El sitio arqueológico de La Coronilla. Patrimonio ignoto de Zapopán

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El sitio arqueológico de La Coronilla. Patrimonio ignoto de Zapopán 1 . Erick González Rizo Presidente de Xalixco A.C. 1 Artículo publicado (en dos entregas) en el Diario LA PRENSA JALISCO, OEM, Año XV, Núms. 5532, 5533, Guadalajara, Jal., 26 y 27 de Noviembre de 2014.

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El sitio arqueológico de La Coronilla. Patrimonio ignoto de Zapopán1.

Erick González Rizo Presidente de Xalixco A.C.

1 Artículo publicado (en dos entregas) en el Diario LA PRENSA JALISCO, OEM, Año XV, Núms.

5532, 5533, Guadalajara, Jal., 26 y 27 de Noviembre de 2014.

El sitio arqueológico de La Coronilla está ubicado en los suburbios populares

(dentro de lo que fueran tierras ejidales de la Comunidad Indígena de Mezquitán)

al norte de la creciente mancha urbana de la capital jalisciense. Es sin duda, uno

de los sitios arqueológicos menos conocidos, dentro de los ya de por sí poco

famosos, sitios de la zona metropolitana de Guadalajara. El sitio que aquí nos

ocupa no ha sido excavado aún (a diferencia del Iztépete y el Grillo), si bien, el

desaparecido Instituto Jalisciense de Antropología e Historia (IJAH) había

denunciado el sitio hace ya casi medio siglo, y el Centro INAH Jalisco ha

levantado un plano topográfico del mismo para delimitar la poligonal para proteger

el área monumental del sitio. Es del estudio de este plano, del análisis de la

fotografía aérea y de las colecciones privadas que se da este primer acercamiento

a La Coronilla, a modo de divulgación sobre uno de los sitios arqueológicos más

tempranos del valle de Atemajac. Por los materiales examinados en colecciones

particulares y la forma arquitectónica del sitio, similar a la de Los Guachimontones

en Teuchitlán, se puede deducir que estamos ante sitios contemporáneos, o sea,

del formativo tardío/clásico temprano, es decir, del periodo que va del 200 antes

de Cristo al 450 después de Cristo. Por lo tanto, su origen se remonta a una etapa

muy anterior a la época de los Cesares romanos, y es casi coetánea al

surgimiento de Teotihuacán, la mayor urbe de América.

Contexto Geográfico de La Coronilla

El área donde se ubica el mencionado sitio es de una geografía compleja. Par ser

más exactos, el sitio se ubica al borde de la Barranca de Rio Santiago, mejor

conocida como de Huentitán, que a nace al sureste del Valle de Atemajac, para

morir en las estribaciones al poniente de la Sierra del Nayar. La barranca

propiamente dicha, es en sí misma, una extensa falla geológica que separa la

Sierra Madre Occidental de su homónima del Sur. Así pues, a unos escasos

kilómetros al sur se localiza el valle de Atemajac, en el cual se asienta la actual

capital jalisciense. El área monumental se ubica sobre el cerrillo denominado de

La Coronilla, y los habitantes de la zona hablan de posibles áreas funerarias y

habitacionales dispersas al oriente y norte, dentro ya, de la barranca –a unos

500/600 metros abajo–, así como en zonas ya habitadas de las colonias La

Higuera y La Coronilla.

La barranca por sí sola, rica en diferentes tipos de vegetación. Lo anterior

hace que los antiguos habitantes de la Coronilla tuvieran acceso a un amplio

espectro de recursos naturales derivado de los distintos nichos ecológicos que se

presentan entre los 1520 y 1000/900 metros sobre el nivel del mar. Aunado a lo

anterior, el sitio tiene una ubicación privilegiada en el paso desde el vecino valle

de Atemajac (al sur) hacia la cuenca del rio Verde (noreste) y las Cañadas

zacatecanas (norte). Es en su ubicación estratégica, donde probablemente se

encuentre la importancia de La Coronilla en el periodo Formativo (1500-200 a.C.).

La arquitectura prehispánica de La Coronilla

Como ya se ha mencionado, el sitio se ubica sobre una pequeña elevación o

cerrillo conocido como La Coronilla (en la parte más alta del mismo), al borde de la

barranca de Huentitán, en un punto que domina el paso hacia Ixcatán y enfrente

de la conjunción del rio Santiago y Verde, popularmente conocida como Las

Juntas. En la cima de tal elevación, conocida como el Cerro de La Coronilla, se

localizan las estructuras cívico-ceremoniales propiamente dichas. El sitio cuenta

con delimitación y registro oficial de parte del INAH; la poligonal (área protegida

legalmente) cubre un área total de 64.63 hectáreas (Orta et al. 1998). En las faldas

del cerro se ubicaban diversos espacios terraceados, probablemente de uso

residencial y agrícola, y que se aprecian claramente en las fotografías de los años

60’s. El crecimiento de colonias populares como La Coronilla, La Mesa Colorada,

Mirador Escondido y La Higuera, e inclusive la infraestructura levantada por la

cercana CFE, han arrasado con buena parte de dichas áreas habitacionales y

agrícolas. Informantes locales hablan de la presencia de tumbas de tiro en el sitio,

y los materiales de las colecciones particulares lo corroboran, dada su similitud

con otras culturas del periodo formativo regional.

Las estructuras arquitectónicas prehispánicas principales conformaban un

conjunto de cuatro basamentos piramidales circulares en la cima del cerrillo. Tres

de ellos se encuentran juntos, formando un grupo arquitectónico donde los

círculos se integran orgánicamente, a modo de engranajes, similares a otros

conjuntos como Teuchitlán. Otro de las estructuras, la cuatro, estaba en una

posición más aislada hacia la ladera poniente del cerro, y fue arrasada en su

totalidad en tiempos recientes, según los informantes locales. De entre ellas

destaca el Círculo 1, en cual además de ser el de mayores dimensiones (alrededor

de 60/70 metros de diámetro), también muestra la presencia de un patio y de una

banqueta en su costado norte/noreste; sobre ésta última se desplantan cuatro

plataformas. Dicha banqueta se prolonga hacía el norte a manera de una pequeña

plataforma anexa. Dicha disposición arquitectónica le da las características

necesarias (altar central-patio-banqueta) para considerarse como un

guachimontón, a diferencia de las otras tres edificaciones circulares del sitio (Orta

et al. 1998). Es de destacarse que a diferencia de las edificaciones de Teuchitlán,

la banqueta que delimita el patio del Circulo I de La Coronilla, no lo circunda en su

totalidad, sino solo por un costado, y por lo tanto presenta solo 4 plataformas

sobre la banqueta, en lugar de las 8 o 12 típicas de los guachimontones. También

es destacable la presencia de las otras estructuras circulares sin banqueta, algo

raro en otros sitios asociados a la Tradición Teuchitlán.

Otro aspecto digno señalar sobre el sitio, es que su ubicación guarda una

gran riqueza paisajística, por su integración visual con la barranca. De hecho, han

existido propuestas de particulares para establecer en el cerrillo de La Coronilla un

teleférico y hasta un Mirador; sin embargo nunca se han concretado.

Además, debe decirse que se trata del segundo guachimontón registrado en

el área del valle de Atemajac, después del de Bugambilias, al suroeste del vecino

valle de Toluquilla. Por su volumen constructivo, el sitio de La Coronilla se

compone de estructuras relativamente modestas, es decir, no monumentales, un

rasgo que comparten con otros sitios formativos del vecino valle de Atemajac. En

lo general, el sitio muestra una marcada influencia de la Tradición Teuchitlán (por

la presencia de un guachimontón en él y por que presumiblemente serían

contemporáneos).

Los albores de una civilización. Guachimontones en Guadalajara.

En el valle de Atemajac, donde se asienta Guadalajara, los asentamientos del

periodo Formativo (1500 a.C.-200 a.C.) muestran una arquitectura relativamente

modesta y poco monumental, a diferencia de lo que sucede en los vecinos valles

de Tequila. Sitios como El Grillo, Coyula y El Iztépete presentan también una

ocupación formativa o temprana, si bien, no verán su auge en tal era, sino

posteriormente, hasta la denominada fase Grillo (450/500-900 d.C.).

Mientras tanto, para las mismas fechas, en los vecinos valles de Tequila,

surge una civilización temprana, conocida como La Tradición Teuchitlán, o

popularmente conocida como Los Guachimontones. Dicha civilización

prehispánica estuvo caracterizada por la arquitectura en círculos concéntricos,

juegos de pelota, conjuntos cruciformes, tumbas de tiro, cerámica muy elaborada

(estilo Ameca y Oconahua rojo sobre crema, por ejemplo), explotación intensiva

de la obsidiana y la construcción de campos chinamperos –así como otras obras

agro-hidráulicas– en las cuencas lacustres de los valles de Tequila (Esparza 2009;

Weigand 1993, 1994).

Es en tal contexto que se debe ubicar el sitio de La Coronilla, en el actual

municipio de Zapopán. Otro sitio de dicha etapa formativa es el de Bugambilias, al

sur de la ciudad (Gómez 2001). Dicho sitio de Bugambilias o El Palomar está

asentado al pie y laderas del cerro de El Tajo o de Santa Ana Tepetitlán, en las

inmediaciones del bosque de La Primavera, y se distingue por la presencia de un

modesto guachimontón, mucho más pequeño que el de La Coronilla.

La presencia de arquitectura tipo Teuchitlán en áreas periféricas del valle de

Atemajac, como es el caso del sitio de La Coronilla y el de Bugambilias, este

ultimo propiamente un guachimontón de pequeñas dimensiones, parece apuntar a

que el citado valle se mantuvo al margen de los procesos de cambio sociocultural

que acaecieron en el volcán de Tequila. Sitios como La Coronilla y Bugambilias

podrían representan pequeños enclaves teuchitecos en un área (el valle de

Atemajac) sobre la que ejercieron influencia, al parecer, mínima.

Plano interpretativo de La Coronilla. Elaborado por el autor sobre imagen de Eduardo

Galván y con información de Orta et al. (1998).

Sitio y Cerro de La Coronilla en la década de los 60’s, cuando aún no había sido urbanizada.

Nótese la presencia de terrazas en las laderas del cerrillo y los montículos en él. AHIJAH.

Montículos de La Coronilla en los 60´s. AHIJAH.

Barranca del Huentitán (izquierda). Vista actual de la Barranca desde La Coronilla (derecha).

Vista desde el norte del Circulo I (Guachimontón). Fotografía de XALIXCO A.C.

Guachimontón de Bugambilias. Tomado de Gómez (2001:87).

Reconstrucción interpretativa del sitio de La Coronilla. Elaborada por Eduardo Galván

Moreno, con información de Orta et al. (1998).

Probable Urna procedente del sitio de La Coronilla. Colección particular. Foto de XALIXCO A.C.

ARCHIVOS CONSULTADOS

Archivo Histórico del Instituto Jalisciense de Antropología e Historia (AHIJAH) PLANOS

Orta B., José G., et al. 1998 Plano de delimitación de la zona arqueológica de La Coronilla. INAH, México.

BIBLIOGRAFÍA

Galván Villegas, Javier

1991 Las tumbas de tiro del Valle de Atemajac. INAH, SEP, México.

Gómez Gastélum, J. Luis,

2001 Cacicazgos prehispánicos en el Valle de Atemajac, Jalisco. IJAH, U de G, Gobierno del

Estado de Jalisco, Guadalajara, Jal.

Esparza López, Juan Rodrigo 2009 «El comercio de la obsidiana en los valles centrales de Jalisco. Estudios recientes». En Las Sociedades complejas del Occidente de México en el mundo mesoamericano. Editado por Eduardo Williams et al. COLMICH, Zamora, Mich. Weigand, Phil C.

1993 Evolución de una civilización prehispánica. Arqueología de Jalisco, Nayarit y Zacatecas.

COLMICH, Zamora, Mich.

Weigand, Phil C.

1994 «Obras hidráulicas a gran escala en el Occidente de Mesoamérica». En Contribuciones a la

Arqueología y Etnohistoria del Occidente de México. Editado por Eduardo Williams. COLMICH,

Zamora, Mich.