LICENCIATURA DE CIENCIA DE LA EDUCACIÓN SEMINARIO: PROCESOS DE FORMACIÓN CONTINUA PROFESORA:...
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LICENCIATURA DE CIENCIA DE LA EDUCACIÓNLICENCIATURA DE CIENCIA DE LA EDUCACIÓN
SEMINARIO: PROCESOS DE FORMACIÓN CONTINUASEMINARIO: PROCESOS DE FORMACIÓN CONTINUA
PROFESORA: GABRIELA MIASNIKPROFESORA: GABRIELA MIASNIK
SEDE: SAN MIGUELSEDE: SAN MIGUEL
TRABAJO MONOGRÁFICOTRABAJO MONOGRÁFICO
ALUMNOS:ALUMNOS:
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Cresta, Analía Cresta, Analía
Croce, Analía Croce, Analía
Índice
1.Introducción……………………………………………Pág. 3
2.Concepción del alumno adulto……………………..Pág. 4
3.Los cuatro caminos a recorrer junto al adulto
….Pág. 6
3.1. Aprender a conocer……………………………Pág. 6
3.2. Aprender a hacer……………………………….Pág. 9
3.3. Aprender a ser…………………………………Pág. 12
2
3.4. Aprender a convivir juntos……………………
Pág. 13
4.Conclusión………………………………………………Pág. 16
5.Bibliografía……………………………………………….Pág. 17.
Introducción
Después de transitar este seminario pudimos vernos a
nosotras mismas como docentes desde otro lugar. Y nos
comenzamos a replantear muchas de las cuestiones que
intentamos trabajar en estas páginas. El material
bibliográfico, nos resultó revelador y el rol del docente
fue cambiando a medida que avanzamos en su lectura y en la
presentación del mismo.
La empatía en la relación docente alumno, que en nuestro
primer trabajo en esta licenciatura realizamos para otra
materia, nos dio un enfoque, claro que trabajábamos para
una teoría relacionada con la educación media, y ya en esa
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franja etaria, encontrábamos como un desafío el poder
llegar al otro, el ser con el otro, el intentar crear un
espacio donde ambos pudiéramos aprender.
Después de recorrer los capítulos que trabajamos en este
seminario del libro de Pablo Freire, Pedagogía del
oprimido, dejamos de tener dudas de cual es el camino para
poder ser con el otro.
Aprendimos que, como dice Freire: “Al intentar un
adentramiento en el diálogo, como fenómeno humano, se nos
revela la palabra: de la cual podemos decir que es el
diálogo mismo.” (p.105)
Hacer sentir al otro que puede, que tiene tanto para dar
como nosotros y que estamos dispuestos a recibirlos,
abrirnos a él para que pueda entrar con sus palabras, es
dar amor y recibir amor.
“Los hombres no se hacen en el silencio, sino en la
palabra, en el trabajo, en la acción, en la reflexión”.
Freire (p.106)
Dar la palabra es creer en el otro, hacerlo crecer, que
pueda verse, su palabra es la que le dará el lugar y lo
hará ser.
Y para finalizar esta introducción, quisiéramos elegir
también del mismo autor estas palabras: “Si diciendo la
palabra con que al pronunciar el mundo los hombres lo
transforman, el diálogo se impone como el camino mediante
el cual los hombres ganan significación en cuanto tales.”
(p.107)
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Concepción del alumno adulto
La importancia del conocimiento del alumno adulto es
sumamente importante para el maestro, ya que el maestro
necesita saber cual es el punto de partida y comprender la
realidad de su alumno.
“Todo esto exige que sea, en sus relaciones con los educandos, un compañero
de éstos”. Freire (p.85)
Esto representará un desafío, ya que la formación docente
nos orienta de otra manera, mucho más parecida a la que
expresa Freire en su Pedagogía del Oprimido a continuación
de la frase que transcribimos antes: “La educación “bancaria”, en
cuya práctica no se concilian el educador y los educandos, rechaza este
compañerismo. Y es lógico que así sea. En el momento en que el educador
bancario viviera la superación de la contradicción ya no sería “bancario”, ya no
efectuaría “depósitos”. Ya no intentaría domesticar. Ya no prescribiría. Saber
con los educandos en tanto éstos supieran con él, sería su tarea. Ya no estaría
al servicio de la deshumanización, al servicio de la opresión, sino al servicio de
la liberación”. Freire (p.85)
Poder ver al otro como a un igual, dispuesto a compartir
con él nuestros saberes y aprender del otro sus saberes,
nos da una perspectiva de igualdad y respeto que todo
adulto necesita para crecer. Darnos a los demás, recibir a
los otros, cambia la mirada, el hacer, y nos da la
posibilidad de crecer a todos.
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En el Diseño Curricular para la Educación Primaria de
Adultos, se plantea claramente donde está parado el alumno
adulto en la sociedad y como la ve y se siente inserto en
ésta:
“El adulto, como tal, pertenece-de derecho-al mundo social que genera pautas
y modelos de aprender y saber. Su ignorancia y su no saber lo marginan, en el
fondo, de sí mismo, es decir de su propio derecho y responsabilidad de ser
parte activa del mundo adulto”.
El adulto durante toda su vida fue internalizando
estrategias de aprendizaje en su vida diaria según
situaciones propias de su medio sociocultural. El maestro
deberá revalorizar estas estrategias y fomentar su uso en
el proceso de enseñanza y aprendizaje.
Según Freire: el educador bancario “No puede percibir que la vida
humana sólo tiene sentido en la comunicación, ni que el pensamiento del
educador sólo gana autenticidad en la autenticidad del pensar de los
educandos, mediatizados ambos por la realidad y, por ende, en la
intercomunicación. Por esto mismo, el pensamiento de aquel no puede ser un
pensamiento para estos últimos, ni puede ser impuesto por ellos. De ahí que no
pueda pensar en forma aislada, en una torre de marfil, sino en y por la
comunicación en torno, repetimos, de la realidad.”
Es complejo pero necesario y enriquecedor, poder vernos a
nosotros docentes como compañeros de un viaje en el
conocimiento con el educando que trae el aporte de su
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experiencia de vida para compartir con nosotros y
enriquecernos ambos.
Poder reflexionar sobre esto nos motiva y desafía a una
pedagogía que realmente trabaja por la libertad del
pensamiento de las personas. Todas aquellas que estemos
incluidas en el camino de la educación, especialmente de
adultos.
La motivación por aprender deberá ser utilizada por el
maestro para acompañarlo subiendo los escalones de su
propio aprendizaje. En el mismo Diseño Curricular, se
resalta el valor del interés del adulto:
“Este deseo de saber y aprender despliega, en la adultez, su rica diversidad
de intereses, deja expresar el conflicto posible entre los
intereses y busca satisfacer la urgente necesidad de integrarlos. Así, por
ejemplo, el adulto aprende porque quiere desarrollar más y mejor su
competencia operatorio-formal y técnico-instrumental, pero aprende también
porque quiere mejorar su competencia comunicativa y porque quiere mejorar
su calidad de vida, sabiendo el hombre tanto de la violencia que proviene de la
naturaleza exterior como la que proviene de las relaciones sociales injustas,
que traban la comunicación entre los hombres.”
El maestro está parado frente a este alumno, con conflictos
internos (inseguridades, miedos, autolimitaciones) y
externos (propios de su medio sociocultural). Entonces,
¿Cuáles son las características que debe tener un maestro
para acompañar al adulto en este camino de emancipación?
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Según el Diseño Curricular antes mencionado, el principal
rol del educador de adultos es de ser delegado de la
comunidad educativa para la tarea de animador cultural, en
el sentido de facilitador de procesos que posibilitan
innovaciones y cambios. El éxito del proceso dependerá de
una mutua confianza entre el animador y el animado y
entonces decrecerá la dependencia y se hará posible el
logro de la autonomía.
Esa emancipación del ser, llevan a un “hombre completo”. En
el libro “Aprender a ser”, se describe el “hombre completo”
en todas sus dimensiones:
“El desarrollo equilibrado de todos los componentes de la personalidad exige
efectivamente el despliegue de las actitudes complejas del individuo, que la
educación tiene como finalidad suscitar y formar”
“Tales son los términos globales de esta finalidad fundamental: la integridad
física, intelectual, afectiva y ética del ser, del hombre completo”.
Para lograr esto, el maestro deberá recorrer junto al
alumno cuatro caminos.
Cuatro caminos que “encierran un tesoro”. Recorreremos
estos cuatro caminos y veremos las características del
maestro en diferentes aspectos educativos.
LOS CUATRO CAMINOS A RECORRER JUNTO AL ADULTO
APRENDER A CONOCER
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Aprender a conocer implica aprender a aprender. Si se logra
esto con el adulto, nuestro alumno tendrá las herramientas
para lograr una educación permanente y sentará las bases
para aprender durante toda la vida. Como señala Tedesco
(2005), Aprender a aprender implica “centrar el trabajo de la
escuela en transmitir información y contenidos; pero, sobre todo, en lograr que
los estudiantes aprendan conceptos, modos de comprensión de la realidad y
actitudes que puedan ser utilizados por ellos para resolver problemas
personales, espirituales, culturales, políticos, sociales y productivos. Implica,
asimismo, formar personas autónomas capaces de continuar estudiando a lo
largo de toda su vida….”. “Aprender a aprender implica una escuela que no sólo
sea responsable de distribuir saberes, sino también, de garantizar que los
estudiantes se apropien de esos saberes”
El docente de adultos debe partir del bagaje de
experiencias y problemáticas para llegar al conocimiento.
Deberá replanificar sus clases y centrarlas en lo que es
significativo para el adulto. Allí, surgirá el placer por
aprender lo significativo para modificar su realidad.
Albert Einstein dijo: “El arte supremo del maestro consiste en
despertar el goce de la expresión creativa y del conocimiento”.
Según Freire: “De este modo, el educador ya no es sólo el que educa sino aquel
que, en tanto educa, es educado a través del diálogo con el educando, quien, al
ser educado, también educa. Así, ambos se transforman en sujetos del proceso
en que crecen juntos y en el cual “los argumentos de la autoridad” ya no rigen.
Proceso en el que ser funcionalmente autoridad, requiere el estar siendo con
las libertades y no contra ellas”.
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“Ahora ya nadie educa a nadie, así como tampoco nadie se educa a sí mismo,
los hombres se educan en comunión, y el mundo es mediador”. (p.92)
El mundo nos atraviesa y nos educa, el hombre crece y se educa en relación con
el mundo.
No se trata de acumular conocimientos. Si el adulto está
alfabetizado, el conocimiento está accesible al adulto. Se
trata de lograr COMPETENCIAS para alcanzar un aprendizaje
autónomo. En el libro “La educación, ayer, hoy y mañana” de
Silvina Gvirtz, se señala que “el concepto de competencias
remite no sólo al aprendizaje de conceptos, sino que
incluye la adquisición de habilidades de carácter
metacognitivo, de estrategias superiores del pensamiento.
Bourdieu y Gros (1994) proponen:
“Se debe privilegiar toda educación capaz de ofrecer formas de pensamiento
dotadas de validez y aplicación generales, por sobre las enseñanzas que
proponen saberes susceptibles de ser aprendidos, también de manera eficaz
por otras vías….Es preciso privilegiar resueltamente las enseñanzas destinadas
a asegurar la asimilación reflexiva y crítica de las formas de pensamiento
fundantes”
“No necesito saberlo todo; solo necesito saber donde encontrar lo que me hace
falta, cuando lo necesite“Albert Einstein
Carlos Cullen en su libro “Resistir con inteligencia”, nos
habla a cerca de nosotros como sujetos de conocimiento que
se resisten a ser considerados objetos o meros receptores-
consumidores de información. Allí, resalta la importancia
de tratar el sentido de la práctica de enseñar, como una
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relación de sujetos que producen saber y que lo producen
resistiendo las prácticas de dominación o reducción de la
subjetividad. Allí, es donde interviene el PENSAMIENTO
CRÍTICO. Cullen lo define de esta manera:
“Pensamiento crítico quiere decir relacionar teoría y práctica….” “Saber
articular teoría y práctica aumenta nuestra potencia de actuar” “Pensamiento
crítico quiere decir también relacionar los discursos y las prácticas discursivas,
donde se traman saber y poder, con las comunidades que lo interpretan, y con
la precomprensión que tenemos de lo que acontece. Hay saberes previos a
nuestra comprensión de lo real que nos determina, pero hay una
precomprensión ontológica que nos libera del mundo dado y nos abre a lo que
acontece como novedad. Aumenta la potencia de actuar si aumenta nuestra
disponibilidad a lo que acontece”.
Esta disponibilidad de lo que acontece será una gran
herramienta para el docente. Partir de la realidad misma
del adulto será el agente motivador que lleve al
conocimiento y al “hacer” de su realidad.
En el libro “Psicología de la educación del adulto” de
Ovide Menin, se señala que “lo que es ajeno a la realidad, ha
demostrado ser, un mal recurso didáctico”. “La amenidad a la que nos
referimos es la tendencia a permanecer ajeno, extraño, a la realidad histórica y
social del objeto del conocimiento”.
Allí, es donde la escuela encuentra sentido para el adulto.
En el libro, “La escuela como frontera” de Silvia
Duschatzky, se señala a la escuela y las herramientas que
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la educación le brindan al adulto, como el pasaje a “otro
lado”. En el capítulo con ese nombre, se habla del sentido
de la escuela, el cual parece construirse en un juego de
preguntas y respuestas. Lo que se percibe en un “texto” es
aquello que tiene que ver con uno y la escuela parece ser
la respuesta a la pregunta. “La escuela adquiere sentido para el
sujeto cuando la experiencia escolar entra en el horizonte de sus expectativas
de vida”. “La escuela es el pasaje al reconocimiento social, es la posibilidad de
experimentar otra socializad y es la entrada de nuevos soportes discursivos.”
APRENDER A HACER
En el sitio web de la UNESCO, se describe este “aprender a
hacer”, como la habilidad de aplicar en la práctica lo
aprendido, especialmente lo relativo a los medios de vida.
Se trata del conocimiento, los valores, las competencias
prácticas y de saber cómo hacer para participar de manera
activa en un empleo y un ocio productivos. Sin embargo, en
el informe Delors, no se circunscribe al aprendizaje de un
oficio, sino que se incluye la competencia que permite
hacer frente a numerosas situaciones, hasta también
imprevisibles y que facilite el trabajo en equipo.
Silvina Gvirtz en “La educación, ayer, hoy y mañana” define
el auténtico trabajo en equipo:
“Un verdadero trabajo en equipo debería: facultar a todos para la acción, el
compromiso y el aprendizaje, ampliar la voz y la visión de otros, fortalecer la
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participación mediante la cesión de poder, las negociaciones y la posibilidad de
elección, fomentar la colaboración mediante metas cooperativas y generar
confianza, señalar el foco e identificar los resultados a alcanzar e identificar las
responsabilidades de casa uno…”
Se trata de crear una cultura del trabajo en equipo como
habilidad y estrategia en la práctica laboral de los
adultos. Fullan y Hargreaves, en la “Escuela que queremos”
describen el concepto de cultura de trabajo en equipo:
“En las culturas de trabajo en equipo, los docentes elaboran una seguridad
colectiva para dar una respuesta crítica al cambio. Las culturas de trabajo en
equipo mantienen un compromiso con la mejora sostenida y con la búsqueda
de métodos para mejorar la práctica, dentro de la escuela y fuera de ella”
El hacer en grupo y el aprender en grupo es un proceso a
trabajar y enseñar en el aula. Bernardo Blejmar dice al
respecto:
“Para que una organización sea capaz de aprender, requiere estar integrada
por individuos que aprenden. A su vez, para que sean sujetos de aprendizaje, la
propia institución debe estimularlos a aprender y enseñarles a trabajar juntos,
a interactuar más allá de las diferentes funciones”.
El hacer juntos involucra a los sujetos y su conocimientoen una actividad específica. Confucio lo explicaclaramente: “Lo veo y lo olvido. Lo escribo y lo recuerdo. Lo hago y locomprendo”
La significatividad del hacer se ve reflejada en un
PROYECTO, en el que confluye el propio conocimiento y el
del otro.
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Uno de los precursores del aprender haciendo fue John
Dewey. Él señala claramente: “Descubrir, reflexionar, cuestionar,
experimentar… con la orientación del profesor, que presenta contenidos en
forma de problemas. Se aprende haciendo. La teoría resulta de la práctica”
El aprendizaje por proyectos es una excelente herramienta
en la que confluyen varios y exitosos ingredientes: existe
un problema real significativo para el adulto, el
aprendizaje esta centrado en el alumno y en su equipo de
trabajo en forma colaborativa, hay un enlace entre lo
académico, su vida y la competencia laboral y en el
proyecto se ve plasmada su realidad local y tangible.
Es sumamente importante que el hacer tenga que ver con su
comunidad. En el informe Delors se establece que una de las
tensiones a superarse debe ser la tensión entre lo mundial
y lo local. El adulto debe convertirse en ciudadano del
mundo sin perder sus raíces y participando activamente en
la vida de la nación y las comunidades de base. Este hacer
está vinculado con el vivir juntos y con el participar
activamente en nuestra comunidad.
Pero, la primera comunidad que puede ejercer influencia en
la educación del adulto es su grupo en el aula. Con el
grupo, participa en proyectos, se involucra, aprende con el
otro y se construyen valores.
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El trabajo colaborativo implica asumir roles e
intercambiar ideas, experiencias y sentimientos. John Dewey
resalta el valor de las experiencias: “El aprendizaje se da cuando
compartimos experiencias y eso solo es posible en un ambiente democrático
donde no haya barreras al intercambio de pensamiento”.
El alumno se involucrará con el proyecto, ya que la vida
del adulto está basada en proyectos. A través del proyecto,
los alumnos no sólo aprenden contenidos sino que ejercitan
habilidades y estrategias necesarias para su vida y para la
convivencia diaria y laboral.
El proyecto transforma al alumno de sujeto pasivo a sujeto
activo. En ese proceso, el docente da un paso atrás cuando
el alumno da un paso adelante. Este paso adelante es un
paso en grupo, en conjunto. En esa pequeña comunidad
activa, se construye no solo conocimientos y habilidades
sino actitudes. El grupo deberá consensuar y aprender a
comunicarse con el otro. El grupo deberá tomar decisiones y
resolver problemas.
A este grupo de trabajo, según Freire, lo integran por
igual educador y educandos, ambos tomarán decisiones, ambos
cambiarán opiniones y decidirán el mejor camino para la
resolución de problemas.
En el proyecto, se generan pensamientos críticos y también
creativos. Jean Piaget, resalta el valor de la creatividad:
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“La meta principal de la educación es crear hombres capaces de hacer cosas
nuevas, no simplemente de repetir lo que otros han hecho; hombres
creativos…”.
Ovide Menin habla del docente en este trabajo grupal:
“El trabajo docente con adultos exige la adecuación constante de recursos y
técnicas a los intereses y las necesidades auténticas de esos adultos
concretos…..La necesidad de redinamizar los grupos, es decir, de interesarlos
vivamente en los aprendizajes que realizan, tanto intelectuales como
emocionales y neuromusculares, es uno de ellos”.
APRENDER A SER
Según el informe Delors, el aprender a ser nos exige una
mayor autonomía y capacidad de juicio junto con el
fortalecimiento de la responsabilidad personal en la
realización del destino colectivo.
Pero, la mayor tarea del docente en este aspecto implicará
no dejar de explorar ninguno de los talentos que, como
tesoros, están enterrados en el fondo de cada persona. El
informe, habla de la memoria, el raciocinio, la
imaginación, las aptitudes físicas, el sentido de la
estética, la facilidad para comunicarse con los demás, el
carisma natural del dirigente, etc. Todo ello que viene a
confirmar la necesidad de comprenderse mejor a uno mismo.
Creo que la tarea del docente será creer en su alumno y
hacerle ver su tesoro para fomentar su autoestima y
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motivarlo a alcanzar sus sueños. Celestin Freinet lo
aclara:
“No podéis preparar a vuestros alumnos para que construyan mañana el
mundo de sus sueños, si vosotros ya no creéis en estos sueños; no podéis
prepararlos para la vida, si no creéis en ella; no podéis mostrar el camino si os
habéis sentado, cansados y desalentados en la encrucijada de los caminos”
El informe Faure, habla del ser de este hombre nuevo, como
hombre que aprende, conoce y comprende el mundo y que
dispone o sabe que puede disponer de las técnicas
necesarias para actuar en el mundo y que enriquece el mundo
de objetos y de conjuntos tecnológicos.
La educación debe atender a ese “ser” del hombre adulto,
como hombre que encara un nuevo camino y viene a la escuela
con un bagaje de experiencias que también obstaculizan su
emancipación. En cuanto a esto, el informe Faure dice:
“El desarrollo de las cualidades afectivas, sobre todo en relación con el otro, es
un objeto de educación específica. Por entrenamientos sistemáticos, los seres
aprenden a comunicarse entre ellos y a disminuir su opacidad recíproca. Una
de las responsabilidades de la acción educativa, ayudada por las conquistas de
las ciencias humanas, es también la de eliminar los bloqueos nacidos de la
ignorancia y de los traumatismos de una formación primaria insuficiente o mal
dirigida”
En la educación de adultos, el informe Faure resalta la
importancia de personalizar el acto educativo de este
hombre adulto concreto en sus dimensiones reales y
multiplicidad de necesidades.
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“El individuo adulto en sus dimensiones de productor, de consumidor, de
ciudadano, de padre de familia, de ser feliz o desgraciado, es quien es el sujeto
de la educación continua”
Dicho informe, hablando de la educación permanente, habla
de un hombre inacabado en una transformación constante de
su ser.
“Gracias a la experiencia y a los medios existentes o en potencia, en las
sociedades actuales es posible ayudar al hombre a desplegarse en todas sus
dimensiones: en cuanto agente de desarrollo, agente de cambio y autor de su
propia realización, lo cual equivale a tender, por los caminos de lo real, hacia el
ideal del hombre completo”.
APRENDER A CONVIVIR JUNTOS
El informe Delors, habla de vivir juntos conociendo mejor
a los otros, su historia, sus tradiciones y su
espiritualidad, y a partir de ahí, crear un espíritu nuevo
que impulse la realización de proyectos comunes (aprender a
hacer juntos) o la solución inteligente y pacífica de los
inevitables conflictos.
Este convivir juntos es la clave para una vida comunitaria
plena y con compromiso social. Implica entenderse como
sujetos activos de la comunidad. El informe Faure,
establece este compromiso social de la educación de
adultos:
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“En cuanto a la acción educativa de los adultos, aun cuando sea menos
unificadora (puesto que puede traducirse en actividades independientes no
conformes con la enseñanza pública), contribuye, sin embargo, a despertar el
espíritu cívico, el compromiso social, el interés por los demás y ayuda a escapar
el aislacionismo, bien sea éste escogido o impuesto”.
En el libro “La escuela como frontera”, se habla de una
nueva “socialidad” que destaca una vuelta a la comunidad,
entendida como el re-ligar de un grupo alrededor de valores
compartidos: solidaridad, comprensión, ayuda mutua.
Freire dirá entonces: “Cuanto más se problematizan los educandos,
como seres en el mundo y con el mundo, se sentirán mayormente desafiados.
Tanto más desafiados cuanto más obligados se vean a responder al desafío.
Desafiados, comprenden el desafío en la propia acción de captarlo.” (p.94)
Silvia Duschatzky dice:
“La primacía del espacio como fundador de una identidad compartida viene a
relativizar la idea contemporánea de desterritorialización. El grupo de amigos,
las redes sociales construidas, las experiencias comunes tienen como escenario
fundador a la escuela.”
La escuela debe inculcar este vivir juntos como parte de
una práctica democrática en la que existe una preocupación
por el prójimo como parte de una responsabilidad social.
Juan Carlos Tedesco lo explica claramente:
“en el capitalismo industrial, existía “solidaridad orgánica”, todos éramos
necesarios (…) era un tipo de organización social en la que había vínculos (…).
En este nuevo capitalismo, en cambio, sigue habiendo explotación, sigue
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habiendo dominación, pero aparece un nuevo fenómeno, que es la exclusión.
Un sector importante de la población rompe el vínculo con la sociedad: no es
necesario. Entonces, vivir juntos no es un producto automático, natural del
orden social. Ahora, para vivir juntos, tiene que haber una decisión política,
voluntaria, consciente, de hacerlo (…) Entonces, es algo que tiene que ser
enseñado, tiene que ser aprendido…” (Página 111-112)
En el libro “La educación, ayer, hoy y mañana” se habla de
este compromiso social y se establece la necesidad de que
la escuela forme ciudadanos comprometidos, trabajadores
inteligentes, consumidores críticos, ciudadanos
responsables y con proyectos.
El compromiso social implica un respeto por los derechos
del otro. Se trata de reconocer y respetar otros en
sociedad. Carlos Cullen habla de interacciones o
intercambios simbólicos, de formas de vida que dan sentido
al uso de las palabras y a la pretensión del saber, son
todas cuestiones que afectan la formación del inconsciente:
“Y este aprender a vivir es con otros, y no contra otros o sin otros. Por eso, hay
normas, reglas, ley. Por eso nos educamos, porque interesa más amar que
odiar, unir que fragmentar”
Vivir juntos en la escuela es el microcosmos de una
realidad más amplia que es la vida democrática. Vivir
juntos con respeto, paz y solidaridad creo que es el
mensaje más esperanzador que puede transmitir la escuela.
Un mensaje que nos permite descubrirnos como personas
participantes de una sociedad común.
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Las palabras de Pablo Freire descubren este mensaje
esperanzador de la escuela:La escuela es…El lugar donde se hacen amigos, No se trata solo de edificios,Aulas, salas, pizarras, programas,Horarios, conceptos.
La escuela es, sobre todo,Gente,Gente que trabaja,Que estudia,Que se alegra, se conoce,Se estima.
El coordinador es gente,El profesor es gente,El alumno es gente, Los padres son gente,El funcionario es gente.
Y la escuela será cada vez mejor,En la medida que cada uno se comparteComo compañero, amigo, hermano.Nada de isla donde la gente está rodeadaDe cercados por todos lados.Nada de convivir las personasY que después descubras que no hay amistad con nadie.
Importante en la escuela no es solo estudiarNo es solo trabajar.Es también crear lazos de amistad,Es crear un ambiente de camaradería,Es convivir,Es unirse.
Ahora bien, es lógicoQue en una escuela así, sea fácil estudiar,Trabajar, crecer, Hacer amigo, educarse, SER FELIZ.
Pablo Freire
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CONCLUSIÓNLuego de recorrer este camino y pensando sobre nuestro
trabajo en el aula con el alumno adulto, se nos presenta la
responsabilidad de acompañarlo de la mejor manera, lo cual
implica trabajar sobre nuestras virtudes como docente.
Pablo Freire dice que “estas virtudes no son de cualquier educador
sino de uno que esté realmente comprometido con la transformación de la
sociedad injusta, para crear una sociedad menos injusta”.
Creo que eso es lo que debemos mantener en nuestra mente y
en nuestro corazón: el objetivo de que la educación que el
adulto reciba, llegue a modificar su vida. Ese es el
desafío, difícil pero nunca imposible.
Terminamos con las hermosas palabras de Eduardo Galeano:
“Ella está en el horizonte. Me acerco dos pasos, ella se aleja dos pasos.
Camino diez pasos, y el horizonte se corre diez pasos más allá.
Por mucho que yo camine, nunca la alcanzaré. ¿Para qué sirve la utopía?
Para eso sirve, para caminar…..
BIBLIOGRAFÍA
Delors, Jacques (1996). La Educación encierra un
tesoro. España, Madrid: Santillana, Ediciones UNESCO.
Freire, Paulo (1979). Pedagogía del oprimido. Brasil.
Siglo XXI.
Bourdieu y Gros F (1994). Los contenidos de la
enseñanza. Principios para la reflexión.
Blejmar B. (2005). Gestionar es hacer…que las cosas
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sucedan. Competencias, actitudes y dispositivos para
diseñar instituciones. Buenos Aires: Novedades Educativas.
Faure, Edgar y otros (1972). Aprender a ser. España,
Madrid: Alianza Editorial, UNESCO.
Cullen, Carlos (2007). Resistir con inteligencia.
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Pueblo Nuevo.
Duschatzky, Silvia (1999). La escuela como frontera.
Buenos Aires: Editorial Paidos.
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Menin, Ovide (2003). Psicología de la educación del
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mañana – El ABC de la Pedagogía. Buenos Aires: Editorial
Aique. Carrera docente.
Fullan, M. y A. Hargreaves (1996). La escuela que
queremos. Buenos Aires: Editorial Amorrortu.
DISEÑO CURRICULAR PARA LA EDUCACIÓN PRIMARIA DE
ADULTOS. MUNICIPALIDAD DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES,
SECRETARIA DE EDUCACIÓN.
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