Héctor Barreyro y el radicalismo en el Territorio Nacional de Misiones, 1916-1930. Aproximaciones...

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XXXIV Encuentro de GeoHistoria Regional IIGHI – CONICET- UNNE 2014 “Héctor Barreyro y el radicalismo en el Territorio Nacional de Misiones, 1916-1930. Aproximaciones desde la biografía política” Luz Irene Pyke Licenciada en Historia por la UNaM. Becaria Doctoral de CONICET, UNMDP. [email protected] RESUMEN El presente trabajo tiene por objeto abordar la figura política del Dr. Héctor Barreyro, gobernador del Territorio Nacional de Misiones entre los años 1917 y 1930, período coincidente con el ascenso del radicalismo a nivel nacional. En este sentido, se considera que la aproximación a la figura de Barreyro, a través del método biográfico, contiene un importante valor al momento de abordar cuestiones relativas a la relación entre el radicalismo nacional, como gobierno y como partido, y la vida institucional y política de los territorios nacionales. En este sentido, se buscará poner de relieve que, que contrariamente a la imagen difundida de los territorios nacionales como carentes de una vida política relevante, debido a la carencia de gobierno autónomo, debido a las características institucionales heredadas de fines del siglo XIX, es posible registrar -al menos en el caso de Misiones en el período- una variedad de prácticas políticas transformadas por la irrupción del radicalismo en la escena nacional y local. Por otra parte, también se buscará sostener que la figura de Barreyro representó una forma novedosa de hacer carrera política en el contexto del territorio de Misiones, pero sin alejarse de la figura promedio de los políticos radicales, en el período. Las fuentes documentales que se analizaron para este trabajo no fueron de carácter personal o privado, sino político e institucional, lo que impidió realizar una biografía de Barreyro, que no fuera únicamente política. Estos documentos con los que se ha contado, provienen de 1

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XXXIV Encuentro de GeoHistoria RegionalIIGHI – CONICET- UNNE

2014

“Héctor Barreyro y el radicalismo en el Territorio Nacionalde Misiones, 1916-1930. Aproximaciones desde la biografía

política”

Luz Irene PykeLicenciada en Historia por la UNaM.Becaria Doctoral de CONICET, [email protected]

RESUMENEl presente trabajo tiene por objeto abordar la figura

política del Dr. Héctor Barreyro, gobernador del TerritorioNacional de Misiones entre los años 1917 y 1930, períodocoincidente con el ascenso del radicalismo a nivelnacional. En este sentido, se considera que la aproximacióna la figura de Barreyro, a través del método biográfico,contiene un importante valor al momento de abordarcuestiones relativas a la relación entre el radicalismonacional, como gobierno y como partido, y la vidainstitucional y política de los territorios nacionales.

En este sentido, se buscará poner de relieve que, quecontrariamente a la imagen difundida de los territoriosnacionales como carentes de una vida política relevante,debido a la carencia de gobierno autónomo, debido a lascaracterísticas institucionales heredadas de fines delsiglo XIX, es posible registrar -al menos en el caso deMisiones en el período- una variedad de prácticas políticastransformadas por la irrupción del radicalismo en la escenanacional y local. Por otra parte, también se buscarásostener que la figura de Barreyro representó una formanovedosa de hacer carrera política en el contexto delterritorio de Misiones, pero sin alejarse de la figurapromedio de los políticos radicales, en el período.

Las fuentes documentales que se analizaron para estetrabajo no fueron de carácter personal o privado, sinopolítico e institucional, lo que impidió realizar unabiografía de Barreyro, que no fuera únicamente política.Estos documentos con los que se ha contado, provienen de

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los expedientes generales del Ministerio del Interior(Archivo Intermedio del Archivo General de la Nación), delos años 1924, 1925 y 1926, y de los informes oficiales quese encuentran en el Copiador de Notas Reservadas 1917-1933del Archivo General de la Gobernación de Misiones. Tambiénse echará mano a la obra Ideas de Gobierno, escrita en 1919por Barreyro, y datos demográficos del censo general deterritorios nacionales de 1920.

Introducción

El presente trabajo tiene por objeto abordar la figurapolítica del Dr. Héctor Barreyro, quien fuera gobernadordel Territorio Nacional de Misiones entre los años 1917 y1930. Debido a la extensión del período en que éste haejercido la gobernación, en forma coincidente con elascenso del radicalismo a nivel nacional, se considera quela figura de Barreyro contiene un importante valor almomento de abordar cuestiones relativas a la relación entreel radicalismo nacional, como gobierno y como partido, y lavida institucional y política de los territoriosnacionales.

En este sentido, el objetivo de este trabajo seráabordar la figura política de Héctor Barreyro a través delmétodo biográfico, buscando con ello arrojar luz sobre laincipiente vida política del territorio de Misiones. Lahipótesis que se buscará sostener será que la figura deBarreyro representó una forma novedosa de hacer carrerapolítica en el contexto del territorio de Misiones, perosin alejarse de la figura promedio de los políticosradicales, en el período. Respecto de la vida política delterritorio de Misiones, se buscará poner de relieve quecontrariamente a la imagen difundida de los territoriosnacionales como carentes de una vida política relevante,debido a la carencia de gobierno autónomo, se puedenregistrar en el Territorio de Misiones una variedad deprácticas políticas asociadas a los comités radicales, laselecciones municipales y la prensa, en las que la figuradel gobernador no será prescindente, sino un actor políticoactivo.

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La biografía y algunas aproximaciones al concepto de sociabilidad ycultura política

Las potencialidades de la investigación orientada a labiografía o los itinerarios personales a partir de ladécada de 1970, ha dado lugar a una serie de discusiones entorno a los alcances y limitaciones de estos métodos. Sibien el método biográfico ha sido desarrollado porhistoriadores desde el siglo XVIII, la profesionalizaciónoperada en el siglo XIX arrojó nuevas perspectivas almétodo, que a fines del siglo XX fueron retomadas en lasnuevas discusiones.

A grades rasgos, la pregunta fundamental que planteala biografía es, en palabras de Giovanni Levy (1989), si“se puede escribir la vida de un individuo” y en esesentido, cómo es posible hacerlo y con qué objetivos. Levyapunta que existió una tradición biográfica que redujo labiografía a “una cronología ordenada, una personalidadcoherente y estable, acciones sin inercia y decisiones sinincertidumbre”, generando productos que reducían lacomplejidad de la identidad, su formación progresiva y nolineal, y sus contradicciones.

En este sentido, Levy apunta cuatro “tipos” debiografía que buscan superar estas limitaciones: a) laprosopografía y biografía modal, que consisten en lautilización de datos biográficos para ilustrarcomportamientos estadísticamente frecuentes; b) biografía ycontexto, que propone al medio o entorno como factorescapaces de explicar un destino singular; c) los casoslímite, en las que se aproxima al contexto pero a través desus márgenes; y d) la biografía y la hermenéutica, que seapoya en archivos orales o introduce sicoanálisis.

No obstante estos aportes, una de las críticas olimitaciones que se señalan respecto al método biográfico,de las que Pierre Bourdieu ha sido protagonistadenominándolo la “ilusión biográfica”, consistió en señalarque los individuos se desarrollan en sistemas normativosque determinan su desarrollo singular, por lo que undestino individual sólo puede reforzar la existencia deesos lazos normativos, a fuerza del hábitus. Estaperspectiva encuentra determinado correlato en el tipo

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biográfico modal o prosopográfico, no obstante es posibleapuntar otras ventajas de la biografía (Levy, 1989).

Levy señala, respecto de estas objeciones, que ningúnsistema normativo es suficientemente estructurado paraeliminar toda posibilidad de elección consciente onegociación de un sujeto, y que en ese plano la biografíatiene la posibilidad de poner de relieve ese carácterintersticial de la libertad de los agentes, que permiteobservar el modo en que funcionan concretamente lossistemas normativos, que no están exentos decontradicciones. De este modo hay una relación “permanentey recíproca entre biografía y contexto” al permitir ladescripción de las normas y su funcionamiento efectivo.

Si bien esta perspectiva resulta interesante, SabinaLóriga (1996) plantea que es importante no caer en lo quellama “la paradoja del sándwich”, en la que se colocacontexto, existencia individual, y otra capa de contexto.En este sentido, cobra valor lo que Ricardo Pasolini(2013), a través del análisis de la obra biográfica deJosé Luis Romero, señala como una “buena alternativabiográfica”, que se encontraría en un zona intermedia entrela biografía “arquetípica” y la “individualista”, es decir,entre “el influjo de las circunstancias y el peso creativode los actores”.

Además de estos aspectos relativos a las posibilidadesde la biografía, Levy también apunta que, a través de ésta,es posible abordar algunos interrogantes metodológicos dela historiografía contemporánea, como las relaciones entrereglas y prácticas, o los límites de la libertad y laracionalidad humana. Es decir, que a través de la biografíase pueden abordar diversos problemas de la historiografíacontemporánea.

A los fines del presente trabajo, y en consideraciónde estos marcos, se procurará construir una biografíapolítica en relación al contexto, a través de la cual sebuscará una aproximación al problema de la sociabilidadpartidaria y la cultura política, entendidas como lascreencias, y compromisos de un partido formado por un grupode personas que posee intereses o ideas comunes, y queparticipan de un proceso de socialización que puede darlugar a la formación de espacios sociales específicos(Vargas Hilário, 2006: 151).

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Las fuentes documentales

Las fuentes documentales que se analizaron para estetrabajo no son de carácter personal o privado, sinopolítico e institucional. Este fue el principal obstáculoque impidió realizar una biografía de Héctor Barreyro, queno fuera únicamente política. Es decir, por el caráctermismo de los documentos, es difícil realizar un análisisque sea capaz de poner de relieve los claroscuros ycontradicciones de la figura en sí, como así también unaaproximación a los aspectos personales, afectivos oemocionales de ésta. No obstante, es posible deslindar delas fuentes varios elementos de la sociabilidad y lacultura política del período.

Estos documentos con los que se ha contado, sonalgunos expedientes generales del Ministerio del Interior(Archivo Intermedio del Archivo General de la Nación), delos años 1924, 1925 y 1926, relativos a dos eleccionesmunicipales en los que obran denuncias de la oposición,informes oficiales y ejemplares de prensa escrita. Ademásde estos expedientes, se utilizaran informes oficiales porparte de los gobernadores interventores de 1930 enadelante, que se encuentran en el Copiador de NotasReservadas 1917-1933 del Archivo General de la Gobernaciónde Misiones.

También se echará mano sobre la obra Ideas de Gobierno,escrita en 1919 por Barreyro, en la que éste expone ante elMinisterio del Interior sus propuestas para el gobierno delterritorio.

El radicalismo y los territorios nacionales

A partir de 1884, la Argentina incorporó un conjuntode entidades político-jurídicas llamadas “territoriosnacionales”, regidas por la Ley Orgánica de TerritoriosNacionales Nº 1.532. Con esta ley, se lograba unalegislación que no sólo estableció definitivamente loslímites de las gobernaciones ya creadas, y de las que se

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crearían1, sino que también se estableció un marcoregulatorio de ordenamiento administrativo y político, paraestas nuevas entidades. De este modo se crearon nuevenuevas gobernaciones: Misiones, Chaco, Formosa, La Pampa,Chubut, Neuquén, Río Negro, Santa Cruz, Tierra del Fuego,y entre 1899 y 1943, la de los Andes.

El proyecto oficial de creación de territoriosnacionales, se fundaba sobre la idea de que los territorioseran incapaces de gobernarse a sí mismos, y por tanto,inviables como provincias, por lo cual el estado nacionaldebía asumir un rol pedagógico activo en los mismos,acompañando su desarrollo en una suerte de tutelaje. Eneste sentido, se otorgaron escasas facultades a lasautoridades territoriales, en función de la necesidad delestado central, de evitar que surgieran poderesindependientes que no pudiera controlar (Ruffini, 2007).

La organización política y administrativa diseñadapara los territorios, se estructuraba en una cadenavertical de poderes, con funcionarios que dependíandirectamente del Ministerio del Interior, entre los cualesel gobernador era la máxima autoridad y el representantedirecto de la nación. Respecto de éste, se procuraba susubordinación recortando sus facultades al mínimo, sinmargen de iniciativa, ya que nada podía hacer sinautorización, ni los fondos enviados por el gobiernocentral, siendo el correlato de ello, una situación deminoridad política excluyente que se prolongó por largotiempo (Ruffini, 2007: 65).

No obstante, hacia la década de 1920, el radicalismogobernante a nivel nacional se había planteado extender elejercicio de la ciudadanía, y la posibilidad de conformargobiernos autónomos, a los territorios nacionales que,según la Ley 1532, estuviesen en condiciones de hacerlo2.

1 El Art. 67, Inc. 14 de la Constitución Nacional de 1962 establecía “Arreglar definitivamente los límites del territorio de la Nación, fijar los de las provincias, crear otras nuevas y determinar por una legislación especial la organización, administración y gobierno que deben tener los territorios nacionales que queden fuera de los límitesque se asignaren a las provincias.”2 El artículo 4º de la Ley 1.532 establecía que “cuando la población de una Gobernación alcance a sesenta mil habitantes, constatados por el censo general y los censos suplementarios sucesivos, tendrá derecho para ser declarada provincia

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En 1919, el Presidente Yrigoyen no sólo dispuso larealización de un censo de territorios nacionales, sino queademás, presentó al Congreso el primer proyecto de ley paraprovincializar los territorios de La Pampa y Misiones.

Al anunciar el proyecto, el Presidente hizo hincapié“en la responsabilidad del orden conservador en lapostergación política de los territorios y el rol reparadorque el radicalismo iba a emprender en los mismos”. Demanera que durante el gobierno de Yrigoyen la integraciónde los territorios nacionales se presentaba como un aspectomás de la reparación que el radicalismo proponía,subsanando la cuestión de la exclusión política3.

Es decir que la cuestión de los territorios nacionalesformaba parte de la agenda del radicalismo desde 1919. Peroademás de esto, el radicalismo también se ocupó de penetrarmás profundamente en la vida política de los territoriosmás allá de los aspectos institucionales, inclusotrasladando hacia ellos las luchas internas del partido,pese a las limitaciones en el ejercicio del sufragio queregía para ellos.

El radicalismo en el Territorio Nacional de Misiones

Hacia la década de 1920, Misiones era un territorio de63.176 habitantes, de los cuales el 67,5% (42.645) eranargentinos, mientras que el resto se repartía entrebrasileños y paraguayos mayoritariamente. Por su parte,Posadas, el departamento que contenía la ciudad capital delterritorio, concentraba el 29,08% (18.377) de la poblacióntotal.

En vista de estas particularidades demográficas, sibien el art. 4º de la Ley 1532, establecía la“provincialización” de los territorios que contaran con unapoblación mayor a sesenta mil habitantes, el censo de 1920señalaba que “desde el punto de vista electoral los varones

argentina.”3 El bloque radical en ambas cámaras, y el Poder Ejecutivo, presentaronentre 1916 y 1930, diecisiete proyectos referidos a la situación política de los territorios, entre los que se contaba la creación de legislaturas para Chaco, Misiones y la Pampa. (Ruffini, 2009).

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argentinos mayores de 18 años y que por lo tanto tendríanderecho al voto son, como acabamos de ver, 6.900” (Censo deTerritorios Nacionales de 1920, p. 137). Es decir, que lapoblación en condiciones de ejercer sus derechos políticosplenos era tan solo el 10,9 % de la población total, undato tal vez suficientemente persuasivo para los gobiernosradicales respecto de la inconveniencia de “provincializar”el territorio de Misiones, hecho que se postergó hasta elsegundo gobierno de J. D. Perón, en 1953.

Sin embargo, si bien los intentos institucionales deampliar la participación política en los territoriosnacionales no rindieron importante frutos, el radicalismono era ajeno a la vida política en ellos. En Misiones, ladécada de 1920 estuvo signada por la aparición de comitésradicales cuyos miembros se disputaban los puestos deadministración pública, y los pocos electivos que existían,conformando una incipiente elite política en la ciudadcapital de Posadas.

Esta forma de penetración política respondía a lo queFerrari señala como uno de los factores de éxito delpartido radical, en tanto su organización se extendía portodo el país, siguiendo el modelo de caucus (tomado delliberalismo inglés), que suponía la formación de comitéselectorales en los barrios de las ciudades, paradesarrollar una actividad permanente, que permitían a losintermediarios cooptar adherentes y proyectarse comodirigentes. En suma, era un aparato político que gracias asu capacidad de expansión, permitió al radicalismoenfrentar exitosamente los desafíos de la democraciaampliada (Ferrari, 2008: 72, 73).

Héctor Barreyro: inicios de su carrera política y acercamiento alradicalismo

La ley orgánica de territorios nacionales establecíapara los municipios de más de 1.000 habitantes, laposibilidad de conformar un Concejo Municipal, de cincomiembros, electos por sufragio. Por este motivo, muchasfiguras de la incipiente elite local del Territorio deMisiones, comenzaban su carrera política en el Concejo

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Municipal de Posadas, incluyendo entre estas al Dr. HéctorBarreyro.

Barreyro había nacido en 1883 en Alvear, Corrientes,pero posteriormente su familia se radicó en Posadas. EnBuenos Aires se recibió de médico y comenzó su vida públicaen Posadas en 1907, ejerciendo como médico municipal. Estedato podría resultar menor, sin embargo el análisisprosopográfico de Ferrari4 pone de relieve que uno de losatributos más importantes para una carrera política dentrodel radicalismo, era el de haber accedido a la educaciónsuperior. Después de la abogacía, la medicina era lasegunda carrera más recurrente entre los elencos políticosdel radicalismo, ya que estos profesionales eran muyvalorados a comienzos del siglo XX, en tanto su capacidadde curar no sólo les confería prestigio y reconocimiento,sino que además los mantenía en contacto con todas lasclases sociales, y les permitía plantear políticas quefortalecieran la salud pública (Ferrari, 2008: 121, 137,145).

Barreyro obtuvo su primer cargo público de relevanciapoco después, en 1913, cuando logró la presidencia delConsejo Municipal de Posadas, a los 30 años de edad. Demanera que no es casual que también se encuentre entre lasfiguras más destacadas que fundaron el radicalismo enMisiones hacia 1914, a través de un acta que establecía“formar un comité con el programa y principios sostenidospor el tradicional Partido Radical de la República”. Apesar de este comité, su actividad política, y la de losdemás políticos con quienes compartía este nuevo espacio,no se enmarcaba formalmente en la estructura partidaria delradicalismo, sino en el marco de un partido municipalllamado “Unión Comunal” (Álvarez y Urquiza, 2010: 46).

Pero el cargo público más importante que ocupóBarreyro fue el de gobernador del territorio de Misiones, yes posible afirmar que fue la primera figura política delorden local en ocupar dicho cargo, precisamente gracias ala carrera política que había forjado previamente desde elmunicipio de Posadas.

4 El trabajo de Ferrari se realizó sobre 430 personas que hicieron carrera política dentro del radicalismo en las provincias de Buenos Aires y Córdoba, como parlamentarios o electores (Ferrari, 2008: 24).

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La primera vez que fue designado para el cargo por elPoder Ejecutivo Nacional5, fue en 1917 a los 34 años deedad, conservándolo hasta 1920, cuando caducó su período yfue reemplazado por un interino. Luego fue nuevamentedesignado en 1922, manteniéndose en el cargo durante ochoaños, hasta 1930. El hecho de haber ejercido comogobernador durante más de diez años, con un breve períodode ausencia, convierte a Barreyro en una figura de grancentralidad para la vida política de Misiones en elperíodo.

Mientras sus antecesores en el cargo se conformabancon presentar “memorias” o “informes” de gestión, duranteel intervalo en que no ejerció la gobernación, Barreyropublicó el memorial de su primer período como gobernador,bajo el ambicioso título de Ideas de gobierno (1919). El textoestaba dirigido al ministro del Interior, y decía condensarlas “ideas y propósitos de gobierno” que a su entenderdebían “darse a la práctica a fin de encaminar el progresodel territorio”, y para aconsejar “soluciones que,corrigiendo deficiencias y subsanando errores, encaucen laadministración pública del territorio en forma práctica yeficaz”.

De manera que el informe, lejos de constituir unamemoria de gestión, se proponía abordar los temas públicosmás importantes (tierra púbica, colonización, agricultura,justicia, policía, salud, educación, etc.), repasando susantecedentes, ofreciendo balances y proponiendo políticasespecíficas. La realización de esta obra, nuevamenteexpresa por sus características, la importancia de laeducación superior como atributo del poder político, entanto implicaba la capacidad para sistematizar, expresar ydiscutir ideas que era muy valorada por los partidos(Ferrari, 2008: 126). Por otro lado, también expresa lavoluntad de ofrecer una suerte de programa de gobierno, porparte de un gobernador que buscaba poner de relieve susvínculos de pertenencia y compromiso con el territorio al

5 Según el artículo 6º de la Ley 1.532 “el Gobernador seránombrado por el Poder Ejecutivo, con acuerdo del Senado. Durarátres años en el ejercicio de sus funciones, pudiendo serreelecto y teniendo el Poder Ejecutivo la facultad de exonerarlode su cargo”.

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que aspiraba conducir, desde una perspectiva más políticaque administrativa.

La designación a la gobernación de 1922

La segunda designación de Barreyro como gobernadoren 1922, se dio en un contexto signado por un crecienteenfrentamiento entre facciones internas del radicalismo anivel nacional. Debido a que su confirmación en Senado seprolongó hasta 1924, ésta se produjo en medio del llamado“cisma” radical de 19246.

Este clima de ruptura partidaria determinó que lasnoticias de su confirmación como gobernador produjeranalgunos hechos violentos en la ciudad de Posadas, queconsistieron en una serie de disturbios, en la noche del 24de Septiembre de 1924. Estos disturbios habrían implicadouna suerte de caravana celebratoria por el centro de laciudad, encabezada por la banda de música de la policía, enel transcurso de la cual, se produjeron ataques con piedrase insultos a los talleres gráficos del periódico La Tarde,de filiación socialista, y a otro comité radical llamado“Marcelo T. de Alvear”.

Estos hechos motivaron una serie de denuncias quefueron elevadas por distintos espacios políticos alministro del Interior Vicente C. Gallo, gracias a lo cualse labró un expediente que permite conocer mayores detallesde lo sucedido7. Una de estas denuncias indicaba que losmanifestantes “barreyristas” que circulaban cerca de lasdos de la madrugada eran una “turba oficial”, en la que

6 Esta ruptura del radicalismo nacional se dio hacia 1924, cuandoAlvear estrechó lazos con los sectores que cuestionaban el liderazgode Yrigoyen, y nombró ministro del Interior a Vicente C. Gallo, quienoponía menos reparos en utilizar el presupuesto para la políticapartidaria o echar mano a las intervenciones federales. La oposiciónentre el nuevo ministro y los yrigoyenistas determinó que Galloanunciara un nuevo partido, la Unión Cívica Radical Antipersonalista(Rock, 1975: 232).7 Ministerio del Interior, Expedientes Generales, Archivo Intermedio,Archivo General de la Nación. Año 1924, Legajo nº 48, Expediente nº19745.

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“marchaban con banda de música (la policial), enautomóviles o a pie, entre otros, nada menos que el propiohermano del gobernador, el presidente de la municipalidad,el juez de paz titular y varios empleados públicos”,quienes buscaron en su casa al Juez Letrado Floricel Perezpara que ofreciera un discurso “en medio de salvadas derevólveres y gritos hostiles”.

Por su parte, el partido local Unión Vecinal, se quejóparticularmente del manejo de los asuntos de lamunicipalidad de Posadas, y denunció que los “elementosbarreyristas” habían logrado expulsar mediante “mezquinasmanipulaciones” a un concejal de su partido.

Quienes denunciaban estos hechos buscaban que elministro Gallo no convalidara la designación de Barreyro eintercediera para evitar que asumiera un nuevo mandato comogobernador. Barreyro respondió las acusaciones rápidamenteseñalando a sus denunciantes, mediante informes deprontuario policial, como ácratas y carentes derepresentatividad política. Gracias a estos testimonios, esposible observar el espectro de apoyos políticos queBarreyro forjó a lo largo de su carrera política enPosadas, y cómo éstos no disimulaban públicamente suslealtades hacia él.

Esto lo colocaba lejos de una figura centrada en lamera administración territorial, como se esperaba de losgobernadores, para acercarlo a la de un líder político,similar a un caudillo. Mientras los gobernadores previos nosólo eran impuestos por el gobierno central, sino que notenían vínculos previos con la comunidad local, debiendomostrar ecuanimidad en las disputas políticas municipales,Barreyro expresaba el ascenso a la gobernación de un hombrearraigado en el territorio de Misiones, que contaba con unacarrera política en Posadas, coronada por su nombramientocomo gobernador, y que no estaba dispuesto a adoptar unaactitud prescindente frente a las disputas políticasmunicipales del territorio, como se verá a continuación.Las elecciones municipales de 1924 y 1925

Los conflictos y enfrentamientos de septiembre de 1924funcionaron como antecedente para las eleccionesmunicipales de Posadas que se celebraron en diciembre delmismo año, determinando un nuevo escenario político

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caracterizado por hechos violentos y denuncias frente alMinisterio del Interior. Gracias al registro de estosconflictos a través de dos expedientes abiertos por elministerio8, es posible reconstruir no sólo el arcopolítico de la ciudad capital y sus características, sinotambién algunos aspectos de la cultura y la sociabilidadpolítica de una incipiente elite local.

De los documentos disponibles es posible afirmar queen la contienda electoral se enfrentaron tres fuerzaspolíticas, de las cuales dos decían representar en el ordenlocal a la Unión Cívica Radical, entre las cuales seencontraba el partido de Barreyro, la ex Unión Comunal. Entercer lugar se encontraba la Unión Vecinal, antiguacompetidora de la vieja Unión Comunal.

Al momento de realizarse las elecciones, laPresidencia del Consejo Municipal estaba en manos deAlfredo Pomar, que era integrante la fracción radicalliderada por Barreyro, y buscaba la reelección en el cargo.Esta situación fue la que determinó que la oposiciónrealizara duras denuncias hacia Barreyro por haberseinvolucrado personalmente en el desarrollo de laselecciones. Debido a que el gobernador era un funcionariodesignado por el Poder Ejecutivo nacional, no estaba bienvisto que se inmiscuyera en las cuestiones políticas de losmunicipios, pero Barreyro había hecho su carrera políticadesde el municipio de Posadas, y siendo gobernadornuevamente, no podía desentenderse del mismo, ya que teníaexperiencia y conocía a todos los hombres influyentes de laciudad capital.

Las denuncias realizadas por la fracción radicalopuesta a Barreyro, consistían en las supuestas amenazas ypresiones de éste hacia “caudillos radicales”, para queapoyaran a la lista de Pomar, como por ejemplo, elencargado de las obras de un importante puente que tenía asu cargo varios obreros, y funcionarios de Obras deSalubridad de la Nación, entre otros. Barreyro respondió aestas acusaciones solicitando a cada uno de los hombresmencionados, que manifestaran si habían sido amenazados o

8 Ministerio del Interior, Expedientes Generales, Archivo Intermedio,Archivo General de la Nación. Legajo nº 56, Expediente 22902; Legajonº 62, Expediente nº 25408.

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presionados por él. Así logró que cada uno lo negara,aunque debió ser difícil denunciar presiones delgobernador, frente al gobernador mismo.

Otra de las denuncias de la oposición, fue la deacusar a Barreyro de haber organizado una reunión políticaen la casa de un concejal, donde se “ofreció a loselectores asado con cuero, vino y bailes”. La versión queofreció el concejal en cuestión resulta interesante, ya quemanifestó que la reunión la había ofrecido él, en honor algobernador, por su reciente designación, y que en ellaestaban presentes “dos jueces letrados, el jefe deldistrito Militar, el Administrador de Rentas, el Jefe dePolicía” entre otros amigos, por lo que según él, nada tuvo“significado político” ya que “no se trataba de agasajarelectores, sino de pasar un momento agradable en compañíadel Gobernador amigo”. Estas definiciones que parecentriviales, guardan riqueza respecto de los espacios desociabilidad política de aquellos que detentabanimportantes puestos en la estructura del estado, como asítambién, de la importancia política que se les confería aeste tipo de “asados”.

No obstante las quejas y denuncias de sus detractores,el objetivo de Barreyro y Pomar era ganar el municipio. Nosólo controlaron la conformación de las mesas electorales ylos certificados de identidad de los electoresextranjeros9, sino que también limitaron la cantidad decopias de los padrones a las demás listas, en tan solocuatro.

En el plano de las picardías electorales, utilizaronla cartelería para desautorizar a sus detractores, acusandoal representante de la otra fracción radical, LeónNaboulet, junto a una fotografía de éste, como un “ácrata”que usurpaba el nombre del Partido Radical. Encontraposición, los carteles de la lista de Pomar contabancon una fotografía de Héctor Barreyro junto a una deLeandro N. Alem, con una leyenda que lo señalaba como el“organizador del radicalismo en Misiones”, seguida de losnombres de sus candidatos municipales, que se presentabancomo los “genuinos representantes de la Unión Cívica9 Las municipales en los territorios nacionales, permitían la participación de extranjeros siempre y cuando contaran con un certificado de identidad y residencia otorgado por el Consulado de su país.

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Radical”, colocando como valores y objetivos el “progresoedilicio”, la “honradez” en el manejo de “los interesespúblicos”, “la dignidad, la moralidad y la democracia” (verIlustración I).

Ilustración I. Afiches utilizados por la fracción deBarreyro: a la izquierda, para atacar a la fracción radicalopuesta; a la derecha, para promocionar la lista alineada aBarreyro.

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Fuente: Ministerio del Interior, Expedientes Generales, ArchivoIntermedio, Archivo General de la Nación. Legajo nº 62, Expediente nº25408.

La realización de las elecciones colocó a la lista dePomar como triunfante, mientras que las otras dos listas

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declararon haberse abstenido el día de los comicios, debidoa las “irregularidades” que habían denunciado. De maneraque Barreyro logró mantener al municipio de Posadas, bajoel gobierno de su fracción radical.

En abril de 1925, se volvieron a repetir conflictos acausa de nuevas elecciones municipales, pero en el pueblode Concepción10. En esta ocasión la actuación de Barreyrofue muy diferente a la adoptada en las eleccionesposadeñas, ya que no estaba en condiciones de lograr untriunfo para su fracción. Debido a ello optó por suspenderun día antes el acto eleccionario, con la excusa de que elpadrón no estaba legalizado, debido a un tecnicismo, apesar de haber convalidado las elecciones municipalesanteriores realizadas sobre ese mismo padrón.

Del expediente de estas elecciones11 se desprendeque existió una fractura en la elite política deConcepción, que enfrentó a la fracción del presidente delConcejo Municipal, Joaquín Igoa, con la fracción deBarreyro. Debido a esto y ante la imposibilidad de llegar aun acuerdo preelectoral, Barreyro dispuso arbitrariamentela suspensión de las elecciones, declarando además, que losconcejales electos en las elecciones anteriores tambiénhabían sido electos en condiciones ilegítimas.

Para asegurarse de que las elecciones se suspendieran,Barreyro no vaciló en enviar al Jefe de Policía, quien tomóposesión del palacio municipal e intervino las dos mesasabiertas para el sufragio. Además, procuró que los vecinosmiembros de su fracción, enviaran telegramas al Ministeriodel Interior para manifestar su apoyo.

El presidente del Concejo Municipal, Igoa, insistióreiteradamente al Ministerio del Interior, para que no seconvalidara la suspensión, y acusaba a Barreyro de quererpor todos los medios hacerse con el control de las“situaciones municipales del Territorio”. El ministro delInterior, recibió todos los descargos y terminó porconvalidar la decisión de Barreyro, aunque dispuso que las

10 No era un municipio de gran importancia ya que sólo contaba con 3.389 habitantes, pero sí era uno de los más antiguos y el segundo en importancia en la zona del Alto Uruguay. 11 Ministerio del Interior, Expedientes Generales, Archivo Intermedio, Archivo General de la Nación. Año 1925, Legajo nº 20, Expediente nº 8790.

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elecciones anteriores no eran ilegítimas, puesto que fueronconvalidadas por la gobernación en su momento.

Si bien de menor importancia, los sucesos deConcepción demuestran no sólo que también allí seprodujeron fracturas en la elite política, sino queBarreyro utilizaba su autoridad política e institucionalpara favorecer o perjudicar a las distintas fracciones enpugna, y acrecentar su propio poder político, aunquerealmente no lo necesitara, ya que había sido confirmadocomo gobernador. En este sentido, cobra relevancia laanalogía que realizó Igoa al hablar del control de las“situaciones municipales” como resorte del poder políticopor parte del gobernador, aún cuando no necesitaba de ellasen forma directa para ejercer como tal, ya que su puestodependía de una designación del Poder Ejecutivo Nacional, yde haber sido confirmado recientemente en el cargo. Estasacciones vienen a mostrar que para Barreyro no bastaba conser designado por el Poder Ejecutivo como gobernador delterritorio, sino que además, deseaba contar con el controlpolítico territorial a través del control de lasmunicipalidades electivas del territorio.

El diario propio

Hacia abril de 1925, Héctor Barreyro logró concretarotro de los proyectos tendientes a acrecentar su poderpolítico: la fundación de un periódico propio. Hasta eseentonces, el espectro de periódicos más importantes enPosadas estaba conformado por el diario La Tarde, que sedecía independiente pero que en verdad respondía alsocialismo, el diario La Reacción, que era un órgano deprensa de la fracción radical contraria a Barreyro, y elboletín La Nueva Época, afín al gobierno territoriano.

Todos estos periódicos encajaban en lo que se puededefinir como “diarios políticos”, ya que se encontrabanligados estrechamente al sistema político (por susfinanzas, su personal y posibilidad de supervivencia) yconformaban una suerte de “opinión pública” local (Duncan,2007). De esta manera eran además, otra expresión de lasociabilidad política y un ámbito de discusión de ideas ypropuestas políticas, aunque muchas veces se pasaran en sus

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páginas, ataques personales de todo tipo (Zimmermann,1998). Estos elementos eran los que permitían afirmar aRamón Cárcano en 1883, que “un diario para un hombrepúblico es como un cuchillo para el gaucho pendenciero:debe tenerse siempre a mano” (Duncan, 2007).

En este sentido, la mayoría de las denuncias querealizaba la oposición ante el ministerio del Interior,presentaban a modo de “prueba” o cita de autoridad,artículos de sus propios órganos de prensa, cuyosejemplares eran debidamente remitidos. En este contexto, sibien Barreyro contaba a su favor con La Nueva Época, este noera más que un boletín de una sola cara impresa, sin muchomás que ofrecer, por lo que posiblemente haya consideradoque su posición frente a la “opinión pública” no era la másfavorable. Es por esto que no es difícil de comprender queBarreyro haya impulsado la creación de un nuevo periódicofavorable a su gestión. El Territorio fue este nuevo periódico.

Salió por primera vez el 2 de Junio de 1925, bajo ladirección de Sesostris Olmedo, y con un perfil fuertementealineado al gobernador. Hasta la aparición de esteperiódico, diarios como La Reacción, se definían lisa yllanamente como “sostenedores de los principios de la UniónCívica Radical”, rendidores “de culto a Alem”, yseguidores de Yrigoyen como “único Jefe”, completando suspáginas con recuadros que contenían leyendas como“radicalismo es: carácter – consecuencia – abnegación –desinterés y sacrificio”. Mientras que La Tarde se definíacomo “diario independiente, noticioso, comercial,científico, literario y de intereses generales”, lo que lohacía más atractivo y menos faccioso, además de incorporaralgunos cables nacionales e internacionales.

A diferencia de los demás periódicos de la época, quesólo contaban con cuatro páginas de descargos político,publicidades y algún que otro cable o contenido, El Territoriose componía de mayor cantidad páginas, en las que sepublicaban cables internacionales y nacionales, noticias delos pueblos del interior gracias a una red decorresponsales, secciones de sociales, y a los que sesumaban, por supuesto, los debidos editoriales políticos,siendo frecuente la difusión de los actos de gestión delgobierno territorial. Además, también contaba con laventaja de imprimir imágenes fotográficas. Finalmente, en

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lugar de definirse políticamente en tapa, como lo hacíanlos demás periódicos, El Territorio simplemente se jactaba deser “el diario de mayor circulación de Misiones”.

De manera que este periódico era más moderno yatractivo que sus competidores, siendo más exitoso ensoslayar sus vinculaciones al oficialismo local, yposiblemente esto haya contribuido a su permanencia en eltiempo como uno de los periódicos más influyentes deMisiones, hasta el presente.

El golpe de 1930

El golpe de estado de 1930 puso fin al mandato deBarreyro como gobernador. A partir de entonces, no sólo yano podía ostentar un cargo político de relevancia, sino queademás sufrió la exclusión del sistema político de la queera objeto el radicalismo. No obstante, Barreyro continuóhaciendo política aunque en el ámbito municipal. Tras la fallida revolución radical de 1931, que enMisiones estuvo encabezada por Mario Herrera, SesortisOlmedo y Eugenio Ayrault, los políticos radicales que nose habían exiliado en Paraguay o Brasil, vieron losintentos normalizadores del gobernador interventor CarlosAcuña como una nueva oportunidad para la política.

En este marco, a fines de 1932, se realizaronelecciones con el fin de normalizar el consejo municipal dePosadas. Carlos Acuña informaba respecto de esto, quecompetirían en la contienda las listas de Unión Vecinal,con la cual decía simpatizar, la del Partido Socialista, ynuevamente dos listas que se identificaban con elradicalismo, una de las cuales estaba, en sus palabras,bajo las “inspiraciones de un médico dotado de unapermanente ambición política” que además contaba con“positivo prestigio”, quién no era otro que Barreyro. Acuñaesperaba que resultara ganadora la lista de Unión Vecinal,pero para su sorpresa resultó vencedor Héctor Barreyro, loque lo colocó nuevamente en la Presidencia de Posadas.Molesto por los resultados, el gobernador Acuña decía queBarreyro afirmaba en sus discursos públicos que a él lehabían ofrecido la gobernación, pero que la había rechazadoporque prefería un puesto menor pero elegido por el pueblo.

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Sin embargo, este nuevo mandato de Barreyro duró poco.A los pocos meses de asumir, en febrero de 1933, Acuñadenunció que los radicales habían disipado sus diferenciasy que todos estaban colaborando con el alzamiento radicalliderado por Severo Toranzo y Gregorio Pomar, por lo que lajusticia dispuso la detención de Barreyro, junto a todosmiembros del concejo municipal, dejándolo nuevamente enacefalia. Esta nueva frustración de los planesrevolucionarios del radicalismo, volvió a arrojar al exilioparaguayo y brasileño a muchos políticos radicales deMisioness.

A pesar de que el gobierno perseguía y encarcelaba aopositores políticos, incluso con la ayuda de autoridadesbrasileñas más allá de sus fronteras (Alvarez, 2008),muchos políticos radicales decidieron buscar otros espaciosdesde los cuales continuar la agitación política. Así, enjunio de 1933 se conformó la primer comisión del movimientoprovincialista, entre cuyos miembros se encontrabaBarreyro, otros correligionarios como A. Pomar, E. Ayrault,S. Olmedo y M. Herrara, y algunos de sus viejos adversariospolíticos como León Naboulet. El objetivo de este espacioera abrir nuevas comisiones en los diferentes municipiosdel territorio, y difundir la causa por laprovincialización a través de charlas y mítines en los quese intentaba construir una identidad local sobre el “sermisionero”12 (Jaquet, 2005).

Finalmente Barreyro tuvo una última oportunidad deejercer un cargo político en 1936, cuando ingresónuevamente al concejo municipal y ocupó la presidencia dePosadas, entonces con 53 años de edad, aunque tan sólodurante un año. Una vez que su sucesor, Julio Alvarenga,terminó su mandato en 1937, se abrió una etapa de repetidasintervenciones al municipio a cargo de comisionados.

Héctor Barreyro falleció en 1948 a los 65 años de edaden la ciudad de Oberá, Misiones, y no vivió para ver alterritorio convertido en provincia en 1953, la causa por laque había militando los últimos años de su carrerapolítica.12 La misioneridad apareció, desde un discurso histórico institucionalizado por la Junta de Estudios Históricos de Misiones, como un imaginario “basado en la supuesta existencia de un conjunto devalores y virtudes que, creían, estaba presente como naturalizado en la sociedad” (Jaquet, 2005: 305).

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Reflexiones finales

En la figura de Héctor Barreyro es posible advertir unconjunto de atributos que dan cuenta de su relevancia parala vida política del Territorio Nacional de Misiones en lasdécadas de 1910, 1920 y 1930.

En primer lugar, su figura conserva relevancia entanto fue central para el desarrollo del radicalismo en elterritorio de Misiones en el período. Si bien estedesarrollo estuvo limitado severamente por el estatusjurídico-politíco de los territorios nacionales, queimpedía el ejercicio pleno de la ciudadanía, el radicalismogobernante a nivel nacional procuró extender la influenciadel partido en ellos, a través de la creación de comités,que finalmente trasladaron hacia allí las internasnacionales.

En Misiones, los comités radicales, por ser comités deterritorios nacionales, no podían formar parte de laestructura del partido, y se encontraban librados a lainformalidad, o imbricados en partidos de caráctermunicipal. Sin embargo, la lógica de estos comitésrespondía a la de los enfrentamientos entre las faccionesinterna del partido nacional.

Mientras que generalmente se consigna que larestricción del derecho a voto para autoridades ejecutivaso representantes legislativos territoriales o nacionales,implicaba la ausencia de prácticas político-partidarias enlos territorios nacionales, el análisis de los documentosmuestra una intensa vida política de la que era parte laincipiente elite política local de comienzos del siglo XX.

A través de los diversos conflictos políticosmencionados en los que tomaban parte personajes como elhermano del gobernador, jueces, concejales, entre otrosempleados públicos, y la policía, es posible dar cuenta deestrechas relaciones entre la burocracia estatal, laparticipación partidaria y el poder político. Estasrelaciones por su parte, se desarrollaban y tenían lugar endiferentes espacios de sociabilidad tantoinstitucionalizados, como los comités, u oficinas públicas,como en espacios privados a través de asados o reuniones

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sociales. En este contexto, la prensa escrita también erala expresión de una cultura política, a la vez quecontribuía a la conformación de la “opinión pública”. En segundo lugar, es importante apuntar que en losterritorios nacionales mientras que las eleccionesmunicipales respondían a prácticas políticas asociadas a lacompetitividad a través de la confección de padrones,presentación de listas, campañas y, finalmente el actoeleccionario en sí, las disputas por la gobernación seencontraban libradas a la política nacional. Es por elloque antes de Barreyro, los gobernadores eran políticos omilitares que habían hecho carrera en Buenos Aires, enCorrientes o en Chaco, que preferían mantener ciertaimparcialidad política frente a la política local.

En este sentido, la originalidad de Barreyro es la dehaber sido el primer gobernador que realizó, antes de sudesignación, una carrera política desde el municipio dePosadas referenciándose dentro de un partido político deorden nacional. Esto da cuenta no sólo del interés delradicalismo por desarrollarse en estos territorios, sinotambién del porqué otros espacios políticos localesrechazaban fuertemente el modo en que Barreyro seinvolucraba en la política de los municipios.

Si bien a nivel municipal las disputas políticaspodían encauzarse en una competencia electoral (no exentasde conflictos y denuncias), las disputas por la gobernaciónsólo podían canalizarse a través de la política nacional.De allí el hecho de que las denuncias y reclamos sehicieran hacia el Ministerio del Interior, que era la únicaautoridad competente para el caso. Los habitantes de losterritorios sólo podían influir, o intentar influir, sobrela designación del gobernador, o sobre el rumbo de sugestión, a través de las relaciones y comunicaciones quepudieran establecer con el Ministerio del Interior, o conalgún político de orden nacional.

El hecho de que las actividades político-partidariasse desarrollaran en un territorio que no contaba con unmarco jurídico que lo regulara, generaba toda una serie deconflictos, problemas y distorsiones que no sólo afectabana los habitantes, sino que en gran medida, escapaban de sucapacidad para influir positivamente en ellos.

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Sin embargo, lo cierto es que la irrupción delradicalismo en el territorio de Misiones, introdujo nuevosespacios de participación partidaria, permitiendo queemergiera un nuevo modelo de carrera política en elterritorio de Misiones, de la que Héctor Barreyro fue laexpresión más clara.

Se trataba de un estilo en que el gobernador estabaautorizado y probablemente alentado desde la políticanacional, para involucrarse en los asuntos políticos de losmunicipios en tanto éstos extendían la influenciapartidaria y política en un sentido territorial. Comoexpresaba el presidente municipal de Concepción, elgobernador buscaba controlar las “situacionesprovinciales”, aunque no necesitara de sus votos paramantenerse como tal. Además, había alentado la publicaciónde un nuevo periódico desde donde pudiera participar de laopinión pública y difundir sus actos de gobierno, con lapretensión de hacerlo llegar a la mayor cantidad demunicipios territorianos posibles. Esto lo convertía enalgo más que un hombre de gestión, para convertirse en unlíder político o caudillo local.

Posiblemente esta forma de construcción política hayasido importante para que Barreyro mantuviera el apoyo delradicalismo nacional, pero es probable que él mismo tuvieratambién un proyecto político personal, y que éste tuvieraque ver con el movimiento provincialista que se desarrollódespués. Sea como fuere, el repaso por su carrera políticaen el territorio de Misiones permite acercarse a losprocesos sufridos en éste, a lo largo de tres décadas, quelo encuentran siempre presente en los hechos másimportantes, antes y después de ejercer como gobernador.Antes como presidente del concejo municipal de Posadasorganizando el primer comité radical, y despuésparticipando de las revoluciones radicales y del movimientoprovincialista.

Fuentes

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