La historia de Eleanor Judkins

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¡ADVERTENCIA!: La historia que van a leer a continuación contiene lenguaje vulgar ocasional, consumo de productos nocivos, escenas de violencia y sexo sumamente gráfico y no es recomendada para menores de 18 años.

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¡ADVERTENCIA!: La historia que van a leer a continuación contiene lenguaje vulgar ocasional, consumo de productos nocivos, escenas de violencia y sexo sumamente gráfico y no es recomendada para menores de 18 años.

    La joven Eleanor de 28 años de edad, estudiaba en la mejor universidad del país. Estaba tomando su aburridísima clase de inglés, ella estaba con su mente patidifusa, distraída y miraba por la ventana que daba hacia el patio de la escuela, habían pasado cinco minutos de ver con impaciencia la ventana ansiando salir de esa tan aburrida clase y vio en el cielo un destello color violeta muy extraño, era un tono de violeta bastante llamativo y llamó la atención de Eleanor, al quedarse observando el destello, vio que del cielo comenzó a caer un sobre, justo cuando cayó sobre el césped del patio sonó el timbre de salida, inmediatamente Eleanor se dirigió al lugar para ver dicho sobre, ella se moría de ganas por averiguar que contenía, justo cuando se agacho a recogerla sonó su celular, ella lo sacó de la bolsa de su pantalón, vio quién llamaba y contestó;– Hola mi amor, justo voy saliendo de la escuela, por fin, ya era hora, odio mi clase de inglés, y mas por el viejo ese que siempre se me queda viendo y me hace insinuaciones de lo mas raras, ¿Y cómo estás?– Bien, ya vi que tú como siempre igual de alterada…– Aww (Suspiró con señal de desaprobación), no siempre estoy alterada, sólo el 20% del tiempo…– ¿20%?– Está bien, está bien, lo reconozco, puede que

en ocasiones esté un poco alterada y hable aceleradamente, pero creí que eso te había gustado de mi…– En definitiva, fue una de las cosas que me atrajo de ti, en fin, te llamaba para preguntarte si vas a querer que te prepare comida o vas a comer en la calle como acostumbras…– Eso depende, ¿Qué harás de comer Ariel?– ¡No me digas Ariel!, ya sabes que no me gusta ese nombre… Creo que haré omusubi– ¡Sí!, yo quiero, ¿Con qué?– Atún, jaiba, camarón y ostión…– ¿Y puede ser de puro camarón?– Puede ser de lo que tú quieras mi spoiled girl.– ¡Yey!, por eso te amo Ariel.– Aggh (Dijo en tono de enojo), ¿Cuándo dejarás de llamarme así?– Cuando te cambies el nombre…– Amm, por eso tengo dos nombres…– Pero el otro de tus nombres a mi no me gusta…– Ándale pues spoiled girl, aquí te espero para comer.– Sale corazón, iré mas tarde, tengo que hacer unas cosas, si ves que no llego puedes empezar a comer…– Pero yo quería comer contigo, recuerda que hoy es un día especial, no todos los días cumples 10 años con la novia mas hermosa del mundo…– Claro que lo recuerdo, ¿Cómo crees que yo olvidaría ese día tan maravilloso?, me apuraré,

sirve que tu vas preparando ese delicioso omusubi.– Esta bien, chau hermosa, te amo, te veo ahora.– Claro que si mi cielo (Le tronó un beso a través del teléfono y finalizó la llamada)    Eleanor se agachó a recoger el sobre y vio que tenía un sello extraño de color rojo que aun se sentía fresco, inclusive manchaba ligeramente los dedos, sin prestarle mucha atención lo guardó en su bolso y salió corriendo a su casa para celebrar su décimo aniversario, pero de camino compró un detalle para regalárselo a Ariel, además algo de lencería que le luciría en este día. Al llegar a la casa de Ariel, Eleanor tocó el timbre repetidas veces hasta que Ariel salió a atenderla, Eleanor era una mujer que siempre vivía muy acelerada y se destacaba por ser muy impaciente, la única persona que lograba tranquilizarla era Ariel. Cuando Ariel abrió la puerta Eleanor entro corriendo y diciendo, “Baño, baño, baño, baño, baño, baño, baño…”, al ver esto Ariel le dio mucha ternura que su novia fuera como siempre había sido desde que la conoció. Ariel cerró la puerta y fue a prender las velas a la mesa que tenía ya preparada para la cena romántica, fue a afuera de la puerta del baño a esperar que Eleanor saliera para llevarla de la mano hasta la mesa. Cabe mencionar que desde que Eleanor cumplió los veinte años de edad se mudó con Ariel.

    Eleanor había salido del baño y Ariel la tomó del brazo, le puso una venda en los ojos y le dijo, “Te guiaré a tu sorpresa”, Eleanor contestó, “Sin importar que me vendes los ojos y que me des treinta vueltas por la sala, el patio y la estancia, sé que me llevarás al comedor”, a lo que Ariel le dijo, “Si bobita, pero esa no es tú sorpresa…”, entonces la sentó frente a la mesa, sirvió en los platos el omusubi decorado con salsa de anguila, clavó dos palillos en el y sacó de la nevera un vino blanco de variedad chardonnay que guardaba para esta ocasión, sirvió un poco en cada copa y lo dejó justo a la mitad de la mesa, luego de esto quitó el vendaje a Eleanor y dijo;– Ya puedes abrir los ojos.– Oww, me encantó, pusiste velas y todo, que lindo te quedó (Le dio un beso en la boca) ¡Te amo!– Y yo a ti aceleracienta hermosa.– No me digas aceleracienta…no soy tan acelerada…– Sí lo eres mi amor, y me encanta…– Bueno, esta bien pero dame un besito…– (La besó) Los que tú quieras mi amor, my spoiled girl.– ¿Y que hiciste hoy?– Pues trabajar, pensar en ti y cuando llegue a aquí esperar pacientemente a que llegaras… ¿Y tú?

– Ahh, que bien (Sonrío), pues ahora que lo mencionas, cuando estaba en mi clase de inglés vi algo muy inusual, vi un sobre caer del cielo y justo cuando me hablaste recogí el sobre y lo guarde en mi mochila, por cierto, no he visto lo que hay dentro…– ¿Un sobre?¿Caer del cielo?¿Estabas dormida a caso?– (Cruzó los brazos en señal de enojo) No estaba dormida, eres una mala persona, ¡Ya no te voy a contar nada!, ni te enseñaré lo que sea que haya adentro… – No te enojes amor, es que…admítelo, un sobre cayendo del cielo no es algo que se vea todos los días…– Bueno, en eso tienes razón…está bien, veamos que hay dentro del sobre…si quieres…– Claro que quiero, ¿Dónde lo tienes?– Lo guarde aquí en el bolso…    Sacó el sobre del bolso y se lo mostró a Ariel, Eleanor fue por un abre cartas que guardaba en uno de los cajones de la cocina y regresó con Ariel para abrir el sobre, antes de abrirlo Ariel dijo; – Espera, antes de que lo abras hay algo que quiero decirte…– Pues dímelo…– Siéntate…por favor…– Me asustas…¿Vas a terminar conmigo?– No, para nada bobita, ¿Cómo crees que terminaría contigo?, no, al contrario, siéntate por

favor…– Está bien (Se sentó)– Eleanor…– ¿Sí?– (Se hinco y dijo) ¿Quieres casarte conmigo?– ¿Cacacasarnos? Pepepero…creí que que…– (Interrumpió diciendo) Lo sé, lo sé, pero en verdad quiero esto, quiero presumir ante el mundo que me casaré con la mujer de mi vida y no sólo vivo con ella…pero si no aceptas lo entenderé…– ¿Cocómo crees que…? Bueno tú…este… (Comenzó a hiperventilar, suspiró y dijo) ¡Claro que acepto mi amor!, nada me haría mas feliz que eso…– ¡Gracias! (Le colocó el anillo en el dedo, se levantó, la levantó, la tomo por la cintura y la besó como si no hubiera un mañana)    Después de esta conmovedora escena y muchos besos y caricias se volvieron a sentar en la mesa a ver lo que había dentro del sobre misterioso que había encontrado Eleanor, Ariel tomó el abrecartas que había traído Eleanor, comenzó lentamente a romperlo para sacar lo que había dentro, sacó una carta de una textura diferente a la usual, de un material diferente, comenzó a leerla con celeridad y le dijo a Eleanor;– Amor, ¿Ya leíste esto?– No, aun no, ¿Qué dice?

– ¿Quieres que te lo lea?, está un poco tétrico…– Sí, léelo.– Bueno, dice, hola, mi nombre es Azumaría y escribo ésta carta con el fin de prevenir un hecho que sucederá. Espero alguien en el pasado la encuentre y haga algo al respecto de esta situación. Sé que al hacer esto podría romper la continuidad espacio-tiempo y alterar catastróficamente el flujo cronoespacial existente hoy en día, procuraré hablar lo menos posible para que eso no suceda, si alguien llegara a encontrar ésta carta por favor, se lo suplico que haga algo al respecto. Como mencione anteriormente hace aproximadamente treinta años propuso una iniciativa de ley que estipulaba que cada persona en el mundo debía tener un clon y dicho clon sería educado únicamente para servir a la familia y ser utilizado para donación de órganos, pero sólo los primeros tres años del comienzo de dicha ley era voluntario, si alguna persona no quería clonar a su hijo no lo hacia, sin embargo al siguiente cambio de poder el siguiente presidente dijo que sería obligatorio para todas las personas tener un clon. Los clones eran vistos como lo mas bajo en rango, ni siquiera tenían derechos, sólo obligaciones. Pero llegó un momento en que los clones se hartaron de ser la raza esclava y hoy en día están teniendo una rebelión muy grande en contra del

estado, están planeando levantarse en armas, ya comenzaron a asesinar a sus respectivas duplicas pero poca gente lo ha notado, y es que a decir verdad no hay diferencia entre el original y el clon, pero yo me di cuenta por que ayer tuve que asesinar al mio ya que me atacó con violencia y los clones de mis padres se ven muy misteriosos, yo pienso que planean algo en contra de ellos, yo no quisiera que mis padres Ariel Ibargüengoitia Mariñelarena y Eleanor Rosnavelle Judkins Vidal, yo sé que serán capaces de encontrarlos y juntos prevenir esta catástrofe, por favor, no quiero convertirme en una asesina. Atentamente: Azumaría Rosnavelle Ibargüengoitia Judkins.– ¡Woow!, espera, pero, ¿Cómo es posible qué…?– (Interrumpió diciendo) Ni lo digas, yo me estaba preguntando lo mismo, eso quiere decir que tendremos una hija y le pondremos el nombre que tanto te gusta.– Creo que eso no es lo importante ahora, lo que importa es que sin importar si es nuestra hija o no ni cuando vaya a suceder eso, lo que importa es ayudarla, esta carta viene con fecha de treinta años en el futuro contando a partir de mañana, eso quiere decir que en los próximos días está por salir la iniciativa de ley y hay que impedirla…– Bueno, supongo que tienes razón pero…¿A dónde iremos? ¿Por dónde empezamos?

– Bueno, la carta dice que el actual presidente es el que pondrá en vigor la ley, busquémoslo y digámosle lo que va a suceder…– ¿Y qué le diremos?, “Señor presidente, nos llegó esta carta de nuestra hija del futuro”, no suena muy creíble que digamos… Además, la carta no dice que él haya sido el que propuso la iniciativa de ley.– No pero…¿Qué mas podríamos hacer?¿Esperar a que lancen la iniciativa de ley?– Podemos hablar con tu papá, él está muy inmiscuido en la política, ¿No?– Sí, así es, pero ya sabes que mi papá no está muy contento de que me haya salido de la casa para venirme a vivir contigo, no creo que quiera ayudarnos…– ¿Pero que otra opción tenemos?, piensa en nuestra hija… – Está bien, le llamaré a mi padre, ni siquiera creo que vaya a contestar…(Sacó su celular y le llamó) – ¿Bueno?¿Papá?– ¿Qué pasa hija?¿Ya te arrepentiste de haberte ido?– ¡No!, eso jamás…– ¿Entonces?¿Para qué me hablas?¿No recuerdas qué te dije que no me llamaras a menos que te arrepintieras de tus actos?– Claro que aun lo recuerdo papá, pero esto es una emergencia y no hay tiempo de tus

estupideces, yo sé que no querías que me fuera y menos con Ariel soy muy feliz y ya vamos a casarnos…– ¿Casarse?¿Con permiso de quién o qué?– Mira papá, ahora eso no importa, Ariel y yo somos muy felices juntos y eso es lo que importa, con o sin tu permiso eso va a suceder muy pronto, y necesito que vengas a la casa de Ariel lo más pronto posible…– ¿A qué?– Es sobre una situación que tenemos que discutir en persona, es de vida o muerte, por favor, no te lo pediría si no creyera que esto es justo y necesario.– No planeo ir, ya sabes que yo a tu quimera no la tolero…– No le digas así grosero…– (Interrumpió enojado diciendo) Es lo que es, asexuado, pansexual, quimera…– Argggh (Expresó con enojo), ¿Sabes qué?, mejor no vengas, muchas gracias por tu apoyo…como siempre dejando mucho que desear…adiós…(Le colgó)– ¿Por qué le colgaste? (Preguntó Ariel)– Por idiota y grosero…– Eleanor, no le digas así a tú padre…– Él te ofendió primero…– De todas maneras, vuélvele a hablar y discúlpate…– Jamás, que se disculpe el…

– Ay Eleanor, ¿Y ahora quién podrá ayudarnos?– Amm, pues…este…déjame ver…ahora que recuerdo, ¿No tienes una prima en el senado?– Ahh, si, la que comparte nombre conmigo…es verdad…– ¿Ella también se llama Ariel?– Sí…Déjame le llamo (Sacó su celular y le llamó)– ¿Bueno?¿Prima?– ¡Hola!, ¿Cómo has estado?, hace mucho que no me llamabas…ya te extrañaba Ariel…– Yo a ti también prima, es que ya sabes, el trabajo y mi mujer no me dejan en paz…– Sí, yo sé como es eso, ¿A poco sigues con Eleanor?– Sí, aun es mi novia…bueno, ahora es mi prometida…– ¿A poco sí?¿Y para cuándo se nos casan?– Aun no tenemos fecha, pero próximamente…– ¿Y a poco me hablabas para invitarme al bodorrio?– Sí prima, pero no sea vulgar, no diga bodorrio, hasta parece del norte…– Pues sí soy del norte, eso ya lo sabes…– Yo sé, pero eso no te da derecho a hablar de esa manera tan…soez…bueno prima, también le hablaba para otra cosa…– Dígame para que soy buena…– ¿Sigues en el senado?– Sí, sí, gracias a Dios aquí sigo laborando…– Bueno, pues quiero hablar contigo al respecto

de eso, ¿Qué te parece si vienes a mi casa y te invito una taza de té para que charlemos?– Me parece excelente Ariel, ¿A qué hora quieres que vaya y cuándo?– Pues as soon as possible…– Si quieres voy hoy…– Eso sería excelente prima, ¿A qué hora?– Pues mira, salgo en una hora de trabajar, saliendo me arranco para allá, ¿Cómo ves?– Excelente, aquí te espero prima…– Sale, pero me tienes que tener comida eh, por que no he ingerido alimento y podría morir de inanición…– A, como dramatizas, está bien, tu no te preocupes, chau, nos vemos mas tarde…(Le colgó) – Que vergüenza, ¿Que le vas a dar de comer a tu prima?– Pues le cocino algo, tú no te preocupes amor, no tiene por que darte vergüenza… – Claro que sí, ¿Qué va a decir?, va a pensar que nos drogamos o algo así, admítelo, suena difícil de creer, hasta suena como una broma de mal gusto…– Sí, puede que tengas razón pero…¿Quién mas podría ayudarnos?, ahora alcemos la casa para recibir a mi prima, tú barres y yo trapeo, ¿Qué te parece?– Excelente…    Comenzaron rápidamente a limpiar y recoger

todo el desorden de la casa que parecía literalmente un chiquero, dejaron todo bien limpio y recogido, una vez que terminaron, Ariel comenzó a preparar alimento para su prima, mientras tanto Eleanor se encontraba en su cuarto quitándose la ropa que llevaba para ducharse, tomó dos toallas y se colocó las sandalias en sus pies, en la casa de Ariel habían dos regaderas, ella entró a la que conectaba con su cuarto, colocó ambas toallas sobre la repisa que estaba junto a un espejo que debajo tenía un lavabo color marfil, Eleanor corrió la cortina de la regadera, abrió la llave, metió el pie derecho al chorro del agua para revisar la temperatura, luego el izquierdo, corrió nuevamente la cortina, se mojo su larga, negra y rizada cabellera, se echó champú en ella y comenzó a tallar su cabello, lo enjuagó y después tomó el jabón con el que comenzó a lavar su cuerpo comenzando de arriba hacia abajo, se quitó el jabón y cerró la llave de la regadera, abrió la cortina, tomó una de las toallas de la repisa y la enredó en su cabello mientras que con la otra toalla comenzó a secar su cuerpo de abajo hacia arriba, al terminar colocó la toalla enredada en su cuerpo justo por debajo de las axilas, salió del baño y entró a su cuarto, sobre su cama estaba la lencería que había comprado especialmente para Ariel, se la puso, se miró frente al espejo que estaba en su

cuarto, luego buscó un vestido que fascinaba a Ariel, el vestido era color aguamarina de diseño liso, muy bonito, quedaba aproximadamente diez centímetros arriba de la rodilla de Eleanor, sacó un par de zapatos de piso color blanco que guardaba en su buró y se los puso, quitó la toalla de su cabello, comenzó a cepillarlo y a peinarlo, mientras ella terminaba de alistarse Ariel le grito, “Mi prima llamó, dice que ya viene para acá, ¿Ya estás lista?”. A lo que ella respondió, “Ya casi termino de alistarme, en cuanto termine bajo”. Diez minutos después de esto Eleanor bajó con Ariel y dijo; – Ya termine de alistarme, ¿No ha llegado tu prima?– (Ariel se encontraba haciendo la comida aun y no observo a Eleanor) No, aun no ha llega…(Volteo, la observó y dijo) ¡Oh por Dios!, te ves bellísima…– (Se sonrojó, sonrió y dijo con una voz muy tierna) ¡Gracias!    Se escuchó el timbre sonar, era la prima de Ariel, Eleanor se dirigió inmediatamente a abrir la puerta y le dijo que pasara y que tomara asiento en la sala, al entrar la prima de Ariel dijo;– ¡Que casa tan bonita!, y que mujer tan bonita, con todo respeto, no la recordaba tan bonita…– Gracias… (Contestó con vergüenza Eleanor)– No, por nada, bueno, yo quiero que Ariel me explique que es eso que tenía que hablar

conmigo con tanta urgencia…– Bueno, él ahora esta un poquito ocupado, ¿Qué te parece si te voy explicando yo?– ¡Claro que me parece!– Sólo que pues…no es fácil de explicar, ni de entender, ni de creer…a decir verdad yo aun no lo creo…– A ver, explícate…– Bueno…es que hoy en la universidad vi un suceso un poco extraño, vi un destello color violeta en el cielo y vi caer este sobre…– Ammm…– No, no me veas con esos ojos de que no me crees, lo juro, así fue como pasó…– Está bien, prosigue…– Bueno, dentro de este sobre estaba esta carta, toma, léela…    Se la dio, la prima de Ariel comenzó a leerla, cuando terminó de leerla dijo;– Bueno, a decir verdad suena creíble, ayer justamente oí a uno del senado decir que iba a lanzar esa propuesta de ley mañana…– ¿Enserio? ¿Quién en senado lanzaría algo así?– La persona mas prepotente de todos los que estamos en el senado, de hecho hace un mes la propuso pero se negó la mayoría, sólo que ahora tiene amedrentado al 60% de la votación, él quiere que aprueben esa propuesta por que necesita un transplante completo de pulmón…– ¿Cómo se llama?

– ¿Conoces a los del senado?– Sí, a algunos…– Bueno, se llama Gabriel Judkins León– ¡Ay!, ¡No me digas eso!– Sí, él mismo…¿De dónde lo conoces?– Antes de responderte eso…dime, ¿Por qué necesita un transplante completo de pulmón?– Bueno, eso no lo sé, no lo conozco tanto, es muy petulante, grosero, estúpido, misógino, homofóbico…agghh (Dijo en tono de enojo)…lo repudio…en varias ocasiones él me ha…– (Eleanor interrumpió) No, por favor ni lo menciones… Ya me imagino…– ¿También lo conoces?– Más que eso…– ¿Cómo? No me digas que saliste con el por que…– (Eleanor interrumpió) No, no, nada de eso…– ¿Entonces?– Pues…digamos que…es difícil de explicar…– No, ahora me dices…– Bueno, me avergüenza admitirlo pero…es mi papá… – (Se sonrojó, se le hizo un nudo en la garganta, con mucha vergüenza y casi sin poder hablar dijo) Lo Lo Lo siento, yo no, yo no, yo no sabía que, pues que… que él, que él era, pues que él era tú papá… – Hasta se te bajaron los colores del rostro, no, no te preocupes, no tienes por que disculparte…yo

sé que mi papá no es precisamente una perita en dulce… Así que entiendo tú pensar…– Aun así, no debí expresarme así de él, soy una tonta habladora, eso es lo que soy… – ¡Ariel!– ¡Mande!, dijo la prima de Ariel.– No, tú no, Ariel mi Ariel… Por cierto, ¿No tienes otro nombre?– Sí, puedes decirme Naomi, si así lo prefieres…– Bien, déjame le vuelvo a llamar por que no viene, ¡Ariel!– (A lo lejos se escuchó) ¡Ya voy, ya voy, no desesperes!– Si desespero, tengo que contarte algo muy importante…– Ya vine, ¿Qué paso?– Pues…¿Quién crees que es el responsable de la nueva ley? – ¿Mi prima?– No, ella no, es un hombre…– Amm… no se, ¿Quién?– Te daré una pista…te odia y lo conoces…– ¡Ay no!, no puede ser, ¿Tú papá?¿Es enserio?– Sí, así es…– ¿Y que haremos?– No sé, Naomi dice que tiene amenazado a la mitad del senado para que aprueben la ley, y tú sabes que mi papá no es un hombre con el que se pueda tratar como persona civilizada y también sabes que cuando se trata de intimidar

a alguien…no hay nadie “mejor” que él…– En eso tienes razón, ¿Entonces que haremos?, no podemos enfrentarlo, tú sabes el poder que tiene y que con sólo mover un dedo, aunque seas su hija, no dudará en liquidarte de ser necesario…– Lo sé, pero tengo un plan, es bastante alocado, pero puede que funcione…– ¿Y cuál es?– ¿Confías en mí?– Con todo mi ser…– Entonces no preguntes…– Pero, pero, pero…– (Interrumpió diciendo) Pero nada…– ¡Amooor!– Bueno, está bien, te daré un pequeño adelanto de lo que planeo…¿Aun recuerdas el día que yo llegue a tú casa a pedir asilo sin darte explicaciones?– Sí, claro que sí, jamás olvidaría ese día, estaba lloviendo, venías mojada, llorando, en pijama y con una maleta en tu mano con pocas cosas dentro de ella…– ¿Y recuerdas qué me preguntaste por qué y hasta la fecha nunca te he dicho?– Claro, ya no he querido volver a preguntar, yo supuse que te peleaste con tu papá…– Bueno, creo que llegó el momento de que sepas la verdad… Recordarás que dos meses antes de que yo viniera a vivir para acá mi

madre falleció…– Si, claro que lo recuerdo, tú madre que en gloria esté… tan linda que era, ella si me quería, no como tu papá, pero bueno…prosigue…– Bueno, como recordarás cuando llegue aquí era como la una de la mañana…– Claro que lo recuerdo…¿Cómo podría olvidar eso?– Bueno, esa noche, pues si discutí con mi papá, hizo algo que jamás le podré perdonar, estaba yo llegando de la escuela, ese día salí a las diez de la noche, lo recuerdo, entré a la casa y me dijo, “Me recuerdas tanto a tú mamá”, y yo le dije, “Será por que soy su hija…”, y me dijo, “Tienes sus mismos ojos”, y ahí me di cuenta que ya estaba pasado de copas, y le dije, “Sí papá, como digas…ya me iré a dormir”, y me dijo, “Ningún dormir, ven acá”, me tomó por el cabello, me jaló hacia él, me dio un beso en la boca, puso una de sus manos en mi pecho de manera brusca mientras con la otra sostenía mi cabeza y yo lo empuje y lo patee en su…bueno, ya te has de imaginar, después subí y eché todo lo que pude en esa pequeña maleta, pedí un taxi y ya, así fue como llegué aquí…– (Ariel interrumpió diciendo) Creo saber lo que planeas hacer y déjame expresarte que no estoy de acuerdo…– Yo sabía que no estarías de acuerdo pero…piensa en nuestra hija, ¿No crees que merece el

sacrificio?– No, no creo, ni siquiera sabemos si…– (Eleanor interrumpió diciendo) No importa, sea como sea yo estoy dispuesta a hacer esto por nuestra hija y sí tú no lo estás dímelo para regresarte tú anillo… – No puedes hablar enserio, ¿Me estás condicionando?, en verdad no puedo creerlo…– Ariel…Es nuestra hija, o va a ser, o no sé, el punto es que tienes que demostrarme que darías hasta tú vida por ella al igual que yo…si no no tiene caso que sigamos con esto…la verdad…– Bueno, lo siento pero no te seguiré en tu locura, yo preferiría perder una hija que ni siquiera sabemos si llegará a perder a la mujer que amo con toda mi vida, no te apoyo en tu locura, lo siento, pero hasta haré todo lo que esté en mis manos para que no lo hagas…– Que bueno que escuché esto, ten tú anillo y hasta aquí las cosas, ¿Naomi, puedes sacarme de aquí?– Sí, claro, vente nena…    Eleanor subió a su cuarto, tomó su maleta, empacó todo lo que pudo con lagrimas en los ojos, bajó y le dijo a Naomi, “Enciende el carro, ya salgo”, Ariel intentó detenerla, le dijo que lo pensara bien antes de hacer esa locura que podía terminar con su vida y su integridad, Eleanor no escuchó y salió muy enojada de la casa de Ariel, inclusive aventó la puerta al salir,

subió al carro de Naomi envuelta en llanto y diciendo, “Es que no puede ser que tengan que pasar estas cosas para que te des cuenta quién está contigo y quién no”, Naomi trataba de tranquilizarla un poco, pero Eleanor seguía, “Como es posible que con la persona que compartí tantos años de mi vida ahora me hace esto, no es justo, y tu dirás que estoy loca, pero el futuro en verdad me desconcierta y saber que tendré una hija me hace muy feliz, pero saber que Ariel no me apoya me destroza el alma ¿Sabes?, al ser nuestra hija pensé que estaría de acuerdo con lo que voy a hacer, aunque bueno, Ariel tiene razón, es arriesgado y estúpido, pero yo no sé ser de otra manera…”, Naomi detuvo su auto en un estacionamiento, el sol ya se había metido y los negros nubarrones ensombrecían la poca luz que había, la ciudad estaba en tinieblas y se podía sentir esa electricidad en el aire previa a la tormenta, Naomi siguió tratando de tranquilizarla y dijo;– Yo no sé si Ariel tenga razón o no, ni se lo que planeas hacer pero…sé que Ariel siempre ha dicho que daría la vida por ti y que nada le dolería mas que perderte, entonces si vas a hacer algo que pone en riesgo tú vida pues quizá sí sea mejor que no lo hagas, destrozarías a Ariel si te perdiera, tu en su vida lo eres todo, se nota su amor por ti puro y verdadero…– Puede que tengas razón pero…¿Y nuestra

hija?, creo que también debería ser importante para Ariel como lo es para mi…– Es probable que si debería pero…debes entender que esa niña aun no nace y tú estás aquí arriesgando tú vida, si mueres esa niña es probable que siga sin existir…creo…– Bueno, a decir verdad, no sé como fue que pasó, es decir…– (Naomi interrumpió) Sí, sí, te entiendo, yo tampoco entiendo, pero quizá en el futuro encontraron la forma o simplemente pues…– (Eleanor interrumpió) Sí, quizá eso fue, pero sin importar como haya sido, sería tanto mía como de Ariel…– Bueno pero…ya no sé que decirte, yo no creo que debas molestarte con Ariel…después de todo estoy segura que se aman…– Claro que sí, pero es tan idiota a veces que…– (Naomi interrumpió) Ahora veo por que Ariel te ama, eres una niña muy tierna…– Gracias, pero…eso a que viene…– Pues, me nació, no vayas a pensar mal, es que me causaste ternura…– Pues…gracias…supongo…                                             – ¿A dónde quieres que te lleve?¿Quieres ir a comer algo?, te puedo comprar una hamburguesa, una pizza, o algo que desees, lo que sea, agua, nieve, café, no sé, ¿Qué te gustaría?– Pues, si no es mucha molestia…me gustaría que

me llevaras por un café para relajarme poquito pero…sinceramente no alcancé ni a tomar dinero, ni mi cartera, ay no, soy tan despistada…sólo a mi me pasa esto…– No te preocupes…yo invito…– No, no, claro que no, no podría aceptarlo…a penas te conozco y sería atrevido de mi parte…– No, para nada, estamos en confianza, anda, insisto…– Está bien, ¿Pero a esta hora si habrá algo abierto?– Podemos llegar a un restaurante y ahí pides tú café y yo a ver que pido, yo quiero comida así que está perfecto, ¿Tú qué dices?– No, no, mejor llévame a casa de mi papá, necesito resolver este problema ahora y después resolveré lo de Ariel, te lo agradecería nena…– ¿Estás segura?– Sí, sí, si quería aceptarte el café, pero tengo que resolver esto antes de que mi papá haga lo que tiene planeado…– ¿Estás segura?¿Y qué planeas hacer?– Tú confía en mí y llévame a casa de mi padre por favor…– Está bien, ¿Dónde vive?– Por el parque del centro, el que esta enseguida del estadio de fútbol…– A, okey, ya se dónde    Naomi se dirigió hacia las indicaciones de Eleanor. Al llegar, Eleanor pidió de favor a Naomi

que se retirara del lugar y la dejara ahí sola, al principio Naomi no aceptó pero con muchas alegatas y mas forzoso que voluntario Naomi se retiró del lugar y dejó ahí a Eleanor sola.     Eleanor se acercó a la puerta de la casa de su papá y la tocó con enjundia, luego de dos minutos la fámula abrió la puerta y dijo, “Muy buenas tardes, ¿Qué se le ofrece?”, Eleanor contestó, “Estoy buscando al señor Gabriel Judkins, y ni se atreva a decirme que no está…ahí está su camioneta así que digale que lo está buscando su hija arrepentida”, la fámula contestó, “Sí señorita, yo le digo”, fue con el papá de Eleanor a decirle, él se mostró sorprendido y no podía creer lo sucedido, se dirigió a la puerta para confirmar el suceso, al ver que era cierto dijo;– Hola hija, así que por fin te arrepentiste de haberte ido y vuelves corriendo a los brazos de papá, pero no creas que me tienes muy contento y que vas a volver así tan fácil nada más por decir que estás arrepentida.– Lo supuse…¿Y qué tengo que hacer entonces?– Ay hija, ¿Cómo me vería diciéndote eso en frente de la criada?, luego se va a poner celosa, ¿Qué no ves que se muere por mi? (Le agarró los glúteos a la fámula y dijo) Por favor Rosario, retirarte a tu casa y te espero aquí hasta nuevo aviso…– Pero señor(Dijo la fámula) me acaba de

contratar y necesito ese dinero para…– (Gabriel interrumpió diciendo en tono grosero) A mi no me interesa que quieres y que no quieres, ¡Lárgate, es una orden!– Pero, pero, pero, señor…– (Volvió a interrumpir) Pero nada, ¡Qué te largues dije! ¿Qué no entiendes?    La fámula se retiró del lugar con lagrimas en los ojos y se fue. El papá de Eleanor la hizo pasar a su casa y le ordenó se sentara en la sala, ella lo hizo y él dijo; – ¿Te ofrezco algo de beber?¿Ron?¿Cognac?¿Vodka?– No tomo, gracias…– ¡Ningún no tomo!, si planeas volver aquí tienes que cambiar esa actitud de santurrona…– Está bien, está bien, quiero un vodka tonic…– No hay aguaquina…– Bueno, tomaré lo que tú tomes…– ¡Esa es mi hija!, así me gusta, esa es la actitud que quiero…– ¿Y desde cuándo tienes sirvienta?– Pues desde que me abandonaste aquella noche, a los tres días conseguí una gata para que me ayudara, pero yo no se por que no me duran, esta que conociste tiene trabajando aquí conmigo tres días…– Ahh, Quién sabe por que será que no te duran…siendo tu un hombre tan guapo y macho deberían durarte mas…

– Exacto es lo que yo… Un momento, ¿Estás siendo sarcástica?– No, claro que no, mírate, eres todo un adonis, ¿Qué mujer no desearía trabajar contigo?– Noto algo sospechoso, ¿Estás segura de que no has tomado demasiado?, por que aun recuerdo la última vez que hasta me pateaste en la ingle…– Ay Gabriel…entiéndeme, era una niña, no sabía nada de la vida…– Bueno, en eso puede que tengas razón, bueno, y ahora cuéntame, ¿Cómo fue que cambiaste de opinión?– No quiero hablar ahora de eso, (Con voz seductora preguntó) ¿Qué te parece si vas a acostarte y voy a hacerte un masajito?– Bueno, me parece excelente, ay hija mía, no tienes idea lo orgulloso que me hace verte así por fin cooperativa (Le dio una nalgada).– (Aun con voz seductora dijo) ¡Ay papá!¡Qué atrevido!¡Eres tan macho!    Sin pensarlo dos veces el papá de Eleanor se dirigió a su cuarto corriendo, se acostó en su cama y dijo, “Aquí te espero”, el imaginaba todo tipo de cosas perversas que según el pasarían con su hija, mientras tanto Eleanor pensaba en que hacer, no sabía si lo que iba a hacer estaba bien, tenía miedo, tomó un cuchillo de la cocina y pensó para sí, “Sólo por si algo no sale bien llevaré este cuchillo, espero no tener que

utilizarlo”, a lo lejos se escuchó la voz de Gabriel gritar, “Anda hija, quiero ya ese masajito”, Eleanor gritó, “Ya voy papá, estoy descalzándome para estar a gusto”, Eleanor no le quedó mas remedio que descalzarse para no verse como una mentirosa y con mucho miedo guardó el cuchillo que tomó en el moño de la cintura del vestido que traía, entró a dónde estaba su papá acostado, él estaba prácticamente desnudo, ella cada vez sentía más y más miedo, se armó de valor y dijo, “Ya vine, ahora date vuelta para hacerte tu masaje”, Gabriel respondió, “No tan rápido, primero quiero verte bien, a ver, date vuelta, eso, así, ahora quiero que te sientes aquí sobre mi”, con mucho temor, Eleanor no le quedó de otra que hacer lo que el pervertido de su papá decía, pero comenzaba a asquearse y hartarse, se sentía sucia, sentía que lo que ella estaba haciendo quizá no era lo más correcto, pero quería salvar a su hija y fue el único pensamiento que la mantuvo ahí sin rendirse, una vez sentada sobre él, él tomó los dos tirantes del vestido y del sostén, los bajó y dijo, “Oh por Dios, ¡Cómo has crecido!” y comenzó a acariciarla, Eleanor no pudo sentir mas que odio y asco y cuando ya no pudo más soportar lo que estaba pasando dijo, “Ya, voltéate para darte tu masajito”, “Está bien”, contestó el papá de Eleanor y se puso de espaldas, Eleanor comenzó a hacer masaje a la

espalda desnuda de su papá por dos minutos, hasta que el asco le ganó, tomó el cabello de su papá y lo jaló hacía atrás, él gritó, “Sí, sí, sí”, ella siguió jalando, tomó el cuchillo con la otra mano y dijo con lagrimas en los ojos, “Ahora sí maldito”, con toda la fuerza y odio que tenía clavó el cuchillo en el cuello y asesinó a su padre, salpicó sangre por toda la habitación, la cama que de sabanas blancas vestía roja terminó, Eleanor rompió en llanto, sus manos llenas de sangre temblaban por lo que había hecho, sentía un gran alivio y una gran culpabilidad, con las manos ensangrentadas subió los tirantes de su sostén y su vestido, tomó el teléfono que estaba en el buró junto a la cama donde yacía su padre y llamó a la casa de Ariel, sonó y sonó hasta que mandó a la contestadora,  Eleanor alterada, temblando, llorando, con voz nerviosa, triste y temblorosa dejó el siguiente mensaje, “Ariel, sé que estás ahí…soy Eleanor, por favor ven, acaba de pasar algo muy grave y, y… y… no se que hacer (Rompió en llanto) ¡Por favor ven!”. Ariel estaba llegando justamente cuando Eleanor dejaba el mensaje y sin pensarlo dos veces se dirigió inmediatamente a la casa del papá de Eleanor, asustado y preocupado manejó tan rápido como pudo imaginando lo peor, pero jamás cruzó por su mente que al llegar vería semejante escena, al llegar al domicilio Ariel abrió la puerta con sólo girar la

perilla, entre la conmoción de lo sucedido Gabriel había olvidado ponerle cerrojo, entró y comenzó a gritar, “¡Eleanor!¡Eleanor!¡Eleanor!”, a lo lejos se escuchó una voz que gemía con dolor, “Aquí estoy, en el cuarto, ven para acá”, Ariel se dirigió inmediatamente a ese cuarto, abrió la puerta y vio a Eleanor sentada en una esquina con la cabeza entre las rodillas que tenía dobladas, reclinándose hacia adelante y hacia atrás y repitiendo, “Yo lo mate, yo lo mate, yo lo mate Ariel, yo lo mate, no era mi intención, no era lo planeado, no era necesario pero lo mate, ahora estoy condenada, y más por que al hacerlo me sentí liberada”, Ariel intentó acercarse a ella pero al hacerlo Eleanor gritó, “¡No! ¡No te me acerques! ¡Quítate!”, Ariel se acercó y con voz tierna y suave dijo, “Tranquila amor, no pasa nada, hiciste lo que creíste correcto”, Eleanor le dio un manotazo y le gritó, “¡Quítate!¡Aléjate de mí!¡No me toques!¡No te quiero aquí!¡Vete!”, Ariel se alejó un poco y dijo tratando de tranquilizarla, “Párate, nada ganas ahí sentada amor, vamos, salgamos de aquí y dejemos las cosas así”, Eleanor rompió en llanto y con una voz temblorosa dijo, “No puedo, no puedo dejar las cosas así, mira ese charco de sangre en el piso, ¿Qué he hecho?, yo sé que no era el mejor hombre pero…¿En verdad merecía morir?, y peor aun, ¿Merecía ser asesinado brutalmente por su única hija?, yo no lo creo…”,

Ariel tomó la mano de Eleanor y dijo, “Yo tampoco lo creo amor pero…ya está hecho, ven, párate, déjame abrazarte”, Eleanor se paró junto con Ariel, se abrazaron y Eleanor seguía llorando, Ariel intentó consolarla y comenzó a besarla en la boca de una manera tierna y gentil, Eleanor al principio no dejaba que Ariel la besara, pero poco a poco fue cediendo ante sus besos, la llenó de besos y caricias tiernas, un acercamiento paulatino, Ariel no sabía lo que había pasado, aun que lo imaginaba, así que no quiso presionarla y sólo llegaron hasta donde Eleanor lo permitió, salieron de ahí y se fueron a casa de Ariel, llegando lo primero que hizo Eleanor fue quitarse toda la ropa y tirarla a la basura, luego de eso subió corriendo a bañarse, sólo que ahora puso a llenar la tina y se sumergió un buen rato en ella, Ariel esperó en la sala hasta que Eleanor salió de bañarse, pero mientras esto sucedía, Ariel tomó la carta que había encontrado Eleanor y la sostuvo entre sus manos, justamente cuando Eleanor bajaba las escaleras la carta desapareció de las manos de Ariel, simplemente se desvaneció en el aire, Ariel le gritó a Eleanor, “¡Eleanor!¡Ven!¡La carta se desvaneció!”, los ojos de Eleanor se llenaron de emoción y de entusiasmo y dijo, “Eso quiere decir que el sacrificio valió la pena, espero…”, Ariel contestó;– Verás que sí mi amor, verás que sí, no quiero

presionarte pero…¿Qué haremos con el cuerpo de tu padre?.– No sé, no sé, no sé, no sé, ¿Qué vamos a hacer Ariel?, no quiero ir a la cárcel, ¡No quiero!– Tranquila amor, vayamos por el cuerpo y arrojémoslo en algún lugar…– ¿Cómo vamos a hacer eso?, no, ¿Por qué no llamamos a la policía?– Claro que no amor…te van a inculpar…mejor vamos por el cuerpo y lo quemamos, limpiamos bien la casa de tú papá y ni quien se entere…– ¡Ay amor!, no sabía que tuvieras esa alma homicida (Le dio un beso en la frente y dijo) ¡Te amo!– ¡Y yo a ti también! (La besó)    Regresaron a la casa del papá de Eleanor a hacer lo planeado y ya no volvió a tocarse mas ese tema, cuando la gente y la policía notó que había fallecido no hicieron muchas averiguaciones pues el señor tenía bastantes enemigos en la lista.        Meses después de lo sucedido y luego de muchos intentos fallidos la joven pareja opto por adoptar una pequeña niña de cuatro meses de nacida a la cual llamaron Azumaría Rosnavelle Ibargüengoitia Judkins, quién se convirtió en la joven prodigio mas prometedora para la ciencia, realizó muchos inventos y fue capaz de crear un aparato que enviaba objetos de cualquier tipo a

cualquier tiempo, pero solamente objetos, se espera que con el tiempo también se puedan enviar personas, eso sí, ella es la única, hasta el momento, capaz de manejar esa tecnología.    Eleanor y Ariel solamente tuvieron a esa hija, no sin antes casarse, claro está, y ya no volvieron a tener casi ningún inconveniente, año con año celebran el día en que llegó la carta como el día del cumpleaños de la pequeña Azumaría y nunca se habla de lo sucedido con el papá de Eleanor.