(1989)- Contribución al estudio de la nobleza extremeña durante el reinado de Alfonso XII de...

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REVISTA DB ESTUDIO XTREMEÑ (FUNDADA EN 1927) DEPÓSITO LEGAL BA-I4-1958 ISSN 0210-2 DIRECTOR: MANUEL PECELLIN LAN AÑO 1989 TOMO N Ü M . I I I SEPTIEMBRE-DICIEMBRE SEPARATA BADAJOZ

Transcript of (1989)- Contribución al estudio de la nobleza extremeña durante el reinado de Alfonso XII de...

REVISTA DB

ESTUDIOS XTREMEÑC

(FUNDADA EN 1927)

DEPÓSITO LEGAL BA-I4-1958 ISSN 0210-2854

DIRECTOR: MANUEL PECELLIN LANCHARRO

AÑO 1989 TOMO XLV

N Ü M . I I I

SEPTIEMBRE-DICIEMBRE

SEPARATA

BADAJOZ DEPARTAMENTO DE PUBLICACIONES DE LA

EXCELENTÍSIMA DIPUTACION PROVINCL\

Se han impreso

veinticinco ejemplares

BADAJOZ.—IMPRENTA DE LA DIPUTACION PROVINCIAL

Contribución al estudio de la nobleza extremeña durante

el reinado de Alfonso XII de Castilla

1. Planteamiento

Entre 1465-68 se desarrolla en Castilla el reinado —paralelo al de Enrique FV— de Alfonso XII prínicipe elevado al trono por la nobleza levantisca el 5 de junio de 1465. La presencia del nuevo rey y su admi­nistración no permaneció localizada en determinada zona geográfica sino que se expandió por todo el reino. Sin embargo, algunas comarcas se vieron más afectadas que otras dependiendo este particular del pa­pel que los nobles lugareños tuvieron en la Corte alfonsina. Esto es así porque la esencia del reinado de Alfonso, niño de once años cuando fue alzado rey, no es más que la demostración rotunda del poder de una nobleza ambiciosa que utilizó a su favor el descontento que se ha­bía ido forjando a lo largo de los diez primeros años del reinado de En­rique FV.

Este artículo pretende —en la medida de lo posible—^ aportar noti­cias y un pequeño apéndice documental que ilustren de modo mono­gráfico el papel jugado por la nobleza extremeña durante los años del rey Alfonso. Si ha de comparársele con los escenarios andaluces o cas­tellanos el extremeño podría parecer que ocupa un segundo plano pero no hay que olvidar que aquí tendrán lugar acontecimientos de singular interés que iremos describiendo en las próximas líneas: Plasencia, por ejemplo, jugará un papel estrella como embrión de la Corte alfonsina en la primavera de 1465 y ya, a fines del reinado, como centro de las conversaciones para la paz del reino.

Desde la primavera de 1464 en que se produce la rebeldía de la liga nobiliaria —exigiendo, entre otras cosas, el reconocimiento del infante Alfonso como príncipe heredero— el reino entero, de norte a sur, se vio sacudido por un enfrentamiento que había de perpetuarse, a modo de guerra civil, durante tres años. Hay que subrayar aquí que Extremadu­ra permanecerá relativamente tranquila en comparación con zonas vecinas. Y esto es así porque la mayor parte de la nobleza extremeña apoyará la candidatura de Alfonso y el forcejeo entre partidarios de uno u otro monarca —exceptuando los enfrentamientos entre el clave-

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ro y el maestre de la orden de Alcántara— no existió en grandes proporciones.

Es el conde de Plasencia, Alvaro de Stuñiga, especialmente en sus comienzos, un buen valedor para la candidatura del príncipe ponien­do Plasencia a disposición de los rebeldes. El conde de Miranda, otro Stuñiga, y hermano del anterior, tampoco dudó a la hora de seguir los dictados de su linaje. Los Solís ocuparon cargos en la corte del rey Al ­fonso y recibieron de él mercedes que a su muerte fueron confirmadas por Enrique IV. Sólo el conde de Feria, Gome Suárez de Figueroa, se nos antoja más neutral en un principio. Otros linajes como los Porto-carrero, condes de Medellin, también se mostraron partidarios de Al ­fonso. Sin olvidar además que en tierras extremeñas existían dos lina­jes de gran importancia: los Alvarez de Toledo, condes de Alba y los Cueva, personificado este último por Beltrán de la Cueva duque de Al-burquerque, receptor en estas tierras de la herencia de Alvaro de Luna^. Es este personaje favorecido por el rey Enrique con el maestrazgo de Santiago el que, hasta cierto punto, significa la gota que colmaba el va­so de la paciencia de Juan Pacheco, marqués de Villena que, desplaza­do del gobierno aglutinó a su alrededor la Liga nobiliaria. Era el co­mienzo del fin.

Aquel verano de 1464, al tiempo que los Stuñiga sellaban su alianza con el marqués, se producen en tierras extremeñas la serie de enfrenta­mientos que durante los próximos años tendrán lugar en la orden de Alcántara entre el maestre Solís y el clavero Rodrigo de Monroy. Ya en septiembre la situación se había enrarecido de tal manera a causa de las actuaciones rebeldes, que Enrique IV comenzó a tomar medidas. Concretamente en Extremadura instó al conde de Feria a tomar bajo su gobierno la zona para evitar la anarquía'. Pero los acontecimientos se precipitaron de tal modo que dos meses después la presión nobilia­ria había conseguido, por medio de varios acuerdos, que en Cabezón se reconociera a Alfonso como príncipe heredero. En los diferentes pa­sos hasta llegar a esa fecha del 30 de noviembre asamblea de Burgos en septiembre, contrato privado del 25 de octubre, etc.— estuvo presente como noble más representativo de Extremadura, y también del reino, el conde de Plasencia. Su hermano, el de Miranda, tampoco faltó a la cita de Cabezón, siendo el que recibió el pleito homenaje de sus homó­nimos en el juramento público". Al tiempo, Beltrán de la Cueva era des­pojado del maestrazgo de Santiago pasando la administración —

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según deseos de Juan II— al príncipe Alfonso. Para compensarte de aquella pérdida Enrique IV le agració, como se sabe, con un señorío en tierras extremeñas, una buena cantidad de maravedís y el título de du­que de Alburquerque.

2. Extremadura jura al príncipe Alfonso

En Cabezón, además, se procedió a la convocatoria para que ciuda­des y villas así como miembros del estamento nobiliario cuyos procu­radores no habían estado presentes el día 30, pudieran jurar a Alfonso como príncipe heredero. Pero aún hubo más. La última clausula del documento del 30 de noviembre —la comisión para la reforma del go­bierno desembocó en un intento de constitución nobiliaria llamada Sentencia de Medina del Campo que, al no ser aceptada por Enrique FV, se anuló el 16 de enero de 1465— provocaría la guerra.

Volviendo al príncipio hay que señalar que la documentación so­bre la jura de Alfonso conservada en un archivo nobiliario' en muestra ampliamente elocuente de una especie de Cortes itinerantes que, tras la anulación de la Sentencia de Medina hubo de llevarse a cabo por la geografía del reino huyendo de las represalias de Enrique FV que se arrepintió de su decisión de considerar a su hermano príncipe heredero.

En el caso de la comarca extremeño nos hallamos con la documen­tación de poderes otorgada por Ciudad Rodrígo, Badajoz y Trujillo los días 2,8 y 6 de abril. Esta última fecha absolutamente fuera de lugar. El conde de Feria otorgó al caballero de su casa Rodrigo Mexía el poder correspondiente para que pudiera jurar al principe el 9 de enero*. Las juras, en Ayllón durante el mes e enero y San Esteban de Gormaz a partir de febrero las llevaron a cabo los procuradores de las ciudades y villas arriba mencionadas así como del conde de Feria. También Bada­joz sin constancia documental de poderes, juró al príncipe. El caso de Trujillo es excepcional —11 de abril- y sólo demuestra la intención acaparadora y dominadora del conde de Plasencia.

Habría que concluir, pues, que dada la escasa muestra que supone la documentación de Montemayor el porcentaje de ciudades y villas extremeñas en la jura de Alfonso resulta bastante elevada.

La anulación de la Sentencia de Medina del Campo trajo consigo como se ha dicho, la guerra y naturalmente con ella la división del rei­no. No se podía dar marcha atrás^.

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3. La Corte del príncipe se instala en Plasencia: la proclamación secreta

La ciudad de Plasencia se erigió entonces en núcleo de resistencia rebelde. Desde allí el príncipe, absolutamente mediatizado por el Stu­ñiga comenzó a expedir documentación aglutinando a su alrededor una incipiente Corte que, meses después, trasladaría a Arévalo, señorío de su madre. Extremadura, además, se presentaba mejor resguardada de los ataques enríqueños.

Alfonso, entonces, en calidad de administrador de la orden de San­tiago así como príncipe de Asturias —dignidades que le permitían le­galmente expedir documentación— comenzó una tímida actividad cancilleresca. Los Solís fueron los primeros beneficiados*.

Con la radicalización de las posturas, ya en el mes de abril, y la de­cidida actitud de Enrique IV de combatir a los rebeldes —incluía el plan atacar a los dominios de los Stúñiga— la documentación del prín­cipe se coloca al margen de la ley: el 13 de abril Trujillo le es concedido, en custodia, al conde de Plasencia confirmándosele semanas después con el título de duque'. Los nobles además no dudan en confederarse para influir sobre el príncipe al fin de beneficiarse mutuamente'".

Sin embargo lo que ya demuestra las claras intenciones de aquéllos es un hecho singular y poco conocido:

Este infante don Alonso había sido primero jurado por Rey secretamente eil

Plasencia X X X dias del mes de abril dos horas después de media noche anno

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Por ello no tenía nada particular que días después se produjera la ruptura de los rebeldes con el rey por medio de una carta —fechada el 10 de mayo— en la que no dejaban a Enrique FV más solución que la recuperación del partido enriqueño. Días después en Salamanca en las cortes en marcha aquellos planes: Beltrán de la Cueva fue claramente «rehabilitado». Aún tuvo ocasión el monarca de quedarse más perple­jo cuando comprobó que había sido burlado por el Almirante y el Ar­zobispo que simulando volver a su servicio, a principios de año, sólo buscaba reforzar su posición con mercedes y fiscalizar los planes del monarca. Enrique FV no dudó en poner cerco a Arévalo, en donde se hallaban los rebeldes, pero fracasó.

Ix»s hechos se precipitaron: de Arévalo los nobles se trasladaron a Avila en donde llevaron a cabo el alzamiento del nuevo rey —Alfonso XII—. Comenzaba así el efímero reinado de un niño de once años así como una atípica guerra civil.

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4. Extremadura en el reinado de Alfonso XII

En Avila estuvieron presentes los Stúñigas casi en su totalidad así como el maestre de Alcántara— nombrado según algunas fuentes ca­pitán general de Extremadura por el nuevo rey. Fue además el conde de Plasencia el encargado de quitar el estoque, en aquella famosa cere­monia del destronamiento de Enrique IV, al muñeco que representaba al derrocado monarca. Su hermano, el conde de Miranda como colo­fón de la representación derribó al pelele a patadas mientras pronun­ciaba palabras malsonantes. Comenzaba a reinar Alfonso XII.

Enrique FV el mismo día del acto de Avila se dirigía al Clavero de la orden de Alcántara conminándole a que atacara las fortalezas domi­nadas por los rebeldes especialmente la de San Martín de Trebejo'^ La guerra encendida entre el clavero y el maestre será lucha paralela du­rante todo el reinado de Alfonso en tierras extremeñas; sin embargo, y a pesar de representar el primero a Enrique IV, nunca supuso el míni­mo inconveniente para el acatamiento de Extremadura entera incor­porándose a la causa del rey Alfonso.

Sin embargo, a principios de aquel verano de 1465 los enriqueños quisieron atraerse al conde de Feria —dubitativo— a sus filas sin éxi­to'". No tardaría en recibir mercedes de Alfonso así como miembros de su familia, no obstante su actuación no es tan activamente alfonsina como la de los Solís, por ejemplo: se limitó a cumplir el expe­diente".

Mientras tanto el conde de Plasencia se convertía en el líder del par­tido constitucional que junto al aragonés y el enriqueño representa los variados intereses de los nobles en estos años. Aquel partido, en princi­pio ferviente partidario del rey Alfonso, iría evolucionando hasta el acercamiento a Enrique FV, negociando la condición de Alfonso sólo como príncipe heredero— esto nunca se dudó. Probablemente y a me­dida que pasaba el tiempo sin soluciones claras de Stuñiga fue cam­biando de parecer por cuestiones puramente personales: la recupera­ción de sus dominios confiscados. Efectivamente a principios de la contienda Enrique IV hizo merced a García Alvarez de Toledo — conde de Alba— nombrado aquel verano capitán general de las hues­tes enriqueñas, de todos los bienes del Stufliga. Si aquello fue efectivo no lo podemos saber pero si el conde de Plasencia deseaba librarse de un competidor peligroso y lo que es peor, aún vecino, poco le importa­ba quién era el rey de Castilla, si Alfonso o Enrique. Otra actitud simi-

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lar que evolucionará al contrario —de Enrique a Alfonso— es el citado conde de Alba y seguramente con el fin de lograr del rey Alfonso Ciu­dad Rodrigo, prometida en principio por Enrique FV. Ambos condes acabarían poniendo sus miras en tierras abulenses: el de Plasencia no dudó en titularse duque de Arévalo y el de Alba quiso dominar la villa de Madrigal'^

4.a. La guerra

Volvemos al verano de 1465. Llegó la guerra y con ella el primer mo­vimiento: el cerco de Simancas. Es el maestre de Alcántara hombre destacado aquí, que no duda en llegar con refuerzos desde sus tierras para defender la causa de Alfonso, pero el hábil Pacheco consigue evi­tar el enfrentamiento y fuerza la negociación. El conde de Plasencia firma en nombre del rey Alfonso —el marqués de Santillana por Enri­que rV— la tregua del 5 de octubre que, originariamente con una dura­ción de cinco meses, se prorrogará todos los veranos".

Un tema que atañe directamente a Extremadura es la actividad de­sarrollada por el monarca joven en calidad de administrador de la or­den de Santiago. A pesar de la dificultad de reconstruir la actividad del rey como administrador por lo revuelto de los tiempos, hay un ejemplo que no nos ilustra bastante sobre la provisión de encomiendas en estos momentos y que responde a un planteamiento político.

A la muerte del Martin de Luna, comendador legítimo de Azuaga, el rey Alonso entregó la encomienda a Fadrique Manrique, subrayan­do la irregularidad del disfrute de la encomienda por parte del vizcon­de de Torija, Lorenzo de Mendoza, que se había adueñado de Azuaga a la muerte de Martín de Luna. La documentación sobre la encomienda demuestra la confusión de los tiempos —dualidad de titulares en las encomiendas, incumplimiento de las órdenes del monarca, intereses nobiliarios y apetencias de rentas, ya que las encomiendas pueden considerarse mercedes por las rentas anejas etc.'*. Aún hay otro caso más curioso también referente a Extremadura dentro del contexto de la orden de Santiago: la provisión de la encomienda de Montijo. La des­cripción de la toma de la encomienda por el beneficiario Juan de Vera se subraya la aceptación de aquella dignidad por Alfonso en calidad de Maestre de Santiago, pero no de rey, ya que el único rey de Castilla era don Enrique". De nuevo la documentación rezuma condicionantes políticos.

4.b. La paz

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4b. La paz

Las negociaciones que tuvieron lugar durante la tregua colocan a la región extremeña un poco al margen de lo que ocurre en Castilla. Esta­mos en 1466: muerte de Pedro Girón, de nuevo reuniones para nego­ciar la paz, aparición del arzobispo de Sevilla como nuevo valedor en­tre alfonsinos y enriqueños. En Extremadura se vive con tranquilidad: incluso se disipan las preocupaciones porque Ciudad Rodrigo o Truji­llo pasarán a poder del rey de Portugal como parecía indicar las nego­ciaciones de meses atrás con el monarca vecino. El desinterés de éste por la ayuda a Enrique IV apunta a un viraje hacia el reino vecino de Aragón, los enriqueños se desesperaron y los nobles extremeños respi­raron tranquilos.

Cuando fracasa el plan de Madrid, ya a principios de 1467, se vis­lumbra el viraje hacia la ruptura: enriqueños y aragoneses tomarán las decisiones que conducirán a la batalla de Olmedo. En aquel río revuel­to el marqués de Villena conseguiría el preciado Maestrazgo de Santia­go. El triunfo de las tesis drásticas traerá también la reacción de las her­mandades y el acercamiento de los aragoneses al reino de Aragón. Las revueltas y los disturbios no hacen sino preludiar el choque de Olmedo.

También en Extremadura durante aquel año se vive la tensión de los acontecimientos del reino. El encono entre alfonsinos y enriqueños —estos últimos representados únicamente por el clavero de Alcántara al que Enrique FV no había dudado en prometerle el maestrazgo— se agravó. Así Monroy, con la ayuda de su hermano Femando, señor de Belvis, tomó a principios de aquel año Coria, que pertenecía a Gutierre de Solís, hermano del maestre. Alvaro de Stúñiga envió en ayuda de los Solís 200 lanzas para ayudar al maestre a cercar la ciudad. Pero el cla­vero sufrió la misma suerte que todos los enriqueños que —el caso es especialmente sangrante en Andalucía— resistían cercados: no eran socorridos.

Así Coria regresó a manos del maestre aunque el clavero recibió al­gunos lugares. Más tarde le tocó el tumo a C áceres, que fue tomada pa­ra Enrique FV y así se sucederían algunas escaramuzas coincidiendo, repito, con desórdenes en el escenario castellano. No obstante y ya a la muerte de Alfonso, Enrique FV respetó parte de lo decidido por su her­mano, es el caso de Coria que siguió perteneciendo a Gutierre de Solís y de otros lugares^.

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4.C. El choque de Olmedo

Unica batalla de aquella singular guerra civil, la de Olmedo tuvo lu­gar el 20 de agosto de 1467. Buena parte de los contingentes llegaron de tierras extremeñas, aunque algunos de los nobles más representativos declinaron intervenir. Un hermano del maestre de Alcántara, Feman­do, en su lucha con el duque de Alburquerque recibió una herida a causa de la cual falleció una semana después. El conde de Miranda y el obispo de Coria fueron los acompañantes del rey Alfonso, llegándole incluso a indicar que se retirara del campo de batalla negándose el jo­ven monarca. El encuentro, como se sabe, tuvo una solución incierta aunque tradicionalmente se habla de victoria enriqueña. Yo opino exactamente al revés.

Tras Olmedo se produjo un trasvase en las filas de uno a otro mo­narca, aunque fue Alfonso el más beneficiado en cuanto a cantidad. La calidad ya se sabe que era francamente interesada, caso del conde de Alba. Con la toma de Segovia, ese otoño —igual que en Toledo la pri­mavera anterior— se llegó a la cúspide en el reinado de Alfonso. Allí llegaron los Grandes— no faltaron los extremeños a esta cita: el maes­tre de Alcántara, el conde de Plasencia en el séquito de los al­fonsinos.

De nuevo comenzaron las negociaciones primero en Segovia, más tarde en tierras extremeñas. Es un plan de reconciliación más en el que tomaron parte de nobles extremeños de manera singular. El propio maestre de Alcántara frustró un ataque a Enrique IV cuando éste se disponía a tomar parte en las conversaciones entabladas en Segovia. También él fue el que acompañó a Alaejos a la reina Juana cumpliendo una de las disposiciones de los pactado.

4.d. La conferencia de Béjar. Fin del reinado.

Como si la historia se repitiera, cuatro años después de la estancia del entonces principe heredero Alfonso en tierras del conde de Plasen­cia el rey Enrique fue recibido por aquél a principios de 1468. Era el procer extremeño el fiador de que se cumpliese lo decidido en el plan de reconciliación de Segovia. Allí permaneció el monarca unos cuatro meses y allí de nuevo aprovechando la estancia como había aprove­chado la del príncipe, no dudó en desangrar aun más el patrímonio real y consiguió, solo nominalmente, que Enríque FV le concediera Trujillo. La población protagonizó una resistencia tenaz y finalmente el conde de Plasencia no logró sus propósitos^'.

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A Béjar llegaron los principales personajes del reino para tratar, una vez más, de la solución de lucha y lo que era peor, de dualidad mo­nárquica. Los extremeños, tan próxiiños geográficamente, no habían de faltar. Como no faltaron las cartas del condestable Miguel Lucas de Irazo, enriqueño fiel, dirigidas a los Grandes que allí se hallaban con­centrados pidiéndoles por la paz del reino y recibiendo las promesas de aquéllos de esmerarse por tan justa causa. Así rezaban algunas lí­neas dirigidas al conde de Plasencia:

«Y pues que así a Dios nuestro señor ha placido rodear y traer a vuestras ma­nos y orden el descanso de su alteza y el asiento y pacincación destos sus rey-nos, como en toda España está muy claro y manifiesto, y mucho vos pido por merged querays dar tal forma y orden en todo que Dios y el rey nuestro señor sean mucho sentidos, y estos reynos puestos en toda paz y sosiego.»

Y al maestre de Alcántara se dirigía así el condestable

He sabido como su Alteza está en Béjar tierra del señor conde de Plasencia, recibiendo del muchos servicios y placeres con entención e voluntad de sien-pre perseuear en su seruicio.. Muestre buen seso y saber, y el verdadero amor y deseo que al servicio de su señoría deueys, obrando por vuestra discrigion y orden lo que de razón por todos se espera y cree de vos^.

Buenas intenciones y nulos resultados porque de nuevo fracasarían los intentos de paz. La negociación de «devolver» el trono a Enrique IV pasaba necesariamente por relegar a Alfonso a su condición de princi­pe heredero y esto era totalmente inaceptable para el partido aragonés que por boca del obispo de Coria —su representante— dejó claro en­tonces que la corona correspondía al rey Alfonso. Grave problema que sólo se resolvió de manera inesperada y oportuna.

El 5 de julio de 1468 fallecía el rey Alfonso en Cardeñosa a poca dis­tancia de Avila. Su muerte aclaraba mucho el panorama tanto para el maestre de Santiago que espera su reconciliación con Enrique FV y se­guir disfrutando de una dignidad —el maestrazgo—, que sólo le corres­pondía a Alfonso, así como una buena parte de la nobleza hastiada de tres años de guerra que querían la vuelta de Enrique FVy la utilización de Isabel como recambio en futuras negociaciones. En el caso concreto de Extremadura bastantes disposiciones de Alfonso, en el caso de las mercedes especialmente a los Solís fueron respetadas por el propio En­rique FV y más tarde por los reyes católicos. La región entera ahora se

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dispuso a Otra aventura con el advenimiento de la heredera del rey Al ­fonso, Isabel, jugando sus tierras un importante papel así como sus no­bles. Pero de este tema ya no hemos de tratar aquí.

MARIA DOLORES CARMEN MORALES MUÑIZ

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NOTAS

(1) De entre la suficiente bibliografía sobre Extremadura en esta época destaco la obra de Marie Claude Gerbert La noblesse dans le royaume de Castille. Elude sur sesstructu-res sociales en Extremadura 1454-1510, París, 1979.

(2) Muy interesante resulta aquí el trabajo de Carolina de Santos Canalejo Historia medieval de Plasencia y su entorno histórico: la sierra de Béjar y la sierra de Gredas, Cáceres. 1986.

(3) Además del conde de Fería se les encomendó también a Pedro Ponce de León y Juan de Sotomayor. Academia de la Historía (A.H.). Salazar, M-5, fol. 270 v.

(4) El documento con fecha del 30-XI-64 se conserva en el Archivo Ducal de Frías (ADF) Montemayor. Catálogo 13 Carpeta 4. Está en prensa para mi artículo Sí^ni^cación del reinado de Alfonso XII de Castilla.

(5) ADF. Montemayor Córdoba, Catálogo 13, Carpetas 7 y 9. (6) Apéndice documental I (7) Los comisionados reales Pedro Fernández de Velasco y el comendador Gonzalo

de Saavedra tras abandonar la corte en el camino se encontraron con el maestre de Al­cántara y el conde de Medellin que venían con buena tropa a servir al rey. Aquéllos les previnieron sobre la actitud del monarca de prenderlos por lo que los extremeños deci­dieron no continuar y pasarse al bando del principe. Enriquez del Castillo Crónica del rey Enrique IV de este nombre por su capellán y cronista. Madrid, 1954, p. 140.

(8) A Gutierre de Solís le entregó Montánchez en tenencia así como la promesa de la ciudad de Coria. Noticias recogidas por Pilar León Tello en su Inventario del Archivo de los Duques de Frias, II Casa de Pacheco. Madrid, 1%7, p. 65.

(9) Apéndice documental. El documento del 132 se halla en Archivo Histórico Na­cional (AHN) Osuna Leg. 417, n. 3.

El documento del 13 de abril está publicado en Memorias de Enrique IVde Castilla, 11 de la AH., 1913, pág. 480-82. Ver apéndice documental.

(10) El 26 de abril de ese año es la escritura de promesa y seguro transcríta por mí en el volumen-inédito-documental de mi tesis, pp. 1043-44. AHN. Osuna Leg. 417, n.° 7.

(11) SAINZ DE BARANDA, Pedro: Cronicón de Valladolid. Codoin XIII, 1848, cita en la p. 67 un códice conservando en la biblioteca del archivo del monasterio de El Escorial.

(12) CLAUDE GERBERT, M: citando el tomo II de Torres y Tapia, p. 379, p. 394.

(13) A.H., Sig. 648, 9-30-7, fol. 249. (14) RAH, Salazar, K-37, fols. 30 y 30 v. (15) Ver MAZO, Femando: El condado de Feria, 1980, p. 209. También Apéndices

documentales. (16) Ver mi Síntesis de la historia de Avila durante el reinado ele Alfonso XII en mi libro Al­

fonso de Avila, rey de Castilla, pp. 329 y ss. (17) En AHN, Osuna Leg. 1860, fol. 10. A fines del verano existió un acercamiento a

Portugal cuya manifestación más visible es el documento suscrito el 15-IX con el monar­ca de ese reino. En Memorias..., pp. 503-17. Pero también en la documentación que Al-

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fonso sostuvo con burgos de desprende que lugares como Ciudad Rodrigo y Trujillo pa­sarían al monarca portugués si este se casaba con la infta Isbel. Ver las transcrípciones de la documentación contenida en las actas capitulares del municipio burgalés en Yolanda Guerrero Organización y gobierno de Burgos durante el reinado de Enrique IV de Castilla 1453-1475, volumen inédito documental. E l dato anteríor en la carta que Alfonso escríbe a Burgos el 30-VI en A M B L L A A 1465, fols. 64v., 65r. y v. y 66 r.

(18) Ver mi artículo en prensa Documentación acerca de ta administración de la orden de Santiago por el príncipe-rey Alfonso de Castilla 1465-68.

(19) L O P E Z D E HARO: Nobiliario Español. Libro V p 467 recógela publicación de este documento pero equivoca la fecha 1476, cuando debió de ser años antes entre 1466 y el siguiente.

(20) VerM. C. Gerben, p. 394. También Francisco de Radesy Andrada Crónica de las tres órdenes de cavalleria de Santiago, Calatrava y Alcántara, 1980. Enríque IV debió negociar con los nobles extremeños obteniendo un resultado nulo. Aquéllos se aliaron el 15 de fe­brero de 1467 con el marqués de Villena y el comendador Alfonso de Cárdenas siguiendo al servicio del rey Alfonso. A H . Salazar, M-5, fol. 254-255.

(21) Alvaro de Stuñiga espera del rey Enríque que le entregara a su hijo Juan el maes­trazgo de Alcántara. No obstante el monarca recompensó fuertemente al conde de Pla­sencia el 26 de julio de ese año un juro de 175.(XK) maravedís a añadir a los 25.000 que ya tenían. A H . N . Osuna, leg. 216, fol. 8. Aun así Trujillo se rebeló contra las pretensiones de Enrique IV. Ver el trabajo de Elisa Carolina Santos Canalejo El siglo XVen Plasencia y su tierra, proyección de un pasado y reflejo de una época, Cáceres, 1981.

(22) Recogidas en la pp. 367 y ss. de la Crónica del condestable Miguel Lucas de Iranio de Juan de Mata Carríazo, Madríd, 1940.

CUADRO DE LAS MERCEDES ALFONSINAS A PERSONAJES EXTREMEÑOS

AÑO CONCEPTO BENEFICIARIO

1465 6-VI Casas en Valladolid que hablan pertenecido a Diego Arias, conta- Gutierre de Solís'. >

dor de Enrique IV

8-VIII Orden de asiento en los libros de 40.000 maravedís de tierra y acos- Gome Suárez de Figueroa, Conde de Feria^ tamiento por veinte lanzas.

29-VIII Maravedís vitalicios y de mantenimiento y ración, quitación, tie- Femando de Solís' rras, etc., para ciertas lanzas que tenía Bartolomé de Badajoz, fallecido.

6- IX Piedras del destruido alcázar de Cáceres Gutiérrez de Solís, Maestre de la Orden de Alcántara'*

8- IX 25.000 maravedís de juro de heredad en rentas de lugar no Pedro Ponce de León' especificado.

9- IX Autorización para que se le asienten en lo salvado las doblas, flori- Gómez de Solís, Maestre de la Orden de nes, maravedís, etc., que habían sido renunciados en su persona Alcántara* tanto de merced de por vida como por juro.

20-IX Encomienda de Azuaga. Fadrique Manrique''

22-IX Derecho de asentamiento de las rentas que le pertenecían y ha- Gutierre de Solís^ bían sido renunciadas e él —doblas, florines, maravedís, excusa­dos, etc.— tanto de vida como de heredad.

26-IX Autorización para que pudiera edificar casas fuertes en la villa Ibidem' i de Cáceres.

Ibidem Sesenta excusados porjuro de heredad quitos de monedas y pedí- Ibidem'" , , dos y moneda forera, salvados en cualquier lugar elegido.

7- X Alcabalas de la ciudad de Coria. Pedidos y monedas que correr- Ibidem" ponde pagar a la ciudad.

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fol. 146.

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(4) Ibid nota 1.

(5) A.G

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(6) Ibide L

eg. 12. fol. 2C

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Apéndice V

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(9) Ibid nota 1.

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(11) Ibid nota 1 y ss.

(12) A

péndice VIII

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. y p Leg. 95

(15) Ibidem

, 62, 162. (16)

Apéndice.

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(18) Ibid nota 1

(19) AH

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Ibid nota 1. (21)

Ibid.

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p. 1361-63.

NOBLEZA EXTREMEÑA EN EL REINADO DE ALFONSO XII 519

NOTAS AL CUADRO

(1) León Tello Inventario, p. 9-5. (2) Archivo General de Simancas (AGS) Expedientes de Hacienda (E. de H.). Leg. 1,

fol. 146. (3) AGS, Q, de C, Leg. 3, 83. (4) Ibid nota 1. (5) A.G.S. Mercedes y Privilegios (M. y P.), Leg. 95, fol. 25. (6) Ibide Leg. 12, fol. 20. (7) Está en prensa para mi artículo ya citado Documentación ..orden de Santiago. Los

documentos se hallan conservados en el Archivo Ducal de Alba (ADA). Hijar de Sala 1 Legajos 285 y ss. Además del documento del 20 de septiembre, donación de la encomien­da se conservan otro del 15 de octubre de ese aflo por el que el rey despoja al visconde de Torija de las encomiendas de Monfemando y Azuaga disponiendo las tenga en secuestro Fadrique Manrique, Leg. 286. El siguiente documento de la serie se encuentra en el Apéndice VI. Por último el 15 de junio de 1466 el rey confirmaba la privación de la enco­mienda al vizconde y se la concedía a Fadrique Manrique, leg. 288.

(8) AGS.M. y P. Leg. 12, fol. 59. (9) Ibid nota 1. (10) AGS.M. y P. Leg. 12, fol. 60. (11) Ibid nota 1 y ss. (12) Apéndice VIII (13) AHN, Diversos, sin clasificar, en la Colección diplomática... (14) AGS.M. y P. Ug. 95, fol. 23. (15) Ibidem, 62, 162. (16) Apéndice. (17) López de Haro Nobiliario.... p. 467. (18) Ibid nota 1. (19) AHN, Sigilografía Caja 17, n. 45. (20) Ibid nota 1. -(21) Ibid. (22) AGS.M. y P. Leg. 56, fol. 19. (23) A Garcia de Herrera, seflor de Pedraza y a su mujer María Niflo les hizo dona­

ción Alfonso de las tercias pedidos y monedas tanto de lugares del obispado de Palencia como del de Plasencia y Coría. A saber. Arroyo del Puerco, Ta, aban, Serrejón y otros lu­gares y de los obispados de Badajoz y Medellin porjuro de heredad. Fue el 3-1-66. AHN, Osuna, Leg. 469, núm 34. Transcrípción recogida en el volumer documental de mi tesis, pp. 1186-89.

(24) Alcaldía de Burgos con 200.000 maravedís de salario. En Julián Paz Castillos y fortalezas del reino. Revista de archivos, bibliotecas y Museos 1912, p. 454. A su mujer Al­fonso le concedió varías mercedes que no han lugar aquí ya que se libraron en rentas sevillanas.

(25) El rey Enríque concedió al conde de Alba —seguramente no se llevaron a cabo— los bienes del Stufliga en tierras extremeflas: Plasencia y demás heredamientos confiscados y Ciudad Rodrígo. La documentación fechada en 1465 no tiene ni día. ADA Alba, Caja 156, números 30 y 31. Transcrípción en mi tesis pp. 1179-85. Cuando el rey En­ríque no debió proceder según lo prometido el interesado conde de Alba, en su afán de conseguir Ciudad Rodrígo, se pasó en el verano de 1467 a los alfonsinos. Del 4 de sep­tiembre consta una escritura firmada por el comendador de Yegros prometiendo a los al­fonsinos la obligación de tener el Puente del Arzobispo por el conde de Alba hasta que le diesen Ciudad Rodrigo o su equivalencia. ADA. Alba, Caja 62, núm. 38. Transcripción en Ibidem, pp. 1361-63.

520 M - D O L O R E S C A R M E N M O R A L E S M U Ñ I Z N O B L E Z A EXTREN*

OBSERVACIONES A L A LISTA D E M E R C E D E S

En esta relación se han recogido las mercedes del rey Alfonso a personajes y lugares —en realidad sólo el monasterio de Guadalupe— extremeños. Hubiera incluido, en caso de suficiente volumen mercedes a personajes no extremeños pero cuyas mercedes dona­ciones estuvieran relacionadas con estas tierras^.

Llama la atención, en primer lugar, la poquísima o nula, mejor dicho, información que tenemos sobre las mercedes al Justicia Mayor del reino, el conde de Plasencia del que sólo me consta una merced y no en Extremadura^*. Los Solís, especialmente el maes­tresala Gutierre, conde de Coria más adelante, es muy benefiado por Alfonso. Sus her­manos, asimismo, reciben algunas cosas de interés. Pedro Ponce de León, «cuya es Villa García que es en el Obispado de Badajoz» según reza la documentación, es el único que recibe dos juros sin asignación de lugar. LÚS mercedes del conde de Feria y de su madre son discretas. El resto de los personajes pueden recibir una atención limitada por parte de Alfonso.

Se puede concluir comparando esta lista de mercedes con la del resto del reino que los personajes extremeños estarían en un digno término medio —exceptuando a Gutie­rre de Solís que sobresaldría— en cuanto a recepción de donaciones alfonsinas. Asimis­mo no parece en príncipio que el patrímonio real se viese especialmente enajenadoen estas tierras por parte del rey Alfonso. Las mercedes del rey Enrique no entrarían dentro de esta consideración aunque tampoco debió propasarse en su generosidad^

A P E N D I C E D O C U M E N T A L I

1465, 9 de enero. Zafra. Carta de poder de G ó m e z Suarez de Figueroa, conde de Feria a favor de Rodrigo de Me-jia, caballero de su casa, para jurar al principe Alfonso como heredero de Castilla.

A D F . Montemayor. Catálogo 13. Carpeta 8.

Sepan quantos esta carta de poder vieren como yo don Gomes Suares de Figueroa, conde de Feria, señor de la casa de Villalba del consejo del rey nuestro señor por rason quel di­cho señor rey, por quitar toda materia de escándalo e que podria ocurrir después de sus dias aperca de la subgesion de sus regnos e seflorios mandó e rogó a todos los periados e ricos ommes e cavalleros de los dichos regnos que presentes a las saQon estavan en el ayuntamiento e por mandado de su altesa fue fecho e por asy mismo los que eran absen-tes que todos fisiesen el juramento e fidelidad e omenaje devydo a los primogénitos here­deros de Castilla e de León al ylustre ynfante don Alfonso su hermano e que por todos los dichos perlados e ricos ommes e cavalleros e cibdades e villas de los dichos regnos de Castilla e de León sea jurado e le fagan el dicho juramento e fidelidad e omenaje segund e pro la via e forma que fue fecho al dicho señor rey en vida del señor rey don Johan, su padre de gloriosa memoria, e segund la loable e antigua costumbre de los dichos regnos lo requiere e quel dicho seflor ynfante sea avydo e llamado e nombrado en todos los di­chos sus regnos e seflorios principe primogénito heredero e subgesor de ellos e que su se­ñoría se lo pueda asy llamar e yntitular segund que la fasia e fiso el dicho señor rey en tiempo del dicho seflor don Johan su padre que Dios aya e que le sea guardada e fecha por todos sus subditos e naturales aquella ceremonia e obidiengia e reverencia e acata­miento e honor devydo a los primogénitos herederos de los dichos reyes de Castilla e de León segund que a su altesa fue e devya ser guardada e asymismo mando e fago a todos

A D F . Montemayor. Catálogo 13. <

NOBLEZA EXTREMEÑA EN EL REINADO DE ALFONSO XII 521

los dichos regnos que luego juntamente con esto jurasen e prometiesen e juren e prome­tan de trabajar e procurar quel dicho señor principe don Alfonso casara con la señora princesa doña Juana e que nin publica nin secretamente no será nin procurara que case otro con ella nin ella con otro lo que todo el dicho señor rey por una su carta firmada de su nombre e sellada con su sello me enbió mandar que yo asy fisiere e jurase e prometiese como mas largo se contyene esto e otras cosas en la dicha su carta por ende compliendo el mandamiento de su altesa otorgó e conos?ió por la presente que do e otorgo e do mi po­der complido segund que lo yo he e segund que mejor e mas complidamente lo puedo e devo dar e otorgar de derecho e en tal caso se requiere e deve valer a vos Rodrigo Mexia ca vallero de mi casa para que por mi e en mi nombre podades parescer e parespades ante el dicho señor principe don Alfonso e faser e fagades el dicho juramento e fidelidad e omenage devydo a su señoria como primogénito heredero de los dichos regnos de Casti­lla e León que asy mismo que yo trabajaré e procuraré con los otros grandes e perlados e ricos ommes e cavalleros de los dichos regnos quel dicho señor principe case con la di­cha señora princesa e que publica nin secretamente non seré en procurar nin procurase que case con otra nin ella con otro e que he e avré por principe primogénito heredero sub-cesor de los dichos regnos al dicho señor principe e le jure e guardaré aquella ceremonia e obediencia e reverencia e acatamiento e onor devydo a los primogénitos herederos de los dichos regnos de Castilla e de León e faré e guardaré e compliré todas las otras cosas e cada una dellas quel dicho señor rey me enbió mandar por la dicha su carta que yo fisiese e jurase e prometiese e otorgase de quedar e complir e que todo lo que en este caso en mi nombre e por mi fisieredes e jurasedes e prometieredes. Yo lo otorgo todo e lo he e avré por firme estable valedero para agora e en todo tiempo so aquellas penas e casos aqui vos me obligaredes por firmesa de lo qual vos di esta carta firmada de mi nombre c sellada con el sello de mis armas e signada de notario publico de yuso escripto que fue fecha en la villa de (^afra a nueve dias del mes de enero año del nascimiento de nuestro salvador Jhe-sucrhisto de mili e quatrgcientos e sesenta e ginco años. Testigos que fueron presentes a lo que dicho es e vieron confirmar su nombre al dicho señor conde de Alvar Rodrigues de Llerena su contador, Johan Gonsales de la Peña su secretario e Pedro Malamer su cama­rero. E yo Femandes Sanches de Zafra escribano del rey nuestro señor e su notario publi­co en la su corte e en todos sus reinos e señorios fuy presente en lo que dicho es uno con los dichos testigos e de favor e ruego e mandamiento del dicho señor conde don Gomes Suares de Figueroa que de suso firmó su nombre esta carta de poder segund que ante mi pasó. E por ende fiz aqui este mió signo.

APENDICE DOCUMENTAL II

1465, 2 de Febrero. Ayllón. Los procuradores por Ciudad Rodrigo, Rodrigo de Pacheco y Alfonso Centeno juran al príncipe Alfonso por príncipe de Castilla y León así como heredero del rey para después de los días de éste. El homenaje lo hacen en manos del conde de Bcnavente.

ADF. Montemayor. Catálogo 13. Carpeta 8.

Yo Rodrigo Pacheco e yo Alfonso Centeno, regidores e procuradores que somos de la no­ble cibdad de Cibdat Rodrígo tenemos e por quel dicho seflor rey por su carta firmada de su nombre e sellada con su sello enbió mandar a la dicha cibdad que enbiase sus procu­radores con su poder bastante para regebir por principe a vos el muy alto e muy poderoso egelente principe don Alfonso, hermano del dicho seflor rey que presente estades e vos recibiese por su primero heredero en los dichos sus reynos e seflorios e vos fisiesen el ju-

522 M * D O L O R E S C A R M E N M O R A L E S M U Ñ I Z N O B L E Z A EXTREl

ramento e omenaje que a el ayan fecho seyendo principe en vida del rey don Johan su pa­dre e vuestro e segund gelo Asieron a los otros fijos primogénitos herederos de los reynos de Castilla e de León por ende por mandado del dicho señor rey e porque es rason que asy lo fagamos segund la costumbre loable e antigua destos reynos en nombre de la dicha cibdad de Cibdat Rodrigo e por ella e por todos su logares e tierras, castillos e fortalezas e vasallos vos recebimos por Principe de Castilla e León e por primero heredero del dicho señor rey en todos sus reynos e señorios e por rey e señor de los dichos reynos e seflorios para después de los dias del dicho seflor rey e que la dicha cibdad e concejos e justicia e regidores cavalleros e escuderos e oficiales e omes buenos della e de su tierra como dicho es guardarán a vos el dicho seflor principe aquella reverencia obediencia fidelidad sub-gegion e acatamiento e todas las otras preheminengias que a vuestra sefloria son devydas e pertenesgientes cumpliendo vuestras cartas e mandamientos como de principe e pri­mero heredero destos dichos reynos e seflorioí e juramos a Dios e Santa Maria e a los sanctos evangelios que presentes están e a la seflal de la crus en que nuestras manos po­nemos corporalmente en nombre de la dicha gibdad en la dicha cibdad por sy e por sus logares e tierras e castillos e fortalezas e vasallos vos avrán de aqui adelante por principe de Castilla e de León e por heredero primero del dicho seflor rey e por rey e seflor de los dichos reynos e seflorios para después de sus dias del dicho seflor rey e asi mismo prome­temos e juramos que luego después de los dias del dicho seflor rey la dicha gibdad enbia-rá sus procuradores con su poder bastante a doquier que vos el dicho seflor principe que entonces sereys rey estovieredes a vos reconocer de palabra de fecho por su rey e seflor e por rey e seflor de los dichos reynos e a vos faser e prestar la reverencia e obediencia jura­mento e fidelidad e omenaje que segund las leyes e loable costumbre de los dichos reynos son e serán thenidos de vos faser e por dar, e fasemos omenaje en nombre de la dicha cib­dad como ommes fijodalgos una e dos e tres veses segund fuero e costumbre de España en manos de vos el noble e magnifico don Rodrigo Alfonso Pimentel conde de Benaven-te cavallero omme fijodalgo que presente estades e de nosotros lo recebides que la dicha cibdad por sy e por ' as logares e tierras e castillos e fortalecas e vasallos farán tener e guardar e compli: e teman e guardarán e complirán agora e en todo tiemp>o todo lo suso dicho cesante todo engaño e arte e cabtela e otra qualquier cosa que en contrario délo su­so dicho sea e ser pueda. E otrosy prometemos e juramos que fasemos pleito omenaje en la forma susodicha que luego que nos los otros bolveremos a la dicha cibdad el dicho concejo, alcaldes, alguasil, regidores, cavalleros, e escuderos, oficiales e ommes buenos della juntos en su concejo farán el mesmo recebimiento, juramento, omenaje, que noso­tros aqui en su nombre avemos fecho a vos el dicho seflor principe en fé e testimonio de todo lo susodicho firmamos en esta escritura nuestros nombres e por mayor firmesa ro­gamos al secretario yuso escripto que la signase de su sysgno e a los presentes que sean dello testigos. Que es fecha en la villa de Ayl lón a dos dias del mes de febrero aflo del ñas-Cimiento de Nuestro Seflor Jhesucrhisto de mili e quatrocientos e sesenta e cinco años (Rúbricas).

Testigos que fueron presentes a todo lo susodicho Diego de Ribera, ayo del dicho señor principe, e Diego de Ribera fijo del mariscal Payo de Ribera, e Juan Serrano maestresala del dkho principe e Trístán Daca, alcayde de Ayllón.

A P E N D I C E D O C U M E N T A L n i

A H N . Osuna. Leg. 314 nu. 21

1465, 22 de septiembre, s.l.

A .G.S .M. y P. Leg.'2, fol .»

1465, 10 de mayo de. Plasencia.

Cédula del principe Alfonso por la que confirmó la merced que de Trujillo habia hechos en favor del conde de Plasencia Alvaro de Stufliga y para honrarte más le hace duque de la ciudad.

5 MUÑIZ NOBLEZA EXTREMEÑA EN EL REINADO DE ALFONSO XII 523

1 vida del rey don Johan su pa-enitos herederos de los reynos ñor rey e porque es rason que i reynos en nombre de la dicha e tierras, castillos e fortalezas e lor primero heredero del dicho de los dichos reynos e señoríos a cibdad e congejos e justicia e , della e de su tierra como dicho .•ngia obediencia fidelidad sub-e a vuestra señoria son devydas lientos como de príncipe e prí-)s a Dios e Santa María e a los crus en que nuestras manos po­la dicha cibdad por sy e por sus in de aqui adelante por príncipe ieñor rey e por rey e señor de los ho señor rey e asi mismo prome-señor rey la dicha cibdad enbia-e vos el dicho señor príncipe que ibra de fecho por su rey e señor e r la reverencia e obediencia jura-le costumbre de los dichos reynos lenaje en nombre de la dicha cib-ind fuero e costumbre de España mso Pimentel conde de Benaven-iiosotros lo recebides que la dicha lOrtalecas e vasallos farán tener e jora e en todo tiempo todo lo suso uier cosa que en contrarío délo su-los que fasemos pleito omenaje en eremos a la dicha cibdad el dicho :uderos, oficiales e ommes buenos ito, juramento, omenaje, que noso-eñor príncipe en fé e testimonio de is nombres e por mayor firmesa ro-u sysgno e a los presentes que sean dias del mes de febrero año del nas-e quatrocientos e sesenta e cinco

iego de Ribera, ayo del dicho señor Ribera, e Juan Serrano maestresala

ón.

•ÍTALHI

merced que de Trujillo habia hechos para honrarle más le hace duque de

AHN. Osuna. Leg. 3142 nu. 21.

Don Alfonso por la gracia de Dios príncipe de Castilla y de León prímero heredero del rey don Enrríque mi hermano por quanto acatando los muchos e buenos e leales e seña­lados servicios que vos don Alvaro Destuñíga conde de Plasencia me aveys fecho e faseys de cada dia en especial en aver trabajado e procurado mi liberación juntando para ello vuestra casa e gentes e fasiendo con ella muchos gastos e despensas, yo vos fise mercefl de la cibdad de Trugillo e tierra con la justicia e jurídicion cevil e críminal alta e baxa mero e misto ymperío e con las casas e vasallos e términos e rentas, pedidos e derechos e toddas las vuestras cosas e pertenencias del señorío de la dicha cibdad de Trugillo para que la vos ovyesedes e tomasedes pro juro de heredad para siempre jamás para vos e para vues­tros herederos e subcesores e para aquel o aquellos que de vos o dellos ovyeren titulo o cabsa o rason de lo asy heredear segund esto e otras cosas más largamente se contiene en la dicha merced que cerca dello vos mandé darla qual aviendo aqui por ynserta e encor-porada la confirmo e apruevo e por quanto mi merced e voluntad es acatando los dichos servicios seays mi acrecentado en mayores honres e dignidades quiero e es mi merced e voluntad que seades duque de la dicha cibdad de Trujillo e que vos podades ya titular e llamar e yntituledes e llamar e Uamedes agora e de aqui en adelante para en toda vuestra vida duque de la dicha cibdad de Trugillo e después de vos lo ayan e hereden vuestros fi­jos e descendientes e subcesores por vuestro mayoradgo e mayoradgos que vos nombra-redes e declaredes los quales se pueden llamar e intitular e intituleys en este mismo nom­bre de duque de Trujillo por juro deheredad para siempre jamas e de que plasiendo a nuestro Señor yo aya la subcesion destos dichos reynos e señoríos de Castilla e de León vos prometo en mi fé e palabra real que vos mandaré dar e daré todas las otras provisio­nes e privilegios que vos cumplieren e menester ovyeredes en la dicha rason para que po­dades gosar e los dichos vuestros herederos e subcesores que vos yo fago para agora e pa­ra siempre jamás de lo qual vos mando dar esta mi carta firmada de mi nombre e sellada con mi sello. Dada en la cibdad de Plasencia a dies dias de mayo año del nascimiento de Nuestro Señor Jhesucrhisto de mili e quatrocientos e sesenta y cinco años. Yo el principe. Yo Johan Ferrandes de Hermosilla secretarío del príncipe Nuestro señor la fis escrivir por su mandado.

APENDICE DOCUMENTAL IV

1465, 22 de septiembre. s.L

Albalá del rey Alfonso por el que cualquier dobla, florín, maravedís, escusados, etc., fue­ran renunciados en su maestresala Gutierre de Solís, seflor de la villa de Portezuelo, se le asentaran y pusieran por salvado en sus libros.

A.G.S.M. y P. Ug.>2, fol.»

(De un autorizado realizado en Valladolid a 28 de septiembre de 1465 a petición de Ro­drigo de Alcocer, secretarío del rey).

YO EL REY. Fago saber a vos el mi mayordomo mayor de los mis contadores mayores que yo acatando los muchos e grandes e muy seflalados servicios que Gutierre de Solis mi maestresala, cuya es la villa del Portisuelo, me ha fecho e fase de cada dia e porque me lo suplicó e pidió por merced, tengo por bien e es mi merced e voluntad que todas e qua-Icsquier doblas e florines e maravedís e pan e vino e eacusadoí franco» de monedas sean

524 M - D O L O R E S C A R M E N M O R A L E S M U Ñ I Z

en él renunciados e traspasados asy de merged de por vida mantenimiento e de raciones e quitaciones de cada año como de juro de heredad para siempre jamás, que vosotros los asentedes e sytuedes e pongades por salvados en los mis libros al dicho Gutierre de Solís para que los tenga segund e como los tenían las personas que en él los renunciaren. E sy en él renunciaren e traspasaren lo susodicho o qualquier cosa dello en qualquier o qua-lesquier de sus parientes o criados o otras personas por su carta firmada de su nombre e signada de escribano publico asy mismo los asentedes en los dichos mis libros para que las tales personas en quien el dicho Gutierre de Solis fisiere las dichas renunciaciones e cada una dellas ayan e tengan los dichos maravedís, doblas e florines e pan e vino e escu­sados asentados e sytuados en los dichos mis libros asi de realengo como de Principadgo segund e por la via e forma e manera que los touvyere el dicho Gutierre de Solís. E al tiempo que los renunciare e traspasare e délas dichas doblas e florines e maravedís e pan e vino e escusados que fueren de juro de heredad salvados e de merced de por vida sytua­dos, dedes e libredes al dicho Gutierre de Solís a la persona o personas en quien fesieren las dichas renunciaciones como dicho es mi cartas de prevyllejos e cartas e sobrecartas que los aya en qualesquier mis rentas e pechos e derechos e cidades e villas e lugares par­tidos e merindades de los mis regnos e señorios que los que se suelen dar e librar a las otras personas que tienen doblas e florines e maravedís e pan e vino e escusados salvados de pedidos que non fueren tasados les pongades de tasa a cada escusado trescientos ma­ravedís e en los maravedís que fueren renunciados que en el dicho Gutierre de raciones quitaciones e de mercedes e gracias o qualesquier oficios e los quel renunciaren con los oficios que los tengan aquellos que primero ovieron fecho en el dicho Gutierre de Solís las dichas renunciaciones e los libredes de cada un año (?) a quien los asentedes segund e quando libraredes a las otras personas los semejantes maravedís que de mi han e tienen. E otrosy es mi merced e voluntad quelas dichas doblas e florines e maravedís e pan e vino e escusados de juro de heredad que en el dicho Gutierre fueren renunciados e traspasa­dos cada qual que fueren los pueda renunciar e traspasar e dar e donar e cambiar e ena-genar con qualquier yglesias e monasterios, ospitales e cabildos e unyversidades e luga­res píos e en personas de borden e de religión quel quisiere e por bien toviere e vosotros gelos asentedes e pongades por salvos en los mis libros con las dichas facultades non em­bargante que las personas que los renunciaren en él tengan facultad de lo susodicho por­que vos mando que quitedes e testedes non embargante que las personas que los renun­ciaren en él tengan facultad de lo susodicho por que vos mando que quitedes e testedes de los mis libros e nominas de las mercedes e tierras e raciones e quitaciones e de lo asal-vado asy de realengo como de Principadgo a la persona o personas que asy fisieren las di­chas renunciaciones en el dicho Gutierre de Solís de las dichas doblas e florines e mara­vedís e pan e vino e escusados e de qualquier cosa e parte dello asy de merced e por vida e tierra e mantenimiento, ración e quitación de cada aflo como porjuro de heredad e los pongades e asentedes en los dichos mis libros e nominas al dicho Gutierre de Solís o a la persona o personas a quien el los renunciare e traspasaren syn tener sobrello otro mi al-vala nin mandamiento nin juisión e gelos libredes e dedes los dichos mis privillejos e car­tas e sobrecartas para quele sea pagado lo susodicho e qualquier parte dello desde los dias e años déla fecha délas tales renunciaciones e délos tiempos enellas contenydas en adelante en cada un año segund e quando libraredes e fueren pagadas las otras personas quelos semejantes maravedís de mi tienen asy de por vida como de juro de heredad los quales dichos mi privillejos e cartas e sobrecartas mando la dicho mi chanceller e nota­rios e a los otros oficiales que están a la tabla de los mis sellos que den e libren e pasen e sellen al dicho Gutierre e a alas otras personas que los ovieren de aver sgund dicho es. E otrosy es mi merced que sy la tal persona o personas a quien asy el dicho Gutierre de So­lis fisiere las tales renunciaciones e traspasaciones fallescieren en vida del dicho Gutie­rre de Solis que por este mismo fecho se aya tomado e tone a él enteramente todo lo aue

,ES MUÑIZ NOBLEZA EXTREMEÑA EN EL REINADO DE ALFONSO XII 525

da mantenimiento e de rabiones e 1 siempre jamás, que vosotros los s libros al dicho Gutierre de Solís as que en él los renunciaren. E sy ier cosa dello en qualquier o qua-r su carta firmada de su nombre e en los dichos mis libros para que

Isiere las dichas renunciaciones e )blas e florines e pan e vino e escu­de realengo como de Principadgo

re el dicho Gutierre de Solís. E al doblas e florines e maravedís e pan idos e de merced de por vida sytua-rsona o personas en quien fesieren c prevyllejos e cartas e sobrecartas •hos e cidades e villas e lugares par­ios que se suelen dar e librar a las is e pan e vino e escusados salvados isa a cada escusado trescientos ma-ue en el dicho Gutierre de raciones icios e los quel renunciaren con los fecho en el dicho Gutierre de Solís

fto (?) a quien los asentedes segund e is maravedís que de mi han e tienen, ís e florines e maravedís e pan e vino ierre fueren renunciados e traspasa-pasar e dar e donar e cambiar e ena-:s e cabildos e unyversidades e luga-quísiere e por bien toviere e vosotros x>s con las dichas facultades non em-tengan facultad de lo susodicho por-,ante que las personas que los renun-le vos mando que quitedes e testedes 5 e raciones e quitaciones e de lo asal-ona o personas que asy fisieren las di-le las dichas doblas e florines e mará-parte dello asy de merced e por vida e

i aflo como porjuro de heredad e los minas al dicho Gutierre de Solís o a la ipasaren syn tener sobrello otro mi al-e dedes los dichos mis privillejos e car­cho e qualquier parte dello desde los e délos tiempos enellas contenydas en les e fueren pagadas las otras personas por vida como de juro de heredad los mando la dicho mi chanceller e nota-

DS mis sellos que den e libren e pasen e le los ovieren de aver sgund dicho es. E las a quien asy el dicho Gutierre de So-es fallescieren en vida del dicho Gutie-ado e tone a él enteramente todo lo que

asi los avyere renunciado e traspasado salvo los maravedís de juro de heredad que los aya los herede de la tal persona o personas que asy fallescieren e vos los dichos mis ma­yordomo mayor e contadores mayores syn mas me requerir nin consultar sobrello nin aver para ello otro mi mandamiento nin alvala lo asentedes de nuevo al dicho Gutierre de Solis en los mis libros syn le consymir dello cosa alguna, genera todo lo otro sobredi­cho tome el traslado desta mi alvala abtorisado e signado de escribano publico e asenta­do en los mis libros e en cada uno dellos e dejad el original en poder del dicho Gutierre de Solís lo qual todo lo susodicho e cada cosa e parte dello vos mando que asi fagades e cumpladez non embargantes qualesquier leyes e hordenancas e alvalaes e otras cartas e mandamientos con qualesquier clausulas e non obstancias que están asentadas en los dichos mis libros nin otras qualesquier qeu a lo susodicho o a qualquier parte dello pu­diese e puedan embargar o perjudicar en qualquier manera con las queles e con cada una dellas avyendolas aqui por ynsertas e encorporadas como sy de palabra e palabra fuese escripias de mi cierta ciencia e poderío real como rey e seflor, dispenso e las abrogo e derogo en quanto a esto atañe en su fuerca e vigor para adelante. E non fagades ende al. Fecho a veynte e dos dias de setiembre año de nuestro Salvador Jhesucrísto de mili e qua­trocientos e sesenta e cinco años. Yo el rey. Yo Johan Ferrandes de Hermosilla secretarío del rey nuestro señor la fis escrívir por su mandado.

APENDICE DOCUMENTAL V _

1465, 6 de octubre. 232.

Carta de seguro dada por el rey Enríque TV prometiendo al conde de Alba que desde el dia de la fecha, en veinte días, le entregaría Ciudad Rodrígo.

ADA Alba Caja 156, n 30 bis.

El rey. Por quanto yo he fecho merced a vos el conde de Alva de la cibdad de Cibdad Ro­drígo con su fortalesa e tierra e términos e vos recelades que non vos será entregada la di­cha fortalesa por ende yo vos seguro e prometo por mi fé real que desde oy dia de la data desta mi carta fasta veynte dias prímeros siguientes yré por mi persona e vos entregaré la dicha cibdad con el dicho castillo e fortalesa a vos en persona o a quien vos quisyeredes e vuestro poder ovyere en lo qual vos cibdad con el dicho castillo e fortalesa a vos en lo qual vos certifico por la dicha mi fé real que no avrá otra escusa nin dilación alguna e por que desto seades firme esta carta de mi nombre e mandé al duque de Alburquerque e al reverendo padre obispo de Calahorra que vos asy segurasen de mi parte. Fecho a seys dias otubre aflo sesenta e cinco. El como quier que de suso veinte dias en­tiéndase treinta dyas. El Rey. Juan de Oviedo.

' APENDICE DOCUMENTAL VI

1466, 15 de enero. Valladolid.

Provisión del rey Alfonso a las autorídades de la villa de Azuaga instándoles a que cum­plan las órdenes de Fadríque Manríque, comendador de esa villa, y encargado, por lo tanto, de su guarda y defensa.

ADA. Hijar. Sala 1 Leg 287.

526 M . ' D O L O R E S C A R M E N M O R A L E S M U Ñ I Z

NOBLEZA EXTREh

Don Alfonso por la gragia de Dios rey de Castilla, de León, de Toledo, de Gallisia, de Se­villa de Córdoba, de Murgia, de Jaén, del Algarbe, de Gibraltar e señor de Viscaya e de Molina, administrador de la borden de la cavalleria de Santiago por auctorídad de la santa sede apostólica, al congejo, allcaldes, alguasil, regidores, cavalleros, escuderos, ofi­ciales e omes buenos de la villa de Asuaga e de los otros logares de su encomienda ques en la provincia de León e a cada uno de vos. Salud e gracia. Sepades que por algunas co­sas complideras a mi servicio e al pro e bien e guarda de la dicha villa yo encomendé e di cargo a don Fadrique Manrique, mi vasallo, questoviese ende, por ende (sic) yo vos man­do a todos e cada uno de vos que agora e de aqui adelante fagades e cumplades todas las cosas quel dicho don Fadrique vos dixiere e mandare de mi parte complideras a mi servi­cio e al pro e bien desa dicha villa sola pena e penas quel dicho don Fadrique vos pusyere de mi parte las quales dichas penas yo por esta mi carta vos pongo e he por puestas e lo do por actorídad e facultad para las esecutar en las personas e bienes délos que en ellas ca-yerdes e yncurrardes. E los unos nin los otros no fagades nin fagan ende al por alguna manera sopeña de la mi merced e de privación de los oficicios e confiscación de todos vuestros bienes para la mi cámara e fisco los quales por el mismo fecho con todo ello confisco e aplico e he por con­fiscados e aplicados para la dicha mi cámara e fisco e de como por esta mi carta vos fuere mostrada. E los unos nin los otros la complir demando sopeña de la mi merced e de dies mili maravedís para la mi cámara, e mando a qualquier escribano publico que para esto fuere llamado que de ende al que vos la mostrare testimonio sygnado con su sygno por­que yo sepa en como cumplides mi mandado. Dada en la noble villa de Valladolid a quinse dias de henero año del nascimiento de nuestro seflor Jesucrhisto de mili e quatro­cientos e sesenta e seys aflos. Y O E L REY. Yo Johan Ferrandes de Hermosilla secretario del rey nuestro seflor la fis escrevir por su mandado.

Déla villa Je l'uriillo v e i n t e l l H Jeyj aflo». Yo el Rey Por m a n S Yo el Rey fago saber a vos los mWi don Gomes Suares de Figueroa co de mi de acostamiento en cada ui pongades e asentadcs asy en los m dicho conde de Feria los dichos ci< de oy en adelante en cada un aflc Casa los semejantes maravedís qv de marco año de nascimiento de 1 senta e seys aflos. Yo el Rey. Yo Jo seflor la fis escribir por uimanc

A P E N i

1466. 10 de marzo. Arévalo.

Albalá del rey Alfonso concedie gueroa, conde de Feria, de su C

AGS. E . de H . Leg. 1,175.

- A P E N D I C E D O C U M E N T A L VII . 7

1466,22 de febrero. PortiUo. . . • _

Cédula del rey Alfonso dirigida a los contadores mayores por la que se ordena librar va­rios acostamientos del aflo 1465 a diversas personas cuya relación se expresa, vecinos de Villanueva de Fresno.

AGS. E. de H . Leg 1,168

El Rey. Mis contadores mayores yo vos mando que libredes a las personas yuso escriptas vesinos de la Villanueva del Freyno todos los maravedís queles son devydos de sus acos­tamientos que de mi tienen e ouvyeron de el aflo pasado de sesenta e cinco aflos en esta guisa: a Lancarote para tres lancas seys mil maravedís e Ferrand Goncales su hermano para dos lancas quattro mili maravedís e miguel Dacosta para dos lancas quattro mili maravedís de Jorge de Mesa para dos lancas quattro mili maravedís e Lope Dacosta para dos lancas quattro mili maravedís e Lancarote Venegas para dos lancas quattro mili ma­ravedís e Ruy Venegas para dos lancas quattro mili maravedís e Rodrigo Dacosta para dos lancas quattro mili maravedís e Alvaro de Xeres para dos lancas quattro mili mara­vedís e Lorenco Gago para una lanca dos mili e Goncalo Mateos para una lanca dos mili maravedís e García de Freyenal para una lanca dos mili maravedís e Alfon Boca para una lanca dos mili maravedís e Diego de la Cerrada para una lanca dos mili maravedís e Garcia Bogallo para una lanca dos mili maravedís e Ruy Ferrandes para una lanca dos mili maravedís. E cabdador e recebtor de las alcavalas de la provincia de León o en las

E N D

1466, 27 de marzo, s.l.

Albalá del rey Alfonso concedieni del maestre de Alcántara, que los í rentes conceptos los tuviera ahon real de la ciudad de Badajoz o di

AGS. M . y P. Leg. 63 fol. 9.

Y O E L REY. Fago saber a vos los leales servicios que Femand Gom( bien amado Gomes de Solys, maes) cada dia, mi merced e voluntad es < quel de mi ha e tyene para toda su cinco mili maravedís quel de mi ha mili quatrocientos maravedís que B c i ó n por mi servicio e después y los Gomes e asymismo los syete mili e 1 que de mi tyene e los tres mili marav cientos maravedís quel dicho Femai mi maestresala que son todos ocheni tenga de mi merged en cada un aflo para sus herederos e subcesores desp

NOBLEZA EXTREMEÑA EN EL REINADO DE ALFONSO XII 527

dichas alcavalas deste presente año de la fecha desta mi cédula para queles den e paguen en dineros contados a los plasos que a my los han de dar e pagar e non fagades ende al Déla villa de Portillo veinte é dos dias de febrero año de mili e quatrocientos e sesenta e seys años. Yo el Rey. Por mandado del Rey Hermosilla. Yo el Rey fago saber a vos los mis contadores mayores que mi merged e voluntad es que don Gomes Suares de Figueroa conde de Feria, mi vasallo e del mi Consejo aya e tenga de mi de acostamiento en cada un año cient mili maravedís porque vos mando que lo pongades e asentades asy en los mis libros e nomynas de los acostamientos e libredes al dicho conde de Feria los dichos cient mil maravedís este presente año enteramente e des­de oy en adelante en cada un año segund e quando librades a las otras personas de mi Casa los semejantes maravedís que de mi tienen e non fagades ende al. Fecho a dies dias de margo año de nascimiento de Nuestro Señor Jhesucristo de mili e quatro cientos e se­senta e seys años. Yo el Rey. Yo Johan Ferrandes de Hermosilla secretario del rey nuestro señor la fis escribir por su mandado.

APENDICE DOCUMENTAL VIII

1466, 10 de marzo. Arévalo.

Albalá del rey Alfonso concediendo cien mil maravedís anuales a Gome Suarez de Fi­gueroa, conde de Feria, de su Consejo.

AGS. E. de H. Ug. 1,175.

ENDICE DOCUMENTAL IX

1466, 27 de marzo, s.l

Albalá del rey Alfonso concediendo al maestresala Femando Gómez de Solís, hermano del maestre de Alcántara, que los 87700 maravedís que tenía de merced vitalicios en dife­rentes conceptos los tuviera ahora por juro de heredad por salvado en cualquier renta real de la ciudad de Badajoz o donde el quisiese.

AGS. M. y P. Leg. 63 fol. 9.

YO EL REY. Fago saber a vos los mis contadores mayores que acatando los muchos e leales servicios que Femand Gomes de Solys, mi maestresala, hermano del noble e mi bien amado Gomes de Solys, maestre de Alcántara del mi consejo, me ha fecho e fase de cada dia, mi merced e voluntad es que los veynte mili maravedís de merced de por vida quel de mi ha e tyene para toda su vida con facultad de los aver situados e los treynta e cinco mili maravedís quel de mi ha e tyene de merced de por vida por sytuar e los ocho mili quatrocientos maravedís que Bartolomé de Badajos avya e tenya de ración e quita­ción por mi servicio e después y los mandé faser merced de por vida al dicho Femand Gomes e asymismo los syete mili e quinientos maravedís de merced de mantenimiento que de mi tyene e los tres mili maravedís de tierra para dos lancas e los trese mili e ocho-Cientos maravedís quel dicho Femand Gomes ha e tyene de mi de ración e quitación por mi maestresala que son todos ochenta e syete mili e syetegientos maravedís que los aya e tenga de mí merced en cada un año por juro de heredad para siempre jamás para el e para sus herederos e subcesores después del para quien del o dellos ovieren cabsa por los

528 M . ' DOLORES C A R M E N M O R A L E S M U Ñ I Z

dar e donar e trocar canbiar e enpeflar, enajenar e faser dellos e en ellos e con ellos como de cosa suya e propia libre e quita con qualesquier concejos e universidades e ordenes e iglesias e monesterios e personas de orden e de religión e con otras qualesquier que quy­sieren e por bien tovieren tanto que non sean de fuera de mis regnos e seflorios syn mi licencia e mandado e para que los pueda renunciar e traspasar en quien quisyeren e por solas sus renunciaciones syn aver de sacar nin levar otra merced carta nin mandamiento nin segunda jusyon los quitedes e testedes de los mis libros e lo pongades e asentedes a el o aquellos en quien ellos renunciaren para que los aya con las mismas facultades en este mi alvala contenidas e es mi merced e mando quel dicho Femand Gomes de Solys e sus herederos e subcesores e de quien del o dellos oviere cabsa ayan e tengan situados los dichos ochenta e siete mili e syetecientos maravedís, e puestos por salvado en quales­quier mi renta o rentas de las dichas mis alcavalas e tercias e otros pechos e derechos de la cibdad de Badajoz e de otras qualesquier cibdades villas e lugares de los mis regnos e señorios donde los el o ellos mas quysieren aver e tener e nombrar porque vos mando que quitedes e testedes de los mis libros e nominas de las mercedes e raciones e quitaciones e tierras e lancas e mantenimientos al dicho Femand Gomes de Solys los dichos ochenta y syete mili e syetecientos maravedís quel asy de mi avia e tenia e segund e en la manera que dicha es, e pongades e asentedes en los mis libros e nominas de juro de heredad e enlo salvado dellos al dicho Ferrand Gomes de Solys los dichos ochenta e syete mili e syetecientos maravedís e le dedes e libredes a el o a quien del oviere cabsa mis cartas de privillejo e las otras mis cartas e sobrecartas las más firmes e bastantes quel quisyere e menester ovyere para que los arrendadores e fieles e cogedores e otras personas quales­quier que cojen e recabdan en renta o en fieldad o en otra manera qualquier e ovieren de coger e de recabdar e las tales rentas recudan a el e a sus herederos o a quien del o dellos ovieren cabsa con los dichos ocenta e syete mili e syetecientos maravedís este presente aflo de la fecha desde mi alvala enteramente e dende en adelante en cada un aflo porjuro de heredad para siempre jamás, demás e allende de lo que aunque ovieren a dar por otra mi carta de previllejo nin libramiento so la mí carta nin de vos los dichos mis contadores mayores nin de qualquier mi thesorero nin recabdador nin de otras persona alguna la qual dicha carta nin de vos los dichos mis contadores mayores nin de qualquier mi the­sorero nin recabdador nin de otras persona alguna la qual dicha carta de previllejo e car­tas e sobrecartas mando al mi chanceller e notarios e a los otros oficíales que están a la tabla de los mis sellos que libren e pasen e sellen lo qual todo es mi merced que se faga e cumpla asy non embargante las leyes que disen que se non puedan dar maravedís de juro de heredad nuevamente nin que se non puedan sytuar nin poner por salvado nin otras qualesquier leyes qual todo e con cada una cosa e parte dello avyendo por especificado e declarado como sy de palabra a palabra fuese puesto e especificado yo de mi propio motu e poderio real absoluto de que quiero usar e uso en tal parte dispenso con todo ello e lo abrogo e derogo quedando en toda fuerga e vigor para adelante. E non fagades ende al fecho a veynte e syete dias del mes de margo aflo del nascimiento de nuestro seflor Jhesu­cristo de mili e quatrocientos e sesenta e seys aflos. Y O E L REY. Yo Johan Ferrandes de Hermosilla secretario del rey nuestro señor la fis escrevir pro su mandado.

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