstante, también es evidente que tal soberanía admite unaslimitaciones que el propio Derecho Internacional ha establecido en interés—de la libertad de navegación para toda la comunidad internacional, y entre -

ellas destaca la del “Tr&nsjto Upaso inocenteli, Por eso, Espa?íaal ejercer su soberanía sobre las aguas de la bahía de Algeciras, la ha li —

mitado, autorizando travesías y fondeos, pero justamente se ha irritado enlos asos’1 del Arcadjan y del H,MOS, Carysfort, que violaron nuestra sobe

ranía y no precisamente en ‘Tr&nsjto inocuo ,

El mar territorial es el territorio marítimo complementario c1terrestre Mare est ejus, cujus est terra cui adjacet, dijo Juan García deSaavedra, un autor español del siglo XVI que han citado ilustres juristas jxtenores, como se?ialando que el territorio terrestre de un Estado no es npleto si no dispone del territorio marítimo adyacente. Pero hay que poner —

el énfasis debido en la nota originaria de soberanía, Si la cesión consagrada en Utrecht hubiese sido una cesión de soberanía sobre el territorio te —

rrestre de Gibraltar, tal desmembración de soberanía se hubiese extendilonecesariamente al territorio marítimo adyacente, y entonces el Tratado sehubiera visto obligado a fijar una delimitación, Estas últimas consideraciones las estimamos fundamentales , porque si no se meditan con cuidado pudiera llevarnos a la conclusión de que el territorio gibraltaref’ío dispone deaguas junisdjccjonales y así podría ocurrir en un régimen general a la luzdel Derecho de gentes, pero adviértase que siempre hemos aludido a la soberanía o jurisdicción territorial y sabemos que ésta quedó expresamente —

excluida en el Tratado de Utrecht, que sólo legitimE la propiedad yen definitiva, la usurpación del Peííon y dependencias,

Y aunque se nos pueda argüir — como ya lo han hecho los dele —

gados britnjcos - quela realidad féctica de dos siglos y medio largos de —

ocupación han sancionado como legítimos todos los derechos ingleses sobreGibraltar y sus aguas adyacentes, sólo diremos, como nota final dominantede esta conclusión, que la ilegalidad de origen, por muy dilatado que haya -

sido el desarrollo del usufructo de esa propiedad, no puede ni debe ampararlo nunca. Por el mero sucederse del tiempo , por usucapión o prescripción—adquisitiva, no se puede modificar la naturaleza de lo que originariamentees injusto, o, como dijo Heffter, un siglo de posesión ilegítima no es suficiente para liberar a ésta de su vicio originario,

— 23 —

LasaguasespañolasdelabahíadeAlgecirasyGibraltar

Aunque el Reinó Unido, unas veces por su soberbia y otras poromisi6n de España, haya venido detentando unas supuestás aguasjurisdicci.nales en la bahía, a partir de las interiores del puérto gibraltareño, locito és que nunca fue legítimo titular de la soberanía.

La bahía de Algeciras y Gibraltar — para nosotros con un s6lo—Estado ribereño soberano — puede definirse como lo hace el punto 2 del artí.

culo 7 del Convenio de Ginebra de 1958, es decir, como la escotadura biendeterminada, cuya penetraci6n tierra adentro, en relaci6n con la anchuracsu boca, es tal qu contiene aguas cercadas por la costa y constituye algo -

m’as que una simple inflexi6n de la costa. La escotadura no se considerar’a’,sin embargo, como una bahía si su superficie no es igual o superior a la deun semicírculo que tenga por diámetro la boca de dicha escotadura.

Según su descripcibn cartográfica, el dimetro de dicha bocaapenas cuenta con cinco millas, entre Punta Carnero y punta Europa. Y d eacuerdo también con el repetido. Convenio de Ginebra (mismo artículo 7, —

punto 4), la bahía de Algeciras y Gibraltar, totalmente en manos españolas,podr& ser cerrada por una línea recta, ya que los merxk nados puntos o puntas de entrada no están separados por una distancia superior a 24 millas y -

las aguas de la bahía, así encerradas , ser&n consideradas como aguas inté—riores, sirviendo taijínea recta de cierre y las demás líneas de base en elresto del litoral peninsular, como puntos de partida para empezar a contarlas aguas jurisdiccionales españolas

No es que soñemos. Queremos asimismo que se cumpla nues —

tro presentimiento y que la bahía, cuyo estudio hemos efectuado con sufiete objetividad y extensión, sea una de las ms importantes del Mediterrocon un hinterland esperanzador y halagüeño, en inmediata culminaci6n del-“Plan para el desarrollo econ6mico-social del Campo de Gibraltar”, que elGobierno español esta llevando a cabo desde 1966. Entonces, como emocio—nadamente dijo el ministro Castiella ante las Cortes Españolas el 20 de di —

ciembre de 1965, 11el centro de gravedad de esta región no ser ya una basemilitar extranjera en la que confluyen preocupaciones y tensiones y que noha hecho m&s que crear un vacio en torno suyo, sino una gran ciudad espafíla en el corazbn de una zona que absorberá ‘las energías y demandas de supoblaci5n”.

- 24 -

Gibraltar la “espina en nuestros pies”, para Felipe V; la —

giienza al Sur”, de Jose Antonio, y la madura que algún da caer&”,—de nuestro Caudillo, no proyectar& sobre la bahía la sombra maléfica de suPeííon, sino que se copiará, en el azul de sus aguas españolas, el pabel1,rirojo y gualda que orgullosame estará izado en l, ampar&ndolo y perdo —

riando las muchas faltas cometidas bajo la Union Jack.

CESEDEN

GIBRALTAR - EUROCONTROL

- por Pablo Sebastián -

(De la revista “Sábado GráficoH,del 23 de febrero de 1 974).

Marzo, 1974 BOLETIN DE INFORMACION NUM. 81 --IV

Gibraltar otra vez, El Reino Unido vuelve a la carga, Pe?ión enristre. Londres continúa en una misma táctica. No quieren saber nada delas Naciones Unidas ni de su Comité de Descolonización; volvieron a olvidar

la tradicional compra—venta de votos que suele: preceder a la celebración—de toda Asamblea General (la Commonwealth pára mf, América Latina para tf, los árabes a medias . ) El último encuentro registró un casi ceroa cero. El gran dia otoiial habf a sido preparado cuidadosamente en el cúbico edificio de Nueva York por una y otra parte en litigio. El embajador Jaime Alba siguió una táctica personalfsima, que luego fue completada y sustituida por la diplomacia de Laureano López Rodó. Del ‘tvamos a pensar jun—tos de López Bravo se pasaba al pragmatismo. De Alba se volvió a Piniés(o a Castiella), y en Londres hacfa su entrada politica un nuevo IgentlemrV,Manuel Fraga Iribarne.

La operación de la pasada Asamblea no tenfa un claro deseo deacelerar a fondo sobre Gibraltar * Cada parte es consciente de sus limitacionesy servidumbres, y tampoco es el momento yla época de la Armada In—vencible. A Gran Bretaíta no la pueden condenar en la ONU más de lo queestá; el Pe?ión no sufre aún el máximo bloqueo, y en Madrid se conocen laslargas ramificaciones de la influencia exterior de la “gran isla”. Por si lamemoria fallaba, la reunión del Consejo Atlántico (de la OTAN) de primavera en Copenhague, las negociaciones de Espafia con la Comunidad Económica Europea de un nuevo Acuerdo de Libre Cambio y la petici6ri de Madrid deingresar como miembro de pleno derecho en Eurocontrol, dieron múltiplesocasiones para que, sin insistencia, se hiciera notar un cierto malestar británico por el acoso a la Roca. En el último de estos tres apartados, la zar

pa del león se hizo más próxima: la Isla vetaba la entrada de Espafia enEurocontrol si Madrid no reduela el cerco puesto a la colonia. Y el Gobiernono cedió , y el veto se mantiene a lo largo y ancho de un tira y afloja negociador en el que una de las dos o las dos partes deberán ceder algo en sus posturas

— —

La embestida británica, amén de formar parte de la consecuente política del Foreign Office, coronaba una singular maniobra según la cualLondres acusaba a Madrid de violar la seguridad de la navegación aérea , —porque las restricciones del Peñón impedían aterrizar cómodamente en lacolonia al nuevo tipo de avión británico, conocido con el nombre de “TridentU

EL CONVENIO Y EL CHANTAJE

El caso Eurocontrol remonta sus antecedentes al 17 de diciembre de 1971 Fue en esta fecha cuando representantes del Gobierno españolfirmaron un Convenio de Asociación con la Organización Europea p a r a laSeguridad de la Navegación Aérea (EUROCONTROL), Un Convenio; de dosaños de duración, renovable automáticamente al final de su periodo establecido , si ninguna de las partes “denunciaba” el acuerdo y que durante s u s —

dos ejercicios no causó problema importante alguno. España pagó religiosamente sus cuotas anuales —más de 70 millones de pesetas— y el cielo a it ode la Península o el “espacio aéreo superiorI empezó a coordinar sus autopistas para aviones a la europea.

Ambas partes eran beneficiarias y tenían interés en el acuerdoestablecido: el sobrecargado techo ibérico recibía una importante inyeccióntecnológica , preparación de personal y empezaba a cooperar en un centro —

de decisión europeo importante como lo es Eurocontrol, en su grado de organismo clave de los transportes internacionales; la Organización contabapor su parte, con un país asociado de singular importancia estratégica parael paso de los vuelos de Europa hacia Africa y América. Un todo para to —

dos muy equilibrado se había conseguido, e invitaba, ¿ por qué no? , a plantear la idea de que España debía adherirse a la Organización como miembrode pleno derecho.

Fue así cuando, seis meses antes de la primera fase final d e 1acuerdo de Asociación, Madrid decidió denunciar lo firmado para poder solicitar la integración (se supone con bastantes garantías de que dicha entrada en Eurocontrol era factible).

En estas circunst:ancias pueden ustedes imaginarse la extrañeza de mi Gobierno cuando en la primavera pasada comenzamos a percibir —

que en el camino de España hacia Eurocontrol surgían obstáculos de natura

—3—

• 1éz graVe”. Estas palabras fueron pronunciadas en Bruselas —el pasado 2

de octubre- por el representante de Espaiia en EurocontrOl,’señor’ GarcfaConde, ante el Grupo de Suplentes de la Comisión Permanente de la Orgarjzación. Estas palabras sécaban a flote el problema y la estratégica maniO::

bra del Gobierno de Heath. En efecto, Londres anuncié -por medio d e su• Embajada en Madrid- que “dos dificultades espctficas impedfan al Gober-

En ésta vista del Peii&n se aprecia el espig6n sobre a bahra queforma cabeza de pista de aterrizaje al aeródromo.

tio brit&nico otorgar su voto favorable a la admisión de .Espaía én Eurocontrol”. Dos dificultades. relativas a la Delimitacióndelespacioaéreoespa___ a la Zonaaéreaespa?iolaprohibida de la bahra de Algeciras.

Por el mismo camino diplom.tiCO España contestaba a Londresn los siguientes términ9S .•

1) “El Gobierno espaol estádispuestó a estudiar la fórmula queel Gobierno británico desee presentar sobre la Delimitación delpaCiOreoepñ9j’. .•

2) “La flaP0l .projki al yudo en la bahfa de Algaciras no puede sor modihcada mientra5 persistan las circunstcias que motivaron su establecimiento”. •

-4-

3) “El Gobierno español ha estado siempre y continúa estando dispuestoa negociar con el Gobierno britániéo los asuntos de Janavegación aérea en la zona de Gibraltar, como parte que son, yen el contexto general, de la negociación global de todas 1 a scuestiones que afectan a aquel territorio, según ha reiterado en

numerosas ocasiones y de acuerdo con la doctrina y las Recomendaciones de las Naciones Unidas”

F’ILOSOF’IA DE LA QUEJA BRITANICA

De esta declaración se deduce que España sólo está dispuesta aanalizar, en el contexto de la cuestión Eurocontrol, la primera de las “dosdificultades” presentadas por Gran Bretaña: la de la Delimitación del espacio aéreo añoJ. Mientras que la embestida londinense apunta: o que sefue hacia la integración sin tantear_afondo a todos los paises miembros deEurocontrol o que simplemente, y dado el carácter técnico de la Organización, Londres prefirió permanecer agazapado para resurgir en un momento importante, cuando su presión pudiera tener una postura óptima.

A todo ello hay que añadirle que la filosofja de la queja británica se apoyaba en la teoría de que la zona aérea de Gibraltar no permitía unaseguridad mínima al quehacer del aeropuerto de la Roca y hacía casi imposible el cómodo aterrizaje de los nuevos aviones británicos obligados a una estrecha parábola en la bahía. Una queja británica algo parad6

como si Londres tuviera ahora remordimientos de conciencia por susmúltiples violaciones del espacio aéreo español, del Tratado de Utrecht. etcétera; como si Londres creyera que España impuso al Peñón parte del cerco legal que le corresponde, simplemente como acto decorativo, para queel “Trident” se pasee a gusto sobre la bahía y, en un futuro: el “Concorde002 II entre en tromba sobre una zona aérea que, seguro, tocarla a la propiaAlgeciras. y que, además, necesitarla de la ampliación de la pista de aterrizaje, construida ya sobre un territorio robado a España y excluido delpropio Tratado de Utrecht.

CONCLUSIONES PRESENTADAS POR ESPAÑA

Cierra esta primera parte informativa las conclusiones que García Conde presentó a Eurocontrol, y que rezan así:

ItEntendemos que la pretensión de condicionar un asunto multi-

lateral —como es la integración de España a Eurocontrol- a un cotencioso —

—5—

bilateral anglo—español —el de Gibraltar—, parece improcedente por las razones siguientes:

- Porque es una cuestión que no afecta ni directá ni indirectamente a lEurocontrol, puesto que se trata de problemas de un CircuitodeAeródromo.

- Porque la integración española es conveniente para ambaspartes, por razones de seguridad del tráfico áéreo y, en general, de ordentécnico.

— Porque la no admisión de España, por razón de interesesunilaterales, impediría la expansión de un Organismo de integración europea.

— Porque negar a España la entrada én la Organización e s —

obliqarlaabuscar solucionesde recarn.kj2,,forzándola en este campo a desviarse de su vocación europeista , con la consiguiente disminución de provechosos contactos entre España y los Gobiernos y empresas interesadasen Eurocontrol.

- Porque las dificultades actuales provienen de utilizar un modelo determinado de aeronave, como es el tiTridentil; pero dejarían de existir con otro tipo de aviones que pueden ser utilizados en Gibraltar sin riesgo, como ocurría con antrioridad a la entrada en servicio del tlTrjdenttl II

A todo ello hay que añadir que Madrid dejó bien claro q u e s ino había integración, España abandonaría definitivamente Eurocontrol.

VIAJES Y NEGOCIACIONES

En los últimos meses de 1973, las conversaciones Madrid-Bruselas se intensificaron en torno a la Organización. Una delegación española, integrada por representantes de los Ministerios de Asuntos Exterioresy del Aire, visitó la mayor parte de las capitales europeas sometidas a Eurocontrol —Londres excluida— para explicar la firme postura del Gobiernoen torno a esta cuestión, a la vez que se reiteraba la. entondes cacareada

europeaU, sobre la que dijo García Conde el 25 de octubre: ItAdemás de las razones técnicas, existe otra muy importante de carácter político y que se resume en la vocación europeista de España y en el reiteradoproosito del Gobierno español dé participar cada día más en los procesosde integración europea . . . 1?

—.6—

A la cascada de palabras siguieron unos contactos bilateralesMadrid—Londres, de los que, hasta el momento, no se conocen resultados.

De estas conversaciones depende la futura presencia de Espa—ña en la Organización. Madrid quiere respuestas prontas —para el día 4 deabril.- , y no se dejará caer en la trampa del resultado de los trabajos dela última Comisión de Ministros de Eurocontrol, en cuyo comunicado finalse decía: “La admisión de España, ya atada a la Organización por un acuerdo de asociación, ha sido aprobada unánimemente enprincipio Ella seráefectiva en el plazo más breve, al término de un final satisfactorio de loscontactos bilaterales actualmente en curso entre este país y el Reino Unido”. En definitiva: nada. Todos están de acuerdo en que España se adhie—ra, pero sólo de priñcipio y una vez que se llegue a un acuerdo con Londres: ¿a un acuerdo o a ceder en las exigencias británicas?

Hay que añadir aquí que una delegación española, de los Ministerios de Asuntos Exteriores y del Aire, recorrió varias capitales euro— —

peas exponiendo política y jurídicamente las justas reivindicaciones de -

nuestro pafs

Tampoco hay que olvidar el desplante de un represer tante bel-ga, que quería hacer valer “impedimentos políticos” para cortar el fran—queo español de la puerta de la Organizacibn. Este incidente fue subsanadoen seguida y Bélgica volvió a ocupar el sillón de la lógica y del voto favorable Por último, cabe destacar en este capítulo el apoyo constante del resto de los países que integran la Organización, y muy especialmente la ac—ción incansable del director general de Eurocontrol, René Bulin, ingeniero general del Ejército francés del Aire, ligado a esta empresa desde s ufundación en 1960. El general Bulin ha querido darnos su punto de vista sobre el problema, y las líneas que siguen recogen sus más significativas —

frases:

— ‘‘fvlj primera preocupación es la de encontrar una solución —

para el caso de España. Soy optimista sobre el final de las conversacio——nes, que no tienen más dificultades que la politización del problema”.

— “España no debería abandonar nunca su candidatura a Euro—control. Eh:elpe6r debería dejar su candidatura sobre la mesa a la espera de tiempos mejores La historia de 1 osvetos da muchas vueltas. Recuérdese los 11not del general De Gaulle a laentrada de Gran Bretaña en la Comunidad Europea”.

—7—

— “La participaci6n de Espafía en la Organizaci6n es muy im

portantey provechosa para ambas partes, y serfa una lástima encontrar —

una ruptura, La solución no: será fácil, Espa?ía mantiene una dura y firmepostura al respecto; quizá habrfa que contratar a Kissinger para solucionarel problema, altamente politizado”.

LOS AMERICANOS

El caso Eurocontrol es lamentable, pero tampoco definitivo. —

Italia, por ejemplo, no pertenece a esta Organización, de la que quisieranexpulsarnos los ingleses como reprimenda pública al bloqueo de la RocaEl caso de Eurocontrol podrfa, de solucionarse, servir de vTa o camino hacia un entendimiento definitivo sobre el futuro espaííol de Gibraltar El Ministcrio de Asuntos Exteriores tiene ahora un nuevo titular —el tercero enunaito-, diplomático puro como lo es don Pedro Cortina, El Ministerio deberá, quizá, hacer un planteamiento global para este problema, del que se

-diceen Bruselas, desde hace tiempo y últimamente con insistencia,que su

única-sal-ida honrosa para las dos partes serfa a través de la OTAN.

• En efecto, conocido es que los Estados Unidos rio dejan de fin—•si-stir-en los Consejos Atlánticos sobre la necesidad de que Espafia se reincorpore a la tarea defensiva de Occidente, en el seno de la Alianza Conocidos- son también los tradicionales vetos de Noruega y Dinamarca a 1 aentrada de-la totalidad de la Península Ibérica en la Organización Atlántica—Portugal está dentro—, y las reservas de otras naciones como Bélgica yHolanda.

Poco comentado, por el contrario fue el siguiente rumor: Gerald- Ford y Henry Kissinger, en sus recientes viajes a Madrid, habrían -

aseurado--a las autoridades espauiolas que harían lo posible para la entra-da-- de—la---”piel de toro” en la OTAN y , a partir de aquí, para convertir Gibra-ltar- en.-una-base internacional a las órdenes del mando sur -Mediterrneo— de -la- A-lia-nza y-- bajo soberanía espaíiola. Los americanos —de confirmarse -estos rumores— se convertirían en padrinos del ingreso en el Tratado de Washington y en los principales artífices de la devolución de Gibraltar al pabellón de Espáfía. Todo esto no es para mafíana, muy a pesar delos numerosos :contactos atlánticos que el nuevo embajador de Espafía en —

Bruselas, marqués de Nerva, realiz6 y prepara. Muy a pesar de la justa

—8—

reivindicación hispana, que hoy, y para colmo, recibe vta Eurocontrol undesprecio soberano del real león británico.

El desprecio, el rumor y el nuevo ministro podrian ayudarnosadeducir que la frase de moda más realista sobre el Peñón seria: “Vamos asoñar juntos, con los americanost. Pero, ¿a cambio de qué?

¿QUE ES EUROCONTROL?

Eurocontrol es una “Organización europea para la seguridad dela navegación aérea’1. Nació el dia 13 de diciembre de 1960, con la firmade un Convenio internacional al que se unieron en cuerpo y alma AlemaniaFederal, Gran Bretaña, Francia, Luxemburgo, Bélgica y Holanda, y quefue ratificado en 1963. El dia primero de marzo de este año entró en vigorel Convenio y Bruselas se convirtió en la sede oficial de la Organización.

El dia primero de 1965, Irlanda ingresó como nuevo miembro —

de la Organización, a la que no pertenece Italia, a pesar de que est-e paisparticipó en los trabajos preparatorios a la creación de Eurocontrol.

La Organización mantiene acuerdos con otros organismos internacionales y paises. Asi tiene firmados acuerdos de Cooperación con Dinamarca, Noruega, Suecia, USA, Suiza, POrtugal y Austria. Hasta el 31 dediciembre de 1973, España era su único miembro Asociado -con posibilidades de adhesión—, pero roto este vinculo, las relaciones con Madrid permanecen bajo un acuerdo de Cooperación implicito, aún por firmar.

Eurocontrol cuenta con dos órganos: la Comisión Permanente —

(órgano de deliberaciones) y la Agencia (órgano ejecutivo). La Comisión -

está integrada por ministros civiles y militares del Aire de los paises integrantes . La Agencia consta de un Comité de Gestión y de una DirecciónGeneral Su director general, René Bulin, habló de los trabajos de ordenación y estructuración de la Organización, formación de personal y creaciónde centro de control, como el supermoderno de Maastricht, en Holanda, yel proyectado de Karlsruhe (en Alemania Federal).

Entre sus proyectos inmediatos figuraban la formación de per—sonal español, creación de un centro especial en Torrejón y la mejora y -

sustitución del material para el control de la navegación aérea

CESEDEN

M BFR

(Reducciones Mutuas y Equilibradas de Fuerzas)

— Por Peter JENNER -

(De “I�uvellesde 1’OTAN)Traducido por el Tte. Gorizlez del. CESEDEN

Marzo, 1974 BOLETIN DE INFORMACION NUM 81-1V

Las negociaciones sobre las reducciones mutuas y equilibradas de fuerzas en la región central de Europa (MBFR) acaban de entrar,—con la presentación de propuestas concretas de una y otra parte,en la fase de discusi6n sobre lo que se considera problemas de fondo.

El objeto general y el historial de esta iniciativa occidental -

son bastante bien conocidos, pero si estas cuestiones las analizamos a laluz de las informaciones de que se dispone actualmente, las podremosrnmarcar quiz,dentro de su verdadera perspectiva.

Estas informaciones son necesariamente bastante limitadasrya que las reuniones en si tienen carcter confidencial; no obstante, esposible apoyarse sobre datos s&lidos, si tenemos en cuenta la medida exacta del acuerdo al que se ha llegado en las consultas preparatorias manteenidas durante cinco meses en Viena. Un comunicado publicado el 28 de Junio, a la salida de estas reuniones, precisaba que el o b j e’ti y o d e 1 a sMBFR era la instauraci6n de un equilibrio militar m&s estable en la regi6n central de Europa, con un nivel de fuerzas reducido y el mismo grdo de seguridad.Este comunicado revelaba igualmente, que las primerasdivergencias entre ambas partes sobre cuestiones fundamentales,como -

por ejemplo el procedimiento y la participación, habían sido resuéltos.

Al menos por lo que se refiere a los contactos entre el Este yel Oeste, ya esta admitido que las negociaciones trataran sobre las reducciones mutuas de fuerzas y armamento y las medidas asociadas en la re—gi6n central de Europa, presentación que responde a la oposici6n de losrusos en cuanto al término equilibradas. Sin embargo l.a. noción de uLlibrio’ha sido confirmada en el comunicado por la mención “del manteni —

miento del mismo grado de seguridad para cada parte”.

—2—

Se ha llegado tambin a un acuerdo, como hemos visto, sobrelos Estados que deber&n participar en las conversaciones y qu niveLEste acuerdo fue bastante difícil de conseguir, ya que ciertas 4elegacionesdel Pacto de Varsovia habían reclamado desde el principio un estatutoequivalente para los 19 participantes de las dos alianzas (1) y «deseabanigualmente invitar a otros países a tomar parte en las conversaciones,mientras que los países occidentales, estimaban,en cambio, que tal concepciónharía confusa la delimitación geogrtfica de las negociaciones que,de acudo con lo convenido por una y otra parte, debería tratar sobre la regi&n ntral de Europa.Finalmente se decidió que los paises que tuvieran fuerzasoterritorio en esta región, serían participantes directos con poder deciscrio.Los otros Estados, serían participantes especialesque,, aunque sin inter —

vención directa en las decisiones oficiales, tendricin derecho a opinar en—las cuestiones que les interesen directamente (2).

Ambas partes han resuelto no ceder en la cuesti6n del estatutofuturo de Hungría en las negociaciones El Este se proponía excluir a Hungría, mientras que ios occidentales deseaban mantener la posibilidad denegociar medidas relativas a este país. Finalmente se acept6 que la partici -

pación de Hungría se mantendría en suspenso, reservándose los países Occidentales el derecho de poder plantear en el curso de las negociaciones lacuestión de saber c6mo y hasta qu punto, Hungría podría ser incluida en-las futuras medidas ó decisiones.

LASDISPARIDADES

Las negociaciones propiamente dichas comenzaron en Viena el3Ó de Octubre filtimo. NingCin 6rden del día fue objeto de acuerdo, ya que -

al tener cada Estado poder decisorio se podía introducir libremente cual —

qúier cuesti,n en relación con ks asuntos a tratar.

(1). - Francia, al no estar asociada a la política de sus aliados relativa alas MBFR, no toma parte en las conversaciones.

(2) — Las decisiones son tomadas por Bólgica, el Canad,Rep(iblica Federal Alemana, Luxemburgo, Países Bajos, Inglaterra y los EE. UU.,por

parte de la NATO . Checoslovaquia, Rep(iblica Democrática Alemana, —

Polonia y la Uni6n Soviética, por parte del Pacto de Varsovia :.L o s—

otros participantes de la NATO son: Dinamarca, Grecia , Italia, No

ruega y Turquía, mientras que Bulgaria, Hungri’a y Rumania comçtan las delegaciones del Pacto de Varsovia.

Según se desprende de las proposiciones iresentadas por las —

± partes , podnos penr j. bs pricipantes deberán superar alguna’diver—gencias de concepción esenciales, lo que no tiene nada de extraito al co—

- mienzo de unas negociaciones que podrán durar varios aítos,

La posicién soviética ha sido apuntada por el Sr. Breznev m

el discurso pronunciado el 26 de octubre con motivo de la conferencia niLndial de las fuerzas de la paz, celebrada en Moscú en el curso del cual —

declara que un acuerdo debería englobar las fuerzas aéreas y terrestrenacionales y extranjeras, e incluir las unidades dotadas de armamenton..clear. Agregé: 1 De qué manera precisa deberán efectuarse las reduccgnes y método al que deberá recurrirse —ser& necesario recurrir a reduociones equivalentes en porcentaje o en número absoluto—; cuestiones és

tas, que deberén revisar los participantes en las conversaciones, EnaEstra opini6n, afíadi6 , conviehe que las futuras reducciones no trastornen—el equilibrio de potencia existente en la región central de Europa y en el.conjunto del Continente europeo

A decir verdad, el Oeste no comparte la opinién, según la —

cual, el equilibrio actüal de fuerzas en la regibn central de Europa es satisfactorio, y por lo tanto, las disparidades fundamentales entre las dospartes deben dejarse a un lado,

El Pacto de Varsovia, tiene ventaja en la regi6n central de —

Europa, tanto por lo que se refiere al armamento pesado (tres contrauno,en carros pesados y medios),como por el número de efectivos (900.000-contra 777.000)

Por otra parte, la situacién geogrfica es netamenté favorable al Este, hecho que habr& que tener en cuenta en todo acuerdo final .Da_do que la Unién Soviética se halla a las puertas de la regién central de —

Europa, y que América del Norte esté separada de esta regibn po r ‘e 1 -

Oce&no Atl&ntico, el Pacto de Varsovia se beneficia de una ventaja considerable, en raz6n, no solamente de la corta distancia que les separa ,no,sobre todo, de la seguridad relativa de sus líneas de comunicacin,Las —

fuerzas soviéticas que podrían retirarse como m&ximo 650 Kms., podríenvolver répidamente a Europa central gracias a una buena red de carreras y ff.-cc. que atraviesan de Este a Oeste los territorios del Pacto de —

Varsovia y las rutas aéreas partiendo de bases en la U . R. S. S. El Canac

-.4-

y los Estados Unidos deberían asegurar en envfo de refuerzos recorriendo una distancia de 5.000 kil6metros aproximadamente, a través del Atlntico, siguiendo una línea estrecha de comunicaciones que sehahecho m&s

vulnerable estos Ciltimos aííos en raz6n del esfuerzo considerable soviti -

co para estar presente en aguas del Atlntico Norte. De esta forma, lossoviéticos podrían restablecer sus fuerzas avanzadas a su nivel anterior alas MBFR c, incluso, a un nivel superior en el espacio de unos días,mientras que el restablecimiento. de fuerzas americanas y canadienses a los niveles anteriores a las MBFR llevaría evidentemente mucho ms tiempo.

PROPOSICIONES OCCIDENTALES

Los occidentales presentan propuestas dirigidas a reducir la—incidencia de estas disparidades o asimetrías, ya que las MBFR constitu.yen disposiciones tendentes no solamente a reducir las fuerzas , sino, to -

mando los términos del comunicado del 28 de junio, “a contribuir al establecimiento de relaciones més estables y a reforzar la paz y la seguridaden Europa”. Estas propuestas no han sido expresadas p(jblicamente de forma detallada sino en líneas generales y, a veces, presentadas bajo el as -

pecto de un conjunto de temas,

La NATO estima que se puede remediar la disparidad de efectivos negociando el establecimiento de un nivel comCin para las fuerzas terrestres, teniendo siempre en cuenta el potencial de combate., Este nivelse fijaría en 700.000 hombres, segCin ciertas informaciones de prensa ,e—impondría ,evidentemente, mayores reducciones a los países del. Este, yaque éstos tienen mayor nCimero de efectivos en esta regi6n. Sin embargo-estas reducciones llevarían . consigo negociaciones demasiado amplias ycomplejas para una sola etapa; por éllo, se ha propuesto proceder en dosfases sucesivas: la primera trataría sobre reducciones interesando sola —

mente a las fuerzas americanas y soviéticas., Este paso aportaría una contribuci6n particularmente seria a la estabilidad en Europa, ya qe estas —

fuerzas constituyen el grueso m&s importante de tropas extranjeras en este regi6n de Europa.

Una segunda fase, permitiría tomar las medidas complementa

rias para establecer un nivel coman. La cuesti,n del potencial de comh—te deber’& tenerse en cuenta, pues todas las fuerzas estacionadas en la r

—5—

gi6n central de Europa no son del mismo tipo; unas son esencialmente ofeLi.sivas, mientras que otras lo son de naturaleza defensiva.Para que una re—duccibn de fuerzas asegure la instauraci6n de una estabilidad hay que teren cuenta la naturaleza o tipo de las tropas, su equipo y su disposición geográfica.

Como ya lo hemos sefíalado, el Oeste considera que las negociaciones deben tratar principalmente sobre las fuerzas terrestres . Apo-—

yan esta consideración el hecho de que estas fuerzas constituyen, eh. efecto, la piedra de toque de un enfrentamiento en la región central de Europay que las mismas, constituyen tanto en efectivos como en gastos,el e]erne

to mis importante de esta región. Pero desde el punto de vista prctico,seplantea aquí otro problema: para tener una probabilidad de éxito, las negQciaciones no deben partir de una oposición ms compleja que la necesaria.La cuestión de las fuerzas terrestres puede examinarse dentro del contex.to de la zona propiamente dich& , mientras que las fuerzas nucleares yreas y de Teatro de operaciones no pueden ser objeto de discusiones seriassi no se tiene en cuenta las fuerzas que se encuentran fuera de la región ctral de Europa.

Una de las complejidades inherentes a estas negociaciones , esque para llegar a un acuerdo de principio, es conveniente seguir un kroce—so metódico y controlado que no conduzca a un desequilibrio temporal, conla consiguiente agravación de las condiciones de seguridad. Adem&s , el -

principio de conservación del mismo grado de seguridad debe aplicarse çorigual a todos los miembros de la alianza. Así por ejemplo, toda disminución de la seguridad de los flancos Norte o Sur de la NATO despues de una

retirada soviótica de la región central de Europa se juzgaría inaceptable.Por otra parte, ningún acuerdo debe ser perjudicial a la evolución futura-de la Cmunidad europea, ni entorpecer el desarrollo de la cooperación —

europea en materia de defensa.

MEDIDASASOCIADA.S

El comunicado del 28 de junio sefíala ‘negociaciones relativasa una reducción mutua de fuerzas y de armamento así como de medidas ciadas en Europa central’L Para los Occidentales estas medidas asociadascomprenden los elementos de estabilizaci6n, las clausulas de verificacióny las medidas contra las evasivas.

-6-

Las medidas de estabilización estn principalmente destinadasa asegurar la salvaguarda contra toda incidencia desequilibrada que puedeprovenir de actividades de fuerzas armadas en la zona considerada,que po—drían ser juzgadas como ambíguas o virtualmente amenazadoras por lactraparte.

Por otra parte, se buscarían, sin duda, las disposiciones apropiadas para regular la verificación de un acuerdo cuando ste se estableciese Los Estados participantes desean tener la completa seguridad de que -

las clusulás de un acuerdo sobre reducción, seran lealmente aplicadas.Enfín, los participantes podr&n negociar medidas dirigidas a asegurar que —

no solamente la letra sino el espíritu de un acuerdo , sean respetados. Ta —

les disposiciones aseguraran una protección contra los medios de tergiversación de cualquier acuerdo o de hacerlo inoperante.

Si estas medidas asociadas fuesen violadas, indicaría un cambio de política de la parte responsable y dejaría, cuando menos, un cierto—plazo de alerta política

Los participantes occidentales estiman en conjunto, que si lados partes pudiesen llegar a un acuerdo siguiendo estas líneas generales,rosolamente aseguraría una mejor estabilidad al equilibrio militar en la re —

gión central de Europa - y con un nivel de fuerzas reducido y menos amenazador-, sino tambión que aportaría una contribución muy importante al re-forzamiento de la paz y de la seguridad. La era de la distensión saldría deesta forma del reino de las palabras y de las esperanzas para entrar en el-de las realizaciones concretas.

CESEDEN Boletín mensual n 81Dpt9 de infórmación

ESTUDIOS• TACTICOSYLOGISTICOS

— LA CUARTA GUERRA ARABE—ISRAEL!.

y

CESEDEN

CUARTA GUERRA ARABE-ISRAELI

— por el general de Ejército A. BEAUFRE -

(De la revista Forces Armées Franqaisés’enero — febrero de 1 974).

Traducido por el coronel Sancho Sopranisdel CESEDEN.

Marzo, 1 974 BOLETIN DE INFORMACION NUM.81-V

VISTA DE CONJUNTO SOBRE

LOS FINES Y LAS FUERZAS

Laconcepción

La ocupación, prolongada durante diez años, de los territoriosconquistados en 1-967 y su anexi6n de hecho por Israel no podían dejar de —

arrastrar una reacción militar de los egipcios y, de los sirios, que n o po—dián admitir esta anexión, Esta reacción, necesaria desde el punto de vis.—ta político, era asimismo indispensable desde el punto de vista militar; losEjércitos egipcio e israelí, constatemente movilizados y alertados, viviendo en la. zona dél frente en fortificaciones de campaña. desde hacia seis años,tenían una necesidad moral imperiosa de actuar y de medirse con su adversario.

La concepción de la operación, hecha hace varios años en s u sgrandes líneas, sin duda por el mismo. presidente Sadat, consistíaesencialmente en unaacción militár limitada, tendente exclusivamente a la recon—quista del terreno ocupado e incluso con objetivos modestos más allá de lasllneas de alto el fuego; se trataba de demostrar por medio del combate quelos ejércitos árabes eran operacionales y que suponían para Israel un adversano peligroso. Según el dicho mismo de Sadat a Naser: DiezcentímetrosalEstedelCanalbastan. Esta operación militar limitada, que volvería a —

dar la prueba del valor de los ejércitos árabes y haría ver que los progre—sos continuarían en el porvenir, sería una grave advertencia política p a r alos israeIís y debería incitarles a renunciar a .su política de axtensión ternitonal y a consentir concesiones. La situación política en Oriente Medio, —

completamente bloqueada desde hacía seis años, se descongelaría d e estemodo,

—2—

Lasbasesdelosplanes

A finales de 1972, el General Ismail es nombrado General enJefe interaliado. A principios de 1973, la preparación iniciada desde 1970,se acelera. Durante el verano de 1973, se fija la fecha de la operaci6n para el 6 de Octubre. Esta fecha corresponde a un óptimo para la corriente —

del Canal de Suez y la luna llena,

Como la operaci6n debra empezar, en Egipto y en Siria, por elpaso de un obstáculo (Canal de Suez al Sur, ancho foco contra—carro al Norte), la elecci6n de la hora H planteaba un problema delicado: los egipcios —

deseaban atacar a final de la tarde para aprovecharse muy pronto de la no-che, los sirios querfan atacar por la mañana para tener el sol de espaldas.Como los dos ataques debían ser simultáneos, para permitir la sorpresa, —

se llegó a un compromiso bastante poco satisfactorio: H=14 h’. Si era acptable por parte egipc’ia, era muy desfavorable para los sirios que iban a te.ner que combatir con el. sol de cara, lo que ser1a una de las causas de las —

grandes bajas de carros que iban a padecer.

Según el concépto general, la operación debta ser limitada enel espacio y tan prolongada como’poiblé en el tiempo, ya que los israelis—no pueden sóstener una guerra larga ni soportar grandes pérdidas , Pero laprobabilidadsera.la de un alto el fuego impuesto bastaiite rápidamente porlas grandespotencias o por la ONU, Esta eventualidad era favorable a losárabes, ue notendrfan quepresentar más que’una resistencia de corta duración, Todo’ consist1a en evitar las maniobras ‘israelf.s contra los flancosque, comoen 1967, podrfan ser rápidamente decisivas. La actitud generaldeberra por lo tanto ser’ muy prudente, para’poder aprovechar ‘la capacidaddefensiva del armámento moderno médiánte frentes densos y’tan continuos —

como fuera posible y evitár entrar en el juego israelf de la guerra de maniobra, pará ‘la cual los ejércitos árabes no éstaban todavla plenamente prepa-’rados. ‘ ‘ ‘ ‘ ‘

En este marco, la operación debra “comprender tresfases. Enla primera, ataque general simultáneo’, con el ‘esfuerzo aéreo en beneficiode ‘los sirios . En la segunda, el esfuerzo p’asarfa’ al frente egipcio que tratarfa de trasladarse a la lfnea’de lbs collados. En una tercera fase eventual,el esfuerzo volverfa a Siria.

—3—

LasfuerzasisraeHs

Israel tiene de 34 a 36 brigadas, la mitad blindada, el resto mecanizado, infanterta y paracaidrsta:

Estas fuerzas estaban repartidas como sigue:

— zona Norte: un tercio (12 brigadas, o sea unas cuatro divisiQ

nes);

- zona Sur: (Sinal y Canal de Suez): otro tercio, o sea 12 bri

gadas de ellas sólo tres en llnea sobre el Canal;

— en el centro: otro tercio en reserva, menos dos brigadas decobertura sobre el Jordán frenta a Jordania,

Lasfuerzasárabes

Por parte árabe, las siguientes fuerzas habian sido equipadascuidadosamente y podran tomar parte en las operaciones ofensivas:

- Siria: 5 divisiones, de ellas dos acorazadas, más algunas bj

gadas diversas0

Estas fuerzas podian ser reforzadas por contingentes irákf es, jordanos y árabes sauditas, marroqules —

etc.

- Egipto: 11 divisiones (5 de infanterla, 3 acorazadas, 3 mecnizadas) más 6 brigadas equivalentes a 3 divisiones(2 brigadas acorazadas, 2 brigadas de infantería, ——

2 brigadas paracaidistas), o sea en total lo equivaleflte a 14 divisiones0

Estas fuerzas podfan ser reforzadas por la movi!jzación de las milicias populares y de las reservas, —

as como por contingentes árabes aliados0

La proporción de fuerzas era muy desigual en los frentes sirioy egipcio0 En el Norte, lo equivalente a cuatro divisionés israelfs .s.e ppo—nra a cinco divisiones sirias; en el Sur, lo equivalente a cuatro divisiones—

Lac (Arner .

SuezCaire

/

4

Homs

MERMÉD!TERRANÉE

•Sassas

un eitra

.A N

Tel-Avm

u’

o 100km

5—

israelfs y como mucho ocho podla oponerse a unas catorce divisiones ——

egipcias

Asimismo, las fuerzas aóreas (300 a 400 aviones israells, ——

200 sirios y 300 egipcios) daban a los arabes una dóbil superioridad numórjca, compensada por una gran superioridad cualitativa israelf. Por lo tanto,las aviaciones arabes, desplegadas en gran profunidad y cuidadosamente —

protegidas y cubiertas por una DCA potente, eran muy di.flciles de destruiren tierra. De hecho, como.iban al aire con prudencia, subsistieron hasta elfinal, mientras que la ‘aviaçión israelt que llevaban a cabo una t&ctica ofensiva sistemática, padeció.grandes pórdidas que no fueron compensadas por

las entregas americanas

En general, la conducción de la batalla a&rea sólo desempe?íarlaun papel secundario, precisamente a causa de esta capacidad de supervivecia de las aviaciones &rabes; mientras que la defensa aérea a base de cohetes serIa un elemento esencial de la:. maniobra

‘LA BATALLA DE GOLAN

Elplan.

Los israells, apoyados al Norte en el Monte Hermón desde e 1que tienen observación y medios de interferencia, hablan cubierto la llneade armisticio de 1967 con un buen foso contracarro de 6 metros de ancho, —

tres metros de profundidad y cuatro metros de altura de terraplen, todo --

ello cubierto por minas

Detrás, una primera linea muy fortificada, con 40 a 50 puntosde apoyo de hormigón armados con piezas contracarro y cubiertos por cohtes antiaóreos, Ms a retaguardia, posiciones en profundidad cerrando lospasillos aptos para carros (el Gol.n, volc&nico, esti. sembrado de rocas) —

emboscadas contracarro. enterradas y hormigonadas.

El frente tenla 70 km., la profundidad de la posición era de 20a 30. Esta estaba defendida inicialmente por 5 brigadas que podfan ser reforzadas por otras 7. ‘

La operación ofensiva serIa por lo tanto diflcil y costosa.

—6—

Los sirios empe?aban sobre este frente:

— enprimerescalón: 3 divisiones de infanterla reforzadas (1);

- ensegundoescalón: 2 divisiones acorazadas (2).

Estas fuerzas estaban empefiadas sobre cuatro direcciones ¿ eataque, dos de ellas acoladas en el centro. Deblan,con las brigadas de In—fanterla reforzadas con zapadores y’ puentes, apoderars.e de la trinchera ——

contracarro y:’de1. punto de apoyo; entonces las, brigadas acorazadas pasa -—

rlan a primer escalón para la explotación. Cada división debla abrirse u npasillo de 4 km. de ancho, tras una preparación de artillerla de 55 minutosa cargo de 300 piezas por división.

Estaban previstas operaciones de decepción, asl como tres operaciones helitransportadas de las que una sola, sobre el Monte Hermon, tuyo éxito.

Estaban asimismo previstas medidas defensivas para el caso deuna operación preventiva israell.

Cada división contaba con una escuadrilla para apoyo por el fuego; el resto de la aviación atacarla los puestos de mando , los terrenos deaviación , las ayudas a la navegación e interviniendo antes del da D por elGolán, después del dfa D por los flancos, el Gol.n quedarla entonces reservado a los ingenios antiaéreos.

(1) La división de Infanterfa.tiene una brigada acorazada (3 batallones decarros, alrededor de 100 carros) y dos brigadas de infanterla (3 batallones de infanterla y 1 batallón de carros, o sea unos 60 carros), ent2tal 160 carros, un regimiento de artillerla en la división, un grupo enla brigada, un regimiento antiaéreo en la división, un grupo en la ——

brigada,un regimiento de zapadores en la división, un batallón .en labrigada, un grupo de reconocimiento en la división, un escuadrón en labrigada, una compañla de GO en la división, una sección en la brigada.Un total de 16.000 hombres.

(2) La DA tiene una brigada acorazada•(100 carros) y 2 brigadas mecanizadas. Un total de unos 200 carros y las mismas unidades de artille ——

rfa, de DCA y de ingenieros que la DI. Total, 10.000 hombres.

—7--

Eldesarrollo

La preparación empieza a las 14 h,, el ataque a las 15 h. Sólo1.. quedan dos horas y media de dia, con el sol de cara.

La. división de la derecha pasa por muy poco el foso y es detenida. No profundizará más de 6 km. y todos sus carros serán destruidos.

La división del centro progresa más allá del foso y profundizará 8 km. el 7 por la mañana, pero la brigada de la derecha pierde todos —

sus carros el primer dra, destrurdos por las emboscadas montadas por los

israelfs en profundidad.

La división Sur, que también progresa y que terminará pene——trando con la división Centro. unos 20 km. en la posición enemiga, p a d e c epérdidas de carros análoas. La división Centro no teniendo ya ni un solo carro, alcanza Kuneitra con su sola infanteria, el tercer dra.

El 7 de octubre, el Mando sirio empeña la 5. DA. para pasarde lfnea las ‘dos divisiones de infanterra Sur, Progresa los dras 8 y 9, peropierde el 80% de sus carros,

Después del 10, los carros orgánicos de las divisiones empeñdas quedan, casi todos ellos destrurdos, Sólo queda en reserva la 1. DA ensegundo escalón al Norte. La progresión siria, escasa al Norte, llega de20a 30km, en el Sur, Pero del 6 al 9, pierden de 600 a 700 carros y losisraelis, a la defensiva, han perdido muchos menos. Ante esta situación ,elMando sirio prevé el dta 10 regresar a la base de partida que está mejorfortificada,

El 12, los israelrs, que han tanteado el conjunto del frente,cocentran sus esfuerzos sobre la 7 división del Norte que ha sido muy castigada, muertos su General y un General de Brigada. Esta división cede y losisraelrs, explotando con flexibilidad los puntos débiles, forman un entrante

en la posición siria, Al Norte, la hernia tiene 10 km. de profundidad y 30km. de ancho, En el Sur, tiene 20 km. de profundidad. La penetración israelr queda taponada por la 1. DA, que estaba en retaguardia. La llegadade una brigada irakl permite lanzar uñ contra—ataque inmediato que fracas,,

con muchas bajas. Se saca una brigada y diversas tropas sacadas de lasreservas.

Pero Irak envla áhora. dos divisiones acorazádas, Jordania unabuena brigada acorazada, que llevan a cabo un contra—ataque el dra 16 contra el flanco de la bolsa, sin resultado notable,

—8—

El Mando sirio prepara entonces un contra—ataque de conjunto.con las dos. divisiones acorazadas ira.kfs, una brigada acorazada jordana .

dos brigadas acorazadas sirias, primero para el 20 de octubre. Pero unos.retrasos hacen aplazar la contra-ofensiva el 23 y, el 22, el alto el fuegoaceptado por Egipto viene a detenerlo todo sobre un frente en cremallera.

Carro israelí

LA BATALLA DEL CANAL. DE SUEZ

Los egipcios preparan su ofensiva con ensayos. Multiplioan las

reservas para desoriéntar al adversario. Arreglan la orilla izquiérda cmo un teatro, multiplicando las nubes do arena y las telas de enmascaramiento. Tienen un plan muy detallado y exhaustivo del tipo de 1916—17.

El 6..de octubre, a las 14 h., preparaciÓn de artillerfa de 53

nutos a cargo de 2.000 piezas. La irifantera, en barcazas ó flotadores.. pasa primero, escala las pendientes del canal con escaleras, se apodera deunos 30 puestos fortificados establecidos sobre el canal por los israelfs Lainfantorfa debe .apoderarse de la segunda lfnea de defensa de la L!nea. Baar

Leev, antes de la llegada de los çarros israelTs en reserva. Tiene por lo.tanto que correr con sus armas portátiles y contracarro

La operación tiene éxito completo: los carros israeHs llegaránunos minutos más tarde y seránrechazados0

Mientras tanto se emprende la construcçiónde los puentes, quedurará seis horas0 En el Sur.1 ITT Eiército,:tropieza con dificultades técnicas y los puentes no se terminarán antes de 36 horas. Durante ese tiempola infantería’, sola, aguanta la posición0

A las H más 6 las brigadas acorazadas de segundo escalón pasan los puentes construidos Las amplias brechas que hay’ que abrir en lasorillas-verticales de arena del Canal son realizadas mediante chorros d e

agua alimentados por bombas

Delante de la posición saltan 2.000 paracaidistas a la altura delos collados para retrasar la llegada de los refuerzos israelfs0 Casi todosquedarán en las lfneas, con la.misión cumplida0

Con sus carros orgánicos , las divisiones penetran y se instalan enla tercera posición de la LJnea Baar Leev a unos .10 km al Este del Canal ,

El dispositivo de ataque egipcio comprende en primer escalón5.DI (3 en el II Ejército, 2 en el III Ejército) y en segundo escalón una DA yuna división mecanizada en cada Ejército. Al Este del Cairo, un grupo dedivisiones en reserva0 Frente a ello, los israelts sólo ocupan la Ltnea BaarLeev con tre brigadas iniciálmente (una de’infanterfa y dos acorazadas).

Cada división egipóia forma una cabeza de puente, Esta’sse unir&n’más adelante, de ‘dos en dos, en los II y III Ejércitos. El 8hay cuatrocabezas de puente sobre la orilla Esté separadas por grandes in.

‘tervalos En efecto, el frente ‘entre el Mediterráneo’ y el Mar Rojo ,tiene180km. Los egipcios sólo ocupanunos 100 km. ‘ ‘ ‘ ‘

Los israelfs reaccionan el 9 co-n refuerzos acorazados. Empe —

an dos brigadas que fracasan; una de ellas, la 170, queda totalmente des—truida en el interior del dispositivo egipcio’ por una’gran emboscada contra

‘carro. Su-Jefe cae prisionero (85 carros son destruidos en 3 minutos).

Los’israeHs, que ‘han padecido también grandes pérdidas deavioñes- derribados por los cohetes SPM, comprenden muy pronto que, les

— 10 —

hace falta materia-l moderno y lo piden -a los americanos. Desde el dfa 12,el primer avión americano aterriza en El Arish. Trae cohetes contracarro.Posteriormente llegar&: material-de con-tramedi-das electrónicas--y Phantomscompletamente equipados , procedentes problablem ente de la Sexta Flota.

Como la situación en el frente sirio se hace diffcil, el Mando —

egipcioc. decide proseguir el 14 hacia 02 (paralelo al Canal). Los carrosegipcios son batidos por los cohetes contracarro israe1s,

Los egipcios se repliegan a sus cabezas de puente. Pero paraesta progresi6n han hecho pasar al Este del canal sus divisiones acorazadasy mecanizadas de segundo escalón sin sustituirlas al Oeste del canal por uni.

dades sacadas de sus reservas.

Esta situación, sin duda conocida por los israelfs , haceLque es

tos organicen su contra—ofensiva.

Aprovechando el intervalo entre-los II y III Ejército, bordeanal Este el Lago Amargo, lo pasan en la noche del 15 al 16 con carros añfi—bios y se infiltran al Oeste del Lago Amargo. -

El 17, una brigada acorazada ha pasado, el. 19 habrá dos brigadas. -

Simult&neamente-, los israeUs atacan de Sur a Norte al flancoderecho del II Ejército. - La batalla al Este del Canal, donde los egipcios —

han empeitado una DA., es extremadamente dura. Las bajas por ambas partes son muy elevadas, pero el II Ejército tiene que replegarse hacia el Norte unos 10 km,, descubriendo el Canal a la salida del Lago Amargo. Los israelfs lanzan inmediatamente un puente el da 20. El 22, de 3 a 4 brigadasse hallan en la orilla Oeste, donde encuentran el vacio. El Mando egipcio,que ha seguido mal las peripecias de la batalla, reacciona demasiadotardé.La cabeza de puente israelí se extiende sobre 30 km. de profundidad y d eamplitud. El alto el fuego reclamado por Egipto queda decidido por el Co—mité -de Seguridad el 22. Pero el General Sharon, que lleva el ataque, nolo tiene en cuenta y progresa en dirección a Suez. -

En esé momento se -desarrolla una dura batalla aérea encima —

del Canal, con bajas por ambas partes. Pero los israeHs se apoderan, e nsu raid hacia Suez, de las unidades SAM, de los Servicios y desarticulan -

la retaguardia del III Ejército. Los refuerzos trasladados del Cairo se con.tentar&n con taponar la bolsa que Sharon amplía constantemente. El dfa, 23,

— 11. —

se ordena el alto el fuego, lo. que no impide a Sharori de progresar a lolar—

go. del Mar Rojo al Oeste de. S.iez. Sólo se detendrá el .24 a. final de la tar—de, habiendo cortado coñ una brigada acorazada la carretéra Suez—El Cairo.

Los israeUs tienen entonces cinco brigadas en sus cabezas de puente.

Esta operación, al parecer más psicológica que militar, estáperfectamente áaIculáda para quedar protegida por el alto el fuego. Por pa

Carro egipcio

te egipcia hay poca aptitud para la improvisaciÓn y so ha dejado pasar el rnmento favorable en que se hubiera podido fragmentar esta amplia cabeza depuente ligeramente ocupada. . .

La batalla termina de este modo. Los. dos advérsarios han em—peíado casi todas sus fuerzas, los dos dispositivos estáñ. profundamente e.trmezclados, lo que no permitirá. a. los israells desmovilizar. Por otra

— 12 —

parte, este éxito espectacular podrá- enmascarar para la opinión israelí e lfracaso estratégico que supone para lla esta campaña de 16 di as.

Los egipcios calculan las bajas israelis en 4.000 muertos y —

12.000 heridos, en 800 carrosy15O aviones. Su propias pérdidas, según—dicen, son proporcionalmente la mitad.

Pero, sobretodo, los ejércitos árabes han tenido el va Lo r dedesafiar al adversario israeli y han quedado bien. La leyenda de la invencjbilidad de ttTsahalI está ahora en duda. De ahi una moral totalmente nuevapara los árabes, liberados de los complejos de inferioridad que padecian -

desde 1967. Esto es un cambio considerable.

Finalmente, estos ejércitos de Oriente Medio, tantos árabescmo israelis, que están en estado de alerta desde hace seis años y que acumulan los materiales más modernos, han adquirido una experiencia y u n acohesión muy superiores a las de la mayor parte de los ejércitos occidentles: es éste un factor que habrá que tener en cuenta tarde o temprano.

LAS PRIMERAS ENSEÑANZAS

Numerosas son las primeras enseñanzas. Se refieren al empleo de los carros y de la infanteria, a la influencia de los cohetés antiaé——reos, a la concepción de los ataques, al papel de los helicópteros, a la batalla aérea y a la concepción estratégica.

Empleodeloscarros

Las bajas extraordinarias sufridas por ambos bandos en e s t ab a t a 11 a d e m u e s t r a n q u e, en el estadó aátual del armamento contra—carro —como en 1944—45 ante el cañón 88—PAK— los carros ya no puédenoperar solos en vanguardia, excepto en el caso de una explotación e n u n azona de terreno prácticamente poáo defendida. La infanterfa deberá precederlos las más de las veces, asi como tiros de artilleria densos y eficaces,probablemente dirigidos por la infanteria. Los carros, en esta fase,puedeny deben apoyar por el fuego, sin dejarse ver en tanto como sea posible.

— 13 —

En efecto, hay que observar que la mayor parte de las bajas hasido causada por ingenios desde 2 500 a 3 000 metros Por lo tanto, hay —

que neutralizar el fondo-del campo de batalla0 La mitad de las bajas de carros son debidas a las armas contracarro, el 30 % al combate de çarros, —

el 20% a la aviación y a las minas

Ni los sirios ni los israells han utilizado los humos para cubrirlos carros Es ciertamente un grave fallo0 Es &ste un medio de tabicar lasvistas del campo de batalla, y esto adquiere mucha importancia.

Influenciadeloscohetestierra—aire(SAM)

La enorme densidad antiaórea realizada por los sirios ha permitido cubrir muy eficazmente todo el dispositivo y causar bajas severas alos aviones enemigos, De hecho, el espacio a&reo controlado por los SAMha sido prohibido al enemigo. Pero ha debido de ser tambión prohibido a losaviones propios, qu.e no hubieran podido ser distinguidos con certeza de losaviones enemigos -

Esta guerra de cohetes llevará a dar una importancia crecientea la guerra electrónica para la neutralización de los radares y de las cabezas buscadoras.

Concepcióntácticadelosataques

Se tiene el sentimiento de que la guerra ha demostrado, parallamente a una especie de decadencia del empleo de los carros , un resurgirofensivo y defensivo de la infanterTa pie a tierra, como ya se habfa podido —

comprobar comprobar en Indóchina, debido al armamento ligero y potente —

que ahora puede llevar consigo. Esto parece deberse al empleo ofensivo delos carros por parte de los israelfs, m.s psicológico que t&ctico, q u e - hamarcado los procedimientos de combate en ambas partes; el carro, atacando de flanco, era para los israelfs un medio de sembrar el pánico como enFrancia en 1940. Esta concepción no ha resistido los ataques frontales contra posiciones densas y profundas.

Se tiene asimismo el sentimiento, desde el punto de vista &ra—be, de una cierta dispersión de los esfuerzos en los ataques que contrasta —

con la concentración llevada a cabo tanto en Egipto como en Siria por los iraelrs.

- 14

Empleodeloshelicópteros

Los helicópteros, volandó a baja altitud, han sido e m pl e a dospor ambos bandos, para golpes de mano y para el transporte de comandos ala retaguardia enemiga0 La acción más importante fue la toma del M o n t eHermón por una compaíi.a siria. No se conoce bien las condiciones tácti-cas de este empleo, especialmente la protección contra los cohetes tierra -

aire,

Batallaaérea

Como podia preverse, la protección de los aviones en los aeródromos, los pliegues aéreos muy a retaguardia y dispersos, la potencia delos ingenios antiaéreos, han cambiado completamente el aspecto de la batalla aérea, En lugar de ser rápidamente decisiva, como en 1967, ha pasadoa ser tan lenta que las aviacionés egipcia y siria subsistfan en su mayorfa —

al final delá guerra, Esto procede de un empleo prudente y conservadordelos aviones, Los israelfs, en cambio, que han querido seguir empleando —

sus aviones ofensivamente como antes, han sufrido bajas muy importantes,ya que el número de aviones derribados por los árabes parece ser súperiorál de la aviación israelr, según los irios, Esto parece ser debidoa los refuerzos recibidos de los Estados Unidos durante la batalla, De hecho, el potencial aéreo israelf decreció rápidamente,

En todo caso , se comprueba que las aviaciones no han p od i d odesempefiar un papel decisivo en la batalla terrestre, cubierta por los cohetes antiaéreos, Las aviaciones árabes se han reservado, como una poten——cial baza estratégica, susceptible de ser utilizada después de.la batalla,

Concepciónestratégica

El plan árabe, como hemos visto, suponía una ex e e 1 e n t e solución de guerra limitada: un gestó militar con alcance polftico, Ha tenidosensiblemente éxito, pese a las peripecias impuestas por el dinamismo is—raelf,

En efécto, se ve en esta guerra la oposición de un ej e1rcito -

israelf, todo él maniobra, ófensivá ymovimiento, y de los ejércitos árabespesados, esencialmente defensivos pero queriendo alcanzar el éxito a toda

— 15 —

‘osta. Los asraelfs en Egipto basan la defensa de la Unoa Baar Leev, en —

una. defensivá ocon6rnica, toda ella de prestigio y a base de reservas m6vi:les. Los &rabes montar,i, con varios aflos de planificación, una ofensiva u—

• mtada que va a téner §xito en su primera fase e incluso conseguir la sorpresa, por lo mucho que los israels subestimaban a sus adversarios.

Los ejes de los puentes aireos realizados por la URSS y EE.UU.

Pero muy pronto comprenden los israelfssu error y su retrasotécnico ¡ Piden socorro a los Estados Unidos que, a partir del 12, o s e a•6 dtas dospuós del principio de la guerra, envfan los materiales electróni —

• cosms modernos que han servido en Tonkfn contra los mismos SAM y chotos contracarro. •

Este refuerzo hace cambiar la situación.tanto en Egipto c o m oen Siria. En Egipto, la ofensiva Sharon por el intervalo. del Lago Amargó

• es muy del estilo israol. Lós egipcios no saben jugar esto juego rápido quecónsigue énunos dfas realizar al Oeste del Canal una apariencia de copo del

• • III Ej6rcito .. De hecho, las fuerzas einbolsantos son menores que los refuqzos que llegan o incluso, que las fuerzas embolsadas.

Poro aqu! tambión hay psicologfa y farol. Los egipcios se apresuranapedirélaltoelfuego. ••

En el alto el fuego:, como en cada cam.pafla israel!, hay un pergdo de f1uctuci6n que los israel!s aprovechan para dar un salto adelante. —

• Resulta as! que,, en las .uerras limitadás, el alto el fuégó debe formar

- 16 —

te del plan de maniobra que debe prever el momento óptimo y las medidas —

que habrá que tomar en ese momento.

Hay que observar que los ejércitos arabes han combatido sobrefrentes muy estrechos: 60-70 km. en Siria, 180 km. en Egipto y que, por11o, las enseñanzas que se deducen han de ser seriamente adaptadas a losespacios europeos — donde las fuerzas son muy reducidas con relación a 1espacio y donde la batalla defensiva clásica, contra un adversario numéricamente superior, seguirfa siendo muy diffcil, por no decir imposible en el estado actual de nuestros armamentos

En todo caso, las enseñanzas que brinda esta última guerra sonde lo ms valioso . Sin duda alguna , han de ser estudiadas cuidadosamentepara sacar de ellas lo que puede ser aplicado por nosotros.

CESEDEN Boletín mensual n? 81Dpi? de Información

ESTUDIOSPOLITICO -

SOCIALES

— LOS FUERA DE LA LEY DEL ANTIMILITARISMO.— UN NUEVO CAMINO PARA EUROPA.— SIN AMERICA O CON AMERICA.

VI

CESEDEN

LÓS FUERA DE LA LEY DEL

ANTIMILITARISMO

-Por Michel CASTAING

(Traducido por el Coronel Sancho-Sopranis del CESEDENJ

Marzo, 1974 BOLETIN DE INFORMACION NUM81—VII

El Tribunal permanente de las Fuerzas Armadas debi6 juzgar,el martes 5 de Febrero en París a Bruno Hrail. Este es un insumiso * Ne—gandose a hacer el servicio nacional bajo cualquier forma, no ha pedido elhlestatutoU de objetor de conciencia, corriendo de este modo el ries9o dela mayor condena (dos aíios de crcel).

El número de los insumisos sigue siendo todavía peque?io Encambio el de los objetores de conciencia, que ha aumentado durante estos—últimos aítos, preocupa a los poderes públicos: las solicitudes l1ean’a1 ntmo de un centenar por m&s. No es aun un asunto de Estado; es, en todo’ caso , un asunto grave *

Por su parte, la mayor parte de los jbvenes que han conseguido el estatutoU de objetor en virtüd de la ley del 21 de diciembre de 1973,impugnan la forma en que se aplica esta última.

IO-OBJETORESDECONCIENCIASINIIESTATUTOU

Admitounestatuto,peronoaobjetore&’: ¿habrá hecho sys

el gobierno del Sr. Pompidou las palabras atribuídas al General De Gaulle?.

Si se considera el rigor con que actúa el poder ,especialmentedesde hace algún tiempo, respecto a todos los que se niegan a vestir el uniforme cabe pensarlo,

En su celda de la prisi6n de Rennes, François l-1naff, de 24aftos— un caso entre tantos otros —, maestro cat6lico enLandivisiau (Finistare) , est& convencido de ello; en tres ocasiones ha pedido que se le apli —

-2-

que la ley del 21. de diciembre de 1963 (1), que ha restablecido el derecho -

a la objeción de conciencia en Francia, derecho reconocido desde hace tiempo en otros paises occidentales,

Tres veces su solicitud ha sido rechazada o no examinada, No-.por ello renunciaba Hnaff, evidentemente, a sus convicciones religiosas ypolliicas y se negaba a vestir el uniforme, En agosto de 1973 fu condenadoa dos años de prisión, Muchas personas - de ellas varios sacerdotes - ha—bían testificado a favor suyo,

Actualmente se procesa sistemáticamente no salo a los refrac

tarios al servicio militar sino tambien a los que, de una forma o de otra,kapoyan, El simple hecho de hacer conocer, por octavillas, la existencia c1“estatuto de objetor da lugar a una queja del Ministerio de ios Ejrcitos,

En efecto, mientras que la ignorancia de la Ley no excluye sucumplimiento, un articulo del texto de 1963 prohibe prácticamente la divulgaciEn de ste, sin duda conforme a la voluntad que hubiera expresado el antiguo presidente de la RepCiblica,,,

Los procesos se multiplican; unos cincuenta han tenido ya lugardurante estos ífltimos meses. Muchos otros va a celebrarse en las prbximassemanas , Desde luego, el celo de los tribunales civiles y militares ha de —

caido desde que el Consejo de Estado ha anulado , en dos ocasiones, decisiones de la comisi6n jurisdiccional que est’a encargada de conceder o no el estatuto de objetor y que, en esas ocasiones, no.había tomado en considera—cibn varias decenas de solicitudes presentadas — ¿por qu no? con el mismomodelo; en este momento , los magistrados pronunian generalmente penasdiferidas, cuando no aplazan ‘1sine die” este tipo de asuntos, como acabadesuceder en Avignon y en Versailles, En cambio, los insumisos, como Bruno Hrail, juzgado este 5 de febrero, y los desertores siguen expuestos alaseveridad de antaño. .

Pero hasta este frenazo del Consejo de Estado, que h a h e c h oaparecer las interpretaciones restrictivas de la comisi&n jurisdiccional y lasflagrantes ambigüedades de la ley de 1963, condenas a menudoconi derabies - de varios méses a dos años — han sido impuestas a j6venes que,para

1,— Esta ley se ha convertido en el título II, seccibn III de [a ley del 10 denio de 1971 sobre servicio nacional (articulos 41 a 50), El trmino de -

no se emplea en ella,

—3—

permanecer fieles, a sus convicciones, no han. tenido ms remedio que en

trar en la ilegalidad.

En efecto, esta ley del 21 de diciembre de 1963, ya disuasiva’de por sí ‘- el proyecto había sido seriamente enmendado, especialmente —

por M . Michel Debr, cuando su discusi6n ante la Asamblea nacional — hasufrido, en estos Cutimos años, tales alteraciones que cabe preguntarse, sisigue queriendo el gobierno un estatuto de la objeción de conciencia.

Se tiene la clara impresión de haber vuelto a ms de diez afbsatrás, cuando Louis Lecoin , que tenía entonces 74 años, i.nici6 una enesima huelga del hambre — que dura 22 días en junio de 1962 — para arrancar-al gobierno la promesa de un estatutoi. La guerra de Argelia acababa de -

terminar.

Acusacionesinsidiosas. —

Diez años después, todo parece puesto nuevamente en tela de —

juicio, en una poca en que Francia, como sus dirigentes se complacen ensubrayar, 1notieneyaenemigosenelexterior”. ¿Es que los objetores deconciencia suponen entonces “el_adver’jJnteriorlaro?, La desconfiuza, la hostilidad, el miedo de las autoridades hacia ellos no sonde hoy. Suhistoria es la de una larga lucha, bajo todos los regímenes. En 1974 son-seguramente, en nuestro país, los ms numerosos de los presos políticos

¿Que se les reprocha? ¿Negarse, en este siglo denunciado entodas partes como. el de la violencia, a matar y por lo tanto a llevar armas?¿negarse a vestir un uniforme que es a sus ojos el símbolo de la servidum —

bre y del aniquilamiento del hombre por el hombre? ¿Creer en mtodosdedefensa popular no violentos y rechazar la idea de que las guerras son “fa.taleseinevitables”? NingCin ‘gobierno, evidentemente, propugna la violen—,cia, aunque todos o casi todos la utilizan, vendiendo armas o por pueblos —

intermedios. Por ello las acusaciones acumuladas contra los objetores sónde otro orden, y mas insidiosas.

La opini&n pCublica pone a veces en duda la sinceridad de losobjetores Este escepticismo no creemos que este justificado. Estos muchachos prefieren ponerse al servicio de los desheredados, con todas lascargas que ello supone, con todas las responsabilidades y la abnegacibn que

ello implica, antes que ocupar, en los cuarteles, “empleos” a menudo mCi—tiles, Al pedir el estatuto, estos muchachos aceptan un servicio de doble —

-4.

duraci6n del de los reclutas (dos af’ios en vez de uno) .,Estos muchacho perfectamente determinados y provistos de un s6lido ideal sufren la prisi6n—antes que renegar lo rns mínimo de sus oiniones , Los came1istast1 , si

• los hay, se eliminan de por sí,

Mientras los objetores de conciencia se contaban por decenas- mil en total de 1964 a 1971 - el poder ios ha ignoradó, aunque hayan tenido que volver a la crce1 en 1965 para conseguir ser destinados exclusivamente a l!formacjonesciviles asegurenuntraba jodeinteregene.

ral”, Incluso unas disposiciones daban ina ligera flexibilidad al estatuto.

Pero, a partir de 1.971, la Comisi6n de defensa nacional y delas Fuerzas Armadas, en el Palais-Bourbon, presidida por M A1ejandroSanguinetti, consideraba que el aumento del nCimero de las soiicitüdes de-estatuto llegaba a ser çpanteM: cien mensuales, pese a una ley mantenida casi en secreto, pese a modalidades prcti.cas restrictivas (quince.días, despus uñ ms por aí’ío para presentar esta solicitud,- so pena de—prescripción)

Esta progresión no tenía comparaci6n con la que se registrabaen Alemania federal (35,000 objetores en 1972) o enlos paises n6rdicos,—donde el liberalismo no tiene equivalente en este terreno: Sin embargo denotaba, por parte •de una juventud cada vez ms enterada de ios asuntos çCblicos, una oposición ms amplia - o menos restringida •- al servicio militar y 1 Ejército, en un país todavía vinculado, a valores y a tradiciaiesmilitares. ¿Anunciaba el retof’jar de la corriente antimilitarista actualn-iente comprobada en Francia? En todo caso, el gobierno intentaba hacerla -

abortar.

Undecretoyunacomisi6ntlarbitrarjos!t —

En pleno ms de agosto de 1972, un decreto, inspirado porM,

Michel Debr, entonces Ministro de Estado encargado de la Defensa Nacb

nal, y firmado en el fuerte de Bregançon, destina a todos los objetoresde

conciencia al Oficio Nacional de Bosques (O,N,Fj, al menos para el pri

mer afiode su servicio, Unos meses antes, los objetóres habían sido ads

critos al Ministerio de Agricultura y del Desarrollo Rural, después de -

que los Ministerios del Interior y de la Salud PCiblica y de la Seguridad -

Social hubiesen pedido sucesivamente ser descargados de esta ‘1responsa.

bilidad”

—5—

Esta medida parece a primera vista anodina, incluso juiciosa;ob jeci6nde conciencia, no violencia, protecci6n de la naturaleza, nada i,l‘gico, alcontrario, Pero, si se la examina, va a revelarse, para los interesados, tanto ms Uarbitrariaeinaceptable” cuanto que va acompaítada —

por la prohibición de participar “enningunaactiiidadoreunindecarcterpolíticoosindical” el colmo, estiman jovenes cuya conciencia ordenano sMo negar la violencia, sino oponerse formalmente, por todos los medios, a los que la provocan olaemplean,

De hecho, el decreto de]. 17 de agosto de 1972, llamado deBr,gançon, responde a varios propósitos: retirar a los objetores de las aso —

ciaciones filantr6picas en las que trabajan (la experiencia demuestra que,una vez e-trtdos ff1 1, ONF,perinanecen en dia a veces dos a?íos) y anular dé estemodo su influencia en los sectores neurálgicos: trabajadores inmigradosminusvalidos, inadaptados mentales y sociales, chabolas, hogares de jovei-ies,casas de la cultura, etc; vigilarlos dentro de un organismo paragubernamental, mediante una disciplina paramilitar, y aislarlos en los numerosos puestos del Oficio,,

Los objetores, en su gran mayoría, rechazan esta afectación—autoritaria, y denuncian el ONF como empresaindustrialy canercial”

‘preocupada ante todo por la rentabilidad y cuya política ecol6gicaes, adem1s, muy impugnada por los grupos ‘de ‘defensa de la naturaleza.

Finalmente, los objetores ‘no quieren ocupar el puesto de los —

guardas forestales, 1manodeobrayasobreexplotada” . Actualmente, de

quinientos a seiscientos jovenes no se han incorporado o han abandonado -

sus puestos. Un cierto nCimero de ellos ha sido encarcelado,

Paralelamente, la comisin jurisdiccional examipa en forma—

mucho çns crítica las solicitudes de estatuto, que concedía con ‘bastante —

facilidad cuando eran todavía pocas.

Siempre el mismo criterio.

Al amparo de la ley de 1963 que sblo reconoce conviccio

nes religiosas o filos6ficas” , esta comisi&n rechaza sistemti.camente, ex

cepto en’ dos casos (los interesados (y los dems) se preguntan todavía por

qué), las solicitudes que invocan también motivos políticos. La comisi6n-

- jurisdiccional, con la excepci6n de su presidente, magistrado del ordenju

dicial, est& compuesta exclusivamente porrepresentantes del gobiernotrs

-6-

miembros nombrados por el primer ministro, tres miembros nombradoporel Ministro de ios Ej&rcitos. Este último ministerio se hace cargoasimjsnodel secretariado general’ dé la comísi.n.

¿Que sería una religi6n sin toma de conciencia política de ios -

problemas de su tiempo? “ElEvangelio,laf,nosonpoliticamenteneutros”

declaraban las personalidades eclesi’asticas citadas al juicio de François }-

naff. La’hota de reflexi6n. acerca del comercio. de.armas”, redactada conjun

tamente por el consejo permanente del episcopado francas y el consejo de lafederacibn protestante de Francia, que provocaba una po1mica entre la Iglesia y el Ejrcito ha sido una nueva ilustración de ello.

¿ Qu sería también una filosofía que no desembocara en aspectos políticos? ¿ Como’ se puede ser contrario al servicio de las ar m a s y —

aceptar la venta de armas al extranjero? ¿Como se puede ‘ser no violento yaceptar las pruebas nucleares, la carrera de armamentos, la ampliaci6ndelos campamentos militares, la misma existencia del jrcjtoqueprepara—laquerra”?.

La comisi6n jurisdicciona’no contesta a estas preguntas y, porotra parte, no tiene que contestar; deliberaa puerta cerrada y nunca, desJesu creaci6n, ha oido a ningCin objetor, S&lo juzga la “sinceridad” del obje—tor a base de documentos: los que proporciona el interesado y ‘os que s o nproporcionados por.. .la encuesta del Ministerio de los Ejércitos. —

gderecho, dicen los objetores, sepermiteestacomisi6napreciarlasinceridaddelpr6jimo? ¿Hacefalta,paraconseguirelestatuto,quemintn-osporornisinnodeclarandonuestrasopinionespolíticas? ¿Yesquesepideabsreclutasunadeclaracj6nsolemneacercadela‘‘sinceridad’’desusconvicciones.militaristas? fi

Numerososapoyos. -

Las decisiones de la comisi,n jurisdiccional no son susceptiHésde recurso:alguno, excepto ante el Consejo de Estado,; la comunidad de instigacin y de accibn no violenta de Orleans, animada por M. Jean-MarieMuller, pide especialmente la creaci6n. de una comisi6n de primera instancia.Por ahora, los objetores esperan, con interés, el resultado de los numerosos recursos — no suspensivos — que han formulado ante la jurisdiccibn suprema, especialmente despus de la ‘1operacin veinte’ (solicitudes presentadas según el mismo’ modelo).

— 7.—

Hoy día, los objetores ya no están aislados, como casi siempreantaño, en sus luchas y en sus reivindicaciones. Muchas organizaciones,en

- tre ellas el Comité de coordinaci6n para el servicio civil,que agrupa urics—90 asociaciones “queaseguranuntrabajodeinterésgeneral)’, apoyan su —

gesti6n.

Se han creado comités de apoyo casi en todas partes,en París-.y en provincias, que reclaman especialmente la derogaci6n del “decreto deBregançon , la libertad de afecci6n, la supresi6n del articulo que restrin —

ge la divulgaci6n del estatuto, el reconocimiento de todas las convicciones,la libertad de expresi6n y de reuni6n para todos los que hacen el servicio rcional (civil y militar) y la liberaci6n de los insumisos, desertores y soldados actualmente en la crcel.

Los objetores, si est&n en vanguardia del movimiento antimilirista y especialmente apuntado como tales, ya no est&n tampoco solos allí.Con conceptos , mtodos y metas diferentes, han nacido recientemente unnCimero importante de organizaciones,testimoniando el renacer,aun limitado en cuanto a efectivos , pero real y profundo, del antimilitarismo enFrccia. Se’ iibuja, especialmente, una corriente en pro de la insumisi6n total

11.-UNANEBULOSADEORGANIZACIONES

La interpretaci6n dada a la ley sobre los objetores de conciencia y la forma — impugnada por los interesdos — en que se aplica inducen—a la insumisitn total o a la deserci6n a un cierto nCmero de jvenes .Otrostodavía poco numerosos, se niegan incluso solicitar el estatuto de objetor.Esta corriente antimilitarista esta apoyada y mantenida por una multitud deorganizaciones.

“ElEjrcitoeselCiltimorecursodelasociedadliberal”,decla

ra M. Robert Galley, Ministro de los Ejrcitos, poco después de su llegaa la calle Saint—Dominique, Poco tiempo después, se ha dicho en “Le Mon

de” que la Segunda Seccibn redacta regularmente “boletines de inform€ci&isobre el adversario jnterjor”. Se refieren a las actividades de diversos prtidos, movimientos, organizaciones políticas y sindicales de oposicin.

La de M. Galley provoca la c1era de los distintos movimientos antimilitaristas que, aunque divididos en cuanto a cuestiones fundamentales, como la violencia y la no violencia o el concepto de Defensa Na.

ci,onai ., se unen frente a la Hrepresi&n gbernamental11 y hacen todos ellos,actualmente, campafla contra la ‘militarizaci6ndelasocjedadu

‘ircitobu,gsaiserviciodelcapital”, EjrcitorompedorlasU, “jrcitodeGuerracjvji son los temas ms desarrollados.-.

en las reuniones y en las manifestaciones que con una amplitud todavía ii —

mitada excepto cuando el asunto de Larzac y cuando la movilizacin de -

los estudiantes, en la primavera pasada9 contra la IJey DebiU_ son cada-vez m&s frecuentes, La prensa antimilitarista

etc,) Horece, pese a las persecuciones a las condenas y a las -prohibiciones,

Las acciones sobre este punto se multiplican: devolucibn o destrucci6n de cartillas militares, huelgas del hambre (como la que acaban. —

de hacer una decena de objetores de conciencia en Orleans), negativa simbólica de pagar el impuesto (140 personas de la regibn de Lyon han deducido el 3%, que han redistribuido a los campesinos de Larzac), Ipi,ntadasI1en ios edificios militares y en los monumentos a los muertos9 destruccio -,

nes pCtblicas de banderas nacionales, intervenci6nes con ocasión de cere —

monjas militares, ‘jornadas de acci6n” el 1.4 de julió y el 11 de noviembre(5., 000 jóvenes se han manifestado en París cuando la conmemoracjn del -

armisticio, en 1972), etc,

Hasta ahora, las dos empresas tal vez ms “espectaculares” —

han sido la penetración de una decena de militantes del GARM(Grupo de -

acci6n de resistencia a la militarización, muy activo en la región -de Loren el puesto de mando atómico del Mont—Verdun, entonces en construcción,el 31 de enero de 1972 y, ms recientemente, la ocupación durante una semana por dos miembros del GIT de París (Grupo de insumisióntotal) del —

campanario de la iglesia de Notre—Dame—de-laCroix, en el distrito .20 1 e-París,

Una cierta protesta, todavía restringida y prudente frente al —

aparato ‘‘disuasivo militar, aparece dentro de los mismos cuarteles ,bajola influenci.a de los CDA (Comités de defensa de ios reclutas),afines a laLiya comunista disuelta, Unicos entré los movjmientos antimi.litaristas,aun_cuando todos apoyen la “lucha de los soldados” , 1-os CDA preconizan el baterevolucjonario” en el interior del Ejórcito y sus militantes no se nie —

gan a cumplir su servicio militar, aunque sólo sea para prender a mene —

jar un fusil ,,. Los ODA denuncian, particularmente;todos los hechos, incidentes y accidentes acaecidos en cuarteies,distribuyen octavillas y folle—

tos, en los trenes y en las estaciones a los militares de permiso y estánen el origen dé varios movimientos coléctivos de protesta contra las “aciony1asfaenas 0El ms serio ha tenido lugar, en diciembre pasado--,en un regimientó de Niza y varias decenas de soldados han sido inmediatamente trasladados y dispersados0

Unterrenopropicio. -

La mayor parte de los movimientos antimilitaristas,sobre losque soda el !espíritu de Mayo”, han nacido sin embargo relativamente mucho después de los acontecimientos de 1968v Es bastante curioso que elEjército hubiera escapado de la gran corriente contestaria de entonces ,Pero sería erróneo creer que, despus de haber sido propio de algunos anarquistas, el antimilitarismo es hoy día patrimonio de algunos izquierdistas0Son cada vez ms numerosos lbs franceses que, sin por ello aprobar los—mtodos de ciertas organizaciones, comprenden y apoyan la gestin de bspacifistas0

Es que el terreno es propicio y que un cierto nCimero .d e e 1 ementos (pruebas nucleares y peligro atbmico, ventas de armas al extran,ro y carrera de armamentos, proyectós. de ampliaci&n de campamentos militares, militarizaci6n de sectores de economía, intervencibn del Ejércitoen los conflictos sociales ,etc ) suscitan una reflexi6n c ad a y e z m —

critica. -

La reciente polémica entre la Iglesia y el Ejército lo ha dentrado, Otro ejemplo, tal vez m.s revelador:, las 50.000 personas que se —

han reunido, durante el Ciltimo fin de semana de agosto de 1973, en la meseta de Larzac, representaban todas las regiones de Francia y todas la —

categorías sociales medias, mientras que ningCin gran partido ni ti i n g Ci n —

gran sindicato había hecho llamamiento para esta inmensa reuni6n de protesta,

“EsmuyimportantequeelEjércitoseencuentreencomuni6nespiritualconelpueblo” , dice hoy M, Robert Galley, y los Jefes de Esta—

- do Mayor multiplican las declaraciones para asegurar que “el Ejrcitoés—t-al servicio de toda la Sin embargo es la misma neutralidad política del Ejrcito francas la que esta en tela de juicio y no sMo por los novimientos antimilitaristas ms virulentos.Muchos se inquietan, en particu

- lar, porla evoluci6n y el papel de la Defensa Operativa del “Territorio

(DOT), de la que M. Andr Fanton, entonces Secretario de Estado de De—

-‘o

fensa Nacional, decía en enero de 1970 que estaba ‘apartirdeahoraorqa—nizadaparaevitarquesereprodujeranacéntecimientoscomolosqueconmovieronlanaciénenmayode’ 1968”

La Cinica vocación de la DOT, antes de los acontecimientos de-1968, era impedir la ocupaci6n del territorio por parte de un enemigo exterior.

El empleo del Ejército eñ los conflictos sociales — especialmente con ocasin de huelgas, sustituci6n de controladores aireos .( P 1 a n Clment—Marot), del personal de ios transportes pCiblicos y de los barrendQ-osde París e incluso intervenci6n de los gendarmes móviles que , sin embar —

go, si son militares son también una fuerza de policía, en la fabrica LipdeBesançon es otro signo muy claro para los antimilitaristas de su no—neutralidad . Finalmente , todos los movimientos denuncian al Ejrcito como mstrumentp de “reclutamientoyavasallamiento” de la juventud. “Se trata, dice un militante, dehacerdelosreclutaslosfuturos“robots”delordenestablecidoqueobedeceránasuspatronoscomohanobedecidoasusmandos”.

Persequidoshasta.los 29años. -

Esta convicción de que “elEjrc-ito---esta1serviciodelcapital”lleva a un cierto nCirnero de j6venes a fundir su oposici6n antimilitarista su rechace global del actual sistema económico y político. Para ellos, todoesta ligado y su lucha contra el Ejército no es ms que una parte dé su ges-’’tibn no—violenta , pacifista, libertaria o revolucionaria, un aspecto de lalu

cha de clases,

Muchos rechazan la ob jeci6n de conciencia y se declaraninsu —

misos totales”. Militan en los GIT. Es el caso de Bruno Hrail, condenadoel 5 de febrero en París, de Silvere Herzog, encarcelado en la prisi6n de -

Mezt, de Gerard Petir, encarcelado en Baumettes de Marsella, de Hubert—Planchez, de Gerard Bayon, dé Gas6n Jambois, para no citar m&s que algunos. ¿ Cu’antos son? Es imposible saberlo con exactitud.Seguramente varios centenares y su influencia es creciente en la corriente antimilitarista.Su situaci6n es legalmente indefendible y todos son generlamente condena —

dos a las penas m&ximas. Son normalmente declarados inCitiles despu&s desu arresto, pero el Ejrcito puede perseguirlos hasta la edad de 29 años.

Parece ser que en total (objetores de conciencia, insumisos,de

sertores) un millar de j6venes est’&n actualmente en la crcel por hechos —

— 11 —

antimilitaristas y m&s de un millar se encuentran en situaci6n irregular—(1), viviendo ms o menos en la clandestinidad y en espera de detenci6n.

En cuanto a los desertores , una importante proporcibn es de —

alistados.Los Jefes de cuerpo achacan a menudo acertadamente estos andonos a motivos familiares, financieros, psicoi6gicos, sociales ,etc.

Cierto nCimero de jvenes, seducidos a los 18 aítos por la publicidad hecha en favor del Ej’ercito, por el atractivo del uniforme, por laprima del alistamiento o, ms aCm, por la posibilidad de continuar sus estudios - mdicos, técnicos, etc.- sedesenga?tanluegO. Pero ya noles esposible — ¿por qu razbn, en tiempo de paz? — de rescindir su contrato.Lasautoridades militares se niegan a ello en la casi totalidad de los casos.

Un ejemplo entre tantos: Jacques Deterne, de 20 afios, había-firmado un compromiso de 3 afios por razones profesionales. Ha querido —

rescindir su contrato, dentro de los plazos legales, segCmn afirma. No.se—le ha admitido .Deterne ha desertado. Ha sido detenido y condenado .a 18 —

meses de prisi6n que cumple actualmente en Metz, después de una huelgad& hambre en diciembre Ciltimo.

En re1acin con organizaciones como el movimiento interni2nal para la reconciliaci6n (MIR), el movimiento para el desarme, la paz yla libertad (MDPL), la uni6n de los pacifistas (UPF) o tambin con las quellevan a cabo tIluch.esde..insumisi&, como los comités de accibn de los—prisioneros (CAP) o el movimiento para la libertad del aborto y de la contracepcin (MLAC), los diversos grupos antimilitaristas, a veces atasca —

dos en conflictos internos y en pugnas ideolbgicas, están buscando su unidad.

La hallan hoy, al menos en parte, en el vigor con que el poderreprime los efectos del fenómeno antimilitarista, sin querer por lo visto—analizar sus causas. Por ahora, la relación de fuerzas y la mayoría de laopini6n est&n a favor suyo .No es seguro. que esto siga así.

(1).- Est.as ci.fra.sm.ínimas..$tñ sin duda alguná por débajo de la réalidadEl Pastor Ren Cruse, responsable del.. movimiento internacional pa

ra la reconciliaci6n, ha dado cifras que parecen exorbitantes de 3.000j6venes encarcelados y 60.000 llrefractarios al servicio militar.Hata ahora no ha sido desmentido..

CESEDEN

UN NUEVO CAMINO PARA EUROPA

- Por Michel DEBRE

(Traducido por el Tte, GonzálezPascual, del CESEDEN.)

Marzo, 1974 BOLETIN DE INFORMACION NUM, 81 -VI

El mensaje dirigido por la Comisi6n de Bruselas a los Estados-miembros del Mercado ComCin, las vivas divergencias cju e 1-1 a n prcc’icIo,acompaíiado y que segui.r&n a la reuni6n de Washington, ponen nuevamente —

de manifiesto, y de manera evidente a la vista de todos, la orientación política de las naciones europeás, es decir, el futuro de Europa. Una vez ms,sino queremos hundirnos en las contradicciones y la impotencia, conviene esclarecer la causa profunda de estas divergencias y, en esta ocasibn, es nesano plantearnos el equivocó fundamental que no nos atrevemos a formular.-Las Naciones europeas, ¿desean constitúir una potencia aut6noma o se re —

signan al papel de satélites.,.?. Todo depende de la respuesta a esta’ pregunta.

Es cierto, que la respuésta aveces puede eludirse. . .Asi, cientas dificultades que salen al paso circunstancialmente, el Mercado Comilin, o

ia ayuda alas regiones, por ejemplo, no exigen que el equívoco sea de s’cibierto. Es de un interés casi general el ponerse de acuerdo cuando se plan—tean problemas de orden econrnico y el asociarse para salvar tal o cual dificultad pat’ticular, especialmente de orden geogr’afico. Se discute,se reté,se compromete. . pero al final se llega a un acuerdo.

Por el contrario, cuando se trata, en cualquier terreno que sea,de una orientaci6n política, surge la verdadera dificultad, que proviene de laconcepci6n diferente, e incluso contradictoria, que tienen las distintas capitales, sobre el futuro de Europa occidental,

ATAQUEMOS LOS “TABU”

¿ Por qué la noci6n de “defensa europea autónom&’ es una discu—sién de chiquillos siñ ninguna salida. .? ¿por qué la definici6n de “empresaecon6mica europea” o de “sociedad comercial siendo una obra

—2—

yana,,, 7 . ¿Por qu ha sido imposible determinar entre las naciones europeas una política monetaria común que fuese digna de este nombre ,? ¿RDrqu la cohesi6n con miras a una política energtjca , a la vez global y marcado por una voluntad de independencia, tropieza con tantos obstcuios. ,,?,A cada una de estas cuesti.ones se puede responder y de una manera admisible , por consideraciones particulares. Si.n embargo, rns all& de estas con —

sideraciones, se descubre una mayor oposici6n, y ha llegado ya la hora deprecisarla.

¿Queremos de verdad que l.a uni6n de las nabiones europeas de—semboque un día en la constituciún de una gran potencia, es decir en u n a —

autoridad apta para definir su política, que posea los medios para llevarla a

cabo, ejercer una autoridad y se?ialar una radi.8cin, . ?. A los ojos de esosque desean un gra futuro de Europa, parece que la respuesta a esta preguntano puede ser otra, qué la afirmacin, Aunque solo fuese por el bien de la libertad y de la paz, no existe uni6n europea que tenga sentido, a no ser q u econstituya una fuerza, lo suficientemente apta para influir sobre los destirosdel mundo en el lugar y en el espacio de las naciones que ,en el estadó actüal.de las relaciones internacionales, no pueden ya intervenir con una capacidadsuficiente de persuasi6n. Para coi. 3tituir tal fuerza, es necesario estar ani-mados por una voluntad de independéncié y de grandeza,

Ahora bien, no podemos mantener ninguna ilusi6n sobre ui-a hechocápital , que muchas veces hemos dejado cúmodamente olvidado, Esta conc—cepcin no es de ningún modo compartida por un gran número de europeos;incluso entre esósque con mucho gusto serían calurosos partidarios, exis —

ten profundas divergencias.

Sin querer de ninguna manera establecer una jerarquía — un hombre es un hombre, allí donde se entuentre — es sin embargo una realidad queno hay que despreciar, si se quiere obrar sriament’ 0b s e r y e m b s laorientacibn, no solo de los gobernantes, sino tambiún de las opiniones de —

las peque?ias naciones de nuestro Continente, Aquí, se piensa ante todo, enun provechoso comercio, allí, se preocupan del desarrollo industrial,seanlas que sean las condiciones políticas. En otra parte , se desea compartir —

con Suiza el beneficio de un paraiso fiscal,Todavía en otra parte, se deseaante todo, no tener que mezc].arse en ningún asunto del continente Aquí ,allí,en otra parte, las grandes frases de independencia y de potencia, con su ca-’tejo de esfuerzos, de riesgos, de sacrificios econúmicos, de solidaridad,devoluntad gubernamental superior a los intereses de] día Cy a las facciones no

representan de ninguna manera un objetivo político.Aquí, allí, en otra parte,

—3—

no se trata para Europa de buscar las ocasiones de hacer ms todavía,llegado el caso, buscar los medios de imponer a las potencias e: tra—europeasu-iaacción que no desean. Se trata, en efecto, de garantizar lo que existe, obte—ner alguna ventaja inmediatamente citil ,if-ci:o vccc. ± cbsc’g:rc3 d problemas particulares, creyendo o fingiendo creer que una ayuda llamada “euro -

peaI permitir& resolverlos.

Esta comprobacibn es tanto menos una crítica con relaci6n aritros vecino ocompaíteros holandeses, belgas, luxemburgeses, irlandeses ydaneses, cuanto su sentir,resultado de una especie de neutralismo antíguo einstintivo, es compartido por una buena parte de los europeos perteneciertesa las mas grandes naciones, que no tienen las mismas tradiciones ni los mis

mos motivos para concebir así el futuro de Europa. Pero est& claro que, enfunci6n de tal estado de cosas una unin europea estl fuera de lugar.

Volvamos nuestra mirada hacia las naciones ms importantes.Entonces es necesario observar el vigor de las tendencias centrlfugas,Al&riania occidnital, por prioridad, mira a Alemania oriental; Europa segCin e 1 ,

no debe impedir esta evolucibn, Por lo dem&s, compromisos comercialés yecon6micos mCiltiples la unen a la economía de los Etados Unidos influyen —

do sobre su política, sin omitir,llegado el caso, la defensa. Gran Breta?ía,por su parte dirige su mirada hacia los Estados Unidos y hacia el mundo an -

glosaj6n; Europa., piensan, no debe impedir una orientación que correspon—de a un estado de espíritu profundo, por otra parte, comprensible. Italia,sevuelve cada vez ms al Mediterr’aneo, cuyo futuro es motivo de preocupación,y será igual para Espaíta el día que asta e.i..cance una organización com(n. Niuna ni otra pueden sacrificar sus intereses principales::, a los cuales los Estados Unidos parecen prestar ms atenci6n que la mayoría de los europeos,—indiferentes a lo que pueda pasar en el Meditérr.neo .. En cuanto a Francia, —

permanece y permanecer siempre alerta, teniendo contínuamente y,on raz�n , que en nombre de Europa, la coalici6n de sus vecinos no burlen sus intereses esenciales y sus profundas aspiraciones. Nuestros compaíieros se—sienten gustosamente cómodos, cuando se trata de pesar las decisiones de -

Francia..

Algunos han esperado y esperan todavía, que la Comunidad suianacional :ealizase un milagro político. La decepción es evidente. Era difícil -

- que ocurriese de otra manera.

Si analizamos las instituciones , vemos en seguida el callejbn nsalida: ¿ a qu ambician puede responder ‘un poder forjado sobre la base de ui

Parlamento, aunque fuese elegido por sufragio universal, . .7 . ¿ En que aec

-4--

to importante, una ley votada por los electores de dos o tres naciones po —

dría imponerse a las otras, ,? . ¿Qué unidad podría expresar, frente adi.syuntivas decisivas, un gobierno de hombres aunque fuese llamado ejecutiyo, coaiici.6n al mismo tiempo de naciones y formaciones políticas de ten —

denci.as íntimas divergentes? . A estas primeras objeciones, hay que afla—dir otra, aún m&s grave. El. sistema examinado, que hace elegir en las pequefías naciones un diputado por cada treinta o cincuenta mil electores y, —

en las grandes por un mill6n, si. no es por mas, condena al poder resu1tan:te de una Asamblea semejante, a una verdadera ilegitimidad que quita, de—antemano toda capacidad de acci6n ante las grandes decisiones.

Si despues de las instituciones consideramos las orientaciones, e]. atolladero es del mismo orden, pero mayor todavía. ¿ Desmembrarlas naciones para sustituirlas por regiones. . .? . Esta tendencia ahsurdaconstruir el futuro de Europa sobre un sistema medieval ,fue, con :‘azbn,denunciada en Poitiers por el Presidente de la República. Refleja, adem&s,—una contradicci6n: no se puede instaurar al mismo tiempo una fuerza eurpee debilitando o desmembrando las naciones, que son los elementos indi.spensables de esta furza 1 Et3 no es le camino ni de la potencia iii. de la —

libertad.. .! Sin querer aludir a nadie, ¿qué autoridad saldría maíiana de-una asocjacjn entre el, País de Gales, Brabante, Sicilia, Groenlandia ,Jutlandi.a y.la región Cohtr—Loira.. ?.

Si el porvenir de nuestro mundo fuese un futuro de crecimiento regular, de un progreso constante , de un desarrollo social armonioso eitre los hombres,los pueblos,los continentes y las razas,Europa podría omodarse igualmente a la falte de ambici.n de unos como a las ambiciones—centrífugas de los otros, y la Comunidad podría subsistir como una “tecnoestructuras’ donde las ventajas e inconvenientes .se equilibrarían.

Pero no existe ninguna probabilidad de que nuesro mundo seaasí. Al contrario, los elementos de inestabilidad del último cuarto de SiglO:

ya est&n en juego, Es un error pensar que Europa — aún beneficindo-- deun largo y excépcional periodo de paz interior, que es el deseo de todos, —

por lo que hay que trabajar y a lo que los europeos tenemos derecho -es un

error , repito, pensar que esta Europa pueda permanecer indiferente antelas rivalidades existenteserL’tr e i!:;lizoioes’, continentes, pueblos y rezas.

¿Se trata para los Estados Unidos de restablecer sus exportaciones. . .? lLos europeos a dar su consentimiento! ¿Se trata para losproductore de petrleo de ganar m&s dinero... ?:.!Los europeos a pagar! Sin

—5—

ceramente estamos ante una verdadera crisis econ6mica y monetaria, con

consecuencias no lejanas en el orden político y social - un mundo político ysocial - aquí y a]1& t:jrbado por desavenencias internase Ahora bien, no secura la caida por el renunciamiento y no existen peores infortunios para lasnaciones europeas que el no querer sobreponerse a ellos mismo€, tratandopor vías paralelas y con una voluntad comin, de conseguir la autonomía desus preferencias y el ejercicio en el. exterior de una gran influencia,

LAS PROBABiLIDADES DE UNA POLITICA EUROPEA.

Planteado así el problema — y yo no veo honradamente Ott•T .a

nera de hacerlo - nos podemos preguntar si es posible una Europa. Ea ciyati6n es tanto ms pertinente, cuanto es falso creer que desde el exterior-se quiera una Europa fuerte e independiente. ¿Quin podría desear, de verdad, un competidor. ,?, Nadie, ni el Este ni el Oeste, y si nos remitimasa los estímulos de China, estos son al mismo tiempo lejanos , teóricos ycargados de intereses; se trata en opini6n de sus dirigentes de desviar de—Asia una parte de las preocupaciones soviticas. Sin duda los dirigentes—

ericanosTean la unin de Europa, pero de una Europa asociada,e.s decir, sin política propia, que se adapte y siga la política americana.Esta tésis, por otra parte, es compartida ,or numerosos europeos; a riesgo deatribuirse una política procedente del exteior, es preferible elegir la del—m1s fuerte

En estas condiciones ¿para qu Europa .?. Ms vale la i.rdependencia nacional. Esta es nuestra realidad;nosotros, franceses ,coa iuCS

tra capacidad de realizacibn que nada tiene que envidiar a la suiza, suecao yugoslava, y que bien compenetrados, gobernados y unificados, represenmos una fuerza lo suficientemente grande para querer una política, una di—plomacia y una defensa propiaEsta es, como digo, nuestra actitud, y estatotalmente justificada.

Y sin embargo apenas hemos terminado de pronunciar esta frase, cuando aparecen, a ]a vez, un pesar y una aprensi6n

Parece ir en contra de lo natural que, frente a los americanos,los rusos, los chinos o los &rabes, los europeos no traten de ercontrar loscaminos de una inteligencia, y que los pueblos ms celosos de su indeperidencia se niegue a definir, en los casos graves, una identidad de actitud —

esclarecidaor una voluntad de independencia, es decir, sencillamente de

6-

dj .:ad, Si en médio de las transformaciones reiiadas r de las previsibleLn’la perspectiva de futuro, aunque fuese a largo plazo, ¿no reside en la afir—xnación de una estrecha solidaridad popular,..?. ¿Es este un camino quermite conciliar esta primera realidad — la personalidad de las naciones euro-peas y sus ambiciones propias — y esta otra realidad, la utilidad de una bds—queda comíin de la potencia,..?.

Yo lo creo así, pero no ha:’- que equivocarse sobre las posibilidades de la acción.

Esta es una responsabilidad particular de las ms importantes -

naciones de Europa, a la que pertenecemos. Los deberes que astas t:i e e rcon relación al Viejo Continente, no tienen comparación ni siquiera con los —

intereses particulares de cada una. Es a esas naciones europeas - es decira sus dirigentes - ajos que corresponde conciliar sus orientaciones diverntes y la necesidad de adoptar por mucho tiempo actitudes comunes frente a —

dos exigencias de la grandeza europea.

Varios polemistas, en lugar de explicar sus sentimientos malé —

volos con relación al General de Gaulle, 1 reprochan el no haber “hecho Europa y r.ordando una ocasión perdida, imaginan qué dimensión histórica hu

biera sido la suya, si hubiese elegido el camino de la unión Europea.Olvidique partiendo de un acuerdo franco—alemén, del mantenimiento de la alianzacon los Estados Unidos, aunque sin integración, y de acuerdo con la Unión —

Soviótica, el General de Gaulle intentó orientar el futuro de Europa Occidental. Al poner el acento sobre la personalidad, o sea sobre la independenciay la potencia, ciertos gobernantes, vecinos nuestros rehusaron seguirle ! Se

ha querido ver en ésto y se sigue viendo todavía al Gener.1 de Gaulle, negndose a firmar la abdicación de la personalidad europea a la cual se le invitaba. . ! ¿ Se 1 rc-bji vanidad de una política que dejaba a Gran Bretañafuera del esquema.. .? . Esto es querer olvidar el ofrecimiento hecho, d-pué’s de una larga reflexión, a un interlocutor de excepción, el Embajor deGran Bretaíia en Paris, En aquella ocasión expresó la muy inteligente yidea de que el camino de una Europa independiente y poderosa pasabi por iriaprimera etapa que era la de un acuerdo entre Inglaterra, Francia, Alemaniae Italia, El gobierno laborista de entonces, sublevó en aquellos momentos atoda Europa contra el General de Gaulle, acuséndole de torpedear el Mercado ComCtn lo que literalmente, nada tenía que ver con el asunto. Por lo quese refiere a la política europea, que debe ser ambiciosa o que no ser& nadc,

no existe otro camino que aquél.

—1—

EL CONCIERTO EUROPEO

Se dir con un aire superior: usted quiere restablecer el concierto europeo. La respuesta es simple. ¿sobre qu otra cosa se puede edi‘icar con ms solidez.,.? , La uni6n americano-soviética es la que consolida la potencia de los dos compaíeros.Los acüerdos de las naciones srabes son los que han permitido lanzar una acci6n comin, cuya eficacia fuey sigue siendo excepcionaL El futuro de Europa descansa en la determinación de algunas naciones para definir, frente a los graves problemas, unaactitud com(in.Todo lo demás, no tiene ningCin significado.

También se dirá, que el actual espectáculo dado en Washingtnen primer lugar lugar por Alemania, no reserva muchas probabi1idides deéxito en este conciertoEs verdad, pero me parece que los dirigentes americanos han ido, una vez més, demasiado lejos. No han tenido en cuenla al

gunos fracasos pasados.No hn comprendido que proponían pasar del atiantismo al americanismo.Preocupados de sus prioridades mundiales, no hansentido la fragibilidad de los apremios y contradicciones que se ocultan enel interior de una alianza. Lo que es excesivo no es duradero, al menos -

mientras se quiera permanecer en el campo de la raz6n.Si no quieren renunciar a Europa, nuestros vecinos deberán reflexionar — pero que quede—bien claro ahora — que a. falta.de entendimiento entre las naciones importantes de Europa y de una voluntad de hacer de este entendimiento una etpa de independencia y de potencia, todo lo que se hable sobre el futuro de

Europa carecer& de sentido.

Los juicios que anteceden, van a ser, una vez més, motivo depolémicas, en particular, por parte de los “europeos profesionales” .Estshan creado una ortodoxia fuera de la cual no existe salvacibn.Sin embarco,si verdaderamente se quiere una política europea, es urgente salir de loscaminos andados que, con el pretexto de llevarnos, todos los días, a Bruselas, nos cnducen siempre a Washington, incluso cuando se trata de discutir con nuestros vecinos del Mediterrneo.

Sin duda he ahí quien supone en Inglaterra como en Alemania,Ii , co mo en Francia, una situaci6n política interior que pe

te discusiones fructuosas y sobre puntos importanlés, resoluciones comunes . Pero ya ha pasado el tiempo en que uno se regocijaba de las debilida:des del vecino.

No se trata tampoco de imponer una jerarquía, sino de crear,o de intentar crear un movimiento por la afirmacién de actitudes comunes

—8—

bien premeditadas y apoyadas sobre una capacidad de accibn . Por lo demsla importante vía cotidiana de los asuntos europeos seguiría adelante.Si esta orientaci6n no llega a buen término, ser& porque, libres y conscientemete las naciones europeas responsables de una Europa fuerte, no quieren hacer de ella una gran potencia. Esto es lo que es necesario saber, en estea?ío 1 . 974 tan cargado de preocupaciones en sí mismo, y que lo será tarnHn

en los aítos venideros

Francia, una Francia fuerte, esta en el centro de este dispositiyo. Es en efecto, una Francia fuerte, la que permite asociar a la a li a n z afranco—inglesa con la alianza franco-alemana.Es en efecto, una Francia 1wte la que permite, con Italia y Espafia, una política Mediterránea. Es unaFrancia fuerte la que puede, tratándose del mundo atl&ntico,hblar de alianza y rehusar la alienaci6n, impuesta. Es en fin, una Francia fuerte la qiiie —

permite una cierta orientácin de Europa Occidental haci.a Europa OrientalUno no evita su destino. Por nuestra tenacidad, seremos el germen, cuartio,después de un desabrido camino , vuelvan los tiempos de las grandes y no —

bles ambiciones — o n se haré. nada.

C E SE DE N

SIN AMERICA O CON AMERICA

- Por August VON KAGENECK

(Corresponsal en Parisde1 Diario :lIDje Wélt11)

Marzo, 1974 BOLETIN DE INFORMACION NUM.81 - VI

¿Quién hubiera pensado que tuviese que ser precisamente elpetr6leo, quien hiciese, sino conmoverse, al menos sobresaltarse a la —

maquina de unificacibn europea. .7. La crisis de energía ha revelado —

brutalmente la verdadera y ínica debi1idad de esta construccibn: la cues.ti6n de saber cuales deben ser las relaciones de una Europa unida con —

los Estados Unidos. Ha sido en Washington y n6 en Bruselas, donde conmotivo de la conferencia de los 13 ha sonado la hora de la verdad para -

los europeos; una verdad celosamente guardada durante losa?íos de 1 o sprimeros pasos de una Comunidad esencialmente econ6mica, que no te’nía en aquellos momentos necesidad de preguntarse ¿Y Amrica..?.

Esta cuesti6n se ha planteado, sobre todo, entre los dospajses, Francia y Alemania, las cuales, segin los deseos de los padres —

fundadores e incluso del General de Gaulle, deberían ser el fundamentode una Europa fuerte e independiente. La misma Europa les ha dividido,por así decirlo, desde la primera hora de su cooperaci6n .Qiien no re -

ci’.da el.fanosc pre&mbulo de la Bundestag votado en 1943 ,como’ditivo!’al tratado franco—alemin,con ocasibn de su ratificaci6n y que,enopini6ndel General de Gaulle anulaba completamente los sentimientos políticos—e hitoricos de este tratado...? ¿Quin puede olvidar la inmensa emoci6n que cause en la Reptiblica Federal la decisi6n del General ,tres.’ariosm1s tarde, de poner a las puertas de Francia las tropas de la NATOycvolver la espalda a una “fraternidad de armasH entre 15 naciones libres, 1lo que significaba para los alémánes el sentido mismo de s:u reci6n...?. ¿Es necesario remontarse ms atr&s y evocar el fracaso deuna C. E. D. provocada por los gaullistas (y los comunistas) , porque éste,era,a sus ojos demasiado feudalista de los americanos ...? . En todas—las encrucijadas de los mCiltiples caminos que llevan a los franceses yalemanes hacia “Europa” se ha. dibuado,en filigranas y deliberadamere!puesto sobre el tapete” la típica pregunta,de sus revelaciones ccornplé—

jas: ¿Qu piensas tÇ1 de Amrica.. .7.

—2—

Esto es verdad tambin por cuanto se refiere a la adhesi6ndeGran Bretaíta a la Comunidad, ardienteiT1ente deseada por los alemanes ydurante mucho tiempo bloqueáda por Paris; precisamente a causa de las‘‘relaciones especiales’’ entre Londres y Vashington. Verdad igualrriente—

para la innumerables tentativas de codificacibn de las relaciones entre —

la C.E.D, y los Estados Unidos; verdad para las cuestiones de seguridad,sobre la misi6n d.c las tropas americanas en Europa y de la misibn de lastropas francesas en la Rep[blica Federal,lntimamente ligado al primero;verdad,en fin, para la preparaci6n de una organización occidental capaz—de tratar en comunidad la grave cuesti6n del abastecimiento de energíaclos países industrializados. Ha sido necesaria esta cuestibn para que salga,por fín,de boca del Ministro alem.n la verdad:”Entre Europa y Amri

ca,mi corazn no dudaría jamas”; esta declaracibn, horrible a los ojos —

de un gaullista francas ¿no es, la repetición textual de otra muy célebre,pronunciada sin embargo por un ingls.. .7 .: “entre Europa y el otro lado del Atlintico, elegiríamos siempre éste Ciltimo”.

Ha llegado el momento de que franceses y alemanes se plan —

teen. los problemas sobre las razones profundas de esta disensin relati —

ve. a sus relaciones con la gran potencia protectora americana. Franca —

mente, en Alemania no se comprende esta animosidad tenaz de los frarcses hacia los americanos. Cierto que los alemanes desean igualmente unaEuropa fuerte, dueíia de sus destinos,independiente a las decisiones tomadas en la Casa Blanca o en una lbbrega oficina de una sociedad multinac.nal, que fuese capaz de jugar un papel propio en el concierto de las granrdes potencias. Los alemanes no son insensibles a las llamadas incesan —

tes que llegan a Paris, en vista de una 1unin europea” que podría ser —

preludio de una confederación futura, sobre europea”unidaauna presencia americana en Europa. Para esto sei4a necesario que existse un principi.o de construcción, que las palabras fuesen seguidas por loshechos, que se dejase de barrer todos los caminos que conducen a un eje..cutivo europeo, controlado democriticamente por una asamblea europea,.una defensa comCin empezando por un armamento comCin,una toma de djsion.es ,en Consejo de Ministros ,por un voto mayoritario;en r e su m en -

cesar ya de llamar a una Europa independiente ,negando obstinadamente —

los medios necesarios para su realizaci6n,acto el m&s enigmático de la—política francesa a los ojos de los alemanes..

No se trata aquí de acusar solamente a los gaullistas de estacontradicci6n. Se sabe muy bien en Alemania que su política es aprobadaampliamente por los otros partidos,sobre todo por los de izquierda,ypro

—3—

bablemente tambin por muchas capas de la poblaci6’n . El antianiéricanismode M. Jobert, ha sido aplaudido por M. Miterrand y M. Marchais así comola reafirmaci6n de los gaullistas por la ‘Europa de las Patrias (por razonesideológicas y políticas,, de tal forma, y tan evidentemente que uno: puede jrguntarse si la política extranjera de los gaullistas no apunta en primerlu—gar, a la política jnterior).Pero entonces ¿por qu sta’Europa de las patrias (no sería mejor decir de TlEstadósO. no:podría mantener relaciones etrechas,amistosas y seguras con una Amrica cuyo sostn militar se juzganecesario para Europa, incluso para.el mismo M.Jobert,’..?

Ciertamente, la irnagn de A’mrica no: es la misma p’ár a ‘un—francés o para un alem.n de la generacin del poder, ¿Es esto debido a ladiferencia entre el hlliberadoU y el htvencido.U...? . El resentimiento que tnía el general de Gaulle durante la guerra ,dser tratado como inferior por—los orgullosos anglosajones. ¿se ha transmitido a sus sucesores políticos-hasta tal punto de enveneñar todo: juicio sobre los Estados Unidos. . . ..Explica ésto la soprendente palabra de Iltraidoresti. empleada por el Ministro,: deAsuntos Exteriores francas, con relaci6n a los alemanes y a los ingleses,—eternos ItparientestsospechososU de “gentes del otro lado”...? .Un alem’an—no llega a comprender jam&s las intranquilidades francesas de uná pretendjda hegemonía americana sobre Europa, porque para. l, los americanos foman parte indisolublemente de una Comunidad occidental de intereses y de—ideales y,porque, sus relaciones con ellos son francas y sin complejos ‘!deflegoeiosI :y no sentimentales.

Que nose diga,como M. Debr lo hacia recientemente,que losalemanes carecen por tanto de alma. ¿Estan tan segur’s en Paris de que este alma alemana no:hace m&s que dormir y soñar ‘bajo fas cenizas de 1915.,..?¿ soñar quien sabe, con ese Emp,erador Barbarroja en su lejana montaña turingia, cuya barba no: cesa de crecer en su sueño centenariq ‘podría reflejarel alba de una reunificacibn del Reich , avanzando , como siempre de Este aOeste...? ¿Noesesta,precisamente, la pesadillasecreta de esos,que. enFrancia,siguen ansiosamente la oscilación de este aÍ’ma alemana entre los-dos poios terribles de atracci6n: la reunificaci6n nacional y la Europá supranacional...? . Que Frahcia encuentre el suplemento de alma necesariá,para hacer bascular del lado bueno,del lado de Europa, el alma de sus vecjnos. .

CESEDEN Boletín mensual n?81Dpt° de Información

ESTUDIOSCONOM ICOS

— LAS GRANDES EMPRESAS PETROLIFERAS BUSCAN ELMONOPOLIO DE NUEVAS FUENTES DE ENERGIA.

VII

CESEDEN

LAS GRANDES EMPRESAS PETROLIFERAS BUSCAN EL MONOPOLIO

DE LAS NUEVAS FUENTES DE ENERGIA

- Por Jean-Marie CHEVALIER—

(Traducido por el Departamento

de Informacibn del CESEDEN.)

Marzo, 1974 BOLETIN DÉ INFORMACION NUM. 81-VII

Parad6jicamente, sin duda, el carb6n despus de haber sidod e s t r o n ad o por el petr6leo, destronar& a su- vez a éste. Ya no se trata-de explotar el carb6n como antes, sino de destilarlo para hacerlo yá seagas o petr6leo sintético. Los alemanes utilizaron talesprocedimieritos4jrente la segunda guerra mundial. Solamente partiendo de g r a n de s raáj

mientos es previsible practicar estos métodos y Europa Occidental e s t mal dotada en este aspecto, salvo, tal vez, en lo que se refiere a los lignitos alemanes. Dos paises en el mundo:: EE.UU. y Rusiaposeenenormes

cantidades -de carbbn. Sus reservas localizadas representan respectiva —

mente 4 y 10 veces el equivalente de las reservas mundiales actualmente-conocidas de petróleo crudo

Por lo tanto se comprende que las sociedades petrolíferas estn iMpacientes por apoderarse de este potencial energtico gigantesco. —

Han adquirido progresivamente m&s -de un tercio de las r e s e r y a s nor

teamericanas de carbbn y se han asegurado el tercio de la producción comolodemuestra el cuadro de la pa’gina siguiente.

Antes de la crisis de 1970-71, el estudio de los procesos tecnol6gicos de la transformaci6n de la hulla habíin sido frenados en considerable medida por las sociedades petrolíferas que buscaban extender el rrcado petrolífero. Después de la crisis, estos estudios se han reanudado yacelerado intensamente con la ayuda de subvenciones que las sociedades—petrolíferas obtienen facilmente de las autoridades federales norteameri -

canas.

La transformacitn del carb6n en petrleo y. gas sint€tico tro -

pieza todavía con numerosos problemas: problemas técnicos para dismi—muir el contenido en azufre de los productos obtenidos, siendo preciso emplear grandes cantidades de hidr6geno; problemas de mano de obra: para

-2-

qúe los carbones norteamericanos puedan producir considerables volCmenes de aceite, y gas sintéticos, sería preciso abrir un gran n(lmero de minas cada aíio y encontrar la mano de obra necesaria para ello.

Principales sociedadescarboníferas controladas por lás petrolfferas

Sociedades que poseenel controL

:

Produccióntotalidad7 nona,

enrte

%

ade

merila

Peabody Coal Kennecott-.GuL Oil 12,5

Consolidation Coal Continental Oil 10,8

Island Creek Coal Occidental Oil 5,1

Oid Bea Coal Standard Oh Ohio 2 •

Pittsburgh andMidwaGoal.

Gulf Oil 1,3

MoatereyCoal Exxor’(1) 0,2

Arch Mineral Co. Ashland Oil and Refining

.

0,2

Total. .32,1 __]

(1).- Exxon es la nueva razón social de Standard Oil de New Jersey.

ELEMPUJEHACIAATI-IABASCA

Teniendo en cuenta el aumento del precio del petróleo crudo qes mucho m&s importante que el que se preveía, parece ser que las grandes sociedades se orientan hacia la explotación automatizada de las minas.Se procederá a la destilación del carbón en el interior del yacimiento , es ccir sin extraerlo. Lá combustión podría obtenerse por explosión nuclear —

subterrnea.La firma “Gulí Oil que interviene en la industria nuclear y enla carbonera , pre»unir los dos tipos de energía. Una central nuclear podría proporcionar el calor necesario para la destilación del carbón y el hidrógeno utilizado p&ra la desulfurizaciSn del producto.

Si se llegan a vencer los obst&cuios tecnológicos relativos al —

carbón, y las empresas se dedican a fondo, cabe pensarque el petróleo y—sobre todo el gas sintético se fabricaran en EE. UU. en gran escala a partir

-3-.

de 1,982-1.983. Ya funcionan variás f&bricas pilotos.La primera con carcter de prodiicción comercial construida por “El Paso” -entrár& en servi

cio en 1976. El gas allí obtenido presentar características muy similaresa las del gas natural y se insertar& en la red actual de distribución de gasnatural

Al mismo tiempo que los carbones americanos, sin duda las —

arenas asf1ticas. canadienses relevar&n al petróleo crudo,

Las arenas asfMticas contienen un aceite pesado, cuyas características impiden su recuperaci6n por métodos ordinarios, Al revés que-en un yacimiento c1sico, el aceite no est& contenido en una bolsa a pren,siendo preciso extraer las arenas que lo contienen.Teniendo en cuenta el -

gran nCmero de operaciones mecénicas que ello implica (extracción de arenas , almacenaje de desechos), se prevé, al igual que con el carbón, ‘realizar una recuperación ‘tin situ’ , es decir en el propio interior de los yacimientos.

Se encuentran arenas asflticas en Venezuela, Colombia y sobre tódo en Canadé, en la provincia de Alberta, en donde las enormes ire—servas de Athabasca podrían proporcionar 300.000 millones de barriles depetróleo sintético o sea el equivalente a la mitad de las reservas mundia]de petróleo crudo, actualmente conocidas,

La explotación comercial de las arenas de Athabasca comenzóa partir de 1967 de una forma muy particular. En 1959 el gobierno c a n a -

diense buscó fomentar la producción local de petróleo crudo e impuso asociedades petrolíferas el tener que abastecer las refinerias con petróleo—nacional, Ocurrió entonces que la firma norteamericana Sun Oil no pudiendo abastecer con petróleo venezolano la refinería canadiense, empezó a estudiar las posibilidades de explotar las arenas de Athabasca.Despuésde algunos aíos de estudios y negociaciones con las autoridades canadienses ,ftindóen 1964 la Great Canadian Oil Stand Ltd. y emprendió la construccióncuna fabrica, cuya capacidad de producción era de 45.000 barriles diarios.

Esta f&brica entró en producción en 1967. Probablement,e no un éxito desde el punto de vista financiero, ya que en 1972 la sociedad había perdido 87 millones de dólares desde su fundación, En el plano tecnológico por el contrario la f&brica es una experiencia llena de ensefanzas que

deberén contriibuir a acelerar el desarrollo de estos enormes r e c u r s o s -

energéticos.

4 -

La crisis de 1970-7 1 provocó una renovación de interés por —

las arenas asf&lticas, La Shell y Amoco emprendieron conjuntamente estudios tecnológicos sobre los procesos de recuperación . Exxon, Cities Servicies, Atlantic Richfield y Gulf Oil han creado una filial común hlSyncrudetty una f&brica de una capacidad de 125000 barriles diarios que entrar& enservicio en 1976. Por una parte la Great Canadian Oil Sand’ Ltdrt busca -

aumentar su producción.

Otras sociedades petrolíferas siguen atentamente las experien

ciás en desarrollo y poseen ya ios debidos permisos. Este es el caso delaShéll, Union Oil, SOCAL, Texaco, y Japex..

La producción de aceites soviticos podría desarrollarse muyr&pidamente , pero su ritmo depende principalmente de la política energé—tica canadiense . Teniendo en cuenta las necesidades energéticas canadien —

ses y la disminución de reservas domésticas petrolíferas, es probable quelas autoridades canadienses intenten desarrollar laproducción de aceitessintéticos al mismo ritmo de sus necesidades internas. Esta actitud deja -

r evidentemente poco margen para las exportaciones con gran sentimientode las empresas petrolíferas interhacionales.

Las pizarras bituminosas son rocas sedentarias quecontieneiuna materia orgénica sólida, llamada queroxeno. Calentado a 4502—5002 C,el queroxeno produce un aceite espeso, comparable en sus cúalidades. a unaceite pesado crudo.

Las reservas mundiales de pizarras -bituminosas no se cono —

cen públicamente con precisión y circulan- las cifras ms fant&stjcas a eérespecto . Al igual que para las otras materias primas, el vOlumen de re —

servas recuperables depende esencialmente de los precios alcanzados porel aceite que se extraiga.Sería pües deseable tener una estimación de reservas mundiales, en función de una escala de precios.

Parece ser que la mitad de las reservas dé pizarras actuaJnte recuperables en el mundo por1a técnica minera, debesituarse en EEUU,concretamente en Coloi-ado, Utáh y Wyoming.En los méjores depósitds podrían obtenersé 600.000 millones de barriles de aceite de pizarras, es dec.cir el equivalente de las reservas mundiales de petróleo crúdo cnocido en1973. . .. ..

Este aceite se puede obtener de dos formas: bien destilando:en superficie las pizarras, o bien procediendo a la descomposición térmi—

—5—

ca del queroxeno en el lugar donde se encuentra y bombeando después el—aceite así obtenido, Este ‘segundo procedimiento tiene la ventaja de evitar-las operaciones mecánicas de extracción de las rocas y del almacenaje desus desechos. En la practica, los. dos procedimientos estan en estudio y -

actualmente dos fabricas pilotos están en construcción o en proyecto.

Las sociedades petrcilíferas siguen de cerca la evolución delproblema . Algunas de ellas estudian los procedimientos de recuperaciónotras han comprado ya los yacimientos.Sin embargo los estudios est&nrnucho menos avanzados que para el carbón y las arenas asf&lticas,

LAENERGIANUCLEARJESAINGRATA,..

Dsde hace 25 a?ios las previsiones energéticas rtios anuncianel reinado sin compartir de la energía nuclear.Sin embargo em 1973 no alcanzó el 1% de la producción enórgótica. Es diffcil encontrar un sectorindustrial, para el que los errores de previsión hayan sido tan enormes.Seconoce desde hace tiempo el principio de la energía nuclear, pero se han—subestimado demasiado las dificultades tecnológicas que era preciso rm-itar antes de su aplicación industrial: elección de mótodos, impermeabili -

dad de las pilas, deformación y corrosión de las barras de control, manipulación y almacenaje de desechos.Todavía hoy no se dominan todos los—problemas y los norteamericanos parecen poner en duda la solución de la“total nuclearización”. Por indiscreciones ,se sabe que ciertos informes la comisión norteamericana de energía atbmica son pesimistas, y parece-que la energía nuclear ser& mas bien i�til como energía complementaria -

(para la destilación del carb6n por ejemplo) que como principal.

Desde hace muchos aíios, las sociedades petrolíferas están —

muy atentas al desarrollo de lo nuclear. Algunas han adquiritlo ya yacimitos y han conseguido una posición’ que les permite influir en el desarrollo.

Las sitrategias de penetración han sido muy di’ferentes.Algui

nas empresas han participado en el ciclo de los combustibles; otras, enla constrt.rcción de’ centrales, como lo demuestra el cuadro de la pe’gina si

guiente;

El ciclo de combustibles nucleares se compone de cuatro fa —

ses que son: bCisqueda y producción de uranio, un enriquecirniento, fabri —

eaci’on de combustibles para centrales y nuevo tratamiento del combustii—ble antes de su utilización.

-6—

EM R E s A s

Ciclo de combustibles

Construcciónde

Centrales.

¿Busqueda yproducción

.

de uranio.

. .,

Fabricacionde

.

canbustible

-

Nuevo tratamiento.

Exxon

Gulf Oil

Atlantic Richefield..

Getty

KerrMcGee

+

+

+

±

+

1-

+

+.

+

±

+

+

±

.-

÷

Para encontrar la energía atómica y su evolución , hay que controlar el ciclo ddl combustible. Es en principio hacia el control del uranionatural hacia donde se orientan las sociedades petrolíferas; en FE. UU, en 1970se estimaba que 17 sociedades petrolíferas habían realizado el 55% de los -trabajos de búsqueda emprendidos dicho año y controlaban el 48% de las reservas conocidas de uranio natural.La crisis de 1971 no hizo sino acelerar-esta evolución, como lo demuestran los informes anuales de las sociedades.

El control del minera! era la forma menos onerosa y arriesgadpero no podía actuar eficazmente a escala mundial y dehía ser sustituido prel dominio, tecnológicamente muy elaborado, de las diferentes fases del ci —do. Por so un pequeño número de sociedades norteamericanas controlan -en lo sucesivo el abastecimiento de combustibles de las óentrales atómicas—actuales . Frente a un monopolio compartido por norteamericanos y rusos,loseuropeos intentan crear un propio circuito de aproviionamiento.

Otra solución para dominar el campo nuclear, consiste en em —

prender la construcción de centrales. La entrada en este sector e s m u c h oms onerosa y el riesgo financiero mucho mayor. Una sola firma petrolífera

la Gulf Oil ha elegido esta vi’a; en 1967 la Gulf cómpró la sección atómica-de la General Dynamics, formando la Gulf General Atomic. Pronto estuvo ala altura de tas dos grandes firmas constructoras de centrales: la Westing—house y la General Electric, tanto m facilmente, ya que Westinghouse es-

—7—

t& estrechamente unida al grupo Mellon que controla la Gulf Oil .La Gulf se

orienta hacia la puesta en marcha de un nuevo método; los reactores de altatemperatura-refrigerados por gas

Esta técnica que emplea el helio como fluido refrigerante,tiaieen comparaci6n con los otros métodos, la ventaja-de consumir menos agua,en in momento que existen inquietudes sobre el recalentamientolasHaguasprovocado por las centrales at6micas

En septiembre de 1971,la Gulf obtiene su primer pedido: dos -

reactores de 1150MW cada uno, solicitados por la Philadelphia ElectricQ.En un momento en el que era vital para la Gulf encontrar clientes para lanzar su método, vuelve a encontrarse, curiosamente, la influencia de la banca Meblon en éste su primer cliente. Estepedido -fui seguido por varios --

otros en 1972 y 1973, y este nuevo sistema llega en un-momento en que loseuropeos dudan de las técnicas que adoptarpara atender abs supergeneradores. En octubre de 1972 la Comisarfa francesade energía nuclear anun —

cib la firma de un acuerdo con la GulL Según los t€rminos de este acuerdola - C. E. A. ostentará la licencia de reactores- de -alta-temperatura refrigerados por gas, en Francia. Al mismo tiempo, la Guif negocib un acuerdá conla sociedad suiza Brown Boyen y, en 1973, otro de cooperaci6n nucléar i14 Shell, Despu de haber dudado durante algunos meses, la Shefl decide r12a.

se ab nuclear jxitó a la Gulf ,pagando un ‘ftraspaso” de 200 malones de dMares.

Esta -serie de acuerdos podría ser-preludio de la extensión delmétodo de reactores de altatemperatura refrigerados por gas (H.T.G.R.)en Europa. La Gulf aprovecharía para proporcionar a- estas centrales el —

cómbustibie adecuado que fabrica en EE. UU. -

DEUNASOÓIEDADAOTRA -

El cambio de la situaci6n petrolífera después de 1970-71 In acelerado considerablemente la intervenci6n de las grandes sociedades petro- -

líferas en las fuentes energéticas que relevar&n--al petrbleo. Cuanto ms — --

aumente el precio del petr6leo , tanto m&s rpida-nente se hacen rentables —

las energías que puedan sustituirlo. -

Las diez sociedades que hemos mencionado en el cuadro anter—rior pueden considerarse como grandes sociedades energúticas. Cada una -

de ellas se ha situado en el centro de cuatro fuentes energéticas diferentes

—8—

y estan dispuestas a controlar las energias. que se desarrollen. ms: r1pidamente.

Las dos sociedades que han llegado m&s lejos en su diversificaci6n son la Exxon y la Gulf Oil Las estrategias puestas en pr&ctica porestas dos sociedades son ligeramente diferentes y parece interesante describirlas brevemente,

Para entender la estrategia de la Gulf Oil, no puede perdersede vista que es una sociedad del grupo Mellon y que en este grupo ést&también la Westinghouse.

La Gulf posee esencialmente sus recursos de la produccióny venta del petréleo de Kuwait. Sin embargo desde 1963 penetra defensi -

vamente, en el sector carbonífero, después de 1967 hace lo mismo en el-nuclear; en 1970—71 decide entrar en la industria de las pizarras bitumi —

nosas y de las arenas asfltjcas.

En el sector nuclear, que requiere las inversiones m& irrpor’tantes, la Gulf se especializa en un método de transicién entre los reactores ligeros de agua y los supergeneradore dos procedimientos en los q.la Westinghouse ocupa una posici6n dominante. Aderns, en 1971 se hace el primer abastecedor mundial de combustibles para reactores ligerosde agua y emprende la construcci6n de la mayor f&brica del mundo para -

volver a tratar el combustible de uranio. Esta posici6n le permite alimentar al mundo entero no solamente de material nuclear, sino también d e -

combustibles.

Para financiar esta reconversi6n la Gulf necesita grandes disponibilidades financieras; se desembaraza progresivamente de sus activospetroli’féros ménosrentables, liquidando sus interesés én Francia,Alemania, Espafía, Finlandia y Colombia. Se asiste así a una verdadera transír-encie de capital dé un sector en el que la rentabilidad disminuye a-’ossectores m&s prometedores.La Gulf Oil es actualmente el prótotipo de lagran sociedad energética que trabaja a escala mundial. La apuesta que ha

ce sobre lo nuclear pone en evidencia la importancia de los intereses finencieros que poseen en la expansión inmediata de la energía at6mica, aunque esté igualmente preparada para intervenir en el desarrollo del carIxrlas pizarras o las arenas bituminosas.

La Exxon está igualmente presente en la mayor parte de los—nuevos sectores energéticos, incluyendo la energía solar. Su actitud sin

—9—

embargo es- m&s prudente que la de la Gulf, y antes de hacer inversiones—masivas, intenta conocer con certeza los sectores que se desarro1lárn—m&s rápidamente.

En materia nuclear, por ejemplo, Exxon no se lanza a la. construcción de centrales, sino que busca por el contrario adquirir una po s i -

ción dominante en la fabricación de combustibles, llegando a fi r me. r un—acuerdo con la General Electric para la construcción de una f&brica de enriquecimiento (julio de 1973).

Es interesante observar que al revés que la Gulf Oil que poneénfasis en la producción energética, la Exxon tiende a polarizar sus es

fuerzos en la tecnología de la producción energética, lanz&ndose a 1 a s —

ms avanzadas técnicas tales como la separación isotópica con laser, almacenaje y conversión de energías •ypsta a punto de materiales de muy alto-rendimiento.

Esta especialización cuesta cara, pero las ayudas federales —

son importantes. La empresa se proporciona ademas medios financieros —

al liquidar una buena parte de sus activos petrolíferos tradicionales.Cabepreguntarse, si Exxon no va a abandonar progresivamente el proceso deproduccíon para convertirse en iina firma poseedora de tecnología que os -

tente en materia energótica una posición dominante de nuevo estilo.

VERDADERASNECESIDADES?

Así, las sociedades petrolíferas internacionales, al prevenir-el fin del petróleo, buscan con precisión el estar preparadas para el relevo. El mercado mundial de la energía les está supeditado en gran medida.

En -función de sus propios recursos internos los capitalismos-nacionales buscan una respuesta individual a la crisis energótica que atraviesa el mundo entero .Cda uno intenta alimentar su incremento de mediosenergéticos a su disposición en las mejores condiciones Ningún país tomaseriamente en cuenta el aumento exponencial del consumo de energía. Lassociedades petró]iíferas internácionales dominan las energías sústitutivas -

del petróleo ,tanto a nivel de materias primas como á nivel tecnológico .Lssociedades pCiblicas europeas buscan escapar al monopolio norteamericano pero la respuesta que reciben es idéhtica: fabricar siempre m&s ener -,

gía para satisfacer una demanda siempre crecienteS

-lo

Se puede contestar a una tal orientación que se equivoca alafirmar que la maximacj6n de la producci6n constituya nuestro (inico objetivo, La crisis que atravesamos deberla ser la ocasi6n de una profúnda inflexi6n política sobre nuestras verdaderas necesidades.

— 11 —

U)

o-4

wo1-LI

zUiU)w.

Ñoo.U)

U)

oz

oU)

—-4

O)

a)‘o.LL

-1- + 4- 1- + + + + +

.

‘o

o4-+ + +

U)U)(C

.a)-.l

C•-(C..4-

1U)cC

. + ÷ ÷ 4- -4• ÷.

U,(flcCcCL°

cCN

b

.

4- 4- 4- + -4- + + +- +

.

• + + 4- ÷ 4- + + -1- —4- 4.

oa)

.:o—’oo

Q) U)a)0a)

-!

CC — -

—C4. N- U)-4o,-.

4- + ÷ ÷ ÷ ÷ -4- + +

.

,

N

¼D Lo. ) f) Q

-O— —a).—

• . • • • . -4

• . . . . .— •() CC• • • • .• • . •..í.E. - o• o -1 o

o — —a) U. . - X L a) Q- o U) O a)

W __________

CESEDEN Boletín mensualn?/JIDpi° de información

• CUESTIONES

• TECNICAS

— LO QUE DICE EL ‘LIBRO BLANCO” DEL ESTADO MAYORDE LA ARMADA DE ITALIA.

VIII

- Por Egistó CORRADI -

(Publicado ene! t1Corriere dé—ha Eera” de 12d marzo de 1974)Traducido por el Tte.Gzalez, del CESEDEN.

CESEDEN

Lo QUE DICE EL “LIBRO BLANCOU DEL ESTADO MAYOR

DE LA ARMADA ITALIANA

Marzo, 1974 BOLETIN DE INFORMACION NUM 81Vi1

Para la defensa de un país que tiene ocho rail kLl6metros de costas, se necesita unaflotade 16JJJOOtoneladas. La actual cuenta con 150.000 y corre elriesgo de reducirse erilos prbximos aFios.N9 hay—actualmente, ninguna unidad militar en gradas.

Hace algunas semanas el senador democristiano Ettóre Spora,formulé una pregunta al Pres[dénté del Consejo y al Ministro de la Defersa,Una pregunta aparentemente jocosa. En efecto, el parlamento pregint:Qu procedimiento piensa seguir el Gobierno para llegar a la vuelta deCinco a?ios a la disolucibn de la marina militar...? . De acuerdo cón la gunta, al ritmo actual de construcci6n (ultra—reducido: en este momento no

existe un sblo buque en construccin) y de bajas por aíos de servicio, nuetra marina militar qúedar reducida dentro de cinco’a?ios a un nivel no superior a las cincuenta mil toneladas.

No es que ahora este nivel sea muy superior,Apenas hay poco—ms del doble unas ciento veinticinco mil toneladas. Lo que quiere decir —

que su equivalencia corresponde al aforo medio de dos acorazados.Si consideramos que el tiempo de los acorazados ya pasb se ve que el ejemplo —

es solamente a manera de jndjcaci6n. Sea como fuere las alternativas sondos Cinicamente: o se Construye de manera que se pueda conservar el nvelde cien mil toneladas para los pr6ximos diez afios o se “cierra” la marinamilitar.En caso de la reduccibn del reclutamiento para la mar.j.na que tendrá lugar en el a?io 75 ser& solamente un primer paso.En 1980 opoco despus, el servicio de reclutamiento para la marina quedara reducido a cero.Todosa casa .

PERSPECTIVASPARA1984

No se peca de malicioso si se admite la hiptesis de que la pregunta de Spora no haya sido una seiial del estudio redactado por el Estado -

—2

Mayor de la Armada destinado a solicitar del Parlamento, la aprobaci6n deun programa econmico decenal con miras Uno a potenciar o adecuar nuestra marina a las misiones cada vez mayores, sino a evitar que su poteñcialse reduzca a unos límites que comprometan la existencia misma de la fuer’-za armada”. Son palabras, las citadas entre comillas, que el Ministro de —

la Defensa Tanassi pronunci6 al final del pasado mes de enero en presenciadela Comisión de Defensa del Senado, comentando el documento, cuyo título oficial es y orientaciones generales de la marina militar —

para el periodo 1974-1984” pero que viene ms expditamente designado como “Libro Blanco de la Marin&’ o “Libro Blanco de la Ley Navafl,’

‘En el i:iltimo cuatrienio — se informa en el “Libro Blanco” en—comparaci6n con la puesta fuera de servicio de cerca de treinta mil tonela -

das de barcos, no entraron en servicio ni siquiera ocho mil toneladas, La —

disponibilidad actual es, por lo tanto, decciento cinco mil toneladas contra-unas necesidades mínimas de’unas ciento sesenta mil Tal situaci6n, se afiade, extensiva en perspectiva hasta el afio 1984 significa una disminuci6n cuantitativa tendente a ce’o. Todo cuanto se afirma en el

se aparta poco de la realidad, En este asunto es absolutamente imposible hacer trampas.

La no muy consoladora exposicibn de estos hechos , proviene de

l:as siguientes conclusiones: Primera, :que la vida media de un barco de guerra gira aLrededor de ios veinte aí’ios; segunda, que -actualmente- las un±Iades mayores de nuestra flota tienen una edad media de ocho afios y las uní —

dades menores de unos catorce;tercer’a, que desde el comienzo de la cons—trucci6n de ún barco hasta su disponibilidad, pasan al menos cinco af’ios; ycuarta, que los tiempos de envejecimiento t&cnico, se hacen cada vez mas—rpidos, 15J para mantener el nivel de la flota en las actuales ciento cico mil toneladas - se lee en el documento — sería necesario poner la quilla-a un veinte por ciento del tonelaje existente,- e-s decir, a cinco mil Pero puesto que el programa naval ya definido- hastá’ 1980 (quince mil toneladas)., y las ulteriores construcciones realizabrles hasta 1984 pePmitirn, en-conjunto, la entrada en servicio de veinticinco mi,l toneladas aproximad-ite, resulta que l,a marina italiana tendr& déntro de diez afios un tonelaje to-tal de poco m&s de un tercio del actual, Est& prbxíma, por lo tanto su liquidaci6n, La dificultad estriba en que a los precios actualés, una unidad de -

guerra viene a qostar aproximadamente algo así como veinte mil liras elkilo: diez veces el ccste medio de un kilo de automvjl. Veinte mil liras el kilo por cinco mil, toneladas (anuales) . Suponen un bill6n dé liras, Un billnde liras por diez afios sin interrupción hacen diez billones, Este es el costo de l,a “ley que el Ministerio de la Defensa se propone.

—3—

ESTRATEGIAYPOITICA

Se ha partido, al esbozar este sint’etico balance estrictamentecontable, aceptando de antemano la premisa de la Marina de que un rníni -.

mo de eficacia requiera 160.000 toneladas y que, por lo tanto, resulta absolutamente indispensable conservar el actual mínimo vital de 105 . 000 tneladas. A este punto, parecen necesarias algunas consideraciones de ca—r&cter económico, estratgico y político,Algunas, ms queconsideracia,son pura y simplemente, comprobaciones. El que Italia tenga 8.000 Kms.de costa y rutas costeras y de acceso a los puertos a defender. Es ün datoestadístico el que el 95 por ciento de los bienes que Italia importa y el 65por ciento de aquéllos que exporta, se trasladan por vía marítima.El conjunto de las exportaciones—importaciones vía marítima es de 250 millonesdé toneladas, de las cuales, casi la mitad son combustibles.Es una realidad igualmente, reconocer la pasada, presente y próbablemente f ü tu r a —

inestabilidad política de algunas zonas del Mediterráneo sin contar con losmotivos potenciales de obstaculizaci6n con los recursos energéticos y conlas dispustas cada vez mas frecuentes relativas a la ampliacién de las plataformas marinas. Se trata, por lo tanto, de misiones de interés exclusirvamente nacional. El que desee examinar el problema sin vendarse los —

ojos, no puede ignorar las misiones confiadas a nuestro país, en el marcode la defensa integrada NATO, por limitadas que sean.

Como premisa de la ‘‘necesidad de conservar la flota a su nivel actual”, el Blanco” de la Marina expone algunos razonamientossobre la situacibn político-militar en el érea Mediterranea, que pueden ono ser compartidos, pero que constituyen la base política del “Nivel Primero: “Exjsten conjuntamente ciertas características de una cierta ditensión en la confrontaci6n Este-Oeste con notables garantías, aunque losconflictos o crisis ms o menos extendidos ro fált’aráñ de, cuando en cuando,interfiriendo el proceso Segundo: “Sobre el plano político ,lpostura soviética parece sostener y favorecer tal proceso distensivo , tratando de conservar el 5tat:quo1I territorial y su derecho.- a la presenciaen el Mediterrneo”.Tercero: “Sobre el plano militar,que por el contrariD,no se vislumbra ningQn indicio de reducción de los niveles de las fuerzas —

de la URSS, en particular en el sector marítimo en generaf’.

De acuerdo con el parecer del Estado Mayor de la Armada ,los

seíjalados razonamientos expresan sobrados motivos para mantener un mderado potenciamiento de la flota, resultado de üna lógica consecuencia. —

Ademés que, como se ha dicho, no se trata de aumentar, sino sélo de co

servar un mínimo nivel. Para llegar a constituir una Iley naval” el “Libro

-4-

Blanco” se discutjr& en el seno del Consejo Supremo de la Defensa,Luego,en caso de aceptaci6n se presentar& siguiendo las normas burócrticas a —

las dos ramas del Parlamento. Será interesante , si pasa la discusibn, verla acogida que el Parlamento reserva a la propuesta de ley.

Sea como fuere, y prescindiendo de cualquier ideología políti—ca, la Marina se encuentra de verdad ante una encrucijada .0 sale adelan —

te como hasta ahora, o se extingue. Pr6xima la prevista reduccibn del servicib de reclutamiento para la Marina, el Ministro considera que la misna,se efectuará gradualmente como estaba programado, yno comportar. descompensaciones. Tanto mas, se puede afiadir y pronosticarse habr realizado una reorganizaci6n nicderna y fondo del personal y de sus misiones.En dicha reorganizacibn, se seguir&n procedimientos radicales, con objeto de facilitar a la marina los Suboficiales de que carece. Grave hasta hacepocos aííos,. la situaci6n ha mejorado, por el contrario, para losOficiales.Desde hace algtin tiempo los aspirantes a lasplazas que la Academia deLivorno saca a concurso, afluyen en g-annCmero y siempre en mayor cantit1que las vacantes. “Pero no estaría mal — seíiala un alto Oficial — que ios aspirantes se multiplicásen todavía ms,Ma’.yor pásibilidád de se1eccin quire decir mayor calidad”,

COMPARACION ESTADISTICA

Tonelaje Marina Militar italiana eñ los últimosaños,anteriores ala Primera Guerra Mundial. .. ... 510.000

— Tonelaje Marina Militar italiana anterior alaSegundaGuerraMundjal.,.,,.,,,6.6O 000

ACTUALTONELAJEDEALGUN0S:.ESTADoS

— Turquía . . . , , ,,. . . . . , . . . 112.000

— F’rancia . . •,,..,... 000•ØCG,00 GO .0,376.000

—Grecia.,.,....,...,,........ 91.000

-España .,....,,.....,,..........,150.000

PROGRAMASNAVALES(HASTA1980):

— F’rancja . . . . . . , . . .. . . . . , . . . . , o .. . . , , , . . . . . . . . , . . 70 . 000

— España • • , • .. . . . . . . . . . . , . , , , , . . , , , . . . . . , . • . . 50 . 000

—5—

— l’urquia . . . . . . . y . y 4. 000

Tonelaje medio USA en el Mediterráneo1973/1974350.000

Tonelajemedio URSS en el Mediterrneo1973/1974 . . . .. . . . . . . . . . • • . • •215.000

CESEDEN Boletín mensual n? liiDpi 1 de Información

ACTIVIDADES

DELCESEDEN

— DIRECCION—ALEMI— EMACON— I.E.E.E.— MEMORIAL CESEDIANO

x

CESEDEN

EMACON

- Conferencias en la Academia General Militar.

Marzo, 1974 BOLETIN DE INFORMACION NUM. 81 - X.

CONFERENCIASENLAACADEMIA

GENERALMILITAR

En la mafiana del día 27 de febrero de 1974 tuvo lugar en el s.lbn de conferencias de la Academia General Militar una serie de conferencias a cargo de Profesores de EMACON acerca del .“M.ANDO UNIFICADO -

Y ACCION CONJUNTA”.

Después de las palabras del Almirante Director del CESEDENy del General Quintana, Director de la Acadmia General Militar, el Genral Gabeiras, Jefe de Estudios de EMACON, disert6 acerca del MANDO —

UNIFICADO.

A continuaci6n, los Coroneles Palacios y Mateos y el Capitánde Corbeta Galdn, Profesores de EMACON, trataron de la participaci6n-de los Ejércitos de Tierra, de Mar y de Aire en la ACCION CONJUNTA.

En el coloquio que sigui6 intervinieron diversos Caballeros Cdetes.

CESEDEN

AEMI

- Inauguración del IV Curso de Altos EstudiosMilitares.

Marzo, 1974 BOELTIN DE INFORMACION NUM. 81 - X

INAUGURACION DEL IV.CURSO

MILITARES

DE ALTOS ESTUDIOS..

• El da 11 de marzo de. 1974 tuvo lugar en el CESEDEN el actoinaugural del IV Curso de Altos Estudios Militares, bajo la presidencia delAlmirante Director y con asistencia de los Generales, Jefes y Oficiales —

del Centro. A dicho curso asisten doce concurrentes civiles y militares

El Jefe de Estudios de la Escuela de Altos Estudios Militares,Excmo. Sr. General de Divisibri del Ei6rci.to del Aire D. Felipe GalarzaSánchez pronuncia la siguiente conferencia sobre el tema.

“DOCTRlNA DE ACCION UNIFICADA DE LOS EJERCITOS”

Seííores Colaboradores-Concurrentes, amigos y compahros:

Cmo Jefe de Estudios de esta Escuela de Altos EstudiosMilitares, les deseo la ms cordial bienvenida a esta casa, en la que,durante los próximos meses trabajaremos juntos en el emp&ío de lo-•grar un conocimiento mCztuo de las posibilidades y características de—los Ej&rcitos, que nos permita recorrer fciimente el a veces espincso camino de la Acción Unificada de los Ejercitos,

La Dirección y el Profesorado de esta Escuela les agradece de antemano su esfuerzo y dedicación, haciendo igualmente extensiyo este agradecimiento a los Jefes de sus respectivos Ministerios y -

Organismos por el lbgico sacrificio, que para el desarrollo de su diario trabajo, he de suponer restar de sus cuadros, a personalidades —-

:n

Conf i.ó y espero que sus esfuerzos se vean compensados —

por la satisfación de haber colaborado en el estudio de importantes pblemas para nuestra Defensa Nacional participando en las actividacspropias del Curso que con mayor relieve y propiedad se identifica conla denominecin de esta Escuela.

La Directiva del Centro sefal.a como finalidad del IV Curso de Altos Estudios Militares, el dar a conocer la Doctrina de IcciznUnificada de los Ejércitos.

Es propósito de la Escuela, tratar abierta y profundamente dicha Doctrina para llegar al completo conocimiento de la materia.Encontrar&n en su contenido un marcado acento norteamericano, lo —

que no debe extraíar, por ser este país el que tiene mayor experien —

cia en este campo de acci6n. Tal vez este origen pueda despertar recelo en alguno. Esta desconfianza desaparece con el conocimiento dela Doctrina en la mayor parte de los casos. De todas formas estámos

—3—

seguros de que cualquier escollo que pueda presentarse, lograremos superarlo con buena voluntad por parte de todos.

El Proyecto de Doctrina de Acci.bn Unificada fue estudiado ene! afío 1971 por una ccmisibn constituida en este Centro y posteriormente—fue sometida a la consideracibn del Alto Estado Mayor, quien decidib aplicarla con car&cter didáctico en los Cursos B&sicos del CESEDEN.

La citada comisión creyb conveniente, en principio, desarrollarla en tres capítulos:

1 La Defensa Nacional, Organos directivos y asesores.

II Funciones comunes y especificas de los DepartamentosMilitares y de las Fuerzas Armadas.

III Principios que regulan la Acci6n Unificada de los Ej€rcitos.

Lógicamente los dos primeros capítulos debieran haberse re —

dactado antes que el tercero pero su confección est& supeditada a la pronigación de la Ley de Bases de la Defensa Nacional, por cuyo motivo y a finde no retrasar por ms tiempo la redacción y aplicación de la Doctrina deAcción Unificada, aunque sólo sea con car&cter experimental, la comisiónredactó separadamente el Capítulo III, con el título “Proyecto de Doctrinade Acción Unificada de los EÇrcitos” de ctya publicación se les entregar& un ejemplar. Esta situación crea dificultades orgánicas que han de sersalvadas con buena voluntad por parte de todos.

Quisiera ahora hablarles del desarrollo del Curso.

Simultneamente con el de ALEM 1 se esta realizando en este-Centro el Curso de Estados Mayores Conjuntos, habióndose programadopresamente que ambos cursos se reunan en la Ciltima fase, en la que ustedes ejercern las funciones de Mandos y los Concurrentes de EMACON lasde los Estados Mayores respectivos.

Tiene especial significación para el CESEDEN el hecho de quelas dos Escuelas de ALEMI y EMACON, trabajen en equipo, durante una -

parte importante del Curso. Esto ya se ha hecho con anterioridad y se es -

peran resultados provechosos para todos.

-4-

Tambien el Instituto Español de Estudios Estra•tgicos nos presta su inapreciable colaboración en’varios aspectos y especialmente en el -

Tena. de DEFENSA NACIONAL. El Instituto esta realizando una ma.gnÍficcampaía de actualización y divulgación del concepto de Defensa Nacional.

Pero es importante seitalar que, en definitiva, sertin ustedes —

los principales protagonistas de la realización de los estudios y trabajos —-

programados y que esperamos de todos el mayor esfuerzo intelectual paraabordar, comprender y difundir las bases sobre las que modernamente se —

asienta la Acc•.i,n Unificada de los Ejrcitos,

Por los documentos que se les han entregado conoceran la organización general del Curso por lo que, para no ser reiterativo, voy a limtarme a comentar algunas particularidades relacionadas con las fases en—que d:Hcdo el que ahora comenzamos.

Durante los meses de Mayo y Abril se llevari a cabo la Fase —

Expositiva, en las que se darán dos conferencias diarias seguidas de colo —

quio, desarrolladas por el Profesorado Permanente de la Escuela y por diversas personalidades, especialistas en el tema a tratar. Cuando se considere de interés tambión asistiremos a exposiciones y conferencias programadas para la Escuela de Estados Mayores Conjuntos.

La Fase Expositiva esta dividida en tres Temas básicos:

‘DEFENSA NACIONAL”

“POLITICA MILITAR”

“ESTRATEGIA OPERATIVA”.

El desarrollo de estos Temas y del Seminario que vendrá acontinuación nos ocupar& hasta Semana Santa.

En el Tema “DEFENSA NACIONAL” pretendemos examinarlosdistintos aspectos jue la configuran en su amplia concepción moderna que —

abarca cualquier tipo de agresi6n. Es éste un Curso eminentemente mili-tar y con tal carácter lo hemos programado, pero no es posible separar lomilitar de aquellos otros aspectos nó militares que inciden en la decisión y

—:5—

que completan la imagen del intrincado contexto de la estrategia operativaespecialmente para ustedes, oficiales llamados a ejercer el Mando en susm&s altos escalones,

En el Tema ‘POLITICA MILITARI? se expondr& junto con algunos conceptos te6ricos, su desarrollo en los Ejrcitos espaf’oles de TierraMar y Aire y nuestros acuerdos con el exterior. Tambin examinaremos -

la forma en que este asunto es tratado -en otros pases,

El Tema de “ESTRATEGIA OPERTAT1VA” servirá para expálas acciones, características y doctrina de empleo de las FAs., y su relacion con la Accj6n Unificada. Cuando en este Centro tratamos las características de un Ejército hosdirigimos especialmente a complementar la iformaci,n de los Concurrentes pertenecientes a los otros dos. Ruego a loscomponentes del Ejército implicado disculpen que dediquemos tiempo a cosas por ellos de sobra -conocidas.

Terminados estos Temas, se ce1ebrar un Seminario de tres—días dirigidos por los Profesores Permanentes del Centro, en el que se estudiar concretamente la Doctrina de la Acci&n Unificada, con objeto de conocerla a fondo y facilitar su aplicaci6n a la resolución del “Tema General’Este como ya hemos dicho, se l1evar.a cabo en colaboraci6n con la Escuela de Estados Mayores Conjuntos. -

Hacia el 25 de mayo esta prevista la iniciaci,n de un viaje de -

estudios cuyos detalles aun no puedo revelarles por estar pendientes de robación.

Y finalmente, durante la iltima semana, nos dedicaremos a laredacción de un memorial del Curso, en la cual se recogan todas las ensefianzas obtenidas y puntos importantes que puedan o deban ser tenidos en —

cuenta en el futuro. Entonces c’on pleno conocirriiento de causa, tendrán osión de debatir y dar a conocer su opinión sobre la Doctrina de la Acción -

Unificada de los Ejrcitos.

Es costumbre de este Centro que , en los debates, se expresenlos puntos de vista sin m&s limitaciones ni reservas que el respeto a los cm&s. Yo les ruego que comprendan que este es un derecho de todos lós concurrentes, por lo que tan importante es la exposición de la opinión propia

—6-

como la atención a la ajena y que, trat&ndose de una Escuela, los puntos -

de vista que no vayan acompafados por razones que los soporten tienen escaso valore La categoria intelectual y amplitud de criterio de todos uedeshacé; que hayamos puesto nuestra confianza plena en el resultado de este-trabajo.

Esto es, en esencia, sefíores, lo que queremos hacer y como—lo queremos hacer , así como las motivaciones que han llevado a la Superioridad para convocar este Curso.

Finalmente, quiero aprovechar las Ciltimas palabras para repetirles mi agradecimientó por el esfuerzo que estoy seguro realizarán, la—menta!ldo profundamente que, por necesidades del servicio, no hayan podido asistir todos los convocados, y aíiadir que tanto yo, como el resto del Rofesorado de esta casa, estamos a su entera disposición para facilitarlescüanto apoyo necesiten en el cumplimiento de su misi6n.

Sres., muchas gracias por su atenci6n.

Previamente a dicho acto tuvo lugar, en la Capilla del Centro,

una Misa de Espíritu Santo, con la asistencia de Profesorado y ConcurreiLtes.

CES ED EN

DIRECCION

— II Profesionalidad y Cultura”

Conferencia del Excmo. Sr. D. Cruz Martf—nez Esteruelas,

Marzo, 1974 BOLETIN DE INFORMACION NUM. 81-X

Conferencia del Excmo. Sr . .D Cruz Martnez.E

• teruelas, Ministro dé Educación.y Ciencia, .pronuncj.• da en el CESEDEN el pasado .dfa.1Lde febrero,. du

rante el Acto Académico celebrado con motivo de curn• plirse el X Aniversario de. la creación de este Centro.

• Do dicho Acto Académico se dio amplia información-en el Boletfn de Informaci6n mensual n2 80.

ExcelentfsimoS Señores Vicepresidentes del Gobierno, Seiíores Ministros, Seíjores Generales, Jefes y Oficiales, Seijores colaboradores del CESEDEN. • . • •

—2—

Ante todo quiero dar las gracias y centrar a la vez el plantea——miento de esta Conferencia dentro de la conmemoración del X Aniversariode la Fundación del CESEDEN. Gracias por la deferencia que se me haceconfiriéndome la posibilidad de hablar una vez más desde esta Tribuna ydemantener vivo el contacto con todos ustedes. Y en estas primeras palabras,no puedo ni quiero ocultar la enorme satisfacción que me produce que un —

Centro de la envergadura y calidad del CESEDEN haya cumplido su X Ani—versario con tanta eficacia, eficiencia de la que a mf me corresponde subrayar —creo que con pleno conocimiento de causa— como un aspecto de losmás importantes, el de haber sido un Centro de contacto y de mutuo conocimiento entre hombres civiles y hombres militares *

También me es muy grato recordar que esta Tribuna se me concedió en otra ocasión para hablar précjsamente de las relaciones entre la -

Ciencia y la Defensa Nacional, y lo que ahora deseo es que mis palabras ante Vds. tengan el aire coloquial de los Seminarios en los que hemos trabajado mes tras mes, y no el aire de un discurso. Y decirles por último q u equiero centrarme sobre algo que creo pertenece al acerbo de problemas comunes de la vida social y de la vida militar, complementarias la una de laotra como muy bien dcfa el Almirante Martel hace un momento, y que gira alrededor de estas dos ideas: profesionaljdad y cultura.

Ciertamente, por oficio de Ministro de Educación y Ciencia, --

tendrfa que comenzar afirmando que ni profesional jdad ni cultura, nisu consideración conjunta, agotan los cometidos de la acción educativa y culturaldel Estado. Pero no es menos cierto que son temas iin portantes y preferentes en el tratamiento de la polftica educativa y de la polftica cultural y cientffica de nuestros dias. Y de antemano hay que afirmar también que ni pro—fesionaljdad ni cultura pueden darnos una visión total del hombre, esa visióntotal del hombre inserto en la comunidad nacional que a todos nos preocupa,o al menos debe preocuparnos, y cuya globalidad y generalidad está más -—

allá de la profesionalidad y de la cultura, comprendiendo aspectos más sustantivos y completos. Pero, al mismo tiempo, también es cierto que estosdo temas de profesión y cultura forman una encrucijada en la que se explica buena parte del hombre, sobre todo si se parte del entendimiento t o t a 1y cabal del hombre como ser transcendente y como miembro de una comunidad polftica.

La profesional idad estáho&.:: topete de las cuestiones nacionales, en vfsperas de una ordenación de la llamada estrictamente formaciónprofesional. Ahora bien, desde el principio quiero dejar claro que el planteamiento de la profesionaljdad en este caso y en este momento no se redu—

3 —

ce solamente a la llamada formación profesional, sino que se refiere a 1 aprofesión en general y a toda profesión, a la profesión universitaria, a laestrictamente llamada profesional, a la profesión militar o a cualquier otraprof esión humana.

Emprender el análisis de la profesionalidad y de sus exigenciasen nuestro tiempo supone considerar ciertas premisas. Hay que ver en primer término cómo la profesionalidad es en parte resultante de dos tenden —

cias que se complementan siempre, aunque a veces también puedan llegara contraponerse por una gr’e disfunción social: la objetivación de las tareas humanas y la institucionalización de las distintas enseñanzas.

La contemplación de una sociedad en movimiento, la contemplción de la diferenciada acción de hombres y de grupos humanos conduce aconstatar el fenómeno de una evidente objetivación de diferentes tareas, dedonde se desprende la existencia de profesiones distintas a distintos niveles,más o menos perfectamente definidas, que tienen su nombre en la ciencia —

social o por lo menos en la vida social. Esta objetivación de las tareas trata de ser acompañada por la acci6n del Estado y por la acción de la sociedadmediante una institucionalización paralela de las enseñanzas. As podemosver, junto a la profesión de médico, la existencia de Facultades de Medicina; o, junto a determinadas profesiones estrictamente de formación profesional en la terminologia en uso, la existencia de Universidades Laboraleso de Centros Politécnicos.

Este paralelismo, que en primer término podrfa contemplarsecomo un principio de congruencia, raramente alcanza a serlo en el mundo —

moderno porque la movilidad social de nuestro tiempo provoca movilidadesprofesionales muy din&micas, y necesidades coaslantemente renovadas:, queno siempre son satisfechas pero que de alguna forma tienen que ser atendidas por la sociedad, por lo que a veces llegan a crearse importantes disfunciones entre la ordenación de las tareas profesionales y la existencia de rofesiones en una sociedad, y los Centros, Institutos o ramos educativos conque se pretende dar solución a las exigencias educativas y profesionales.

Esta situación de congruencia por una parte y de contradicciónpor otra, configura uno de los puntos que hay que tener necesariamente encuenta para árontar primariamente el tema de la profesionalidad. Desde elpunto de vista de la plflica educativa, constituye uno de los problemas másimportantes: el problema de en qué medida y bajo qué formas pueden ade—cuarse una institucionalización de las distintas enseñanzas a las exigenciasde la vida social.

-4-

En segundo lugar, la consideración de la profesionalidad noslleva de la mano a otro tema, a otro principioextraordinariamente importante, y no sólo desde un punto de vista filos6fico sino también desde el punto de vista politico y social. Particularmente incorporado este principio a

la Constitución Espaííola, se resume en esta idea: la profesi6n es una de lasvias importantes de inserción del hombre en la comunidad y un canal básicode sus aportaciones a la vida colectiva. El hombre se inserta en la comunidaddad nacional, a través de la familia y de las comunidades territoriales, ytambién se inserta en ella a través de una actividad profesional.

Este esquema objetivo, que supone que el hombre toma contacto con la sociedad entre otros caminos por el camino de un trabajo especificoco y determinado, tiene un contrapunto ético de la mayor importancia. D eforma alguna puede ser desconocido, o minimizado, el hecho de que el hombre realiza a través de ese camino una de sus aportaciones más importan —

tes a la comunidad. La vida política del hombre en la comunidad, cuando nose trata de un hombre con una responsabilidad pública, tiene un carácteresporádico, periódico, institucionalizado si se quiere, pero realmente no escomparable en intensidad a lo que supone la aportación profesional de cadadia. Desde una profesión, el hombre tiene la enorme oportunidad ética decontribuir al desarrollo comunitario de participar en satisfacer las exigencias y necesidades de la Nación

Y finalmente, como un último punto de partida para el análisisde la prof esionalidad que subraya su verdadera y real importancia en el cuadro de una comunidad, hemos de partir de sus posibles disfunciones, quedealguna manera ya han sido anunciadas al principio al hablar del primer postutulado de la profesionalidad. Por el mismo hecho de que las profesiones toman vida, toman cuerpo propio y configuran intereses colectivos, se enqui<tan a veces en si mismas, se insertan en el sistema de intereses creados -

de una Nación. pudiendo producirse desde este punto de vistai. una disparidad, una extorsión respecto de las exigencias sociales de una comunidad. Esto puede suceder y sucede como consecuencia del enquistamiento de las profesiones por un exceso de esp’tritu corporativo,

Por lo tanto, y resumiendo esta primera parte, de la misma —

forma que la profesión es éticamente camino de aportación del hombre a lavida comunitaria, y desde un punto de vista estrictamente sociológico punto de inserción del hombre en la comunidad, la profesionalidad y las distin

tas profesiones nos plantean, desde el punto de vista de lá polftica educativay general, dos problemas transcendentales: las posibles disparidades y distorsiones entre un sistema institucionalizado de enseíanza y un sistema d e

——

exigencias sociales en el orden profesional, y, por otra parte, el conflictomás general. entre los intereses de grupos y los intereses de la sociedad.

• Así las cosas, el tema de la profesionalida.d tiene que ser analizado desde lo que pudiéramos llamar su óptimos pero arrancando e s t ean&lisi.s desde nuestra propia situación: ¿Cui/ pueden ser óptimos?..Lalista podría ser larga. Pero, corno no pretendo más que ofrecer unos puntos de reflexión sobre este problema y sobre su engarce con el problemacultural del país, me limitaré a enunciar tres principios como metadeunaordenación de la profesionalidad desde le enseñanza, a partir del sistema -

educativo español y en general del sistema social español.

Para mf estos tres principios son. los siguientes. Primerolaobsesión si se me permite este vocablo- por la vertebración social. Es evidente que la vertebraci.ón de una Nación no es sólo profesional, pero lo quecon ello quiere decirse es que buena parte de la vertebración de una Nacióndice razón de profesionalidad. Vertebrar una Nación desde el punto de vis—ta de las profesiones supone, y después aludiremos más intensamenteaelloque se tenga en cuenta el sistema capilar en que d.ebe apoyarse el país, e sdecir el sistema de riego profesional del pas. Supone que la pirámide académica obtenga una estructura adecuada y, en definitiva, supone que los distintos haceres y los distintos oficios estén estructurados adecuadamente yen cantidad y calidad suficiente.

Junto a este princiPio de vertebración social, el principio de —

competencia, de competencia en el aprendizaje de los saberes y de las especialidades y de competencia en el ejercici.o de los mismos. Y como tercerprincipio, la adapl;ación al cambio: evitar la fosilización de las especialidades, evitar que las profesiones se enquisten tanto en el mundo del saber como en el mundo de los intereses creados; lograr que cada profesión llegueincluso a ser capaz de disolverse, si. la exigencia del cambio social lo provoca en. un momento determinado.

Vertebración, de la sociedad, competencia en el aprendizajey enel ejercicio de la profesión y adaptación al cambio. Estos tres principios -

conducen a metas evidentemente difíciles, que puede que lo sean de una manera peculiar en nuestra situación esja.ñola de este momento, Brevemente,sin pesimismos, viendo en las cosas que voy a decir simplemente retos, retos sabrosos y sustantivos que nos permitan actuar en el futuro, yo pondríade relieve la existencia de problemas profundos a este respecto en la orga.—nizaci.ón profesional española. Sin tratar de fijar un orden prioritario, erumeraría los siguientes:

—6-

En primer término, la existencia de graves desproporciones entre titulación y ¿onocimiento, desprorciones que vienen agudizadas por lo -

que pudiéramos llamar la excesiva valoración que nuestro pueblo y nuestrasociedad otorgan al tftulo formal. Esta disfunción entre tftulo y conocimiento y esta apetencia por las titulaciones, por los nombres, por los rnachamos, por los membretes, constituyernuno de los problemas más serios que

stem-ner:o tiene planteados la sociedad española.

Como una consecuencia suya, se plantea el segundo problema aque quena referirme. La pirámide académica se encuentra en España invertida y. hoy por hoy, con una propensión a que esta inversión crezca deuna manera desmesurada, de tal modo que nuestra realidad brinda crecien—temente un mayor número de graduados superiores que de graduados medios, y al mismo tiempo un número abrumador, comparativamente, de graduados universitarios en su conjunto, en relación con los hombres de la formación profesional en sentido estricto.

Esta inversión de la pirámide académica sin duda tiene conse —

cuencias en la organización y en la estructuración social, pero naturalmerite también tiene sus causas . Entre sus consecuencias destacar.amos [a existencia de una masificación universitaria. Entre sus causas, la de haber heredado una cierta propensión, formada a lo largo de siglos e incrustada enel carácter nacional , que nos hace sentir la necesidad imperiosa de aferrarnos a elementos formales para sentir en ellos nuestra propia seguridad. -

Desde luego , esta propensión debe ser desterrada Pero lo cierto es que —

desde el mundo real de hoy, desde el mundo de la Administración —y debemos empezar la autocrítica por nosotros mismos—, y en muchas ocasionesdesde el mundo de la empresa, aunque aquí no tanto, se está fomentando esta propensión al apetito de la titulación, cuanto más alta mejor, precisarrEnte por las exigencias formales de tÇtulo que se plantean muchas veces aihornbre español a la hora de ofrecerle un puesto de trabajo.

Y se presenta también otro punto crftico importante, que se vasuperando lentamente pero que tenemos que afrontar de una manera decidida: la manera de encajar nuevas profesiones en el seno de las estructuraseducativas y en el seno de la sociedad. Las formas recibidas a lo largo delos tiempos, por pura tradición y muchas veces sin otro fundamento, en cuya virtud el número de las profesiones posibles parece un numerüs c1ausus,tienen que ser rotas en favor de las exigencias y las necesidades de la sociedad contemporánea.

—7

Esta panorámica, que no pretende ser pesimista sino simple ——

mente realista, esta situación de pirámide acad&mica:invertida, esta situación de apetencia por una titulación formal que nos ha llevado a la masificación universitaria y que da a dfa estamos acrecentando, con exigencias a veces desmedidas a la hora de ofrecer puestos de trabajo, tiene que ser revisada a la luz de principios más actuales y lÚcidos.

Esta necesaria revisión tendrá lugar, en primer término mediante la clara delimitación del mundo universitario y del mundo de la formación profesional en sentido estricto. Clara delimitación que en modo alguno supone, en el orden humano, condenar a nadie vedándole las puertasde la Universidad , ni puede suponer , en el orden institucional , crear dos cotos separados entre la formación profesional y la vida universitaria. Creemos, y lo creemos firmemente, que la separación de los dos órdenes, basada en principios sociológicos y filosóficos, no debe ser obstáculo para queexistan puentes y vias de contacto entre uno y otro orden con el rigor oportuno y con la oportuna coherencia.

Y es as como, de cara al futuro de esta ordenación profesional,hemos de insistir también en la necesidad de una formación de base verdaderamente s6lida Anteriormente me he permitido insistir en ciertos aspectos de esta formación de base, pero quiero subrayar ahora la necesidad absoluta de que los planes de estudio y los esquemas educativos respondan apreocupación esencial de formar básicamente a las personas y no las llevena fosilizarse de antemano en un rrero entrenamiento para especialidades determinadas. Dicho con otra palabras, un hombre formado en el mundo de laformación profesional, igual que el formado en el mundo de la Universidad,tiene que ser un hombre apto para la formación permanente que debe acompa?iarle toda su vida, y apto para el cambio profesional que exijan sus necesidades personales o el cambio de la estructura comunitaria de la Nación.

En este orden de principios también interesa subrayar algo n-uy

importante, que ha de quedar dicho de una vez para siempre, formaciónpnfesional no universitaria no quiere decir formación elemental. Tenemos queempezar a abrir los ojos y acostumbrarnos al hecho de que el orden univesitario y el orden de la formación profesional son en cierto sentido dos órdenes paralelos, yen todo caso dos órdenes dignos, dos órdenes en los queel hombre puede 1: :iiza::3 cn plenitud y que están intercomunicados e n t r esi. Además, ninguno de estos órdenes debe ser tenido -al menos a partirde cierto grado por lo que se refiere a la formación profesional no universitana- por elemental, sino que por el contrario tienen que estar dotados delas notas de profundidad y de formación de base.

—8—

En este planteamiento, la concepción de las profesiones como—un todo, ligadas a las necesidades ‘sociales y -sirviendo al perfeccionamiento de la persona humana,tiene un contrapunto a mi juicio extraordinariamete importanteEn estos ‘momentos, todo el problema de la formación profesional viene: aquejado por la presión de los títulos de una parte, por proble-.mas retributiyos de otra y finalmente por problemas sustanciales de cultura Me he referido al pryblema de la ‘titulación como el de una de las obssiones nacionales, En cuanto al aspecto retributivo el propio desarrollo ydesenvolvimiento de la vida económica y social de EspafSa ya está dando respuestas que con fundamento nos hacen concebir la esperanza de que el ericto orden profesional es capaz de ir produciendo niveles retributivos adecuados,

Pero queda en pie el problema de la cultura, Es evidente que —

cuando me refiero ahora al problema cultural me refiero al problema de’laplenitud del hombr y que el problema de la cultura tiene que quedar vincu—lado a todos los ordenes sociales Pero hoy, es en función de la profesiona—lidad y de sus dos grandes ramas, la universitaria y la no universitaria,como quiero plentear el problema de la cultura.

Por otra parte, tam bien debe quedar claro que, cuando hablo decultura, no me refiero a una actitud conformista y de constatación socioló—gica de lo,’ que es la realidad cultural espa?iola, no me refiero a la pura constatación del conjunto de comportamientos que están vigentes entre nosotros,de sus pautas, de los valores y de los saberes. No, Me refiero a una visióninconformista y creadora de la cultura; me refiero a la neóesidad de que .igamos en la cuenta de que estamos necesitados de una reforma cultural ydeuna creación cultural en profundidad, a dos vertientes: creación de esque —

mas de valores de una parte, y, de otra, difusión absolutamente generalizada de la cultura a todos los niveles sociales. ¿Por qué este inconformismo.por qué esta necesidad de revisar a fóndo ,ji.irito al tema prof esi,onal, el tema cultural? .Porque tenemos encima de nosotros una crisis gravisima queafecta a todo el mundo occidental y que podría substanciarse en los siguientes puntos:

Primero, la inexistencia o insuficiencia en el terreno vital, enel terreno de lo vivido, de esquemas de valores respecto de los cuales el -

hombre pueda dar sentido a su ‘vida, En segunda lugar, la propensión me —

quivoca a repudiar sistematicamente todó el legado cultural heredado. En —

tercer lugar el desbordamiento por los’ datos que sufre el hombre de nuestro tiempo, al que los medios informativos, y de una manera continuada , le

brindan extensas y a veces intensamente distintas versiones, distintos datos,,distint5 h e c h o s que desbordan su capacidad :c u it u r a 1 y q u e no puede-

o —

comprender ni reducir a síntesis. Y finalmente, y sto enlaza ms directa

mente en el objeto de esta charla el acantonamiento de. la cultura en deter -

minados grupos o clases sociales en daito de aquellas profesiones que no tienen la consideraci6n universitaria.

Esto también son retos gravísimos, existentes en el seno de —

nuestra comunidad nacional y de otras comunidades, con consecuencias mequivocas, Para vosotros no ser extraño que la primera consecuencia a laque me refiera sea la de la situacibn del mundo de hoy en.confrontaci6n permanente. Seamos realistas. La comparaci6n globalizada del mundo de las-democracias populares y del mundo occidental arroja como saldo, en mudsocasiones, el de que las primeras son comunidades con creencias vividas yarraigadas y esquemas de valores definidos, frente a sociedades en que lasque los esquemas de valores, que a su vez recibieron, se encuentran en crísis, descrdito o descreimiento.El’ posible desenlace de esta confrontaci6ncon tan desiguales situaciones ideol6gicas, puede ser una catastrofe para el mundo occidental, y voso,tros sois peculiarmente sensibles a esta cuestión.

En segundo lugar, de una manera m&s general,entraable e intima, porque esta situaci6n de cultura nos deja al hombre en una crisis a1lutamente profunda, que afecta desde sus concepciones ms elementales l’esta su manera de disfrutar la vida, de entregarse al ocio, o en definitiva de-obtener una fruici6n de aquellos pedazos de tiempo en que puede liberar despus. del trabajo. Por lo tanto el tema de la profesionalidad, si no va acom—pafíado de la tem.’tica de la cultura, nos puede conducir a dos consecuenciasgraves: caer definitivamente en la barbarie de la especializaci6n, que ya denunciaba Ortega y que va siendo inequívocamente constatada por el paso deltiempo, y producir, por otra parte, un fosó cultural en el seno de las comunidades, de manera que el mundo universitario de alguna manera monopolj..ce el mundo de la cultura, quedando acampados fuera de l el resto de los—ciudadanos, incluídos los hombres de la formación profesional en sentido tricto.

He aquí como todo planteamiento de la profesionalidad tiene queirnecesariamente acompaíiado del planteamiento de una política culturalactiva.¿ C6modibujar esta política cultural? Posiblemente, por razón de tiempo y porraz6n del sentido general de esta charla, solo podamos eni este momento dibujar sus grandes líneas.

En primer trmino, mediante el descubrimiento de esquemas—de valores adecuados, y quiero en esto ser claramente entendido.nosotros’tenemos premisas religiosas y políticas qué inequívocamente nos fijan

lo -

principio y fundamento de estos esquemas de valores Pero el que tengamosdoctrinas religiosas y politicas claramente definidas, no supone que haya—mos cumplido hasta su último término la estricta obligación de desarrollarlas para llegar a esquemas concretos absolutamente generalizables e inteligibles. No basta con los principios, es necesario su desarrollo porque es através de su desarrollo por donde se produce el contagio de los principios,su asimilación, y la posibilidad concreta de que se conviertan en vivenciasperfectamente vividas y asimiladas por cada hombre, por cada comunidad.

En esta acción creadora de cultura , en segundo lugar , tambiénes necesario, si me permitfs la cita de Milis, potenciar en el hombre unaimaginación sociológica adecuada, darle aquel tipo de formación que le permita situarse inequivocamente de cara al futuro en medio de la barahunda —

de datos, y ser capaz de organizarlos, asimilarlos, valorarlos y no perderse en ellos de manera que se pierda a sf mismo, definitivamente, a travésde los árboles del bosque.

En tercer lugar, rescatar del pasado todo lo válido y mantenerlo y conservarlo. Pero, como contrapunto de esto, que la cultura le sirvaal hombre para dos cosas a mi juicio esenciales. Primero para adecuarsea la vida cotidiana. Que’ la cultura no sea como una especie de estamentointerior remoto que de vez en cuando aparece en la vida del hombre, s i n oque la cultura sirva útilmente a las necesidades espirituales y sociales decada dIa. Si la imaginación sociológica ha de servirle al hombre para quepueda interpretar la realidad de la cultura, ésta tiene que servirle en definitiva para que pueda adaptarse humanamente, con plenitud personal, a larealidad de cada dra.

Y además la cultura tiene que servir para que el hombre aprendaa buscar un sentido a la vida. Este es un grave problema de nuestra hora: a lo largo del tiempo hemos creado los hombres de Occidente, y probablemente todos los hombres, una manera de aferrarnos a la realidad concreta de cada dta que nos ha hecho ignorar vitalmente la existencia de realidades trascendentes. Y no se trata solo de esto. Se trata también, para quienno cree en la trascendencia, de que al menos, para encontrar su plenitud como hombre, se plantee cuál es el sentido de la vida. Para que el hombre sesienta en equilibrio, para que el hombre se sienta realizado, es necesario

que no se limite a deambular y a afrontar los hechos cotidianos uno a u n osin tener una estructuración moral y mental ante ellos; ha de preguntarse asr mismo , ha de seguir preguntándose constantemente cuál es ese sentido —

de la vida. Y mencionaría aquí algo que se resume en una palabra, la espe

— 11 —

za. Hombres de distintas escuelas est&n completamente acordes en algo—que para nosotros,los cristianos, es tan viejo como el cr.jstianismo,que laesperanza es la diferencia específica del hombre, la gran diferencia espe—cifica del hombre, Probablemente la búsqueda de un sentido cultural nuevode cara al futuro evocará a nuestros hombres, profesionales o no, ante la-época trágica, dura y dram&tica que nos ha tocado vivir,evocar& digo,ycepertar en l la conciencia de la esperanza y el sentido de la esperanza ,qieyo, tomándolo de labios de una persona a quien se lo oí fuera de nuestras -

fronteras hace aproximadamente dos meses, resumiría en estas tres clael fundamento de la esperanza est& en redimir al hombre de la angustia,delodio y de la duda.Dicho en otras palabras,devolverle la felicidat.i., darle el—amor y de otra parte rodearle de todas las certezas espirituales y materles posibles.

Creo, pues que es ésta una manera de enfocar nuestra prbximaandadura . Tenemos ante nuestros ojos el reto de una estructuracibn y de i.morganizaci6n profesional que necesita una revisi6n profunda. Tenemos,porotra parte, una situación de situacién de crisis de la cultura que afecta a —

las estructuras comunitarias y a las conciencias personales.No podemosparar lo uno de lo otro, tenemos qi:. hacerlo conjuntamente y ésta precisamente va a ser nuestra filosca:cultura absolutamente generalizada e instLtucionalizaciún de las ense?ianzas profesionales de acuerdo con las exigen —

cias sociales. Nada ms y muchas gracias

CESEDEN

• I.E.E.E.

— Conferencia “La batalla por la. paz social”

- Seminario cívico - militar en Sevilla

— Conferencia “ La planificaci6n del empleoy la economíade guerra”.

- VII Ciclo informativo de Defensa Nacional.

Marzo, 1974 BOLETIN DE INFORMACION NUM. 81 - X

“LA BATALLA POR LA PAZ SOCIAL”

El pasado dra 6de marzo, el Excmo. Sr. don Licinio de la Fuete y de la Fuente, Vicepresidente 32 del Gobierno, y Ministro de Trabajo, —

pronuncio una conferencia en el CESEDEN, seguida de coloquio, sobre el terna batalla por la paz social.

Presidió el acto S .A . R. el Prfnci.pe de España y asistieron distinguidas personalidades, entre las que se hallaban el Ministro de Trabajo deBolivia Excmo. Sr. D. Alfredo Franco, los Ministros del Gobierno españoldel Aire, de Educaci6n y Ciencia, de la Secretarfa General del Movimiento y

de Planifjcacibn del Desarrollo;teniente General Jfe del Alto Estado Mayory ex—ministros Tenientes Generales BarÑso. y Castafl6n.

Hizo la presentacibn del conferenciante el Director del Centro —

Almi’ante Martel, que pronunçio las siguientes palabras:

Alteza , Exceleñtsio::eííorVicepresidenté. tercero del Gobierno , Excelentsmosseñores Ministros, amigos y —

cornpaíieros todos aficionado aldeporte, que he practicado en lamedida de mis posibilidades,siempre he admirado profunda —

mente a aquéllos que han conseguido superar sus dificultades ycorwertirse en unos buenos deportitas.

Hoy mi atenci&n sefija de manera especial one 1—montafiismo, deporte que he ¡xticaçlo s6lo en sus primeros psos en ocasi&n de estar integrado en la comisi6n hidrográfica,porque sIo siendo un buen montafiero podría superar el desni -

yel, podría ponerme a le alturade la Irtisi6n que hoy me ha sidoencomendada de presentar a unVicepresidente del Gobierno enpresencia de Su Alteza Real el-Príncipe de Espafla ,del Minis —

tro de Trabajo de Bolivia que zhoi con su presencia, de sefiores Ministros y de tantas personalidades yanugos

Como no puedo ni debo eludir esta para mf honrosísime. misión,apoyándome en la sentencia Evang€lica de 1tpor sus frutos los conoceris” ,—

que se conoce en los ojos rio los falsos profetas sino al buen árbol, y estoy—seguro que al seflor Vicepresidente del Gobierno el símil le gustará por ve-

—3—

n.ir.de una familia de labradores, de modestos agricultores, y porque adems en definitiva elérbol es el símbolo y signo de nuestra proenie, vóya presentarlo por sus frutos.

El señbr Vicepresidente del Gobierno nació en Noez en el año1923, provincia de Toledo, de una modesta familia de agricultores, como-he dicho y como él se jacta de decir cumpliendo de manera maravillosa elcuarto mandamiento, porque ciertamente ha honrado a su jadre, a su madre y a todos los que llevan su ilustre apellido.

Elseír Videpresidente del Gobierno, Doñ Licinio de la Fuentey de la Fueñte, inició sus estudios con el fruto de su propio trabajo; m&s -

tarde fue becario del SEU y del Gobierno Civil de Toledo, El año 1950 in

gresa en laAbogacia del Estado, cargo que ejerce en las provincias ‘deCiudad Real y Segovia hasta el año 55. El año 1955, a los 32 años de edadinicia su carrera política como Gobernador Civil de Caceres, de ahí pasa—a ser Delegado General del Instituto Nacional de Previsión, Director Genral del Servicio Nacional de Cereales y Presidente .del Fondo de Organción de Productos y Precios Agrarios, conocido con el nombre de FORMA,en cuyo cargo tuve el honor de conocerle. El 29 de octubre de 1969 es nombrado Ministro de Gobierno, y aqui presentado el árbol sus frutos empieza con esa su fulgurante carrera política, Consejero Nacional y Procurador en Cortes por libre designación de su Excelencia el Jefe del Estado,loha sido también por el tercio familiar en su proviincia de Toledo, participaactivamente en todas las tareas de las Cortes Españolas y las Comisionesde Leyes Fundamentales,Trabalo, Hacienda y Agricultura.

Su quehacer se caracteriza siempre por su profunda preoci.pción por lo social. El señor Ministro realiza numerosas comisiones al extranjero participando en Congresos, en América, Africa y Europa, todos—ellos bajo el signo de la asistencia social de la Seguridad y relacionado I

este mundo que él tan bien conoce.

El señor Vicepresidente esta en posesión de varias cruces y—varias medallas de oro.

No voy a definir el perfil político del señor Vicepresidente poque mencionada palabra, político—militar siempre tiene:extraños sonidos,’pero sí voy a decir que su perfil es profundísimamente humano. El señor —

Licinio de la Fuente dejó de ser un hombre, de pueblo porque los avataresde su carrera al llevarlo a desempeñar cargos importantísimos, culm’ina’

-4-.

dos con la Vicepresidencia del Gohiernoio alejaron del pueblo para trasla -

darlo a las capitales de provincia y Ciltimamente a la capital de Espa?ía ,pero si fue un hombre del pueblo sigue sindolo porque vive inmerso en ese —

mundo laboral al que tanto ama, porque su raz6n, sus sentimientos, su co:raz6n pertenecen a ese pueblo, y su mente es siempre dirigida a resolv-’sus problemas, y las puertas de su despacho, r me consta por razones queno son del caso analizar aquí, están totalmente abiertas para todo aqullo -

que significa un mejorar este mundo del que sali6 y al que l sigue perteneciendo de todo corazón.

Y los frutos del sefior Ministro durante su tiempo obtienen en —

las Cortes Espafiolas la Ley de Igualdad de Derechos de las. comunidades —

Iberoamericanas: y Filipina para ios trabajadores de dichas comunidades qtrabajan en Espafia la Ley de Régimen Especial de la Seguridad Social delos trabajadores del Mar; la Ley de Perfeccionamiento, y Extensi6n del sector agrario; la Ley de Familias Numerosas y de ‘Emigraci6n; la Ley de Extensi6n y Perfeccionamiento del R€gimen General de’ la Seguridad Social;4la Ley de Convenios Colectivos Sindicales; y actualmente se encuentra en —

las Cortes la Ley General de Coopera.tivas.

Durante su tiempo se perfeccionan Ordenanzas que regulan dispersos sectores laborales. Y durante su tiempo tambi&n, tras una reorganizaci6n del Ministerio de Trabajo se hace efectiva una política de empleo qgarantiza el ejercicio del pleno derecho del trabajadór en el puesto que m&sle corresponda.

Durante su tiempo dedica también especial atencibn a los semimarginados sociales,, a los trabajos de mano dura, a la mujer, a los de ca—aidad láboral rediicida.Durante su tiempo, en definitiva, se presta aten—ci6n a todo lo que sea ese palpitar intenso del mundo: laboral..’Pero no es slo sso, durante su tiémpo se procede tambin a una revalorizacibn de pen -

siones, se pone en marcha el Plan Nacional de’ Asistencia a los pensionis—tas,Plan Nacional que los j&venes como yo debemos profündamente agradecer, seíor Vicepresidente; se pone en marcha támbin todo lo relacionado—con actividades de muy diversa índole como por ejemplo el Plan Nacional -

de Seguridad en el Trabajo e Higiene, en la que se pretende ‘sensibilizar ala opinión ptiblica espaíiola crendose centros especializados hasta el fín.

Por último, en el campo de las Universidades Laborales el seííor Ministro produce un verdadero milagro; construye en Almería una Universidad, que yo he tenido que preguntarlo porque sinceramente lo dudaba—

—5.’-

— y con todo respeto a los señores que hay delanté - va a nacer casi al mis -

mo tiempo que nace un niño, se acaban de poner las primeras piedras yprece ser que para el próximo curso estar& funcionando,

Por último el PPO, 200 . 000 obreros se beneficiarén del Plande Formacin Profesional.

Y con ésto est& terminada la presentacién, pero yo no puedo -

dejar de pasar esta oportunidad sin, en primer lugar, rogar a nuestra Alteza Real, cuya presencia agradecemos de todo corazbn, que haga llegar-al Caudillo de España el permaneñte testimonio de lealtad y adhesin,Cadillo de España que fue el creador de este supremo centro de enseíanzadela Defensa Nacional en el iió 36, en el que las lecciones ni se daban, ni —

se escribían en las aulas, sino en las tierras, en los mares y en los campos de España con sangre, fuego y ritmo haciendo esta Espafia que noshnlegado y que nosotros tenemos la sacrosanta obligaci6n de legar a los quenos siguen. AVuestra Alteza Real vayan también dirigidos estos pensa-.’i-,n:osdet:;d3 corazon de sus súbditos de aquí, del Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional.

Y yo quisiera decir por último que este acto que hoy se cele -

bra aqui, aunque solemnizado çon la presencia de su Alteza R eal, se harealizado aquí por su mayor capacidad, pero pertenece al ciclo normal deconferencias que venimos desarrollando a la par de otras actividadescrrx,por ejemplo conferencias sobre defensa nacional en las provincias de Es:-.’paíta, el día 28 est&bamos en Zaragoza estbamos con autoridades civil

y estuvimos también en la Academía General Militar, y concretamentea’vine de Sevilla donde, me voy a permitir repetir lo que dije, la emoci6n-enorme que me producía como Director del CESEDEN el poder haber da —

do cumplimiento a lo que naci en la mente del Tte. General Diez—Alegríaque nos acompaña, y siempre tengo que hacer a1usin a él, al trazar laslíneas maestras por donde iba a discurrir el CESEDEN, y con él al Te -

niente General González de Mendoza y a todos los que con él colaboraron,el seguir llevando la defensa nacional a las distintas provincias de EspañaEn Sevilla he tenido el honor de acompañar al Capitán General de la se —

gunda Región Militar, al Rector Magnífico de la Universidad, al Decano,alAlcalde, a Autoridades Civiles y Militares de todas las provincias limltr2.fes en lo que se 11am ar y se llama el primer Seminario Civíco—Militar Defensa Nacional. Esto no es sino una de las manifestaciones normales deese cumplimiento de nuestra sacrosanta misión que es crear uña concicia nacional de defensa.

Decía Ricardo la Cierva que el. Estado tiene obligación de de

fender a la Sociedad, pero no puede suplantar en modo alguno los mecaiismos de defensa que esta Sociedad ti.ene libremente establecidos en un mundo que es libre. Es decir, que la defensa nacional la tiene que hacer la SD

ciedad y cada uno de los que la componen. Y el Presidente Arias decía enlas Cortes que ya era hora que asumamos cada uno la cuota de responsabilidad comunitaria que nos corresponde Todo so se suma en algo muy —

grande, que todos y cada uno de nosotros debemos tener esa conciencia dedefensa nacional cuya misión sacrosanta corresponde al CESEDEN, sin—triunfalismos de ninguna especie, quizá como (inico centro dedicado a esamisión concreta de ahondar en el corazón y en la mente de los espa?íoles—el sentido de Defensa Nacional, esa defensa nacional que es la unión, 1amtegración, la acción coordinada de todas las energías, de todas las fuersmorales y materiales de la naciÓn para poner a cualquier adversario, queha de garantizar de manera global y permanente la unidad, la seguridad—de la independencia de la Patria, la integración de los territorios, la soberanía nacional, la vida de la población y nuestros intereses vitales, señores Excelentisimos seítores, en definitiva defensa nacional que no es sinohacer que siempre y par.a siempre la geografía de Espafia sea de Espaiiala Historia de Espaíiasea Historia de Espafia, y los espafioles nos podamos seguir llamando con el máximo orgullo de lo , que somos espautoles—sin que nadie nos dicte como debemos llamarnos y cómo debemos ser.

A continuación el Excelentisimo Sr.. don Licinio. de la Fuentepronunció la siguiente conferencia:

1.- INTRODUCCION

Mi saludo y mi gratitud, en primer término, al Príncipe de Epaíta por su presencia, al CESEDEN por su invitación y al Almirante Mar’tel por sus generosas palabras d presentación

Gracias a todos ustedes por su asistencia y cornpaiiía.

Hablar en el CESEDEN, para un Ministro de Trabajo, es algoasí corno un reencuentro con su propio cometido y su propia misión polftica,desde otró ngu1o. Porque tanto las actividades qúe se desarrollan en ósteCentro, como as propias de mi Departamonto,tanto la misión del Ejórcito,como la misión de ia política laboral, tienen un objetivo fundamental la paz,una paz justa.

—8 —

— Lapazsocial,presupuesto de laconvivencia

No es, por supuesto, necesario que afirme en este lugar, que bvocaci6n y la preocupaci6n b&sica de un soldado es la paz, precisamente pvque su oficio es estar preparado para la posibilidad de la guerra . Por ello,elsoldado sabe siempre que la paz no es cosa gratuita, realidad natural; sino-

esfuerzo propiciado, construído y continuado desde el calculo racional de bspeligros, de la estrategia, de la disposici6n equilibrada dé las fuerzas.S6..oel que es fuerte, el que es consciente de los riesgos de la guerra y el que —

est& adecuadamente preparado para eliminarlos o superarlos, tiene posibilidades de ejercer y defender la paz.De igual manera, en el piano de losocial,sblo quien es consciente de los problemas y de las contradicciones de nuestro mundo de hoy, lo quien realiza el rearme jurídico y la política adecuada en relación con ellos, tiene posibilidades reales de construir y mantener,sobre la base insustituible de la justicia, una convivencia social pacífica y-en equilibrio.

Ustedes los militares preparan las armas, estudian su estrategia, afinan sus dispositivos, todo ello, en el fondo, como hiedio de evitar laviolencia y la guerra, o de conseguir nuevamente la paz dsde la guerra misma. Nos dan, por ello, un ejemplo a seguir. Nosotros, desde nuestra responbi1idad y nuestra funci6n, tenemos la obligaciún de articular, con ri —

gor y profundidad, una preparaci6n estratégica y una acci6n eficaz en rela -

ci6n con las dificultades, los objetivos, las armas y la logística de nuestra—lucha política para lograr la paz y el equilibrio social. Porque la paz social-no es, tampoco, algo que el mundo ofrezca de forma espont&nea y gratuita.Es el resultado del esfuerzo, de la lucha permanenté y necesaria para hrrealidad cada dra su única base firme. la justicia social.

- LajMsticia,fundamentodelapazsocial

Yo diría que el propbsito de la justicia tiene: dos pknos perfectamente delimitados: uno, el primero, de raiz ética y personal. Queremos —

la justicia porque creemos en el hombre, en su igualdad y en su libertad ,ensu dignidad y en su trascendencia.La justicia es, pues, en primer términoun compromiso moral del Estado con el pueblo y con cada uno de sus hom —

bres , y. a este compromiso hay que responder en el desarrollo de una gestipCblica.

—9—

Pero hay otro plano de la justicia que es de índole instrumetal y social. Sin justicia no hay, ni puede haber, paz social, La justicia—es el fundamento de Ja paz, su condici6n inexcusable; yo diría que sumamento de disuasi6n”. Aunque es mucho ms que éso: una paz sin justicia es simple orden pCiblico, y nunca demasiado estable.

2, - LAPROBLEMATÍCASOCIAL

— Realismoensusplanteamientos

Y ya , sin m&s preparaci6n, entremos en la consideraci6n de—lo que yo llamo la batalla de la paz social, cuyo riguroso planteamiento -

exige, ante todo, un conocimiento claro de las causas y manifestaciones —

m&s importantes de la problemática social, que dificultan esa paz, Este -

an1isis, no puede ser, naturalmente, completo por falta de tiempo., ypiso que su problemtica y sus motivaciones se dan en unas parecidas contexturas sociales y, por tanto, puede considerarse bastante generalizadoy ampliable a un marco ms universal.

Ante todo, quisiera, en un primer reconócimiento del terreio,hacer una afirmaci6n a mi jiiéio incuestionable: Debemos ser absolutamente realistas, radicalmente sinceros. Porque, con frecuencia, se acostum—bra a practicar, una cierta tcfica de elusi6n que en manera alguna favo —

rece la verdad. Así, cuando hablamos de los problemas sociales, es preciso que partamos de una evidencia; la de que las fuerzas laborales y econ6micas se encuentran, por su propia disposicin, en posiciones diver-ites y, a veces antag6nicas. Sblo desde un paternalismoinactual, puede —

pensarse que esas fuerzas se van a poner espontneamente de acuerdo .Enla raiz de la organizaci6n econ6mico—social de nuestro tiempo esta la conflictividad derivada de la desigualdad e insolidaridad que encierra; y el deber del Estado, consecuentemente, es construir unas formas jurídicas y—llevar a cabo una acci6n política, mediante las que la conflictividad no seconvierta ni en lucha abierta, ni en opresi6n sistemtica del ms débil —

por el ms poderoso. El Estado, ni puede ser indiferente, ni puede ser u-iinstrumento al servicio de uno de los sectores en conflicto. Tiene que —

ser instancia superior que impulse el bien comCin de la colectividad riacf:nal y que sirva al pueblo que la compone , en su conjunto,

- 10 -

-ElpapeldelEstadoydelGobiernQ.,

En esa conflictividad econ6mico-social de nuestro tiempo, reconocida y no disimi.dada, es preciso afirmar que el Estado no es neutral.El Estado es beligerante para la realizaci6n activa de la justicia.

Nuestro Estado es un Estado social de ‘Der.echo y esta muy lejos, por tanto,.de la f&rmula liberul delEstado-guardi&n, o del Estado—espectador; que en vez de ejercer una presunta neutralidad, lo que hizo —

muchas veces fue poner sus instituciones, sus instrumentos y sus meca -

nismos al servicio de las clases econbmicas dominantes, djandoal pueblo llano en inferioridad de condiciones para exigir y ejercer sus de’edE,en la tinica alternativa de la viólencia; una violencia que surgía así, comoconsecuencia inevitable, y que hacía que el Estado, al no dar una batalla-permanente y pacífica por mantener la paz, operando sobre las raicesq.lesuscitan la violencia, tuviera que estar dando batallas reiteradas para larestauracibn de la paz, constantemente perturbada.

Y esta situacibn, que fue durante muchos arios característicade nuestra vida política, volvería a replantearse en parecidos trminossivolviéramos a la vieja filosofía del Estado liberal y a la neutralidad del Estado liberal y a la neutralidad del Estado, y no profundiz&ramOs cada día—con mayorrigOr en las exigencias de justicia social que están en la raíz—misma del Estado nacido el 18 de julio, cuya permanencia r contiñuidad,-he dicho en ms de una ocasibn, no serían posibles abandonando o devalu—ando esta característica esencial, que ademas, es, por otra parte, nota —

dominante del tiempo que nos ha tocado vivir. Porque la luha de clases-puede cambiar de forma y de mecanismos, pero sigue latiehdo en el fondode la organizaci6n socio_econ6mica del mundo occidental. L& que hay quehacer, entonces, es asumir esa situaci6n de lucha latente y traducirla enesquemas específicos de confrontaci6n negociada, de avenencia pactada , o-’de solución justa dieautoridad en torno a cada problema

No debe preocuparnos tanto la conflictividad laboral en sí cmo consecuencia natural de la actual organizacibn econ6mico—sOCial,CQel hcho de si tenemos respuestas adecuadas para encauzar y superar esaconf lictividad en fbrmulas integradoras, en que el acuerdo y la justicia —

sustituyan a la violencia y si tenemos prop6sitó y capacidad de perfec -

cionamientO de la propia organizaci6fl econ6micO_sOcial parareducir lascausas ms profundas de esa conf lictividad.

- 11 -

La respuesta a estos planteaminetos es, por supuesto , de una

gran amplitud y profundidad y desborda las acciones específicas de cual —

quier Departamento. Es una batalla que no puede plantearse en uns6Iofraite, ni menos en uná sola de sus alas o sectores. Se trata de una acción —

política conjunta que procure en todos sus frentes y en todas sus accionesen todas sus líneas de combate y en las bases de la retaguardia, una pro—moci6n integral de nuestro pueblo a niveles m&s altosde justicia, bienestar, igualdad, so1idaridady libertad.

No hablo, pues, aquí de forma específica como Ministro de—un ramo conflictivo y sugestivo a la vez, sino como miembro solidario deun equipo colegiado del Gobierno, que ha empe?ado pCtblicam ente supala

bra de acelerar la transformaci6n de nuestras estructuras econbmicas y-sociales , en funci6n de la Justicia Social. Ninguna apertura política po—dr ser efectiva, ningún avance ser& consistente y duradero, ningún paso-adelante ser. permanente y sblido si no va acomfi.doy, mejor aCm, precedido, por una aut6ntica, seria, responsable y audaz ofensiva social .Qjees tanto como decir, por una ofensiva de paz y de justicia.

— Losproblemasysusmanifestaciones

¿ Y cu&l es la estrategia posible de esa ofensiva? ¿Que barreras se oponen a ella.? ¿Qué problemas inmediatos nos obliga a resolver —

con prioridad?

- En primer lugar, hay que seguir corrigiendo la desigual distribuci6n de rentas y riquezas, que se da no sMo en el plano de las rentaspatrimoniales, sino también en el de las retribuciones efectivas del trab

jo; de tal modo que la distancia de nuestros niveles retributivos, entre kdiversos sectores laborales y füncionariales, entre técnicos y obrerós,entre directiv.os y empleados, son excesivas y se traducen en una desigualL.dad de oportunidades de participación social, causa muchas veces de conflictividad,

Entiendo que en este orden de cosas, la conflictividad tiene amorigen no s6lo en la desigualdad, sino en que asta sea incitada excesiva —

mente por las manifestaciones del lujo y la opulencia; por un desequilibri,entre nuestras necesidades reales y ciertas manifestaciones y apetenciasdesmedidas respecto de nuestras posibilidades de nivel de vida. Porque -

dentro del realismoque invocaba anteriormente hay que partir de unFhc

12 —

con demasiada frecuencia olvidado; que somos un país modesto, y no rico.Este es, a mi juicio, uno de los-datos esenciales que ningí:in político puecolvidai. Si bien es cierto que la dinámica de nuestro crecimiento ha logrado para España niveles que eran insospechables hace -algunos años, no lo —

es menos que debemos acostumbrarnos a pensar que nuestros recursos —

son limitados, inferiores ahora, y todavía por bastante tiempo, a los de -

otros pueblos con los que convivimos; y que, al hablar de distribuci6n equitativa de la riquza, debemos pensar como horizonte prximo en un futuro-español digno y m&s igualitario, pero no opulento, cuyo perfil de definiciónsería el de una digna y noble modestia. Todo an&lisis que se haga de nuestra realidad socioecon6mica y de su consecuente problemática tiene, necesanamente, que partir cel reconocimiento expreso de este hecho b&sicoT2.da excitaci6n a niveles que estén por encima de nuestras -posibilidades, a—la que nuestra sociedad de consumo es tan propicia; toda manifestacin otentosa, que no s6lo ponga de manifiesto la profundidad de las desigua1d&sino que acentue el radicalismo de las reivindicaciones y aparte la sensi —

bilidad de nuestro-pueblo de la realidad de nuestras posibiiidades,enciérraen si misma un germen de conflictividad de desasosiego social y, en definitiva, de una posible alteraci6n de la paz.

— En este orden de ideas y por lo que se refiere a las desiguadades como fuente de conflictividad, yo señalaría muy especialmente su nnifestacin en el terreno de la cultura y la promocibn sócial, tán acusadashace unos años, y tan importantes todavía hoy. Las desigualdades en relaci6n con la cultura y la formaci6n se traducen a la larga en diferencias desituacibn b&sicas en el plano de lo social y en el planode lo político, yresultan incluso ms conflictivas que las púramente econ6micas. He dicho enms de una ocasibn que se puede llegar a aceptar sin rebelarse un nivel debienestar material escaso, en relaci6n con las incitaciones que continua —

mente recibimos de la sociedad y de sus medios de propaganda; pero no elhecho de que un hijo nuestrorp pueda ter’ante la vida las mismas oportunidades de promoción personal y social que otro - español. -

Por ello, la batalla por la paz social tiene en la igualdad de —

oportunidades arte la cultura y la promoci6n uno de sus objetivos clave en —

relaci6n con e cual se han dado pasos importantes. Nuestro Rgimen haoperado una profunda transformación en la situaci6n que herede, pero qudan todavía muchas posiciones por conquistar. Por ello, cuanto se haga en

— 13 —

este frente es tan decisivamente importante para el equilibrio social de España; y por ello es tan meritoria la tarea del Ejrcito en sus programas —

de colaboración a la enseñanza general y a la formación profesional de lc5españoles.

- La desigualdad en la distribucin de rentas y riquezas,yrns’aún, la desigualdad de oportunidades ante la cultura, la formación y lap-omoción social, se traducen, en definitiva, en una desigualdad inevitable ala hora de la participaci - en todos los terrenos en el económico, en elsocial y en el político. Ya pueden leyes y disposiciones hablar de igualdady de participación, que a la hora de los hechos, la estructira económico-social, si: no es corregida, puede acumular los resortes de la participa —

ción en sectores muy minoritarios de la población nacional: 4ay que evi -

tar a toda costa que sean factores familiares, patrimoniales o de adscripcibn tradicional a un sector social, los que predeterminen casi desde el -

nacimiento las posibilidades de participaci6n econ6mica, social y políticade los hombres. Son extraordinarios los esfuerzos realizados por nuestroRégimen para cambiar est’ situación, en una batalla empeñada hace més—de treinta años, y en esa batalla todavía quedan muchas e importantes co-tas por conquistar.

— ¿Y qué pasa con el mundo concreto del trabajo y con laespecífica conflictividad de las relaciones laborales?.

Reflejo y causa de todo lo anterior, tiene adem&s su específica problemética que se traduce en una desequilibrada posición en la SOciedad, y que ha incitado en muchas ocasiones a una violenta conflictividadDeotro lado, la situación que analizábamos anteriormente en lo econ6mico en lo social, y en lo politico, se produce porque durante siglos el trabajo no ha tenido ni tiene todavía la consideración que corresponde a su —

importancia y a su dignidad personal y nacional.

Si el empleo y el salario se establecen desde una pura conceción de mercado, que venia siendo la característica del capitalismo liberal . Si la empresa m&s que comunidad de aportaciones, de intereses y çer

ticipacin, es un instrumento del capital para la producción que utiliza pagndolo, el trab. de los hombres; es e cierto modo lógico que la conf lic

tividad del trabajo haya sido nota dominante del mundo occidental; y que laempresa, en lugar de comunidad de vida, nos ofrezca con tanta frecuencia

- 14 -

el aspecto de campo de batalla donde insolidariamente y con egoísmos poruna y otra parte, se disputan trabajadores y empresarios los salarios y bsdiv idendos,

Hay que tener en cuenta que el trabajador ya no pide tan slounsalarioaspir’a y reivindica desde la garantia de un salario mínimo, a un-salario suficiente, en su capacidad adquisitiva; y convierte así su antiguademanda salarial en pretensión parcial de un campo econbmico en el que bsprecios y la retribución del trabajo estén, en cierto modo, interrelaciona-’dos. Y junto al sir’iosocialmente justo el trabajador reivindica una jornada laboral que le permita, cada vez m&s, conjugar trabajo y ocio, vida la —

boral y familiar, pro yecci6n profesional y humana; y reclama un descansoque armonice todo ello y una participación adecuada en la vida de la empresa de la que depende su trabajo y su propia vida,

Pero, en definitiva, junto a tales motivaciones predomina, nscada vez y m&s conscientemente, la pretensión de unas condiciones de trabajo en su organizacibn en su ejecuci6n y en sus consecuencias, ms equitati—vasseguras y gratas. Es toda una proyección de las clásicas reivindicaciones laborales en los sugestivos campos de la higiene industrial y en las idiciones ambientales de todo tipo y en el sistema organizativo en que se desarrolia el trabajo. La producci6n por la produccibn, el predominio unilateral del .nimo de lucro, o similares objetivos, est&n demostrando su inca —

pacidad ante las auténticas apetencias profesionales, y los afanes por sal -

var el espíritu creador y humano de los trabajadores de nuestra época.

El desfase entre capacitaciones y puestos de trabajo efectivos-que el propio desarrollo implica y la necesidad de continuas readaptaciones,plantea tambin constantes frustraciones y motivos de conflictividad.

— A esta problem&tica b&sica ,se unen, en el plano internacional,los gravísimos problemas derivados de las profundas desigualdades nacionales en las rentas y en el desarrollo, de los monopolios en las materias pmas o en el comercio, que se traducen en que grandes masas de poblaci6nse ven a merced de lo que decidan los paises ms poderosos, de los que depende su empleo, su vida y su trabajo; en su país o en un país extraí’ío; sendo las migraciones, los desplazamientos masivos de poblaci6n, con sus problemas de desarraigo y sus injusticias y desigualdades en el trato, uno de-los ms agudos gérmenes de conflictividad y subversión en el mundo de ritros días.

— 15 —

3.-. LOSOBJETIVOSDENUESTRABATALLA

Consecuencia de todo ésto, es una problemática muy amplia-y compleja, de la que debemos tener plena conciencia e intentar por todos los medios el camino de su superaci6n; en el convencimiento de quees atacando las causas de los problemas y no sus manifestaciones exter—nas, como pueden éstos combatirse en forma eficaz y definitiva, Empeiarse en combatir la conflictividad social y laboral con medidas repre —

sivas o con pafios calientes, no nos engaf’iemos, será pan para hoy yharnbre para maítana,

El orden puede, efectivamente, mantenerse , tiene incluso —

que mantenerse en momentos excepcionales, con medidas de autoridad yde fuerza, pero tiene que ganarse, tiene que construirse, para que, sea -

permanente, con medidas de justicia y de razbn. Así de elemental. Perotremendamente difícil. Porque la justicia social , cuando pasa del plano —

de las declaraciones al plano de las, exigencias practicas, tiene que cho -

car, y es en cierto modo natural, con la resistencia pasiva o activa de lsituaciones creadas, de la propia inercia de las cosas, de los egoísmos-de unos.y otros, de la falta de visi6n de los problemas de fondo ya largoplazo, que suele ser característica de los hombres , absorbidos y conceritrados en su puro presente.

Y a pesar de todo ¿sto, e incluso por tódo ¿sto el Estado nac

do el 18 de julio está dando y tiene que seguir dando la gran batalla por lapaz social de nuestropuebló, cuyo objetivo final no es s6lo, por supuesb,la paz ens — siendo ste un bien inapreciahie —, sino una paz en la cual-todos y cada uno de los espaíoles se sientan anparados en su dignidad dehombres, ejercientes de sus derechos y libertades, posibilitados de promoción y participaci6n, integrados y unidos comunitariamente, por su posici&n igual y solidaria, en una unidad nacional profunda, trabada sobre -

todo en la raiz y en la igualdad de los hombres.

Desarrollar en detalle las ‘acciones laborales indispensables—en el conjunto de ese objetivo final no es posible en el margen de una ,corferencia, pero no quiero dejar de enunciar, sin ernbargo,á1unos de ios—¿bjetiósrincipales de nuestro avance en el orden laboral, enesta hora,

= Pondr’ia, en primer lugar, la conciencia de que el c r e c imiento econ6mico se justifica en funci6ri del desarrollo social, y que si

— 16 —

de verdad se quiere-la paz social,e•sto implica, como contrapartida, la justa distribuci&n de las riquezas obtenidas y de las cargas para conseguirlas.

Ello exige una adecuada y equilibrada política de salarios y precios, que este orientada a la consecuci6n de una participaci6n creciente de —

la retribuci6n del trabajo en la renta nacional. Precios y salarios pueden rcausas concurrentes de inflaci6n, pero no sería justo que para evitar el mal—que la inflaci6n supone, impusieramos el sacrificio precisamente a los salarios y retribuciones, es decir,a los medios de vida y a la participaci6n de -

los trabajadores en los frutos del desarrollo.

Otro objetivo clave es conseguir el pleno y mejor empleo de —

los trabajadores, que es tanto como decir que todos puedan ejercitar su derecho y deber de trabajar y que la Patria no desaproveche la primera de susriquezas que es él t’rabaj de sus hombres,

= En tercer lugar, nuestro avance busca la solida cimentación —

de lo que podríamos- llamar una infraestructura general de la justicia social.Es todo el entramado de instituciones, instalaciones y servicios que constituyen el dispositivo de la Seguridad Social y el Mutualismo Laboral ,jjma-imentos de forrñacin fofesi6naI , los mecanismosTde prorhociZn social,para posibilitar el desarrollo social en plenitud ,para hacer realidad la libertad ,la independencia y la promocibn de todos los hombres.

= En cuarto lugar, es imprescindible el conocimiento de una to —

pografía del conflicto laboral, lo ms exacta posible y, sobre todo, lo ms -

liberada de prejuicios y deformaciónes. El conflicto esta en la misma raíz —

del mundo socioeconmico. Y como tal debe ser reconocido y formuladas iprecisa c1aridI sus leyes y sus zonas de juego. En esta preocupaci6n por lafigura del conflicto laboral esta el Gobierno empeñado, porque tiene conciencia clara de que es lesiva para el país cualquier forma de relaci6n en la quelos empresarios se sientan amenazados o los trabajadores indefenso’s.

= Meta final de estos planteamientos es el perfeccionamiento de-la empresa, con marco de realizaci6n de la actividad laboral. S61o desde —

una empresa configurada como comunidad de sus elementos; sblo a través deuna integraci6n efectiva del factor trabajo en su información, en su gestión yen sus beneficios podremos establecer, realmente , esa paz social que es —

nuestro objetivo y debe ser nuestra tarea y nuestra vocación, en el seño delmundo socioeconómico.

— .17 —

4.- TRES_RAZONES PARALA ACCION

Hay tres razones esenciales para dar la batalla, cuyos objetivos acabamos de considerar: la primera esta constituida por el imperativomandato de nuestras Leyes Fundamentales; la segunda por el objetivo político de encontrar una vía de superación a los errores del capitalismo y delmarxismo; y la tercera estt constituida por la garantía imprescindible decontinuidad del Estado, de cara al horizonte de la Sucesi6n,

- En primer lugar, decíamos que la Justicia Social es imperetivo de nuestras Leyes Fundamentales, y a la hora de decir que las Leyes-Fundamentales son imperativas no puede olvidarse que lo son por lo que —

tienen de Leyes y lo son por los sacrificios que las hicieron posibles; porel compromiso que tenemos ctraído con quienes abrieron la marcha haciala justicia y la paz muchas veces con sacrificio incluso de sus vidas Si decimos, y esto es así, que nuestro orden político refleja la doctrina del 18de julio, queremos decir adem&s que en esa doctrina se resumen todos losafanes, todas las esperanzas, todos los planteamientos de raíz nacional ysocial que se han hecho seriamente a lo largo de nuestra Historia. Lo quelas Leyes Fundamentales reflejan no es s6lo una ideología específica de unmomento concreto, sino el trasunto de la Espafa que a lo largo de los tiñpos ha vibrado por un ideal de justicia. Porque el Caudillo y su pueblo quisieron que el 18 de julio trascendiera de un pronunciamiento militar, paraque en su sentido se cristalizara todo el cúmulo de luchas; afanes, ilusiones y aportaciones sociales para una EspaPía no sMo ms fuerte, m&s dig -

na y m&s libre, sino también m&s. justa.

- Decia también que el cumplimiento de los objetivos descritosconfigura la necesidad de una respuesta a la doble crisis del capitalismo yel socialismo marxista. Cuando decimos que Espaíia se inserta en el con —

junto del mundo occidental, simplemente estamos reconociendo una reali -

dad objetiva, que nos viene dada por la geografía, por la economía y la Historia. Pero desde un punto de vista doctrinal e ideol6gico, tenemos gravesreproches que hacer a las estructuras de ese mundo con el que conviwimos.

El mundo occidental conserva todavía ciertas estructuras deuna concepci6n capitalista liberal de la economía y la sociedad, que no puede satisfacernos plenamente ni en lo social ni en lo político, porque aun -

reconociendo sus esfuerzos en la declaraci6n formal de las libertades y sprogresos en el orden econ6mico, suponen una situaci6n y un profundo des

— 18 -

equilibrio de fuerzas que genera inevlttablemente la lucha de clases ma -

nifestada en cualquiera de sus formas.

Y al otro lado del cuadro tenemos el socialismo marxista. .tJo -

entraremos en el an&lisis de su ideológia de fondo, Basta decir, tan sólo,qEno ha conseguido en todo caso sino l:ina tecria de la equidad en la pobreza.Laimplantaci6n violenta del marxismo ( y no só de ningún marxismo que se haya implantado-sin violencia) significa, de entrada, en el mundo económico—un trauma muchas veces irrecuperable. un descenso de la riqueza y del b’iestar, un entorpecimiento del desarrollo y un freno al crecimiento Suponeluego - y esto es aún ms grave — unas clarísimas limitaciones de la libertad y la dignidad del hombre.

Quede claro que no negamos en los sistemas socialistas su íntima raíz de solidaridad y su propósito de justicia. Pero pensamos qüe esa —

raíz y ese propósito pueden asumiree desde un sistema como el nuestro,enel que, junto con esos propósitos de justicia y solidaridad, ifincionen, a lavez, los mecanismos normales de la producción económica, sin eliminar -

el estimulo de la creación personal, el af&n de la promoción y la esperanzade un bienestar mayor, alcanzable en el horizonte de una vida humana individual, en la que la libertad y la dignidad constituyen principios irrenunciables.

- Permitanme ustedes, finalmente, que me refiera a la consi -

deración de la última de las razones que obligan al cumplimiento de los o!2,jetivos de nuestra política social. Me refiero a la necesidad de contar con—una garantía (imprescindible garantla) de continuidad del Estado de cara altiempo de la Sucesión.

Como todos ponemos el acento de la Sucesión en el soporte de—las Instituciones, comenzaró por una afirmación que es para mi categóri -

ca e incontrovertible: sólo la paz social puede hacer efectiva la estabilidady la función política de las Instituciones. Muchas veces, llama la atención-.la ingenuidad (cuando menos aparente) de gentes que se refieren al funcio —

namiento de las Instituciones como algo teórico, como si éstas fuesen algoque tiene mts que ver con la magia que con la realidad de la política. A estas personas habría que preguntaries ¿Sobre qu se sostienen las Instituciones ? ¿ Quó realidad última hace posible o imposible que una Constitu --

ción funcione? ¿Quó factor constituye la base última sobre la que poder definir a una sociedad como comunidad en paz y en equilibrio o como colectividad abocada al conflicto y al trauma? Para mi no hay duda en la respuesta; evidei-itemente ,esa base condicionante es la justicia social

— 19 —

Acertamos sobre la importancia del funcionamiento adecuado—de las Instituciones en el tiempo de la Sucesión, pero nos equivocamos sipensamos que ese funcionamiento va a depender sólo de ellas mismas, desu pura configuración juridióa y formal, por importante que ósta sea; de—pender& también y esencialmente de la realidad social sobre que se asienten; de qué esa realidad sea estable, equilibrada y jtista, y propicie la participación aut€ntica del pueblo én ellas.

Cuando formulamos objeciones al Estado liberal, sabemos queéste, como mecanismo, esta. dotado de cierta perfección formal y democr.tica, Sin embargo, en la realidad se alteran esas hermosas palabras —

que son libertad, fraternidad e igualdad, y se traducen en una intensifica —

ción de las luchas sociales. Y esas luchas hacen fracasar las Institucionesy ponen una y otra vez en entredicho la paz. Porque el Estado liberal ,preo

cupado por los aspectos formales, en ocasiones, olvida las causas profun.das de la conflictividad, y éste es un error en el que nosotros no podemoscaer de cara al tiempo de la Sucesión.

En ese tiempo sucesorio, que se avecina sin duda lleno de prbiemas y dificultades, porque su propia conflictividad se acrecienta con lainfluencia y el proceso acelerado de cambio, característico de nuestro tmpo, la justicia es el estabilizador v&lido para, sin merma de su dinamismo, impedir que la conflictividad se resuelva en violencia. La relación y—el equilibrio de las Instituciones que configuran el Estado, es decir, larona, el Gobierno, las Cortes, el Consejo del Reino y el Consejo Nacional,la Justicia y las Fuerzas Armadas, sólo ser& posible en sus rendimientosóptimos si se consiguen afirmar en un orden de justicia, de paz social .Deahí la trascendencia de la batalla que tenemos emp&tada.

Será menester que la Sucesión compense la irrepetible figu —

ra de Franco, rodeada de todos los prestigios historicos y nacida en cir —

cunstancias excepcionales para nuestro pais, con una aceleración de las —

transformaciones y continuadas conquistas sociales. La Sucesión ha podido establecerse por la voluntad de Franco respaldadaça el refrendo la —

adhesión del pueblo. Pero habrá de ser sostenida luego por el pueblo mismo. El pueblo y el Rey constituirán, como en otros tiempos, la fuerza yelequilibrio del Estado. Para ello, tendrn que entenderse; y el pueblo de Es:pafa sólo ha sabido y sabra entenderse con el Rey viendo en el su apoyo —

frente a los abusos su defensa frente a los privilegios, la justicia en sus —

inevitables conflictos. Sólo de esta forma quedara aségurada la permanencii y seguridad del Estado. Sólo así podremos albergar la seguridad de-no tener que transferir una vez m&s a Instituciones gloriosas, cuales son—

— 20 -

las Fuerzas Armadas, la responsabilidad de mantener y garantizar una pazque no ha de ser fruto de las armas, del celo patri6tico de los militares, —

sino resultado de una política acertada y congruente con la problemática deEspaía, lo que equivale a decir que ha de ser socialmente avanzada y poticamente integradora.

El tiempo de la Súcesi6n constituye, sin duda, un desaf historico del que hay que salir airosos, Ete reto no s6lo compromete a l&per —

sona y a la Institución del Rey, sino qüe es una instancia ineludible en el futuro de todos los espaíoles, Y tenemos el deber de que las cosas salgan L-bien.Pórello hemos de sercapaces, desde la autoridad y desde la sociedaddesde una conciencia colectiva del país entero, de hacer las reformas queimpidan o resuelvan pacíficamente las situaciones conflictivas. El deber de—proporcionar a nuestro pueblo una justicia social sobre la que abrir un ñue—yo ciclo de nuestra historia. Y el deber de constituir como base segúra de—la Monarquía reinstaurada , un pueblo s6lidamente estructurado, abierto ensú integridad a la promoci6n y a la vida social y política, vertebrado en —

unas Instituciones eficaces, capaces de superar en sintesis integradoras y-justas sus conflictos, un pueblo en paz y no s6lo con orden, cuyo futuro es1tan esperanzadoramente unido al futiiro del Principe de Espáfia.

Esb& claro, sefores, que esa empresa no puede realizarla el —

Estado por si sMo. Necesita, por el contrario, de la asistencia de todo el —

país de todas sus fuerzas políticas, culturales, econ&micas y sociales. Y atodos ha convocado el Gobierno, con una esencial confianza en nuestro pueblo.

Un pueblo, que, gracias .a Dios, esta cambiando no s6lo su ni’lde vida, sino su propia imagen. Nuestros hombres, nuestros empresarios,nuestros trabajadores, son en su mayoría gentes nuevas dotadas de nueva —

mentalidad, de nuevas vidas, de nuevo estilo y de nueva conciencia de su —

misi6n. El tiempo -har. justicia a la medida en que ha contribuido a modificar las condiciones de nuestro país, esa obra realmente gigantesca de pro—moci6n del pueblo, llevada a cabo por el Régimen de Franco, gracias a lacualnuevos y hasta entonces desconocidos sectores de la poblaci6n accedieron a la formaci&n y a la participaci6n social y política a todos los niveles.Y demostraron con su entrega y capacidad y responsabilidad, que en puebloespaítol esta viva una inmensa capacidad de superación y ejemplaridád de -

un mundo nuevo y mejor. Es la excepcional calidad de este pueblo, nuestraesencial esperanza cara al tiempo de la Sucesión, cuyas dificultades y problemas seítalabamos antes. Y por ello ningini recelo debe obstaculizar su —

progresiva participación en todos los aspectos de la vida nacional.

—21—

Nada mas. Muchas gracias, Alteza por vuestra presencia.

Se?iores, muchas gracias por su invitación para hablar en esteCentro, riguroso, acad’emico y fecundo en sus resultados, Por ser milita -

res, comprenden de forma inmejorable e inmediata lo que es el pueblo, poque pueblo es el Ejrcito en su sustancia. El proceso espa?íol •e despliega—hacia el futuro con la tranquila seguridad de que su paz no ser& rote., yaq.para defenderla estn en última instancia las Fuerzas Armadas, Pero esaseguridad no debe ser excusaí que retraiga la obligación de los gobernan —

tes de dar y ganar en los hechos sociales de nuestro tiempo esa gran beta —

ha cuya victoria de cada da sea la paz social como fruto de la justicia.

Muchas gr&cias a todos.

Terminada la conferencia, el Almirante Martel abri6 el coloquio con las siguientes palabras:

Siguiendo las normas establecida, en esta conferencia y con—la previá aquiescencia del Ministro de Trabajo,. señor Vicepresidente d e 1Gobierno, que esta dispuesto a lidiar todos los toros que le lancen, casi —

así me lo ha dicho, se va a. iniciar un coloquio muy breve que va a dirigirel Director del ciclo de conferencias, General Cuartero Larrea

General Cuartero Larrea

Me cQrresponde en función del Director del ciclo de conferencias coordinar 1a intervenci6n los sefores. que quieran participar en este coloquio En las normas que considero conveniente recordar, veo la —

- 24 -

obligación de advertir en beneficio del ‘mayor nómero de participantes,que las preguntas se realicen, de una forma concretar y como al mismo tnpo dada la brevedad que hae &o nuestro Almirante, conviene también -

regular este tiempo, yo rogar.a en este momento qüe los seíores que de -

seen intervenir lo manifiesten de algCin modo para que yo pueda regular eltiempo.

Pregunta:

Vicepresidente, se ha referido Vd. al doble imperativode la justicia social y de lo posible.Pues bien, en el marco de, ese doble —

imperativo ¿cómo contempla la situación de la empresa productiva del futuro?

Yo he tenido especial cuidado de sefalar antes que las ambiciones e ilusiones de justicia social y de equidad en la distribución de rentasy riquezas no nos deben apartar de la consideración real de nuestras pro -

pias posibilidades. Entonces es evidente que si en la realización de la justicia social ‘ nosotros hiciramos unos planteamientos absolutamente des —

proporcionados en relación con esas posibilidades, eliminaríamos la posibilidad de que esos plnateamientos fueran realizables y caeríamos en aqu.lb que yo decía antes, que era la lucha por un horizonte a cuyo final realmente esta la utopía.

Entonces yo creo’c por lo que se refiere a la empresa pr..ictiva, nuestro desarrollo económico futuro va a permitir, y en éllo estanxsprofundamente empefados, unas tasas de crecimiento similares a las que—haya podido haber en el promedio de los 5 Ciltirnos aíos; superiores de ordinario, y asl deben serlo si cuerem,os acortar las distancias, a las del —

mundo que nos rodea, y la aspiracióñ de la justicia social tiene que ser.—además de ir procurando que en lo ;que ya hay la distribución sea ms —

equitativa, en esos nuevos rendimientos e incrementos, efectivamente el -

factor trabajo y el factor social en su conjunto. partcípe en una mayor pvporción. Y si lo hacemos con la graduación y Ía prudencia adecuada, entdo que ello no puede ser, ni debe ser, obst&culo para el desarrollo adecuado de la empresa productiva.

Por el contrario entiendo que puede y debe constituir un estírrulo, porque hay que salir a veces al paso de la idea de que un fuerte desarro

lb productivo sólo se puede realizar sobre unos niveles salariales bajos,osobre unos niveles bajos de protección social. La experiencia del mundo -

nos demuestra lo contrario, una situación de salarios bajos y de protec —

— 25 —

ción social baja genera de ordinario una especie de círculo de subdesa -.

rrollo que limita el impulso de las actividades productivas. Es justamente los niveles salariales elevados y los niveles superiores de producci6n-los que operando, de una parte sobre la creación de nuevos mercados deconsumo y estimulando por otra parte la necesidad de las empresasdendernizar sus métodos y sistemas de producción, hacen efectiiamente rnsrápido el desarrollo.

Por ello entiendo que una política social avanzada no puede nidebe ser un freno para el desarrollo econ6mico, sino que por el contrarbpuede constituir un auténtico estímulo en el orden económico, ademas delas razones sociales que antes apuntábamos.

Pregunta:

¿ Qu posibilidades le ve el seítor Ministro al desarrollo -

cooperativo como instrumento social?, y en caso de estimarlo viable ¿q.ifuturo le ve a este tipo de asociaciones? II

Yo tengo una gran confianza en el movimiento cooperativo, yla tengo también por doble motivo, por razones sociales y :por razones —

econbmicas, Por razones sociales y humanas, porque entiendo que laírmula de empresa cooperativa es una f6rmula donde se con::.:an ic uraforma ideal esa participación del factor trabajo en la gesti6i, en el desarrollo y en los resultados de la propia empresa. De modo que la empresa, la sociedad cooperativa hace que el propio trabajador efectivamente —

sea dueío de su empresa y en consecuencia esté de una forma ms perfecta implicado en la misma. La empresa sea ms una comunidad de participaciones humanas; permite ademas la realización personal del trabajadoren mayor medida, pero decía que ademas de esta razon de orden socialy humano, creo que hay razones económicas para pensar en un horizonteesperanzador en orden al desarrollo coóperativo, porque el mundo que —

nos esta tocado vivir, que es un mundo excepcionalmente competitivo y —

donde son necesarias unidades de producci6n y de organizaci6n cada vez—ms amplias la empresa cooperativa puede permitir, que ya no es s6lo —

los trabajadores sino muchos, y pequeños y medianos productores de todos los sectores económicos del país, puedan efectivamente unirse paraconstituir unas unidades de produccibn, o de comercialización de la suficiente dimensión para competir en un mundo que de otra manera sino, sesentiría, y llegaría a estar excesivamente dominado por las grandes em—presas puramente del capital, puramente por los grandes conjuntos financieros.

— 26 —

Entonces entiendo yo que en el orden económico, la cooperativapuede salvar su carácter ihdependiente y autónomo de muchos pequeftos empresarios sin gravar excesivamente ios costes de producción y permitiendola constitución de empresas efectivamente competitivas . Si consiguiramosademas que las cooperativas, y para sotenemosuna Ley en las Cortes, v,mos a ver si tenemos suerte de que las cosas salgan bien , pudieran establecer un cierto enlace entre los varios ciclos, desde la producción de los bienes hasta laillegada de esos bienes al consumo, al evitar operaciones in —

termedias evidentemente estaríamos también consiguiendo de alguna mane —

ra acortamiento de las distancias entre el coste de los bienes, y su precioen el consumo. Con lo cual por esta vía tambin las cooperativas pueden reportar un extraordinario bien a la sociedad.

Mi contestación por tahto en este sentido es esperanzadora, ilisionante, y yo confío queeféctirrnte lós hechos, y la realidad y la experiencia me puedan dar la razón.

Pregunta:

“Seítor Vicepresidente ¿Podría darfios su opinión sobre los resultados obtenidos, y sobre todo por el futuro, de la formación, del PPO .enlas Fuerzas Armadas? “.

Con mucho gusto. Yo ya més o menos inicialmente en la confe —

rencia hice una referencia la tema, dudé incluso cuando me encargaron la —

conferencia, cuando me lo pidió el Almirante Mrtel, si debía haber centrado la conferencia en esta relación indudable y fructífera que hay entre el efr

cito y el mundo del trabajo a través de la formación profesional, pero peñséel que al final para Vds. podía ser ms interesante que hiciéramos un planteamiento general de los problemas sociales, porque tal vez con ese otro tema estaban ms familiarizados por su propia vida ordinaria.

Yo creo que la consolidación entre el ejrcito’ y el Ministerio —

de Trabajo en la formación profesional están dando unes extraordinarios rsultados , de todo orden. Creo que lo que ms nos importa y lo principal esque sea bueno para el país, y creo que lo es porque nuestro país cara a su —

desarrollo lo que va a necesitar ms que nada ‘eon trabajadores cualificados.Pude UIgar un momento’ errel desarrollo den país en que el desarrollo sevea limitado no por problemas financieros, ode créditos,o de infraestructras, sino exactamente por algo que a veces se nos olvida y es elemental, yes que el desarrollo lo hacen los hombres y que si no tenemos unos hombres

— 27 —

capacitados para las nuevas modalidades de trabajo y de produccibn que —

exige el desarrollo, nos podremos plantear un objetivo determinado pero podremos nollegar a conseguirlo.

Entonces el Ej€rcito en la medida que esta aprovechando este —

tiempo que pasan los espaítoles en el ejrcito para ademas de cumplir su vicio con la Patria adquirir una capacitación profesional y volver como vuelven muchos, de puros peones absolutamente sin calificar con una determinda especialidad, creo que constituye un servicio extraordinario al pas,yEpaña yo vreo que lo agradece prófundamente. Pero creo que ademas el pro

pio trabajador, el propio soldado, las familias de los soldados, que muchasveces hay cque reconócerio y p:0r. ¿so eieoq?ie es un servicio y —

un servicio en cierto modo sacrificado qüe se hace a la Patria, pues puedendolerse de alguna manéra que un bi’jo.suyo,o l mismo,tenga que estar unaño o año y pico de su vida fuera de su trabajo cuando a lo mejor los ingre -

sos est&n siendo necesarios para la familia. El hecho de la compensaci6n —

que supone el adquirir durante este tiempo una mejora de su capacitaci6n —.

profesional, creo que prestigia cara a los propios ciudadanos y a las fami —

has de los soldados la propia funciEn del Ejército.

Y en alguna ocasi6n he dicho, y esto es ya meterme en camisade once varas, que entiendo que tal vez para el propio ejrcito es buena esta tarea porque contribuye al propio espfritu disciplinado del soldado, a lá —

superación, que es muy importante, no salo en la vida civil sino en la vida-militar, y a que el Ej€rcito pueda contar en definitiva con unos soldados m&scapaces, ms entrenados cara a una órganizacibn militar, que evidentemete cada da requiere mucha mayór especializacibn, requiere mucha mayor —

capacidad intelectual, no ya s6lo en los mañdos , y por Óso hacen Vds. eskscúrsos tan importantes y tan meritorios, sino también en los simples soldados.

Por todos estos motivos creo que la tarea del PPO. en el Ejr—cito es fundamental, y aprovecho que esta aquí el Ministro de Trabajo deBolivia, algunos paises, incluso extraños a nosotros aunque unidos tan fraternalmente como Bolivia, as lo han entendido y este ejemplo español en Bolivia mismo va a ser puesto e.n practica, y ya se de otros colegas míos que han interesado por conocer esta experiencia, porque creo que puede ser rniyCttil para paises que se encuentran ms o menos en una situación similar ala nuestra.

— J. —

Pregunta:

“Con el permiso del sefior Ministro:voy a hacer una pregunta—

indiscreta. Yo que he estado una temporada en el mundo laboral saqué la -

impresión de que en los conflictos laborales, un tanto por ciento muy elado de culpa corresponde siempre a le. empresa ¿es así? .

Efectiiamente es una pregunta, yo nó diría indiscreta,.pero scomprometida, por lo menos en la respuesta. El otro da me hicieron en —

un periódico una pregunta, era en cierto modo ms fcil de contestar porque era m&s rotunda, y ellos me dijeron.: ¿verdad sefior Ministro que la -

culpa de los conflictós laborales la tienen siempre las empresas?, entonces me dié una contestación relativamente fácil porque di’je que era injustoatribuir siempre la culpa a las empresas, como séría injusto atribuir srapre la culpa a los trabajadores.

Hacer un balance de quién tiene més o:menos veces la culpa,incluso para el Ministro de TFabajo es ciértamente muy difícil, yo.me alegode que Vd. pueda tener una impresi6n realista de ese tipo. Yo creo, he dLcho también muchas veces, y éso estaba también en el argumento de 1aoferencia, no es posible encontrar realmente un culpable . Es decir, hay muchos conflictos laborales, y ésto lo digoya como Ministrode Trabajoycaila experiencia que tengo en que uno no puede decir: la culpa s de la empresa, la culpa es del trabajador, porque en cierto modo la razén esta en la —

propia conflictividad de las relaciones laborales tales como están organadas ahora. Entonces desde este ngu1o sí que le podri’amosdecir que efectivamente la mayor culpa de la conflictividad laboral est& en que la orga—nizaciZn de las empresas es una organizaci,n que por naturaleza suscita—esa conflictividad, Si’ la:empresá- tu•íera una brganizacin. -

ms ¿omunitaria, si la empresa se preocupar& m&s ded hitma’nas y dep.tro’de 1propia empresa, el Indice de conflictividad disminuiría mucho.

Yóa algunosgrandes empresarios en alguna reuni6n les he planteado porejemplo una pregunta también tan comprometida como esta:. ¿quéconsideracibn dan Vds. a su Jefe de ersonal, a que nivel lo tienen, m&s—o menoscomo el Jefe de Producción, como el Jefe de Ventas? .Ymediei

Ah, no, no, no sefior, est. nobnTalmente en un escal6n mucho. ms bajo!Y digo: pues mal asunto, por ahí mal van las cosas.

Vds. como empresarios ¿a quién visitan m.s veces?. Normalmente al Jvlinistrode Industria, al Ministro de Comercio, al Ministro de

— 29 —

Hacienda. A veces se quejan de que el Ministro de Trabajo es un Ministroparcial, que est& m&s del lado de los trabajadores, y les digo: es que casino les oigo ms que a ellos, porque Vds. mismos hacen unos planteamientos en que a veces su atenci6n y su preocupacin esta mucho m&s inclinaiadel lado econ6mico qie al lado;social. Y entonces so inevitablemente a lacorta o a la larga se traduce en un incremento de conflictividad, de modo—que tengo la experiencia de que en aquellas empresas donde el plano de -

las relaciones humanas y de las relaciones del trabajo pasa a primer tr —

mino y hay una preocupaci6n al mximo nivel de este tema, el índice de —

conflictividad de ordinario disminuye de una forma considerable.

Y luego otra consjderacjn todavía ms amplia que es una quehice a alguien qiie me plantea el problema del absentismo, y tambin en -

cierto - qu -a la cu1 El absentismo, si un poco la vagancia o la pereza—de los trabajadores, o la propia organizaci6n del trabajo de las empresas.Y les daba una contestacj6n bastante cóntundente: En las empresas cooperativas de produccin, o en las empresas laborales donde los propios trabajadores son los due?íos de los instrumentos de producci6n, y participanLde un modo directo y efectivo en la empresa, no se suelen dar problemasde conflictividad laboral, y no se dan desde luego problemas de absentisro0Es evidentemente una conclusión que yo creo que tiene bastante inters,

Finalizado el coloquio, S.A.R. el Principe de Espaíta ciausurola sesibn.

SEMINARIO ÇIVICO-MILITAR EN SEVILLA

El pasado dfa 5 de febrero, en los locales de la Capitanla Gen.ral do la II Regióri.Militar, se celebró la sesión solemne de apertura de dj

• cho Seminario, constituida por miembros del claustro de la Universidad —

Hispalense, personalidades civiles dé las provincias de Andalucia Occidental y generales, jefes y oficiales de los tres Ejórcitos, destinados en aque

• ha región.

El acto fu€ presidido por el Teniente General Jefe de la II Re —

gión Area , Tte. General Serrano de Pablo, acompaítado del Director d e 1CESEDEN Almirante Martel, Capitn General de la II Región Tte. Cena-alAlvarez Arenas, Gobernador Civil de Sevilla Sr. Hellin Sol, Comandantedel arsenal de La Cárraca Vicealmirante Ayuso, en representación del Ce

32

pit&n General del Departamento Marítimo, y del Rector Magnífico de la Universidad de Sevilla, Prófesor Clavero Arvalo

Abri6 el acto el Rector, Profesor Arvalo,pronunciando las siguientes palabras:

Excelentísimos e Ilustrísimos sefores:

Sean mis primeras palabras para expresar la satisfacin de la-Universidad de Sevilla por participar en este Seminario Civico-Militar,que.se organiza en íntima co1aboracin con las tres Capitanías Generales de losEjércitos en nuestra Regibn, gratitud también por haber sido invitado paraintervenir hoy, con el fin de presentar las metas y contenido del mencionado Seminario

La primera demanda que la colectividad formula a su organizacian es la garantía de la Defensa de esa comunidad, de aquí que los asuntosde la Defensa Nacional hayan constituido siempre y mucho ms en las sociedades modernas, uno de los principales fines del Estado consagrado a nivelconstitucional.

Nuestra Ley Org&nica del Estado, en su articulo 37, establece-que las Fuerzas Armadas de la Nacibn, constituidas por los Ejércitos deTierra Mar y Aire y las Fuerzas de Orden PCiblico, garantizan la unidad e-independencia de la Patria, la integridad de sus territorios, la seguridadnacíonal y la defensa del Orden Institucional. Antes que este texto constitu.cional, la Ley Constitutiva del Ejrcitode 29 de noviembre de 1.878 atrhiia.:í’o:d, fin de sostener la independencia de la Patria, y defenderla de enemigqs interiores y exteriores, y la Ley adicional del Ejrc.ito de 19 de juliode 1899 le atribuía el garantizar la iñdependencia e integridad de la Patria,y la defensa de la constituci,n ,rde las leyes.

Es tan importante le. Defensa Nacional que el ordenamiento ¡undico de todós los paises formula excepciones extraordinarias cuando ella e,t en juego, así en el nuestro, el artículo 2 de la Ley sobre Jurisdicci6n -

Contencioso.-Administrativaç. imposibilita el conocimiento por los Tribuna —

les de Justicia de los actos del Gobierno que afectan a la Defensa Nacional,

Especial relieve tiene para nosotros un precepto de la Ley Orñnica del Estado de vital importancia para el futuro, y que apenas ha sido c

—33...

mentado, es el contenido en el apartado b’del artículo 102 de la citada ley,que atribuye al Jefe del Estado, previa audiencia del Consejo del Reino, ysin intervenci6n de lás Cortes, laadopcin de medidas excepcionales,incjij

da la función de legislar’cuando la independencia de la Nacin, la integri--.dad de su territorio o’ el sistema institucional del Réino están amenazadosde modo grave e inmediato.

Constituye este precepto una importante novedad en nuestroordenamiento jurídico de gran trascendencia, para el futuro Jefe’del Estadoy que ahora no resulta necesario por conservarel Generallsimo la prerrogativa extraordinaria de legislar sin las Cortes: que le fu concedida en

1938 y 1939.

Producido el momento sucesorio quedara extinguidadicha prerrogativa personal r excepcionalísjma, pudiendo entrar en juego el nuevo-precepto de la Ley Org&nica’ en los casos de grave compromiso para la Efensa, Nacional. Es curioso qué la vigencia en ñuestro ordenamiento de di.cho precepto, se haya hecho coincidir con la reforma del artículo 13 de laLey de Cortes, que suprime las situaciones de guerra corno fundamento —

habilitante para’ que el Jefe del Estado promulgue Decretos-Leyes; la st.sién es de toda lógica) ya que las exigencias de la Defensa Nacional en casos graves queda garantizada con las facultades excepcionales que al Jefe—del Estado le atribuye el artículo 10 de la Ley Org&nica sin necesidad de -

acudir a la figura del Decreto-Ley.

Ninguna otra actividad del Estado tiene las garantías y proteociones constitucionales ue posee la .Defensa Nacional ,pero ósto no basa,es necesario ademas de contar con un Ejórcito entrenado y dotado de material moderno, y por supuestó en una sociedád como la actual, la DefersaNacional requiere ser estudiada en íntima conexión con servicios y personas ;civii,es ; por ello, el Decreto de 16 de enero de 1964 creó el Centro -

Superior de Estudios de la Defensa Nacional, cuyo artículo 22 le asigna elestudiar los problemas generales de la Defensa Nacional con la colabora-.—ción de personas relevantes de la vida civil, y ‘mantener relaciones con —

los organismos civiles dedicados a lá investigación y especialmente con —

aquella3ns directamente relacionados con la.Defensa Nacional.

Estayes la razón ‘de que hoy estemos aquí para iniciar un3eminario Cívico-Militar, cuyo tema es la problemática militar y civil de lafensa Nacional en la Región de’ Andalucía Occidental, Este Seminario serea1izac,- unmomento en que’se encuentra ya elaborado un anteproyecto de

Ley Org&nica de la Defensa Nacional; tras esta sésién de hoy, constitutivadel Semiñario, est progr.amadp que los días 20 y 21 de marzo se cele —

braran dós sesiones, en las que se expondrán los principios orientadores-de dicha Ley por personal del CESEDEN, y la situación actual de la sub—versi6n, por personal especializado. En estas sesiones, adem&s, queda -

r&n designadas las ponencias que han de, desarrollarse en el Seminario.

En el presente curso se expondrán cuatro ponencias ‘qu.e recaen sobre los aspectos geopolítico, orden público, opini6n pública y mavde obr relacionados con-la delfensa de nuestra regi6n. En cada tema ac’.’’tuarrr.dos ponentes, uño militar y otro civil A- partir del día 15 de abrilse reunir& nuevamente el Seminario para que en cuatro sesiones, una pra cada ponencia,celbradascon:psriodicidad quincenal, los ponentes gan sus trabajos, -que sern segúidos de comentario y diálogo. Con ello -

terminar el trabajo de este curso ,- quedando-para el préximo el desarrollo de las ponencias sobre transportes, producci6n industrial y agraria, —

abastecimientos, enseíjanza, .movilizaciór etc.. etc..

Sé poñe hoy entre nosotros en marcha una nueva y sugestiva —

experiencia, consistente en que por militares y civiles de reconocido pestigio,. se estudie coñjuntamente, en régimen de diálogo abierto y participdo, una serie de temas de vital importancia para nuestro país y p:ar a —

nuestra Región. El éxito de esta experiencia depende en su mayor parte —

del interés y asiduidad que. en ella póngan quienes tienen el honor y la respoñsabilidad de h-br sido. n-v’obádos - a ella . -

Los organizadores de 1-a iniciativa cuentan de antemano con —

que no han de faltar ni el interés ni la asiduidad, pues con ellos daremos—una lección de civismo en esta ho-ra tan decisiva y crucial para todos losespafoles. - -. - -

A continuación, el Almirante Martel expresó su agradecimieto a las personalidades-civiles asistentes, a las autoridades militares quehan hecho posible él proyecto y, especialmente, al profesor Sanchez .Ape—llaniz, de la Universidad dé Sevilla, que -por su doble condición de cese -

diano y de miembró del claustro, había sido el motor que iniciara la marcha.

A continuación se extendi6 explicando las misiones que cumrieel CESEDEN para impartir el amplio concepto én que han de entenderse -

los problemas de la Defeñsa.NacÍonal, y el protágonismo cívico—militar

— 35 —

que entraiia. Cerrbsu intervenci&n explicando qu son los Cursos regionales, cuya mejor expresi6n la constituye el seminario formado, ehehícu1o—que el CESEDEN tiene para el cumplimiento de esta misi6n.

Sucesivamente el Capitán General de la II Región, el Coman—dante del Arsenal, el Gobernador Civil de Sevilla y el Jefe de la Región Area agradecieron la presencia de los participantes, que en ntmero de cer.de un centenar, llenaban el salZn de conferencias de Capitanía.

LA PLANIFICACION DEL EMPLEO Y LA

ECÓNOMIA DE GUERRA

Conferencia del Excmo . Sr. Don Victoriano Martin Mendicute, Subdirector General de Plani.ficaci6n y Servicios deEpleo, pronunciada en el CESEDEN el dia 25 de febrero 1974.

Excrnos. e litmos . Lres, seíores cornpaÍ’eros y amigos: de —

seo que mis palabras sean para haoerles saber que personal y profesionaimente, considero un honor y una satisfacci6n esta oportunidad que se meha deparado de hablar ante un auditorio como el presente.

Y digo ¿sto porque he mantenido y mantengo una cordial actitud respecto a las Fuerzas Armadas — y por si hubiera alguno entre los —

presentes que interpretara mis palabras como una cortesía de orden cou

—J —

tural— aclarare que si no hubiera sido por una miopía congnita, que bien

a la vista esta, es muy probable que-hoy vestiría el uniformede los piidcs

del Ejrcito del Aire.

Pero adem&s, a medida que ha ido transcurriendo mi vida çro

fesional y administrativa, he ido ratificndome en la idea de que el Ejr

cito, como fen6meno y proceso organizativos, tiene mucho positivo que —

ofrecer a la Sociedad Civil. La vocaci6n, la entrega y la disciplina que —

son necesarias, la clara delimitaci6n de las líneas de jerarquía y de man

do y el concreto seí’ial-amiento de medios y fines, pienso yo que son cosas

entre otras varias, que tendrían que adoptar y practicar, algunas parce

las de la organizaci6n civil.

Y con ¿sto- doy por terminado lo que pudiera considerarse la

introducci6n a esta charla. Unicamente ariadir a mi agradecimiento sin

cero, mi saludo cordial para todos. -

Y- antes de entrar en el tema una advertencia; me presento an

te Vds. con una exposici6n muy sucinta: concretamente 30 minutos de dura

ci6n. Y lo hago premeditadamente por tres razones.

La primera es-que no quiero agotar su capacidad de aburrirnien

to. La segunda es que con ese tiempo hay m&s que suficiente y la tercera

que así hay espacio para un coloquio. Y sto Ciltimo es importante porque —

considero que una charla o conferencia sin coloquio es como unas 11vacacio

nes sin kodak’1.

Como sabrn, he venido aquí en mi supuesta condici6n de E,ça-’

to en temas de Empleo, que eventualmente ocupa la Subdirecci6n General —

de Planificacin y Servicios de Empleo, en el Ministerio de Trabajo.

— .39 —

Y he acudido porque no podía desaprovechar la oportunidad que

se me deparaba de exponer una serie de temas que me preocupan y que en-

buena lgica tienen que preocuparles a Vds. como parte de un grupo, de un

todo perfectamente establecido y definido.

Y también me voy a permitir -y Vds. han de perdonarme- pen

sar en voz alta en torno a unos cuantos problemas que supongo pueden int

sar les

Pero para hablarles a Vds. de mis preocupaciones tanto prof e—

sionales como administrativas, he de empezar haciendo un poco de Histaa,

o dicho de otra manera, he de destacar aquí las relaciones que han existido

entre Historia y Empleo.

Y digo. ésto porque mientras no demuestre lo contrario, el Em

pleo como hecho con proyecci&n social y política, fue capaz de hacer cambiar

el rumbo de la Historia, o por lo me-nos ayuda bastante a condicionar ciertos

acontecimientos, que tuvieron- un indiscutible .y definido impacto en el discu

rrir hist6rico mundial.

- Basta para ello pensar en lo que sucedi6 en el mundo a partir de

la Óran Depresi6n de 1.929; es decir, a partir del htCrakU de la economía de

los EE.UU. de América.

Como Vds. sabr&n, como consecuencia de una serie de circuns

--- tancias, un grupo de paises importantes entraron en un r&pido y profundo —

proceso de crisis o de recesi6n econ6mica, que se tradujo inmediatamente

en un fortísimo desempleo, como facil’mente pueden comprobar si se medi—

-40-

tan las cifras, que segCin Dofny se dieron en su momento en los mercados

de trabajos respectivos:

Australia 28,1 % de su población activa.

Bólgica 19,0 %

Canad 26,0 %

Dinamarca 37,7 %

Alemania 43,8 %

Holanda 25,3 %

Noruega 30,8 %

Suecia 22,4 %

Inglaterra 22,1 %

Francia 21, 0 %

EE.UU. 30,0%

De todo ese grupo de- paises, hemos defijar nuestra atención

en dos de ellos: Alemania y los Estados Unidos de Amrica.Enenibos casis

elro fue muy parecido. En el orden político las fuertes cifras de cm

pleo supusieron la subida al Poder, mediante un proceso democrático in

discutible,, de dos políticos sobradamente conocidos: Hitler y Roosevelt.

Y en su maor parte, merced a los votos de los ciudadanos respectivos, —

que. acudieron a las urnas, atraídos porque’ ambos dirigentes habían in— —

cluido en sus promesas electorales, la lucha contra el desempleo; prome

sas que por otra parte cumplieron, a través de una política económica,qie

se polarizó básicamente en una reactivación de la vida económica, median

te una decidida intervención del Estado, en el campo de las inversiones

De ahí que tambión se pueda afirmar que los problemas de empleo, con—

sus soluciones, supusieron el inicio de una nueva etapa en el campo de las

-41-

doctrinas econ&micas y en las actitudes a adoptar por los Estados, frente

a ios problemas econmicos de sus paises. En resumen, eUo suponíaa

tar la tesis del famoso economista ing1s Keynes, que postulaba una serie

de medidas que exigía el abandono de las actitudes tradicionalmente abstj

cionistas de los Gobiernos en materia de empleo e inversiones. Politica—

mente habían surgido el Nacismo y el “New Deal’1.

Las consecuencias políticas y sociales del desempleo pudieran

resultarles a Vds. excesivas, pero piensen por un momento en su signifj

cado y trascendencia, relacionadas por ejemplo con el caso de Espafía. —

Hoy estamos en unos 13 millones de personas activas.

Pues bien, si relacionamos ese contingente humano con el de

sempleo en el caso mínimo y en el caso m&ximo (20% de Blgica y ms del

40% de Alemania) se tendría un paro que oscilaría entre 2.600.000 y

5.200.000 personas en busca de trabajo.

Dejo a la imaginaci6n de Vds. pensar, cuales serían las cir

cunstancias que supondría un paro real de esta cuantía y cual podría ser —

tambi&n la proyecci6n política que tal hecho, con toda seguridad podría ac

rrear.

Supongo que después de este comentario, no les resultará difi

cil entender lo sucedido y comprender la elevada importancia que para una

colectividad nacional tienen en todo momento los niveles del desempleo, su

evoluci6n y cuantías.

A título de curiosidad puede indicarse ahora que esa notable —

existencia de parados, facilit6 en Alemania la recluta de los 100.000 hom

bres de la Reichswehr, base esencial de la futura Wehrmacht y en los Es—

- 42 -

tados Unidos, el robustecimiento de su Infantería de Marina, que como se

sabe, al inicio de la Segunda Guerra Mundial, era el grupo ms Lnxrtan—

te y coherente de las Fuerzas Armadas norteamericanas, basadas hasta —

ese momento en el voluntariado.

Creo que con lo dicho hasta aquí, ha quedado sobradamente de

mostrada la afirmaci6n que hacía antes, de la relaci6n que se ha dado en

tre el Empleo y la Historia. No se necesita ser muy imaginativo para pe

sar que sin Hitler y sin Roosevelt, posiblemente la Historia quizás hubie

ra tomado un camino algo diferente.

El caso es que desde la década de los años 30 el tema de la E

nomía sin Paro forzoso se convirti6 en un objetivo de Gobierno y por tanto,

los niveles de empleo en los paises, comenzó a ser una vertiente que cort,

ba en el mejor o peor hacer gubernamental.

Y así llegamos a la 2 Guerra Mundial, durante cuyo transcur

so, se lleva a cabo una serie de trabajos que posteriormente van a tener —

una cierta trascendencia. Y es curioso señalar la influencia de ios acontei

mientos blicos en el campo del empleo.

Digo ¿sto porque con respecto a la l Guerra Mundial, los Est

dos Mayores, -especialmente el francas y el alem&n- no ignorantes de los

progresos realizados en el sindicalismo internacional, y a la vista del antj

militarismo de las centrales internacionales obreras, expresado repetida

mente en sus congresos-el de Eisenach es uno de los m&s importantes-

preocupan por la posible reacci6n de las clases trabajadores, ante una or

den de movilización general. Como es bien sabido, la incorporación a f i—

las se realiza sin graves incidentes y cuando se firma el Tratado de Vers,

lles, uno de sus compromisos m&s importantes, es precisamente aquel cpe

-43-

muy poco despus se traduce en la creaci6n de la Organizaci6n Internaci2

nal del Trabajo.

En efecto, el Tratado de la Paz de Versalles y en su punto XIII

piensa en una organizaci6n que tenga su objeto en ‘1e1 bienestar físico, mo

ral e intelectual de los trabajadores asalariados», siendo nueve los princi

pios que integraban el indicado punto XIII:

— el trabajo no debe considerarse como una mercancfa.

— el reconocimiento del derecho de asociaci&n para patronos y

obreros.

— jornada de ocho horas.

— salario suficiente.

- descanso semanal.

— prohibici6n de trabajo de menores y reglamentaci6n del ado

lescente

-. salario igual sin distinci6n de sexo.

— uniformidad en las condiciones de trabajo para extranjeros.

— organizaci6n de la Inspeccin del Trabajo.

Todo ello ocurría entre 1.918 y l.9l9.

Vo1vindo a la Segunda Guerra Mundial, he de citar aquí aLrd

Beveridge -ennoblecido por sus trabajos- que en 1.947 publica su conocid

sima obrauPull Employment in a free Society’1 y que no era m&s que la cul

minaci&n de un proceso, que es el que me interesa destacar ante Vds.

Cierto que l3everidge publica su obra en 1.947, después de fi

nalizada la guerra, es decir, en pleno período de post—guerra, pero no lo—

- 44 -

es menos, el hecho que Beveridge venía trabajando en el seno de una comi

si6n creada en 1.941 por el Gobierno de Guerra Ingls, para preparar con

tiempo la política social de post-guerra.

Durante las batallas de Londrs y del Atlántico, los desemb3r

cos en Dieppe y el lanzamiento de las V-1 y V-.2 de Von Braun, el tema cl

pleno empleo preocu.paba al Gabinete de Guerra de Inglaterra.

Tal- hecho no puede- ni debe sorprender a nadie . Corno dice — —

Chesterton, a ios combatientes había que darles una motivaci6n seria que

movilizara a los hombres y a las mujeres y nada mejor en este campo de

necesidades que ofrecerle un mundo mejor, mejor por ser más libre, por

ser más pr6spero, y por ser más justo, en lo que hace referencia sobreb

do a los hombres del trabajo, al asalariado, que al ser el mayor porcenta—

je de los colectivos demográficos,loes tambin a la hora de formar las

dades de combate que van a luchar y a vencer si es posible, aunque sea a—

costa de la muerte de parte de ellos.

Así es corno hay que entender lo que queda sugerido y el hecho

de la Carta de San -Francisco, dando origen a la Organización de las Nacio

nes Unidas, que al pretender mejorar y actualizar la fenecida Sociedad de

las Naciones, integra a la O.I.T. como 6rgano especializado y como expre

sien de la importancia concedida al tema, y crea como 6rgano de alto nivel

el Consejo Econ6mico-Social de la ONU.

En nuestro caso particular, y ya que estamos hablando de ésto,

puede ser subrayado que la primera aportaci6n seria que va a experimertar

la estructura jurídica del Estado que ha de surgir de la guerra iniciada el —

18 de Julio de 1.936, es precisamente el Fuero del Trabajo, que como es -

- 45 -

bien sabido se promulga en el Monasterio de las Huelgas en Burgos, en -—

plena campafía militar: el 9 de Marzo de 1.938. El planteamiento del 18 de

Julio de 1.936, y la composici6n e ideología de los bandos combatientes, -

est& a mi juicio decididamente relacionado con el significativo hecho que -

en su tiempo represent6 la promulgaci6n del Fuero del Trabajo.

Cuando Keynes en 1.935 publica su super conocida obra “Teo

ría General de la Ocupaci6n, el Interés y el Dinero” viene a destacar algo

que la tremenda realidad vivida en los a?íos 30 ha demostrado ser cierta:

que la desocupaci6n esta condicionada por una demanda, que a su vez lo —

est& por los procesos de inversi6n, que por su parte son funci6n de la ca

pacidad de ahorro y que como éste, con car&cter voluntario, es en la m,

yoría de 1os casos insuficiente si se desea evitar la desocupaci6n, hay que

completarlo con un proceso de inversiones píiblicas. El Estado debe inver

tir directamente e. ir reduciendo paulatinamente las desigualdades que pu

dan darse en los ingresos percibidos por el colectivo sociaL

Sabido lo que queda dicho, puede afirmarse que ya se cuenta

con todos los elementos necesarios y suficientes, con los que llegar a la

consagraci&n del pleno empleo como un objetivo indiscutible de 1os hace-

res colectivos. Y así sucede, pero mucho m&s en lo program&tico que en

lo pragm&tico, y tal circunstancia se pone aCm ms de relieve, si se

da que tal hecho coincide con la aparici6n en el campo de la política econ

mica, de las nuevas tcnicas de la P1anificacin del Desarrollo.

Es entonces cuando puede hablarse de la paradoja del pleno

pleo en el seno de la planificaci6n del desarrollo de 1os paises. Y digo pa

radoja porque es la propia 0.I.T. la que denunbila existencia de numerQ

sas planificacines llevadas a cabo, en las que el Empleo ha sido tratado y

- 46 -

considerado como un subproducto, no en la vertiente de las declaraciones,

sino en el campo concreto de los hechos.

Nosostros mismos no nos hemos escapado de este fallo univer.

salmente cometido y denunciado taxativamente por el propio SecretarioG

neral de las Naciones Unidas, y por el Director General de la O.I.T, con

ocasi6n del lanzamiento del II Decenio para el Desarrollo y del Plan Mun

dial del Empleo.

Decía que nosotros no hemos sido una excepci6n en cuanto al —

fallo de planificar huestra econbmía para alcanzar las mayores tasas de -

crecimiento del Producto Nacional, no d&ndole al tema del empleo, en lo-

que hace referencia a sus niveles, la importancia debida.

Para que esta afirmacion mia no quedecomo una simple opi—

ni6n personál , basta pensar no s6lo en la exi stencia de unos contingentes

emigratorios, sino tambin en el contenido y alcance del III Plan de Desa

rrollo y su comparación con lo ofrecido por ios dos Planes anteriores.

Este III Plan ofrece una diferencia importante y que encuentra

su razón de ser en el artículo 30 de su Ley aprobatoria. Por primera vez,

no salo se habla del pleno empleo como objetivo esencial, sino que ademas

aporta una serie de mandatos que supone la puesta en marcha de una serie

de medios y acciones, conducentes e imprescindibles por otra parte, para

tratar de desarrollar las tácticas mínimas conducentes a alcanzar tal obj

tivo.

Realmente los mandatos se han cumplido y se están cumplien

do con bastante celeridad y as se puede destacar la recreaci6n de la des.Q,

parecida Direccin General de Empleo, aportando una Subdirecci6n Gene—

- 47 -

ral de Planificacion y Servicios de mpleo, la creacion y puesta en furcl2

namiento de la Comisi6n Nacional de Empleo, complementado con una se—

rie de disposiciones anteriores y posteriores, con menor rango y finalme

te, dos aspectos m&s que son muy dignos de ser subrayados: por un lado la

programaci6n de una serie de acciones y estudios que es de esperar que —

sean fructíferos y de otro la mejora y potenciaci6n, de los Servicios Sindi

cales de Colocaci6n, en unos términos muy sugestivos, en cuento a medios

y naturaleza de la modernizaci6n expansiva de los mismos

Y dicho sto, empezamos a penetrar en los aspectos que a mi—

juicio hay una notable coincidencia entre Empleo y Ejrcito El Gobierno

t sentando las bases para hacer gozosa realidad una política pragmticaai

busca de unos mximos niveles de ocupaci6n pero ello a su vez supone est,

blecer el concepto y el trmino lt pleno empleo”.

La verdad es que desde que Lord Beveridge dijo en 1.947 que la

Ilocupaci6n plena se define algunas veces como una situaci6n de ios negocios

en la cual el nCtmero de empleos vacantes no es notablemente inferior al níz

mero de personas desempleadas, de manera que el empleo resulta en todo-

momento del intervalo normal entre el momento en que una persona pierde

su ocupaci6n y el momento en que encuentra otr&’, poco o casi nada se ha di

cho al respecto en cuanto a precisar y completar el concepto del pleno em

pleo.

Así puede traér•se aquí una definici6n que supone aceptarlo como

“la situaci&n en la cual todo el que desea trabajo pueda encontrarlo, a unos

determinados tipos de reti’ibuci6n” De otra parte se a?íade que “hay plena —

ocupaci6n cuando se trata de una economía en que solo existe un mínimo de

parados involuntarios, en transito de un trabajo a otro que ya lo estt espe

- 48 -

rando”

Personalmente me he planteado el problema de llegar a sentar

un concepto de pleno empleo, acorde con los tiempos, con nuestros proble

mas econEmicos y sociales y con las exigencias individuales y colectivas,

contempladas desde puntos de vista tan aparentemente diferentes pueden -

ser la productividad de los empleos, la rentabilidad de las empresas y la

‘1calidad de vida11 a lograr por los trabajadores.

El resultado de la tarea que he realizado en este campo est&re

cogido en un ideograma que pienso ha resultado coherénte y Cttil, supuesto

el principio de libertad en la elecci&n del empleo, de la dignidad en la re

tribuci6n y de la estabilidad en”los precios..

Pero al margen de todo sto surge como pieza esencial dispo

ner de un conocimiento lo ms exacto de las gentes que trabajan y de las —

que no trabajando, deseanC hacerlo.

Las cifras de empleo, ydesemleo, en su m&s profundo an&l

sis, es algo decisivo; yo dina que vital.

Lo que llamamos los expertos “la del mercado,

en este caso referido a la demanda y oferta de trabajo, es esencial.

El capital humano del país y sobre todo el que este integrado -

en los procesos productivos, debe de llegar a ser conocido con exactitud.

Hoy no podemos sentirnos satisfechos de lo logrado, pese a los meritfsimos

intentos que lleva a cabo el Instituto Nacional de Estadística y los entes del

Ministerio de Trabajo, en lo que a la poblaci6n trabajadora afiliada a la Se

guridad Social se refiere.

- 49 -

Si dispusiese de una varita mgica me sentiría muy feliz haciaj

do posible que el Sector Píiblico censara anualmente a sus funcionarios y q..e

el Ministerio de Trabajo, usando del Centro de Ordenadores no ha mucho -

inaugurado, pudiera hacer lo mismo con los afiliados a la Seguridad Sccil.

Y todo ello de tal manera y forma que por lo menos con una periodicidad de

tiempo cortas, nosotros y el país dispusiese de unos datos que le permiti

rían conocer la distribuci6n de su poblaci6n ocupada, en raz6n a su profe —

sin u oficio, edad, sexo, residencia y actividad econ6mica en que trabaja.

En cuanto a la poblaci6n desocupada, los Servicios de Coloca

ci6n, en tanto en cuanto dispongan de la necesaria colaboraci6n de emplealQ

res y empleados y sus instalaciones y equipos lo permitan, no hay duda que

podrían hacer tareas muy similares.

En este supuesto, disponibilidad de un elevado conocimiento del

capital humano productivo, clasificado por las características enunciadas,—

me atrevo a pensar que las Fuerzas Armadas dispondrían de un instrumen—

tal importante, por no decir decisivo, para llevar a cabo una movilizaci6n

racional en efectivos, para cubrir los distintos puestos que demandara un —

país en pie de guerra.

Como experto en empleo y profano en técnicas bélicas, he per

do en la posibilidad de que hasta qu punto, dada la creciente cantidad de rr

tena1 de guerra a utilizar por un combatiente directo, el criterio de la ecki

no tenga que ser ponderado por la profesi6n u oficio del movilizado a filas.

Pienso que el mantenimiento de los procesos productivos nece—

sanos al esfuerzo militar y a la producci6n de los bienes mínimamente ne

cesarios para la poblaci6n no combatiente plantea, de manera insoslayDle,

— 50 -

una adecuada imputai6n de ios objetivos para cada una de las exigencias —

que el estado de guerra puede plantear.

Supongo que no debe resultar nada f&cil pasar de una econa-nía

de paz a una economía de guerra y de ahí las extraordinarias dificultades

que imagino debe comportar planificar y llevar a cabo planes de moviliza

ci6n, tanto humanas como econ6micas,

En el orden humano, unicamente tengo que llamarles la ate n—

ci6n sobre una circunstancia que para nosotros los planificadores de mano

de obra, tiene una gran -trascedencia y que engendra dificultades serias pa

ra una planificaci6n acertada de empleo

Me explicar&--- De los tres factores productivos -tierra, traba

jo y capital— es precisamente la mano de obra el factor productivo que exi

ge para su producci6n, para su puesta en rendimiento, un período de tiem

po -mucho mayor que los otros dos En otras palabras, como decimos los

economistas, que el proceso de Itmaduraci6nl de las inversiones humanas

es el m&s costoso de tiempo y a veces de dinero.

De otra parte, ese proceso de maduraci6n tiende a prolongarse

y a complicarse, en raz6n de las exigencias crecientes de formación prof e-.

sional.

Hace aíios, un trabajador especializado no necesitaba de un pro

ceso de educaci6n tan extenso como ahora, y de otra parte la adecuada pre

/ .. .paracion es cada vez mas exigida. Es decir, que los niveles medios en los

procesos productivos, cada vez permiten menos la improvisaci6n y la ruti

na, como v(as de acceso a la preparaci6n apropiada.

—51—

De los titulados superiores nada tengo que aclarar porque es

cosa sabida que los 12 y 15 a?ios de estudios es una realidad sobradamente

conocida.

• Desde este punto de vista y a título de simple curiosidad,

so que no debe ser cosa fci1, atendiéndo a lo que sabernos sobre la distrj

buci6ñ de nuestra poblaci6n activa en cuanto a ocupaciones y actividade,s —

econEmicas, hacer la elecci6n de los grupos que pueden ser incorporados

a la vida militar de primera línea, buscando una soluci&n que atienda a la

serie de prioridades que hayan de ser atendidas en el caso de un país en -

guerra.

Y en este order de ideas, se me plantea la interrogante de que

hasta qu punto la estrategÍa en la movilizacin humana -en caso de que -

sea cierto— debería inspirarse en lo que parece ser que hicieron los rusos

durante la 2 Guetr. Mundial, segCtn sefiala el Profesor Juckers.

En esta misma línea de pensamientos planteados a la ligera —

puede sefialarse la notable importancia de la incorporaci6n de la mujer a —

los procesos productivos, cubriendo los huecos dejados por el var6n. En-

materia de empleo civil, los países que han llegado a la m&xima utilizai&i

del trabajador v-ar6n, no. pueden seguir expansionando sus niveles de ocup..

ci&n si no es incorporando a la mujer, o recurriendo a la importaci6n de

mano de obra. Supongo que razonamientos muy parecidos habr&n sido la -

causa de la creaci6n de los Cuerpos Auxiliares Femeninos en determina&s

Ejrcitos. . . . .

Pero volvemos a1 tema que como actuante en esta ocasi&n me

importa y que no es otro que el de tratar de llegar a conocer el Capital Hu

mano Productivo existente en el país, con el m&ximo detalle y la mayor —

— 52 —

frecuencia posible.

Una política de empleo, seria y rigurosa, necesita de forma i

soslayable, disponer de un sistema de cuenta que le permita estar en condi

ciones de saber cuantas son las gentes que trabajan, en qu trabajan, d&r

trabajan y cCial es su sexo y edad.

Pienso que en momentos como los actuales, en el que el Ivlinis

teno de Trabajo y la Organizaci6n Sindical, junto con el Instituto Nacional

de Estadística, están llevando acabo una labor consistente en sentar las l

ses para que en un plazo de tiempo lo ms corto posible, se pueda conocer

mejor nuestros efectivos humanos productivos, sería bueno que las Fuer

zas Armadas no s6lo conocieran lo que se pretende hacer, sino que adern

prestaran. SU apoyo no sblo moral sino tambin tcnico.

Me explicare. Es indudable que la tarea no es fcil, ni barata.

Se necesitar.n medios superiores a ios disponibles actualmente. Por ello

la importancia del apoyo moraL Pero igualmente sería un lamentable des

pilfarro que después de realizado un gran esfuerzo, sucediese que lo que-

se hiciera no fuera aprovechable en su mayor parte, en el orden castrerse.

Es muy posible que sea necesario hacer una serie de simplificaciones y —

acaso esas simplificaciones pueden suponer la causa de no coincidencias

terilizantes. Por ello el pensar en la posibilidad de una presencia y de una

colaboraci6n activa en nuestras tareas de contar, conocer la distribuci6n-

de la población productiva del país.

y dicho esto podemos pasar a otro aspecto de la planificaci6n

de mano de obra que pudiera interesar en el orden blico. Me refiero con—

creta y sucintamente al tema de la formacin profesional. En este campo

me atrevo a pensar que las Fuerzas Armadas deben estar muy interesaias

—53—

en todo lo que se haga en puntos tan sugestivos y trascendentes como pue

den ser los Nomenclator de Empleos y Ocupaciones, y la ejecuci&n. de un

programa serio de profesiongramas. En todo ello puede haber un espln—

dido campo de conocimientos para el Ejército y al mismo tiempo las FuQ

zas Armadas pueden hacer sugerencias e indicaciones que enriquezcan lo

que en estos momentos se esta tratando de llevar a cabo. Un conocimien

to permanente y actualizado de los efectivos humanos insertos en los prQ

cesos productivos, puede ser completado, y muy bien por cierto, por los

an&lisis de los empleos y ocupaciones.

Pero adem&s, hay otro aspecto del pleno empleo que aparece

en el ideograma que he repartido entre Vds. que a mi juicio no es nada —

despreciable en el orden b1ico. Me refiero a la exigencia del equilibrio

geogr&fico, como uno de los condicionantes del pleño empleo que me es

toy atreviendo a postular.

El deseado equilibrio geográfico, como un aspecto necesario

para una perfecta situación de pleno empleo, nos lleva de la mano al tema

del desarrollo econ6mico nacional, en funci6n del espacio.

A igual que no parece admisible pensar en un desarrollo eco

n6mico que a sabiendas no vaya a beneficiar nada m&s que a un sector de

los ciudadanos del pafs, por elementales razones de bien comiin, no debe

ser tampoco admisible aceptar de antemano una política de desarrollo qie

no afecte positivamente nada m&s que a determinadas parcelas del terri

torio nacional.

En este orden de ideas, supongo que no será necesario insis

tir mucho ante Vds. para convencerles que nuestro crecimiento econ&mi—

- 54 -

co adolece de serios desequilibrios regionales. Como bot6n de muestra,—

aparte de su personal conocimiento sobre el tema, puedo decirles que una

reciente y seria investigaci6n ha puesto de manifiesto que casi la tercer -

parte de la poblaci6n espa?iola, se halla situada en los tr’minos municipa

les costeros.

Ironicamente no podemos justificar tales desplazamientos po

blacionales, pensando que ha desaparecido el peligro de las incursiones de

los piratas. Vds,, como yo, saben muy bien que ello no es m.s que la con

secuencia de los formidables procesos migratorios interprovinciales, de

sencadenados por una política de localizacifr industrial, con un elevado ín

dice de concentraci6n geogrfica

Un hombre prestigioso y muy conocido en esta Casa, mi com—

pa?íero y maestro Juan Velarde, se?ialaba no hace mucho en Badajoz, que-

si entre 1.900 y 1.960 eran 200.000 los Kms. 2. que disminuían su poblai&i

en 1.125.000, entre 1.960 y 1.970, eran 411.108, los perdían 2.288.408—

habitantes,

Al margen de las consecuencias de todo orden que para los tra

bajadores e incluso para la colectividad nacional, ha supuesto tal tendeitia

y en cuyo examen no es posible entrar, porque por si’ solas justificarían -

una larga y densa conferencia, es indudable que obligan a una acción de go

bierno, conducente a impedir que el ciudadano español no tenga que abardo

nar su habitat’1 original en grado máximo para encontrar ocupaci6n.

Entonces, pienso yo que en esta política de pleno empleo — la

fabrica buscando al hombre y no el hombre a la f&brica — hay un aspecto -

que militarmente puede ser de inters.

— 55 —

Soy profano en cuestiones y técnicas militares pero a mí me

parece que un país con una estructura econ&mica geograficamente muy —

concentrada, debé de entraítar una “papeleta” muy seria, no sdo para los

responsables de la defensa de esos centros industriales, sino tambin p,

ra los que tengan a su cargo, el lograr mantenerlas en producci6n.

No he estudiado seriamente el tema, pero sería posible decir

aquí -y no creo que revele ningíin secreto militar- que puntos esenciales

de nuestro sistema econ6mico, se encuentran no solo al alcance de un1xi

bardeo aireo cónvencional, sino que incluso puede ser atacado seriamen

te por el fuego de la artillería naval, y puesto en peligro por una opera—

ci6n de desembarco.

De ahí que me atreva a sefíalar aquí la estrate9la de una poli

tica de desarrollo que busque el pleno empleo, sin pérdida del equilibrio

geogr&fico de su ‘poblaci6n, aparentemente coincide con lo que una elnq,

tal estrategia de la Defensa Nacional puede aconsejar: la evitaci&n de las

grandes concentraciones industriales

A este’ respecto creo estar en lo cierto al decir que la Ségu

da Guerra Mundial, supuso para los EE.UU, una positiva política de lcc

lizaci6n industrial, que trajo como consecuencia le. industrializaci&n de

nas que no lo estaban hasta ese momento. En este orden de ideas, como -

ejemplo sorprendente puede citarse la loceLizaci6n que se le di6 a una par

te nada despreciable dela construcci&n naval. .Me refiero al caso de los

“Liberty”.

En el tema tan importante de la localizaci6n industrial, Ej

cito y Empleo puedenadoptar, por razones distintas, posiciones muy s.

- 56 —

milares en defensa de una política de desconcentraci&n industrial

En el caso del empleo, como vía de la humanizaci6n del desa

rrollo y por una mayor rentabilidad social y en algunos casos hasta econ&

mica y en el campo de la Defensa Nacional, por razones de una menor de

bilidad fr:eñte di eneniigo.

He tratado de llamar su atención sobre algunos de los aspec—

tos en que la política y la planificaci6n de mano de obra pueden ser perfec

tamente utilizados y aceptados por las fuerzas armadas.

Y digo ésto por que el problema de los trabajadores maduros,

el trabajo de la mujer, la incorporaci6n laboral del minusvlido, los cen

sos laborales, los niveles de empleo, el tema del equilibrio geogr&fico, a

través de la localizaci6n de las nuevas actividades econ6micas, son una

rie de cuestiones entre otras, que ponen de manifiesto la oportunidad y la

converiencia de. trabajar en contacto y cambiar impresiones y experiencias,

desde el momento en que la planificaci6n y la polííica de empleo puede ser.,

no sio un factor de. estrategia,, sino tambin un verdadero instrumento t.o

tico.

1 EQ

UtU

QiO

1 M

A16

¡

JThç

Pl4.

A

OçC

4A1

Sec

rop. 1

.

AliÇ

CA

CIO

& 1

____

____

y

-•

.PrI

CA

1cA

U

TI4

U

?G

A -

1

EJ

ii

0Mb

«T

dAC

ION

DI

PtA

10 D

M02

0 g

L02

’I0 D

NE

0 t

MD

0UM

0AO

?0A

AtÑ

TD

DA

TO

D D M

IIAI0

/ O

QV

AD

E r

OO 0

*2 0

EL

U A

t0T

0t If

lM0

)A 0

.00)

0 rb

..fl,

DM

£1.

O0)

tÑM

OL

O t

Lt2

A,’T

AY

’O.

sLT

Q.R

)A

.CA

MA

VA

CO

S

1

i..e

I.M

.AA

OQ

t4A

M ,

%,b

.J

.. ••

.

SO

lO f

iTt1

O t

-

O c

.opa

obua

L

,ís.n

O la

,A.p

otaO

r

.—

-

____

-

riloo

no.

I lI

cteA

c,oa

Al

t_•_

lItA

tOn

hI

I.,.1

DV

I_02

9000

1 •

* O

-

-

VII CICLO INFORMATIVO DE DEFENSA NACIONAL

Organizado por la Capitanía General de la Quinta Región.Militar,tuvo lugar en Zaragoza el VII Ciclo Informativo.bre Defensa Nacional, desarrollado por el Instituto. Espaftde Estudios Estratégicos., el día 26 de febrero de 1974, enel Salón de Actosde lá Caja de Ahorros de Zaragoza.

Presidía el capitán general de la V Regi6n Militar, tenienteneral Bosch de la Barrera, quien sentaba a su derecha al director dé. laCompafila Telef6nica, don Santiago Galindo Herrero;don Ricardo Lozanó y.en répresentaci6n del rector de la Universidad;gobernador militar de la -

Plaza de Zaragoza, general Garcia Esteras, y don Gaspar Castellano ,vicpresidente de la Diputaci6n Provincial. A u izquierda se hallaba el Almirante Martel Viniegra, director del CESEDEt genera1Seibane bagidé,

jefe del Sector Mreo, don Josa Maria Pica? $fl representaci6n del gg

- 60 -

bernador civil.; don Benedicto Sánchez—Fuentes, presidente de la AudienciaTerritorial y don Cri-toba1 Navarro, primer teniente de alcalde, en representaci6n del alcalde de Zaragoza,

La presentación del acto corri6 .a cargo del almirante Martel -

Viniegra, director del CESEDEN,

Primeramente habi6 el general de brigada , de servicio de Estdo Mayor, don Miguel Cuartero Larrea, secretario permanente del InstitutoEspafiol de Estudios Estratégicos, quien disertb sobre “Concepto y condicionamiento de la defensa nacionaltt.

A continuaci6n hizo uso de la palabra el director de la Companía Telefónica, don Santiago Galindo Herrero, para desarrollar el tema:“Concepto civil de la defensa”.

Despuós de un corto descanso , siguió un coloquio que precedióa]. acto de clausura por parte del capit&n general de la 5 Regi6n Militar, teniente general Bosch de la Barrera.

a

CES ED EN

MEMORIAL CESEDIANO

Marzo , 1974 BOLETIN DE INFORMACION NUM.81

CESE DE

ALEM 1

Hl CURSO DE DEFENSA

(1966/67)NACIONAL

Re 1 a c i 6 n, po r orden a1fabt.ico, de los Seores Concurrentos al III Curso de Defensa Nacioiiá.

CANTOS FIGUEROLA SAIZ DE CARLOS, RambnDr. Ingeniero Agr6norno

CERVERA CABELLO, ManuelViceaimirante (FIN)....

—2—

CERVERA Y CERVERA, JuanVicealmirante (FN)

CORTES RODRIGUEZ, HerntnEconomista del Estado

ESCARIO DEL PINO, Jo LuisIngeniero de Caminos

FRANCO IRIBARNEGARAY, CarlosGeneral de Brigada (EA)

GOMEZ HORTIGUELA, LuisGeneral de Brigada (ET)

GUASP DELGADO; GonzaloAbogado y Economista

GUILLO HERNANDEZ, JoseGeneral de Brigada (EA)

HERNANDEZ NAVARRO, Antonio JosaAbogado

LAIGLESIA GONZALEZ, EduardoDip1omtico

MARTINEZ-CORRECHER Y GIL JoaquínDiplomático

MARTINEZ DE GALINSOGA Y ROS, FranciscoGeneral de Brigada de Infantería de Marina

NAVA LASA, AntonioDr. Ingeniero Industrial

SALCEDO ORTEGA, GasparGeneral de Brigada (ET)

SANCHEZ AGESTA, LuisCatedr&tico

VELARDE FUERTES, JuanCatedrático.

II CURSODEESTADOSMAYORESCONJUNTOS

(1966/67)

:Relaci6r’, por orden alfabtico,de.1os. Seores Concurrentes:a1II Curso de Estados lvlayores Conjuntos

ALONSO GARCIA, AlfonsoGeneral de Brigada (ET)

DIAZ DEL RIO JAUDENES, GuillermoGeneral de Brigada (ET)

CESE DE N

EMACON

-4-

DOMINGUEZ ARDOIS, AlfonsoGeneral de Brigada (ET)

FERNANDEZ DE ‘LARA, EnriqueCoronel (ET)

GABEIRAS MONTERO, JoséGeneral de Brigada (ET)

GALARZA SANCHEZ, FelipeGeneral de Divisi6n (EA)

GARCERAN LAVELA, GregorioTeniente’ Coronel (EA)

GARCIA FERREIRO, PlcidoTeniente Coronel (EA)

GONZALEZ ROMERO, EnriqueCapitn de Navío (FN)

LOPEZ LOURIDO, DiegoCapitán de Navío (FN)

MORA SANCHEZ, José Tom&sTeniente Coronel (EA)

MORGADO AGUIRRE, MiguelCapitán de Navío (FN)

MORILLO GALCERAN, José CarlosGeneral de BÇigada (ET)

PEREZ JARAIZ, MarianoTeniente Coronel (EA)

RECIO FIGUEIRAS, AntonioComandante (ET)

REY DIAZ, Jos€ LorenzoCapitán de Navío (FN)

RIVERA IGLESIAS, FernandoCoronel (ET)

ROLANDI GAITE, EnriqueCapitán de Navío (FN)

—5—

RUPEREZ FRIAS, IgnacioCoronel (ET)

TAPIA AGUIRREBENGOA, LuisComandante (ET)

YAGUEZ DE SOBRINO, MiguelCoronel de Infantería de Marina

CESEDEN Boletín mensual n° 111Dpi° de Información

SECCIONBIBLIOGRAFICA

XI

CESEDEN

BIBLIOGRAFIA

(Libros y revistas ingresados en la biblioteca de este Centro desde la publicaci6n —

del boletín delnformaci6nnC*merO.80.)

Marzo, 1974 BOLETIN DE INFORMACION NUM. 81-XI

L IBROS

OBRA AUTOR

Ah the World’s Aircraft 1973—74 Jarie’s

Transportes japoneses n 47 Jap6n

Transportes japoneses n2 48 Japón

Historia gráfica del centenario de Jap6nlos ferrocarriles del Jap6n.

Building a new Japan Tanaka, Kakuel

H. Universal (los aftos de post— Pirenneguerra 1945-55), tomo IX

H .Universal (Un nuevo mundo Pirenneen gestaci6n), tomo X

Anuario Estadístico de Esp’aíia Inst, Nacional Estadística1973.

Persona non grata Edwards, Lorge

Política exterior americana. Kissinger, Henry A.

La Iglesia espa?o1a contempo- Vazquez, Jesus M. y otrosrnea.

Almanaque informativo espaí’ol Asoc, Prensa de Barcelona1974.

Principios de la unidad europea. Lecerf, Jean

La guerra Hispano—americana — Barr Chiksey, Donald.1896 — 1898.

—2—

OBRA AUTOR

Sobre la violencia

Combates sin acabar

¿Rusia sin censura?

Anuario de ciencia econmíca

Sol.jenitsin acusa

La República

Una sola tierra (El cuidado y conservaci6n de un pequefio planeta)

Soljenitsin

La Revolucibn Mejicana,19 1.0—1940

Storr Anthony

Spaak Paul-Henri

Reddaway Peter

Colg.Univ. San Pablo (C.E.U.)

Soljenitsin

raga Iribarne, Manuel.

Ward Barbara y Dubos Rene

Sol jenitsin

Mayer, Jean

—3—

REV ISTAS

ES PA ÑA

ActualidadPolitica Extraniera, núm. 81, de 19 de enero de 1974.-La fusiónLibia-Túnez es recibida con perplejidad en el mundo arabe, —Los japoneses-yana recibir de China petrbleo, y otras materias primas. - Teher-n apro -

vecha la crisis energti.ca para acelerar su politica de rearme. - Ha apare -

oído en Argentina el diario de peronistas de izquierda

QiidE2iítIcaExtrpíera, nüm, 86 de 23 de febrero de 1974.- El cesedel primer ministro Noryemeni es una victoria de los moderados, - Los trabajos para reabrir el canal de Suez parecen haber comenzado.- La coyuntu.ra petrolera pasa por un momento de crisis y redefinicibn.— La juventud p:ronista se ha convertido en el problema número uno para Per6n.

Ictualida&1 núm. 87, de 2 de marzo de 1974.- La guerrilla musulmana es cada vez m&s activa en el Sur de Filipinas. * Mexicoi-.aviolencia de los campesinos traduce un malestar social- creciente.— El fren-te laborista de Israel esta al borde de la descomposici6n política.— Túnez: -

La desgracia de Mohamed Masmudi es otro capítulo de la lucha de clanes.—La posicibn de Argelia en relaciún con la crisis petrolera.

R.Aeron&uticayAstronáutica, núm. 398, de enero de 1974.— La guerra —

del Ramad&n . - Notas sobre la aviacibn en la IV Guerra Arabe-Judía. - Historia de los Junkers JU-52 (VII)

Africa, núm 386,febrero de 1974,- Resumen de las actividades del Institutode Estudios Africanos durante el a?ío 1973.— Catalanes y tunecinos e n 1 a—Edad Media (III).- Espaiía y el Islam. Ms sobre nuestros castillos arabes:El de Jimená de la Frontera.- Africa en busca de la unidad.— Togo, trasbspasos de Zaire.- Ante el proyecto de uni6n de Túnez y Libia.- Luz verdepra la paz (mundo islimico).- Hacia la reapertura del canal de Suez.—E1 Pa

‘U lamento de Israel ante los territorios palestinos. - Nuevo ambiente en las rlaciones ruso—egipcias. — Turquía, hacia una etapa de conciliaci6n interna.

B.deDifusibndelE.M.delAire, núm,384, de febrero de 1974.— Priricipales helicbpteros en producci6n (1973-74).— EE.UU.: Aeronaves no tripula—

-4-

das; aplicaciones de los vehículos de piloto remoto (RPV) en la defensa.—Jaguar (Apoyo).— HS.1182 Hawk (Caza).- Inglaterra: Sistemas de laserptrael moderno apoyo aéreo cercano.— Satlite japons de difusi6n a distancia.—Shafrir (Aire-Aire),- Francia: La guerra de octubre, reveladora para Europa.

ConsejoEcon6micoSindicalN. , núm. 391, de octubre de 1973.- Empresasmultinacionajes.

CónsejoEcon6micoSindical_N., núm. 392, de noviembre de 1973.- F’lexibi:lidad y posibilidades de elcci&n indivual en la vida laboral.

Consej2con6mico_SindicalN., núm. 393, de diciembre de 1973.- La determinacjbn de los precios del comercio internacional en las economías socia —listas.

CuadernosparaelDi2 núm. 125, de febrero de 1974.- Reflexiones sobre una crisis: Los nuevos gobernantes. — Pena de muerte. — Transportes pblicos: estamos perdiendo el tren,- El di&logo no es inutil,- El papel de laONU.- Emigraci6n: El UapartheidlT suizo.- A la huelga,huelga.- Cancelaciónde empresas periodísticas. - Las oscuras asociaciones sindicales - ¿ Premisa la infidelidad?.- “Pues hurtemos todos”.- Un afio de sombra.- El subim -perialismo brasilefo. — ¿Donde esta el subdesarrollo? . — Venezuela: El gico” y la energía.- Torturas en Portugal.- La participaci6n insuficiente,-Una iglesia que lucha contra la injusticia.— 50 afos de la muerte de LenínUn paro.singular: la nueva orilla del “ramo del agua”.— Otra Jurisdicci6rLade Policía.- Acotaciones ingenuas a la realidad que nos rodea.— La droga: -Reflexiones contra simplistas.

LosSuplementos.- núm. 44.— La cultura vasca, hoy.

R-,Ejército,— núm,409,de febrero de 1974.— Las Cortes de Cádiz y los problemas militares,- Juicio crítico sóbre la cuarta guerra &rabe—israelí (1).-Guerra de guerrillas (1). — Antimilitarismo. — Cruzada en los mares de Espafa.— China: Desarrollo y poderío militar.- El Intendente y la Intendencia General, — Noticias breves:Radar para localizaci&n de morteros . — Criterio so

bre el transporte oruga—acorazado.

FuerzaNuey, núm 371, de 16 de febrero de 1974,- La norma de la Unidad

Clülas marxistas.-. Partidos políticos.— Suma i sigue de atracos y voladu -ras de monumentós,. El Vaticano cede ante el comunismo.— Informe sobre—

—5—

el dominio de los mares y sus repercusiones sobre la paz y seguridad mundiales.— Sobre la democracia inorgánica.— La Prensa, el esukera y los —

emigrantes.— Cuando la historia se convierte en suceso.- Rusia a los ojosde Occidente, - Nuevo capítulo de horrores: El retorno de Stalin. Sesenta—millones de asesinatos en cuarenta años de comunismo. ¿Lo ha meditado —

bien Occidente? .—La legi6n de los cad&veres (La Iglesia y su t j.c mjoLUruguay: Entre los tupamaros y la Revolucibn Nacional. - Puntualizacionsobre las asociaciones políticas. — Feudalismo político.

Fuerza Nueva, ntim. .372, de 23 de febrero de 1974.- Discurso de Arias -

Navarro.— Dos l’neas de conducta.— Un tema ingrato: La pena de muerte.—El caso de los apelativos impropios,- Sóbre la falta de mano de obra, losjubilados y las jubilaciones.- ¿Hacia donde se dirige la Uostpoljtik?l de Pablo VI? . — Relaciones Iglesia—Estado: los famosos nueve puntos. - Frente ala hipocresía y la subversibn : Ofensiva Nacional. - Acerca dé la diplomac.a vaticana en España, hoy: ¿Goza de confianza? .— Informe: La política-militar sovitica,- Veinte consignas: El progresismo y el comunismo. 85millones de muertos.- Tres breves reflexiones sobre la crisis chilena.

Gaceta Ilustrada, nCjm. 907, de 24 de febrero de 1974.— La gran danza de1petrbleo.- China: El exorcista.- Gran Bretaña: La hora de la verdad.-Laapertura del Gobierno Arias.

La Gaceta Ilustrada, n(lm. 909, de 10 de marzo de 1974.- La imaginaciónpolítica. - Un estudio del genio. - EE. UU. :Los secuestros :‘un final feliz.URSS: Una espina en el costado. - Egipto: Hacia UE1 Egipto del .f ti t u ro . -

Francia: Los domingos sin sacerdote.- Gran Bretaña: Extravagantes candidatos.- El viaje de los Príncipes.

B.Informaci6nComercialEpa nCim. 1402, de 14 de febrero de 1974.Las conversaciones de Washington. — Los paraísos comerciales de OrienteMedio.- Coyuntura española:. Los salarios y el empleo.- La economía de-Angola.— EE.UU.: Pr6xima abolici6n de controles sobre salarios y pris.Europa: Desmovilizar al Estado.- La CEE. ante la crisis petrolífera.- Israel: ¿Hacia el camino de la normalizaci6n econ6mica?.

B.InfórmacibnComercialEspañola, n(tm 1403, de 2.1 de febrerp de 1974.Política fiscal de estímulo a la inversi6n.- Los movimientos err.ticos delsistema monetario internacional. — Los preliminares de la ronda Nixon .—Libia nacionaliza totalmente tres compañías americanas.

B. Informaci6n Comercial Espaiola, nfim. 1404, de 28 de febrero de 1974,OCDE:. Precio del petr6leo y balanza de pagos.- Inglaterra; Eiecciones lahuelga del. carb6n y como pagar las importaciones..— Coyuntura española: —

Evolución monetaria en 1973.- Europa en la encrucijada,- CEE: La segundaetapa de l.a Unién Econémica y Monetaria, - Los precios agrícolas en el Mercado Coniiin,- Inglaterra antes y después de las elecciones.

Reconquista, núms. 287-288, Nov.-di.ciernbre de 1973.- Balance de un propbsio . — Trampa para los cristianos. — Acotaciones criticas a un Documeri—to Episcopal, - Un futuro bien incierto. - Reproche a Europa. - DemocraciaMitos meta o timo.- Cruzada en los mares de España. - El cementerio militar de Tetun,- Hambre, subdesarrollo y explosién demogr&fica.- La seguridad del Occidente europeo, - Lecciones de] golpe chileno. - Los helicéteros y la vida arriesgada .de sus dotaciones.

Revista General de Marina, de febrero de 1974.- Suez amargo.- El futurode los conflictos armados, — La construccién naval en el. mLindo. — FotografÍa naval .- Del remolque estático al remolque dinémico.

Revista de PolÍtica Internacional, núm. 131, de enero-febrero de 1974.—El

conflicto del Oriente Medio y sus repercusiones ecurn’.. El conflictode Oriente Medio: Nuevas consideraciones sobre una yLerra inacabada, -iterés nacional y política internacional. — Los micro—Estados y su ingreso —

en las Naciones Unidas, - La conferencia de plenipotenciarios de la UUIT!1_de Mlaga-.Torremctinos 1973,- La poitica exterior de la R,F.. de Alemania,— La otra actualidad en torno al mar Rojo, - El ECOCEN, oganismo de cooperacibn económica asiática,- Efervescencia política en elCongo (IV).- El Estado rúso y Ja jlesia ukraniana (III).- Comentarios al-acontecer en el mundo, — Diario de ac,ntecimientos referentes a España,Diciembre, 73—Enero, 74. — Diario de acontecimientos mundiales durante Di —

ij’:’:”e73-Enero, 74.

Revista de Política soc,iaLnCtrn, , 100, de octubre—diciembre de 1973.— Eldelito social,- La responsabilidad empresarial- por incumplimiento de las-obligaciones de afiliación, alta y cotizacién a la Seguridad Social.-.- Alinea-cién y sociedad.- La situacién de los programas norteamericanos de bien-estar social.

.7

AL.... E M AN JA

Soldat und Technik.- febrero de 1974.— El desarrollo de un proyecto segunla reorganizacibn del sector de armamentos.- El carro-puente BIBEN en—.tregado a las unidades.- Formaci6n de conductores de carros con simula -

dores. - El transporte acorazado francs AML M3. - La clase “Kildin”mo

dificada: anlisis de un destructor ruso poi’ta-rnisi1es,- Las armas de loscarros de combate en el pasado, presente y futuro (6 parte).

FRANCIA

Problémes Politiques et Sóciaux.- 28 de diciembre de 1973 - 4 de enero de1974.- Indice de materias relacionadas con Rusia, publicadas en 1973.

Problémes Politiques et Sociaux.- 11-18 de enero de 1974.- Una inir..da•—sobre California. — La Rand Corporatin y la investigación . - San Francisy los Angeles los californianos y el referendum . - El despertar de una mi -

noria: los chicanos.— Hollywood hoy.

Strateqie.- nCim, 341de abril, mayo y junio de 1973.- La estrategia en unmundo multipolar. — Las relaciones econbmicas entre Europa y EE. UU .

problemas económicos entre EE.UU. y Europa en el contexto político miiitar Este-Oeste,- Po1mica econbmica:.

INGLATERRA

Adelphipapers..- níim. 100.- Subversión en Rodesia, 1957-1973: descripcian y an&lisis.

Inti’odu ccin

1. 1957-65 el fracaso del compromiso político1957—611962—65

II. .1966-70 Subversión y antisubversi6n.

—8—

III. 1971-73 La Comisión Pearce y consecuencias

1V. Fuerzas unitarias y divergentes

• .Reacciones.Jnt.Grnas. Implicaciones regionales• Aspectos de la situaci&n internacional

V . Factores Comparativos

• Ideología• Administracibn• Poderio militar - industrial• Geografía

VI, Conclusiones

Apndice.

‘ITALIA

1ivistadiPolitica Economica de agosto septiembre.- El mtodo marginalista como fundamento de la economía.- Macrofunciones de la producci6n ymedidacde la productividad en la hacienda autbnoma.- Friedman y el neo—keyneismo; una controversia todavía abierta.

flPolitico.-. jrnio de 1973.- Sistemas de medida, cultura política y sistemas de partíd.ás.. --- ReI:io y nacionalismo en el conflicto &rabe—israelí. —

1iuch de la palabra. Apuntes para una campa?a electoral.— El negociadodiplomático para el pacto de Letrán. - Actas del III Convenio Nacional de la—facultad de ciencias políticas. - Relaciones introductivas. — Los estudios sociales y políticos en la universidad italiana hoy.— Problemas y competen —

ci;as de la Universidad, estructura orgánica e ideologia profesional. - La interredación de los estudios sociales y políticos.— Aspectos cuantitutivos deldesarrollo de la facultad de ciencias políticas.— La norma político—social.—La norma político—hist6rica.— La norma político- econ6mica.— La norma plítico- administrativa.— La norma político internacional.

11Poljtjco.— nCim, 3 junio de 1973.— Sobre el uso político de la violencia.—Notas sobre el futuro de la política en EE.UU.- El mito del avejentamientoplanificado.— El producto potencial de un sistema econ6mico. Problemas dedefiniciones.- Okinawa en la política internacional. De la primera a la se—

—9—

gunda ocupación norteamericana (1853-1972).- EE.UU. y Rusia enfrentamiento en Oriente Medio y en el Mediterrneo Oriental.- Observaciones -

iniciales al problema de las dimensiones del Estado.- Irlanda desde elcq.fesionismo al separatismo. Nota sobre el referendum del 7 de diciembre-de 1972.

Rivista de Politica Economica noviembre de 1973. - Liquidez internacia-i-----------*-

e inflacibn.- Sobre el empleo del an&iisis de la regresibn el campo socio_econ6mico.- La industria del transporte en Italía. -Perspectivas de1rbajo para la Efta.

RivtiIa. octubre de 1973.- Las unidades veloces costeras en-la década de los 1970 (2 parte). - El. desarrollo de la tecnología marinaen1.iaJ ,mare. — La Gregoretti” nueva unidad de]a Comacia del Puerto para la b(isqueda y el socorro marinos, - Marina de guerrarDesarrollo de las fuerzas navales esjaiolas.

Rivista Maritti.ma.- de diciembre de 1973 .— Luces y sombras en el dispQsitivo de la defensa.- La participacibn, factor de progreso .- ¿Qu es el!management’? . - El “Derecho del Mar’1 en Ginebra . - Una regata alrede -

dor del mundo.

RjvistaMarjttima. de enero de 1974.- La funcin social de las fuerzasamadas en el contexto de la realid.d italiana contempornea. - Las relaciQnes entre Italia y EE.UU.- Un sistema autom&tico anticohsi6n naval, proséntado en el Congreso de los Institutos de la Navegacin.- La propulsinnuclear en la marina mercante: sil uacibn y prospectiva. — Consi.deracialeSsobre la batall.a i5o el Golfo de Leyte.

Rivista di Stude Politici internazionali.—d octubre—diciembre de 1973Solidaridad entre las naciones despus de la coexistencia distensiva.—Al1qde y Sacharov lecciones para Occidente.- La revisibn de la Carta Atlntj

ca.- Europa y EE.UU. en los aíios 1970.- El nuevo derecho europeo.

PORTUGAL

Revista_Militar.— diciembre de 1973.- La fuerza area y la aviacibn naval.Los ordenadores en la elaboreci&n de decisiones.— El sistema del tiempodividido (“Time Sharing”), aplicado a un proceso de .decisin.

- io—

Revista !rerrcnJdeDéhsa;. feb ro de NueVa arma de defensa antiarea a corta distancia: el sistema de misil NATO Sea Sparrow. -El-sistema de misil antiareo de corto alcance RB.-70. Los prototipos del ca.za ligero estadounidense . -. Al Alpha Jet para misiones de paoyo táctico cercano. Racionaiizaci6n de las flotas areas de transporte civil y militar. — —

A—lO el avin escogido por la USAF para las misiones de apoyo tctico cercano.- Material francés para la lucha contra las minas marinas..- MotoresMTU para las lanchas rápidas de laMarina de Alemania Federal,

U.S.A.

MarireCorDsGazett.— noviembre de1973.- Hitoria de la Infantería de —

Marina de EE.UU.- Las banderas de la i1farte.r.:’a. de Marina de E.UU.(breve reseña hist6rica), - El segundo día de TARAWA (relato sobre la guerra en el Pacífico durante la II Guerra Mundial).- Los escuadrones de aviones de infantería de marina entre 1912 — 1941.

MilitaryRevew,— noviembre de 1973.— Profesionalismo y valores militares.

Las mujeres en las Fuerzas Armadas.- Dialcticimperatjya._ Objetivos-de defensa brit&nicós. - Administracibn política soviética. - Entrenamiento -.

en el Ejrcito brjtnico.- Equilibrio militar rabe-israelí,- Mapamundi mejora la Proyecci6n Mercator. - De corci6n a cooperaci6n. - El libro de sugerencias.- Conferencia de Historia Militar.- ¿Paga o reto?.