VOLVER A MIRAR EL SIGLO XIX

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V OLVER A MIRAR EL S IGLO XIX E STHER A CEVEDO 1 Nos encontramos en la segunda década del siglo XXI y hemos de volver la mirada al siglo XIX. ¿Qué puede ofrecer el siglo XIX al lector del siglo XXI? ¿Qué cambiará en nosotros el volver a mirar el arte producido en el siglo XIX? A lo largo del ensayo contestaremos las preguntas que de pronto se manifiestan. ¿Qué tan largo debemos concebir el siglo XIX para entender el desarrollo artístico? Empecemos por esta pregunta, para los años cincuentas del siglo XX, el siglo XIX para la historia del arte empezaba en 1800 y terminaba en 1900, sin embargo un cambio en la historiografía, enfocada en el fenómeno mismo, hizo que estos etapas cambiaran según la variabilidad de las propuestas, que obedecía a cambios de forma y contenido que marcaban una diferencia, tanto en la producción del arte como en su difusión y consumo. 1 Investigadora de la Dirección de Estudios Históricos INAH, Miembro del Sistema Nacional de Investigadores. 1

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VOLVER A MIRAR EL SIGLO XIX

ESTHER ACEVEDO1

Nos encontramos en la segunda década del siglo XXI y hemos de

volver la mirada al siglo XIX. ¿Qué puede ofrecer el siglo

XIX al lector del siglo XXI? ¿Qué cambiará en nosotros el

volver a mirar el arte producido en el siglo XIX?

A lo largo del ensayo contestaremos las preguntas que de

pronto se manifiestan. ¿Qué tan largo debemos concebir el

siglo XIX para entender el desarrollo artístico? Empecemos

por esta pregunta, para los años cincuentas del siglo XX, el

siglo XIX para la historia del arte empezaba en 1800 y

terminaba en 1900, sin embargo un cambio en la

historiografía, enfocada en el fenómeno mismo, hizo que estos

etapas cambiaran según la variabilidad de las propuestas, que

obedecía a cambios de forma y contenido que marcaban una

diferencia, tanto en la producción del arte como en su

difusión y consumo.1 Investigadora de la Dirección de Estudios Históricos INAH, Miembro del Sistema Nacional de Investigadores.

1

En 1984 el Seminario de la Producción Plástica publicó

una periodización que hacía entender los procesos del arte de

acuerdo a su propia lógica de desarrollo y no a una simple

cronología contada por siglos. Así 2:

1781-1821 Fundación de la Academia, como parte de lasreformas borbónicas y la destrucción del sistemagremial.

1821-1833 Periodo de confrontación entre dos sistemas queentraron en pugna al enfrentarse dos modos deproducción artística, una devenida de latradición colonial apoyada por el breve imperiode Iturbide y otra que se fue gestandopaulatinamente a través de las institucionesformadas por los borbones.

1833-1835 Marca un breve periodo en el que si bien en lapráctica concreta no se hicieron grandesreformas, a nivel ideológico se fundamentaronlos cambios legales tendientes a propiciar unmayor control ideológico por medio deinstituciones civiles. La Dirección deInstrucción Pública se enfrentaría a lasinstituciones educativas coloniales.

1835-18613 Periodo de Institucionalización de las prácticasculturales mediante propuestas aglutinadas en

2 Eloísa Uribe (coord.) Y todo por una nación. Historia social de la producción plástica de la ciudad de México 1781-1910, México, primera edición Universidad Autónoma Metropolitana, 1984. Segunda edición Instituto Nacional de Antropología e Historia ,1987 pp.12-13.3 Como parte del equipo que colaboró en la investigación y escritura me permito hacer unos ajustes a la periodización. He cambiado en este inciso y por ende el siguiente ajustándola a estudios posteriores.

2

torno al grupo conservador.1861-1863 Etapa del triunfo liberal. Apropiación paulatina

de las instituciones de control culturalconcretadas por las iniciativas conservadoras.

1863-1867 El liberalismo de Maximiliano impulsa lasinstituciones culturales que el triunfo liberalno tuvo tiempo de ejercitar.4

1867-1876 Puesta en práctica de las propuestas culturalesliberales autocrítica y consolidación.

1877-1910 La cultura bajo el régimen de Porfirio Díaz.

En un ensayo sería imposible a cubrir todo el siglo, por

ello contestando a una de las primeras preguntas ¿Qué puede

ofrecer el siglo XIX al lector del siglo XXI? Podemos

responder: Observar como surge la fotografía que desplazará

paulatinamente el arte del retrato y a la litografía, una vez

que sea posible trasladar técnicamente, la fotografía, al

medio impreso. La fotografía en el retrato contrastará con la

visión idealizada que hacía la pintura y la escultura de la

sociedad decimonónica. La aparición de la caricatura sembrará

la duda y la crítica en una sociedad hasta entonces muy

cerrada, descubrirá en el periodo que vamos a tomar 1835 a

1867 como se fue conformando la nación entre las propuestas

4 Aquí también he matizado el contenido de la periodización de 1984

3

de dos sistemas de pensamiento: el conservadurismo y el

liberalismo. Observaremos como los patrocinadores, los

artistas y el público fueron entendiendo los nuevos valores

que llevarían a la formación de un país laico.

EMPEZANDO A CONFORMAR UNA HISTORIA DE NACIÓN

De 1824 a 1861, veintitrés hombres ocuparon la silla

presidencial, sólo dos de ellos terminaron su periodo,

ninguno de ellos contaba con antecedentes familiares de

riqueza o de aristocracia.5 Ellos formaron gobiernos

federalistas o centralistas, más tarde llamados liberales o

conservadores que promovieron distintos proyectos tanto para

levantar monumentos públicos, como para patrocinar retratos,

o ciclos históricos para galerías en los palacios

gubernamentales o ayuntamientos. Y sin embargo pocos no

pasaron de ser proyectos.

Artistas europeos acostumbrados a ver que la historia, a

manera propaganda, se debatía tanto en la prensa como en los

5 Michael P. Costeloe, “Mariano Arista y la élite de la Ciudad de México, 1851-1852.” en El Conservadurismo Mexicano en el siglo XIX (1810-1910). Humberto Morales y WilliamFowler coord. Benemérita Universidad de Puebla, University of Saint Andrews,Scotland U.K. y Secretaría de Cultura, Gobierno del Estado de Puebla.1999. p.187.

4

muros, ofrecieron sus servicios a los diferentes gobiernos

mexicanos desde 1828. Se promovieron álbumes con grabados

históricos que dieran cuenta a una población mayor de un

diccionario de héroes y escenas trascendentales. Uno de ellos

Theubet de Beauchamp le proponía al gobierno de la Unión un

proyecto para representar en “forma digna a la nación

mexicana a través de los los hechos memorables que han

caracterizado su gloriosa revolución”6 El proyecto saldría

adelante por medio de suscripciones de los estados y de

particulares. Los grabados se harían en Francia a partir de

cuadros pintados H. Vernet, Lejeune, H. Belanger, Langlois y

otros ilustradores; el precio de los 13 grabados ya puestos

en Veracruz sería de 600 pesos. La historia visual incluiría

a todos o casi todos los héroes, excepto que a Iturbide se le

recordaría sólo como consumador de la independencia y no como

emperador. Así se podían admirar entre otros: el grito de

Dolores, el Sitio de Cuautla, la batalla del Palmar, el grito

de Iguala, la entrada del Ejército Trigarante, el grito de

6 Mr Theubet de Beauchamp en 1828 propuso “13 grabados que representen las doceépocas más memorables de la nueva historia de México”.

5

libertad en Veracruz por Santa Anna, el Congreso

Constituyente. Curioso resulta que se iguale a través del

lenguaje a Hidalgo, Iturbide y Santa Anna en tanto que los

tres pronunciaron su respectivo grito. A pesar de que la

lista incluye 61 suscripciones no se conoce ninguno de los

grabados..7

Para el año de 1833 el ayuntamiento fue uno de los

promotores de formar en imágenes, la galería de hombres

públicos, Carlos Paris fue uno de los artistas escogidos.

Barcelonés de origen, Paris había estudiado en la Academia de

San Lucas en Roma y estuvo en México de 1828 a 1836. Varias

actas de cabildo citan una serie “de retratos de gobernantes

del país, incluidos Iturbide, Victoria, Gómez Pedraza,

Guerrero, Santa Anna, y Gómez Farías colocadas en la sala

capitular del Ayuntamiento.”8 De los cuadros nombrados se

conoce el retrato de Santa Anna, de los demás, se desconoce

el paradero y los archivos en 1835 hablan, de que Paris debe

7No sólo en México no prosperaron los proyectos, en Inglaterra se anunció, en 1792el de Robert Boyer para la edición de Hume’s History of England y se abandonó en1806 después de grandes pérdidas para los editores. 8 Guillermo Tovar y de Teresa, Repertorio de artistas en México, Tomo III México, GrupoFinanciero Bancomer. 1997. p. 38.

6

devolver el dinero que se le dio para el retrato de Guadalupe

Victoria 9 ¿Cuántos cuadros en efecto sí ejecutó? 10 La

factura de galerías de retratos de los gobernantes fue un

tradición colonial, se guardaban las series de virreyes tanto

en Palacio como en el ayuntamiento y tanto instituciones

religiosas como educativas tenían en su haber colecciones de

retrato de los memorables.

Fueron los extranjeros los que pintaron las primeras

escenas donde se desarrollaba una acción. Podemos suponer que

la relación de Paris y Santa Anna se dio cuando éste último

posó para el artista y seguramente ahí surgió la idea de

pintar el cuadro de la gloriosa batalla, que le daba entrada

en la historia de los triunfadores al general Santa Anna. En

1829 en el puerto de Tampico los españoles hicieron el último

intento de reconquista, el triunfo fue para las armas

mexicanas comandadas por Antonio López de Santa Anna y Manuel

Mier y Terán; Santa Anna logró lo que por mucho tiempo había

9 Archivo del Ayuntamiento, Historia-retratos,1835 D7. Estos documentos fueronubicados por Gabriela Cámara y Cecilia Delgado.10 El de Guadalupe Victoria finalmente si lo ejecutó y aunque sin firma se guardaen la colecciones del MNH. Esta información me fue generosamente compartida porAugusto Vallejo

7

deseado obtener, el reconocimiento nacional de héroe. El

cuadro de grandes dimensiones fue regalado por Santa Anna en

1835 a la Cámara de Diputados. La historia personal se fundía

con la del país y así el pequeño boceto al óleo que sobrevive

al cuadro se denomina Batalla de Tampico o Acción Militar de

Pueblo Viejo y es una de las pocas escenas de la primera

mitad que se hicieron cercanas al evento representado y con

el comitente aún vivo.

La guerra civil que se desató entre las distintasfacciones no quedó registrada por la pintura, las invasionesextranjeras fueron pintadas por los extranjeros. Con laocupación francesa el tercer hijo de Luis Felipe, Francisco,príncipe de Joinville, llegó a México en 1838. Y algúndibujante habrá viajado con el ejército francés.11 Losejércitos mexicanos, no solían incluir artistas ni tampocolos periódicos mexicanos tuvieron corresponsales de guerra.El cuadro que existe en México es un pequeño óleo anónimollamado El príncipe de Joinville ataca la casa del generalArista en Veracruz y otro más La gloriosa acción de Veracruz

11 Está documentado en varias instancias la presencia de artistas enviados por la corte de Luis Felipe tanto al norte de África como a España. Eugenio Delacroix formó parte de la comisión extraordinaria que envió Luis Felipe a Marruecos de enero a junio de 1832. Delacroix podía ir en la misión siempre y cuando pagara desu bolsillo las comidas, la ventaja que tuvo fue no tener un encargo explícito. Ver Souvenirs de voyages Autographes et dessins français du XIX e siècle Réunion des Musées Nationaux. 1992. p. 98.

8

que se representa cerca de la aduana del puerto donde SantaAnna perdió su pierna es de carácter popular y lleva unaleyenda al margen donde se nos hace saber sobre su autorMariano Rodríguez Peláez.12

La guerra del 47 confrontó dos modos de hacer, dos modos

de ver. Los estadounidenses se valieron ampliamente de la

generación de imágenes visuales para informar a sus lectores

del suceso. La inclusión de la noticia visual impulsó a

redactores de los diarios y semanarios estadounidenses a

buscar: dibujos y estampas de los cuales sus impresores

pudieran obtener las imágenes finales que notificarían a sus

lectores de los últimos eventos. No manejaron en el momento

tanto las fotografías, éstas fueron usadas mayoritariamente a

posteriori para los retratos. El público ávido de imágenes,

no se conformaba con los textos, las ilustraciones llegaron a

formar las secciones más populares entre el comprador

apasionado no sólo por saber, sino por ver. El Picayune de Nuevo

Orleans fue uno de los diarios más comprometidos con su

público. El periódico estableció un correo especial que

12 Ver Esther Acevedo, “De la reconquista a la Intervención” en Pinceles de la Historia De la Patria Criolla a la Nación Mexicana 1750-1860, México, Museo Nacional de Arte, INBA. CONACULTA. 2000. p 189-203.

9

cruzaba las líneas de guerra para que la información llegara

a su destino rápidamente. Para la invasión estadounidense se

habla de 30 artistas, de los cuales 20 estuvieron

incorporados al ejército: 14 como regulares y 6 como

voluntarios.13

En el siglo XIX las imágenes pasaron a formar parte del

arsenal con el que los países dominantes conquistaron a los

más débiles, las tecnologías para la aprehensión de la

realidad y su creciente distribución a través los medios

impresos, crearon una imagen del invasor y del invadido que

contribuyó en gran medida a justificar los fines y los medios

del expansionismo. En tal sentido, la superioridad de un país

se estableció no sólo en el ámbito militar sino en el de la

difusión de las ideas mediante la utilización de las

imágenes.

Después de la derrota de México por los estadounidenses

en 1847, México perdió las esperanzas de convertirse en un

gran imperio, heredero de la monarquía universal española y

13 Martha A Sandweiss et al, Eyewitness to War. Prints And Daguerrotypes Of The Mexican War, 1846-1848, Smithsonian, Amon Carter Museum, Forth Worth, Texas, 1989. p. 8

10

se convirtió en un estado fronterizo cuya independencia y

cuya existencia misma estaban y estará amenazada por la

fuerza expansiva del vecino del norte.

Sin embargo la derrota permitió el florecimiento de una

incipiente conciencia social que llevó a un distinto

desarrollo en la segunda mitad del siglo XIX donde las

estrategias visuales y conceptuales para formular la historia

se vieron influidas por el desarrollo de la gráfica y las

nuevas corrientes estilísticas.

La noticia visual fue cobrando mayor interés y se

convirtió para mediados de siglo en una exigencia del público

que compraba la prensa periódica. Ver como eran los lugares,

las modas y los hechos históricos, se convirtió una necesidad

de la sociedad. La imagen fue el testigo presencial de los

hechos diarios, la memoria de los rostros de los héroes y

heroínas. La construcción de una memoria popular se fue

forjando de esta manera, en relación con la construcción de

las historias, lo que permitió la transmisión de los valores

11

morales, el cuestionamiento del poder y la puesta a discusión

del lugar del individuo.

La incorporación de formas populares a la transmisión de

la memoria de un discurso que facilitó la labor pedagógica

que los gobernantes buscaron a través de la educación,

entendida en su más amplio concepto, ésta se aprendía: desde

los balcones del teatro, en las fiesta patrióticas de la

alameda o en la plaza de la constitución, en el incipiente

museo, en la prensa periódica; cambiar las costumbres de la

vida cotidiana para pasar de una sociedad regida por las

campanadas de la iglesia a una sociedad secularizada era el

fin perseguido.

Al no tener acceso a la única prensa litográfica, -

aquella traída por Linati en 1826- el naciente empresariado

hizo lo necesario para adquirir prensas propias. En México,

uno de los primeros talleres públicos poseedor de una prensa

litográfica, fue el de Carlos Fournier quien se asoció con

Rocha en l836 y empezaron a operar con una máquina traída

directamente de París en l838. Le siguió la asociación

12

"Decaen-Baudoin" quiénes con el dibujante Federico Miahle y

el mexicano Hipólito Salazar, aprendiz de litografía,

fundaría en 1840 su propio taller.14 Estos empresarios

extranjeros inauguraron una ruta que seguirían los impresores

del país.

En los talleres litográficos, no obstante ser la

vanguardia no sólo de la impresión sino de la introducción de

lo cotidiano, persistieron en su producción las antiguas

estructuras gremiales: el aprendizaje de la técnica se hacía

por medio de la práctica y subsistía la división jerárquica

del trabajo en el interior del taller. Múltiples son los

ejemplos de aprendices que al cabo de los años lograron

acumular el capital y la experiencia para instalar su propio

taller a través de fusiones: tanto de empresas, como

familiares. Un ejemplo temprano de ello lo vemos en las

distintas asociaciones que José Antonio Decaen hizo a lo

largo de su vida. El joven impresor se asoció primeramente

con Eduardo Baudoin cuando el impresor murió, José Antonio

14 Clementina Díaz y de Ovando , “EL grabado comercial en México 1830-1856”, en Historia del Arte Mexicano, ed. Jorge Alberto Manrique, México, Salvat 1982. núm. 69 p. 169.

13

se casó con la viuda -Soledad Coba- adoptando a sus tres

hijas. Editorialmente se asoció con Masse y publicaron en

1841 el Monumentos de México con litografías de Pedro Gualdi, en

1843 vendieron sus máquinas a Ignacio Cumplido mismas que

Decaen recompró en 1849. En 1851 concluyó alimón en la

publicación de Antonino y Anita con Juan N. Navarro y más tarde

en 1857 Casimiro Castro -el joven litógrafo- produjeron México

y sus alrededores, éste se casaría con una de las hijastras de

Decaen, estableciendo vínculos no sólo de trabajo, sino

familiares entre impresores y ejecutantes.15

En México hacía falta: papeles, tintas, planchas, tipos,

rodillos, lápices, ácidos y esquemas. En una palabra todo,

para iniciar la producción de imágenes litográficas. Varios

fueron los viajes que los impresores hicieron al extranjero,

como el de Cumplido a Estados Unidos en l838 en busca de

maquinaria moderna. Aunque en especial ese viaje fue un

rotundo fracaso, al encontrar bloqueado el puerto de

Veracruz, Cumplido a sus 27 años tuvo que regresar a Nueva

15 Ricardo Pérez Escamilla, “Casimiro Castro. Por los frutos conoces el árbol, a México por sus artistas” en Casimiro Castro y su taller, México, Fomento Cultural BANAMEX e Instituto Mexiquense de Cultura 1996. pp 58-59

14

Orleans y perdió todo lo que había adquirido. Se cuenta que

regresó a México "teniendo que hacer buena parte del camino a

pie, desde Tampico". Ignacio Cumplido ponderaba las ventajas

de la litografía al dar cuenta de su importancia; para el

arte "tipográfico, la litografía significaba una revolución

total en el procedimiento ilustrativo.”

Los talleres se fueron estableciendo a partir de la

década de los cuarenta. Su producción se concentró

fundamentalmente en las estampas para el consumo interno, o

bien para la exportación. Las estampas para el consumo

interno variaban su contenido según el público y desde luego

eran más baratas que el importe de una obra original. En

cambio para el extranjero se hicieron álbumes sobre los

diferentes aspectos geográficos y costumbristas de México con

la idea de presentar una imagen de civilización, progreso y

seguridad que promoviera la inversión de capitales

extranjeros en un país rico en materias primas aunque pobre

en industrias. Estos trabajos ejemplifican cómo se pretendía

difundir la vida y el ambiente mexicano; en ellos el mexicano

mestizo y urbano aparece mitificado, mostrado como tipo

15

curioso, y el campesino o el indígena aparecen como

"presencias típicas", no como sujetos de acción. Plantear una

nueva iconografía de la América era parte de su objetivo.

Se encargaron de estas producciones impresores como

Ignacio Cumplido, Vicente Heredia, Julio Michaud, Manuel

Murguía, Felipe Escalante, Agustín Massé, Juan Antonio

Decaen, Eduardo Baudouin, Vicente García Torres y Alfredo

Labadie, quiénes, como empresarios, no estuvieron

desvinculados de la Academia: eran parte de sus accionistas

en las exposiciones bienales y mantenían relaciones

comerciales con la institución; como miembros del sector

empresarial urbano se identificaron con la cultura difundida

en estas exposiciones.

OTRA RESPUESTA …DESDE LA ACADEMIA DE SAN CARLOS

Era el año de 1843, el general Antonio de Santa Anna

gobernaba el país provisionalmente, desde la facción

conservadora. La fundación y refundación de instituciones que

dotarían de una imagen que distinguiera a la Patria se habían

formado o estaban en momentos de cambio. La Academia de San

16

Carlos desde 1781, el Museo Nacional en 1825, el Instituto de

Geografía y Estadística en 1833, la Academia de la Lengua en

1835 y en el mismo año la Academia de la Historia, cada una

contribuía desde su orilla para definir al país

simbólicamente así como en los hechos. Se hicieron estudios

del el territorio, la lengua, la historia y el arte para

conformar una cohesión social como soporte que se apoyara en

las estructuras jurídico políticas y económicas propuestas

por el sector conservador, las cuales permanecieron vigentes

hasta los cambios que se introdujeron con la paulatina

imposición de las leyes que integraron la Constitución de

1857 y el cambio de mentalidad que se fue logrando.

Para 1843 un grupo de empresarios conservadores idearon

un modelo para sostener la Academia y que esta saliera de

“sus años difíciles” proponiéndole al gobierno de Santa Anna

el establecimiento de una Lotería administrada y manejada por

ellos y cuyas rentas sostendrían los gastos generados por la

Academia. Francisco Javier Echeverría ex secretario de

Hacienda, convenció a Manuel Baranda, Secretario de

Instrucción Pública de sus planteamientos para sostener la

17

Academia, los cuales consistían en dotar a la Academia de las

ganancias de la Lotería y que esta empresa fuera manejada por

estos “hombres de bien”. Por lo pronto Echeverría fue

designado presidente de la Academia y para 1844 formaba parte

de la Junta directiva de la Lotería, junto con Gregorio Mier

y Terán y Juan María Flores, y como contador Honorato Riaño,

no es aquí el lugar para extenderme de los trasiegos de la

vinculación entre la Academia y la Lotería sino sólo advertir

que el poder de los empresarios y su relación con los

negocios, hicieron de ésta unión, una Academia próspera que

pudo cumplir con sus metas.

Los objetivos fueron publicados en 1852 bajo el nombre

de Estatutos de la Academia Nacional de San Carlos de esta Capital y leyes

posteriores pertenecientes al mismo establecimiento, constaba de treinta

apartados los cuales eran los mismos que se habían instituido

desde 1785 en tiempos coloniales. La novedad, era el decreto

del 2 de octubre de 1843, que reestructuraba la Academia de

San Carlos, constaba de once artículos: “en el primero

establecía que los directores particulares de pintura,

escultura y grabado, establecidos en los estatutos de la

18

Academia de las tres nobles artes, serán dotados de 3000

pesos anuales cada uno. 2.- Estos directores se solicitarán

por la misma Academia de entre los mejores artistas que hay

en Europa…”16 Y la otra el decreto firmado por Valentín

Canalizo -nuevo presidente- dotando a la Academia de las

rentas de la Lotería.

Para elegir a los directores se pidieron candidatos a la

Academia de San Lucas de Roma, a la cual asistían no sólo

los pensionados mexicanos sino los de toda Europa, porque era

la institución depositaria de la tradición plástica de

occidente. Después de un largo intercambio epistolar entre

las autoridades de la Academia Mexicana y la de Roma se

contrató a los catalanes Pelegrín Clavé pintor y al escultor

Manuel Vilar, los maestros españoles llegaron hasta 1846 los

cuales encontraron, el caos producido por la guerra que

México estaba librando con los Estados Unidos.

En lo que respecta a la elección del director de pintura

necesito hacer unas aclaraciones. Primeramente se les ofreció

el puesto a Silvagni, Cogheti y Podesti los pintores más

16 Manuel Romero de Terreros, Catálogos de las exposiciones de la Antigua Academia de San Carlos, México, Instituto de Investigaciones Estéticas, UNAM. 1963. PP. 13-46.

19

afamados de esos tiempos en Roma, quienes no aceptaron pero

si accedieron a ser parte del jurado del concurso público en

Roma, convocado a través del ministro José Montoya

representante de la República Mexicana ante los Estados

Pontificios, se presentaron seis candidatos; el resultado

fueron tres votos a favor de Eugenio Anieni quien debió ser

contratado; siguieron con dos votos el catalán Pelegrín

Clavé, el italiano Pablo Pizzalo y Ferdinado Galli, no

sabemos el nombre de los otros dos.17 Sin embargo Montoya se

permitió consultar a otros profesores con reconocimiento,

estos fueron Tomasso Minardi de la Academia de San Lucas de

Roma y Peter Von Cornelius de la academia alemana y Jean

Victor Schnetz de la francesa, los primeros dos

pertenecientes al grupo de los Nazarenos. Con los juicios de

estos tres maestros Montoya decidió contratar a Pelegrín

Clavé –discípulo de Minardi- como el candidato idóneo.18 No se

tienen elementos de juicio para asegurar la preferencia de

Montoya, sin embargo es claro que se escogió a Clavé por ser

17 Manuel G. Revilla, Visión y Sentido de la Plástica Mexicana ed. Elisa García Barragán, México, Coordinación de Humanidades, UNAM. 2006. P. 233.18 Salvador Moreno, El pintor Pelegrín Clavé México Instituto de Investigaciones Estéticas, UNAM. 1966. P. 11.

20

católico, por hablar español y por haber sido escogido por la

elección de los pintores de la corriente artística Nazarena,

la cual centraba su visión del mundo en los valores

religiosos católicos. Pelegrín Clavé en el Diálogo sobre la pintura

en México dice de Overbeck “Jamás olvidaré a Overbeck uno de

los creadores de la actual escuela alemana y quizá el primero

que comenzó la reacción contra las profanidades del

Renacimiento”19. Overbeck también fue recordado por Clavé

cuando estaba terminando la obra de los murales de la Profesa

en 1867.20

Montoya, a partir de su posición, cumplió con las

expectativas del grupo conservador, al unirse al juicio de

que México debía vincularse a Europa a través de la religión.

La historia bíblica permitiría que México entrar a formar

parte de la cultura occidental. Estos grupos al apoyarse

fuertemente en la religión no permitieron que en nuestra

pintura, la visión del mundo se expresara predominantemente

por alegorías paganas, las cuales si constituyeron una forma

19 José Bernardo Couto, Diálogo sobre la historia de la pintura en México, estudio introductorio Juana Gutiérrez, notas José Rogelio Ruiz Gomar, México, CONACULTA.1995. p. 123. 20 Salvador Moreno, op. cit. P. 11.

21

de expresión en la pintura académica europea. Las escuelas

francesas que despuntaban a la cabeza con Jaques David,

Eugenio Delacroix y Dominique Ingres no estaban en la esfera

de interés del ministro mexicano en el Vaticano.

Si bien la llegada de Pelegrín Clavé y Manuel Vilar no

significó, la implantación de una copia de lo Nazarenos en

Roma llamados “cofradía de San Lucas”, si tomaron el

concepto de Historia universal, como una Historia de

Occidente que se veía cumplida con la Historia Sacra: la del

Antiguo y Nuevo Testamento, así como las historias

subsecuentes que formaban parte de la Historia Universal. La

del Antiguo Testamento fue destinada para que los alumnos

ejecutaran pintura de historia como parte de su instrucción,

pues lo histórico era el género con mayor jerarquía y el

Nuevo Testamento quedó como pintura devocional que se colgaba

ampliamente en los templos. Dentro de la Academia la pintura

histórica sagrada y devocional fue mayoritaria desde 1850 y

su premiación fue absoluta en los años de la enseñanza y guía

de Pelegrín Clavé, como director de la clase de pintura.21

21 Ver Tomás Pérez Vejo, “Historia nacional contra Historia sagrada: un episodio de la historia de la cultura en México” en Sucesos e imaginarios Ivett García (comp.)

22

Los maestros catalanes se impusieron la tarea de formar

un currículo para los estudiantes de la Academia. Para 1850

presentaron la segunda exposición en los salones de la

Academia la cual no ofrecía según sus palabras “obras … de

invención fuera de los primeros y tímidos ensayos, cuando

apenas van corridos tres años desde la restauración de la

Academia”22.

Al siguiente año en 1852 los adelantos se dejaban ver, a

manera de ejemplo tomemos la obra de uno de los jóvenes

estudiantes Santiago Rebull de 20 años quien representaba, La

muerte de Abel el catálogo de la exposición lo describe así:

Caín, envidioso de lo adepto que era Dios a lasofrendas de su virtuoso hermano Abel, celoso de queno obtenía con las suyas el agrado del Eterno concibeel horrendo crimen de matar a su inocente hermano.Abel tendido al pie de una rústica ara en la quehabía sacrificado una tierna oveja, expira víctimadel fratricida hermano. El horror y losremordimientos de este execrable crimen, asaltan aldesgraciado, bien que aterrorizado de su víctima: uncielo lúgubre y tempestuoso indicio, cubre el fondo,y parece que se oye una voz que maldice al primermortal que ha destruido de un golpe a una criatura

Campeche, ediciones La Ola. 2002. Pp. 95-97. 22 Manuel Romero de Terreros op. cit., pp.49-50.

23

imagen de Dios.23 En efecto la descripción se apega a lo que vemos en el

cuadro el cielo tempestuoso y la mirada de Caín nos hacen

esperar la furia del Señor, que se hará presente con la

pregunta ¿Dónde esta tu hermano a lo que Caín responderá que

el no es su guardián y Dios emite su castigo; tendrá una vida

errante

A decir de Fausto Ramírez: la lectura de la Biblia era

un asunto relativamente nuevo, producto de la voluntad de

renovación religiosa fomentada por la Ilustración en su

versión hispánica. Desde la segunda mitad del siglo XVIII

fueron desapareciendo en el mundo católico, las prohibiciones

para leer la Biblia, en las lenguas llamadas vulgares éstas

comenzaron a multiplicarse con las traducciones e impresiones

modernas. En México entre 1831 y 1835 se publicaron tres

ediciones monumentales en castellano, dos reimpresiones de

las españolas y la que publicó la imprenta de Mariano Galván

Rivera en 25 volúmenes conteniendo el último volumen imágenes

y mapas. Los grabados que la ilustraron fueron comprados a

23 Manuel Romero de Terreros, op. cit., p. 114.

24

Balch Stiles Wryght.24 Esta fue una traducción de la versión

francesa Biblia Vence puesta en castellano por una serie de

colaboradores entre ellos Manuel Carpio, quien participó

activamente en la Academia de San Carlos, como secretario en

los años cincuentas y como miembro honorario de la misma;

gran amigo de José Bernardo Couto presidente de la Academia

en esos años.25

Las imágenes contadas por la biblia no cambian con

facilidad su representación, muchos son temas inmutables a lo

que no se les puede agregar más elementos de los que cuenta

el relato.

En ese mismo año de 1852 Salomé Pina se presentó con la

obra Dalila llamando a los filisteos para entregarles a Sansón26, Santiago

Rebull con la obra antes mencionada y Juan Urruchi con Marsias

enseñando a tocar la flauta a Olimpo y los tres tuvieron ocho horas24 Sagrada Biblia en Latín y Español con notas, prefacio y anotaciones. Comentarios Agustín Calmet, Abad Semones y Abad Vence y los más célebres autores, para facilitar la inteligencia de las Santas escrituras , obra adornada con estampas y mapas , Primer edición mejicana enteramente conforme a la cuarta yúltima francesa del año de 1820 Méjico imprenta de Galván a cargo de Mariano Arévalo. Calle de la Cadena no. 2 1831. Parece que la compañía que ejecutó los grabados es estadounidense. 25 Fausto Ramírez, “La restauración fallida: la pintura de historia y el proyecto político de los conservadores en México a mediados del siglo XIX”, en Pinceles de la Historia de la Patria Criolla a la Nación Mexicana 1750-1860, México, Museo Nacional de Arte, 2000. P. 215 .26 Recibió como gratificación 235 pesos de parte de la Academia

25

para abocetar el tema Abraham adorando a tres ángeles. Ese año se

concursaba para obtener la pensión que los llevaría a Roma,

Rebull resultó ganador y partió a Roma en 1852. Notemos que

dos de estos cuadros pertenecen a temas del Antiguo

Testamento y otro a la mitología clásica. Si bien se premio a

Urruchi por el Marsias, el que adquirió la Academia fue El

Casto José y Putifar, un tema bíblico más.

Desde 1850 Pelegrín Clavé y Manuel Vilar propusieron a

la Junta Directiva que se comprasen las obras originales de

los estudiantes de pintura y escultura que fuesen premiadas

al final del año escolar con el objeto de que se quedasen en

la Academia como “testimonio del estado y adelanto” de las

clases.27 En las exposiciones bianuales los cuadros de los

estudiantes no se encontraban a la venta, como si, lo estaban

las obras remitidas fuera de la academia. La mayoría de los

cuadros que se compraron para la Institución pueden verse en

la Colección del Museo Nacional de Arte y la inmensa mayoría

son temas del Antiguo y Nuevo Testamento.

27 Montserrat Galli, “La Academia enriquece sus galerías” en La Lotería de la Academia Nacional de San Carlos 1841-1863, México, INBA, 1986. P. 114.

26

LA RESPUESTA DE LA ESCULTURA

El maestro Manuel Vilar llegó al mismo tiempo que el profesor

Pelegrín Clavé en 1846 , Vilar hizo cambios en el sistema de

enseñanza al introducir nuevos temas como los retratos y el

tema indígena,28 y nuevas clases como estudio de la invención

del boceto estudio e invención de obras concluidas así como

práctica de mármol estas reformas permitieron a los alumnos

un lenguaje escultórico muy rico , sin embargo el estudio al

natural y estudio de lo antiguo no dejaron de tener

preponderancia.29 Pero también les permitió el uso de

fotografía para ejecutar los múltiples retratos que se

hicieron de miembros de la Academia con los cuales se iba

formando la historia institucional.

Una vez aprobada por los alumnos la clase de dibujo del

antiguo y la del natural, los alumnos empezaban a modelar en

barro y haciendo vaciado de manos cabezas, pies , lo cual les

28 Eloísa Uribe “Comentarios al catálogo de escultura “ en La escultura del siglo XIX Catálogo de colecciones de la Escuela Nacional de Bellas Artes Manuscrito a cargo de Manuel G Revilla , México INBA 1980. p. 7929 Eloísa Uribe p 26-27

27

permitía no sólo el aprendizaje de la anatomía sino dominar

los ademanes y la gestualidad propia de la escultura. 30

Vilar en su copiador de cartas nos revela la paciencia y

el cuidado que tenía con sus alumnos, pero también habla de

su trabajo y el de la Academia. Se entusiasmó con varios

proyectos públicos por ejemplo los de Agustín de Iturbide.

Vilar ideó el proyecto para la estatua de Iturbide, no como

emperador sino como libertador en 1849. En una carta a su

hermano le dice “Ahora estoy modelando una figura de Iturbide

en el momento de proclamar la independencia de México

….vestido de traje militar y envuelto en una capa. También

tenía planeado hacer más héroes pues siendo éstos de México

“espero vender algunas y será el modo en el que pueda ganar

algún dinero”31 Al maestro Vilar le solicitó Octaviano Muñoz

Ledo dos esculturas de Miguel Hidalgo sin embargo el se

excusó y dijo que se la pasaría a uno de sus alumnos bajo su

supervisión pero que el no quería tener problemas con sus

coterráneos. 32

30 Ibidem p 2931 Carta a José Vilar 13 de octubre de 1849, reproducida por Salvador Moreno en El escultor Manuel Vilar , México, IIE UNAM. Pp.152-153.32 Ibid., p 165.

28

La escultura pública enseñaría a los mexicanos cuales

eran sus héroes, los cuales necesitan para mantener su

presencia un rostro físico y social necesitan tanto una

narrativa visual como una literaria y un gobierno que los

apoye.

La introducción de la figura prehispánica fue otra de

las vertientes que abrió Vilar para sus alumnos. En los años

cincuentas en aquella carta a su hermano habla de el

Moctezuma que está haciendo y del Córtés que tiene en mente.

Para el Moctezuma y su pendant La Malinche se pueden encontrar

dibujos de los detalles de las vestiduras y de los adornos de

que llevarían. Se documentó no sólo en la Historia de

Clavijero sino en el Lienzo de Tlaxcala.

Vilar formó escultores que proseguirían sus

enseñanzas para el siguiente periodo como Felipe Sojo, o el

más joven Miguel Noreña.

UNA CRITICA AL PODER

29

El desarrollo de la caricatura política, a partir de 1861, va

a la par que la incipiente consolidación del liberalismo.

A partir de la formación del partido conservador en

1849, las luchas entre conservadores y liberales

representaron el enfrentamiento de los grupos en que se

encontraba dividida la burguesía, cuyo centro principal de

lucha política fue la ciudad de México.

Para los liberales fue claro que no podía haber Estado

mientras persistiera el poder económico, político y social de

la Iglesia, ya que ésta era la única que había logrado

establecer durante la Colonia una estructura económica de

dimensiones nacionales. Por ello la Constitución de 1857,

producto de la facción liberal, en los artículos 13 y 27

minaba el poder económico del clero al establecer la

desamortización de los bienes de la iglesia y la supresión de

los votos religiosos mientras que los artículos 3, 5 y 123 le

restaban autoridad moral y educativa al hacer libre la

30

educación y la administración de servicios como registro de

nacimientos, matrimonios y fallecimientos.

El proyecto político liberal definía entre sus objetivos

el cumplimiento de la soberanía popular, el equilibrio de los

poderes ejecutivo y legislativo y la fundamentación de un

Estado laico moderno. La formulación de estas medidas o

crítica a ella fue difundida por los periódicos, que fueron

un eficaz medio para educar, informar y politizar a una

minoría social conformada por la población urbana de

lectores. Los caricaturistas a través de las imágenes, desde

los distintos periódicos, impugnaron, conformaron o

propusieron alternativas de acuerdo con la facción del

partido liberal al que pertenecían.

Los periódicos que propiciaron mayoritariamente la

caricatura como instrumento de diálogo fueron de tendencia

liberal, pero no todas sus publicaciones estuvieron

ilustradas.

Cabe apuntar que la alternativa histórica planteada por

el partido conservador mexicano fue la de traer un monarca

31

extranjero, Maximiliano de Habsburgo, quien al final de

cuentas estuvo más de acuerdo con los planteamientos de los

liberales que con los de los conservadores. Y sin embargo la

censura de prensa respecto a su persona, la familia real y

los problemas relacionados con la realeza europea, estuvieron

a la orden del día.

Una primera constante que se aprecia en los periódicos

con caricatura política es su frecuencia, la cual no es

diaria, sino semanal, bisemanal o en todo caso trisemanal,

además de que se caracterizó por ser una prensa de corta

duración. Hubo tan sólo tres periódicos que aparecieron por

más de cuatro años con sus altibajos: La Orquesta (16) El Padre

Cobos (7) El Ahuizote (4); seis periódicos salieron a la luz

durante dos años: San Baltazar, El Boquiflojo, La Madre Celestina, La

Carabina de Ambrosio, Juan Diego y La Tarántula, y el resto (32) duraron

escasamente un año.

La producción de esta prensa se concentra en varios

periodos: en 1861, año en que resurge la caricatura; 1865,

año en que Maximiliano levanta la censura de prensa; 1869,

32

1871 y 1877, años de elecciones, que propiciaron la formación

de nuevos periódicos de existencia efímera. La prensa, al

estar sujeta a las distintas facciones del partido liberal,

aparecía o desaparecía dependiendo de las luchas entre ellas

en su afán de poder y, por lo tanto, la producción de

caricaturas se encontró sujeta a estas variaciones. Es

necesario recordar que muchas de estas imprentas estuvieron

financiadas por intelectuales jóvenes y que, debido a la

agudeza de sus críticas, muchos de los redactores terminaron

como perseguidos políticos.

La caricatura mexicana buscó, a pesar de la influencia

europea, ser singular y crear sus características propias,

para lo cual utilizó formas simbólicas unidas a una tradición

de la historia nacional, basada tanto en refranes como en

canciones mexicanas, construyó un diálogo con sus lectores.

Nadie o casi nadie ha explotado desde entonces el refranero

nacional como aquí ellos. El uso de lo mexicano fue un

recurso aprovechado por los literatos para la construcción de

una conciencia nacional que fuera forjando el tipo de

sociedad que deseaban. Estos literatos, como Vicente Riva

33

Palacio y Manuel Payno, fueron al mismo tiempo colaboradores

o editores de periódicos liberales y en múltiples ocasiones

ocuparon importantes posiciones dentro de los diferentes

gobiernos. Caricaturistas como Constantino Escalante, Jesús

T. Alamilla, Santiago Hernández y Alejandro Casarín llegaron

a formar parte del cuerpo editorial de La Orquesta y El Padre

Cobos e ilustraron novelas de estos mismos escritores.

Los periódicos pretendieron conscientemente influir en

la opinión pública, pero su contribución fue mitigada por

factores externos, a saber: falta de medios de comunicación,

altos precios del transporte y del correo, analfabetismo y

elevado costo del periódico.

A través de las noticias de La Orquesta sabemos que los

suscriptores se quejaban del correo: a veces la publicación

les llegaba sin la caricatura y generalmente con mucho tiempo

de retraso. En un medio social en el que sólo una de cada

diez personas sabía leer, el impacto de La Orquesta y otras

publicaciones afines veían mermado su alcance y eficacia

política. La caricatura portadora de un contenido polémico

34

llegaba hasta los analfabetas a través de una imagen que día

con día, fue de más fácil acceso, pues se construyó

paulatinamente un código entre el caricaturista y el ávido

lector. Entre otros, Emilio Rabasa describe en su libro El

Cuarto Poder las reuniones que usualmente se realizaban en las

trastiendas de los comercios en provincia, para escuchar

ansiosamente las noticias que llegaban de la ciudad, que

subsanaban -aunque parcialmente- la desinformación causada

por analfabetismo.

El alto costo de los periódicos constituyó un factor que

vino a limitar la circulación. Sin embargo, algunos esfuerzos

se hicieron para que la información llegara a otros

ambientes; de ahí las lecturas colectivas, como las ya

descritas, en la provincia. Además de estas, en la capital se

hacían lecturas en los bajos de los hoteles, en los cafés y

en las librerías. Estas reuniones públicas eran anunciadas

fijándose una hora precisa por los mismos diarios. Y si bien

los trabajadores, artesanos y algunos tempranos obreros

industriales no tuvieron acceso directo a este medio a causa

del analfabetismo y alto costo, las organizaciones

35

mutualistas a las que estaban afiliados trataban de

solucionar el problema por medio de las lecturas colectivas

que se llevaban a cabo en lugares de reunión antes de sus

juntas laborales. Con esto se pretendía educar y formar al

trabajador, preocupación característica de aquellos tiempos.

Sin embargo poco se sabe de la eficacia de las lecturas

colectivas.

EL CATÓLICO LIBERAL

El discurso histórico de una nación es una narrativa que, a

fuerza de repetirla llega a constituir una memoria. Al

apoyarse en un proyecto político, las interpretaciones sobre

el imperio de Maximiliano han dejado a un lado, en la

invención de la tradición, los cambios que se perciben al

confrontar la modernidad de un príncipe liberal con los

resabios del ancien régime. La política, la memoria, las

interpretaciones, las ideologías y la historia, han tratado

36

de entender y explicar el periodo 1864-67 desvinculado del

liberalismo mexicano.33

Los “hechos” que constituyen el discurso del historiador

no se “encuentran”, sino que se construyen como respuesta a

una serie de preguntas que el investigador se formula ante el

fenómeno histórico. En tanto a ello trataremos de responder

a las siguientes preguntas: ¿Cual fue el referente histórico

de Maximiliano? ¿Cuáles fueron las aportaciones de la

pintura en la creación y difusión de un proyecto imperial

para el Palacio Imperial ? ¿Fueron estas propuestas, las del

grupo que trajo a Maximiliano al poder, o los modos

imperiales de hacer tenían otras raíces? ¿En un tiempo

histórico tan breve fue posible la ejecución del proyecto?

Finalmente ¿Esta forma imperial de construir una historia en

imágenes fue retomada por los liberales que pelearon por la

dirección mexicana del país?

Maximiliano vio en la historia la fuente principal y el

punto de partida para su programa imperial. Con la

33 Ver Esther Acevedo, Testimonios artísticos de un episodio fugaz 1864-1867, México Museo Nacional de Arte, INBA. CONACULTA. 1995.

37

elaboración de proyectos buscó construir su propia historia,

como una continuación de la europea y a la cual habría que

unirle ahora su presente mexicano. Desde su juventud y en

sus expediciones al lejano oriente Maximiliano se rodeó tanto

de historiadores como de pintores para que dejaran en

imágenes su historia.

Si en Miramar había conjuntado la labor pictórica de

Cesare dell Acqua, con las historias de Pietro Kandler sobre

el sitio de Miramar para fincar una tradición, una historia,

ahora patrocinaría tanto proyectos para las residencias

oficiales como para la ciudad misma. Maximiliano empezó a

imaginar los proyectos para México desde antes de su llegada.

De octubre de1863 a abril de1864 fue tiempo de planear de

soñar de definir, al menos por escrito, lo que hoy

llamaríamos la construcción de una “imagen publicitaria” que

comprendería no sólo los proyectos iconográficos del rescate

de la historia, sino la planeación de un espacio donde

habitar, las imágenes oficiales que presentarían a los

soberanos en las nuevas tierras, el menaje de casa, y las

condecoraciones que establecería el protocolo

38

Así a escasas semanas de su llegada a la capital

visitaba en julio de 1864 la Academia de San Carlos, emitía

decretos muy concretos para edificar monumentos a la

independencia y a los distintos héroes liberales y

conservadores, y solicitaba encargos a Roma para la

construcción de esa historia que sería el sustento de sus

proyectos tanto públicos como privados. Con el patrocinio

de los proyectos, construía una línea histórica que por un

lado iba forjando y por otro conociendo.

Los proyectos que Maximiliano vislumbró para contar la

historia del país desde el momento de la independencia serían

pictóricos y escultóricos, públicos y privados. El eligió a

los grandes hombres, cuyos valores habían sido ganados por

sus acciones y no por su cuna, se constituyó en una ruptura

clara, como un sistema de sustitución en la subversión de un

imaginario donde ya no era un ser supremo quien juzgaba los

méritos de los grandes hombres. Su visión es conciliatoria

por un lado coincide con la de los liberales al rescatar el

periodo prehispánico. Se diferencia de ellos en que trata de

conciliar, e incluir a Iturbide como parte de los héroes que

39

habían logrado la independencia, además con ello sentaba un

precedente para el segundo imperio y reconocer a los virreyes

a los cuales también iba a volver a su lugar de origen el

antes Palacio Virreinal, ya que la mayoría de ellos habían

sido representantes de los Habsburgo rama dinástica a la cual

él también pertenecía.

Las obras salieron de las manos de artistas, tanto

mexicanos como europeos, con un vocabulario alejado de la

mitología e insertado en una nueva manera de ver, influida no

sólo por la litografía, sino por la fotografía, las cuales

daban cuenta a manera de noticia visual de los eventos

cotidianos que se transformarían en históricos.

Avalada por las academias europeas y americanas, la

pintura histórica ocupaba el primer lugar en la escala

jerárquica de los distintos géneros. La producción de

pintura de historia se vio afectada en el siglo XIX por un

lado por, la rescritura de la historia, los diarios y las

memorias; y por otro la narración visual de los sucesos, a

manera de reportaje gráfico, se realizaba en el momento en

que ocurrían los hechos. En otras palabras, a la manera

40

tradicional de documentar visualmente la historia, se añadió

una característica de inmediatez, surgida a partir de la

segunda mitad del siglo XIX por el desarrollo de la prensa

ilustrada con litografías inventadas o tomadas de

fotografías.

Para el Palacio Imperial, Maximiliano planteó una serie

de reformas; una de ellas fue la edificación de la galería de

Iturbide cuyas paredes y techos serían restauradas dejando al

descubierto las vigas de cedro; ahí se colocarían los

retratos de los héroes de la Independencia, y de él mismo;

los de sus antepasados y de sus contemporáneos formarían

parte de otros espacios dentro de Palacio.

Maximiliano encargó la dirección del proyecto pictórico

a Santiago Rebull quien delegó algunos de los retratos a los

alumnos de la Academia Imperial de San Carlos de donde él era

el director de pintura. Para noviembre de 1865 Maximiliano

pudo ver los retratos de los héroes colgados en las paredes

de la Academia Imperial -a unas cuadras de Palacio. El

catálogo que se imprimió para la exposición de 1865 siguiendo

41

la costumbre de las exposiciones bianuales en la Academia,

nos explica los cuadros que se mostraban: "en la primera sala

de pinturas [pertenecían a las] remitidas de fuera de la

Academia, obras que han ejecutado en Palacio para S. M. el

emperador los discípulos de esta Academia."34 Estaban ya

terminados los cuadros de Miguel Hidalgo por Joaquín Ramírez y

el de Agustín de Iturbide por Petronilo Monroy ; se presentaron en

boceto el de José María Morelos por Monroy y el de Mariano

Matamoros por José Obregón; no figuraron en esa exposición el

de Vicente Guerrero que fue terminado por Ramón Sagredo ni el de

Ignacio Allende por Ramón Pérez. En la galería de Iturbide se

reunieron por vez primera todos los héroes que habían sido

llamados por los distintos sectores ideológicos y políticos

de México.

Los retratos de los héroes fueron más pequeños que las

efigies que se pintaron del emperador.35 Mas si fueron

menores en tamaño, en formas y estilos pictóricos resultaban

muy parecidos. Los personajes del primer cuarto del siglo34 Manuel Romero de Terreros, op.cit.,1963. p. 388.35 El mayor fue el que pintó Jean Adolphe Beaucé de Maximiliano a caballo 329 x279. Los de cuerpo entero fueron de 255 x 168 y los de los héroes fueron de 240x 156.

42

XIX de pronto pasaron a ser descritos, pictóricamente, con un

vocabulario propio de herederos reales. Si comparamos los

retratos que se hicieron de Iturbide en vida y los que mandó

hacer Maximiliano, se verá la diferencia. Los retratos de

Iturbide de 1822 describen a través de sus ropas, la posición

de sus manos y lo constreñido de los espacios, a un hombre de

la época colonial interpretado por el pincel de artistas-

artesanos. El cuadro que encargó hacer Maximiliano se

inscribe en los cánones tradicionales del retrato

principesco, fijados en el siglo XVII y reformulados en la

segunda mitad del siglo XIX incorporando los accesorios

emblemáticos de la efigie principesca: mesa, columna, silla,

manto, corona y documentos que se manejan para rendir un

retrato puesto al día en su vocabulario formal. Maximiliano

no mandó colgar uno de los retratos de época de Iturbide sino

que ordenó construir una imagen de su antecesor lo más

parecida a la suya. 36

La verdad histórica de esta colección de retratos, buscó

obtener un parecido físico, sin embargo, los escenarios36 El retrato de Maximiliano se encuentra en el Museo Nacional de Historia y lafirma dice Albert Graefle, pt 1865 Munchen.

43

fueron construidos de acuerdo a una idea contemporánea, ellos

fueron historizados de acuerdo a un nuevo canon.

En torno a la escultura el proyecto mayor fue el

proyecto para la erección del Monumento a la Independencia en

el zócalo de la Ciudad de México Maximiliano, en una carta

dirigida al ministro de estado Joaquín Velázquez de León,37

esbozó el tipo de monumento que tenía en mente: en la base de

la columna se colocarían las esculturas de los primeros

héroes; rápidamente nombra a Hidalgo, Morelos e Iturbide...el

futuro ocupante de la cuarta esquina no quedó especificado.

En el fuste de la columna irían escritos con letras de bronce

dorado los nombres de los demás caudillos insurgentes. La

columna sería coronada por una escultura en bronce que

representaría a la Nación. Para hacer el monumento

Maximiliano quería que se convocara a concurso a ingenieros y

37 Don Joaquín Velázquez de León fue nombrado ministro de Estado en Miramar el 10 de abril de 1864. La Enciclopedia de México, nos informa que el 21 de junio de 1864 fue nombrado Ministro de Estado José Fernando Ramírez. La carta va dirigida a Velázquez de León ya que está fechada el 14 de junio de 1864 pero fue publicada hasta el 14 de julio, de ahí que el encargado en ejecutar las órdenes fuera el sub-secretario José Salazar Ilarregui. Rámirez hace alusión a esa carta en sus obras completas. TomoV. número 76. pp. 3, 8 y 84.

44

artistas. Además deseaba colocar la primera piedra -en menos

de dos meses- en su primer 16 de septiembre.38

El proyecto iconográfico y formal para el monumento

quedó abierto porque se admitían fuentes, arcos o columnas y

no se definía quién sería el cuarto ocupante de la última

esquina.39

La prensa dio cuenta, y no, de los proyectos entregados.

Sabemos por uno de los periódicos que fueron 20, otro más

dice que 26, pero en ninguno se les describe, ni se anuncia

el nombre del proyecto seleccionado.40 Así y todo, la primera

piedra fue colocada con gran ceremonial en el día anunciado.

Las características nombradas por Maximiliano son

sumamente parecidas a lo postulado por De la Hidalga en su

proyecto de 43. Largas pláticas debió de haber tenido el

recién llegado emperador con De la Hidalga, a quien se

encomendaron las obras de remodelación del Palacio y de

Chapultepec. 38 La Sociedad, 22 de julio de l864. (BDSPP)39 Ibidem.40 El Cronista de México ,"20 proyectos para el Monumento de la Independencia" 8 septiembre l864., "Presentan 26 proyectos para el Monumento de la Independencia" 14 de septiembre l864. (BDSSP)

45

Cuando la prensa dio a conocer la descripción de este

último proyecto, Maximiliano ya había inaugurado otras obras

que habían molestado a los conservadores. La develación del

monumento a Morelos fue el suceso más conflictivo. El inicio

de la historia del monumento es anterior al Segundo Imperio.

En 1857, Mariano Riva Palacio -patrocinador poco estudiado de

obras de carácter histórico- pidió al escultor Antonio Piatti

que hiciera una estatua de Morelos, en mármol, para ser

erigida en San Cristóbal Ecatepec, pero la obra no se colocó.

Después se pensó ubicarla en la Alameda de la capital, sin

embargo esto tampoco se cumplió. Maximiliano aprovechó el

camino recorrido y decretó en un mismo día, a propósito de

las fiestas patrias, que se levantara el monumento de la

Independencia, se construyera un sarcófago para Iturbide y se

colocara la escultura de Morelos en la Plazuela de Guardiola

para perpetuar el centenario de su nacimiento.41 Los decretos

venían después de que en privado ya se había ordenado que las

acciones se cumplieran.

41 El Cronista de México ,18 de septiembre 1865. (BDSPP)

46

Los decretos de septiembre no alcanzaron a rendir

homenaje a todos los héroes. Sin embargo, en el curso de la

visita que hizo a la Academia de San Carlos, Maximiliano

admiró el modelo en yeso de 2.10 m. de alto que el escultor

Noreña había hecho de Vicente Guerrero y en consecuencia

ordenó que fuera vaciado en bronce y se colocara "sobre un

pedestal en la elegante calle de Corpus Christi." Según los

redactores de las notas periodísticas correspondientes, "el

bronce y las piedras dirán a la posteridad, que S.M.

distinguió y supo compensar a los hombres ilustres que

supieron verter su sangre por la independencia y la libertad

de la patria."42 De entre las múltiples opciones que Noreña

tuvo para representarlo, seleccionó a un Guerrero continuador

de la lucha de Hidalgo, ya que al referirse a esta escultura

el catálogo de la exposición describe así la actitud del

personaje: "Estrecha contra su corazón los restos del

pabellón de Hidalgo, entonces sin defensores, y con el valor

y la dignidad de un héroe, aparece ante sus enemigos

42 El Cronista de México, "Estatua de Guerrero" 18 de noviembre 1865. (BDSPP)

47

firmemente decidido a defender hasta morir aquellos preciosos

restos."43

Tan crecido era el número de monumentos que requerían

bronce, que el ministro de Fomento se dirigió al de Guerra

para hacerle saber que "su majestad [desea] emplear en los

monumentos que van a erigirse a la independencia, a Iturbide

y Guerrero, el bronce de los cañones inútiles [y] me ordena

averigüe de VE el número disponible de ellos y los lugares

donde se encuentran."44 Además, se solicitó los servicios de

la Academia de Ciencias y Literatura de la corte para formar

y someter a aprobación la inscripción de la placa que debía

llevar el monumento de Guerrero. El monumento no se llegó a

colocar en tiempos de Maximiliano.

Esta forma de recurrir al arte para dejar claro quienes

conformaban el panteón de héroes fue retomado por los

regímenes liberales y se hicieron copias de estos cuadros en

Guanajuato, San Luis y Guadalajara.

43 Manuel Romero de Terreros, op. cit. p. 374-375.44 El Pájaro Verde, 23 de noviembre 1865. (BDSPP)

48

Volver a ver el siglo XIX nos permite ver como

evolucionan los diferentes proyectos de Nación y sus

propuestas artísticas.

49