El buen borrador tesis
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[Escriba el título deldocumento]
TESIS[Seleccione la fecha]
Omar
I.CONTEXTUALIZACIÓN HISTÓRICA DE LA ALTERIDAD EN EL S. XX,
DESDE LA FILOSOFÍA PERSONALISTA:
En el presente capítulo expondré la
contextualización histórica de la alteridad en el s.
XX, desde la filosofía personalista; mediante el
pensamiento de dos autores representativo; los
cuales son Emmanuel Levinas y Martin Buber; con el
propósito de especificar el pensamiento de la
alteridad que antecedió a Dussel y por el cual la
ética es la categoría fundamental de su pensamiento.
Puesto que las categorías del:otro, el rostro, la
responsabilidad con el otro, la comunicación del nosotros, la
significación de la existencia en referencia a la relación con el otro, el
sistema a favor del otro, las relaciones con especificación propia del
ser del hombre y la dignificación como promoción del hombre;
forman parte fundamental de la construcción del
pensamiento, postura y finalidad de la propuesta de
Dussel; quien plantea a la ética como constitutivo
natural del hombre, el cual en relación se
constituye, plenifica y lo más importante CALMA
clama para que su dignidad sea reconocida, de tal
forma que en la nostreidad se suscite la autentica1
comunión, la cual conduzca al bien común, justicia,
paz y promoción integral del hombre.
Por ello he dividido el presente capítulo en dos
grandes bloques: Emmanuel Levinas y Martín Buber;
para ello me he ayudado de ocho bibliografías y
adelantando mi conclusión considero que la
construcción personalista de la alteridad que
presentan los autores considerados en este capítulo
revela la importancia de la trascendencia,
solidaridad, ética, valores y condiciones necesarias
para generar un clima humano que conduzca al hombre
a su último fin, la felicidad.
I.I MARTIN BUBER
El pensador Martín Buber (Viena 1878-Jesusalén,
1965), es uno de los personalistas más
significativos del siglo XX. Eb su obra “Daniel”
considera que el hombre puede plantearse ante la
existencia con la actitud de orientarse para que el
otrollegue hasta sí; en “Yo-Tú” (1923) afirma su
2
visión dialógica de la comunicación, plantea que el
carácter autentico de la actuación humana requiere
del dialogo como de la reciprocidad; en 1936 y 1939
con las obras “La cuestión del individuo” y “El
problema del hombre” abrió la relación de Yo-Tú al
grupo y la comunidad, por lo tanto al “nosotros”; es por
ello que es importantísimo IMPORT ANTE el concepto
del “entre”. Así dejo entrever su deseo utópico de
sociedad, a principios como al final de la II G.M;
la realidad místico-política revela el dinamismo al
cual tiende la libertad, pero espera la liberación,
sólo en el espíritu encarnado puede darse el
“nosotros”, es decir, en el hombre integro.
El poder necesita adecuarse a la demanda de las
condiciones dadas para generar la justicia que
propicie la comunión entre individuos, ello implica
que el estado se interese por la justicia y la
3
promoción social, así como la colaboración de la
población; es por ello que la paz exige la
conversión de la persona, esta conversión ha de
originarse en la educación. Su pensamiento se enfoca
en la alteridad la búsqueda de la dignificación de la
persona; puesto que el decir nosotros obliga a
aprender a decir Tú1.
“Las palabras primordiales no significan cosas, sino que indican
relaciones”2. El yoes un elemento singular que se
genera en el reciproco afectarse del yo y el tú, el ello
o dicho de otro modo cosa, cantidad o figura genera
con por medio del encuentro relacional con el yo al
tú. El mundo del tú destaca por su complejidad,
escasez de experiencia y por la breve temporalidad
en la mayoría de sus encuentros; sobre todo por la
inseguridad como el compromiso implícito en la
1Cfr.Vigil, Carlos.2Ibid., 13.
4
relación del yo-tú que produce un nosotros. “El hombre no
puede vivir sin el ello. Pero quien vive solo con el ello, no es un
hombre”3, mientras la relación del yo-tú es fruto de
la vinculación natural, ambas son fruto de la
elección llevada a una acción mutua, puede
desembocar en el don de la gracia del encuentro, que
dota del ser a ambas; “Toda vida verdadera es
encuentro”.4Encuentro que trasciende todo sistema,
transforma y configura al individuo para disponerle
a la autentica relación; por lo tanto, toda gran
sociedad descansa en el principio que responde al tú,
sobre un acto esencial del espíritu que a lo largo
de generaciones PRODUCE , ORIGINA generará la
consciencia de cosmos u orden.
“El hombre libre es el que quiere sin la arrogancia de lo
arbitrario. Cree en la realidad, es decir, en el lazo real que une la
3Ibid., 14.4Ibid., 15.
5
dualidad real del yo y del tu”5, entonces para que suceda lo
que quiere ha de desear lo que esta a sus alcance;
de manera que se trata de profundizar a fin de
tender a un objetivo posible, la libertad la ofrece
el encuentro a diferencia del arbitrario que es
incapaz de sacrificarse. Considérese que si en una
multitud los individuos no poseen ni rostro ni
nombre, no podría hablarse de un nosotros; tómese en
cuenta que esta categoría no es exclusiva de ningún
grupo; entendiendo por “nosotros” la unión de diversas
personas independientes, que han alcanzado la
altura de la “mismidad” y la responsabilidad propia,
la unión descansa sobre la base de la “mismidad”, y se
hace posible por la comunión; esta categoría hace
referencia al mismo ser de los individuos, pues
cuando el ser del yo y del tú se encuentran haciéndose
capaces de nombrarse tú , se genera una relación5
6
esencial a la cual se le puede llamar nosotros ;
aunque puede darse este fenómeno a menor escala como
fruto de un evento extra ordinario.
El yo-ello es una relación opuesta al nosotros, ya
que el individuo toma la actitud de observador, es
por ello que no habiendo interacción no se comparte
o convive, puesto que solo en relación los seres se
descubren para revelarse al conocimiento del otro, de
no ser así se asume el ser como un objeto, el cual
puede ser analizado objetivamente para ser
determinado e integrado al conocimiento, marcado por
el dominio de la causalidad; utilizada como
herramienta categorizaste del ello, aun así el hombre
siempre está en potencia de relacionarse puesto que
es libre.
Buber plantea que al comienzo de todo esta la
relación, “la relación es, categoría del ser, una disposición7
acogida, una pauta; es el a priori de la relación, el tú innato”6, que
provee al otro ESPACIO de vida y acción, “el presente… solo
existe si hay presencia, encuentro y relación. La presencia surge
cuando el tú se hace presente, los seres verdaderos son vividos en el
presente; mientras que la vida de los objetos está en el pasado”7;
incluso puede decirse que únicamente mediante las
relaciones el hombre puede trascender; sin embargo,
se corre el constante riego de transformar al tú en
objeto si se le posee. Las relaciones del hombre se
mueven a nivel de lo natural, de la vida con los
hombres y la comunicación con las formas
inteligibles; los cuales invocan al tú, desde su
peculiaridad ; solamente el yo-tú se manifiesta como
una persona y adquiere conocimiento de sí como del
mundo que le rodea.
6Vigil, Carlos, 18.7Ibid.
8
La individualidad como categoría de persona se
adquiere al distinguirse del otro, así como al
entrar en relación con los otros; por ende la
finalidad de la relación es el contacto con el tú, lo
cual le hace participar de una realidad y su
perfección depende de lo directo de la relación con
el tú, como de la complejidad de la relación de las
partes.
La subjetividad lleva a la búsqueda de la
participación esencial de una relación, lo cual
persigue una relación total en el ser; de esta
participación del ser se toma conciencia para el
reconocimiento como persona, mientras que el
individuo toma conciencia de sí mismo al ser de
cierto modo; de manera que mientras la persona se
contempla así misma, el individuo se ocupa de lo que
le es suyo (características). Es por ello que al
9
hombre se le categoriza como persona o individuo,
pero hay mayor gradualidad entre una u otra
categoría; es por esto que entre la persona e
individuo según el autor se juega la verdadera
historia, pues entre más persona es el hombre más
profundas, reales y mejores son sus relaciones; esto
puede moverle a una gran compasión, así como
golpearle con el horror; la relación por ende toma
cuerpo en el dialogo, “El yo y el tú subsisten, cuando cada uno
puede decir tú y es entonces cada uno yo, la
realidad subsiste”8.
“El amor es responsabilidad de un yo por un tú”9, el
contenido de la relación del yo-tú está en el “entre”
ellos, ahí está lo primordial como la visión de la
totalidad de la relación. “Únicamente cuando el individuo
reconozca al otro en toda su alteridad como se reconoce así mismo,
8Ibid., 21.9Ibid.
10
como hombre, y marcha desde este reconocimiento al encuentro del
otro habrá quebrantado su soledad en un encuentro riguroso y
transformador”10, es por esto que el hecho de
fundamental importancia para la existencia humana es
la relación del hombre con el hombre; por esta razón
el yo busca al tú y el tú al yo, por naturaleza. Tanto la
realidad, las emociones como las experiencias del
hombre no ocurren en un mundo neutral entre hombres
y cosas. “Más allá ESPACIO de lo subjetivo, más acá de lo
objetivo, en el “filo agudo” en que el “yo” y el “tú” se encuentran, se allá
el habito del “entre””11; que trasciende el individualismo y
colectivismo, con el propósito de producir personas
autenticas, que puedan fundar comunidades
autenticas; ofreciéndonos la posibilidad de estudiar
y comprender nuevas personas como comunidades; sin
10Ibid., 22.11Ibidem.
11
olvidar que lo más importante de todo ello es la
relación del hombre con el hombre.
La alteridad está más allá de la simpatía, se
trata del encuentro cara a cara con el otro , así
como el reconocimiento de su dignidad; a este
desarrollo le llamamos dialogo. Retoma a Kant en el
nivel ético de la consideración del otro no como un
medio, sino como un fin en sí mismo, esto será un
deber referente a la defensa como promoción de la
dignidad humana; pues en la relación entre el uno y
el otro la persona a nivel antropológico existe
plenamente, sólo a través del encuentro se puede
concebir la autentica idea de humanidad.
Para que sea posible una relación interpersonal
hay que dejar de lado las apariencias, aquí no hay
lugar para imposición de uno u otro, al otro se le
tratara siempre como persona digna e individual,12
todas estas son condiciones con la finalidad de
entablar relaciones de más alto grado de
interpersonalidad. “Lo inter humano realiza la función de
apertura entre los hombres, lo que permite llegara a ser un hombre en
sí mismo, por el encuentro con otros; un autentico dialogo se produce
cuando el participante debe implicarse a sí mismo”12, desde el
derecho de la franqueza y sustentado por la
libertad, conciencia y legitimidad.
“La vida del hombre posee un sentido absoluto porque
trasciende su condicionalidad, es decir, considera al hombre con el
que se enfrenta con quien puede entrar en una relación real de ser a
ser, como no menos real que el mismo; nunca el hombre aunque se
sumerja en su propio fondo puede encontrar un ser que descanse del
todo en sí mismo; el hombre no puede hacerse enteramente hombre
mediante su relación consigo mismo, sino gracias a su relación con el
otro; en la convivencia experimenta lo limitado e incondicionado de su
12Ibid., 25.13
ser”13. “La verdadera comunidad nace de que todos estén unidos, los
unos a los otros por los lazos de una viviente reciprocidad”14.”La
comunidad es expresión y configuración de lo originario, es la
totalidad del hombre de voluntad representadora, naturalmente
unitaria, capaz de establecer vínculos; pero la sociedad es el lugar
diferenciado del pensamiento disolvente, de la totalidad rota que
busca privilegios”15. La comunidad, el nosotros implica la
comunión de tierra, cosmovisión y costumbres, las
cuales se particularizan en cada uno de sus
integrantes.
Para la comunidad el dialogo es una cuestión
fundamental, puesto que posibilita la unificación
del hombre y su autentico significado, claramente
contrapuesto a la objetivación como a la utilización
de los individuos o las personas; ha de
confrontarnos que “el otro me remite a mi mismo y sin13Ibid., 27.14Ibidem.15Ibid., 35.
14
embargo, hablando propiamente no es un reflejo, es un análogo, y sin
embargo, tampoco es un análogo en el sentido habitual del termino”16
, puesto que el yo-tú se encuentran de forma inmediata
además sin intermedios; pero hoy a través de varios
medios se hace posible el encuentro a nivel
comunitario como personal del ser con el ser a lo largo
del espacio como del tiempo.
Hoy se puede confundir el sentido del ser, la
relación y el encuentro; por lo tanto es relevante
considerar por ende a “quien se vuelve al tú estando
originalmente a distancia, y entra en relación con él , llega a
comprender la totalidad y unidad de tal modo que desde entonces es
capaz de comprender el mundo como totalidad y unidad”17, esta
realidad necesita ser comprendida y apropiada para
ser enfrentada sólo mediante una individualidad
medianamente bien lograda por lo menos, será posible
16Lévinas, De otro modo que ser o más allá de la esencia, 38.17Ibid., 39.
15
la alteridad que mantenga al tú siendo tú y no algo.
Pensemos al hombre como un ser sociable por
naturaleza, que entra continuamente en contacto con
otros, así pues es indispensable para la comunión la
alteridad; pero hoy lamentablemente no es así en la
mayoría de los casos puesto que los sistemas y
culturas han empujado a las personas a la lucha
desmedida por la supervivencia, en cambio son
escasas las relaciones personales, y aun más escasas
las relaciones autentica las cuales buscan el bien
común; en consecuencia las leyes tienen la función
de posibilitar, regular como garantizar un ambiente
de seguridad y respeto para las relaciones, a fin de
conseguir entre el yo-tú; fraternidad, justicia,
libertad, interpelación, retroalimentación al igual
que solidaridad; de manera que sea manifiesto como
real el encuentro entre los hombres.
16
Es indispensable que la alteridadeste relacionada
cada vez más con la moral, la ética y las
instituciones de gobierno como de formación e
integración social, afin de promover la cooperación
comunitaria y la realización de las personas, a
pesar de estos esfuerzos hay que considerar la
particularidad de cada hombre.
En palabras del autor “El yo del ser humano es doble. Pues el yo de la palabrabásica yo-tú es distinto del de la palabra básica yo-ello. Las palabras básicas no expresan algo queestuviesefuera de ellas, si no que, pronunciadas fundan un modo de existencia. Las palabrasbásicas se pronuncian desde el ser”18.
Punto clave para el acercamiento del ser al yo-tú,
es el lenguaje ya que permite acoger al ser para así
poder tratarle antes de configurarle a la situación
dada; muestra de ello son “las representaciones de personas
y cosas se han desprendido de las representaciones de cosas,
acontecimientos y situaciones relacionales, que despietan DESPIERTAN
el espíritu del ser humano”19.
18Ibid., 54.19Ibid., 58–59.
17
En materia de alteridad Buber propone y desarrolla
tres esferas de relaciones:
-La vida con la naturaleza: Es la relación de las
creaturas con el hombre, no puede hablarse de yo-tú,
ya que se está por debajo del nivel lingüístico.
-La vida con el ser humano: La relación es clara y
lingüística, aquí existe el yo-tú.
-La vida con los seres espirituales: Se da la
relación, se genera el lenguaje aunque no sea de
manera cien porciento directo, el hombre se siente
interpelado por un Tú que le trasciende20.
La relación con el tú nos exige considerar su
dignidad y la realidad impregnada de circunstancias,
en donde se encuentra inserto; así se pasa de un
conocimiento experiencial propio del ello, a la
relación del yo-tú propia del tú; considérese que el tú
puede llegar a ser un ello una vez transcurrido el
acontecimiento de la relación, por lo tanto el ello
está en potencia de ser un tú en la medida que
participase en una relación; relación que genera
encuentro sí y sólo sí el yo se dirige a un ello y le20Cfr. Ibíd.
18
vuelve un tú, se trata de un movimiento de un ser a
otro ser aunque depende mucho el dialogo de cuanto se
tenga que decir, el triunfo sobre la apariencia, es
decir, alteridad como fenómeno de comunión y
plenificación de las existencias, las cuales pasan a
ser una comunidad, la cual mediante el esfuerzo de
sus integrantes será el motivo de su realización y
salvación.
Buber sostiene que el bien y el mal se acompañan
en el acontecer del hombre; sin embargo el hombre al
ser perfectible puede humanizarse continuamente por
medio del dialogo y de la práctica de la virtud; lo
cual hará renacer el alma de la humanidad y por ende
sus problemáticas se irán resolviendo, puesto que el
hombre sería un ser integro. Estamos hablando de la
actitud del hombre frente al mundo y sus semejantes;
esto se traduce en el hecho de que “el yo en relación es
persona, persona es también el tú a quién se dirige”21, además hemos
de pensar a la relación como sustancia del mundo; en
los hombres supone la libertad como virtud de la
elección, esto manifiesta que la persona es
singular, única, irrepetible e irremplazable. La21Levinas , Emmanuel, El humanismo del otro hombre, 23.
19
existencia del ser humano es intencionada como
naturalmente orientada a la relación, para esto se
ayude su vida fecunda en potencialidades, su
libertad, dignidad y cualidades.
“El mal ha de atenuarse y aún ha de desaparecer en ESPACIO una convivencia entorno de“centros vitales”, cuando los hombres aprendan a seguir sus vocaciones como una respuesta librea una autoridad de orden moral, a la que habrán de dirigirse como a un tú; pues la verdaderacomunidad no nace de que las gentes tengan sentimientos los unos hacia los otros; aunque las haysin ellos, ella nace de estas dos cosas: de que todos estén en relación mutua con un centro viviente,y de que estén unidos los unos a los otros por los lazos de una viviente reciprocidad. La segundarelación resulta de la primera, pero no esta dada con la primera”22.
El mal reside en considerar al tú como un ello,
es decir, hacer de alguien algo, ante esto se
contrapone el amor; “la entrega del amor que no significa la
supresión del yo, sino la superación del falso instinto de su
exaltación”23 ; es por ello que en la vida del hombre
así como en su relación con otros hombre son muy
importantes los valores, pues siendo el individuo
una persona, ellos posibilitan que el hombre sea
persona. Tómese en cuenta que la persona no es buena
o mala únicamente, sino ambas cosas a la vez. Esta
22Ibíd., 33.23Ibidem.
20
realidad afecta indiscutiblemente a las relaciones
de la persona, a la vez influenciadas por el devenir
social; en términos actuales ello se refleja en el
la masificación y despersonalización; por tanto, la
integridad el hombre responde ante ello además se
adapta a las particularidades axiológicas como
históricas de la época en la cual le toca vivir a
cada hombre. Tengamos en consideración que “el hombre
solo es persona en cuanto trata al otro como persona”24y además es
perfectible, puesto que es limitada como falible;
entonces estaríamos hablando del hombre en su
totalidad.
Pero si el hombre es inseguro, se encuentra
reprimido y aislado de sus semejantes, dependerá de
la colectividad para protegerse de la influencia así
como del poder de otras colectividades, reduciendo
24Ibíd., 50.21
así la relación a un funcionalismo proteccionista;
en lugar de una estructura vital, la cual extrae su
vida de la abundancia de la capacidad del hombre
para relacionarse. Ello requiere por tanto de la
restructuración social que permita las relaciones
personales, de modo que se exalte la dignidad del
hombre, en otras palabras, se trata de una
revolución; ello sin lugar a dudas ello requiere de
la educación como del compromiso social para
contrarrestar la disolución progresiva de las viejas
formas de convivencia humana, así como la PRAXIS
practificación del hombre. “Para llegar a superar esta crisis,
hace falta que se tenga plena conciencia de la crisis misma y alcance a
sobreponerse a la tensión de la sociedad y a la llaga viva de su
problemática, sólo así podrá aspirar a entrar en una vida renovada
con su mundo”25. En consecuencia la relación amorosa es
el mejor dialogo entre los hombres, entonces “el25Ibíd., 81.
22
hombre sólo es persona en su relación esencial con el mundo, con los
otros hombres y con lo trascendente”26.
SE VA INSERTANDO AL FINAL DE LA TESIS
AGREGAR EL INDICE
HABLAR SOBRE LA FORMACIÓN HUMANA EN COMUNIDAD EN
ESPECIFICO Y SEÑALAR QUE VA A TOMAR DUSEEL DE EL,
COMO LO LLEVA SU PENSAMIENTO-
BIBLIOGRAFÍA:
Díaz, Carlos, Introducción al pensamiento deBuber, Madrid, Instituto Emmanuel Mounier, 1991.
Dojovne, León, Martín Buber. Sus ideasreligiosas, filosóficas y sociales, Argentina,Omeba, 1965.
Ochoa, Martín, Intersubjetividad dialógica en elpensamiento de Martí Buber, México, 1988.
26Ibíd., 157.23
Sánchez, Diego, Martín Buber (1878-1965),Madrid, Ediciones el Orto, 1997.
DARLE FORMATO A LA TESIS, CHECAR LOS ESPACIOS Y LANUMERACIÓNI.II EMMANUEL LEVINAS
La pertinencia de este autor dentro de la tesis se
encuentra en su postura personalista y la tendencia
respecto a la alteridad, que antecede al
planteamiento de Dussel; puesto que su pensamiento
se caracteriza por: la visión del otro, la relación
necesaria con los otros, el reclamo por la justicia
social de las relaciones, la dignificación del
individuo, la critica a sistemas sociales injustos y
la responsabilidad de los individuos con el ambiente
que le rodea así como con sus semejantes; ya que
24
sólo así se trasciende, significa su existencia y
construye una mejor realidad.
“En América Latina ha sucedido otro tanto y su tesis
fundamentales han sido asiduamente asimiladas a lo que podríamos
llamar una filosofía cristiana de la liberación, esta es su actualidad
latinoamericana”27.
“Más allá del humanismo clásico o de la desesperanza
existencia, comienza a perfilarse un nuevo humanismo: el humanismo
del otro hombre, que se preocupa más del hambre y la miseria de los
otros”28; hemos de considerar que el núcleo de
pensamiento de Levinas es un mensaje cargado de
pasión, drama, angustia responsabilidad, respeto y
solidaridad a favor del desarrollo del hombre su
supervivencia y dignidad, ya que para eliminar la
violencia es necesario descubrir lo único,
irrepetible como digno del hombre; sin olvidar lo
esencial de la comunión, puesto que esto parte
fundamental de la existencia de hombre. Tómese en
cuenta que los sistemas, incluyendo lo social son
una creación del hombre para el hombre y que por
ellos busca orden para desarrollarse, relacionarse y27Levinas, Emmanuel, El humanismo del otro hombre, 4.28Ibíd., 5.
25
convivir pacíficamente; por lo tanto, no debe
perderse su significado al considerar a la persona
como un objeto que hace eficaces al igual que
productivos a los sistemas, se estaría
deshumanizando al hombre.
Levinas denuncia que la primacía del hombre ha
sido velada manipulada y acallada en nombre de los
intereses pragmáticos y materialistas del mismo
hombre, por ende es comprensible que Levinas busque
un cambio total del pensamiento como acción del
hombre; es decir, del mundo y de la humanidad.
La filosofía de Levinas expresa la ambigüedad y
apertura de la filosofía occidental, aunque la
subjetividad que pudiese aparecer se corre el riesgo
de exclusivizar el movimiento o tendencia; sin
embargo tómese en consideración que un instante por
efímero que parezca no es insignificante, pues puede
cambiar el curso de la relación con el ser y su
significación; de modo que el ser no puede separarse
del encuentro con el otro, el cual en cierto modo
configura su existencia; de forma que por el ser se
conquista al ser y precisamente por esta relación se
26
inicia el ser y nace el sujeto, persona, individuo
como el grupo.
“El otro es un ser ante el que no tengo escapatoria por el hecho
de que soy y sólo puedo ser en relación con él. Es un ser ante el que el
suicidio es impotente porque la nada es su otra cara y porqué el
suicidio no puede hacer que el ser deje de ser, no puede lograr que
desaparezca”; por el hecho de existir adquiere una
dignidad que ha de ser tomada en cuenta y por ende
debe ser respetada. Sólo mediante la consciencia y
comprensión de complejidad así como de la
integración del ser en sus circunstancias; se podrá
ser consciente del gran valor de la persona al
igual que de su significado, de modo que los valores
serán el constitutivo formal en las relaciones, así
llegaremos a comprender que “el presente no recibe su
existencia del pasado ni la entrega a algo futuro: ser significa tener
que apropiarse del ser en cada instante”29.
La identidad se gesta como la trascendencia del
ser y el retorno a sí mismo, por tanto es imposible
evadirse a sí mismo como a los otros, tómese en
cuenta en el modo de ser y en la corporalidad se
29Graciano,R., Ética y Subjetividad, Lecturas de Emmanuel Levinas, 102.27
categoriza el ser mismo, de tal forma que “esta unidad
indisoluble del existente y su existir que es la subjetivación ontológica
se caracteriza como soledad”30, ella se conforma como como la
constitución de la interioridad subjetiva,
irremisible y definitiva del compromiso existencial;
“esta interioridad se traduce en la expresión <<yo soy>>”31, el cual
irremediablemente en su cotidianeidad no puede
separarse de la mundanidad, pues en ella la
subjetividad que se manifiesta en el mundo, “el mundo
será considerado como el lugar de nuestro haceros para llegar a
ser”32,esto es la clara referencia con la relación
directa con el ser.
Sí el ser no está en plena confrontación con el
otro o con el mundo no sería, ya que “elsujeto que nace
en relación con el mundo no es un sujeto previamente existente o
dado; sino alguien que se hace en esta relación”33, por ello “la
alteridad del mundo se tornará la identificación de
uno mismo”34, ello evidencia claramente la necesidad
de regular las relaciones, buscar la comunión como
30Ibíd., 103.31Ibidem.32Ibíd., 104.33Ibíd., 105.34Ibíd., 106.
28
el bien común, ello dentro de los riesgos de una
libertad ganada y en riesgo de aniquilación.
La subjetividad se deba entre la eterna llamada
a volver al ser en sí mismo, la imposibilidad de
salir de sí, la amenaza de vivir en el anonimato;
todo ello nos hace cuestionarnos hasta dónde puede
llegar a sostenerse la subjetividad; por la
ambigüedad que presenta. Es por ello que “la posesión e
identificación de los objetos sirve al sujeto, a su vez, para ir ganando
su propia identidad”35, de manera que el distanciamiento
entre el sujeto-objeto, esto le permite a la persona
aproximarse a las cosas, poseerlas dominarlas y
configurarlas, en consecuencia la consciencia y el
trabajo afectan la libertad; sin embargo se corre el
riesgo que al representar la realidad la alteridad
se pierda en el proceso de identificación del yo,
por la determinación o categorización de los objetos
u hombres. “El proceso de identificación culmina en la voluntad
libre, en la máxima apropiación de la alteridad, en la mayor lejanía de
la amenaza del elemento de las cosas, en la suma definición frente a lo
indefinido del ser”36.
35Ibíd., 107.36Ibíd., 108.
29
La voluntad que aspira a ser uno y poder
decidir; aunque puede perderse en el ensimismamiento
del sujeto económico que calcula beneficios y
relaciones en favor de la eficacia como beneficio
personal, por lo contrario la ética busca sentido a
la realidad para que el sujeto trascienda en sus
relaciones y se desarrolle desde un bienestar común,
puesto que los sujetos son capaces de relacionarse
éticamente en el proceso de su constitución como
sujetos.
“Seguimos en la vida cotidiana, siendo en el mundo con otros,
porque la relación con la alteridad desemboca en la quiebra de la
subjetividad”37, reflexiónese que un arma poderosa de la
alteridad es el rostro; que es signo de resistencia,
independencia, identidad, etc. Mirada que se opone a
la conquista, violencia, asesinato y desprecio
QUITAR ESPACIO ; aunque realmente no pueda impedirlo
realmente; puesto que es sensible, vulnerable e
indefenso; se trata de la resistencia pacífica del
otro yo (tú), es una cuestión en parte moral,de
libertad como de voluntad. “El encuentroconcreto con el
rostro del pobre, la viuda y el extranjero, el deseo de relacionarse con37Ibíd., 112.
30
el hombre, suscita la conciencia moral, que significa reconocer la
eminencia del otro, que consiste en anteponer al otro (…), situar al otro
antes que así mismo; el rostro me descubre como violento en mí
voluntad genésica, totalitaria”38. El rostro posibilita el
espacio. Tiempo, lenguajes ESPECIFICAR y la verdad
necesaria para pasar de la soledad a la alteridad, a
la apertura al cuestionamiento del otro, lo cual
implicaría la revisión de la propia subjetividad, a
fin de dar una respuesta y consumar las relaciones,
esto es apoya lo indispensable e impresionable de la
alteridad, característica por el movimiento de
exteriorización, donde “el tiempo no representa la posibilidad
de recobrar todo lo que se hubiera podido ser, sino de no lamentar las
ocasiones perdidas ante lo infinito del porvenir”39.
Resulta relevante a la luz de la importancia de
la relaciones comprender que la bondad es, “significar por
la relación con el otro, ser para el otro y por el otro, quiere decir ser
responsable ante esa alteridad y de esa alteridad. El otro me incumbe
antes de cualquier compromiso, es el sentido de mí subjetividad; se
trata, de toda una responsabilidad”40, por esto la alteridad
acoge ante el reto de la elección y la anula por la38Ibíd., 113.39Ibíd., 117.40Ibíd., 119.
31
bondad del bien común que ordena. “Mi entraña de sujeto y
la alteridad que llevo en mis entrañas posibilitan mi <<entrar en la
sociedad>>, en una sociedad donde los rostros son visibles, se
presentan, hablan; donde la posibilidad de relacionarme con el otro
me brinda la posibilidad de justicia, sincronización y libertad:<<Es en
la significación del uno para el otro donde se comprende el sistema, la
conciencia, tematización además es un enunciado verdadero y
referente al ser>>”41, esto le posibilita un nuevo sentido
a mí subjetividad además se vuelve la capacidad de
resignificar EL HOMBRE NO SE RESIGNIFICA SE
DESCUBRE Y SE RECONOCE éticamente al hombre.
La apertura una unidad desinteresada, integrada
socio-históricamente debe trabajarse desde el
enjuiciamiento de la historia y la cultura que mira
el rostro del hombre así se confrontarán los mismos
cimientos de la construcción social, cuyo ideal
debería estar marcado por la bondad y la justicia,
en vías de lograr el bien común antes que una
esclavitud alienante, “si nada es bueno voluntariamente,
nadie es esclavo del bien”42.
41Ibíd., 122.42Vigil, Carlos, 50.
32
“Es necesaria la alteridad ético-metafísica de mí responsabilidad
para otro, a fin de ordenar la diferencia óptico-ontológica a la altura
inconmensurable del bien”43, pero con el respeto que evite
el cierre violento de la relación con el otro; por
lo tanto, es imprescindible una libertad responsable
que garantice la dignidad de las personas con el fin
de conseguir el mutuo desarrollo de aquellos que
generar comunión; a pesar de lo complejo, frágil y
ambiguo de la realidad del hombre o de las
circunstancias en las cuales este inserto.
“La filosofía occidental desembocó en el olvido del ser; pero más
bien desemboco en el olvido del otro, la ontología fundamental debe
ser la ética”44, de tal forma que es indispensable afirmar
que la ética es una filosofía primera; la cual
conduce a la trascendencia como a la manifestación
de la originalidad irreductible del otro anhelo
exterior al ser, así se evita llegar a la
neutralidad o despersonalización de los individuos.
El sujeto para Levinas es, “la experiencia del otro, como
totalmente el otro; que se impone como algo único, irreductible y del
que soy responsable sin que tenga que decir si lo acepto o no lo
43Ibíd., 53.44Ibíd., 7.
33
acepto. Esta responsabilidad es la que me constituye como sujeto
único”45, entonces la expresión del ente y la ética de
las relaciones, anteceden como posibilidad de
conocimiento al ser, del mismo modo a la
justificación de la dignidad del otro, su humanidad.
Debemos preocuparnos por ende del necesitado,
extranjero, desprotegido; por todo el que manifieste
en su rostro la miseria, opresión, sufrimiento y
necesidad de fraternidad.
La guerra ha de ser contemplada como el gesto o
el drama del interés de la esencia, que pasa de la
lucha entre las esencias por la razón al
intercambio, negociación, dialogo, comercio y mutuo
enriquecimiento; esto se convierte en una
construcción recíproca como determinada de la
realidad de las relaciones; esto revela lo
indispensable de la trascendencia como necesidad
indispensable del lenguaje ético, implicado en la
responsabilidad y la lógica; que permiten gestar
relaciones con tendencia a la unidad, Verdad <<<<
verdad, promoción de la dignidad y de la justicia
entre personas. Aunque exista la diversidad en el45Ibíd., 9.
34
ser, este se pertenece a sí mismo, se encuentra
integrado en el margen de la comunidad, así como en
un orden determinado; ya que revela su identidad, la
cual muestra la humanidad de cada persona, su estar
en el espacio- tiempo, género y la forma; aunque
también puede decirse que la diferencia de lo
idéntico también es la manifestación del ser, donde
se desenvuelve el ser de la sustancia; donde el
tiempo es plenificado por el ser. AMPLIAR LA IDEA
“La responsabilidad para con el otro no puede haber
comenzado en mí compromiso, en mi decisión, en mí libertad; es el
lugar en que se coloca el no-lugar de la subjetividad, donde responde
a la y trascendencia”46.
“El bien no puede hacerse presente ni entrar dentro de la
representación sin el bien, que en el presente es el comienzo en mi
libertad, pues el bien me ha elegido antes de que yo lo elija”47, donde
el presente es lo finito en correlación con la
libertad, el otro puede acercarse a mí y yo a él,
incluso a pesar nuestro nos ordenamos en referencia
al otro; sin perder la propia esencia. Por lo tanto
el hombre reconoce su naturaleza como sensible,46Lévinas, De otro modo que ser o más allá de la esencia, 54.47Ibíd., 55.
35
finita, vulnerable y perfectible, “la sensibilidad
deña subjetividad del sujeto es la substitución del
otro (el uno en el lugar del otro), expiación”48,
esto le permite al hombre descubrirse a través de
sufrimiento y el goce de la realidad; así el ser
será tratado en su justo sentido, a partir de la
proximidad que requiere.
“Siendo responsable para con el otro se está siendo también
responsable para consigo mismo y con el tercero, así se perfila la
justicia que acompaña, revisa y piensa, además se sincroniza el ser y la
paz”49.
La verdad es una imagen sensible que expone al
ser de sí mismo adecuado en sí, pero al mismo tiempo
es el rÉquisito para la comunión entre las personas,
ello posibilita as relaciones, de manera que el
concepto de proximidad supone el concepto de
humanidad, que a su vez supone el de justicia y
dialogo; sin embargo estos hacen necesario el
principio de la conciencia, el cual nos recuerda que
“el prójimo me concierne Antes que toda asunción y compromiso”50;
48Ibíd., 60.49Ibíd., 62.50Ibíd., 148.
36
porque se trata de una persona, alguien semejante a
mí, por eso la subjetividad implica ir al otro sin
preocuparse de su movimiento hacía mí, de modo que
no puede generarse una relación reciproca si no se
busca el bienestar común y si no se soporta el
sufrimiento juntos; es por esto que la comunidad
inicia con la obligación que se tiene con el otro
desde la conciencia de la necesidad de promover las
relaciones, por eso “ volver a sí, no es instalar en sí
mismo”51.
El rostro de la miseria tiene la capacidad de
obsesionar al hombre y de destrozar su indiferencia,
apatía, desprecio al igual que su desinterés; ya que
“el modo según el cual el rostro indica su propia ausencia bajo mí
responsabilidad, exige una descripción que sólo puede traducirse en el
lenguaje de la ética y de la alteridad”52.
INSERTAR AL FINAL DEL CAPITULADO
MARCAR EN QUE INFLUENCIO LEVINAS A DUSEEL
BIBLIOGRAFÍA
Choza, Jacinto. Manual de antropología filosófica. 51Levinas,El humanismo del otro hombre, 155.52Ibíd., 158.
37
Madrid: RIALP, 1988. «falta de sentido de ley», s. f. Ferrater, José. «Libertad». Diccionario de filosofía.
Barcelona: Ariel, 1996. ———.«Voluntad». Diccionario de filosofía. Barcelona:
Ariel, 1996. Graciano,R. Ética y Subjetividad, Lecturas de Emmanuel
Levinas. España: Complutense, 1994. Levinas, Emmanuel. El humanismo del otro hombre.
México: s. XXI, 1974. Lévinas, Emmanuel. De otro modo que ser o más allá de la
esencia. 4.a ed. Ediciones Sígueme, 1995.«ley externa», s. f.
«Percepción de ley interior», s. f. Vigil, Carlos. XXIX, no. 85. Revista de
filosofía (1996).A lo largo del presente capítulo he profundizado en
la contextualización histórica de la alteridad en el
s. XX, desde la filosofía personalista; mediante el
pensamiento de dos autores representativo; los
cuales son Emmanuel Levinas y Martin Buber; con el
propósito de especificar el pensamiento de la
alteridad que antecedió a Dussel y por el cual la
ética es la categoría fundamental de su pensamiento.
Puesto que las categorías del: otro, el rostro, la
responsabilidad con el otro, la comunicación del nosotros, la
significación de la existencia en referencia a la relación con el otro, el38
sistema a favor del otro, las relaciones con especificación propia del
ser del hombre y la dignificación como promoción del hombre;
forman parte fundamental de la construcción del
pensamiento, postura y finalidad de la propuesta de
Dussel. Por lo tanto, he conseguido el propósito de
este capítulo, el cual era especificar el
pensamiento de la alteridad que antecedió a Dussel
y por el cual la ética es la categoría fundamental
de su pensamiento.
Concluyo que la construcción personalista de la
alteridad que presentan los autores considerados en
este capítulo revela la importancia de la
trascendencia, solidaridad, ética, valores y
condiciones necesarias para generar un clima humano
que conduzca al hombre a su último fin, la
felicidad; nítidamente presentadas en la propuesta
ética de Dussel, ya que la nostreidad será el camino
a seguir si se desea la comunión entre los de abajo
y los de arriba. En sí considero que el proceso
social es fruto de los procesos personales que
trascienden al otro y luego a la comunidad, así
hasta llegar a
39
NO SE DEBE INSERTAR BIBLIOGRAFIA DESPUES DE CADA
APARTADO, HAY QUE DARLE FORMATO AL PRIMER CAPITULO,
CUMPLIR LOS OBJETIVOS Y DETERMINAR LA INFLUENCIA
ANTROPOLOGICA EN DUSEEL DE ESTOS AUTORES, PARECIERA
QUE LOS DOS PUNTOS DEL PRIMER CAPITULO SON APARTADOS
DIFERENTES HAY QUE HACER LA CONEXIÓN ENTRE ELLOS Y
SOLICITO VER EL INDICE DE LA TESIS CON EL TITULO Y
VER UNA BIBLIOGRAFIA INICIAL CON TODAS LAS FUENTES A
PARTE DE CADA APARTADO DEL CAPITULO PRIMERO, CHECAR
ORTOGRAFIA Y ACLARAR LAS NOTAS QUE SE MARCARON.
BIBLIOGRAFÍA DEL CAPÍTULO I
Díaz, Carlos, Introducción al pensamiento deBuber, Madrid, Instituto Emmanuel Mounier,1991.ULO
Dojovne, León, Martín Buber. Sus ideasreligiosas, filosóficas y sociales, Argentina,Omeba, 1965.
Choza, Jacinto. Manual de antropología filosófica. Madrid: RIALP, 1988.
Cruz, Enrique. «Voluntad». En Antropología filosófica.México, D.f, 2011.
«falta de sentido de ley», s. f. Ferrater, José. «Libertad». Diccionario de filosofía.
40
Barcelona: Ariel, 1996. ———, «Voluntad»,Diccionario de filosofía. Barcelona:
Ariel, 1996. Graciano,R. Ética y Subjetividad, Lecturas de Emmanuel
Levinas. España: Complutense, 1994. Levinas , Emmanuel. El humanismo del otro hombre.
México: s. XXI, 1974. Lévinas, Emmanuel. De otro modo que ser o más allá de la
esencia. 4.a ed. Ediciones Sígueme, 1995. «ley externa», s. f. «Percepción de ley interior», s. f. Vigil, Carlos. XXIX, no. 85. Revista de
filosofía (1996).
II. ANTROPOLOGÍA EN EL PENSAMIENTO DE DUSSEL.
II.I VOLUNTAD
41
José Ferrater Mora entiende por voluntad la facultad
humana de expresión de actos, llamados: volere, actos
volitivos, volición, etc.53Uno de los constituyentes de la
intención necesario para alcanzar un bien, aspecto
vital que caracteriza la personalidad divina,
principio de realidades y motor de todo cambio; sin
embargo, también hay que considerar que la voluntad
es potencia del alma o facultad que tiende a la
bondad del ente.
El hombre está siempre en tensión dirigida a
un objetivo, de tipo cognoscitivo o apetitivo; es
decir, del deseo; es por ello la voluntad se dirige
a lo pluridimensional de la realidad: verdadera,
valiosa y estética, esto conduce al hombre a la auto
trascendencia en tensión a la verdad, lo bueno y lo
bello; cabe señalar que la voluntad es posible si
hay consciencia que se dirige hacia un objetivo
propuesto por el conocimiento intelectivo, no
necesita pruebas para abrazar un objetivo y
poseerlo; entonces resulta evidente que superan las
tendencias sensitivas esto supone la existencia de
un conocimiento intelectivo seguido de la tendencia53Ferrater, «Voluntad», 3721.
42
al objeto conocido como tal, la voluntad es un apetito
intelectivo que sigue al acto cognoscitivo. El objeto de la
voluntad es el bien conocido, pues, nada se quiere
sino se conoce y por tanto, el bien supremo es Dios.
Las dimensiones de la voluntad son:
La intencionalidad: Deseo del contacto real
hablado desde términos personales, donde las
cosas son tratadas para ser poseídas, es la
dinamicidad del ser que está en tensión a la
síntesis.
Historicidad: El hombre al ser un ser en el
mundo y abierto a él requiere de realidades
visibles del sistema viviente como dinámico de
la historia, ubicado a nivel cronológico y del
sentir del sujeto como referente de su devenir
subjetivo.
Visualidad: El hombre conoce los objetos y los
valores desde de vista que le permitido por su
bagaje genético y cultural; sin embargo los
objetos no dejan de ser limitados como
43
contingentes y la tensión de la voluntad es
indefinida.
Proyección: La voluntad nunca se sacia por
completo, por tanto el objeto es insuficiente y
ello mantiene dinámica a la misma, ello permite
considera a la voluntad como indefinida; se
trata del persistir indefinido al bien infinito.
También se dirige a la realidad de: el
sacrificio, la donación y la virtud, es revela
que su búsqueda es el Bien en cuanto tal.
Alienable: Proyección a una gran variedad de
objetivos particulares, es un desequilibrada,
ello puede generar el conformismo, el cual
establece un estadio pre constituido en lugar de
optar por el bien en cuanto tal o lo
arbitrariamente, que es volverse juzgado y juez
pasando por alto la libertad. Como el bien
absoluto parece inalcanzable el hombre tiende a
bienes relativos o limitados que proporcionan
cierta satisfacción.
44
Si evita la mediación racional y valorativa, se
cae en el inmediatismo, impulsividad e
imprudencia; si no es funcional al bien la la
mediación se manifiesta la alienación; entonces
una de las características más importante de la
voluntad es la libertad, la cual lleva a una
tensión valorativa.
La aplicación al tema de la libertad como
constituyente esencial en la ética es la
facultad del hombre por desear o expresar actos,
es decir que es la tendencia a este modo de ser
que implica acciones particulares que lleven a
la vivencia de esta forma de ética como de modo
de vida particular, desde el conocimiento previo
de esta realidad. Es por ello que el hombre se
dinamiza a fin de alcanzar es fin, el cual le
responsabiliza a seguir cierta dinámica con el
propósito de alcanzar el objetivo que se desea,
en este caso se trata del bien común que es
integrados de la sociedad que busca lo
verdadero, bueno y justo54. 54Cruz, «Voluntad».
45
La voluntad aparece en el análisis de formas de
vida, el control de los deseos como de los
instintos, afectividad, escala de valores y
elecciones. Con el desarrollo de las ciencias
humanas positivas entre el s. XIX y XX, la voluntad
se categorizó a una función fisiológica, instintiva,
motivacional y sociocultural; muestra de ello es la
aparición de sus rasgos distintivos en el
interiorismo objetivo del ámbito ontológico además
del interiorismo subjetivo en el ámbito de la
fenomenología; así como en los procesos socio
políticos de las naciones.
A nivel psicológico se le puede ubicar en la
respuesta a estimulas, por ejemplo el fenómeno
reflejo o resolución inmediata de problemáticas, los
sistemas de condicionamiento; ello le diferencia de
una cuestión fisiológica, puesto que hace uso de la
inteligencia, la libertad, valores y convicciones
las cuales determinan sus elecciones; aunque los
procesos fisiológicos, afectivo y motivacionales son
necesarios para la explicación de la acción
46
voluntaria, la cual dinamiza al individuo a actuar
dentro del parámetro de elegir, reprimir, encauzar,
fomentar o bloquear lo ya existente; por tanto, para
que un acto pueda denominarse como voluntario
implica la posesión de consciencia; por esto la
voluntad se vuelve una fuerza integradora de las
fuerzas de la subjetividad, en consecuencia se
encuentra severamente afectada por las
circunstancias, historia de cada individuo y
paradigmas sociales; los cuales influencian el
desarrollo e intereses de cada persona55.
“La voluntad es la instancia desiderativa o impulsiva propia del
espíritu, y puede comprobarse que tiene la misma amplitud que el
intelecto, porque si el hombre puede conocer todo lo que hay e incluso
lo que no hay; igualmente puede querer todo lo que hay e incluso lo
que no hay. El hombre podría acumular la totalidad de las realidades
que componen el universo, y todavía seguir queriendo más. El hombre
puede decretar la influencia del universo en orden a la saturación de
su querer, de hecho lo hace”56.
II.II LA LIBERTAD
55Choza, Manual de antropología filosófica, 341–345.56Ibíd., 346.
47
El valor de la libertad es uno de los más estimados
en la época contemporánea; puesto que “se promete,
proclama, aspira a lograr, retrinje, aniquila y también a veces se
teme”57; por consiguiente
José Ferrater mora entiende a la libertad como la
posibilidad de autodeterminación, elección, acto
voluntario, espontaneidad, margen de
indeterminación, ausencia de interferencia y
realización de una necesidad58. Hay que distinguir
entre una inclinación natural o una necesaria; hay
que considerar que lavoluntas ut natura, podríano ser una
inclinación electiva y libre; mientras que lavoluntad
ut libera, conjuga lo natural como la necesidad. La
libertad, como libre albedrío, está dirigida
precisamente por la voluntas ut natura, es precisamente
este poder de autodeterminación. Así pues, la
libertad se funda en el dinamismo fundamental que le
orienta hacia el bien supremo. “Los cuatro momentos o
niveles de la libertad se pueden caracterizar desde el punto de vista de
la actividad humana, diciendo que la libertad fundamental es querer
57Ibid., 371.58Ferrater, «Libertad», 2135–2136.
48
su máxima infinitud y reflexibilidad; eros auto consciente y por tanto,
algo que se es radicalmente. El libre albedrío, es preferir o elegir, es la
libertad como algo que se ejerce; la libertad moral, es poder, poder
más o menos, es libertad como algo que se conquista; y la libertad
publica, es permitir o alentar, es la libertad como algo que se da y se
recibe, como algo que se conquista pero también como algo que se da
y que se recibe como un don”59.
La libertad como libertas arbitri, sólo es posible
porque tiene sus raíces en la razón. El acto de
libertad o acto libre consiste en un cierto dominio
del juicio, es decir un acto de juicio querido o un
acto de querer juzgado. La existencia de libre
albedrío no es más que un principio que le es dado
al hombre para su liberación. Ante esto habrá que
distinguir entre libertad como libre albedrío y
libertad como liberación o libertad de perfección.
La ética presupone ya desde la distinción entre los
actos humanos y actos del hombre la realidad de la
libertad humana. Entonces la autodeterminación
supone autogobierno y auto posesión, es el actuar
59Choza, Manual de antropología filosófica, 372.49
volitivo en tanto que la voluntad conecta con la
totalidad de la persona.
A continuación presento un esbozo general del
pensamiento filosófico acerca de la libertad, con
el propósito de contar con un panorama general, el
cual permita clarificar y hacer más fácil la
comprensión de este concepto:
Filosofía griega pre-aristotélica: “libertad
de”, la libertad fue puesta en relación con el
factum. Se afirma entonces que es libre quien
conociendo y aceptando el orden cósmico no se
siente coaccionado por él.
La sofistica trajo consigo el interés por el
nexo entre libertad y responsabilidad.
La tradición socrática y platónica, con la
teoría de la virtud como ciencia, introduce otro
notable aspecto: el saber y la ciencia como
condición de posibilidad de la libertad.
- Por su parte la contribución de Aristóteles
consistió en referir la libertad a la
voluntariedad del acto. Aristóteles duda si
50
definirla como intelecto apetitivo o apetito
intelectivo.
El pensamiento cristiano. La libertad cristiana
es de redención de la esclavitud interior del
pecado; es pues, una libertad interior. De esta
manera también el esclavo puede ser libre. Pero
la verdadera novedad del cristianismo es el
anuncio de la gracia, fuerza liberadora y
fuente de libertad interior. Es libre quien
acoge y colabora en la gracia de Dios.
Santo Tomás de Aquino: la libertad es la
característica de la voluntad de los seres
racionales; donde hay racionalidad también hay
libertad. La libertad parece bastante ligada a
la real posibilidad de elegir entre obrar y no
obrar o entre obrar de un modo o de otro.
Duns Escoto está de acuerdo con Tomás de Aquino,
sin embargo afirma que Dios es absoluta y
esencialmente libre también en sus operaciones
ad intra. Así tenemos la libertad esencial o
libertad de dominio; en el segundo caso, la
libertad de contingencia. Para Escoto la
libertad es un género que contiene dos especies51
distintas ya mencionadas, y para Santo Tomás no
existe la libertad esencial, porque la libertad
no pertenece a la esencia de la voluntad, sino
que indica simplemente la libertad de elección
de elección o contradicción. De esta manera
Escoto llega, con su concepto de
autodeterminación, a un profundo concepto de
libertad.
Ockham llegó a una posición extremista; la
libertad puede quedar reducida a espontaneidad.
Hobbes, Locke, Hume y Voltaire prefieren afirmar
que la libertad no es una prioridad del querer,
sino de la actuación externa de lo querido. La
libertad es el poder de obrar como se quiere,
pero no la facultad de querer libremente.
Leibniz objeta con razón que el verdadero
problema es la libertad del espíritu, no la de
brazos y piernas.
La entera crítica de Kant es una filosofía de la
libertad, una reflexión en torno a la
espontaneidad autónoma del espíritu y su
trascendencia sobre la materia. La autonomía de
la voluntad es, para Kant, el fundamento y el52
contenido de la ley moral. Para Kant, sólo en el
campo moral la libertad del sujeto racional
alcanza un valor absoluto.
Según Ficthe; la libertad o espontaneidad del Yo
es el fundamento supremo y la condición prima de
todo ser y de toda conciencia. El hombre
encuentra, en su libertad, un momento absoluto.
Max Scheler considera que la contraposición
entre indeterminismo (libertad de indiferencia)
y determinismo es insuficiente para la
comprensión de la libertad. La libertad es un
modo superior y original de determinación, que
consiste en la dependencia del querer respecto a
los valores. La acción libre es la acción
motivada, la que depende del valor captado con
anterioridad. La libertad se identifica con la
eficacia espontánea del dinamismo interno de la
persona.
Las dimensiones de la libertad, son:
a)Autodeterminación: Expresa fielmente la esencia
del acto humano o acto libre. Toda acción libre
53
soy yo (y no otra persona o una necesidad
interna) el que decide o determina, y el que decide y
determina sobre mí mismo. Al decidir sobre mí mismo
modifico o forjo mi ser moral, mi ethos. El acto
libre actualiza la estructura personal de
laautoposesión y del autodominio. La voluntad es la
facultad de la autodeterminación personal. Si no
hay un verdadero acto de voluntad, no hay
autodeterminación.
“La Autodeterminación es la dimensión fundamental: la libertad
es el plano de los objetos intencionales es una dimensión
derivada.”
a)Intencionalidad: La intencionalidad es la
apertura o la dirección de la voluntad hacia su
objeto. Desde el punto de vista intencional, la
voluntad es la facultad de la que la persona se
sirve para alcanzar sus objetivos. Tomás de
Aquino expresa que siempre se obra por un fin
último. En el plano intencional la
especificación moral depende de la relación
entre el objeto querido y el bien de la persona.
La tipología de la libertad, es:
54
Física: se puede decir que hay vínculos que
impiden el movimiento corporal o posibilidad
de movimiento ambulatorio.
Jurídica: ausencia de impedimentos a las
fundamentales formas expresivas de la
dignidad humana y a las del ciudadano o la
posibilidad, al menos formal, de gozar de
derechos civiles.
Económica: ausencia de esclavitud de
necesidades primarias y condena a la
supervivencia o la posibilidad de tener
medio de vida y subsistencia decorosa,
accesibilidad a los bienes.
Política: ausencia de dictaduras, coacciones
de la propia opinión en el proyecto,
contribución a la construcción del estado
para una sociedad participativa o la
posibilidad de participación al bien común
en la condición de democracia auténtica.
55
Interior: al negativo: ausencia de
impedimentos determinados acerca de la
autonomía de la voluntad, ausencia de
mecanismos bio- psíquicos internos del
sujeto, eliminando el dinamismo de decisión,
al positivo posibilidad de auto- orientación
o de autodecisión, capacidad de auto
proyectarse y auto construirse y se
manifiesta consciencia, elección vocacional,
adhesión a fe religiosa, opinión pública,
orientación profesional y cónyuge>> gracias
a ella se desarrollan las demás.
La negación y los límites de la libertad, son:
La posición determinista de la voluntad afirma que
en el sujeto hay una atracción hacia el objeto pero
que esta es accionada no ya por el auto subjetivo,
sino por elementos que o están en él bien o mal,
fuera de él, pero no de él. Auto decisivo, auto
determinante viene negado; hay dos calces:
determinismo: interno (determinismo fisiológico,
56
psicológico y sociológico) o externo (cosmológico
(astrología absoluta), creencia (destino> por
voluntad divina)) y exageración de la libertad
(Sartre).
Al referirse allimite y condición de libertad,
Sartre le considera como infinita e ilimitada;
identifica de este modo a la existencia y libertad,
es por ello que plantea que el hombre es libertad
indeterminada, está condenado a ella, de forma que
no existe Dios porque si existiese el hombre no
sería libre. Esta actitud nace de una doble
equivocación acerca de la libertad: La visión
negativa de la libertad, es la negación del
determinismo y la consideración de la libertad
divina paralela a la libertad humana; en la finitud
del hombre se demuestra. Sin embargo ante su postura
existen algunas críticas: La libertad es auto
determinación del hombre, sólo así es libertad
humana, la libertad está limitada por que es una
característica del hombre, no se es libre
corpóreamente, no se es independiente del mundo, la
historia ni la sociedad, la libertad está
57
condicionada por el modo de ser del individuo y sus
pasiones; se le confronta la postura de Sartre en la
identificación de la libertad y ser, pues la
libertad es una característica del hombre; capacidad
de elección.
La prueba fenomenológica, de la existencia de la libertad es
que la deliberación, juicio, elección; consciencia
(precede, acompaña y sigue): ello está acompañado
por una experiencia psicológica que precede (siento
el peso de la decisión, poder de elección), acompaña
(distinguimos perfectamente las motivaciones que nos
invitan hacia una determinada elección y sabemos que
la elección que estamos haciendo es una decisión
personal a favor de una de las partes, a pesar del
peso de las razones contrarias) y sigue la elección
(diferencia entre un acto libre y uno no libre es
patente después de la decisión, después de cumplirlo
nos sentimos responsables dignos de alabanza o
reproche. No sucede así con los actos que no depende
de nosotros); es la fase de exploración sobre el
objeto que se elegirá como deliberación; existe el
acto libre se conozca aquello que se hará y un
58
análisis de la acción a realizar; El juicio: sigue a
la deliberación, valora pros y contras, se necesita
un juicio práctico o de valor válido para mí en este
momento; La elección es un acto libre que se consuma
en la elección, es un acto complejo y es el
resultado de un diálogo entre la inteligencia y
voluntad; se da un elemento cognoscitivo (consejo a
mejor a preferir) y apetitivo (al ser juzgado por el
consejo aceptación por inclinación).
La prueba moral de la existencia de la libertad, es que las
nociones de justo e injusto, de virtud y vicio,
mérito o culpa, remordimiento y satisfacción son
nociones que exigen y suponen la responsabilidad
misma; el acto real es el de la responsabilidad,
ello supone evidencia, debe ser capaz de conducta,
es un acto libre si se siente el individuo
responsable.
El argumento metafísico considera que a libertad
parte de la naturaleza de la voluntad, que tiende al
bien conocido. Conoce el hombre la realidad en
cuanto finita (participación del Bien, limitado)y
contingente (el bien se presenta como necesario y
59
posible). El acto de voluntad finito y contingente
no agota el querer; solamente el bien finito y
necesario atrae nuestra voluntad necesariamente; los
bienes particulares y finitos atraen menos; en ello
radica la libertad de elección; aunque
ontológicamente exista tendencia al bien.
Libertad interior como auto proyección, es la
capacidad del sujeto de decir yo quiero, yo me determino a,
sin ser determinado por. La celebración más alta de los
es el don que se hace de sí, ello ocurre sólo en la
lógica del amor, es la auto- determinación, la
radical decisión es la causa del propio acto y ser
causa determinante del propio acto. Es la revelación
de la autonomía de la necesidad de las leyes
externas para actuar en forma recta, el yo llega a
ser la ley, en el sentido del complejo dinamismo que
activa el sistema de motivaciones para después
decidir; anomia60, la cual puede conducir a la
heteronomía61 sin dejar de considerar la autonomía
de individuo62. La libertad dinamiza al hombre, sobre
todo cuando se alcanzan las crisis de espacios60«Falta de sentido de ley».61«Ley externa».62«Percepción de ley interior».
60
libres o situaciones favorables, aunque eso no
significa que la persona deje de ser libre en su
interior.
Las relaciones entre libertad interior y
exterior, son que la libertad extrínseca es
condición positiva y todavía más, proyección
histórica de libertad interior, no se puede no tener
libertad interior, ella permanece y por ella se
elige el estado de ánimo ante diversas situaciones;
es decir aunque se carezca de libertad exterior. En
la medida del sentimiento de la propia libertad se
hace espacio a la libertad de otros así como a la
libertad física, jurídica, económica y política.
Cuando no se favorece la libertad interior a la
justicia distributiva se propicia la
deshumanización, ofensa a la dignidad y
sustancialmente es objeto de marginación. El segundo
nombre de la libertad es la responsabilidad.
La pérdida de la libertad puede causar un estado
neurótico, por la ausencia de seguridad, que causa
vivir para sí sin estar regulador en orden a una
sociedad; esto deja al individuo desnudo y aislado,
61
pues su naturaleza sociable exige a su constitutivo
natural, libertad, y regularse para entrar en
comunión armónica con aquellos que le dan sentido a
su existencia.La aplicación de la libertad en el
contexto personal, cultural, económico y moral
juega un papel esencial, pues es la facultad por la
cual el hombre manifiesta cuanto es al auto
determinarse. En caso particular de la ética se
trata de la elección de un modo de vida donde se
prefigura, ello requiere de la mirada al otro para
corresponder a su dignidad, buscar el bien personal
y común, de tal modo que se favorezca a la
humanidad, a los que sufren; esto dota al hombre del
sentido de pertenencia, motiva significativamente su
existencia y le hace buscar la verdad, la justicia y
la solidaridad.
III.ALTERIDAD EN EL PENSAMIENTO DE ENRIQUE DUSSEL
III.I FILOSOFÍA DE LA LIBERACIÓN
“La filosofía de la liberación, una filosofía postmoderna, popular,
feminista, de la juventud, de los oprimidos, de los condenados de la
tierra, condenados del mundo y de la historia”63.
63Dussel, Filosofía de la liberación,1.
62
El autor considera que el conflicto, es el
origen del orden o el sistema que el dominador por;
el cual, controla sobre aquellos a quienes domina.
Se trata de una crisis para la alteridad; ya que, para
los que dominan se trata de una cuestión fría, para
los oprimidos es caliente y sufriente; pues, les
consideran cosas útiles manipulables, instrumentos;
se vuelve una experiencia de dominación como de
opresión cultural.
De la opresión y de la periferia nace el
pensamiento pro alteridad; es decir, un pensamiento
crítico. Que responde por aquel que se considera con
excluido y que se encuentre en el no=ser, en el sin
sentido para los no están en el centro. “La filosofía
clásica de todos los tiempos es el acabamiento o cumplimiento teórico
de la opresión práctica de las periferias”64; ella puede volverse
el centro hegemónico del dominio intelectual de los
opresores; aunque los oprimidos no lo han permitido
por completo. De modo que, resulta curioso como a
nivel de relaciones sociales se legitima, justifica
y permiten ciertas relaciones a partir de las
ideologías; sin embargo, hay que considerar que en64Ibid., 14.
63
ello se juega la misma alteridad, la justicia y el
bienestar común. De manera que al ampliar la esfera
de reflexión, cuando hablamos de culturas en la
línea de la antropología cultural, se esta hablando
de los estilos de vida de distintos grupos sociales;
esto indica lo substancial de los hombres que les
conforman. Pero, hay que considerar que las
interrelaciones traen consigo tensiones; las
cuales, pueden usar mascaras para esconder
ambiciones de poder. Es por esto, que en la
posmodernidad cuestiona la universalidad de la
cultura, puesto que compromete la identidad
particular de cada una, es ahí donde la ética norma
las relaciones.
La cultura, también implica el modo de vivir y
convivir con los demás como con uno mismo; por lo
tanto los principios y normativas que regulan las
relaciones entre las culturas son necesariamente
éticos, para buscar: la justicia, bienestar común y
un ejercicio correcto de la libertad; así se
responde a la verdad y al orden, Pues, las culturas
están llamadas a dar sentido, valores, modos de vida
64
y cosmovisión a sus integrantes, y solamente lo
conseguirán si son capaces de responder a los
contexto, al igual que a las circunstancias que se
les vayan presentando65.Representa por ello una
dificultad para el sistema, experimentar al ser como
proximidad, como un rostro ante otro rostro, el
encuentro con el paisano o extranjero; así, el ser,
el nosotros y la libertad confrontan la esencia del
hombre; incluso a pesar de la obligación de
responder al sistema vigente; pero, la posibilidad
de perfeccionamiento y cambio le ha traído al hombre
esperanza.
“En la modernidad, la certeza de la representación del
entendimiento es la Idea Absoluta, dicha certeza es la que tienen los
dominadores del mundo de servir a la manifestación en la tierra de la
misma divinidad”66. La cuestión, es el abuso del poder y
la opresión sobre quienes han de rendir tributo; en
esa época ya de forma diversa, esto se vuelve
evidente en la marcada desigualdad entre las clases
sociales. No hay nosotros, existen los pudientes y
la prole.
65Scannone.66Ibid., 18.
65
La filosofía de la liberación es originaria de
Argentina, alrededor de 1970, sus orígenes re
remontan más allá que la filosofía moderna europea;
por ejemplo, en: Fray Bartolomé de las Casas (1484~
1566); el cual, menciona los siguientes tipos de
dominación: militar, por asesinato, cultural,
erótica, genealógica, educativa y cultural; ahí un
ser se olvida de considerar al otro como un ser; así
le condena. Considérese, que el deseo por
constituir la alteridad como forma de vida, es el
fruto del profundo anhelo de libertad, comunión y
bienestar común al que aspira el hombre; aunque ello
implicase ceder y sacrificarse, para obtenerlo; por
ejemplo, las luchas por la emancipación. Por tanto,
es imprescindible reconocer las implicaciones del
multiculturalismo; el cual, es el reconocimiento entre
culturas, el desarrollo de otros pueblos a partir de
la cultura occidental; aunque también puede
significar el reconocimiento de la diversidad
cultural dentro del mismo territorio.
Tómese en consideración que Goodenough, denota
que el termino cultura pertenece al occidente y el que
66
Taylor afirme que todas las cosas y acontecimientos
de la raza humana en su devenir social, constituyen
la cultura; también resulta relevante la postura de
Franz Boas, cuando plantea que la cultura es propia
de cada sociedad, no existen niveles sino
diferencias; así no todas tienen que pasar por lo
mismo en el proceso histórico. Pero hay que tener
cuidado de caer en el pluralismo, que es la aceptación
de la diversidad de opiniones; pues todas tienen la
misma validez, ello depende del marco conceptual
donde se ubiquen; ya que de ser así se pondría en
tela de juicio la veracidad, intención y proceso
para construir un estado de alteridad67.
Un grave problema al cual se enfrenta la lucha
por la alteridad, es la perdida de la consciencia
histórica; ya que, por ella le vienen retrocesos en
su proceso de desarrollo; pudiese parecer que: “La
libertad, es más una utopía lejana que una realidad cercana”68. En la
posmodernidad, la periferia será dependiente del
capitalismo; ahora lo económico será el paradigma
guía. El capitalismo: Dividió al mundo, controlo:
67Álcala.68Dussel, Filosofía de la liberación, 22~ 23.
67
los recursos naturales, los servicios básicos,
genero imperialismos ideológicos y controlo
culturalmente a las masas, además llego a acuerdos
entre los dominadores. Para contraponerse a ello, es
preciso retomar la metafísica y no perder lo rico
del constructo de la totalidad del hombre.
“La fenomenología, se ocupa de lo que aparece y cómo aparece desde le horizonte delmundo, el sistema, el ser. La epifanía, en cambio, es la revelación del oprimido, del pobre, del otro,que nunca es pura apariencia ni mero fenómeno, sino que guarda siempre una exterioridadmetafísica. El que revela es trascendente al sistema, pone continuamente en cuestión lo dado. Laepifanía es el comienzo de la liberación real”.69.
El hombre comprendió su estar en el mundo como
la relación entre hombre~ naturaleza y hombre~
hombre; sin embargo, en el ámbito del mundo y de la
política las relaciones las estableció como lo
visto, dominado y controlado. Sí se quiere ver al
otro, al nosotros se ha de comenzar a ver más allá del
mundo; se debe reconocer lo trascendental del ser;
así, reconoceremos la importancia de la aparición
del yo y del otro en el mundo; además de las
implicaciones de ello.
La relación con el otro, después de haber
reconocido lo trascendental e importante de su
69Ibid., 27.68
aparición en el mundo; vuelve inevitable considerar
el concepto de la aproximación. La aproximación, puede
darse en la fraternidad y con ello se acortaran
distancias; aunque, cabe la posibilidad también de
dar la mano o herir o exterminar; se corre en gran
riego en el encuentro porque dos libertades entran
en contacto y con ello la posibilidad del conflicto
y en ello se juega el origen de la significación; se
trata de un significar significándose; o mejor
dicho, en el otro me encuentro; aunque, eso no
significa que por el otro soy. Este dinamismo es
indudablemente práctico, intencionado, sensible y
afectivo; el dirigirse al otro para generar un
nosotros. Este nosotros, está normado en el discurso:
metafísico, filosófico, histórico, político, el
pueblo, la ética, las circunstancias y cultural;
aunque nunca queda de lado el ejercicio de la
inteligencia, la voluntad y la libertad del
individuo70. Es por eso que es posible el que:
“Imaginémonos una asociación de hombres libres, una sociedad
70Cfr. Ibid.,11~29.69
utópica de prójimos, que son “nosotros”; por la practica utilidad de la
proximidad originaria”71.
El hecho de ser hombre y por ende el concepto de
proximidad que ello implica, le corresponde el deber
por el otro el cual, está sobre el mundo y los
intereses sobre este. Ahí, se expresa la
esencialidad del hombre, su plenitud; está
conciencia dinamiza al hombre en su profundidad y en
todos sus proyectos; ya que, en el cara~ a cara está
en juego la reciprocidad, la praxis y la
responsabilidad con el otro, con el nosotros. “Sólo el que ha
vivido la proximidad en la justicia y la alegría toma a cargo su
responsabilidad por el pobre, al que desea la proximidad de los
Iguales”72. Este deseo surge, porque el: oprimido,
extranjero, dominado por el sistema y el sufriente;
no dejan de clamar por justicia, ello indudablemente
provoca la búsqueda de libertad y del servicio como
responsabilidad con el otro; ya que, es: débil,
miserable y necesitado. Por lo tanto, “La liberación, Es
la fiesta de la igualdad, de los libres, de los justos, de los que velan por
71Ibid., 29.72Ibid., 31.
70
el otro y de aquellos que esperan un orden de proximidad sin
contrarrevoluciones ni retrocesos”73.
El contacto, por ende entre los hombres siempre
deja lugar a la lejanía; la cual, permite el futuro
rencuentro y la proximidad futura; interconectada
entre los: entes, cosas y objetos; los cuales, nunca
están aislados, ellos forman parte de un sistema; de
una totalidad que los comprende, abarca y unifica
orgánicamente; no hay casualidad, toda forma parte
de un orden como de una totalidad; todo ello forma
parte del horizonte cotidiano donde se desenvuelve
el hombre, es donde las cosas cobran sentido. Es el
límite, dentro del cual todo ente encuentra su
sentido; donde el mundo es la totalidad fundamental;
allí, en la totalidad fundada en los valores como en
el capital se constituyen las sociedades y desde el
capital, ahora se despliega el mundo como una
totalidad concreta e histórica. Es por ello que sin
hombre no ahí mundo sino soló cosmos; pues, el mundo
es el sistema fundamental que tiene el hombre; en el
tiempo~ espacio, es un proyecto.
73Ibid., 32.71
“Por ello que la filosofía de la liberación fijará su atención sobre el mundo, para detectar elorigen, la arqueología de nuestra dependencia, debilidad, sufrimiento, aparente incapacidad yatraso. Los entes forman parte de una totalidad, en último término el mundo cotidiano, punto departida y fundamento de todo otro sistema parcial. El mundo cotidiano es fundamento, porque esdesde la cotidianidad que puede abstraerse o precisarse cualquier objeto parcial deconsideración”74.
Es así que, el fundamento de un sistema es lo
que puede explicar la totalidad; porque, el
fundamento es la identidad y el cómo es lo que es la
totalidad.es el origen de la diferencia. Para la
alteridad, la diferencia juega un papel fundamental;
ya de son necesarias las partes para constituir el
nosotros, “La diferencia de los entes indica, con respecto al
fundamento, dependencia; con respecto a los otros entes. Ser,
identidad y fundamento son el desde~ donde surge el ente, la
diferencia y la dependencia. Depende del ente, porque se funda en el
ser del sistema”75.Por lo tanto, es imperioso asimilar
que el comprender es abarcar al mundo y proponerle
un horizonte de interpretación, incluso a sabiendas
que formando parte del universo de la alteridad; “La
lejanía de la proximidad es en el mundo siempre una cercanía con las
cosas, las mediaciones y los objetos”76; es así que la lejanía
funda la gran posibilidad de los medios, que claman
74Ibid., 37.75Ibid., 38.76Ibid., 41.
72
por la proximidad entre los hombres con los hombres
y con la naturaleza.
Es así que cuando una cosa se manifiesta,
estamos hablando de un fenómeno; el cual implica su
vez la proximidad; es decir, la dinamis del: ver,
escuchar, palpar, gustar y oler. Es el movimiento
natural por el cual el hombre entra en contacto
consigo mismo, lo otro y el otro, así se relaciona en
lo que le rodea y es la parte física- sensible a
partir de la cual posteriormente se vuelve afectiva
la relación que se transforma a un nosotros; es
inevitable considerar la totalidad del hombre. Por
lo tanto, es vital comprender que una parte
importante por la cual algo adquiere un valor es a
partir del fenómeno, este depende de cómo el
individuo interpreta la realidad, de la
confrontación con lo otro y con el nosotros, esta
relación está condicionada a la cotidianeidad de
este individuo, que a su vez está constituida por
su: proceso de desarrollo, naturaleza, origen,
ética, moral, clase social, educación, cultura,
historia, etc.
73
De este sistema depende la postura y el actuar
de cada hombre, de manera que la interpretación de
un fenómeno ha de resultar en el sentido de algo,
este descubrimiento será fundamental para constituir
la relación del individuo con la realidad; por ende
de ello depende la intención y el que se de o no un
nosotros .Es así que las diferencias deben constituir
por medio de los consensos que buscan la verdad, la
unidad; así como, las partes de un cuerpo desde la
diferencia pero a partir de un orden y sentido
constituyen un cuerpo.
Es así que un hombre cono ente que se
manifiesta, hace evidente su dignidad, se muestra
como como algo con sentido dentro del cosmos;
característico por sus: mediaciones, posibilidades,
circunstancias y particularidades. Este universo de
posibilidades cobra sentido, cuando se comprende que
el hombre les requiere para tomar un si fin de
decisiones de las cuales depende su existencia y el
curso de sus interrelaciones e historia. La libertad
como este poder de elegir, es uno de los
constitutivos esenciales más valioso del hombre y
74
por ende, es uno de los más dignos de ser educados
para poder hacer buen uso de este don; ya que de
este depende su realización. No puede dejar de
considerarse que aunque el individuo sea libre, este
mismo está condicionado por su historia.
Uno de los peligros más representativos de la
libertad del hombre, es el peligro que los hombres
como dijo Hobbes, se vuelvan los lobos del mismo
hombre y luego como Marx aseguraba tuviesen que
venderse así mismos como medios, destinados a
cumplir con objetivos particulares, ajenos así; lo
cual, evidentemente era una de las formas por las
cuales la dignidad humana se veía sobajada.
Con el ejercicio de la libertad es ahora
menester reflexionar acerca de la exterioridad, pues a
partir de la nos percatamos que las novedades de la
filosofía son fruto de la novedad de los pueblos; ya
que, esta supone lo que está más allá del elemento
que conforma un sistema; es decir, implica lo
trascendental de: un sistema, el deseo, las
posibilidades y los proyectos. Aun así, En el rostro
de un hombre para otro hombre, aunque estén alejados
75
por la proximidad, en la lejanía, su presencia vuelve a
recordarnos la proximidad postergada por la
exterioridad; en la proximidad senos revela el sentido,
que se fortalece en el nosotros.
La presencia de otro hombre se revela con fuerza
en la historia del nosotros, como alguien con una
libertad que interpela a la mía; no se trata de
algo, es por ello que nunca será válida la
imposición cultural que vuelve del otro algo o un
alguien por debajo de alguien; es por esto que la
humanidad está en deuda con los hombres y los
hombres aprendido de su historia están obligados a
redirigir el rumbo, redimirse, reivindicarse y
generar culturas de comunión, bien común e
integración colaborativa, esto es el motivo de una
ineludible revolución; es decir, un auténtico
cambio.
Dentro de este cambio es imperativo respetar el
hecho de la existencia de las cosas que en la
realidad presenta la exterioridad a aquello que
posee: eventos, historia, cultura, dicho, dolor,
dignidad, libertad, biografía, entre otras muchas
76
cosas más; es otro hombre, es la posibilidad de un
nosotros. Esto cuestiona la existencia de los sistemas
de forma tajante; ya que, donde existe la injusticia
es indudable que no todos los individuos que lo
integran gozan en realidad de sus beneficios y esto
evidencia que unos se sirven de otros para conseguir
su bienestar; de manera que el sistema queda
cuestionado, evidenciado y puesto en duda.
Lógicamente en la totalidad está explicita las
diferencias que le integran y generan, desde el
abismo de la libertad del otro, donde al converger se
manifiesta la proximidad de la cual será la: bondad,
justicia, liberación, solidaridad, misericordia,
servicio y fraternidad. No puede por tanto hablarse
de alteridad sin el otro, pues en el otro que se
vuelve nosotros está el sentido de la alteridad; la
cual, se revela ante la provocación de la injusticia
y denuncia la imposición del derecho de uno sobre la
dignidad del otro, esto será el comienzo de un mundo
distinto, mejor y más justo.
El hombre que sea capaz de observar a otro
hombre, será capaz de percatarse de la realidad y
77
por ende de las carencias de la misma, reclamará por
tanto las condiciones que el estado, la sociedad y
él con su propia coherencia de vida debe aportar
para la consecución del ideal que como integralidad
se busca. En consecuencia, aquel que se siente
interpelado por el rostro de otro será capaz de
reconocer verdaderamente a una persona, no sólo una
persona pues con ella reconoce la historia, su
historia individual y cuanto implica; todo su
contexto, libertad y pertenencia a sistemas.
Parafraseando a Dussel, un hombre solamente
puede reconocerse como tal cuando este se construye
a partir de la proximidad, es inconcebible si se
pretende constituir a partir de la lejanía
solipsista; se trataría de un animal potencialmente
racional, sin mundo pues nadie le hubiese
concientizado ni educado acerca de los entes, su
sentido y las implicaciones del contacto con ellos.
Incluso sobre el horizonte que abarca la razón,
la realidad del otro se sobrepone, pues nada está
sobre alguien; puesto que no se puede abarcar el
misterio que este representa; sin embargo, con
78
respeto, reverencia y fe es posible adentrarse en
él. Es por eso que en el cara a cara el
reconocimiento y dignificación del otro debe ser el
ideal a alcanzar; sin embargo, ante las
problemáticas, incoherencias e injusticias evidentes
de la realidad, la reflexión y puesta en labor de la
razón a favor del otro es un necesidad fundamental y
una deuda de la humanidad consigo misma apremiante
por saldar; ya que, en ello se juega su misma
existencia.
Sí la creencia es el arrojarse con confianza al
vacío y la revelación representa exponerse a la
realidad y sus consecuencias, la razón es el camino
por el cual la fe se manifiesta su confianza en el
otro y espera un nosotros que le conduzca al
bienestar; es por tanto, importante señalar que la
confianza y la alteridad no surgen de la nada o de
buenas intenciones únicamente; se trata del fruto de
un complejo proceso en el cual se implica la razón,
para discernir la realidad sus condiciones e
implicaciones para garantizar la existencia de la
alteridad.
79
El otro siempre representará para la totalidad un
peligro porque cuestionará al sistema, evidentemente
el peligro señala al bien como fin último de los
sistemas es por ello que los cuestiona y una vez
señalado el mal, las cosas no serán iguales.
Debemos permanecer alertas ante los modos de
aniquilación de la distinción, uno de ellos es el
pragmatismo; ya que, la praxis elimina al distinto
al otro en nombre del éxito de los objetivos
planteados, puesto que evita negar la conveniente
unidimensionalidad de los sistemas, resulta por
tanto más conveniente que el hombre sea uno entre
los demás y si uno se enfrenta al sistema lo mejor
será aniquilarle, es así que el sistema predominante
se impone a todos; sin embargo, el héroe no debe
pasar la delgada línea que le vuelva un fanático
ante la inclusión de los pueblo en ámbitos
controlados por la dominación.
Otra forma de nombrar este control es
alienación, porque niega al otro como otro y le
vuelve un instrumento dentro del sistema, esto en la
búsqueda de la eficiencia del mismo¸ el sistema será
80
desde ahora el centro que dinamice los individuos
descolocando a los individuos de su centro; el
hombre parece haber caído en lo que el imperativo
kantiano trataba de evitar; es decir, que el hombre
es un medio y no un fi; el rostro del otro se ha
velado con máscaras y por tanto, ya no interpela por
ende la verdad se cubre de velos; los cuales, solo
nos permiten entreverla a nivel del sistema, claro
mientras resulte conveniente. Es aquí donde el
espíritu de la humanidad ha de trascenderse y
revelarse.
A pesar del ideal, el hombre cosificado para el
manejo del sistema; es aceptado por la necesidad de
sobrevivir ante el mundo controlador del capital;
esto se vuelve un acto perverso, porque obliga al
hombre a ir contra natura e historia, compromete su
esencia y su dignidad. De modo que el dominio se
vuelve represión. El estado puro de represión es la
guerra porque esta reduce contundentemente al otro
aun no-ser. De frente a esto los actos que
predeterminan la acción que revelan que el deseo de
venganza del oprimido, también revelan la fuerza del
81
dominador; es aquí donde nace el resentimiento
introyectado, auto represivo y doloroso. La cultura
del oprimido se vuelve un movimiento por sobrevivir,
esperanzados con el cambio y odiando se va cocinando
lentamente el cambio; el cual, corre el riego de
convertirse en lo que se buscaba cambiar.
En medio de una relación: tensa, dañina,
dolorosa y desesperanzadora; el odio puede ser el
sentimiento que una las sociedad, es aquí donde la
prudencia como la razón juegan el papel fundamental
para tender al bien por medio del recto obrar y ser,
es así que la justicia es la habilidad de devolver
al oprimido lo que le pertenece en apariencia de
algo legal. Es por ello, que la liberación tiene la
encomienda de poner en tela de juicio lo que se
presenta en una realidad específica, buscar la
trascendencia, criticar lo establecido y generar a
partir de ello posturas, una conciencia moral y la
escucha del otro; que conduzca a acciones que generen
el cambio. Todo este movimiento, tiene el deber de
recordar que el otro es lo que realmente puede ser
considerado como sagrado y digno de respeto sin
82
límite, también opina Duseel que el acto de
responsabilizarse por otro es signo de una gran
valentía, una fortaleza incorrupta, sabiduría y
visión de una mejor sociedad.
El impulso por responsabilizarse por el otro, hace
evidente el impulso que le proporciona al individuo
la tendencia a la alteridad y al amor; pues ambos buscan
el bienestar común como fruto de la justicia, la
dignidad y promoción de los hombres como del
ambiente donde habitan. Se está buscando un nuevo
orden, que a nivel político se da siempre en una
realidad estructurada a nivel cultural como
institucional; mediante la formación impartida
socialmente y ejercitada en las normativas
implicadas en el ejercicio de la autoridad; la cual,
ha sido delegada a un organismos de gobierno.
Esto vuelve evidente la existencia al igual que
la necesidad de los sistemas en la totalidad de la
vida del hombre, se trata de una totalidad funcional
fundamentada en el ser, que al ser dinámico se dirige
al futuro; por lo tanto, “Un sistema político es un sistema
institucional, un todo estructurado por partes que cumplen oficios y
83
responsabilidades compartidas de diversos modos”77 . Este sistema
al formar parte de la historia del hombre, como el
hombre ha cambiado y se ha adaptado a fin de
resolver las necesidades de este, es por ello que en
su esencia se encuentra buscar el bien del hombre.
Sin embargo, se corre el riesgo de que el nivel
practico-político determine en base de la
productividad y de intereses particulares la
relación éntrelas personas, las personas y las
cosas o las personas y la naturaleza.
“Un sistema político es un sistema de sistemas: no como quien
constituye; sino como quien condiciona a los sistemas culturales,
económicos, militares, etcétera”78.
El problema de un mal sistema político, recae en
que el concepto de pueblo es comprendido como un
sector social conformado por los oprimidos,
ignorantes, pobres o a resumidas cuentas los
excluidos; aunque este sector es excluido, es
indispensable en el constructo social; es aquí donde
la alteridad de Dussel propondrá el deber consigo
mismo, con él otro y con el nosotros como camino de77 Ibíd. , 118.78 Ibíd., 119.
84
búsqueda del fin último de la sociedad, el bien
común. Aún persiste la aparente necesidad de,“Las
partes que deben cumplir con trabajos alienantes, que les impiden
satisfacer las necesidades que el mismo sistema reproduce en ellos.
Estas clases explotadas e insatisfechas anhelan por ello un nuevo
sistema”79; un sistema que se contraponga al sistema
centralizado como excluyente, cuyos resultados
apuntan claramente a una interdependencia opresora,
cuyos niveles macroscópicos alcanzan a nivel
económico a la mayoría de las naciones; las cuales,
se han vuelto dominaciones del sistema injusto que
he mencionado. “La exterioridad se juega en el nivel de una
distinta manera de vivir, manipular, comprender, interpretar los
instrumentos, las mediaciones. Son en parte formaciones periféricas”80.
Dentro del concepto de alteridad, el concepto de
pueblo es multifacético e hipercomplejo; pues este
concepto unifica a la sociedad como nación y raza
cuando se pretende la defensa del bien común,
aunque cotidianamente exista exclusión en tiempos de
paz o cierto equilibrio social; está exclusión se
encuentra enmarcada en una alteridad jerárquica
79 Ibídem.80 Ibíd., 120.
85
incluso entre los que menos tienen, la clase
dominante, el grupo intermedio, el pueblo o mejor
dicho la clase baja y los marginados. Esta situación
se ve excelentemente reflejada en el dicho popular,
“hasta en los perros hay razas”; aun así, es iluso
el no reconocer que lo que son las clases dominantes
es el resultado de los que no forman parte de esas
clases.
A pesar de esto las clases oprimidas son las que
guardan la esencia de las naciones en medio del
hipermoderno devenir actual, en cuya idea de
globalización trastoca lo propio de los pueblos; es
así que los menos se han vuelto aquellos capaces de
proponer una realidad cargada de alteridad como
novedades para las próximas generaciones. Muestra de
esto como en México, las tortillas nos unen y como
los valores propios de nuestra raza golpean
fuertemente la realidad, criticándola porque claman
regresar a su plenitud; sin embargo, el conformismo,
la dejadez, las decepciones y el dejar de soñar en
un futuro mejor fruto de las manos de todos han
86
desacelerado el camino a un cambio auténticamente
dirigido al bien como a la paz.
La relación del nosotros a nivel del oprimido-
opresor, es un círculo vicioso reciclado durante
generaciones y generaciones, mantenido en pie porque
es necesario como conveniente mantenerlo andando
así, en medio de la desigualdad; claro sin ilusiones
de una utopía donde todos seamos lo mismo, hagamos
casi lo mismo y tengamos lo mismo; los opresores se
olvidaron de los oprimidos aquellos que les han dado
sus lugares como futuro a su historia; aun así les
temen, aunque les desangran en ambos sentidos
sustentados con la seguridad que lesda el ejercicio
del poder en lo económico, lo político, el uso de la
fuerza pública y claro del ejercito; el más mágico,
evidente y poderoso truco, animo con el
imperialismo.
Al hablar de lanostreidadcomprometida con todo
menos con la alteridad, se ha visto protegida por la
fuerza; pero aún más por el pensamiento porque le ha
justificado y por la ética creada a la medida; la
cual también le ha dado, “la conciencia tranquila y hasta
87
virtuosa, que cumple diariamente con el deber de hacer avanzar el
camino de la civilización, cultura, democracia, libertad… por medio del
asesinato, la tortura, el chantaje, la corrupción, la explotación, el
hambre, la guerra, el sufrimiento”81
El capitalismo industrializado, la moral laxa, la
falta de consciencia y convicciones no solo ha
conducido a las sociedades a un estado de neurosis,
consumismo, darwinismo y permisivismo; conectados al
hambre y sed de justicia del oprimido. Sed y hambre
que despiertan un espíritu combativo; el cual, clama
por la injusticia, un nosotros capaz de cumplir con el
origen de las sociedades, el bienestar común.
El enfrentamiento con la fuerza del orden puede
darse cuando parezca que el gobierno sea capaz de
conseguir la justicia; considérese que la opresión
no sólo se ejerce por los ejércitos a nivel
internacional, sino que también al interno con las
fuerzas de ocupación, policía, espías, medios de
comunicación, educación, servicios básicos, precio
en los alimentos como combustibles, prestaciones,
sindicatos; en fin, en medio de estas sobras
81 Ibíd., 123-124.88
pretendo mostrar que la alteridad por una parte se
ha visto lacerada al volverse los medios para el
bien común, herramientas para el bien particular
perdido en el medio y no en el fin ; es también lo
fundamental como esencial que resulta para los
hombres en cuanto su constitución como tales; así
como, su esencialidad en la constitución social como
fuente, camino y salvación de la misma. Por ende el
partir a la necesidad de la liberación de la
aprensión y la carencia de alteridad, es un tema
ineludible como indispensable a ser tratado.
“Cada tipo de liberación debe tener también en cuenta la estructura de dominación de laque parte. El solo dominio del centro dominador no puede definir intrínsecamente a cada nacióndependiente; la dependencia es sólo un aspecto de la totalidad nacional periférica, que no incluyela exterioridad nacional propia”82.
El problema de la búsqueda de la libertad, es el
riesgo que implica la hegemonización no sólo a
nivel de identidad sino de la adecuación de la
esencia particular de las circunstancias,
contextos, infraestructuras implicadas a nivel de
clases sociales; así como, en la intervención
globalizada de las naciones; se trata del peligro
evidente de la “ La gran aldea”.
82Ibíd, 126.89
La auténtica liberación y la relación del
“nosotros”, se pone en juego con los oprimidos en la
periferia, hambre y desigualdad, ellos son los que
han hecho ser, crecer y caminar a las naciones; de
ellos dependen las alternativas culturales que
sustentarán el futuro. Por lo tanto, en la
liberación del oprimido, campesino y obrero está la
posibilidad de una nueva cultura capaz de superar el
concepto de densidad poblacional, capaz de ejercer
su voz y voto.
Cuando se supera el concepto de persona y pueblo, “se produce elgenocidio biológico o cultural de los pueblos periféricos, el centro se alimentará de “lo mismo” quesiempre ha sido: “comerá su excrementos”. La muerte del hijo, del pobre, será su propia muerte. Laliberación popular, la toma del poder por los grupos populares, significaría la imposibilidad de lasupervivencia de la totalidad del sistema del centro, de la formación social capitalista mundial”83 .
La realidad que enmarca la vida humana, lleva
consigo la consideración de límites, fundamentación
del orden, necesidades, contenidos y exigencias
propias; las cuales constituyen el modo de realidad
del ser ético, es aquí donde nacen y se persiguen
finalidades concretas del ser, hacer y relacionarse
entre los hombres; “significaría la imposibilidad de la83 Ibíd., 128.
90
supervivencia de la totalidad del sistema del centro, de la formación
social capitalista mundial”84. Es por ello que la gestión
popular se ha vuelto un camino indispensable para
moderar la alteridad entre clases sociales,
naciones, intereses y la libertad de los individuos;
sin embargo, en la actualidad el concepto de
libertad parece velado y utopizado, aun así su ideal
es el bienestar común, la vida digna, la
colaboración solidaria, justicia y criterio entre
fines y medios; entre los medios ,más relevantes de
gestión se encuentran los sistemas políticos; los
cuales, pasan por algunas etapas de desarrollo
regularmente: opresión, represión, lucha,
organización de un nuevo estado, estabilidad social
parcial y un progresivo alcance de la paz. Valor que
transforma el hacer al servicio solidario y
configura la ética según la virtud de la: fortaleza,84 Ibíd., 129.
91
templanza, justicia, prudencia, valentía y
generosidad capaces de entrega total.
“La pulsión solidaria por el pobre, el oprimido, el pueblo es la sustancia del ethos liberador,el fuego inapagable que fluye desde una generosidad sin límites, que mide toda otra gratuidadhumana. Una responsabilidad abrumadora, más moviliza al liberador para procesar la historiahacia su término más justo, más humano”85.
Esta capacidad de entrega total se relaciona a
la búsqueda del sí mismo, de un encontrarse en el
otro y esperar de lo que surge algo mejor; se trata
de algo nuevo porque de la unión sensible entre los
hombres, cuyo límite es la proximidad. Superamos así
la soledad, la dualidad y sin perder la identidad
nos volvemos uno, capaz de más. Ello nos conduce al
reconocimiento de que ni siquiera la razón está
sobre la vida; “El ser humano, sujeto de la pulsión de alteridad,
por la que se tiende al otro sensibiliza realmente lo que está más allá
del horizonte de la luz, de la ontología, la gratuidad, la entrega, la
libertad y la justicia”86.
Al igual que la exterioridad de un cuerpo puede
resistirse también puede ser el camino al profundo
contacto de dos o más que hagan uno, el peligro es
la sensibilidad, circunstancias, cultura e intereses85 Ibíd., 132.86 Ibíd., 135.
92
del otro con el cual se busque contactar. Es por esto
que se ve implicada la toma de posturas e intereses.
“La sexualidad es así como una reproducción de la dominación política, económica,cultural. La liberación del eros se cumple por la liberación de la mujer, lo que permitiría al varónrecuperar parte de la sensibilidad perdida en la ideología machista. Es necesario comenzar denuevo”87.
La relación entre el nosotros busca la
trascendencia y la fecundidad, aunque la complejidad
de las relaciones revela la gestión como una
situación que forma parte de la totalidad del estar
siendo del nosotros. Por ende la liberación de la
dependencia, el derecho restituido de la dignidad y
del sentido de la vida; son efectivamente un
verdadero proyecto de liberación de liberación
mundial, aunque relacionarse con el otro siempre es
un riesgo, temor de ser usado, pudor que auto
protege y defiende del otro; así como, la busque de
plenitud. “La liberación es negación de la dominación”88.
Para alcanzar dicha pretensión de verdad se
requiere de la educación en todos los niveles, pues
la ideología y la cultura necesitan ser formadas;
sólo así, se tomarán decisiones más asertivas. La
87 Ibíd., 139.88 Ibíd., 140.
93
educación es una tradición acumulada como
transmitida desde antigüedad, enriquecida por las
circunstancias de la nostreidad y actualizada por la
bastedad de sistemas implicados en la alteridad de
los seres y sus circunstancias; por ende, es
indispensable optimizar los sistemas de formación.
“El carácter del futuro ciudadano depende de la manera como ha sido
forjada eróticamente su personalidad en el hogar, en proximidad con
la madre y en correlación con la presencia del padre y
hermanos”89.Dichos sistemas están inscritos en
instituciones, así adquieren legitimidad, capacidad
de transmitirse y apropiarse en la cultura; las dos
instituciones que en la actualidad tienen mayor
fuerza para un ciudadano promedio son la escuela y
los medios de comunicación. Sin embargo, también
pueden ser fuertes métodos de control social; aun
así, “en la política el responsable puede tomar a cargo al pobre o el
oprimido que ya está ahí”90.
El deber con el otro y el nosotros nos recuerda
que, “ante el nuevo otro se debe tener sagrado respeto y silencio
ante el misterio para saber escuchar la voz provocativa que fecunda la
89 Ibíd., 145.90 Ibídem.
94
tradición y la hace historia; por tanto, la exterioridad de la cultura
nacional provoca e interpela igualmente al sistema cultural
imperante”91; aunque pareciese difícil de creer, en el
ciudadano desvalido u oprimido es donde reside la
pureza como la cultura que mejor garantizaría la
aparición del nuevo hombre, nosotros; de la necesaria
alteridad, donde “la cultura popular, aún tradicional, la revolución
cultural encontrará su contenido más auténtico”92.
“La cultura de los oprimidos, no como pueblo sino como
reprimido, es la cultura de masas”93; se trata de una cultura
que pretende desde la imposición imperialista, ser
la medida de todas las demás y cuando se acepta ello
las demás culturas pueden llegar a estar tan
instauradas que se vuelve la ingenuidad y por ende
la dominación cultural se comprende como, “un momento
de alienación política y económica”94 justificada por las
instituciones. En la proximidad justificada,
91 Ibíd., 146.92 Ibíd., 147.93 Ibíd., 15094 Ibídem.
95
realizada en pos del bien común, guiada por el amor
como por la justicia; no solo genera el deseado
estado de civilidad en las naciones, más aún genera
el estado de alteridad; por el cual clama no sólo los
oprimidos sino toda la humanidad. Pero ante la
opresión y la aparente utopía de la plena alteridad, el
pueblo que auto reafirma su cultura ante la
imposición globalizante da el primer paso para una
revolución socio-cultural al interno como al
externo; ello supone no confundir la cultura del
oprimido; no es lo mismo la devoción popular a ver
las mañanitas de a la guadalupana en la televisión,
“ la cultura popular, lejos de ser una cultura menor, es el núcleo más
incontaminado e irradiativo de resistencia del oprimido contra el
opresor, el pueblo es el que se libera”95; este proceso nunca
será fruto de la casualidad o espontaneidad.
95 Ibíd., 152.96
La Vida es el despertar de la práctica a la
práctica consiente de los hombres oprimidos traerá
consigo una ética capaz de escuchar la realidad para
emitir un juicio objetivo del pueblo, ahí
precisamente es donde se comprende que “el proyecto
pedagógico de liberación no lo formulan los maestros; está ya en la
conciencia del pueblo, es el a priori meta-físico del proceso y al que se
tiende desde una larga lucha popular, el proyecto mismo de “la
excelente cultura antigua popular” diría Mao. El ethos de la liberación
exige al maestro, saber oír en el silencio con respeto al pueblo”96.
Consideremos que el pensamiento crítico, signo de la
verdad incómoda al opresor y vuelve blanco, victima
e incluso cadáver al portador de la verdad, sin
embargo la actitud, negación, confrontación,
ideología es el camino a seguir en la búsqueda de
nueva mentalidades y justicia social, contrapuesto a
la totalidad cultural unificadora de mentalidades,
culturas, sentires y deseos; por lo tanto, el fruto
de la revolución será la pluriversidad cultural; la
cual respetará la identidad y la riqueza particular
además sabrá enriquecerse mutuamente con la
diversidades de las mismas.96 Ibíd., 153.
97
El amor a la misma ideología por la misma
ideología cuyo fin es totalizante- absolutizante,
ha de considerarse como fetichismo; “el fetichismo es la
muerte de la totalidad, del sistema, del discurso”97, sin embargo
esto solamente puede ocurrir cuando las cultura
populares son alienadas; el nosotros paso de ser un
yo – tu por él imperialismo consume y se ha servido
del oprimido a un yo - cosa o sujeto de consumo. Es
por eso que la contracultura fetichista es muestra
del dinamismo dialéctico de la historia del hombre
que como ser viviente se condenaría si se quedar
inmóvil permanentemente. El problema recae sobre
todo en que el sistema fetichista, exaltado e
incluso equiparado con la verdad en cuanto tal y por
ende cualquier otro sistema se descarta, sataniza,
bloquea, condena y actúa automáticamente; solo el
paradigma cultural tiene valor, “la periferia, las clases
oprimidas, el pobre, el otro “ni es”; es la sacralización misma del
fetichismo pedagógico”98 ; a este ídolo se rinde tributo,
sacrificios e incluso se suprime para su gloria la
alteridad del mismo modo que la dignidad del hombre.
97 Ibíd., 155.98 Ibíd., 156.
98
“Negar la divinidad del sistema fetichizado es el auténtico ateísmo. Es
la negación de la negación”99.
El ir contra esta corriente, tiene por fin
rencontrar al ser con lo que es, regresarle su lugar
y redirigirle a la verdad, solamente así podremos
recomenzar a buscar la verdad con la fuerza de la
alteridad, contrincante del medio convertido en fin,
como el dinero, justificado fetichismo por un
ateísmo que le permite divinizarse, ese tecnicismo
es lo que precisamente permite acercarle, es aquello
que justifica la revolución en pos del bien común,
justicia y libertad; se trata del combate contra la
negación de la alteridad, es más del hombre mismo.
“El que lucha por la liberación del pobre afirma prácticamente que el sistema es injusto,que no es divino, descubrir y jugarse por el pobre es un saber de la no-divinidad (E. Levinas)anterior a toda anterioridad mundana de constituirse como responsable del oprimido, como rehénen el sistema, ante el Otro absoluto, ese ser humano es portador del origen de todo sistema másjusto. La responsabilidad indudable, más fuerte que la muerte, es la fecundidad meta-físicaprocesadora de todo lo nuevo que hay en la historia”100.
Así pues, el responsable por el oprimido es el
testimonio y su radicalidad implica una entrega
total como generosa. Es el deber del hombre consigo
mismo y los demás y lo demás, es parte de su
esencia, no habrá esperanza cuando la certeza se99 Ibíd., 157.100 Ibíd., 159.
99
pone en lo otro y no en los otros. Esto justifica
la existencia de un libertador o acciones
liberadoras y si estas no o aquel o aquellos no
existiesen habría que creárseles o aparecerles.
No podríamos ignorar el hecho de que según la
metafísica casi ningún sistema es absoluto o eterno,
puesto que casi todo es contingente y posible, y
digo casi, por que decir todo sería un universal y
en el caso de la alteridad y las personas estamos
atenidas a las circunstancias; es como precisamente
radica la posibilidad de cambio, se trata de un
dinámico, dialectico y esperanzador devenir. “El anti
fetichismo es negación de la negación de la exterioridad”101, esta
potencialidad es el espacio que brinda valor a aquél
que no deja de ver por el otro, sin embargo, no
todo puede modificarse para que sirva a favor del
oprimido.
En esto está implícita la noción de orden es por
ello que, “La esencia constituye la sustantividad de lo real”102;
por lo tanto, la totalidad de los seres vivientes
estamos interrelacionados, podríamos hablar de una101 Ibíd., 160.102 Ibíd., 164.
100
macro esfera de nostreidad, aunque “sólo el ser humano,
sólo cada ser humano, es realmente cosa, res eventuales: cosa que
tiene eventos, biografía, historia”103. Dentro del aparente
orden o cosmos humano, existe la confrontación del
otro que cuestiona, provoca desorden y contratación
incluso en las conciencias opresoras, en ello
incluso se deja la revolución de la trascendencia
en sí mismo. “Revelarse no es más que interpelar desde la
exterioridad para movilizar el esfuerzo liberador”104, esta
revelación se convierte en la motivación del
oprimido para buscar su libertad.
“El culto al Otro es la liberación misma, la fiesta del otro es la alegría
de la misma liberación”105, es así que la libertad se
convierte en una fiesta, que no se olvida de lo
cotidiano porque, en la práctica de la libertad
radica en la auténtica libertad.
“La relación practica con el Otro incluye siempre una relación
proxémica o poiética persona-naturaleza. La naturaleza es la totalidad
de entes no-culturales comprendidos en el mundo que, sin dejar de ser
parte del cosmos como cosas reales, tienen por fundamento de su
103 Ibíd., 165.104 Ibídem.105 Ibíd., 167 y 168.
101
sentido el proyecto histórico del mundo”106; donde la naturaleza
es el fenómeno del cosmos en su totalidad, un orden
de mucho y “ si hay historia del mundo, la hay igualmente de la
naturaleza, junto al trabajo y al capital, es origen del mítico progreso
civilizador”107, progreso que según Zubirí consiste en el
funcionamiento coherente de un sistema orgánico como
compuesto. De modo que la alteridad dentro de este
sistema resulta ser si pensamos en una maquinaria y
el combustible que permite la búsqueda del bien
común, el lubricante que regula las fricciones en
las relaciones y el mantenimiento necesario para
recobrar el sentido del dinamismo de la maquinaria
así como de su fin, aunque claro este ejemplo es
metafórico porque ha de tomarse en cuenta a la
complejidad que representan las relaciones
interpersonales y el misterio como circunstancias
particulares de cada vida humana implicada.
La complejidad de los seres vivientes, en la
unidad de sus constituyentes revela el mayor grado
la coherencia y unidad e incluso funcionalidad sobre
los sistemas inanimados; pero sobretodo en función
106 Ibíd., 169 y 170.107 Ibíd., 171.
102
de lo animado la alteridad es natural a la vida y la
vida misma genera alteridad muestra de esto es la
conservación de la vida, así como la adaptación de
la misma según las circunstancias a la cual se
enfrente.
Sin perder su identidad ni la relación con su
entorno al igual que con los antes que lo habitan.
Dentro de esta aparente simbiosis, el hombre es
considerado como un ser autónomo, consagrada e
individual en medio e inteligente del sistema, esto
solo lo consigue mediante la alteridad al otro y a
los otros. En esta relación el ejercicio de la
razón como de la libertad, le proporcionaron cierta
autonomía y la capacidad para relacionarse
comunicare e interactuar a un nivel complejísimo.
Nivel que vuelve del hombre no sólo un ser
diferente sino único, pero siendo distinto comparte
una identidad y forma parte de la historia jamás
univoca; donde la libertad depende del ejercicio de
la misma por cada persona, ello implica el uso de la
independencia en función de la totalidad que
103
responde a propia especie humana como al entorno, es
así que “la única cosa libre que tiene mundo; es el otro”108.
Precisamente al hablar de alteridad del hombre con
su entorno, nos percatamos que la naturaleza se ha
comprendido como objeto de mera explotación, método
de enriquecimiento, fuente inacabable de la cual el
dominador aprovecha y se nutre, es que así que el
autor de manera explícita denuncia el abuso por el
consumo como los hombres se consumen entre sí para
saciarse sí es que no considera al otro si le
vuelven un eso y no un nosotros pensemos que en
México los hombres se explotara y devora la
naturaleza por ambición; pero sobre todo por hambre,
se trata de una vida que mata para conseguir
sobrevivir y sobrevive matando la vida sin control.
Si en el pasado la naturaleza era dignificada e
incluso divinizada y el hombre era dignificado por
cuanto es ; la crisis de alteridad entre los hombres
aún más ha afectado a la naturaleza pues le rebajo a
materia prima, aunque esta aparentemente no
contrataca , no calla ni se queda pasiva pues al
108 Ibíd., 178.104
igual que los hombres se rompe el silencio no solo
con palabras sino con la reacción ante las faltas, y
valla que la naturaleza no charla, sino que grita su
reclamo “¡el que me destruye se destruye!”109; resulta
paradójico que aquellos quien nos ha destruido son
los que nos poseen a nivel económico,
infraestructuras, educación y servicios. Pareciese
que el centro para resaltar a la naturaleza, es la
liberación del que es oprimido, la restitución de
las condiciones mínimas de alteridad y la promoción
de la misma, en palabras del autor una cultura de la
justicia.
“Los armamentos (medios de muerte) ponen en peligro de total extinción la vida de los sereshumanos del planeta, y son usadas para reprimir y asesinar a los movimientos de liberación que seorganizan en la periferia. La vida en peligro y en la periferia por el hambre y la injusticia seenfrentan con las armas en la mano. Los entes culturales, fruto de la relación persona- naturaleza,se sitúan en un nuevo nivel: la cultura” 110.
Dentro dicha relación, la comunicación e da a
muchos niveles y entre ellas deja sin palabra el
encuentro repentino del cara a cara entre el
hombre-hombre, hombre-naturaleza y el hombre-cosa,
es en este silencio donde se genera el mensaje y la
postura entre los implicados.
109 Ibíd., 180.110 Ibíd., 183.
105
Ya que, “no es verdad sino la veracidad, la fidelidad, la veritas prima: develación, desnudez anteel otro, responsabilidad callada ante quien nada puede decirse porque simplemente está ahí, junto¡Ecce homo! Tan esencial es la proximidad pragmática originaria, que sin la proximidad no podríasurgir el sistema de los signos que se elaboran y producen un puente que atraviesa la lejanía en lacomunicación” (Cita p. 184 y 185) en medio del proceso de generaciónrestablecer la comunicación es imprescindible dar, muestra de ello, esdecir, deben haber signos que lo demuestren, solamente se manifestará ydescubrirá dicho dinamismo; de tal manera que “ la verdad es un ir de la cosa a lainterpretación; la función significativa o semántica es un ir de la interpretación al signo. El mundoes la totalidad existencial cotidiana, queda expresado intencionalmente como totalidadinterpretada o totalidad de sentido”111.
En la totalidad interpretada por significado de
la que hablábamos, el otro es un misterio que se
muestra en su carne ideas, personalidad, lengua,
deseos y pecados, aun así se trata de un mensaje,
un mensaje tan sagrado que no puede descifrarse; se
trata de un ser digno comprendido por sus
semejantes, a los cuales llamamos otros y al
encontrare con ello puede gestar la nostreidad.
Es el momento en el que “ el otro, el pobre, el latinoamericano, la mujer violada o el niñoalienado se avanza desafiante, interpelante, provocan desde más allá del mundo. El otro en sucarnalidad es la primera palabra, contenido histórico y y exterioridad, la desnudez comodevelación relevante: veracidad más que verdad. La verdad es sólo descubrimiento del sentido o delo que es la cosa en realidad; la veracidad es revelación sincera de lo que alguien es comoalteridad. La mera expresión del oprimido como exterioridad es siempre exposición, riesgo,valentía”112; donde hablan implica el riesgo que en la mayoría de las veceses acallada o reprimida con violencia no sólo para con la fuerza sino quesobre todo por la dominación ideológica y totalizadora, es lajustificación cultural al necesario silencio del proveedor, cueste lo quecueste.
111 Ibíd. 186 y 187.112 Ibíd., 191.
106
En la ideología se encuentran el origen del
conflicto; pues ahí se generan las clases
estereotipos, injusticias, corrupción, avaricia,
desigualdad, en fin es ahí donde nacen las ideas,
vivencias y experiencias, es el momento y el lugar
donde nos colocamos las gafas para ver, actuar como
juegan la realidad; es el hogar del paradigma, mejor
dicho, de la aparente necesidad del opresor y del
oprimido. En el mejor de los casos para el
opresor controlador de la ideología del oprimido
aquello que consigue es una cultura ingenua,
paternalista, atenida, sumisa, pero sobre todo
dependiente por la propia voluntad.
La cultura del oprimido y el rastro de sus
integrantes, marcado por la esencia de los pueblos,
su trabajo, costumbres, esperanzas, dolores y
desilusiones, ese es el punto desde donde la
libertad busca abrirse paso y restablecer lo propio
de cada belleza, para sobrepasar los estereotipos.
“La persona es un ser finito, viviente. Como tal, para vivir debe
reponer lo que su actividad desgasta”113, entre esta carencia
113 Ibíd., 200.107
“la falta-de es negatividad, pero esta se profundiza por el apetito o el
deseo. El estado de necesidad produce un sujeto necesitante, origen de
todo acto productivo” 114; por ende, la necesidad está en
la conciencia de aquel que necesita y en aquél que
es capaz de saciar dichas necesidades, él es el
resultado de la necesidad y evidentemente depende de
ella “Ley de oferta y de la demanda “. El poder que
ostenta el necesitado pareciese que no lo recuerda o
le eta velada la conciencia, ante el continuo como
desordenado devenir de necesidades generadas por el
sistema, necesidad que de no ser juzgada por el
criterio, compromete la plenitud de la libertad, el
juicio y el sentido de la realidad, incluso sin
embargo ninguna carencia se sacia así misma , ni
solo por los medios de sacia; pues “ no hay valor de uso
sin necesidades; no hay valores de cambio sin intercambiabilidad;
ambos tienen un fundamento natural y un despliegue cultural. El acto
productor comienza por representar en positivo lo que la necesidad en
negativo exige”115. Por lo tanto, el homo faverse contrata
de continuo con su dependencia a la naturaleza, es
decir, a los recursos que posibilitan su acción, la
114 Ibíd., 201.115 Ibíd., 201 y 202.
108
cual, es valorada o redituable en la medida que es
útil de componentes finos y del trabajo empleado.
“Un satisfactor tiene valor porque sirve –para”116.
“El sistema antecede a cada subsistema o elemento, una cosa real se
define desde su sustantividad constitutiva, independientemente de la
totalidad instrumental no es sino un despliegue interno del mundo,
que es un momento real de la sustantividad humana”117. Dentro de
dicha sistematicidad la dominación evidente al
categorizar lo que se acepta o no, lo digno o no, lo
moral o no, quien vale o quien no, es ahí donde los
individuos se desarrollan y donde surgen los
protagonistas culturales de los mismos pliego de los
sistemas que sufren de crisis; pues todo sistema
sufre porque el hombre es limitado y su alteridad
imperfecta; sobre todo perfectible, muestra de esto
es que en el error reside la potencialidad de
superar el problema, en el mismo puede brotar lo
mejor de las personas, lo cual se opone a los
problemas y por ende origina una crisis.
Se trata de un, “el proceso dialéctico como pasaje a la nueva totalidad, por otra parte, nopuede apoyarse sólo en el movimiento negativo, sino en la afirmación de la alteridad de unnuevosistema que surge desde la manifestación de la exterioridad del otro en la trascendentalidad
116 Ibíd. 204.117 Ibíd. 207.
109
interna del trabajo sobrante. El sujeto como fuerza productiva, es el origen de la afirmación de laalteridad, la manifestación interna de la exterioridad o la anticipación trascendental del nuevosistema”118.
Es así, que al estar en la persona la esencia del
trabajo le posee, de manera que abarca su totalidad
aunque existe la gran contradicción de la
dependencia de los medios para trabajar, el
desprecio a la identidad cultural como de sus
aportes ideológicos; así como el acceso restringido
de bienes al status de la clase socio-económica a la
cual se pertenezca, incluso cabe mencionar que el
consumo de lo lujoso es cortesía obligada del menos
favorecido.
Ante dicha alteridad consumida de la casa y del
alguien, los pueblos para liberarse primero busca
garantizar su capacidad laboral, su forma de
sobrevivir; ya que, “ el derecho a la vida se cumple no sólo a
través de garantizarse las necesidades de sobrevivencia, se lo gana el
hombre”119, ante tal panorama pareciese que la alteridad
y el estado de libertad son una utopía, aun así
experimentemos ambos sistemas dicha experiencia se
vuelve el parámetro de juicio para juzgar la
118 Ibíd., 210 y 211.119 Ibíd., 213.
110
historia, replantear el presente y proyectar el
futuro, no sólo se trata de buscar un mejor o más
justo mañana, sino de garantizar la humanidad y el
bien común entre los hombres; se trata de
rencontrarle con la dignidad que le es propia, así
como con el encuentro con el camino a una parte
fundamental del sentido autentico de su existencia.
Esto claramente resulta iluminador al momento de
intencionar el estudio de la alteridad, “en la libertad el
acto mismo liberador el otro recobra su fisionomía humana, la del
libre que se ha liberado de la prisión de la realidad”120.
De acuerdo a la sabiduría popular y al dicho
“Eres espejo de tu casa”, el hombre es en parte
fruto de la reproducción cultural; la cual ha vivido
bajo la presión del discernimiento entre la utilidad
o la capacidad de intercambio de bienes, ello le ha
significado redimensionarse a fin de alcanzar
estados de vida y relaciones estables en la medida
de lo posible. Es así que en la diversidad modos
de ser, hacer y de componer bienes, la manera de
relacionarse ha adquirido, pluralidad de formas y
120 Ibíd., 214 y 215.111
modalidades, ahí el trabajo adquiere valor, porque
un ente complejo, dinámico y cambiante lo realiza.
El proceso laboral iniciado por la desigualdad de la alteridadmanipulada fin de justificar que el malestar económico por la falta deimitación de los sistemas desarrollados, evidencian el hecho de “ laalienación económica es la relación de todas las alienaciones (por cuanto esclaviza al hombre atrabajar la naturaleza para el dominador: vaciando su ser mismo), la liberación económica es larealización concreta de la liberación humana, proceso por el que el oprimido se lanza a un nuevoproyecto de sistema económico por la afirmación de su exterioridad”121.
El servicio por tanto, supone no solo observa y
hace conciencia de la necesidad de otro ni del
nosotros, representa satisfacer las necesidades
explícitamente, aunque también requiere de generar
estructuras, ideológicas, instituciones, educación,
códigos morales, etc. Todo ello representa la
integridad de la totalidad de la persona, las masas
y las culturas. Es por ello comprensible que “el
servicio solidario al otro, es la económica liberación; el acto por
excelencia en que se realiza históricamente la innovación técnica,
tecnológica para el otro y para su crecimiento”122; pero dentro de
esta cuestión sería iluso cuestionar la economía de
la economía para el hombre de hoy, por ejemplo en
sus instituciones, organización y relaciones. Claro
es por esto que la libertad como la justicia o
121 Ibíd., 229.122 Ibíd., 231.
112
aparecen, son fruto del compromiso, conciencia,
crítica, trabajo, instituciones, medios y
mediaciones. “La economía como servicio solidario al otro,
construye la historia… en la justicia como una asociación de seres
humanos libres”123, no puede haber destellos de la
aparente utopía; lo que en realidad nos conviene so
las manos sucias en construirlos.
Dicho ejercicio de libertad, es el origen de la
misma exclusión; aunque “la mera sustantividad natural del
hombre adquiere ahora su peculiaridad, su indeterminación propia, su
esencia de portar una historia, una cultura; es una cosa que se auto
determina libre y responsable, es persona, rostro y misterio” 124, es
así como el hombre, la cultura y la sociedad son
capaces de trascenderse, crecer y se supera así
mismo como aquellos con los que convive, se trata de
la oportunidad de replantear la situación en el ahí
como en el ahora donde la naturaleza, el hombre, la
historia y la cultura se compaginan y sintetizan en123 Ibíd., 232.124 Ibíd., 238.
113
realidad. En la cual el hombre se sirve de la
política como mediación para el ejercicio auténtico
de la libertad, para una buena alteridad y ética que
regule el hacer como el ser de los hombres dentro de
una sociedad especificada según el contexto
particular.
La alteridad en la filosofía de la liberación con
actitud generadora, pretende lograr una propuesta
integradora que valore el conjunto orgánico, por lo
tanto, la “ filosofía debe tener al centro al ser humano como
libertad, como exterioridad, como persona, como oprimido”125 , es
por ello que la filosofía desde los oprimidos, se
convirtió en la oportunidad de juzgar la realidad
con la objetividad del que observa la totalidad; las
dos caras y busca un mejor discurso para contarlo y
así se torna al reconocimiento de que “ la política
introduce a la ética, y ésta a la filosofía”126; la cual no pierde
su propiedad de permanecer; crítica, cuestionante,
productiva, contrastante “ su punto de partida es una unión
125 Ibíd., 255.126 Ibíd., 257.
114
ético-política en favor del oprimido de la periferia. La lógica de la
liberación; se hace cada día más necesaria”127 y dentro de
dicha lógica de la liberación el servicio es un
valor imprescindible al igual que el deseo de pensar
cómo enseñar a hacerlo; de manera que la praxis será
el resultado del replanteamiento, de la realidad
estructural como contextualizada, se trata de una
praxis pedagógica y dinámica, así como lo son las
personas, las culturas, al igual que los pueblos.
Por ende la alteridad implica, “pensar todo a la luz de la palabra interpelantedel pueblo, del pobre, de la mujer castrada, del niño y la juventud culturalmente dominada, delanciano descartado por la sociedad de consumo, del indígena humillado por responsabilidadinfinita y ante el Infinito, eso el liberación, debería ser la expresión del máximo de concienciacrítica”128.
“Ningún ser vivo cree que los defectos de su existencia radiquen
en el principio de su vida, en la esencia de su vida, sino en
circunstancias exteriores a ella”129(Cita p. 10 eticaliber.),
por eso es comprensible que en medio de la
injusticia, desigualdad, necesidad o por deseo de
bienestar común que los hombres se reúnan y entren
en comunión; se trata básicamente de la alteridad,
dichas cuestiones forman parte de la cotidianidad de
127 Ibíd., 260.128 Ibíd., 264.129Dussel, Enrique, Ética de la liberación en la Edad de la Globalización y de la Exclusión, 10.
115
la vida de los hombres, así como la necesidad de
alteridad en pos del bien. Sin embargo el hombre
no puede ni debe deslindarse de su responsabilidad y
protagonismo en la conformación de la historia; de
su historia.
Aun así no podemos ignorar que en nuestro tiempo
experimentaremos un estado de crisis del sistema al
igual que en las instituciones; donde el concept de
la vida humana ya sea de un individuo o de una
sociedad no ha de reducirse o determinarse en tanto
que su dignidad traspasa dichos limites, de manera
que la ética de la liberación, según Enrique Dussel,
es el reiterado clamor por el valor de la vida.
Precisamente en el estudio de las éticas las
ubicadas en el tercer milenio se caracterizan por
dos problemáticas controversiales; la incredulidad
de sustento cualitativo de la ética, puesto que se
basa en la subjetividad del juicio personal y el
hecho de que la ética tenga el fin pragmático de
servir en pos del bien de las masas .
En medio de esto la ética se confrontan aun así
todas en mayor o menor grado tienen su lugar en la116
construcción del discurso y obra de la libertad,
apertura de pensamiento como de la economía , e
busca una ética universal concretada en formas
morales, pero que cobre sentido su aplicación en la
forma de los sistemas lo factible, la búsqueda de la
justicia social, por lo tanto a nivel de la ética
pareciese que “ el Bien se alcanza al final de un complejo
proceso donde el contenido de verdad , la intersubjetividad válida y la
factibilidad ética <<efectúan>> o realicen el << bien>>; es así que el
<< bien>> es un sujeto ético concreto, pero solo al obrar << bien>>”130
.
Sin embargo el problema que representa un
paradigma ético es el encuadre de usos y costumbre,
particulares de un pueblo en espacio- tiempo, además
de la presión social impuesta por la necesidad
vital, las clase sociales y los ideales de bienestar
presentados por el sistema; la alteridad tiene que
ser el estado regulador del encuentro como relación
entre los hombres, en búsqueda de un clima de
civilidad y bienestar común; no podemos ser ilusos y
creer que ninguna ética es objeto de manipulación de
las masas además en el pragmatismo no radica el ser130 Ibíd., 12.
117
del bien el acto es el fruto del ser bueno, ya que
el ser el bien trasciende al hombre. Aun en medio
del bien que pudiese representar y hacer cualquier
ética, existirán los daños colaterales que se
esperan de la institución de un paradigma de bien,
es decir, el bien vivir, hacer, decir el bien ser.
En este ahí, ahora, surgen las víctimas de las
cuales se evidencia el mal y la falta a la nostreidad.
Es por ello que se requiere de una mentalidad
crítica para juzgarla bondad en la ética, no bastan
la promesas ni las buenas intenciones, ahí tenemos
una muestra los sistemas dictatoriales y represivos,
ideológicos y económicos que han asustado a la
humanidad y la siguen haciendo en pos del bien del
yo y no del bien del nosotros. Lo que señala el
Dussel que uno de los peligros más grandes de la
ética es la capacidad manipuladora del discurso;
aunque en medio de las aparentes sombras existe la
fraternidad entre aquellos que padecen la
desigualdad, pudiese decirse que uno de los valores
más característicos de estos grupos es la
solidaridad.
118
Resulta representativo que durante principios de
los 90”s. se estudió y entro en controversia el
paradigma del oprimido, el pobre, el daño ambiental;
todo ello genero el surgimiento de grupos durante el
siglo XX, los cuales aparentemente buscaban
construir una ética a partir de principios de la
vida cotidiana y de la experiencia adquirida a
partir de lo negativo de la historia. Así
pretendían una nueva ética factible, aplicable y
cercana a las víctimas. Consistía en “una propuesta
con intención filosófica, donde los contenidos históricos de las
<<eticidades>> son analizados siguiendo una secuencia histórica que
condiciona, de alguna manera y siempre en parte, los niveles ético
material y formal moral, y aun la criticidad ética; en la problemática
ética de un horizonte planetario”131.
Esta ética de la vida es un movimiento practico-
critico actual aunque considerado por muchos como
una utopía pues pretende la suficiencia discursiva,
practica y de aplicación, se trata de la integridad
del actuar humano en su historia; sin embargo hay
que considerar la implicación de la noción de
131 Ibíd., 19.
119
proceso, materia, historia, sistema, vigencia,
liberación y proyectos a fin de generar e ir
actualizando un nuevo sistema ético. Ello desemboca
sin lugar a dudas en la transformación de
ideologías, paradigmas e instituciones en el
continua y necesario devenir de la libertad del
oprimido como de la búsqueda de la notoriedad
autentica.
Le compete a esta ética un radical ejercicio de
crítica en pos de garantizar la dignidad del
individuo y devolvérsela al marginado y oprimido, es
la búsqueda de humanidad como estado de vida
comunitario; cuyo valor por excelencia es la vida
humana y la comunión con el prójimo. A partir del
criterio de la preservación y promoción dignifica la
de la vida humana; es mediación que pretende lo
bueno y pretende justificar la lucha contra la vida,
es decir, la opresión cuya herramienta de recepción
es la razón y la astucia que le es implícita ante el
deber de conservar la vida, para ello se sirve de la
praxis de las leyes impresas del código moral, la
conciencia y la regulaciones particulares de cada
120
sociedad así como del estímulo que recibe de la
exterioridad, ahí es donde el hombre accede a la
realidad desde su realidad por ejemplo en el
encuentro con él, es decir el estilo personal. La
ética de la alteridad al reconocer este contexto
reconoce a la vida como el sustento de la ética,
sentido a su actuar, deseos, necesidades,
posiciones, motivaciones, esperanzas, rencontrarse
con su ejercicio de razón y hacerse auto responsable
de su juicio. Se trata del paradigma que en
conjunto con su libertad y voluntad consolidados en
gran parte los fines de su propia existencia en
medio de la transición por satisfacer las
necesidades de la misma vida, de ahí exigencias o
límites los cuales ordenan la respuesta ante la
limitación natural al hombre.
“La vida humana marca límites, fundamenta normativamente un
orden, es el modo de realidad del ser ético”132. Ser ético que
cobra sentido en la comunidad por la cual puede
llegarse al extremo de comprender que “ La vida es el
referente supremo, sin embargo puede entregársela como holocausto
132 Ibíd., 129.121
por la vida de la comunidad”133, este es el aquí – ahora
donde el juicio se vuelve humanamente cercano al
aproximarse al hecho, porque en el encuentro con el
otro reconocemos la necesidad de juzgar desde la
practicidad de la cotidianidad; sin embargo, la
regularidad no supone la falta de límites, pues de
la conducta regulada en causada al bien común, a la
dignidad y felicidad de los hombres se podrá hablar
en este proceso de un auténtico encuentro entre los
hombres, una progresión consciente de las
consecuencias implicadas por el uso de la libertad.
La ética cumple la exigencia urgente de la
sobrevivencia de un ser que busca la autoconciencia
de rencontrarse con su cultura y hacerse
autorreparable. La ética entonces será camino para
desarrollar su vida en plenitud y comunión.
Dentro del terreno de la alteridad propuesta por
Dussel un punto clave es la consideración de la
moralidad formal y la validez intersubjetiva, puesto
que “ la vida humana en su dimensión racional sabe que su vida,
como comunidad de vivientes, queda asegurada con el concurso de
133 Ibíd., 132.122
todos”134 y por esta razón la comunicación es un factor
esencial en el proceso de relación, y comunión de
todas las partes; por lo cual, “ la moral moderna ha
aportado un nuevo tratado conocido sólo parcialmente con
anterioridad: los procedimientos de la moral formal para obtener
validez intersubjetiva o las condiciones para tener seriamente una
pretensión de validez o de una universalidad del consenso moral”135.
En la búsqueda del bien y la verdad el autor E.
Dussel considera que en ambos pueden categorizarse
entre lo teórico y lo práctico, es así que las
decisiones tomadas tendrán en cualquier caso una
justificación racional, moral, argumentativa y
ético – moral fundamentadas; aun así, “el mejor bien no
se le manifiesta bueno sino al bueno, pues la maldad transtorna el
juicio y hace incurrir en error en lo tocante a los principios de la
acción. Claro está, por ende, que es cosa imposible ser uno prudente
sin ser bueno”136.
Pero la bondad, en gran medida es fruto de la
libertad, la cual pretende la mayor parte de las
veces obrar consciente, contextualizada, prudente y
asertivamente según el presentimiento donde el134 Ibíd., 167.135 Ibídem.136 Ibíd., 168.
123
individuo se desarrolla en el proceso de una verdad
argumentada y consensada, eso no significa como
diría Leibnie que la felicidad formase parte de los
criterios constitutivos de la ética, ello supone un
campo de reflexión moral para discernir estándares
de moralidad, donde la razón ayude a jugar la
validez y aplicación de las éticas J. Rawls
considera que a nivel de la alteridad, la solidez
como bienestar de las relaciones adquiere solidez
no en la norma por la norma sino que en las
personas; ya que “La intención de la posición original es
establecer un procedimiento imparcial según el cual cualesquiera que
sean los principios convenidos estos serán justos”137, esta
posición aunque pudiese parecer funcionalista es
parte de los esfuerzos enfocados a la persona en
cuanto tal; así mismo considera tres niveles: Las
reglas, las instituciones y la estructura básica del
sistema social como un todo que se vuelve sujeto de
análisis, confrontación y acción en pro del
individuo y de la colectividad, el peligro revelado
por E. Dussel en esta postura es la posibilidad de
justificar como natural las condiciones sociales de137 Ibíd., 175.
124
desigualdad, pues al buscar el bien y la justicia se
tiene que tomar partida.
Muestra de dicha contrariedad es la siguiente cita “Nadie mereceuna mayor capacidad natural ni tampoco un lugar inicial más favorable enla sociedad. Sin embargo, de esto no se sigue que haya que eliminar estadistinción […] La distribución natural no es justa ni injusta, comotampoco es injusto que las personas nazcan en una determinada posiciónsocial. Estos son hechos meramente naturales”138. .Lo que intenta probarDussel es que la teoría no justifica una condición sufrida en larealidad.
De nada que la alteridad es dinamizada por la
ética que concibe al concepto de la comunidad como
modo de vida: crítico, anti hegemónico,
dignificante, promotor, justo, concienzudo y en
desarrollo pues reconoce la perfectibilidad del así
como las implicaciones de la vida en comunidad en la
realidad del discurso y como del mundo de la vida,
ya que en “ todas las cuestiones éticamente relevantes de la vida, es
posible […] llegar en principio, a un consenso y en la praxis habría que
aspirar a este consenso”139; pues si la ética es el
presupuesto ineludible de la responsabilidad
histórica por transformar la desigualdad social en
la preocupación por el otro y en un grado de
comunión capaz de dirigirse por las motivaciones de
preservación, dignificación y promoción natural de138 Ibíd., 177.139 Ibíd., 184.
125
la vida, en un clima comunicación auténtica, puesto
que de ella procede el deseo como la obligación por
ayudar y resolver las diferencias así se pretende
la mayor parte de las desigualdades , se discierne y
progresivamente a su categoría de medio , no de fin,
en relación activa con el hombre en cuya realidad su
hacer no supera ni posee mayor dignidad que su ser,
puesto que el trabajo es parte de la constitución de
su ser.
Aun sin perder la solidez de su análisis
crítico, que promueve proyectos aplicables en la
cotidianidad con la visión de una vida buena. Esto
no fuese posible sin consolidad el aspecto material
y el lado de la consciencia de la persona así como
de las necesidades de su totalidad, se trata de la
conjunción de la intersubjetividad como de la
articulación de una conciencia ético moral; la cual
contemple la totalidad de los estratos sociales,
dando prioridad a los oprimidos dentro del
replanteamiento de un nuevo desarrollo de la vida de
los sujetos.
“[…] se encuentran en sus manos reparar la injusticia y el dolor sufridos por generacionespasadas, sobre el que se asienta nuestra situación actual […] no resulta obsceno que nosotros, los
126
nacidos después, que somos beneficiarios de sus normas […] nos atrevamos a suponer y es lomenos contrafaticamente, el asentimiento de los humillados y ofendidos del pasado”140.
Es por ello que las formas morales la ética
tiene el papel de llevar a la praxis dichas
normativas, así adquiere validez a nivel de la
comunidad así como un dinamismo en tendencia al bien
común y a la verdad, donde se puede hablar consenso
racional; fruto del convencimiento a nivel
comunitario, ello pudiese suponer alcanzar la
certeza de cierto grado de verdad para los
integrantes del consenso. Sin embargo, hay que
considerar las implicaciones entre la pretensión de
verdad y de validez moral a la hora de hacer
practica una ética, así como un su estado moral
propio. Es así que para la alteridad pareciese que
en realidad puede hablarse del consenso racional en
la medida que el convencimiento es comunitario,
aunque el consenso no es siempre garantía de certeza
ni verdad en un juicio: ya que “ la verdad no sigue aquí de
la racionalidad del consenso sino de lo acertado de las razones que yo
pueda esgrimir en favor de la pretensión de validez correspondiente,
razones de las que yo debo estar convencido antes del poder hablar de
140 Ibíd., 198.127
la racionalidad del consensos”141, ya que posteriormente en
consenso se decide en primera instancia a nivel no
formal para pasar a la validez formal de la verdad
correspondiente a la realidad.
El papel de la alteridad y su relevancia esencial en laconstrucción de la verdad, “El concepto de validez nos remite por su parte directamente ala intersubjetividad. La verdad dice referencia de alguna manera a la realidad, la validez dicereferencia a la aceptabilidad de los otros participantes de la comunidad de lo tenido por –verdadero >> esto dice relación al acuerdo intersubjetivo”142; el cual, en la medida quese actualiza en la realidad con lo verdadero gana precisión ysignificado.
Por lo tanto, “la verdad es fruto del proceso de << referirse
>> a lo real desde la intersubjetividad; la validez es el fruto del proceso
de intentar llegar a que sea aceptado intersubjetivamente lo tenido
mono lógicamente por verdadero”143; sin embargo, el consenso
en el ejercicio de la alteridad humana es decir,
perfectible es capaz de percatarse de lo
trascendente de la verdad y por ende de su
necesidad de desarrollarse, así como entrar en razón
que “tanto la verdad como la validez, son históricas, falibles en ciertos
niveles. Una doctrina no exclusivamente formal consensual de la
verdad permite como veremos un análisis de mayor complejidad”144 .
141 Ibíd., 202.142 Ibíd., 204.143 Ibídem.144 Ibíd., 205
128
Aun así, idealmente no debería hablarse de
validez sin verdad y ni de verdad que no fuese
valida, de modo que la comunidad en comunión aunque
sea gradual, está en devenir en busca de la verdad;
la cual es el signo fiel de una alteridad en
desarrollo.
A todo esto la ética de la liberación de forma
proactiva propone generar un criterio donde lo
práctico de la verdad y la moralidad en la validez
de la comunidad vuelvan factible la aparición de un
estado de eticidad; el cual se traducirá en el bien
común.
Dicho bien exige asumir las responsabilidades
implicadas en el ejercicio de una ética libre,
responsable, consciente, del reconocimiento mutuo
como reciproco y corresponsable. El vivir en la
verdad supone un estilo de ser y estar, es decir, de
existir. Se trata de un modo de convivir con el
otro; aunque el ideal no se alcance por completo,
al igual que la verdad se puede alcanzar un estado
gradual progresivo.
129
Una de las cuestiones más sobresalientes en el
tema de la alteridad es el ¿Cómo se alcanza el
consenso moral de validez, en el supuesto de las
obligaciones ético, prácticos ,discursivas y
morales, en el grado de la simbiosis que poseen
entre ellas. Así es comprensible “El reconocimiento del
sujeto ético como igual, es un momento del ejercicio de la razón ético-
originaria, que constituye intrínsecamente a la argumentación”145.
Como acto comunicativo, dicho reconocimiento del
otro es la visión de la igualdad en la comunidad de
la vida antes que como interlocutor y al serlo se
inserta en la comunidad intersubjetiva como
racional; de la cual se gesten argumentos como
relaciones de mutuo reconocimiento en la voluntad de
buscar la verdad en el dinamismo de los consensos y
sin temer a la confrontación o polémica, aunque con
la debida prudencia a fin de no tropezar más de lo
necesario. En palabras de Wellmer y buenas
palabras se encuentra la sentencia que dicta “mientras
que las exigencias de la racionalidad se refieren al reconocimiento de
argumentos, las exigencias morales a tener el reconocimiento la
145 Ibíd., 210 - 210.130
persona”146;por esto, la persona esta primero y las
implicaciones de ello trastocan toda la bastedad del
ser y hacer del hombre de modo que estamos hablando
de algo fundamental para la comprensión del nosotros
en el tejido social, moral, ético, racional,
gubernamental, económico; en ello la interrogante
¿porque si la persona es más que el medio, parece
que el medio se antepone en ocasiones a la persona y
al fin?; se trata de una situación promovida por
alguien.
El desarrollo de la vida de una persona
respetando a los otros como sus iguale le implica
defender la valides de los argumentos y el
reconocimiento de los mismos, pero también los
argumento de los demás porque antes ya hemos
aceptado como iguales a los otros ¡ esto se trata de
un asunto ético moral! como principio construido en
una simetría crítica para considerar la
cotidianeidad; así como en la necesidad de
desarrollar valores básicos los cuales permiten la
responsabilidad, compasión y complementación en
favor de una autentica comunión consensuada en la146 Ibíd., 213.
131
escucha del excluido o no-, se está en camino de
encontrar una justicia histérica, critica y real,
síntesis de la teoría práctica de lo material –
formal.
Sin el temor de llegar al juicio de lo que hace el hombre comobueno o malo “El movimiento completo en el nivel del fundamento de una ética de la liberaciónrecorre los siguientes aspectos; momento ético-material, contenidos, momento formal comoprocedimental de la valides moral intersubjetiva, comunitaria y el momento ético-procesual de lafactibilidad realizativa; que en un primer momento es ejercicio de la razón instrumental yestratégica formales, en referencia a juicios de hechos, en un segundo momento es confrontaciónde dicho ejercicio de los principios éticos-materiales y moral-formal, dado como resultado lamáxima o norma del alto <<bueno>>, la institución <<legítimas>> el sistema cultural vigente.Como dejar de lado la experiencia de << proceso>> del <<devenir>> hacia el futuro como unavivencia común de las razas”147.
Por lo tanto, un valor reafirmado es el de la
congruencia entre la teoría y la práctica en la vida
cotidiana, lo cual resulta lógico en consecuencia de
lo buscado, sin embargo dicho valor está reflejado
en el reconocimiento por parte de la comunidad de la
realidad parcial, procesalmente y perfectiblemente
eso le permite reconocer que el conocimiento es como
el ideal son el resultado del trabajo de pasar de la
ignorancia y el error a la verdad por el
conocimiento, aunque siempre está en desarrollo al
igual que una persona a un la intersubjetividad.
147 Ibíd., 236.132
En este sentido, la ética de la liberación
considera a la práctica como el momento de la
transformación por la verdad, aunque considera que
la versión de la verdad corre el riesgo de no entrar
en el parámetro de la universal a que a lo largo de
su constitución puede dejar de lado al dominado o
excluido por esto hace énfasis en el hecho de buscar
la auténtica verdad, aquella que busque la justicia,
bienestar común y son capaces de generar el
dinamismo para alcanzar dichos objetivos.
Pero para que se pueda dar la práctica están los
condicionantes de lo económico, tecnológico, ético y
disposición de los individuos, etc. Logra hacer
factible la contrapropuesta a la razón instrumental
como eficientista, vuelta criterio de verdad, lo que
volvería a la cosa Fin y al hombre medio.
Para comprender la alteridad, en la complejidad de
los dinamismos mencionados es importante retomar la
relevancia de la relación entre, naturaleza-hombre,
la cual se de en un primer momento a nivel
biológico, el hombre proviene de la naturaleza y se
desarrolla a partir de ella así obtiene una ética
133
primaría de la cual se desprende potencialidades
limitadas por paradigma, así como por la facultad de
juicio de los individuos insertos en comunidades,
los cuales han de ponderar lo factible de nuevos
modelos que abran nuevos horizontes, pero este
discernimiento ha de estar perneado por el criterio
de responsabilidad ética, ya que no todo lo que es
posible es éticamente valido ni correcto en el
contexto e lo real, “ El reino de la muerte se impone en
nombre del reino de la libertad. Nada más lejos de una ética de la
liberación”148; por lo cual, esta ética es partidaria de
la trasformación, confrontación y contemplación de
la utopía , no puede ser de otro modo porque el tú y
el yo necesitan que sea posible así como que se
lleve a cabo de forma continua no más de sostenible.
Este proceso precisa atender la situación de escases
o de incongruencia por tanto e requiere de un
criterio de discernimiento, priorización,
solidaridad y compasión como paradigma orientador,
sin embargo ello será insuficiente si la
cooperación, continua, simétrica, respetuosa,
comprometida y colaborativa de los miembros de la148 Ibíd., 272.
134
sociedad una expresión clara de ello es la
conciencia ética moral y usada por la prudencia en
sus esfuerzos.
“Podría parecer que al final de la solución de la ética de la
liberación articula una ética de la convicción de la intención recta y la
calculabilidad factible de la ética de la responsabilidad”149, en
nuestras acciones, instituciones y sistema en estos
principios como criterios los cuales ven por la
dignificación y promoción de la humanidad sólo así
podremos hablar de bondad, de modo que la
cosmovisión se vuelva entonces un conjunto
institucional de actos o totalidad ético-cultural
que integra efectivamente como sus condiciones de
posibilidad y constitución la materialidad ética, a
la formalidad moral y la operabilidad concreta de la
ética . Dicha búsqueda y experiencia de lo bueno se
trata de una realidad viviente de sus seguidores o
no; ya que: desea, sabe se cuestiona y dinamiza en
el actuar de lo trascendental como en lo humano
integralmente incluyente. Aun así se tiene la
certeza de que un acto absolutamente bueno o el
hecho de alcanzar la bondad por completo nos149 Ibíd., 278.
135
trasciende, sin embargo para el hombre se trata de
una potencialidad perfectible y progresivamente
alcanzable dentro de criterios universales capaces
de albergar en comunión de personas, valores
universales activos, respetuosos, abiertos al
diálogo y a cambios favorables.
Un sistema ético es consecuencia debe ser
juzgado en su bondad a fin de responder a la
alteridad y para ello es necesario el ejercicio
reflexivo que conduzca al origen del sistema, haga
tomar conciencia de su situación actual como de sus
limitantes, incoherencias e impedimentos para llegar
al punto de la deconstrucción a fin de permitir lo
venidero; no se trata de un aniquilamiento sino de
un discernimiento de lo esencialmente bueno como
relevante de dicho sistemas históricos en el aquí-
ahora.
Hoy los sistemas éticos nos han llevado como los
anteriores a recordar la necesidad de considerar la
exclusión y la opresión desde la praxis histórica
experienciada en las victimas como el eje motor del
descubrimiento del sentido e intensidad del mal: la
136
totalización, el daño ecológico, la deuda externa,
la pobreza, desempleo, guerras; son ejemplos de
caminos de muerte “En el siglo XV la humanidad gime, casi
sepultada por el paso del progreso que ella ha producido. Ella no
sabe suficientemente que su futuro depende de ella. De ella depende
si quiere seguir viviendo” 150.
De esto se ocupa, la ética de la liberación en
la cotidianidad, donde las victimas generan
conciencia de su situación y por tato iniciara la
duda como la confrontación, a fin de garantizar la
supervivencia de los individuos aunque sea sobre los
sistemas; por ellos están en función de las
personas. Nunca deberá ser favorecida la negación de
la vida, comprendida como la relación entre la
negación del cuerpo y la consciencia de esta
negación; es decir, una consciencia ético-crítica;
la cual, inicia con el juicio moral sobre los actos
pero en referencia a la población genera y en lo
particular a los excluidos, por tanto se cuestiona
la totalización de sistemas en beneficio de los
particulares o lo que es lo mismo la afirmación de
un estilo de vida mejor o peor para el resto.150 Ibíd., 301.
137
“La alteridad de las víctimas descubre como ilegitimo y perverso
el sistema material de los valores, la cultura responsable del dolor
injustamente sufrido”151; sin embargo, una víctima en su
experiencia de víctima no será siempre capaz de una
opinión objetiva al respecto es por ello que
requiere de ayuda capaz de contextualizarle con su
realidad social, a fin de generar juicios sólidos,
críticos y objetivos; así como dinamizar acciones
contundentes ante el aumento inminente de la
justicia como desigualdad social.
Este es por qué los destinatarios de la liberación tienden a una“ ética dela revolución que atestigua la colisión y el conflicto entre dos derechos históricos, de un lado, elderecho de lo existente, la comunidad establecida de la que depende la vida y quizá también lafelicidad de los individuos; de otro lado, el derecho de lo que puede ser y quizá debería ser porquepuede hacer disminuir el dolor la miseria y la injusticia”152.
La ética antecedida por el deseo de una
alteridad sa.na, promotora y dignifica dora del
hombre, es consiente que el cambio más importante
reside en la formación de nuevos sujetos; personas
sociales surgidas de la conciencia en nuevos
derechos como obligaciones, benevolencia, compasión,
solidaridad y trabajo continuo por alcanzar el bien,
ya que todas las esperanzas no deben concentrarse en
151 Ibíd., 311.152 Ibíd., 333.
138
la generación espontánea del mismo, pues este fin es
parte del camino de la libertad, voluntad y gracia
para los hombres; así como de la redefinición de la
visión de la historia, pasando a una reconstrucción
histórica crítica. Ello implica la violencia que
antecede al momento donde “sólo la humanidad redimida le
cabe por completo en suerte su pasado” 153, tocado por el
combate contra la negación de la vida y el
reconocimiento de la víctima como del victimario en
medio de contexto o circunstancia entretejidas en la
auto conservación; la cual lleva al hecho la idea
aunque esto no garantice superar el dolor, capaz de
convertir a los hombres en reaccionarios con
voluntad de poder alcanzar la felicidad deseada o
arrebatada por la inseguridad o el temor a la muerte
aunque este temor puede tornarse en la habilidad de
adaptación; cuyo presupuesto es fortalecer la
voluntad por vivir, pero eso requiere redimensionar
la lógica a partir de lo ya vivido, Sin embargo
siempre al tanto de la certeza del temor como de la
dicha en la vida como en la muerte del hombre.
153 Ibíd., 335.139
Dicha certeza conduce al recuerdo de la
importancia capital de la alteridad en la
consolidación de auténticas sociedades y por tanto
hay que considerar el hecho de que las victimas
sufren doblemente la represión en cuerpo y alma por
la sobre exigencia de la auto conservación de su
persona, ello genera como consecuencia la
institucionalización del dolor e infelicidad y
negociación del placer, es por ello necesaria la
reconstrucción del discurso dialectico entre la
totalidad y el otro, como de la necesidad simultanea
de comunidad.
La necesidad de cambio ha vuelto del amor en la
alteridad la razón del dinamismo que vuelve la
mirada a una conciencia ética del otro es decir una
relación que trasciende al yo y al otro,
interponiéndose a la necesidad del opresor de los
oprimidos y a la dependencia del oprimido de su
opresor. Esta conciencia ha de reconocer con su
voluntad la responsabilidad que tiene con el otro.
Porque “La voluntad es libre de asumir esta responsabilidad en el
sentido que quiera, pero no es libre de rechazar esta responsabilidad e
140
sí misma, ella no puede ser libre de ignorar el mundo con sentido en el
que el otro la introduce. Lo absolutamente nuevo es el otro”154; el
cual, es irreductible ante la sensibilidad expresada
en la proximidad, contacto, lenguaje; el otro es y
será irreductible por sistemas, e ideologías.
De manera que “la responsabilidad por el otro sería la
racionalidad misma de la paz”155 en ello radica la
obligatoriedad natural, voluntaria y liberadora de
alteridad como estado de justicia, paz y bienestar
común. Esta es expresión de la sabiduría de la
conciencia histórica al servicio del amor, el cual
por la afirmación de la vida desaprueba la
reproducción del estado de vida del reprimido
victimizado, este es el porqué de su crítica y
rebeldía. Aun así la existencia de victimas es
aparentemente inevitable ya que todo sistema humano
e imperfecto y vigente, sin embargo al igual que
los hombres es perceptible es así que la crítica
como criterio siempre es necesaria para acercarse al
mejoramiento del sistema; es decir, en el juicio que
154 Ibíd., 364.155 Ibíd., 367.
141
vive buscando la verdad y se vuelve profético al
denunciar, “¡He aquí una víctima!”156
El reconocimiento del otro, se realiza por el
ejercicio de la razón, antes de argumentar o
criticar consiste en estar dispuesto a la revelación
del otro como persona interpelante ante la
solidaridad de los demás. Hablamos de un ser como
uno mismo, un prójimo; el semejante que prefiere al
amor obre el rechazo, signo del mal obre las
víctimas y así como la verdad o la bondad tiene
grados también la negatividad de este mal para la
ética, “Para la ética de la liberación, la posibilidad del mal se
encuentra simplemente en la finitud humana; es decir, en la
imposibilidad de un conocimiento y de una pulsión( amor )
perfectos”157 y se descubre a nivel ético en el
trastorno de los sistemas, así como de lo derivado
de ellos aunque en su principio buscasen el bien;
termina por generar víctimas. La crítica ética
jugará el papel de luchar por la vida de las
víctimas y por la autenticidad de los sistemas.
156 Ibíd., 369.157 Ibíd., 372 - 373.
142
La batalla principal que libra el movimiento a
favor de la alteridad “es el pasaje del <<no-poder ser-
viviente>> del otro, de la víctima, ante un sistema que la niega, al
<<deber – ser – viviente >> de la víctima liberada bajo la
responsabilidad por la vida del otro y ante un sistema en el poder”158.
Resulta interesante que en medio de esta lucha, el
primer acercamiento al otro; sujeto de liberación,
no se le observa como un igual sino como alguien
necesitado y en potencia de ser un semejante,
alguien libre. Este fenómeno es el que preside la
toma de responsabilidad del otro y aunque no se
tomase se seguiría siéndolo por el hecho de formar
parte de la misma especie, pertenecer a una sociedad
específica, así como, formar parte del mismo sistema
responsable no sólo por la vida sino por la
negación de la misma.
El juicio de la alteridad recae en el hecho de
dar en la cotidianeidad la cara por el otro, como
esto es objeto de conflictos y crisis en pos de
dicha defensa; ello implica comprender el papel de
la crítica, pues sin crítica no hay conflicto y sin
conflicto no hay víctimas, por tanto no hay158 Ibíd., 374.
143
problemas sin embargo, el no querer ver no significa
que no hay problemas, es por esto que la negación
como crítica son imprescindibles en la defensa del
otro. Aunque el (avisarte se vuelva su víctima).
La defensa del otro, nos conduce a tomar en
cuenta un imperativo categórico “no obres de manera que tu
acción cause víctimas, porque somos responsables de su muerte, tú y
yo y por ello seríamos criticables por su asesinato”159.
Para generar un nuevo orden social necesario
considerar la bondad de lo existente,
potencializarlo y transformar lo necesario a fin de
considerar la necesidad del desarrollo de los
individuos, así como de la comunidad. En conjunto
esto supone la vuelta a la vida digna del oprimido y
excluido, desde “la con sensualidad crítica de las víctimas
promueve el desarrollo de la vida humana. Se trata entonces de un
nuevo criterio de validez discursiva, la validez crítica de la razón,
liberadora”160; capaz de tomar progresivamente
consciencia de la dificultad de la persona en
comunidad en perspectivas históricas a fin de
encontrar la causa de la ruptura o desfiguro de la159 Ibíd., 376.160 Ibíd., 411.
144
alteridad, sólo así se emprenderá la lucha
libertadora cuyo triunfo es el descubrir modalidades
diversas como posibles para la transformación
presente y futura de sistemas donde la victimas
dejen de serlo.
La alteridad como estado de vida categóricamente
crítico de la realidad de los excluidos, oprimidos y
explotados, busca “el desarrollo creativo y liberador
estratégico de esta vida. Son las víctimas, cuando irrumpen en la
historia, las que crean lo nuevo”161. Esto supone la puesta en
práctica del planteamiento teórico en alternativas
prácticas concretas que desafíen abiertamente los
órdenes establecidos con fines menos que el de
proteger el bien común. La defensa de la vida y del
otro son la prioridad.
“Lo que se reivindica y sirve de objetivo es la vida, la vida, mucho más que el derecho, es loque ahora está en juego en las luchas políticas, incluso si éstas se formula a través de lasafirmaciones de derecho. El derecho a la vida, al cuerpo, a la salud, a la felicidad, a la satisfacciónde las necesidades…., ese derecho tan incompresible para el sistema jurídico clásico” 162.
El derecho al igual que la obligación del poder
llevan a definirle como la relación de fuerzas o
detención de acciones, que se sostienen en el trato
161 Ibíd., 495.162 Ibíd., 496.
145
de la vida. Puesto que el ejercicio del poder
acompaña el desarrollo de la vida y culmina con la
muerte, aun así, se ha de considerar que el mal
ejercicio del poder lleva a la acaparación de los
medios materiales de la vida, por ende eso supone un
alto grado de dominación capaz de destruir la
posibilidad de vida de otros al ignorar la
interpelación de la herida de las víctimas, es la
muerte del sujeto incluso en cuanto tal como obra de
la funcionalidad de los sistemas que han dejado de
lado el reconocimiento de los individuos.
“El reconocimiento entre sujetos que se reconocen mutuamente como sujetos naturales ynecesitados no es apenas el reconocimiento de la vida. Un reconocimiento de la vida presupone laconstitución de la realidad objetiva por el reconocimiento dela vida presupone la constitución de larealidad objetiva por el reconocimiento entre sujetos. Implica que la vida pero también la realidadobjetiva de la naturaleza, se constituye por el reconocimiento entre sujetos. El reconocimiento delotro en una relación de seres naturales y necesitados, este reconocimiento no puede excluir anadie. Es universal, sin constituir ningún universalismo abstracto[…] el reconocimiento mutuo entresujetos desemboca en una opción por los sujetos, esto es, en la opción por aquellos cuya vida estámás directamente amenazada. El criterio de verdad es la vida y la muerte en cuyo cuyo centro sehalla la víctima. Se trata de un ser para la vida, no para la muerte […] El criterio de la verdad es lavíctima”163.
El criterio superior e irreductible de
reconocimiento es la vida; vida liberadora desde su
natural cotidianeidad. De cualquier modo en la
defensa de la vida no dejará de ser referencia la
víctima, la cual, vuelve imprescindible la163 Ibíd., 524.
146
intervención fáctica como fruto del ejercicio de la
consciencia crítica sobre lo compatible del sistema,
sus normas y la búsqueda del bien común así como la
justicia que ejerce con respecto a la vida y su
desarrollo. La transformación esperada, consistirá
en el cambio de rumbo y o en un acto mágico; para
conseguirlo incluso ha de usarse los medios
legítimos para encausar a los miembros de la
sociedad a respetar los acuerdos tomados en búsqueda
del bien y el orden social.
La ética de la liberación ha propuesto pasar de
la praxis del poder como “ la probabilidad de imponer la
propia voluntad, dentro de una relación social, aún contra la
resistencia y cualquiera que sea el fundamento de esta
probabilidad”164( Cita p.544 ), mientras exista se dará
el ejercicio de la dominación y la legitimidad a un
tipo de poder carismático reconocido por los
dominados; a fín, de volverlos aliados guiados bajo
el comando legítimo de un sistema renovado en la
disciplina interna de un estado de derecho; el cual
se guía por consensos de libre aceptación, lucha por
el re-conocimiento y por una revolución que lleve a164 Ibíd., 544.
147
la transformación. Este ideal de alteridad se
debate continuamente entre la transformación
corresponsable e integradora de personas en la
búsqueda del bien común o un estado anárquico de
insatisfacción y lucha contra el sistema, sin más
esperanza que la revuelta; aun así la esperanza
recae en las transformaciones posible como exigidas
a fin de construir un nuevo orden, pero hay que
considerar a este proyecto como progresivo e
inacabado; es por ello que aunque parezca una utopía
no lo es, se trata de un proyecto de personas en
vías de transformar a la realidad, así como a los
individuos en la praxis de la cotidianeidad y en
referencia a las víctimas se transforma en la
posibilidad de cambio como parte innegable del ser.
“Porque hay víctimas se puede y se debe luchar para negar la negación antihumana deldolor de las víctimas, intolerable para una conciencia ético – crítica. Las cadenas instrumento quecoarta la libertad, debe ser <<ruta>> por una capacidad actuante proporcional a la resistencia dela resistencia de la cadena que aprisiona; pero debe indicar una acción de la razón estratégica dela praxis”.
Tómese en cuenta que por el hecho de existir
víctimas que se organizan en la búsqueda de la
justicia, así como del bien social, se hace evidente
que el sistema dominante se encuentra en crisis y
por tanto, en un estado de derrumbe, propio de la148
condición limitada del hombre, aunque superable por
su perfectibilidad estamos hablando de personas como
sistemas históricos; los cuales, según su
organización verán mejoras; aun así la liberación
supone espera y la generación de las condicione que
la permitan. Más vale esperar en una utopía de vida
que de muerte y por ello ha de mediarse en proyectos
de acción concreta con criterio constructivo en
miras a la liberación de las personas como a la
protección de la dignidad humana como a la vida en
constante crecimiento.
La comunicación jugará un papel fundamental en
la defensa de la alteridad y como fuente de la
construcción de la paz, este será el lugar de
encuentro de la diversidad que llegue a la
profundidad de la universalidad que reconozca como
un sujeto ético a las personas y en ello lo propio
de la alteridad del otro, a fin de llegar a
construir mediante la solidaridad, respeto,
compasión, generosidad, amor y colaboración; una
vida mejor como plenamente realizada en la
fraternidad real vivida en la cotidianidad.
149
La pretensión de todo dinamismo es la búsqueda
del bien, que en este caso; es la plena reproducción
de la vida de las víctimas y el ser plenamente
humanos. Es en una palabra: la víctima de ayer que
puede festejar reconocida y responsable la
corporalidad comunitaria feliz, desde una opción
radical por el bien de otro y uno mismo.
BIBLIOGRAFÍA:
Dussel, Enrique, Ética de la liberación en la Edad de la
Globalización y de la Exclusión, España, Trotta, 1998.
Dussel, Enrique, Filosofía de la liberación, Fondo de
cultura económica, México, 2011.
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