Las Misiones Bolivarianas como herramienta de política social.

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MÁSTER UNIVERSITARIO EN COOPERACIÓN INTERNACIONAL Y GESTIÓN DE POLÍTICAS PÚBLICAS, PROGRAMAS Y PROYECTOS DE DESARROLLO TRABAJO FIN DE MÁSTER LAS MISIONES BOLIVARIANAS COMO HERRAMIENTA DE POLÍTICA SOCIAL. Alumno: Manuel Matías Dios Álamo. 1

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MÁSTER UNIVERSITARIO EN COOPERACIÓNINTERNACIONAL Y GESTIÓN DE POLÍTICASPÚBLICAS, PROGRAMAS Y PROYECTOS DE

DESARROLLO

TRABAJO FIN DE MÁSTER

LAS MISIONES BOLIVARIANAS COMOHERRAMIENTA DE POLÍTICA SOCIAL.

Alumno: Manuel Matías Dios Álamo.1

Directora/Tutora: Cristina Xalma.

Curso: 2013-14

Índice.

Introducción…………………………………………………………………………….…3 y 4.

1. Justificación……………………………………………………………………………5 - 8.

2. Nuevo modelo institucional y recuperación de la “soberanía

petrolera”………...9 - 12.

3. Los pilares del proceso de transformación nacional...

………………………..…13 - 17.

3.1. Democracia participativa

3.2. Desarrollo endógeno

3.3. Valores y principios de las misiones bolivarianas

4. Integración regional y cooperación Sur-Sur………………………………………18 -

23.

5. Las misiones bolivarianas en el nuevo paradigma de política

social................24 - 37.

5.1. Marco conceptual y teórico de la política social

2

5.2. Paradigmas de política social en el contexto

latinoamericano

5.3. Las misiones como programas de política social

6. Consideraciones finales…………………………………………………………….38 - 40.

Índice de abreviaturas……………………………………………………………………….41.

Fuentes y bibliografía básica………………………………………………………….42 - 44.

Introducción

La realización de este trabajo supone en buena medida la

culminación de un proceso formativo que comenzó hace ya siete

años al iniciar los estudios en ciencias políticas por la

Universidad Complutense de Madrid. Tras haber concluido la

licenciatura, el pasado curso opté por un mayor grado de

especialización a través de este máster en Cooperación

Internacional.

Entendiendo que la trayectoria académica desarrollada por cada

individuo termina condicionando sobremanera su visión del mundo

y la percepción de los acontecimientos que en el mismo tienen

lugar, resulta pertinente señalar la base formativa que acompaña

al autor de este escrito para comprender la elección del tema y

su enfoque eminentemente politológico.

3

Sobre esta base, la elaboración del siguiente trabajo persigue:

analizar la importancia de las misiones bolivarianas como elemento clave en la

política social venezolana durante los últimos quince años.

A tal fin, se tratarán:

a) En primer lugar los cambios institucionales y

legislativos que fueron necesarios para su

implementación, así como su importancia dentro del

proceso de transformación nacional.

b) A continuación se analizará el papel que ha venido

jugando Venezuela a nivel regional, su apuesta por

esquemas de integración “alternativos”, y el peso

determinante de la cooperación Sur-Sur en la superación

de carencias que permitieron la articulación de las

misiones bolivarianas.

c) Un tercer bloque se centrará en analizar la política

social venezolana a partir 1998, prestando especial

atención a las distintas misiones existentes, su

naturaleza y modalidades. Previamente se hará una

aproximación al marco teórico y conceptual de la

política social en el que se incluirán de manera

específica, los paradigmas imperantes en la región a lo

largo del siglo XX.

En cuanto al diseño de la investigación, la metodología estará

centrada en la búsqueda y procesamiento de fuentes primarias

(leyes orgánicas, tratados, constitución, etc.) como forma de

analizar, sobre los propios textos, aquellas transformaciones

que se hayan impulsado desde el poder político. De igual forma,

se procederá al análisis de fuentes secundarias (artículos,

informes, bibliografía relevante, etc.) en aquellos epígrafes en

los que se considere pertinente incluir otros trabajos

(partiendo de su relevancia y conexión con el tema elegido).

4

De igual forma, muchas de las cuestiones incorporadas en este

trabajo son extensibles a otros países de la región y sobre

ellas, hay ya una importante producción teórica elaborada desde

universidades y centros de estudio regionales. Es por ello, que

en la medida de lo posible, se recurrirá a investigaciones

producidas por académicos de estos centros para complementar

algunos puntos. Esto es así porque se entiende que la

perspectiva asumida por los autores seleccionados, contribuye a

aportar una visión carente de prejuicios eurocéntricos que con

frecuencia se detecta en algunos análisis sobre la realidad

latinoamericana.

En lo referente a la búsqueda de datos empíricos, en especial

aquellos que muestran la evolución de indicadores sociales, se

recurrirá a los informes publicados anualmente por la CEPAL

(Comisión Económica para América Latina). Concretamente a los anuarios

estadísticos y a los dosieres sobre “el panorama social”, ya que

recogen de forma rigurosa la evolución de múltiples elementos.

Como cierre a este apartado introductorio, resaltar que el

propósito de esta investigación es desarrollar un trabajo de

análisis y reflexión sobre el tema indicado, partiendo de un

proceso previo de búsqueda y revisión bibliográfica.

Paralelamente, al final de cada epígrafe, se incluirá una

síntesis de los temas tratados con la intención de condensar las

ideas relevantes. La puesta en común del conjunto de bloques,

así como la valoración personal del objeto de estudio y las

dificultades detectadas, se incorporarán a las conclusiones

finales; tratando de resaltar aquellos elementos considerados

positivos junto con las deficiencias detectadas en torno al tema

de investigación.

5

1. Justificación

Al igual que en buena parte de los países de la región, las

décadas de los ochenta y noventa en Venezuela estuvieron

marcadas por la llamada “crisis de la deuda”. La imposibilidad

de hacer frente al pago de los préstamos contraídos en el

mercado internacional, sumado a la caída de los precios del

petróleo; generaron un impacto directo en el conjunto de

políticas nacionales, incidiendo con especial dureza en la

política social.

La estrategia que adoptaron los gobiernos sucesivos hasta 1998,

se basó en “supeditar el desarrollo social al comportamiento de ciertas variables

macroeconómicas”,1priorizando en todo momento el pago de la deuda y

asignando a la política social un rol compensatorio que paliase

los efectos derivados de la política económica. De esta forma y

asumiendo en buena medida las “recomendaciones” de organismos

supranacionales, los partidos tradicionales AD y COPEI aplicaron1 Uharte Pozas, Luis Miguel “Política social y democracia: un nuevoparadigma”. Revista Venezolana de Economía y Ciencias Sociales. 2005, Volumen 11.Pág. 101.

6

un conjunto de decisiones que coincidían plenamente con las

propuestas del Consenso de Washington.

Con la intención de clarificar el proceso político venezolano

durante estos años, a continuación se incluye un cuadro en el

que se recogen los sucesivos presidentes de la república junto

con sus años de mandato y el partido al que pertenecían:

CUADRO 1

GOBIERNOS DE LA REPÚBLICA EN EL ÚLTIMO CUARTO DEL S. XX

Presidente. Mandato. Partido político.

Luis Herrera Campins 1979-1984

COPEI-Comité de Organización Política Electoral Independiente.

Jaime Lusinchi 1984-1989

AD-Acción Democrática.

Carlos Andrés Pérez 1989-1993 AD-Acción Democrática.

Ramón José Velásques 1993-1994 Independiente.

Rafael Caldera 1994-1999 Convergencia.

Hugo Rafael Chávez Frías

1999-2001

2001-20072007-2013

MVR/PSUV- Movimiento QuintaRepública/PartidoSocialista Unificado de Venezuela.

Fuente: Elaboración propia a partir del trabajo: “El sistema político

venezolano: crisis y transformaciones”. De Miriam Kornblith2.

2 Kornblith, Miriam. “El sistema político Venezolano: crisis ytransformaciones”. Instituto de Estudios Políticos de la Universidad Central de Venezuela

7

Los resultados de tales políticas, sustentadas en la supresión

de competencias estatales básicas, dieron lugar a lo que en

América Latina pasó a denominarse como la “década perdida”. En

el caso de Venezuela, la situación se prolongó hasta inicios de

los 2000 generando altos niveles de exclusión y pobreza. La

inacción en el plano social por parte de los poderes públicos,

provocó que un importante número de venezolanos padeciera en

primera persona las consecuencias de un modelo que propugnaba

abiertamente la necesidad de “adelgazar” el Estado. De esta

forma, en el año 1997, el “42% de los venezolanos se encontraban bajo la

línea de pobreza y un 17% bajo la línea de indigencia”3 prácticamente el doble

que en el año 2012, cuando el porcentaje se había reducido a un

“23,9% y un 9,7%”4 respectivamente.

En este sentido, uno de los sectores que más se vio afectado por

la ola de privatizaciones que sacudió el país así como por la

nula inversión pública en el sistema nacional, fue el ámbito de

la salud. Si se toman como referencia los datos concernientes a

“la inversión pública sobre el total del PIB en esta partida durante el año 1995, se

constata un escaso 1%”5 frente al “más del 5% destinado por el gobierno en el

año 2011”6 (últimos datos disponibles).

La restricción de un derecho humano fundamental como es la

atención médica en función de criterios económicos (sumada a

otros factores), hizo con que la calidad de vida de los

(IEP-UCV). 2006, PP, 1-31.3 Comisión económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Informeanual: Panorama social de América Latina, 1998. (LC/G. 2050-P) Santiago deChile, 1998. Pág. 274.4 Op. Cit, Informe anual: Panorama Social de América Latina, 2013. (LC/G. 2580)Santiago de Chile, 2013. Pág. 19.5 Op. Cit. Anuario Estadístico de América Latina y el Caribe, 2000. (LC/G. 2066-PB),Santiago de Chile, 2000. Pág. 56.6 Op. Cit. Anuario Estadístico de América Latina y el Caribe, 2013. (LC/G 2582.P),Santiago de Chile, 2013. Pág. 72.

8

venezolanos se deteriorase considerablemente. Tal y como recoge

la Organización Mundial de la Salud en su serie temporal

relativa a la esperanza de vida por países: “en 1990 la esperanza de

vida al nacer de las mujeres venezolanas era de 74 años frente a los 70 de los

hombres. Para el año 2012 esa realidad había mejorado en dos años más para los

hombres y seis en el caso de las mujeres”7

Otro pilar básico de la política social que se vio claramente

afectado por la escasa inversión pública en estas dos décadas,

fue la educación. Así, a pesar de que “la UNESCO recomiende que el

porcentaje destinado a esta partida debe ser cercano al 6% sobre el PIB”8, los

sucesivos gobiernos no asumieron esta recomendación. Por el

contrario en 1995, el ejecutivo de Caldera9 destinó un 4,4%10 que

contrasta con el 6,9%11 reservado para un sector de tal importancia, a

finales de los 2000.

Los efectos ligados a la escasa inversión en enseñanza pública

agudizaron sobremanera las diferencias educativas entre aquellos

sectores de la población que podían tener acceso a centros

privados y los que se veían obligados a asistir a un sistema

público inoperante. La falta de medios se traducía en: escasos

salarios a los profesionales de la enseñanza, infraestructuras

deterioradas o ausencia de centros en determinadas zonas del

país. Es por ello que una de las prioridades del nuevo gobierno

salido de las urnas en 1998 fue la garantía de este derecho

humano mediante la apuesta por un sistema educativo público,

7 Página Web Oficial de la OMS-WHO (World Health Organization).Disponible en: http://apps.who.int/gho/data/node.main.688?lang=enFecha de consulta: 15 de junio del 2014.8 Uharte, Pozas, Luismi. “El Sur en Revolución. Una mirada a laVenezuela Bolivariana”. Txalaparta Edit. Nafarroa (2008). Pág. 147.9 Consultar cuadro con los sucesivos Gobiernos.10 Comisión económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), AnuarioEstadístico de América Latina y el Caribe, 2000. (LC/G. 2066-PB), Santiago deChile, 2000. Pág. 49.11 Op. Cit. Anuario Estadístico de América Latina y el Caribe, 2013. (LC/G 2582.P),Santiago de Chile, 2013. Pág. 67.

9

universal y de calidad; cuyo acceso (al igual que ocurrió con la

sanidad) no se viera condicionado por criterios económicos.

En la consecución de este reto, desempeñaron un papel central

las diferentes misiones articuladas para dar respuesta a las

necesidades formativas y sanitarias de toda la población, a

través de distintos programas. De esta forma, en 2005 la UNESCO

declara a Venezuela como territorio libre de analfabetismo y el

porcentaje de población que no sabía ni leer ni escribir, pasó de

un 8,9%12 a mediados de los noventa a un 3,9%13 el pasado 2012.

Conviene apuntar que la situación social que marcó la realidad

venezolana durante cerca de veinte años, no fue producto del

azar ni debe ser entendida como una coyuntura marcada por la

inevitabilidad. Por el contrario, la extensión de la pobreza a

tales niveles es el resultado de una apuesta consciente y

deliberada, asumida por determinadas fuerzas políticas. Sus

responsables decidieron implementar un modelo en el que era el

sector privado guiado por parámetros mercantiles, el que asumía

la gestión de ámbitos clave para el desarrollo de todo ser

humano. De ahí que todo aquel que careciese de los recursos

necesarios, terminase en una situación de vulnerabilidad y

desprotección como la que reflejan los indicadores analizados.

Tras esta breve perspectiva comparada en diferentes áreas,

resulta evidente que este ámbito específico inscrito dentro de

la política pública, sí era una prioridad para el ejecutivo

liderado por el presidente Chávez. Desde un primer momento se

acuñó el concepto de “deuda histórica”, entendido como el

compromiso asumido por las nuevas autoridades en su propósito de

12 Comisión económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), AnuarioEstadístico de América Latina y el Caribe, 2000. (LC/G. 2066-PB), Santiago deChile, 2000. Pág. 41.13 Op. Cit. Anuario Estadístico de América Latina y el Caribe, 2013. (LC/G 2582.P),Santiago de Chile, 2013. Pág. 60.

10

garantizar una serie de derechos básicos a las mayorías sociales

del país.

Atendiendo a los datos analizados puede comprobarse como el

paradigma de política social propuesto desde el nuevo gobierno,

supone una ruptura radical con aquel que había predominado en

las décadas precedentes. Dentro de este nuevo modelo, las

misiones en tanto que programas sociales inscritos dentro del

nuevo marco de política social, jugaron un papel central a la

hora de revertir la situación de pobreza que afectaba a buena

parte de la población.

Considerando lo expuesto en los párrafos anteriores, y

atendiendo a la mejora objetiva que experimentaron numerosos

indicadores, los epígrafes que se incorporan a continuación

persiguen comprender los fundamentos de este nuevo enfoque, así

como el papel fundamental que desempeñan las misiones

bolivarianas dentro del mismo.

11

2. Nuevo modelo institucional y recuperación de la

“soberanía petrolera”

La puesta en marcha de las misiones bolivarianas, en tanto que

instrumento de política social orientada a revertir la situación

de pobreza en la que se encontraban amplios sectores de la

sociedad, obligó a realizar una serie de modificaciones

normativas que permitiesen crear el marco jurídico necesario

para la articulación de dichos programas. En este sentido, aquel

que tuvo una mayor trascendencia dada la jerarquía de la norma,

fue la aprobación por referéndum con un 71,78% de los votos,14 de una

nueva constitución en la que se recogía la obligación de

destinar parte de la riqueza nacional a financiar partidas

básicas tales como salud o educación.

Venezuela en tanto que país productor de petróleo, encuentra en

este recurso su principal fuente de ingresos, por lo que la

regulación de este sector se tornaba necesaria a la hora de

cumplir el mandato constitucional. “El beneficio que se genere por la

explotación del subsuelo y los minerales en general, propenderá a financiar la

inversión real productiva, la educación y salud”.15

La regulación (en mayor o menor grado), de este ámbito central

para la economía Venezolana, fue una constante desde que a

principios del siglo XX el petróleo comenzara a revelarse como

recurso estratégico. Los distintos presidentes de la nación

aprobaron leyes en las cuales, la gestión y utilización de los

beneficios derivados de esta actividad, variaba según el proceso

político que atravesaba el país. Así, desde que en 1920 se14 Consejo Nacional Electoral Venezolano. Resultados electoralesReferendo 15/12/1999.http://www.cne.gob.ve/web/documentos/estadisticas/e012.pdf Fecha deconsulta: 3 de junio del 2014.15 "Constitución de la República Bolivariana de Venezuela", Título VI,Capítulo II, Art. 311, Caracas 1999.

12

aprobara la primera ley del petróleo, los sucesivos gobiernos

fueron modificando la legislación en función del contexto, las

estrategias de desarrollo imperantes y las prioridades políticas

defendidas por cada ejecutivo.

Una de las primeras leyes, fue la aprobada por el entonces

presidente de la República, Isaías Medina Angarita cuya Ley de

Hidrocarburos, reforzaba el papel del Estado en el proceso de

explotación petrolero, “la nueva ley unificaba el régimen de concesiones,

aumentaba los impuestos, imponía a las compañías la obligación de establecer en

Venezuela la contabilidad de sus empresas y se constituía en un instrumento legal

progresista”.16

La llegada al poder de Carlos Andrés Pérez trajo consigo la

“nacionalización de la Industria Petrolera”, si bien esta medida

podría parecer que ahondaba en el control estatal de la

Industria iniciado con Angarita, lo cierto es que en realidad la

nueva ley mantenía un papel preponderante del sector privado en

todo el proceso, concretamente de un importante número de

empresas transnacionales que limitaba de facto el margen de

maniobra estatal.17

Ya en la década de los 90, en un contexto marcado por la

imposición de políticas neoliberales en la mayor parte de los

países de la región, la estrategia de Rafael Caldera se basó en

“una política de apertura de la estatal petrolera Petróleos de Venezuela que fue

catalogada como preludio a la privatización del sector debido a que impedía que el

Estado venezolano pudiera tener la mayoría accionarial en los contratos”.18

16 Flores, Urbáez Matilde. "Ley Orgánica de hidrocarburos y Ley Orgánica de Ciencia,Tecnología e Innovación. Un análisis de su Relación con el Proceso Político Venezolano."Zulia, 2013, pág. 7. Disponible en:http://www.altec2013.org/programme_pdf/1662.pdf Fecha de consulta: 3de junio del 2014.17 Op. Cit. Cfr. Págs. 7 y 8. 18 Op. Cit. Pág. 8.

13

Tras este breve repaso histórico, cabe destacar que la victoria

electoral del Movimiento V República en las elecciones de 1998,

motivó una serie de modificaciones normativas que visaban entre

otras cuestiones devolver al Estado el control de la Industria

petrolera de cara a reinvertir parte de los beneficios

generados, en programas sociales como las misiones bolivarianas.

De esta forma, tal y como recoge el artículo 12 de la

constitución de la República “los yacimientos mineros y de hidrocarburos,

cualquiera que sea su naturaleza, existentes en el territorio nacional, bajo el lecho del

mar territorial, en la zona económica exclusiva y en la plataforma continental,

pertenecen a la República, son bienes de dominio público y, por tanto, inalienables e

imprescriptibles”.19 Junto a este, hay toda una serie de artículos que

refuerzan el papel estatal en la gestión de los recursos

petroleros y, que establecen el marco general a partir del cual

se aprobarán una serie de normas que permitieron hacer efectivo

ese control.

El procedimiento que dio luz verde a la aprobación y reforma de

las distintas leyes de hidrocarburos fue la figura del decreto

con fuerza de ley o “ley Habilitante”. Regulada por el artículo

203 de la constitución, esta figura consiste en que “la Asamblea

Nacional entrega al ejecutivo la potestad de elaborar leyes claves para el futuro del

país: en el área financiera y social”20 permitiendo de este modo, agilizar

su tramitación y aprobación, siempre que sea admitida por dos

terceras partes de la Asamblea Nacional. En este sentido y

considerando la urgencia de regular este sector estratégico, el

13 de noviembre del año 2001 se publica en la Gaceta Oficial de

la República Bolivariana de Venezuela la ley orgánica de

hidrocarburos, cuya aprobación viene justificada de la siguiente

19 "Constitución de la República Bolivariana de Venezuela", Título II, Capítulo I, Art. 12, Caracas 1999.20 Harnecker, Marta. “Venezuela una Revolución sui géneris”. Edit. El Viejo Topo. España 2004. Pág. 8.

14

manera: “En Venezuela, en la actualidad, el desarrollo nacional como pilar

fundamental de la seguridad, tiene como principal base de sustentación los recursos

de hidrocarburos. El aprovechamiento integral de esos recursos requiere de una ley

que garantice a la Nación venezolana la optimización de su industria petrolera”.21

La aprobación de este decreto con fuerza de ley que limitaba las

ganancias del sector privado, es una de las claves fundamentales

a la hora de entender el golpe de Estado fallido22 que se produjo

a los pocos meses. La intentona golpista fue encabezada por

distintos sectores de la oposición venezolana y fue seguido de

un paro petrolero a finales de ese mismo año que terminó por ser

desconvocado en febrero de 2003.

No fue hasta el año 2006 que la ley de hidrocarburos sufrió una

serie de modificaciones menores en su articulado, referidas

fundamentalmente a la comercialización y los impuestos derivados

de esta actividad.

En síntesis, una de las cuestiones que se detectaron como

cruciales en la puesta en marcha las misiones bolivarianas, era

la forma de financiarlas así como la base jurídica que amparase

tal inversión de recursos públicos. En este sentido, se ha

21 Asamblea Nacional de la República Bolivariana de Venezuela (2001). Ley Orgánica de Hidrocarburos (Noviembre de 2001). Disponible en: http://www.pgr.gob.ve/dmdocuments/2001/37323.pdf Fecha de consulta: 3 de Junio del 2014.22 Nota aclaratoria: En la madrugada del 12 de abril del año 2002, ungrupo de militares contrarios al gobierno constitucional, apoyados porla oposición venezolana y el empresariado nacional (agrupado enFedecámaras), ejecutó un golpe de Estado que depuso temporalmente alpresidente Chávez. La presidencia de Gobierno fue asumida por elentonces presidente de la patronal venezolana, Pedro Carmona quiénapenas permaneció en el cargo veinticuatro horas. Debido a las enormes protestas ciudadanas que recorrieron el país y, ala coordinación de un grupo de militares leales al gobierno electo(agrupados en torno a la figura de Raúl Isaías Baduel), se consiguióla liberación del presidente en la madrugada del 14 de abril. A sullegada a Miraflores, miles de venezolanos le esperaban para mostrarlesu apoyo al grito de: “Volvió, volvió, volvió.”

15

expuesto el marco general que daba respaldo a esta decisión;

apertura de un proceso constituyente que culminó con la

aprobación de una nueva constitución, en la que se establecía el

mandato de destinar parte de los recursos petroleros (principal

fuente de ingresos del país), a esta materia.

Sobre esta base, el siguiente paso a dar por el Ejecutivo

Chavista fue la aprobación de una ley orgánica que regulase las

actividades del sector ahondando en la denominada “soberanía

petrolera”.

Si bien es cierto que ambos instrumentos (Constitución y ley

orgánica), establecen en su articulado la obligación de que los

beneficios derivados de tales actividades, reviertan en acciones

para la mejora de la salud o la educación, resulta limitado el

desarrollo normativo, a la hora de profundizar sobre la forma en

que esa inversión de fondos va a realizarse, las cantidades que

corresponderían a cada programa o los porcentajes específicos

provenientes de la industria petrolera destinados a cada

partida.

16

3. Los pilares del proceso de transformación nacional

El presente epígrafe estará centrado en el análisis del modelo

de democracia participativa y desarrollo endógeno, como base del

proceso de transformación nacional, para concluir con los

valores y principios inspiradores de las misiones bolivarianas.

3.1 Democracia participativaEn el análisis del proceso de transformación nacional venezolano

resulta importante abordar dos nociones clave e

interrelacionadas como son: la democracia participativa y el

desarrollo endógeno. Considerando que el paradigma de desarrollo

17

elegido por cada Estado se encuentra íntimamente ligado al tipo

de democracia que impera en el mismo, conviene analizar ambas

ideas para comprender el marco general en el que estarán

inscritas las misiones así como muchos de sus rasgos

definitorios.

Frente al modelo de democracia liberal, sustentado en el

principio de representatividad y, por tanto, en el ejercicio del

voto periódico como medio esencial de participación y elección

de representantes, la República bolivariana de Venezuela asumió

desde un primer momento, tal y como recoge el preámbulo de su

Constitución, un modelo de “sociedad democrática, participativa y

protagónica”:23 a) Participativa porque lo que busca es generar el

mayor número de espacios y mecanismos a través de los cuales la

ciudadanía pueda intervenir en los asuntos públicos. B)

Protagónica porque lo que persigue es que esa misma ciudadanía

sea autora de los cambios que se produzcan.

Estos principios resultaron ser un pilar fundamental en el

proceso de refundación de la República quedando plasmados en el

nuevo texto constitucional, cuyo procedimiento de aprobación fue

un ejemplo claro de este modelo participativo, al haber sido

sometida a debate en diferentes niveles y admitida en referéndum

por el 71,78% de los votos. Así, el artículo 62 de la

Constitución establece que: “La participación del pueblo en la formación,

ejecución y control de la gestión pública es el medio necesario para lograr el

protagonismo que garantice su completo desarrollo, tanto individual como

colectivo”.24

Sin duda, este modelo de democracia carecería de sentido si

desde los poderes públicos no se hubiera legislado para

establecer una serie de mecanismos que permitieran la

23 "Constitución de la República Bolivariana de Venezuela", Preámbulo,Caracas 1999.24 Op. Cit, Título II, Capítulo IV, Art. 62, Caracas 1999.

18

implicación real de los ciudadanos en materias determinantes

para el futuro del país. Es por ello por lo que junto al

artículo 62 que consagra este principio, el artículo 70 fija los

medios de participación y ejercicio de la soberanía en lo

político mediante “la elección de cargos públicos, el referendo, la consulta

popular, la revocatoria del mandato, la iniciativa legislativa, constitucional y

constituyente, el cabildo abierto y la asamblea de ciudadanos y ciudadanas cuyas

decisiones serán de carácter vinculante”.25

Puede comprobarse como el principio de representatividad, en

tanto que elemento consustancial a las democracias liberales, no

queda invalidado en el modelo de democracia participativa

venezolano, sino que lo complementa mediante la introducción de

múltiples instrumentos que permiten superar la participación

política restringida básicamente a la elección periódica de

representantes.

Junto al modelo de democracia participativa y protagónica, el

otro gran pilar en la refundada República bolivariana, fue la

apuesta por un modelo de desarrollo endógeno (desde dentro y

hacia dentro) que posibilitase “la creación y consolidación de una

estructura productiva diversificada, eficiente y progresivamente autosuficiente,

logrando atender las necesidades de desarrollo social y humano”.26

3.2 Desarrollo endógenoAl igual que la democracia participativa en lo político, se

contraponía al carácter representativo de las democracias

liberales. La construcción de un modelo de desarrollo propio,

surge en oposición al modelo de desarrollo neoliberal que había

marcado las políticas nacionales en las décadas de ochenta y

noventa, relegando a la exclusión a buena parte de la sociedad25 Op. Cit. Título II, Capítulo IV, Art. 70, Caracas 1999.26 Edición del Ministerio de Comunicación e Información Venezolano. LasMisiones Bolivarianas. Colección Temas de Hoy, 2006. Pág. 18.

19

venezolana, tal y como evidencian los Informes anuales de la

CEPAL. En este sentido, frente a “las políticas de privatización de empresas

públicas, de otorgamiento de importantes facilidades a empresas extranjeras, de

reducción del gasto social o de apertura comercial en condiciones desfavorables”,27

lo que se pretendía con este nuevo paradigma era potenciar un

modelo productivo que respondiese a las necesidades básicas de

toda la población. Un modelo que buscaba, “ser lo menos dependiente del

exterior, sustentándose en las capacidades internas del país, volcando sus esfuerzos en

aumentar la producción alimentaria e industrial autóctona y por consiguiente, reducir

los altos niveles de importación”.28

La plasmación escrita de esta propuesta ha venido recogida en

los distintos planes de desarrollo económico y social de la

nación. Tales documentos establecen de forma pormenorizada las

políticas económicas y sociales que se van a implementar en un

periodo de cinco años, convirtiéndose en la hoja de ruta asumida

desde el gobierno venezolano para alcanzar los objetivos

específicos asociados a este modelo.

3.3 Valores y principios de las Misiones BolivarianasTras haber analizado las líneas maestras de dos nociones

esenciales para el nuevo proyecto de país, como son la

democracia participativa y el desarrollo endógeno., se abordarán

a continuación los valores y principios básicos de las misiones

bolivarianas, en tanto que rasgos subsumidos en este marco

general. Estos rasgos se inscriben, a su vez en tres grandes

propuestas que permitieron la correcta implementación y

continuidad de los diferentes programas:

27 Uharte, Pozas, Luismi. “El Sur en Revolución. Una mirada a laVenezuela Bolivariana”. Txalaparta Edit. Nafarroa (2008). Pág. 119.28 Op. Cit. Pág. 120.

20

a) Articulación de un nuevo modelo de institucionalidad

basado en la corresponsabilidad Estado/Sociedad para

lograr ser más efectivos en la ejecución de las

misiones.

b) El papel protagonista y la participación de las

comunidades locales en la definición, ejecución

y control de estas políticas.

c) Organización de los programas sobre la base de un

plan de acción integral que permitiesen atajar las

múltiples causas generadoras de la pobreza.

Sobre esta base, el inicio de las misiones se produjo a

comienzos del año 2003, en un contexto marcado por la

inestabilidad fruto del paro petrolero que siguió a la

aprobación de la ley de hidrocarburos y al golpe de Estado

fallido de 2002. Su puesta en marcha, no habría sido posible sin

la implicación directa de la población venezolana y el

despliegue de buena parte de las instituciones del Estado a

comunidades y territorios tradicionalmente “olvidados”.

En este sentido cabe destacar la flexibilidad institucional de

los poderes públicos a la hora de implementar estos programas

sociales allí donde se detectasen necesidades de intervención

(independientemente de su ubicación geográfica o de los costes

asociados a los mismos). Tal despliegue habría topado con serias

dificultades de no haber estado previamente definido bajo una

lógica de coordinación interinstitucional entre los diferentes

niveles territoriales (nacional, regional y local) evitando, de

esta forma, una centralización del proceso y favoreciendo una

mejor articulación, así mismo la participación y el compromiso

adoptado por las diferentes comunidades locales con respecto a

las misiones. Todo esto remite de nuevo al carácter protagónico

21

asumido por la sociedad venezolana en la gestión de los asuntos

públicos y en definitiva, al nuevo modelo de institucionalidad.

De igual forma, las misiones buscan “promover la organización social,

política y económica de las comunidades para garantizar la efectividad de su

participación crítica en las propuestas del Gobierno, articulándose junto con las

diversas formas de organización local existentes (comités de tierra y de salud,

asambleas populares, mesas técnicas de agua…) y coadyuvando a fortalecer las redes

organizativas populares”.29

En último término y atendiendo a las distintas áreas de

intervención simultánea en las que inciden las misiones

bolivarianas (salud, educación, seguridad alimentaria,

vivienda…), se distingue un plan de acción integral que busca

atajar la problemática detectada por todo el territorio

venezolano, con el fin de garantizar el ejercicio pleno de la

ciudadanía y los derechos fundamentales recogidos en la

Constitución y en diferentes tratados Internacionales. “Así, el

conjunto de misiones participativas que se articulan en las respectivas comunidades,

tratan en conjunto las causas y factores que producen la situación de exclusión”.30

Atendiendo de manera específica a las misiones educativas, cabe

destacar la existencia de incentivos para los participantes,

cuyo objetivo central es asegurar la finalización de las

distintas etapas formativas así como dar respuesta a las

necesidades básicas de aquellas personas que se encuentren en

una situación de vulnerabilidad.31

Tras esta aproximación que va de lo general a lo particular, se

puede comprobar como las misiones bolivarianas están inscritas y

son un elemento central del proceso de transformación que29 Edición del Ministerio de Comunicación e Información Venezolano. LasMisiones Bolivarianas. Colección Temas de Hoy, 2006. Pág. 19.30 Op. Cit Pág. 1631 Edición del Ministerio de Comunicación e Información Venezolano. LasMisiones Bolivarianas. Colección Temas de Hoy, 2006. Cfr. Págs. 15-21.

22

comenzó con la llegada al poder del nuevo ejecutivo. La ruptura

con el modelo de desarrollo impulsado por los partidos

tradicionales (Acción Democrática y COPEI), así como con el

carácter representativo que había marcado la vida política

venezolana hasta las elecciones de 1998, supuso el inicio de una

nueva etapa en la que la participación ciudadana resultó ser

esencial en la implementación del programa político propuesto

desde el nuevo ejecutivo.

Así, en los primeros años de gobierno se edificó el andamiaje

institucional y normativo para hacer viable la financiación y

aplicación de las misiones en tanto que herramienta de política

social. El siguiente paso estuvo marcado por una implicación

directa de las comunidades en las distintas fases del proceso

(definición, ejecución y control), en estrecha colaboración con

el poder político.

De esta forma, más de diez años después de su inicio, se puede

afirmar que las misiones bolivarianas han logrado transformar el

panorama nacional teniendo que redefinir incluso, su cometido

inicial mediante la ampliación de áreas de incidencia.

23

4. Integración regional y cooperación Sur-Sur:

complementariedad y aprendizaje mutuo en la superación de

carencias

El propósito de revertir la situación de emergencia nacional en

la que se encontraba el país a la llegada del nuevo gobierno,

chocó desde un primer momento con un aparato estatal muy

limitado incapaz de dar respuesta en muchos aspectos a las

necesidades básicas de la población. Es por ello, que la

creación de un marco normativo adaptado a la nueva realidad

24

política era condición necesaria, aunque no suficiente para la

correcta implementación de las misiones bolivarianas tal y como

desde un principio fueron diseñadas.

La falta de medios así como la gestión privada de ámbitos clave

como salud o educación impulsada por los gobiernos precedentes

entre otros factores, motivó un fortalecimiento de la

colaboración entre el Ejecutivo Chavista y otros países de su

entorno como una de las formas de superar, desde la cooperación

y el aprendizaje mutuo tales carencias. En este sentido, resulta

pertinente analizar el papel que desde un principio jugaron las

relaciones bilaterales entre Venezuela y la República de Cuba.

La firma de múltiples convenios con el país caribeño, permitió

la puesta en marcha de importantes programas sociales al

interior de Venezuela e impulsar esquemas de integración

regional “alternativos” en el marco de la cooperación Sur-Sur.

Esta política de alianzas construida entre los dos países ayudó

a superar algunas carencias existentes al interior de Venezuela,

reforzando sectores clave en situación de inoperatividad. El

internacionalismo en tanto que "elemento constante a lo largo

del tiempo, profesado y practicado con coherencia por su líder

histórico Fidel Castro"32, facilitó la firma de acuerdos en esta

dirección. Entre ellos, aquel que merece mención especial

considerando el impacto directo que tuvo en la puesta en marcha

de las misiones, es el Convenio Integral de Cooperación entre la

República de Cuba y la República Bolivariana de Venezuela,

firmado en Caracas el 30 de Octubre del año 2000.

Partiendo de paradigmas de desarrollo coincidentes en muchos

aspectos, este convenio sentó las bases para una relación de

32 Benzi, Daniele. Zapata, Ximena (2013). Geopolítica, Economía ySolidaridad Internacional en la nueva Cooperación Sur-Sur: El caso dela Venezuela Bolivariana y petrocaribe. América Latina Hoy, 63, 2013. Pág.70.

25

cooperación fluida y con ventajas recíprocas que complementaba

las debilidades que cada uno de los dos países había detectado,

pudiendo ser revertidas gracias a la experiencia de la

contraparte. Atendiendo al articulado del Convenio, "la República de

Cuba prestará los servicios y suministrará las tecnologías y productos que estén a su

alcance para apoyar el amplio programa de desarrollo económico y social de la

República Bolivariana de Venezuela. Estos bienes y servicios serán pagados por la

República Bolivariana de Venezuela, en el valor equivalente a precio de mercado

mundial, en petróleo y sus derivados".33

Sobre esta base, una de las prioridades a las que tuvo que dar

respuesta el gobierno venezolano, fue la extensión de la

cobertura sanitaria a zonas que históricamente habían quedado

desatendidas y cuya localización se encontraba alejada de los

centros hospitalarios. La falta de profesionales médicos en

Venezuela sumada a la prácticamente nula inversión pública en

este ámbito, provocaron que a finales de los años noventa, buena

parte de la población no tuviera acceso a atención médica,

quedando este derecho restringido exclusivamente a aquellos

sectores que pudieran costearse tales servicios en centros

privados.

Considerando esta dramática realidad y partiendo de la enorme

experiencia demostrada por Cuba en materia sanitaria desde el

triunfo de la Revolución, el artículo IV del Convenio de

colaboración entre los dos países fija una Disposición Especial

según la cual “Cuba ofrece gratuitamente a la República Bolivariana de

Venezuela los servicios médicos, especialistas y técnicos de salud para prestar servicios

en lugares donde no se disponga de este personal. Los médicos especialistas y técnicos

33 "Convenio Integral de Cooperación entre la República de Cuba y laRepública Bolivariana de Venezuela". Art. II. Caracas 2000. Disponibleen: http://www.embajadacuba.com.ve/cuba-venezuela/convenio-colaboracion/ Fecha de consulta: 20 de junio 2014.

26

cubanos en la prestación de sus servicios ofrecerán gratuitamente entrenamiento al

personal Venezolano de diversos niveles que las autoridades soliciten”.34

Así, una de las decisiones adoptadas al amparo de este artículo,

fue la puesta en marcha de la Misión Barrio Adentro, cuyo

objetivo era la extensión de la cobertura sanitaria al conjunto

de la sociedad venezolana. De esta forma, se rompía con la

lógica asistencial que había primado hasta la fecha, pasando a

ser la atención médica un derecho humano fundamental recogido y

garantizado por la propia constitución.

El inicio de este programa en el año 2003, vino precedido por el

envío de cooperantes médicos cubanos para atender a los

damnificados de la Tragedia de Vargas, un desprendimiento de

tierras que afectó a varios departamentos nacionales, como

consecuencia de intensas lluvias, provocando enormes daños

materiales y un número indeterminado de muertos y heridos. En

este sentido, considerando la aceptación que recibieron los

cooperantes cubanos en las distintas comunidades donde

estuvieron trabajando, las autoridades venezolanas propusieron

articular la misión Barrio Adentro I, un año después de firmar

el convenio de cooperación.

De forma paralela, la estrecha colaboración que durante cinco

años se había generado entre los dos países, cristalizó en

diciembre del 2004 con la fundación de la Alianza Bolivariana

para los Pueblos de Nuestra América (ALBA). Una estructura de

integración regional a la que progresivamente se fueron

incorporando otros Estados que compartían los principios

inspiradores de esta alianza.35

34 Op. Cit.35 Nota Aclaratoria: Aunque inicialmente este organismo fue impulsadopor Cuba y Venezuela, progresivamente se produjo la incorporación deotros Estados. En la actualidad el ALBA está compuesto por lossiguientes países: Antigua y Barbuda, Bolivia, Cuba, RepúblicaDominicana, Ecuador, Nicaragua, Santa Lucía, San Vicente y las

27

Desde un primer momento, una de las prioridades del Gobierno

venezolano en materia de política exterior, fue la defensa de un

sistema multipolar que contrarrestase el poder hegemónico que

históricamente había detentado los Estados Unidos. Para ello, la

apuesta por procesos de integración regional que limitasen las

asimetrías entre sus miembros y fomentasen las ventajas

recíprocas de pertenecer a tales acuerdos, se tornaba esencial.

Así “la estrecha relación con Cuba y demás gobiernos progresistas no podía sino

conducir a una alianza estratégica, configurándose como el núcleo originario de la

Alternativa Bolivariana, una propuesta de integración alternativa que, a

contracorriente de los demás esquemas regionales y mundiales, se fundamentaría en

la cooperación, la complementariedad y la solidaridad, proclamándose

antiimperialista y de orientación socialista”.36

Puede constatarse como desde un primer momento, el ALBA fue una

prioridad en materia de política exterior que fijaba entre sus

principios constitutivos muchos de los rasgos generalmente

vinculados a la cooperación Sur-Sur. Asimismo, resultaría

insuficiente analizar este tipo de estructuras de integración

regional bajo una óptica limitada exclusivamente a la afinidad

política compartida entre sus miembros. Por el contrario “las

políticas de integración Sur-Sur y cooperación venezolanas buscan tanto la

diversificación/expansión económica del país como la defensa del proyecto bolivariano

frente a los persistentes esfuerzos de los Estados Unidos para aislar y desestabilizar al

Gobierno”.37

Junto al ALBA-TCP, la creación cuatro años más tarde de

Petrocaribe supuso un paso más en la consolidación de alianzas

entre países que encontraban en esta nueva organización un

Granadinas y la República Bolivariana de Venezuela.36 Benzi Daniele. Zapata, Ximena (2013). Geopolítica, Economía ySolidaridad Internacional en la nueva Cooperación Sur-Sur: El caso dela Venezuela Bolivariana y petrocaribe. América Latina Hoy, 63, 2013. Pág.70.37 Op. Cit. Pág. 73.

28

espacio en el que coordinar sus diferentes políticas

energéticas, jugando Venezuela un papel protagonista.

La membrecía de este organismo coincide prácticamente con el

grueso de Estados ya pertenecientes al ALBA, junto con algunas

incorporaciones tales como Guatemala, Belice u Honduras, este

último suspendido temporalmente tras el golpe de Estado que

depuso en 2009 al presidente Zelaya. La necesidad de impulsar

una organización de cooperación energética de estas características vino

justificada en sus principios fundacionales como “un mecanismo para liberar a los

pueblos hermanos de las enormes dificultades de acceso a los recursos energéticos,

que acentúan las desigualdades sociales y deterioran la calidad de vida. PDVSA y su

filial PDV Caribe, desarrollan la plataforma política, técnica y de infraestructura para

revertir este aislamiento histórico y construir la soberanía y seguridad energética de

los países miembros del Acuerdo Petrocaribe”.38

Además de la labor de coordinación de políticas energéticas o la

financiación de combustible en condiciones favorables para sus

miembros, Petrocaribe constituyó desde su creación un fondo para

el desarrollo denominado “Fondo Alba Caribe”, al cual se

destinaba un pequeño porcentaje de cada barril de petróleo

transferido para la puesta en marcha de programas sociales.

Según datos de la propia Organización, hasta la fecha se han

asignado 179 millones de dólares, a 85 proyectos en 11 países de la Región; y 29

millones de dólares a 3 proyectos eléctricos. De igual forma, la financiación de estos

programas queda condicionada a criterios de “pertinencia, sostenibilidad, impactos

social, ejercicio de prácticas de transparencia y el respeto a la idiosincrasia local”.39

Resulta evidente que más allá de la solidaridad internacional

propugnada por Venezuela como principio inspirador de ambas

estructuras (ALBA y Petrocaribe), existen intereses de orden38 Página Web Oficial de Petrocaribe. Disponible en: http://www.petrocaribe.org/index.php?tpl=interface.sp/design/union/readmenu_acerca2.tpl.html&newsid_obj_id=627&newsid_temas=4 Fecha de consulta: 19 de Junio del 2014.39 Op. Cit.

29

económico y geopolítico que ayudan a explicar la conformación de

las mismas. No obstante, son reseñables una serie de

particularidades propias que hacen con que ambos modelos puedan

catalogarse como “alternativos” y encuentren una correspondencia

con los rasgos generalmente asociados a la Cooperación Sur-Sur.

En este punto, es importante destacar la controversia existente

a la hora de acotar y definir qué es cooperación Sur-Sur y

cuáles son sus principios característicos. Siguiendo los

consensos alcanzados en el seno de la SEGIB (Secretaría General

para Iberoamérica) entre sus veintidós Estados miembros; se

tomarán como referencia tres principios básicos acordados por

este organismo y que encuentran correspondencia con el

funcionamiento de los modelos impulsados desde Venezuela:

“-Horizontalidad: La cooperación Sur-Sur exige que los países colaboren entre sí en

términos de socios.

-Consenso: La ejecución de una acción de cooperación Sur-Sur debe haber sido

sometida a consenso por los responsables de cada país, y ello en marcos de

negociación común.

-Equidad: La cooperación Sur-Sur debe ejercerse de un modo tal que sus beneficios

(a menudo consistentes en la potenciación mutua de capacidades críticas para el

desarrollo) se distribuyan equitativamente entre todos sus participantes”.40

Sobre esta base, su correspondencia en los modelos de

cooperación e integración venezolanos serían los siguientes:

a) En primer lugar la no injerencia en los asuntos

políticos de los diferentes países a la hora de

incorporarse y pertenecer a estas estructuras así

como una serie de principios fundamentales que ayudan

a corregir las posibles asimetrías que puedan darse

entre sus miembros.

40 Página Web Oficial de la SEGIB. Disponible en: http://www.cooperacionsursur.org/cooperacion-sur-sur/definicion.html Fecha de consulta: 20 de junio de2014.

30

b) En el caso de Petrocaribe, un tratamiento “especial y

diferenciado” en las transferencias de hidrocarburos

atendiendo a la realidad y las particularidades de

cada Estado.

c) Un claro impulso a la autonomía nacional en materia

energética, con el apoyo a la construcción de

infraestructuras que permitan el tratamiento de

crudo, reduciéndose así la dependencia exterior tanto

de otros Estados como de empresas privadas con la

tecnología necesaria.

d) En último término, la creación de espacios que

permitan tejer alianzas y aprobar posiciones comunes

a la hora de defender los intereses de los países

miembros en otros organismos tales como la OEA.

Además del ALBA y Petrocaribe, Venezuela participa de otras

plataformas regionales tales como UNASUR o Mercosur, donde

actualmente detenta la presidencia pro témpore y que también han

contribuido a consensuar posiciones conjuntas para la defensa de

ciertos intereses comunes. Aunque su avance no ha quedado exento

de tensiones entre aquellos países que apuestan por una mayor

integración regional y los que parecen decantarse por

desarrollar su inserción internacional en solitario.

Sobre esta base, se ha considerado prioritario abordar

brevemente los casos del ALBA y Petrocaribe al tratarse de

esquemas de integración impulsados desde el Gobierno Venezolano

con el apoyo fundamental de la República de Cuba.

Tal y como se ha expuesto, y aunque en apartados posteriores se

haga un desarrollo pormenorizado de las mismas, la operatividad

de las misiones bolivarianas habría encontrado serias

31

dificultades de no haber sido por las relaciones de cooperación

existentes con otros países. De esta forma, mientras que en lo

interno el Gobierno venezolano trabajaba por corregir la

situación de pobreza que afectaba a importantes sectores de la

sociedad, creando el marco legislativo que diera respaldo a

tales políticas, en lo externo, la apuesta del ejecutivo se

centró en impulsar espacios de integración regional que

superasen los modelos tradicionales y permitiesen coordinar

políticas de cooperación con otros Estados, así como consensuar

posiciones conjuntas en la defensa de intereses comunes.

Es importante señalar que “sin la cooperación venezolana,

integrada a la cubana en sectores clave como salud y educación,

el aumento de los precios del crudo y de los alimentos habría

significado una verdadera tragedia para muchos países del área

que tienen un elevado déficit energético, niveles muy

significativos de endeudamiento y dependencia exterior sumada,

en algunos casos, a altas tasas de pobreza.”41

41 Benzi, Daniele. Zapata, Ximena (2013). Geopolítica, Economía ySolidaridad Internacional en la nueva Cooperación Sur-Sur: El caso dela Venezuela Bolivariana y petrocaribe. América Latina Hoy, 63, 2013. Pág.85.

32

5. Las misiones bolivarianas y su papel en el nuevo

paradigma de política social

Este epígrafe, dividido en tres grandes bloques, tiene por

objeto:

1. Realizar una aproximación al marco conceptual y teórico de la

política social.

2. Definir los principales paradigmas de política social

imperantes en Latinoamérica a lo largo del siglo XX,

considerando la evolución propia del caso venezolano y su

profunda redefinición en los últimos quince años.

3. Determinar el papel que desempeñan las misiones en tanto que

programas incorporados a la misma, junto con sus principales

áreas de intervención.

5.1 Marco conceptual y teórico de la política socialA la hora de abordar el concepto de política social se

distinguen múltiples definiciones que varían en función de la

importancia dada a sus distintos componentes: actores, formas de

financiación, objetivos, prioridades, grupos meta, relación

respecto a la política económica, etc. En este sentido, tal y

como apunta la socióloga venezolana Thais Maignon, pueden

33

diferenciarse dos grandes grupos a la hora de enmarcar las

distintas conceptualizaciones en torno a la política social:

a) Por una parte, aquel que “hace referencia a un conjunto

de medidas que contribuyen al mejoramiento de una situación

determinada, por lo tanto son políticas transitorias y sus

objetivos son los de aminorar o regular los embates de la

política económica. B) un segundo bloque que considera como

función principal de la política social, la reducción y

eliminación de las inequidades sociales a través de la

redistribución de los recursos, servicios y capacidades.”42

Junto a esta división entre quiénes asignan a la política social

un papel subordinado a las prioridades de política económica y

quiénes la entienden como un ámbito paralelo, encontramos una

segunda fractura en este campo: entre aquellos autores que

conciben las políticas sociales como dependientes de criterios

exclusivamente técnicos y una corriente mayoritaria que las

considera determinadas por el proyecto político en el que se

inscriben. En línea con esta segunda concepción, “las alternativas de

política social, no se debaten principalmente en el terreno técnico sino en el ámbito de

los proyectos políticos. Obedecen a concepciones distintas sobre cómo organizar la

sociedad y en función de qué intereses satisfacer necesidades”.43

Si bien es cierto que dentro de la política social hay elementos

que requieren de un análisis técnico, en especial a la hora de

determinar su viabilidad y lograr una gestión adecuada, su

diseño general y el marco en el que están inscritas se encuentra42 Maignon, Thais. “Política social en Venezuela: 199-2003”. Cuadernos delCENDES. Año 21, nº 55. (2004). Pp. 48-49. Disponible en: http://biblioteca.hegoa.ehu.es/system/ebooks/14747/original/Pol__tica_social_en_Venezuela._1999.2003.pdf Fecha de consulta: 4 de julio del 2014.43 Laurell, Asa Cristina. “Para pensar una política socialalternativa”. Estado y políticas sociales después del ajuste. Caracas, NuevaSociedad, 1995. Citado por Uharte Pozas, Luis Miguel en “Políticasocial y democracia: un nuevo paradigma”. Revista Venezolana de Economía yCiencias Sociales. 2005, Volumen 11. Pág. 94.

34

claramente determinado por una visión específica de la sociedad

que provoca que, este ámbito particular dentro de la política

pública, tenga mayor o menor importancia en función del modelo

ideológico que lo respalde. En este sentido, si las prioridades

políticas se centran en el cumplimiento de objetivos

macroeconómicos de estabilidad presupuestaria, la función de la

política social, se verá claramente condicionada por esas mismas

prioridades.

5.2 Paradigmas de política social en el contexto

latinoamericanoPrecisamente esta ambivalencia ha predominado en la mayor parte

de los países latinoamericanos durante buena parte del siglo XX,

donde se pueden distinguir dos grandes modelos de política

social: “la “tradicional” -predominante antes de las reformas

estructurales- y los nuevos enfoques de política social que

comenzaron a surgir en las dos últimas décadas del pasado

siglo.”44

Sin perder de vista las distintas realidades nacionales que

conforman la región así como las particularidades propias de

cada Estado, se puede comprobar como existen pautas de gestión

similar vinculadas a estos dos modelos que terminaron por

definir los paradigmas de desarrollo dominantes. Con la

intención de clarificar cuales fueron los cambios en materia de

política social vinculados a cada modelo, a continuación se

reproduce un cuadro elaborado por Susana Sottoli, en el que

aborda de manera sintética las principales transformaciones.

44 Sottoli, Susana. “La política social en América Latina: diez dimensiones para el análisis y el diseño de políticas.” Papeles de Población. Vol. 8, núm. 34, octubre-diciembre, 2002. Universidad Autónoma del Estado de México. Pág. 44. Disponible en: http://estudiosterritoriales.org/articulo.oa?id=11203410 Fecha de consulta: 5 de julio del 2014.

35

CUADRO 2

DIMENSIONES DE LA POLÍTICA SOCIAL EN PERSPECTIVA COMPARADA

DimensionesPolítica social “tradicional” (prereformas)

Política social “nueva”(posreformas)

1. Objetivos. Integración social y regulación de conflictos redistributivos.

Combate a la pobreza.

CUADRO 2

DIMENSIONES DE LA POLÍTICA SOCIAL EN PERSPECTIVA COMPARADA.

2. Cobertura/Alcance. Pretensión universalista y homogénea, acceso segmentado en la práctica.

Selectiva y focalizada.

3. Destinatarios. Mayormente clase mediaurbana y grupos organizados.

Grupos en situación de pobreza.

4. Actores.

-Estado

-Mercado

Estado interventor y responsable principal de la planificación, financiación y ejecución de serviciosy programas sociales.

Mecanismo mayormente ajeno a la acción social.

Intervención estatal selectivay residual.

Creciente presencia del sector privado y de los mecanismosdel mercado como prestadores de servicios sociales.

36

5. Institucionalidad. Organización estatal sectorializada y centralizada. Fragmentación institucional programática.

Organización descentralizada ydesconcertada; enfoques centrados en proyectos y en lademanda, énfasis en la eficiencia.

6. Dimensión política. Acción social estatal como escenario centraldel conflicto redistributivo; el sistema favorece a losgrupos de presión organizados con mayor influencia política.

Énfasis en la necesidad de despolitizar la acción social estatal y apelar a la “neutralidad” de las asignaciones del mercado.

7. Financiamiento. Predominantemente estatal; gasto social como instrumento de regulación del conflicto distributivo. Gasto social expansivo asignado de acuerdo con presiones de grupos organizados. Subsidio a la oferta.

Diversificación de las fuentes definanciamiento: estatal, internacional y privado; gasto social como inversión eficiente en capital humano. Gasto social focalizado. Subsidio a la demanda.

8. Prioridades de la política social.

Ampliación de la cobertura en los sectores “duros” de las políticas sociales: Seguridad social, educación y salud.

Lucha contra la pobreza a través de programas sociales compensatorios y focalizados.

CUADRO 2

DIMENSIONES DE LA POLÍTICA SOCIAL EN PERSPECTIVA COMPARADA

9. Relación política Política social Política social 37

social/política económica.

desvinculada de la económica.

subordinada a la económica (especialmente a los equilibrios macroeconómicos).

10. Ideario social. Solidaridad, justicia distributiva, responsabilidad colectiva, igualdad, universalismo.

Subsidiariedad, individualismo, responsabilidad personal, libertad individual, rendimiento, eficiencia.

Fuente: Reproducción del cuadro incluido en el trabajo de Sottoli,

Susana. “La política social en América Latina: diez dimensiones para

el análisis y el diseño de políticas.” Papeles de Población. Vol. 8, núm.

34, octubre-diciembre, 2002. Págs. 49, 50 y 51.

Atendiendo de manera específica a cada una de las dimensiones

incorporadas en el cuadro, se distinguen cambios significativos

al analizar uno y otro modelo.

a) Objetivos. Frente a un modelo “tradicional” que persigue

corregir los grandes desequilibrios al interior de la

sociedad y favorecer la integración de sectores

excluidos, el modelo posreformas se centra

principalmente en el combate a la pobreza paliando los

efectos de la política económica.

b) Cobertura/alcance. Si bien el modelo “tradicional” se

asocia con su vocación universalista, lo cierto es que

el predominio de prácticas clientelares terminaba

limitando de facto el número de beneficiarios. En

oposición, el modelo posreformas se caracteriza por su

labor focalizada a aquellos colectivos en situación de

vulnerabilidad extrema.

38

c) Destinatarios. Tal y como se acaba de apuntar, el modelo

prereformas condicionaba su alcance a la capacidad de

presión mostrada por distintos grupos, frente a la

“nueva” política social que se limitaba exclusivamente a

los más pobres.

d) Actores. En la política social “tradicional” el Estado

desempeña el papel protagonista provocando una

centralización del proceso y teniendo el sector privado

un peso residual, contrariamente a lo que ocurre con el

“nuevo” modelo, donde el mercado amplía su participación

frente a la retirada progresiva del sector público.

e) Institucionalidad. Frente a una centralización del

proceso en los distintos ministerios públicos y una

planificación “de arriba hacia abajo”, el nuevo modelo

con un mayor peso del sector privado intervenía allí

donde hubiera una demanda, siempre bajo criterios de

eficiencia.

f) Dimensión política. En muchos casos los decisores

políticos instrumentalizaban la acción social para

lograr el apoyo de grupos específicos con capacidad de

presión. Por su parte, el modelo posreformas presenta

sus intervenciones como meramente técnicas y sin ningún

tipo de condicionalidad política.

g) Financiamiento. El paradigma “tradicional” encuentra en

el dinero público su principal fuente de financiación,

frente al nuevo modelo en el que se amplían los cauces

de financiación.

h) Prioridades de la política social. La “tradicional”

persigue garantizar la cobertura de ámbitos clave

(sanidad, educación…) e incluso ampliarla. La “nueva”

política social busca paliar los efectos derivados de la

39

política económica, centrando sus efectos en dar

cobertura a aquellos colectivos en situación de pobreza.

i) Relación política social/política económica. En el

modelo prereformas son dimensiones claramente

diferenciadas, en oposición al nuevo modelo en el que la

política social se subordina claramente a las

prioridades de política económica.

j) Ideario social. Las ideas que inspiran la política

social tradicional se basan en la necesidad de

garantizar una serie de derechos básicos al conjunto de

la sociedad partiendo de principios como la justicia o

la igualdad. El ideario que caracteriza al modelo

posreformas fomenta valores radicalmente opuestos como

son el individualismo o la eficiencia.

La génesis de estas transformaciones se encuentra vinculada a

una multiplicidad de factores (nacionales e internacionales) que

terminaron incidiendo de manera diferente en los distintos

países latinoamericanos.

La preeminencia de estos dos modelos en el caso venezolano se

ajusta a la perfección, coincidiendo con una serie de décadas en

las que la política social adoptó un papel claramente

diferenciado. En este sentido, entre los años treinta y finales

de los setenta las autoridades venezolanas “buscan desarrollar una

política social universal. Una política en donde el Estado por medio de sus instituciones

proporcionase a los ciudadanos un acceso masivo a un sistema de bienestar para

enfrentar la inseguridad económica y las demandas por mejores niveles de vida”.45

Esta concepción, mucho más amplia y en la que el Estado adopta

un papel protagonista ampliando competencias y reforzando su

45 Pismataro, Ramos, Francesca. “Paradigmas de política social enVenezuela en el siglo XX”. Documento de investigación nº 30-2008. Centrode Estudios políticos e internacionales. Universidad de Rosario. Pág. 30.

40

control sobre el territorio, llega a su fin en la década de los

ochenta con el inicio de una política social compensatoria y

focalizada que se extiende durante los noventa.

Como es lógico, la pretensión universalista que caracteriza la

primera etapa fue resultado de un proceso en el que los

distintos gobiernos fueron incorporando a su agenda la

ampliación de la cobertura en distintas materias (principalmente

salud, educación y trabajo), sobre las cuales entendían que el

Estado tenía una responsabilidad para con sus ciudadanos. Este

propósito de garantizar unos servicios mínimos al conjunto de la

sociedad, quedó recogido en diferentes textos constitucionales

aprobados durante este periodo, aunque en la práctica el uso

clientelar de los mismos dificultaba su cumplimiento.

Ya en la década de los setenta, con el inicio de la “crisis del

petróleo” a nivel internacional, se distingue el punto álgido de

este modelo. La política social tradicional, se benefició de una

coyuntura económica favorable partiendo del estatus de Venezuela

como país productor. “Es la década de la consolidación del Estado petrolero,

subsidiador, y también de la política social universal…El carácter rentista de la

economía petrolera lo consagró como agente interventor, empresario y social, con la

potestad de distribuir y redistribuir los réditos”.46

Si bien esta particularidad había favorecido durante décadas la

apuesta por un modelo de política social con pretensiones

universalistas, e incluso contribuyó a mantener un proceso de

industrialización ineficiente, en el marco de la estrategia de

sustitución de importaciones, lo cierto es que las bases del

mismo eran extremadamente endebles, tal y como se demostró a los

pocos años cuando el precio del crudo cayó en el mercado

internacional, afectando de lleno a los sectores clave de la

economía venezolana.

46 Op. Cit. Págs. 36 y 37.41

La situación se vio agravada por la obligación de devolver los

préstamos adquiridos durante la década de los setenta en el

mercado internacional y que habían sido destinados entre otras

partidas a subsidiar la industria nacional. De igual forma, la

situación no se habría tornado tan crítica de no haber sido por

“la elevación desmesurada de las tasas de interés y de los costos financieros como

consecuencia de la transformación de los sistemas económicos en las principales

potencias mundiales”.47

Todos estos factores sumados a las medidas políticas adoptadas

por los sucesivos gobiernos (priorización del pago de la deuda,

liberalización de precios en productos básicos, reducción al

mínimo de la inversión pública, inacción en el plano fiscal,

privatización de sectores estratégicos…), terminaron incidiendo

de manera directa sobre la política social. Se optó entonces por

un cambio de paradigma centrado en paliar los efectos que las

decisiones de política económica estaban generando sobre el

grueso de la población. De esta forma, la acción del “nuevo”

modelo recaía exclusivamente sobre aquellos grupos que se

encontraban en situación de extrema pobreza, primando un enfoque

compensatorio y focalizado que terminó por revelarse limitado e

ineficaz.

Esta concepción se mantuvo durante toda la década de los

ochenta, derivando en una situación de extrema inestabilidad

social y política en febrero de 1989, cuando se produjo el

denominado “caracazo”. El entonces presidente Carlos Andrés

Pérez, anunció un “paquete económico” (propuesto por el FMI) que

empeoraba considerablemente la situación de pobreza en la que se

encontraba buena parte de la sociedad Venezolana. La aplicación

de las medidas, generó protestas y saqueos que fueron reprimidos

por el ejército mediante el uso de fuego real contra los

47 Op. Cit. Pág. 41.42

manifestantes provocando un número indeterminado de muertos y

heridos.

La estrategia de “supeditar el desarrollo social al comportamiento de ciertas

variables macroeconómicas”,48 se mantuvo durante toda la década de los

noventa, generando efectos muy negativos en la evolución de

indicadores sociales.

En un contexto marcado por el deterioro político-institucional y

el empobrecimiento acelerado de buena parte de la sociedad

venezolana, un sector del ejército encabezado por el entonces

comandante Hugo Chávez Frías protagonizó una insurrección

militar que fracasó en su objetivo rupturista el 4 de febrero de

1992. Los responsables permanecieron en prisión apenas dos años

cuando el presidente Caldera estimó el sobreseimiento de los

cargos.

En ese tiempo hasta los comicios de 1998, Chávez organiza el

Movimiento Quinta República como la opción política con la que

concurriría a las elecciones. Tras la victoria electoral, una de

las prioridades del gobierno fue terminar con la realidad de

exclusión que afectaba a buena parte de los venezolanos. Para

ello, la apuesta por un tipo de política social que superase los

errores vinculados al modelo tradicional y al compensatorio, se

tornaba imprescindible. Por consiguiente, era necesario plantear

un modelo de política social “innovador” o “al menos no convergente

con los paradigmas hegemónicos, ya sean estos definidos como neoliberales,

seudoneoliberales, emergentes, etc”.49

De esta forma, además de realizar un planteamiento integral que

atajase las múltiples causas generadoras de la pobreza y la

exclusión social. Se presta atención a “nuevos temas”, tales

48 Uharte Pozas, Luis Miguel “Política social y democracia: un nuevoparadigma”. Revista Venezolana de Economía y Ciencias Sociales. 2005, Volumen 11.Pág. 101.49 Op. Cit. Pág. 93.

43

como “la integración social de grupos excluidos por razones de raza, género, edad…

La calidad de los servicios sociales, las consecuencias sociales de la globalización, el

mejoramiento de la gestión pública social o el acceso a niveles básicos de bienestar

como forma de construir ciudadanía”.50

5.3 Las Misiones Bolivarianas como programas de

política socialAntes de analizar específicamente las áreas de intervención en

las que se centran las misiones así como su traducción en

programas concretos, conviene remarcar que todo el planteamiento

de las mismas se formula incorporando el “enfoque basado en

derechos humanos” (EBDH). El planteamiento incide de forma

recurrente en la obligación de garantizar, por parte de los

poderes públicos, una serie de derechos al conjunto de la

población cuya protección ha sido incorporada previamente en la

Constitución.

Tal y como se apuntaba en el epígrafe anterior, las misiones se

inician en el año 2003 gracias al apoyo incuestionable de la

República de Cuba que contribuyó a paliar algunas de las

carencias existentes al interior de Venezuela (principalmente

referidas a la falta de profesionales). Por entonces, la

articulación de las misiones estuvo centrada en garantizar

cuatro derechos fundamentales: derecho a la salud, derecho a la

educación, derecho a la vivienda y derecho a la alimentación.

Posteriormente y de forma paralela, este bloque inicial se fue

ampliando en una multiplicidad de áreas de intervención que van

desde la restitución de los derechos a las comunidades indígenas

50 Sottoli, Susana. “La política social en América Latina: diezdimensiones para el análisis y el diseño de políticas.” Papeles dePoblación. Vol. 8, núm. 34, octubre-diciembre, 2002. UniversidadAutónoma del Estado de México. Pág. 59.

44

(a través de la Misión Guaicaipuro) hasta la promoción de la

ética ambientalista con la Misión árbol.

A continuación se analizará el bloque inicial de misiones

agrupadas en torno a las cuatro áreas referidas así como los

programas de reciente implantación. Por último, se abordará la

modalidad “Gran Misión” que constituye un tipo de programa mucho

más ambicioso en su planteamiento y persigue tener la mayor

incidencia posible, incrementando el número de beneficiarios.

Resulta conveniente señalar que cada dimensión general (salud,

vivienda…) objeto de estos programas, cuenta en la mayoría de

los casos con varias misiones que persiguen garantizar ese

derecho y mejorar su calidad, considerando el perfil y los

avances demostrados por los destinatarios. En este sentido, el

ejemplo más claro a la hora de analizar este diseño se revela en

el ámbito de la educación, donde cada etapa formativa cuenta con

una serie de objetivos claramente definidos que permiten al

ciudadano avanzar en su aprendizaje, toda vez que haya alcanzado

las metas fijadas en cada nivel.

A) Educación

-Misión Robinson I: Su objetivo fundamental era

combatir el analfabetismo en Venezuela. En sus

inicios, contó con “la asistencia y asesoría de 70 pedagogos

cubanos y la participación voluntaria de más de cien mil facilitadores

comunitarios”.51

-Misión Robinson II: La misión Robinson II persigue

garantizar unos estudios básicos.

-Misión Ribas: Correspondería al siguiente nivel en

el que se imparte formación secundaria.

51 Edición del Ministerio de Comunicación e Información Venezolano. LasMisiones Bolivarianas. Colección Temas de Hoy, 2006. Pág.24.

45

-Misión Sucre: Constituye la última etapa y su

propósito es garantizar el acceso a educación

superior en coordinación con distintos programas de

la universidad bolivariana de Venezuela. Los métodos

de la misión Sucre son más flexibles atendiendo a las

circunstancias del estudiante, al ser un nivel en el

que se presupone cierta autonomía en el proceso

formativo.

B) Salud

Por su parte, las misiones orientadas a garantizar el derecho a

la salud fueron ampliando su cobertura de manera progresiva. En

un principio, la prioridad se centró en garantizar la atención

primaria a toda la población pero a medida que se fue

consolidando el proceso de transformación nacional, la cobertura

se pudo ampliar a otras especialidades mejorando notablemente la

esperanza de vida de los venezolanos.

En aras a garantizar el derecho a la salud, se impulsó la

“Misión Barrio Adentro”, constituida por tres niveles.

-Misión Barrio Adentro I: Centrada en salud primaria

(preventiva y curativa). Su articulación por todo el

territorio, requirió la construcción de consultorios

médicos en las diferentes comunidades, siendo

imprescindible la colaboración prestada por la

población local.

-Misión Barrio Adentro II: La misión Barrio Adentro

II da un paso más al incorporar centros de

diagnóstico y de rehabilitación integral.

-Misión Barrio Adentro III: Lanzada en 2005, tiene

por objeto modernizar la tecnología disponible en los

46

centros hospitalarios así como renovar la

infraestructura de los mismos.

Igualmente cabe destacar en este bloque de salud, la puesta en

marcha de la “Misión milagro”, en estrecha colaboración con la

república de Cuba. Al amparo de este programa, ciudadanos

venezolanos y de otros países latinoamericanos con problemas de

visión, viajan a Cuba para ser tratados por oftalmólogos.

C) Vivienda

En lo referente al derecho de vivienda, las autoridades públicas

venezolanas se fijaron un doble objetivo: Por una parte, lograr

una reordenación del territorio, tratando de terminar

progresivamente con los llamados “ranchitos”: grandes

concentraciones de viviendas precarias sin condiciones mínimas

de salubridad alrededor de los principales núcleos urbanos. Y

por otro, en línea con el modelo de coordinación

interinstitucional que caracteriza las misiones, favorecer un

mayor protagonismo comunitario en la construcción de viviendas

de calidad.

En este sentido, la “Misión Hábitat” está diseñada de forma que

el gobierno proporciona capacitación, materiales y recursos a

los miembros de la comunidad para que sean ellos mismos los que

organicen la edificación de nuevas viviendas, partiendo de las

necesidades existentes.

D) Alimentación

El cuarto derecho básico al que las autoridades venezolanas se

propusieron dar cobertura mediante la articulación de las

primeras misiones, fue el derecho a la alimentación. Para ello,

se implementó la “misión mercal” en coordinación con otras

políticas y programas de mayor nivel.

47

“La misión mercal se orienta a combatir el hambre, por medio de la comercialización y

venta directa de alimentos básicos a precios solidarios, fundamentalmente en los

sectores populares…Mercal plantea una solución integral y transitoria al problema del

hambre: integral, porque se considera como un componente de una situación de

exclusión multifactorial, que es abordada por las políticas y misiones sociales

bolivarianas; transitoria, porque está destinada a resolver los problemas, en tanto se

crean las estructuras y las instituciones que permitan superar las inequidades del

capitalismo”.52

Las misiones analizadas constituyeron la base de estos

programas iniciados en el año 2003. Desde entonces, la

efectividad de las mismas en la consecución de objetivos

prefijados, ha motivado la creación de nuevas misiones centradas

en la profundización y mejora de las ya existentes, así como en

la ampliación de su cobertura a otras materias.

Partiendo de las múltiples misiones impulsadas en los últimos

años y lo extenso que resultaría desarrollar en profundidad cada

una de ellas. A continuación se incluye un cuadro/resumen de

elaboración propia en el que se enumeran el conjunto de las

mismas:

CUADRO 3.

LAS MISIONES BOLIVARIANAS EN LA GARANTÍA DE DERECHOS HUMANOS

MISIONES. BREVE DESCRIPCIÓN.

DERECHO A LA SALUD.

Misión Barrio Adentro (I, II y III).

Centradas en atención primaria, centros de diagnóstico y mejora decentros hospitalarios.

Misión Milagro. Servicios oftalmológicos

52 Op. Cit. Pág. 3048

destinados a población de bajos recursos.

Misión Barrio Adentro Deportivo.

Impulsar el ejercicio físico como forma de mejorar la calidad de vida.

Misión José Gregorio Hernández. Atención médica en el propio domicilio para personas con algún tipo de discapacidad.

Misión Niño Jesús. Mejorar la calidad de vida materno/infantil y prevención de embarazos no deseados.

Misión Sonrisa. Servicios odontológicos e implantación de prótesis dentales.

DERECHO A LA EDUCACIÓN.

CUADRO 3.

LAS MISIONES BOLIVARIANAS EN LA GARANTÍA DE DERECHOS HUMANOS

Misión Robinson (I y II). Programas de alfabetización y educación primaria.

Misión Ribas. Programas de educación secundaria impartidos en las comunidades.

Misión Sucre. Programa de educación universitaria en colaboración con la Universidad bolivariana.

Misión Ciencia. Programa de formación en Ciencias básicas con un amplio programa de becas.

Misión Che Guevara. Programa de formación profesional y educación cívica.

Misión Canaima. Proyecto para garantizar el accesoa las nuevas tecnologías.

Misión Cultura Corazón Adentro. Programa de intercambio cultural con la República de Cuba.

Misión Música. Fomenta el aprendizaje de la música en niños y jóvenes de sectores desfavorecidos.

DERECHO A LA ALIMENTACIÓN.

49

Misión Mercal. Garantiza la provisión de alimentos a precios accesibles para toda la población.

Misión Zamora. Busca la transformación de tierrasen unidades productivas.

DERECHO A LA VIVIENDA.

Misión Hábitat. Construcción de viviendas y espacios habitables a nivel locales.

Misión Villanueva. Transformación de “ranchos” y casas precarias en edificaciones modernas.

DERECHO AL TRABAJO.

Misión Vuelvan Caras. Capacitación de jóvenes y adultos desempleados en oficios de interéscomún.

Misión Piar. Incorporar a los pequeños mineros al proceso de desarrollo nacional.

CUADRO 3.

LAS MISIONES BOLIVARIANAS EN LA GARANTÍA DE DERECHOS HUMANOS

LUCHA CONTRA LA EXCLUSIÓN.

Misión niños y niñas del barrio.

Atender las necesidades y defenderlos derechos de niños y niñas en exclusión.

Misión Madres del barrio. Apoyo a mujeres en situación de

50

necesidad para incorporarlas al tejido productivo.

Misión Negra Hipólita. Combatir la marginalidad y atendera aquellos niños y niñas desprotegidos.

Fuente: Elaboración propia a partir del trabajo “Las Misiones

Bolivarianas”. Colección Temas de Hoy, 2006.

Configurados como programas mucho más amplios y con un peso

determinante del Estado central en su diseño e implementación,

se encuentra la modalidad “Gran Misión”. Se trata de una

política de mayor nivel, coordinada entre los diferentes

ministerios cuyo objetivo es dar respuesta a problemáticas que

afectan a un número importante de venezolanos.

Dentro de esta modalidad, se encuentra la “Gran Misión en Amor

Mayor” cuyo objetivo es regular la situación de todas aquellas

personas que no hayan cotizado lo suficiente a lo largo de su

vida laboral, garantizando una pensión mínima. Junto a ésta, hay

otros ejemplos tales como la “Gran Misión Vivienda Venezuela”

que pretende acelerar la construcción de viviendas de calidad y

reformar las ya existentes; o la “Gran Misión Hijos de

Venezuela”, configurada como un programa de renta condicionada a

gran escala para familias en situación de extrema pobreza.

En este epígrafe se han analizado las principales

conceptualizaciones existentes en torno a la política social

para luego abordar de manera específica, los paradigmas

imperantes en el continente latinoamericano a lo largo del siglo

XX. Asimismo, se ha probado la existencia de dos grandes modelos

cuyo momento de transición estuvo condicionada por la aplicación

de reformas estructurales, en el marco de la denominada “crisis

de la deuda”.

51

Una vez definidos los principales paradigmas, se han tratado en

perspectiva histórica las particularidades del caso venezolano

hasta llegar al enfoque “innovador” propuesto desde el ejecutivo

Chavista. Este planteamiento de política social, buscaba superar

los errores asociados al modelo tradicional (centralización del

proceso, escasa participación comunitaria, importante

endeudamiento externo, etc.) y redefinir por completo el rol

asociado al modelo postreformas.

En esta nueva concepción de la política social, las misiones

bolivarianas han venido jugado un papel clave que ha permitido

garantizar un conjunto de derechos básicos a diferentes sectores

de la población. Con un planteamiento asentado en la

coordinación interinstitucional y en el protagonismo colectivo

de las comunidades; las áreas de acción objeto de estos

programas, se han visto ampliadas y redefinidas a través de

importantes avances así como de la superación de metas

prefijadas.

52

6. Consideraciones finales.

A modo de síntesis y atendiendo a la propuesta de investigación

formulada en el apartado introductorio, el presente trabajo

constituye un análisis que va de lo general a lo particular en

el tratamiento del objeto de estudio. Esta perspectiva resulta

imprescindible a la hora de comprender el marco en el que se

inscriben las misiones y el papel que desempeñan dentro del

mismo.

Siguiendo este “método embudo”, la justificación del trabajo

parte de la mejora objetiva que en materia de política social

han experimentado numerosos indicadores. Tal mejoría coincide

con la victoria electoral del Movimiento quinta república y se

prolonga durante los últimos quince años, contrastando con el

deterioro progresivo iniciado en los ochenta.

Una vez analizados los datos, el siguiente paso consistió en

abordar las transformaciones que fueron necesarias para lograr

tales resultados en lo social. Primeramente, los cambios se

53

dieron en la esfera normativa: una vez aprobada la constitución,

se tramitaron un conjunto de leyes que sirvieron de soporte para

el nuevo modelo institucional, así como para el logro de las

prioridades políticas fijadas por el gobierno entrante.

Considerando el papel de Venezuela como país productor de

petróleo, la ley de hidrocarburos (2001) se tornó esencial en el

nuevo modelo de país.

A este respecto, cabe destacar el riesgo asociado a una

dependencia exclusiva del petróleo como forma de financiar los

distintos vectores de la política social. Tal y como ocurrió con

el paradigma tradicional, el impacto ligado a una caída del

precio del crudo en el mercado internacional, pondría en grave

peligro la perdurabilidad del modelo. De ahí que sea necesario

avanzar en la superación del extractivismo como base de

financiación, a la vez que se trabaja por una estructura

productiva diversificada. Si bien es cierto que se están

haciendo esfuerzos en diferentes sectores para superar esta

dependencia histórica, todavía queda trabajo por hacer.

En este sentido, la apuesta por un modelo de desarrollo endógeno

incide en la idea de potenciar una estructura productiva que

atienda a las necesidades básicas de la población. Para ello,

reducir la dependencia exterior y aumentar las capacidades

internas (evitando el mantenimiento “artificial” de entidades

productivas ineficientes53), es una necesidad.

53 Nota aclaratoria: Una de las claves que explican el fracaso delModelo de sustitución de importaciones (MSI) y las gravesconsecuencias macroeconómicas asociadas al mismo, fue la financiaciónestatal a “fondo perdido” de ciertas empresas e industrias nacionales. Siendo conscientes de la posición de desventaja a la horacomercializar productos en el mercado internacional (debido a lasreglas que favorecen los intereses comerciales de los paísescentrales). Al menos en el plano nacional, la producción orientada alconsumo interno debería ser una opción más ventajosa que lasimportaciones, siempre y cuando la viabilidad de la industria no quedecondicionada a un subsidio permanente.

54

De forma paralela, a nivel político la democracia representativa

(característica de los regímenes liberales), quedó superada

mediante el establecimiento de una democracia participativa. Su

consagración en el nuevo texto constitucional, se vio respaldada

con el establecimiento de diferentes mecanismos (referendos,

iniciativas legislativas, revocatorios, etc.) que ampliaban la

participación de los venezolanos en los asuntos públicos. Sobre

esta base, uno de los rasgos asociados a las misiones

bolivarianas, fue la implicación directa de la población en el

diseño y ejecución de tales programas. Este planteamiento no

habría sido posible de no haber estado previamente definido bajo

una lógica de coordinación interinstitucional que pusiera en

común las necesidades detectadas y las capacidades disponibles

para atajarlas.

Así mismo, la articulación de estos programas chocó con

múltiples carencias existentes al interior del país que

imposibilitaban la correcta implementación de los mismos. La

superación de esta realidad inicial, fue posible gracias a la

ayuda ofrecida por otros países con años de experiencia en

materia de política social. Así, la República de Cuba jugó un

papel determinante, enviando profesionales en diferentes áreas

que contribuyeron a poner en marcha algunas de las misiones más

importantes.

En el plano regional, las relaciones de colaboración existentes

con otros países terminaron cristalizando en esquemas de

integración “alternativos”. Las lógicas de funcionamiento que

regían al interior de estos, buscaban superar muchas de las

deficiencias y asimetrías que históricamente habían

caracterizado a los modelos tradicionales. En este sentido, la

complementariedad basada en el aprendizaje mutuo como forma de

superar carencias o la horizontalidad como principio rector de

55

las relaciones entre sus miembros, terminaron por ser los rasgos

fundamentales de estas estructuras.

El último bloque de este trabajo, constituye una aproximación al

marco teórico de la política social, así como a los distintos

paradigmas que se han aplicado en Venezuela a lo largo del siglo

XX. Tras esta aproximación, se han abordado los rasgos

característicos del nuevo modelo y el papel que desempeñan las

misiones dentro del mismo. Tal y como se ha podido comprobar,

desde que se iniciaran las misiones en el año 2003, el campo de

intervención de estos programas se ha ido ampliando como

resultado del logro de objetivos prefijados y de la necesidad de

garantizar derechos en distintos ámbitos.

Una vez analizado el objeto de estudio, podemos afirmar que más

allá de las simpatías o desavenencias que pueda despertar el

proceso de transformación nacional venezolano en su conjunto. Lo

cierto es que ha habido importantes avances en materia de

bienestar social, alcanzados en buena medida gracias a la

implementación de las misiones bolivarianas.

Los datos macro que evidencian esta mejoría, no han sido

extraídos de fuentes gubernamentales ni de organismos

sospechosos de connivencia con el gobierno. Por el contrario,

todos los documentos incluidos como prueba del avance en

distintas materias relacionadas con la política social; proceden

de informes elaborados desde la CEPAL, así como de organismos

tales como el PNUD o la OMS.

En este sentido, a pesar del importante número de publicaciones

editadas desde los ministerios de la República, en los que se

analizan los logros dentro de este ámbito. En ningún caso se ha

recurrido para la elaboración de este trabajo a esas fuentes, al

56

entender que su utilización podría ser cuestionada en términos

de parcialidad. De igual forma, la producción teórica

seleccionada para complementar algunos puntos, emana de autores

con un incuestionable rigor académico y con años de experiencia

en lo que se refiere a su labor docente e investigadora.

A modo de cierre, nos gustaría concluir este trabajo con una

frase del poeta y diplomático Mexicano Octavio Paz para quién

“América no es tanto una tradición que continuar como un futuro

que realizar”. Trasladando el sentido de sus palabras a la

realidad venezolana, entendemos que tras quince años de

transformación democrática y en un contexto internacional

claramente hostil, resulta imprescindible mantener vivos los

valores que desde un principio han guiado la revolución

bolivariana. Estamos convencidos de que con voluntad política se

podrá seguir avanzando en la superación de retos y

contradicciones por otro lado, inherentes a todo proceso

político.

Galicia, Agosto 2014.

Índice de abreviaturas.

57

AD- Acción Democrática.

ALBA- Alianza Bolivariana para los pueblos de nuestra América.

EBDH-Enfoque Basado en Derechos Humanos.

CEPAL-Comisión Económica para América Latina y el Caribe.

CNEV-Consejo Nacional Electoral Venezolano.

COPEI-Comité de Organización Política Electoral Independiente.

FMI-Fondo Monetario Internacional.

MERCOSUR-Mercado Común del Sur.

MSI-Modelo de Sustitución de Importaciones.

PDVSA-Petróleos de Venezuela Sociedad Anónima.

SEGIB-Secretaría General Iberoamericana.

UNASUR-Unión de Naciones Suramericanas.

OEA-Organización de Estados Americanos.

OMS-Organización Mundial de la salud.

58

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La Revolución no será retransmitida . Dir. Kim Bartley y Donnacha O

´Briain, 2003. Documental.

62