Familia e influencia en el nino

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Teoría de la personalidad, Adler y la posición del niño en la familia. Una de las frases más tempranas de Adler fue la protesta masculina. Él observaba algo bastante obvio en su cultura (y de ninguna manera ausente de la nuestra): los chicos estaban situados en una posición más ventajosa que las chicas. Los chicos deseaban, a veces de forma desesperada, que fuesen considerados como fuertes, agresivos o en control (masculinos) y no débiles, pasivos o dependientes (femeninos). Por supuesto, el tema es que los hombres son de alguna manera básicamente mejores que las mujeres. Después de todo, ellos tienen el poder, la educación y aparentemente el talento y la motivación necesarios para hacer "grandes cosas" y las mujeres no. Todavía hoy podemos escuchar a algunas personas mayores comentando esto cuando se refieren a los chicos y chicas pequeños. Si un niño demanda o grita buscando hacer lo que quiere (¡protesta masculina!), entonces es un niño que reacciona de forma natural (o normal). Si la niña pequeña es callada y tímida, está fomentando su feminidad. Si esto ocurre con un chico, es motivo de preocupación, ya que el niño parece afeminado o puede terminar en mariquita. Y si nos encontramos con niñas asertivas que buscan hacer lo que creen, son "marimachos" y ya se buscará la manera de que abandone esa postura. Pero Adler no creía que la asertividad masculina y su éxito en el mundo fuesen debido a una cierta superioridad innata. Creía más bien que los niños son educados para lograr una asertividad en la vida y las niñas son alejadas de este planteamiento. No obstante, tanto los niños como las niñas vienen al mundo con la misma capacidad de protesta. Dado que muchas personas malinterpretan a Adler al respecto, constriñen el uso de la frase. La última frase que usó antes de plantear su afán de perfeccionismo, fue afán de superioridad. El uso de esta frase delata una de sus raíces filosóficas de sus ideas: Friederich Nietzsche desarrolló una filosofía que consideraba a la voluntad de poder el motivo básico de la vida humana. Aunque el afán de superioridad se refiere al deseo de ser mejor, incluye también la idea de que queremos ser mejores que otros, más que mejores en nosotros mismos. Más tarde, Adler intentó utilizar el término más en referencia a afanes más insanos o neuróticos. Teleología Este último punto (el de que el estilo de vida no es "meramente una reacción mecánica") es una segunda postura en la que Adler difiere considerablemente de Freud. Para este último, las cosas que ocurrieron en el pasado, como los traumas infantiles, determinan lo que eres en el presente. Adler considera la motivación como una cuestión de inclinación y movimiento hacia el futuro, en vez de ser impulsado, mecánicamente, por el pasado. Somos impulsados hacia nuestras metas, nuestros propósitos, nuestros ideales. A esto se le llama teleología.

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Teoría de la personalidad, Adler y la posición del niño en la familia. Una de las frases más tempranas de Adler fue la protesta masculina. Él observaba algo bastante obvio en su cultura (y de ninguna manera ausente de la nuestra): los chicos estaban situados en una posición más ventajosa que las chicas. Los chicos deseaban, a veces de forma desesperada, que fuesen considerados como fuertes, agresivos o en control (masculinos) y no débiles, pasivos o dependientes (femeninos). Por supuesto, el tema es que los hombres son de alguna manera básicamente mejores que las mujeres. Después de todo, ellos tienen el poder, la educación y aparentemente el talento y la motivación necesarios para hacer "grandes cosas" y las mujeres no. Todavía hoy podemos escuchar a algunas personas mayores comentando esto cuando se refieren a los chicos y chicas pequeños. Si un niño demanda o grita buscando hacer lo que quiere (¡protesta masculina!), entonces es un niño que reacciona de forma natural (o normal). Si la niña pequeña es callada y tímida, está fomentando su feminidad. Si esto ocurre con un chico, es motivo de preocupación, ya que el niño parece afeminado o puede terminar en mariquita. Y si nos encontramos con niñas asertivas que buscan hacer lo que creen, son "marimachos" y ya se buscará la manera de que abandone esa postura. Pero Adler no creía que la asertividad masculina y su éxito en el mundo fuesen debido a una cierta superioridad innata. Creía más bien que los niños son educados para lograr una asertividad en la vida y las niñas son alejadas de este planteamiento. No obstante, tanto los niños como las niñas vienen al mundo con la misma capacidad de protesta. Dado que muchas personas malinterpretan a Adler al respecto, constriñen el uso de la frase. La última frase que usó antes de plantear su afán de perfeccionismo, fue afán de superioridad. El uso de esta frase delata una de sus raíces filosóficas de sus ideas: Friederich Nietzsche desarrolló una filosofía que consideraba a la voluntad de poder el motivo básico de la vida humana. Aunque el afán de superioridad se refiere al deseo de ser mejor, incluye también la idea de que queremos ser mejores que otros, más que mejores en nosotros mismos. Más tarde, Adler intentó utilizar el término más en referencia a afanes más insanos o neuróticos. Teleología Este último punto (el de que el estilo de vida no es "meramente una reacción mecánica") es una segunda postura en la que Adler difiere considerablemente de Freud. Para este último, las cosas que ocurrieron en el pasado, como los traumas infantiles, determinan lo que eres en el presente. Adler considera la motivación como una cuestión de inclinación y movimiento hacia el futuro, en vez de ser impulsado, mecánicamente, por el pasado. Somos impulsados hacia nuestras metas, nuestros propósitos, nuestros ideales. A esto se le llama teleología.

El atraer cosas del pasado hacia el futuro tiene ciertos efectos dramáticos. Dado que el futuro todavía no ha llegado, un acercamiento teleológico de la motivación supone escindir la necesidad de las cosas. Si utilizamos un modelo mecanicista, la causa lleva al efecto: si a, b y c ocurren, entonces x, y, y z deberían, por necesidad, ocurrir también. Pero no necesitamos lograr nuestras metas o cumplir con nuestros ideales y de hecho, ellos pueden cambiar durante el proceso. La teleología reconoce que la vida es dura e incierta, pero siempre queda un lugar para el cambio. Inferioridad Bueno, así que aquí estamos; siendo "empujados" a desarrollar una vida plena, a lograr una perfección absoluta; hacia a la auto­actualización. Y sin embargo, algunos de nosotros, los "fallidos", terminamos terriblemente insatisfechos, malamente imperfectos y muy lejos de la auto­actualización. Y todo ello porque carecemos de interés social, o mejor, porque estamos muy interesados en nosotros mismos. ¿Y qué es lo que hace que estemos tan autocentrados?. Adler responde que es una cuestión de estar sobresaturados por nuestra inferioridad. Si nos estamos manejando bien, si nos sentimos competentes, nos podemos permitir pensar en los demás. Pero si la vida nos está quitando lo mejor de nosotros, entonces nuestra atención se vuelve cada vez más focalizada hacia nosotros mismos. Obviamente, cualquiera sufre de inferioridad de una forma u otra. Por ejemplo, Adler empieza su trabajo teórico hablando de la inferioridad de órgano, lo cual no es más que el hecho de que cada uno de nosotros tiene partes débiles y fuertes con respecto a la anatomía o la fisiología. Algunos de nosotros nacemos con soplos cardíacos, o desarrollamos problemas de corazón tempranamente en la vida. Otros tienen pulmones o riñones débiles, o problemas hepáticos en la infancia. Algunos otros padecemos de tartamudeo o ceceo. Otros presentan diabetes o asma o polio. Están también aquellos con ojos débiles, o con dificultades de audición o una pobre masa muscular. Algunos otros tienen la tendencia innata a ser fuertes y grandes; otros a ser delgaduchos. Algunos de nosotros somos retardados; otros somos deformes. Algunos son impresionantemente altos y otros terriblemente bajos, y así sucesivamente. Adler señaló que muchas personas responden a estas inferioridades orgánicas con una compensación. De alguna manera se sobreponen a sus deficiencias: el órgano inferior puede fortalecerse e incluso volverse más fuerte que los otros; u otros órganos pueden superdesarrollarse para asumir la función del inferior; o la persona puede compensar psicológicamente el problema orgánico desarrollando ciertas destrezas o incluso ciertos tipos de personalidad. Existen, como todos ustedes saben, muchos ejemplos de personas que logran llegar a ser grandes figuras cuando incluso no soñaban que podían hacerlo. (Tomemos como ejemplo muy conocido el caso de Stephen Hopkins. N.T.).

No obstante, por desgracia, existen también personas que no pueden lidiar con sus dificultades, y viven vidas de displacer crónico. Me atrevería a adivinar que nuestra sociedad tan optimista y echada para adelante desestima seriamente a este grupo. Pero Adler pronto se percató de que esto era solo una parte de la cuestión. Hay incluso más personas con inferioridades psicológicas. A algunos de nosotros nos han dicho que somos tontos, o feos o débiles. Algunos llegamos a creer que sencillamente no somos buenos. En el colegio, nos someten a exámenes una y otra vez y nos enseñan resultados que nos dicen que no somos tan buenos como el otro alumno. O somos degradados por nuestras espinillas o nuestra mala postura, sólo para hallarnos sin amigos o pareja. O nos fuerzan a pertenecer al equipo de baloncesto, donde esperamos a ver que equipo va a ser nuestro contrincante; ése que nos aplastará. En estos ejemplos, no es una cuestión de inferioridad orgánica la que está en juego (realmente ni somos deformes, ni somos retardados o débiles) pero nos inclinamos a creer que lo somos. Una vez más, algunos compensamos nuestra inferioridad siendo mejores en el particular. O nos hacemos mejores en otros aspectos, aún a pesar de mantener nuestra sensación de inferioridad. Y existen algunos que nunca desarrollarán para nada una autoestima mínima. Si lo anterior todavía no ha removido tu personalidad, entonces nos encontramos con una forma bastante más general de inferioridad: La inferioridad natural de los niños. Todos los niños, por naturaleza, más pequeños, débiles y menos competentes intelectual y socialmente que los adultos que les rodean. Adler sugirió que si nos detenemos a observar sus juguetes, juegos y fantasías; todos tienen una cosa en común: el deseo de crecer, de ser mayores, de ser adultos. ¡Este tipo de compensación es verdaderamente idéntica al afán de perfección!. No obstante, muchos niños crecen con la sensación de que siempre habrá otros mejores que ellos. Infancia De la misma manera que Freud, Adler entendía la personalidad o el estilo de vida como algo establecido desde muy temprana edad. De hecho, el prototipo de su estilo de vida tiende a fijarse alrededor de los cinco años de edad. Las nuevas experiencias, más que cambiar ese prototipo, tienden a ser interpretadas en términos de ese prototipo; en otras palabras, "fuerzan" a esas experiencias a encajar en nociones preconcebidas de la misma forma que nuevas adquisiciones son "forzadas" a nuestro estereotipo. Adler sostenía que existían tres situaciones infantiles básicas que conducirían en la mayoría de las veces a un estilo de vida fallido. La primera es aquella de la que hemos hablado ya en varias ocasiones: las inferioridades orgánicas, así como las enfermedades de la niñez. En palabras de Adler, los niños con estas deficiencias son niños "sobrecargados", y si nadie se preocupa de dirigir la atención de éstos sobre otros, se mantendrán dirigiéndola hacia sí mismos. La mayoría pasarán por la vida con un fuerte sentimiento de inferioridad; algunos

otros podrán compensarlo con un complejo de superioridad. Sólo se podrán ver compensados con la dedicación importante de sus seres queridos. La segunda es la correspondiente al mimo o consentimiento. A través de la acción de los demás, muchos niños son enseñados a que pueden tomar sin dar nada a cambio. Sus deseos se convierten en órdenes para los demás. Esta postura suena maravillosa hasta que observamos que el niño mimado falla en dos caminos: primero, no aprende a hacer las cosas por sí mismo y descubre más tarde que es verdaderamente inferior; y segundo, no aprende tampoco a lidiar con los demás ya que solo puede relacionarse dando órdenes. Y la sociedad responde a las personas consentidas solo de una manera: con odio. El tercero es la negligencia. Un niño descuidado por sus tutores o víctima de abusos aprende lo que el mimado, aunque de manera bastante más dura y más directa: aprenden sobre la inferioridad dado que constantemente se les demuestra que no tienen valor alguno; adoptan el egocentrismo porque son enseñados a no confiar en nadie. Si uno no ha conocido el amor, no

desarrollaremos la capacidad para amar luego. Debemos destacar aquí que el niño descuidado no solo incluye al huérfano y las víctimas de abuso, sino también a aquellos niños cuyos padres nunca están allí y a otros que han sido criados en un ambiente rígido y autoritario. Orden de nacimiento Adler debe ser tomado en cuenta como el primer teórico que incluyó no sólo la influencia de la madre, el padre y otros adultos en la vida del niño, sino también de los hermanos y hermanas de éste. Sus consideraciones sobre los efectos de los hermanos y el orden en que nacieron es probablemente aquello por lo que más se conoce a Adler. No obstante, debo advertirles que Adler consideró estas ideas también como conceptos heurísticos (ficciones útiles) que contribuyen a comprender a los demás, pero no deben tomarse demasiado en serio. El hijo único es más factible que otros a ser consentido, con todas las repercusiones nefastas que hemos discutido. Después de todo, los padres de un hijo único han apostado y ganado a un solo número, por decirlo vulgarmente, y son más dados a prestar una atención especial (en ocasiones un cuidado lleno de ansiedad) de su orgullo y alegría. Si los padres son violentos o abusadores, el hijo único tendrá que enfrentarse solo al abuso. El primer hijo empieza la vida como hijo único, con toda la atención recayendo sobre él. Lástima que justo cuando las cosas se están haciendo cómodas, llega el segundo hijo y "destrona" al primero. Al principio, el primero podría luchar por recobrar su posición; podría, por ejemplo, empezar a actuar como un bebé (después de todo, parece que funciona con el bebé comportándose como lo hace, ¿no?), aunque sólo encontrará la reticencia y la advertencia de ¡que crezca ya!. Algunos se vuelven desobedientes y rebeldes; otros hoscos y retraídos. Adler creía que los primeros hijos estaban más dispuestos a desarrollar problemas que los siguientes. Mirando la parte positiva, la mayoría de los hijos

primeros son más precoces y tienden a ser relativamente más solitarios (individuales) que otros niños de la familia. El segundo hijo está inmerso en una situación muy distinta: tiene a un primer hermano que "sienta los pasos", por lo que tiende a ser muy competitivo y está constantemente intentando sobrepasar al mayor, cosa que con frecuencia logran, pero muchos sienten como si la carrera por el poder nunca se realiza del todo y se pasan la vida soñando en una competición que no lleva a ninguna parte. Otros chicos del "medio" tienden a ser similares al segundo, aunque cada uno de ellos se fija en diferentes "competidores". El último hijo es más dado a ser mimado en las familias con más de uno. Después de todo, ¡es el único que no será destronado!. Por lo tanto, estos son los segundos hijos con mayores posibilidades de problemas después del primer hijo. Por otro lado, el menor también puede sentir una importante inferioridad, con todos lo demás mayores que él y por tanto "superiores". Pero, con todos estos "trazadores del camino" delante, el pequeño puede excederles también. De todas formas, quién es verdaderamente el primero, segundo o el más joven de los chicos no es tan fácil como parece. Si existe demasiada distancia temporal entre ellos, no tienen necesariamente que verse de la misma manera que si este rango fuese más corto entre ellos. Con respecto a mis hijos, hay una diferencia entre mi primera y segunda hija de 8 y 3 años entre ésta y la tercera: esto haría que mi primera hija fuese como hija única; la segunda como primera, y la segunda como la última. Y si algunos de los hijos son varones y otros chicas, también existe una diferencia marcada. Un segundo hijo de sexo femenino no tomará a su hermano mayor como un competidor; un varón en una familia de chicas puede sentirse más como hijo único; y así sucesivamente. Como con todo el sistema de Adler, el orden del nacimiento debe entenderse en el contexto de las circunstancias especiales personales de cada sujeto. Kendry, ésta información es teórica correspondiente a lo que decía Alfred Adler, un psicólogo de la personalidad, me pareció fundamental ponerlo de primero ya que su teoría fundamenta mucho la personalidad que se va a establecer en el niño de acuerdo a su infancia, el orden de su nacimiento y cómo el niño tiene en cuenta todas las situaciones y puede desarrollar en algunos momentos una personalidad sana o no. Esa teoría te sirve para poder identificar y poder ahondar más en charlas y procesos que quieras llevar con jóvenes. Tomado de: http://www.psicologia­online.com/ebooks/personalidad/adler.htm

Desarrollo cognitivo, etapas del desarrollo según Jean Piaget

1er Período : Inteligencia Sensorio­Motriz (dos primeros años de vida) Hay tres momentos fundamentales. Al principio no hay sino actos reflejos que se basan en tendencias instintivas por ejemplo el reflejo de succión del pecho de la madre. Los reflejos se van perfeccionando y generalizando ; `'el niño lo chupa todo y este esquema le permite situarse en el mundo: para el, el mundo es esencialmente es una realidad que pude ser chupada''. Después, segundo momento, los reflejos se organizan en hábitos y la percepción se hace discriminativa, distingue la imagen de u madre de otras imágenes de personas distintas. Un paso mas y movimiento y percepción se coordinan entre si y ya es capaz de coger los objetos que percibe (prensión). Por fin, tercer momento, aparece la inteligencia practica o sensorio­motriz, que se aplica a manipular objetos. Es sensorio­motriz por que sólo utiliza percepciones (de objetos presentes) y movimientos. Ambos coordinados entre si (no hay palabras ni conceptos, hay inteligencia, pero no hay pensamiento). El niño es, pues, capaz de `'resolver problemas'' de un modo parecido a como lo hacen los animales inteligentes. Por ejemplo, tira del mantel para acercarse un trozo de pan, lo cual es un acto inteligente (medio fin) y también un desastre domestico (con el pan arrastra también los vasos y los platos). Para el niño de menos de un año el mundo se compone únicamente de imágenes que aparecen y luego desaparecen, algo así como sucede en la pantalla de cine. Si se le muestra un objeto y luego se oculta debajo de un lienzo, el niño llorara si el objeto le gustaba, pero no intentara levantar el lienzo ya que todo sucede como si el objeto no existiera, y es que para él todavía no existen objetos permanentes (noción que no es innata y que por lo tanto deberá aprender). En el segundo año de vida adquirirá esta noción (que no es un concepto aún) y será capaz de ir a buscar el objeto oculto. También aprenderá la noción de causalidad y podrá organizar rudimentariamente un espacio único y la sucesión temporal. 2do Período : Representación Pre­operativa (de 2 a 6 años) Imitando a los adultos, el niño aprende el lenguaje, lo cual le permitirá dar un enorme paso adelante (algo que los animales ya no pueden hacer). El lenguaje le permite `'reconstruir sus acciones pasadas bajo la forma de relato y anticipar sus acciones futuras mediante la representación verbal''. Ello supondrá la posibilidad de hacer intercambios verbales con los demás; y, además, al interiorizarse la palabra, surge el pensamiento como dialogo consigo mismo (al principio, el uno que ha aprendido a hablar, habla mucho, pero habla sobretodo consigo mismo). Así pues, surgen dos nuevos mundos : el mundo social y el mundo interior. Este `'pensamiento infantil'' posee características muy peculiares : 1.­ANIMISMO : el niño tiende a concebir las cosas como si estuvieran vivas y dotadas de intenciones (las nubes se mueven por sí mismas para llevar la lluvia, y la noche ­que es como una gran nube negra­ avanza para cubrir el cielo y que podamos dormir). 2.­ARTIFICIALISMO : todas las cosas han sido construidas por el hombre o por alguna actividad divina que actúa de un modo parecido a los hombres (`'¿quién ha hecho la luna?'').

3.­CAUSALIDAD : está penetrada de elementos morales (los barcos flotan, por que `'deben'' flotar). De este modo se explica cómo los `'¿por qué?'' de los niños son tan desconcertantes para los adultos. Cuando un niño pregunta el porque de algo, pregunta simultáneamente por la causa eficiente y la finalidad : `'¿por qué sale la luna de noche?'' es una pregunta insólita para un adulto; un niño respondería ­o le gustaría escuchar esa respuesta­ que sale de noche para iluminar los caminos y que sino sale de día es por que entonces no la necesitamos por que hay sol, otra cosa es que haya que contestar así a los niños. Esta forma de pensamiento denota una nueva forma de egocentrismo. Como ya se dijo anteriormente, la inteligencia y el pensamiento son funciones de `'asimilación'' de lo que se experimenta a los `'esquemas de la mente''. El niño es, pues, egocéntrico, por que asimila todas sus experiencias del mundo al modelo de su mundo interior. 3er Período : Operaciones Concretas (de 7 a 11 años) En este momento el niño se hace capaz de una cierta `'lógica'' (por algo es el comienzo de la edad escolar y la sabiduría popular sitúa en este momento la conquista del `'uso de razón''). Lo que se adquiere es la capacidad de hacer `'operaciones'' mentales (`'mentales'' en el sentido que se verá enseguida). Estas operaciones son concretas : se opera con objetos que tienen que estar presentes ; deben poder ser percibidos y manipulados. Se podría decir que el niño piensa `'con los ojos y con las manos''. Y este tipo de pensamiento es fundamental para la etapa siguiente : el adolescente hará mentalmente lo que primero hizo de niño con las manos y con la vista. Según Piaget, la posibilidad de las `'operaciones'' viene dada por la conquista del `'esquema'' fundamental del pensamiento la reversibilidad. Por ejemplo, a un niño se le muestran dos pastillas de pasta para modelar (moldear); y con una de ellas hace una bola, luego una salchicha, etc. Antes de los siete años el niño cree, con respecto a la otra, se ha modificado la cantidad de materia, el peso y el volumen, hacia los siete años admite la constancia de la materia, a los nueve, la conservación del peso, y a los once lo del volumen. ¿En qué se basa? En la posibilidad de invertir la operación, la bola pesa tanto como la pastilla porque puede volver a hacer una pastilla con la bola. Igualmente puede ordenar una serie de varitas de la más corta a más larga a partir de los siete años, ya que entonces descubre el modo de hacer la operación; primero escoge la más pequeña de todas, luego la más pequeña de las que quedan, etc. Esta `'operación'' tan sencilla no puede hacerla un niño más pequeño, ya que presupone también la reversibilidad. Cada varita es concebida simultáneamente como más pequeña que la siguiente y mayor que la anterior. En cambio un niño de esta edad no es capaz de resolver un problema del mismo tipo si se le plantea a nivel verbal, sin la presencia del objeto. Un problema del tipo: `'Maria es más rubia que Susana y más morena que Ana: ¿cuál es más rubia de las tres?'' esta más allá de sus posibilidades (no es una operación concreta). 4to Período : Operaciones Formales (desde los 12 años)

A partir de este momento es posible ya hacer operaciones no concretas, es decir, operaciones que no requieren el apoyo de la percepción o de la manipulación, sino que se realizan puramente a un nivel verbal o conceptual. Los objetos son substituidos por proposiciones, con lo que el pensamiento se libera de lo real­presente y penetra en el campo de la reflexión, las teorías y las hipótesis. Lo que resulta sorprendente en el adolescente es su interés por todos los problemas inactuales, sin relación con las realidades vivida diariamente o que anticipan, con una desarmante candidez, situaciones futuras de mundo, que a menudo son quiméricas. Lo que resulta más sorprendente es su facilidad para elaborar teorías abstractas. Hay algunos que escriben y crean una filosofía, una política, o una estética. Otros no escriben, pero todos tienen teorías o sistemas. La inteligencia formal señala el despegue del pensamiento, y no debe sorprendernos que éste use y abuse, para empezar, del imprevisto poder que se le ha concedido. Pero existe un egocentrismo intelectual de la adolescencia que se manifiesta mediante la creencia en el infinito, poder de la reflexión, como si el mundo debiera someterse a los sistemas y no los sistemas a la realidad. Posteriormente el egocentrismo metafísico de la adolescencia encuentra paulatinamente su corrección en una reconciliación entre el pensamiento formal y la realidad. El equilibrio se alcanza cuando la reflexión comprende que su función característica no es contradecir, sino proceder e interpretar la experiencia. Ésta teoría del desarrollo humano y principalmente cognitivo desarrollada por Piaget, te sirve muchísimo para pòder orientarse y orientar a los padres de familia de la manera en que sepan cómo acompañar a los niños en cada una de las etapas, y que ellos puedan identificar que hacen parte del proceso normal de su desarrollo. Cabe resaltar Kendry, y es de gran importancia que en estos momentos como ésta teoría fue realizada hace muchos años atrás, hay en algunos niños que las edades puede estar más avanzadas es decir que un niño de 5 años se encuentre ya en la tercera etapa, esto hace parte de la evolución del desarrollo que se ha presentado. Pero en sí los postulados y las etapas siempre van a estar y el niño va a pasar por esas etapas entonces es importante el acompañamiento y la estimulación del niño pero sin sobre­estimularlo es importante que lleve el proceso adecuado paso a paso y que los padres estén informados de ésto. Tomado de: http://www.monografias.com/trabajos91/teorias­de­piaget/teorias­de­piaget.shtml Lección 7: Teoría Ecológica de Bronfenbrenner Urie Bronfenbrenner nació en Moscú en 1917 y murió en 2005 en Nueva York; se graduó como Psicólogo en Estados Unidos y en 1987 propuso el Modelo Ecológico para entender el desarrollo de la conducta humana. Desde esta perspectiva se concibe al ambiente ecológico como un conjunto de estructuras seriadas y estructuradas en diferentes niveles, en donde cada uno de esos

niveles contiene al otro. Se enfoca principalmente en los contextos sociales que afectan el desarrollo del individuo. En la Figura 4, se muestran los cinco sistemas ambientales propuestos por Bronfenbrenner.

FIGURA 4. Niveles de Sistemas desde la Teoría Ecológica de Bronfenbrenner. El Modelo Ecológico plantea que cada uno de estos sistemas ambientales, que abarcan desde las relaciones más cercanas de un individuo, establecidas en el microsistema hasta los aspectos socioculturales e históricos, influyen en ese individuo. A continuación describiremos cada uno de estos sistemas.

Sistema Ambiental

Descripción

Personas o escenarios influyentes

Constituye el nivel

más inmediato en el que se desarrolla el individuo. El

Familia

Microsistema

ambiente en el que el individuo pasa más tiempo

Pares

Escuela

Vecindario

Mesosistema

Comprende las

interrelaciones de dos o más entornos en los que la persona en desarrollo participa activamente, es decir, vínculos entre microsistemas

Relación entre la familia y la

escuela

Relación entre la familia y

los amigos

Exosistema

Lo integran

contextos más amplios que no incluyen a la persona como sujeto activo, pero que sus decisiones o acciones influyen en él

El

consejo superior de la escuela

La

Junta de Acción Comunal

del barrio

Macrosistema

Lo configuran la

cultura y la subcultura en la que se desenvuelve la persona y

todos los individuos de su sociedad

Valores

Costumbres

Cronosistema

Condiciones

socio­históricas que influyen en el desarrollo del individuo

Las

TIC en esta época influyen en

el desarrollo de una persona de una manera nunca antes vista

Tabla 1. Sistemas Ambientales propuestos en la Teoría o Modelo Ecológico de Bronfenbrenner (1990)

La capacidad de formación de un sistema depende de la existencia de las interconexiones sociales entre ese sistema y otros. Todos los niveles del modelo ecológico propuesto dependen unos de otros y, por lo tanto, se requiere de una participación conjunta de los diferentes contextos y de una comunicación entre ellos.

Esta teoría “…ha ganado popularidad en los años recientes. Proporciona uno de los pocos marcos teóricos que examinan de forma sistemática contextos sociales, a niveles tanto micro como macro. De esta manera, Bronfenbrenner cruza la brecha entre las teorías conductuales que se enfocan en pequeños escenarios y las teorías antropológicas que analizan escenarios más grandes… Los críticos de la teoría de Bronfenbrenner dicen que presta muy poca atención a los factores biológicos y cognoscitivos del desarrollo infantil. También señalan que la teoría no aborda los cambios del desarrollo paso a paso que son el foco de teorías como la de Piaget y Erikson”(23) Bronfenbrenner y Ceci en 1994 modificaron la teoría original planteando una nueva concepción del desarrollo humano presentándolo como un fenómeno de continuidad y cambio de las características biológicas y psicológicas de los seres humanos, tanto de los grupos como de los individuos. El elemento central de este modelo es la experiencia que incluye no sólo las

propiedades objetivas sino también las que son subjetivamente experimentadas por las personas que viven en ese ambiente. Bronfenbrenner y Ceci (1994) sostienen que en el transcurso de la vida, el desarrollo toma lugar a través de procesos cada vez más complejos en un activo organismo bio­psicológico. Por lo tanto el desarrollo es un proceso que deriva de las características de las personas (incluyendo las genéticas) y del ambiente, tanto el inmediato como el remoto y dentro de una continuidad de cambios que ocurren en éste a través del tiempo. Esta perspectiva es referida como un modelo Proceso­Persona­Contexto­Tiempo (PPCT), mediante el cual se reconoce el interjuego funcional entre lo biológico, lo psicológico y lo social, en un contexto histórico cultural que influye en el individuo. Con lo expuesto hasta aquí en esta lección, se vislumbra un modelo sistémico de comprensión del hombre y la interrelación entre las partes que lo constituyen como organismo bio­psico­social. De la misma manera, permite comprender que a partir de esta teoría se pueden plantear alternativas de comprensión e intervención de realidades sociales que requiere de una intervención efectiva en búsqueda del mejoramiento de la calidad de vida de personas y grupos sociales. “El modelo ecológico supone una herramienta conceptual que permite integrar

conocimientos, examinarlos con una perspectiva particular, elaborar nuevas hipótesis y brindar un encuadre teórico a partir del cual se puedan elaborar estrategias de intervención en la comunidad (Caron, 1992). Las bases sobre las que Bronfenbrenner escribió su teoría del desarrollo humano se encuentran en los trabajos de Freud, Lewin, G. H. Mead, Vigostky, Otto Rank, Piaget, Fisher entre otros… aunque fue su propia experiencia personal y profesional, tal como lo describe en su libro, lo que le llevó a considerar la importancia del contexto social y de la fenomenología frente a la investigación experimental y las pruebas psicométricas. Sus investigaciones interculturales le hicieron reflexionar sobre la capacidad del ser humano de adaptación, tolerancia y creación de ecologías en las que vive y se desarrolla. La orientación ecológica en la intervención comunitaria tiene por objeto de trabajo la interacción de la persona y su ambiente. A la persona se la ve en permanente desarrollo y se concibe éste como un cambio perdurable en el modo en que una persona percibe su ambiente y se relaciona con él. Los distintos ambientes definidos en el modelo ecológico son a su vez sistemas, funcionando como tales, en los cuales el ser humano es un elemento más. Dentro de estos sistemas, los aspectos físicos (vivienda, configuración de un barrio, ruidos…) son también elementos en interacción que han de ser considerados en la valoración e intervención comunitaria. Los modelos ecosistémicos describen los procesos adaptativos e inadaptativos de las personas y los factores situacionales e individuales que median en esos procesos. La aportación de Dohrenwend (1974, 1978) se aproxima a una comprensión ecosistémica de los procesos de inadaptación. Esta autora elaboró un modelo conceptual de inadaptación que se apoya en el concepto de “Tensión psicológica”, y no necesariamente psicopatológica, frente a

acontecimientos vitales estresantes. Además, consideró “el crecimiento psicológico como un posible resultado del proceso de reacción frente al estrés” (Dohrenwend y Dohrenwend, 1974). También definió como factores situacionales moderadores del estrés predictores de adaptación, la presencia de recursos materiales y de una red de Redes sociales. Un concepto con importantes implicaciones en apoyo social y como factores psicológicos, las aspiraciones, valores y competencias personales. Caron (1992) integra los postulados de Dohrenwend en la perspectiva ecosistémica y describe los factores que pueden variar los procesos de adaptación de las personas. Estos son:

ü La calidad de los microsistemas. ü La explotación adecuada de los microsistemas. ü La estabilidad de los microsistemas. ü Las competencias y habilidades de los roles requeridos en los microsistemas. ü Las competencias cognoscitivas y la estima de sí mismo. ü Las predisposiciones biológicas.

Si reflexionamos, sobre los anteriores postulados aplicándolos a los distintos colectivos usuarios de los Servicios Sociales y a contextos marginales, podremos entender desde la perspectiva ecosistémica los procesos adaptativos e inadaptativos que en ellos se generan. La perspectiva ecosistémica nos permite conocer las interacciones entre los microsistemas de las personas y, por tanto, dónde y cómo surgen las redes de apoyo social, como funcionan y qué papel podemos jugar los profesionales en y con ellas (Garbarino, 1985)”(24). Tomado de: http://datateca.unad.edu.co/contenidos/434202/2013_2/Contenido_en_Linea/leccin_7_teora_ecolgica_de_bronfenbrenner.html Ésta teoría ecológica también es importante porque indica cómo influyen todos los sitemas en el desarrollo de la persona y pues más del menor en su desarrollo personal e interpersonal. Listo, adjunto te mando diapositivas que nosotros hemos visto acerca de familia y archivos acerca de la familia y modelos para que te guies en la orientación de la familia y la influencia que la familia tiene en el niño. Espero que te sirva toda ésta información, te recomiendo que leas la pagina Psicología Online, ahí encuentras información importante acerca de muchas teorías relacionadas con el desarrollo del niño y la familia.