La Química en el Laboratorio Escolar como una Construcción Social"

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La Química en el Laboratorio Escolar como una Construcción Social” Marina Silvia Masullo

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La Química en el Laboratorio Escolar como una Construcción Social”

Marina Silvia Masullo

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A

Joaquín, Lucía, Juan Manuel, Santiago, Conrado y Máximo

Porque es un placer

“verlos” vivir

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INDICE

PRÓLOGO 5

CAPÍTULO 1: LA CIENCIA, LA ESCUELA Y LA SOCIEDAD

1.1 Introducción………….…………………………………..…….……..…... 9

1.2 La percepción pública de la ciencia…………..………..……………….… 12

1.3 La finalidad de la ciencia escolar..……..………………...……………….. 16

1.4 Importancia y antecedentes del trabajo….……..…………………………. 18

1.5 Planteo del problema y los objetivos de la investigación..…….………..... 19

CAPITULO 2: CONSIDERACIONES TEÓRICAS

2. Introducción….…….……………………………………………………… 21

2.1 La ciencia como estructura social……………………………………….. 22

2.1.1 El ethos científico y la autonomía de la ciencia: Robert Merton…… 23

2.1.2 Los paradigmas de Thomas Kuhn…...……….………………..……. 29

2.1.3 La Escuela de Edimburgo: el Programa Fuerte…………....……........ 31

2.1.4 Los laboratorios como lugares de producción: abriendo las

cajas negras…………………….……………………………………..

33

2.2 Bruno Latour: Lo que encontró el antropólogo en las cajas negras ……. 37

2.2.1 La producción de orden: el sistema de inscripción gráfica...………… 39

2.2.2 La inscripción literaria: los tipos de enunciado…………..…………... 40

2.2.3 Los aspectos sociales en la construcción de un “hecho” : los

intercambios en el proceso de inversión……………………………..

43

2.3 El sistema educativo desde una mirada sociológica ……...…………….. 48

2.4 Los rituales escolares como forma de transmisión cultural……………... 56

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CAPÍTULO 3: ASPECTOS METODOLOGICOS

3.1Introducción…………………………………………………………….. 61

3.2 La metodología etnográfica……………………………………………. 62

3.2.1 Construyendo la autonomía: la distancia del investigador……........ 63

3.3 El escenario……………….…………………………………………… 69

3.4 Los actores…………………………………………………………….. 74

3.4.1 Jorge y Jorgito de Burgos los informantes: la entrevista

con grabador…y sin grabador………………………………………

74

3.4.2 Los alumnos………………………………….……………………... 78

3.4.3 Edison: el profesor a cargo de las clases en el laboratorio…………. 80

CAPÍTULO 4: ANALISIS DE LOS RESULTADOS

4.1 Introducción…………………………………………………………... 83

4.2 Porqué Jorge de Burgos eligió al profesor Edison.…………………… 84

4.3 Las enunciados de Edison…………………………..……………….... 88

4.4 Tipos de intercambios……………………………….………………… 101

4.5 La Ciencia de Edison en el laboratorio……………….……………….. 136

CAPÍTULO 5: CONCLUSIONES 143

BIBLIOGRAFIA 147

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PRÓLOGO

“Por todas partes, tanto al manejar los artefactos de uso cotidiano, como al comer un manjar elaborado por procedimientos mecánicos, como al pasear por un paisaje modificado por la industria humana, chocamos con estructuras producidas por el hombre, y en cierto modo nos vemos siempre situados ante nosotros mismos”

Werner Heisemberg (1994).

Es frecuente encontrar investigaciones educativas en las que se analizan

cuestiones pedagógicas, didácticas o epistemológicas en las clases de Química, sin

embargo, en este trabajo propone una mirada sociológica que no ha sido abordada

suficientemente, quizás en consonancia con el desarrollo más tardío que han tenido los

estudios sociales de la ciencia y la misma sociología de la ciencia.

Así, conjugando el proceso de enseñanza - aprendizaje y ciencias naturales, en el

marco de los cambios promovidos desde la implementación de Ley Federal de

Educación (sancionada en 1993, en Córdoba desde 1996), se decidió ingresar a un

laboratorio escolar para realizar el trabajo de campo (Latour, 2001):

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“… la única manera de entender la realidad de los estudios de la ciencia es

fijarse en lo que mejor se le da a dichos estudios esto es, poner suma atención en

los detalles de la práctica científica. Una vez descrita esta práctica tan de cerca

como lo hacen los demás antropólogos cuando van a vivir entre tribus

extranjeras...”

Esta investigación se centró en reconstruir parte de la trama de relaciones sociales

que surgen a través de los intercambios que ocurren entre el docente y los alumnos

durante las clases en el laboratorio escolar y de cómo el docente va construyendo la

finalidad de la Química que enseña. Si bien reconocemos la importancia del modelo

didáctico en el que se centra el docente al que se observó, no será considerado en este

trabajo.

El laboratorio de Química escolar, un espacio geográfico acotado y muy bien

delimitado, se constituye en el núcleo central de esta investigación, es también el punto

de tensión en el que se encuentran dos planos de análisis: uno “externo” que evoca la

relación de la ciencia (de los científicos), la ciencia escolar y la importancia que revisten

en la sociedad actual, y otro, un plano “interno” en el que pareciera que las decisiones

que se toman están alejadas de lo que ocurre más allá de las paredes de ese recinto tan

celosamente custodiado y al que, habitualmente, no es fácil ingresar.

El texto ha sido organizado en cinco capítulos, en el primero se procura poner de

manifiesto lo complejo que resultan las relaciones entre Ciencia, Escuela, Sociedad y de

cómo se define, desde un nivel general, lo que es significativo aprender en las clases de

ciencias, además se describen las finalidades de la enseñanza de la ciencia según las

categorías elaboradas por Aikenhead (2003). Se plantea el problema y los objetivos que

orientan esta investigación.

En el capítulo dos se reseñan los aportes teóricos que sustentan este trabajo,

dividido en cuatro partes, la primera, a través de un recorrido histórico por la sociología

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de las ciencias se da cuenta , de modo general, la importancia creciente que se le ha

concedido a los factores sociales en la construcción del conocimiento científico, en la

segunda se pone especial énfasis en los trabajos que se realizaron en un laboratorio de

Neurociencias (Latour y Woolgar, 1995) que nos provee de categorías para pensar los

tipos de enunciados y los intercambios entre los científicos, en la tercera y cuarta parte

se retoma un trabajo de la sociología de la educación (Bourdieu y Passeron, 1998) en la

que se ponen de manifiesto los mecanismos reproductivos que operan en el sistema

escolar de los cuales se toman los conceptos de arbitrariedad cultural y violencia

simbólica que conjuntamente con los aportes del estudio de los rituales en contextos

escolares (McLaren, 2003) -cuarta parte- nos permiten explicar los mecanismos de las

interacciones entre el docente y los alumnos que tienen lugar en el laboratorio.

En el capítulo tres se realiza una descripción y fundamentación de la metodología

etnográfica en un estudio de caso elegida para llevar a cabo esta investigación, al mismo

tiempo se caracteriza el escenario: el laboratorio escolar, y los actores involucrados: los

ayudantes de laboratorio, los alumnos y el docente.

En el cuarto capítulo se lleva a cabo el análisis de los resultados encontrados

durante el trabajo de campo y se elaboran nuevas categorías para tipificar los enunciados

que predominan en el discurso del docente durante las clases, como así también, los

intercambios entre el profesor y los alumnos y cómo convergen en la construcción de la

finalidad de la Química que enseña el profesor.

Finalmente, se presentan las conclusiones en el quinto capítulo.

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CAPÍTULO 1

LA CIENCIA, LA ESCUELA Y LA SOCIEDAD

“Para vivir en un collage uno debe, en primer lugar, verse a sí mismo como capaz de clasificar sus elementos, de determinar qué son (lo que habitualmente implica determinar de dónde proceden y cual era su valor cuando allí estaban) y cómo se relacionan los unos con los otros en la práctica, todo ello sin enturbiar el sentido de la localización e identidad propias en su seno”.

Clifford Geertz, Los usos de la diversidad (1996).

1.1 Introducción

En la última década se han producido una serie de cambios en las políticas

públicas educativas de la mayoría de los países centrales y también en Latinoamérica

con sus consiguientes reformas del sistema lo que implica modificaciones y elección de

diversos enfoques en la enseñanza de las ciencias. La reforma educativa que tuvo lugar

en Argentina a partir del año 1993, sumada a la creciente importancia de alfabetizar

científica y tecnológicamente a los ciudadanos, ha provocado la necesidad de replantar

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la finalidad que persigue la enseñanza de las ciencias naturales en el ámbito escolar. Un

movimiento de importancia en la actualidad es el enfoque Ciencia, Tecnología y

Sociedad (en adelante CTS). En esta propuesta se ponderan las relaciones entre las

partes, poniendo de manifiesto el valor social de la ciencia en la escuela. Así lo expresa

un informe elaborado por la Royal Society (1985)1:

...“mas que nunca, la gente necesita entender la ciencia si tiene que verse

sometida a procesos de toma de decisiones a nivel nacional o local, en la

dirección de industrias, en empleos que requieran semi o total especialización, en

el ejercicio del voto como ciudadanos, o en la toma de una serie de decisiones

personales.

El enfoque CTS surge como una de las alternativas posibles a la crisis sufrida por

la enseñanza clásica de las ciencias denominada “Primera Generación de Proyectos”

(PGP) acaecida en la década del 60 en los Estados Unidos (EEUU) e Inglaterra que

posteriormente se difundió por otros países de Europa y América Latina llegando a

Argentina en los años 70. Numerosos son los factores que se entretejieron provocando

esta crisis, algunos prefieren poner el énfasis en cuestiones políticas y económicas más

que en motivos culturales y sociales tales como lo señala Fourez (1998):

“Dentro de esta perspectiva, lo que se visualizaba era la formación de una elite

científica y tecnológica [...] este objetivo fue alcanzado gracias a una política de

la educación por la cual los cursos de ciencias se centraron en las disciplinas

particulares y las especializaciones.”

1 Al publicar este informe, la Royal Society esperaba señalar la importancia de una toma de conciencia general de la naturaleza de la Ciencia y muy especialmente del modo como la Ciencia y la Tecnología impregnan nuestra sociedad actual.

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De esta manera la enseñanza de las ciencias en la escuela secundaria se hizo cada

vez más especializada, con el eje en la transmisión de resultados, de conceptos y en el

mejor de los casos, de métodos que se inculcaban a los alumnos, sin tener en cuenta las

circunstancias que habían precedido a su elaboración. En consonancia, con esta

propuesta Vázquez Alonso (2005), expresa que la PGP orientaba a los estudiantes a

proseguir estudios en ciencias e ingeniería en la universidad, seleccionando a los más

capaces:

“se pretendía conseguir más y mejores científicos e ingenieros, para lo cual se

desarrollaron currículos escolares de ciencias centrados en los contenidos con el

objeto de seleccionar y formar a los más capaces, asentando así la finalidad

propedéutica de la enseñanza de las ciencias”.

Otras críticas a la PGP provinieron de diversas áreas del conocimiento tales como

la Psicología, mostrando que la enseñanza de las ciencias se sustentaba en el modelo

conductista y a la luz de las nuevas epistemologías propuestas por Kuhn, Toulmin y

Laudan, se le atribuyó promover una imagen distorsionada de las ciencias con una fuerte

orientación empírico inductivista.

También provocó severos cuestionamientos la fuerte inversión estatal realizada en

una ciencia que parecía no satisfacer las necesidades que demandaba la sociedad. Todas

estas causas, dan lugar a una renovación de la enseñanza de las ciencias más

relacionadas con el contexto. Este resurgimiento esta ligado, fundamentalmente, a tres

ejes (Fourez, 1998):

• Económico – político: Los científicos, economistas y gobernantes están de

acuerdo en que es necesario promover una mayor participación de la sociedad en

general. Se requiere de inversiones en las ciencias y en programas educativos,

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dirigidos a la formación de científicos, tecnólogos y a mejorar la alfabetización

científico y tecnológica del conjunto de la población.

• Social: El incremento de la cultura científica y tecnológica de la población

favorece a la democracia evitando que las decisiones recaigan sólo sobre los

especialistas.

• Humanista: Recobrar la dimensión histórica para comprender mejor cómo la

ciencia y la tecnología han nacido dentro de una historia humana de la cual

forman parte. Sin descuidar una dimensión epistemológica que permita

comprender cómo trabajan los científicos y como se construye la ciencia en

nuestra sociedad.

En este marco es que la enseñanza se plantea como reto para el siglo XXI,

incluyendo promover la alfabetización científica y tecnológica para todos los ciudadanos

de tal manera que redunde en un aumento de la comprensión de la social de la ciencia.

1.2 La percepción pública de la ciencia

A los fines de este trabajo se profundizó la lectura de los documentos oficiales en

procura de identificar las directivas respecto de la orientación que debe tomar la

enseñanza de las ciencias en Argentina, Así, se encuentran algunas definiciones en la

que se muestra una clara intención de promover una enseñanza de la ciencia en torno al

eje CTS, haciendo hincapié en la “significatividad social” que tiene la formación de

ciudadanos alfabetizados científica y tecnológicamente. Específicamente el Diseño

Curricular de la provincia de Córdoba (1997) propuesto para la enseñanza de la

Química, explicita en sus consideraciones generales que:

“Esta propuesta curricular promueve el desarrollo de competencias básicas

presentando, visiones actualizadas de la Química acorde con una currícula

espiralada, atendiendo a la formalización de conceptos, a su revisión y a su

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profundización. Integra la Química a la Sociedad que consume tecnología (con la

visión de Ciencia, Técnica y Sociedad) y le permite a los ciudadanos tener

argumentos válidos para la toma de decisiones de su vida personal y social.

Ofrece a las instituciones educativas, un marco de referencia para conocer y

defender las ventajas de una enseñanza rica y rigurosa desde lo disciplinar, que

no debe conducir a visiones distorsionadas de la realidad. Pretende ser una

mirada unificadora de los tratamientos interdisciplinares de las Ciencias

Naturales.”

Si bien esta propuesta fue difundida en todas las escuelas del territorio provincial

y alcanzó a los docentes en servicio, es importante reflexionar acerca de cómo este

cambio ha influido en la comprensión pública de la ciencia en esta sociedad. Algunas

investigaciones recientes nos advierten que los hábitos sociales tienden a excluir a las

ciencias naturales de la vida cotidiana, la escuela propicia una imagen de “ciencia

escolar aburrida y difícil” (Acevedo Díaz, 2004), probablemente, esto es atribuido a la

escasa comunicación de la ciencia a la sociedad, ya que los científicos suelen prestar

poca atención a este aspecto, lo que fomenta el estereotipo “del científico aislado en su

torre de marfil” (Vázquez y otros, 2005).

“Paradójicamente, el conocimiento científico y tecnológico no suele formar parte

de las relaciones sociales y culturales, ni del acervo necesario para la

convivencia y la ciudadanía. Al contrario, a menudo la ciencia y la tecnología son

percibidas como un conocimiento hermético e inaccesible para la mayor parte de

las personas, así como peligrosos instrumentos de opresión y control social al

servicio del poder político, económico, militar y de minorías elitistas. Esta

percepción negativa genera desconfianza, cuando no un abierto rechazo, que es

patente en algunas decisiones tecnocientíficas públicas, como puede ser la

implantación de determinadas biotecnologías”

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Un trabajo reciente realizado en Argentina por Polino (2003) ofrece similares

resultados, los que se sintetizan a través de la siguiente expresión:

“... la sociedad no está suficientemente informada y comprende más bien poco

sobre ciencia (tiene una cultura científica baja), aunque sus actitudes,

expectativas y confianza son favorables al desarrollo de la ciencia y la

tecnología”.

Por otra parte este autor se pregunta si alfabetización científica es sinónimo de

comprensión pública de la ciencia o educación CTS, arribando a la conclusión que no se

trata de lo mismo y diferencia estos conceptos cuando expresa:

“...El concepto de percepción pública remite al proceso de comunicación social y

al impacto de éste sobre la formación de conocimientos, actitudes y expectativas

de los miembros de la sociedad sobre ciencia y tecnología. El concepto de

“cultura científica” tiene una raíz y composición más compleja, atribuible como

un aspecto más estructural de la sociedad, si bien alguna literatura de las últimas

décadas la ha tomado como sinónimo de aquél.”

De alguna manera esto hace referencia al hecho de que la alfabetización científica

no constituye un cuerpo homogéneo al menos en lo que respecta a las finalidades que se

proponen según sea el lugar y el momento en que se impulsa mejorar la percepción

pública de las ciencias. Incluso esa finalidad es diferente según se trate de países de

primer mundo o países de tercer mundo reforzando este concepto cuando señala:

“La percepción pública de la ciencia y la tecnología en los países desarrollados

tiene el acento puesto en que la sociedad controle de forma creciente el

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desarrollo de la ciencia. En el caso de los países de América Latina y el Caribe,

en cambio, con democracias más inmaduras y en ocasiones al borde del

derrumbe, el escenario es otro. La actividad científica y tecnológica no está

institucionalizada socialmente ni se la considera un recurso de crecimiento. Por

ello, para los países de la región [Latinoamérica] todavía es prematuro pensar

una participación directa de los ciudadanos en decisiones de riesgos,

incertidumbres o definiciones de pertinencia y utilidad de la ciencia, aunque esta

limitación es al mismo tiempo un estímulo y no necesariamente una traba.”

Más allá de la postura que se tome al respecto, no caben dudas que la escuela es

responsable de la educación formal de los ciudadanos ocupando un papel fundamental

en el proceso de comunicación de los conocimientos científicos y del impacto que éstos

tendrán en la formación de los futuros ciudadanos. Si se prefiere pensar en una cultura

científica, también es válido imaginar la institución escolar como un espacio en el que se

seleccionan aquellos contenidos científicos más relevantes para una sociedad.

Independientemente de la postura que se asuma, se aprecia que las relaciones CTS son

muy complejas, que según sean las necesidades sociales y las políticas públicas

decididas por un gobierno, los fines de las ciencias y por consiguiente de la enseñanza

de las ciencias en el ámbito escolar, serán diferentes. Viéndolo de este modo ni los

Contenidos Básicos Comunes, ni el Diseño Curricular definen expresamente qué se

entiende por una enseñanza de las ciencias orientada hacia la alfabetización científica.

Tampoco se especifica los criterios que deberían ser tenidos en cuenta para seleccionar

los contenidos (científicos) que serán socialmente significativos. Parecería que si se

quiere elevar el nivel de comprensión pública de las ciencias se requerirá no sólo de

políticas públicas adecuadas, ya que no basta una ley de educación de carácter nacional

para establecer qué contenidos son relevantes para ser enseñados en la escuela sino que

debe advertirse la importancia que tiene el eje social comenzando por la interacción que

se establece entre el docente, como portador de conocimientos científicos, y los

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alumnos. De este modo, la relevancia de los contenidos científicos a ser enseñados en la

escuela redunda de forma directa en la valoración posterior que la sociedad hará de las

ciencias.

1.3 La finalidad de la ciencia escolar

En los documentos oficiales se reconoce la importancia de alfabetizar científica y

tecnológicamente como así también la necesidad de seleccionar contenidos científicos

relevantes socialmente, sin embargo, no se aclara qué se entiende por relevancia.

Siguiendo algunas investigaciones recientes (Aikenhead, 2003) que afirman que la

relevancia de la ciencia escolar es sin dudas un hecho social, se reconoce que el término

“ relevante” resulta “an ambiguos term”. Que tiene dos dimensiones preponderantes:

(1)“relevante to whom?” pupils, parents, employers, politicians, teachers? And

(2) relevant to what? Everiday life, employment, further and higher education,

being a citizen, leisure, children´s existing ideas, being a “scientist”?

La primera dimensión define que, en el contexto escolar, el currículum de ciencias

debe ser “relevante para los alumnos” (en el contexto político, sin embargo, la respuesta

puede ser muy diferente) mientras que la segunda dimensión hace referencia a la

finalidad que tiene la enseñanza de las ciencias. Siguiendo la segunda dimensión, en

este trabajo se considera que la relevancia está fuertemente ligada a la finalidad, no es lo

mismo una enseñanza de las ciencias orientada a la vida cotidiana, o al mundo del

trabajo, o a una formación propedéutica orientada a estudios superiores. Aikenhead

(2003) propone una serie de categorías para cada tipo de ciencia escolar según su

finalidad:

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1. Ciencia propedéutica: cuya finalidad es formar a aquellos que proseguirán

estudios superiores. Se centra en los contenidos más convencionales y ortodoxos

de la ciencia, pero resulta poco interesante para la mayoría.

2. Ciencia social: formar personas en ciencia y tecnología para que puedan

enfrentarse en la vida cotidiana a cuestiones tecnocientíficas de interés público y

tomar decisiones racionales sobre ellas. Se centra en el funcionamiento de la

tecnología actual. Es una ciencia que facilita el ejercicio de la ciudadanía

democrática mediante la acción social.

3. Ciencia funcional: Necesaria para trabajar en empresas y puestos de trabajo

relacionados con la ciencia y la tecnología. Los contenidos convencionales se

subordinan a la adquisición de capacidades más generales, útiles para el ejercicio

profesional.

4. Ciencia seductora: La que se presenta en los medios de comunicación de masas:

documentales de televisión, revistas de divulgación científica, Internet. Consigue

audiencia mediante el espectáculo y el sensacionalismo, lo que contribuye a

mostrar una imagen estereotipada de la ciencia y la tecnología.

5. Ciencia doméstica: Esencialmente práctica, es deseada por su utilidad y

aplicación para la vida cotidiana. Incluye los contenidos transversales (salud,

consumo, nutrición, educación sexual).

6. Ciencia curiosa: Surge de la propia curiosidad y, por lo tanto está muy ligada a

la idiosincrasia personal y cultural. Presta especial atención a los temas de C y T

que más puede interesar a los propios estudiantes, por lo que son ellos quienes

deberían decidir lo que es relevante.

7. Ciencia cultural: promueve contenidos interdisciplinarios más centrados en la

cultura de la sociedad que en las propias disciplinas científicas. Los hábitos

culturales de la sociedad donde viven los estudiantes se toman como referencia

para decidir lo que es relevante en la enseñanza de las ciencias.

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La enseñanza de la Química en la escuela secundaria está orientada a alguna de

estas finalidades mencionadas, o quizás a otras, lo que es innegable es que enseñar

Química (o cualquier otra disciplina) conlleva una finalidad, sin embargo, en el caso de

las ciencias naturales se ha caracterizado más por una discusión respecto de si la

enseñanza es preponderantemente “teórica” o “práctica”.

1.4 Importancia y antecedentes del trabajo

Si bien en los últimos años han cobrado fuerza las investigaciones que se centran

en trabajos prácticos que se llevan a cabo en el laboratorio escolar, tal como el realizado

por Izquierdo, Sanmartí y Espinet (1999), quienes están en descuerdo con las posiciones

en las que se asumen los diseños experimentales tal cual lo hacen los científicos y

postulan que el laboratorio escolar requiere de actividades especialmente diseñadas para

aprender determinados aspectos de las ciencias en su propio escenario, muy diferente al

de una investigación científica. Este último planteo es el que se comparte en este trabajo,

por lo tanto si los escenarios son diferentes y las construcciones que se producen en cada

uno de ellos también lo son, el resultado es la ocurrencia de una diversidad de

finalidades de la enseñanza de la Química.

Para lograr comprender mejor la finalidad de la enseñanza de la Química, nos

adentramos en un laboratorio escolar como un escenario concreto y particular de manera

que nos permita aproximarnos a la ciencia escolar, a través de una metodología de corte

cualitativo se lleva a cabo un estudio de caso de un profesor de química.

En esta investigación se recupera la dimensión sociológica a partir de una extensa

bibliografía producida desde la “Sociología de las Ciencias” (Merton, Kuhn, Bloor) y de

estudios más específicos relativos a los laboratorios de ciencia (Latour, Knorr Cetina)

que aportan no sólo un marco metodológico, desde donde posicionarse para “ver” lo que

ocurre en el laboratorio de Química escolar, sino también, el marco teórico para abordar

nuestra investigación. La importancia de este trabajo reside en que no se han encontrado

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en la literatura investigaciones que aborden desde esta perspectiva los estudios sobre

trabajos de laboratorio en la escuela. Sí encontramos algunas investigaciones que

analizan las clases de ciencias en laboratorios desde una metodología cualitativa por

ejemplo Jiménez Aleixandre y Díaz Bustamante (2003) pero, principalmente, discuten

algunas cuestiones sobre la línea de investigación del discurso de los alumnos en el aula

y la forma en que contribuye a una mejor comprensión en los procesos de aprendizaje de

las ciencias. Otros trabajos publicados en inglés como el de Kelly y Crawford (1997)

tiene como eje las interacciones entre los alumnos de una escuela secundaria, durante la

construcción de conocimientos en las clases de laboratorio de Física. En ambos casos los

trabajos se centraron en los alumnos, en ninguno se toma como objeto de estudio al

docente.

1.5 Planteo del problema y los objetivos de la investigación

Es por todo lo expuesto que nos introducimos en un laboratorio escolar

procurando indagar cómo el profesor construye la finalidad de la Química que enseña a

través de analizar los tipos de enunciados que predominan en su discurso y la forma que

adoptan las interacciones con los alumnos, considerando los elementos sociales que allí

se ponen en juego. Así surgen los siguientes interrogantes:

¿Qué tipos de enunciados predominan en el discurso del profesor?

¿En qué consisten los intercambios entre el docente y los alumnos durante la

construcción de conocimientos en el laboratorio?

¿Cómo construye el profesor la finalidad de la Química que enseña en el

laboratorio escolar?

¿A qué ciencia desde el punto de vista sociológico responde la ciencia del

profesor?

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Para poder contestar estas preguntas se plantea como meta principal analizar cómo

el docente construye el significado que adquiere la Química en el laboratorio escolar.

Entre los objetivos específicos se pretende:

• Identificar los enunciados que predominan en el discurso del profesor

durante las clases de Química en el laboratorio.

• Describir los mecanismos de los intercambios entre el docente y los

alumnos durante las clases.

• Caracterizar la ciencia del profesor desde el punto de vista sociológico

identificando cómo construye la finalidad de la Química que el profesor

enseña en el laboratorio.

Como punto de partida tomamos las dimensiones de análisis propuestas por

Latour y Woolgar (1995) para los tipos de enunciados y de intercambios que se dan

entre los científicos en un laboratorio de neurociencias, sin embargo fue necesario

construir nuestras propias categorías ya que las diferencias entre el laboratorio científico

y el escolar son sustanciales. Para explicar los intercambios producidos entre el docente

y los alumnos recurrimos a los conceptos, aportados por Bourdieu y Passeron (1998), de

arbitrariedad cultural que subyace en la autoridad y autonomía pedagógicas que ejerce

el profesor y al de violencia simbólica que se manifiesta a través del trabajo pedagógico

y de cómo la acción pedagógica encarnada en el docente se impone como mecanismo de

reproducción cultural. También se requiere considerar el lugar de lo ritual y de su

influencia en las relaciones entre el profesor y sus alumnos como códigos que adquieren

un valor simbólico que le permiten al docente reafirmar y convalidar su autoridad.

21

CAPITULO 2

CONSIDERACIONES TEÓRICAS

2. Introducción

Encarar una investigación educativa en un laboratorio de Química escolar remite a la

necesidad de sacar a la luz dimensiones que de alguna manera atraviesan el espacio a

modo de haces invisibles constituyendo un entramado capaz de corporizarse en las

acciones que allí se desarrollan. Así, es necesario recuperar la Sociología de las

Ciencias, para explicar el origen de los problemas abordados por los científicos en los

contextos sociales y culturales y comparar con el modo en que se abordan en el

laboratorio escolar. Como así también, los componentes sociales que dominan la

relación entre el docente, los alumnos y el conocimiento. Para finalizar se identifica el

espacio escolar, el laboratorio, como un lugar de ritualización que da marco a la acción

pedagógica entendiendo lo ritual como “parte constitutiva de la vida diaria del ser

humano” (MacLaren, 2003). Los rituales de un grupo son más que meros símbolos o

signos constituyéndose en códigos simbólicos para la gestión e interpretación de los

sucesos en la vida cotidiana.

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2.1 La ciencia como estructura social

La sociedad está ampliamente persuadida del valor que la Ciencia y la Tecnología

tienen no sólo en la vida cotidiana sino también en el desarrollo económico y social de

los países (Fourez, 1998). Sin embargo, los estudios sociológicos sobre la influencia de

estos aspectos en la construcción del conocimiento científico se han iniciado hace

relativamente poco tiempo. Por lo general son los filósofos, epistemólogos o

historiadores de la Ciencia los encargados de preguntarse acerca de qué es la Ciencia, de

cómo se elabora el saber científico y qué relaciones mantiene con la sociedad. En estas

primeras secciones del capítulo se intenta explicar cómo inciden los factores sociales en

la construcción de un “hecho científico”. Una forma de llevar a cabo este análisis es

adentrarse en los laboratorios para dar cuenta de cómo y cuánto las interacciones

sociales participan de esta construcción. Probablemente, una causa del retraso de estos

estudios pueda atribuirse a la concepción de que el conocimiento científico era un

conocimiento trascendente que escapaba a la interacción con la sociedad a diferencia de

otros sistemas de creencias y otras formas de conocimiento (Kreimer, 1999):

“ [la sociología clásica veía a]...la ciencia como una esfera de actividad social y

cognitivamente diferenciada, distinta de otras categorías de creencia y

organización humanas. [...] La noción implícita de la visión clásica es que una

vez establecida, la ciencia constituye un sistema autosostenido de pensamiento y

de organización, capaz de resistir las influencias externas que se oponen al

principio de independencia, rigurosidad, criticidad (de racionalidad pura)

autoproclamado por la ciencia, así como sus procedimientos preferidos de

evaluación de la validez de las propuestas formuladas por los científicos.”

Sólo después de la primera mitad del siglo XX, la Ciencia en sus dimensiones

institucionales, cognitivas, sociales, se convirtieron en un campo de investigación para

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los sociólogos. En un comienzo, los sociólogos clásicos realizaron estudios generales de

la sociedad y el conocimiento pero sin considerarla un objeto particular. La primera

forma de Sociología de la Ciencia se inspira en la escuela estructural funcionalista

americana, en la que los sociólogos se preguntan acerca de los principios que regulan la

actividad de la investigación científica y si existen normas que organizan el espacio

científico. Robert Merton fue el máximo exponente.

A los fines de este trabajo se reseñará la importancia de los trabajos iniciales de

Merton, el giro que significó la obra de Kuhn en la sociología de la ciencia, el

Programa Fuerte y las perspectivas, de corte constructivista, para llegar a la década del

80 en la que Latour y Knorr Cetina, entre otros, se centran en las prácticas científicas en

los laboratorios.

2.1.1 El ethos científico y la autonomía de la ciencia: Robert Merton

En el período comprendido entre las guerras mundiales surge en Estados Unidos

una “Sociología de la Ciencia” (Martin, 2003) encargada de estudiar las particularidades

y los modos de regulación en una estructura social como es la comunidad científica. En

1935 se publica la tesis doctoral de Merton: Ciencia, tecnología y sociedad en la

Inglaterra del siglo XVII (Martin, 2003; Kreimer 1999), constituyéndose en el punto

inicial de una reflexión cuyo objetivo es pensar y analizar la ciencia como un producto

de la sociedad.

La tesis de Merton está dividida en cuatro partes: la primera desarrolla un estudio

estadístico de la población de los científicos británicos en el siglo XVII de acuerdo con

su profesión y su especialidad científica donde se advierte la proximidad con las ideas de

Sorokin (Martin 2003), profesor de Merton, quien sitúa la influencia de la cultura en las

nociones que los hombres emplean para comprender su mundo no excluyendo los

conocimientos de la ciencia de su teoría sociológica del conocimiento. Desde lo

metodológico recurre al estudio cuantitativo de las corrientes de pensamiento

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(enumeración de autores, ponderación de los mismos según su importancia) para captar

la evolución de las ideas a partir de los primeros filósofos griegos. Acepta que el saber

está influido parcialmente por lo social. Sólo las categorías fundamentales y los

principios generales del pensamiento están condicionados por la “premisa cultural”, el

hombre se hace de la “realidad última” del mundo, el valor supremo que acuerda a ese

mundo y a su vida, el modo en que concibe a la naturaleza y el sentido de su vida2.

En la segunda parte de la tesis aborda la relación entre el puritanismo y la

actividad científica. Los puritanos creían en la existencia de una conexión entre la

devoción y la misión de perfeccionar el destino del hombre ya que éste podía alcanzarse

mediante una mejor comprensión y control de la naturaleza por lo que la ciencia se

asoció con la virtud, por ende, con una profesión valiosa y con el ejercicio de una

conducta moral intachable. La tercera parte, trata acerca de las demandas de tipo

económico y militar en la orientación de la actividad científica. La cuarta parte, aborda

la relación entre la ciencia y el crecimiento de la población.

Merton propone que las categorías son representaciones esencialmente colectivas

y que traducen ante todo estados de la colectividad. Las representaciones colectivas

surgen mediante un proceso histórico que conjuga las experiencias de los individuos,

que combinan los saberes de unos y de otros y si esas categorías se pueden aplicar para

comprender la naturaleza es por que la sociedad forma parte de la naturaleza. Influido

por Durkheim (Martin, 2003) considera que los conocimientos científicos tienen una

base social pues las categorías usadas en la ciencia, en tanto actividad intelectual, son

las categorías del conjunto de la sociedad. Al estar determinados por las intenciones

sociales, los conocimientos son esencialmente ideológicos. El autor no niega que la

ciencia pueda producir conocimientos universales pero afirma que los empleos de esos

2 Para Sorokin (Martin, 2003), sólo tres sistemas ideológicos culturales han aparecido en la historia de la humanidad: las culturas espiritualistas que conciben la realidad como situada más allá del mundo, en un ser inmaterial eterno. Las culturas sensualistas que consideran que no existe nada más allá de la experiencia sensible. Las culturas idealistas que resulta de una combinación de las dos anteriores. Estas tres culturas están asociadas a tres sistemas de verdades diferentes y contradictorias, sin embargo, los tres son válidos y ninguno de ellos predomina sobre los demás.

25

conocimientos pueden ser ideológicos y estar determinados por los intereses de clase. La

ideología no siempre reside en las respuestas sino también se encuentra en el fondo y en

la forma de las preguntas. Tal como aparece en las sociedades, la ciencia es una

actividad tecnocientífica, por lo tanto es una actividad que emplea saberes para

transformar y controlar lo real.

Metodológicamente propone el desarrollo de teorías de alcance medio -o

intermedio- (middle range theory). Estas pueden ser definidas como aquellas que se

elaboran para guiar la investigación empírica puesto que las teorías generales de los

sistemas sociales están demasiado alejadas de la organización y los cambios sociales

dificultándose un abordaje empírico de la realidad, así, las abstracciones que se realizan

deben estar lo suficientemente cerca de los datos observados para incorporarlos en

proposiciones que permitan la prueba empírica. La teoría intermedia se constituye en

una herramienta metodológica más que en una alternativa teórica (Kreimer, 2005):

“A Robert Meton [...] el estudio de la ciencia le sirvió para “bajar” el nivel de

análisis de las grandes corrientes que predominaron hasta la década de 1940 –

funcionalismo, marxismo- y que pretendían explicar la sociedad en su conjunto.

Concentrarse en la ciencia le permitió, en un espacio acotado, desarrollar las

teorías de alcance medio y proponer innovaciones conceptuales que en un nivel

macro hubieran sido difíciles de observar”.

Respecto de la obra de Merton cabe aclarar que sus estudios sobre Sociología de

la Ciencia son una parte de un programa mayor que pretende brindar una explicación

teórica de una institución social particular, basado en el estudio empírico de dicha

institución, donde se evidencia la dinámica de las normas, de las funciones y de los

individuos en el contexto de una estructura social específica. En otras palabras, el

estudio de las prácticas científicas no constituiría un objeto en sí mismo, sino una vía

26

para mostrar un modo más eficaz de abordar el estudio de los principales problemas de

las relaciones sociales en las sociedades modernas.

A partir del análisis de la tesis de Merton se identifican tres elementos

“constitutivos que operan como punto de partida para el desarrollo de una Sociología de

la Ciencia” (Kreimer, 1999):

• Un ensayo de síntesis teórica, inscripto en una tradición puramente sociológica.

• Un abordaje teórico metodológico que significa una reacción contra las teorías

dominantes.

• Un estudio de las condiciones socio-económicas de la emergencia de la ciencia

moderna.

Pero, el concepto más importante en la formulación de Merton sobre la sociología

de la ciencia es la existencia de un ethos científico en el que se establece cuáles son las

normas que guían el comportamiento de los científicos y que estructuran la ciencia en

tanto actividad social, de acuerdo con esta posición define cuatro principios (Kreimer,

1999; Martin, 2003) como:

• Universalismo. Los científicos adhieren al carácter internacional, impersonal y

prácticamente anónimo de la ciencia. Para eso los criterios de evaluación de los

trabajos científicos deben ser intersubjetivos, conocidos por todos y no depender

de circunstancias o personas. El rechazo o aceptación de enunciados científicos

no depende de la raza, del sexo, de la nacionalidad e incluso de la religión de

quien lo enuncia. Brega por la designación anónima y neutra de árbitros.

• Otra norma se refiere al comunalismo (o comunismo), que asegura que todos

los productos de la investigación científica son bienes colectivos y la ciencia es

el resultado de una colaboración, de un esfuerzo cooperativo y constituye un

patrimonio público.

27

• Una tercera norma se refiere al desinterés, por lo que asegura que el científico

trabaja olvidando sus intereses personales, sus motivaciones extra científicas y

está dedicado a la búsqueda de la verdad.

• Por último, el escepticismo organizado, impide que los resultados sean

prematuramente aceptados, garantizando que éstos deben ser sometidos a

profundos exámenes críticos antes de ser validados como conocimientos

adquiridos.

El conjunto de esas cuatro normas conforman el “ethos científico moderno”

constituyéndose en los principios éticos y morales que deben guiar la acción del

científico y la estructura social de la ciencia actuando como los principios organizadores

de la vida de las instituciones científicas. El respeto a esas normas asegura que los

resultados producidos sean un saber científico riguroso, un conocimiento certificado y

racional. Además, el cumplimiento de esas normas, le aseguran a la comunidad

científica no estar totalmente sometida a las exigencias de la sociedad, de la economía o

del desarrollo industrial, constituyendo un subsistema autónomo en la sociedad.

Ante el innegable hecho de las disputas surgidas a raíz de la simultaneidad de

descubrimientos y de las querellas sobre la prioridad, Merton introduce dos nuevas

normas sociales: la originalidad y la humildad. Al incluir estas dos nuevas normas,

introduce de manera implícita, la idea de competencia: la búsqueda de la prioridad y de

la originalidad da origen a la competencia entre los investigadores, siendo la comunidad

científica no sólo un espacio cooperativo, sino también un espacio competitivo. De este

modo el ethos científico no constituye la psicología del investigador, sino los principios

de su ética.

Entre las críticas que desatan los trabajos de Merton, cabe destacar a Mitroff

(1974), quien pone en tela de juicio la norma del desinterés, ya que le adjudica una

enorme importancia al compromiso emocional del científico en su investigación.

También, cuestiona que las normas no son transhistóricas y transdisciplinarias,

28

considerando que la comunidad científica no constituye una comunidad perfectamente

autónoma con normas que la aíslan del funcionamiento general de la sociedad.

Otra consecuencia de los trabajos de Merton es que los laboratorios son lugares

que pertenecen exclusivamente a los científicos y por lo tanto escapan al estudio

sociológico. Los laboratorios son “cajas negras” de las que el sociólogo se desentiende

(Núñez Jover, 2001):

“Apelando a un enfoque funcionalista Merton centró su atención en la ciencia

como institución. Sus trabajos han tenido una enorme influencia en el estudio

social de la ciencia durante varias décadas. La sociología de Merton acepta la

"división social del trabajo" entre la Filosofía y la Sociología de la Ciencia y

deja para la primera el análisis del conocimiento científico y su justificación,

concentrándose en el tema de las normas o retos que rigen la vida científica, le

conceden su identidad y diferencian a la ciencia de otras instituciones sociales.

La discusión sobre esos retos y sus distorsiones en la práctica científica real

constituyen una importante fuente de reflexión sobre la ciencia.”

Pero, sin embargo, los trabajos de Merton lejos de facilitar el acceso al

laboratorio, se alejan de él, pues al concebir la ciencia como institución, sin importarle

lo que pasa puertas adentro, impide que pueda explicar lo que pasa “en la cocina”

(Martin, 2003):

“Merton se apoya sobre una concepción acumulativa y consensual del saber, pero

este sistema no permite explicar las revoluciones, los conflictos, las rupturas

radicales en los saberes y en las organizaciones científicas”.

29

Hasta aquí se rescatan dos aportes importantes del trabajo de Merton, uno es de

orden metodológico y se refiere a la importancia de las teorías de “alcance medio” y de

cómo habrán de influir en los estudios sociológicos futuros. El otro referido al ethos

mertoniano, que si bien muchos de los conceptos vertidos hasta aquí suscitaron críticas e

incluso hoy se consideran superados por los trabajos posteriores en el área, es innegable

que las normas se encuentra incorporadas en los libros de texto, de Química, al menos y

en las clases de ciencias, de modo tan natural que no se cuestionan la universalidad, el

comunalismo, o el desinterés. Difícilmente en un libro de Química se haga referencia a

algún acontecimiento relativo a lo político, económico o social, de igual modo,

difícilmente, el profesor deba explicar su opinión respecto de la postura política de

Rutherford o Thompson o Bohr al hablar de átomo. En el aula los conceptos

provenientes del campo científico son ahistóricos, neutrales, asépticos de cualquier

influencia externa. Sencillamente “son”.

2.1.2 Los paradigmas de Thomas Kuhn

Hasta la mitad de la década de los setenta, el modelo mertoniano fue ampliamente

dominante como esquema general. Los desarrollos teóricos y metodológicos se fueron

profundizando cada vez más en diversos aspectos ligados a la investigación científica

pero sin cuestionar el modelo basado fundamentalmente en los aspectos normativos. En

ese contexto la aparición en 1962 de la obra “La estructura de las revoluciones

científicas” de Thomas Kuhn tuvo un efecto inusitado.

Si bien se trata de un texto que “discute más con la Historiografía tradicional de la

Ciencia y con la Filosofía” (Kreimer, 1999) generó debates muy profundos en la

sociología de la ciencia.

Kuhn explica el cambio científico como un movimiento secuencial (Kuhn, 2004):

Ciencia normal → anomalía → crisis → debilitamiento del paradigma → ciencia

revolucionaria → establecimiento de nuevo paradigma.

30

En esta concepción la noción de paradigma es fundamental pero fue definida de

modos diferentes (Klimovsky, 1994) por Kuhn, pudiendo ser: “una serie de supuestos

teóricos, metodológicos y empíricos que son aceptados por aquellos que trabajan en un

área particular” o “un sistema de valores cognitivos que influye en las decisiones

individuales sin determinarlas. Ese sistema de valores cognitivos varía algo de

comunidad en comunidad y en el transcurso del tiempo”. Se podría seguir citando

diferentes definiciones pero resulta apropiado tomar la clasificación que ha delineado

Masterman (1970) a partir del análisis que realizó de los numerosos significados de

paradigma que aparecen en la obra de Kuhn, explicando que la definición de

paradigma puede reducirse en tres dimensiones: una dimensión sustantiva, que incluye

formulaciones teóricas, una dimensión sociológica, que identifica un paradigma con una

determinada comunidad científica y una dimensión que implica realizaciones científicas

que proporcionan modelos y ejemplos de problemas y soluciones a la comunidad

científica.

Para el presente trabajo lo importante es, justamente, la dimensión sociológica que

pone en el tapete la interdependencia que se establece entre paradigma y comunidad

científica.

King (1971) plantea la posibilidad de utilizar los trabajos de Kuhn para escapar de

la sociología mertoniana, ya que la posición de Kuhn implica la necesidad de considerar

al mismo tiempo las dimensiones cognitivas y las dimensiones sociales de la

investigación científica, para ciertos descubrimientos, el debate intelectual sobre qué ha

sido descubierto y la disputa social sobre quién lo descubrió están íntimamente

entrelazadas más que por el reconocimiento de la prioridad, por el reconocimiento de la

“autoridad intelectual”. (Kreimer, 1999):

“...Kuhn enfatiza, al menos, la necesidad de concentrarse en lo que los

científicos hacen, lo que incluye pensar, como opuesto a suponer a priori que

todos hagan lo mismo [...] los científicos pueden hacer cosas diferentes, entonces

31

podemos comenzar a estudiar relaciones entre lo que hacen y lo que producen, y

tomar en cuenta el conocimiento...”

Los trabajos de Kuhn más allá de las diversas lecturas sociológicas, muchas veces

contrapuestas, habrían logrado reconciliar la sociología con la filosofía de la ciencia

(Kreimer, 1999):

“...el tratamiento de algunos problemas puramente filosóficos, como la dinámica

de las teorías o el progreso científico, necesariamente involucra aspectos

sociológicos. Por otro lado, el tratamiento de algunos problemas puramente

sociológicos, como aquellos acerca de los valores que gobiernan la conducta de

la comunidad científica, necesariamente involucra aspectos epistemológicos.”

Por lo visto, surge la posibilidad, hasta la necesidad, de contar con investigaciones

que se dediquen a estudiar en profundidad las prácticas científicas en su producción

cotidiana.

Del mismo modo que a partir de Kuhn se piensa en los científicos como una

“comunidad”, comienza a perfilarse la posibilidad de adentrarse en los espacios en que

se mueven las comunidades científicas: el laboratorio científico. También se posibilita,

hasta se justifica, que los investigadores en educación se adentren en el laboratorio

escolar y observen qué pasa con la dimensión sociológica en ese espacio escolar.

2.1.3 La Escuela de Edimburgo: el Programa Fuerte

Las formulaciones del llamado Programa Fuerte se hallan en el libro de David

Bloor “Conocimiento e imaginario social” (Bloor, 1998)3 en este trabajo, el autor, no se

limita a formular una crítica de los modelos anteriores (de la sociología clásica o de la 3 Primera edición en inglés es de 1976.

32

historia de la ciencia) sino que plantea un verdadero programa que se presenta como una

alternativa respecto de los anteriores. Establece cuatro principios básicos:

1. Principio Causal: se ocupa de las condiciones que dan lugar a los estados del

conocimiento. Más allá de otras causas presentes, también hay causas sociales que

influyen en los procesos de producción de conocimiento. De este modo la

sociología puede entrar en las cajas negras, un campo vedado hasta ahora.

2. Principio de Imparcialidad : respecto de la falsedad y la verdad, el éxito o el

fracaso, la racionalidad o la irracionalidad. Ambos extremos de estas dicotomías

requerirán explicaciones. Constituye una crítica a la Filosofía de la ciencia en la

que un análisis parcial considera que sólo el error necesita ser explicado, en ese

caso solamente, se estudian los condicionantes sociales.

3. Principio de Simetría: Los mismos tipos de causas explicarían tanto las creencias

verdaderas como las falsas. Este principio es el que ha suscitado la mayor

polémica en torno del Programa Fuerte. Asociado con el principio de Causalidad

han dado lugar al movimiento relativista.

4. Principio de Reflexividad: sus patrones deberían ser aplicables a la misma

sociología. Si abordamos de un modo científico la naturaleza del conocimiento

científico.

Bloor se refiere a una “vieja distinción” que reservaría a los sociólogos el marco

institucional, externo, de la práctica científica, pero prohíbe ingresar en los contenidos

de la investigación. Este sería el espacio que guardan para sí la filosofía y la

epistemología (Kreimer, 1999):

“El origen de esta división parte del supuesto que de los conocimientos

verdaderos no deben explicarse, puestos que estos son naturales y representan

naturalmente la realidad, la vía para llegar a ellos es la racionalidad y la lógica.

Cuando a lo que se llega son conocimientos erróneos, entonces deben buscarse

33

necesariamente las causas sociales que produjeron una desviación de los buenos

métodos que, de otro modo, no hubieran inducido al error”.

Esta es una interpretación asimétrica de los conocimientos, es una sociología del

error. Propone que la meta del sociólogo será (Bloor, 1998):

“Construir teorías que expliquen las regularidades que parecen funcionar dentro

del campo [...] si estas teorías satisfacen el requisito de máxima generalidad

tendrán que aplicarse tanto a las creencias verdaderas como a las falsas y, en la

medida de lo posible, el mismo tipo de explicaciones se tendrá que aplicar en

ambos casos.”

En líneas generales, el Programa Fuerte permitió abrirse caminos en temas

sustantivos como: penetrar las cajas negras, estudiar la dinámica de las relaciones entre

lo micro y lo macro, la comprensión de la ciencia como una construcción. Dejando paso

al ingreso en el laboratorio.

Desde el punto de vista educativo, Bloor obliga a reflexionar acerca de cómo son

tratadas las creencias de los alumnos según estas se correspondan o no con el

conocimiento científico, como así también a considerar qué lugar ocupan los errores y

los aciertos del docente y de los estudiantes durante las prácticas de laboratorio. Este

aspecto deberá ser tenido en cuenta en el presente trabajo, procurando identificar si en el

laboratorio escolar se tienen en cuenta tanto los aciertos como los errores.

2.1.4 Los laboratorios como lugares de producción: abriendo las cajas negras

A mediados de la década del 70 va surgiendo una línea que implicará un cambio

significativo en los estudios sobre la Sociología de la Ciencia conocida como la

microsociología en la que se encuentran los estudios de laboratorio. En este marco se

34

desarrollan cuatro estudios, simultáneos, en diferentes laboratorios: Karin Knorr Cetina

en el Laboratorio de microbiología de Berkeley, Bruno Latour en el Instituto Salk de La

Jolla, Michael Lynch en el Laboratorio de Neurociencias de la Universidad de California

y Sharon Traweek, quién investigó un laboratorio de física de partículas.4

Los trabajos más relevantes corresponden a Karin Knorr Cetina (Knorr Cetina,

2005) y a Bruno Latour (Latour y Wolgar, 1995). La primera investigación se centra en

las controversias científicas como anclaje estratégico para el estudio de la formación de

consenso, esto es, de los mecanismos por los que las propuestas cognitivas resultan

aceptadas como verdaderas. El estudio de las controversias y la etnografía del trabajo

científico son complementarios más que contradictorios. Parte de asumir que los hechos

científicos son construidos, por lo que esta vertiente es considerada dentro del enfoque

constructivista. El investigador se sitúa como un observador externo que pretende

interpretar los procesos que se desarrollan en el interior del laboratorio. Postula que la

construcción de conocimiento ocurre como consecuencia de diversas series de

decisiones. Los científicos confrontan con diferentes caminos posibles y deben aplicar

diversos criterios prácticos para elegir entre las diferentes opciones. Le atribuye un

carácter artificial al laboratorio, ya que éste se constituye a partir de selecciones

anteriores. La metodología con la cual se trabaja en el estudio del laboratorio científico

es un eje fundamental. En el abordaje metodológico de Knorr Cetina se destacan tres

elementos principales: en primer término el compromiso del investigador, en vez de

presentarse de un modo neutral, Knorr Cetina identifica una intersubjetividad

metodológica. En segundo término, el relativismo metodológico en el que la cuestión es

de dar la voz a los procesos tal como éstos se desarrollan, más que intentar

comprenderlos. Por último, lo que la autora denomina interaccionismo metodológico,

que pone el énfasis en la práctica, por sobre los procesos de cognición. Knorr Cetina 4 Los estudios de los dos primeros autores se publicaron bajo los siguientes títulos: Latour (1979) Laboratory Life. The Construction of scientific facts. Knorr Cetina (1981) Manufacture of knowledge: an essay on the constructivist and contextual nature of science.

35

analiza la relación entre las reglas que rigen las prácticas de la investigación y los

mecanismos de poder, poniendo en evidencia el tipo de relaciones sociales que subyacen

en estos procesos. Recurre al concepto de negociación. Aquí lo que resulta ser el objeto

de la negociación no es lo que se va a definir socialmente como verdadero, sino que es

una forma de leer la puesta en práctica de las relaciones de poder con el fin de poner de

manifiesto el carácter socialmente construido de las reglas de experimentación.

La opción por los estudios de laboratorio no es una alternativa excluyente a las

otras corrientes, sino, la otra cara de la moneda. Knorr Cetina pretende poner de

manifiesto que lo que está en cuestión no es solamente el modo de abordar

sociológicamente la producción de conocimientos científicos, sino una manera de

abordar la sociología en general. Evidenciando que la clave es el abordaje desde una

doble perspectiva: los niveles micro y macro de la investigación en sociología, plantea

que el intento deberá ir en la dirección de reconstruir una perspectiva macrosociológica,

tomando como punto de partida una perspectiva microsociológica: lo macro está

activamente construído y continuado desde el interior de la acción micro social (Knorr

Cetina, 2005).

El segundo estudio ampliamente difundido sobre el laboratorio, es el de Bruno

Latour quien disconforme con los estudios realizados sobre ciencia, por considerar que

centraron su interés en los efectos que tiene la ciencia a gran escala: estudios sobre el

tamaño y la forma general del crecimiento científico global, la economía de su

financiación, la política de su apoyo y la distribución de la investigación científica por

todo el mundo, considerando que estas investigaciones sólo habrían aumentado aun más

el misterio de la ciencia en vez de reducirlo, decide emprender un estudio “dentro del

laboratorio científico”, en la obra La vida en el laboratorio. La construcción de los

hechos científicos 5, (Latour y Woolgar, 1995) realiza su trabajo de campo registrando

las conversaciones, analizando las fuentes de información y las “micro” negociaciones

entre los científicos. Este trabajo, hoy considerado un clásico, en parte se continúa con 5 La versión original en inglés de Laboratory Life. The Construction of Scientific Facts data de 1986.

36

preocupaciones más actuales de Latour, tal como se manifiestan en su obra La

Esperanza de Pandora. Ensayos sobre la realidad de los estudios de la ciencia6 (Latour,

2001) en el que procura mostrar como un dato “se construye” pero también sale del

laboratorio para analizar las relaciones a modos de “lazos y nodos” en la que se ven

enmarañados los científicos. También es menester aclarar que si bien la primera de las

obras mencionadas, la vida en el laboratorio, tiene como coautor a Steve Woolgar,

compartimos la opinión de que sigue especialmente el pensamiento de Latour (Kreimer,

1999):

“.es legítimo considerarlo [al libro] como un producto completamente

“latouriano”. Esto se apoya en dos hechos: por un lado es un reflejo de una

investigación desarrollada por Latour en un laboratorio californiano. Por otro

lado, es Latour quien continuará desarrollando la mayor parte de las ideas que

se esbozan en el libro, mientras que Woolgar, [...] ha emprendido otros caminos,

más bien ligados a profundizar sobre el problema de la reflexividad.

Las ideas de Latour son relevantes para este trabajo y por eso se tratarán en un

apartado especial.

Finalmente, después de un arduo recorrido los científicos sociales se adentran en

los laboratorios científicos, generando también la posibilidad de pensar al laboratorio

escolar como un espacio en el que pasan “cosas” y es pertinente preguntarse por ellas.

Así como los docentes reflexionan, o deberían hacerlo, respecto del modo de producción

del conocimiento científico tomando los aportes de la epistemología para pensar sus

clases también es necesario considerar los aspectos sociológicos que si bien están

fuertemente relacionados con la dimensión epistemológica constituyen por si solos otra

fuente de aportes para pensar la enseñanza de las ciencias en la escuela secundaria.

6 La primera edición en ingles de Pandoras´s Hope. Essays on The Reality of Science Studies data de 1999.

37

2.2 Bruno Latour: Lo que encontró el antropólogo en las cajas negras

La vida en el laboratorio (1995), se centra en dos cuestiones principales, la

primera , en cómo se construyen los hechos en el laboratorio, para ello recurre a un

criterio de “inscripción gráfica” que le permita poner orden en el caótico mundo de

datos con los que se encuentran los científicos (y el observador) en el que el laboratorio

es visto como un sistema de inscripción gráfica. La segunda, pretende responder a

cuáles son las diferencias, si las hay, entre la construcción de los hechos y la

construcción de las explicaciones. Describe cómo el proceso de construcción es a la vez

un “proceso de inversión” en el que la construcción del hecho, paulatinamente se va

despojando de las explicaciones a las que apelaron los científicos para “convencer a

otros” hasta constituirse en el “hecho”.

Un rasgo importante de la construcción de un hecho científico es el proceso

mediante el que desaparecen los factores “sociales” una vez que éste queda establecido.

Los propios científicos retienen de manera preferente la existencia de factores sociales

allí donde se considera que las cosas científicas han ido mal. Latour, sin embargo,

acuerda con el principio de simetría del programa fuerte de Bloor (Latour y Woolgar,

1995):

“los logros científicos que se consideran correctos deben ser tan susceptibles de

análisis sociológico como los que se consideran equivocados”

Otra cuestión, o más bien una preocupación, que se reconoce en la obra es de

orden metodológico y tiene que ver con “cómo puede dar cuenta un sociólogo de esa

construcción”. Esta preocupación también se advierte en los trabajos de Knorr Cetina,

que al despegarse de los modelos clásicos de la sociología propone buscar un

procedimiento válido para la construcción del conocimiento.

38

Desde el punto de vista metodológico, Latour ha elegido la observación directa en

el lugar del trabajo científico para examinar como se constituyen los objetos cognitivos.

Su trabajo se caracteriza por asignar un rol de extranjero al observador externo y

pretende hacerse invisible, como formando parte de las máquinas y los instrumentos.

Los científicos se constituyen para él en informantes privilegiados, pero de los cuales

también hay que dudar.

En definitiva, se trata de estudiar la construcción social del conocimiento científico

prestando atención a los procesos mediante los cuales los científicos dan sentido a sus

observaciones. El observador, tratará de hacer lo mismo dentro de su “propio” campo,

así entra en el laboratorio con la preocupación de dar sentido a las observaciones y notas

que registra. No importa cuan confusas sean las actividades de la “tribu”, tratará de dar

una explicación ordenada y sistemática. Se hará todo tipo de preguntas aun por obvias

que parezcan. Se enfrenta a la tarea de producir una versión ordenada de observaciones

y afirmaciones cuando se puede presentar una alternativa a cada una de sus lecturas de

las observaciones y afirmaciones.

Así se formula el siguiente interrogante:

“Pero entonces, ¿es la formación de grupos sociales la que da lugar a que los

científicos prosigan ciertas líneas de investigación, o es la existencia de

problemas intelectuales la que conduce a la creación de redes sociales de

científicos?”.

Latour considera a la ciencia como una actividad creativa. La actividad científica

es sólo una “palestra social en la que se construye el conocimiento”.

39

2.2.1 La producción de orden: el sistema de inscripción gráfica

El núcleo de la investigación es la producción de orden. Un cuerpo de prácticas

que los observadores externos consideran ampliamente bien organizado y lógico

consiste en una disposición desordenada de observaciones en la que los científicos

luchan por poner orden. La solución adoptada por los científicos consiste en imponer

diversos marcos mediante los cuales se puede reducir el “ruido de fondo” y contra los

cuales se puede presentar una señal aparentemente coherente. Por lo tanto, el objeto de

estudio será el proceso mediante el cual se construyen e imponen esos marcos. Pero

también los observadores externos parecen estar en una posición esencialmente similar a

la de los científicos, ya que se enfrentan a la tarea de construir una explicación ordenada

a partir de una disposición desordenada de observaciones. Al observador no le alcanza

con imponer orden a partir de una colección de observaciones sino que necesita

demostrar que lo ha hecho de un modo correcto, en definitiva, debe mostrar que su

método es válido.

El primer criterio que adopta el observador para ordenar lo que ve es el de

inscripción gráfica, de esta forma centra su atención en como una sustancia material es

transformada e interpretada por algún complejo aparato, instrumento de inscripción, que

termina generando alguna inscripción: gráficos o números y/o letras, considerando que

ese registro está en estrecha relación con la sustancia original. Posteriormente la

discusión entre los científicos se centrará en esa inscripción, o mejor dicho, en la

interpretación que cada uno le da a ese registro; ya que son comparados y contrastados

con otros diagramas similares y con otros artículos de la bibliografía publicada. Quizás,

junto con otros registros pueden ser el punto de partida para la redacción de un artículo.

Para el observador, el laboratorio, tiene la apariencia de un sistema de inscripción

gráfica que se caracteriza por que una vez obtenida una inscripción -como producto

final- se olvidan todas las etapas intermedias que posibilitaron su producción. Se da por

sentado que los procesos que lo originaron son meras cuestiones técnicas. De este modo

40

las inscripciones son indicadores directos de la sustancia en estudio, pero además

servirán como evidencia a favor o en contra de teorías, conceptos o ideas.

Así, el laboratorio se presenta, al observador, en términos del predominio de

documentos escritos y de instrumentos de inscripción. Sin embargo, se da una extraña

paradoja, ya que después de escribir un artículo que incorpora las inscripciones gráficas

y de añadir sus principales resultados en un nuevo instrumento de inscripción, se olvida

que la elaboración del artículo dependió de factores materiales. Se olvida el laboratorio,

tomando su lugar las ideas, teorías y razones. Un acontecimiento que llamó

poderosamente la atención del observador es que de alguna manera se producía un

cambio gradual en que una afirmación había pasado de ser una cuestión objeto de

discusión acalorada a ser un hecho bien conocido, corriente e indiscutible. Es así que se

preocupará por la relación existente entre los procesos de inscripción gráfica y el

“verdadero significado” de los artículos. Denominando “inscripción literaria” a los

numerosos procesos de escritura y lectura que demanda la producción de un artículo.

2.2.2 La inscripción literaria: los tipos de enunciados

El observador interpreta que una de las funciones de los artículos es persuadir a

los lectores sobre la facticidad del contenido pero lo hacen de una forma tal que en el

texto “parecen haber desaparecido todas las fuentes de persuasión”. (Latour y Woolgar,

1986):

“puede leerse un texto o un enunciado como algo «que contiene» o que «es sobre

un hecho» cuando los lectores están suficientemente convencidos de que no se

discute sobre él y se olvidan los procesos de inscripción gráfica”.

41

Así examinó los artículos cuidadosamente tratando de reconocer los diferentes

tipos de enunciados que aparecían. Elaboró un “esquema clasificatorio quíntuple”

correspondiente a cinco tipos de enunciados:

• Enunciados tipo 5: corresponde “a un hecho dado por sentado”. Estos

enunciados raras veces aparecían en las discusiones entre los miembros del

laboratorio, salvo que un recién llegado solicitara información sobre ellos,

debido a que justamente se daban por supuestos.

• Enunciados tipo 4: Forman parte del conocimiento aceptado y es frecuente

encontrarlos en los libros de texto. Son afirmaciones con la forma “A tiene

determinada relación con B”. Aunque la relación que se presente en el

enunciado no parece controvertida, se explicita de todos modos, esto no ocurre

con los enunciados de tipo 5. Raras veces se presenta en el trabajo de los

científicos del laboratorio.

• Enunciados tipo 3: Contienen enunciados sobre otros enunciados a los que

denomina modalidades. Consta de expresiones de la forma “A tiene determinada

relación con B” incluidas en otras expresiones. Es posible obtener enunciados

del tipo 4 eliminando las modalidades de los enunciados del tipo 3. Así la

presencia o ausencia de las modalidades puede caracterizar la diferencia entre

los enunciados de los libros de texto (tipo 4) y los tipo 3. No es lo mismo decir

“la estructura del péptido era X” que decir “la estructura del péptido es X”. Se

encuentran distintos tipos de modalidades, en algunos casos consiste en incluir

la referencia y la fecha, expresiones referidas al mérito de los autores o haciendo

mención a la prioridad del trabajo que había postulado la relación en cuestión

(“la primera demostración inequívoca fue proporcionada por...”). En las

discusiones evaluadoras se enuncian muchos enunciados tipo 3.

• Enunciados tipo 2: aquellos que centran su atención en la generalidad de la

evidencia disponible como por ejemplo: “lo que se sabe generalmente...” o “lo

42

que razonablemente podría pensarse...”. Las modalidades de los enunciados tipo

2 toman la forma de sugerencias experimentales, orientadas usualmente a

posteriores investigaciones que pueden elucidar el valor de la relación en

cuestión.

• Enunciados tipo 1: se trata de conjeturas o especulaciones, sobre una relación,

que aparecen de forma más común al final de los artículos o en discusiones

privadas.

De este modo los enunciados están ordenados tal que los tipo 5 representan las

entidades más cercanas a los hechos y los del tipo 1 las afirmaciones más especulativas.

Así los cambios en los tipos de enunciado se corresponden con cambios en el “estado de

facticidad” de los mismos.

Esto posibilitó reconocer a la actividad en el laboratorio como una lucha constante

por la aceptación y generación de determinados tipo de enunciados.

Los enunciados no permanecen intactos a lo largo del tiempo, algunos cambian de

estatus rápidamente según son probados, refutados y probados de nuevo. La atención

varía de un enunciado a otro. Hay situaciones en que un enunciado es extraído, usado y

vuelto a utilizar rápidamente y de pronto pasa a un estadio en que ya no es puesto en

duda, se ha construido un “hecho”, que ni bien producido se incorpora a la batería de

hechos obvios que desaparecen lentamente de la actividad científica diaria. El hecho

finalmente se incorpora a los libros de texto universitarios.

Al seguir la noción de inscripción gráfica, el observador puede explicar los

objetivos y productos del laboratorio en sus propios términos. La actividad del

laboratorio es concebida como una organización para persuadir mediante inscripciones

gráficas.

Pero la inscripción gráfica en el laboratorio se puede entender en términos de

generación continua de documentos, utilizados para transformar tipos de enunciados y

aumentar o disminuir su “estatus de facticidad”. Sin embargo, todavía es necesario

introducirse en la esencia misma de la actividad científica. Hasta aquí la descripción de

43

la construcción de un hecho no se ha involucrado en los aspectos de la actividad

científica que tienen que ver con la “lógica” y el “razonamiento”. Por tal motivo será

necesario ocuparse de los “microprocesos” por los que se construye socialmente los

hechos.

2.2.3 Los aspectos sociales en la construcción de un “hecho” : los intercambios en el

proceso de inversión.

Cuando Latour se refiere a lo social, pretende seguir al programa fuerte de un

modo no tradicional y en consonancia con Knorr Cetina, pretende mostrar el carácter

idiosincrásico, local, heterogéneo, contextual y multifacético de las prácticas científicas.

Sugiere que el carácter, aparentemente lógico, del razonamiento es parte de un

fenómeno mucho más complejo que comprende negociaciones tácitas, evaluaciones en

constante cambio y que en el curso de esas prácticas surge la creencia en el carácter

lógico y simple de la misma ciencia. Observa cómo se crean y mantienen dentro del

laboratorio las diferencias entre la lógica de las prácticas científicas y de las no

científicas.

Al continuar las observaciones, centrándose en las conversaciones entre los

científicos que se daban en diferentes lugares (escritorio, biblioteca, comedor, pasillo,

etc.) se encuentra que los intercambios producidos no son diferentes a los que ocurren en

espacios no científicos, aparentemente no había indicios de que los intercambios en el

laboratorio comprendieran un tipo de proceso de razonamiento distinto de los

intercambios no científicos. Lo que lo lleva a suponer que deben ser otras las

propiedades que marquen las diferencias entre lo científico y lo no científico. Sin

embargo, una de las semejanzas encontradas entre el laboratorio y un contexto no

científico es la heterogeneidad. Con esto se refiere a que en los intercambios

conversacionales actúan, simultáneamente, varias preocupaciones muy diferentes

(Latour y Woolgar, 1995):

44

“Las conversaciones entre los científicos muestra que en una deducción o

decisión entra en juego simultáneamente una red compleja de evaluaciones. [...]

había evaluaciones de las exigencias de la práctica profesional, restricciones de

tiempo, posibilidad de controversia futuras y la urgencia de intereses de

investigación concomitantes. La riqueza de las evaluaciones impide concebir que

los procesos de pensamiento o procedimientos de razonamiento se den aislados

del escenario material, real, en el que se producen estas conversaciones.”

En la misma obra Latour discierne, en el laboratorio, entre cuatro tipos de

intercambios conversacionales fundamentales:

• Primer tipo de intercambios: Hacen referencia a hechos conocidos. Rara

vez se los discutía, sólo se los discutía si eran relevantes en un debate del

momento. Las discusiones sobre lo conocido ocurrían, sobretodo, cuando se

trataba de un hecho recientemente establecido. Cuando las discusiones no

comenzaban con referencias al pasado no tardaban mucho tiempo sin que se

invocara la existencia de un determinado artículo de reciente publicación.

Estos tipos de intercambios tienen por función “difundir la información”.

Lo que permite que los miembros del grupo se inspiren continuamente en la

experiencia y en el conocimiento de los demás para mejorar los propios.

• Segundo tipo de intercambios: se dan en el curso de alguna actividad

práctica. Se hace referencia al modo correcto de hacer las cosas (“han

pesado bien”). Estos intercambios se dan preferentemente entre los técnicos

y los investigadores. Estos intercambios tiene que ver con la evaluación de

la fiabilidad de un método determinado.

• Tercer tipo de intercambios: se centran, principalmente, en cuestiones

teóricas en las que no se hace referencia obvia al estado pasado del

conocimiento a la eficacia relativa de diferentes técnicas o a artículos

45

científicos determinados. Pero además de tratarse de cuestiones puramente

teóricas, se discuten otras cosas como el rumbo que debe proseguir una

investigación.

• Cuarto tipo de intercambios: se centran en discusiones que los

investigadores hacen sobre otros investigadores. Se realiza la evaluación de

individuos concretos. Aunque se hiciera referencia a un artículo, no se

valoraba tanto la afirmación como al investigador que la había formulado

tratando de explicar la estrategia social o el carácter psicológico seguido por

el autor.

Así, los científicos entretejen una red de intereses y preocupaciones en la que

resulta muy difícil identificar discusiones puramente técnicas, descriptivas o teóricas

variando constantemente de interés dentro de una misma discusión. Estos intereses están

sujetos al contexto donde se inscribe la discusión. Hasta aquí los intercambios entre los

científicos se parecen bastante a los de la vida cotidiana. Las discusiones informales, a

diferencia de los escritos, proporcionan material que no ha sido corregido ni

formalizado. Hechos y artefactos no se corresponden exactamente con enunciados

verdaderos y falsos (principio de simetría). Los enunciados se mueven en un continuo en

la medida que se refieren a las condiciones de su construcción. Hasta cierto punto se

incluye la referencia a las condiciones de construcción con el fin de persuadir. Más allá

de este punto, las condiciones de su construcción son irrelevantes. Los hechos se

construyen socialmente pero también esta construcción conlleva la utilización de ciertos

“aparatos” mediante los cuales se hace sumamente difícil detectar cualquier huella social

en su producción.

Al comienzo los miembros del laboratorio son incapaces de decir si los

enunciados son verdaderos o falsos, objetivos o subjetivos, probables o improbables.

Así, se desencadena un proceso por el cual se le añaden o quitan modalidades hasta que

un enunciado comienza a estabilizarse, convirtiéndose en una entidad dividida: Por un

46

lado, es un conjunto de palabras que representa un enunciado sobre un objeto y por otro,

corresponde a un objeto en sí que toma vida por sí mismo:

“Es como si el enunciado original hubiese proyectado una imagen virtual de sí

mismo que existe fuera del enunciado.”

Cada vez se le atribuye más realidad al objeto y cada vez menos al enunciado

sobre el objeto. Se produce una inversión en la que el objeto se convierte en la razón por

la que se formuló primeramente el enunciado. Posteriormente: “El enunciado se

convierte en la imagen especular de la realidad externa”. Pero entonces, una vez

producida la división y la inversión, los enunciados y las entidades externas resultan ser

la misma cosa. Así la fuerza de la correspondencia entre los objetos y los enunciados

sobre esos objetos surge de esta “operación de división e inversión” dentro del

laboratorio. Para explicar esto, Latour propone partir de una concepción realista de una

teoría de la ciencia. Una posición realista se centra en la creencia tautológica mediante la

cual la naturaleza de los objetos independientes sólo puede ser descripta en los términos

que la constituyen: “los metales seguirán conduciendo la electricidad sin un Newton o

un Drude que produjera conocimientos sobre ello”. Los científicos plantean

constantemente cuestiones tales como si un determinado enunciado tiene que ver

“realmente” con algo “externo” o si es un artefacto de los procedimientos empleados.

Según el momento, los científicos van adoptando posturas que se podrían considerar

relativistas, realistas, idealistas, escéptica, etc.

Uno de los argumentos que permiten explicar la ocurrencia de la división e

inversión en el laboratorio tiene que ver con la existencia de artefactos. En el

laboratorio se produce la deconstrucción de la realidad. La realidad “externa” se

convierte en un enunciado, cuyas condiciones de producción se explicitan. En la frontera

de la ciencia, los enunciados manifiestan constantemente un doble potencial: o bien se

da cuenta de ellos en términos de causas locales (subjetividad o artefacto) o se refieren a

47

ellos como una cosa “externa” (objetividad y hecho). Mientras un conjunto de fuerzas

empujan el enunciado hacia el estatus de facticidad, otro conjunto lo empuja hacia el

estatus de artificiosidad. El estatus local de un enunciado depende de lo que resulte de

estas fuerzas. Es posible seguir la marcha de la construcción y desmantelamiento del

mismo enunciado mediante la observación directa, de modo que lo que era una “cosa

externa” se puede volver a convertir en un enunciado del que se dice que es una ficción

o un “artefacto”. Es difícil argumentar que la diferencia entre un hecho y un artefacto es

que el primero se basa en la realidad, mientras que el último surge de circunstancias

locales y condiciones psicológicas. La distinción entre realidad y circunstancias locales

existe sólo después de que el enunciado se ha constituido como hecho. La “realidad” no

se puede utilizar para explicar por qué un enunciado se convierte en un hecho, ya que

sólo después de convertirse en un hecho se logra el efecto de “realidad”. Es conveniente

explicitar la posición de Latour citando sus propias palabras (Latour y Woolgar, 1995):

“No deseamos decir que los hechos no existen, ni que no hay tal cosa como

la realidad. En ese sentido simple, nuestra postura no es relativista.

Nuestra idea es que la exterioridad es consecuencia del trabajo científico,

no su causa”.

Probar el enunciado exige extender la red en la que es válido. Es imposible que un

enunciado se verifique fuera del laboratorio, pues la misma existencia del enunciado

depende del contexto del laboratorio. Los hechos se construyen de tal manera que una

vez que cesa la controversia se dan por sentados (Latour y Woolgar, 1995):

“ [...] la cosa y el enunciado se corresponden por la sencilla razón de que

provienen de la misma fuente. Su separación es solamente la etapa final del

proceso de su construcción” .

48

El resultado de la construcción de un hecho es que parece que nadie lo ha

construido, el resultado de la persuasión es que los participantes están convencidos de

que no han sido convencidos, el resultado de la materialización es que la gente puede

jurar que las consideraciones materiales son sólo componentes menores del “proceso de

pensamiento”.

Antes de ingresar al laboratorio científico Latour se preguntaba si las líneas de

investigación surgen de los intereses de los grupos sociales o si ellas conducen a la

formación de las redes sociales de científicos. En este trabajo se reformula ese

interrogante en los siguientes términos: ¿es la sociedad (las políticas) la que condiciona

los contenidos a desarrollar en el laboratorio o son los contenidos los que se imponen en

la enseñanza de la Química en el laboratorio haciendo que sean relevantes socialmente?

Evidentemente, el docente tiene un papel clave ya que, en gran medida, es quien puede

tomar esa decisión. Una vez más, esta pregunta se parece a la cuestión de la relevancia,

en el sentido de finalidad, que se planteaba en el capítulo 1. Pero también ofrece

elementos para pensar el laboratorio escolar como ese espacio en el que se sitúan

procesos sociales de interacción docente - alumnos. Nos interrogaremos sobre los tipos

de enunciados que predominan en las clases de Química y sobre la forma que toman las

interacciones, pero por tratarse de un laboratorio escolar también se hace necesario

considerar qué ocurre con esas interacciones entre los actores en la Institución escolar.

Así, en el próximo apartado abordaremos el sistema educativo como construcción social.

2.3 El sistema educativo desde una mirada sociológica

Si lo que se intenta es analizar las relaciones entre los actores que conforman el

espacio del laboratorio de Química, se requiere considerar el sistema educativo “por

dentro”, ya no desde los documentos oficiales, sino como responsable de darle forma a

la ciencia en la escuela (Apple, 1989):

49

“...nuestro sistema educativo sólo puede comprenderse de una manera

“relacional”. Su significado, lo que hace cultural, política y económicamente, se

pierde por completo si nuestro análisis no vuelve a situar la escuela en la red de

conexiones de la clase dominante que contribuye a moldear nuestra sociedad”.

La bibliografía disponible que versa sobre los sistemas escolares es amplia, sin

embargo para este trabajo, se tomó como referencia un estudio enteramente sociológico,

la obra de Bourdieu y Passeron (1998), La reproducción. Elementos para una teoría del

sistema de enseñanza7, quienes luego de varios años de investigación en el campo

educativo escribieron una polémica obra que ha despertado numerosas críticas

(Subiratis, 1998):

“al reducir todo sistema escolar a un mismo modelo de funcionamiento, se llega a

un círculo vicioso; nos acercamos, en cierta manera, a las peligrosas tesis

basadas en que todo es uno y lo mismo, o dicho de otro modo, que no existe nada

nuevo bajo el sol. Si toda forma cultural es arbitraria, todo intento de cambio no

es más que repetición de lo mismo, y toda rebelión inútil”.

Aun a riesgo de continuar empecinarnos en el mismo error, no es menos

significativo que dos conceptos claves que atraviesan la obra mencionada son: el de

arbitrariedad cultural (Bourdie y Passeron, 1998):

“toda cultura académica es arbitraria, puesto que su validez provienen

únicamente de que es la cultura de las clases dominante, impuesta a la totalidad

de la sociedad como evidente saber objetivo”.

El otro, el de violencia simbólica (Bourdie y Passeron, 1998): 7 La primera versión en español data de 1979, en este trabajo se utilizó la tercera edición de 1998.

50

“Para vencer las resistencias de las formas culturales antagónicas, el sistema

escolar necesita recurrir a la violencia, que puede tomar formas muy diversas

pero que tiene siempre como efecto la desvalorización y el empobrecimiento de

toda otra forma cultural y la sumisión de sus portadores”.

Partiendo de la concepción marxista de la lucha ideológica y de la función que en

ella desempeñan las instituciones, los autores procuran descubrir instrumentos concretos

de un ámbito que se muestra como “relativamente autónomo”, a través de los cuales la

escuela opera la imposición de la cultura dominante, estableciendo jerarquías y

enmascarando la realidad de las relaciones sociales. Revelar los mecanismos por medio

de los que se realiza la reproducción del orden establecido, que habitualmente escapan a

la percepción normal, es clave para comprender qué pasa en el laboratorio de Química

de una escuela secundaria.

La escuela es la institución investida de la función social de enseñar y por esto

mismo de definir lo que es legítimo aprender, dotada entonces de una “autoridad

pedagógica”. Así, la violencia simbólica es la acción pedagógica que impone

significaciones y las impone como legítimas, pero es justamente, esta legitimación la

que le da a la escuela una autonomía relativa para disimular las relaciones de fuerza que

determinan la acción. Sin el disimulo, las funciones sociales de la escuela serían

evidentes y esto impediría que llevara a cabo su efecto. Atrapados en este círculo

vicioso, la investigación educativa, más precisamente los trabajos de corte etnográfico se

constituyen en herramientas fundamentales para favorecer la reflexión del docente y de

la propia institución respecto de lo que allí se hace en forma explícita e implícita.

Identificar los mecanismos por los cuales la escuela, aun hoy, ejerce violencia simbólica

a través de la imposición de arbitrariedades culturales es, quizás, la punta del ovillo para

encontrar el camino hacia una escuela transformadora de la cultura y no una mera

reproductora del orden establecido.

51

La autoridad pedagógica, en tanto poder de violencia simbólica, se ejerce en una

relación de comunicación produciendo su efecto simbólico en la medida que el poder

arbitrario que lo hace posible no sea evidente. Pero también manifestándose bajo la

forma de un derecho de imposición legítima (arbitrario) que termina reforzando el poder

arbitrario que la fundamenta y estimula. Reconocer la legitimidad de la acción

pedagógica es reconocer su autoridad lo que, al mismo tiempo, impide que se

comprenda la relación de fuerzas en las que están objetivamente situados.

El reconocimiento de la legitimidad de una dominación constituye una fuerza que

viene a reforzar la relación de fuerza establecida porque impide la aprehensión de las

relaciones de fuerza como tales. Las relaciones de fuerzas determinan el modo de

imposición característico de una acción pedagógica, para la imposición, o sea, como

combinación histórica de los instrumentos de violencia simbólica y los instrumentos de

encubrimiento (de legitimación) de esta violencia. La toma de conciencia de la

arbitrariedad de un modo particular de imposición o de una arbitrariedad cultural

determinada no implica la aprehensión de la arbitrariedad de la acción pedagógica

(Bourdieu y Passeron, 1998):

“las contestaciones más radicales de un poder pedagógico se inspiran siempre en

la utopía autodestructiva de una pedagogía sin arbitrariedad o de la utopía

espontaneista que atribuye al individuo el poder de encontrar en sí mismo el

principio de su propio “desarrollo”, utopías todas que constituyen un instrumento

de lucha ideológica para los grupos que, a través de una denuncia de una

legitimidad pedagógica, pretenden asegurarse el monopolio del modo de

imposición legítima”.

Hasta aquí parecería que la escuela es portadora de una autoridad pedagógica que

no se discute y favorece el trabajo pedagógico entendido este como trabajo de inculcar

que tiene que durar mucho para producir una formación durable, un “habitus”, resultado

52

de la interiorización de los principios de una arbitrariedad cultural capaz de perdurar aun

después de que haya cesado la autoridad pedagógica y perpetuando, en la práctica, los

principios de la arbitrariedad interiorizados. La escuela tiende a “reproducir la estructura

de la distribución del capital cultural entre los grupos distintamente situados en las

relaciones de fuerzas”, contribuyendo, así, a la reproducción de la estructura social. Este

es uno de los mecanismos por los que se halla asegurada la reproducción social. La

acción pedagógica genera, en y por su ejercicio, experiencias que pueden quedar no

formuladas y expresarse solamente en las prácticas o que pueden explicitarse en

ideologías, contribuyendo, ambas, a enmascarar su verdad objetiva. La función genérica

de las ideologías pedagógicas permite eludir la contradicción entre la verdad objetiva de

la acción pedagógica y la representación inevitable de esta acción arbitraria como

necesaria. La acción pedagógica necesita como condición social, para su ejercicio, de la

autoridad y la autonomía pedagógica. La idea de una acción pedagógica “culturalmente

libre”, que escapara a la arbitrariedad tanto en lo que impusiera como en la manera de

imponerlo, supone desconocer la verdad objetiva de la acción pedagógica, en la que se

expresa una vez más la verdad objetiva de una violencia cuyo carácter específico reside

en que logra ocultarse.

Es la autoridad pedagógica la que permite la instauración de la relación de

comunicación durante la acción pedagógica. En las situaciones reales de aprendizaje, el

reconocimiento de la legitimidad de la emisión, de la autoridad pedagógica del emisor,

condiciona la recepción de la información en formación. La autoridad pedagógica

imprime su sello en todos los aspectos de la relación de comunicación pedagógica. La

tendencia a reinstaurar el arquetipo de la relación con el padre, en toda persona investida

de una autoridad, es tan marcada que aquel que enseña “será tratado como un padre”. En

tanto que toda acción pedagógica dispone de una autoridad, la relación de comunicación

pedagógica debe sus características al hecho que está exenta de eximir las condiciones

de su instauración y de su perpetuación. La relación de comunicación pedagógica se

distingue de las diferentes formas de la relación de comunicación que instauran los

53

agentes que pretenden ejercer un poder de violencia simbólica por la ausencia de toda

autoridad previa y permanente y por la necesidad de conseguir y reconquistar

constantemente el reconocimiento social que la autoridad pedagógica confiere

automáticamente de una vez y para siempre. Los emisores pedagógicos aparecen

automáticamente como dignos de transmitir lo que transmiten y, por lo tanto, quedan

autorizados para imponer su recepción y para controlar su inculcación mediante

sanciones socialmente aprobadas o garantizadas. La autoridad pedagógica tiene por

efecto el asegurar el valor social de la acción pedagógica independientemente del valor

intrínseco de la instancia que la ejerce y del grado de calificación técnica o carismática

del emisor. Puesto que una emisión se realiza en una relación de comunicación

pedagógica, transmite la afirmación del valor de la acción pedagógica, la autoridad que

garantiza la comunicación tiende siempre a excluir la cuestión del rendimiento

informativo de la comunicación. Reducir la relación de comunicación pedagógica a una

pura y simple relación de comunicación impide comprender las condiciones sociales de

su eficacia simbólica y pedagógica, que consiste precisamente en ocultar el hecho de que

no es una simple relación de comunicación.

El profesor se convierte en vocero autorizado de la institución (Bourdieu y

Passeron, 1995) en la que “todo agente o institución que ejerce una acción pedagógica

sólo dispone de la autoridad en calidad de mandatario” de los grupos cuya arbitrariedad

cultural impone según un modo de imposición definido por esta arbitrariedad por

delegación del derecho de violencia simbólica. Pero hablar de delegación de autoridad

no es suponer que existe una convención explícita y menos un contrato codificado entre

un grupo y una instancia pedagógica. Estas acciones simbólicas solamente pueden

ejercerse en la medida en que encuentran y refuerzan predisposiciones. No existe

ninguna fuerza intrínseca de la idea verdadera, tampoco de la falsa. Siempre son las

relaciones de fuerzas las que definen los límites en los que puede actuar la fuerza de

persuasión de un poder simbólico. El profeta que triunfa es el que formula un mensaje

que responde a las condiciones objetivas que determinan los intereses, materiales y

54

simbólicos, predisponiéndolos a escuchar y a entender. Una verbalización que consagra

o sanciona por el solo hecho de enunciar las esperanzas que va a colmar, añade su propia

fuerza (simbólica) a las relaciones de fuerzas preexistentes porque saca su fuerza de la

delegación tácita que le otorgan los grupos en esas relaciones de fuerzas.

Se denomina acción pedagógica primaria la que se realiza en un trabajo

pedagógico sin antecedentes, produce un hábito primario que está en el origen de la

constitución ulterior de cualquier otro habitus. El grado de productividad específica de

cualquier trabajo pedagógico, que no sea el primario, está en función de la distancia que

separa el habitus que tiende a inculcar (la arbitrariedad cultural impuesta) del habitus

inculcado por los trabajos anteriores y por el trabajo primario (arbitrariedad cultural

originaria). Los modos de inculcación pueden estar dirigidos a realizar la sustitución

completa de un habitus por otro, conversión, o pueden confirmar el habitus primario,

mantenimiento o reforzamiento. Entendiendo como modo de inculcación al sistema de

medios por los que se produce la interiorización de una arbitrariedad cultural, mediante

la inculcación inconsciente de principios que sólo se manifiestan en estado práctico y en

la práctica impuesta (pedagogía implícita) o mediante la inculcación metódica y

organizada de principios formulados o incluso formalizados (pedagogía explícita). La

pedagogía implícita es la más eficaz cuando se trata de transmitir saberes tradicionales,

indiferenciados y totales en la medida que “exigen del discípulo la identificación con la

persona total del maestro más experimentado” a costa de una verdadera renuncia de sí

mismo que excluye el análisis de los principios de una conducta ejemplar.

Todo sistema de enseñanza institucionalizado debe las características específicas

de su estructura y de su funcionamiento al hecho de que le es necesario producir y

reproducir, por los medios propios de la institución, las condiciones institucionales cuya

existencia y persistencia (autorreproducción institucional) son necesarias tanto para el

ejercicio de su función propia de inculcación como para la realización de su función de

reproducción de una arbitrariedad cultural de la que no es el productor (reproducción

55

cultural) y cuya reproducción contribuye a la reproducción de las relaciones entre los

grupos o las clases (reproducción social).

Cuando la acción pedagógica es ejercida por una institución debe ser capaz de

producir las condiciones institucionales de producción de un hábitus al mismo tiempo

que un desconocimiento de estas condiciones.

Dado que el sistema de enseñanza debe garantizar las condiciones institucionales

de la homogeneidad y la ortodoxia del trabajo escolar, tiende a dotar a los agentes

encargados de la inculcación de una formación homogénea y de instrumentos

homogeneizados y homogeneizantes. Se dispone de una serie de instrumentos de control

tendientes a garantizar la ortodoxia: manuales, libros, programas, instrucciones

pedagógicas. De modo tal de codificar, homogeneizar y sistematizar el mensaje escolar

(cultura escolar como cultura “rutinizada”).

De este modo todo trabajo escolar engendra un discurso que tiende a explicitar y a

sistematizar los principios de este hábitus según una lógica que obedece a las exigencias

de la institucionalización del aprendizaje, constituyen uno de los rasgos más

característicos del efecto de “rutinización” que ejerce toda enseñanza, es porque la

neutralización y la irrealización de los mensajes por la legitimidad cultural constituyen

una solución típicamente escolar al problema propiamente escolar del consensos sobre el

programa como condición necesaria de la programación de inteligencias.

La tendencia a la autorreproducción se realiza del modo más completo en un

sistema de enseñanza cuya pedagogía quede explícita. Todo sistema debe producir y

reproducir, por los medios propios de la institución, las condiciones institucionales del

desconocimiento de la violencia simbólica que ejerce, o sea, del reconocimiento de su

legitimidad como institución pedagógica.

El profesor, como funcionario de un sistema de enseñanza no necesita fundar su

autoridad pedagógica por su propia cuenta en cada ocasión y en cada momento por que

“predica a un público de fieles confirmados”, en virtud de la autoridad escolar,

56

legitimidad de función que le garantiza la institución y que es socialmente objetivada y

simbolizada en los procedimientos y reglas institucionales que definen la formación, los

títulos y el ejercicio legítimo de la profesión. El sistema de enseñanza autoriza la

desviación de la autoridad de función en beneficio de la persona del funcionario, en

tanto que produce las condiciones del encubrimiento y el desconocimiento del

fundamento institucional de la autoridad escolar, favorece las condiciones de un trabajo

pedagógico institucionalizado en el que el efecto de reforzamiento produce la ilusión de

la independencia del ejercicio del trabajo escolar respecto de las condiciones

institucionales y sociales.

Luego de reseñar algunos de los aspectos sobresalientes de “la reproducción” es

difícil no reconocer la importancia que tiene el docente en el contexto escolar, ya que es

quien detenta una “aparente autoridad y autonomía pedagógica” delegada por la

Institución que, a su vez, le fue otorgada por la sociedad (a veces de modo arbitrario).

Parte del análisis de los resultados de esta investigación se basan en los conceptos de

autoridad pedagógica y en el trabajo del profesor. A la luz de estos conceptos en el

capítulo 4 se profundiza la forma que adquieren los intercambios entre el docente y los

alumnos en las clases. Pero también encontramos una modalidad de intercambio entre el

profesor y los estudiantes que requiere tener en cuenta lo ritual y la forma que adquiere

en el laboratorio que se aborda en el apartado siguiente.

2.4 Los rituales escolares

Teniendo en cuenta algunas consideraciones realizadas en apartado 2.3 y de cómo

la inculcación implícita y explícita se hace evidente en el uso de la autoridad y del

trabajo pedagógico del docente en el espacio escolar es interesante considerar el papel

que juega lo ritual en ese trabajo pedagógico. McLaren (2003) en la obra La escuela

como una performance ritual. Hacia una economía política de los símbolos y gestos

educativos, expresa:

57

“...la escuela opera como rico receptáculo de los sistemas rituales; que los

rituales desempeñan un papel crucial e inerradicable en el conjunto de la

existencia del estudiante, y que las variadas dimensiones de los procesos rituales

son intrínsecas a los acontecimientos y negociaciones de la vida institucional y a

los contornos y entramado de la cultura escolar.”

Los rituales transmiten, simbólicamente, ideologías societarias y culturales.

Examinados en el contexto de la acción simbólica pueden ser percibidos como

transportadores de códigos culturales que modelan la percepción de los estudiantes. Será

posible conocer cómo se hace examinando los símbolos y las raíces del sistema ritual.

Desde esta perspectiva se considera a lo ritual como producto cultural construido como

referencia colectiva de la experiencia simbólica y situada de la clase social de un grupo,

por lo que están en juego los conceptos de poder y de dominación. Entiendo por cultura

“un patrón de significados históricamente transmitidos incorporados en símbolos, un

sistema de concepciones heredadas expresadas en forma simbólica por medio de la cual

los hombres se comunican, perpetúan y desarrollan su conocimiento y actitudes a cerca

de la vida” (Geertz, 1968).

Los ritos escolares tienen una función inherentemente política, hegemónica o

mistificadora que promueve entre los estudiantes la aceptación y el apoyo de la cultura

dominante de la escuela (McLaren, 2003)

Los Ritos de Passage o de paso (Turner, 1973), se pueden encontrar en cualquier

sociedad, aunque alcanzan su máxima expresión en las sociedades de carácter estable.

Estos ritos establecen transiciones entre estados distintos, refiriéndose a estado como

una situación estable y fija. Para Van Gennep (Turner, 1973) los ritos de paso incluyen

tres fases:

58

� La separación, que es una conducta simbólica que significa la

separación de la persona o grupo de su anterior situación dentro de la

estructura social.

� El estado liminar o margen se refiere al estado del sujeto del rito

donde no tiene ningún atributo del estado pasado ni del venidero.

� La fase de agregación, donde el paso ya se ha consumado.

La “liminaridad”, el segundo paso, es un estado experimentado por el individuo

durante un rito de paso, es la condición de no ser miembro completo de ningún estatus:

ya no se es lo que era antes pero tampoco ha alcanzado el nuevo estatus. Durante la fase

liminar el individuo se encuentra separado de su estatus anterior, pero no es una parte

completa del siguiente. La liminaridad desarrolla la “communitas”.

Características de la liminaridad son:

o Estar entre-medio: la liminaridad se refiere a la condición de estar fuera

de los acuerdos estructurales de un sistema social dado permanentemente

y por atribución.

o El individuo liminar se mueve hacia un estatus superior y, el hecho de

que no tengan estatus temporalmente, es un ritual que viene dictado

por los requisitos culturales.

o El individuo liminar está en una posición de inferioridad estructural.

Al estudiar la liminaridad, Turner propone un modelo dicotómico de la vida social

para aplicarlo a la vida ritual, así nos habla de estructura y de antiestructura o

communitas. Parte de que casi todas las definiciones de estructura social contienen la

noción de orden, de ordenación de posiciones, de estatus y persistencia de grupos y

relaciones, mientras que “la communitas surge allí donde no hay estructura social”. “Si

nuestro modelo básico de sociedad es uno de “estructura de posiciones”, debemos tomar

el periodo de margen o de “liminaridad” como una situación “interestructural” (Turner,

1973). El autor señala que el periodo liminar es un estadio de reflexión (de lo anterior y

59

de lo venidero), donde se rompe la fuerza de la costumbre y se abre paso a la

especulación. Los atributos de la persona liminar son necesariamente ambiguos, estas

personas se resbalan a través de la red de clasificaciones que normalmente localizan

estados y posiciones en el espacio cultural. Las entidades de liminar no están aquí ni allí;

la invisibilidad estructural de las personas liminares tiene un doble carácter: ya no están

clasificados y, al mismo tiempo todavía no están clasificados, se encuentra en otro lugar,

tiene realidad física pero no social, no tienen nada, ni estatus, ni propiedades. Sus

atributos, ambiguos e indeterminados, son expresados por una rica variedad de símbolos.

La conducta de la persona liminar es normalmente pasiva o humilde, ellos deben

obedecer a sus instructores.

El punto vital de la comunicación a la persona liminar es la comunicación de los

sacra, núcleo fundamental de la cuestión liminar. Estos se pueden comunicar por:

• Exhibiciones, lo que se muestra, que incluyen instrumentos evocatorios o artículos

sagrados.

• Instrucciones, lo que se dice, que incluye revelación de los nombres reales, pero

secretos para los profanos, deidades y espíritus que se cree presiden los ritos, se les

enseña también las líneas fundamentales de la teogonía, cosmogonía y la historia

mítica de las sociedades y cultos respectivos. Se da gran importancia a guardar el

secreto sobre la naturaleza de los sacra, las fórmulas recitadas y las instrucciones

que se dan acerca de ellos.

• Acciones, lo que se hace.

Bourdieu prefiere hablar de ritos de institución más que de paso ya que lo

importante es la línea que separa un antes y un después y no el paso, lo importante y lo

que pasa desapercibido es la división entre quienes son aptos y quienes no los son,

porque nunca lo serán. Hay un conjunto escondido con relación al cual se define el

grupo instituido. El mayor efecto del rito es el de pasar completamente desapercibido.

La investidura ejerce una eficacia simbólica completamente real en tanto

transforma la persona consagrada, en primer lugar, porque transforma la representación

60

que los demás agentes se hacen de ella, quizás los comportamientos que adoptan

respecto de ella, en segundo lugar, transforma la representación que la propia persona se

hace de ella misma y los comportamientos que se cree obligada a adoptar para ajustarse

a esa representación.

Desde esta perspectiva, se procura superar la trama externa de la cultura del

laboratorio escolar para penetrar en los “órganos sociales del engaño y el privilegio que

existe en la sociedad en general y que influyen sobre la forma y el significado de los

rituales escolares” (McLaren, 2003).

En este capítulo hemos discutido conceptos claves para explicar los resultados

hallados en el capítulo 4. Nos encontramos no sólo con las categorías de los tipos de

enunciados y los intercambios que ocurren entre los científicos, que sirven de marco

para analizar lo que pasa en el laboratorio escolar sino también la importancia de la

autoridad pedagógica del docente conferida por la Institución, que en muchos casos se

convierte en violencia simbólica o la arbitrariedad cultural impuesta a través del trabajo

pedagógico en un marco de ritualización que consolida la figura y la acción pedagógica.

61

CAPÍTULO 3

ASPECTOS METODOLOGICOS

“La tarea de la etnografía, o en cualquier caso una de ellas, es ciertamente el proveernos, como las artes y la historia, de relatos y escenarios para refocalizar nuestra atención; pero no de relatos y escenarios que nos ofrezcan una visión autocomplaciente y aceptable para nosotros mismos al representar a los demás en mundos que nosotros no queremos ni podemos alcanzar, sino relatos y escenarios que, al representarnos, permitan vernos, tanto a nosotros mismos como a cualquier otro, arrojados en medio de un mundo lleno de indelebles extrañezas de las que no podemos librarnos.” Clifford Geertz, Los usos de la diversidad (1996)

3.1 Introducción

En el capítulo anterior presentamos algunos aspectos que muestran lo complejo

que resultó para los investigadores sociales adentrarse en los laboratorios científicos.

Fue la etnografía, a través de la observación participante, la que posibilitó reinterpretar y

62

dar significado a las acciones que allí se desarrollaban. A partir de este marco es que en

este capítulo se comienza por definir la metodología implementada en este trabajo.

Prestando especial atención a la importancia de la “distancia” que debe guardar el

investigador en una observación participante “mantener una distancia analítica con

respecto a las explicaciones de la actividad frecuentes en la cultura observada”

(Latour, 1995). Se especifica cómo se llevó a cabo el trabajo de campo y la forma en que

se realizó la recolección de los datos. Se caracteriza el escenario entendido como el

contexto dinámico en el que se pueden encontrar varios “planos”, para luego describir a

los informantes clave: Jefe y ayudante de laboratorio y a los actores: los alumnos y el

profesor.

3.2 La metodología etnográfica

Se eligió una metodología etnográfica para llevar a cabo esta investigación, por

considerarse la más adecuada para aproximarse a la construcción de la finalidad de la

enseñanza de la Química en el laboratorio escolar, pero también se la usó, tratando de

seguir a los sociólogos de la ciencia que se adentraron en los laboratorios científicos

(Knorr Cetina, 2005):

“Primero que nada, requiere intervención metodológica más que

indiferencia, contacto más que distancia [...] el rasgo distintivo a

especificar aquí es el interaccionismo metodológico, que garantiza que esta

etnografía se interese en la práctica, más que en la cognición, de sus

sujetos.”

Desde el punto de vista metodológico, se considera que la etnografía presenta

“condiciones particularmente favorables para contribuir en la relación entre la

investigación educativa y la práctica docente” (Woods, 1987). Interesándose por lo que

63

la gente hace y cómo interactúa, procurando darle significado e interpretar su lenguaje

desde “dentro” del grupo (Goetz y LeComte, 1988):

“ [la etnografía] se convierte en una de las mejores vías para acceder al

develamiento de los porqués que guían las acciones de los prácticos, de las

asunciones teóricas, explícitas o inconscientes, que se encuentran en la base y

que otorgan un sentido a tales actividades.”

El trabajo etnográfico no es una fotografía. “La realidad social aparece como

formada por diferentes capas” (Woods, 1987) que no permanecen estáticas, sino más

bien, se encuentran en permanente movimiento. El etnógrafo se preocupa por lo que hay

detrás y de cómo se configuró lo que vio. Los “problemas prácticos” son algo cuya

solución se encuentra actuando dentro de esa misma práctica. Plantearse problemas de

carácter universal en educación, sin tener en cuenta contextos delimitados, provoca

intervenciones inadecuadas (Goetz y Lecomte, 1988). Pero la etnografía no debe

quedarse en la dimensión descriptiva, sino que debe sugerir alternativas teóricas y

prácticas que favorezcan una mejor intervención pedagógica.

Para este trabajo, se prefirió convertirse en un observador participante, donde la

idea central es la penetración en las experiencias de los otros en su propio contexto. Esto

supone el acceso a todas las actividades del grupo, de manera que es posible “la

observación desde la menor distancia posible” sin descuidar el riesgo que se corre de

imponer los propios marcos interpretativos desarrollados durante experiencias previas,

los que se deberán ir modificando gradualmente “en busca de un marco que dé cuenta de

la lógica de los actores” (Guber, 2004):

“...un paradigma guarda una correspondencia con lo real que no es directa, sino

que requiere de sucesivas mediaciones en las que se manifiesta el mundo de los

actores. A este mundo no se accede directamente por la percepción sensorial,

64

sino por un constante diálogo con su modelo teórico que es lo que le permite

ordenar sus prioridades y criterios selectivos para la observación y el registro...”

De acuerdo con esta postura es necesario advertir que se está ante una encrucijada,

porque esta metodología entraña una ventaja que a su vez puede convertirse en una

desventaja (Woods, 1987): cuán participante debe ser la observación cómo para no

transformarse en uno de ellos a punto tal de perder objetividad, pero cómo poder

explicar lo que ocurre en ese universo particular y reconstruir los sentidos si se está a

demasiada distancia, “la observación no es del todo neutral, pues incide en los sujetos

observados, y es cierto también que la participación nunca es total” (Guber, 2004). La

preocupación por la distancia que debe guardar un observador participante se convierte

en un aspecto clave del cual el investigador deberá estar atento permanentemente para

lograr una mejor reinterpretación de los significados de las acciones que lleva a cabo el

grupo del cual, en cierto modo, forma parte.

Durante la estancia en el campo se observaron 40 clases de la asignatura Química

Inorgánica, correspondiente a la currícula de cuarto año del ciclo de especialización

(CE) en Ciencias Naturales (orientación alimentación). Las materias en la currícula del

CE están categorizadas en:

• Asignaturas troncales: aquellas que son comunes en todos los ciclos de

especialización como son lengua, matemática, biología, física, etc. Estas han sido

establecidas en el Diseño Curricular de la provincia de Córdoba y cualquiera sea

la especialidad deben estar presentes en la currícula.

• Asignaturas de la formación especializada (FE): materias teóricas relacionadas

con la orientación de la especialidad, como microbiología de los alimentos, o

biotecnología. Estas fueron propuestas por los propios institutos de enseñanza

debiendo ser aprobadas por la jurisdicción provincial.

• Asignaturas de la práctica especializada (PE): hace referencia a materias que se

relacionan fuertemente con la orientación de la especialidad, priorizando los

65

contenidos procedimentales, como es la materia que abordamos en esta

investigación, Química Inorgánica. También fueron propuestas por la institución

al implementar la Ley Federal de Educación.

En este caso se eligió una materia de la PE ya que sus clases se desarrollan

íntegramente en el laboratorio. No es fácil encontrar asignaturas troncales o de la FE

que se dicten en el laboratorio y en el mejor de los casos sólo se concurre para realizar

algún trabajo práctico.

Química Inorgánica es una asignatura anual dividida en dos cuatrimestres,

separados por un receso invernal y semana de exámenes previos, al igual que el resto de

las asignaturas.

Se observaron el 90 % de las clases dictadas (40 secciones de 90 minutos cada una

repartidas en dos jornadas semanales), desde el comienzo hasta la finalización del ciclo

lectivo.

En las tres primeras clases se realizó un registro manual de lo que aconteció en el

laboratorio mientras que el resto de las clases fueron grabadas en 25 cassettes. Se

continuó tomando nota de aquellos aspectos que no se podían registrar con el grabador,

como son las anotaciones que el docente realizaba en el pizarrón o cuando ocurría

alguna eventualidad (Woods, 1987):

“Las cintas magnetofónicas no son más que ayudas para completar la fuente

primordial de material, que puede requerir una gran tarea de rellenado por parte

del observador”

Para este trabajo se consideraron tanto los registros manuales como los

magnetofónicos desde el inicio del ciclo lectivo, 15 de marzo hasta 30 de mayo (el

primer cuatrimestre termina a fines de junio). De las 25 cintas grabadas se seleccionaron

las primeras ocho (que abarcan el período antes mencionado) las cuales fueron

66

transcriptas. Se decidió trabajar con esos registros ya que muestran regularidad en el

dictado de clases (no hubo demasiados días feriados ni inasistencias del docente) pero

también porque en las clases subsiguientes, incluso en el segundo cuatrimestre, se

continúa trabajando del mismo modo. Se podrá advertir en las transcripciones que las

modalidades del docente se repiten sea cual sea el concepto enseñado: material de

vidrio, óxidos ácidos y básicos, hidróxidos, oxácidos, sales, solubilidad de compuestos

inorgánicos, titulación por neutralización, etc.

3.2.1 Construyendo la autonomía: la distancia del investigador

Si bien no se conocía de antemano el laboratorio, ni al docente, ni a los alumnos a

los que se acompañarían en el trabajo de campo, se estaba muy familiarizado con la

enseñanza de la Química en la escuela media, ya que la autora también se ha

desempeñado como docente en otra institución. Esto tiene ventajas y desventajas: por un

lado mantener distancia “saludable” para reconocer aquellos contenidos puramente

químicos, pero descentrándose del rol docente para reconstruir lo que allí pasó, ya que el

observador debe realizar una actividad crítica entendida ésta “como conocimiento que

no lleva consigo una actitud valorativa, sino de desenmascaramiento, de

distanciamiento” (Neufeld y Wallace, 1998):

“el hombre necesita distanciarse de lo dado para poder establecer su libre

juicio crítico sobre él”

Este proceso no fue fácil. Durante la permanencia en el campo comenzó el

distanciamiento o mejor dicho el acomodamiento a la “distancia adecuada”, ya que “la

práctica de la investigación se despliega en el intercambio entre el antropólogo y sus

interlocutores” siguiendo la forma de un diálogo ordinario, es en este diálogo en que el

investigador “introducirá una distancia que estará obligado a reproducir en cada

67

encuentro” (Althabe, 1999). El docente responsable del curso presentó a la investigadora

ante sus alumnos como “una persona que los acompañaría en las clases porque estaba

haciendo una investigación en la escuela”. A punto tal que los estudiantes se referían a

ella denominándola “señora”. Cosa que resultaba muy raro siendo ella también docente,

aunque los alumnos lo desconocieron durante casi toda la estancia en el campo.

Dentro del laboratorio la observadora tenía “su lugar” esto se puso de manifiesto

después de un mes y medio de clases, un día que ingresó al laboratorio y la clase ya

había comenzado, dos alumnos se encontraban en la mesada en la que habitualmente

posaba el grabador y solía permanecer toda la jornada. Ante su presencia y sin mediar

palabra alguna los alumnos se pusieron de pie y comenzaron a recolectar los bolsos y

abrigos que estaban apilados en “su mesada”, nadie se inmutó, el docente la saludo con

un gesto y sin interrumpir su discurso continuo dando su clase, los alumnos tampoco

parecieron alterarse demasiado. Dio la sensación de que había sido incorporada como un

objeto más del laboratorio que todos saben cual es su ubicación, que es incierta la

función que cumplía, pero que tampoco les ocasionaba molestias. Así se fue

configurando la “distancia de investigador” en el campo.

Sin embargo hubo otra distancia mucho más difícil de establecer, fue la de separar

a la investigadora de la profesora de Química. Cuando daba clases de Química sentía a

la investigadora que decía cosas respecto de lo que sucedía en el contexto, cosas que los

profesores tienen en cuenta desde otro ángulo (si es que son tenidas en cuenta) desde la

investidura las cosas se “viven” de otra manera. La interacción con los otros se torna

complicada, el investigador es un extraño que se entromete en sus vidas y que por más

neutral que quiera parecer, ellos sienten que algo les quieren sacar. En una de esas mini

entrevistas de pasillo, antes de entrar al laboratorio, una de las chicas dijo: "…habla

tranquila que es una de las nuestras…" [Esa era la “señora”].

Cuando se observa una interacción asimétrica como es la relación docente-

alumno, el investigador es visto por los estudiantes como alguien que no es fácil definir,

no se sabe si está de parte del profesor o de parte de los alumnos. Se analizó mucho este

68

aspecto procurando dar cuenta si había incurrido en complicidad con los alumnos y de

alguna manera es así, cada vez que ellos proferían improperios al profesor en voz muy

baja o que copiaban en una situación de evaluación ellos veían que los estaba mirando y

sin embargo no los delataba. Pero también el docente buscaba en el investigador a un

cómplice, cuchicheando comentarios respecto de los alumnos. E incluso el grabador se

convierte en una "fuente de verdad" cuando el docente dice cosas como: "…aquí está el

grabador que no me deja mentir…". ¿O será quizás que como las fuerzas que tienen la

misma intensidad y dirección pero sentido contrario, se anulan? (Althabe, 1999):

“En su encuentro con los sujetos, el antropólogo corre el riesgo de perder su

autonomía, de que sus interlocutores le impongan respuestas que sólo la marcha

de la investigación podría llegar a proveer [...]Es preciso, por tanto, que

reconquiste permanentemente su autonomía y ella pasa por la distancia que

reintroduce en cada encuentro: reubicará las representaciones que los sujetos le

ofrecen de su mundo social o del de los demás en el marco de la problemática de

la construcción del modo de comunicación y las interpretará de acuerdo con él.”

Así, sentada en su escritorio, frente a la computadora, escuchando las grabaciones

una y otra vez, transcribiendo las clases, es como se pretendió haber logrado una

distancia adecuada que permite recuperar la autonomía e interpretar cómo se construyen

significados y cómo adquiere sentido los sucesos que acontecen en el laboratorio de

Química de una escuela secundaria, (Maldonado, 2000):

“el tiempo de una investigación, sobre todo si se trata de un trabajo etnográfico,

no es sólo un tiempo lineal y abstracto, una sucesión donde las cosas transcurren

una detrás de otra. El investigador re-organiza el tiempo en abstracto y lo

constituye en un tiempo personal, donde su memoria, sus saberes, sus ignorancias

y sus silencios reconstruyen, imaginan y componen uno nuevo.”

69

3.3 El escenario y su entorno

En la última semana de febrero, a través de una charla telefónica se le expresa a

Jorge de Burgos8 la intensión de realizar el trabajo de campo observando en el

laboratorio de una escuela secundaria, con algún docente que estuviera dispuesto a

dejarme entrar en sus clases. Jorge de Burgos aceptó de inmediato:

"Sí, no hay ningún problema, vení que yo te presento a la directora y

seguro que si venís conmigo no va ha haber ningún problema"

También se preguntó si estaba dispuesto a que le realizara una entrevista en su

carácter de jefe de laboratorio, accediendo de inmediato: “Si cuando quieras, vení y

conversamos”

Primero comenzamos con los pedidos formales de autorización para que pudiera

asistir a la Institución. Luego de dos intentos fallidos de hablar con la Directora (un día

estaba en reunión y otra vez se había retirado más temprano), llegamos a la dirección,

previo explicar las razones de la solicitud a la Vicedirectora que dijo: "Si, yo no tengo

ningún problema, pero hay que hablarlo con la Directora, ¡vengan!". Oficina siguiente

se encontraba la directora en su escritorio, acomodada en un sillón de ejecutivo,

flanqueada a la derecha por un busto de Sarmiento y a la izquierda, por una bandera de

ceremonias. Nos invita a sentarnos, escritorio de por medio, en ronda, la Vicedirectora,

Jorge de Burgos y la investigadora. Entonces la Vicedirectora hace la introducción y le

cede la palabra a Jorge de Burgos quien me presenta a la Directora, es entonces que me

adelanto:

8 El nombre del jefe de laboratorio ha sido reemplazado por un seudónimo, el mismo hace alusión a un personaje de la novela “El Nombre de la Rosa” de Umberto Ecco: Jorge de Burgos, era el bibliotecario responsable de custodiar una parte de la biblioteca del monasterio que estaba vedada a los monjes en los que se encontraban ciertos libros que se guardaban bajo llave lo que los hacía de difícil acceso.

70

"Si, en realidad Ud. ya me conoce, yo estuve aquí dando un curso de

capacitación a docentes de enseñanza media y esta Escuela era la sede"

A lo que la directora respondió: "A, si, si, con razón te veía cara conocida".

Efectivamente, durante un año se asistió semanalmente a la Institución, la cual

sólo prestaba el edificio al Ministerio de Educación de la Provincia para dar cursos de

capacitación. En esa oportunidad había sido el propio Ministerio quien había gestionado

los permisos de ingreso a la institución y en donde la Directora no era más que la

anfitriona. De ahí en más, un par de palabras impactantes como: Maestría, Centro de

Estudios Avanzados de la Universidad Nacional de Córdoba, investigación cualitativa;

expresadas en un tono cordial, fueron suficientes para obtener el permiso formal de

ingresar a la Institución.

A todo esto, hasta aquí, los tiempos "siempre" fueron manejados por Jorge de

Burgos. Tanto la Directora, como Jorge de Burgos me conocieron un par de años atrás

en el curso que mencioné antes. Hecho que, de alguna manera, hizo que me percibieran

como alguien que hace cosas por la docencia. El capital científico (Bourdieu, 2000)

juega aquí un papel definitivo ya que constituido además en capital simbólico de quien

lo detenta, al menos en la representación de Jorge de Burgos y de la Directora, añadido

que en mi incursión anterior en la Institución había tenido una relación cordial, me

dieron la llave de acceso al laboratorio.

Las "peticiones de permiso" duraron más o menos dos semanas, a todo esto

insistía con la entrevista para ir ganando tiempo. Fue ahí donde noté la resistencia de

Jorge de Burgos. Mientras él seguía "entrevistándome" respecto de mi trabajo.

Varios de los centros educativos provinciales de la ciudad de Córdoba, no

disponen de laboratorio y muchos de ellos son usados con otras finalidades, convertidos

en sala de videos o simplemente en un salón en el que se puede realizar cualquier otra

actividad que no disponga de un espacio físico definido, como puede ser una reunión de

71

personal, de alumnos, de padres, entre otras. Esta situación dificultó la búsqueda de un

laboratorio para llevar a cabo la investigación, por lo que se debió recurrir a realizar una

exploración previa de opiniones de colegas que se desempeñan en diferentes

establecimientos escolares. El proyecto de investigación requería una escuela que

tuviera laboratorio, en el que se impartieran clases específicas y permitiera el ingreso de

un extraño.

La escuela, que de ahora en adelante denominaré “Padre del Aula”, resultó ser el

lugar que tenía las condiciones para realizar este estudio, ya que contaba con dos

laboratorios con equipamiento suficiente como para realizar actividades experimentales

y, además disponía de un “droguero” con reactivos para ser usado durante las clases, de

modo de minimizar cualquier impedimento para el desenvolvimiento de las clases.

La escuela ocupa una manzana, aproximadamente un cuarto del terreno está

edificado (aulas y el gimnasio), el resto es un gran patio que se utiliza mayormente para

actividades deportivas.

Es una institución de gestión privada, está sostenida por una cooperadora

conformada por una comisión directiva que es la encargada de administrar el dinero

aportado por los estudiantes mediante una cuota mensual conformada por padres de

alumnos y docentes, el gobierno provincial subsidia los sueldos de la totalidad de los

docentes.

En el turno mañana y tarde funciona la escuela secundaria, posee cuatro

orientaciones en el ciclo de especialización (Gestión, Bienes-servicios, Humanidades y

Ciencias Naturales), en el turno vespertino se desarrolla el profesorado en Educación

general básica 1 y 2. Concurren a la Institución 1500 alumnos aproximadamente.

El laboratorio es un recinto que forma parte de la escuela, aunque muchas veces

da la sensación de estar totalmente aislado del resto, sin embargo, “algunas cosas”

atraviesan sus muros y contribuyen a lo que ocurre allí dentro. Es por ello que

describiremos el contexto del escenario.

72

La institución se encuentra enclavada en un barrio de la ciudad de Córdoba, todo

esto incide en la experiencia escolar cotidiana, comunicando una serie de

interpretaciones de la realidad y de “orientaciones valorativas en las que entran en juego

la heterogeneidad de las concepciones particulares de la localidad y no sólo las

concepciones oficiales” (Rockwell, 1985). La escuela “Padre del Aula” se halla en pleno

corazón de “La República” uno de los barrios más antiguos de la Ciudad, Fundado en

1870 (diario La Voz del Interior, 7 de noviembre de 2004):

“El barrio [...] nació en 1870, por iniciativa de don Agustín Garzón, quien

adquirió y subdividió las tierras del Bajo de Ariza. Con un pasado de quintas

veraniegas, la zona paulatinamente comenzó a poblarse de inmigrantes y merced

a la radicación de industrias el barrio no tardó en tener un perfil netamente

popular.

... La República tuvo como eje 146 manzanas con el tradicional trazado en

damero, y una larga avenida (calle San Jerónimo) cuyo protagónico rol

interrumpen dos plazas de estilo europeo decimonónico.”

A más de un siglo de su fundación, en él siguen habitando familias de clase media

(varias generaciones), muchas devenidas a pobres luego de la crisis económica acaecida

en diciembre de 2001, jubilados y otros, una minoría, que pertenecen a una clase media

“acomodada”, en general profesionales, algunos, que llevan varias generaciones

ejerciendo en el barrio (médicos, odontólogos, etc.) como así también muchos de los

comerciantes que tienen sus negocios sobre la calle San Jerónimo. No sólo la escuela

está enclavada en barrio “La República”, también viven allí, o en zonas aledañas, el

profesor y la mayoría de los estudiantes del curso. Cuando en el artículo del diario dice

“merced a la radicación de industrias el barrio no tardó en tener un perfil netamente

popular” no sólo está describiendo el barrio sino también parte de los alumnos, docentes

y a la escuela misma (Montesinos y otro, 1999):

73

“ [la escuela] mantiene relaciones cambiantes, conflictivas y contradictorias con

el entorno, esto se produce especialmente en el barrio en el que cada escuela está

ubicada, el espacio geográfico al que está relacionada, y por lo tanto, a la

población que en él habita.

Pero es momento de focalizarnos en el laboratorio en el que se desarrollaron la

totalidad de las clases del profesor observado durante el trabajo de campo. La habitación

cuenta con seis mesadas de trabajo (A, B, C, D, E y F en el esquema) ver esquema

siguiente:

Las mesadas A y D están construidas con madera, mientras que las restantes son

de mampostería revestidas con azulejos de color blanco. En una de las paredes se

encuentra un pizarrón grande, en la pared opuesta están las piletas para el lavado del

material, en una de las paredes perpendiculares al pizarrón hay dos puertas y entre ellas

enormes vitrinas donde se guarda el material.

El laboratorio permanecía con sus puertas cerradas bajo llave mientras no se

impartieran los trabajos prácticos en su interior. Durante las actividades experimentales

las puertas estaban cerradas (sin llave) para evitar las miradas de los curiosos que

transitaban por la galería.

Pizarrón

Ventanas al patio

Piletas

A B C

D E F

Vitrinas

Puerta de acceso Puerta (siempre cerrada)

Figura 1. Esquema del laboratorio.

74

A pesar de las restricciones de acceso al recinto, los ayudantes de laboratorio, el

profesor y los alumnos que tenían trabajos prácticos en su horario asignado podían

ingresar, el guardapolvo funcionaba como “identificación” de los alumnos que debían

asistir a las actividades prácticas.

3.4 Los actores

Una vez detallado el escenario continuamos con los actores, en el espacio del

laboratorio se encontraban los ayudantes de laboratorio, los alumnos y el profesor. A

continuación caracterizaremos a los participantes

3.4.1 Jorge y Jorgito de Burgos los informantes: la entrevista con grabador…y sin

grabador

Para algunos autores, los informantes clave suelen ser los poseedores de “grandes

volúmenes de información” (Woods, 1987), para otros es un “activo constructor de una

unidad sociocultural” (Guber, 2004). Cualquiera sea el calificativo con los que se los

identifique habría un amplio acuerdo respecto que el informante es parte activa de un

proceso social que lo determina y al que, a su vez, determina. (Guber, 2004):

“...el informante participa de lo social desde un lugar determinado; sus

impresiones no pueden homologarse a la construcción del investigador...”

El informante suministra información condicionada por su experiencia y por la

posición social que ocupa. En este trabajo se reconocen dos informantes claves de los

que ya he hecho mención en párrafos anteriores, uno es Jorge de Burgos (jefe de

laboratorio), quién se constituyó en “el pasaporte” de acceso a la institución, el otro es

Jorgito de Burgos (primo del anterior y ayudante de laboratorio). Como ya se señalara

75

anteriormente, el alias que reemplaza el nombre real de los informantes, se inspira en el

personaje de aquella famosa novela de Humberto Ecco “El Nombre de la Rosa”, en gran

medida surge del paralelo entre el personaje de ficción y el informante real, ya que es

sorprendente como se constituyen en “custodios” de un espacio físico del que se sienten

responsables (casi dueños) por lo que allí pueda ocurrir, el personaje de la novela: el

monje Jorge de Burgos, quien tenía como asistente a un joven monje cuidaban

celosamente una parte de la biblioteca del monasterio, mientras que “nuestro” Jorge de

Burgos y su asistente: Jorgito lo hacen con el laboratorio. Por fortuna para nosotros, el

final de la biblioteca ha sido diferente al del laboratorio.

Antes de comenzar las observaciones de las clases realicé una entrevista a Jorge

de Burgos. Tuvo lugar la última semana de marzo, se llevó a cabo a un mes de haberla

concertado por teléfono. El lugar fue elegido por Jorge de Burgos y como no podía ser

de otra manera, se llevó a cabo en el laboratorio, espacio ampliamente dominado por él,

dueño de un juego de llaves que podía abrir todas las puertas cerradas, incluso los

candados de las vitrinas. Hago mención al lugar porque el laboratorio es un "edificio"

dentro del edificio escuela, no por sus dimensiones, ya que en este caso está en una

galería, entre otro laboratorio y un aula, sino porque sus puertas permanecen bajo llave

prácticamente todo el tiempo, el acceso es restringido, no así a la biblioteca que tiene sus

puertas abiertas toda la jornada. ¿Y quienes son los que tienen llaves de este recinto? el

jefe de laboratorio y los ayudantes. Cuando faltan los ayudantes, los profesores que

deben dar sus clases allí deben ir a buscarlas a administración.

Sentados frente a frente, grabador de por medio, se desarrolló la entrevista, que

fue observada por Jorgito, de suma confianza del entrevistado, quien no intervino

durante el tiempo que duró la entrevista, limitándose a escuchar mientras acomodaba

cosas en las vitrinas.

Pero antes de comentar la entrevista, caracterizaremos al entrevistado (Guber,

2004):

76

“entendida como relación social, como instancia de observación; al material

discursivo debe agregarse la información acerca del contexto del entrevistado,

sobre sus características físicas y su conducta”.

Jorge de Burgos cursó los estudios secundarios en la escuela donde se desarrolló

el trabajo de campo. Egresó con el título de técnico químico, con una excelente

trayectoria escolar, fue el abanderado de su promoción (él mismo se encargó de

informarme). De algún modo, que no tengo muy claro, comenzó a trabajar en la

Institución como ayudante de laboratorio a la par que inició el profesorado de

Matemática, Física y Cosmografía en un Instituto Terciario no universitario donde

obtuvo el título de Profesor. Después de algún tiempo fue promovido a jefe de

laboratorio. Además se desempeñaba (y continúa) como docente de Matemática y Física

en otras instituciones. A su vez, ha cursado la postitulación que ofrece FAMAF para los

docentes con título terciario no universitario. Respecto a la postitulación dijo:

"no me enseñaron nada nuevo y en lo pedagógico no me aportaron nada.

Nosotros a lo pedagógico lo aprendimos en el profesorado."

Después de haber reseñado datos obtenidos de numerosas charlas informales,

comenzaré con algunos aspectos relevantes de la entrevista con grabador. No llevaba

preguntas escritas, mi interés era la relación entre el docente y los alumnos en el

contexto del laboratorio durante el proceso de enseñanza aprendizaje de la Química.

Formulé preguntas abiertas "que se van encadenando sobre el discurso del informante,

hasta configurar un sustrato básico, el marco interpretativo del actor" (Guber, 2004).

Procuré mantener una "atención flotante", tratando de encontrar algunos núcleos que me

permitieran seguir preguntando.

77

Comencé a preguntar sobre cuestiones generales respecto a cómo y qué se evalúa

en las clases en el laboratorio, cómo se implementan los programas. En realidad Jorge de

Burgos tenía mucha información:

Jorge De Burgos: no hay mucha relación entre la vicedirectora y los profesores

de acá del laboratorio por que como es a contraturno la vicedirectora que

tenemos en el turno tarde nunca estuvo relacionada con el grupo que venía

antiguamente trabajando con el área de la Química o sea que nosotros estamos

un poco como acéfalos en el turno de la tarde y los profes recién ahora están

como respetando un poco más la imagen del jefe de gabinete, pero cada uno hace

lo que cree conveniente en su materia. Como para que te des una idea recién este

año nos hemos reunido todos a hacer los programas, donde todos participaron en

todas las materias tanto horizontal como verticalmente.

De alguna manera él había estado ejerciendo la función de coordinador de la

especialidad.

Fue durante la entrevista que Jorge de Burgos comenta respecto del profesor al

cual observaría:

"… por ahí los ejemplos son traídos de los pelos, que vos decís se fue por las

ramas pero los chicos quedan enganchados con eso…"

Jorgito por su parte, es muy parecido a Jorge, ambos hicieron la secundaria en la

escuela “Padre del Aula”, ambos egresaron como abanderados de su promoción, los dos

estudiaron profesorado de Matemática. Fue, justamente, Jorgito quien asistió al profesor

en la mayoría de las clases. Salvo en una oportunidad que estuvo ausente y en otra que

fue reemplazado por Jorge de Burgos. Siempre muy intrigado en mi tarea de

observadora, incluso, al principio mi presencia le perturbaba bastante ya que se sentía

78

observado, de a poco fue adquiriendo confianza y él mismo me dijo que al principio

hacía “las cosas distintas, con más cuidado”, porque yo estaba mirando.

Jorgito no está de acuerdo con Jorge respecto de la opinión emitida sobre el

profesor:

Jorgito: yo no estoy de acuerdo con Jorge de Burgos.

Señora: ¿por qué?

Jorgito: porque a mí no me gusta cuando se va por las ramas, es descabellado,

me parece que queda mal. No puede decirles a los chicos esas cosas, ya lo vas a

ver.

Por lo pronto mis informantes no estaban de acuerdo en algún aspecto sobre el

profesor al que observaría. Ambos lo conocían muy bien ya que además de ser

compañeros de trabajo, habían sido alumnos de él.

3.4.2 Los alumnos

Conocía a los alumnos el primer día de clase cuando el profesor los hace ingresar

al laboratorio. La mayoría de ellos ya habían estado de alguna forma esporádica en el

laboratorio, pero era la primera vez, en el trayecto escolar, que las clases se

desarrollarían íntegramente en ese espacio. Los alumnos ingresaron en forma ordenada,

el docente les pidió que se acomodaran en las mesadas pero no especificó quienes

debían formar cada uno de los equipos, así los grupos se configuraron según sus

afinidades.

Fue notorio como clase a clase, cada grupo ocupaba la misma mesada, sólo en

circunstancias especiales se cambiaban de lugar, estaba permitida cierta movilidad,

especialmente al inicio de la clase cuando se requería buscar material de las vitrinas que

para la ocasión se encontraban sin candado y con las puertas abiertas, también

79

caminaban de una mesada a otra para buscar reactivos que en general se colocaban en

una de las mesadas de madera (D) (ver esquema en el apartado 3.3) contigua al pizarrón,

y a su vez enfrentada a la mía. Así, día tras día, cada uno de nosotros ocupaba “su

lugar”. Cada mesada constituía una “isla”, cada grupo poseía características propias, rara

vez interaccionaban los de una mesa con otra. Pero sin embargo se constituían en un

grupo grande, bastante más homogéneo, cuando los encontraba en la galería esperando

que llegara Jorgito para abrir las puertas del laboratorio.

De las seis mesadas que había en el laboratorio las dos primeras, próximas al

pizarrón eran para el profesor, quién permitió que en una me ubicara con mi grabador y

mi cuaderno de notas (A) y en la otra Jorgito con los reactivos (D). Eran un total de 23

alumnos entre mujeres y varones, cuyas edades oscilaban entre los 15 y 16 años. Para

caracterizar los grupos utilizaré una letra mayúscula que se corresponde con las mesadas

que ocupaban los estudiantes tal como aparecen en el esquema de la figura 1.

1. Grupo B: un grupo mixto conformado por cuatro mujeres y dos

varones, habitualmente, trataban de acomodarse para que no se notara

si habían “omitido” estudiar, siempre secundaban al docente en todos

sus comentarios y realizaban la tarea de modo autónomo.

2. Grupo C: constituido por tres varones y dos mujeres, trabajaban

ordenadamente, la mayoría de las clases, seguían con atención las

explicaciones del profesor como así también las de Jorgito, casi

siempre eran los primeros en terminar, pero no lo decían y se

quedaban charlando en voz baja.

3. Grupo E: formado por cuatro mujeres y dos varones, estaban siempre

atentos a los dichos del docente, de inmediato reconocían las

consignas incompletas o poco claras, exigiendo precisiones,

trabajaban bien, cumplían con las consignas pero permanecían serios

ante las bromas y las anécdotas del profesor.

80

4. Grupo F: agrupaba a cuatro varones, que interaccionaban poco con

el resto del curso, con el profesor y con el ayudante. En general no

sabían que había que hacer, eran los últimos en buscar el material y

en realizar la tarea. No formulaban preguntas y parecían

desorientados.

5. El joven Boltzman9: Un muchacho que se llevaba bien con todos, de

hecho no tenía un grupo fijo, incluso en una misma clase podía

trabajar en dos grupos alternados o simultáneamente. Le encantaba la

Química y el profesor. Siempre era fácil saber donde estaba porque

era el más alto de la clase, cuando el docente tomaba la palabra para

iniciar la clase, realizar el cierre, o tan sólo dar alguna explicación se

acercaba a la punta de mi mesada, para quedar más próximo al

profesor. Cada vez que se necesitaba un voluntario, él era el primero

en ofrecerse.

3.4.3 Edison: el profesor a cargo de las clases en el laboratorio

Antes de comenzar las clases, cuando aún no conocía a los alumnos, Jorge de

Burgos me presentó al profesor quien luego de los saludos formales me autorizó a que

los acompañara durante sus tareas. En ningún momento preguntó cuanto tiempo los

acompañaría ni en que consistía mi trabajo. Siempre tuvo una actitud colaborativa y

amable durante el tiempo que duró mi estancia, cosa que es importante destacar, ya que

no siempre los docentes aceptan ser observados.

9 El seudónimo aplicado al alumno responde a la evocación de Boltzmann, Ludwing, físico austriaco nacido en Viena en 1844, hizo muchas contribuciones importantes a la Ciencia. Desafortunadamente, su vida tuvo un final trágico ya que él creía firmemente en la existencia de los átomos y la producción de entropía, punto de vista impopular a principios del siglo XX, así con problemas de salud e incapaz de soportar los ataques intelectuales continuos sobre sus creencias, se suicidó el 5 de septiembre de 1906. Hoy en día sus aportaciones siguen vigentes. (Brown-LeMay-Bursten, 1997)

81

De ahora en adelante el nombre real del docente será reemplazado por el de

Edison, evocando al gran inventor “Thomas Alva Edison”, quien contribuyó de manera

trascendente al desarrollo de la tecnología y de la industrialización de los productos

tecnológicos (Vögtle, 1985):

“Edison, no sólo volvió a mostrar un sexto sentido para lo comercializable, sino

que también supo predecir el desarrollo futuro de su invento [el kinetoscopio]”

El profesor Edison también es egresado de la escuela y apenas recibido se inició

como celador, luego se convirtió en ayudante de laboratorio hasta que se recibió de

técnico químico en el ITU (Instituto Técnico Universitario. Universidad Nacional de

Córdoba) y le asignaron horas cátedra en distintas materias "pero no tiene título

pedagógico", según Jorge de Burgos. Vive a 20 cuadras de la Institución, siempre su

familia vivió en las inmediaciones de la escuela. Además posee un laboratorio de

Química en su casa en el que realiza trabajos particulares para empresas. En el momento

de realizar el trabajo de campo, Edison se encontraba finalizando sus estudios de

ingeniería Química en la Universidad Nacional de Córdoba.

Se trata de un hombre de unos 45 años aproximadamante, de buen humor, casado,

con hijos, rara vez trascendían aspectos de su vida familiar. En la institución es muy

querido y respetado por todos, directivos, administrativos, compañeros, alumnos. Muy

sincero, el día que nos despedimos, le agradecí el haberme permitido acompañarlo en

sus clases a lo cual respondió:

“No tenes nada que agradecer, espero que te haya servido para tu trabajo, si en

alguna ocasión necesitas algo...y bueno esto es lo que hay, yo creo que las cosas

son así claras y concretas yo les doy todo lo que tengo y no me preocupa tanto el

palabrerío sino que, los chicos, sepan hacer”

82

El docente se constituye en el centro de este trabajo. En el próximo capítulo

veremos qué decisiones toma y cómo interacciona con los alumnos y con el

conocimiento, hasta aquí por lo expresado, deja por sentado la importancia que le

atribuye al “saber hacer”.

83

CAPÍTULO 4

ANALISIS DE LOS RESULTADOS

4.1 Introducción

En este capítulo se reseñan, sintetizan y analizan los datos obtenidos, a “modo de

zoom”, se procura reconocer partes pequeñísimas que parecen invisibles en el cotidiano

y a la luz de los conceptos teóricos que sustentan esta investigación se vuelven a

entrelazar para dar forma a lo acontecido en el laboratorio escolar. Nos encontramos con

Jorge de Burgos que es en realidad quién eligió a Edison para ser observado ya que

“tiene algo con los estudiantes” que él no podía explicar.

Se continúa con el trabajo pedagógico de Edison, que sustentado en una autoridad

y una autonomía indiscutible (delegada por la Institución) va construyendo una serie de

símbolos rituales que, a su vez, lo consolidan día tras día en su acción pedagógica. Poco

a poco adquieren forma los distintos tipos de intercambios con los alumnos, mediado por

un discurso que se caracteriza por unos tipos de enunciados que se repiten clase a clase

(en cuanto a la forma, no al contenido) y que nos permiten perfilar la finalidad de la

Química que enseña. Lejos se está de los hallazgos de Latour (1995) en aquel

84

laboratorio del Instituto Salk, en el que los procesos sociales de construcción del

conocimiento se dan a un ritmo y de un modo muy diferente al del laboratorio de

Edison.

4.2 Porqué Jorge de Burgos eligió al profesor Edison

Jorge de Burgos fue quien me abrió las puertas del laboratorio pero además fue

quién “eligió” al profesor Edison para ser observado. Esto llevó a preguntarme el porqué

de su elección, en la institución había varios profesores que daban clases en el mismo

espacio, él los conocía bien desde su función pero también desde el “lugar de alumno”

ya que varios habían sido sus profesores. Cuando quise indagar un poco más respecto de

su elección, se justificó diciendo que Edison era muy “accesible” y que “no tendría

ningún impedimento para ser observado” pero no fue sólo una cuestión de

accesibilidad, Jorge de Burgos dijo en la primera entrevista que los alumnos “quedan

enganchados” con algunos comentarios de Edison, pero sin embargo Jorgito no estaba

de acuerdo con “esas cosas” que el profesor decía. ¿Qué había detrás de ese comentario?

Algo ocurría en las clases de Edison que desataba opiniones encontradas entre los

responsables de asistirlo en el laboratorio, que además habían sido sus alumnos. Parecía

que el profesor “tenía o hacía” algo como docente que Jorge de Burgos no podía

explicar. Decidí indagar las trayectorias de ambos para ver que encontraba. Ya desde el

comienzo, Jorge de Burgos, manifestó algunas cuestiones relacionadas con los títulos y

con la formación de los profesores. Advertí que, en la representación de Jorge de Burgos

al menos, hay una división entre los egresados universitarios sin título docente (muy

numerosos en disciplinas como Química, Física y Biología) y los docentes terciarios con

título de profesores en una disciplina científica. Los primeros aparecen como los

"poseedores del conocimiento" pero con dificultades para realizar la transposición

didáctica, y los segundos, como expertos en los recursos pedagógicos y didácticos

necesarios para el ejercicio de la docencia a nivel secundario:

85

Jorge de Burgos:...yo soy técnico en Química ellos son químicos industriales o

sea tienen mucho más manejo que el que tengo yo, en el área de Química. Yo les

podría dar una mano en la parte pedagógica pero no hay profesor de Química

acá, o sea no hay nadie que sea profesor dentro del área. El único que tiene título

de profesor soy yo, pero es en física, en matemáticas; pero la parte pedagógica la

puedo manejar yo junto con ellos...

Si bien Edison, Jorge de Burgos y Jorgito egresaron de la escuela “Padre del

Aula”, todos con el título de técnicos químicos, el profesor Edison es técnico químico

egresado de la Universidad Nacional de Córdoba. Mientras que los otros dos optaron por

el mismo profesorado terciario (no universitario). En una oportunidad Jorge de Burgos

dice:

“Jorge de Burgos: este profesor tiene una ventaja con respecto a los otros

docentes, el fue alumno del colegio, él fue ayudante técnico y ahora es profesor y

estuvo haciendo el profesorado en tecnología, no lo terminó pero estuvo

haciéndolo, es químico industrial y ahora esta por hacer ingeniería y además

trabaja en su laboratorio, tuvo experiencia en fábrica y de más entonces siempre

a la hora de dar un tema da un ejemplo de lo que el hizo cuando se planteó una

situación determinada por ahí los ejemplos son traídos de los pelos, pero los

engancha mucho en la parte práctica y en la parte de lo que el piensa que pueden

hacer los chicos cuando se reciban con los conocimientos que adquieran en el

laboratorio.”

Es precisamente esto lo que le resulta atractivo a Jorge de Burgos, es el

“conocimiento práctico” que posee Edison lo que “engancha” a los alumnos. De este

modo podríamos pensar que el título y por ende la formación, que posee Edison lo

86

harían poseedor de un capital cultural propio y distinto del de los demás. En “Los Usos

Sociales de la Ciencia” (Bourdieu, 2000), el autor hace referencia al campo (científico) y

como se define por el estado de relaciones de fuerza entre los protagonistas de la lucha

es decir por la distribución del capital y de cómo los títulos forman parte de ese capital

“en la medida que el título, en tanto capital escolar reconvertible en capital universitario

y científico, encierra una trayectoria probable”

Por lo pronto podríamos decir que el título, por ende la formación, que detenta el

docente lo posiciona de un modo particular en la institución con respecto a sus colegas y

ayudantes de laboratorio, incluso en la secretaría de la dirección hay dos fotos murales

en las que se observa a Edison en el laboratorio con un grupo de alumnos. El día que

hablamos con la directora, Jorge de Burgos le expresó que observaría al profesor Edison

y ella añadió:

“mirá allí está con los alumnos [señalando las fotos], es muy buen profesor”

Lo mismo dijo Anita, dueña del kiosco (que se encuentra en el corazón de la

escuela, en el patio central):

“vió allá en dirección, hay unas fotos hermosas del profesor Edison, los chicos lo

quieren mucho”

Pero la trayectoria escolar del docente, sus títulos, no sólo lo ayudan a

posicionarse en la Institución, sino que también influye en las decisiones que deben

tomar los alumnos a la hora de optar por una especialidad para realizar el ciclo de

especialización (último trayecto de la secundaria). En una oportunidad Jorge de Burgos

dijo:

87

“...en tecnología que sería la otra que podría apoyarnos en nuestra situación en

particular tenemos todos arquitectos dando tecnología por lo tanto a la hora de

elegir en cuarto año quedan todos más embebidos en toda la parte de

mantenimiento que en la parte de alimentación entonces obviamente se ven más

favorecidos ellos un ejemplo concreto que tenemos como experiencia, nosotros

tuvimos siempre dos cursos de alimentación hasta que uno de los profesores de

Química dejó tecnología”

“...dejó las horas de tecnología en primero y segundo año, ese profesor por

ejemplo traía los chicos al laboratorio hacía radios donde los chicos participaban

y opinaban vendían cosas que ellos fabricaban, hacían mermelada, por ejemplo

ideaba una empresa que estaba orientada a la alimentación y entre ellos mismos

jugaban a cumplir distintos roles los traía al laboratorio filmaba los llevaba a un

lado les hacía sacar fotos, propagandas entonces los motivaba para que después

a la hora de elegir elegían la parte de alimentación.”

El profesor que daba clases de tecnología al que Jorge de Burgos hace referencia

es Edison, quién incidía a favor de una mayor afluencia de alumnos a la especialidad

(ciencias naturales, alimentación):

“Recién en ese momento cuando nos dimos cuenta que algo estaba pasando [...]

entonces dijimos nos reunamos para ver como le hacemos frente a esta crisis que

estamos viviendo para que te des una idea el área de alimentación actual antes se

llamaba Química era la orientación de Química siempre fue la columna vertebral

de toda la escuela, siempre fue la especialidad que más alumnos tenía con

decirte que sabíamos tener curso de 65 alumnos y construcción tenía 13 o 14

alumnos.”

88

“...mirá ha sido planteado ya eso. Uno de los factores que nosotros creemos que

inciden directamente en la toma de decisión del alumno en seguir mantenimiento

o construcción, eh…. que se revean los contenidos y el personal seleccionado

para ese tipo de materias, Edison, que renunció a doce horas que es el profesor

que te hablaba anteriormente, fue suplantado ahora por un profesor de

arquitectura. Titularizaron a un profesor de arquitectura más, yo no se, acá te

hacen entregar una planificación a un determinado tiempo y un programa que va

al gabinete de psicopedagogía pero yo no se si un psicopedagogo tiene, creo que

no, un manejo de contenidos donde el pueda ver claramente si está apuntando

hacia la alimentación o hacia mantenimiento. Acá en el colegio no se hacen

observaciones de ningún tipo y eso es gravísimo, no hay una observación, yo no

te digo de abrir la puerta y mirar si está todo bien sino entrar y quedarte en una

clase y observar.”

Lo que también muestra cómo desde el imaginario del docente, la trayectoria de

los alumnos se van forjando desde los estudios secundarios. Pero si los arquitectos

influyen en los alumnos para que sigan Mantenimiento y los técnicos químicos para que

sigan Ciencias Naturales, las decisiones que cada docente toma respecto de la finalidad

de la disciplina que enseña no son menores.

4.3 Las enunciados de Edison

En el capítulo 2 presentamos las ideas de Latour en su ingreso al laboratorio, allí

encontró al menos cinco tipos de enunciados que predominaban entre los científicos

(apartado 2.2.2), que representan cómo desde una hipótesis se llegaba a un hecho

científico. Este proceso se realiza a través de distintos tipos de intercambio donde los

investigadores “luchan por convencer al otro para imponer una idea”. En este proceso

las ideas que van siendo aceptadas se transforman en distintos tipo de enunciados de

89

modo tal que la tipología de los enunciados (de 1 a 5) se corresponden con un orden

jerárquico en el cual un enunciado de orden superior implica un mayor grado de

consenso y mayor proximidad a convertirse en un hecho.

Sin embargo al escuchar las grabaciones y analizar las transcripciones de las

clases del profesor Edison, es muy difícil tratar de establecer un paralelo con los

enunciados hallados por Latour. Básicamente porque los enunciados en el laboratorio

escolar son “hechos científicos” ya dados, establecidos, que ni el docente ni los alumnos

ponen en duda. Los enunciados entre los científicos tienen un carácter dinámico,

contrariamente a lo que sucede en el laboratorio escolar; en donde los enunciados del

profesor tienen un carácter rígido, casi dogmático. A partir de estas observaciones es que

nos preguntamos ¿qué tipo de enunciados encontramos en las clases del profesor

Edison? Del análisis de las notas de campo, de las transcripciones de clases y de la

discrepancia entre lo que sucede en el laboratorio científico y en el laboratorio de Edison

se decidió elaborar una nueva tipificación que nos permite categorizar mejor los

enunciados hallados:

I - Enunciados compatibles con hechos científicos construidos.

II - Enunciados poco compatibles con los hechos científicos construidos.

III - Enunciados que se refieren a hechos prácticos que surgen de la experiencia

personal del docente.

IV - Enunciados que se refieren a hechos prácticos relacionados con la

metodología científica, que a su vez se dividen en:

IV.a - Enunciados de índole técnico instrumental

IV.b - Enunciados de índole metodológicos

Antes de detallar y ejemplificar la tipificación consideramos necesario aclarar que

entendemos por enunciados en esta nueva clasificación (Foucault, 2002):

“... [Son unidades diversas] éstas pueden coincidir a veces con frases, a veces

con proposiciones; pero están hechas a veces de fragmentos de frases, de

90

series o de cuadros de signo, de un juego de proposiciones o de formulaciones

equivalentes [...] lo que se ha descubierto, no es el enunciado atómico- con su

efecto de sentido, su origen, sus límites y su individualidad-, sino el campo de

ejercicio de la función enunciativa...”

I - Enunciados compatibles con los hechos científicos construidos: hace referencia a

contenidos conceptuales provenientes del corpus de conocimientos de la Química que

son establecidos por el profesor y que no se discuten, pero tampoco se reconstruyen en

el contexto del laboratorio escolar, están de modo dogmático:

Edison: nosotros tenemos de la tabla periódica de dónde sacar el peso atómico y el

peso molecular de un compuesto, con el peso atómico sacamos el peso molecular, si

es un elemento simple directamente nos basamos en el peso atómico si es un

elemento compuesto oxigeno y metal o no metal sumamos los pesos atómicos de

acuerdo a la atomicidad que tiene cada uno de sus átomos.

Edison:...hay una definición que dice de volumen molar que es a condiciones

normales de presión y temperatura cualquier gas tiene 22,4 litros, ¿esta claro eso?

Entonces cualquier gas que ustedes tengan 22, 4 litros a condiciones normales que

es cero grado centígrado y una atmósfera de presión el gas tiene 22, 4 litros...

Edison: Entonces si yo digo que un mol es igual al peso molecular del compuesto e

igual a 22,4 litros e igual a 6,02 .1023 moléculas o átomos por qué? Por que está

comprobado científicamente que el número de Avogadro 6,02 .1023 moléculas o

átomos, ¿está claro?

Edison:...un mol es igual a 22,4 l pero también el mol es igual al peso molecular y

también a 6,02 .1023 átomos o molécula...

91

Edison: ...se llaman electrolitos a aquella sustancia a las que se le agregan al agua

para que sea conductora del calor y de la electricidad...

Edison:...disociación es que el ácido, cualquier ácido se va a disociar en protones y

radicales, en partes positivas y en partes negativas...

II - Enunciados poco compatibles con los hechos científicos construidos: hacen

referencia a contenidos de Química pero que son expresados de forma incorrecta o son

transmitidos de forma incorrecta. Pasan totalmente desapercibidas ya que no hay, en el

laboratorio, sistemas de referencia que les permitan a los alumnos corroborar cuan

“verdaderas” son:

Edison: cuando eso empieza a girar se pone horizontalmente a la superficie, lo

que pasa es que el tubo no gira así [hace un movimiento con el tubo que tiene en

la mano] sino lo que gira es el aparato, al ponerse en esta posición las partículas

tienden a irse hacia fuera. Está claro? ¿Qué pasa cuando Uds. tiran una piedra?

Cae cruzada ¿o no?

Alumnos: [a coro] si

Edison: eso es la fuerza centrípeta. Ajá. Sale despedida, fuerza centrípeta. Pero

por acción de la fuerza centrífuga. Llega un momento que todo decae hacia el

fondo del recipiente es importante que ustedes lo sepan por qué Uds. no lo ven

porque ocurre dentro de la carcaza que está tapada de la centrífuga. ¿Se

entendió?10

10 En la primera aseveración, se confunde el concepto de fuerza centrípeta con el de fuerza centrífuga, si lo que Edison dice fuera correcto, el aparato al que hace referencia se llamaría “centrípeta” en lugar de “centrífuga”.

92

Edison:…de magnesio, ¿todos de acuerdo hasta ahí? la reacción que sucede con

una determinada energía de activación va de izquierda a derecha pero también

puede hacer eso la reacción, de acuerdo al trabajo que yo realizo, ¿estamos?,

pueden ser catalizadores, ehh, presión y temperatura, cambios de pH, o sea, se le

puede agregar un montón de cosas de condiciones de trabajo11.

Edison: ese olor a huevo podrido, es de....azufre, vieron cómo al calentar el

azufre se obtiene un cambio del estado sólido paso al estado gaseoso, integren

todo, que punto de fusión tiene.12.

Edison: esta claro, ¿si? Y a veces que no da nada la reacción Química] pero

después activa por si sola, o sea no tiene energía de activación al comienzo de la

reacción pero después por si sola la adquiere ¿estamos? Todas esas cositas, toda

esa terminología la tienen que tener clara. ¿Qué más? A ver que pasó cuando la

pusieron a la acción del mechero...13

Edison:...Ustedes vieron que la reacción del ácido clorhídrico con los metales es

más efervescente que los otros, ¿si o no? Lo sacaron de conclusión ¿si o no?”14

11 Edison no considera que la obtención del óxido de magnesio a partir de la reacción del metal con el oxígeno es una reacción irreversible, haga el trabajo que haga, no logrará revertirla. La termodinámica no lo permite. 12 Cuando el azufre es sometido a la llama, no ocurre que el sólido pase a gas (cambio físico) sino que ocurre un cambio químico en el que el azufre y el oxigeno del aire reaccionaron para producir un gas. El punto de fusión se corresponde con la temperatura a la cual un sólido se convierte en líquido a la presión de una atmósfera. 13 La energía de activación no se adquiere por si sola. La reacción para ocurrir necesita un iniciador. 14 La reacción de un ácido con un metal “es más efervescente” según sea la concentración del ácido y el tipo de metal. Un mismo metal con el mismo ácido burbujeará más o menos gas (hidrógeno) según la concentración del ácido.

93

Edison:...Pueden llegar a presentar proyectos para recuperar ese dióxido [de

carbono] y hacerlo, a ese gas, transformarlo en ácido de nuevo”15.

III - Enunciados que se refieren a hechos prácticos que surgen de la experiencia

personal del docente: En términos generales, se refieren a anécdotas de experiencias

vividas por el docente, tienen un carácter práctico, y como el mismo profesor Edison

dice “no están escritas en la guía”. Se parecen a los conocimientos empíricos que los

alquimistas transmitían de generación en generación pero que no podían explicar por

qué ocurrían de esa manera:

Edison:...Por que muchas veces en el comercio, no entienden nada de Química y

le venden a ellos mismos elementos que están fallados, vengo, hago algo y

caliento y se revienta ¿por qué? Por que tenía una falla este material como

cualquiera que está en la mesada de Uds. O allá en el armario tienen un punto

crítico donde es el punto más débil del material que es a donde se une todo, todas

esas cositas las tengo que saber entonces tengo que tener cuidado de asentarlos,

de no tomarlos fuertemente de no tocarlo donde no corresponde, entonces, ver

verificar que el material esté sano para poder efectuar la operación que tengo

que hacer. Tengo que calentar agua en un tubo de ensayo, no sea que esté

fallado por que sino voy a mojar al compañero, entonces tengan cuidado, se van

a quemar. Entonces material que esté roto, material que no debo usar en ninguna

operación. Material que le falta algo no se hace la práctica. Imposible por que el

tubo está roto o el tapón no me entró en el tubo. En posibles prácticos haremos la

experiencia y lo dejan ahí inconcluso. Mmm. ¿Está claro?

15 Otra vez, Edison, se olvida de la termodinámica y no tienen en cuenta que no todas las reacciones son reversibles. Por lo menos a un costo que no sea excesivo y que justifique su producción.

94

Edison: se lo utiliza, para decolorarlos, este dióxido, este dióxido de azufre por

que destiñe. Otra cosita, vieron las frutas abrillantadas, se le agrega este dióxido

como bactericida. Vieron también, Uds. deben conocer, el azúcar, si, cuando se la

tiene que decolorar, al guadajo; el guadajo es el jugo concentrado, ese jugo es de

color marrón cuando se tritura toda la caña de azúcar el bagazo se separa; eso

llega a un recinto donde todo, todo, todo color marrón y le agregan en forma de

gas dióxido de azufre para qué, burbujea y lo clarifica, ¿se entendió eso? Se

entendió ¿para que se usa ese gas? Para un montón de cosas.

Edison: porque el azufre quita a través de su poder reductor el oxígeno y se

decolora, bien. [Lee del informe de un alumno] pero no pones lo del poder

reductor, lo más interesante no lo pones. El carbón también tiene poder reductor

quita el oxígeno. Por eso hagan una prueba en su casa, pongan carbón molido en

un frasco de plástico y lo cortan para que quede como un embudo, agreguen café

y van a obtener café incoloro, el sabor del café pero incoloro, ha quedado todos

los pigmentos.

Edison: Los indicadores se sacan de líquenes, de flores, Uds. en su casa ponen

repollo en agua y lo filtran en agua caliente, sale justamente un indicador para

base y ácido.

Edison:...Cuando se lavan las piezas del automóvil esa agua tienen que estar

desprovistas de metal por que sino después se forma una aureola de ese metal y

salta la pintura y forman ampolla [...] Entonces la industria necesita gente que

sepan manejar estos términos y sepan trabajar con conductividad que es lo que

vamos a hacer ahora nosotros, lo vamos a hacer con hidróxido, con ácido, pero le

demos una aplicación industrial.

95

Edison: no hace falta agua destilada, y....sirve de todos modos. Lo importante de

todo esto es controlar. El control de calidad, nadie controla. Ahora yo les conté lo

de Renault, por eso lo detectamos, y en todos los autos saltaba la pintura, el agua

debe ser desionizada. Entonces que esto sirva de experiencia. Bueno le vamos a

agregar un poquito de ácido a esa misma agua para ver que pasa con los

aparatos...

IV - Enunciados que se refieren a hechos prácticos relacionados con la metodología

científica: hacen referencia a procedimientos específicos proveniente de las Ciencias

Naturales, se pueden diferenciar en enunciados de índole técnico instrumental y

enunciados de índole metodológico, predominando las primeras sobre las segundas.

IV.a - Enunciados de índole técnico instrumental: corresponden a detalles de

las técnicas a implementar o a algún material y/o reactivo que se emplea durante

los experimentos:

Edison:...se toma el tubo de ensayo y se lo lleva a calentar pero ¿para qué

se lo lleva a calentar? Para no quemarme la mano porque es buen

conductor del calor, o no? Y si tengo que someter a la acción del calor voy

a tener el mechero y voy a poner en ángulo apuntando para donde no haya

nadie y siempre moviéndolo en círculos sobre la parte más alta de la llama,

nunca horizontal y quieto o vertical y quieto, por qué? Porque la presión

interna que hay en el tubo capilar, porque es un tubo capilar grande, ejerce

una presión que salta el líquido y al saltar el líquido le puede producir

graves quemaduras como las que ven Uds. ahí en el techo. Eso es por que

han calentado y a saltado por que han calentado mal el tubo de ensayos y a

saltado imagínense si le salta justo en la vista de ella. Tengan cuidado.

96

Para que voy a calentar, cómo tengo que calentar, hacia dónde debo

apuntar, que movimiento tengo que ejercer todo se tienen que preguntar

chicos...”

Edison: chicos, presten atención a todas las consignas, cómo se usa la

bureta, cómo se llena la bureta, con qué mano deben tomar el erlenmeyer,

con qué mano deben tomar la bureta y hacer el movimiento giratorio, así

que presten atención, no jueguen sin razón, pregunten al aparato todas las

incógnitas que se pueden revelar, ¿estamos? Bien.

Edison: chicos atiendan, por favor me atienden, la técnica de titulación

dice que la cantidad de líquido que yo tengo que poner en el erlenmeyer

tiene que ser medida con una probeta y no debe pasar los 20cc, 10; 15; 20

por una sola causa, la pipeta bureta que Uds. Tienen es de 25 cc y si yo

puse 50 cc y se corresponden volumen a volumen tendría que gastar

alrededor de 50 cc cuanto tiene la bureta, 25, ya estoy multiplicando dos

veces el error si tengo que cargar dos veces la bureta.

Edison:... ¿quién ha cargado la bureta de esa forma? ¿Cuánto hidróxido

coloco en el erlenmeyer? 10 o 15, supongamos que sean 10 cm3 ¿con qué lo

voy a medir? Con una probeta, ¿puede ser con una pipeta? Si, también y

luego la gotita la echo en el erlenmeyer. Una vez que ya tengo el

erlenmeyer y el ácido en la bureta... ¿qué verifico?...comenzamos la

titulación...hasta dónde?

Ayudante Jorgito:...Cuando usen los mecheros, por favor, la llama azul

porque si no manchan todo y empieza a haber olor en el laboratorio y

además la llama amarilla no calienta, ustedes sabían como manejarlos, no?

97

Tienen una válvula de aire, los mecheros, abajo. Esa válvula se regula

hasta que se obtiene la llama de color azul.

Edison: cuidado con el azufre, ahora si doy los cuidados, la prevención, el

azufre en relación con el oxígeno forma un gas que es tóxico, no quiero que

tengamos que salir todos afuera, bien ¿estamos? El azufre, cuando

observen un color violeta, ya el azufre está encendido y rápidamente lo

agrego, como dice en el práctico, en el vaso o en la cápsula que tengan y lo

tapo, y observo como es el gas en sí. Ese gas es el dióxido de azufre,

¿estamos?

IV.b - Enunciados de índole metodológico: se corresponden con enunciados

relacionadas a cómo se hacen las cosas en el laboratorio, pero no sólo desde el

punto de vista técnico. Estos enunciados no son muy frecuentes y se reconocen

más al inicio del curso, posteriormente, a lo largo del ciclo lectivo van perdiendo

fuerza.

Edison:... se supone que Uds. Conocen fórmulas ¿no? ¿Conocen o no?,

entonces en el informe tienen que estar bien señalizadas lo que

aprendimos en el teórico junto con la práctica así que quiero los informes

perfectos.

Edison:...Qué es lo que quiero que hagan ustedes en los posibles prácticos

chicos, tienen que haber un orden; parece que nadie les ha enseñado, están

en cuarto año, como se elabora un informe en el laboratorio, Jorgito.

Alumnos: no, nadie

Edison: nunca hicieron informe Jorgito, a mí me llama honestamente la

atención, como vamos a transcribir lo que queremos decir, con razón no

98

saben expresarse los químicos, no saben hacer informes, no saben

observar, observan lo mínimo. ¿Qué es observar? ¿Quién me puede dar

una idea?

Alumno 13: mirar con atención

Alumno 14: los pasos del método científico...

Edison:... cómo es?

Alumno15: los pasos del método científico

Edison: si yo puedo aplicar los pasos del método científico pero

Alumno 2: mirar.

Alumno 1: observación, Hipótesis

Edison: Todavía siguen mirando, todavía siguen mirando después de haber

hecho una práctica con ustedes en el curso sobre observación siguen

mirando por que no se han puesto detenidamente a observar un objeto.

Alumnos: yo sí [protestan]

Edison: es una acción dónde....Observación, observar es poner en

funcionamiento todos los sentidos, todos los sentidos.

Edison:...Un informe se hace: materiales necesarios, nombre del práctico,

objetivo, qué queremos obtener, el objetivo es fundamental chicos; bien,

materiales necesarios, sustancias necesarias y el procedimiento, lo que

ustedes van a lograr, la técnica que van a hacer para llegar a ese,

aplicando el método científico, las observaciones, todo, paso a paso, lo

quieren detallar con el método científico lo hacen, el que lo sepa hacer lo

hace. Nosotros también le tenemos que enseñar a trabajar con variable

dependiente e independiente eso lo vamos a tocar en otra clase en el curso

pero acá lo importante ¿cuál es el tema del práctico? Se pueden nombrar

muchos títulos, un montón de cosas: uno manejo y manipuleo del material

99

del laboratorio, otro práctico otro título obtención de una sal, manejo de

ácido e hidróxido, neutralización ¿le podemos decir neutralización? ¿Si o

no?

Edison:...20 minutitos para que ver cómo informan cómo realizan la

práctica y si realmente sacan resultados cuando hacen el informe sino, voy

a hablar con la profesora de castellano que les enseñe....

Edison:...no jueguen sin razón, pregunten al aparato todas las incógnitas

que se pueden revelar, estamos? Bien. A la incógnita la vamos a leer grupo

por grupo. Quiero saber si están capacitados para hacer un informe de

laboratorio.

Los números asignados a los distintos tipos de enunciados no se corresponden con

un orden jerárquico, es simplemente una forma de ordenación, ya que en las clases del

profesor Edison, difícilmente unos se transformen en otros o influyan para modificarse

unos a otros. Los enunciados tipo I y II, jamás son discutidos y sólo en algunas

oportunidades se relacionan con los enunciados tipo III, los que parecen tener “vida

propia”, es lo que Edison denomina “realidades”:

Edison: [...] Por que es lo que me interesa traer realidades, traerles experiencia

que hoy en día hay competencia ahí afuera y que Uds. con lo que Uds. están

aprendiendo con mejor ímpetu que en otros colegios sea para el bienestar de Uds.

Se entendió chicos.

Los enunciados tipo IV.a son muy numerosos, no sólo por el ámbito en que se

desarrolla la clase sino también por la concepción del laboratorio como “lugar de

trabajo”. Mientras que los enunciados tipo IV.b responden más a una obligación que a

100

una necesidad, ya que si se está en una escuela, los registros, en este caso el informe y

los procedimientos, se convierten en instrumentos que pueden ser “evaluables” por el

docente. Si tuviéramos que establecer qué tipo de enunciados predominan en el discurso

del profesor Edison serían los tipo III y IV.a

A diferencia de los enunciados establecidos por Latour (1995), aquí no se trata de

distintos estadios de “facticidad” en la construcción de un hecho o en este caso de un

concepto. En el laboratorio de Edison lo que es “es”, basta con que lo diga el profesor

que sólo de vez en cuando, dice que “está en los libros”, en más de una ocasión pide que

acudan a los libros, sin especificar la bibliografía, Tampoco hay libros disponibles en el

laboratorio, tal como lo evidencias estas citas:

Edison: [...] SEÑORES, yo he leído en un libro que hay muchas formas de sacar

la sal del agua, sin calentar y todo eso [...]

Edison: [...] hay que ir más allá con el estudio, que lea, que lea otros libros, que

lea esos apuntes, que lea en la biblioteca los elementos del laboratorio incluso yo

tengo copia de otros libros para que Uds. saquen y lean de los aparatos pero

parece que ahí nomás se terminó la cuestión.

Edison: [...] ahora vamos a trabajar en serio en el laboratorio a partir de la clase

que viene, los prácticos van a estar una semana con anticipación en

fotocopiadora; tiene que traerlos leídos, traerlos analizados y si tienen algo que

aclarar vienen al laboratorio y buscan un libro para aclararlo, ¿está claro?

Edison: [...] si yo me pongo a hablar de tubos de ensayos voy a estar tres

semanas por que uno le busca la vuelta, lo que ha leído, lo que ha estudiado pero

Uds. tienen que hacer ese trabajo con el apunte

101

Hasta aquí hemos identificado los enunciados que predominan en el discurso del

profesor Edison, sin embargo, no son suficientes para reconstruir las formas de las

interacciones entre profesor/alumnos, a continuación nos centraremos en tratar de

explicar algunos de los mecanismos en los que se sustentan los intercambios entre

Edison y sus alumnos. Una vez más, nuestros resultados distan mucho de los

encontrados por Latour (apartado 2.2.3), es así que se construyó una nueva clasificación

para las interacciones que se reconocen en el laboratorio escolar y se describen en el

próximo punto.

4.4 Tipos de intercambios

En el laboratorio es el docente quien toma la mayoría de las decisiones respecto

de qué enseñar, cómo y por qué, sin embargo, estas decisiones están influenciadas por la

formación inicial de Edison y por factores sociales tales como el lugar que el docente

ocupa en la Institución. La acción pedagógica toma cuerpo en el espacio del laboratorio,

en el que lo ritual juega un papel fundamental ya que se constituye en una serie de

códigos y normas que de manera simbólica afianzan la autoridad y la autonomía

pedagógica de Edison.

Fue necesario crear una nueva clasificación para explicar los tipos de intercambios

observados y que se detalla a continuación:

I - Intercambios ceremoniales: Se refiere a los rituales que se llevan a cabo en el

laboratorio. El profesor Edison se convierte en el “hechicero de la tribu” estableciendo,

además, los ritos que determinarán si se pertenece o no a esa “communitas”. Ya que

entendiendo la función social de lo ritual y las de la significación social de “la

102

demarcación, del límite que el ritual establece entre lo lícito y la transgresión.”

(Bourdieu, 1985).

II - Intercambios evaluativos: En la mayoría de las clases, el docente ejerce control,

sustentado en la autoridad y autonomía pedagógica (delegada de modo directo por la

Institución y de forma indirecta por la sociedad), así a través de algún procedimiento

evaluativo ejerce, de forma implícita, violencia simbólica. Pues a través de la acción

pedagógica impone significaciones y las impone como legítimas. Al evaluar, el profesor

establece “claramente” qué es lo que se debe saber y lo que no.

III - Intercambios formadores de hábitos: es a través del trabajo pedagógico que se

inculca de manera implícita (III.a ) y explicita (III.b ) produciendo la interiorización de

una arbitrariedad cultural. Ya que el solo hecho de pertenecer a una cultura, produce la

internalización de un modo de vida que incidirá en sus actos, en sus gustos, “donde lo

social y lo individual se funden” de modo tal que el sujeto al elegir pone en juego “el

mandato en el que lo instruyó su grupo de pertenencia” (Maldonado, 2000).

Intercambios Ceremoniales

En las notas de campo correspondientes a la primera clase del profesor Edison hallamos

el siguiente registro:

"…hay que tener mucho cuidado. No se puede mezclar cualquier cosa…" Así

aquel hombre enfundado en su bata blanca dando media vuelta sobre su derecha

sostuvo con su mano izquierda un recipiente blanco y profundo, que parecía de

loza, mientras con la otra mano tomó una varilla de vidrio a la que momentos

antes había colocado un trozo de algodón en un extremo y embebido en un

líquido transparente de olor penetrante; con un suave movimiento de rotación, la

103

varilla comenzó a girar entre el pulgar y el índice, luego de un brevísimo instante

brotó desde el fondo del recipiente una llamarada naranja amarillenta que se

extinguió casi tan rápidamente como un relámpago en un cielo tormentoso. Ante

la mirada atónita de aquel puñado de jóvenes.

La ceremonia de iniciación del ciclo lectivo en el laboratorio de Química se

constituyó en el pasaporte de ingreso a un lugar “especial” constituyéndose en una

transición entre la escuela y la ciencia, si bien se encuentra enclavado en la Institución,

allí se transgreden las reglas habituales. En la escuela, más precisamente en las aulas, los

alumnos tienen que permanecer sentados de lo contrario se les llama la atención, en

cambio en el laboratorio deben permanecer parados y en caso de sentarse no pueden

hacerlo en una silla estandar sino que deben hacerlo en altos bancos preparados para tal

fin. En un aula seguramente debe haber lápiz y papel para registrar lo que el docente

propone, no resultan imprescindibles en este otro contexto. Sobre las mesadas se

manipulan recipientes y sustancias.

Ocurre un quiebre importante con lo cotidiano y con la escuela misma. Las

normas se modifican. Por otra parte, el paso por el laboratorio supone una aproximación

más fehaciente a la Química, pero no por estar allí se convierten en científicos. De esta

forma encontramos dos estados bien definidos antes y después del laboratorio. Los

alumnos se constituyen en personas liminares o seres transicionales ya que, en parte,

cambian de estado que se halla definido por un conjunto de símbolos:

Edison: [...] para trabajar en el laboratorio, todos deben usar guardapolvo, pelo

atado y no quiero ver a nadie sentado."

De ahí en adelante, no sólo el profesor y sus alumnos usaron guardapolvo blanco,

también lo hicieron los ayudantes de laboratorio. Si los estudiantes entraban sin

guardapolvo, enseguida se les llamaba la atención y se les ofrecía alguno de los que

104

siempre estaban enrollados en un armario, no importa si era del talle correcto, las

mangas podían ser largas de más o de menos pero eso no parecía importar demasiado.

La única que no usaba guardapolvo y podía permanecer sentada todo el tiempo era la

observadora. Clase a clase todos acataban la norma blanca. Así, de este modo, quedaba

"claro" que yo no era parte del juego. La investidura marcaba la diferencia entre quienes

"hacían cosas de laboratorio" y los que no. Pero, ¿qué diferenciaba la actividad de ellos

de la mía? ¿Porqué yo estaba exenta de usar aquel atuendo? Es así como la vestimenta se

erige como rito de institución, consagrando la diferencia. Separando los que harían

"ciencia" de los que no (Bourdieu, 1985):

"…La investidura (del caballero, del diputado, del presidente de la República,

etc.) consiste en sancionar y santificar haciendo conocer y reconocer una

diferencia (preexistente o no), haciéndola existir en tanto que diferencia social,

conocida y reconocida por el agente investido y por los demás. "

Algo tan simple como es colocarse un guardapolvo para trabajar en el laboratorio

se torna en un acto cargado de significados, lo cual alerta respecto de que las acciones

que se llevan a cabo, no son neutrales sino más bien cargadas de un alto contenido

simbólico. Que a modo de un rito impregnan nuestra vida cotidiana. Pero quizás lo más

asombroso sea que (Bourdieu, 1985):

“El verdadero milagro que producen los actos de institución reside seguramente

en el hecho de que consiguen hacer creer a los individuos consagrados que su

existencia está justificada, que su existencia sirve para algo”.

En el capítulo 2, dijimos que la forma de la comunicación que ejerce el instructor

con la persona liminar es la comunicación de los sacra. Éstos se pueden comunicar por

exhibiciones, instrucciones y acciones, así, las instrucciones se corresponden con los

105

ejemplos que hemos visto más arriba al analizar los enunciados tipo IV.a (enunciados de

índole técnico instrumental) y las acciones se relacionan con los enunciados tipo III

(hechos prácticos que surgen de la experiencia personal del docente). Mientras que en la

experiencia que se relató al principio de este apartado de cómo se iniciaron las clases en

el laboratorio (4.4.1) ¿no está investida de magia y misterio?, no es acaso una

exhibición de quien detenta el poder y el conocimiento. Cabe aclarar que el profesor no

explicó jamás a sus alumnos lo que había ocurrido en aquel recipiente el primer día de

clases, tuvo más de una oportunidad durante el ciclo lectivo para explicar que se trató de

una reacción de óxido reducción, un cambio químico. Nunca dijo nada. También tuvo

mucho de exhibicionismo el día que salió del laboratorio a buscar pétalos de rosas para

decolorarlos en uno de los recipientes donde ocurría una reacción Química, en este caso

explicó brevemente lo ocurrido y aunque esta actividad no estaba planificada fue

considerada, por Edison, la más interesante del experimento:

Edison: está bien, al principio incoloro pero al juntarse las moléculas del gas da

sensación de blanco. Completa y equilibra esta reacción. Pusieron S más O y da dióxido

de azufre, ¿vamos hasta ahí? Bueno, luego que agregamos.

Alumno: un pétalo

Edison: un pétalo de rosa, ¿qué pasó?

Alumno: se decoloró

Edison: se decoloró, ¿por qué se decoloró?

Alumno: porque le sacó el oxígeno

Edison: porque el azufre quita a través de su poder reductor el oxígeno y se decolora,

bien. Pero no pones lo del poder reductor, lo más interesante no lo pones. [Lee el

informe del alumno]

106

Difícilmente los alumnos hablaran del “poder reductor”, es un concepto que no

conocían, el docente lo usó para explicar lo que ocurría. El alumno fue muy claro en su

explicación.

La función del ritual se centra en la distinción entre lo sagrado y lo profano. En

este caso significaría pasar de lo cotidiano (más bien intuitivo) a la ciencia (verificable

experimentalmente). El mayor efecto del rito es el de pasar completamente

desapercibido. Así se instaura la diferencia.

Intercambios evaluativos

El profesor establece a través de la evaluación qué es legítimo aprender. Pero

también lo emplea como mecanismo para categorizar a los alumnos. A continuación se

presentan pasajes correspondientes a una misma clase en la que el docente realiza una

evaluación oral e individual de cada alumno, aprovecha el inicio de clase y a la par de

tomar lista, los hace “pasar” a su mesada dónde le da a cada alumno el nombre de un

material de laboratorio que el alumno deberá seleccionar de las vitrinas, traerlo y

explicar para qué se utiliza, de que está hecho, etc. Los nombres de los alumnos han sido

reemplazados con dos letras iguales en mayúscula siguiendo el abecedario:

Profesor: a ver...por favor...están listos ya.

Profesor: AA

AA: presente

Profesor: tráigame un erlenmeyer

AA: un ¿qué?

Profesor: E-R-L-E-N-M-E-Y-E-R

AA: a bueno...

Otro alumno: es de vidrio.

Profesor: ¿quién le está dictando?

107

Otro alumno: nadie

Profesor: tiene un negativo AA. Una cosa es ser compañero y otra cosa ser

enemigo, ¿no? Considero que ella no se supo defender sola y la ayudaron uds. ¡

BB!

BB: presente profe.

Profesor: tráigame un matraz aforado

Profesor: BB tiene un negativo...bueno tráigame el matraz

BB: es...

Profesor: si Ud. considera que es ese,¿no?

Profesor: CC

CC: si

Profesor: tráigame el matraz aforado y dígame para qué sirve, para qué se usa,

cómo está constituido, construido cuántos centímetros cúbicos tiene y en qué

instancias se usa.

Profesor: estoy esperando CC

Profesor: para la clase CC

CC: es de vidrio, tiene capacidad de 100 centímetros cúbicos y hay que llenarlo

hasta la marca ésta

Profesor: cómo se llama la marca esa?

CC: aforo...se lo usa para mezclar sustancias y no se lo puede poner al fuego

directamente.

Profesor: DD

DD: presente

Profesor: venga. Tráigame una bureta...para qué sirve

DD: ...no calibrado

Profesor: EE para que sirve

EE: sirve para preparar soluciones.

Profesor: ajá, qué capacidad de volumen tiene ese erlenmeyer.

108

EE: 100 mL

Profesor: ¿cómo está construido?

EE: borosilicato

Profesor: ¿con qué?

EE: borosilicato

Profesor: borosilicato. ¿Qué propiedades le confiere al vidrio el borosilicato?

EE: se puede calentar

Profesor: pero qué propiedad le confiere.... resiste ¿qué? Resistir al calor

Profesor: FF

FF: presente

Profesor: alcánceme un vaso de precipitado y un erlenmeyer.

Profesor: cuál de los dos es volumétrico FF

FF: volumétrico, éste.

Profesor: ¿por qué volumétrico?

FF. Porque se puede medir una cantidad exacta de solución

Profesor:¿cómo se llama ese numerito que tiene ese vaso?

FF: las medidas

Profesor: las medidas de qué?

FF: medidas de... [No se escuchó la respuesta]

Profesor: GG, está bien que su compañera dijo que éste es volumétrico?

GG: ninguno de los dos es volumétrico.

Profesor: ninguno de los dos es volumétrico. A ver, especifique eso.

GG: que no mide ninguno con exactitud

Profesor: bien, para que sirve cada uno esos.

GG: éste para mezclar y éste para preparar soluciones

Profesor: ¿con qué?

GG: con una varilla de vidrio y éste para preparar soluciones

Profesor: HH, repita todo lo que dijo ella

109

HH: el vaso de precipitados para preparar soluciones, es de vidrio, es no

volumétrico

Profesor: ¿tiene distintas medidas, capacidades?

HH: tiene distintas capacidades

Profesor: II. Tráigame una pipeta II. Hable Ud. de la pipeta, para qué sirve, cuál

es su utilidad.

II : sirve para medir sustancias uno puede ir viendo cuánto volumen necesita

poner en el vaso de precipitado.

Profesor: cuántos tipos de pipetas conoce?

II : hay varios (no se escucha)...

Profesor: de cuánto pueden ser las pitetas, ¿de 5? ¿10?

II: si y de 2

Profesor: cómo haría para pipetear Ud. para pipetear 3 cc de este líquido y

trasvasarlo al vaso de precipitado.

II : tendría que sacar....

Profesor: haga la práctica. ..3cc

II: [hace lo que le indicó el profesor]

Profesor: la puede volver acá?

II: no porque está contaminada

Profesor: contaminada, ajá, a dónde

II: [señala]

Profesor: cómo se llama aquello.

[Risas generalizadas]

Profesor: en la bacha. Y ¿qué le tiene que agregar?

II: agua

Profesor: agua, ahi II, II

Profesor: JJ. Tráigame un mortero y un pilón.

Profesor: ¿para qué sirve?

110

JJ: para romper, para moler

Profesor: ¿qué lo que es moler?¿Es una reducción?

JJ: se reduce el tamaño

Profesor: ¿de qué?

JJ: de lo que se está moliendo.

Profesor: ¿y qué son lo que se está moliendo? Cómo se llama?

JJ: materia prima

Profesor: si ya sé materia prima, pero qué son.

JJ: ¿cómo qué son? Son sólidos

Profesor: ¿Y los sólidos qué son? son partículas.

JJ: son partículas, eehhhh

Profesor: partículas de sólido. Poco estudio JJ. Cómo se hace el movimiento para

hacer la morterización.

JJ [muestra el movimiento con sus manos].

Profesor: ajá, siempre en forma circular. Bueno pipeteeme 2,6 cc.

[El alumno lo hace]

JJ: 2,6??

Profesor: ¡2,6!... ¿Estos son los 2,6 o éstos?

Profesor: Bueno, Ud. ¿es? ¿JJ? KK Tráigame una bureta... Bien. ¿Para qué sirve

esa bureta?

KK: para mezclar...dos sustancias.

Profesor: ¿bureta? ¿Para mezclar?

KK: bueno se la pone acá [señala un soporte metálico que está sobre la mesada]...

Profesor: LL. ¿En qué aparato se utiliza la bureta? La bureta

LL: volumétrica

Profesor: volumétrica, si pero ¿para qué se usa? ¿Dónde se usa?...no le voy a

pegar...alguien sabe de la clase para que se usa?

111

Otro alumno: eeehh...se usa en el aparato de neutralización y se usa para dejar

pasar cierta cantidad del líquido.

Profesor: ajá. ¿Para qué? mm...para eso es volumétrica. Yo le dije a Ud. que

aquí adentro se ponía el ácido, el ácido, se medía el ácido, la acidimetría, si

ponían hidróxido estaban midiendo la alcalimetría. Estas cositas tienen que

anotarlas, tienen que grabarlas acá [se señala la cabeza con un dedo] por que yo

después las tomo, en el apunte no sale, yo veo poco estudio por parte de Uds. No

leen, o sea, las cosas ya dadas, estudiadas, vienen crudos acá, viene crudos en el

aspecto de que creen que ya está por haber tocado 3 o 4 aparatos consideran que

ya está, no es así. Yo voy a seguir haciendo hincapié en el material de

laboratorio, por que el material de laboratorio en la primera etapa tiene que

estar todo sabido y me están dando la pauta que algunos no conocen un

erlenmeyer o un vaso de precipitado, pero eso es por que no han leído y no se han

dado tiempo posible dentro de la mesada, del grupo, para leer tomar el elemento

dibujarlo y estudiar para qué sirve. Yo quiero que Uds. me digan si me necesitan

a mí. Acá hay tres, cuatro alumnos de diez que han pasado que tienen alguna

idea, ya tendrían que estar precisos Uds. ¿han estudiado? ¿Quién, de las clases

prácticas que hemos tenido ha revisado el apunte y ha estudiado todo? Vamos, la

verdad, hablen por que yo soy sincero con Uds. ¿no? Les dije claro que no vienen

a sacar una materia.

Hasta aquí los alumnos que han respondido correctamente no reciben, por parte

del profesor, ningún calificativo. El profesor tampoco indica que ya terminó la

evaluación sino que directamente nombra a otro alumno (alumno CC después de BB,

alumno DD después de CC). Mientras que a los alumnos que no han sabido responder

les dice que tienen “un negativo” (alumno BB). En el caso del alumno AA considera que

respondió bien porque le dictaron. Con el alumno EE ocurre una situación muy

particular, Edison espera que le explique qué propiedad posee un material echo con

vidrio borosilicato, el alumno EE lo expresa correctamente “se puede calentar”, el

112

profesor insiste por que a él no le convence la respuesta ya que esperaba que le

respondiera “resistente al calor”. Siendo que en el laboratorio de Química es lo mismo

decir que el borosilicato se puede calentar o es resistente al calor (el docente no

especificó ningún criterio). El alumno fue coherente y preciso en sus respuestas. Los

alumnos FF, GG, HH, II responden correctamente y en ningún caso el profesor Edison

lo reconoce. Con el alumno JJ pasó algo semejante que con el alumno EE, el alumno no

sólo que respondió correctamente sino que además hace uso de un vocabulario técnico

preciso. Que un sólido esté constituido por partículas no tiene demasiada importancia a

la hora de usar el mortero. Otra vez el docente utiliza un criterio, no especificado

anteriormente, para evaluar al alumno EE al que incluso lo hace responsable de tener

“poco estudio”. Los alumnos KK y LL pasan rápidamente y el profesor hace una

pregunta en voz alta que alguien responde, correctamente, sin embargo el docente

interrumpe la evaluación individual para reprocharle a los alumnos que “ve poco

estudio”. Sin embargo como lo muestra el diálogo, salvo dos alumnos, los alumnos

habían respondido correctamente. Pero al profesor parece no bastarle, quiere dejar bien

en claro que él es la autoridad y el que determina si se ha estudiado o no diciendo:

Alumno: [no se escucha]

Profesor: ¿cómo?

Alumno: por lo menos leerlos

Profesor: si..Lo han leído...ahora...¿tienen miedo cuándo yo les pregunto?

Alumnos: [a coro] ¡SI!

Profesor: BUENO PERO Uds. vienen al laboratorio y nosotros le vamos a hacer

preguntas, se tienen que preparar para eso o ¿no es así Jorgito? Ud. tiene que

estar pipeteando, enrasando

Ayudante Jorgito: tengan en cuenta chicos que el profesor les va ha tomar un

parcial o lo que sea y todo eso se les va a juntar después...

113

Profesor: no estudian. NO ES-TU-DIAN. Tuvimos ya dos semanas y en esas dos

semanas vimos aparatos, armamos aparatos, hicimos técnicas de pipeteo,

técnicas de destilación, técnicas de punto de neutralización, hicimos técnica de

cristalización y si no estudian, yo las sé. [risas] pero Uds. son los que, a partir de

este momento, tienen que incorporarlas ¡PARA SIEMPRE! No para mañana

solamente...yo la clase que viene sigo tomando porque tengo que hacer un sondeo

general del curso. Me quedan 10 minutitos tengo tiempo de evaluarlos a todos,

son preguntitas de exámenes que les estoy haciendo, ¿¡estamos!?

El profesor ya sabe que los alumnos tienen miedo de ser evaluados, pero lejos de

darles tranquilidad los responsabiliza de no haber estudiado cosas “que no están en los

apuntes” e instaura la evaluación como habitual de ahora en más. Jorgito, adhiere a la

postura del profesor y lo secunda. Edison antes de continuar con la evaluación de los

alumnos que faltan, explicita claramente el objetivo de ésta:

Profesor: [...] yo la clase que viene sigo tomando porque tengo que hacer un

sondeo general del curso. Me quedan 10 minutitos tengo tiempo de evaluarlos a

todos, son preguntitas de exámenes que les estoy haciendo, estamos.

Profesor: yo todas las clases, sabes que vamos a hacer Jorgito, vamos a, cada

práctico que demos vamos a tomar 5 minutos y vamos a tomar unas preguntitas

saben por qué, porque Uds. están mal acostumbrados, Uds. Me han dicho que la

única prueba que vale es la del parcial, no, no es verdad, nosotros vamos a hacer

un código interno en el que el alumno que va a rendir el parcial teórico práctico

que estar regular y cuál es la situación regular es aprobar los 3 parcialitos

anteriores, de otra manera no hay chicos, Uds. llegan al último día se les

acumulan todos los ejercicios, todos las materias, todas las asignaturas y no

estudian, pierden tiempo, ¿está claro? Yo les voy haciendo con el sondeo, es eso y

114

no quiero que me pase como años anteriores, viene al examen, aprueban diez puntos

contestan las diez preguntas pero todas de memoria y se fueron. Vamos hacer una cosa

muy importante vamos tratar que en cada práctico en que los veamos a Uds. vamos a

tomar 5; 10 minutitos 15, les voy a traer las preguntitas, verdadero o falso simple, como

hacíamos antes, por que se esta manera no vamos a ningún lado ¿se entendió? Bueno

que vamos a hacer ahora. Escuchen bien la consigna, van a trabajar Uds. y el que esté

trabajando mal, hasta luego.

Así la evaluación, al menos en esta primera etapa le sirve al docente para hacer un

“sondeo general del curso”, en clases sucesivas seguirá evaluando. Pero aun quedan

alumnos sin evaluar y continúa:

Profesor: ÑÑ tráigame un tubo de ensayos y una gradilla. TUBO DE ENSAYO Y

GRADILLA. Bien. Hábleme del tubo de ensayo, para qué sirve, todo...

ÑÑ: es un instrumento fabricado en monosilicato.

Profesor: borosilicato

ÑÑ: borosilicato, es no volumétrico, no está graduado, eh, se utiliza para poner

sustancias de diferentes tipos, se puede calentar...[el alumno está respondiendo

bien, y lo interrumpe sin mediar palabra]

Profesor: OO. No vino. PP. Tampoco. ¿QQ está bien lo que dijo su compañero

del tubo de ensayos?

QQ: si se puede calentar.

Profesor: si. ¿Se utiliza para poner sustancias?

Otro alumno: no soluciones.

Profesor: ¿alguien opina distinto?

Otro alumno: para mezclar pequeños volúmenes.

Profesor: para mezclar pequeños volúmenes. Si. Si no ¿que?...preparar

reacciones cualitativas, bien. O sea que se utiliza para hacer pequeñas reacciones

115

Químicas. No se usa para mezclar cualquier sustancia de cualquier tipo. Cuidado

con los términos, es lo mismo colocar que mezclar con sustancias de cualquier

tipo, lo que yo veo es que Uds. no tienen la terminología técnica del elemento,

entonces falta lectura ahí faltan los ingredientes por que saben lo que es lo van a

visualizar, lo traen, si acá está el tubo de ensayo pero es vidrio pirex o

borosilicato todos los elementos están fabricados con eso, ¿si? 10 puntos, pero no

me dicen el fundamento preciso y el uso preciso. Cuánto mide el tubo de ensayos,

de alto, de ancho, de largo. Alguien lo sabe?

Alumno: no

Profesor: ¿cuántos cc tiene de capacidad?

Otro alumno: uf, bueno pero lo tenemos que medir.

Profesor: mide 20 cm. ¿Cómo se dice? Tenes que investigar sobre ese elemento,

esto tiene 19 cm de largo, 16mm de diámetro y tiene una capacidad de 20cc ¿está

claro? ¿Si? ¿Anotaron?

Otro alumno: 20?

Profesor: 19cm de largo, 16 mm de diámetro y 20 cc de capacidad. Me trajo una

gradilla que no entra el tubo.

ÑÑ: Ud. no me dijo.

Profesor: ¿cómo no? Si te dije una gradilla y un tubo de ensayo

ÑÑ: y bueno ahí está

Profesor: bueno pero para qué sirve la gradilla si no es para depositar el tubo de

ensayo.

Otra vez, el profesor Edison, utiliza criterios que no ha especificado, el alumno

ÑÑ tiene razón, le dio una gradilla y un tubo, en ningún momento se le dijo que el tubo

debía “entrar” en la gradilla. La evaluación, además de servirle al docente para “sondear

el grupo”, le permite reafirmar su autoridad. Autoridad que se fundamenta por un lado

en el poder que le delega la institución escolar por el sólo hecho de ser docente y a su

116

vez por sentirse portavoz autorizado de otro campo: la ciencia. Su discurso y sus

criterios para evaluar se basan fundamentalmente en enunciados de tipo III, enunciados

que se refieren a hechos prácticos que surgen de la experiencia personal del docente, y

tipo VI.a, enunciados de índole técnico instrumental. Coherente con la visión funcional

de la ciencia, fundamenta su dominio en el área práctica y en la experiencia personal,

haciendo que su discurso sea indiscutible, ya que mucho de lo que dice no está en los

libros y debido a la escasa experiencia de los jóvenes alumnos difícilmente sea refutado

(Bourdieu y Passeron, 1998):

“Un dominio práctico orientado hacia la manipulación de las cosas y la

correspondiente relaciones con las palabras predispone menos al dominio culto

de las reglas de la verbalización ilustrada que un dominio práctico orientado

hacia la manipulación de las palabras y hacia la relación con las palabras y con

las cosas que dé prioridad a la manipulación de las palabras”

Aquí finaliza la evaluación y continúa explicando lo que se hará en el desarrollo

de la actividad, antes de dar la orden de iniciar el práctico en sí les pide a los alumnos

que elaboren un informe escrito grupal del trabajo práctico que también le permite a

Edison continuar con el “sondeo”:

Profesor: Uds. tienen que armar el aparato, tienen que poner todas las técnicas

que aprendieron la clase pasada y van a hacer una pequeña titulación y me van a

hacer un informe a ver como encaran lo observado, un pequeño informe que les

va a llevar 15; 10 minutitos hacer ese trabajo para, escuchen bien, 20 minutitos

para que ver cómo informan cómo realizan la práctica y si realmente sacan

resultados cuando hacen el informe sino voy a hablar con la profesora de

castellano que le enseñe por lo menos lo de la temperatura que tienen Uds.

117

Ya casi al finalizar la clase, el docente solicita que cada grupo lea el informe y les aclara

que “se olvidó” de decirles que el informe también es un examen:

Profesor: hace una hora …son cuatro que están ...deberían...

Profesor: 30 segundos!!! [voces de fondo]

Profesor: seis, siete, ocho, nueve y diez [chasquido de golpe con la mano]

Alumnos: ehhh, espere un segundito

Profesor: no espero, dejen todo donde está, nadie apaga nada, lapicera al

costado [los alumnos protestan]

Profesor: yo me olvidé de decirles que éste es un examen.

Profesor: que lindo ¿no? Psi, de castigo porque no han estudiado. Atiendan!.

Vamos a ver lo que han recopilado, estoy muy ansioso en este momento, de ver el

informe que me van a presentar en este momento, si son ordenados,

desordenados, si realmente tienen capacidad de observación y captación. Con los

errores se aprende. Lo que he querido hacer hoy, es aprender a través de los

errores. Posteriormente vendrán guías, técnicas que van a tener que seguir y van

a tener todo a su alcance, hoy Ud. han trabajado humildemente a través de la

consigna del profesor. Vamos a ver.... a ver Uds., Uds. El informe; atendemos

nomás. Fuerte, no, fuerte.

Alumno 8: La primera experiencia que fue el aparato de titulación, colocamos la

bureta en un soporte y abajo, eh, no me sale..

Alumno 9: erlenmeyer

Alumno 8: el erlenmeyer y arriba en la bureta el ácido para que quede en la

medida bien justa y el erlenmeyer colocamos una solución líquida y de a gotas eh

colocamos más de 10 ml de ácido o sea que ....

Profesor: nada más? Vamos al otro grupo, segundo grupo

118

Alumno 10: colocamos 10 ml de hidróxido o base, luego lo pasamos a un vaso de

precipitado por que no encontramos un erlenmeyer y le agregamos 2 gotas del

indicador.

[El profe está parado en el pizarrón y está haciendo un gráfico]

Luego colocamos el ácido que con dos gotas del indicador se ve de color

transparente y el ácido con la base, hasta que se obtuvo un color transparente, en

total fueron 8 ml y allí terminó la reacción

Profesor:¿ y el grupo tres? Grupo tres! A ver Ud.

Alumno 11: pusimos 10 ml de ácido en el vaso

Profesor: erlenmeyer

Alumno 11: (sigue) bueno dejamos caer 5 ml de ácido, despacio hasta que el

hidróxido que estaba en la bureta se hace transparente y así formamos la sal

neutra.

Profesor: cuatro [refiriéndose al grupo 4]

Alumno 12: el aparato de titulación está formado por la bureta, a...ácido....[casi

no se escucha]....debajo de la bureta colocamos...[la alumna habla rápido y en voz

baja, leyendo del informe]

Profesor: bien, bueno vamos a ver ahora cuál de los cuatro grupos ha

incorporado elementos y cual está en la mejor...digamos de agregar algunos

conocimientos más para aprender.

Hay un grupo que es el número uno, el número uno que mezcló todo. PP...Empezó

hablando del ácido, se fue al hidróxido, volvió al ácido, después al ácido y al

hidróxido, después hizo la neutralización y no llegó a nada.

El segundo grupo empezó con el ácido hizo todo, siguió con el hidróxido hizo

todo y terminó bien o sea que vamos a poner, éste pasa!! Paff!! [El profesor da

un golpe en la mesa], éste bueno.

119

El tercer grupo comenzó hablando del hidróxido, había algunas fallas de cómo

colocar en esos puntitos de cómo colocar el ácido, de cómo midió el ácido y

después agarró diciendo que se hizo la neutralización y terminó ahí.

Este grupo, el cuatro, es el que me interesó más de todos ustedes porque empezó

a nombrar todos los materiales que estaban en la mesada; ustedes comenzaron a

titular (mirando al resto de los grupos) ansiosos, pero hubo una falla en este

grupo que no especificó cómo ha medido la alícuota nada más, pero el orden del

informe está, sería casi, casi unos de los mejorcitos; por que está, ha descripto los

aparatos, las sustancias que utilizó y después empezó a hablar de la titulación en

sí.

Por si quedaban algunas dudas de la evaluación individual que el profesor Edison

había realizado al comienzo de la clase, la lectura del informe le ayudó a terminar con el

“sondeo del grupo”. Durante el desarrollo de la clase, “off the record”, se acercaba a mí

e iba haciendo comentarios de los alumnos. Fue así que el docente categorizó a sus

alumnos en cuatro grupos (o cinco):

1. El grupo B, los comunes, ni buenos ni malos, los que responden para

“zafar”, siempre se las arreglaban para que sus respuestas pudieran

complacer a Edison.

2. El grupo C, los buenos, muy cumplidores, ordenados y estudiosos, jamás

entran en conflicto con el docente, aunque no estuvieran de acuerdo con lo

que él decía.

3. El grupo E, los críticos, muy parecidos a los buenos en cuanto a su

rendimiento académico, pero con la enorme diferencia que no toleraban las

incoherencias del profesor Edison, las consignas incompletas o ambiguas, o

que de repente decidiera evaluar sin aclarar qué y con que criterios.

120

4. El grupo F, los cuarteteros, también podríamos haberlos denominado los

malos pero fue el propio Edison que comentando conmigo dijo: “estos

guasos no tienen ni idea, no saben ni un símbolo químico pero seguro que

los cuartetos de “la mona” se los saben de memoria. En general no

estudiaban, eran los últimos en buscar el material y a duras penas

terminaban el práctico, también es cierto que sabían de memoria las

canciones de “la mona”, Edison no esperaba nada de ellos, era como que se

conformaba tildándolos de cuarteteros.

5. El joven Boltzman, un alumno que si bien no constituye un grupo, es de

destacar porque no pertenecía a un único grupo, él trabajaba en el grupo que

quería, se llevaba bien con todos y todos lo aceptaban, era un buen alumno

sabía mucho de fórmulas Químicas y era muy hábil en el armado de

aparatos en el laboratorio, sin embargo, para el docente era uno más. Quizás

porque siempre hacía preguntas “muy interesantes”. Ya lo volveremos a ver

más adelante.

Este rótulo resultó inamovible, por más que uno de los buenos no supiera

contestar, Edison lo disculpaba, los cuarteteros siempre eran desvalorizados con frases

como:

Profesor: los alumnos. Los alumnos que están de brazos cruzados vayan armando

un equipo de cristalización rápida o lenta, para cristalizar la mitad de la alícuota

obtenida. Escuchen la consigna, van a cristalizar la mitad de la alícuota obtenida,

no hablo más.

Al finalizar la clase les dijo:

Profesor: [...] Porque hoy tenían un práctico para leer, hice el diagnóstico y el

diagnóstico también es bueno y me preocupa no quiero tener que estar en el filo,

121

ni bueno ni regular, ni bueno ni muy bueno, tengo que estar de un solo lado y yo

soy muy positivo, tengo que estar del lado del muy bueno, ¿todos de acuerdo?

Bueno entonces la clase que viene todos cumplan, lean los prácticos traigan lo

que se les sugiera y a parte estudien no dejen acumular materia prima, ¿está

claro? Hasta la próxima clase. Gracias.

Sin embargo a pesar de decir que él es “muy positivo”, después que los alumnos

se habían retirado se quedó con el ayudante y conmigo comentando los resultados del

diagnóstico. Para validar el diagnóstico una semana y media después inicia la clase con

una “pequeña pruebita”, en este caso individual y escrita:

Alumno: ponemos...

Profesor: ¿cómo?

Alumno: ¿ponemos la respuesta directamente?

Profesor: si, si

[Hay silencio, el profesor se mueve entre los alumnos o habla con el ayudante]

Otro alumno: ¿se puede usar la tabla periódica?

Profesor: si, claro.

[Un alumno ingresa tarde]

Profesor: copie esa prueba, rápido, 5 minutitos

Una vez terminada la evaluación, se iniciaron las actividades del día, mientras tanto el

profesor corrigió las evaluaciones y comentó los resultados:

Profesor: atiendan por favor, quiero hablar sobre las evaluaciones, el pequeño

parcialito este, hay alumnos que quiero felicitarlos MM, CC y JJ, son la nota

más alta que son 9, han tenido unos pequeñas equivocaciones, pero los felicito

por que están en camino a los otros alumnos que felicito es a los alumnos que

122

tienen 8, y 7 digamos, que los voy a nombrar para darle también un tirón de

orejas a los que están abajo, ehhh, DD, EE, FF, tienen 7, ÑÑ, 8 y KK 8. AA, BB,

OO, PP, GG; seis. Y todos los demás no están aprobados, son 9 alumnos que no

están aprobados, quiero decir una cosa, por favor. La próxima clase les voy a

seguir tomando a cada uno de Uds. Porque parece que no recapacitan, no entran

en razón algunos alumnos todavía, y ya estamos en ácidos, hidróxidos, sales,

tipos de distintas sales y no saben óxidos, quiere decir que han avanzado y han

dejado todo atrás, en la evaluación teórica práctica que es la primera que van a

tener el día miércoles que viene si no tiene claro estos conceptos les va a ir mal

así que por favor, bb 2, pp 5, nn 5, tt 3, jj 4, mm 4, ff 3 ,rr 4, ww 5 así que por

favor estudien indicadores, estudien cómo se forman los óxidos, los ácidos, por

favor a todos les digo.

Profesor: [...] Toda esa terminología técnica que hemos aprendido y que Uds. la

tienen que estudiar por que la tienen que estudiar, muchachos, no se cómo llegar

a Uds. Y decirles que estudien que están sacando 7, 8 , 9 pero saben por que lo

están sacando, por que hay personas responsables dentro de este grupo que

quieren aprender y llevar al día la materia y hay otro 43% que no. Entonces voy a

seguir trabajando con el 43%, le voy a seguir dando ejercicios hasta cuando, no

esperen hasta último momento [...] Después se les acumula todo, todas las otras

materias y al otro día se lo olvidaron todo. ¿Por qué? Por que estudiaron para

zafar, el 40% de cuarto año A, está estudiando para zafar la materia. No para

aprender para siempre como dice la canción, ¡paraa siempreee! [canta] ¿O no?

Queres decir algo Jorgito?

Ayudante Jorgito: lo mismo que vos, tengan cuidado con eso y empiecen a

estudiar desde ahora, no les va a costar tanto más adelante, esto es medio pesado,

no parece, por que lo vamos viendo de a poco pero cuando nos tenemos que

poner a estudiar desde el primer día de clases hasta el tercer mes se hace mucho.

123

Ya que tienen la posibilidad de tener pruebitas que los obligan a estudiar, van a

ver que es más fácil, el parcial por lo menos va a ser más fácil, ¿si?

De este modo ratificó lo que ya había “diagnosticado” diez días antes, las mejores

notas correspondían a alumnos del grupo de los buenos y de los críticos, los seis y

algunos cincos a los comunes, las notas por debajo de cuatro pertenecían a los

cuarteteros. Además también le sirvió para instaurar la evaluación como modo de

control permanente.

Intercambios formadores de hábitos

Como se dijo anteriormente, el sistema educativo opera con relativa autonomía

delegando en la escuela una autoridad pedagógica que lleva implícito un trabajo

pedagógico que consiste en la formación de un hábitus, producido por la interiorización

de los principios de una arbitrariedad cultural capaz de perpetuarse después de que haya

cesado la autoridad pedagógica y perpetuar, en la práctica, los principios de la

arbitrariedad interiorizados.

De este modo el trabajo pedagógico tienden a reproducir la estructura de la

distribución del capital cultural entre los grupos distintamente situados en las relaciones

de fuerzas, contribuyendo, así, a la reproducción de la estructura social. Constituyéndose

en uno de los mecanismos por los que se halla asegurada la reproducción social, que

pueden ser implícitos o explícitos.

124

Inculcación implícita

Este mecanismo es muy sutil se implementa clase a clase y conlleva un nivel

importante de violencia simbólica: se le pide a los alumnos que sean capaces de hacer

cosas que las actividades propuestas no lo permiten, encorsetando a los estudiantes y

dándole pie al docente de ejercer el poder que es aprovechado para recriminarles que no

estudian, que no hacen lo que tienen que hacer. Es muy común escuchar al profesor

Edison diciendo cosas como:

Profesor: entonces al estudiar los materiales no me encasillo solamente en la

función que cumplen cada uno sino que tengo que verificar qué puedo usar y qué

no por que yo les cambio la bocha, les cambio un aparato por otro y Uds. No

saben para donde irse. Si se puede cuando hay cierta cantidad de reactivo, a muy

bien excelente, pero ¿puedo usar esto en vez de esto?[...] Las preguntas son

diversas, las preguntas tienen doble sentido, pero son Uds. los que tienen que

proponer el estudio chicos. ¿Han entendido cuál es la idea?

Profesor: [...] entonces cuando hacemos las actividades prácticas, en el

laboratorio las aprovechamos entre todos si hay alguna innovación o algún

descubrimiento lo vamos a hacer para todos.

Sin embargo, las actividades “no dejaban mucho margen” para preguntar y mucho

menos para indagar:

Profesor: bien, hay algunos que están usando los materiales correctamente, hay

otros que no. Quiero que se centren en una sola guía y me digan tengo que hacer

A más B y obtengo C más D...trabajo de laboratorio....tienen que seguir ideas

innovadoras...quiero que cuando hagan un análisis, cuando hagan un análisis

125

¿me atienden? Cuando hagan un análisis ya está la técnica preestablecida, tengo

que agregarle tanto de A, tanto de B; entonces ya está. Lo que tiene que aprender

es el manipuleo del material, trabajar con el material de laboratorio...

En general, las actividades se parecían a una receta de cocina en la cual se detalla

qué hay que mezclar y en qué proporción para obtener algo que ya se conoce de

antemano. De todos modos el seguía insistiendo que faltaba estudio o que las preguntas

debían surgir de ellos, hasta que un alumno se decide a preguntar:

Profesor: ¿tiene Brillo?

Alumno: no

Otro Alumno: si...

Profesor: no se fijaron en eso, lo que pasa es que muchos metales están

recubiertos de una capa de óxido lo que hay que hacer es rasparlo un poquito,

tener el interés de decir, esta es una granalla o una viruta d una cinta de

magnesio, rasparlo, jugar un ratito con ese elemento, ninguno de Uds. Estoy

esperando reacciones de Uds. ¿Está claro?

Le damos la guía, le damos la técnica pero quiero investigadores no quiero que se

directamente se, ehh, establezcan todos los puntos de la guía, los terminamos y

nos vamos a nuestra casa y si alguien tiene alguna idea o alguna investigación,

por favor eso quiero de parte de Uds. ¿Todos de acuerdo? Pueden tocar, pueden

investigar si se les ocurre algo, mire profesor Uds. Sabe que hice esto y saltaban

chispas, quién hizo eso, ¿alguien lo hizo? Por que no lo hicieron, me van a

responder Uds. Por que en la guía no dice eso, está bien, pero Uds. me vinieron a

preguntar alguna inquietud: Profesor ¿ qué pasa si al metal lo golpeamos contra

la mesa? O ¿qué pasa si al metal le pegamos con un martillo? Va a explotar?

Larguen una idea y que pasa si lo ponemos al sol...se va a oxidar

Alumno: profe nosotros pusimos el magnesio en el agua se hizo una llama.

126

Profesor:¿qué pasó?

Alumno: ¿y bueno eso queremos saber?

Profesor: Y bueno, ahí hay un problema de una combustión exotérmica grande,

porque pudo haber sido que la cucharita estaba sucia con algo o tenía otro metal,

podría haber tenido azufre o potasio, escúcheme, si la cucharita estaba sucia,

tenía potasio, es probable que se halla prendido fuego porque al hacer ignición y

la energía de activación exotérmica es fuerte se prende fuego, puede haber

explotado, entonces hay que tener cuidado con las cosas que vamos a someter a

la acción del calor ¿está claro eso?

Alguien formuló un interrogante, lo socializó, sin embargo, el profesor responde

algo que escapa a los conocimientos de los alumnos y el tema queda cerrado con “¿está

claro eso?” o en otras oportunidades concluye la explicación con “¿estamos?, ¿estamos

todos de acuerdo?” pero difícilmente algún alumno se atreva a decir que no entendió.

Saben que permanentemente son evaluados y si responden mal inmediatamente les

recuerda que no estudian o que lo hacen mal. Casi atrapados en un círculo vicioso, clase

a clase, se repiten episodios como el que acabamos de describir. Edison no se interroga a

si mismo en procura de encontrar otras alternativas para motivar en sus alumnos un

espíritu crítico e investigador (Bourdieu y Passeron, 2003):

“Decir con tono de lamentación resignada que los estudiantes ya no leen, que el

nivel baja año a año, es en efecto evitar preguntarse por qué es así y sacar de allí

alguna consecuencia pedagógica”

Para el profesor Edison la actitud “pasiva” de sus alumnos no tiene consecuencias

pedagógicas. Prefiere seguir pensando que sus alumnos atienden, lo comprenden y lo

“siguen” tal como se manifiesta en la siguiente secuencia:

127

Profesor: este? Pero si yo quiero calentar un sistema cerrado, no puedo calentar

un sistema cerrado, yo no pudo poner un tapón acá y calentarlo, puedo poner un

tapón acá? Por qu{e?...se pone un tubo acodado chicos, tubo a-co-da-do con un

tapón perforado, este es un tubo acodado y un tapón perforado esto se llama tubo

de desprendimiento si yo pongo a calentar el tubo de ensayos voy a armar el

aparato de esta manera. ¿Tubo recolector o tubo de reacción este? La palabra lo

está diciendo.

Alumnos: de reacción

Profesor: de reacción. ¿Todos de acuerdo? Por qué de reacción, porque se va a

producir la reacción Química y éste ¿cómo se va a llamar?

Alumno: recolector

Profesor: recolector y ¿el tubito? Tubo acodado o de despren...

Alumnos: ...dimiento,

Profesor: pero ¿estoy cerrando el sistema o está abierto? Está abierto, acá esta

cerrado pero acá está saliendo vapor, está abierto. Ahora bien esto es para dos o

tres gramos, si yo tengo que hacer más cantidad de gramos ¿puedo hacerlo acá?

Estas secuencias en las que el docente enuncia una frase que es completada por

los alumnos o dice una palabra hasta la mitad para que los jóvenes la completen ocurren

de manera recurrente.

Un buen día el joven Boltzman muestra que se puede romper el círculo vicioso,

que si hay alumnos que piensan, que indagan, que investigan. Fue en una clase en la que

los alumnos debían realizar experimentos relacionados con la conductividad de

soluciones acuosas que se apersona en el laboratorio trayendo un pequeño aparato, una

caja de plástico color negra del que salían dos cables, de fabricación casera que

permitiría “medir” qué sustancias disueltas en agua conducían corriente eléctrica. Se

acercó al profesor Edison y le comentó de su invento. El docente no hace ningún

comentario sino hasta que da la consigna:

128

Profesor: [...] Entonces pregunta número uno para Uds. ¿qué tienen que hacer?

Alumnos: la conductividad

Profesor: ¿qué tienen que hacer?

Alumno: observar

Alumno: hacer... [No se escucha en la grabación]

Profesor: observar qué

Alumno: lo que sucede, tenemos que hacer el práctico

Profesor: ajá, y qué tienen que hacer, señores

Alumno: y medir si tiene...

Profesor: medir la conductividad... a ver el práctico se llama “conductibilidad

eléctrica”...de los ácidos hay que probar si son conductibles o no ¿si? O tienen

conducción, eso ¿lo entienden?

Alumnos: siii [a coro]

Profesor: entonces cómo lo van a hacer, van hacer soluciones de ácido, como

hicieron la semana pasada, y le van a agregar el aparatito y van a sacar las

propias conclusiones pero quiero que piensen en la di-so-cia-ción.

Alumno: qué es eso

Profesor: disociación es que el ácido, cualquier ácido se va a disociar en

protones y radicales, en partes positivas y en partes negativas, observen yo tengo

por ejemplo el ácido clorhídrico, este ácido clorhídrico se me va a disociar en

parte protón y radical, que el radical comúnmente son los aniones, entonces el

protón es positivo y el anión es negativo y este ácido se ha disociado de la

siguiente manera: protones positivos que son los hidrógenos y en radicales o

aniones que se producen, entonces esto va ha ser hidrógeno y esto cloruros,

radicales cloruro o anión cloruro [todo esto lo va escribiendo en la pizarra]

protón o catión, ahí tiene la palabra catión y anión. Ahora les voy a explicar lo

129

que va a suceder en la cuba electrolítica, si nosotros tenemos, hay gente que está

conversando y esto para mí es muy importante para Uds. también.

El alumno le estaba preguntando al profesor que era “eso” refiriéndose al aparato

del joven Boltzman, pero él respondió que era la disociación. En ningún momento se

dijo al resto de la clase que el joven Boltzman había construido un aparato, el docente lo

incorporó como un instrumento más de medición como si siempre hubiera estado en el

laboratorio. Incluso terminó atribuyéndose el mérito de incorporar a la clase “actividades

no previstas”:

Profesor: Esto no estaba previsto en el práctico pero son ideas que a mí me salen

en el momento para que Uds. saquen y noten la diferencia, observen, yo voy a

tomarle a este vaso de precipitado, hay dos silbidos, ¿sienten? Vean ahora,

observen, escuchen, es auditivo.

Alumno: Cada vez menos

Profesor: Un aplauso para el aparato,¡che!.

[todos aplauden]

Profesor: La conclusión es clara, algunas sales que van disueltas pasan menos,

esto puede ser un invento para ciegos, pueden deducir las concentraciones, no se

si se han parado en Gral Paz y Colón, se siente un silbido, es muy importante

esto, que conclusión sacan Uds, de esto a ver.[...] ¿qué hora es?

Alumno: tres menos cuarto

Profesor: a sus lugares

[mucho ruido, se rien y bromean]

Profesor: me atienden a mí, quedan 15 minutos de clase, haceme el favor, Uds.

tomaron agua destilada y bidestilada, hay una disminución de la conductibilida,

entonces quién está dando la conductibilidad en cada una de las tres soluciones.

Otro alumno: el aparatito. [Risas]

130

Profesor: NO. Los cationes y los aniones y quienes son los cationes y los aniones

me pregunto

Alumno: son (+) y (–)

Profesor: ¿quiénes son?

Otro alumno: cargas

Profesor: NO

Alumnos: iones

Profesor: IONES pero quienes son

Otro alumno: sales

Profesor: ¡si señor! Sales quien determina que mi conductímetro suene o actúe

con las sales

Otro alumno: un aplauso para el aparato, ja ja

Profesor: entonces, vuelvo a repetir, los ácidos ¿son conductibles?

El que se llevó los aplausos fue el “aparato” que, incluso, podía llegar a ser de

gran ayuda para los invidentes. El resto de los alumnos percibe la indiferencia del

docente a la innovación del joven Boltzmann e insisten en marcársela, sin embargo, no

lo consiguen. El profesor Edison apela a enunciados tipo I, a hechos científicos

construídos para desviar la atención hacia él (Foucault, 2004):

“la disciplina es un principio de control de la producción del discurso. Ella le fija

sus límites por el juego de una identidad que tienen la forma de una

reactualización permanente de las reglas”

Hacia el final de clase:

131

Profesor: Lo fundamental que quiero que sepan es esto, cátodo catión al ánodo el

anión va al cátodo un catión es (+) pero un anión es (–) pero un cátodo es polo (-

) y un ánodo polo (+)

[Los alumnos van a coro repitiendo lo que dice el profesor]

Eso quiero que tengan bien claro, es la única conclusión que tienen que sacar,

acomoden, acomoden primero, bueno.

Profesor: muy bien, te voy a poner un + por haber traído el aparato, sirvió

mucho el aparato.

Otro alumno: puedo hacer una pruebita más

Profesor: si probalo. Si esa agua es pura...

Así, una de las ideas más brillantes que habían surgido en ese laboratorio sirvió

para que el inventor obtuviera un signo más (+) en una clase de Química. Entonces sentí

la misma desolación que cuando en un teórico de Química alguien contó la triste historia

de Lorentz Boltzmann. De alguna manera el discurso del joven Boltzmann fue excluido,

separado, como el discurso del loco (Foucault, 2004):

“...el loco es aquel cuyo discurso no puede circular como el de los otros: llega a

suceder que su palabra es considerada nula y sin valor, que no contiene verdad ni

importancia.”

Inculcación explícita

Edison, como funcionario de un sistema de enseñanza no necesita fundar su

autoridad pedagógica por su propia cuenta en cada ocasión y en cada momento porque

“predica a un público de fieles confirmados”, en virtud de la autoridad escolar,

legitimidad de función que le garantiza la institución y que es socialmente objetivada y

simbolizada en los procedimientos y reglas institucionales que definen la formación, los

132

títulos y el ejercicio legítimo de la profesión (Bourdieu y Passeron, 1998). Además

hemos visto que en este laboratorio el profesor Edison es quien detenta la autoridad de

modo indiscutible, sin embargo, no le alcanza con los mecanismos implícitos de

formación de habitus y de modo explícito decide enseñarle a sus alumnos la importancia

de construir su propio currículum desde jóvenes, para luego explayarse en su propio

currículum:

Profesor: ...Cuando terminen la secundaria ustedes juntan todos los papelitos que

les den, por ejemplo el primero que van a tener Uds. es ahora en el congreso que

vamos a ir, el segundo puede ser un curso que hagan conmigo, el tercero puede

ser computación, inglés, todos esos papelitos los juntan en una carpetita, porque

eso va a ser el currículum de Ud. cuando Uds. llaman a una empresa o los llaman

a presentarse a un trabajo lo primero que le piden es experiencia, primero, lo

segundo es el currículum, o sea, los antecedentes que tengan hasta el momento.

Yo los otros días fui a la junta de la provincia y resulta que yo estaba primero en

un colegio

Alumnos: ahhhh [a coro]

Profesor: no, si estaba primero y bueno pasé a segundo por unos centésimos

entonces ¿qué pasa acá?, que no presentaba ningún papel desde el 88 y había

hecho un montón de cursos, agarré a la noche me busqué la carpeta de todos los

cursos, me hice la lista, hice el índice, puse el número y voy....allá me recibieron

los cursos que yo había hecho, cursos, talleres, seminarios docentes de Química,

de energía nuclear, congresos bromatológicos, ¡14¡ y lo presenté, me recibieron

la fotocopia y yo me quedé con los originales en septiembre sale el puntaje de

nuevo ...

Alumnos: ¡¡Oh!! ¿Está primero?

Profesor: bueno, no sé, cómo no voy a subir 4 o 5 puntos, a los congresos le dan

un puntaje, a los seminarios otro y a los cursos otro, todo esto que les estoy

133

contando ojalá, en mi época, jamás los profesores, me lo comentaran a mí; se los

estoy comentando a Uds. Que tienen 14 o 15 años Esto es fuente de trabajo, que

no todos los alumnos de la provincia de Córdoba saben, porque no hay docentes

que se ponen a enseñar lo que les estoy enseñando en este momento yo. A mí lo

que me interesa de ustedes es que se formen, se inserten en la parte de trabajo y

que el día de mañana tengan posibilidad...

El mensaje es claro “para tener posibilidades el día de mañana tienen que hacer

lo mismo que yo” (Bourdieu y Passeron, 1998):

“ [...] el aprendiz de la actividad intelectual a través del entrenamiento y del

ejercicio. Pues al organizar ese hacer ficticio, la educación prepara con ese

ejercicio a los estudiantes para hacer, haciendo lo que hay que hacer para

hacerse.”

Su currículum le permite reafirmar su “autoridad escolar” pero también el tiempo

de antigüedad en el ejercicio de la docencia y sobre todo la pertenencia a una Institución

a la que “nadie le discute” que haya delegado en él su autoridad. Y vemos como

considera que es “docente” y no un “trabajador”, a punto tal de delimitar claramente la

importancia de la “jerarquía de delegación de autoridad” que lo salvaguarda de tener que

justificarla.

Profesor: En el caso mío yo me recibí de químico industrial, ya era docente, el 2

de julio cumplo 20 años de docente y tengo 38 años y miren la carrera...

Alumno: de trabajo

Profesor: no, de docente, es la verdad

Alumno: a qué edad empezó?? 18?

134

Profesor: 17, a mí me pagan ahora con el 100%...entonces si yo hubiera seguido

buscando trabajo en otras empresas a lo mejor hubiera tenido que dejar la

docencia...

Profesor: ...por ahí me dicen los compañeros,” che que hacés en la docencia

perdiendo plata, perdiendo tiempo, por qué no vas a una industria que vos sabes

un montón” no, por que yo en la industria no voy a tener tiempo para

perfeccionarme, no voy a tener tiempo para hacer las cosas que yo quiero y eso

es muy importante....

Alumno: ¿se puede entrar a trabajar a los 17 años como preceptor?

Profesor: si, no como profesor, pasa que yo entré a trabajar a este colegio como

ayudante técnico y ese cargo es docente. Yo trabajaba como preceptor en el Ipem

10

Alumno: ¿Cuánto hace que trabaja en este colegio?

Profesor: 20 años. Cuando me recibo de químico industrial, acá estaba López de

directora que se fue por cargo de mayor jerarquía entonces la vice paso a la

dirección a cubrirla y Rosario pasó a vice pero si López vuelve, la vice baja y

Rosarito vuelve como profesora ¿se entiende esto de las jerarquías?

Alumno: cómo ¿ vuelve como profesora?

Profesor: y si hay una licencia especial, ¿estamos? Es muy lindo conocer cuál es

toda la pirámide jerárquica dentro de una institución.

No es necesario agregar mucho más, Edison se encargó de explicitarnos

claramente que es lo que debemos hacer para tener un futuro próspero:

Profesor:... si ya veo, entonces, cuando me recibo de químico industrial se me

abren las puertas me llaman del colegio y me daban 14 horas. A los 21 años ya

135

era profesor. Hoy tengo 20 años de antigüedad y tengo, justamente, un porvenir

muy lindo ¿está claro?, eso es lo que tienen que buscar Uds.

Reducir la relación de comunicación pedagógica a una pura y simple relación de

comunicación impide comprender las condiciones sociales de su eficacia simbólica y

pedagógica, que consiste precisamente en ocultar el hecho de que no es una simple

relación de comunicación. Siempre son las relaciones de fuerzas las que definen los

límites en los que puede actuar la fuerza de persuasión de un poder simbólico.

Vemos que los enunciados de Edison distan mucho de los enunciados de Latour,

lo mismo ocurre con los tipos de intercambios, encontramos también que el principio de

simetría de Bloor al que adhieren Latour y Knorr Cetina, así como las “cosas que salen

mal en el laboratorio científico requieren pensar en causas sociales del fracaso, porqué

no identificar las causas sociales que dieron lugar a los aciertos”, algo similar ocurre en

el laboratorio escolar:

Alumno: no sale profe.

Edison: y bueno serán 30 cc.

[Profesor circula por las mesadas]

Edison: el que la hizo mal a la técnica la vuelve a repetir.

Porque no promover la discusión entre los alumnos que obtuvieron el resultado

esperado con los que no. En otro momento, ya más al final de la misma clase, Edison

dice:

“ Con los errores se aprende. Lo que he querido hacer hoy, es aprender a través

de los errores”

136

Es importante reconocer lo que se hace mal, es el punto de partida para genera la

necesidad de cambiar, pero a veces es necesario entender cómo lo hizo alguien que

procedió de un modo correcto.

Con los tipos de enunciados que predominan en el discurso del docente y con la

forma que adquieren los intercambios entre Edison y sus alumnos no se agotan los

resultados encontrados en esta investigación, más bien se requiere la confluencia de lo

expuesto hasta aquí para arribar a la finalidad de la Química que enseña Edison,

finalidad que lejos de ser una receta impuesta es una construcción social que cobre

cuerpo tiempo durante la interacción entre los actores en ese escenario que es el

laboratorio.

4.5 La Ciencia de Edison en el laboratorio

En el capítulo 1 se mencionó que Aikenhead (2003) estableció unas categorías

según la relevancia, reconociendo dos dimensiones del término. Aquí tratamos de

recuperar la que tiene que ver con la finalidad que tiene la enseñanza de las ciencias en

un espacio concreto, así procuramos identificar qué finalidad promueve el Edison en el

laboratorio.

La ciencia del profesor Edison se caracteriza por una concepción del laboratorio

como lugar de “trabajo” siendo este espacio el que provee las herramientas:

Edison: pero, pregunto, ¿a ustedes les gusta trabajar en el laboratorio?

Alumnos: SI!! (a coro y en voz fuerte).

Edison: ¿pero les gusta trabajar ordenadamente o ansiosamente?

Alumnos: (risas)

Para el docente el conocimiento es portado por los alumnos, traído desde afuera,

constituyendo la materia prima:

137

Profesor:...Porque acá nosotros les damos las herramientas, las herramientas y

los conocimientos son Uds.”

Profesor: Bueno la clase que viene todos cumplan, lean los prácticos, traigan lo

que se les sugiera y aparte estudien, no dejen acumular materia prima, ¿está

claro?. Hasta la próxima clase.

Para Edison investigar es realizar “estudio de mercado”:

Profesor Edison: Los que el día de mañana van a emprender el viaje a querer

investigar, te acordás lo que nos dijo un profe que podemos ganar plata haciendo

magnesio u óxido de magnesio, quien está vendiendo en este momento? hay

alguna fábrica en la Argentina solamente?¡le podemos hacer competencia! por

que no nos ponemos a hacer algo. Hay que tener chispa chicos, mm, se puede

hacer muchas cosas en la Argentina. Se puede ir a pedir préstamos para micro

emprendimientos, pero tiene que investigar, tienen que tener, justamente, esa

alma de investigador, yo les doy la herramienta, la idea, no les digo vayan hagan,

no, Uds. Tiene que seguir investigando, de dónde sacar el magnesio, de dónde

sacar el oxígeno, cómo combinarlo, qué podrán formar, qué utilidades va a tener;

a dónde lo puedo vender, qué mercado tener presente para ese producto óxido de

magnesio, quién lo está usando y a qué precio lo está vendiendo y se me conviene

o no hacerlo por que si no les conviene hacerlo para que voy a gastar tiempo. Eso

quiero que Uds. A partir de este momento jueguen con la Química por eso les

puse este problemita de estequiometría, pequeño, para saber”.

Pero también se pone de manifiesto en diversos pasajes durante las clases:

138

Profesor: Lo primero que tiene que saber el químico es esto es, viene un señor

que quiere poner una la planta piloto, dice: yo tengo magnesio, bueno puede

fabricar óxido de magnesio ¿cómo? Buscar en la TP ¿trajeron la tabla

periódica?

Profesor:...supongamos que la empresa donde están ustedes les dicen, quiero

obtener 1000 kilos diarios, tengo 1000 kilos de magnesio señor químico, ¿qué

hago? Y bueno voy a poner el dato, 1000 kilos acá, ¿si?, voy a transformar los

gramos en kilos y voy a saber que cantidad de oxígeno voy a usar para esos 1000

kilos de Mg y que cantidad de óxido voy a obtener con eso y qué precio le voy a

dar, Uds. El día de mañana pueden llegar a tener una fábrica y tendrán que hacer

todo este cálculo para poder hacer el costo del producto o de materia prima que

uds. Quieren tener y luego ganar su dinero, mmm?!. No hagan el práctico por que

sí, traten de jugar un poquito con la imaginación de que están frente a la ocasión

de formar un óxido, un ácido, un hidróxido, un anhídrido a través de una planta

piloto que el día de mañana le pueden sacar provecho Uds.[...]Los que el día de

mañana van a emprender el viaje a querer investigar, te acordas lo que nos dijo

un profe que podemos ganar plata haciendo magnesio u óxido de magnesio, quien

está vendiendo en este momento, hay alguna fábrica en la Argentina solamente, le

podemos hacer competencia por que no nos ponemos a hacer algo. Hay que tener

chispa chicos, mmm?!, se puede hacer muchas cosas en la Argentina. Se puede ir

a pedir préstamos para micro emprendimientos”

“...a parte en industrias, de lo que habla Jorgito, en Río Tercero que está la

fabricación de ácido nítrico y de ácido sulfúrico, donde cuando hay baja presión

y mucha humedad, los operarios tienen que usar máscaras por que el gas queda

retenido a una determinada altura y puede producir secuelas en la vista y en las

vías respiratorias...”.

139

“...por ejemplo en Renault se utiliza un conductímetro para saber si el agua que

están elaborando la otra sala de procesos químicos están tratando bien el agua

para el baño anodizado catodizado, un baño sanforizado se llama, Cuando se

lavan las piezas del automóvil esa agua tienen que estar desprovistas de metal

por que sino después se forma una aureola de ese metal y salta la pintura y

forman ampollas, entonces se hace un tratamiento térmico o fosfatizado donde la

pieza del auto se sumerge dentro de una pileta y sale y esa pileta, justamente,

esta con un baño de fosfatos preparada Químicamente, y el agua que entra a esa

pileta debe estar controlada por conductímetros y eso se mide por decibeles,

siemens, siemens, siemens por segundo, o sea que es una unidad eléctrica, ¿no?

Que, justamente, al pasaje de los iones en el agua los va detectando, hay aparatos

que miden en forma de sonido y luz, nos da el informe digital, son aparatos que

valen $500; $400, $600, que se ponen en la línea del agua y van detectando la

conductibilidad, por ejemplo hay aguas que, bajo ningún punto de vista tienen

que tener conductibilidad cero, ¿por qué? Por que sino afectan al tratamiento

térmico o al proceso químico de la pieza”.

“Pero lo importante es que la conductibilidad hoy se está usando mucho y en

todos los aparatos electrónicos y toda la tecnología, toda la tecnología que vienen

hoy en día, justamente, está bajo normas ISO o normas IRAM donde se establece

cada vez más el uso de la conductibilidad esta, ¿estamos? Los que vayan a seguir

el día de mañana algo relacionado con el tema”

“... [una persona que] vendía agua a Reanult desionizada a un cliente, el empleado

que hacía el agua destilada, deionizada, había veces que no andaban bien los

aparatos como el señor no quería pagar un químico, una vez en Renault le hacen

un análisis del agua, y resulta que no era agua de ionizada, era común, resulta

que el aparato está funcionando mal , hacía malos lavados y el empleado

140

compraba su plata y se iba, después Renault como tuvo tantos inconvenientes le

hizo juicio al señor que le proveía agua, el pobre tuvo que pagar tanta plata por

haber causado tanto daño entonces todas estas cosas que Uds., por favor, todas

estas cosas que nosotros hacemos es muy importante,

“yo puedo obtener gas cloro, les voy a comentar que en Río III está Atanor por

eso los pienso llevar ahí. Esto viene al caso, les voy a contar como hacen ellos,

tienen cubas electrolíticas como estos dos laboratorios y tienen celdas voltáicas y

colocan sal, la compran a dos pesos, la traen en camiones, la transforman en una

solución y la ponen en un acuba electrolítica en el polo- se acumula el sodio y en

el + el cloro, el cloro sale en forma de gas y lo captan de tal manera que lo

envasen en recipientes especiales y luego lo venden [...]el cloruro de sodio se

divide en sodio y cloro a través del pasaje de una corriente eléctrica por eso la

electrolisis es la descomposición de una sustancia compuesta a través del pasaje

de corriente eléctrica esta claro, a través del pasaje de la corriente eléctrica he

roto este compuesto para obtener dos sustancias simples con un uso industrial

tremendo el sodio y el cloro por el otro”.

Por lo tanto, podemos decir que Edison posee un “conocimiento práctico” que

hace que la enseñanza de la Química en el laboratorio sea una ciencia funcional,

respecto de sus fines y coincidiendo con la categorización realizada por Aikenhead que

presentáramos en el capítulo 1, pero también utilitarista en términos económicos:

Edison: “a mí siempre me gusto la Química por esta parte, por que hay balance

de masa, balance de energía y el precio”.

“...qué utilidades va a tener; a dónde lo puedo vender, qué mercado tener

presente para ese producto óxido de magnesio, quien lo está usando y a que

141

precio lo está vendiendo y se me conviene o no hacerlo por que si no les conviene

hacerlo para que voy a gastar tiempo. Eso quiero que Uds.”

“...Se entendió para qué se usa ese gas. Para un montón de cosas. Entonces el

que llegue a fabricar gas, industrialmente, lo puede envasar en recipientes

apropiados y vender...”

En una de sus clases el profesor Edison explicita la finalidad que tiene para él lo

que los alumnos hacen en el laboratorio:

“...Van a ver si yo caliento se dilata, si enfrío se contrae, ¿si? Es muy importante

esto que estoy diciendo por que aparte de hacer el práctico, la experiencia para

que sirve, para que estoy haciendo esto, qué finalidad tiene, que uso le voy a dar

el día de mañana este estudio al que le estoy dedicando dos horas de mi vida en

este colegio, para qué estoy acá con guardapolvo escuchando al profesor Edison

si yo no tengo voluntad ni tampoco tengo fuerzas ni tampoco tengo

responsabilidad eso es otra cosa, es asunto de Uds. ¿no? Pero lo importante s

que la conductibilidad hoy se está usando mucho y en todos los aparatos

electrónicos y toda la tecnología, toda la tecnología que vienen hoy en día,

justamente, está bajo normas ISO o normas IRAM donde se establece cada vez

más el uso de la conductibilidad esta, ¿estamos?”

Y cuál es su relación con la Química:

Alumno: que el agua mientras más destilada es menos conduce

Edison: menos conductividad tiene, bien baja cuando la destilamos, esta agua es

sometida...saben para qué elegí Química yo...

Alumno: para ganar plata [risas generalizadas]

142

Edison: y más vale, mira si voy a estudiar algo para morirme de hambre, en este

país ya se acabó la vocación hay que estudiar algo relacionado con la economía.

Junto con esta ciencia funcional también se reconoce la noción de “rédito” lo que

promueve, a su vez, una visión de la ciencia y la tecnología influida por el paradigma

economicista, así, se van naturalizando las concepciones de Edison en el espacio del

laboratorio. Incluso, “enseña” cosas que no hacen más que orientar a los alumnos para el

trabajo, casi nunca hace mención a continuar estudios superiores:

“…a parte tenemos una responsabilidad civil cuando salimos de acá de estudiar,

por más que estemos trabajando siempre hay una persona que va a tener toda la

responsabilidad, ya sea técnico o ingeniero, nosotros estamos viendo ahora en

gestión de calidad, todos los problemas civiles que podemos tener en distintos

trabajo y nos da miedo de escuchar todas esas palabras y si uno es conciente y

hace las cosas bien como corresponde nunca tiene que tener miedo ¿si o no?

Entonces para qué los estamos preparando a Uds. Justamente para enseñarles

para que Uds. El día de mañana puedan controlarse y ser controlados y a aparte

controlar al resto para que no haya mulas, no haya corrupción.”

De este modo, identificando los tipos de enunciados que predominan en el discurso del

profesor, también hemos caracterizando las formas que adquieren los intercambios con

sus alumnos; reconstruyendo el modo en que Edison “construye” la finalidad de la

Química que enseña. No debemos perder de vista que su formación ha sido uno de los

pilares en la que se sustenta esa construcción.

143

CAPÍTULO 5

CONCLUSIONES

El enunciado es a la vez no visible y no oculto. No oculto, por definición, ya que caracteriza las modalidades de existencia propias de un conjunto de signos efectivamente producidos. [no visible] - y quizá desde que los hombres hablan- se dicen unas cosas por otras; que una misma frase puede tener simultáneamente dos significados distintos; que en un sentido manifiesto, admitido sin dificultad por todo el mundo, puede celar otro, esotérico o profético, que en un desciframiento más sutil acabarán por descubrir…

Michel Foucault. La arqueología del saber (2002).

Arribar a las conclusiones implica remontarnos a las preguntas que nos

formuláramos al inicio de esta investigación. Procurando encontrar respuestas

realizamos el trabajo de campo, los resultados encontrados no son únicos, sino,

dependerán del contexto, el momento, los actores involucrados, pero también de la

perspectiva como se “miren” los datos.

144

Estos mismos datos podrían haber sido analizados a la luz de modelos

pedagógico-didácticos, epistemológicos o psicológicos, sin embargo, preferimos hacerlo

desde un punto de vista sociológico. Para ello fue necesario realizar un recorrido a través

del tiempo remarcando los aspectos sociales que han ido cobrando cada vez más

importancia en los procesos de construcción de conocimientos científicos. Tomando

como punto de partida los trabajos provenientes de la sociología de las ciencias

ingresamos al laboratorio escolar.

La enseñanza de la Química en el laboratorio no sólo permite a los alumnos

apropiarse de conceptos y procedimientos sino también de actitudes. Es justamente en

ese marco que cobra importancia reconocer la finalidad de la ciencia que enseña el

profesor Edison, entendiéndola como una construcción social. Así llegamos a identificar

y categorizar los enunciados que predominan en el discurso del docente,

aproximándonos también a la forma que toman los tipos de intercambios que se

producen entre el profesor y sus alumnos en el laboratorio, hasta reconstruir la finalidad

que Edison le atribuye a la Química que enseña. Por todo lo señalado, se puede pensar

que estos aspectos incidiran en la valoración de las ciencias que harán estos alumnos el

día de mañana. Quizás muchos estudiantes no se dediquen a la Química en el futuro pero

si estarán insertos en una sociedad que cada vez demanda más la participación y la toma

de decisiones en cuestiones que tienen que ver con las ciencias en general y con la

Química en particular. En gran medida es la educación formal la responsable de

favorecer una valoración positiva respecto de la importancia de las ciencias en la

sociedad. Es el docente el que dota de intencionalidad las prescripciones curriculares y

es quién toma las decisiones, convirtiéndose en un personaje clave en este proceso

constructivo.

En el apartado 2.2.2 reseñamos la categorización que realizó Latour respecto de

los enunciados que predominan en las discusiones entre los científicos, uno de los

aspectos sobresalientes consistía en cómo unos enunciados se podían “transformar” en

otros según el grado de “facticidad” como producto de los consensos alcanzados entre

145

los científicos. Sin embargo los enunciados del profesor Edison (en 4.3) distan mucho de

aquellos. En general se parecen más a sentencias “casi dogmáticas” que rara vez son

puestas en discusión. El conocimiento en el laboratorio de Edison se muestra acabado y

de una validez indiscutible ya que “es” la palabra del docente (delegada por la escuela y

por la ciencia). Podríamos decir que la clave en un laboratorio científico es la

“movilidad” de los enunciados mientras que en el laboratorio escolar es la “estaticidad”

de los mismos.

Los tipos de intercambios entre los científicos se caracterizan por ser

heterogéneos en los que no es sencillo identificar discusiones puramente técnicas o

teóricas, mientras que entre el docente y los alumnos adquieren una forma homogénea

en cuanto a su contenido (metodológico o conceptual) ya que es el profesor el que

dispone qué hacer, cómo hacerlo y sobre qué contenidos se establece la interacción. Así

los intercambios en el laboratorio de Edison adquieren la forma de un encuentro ritual en

los que el “hechicero de la tribu” ostenta el poder, evalúa y administra los

conocimientos.

Es el propio Edison quién selecciona los contenidos a enseñar, haciendo que sean

socialmente relevantes acorde a la finalidad que él mismo les confiere. Entre los

científicos de las distintas disciplinas el consenso con la comunidad científica es cada

vez más relevante, sin embargo, la ciencia de Edison no da cabida al consenso. Tampoco

al principio de simetría de Bloor, rara vez se hace alusión en el laboratorio sobre aquello

que se hizo bien y que podría servir de punto de partida para que otros alumnos

encuentren mejores resultados. La Química del profesor Edison se parece más a la

ciencia del ethos mertoniano en la que adopta la apariencia de un cuerpo de

conocimientos autónomos, universales e independientes de su contexto social de

producción, lo paradójico termina siendo que el ethos mertoniano también es una

construcción social.

El docente imparte el conocimiento que cree más adecuado y necesario para los

jóvenes. Pero esto conlleva una imposición de “su” cultura, la de Edison. Mirando la

146

práctica del profesor en el laboratorio podemos reconocer que hace lo que le enseñaron,

él es técnico químico a punto de finalizar sus estudios de ingeniero químico. Entonces es

entendible, hasta lógico, que para él la ciencia tenga una finalidad funcional, es

coherente con lo que un técnico aprende. También podríamos decir que la finalidad de la

Química que enseña es “técnica”, sumamente asociada al quehacer práctico lo que,

estrictamente, no está en disonancia con la propuesta nacional y provincial que delinea

en términos “muy amplios” una alfabetización científica para todos.

Aquí no ponemos en tela de juicio la finalidad de la Química que se construye en

el laboratorio de Edison. Lo que nos interesa, sea cual sea la finalidad que se adopte, en

el aula o en la escuela es clave reconocer que ésta no es neutral y está íntimamente

vinculada al pensamiento y a las creencias del profesor, hacer explicita esta finalidad y

evidenciar que tampoco es única se constituye en un camino para minimizar la violencia

simbólica que conlleva la imposición de una cultura como si fuera legítima sin

cuestionar si realmente lo es y para quién lo es.

Así surgen nuevos problemas que se pueden abordar a partir de reflexionar sobre

esta tesis tales como qué lugar ocupan los procesos sociales en la formación de los

docentes en ciencias, qué mecanismos deberían ponerse en marcha en las clases para que

se favorezca la reflexión en torno a la finalidad de la ciencia que se enseña y se aprende

en la escuela. Dejar en manos del docente todas las decisiones es pretender demasiado,

el profesor no es un ente aislado, es el portavoz autorizado de la Institución que delegó

en él la autoridad y le confirió la autonomía para que decida, pero si reconocemos que es

la sociedad la que a su vez delegó en la escuela la toma de decisiones, la definición de la

finalidad le corresponde a la sociedad en su conjunto.

En una palabra, las cosas dichas [dicen] mucho más de lo que en sí son.

Michel Foucault. La arqueología del saber (2002).

147

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