Memoria y arte urbano en Bogotá

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Laura Rodríguez Marín 200811197 Arte urbano y memoria: El discurso de los muros de la calle 26 Toda una ciudad monta en cólera. Ciudades enteras montan en cólera. Ella: ¿Contra quién, la cólera de las ciudades enteras? La cólera de las ciudades enteras tanto si lo quieres como si no, contra la desigualdad establecida como principio por ciertos pueblos contra otros pueblos, contra la desigualdad establecida como principio por otras razas contra otras razas, contra la desigualdad establecida como principio por ciertas clases contra otras clases. Ella: Oye... Igual que tú, yo conozco el olvido. Él: No, tú no conoces el olvido. Ella: Igual que tú, estoy dotada de memoria. Y conozco el olvido. Él: No, tú no estás dotada de memoria. Ella: Como tú, yo también intenté luchar con todas mis fuerzas contra el olvido. Y he olvidado, como tú. Como tú, deseé tener una memoria inconsolable, una memoria de sombras y de piedra. Ella: Luché por mi cuenta, con todas mis fuerzas, cada día, contra el horror de comprender ya en absoluto el por qué de recordar. Y como tú, he olvidado... (Marguerite Duras) 1

Transcript of Memoria y arte urbano en Bogotá

Laura Rodríguez Marín

200811197

Arte urbano y memoria: El discurso de los muros de la calle 26

Toda una ciudad monta en cólera.Ciudades enteras montan en cólera.

Ella: ¿Contra quién, la cólera de las ciudades enteras?La cólera de las ciudades enteras tanto si lo quieres como si no,

contra la desigualdad establecida como principio por ciertos pueblos contra otrospueblos,

contra la desigualdad establecida como principio por otras razas contra otrasrazas,

contra la desigualdad establecida como principio por ciertas clases contra otrasclases.

Ella: Oye... Igual que tú, yo conozco el olvido.Él: No, tú no conoces el olvido.

Ella: Igual que tú, estoy dotada de memoria. Y conozco el olvido.Él: No, tú no estás dotada de memoria.

Ella: Como tú, yo también intenté luchar con todas mis fuerzas contra el olvido.Y he olvidado, como tú. Como tú, deseé tener una memoria inconsolable,

una memoria de sombras y de piedra.Ella: Luché por mi cuenta, con todas mis fuerzas,

cada día, contra el horror de comprender ya en absolutoel por qué de recordar. Y como tú, he olvidado...

(Marguerite Duras)

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Contenido

Introducción La perspectiva teórica

1. Memoria 2. Grafiti y Arte urbano3. Imagen y discurso

MetodologíaAnálisis Bibliografía

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Introducción

La ciudad parece a simple vista acoger la rutina de quienes

la transitan a diario. Sin embargo, percibirla como ciudad

viva, significa dotarla de intervalos ocultos. Ella se

maquilla y se camufla, entonces, vivir en la ciudad

significa recorrerla y caminarla, pero para levantar las

capas que la componen se hace necesario apropiarla y vivirla.

Descubrir los mensajes ocultos de la ciudad implica mirar a

cada paso, todo está ahí. En está ocasión, mi interés es

enfocar la mirada en los grafitis y en especial una

manifestación que hace parte de él: el arte callejero, la

ciudad tatuada en la que se escribe sobre cada muro una

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imagen del mundo. En Bogotá, son muchas las manifestaciones

que se podrían observar, sin embargo esta vez considero

relevantes aquellas que conforman el recorrido de la calle

26 a la altura del Cementerio central ya que éstas suscitan

mi interés mucho más allá que por lo estético, por la

realidad que crean.

Habría mucho de qué hablar sobre el arte urbano, sin embargo,

en cuanto a lo que nos interesa señalaremos que las

intervenciones realizados en la calle 26, más exactamente en

los alrededores del “Centro de memoria, paz y reconciliación”

son mucho más que un adorno de la ciudad y en este sentido se

establecen como un acto performativo, puesto que la totalidad

de las imágenes exponen un evento comunicativo “dentro de un

contexto espacio-temporal definido” (Merlo, 2013). Estamos

entonces frente a un texto compuesto por imágenes y algunos

textos que abiertamente construyen la palabra memoria.

La pregunta ahora, es cómo se construye un discurso a través

de las intervenciones de arte público de la Plaza de los

Murales de Memoria. Si bien, hay un interés estético, en este

caso procuraremos explicar y analizar desde los estudios

visuales la construcción y el efecto del discurso del arte

callejero en su mediación con los ciudadanos.

Para analizar las imágenes es necesario aclarar que éstas se

concibieron en respuesta a varias convocatorias, algunas de

las presentadas en este texto fueron seleccionadas para

celebrar el 475º aniversario de Bogotá, para el cual El

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Instituto Distrital de las artes -IDARTES- otorgó cinco becas

de intervenciones temporales de mediano y gran formato en

grafiti sobre la calle 26. Lo que se buscó a través de estas

intervenciones es <<fomentar la práctica responsable del

grafiti, generar acciones pedagógicas alrededor de esta

práctica plástica en Bogotá y promover el trabajo

colaborativo entre expertos de las distintas actividades

relacionadas con la elaboración de este tipo de

intervenciones. El resultado de esta convocatoria, además,

promueve nuevas relaciones entre los transeúntes y el espacio

público, al mismo tiempo que se pretende mejorar la calidad

del espacio urbano>>. Inicialmente propuse un énfasis en las

imágenes, sin embargo, considero relevante repasar lo que se

publicó en la página de internet de IDARTES con motivo de la

celebración, ya que evidencia los discursos que controlan el

arte público y la vez marcan la forma en que éste comunica.

Los muros que acogen las intervenciones de arte urbano

corresponden a un lugar creado para responder a la necesidad

de recordar de los colombianos. La emergencia de la memoria,

se puede relacionar entonces con el proceso de justicia

transicional y reparación mediante el cual se pretende

reconciliar a las víctimas del conflicto y llegar a acuerdos

que garanticen una paz real y duradera. Así, la referencia a

los hechos históricos de asesinatos, desplazamientos y guerra

no son suficientes para recordar, entonces, se crean

productos culturales dedicados a conmemorar. Así, “la memoria

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está viva siempre en manos de grupos vivos y por ello está en

permanente evolución, abierta a la dialéctica del recuerdo y

de la amnesia, inconsciente de sus deformaciones sucesivas,

vulnerable a todas las utilizaciones y manipulaciones,

susceptible de vivir largas latencias y repentinas

revitalizaciones” (Nora, citado en Chéroux 60). Los grafitis

de la 26, no están solos, dialogan entre sí creando un

discurso que busca hacer del ciudadano un ser consciente o

por lo menos sensible en cuanto a la historia del lugar que

habita, aunque estos fenómenos no sean específicamente de la

ciudad se apela a la memoria, un recurso necesario en un

espacio y tiempo preciso: la Colombia del 2014.

Sobre la perspectiva teórica

1. Memoria

La memoria como objeto de interés público y de investigación

dentro de las disciplinas de las ciencias sociales es un

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fenómeno relativamente reciente. Según Olick y Robbins (1998)

el surgimiento de la preocupación por la memoria en cuanto

fenómeno social data de las primeras décadas del siglo XX.

Su obra fundacional es la obra de Maurice Halbwachs “ les cadres

sociaux de la mémoire” (1925) , en la cual el autor establece la

memoria como un fenómeno social, estrechamente relacionado

con la cultura, ya que desde su concepción cada individuo, al

situarse en un contexto social especifico “ se nutre de éste

para recordar o recrear el pasado” (Halbwachs, 1925, p.72) y

contribuir en los procesos de construcción de memoria

colectiva, dentro de las conformaciones simbólicas de

determinada cultura. Esta concepción, establece una relación

entre los mecanismos simbólicos, las instituciones y las

prácticas culturales que intervienen en la conformación

social de un grupo, creando el vínculo entre memoria, cultura

e identidad social.

Sin embargo, es hasta 1980 que surge un interés

considerable por la problemática de la memoria el cual se ve

plasmado en las numerosas referencias en torno al tema desde

diferentes disciplinas. Su emergencia como término central

tanto en la academia como en diversos dominios de la cultura,

la política y el ámbito público se conoce como “el boom de la

memoria” (Rossington y Whitehead, 2007), un fenómeno que dio

lugar al surgimiento de instituciones, grupos de estudio y

centros de investigación dedicados al tema. En la academia,

éste fenómeno se ha caracterizado por una postura que se

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distancia de los métodos tradicionales de la historiografía y

en cambio se focaliza en las políticas públicas de

conmemoración.

Uno de los conceptos más significativos es el de lugares de

memoria de Pierre Nora, pues propone el establecimiento de

espacios de conmemoración e identidad nacional como pilares

fundamentales de manifestación simbólica. En la introducción

titulada “entre memoria e historia” el autor establece una

diferenciación entre la memoria y el discurso histórico

subrayando que el interés por la memoria como un objeto de

estudio surge en respuesta a la aceleración de la historia

que ha causado una ruptura en el equilibrio que reprime la

experiencia de las tradiciones vivas ya que las desplaza

mediante la presión de una sensibilidad fundamentalmente

histórica fundada sobre la monumentalización del pasado y la

construcción de símbolos y espacios – lugares de memoria- .

Según Nora se habla tanto de la memoria porque queda muy poco

de ella, por esto existen lugares de memoria, porque ya no

quedan verdaderos entornos de memoria.

Entonces, “son lugares, en efecto, en los tres sentidos de la palabra, material,

simbólico y funcional pero simultáneamente, a grados solamente diversos. Incluso

un lugar de apariencia puramente material, como un depósito de archivos, es sólo

lugar de memoria solo si la imaginación lo inviste de un aura simbólica” (Nora,

1997, p.32). Es decir que para Nora los lugares de memoria

están marcados por una “intención de memoria”, de “detener el

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tiempo, bloquear el trabajo del olvido, fijar un estado de

cosas, inmortalizar la muerte, materializar lo inmaterial”,

(Nora, 1997, p.33), y la característica principal de estos

lugares es que viven para ser transformados, van adquiriendo

significaciones que no son estáticas.

Esta investigación sigue el “lente” de Nora, pues su concepto

de lugares de memoria es uno de los puntos de referencia para los

académicos e instituciones interesados en el tema. Además,

esta noción de memoria como “toda unidad significativa, de

orden material o ideal, de la cual la voluntad de los hombres

o el trabajo del tiempo ha hecho un elemento simbólico del

patrimonio memorial de cualquier comunidad” (Nora, 1997) ,

contribuye a enlazar el interés político de los lugares

públicos con la tradición y los intereses morales e

ideológicos de los espacios de conmemoración, y otorga las

luces para pensar en las estrategias que se emplean en países

como Colombia, donde tras la historia de conflicto se hace

necesario pensar en formas de recordar.

Los lugares de memoria, siguiendo a Nora, podrían entenderse

como aquellos que concentran significaciones en torno a una

política nacional de la memoria; en otras palabras, son

lugares con contenidos culturales y políticos específicos;

donde la memoria se materializa dotando de cierta

especificidad a un espacio dado. De esta forma, los lugares

de memoria en el espacio urbano crean nuevas relaciones con

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los sujetos, producto de la transformación de un lugar a

partir de la implementación de la política memorial local en

la modificación del espacio. De esta forma, se entretejen en

un mismo proceso los cambios en la cotidianeidad y la

reconstrucción de ciertos símbolos urbanos que actúan sobre

las subjetividades y la apropiación de los lugares.

Surge entonces la relación entre la creación de estos lugares

con una cierta perspectiva de poder para dotar de cierta

legitimidad su instauración. Así, estos lugares integran

relaciones de poder que cargan de significación espacios como

el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación creado en el

espacio anteriormente más conocido por ser el Cementerio

central de Bogotá. A partir de esta concepción de la memoria,

que propone los lugares como fundamentales para la

conmemoración, es que esta investigación se acerca a un

contexto como el de El callejón de la memoria, a encontrar

estrategias desde el sector público con una iniciativa de

creación de estrategias de memoria.

Políticas de memoria y paz en Colombia

Lo que encontraremos una y otra vez en esos puntos de inflexión y momentos en que

algo se mueve más allá de las garras de la violencia es la visión y la creencia de que el futuro

no es esclavo del pasado y que el nacimiento de algo nuevo es posible. –Jean Paul Lederach–

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Partiendo del contexto global occidental del siglo XX se

consolida un interés por la preservación de la memoria de las

víctimas de eventos de violencia y guerra, dentro de los

principios normativos y éticos de la justicia de transición,

la cual da lugar a diversas iniciativas por parte del Estado

colombiano para la construcción de la memoria histórica del

conflicto armado y funciona como un deber con las víctimas

de violaciones a los derechos humanos y como fundamento para

la reconstrucción de la paz y el fortalecimiento de la

democracia. El “deber de memoria” es reciente en los

aparatos del Estado como responsabilidad con las víctimas y

como un medio fundamental para la construcción de la paz

nacional y la reconciliación cuyas condiciones se dieron en

una política resultado de la implementación de la ley

conocida como la “ley de justicia y paz” o 975 de 2005.

Así, el estado colombiano instauró un proceso de justicia de

transición con el marco jurídico de la Ley de justicia y paz,

con el fin de desmovilizar los grupos armados, sin dejar de

lado el cumplimiento con las exigencias en materia de

protección de los derechos de las víctimas y de la lucha

contra la impunidad establecida en el Derecho internacional

humanitario. Y empleó otras políticas a un lado de las

reformas estructurales de la rama judicial.

Entre esas estrategias de conmemoración, se creó el Centro de

Memoria, Paz y reconciliación, construido en la calle 26 a la

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altura de la carrera 19. La idea de fundar un Centro de

Memoria fue gestada por en el Instituto de Estudios para el

Desarrollo y la paz y se hizo realidad en enero del 2008

cuando la entonces secretaria de gobierno Clara López Obregón

incluyo el proyecto en el Plan de Desarrollo 2008-2012, en

diciembre de 2012 se entregó a Colombia y a la ciudad la obra

emblemática de la memoria histórica para la paz1. Esta obra

busca ser un homenaje a la memoria de todas las víctimas de

la violencia que ha vivido el país, especialmente desde el

año 1948.

Segun Clara Lopez, “Lo importante de este Centro es que será un homenaje

viviente, en el que se buscará reunir, de manera física y virtual, la memoria del

conflicto, de cada uno de sus hitos dolorosos y de sus víctimas. Tenemos como

objetivo juntar allí todos esos elementos para que contribuyan a decir que no

vamos a olvidar, que no vamos a repetir lo sucedido y para sentar unas raíces,

desde la capital de nuestro país, que sirvan de base para el proceso de

reconciliación que necesita nuestra sociedad”.

Así, este proyecto se relaciona con el recorrido que han

hecho otras ciudades capitales para homenajear a las víctimas

a través de estos símbolos, tal como el museo del judaísmo en

Berlín, el museo del Apartheid en Johannesburgo y el museo de

la Esma en Buenos Aires. La idea del Centro, es contribuir a

proyectar un futuro de paz y una nueva visión de la memoria.

Y es que si bien, Bogotá no es el lugar donde se presencia de

1 El libro Bogotá ciudad memoria publicado en noviembre de 2012 cuenta endetalle el proceso de conformación del Centro de memoria paz yreconciliación.

12

forma vivida la guerra, no es una ciudad ausente de los

problemas de la violencia y del conflicto armado de la

historia reciente de Colombia. Al contrario, ha sido

protagonista en algunas ocasiones y ha recibido personas

desplazadas y reinsertadas las cuales recuerdan que aunque es

la capital, no está fuera del conflicto. La pregunta aquí, es

si estos centros de conmemoración erigidos en un discurso

similar al del Centro de Memoria Paz y Reconciliación logran

transmitir el mensaje de conmemoración y de qué forma lo

hacen. Problematizar la cuestión de los museos de la memoria?

El Centro se propone como un punto de encuentro para

iniciativas de paz; para pedagogía por el Derecho

Internacional Humanitario, para la promoción de una cultura

de paz, una cultura por la verdad, la justicia y la

reparación; y también se constituye como un apoyo a la

formulación de propuestas políticas de reparación. Por otro

lado, el centro también busca crear una noción pública del

concepto de víctima y así contribuir desde lo colectivo a la

recuperación de su dignidad, y honor ante la comunidad y ante

los ofensores.

Entonces, la conexión que se hará en esta propuesta

específica, tiene su punto focal en el Centro de Memoria,

Paz y Reconciliación visto desde la noción de Pierre Nora, ya

que este se erige como un lugar de memoria, pues se encarga de

mantenerla viva, realizando actos conmemorativos que

vitalizan la historia, los hechos violentos, las masacres, y

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los secuestros a través del espacio: mediante la construcción

de monumentos y obras públicas desde la perspectiva de la

reparación y reconciliación, los cuales se valen del recuerdo

de aquellos hechos que ni los ciudadanos ni el Estado ni la

nación quieren que vuelvan a ocurrir.

La creación de Lugares de Memoria se relaciona con el empleo

de estratégicas discursivas y estéticas que ayudan a

transmitir la intención del mensaje que pretenden transmitir

las instituciones encargadas de instaurar las políticas

públicas; entre estas las intervenciones de arte callejero se

establecen y se legalizan para sacar el discurso de

conmemoración del Centro de Memoria, Paz y Reconciliación a

la calle, un espacio más asequible en las prácticas

ciudadanas de transitar. La observación anterior /

problematizar / pasado? Presente?

Además: aclarar la relación entre el Centro y grafiti de la

26? Crear un puente con el tema que sigue.

2. Grafiti y Arte urbano

Caminar en las calles de Bogotá o cualquier otra ciudad

supone una idea de orden, según Decerteu existe una mirada

desde arriba que se encarga de planificar las ciudades a

partir una perspectiva de poder, se planifica una disposición

al interior de la cual se crean un sin número de prácticas

que se instauran en el hecho de habitar; la mirada desde

abajo corresponde a quienes recorren las ciudades. Una de

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esas prácticas propias de la ciudad es el grafiti, el cual se

ha tomado históricamente como herramienta comunicativa del

hombre underground de las ciudades, que encontró en los muros

de las grandes metrópolis y en la imagen una forma de

expresión, demostrando que aspectos de la cultura de un país,

se pueden determinar por los rayones de las paredes.

Estudiosos del grafiti como el semiólogo colombiano Armando

Silva definen el grafiti como un “ritual de auto

representación” (Silva, 1986, p.14). El Grafiti es un

fenómeno cultural y comunicativo, concebido inicialmente como

una marca urbana relacionada con lo no permitido, es decir

que lo que se considera grafiti debe violentar con un orden

lingüístico, estético y político o manifestarse contra lo que

está establecido; el grafiti no busca tener autorización,

sino que se toma los muros de la ciudad para expresar y

transmitir.

Sin embargo el grafiti se ha trasformado y desde su

nacimiento hasta hoy nos habla de discusiones acerca de la

forma en que debe ser tomado, y ahora si bien sigue llevando

por las ciudades mensajes de inconformidad, también se ha

incluido en el mercado del arte y la publicidad. Visto de

esta forma el grafiti es una práctica en movimiento. Armando

Silva, sigue durante años el movimiento del Grafiti y crea

unas valencias que determinan lo que es y lo que no es

considerado como Grafiti que conserva hasta hoy: la

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marginalidad, el anonimato y la espontaneidad. Cuando falta

alguna de ellas se trata de otro tipo de expresión que no es

el Grafiti. Así, el grafiti de hoy lleva nuevas estrategias

de composición “se asocia con recientes manifestaciones del

arte y ataca desde muros, no solo físicos sino virtuales. Han

aumentado sus ejecutores, los ciudadanos que lo reciben

también se esparcen, se ha infiltrado en nuevos grupos”

(Silva, 15). Entonces, éstas manifestaciones cada vez más

autorizadas y menos marginales se vuelven Arte urbano.

El Grafiti se vuelca cada vez más hacia el “arte”, cada vez

más hacia la gráfica y deja de lado el uso de palabras, sin

embargo sigue siendo una expresión cargada de mensajes, que

al ser interpretados conllevan a una realidad, en la

actualidad el grafiti, concebido en su faceta de Arte urbano

se utiliza desde las instituciones de como arte público para

decir a través de la imagen. Ahora debido a que las

instituciones gubernamentales promueven ésta práctica, se ha

redefinido su función y su esencia; en la actualidad por

decisión del Distrito el grafiti “adorna” la ciudad,

volviéndola más atractiva e incluyendo esta práctica en un

nuevo discurso: el arte urbano y público. El grafiti en su

nueva concepción ya no es una práctica libre y espontánea, se

ve cargado de nuevos requisitos que le permiten ser incluido

en un espacio sociable; el arte público, ya no trata de los

artistas sino de su sentido cívico. La inclusión del grafiti

en las nuevas propuestas de lo público dentro del urbanismo

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se dota de sentido a través de la mediación con sus

receptores, los ciudadanos (Silva, 2013). Esta mediación, da

forma a su vez al espacio, y atrae la atención de los

ciudadanos hacia un contexto diferente de la vida en las

calles de la ciudad y advierte una realidad: el espacio

público es político y el arte urbano está por lo tanto,

predispuesto a la política.

[hay que dar más espacio a esto: es un cambio radical / la

institución se hace promotora de un “arte de oposición”?

sí /no / dentro qué contexto y por qué…]

3. Imagen y discurso

Lo visual da una noción directa, un conocimiento

contiguo y global. (…) las palabras caminan de otra

manera en nuestro intelegir. La imagen la estamos

viendo, todo al mismo tiempo, como el cielo

constelado. La página, si es oscura, su densidad nos

constriñe a recorrerla con nuevo rigor. Tal vez la

imagen es más ruada y propicia a los caminos más

próximos a la emotividad, y la palabra esté menos

próxima a ella: no exige contemplación sensual sino

más bien que se la rebata o se le acepte. Sin embargo

todas las percepciones en el arte son sucesivas, con

diversas velocidades, que por momentos dan la

impresión de simultaneidad. (Cardoza y Aragón, 1996,

p.842)

17

Esta parte es importante. me parece que todavía sigue

siendo más la suma de conceptos y autores que crees

importantes (ok), y su relación en un único discurso… hay

que trabajar en eso.

file:///C:/Users/Laurodri/Downloads/Dialnet-

LaImagenComoEscrituraElDiscursoVisualParaLaHistori-

2868047.pdf

Una de las principales discusiones hoy, es el papel que

juega la imagen en la construcción del conocimiento,

pues tradicionalmente se dice que el ser humano es más

heredero de los textos que de las imágenes. Sin

embargo, en el mundo contemporáneo, es recurrente

referirse a la sociedad como sociedad de imágenes, tal

denominación se debe tanto a la proliferación de

productos visuales como al papel fundamental de la

imagen en la creación de los sujetos y del mundo.

William John Thomas Mitchell, teórico de la imagen,

explica en su texto “Mostrando el ver” qué son los

“estudios visuales”. Según Thomas los estudios visuales

estudian la “cultura visual” la cual funciona como una

creación cultural, que es aprendida en seno de una sociedad

determinada, lo cual implica una relación entre las

estéticas, políticas y la epistemología del ver y del

ser visto (Mitchell, p. 19). Sin embargo, la novedad de

esta disciplina abre el debate en cuanto a su

18

pertinencia en relación otras áreas académicas ya

establecidas.

La discusión que abarca el papel de la imagen en la

construcción del conocimiento se inscribe en la importancia

de los medios de comunicación en la creación de las

identidades y de las sociedades hoy, pues la imagen se ha

impuesto y propone que el logos no es la única fuente de

conocimiento. El paradigma cognoscitivo había impuesto el

orden logo céntrico el cual supone el centro del conocimiento

en la lengua tanto escrita como hablada. De acuerdo con esta

concepción, la imagen ha sido concebida como un registro o

una huella material, distinta al texto escrito, con la que se

puede comprender y construir una historia cultural. Por esto,

la imagen ha ido ocupando un lugar importante dentro de las

maneras de conocer y ha adquirido un lugar donde antes no lo

tenía: en el conocimiento. Si bien tradicionalmente se

relaciona el conocimiento con lo verbal y no con la imagen,

sí es necesaria para entender parte importante de nuestra

cultura.

Esta evolución del concepto de la imagen, lleva a “un giro”

tal como lo hubo recientemente desde el lenguaje2 . Dentro

de tal giro surge una inquietud por el lugar de la imagen en

relación al lugar de la escritura en la construcción del

saber, si lo que sabemos es posible por la lengua y la

escritura, la imagen puede mostrarnos otras formas de

2El giro linguistico se refiere más específicamente a la tendencia filosófica que reconoce el lenguaje como agenteestructurante, desde esta perspectiva de conocimiento el lenguaje constituye la realidad.

19

conocer. Si el saber oficial es operable por unas formas

establecidas de expresión y organización -la escritura y la

lengua- la imagen hace posible preguntarse por la existencia

de otras maneras de conocer. La imagen puede ser definida

como un objeto que registra experiencias culturales, es en

este sentido que un saber sobre las imágenes es necesario

para percibir el sentido construido desde otras maneras

culturales que no se han registrado de forma escrita

(Barthes, 1990) . En otras palabras, una posibilidad de

comprender la cultura desde un lugar diferente a la

linealidad conceptual es posible, por medio de la imagen.

Entonces, la imagen se relaciona con la construcción de una

realidad y un discurso.

La propuesta de estudiar la construcción visual de lo social

y la construcción social de la visión es un dominio de

investigación que pretende realizar un análisis semiológico

de los mensajes visuales. Si bien la lingüística ya se ha

encargado de analizar los signos desde la lengua, el análisis

semiológico de la imagen consiste en descifrar los tipos

de signos y la forma en que se usan para transmitir un

mensaje a un grupo dado de observadores (Martine Joly, p.

151). Esta investigación, busca encontrar el “discurso

secreto” al interior de las imágenes” de las intervenciones

de arte urbano, mediante la aclaración de Martine Joly de

concebir la imagen no como un signo, sino un texto; esta

propuesta se relaciona con la propuesta inaugural del teórico

20

del lenguaje Ferdinand de Sausure de relizar el estudio

semiológico desde la estructura de la frase.

Por otro lado concebir la imagen en relación a la lengua

conlleva a otra asociación conceptual, esta es la de los actos

de habla de John Austin; la teoría de los actos de habla se

refiere a los enunciados que transforman la realidad, es

decir que producen acciones y efectos. Desde este punto de

vista, Alessandra Merlo propone el concepto de “hecho de

imagen” , el cual plantea un acercamiento desde la semiótica

y los estudios de la imagen a un objeto que funciona como

factor de construcción de la realidad (Merlo, 2013). Las

intervenciones realizadas en la calle 26, más exactamente en

los alrededores del “Centro de memoria, paz y reconciliación”

son mucho más que un adorno de la ciudad y en este sentido se

establecen como un acto performativo3, puesto que la

totalidad de las imágenes exponen un evento comunicativo

“dentro de un contexto espacio-temporal definido” (Merlo, p.

3). Estamos entonces frente a un texto compuesto por imágenes

y algunos textos que abiertamente construyen un discurso de

memoria.

Finalmente, esta investigación sigue el libro Imágenes pese a

todo, de Didi-Huberman, el cual propone una mirada de lo que

podrían significar las imágenes en un nivel histórico. En

3 En el libro “Cómo hacer cosas con palabras”, Austin llama enunciadoperformativo al que no se limita a describir un hecho sino que por elmismo hecho de ser expresado realiza el hecho. Es decir que producenalgo, transforman la realidad.

21

este texto el autor analiza cuatro fotos de uno de los hechos

históricos más negados por la sociedad: El Holocausto Nazi.

En este caso, Didi-Huberman afirma que la imagen es el “ojo

de la historia” pues equipara esta última con un ciclón. De

acuerdo con el filósofo “La fotografía está asociada de por

vida a la imagen y a la memoria” (Huberman, p. 44). Así,

éstas pueden aparecer como testimonios por “su tenaz vocación

de hacer visible” aquello que no queremos mirar ni conocer

(Huberman, p. 67). Las imágenes y en especial la fotografía,

como afirma Didi-Huberman, son pedazos, fragmentos que

arrebatamos a la realidad, “señales susceptibles de ser emitidas más

allá (…)” (Hubermann. P. 21) En este sentido se puede

construir una noción sobre imaginar pues es la práctica que

nos permite tener acceso a las imágenes que le “arrebatamos”

a la realidad para llegar a un conocimiento de algo que

creemos inimaginable porque la conciencia se niega a aceptar

la crueldad de lo sucedido (Ranciere, 2008).

Seguir los conceptos anteriormente nombrados conlleva a

visibilizar cómo éstas obras nos están permitiendo analizar

desde dónde se hace las conexiones entre el arte público, las

intervenciones de arte urbano y el discurso que éstas crean y

que se instaura como una forma de conocimiento de la realidad

que está viviendo el país en la actualidad, los murales se

presentan como expresiones que permiten ver lo que ha sido y

lo que está por venir en el proceso de paz y de justicia

transicional .Es decir que lo que se pretende a través del

22

enlazamiento de los conceptos es encontrar la forma en que la

creación de los murales de la calle 26 produce a través de la

imagen una mediación entre la expresión, la creatividad, la

representación y la ciudadanía, y simultáneamente estudiar

las intervenciones de arte urbano del Centro de memoria como

productos culturales, lo cual significa también encontrar

entre la forma y el contenido los saberes y sentires que

transmiten los artistas a través de sus obras.

Entonces, aceptar que las imágenes tienen un lugar en la

producción de conocimiento también supone que hay una forma

de trasmitir el mensaje la cual se controla desde una postura

del poder, por ésta razón el análisis discursivo desde la

imagen nos ayuda a observar el cómo y el qué éste espacio

de la ciudad.

Acá el concepto clave sería “imaginación”?

Deja espacio entre lo anterior y la conclusión. Sin embargo

el párrafo que sigue es todavía débil.

Propuesta Metodológica

Los objetivos de la investigación están encaminados hacia el

análisis de un estudio de caso. Según Juan Carlos Alonso, “el

estudio de caso es una estrategia de investigación en

ciencias sociales aplicada a un único fenómeno contemporáneo

complejo, que sea de carácter más específico que general y

23

que a la vez represente una situación problemática más

amplia; la investigación buscará cubrir en profundidad tanto

al fenómeno como su contexto real y basarse en múltiples

fuentes de evidencia” (2003, p.10). Así, se pretende observar

la realidad específica y micro de las intervenciones de arte

urbano de la calle 26, para dar cuenta de un uso del arte

urbano mucho más amplio, siempre teniendo en cuenta que el

contexto de Bogotá responde a un contexto que genera unas

dinámicas concretas.

La metodología para acercarse al análisis de las

intervenciones de arte urbano fue la observación activa, ya

que funciona como una investigación analítica. Para el

análisis, se partió de una revisión bibliográfica que

permitió hacer un constructo teórico que facilito el

acercamiento al campo de observación. Además, se tuvieron en

cuenta los documentos que determinan las intervenciones; como

las convocatorias, las actas de elección y autorización, y

los proyectos presentados por los colectivos galardonados por

el Instituto Distrital de las artes IDARTES. Así, la primera

etapa de observación fue el registro por medio de fotos, para

después elegir un lugar y unas obras determinadas que

construyen el entorno del Centro de Memoria.

24

Análisis: Tabla descriptiva

Nombre: Un pueblo un mural Por: Colectivo Bicromo y Fonso,Sátiro y Rio

Retrato de Jaime Grazón, unreconocido periodista, pintor yhumorista bogotano quien fueasesinado en 1999. Pintado e

incorporado al mural de Bicromo“Un pueblo un mural”.

Nombre (mío): Fosa Común Por: Anónimo Personas bajo la tierra, comoen una tumba donde haycadáveres, unos másdescompuestos que otros. Sepuede relacionar con el eventode los falsos positivos porfotografías que circularon delas fosas comunes, pero hayelementos como las herramientas(tornillos, hombre solo,cascos) que también hablan deun derrumbe en una extracciónminera. Nombre: Jorge Eliecer Gaitán Por: Anónimo

25

Intervención realizadaespontanea e ilegalmente en unmuro que no ha sido autorizadopor la alcaldía. Retrato deJorge Eliecer en su gesto másconocido. El retrato estárodeado de otras rayadas y detags.Nombre: Unión patriótica Por: Colectivo Animal

Mural de homenaje a lasvíctimas de la uniónpatriótica. Se ve una suerteprotesta y se especifica elnúmero de víctimas y elporcentaje de impunidad de lamasacre a los miembros de laUP.

Nombre: Dast, C-to, WosmanPor: Colectivo M30

Un mural con una carapartida por la mitad, cadalado de la cara se encuentraseparado por unas figurasque se pueden relacionar conlos sesos, como una suertede explosión.

- Colores rojos y tonostierra.

Nombre: Cabildos abiertospara murales de la memoria Por: Colectivo Animal Ganador de la Convocatoria

26

Arte y Memoria de 2012 deIDARTES.En cada letra de la palabramemoria se narra una partede la historia de undesplazamiento forzado.Entre los personajes sepueden reconocer losindígenas y los campesinos.

- 4’150000 víctimas. Nombre: Este territorio esnuestro Por: Bogotá Street art Ganador de la Becaintervención artísticaurbana en la calle 26

Mujer indígena y texto quedice: Tejiendo esperanza. Uso de símbolos que serefieren a la esperanza y ala paz como el colibrí. Nombre: Recordar Por: Luch

La palabra Recordar con unpersonaje femenino, unpájaro, un pesado y uncorazón.

- Azules y rojos

Nombre: Paz con panPor: Anónimo

Dice paz con pan y con justiciasocial y abajo se representauna protesta, se puede deciresto por el gesto de los

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personajes de llevar lospuños hacia arriba.

Nombre: La paz es nuestraPor: Guache Mujer indígena con dospalomas que representan laesperanza y la paz.

- Colores de la banderanacional.

- Diseños étnicos. - Dice: La paz es nuestra

Nombre: Justicia socialPor: Guache

Mujer campesina con dospalomasUna lleva una cinta que dicejusticia social en la cinta de laotra paloma dice tierra paz pan

- Predomina el azul- Sabemos que es una

campesina por la ruana.Nombre: El agua vale más Por: Vertigo Grafiti El mural completo secompone por los esqueletosde dos animalesprehistóricos, un jaguar,un minero y un hombre conun gesto malvado agarrando

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un tractor. Este mural tiene uncontenido ambiental quecritica la extracción derecursos.

- Dice: el agua vale más Nombre: Comprender elmundo para transformarloPor: Colectivo FloraTristán Este mural es una crítica alas multinacionales queextraen recursos en sueloscolombianos. Hay unoshumbren que extraenpetróleo y una balanza quelleva de un lado losdólares “aprisionados” deColombia y al otro lado uncubo con los lodos degrandes multinacionalescomo Coca-cola, PacificRubiales, Exon y Monsanto.

- Tambien hay unas manosque rompen cadenas.

Nombre: Siembra sano ycosecha ideasPor: Lesivo

Este mural es de un bebe yde unas frutascaricaturescas.

Dice Siembra sano y cosechaideas. y atrás hay un ojo queobserva.

En el tarro dice ¿Qué come

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tu comida? Nombre: 20.26 DC Por: Colectivo 20.26DC El grafiti completorepresenta a personajes dela ciclovía y a unosmonstruos ficticios.

Predomina el color azul

Análisis

En el marco del Programa Distrital de Estímulos, el 14 de

mayo de 2013 el Instituto Distrital de las Artes IDARTES

lanzó, por medio de una jornada informativa la “Beca de

intervención artística urbana en la calle 26”. A través de

esta iniciativa se pretendía realizar intervenciones de

mediano y gran formato en grafiti sobre la Calle 26 de

acuerdo con los permisos otorgados por parte de la Alcaldía

distrital. Lo que buscaba mediante las becas era “fomentar la

práctica responsable, generar acciones pedagógicas en torno a

esta expresión plástica en Bogotá y promover el trabajo

colaborativo entre expertos de las distintas actividades

relacionadas con la elaboración de este tipo de

intervenciones”4. Por otra parte, esta convocatoria buscaba

4 La información acerca de las intervenciones se tomó de cartillas quefueron distribuidas de forma física y publicadas en internet con el finde promover la participación de los artistas en el programa Estímulos2013.

30

promover nuevas relaciones de los transeúntes con el espacio

público y al mismo tiempo mejorar la calidad del espacio

urbano.

El concurso se dividió en 2 categorías:

- Grafiti de gran formato: Se otorgaron 25 millones de pesos

respectivamente a cuatro grupos de experiencia comprobada en

la realización de obras entre 100 mts² y 200 mts².

- Grafiti de mediano formato: Se otorgaron 10 millones de pesos

a un grupo con experiencia en la realización de obras entre 50

mts² y 100 mts².

Tras un análisis de las obras por parte de un jurado

seleccionado se eligió a los ganadores. Las propuestas fueron

evaluadas bajo los siguientes parámetros:

- Solidez formal y conceptual de la propuesta a

desarrollar

- Viabilidad técnica y económica de la propuesta

- Aporte al espacio urbano

- Experiencia de los artistas

31

Finalmente los ganadores de la categoría de gran formato

fueron: Vertigo grafiti , Colectivo 20.26 DC , Bogotá Street

art y Colectivo Bicromo; y el ganador para la categoría de

mediano formato fue el colectivo M50. Este concurso, se

generó entre las razones anteriormente nombradas y para

responder al capítulo III (estrategias pedagógicas y de

fomento), del decreto distrital 075 del 22 de febrero de

2013, el cual “promueve la práctica artística y responsable

del grafiti de la ciudad”.

Por otro lado, el Programa Distrital de Estímulos 2013, que

abarcó 96 concursos, entre los cuales se incluyeron prácticas

deportivas, recreativas, artísticas y culturales; es una

iniciativa anual de la Alcaldía que pretende dar

oportunidades para la creación, investigación y circulación

de talentos. Esto se debe a que Bogotá desde hace un tiempo

se viene planteando como una ciudad contemporánea, para

generar este cambio se presentó un cambio en la organización

que pretende, desde la administración de Antanas Mokus

integrar y hacer partícipes a los ciudadanos mediante los

mecanismos de participación.

En el año 2013, el programa de Estímulos género sus

propuestas a partir de ciertos ejes temáticos, entre esos los

principales fueron: la transformación de la educación, la

cultura digital, las situaciones socioeconómicas y de

conflicto, el cuidado del medio ambiente, la

32

internacionalización de la ciudad, el diálogo de saberes, el

cuidado de los parques y la construcción y preservación de

la memoria y la vida colectiva en su expresión más elemental

y cotidiana. Sobre estas áreas, los creadores trabajaron

durante todo el año desde distintas disciplinas para

contribuir al auge de una ciudad que se presenta como “más

libre, productiva e interesante”. Para la Beca de

intervenciones de arte urbano de la 26 se tuvo en cuenta que

uno de los intereses principales de la Alcaldía durante este

periodo fue el de avanzar en el reconocimiento y la

afirmación de la diversidad y la diferencia de identidades

contenida en Bogotá.

Así, las intervenciones de arte urbano de la 26, a la altura

del centro de memoria, se inscriben dentro de una serie de

prácticas que guían y limitan, la forma en que estas

manifestaciones existen. Sin embargo, ya sea por el lugar que

ocupan o porque se escogieron bajo un criterio de elección

con intereses específicos, los murales de la 26 construyen un

discurso y un espacio especial que habla de la memoria y del

espacio público como espacio de creación de los llamados por

Pierre Nora lugares de memoria.

33

Clasificación según el contenido

Para analizar la forma en que estos espacios se construyen,

los murales seleccionados se dividieron en tres categorías

así:

1. Murales que recurren a lo icónico.

2. Murales que se valen del texto.

3. Murales de representaciones de la diversidad

4. Murales con mensajes ambientales

La primera categoría “Murales que recurren a lo icónico” se

refiere a determinadas estrategias visuales y artísticas, que

se valen de hechos icónicos para crear significación. Lo

icónico se refiere según Cornelia Brink a imágenes

entendidas como símbolos “los iconos y algunas fotografías

condensan fenómenos complejos y representan la historia de

manera ejemplar. Tienen un nexo inmediato con momentos

históricos particularmente importantes y abren espacios que,

de otro modo, serian inaccesibles”. (Brink, ¿?, p. 13). Así,

intervenciones de arte urbano como la de Jaime Garzón, Jorge

Eliecer Gaitán, Fosa común, Dast, C-to Wosman, UP y Cabildos

abiertos para murales de la memoria; recurren a eventos

históricos que se encuentran arraigados a la memoria de los

colombianos. Es decir que los ciudadanos

(espectadores) integran estas imágenes a sus percepciones de

los hechos, ya que estos representan sucesos que han marcado

periodos de violencia.

34

Entonces, los murales que se valen de lo icónico se pueden

relacionar con la fotografía, pues estos hacen referencia a

algunas imágenes que representan la historia de manera

ejemplar, son iconografías que tienen un nexo con momentos

históricos especialmente importantes. Relacionar las

intervenciones de la 26 con fotografías es una forma de

hacer referencia esos eventos históricos que son legibles y

que tocan la sensibilidad de los colombianos, así el

efecto de ser aceptados y recibidos en el medio al cual

pertenecen hacen que estos se conciertan en iconos y por esta

razón, merezcan estar incorporados en los muros de la ciudad.

35

36

Las fotografías anteriores evidencian que los murales

pertenecen a hechos que habitan en la memoria de los

colombianos, son eventos de la vida real que constituyen una

representación que inmortaliza a las victimas primero por

medio de la fotografía y luego por su referencia en los

murales de Bogotá. Las imágenes que se consideran icónicas

son aquellas que hacen historia, por esta razón, los artistas

deciden utilizarlas en sus versiones de los hechos que deben

pasarse a los murales, los cuales funcionan como lienzos en

la dinámica de la ciudad.

En cuanto a la representación, la relación entre los

murales y las fotos envicia que hay ciertos límites en cuanto

a la forma en que se exponen los hechos. En este punto, las

intervenciones de arte urbano adquieren una característica

esencial; a diferencia de las fotos los murales no son una

evidencia de la realidad sino que se piensan al interior de

una suerte de cadena de requisitos y modos socialmente

aceptados, que mediante de un proceso de selección aceptan o

rechazan lo que puede ser visto en el espacio público de la

ciudad. Sin embargo, recurrir a lo icónico y testimonial de

la fotografía, funciona como una herramienta efectiva en el

momento de la representación.

La segunda categoría, “imágenes que se valen del texto”,

se refiere a aquellas intervenciones que recurren al uso de

37

las letras para transmitir un mensaje, éste gracias a la

enunciación de palabras tales como: tejiendo esperanza, recordar,

memoria, paz con pan y la paz es nuestra se construye en una dinámica,

dentro de la cual lo más significativo no es la imagen sino

el texto. La razón, es que el texto hace que las imágenes que

se presentan lleven intrínseco un peso diferente, ya que el

mensaje es claro y no busca interpretaciones. Al contrario,

los textos ya proponen que el observador no realice un

esfuerzo de apropiación, es decir que el factor que crea un

vínculo entre el observador y el mural es el signo escrito.

Sin embargo, esta categoría también se vale de estrategias

visuales para sostener el discurso de las palabras que

enuncia, por ejemplo, en estos murales se observan

recurrentes referencias a aves que representan la paz y la

esperanza, a flores y a individuos que representan lo

colombiano.

La tercera categoría, es la de “murales de

representaciones de la diversidad”, Estas intervenciones

buscan cumplir con dos de los intereses del programa de

Estímulos 2013; “el diálogo de saberes y la vida colectiva en

su expresión más elemental y cotidiana”. Estos murales,

realizados en su mayoría por Guache, hablan de la diversidad

racial y cultural en Colombia y en Bogotá por ser la capital.

Representan rostros que se asocian con los campesinos y los

indígenas, estos individuos que a pesar de tener sus hogares

lejos de la ciudad, también referencian la historia de guerra

38

del país, pues la gran mayoría de víctimas del conflicto

armado provienen de la zona rural, son ellos los que se han

dejado su hogar para proteger su vida y también los que han

transformado sus hábitos y sus saberes tradicionales debido a

los riesgos y las dificultades que representa vivir en el

campo.

Finalmente, la categoría de “Murales con mensajes

ambientales” se refiere a las intervenciones de arte urbano

que se pueden considerar como una crítica social a las

políticas gubernamentales que permiten la permeabilidad de

empresas de extracción minera internacionales, las cuales

descuidan el medio ambiente y además de generan impacto sobre

este, obligando a las poblaciones residentes en las zonas de

explotación a movilizarse hacia otras zonas por impacto en su

salud, en su comunidad y en sus recursos. El mensaje de estos

murales también se relaciona con el conflicto colombiano,

pues uno de los argumentos de las guerrillas para luchar

contra el Estado, es que éste permite la explotación del país

en manos de multinacionales extranjeras. Así, estas

intervenciones a pesar de transmitir un mensaje diferente, se

relacionan con el tema de la memoria pues hablan de hechos

que tienen un trasfondo más allá de lo ambiental.

39

En suma, estas cuatro categorías conforman un solo

discurso acerca de la conservación de la memoria. Los

artistas que realizaron las intervenciones de arte urbano,

crearon por medio de la imagen un discurso de esperanza y paz

desde diferentes puntos de vista. Entonces, la calle 26

adquiere un nuevo significado que se integra a los intereses

de los gobernantes de la ciudad ya que los murales no son

resultado de una expresión espontanea sino que resultan de un

proceso de selección por parte de los encargados de organizar

la ciudad. Por lo tanto, estas obras a pesar de ser

concebidas en los imaginarios de varios artistas callejeros,

llevan intrínseca una visión de poder acerca de la noción de

memoria que buscan transmitir desde las diversas

instituciones gubernamentales, las cuales crean ciertos

límites de representación y deciden lo que los ciudadanos

transeúntes pueden ver en las calles y lo que no.

Los murales como lugares de memoria

Ahora bien, las quince obras de arte callejero de la 26

pertenecen a un contexto determinado, como se dijo

anteriormente esto se debe a que fueron concebidas con

intenciones prescritas. Para analizar el análisis oculto del

cual habla Martine Joly, es necesario recurrir a la “parte

del mensaje visual colectivamente aceptada” (Joly, p.151).

Esta parte socialmente aceptada se relaciona con la historia

40

que nos cuentan las imágenes, éstas hablan de hechos que

conocemos: la muerte de Jaime Garzón, la guerra y los falsos

positivos, la explotación de recursos por parte de

multinacionales extranjeras, la muerte de Jorge Eliecer

Gaitán y el desplazamiento forzado. Tenemos imágenes “reales”

de estos hechos a través de la fotografía de los periódicos y

los noticieros, éstas están en la memoria de los bogotanos.

Sin embargo, recurrir a la representación de la historia es

recrearla, así, mediante los murales de la ciudad se crean

espacios que conmemoran, recurrimos a la “intericonicidad”

para evocar tanto estas imágenes como a la realidad misma

del acontecimiento. Podemos deducir que la selección de estas

imágenes por parte de IDARTES, responde a la urgencia de

referenciar la historia para crear un sentir de los sujetos

urbanos.

Para tal fin, la alcaldía distrital lanza una serie de

eventos relacionados con la participación e intervención

ciudadana en los espacios públicos como los concursos del

programa Estímulos 2013 y la beca de intervenciones de arte

urbano de la calle 26. Para estos programas se proponen

ciertos temas en torno a los cuales giran todas las

propuestas y las obras que son posteriormente realizadas.

Para el año 2013, los temas principales fueron: Las

representaciones de diversidad étnica y cultural, la

configuración de la memoria desde diferentes escenarios, la

conservación de la naturaleza y la integración de los

41

ciudadanos. Los grafiteros o artistas callejeros responden a

estas convocatorias con propuestas claras y bocetos de lo que

se va a hacer con el fin de darse a conocer y también

impulsados por la suma en dinero que representa a los

ganadores. Pero se puede deducir que lo que se representa en

las obras seleccionadas tiene una clara influencia de la

noción de poder que autoriza e impulsa estas manifestaciones.

Entonces, estas obras suponen una conciencia colectiva, la

cual evoca los hechos históricos de la ciudad. Análogamente,

las otras dos imágenes, además de contener elementos

visuales recurren a los verbales: Un graffiti dice memoria,

el segundo esperanza [si citas estos términos, ponlos entre

comillas o en itálica]. Estos ejemplos, al incluir las

palabras producen un mensaje que no otorga cabida a la

significación individual, el mensaje está expuesto; por un

lado los colombianos recordamos toda la problemática de los

desplazados. Por otro lado, con los nuevos diálogos de paz

tenemos esperanza. El texto, compuesto por la imagen visual y

una palabra invita a los ciudadanos (aquellos que deciden

mirar con detenimiento y no solo pasar) a reflexionar acerca

del mensaje de memoria y esperanza, ¿Memoria de qué hecho

específicamente? Y ¿Esperanza con respecto a qué? Es a través

de la observación cuidadosa [que] el ciudadano que pasa con

calma descubre en cada letra de la palabra memoria unos

trazos que narran una parte de la historia de un

desplazamiento forzado del campo a la ciudad. En cuanto a la

42

esperanza, el rostro de la mujer tal vez indígena nos habla

de una tierra, no solo compuesta por los citadinos que creen

en la paz sino de la totalidad de una nación; en el mismo

graffiti, un colorido colibrí nos remite a aquel sueño de

alianza los individuos del país.

Finalmente, me interesa hablar de las imágenes en su lugar.

Los muros que habitan los graffitis corresponden a un lugar

creado para responder a la necesidad de recordar de los

colombianos. La emergencia de la memoria, se puede relacionar

entonces con el proceso de justicia transicional y reparación

mediante el cual se pretende reconciliar a las víctimas del

conflicto y llegar a acuerdos que garanticen una paz real y

duradera. Así, la referencia a los hechos históricos de

asesinatos, desplazamientos y guerra no son suficientes para

recordar, entonces, se crean productos culturales dedicados a

recrear. Así, la memoria es la vida, siempre en manos de

grupos vivos y por ello está en permanente evolución, abierta

a la dialéctica del recuerdo y de la amnesia, inconsciente de

sus deformaciones sucesivas, vulnerable a todas las

utilizaciones y manipulaciones, susceptible de vivir largas

latencias y repentinas revitalizaciones” (Nora, citado en

Chéroux 60). Los graffitis de la 26, no están solos, dialogan

entre sí creando un discurso que busca hacer del ciudadano un

ser consciente o por menos sensible en cuanto a la historia

del lugar que habita, aunque estos fenómenos no sean

43

específicamente de la ciudad se apela a la memoria, un

recurso necesario en un espacio y tiempo preciso: la Colombia

del 2014.

A modo de conclusión, pudimos evidenciar a lo largo del texto

cómo se construye una realidad mediante el lenguaje visual.

Los graffitis de la 26 realizados por varios artistas

reconocidos en la escena del arte callejero, nos hablan de

algo que la nación busca en este momento, el recuerdo. Las

imágenes nos narran la historia de la guerra y sus actores,

proponen esperanza y crean todo un tejido alrededor de la

memoria, no solo en sus textos, sino que conforma junto con

los elementos que los rodean un espacio para referenciar la

historia. Además de esto, el grafiti contribuye con la

conformación de una realidad la cual le dice a los ciudadanos

mediante un discurso que la paz real y duradera se construye

mediante la remembranza de los hechos por más dolorosos que

sean. En suma, recurre a los prototipos de los

acontecimientos para causar un efecto social.

44

MEMORIA Y ESPACIO PÚBLICO-Re simbolizar los espacios de memoria ya reconocidos en laciudad, renombrar vías y espacios públicos con sentido dememora y paz, y establecer rutas de la memoria para unatransformación de la apropiación cultural de la ciudad.-Impulsar exposiciones y diversas expresiones artísticas enconvenios con centros culturales, bibliotecas, museos yespacios en las localidades.-Promover intervenciones artísticas de memoria en el espaciopúblico y en sitios clave de la movilidad urbana.-Las cartografías de Bogotá Ciudad Memoria hacen parte de unproyecto de mapeo, reconocimiento y descubrimiento delCementerio Central, sus habitantes, la zona cementerial y delEje de la Memoria Av. Jorge Eliécer Gaitán de Bogotá; unaintervención gráfica e histórica de estos espacios compuestapor tres cartografías. Haz parte de este proyecto y señalanuevos lugares de memoria. Bienvenida/o.

Dijiste LAS CALLES TAMBIÉN HABLANEstás: Qué hacemos/Por: CentroMemoria/0 ComentariosShare Button

45

EmailPrintLa Cartografía : Bogotá Ciudad Memoria, es una herramientaparticipativa que se construyó desde el 2009, a partir de laidea propuesta por el Colectivo de H.I.J.O.S. Consiste en unmapa impreso de la ciudad donde están identificados, hasta elmomento, 71 puntos de la ciudad documentados con el apoyo dediversas organizaciones sociales, de derechos humanos, devíctimas y con los aportes de la ciudadanía.

Cartografía de Bogotá ciudad memoria. Centro de Memoria, pazy reconciliación.

Por lo tanto es la resignificación de la ciudad a partir delrescate de puntos geográficos que tienen un valor particularpor dar cuenta de situaciones de vulneraciones a derechoshumanos, por ser construcciones conmemorativas como museos,monumentos, placas, etc. o por recordar el legado de personasluchadoras y comprometidas por cambios democráticos enColombia y que por lo tanto son ejemplo latente en el caminode construcción de una sociedad mucho más democrática y enpaz.

Los puntos mostrados en el mapa no sólo tienen que ver consitios de crímenes y vulneraciones. Hay también algunos queseñalan dónde se han realizado acciones colectivas en contrade la violencia, por la defensa de la vida y los derechoshumanos y que por lo tanto son ejemplo latente en el caminode construir una sociedad más democrática.

Es un mapa para mirar la ciudad con otros ojos, paradiscutir, subrayar, tomar notas y compartir. En él aparecensus calles principales, carreras y avenidas trazadas en formade líneas. Y en varias de ellas, superpuestos, hay retratosde hombres y mujeres que fueron víctimas de actos violentosen los que perdieron su vida.

La mayoría de los casos aquí descritos han sucedido enBogotá. Pero se refieren también, violaciones a normas del

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Derecho Internacional Humanitario ocurridas en otras partespero que de alguna manera repercuten en la capital.

Es decir, Bogotá está llena de puntos de memoria que nosproponen un reto:Recordar y transformar!

Este mapa obliga a preguntarse muchas cosas, como porejemplo:¿Qué originó la muerte de cada una de las personas queaparecen en el mapa?¿De qué manera sus muertes afectan el país en su conjunto?

Actualemente el Centro de Memoria cuenta con una cartografíainteractiva denominada “Bogota ciudad memoria”, es uninstrumento para la dignificación de las víctimas, lapreservación e incentivo de la memoria pública y la reflexiónpedagógica sobre el pasado y el presente, a través de laidentificación de puntos de memoria.

El CMPR propone este ejercicio para ver la ciudad con otrosojos, para caminarla, sentirla y explorarla con el movimientode tu cuerpo. Los retos son varios: recordar, transformar yparticipar de un ejercicio activo de construcción de memoriay paz.

Bibliografía

47

1. W.J.T. Mitchell, “Mostrando el ver: una crítica de la

cultura visual”(2002), en estudios visuales, noviembre

2003, pp 17-40

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el tiempo anuncia la muerte de Alfonso Cano”, ponencia

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Comunicación, la imagen en las sociedades mediáticas

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discurso”, en la imagen fija, pp.151-200.

5. A. Silva, “Atmosferas Ciudadanas: Grafiti, arte

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Colombia, Bogotá, 2013.

6. A. Silva, Graffiti una ciudad imaginada, Tercermundo editores. Bogotá, Colombia, 1986.

7. Michael ROSSINGTON and Anne WHITEHEAD [dir.], Theories of Memories.A Reader, Edinburgh, Edinburgh University Press, 2007, 328 p.

8. Mitchell, William 2003. “Mostrando el ver: unacrítica de la cultura visual”, Estudios Visuales,Vol. 1, pp. 17-40.

9. Sarlo, Beatriz 2009. La ciudad vista, mercancias ycultura urbana. Buenos Aires, Siglo VeintiunoEditores Argentina S. A.

48

10. Bogotá ciudad memoria, noviembre de 2012 Bogotá,Disonex S.A

11. Cornelia Brink, Iconos seculares ……………….

MEMORIA Y ESPACIO PÚBLICO-Re simbolizar los espacios de memoria ya reconocidos en laciudad, renombrar vías y espacios públicos con sentido dememora y paz, y establecer rutas de la memoria para unatransformación de la apropiación cultural de la ciudad.-Impulsar exposiciones y diversas expresiones artísticas enconvenios con centros culturales, bibliotecas, museos yespacios en las localidades.-Promover intervenciones artísticas de memoria en el espaciopúblico y en sitios clave de la movilidad urbana.-Las cartografías de Bogotá Ciudad Memoria hacen parte de unproyecto de mapeo, reconocimiento y descubrimiento delCementerio Central, sus habitantes, la zona cementerial y delEje de la Memoria Av. Jorge Eliécer Gaitán de Bogotá; unaintervención gráfica e histórica de estos espacios compuestapor tres cartografías. Haz parte de este proyecto y señalanuevos lugares de memoria. Bienvenida/o.

LAS CALLES TAMBIÉN HABLANEstás: Qué hacemos/Por: CentroMemoria/0 ComentariosShare Button

EmailPrintLa Cartografía : Bogotá Ciudad Memoria, es una herramientaparticipativa que se construyó desde el 2009, a partir de laidea propuesta por el Colectivo de H.I.J.O.S. Consiste en unmapa impreso de la ciudad donde están identificados, hasta elmomento, 71 puntos de la ciudad documentados con el apoyo de

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diversas organizaciones sociales, de derechos humanos, devíctimas y con los aportes de la ciudadanía.

Cartografía de Bogotá ciudad memoria. Centro de Memoria, pazy reconciliación.

Por lo tanto es la resignificación de la ciudad a partir delrescate de puntos geográficos que tienen un valor particularpor dar cuenta de situaciones de vulneraciones a derechoshumanos, por ser construcciones conmemorativas como museos,monumentos, placas, etc. o por recordar el legado de personasluchadoras y comprometidas por cambios democráticos enColombia y que por lo tanto son ejemplo latente en el caminode construcción de una sociedad mucho más democrática y enpaz.

Los puntos mostrados en el mapa no sólo tienen que ver consitios de crímenes y vulneraciones. Hay también algunos queseñalan dónde se han realizado acciones colectivas en contrade la violencia, por la defensa de la vida y los derechoshumanos y que por lo tanto son ejemplo latente en el caminode construir una sociedad más democrática.

Es un mapa para mirar la ciudad con otros ojos, paradiscutir, subrayar, tomar notas y compartir. En él aparecensus calles principales, carreras y avenidas trazadas en formade líneas. Y en varias de ellas, superpuestos, hay retratosde hombres y mujeres que fueron víctimas de actos violentosen los que perdieron su vida.

La mayoría de los casos aquí descritos han sucedido enBogotá. Pero se refieren también, violaciones a normas delDerecho Internacional Humanitario ocurridas en otras partespero que de alguna manera repercuten en la capital.

Es decir, Bogotá está llena de puntos de memoria que nosproponen un reto:Recordar y transformar!

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Este mapa obliga a preguntarse muchas cosas, como porejemplo:¿Qué originó la muerte de cada una de las personas queaparecen en el mapa?¿De qué manera sus muertes afectan el país en su conjunto?

Actualemente el Centro de Memoria cuenta con una cartografíainteractiva denominada “Bogota ciudad memoria”, es uninstrumento para la dignificación de las víctimas, lapreservación e incentivo de la memoria pública y la reflexiónpedagógica sobre el pasado y el presente, a través de laidentificación de puntos de memoria.

El CMPR propone este ejercicio para ver la ciudad con otrosojos, para caminarla, sentirla y explorarla con el movimientode tu cuerpo. Los retos son varios: recordar, transformar yparticipar de un ejercicio activo de construcción de memoriay paz.

Que segun lo establecido en el numeral de la cartilla 3.3.1 ¿cuales son los criterios de evaluacion de las propuestas?

12. Solidez formal y conceptual de la propuesta adesarrollar

13. Viabilidad técnica y económica de la propuesta14. Aporte al espacio urbano15. Experiencia de los artistas

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Nombre: Un pueblo unmural

Por: ColectivoBicromo y Fonso,

Sátiro y Rio

Nombre (mío): FosaComún

Por: Anónimo

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Nombre: Jorge EliecerGaitán

Por: Anónimo

Nombre: Uniónpatriótica

Por: Colectivo Animal

Nombre: Dast, C-to, WosmanPor: Colectivo M30

Nombre: Cabildos abiertos para murales de la memoriaPor: Colectivo AnimalGanador de la Convocatoria

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Arte y Memoria de 2012 de IDARTES.

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