EL REY CIERVO de Carlo Gozzi - Traducción

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EL REY CIERVO De Carlo Gozzi PERSONAJES: CHIGOLOTI UN LORO ESMERALDINA BRIGUELA TRUFALDINO TARTAGLIA CLARISA LEANDRO PANTALONE ANGELA DERAMO UN BUSTO UN OSO EL REY CIERVO UN CIERVO UN VIEJO DURANDARTE, EL MAGO La acción transcurre en el reinado oriental de Serendipia, el palacio real y el bosque de Ronchislape, en el año 1762.

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EL REY CIERVO

De Carlo Gozzi

PERSONAJES:

CHIGOLOTIUN LOROESMERALDINABRIGUELATRUFALDINOTARTAGLIACLARISALEANDROPANTALONEANGELADERAMOUN BUSTOUN OSOEL REY CIERVOUN CIERVOUN VIEJODURANDARTE, EL MAGO

La acción transcurre en el reinado oriental de Serendipia, el palacio real y el bosque de Ronchislape, en el año 1762.

ACTO I

LA ELECCIÓN DE UNA REINA

ESCENA 1

PRÓLOGO

VOZ DE CHIGOLOTI: Loro. Lorito. (Chigoloti aparece con una jaula vacía). Lorito. Aquí estoy. Ven Lorito, ven. Ay… dónde estás Lorito.

Un loro aparece por detrás de Chigoloti y lo remeda: Loro. Lorito. Dónde estás lorito.El loro desaparece antes de que Chigoloti lo vea.

CHIGOLOTI: Oh, escucho loros por todas partes pero ni una señal de mi lorito. (Zapatea con rabia). Lorito.(Al público). Ni se imaginan hasta donde me ha traído este loro. Anoche estaba de muy mal humor, lo deje salir por un momento y salió volando por la ventana, gritando: “Atrápame, atrápame”. Lo he estado buscando por toda la ciudad hasta aquí. ¿Alguno de ustedes no ha visto un loro, un pájaro grande y verde?

El loro aparece nuevamente por otro lugar detrás de él. El público ayudará a Chigoloti a encontrar al loro.

CHIGOLOTI: Oh, gracias. Muchísimas gracias. Verán, este loro…

LORO: Ah, vamos Chigoloti.

CHIGOLOTI: Oh si, amo Loro. (Al público). Sólo denme un minuto y les contaré un gran secreto. (Al loro). ¿Dónde se había metido?(Lo atrapa con dificultad). Ahora se va a quedar conmigo. ¿Está claro? Muy bien. (Se acerca al público acompañado por el loro).Bueno. Esta es la historia. Hace muchos, pero muchos años llegó aquí, al palacio de Serendipia, un gran mago llamado Durandarte.

LORO: Chigoloti.

CHIGOLOTI: (Al loro) Si, si… ya lo sé. (Al público) Durandarte era un maestro en magia negra, blanca, azul, verde, roja… todos los colores de magia. Y yo, Chigoloti, era su sirviente. Él realizaba trucos maravillosos en palacio y el Rey de Serendipia era muy amable con él. Así que antes de irse, Durandarte le confió al Rey dos grandes secretos mágicos. Luego Durandarte me llevó hasta un rincóny me dijo…

LORO: Chigoloti. ¿Qué he hecho, Chigoloti?

CHIGOLOTI: Exactamente. El sabe. (Continua). Oberon, el Reyde las hadas, me va a castigar por revelarle sus secretos aun mortal, me va a convertir en un loro por hablar demasiado…

LORO: Estás hablando demasiado, Chigoloti.

CHIGOLOTI: ¿Querido lorito, podrías por favor permanecer ensilencio hasta que llegue al final de mi historia?

Chigoloti le golpea la cabeza. El loro lo muerde.

CHIGOLOTI: Au. Muy bien. Te vas a tu jaula. He tenido suficiente por un día. Ahí te vas a quedar, parado en tu palo.

LORO: En tu palo, Chigoloti.

CHIGOLOTI: Muy bien. (Al público). ¿En que estaba? Oh, si… Durandarte me dijo: El más terrible de esos dos secretos estará en manos del mal dentro de veinte años contados a partir de hoy, en el día veintiuno de marzo del año 2009. Ese día, me dijo, debes llevarme al bosque de Ronchislape, y dejarme ahí. No lo olvides. Un cazador de pájaros me atrapará y después de algunos eventos seré nuevamente libre.

LORO: Libre. Libre.

CHIGOLOTI: Tan pronto como terminó de decirme estas palabras, en vez de mi amo Durandarte, apareció frente a míun gran loro verde. Él.

LORO: Chigoloti. Chigoloti.

CHIGOLOTI: Él es mi amo, el gran mago Durandarte. (Nostálgico). Desde ese día no he tenido ni un momento de paz. Han pasado ya…

LORO: Veinte años.

CHIGOLOTI: Déjame ver… (Cuenta) Uno, dos, tres…

LORO: ¡Veinte!

CHIGOLOTI: Veinte… ¡Veinte años!

LORO: ¡Hoy!

CHIGOLOTI: ¿Hoy? (Golpeándose la frente). Hoy es 21 de Marzo del año 2009.

LORO: ¡Vamos Chigoloti!

CHIGOLOTI: Si, debemos ir.

LORO: ¡Ronchislape!

CHIGOLOTI: Si lorito, si… al bosque de Ronchislape.

LORO: ¡Corre Chigoloti, corre¡

CHIGOLOTI: Si, amo Durandarte. ¿A quién se le ocurre ser sirviente de un mago?

Sale.

ESCENA 2

ESMERALDINA LLEGA AL PALACIO

Entra Esmeraldina arreglada maravillosamente, seguida porBriguela, su primo, el mayordomo del Rey.

ESMERALDINA: ¿Dónde estamos?

BRIGUELA: La recámara privada del Rey.

ESMERALDINA: Oh, así que esta es.

BRIGUELA: Así es.

ESMERALDINA: Ay Briguela, estoy muy ansiosa.

BRIGUELA: Escúchame prima, este no es lugar para estaransiosa. Esto es muy importante para los dos.

ESMERALDINA: Mira primo, tu podrás ser el mayordomo real yvivir en palacio, pero yo se exactamente comoimpresionarlo. El Rey se volverá loco por mí.

BRIGUELA: Eso es lo que me preocupa. Me quedaré como unmayordomo por el resto de mis días. Conozco los gustos delRey. El prefiere el estilo y la distinción, antes que laexageración y los disfuerzos.

ESMERALDINA: Ay, que tonto eres primo. Yo soy lo suficientefina y distinguida como para enamorar a una bestia salvaje.Imagínate lo que le haría a un Rey.

BRIGUELA: (Limpiándose la oreja con el dedo). Que manerastan vulgares. Escúchame Esmeraldina, tu trabajo es atender

a los deseos y gustos del Rey. Solo piénsalo, si teconviertes en Reina yo pasaré de mayordomo a comandante.(Saluda).

ESMERALDINA: Briguela, eso de atender los deseos y gustosdel Rey déjamelo a mí.

BRIGUELA: ¿Cómo puedo confiar en ti si no sabes comocomportarte? Al menos déjame enseñarte como debespresentarte frente al Rey. Lección número uno: el saludo.(Briguela da una demostración, Esmeraldina trata deseguirlo). Cabeza erguida, los brazos caen sueltos a loslados, suavemente caminas, te detienes… pierna derechaadelante, rodilla izquierda por detrás y… saludo.(Esmeraldina hace un tembloroso, torpe y rápido saludo).¡Pésimo¡ Regresa e inténtalo otra vez. Cabeza erguida, losbrazos caen sueltos a los lados…

Trufaldino que ha aparecido repite las indicaciones deBriguela.

TRUFALDINO: suavemente caminas, te detienes… pierna derechaadelante, rodilla izquierda por detrás y…

Esmeraldina pierde el equilibrio y cae. Trufaldino laayuda.

ESMERALDINA: ¿Qué hace usted aquí señor cazador de pájaros?

TRUFALDINO: (Jalando las plumas de su gorra). Pasé por aquíjusto a tiempo para levantarla del piso. Pero… se podríasaber mi querida dama. ¿A que elegante baile se dirige?

BRIGUELA: Vamos a la recámara privada del Rey para lacompetencia.

TRUFALDINO: ¿Para convertirse en Reina?

ESMERALDINA: Si, para ser la Reina.

TRUFALDINO: ¿En serio?

ESMERALDINA: En serio.

TRUFALDINO: (A Briguela). ¿En serio?

BRIGUELA: En serio.

TRUFALDINO: ¿En serio?

BRIGUELA Y ESMERALDINA: (Le gritan al unísono). ¡En serio!

TRUFALDINO: (A Esmeraldina). ¿Y que hay de su compromisoconmigo?

Entra la música imponente de Tartaglia. Briguela yTrufladino se quedan paralizados.

TARTAGLIA: (Voz). ¡Clarisa!

BRIGUELA: Shh… Es Tartaglia.

TRUFALDINO: ¡Tartaglia! ¡Rápido Esmeraldina, rápido!

BRIGUELA: Salgamos de aquí. Preferiría encontrarme con unlobo antes que con ese hombre.

ESMERALDINA: ¿Pero de quién están hablando?

Trufaldino asustado corre de un lugar a otro.

BRIGUELA: Tartaglia, el primer ministro.

ESMERALDINA: ¿El primer ministro? Que suerte. Me muero porconocer a un primer ministro en persona.

TRUFLADINO: ¡Esmeraldina!

TARTAGLIA: (Su voz se escucha más cerca). ¡Clarisa!

BRIGUELA: Mira, ahí está.

Briguela y Trufaldino salen más rápido que volando.

ESMERALDINA: ¡El primer ministro!

ESCENA 3

LA AMBICIÓN DE TARTAGLIA

Esmeraldina permanece parada en el escenario. Tartagliaentra seguido por su hija Clarisa. Esmeraldina sonríe eintenta un saludo. Tartaglia responde con una miradafuriosa. Esmeraldina sale corriendo.

CLARISA: Pero padre, que significa todo este apuro secreto.

TARTAGLIA: Clarisa, mi niña, este es un gran momento.Gracias a mi labor como primer ministro las riquezas delreinado de Serendipia van en aumento. Pero lo mejor estátodavía por venir. Presta atención a mis palabras, Clarisa,y tu serás Reina.

CLARISA: (Sorprendida y no del todo complacida). ¿Yo,Reina? Oh, padre.

Entra Leandro. Clarisa le hace señas.

TRATAGLIA: Si. Reina, mi pequeña. El Rey Deramo necesitauna Reina. Sabes muy bien que hasta el día de hoy haentrevistado a dos mil setecientas cuarenta y ochoprincesas y damas de distintas partes del mundo. Pero detodas ellas, Deramo no ha encontrado ni una sola que sea desu gusto.

CLARISA: (Aliviada). Entonces difícilmente me tomaría a mícomo esposa.

TARTAGLIA: (Molesto y empezando a balbucear.) Muchachainsignificante. No interrumpas cuando tu padre estéhablando. El otro día con mucho tacto y sutileza le sugeríque por el bien del reinado debía tomarte por esposa. Soyel favorito del Rey, tú eres mi hija, y no eres fea.Pórtate bien en la entrevista y serás Reina, y yo… yo seréla más gloriosa y magnífica persona en el mundo.

CLARISA: Padre, se lo ruego, libéreme de este compromiso.

(Leandro observa la escena).

TARTAGLIA: ¿Qué cosa? ¿Cómo te atreves a cuestionar losmandatos de tu padre?

CLARISA: No puedo hacerlo padre.

TRATAGLIA: ¿Así que no puedes? Ve a tu habitación y ahíveremos que puedes y que no puedes hacer. Lo harás aunquetenga que obligarte… aunque tenga que cortarte la nariz oarrancarte la oreja… ¿Entiendes?

Clarisa corre y sale. La sigue Tartaglia.

ESCENA 4

LOS TEMORES DE ANGELA

Ángela entra.

LEANDRO: ¿Ángela… hermana… que haces aquí?

ANGELA: Leandro, nuestro padre me envío. Temo que me obligue a entrevistarme con el Rey.

LEANDRO: Ah, querida hermana. Todos estamos en problemas hoy. Clarisa ha sido seleccionada para ser la primera. Participará en la competencia para ser elegida Reina. Temo que perderé a mi amada. Ay, mi corazón.

Sale Leandro. Entra Pantalone.

PANTALONE: Aquí estás mi querida hija. Esta es la recámara privada del Rey. Y tal cómo su nombre lo dice es PRIVADA. Lo que quiere decir que lo que suceda dentro de ella debe ser, más o menos, PRIVADO y permanecer de esa manera. (Ve aLeandro).

ANGELA: ¿Padre, usted sabe cómo es que el Rey toma sus decisiones?

PANTALONE: Existen en el mundo dos mil setecientas cuarentay ocho princesas que se preguntan lo mismo. El Rey las recibe en esta recámara privada, les hace tres o cuatro preguntas y luego educadamente les pide que se retiren. Talvez las encuentra poco interesantes, o le disgusta su tono de voz, o tal vez encuentra algo en sus corazones que encuentra poco sincero. En todos mis años de servicio me haparecido una persona sabia, inteligente. Pero en esta ocasión encuentro cierto misterio en todo este asunto. No se exactamente qué.

ANGELA: ¿Padre… y porqué me expone a esta situación? ¿Qué pasa si el Rey me rechaza?

PANTALONE: Mi angelito. Me he arrodillado ante él, se lo hesuplicado, se lo he implorado. Tu debes obedecerme, Ángela,de otro modo me romperías el corazón.

ANGELA: Temo presentarme ante él. Sé que no valgo lo suficiente para ser una Reina. Pero si en sus preguntas el Rey espera respuestas sinceras… si es amor lo que está buscando…

PANTALONE: ¿Qué cosa? ¿Qué es lo que escucho? ¿Estás enamorada mi niña?

ANGELA: Si padre… se lo confieso. Estoy profundamente enamorada del Rey. Pero si el me rechaza, padre, no podré seguir viviendo. No porque tenga deseos de convertirme en reina, sino porque no podría soportar ser rechazada por quien se ha convertido en mi vida entera.

PANTALONE: ¡Ay pobre de mí!

ANGELA: Pero a quien más le temo es a Tartaglia. Su mayor ambición es ver a su hija en el trono y la segunda… hacermesu esposa.

PANTALONE: (Encolerizado) ¡Tartaglia! ¡Ese arrogante, maleducado y arribista detrás de mi hija!

ANGELA: ¡Padre!

PANTALONE: Tienes razón hija. (En secreto). Tartaglia es unhombre muy peligroso. Podría escucharnos.

ANGELA: Pero estamos solos.

PANTALONE: En este palacio nunca se sabe. (Fuerte). Tartaglia es un gran primer ministro. El mejor que jamás hemos tenido. Retirémonos hasta el momento de tu entrevistacon el Rey. Eres la tercera.

ANGELA: (Saliendo) Me encomiendo a ti, Cupido.

Entra Trufaldino.

PANTALONE: (Antes de salir se voltea y dice muy fuerte). Unextraordinario ministro. (Se encuentra cara a cara con Trufaldino quien cree que Pantalone se dirige a él).

TRUFALDINO: Mi querido señor Pantalone, me permite unas palabras con su honorable persona. No sabría decirle si el primero, o el tercero, o el cuarto pero usted es un extraordinario segundo ministro.

PANTALONE: ¡Al grano Trufaldino!

TRUFALDINO: ¿Es cierto que mi pequeña tortolita Esmeraldinaserá entregada en matrimonio al monarca de estos territorios?

PANTALONE: Ah, mi querido cazador de pájaros. No lo sé. Nuestros deseos dependen de lo que suceda en esta recámara privada. Con permiso. (Sale).

TRUFALDINO: Oh, mi gorrioncillo pecho amarillo. El Rey te apartará de mi lado. (Se sienta, resopla y toca una melodía. Cada vez toca más entusiasmado.) Si tan solo pudiera atraparla con la misma facilidad que atrapo a los

pájaros del bosque de Ronchislape. (Hace sonidos cómo llamando a un pajarito. Entra Esmeraldina. Trufaldino la ve). ¡Esmeraldina!

Ella escapa al ver que Trufaldino la llama.

ESCENA 5

ESMERALDINA SE PREPARA PARA SER REINA

Esmeraldina entra nuevamente corriendo. Trata de esconderse. Trufaldino entra nuevamente. La ve.

TRUFALDINO: ¡Esmeraldina! (Se arrodilla ante ella).

ESMERALDINA: ¡Una chica no debe andar conversando con un cazador de pájaros cuando un Rey está a punto de entrevistarla!

TRUFALDINO: ¡No tan rápido mi jilguero del campo! ¡Debo recordarte que prometiste casarte conmigo!

ESMERALDINA: ¡Un mandato real anula todas las promesas!

TRUFALDINO: ¡No, no, no! El rey no me haría tremenda canallada. Me arrodillaré frente a él si fuera necesario.

Se arrodilla y toma la mano de Esmeraldina. Ella escucha resignada.

TRUFALDINO: ¡Su majestad! Yo… su humilde servidor… debo decirle… debo decirle…

Briguela aparece en el balcón de la derecha.

BRIGUELA: ¡Esmeraldina!

ESMERALDINA: ¿Si?

TRUFALDINO: …debo decirle que habiendo servido…

BRIGUELA: ¡Ven aquí!

ESMERALDINA: Voy.

TRUFALDINO: … fielmente a su majestad…

BRIGUELA: ¡Apúrate!

ESMERALDINA: ¡Eso hago!

TRUFALDINO: …por todos estos años…

Rápidamente cuando Esmeraldina empieza a irse.

TRUFALDINO: Por favor no me quite a Esmeraldina.

La jala de la falda.

TRUFALDINO: No puedes dejarme. ¿Te lo prohíbo, me entiendes?

BRIGUELA: (Inclinándose en el balcón). Trufaldino. ¡Una futura reina no fantasea con la idea de casarse con un cazador de pájaros que tiene plumas en la cabeza en vez de cerebro!

TRUFALDINO: ¡Prefiero tener plumas antes que sebo!

ESMERALDINA: ¡Por favor, deténganse los dos o me desmayaré!

Briguela desaparece. Esmeradina afectada.

ESMERALDINA: Oh, Trufaldino, en verdad entiendo la profundidad de tu dolor, el daño irreparable a tu corazón, la dimensión infinita de tu sufrimiento…

Trufaldino ha estado yendo de un lado a otro. Esmeraldina lo detiene con un grito fuerte y vulgar, y vuelve al tono afectado.

ESMERALDINA: ¡PERO!... mi querido caballero… ¡Perderás una esposa y ganarás una reina!

TRUFALDINO: (Zapateando). ¡Pero de qué me sirve!

BRIGUELA: (Entrando). Apúrate. Vamos a llegar tarde.

ESMERALDINA: Hie to high fortune

Esmeraldina sale con Briguela. Trufaldino los sigue miserable.

ESCENA 6

TRATAGLIA AMENAZA A SU HIJA CLARISSA

Tartaglia entra arrastrando a Clarissa.

TARTAGLIA: Ven aquí, Clarissa. Ya es casi la hora de la entrevista y tú sigues terca como una mula.

CLARISSA: Padre, ya se lo he tratado de decir, quisiera complacer sus deseos, pero no puedo presentarme ante el Rey.

TARTAGLIA: ¿No puedes? Debes hacerlo, y serás la primera.

CLARISSA: No puedo, no puedo…

TARTAGLIA: ¡No te atrevas a desobedecer a tu padre!

CLARISSA: Debo confesar que mi corazón le pertenece a otro.Estoy enamorada de Leandro, y será imposible para mí ocultarle mi pasión al Rey.

TARTAGLIA: ¿Leandro? ¿El hijo de Pantalone? ¿El hijo de un ministro de rango inferior? ¡De un rango muy inferior! Escúchame bien pequeño renacuajo. Una palabra más de esta

abominable pasión por Leandro y no verás más al buen Trataglia. Me convertiré en Tartaglia el Tártaro.

CLARISSA: (Con inteligencia) Escúcheme padre. Hay una razónmás. No puedo competir con mi buena amiga Angela. Se que ella muere de amor por el Rey.

TARTAGLIA: ¿Angela? La hija de Pantalone. ¿Enamorada del Rey? (Aparte) Maldición. Angela. ¡La mujer que quiero para mi, enamorada de Deramo! Mi plan secreto no se detendrá. (AClarissa) Escúchame y tiembla. (Avanzando paso a paso haciaella) Si no te presentas ante el Rey, si tus respuestas no llegan a satisfacerlo, si le revelas tu amor por Leandro y si te atreves a repetir una sola palabra de las que acabo de decir… ¡el veneno estará listo! Aprenderás a no contradecir los deseos de Tartaglia. ¡Serás la reina, o morirás!

Salen.

ESCENA 7

EL REY DERAMO Y EL BUSTO

La recámara privada se abre revelando al Rey sentado. Observa el lugar. Al lado derecho se encuentra un busto. Allado opuesto se encuentran colgadas dos espadas cruzadas y un escudo. La cabeza del busto está cubierta por una tela dorada.

DERAMO: (Al público) Hoy debo enfrentar la difícil tarea deelegir una esposa. Debo obedecer al consejo del fiel y sabio Tartaglia para traer paz a mi reinado, o debo obedecer al mandato de mi corazón. Es la tarea más dura queme ha tocado asumir. Si obedezco a mi corazón puedo poner en riesgo a mi reinado y si obedezco al mandato puedo poneren riesgo a mi propio corazón. (Deramo se levanta). Debo pensar con la cabeza fría. Querido Busto, secreto del gran mago, ayúdame una vez más con tu facultad de reír o sonreírcuando una mujer dice alguna mentira en tu presencia. (Deramo descubre el busto). ¡Una cabeza! Sin cuerpo, sin

corazón. Una mera cabeza. He confiado en ti, y otras veces te he odiado, pero después de cinco años viviendo juntos tehas convertido en un verdadero amigo. Hoy debes ayudarme una vez más. Ríe si ves falsedad o traición pero si te quedas quieto como una estatua sabré que habré encontrado ala mujer que llenará mi corazón y que me acompañará en mi reinado. ¡Me encomiendo a ti y a tu amo, Durandarte, el mago más grande y sabio del Este!

Se abre una de las puertas.

Aquí viene la hija de Trataglia. Veremos si habla con la verdad. ¡Busto, haz tu parte!

ESCENA 8

EL REY ELIGE UNA REINA

DERAMO: Adelante Clarissa, entra y toma asiento.

Le señala un montículo de cojines.

CLARISSA: Su majestad. (Hace una reverencia).

DERAMO: No debe intimidarte la presencia de tu Rey. Relájate y habla con libertad. (Se sienta).

CLARISSA: Su bondad me abruma su majestad, me siento solo porque usted me lo permite. (Se sienta.)

DERAMO: Clarissa, debo escoger una esposa y es natural que la hija del ministro que más estimo sea una buena compañera. Pero antes me gustaría escuchar de tus propios labios si tal decisión sería de tu agrado.

CLARISSA: ¿Podría existir una sola chica en el mundo que noquiera casarse con el más ilustre y virtuoso Rey?

DERAMO: (Mira al busto que sigue quieto). Es muy halagador de tu parte Clarissa pero no lo suficientemente claro. Es posible que exista un gran número de chicas quieran casarse

con un rey. ¿Pero estás segura de que tú perteneces a ese grupo? Esa es la pregunta, y eso es lo que quiero saber.

CLARISSA: Su majestad. ¿Cómo podría ser tan tonta para ser la única fuera de ese grupo de tantas chicas?

DERAMO: (Mira al busto. Este sigue quieto). Clarissa, tus respuestas no son lo suficientemente directas. Solo me interesa saber lo que “tu” sientes. (Acercándose a ella). Dime, sin rodeos, ¿te haría feliz casarte conmigo o no?

CLARISSA: (Controlándose). … yo… sería… feliz, su majestad…

El busto sonríe y vuelve a estar quieto.

DERAMO: Te veo un poco nerviosa… agitada. Tal vez no quieres decirme la verdad por temor a ofenderme. ¿Clarissa,no le has prometido tu corazón a nadie?

CLARISSA: (Enérgica). ¡No, no mi Rey!... no amo a nadie másque a usted. Es solo que no creo estar a la altura de una reina, pero si son sus deseos yo no soy nadie para negarme.

El busto se sonríe con más intensidad y vuelve a quedar quieto.

DERAMO: Gracias Clarissa, puedes retirarte. (Tira de la soga de la campana). No quiero dejarte en suspenso pero debo ver a las otras antes de tomar una decisión.

Clarissa se levanta, hace una reverencia y sale rápidamente.

CLARISSA: (Al público). Dios, haz que me rechace y podré estar con Leandro.

DERAMO: (Al busto). Lo ves. No hay una sola mujer que sea capaz de hablar con la verdad. Gracias Busto.

Esmeraldina se acerca.

DERAMO: Pasa por favor. Siéntate.

Esmeraldina entra, hace una reverencia al público y se sienta con absurdas poses finas en el asiento del Rey. El Rey le señala los cojines. Ella se dirige a los cojines conuna risa disforzada.

DERAMO: A ver… ¿No eres tu la prima de mi mayordomo? ESMERALDINA: Tal cual usted lo dice su eminencia. Mi primo y yo venimos de una distinguida familia del campo… pero bueno… después de algunos eventos desafortunados nuestra fortuna se redujo terriblemente. Sin embargo la pobreza no ha afectado de ninguna manera la nobleza de nuestro linaje ni nuestro…

El busto se ríe exageradamente.

DERAMO: Silencio, silencio… solo quiero que me contestes una pregunta. ¿Me amas?

ESMERALDINA: Ay, cruel tirano... ¿Cómo puedes hacerme esa pregunta? Te amo desde que era una niña, desde antes de nacer ya babeaba por ti.

El busto se ríe mucho más.

DERAMO: ¿Si te escogiera como mi Reina y, por ejemplo, muriera antes que tú, dejándote viuda, podrías seguir adelante con el reinado?

ESMERALDINA: (Melodramática) Ayayay… cruel espina en mi corazón… Eres un tigre disfrazado de corderito… De solo pensar en lo que dices me desmayo… oh cruel villano… (Mira alrededor buscando un buen lugar para caer y se desmaya. Elbusto se ríe cada vez más).

DERAMO: ¡Que desastre! ¡Guardias, guardias! Vengan a llevarse a esta pobre dama. (Esmeraldina revive inmediatamente). ¡Señorita, usted me ama demasiado! Una última pregunta: ¿Eres viuda?

ESMERALDINA: Su majestad. ¿Si fuera viuda tendría el corajede presentarme para ser la esposa de tremendo Rey? El ruboren mis mejillas es suficiente testimonio de mi juventud. Hepreservado mi inocencia modestamente hasta el día de hoy para usted. (Se cubre modestamente con su abanico).

El busto ya no puede más de la risa. Deramo lo cubre rápidamente.

DERAMO: ¡Es suficiente Esmeraldina! Te aseguro que ninguna de las chicas que se han presentado hasta el día de hoy me han complacido tanto como tu. Tomaré mi decisión rápidamente. (Tira de la campana. Esmeraldina no se inmuta). Puedes retirarte.

ESMERALDINA: ¡Mi Señor! Una gran ola de afectos surgen de mi pecho, un océano de ternura se cuela por mi garganta y siento en la punta de la lengua miles de caricias para usted… pero debo preservar todo este torbellino de emociones hasta el día de nuestra blanca boda. ¡Ahí sabrás realmente cuanto lo amo! (Coquetamente lo cosquillea con suabanico. Trata de hacer una reverencia y casi se cae). Hasta siempre, mi dulce Rey. (Le lanza un beso volado). (Alpúblico). Es mío. Lo tengo enganchado. ¡Seré la Reina! (Sale).

DERAMO: (Riendo destapa al busto). Ah, mi compañero secreto. Que buen entretenimiento me has dado. (Se pone serio de pronto). ¿Cómo podré volver a creer en la palabra de una mujer? ¿Qué esperanza tengo?... y sin embargo todavía espero…Aquí viene Angela… tengo esperanzas a pesar de mis desastrozas experiencias. (Con violencia creciente). Y juroque si ella resulta falsa, esta vez no creeré en tu gigantesca sonrisa y no volverás a sonreir… (Coge una espada. Va a destruir el busto pero se detiene como embrujado. Observa a Angela). Es tan bella y tan pura…¡No quiero sospechas con ella Busto! Te lo advierto. (Baja la espada).

ANGELA: (Entrando). Obedeciendo su decreto he llegado hastaaquí su majestad, aunque no pueda decir que sea justo.

DERAMO: (Con una voz calma pero tensa). Yo, ¿Injusto? Siéntate Ángela.

ANGELA: (Sentándose en los cojines). Usted es el Rey. Nadiese atrevería a cuestionar sus decretos.

DERAMO: ¿Nadie? Al parecer tú no te privas de tener ese atrevimiento. (Se sienta). Pero en todo caso te permito total libertad de expresión. Habla francamente, yo no me ofenderé.

ANGELA: Bueno, entonces… aunque pueda ir en contra de mis intereses, permítame preguntarle: ¿Dónde está la justicia en convencer a chicas desafortunadas de venir aquí a abrirle sus corazones al Rey en su recámara privada? Que cantidad de ilusiones ha despertado en esas chicas y cuantadesilusión cuando todas ellas han sido rechazadas por no haber podido complacerlo. ¿No es acaso un juego cruel? No hablo por mí, sino en el nombre de todas esas mujeres que ya vinieron y se fueron, y todas aquellas que vendrán mañana, y al día siguiente, y que se enfrentarán a este hostil encuentro. Deténgase y permítame ser la última en enfrentar este sufrimiento. Lo siento mi Rey, usted me dio la libertad de hablar y creo que he abusado de este privilegio.

(El Rey se levanta y observa al busto que ha permanecido quieto.)DERAMO: No, Ángela. Te perdono y agradezco tu franqueza. Pero si supieras la verdad no hablarías de ese modo. Hace cuatro años que busco a una mujer que me ame honestamente, pero no la encuentro. La necesidad de tener una reina, y eldeseo de encontrar la felicidad me hacen seguir buscando hasta día de hoy, aunque temo que la búsqueda sea en vano.

ANGELA: ¿Pero como puede estar seguro de que ninguna de lasque han llegado hasta aquí son dignas de obtener su amor?

DERAMO: (Acercándose). ¿Cómo puedo estar seguro? Ese es un secreto que no puedo divulgar. Pero créeme que lo se con certeza.

Ángela, ¿tu me amas?

ANGELA: (En llanto y después de una pausa). Quisiera no hacerlo. Para que después su rechazo no me mate.

DERAMO: (Mira sorprendido al busto que no se mueve). No es posible. (A Ángela). ¿Ángela, es esto cierto?... ¿Y me amarías para siempre?

ANGELA: Hasta la muerte… y después aún. (Solloza).

DERAMO: (Se aleja mirando del Busto a Ángela y de Ángela alBusto). ¿El amor me estará confundiendo? Ángela por favor, si o me amas, dímelo antes de que te entregue mi corazón.

ANGELA: (Lanzándose a sus pies). Señor, detenga sus cruelescumplidos. ¿Qué placer puede encontrar en destruir el corazón de una joven que sabe que no vale lo suficiente para obtener su amor? No puedo más, Deramo, no puedo seguirasí… por favor déjeme ir… (Rompe en llanto).

DERAMO: (Está conmovido. Mira nuevamente al busto. Este ni se mueve. Se acerca a Ángela y la levanta). Angela, querida. No llores más. Mi búsqueda ha terminado. Por fin encontré el alma noble y honesta que buscaba. (Tira de la campana). ¡Ministros, guardias, vengan! ¡Alégrense! Aquí está la mujer que amaré desde ahora y para siempre. (Tira más de la campana).

ANGELA: (Despacio pero urgente). Deramo, no puedo ser la esposa de un Rey. No lo merezco.

DERAMO: Angela, querida… Tú mereces eso y más. Si no fuera por ti hubiera seguido buscado mi felicidad por siempre sinencontrarla y me hubiera convertido en un Rey amargo, incapaz de gobernar. ¡Ángela tú me has salvado y has salvado a todo el reinado! ¡Pasen ministros, adelante! (Entran Pantalone y Tartaglia de lados opuestos. Música). ¡Finalmente he escogido a mi esposa! ¡Aquí está su reina!

ESCENA 9ANGELA ES PROCLAMADA REINA

PANTALONE: ¿Reina? ¿Mi pequeña?

DERAMO: Tu hija, mi buen Pantalone.

TARTAGLIA: Ah… podría reventar de la ira.

PANTALONE: Su majestad, cómo podría convertirse en reina. Es solo una mujer sencilla.

DERAMO: Ángela es la mujer elegida para el trono.

TARTAGLIA: (Con una alegría forzada y en voz alta). ¡Viva! ¡Viva! ¡Hurra! Su majestad no pudo haber hecho una mejor elección. (Besa la mano del Rey). Ángela, que seas muy feliz. (Le besa la mano). Pantalone, mis más sinceras felicitaciones.

PANTALONE: Gracias Tartaglia.

TARTAGLIA: (Entre dientes). Ya te voy a enseñar quien soy, viejo sobón.

PANTALONE: Mi pequeña. Nunca olvides vienes de humilde cuna, y no te vuelvas soberbia ni pretenciosa. Su majestad,me concedería un par de horas con mi hija para darle algunos consejos.

DERAMO: (Sonriendo). Por supuesto. (Se acerca al centro). Angela es mi esposa elegida… si ella lo desea. (La música se detiene).

ANGELA: Mi Rey, aquí está mi mano, y con mi mano, mi corazón y fidelidad eterna.

(Se toman de las manos y se besan. Clarisa y Leandro aparecen en el balcón de la izquierda. Esmeraldina y Briguela en el balcón de la derecha. Música).

TARTAGLIA: ¡Esto es insoportable! (Al Rey). Mi querido monarca, podrá entonces revelar por qué razón las otras 2750 señoritas no…

DERAMO: Te lo explicaré. Hace cinco años, Durandarte, el gran mago que asistía a nuestra corte me regalo dos grandessecretos. Uno de ellos es este… (Señala el Busto). Y el otro… el otro todavía lo mantendré como un secreto. Este simple busto de cemento posee la facultad de saber cuando una mujer miente, y lo demuestra con una sonrisa. De esas 2750 señoritas que se presentaron aquí, solo Ángela fue sincera.

PANTALON: (Orgulloso). ¡Esa es mi hija!

TARTAGLIA: (Furioso). Así que el busto se rió con Clarisa. Entonces mi hija es una mentirosa. Con su permiso, voy a cortarle el cuello.

(Clarisa se esconde tras Leandro).

DERAMO: ¡Espere señor ministro! Clarisa está enamorada de otro. Su único error ha sido no atreverse a decirlo por algún motivo. Ángela, quiero darte una prueba del amor y lafe que siento hacia ti. (Coge la espada). Que este invento infernal se destruya, y con el cualquier tentación de sospecha. (Destruye el busto). Deja de refunfuñar mi querido Tartaglia. No culpes a tu hija. (Música). ¡Celebremos! ¡Declaro un feriado general para celebrar! Iremos de cacería al bosque de Ronchislape. Encárgate Tartaglia. (Tartaglia se inclina). Angela… (Ella se acerca).

(Todos se inclinan. Deramo y Angela salen. Pantalón los sigue pero emocionado se detiene a la salida).

PANTALON: ¡Mi pequeña niña una reina! (Sale). (La música sedetiene).

TRATAGLIA: (Solo) Angela la reina. Mi hija rechazada. Todo mi ser se llena de envidia, celos y locura. Pero un hombre de mi rango no puede tolerar tremendo insulto. Maldigo a mi

hija, al rey y a Pantalone… y a ese infernal Busto. (Burlándose). ¡Celebremos! ¡Iremos de cacería al bosque de Ronchislape! ¡!!!!Ese será mí momento, mi momento de cobrarVENGANZA!!!!!

(Música de Tartaglia).

ACTO II

LA VENGANZA DEL PRIMER MINISTRO

ESCENA 1

EL ALTERCADO ENTRE TARTAGLIA Y PANTALONE

Música barroca. Estamos fuera de la recámara privada. Clarisa entra riendo y escapando de Leandro. Ensayan algunos pasos de baile. La música de Tartaglia irrumpe en la música barroca. Clarisa le pide a Leandro que se esconda. Leandro se esconde. Clarisa esconde su rostro de su padre con su abanico y hace una reverencia).

TARTAGLIA: (Entra estridentemente) ¡Esta cacería será inolvidable! Ah… niña cabeza hueca. Casi puse la corona en tus manos, pero tú… Te dislocaría el cuello con placer. ¿Por qué has abierto la boca para hablar de tu romance con Leandro?

CLARISA: Padre, no he dicho una sola palabra. Lo juro. Fue el busto el que revelo mi secreto.

TARTAGLIA: ¡Ah, así que fue el busto! ¿Y desde cuando guardas este secretito? Si no fuera por tu secreto romance con Leandro el busto no se hubiera reído. Tonta.

CLARISA: Padre… no fue mi intención… simplemente pasó. Leandro es tan encantador y me dice cosas tan hermosas. No me dio tiempo de pedir su permiso.

TARTAGLIA: Así que no tuviste tiempo.

CLARISA: (Fingiendo llanto y estar muy triste). Padre, por favor, no me reprenda así. Lo que necesito es que me consuele. El Rey ha preferido a otra.

TARTAGLIA: ¿Consolarte? ¿De que estás hablando?

CLARISA: De que me permita casarme con Leandro. Después de todo ahora es el hermano de la reina. Tiene futuro.

TARTAGLIA: ¡Maldición! (Hace sonidos de rabia sin sentido. Aparte). Debo mantener la calma. No puedo arruinar mis planes. (A Clarisa). Escúchame hija. Olvida lo que dije. Hetenido una gran, gran decepción. Solo dame el tiempo para recuperarme. Deja que se me pase la cólera y te daré mi consuelo. Por ahora no insistas.CLARISA: Que bueno eres padre.

TARTAGLIA: Bueno hija, ahora ve a tu habitación y déjame a solas por un momento.

CLARISA: Gracias, gracias padre… (Trata de abrazarlo pero la barriga de Tartaglia se lo impide).

TARTAGLIA: Está bien hija, está bien. (Clarisa le hace una seña a Leandro que sale del escondite. Sale). Bueno, suficiente perdida de tiempo. Anunciaré al Rey que estamos listos para la cacería. (Está a punto de salir y Leandro sele acerca).

LEANDRO: Señor Tartaglia.

TARTAGLIA: ¿Qué insolencia es esta? Debo partir hacia la cacería.

LEANDRO: Solo una palabra señor, antes de que se vaya. Yo… yo…

TARTAGLIA: Bueno, escúpelo de una vez…

LEANDRO: Yo sé que un primer ministro como usted debe tenermuchas preocupaciones… pero ya que he tenido la suerte de que mi hermana sea elegida para casarse con el Rey, yo quisiera pedirle la mano de Clarisa.

TARTAGLIA: No tan rápido muchacho. Yo… yo no rechazo del todo tu pedido pero… espera tres o cuatro días. Estoy ocupado con asuntos de estado.

(Entra Pantalone).

LEANDRO: Muchas gracias señor Tartaglia. Me alegra escucharesas palabras.

PANTALONE: ¿Qué es lo que te pasa hijo?

LEANDRO: El padre de Clarisa no me ha rechazado.

PANTALONE: Mi querido Tartaglia, quien lo hubiera imaginado.

(Se escuchan cornetas de cacería).

TARTAGLIA: La cacería ya va a empezar, el Rey debe saberlo.Leandro, anda y asegúrate de que esté listo. Apúrate muchacho. (Leandro sale). Bueno Pantalone, he estado esperando una oportunidad para hablar contigo de hombre a hombre.

PANTALONE: Bueno Tartaglia, este es un buen momento para…

TARTAGLIA: ¡No me gusta tu procedimiento!

PANTALONE: ¿Mi procedimiento?

TARTAGLIA: (Camina alrededor y alejado de Pantalone, lo obliga a este a seguirlo). No deseo saber bajo que oscuros manejos lograste insertar a tu hija en la corte real, pero me has humillado desacreditando a mi Clarisa ante el Rey. ¡Y no contento con eso empujas a esa débil e indefensa niñaa los brazos del tontonaso de tu hijo!

PANTALONE: ¿De que estás hablando, Tartaglia? Yo siempre lehe tenido gran afecto a Clarisa. Fue el busto por si solo el que decidió.

TARTAGLIA: Yo no creo en cuentitos de hadas señor Pantalone.

PANTALONE: Pero fue el mismo Rey el que dijo que…

TARTAGLIA: La mente del Rey está poseída por algún tipo de debilidad. Debilidad de la que usted está sacando ventaja. (Tartaglia lo empuja con su barriga). Tenga cuidado señor Pantalone, si el pueblo se rebela contra un ministro corrupto no podré hacer nada para evitarlo. Y recuerde, usted será el futuro consuegro del Rey pero yo sigo siendo el primer ministro y… su humilde servidor. (Sale).

PANTALONE: (Confundido). Bueno… (Decidido). Su majestad debe enterarse de esto. (Sonidos de cacería).

LEANDRO: Apúrese padre. La cacería comenzó. (Salen).

ESCENA 2

ESMERALDINA TRATA DE CAZAR AL CAZADOR DE PÁJAROS

(Trufaldino entra del lado opuesto. Tiene camuflaje para cacería. Camina con cautela de cazador).

ESMERALDINA (Afuera): ¡Trufaldino!

(Trufaldino reacciona a Esmeraldina y trata de escapar. Pierde el sombrero y vuelve por él. Casi cuando lo va a alcanzar se vuelve a escuchar la voz de Esmeraldina más cerca. Trufaldino se encoje y se cubre con su red. Esmeraldina entra con sus zapatos en la mano buscando a Trufaldino. No lo encuentra. Trata de ponerse con dificultad sus zapatos. Busca algo para sentarse. Se sientaencima de Trufaldino. Ambos colapsan).

ESMERALDINA: (Jalando la red de encima de Trufaldino). Trufaldino, mi amor. No te espantes. Porque quieres escaparsi yo te amo.

TRUFALDINO: (Se para y trata de huir de Esmeraldina quien lo detiene con la red). Oh, suéltame, suéltame por favor. Así que no valgo lo suficiente para ti. Bueno, ahora eres tú la que no vale lo suficiente para mí. Preferiría vivir con cincuenta cacatúas chillonas. No quiero saber nada de ti. (Se suelta).

ESMERALDINA: Tú no sabes lo que quieres. (Lo vuelve a atrapar con la red. Se cae.). Necesitas a alguien que te cuide pajarito.

TRUFALDINO: (Bajo la red). ¡Anda a bañarte! ¡Haces que los bustos se rían como el pájaro loco! (Se quita la red).

ESMERALDINA: (Agachándose). Ay mi pequeño cazador de pájaros. El busto se rió de mí porque yo estaba enamorada de ti.

TRUFALDINO: (Levantándose y a la cara). ¡Se rió porque tu falsa peluca estaba despeinada y porque sonreías con tus dientes falsos, y porque mirabas de reojo con tu ojo de vidrio falso! (Va a la salida).

ESMERALADINA: (Sollozando). Oh, Trufaldino.

TRUFALDINO: ¡Que te atrapen y te pongan en una jaula!

(El escenario se oscurece).

ESMERALDINA: ¿Dónde estoy?

TRUFADINO: (Aparece por detrás). ¡Bu!

(Esmeraldina se espanta, grita y sale corriendo. Trufaldinosale. Apagón. Música. Estamos en el bosque de Ronchislape).

ESCENA 3

EL LORO VUELA POR EL BOSQUE

(Dos ciervos cruzan el bosque. Alguien viene silbando y losciervos huyen. Entra Chigoloti silbando. Cansado. Pone la jaula con el loro en el piso y se sienta en una roca).CHIGOLOTI: ¡Uf! 16 kilometros.

LORO: Ronchislape. Ronchislape.

CHIGOLOTI: Por aquí debe haber puerco espines. Me comería un delicioso puercoespín, bien gordo, cocido en barro. (Se relame).

LORO: Chigoloti. Déjame salir.

Chigoloti: Ya va lorito. ¿Aquí amo?

LORO: Aquí Chigoloti.

CHIGOLOTI: Muy bien. (Abre la jaula y saca al loro). Ya está amo. ¡Ahora a volar!

LORO: (Volando). ¡Adiós, Chigoloti! ¡Adiós, Chigoloti!... ¡Adiós, Chigoloti!

CHIGOLOTI: ¡Adiós, Durandarte! (Viendo como se aleja). Acuérdese de Chigoloti cuando vuelva a ser un mago. Me pregunto si lo volveré a ver. (Se encoje de hombros). Bueno… (Coge la jaula y se dirige a la salida silbando) Ahora: a buscar un puercoespín bien gordo. Oh, aquí hay unas huellas. (Sale siguiendo las huellas).

ESCENA 4

TRATAGLIA APRENDE MAGIA

(Se escuchan perros y sonidos de caza. Entra el grupo de cacería portando arcabuces y van saliendo. Tartaglia detiene al Rey del brazo).

TARTAGLIA: Este es un buen lugar su majestad. Aquí tendremos ventaja sobre los demás.

DERAMO: (Observando a la platea). ¡Oh si! Aquí es exactamente donde cacé un gran ciervo hace dos años. ¿Te acuerdas Tartaglia? (Avanza a observar y Tartaglia lo apunta con su arma. Deramo voltea de golpe y Tartaglia finge que la está observando).

TARTAGLIA: Si, si su majestad. Es un excelente lugar… (Aparte) para cobrar mi venganza. (Tartaglia señala al ladoopuesto). Y por allá hay un buen lugar también. (Vuelve a apuntarle).

DERAMO: ¡Oh si! Pero no sería mejor traer algunos de nuestros hombres con nosotros. (Se voltea a Tartaglia).

TARTAGLIA: (Pone su arma en el hombro). Sería mejor su majestad.

DERAMO: Ya no veo ni escucho a los demás.

TARTAGLIA: (Ha vuelto a apuntarle. Cuando Deramo voltea el simula estar apuntándole a algo en el cielo). Oh si, se hanalejado bastante. (Aparte y rabioso). Estaba a punto de lograrlo.

DERAMO: (Presintiendo algo malo). ¿Mi querido Tartaglia, que te está sucediendo? Te veo preocupado y nervioso. Me gustaría verte contento hoy día, de otra forma yo no estaré

contento. Siéntate y tengamos una conversación entre amigos. Dime qué pasa. Tal vez te pueda ayudar. Sinceramente ni soporto verte en este estado.

TARTAGLIA: (Rindiéndose). No podré hacerlo ahora. Será en otro momento. (A Deramo). No pasa nada conmigo su majestad.

DERAMO: Insisto en que hay algo. Puedo verlo. Siéntate y descarga tus pensamientos. (Pausa). Tal vez estás un poco resentido por lo que pasó hoy.

TARTAGLIA: (Sentándose) Ah, nada se le escapa a su majestad. De hecho me he sentido profundamente humillado.

DERAMO: ¿Tu, Tartaglia? ¿Cómo?

TARTAGLIA: Su majestad, por treinta años le he servido fielmente, y puedo decir, sin falsas modestias, que siemprele he dado buenos consejos en tiempos de paz y de guerra.

DERAMO: (Sentándose) Es cierto Tartaglia, continúa.

TARTAGLIA: Innumerables veces me he enfrentado al peligro en terribles batallas, poniendo mi vida en riesgo, solo porservir a mi Rey. He entregado mi vida y mi cuerpo sin ninguna reserva. Mis heridas y cicatrices pueden probarlo. Y gracias a la energía puesta en mis operaciones, Serendipia siempre ha salido victorioso.

DERAMO: Si, has servido a tu Rey y a tu país muy bien Tartaglia y yo estoy orgulloso de contar con un primer ministro como tu, pero… ¿cual es el problema?

TARTAGLIA: Su majestad, quiero presentar mi renuncia.

DERAMO: ¿Tú renuncia? No puedes estar hablando en serio Tartaglia. ¿Qué te pudo ofender tanto?

TARTAGLIA: Ya no tengo su confianza su majestad.

DERAMO: Pero eso no es cierto Tartaglia. Siempre he sido tuamigo, y cómo bien dices siempre he apreciado mucho tus consejos…

TARTAGLIA: Su majestad. El mago Durandarte le confió dos secretos. No dudo de que tenga una razón suficientemente fuerte para no revelárselos a nadie. Pero estos secretos, que sin duda afectan a la seguridad de nuestro estado, pudohabérselos confiado a su Primer Ministro. Antes me sentía orgulloso de contar con la confianza del Rey. Ahora descubro de repente que no la tengo. Eso es suficiente pararenunciar.

DERAMO: No, mi querido Tartaglia, no lo tomes de esa manera. Es probable que, después de tantas pruebas de fidelidad, haya sido injusto contigo al no explicarte el secreto del busto… tal vez eso hubiera exonerado a tu hija Clarisa de la prueba…

TARTAGLIA: La miseria de mi hija es nada comparada al haberperdido su confianza. Le exijo su majestad que acepte mi renuncia.

DERAMO: (Se para y se acerca a Tartaglia. Le habla con tonoduro). ¡Escúchame Tartaglia! Te daré la prueba de que mi confianza hacia ti está más integra que nunca. Quiero que sigas siendo mi Primer Ministro y, para que no te quede ninguna duda, te revelaré el segundo gran secreto que Durandarte me enseñó. (Tartaglia se levanta. Deramo saca unpedazo de papel de su manga y lo coge por un momento entre sus dos manos sin hablar). Yo nunca lo he probado. En este pedazo de papel está escrito un hechizo mágico y estos son sus poderes: ¡Si pronuncias estas palabras sobre el cadáverde un hombre o animal, tú mueres… pero en ese momento tu espíritu pasa dentro de cadáver y vuelves a la vida convertido en él!

TARTAGLIA: (Empieza a pensar en las posibilidades del hechizo pero lo disimula ante el Rey). ¡Ja! ¡Qué extraño y peligroso conocimiento! No se me ocurre que uso se le podría dar. ¡Imagínese que yo recite las palabras mágicas sobre… por ejemplo… un burro… este volvería a la vida y yo

sería un burro por el resto de mis días! ¡No mi Rey, usted se está burlando de mí! ¡Quiere convertirme en su hazmerreír!

DERAMO: ¡Tartaglia me ofendes! (Va a esconder el papel).

TARTAGLIA: No, no su majestad. Estaba hablando en broma.

DERAMO: Entonces déjame terminar. El “burro” solo tendría que repetir las mismas palabras sobre tu cadáver y así volverías a la vida inmediatamente. ¡Vuelves a ser tú!

TARTAGLIA: (Siniestro. Aparte). ¡Ja! Ya sé cómo podría usarese hechizo.

DERAMO: Toma. Estas son las palabras. (Le entrega el papel a Tartaglia). Apréndelas de memoria. Si fuera necesario losdos podríamos usar este hechizo mágico. ¿Qué dices Tartaglia? Somos amigos. ¿Confío en ti o no?

TARTAGLIA: Mi Rey. Le pido mil disculpas por haber dudado de usted aunque sea un segundo. (Se arrodilla).

DERAMO: ¡Levántate Tartaglia! Haré algo más por ti. Para compensarte por el rechazo a tu hija te propongo que la cases con Leandro y yo les daré tres castillos como regalo de bodas.

TARTAGLIA: (Efusivo). ¡Oh generoso Rey! ¿Cómo podré agradecer esta gran recompensa?

DERAMO: No hay necesidad. Aprende las palabras de memoria… y apúrate. Volvamos a la cacería. (Sale).

TARTAGLIA: ¡Gran recompensa! ¡Le regala castillos al hijo de Pantalone y éste se queda con mi hija! ¡Les da a los otros y me quita a mí! ¡Bah! (Escupe). Veamos estas famosaspalabras. (Lee Tartamudeando). “Cripto, cra cra, trif traf,cripto cripto sinfonostamata” Un poco difícil de pronunciar, pero debo aprenderlos para darles el uso adecuado. (Corno de cacería. Tartaglia sale memorizando laspalabras).

ESCENA 5

LA CACERÍA DEL OSO

(Entra un oso. Se escuchan disparos. El oso rueda, se levanta y tambalea. Sale. Entra el equipo de caza).

BRIGUELA: ¡Dispare, dispare señor Pantalone!

PANTALONE: ¡Ah, ya te tengo! (Dispara y el efecto la hace caer sentado).

BRIGUELA: ¡Ahora si que se nos escapó!

PANTALONE: ¡Es tu turno hijo!

LEANDRO: (Desde lo alto de unas rocas). ¡Cuidado! ¡Le voy adar! ¡Le voy a dar! (Dispara y se escucha un aullido de perro).

PANTALONE: ¡Le dio al perro!

BRIGUELA: ¡Vamos, rápido! ¡Se nos escapa el oso! (Salen).

ESCENA 6

EL REY SE VUELVE CIERVO

(Entran Deramo y luego Tartaglia corriendo).

DERAMO: ¡Que tal cañonazo! No veo a nadie…

TARTAGLIA: Por el ruido parecería que cazaron un elefante. ¡Están subiendo por la colina!

DERAMO: (Mirando a la distancia). ¡Mira! ¡Dos ciervos vienen hacia aquí! ¡Rápido! ¡Escóndete!

(Se esconden. Entra un ciervo con una marca blanca en la frente. Otro lo sigue. Deramo le dispara a uno y Tartaglia al otro).

TARTAGLIA: ¡Muy bien su majestad!

DERAMO: ¡Felicitaciones mi buen Tartaglia! (Se dan mano). Serán un estupendo regalo para mi querida Angela.

TARTAGLIA: ¡Excelente idea su majestad, excelente! (Aparte). ¡Que el demonio me ayude! ¡Esta es mi última oportunidad! (Guarda su arma. A Deramo) Dos ciervos muertos, totalmente muertos.

DERAMO: Si, han dejado de moverse.

TARTAGLIA: Muertos. Estamos los dos solos. ¿Qué tal si probamos el hechizo mágico? Podríamos convertirnos en esos ciervos el tiempo suficiente para correr hasta la colina, echar un vistazo y regresar. Debo decirle que esto me parece imposible. No es que dude de usted su majestad, perosería increíble que eso pasara.

DERAMO: Bueno, solo tienes que decir las palabras sobre unode estos ciervos. Así podrás ver como funciona.

TARTAGLIA (Con una risa nerviosa). Ah… su majestad… debo confesarle que me da un poco de miedo. No estoy preparado y… tal vez no lo creo del todo.

DERAMO: ¿No confías en mí?

TARTAGLIA: ¡Oh, no su majestad, es que…!

DERAMO: ¡El valiente Tartaglia de las terribles batallas!

TARTAGLIA: Pero es que esto no es natural… nunca he practicado la magia y…

DERAMO: ¡Está bien! Te mostraré. (Pausa y luego muy serio).Y luego tú harás exactamente lo mismo.

TARTAGLIA: (De verdad). Lo haré, su majestad.

DERAMO: (Se inclina sobre el ciervo con la marca blanca). “Cripto, cra cra, trif traf, cripto cripto sinfonostamata” (Música de suspenso).

(Deramo poco a poco va sucumbiendo mientras el ciervo vuelve a la vida. El ciervo observa a Tartaglia, quien observa del cuerpo del rey al ciervo. Tartaglia toma su arma y le apunta. El ciervo sale rápidamente).

TARTAGLIA: ¡Oh, Tartaglia esto es increíble! ¡Podría bailarde la emoción! (Baila excitado). Ahora Tartaglia, por tu venganza. Entrerñe al cuerpo del Rey, tomaré posesión del reino y me casaré con Angela.

(Se acerca al cuerpo del Rey pero cuando empieza a recitar las palabras se escuchan cuernos de cacería. Tartaglia se esconde. El oso entra gruñendo perseguido por el equipo de caza).

BRIGUELA: (Desde afuera). ¡Espérenme! (Entra sin ver el cuerpo del Rey). ¡No tan rápido! ¡No es digno! (Sale corriendo con un grito).

TARTAGLIA: (Aparece y sigue con las palabras). “Cripto, cracra, trif traf, cripto cripto sinfonostamata”. (Música de suspenso. Tartaglia poco a poco va sucumbiendo mientras Deramo va cobrando vida. El espíritu de Tartaglia ha tomadoel cuerpo de Deramo. Se escucha un disparo y gruñidos del oso. Deramo en el cuerpo del rey coge su arma y sale corriendo. Entra el oso y se esconde tras unas rocas. El equipo de caza pasa corriendo).

BRIGUELA: (Entrando después). ¿Dónde están?

(El oso aparece por detrás de él con los brazos abiertos para abrazarlo. Briguela siente que el oso está detrás de él. Lanza un grito y sale corriendo. El equipo de caza

entra y se encuentra con el oso. El oso sale y el equipo losigue. Briguela entra cauteloso y vuelve a salir tras ellosgritando).

TARTAGLIA: (Tratando de actuar como el Rey entra). Deramo, permanece en tu triste es es estado. ¡Ah, maldita sea mi tartamudez! ¿Pero cual es el problema? Soy el Rey, amo de todo el reino, y de Ángela. Puedo deshacerme de todo el quesospeche algo. (Mirando el cuerpo de Tartaglia). Ah, pero el Rey Ciervo no debe entrar en mi cuerpo. (Lo patea). Ya no me sirves así que… (Lo jala entre los arbustos) aquí te quedarás. (Vuelve frotándose las manos). ¡No pudo ser más fácil! Ahora debo destruir al Rey Ciervo. Ahí está el únicopeligro. Aquí vienen… ¡Dignidad Tartaglia, tú eres el R R RRey!

ESCENA 7

LA PERSECUCIÓN DEL REY CIERVO

(Entra el oso. Entra el equipo de cacería detrás de él. Deramo ha tomado un nivel en el escenario y arrogante se dirige a los demás).

TARTAGLIA: ¡Alto! ¡Alto! ¡Dejen de cazar a ese oso! (Todos se detienen). Dos ciervos vinieron hasta aquí. Cómo pueden ver, acabo de matar a uno de ellos. El otro corrió hacia lacolina. Es de suma importancia que lo encuentren y lo destruyan. Lo reconocerán por una marca blanca que lleva enla frente. El que lo mate obtendrá una gran recompensa. ¡Muévanse! (Todos salen corriendo. Tartaglia hace una salida musical terrorífica. El rey Ciervo cruza el escenario buscando donde esconderse. Los cazadores entran).

PANTALONE: ¡Ahí está! (Dispara y no le da).

LEANDRO: ¡Mi turno! (Dispara y no le da).

BRIGUELA: ¡Mi Turno! (Dispara y no le da).

TARTAGLIA: (Furioso los empuja y adelanta). ¡Ah, tira de ineptos! (Entra un anciano de repulsiva apariencia que se apoya en un bastón).

ANCIANO: ¡No disparen señores! ¡No disparen!

TARTAGLIA: Dígame anciano, vio por qué camino se fue el ciervo que pasó por aquí.

ANCIANO: No lo se señor. No lo vi.

TARTAGLIA: ¿Así que no lo viste? Escúchame viejo sarnoso. (Lo coge del cuello). Haz memoria. Yo se que lo viste. ¿Quécamino tomó?

ANCIANO: Pero yo no vi nada señor.

TARTAGLIA: No viste nada. Bueno, yo te enseñaré algo. (Tartaglia coge un arma y le dispara al anciano. El ancianocae muerto). Ahí tienes.

ANCIANO: ¡Ay, me ha matado!

PANTALONE: ¡Pero que clase de tiranía es esta! ¿Su majestad, se siente bien?

TARTAGLIA: ¿Qué pasa Pantalone? ¿Quieres darme un sermón? Les advierto, tengan cuidado. El que se atreva a contradecirme correrá la misma suerte.

BRIGUELA: ¿Disculpe su majestad, no es un poco tarde para seguir cazando?

TARTAGLIA: Mañana al amanecer recorrerán el bosque. Ese ciervo debe estar muerto a primera hora. Anuncien que el que le traiga al Rey un ciervo con una marca blanca en la frente recibirá diez mil ducados de recompensa. ¿Dónde está Ta Ta Tartaglia?

PANTALONE: (Aparte). Se ha convertido en una bestia furiosa. No lo reconozco. Hasta su voz ha cambiado y tartamudea como Tartaglia.

TARTAGLIA: ¿Dónde está Tartaglia? ¿Dijiste algo sobre él?

PANTALONE: Oh, nada, nada. Tartaglia estaba con su majestad.

TARTAGLIA: Si, pero hace rato que le perdí el rastro.

LEANDRO: No estamos lejos de Serendipia. Tal vez se regresó.

TARTAGLIA: No digas tonterías, imberbe. Sabes muy bien que la gente lo detesta porque es mi ministro favorito, así queno quisiera que ninguna banda lo asalte de sorpresa por el camino. ¡Encuéntrenlo e infórmenle sobre mis d d decisiones!

PANTALONE: ¡Que tartamudeo tan fuerte!

TARTAGLIA: Lleven este ciervo como regalo para mi querida Ángela. Y no se olviden de estar aquí mañana al primer rayodel sol. (Sale).

PANTALONE: regresemos a Serendipia. Estoy exhausto. No quiero que mi hija este sola en el palacio. La desapariciónde Tartaglia no me huele bien.

LEANDRO: ¡Oh Briguela! ¡Si atrapo al ciervo podría casarme con Clarisa!

BRIGUELA: (Quien ha estado mirando al anciano espantado). Solo tienes cabeza para Clarisa… pobre viejo… vamos. (Salencargando al ciervo).

ESCENA 8

EL REY CIERVO SE CONVIERTE EN EL ANCIANO

(Música de Deramo. El Rey Ciervo entra tímidamente. Busca su cuerpo. Presiente el cuerpo del anciano. Va hacia el. Recita las palabras).

REY CIERVO: “Cripto, cra cra, trif traf, cripto cripto sinfonostamata” (Música. El Rey Ciervo sucumbe lentamente yel viejo vuelve a la vida).

ANCIANO: ¡Ah, soy yo nuevamente! ¡Deramo! ¡Gracias al cielo! (Empieza a caminar con dificultad. Se da cuenta de su cuerpo. Toca su cara). ¿Pero que es esto? ¡Este no es micuerpo! ¿En que criatura débil me he convertido? ¡Ah Tartaglia! ¿Así es como agradeces todo lo que he hecho por ti? (Ata cabos). ¡Ángela! Debo volver al palacio de Serendipia. ¿Pero como sabrá que soy Deramo en este cuerpo?¡Angela! ¡Debo salvarte de un usurpador, por favor no me rechaces! (Sale tambaleándose).

(Música pastoral. Entra Trufaldino silbando, con su trampa,sus redes, su jaula, etc.).

TRUFALDINO: ¡Este es el lugar perfecto para mi! (Deja sus cosas y examina el lugar). Árboles, rocas, un riachuelo… (Pincha el suelo). Tierra suave. Arbustos. Todos los pájaros vendrán hasta aquí. (Salta de arriba abajo y señalafuera del escenario. Al público). ¡Un cálao bicorne saltando en una rama! (Se escucha el canto un ave. Trufaldino levanta su red). ¡Una Melba de alas naranja parada en las rocas! (Imita el sonido del ave y baja el escenario siguiendo a las aves imaginarias). ¡Dos tordos jugando a las escondidas! (Mima atrapar uno y soltarlo. Coge otro y lo libera con un beso). ¿A quien pude no gustarle ser un cazador de aves? Todos los ministros pasan por aquí y ni uno solo puede ver toda la belleza que yo encuentro. ¿Dónde pongo mi trampa? ¡Ah, en esas rocas! (Mientas habla acomoda su trampa) Y pensar que yo atrapaba a todas estos pájaros para regalárselos a Esmeraldina. Debode haber estado loco. ¡Debí regalarle cuervos, halcones o gallinazos!

(Termina de poner la trampa. Vuelve al lugar donde dejó susaccesorios. Toma su red camuflada. Al público). ¡Ahora, shhhh!

(Se sienta y silba como pájaro. Se acerca con su red y cazaun pajarillo). ¡Un pájaro de anteojos de lomo gris! (Lo desprende de la red y lo pone en su bolso. El loro aparece en las rocas). ¿Qué es eso? ¡Un loro! ¡Un gran loro verde! (Con gran entusiasmo). Lorito. Lorito. Lorito bonito. Ven lorito, lorito. ¿Quieres un pedazito de caña de azúcar? ¡Ven lorito! (Para sorpresa de Trufaldino, el loro entra a la jaula. Tira de la cuerda y lo atrapa). ¡Estupendo! ¡Que gran día para Trufaldino!

LORO: ¡Trufaldino!

TRUFALDINO: (Alarmado). ¿Qué fue eso? ¿El eco?

LORO: ¡Trufaldino!

TRUFALDINO: ¿Quién habla?

LORO: ¡Trufaldino!

TRUFALDINO: ¡Ay Dios!

LORO: ¡Acércate Trufaldino! ¡No tengas miedo!

TRUFALDINO: ¿Quién dijo eso? ¿Podrá ser el loro? De hecho que no… a ver… Lorito… Lorito…

LORO: ¡Llévame donde la Reina!

TRUFALDINO: ¡Ah! Un loro parlanchín. ¿En qué puedo servirleseñor lorito?

LORO: ¡Te dije que me llevaras al palacio!

TRUFALDINO: ¿Solo para estar seguro señor loro… al palacio para ver a la Reina?

LORO: Serás rico.

TRUFALDINO: ¿Rico? Sin duda. Si no le dices groserías a la Reina. (Saca al loro de la trampa). Me haré millonario. (Pone al loro en la jaula). Por favor entre a su casa, cuidado con la cola, ya está. ¡Ah! Shh… ¡No digas eso en frente de la Reina!

LORO: ¡Rico!

TRUFALDINO: ¡Y ahora a hacer mi fortuna! ¿Estaré soñando? (Se pellizca). ¡Au! No, no estoy soñando… ¡Que tal suerte! (Empieza a cargar sus cosas). ¿Cómo haré con todo esto?

LORO: ¡Apúrate!

TRUFALDINO: ¡Si claro, que me apure! ¡Si al menos me dierasuna mano!

(Sale cargando todo torpemente).

ESCENA 10

CANCIÓN DE ÁNGELA

(Música. El escenario se oscurece. Aparece la habitación deÁngela iluminada por dentro. A través de la ventana vemos aÁngela sobre una pila de cojines. Se para y se acerca a laventana. Tartaglia aparece por detrás y le tapa los ojos).

ANGELA: Deramo. ¿Eres tú? He estado esperando todo el díapor este momento. No te muevas. Deja que dure. (Besa sumano). Deramo, mi amor.

TARTAGLIA: Ángela. (La sonrisa de Ángela se desvanece y sesuelta de él). ¿Qué pa pa pa pasa Angela?

ANGELA: No lo se. De pronto tuve una sensación extraña. Heestado todo el día esperándote. Escuchando cada sonido del

palacio. Una puerta se abría y mi corazón saltaba deemoción en mi pecho pensando que podías ser tú. Pero ahoraestás aquí y siento que no te conozco.

TARTAGLIA: Estás sobre excitada. No pasa nada Ángela.Mañana será nuestra boda. Siéntate y conversemos.

ANGELA: No por favor. Déjame sola un momento.

TARTAGLIA: ¡Pero no puedo dejarte en este estado!

ANGELA: ¡Por favor suéltame! (Rompe en llanto y sale).

TARTAGLIA: ¡Bah! Caprichos de niña tonta. Ya se le pasará.Soy irresistible. El trono me pertenece. He convertido alRey en ciervo. Aunque si no atrapan al Rey ciervo el podríavenir con otra apariencia y sacarme del trono. Olvídenlo.Nadie le creerá. Venga con la apariencia que venga lolanzaremos al calabozo mas profundo para pudrirse en elolvido.

PANTALONE: (Entrando). Su majestad, le pido su atención.

TARTAGLIA: Hoy no es un buen día ni un buen momento,Pantalone.

PANTALONE: Lo sé su majestad, pero ha ocurrido un graveincidente. Debo informarle que Tartaglia no ha vuelto de lacacería.

TARTAGLIA: ¿Dios santo, no ha vuelto? ¿Le habrá pasado algomalo?

PANTALONE: Esta mañana Tartaglia hizo algunas acusacionescontra mi persona. No solo nos acusó a mi hijo Leandro y ami de complotar contra él, sino que también sugirió que sumajestad sufría de alguna especie de locura senil.

TARTAGLIA: ¡Pantalone me sorprendes! Creo que es tu cerebroelque está desvariando por la edad.

PANTALONE: (Indignado). ¡Señor, por mi honor…!

TARTAGLIA: Si, si… lo sé. Mucho honor pero poco cerebro.Estás envejeciendo Pantalone. En varias ocasiones hepensado que necesitas descansar así que desde el día de hoydejarás de ser ministro. Necesito una persona joven, quesea astuta, que tenga energía e imponga autoridad. En fin,alguien capaz, no un viejo débil.

PANTALONE: (Boquiabierto). Su majestad…

TARTAGLIA: Todo llega a su fin mi querido Pantalone. (Leindica mi salida. Pantalone sale furioso). También mipaciencia tiene llega a su fin. ¡Ángela…! ¡Ángela…! (Ángelaentra agitada). ¿Pero que te pa pa pasa? ¡Pareces unademente! ¡Estoy empezando a pensar que me equivoqué alescogerte para ser mi esposa! ¿Dónde está el gran amor quedecías sentir hacía mi esta mañana?

ANGELA: (Agitada). Mi Rey. Estoy sufriendo de una crueldesilusión. Puedo ver al Rey en ti, pero no a Deramo.

TARTAGLIA: ¿Qué estás hablando? ¡Tonterias! Yo soy… Deramo.

ANGELA: Veo el rostro de Deramo, su porte, su figura… peroaún así no eres tú. Hasta la voz te ha cambiado.

TARTAGLIA. ¿Mi… mi voz?

ANGELA: Y tus sentimientos. No veo más la gentileza de tumirada, de tus palabras. La ternura que tanto me hizodesear ser tu esposa. Mi Rey, perdóname pero no es tu caralo que me afecta Es cierta naturaleza que ya no puedo ver.(Se tira en los cojines a llorar).

TARTAGLIA: La naturaleza de Deramo no puede ser separadadel cuerpo de Deramo. No Ángela, eres tú la que hacambiado. (Entre lágrimas Ángela intenta huir. Tartaglia lebloquea el paso). ¿Adonde crees que vas pequeña estúpida?

ANGELA: ¡Por favor déjame pasar! (Sale).

TARTAGLIA: ¡Mañana nos casaremos! ¡Ah, que frustración!Esta niña caprichosa todavía se resiste. Y el Rey Ciervotodavía sigue vivo por ahí. ¡Tranquilo Tar tar taglia!¡Calma! ¡Después de todo eres el Rey, y seguirás siendo elRey! Si no puedo lograrlo gentilmente, será por la fuerza.Destruiré a cualquiera que se interponga en mi camino.(Entra Clarisa corriendo. Se topa con él. Cae de rodillasllorando).

CLARISA: ¡Justicia, su majestad! ¡Justicia!

TARTAGLIA: ¿Por qué lloras, Clarisa?

CLARISA: ¡Su majestad! ¡Han matado a mi padre!

TARTAGLIA: (Aparte). ¡Caray! ¡No había pensado en esto! ¡Mipobre hija! (A Clarisa). ¿Pero quien ha matado a mi buenTar tar tartaglia?

CLARISA: No lo sé. Solo se que soy la criatura másdesafortunada del universo.

TARTAGLIA: (Aparte). ¡Diablos, que problema! Si tan solopudiera contarle cuan importante es su padre en estemomento. (A Clarisa). Tranquila Clarisa. (La levanta). Yoseré un segundo padre para ti. Y cobraré venganza por lamuerte de mi fiel amigo. Anda tranquila Clarisa.

CLARISA: Lo haré su majestad. Pongo toda mi confianza enusted.

(Entran Pantalone y Leandro con prisa. Clarisa va dondeLeandro).

LEANDRO: Su majestad. Traemos malas noticias.

PANTALONE: El primer ministro, Tartaglia, a quieninjustamente juzgué y por lo cual pido su perdón ha…

TARTAGLIA: Ha sido asesinado. Lo sé. (Falso). Mi pobre Tartar taglia. Mi noble y buen amigo… (En llanto). Asesinado.¿Cómo lo supieron?

LEANDRO: Encontramos su cuerpo en el bosque de Ronchislape.

TARTAGLIA: ¡Que incineren el cuerpo inmediatamente! Y quepongan sus cenizas en una urna de oro. Que la urna lalleven a mi habitación. La conservaré ahí como homenaje ala memoria de un valeroso gran hombre. Y ustedes dos irán aprisión. Debo investigar quienes son los culpables de estecrimen.

PANTALONE: ¡No entiendo su majestad!

TARTAGLIA: ¡No hay nada que entender! Tar tar taglia no tedio a su hija en matrimonio. (Aparta a Clarisa de Leandro).¡Y tu viejo perverso, se muy bien la envidia que le teníasa Tar tar taglia! ¡Al calabozo los dos! ¡Quiero a todos losque estuvieron en la cacería de hoy presos hasta queaparezca el culpable!

(Apagón. Música).

ACTO III

EL REY VERDADERO VUELVE AL PALACIO

ESCENA 1

EL DILEMA DE ANGELA

(A la mañana siguiente. En la alcoba, sobre una pequeña mesa de centro está la jaula con el loro. Cubierta con una tela. Deramo como viejo aparece por la ventana).

DERAMO: ¡Al fin! (Trepa por la ventana). Nunca pensé que llegaría hasta aquí. Estás pobres piernas ya no pueden más.(Se sienta en una esquina cerca de la ventana). Yo era el Rey de este palacio… y ahora… tengo que entrar como un ladrón. Si tan solo pudiera ver a Ángela. Debo decirle todolo que me ha pasado… ¿Pero me creerá bajo esta apariencia? (Entra Ángela con una carta en la mano. Deramo se esconde).

ANGELA: (Abriendo la carta). ¿Qué es esto? ¿Mi padre me envía una carta desde la prisión? ¿Qué significa esto? (Se sienta en los cojines y lee). “Me encuentro en un calabozo por mandato del Rey. Leandro está conmigo…” ¡Mi hermano también! “Tartaglia está muerto. Somos inocentes. Cuídate mucho mi querida hija. Te quiere. Tu padre.” ¡Esto es terrible! ¡Los dos en prisión! ¿De qué los acusan?

DERAMO: (La llama suave desde su escondite). Ángela.

ANGELA: ¡Deramo! ¿Cómo puede haber hecho esto? ¡Ha cambiadotanto!

DERAMO: (Igual). Ángela.

ANGELA: Estoy tan confundida, y sin embargo, aun, en mi imaginación puedo escuchar mi nombre tal cual como mi amadoDeramo lo pronunciaba.

DERAMO: (Igual). Ángela. Mi esposa.

ANGELA: ¿Cómo puedo casarme con tremendo tirano? Debo hacerlo. De otra manera mi padre y mi hermano se quedarán en prisión para siempre.

DERAMO: (Ya acercándose a Ángela). Mi esposa. (Deramo está a punto de llegar hasta Ángela cuando Trufaldino entra. Deramo se esconde de nuevo).

ESCENA 2

EL CAZADOR DE PAJAROS LE ENSEÑA EL LORO A ANGELA

(Trufaldino al verla se detiene e intimidado empieza a retirarse. Angela habla. Trufaldino vuelve y hace una reverencia).

ANGELA: ¿Qué es lo que deseas Trufaldino? (Trufaldino gesticula exageradamente luciéndose ante la reina)

TRUFALDINO: Mi graciosa dama, déjeme ofrecerle como muestrade mi admiración, un regalo que contiene a la criatura más extraña que jamás haya visto.

ANGELA: Trufaldino, en este momento tengo asuntos más importantes en que pensar. Dime rápido que es lo que quieres darme y luego retírate (Angela paciente se sienta).

TRUFALDINO: Es un loro, mi señora, pero no cualquier loro. Es el espécimen más completo y complejo de la gran variedadde loros verdes. Está mucho mejor entrenado que algunos de los profesores de las mejores universidades… (Aparte al público) Lo que es bastante para un loro. (A Angela) Con elpermiso de su majestad le haré una demostración. He sido losuficientemente atrevido como para traerlo hasta su alcoba (Coge la jaula y la pone sobre uno de los cojines en el piso haciendo gestos muy exagerados).

ANGELA: Trufaldino estás agotando mi paciencia con tanta tontería, llévate ese loro.

TRUFALDINO: Pero este loro es un erudito mi señora, sólodéme un momento y se lo demostraré (Con un gran gesto,destapa la jaula del loro) Aquí lo tiene, ¿No es hermoso?

Escúchelo (Trata de animar al loro para que hable) Holalorito, lorito, ¿Estuvo rico el desayuno, lorito? (El lorono habla) ¿El lorito tomó un rico desayuno? (Silencio)¡Lorito! (Trufaldino sacude la jaula) ¿Vas a hablar o no,pequeña bestia?

ANGELA: Es suficiente Trufaldino, agotaste mi paciencia,déjame sola.

TRUFALDINO: Pero señora, el loro habla, le juro que habla.Oye bueno para nada, ¿vas a decir algo? ¿Ah? Tomaste unrico desayuno ¿Sí o no?

ANGELA: (Levantándose). Voy a tener que sacarte a lafuerza.

TRUFALDINO: ¡No! Ya me voy, ya me voy (Pone la jaula denuevo sobre la mesa. Al loro). ¡Así que para esto mehiciste venir a buscar a la reina! ¿Esta es la riqueza queme prometiste? ¡JA! (Trufaldino sale bajo la amenaza deÁngela de tirarle un cojín por la cabeza).

ESCENA 3

EL VIEJO LE DICE A ANGELA QUE ES EL REY

ANGELA: ¡Lo único que me faltaba! ¡Un loco y un loro parlanchín!

DERAMO: ¡Ángela!

ANGELA: (Sorprendida y asustada). ¿Quién habló?

DERAMO: Ángela. Escúchame.

ANGELA: ¡Es Deramo!

DERAMO: Si… soy yo.

ANGELA: ¿De donde viene? ¿Habrá sido el loro? ¡Obviamente no!

DERAMO: (Sale de su escondite y estira su mano temblorosa hacia Ángela). Ángela, no tengas miedo. Sobre todo, no te dejes llevar por mi apariencia.

ANGELA: ¿Quién eres?

DERAMO: Ángela…

ANGELA: ¡Es un espía! (El viejo trata de hablar). Ha entrado a mi habitación para contarle al Rey todo lo que diga. ¡Salga de aquí o llamaré a los guardias!

DERAMO: ¡Ángela, solo escúchame por favor! ¿No has notado al Rey muy diferente a como era ayer por la mañana?

ANGELA: ¿Por qué me lo pregunta? ¿Quién lo ha enviado para hacerme esa pregunta?DERAMO: (Inclinándose para convencerla). ¿Recuerdas lo que Deramo dijo cuando rompió el busto como prueba de amor y fehacia ti? “Hace cinco años, Durandarte, el gran mago que asistía a nuestra corte me regalo dos grandes secretos. Unode ellos es este… (Señala donde estaba el busto). Y el otro… el otro todavía lo mantendré como un secreto”.

ANGELA: (Impresionada). Si… si lo recuerdo. ¿Pero cómo lo sabe? ¿Quién se lo dijo?

DERAMO: Lo sé porque soy yo Ángela. Soy Deramo. Tartaglia tomó posesión de mi cuerpo por medio de un conjuro mágico. Y yo me encuentro atrapado en el cuerpo de este débil viejo.

ANGELA: ¡Eso no es posible! ¿Para qué ha venido hasta aquí a contarme esta absurda historia?

DERAMO: ¡Porque tú, Ángela, eres la única persona que puedecreerme!

ANGELA: ¡No puedo creerle! ¡Mis ojos no pueden obviar lo que ven!

DERAMO: No te pido que me mires con los ojos…

ANGELA: (En un grito histérico) ¡Déjeme en paz! (Corre hacia un extremo de la habitación).

DERAMO: (Ayudándose con el bastón). Ángela. Mi Ángela. Tus ojos pueden dudar, pero no tu corazón. No luches contra él.Mírame… Soy Deramo.

ANGELA: (Gritando). ¡Váyase! ¡Fuera de aquí!

(Deramo la mira decepcionado. Hace una reverencia y empiezaa salir. Escuchamos el tema de Deramo en clave menor. Cuando Deramo ya va a salir Ángela habla como en un sueño).

ANGELA: ¡Deramo! ¡Deramo! (La música se detiene. Deramo se detiene). Esa forma de hablar. Esa ternura. Es el, Deramo. (Voltea y lo mira como si fuera por primera vez. Ambos estiran sus brazos y Ángela corre hasta él. Se arrodilla pidiendo perdón por no haberlo reconocido).

DERAMO: Ángela. Tu corazón puede ver lo que tus ojos no.

ANGELA: (Levantándose). ¿Cómo pudo ocurrir una cosa así? ¡Tu convertido en un viejo y Tartaglia en Rey!

DERAMO: Tenemos que ser fuertes Ángela, y muy cuidadosos. Antes que nada debes contarme todo lo que Tartaglia te ha dicho. Debemos tener un plan. (Salen).

ESCENA 4

ESMERALDINA MOLESTA A BRIGUELA

(Entra Briguela seguido por Esmeraldina quien lo jala del saco).

BRIGUELA: ¡Suéltame Esmeraldina! ¡Suéltame por favor! Tengocosas más importantes que pensar en este momento que estar atendiendo a tus caprichos.

ESMERALDINA: ¡Si claro, desgraciado! ¡Tu ambición ha sido la causa de mi fracaso!

BRIGUELA: Si sigues así de histérica te meteré en agua fría.

ESMERALDINA: ¡Auxilio, auxilio! ¡Me quiere ahogar!

BRIGUELA: (Asustado por que lo escuchen). ¡Cállate! ¡Si nosencuentran aquí nos meterán al calabozo!

ESMERALDIA: Bueno pues, entonces será mejor que me escuchesquerido primo. El cazador de pájaros estuvo aquí, hablándome tiernamente cuando de pronto desapareció. Y luego… y luego… yo ya no estaba en el palacio, ni no que estaba sola en un bosque extraño y oscuro…

BRIGUELA: (Burlándose). Claro, y luego te despertaste y viste un grupo de duendes bailando alrededor tuyo. ¡Estás alucinando Esmeraldina! (Examina el lugar).

ESMERALDINA: Bueno, si estoy alucinando es por culpa tuya. Tú me hiciste pasar un momento vergonzoso frente al Rey… y ahora mi pequeño y amado Trufaldino ha desaparecido. (Aporreándolo a gritos). ¡Tienes que encontrarlo!

BRIGUELA: (Le tapa la boca con fuerza y la sienta). ¡Te he dicho que te calles! (Esmeraldina vuelve a gritar). ¿Estás loca? ¡Ya te dije que nos meterán al calabozo si nos encuentran aquí! (Ella grita más fuerte. El siente que alguien viene, coge uno de los cojines y se lo estampa en la cara. Salen).

ESCENA 5

ANGELA Y DERAMO EN PELIGRO

(Música de Tartaglia. Entran Ángela y Deramo rápidamente).

ANGELA: ¡Rápido! ¡Escóndete! ¡Tartaglia viene! (Deramo se esconde. Ángela se reclina en lo cojines).

TARTAGLIA: ¡Ah, mi pequeña Ángela! ¿Ya se te pasó el mal humor? ¡Porque te he traído una sorpresa! Tengo otro ciervopara nuestra boda como regalo. Pero este es un ciervo único. Es uno que tiene una marca blanca en la frente. Un Rey Ciervo. (Ángela sonríe débilmente). ¿Ahora me quiere denuevo mi fu fu futura esposa?

ANGELA: Debo confesar que a partir de que mi padre y hermano han sido puestos en prisión, me cuesta mucho volvera sonreir.

TRATAGLIA: ¡Bueno, si eso es lo único que se interpone entre los dos para llegar al altar, haré que los liberen eneste instante! (Se acerca al extremo y grita). ¡Liberen a Pantalone y a Leandro inmediatamente! ¡El Rey lo manda!

ANGELA: ¡Oh, Deramo! Ahora si siento que vuelvo a quererte.

TARTAGLIA: (Toma las manos de Ángela). ¡Oh, Ángela! Ahora si ha llegado nuestro momento. Pídeme algo más. Soy el Rey.¿Qué más puedo darte?

ANGELA: (Fingiendo ternura). Bueno… Mi hermano, Leandro, ama a Clarisa. ¿Los harías felices en este día tan feliz?

TARTAGLIA: ¿Eso es todo? (Se acerca al extremo). ¡Entréguenle a Clarisa como esposa a Leandro! ¡El Rey lo manda! ¿Y… porque no? ¡Denles tres castillos como regalo debodas, de parte del Rey! Ahora si Ángela…

ANGELA: (Fingiendo aún más ternura). Solo déjame pedirte una última cosita.

TARTAGLIA. Si mi pichoncito, pídeme lo que quieras.

ANGELA: Ayer como prueba de tu amor y confianza me hablastede un conjuro mágico secreto, con el que podías traer a la vida a un cuerpo muerto metiéndote dentro de él. Mi Rey, enséñame cómo funciona ese conjuro mágico. Déjame ver esa trasformación. (Tartaglia se voltea y permanece en silencio). ¿Qué pasa? ¿No vas a concederme ese pequeño pedido? ¿Temes que se lo cuente a alguien?

TARTAGLIA: (Dudoso). No, por supuesto que no. Te concederé ese pedido. Pero, después de tantas muestras de mi afecto, correspondería una muestra del tuyo.

ANGELA: Te aseguro que después de este último favor, te mostraré todo lo que mi amor es capaz de hacer.

TARTAGLIA: (Aparte). Esto puede ser una trampa. (A Ángela).Ángela, te llevaré hasta donde está el ciervo para enseñarte el conjuro mágico. Ven.

ANGELA: ¡Ah, Deramo! No te apures. Quiero que me lo enseñesaquí mismo.

TARTAGLIA: ¡No voy a tolerar más retrasos! ¡Yo soy el rey! ¡A casarnos!

ANGELA: (De rodillas). No, por favor, te lo ruego.

TARTAGLIA: (La coge de las muñecas). Nada de ruegos. ¡Al altar!

ANGELA: ¡Ayúdame Deramo, ayúdame!

DERAMO: (Desde su escondite) ¡Detente traidor!

TARATAGLIA: (Espantado. Soltando a Ángela). ¿Qué voz es esa? ¡Me han descubierto! (Se acerca hacia la voz) ¿Deramo?(Vuelve violentamente hacia Ángela). ¡Ah, pequeña víbora! ¡Han preparado una emboscada para atraparme! ¡Pero no soy una rata para ser atrapado en esta ratonera! (Coge una

espada). ¡Tiemblen por sus vidas! (Corta las cortinas con las espada y descubre a Deramo). ¿Quién es este? ¿Quién eres? ¿Contesta, viejo tonto? ¿Quién te trajo hasta aquí? ¡Contesta o te parto en dos! (Tartaglia levanta la espada. Ángela grita).

DERAMO: (Con fuerza). ¡Soy Deramo Tartaglia! ¡Tu Rey! ¡Si atreves a matarme, todo el reino me vengará!

TARTAGLIA: (Lo observa con detenimiento). ¡Ah! Ya recuerdo a este viejo sucio. No debí dejar tu cuerpo entero. (Se va encima del viejo con la espada. El viejo lo esquiva y corre. Ángela grita. Tartaglia lo persigue por el espacio. Lo acorrala. Está a punto de partirlo. Ángela grita. De pronto la luz se apaga, se escucha un sonido y solo queda una luz en la jaula del loro. Tartaglia se queda congelado con la espada levantada. Deramo se queda espantado contra una pared. Un flash, humo, y el loro se transforma en un hombre alto, de lentes oscuros, con una capa y una varita mágica. Es el mago, Durandarte).

DERAMO: ¡Es un milagro! ¡Durandarte, el mago!

TARTAGLIA: ¡Maldición!

DURANDARTE: ¡Tiembla pérfido ministro!

TARTAGLIA: ¡Maldito mago, tus trucos no detendrán mi venganza! ¡Guardias, ministros, esclavos, etcétera, vengan a defender a su Rey!

DURANDARTE: (Calmo). ¡Grita todo lo que quieras! ¡Tu voz nosaldrá de este lugar! (Durandarte va bajando su varita y Tartaglia al mismo tiempo baja la espada y la suelta). Tartaglia, traicionero y desleal, te atreviste a usurpar laforma y el poder del Rey, y convertirlo en una criatura baja y despreciable. Ahora sabrás que es el espíritu el quehace al hombre y no su figura. ¡Mira a este viejo! Su espíritu es más grande que su miseria. Su fiel mujer, Ángela, aún lo ama. ¡Qué sus apariencias se intercambien! ¡Qué toda la miseria y desdicha del Rey Deramo caigan sobreti! (Apunta con su varita a Tartaglia). ¡Ahora tiembla!

(Apunta con su varita a Deramo). ¡Ahora vuelve a ser feliz!(Hace una seña con la mano. Rayos y truenos. Las apariencias se invierten).

ANGELA: ¿El loro de Trufaldino, un mago?

DERAMO: ¡Mi buen amigo, Durandarte!

DURANDARTE: (A Tartaglia). Sigue tu destino. Alma desdichada. (Hace una seña con la mano. Rayos y truenos. Tartaglia se vuelve aún más viejo).

TARTAGLIA: ¡Oh, miseria! Es suficiente, suficiente.

DURANDARTE: ¡Que tu castigo dure hasta el final! (Hace una seña).

ANGELA: ¡Deramo, mi Deramo!

DERAMO: ¡Ángela! (Se abrazan. Entra Clarisa alarmada).

CLARISA: ¿Padre? Escuché la voz de mi padre. (Tartaglia trata de esconder su rostro).

DURANDARTE: ¡Ahí está! ¡Sus actos lo han llevado a ese estado!

CLARISA: ¡Mi querido padre!

TARTAGLIA: ¡Fuera de mi vista!

CLARISA: Soy yo. Tu hija. Clarisa.

TARTAGLIA: ¿Clarisa?

CLARISA: Lo amo padre. Nunca lo abandonaré.

TARTAGLIA: ¿Puedes mirarme así? ¿Sin sentir horror?

CLARISA: Es mi padre. No me importa su apariencia.

TARTAGLIA: (Ya en las últimas). ¡Ahora entiendo! ¡Por encima de toda apariencia… está el amor! (Rayos y truenos. Tartaglia desaparece. Todos los personajes entran. Clarisa llora. Deramo se acerca a Clarisa y la ayuda a levantarse. Clarisa va donde Leandro y llora en sus brazos).

DERAMO: Leandro, cuida mucho a Clarisa. Y tú, ilustre mago,puedes disponer de mí y de mi reino.

DURANDARTE: No, Rey Deramo, no deseo nada. Celebremos sus bodas. ¡Que la fiesta comience!

(Música. Todos reaccionan a esta. Deramo toma a Ángela de la mano. La corte hace una reverencia. Lo siguen Pantalone con Leandro y Clarisa, quien da un a última mirada al cielocomo si viera a Tartaglia. Sigue Briguela. Esmeraldina y Trufaldino coquetean y los siguen. El escenario se oscurecey queda un círculo de luz en el centro en donde está Durandarte. Al público).

DURANDARTE: ¡Mi tiempo ha llegado! No son mis deseos ser unRey. Mis conocimientos de magia, mis encantos, conjuros y hechizos deben terminar. (Levanta su varita sobre su cabeza. Tomando cada extremo con una mano). ¡Soy libre! (Lavarita desaparece. Se quita el sombrero y los lentes). ¡Y ustedes, mis sabios amiguitos, discúlpennos por habernos transformado en animales para entretenerlos, y dennos la mejor recompensa, una pequeña muestra de su generosa humanidad!

FIN