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15 LA CONSTRUCCIÓN DE UNA EMOCIÓN Y SU RELACIÓN CON EL LENGUAJE: REVISIÓN Y DISCUSIÓN DE UNA ÁREA IMPORTANTE DE LAS CIENCIAS SOCIALES THE CONSTRUCTION OF AN EMOTION AND ITS RELATION WITH THE LANGUAGE. A DISCUSSION OF AN IMPORTANT AREA OF THE SOCIAL SCIENCES SIMONE BELLI Despatx B5 - 032, Departament de Psicologia Social, Edifici B - UAB, 08193 Bellaterra (Barcelona), Spain, Tef +34 93 581 1704, Fax +34 93 581 2125, http://psicologiasocial.uab.es/belli/ “http://psicologiasocial.uab.es/ca/user/54” http://psicologiasocial.uab.es/ca/user/54 RESUMEN El estudio de las emociones ha sido una de las áreas de investigación más importantes en ciencias sociales. La psicología social también ha contribuido al desarrollo de esta área. En este artículo analizamos parte de la contribución hecha por esta disciplina al estudio de la emoción, entendida como construcción social, y la fuerte relación que tiene con el lenguaje. Específicamente, planteamos una discusión a partir de las caracterís- ticas generales de la psicología social de las emociones y las aportaciones desde diferentes disciplinas de esta área de investigación, para dar sentido a la relación que tienen las emociones con el lenguaje. En este sentido, hemos revisado referencias bibliográficas básicas para el estudio de la construcción de una emoción, las hemos organizado temáticamente y clasificado en 3 grandes categorías: 1) Aportaciones y antecedentes desde diferentes perspectivas; 2) Enfoque construccionista y de-construccionista de la emoción y 3) Enfoque postconstruccionista de la emoción. En la primera categoría hemos considerado las principales aportaciones desde las ciencias sociales, las cuales se pueden sintetizar en dos áreas: el carácter filosófico en la construcción de una emoción y el pasaje entre la filosofía y la psicología mainstream de la emoción. En la segunda categoría hemos trazado una línea que empieza con la relación entre emoción y lenguaje y la construcción social de la emoción, es decir, su perspectiva discursiva. Acabando por las teorías postconstruccionistas, como el concep- to de performance de Judith Butler y la tecnociencia. Para dar mayor sentido a esta línea de estudio nos ha parecido oportuno utilizar como ejemplo una emoción concreta en particular, el enamoramiento. Palabras claves: Construcción social de la emoción, lenguaje, performance, tecnociencia. ABSTRACT The study of emotions has been one of the most important research areas of the Social Science. Social Psychology has also contributed to the development of this area. In this article we analyze the contributions done by this discipline to the study of emotions, understood as social contribution, and the strong relation it has with language. Specifically, we establish a discussion between, the general characteristics of the social psychology of emotions and the support of the different disciplines of this research area, to make sense with the relation that emotions have with language. According to this we have reviewed basic bibliography related to the building of an Emotion.We have organized them by topics and classified them in three categories: 1) contributions and records from different perspectives. 2) A constructive and de-constructive approach of the emotions and 3) A post- constructive approach of the emotion. In the first category we have considered the main contribution of Social Science, which can be synthesized into two areas: the philosophic character in Revisión / Revision Theoria, Vol. 18 (2): 15-42, 2009 ISSN 0717-196X

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LA CONSTRUCCIÓN DE UNA EMOCIÓN Y SU RELACIÓNCON EL LENGUAJE: REVISIÓN Y DISCUSIÓN DE UNA ÁREA

IMPORTANTE DE LAS CIENCIAS SOCIALES

THE CONSTRUCTION OF AN EMOTION AND ITS RELATIONWITH THE LANGUAGE. A DISCUSSION OF AN IMPORTANT AREA

OF THE SOCIAL SCIENCES

SIMONE BELLI

Despatx B5 - 032, Departament de Psicologia Social, Edifici B - UAB, 08193 Bellaterra (Barcelona), Spain,Tef +34 93 581 1704, Fax +34 93 581 2125, http://psicologiasocial.uab.es/belli/

“http://psicologiasocial.uab.es/ca/user/54” http://psicologiasocial.uab.es/ca/user/54

RESUMEN

El estudio de las emociones ha sido una de las áreas de investigación más importantes en ciencias sociales. Lapsicología social también ha contribuido al desarrollo de esta área. En este artículo analizamos parte de lacontribución hecha por esta disciplina al estudio de la emoción, entendida como construcción social, y lafuerte relación que tiene con el lenguaje. Específicamente, planteamos una discusión a partir de las caracterís-ticas generales de la psicología social de las emociones y las aportaciones desde diferentes disciplinas de estaárea de investigación, para dar sentido a la relación que tienen las emociones con el lenguaje. En este sentido,hemos revisado referencias bibliográficas básicas para el estudio de la construcción de una emoción, lashemos organizado temáticamente y clasificado en 3 grandes categorías: 1) Aportaciones y antecedentes desdediferentes perspectivas; 2) Enfoque construccionista y de-construccionista de la emoción y 3) Enfoquepostconstruccionista de la emoción. En la primera categoría hemos considerado las principales aportacionesdesde las ciencias sociales, las cuales se pueden sintetizar en dos áreas: el carácter filosófico en la construcciónde una emoción y el pasaje entre la filosofía y la psicología mainstream de la emoción. En la segunda categoríahemos trazado una línea que empieza con la relación entre emoción y lenguaje y la construcción social de laemoción, es decir, su perspectiva discursiva. Acabando por las teorías postconstruccionistas, como el concep-to de performance de Judith Butler y la tecnociencia. Para dar mayor sentido a esta línea de estudio nos haparecido oportuno utilizar como ejemplo una emoción concreta en particular, el enamoramiento.

Palabras claves: Construcción social de la emoción, lenguaje, performance, tecnociencia.

ABSTRACT

The study of emotions has been one of the most important research areas of the Social Science. SocialPsychology has also contributed to the development of this area. In this article we analyze the contributionsdone by this discipline to the study of emotions, understood as social contribution, and the strong relation ithas with language. Specifically, we establish a discussion between, the general characteristics of the socialpsychology of emotions and the support of the different disciplines of this research area, to make sense withthe relation that emotions have with language. According to this we have reviewed basic bibliography relatedto the building of an Emotion.We have organized them by topics and classified them in three categories: 1)contributions and records from different perspectives. 2) A constructive and de-constructive approach of theemotions and 3) A post- constructive approach of the emotion. In the first category we have considered themain contribution of Social Science, which can be synthesized into two areas: the philosophic character in

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the building of an emotion, and the passage between philosophy and psychology. In the second category wehave establish a line that starts with the relations between emotion and language and the social constructionof the emotion that is to say, its discourse perspective. Finally ending with the post constructive theories, asthe performance concept of Judith Butler and the techno- science. To give more sense to this line of study wedecided to use as an example a concrete emotion: “falling in love”.

Keywords: Social construction of the emotion, language, performance, techno science.

Recibido: 23.09.09. Revisado: 27.10.09. Aceptado: 22.12.09.

INTRODUCCIÓN

El grito que cada uno de nosotros emiteen el primer instante de la propia histo-ria personal cuando ha sido expulsadodel útero para entrar en el mundo exter-no es un señal emotivo. Es la emoción elprimer lenguaje de todos nosotros.

(Oatley, 2007:116)

¿Qué es la tristeza? ¿Qué es la ira? ¿Qué es elmiedo? ¿Son sólo palabras o hay algo más?En principio, tristeza, ira, miedo son emo-ciones. Cómo también lo es el amor. Por logeneral, suele considerarse que las emocio-nes corresponden a experiencias corporalesnaturales que luego se expresan a través dellenguaje, y ese lenguaje, a su vez, suele cali-ficarse como irracional y subjetivo. Es decir,primero sentimos en el cuerpo lo que mástarde sale por nuestras bocas en forma de undiscurso que en cierto modo se opone a larazón. De las emociones también se dice quese gestan en el inconsciente y no en la vo-luntad, que son más espontáneas que artifi-ciales; más “sentidas” que “pensadas”. Enocasiones se las mezcla con conductas con-sideradas racionales, o cuyo estatus existen-cial pertenece al orden de lo no-emotivo y,recientemente, se afirma que no son patri-monio exclusivo de la interioridad de laspersonas sino que son construcciones socia-les de naturaleza fundamentalmente discur-siva. En efecto, la psicología social de laemoción ha demostrado que los procesos,los determinantes y las consecuencias de lasemociones se desarrollan en la interacción a

través del lenguaje. Es en esta dirección quevamos a tratar en el siguiente artículo la es-tricta relación que tienen las emociones conel lenguaje. Trataremos sobre todo una emo-ción en particular, fundamental en la histo-ria de la evolución de los hombres en el de-sarrollo de la cultura occidental, que es elamor (Oatley, 2007:18), entendido en elsentido más amplio del término contribu-yendo a definir la esencia de los seres huma-nos. “Ci sono persone che non si sarebberomai innamorate, se non avessero mai sentitoparlare dell’amore”, dijo La Rochefoucauld.Sin historia de enamoramientos y amor nosabríamos como enfrentarnos esta emociónfundamental. También porque esta particu-lar emoción ha sido investigada en sus múl-tiples facetas, y parece ser la emoción porantonomasia cuando se trata de la relaciónentre emociones y lenguaje. En los textosrevisados, el amor y el enamoramiento pa-recen tener importancia primaria, y nume-rosos autores han tratado este tema en susescritos. Por estas razones hemos elegido estaemoción para poder explicar los varios pa-saje de nuestra revisión bibliográfica.

Durante más de cien años las emocioneshan sido objeto de estudio de varias disci-plinas de las ciencias humanas y sociales,entre ellas cabe mencionar la filosofía, lapsicología y la sociología. El tema de lasemociones ha sido estudiado en todas lasramas de las ciencias sociales, de allí que exis-ta un gran número de aproximaciones teó-ricas que mantienen puntos de vista dife-

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rentes. Por esta razón en la primera parte deeste artículo vamos a tratar las aportacionesmás importantes que en el ámbito de estastres disciplinas han aportado al tema de lasemociones y la relación con el lenguaje.

Por ejemplo en el ámbito de la psicolo-gía, Mayor (1988) afirma que no hay unadefinición de emoción comúnmente acep-tada. Y la historia de las emociones debe versesiempre en el contexto de los cambios ocu-rridos en la psicología como disciplina ge-neral. De hecho, pudiera decirse que lo quemás ha influido en el estudio de las emocio-nes ha sido el cambio constante experimen-tado por la psicología a lo largo de su evolu-ción disciplinar. Y estas influencias pasantambién en las otras dos áreas de estudio, lafilosofía y la sociología. Una revisión en estaárea que no tome en cuenta estas disciplinases destinada a dar sólo unos aspectos super-ficiales, sin tener en cuenta de dónde ha na-cido esta problemática, que será lo que vere-mos en la primera parte de esta revisión.

Sucesivamente se ha centrado la atenciónen el binomio emoción-lenguaje. Su interésha sido elaborar argumentos que sirvan paradiferenciar la relación entre estos dos térmi-nos, es decir, si las emociones se pueden “lo-calizar” en el lenguaje o si a través del lengua-je se accede a las emociones (Harré, Finlay-Jones, 1986; Bax, 1986; Good et al., 1988).Definida esta relación, hemos profundiza-do en el estudio de la construcción social delas emociones en cuanto evolución naturaldel binomio anterior. La idea ha sido distin-guir, tanto en los aspectos históricos comoantropológicos, cómo se construyen las emo-ciones siempre teniendo como eje el discur-so (Harré, 1984; Stearns y Stearns, 1985;Ibáñez, 1994; Harré y Stearns, 1995). La lí-nea sucesiva a este planteamiento se recon-centra en la psicología discursiva tal comola propone Derek Edwards, centrando supropio interés en el estudio de las emocio-nes en el discurso (Edwards y Potter, 1992;

Edwards 1997, 2000). Cabe decir queEdwards está claramente influenciado porlas principales corrientes construccionistas-discursivas de Harré (1984), Wooffitt (1992),Billig (1987), Atkinson y Heritage (1984) yPotter y Wetherell (1987).

En los ultimos años, el tema de las emo-ciones ha sido influenciado por la investiga-ción postconstruccionista (Iñiguez, 2005),particularmente usando la performatividadcomo noción central. Según Judith Butler(1993) la construcción de las emociones esun procedimiento abierto a constantes trans-formaciones y redefiniciones (Butler, 1997;Braidotti, 2000; Spivak, 1990). Definidoesto, se ha visto como el último efecto deesta evolución natural entre emoción y len-guaje ha sido en último término la tecno-ciencia. Han aparecido nuevas emociones,o diferentes manera de llamar a las emocio-nes ya existentes en la tecnociencia. Debidoal uso de las nuevas tecnologías de la infor-mación y de la comunicación según un as-pecto emocional. Este es el lugar donde porejemplo confluyen los intereses comunes defilósofos, epistemológos y psicólogos embar-cados en el proyecto de la máquina afectiva(Rose, 1983; Brown, 2005; Brown y Stenner,2001; Michael, 2000, 2006), en el concep-to de cyborg y de techno-disembodiment(Haraway, 1989, 1995; James y Carkeek,1997; Gibbs, 2006, Hollinger, 2000; Ra-mos, 2005) o simplemente en la noción del“disclosure”, fenómeno muy difuso de lo quesignifica expresar emociones a través de unapantalla.

Dada la multiplicidad de perspectivas, lascontroversias abiertas y los planteamientosteórico-metodológicos plurales, tal y comoya hemos dicho, en este artículo nos propo-nemos describir el panorama científico delestudio de la emoción como una línea con-tinua de las diferentes aportaciones de lasciencias sociales. Nos ha parecido atractivotrazar esta línea de continuidad de esta área

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de conocimiento, siriviéndonos de un ejem-plo que, gracias a su fuerzas explicativa y asu impacto en diferentes investigaciones, noshan hecho comprender la importancia de larelación entre emoción y lenguaje. Expresarla emoción del enamoramiento, del estarenamorado, en definitiva, del amor, ha sidoa lo largo de la historia de la literatura unasuerte de argumento principal, donde se hadesarrollado toda una serie de mitos y expe-riencias durante muchos siglos. Por esta ra-zón, vamos a descubrir cada área de investi-gación en este ámbito, ayudandonos con lasdiferencias de la expresión del “amor”.

1. ANTECEDENTES

1.1. El carácter filosófico

William Lyons (1985) nos ofrece un buenpunto de partida para introducirnos en eltema de la filosofía de la emoción. Citamosa este autor porque también nos introduceen el tema del enamoramiento. El autortoma muy a menudo y deliberadamente elamor como ejemplo, ya que tiene suficienteinterés e importancia como emoción por sísola. Además nos permite trazar una línearelacional entre la filosofía y la psicología, ya la misma vez entre emoción y lenguaje,tema central del presente artículo.

La utilidad de examinar cuidadosa-mente el lenguaje ordinario, si uno espsicólogo, estriba en que por lo gene-ral le proporciona una pista de las dis-tinciones que desde el punto de vistateórico es importante tener en cuen-ta. Sabemos bastante de los seres hu-manos y tal conocimiento está implí-citamente incorporado a nuestro len-guaje. Antes de desarrollar una teoría,en cuanto fase preliminar, podría re-sultar mucho más fructífero explici-tar tal conocimiento que embelesarse

en la contemplación de ratas u ocasgrises (Peters, 1958).

Sirviendose de esta cita, Lyons (1985: 4)define que la emoción no son más que mo-delos funcionales expresados en palabras, yes dificil concebir cómo alguien podría lle-gar muy lejos sin intentar formularlas. Asíque las emociones son sentimientos dirigi-dos hacia afuera, hacia lo que en cada situa-ción se supone que es la causa de los senti-mientos. En este caso Lyons (1985:55)retoma la concepción de Spinoza de las emo-ciones, y que muchas veces, nos advierteSpinoza, muy a menudo nos formamos fal-sas creencias acerca de las causas de nuestrossentimientos, lo que nos lleva a odiar a losque no debiéramos y a amar a los que noson dignos de ser amados.

La emoción del amor ilustra lo dicho contoda claridad. Según Lyons (1985:186), nosservimos de los sentimientos ante todo comoindicadores de la presencia o la ausencia delamor. Decimos cosas del estilo “¿ya no mequieres?” cuando la otra persona no “hamostrado sentimientos” en una situación endonde era de esperar que lo hiciese. Delmismo modo, podemos inferir de “no sien-to ya nada por ti”, que “ya no te quiero”. Noes fácil declarar que se siente amor por al-guien, “amor” en un sentido emocional, conla esperanza de ser creído si al mismo tiem-po uno sostiene que nunca ha albergado res-pecto a tal persona ninguno de los sentimien-tos que pueden hallarse causalmente vincu-lados a los aspectos evaluativos del amor.

El trabajo de Ludwig Wittgenstein (1958)va justo en esta dirección, desarrollando lacarga discursiva de las emociones en el len-guaje. El autor postula que las emocionesno son exclusivamente experiencias menta-les, sino también procesos identitarios, quedeterminan el individuo. Esta particular for-mulación llama la atención porque pareceinvalidar la hipótesis de que las emociones

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son solamente sentidos, ya que no puedenen ningún caso ser definidas sufridas, pasi-vas, víctimas, optando por la definición quelas emociones pueden ser definidas por unobservador externo. Wittgenstein ha puestoen evidencia la diferenciación, cómo hizoAristóteles, entre materia y contenido de lasemociones, manteniendo la relación que lasemociones y las reacciones psicológicas noson dos eventos diferentes, sino que puedenser descritas de dos maneras diferentes. Esesta inseparabilidad entre la materia y la for-ma que mantiene la característica denomi-nada “alteración orgánica”, es decir, la co-nexión entre la emoción y los objetos, y en-tre la emoción y los cambios psicológicos yconductuales, ya que son lógicos y necesa-rios, hasta llegar a una síntesis de ambos y auna definición común de emoción.

Según Wittgenstein (1958), el conoci-miento observado de sí mismo consiste enque nosotros no conocemos nuestras pro-pias emociones y nuestros propios senti-mientos de manera natural, sino que los co-nocemos según un recorrido epistémico.Esto hace que nosotros produzcamos arti-culaciones lingüísticas espontáneas de nues-tras sensaciones e impresiones del mundo.No las describimos, sino que las expresamoscon el efecto de que parecen más relaciona-das con el comportamiento que con la len-gua. Wittgenstein descubre una nueva espe-cie de actos del discurso. Alejado de la con-sagración de las palabras y de la emoción enla performatividad, las locuciones son he-chos, procesos puramente espontáneos. Estocrea en el discurso de las emociones unanueva definición: la definición de la acciónrefleja. Estas locuciones espontáneas tienenel estado categorial de hechos. La acción re-fleja es un marco interpretativo que pone ellímite en la diferencia entre las distintas ca-tegorías tradicionalistas, entre el decir y elhacer, o de la mente y el cuerpo.

Estos nuevos métodos del paradigma de

la psicología postempirista vienen así discu-tidos a partir de los trabajos de Harré (1989).

Un tema de interés común entre la Filo-sofía del Lenguaje y la Psicología Discursivaes la importancia del rol del lenguaje en laconstrucción de una emoción. Para Foucault(1966), el discurso constituye la junciónentre los objetos y la teoría, y es productivono sólo para las declaraciones, es decir, loexplícito, sino también para el objetivo y lapotencia del objeto en cuestión: así que elmaterialismo se redefine a fin de incluir lainmaterialidad corporal del tema. Este par-ticular análisis del discurso foucaultiano per-mite comprender cómo los efectos inmate-riales son tomados seriamente en el discur-so y, al mismo tiempo, dadas las condicio-nes cambiantes del discurso, producen estosefectos contingentes. El análisis del discursode Foucault, dado que permite sacar lo in-material desde el habla, puede permitir ex-traer las emociones desde el discurso. Estecambio inmaterial que se encuentra en eldiscurso, este cambio emocional, encuentrauna perspectiva dinámica, un vector de al-teración, que no considera adecuado man-tener las estructuras divagadoras y las prác-ticas normativas que han monopolizado laatención etnográfica en la investigación. Estemismo paradigma dinámico se lo puede en-contrar cómo característica principal en lasmismas expresiones emocionales.

En este apartado hemos podido compren-der la importancia que juega el papel de lasemociones en el lenguaje según la perspecti-va filosófica. En el presente articulo adquie-re sentido tratar la construcción de la emo-ción partiendo desde la concepción filosófi-ca, ya que esta disciplina fue pionera, antesque la Psicología y de la Sociología entre otrasciencias, al tratar la emoción como algo quese construye a través del lenguaje y que noexiste fuera de él, como hemos tenido oca-sión de explicar en este apartado.

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1.2. El pasaje de la Filosofía a la Psicología

Existe una linea borrosa que define el pasajeentre estas dos disciplinas, sobre todo cuan-do se trata de enmarcar un area de conoci-miento como la presente de las emociones yel lenguaje. Por esta razón no queremos po-nernos como objetivo una neta demarcaciónentre las dos disciplinas, sino una continuainterrelación entre las dos que nos permitaver un conjunto de aportaciones interesantea nuestra revisión.

El tema de las emociones en la Psicologíaha sido estudiado en todos sus ramos, sobreeste tema existe un gran número de aproxi-maciones teóricas que mantienen puntos devista diferentes. Mayor (1988) sostiene queno hay una definición de emoción común-mente aceptada, y por este motivo la histo-ria de la emoción en la Psicología debe verseen el contexto de los cambios en la Psicolo-gía general. Esta importante aclaración esnecesaria y fundamental antes de tratar elcampo de la Psicología de la emoción. Loimportante en este recorrido es tener muyclaro que lo que más ha influenciado al temade la emoción en la Psicología han sido cau-sados por los cambios producidos en el con-texto general de la historia de la Psicología.Partiendo de esta consideración, es posibleaplicar teorías psicológicas más generalespara intentar definir el contexto más especi-fico de la Psicología de la emoción.

Igualmente muchos autores y autoras quetrabajan en esta área, reclaman un enfoqueprincipalmente mainstream. En este senti-do se aproximan a la tradición conductivistaque presta atención a las interacciones a tra-vés de la observación, pero se alejan meto-dológicamente al seguir las normas de losenfoques más cuantitativos y positivistas. Espor ello que el comportamiento del indivi-duo en un contexto social ocupa un lugarcentral, en el sentido de que es visto cómola mejor manera de llegar a establecer rela-ciones causales.

Charles Darwin utilizó por primera vezel termino “expression emotional”, es decir,la emoción es algo que se expresa y se espe-ra. La pregunta que se planteó fue “¿Qué esuna emoción?”. Pero para Darwin las emo-ciones son el punto final, y vienen expresa-das después del proceso corporal. En la in-vestigación actual esta pregunta, planteadapor Darwin, es retomada por otra impor-tante figura actual en el campo del estudiode las emociones, Keith Oatley. La autoraentiende las emociones como una funciónbásica en la comunicación, siempre depen-dientes de las intenciones de los demás y delas acciones. Una comunicación de emocio-nes pautadas según turnos de habla (Oatleyy Jenkins, 1992:61). Pero esta parte se pro-fundizará en los apartados posteriores.

“¿Qué es una emoción?”. Esta es la pre-gunta argumentada en el 1884 por WilliamJames, fundador de la psicología estadouni-dense, considerado uno de los más impor-tantes psicólogos y filósofos de Estados Uni-dos. Retoma la misma pregunta que añosantes realizó Darwin. La respuesta fue suge-rida hace casi dos milenios y medio en Gre-cia y aceptada todavía hoy. Las emociones,según Aristóteles, están provocadas sobretodo por la manera de juzgar los eventos, enrelación a lo que cuentan para nosotros:objetivos, intereses, aspiraciones. Es el fun-damento de la perspectiva psicofisiológica,y fue la psicología conductivista elaboradapor William James (1890) a la que dio ini-cio a numerosos estudios sobre la emoción.De hecho, entre los psicólogos y psicólogasque se dedican al estudio de la emoción esampliamente compartida la idea de que elprincipal descubridor de esta “disciplina” enla psicología moderna fue William James(Mayor, 1988; Izard, 1991; Mandler, 1988;Averill, 1988; Gergen, 1994; Soyland,1994).

Fundamental ejemplo para comprenderlos estudios de James, a parte de los aquellossobre de la percepción del miedo y la reac-

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ción frente a un animal feroz, fue el estudiosobre la percepción del amor. Para James elamor es la percepción de un cambio corpo-ral que se produce en un individuo. Es de-cir, que para James el amor, como cualquierotra emoción, es un producto de un cambiocorporal. Los principales problemas que tie-ne esta teoría jamesiana son de atribuir prin-cipalmente a lo que James considera real-mente cambios corporales. Según el psicó-logo estadounidense, la emoción es un sen-timiento secundario activado indirectamen-te. James sostiene así que una emoción es lapercepción del cambio corpóreo (James,1884).

Un contemporáneo de James, Carl Lange(1887), ofrece una aclaración a la teoríajamesiana. Lange aclara la noción de cam-bios, especificando que este cambio se pro-duce en las vísceras del individuo. Este cam-bio visceral constituye la base de la natura-leza de las emociones según los conductivis-tas de la época, y corresponde a lo que ahorallamamos sistema nervioso principal. Estateoría, aclarada por Bernard y Bernard (1932),da inicio a muchas investigaciones psicofi-siológicas de las emociones.

Sin ninguna duda, una teoría tan revolu-cionaria como aquella de James-Lange haencontrado a lo largo del siglo numerosascríticas y escepticismo en las diferentes ra-mas de la Psicología. La perspectiva neuro-lógica encuentra en la figura de WalterCannon (1927), una de las críticas más im-portantes que se han hecho jamás a la teoríade James-Lange. El planteamiento de Cannonindica que el sistema nervioso no es funda-mental para el proceso de las emociones,porque este sistema constituye sólo una res-puesta a una emoción producida, y tambiénporque este sistema es protagonista sólo enalgunas emociones, mientras que en otrasno, como por ejemplo en la emoción en quetratamos en el presente articulo, del amor.

Schachter y Singer (1962) ofrecieron unateoría sobre la naturaleza de las emociones.

Ambos sostienen que las emociones son unaamalgama de estados psicológicos y los re-sultados de sus causas, es decir, sus conse-cuencias. El miedo, por ejemplo, es la sen-sación psicológica de creer que la situaciónen que nos encontramos puede ser percibidacomo peligro. Demostraron cómo con lasasunciones de algunas vitaminas (o drogas,en según que casos), se podía notar el efectoque éstas producían a nivel emocional en losindividuos. Dolf Zillmann (1971) desarro-lla una línea de investigación siguiente a lade Schachter y Singer. En este experimento,los sujetos habían sido insultados y despuéstenían una oportunidad para vengarse. Eléxito fue que, la mayoría de las veces, lossujetos no se vengaban, y reprimían sus pro-pias emociones. Hampson y Morris (1978)y Griffiths (1989) continuaron estudiandoel comportamiento humano en relación aestas reacciones emotivas con buenos resul-tados.

Pero resulta evidente, y numerosas inves-tigaciones lo demuestran (Marañon, 1924;Schachter y Singer, 1962; Zillmann, 1971;Hampson y Morris; 1978) que, en los Esta-dos Unidos hasta la mitad del siglo XX, laidea que se había hecho dominante era queúnicamente la conducta emocional podía serel objeto de una Psicología de la emoción.El dominio de esta doctrina conductista ex-cluye el análisis de la experiencia y de la con-ciencia emocional. La Psicología europea fueinsensible al interludio conductista, y se cen-tró en la estructura de la experiencia inferi-da.

Es en esta óptica que Mayor (1988) consi-dera las dos facetas de la emoción, la mentaly la orgánica, que se puedan plantear a inte-grarse en las distintas perspectivas. Mandler(1988) argumenta que lo que una Psicolo-gía de la emoción debe encarar son las con-diciones que hacen surgir los eventos cogni-tivos y fisiológicos y las reglas combinato-rias de ambos, así como ofrecer una pers-pectiva que integre los aspectos cognitivistas

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y conductivistas como parte de una mismaPsicología de la emoción, recogiendo tantolas contribuciones de unos como de otros,ya que ambos se han estudiado por separa-do especialmente después de las brillantesaportaciones de Ekman (1982). Paul Ekmanrecoge tanto las aportaciones de las teoríasevolucionistas darwinianas (Darwin, 1872)como las teorías de comunicación social ex-plicadas por Julian Huxley (1914, 1963),para hacer nuevas propuestas no sólo desdeuna Psicología Social de la emoción, sinotambién desde una Psicología Social másantropológica y comunicativa.

Esta es la otra gran rama de la Psicologíade las emociones, constituida inicialmentepor los estudios de Paul Ekman. Su teoríabasada en las expresiones faciales se centraen seis figuras-ejemplos que pueden expre-sar seis distintas emociones y ser útiles parapoderlas homologar. El problema principales que se consideró sólo algunas razas de in-dividuos, sobre todo pertenecientes a la cul-tura occidental, los cuales sabían perfecta-mente a qué se referían determinadas emo-ciones, pero no se estudiaron otras culturaslas cuales, por ejemplo, no veían películascinematográficas ni televisión, o sea quepodían diferenciar sus expresiones emotivasy no homologarlas a lo que veían en la panta-lla. Se trata de estudios que describen estadosdonde los sujetos se encuentran en la inme-diata disposición para actuar frente a un par-ticular impulso exterior (Frijda, 1986), así quela idea de emoción es concebida como laexpresión de un sentido de urgencia (Arnoldy Gasson, 1954; Tomkins, 1970).

Otra importante corriente en los estudiosde las expresiones de la emoción está consti-tuida por los autores que trabajan el temade las expresiones lingüísticas de las emo-ciones, sobre todo desarrollados por Russel(2003) y Wierzbicka (2008). MargaretWetherell (1995) es autora de un importan-te trabajo sobre las expresiones lingüísticas,

las romantic relationship. Trata de hacer unanálisis del discurso sobre el amor y lo ro-mántico, tratando el tema del amor y decómo se expresan ciertos sentimientos en lasrelaciones de pareja. Jackson (1994), por suparte, investiga cómo se construye y, sobretodo, se manipula la narrativa romántica ylos instintos primordiales, así define el sexo,en los discursos emocionales.

Hemos podido entender como nació elinterés para el estudio de la emoción porparte de la Psicología, sobre todo cómo através de los años este interés ha pasado pordiferentes corrientes, y haya cambiado sumanera de entender la emoción como unproceso psicología. Ha resultado útil deli-near esta trayectoria, para situar el lector enuna posición más cómoda, para compren-der la trayectoria que dibujan los autores deeste texto. Es decir, la importancia que tieneel lenguaje en el estudio de las emociones.

Como hemos podido averiguar en esteapartado, la Psicología de la emoción es unadisciplina que ha dado amplio espacio al es-tudio de la emoción en los últimos dos si-glos. Es importante comprender estas dis-tintas perspectivas, como mencionamos an-teriormente, en el contexto científico don-de se han producido estas corrientes. Perocada una de estas perspectivas, en diferentesmaneras, han aportado y influenciado enmanera considerable el tema de la emociónvista como construcción social y discursiva.Gracias al panorama científico que acaba-mos de presentar, nos resulta más compren-sible entender cómo el estudio de la emo-ción ha tenido una “historia” distinta y com-plementaria a lo largo de más de cien años,y nos permite continuar nuestra revisiónbibliográfica de la construcción de la emo-ción teniendo en cuenta estos aspectos dife-rentes y enriquecedores, a la vez que ofreceralgunas coordenadas comunes para la com-prensión de los siguientes apartados.

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2. CONSTRUCCIÓN Y DE-CONS-TRUCCIÓN DE UNA EMOCIÓN

Como hemos visto en la primera parte deeste articulo, las emociones tienen una fuer-te relación con el lenguaje (Kenny, 1963;Harré, 1986a, 1989; Armon-Jones, 1986).Nosotros entendemos esta particular relacióncomo proceso de construcción de la emo-ción, algo que puede ser construido social-mente (Berger y Luckman, 1966; Harré,1986a). Se trata de entender las emocionescomo una construcción que sólo es posiblea través del lenguaje (Bax, 1986; Besnier,1990; Chance y Fiese, 1999; Danes, 1994).En esta segunda parte veremos cómo estoes posible, y cómo influye en nuestro acer-camiento a esta disciplina.

2.1. Emoción y lenguaje

“Le langage est [...] peut-etre un obstacle àla solitude de l’homme” (Hagège, 1986:8).

”El lenguaje (el de la vida, no el de los ma-temáticos), ese otro lenguaje viviente quees el arte, el amor y la amistad, son todosintentos de reunión que el yo realiza desdesu isla para trascender su soledad” (Sábato,1967:144).

Antes de empezar a definir en qué consistela construcción de una emoción, nos ha pa-recido oportuno pararnos a pensar qué sig-nifica hablar de emoción y lenguaje. Oatley(2007:27) sostiene que en 500 años de his-toria de la escritura las emociones han sidolos argumentos más interesantes. Sobre todoexiste una emoción que es la que más se hautilizado en estos 500 años de historia de laescritura, que es el amor. Pensamos por unmomento en la expresión emocional “Tequiero”. Esta expresión sirve, o por lo me-nos lo intenta, para exprimir la emoción deamor a otra persona, sobre todo ejemplosmuy famosos son los que están contenidosen el romance de amor. En estos romances

se intenta introducir las emociones en laspalabras, algunos autores lo consiguen, otrosno tanto. Pero también podemos pensar esteproceso de forma inversa. Estos autores in-tentan construir estas emociones a través deluso de las palabras. Tratar el tema del amor,y del enamoramiento, sin que esta emociónexista de verdad en el individuo. Construirun contexto, dar sentido a determinadaspalabras para que se puede hablar de amor.Como veremos más adelante, y que ahorano profundizaremos, se trata de hacer delamor una performance. Una performanceemocional.

Los grandes escritores combaten conti-nuamente poniendo en sus páginas estaemoción que hemos descrito anteriormen-te. Sobre todo al representar de la mejormanera estos múltiples aspectos del amor.Es la gran tarea del escritor, como nos diceBjorn Larsson, lingüista y escritor de nove-las. Acuerdan que es imposible contar o re-vivir el gran amor, como también la inter-pretación de los no verbales signos de amor.Hasta que se dice “Te quiero”, que es un sig-no de no retorno.

Sólo tratamos un aspecto de estaperformance en esta parte, después la vere-mos más detalladamente. Pensamos en ha-cer revivir las grandes pasiones amorosas,pero la paradoja parece decir que es imposi-ble revivirlas. Pero, a través del uso de deter-minadas palabras, la construcción de deter-minados contextos, permiten recrear estaperformance. Poder narrar esta gran pasiónamorosa, aunque esto no permita revivirlas.Aunque no sea posible revivirla, con las pa-labras es posible reconstruir estos particula-res estados de ánimos, estas situaciones pu-ramente emocionales, sólo a través del usodel lenguaje, sólo gracias a esta performance.

Otra temática muy fascinante cuando setrata este tema del amor “con las palabras”,es la interpretación de los grandes romancesde amor, es decir, la interpretación de los

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signos, las miradas, los gestos, que son muyprecarios ya que son performance. Como vi-mos en el apartado anterior, sobre todo conlos estudios de Ekman, hacen parte del len-guaje corporal y de cómo se expresan emo-ciones, y la performance también requiereesto. Los gestos, signos, miradas decimos queson precarios, ya que existen en el momen-to de su actuación, en el momento en quevienen expresados, y después desaparecen, yen la tentativa de repetir de la misma mane-ra estas actuaciones para tener los mismosefectos, está destinado a fracasar. Es inútilintentar repetirlos, no significaría nada unasimple repetición de la expresión “te quie-ro”, una mirada cómplice hecha entre des-conocidos. El decir “te quiero” se entiendecomo una performance emocional, tambiénsi además de decirlo, mientras el individuolo dice, le rodea el cuello con los brazos y leacaricia la oreja a la persona amada. Al finaluna emoción para ser externa, no es sólo unenunciado sino una performance completa,según el concepto de Butler (1993). El “tequiero” es una expresión total del propiocuerpo, y no sólo un simple enunciado.

También la manera y la forma en que seproduce esta performance, ser tímido, porejemplo, en el momento de decir un “te quie-ro” estos elementos influyen en la propiaperformance. El “te quiero” dicho por unapersona tímida no es el mismo “te quiero”dicho por una persona segura de sí misma.Las palabras son las mismas, pero las dosperformance son diferentes entre sí. En cuan-to una persona expresa su emoción no en elenunciado mismo sino en el modo como loenuncia según Green (The expression ofemotion, 1970: 565).

Las palabras están diseñadas para produ-cir realmente emociones, que puede existiren el espacio intersubjetivo.

También el tiempo de la reciprocidadprecaria donde en un momento un indivi-duo pronuncia al otro la fórmula mágica:Te quiero. Y aquí interviene el elemento

psico-mágico de las emociones (Sastre, 1972).Psico-mágico ya que decir “te quiero” es unaperformance de no retorno (Larsson, 1997).Después de esta performance la vida de estosdos individuos difícilmente podría regresaral estado anterior de la pronunciación de esta“formula”. Para lo bueno y para lo malo.

2.2. Estudio de construcción socialde la emoción

Después de haber definido lo que entende-mos por emociones y lenguaje, ahora nosdedicaremos en el núcleo de este articulo, esdecir, los estudios de la construcción socialde la emoción. Lo que nos interesa particu-larmente de estos estudios son sobre todo laperspectiva histórica y la discursiva. Ya que,como veremos más adelante con varios ejem-plos, nos ayudaran a entender el conceptode performance ya citado anteriormente.

Los autores que investigan la construc-ción social de la emoción desde el punto devista histórico son varios, pero los más des-tacables son Harré (1984), Stearns y Stearns(1985), Gergen (1990), Clark (1988),Dickinson y O’Shaughnessy (1997), Kemper(1981) y Wouters (1989). Esta perspectivahistórica plantea una particular teoría de laconstrucción social de la emoción, partien-do de los estudios de la evolución de la “aci-dia” de Wenzel (1960), por ejemplo. Cómoesta particular emoción ha desaparecido hacambiado a través del transcurrir del tiem-po, pero esto lo veremos más detalladamen-te en la parte final de este artículo.

La segunda macro-categoría de los estu-dios de la construcción social de la emociónque nos ha parecido importante presentaren esta revisión es la discursiva. Una prime-ra línea se ha centrado en dilucidar el con-cepto de metáfora de la emoción como unrecurso discursivo (Lakoff, 1980), en estadirección se encuentran trabajos innovado-res, creativos y de calidad (Russel, 2003;

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Wierzbicka, 2008; Gibbs, 2006; Greenwood,1992; Harré y Stearns, 1995; Hollander yGordon, 2006; Kövecses y Palmer, 1999).Estos autores parten de un punto en común:la propuesta de concebir la emoción comoun producto construido por el discurso.

Once one sees the task of understandinghuman behavior as involving interpreta-tion and empathy rather than predictionor control, the self-reports of the peopleone is studying become very importantin any psychological research project. Andthese should not be taken as (falsifiable)reports of states of mind but as expres-sions of how things are to the subject.Thus the experimenter or observer has toentter into a discourse with the beingstudied and try to appreciate the shapeof the subject’s cognitive world. But atthis point it no longer makes sense to talkof observer and subjects at all. There areonly coparticipants in the project of mak-ing sense of the world and our experienceof it (Harré y Gillet, 1994:21).

Ya que la emoción es social y producidasiempre a su estrecha relación con el lenguajey la comunicación, como diría Searle (1992:248). El descubrimiento del caracter socialde la mente y esta necesidad compartida yacompañada por la semantica, la pragmáticalingüística de nuestro campo de acción, laPsicología social y discursiva (Larsson,1997:20). Es decir, la construcción social dela emoción que permite hablar de emocionescomunicables. Searle nos ofrece una gran ayu-da para entender estos conceptos en su textoThe construction of Social Reality (1995).

2.3. Psicología discursiva de la emoción

“(...) Mettre quelque chose en commun” (Larsson, 1997:32).

Después de haber presentado de qué mane-ra el socio-construccionismo ayuda a enten-

der cómo construimos las emociones a tra-vés el lenguaje, ahora nos centraremos en losaspectos psicológicos. Como dice Larsson,para tener algo en común, es decir, lo quelas emociones permiten es compartir. Por-que para la psicología discursiva el rol de lasinteracciones verbales es fundamental, nosexplica Larsson (1997:147), en la constitu-ción y el surgir de lo psíquico del hombre,sobre todo en la relación entre hombres.

The human sciences must come to termsnot only with a description of the eventsthat affect a person but also with the in-terpretation of those events by that veryperson. This entails that, for many pur-poses, the investigator must enter intodialogue with the subject and, of course,that dialogue will not itself be psycho-logically neutral in relation to the subject’sthought and action. Furthemore, theyenter into dialogue as “investigator” and“subject”, but this is only one of the manyrole pairs they, as individual people, mightadopt. And the perception of other as-pects of their relationship may, of course,have an influence on any behavior thatoccurs in an experimental situation (Harréy Gillett, 1994:135).

Ahora bien, como fruto de este interéscompartido por la construcción social de lasemociones, y la psicología, en las últimasdécadas se han realizado aportaciones quese sitúan a sí mismas en un nuevo espaciodenominado “Psicología discursiva de laemoción” (Edwards, 1997, 1999); espacioque se corresponde con la junción de las di-ferentes líneas que hemos distinguido utsupra.

En la Psicología discursiva de la emociónel tema más importante es el uso que se da alas emociones en el discurso, específicamentelas acciones y efectos que produce el discursoemotivo en los marcos relacionales (Buttny,1993).

La Psicología discursiva de la emoción se

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constituye a partir de los estudios de autorescomo Oatley y Jenkins (1992) y los trabajosde explicación de la emoción basada en lacognición, Coulter (1990) y su bosquejo dela disposición y sensación emotivas y, final-mente, Garfinkel (1984) con la categoriza-ción de las emociones según los criterios deracionalidad.

Para comprender la Psicología discursivahay que retomar algunos autores sociocons-truccionistas que la influencian, de modoparticular las aportaciones de Harré (1986a).A pesar de lo que defendemos en este artí-culo, la Psicología discursiva y el construc-cionismo social se han diferenciado en elenfoque: mientras que la Psicología discur-siva se ha centrado más en el papel del ha-bla, el construccionismo social ha puesto suénfasis en las relaciones sociales y en el con-texto donde éstas se producen. Hay tambiénquien sostiene (Cortina, 2004) que autorescomo Lakoff (1980) y Wierzbicka (2008) ysus modelos cognitivos-semánticos dan im-portantes aportaciones a la Psicología dis-cursiva, sin que por esto haya que mencio-nar y dar importancia a los procesos discur-sivos. Gergen (1994) encuentra una impor-tante relación entre estas dos importantesperspectivas, y propone el modelo cogniti-vo-semántico y el construccionismo social.

Los temas psicológicos que analiza prin-cipalmente la Psicología discursiva de laemoción son el estudio de las percepciones,de los sentimientos y, por último, de lasemociones (Edwards, 1997; Iñiguez, 2003;Edwards y Potter, 1992; Edwards, 2000,2001).

El mismo Edwards (2001) cita algunosantecedentes de la Psicología discursiva dela emoción: Pollner (1987) y las inconexio-nes con la realidad, Wieder (1974) y sus es-tudios sobre las reglas de los narcotrafican-tes, Atkinson y Heritage (1984) y sus inves-tigaciones de la exclamación “¡Oh!” en la re-cepción de nueva información, Lynch yBogen (1996) y sus estudios sobre el olvido

y la memoria, además de Buttny (1993) ysus estudios sobre la responsabilidad socialen la comunicación.

Según Edwards (2001, p. 145), “la psi-cología de la emoción se convierte en el es-tudio de cómo se utilizan y se hacen rele-vantes los términos emocionales en el dis-curso cotidiano”. Esta definición está am-pliamente argumentada (Edwards, 1997,2000) y compartida (Harré, 1999).

Edwards (2000, 2001) estudia la inver-sión emocional en el habla de forma extre-ma, y considera la construcción de reaccio-nes como reacciones emocionales. El temade las reacciones emocionales viene analiza-do más detalladamente por Bamberg (2005).En los trabajos de Edwards, siempre hay quedestacar la importancia que tienen las for-mulaciones de guiones (Edwards, 1997).

Característica principal de la Psicologíadiscursiva de la emoción es el uso del análi-sis del discurso, y sus 10 puntos principales(Edwards y Potter, 1992).

Para una esencial bibliografía sobre laPsicología discursiva de la emoción, se pue-de destacar los siguientes autores como losmás representativos: Edwards (1997), Potter(2003), Billig (2001), Coulter (1990), Lynchy Bogen (1996), y Wieder (1974).

Lo que se ha visto en este apartado es unamuestra representativa de los autores y delos trabajos más importantes en la discipli-na de la Psicología discursiva de la emoción.En el próximo apartado se introduce la pers-pectiva postconstruccionista en el estudio dela emoción.

3. POSTCONSTRUCCIONISMODE LA EMOCIÓN

Ahora bien, después de haber definido quées una emoción, qué es lenguaje y de quémanera tratan esta relación el construccio-nismo social y, en manera particular, la Psi-cología discursiva, ponemos la atención en

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los estudios postconstruccionista que en losultimos tiempos han tenido bastante rele-vancia en las ciencias sociales.

Los estudios postconstruccionistas de laemoción se desarrollan principalmente gra-cias a las aportaciones de Foucault (1966,1984) y Bourdieu (1977). Los teóricos pos-tconstruccionistas rechazan los estudiosconstruccionistas para explicar las estructu-ras que están en la base de los fenómenossociales y se definen principalmente en ladeconstrucción que hace Derrida del signo.

Un aspecto que nos ha parecido muy in-novador en este ámbito es el tema de la per-formance. Este concepto nos ayuda a enten-der esta emoción como algo cambiante, norepetible, propio como el amor en los ro-mances o en la vida real.

3.1. Performance y emoción

“Al que toca o recita le resulta indispen-sable la presencia de otros: la lábilperformance existe sólo si es vista oescuchada, por lo tanto, sólo en presen-cia de un ‘público’” (Virno, 2004:42)

Cuando se trata el tema de performance enlos estudios postconstruccionistas segura-mente el nombre de Judith Butler es el másimportante. Ya que Butler (1993, 1997) tratael tema de las emociones como una evolu-ción constante en los discursos. Dando unamirada a las emociones en una óptica com-pletamente innovadora a través el conceptode performance. Aunque en sus textos noaparece explícitamente el término “emo-ción”, surge de manera espontánea en todossus discursos y posturas.

Utilizando el concepto de performan-ce (Butler, 1993), se explora cómo el hablacrea una necesidad de construir emocionesparticulares: “Estos actos, gestos, promulga-ciones, generalmente construidos, son per-formativos en el sentido que la esencia oidentidad que se pretende expresar son fa-

bricaciones constituidas y sostenidas a tra-vés los signos corporales y otros medios dis-cursivos” (Butler, 1993:136). De esta ma-nera, la emoción es una performance produ-cida a través de estas fabricaciones, actos in-ternamente discontinuos. Es decir, que lasemociones no existen antes de sus performan-ce, y el éxito de la copia, o sea el “repetir”una emoción previamente constituida, nun-ca puede ser invocada o acertada, para re-producir fielmente el que se cita, es decir,una nueva emoción.

Estos actos o “fabricaciones” se conside-ran naturales a través de la ejecución repeti-da en el tiempo en un conjunto de múlti-ples interacciones sociales cotidianas. Estosactos performativos están abiertos a cons-tante transformaciones y redefiniciones. Losactos o “fabricaciones” (Butler, 1993) even-tualmente devienen normativas, y éstas pue-den ser vistas como naturales.

La noción de performance de Butler esdeudora del trabajo de John Austin (1955).Cuando se menciona el concepto de perfor-matividad en el lenguaje, sin alguna dudahay que citar los trabajos de John Austin.Uno de sus trabajos más representativos ymás pertinentes para mi investigación, es“How to do thinghs with words” (1955).Austin distinguió tres tipos de actos quepueden llevarse a cabo con palabras, deno-minándolos actos locucionarios, ilocuciona-rios y, por último, perlocucionarios. Deciralgo es un acto locucionario, pero al mismotiempo es un acto ilocucionario y a vecesperlocucionario. Butler le interesa el actoperlocucionario según el cual decir es iguala hacer. Donde decir algo es producir efec-tos y consecuencias en los sentimientos, lospensamientos o las acciones de uno mismoo de los otros. En el mismo texto, Austinmenciona a los sentimientos y emocionesestipuladas en actos performativos conven-cionales, y en los aspectos elocutivos produ-cidos de manera performativa. El mismo

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concepto de performance utilizado por JudithButler, no deja de ser un acto locutivo. Elpunto implícito en el trabajo de Austin esque la performance depende de circunstan-cias más o menos felices, donde su mismaestructura es parte de sus circunstancias. Butleradopta y extiende esta última noción por-que le importa la fuerza o el poder que estosactos tienen sobre otros individuos y sobreel mismo hablante y, sobre todo, su capaci-dad de producir cambios y transformacio-nes intencionales.

Butler le interesa el acto perlocucionariodonde decir algo es producir efectos y conse-cuencias en los sentimientos, los pensamien-tos o las acciones de uno mismo o de los otros.

Butler adopta y extiende la noción deperformance porque le importa la fuerza o elpoder que estos actos tienen sobre otros in-dividuos y sobre el mismo hablante y, sobretodo, por su capacidad de producir cambiosy transformaciones intencionales. Otro con-cepto muy importante para Butler es el con-cepto de iteración (Butler, 1993). La autorautiliza la teoría de la iterabilidad de Derrida,ya que le permite profundizar su conceptode performance: “La performatividad no pue-de ser entendida fuera de un proceso de ite-rabilidad, una regulada y limitada repeticiónde normas. (…) Esta iterabilidad implica quela performance no es un acto, o evento,singular, sino que una producción ritualizada(…).” (Butler, 1993:95). En definitiva, “unarepetición estilizada de actos” (Butler, 1993:140).

El concepto de performatividad en Butler,por tanto, es un intento de encontrar unaforma de re-pensar la relación entre las es-tructuras sociales y los organismos indivi-duales. En la interpretación de Butler, laperformatividad se entiende como aquelloque promueve y sostiene la realización gra-cias a un proceso de iterabilidad o de repeti-ción sometida a ciertas normas. Estas nor-mas deben ser entendidas según lo que ar-

gumentábamos anteriormente en la concep-ción wittgensteniana de articulaciones lin-güísticas espontáneas de nuestras sensacio-nes. Así como entender que las locucionesson hechos, procesos puramente espontáneos(Wittgenstein, 1958). Ya que ciertas normasson validas sólo por algunos contexto y sólopara algunas personas, no pueden ser dupli-cadas para diferentes situaciones. La políti-ca de la performatividad presupone el po-der iterativo del discurso para producir elfenómeno de la emoción, ya que la emo-ción no existe antes de decir algo, antes deproducir discurso.

Nosotros exploramos en nuestra investi-gación cómo estas “fabricaciones” hacenemociones. Las emociones así concebidasson un fenómeno construido socialmente,una construcción identitaria donde la au-diencia social performa la manera de com-portarse (Butler, 1993). Como explicamosanteriormente, estas emociones no pre-exis-ten antes de sus performance, y no puedenser reutilizadas y categorizadas y citadas enel futuro (Gregson y Rose, 2000: 438).

Otro concepto muy importante paracomprender a fondo las obras de Butler, esel concepto de iteración. Butler (1993) uti-liza la teoría de la iterabilidad de Derrida yaque le permite profundizar su concepto deperformance: “La performatividad no puedeser entendida fuera de un proceso de itera-bilidad, una regulada y limitada repetición,que crea normas. (…) Esta iterabilidad im-plica que la performance no es un acto o even-to singular, sino que es una producciónritualizada (…).” (Butler, 1993:95). En de-finitiva, “una repetición estilizada de actos”(Butler, 1993: 140).

El concepto de performatividad en Butlerasí definido es un intento de encontrar unaforma más consagrada de re-pensar la rela-ción entre las estructuras sociales y los orga-nismos individuales. Butler sostiene que elgénero es creado a través la performance y

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sugiere que el género no es una identidadfija determinada por unas series de diferen-tes actos, sino más bien una identidad queestá constituida a lo largo del tiempo y delespacio a través de una iteración estilizadade actos (Butler, 1993).

Ya que la emoción aún no existe antes dedecir algo, antes de producir discurso, laemoción no está.

Los actos performativos se construyen porla iteración, la persistencia y la estabilidadpero también por la posibilidad de la ruptu-ra, del cambio, de la deconstrucción. Sinembargo, la performance no es solamente unaactuación, una teatralización o simplemen-te un realizar. Según Butler, esta iteracióninstituye un sujeto a la vez que es su condi-ción de temporalidad. No se trata de un actosingular o de un acontecimiento, sino de unaproducción ritualizada, de una iteración re-petida bajo ciertas condiciones de prohibi-ción y de tabú, que nunca determinan alsujeto por completo (Femenías, 2003). Jus-tamente ahí, continua Femenías (2003),ancla la capacidad política y transforma-dora de las enunciaciones capaces de reins-cribir nuevos significados. En sentido estric-to, la fuerza de los performativos deriva desu ruptura con los contextos anteriores y desu capacidad de asumir ilimitadamente otrosnuevos.

Efectivamente, distanciándose de Austiny de Derrida, Butler sostiene que lo que cons-tituye la verdadera fuerza de los performati-vos no se corresponde con la formulaciónde ninguno de ellos. No obstante, ambospuntos de vista, tomados en conjunto, la lle-van a proponer una teoría de la iterabilidadsocial de los actos de habla. Para ello, reco-noce apelar a las articulaciones de ToniMorrison y Shoshana Felman sobre el esta-tus de los actos de habla como actos corpo-rales. Que el habla no es igual que la escri-tura parece claro, sostiene Butler, porque elcuerpo está presente en el habla de un modo

diferente que en la escritura. Pero, además,porque la relación del cuerpo con el hablaaunque oblicua, se realiza en la misma emi-sión. Aunque escribir y hablar son ambosactos del cuerpo, la marca del cuerpo que selee en el texto escrito no siempre deja en clarode quién es el cuerpo. El acto de habla, encambio, se realiza corporalmente y la simul-taneidad de la producción y de la exteriori-zación de la expresión no sólo comunicanlo que se dice sino que muestra el cuerpocomo el instrumento privilegiado de la ex-presión retórica. En palabras de Felman, queButler retoma, el exceso de discurso debeleerse junto con, y a veces en contra, del con-tenido preposicional de lo que se dice. Lue-go, la relación acto de habla / acto del cuer-po pone en su justo lugar al cuerpo, sus ges-tos, su estética y su saber inconsciente, comoel sitio de la reconstrucción del sentido prác-tico, sin el cual la realidad social no puedeconstituirse como tal. Al final una emociónpara a ser externa no es sólo un enunciado,sino una performance completa, según laconcepción de Judith Butler. El “te quiero”es una expresión total del propio cuerpo, yno sólo un simple enunciado.

El concepto de performance, aplicado porejemplo en los relatos de pacientes esquizo-frénicos, en los estudios de Ivan Leudar, sepuede comprender esta iteración. Leudaranaliza la “voz” que oyen los pacientes es-quizofrénicos, y cómo cambia en los rela-tos, apareciendo y desapareciendo continua-mente, cambiando de forma e intensidad,nunca aparece de la misma manera. Esta“voz” es posible entenderla como una emo-ción, que nunca se encuentra en el mismonivel de violencia y presencia para los pa-cientes esquizofrénicos, así como compren-der el proceso de iteración que constituye laperformance (en el próximo apartado se pro-fundizará más el tema de “oír” voces).

Otro ejemplo muy útil para entender elconcepto de performance son los documen-

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tos visuales sobre Scientology, en el grupoDiscourse Unit coordenado por Ian Parker.En estos documentos visuales ha sido posi-ble comprender que las emociones nuncaestán bien definidas y, sobre todo, son algoque se transforman continuamente en losrelatos emocionales, un concepto en cons-tante evolución, siempre diferente. En elgrupo del Discourse Unit se ha podido com-prender cómo la performance emocionalpueda emerger en los relatos. Se ha analiza-do el documental realizado por la BBC“Scientology and me”, donde la relaciónentre los entrevistados y los entrevistadoreses muy ambigua, y esta ambigüedad estáconstruida por el cambio de manera conti-nua de los relatos emocionales entre entre-vistados y entrevistadores. Este cambio con-tinuo se ha entendido como una construc-ción y deconstrucción dinámica y abierta,es decir, una performance. De esta manera,el concepto de performance lo he podidoentender en términos de estudios de lasemociones.

Es importante comprender que “la per-formatividad no es un acto único, sino unarepetición y un ritual que logra su efectomediante su naturalización en el contextodel cuerpo” (Butler, 1993:15). Ya que el cuer-po no es un “hecho” para Butler (1990), sinouna frontera variable, regulada políticamen-te, una práctica significativa. Esto permitealcanzar el tema de las emociones en la tec-nociencia, ya que los términos de techno-disembodiment y máquina afectiva tienenmucho a que ver con este elemento de “cor-polaridad” con las emociones, como se verámás adelante.

Además Butler propone una distincióncrucial entre expresión y performance. Ya quelos actos, de diferentes formas, que el cuer-po presenta o produce en sus significacio-nes culturales, son performativos, que nopre-existen la identidad en que el acto pue-de ser medido, es un acto que no puede serni verdadero ni falso, ni real ni aparente.

Así que los actos, gestos, códigos, en ge-neral son performativos en el sentido de quela esencia o la identidad que pretenden ex-presar de otra manera son productos fabri-cados y sostenidos mediante signos corpó-reos y otros medios discursivos (Butler,1993:136). Pero esto no quiere decir quesegún Butler el cuerpo es reducible al len-guaje, sino que el lenguaje emerge del cuer-po (Butler, 2003:198). Así que se puede afir-mar que para Butler el concepto de perfor-matividad no está elaborado “sólo por actosdiscursivos, sino también actos corporales”(Butler, 2003:198). La relación entre los doses bastante complicada, y Butler la define“chiasmus” (Butler, 1993). Esto hace que“exista siempre una dimensión de la vidacorporal que no puede ser plenamente re-presentada (Butler, 2003:1999).

A esto Butler agrega la fuerza ilocuciona-ria que sostienen cada emisión y que reside,precisamente, en que lo que se dice no esseparable de la fuerza del cuerpo. Se trata,por tanto, de unos actos corporales. Si todoacto de habla se realiza corporalmente, nosólo se comunica lo que se dice sino que elcuerpo constituye un instrumento retóricoprivilegiado de la expresión. Un acto per-formativo es una práctica discursiva, en elsentido de que se trata de un acto lingüísti-co que, por lo tanto, está constantementesujeto a interpretación. El acto performati-vo debe ser ejecutado como una obra tea-tral, presentándose a un público einterpretándose según unas normas prees-tablecidas; el acto performativo produce asu vez unos efectos, es decir, construye larealidad como consecuencia del acto que esejecutado (Butler, 1997).

Este concepto de performance no ha sidoutilizado sólo para estudios de género, hayuna narrativa muy vasta sobre el uso del con-cepto de performance butleriano en las cien-cias sociales. Hasta geógrafos en los últimosaños utilizan este concepto para explicar, porejemplo, la construcción social identitaria en

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los espacios geográficos humanos (Gregsony Rose, 2000: 434). Porque en la construc-ción identitaria, la performance juega un va-lor central, está constituida por miradas,personalidades y emociones, y todo esto vie-ne manipulado por las identidades. Ser “ama-bles”, “simpáticos”, son conceptos que vie-nen modificados, manipulados según dife-rentes personas (Guyatt, 2005). VictoriaGuyatt (2005) propone un estudio de géne-ro sobre los trabajadores en un pub en Nue-va Zelanda, haciendo una distinción deemociones entre trabajadores y trabajadoras.Si las chicas se mueven en un contexto emo-cional absolutamente positivo, de chicas“majas”, amables y simpáticas. Por otro lado,los chicos tienen que aparecer como “vio-lentos”, agresivos, fuertes y “kicking ass”.Estas dos diferentes construcciones identi-tarias de género tienen que ser vistas comouna performance constante y progresiva ensus tareas naturales de trabajadoras y traba-jadores de un pub. Estas fabricaciones emo-cionales constituyen la identidad de género(Butler, 1993). Estas fabricaciones o actosson simplemente naturales iteraciones deperformance a lo largo del tiempo, de múlti-ples maneras de vivir las interacciones coti-dianas (Butler, 1993). Estas performance sonreglamentadas, pero al mismo tiempo soninestables, y alteradas por posicionamientossubjetivos que pueden ser adoptados a lolargo de la performance.

Otro ejemplo de estas múltiples manerasde entender la performance la se puede en-contrar por ejemplo en las obras de la artistaJoan Jonas (MACBA, 2008). Artista pione-ra en la práctica de la performance, que plan-tea una lectura de su trabajo a través la rela-ción entre su práctica performativa y el ori-gen de la instalación de video como género.Sus obras remiten a sí misma, al cuerpo dela artista, sus avatares, transformaciones,deformaciones y reconstrucciones a través desu alter ego, de abstracciones de lo femeni-no o de la contraposición de roles sexuados.

La performance de Joan Jonas, por ejemplo,plantea un paisaje anacrónico de tecnologíay emociones, las video-performances. La ar-tista trabaja constantemente en la elabora-ción y reinstalación de cada una de sus obras,añadiendo y sustrayendo, destilando nuevossignificados y composiciones para cada unade sus obras como si fueran actuaciones endirecto. Así que la obra no se encuentra nun-ca en un estado definitivo, continuamentese encuentra en un estado de iteración.Cómo diría Hannah Arendt: “Las artes queno realizan ninguna ‘obra’ tienen una granafinidad con la política. Los artistas que laspractican –bailarines, actores, músicos y si-milares– necesitan de un público al cualmostrar su virtuosismo, como los hombresque actúan políticamente necesitan de otros,ante cuya presencia comparecer” (Arendt,1961:211).

También la formulación de Averill (1982)de entender las emociones como roles so-ciales, puede ser enfatizada con la funciónperformativa de las emociones, así comopoder concebir el discurso emocional conlas emociones en sí mismas. Por ejemplo, sepuede considerar el amor como una emo-ción, una ulterior performance. El caer enamor, “falling in love”, el enamorarse es unafabricación más del mundo. James Averill(1982) sugiere que las emociones son unasimprovisaciones basadas en la interpretaciónque el individuo hace de la situación. Estasimprovisaciones e interpretaciones ocurrenen contextos sociales, en las experienciascotidianas. Así que el enamoramiento es laadopción del rol social de la performance dealgunos comportamientos según Paul E.Griffiths (1997). Otro ejemplo bastante per-tinente es lo que proponen Leudar et al.(2008). Estos autores tratan el tema de lasemociones como una comunicación cons-tante en el lenguaje cotidiano. De esta ma-nera se entiende los relatos de los niños queno pueden expresar su ansiedad en la mane-ra convencional, inmediatamente obvia o de-

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liberada. Schegloff (1972), por su parte, su-pone unas propiedades secuenciales del ha-bla-en-interacción. Sostiene que los mons-truos de que habla Abu, el niño que apareceen el análisis, son monstruos buenos, amis-tosos por algunos y malos por otros niños.Monstruos que aparecen y desaparecen dela vida de Abu. Emociones, ansiedad que vany vuelven continuamente. Estos monstruosse pueden considerarlos como performance.El análisis que tratan los autores parece de-cir que todo el mundo tiene sentimientos,que todo el mundo tiene estos monstruos,pero nadie sabe bien cómo enfrentarse aellos. En este caso particular, los niños reac-cionan en manera diferente respecto a laconducta normal. La ansiedad para estosniños se convierte en los monstruos, terro-ríficos e impulsivos. Es lo que G.H. Mead(1934) define como una “conversación deemociones”, estos particulares comporta-mientos que vienen expresados en términosexpresivos en grupos de interacción. Estosrelatos hechos con emociones, “agitan” emo-ciones en los demás (Wittgenstein, 1980).Son las actividades de los niños que re-des-criben las propias emociones relevantes, unaperformance continua, que representan es-pecíficos y diferentes lenguajes, diferentesmaneras de enfrentarse con los propiosmonstruos.

3.2. La performance de las emocionesen el tiempo

Llegados a estas últimas fases de este traba-jo, y después haber definido los varios pasa-jes, y juntos a la conclusión que las emocio-nes tienen una fuerte relación con el len-guaje, sobre todo bajo el concepto de per-formance, ahora nos centraremos en qué sig-nifica todo esto, y cuales son los “efectos” enel lenguaje cotidiano. Decíamos anterior-mente, cuando tratamos el tema del cons-truccionismo social, que existen dos pers-

pectivas, la histórica y la discursva. Si recor-damos bien, en la histórica se decía que hayemociones que cambian en el tiempo, y estecambio es debido al discurso, la perspectivadiscursiva. Los dos puntos de vista se hanpodido entender a través de la disciplinadenominada Psicologia discursiva. Este cam-bio, esta evolución, o estas emociones quedesaparecen se pueden entender pero sólo através los estudios postconstruccionistas. Laperformance es un ejemplo cuando entende-mos que hay algunas emociones que apare-cen, y otras que desaparecen en el lenguajeordinario. Ya que las emociones son narrati-vas, son relatos de acciones (Oatley y Jenkins,1992:75).

Las emociones son unas experiencias cor-porales que no pueden ser separadas de loscontextos socio-culturales en que nos encon-tramos. Es por este motivo que considera-mos importante ver cómo las emociones hancambiado a lo largo de los años. Es una ma-nera de entender las emociones en una pers-pectiva histórica-discursiva y ver los cambioscon el pasar del tiempo, también se puedeentender esta visión cómo una performanceen el habla cotidiana. Existen términos emo-cionales que nuestras generaciones ya noutilizan, los utilizamos pero con otros tér-minos que han sustituido a los anteriores enla arena discursiva. Porque las emocionesdevienen obsoletas, pasadas de moda, com-pletamente out. Las emociones evolucionano desaparecen a lo largo del tiempo, y lohacen siempre bajo el concepto de perfor-mance en nuestros relatos cotidianos. Cadalengua nos ofrece ejemplos de emociones quehan desaparecido, que ya no existen más ennuestros discursos. Por ejemplo, el término“acidia” o el término “nostalgia”, unas emo-ciones extintas más en la arena discursiva.

En uso desde el siglo XIII hasta el sigloXVI, a día de hoy, el término acidia tienesinónimos como pereza, vagancia, desinte-rés, pero no equivale a lo mismo. Acidia serefiere a emociones asociadas con la pérdida

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de la motivación intrínseca hacia los pro-pios deberes religiosos (Robert, 2003:245).En la literatura se puede encontrar el térmi-no “acidia” en el Don Quijote de Cervantes.El término “acidia”, rescatado en los últimosaños por Giorgio Agamben (1995), paradesignar el estado que ubica entre el duelo yla melancolía: “Durante toda la Edad Me-dia, un azote peor que la peste que infecta alos castillos, las villas y los palacios de la ciu-dad del mundo se abate sobre las moradasde la vida espiritual, penetra en las celdas yen los claustros de los monasterios, en lastebaidas de los eremitas, en las trapas de losreclusos. Acedia, tristitia, taedium vitae, desi-dia son los nombres que los Padres de la Igle-sia dan a la muerte que induce en el alma”.La acidia pertenece también a los siete peca-dos capitales, y que muchas veces venía re-lacionado a Dios (Edwards, 1997). Pero ennuestros dias está emoción está completa-mente desaparecida, y es muy dificil encon-trarla. Ahora existen otros sinónimos comopereza, pero podemos entender perfecta-mente que no es lo mismo. Así que el termi-no “acidia” desapareció en el uso contem-poráneo.

Otro ejemplo es el término “melancolía”.Nuestros antepasados hacían un uso frecuen-te de esta palabra, expresaban muchas vecesesta emoción, pero no nuestras generacio-nes (Robert, 2003:160). Es muy fácil poderrecordar nuestros abuelos pronunciar estetérmino en sus relatos, pero nosotros ya nolo utilizamos. Ahora melancolía parece ha-ber pasado de moda. No aparece en nues-tros discursos cotidianos. Ni aparece en lascanciones que en un pasado no muy lejanohacían un uso frecuente de este término.Ahora melancolía está sustituido en el len-guaje cotidiano con términos cómo tristeza,depresión, soledad.

La presentación de estos dos ejemplos sir-ve para apoyar la tesis de que las emocionestienen que ser interpretadas en el contextosocial en que se producen, de esta manera

no hay que sorprenderse si las emocionesaparecen y desaparecen en la arena discursi-va. Esta performance constante hace que apa-rezcan nuevas emociones en la arena discur-siva.

Robert (2003: 160) sostiene que las emo-ciones generan acciones, sobre todo referi-das por las palabras que generan estas mis-mas emociones. En este sentido, las emo-ciones, o la palabras que se refieren a lasemociones no son las mismas en un aula dela Universidad de Chicago o en un monas-terio medieval en España (Roberts, 2003:183). Cambian en el tiempo y en el espacio,es decir, en el contexto en el que se generan.

Las emociones van cambiando en el len-guaje natural y espontáneo de la vida coti-diana. Nuevos términos entran en la arenadiscursiva gracias a la performance que se hatratado anteriormente, y nuevos ámbitos sevan produciendo. Así que las emociones, porejemplo, empiezan a introducirse en los re-latos tecnológicos como una performance másen el habla cotidiana. Historias de amor de-lante de una pantalla plana, son al orden deldia.

El concepto de performance relacionadocon las TIC produce una nueva narrativaen las ciencias sociales, como el techno-disembodiment y la máquina afectiva. Sóloen los últimos años se ha comprendido quelas emociones y las nuevas tecnologías tie-nen una relación muy estrecha. Sobre todoen el tema de la afectividad, por ejemplo, enlas entrevistas de usuarios y usuarias delocutorios en la ciudad de Barcelona en elmarco del proyecto GESCIT, se ha podidoentender este tema a través de la entrevistade una madre inmigrante que habla por te-léfono con sus hijos y su familia en su paísde origen, llorando, o el caso en que unajoven inmigrada “sale de fiesta” con sus ami-gos del país de origen conectados en la Red.

Las emociones son unas experiencias cor-porales que no pueden ser separadas de loscontextos socio-culturales en que nos encon-

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tramos. Es por este motivo que considera-mos importante constatar que las emocio-nes han cambiado durante el paso de losaños. Es una manera de entender las emo-ciones en una perspectiva histórica, y ver loscambios con el pasar del tiempo, tambiénesta visión se puede entender como una per-formance en el habla cotidiana. Existen tér-minos emocionales que nuestras generacio-nes ya no utilizan, utilizamos sin embargootros términos que han sustituido los ante-riores en la arena discursiva. ¿Por qué lasemociones devienen obsoletas, fuera demoda, completamente out? Las emocionesevolucionan o desaparecen a lo largo del tiem-po, y lo hacen a partir de la performance ennuestros relatos cotidianos. Cada lengua nosofrece ejemplos de emociones que han des-aparecido, que ya no existen en nuestro dis-curso. Por ejemplo el término “acidia” o eltermino “nostalgia”, unas emociones extin-tas en la arena discursiva.

3.3. La última frontera emocional:la tecnociencia

Hemos entendido en esta revisión las emo-ciones como una práctica textual, una tra-yectoria de evolución semántica. Así que unode los objetivos para un investigador en esteámbito sería buscar los discursos emociona-les en la vida contemporánea, adoptando unaperspectiva histórica que concierna cómo eldiscurso de las emociones está sujeto al te-rreno socio-lingüístico. Comprender que laperformance está sujeta a la potencia del dis-curso de las emociones. El discurso de lasemociones se llena de discursos sobre metá-foras y nuevas concepciones para articular ycomprender las emociones en el léxico. Con-ceptos como techno-disembodiment, human-affective machine hacen parte del lado tecno-científico de las emociones, son ejemplos denuevas performance, nuevas emociones queaparecen en el arena discursiva.

Las emociones van cambiando en el len-guaje natural y espontáneo de la vida coti-diana. Nuevos términos entran en la arenadiscursiva gracias a la performance y nuevosámbitos se van produciendo, como por ejem-plo en el sector tecnológico. Así es que lasemociones empiezan a introducirse en losrelatos tecnológicos como una performance másen el habla cotidiana. El concepto de perfor-mance relacionado con las TIC produce unanueva narrativa en las ciencias sociales comoel techno-disembodiment y la máquina afectiva.Sólo en los últimos años se ha comprendidoque las emociones y las nuevas tecnologíastienen una relación muy estrecha. Sobre todoen el tema de la afectividad, hemos tenidooportunidad de observar múltiples vecescomo, por ejemplo, cuando una madre ha-bla por teléfono con sus hijos y su familia enel país de origen llorando, o el caso de unajoven inmigrada que “sale de fiesta” con susamigos del país de origen conectados en laRed, o una conversación en chat entre jóve-nes enamorados a mil kilómetros de distan-cia.

Los ejemplos que hemos enseñado en elpárrafo anterior sirven para apoyar la tesisque las emociones tienen que ser interpreta-das en el contexto social en que se produ-cen, de esta manera no hay que sorprender-se si las emociones aparecen y desaparecenen la arena discursiva. Un campo muy re-ciente de investigación en el tema de la emo-ción es el de la tecnociencia. Mike Michael(1996, 2000, 2004, 2006) con una posturade claro método semiótico reconoce las emo-ciones como materia afectiva.

En la tecnociencia el tema de las emocio-nes está relacionado también con la concep-ción semántica del concepto de embodiment,aunque no considerando su trato cognitivoy centrándose sobre todo en su parte comu-nicativa y lingüística, así como utilizandoeste concepto, sobre todo, desde el puntode vista de la tecnociencia. Los principalesautores que tratan esta cuestión son Haworth

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(1990), Niedenthal et al. (2005), Prinz(2005), Lyon (1999), Katz (1996), Harré ysu texto The necessity of personhood asembodied being (1995), Malin y Peterson(2001) y Haworth (1990).

El concepto de embodiment también tie-ne una acepción más extrema, que es eltechno-disembodiment. Esto concepto estátrabajado sobre todo por James y Carkeek(1997a; 1997b).

Estos diferentes discursos sobre los afec-tos y las emociones en la tecnociencia, sepueden ver en el contexto particular queofrece Nicolás Rose con el concepto de ma-teria afectiva (Rose, 1983) y la figura de lamáquina que construye el individuo, la má-quina afectiva. Esta visión viene tambiénencarnada por la figura del cyborg que ofre-ce Haraway (1990, 1995) y Hollinger(2000). También Gergen (1990) da una re-interpretación de materia afectiva en la so-ciedad posmoderna.

Steve Brown y Paul Stenner (2001;Brown, 2005) hablan de emociones colecti-vas en la tecnociencia y en la sociedad delconsumo, retomando los escritos de Spinozay también de autores más recientes comoSchaub (1933), bajo el concepto de materiaafectiva que deviene ser humano-máquina.

Cuando se trata el tema de las emocio-nes y el lenguaje en la tecnociencia hay unaspecto muy importante, sobre todo si noscentramos en la emoción del amor, que es eldisclosure (Aviram, Amichai-Hamburger,2005; Qian y Scott, 2007). Es uno de losaspectos fundamentales que hemos encon-trado a lo largo de nuestros análisis comogrupo de investigación. Lo que nos fascinaal hablar con un desconocido o con alguienque ya conocemos, pero que sólo a través deuna pantalla podemos decirle cosas que nun-ca diríamos de persona. Sobre todo en ma-teria afectiva. Esto nos permite entender eléxito que tienen el uso de estas tecnologiasen diferentes aspectos de la vida. Fenóme-nos como el Facebook garantizan eso, con-

tactar con alguien que ya conocemos, peroentrar en una dimensión más íntima dondees posible expresar nuestras emociones másescondidas. Y todo a través el lenguaje, bajoel concepto de performance, así que este ra-zonamiento nos permite repensar en otrostérminos las relaciones afectivas, el aspectoíntimo en las nuevas tecnologías. Las emo-ciones en que nos encontramos cuando es-tamos delante de una pantalla plana. El con-cepto de disclosure es la emoción principalla que nos provoca el medio tecnológico.Como hemos podido ver en las varias entre-vistas analizadas en los proyectos de nuestrogrupo de investigación Gescit y JovenTic,por ejemplo, muchos de los entrevistadosafirman que son capaces de decir cosas a susconocidos delante de una pantalla que difí-cilmente se lo dirían en persona. Si pensa-mos en todo esto en términos afectivos-emo-cionales, podemos entender la fundamentalimportancia que tienen estos aspectos en lasrelaciones afectivas.

Las tecnologías informáticas miden,cuantifican e identifican los estados emocio-nales y afectivos, y la comunicación de estosafectos en tiempo real entre personas y, enconsecuencia, entre máquinas. El conceptode techno-disembodiment, según la definiciónde James y Carkeek (1997), es “una crecien-te abstracción de la forma en que vivimosnuestros cuerpos y una generalización de lamediación tecnológica de las relaciones so-ciales” (James y Carkeek, 1997:107). Jamesy Carkeek (1997:109) sostiene que la fuerzade este concepto es relacionado a un aspec-to emocional residual dependiente de la car-ga erótica-romántica, por ejemplo la techno-sexuality (James y Carkeek, 1997). Relacio-nes sexuales sin la presencia de otra personao la representación tecnológica de un órga-no sexual, la amplia gama de prácticasde telephone-sex y chat-sex hasta la cirugíaestética, estos ejemplos ilustran un emergen-te desarrollo, pero ya generalizado en estostiempos posmodernos. Estas prácticas son

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parte del fenómeno más amplio de techno-disembodiment, una creciente abstracción dela forma en que vivimos nuestros cuerpos yuna generalización de la mediación tecno-lógica de las relaciones sociales (James yCarkeek, 1997).

Rose (1983) sostiene que las tecnologíasrelacionan a los seres humanos pueden me-dir, cuantificar e identificar los estados emo-cionales y comunicar con ellos en términosemocionales en tiempo real entre persona yordenador. Un ejemplo de affective machine esla construcción de sistemas tecnológicos quepueden relacionarse con los seres humanosy transmitir cambios biopsicológicos, porejemplo el uso de zapatos, pulseras, camise-tas que perciben y transmiten al individuoestos cambios, de manera que su estadoemocional cambie en sus contextos sociales.Éstos son los gadgets de una única fase en lainteracción entre hombre-máquina.

También el consumo de las tecnologíases una posible emoción. El simple término“iPod” es una emoción en nuestro relatoscotidiano. El considerar las emociones comoun producto de consumo es un aspecto queha tenido bastante éxito en los trabajos de laúltima década (Belli e Iñiguez-Rueda, 2008).Como se ha dicho anteriormente las emo-ciones no sólo devienen obsoletas, sino quenuevas formulaciones entran en la arena dis-cursiva.

DISCUSIÓN

Cómo sustentamos en un anterior artículo(Belli & Iñiguez, 2008), las emociones tie-nen una fuerte relación con el lenguaje. Sepueden expresar emociones a través del len-guaje. Es por esta razón que creemos funda-mental en este articulo profundizar como,desde diferentes disciplinas de las cienciassociales, se han aportado importantes con-tribuciones a esta tesis. Sobre todo por lafilosofía, la psicología, la sociología y la lin-

güística.Todos estos campos de las ciencias socia-

les han servido para llegar al construccionis-mo social de las emociones. Ya que es im-portante comprender que es imposible ha-blar de construccionismo social de las emo-ciones sin tener en cuenta de estos antece-dentes, y estas aportaciones.

Como hemos dicho a lo largo de este tra-bajo, expresar emociones significa meter algoen común con los demás. Hemos visto tam-bién cómo una performance emocional,como lo es el amor, cambia a través este cam-bio histórico-discursivo. En cuanto perfor-mance, el amor siempre depende de los ges-tos no verbales, y a cómo el Otro responde.Algo en estos gestos que quieres no hacernunca, en cuanto performance, difícilmentese repiteran de la misma forma. Estos gestosno traducibles a palabra. Todo pasa parapoder vivir realmente las emociones en elespacio intersubjetivo. Gracias al conceptode performance, elaborado por Judith Butler,hemos entendido cómo las emociones noson algo fijo, definido y estático, sino queestán en constante evolución, cumplen con-tinuamente un proceso de iteración, y lohacen a través del lenguaje natural y subjeti-vo. Esta constante iteración hace que lasemociones aparecezcan y desaparezcan de laarena discursiva. Dejando olvidadas algunas(acidia) y descubriendone nuevas (la tecno-ciencia). Considerando las emociones comouna evolución constante en los discursoscotidianos. Esta evolución constante en eldiscurso, en la actualidad, tiene su máximaexpresión en la tecnociencia. De hecho, eltérmino emoción se puede relacionar conámbitos muy concretos en la tecnociencia,de esta manera nuevas expresiones emocio-nales entran en juego en la arena discursiva.El nacimiento de conceptos como techno-disembodiment, o la relación emocional en-tre individuos y nuevas tecnologías, es de-cir, el concepto de máquina-afectiva deNikolas Rose, son sólo algunos ejemplos de

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ello que nos introducen en el ámbito actualde la tecnociencia. O el concepto de disclosure,útil para pensar al amor en el era de la tec-nociencia.

Podemos concluir diciendo que hemosdefinido en esta revisión bilbiografica unaposibilidad de contingencia de esta relaciónentre emociones y lenguaje, y que la consi-deramos como una ruptura o continuacióndel construccionismo social, es decir, elpostconstruccionismo, tratado en la últimaparte del artículo, donde encontramos, enel concepto de performance de Judith Butler,la relación directa entre emoción, lenguajey su respectiva variación. El fin último deesta performance es su acercamiento a la tec-nociencia. Consideramos imposible hablarde tecnociencia y performance sin tener encuenta todo este proceso. Por esta razón he-mos querido hacer este recorrido, para lle-gar a estas conclusiones, ya que nos permiti-rá avanzar con nuestras futuras investigacio-nes sobre el tema de las emociones y el len-guaje en las nuevas tecnologias.

Bauman (2006) sostiene que las emocio-nes son variables y traviesas, pierden ímpetucon gran rapidez, tienden a ser desviadas delobjetivo inicial a la más mínima distracción.El amor es como la sed, acaba siempre porsaciarse. Como también entender que lasemociones son notoriamente veleidosas,pueden cambiar por completo. Las muche-dumbres que se forman para linchar a al-guien no son fiables; a veces pueden sentirseconmovidas por la pena. Las emociones sonmúltiples y hablan con voces diferentes y, amenudo, discordantes, y es por este motivoque Max Weber, en su obra más conocidaLa ética protestante y el espíritu del capitalis-mo (1903), menciona la razón como elemen-to fundamental para la buena sobrevivenciade la sociedad, porque la razón, a diferenciade las emociones, es una y tiene un únicavoz. Porque las emociones son una perfor-mance continua, cada intento de repetirlasestá destinado a fracasar. Como sabemos, el

amor es una variable, cambia continuamen-te, nunca está al mismo nivel, nunca se pue-de buscar una única definición de amor com-partida por todo el mundo. Es una perfor-mance continua y constante. Para cada indi-viduo existe una versión del amor que cam-bia continuamente, cambia en el tiempo,cambia respecto a la persona que tienes a tulado.

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