(2012): El Museo Arqueológico de Asturias: del discurso histórico al programa expositivo

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El Museo Arqueológico de Asturias: del discurso histórico al programa expositivo Carmen Fernández Ochoa Fernando Gil Sendito Universidad Autónoma de Madrid Jose A. Fernández de Córdoba Consejería de Cultura del Principado de Asturias

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El Museo Arqueológico de Asturias: del discurso histórico al programa expositivo

Carmen Fernández OchoaFernando Gil Sendito

Universidad Autónoma de Madrid Jose A. Fernández de Córdoba

Consejería de Cultura del Principado de Asturias

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Vista general del claustro del monasterio de San Vicente después de la remodelación

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El Museo Arqueológico de Asturias: del discurso histórico al programa expositivo1

Carmen Fernández OchoaFernando Gil Sendito Jose A. Fernández de Córdoba

1. Un lugar para la memoriaDesde los años noventa hasta la actualidad, los españoles hemos visto aumentar pro-gresivamente nuestras infraestructuras culturales y sociales en poblaciones de diversaíndole. Desempolvados del lastre tradicional que los recluyó a meros reductos de anti-cuario, los museos comenzaron a despegar, sobre todo a partir de los años ochenta,como una de las instituciones más representativas de las nuevas tendencias de culto alpatrimonio y a la memoria humana con capacidad para acoger una gran pluralidad deexpresiones. El museo, con limitaciones en su propia definición, se precisa así en la Leyde Patrimonio Histórico de 1985: Son museos las instituciones de carácter permanente queadquieren, conservan, investigan, comunican y exhiben para fines de estudio, educación y con-templación conjuntos y colecciones de valor histórico, artístico, científico y técnico o de cualquierotra naturaleza cultural (artículo 59.3, Ley 16/1985).

No es nuestra intención abordar cuestiones de cuantificación o valoración dela actual museología hispana perfectamente tratada por diversos autores pero sí repa-rar brevemente en el caso asturiano. Debemos partir de un hecho incuestionable:Asturias es una región cuya reconversión industrial ha alcanzado notables proporcio-nes. El final del nivel de riqueza producido en su día por el carbón y por las industriassiderúrgicas y navales, ha pasado a ser, en gran medida, historia. A partir de esta situa-

1 Este artículo se ha llevado a cabo en el marco de las acciones de colaboración patrimonial vinculadas alProyecto de I+D HAR-2008-06018-CO2/HIST: Formación y disolución de civitates en el NW peninsular.Estructuras de poblamiento y territorio, realizado bajo la dirección de Carmen Fernández Ochoa.

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ción, Asturias ha buscado en el turismo de la naturaleza y en la oferta cultural una posi-ble salida a su precario horizonte económico. Consecuentemente, y solo en este contex-to, se comprende la frenética actividad, en materia de infraestructuras culturales, pro-piciada por los poderes públicos tanto regionales como locales2. En síntesis, se puedeafirmar que la museología asturiana de la última década se ha movido en los paráme-tros de las tendencias nacionales e internacionales. Ante la necesidad de actualizar losmuseos de corte tradicional, se planteó la renovación del Museo Arqueológico deAsturias (en adelante MAAS), un espacio que, a pesar de su aspecto y oferta tradicional,siempre fue un importante lugar para la memoria en la historia de Asturias.

Desde el principio del proyecto, se pensó que este organismo tendría queactuar como enlace con otros museos arqueológicos de sitio estableciendo una sóli-da correlación con los yacimientos musealizados y los centros de interpretación dis-persos por la geografía del Principado. En este sentido, una de sus funciones pri-mordiales sería la de constituirse en cabecera de la futura Red de MuseosArqueológicos del Principado de Asturias ejerciendo como referente en materia deinvestigación, difusión y conservación del Patrimonio Arqueológico de Asturias.

2 Además de los museos regionales de corte más tradicional como el Museo del Pueblo de Asturias, el Museodel Ferrocarril de Asturias, ambos en Gijón y el Museo de Bellas Artes de Asturias en Oviedo, se han creadolos llamados “museos-estrella” como LABboral, Centro de Arte y creación industrial de Gijón y el CentroCultural Internacional Oscar Niemeyer (C.C.I.O.N.), conocido popularmente como El Centro Niemeyer deAvilés, un proyecto propiciado por los gobiernos de España y del Principado de Asturias. Con anterioridad,se habían puesto en funcionamiento los museos del Patrimonio Industrial en la cuenca minera asturianacomo el Museo de la Minería y la Industria en El Entrego o el de la Siderurgia de Langreo. Sin duda, la regióncuenta con una enorme proliferación de museos locales. Si nos ceñimos al ámbito arqueológico, la expansiónmuseística se resume cuantitativamente de la siguiente manera: 11 museos arqueológicos locales (incluidasaulas didácticas o centros de interpretación), 4 estaciones de arte rupestre, 10 castros visitables, 3 explotacio-nes mineras romanas visitables, 2 villas romanas, 17 edificios prerrománicas, 187 iglesias románicas o con res-tos medievales, 20 iglesias góticas. Son numerosas las torres medievales y palacios bajomedievales y moder-nos repartidos por toda la geografía asturiana. En el aspecto que ahora nos interesa, destacan el Parque dela Prehistoria (Teverga), el Centro de Arte Rupestre Tito Bustillo, las cuevas visitables como Candamo, Pindal,Tito Bustillo, La Loja o el Buxu, castros como Coaña o el Chao Samartín y la red de Museos Arqueológicosde Gijón con el Parque Arqueológico-Natural de Campa Torres, las Termas de Campo Valdés y el Museo dela villa romana de Veranes.

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2. El edificio Si aceptamos que el primer objeto expuesto de un museo es el propio edificio, laubicación y el aspecto exterior de la fábrica del nuevo museo se hallaban predeter-minados por una larga trayectoria histórica.

El MAAS se encuentra en el corazón de la ciudad de Oviedo, ocupando elantiguo claustro del Monasterio de San Vicente, cenobio benedictino cuya funda-ción es atribuida por un falso documento medieval, a los monjes Máximo yFromestano. Esta construcción consta de dos plantas, siendo el claustro inferior detraza gótica a base de bóvedas de crucería de estrella, atribuido a Juan de Badajozel Mozo, y el claustro superior un añadido del siglo XVIII, cuya galería tuvo que serfinalmente cerrada ante la inclemencia del clima asturiano, finalizando la obra en1775. Ambas plantas se unen a través de una gran escalera.

El edificio fue desamortizado y terminó reconvertido en oficinas de laDiputación Provincial. Su progresiva ruina llevó a plantear la restauración integraldel mismo en la década de 1930, pensando ya en que albergara al MuseoArqueológico. Tras su declaración como monumento nacional en 1934, se inició unlargo periodo de obras desde 1939, bajo dirección del arquitecto Luis MenéndezPidal, que no culminó hasta la inauguración del Museo en 1952.

Envejecido y con una exposición sobrepasada por el tiempo, el Museo cerrósus puertas en 2003 para llevar a cabo una nueva restauración del mismo3. Se apro-vechó para plantear la ampliación de las instalaciones, el antiguo solar del edificioconocido como “de la División Azul”, una construcción levantada por MenéndezPidal sobre un antiguo ala de ampliación del monasterio benedictino siguiendo sufachada hacia el sur, que fue utilizado posteriormente como Biblioteca Pública yBiblioteca Infantil.

La restauración ha recuperado la piedra del claustro conservando sus elemen-tos esenciales. La antigua zona de ingreso al mismo ejerce de monumental distribuidory permite el acceso tanto a los restos del antiguo monasterio como a la ampliación.

3 La obra de restauración y acondicionamiento ha sido dirigida por los arquitectos Fernando Pardo Calvoy Bernardo García Tapia. Véase una información extensa y ampliamente ilustrada en su publicación“Reforma y ampliación del Museo Arqueológico de Asturias”, Revista Museos.es, 2004,118-131.

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4 En todo caso su volumen y su impacto visual sobre la Catedral fue objeto de una importante polémica local.

El nuevo edificio cuenta con cuatro plantas y un sótano para almacenes. Laplanta baja alberga un salón de actos, la sala de exposiciones temporales y la salapara el desarrollo de los talleres didácticos. Las tres plantas siguientes se dedican ala exposición permanente. En la tercera planta se encuentra también un modernolaboratorio de restauración de materiales. La cuarta se destina a las oficinas y lasdependencias administrativas.

Esta ampliación es prácticamente invisible al exterior de forma que sólo seaprecia el nuevo edificio sobresaliendo sobre el claustro de San Vicente desde elinterior del propio claustro, desde la girola de la Catedral y desde las dependenciasadministrativas de la iglesia de Santa María La Real. Estos puntos de vista permitenobservar el acabado a base de una pared calada compuesta por lajas rectangularesde alabastro, que tamiza con calidez el baño de luz natural al interior del edificio,especialmente una nueva monumental escalera de piedra blanca que permite elacceso a la exposición, cuyo primer tramo aprovecha la vista del olivo del cemente-rio de los peregrinos y la girola de la Catedral.

El resultado es un edificio moderno que ha duplicado la superficie exposi-tiva hasta los 2000 m2, dotado de los espacios auxiliares que hoy consideramosimprescindibles de un museo, de gran calidad material, de sobria elegancia y llenode sugerencias estéticas4.

Sin embargo, el actual museo presenta una serie de problemas y desajustesque atribuimos a la falta de un plan museológico previo y paralelo al proyectoarquitectónico que guiara la restauración y la ampliación del edificio

El principal problema que ha presentado la arquitectura, desde el punto devista del desarrollo del proyecto museográfico, ha sido la falta de previsión de una cir-culación lineal, como corresponde, en principio, a un museo con un discurso histórico.Esto es así porque los ejes de comunicaciones principales ubican al visitante en mediode la sala expositiva o le obligan a desandar algunos tramos de exposición. En relacióncon esta cuestión, se encuentra la difícil articulación entre el claustro y el nuevo edifi-cio, que se realiza a través de dos puertas, lo que supone una permeabilidad escasa obli-gada por la necesidad de alterar lo menos posible la construcción histórica.

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En un segundo orden, surgieron importantes contratiempos referidos a la cli-matización y a la iluminación que sólo una buena gestión del museo puede paliar par-cialmente. En el primer caso, el claustro bajo permanece abierto al exterior y conectadocon el resto del edificio. De esta forma, se produce en la planta baja del museo el des-ajuste en los niveles de temperatura y humedad que, al no estar las plantas aisladas ver-ticalmente, provoca graves dificultades para controlar la temperatura del inmueble. Enel segundo caso, el uso sistemático de halógenos en el edificio, aparte de elevar los cos-tes del consumo, incide sobre las condiciones ambientales de las vitrinas.

3. Origen de la colección e historia del museoLa colección del MAAS nace de la obligación de las Comisión Provincial deMonumentos de Oviedo de crear un museo de antigüedades con los objetos quepasaban a formar parte de su patrimonio. Así, a lo largo del siglo XIX, se reunió lacolección de piezas arquitectónicas provenientes de inmuebles desamortizados. Aella se fueron sumando las donaciones y compras realizadas por los miembros de laComisión y por eruditos locales, además de los hallazgos casuales de la época o losresultados de las primeras intervenciones arqueológicas y restauraciones de edifi-cios prerrománicos como San Miguel de Lillo. Este Museo de Antigüedades de laComisión llegó a abrir sus puertas en varios momentos, primero en una capilla dela iglesia del monasterio de San Francisco y después en las Escuelas Normales,ambos en Oviedo.

A partir de la década de 1930 cobró impulso la idea de montar la exposiciónpermanente en el claustro del antiguo Monasterio de San Vicente. El primer mon-taje fue realizado por Manuel Jorge Aragoneses, disponiendo en las salas bajas delclaustro dos salas prerrománicas, una románica y otra gótica, en la entreplanta ellapidario romano, y en la planta superior el resto de la colección. Una vez inaugu-rado el museo en 1952 aún se continuó con la instalación de tal manera que a fina-les de la década, Francisco Jordá Cerdá y Luis Menéndez Pidal estaban aún mon-tando una celda en homenaje al Padre Feijóo, eminente ensayista de la Ilustración,monje y abad del monasterio de San Vicente.

Los fondos se vieron muy incrementados en esos años al hacerse efectivala donación de la colección particular del Conde de la Vega del Sella, así como las

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5 Como se indica en el título de este artículo, centraremos esta primera aportación en cuestiones relacio-nadas con el proceso de gestación del discurso expositivo del nuevo museo, reservando para un trabajomás extenso, actualmente en preparación, la presentación de una visión crítica y más completa del con-junto de las actuaciones.

de Aurelio de Llano y el Marqués de la Rodriga. La Diputación de Oviedo, por suparte, no desaprovechó la ocasión de comprar la colección de antigüedades de SotoCortés, la colección de monedas, armas y etnografía de Tomás Bataller y la colecciónnumismática de Pedro Hurlé. Progresivamente se fueron incorporando materialesprovenientes de las más primeras excavaciones sistemáticas realizadas en elPrincipado bajo el impulso de Francisco Jordá.

A partir de 1969, la dirección del museo recayó en manos de MatildeEscortell Ponsoda quien reorganizó la exposición en el claustro alto, dedicada a laPrehistoria, la Edad del Hierro, a la etnografía y a la muestra de monedas, armas ymedallas. Así llegó la exposición hasta el año 2003 en el que se iniciaron los trabajosde restauración y ampliación del edificio.

En 2008, tras algunos intentos fallidos, se empezaron las labores de redac-ción del nuevo proyecto expositivo, para lo cual se llevó a cabo una importantetarea de revisión de los fondos del museo, así como una recuperación de piezas ymateriales selectos provenientes de las excavaciones de los últimos treinta años, enlos que la investigación ha dado un vuelco en nuestra visión de la historia deAsturias desde el Paleolítico Antiguo hasta la Edad Media5.

4. El discurso expositivoPara comprender el planteamiento teórico del MAAS es preciso tener en cuenta lascircunstancias del antiguo museo una vez desmontado y almacenada su colecciónen una nave industrial del polígono de Silvota (Llanera). En el momento de elabo-rar el discurso de la Exposición Permanente (en adelante EP), no se disponía de unplan museológico específico capaz de integrar los programas, proyectos y recursospropios de un museo que habría de constituirse en referencia principal de la Red deMuseos Arqueológicos del Principado de Asturias.

En estas circunstancias y ante la premura de las fechas por la inminenteentrega del edificio renovado por parte del Ministerio de Cultura, la Consejería de

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Cultura y Turismo del Principado de Asturias (Dirección General de PatrimonioCultural, en adelante DGPC) encargó a Carmen Fernández Ochoa la coordinaciónde la puesta en marcha del MAAS, coordinación que partía de una escasísima dota-ción de recursos humanos y económicos. Desde esta perspectiva, y asumiendo conrealismo el encargo recibido, se propuso a la DGPC, la aceptación de un plan deactuación a corto plazo, entre el 2008 y el 2010, que permitiera, por una parte, inau-gurar, a comienzos del año 2011 la EP de la colección del MAAS y por otra, retomarposteriormente, la elaboración de un plan museológico orientado a sentar las basesmínimas para garantizar el funcionamiento futuro del museo. Aceptada esta pro-puesta por parte de la DGPC, la actuación prioritaria se centró en la elaboración deldiscurso expositivo como punto de partida. Este plan supuso la necesidad de pro-fundizar en numerosos aspectos científicos y museográficos y analizar con visióncrítica y como referencia, las experiencias prácticas de los nuevos muesos arqueoló-gicos que se habían inaugurado recientemente6. A modo de resumen, se podríadecir que estos contactos nos introdujeron en la visión de una nueva estética muse-ográfica en la que se otorgaba un importante papel a la utilización de elementosescenográficos y al empleo de sistemas de intermediación con los visitantes basadosen las nuevas tecnologías. En casi todos los casos se podía observar un planteamien-to subyacente que optaba por un discurso donde primaba la presentación didácti-ca de la historia versus la acumulación de piezas. De forma más esporádica, se per-cibía el intento de transmitir el valor de la emoción, la capacidad de evocar, recor-dar, agradar o sorprender.

A partir del conocimiento intenso de la colección, del edificio y de las nue-vas experiencias plasmadas en diversos museos arqueológicos actuales, nos propu-simos elaborar el Plan Museográfico del MAAS partiendo de dos objetivos principa-les: lograr el máximo rigor científico y dotar a la presentación de la nueva colecciónde un lenguaje acorde con aquellos aspectos capaces de fomentar la interacciónentre el visitante y los objetos expuestos.

6 Se realizaron numerosas visitas a los más recientes museos de arqueología españoles y europeos.

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1. La búsqueda del rigor científico Se creó un equipo científico ampliamente participativo, compuesto por investi-gadores universitarios de experiencia acreditada en diversos campos de laarqueología asturiana desde el Paleolítico hasta la Edad Media. En la composi-ción de este grupo de trabajo se tuvo en cuenta la incorporación de otros inves-tigadores cuyos trabajos más recientes han supuesto un impulso notable de losestudios sobre el mundo antiguo y medieval de Asturias7. La finalidad de esteequipo era elaborar un proyecto científico como base de la ejecución museográ-fica. Su función prioritaria consistió en preparar la Base Documental y el guiónexpositivo del programa de la EP, contribuir a la selección de las piezas y propo-ner medios/instrumentos para ilustrar la nueva exposición. En la primera reu-nión general celebrada en Oviedo el 14 de mayo de 2008, se tomaron una seriede acuerdos que permiten comprender mejor el trabajo realizado y las propues-tas resultantes. Se acordó:

a. Establecer un discurso histórico para la EP por épocas hasta el final dela Edad Media. La Arqueología de los periodos más recientes se inclui-ría como referencia indicando al visitante los museos especializados quese pueden visitar en Asturias8.

7 EQUIPO CIENTÍFICO: Prehistoria: Rodrigo de Balbín, Soledad Corchón, Juan Fernández-Tresguerres,Javier Fortea, Mario Menéndez, Marco de la Rasilla, Adolfo Rodríguez Asensio. Neolítico y Edad del Bronce:Miguel Ángel de Blas Cortina. Edad del Hierro: Jorge Camino Mayor, Angel Villa Valdés. Época castreña yromanización: Carmen Fernández Ochoa, Angel Villa Valdés. Edad Media: J. Avelino Gutiérrez González,Lorenzo Arias Páramo. Epigrafía: Rosa Cid López. Numismática: Fernando Gil Sendino. Historiografía: JoséA. Fernández de Córdoba.EQUIPO TÉCNICO: Fernando Gil Sendino (coordinación), Carmen Benéitez González, J.AntonioFernández de Córdoba, Belén Madariaga Garcíay María Noval. RESTAURACIÓN: Marta Corrada Solares,Beatriz García Alonso.OTROS COLABORADORES: Diego Álvarez Laó, Javier Baena Preysler, Santiago Calleja, Susana Hevia, MaríaGonzález –Pumariega, J. Ignacio Jiménez Chaparro, Diego Martín Puig, Rubén Montes, AlejandroSánchez, David Santamaría, Rosario Vega, Mar Zarzalejos Prieto. La directora interina del MAAS duran-te el proceso de renovación del museo ha sido Elisa Collado. Por parte de la DGPH coordinó los trabajosEva María Sánchez Díaz, directora de la Oficina de planificación y gestión del patrimonio cultural. 8 Vid. nota 2.

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b. Adoptar, como punto de partida para cada etapa cultural, una serie deideas-ejes contenidas en un guión básico de referencia9.

c. Elaborar un programa de trabajo pensado para ejecutar en diversasfases. En primer lugar, se concebiría la Base Documental con la selecciónde materiales y la propuesta de medios/instrumentos para ilustrar eldiscurso. En un segundo momento, se escribirían los textos concretos yse llevaría a cabo el seguimiento de las propuestas museográficas selec-cionadas por cada autor o grupo de trabajo.

d. Además de las unidades del discurso por épocas históricas, se incluye-ron otras unidades complementarias referidas a la historia del museo yde la Arqueología asturiana y a la metodología arqueológica.

Junto con el grupo de investigación, se creó un Equipo Técnico cuya misiónfundamental consistió en servir de enlace entre el equipo científico y la situaciónreal de la colección (ubicación10, estado de conservación etc.). Con el fin de ordenarel volumen de esta información se crearon instrumentos informáticos capaces derelacionar la temática de cada área con los objetos elegidos (en origen más de 5.000piezas) y con los recursos disponibles de acuerdo con las distintas propuestas expo-sitivas. Este equipo desarrolló también una importante función de control sobre larestauración de los materiales en estrecha colaboración con los restauradores delpropio museo o del Ministerio de Cultura.

2. La búsqueda del equilibrio en la museografía En términos generales, se entiende que la museografía debe apoyarse en tres ele-mentos imprescindibles: un concepto claro basado en que detrás de cada objeto hay

9 Dicho guión que debía de ser abordado en las unidades del discurso histórico, se formuló de la manerasiguiente: I.- El clima y el entorno. Condiciones físicas de cada periodo histórico. II.- La oferta del medio.Recursos potenciales y recursos explotados: La gestión del territorio. Indicadores de las actividades produc-tivas y el desarrollo tecnológico. III.- Procesos de transición y cambio en el paisaje: formas de ocupación/patrones de asentamiento característicos de cada etapa histórica. IV.- La perspectiva social. La escala de loscambios sociales. El poder y los símbolos culturales de estatus. V.- El mundo de las mentalidades: expresio-nes en la vida cotidiana (arte y creencias) y ante la muerte (rituales, arqueología de la muerte).10 Aparte de la colección propia, se establecieron convenios para incluir materiales de procedencia astu-riana depositados en el Museo Arqueológico Nacional y en el Museo Nacional de Ciencias Naturales.

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un ser dotado de historia y memoria, un corpus doctrinal bien estructurado (elmuseo debe promover un claro conocimiento histórico) y la interpretación como uninstrumento substancial en la relación entre el espectador y el objeto.

Desde la dirección del proyecto propusimos pactar acuerdos básicos sobreeste proceso, no sólo con el equipo científico sino también con los expertos en museo-grafía. Así, se acordó la utilización de los objetos originales (no reproducciones) y sucontexto sin renunciar al valor de la colección en aras de la escenografía. En este sen-tido, se planteó la utilización escueta de elementos escenográficos, uno por área temá-tica. En segundo lugar, se optó por una tecnología ajustada a una presentación sobriade la colección. Una gran mayoría de los objetos arqueológicos se entienden en razónde su función y su representatividad en los procesos de evolución o de estancamien-to de las sociedades. Su contemplación se inscribe más en parámetros de interés sibien, en algunos casos, ese valor se puede transformar en goce estético. En tercer lugar,se concedió a la interactividad una función complementaria y, sobre todo, educativo-didáctica. Igualmente, se propuso ofrecer un lenguaje museográfico con diversos nive-les de lectura para distintos públicos. Por último, se proyectó la accesibilidad a la infor-mación con atención a los discapacitados de todo tipo.

Ante la falta de espacio del edificio, también se propuso revalorizar la salamayor del almacén para convertirla en un ambiente expositivo dinamizador de lapropia colección (bien se trate de piezas antiguas o de excavaciones recientes)mediante montajes temáticos capaces de facilitar una nueva mirada hacia esemismo tipo de bienes culturales. Este último acuerdo no llegó a llevarse a efecto.

5. La documentación generada A partir de trabajo referenciado en el apartado anterior, se pudo crear un programaexpositivo que se presentó al Ministerio de Cultura estructurado en cuatro docu-mentos con los contenidos siguientes11:

11 Tras la aceptación de nuestra propuesta por la Consejería de Cultura y Turismo del Principado de Asturiasy por el Ministerio de Cultura, se procedió a convocar el concurso para la adjudicación de la museografía. Laempresa adjudicataria fue la U.T.E. “Jesús Moreno y Asociados, S.L., Ypunto Ending S.L, SEIS, S.A.”. ElMinisterio de Cultura ha invertido algo más de 5 millones de euros procedentes del Plan de Modernizaciónde los Museos Estatales cuya gestión ha sido realizada por la Subdirección General de Museos Estatales.

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Documento A: Base DocumentalSe trata de una introducción explicativa de los contenidos que precede al desarro-llo de la propuesta expositiva. Cada grupo de investigadores elaboró los contenidosde su área histórica ateniéndose a unos criterios básicos establecidos en las reunio-nes conjuntas. El documento comprende una parte teórica que aborda la cuestióncientífica, una presentación sintética del desglose y organización de los contenidos,algunas sugerencias sobre aspectos museográficos y una bibliografía de referenciapara cada área.

Documento B: Contenidos temáticos y propuesta expositiva Constituye el documento medular de la EP. Se ha organizado en Áreas temáticas,Bloques temáticos y Unidades temáticas. Las Áreas temáticas corresponden a losgrandes momentos de la historia de la cultura material de Asturias desde los oríge-nes hasta el siglo XV. En total, se han seleccionado cinco áreas principales : I.- Lostiempos prehistóricos. II.- Neolítico y Edad de los Metales. III.- El tiempo de los cas-tros. IV.- Roma en Asturias. V.- Asturias Medieval. Además se programó un áreacomplementaria con el título: De colección a museo. Memoria Histórica de laArqueología asturiana.

Cada Área se divide en Bloques que constituyen el marco de referencia gene-ral en el que se insertan las unidades. Por su parte, las Unidades temáticas conformanla esencia del contenido y a ellasse refieren los objetivos y la pro-puesta expositiva.

Todos los datos de esteDocumento B se han normaliza-do en unas fichas-tipo donde serecogen los contenidos, los obje-tivos y la propuesta expositivade cada unidad desglosada entres grandes apartados: Recursosmateriales, Documentación yRecursos multimedia. En el apar-tado correspondiente a propues-

Ficha de trabajo del Documento B

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tas didácticas, hemos insertado los aspectos metodológicos que acompañan a lainvestigación científica en el ámbito de la arqueología.

A través de este documento, se percibe que la colección del MAAS es unclaro exponente de la evolución histórica de la región. De manera general, segúnel tipo de elemento o fenómeno que analicemos, se muestran los mismos proce-sos históricos con materiales arqueológicos similares a los que podemos observaren el resto de la cornisa cantábrica, la península ibérica o Europa. Sin embargo,existen varios periodos o acontecimientos históricos en los que el registro arqueo-lógico es singular o que puede destacar por su unicidad. Por este motivo se selec-cionaron ciertas etapas históricas con el fin de que fueran especialmente reforza-das en la exposición museográfica. Tal es el caso del mundo de los neandertales yla Cueva del Sidrón. Los restos humanos localizados en la cueva del Sidrón(Piloña) están permitiendo avances en el conocimiento de las poblaciones nean-dertales, punteros en el contexto europeo. Por su parte, el arte paleolítico tanto enlas manifestaciones rupestres como en los ejemplos de arte mueble son destaca-bles en el contexto del arte paleolítico europeo. Algunos de los tipos existentes enAsturias son únicos y característicos de la región, constituyendo otros buenosejemplos de la unidad cultural existente en otros periodos. Se han destacado tam-bién las minas de Sierra del Aramo con su notable riqueza mineral que fueronexplotadas con profusión dejando testimonios singulares como los restos huma-nos y los útiles que se utilizaban en estos trabajos. Mención especial merece laarquitectura altomedieval, es decir, el arte legado por la monarquía asturiana queconstituye un unicum en el contexto europeo de la época tanto por su calidadcomo por la cantidad de edificios conservados. Las múltiples intervenciones enlos monumentos prerrománicos a lo largo de la historia han permitido la recupe-ración de muchos restos arquitectónicos que se custodian en el MAAS. Además deestos apartados realmente singulares, no se puede olvidar el importante avanceen el conocimiento científico que han permitido las investigaciones sistemáticasde los diferentes periodos en que se divide el Paleolítico, bien sea para sus aspec-tos industriales como ambientales. Del mismo modo, tanto para la Edad delHierro como para la Romanización, pese a que en otras zonas de la península ibé-rica sean momentos conocidos con gran detalle, tradicionalmente se ha produci-

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do en Asturias un cierto vacío en lo referente a su conocimiento. Sin embargo, enlos últimos veinte años, esta situación se ha transformado de manera radical,insertando con toda claridad a la región asturiana en los mismos procesos gene-rales de sobra conocidos en otros espacios peninsulares.

En cuanto a la presentación de los aspectos relativos a la metodología arqueo-lógica, nuestra opción se mantuvo en la línea de aproximar a los visitantes a los entre-sijos de la ciencia mediante explicaciones claras y precisas capaces de transmitir losprocesos a través de los que se crea el conocimiento histórico que reflejamos en la EP.Por ello, las cuestiones metodológicas se insertaron en el apartado “propuestas didác-ticas” de este mismo Documento B. Se ha tratado de huir de la tradicional presenta-ción del trabajo del arqueólogo por medio de instrumentos y cortes estratigráficos pro-curando buscar una presentación más dinámica cuyo soporte habrían de crear los téc-nicos encargados de la museografía. La selección y distribución de las técnicas y ana-líticas a lo largo de las distintas unidades se ha realizado en función de su aplicaciónpreferente en cada parcela de la arqueología asturiana. Así, por ejemplo, la antropolo-gía humana y el ADN se explican en el caso de losNeandertales, la Arqueometalurgia en el aparta-do de la Edad de los Metales, la Arqueología delPaisaje en los temas de Roma, etc. Toda esta infor-mación llegó a conformar el llamado “Gabinete deArqueología” que se ha insertado en diversospuntos estratégicos del museo (vid. infra).

Documento C: Fichas de objetos arqueológicosEste repertorio es el complemento imprescindibleque remata el conjunto de la propuesta de la EP.El contenido de las fichas se elaboró de maneraexhaustiva indicando los datos técnicos, el estadode conservación y la posición que ocuparía encada unidad temática. A partir del registro decada objeto se pudo preparar también el pliego decondiciones para la restauración de los diferentesmateriales arqueológicos.

Ficha de objeto arqueoló -gico del Documento C

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Documento D: Planteamientos generales sobre la Exposición Permanente Se recogen en este último documento las ideas relativas a la representatividad delMAAS en el conjunto de la sociedad asturiana, los planteamientos generales sobreel discurso expositivo y las sugerencias concretas acerca de la plasmación museo-gráfica de las propuestas presentadas.

6. El nuevo museo. Cuestiones museográficas. Circulación, niveles de lectura y recursos.

Organización del discurso expositivo

La EP presenta, como ya se ha indicado líneas arriba, un discurso histórico orga-nizado por épocas, que abarca el periodo comprendido entre las primeras eviden-cias de la presencia humana en la región asturiana hasta finales de la Edad Media.La exposición ofrece diferentes niveles de conocimiento con el fin de que quienes

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Nueva escalera de acceso a la Exposición Permanente

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realizan la visita puedan escoger, de una forma fácil e intuitiva, el tipo de informa-ción que desean recibir. Esta información se distribuye a lo largo de las salas delmuseo manteniendo siempre una presencia escalonada en el tamaño de la letra yen el espacio destinado a su presentación. De esta manera, el visitante siemprepuede identificar rápidamente el nivel de conocimiento deseado.

La exposición ha quedado ordenada en cinco aéreas que recorren la histo-ria de Asturias a través de cinco grandes capítulos temáticos que se distribuyen enel edificio de la siguiente forma:

Planta 1. Área I: Los tiempos prehistóricosÁrea II: El Neolítico y la Edad de los Metales

Planta 2. Área III: El tiempo de los castrosÁrea IV: Roma en Asturias

Planta 3. Área V: Asturias Medieval

A las cinco aéreas históricas se le añaden cuatro ambientes de temática propia.La planta baja, a la que se accede a través del claustro bajo, cuenta con una gran saladedicada a las cuevas prehistóricas y a los edificios de la Monarquía Asturiana decla-rados Patrimonio Mundial por la UNESCO. En este lugar también se ha reservado unespacio dotado con pantallas interactivas que aportan información sobre el Camino deSantiago en Asturias y las diferentes estaciones arqueológicas visitables así como lasaulas y pequeños museos diseminados por la región. Por último, se ha preservado unazona denominada “Actualidad Arqueológica” para la presentación, de forma temporal,de piezas singulares del museo o de nuevas adquisiciones.

También a lo largo del claustro bajo se exponen varios sarcófagos medieva-les, la heráldica y los restos arqueológicos de una estructura altomedieval, quizárelacionada con el abastecimiento de agua, anterior a la construcción del cenobiorománico de San Vicente. El lugar se aprovecha para explicar de forma breve la his-toria del edificio que acoge la colección del MAAS.

En la planta segunda, también con independencia de la secuencia expositi-va principal, se ha dedicado una sala a la historiografía de la Arqueológica asturia-na y a la historia del Museo Arqueológico de Asturias bajo el título “De colección a

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Museo. Memoria histórica de la arqueología asturiana”. Además, al final de la pri-mera panda del claustro alto se ha reconstruido el montaje museográfico de la celdadel padre Feijóo, cuya museografía se ha adaptado miméticamente a la recreaciónde años 50 del siglo pasado12.

Cada área temática se identifica con un color que facilita el reconocimientode cada periodo histórico. Un texto de unas 120/130 palabras ofrece una visión gene-ral básica sobre la época tratada. Un segundo nivel de información lo conforma el“texto de bloque” en el que se indican los temas que vertebran la etapa histórica a la

12 La polémica suscitada por el intento de adecuación de la celda del P. Feijóo a una museografía másactualizada y, sobre todo, más conforme con la realidad histórica y material del momento vivido por esteinsigne personaje, puede consultarse en la prensa diaria asturiana de los años 2009 y 2010. Las interesan-tes propuestas de la empresa adjudicataria de la museografía del MAAS no se aceptaron a causa de la pre-sión ejercida por determinados círculos de la intelectualidad ovetense.

Inicio del Área I Los tiempos prehistóricos

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que pertenecen. Por último, a través de los “textos de unidad” se plasman aspectosespecíficos del momento histórico completados con las “cartelas explicativas” o los“textos complementarios”, pequeñas aportaciones sobre aspectos concretos presenta-dos en el interior de las vitrinas. En consecuencia, el usuario del museo dispone delacceso a cuatro niveles de conocimiento que le permiten profundizar en los diferen-tes aspectos históricos y económicos, organización social y política, actividades espe-cíficas o elaboración y uso de herramientas y utensilios.

Las cartelas que identifican los objetos dentro de las vitrinas contienen unainformación escasa y genérica, que en la mayoría de las ocasiones no permite identi-ficar el elemento arqueológico con su yacimiento de origen. El Ministerio de Culturahabía previsto que la información arqueológica de los materiales expuestos se com-pletara con “Hojas de Sala” que aportarían la información específica de cada pieza ysu ubicación topográfica. Este elemento museográfico, un año después de la inaugu-ración de la EP, todavía no ha sido editado13. La información de las vitrinas se com-pleta con las “cartelas dibujo”, sencillas ilustraciones que, por medio de una imagen,explican la utilidad de un objeto, un gesto técnico o cómo se fabrica.

Recursos museográficosLa información contenida en la EP, se completa con otros recursos museográficosque se han desarrollado con el fin de permitir al público interesado ampliar susconocimientos y dinamizar la visita utilizando soportes variados y tecnologíasaudiovisuales.

Las escenasA lo largo de la exposición se van sucediendo una serie de dibujos de gran forma-to, en blanco y negro, en los que se ilustran las actividades humanas ambientadasen su contexto y que se han elegido como complemento del contenido. Estas “esce-nas” se han ideado como una instantánea de la vida cotidiana o como ejemplo deun acontecimiento trascendental en el devenir histórico. Así, en el área I se sucedenuna serie de imágenes que permiten contemplar los distintos homínidos que han

13 La ausencia de la “Hojas de Sala” es una de las carencias del museo que debería subsanarse con la máxi-ma urgencia.

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habitado la cornisa cantábrica, la evolución del paisaje y de las diferentes especiesque comparten hábitat con los homínidos, o las actividades económicas que susten-tan a los grupos paleolíticos.

En otras áreas, la escena representa las nuevas actividades económicas, talcomo ocurre en el Neolítico o bien aspectos que nos hablan de los procesos de laprogresiva complejidad de las sociedades del Bronce Final y de la Edad del Hierro.La presencia de Roma se ejemplifica con escenas que apoyan la narrativa del dis-curso histórico, en donde se ilustran un campamento militar, las actividades mine-ras o la presencia del ejército en los poblados indígenas. El área V cuenta con esce-nas que simbolizan el ascenso de las pequeñas noblezas o la eclosión de la vidaurbana en el Bajo Medievo. Estas imágenes de gran formato contienen detallessobre el paisaje, las construcciones, la forma de vestir a la vez que ilustran sobre losartefactos arqueológicos que aparecen en las vitrinas como adornos, herramientas

Escenas que ilustran la unidad Los castros durante la I Edad del Hierro

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o armas, que son contextualizadas en los dibujos y que sirven como explicaciónsobre su función.

Mapas y maquetasLa exposición se acompaña con una serie de mapas de gráfica sencilla en los que selocalizan los yacimientos de los que proceden los objetos arqueológicos. En otrasocasiones, los mapas sirven de complemento a la narración y muestran los princi-pales yacimientos de un periodo a la vez que ejemplifican los modelos de implan-tación en el paisaje. Junto a los mapas, cada área del museo dispone de una o variasmaquetas que tratan de complementar o enfatizar la información propia de cadayacimiento o complejo arqueológico, como es el caso de la representación ideal delcampamento militar de época romana de La Carisa, que refleja con fidelidad laspropuestas de sus investigadores14.

Los audiovisualesLa EP cuenta con una profusa oferta de audiovisuales de variado formato y con-tenido. La propuesta museográfica preveía un audiovisual de gran formato,sonoro, y de excelente calidad por área, que funcionaba como síntesis histórica oreflejo de los aspectos fundamentales que definían cada etapa. Estas proposicio-nes se acompañaban de otros videos que contarían aspectos complementariosdel discurso, como argumento alternativo y dinamizador a la lectura de los tex-tos explicativos. Sin embargo, el resultado del conjunto de audiovisuales ha sidodesigual15.

Los audiovisuales están presentados sobre variados soportes como panta-llas de diferentes tamaños, la pared de alabastro del edificio o superficies prepara-

14 Desde nuestro punto de vista, las maquetas son uno de los elementos museográficos menos logrados.Los responsables del Ministerio de Cultura apostaron por un concepto de maqueta minimalista, mono-color y que solo representara volúmenes. Durante el proceso de redacción definitiva de la propuestamuseográfica estos valores evolucionaron hacia propuestas intermedias cuyos resultados no han sidototalmente satisfactorios.15 En general, la museografía adolece de cierto abuso de este recurso. El museo cuenta con algunos víde-os de excelente calidad narrativa y técnica junto a otros cuya realización es muy inferior, con un resulta-do final poco apropiado en comparación con el alto nivel general de la museografía.

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das ex profeso para la proyección. Destacan por su calidad, la producción sobre lasindustrias asturienses, los videos de las áreas II y IV y el audiovisual “De coleccióna Museo”. Especial relevancia tienen, por su innovación y excelente producción, lasfilmaciones dedicadas a los diferentes tipos de talla paleolítica.

Elementos singulares de la exposiciónEl discurso expositivo, base de la propuesta museográfica, siempre tuvo como argu-mento especial el desarrollo de elementos museográficos singulares distribuidos demanera uniforme por la exposición. Estos recursos trataban de sorprender y moti-var al visitante para animarle a continuar descubriendo los entresijos de nuestropasado de una forma atractiva.

La visita al museo se inicia con un gran audiovisual de Asturias que duran-te casi 20 minutos recorre la región de este a oeste. El montaje posee un carácter

Escultura hiperrealista que representa una mujer neandertal Imagen cortesía de J. Moreno y Asociados

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fundamentalmente turístico con paisajes, lugares y monumentos asturianos y vaproyectando color sobre una maqueta del relieve de Asturias de tonalidad blanca.El recurso tiene como objetivo sorprender al espectador e invitarle a conocer elresto de la región. Desgraciadamente, el audiovisual, de compleja ejecución y altocoste, pierde definición los días luminosos al ubicarse en la zona del edificio conmás iluminación natural.

En la planta primera destacan una escultura hiperrealista de una mujerneandertal que vigila y acompaña con su mirada la visita. A sus pies, un conjuntode restos humanos pertenecientes a estas gentes tratan de ilustrar al visitante sobrela veracidad de la imagen representada en la vitrina. El Neolítico y la Edad de losMetales se encuentra presidida por la “deconstrucción” del Ídolo de Peña Tú, unafotografía de gran tamaño desplegada como una propuesta artística contemporá-nea que arropa la información sobre este original enclave.

En la planta segunda domina el espacio dedicado a la minería del ororomana con los entibados de madera originales procedentes de la explotaciónminera de Boinás (Belmonte) del siglo I d.C. Por último, el lugar dedicado a laAsturias Medieval queda presidido por dos imponentes columnas romanas proce-dentes del palacio de Alfonso III, que, a modo de propileos, dan la bienvenida alvisitante. A continuación, la exposición centra su atención en el arte asturiano evo-cando algunos aspectos de su arquitectura y decoración. Se pueden contemplar loselementos rescatados de la iglesia de San Miguel de Lillo que, completados con tes-timonios pétreos de otras iglesias de la monarquía asturiana, se presentan con unamuseografía innovadora y respetuosa con los originales.

Gráficas especialesLa exposición se ornamenta con gráficas que adornan algunos ambientes y que, enocasiones, aportan nueva información sobre soportes diferentes. Mientras las ilus-traciones sobre las variaciones del paisaje durante el Paleolítico presentan dibujosque no alcanzan la calidad deseada, el mundo de las mentalidades de la etapa cas-treña se encuentra presidida por una gráfica a gran formato de la diadema deMoñes muy lograda. El fondo de este mismo espacio está regido por una macrofotografía del castro de Coaña a pared completa que resulta efectista. Por su parte,el mundo medieval cuenta también con algunas gráficas de gran tamaño que

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acompañan los recursos expositivos como por ejemplo el trazado del Camino deSantiago, el fuero de Avilés etc.16.

Presentaciones interactivasLa exposición cuenta con cuatro presentaciones interactivas de características muydiferentes y resultados desiguales.

1. Las vitrinas dedicadas al arte mueble paleolítico se ilustran con tres “car-telas interactivas” innovadoras que permiten de forma fácil y amenaobservar y conocer la excelente colección que custodia el museo. Las

Presentación de elementos arquitectónicos del arte de la monarquía asturiana. Imagen cortesía de J. Moreno y Asociados

16 Frente a estas realizaciones de calidad, la empresa adjudicataria de la museografía ha ido adornandoalgunos paneles con vinilos que representan dibujos esquemáticos de los objetos expuestos. El resultadofinal refleja cierta improvisación del recurso y escasa calidad del diseño.

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cartelas interactivas son unas pantallas táctiles que contienen de formaordenada la imagen de todos los objetos de arte mueble expuestos,sobre los que se plasma un dibujo que ayuda a reconocer le motivo y laficha arqueológica de la pieza. La herramienta es de manejo sencillo yparece ser uno de los elementos museográficos que más éxito tieneentre los visitantes.

2. En el área de la cultura castreña se encuentra un gran mapa de Asturiasdonde se han representado el total de castros catalogados. Por medio detres botones se pueden iluminar los castros del Bronce Final/PrimeraEdad del Hierro, los castros de la Segunda Edad del Hierro y los castroscon presencia romana. Es un interactivo poco innovador pero funcionacon efectividad17.

3. En el claustro alto, al comienzo del área de Roma se encuentra un librointeractivo con unas cuantas hojas de atlas de Ptolomeo. El recurso con-siste en una pantalla táctil sobre la que se pasan las páginas y se subra-yan los enclaves romanos de solar asturiano. Para la comprensión efec-tiva de este recurso es imprescindible una explicación que debería cons-tar en las futuras Hojas de Sala.

4. Por último, los itinerarios de barro de Astorga se exponen sobre unatractivo soporte dinámico que permite dar luz a cada tablilla y obser-var completamente iluminado el itinerario descrito sobre un mapa delnoroeste.

Las bandejas arqueológicasEl discurso expositivo del museo se completa con una original propuesta que per-mite incluir, en la información transmitida al espectador, dos líneas nuevas dedocumentación. Se trata de unas planchas situadas a modo de cajones que se deno-minaron como “bandejas arqueológicas”. Estos compartimientos llevan una señali-zación exterior y el visitante puede abrirlos manualmente. Las bandejas yacimiento

17 La ejecución museográfica sin embargo ha sido deficiente llenando el mapa de puntos de luz innece-sarios y que invitan a la confusión. A pesar de las indicaciones dadas para su correcta presentación, elarreglo se redujo a repintar los puntos de luz equivocados.

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contienen imágenes e información básica de los principales asentamientos arqueo-lógicos tratados en el discurso histórico. También presentan aspectos concretos rela-cionados con las la actividad humana como el mundo espiritual, los ritos funerarioso las transformaciones urbanas de los poblados. Las bandejas señaladas comoGabinete de Arqueología se distribuyen por las tres plantas del museo y explican deforma sintética los diferentes métodos utilizados por la ciencia arqueológica paracompletar el conocimiento de nuestro pasado. El visitante descubrirá, entre otrostemas, la importancia de los estudios sobre la fauna y la paleobotánica, las aporta-ciones de la antropología física y los análisis de ADN, los diferentes métodos dedatación numérica y su aplicación en el conocimiento de las sociedades pasadas ola importancia de los estudios del paisaje y las formas de implantación en el terri-torio en épocas pretéritas.

Las mesas didácticasEn cada área del museo se localizan unas mesas destinadas a desarrollar activida-des con la población infantil y juvenil así como actividades específicas dedicadas alas personas con capacidad visual disminuida. Cada mesa cuenta con una pantallatáctil en la que se revisan aspectos observados durante la visita o se amplía la infor-mación con una finalidad más didáctica. También cuentan estas réplicas con repro-ducciones tiflológicas de utensilios representativos o de edificios o yacimientos sin-gulares. El recurso se completa con juegos de pregunta-respuesta y elementos pararevelar olores y sonidos18.

Reflexión final A través del artículo precedente hemos tratado de transmitir algunos aspectos dela puesta en marcha del MAAS desde la intrahistoria del proyecto. Estas actuacio-nes de envergadura requieren un largo proceso de análisis de la colección y de losfondos del museo y una profunda discusión sobre los objetivos y contenidos deldiscurso expositivo. Los distintos museos provinciales que iniciaron el camino derenovación antes que el MAAS, llevaron a cabo este proceso con una planificación

18 La propuesta, en principio muy atractiva, pone en evidencia los recortes económicos que afectaron asu realización y la humildad de los materiales empleados.

suficiente de los tiempos y de los recursos económicos. Sin embargo, el proyectode la EP del MAAS se fraguó con medios muy limitados tanto en relación con elpersonal como con los plazos para gestar las ideas matrices y su conversión en ele-mentos museográficos. Aún así, tratamos de organizar y presentar el trabajo en elmenor tiempo posible para que el Ministerio de Cultura pudiera lanzar el concur-so público de la museografía en los plazos que tenía determinados.

Somos conscientes de que aún debemos dar a conocer otras dimensionesde la puesta en marcha del MAAS que abordaremos en un trabajo de próxima publi-cación. Como sucede con la renovación de las instituciones museísticas de ciertamagnitud, la disponibilidad incondicional de las personas o de los equipos y elincuestionable interés del programa, no siempre encuentran una correspondencia

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Bandejas con información sobre yacimientos o sobre metodología arqueológica

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suficiente en los medios económicos disponibles. La obra del MAAS se llevó a caboen medio de la incertidumbre de una crisis económica cada vez más aguda que inci-dió en la realización final de algunas propuestas museográficas cuyas limitacioneshemos señalado en el texto, si bien se contó siempre con el esfuerzo de todos losequipos implicados y la firme voluntad del Ministerio de Cultura y de la DGPH deAsturias, dispuestos a sacar a adelante el proyecto. En la actualidad, como se haindicado en varios párrafos de este relato, algunos aspectos de la museografíarequieren una revisión o un mayor perfeccionamiento. Pero, sin duda, será el pro-pio devenir de la institución el que con una cuidadosa atención y con sus publica-ciones y actividades de difusión, le otorguen al Museo Arqueológico de Asturias elpapel que debe desempeñar en la sociedad asturiana.

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