MONOGRAFIA - Repositorio UMSA

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UNIVERSIDAD MAYOR DE SAN ANDRÉS FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS CARRERA DE DERECHO “PLAN EXCEPCIONAL DE ANTIGUOS ESTUDIANTES NO GRADUADOS” MONOGRAFIA COMPLEMENTACION DEL ARTICULO 21 DE LA LEY Nº 2616. CAMBIO DE APELLIDO ORIGINARIO POR OCCIDENTAL POSTULANTE: José Luis Mencias Cadena TUTOR: Msc. Edgar Zeballos Sánchez La Paz Bolivia 2011

Transcript of MONOGRAFIA - Repositorio UMSA

UNIVERSIDAD MAYOR DE SAN ANDRÉS

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS

CARRERA DE DERECHO

“PLAN EXCEPCIONAL DE ANTIGUOS ESTUDIANTES NO GRADUADOS”

MONOGRAFIA

COMPLEMENTACION DEL ARTICULO 21 DE LA LEY Nº

2616. CAMBIO DE APELLIDO ORIGINARIO POR

OCCIDENTAL

POSTULANTE: José Luis Mencias Cadena

TUTOR: Msc. Edgar Zeballos Sánchez

La Paz – Bolivia

2011

INDICE

1. INTRODUCCION……………………………………………………..1

1.1 Justificación …………………………………………………..4

1.2 Objetivos……………………………………………………….5

2. RACISMO Y DISCRIMINACION ……………………………….…..6

2.1 El colonialismo y nacimiento del racismo

y la discriminación…………………………………………6

2.2 La negación del otro……………………………………….7

3. EL SIGLO XIX Y EL RACISMO……………………………………11

3.1 Movimiento Indígena y

Multiculturalidad en Bolivia………………………………11

3.2 Definición de racismo y discriminación…………………12

3.3 La Ley Nº 045 Contra el Racismo y

toda forma de Discriminación……………………………13

4. MÉTODO…………………………………………………………..…14

4.1 Método Dialéctico ………………………………………14

4.2. El método dogmático jurídico………………………….15

5. LOS PRINCIPIOS JURÍDICOS VERSUS

LA PRÁCTICA SOCIAL DEL CAMBIO DE APELLIDO……….17

6. MARCO NORMATIVO PARA EL CAMBIO

DE APELLIDOS…………………………………………………….20

7. LA LEY DE REGISTRO CIVIL, LA LEY Nº 2616

Y PROPUESTA DE COMPLEMENTACION DE LA

LEY 2616 PARA EL CAMBIO DE APELLIDO……………………..24

7.1. El cambio de apellido originario

por occidental…………………………………….…….25

7.2. Propuesta de complementación de

la Ley 2616 para el cambio de apellido……….…….28

8. BIBLIOGRAFIA ………………………………………………….……32

ANEXOS

TEMA DE MONOGRAFIA

COMPLEMENTACION DEL ARTICULO 21 DE LA LEY Nº 2616.

CAMBIO DE APELLIDO ORIGINARIO POR OCCIDENTAL

1

1. INTRODUCCION

La presente monografía pone como centro del análisis al racismo y la

discriminación como factores sociales que inciden en el cambio de apellidos y

nombres en diferentes coyunturas históricas desde la colonia, de estos dos

aspectos socio históricos es necesario destacar su connotación que se manifiesta

directamente sobre la identidad, en el marco de la interacción individual donde

se exteriorizan las aspiraciones de superación (académicas, económicas, etc.)

que son limitadas y restringidas, las que se evidencian en los ámbitos

estructurales (brechas sociales, brechas económicas, brechas digitales, brechas

etc.) que están determinadas por los marcos de poder político, económico, social.

Por el carácter del tema se interpela dos ámbitos: social y jurídico, en estos dos

ámbitos las diferentes personas desarrollan sus prácticas de interacción social y

a su vez en el marco académico se generan teorías que posibilitan la explicación

de las problemáticas de la realidad social, explicaciones que se la elabora desde

un lugar socio-histórico1 (Dussel, Enrique. 2000, Ética de la liberación en la edad

de la Globalización y de Exclusión. Madrid: Trotta).

En el ámbito social se tiene como fuerza emergente la insurgencia de los

movimientos sociales e indígenas, los que consiguen espacios de participación:

a) en primer lugar se manifiesta como un reconocimiento de la diversidad

social con el concepto multicultural, que se expresa como avance teórico

académicos y que se reflejan en el ámbito jurídico en normas como la Ley

de Participación Popular y la CPE reformada en 1992, pero estos avances

son impuestos desde una modernidad globalizada, y plantea el

reconocimiento de las identidades culturales, otorgándose los derechos

para autogobernarse según sus instituciones manteniendo

1 Enrique Dussel plantea que “el observador se ‘sitúa’ (coyunturalmente) en algún lugar socio-histórico,

como sujeto de enunciación de un discurso y por ello es el lugar ‘desde donde’ se hacen las preguntas

problemáticas (Dussel, 2007: 15)

2

incuestionables los principios del liberalismo (Kimlicka, 1995) (Kimlicka,

Will 1995 Ciudadanía multicultural. Una teoría liberal de los derechos de

las minorías. Buenos Aires: Paidos), frente a este planteamiento de es

autor canadiense, Javier Medina dice “…no es lo mismo en Canadá, donde

los indígenas son minoría, que en Bolivia donde son una mayoría. La

consecuencia del multiculturalismo es tratar a esa mayoría en Bolivia,

como minoría” (FBDM. Multiculturalismo y Estado Plurinacional, abril de

2009), este proceso se lo puede identificar como el fin de un proceso socio

histórico colonizador, que tiene una clara tendencia liberal en sus

diferentes facetas.

b) En segundo lugar, se tiene después de 25 años una nueva coyuntura, que

como dice René Zabaleta Mercado se da un “vaciamiento social” ya que

se vive un nuevo momento constitutivo, se pasa de un Estado Regulador

disminuido a un Estado Plurinacional por tanto complejo que interviene en

la economía, donde se hace presente el sujeto negado, es decir se tiene

el resurgimiento y participación de los movimientos indígenas, campesinos

originarios no sólo en la Asamblea Constituyente sino también en el

proceso de construcción del Estado Plurinacional, lo que es evidente en

las palabra de Nélida Faldin2 “…nosotros estamos buscando la manera de

reivindicar nuestros derechos y cómo los ejercemos, porque no estamos

pidiendo que nos reconozcan, estamos pidiendo el respeto a nuestros

derechos y como participamos en la parte política, económica, en la

administración de este Estado”. Se puede destacar que no quieren un

simple reconocimiento, sino se reclama el respeto de derechos y la

participación en la administración del naciente Estado Plurinacional, ello

implica un proceso no simplemente de considerar la problemática de

descolonización, sino un cambio y revolución socio-cultural.

2 Líder indígena Chiquitana y ex constituyente

3

Como se puede identificar esta coyuntura socio histórica, en el marco del

problema de cambio de apellidos y nombres, determina un nuevo conjunto de

acciones tanto en el ámbito social y jurídico, los que permite no solo reflexionar

las connotaciones sociales que generaran una repercusión particular en el ámbito

jurídico que requiere asumir nuevos retos que vayan acordes con la problemática

social.

En Bolivia todas de las personas viven una coyuntura socio histórica en la que

posiblemente se deja atrás un proceso de constante negación de la identidad

ancestral, en el plano individual se tiene una diversidad de marcos de acción,

como ser: el teñido del cabello, las acciones para aclarar la tés de la piel morena,

y hasta los cambio del apellidos y nombres. Estos procesos que actúan sobre el

cuerpo del individuo para “ser otra cosa”, incluso las perspectivas de superación

académica demarcaban ese proceso de negación de la identidad ancestral.

Según el pintor indígena conocido internacionalmente Mamani Mamani, plantea

“…que el presidente debería ser el primero en abandonar su apellido español

para dar ejemplo” además agrega “hay que volver a recuperar en un acto de

principios y de identidad (…) el Gobierno y el Ministerio de Culturas deberían

facilitar a la gente ahora la posibilidad de recuperar los apellidos y los nombres

indígenas que están en extinción”. Este proceso no solo interpela al Presidente

del Estado Plurinacional considerado como el primer presidente indígena, que

según el investigador Fernando Gonzales-Doria el apellido Morales no tiene nada

que ver con los habitantes originarios de Orinoca de donde es el Jefe de Estado,

este apellido procede de la Merindad de Transmiera (Cantabria), partida judicial

de Santoña (Santander)3.

3 Según el investigador Muruchi Poma, en su libro “Evo Morales: De cocalero a presidente de Bolivia”, Ed.

Flor del Viento ediciones, 2008” el apellido más común vendría a ser Katari y que el nombre del presidente

debió ser Ibo Katari.

4

Otro caso de cambio de apellido hace referencia al ex Vicepresidente Víctor Hugo

Cárdenas, quien indico que su padre Pedro Choquehuanca (ancestral) cambio

su apellido por el de Cárdenas (español) en los años 40 por discriminación en

algunos institutos de educación superior para poder estudiar, además había

indicado que recuperar su apellido indígena es difícil pero que “si hubiera la

posibilidad, sin pensarlo dos veces yo lo haría”.

Lo último determina el propósito de la presente monografía la misma partirá de

los antecedentes, como el racismo y la discriminación, situación que incidió como

fundamento de los cambios de apellido indígena ancestrales a españoles, los que

se llevaron a cabo para esquivar el racismo y la discriminación incubada desde

la colonia y un contraste con el ámbito jurídico normativo, analizando como causa

legal aceptable del cambios de apellidos, dos causales4:

a. Que los nombres y apellidos sean motivo de burla

b. O que esos sean ofensivos

En ambos casos se practica en el ámbito jurídico en la mayoría de los países,

pero en los países en los que se presento el colonialismo como son los países

Latinoamericanos en los que existen una mayoría de población indígena

originaria5, se hace necesario analizar una tercera causal:

c. La causal de la discriminación étnico racial

Los cambios de apellido y nombre se dieron en el marco de una superación

educacional y el de alcanzar un status social diferente al que tenia de origen, esto

en relación fundamentalmente y en el marco de la migración campo ciudad.

1.1. JUSTIFICACION:

4 Insertándose además como otra causal en la mayoría de países Hispanoamericanos, como causal la

traducción del apellido extranjero a la lengua hispana.

5 Ésta población es todavía numerosa en Guatemala, Bolivia, Perú, Ecuador y México

5

El cambio de apellidos, generó históricamente en nuestro País un

desconocimiento de la identidad cultural de varios sectores sociales; los mismos

que cambiaron sus apellidos principalmente por causas de discriminación étnico

– racial. Actualmente con el surgimiento, desde el ámbito teórico doctrinal, de

corrientes de reconocimiento y valorización de esta heterogeneidad cultural y

surgimiento de movimientos sociales que desembocan en una coyuntura socio

histórica de un Estado plurinacional y una sociedad multicultural; en el cual se

desarrollan procesos con marcos ideológicos y simbólicos a partir de la

descolonización ejercida por sus personajes simbólicos y representantes

nacionales, demarcan rumbos prácticos para deja atrás un proceso de constante

negación de la identidad ancestral, logrando la posibilidad de recuperar los

apellidos y los nombres indígenas; este proceso de recuperación no solo estaría

acompañado de un proceso social de una alta autoestima, sino de procesos que

impulsen la superación de las brechas sociales, brechas económicas, brechas

digitales, etc., mismas que se presentan marcos de índices que son destacados

por el PNUD como avances significativos para superar la situación de pobreza

de la sociedad.

1.2. OBJETIVOS

OBJETIVO GENERAL:

- Proponer a partir de un análisis previo, la complementación del Artículo 21

de la Ley 2616, referido a las causas de cambio de apellidos en partidas

de nacimientos de personas registradas, incluyendo como una causal

legal la recuperación de un apellido indígena originario.

OBJETIVOS ESPECIFICOS:

- Análisis de las causas histórico – sociales del cambio de apellido en

nuestro País.

- Valoración del racismo y discriminación y su incidencia en la modificación

de apellidos indígena originarios por otros de raíz occidental o española.

6

- Análisis del marco normativo para el cambio de apellido y nueva propuesta

de causal legal para el cambio de apellidos.

2. EL RACISMO Y LA DISCRIMINACIÓN

2.1. El colonialismo y nacimiento del racismo y la

discriminación.

Los descendientes de las poblaciones indígenas, campesinas y originarias de lo

que hoy llamamos Latinoamérica, es todavía numerosa en países como

Guatemala, Bolivia, Perú, Ecuador y México. En estos países durante la colonia,

los indígenas nunca fueron esclavos, pero sí estuvieron relegados a ocupar los

lugares más bajos de la escala social y estaban forzados a trabajar al servicio de

los colonos españoles. En este marco de interacción social se formó una rica

mezcla cultural que hoy caracteriza a Latinoamérica. En todos los países

latinoamericanos, las comunidades nativas –unas treinta millones de personas–

se esfuerzan por garantizar la supervivencia de su herencia cultural y recuperar

la autonomía que perdieron con la invasión española europea.

Muchos indígenas de las colonias americanas participaron activamente en las

luchas por la independencia dirigidas por los criollos en el siglo XIX. Sin embargo,

el proyecto básico de las nuevas naciones latinoamericanas fue organizarse al

estilo europeo, con constituciones y economías que seguían el modelo francés,

por ende doctrinas jurídicas romanas, es el caso particular de Bolivia. Las

circunstancias políticas y económicas de las poblaciones originarias, por lo tanto,

cambiaron muy poco: estaban condenadas a la miseria y a la marginación social.

Por eso iniciaron y continuaron las rebeliones indígenas en diferentes regiones,

incluso se tienen manifestaciones con sus propias variantes hasta hoy en día.

Algunos intelectuales mestizos y criollos del siglo XIX integraron temas

relacionados con los amerindios en sus narraciones, denunciando la explotación

y pobreza de estos grupos y reivindicando el valor de su tradición cultural.

7

En este sentido el colonialismo viene a ser la base primordial para la constitución

de las ideas sobre las diferencias raciales y la discriminación. La idea de la

superioridad racial europea frente a la supuesta inferioridad y salvajismo de los

nativos de Latinoamérica serán parte de los procesos históricos de construcción

de imágenes culturales de conquistados y conquistadores.

Sin embargo, en el marco de la racionalización “científica” se desarrolla una

taxonomía del mundo natural a través de un sistema en que incluye a las

diferentes razas humanas como especies y subespecies, según características

físicas y diferencias biológicas a las que se asociaban determinados atributos

sociales y culturales. Se señala que el apogeo máximo del discurso científico

sobre la raza se produce después de la abolición de la esclavitud (mediados del

siglo XIX).

La formación de los estados modernos en Latinoamérica muestra que en la

conformación de naciones y nacionalismos operó un discurso sobre la raza con

efectos excluyentes sobre las poblaciones nacionales. Prueba de ello es que la

mayor parte de las manifestaciones de racismo se han dado dentro de las

fronteras nacionales. El racismo como acción política justifica más los procesos

de dominación internos que de dominación extranjera de tipo colonial. La

situación de los pueblos indígenas y minorías étnicas y nacionales en

Latinoamérica refuerza, la idea de la existencia de colonialismos internos lo que

se manifiesta con claridad en Bolivia. Donde la discriminación por motivos de raza

o etnia implica una operación simultánea de separación y jerarquización: el otro

racial o étnico es juzgado como diferente, y a la vez como inferior en jerarquía,

cualidades, posibilidades y derechos. Esta negación del otro se expresa de

distintas maneras entre sujetos y grupos sociales, sea mediante mecanismos

simbólicos y acciones cotidianas, sea como políticas sistemáticas y oficiales de

Estados o gobiernos.

2.2. La negación del otro

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En Latinoamérica el concepto de raza y sus efectos discriminatorios se vincula

históricamente a lo que se ha dado en llamar la “negación del otro” que en

términos étnicos y culturales, ella sobrevive y se transfigura a lo largo de la

historia republicana y sus procesos de integración social y cultural.

La negación del otro como forma de discriminación cultural se transmuta

históricamente en forma de exclusión social y política. En la modernidad

Latinoamericana el problema de la exclusión se expresa en el hecho de que se

tenía la peor distribución del ingreso en el mundo; y en el sesgo elitista en las

relaciones de poder, que ha constituido un serio obstáculo al desarrollo.

La exclusión social se asocia hoy a factores socio demográficos, a las dinámicas

(o insuficiencias dinámicas) de acumulación de la riqueza y de los factores

productivos, así como en las brechas educacionales, entre otros factores. Sin

embargo, la negación originaria de la cultura e identidad del otro constituye una

estructura de discriminación étnico-racial en torno a la cual se adhiere, con mayor

facilidad, la exclusión que adviene en las dinámicas de modernización.

El origen de la exclusión y la segregación étnica y racial se encuentra en el

sistema de la conquista y colonización. la conquista fue un proceso de

sometimiento, exterminio y avasallamiento de la cultura de los pueblos indígenas,

durante la colonia la estratificación y organización de la sociedad estuvo

plenamente ligada a patrones de jerarquización cultural y racial. En los que se

construyó la pirámide social, cuyo escalón más bajo era ocupado por los esclavos

africanos y en cuya cúspide se ubicaban los luso-hispanos. Indígenas y mestizos

estaban a medio camino entre ambos. El concepto de "pureza de raza" operó

como resorte ideológico de negación del otro.

La negación del otro presenta, en su desarrollo histórico, matices diversos. Esta

construcción difiere en sociedades ya complejas, como las andinas o mayas, o si

tuvo lugar en sociedades de menor complejidad o mayor dispersión, como las

amazónicas, mapuches o caribeñas.

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El descubridor, el conquistador, el evangelizador, el colonizador, el criollo,

finalmente el blanco, niega con un doble movimiento: de una parte se diferencia

al otro respecto de sí mismo, y en seguida se lo desvaloriza y se lo sitúa

jerárquicamente del lado del pecado, el error o la ignorancia. En el caso indígena

la categoría indio conjuga simultáneamente aspectos biológicos (raciales y

racistas) y culturales. Ser indio reflejaría una condición de subordinación y

negación de un grupo humano frente a otro que se autoconstruye y erige como

superior. Bajo esos preceptos, durante el orden colonial las poblaciones

indígenas se vieron sometidas a una permanente intervención, desestructuración

y destrucción de sus formas de vida, lengua y cultura. En muchos casos fueron

desplazados, dispersados o expulsados de sus territorios perdiendo con ello los

vínculos societales y culturales que les aglutinaban.

No hubo muchos cambios en los emergentes Estados republicanos, y aunque en

muchas regiones las poblaciones indígenas tuvieron una activa participación en

las campañas de Independencia, a poco andar las elites republicanas

reconstruyeron el mecanismo de negación del otro, atribuyendo a las poblaciones

indígenas el carácter de obstáculo al progreso, la cultura y la construcción del

Estado-Nación.

Los Estados Nacionales en el siglo XIX se plantearon la superación de las

estructuras jerárquicas de la colonia bajo la bandera de una sola cultura y una

sola nación, lo que sirvió también para empresas de homogenización nacional

que arrasaron con las culturas indígenas, mediante aculturación o exterminio.

Con dicotomías excluyentes, como "civilización o barbarie", se forzó a las culturas

indígenas a someterse a las formas culturales dominantes.

La negación del otro por parte de las elites políticas y económicas (las elites que

asumen su identidad como criolla, casi nunca como mestiza), asume discursos

esencialistas o autoritarios, para quienes la influencia externa adquirió el rostro

de la decadencia moral o la potencial corrupción del ethos nacional. En el extremo

opuesto, el propio "criollo" latinoamericano ha negado al otro de adentro (al indio,

10

al mestizo) identificándose de manera emuladora con lo europeo o

norteamericano, o bien definiendo el ethos nacional a partir de un ideal europeo

o ilustrado, frente al cual las culturas étnicas locales quedaron rotuladas con el

estigma del rezago o la barbarie.

La “aculturación-culturización” o integración simbólica ha operado como la

negación del valor específico de la cultura e identidad propia de los grupos

indígenas, y el intento organizado de quitarles su propio universo simbólico para

disciplinarlos en el trabajo productivo, la ideología del Estado-Nación, el espíritu

racionalista y el uso de una lengua europea. Si antes habían sido desvalorizados

por precristianos, más tarde lo fueron por preracionales y premodernos, y

considerados salvajes, haraganes, indolentes, impulsivos, negligentes, brutos,

supersticiosos y disolutos.

El Estado Nación se plantea la construcción de la identidad nacional que no

contempló lo indígena y lo negro. El resultado ha sido especialmente

problemático si se considera que ni la culturización ni la aculturación fueron

totales. Indios, negros, mestizos, quedaron en gran medida a mitad de camino

entre una y otra cultura. Más que identidad, desidentidad. Se necesitaron grandes

esfuerzos para preservar sus visiones de mundo y sus prácticas comunitarias;

como para sacrificarlas y para integrarse en una modernidad que no se

caracterizó ni por el multiculturalismo ni por la tolerancia.

La negación de la heterogeneidad cultural en la génesis de los Estados

nacionales latinoamericanos se manifiestan en los curriculum educativos, donde

no solo desvalorizan sino que construían su imagen como figuras del pasado, sin

existencia real en el presente. Los pueblos indígenas reales se mencionaban

como sociedades atrasadas y refractarias a los procesos de modernización y

cambio. La misma idea moderna de cultura tradicional refleja la imagen de

pueblos estáticos, ahistóricos y resistentes a toda modernidad. Sin tomar en

cuenta la riqueza viva de sus conocimiento transmitidos de generación en

generación, tanto contenidos y formas de conocimiento sobre indígenas y negros.

11

Sin embargo los indígenas fueron objeto de mayor preocupación, se plantearon

proyectos de integración simbólica del indio, y se los consideraba los legítimos

depositarios de la “identidad latinoamericana”. No faltaron los proyecto de

asimilación que fueron la educación y la “campesinización” de quienes aún vivían

en las zonas rurales. El nuevo proyecto civilizatorio se cimentó en la necesidad

de igualar, homogeneizar e incorporar a los indígenas sin considerar sus

particularidades e identidades propias.

3. EL SIGLO XIX Y EL RACISMO EN

BOLIVIA

3.1. Movimiento Indígena y Multiculturalidad en

Bolivia

La heterogeneidad cultural de nuestras sociedades reclama esta comprensión

ampliada de la política. El reconocimiento de identidades en sus diferencias es el

sustrato normativo para un proyecto colectivo que no sólo universalice la

ciudadanía, sino que también abogue por mayor equidad en oportunidades. Con

la promoción e integración de los sectores que padecen la triple exclusión:

- discriminación cultural,

- exclusión socioeconómica y

- marginación con mecanismos de representación y participación políticas.

El propósito de incluir la participación en el sistema de toma de decisiones, con

aspectos como la Ley de Participación Popular donde se reconocía sus usos y

costumbres y a su vez se desarrollaba la promoción de actividades productivas,

comunitarias y de capacitación, que fortalezcan la competitividad y la

organización entre los sectores excluidos.

12

Se plantea y establece un desafío adicional: cómo compatibilizar la libre

autodeterminación de los sujetos y la diferenciación en cultura y valores, con

políticas económicas y sociales que hagan efectivos los derechos de “tercera

generación”, reduciendo la brecha de ingresos, de patrimonios, de adscripción,

de seguridad humana y de acceso al conocimiento. Es decir se trata de promover

la igualdad para universalizar la titularidad de derechos económicos, sociales y

culturales, lo que hace necesario conciliar la no discriminación en el campo

cultural con el reparto social.

En 1982 se creó la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (CIDOB). su

objetivo central es consolidar la unidad entre los pueblos indígenas y originarios

para desarrollar alternativas legales. Se elaboró un proyecto de ley de los pueblos

indígenas del Oriente, Chaco y Amazonia boliviana. En sus puntos centrales

señala el concepto de pueblo indígena, los conceptos de derechos individuales y

colectivos, y el de una autonomía que resume una propuesta societal-plural.

La Marcha por la Dignidad y el Territorio en 1992, culminó en la Reforma de la

Constitución Política del Estado, cuyo artículo 1 señala: "Bolivia, libre,

independiente, soberana, multiétnica y pluricultural, constituida en República,

adopta para su gobierno la forma democrática representativa fundada en la unión

y la solidaridad de todos los bolivianos". Finalmente, el artículo 171 destaca a los

pueblos indígenas como los principales protagonistas de la problemática social

del país.

3.2. Definición de racismo y discriminación.

“Racismo.- Afirmación de la superioridad y privilegios de la raza; grupo humano

de ascendencia común, con análoga conformación física (color de la piel o del

pelo, facciones o estatura predominante) y otros rasgos peculiares en la

generalidad de sus individuos no mezclados. A la que se pertenece y desde

donde se genera desprecio o persecución de las demás, en especial si constituye

minoría de importancia numérica o por su influjo económico”

13

“Discriminación.- Acción y efecto de discriminar, de separar, distinguir una cosa

de otra. Desde el punto de vista social, significa dar trato de inferioridad a una

persona o colectividad por motivos raciales, religiosos, políticos u otros.

El problema de la discriminación racial ha dado origen a muy graves cuestiones

a través de los siglos y ha adquirido caracteres verdaderamente pavorosos con

la implantación de los modernos regímenes totalitarios de uno y otro signo, como

ocurrió en la Alemania nazi. Lo que en cierto modo tiene repercusiones en los

países como Bolivia ejemplo Juventud Cruceñista que planteaba la constitución

de la Nación Camba.

Frente a estos brotes de manifestación racial impulsados por algunos medios de

comunicación se estructuro la Ley Nº 045 “Contra el Racismo y toda forma de

Discriminación” de 08 de octubre de 2010.

3.3. La Ley Nº 045 contra el racismo y toda forma de

discriminación.

La Ley Nº 045 “Contra el Racismo y toda forma de Discriminación” de 08 de

octubre de 2010, no suprime las conductas, las prohíbe y las sanciona, lo que no

evita la discriminación por apellidos originarios frente a los apellidos

castellanizados o españoles, sobre la gente migrante del campo a la ciudad, que

una de sus necesidades insatisfechas es el cambio de apellido originario por otro

español en el área urbana, que crea sanciones sociales contra aquellos que no

tienen tales apellidos, generándose así la discriminación racial y por sexo.

No es lo mismo hablar desde un apellido occidental que desde uno originario:

Conde frente a un Mamani por ejemplo, la minusvalía se genera en este

acercamiento a las ciudades donde se encuentra el 70% de la población

boliviana.

El apellido es igual que la moda da seguridad a quien lo lleva, las ropas

occidentales el traje y la corbata para cumplir con determinados actos que son

14

sancionados con el ridículo o la crítica y murmuraciones al no haberse cumplido

con una formalidad para realizar un acto. Es lo mismo que ocurre con alguien que

lleve un apellido originario en lo urbano como si no estuviera cumpliendo con una

solemnidad exigida socialmente cuya sanción igual que en la moda pesa sobre

el ánimo de las personas y cuyo incumplimiento es como la nariz en medio de la

cara.

En la coyuntura socio histórica de un Estado plurinacional y una sociedad

multicultural, se desarrollan procesos en los que se tiene marcos ideológicos y

simbólicos que a partir de la descolonización ejercida por sus personajes

simbólicos como el Presidente indígena del Estado Plurinacional Evo Morales,

demarcan rumbos prácticos para deja atrás un proceso de constante negación

de la identidad ancestral, logrando la posibilidad de recuperar los apellidos y los

nombres indígenas, es proceso de recuperación no solo estaría acompañado de

un proceso social de una alta autoestima, sino de procesos que impulsen la

superación de las brechas sociales, brechas económicas, brechas digitales, etc.,

mismas que se presentan marcos de índices que son destacados por el PNUD

como avances significativos para superar la situación de pobreza de la sociedad.

Estos procesos de recuperación reconsidera la posibilidad de poner en

funcionamiento una normativa que permita que una mayoría o cambie su apellido

recuperando el originario o en todo caso busque un apellido español. Sería como

un arma de doble filo, pero se espera que funcione para los propósitos de

recuperación para ello se tendrá que trabajar muy fuertemente el sentido de

recuperación en el imaginario social. Para que no ocurra ello es necesario hacer

un análisis del marco normativo para el cambio de apellidos.

4. METODO

4.1 Método Dialéctico

El método dialectico es el pertinente para abordar la presente temática ya que

tiene un carácter socio histórico y se puede visualizar a dialéctica de los cambios

15

cualitativos que son productos de las tenciones sociales o lucha entre fuerzas

internas contrapuestas; en este sentido todo procesos se explica como unidad y

lucha de contrarios. En el campo social es un resultado de la lucha de fuerzas

sociales antagónicas; que se pueden manifestar en proyectos civilizatorios como

el del capitalino y el proyecto civilizatorio de los indígenas originarios que siempre

fueron excluidos de marcos de decisión y poder. Por ello se sostiene que la lucha

de fuerza y proyectos civilizatorios será la fuerza motriz de la historia

contemporánea de Bolivia; así como del origen del desarrollo y de la evolución

que son las causas internas, los opuestos internos; los objetos se desarrollan por

sus propias tenciones o contradicciones internas.

4.2 El método dogmático jurídico.

Este método se caracteriza porque trata a la norma como una significación lógica

autónoma, específica, que en tal carácter es perdurable a través del tiempo de

su positividad. El intérprete se dirige a buscar la “razón jurídica” a través de

conceptos que le ayudan a edificar lógicamente el sentido de la ley. Ese sentido

absoluto, racional de la ley, llevó a la dogmática a sostener el postulado de su

unidad cerrada, basada en la prohibición de crear Derecho al intérprete y de

obligarle a fallar.

Es obvio el alcance teórico de este método que, originalmente desprendido del

empirismo positivista, tomó el racionalismo para constituirse en la escuela

dogmática que aprehende los textos legales no como hechos empíricos, sino

“como sustentáculo de significaciones objetivas desprendidas del legislador

quelas formuló, y capaces de ir suministrando cada vez nuevas soluciones según

las circunstancias y la manera como se las maneja (Aftalión, Garcia Olano,

Vilanova, 1960: 438)

Las leyes, para esta escuela, no son hechos sino significaciones lógicas, que en

su entrelazamiento sistemático generan un ordenamiento total que abarca todos

los casos jurídicos posibles. La elaboración científica del Derecho es meta-

16

empírica, esto es racional, lógica, sistemática, en una palabra, dogmática. La ley

es manifestación objetiva y lógica, esto es razón.

“Como consecuencia del desarrollo precedente, se puede afirmar que la

tendencia de la Escuela Dogmática es conformar el ordenamiento jurídico como

una totalidad sistemáticamente estructurada, donde las partes (normas aisladas)

al vincularse entre sí, reciben su sentido del orden total donde se insertan. Esta

concepción permitió a la Teoría General del Derecho nutrirse de las grandes

construcciones lógico- normativas destinadas a elaborar los conceptos rectores

del Derecho a través de los procesos metódicos de abstracción, comparación,

clasificación y generalización, destinados a fundamentar racional y lógicamente

los principios legales.

Para Savigny el método de la interpretación de la ley tiene cuatro elementos:

gramatical, lógico, histórico y sistemático:

1) El elemento gramatical explica la estructura semántica de la norma y la

forma como nos llega el mensaje escrito del legislador;

2) El elemento lógico atañe a la estructura de razonamiento impreso en la

mente del legislador y a la composición interna de la norma;

3) El elemento histórico trata del carácter temporal de la ley y nos enseña,

como dice Salilles, que la ley debe adaptarse no sólo a los antecedentes

y las exigencias económicas y sociales que motivaron en un momento

dado su sanción, sino también a los nuevos requerimientos determinados

por la evolución social. En este sentido las normas jurídicas no deben ser

interpretadas como proyecciones de la voluntad del legislador, sino como

expresión y manifestación histórica delas necesidades sociales que han

motivado su creación.

4) El elemento sistemático, finalmente, expresa la unidad y ligamen de las

instituciones y reglas del Derecho para determinar la relación de la ley con

el sistema general y el lugar que ocupa aquella en el sistema”. Villarroel,

17

Claure Ramiro “Sociología del Derecho” Pp. 293 a la 295. Editorial

“Juventud” La Paz- Bolivia. Segunda edición s/f.

5. LOS PRINCIPIOS JURÍDICOS VERSUS

LA PRÁCTICA SOCIAL DEL CAMBIO

DE APELLIDO

a) Es indiscutible que por ser el Derecho, dogmático hay que partir de ciertos

principios generales de los cuales habrá que deducir las consecuencias lógicas;

pero aquellos principios, así como sus aplicaciones, tienen fines, son valores. Por

ello, el método utilizable tiene que ser al mismo tiempo lógico- abstracto-

deductivo, valorativo y finalista o teleológico

b) En 1975, el Ex presidente de la República Hugo Banzer Suarez emitió un

decreto supremo6 para que los indígenas puedan cambiarse de apellido y

acceder a institutos superiores. Hasta hace tres años era frecuente el cambio de

los apellidos indígenas por motivo de discriminación. La decisión la adoptó el Ex

presidente de la República Hugo Banzer Suárez, ante la presión campesina que

reclamaba por la discriminación que sufrían al no ser aceptados en institutos

superiores por llevar apellidos de sus ancestros indígenas. Esa norma permitió

que miles de indígenas cambien sus apellidos originales en poco tiempo (tres

meses), pues antes de ese decreto había una gran demanda pero los trámites

duraban años.

La historiadora Ximena Medinaceli señala que fue en 1583 cuando se adoptó la

obligatoriedad de tener el nombre y apellido. Sin embargo, en este período no

estaba establecido que el padre o la madre herede el apellido al hijo. Entonces,

muchos indígenas adoptaron apellidos españoles porque veían que con ellos

6 Se desconoce el número de este Decreto Supremo que tuvo vigencia solo tres meses. Este decreto es

citado por el investigador lingüista Eulogio Chávez.

18

tenían ciertas ventajas, pasaban por mestizos y así se libraban de pagar tributo

o de tener que ir a la mita. Esa discriminación se mantuvo en el período

republicano, los indígenas que querían seguir estudios superiores debían tener

un apellido mestizo. Según la Ex subdirectora nacional de Registro Civil, Ibette

Miranda, hasta hace unos cinco años era común recibir órdenes judiciales para

el cambio de apellido por motivos de discriminación. “Hay el caso de una familia

íntegra que cambio de apellido de apellido Quispe a Quisbert, por discriminación”,

recuerda. Aún se presentan estos casos, pero éstos no son aislados. A ese

fenómeno racial supervivió otro grupo que mantiene sus apellidos ancestrales,

debido a que “el mestizo tenía menos derechos en la comunidad”, señala

Medinaceli. Gracias a eso ahora perviven los Mamani y otros.

c) “Análisis lingüístico de los cambios de apellidos aymaras en La Paz”.

El fenómeno de cambio de apellidos aymaras es algo actual, pero no por ello

reciente; se ha estado produciendo desde la llegada de los europeos a tierras

nuestras. En aquel entonces inconscientemente y hoy con la venia de sus

poseedores. Antes de la incursión de los europeos a tierras aymaras no existían

los apellidos, el sistema nominativo se constituía de sólo nombres, así eran

nombres Waman, Qhispi, Kuntur, Qullqui, Quri, Phaxsi, etc. Estos nombres

representaban la identidad, la forma de ser de quien lo poseía. So pretexto de

cristianización, se bautizó a los “indios”, imponiéndoseles nombres europeos y

dejando como apellidos los nombres que ostentaban. El bautizo suponía también

un registro, por lo general escrito; es en este momento que se da otro proceso de

modificación variación o cambio del ya considerado apellido aymara”.

La lengua aymara y la castellana tienen diferentes sistemas fonológicos, por

ejemplo dentro los sonidos del aymara no es posible encontrar oclusivos sonoros,

pero si en español, estos son /b/; /d/; /g/; como en castellano no es posible

encontrar sonidos como/ph/; /q/; /x/; /k/, etc. Que son propios del aymara. Por lo

mismo, para un aymara hablante será dificultoso reproducir los sonidos que no

le son familiares y para un castellano hablante lo propio. Ahora bien, en el preciso

19

instante en que un español quiso inscribir al nuevo “cristiano” se encontró con

que algunos apellidos se pronunciaban de una manera desconocida, entonces

tuvo que esforzarse por reproducir dichos sonidos y adaptó aquellos fonemas

desconocidos al sistema fonológico que era de su dominio; este proceso de

adaptación de los sonidos aymaras al castellano se denomina refonemización,

refonologización o castellanización”.

Los nombres aymaras al pasar a un segundo plano, al llegar a ser apellidos, al

ingresar al sistema europeo de nombrar, sufrieron modificaciones a nivel

fonológico; es decir, la refonologización trajo consigo algunas consecuencias: la

primera consecuencia fue la pérdida de significado, nombres o apellidos aymaras

como QHISPI y QULLQI que significaban brillante y plata respectivamente

refonemizados son QUISPE y COLQUE pero no significan nada en aymara o

castellano; no obstante, los individuos bilingües (aymara- castellano) le dan su

significación original, al respecto Yapu7 menciona que estos y otros apellidos

como Mabiani, Quisberth o Maisman parecen ser significantes sin significado.

Una segunda consecuencia de la refonologización es la sustitución de

significado, el apellido aymara CHU´QUI que significa “plata, crudo, oro” una vez

castellanizado se presenta como CHOQUE que bien podría ser el futuro, tercera

persona, subjuntivo del verbo Chocar o podría referirse a una coalición o golpe

en el idioma español, desde ya en aymara Choque no tiene sentido alguno”.

Hasta aquí hemos identificado dos etapas históricas importantes para el proceso

de cambio o sustitución de apellidos aymaras, la imposición de nombres

europeos y la ruptura del sistema onomástico aymara por parte de los invasores

recién llegados y el proceso fonológico denominado castellanización. Por otro

lado, existe una etapa de la historia en que los cambios de apellidos aymaras

fueron consentidos e impulsados por los mismos aymaras, según Albó8 los

7 YAPU, Nelzon. Tipología del cambio de apellidos aymaras en La Paz, Tesis de Grado UMSA, La Paz

Bolivia, 2005, pág. 69.

8 ALBÓ, Xavier. Chukiyawu, cabalgando entre dos mundos. CIPCA, LA Paz Bolivia, 1983

20

apellidos aymaras empezaron a ser cambiados posterior a la revolución del 52,

pues la gente aymara tuvo acceso a la tierra, la educación, que con el pasar del

tiempo significará subir de estatus social. Esta revolución reconoció el derecho

que tenían los campesinos a la tierra y también a una identidad, por lo que mucha

gente decidió asumir el apellido de los patrones a quienes servían, este tema se

debe enfocar desde dos puntos de vista: primero, muchos campesinos sólo

contaban con nombres de pila y para ser registrados como bolivianos fueron

registrados con el apellido de sus patrones y en segundo lugar, algunos

campesinos tomaron por suyas las propiedades de los hacendados y no conformes

con ello también decidieron tomar sus nombres de familia. De ahí que se explica el que

algunos indígenas aymaras lleven apellidos españoles o no aymaras en la actualidad”.

Ahora bien, en el marco de la nueva coyuntura, en la que se plantea la posibilidad de la

recuperación de los apellidos y los nombres indígenas, se tiene un proceso abierto a

muchas demandas sociales con sus propias características a las que se debe dar

respuesta desde el ámbito jurídico; por ello y a partir de lo analizado se plantea la

presente propuesta, la misma que tiene que responder a nuevos ámbitos de las prácticas

sociales que buscan respuestas en el marco de la identidad de las personas.

6. MARCO NORMATIVO PARA EL CAMBIO

DE APELLIDOS

El cambio de apellido originario por occidental; Antecedente: D.S. de 1975

Como ya se indico anteriormente, en 1975 el ex presidente de la República, Hugo

Banzer, emitió un Decreto Supremo9 autorizando a los indígenas para cambiarse el

apellido originario por uno español por causales o motivos de discriminación, esta

decisión la asumió ante la presión campesina que reclamaba por la discriminación que

9 Se desconoce el número de Decreto Supremo, emitido por Hugo Banzer Suarez, aunque este es repetidamente

citado en estudios efectuados por historiadores y lingüistas como Ximena Medinacelli y Eulogio Chávez.

21

sufrían al no ser aceptados en los institutos superiores en especial academias de policías

y del ejercito.

Con este decreto no se ataco la discriminación es más se la fortaleció, se debe tomar en

cuenta que la discriminación racial por el apellido originario, data desde la colonia y se

actúa sobre ella en el periodo republicano, a raíz de una demanda de la Confederación

de Campesinos que llegaron a organizarse en 1973, la puntual demanda es por la

discriminación en los institutos militares, policiales así como en la universidad, los

ministros se reúnen y optan por emitir un Decreto, ya que los trámites duraban años,

este Decreto permitió el cambio de apellido de una gran cantidad de indígenas.

Posterior al Decreto de Banzer del que no se tiene muchos datos, se promulga la Ley

Nº 2616 del 18 de diciembre de 2003, en el que se establece la gratuidad del certificado

de nacimiento determinando que todo niño o niña, será inscrito en el Registro Civil

hasta sus doce años y en caso de indocumentación de los padres biológicos se

requiere:

a) Declaración de dos testigos al registrar un nacimiento

Se trata de una declaración de dos testigos, que declara que el niño o niña de O

a 12 años al ser inscrito, tiene los apellidos que ellos manifiestan, al no poseer

los padres documentos admite la Ley Nº 2616, en su artículo 30.

b) Doble partida de nacimiento obtenida a través de la libreta de servicio

militar.

Se trata de personas que obtienen la libreta de servicio militar con datos distintos

a su certificado de nacimiento, con lo cual recaban de registro civil sala murillo,

se les otorgue certificado de acuerdo a la prueba aportada por la libreta de

servicio militar, documento con el cual obtienen su certificado con los nuevos

datos de la libreta de servicio militar y no con los datos de su certificado de

nacimiento primigenio. Trámite que se realiza a través de un oficial del registro

civil.

c) Por el reconocimiento de hijos mayores y menores.

22

El reconocimiento de hijos mayores o menores de edad, constituye otra de las

formas de cambiar de apellidos, cuando un supuesto padre reconoce su

progenie, otorgándole su apellido, trámite que se realiza ante oficial del registro

civil con la participación de la madre en algunos casos. La persona que realiza el

acta de reconocimiento debe ser mayor de edad.

El hijo mayor de edad, que será reconocido debe dar su consentimiento; artículo

202, Código de Familia. Debe constar al final del acta la firma de todos los

participantes del acta de reconocimiento, refrendadas por el oficial de registro

civil.

d) Por la adopción de menores de edad.

Éste es un trámite ante el juez de la niñez y adolescencia dura treinta días y de

otorga mediante sentencia que será inscrita por el oficial de registro civil: artículo

63º (Concesión de la adopción): Código del niño, niña y adolescente.

e) Por la aplicación del apellido convencional.

Son los casos en que se tiene por lo general a las madres con sus hijos

“extramatrimoniales” a los cuales se tiene que ponerles un apellido por ley; uno

convencional para que no quede con un solo apellido el registrado.

f) Por la inscripción en oficialía de registro civil para obtener el cambio de

apellido.

Se trata de una inscripción que no consta en los libros del oficial del registro civil,

con la cual el solicitante logra durante mucho tiempo inscribirse en muchos

lugares, usando el certificado otorgado por oficial de registro civil, se encuentra

inscrito en un instituto, en la escuela, con lo cual para no perjudicarlo se admite

las pruebas aportadas por él, con los datos que no son los primigenios de su

nacimiento, sino la del certificado que utilizo.

Marco de la C.P.E. promulgada el enero de 2009

23

En el marco de la nueva Constitución Política del Estados se tiene y puede

visualizar un nuevo proceso de cambio de apellidos el mismo que puede ser

sustentado por:

El artículo: 21 de la C.P.E., en el inciso: 1º señala el derecho a la

autoidentificación cultural.

Este inciso de la CPE pone en claro que toda persona al tener derecho a la

autoidentificación cultural, demarca una coyuntura socio histórica en la que se

puede dejar atrás un proceso de constante negación de la identidad ancestral, y

se iniciaría un proceso para volver a recuperar los apellidos ancestrales

específicamente en relación a la “autoidentificación cultural”, tanto el Gobierno

así como el Ministerio de Culturas deberían facilitar para que las personas que

tengan una autoidentificación cultural y que tengan apellidos y nombres

españoles que fueron cambiados o heredados en el marco de la discriminación y

negación de la identidad ancestral, tengan la posibilidad de recuperar los

apellidos y nombres indígenas o ancestrales, esto tiene que ser sustentado en el

marco de la voluntad y el derecho que le asiste al considerarse parte de una de

las 36 nacionalidades, es decir que todo ciudadano se encuentra en condiciones

de autoidentificarse con la cultura de la que proviene y si decide cambiar sus

nombres y apellidos españoles o de otra procedencia por los de su cultura

ancestral, y así reproducir sus prácticas culturales.

En relación al derecho de identidad y filiación se tiene al:

Artículo 59 inciso IV Derecho a la identidad y filiación.

En este articulo se tiene una serie de derechos de los niños niñas y adolescente

entre los cuales es necesario destacar el inciso VI, que indica que “todo niño niña

y adolescente tiene derecho a la identidad y la filiación respecto a sus

progenitores. Cuando no se conozcan los progenitores, utilizaran el apellido

convencional elegido por la persona responsable de su cuidado” aspecto que se

apoya en el artículo 21 y que determina particularmente, en el caso de que las

24

madres solteras inscriban a sus hijos o hijas, no con un solo apellido, sino otro

convencional.

A partir de la Resolución 021/2010 emitida el 20 de septiembre de 2010, por el

Tribunal Supremo Electoral, se pone en vigencia la reglamentación de los

requisitos y procedimientos de rectificación, complementación, ratificación,

reposición, cancelación y traspaso de partidas de registro civil, por la vía

administrativa y bajo el principio de gratuidad. Esta normativa cuya base legal se

encuentra en la Constitución Política del Estado y la Ley No 18, del 16 de junio

de 2010 del Órgano Electoral Plurinacional, constituye un avance sustancial en

la efectivización del derecho a la identidad y reconocimiento de la personalidad

jurídica, ya que por muchos años las personas vienen enfrentando serias

dificultades para hacer correcciones en sus documentos de identidad, por la vía

judicial, y que en la práctica el factor económico fue el principal limitante para

cientos de personas.

En este sentido, con la emisión de estas normas de reconocimiento y protección

a la identidad cultural, es que el Estado viene cubriendo una deuda social

pendiente, producto de la discriminación étnico – racial. Al mismo tiempo éstas

normas y el reconocimiento de la existencia de una diversidad cultural como

Estado, se constituyen en la base para proyectar la presente propuesta

de recuperación de los apellidos y los nombres indígenas originarios.

7. LA LEY DE REGISTRO CIVIL Y

PROPUESTA DE COMPLEMENTACION

DE LA LEY 2616 PARA EL CAMBIO DE

APELLIDO

25

7.1. El cambio de apellido originario por occidental10.

Según investigaciones del Lingüista Eulogio Chávez, en 1975 se autorizó

a los indígenas, a través de un Decreto Supremo, cambiarse de apellido,

de un apellido originario a otro castellano o de origen occidental. Señala

que antes de que lleguen los españoles al continente, las personas se

conocían por nombres que adoptaban las familias, por ejemplo los

Mamanis, los Choques, etc.

De acuerdo a investigaciones efectuadas por lingüistas e historiadores sobre el

origen y significado de los apellidos indígenas se tienen los siguientes casos:

Apellidos indígenas

Choque • Según Chávez, este apellido tiene un gran significado en la cultura

andina, quiere decir oro. Originalmente se escribía Ch’uqui.

Huanca • Significa Capitanes de los incas, eran como administradores, muy

respetados. Su nomenclatura también cambió, se escribía Wanka.

Katari • Quiere decir víbora, que para la cultura andina significa coraje, por lo que

era un apellido de los guerreros. Mamani significa ojos finos.

Un caso de cambio de apellido, de un personaje público es el efectuado por el

padre del Ex Vicepresidente de la República, Víctor Hugo Cárdenas, relatado

por Eulogio Chávez de la siguiente forma11:

“El padre de Cárdenas cambió su apellido para poder estudiar:

DISCRIMINACIÓN • Pedro Choquehuanca intentó inscribirse en

10 Antecedente: D.S. de 1975

11 En http://eju.tv/foro/topic/cambios-de-apellido-el-presidente-tendriacutea-el- . nombre-

de-ibokatari#ixzz1YPVoordv

26

diversos institutos superiores, pero le negaban el ingreso por tener un

apellido indígena. En los años 40 se cambió el apellido.

Cansado de intentar ingresar a algún instituto de educación superior, de los que

constantemente era rechazado por tener un apellido indígena, Pedro

Choquehuanca hizo un último intento en uno en el que se enseñaba

topografía. Allí, un amigo suyo que era maestro en el instituto, le recomendó que

se cambie de apellido si quería seguir adelante con su sueño de ser profesional.

Era 1940 cuando Pedro optó por asumir el apellido Cárdenas, según recuerda

hoy su hijo y ex vicepresidente Víctor Hugo Cárdenas, luego de un largo trámite

logró su objetivo y su sueño se hizo realidad, es un topógrafo.

A partir de entonces, Pedro Cárdenas empezó una carrera profesional que le

ayudó a que sus hijos sigan el mismo camino. En 1951 nació Víctor Hugo, ya con

el apellido Cárdenas, quien hace poco fue expulsado del pueblo de sus ancestros

(Sankajahuira) por, entre otras cosas, haberse cambiado el apellido de origen.”

Este relato efectuado por el Chávez, grafica claramente las causas de

discriminación por las cuales, no solo él, sino mucha de la población indígena se

vio en la necesidad de cambiarse el apellido de uno indígena a otro de mayor

“aceptación social” para el momento y que en la actualidad lleva a un reproche

social e individual familiar.

Víctor Hugo Cárdenas, en una entrevista concedida al periódico “La Razón”

explico que intentó recuperar su apellido indígena, durante los años 1992-1993,

cuando era candidato a la Vicepresidencia de la República, pero que los

abogados le explicaron que era un problema muy complicado, pero que aún la

idea aún le ronda por la cabeza. “Si hubiera la posibilidad, sin pensarlo dos veces

yo lo haría”, afirmó.

27

En el análisis efectuado, sin embargo, Cárdenas señala una serie de

inconvenientes para efectuar este cambio, entre los cuales resalta que: 

“Después de más de 50 años de llevar ese apellido, toda su familia se vería

afectada, ya que sus papeles, no sólo de propiedad, sino también de estudio y

otros registros, llevan el apellido Cárdenas”. 

La “solución” encontrada por Cárdenas, ante la dificultad legal de recuperar sus

apellidos indígena originarios fue poner nombres aymaras a sus tres hijos y de

esta forma reivindicar su derecho de identidad cultural.

Efectuando un análisis del origen del apellido de Víctor Hugo Cárdenas Conde,

Eulogio Chávez, señala:

Los antecedentes

Pedro Cárdenas • Aún vive. Tuvo que cambiarse de apellido por la

discriminación a los indígenas en los institutos superiores y universidades. Pese

al cambio de apellido, Pedro apoyó a su comunidad como profesor.

Victor Hugo • Nació con el apellido Cárdenas y, aunque intentó recuperar su

apellido, no lo consiguió por los morosos trámites judiciales que eso implicaba.

Política • Los comunarios de Sankajahuira lo expulsaron de su comunidad, luego

que hizo campaña por el No a la Constitución Política del Estado. También le

reclamaron porque aseguran que desconoció su apellido indígena.

Propiedad • Hace ya dos semanas que su casa en esa localidad fue tomada por

los comunarios, quienes pretenden convertirla en una casa para ancianos.

Cárdenas sería el primo del Canciller

El ex vicepresidente Víctor Hugo Cárdenas, de quien su apellido original es

Choquehuanca, asegura que el canciller, David Choquehuanca, es un primo

lejano y que con él aún mantiene buenas relaciones.

28

“Sí, es un primo lejano, porque son de los Choquehuanca de esa región (…) En

esa zona la mayoría somos familiares, sino somos familiares consanguíneos,

somos familiares políticos”, afirmo Cárdenas.

El ex vicepresidente dijo que incluso tiene una larga amistad con David

Choquehuanca, relación que la cultivó cuando trabajaban juntos en la red de

organizaciones no gubernamentales Unitas, dando capacitación a líderes

campesinos.

El ahora opositor al Gobierno señaló que también sostiene una buena relación

con los padres de Choquehuanca y que, casualmente, sus esposas son de la

misma comunidad.”

CONCLUSIONES:

- Del análisis efectuado puede concluirse que dentro de los factores

sociales que incidieron en el cambio de apellidos indígena originarios a

otros de origen occidental, en nuestro País, se encuentra la discriminación

étnico racial ejercida contra este sector de la población, quienes en el

interés de superar estas brechas sociales, recurren históricamente a

cambiar este su apellido indígena originario.

- Tanto a nivel nacional como internacional, comienza a reconocerse al

“otro” culturalmente como un igual y con ello el reconocimiento de la

diversidad socio – cultural, se expresa en avances teórico académicos,

reflejados en el ámbito jurídico en normas como la Ley de Participación

Popular y la CPE de 1992; pero este avance posteriormente es

complementado con el surgimiento de los movimientos indígenas,

campesinos originarios no solo en la Asamblea Constituyente sino en el

proceso de construcción del nuevo Estado Plurinacional.

7.2. Propuesta de complementación de la Ley 2616

para el Cambio de Apellido

29

La Ley Nº 2616 modifica los Artículos 21º, 22º y 30º, de la Ley de Registro Civil,

de 26 de noviembre de 1898, en la siguiente forma:

"Artículo 21. La rectificación y corrección de errores de las letras de los nombres y

apellidos de las personas inscritas y la rectificación y complementación de datos

asentados en partidas de nacimiento, matrimonio y defunción, así como el cambio o

adición de nombre o apellido y la rectificación de sexo, se realizará mediante trámite

administrativo seguido ante las direcciones Departamentales de Registro Civil.

Este trámite administrativo se cumplirá sin modificar la identidad, fecha de nacimiento,

filiación, lugar de nacimiento, originalmente registrados.”

“Artículo 22. La rectificación de la fecha de nacimiento, la filiación y el lugar de

nacimiento, sólo podrán efectuarse en virtud de sentencia judicial, pasada en autoridad

de cosa juzgada.”

Por lo anteriormente explicado y considerando que la actual Constitución Política

del Estado señala dentro del preámbulo y espíritu de su contenido:

“Así conformamos nuestros pueblos, y jamás comprendimos el racismo hasta que lo

sufrimos desde los funestos tiempos de la colonia. El pueblo boliviano, de composición

plural, desde la profundidad de la historia, inspirado en las luchas del pasado, en la

sublevación indígena anticolonial, en la independencia, en las luchas populares de

liberación, en las marchas indígenas, sociales y sindicales, en las guerras del agua y de

octubre, en las luchas por la tierra y territorio, y con la memoria de nuestros mártires,

construimos un nuevo Estado. Un Estado basado en el respeto e igualdad entre todos,

con principios de soberanía, dignidad, complementariedad, solidaridad, armonía y

equidad en la distribución y redistribución del producto social, donde predomine la

búsqueda del vivir bien; con respeto a la pluralidad económica, social, jurídica, política y

cultural de los habitantes de esta tierra; en convivencia colectiva con acceso al agua,

trabajo, educación, salud y vivienda para todos. Dejamos en el pasado el Estado

colonial, republicano y neo- liberal. Asumimos el reto histórico de construir

colectivamente el Estado Unitario Social de Derecho Plurinacional

30

Comunitario, que integra y articula los propósitos de avanzar hacia una Bolivia

democrática, productiva, portadora e inspiradora de la paz, comprometida con el

desarrollo integral y con la libre determinación de los pueblos. Nosotros, mujeres

y hombres, a través de la Asamblea Constituyente y con el poder originario del

pueblo, manifestamos nuestro compromiso con la unidad e integridad del país.

Cumpliendo el mandato de nuestros pueblos, con la fortaleza de nuestra

Pachamama y gracias a Dios, refundamos Bolivia. Honor y gloria a los mártires

de la gesta constituyente y liberadora, que han hecho posible esta nueva historia.”

Determinando en su Art.1 a Bolivia como un Estado Unitario Social de Derecho

Plurinacional Comunitario, libre, independiente, soberano, democrático,

intercultural, descentralizado y con autonomías. Bolivia se funda en la pluralidad

y el pluralismo político, económico, jurídico, cultural y lingüístico, dentro del

proceso integrador del país.

Asimismo en el Art. 2., indica que “Dada la existencia precolonial de las naciones

y pueblos indígena originario campesinos y su dominio ancestral sobre sus

territorios, se garantiza su libre determinación en el marco de la unidad del

Estado, que consiste en su derecho a la autonomía, al autogobierno, a su cultura,

al reconocimiento de sus instituciones y a la consolidación de sus entidades

territoriales, conforme a esta Constitución y la ley.”

Ambas disposiciones se complementan en el ámbito de la identidad, con el Art.

21 que dispone que “Las bolivianas y los bolivianos tienen los siguientes

derechos:

1. A la autoidentificación cultural. 2. A la privacidad, intimidad, honra, honor,

propia imagen y dignidad.”

Por todo lo expuesto, considerando el derecho que tiene todo ciudadano a

mantener su identidad cultural y que por motivos de discriminación racial histórica

en nuestro País, generó no en pocos casos, ya sea por demanda judicial de

cambio de apellido o vía ejercicio del derecho, consagrado en el D.S. de 1975,

cambiaron sus apellidos originarios por apellidos castellanizados y de origen

31

occidental, propongo complementar la disposición contenida en el Art. 21 de la

Ley 2616, debiendo la misma quedar redactada de la siguiente forma:

Artículo 21. La rectificación y corrección de errores de las letras de los nombres

y apellidos de las personas inscritas y la rectificación y complementación de datos

asentados en partidas de nacimiento, matrimonio y defunción, así como el cambio

o adición de nombre o apellido y la rectificación de sexo, se realizará mediante

trámite administrativo seguido ante las direcciones Departamentales de Registro

Civil.

Asimismo procederá el cambio de apellido en casos en los cuales se haya

cambiado un apellido de origen indígena originario, que correspondía

históricamente a la familia del solicitante, por un occidental y se tenga la voluntad

de recuperarlo. A este efecto deberá proporcionarse todos los documentos

legales que acrediten este cambio y demuestren el uso del apellido originario en

su ámbito histórico familiar; debiendo quedar registrado esta modificación en nota

marginal en la partida de nacimiento y emitirse la Resolución Administrativa

correspondiente.

Este trámite administrativo se cumplirá sin modificar la identidad, salvo en el caso

de retomar un apellido originario, fecha de nacimiento, filiación, lugar de

nacimiento, originalmente registrados.

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