El Che, una biografía aséptica

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M o n o g r a f í a s 39 El pasado 9 de octubre se cumplieronn 40 años de su muerte Siempre nos quedará El Che Antonio Ortiz López Profesor de Geografía e Historia Uno de los iconos más representativos de la Historia del siglo XX es el contorno del rostro del Che obtenido a partir de la famosa foto de Alberto Korda. Esta imagen, una de las más reproducidas del mundo, se suele identificar con valores como el inconformismo, la rebeldía, la lucha contra las injusticias sociales y la dignidad de un espíritu incorruptible. De hecho, el pensamiento del Che Guevara, el guevarismo, parte del antiimperialismo, el marxismo y el comunismo para, mediante la revolución armada, la guerrilla, construir un nuevo régimen socialista más justo, en el que otorgaba un papel básico a la ética individual. Tanto el guerrillero durante la revolución, como el ciudadano en el nuevo régimen, el “hombre nuevo socialista”, es un individuo cuya ética le impulsa de forma natural a la solidaridad y el bien común, sin necesidad de obtener incentivos materiales para ello; es lo que denominaba “trabajo voluntario”. El Che Guevara también ha pasado a la Historia como el inventor del foquismo en la guerra de guerrillas. Para conseguir la revolución no cabía más que la lucha armada y para emprenderla bastaba con analizar cuándo se daban las condiciones objetivas en un país para formar un pequeño foco guerrillero que crearía las condiciones subjetivas que lanzarían a la población a un alzamiento general. Mediante su experiencia en la guerrilla cubana, llegó a definir la existencia de un vínculo muy estrecho entre el campesino que busca la reforma agraria y el guerrillero. En este sentido se acerca al maoísmo y se separa del socialismo soviético, que concede más importancia a la clase obrera industrial. SEGUIDORES Y DETRACTORES Con todo, la figura del Che tiene apasionados seguidores y contumaces detractores. Entre los primeros tenemos a los grupos juveniles progresistas. Los analistas coinciden en que la búsqueda por parte de la juventud de ejemplos éticos a seguir, la identificación con la personalidad rebelde del Che, pero, sobre todo, su violenta muerte siendo joven y la comercialización de su imagen como el nuevo Jesucristo, han influido en este fenómeno. De hecho, para los seguidores de la doctrina de la revolución cubana el Che es casi un Mesías, a lo que contribuyen películas como la recientemente protagonizada por Benicio del Toro. Ahora bien, es cierto que muchas personalidades de las más diversas ideologías han mostrado su simpatía por el Che, como el filósofo francés Jean Paul Sartre, el presidente argentino Juan Domingo Perón, los futbolistas Diego Maradona y Thierry Henry, el boxeador Mike Tyson, el disidente chino Leung Kwok-hung, el músico Carlos Santana, el escritor Gabriel García Márquez, entre otros. Por el contrario, para sus detractores el Che no es más que un criminal, poco más que un asesino en masa, que obtuvo su justo castigo aquél 9 de octubre de 1967 cuando la CIA le capturó y ejecutó de manera clandestina junto a sus compañeros de guerrillas en La Higuera (Bolivia). Entre ellos cabe citar a la comunidad de cubanos exiliados en Miami, anticomunistas y demoliberales, que atribuyen al Che actos terroristas como las ejecuciones sumarias en la época inicial de la Revolución castrista en 1959. Para los opositores al Che, éste no es más que un montaje propagandístico presentado como un formidable guerrero que luchó por la justicia, cuando realmente fue un mediocre estratega y un pésimo gestor, como demuestra el hecho de sus fracasos en las guerrillas congoleña y boliviana y el colapso de la economía cubana cuando estuvo al frente del ministerio de industria y del banco nacional de Cuba. Los anarquistas y libertarios incluso condenan al Che por considerarle un autoritario que deseba crear en toda América un régimen estalinista y burocrático.

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El pasado 9 de octubre se cumplieronn 40 años de su muerte

Siempre nos quedará El Che

Antonio Ortiz López Profesor de Geografía e Historia

Uno de los iconos más representativos de la Historia del siglo XX es el contorno del rostro del Che obtenido a partir de la famosa foto de Alberto Korda. Esta imagen, una de las más reproducidas del mundo, se suele identificar con valores como el inconformismo, la rebeldía, la lucha contra las injusticias sociales y la dignidad de un espíritu incorruptible. De hecho, el pensamiento del Che Guevara, el guevarismo, parte del antiimperialismo, el marxismo y el comunismo para, mediante la revolución armada, la guerrilla, construir un nuevo régimen socialista más justo, en el que otorgaba un papel básico a la ética individual. Tanto el guerrillero durante la revolución, como el ciudadano en el nuevo régimen, el “hombre nuevo socialista”, es un individuo cuya ética le impulsa de forma natural a la solidaridad y el bien común, sin necesidad de obtener incentivos materiales para ello; es lo que denominaba “trabajo voluntario”. El Che Guevara también ha pasado a la Historia como el inventor del foquismo en la guerra de guerrillas. Para conseguir la revolución no cabía más que la lucha armada y para emprenderla bastaba con analizar cuándo se daban las condiciones objetivas en un país para formar un pequeño foco guerrillero que crearía las condiciones subjetivas que lanzarían a la población a un alzamiento general. Mediante su experiencia en la guerrilla cubana, llegó a definir la existencia de un vínculo muy estrecho entre el campesino que busca la reforma agraria y el guerrillero. En este sentido se acerca al maoísmo y se separa del socialismo soviético, que concede más importancia a la clase obrera industrial. SEGUIDORES Y DETRACTORES Con todo, la figura del Che tiene apasionados seguidores y contumaces detractores. Entre los primeros tenemos a los grupos juveniles progresistas. Los analistas coinciden en que la búsqueda por parte de la juventud de ejemplos éticos a seguir, la identificación con la personalidad rebelde del Che, pero, sobre todo, su violenta muerte siendo joven y la comercialización de su imagen como el nuevo Jesucristo, han influido en este fenómeno. De hecho, para los seguidores de la doctrina de la revolución cubana el Che es casi un Mesías, a lo que contribuyen películas como la recientemente protagonizada por Benicio del Toro. Ahora bien, es cierto que muchas personalidades de las más diversas ideologías han mostrado su simpatía por el Che, como el filósofo francés Jean Paul Sartre, el presidente argentino Juan Domingo Perón, los futbolistas Diego Maradona y Thierry Henry, el boxeador Mike Tyson, el disidente chino Leung Kwok-hung, el músico Carlos Santana, el escritor Gabriel García Márquez, entre otros. Por el contrario, para sus detractores el Che no es más que un criminal, poco más que un asesino en masa, que obtuvo su justo castigo aquél 9 de octubre de 1967 cuando la CIA le capturó y ejecutó de manera clandestina junto a sus compañeros de guerrillas en La Higuera (Bolivia). Entre ellos cabe citar a la comunidad de cubanos exiliados en Miami, anticomunistas y demoliberales, que atribuyen al Che actos terroristas como las ejecuciones sumarias en la época inicial de la Revolución castrista en 1959. Para los opositores al Che, éste no es más que un montaje propagandístico presentado como un formidable guerrero que luchó por la justicia, cuando realmente fue un mediocre estratega y un pésimo gestor, como demuestra el hecho de sus fracasos en las guerrillas congoleña y boliviana y el colapso de la economía cubana cuando estuvo al frente del ministerio de industria y del banco nacional de Cuba. Los anarquistas y libertarios incluso condenan al Che por considerarle un autoritario que deseba crear en toda América un régimen estalinista y burocrático.

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ERNESTO GUEVARA El Che alcanza su popularidad en la década de 1960, como uno de los líderes de la guerrilla que, junto a Fidel Castro, había conseguido el triunfo de la revolución socialista en Cuba. Fidel le premió sus servicios nombrándole Ministro de Industria, pero él prefirió abandonar el cargo y lanzarse a extender la revolución por África y Sudamérica. Hoy sería un venerable octogenario si la CIA no hubiera frustrado sus románticos planes, hace ahora poco más de cuarenta años. Se llamaba en realidad Ernesto Guevara de la Serna; había nacido en Rosario (provincia de Santa Fe, Argentina) el 14 de mayo de 1928. Sus padres eran de Buenos Aires, pero tenían una plantación de yerba mate en Caraguatay (Misiones), por lo que alternaban ambas residencias.

EL CHE DANDO SUS PRIMEROS PASOS

La madre de Ernesto se puso de parto prematuramente justo durante el largo viaje fluvial de regreso a Buenos Aires, por lo que el niño vino al mundo en el Hospital Centenario, en el puerto de Rosario, a orillas del río Paraná. Fue el mayor de los cinco hijos que tuvo el matrimonio de los aristócratas Ernesto Guevara Lynch (1901-1987) y Celia de la Serna (1906-1965). De hecho, el tatarabuelo paterno del Che fue considerado el hombre más rico de Sudamérica y su madre descendía del último virrey español en Lima, José de la Serna e Hinojosa. El padre del Che vivía holgadamente de las rentas de la herencia recibida de sus antepasados y explotaba duramente a los mensúes, los trabajadores de su plantación de yerba mate, la cual no le fue nada bien y en la década de los cuarenta se retiró a Buenos Aires donde se dedicó a negocios inmobiliarios, aunque tampoco con demasiada fortuna. Al enviudar en 1965, contrajo un segundo matrimonio con una acaudalada dama que ya le había dado otros tres hijos.

La madre del Che tuvo una infancia desgraciada. Perteneciente a una familia de rancio abolengo aristocrático, apenas conoció a su padre, que se suicidó cuando ella tenía dos años de edad. Esto traumatizó tanto a su madre que dejó a Celia a cargo de su hermana. La joven fue seguidora de Victoria Ocampo, pues perteneció a esa generación de argentinas que promovieron el feminismo, la libertad sexual y la autonomía de las mujeres. Con tan sólo 21 años, y embarazada ya de tres meses, se casa con el padre del Che. El matrimonio acabó separándose en 1948. Durante su infancia y adolescencia el Che cambia de domicilio muy a menudo; hasta abandonar Argentina definitivamente en 1953, vivió entre Buenos Aires, Caraguatay, San Isidro, Alta Gracia y Córdoba. En Buenos Aires habitó en los barrios típicos de la clase alta: primero en el barrio de Palermo, luego en el de San Isidro y, finalmente, en la Recoleta. Viviendo en San Isidro, tuvo su primer ataque de asma a los dos años de edad; esta enfermedad le acompañará toda su vida y será el motivo del traslado de la familia a la región de Córdoba en 1930, lugar de clima más seco y elevada altitud. La familia Guevara fijó su residencia a unos 40 km al sur de Córdoba, en la ciudad de Alta Gracia. Allí, donde se refugiaron exilados republicanos españoles como Manuel de Falla y algunos nazis alemanes, se desarrolla la infancia y adolescencia del Che, quien llegará a adoptar el característico acento de la zona. Debido a su enfermedad, no pudo asistir regularmente a la escuela, sometido siempre a tratamientos médicos muy severos. Todo ello despertó en él gran afición por el ajedrez y la lectura. Al principio sólo le interesaban las novelas de Julio Verne y Emilio Salgari, pero acabó siendo un voraz lector de Neruda, Freud y los existencialistas (Sartre, Kafka, Camus...).

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Durante su etapa cordobesa en la escuela secundaria Ernesto Guevara se destacó entre sus compañeros por su rebeldía: travieso, enfrentado a sus padres y maestros; desaliñado (le apodaban “Chancho”) y con muy mal carácter, muchas veces sus discusiones acababan en auténticas peleas. Esta fase coincide con el desarrollo industrial de la zona (Córdoba fue apodada “la Detroit argentina”) y los grandes cambios provocados por el peronismo, que contó con un masivo apoyo de la clase obrera y un rechazo absoluto de las clases media y alta, a la que por nacimiento pertenecía el Che… aunque él mostraba simpatía por Perón. De este modo, el Che se declaraba antiimperialista norteamericano. Esto no significa que, desde el principio, abrazase las ideas comunistas. De hecho, en su juventud criticaba el sectarismo del partido comunista argentino. Sólo así se puede entender su postura ante la Segunda Guerra Mundial. Cuando Argentina es presionada por Estados Unidos para declararle la guerra a la Alemania nazi en 1945, el Che se opone abiertamente reclamando la neutralidad, no porque simpatizara con los nazis, si no porque era una imposición norteamericana. En 1947, al quebrar la empresa constructora de su padre, el Che se traslada a Buenos Aires, donde al año siguiente comienza la carrera de Medicina junto a su amigo cordobés Alberto Granado, mientras su padre funda una inmobiliaria.

ERNESTO GUEVARA EN SU ETAPA CORDOBESA Durante esta época realizó con sus compañeros de carrera varios viajes “a dedo” y en una motocicleta por las provincias más pobres del noroeste argentino y chileno; también, a bordo de un buque petrolero de YPF recorrió la costa atlántica de Sudamérica y, una vez doctorado en Medicina en abril de 1953, sigue viajando por el continente americano hasta el punto de establecerse en en Guatemala, ya sin dinero. Estos viajes perfilan en él su ideología revolucionaria, al entrar en contacto con los trabajadores y los más necesitados y, sobre todo, al conocer al médico comunista peruano Hugo Pesce: la penosa situación de los latinoamericanos, las enormes desigualdades sociales, eran producto del papel jugado por el imperialismo de Estados Unidos. Con una visión muy particular del marxismo pensaba que los latinoamericanos constituían una sola raza mestiza y que había que caminar hacia una Sudamérica Socialista Unida. Durante su estancia en Guatemala (hasta junio de 1954) es testigo de la fallida reforma agraria que el presidente Arbenz emprende contra los intereses de la multinacional norteamericana United Fruit, pues terminó con su derrocamiento orquestado por la CIA. El Che consigue refugiarse en la embajada argentina y huir a México. Toma conciencia entonces que sólo una auténtica revolución llevada a cabo mediante la toma violenta del poder, empleando la guerra de guerrillas es el único camino para emprender las profundas reformas que necesita Latinoamérica enfrentándose al poderoso vecino del norte.

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SURGE EL CHE Guatemala es para el Che el inicio de su etapa de revolucionario. No sólo entra en contacto con exiliados nicaragüenses, peruanos y cubanos (uno de ellos que participó en el fallido asalto al Cuartel de Moncada, Antonio “Ñico” López, le puso su famoso apodo porque empleaba la característica expresión bonaerense para captar la atención de sus interlocutores), sino que se hace famoso entre ellos y se decanta definitivamente por el comunismo. Así, en esta época escribe su libro “La función del médico en América Latina” en el que considera que el médico es el eje central de la transformación social orientada a establecer el socialismo practicando una medicina social preventiva.

ERNESTO GUEVARA EN SU ETAPA MEXICANA

En 1955, ya en México, el Che funda junto a Fidel Castro (recién liberado de una condena de 10 años por el fallido asalto al Cuartel de Moncada el 26 de julio de 1953) el Movimiento Revolucionario 26 de julio. El objetivo era invadir Cuba, derrocar al sangriento dictador Fulgencio Batista y emprender la revolución social. Curiosamente, la ideología predominante en este movimiento era anticomunista, aunque todos participaban de las mismas ideas antiimperialistas que habían aprendido de José Martí. Por aquel entonces el Che trabajaba en el Hospital Infantil de Ciudad de México y había conseguido liberar de su cautiverio en Guatemala a Hilda Gadea, con quien se casa y tiene una hija (Hilda Beatriz, 1956-1995) justo en el momento de unirse como médico al Movimiento 26 de Julio.

En junio de 1956 la policía mexicana apresa a Fidel Castro, al Che y varios miembros del movimiento, pero son liberados poco después tras confesar sus planes abiertamente y ser respaldados por la CIA que pensaba, junto con la opinión y la prensa norteamericana, que Fidel Castro y sus hombres no pretendían establecer un régimen comunista en Cuba y que les servían para derrocar al corrupto Batista. Así es como, en diciembre de 1956, 82 guerrilleros al mando de Fidel Castro, entre los que se encuentra su hermano Raúl y el Che, llegan a Cuba en el yate Granma. La operación fue un rotundo fracaso. El grupo de apoyo ya se había retirado pues habían llegado con dos días de retraso y el ejército de Batista consiguió detener, herir, matar y ejecutar a la mayor parte de los guerrilleros. Al final, tan sólo 20 de ellos consiguieron reunirse en Sierra Maestra (cadena montañosa de la costa sudeste de Cuba), entre ellos el Che y los dos hermanos Castro, a quienes la prensa internacional había dado por muertos. La guerrilla de Sierra Maestra encontró gran apoyo entre los campesinos de la zona (guajiros), quienes les aprovisionaban clandestinamente en la inhóspita selva tropical. Paralelamente, el Movimiento 26-J consiguió entablar una organización en las ciudades mediante alianzas con partidos opositores a Batista, el movimiento sindical y estudiantil y con la propia embajada de Estados Unidos que apoyaba a los anticomunistas del movimiento (Frank País, Vilma Espín y otros).

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MAPA DE CUBA CON LAS CUATRO ZONAS EN LAS QUE OPERABA LA GUERRILLA DE FIDEL CASTRO

Durante su estancia en la guerrilla de Sierra Maestra el Che actuó primero como médico y luego como táctico. Se destacó especialmente en su inflexibilidad con los actos de indisciplina y de traición, en particular se presentó voluntario para ejecutar a Eutimio Guerra, un guerrillero traidor que fue encontrado culpable de la grave derrota que sufrieron en febrero de 1957 y que ninguno del grupo se atrevía a ajusticiar. También es cierto que en varios casos intercedió ante Fidel Castro por los soldados que eran capturados para evitarles torturas y sufrimientos. La guerrilla de Fidel Castro fue creciendo con nuevos miembros procedentes de los guajiros y fue recabando apoyos internacionales gracias a dos golpes de efecto: la entrevista a Fidel Castro realizada por Herbert Matthews en Sierra Maestra publicada por el New York Times en febrero de 1957 y la conferencia de prensa ofrecida a la radiotelevisión norteamericana CBS en la cima del pico Turquino. A mediados de dicho año, en el ataque al Cuartel Uvero, el Che comienza a granjearse el respeto de los guerrilleros y de los guajiros: mientras Fidel huye a las alturas con el grupo principal, el Che permanece junto a los heridos de ambos bandos; el ejército, en justa reciprocidad, le permite escapar con cuatro guerrilleros mientras todos los heridos son hospitalizados. Durante cincuenta días el Che no puede contactar con Fidel. Mientras, consigue reclutar hasta 26 combatientes, entabla acuerdos con los mayorales de la zona y establece una ruta segura de aprovisionamiento con la ciudad de Santiago. EL COMANDANTE CHE GUEVARA Cuando el 17 de julio de 1957 Fidel y el Che se reencuentran, éste es ya un guerrillero autónomo muy respetado por sus hombres. Fidel le asciende a comandante y le encarga la dirección de una columna de 75 guerrilleros, a la que denominan Cuarta Columna para confundir al ejército cubano. El comandante Che Guevara, auxiliado de su amigo Camilo Cienfuegos, se distingue por integrar en sus tropas guajiros y negros, el sector más marginado entonces en Cuba, por lo que él mismo llamaba a su columna la de los “descamisados”, empleando el mismo término que Eva Perón utilizaba al referirse a los trabajadores argentinos. Con ellos consigue el Che dominar la zona de El Hombrito, donde construye un hospital, una panadería, una armería y una zapatería, para crear una infraestructura industrial de apoyo a la guerrilla. Lanzó también el periódico “El Cubano Libre”, mientras su columna se dedicaba a detectar y ejecutar espías e infiltrados en la guerrilla, así como a criminales que se aprovechaban de la situación para asesinar y violar mujeres atribuyéndose la identidad de los guerrilleros. El comandante Che Guevara se caracterizaba por su estricta disciplina, el trato seco con la tropa y por impartir órdenes sin vacilar. Por ello, muchos combatientes pidieron el traslado a otra columna. Sin embargo, otros apreciaban su trato igualitario y la capacitación militar que impartía, desde la alfabetización hasta la formación en literatura política. La base de El Hombrito fue destruida por las tropas gubernamentales de Ángel Sánchez Mosquera el 29 de noviembre de 1957; el Che resultó herido en un pie y perdió a varios de sus colaboradores. Trasladó entonces su columna a la zona de La Mesa, donde repitió la experiencia de El Hombrito añadiendo la puesta en marcha de Radio Rebelde el 24 de febrero de 1958 (este nombre se conserva en la principal emisora cubana actual). Durante ese año, mientras Fidel Castro se convierte en el

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personaje más popular de la guerrilla a quien la prensa internacional caracteriza como “el rostro amable de la revolución”, la propaganda del gobierno de Batista se centra en presentar al Che como un asesino psicópata a sueldo, un mercenario que esclavizaba a sus tropas y a la población de las zonas que dominaba. Esta propaganda incluso contagió a los dirigentes del movimiento 26 de julio que actuaban en el llano: le consideraban un marxista de extrema izquierda con demasiada influencia sobre Fidel Castro; por el contrario, el Che les consideraba derechistas que luchaban para complacer los intereses de Estados Unidos. En esa época Fidel Castro crea tres nuevas columnas: la de Juan Almeida actuará en la zona oriental de Sierra Maestra, la de Raúl Castro continuará en la Sierra Cristal y la de Camilo Cienfuegos hostigaría la zona entre Bayamo y Las Tunas. Con esta división de las fuerzas la guerrilla se hace casi omnipresente, mostrándose como más numerosa de lo que realmente era. Ello faculta a Fidel para alzarse con el poder supremo en la reunión que el Movimiento 26 de Julio realizó en mayo de 1958 en los altos de Mompié. Allí triunfan las tesis del comandante Che Guevara: la guerrilla se impone a los políticos del llano y Fidel sale como líder indiscutible. Pensando más en la construcción de la nueva Cuba, Fidel destina al Che a Minas del Frío, a cargo de la Escuela Militar. Allí, con cierto fastidio por ser apartado de primera línea, el Che formará nuevos soldados para la revolución. De este modo, el Che no está en primera fila cuando el ejército de Batista lanza una dura ofensiva con 10.000 soldados contra los poco más de 300 guerrilleros dispersos por el monte. Con bombardeos incendiarios masivos va estrechando cada vez más el cerco a los guerrilleros, quienes sufren muchas pérdidas. Como respuesta, el Che crea con sus reclutas la Columna Número 8 bautizada con el nombre de Ciro Redondo, su lugarteniente caído el año anterior, y se lanza a apoyar la retaguardia de Fidel. EL TRIUNFO DE LA REVOLUCIÓN CUBANA A finales de julio de 1958 Fidel y el Che consiguen en Jigüe y Las Vegas dos valiosas victorias sobre el ejército gubernamental, las cuales determinan el Pacto de Caracas entre todas las fuerzas opositoras a Batista, el cual reconoce a Fidel como líder único. A principios de agosto el ejército de Batista comienza su retirada de Sierra Maestra y Fidel aprovecha para extender la guerrilla al resto de Cuba: él y su hermano Raúl se centran en controlar la región oriental para caer sobre Santiago; destina al Che y Cienfuegos al norte, para tomar la ciudad de Santa Clara, llave para conquistar La Habana. En su sector, la inaccesible meseta de Caballete de Casas, el Che crea otra escuela militar, una hidroeléctrica, un hospital y diversos talleres y fábricas para la logística de los guerrilleros a quienes adoctrina con el periódico El Miliciano. En esta zona de Escambray entra en contacto con otras fuerzas guerrilleras ajenas al Movimiento del 26 de Julio, pero sometidas al mismo desde el pacto de Caracas: el Segundo Frente Nacional, dirigido por el español Eloy Gutiérrez Menoyo, el Directorio Revolucionario de Faure Chomón y el comunista Partido Socialista Popular. También conoce a la que sería su esposa en 1959 y con la que tendría cuatro hijos, la anticomunista Aleida March, activista del Movimiento 26 de Julio y que hoy preside el centro de estudios que lleva su nombre.

EL CHE CON SU ESPOSA ALEIDA Y SUS CUATRO

HIJOS (1963) Batista convocó elecciones para el 3 de noviembre de 1958 para atenuar a la oposición y conseguir colocar en su puesto un candidato fiel (Andrés Rivero Agüero). Las guerrillas consiguieron boicotear las elecciones y el candidato jamás llegó a asumir el cargo. En represalia, Batista lanza una ofensiva

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sobre las posiciones de El Che y Cienfuegos. Estos, tras una semana de duros combates, realizaron una maniobra envolvente y consiguieron cortar la retirada de todos los regimientos que se vieron obligados a capitular. Los últimos días de 1958, mientras Cienfuegos toma Yaguajay, el Che hace lo propio con Remedios, el Puerto de Caibarién y Santa Clara. La caída de esta ciudad hizo a Batista huir de Cuba en las primeras horas del 1 de enero de 1959 en compañía de su familia y del presidente electo. Paralelamente, las tropas del Che y Cienfuegos caminan hacia La Habana apresando a miembros de la dictadura de Batista, que son ejecutados en juicios sumarísimos. El 3 de enero de 1959 La Habana es definitivamente conquistada por los guerrilleros. La revolución ha triunfado.

EL PRESIDENTE URRUTIA, JUNTO AL CHE GUEVARA Y CAMILO CIENFUEGOS

EL CHE, MINISTRO DE CUBA Conquistado el poder, la oposición nombra un nuevo gobierno presidido por Manuel Urrutia Lleó, quedando Fidel Castro como comandante en jefe de las Fuerzas Armadas. Se trataba de un gobierno anticomunista y moderado en el cual el Che ocupa el cargo de Director del INRA (Instituto Nacional de Reforma Agraria). Posteriormente fue elevado al cargo de Ministro de Industria y presidente del Banco Nacional de Cuba. En esta posición firma varios acuerdos comerciales y militares con la Unión Soviética, siguiendo las órdenes secretas de Fidel Castro para definir leyes y actuaciones conducentes a derrocar el gobierno provisional y establecer el comunismo en Cuba. Entre las primeras actuaciones del gobierno provisional estuvo la formación de juicios sumarísimos y ejecuciones de todos aquellos encontrados culpables de colaborar con Batista o simplemente de traicionar a la revolución. Alrededor de mil personas fueron denunciadas ante la Comisión Depuradora, de los cuales más de la mitad fueron fusilados. El Che presidió algunos de estos tribunales y se encargó personalmente de cumplir las condenas a muerte. Como premio, la nueva Constitución de Cuba aprobada en febrero de 1959 otorgaba la nacionalidad cubana a todos aquellos “extranjeros que hayan combatido a Batista durante al menos dos años y hayan ejercido el cargo de comandante durante un año”. Era un artículo especialmente redactado para el Che, que fue declarado, automáticamente, ciudadano cubano. En los meses posteriores a la toma del poder, los sectores más moderados del gobierno fueron desplazados poco a poco por los sectores más radicales, entre los que se encontraba el Che Guevara, quien, recordando su experiencia en el derrocamiento del régimen de Arbenz en Guatemala, estaba convencido que Estados Unidos no les permitiría seguir con su programa de reformas sociales y económicas. Para evitar la intervención solapada de Estados Unidos, propone la depuración de todos los miembros del ejército y de los antiguos funcionarios del régimen anterior, junto con la radicalización del régimen, que debía tender a la instalación de un sistema socialista; de ahí la necesidad de buscar apoyos en la Unión Soviética y de abrir nuevos focos guerrilleros en todo el continente iberoamericano. Este fue el camino que siguió finalmente el régimen de Fidel Castro. Por ejemplo, en la ley de reforma agraria del INRA (7 de mayo de 1959) que el Che redactó, se prohibía absolutamente el latifundio y se eliminaban las indemnizaciones de las expropiaciones. De este modo creía colmar los deseos de sus guerrilleros: “ni un campesino sin tierra y ninguna tierra sin trabajar”. Para adoctrinar a los cubanos en esta ideología, crea la agencia de noticias Prensa Latina (que funciona aún), donde trabajarían intelectuales como Gabriel García Márquez o Rodolfo Walsh.

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FIDEL CASTRO Y EL CHE GUEVARA EN UNA

MARCHA EN LA HABANA, YA EN EL GOBIERNO

Entre junio de 1959 y 1964, con el fin de recabar nuevos mercados para la producción del azúcar cubano muy dependiente del norteamericano, el Che realiza una serie de viajes diplomáticos a países del Tercer Mundo, entrevistándose con dirigentes que estaban impulsando en sus países cambios sociales profundos, como Nasser en Egipto, Sukarno en Indonesia, Nehru en India o Tito en Yugoslavia. Finalmente, obtuvo un interesante contrato comercial con la Unión Soviética y China: azúcar a cambio de ayuda militar. Durante su gestión en el gobierno el Che nacionaliza tanto empresas cubanas como multinacionales extranjeras de sectores claves de la economía, persiguiendo la planificación centralizada de la industria pesada (especialmente la siderúrgica) con el objetivo de reducir la dependencia que Cuba tenía del azúcar. En consonancia con esta política, suprime la autonomía universitaria en Cuba, en contra del movimiento latinoamericano de Reforma Universitaria, y establece el “trabajo voluntario”, dentro de su concepto de “hombre nuevo socialista”.

Este nuevo tipo humano se caracterizaría por la solidaridad y el compromiso con la sociedad antes que por su egoísmo o interés personal; de ahí la necesidad del trabajo voluntario, sin remuneración, que él practicaba cada sábado en las fábricas, las zafras y las obras. Esta actitud casa con su espíritu austero y contrario a los privilegios: cuando es nombrado ministro renuncia al sueldo que le correspondía y prefiere su asignación de guerrillero, que era el 10 por ciento del que se le ofrecía y cuando sus padres lo visitan en La Habana en 1959 les hace saber que tendrán que pagar la gasolina del coche oficial que les asignó. Intentó imponer entre sus funcionarios esta filosofía, pero no cuajó.

SIMONE DE BEAUVOIR, JEAN PAUL SARTRE Y EL CHE, CONVERSANDO EN CUBA (1960)

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LA CRISIS DE LOS MISILES DE 1962 Y EL CHE Ha quedado para la Historia la famosa crisis de los misiles que estuvo a punto de desencadenar una guerra nuclear entre Estados Unidos y la Unión Soviética a cuenta de la instalación de unos misiles soviéticos en Cuba a finales de octubre de 1962. Un año y medio antes un grupo anticastistra entrenados por la CIA en Guatemala había desembarcado en Bahía Cochinos con la idea de derrocar a la revolución cubana, pero fueron cercados y el prometido bombardeo del ejército norteamericano no se produjo porque lo paralizó el nuevo presidente JF Kennedy. En respuesta, el acercamiento entre Cuba y la Unión Soviética se hizo cada vez más estrecho, hasta el punto de obligar a Kennedy a retirar sus misiles en Turquía a cambio de retirar los soviéticos los suyos de Cuba. De este modo, Cuba se aseguraba no ser invadida por Estados Unidos, pero sufre hasta hoy un bloqueo comercial mundial que es causa de su paralización económica, entre otros factores. La crisis de los misiles dio al Che la razón sobre su teoría de defensa de la revolución: sólo internacionalizándola será posible derrotar el imperialismo norteamericano. De ahí su interés en crear en todas las partes del mundo guerrillas como las que había liderado en Cuba. Esta determinación le enfrentó a los partidos comunistas de Latinoamérica, que no aprobaban la lucha armada, siguiendo la doctrina de la coexistencia pacífica de Kennedy y Kruschef. El Che, por el contrario, organiza guerrillas en Guatemala, Nicaragua, Perú, Colombia, Venezuela y Argentina. Todas ellas fracasan entre 1963 y 1965, pero siembran la semilla de futuros movimientos guerrilleros como el Frente Sandinista de Liberación en Nicaragua y los Tupamaros en Uruguay. “HASTA LA VICTORIA SIEMPRE” A principios de 1965, el fracaso del Ejército Guerrillero del Pueblo Argentino dirigido por Jorge Masetti, impele al Che a abandonar el gobierno de Cuba, renunciando incluso a su nacionalidad cubana, para integrarse en las guerrillas marxistas de África. En una famosa carta a Fidel Castro anunciándole su renuncia, se despide con la famosa frase “hasta la victoria siempre”. Desde entonces desaparece de la vida pública y su paradero es desconocido. Hoy sabemos que entre enero y abril de 1965 se dedica a reclutar en Cuba guerrilleros para intervenir en la República Democrática del Congo. En este país centroafricano fronterizo con nueve países más, el presidente Patrice Lumumba había sido asesinado por la CIA en 1961 y una guerrilla defendía su causa apoyada desde Tanzania. La ubicación del Congo le parecía al Che un foco desde el que irradiar la revolución a todo el continente africano. El Che llega a Dar-es-Salaam, capital de Tanzania, bajo la identidad falsa del uruguayo Ramón Benítez Fernández. Se presenta sin avisar ante los líderes del CNL (Comité Nacional de Liberación) en la estrecha franja que controlaban fronteriza con Tanzania, la denominada República Popular del Congo, para combatir a su lado. Este gesto no gustó a los líderes guerrilleros que se mantenían a salvo en Tanzania, sobre todo por las implicaciones internacionales. La experiencia congoleña fue desastrosa. El Che no conoce el idioma local, el swahili, ni las costumbres, ni las múltiples facciones internas de los revolucionarios congoleños, donde reina la desorganización y la falta de disciplina en las tropas. Tras nueve meses, el Che y sus 120 cubanos se vieron obligados a abandonar la lucha cuando cesa el apoyo de Tanzania y los mercenarios blancos del gobierno oficial hacen rendirse a los rebeldes, el 20 de noviembre de 1965. Entonces se refugia en la embajada cubana en Tanzania; oculto bajo una falsa identidad se traslada a Praga donde permanece cinco meses; durante todo este período, no sólo escribe sus cuadernos sobre la experiencia congoleña, sino otras muchas reflexiones que se han publicado en 2006. Por estos escritos sabemos que, aconsejado por Fidel Castro, el Che decide establecer un nuevo “foco guerrillero” en Bolivia, país en el corazón de Sudamérica, con fronteras comunes con Argentina, Chile, Perú, Brasil y Paraguay… Ideal para retomar la idea de emprender desde un lugar central la revolución que irradiaría hacia la periferia de todo el continente, sobre todo a su país natal.

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ADOLFO MENA, EL ALIAS DEL CHE

El 21 de julio de 1966 llega secretamente a La Habana; se reúne con su mujer e hijos y recluta al grupo de guerrilleros que parten con él hacia Bolivia el 2 de noviembre de 1966. Jamás regresaría, como ya sabemos. Bajo la falsa identidad de Adolfo Mena González, llega a una Bolivia gobernada desde 1952 por la dictadura militar del general Barrientos. La guerrilla del Che se establece en las montañas cerca del río Ñancahuazú, en el sudeste del país, entre los Andes y el Chaco. Se pone al frente de un grupo del Ejército de Liberación Nacional de Bolivia (ELN), teniendo secciones de apoyo en Chile, Argentina y Perú.

El 11 de marzo de 1967 fueron detenidos dos desertores del ELN, lo que motivó que el gobierno boliviano obtuviera la cooperación de la CIA, quien organizó un sistema de inteligencia coordinado con los gobiernos de los países fronterizos con Bolivia. El 23 de marzo comienzan a cercar la guerrilla y el Che dirige los primeros combates. El 3 de abril se ve obligado a dividir su grupo en dos columnas que jamás volverían a encontrarse. En sucesivos encuentros con el ejército boliviano fueron muriendo sus hombres más cercanos; alguno de los cuales le acompañaban desde la época de Sierra Maestra, como Eliseo Reyes. El 20 abril de 1967 los hombres de la red de apoyo son capturados y, al ser torturados, brindan información clave que determina el cerco al grupo del Che. Entonces la CIA envía a dos agentes para cazar al Che, los cubano-estadounidenses Gustavo Villoldo y Félix Ismael Rodríguez. Resultado de este operativo fue la captura de la columna que el Che separara en abril: sus cadáveres son mostrados al mundo y enterrados clandestinamente. Esto obliga a la columna del Che a subir hacia las montañas, en dirección a La Higuera, a donde llegan el 26 de septiembre y de donde son desalojados sufriendo nuevas bajas. Los 17 sobrevivientes se ven obligados a enriscarse más. EL FINAL El 7 de octubre de 1967 el Che hace la última anotación en su diario de guerra: al día siguiente su grupo es sorprendido por las tropas del gobierno en la Quebrada del Yuro; ordena a los heridos escapar y se queda con el resto a enfrentar el combate. Tras tres horas, herido leve en la pierna izquierda, es capturado junto a Simeón Cuba (Willy); el resto de sus acompañantes son muertos ese mismo día y los siguientes, menos Juan Pablo Chang (el Chino). Sólo seis guerrilleros del grupo original consiguieron escapar llegando a Chile. El Che y Willy son encerrados en dos aulas separadas de la escuela de La Higuera; a ellos se une al día siguiente el Chino y los cadáveres de los que son abatidos. El agente de la CIA Félix Rodríguez recibe el 9 de octubre la orden de ejecutar al Che; se supone que partió del presidente Barrientos. Lo cierto es que el mismo agente se lo comunicó al Che tras interrogarle y fotografiarle. El ejecutor fue el sargento Terán, que fue encargado por el agente Rodríguez de no dispararle a la cabeza para que el cadáver quedara reconocible y las heridas simularan que había sido abatido en combate. El sargento Terán cumplió la orden con una ráfaga de ametralladora a la una y diez de la tarde, tras obtener el visto bueno del coronel Pérez. Los otros dos compañeros del Che corrieron la misma suerte. El ejecutor dejó el siguiente testimonio sobre aquél hecho: “Dudé 40 minutos antes de ejecutar la orden. Me fui a ver al coronel Pérez con la esperanza de que la hubiera anulado. Pero el coronel se puso furioso. Así es que fui. Ése fue el peor momento de mi vida. Cuando llegué, el Che estaba sentado en un banco. Al verme dijo: «Usted ha venido a matarme». Yo me sentí cohibido y bajé la cabeza sin responder. Entonces me preguntó: «¿Qué han dicho los otros?». Le respondí que no habían dicho nada y él contestó: «¡Eran unos valientes!». Yo no me atreví a disparar. En ese momento vi al Che grande, muy grande, enorme. Sus ojos brillaban intensamente. Sentía que se echaba encima y cuando me miró fijamente, me dio un mareo. Pensé que con un movimiento rápido el Che podría

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quitarme el arma. «¡Póngase sereno —me dijo— y apunte bien! ¡Va a matar a un hombre!». Entonces di un paso atrás, hacia el umbral de la puerta, cerré los ojos y disparé la primera ráfaga. El Che, con las piernas destrozadas, cayó al suelo, se contorsionó y empezó a regar muchísima sangre. Yo recobré el ánimo y disparé la segunda ráfaga, que lo alcanzó en un brazo, en el hombro y en el corazón. Ya estaba muerto” Tras su ejecución, el cadáver fue conducido en helicóptero a la vecina Vallegrande, donde fue colocado en la piedra del lavadero público, en exhibición hasta la noche del 10 de octubre (en que se le cortan las manos como prueba de su muerte). Fue observado por cientos de personas, especialmente fotógrafos de prensa, por lo que existen numerosas fotos. Parece probado que la madrugada del 10 al 11 de octubre de 1967 el cadáver del Che y de sus seis compañeros se enterraron conjunta y secretamente por el teniente coronel Selich en una fosa común que fue hallada el 28 de junio de 1997, tras las revelaciones del general retirado Mario Vargas Salinas. Tras las pertinentes pruebas forenses, se identificaron los restos del Che y de sus compañeros, trasladándose a Santa Clara el 12 de julio de 1997, donde reposan en el Memorial de Ernesto Guevara.

EXHIBICIÓN DEL CADÁVER DEL CHE EN VALLEGRANDE

BIBLIOGRAFÍA

Anderson, Jon Lee (1997), Che Guevara. Una vida revolucionaria, Barcelona, Anagrama.

Castañeda, Jorge G. (1997), Compañero: vida y muerte del Che Guevara, Buenos Aires, Espasa.

Kalfon, Pierre (1997), Che. Ernesto Guevara, una leyenda de nuestro siglo, Barcelona, Plaza y Janes.

Sitios web

Che, guía y ejemplo. Sitio dedicado al Che Guevara con una biografía sumaria, abundantes imágenes, cartas, textos, videos y canciones en mp3: http://www.sancristobal.cult.cu/sitios/che/index.htm

Pasajes de la Guerra Revolucionaria, 1965 (texto completo en: http://chehasta.narod.ru/indice.htm)

Guevara, anatomía de un mito, Video documental en formato wmv, por Luis Guardia (70 minutos): http://www.cubaliberal.org/videos/CHE_AnatomiadeunMito.wmv

FILMOGRAFÍA El cine ha tratado también la figura del guerrillero desde diversas perspectivas. En 1968 el director Paolo Heusch hizo la primera reconstrucción de la caza del Che con Francisco Rabal como protagonista; en 2004 Walter Salles llevó a la gran pantalla “Los diarios de la motocicleta” con Gael García Bernal en el papel de Ernesto Guevara, contando su época de juventud. En 2005 Josh Evans se acerca al personaje integral en “Che Guevara” con Eduardo Noriega de protagonista y en 2008 se ha estrenado “Guerrilla” de Steven Soderbergh, la primera de una saga bioépica que protagoniza Benicio del Toro.