Proyecto Arqueologico Costa del Soconusco: Informe de la Primera Temporada de Campo (2012)

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Neff Informe y Solicitud de Permiso 2012-2013, p. 1 Proyecto Arqueológico Costa del Soconusco (PACS): Informe de la Primera Temporada de Campo y Solicitud de Permiso para una Segunda Temporada Presentada al Consejo de Arqueología Instituto Nacional de Antropología Argentina Numero 12, Esq. Donceles, Colonia Centro Código Postal 06060 México, D.F. Por Hector Neff Departamento de Antropolgía y IIRMES Universidad Estatal de California – Long Beach 1250 Bellflower Blvd. Long Beach, CA 90840 EE.UU. 30 de Agosto 2012

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Proyecto Arqueológico Costa del Soconusco (PACS):

Informe de la Primera Temporada de Campo y Solicitud de Permiso para una Segunda Temporada

Presentada al

Consejo de Arqueología Instituto Nacional de Antropología

Argentina Numero 12, Esq. Donceles, Colonia Centro Código Postal 06060

México, D.F.

Por Hector Neff Departamento de Antropolgía y IIRMES

Universidad Estatal de California – Long Beach 1250 Bellflower Blvd.

Long Beach, CA 90840 EE.UU.

30 de Agosto 2012

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Programa de Investigación Se solicita por este medio permiso con el fin de continuar un programa de investigaciones de la

historia demográfica y económica de la región del Soconusco este, estado de Chiapas, México. Abajo se encuentra un informe preliminar de las investigaciones del campo y del laboratorio que comenzaron en diciembre 2011, seguido por una descripción de las investigaciones programadas para la temporada de diciembre 2012 hasta noviembre 2013.

El trabajo de campo del Proyecto Arqueológico Costa del Soconusco (PACS) se enfoca en la zona de mangles y esteros inmediatamente atrás de las playas, donde se encuentran restos arqueológicos de la producción de sal y cerámica y donde los sedimentos preservan un registro de cambios de vegetación de la planicie costera hacia tierra adentro (Neff, Pearsall et al. 2006a, 2006b). El trabajo consiste de un inventario de montículos arqueológicos de la zona, mapas de los sitios, prospección geofísica de ellos, recolección superficial, y muestreo debajo de la superficie. También se tomarán núcleos de sedimentos en localidades

fuera de contextos arqueológicos. El trabajo en el laboratorio consiste de análisis de sedimentos arqueológicos y no-arqueológicos por varias técnicas, incluyendo fechamiento por carbono-14, análisis de isótopos de carbono y nitrógeno, geoquímica, y polen de plantas. Una muestra representativa de la cerámica se fechará por luminiscencia, y se caracterizará la cerámica tal como la obsidiana por análisis elemental. La meta general del proyecto es extraer registros de alta resolución de cambios a través del tiempo de intensidad de población de la planicie costera y de actividad industrial dentro de la zona litoral para los últimos 2000 años.

Prehistoria de la región del Soconusco La región del Soconusco (Figura 1) abarca

la costa del Pacífico del sur de Mesoamérica cerca de la frontera entre Guatemala y Chiapas, México. Aunque los restos arqueológicos de esta región no son tan famosos como los de tierras bajas Mayas o el centro de México, importantes eventos de la

historia de la civilización Mesoamericana ocurrieron allí. Montículos de concha investigados por Barbara Voorhies (1976, 2004; Voorhies et al. 2000) documentan la explotación de la zona litoral alrededor de 5500 cal A.C. Posteriormente, los primeros asentamientos sedentarios aparecieron alrededor de 1800 cal A.C., y, según varios investigadores (Clark 1991, 1994; Clark and Blake 1994; Coe 1961; Coe and Flannery 1967; Rosenswig 2005), las primeras sociedades con verdaderos caciques habrían evolucionado antes de 1500 cal A.C. Los olmecas de la costa del Golfo tenían interés en la región, y posiblemente establecieron una colonia olmeca en Cantón Corralito antes de 1300 cal A.C. (Cheetham 2010). Durante el Formativo Tardío (300 cal A.C – D.C. 1), el Soconusco llegó a ser el centro del famoso estilo escultórico de Izapa, que muchos investigadores consideran un vínculo entre estilos Olmecas y Mayas (e.g., Coe 1999). Después del Formativo, la influencia Teotihuacana aparece en Izapa durante el Clásico Medio (Lowe et al. 1982), y posteriormente la famosa vajilla Plomiza, que llegó por comercio a los más lejanos rincones de Mesoamérica se producía en la región durante el Clásico Tardío y el Posclásico Temprano (Neff 1984, 1989a, 1989b, 1995, 2002, 2003; Neff and Bishop 1988). Al momento de la conquista, la provincia de Soconusco fue parte del Imperio Azteca, y durante los siglos 16 y 17, las cosechas de cacao aseguraron que la región conservara su importancia en las redes comerciales coloniales (Gasco 1989a).

La evolución cultural dentro de Soconusco se debe en parte a ciertas ventajas geográficas. Primero, la región es parte de un corredor natural que extiende del Istmo de Tehuantepec a través de las tierras bajas

Figura 1: Mapa del oriente de Soconusco mostrando ubicaciones mencionadas en el texto.

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Pacíficas de Chiapas y Guatemala, hasta el occidente de El Salvador. Es relativamente fácil viajar en la planicie costera, al menos durante la estación seca, y una red de canales y lagunas dentro de la zona litoral facilita el transporte de este a oeste (Navarette 1978; Lowe et al. 1982). La facilidad de comunicación y movimiento puede ayudar a explicar la rapidez de la difusión de los asentamientos sedentarios del Formativo Temprano y las extendidas relaciones comerciales durante tiempos posteriores.

El Soconusco también se favorece por suelos fértiles y una abundancia de lluvia, que sostienen altos niveles de producción agrícola en muchas partes de la planicie costera, para que la población humana pudiera crecer de continuo durante períodos de bastante duración. Por ejemplo, el registro del Formativo Temprano hasta el Formativo Terminal (aproximadamente 1800 años) parece indicar una extendida época de estabilidad y evolución cultural sin interrupción (Coe 1962; Coe and Flannery 1967; Love 1989, 1999, 2002a, 2007; Lowe 1967, 1975; Lowe et al. 1982), aunque con cambios de los centros de crecimiento dentro de la región (e.g., Blake et al. 1995; Clark and Pye 2000; Love 1999, 2007; Rosenswig 2005).

La ruptura más sobresaliente en el registro histórico de Soconusco ocurrió al fin del período Formativo. En Izapa, el estilo escultórico de relieve en piedra terminó repentinamente alrededor de dC 1 (Lowe et al. 1982). Y, aunque hay un registro cerámico de ocupación en Izapa que sige, el foco de actividad se trasladó aproximadamente un kilómetro al norte del centro de Izapa, hasta el Grupo F (Lowe et al. 1982). Más allá de Izapa, reconocimientos sistemáticos (Coe and Flannery 1967; Love 2002a, 2002b; Rosenswig 2005) indican una ausencia completa de ocupación durante el Clásico Temprano en la planicie costera. La despoblación parece haber ocurrido después del Formativo Medio (Fase Conchas) en ciertos lugares (Rosenswig 2005), y después del Formativo Tardío en otros (Coe and Flannery 1967; Love 2002a, 2002b, 2007). Después de un hiato de varios siglos, asentamientos del Clásico Tardío con inmensas cantidades de Plomizo San Juan proliferaron por toda la planicie costera en ambos lados del Rio Suchiate (la frontera internacional). El crecimiento rápido de población después de varios siglos de niveles tan bajos que son arqueológicamente invisibles provoca preguntas, que se discutirán más tarde, sobre el ritmo y las causas del abandono durante el Clásico Temprano y sobre los orígenes y las actividades económicas de la gente que repobló la región después de esta época de colapso.

Las tendencias poblacionales entre el Clásico Terminal y 1522 también permanecen mal conocidas. Alfareros de la industria Plomiza exportaban efigies y otras formas del estilo Tohil hacia los rincones más lejanos de Mesoamérica durante el Clásico Terminal y el Posclásico Temprano, pero la fabricación del Plomizo eventualmente desapareció, probablemented entre dC 1100 y 1200. Posteriormente, la llegada de los españolas en 1522 introdujo enfermedades que devastaron a la población, y no se recuperaron los niveles de la época de la conquista hasta 1900.

Las contracciones demográficas en la costa del Soconusco quizás fueran partes de disrupciones más generales. En las tierras bajas Mayas durante el Formativo Tardío, por ejemplo, el colapso es evidente en el abandono de muchos centros y aún regiones completas (Garrison and Dunning 2009; Hansen et al. 2002). Love (2007; también vease Popenoe de Hatch 1997, 1998) resume evidencia que indica un período de disrupciones en el centro y occidente del altiplano de Guatemala durante esta época también. Aún más bien conocido es el colapso de los Mayas del Clásico, cuando la actividad elite cesó repentinamente a distintos momentos a través de las tierras bajas Mayas durante aproximadamente 200 años que comenzaron alrededor de dC 800 (e.g., Demarest et al., eds., 2005; Manahan and Canuto 2009).

El alcance ancho de las disrupciones del fin del Formativo y del fin del Clásico posiblemente implique que se deben en parte a fenómenos pan-regionales, como deterioro del clima. La sequía ha sido sugerida como una contribuyente al colapso de los Mayas del Clásico (e.g., Gill 2000), y registros climáticos procedentes de lagunas de Yucatan (Hodel et al. 1995, 2001), la Cuenca de Cariaco, costa norte de Venezuela (Haug et al. 2001, 2003), el Valle de Copán (McNeil et al. 2010), y una estalagmita de Belize (Moyes et al. 2009; Webster et al. 2007) documentan intervalos episódicos de condiciones secas que afectaban mucha del área tropical del nuevo mundo después de aproximadamente D.C 780. Otro período seco entre dC 100 y 200 ha sido identificado como posible causa contribuyente al “colapso del Formativo Terminal” en las tierras bajas Mayas (Dahlin 1983; Hansen et al. 2002; Webster et al. 2007). Aunque la evidencia directa no sea tan definitiva como el caso del colapso Clásico, se infiere un intervalo seco a partir de los registros de lagunas de Yucatan (Hodell et al. 1995, 2001), el registro del Lago Salpeten, Guatemala (Rosenmeier et al. 2002), la

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estalagmita de Belize (Webster et al. 2007), y el registro marino de la Cuenca de Cariaco (Haug et al. 2003). Más cerca del oriente de Soconusco, evidencia geoquímica del núcleo MAN015, (Figura 1) confirman que las condiciones eran secas entre dC 100 y 200 y entre dC 800 y 1000 (Neff, Pearsall et al. 2006a).

Como resumen, tres o posiblemente más episodios de colapso demográfico han sucedido durante los últimos 2500 años en la región del oriente de Soconusco. Sin embargo, el cronometraje exacto de colapso y recobro permanecen especulativos, igual como las circunstancias históricas que podían haber contribuido a cada episodio. Para aclarar la historia esbozada arriba, este proyecto se enfocará en la zona litoral con el fin de generar varios registros históricos de alta resolución. Una clase de datos consiste de restos arqueológicos de la zona litoral, donde las industrias de sal y cerámica aparentemente se concentraban. Mientras tanto, el uso de la tierra en la planicie costera ha dejado un registro en sedimentos acumulados dentro del mismo ambiente litoral. Un programa para investigar ambos registros – arqueológico y sedimentario – de la zona litoral representa una estrategia eficiente para obtener datos histórico-demográficos de escala regional.

Trabajo de Campo El foco del PACS es la zona de esteros y bosques de mangle en el extremo sur del estado de Chiapas,

entre el Rio Suchiate (la frontera internacional) y Puerto Madero (Figura 1 y 2). Esta zona es parte de un extensivo sistema de esteros, lagunas, y bosques de mangle que empezó a desarrollar a lo largo de la costa del sur de Mesoamerica hace aproximadamente 7000 años, después de la estabilización del nivel del mar. Este ambiente de pantanos de baja energía ha acumulado sedimentos transportados por los ríos y arroyos durante el holoceno medio y tardío. Análisis de polen, fitolítos, carbón, y geoquímica de sedimentos de esta zona han

Figura 2: Imagen del área del estudio tomado de Google Earth. La orilla de la zona de mangle se indica por la línea verde, y los sitios registradas anteriormente (Cuadro 1) se indican con “+” o por polígonos rojos. La frontera internacional es el Rio Suchiate, que se indica por la línea amarilla. Los círculos amarillos son ubicaciones de núcleos de sedimentos tomados en un proyecto anterior (Neff, Pearsall, et al. 2006b).

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sido la base de reconstrucciones de la historia de cambios del paisaje durante los últimos 7000 años en ciertas localidades (Kennett et al. 2010; Neff 2007; Neff, Pearsall et al. 2006a, 2006b; Quach 2009). El registro arqueológico de la zona litoral comienza durante el Arcaico (Voorhies 2004), y se encuentran también sitios del Formativo y el Clásico dentro del bosque de mangle en varias localidades de Chiapas, Guatemala, y El Salvador (Blake et al. 1995; Coe y Flannery 1967). Dentro del área pantanosa de interés actual, el registro de INAH y anteriores informes de Rosenswig (2002) indican la presencia de montículos del Formativo y del Clásico (Figura 2 y Cuadro 1). Cuadro 1: Contextos arqueológicos registrados dentro del área del estudio antes de 2012. Designación del sitio y fuente de información 

Descripción   Coordenadas 

D15B62‐07‐15 (INAH Registro) 

20 montículos de 2 – 5 metros de altura dentro del mangle atrás de la playa al sur de Puerto Madero; cerámica del período Clásico.  

570290 m E, 1619695 m N 

D15B62‐07‐16 (INAH Registro) 

1 montículo < 2 metros; 1 entre 2y 5 metros; cerámica del período Clásico  566038.43 m E, 1624055.87 m N 

D15B63‐07‐67  6 montículos entre 2 y 5 metros de altura; cerámica del período Formativo  572450 m E, 1619010 m N 

D15B63‐07‐66 (INAH Registro) 

3 montículos de 2 metros de altura; período Clásico  572755.29 m E 1618154.83 m N 

D15B63‐07‐045 (INAH Registro) 

1 montículos < 2 metros al borde del mangle; sin indicación del período de ocupación 

577949.44 m E 1616323.19 m N 

D15B63‐07‐035  1 montículo de 2 – 5 metros de altura dentro del pantano; se informa de otros montículos en el área; sin indicación del período de ocupación 

578650.75 m E 1616397.42 m N 

D15B63‐07‐027 (INAH Registro) 

5 montículos de 2 – 5 metros de altura, período Clásico  575142 m E. 1615475 m N 

D15B63‐07‐021, La Cigüeña (INAH Registro) 

Montículos a la orilla del mangle cerca de Barra Cahuacan, período Clásico  527358 m E., 1617383 m N. 

D15B63‐07‐070 (INAH Registro) 

4 montículos de 2 a 4 metros, uno < 2 metros; Formativo  579238.50 m E 1611881.40 m N 

D15B63‐07‐03 (INAH Registro)3 

3 montículos < 2 metros de altura, 3 de 2 a 5 kilometros; Formativo y Clásico; evidencia de extracción de sal 

579515 m E 1612352 m N 

D15B63‐07‐034 (INAH Registro) 

4 montículs de 2 – 5 metros de altura, sin indicación de período de ocupación  579552.56 m E 1610527.53 m N (ubicación en la playa parece erróneo) 

D15B63‐07‐073 (INAH Registro) 

Sin indicación de no de montículos o período  583038.74 m E 1608445.27 m N 

D15B63‐09‐003  (INAH Registro) 

Período Clásico, sin indicación del numero de montículos, a la orilla del Rio Suchiate 

584198.21 m E 1608343.84 m N 

Estero El Ponce Montículo 1, 3, 4, 5 (Rosenswig 2002) 

4 montículos con cerámica utilitaria y Plomizo Tohil, junto con cilindros de cerámica usadas in la extracción de sal 

572890 m E 1618960 m N 

Estero el Ponce Montículo 2 (Rosenswig 2002 y comunicación personal) 

Complejo de 13 montículos hasta 7 metros de altura; cerámica del Formativo Temprano y Plomizo Tohil (Clásico Terminal), junto con cilindros de cerámica usadas in la extracción de sal; mucho barro quemado  

572862 m E 1618977 m N 

Rancho Solida (Rosenswig 2002) 

6 montículos con cerámica utilitaria post‐Formativo  579540 m E. 1612836 m N. 

Bermuda  (Rosenswig 2002) 

Montículo de 10 metros de altura del período Formativo Temprano  579371 m E. 1614023 m N. 

El primer objetivo de nuestras investigaciones actuales es aumentar y verificar el inventario de sitios

arqueológicos dentro del área de investigación. Para realizar este objetivo, se requiere un método sistemático para localizar contextos arqueológicos dentro del bosque de mangle, una tarea que habría sido imposible hasta muy recientemente, debido a la densidad del bosque y las condiciones pantanosas. Esto ha cambiado dramáticamente con la disponibilidad de LiDAR aéreo, que puede penetrar debajo del bosque, para indicar las ubicaciones de montículos, hasta los más pequeños. Cobertura por LiDAR de la zona del estudio fue obtenido

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antes de la primera temporada de PACS, y estos datos proveían la base de nuestro inventario de sitios (Figura 3 y Cuadro 2).

Con las ubicaciones de montículos ya registradas, el trabajo de campo se concentraba en la obtención de evidencia de cronología y función de una muestra de los sitios. Después de abrir el acceso, el trabajo consistía de limpieza de la vegetación, prospección con un magnetómetro, recolección superficial, excavación de pruebas de pala, y en tres casos, excavación sistemática. Durante la primera temporada se realizaron exploraciones en un total de 68 montículos (Cuadro 2) entre El Rio Suchiate y el Rio Cosalapa (Figura 3).

El propósito de la prospección con el magnetómetro era identificar lugares de barro quemado, que posiblemente fueran instalaciones para la producción de sal o cerámica. Un ejemplo es el montículo RS3, donde el mapa magnético indica una fuerte anomalía en la parte más alta del montículo, en su extensión norte (Figura 4).

En base de los resultados del magnetómetro, RS3 fue uno de los montículos escogidos para excavación sistemática. Las otras dos excavaciones se realizaron en RS23 y BER19. La Figura 5 indica las ubicaciones de estos tres sitios excavados. Las dimensiones iniciales de las excavaciones eran 1 x 2 metros, pero se abrieron extensiones en los casos de

RS3 y RS23. Los sedimentos excavados se filtraban por zarandas de un octavo de pulgada, y los artefactos de varias clases (cerámica, lítica, concha, etc.) se ponían en bolsas. También se tomaban muestras de sedimentos intactos, muestras de carbón para fechamiento a través de análisis de 14C, y muestras de cerámica junto con sedimentos adyacentes para fechamiento a través de luminiscencia. Por lo tanto estas excavaciones proveían datos para construir un armazón cronológico para esta parte del pantano junto con datos sobre las funciones representadas por los montículos de esta área.

Además de las investigaciones dentro de contextos arqueológicos, otra tarea durante la primera temporada era la toma de ocho núcleos de sedimentos, con el propósito de proveer datos relacionados a la historia de vegetación de la región a través del tiempo. Usamos un vibrador de concreto conectado a tubos de hierro, un aparato que permite penetrar hasta seis metros bajo condiciones ideales. El Cuadro 3 indica las ubicaciones y las profundidades de los núcleos.

Figura 3: Mapa de LiDAR del área al sureste del Rio Cosalapa, indicando las ubicaciones de montículos donde trabajamos durante la primera temporada de PACS.

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Cuadro 2: Coordenadas, áreas, y trabajos realizados en los montículos investigados durante la primera temporada de campo. (PP = prueba de pala).

Nombre Long. Lat. Area

Limpi

eza Mag

Geor

adar

Coll. 

Sup. PP1 PP2 Exc

BER1 ‐92.263397 14.5983 4503 + +   + + +  

BER10 ‐92.266197 14.5944 9401 + +   + + +  

BER11 ‐92.266602 14.5928 2799 + +   + + +  

BER12 ‐92.266098 14.5925 2328 + +     + +  

BER13 ‐92.266899 14.5917 1417 + +     +    

BER14 ‐92.267799 14.5907 3071 + +   + + +  

BER15 ‐92.268097 14.5912 3747 + +   + + +  

BER16 ‐92.269302 14.5894 1318 + +   + + +  

BER17 ‐92.269897 14.5903 2334 + +   + + +  

BER18 ‐92.272102 14.5893 1640 + +   + + +  

BER19 ‐92.270401 14.5862 1079 + + + + + + +

BER1a ‐92.264 14.595 757       +      

BER1b ‐92.263 14.602 146       +      

BER2 ‐92.2668 14.5987 1124 + +   + + +  

BER2A ‐92.265 14.597 691 + +   + + +  

BER2B ‐92.265 14.596 1267 + +   + + +  

CHI1 ‐92.296997 14.6111 6049 + +   + + +  

CHI10 ‐92.295403 14.6137 560 +     +      

CHI11 ‐92.294701 14.6134 1316 +     +      

CHI12 ‐92.294502 14.6136 1508 +            

CHI2 ‐92.296799 14.6124 1064 +            

CHI8 ‐92.296898 14.6138 694 +     +      

CHI9 ‐92.296204 14.6136 806 +     +      

GE1 ‐92.291 14.6034 2676 + +   + + +  

GE10 ‐92.276901 14.5944 696       +      

GE11 ‐92.278603 14.5916 1053 +     + +    

GE11a ‐92.277 14.59 519 + +   + + +  

GE11b ‐92.279 14.59 677 + +   + +    

GE12 ‐92.281898 14.5926 2026 + +     + +  

GE13 ‐92.282402 14.5922 4281       +      

GE14 ‐92.2826 14.5926 569 + +   + + +  

GE2 ‐92.291702 14.6046 750 + +   + + +  

GE3 ‐92.292702 14.6061 391 + +   + + +  

GE4 ‐92.294098 14.605 498 + +   + + +  

GE5 ‐92.286301 14.5984 2149 + +     + +  

GE6 ‐92.285004 14.5963 1683 + +   + + +  

GE7 ‐92.282303 14.5987 1607 +     + + +  

GE8 ‐92.281799 14.5959 5144 + +   + + +  

MA27 ‐92.258698 14.5732 851       +      

RS1 ‐92.261597 14.5885 3811 + +     + +  

RS10 ‐92.262398 14.5801 787 + +   + + +  

RS14 ‐92.267097 14.5808 759       +      

RS15 ‐92.271004 14.5841 604       +      

RS18 ‐92.260399 14.5811 2583 + +   + + +  

RS19  ‐92.257599 14.5805 5561 + +   + + +  

RS19a ‐92.258 14.581 1106       + +    

RS2 ‐92.261703 14.5876 1705 + +   + + +  

RS20 ‐92.2565 14.5811 941       +      

RS22 ‐92.257896 14.5846 864 + +     + +  

RS23 ‐92.257896 14.5859 894 + +     + + +

RS24 ‐92.258797 14.5858 844 + +     + +  

RS25 ‐92.259598 14.5859 1372 + +       +  

RS28 ‐92.257797 14.5874 539         +    

RS29 ‐92.257301 14.5869 450 + +     + +  

RS3 ‐92.261703 14.5866 3306 + + +   + + +

RS31 ‐92.256599 14.5934 2877       +      

RS33 ‐92.244301 14.5809 677       +      

RS34 ‐92.244301 14.5813 319       +      

RS35 ‐92.244003 14.5813 490       +      

RS36 ‐92.243599 14.5818 4470       +      

RS37 ‐92.244499 14.5819 279       +      

RS38 ‐92.244202 14.5821 506       +      

RS3b ‐92.262 14.586 733 + +     + +  

RS4 ‐92.2631 14.5873 778 + +   + + +  

RS6 ‐92.264801 14.5838 1165 + +   + + +  

RS7 ‐92.263901 14.5837 2428 + +   + + +  

RS8 ‐92.262802 14.5827 1367 + +   + + +  

RS9 ‐92.263496 14.5817 1194 + +   + + +  

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Cuadro 3: Inventario de núcleos de sedimentos sacados durante la primera temporada de campo. Nucleo Lat. Long. Profundidad Comentarios SOC12-1 14.562279 N 92.243928 W 2.0 m. SOC12-2 14.59414 N 92.24673 W 2.53 m. SOC12-3 14.610895 N 92.262581 W 1.87 m. SOC12-4 14.562279 N 92.243928 W 2.76 m. Misma localidad que

SOC12-1 SOC12-5 14.592803 N 92.281829 W 5.83 m Orilla de montículo

GE12 SOC12-6 14.580860 N 92.266814 W 0.91 m. SOC12-7 14.58324 N 92.27010 W 1.32 m SOC12-8 14.614853 N 92.294464 W 2.52 m. Trabajo del Laboratorio

Las colecciones superficiales tal como las colecciones de pruebas de pala y excavación se trasladaban al laboratorio de campo para procesamiento. La cerámica fue lavado y secado, y los fragmentos diagnósticos fueron separados de los no-diagnósticos. La base de datos de las muestras fue aumentada cada día con las

Figura 4: Izquierda, mapa topográfico sacado de los datos de LiDAR de los montículos RS2, RS3, y RS3b (al fondo). Derecha, mapa del gradiómetro (diferencia entre el sensor inferior y el sensor superior del magnetómetro) sacado del montículo RS3, indicando la presencia de una anomalía grande en la extensión norte del montículo. La excavación de RS23 penetró esta anomalía.

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nuevas muestras. Se cortaron los núcleos de sedimentos longitudinalmente, y se tomaron muestras cada dos centímetros para análisis de polen, carbón, e isotopos.

El análisis tipológico de la cerámica comenzó durante la temporada de campo y continuaba durante el mes de junio, 2012, cuando el Dr. Michael Love vino a visitar el laboratorio de campo para hacer comparaciones con el material procedente de sus investigaciones al otro lado de la frontera en Guatemala. Además, durante abril, Paul Burger, que es encargado del análisis tipológico, hizo un viaje a San Cristóbal de las Casas para comparar las colecciones de Izapa con el material cerámico de nuestro proyecto. El resultado de estos trabajos es una serie de 102 tipos provisionales que forman la base preliminar para el armazón

cronológico de nuestro proyecto. Nuestro laboratorio de campo es

equipado con varios aparatos analíticos, incluyendo un espectrómetro portátil de florescencia de rayos-X (XRF), un espectrómetro portátil de infra-rojo de transforma Fourier (FTIR), un horno de alta temperatura, y un microscopio. Con estos instrumentos, se pueden realizar muchos análisis de materiales inmediatamente después de su traslado al laboratorio. En particular, se terminó el análisis de sedimentos por XRF y FTIR antes del fin de la temporada de campo. El análisis de los datos esta en marcha.

Con la aprobación del Consejo de Arqueología, se exportaron dos embarques de muestras a los Estados Unidos para análisis especializados. El material exportado en marzo, al fin de la temporada de campo, incluya muestras de carbón para fechamiento a través de 14C, material cerámico para fechamiento a través de luminiscencia, y sedimentos de los núcleos para análisis del polen, contenido de carbón, e isótopos. En junio, se exportaron 300 fragmentos cerámicos para análisis químico. Todos estos análisis están en marcha, y se reporten algunos resultados preliminares a continuación.

Resultados de la Primera Temporada Aunque es imposible ofrecer una

síntesis de los datos disponibles en este momento, se puede presentar los datos crudos junto con algunas impresiones de la cronología de los contextos investigados y algunos relacionados a las funciones representadas.

Figura 5: Mapa por LiDAR de la zona este del pantano, donde se concentraban las investigaciones de la primera temprada. Las puntas amarillas indican ubicaciones visitadas e investigadas este año, y las elipses rojas indican los tres sitios donde se realizaban excavaciones.

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Primero, en base de comparaciones con las colecciones de Izapa y varias publicaciones disponibles (Coe y Flannery 1967; Lowe et al. 1982; Love 2002ª, 2002b; Voorhies 1976), las colecciones cerámicas de la primera temporada pertenecen principalmente a los períodos Formativo Tardío, Formativo Terminal, y Clásico Temprano (fases Frontera, Guillen, Hato, e Istapa en la cronología de Izapa [Lowe et al. 1982]). Algunos de los tipos ejemplares de estos períodos de ocupación se presentan en la Figura 6. Sorprendentemente, en vista de la evidencia de fuerte presencia del Clásico Tardío y

Posclásico Temprano en la planicie costera hacia tierra adentro, estos períodos son casi ausentes dentro de la parte del pantano investigada este año.

Segundo, las frecuencias de tipos cerámicos en las tres excavaciones pueden ser organizadas en una seriación en base de análisis de componentes principales (Figura 7). La flecha de tiempo en estos datos parece empezar en la base de BER19, con un término en los niveles superficiales de RS3 y RS23. Las fechas de 14C de los tres sitios apoyan estas inferencias cronológicas (Figura 8).

Las fechas de 14C (Figura 8) confirman que la

Figura 6: Ejemplos de tres de los tipos cerámicos definidos en base del estudio de las colecciones de PACS. Estos tipos pertenecen al Formativo Terminal y el Clásico Temprano, según comparaciones con las colecciones de Izapa y colecciones de la cuenca del Rio Naranjo, Guatemala (Love, comunicación personal 2012).

Figura 7: Coordenadas de los objetos (niveles de excavaciones) y los variables (tipos) en Componentes Principales 2 y 3 de la matriz de correlación de los datos de frecuencias de tipos tn los tres excavaciones realizadas durante la primera temporada de PACS. El componente 1 corresponda a números de tipos representados, y consecuentemente es de poco interés para cronología.

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ocupación principal de esta parte del pantano extiende de los inicios del Formativo Tardío (BER19) hasta los inicios del Clásico Temprano (RS3 y RS23). No obstante, una fecha de BER19 y una de RS3 son casi iguales y caen entre 1300 dC y 1400 dC. Una fecha procedente de una prueba de pala en GE1 también sugiere una

ocupación durante el Posclásico Tardío. Vale la pena mencionar también que los resultados de 14C también incluyen cuatro muestras que eran post-bomba atómica y una de una edad de 105 años, y estas observaciones confirman la continuación de actividades humanas en las islas arqueológicas durante épocas históricas y hasta el presente.

Las colecciones superficiales y las pruebas de pala proporcionan datos sobre la intensidad de ocupación a través del tiempo que complementan los datos de 14C. En base de nuestra entendimiento de la cronología cerámica, hicimos una clasificación cronológica de cada contexto (ausente, presente, o fuerte presencia). Los datos crudos se presentan en el Cuadro 4, y la Figura 9 sintetiza los datos en forma de histograma que indica el área total de montículos donde se encuentra evidencia de las distintas fases.

Figura 8: Fechas de 14C indicando los rangos calibrados con OxCal.

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Cuadro 4: Períodos de ocupación representada en los montículos investigados durante 2011 a 2012. FT1 = fases Barra, Locona, Ocos, y Cherla; FT2 = fases Cuadros y Jocotal; FM = Formativo Medio; FTar. = Formativo Tardío; CTem. = Formativo Terminal/Clásico Temprano; CTar. = Clásico Tardio; PCTem. = Posclásico Temprano; PCTar. = Posclásico Tardio; HIST = Historico; Presente = ocupación presente en las colecciones; Fuerte = ocupación representada fuertemente en las colecciones.

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Los varios datos cronológicos indican que el período Formativo dentro del pantano era una época de

crecimiento gradual desde los inicios del Formativo Temprano hasta un apogeo alrededor de 150 dC. Esta historia corresponde estrechamente con la historia de ocupación en Izapa, donde la población parece crecer durante el Formativo hasta un apogeo de construcción y labrada de monumentos que se fecha a la fase Guillen (300 aC hasta 0) (Lowe et al. 1982). Después del Formativo Terminal, entre 200 y 300 d.C., hay una caída dramática de indicaciones de presencia humana dentro de esta parte del pantano (véase especialmente la Figura 9). Y, como se menciona arriba, lo sorprendente es que no hay mucha indicación de ocupación durante el Clásico Tardío ni durante el Posclásico Temprano, cuando la población de la planicie costera crecía otra vez hasta un máximo. La evidencia cerámica del Posclásico Tardío es muy débil entre las colecciones superficiales (Figura 9), pero los datos de 14C (Figura 8) sugieren actividades humanas, o al menos incendios, durante el Posclásico Tardío en tres distintas localidades.

Dado la evidencia que la historia de desarrollo dentro de la zona pantanal corresponde a la historia de

Izapa, se puede preguntar ¿Qué papel tendrían las poblaciones del pantano en el sistema político-económico del Formativo del Soconusco, con su sede aparente en el centro de Izapa? Respuestas a esta pregunta requieren datos sobre las funciones de los montículos de la zona pantanal: ¿Cuáles productos proveían las poblaciones pantanales para las poblaciones consumidores del interior?

La primera temporada de investigaciones de PACS proveía evidencia relacionada a la naturaleza del uso humano de la zona pantanal a través del tiempo, que permiten algunas inferencias sobre la circulación de bienes dentro de la región. Primero, la mayoría de los contextos muestran pocas clases de material aparte de la cerámica. Por ejemplo, en los 68 montículos visitados se encontraron solamente 2 pedazos de obsidiana. La frecuencia de piedras de moler es muy baja también. Y aparte de unas pocas conchas en BER19, las excavaciones encontraron casi nada de restos faunísticos. Estas observaciones niegan una función doméstica

Figura 9: Histograma indicando el área total de montículos con evidencia cerámica de ocupación durante los diferentes períodos. El área se calculó usando los datos de LiDAR en ArcGIS.

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para lar mayoría de los contextos investigados, con la posible excepción de los montículos del Formativo Temprano.

Aunque no realicemos excavaciones en montículos del Formativo Temprano, observaciones en base de colecciones superficiales y pruebas de pala indican un máximo de variabilidad de materiales en estos contextos. Por ejemplo, las colecciones del sitio Formativo Temprano de RS19 (El Castaño) incluyan obsidiana y varias otras piedras, junto con conchas. Estas observaciones son consistentes con datos del Formativo Temprano en otros lugares, como Salinas La Blanca (Coe y Flannery 1967), que sugieren que poblaciones de esta época explotaban los recursos de varias zonas accesibles de sus asentamientos en las orillas del pantano.

Al otro extremo, los montículos del Formativo Tardío y del Clásico Temprano, incluyendo los contextos excavados de RS3 y RS23, muestran un mínimo de diversidad de clases de materiales. A pesar de la excavación sistemática de estos contextos, no se encontraron ni un pedazo de obsidiana ni de piedra de moler, y se encontró solamente unas pocas conchas de ostión como restos faunísticos. Además, aunque hay un rango de tipos de cerámica, la gran mayoría de material pertenece a una sola clase de cerámica tosca que llamamos El Gancho Tosca. Esta pobreza de variabilidad no sugiere ocupación doméstica, sino actividades especializadas que requieren cantidades de una sola clase de herramienta, las grandes cantaros de la vajilla El Gancho Tosca.

La naturaleza de las actividades especializadas de los pobladores del pantano al fin del Formativo Tardío parece incluir la extracción de sal y otras actividades pirotecnológicas. Para comparación, una excavación en el montículo Guzmán, en Guatemala, aproximadamente 20 km al este de RS3, Nance (1992) ha identificado la producción de sal como la actividad sobresaliente de un contexto que parece casi igual a RS3 y RS23, y que pertenece a la misma época de ocupación (Formativo Tardío y Clásico Temprano). Aun la vajilla dominante, que Nance llama “Porvenir Tosca”, parece igual a nuestro El Gancho Tosca. Según Nance, se producía la sal en el montículo de Guzmán por la técnica de sal cocida, que requiere la vaporización de salmuera hasta que se deja solamente la sal seca. La evidencia que favorece esta interpretación incluya la

presencia de fogones, el tamaño y naturaleza de las vasijas toscas, y la cantidad de arcilla quemada, ceniza, y carbón en los sedimentos (Nance 1992).

En RS3 y RS23, tenemos las mismas clases de evidencia para calefacción de sedimentos que Nance (1992), pero además hicimos una serie de análisis por FTIR que confirman que estas actividades son ubicuas. Como un metro de los efectos de calefacción, preparemos muestras de arcillas locales calentados a varias temperaturas hasta

Figura 10: Los primeros dos componentes principales de los datos de FTIR de intensidades de picos relacionados a la arcilla y a la calcita, mostrando sedimentos de tratamiento conocido (distintas temperaturas y distintas mezclas de suelo con arcilla). Los vectores indican la contribución de cada pico a los dos componentes.

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1100º C, junto con análisis de ceniza y mezclas de ceniza con sedimentos quemados y no quemados. De todos los espectros, se extrajeron medidas de las alturas de picos de absorbancia de rayos infra-royos que corresponden a la presencia de arcillas y a la calcita, que indicaría la presencia de ceniza producida por el incendio de madera. Las dos primeras componentes principales de estos datos (Figura 10) claramente extractan la temperatura de calefacción (Componente Principal 1) y el contenido de calcita

(Componente Principal 2). De los sedimentos excavados en RS3 y RS23, ninguno de las muestras parece indicar un suelo no afectado por la calefacción, y hay varios que son mezclas de calcita de ceniza, hasta unos que parecen pura ceniza (Figura 11). Por lo tanto, se puede concluir que RS3 y RS23 son depósitos producidos por actividades pirotecnológicas, especialmente la producción de sal y la producción de cerámica necesaria para la industria de sal.

Los contextos del Formativo Medio y de los principios del Formativo Tardío parecen intermedios no solamente cronológicamente sino en términos de variabilidad de clases de material también. Por ejemplo, en BER19, no se encuentra la cantidad de cerámica tosca de RS3 y RS23, y si se encuentra un poco de obsidiana, unas conchas, unos huesos, y aun una cuenta pequeña de jade. Por otro lado, los datos de FTIR afirman que los sedimentos de BER19 han sido afectados por la calefacción, igual que los sedimentos de RS3 y RS23 (Figura 12). Por lo tanto, aunque las herramientas especializadas para la industria de sal no se encuentran en BER19, los datos de FTIR indican que la calefacción de los sedimentos era tan importante aquí que en RS3 y RS23. En otras palabras, BER19 era un lugar de actividades pirotecnológicos, probablemente incluyendo la cocción de la cerámica y la producción de sal por sal cocida, pero los indicios de especialización que caracterizan RS3, RS23, y el montículo de Guzman en Guatemala (Nance 1992) no habían aparecido durante la época de ocupación de BER19 (inicios del Formativo Tardío).

La Figura 12 también indica los resultados de FTIR de los sedimentos de todas las pruebas de pala realizada durante la primera temporada de trabajo. Estos datos son consistentes con los datos de las excavaciones sistemáticas. Muy sorprendentemente, todos los montículos probados por pruebas de pala consisten de sedimentos afectados por calefacción hasta al menos 500º C. Estos hallazgos subrayan el contraste entre contextos no-arqueológicos y los montículos arqueológicos, que no solamente contienen artefactos culturales de varias clases pero que también contienen sedimentos de una naturaleza distinta de la tierra natural de la región. No obstante los 2000 años que han pasado, los impactos de las actividades industriales de la población del Formativo hasta el Clásico Temprano todavía son detectables en naturaleza artificial de los sedimentos.

Figura 11: El mismo espacio de componentes principales que la Figura 10, pero con datos de los sedimentos procedentes de las excavaciones de RS3 y RS23.

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Para concluir, la primera temporada de PACS ha proporcionado mucha evidencia sobre los usos de la zona pantanal del Soconusco durante el Formativo y hasta los inicios del Clásico Temprano. Esta zona siempre era una zona industrial, donde la gente usaba la madera abundante del bosque de mangle como combustible para una variedad de actividades pirotecnológicas. En base del cálculo de áreas de los distintos períodos, parece que la población crecía gradualmente entre el Formativo Temprano y el Clásico Temprano (Figura 9). Mientras que la población creciera, sus actividades parecen haber desarrollado gradualmente hacia un rango más y más restringido, culminando en

los contextos especializados que probablemente se dedicaban a la extracción de sal (RS3, RS23, y otros montículos del Formativo Terminal y Clásico Temprano, tal como el montículo Guzman en Guatemala investigado por Nance [1992]). BER19 y otros montículos del inicio del Formativo Tardío representan pasos intermedios entre las viviendas del Formativo Temprano, donde la gente realizaban varias actividades domesticas y los sitios especializadas del fin del Formativo Tardío como RS3 y RS23.

Las semejanzas entre la cerámica de nuestro proyecto y la cerámica de Izapa sugieren que las poblaciones pantanales participaban en un sistema de interacción con la gente de Izapa a través del período Formativo. La falta de evidencia de procesamiento de recursos alimentales combinado con la evidencia ubicua de actividades pirotecnológicas implica que el papel de la población pantanal desarrollaba hacia el abastecimiento de productos industriales para las poblaciones del interior. Estos productos podrían incluir la cerámica y, especialmente, la sal. La sal es particularmente importante por que cada ser humano la necesita para sobrevivir, y es el único modo de preservar carnes en la ausencia de refrigeración. Desde esta punta de vista, la zona pantanal evolucionaba complementariamente con Izapa hacia un apogeo de población y de especialización industrial durante el Formativo Terminal y el Clásico Temprano, que es la época de máxima integración regional y máxima actividad constructiva y artística en Izapa.

Propuesta para la Segunda Temporada de Trabajo de Campo de PACS

Temas de investigación Una sorpresa de la primera temporada de PACS era la falta de evidencia de ocupación durante los

períodos Clásico Tardío y el Posclásico Temprano (Figura 9). En base de reconocimientos no-sistemáticos al norte del Rio Cahuacan, suponemos que el foco de ocupación durante estos períodos se trasladaba al norte, y que la población Clásico y Posclásico evitaba el pantano entre el Rio Suchiate y el Rio Cahuacan. El intento de las investigaciones programadas para la segunda temporada de PACS es probar esta hipótesis y acumular

Figura 12: El mismo espacio de componentes principales que la Figura 10 y 11, pero con datos de los sedimentos procedentes de las excavaciones de BER19 y las pruebas de pala en otros sitios.

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evidencia relacionada a la cronología y la naturaleza de la ocupación Clásico y Posclásico del pantano al norte del Rio Cahuacan. La Figura 13 muestra la densidad de montículos dentro de esta área.

Nuestros reconocimientos informales y otros datos sugieren que las industrias pirotecnológicas de la zona pantanal persistían durante el Clásico y el Posclásico, a pesar del traslado del foco de actividad al norte del Rio Cahuacan. La extracción de sal era una actividad importante, pero también hay evidencia de producción especializada de la cerámica. La vajilla Plomiza, la cerámica más ampliamente distribuida de toda la prehistoria de Mesoamérica fue vinculada a la costa Pacífica de Chiapas y Guatemala hace 70 años (Drucker 1948; Coe and Flannery

1967; Lee 1978; Lowe et al. 1982; 1965; Neff 1984; Shepard 1948; Shook 1965), y recientemente el análisis de materias primas ha identificado las fuentes específicas de barros del Plomizo (Neff 2002, 2003). Las muestras de barro tomadas en las cercanías de la boca del Rio Naranjo en Guatemala son químicamente iguales al Plomizo San Juan, y muestras tomadas en las cercanías de la boca del Rio Cahuacan son iguales al Plomizo Tohil. En nuestras recientes visitas, hemos observado que los montículos en el área del Estero el Ponce tienen cantidades enormes de tepalcates de Plomizo junto con mucho barro quemado y cilindros solidos de varios tamaños, que parecen haber sido usado para mantener espacio entre vasijas dentro de un incendio (Figura 14). Rasgos de tierra quemada son visibles en las gradas de los montículos. La asociación de densas concentraciones de tepalcates de Plomizo, herramientas aparentemente usadas en la cocción de alfarería, barros crudos que son iguales químicamente al Plomizo, y restos de fuego de altas temperaturas, indican muy fuertemente que la región de la boca del Rio Cahuacan es la fuente del Plomizo Tohil.

Figura 13: Mapa por LiDAR del pantano al noroeste del Rio Cahuacan (visible en la esquina inferior derecha), mostrando ubicaciones de montículos arqueológicos.

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La presencia de fábricas de sal y fábricas del Plomizo Tohil en asociación directa quizás no sea coincidencia. Recientes análisis de la superficie del Plomizo (Neff 2010) ha sugerido que las superficies vidriadas del Plomizo se deben a la acción de flujos de potasa y soda y no a la presencia del hierro reducido, como sugirió Shepard (1948). La invención de un vidriado alcalino dentro de la zona litoral pudiera haber sido un subproducto accidental de prácticas pirotécnicas de trabajadores de la sal que usaban esta zona. Una posibilidad es que el sobrecalentamiento durante la producción de sal mediante la técnica de la sal cocida (Andrews 1983; McKillop 2002) produjo un gas de sodio que causó la fusión de sílice en la superficie de las vasijas que contenían la salmuera. Otra posibilidad es que la ceniza de mangle producida durante el proceso de sal cocida fue agregada por accidente o a propósito al material usado para el engobe del

Plomizo. La madera puede contener hasta 15% de potasa, y la madera del mangle concentra sal, por lo que la ceniza del mangle pudiera haber sido una fuente de ambas materias alcalinas.

Interesantemente, un vínculo entre las industrias de sal y cerámica durante el Clásico Terminal también ha sido sugerido por investigaciones etnohistóricas (Akkeren 2008, n.d.). Akkeren presenta evidencia que varios linajes nobles del altiplano de Guatemala son de derivación Mexicana, y que llegaron a la costa del Pacífico durante el Clásico Tardío y el Posclásico Temprano. Algunos nombres de linajes Mayas parecen traducciones directas de equivalentes Mexicanos; además, rituales del altiplano de Guatemala, como el Rabinal Achi, tienen contenido obviamente Mexicano, según Akkeren. Akkeren sugiere en seguida que el linaje Q’anil de Sacapulas (que controlaba la producción de sal del altiplano durante el Posclásico Tardío y el período Colonial) migraron al altiplano de un lugar que se llamaba “Cuatrocientos Ceibas, Cuatrocientos Templo-pirámides,” probablemente el sitio Clásico Tardío de Ixtepeque, en la planicie costera de Guatemala a lo largo del Rio Nahualate. Allí, también tenían control de la industria de sal. El linaje Q’anil se asocia con el linaje Toj, cuyo nombre Mexicano era Atonal, un linaje de señores, sacerdotes, y comerciantes, que aparece en muchos lugares entre el centro de Mexico y la costa del Pacífico de Guatemala y quienes, según Akkeren, introdujeron un culto religioso, el Tojil, al altiplano de Guatemala. Vestigios del culto de Tojil sobreviven hoy, por ejemplo en el Rabinal Achi (Akkeren n.d.). La influencia Mexicana en el Plomizo Tohil es obvia y bien conocida (Lee 1978; Neff 2005; Shepard 1948), y Akkeren afirma que las efigies del Plomizo Tohil representan deidades asociadas con el culto Tojil, una posibilidad irónica cuando se considera que el nombre “Plomizo Tohil” fue escogido hace mucho tiempo, y ahora, mucho más tarde, parece que las vasijas efigies fueran diseñadas para jugar un papel en una versión temprana del culto Tojil (Akkeren n.d.).

Para resumir, la evidencia de este año sugiere que había un colapso de la población pantanal al fin del Formativo al sur del Rio Cahuacan, y observaciones preliminares al norte del Rio Cahuacan indican otro apogeo de actividad industrial durante el Clásico Tardío y el Posclásico temprano. Desafortunadamente, la tosquedad de nuestras cronologías arqueológicas impide nuestra capacidad de percibir el ritmo de recuperación después del colapso del Formativo Terminal. Los datos de reconocimientos arqueológicos, que proveen estimaciones densidad de ocupación a partir de cuentas de tepalcates diagnósticos, indican que la población del oriente del Soconusco era tan baja que no se puede detectar durante aproximadamente 400 años, entre el Clásico Temprano y el Clásico Medio, pero que la población aumenta durante el Clásico Tardío. En contraste con la ausencia de contextos del Clásico Medio, los contextos del Clásico Tardío son grandes y

Figura 14: Cilindros sólidos de varios tamaños encontrados en el montículo CONQ22. Las muescas en las puntas sugieren que pudieran haber usados para separar vasijas dentro de un fogón. También se encontró un montón de tepalcates del Plomizo en CONQ22.

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numerosos tanto del lado Guatemalteco de la frontera internacional (Coe and Flannery 1967; Love 2002b, 2007; Shook 1965) como del lado Mexicano (Dutton 1958; Lowe and Mason 1965; Rosenswig 2008).

Sin embargo, en vista de la fertilidad de los suelos de la región del Soconusco y otras ventajas geográficas, un abandono prolongado del oriente del Soconusc durante los inicios del Período Clásico parece inverosímil. La región recibe suficiente lluvia en la actualidad, y registros paleoambientales de varios lugares trópicales, indican que el período entre 100 dC y 700 dC era relativamente húmedo y estable (Neff et al. 2006a). Además, otras regiones de la planicie costera del Pacífico, como Escuintla, Guatemala (Bove y Medrano 2003; Love 2007), tenían poblaciones grandes durante todo el período Clásico. Aun si el “abandono” es verosímil en el oriente del Soconusco, todavía existe la posibilidad que fuera mucho más corto de lo que las gráficas cronológicas indicarían. La pregunta que se necesita contestar es: ¿Cuándo empezó la recuperación de la población después del “colapso” al final del Formativo?

Puesto que los componentes del Clásico Tardío se reconozcan casi exclusivamente por la presencia del Plomizo, una cronología precisa de la producción del Plomizo podría clarificar la cronología de la recuperación de la población durante el Clásico. El Plomizo más temprano consiste de formas sencillas sin decoración elaborada. Esta variedad generalmente se llama “Plomizo San Juan” (Coe and Flannery 1967; Lowe and Mason 1965; Shook 1965), pero el análisis químico indica que composiciones del Tohil dominan entre las vasijas sencillas a lo largo del Rio Cahuacan (Neff 1984), donde las arcillas crudas Tohil están disponibles (Neff 2002, 2003). Vasijas sencillas del Plomizo San Juan y el Plomizo Tohil muestran rangos semejantes de variación decorativa y formal, lo que sugiere que representan la producción de distintos talleres de cerámica durante aproximadamente el mismo lapso de tiempo (Neff 1984).

Entonces, ¿Cuándo empezó la industria que llamamos “Plomizo”, lo que hace reconocible el “Clásico Tardío” en el registro arqueológico? En el sitio de Izapa, en el pie de monte, hay una ocupación continua, y allí el Plomizo entra en el registro durante la fase Peistal, que fecha al 700 – 900 dC (Lowe et al. 1982). Sin embargo, la tradición de pasta fina que evoluciona hacia el Plomizo empezó en aproximadamente 600 dC, a fines de la fase Loros (Lowe et al. 1982:151). En relación a la cronología de Izapa, en un estudio anterior sugerí que la producción del Plomizo sencillo empezó dentro de la zona litoral en las proximidades de Ocós, Guatemala aproximadamente en el 600 dC (Neff 1984).

El registro sedimentario de la cuenca del Rio Naranjo, Guatemala parece contradecir la sugerencia que la población de la planicie costera empezó a recobrar antes de 600 dC. El carbón y el índice de disturbio en la parte superior del núcleo, que empieza alrededor de 850 dC, son tan bajas en los inicios como hacia el 3000 aC, antes de la primera evidencia de actividades humanas. Los indicios suben hasta 1000 dC, antes de bajar otra vez en aproximadamente 1100 dC. Esta evidencia parece fechar el crecimiento de la población Clásica entre el 850 y 1000 dC.

En breve, la evidencia existente, arqueológica tal como paleoambiental, es consistente con un rango de interpretaciones plausibles sobre la duración del abandono de la planicie costera del Soconusco del período Clásico. Un extremo corto es 200 a 300 años, es decir entre 200 o 300 hasta 500 o 600 dC. Otro extremo es de 600 a 700 años, es decir entre aproximadamente 100 dC y 850 o 900 dC. Una posibilidad aun más extrema es que el “abandono” sea puramente un subproducto de la mala calidad de secuencias cerámicas. La evidencia cronométrica para el período Clásico de Soconusco es muy escasa (Neff 1984), y consiste de solamente unas pocas fechas de radiocarbono de Izapa (Lowe et al. 1982). Por eso, aunque no parezca muy probable, la hipótesis de continuidad entre la ocupacion Formativo Terminal/Clásico Temprano y la ocupacion Clásico Tardíos no puede ser rechazada completamente. En vista de estas ambigüedades, un énfasis importante de las investigaciones programadas para la próxima temporada es la generación de una base de datos de fechas cronométricas para contextos Clásicos, incluyendo talleres de la cerámica Plomiza tal como localidades de extracción de sal.

La cerámica Plomiza y los asentamientos del Clásico Tardío desaparecieron durante el Clásico Terminal o el Posclásico Temprano, y eventualmente emergió la ocupación Posclásico Tardío que se define como una ocupación distinta (Voorhies y Gasco 2004). Otra vez, la naturaleza y el cronometraje de esta transición permanecen obscuros. El estilo Plomizo Tohil es claramente una manifestación tardía de la tradición Plomizo, pero se ignora si las vasijas sencillas todavía eran producidas durante el Posclásico Temprano (Neff 1984). Más generalmente, no hay ningún diagnóstico del Posclásico Temprano en Soconusco

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con la sola excepción del Plomizo Tohil (Voorhies y Gasco 2004:12). Como discuten Voorhies y Gasco (2004:11 – 13), estas observaciones podrían reflejar una falta de entendimiento de la secuencia cerámica, u otra posibilidad es que hubo otro colapso de población antes de 1200 dC.

Aunque Voorhies y Gasco (2004:12) dudan que hubiera un colapso demográfico durante el Posclásico Temprano, no se puede rechazar la hipótesis definitivamente en base de la evidencia disponible. El registro sedimentario de la cuenca del Naranjo, Guatemala parece indicar una disminución de carbón en aproximadamente 1100 dC, seguido por otro pico en aproximadamente 1350. Una mejor resolución cronológica para las secuencias sedimentarias que se tomarán en este proyecto mejorará nuestra capacidad de evaluar la hipótesis del colapso demográfico. Además, las fechas cronométricas tomadas de facilidades asociadas con la producción de cerámica y sal proveerán otra línea de evidencia relacionada a esta hipótesis.

Una prueba de la hipótesis de un colapso Posclásico es pertinente a un modelo evolucionario que he propuesto para explicar la historia de la industria Plomiza (Neff 1984, 1989a, 1989b, 1992, 1995). Argumento que el Posclásico Temprano era una época de contracción en Soconusco, cuando los alfareros del Plomizo Tohil enfrentaban una bajada de demanda regional para sus productos, y por eso empezaron a explotar mercados inter-regionales (Neff 1984, 1989b). Este modelo se sostiene por (1) la cronología aceptada, que propone que la producción de las vasijas lujosas del Plomizo Tohil continuaba después del fallecimiento de la tradición del Plomizo sencillo del Clásico Tardío; (2) con los resultados de seriación por frecuencia (Neff 1984: Ch. VI), que apoyan la cronología aceptada; y (3) con la observación que las vasijas lujosas Tohiles son muy escasas dentro de la región de producción (el oriente del Soconusco) pero muy común como vasijas completas en ofrendas y tumbas en otras regiones de Mesoamérica del Posclásico Temprano (tiestos del Plomizo Tohil aún alcanzan dos por ciento de los complejos cerámicos en centros lejos del Soconusco, como Chichen Itza). La explotación de este nicho nuevo de comercio interregional favoreció una serie de cambios estilísticos, como miniaturas, efigies, y otras innovaciones decorativas que distinguen el Plomizo Tohil lujoso de la tradición de vasijas sencillas que dominaban los mercados del Soconusco anteriormente (Neff 1984, 1989b).

Como se mencionó anteriormente, el clima se identifica como un factor contribuyente a los colapsos del Formativo Terminal y el Clásico Terminal en el sur de Mesoamérica. Dentro del oriente del Soconusco, ambos períodos de disrupción ocurrieron al fin de períodos prolongados de condiciones estables y húmedas, cuando la agricultura sostenía poblaciones grandes (Neff, Pearsall et al. 2006a). Estas poblaciones grandes habrían enfrentados escasez poco tiempo después del inicio de condiciones secas y variables. La escasez de recursos, en seguida, habría precipitado un descenso de la población a causa de hambre, enfermedades, muertos, migración, o una combinación de estos efectos. El “abandono” durante el Clásico Temprano y la “contracción” durante el Posclásico Temprano quizás sean resultados observables de estos eventos de deterioro.

La propuesta de analizar sedimentos en este proyecto tiene como objetivo no solamente producir un registro de la intensidad del uso de la tierra sino también datos sobre variación del clima en el pasado. Los microfósiles de plantas, la geoquímica, y los isótopos pueden registrar este tipo de información, como se discute abajo en más detalle (por ej., Neff et al. 2006a). Otros registros de las regiones trópicales del Nuevo Mundo son pertinentes también (por ej., Estrada-Belli and Wahl 2010; Haug et al. 2001, 2003; McNeil et al. 2010; Moyes et al. 2009; Polk et al. 2007; Webster et al. 2007). Una correspondencia cercana entre el deterioro del clima y la reducción de la intensidad del uso de la tierra (por ej., reducción del carbón y aumento del polen de arboles) podría estar de acuerdo con la hipótesis que las contracciones demográficas dentro del Soconusco eran causadas en parte por condiciones climáticas. O, si se puede rechazar esta hipótesis, tendríamos que considerar otras condiciones históricas, como las actividades políticas de los Teotihuacanos durante el Clásico Temprano (por ej., Bove y Medrano 2002), o las migraciones de linajes Mexicanos discutido por Akkeren (2008, n.d.) hacia el Soconusco durante el Clásico Terminal y el Posclásico Temprano (también véase Fowler 1989).

Trabajo de campo El trabajo de campo durante la segunda temporada de PACS consistirá de (1) limpieza de la

vegetación de una muestra de aproximadamente 30 montículos de la zona pantanal al norte del Rio Cahuacan (Figura 13); (2) prospección geofísica (magnetómetro y geo-radar) en estos sitios; (3) colecciones de

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superficie y pruebas de pala; (4) excavaciones sistemáticas en lugares donde la prospección geofísica y colecciones superficiales indican la existencia de posibles instalaciones piro-tecnológicas; y (5) pruebas de núcleos de sedimentos fuera de contextos arqueológicos en 10 ubicaciones entre el Rio Cahuacan y Puerto Madero. Estas tareas de campo se llevarán a cabo durante diciembre 2012 – enero 2013, y mayo - junio 2013.

Los datos de LiDAR indican sin duda las ubicaciones de contextos arqueológicos (Figura 13). En base de consideraciones de acceso, se escogerán al menos 30 de los montículos para más investigación durante la segunda temporada de PACS. El equipo de campo limpiará los montículos de vegetación para facilitar la prospección por magnetómetro y geo-radar. Los datos geofísicos serán procesados por Magmap 2000, Surfer, y GPR-Slice para visualizar el patrón de anomalías debajo de la superficie. Puesto que el calor intenso asociado con la extracción de sal por sal cocida y la producción de cerámica crearan anomalías magnéticas, el magnetómetro debe ser útil para identificar instalaciones asociadas con ambas actividades. La magnetometría también identifica densas concentraciones de cerámica, que pueden ser localidades de basureros. El geo-radar, por su parte, puede proveer datos de tres dimensiones, para que se pueda estimar la profundidad y la configuración de algunas instalaciones. La prospección geofísica antes de la excavación aumenta la información proporcionada por la investigación porque hace más probable localizar incendios, basureros, u otras clases de restos que se asocian específicamente con actividades del pasado.

El objetivo más central del trabajo arqueológico en este proyecto es conseguir muestras que puedan ser analizadas para mostrar como variaba la actividad industrial a través del tiempo dentro de la zona litoral del oriente de Soconusco. Por eso, las colecciones de superficie tal como las pruebas de pala son diseñadas (1) para verificar la naturaleza de las instalaciones encontradas por la prospección geofísica y (2) para determinar las fechas de su uso. Las superficies de áreas de anomalías geofísicas serán examinadas cuidadosamente para caracterizar variación del color y la textura de suelos y de la densidad de artefactos. Se tomará una muestra representativa de la cerámica y otros artefactos de estas áreas de anomalías para análisis tipológico, luminiscencia, y otros análisis. Las pruebas de pala aumentarán las colecciones de cerámica para análisis tipológico y proveerán una base para calcular la densidad de materiales debajo de la superficie. Como durante la última temporada de campo, proveerán muestras de sedimentos para FRX y FTIR también, para verificar las funciones piro-tecnológicas.

En base de la prospección geofísica, colecciones superficiales, y pruebas de pala, se escogerán entre tres y seis montículos para excavaciones sistemáticas. El propósito de estas excavaciones es obtener datos estratigráficos y muestras para fechamiento y otros tipos de análisis, para determinar el rango cronológico y funcional de la ocupación del pantano al norte del Rio Cahuacan. Al inicio, cada excavación tendrá dimensiones de 1 x 2 metros, pero se espera que algunos vayan a ser ampliados para revelar fogones u otras instalaciones. Los sedimentos excavados serán filtrados por zarandas de un octavo de pulgada, y los artefactos de varios clases (cerámica, lítica, concha, etc.) se meterán en bolsas. Como en las excavaciones de la primera temporada, se guardarán muestras de los contenidos sedimentarios de fogones, vasijas completas, y otros contextos. Estas muestras serán analizadas por fluorescencia de rayos-x (FRX) y FTIR en el laboratorio de campo, o, en ciertos casos, inmediatamente, dentro de la excavación (el FRX y el FTIR son portátiles y pueden funcionar por pila). De suma importancia son muestras de carbón para fechamiento, los cuales proveerán la base para entender la cronología del Clásico y el Posclásico de esta parte del pantano. Estamos usando luminiscencia también para determinar fechas de los fragmentos de cerámica, y esto requiere que se tomen muestras de sedimentos en contacto directo con los fragmentos seleccionados.

Otra línea de evidencia pertinente a las incertidumbres cronológicas que se discutía arriba resultará del estudio de las secuencias de sedimentos que se colectarán durante este proyecto. Esto requiere la obtención de núcleos de sedimentos y de sedimentos superficiales fuera de contextos arqueológicos. Se espera tomar entre cinco a diez núcleos durante la segunda temporada de trabajo de campo, aunque, en base de nuestra experiencia durante la primera temporada, no se analizarán todos. Los nucleos formarán la base para reconstruir la historia del uso de la tierra de la planicie costera y para construir un registro de variación climática a través del tiempo. Los núcleos se tomarán con un vibrador conectado a tubos de aluminio, un método que permite la extracción de hasta 6 metros o aún más de sedimentos de mangle. Por lo general, se tomarán los núcleos en lugares de baja energía, lejos de los ríos grandes, para maximizar la probabilidad de penetrar secuencias intactas (sin interrupciones y sin capas de arena que se depositaron por inundaciones). Es

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de alta probabilidad que tales depósitos acumulados debajo de condiciones de baja energía preservan no solamente un registro del uso de la tierra, sino también una señal geoquímica de variación de la lluvia (Neff, Pearsall et al. 2006a) a través del tiempo, otra dimensión de interés central en este proyecto.

También se tomarán muestras de sedimentos de la superficie en ambientes distintos, como playa, bosque de mangle, pantano de sal, pantano de agua dulce, y tierra seca, entre la playa y la planicie costera. Estos controles modernos proveen una base para la interpretación de la evidencia micro-botánica y de isotopos estables de los núcleos (Lamb et al. 2006). Además, como indica la discusión de los resultados de FTIR (véase Figura 10), los sedimentos superficiales se usan para la exploración experimental del efecto de fuego en los sedimentos locales, que formará la base de la interpretación de los datos de FTIR. Se tomarán las muestras superficiales después de limpiar la superficie de basura vegetal.

Procesamiento y análisis del laboratorio Los materiales generados por el trabajo de campo serán procesados de una manera preliminar en un

laboratorio de campo. Se lavarán los artefactos encontrados por colección superficial, pruebas de pala, y excavación, y las distintas clases (cerámica, lítica, etc.) se separarán. Un inventario de cada colección y cada muestra tomado en el campo será mantenido. Como durante la primera temporada, el estudio tipológico comenzará durante la temporada de campo. La cerámica Plomiza, que formará una parte grande de las colecciones, se registrará usando clasificaciones desarrolladas anteriormente (Neff 1984; Shepard 1948). La clasificación y descripción de los otros artefactos cerámicos y no-cerámicos seguirá el sistema desarrollado durante la primera temporada, que se base en el trabajo anterior de Coe y Flannery (1967), Love (2002b), Lowe et al. (1982), y Voorhies y Gasco (2004) e incorpora comparaciones directas con las colecciones de Izapa (véase arriba y la Figura 6). El procesamiento de los núcleos de sedimentos se iniciará durante la temporada de campo también, cuando los tubos serán cortados longitudinalmente, para que se puedan describir la secuencia y tomar las muestras para análisis de microfósiles de plantas, 14C, e isótopos estables.

Como durante la primera temporada, análisis por FRX y FTIR de los sedimentos procedentes de contextos arqueológicos se realizará durante el trabajo de campo. Además, una porción considerable de la colección cerámica será analizada por FRX en el laboratorio de campo, con el fin de probar la hipótesis que el Plomizo Tohil es producto de la zona litoral, como anteriores resultados indican (Neff 2002, 2003). Ya que el perfil químico de los distintos Plomizos se conoce bien (Neff 1984, 2002, 2003), es posible distinguirlas por análisis de FRX, sin la necesidad de análisis destructivo. El FRX será usado para identificar cerámicas foráneas y también para identificar productos locales no-Plomizos. Se seleccionará una muestra más pequeña de la colección cerámica para exportación y análisis a través de ablación de laser-ICP-MS y activación de neutrones (AAN).

No se espera encontrar mucha lítica en los contextos industriales en que este proyecto enfoca, pero cualquiera obsidiana que se encuentre será analizada por FRX en el laboratorio de campo para determinar su fuente. Los datos resultantes proveerán información de conexiones inter-regionales que podrían complementar la evidencia de exportación del Plomizo de la región durante el Clásico Terminal y el Posclásico Temprano. Por ejemplo, una expectativa es que las relaciones comerciales más amplias durante el Posclásico Temprano implicarían la importación de más obsidiana de las fuentes Mexicanas.

Muestras para fechamiento a través de 14C y luminiscencia se tomarán de todos los contextos piro-tecnológicos identificados en el campo. La selección de muestras cerámicas para luminiscencia se llevará a cabo en el laboratorio de campo, y se diseñará para representar el rango de variación de los restos cerámicos (por ej., Plomizo, no-Plomizo, implementos cerámicos para la extracción de sal, y sub-productos de barro quemado). Las muestras de suelo para determinar la dosis de radiación para las fechas de luminiscencia tal como las muestras de carbón para 14C serán empacadas para exportación junto con las muestras cerámicas para luminiscencia.

Se entregará al Consejo de Arqueología dos solicitudes para exportación de muestras entre diciembre 2012 y noviembre 2013. Estas solicitudes probablemente incluirán muestras de sedimentos de los núcleos, muestras para fechamiento, y muestras de cerámica y arcilla para análisis químico. Se espera entregar una solicitud durante enero 2013 y otro durante junio 2013 (véase la cronograma, Cuadro 3).

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Análisis Cronométrico Quizás la parte más importante de este proyecto sea el desarrollo de control preciso sobre las

secuencias históricas. En vista de esto, se dedican bastantes esfuerzos al fechamiento cronométrico de los contextos arqueológicos tal como los contextos sedimentarios. Luminiscencia y radiocarbono serán las técnicas más útiles para realizar este objetivo.

Luminiscencia es una técnica bien aceptada para determinar las edades de artefactos u otros materiales expuestos a temperaturas altas en el pasado, como los artefactos cerámicos o los sub-productos de barro quemado que se encuentran en grandes cantidades en los montículos de la zona litoral del Soconusco (por ej., Cuadro 1). El laboratorio de IIRMES en CSULB está bien equipado para producir fechas a través de luminiscencia, con aparatos para medir la luminiscencia y para medir la dosis de radiación procedente de potasio, torio, y uranio natural en los artefactos y los suelos circundantes. El fechamiento de aproximadamente 100 muestras de materiales cerámicos estará bajo la dirección de Sachiko Sakai, la experta encargada del programa de luminiscencia en IIRMES.

El presupuesto para este proyecto también incluye fondos para un total de 100 fechas por 14C. Se espera realizar un promedio de cinco fechas de al menos cinco núcleos de sedimentos, y que las otras 75 fechas se dediquen a los contextos arqueológicos.

Análisis de micro-fósiles de plantas e isotopos Análisis de concentraciones de carbono y nitrógeno en combinación con el análisis de

enriquecimiento de 13C y 15N se realizará en IIRMES, con los instrumentos disponibles allí. En combinación con el análisis de sedimentos modernos, dichos análisis pueden proporcionar información sobre las condiciones de vegetación en la región donde se originaban los sedimentos y como cambiaban a través del tiempo. Por ejemplo, Lane et al. (2004, 2009) han demostrado que el enriquecimiento de 13C en sedimentos con muchos materiales orgánicos puede ser un indicador sensitivo de aumento de plantas C4 (como maíz y hierbas) dentro de un ambiente dominado por bosque tropical. Desafortunadamente, el ambiente ácido de los sedimentos orgánicos del bosque de mangle no preservan ostrácodos u otros restos cálcicos, que se usan más comúnmente para la determinación de 18O para investigar temperatura y salinidad en el pasado. Sin embargo, estamos explorando actualmente en IIRMES el análisis de 18O en sílice biogénico (diatomeas y fitolítos) que se preservan mejor en sedimentos ácidos.

La extracción del polen y fitolítos se llevará a cabo en el laboratorio de IIRMES, y las identificaciones se realizarán allí también, por estudiantes avanzados quienes trabajarán bajo la supervisión de Dr. John Jones, de la Universidad Estatal de Washington. En el caso de identificaciones realizadas en IIRMES, Dr. Jones verificará las identificaciones cuestionables por medio de una conexión de internet conectado a un microscopio. Si se estima más conveniente, las identificaciones de micro-fósiles se dividirán entre IIRMES y el laboratorio de polen en la Universidad Estatal de Washington.

Calendario del trabajo de la segunda temporada de PACS La cronograma de tareas programadas pare el período de 1 de diciembre 2012 al 30 de noviembre

2013 se presenta en el Cuadro 3.

Cuadra 3: Cronograma del periodo 1 de diciembre 2012 al 30 de noviembre 2013

1 de diciembre de 2012 al 15 de febrero de 2013: Trabajo de campo

o Limpieza de la vegetación de los sitios escogidos para investigación o Colección superficial o Prospección geofísica o Pruebas de pala o Excavación o Obtención de núcleos de sedimentos o Colección de sedimentos modernos

Trabajo en el Laboratorio de Campo

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o Procesamiento de materiales arqueológicos y selección de materiales para exportación o Procesamiento de núcleos de sedimentos y preparación para su exportación o Análisis por FRX y FTIR de sedimentos o Análisis por FRX de artefactos de obsidiana y cerámica o Análisis tipológico de la cerámica o Selección de la muestra de cerámica para exportación o Entrega de una solicitud para exportación de muestras

15 de febrero de 2013 al 15 de mayo de 2013 Exportación de muestras de sedimentos y cerámica Inicio del análisis de luminiscencia en IIRMES Inicio del análisis de polen, fitolitos, e isótopos en IIRMES Inicio del análisis químico de la cerámica y las arcillas en IIRMES Traslado de unas muestras de cerámica y arcillas a MURR para AAN Traslado de las muestras para carbono-14 al laboratorio de AMS en la Universidad de Arizona,

Tucson, EEUU 15 de mayo de 2013 al 1 de julio de 2013 Trabajo de campo

o Prospección geofísica o Pruebas de pala o Excavación o Obtención de núcleos de sedimentos o Colección de sedimentos modernos

Trabajo en el Laboratorio de Campo o Procesamiento de materiales arqueológicos y selección de materiales para exportación o Procesamiento de núcleos de sedimentos y preparación para su exportación o Análisis por FRX y FTIR de sedimentos o Análisis por FRX de artefactos de obsidiana y cerámica o Análisis tipológico de la cerámica o Selección de la muestra de cerámica para exportación o Entrega de una solicitud para exportación de muestras

1 de julio de 2013 al 30 de noviembre de 2013 Exportación de muestras de sedimentos y cerámica Análisis de luminiscencia en IIRMES Análisis de polen, fitolitos, e isótopos en IIRMES Análisis químico de la cerámica y las arcillas en IIRMES Traslado de unas muestras de cerámica y arcillas a MURR para AAN Traslado de las muestras para carbono-14 al laboratorio de AMS en la Universidad de Arizona,

Tucson, EEUU Entrega de un informe preliminar de la segunda temporada de PACS al Consejo de Arqueología y

solicitud de permiso para la tercera temporada

Síntesis de los Resultados Las hipótesis sobre cambios histórico-demográficos discutidas anteriormente tratan de la variación de

la intensidad de las actividades humanas durante los últimos 2000 años. Tales actividades dejan distintas clases de evidencia dentro de la zona litoral. La tala del bosque para el cultivo afecta al contenido de los sedimentos que se acumulaban al fondo de las lagunas y esteros, mientras que la producción de sal, la alfarería, y otros usos de la zona litoral y sus orillas dejan concentraciones de restos culturales, sedimentos

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calentados, y otras modificaciones en la superficie de la tierra dentro del bosque de mangle. Las investigaciones propuestas aquí están diseñadas para extraer una señal demográfica de máxima resolución de estos restos, para que se pueda inferir las tazas de cambio y las duraciones de los períodos de alta población y actividad tal como las duraciones de colapsos y abandonos. Este proyecto se diseña para aprovechar de la complementariedad del registro sedimentario y el registro arqueológico. Se puede esperar que la actividad industrial dentro de la zona litoral aumente en paralelo a la intensificación de la actividad agrícola en la planicie costera, y el proyecto proveerá una prueba de esta expectación.

Para el período después de la llegada de los españoles en 1522, hay otra clase de evidencia, la documentación escrita. Gasco (1989b) calcula que la población del Soconusco en 1520 era entre 67,000 y 90,000. En 1570, debido al efecto de enfermedades epidémicas, la población regional habría caído a 5,000, y permaneció debajo de 10,000 hasta el siglo 19. No alcanzó el nivel de 1520 hasta el siglo 20. Por lo tanto, aún si se aceptan las cifras conservadoras, hubo un colapso de la población de hasta 90 por ciento durante los primeros 50 años de la época colonial (Gasco 1989b:378), seguido por un período de hasta 300 años de niveles que no excedieron 10 por ciento del nivel de 1520. Los efectos de estos cambios demográficos durante los últimos 500 años en el los registros arqueológicos y sedimentarios de la zona litoral proveen una base para la interpretación de los registros de épocas anteriores.

La importancia causativa del clima en la historia demográfica del Soconusco se evaluará a través de comparación de datos producidos por este proyecto y otros registros climáticos disponibles de la región tropical del Nuevo Mundo. Resultados anteriores (Neff, Pearsall, et al. 2006a, 2006b) demuestran que el uso de geoquímica junto con polen y fitolitos permite la extracción de registros de clima junto con registros de uso de la tierra de secuencias de sedimentos tomados de la zona litoral. Siempre hay que tomar en cuenta la posibilidad que indicadores como 13C pueden responder a efectos locales de una manera semejante a su reacción a cambios globales, como sequía regional. Este problema de equifinalidad se puede mitigar por consultación de un rango ancho de registros climáticos (por ej., Estrada-Belli and Wahl 2010; Haug et al. 2001, 2003; Hodell et al. 1995, 2001; McNeil et al. 2010; Moyes et al. 2009; Polk et al. 2007; Rosenmeier et al. 2002; Webster et al. 2007).

Significado Se puede esperar que las contribuciones de este proyecto sean de una naturaleza tanto metodológica

como substantiva. Metodológicamente, el uso de medidas instrumentales en el campo tal como en el laboratorio reducirá la necesidad de excavar grandes pozos que son costosos y que pueden destruir una parte significativa del registro arqueológico. El uso de teledetección por LiDAR para el inventario de sitios, prospección geofísica, y análisis geoquímica y por FTIR en el laboratorio de campo facilitará la colección de muestras para la identificación y el fechamiento de instalaciones subterráneas con un mínimo de disturbio del depósito. Mientras tanto, la historia del paisaje será investigada por muestras de sedimentos tomadas fuera de contextos arqueológicos. En el laboratorio, una inversión grande en luminiscencia y radiocarbono facilitará control cronológico de alta resolución sobre los registros arqueológicos y sedimentarios. El análisis geoquímico e isotópico de sedimentos junto con análisis más comunes (polen) indicarán los cambios del paisaje a través del tiempo. El desarrollo y refinamiento de estas técnicas científicas de investigación arqueológica es una contribución hacia el mejoramiento de métodos arqueológicos, y hacia el objetivo de extraer más información de menos volumen excavado (por ej. Weiner 2010).

Algunas de las contribuciones substantivas de este proyecto se pueden estimar a través de una consideración del estado de entendimiento de la cerámica Plomiza, la cerámica de Mesoamérica más ampliamente distribuida y tecnológicamente más avanzada. Investigaciones anteriores han documentado su tecnología (Neff 2010; Shepard 1948), su abundancia en el oriente de Soconusco (Coe y Flannery 1967; Lowe y Mason 1965; Shook 1965), y su derivación de materias primas de la región (Neff 1984, 2002, 2003), pero, irónicamente, nuestro entendimiento de su cronología y sus asociaciones culturales es muy rudimentario. Según el conocimiento aceptado, el Plomizo no tiene antecedentes cerámicos en la planicie costera, su zona de origen, ni descendientes, ni otras cerámicas asociadas durante el Posclásico Temprano. Aunque la amplia distribución y abundancia del Plomizo en la planicie costera implican un sistema de comercio bien desarrollado, la documentación de otros sectores de la economía Clásica y Posclásica y sus trayectorias a través del tiempo casi no existe. Se puede anticipar que los datos de este proyecto documentarán

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el crecimiento y deterioro de varios sectores de la población Clásica, incluyendo la gente agrícola de la planicie costera, los trabajadores de sal de la zona litoral, los alfareros de Plomizo de la zona litoral, y, posiblemente, los cazadores y pescadores de la zona litoral.

La expansión demográfica del Clásico es solo un episodio en una historia más larga de fluctuaciones de población en la región del oriente de Soconusco. Aunque los suelos de la región son fértiles y la lluvia es abundante, los últimos 2000 años han incluido al menos dos, posiblemente tres, episodios de colapso, unos períodos prolongados de abandono, y uno o más períodos de crecimiento explosivo de población. Una comparación de eventos que ocurrieron dentro de una sola región puede proporcionar una mejor visión de las dinámicas de población que las comparaciones más generales, como aquellas ofrecidas por Jared Diamond en Collapse, porque la región es constante, y las otras condiciones, como el clima, eventos políticos, u otras circunstancias pueden ser examinados sin la complejidad introducida por la variabilidad geográfica.

El mejoramiento de la documentación del registro arqueológico del oriente de Soconusco tendrá un impacto importante e inmediato en el entendimiento de la prehistoria de regiones ajenas de Soconusco. Por ejemplo, mejor información sobre la duración de la industria Plomiza ayudará a clarificar la cronología de centros alejados del Soconusco donde se encuentra el Plomizo Tohil, como por ejemplo en Copan después del colapso Clásico (la fase Ejar) y Chichen Itza. Los resultados de este proyecto también indicarán cómo la región de Soconusco concuerda con el patrón más amplio de “colapso” hacia el fin del Formativo y al fin del Clásico que se encuentran por muchas partes del sureste de Mesoamérica. Aunque estas épocas han estado caracterizadas como períodos de disrupción desde hace tiempo, su alcance completo, sus varias expresiones, y la profundidad de sus impactos se han clarificado mucho por investigaciones recientes (Garrison y Dunning 2009; Love 2007; Manahan y Canuto 2009; Neff et al. 2005; Popenoe de Hatch 1997, 1998; Quach 2009), y se espera que el presente proyecto contribuirá más detalles al entendimiento de estos patrones inter-regionales.

Aunque este proyecto se enfoca en los últimos 2000 años, es importante mencionar que proporcionará datos pertenecientes a tiempos anteriores también. Por ejemplo, resultados de la primera temporada de trabajo (discutido anteriormente) pertenecen principalmente al período Formativo. No cabe duda que el inventario de tales sitios se aumentará mas por el trabajo a realizarse durante la segunda temporada. De manera semejante, los núcleos sedimentarios tomados fuera de contextos arqueológicos casi sin duda van a contener secuencias que empiezan antes de hace 2000 años. Aunque el trabajo del laboratorio enfocará en los restos post-Formativos, los datos de patrones de asentamiento igual que las muestras sedimentarias pertinentes a tiempos anteriores estarán disponibles para otros estudios arqueológicos y paleoambientales.

Un punto final que se necesita mencionar es que el bosque de mangle y el pantano que forman el foco de este estudio están dentro de la zona de marea o poco más elevado. Algunos pronósticos (Universidad de Copenhagen 2009) postulan que el nivel del mar global puede subir entre uno y dos metros entre ahora y 2100, y si este pronóstico extremo se concreta, una gran parte de esta zona podría desaparecer a causa de erosión y/o inundación durante la transgresión marina. De esta perspectiva, una contribución del presente proyecto es que documentará porciones de los registros arqueológicos y sedimentarios que posiblemente vayan a desaparecer dentro de las próximas décadas.

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Presupuesto de Campo

$ Pesos Mexicanos

Diciembre de 2012 a 

noviembre de 2013

Alquila de casa (4 meses x $3000/mes) $12,000.00

Alimentación y limpia de casa (6 personas x 

14 semanas x $500/semana)

$42,000.00

Equipimento para trabajo de campo y de 

laboratorio (mesas, lapizeros, bolsas, etc.)

$10,000.00

Alquila de vehiculos y lanchas y compra de 

combustible

$30,000.00

Trabajadores de campo y de laboratorio (10 

trabajadores * $1000 *14 semanas)

$140,000.00

Total $234,000.00

INAH 15% $35,100.00

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Personal del Proyecto

Director: Hector Neff, Profesór de Antropologia, Universidad Estatal de California en Long Beach Director Asistente: Brendan Culleton, Universidad Estatal de Pennsylvania

Especialistas

John G. Jones, Director del análisis de polen Gregory Holk, Director de estudios isotópicos

Jefes de equipos de campo Paul Burger Timothy Garfin Richard George

Supervisor del laboratorio de campo: Elizabeth Niespolo