Manual del Psicologo Clinico

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CONTENIDO

1. Consideramos que un psicólogo nos puede ayudar en dos momentos:

2. Preguntas frecuentes

3. Tipos de terapias

4. Como realizar las sesiones

5. Algunos casos y su desarrollo

6. Citamos estos casos para observar desde el Angulo del paciente

7. Porque algunas terapias fracasan

8. Ejemplos de fracasos y abandonamientos

9. Terapia psicológica para afrontar intervenciones físicas

10. Vivir una relación de pareja saludable

11. Análisis de las crisis de relaciones de pareja actual

12. Afectación psicológica por moobing

13. El uso del diagnóstico psicológico

14. Terapia psicológica para el estrés del cuidador

15. Tratamiento psicológico para enfermos crónicos

16. Las enfermedades crónicas y las discapacidades físicas

17. Terapia psicológica para trasplantes e intervenciones quirúrgicas

18. Terapia Psicológica para el Síndrome de la fatiga crónica, fibromialgia y dolor crónico

19. Caso clínico de depresión

20. Caso psicológico, análisis de la problemática del sujeto.

21. Bibliografía

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El Manual del Psicólogo Clínico es un libro para aquellos interesados en ejercer

la psicología teniendo en cuenta que la piscología clínica es la base de todas

las ramas.

Contiene varios capítulos que explican, los mitos de por qué los temores de las

personas en visitar al psicólogo, las preguntas frecuentes que suelen hacer en

consulta. Incluye

como desarrollar las terapias , la elaboración de sesiones ,mostraremos casos

para ver desde la perspectiva del paciente, porque algunas terapias pueden

fracasar Abarcaremos también los fracasos y los abandonos y mencionaremos

unos ejemplos , la descripción de algunas terapias , el uso adecuado de un

diagnostico psicológico, ejemplos de terapia y tratamiento psicológico incluso

casos de enfermos crónicos y en etapa terminal , descripción de casos clínicos

,análisis de la problemática, el modelo de cómo llevar de manera correcta un

tratamiento .

En definitiva es un material que te ayudara a desarrollar de manera adecuada

la práctica de Psicólogo Clínico.

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MANUAL DEL PSICÓLOGO

CONSIDERAMOS QUE UN PSICÓLOGO NOS PUEDE AYUDAR

EN DOS MOMENTOS:

1. cuando la persona quiere mejorar algún aspecto de su carácter,

personalidad o vida (crecimiento personal)

2. cuando se sufre algún tipo de problema o malestar.

Creemos que es muy recomendable que en algún momento u otro de la vida,

acudamos al psicólogo a mejorarnos. Así prevenimos problemas y evitamos

futuras crisis que nos pueden provocar malestar. Pero sobretodo aumentamos

nuestra calidad de vida y satisfacción vital.

Cuando nos encontramos ante un problema o una situación difícil intentamos

utilizar los recursos de los que disponemos. Primero recurrimos a nuestro

propio esfuerzo e inventiva; cuando esto no funciona le explicamos nuestro

problema a algún familiar o amigo. Pero cuando este recurso también nos falla

es el momento en que nos planteamos ¿quién nos puede ayudar?

No es necesario tener muchos problemas para ir al psicólogo. Tampoco hace

falta pasar por una situación muy difícil. A veces, son las pequeñas cosas las

que nos pueden estar provocando un continuo malestar que a pesar de no ser

muy intenso, reducen nuestro bienestar y por tanto nuestra felicidad.

Aquí mencionamos algunos ejemplos de dificultades donde podría intervenir un

psicólogo para mejorar o eliminar el sufrimiento: malestar en la pareja,

insatisfacción vital, apatía generalizada, ansiedad moderada, alguna dificultad

sexual, un miedo que va apareciendo a menudo y un largo etcétera de

dificultades que pueden agravarse con el paso del tiempo.

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Muchas personas se resignan a encontrarse mal o a no sentirse bien del todo

porque no han encontrado una explicación de lo que les pasa. También hay

gente que cree que lo que padece es una característica de su personalidad y

no tiene solución. Algunos no se dan cuenta de que tienen un problema, y son

los familiares o los amigos los que piden ayuda a un especialista. Otros a pesar

de que saben que tienen un problema, aún se resisten a ir al psicólogo ya que

creen, equivocadamente en la gran mayoría de casos, que con el tiempo y

“fuerza de voluntad” su malestar desaparecerá, o bien tienen miedo de lo que

dirán sus familiares y amigos, viéndose como personas con pocos recursos o

débiles.

A través de mi experiencia, veo como todas estas creencias van cambiando,

pero hace falta todavía dar mucha más información sobre la función de la

psicología clínica en la sociedad.

Los psicólogos tenemos como objetivo ayudar a las personas que presentan

algún problema en su bienestar psicológico. Desde aquí animamos a todas

aquellas personas que quieran mejorar su calidad de vida a consultar un

profesional de la psicología clínica. Como se suele decir, pedir ayuda

psicológica es el primer paso para solucionar el problema.

Ahora, recibir terapia psicológica es más asequible económicamente. Los

psicólogos contribuimos a enriquecer la oferta de tratamiento psicológico

económico y de calidad.

PREGUNTAS FRECUENTES

1-¿Una terapia es siempre larga?

Una terapia no necesariamente tiene que ser larga. Dependerá de muchos

factores, como el tipo de problema o si hay más de uno, el tiempo que hace

que se mantiene, la confianza en el cambio, la confianza en la psicología, la

capacidad de introspección y la implicación de la persona en la terapia, entre

otros.

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Puede haber muchos motivos de consulta. Algunos pueden ser dudas

puntuales en algún tema (ej.: laboral o de pareja) que con muy pocas sesiones

se pueden resolver. Otros pueden formar parte de un trastorno psicopatológico

y entonces su tratamiento puede ser largo.

Cuando decimos “largo” no nos referimos a una cuestión de años sino que con

unos meses puede quedar resuelto.

2- ¿Es muy caro ir al psicólogo?

En general sí que supone un desembolso económico, pero la buena salud

tendrá un límite de costo.

Seguimos una filosofía de precios razonable y nuestras sesiones individuales

tienen un coste módico.

3- ¿Cuántas veces tengo que ir?

El número de sesiones de penderá de muchos factores. La mayoría los hemos

comentado en la primera pregunta.

Normalmente hacemos una sesión a la semana durante el proceso de

evaluación. En la fase de terapia dependerá de la interferencia del problema en

la vida del paciente para aconsejar una sesión semanal o quincenal. En el 80%

de los casos las sesiones son semanales.

4- ¿Cuánto dura una sesión?

La duración de una sesión, tanto de evaluación como de tratamiento, es de una

hora.

5- ¿Sólo hablo yo en la terapia?

En general se establece un diálogo, pero dependerá de la problemática y de las

características del paciente. En las sesiones de evaluación habla más el

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paciente y en el resto puede haber muchas sesiones en donde el psicólogo

interviene más que el paciente.

6- ¿Es normal tener vergüenza por ir al psicólogo?

Es muy habitual. La mayoría de personas evitan ir al psicólogo a pesar de

necesitarlo, ya que aún hay muchos prejuicios sociales. Aún está mal visto ir al

psicólogo y mucha gente no explica que acude. En las primeras sesiones

muchas personas están nerviosas porque sienten vergüenza por los motivos de

consulta y por no ser capaces de resolverlos. Son errores importantes que se

han de afrontar. Es importante plantar cara a los tabúes, aceptar la vergüenza

y romper el hielo viniendo a la primera visita. La confianza con el psicólogo

eliminará la vergüenza y la ansiedad en las siguientes visitas.

7- ¿Sólo se habla del pasado y de los traumas?

En nuestra orientación no trabajamos exclusivamente en el pasado, sino en el

presente y el futuro. A pesar de esto necesitamos evaluar muchos aspectos del

pasado para entender pensamientos, emociones y conductas del presente y

así poder modificarlas haciéndolas más adaptativas.

No es necesario que hayamos sufrido traumas para tener problemas

psicológicos.

8- ¿Qué quiere decir orientación cognitivo-conductual?

Es nuestra orientación fundamental dentro de la psicología. Parte del supuesto

que los pensamientos son la base de nuestras emociones y conductas.

Interviniendo en las creencias o en los esquemas cognitivos, podremos reducir

mucho el sufrimiento y las problemáticas.

Esta orientación es la que más se enseña en las universidades catalanas y es

una de las que muestra más eficacia en la mayoría de problemas psicológicos.

9- ¿Cuántas tendencias hay en la psicología?

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La cognitivo-conductual, la Gestalt (o humanista), la terapia breve estratégica y

las nuevas tendencias del psicoanálisis.

10- ¿Cuál es la más adecuada?

Dependerá del problema que se tenga y de las características de la persona.

Nosotros creemos que lo más importante es que el psicólogo sea un buen

profesional porqué entonces la mayoría de tendencias son adecuadas.

Defendemos la cognitivo-conductual ya que es la que para nosotros nos resulta

más eficaz.

11- ¿Las personas podemos cambiar?

Las personas podemos cambiar si queremos y lo intentamos con

perseverancia.

12- ¿“Somos así” por genética o por aprendizaje?

Es la gran pregunta, una de las más frecuentes. Hay muchos aspectos

genéticos, pero a pesar de eso, la psicología aporta estrategias para evitarlos y

evitar que interfieran.

La mayoría de aspectos o rasgos de personalidad los hemos ido adquiriendo a

través de la experiencia y de la inculcación de nuestra familia, amistades,

entorno y cultura. Por lo tanto, creemos que somos una suma de hábitos

adquiridos de pensamientos, emociones y conductas que interaccionan con los

genéticos. Entonces, podemos desaprender los que nos perjudican y aprender

de nuevos y más saludables.

13- ¿Pueden haber recaídas?

Sí que se puede volver a recaer si la persona no ha automatizado y aprendido

las estrategias enseñadas o si deja de practicarlas hasta que queden del todo

fijadas.

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14- ¿Qué diferencia hay entre un psicólogo y un psiquiatra?

La principal diferencia es que el psicólogo no puede recetar porque no es

médico y el psiquiatra en cambio, sí. El psicólogo suele ser más experto en las

terapias ante los trastornos mentales no severos. Mientras el psicólogo utiliza el

diálogo y la reestructuración, el psiquiatra suele utilizar más la medicación para

provocar la mejoría.

15- ¿He de tomar medicación?

Dependerá del grado de severidad o intensidad del problema o problemas. En

caso necesario, desde aquí yo solo aconsejo sobre este aspecto y le

derivamos a la persona adecuada.

16- ¿La terapia me puede cambiar la personalidad y hacerme

ser diferente?

La terapia intenta cambiar los aspectos que la persona quiere y lucha por ellos,

pero no cambia la estructura de la personalidad, ya que éste no es el objetivo

de la persona ni de la terapia.

17-¿Siempre tendré el mismo psicólogo?

Sí, esto es crucial. Sólo se podría producir un cambio de psicólogo en caso de

que el paciente lo solicitara.

18- ¿Cuando una pareja va al psicólogo, sirve de algo?

Es verdad que la mayor parte de parejas que acuden a consulta para seguir

una terapia de pareja están muy deterioradas. Acuden, a veces, demasiado

tarde. Por eso tenemos un porcentaje elevado de separaciones a pesar de

haber realizado la evaluación o terapia psicológica (como en cualquier otro

centro). Todo y eso, las personas se convencen de la separación y ayudamos a

realizarla. En otros casos y gracias a la terapia de pareja, esta mejora sus

incompatibilidades y su estado de ánimo y sale reforzada con mucho bienestar.

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Para nosotros el éxito terapéutico consiste en que las personas sean felices y

tengan calidad de vida. Por eso aconsejamos la lucha por salvar la relación en

algunos casos y la separación en otros. Siempre después de un proceso

intenso de evaluación y objetividad por parte del psicólogo de pareja.

TIPOS DE TERAPIAS

Terapia individual

Consiste en un proceso de evaluación y tratamiento entre el/la paciente y el

psicólogo. Cada dificultad o trastorno tendrá su proceso, sus estrategias y su

duración.

Terapia de pareja: hay varias opciones:

Los dos miembros separados: Es la que alterna las visitas entre los dos

miembros de la pareja, haciendo sesiones individuales y puntualmente

sesiones con los dos juntos. Es la que habitualmente más utilizamos.

Un solo miembro: terapia de pareja donde sólo acude uno de los miembros,

ya que el otro o bien no lo sabe (que la persona acude a consulta), o no quiere

colaborar. Esta terapia también se muestra muy eficaz porque la persona que

viene aprende una serie de estrategias a la vez que se trabaja la compatibilidad

de la relación y la aclaración de dudas.

Los dos miembros juntos: La pareja acude conjuntamente a la mayoría de

las sesiones pero también se hacen sesiones individuales para evaluar el

estado de cada miembro.

Terapia familiar

Pueden venir todos los implicados a la vez, los padres, o un padre/madre y un

hijo/hija. Se trabaja con estrategias y técnicas para mejorar la relación entre los

miembros.

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Terapia grupal

Es muy importante hacer un buen diagnóstico de las personas integrantes del

grupo para conseguir que tengan un perfil compatible.

Hemos hecho terapias grupales sobre la ansiedad, los ataques de pánico, la

fobia social y el insomnio. Suelen durar unas 10 o 15 sesiones con una

duración de una hora y media cada una. Se proponen técnicas y debates entre

los asistentes. Presenta muchas ventajas como el hecho de conseguir salir del

pensamiento “sólo me pasa a mí” o “no lo puedo controlar”. En la mayoría de

casos se suele complementar con alguna sesión individual.

Sesiones de análisis y de mejora (crecimiento personal o

coaching)

Tenemos claro que no es necesario estar mal para acudir al psicólogo. Igual

que acudimos al médico o al dentista para hacernos revisiones, creemos que ir

al psicólogo tendría que ser también una actitud inteligente para prevenir, en un

futuro, problemas emocionales o, simplemente, para mejorar nuestra calidad de

vida actual.

Hemos pensado en 5 tipos de sesiones que creemos que resumen las

principales áreas de importancia para las personas y dónde la psicología puede

ayudar más.

TIPOS DE SESIONES

• Sesiones de análisis y mejora de la vida.

Se realiza un análisis del estilo de vida actual, las prioridades, el estilo

cognitivo, la autoestima y la personalidad, las satisfacciones actuales e

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insatisfacciones, y se dan un seguido de consejos y orientaciones para

favorecer un mayor bienestar. Pueden ser entre 2 y 5 visitas.

• Sesiones de análisis y mejora de la autoestima.

Es más específica que las sesiones de mejora de la vida. Se evalúa la

autoestima en todas sus vertientes: Inteligencia, físico, habilidades

sociales, capacidades, habilidades comunicativas,….Se analizan las

posibles distorsiones cognitivas que produce la persona y se entrena en

una mejora de los aspectos anteriormente citados acompañado de la

técnica de la reestructuración cognitiva. Pueden ser entre 5 y 10

sesiones.

• Sesiones para mejorar la inteligencia emocional.

La buena relación con los otros y el autocontrol son esenciales para

favorecer una buena felicidad. El control de la impulsividad, el desánimo,

la exigencia, la irascibilidad, la conducta verbal y no verbal son

esenciales. Se aplican estrategias específicas de la psicología cognitiva.

Pueden ser entre 5 y 10 sesiones.

• Sesiones de orientación para resolver dudas y problemas.

Todos tenemos problemas que nos preocupan y que no sabemos cómo

resolver. Dudas que nos pueden provocar un gran malestar.

• Sesiones de análisis y mejora de la relación de pareja.

Tiene como objetivo hacer una evaluación de la relación de pareja y dar

orientaciones y estrategias para mejorar tanto la relación de pareja

actual, como futuras. Se trabajan también las dudas y miedos que

genera una relación.

Pueden ser entre 1 y 5 visitas.

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COMO REALIZAR LAS SESIONES

Pueden ser:

• Presenciales

• Telefónicas

• Vía internet: e-mails o chats

• Domiciliarias ( en trastornos graves o limitaciones físicas importantes)

Las hemos ordenado en función del orden de recomendación.

Las dos primeras tienen la misma duración y el mismo precio.

La terapia vía internet dependerá de la duración y tipología de la sesión.

Presentamos un seguido de ejemplos de terapias que hemos realizado. Hemos

intentado proporcionar una selección de diferentes trastornos o dificultades. En

cada caso se explica el motivo o motivos de consulta y luego se explican las

técnicas y estrategias utilizadas terminando con la finalización de la terapia y el

estado del/la paciente.

ALGUNOS CASOS Y SU DESARROLLO

C.20

Carlos, 20 años. Dudas en la orientación sexual + timidez (17

sesiones)

C. es un chico de 20 años que está repitiendo primer curso de una carrera

técnica; el motivo de consulta que presenta inicialmente es un bajo estado de

ánimo, insatisfacción con sus relaciones sociales, relaciones de pareja y sus

estudios. Presenta dudas en todas las áreas de su vida: académica, sexual,

social...; y una falta de motivación general.

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Analizamos esta insatisfacción y sus ideas respecto a la vida que le gustaría

tener, la que cree que debería tener, y la que realmente tiene. En este análisis

vemos los muchos prejuicios y creencias erróneas que tiene y que le suponen

una barrera para conseguir lo que realmente quiere. Todas ellas tienen en

común un tema que se repite en las sesiones: dudas en su orientación sexual.

El tratamiento consistió principalmente en identificar sus creencias irracionales

y sus miedos, aplicar la técnica de reestructuración cognitiva de todos ellos y

exponerse gradualmente a las situaciones que temía, con aumento de las

actividades gratificantes. Y para enfrentarse con éxito a las situaciones sociales

se hizo un entrenamiento en habilidades sociales y asertividad. De esta forma

consiguió contrastar sus creencias con la realidad y poder escoger libre de

miedos lo que realmente quería.

Su insatisfacción fue cambiando a medida que desaparecían sus miedos, y que

aumentaba la confianza en sí mismo. Una vez finalizado el tratamiento su

calidad y satisfacción de vida mejoró notablemente.

B.31

B.31 Berta, 31 años. Trastorno de ansiedad de agorafobia con

ataques de pánico (continúa con terapia)

B. es una mujer de 31 años que trabaja como representante de una firma de

cosméticos. La paciente acude a nuestra consulta por ansiedad. B. se describe

como una persona que siempre ha tenido “manías”: no le ha gustado nunca

utilizar el ascensor, viajar en avión, o coger el metro. En caso de que se viera

obligada a enfrentarse a estas situaciones se ponía muy nerviosa, se le

aceleraba el ritmo cardiaco, la respiración y tenía sensación de mareo. B. no

recordaba cuando empezó el problema, pero poco a poco estas sensaciones

se empezaron a dar en más situaciones y de forma totalmente inesperada.

En el momento en que se presenta a la consulta el problema le interfería en

todas las áreas de su vida, hasta el punto en que su vida social se había

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anulado prácticamente del todo y se estaba planteando dejar el trabajo. B.

presentaba un trastorno de agorafobia con ataques de pánico.

El tratamiento consistió principalmente en identificar las situaciones

ansiógenas, así como los pensamientos que le aparecían en éstas y sus

reacciones. Después trabajamos los pensamientos irracionales con

reestructuración cognitiva, exposición imaginal y en vivo a las sensaciones y

situaciones. Todo esto apoyado por técnicas de relajación e información sobre

la ansiedad y la agorafobia.

Después de tres meses de tratamiento su ansiedad en las situaciones

problemáticas se redujo considerablemente. Empezó a entender qué le pasaba

y a sentirse más animada para enfrentarse a más situaciones.

Actualmente B. continua en tratamiento, y sesión a sesión va viendo como la

interferencia de su problema cada vez es más pequeña.

L. 44

L. 44 Laura, 64 años. Miedo a hablar en público. (Continúa con

terapia)

L. es una mujer de 34 años y profesora universitaria. Le costó muchos años

decidirse a pedir ayuda a un psicólogo. Su motivo de consulta era

principalmente una sensación de inseguridad ante las otras personas. Ella no

sabía defender sus ideas, no sabía decir que no y siempre acababa haciendo

cosas que no quería; además de estos problemas sufría ansiedad cuando

hablaba delante de determinadas personas, especialmente catedráticos y otros

compañeros de la facultad. L. nos comenta que a pesar de los muchos años de

experiencia nunca había llegado a superar del todo su miedo a hablar en

público.

La paciente nos explica que esta dificultad había sido más acusada cuando era

más joven, hasta el punto que estuvo a punto de dejar las clases.

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Ella siempre había querido consultar un psicólogo, pero la vergüenza y el

hecho de no saber si la podrían ayudar, hizo que evitase ir hasta este

momento.

Decidió acudir con nosotros porque aparte de estos problemas se le ha

añadido un bajo estado de ánimo.

El tratamiento que está siguiendo L. consiste en un entrenamiento en

habilidades sociales a través de ensayos y aplicaciones en la vida real, así

como un perfeccionamiento en las técnicas de hablar en público y una

reestructuración de todos sus pensamientos ansiógenos ante estas

situaciones. Paralelamente también se trabaja su bajo estado de ánimo a

través de una resolución de problemas, planificación de actividades y

reestructuración cognitiva.

E.25

E.25 Elia, 25 años. Fobia social + vaginismo (continúa con

terapia)

E. es una chica de 25 años. Dependienta de unos grandes almacenes. Acude a

consulta por un problema de ansiedad social pero a lo largo de las sesiones de

evaluación vemos que hay muchos otros problemas. Un problema sexual de

vaginismo (dolor intenso en la penetración) nos lleva a asociarlo con abusos

sexuales que la paciente sufrió en la infancia.

Se empezó a tratar el problema que más interferencia le estaba provocando: la

ansiedad social, ya que no le permitía trabajar sin ansiedad. E. pensaba que la

gente la evaluaba o se burlaba de ella, esto le generaba mucha ansiedad.

Posteriormente y mientras se continuaba trabajando el primer problema, se

empezó a trabajar su problemática sexual, ya que E. nunca había podido tener

relaciones coitales con su novio.

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Para cada problema se aplicaron unas técnicas diferentes. Mientras en el

abuso sexual la resolución de problemas y eliminar la culpa son las que se

utilizaron más, en el problema de vaginismo se estableció un programa

concreto sesión a sesión, igual que en el de ansiedad social que combina

técnicas cognitivas y conductuales.

Actualmente E. después de siete meses de terapia, ha mejorado

moderadamente en su problema de ansiedad social, y en cambio ha habido

unos progresos importantes en el problema de vaginismo y para poder

mantener relaciones coitales.

M. 57

M. 57 Marta, 57 años. Fobia a las operaciones (17 sesiones)

M. es una mujer de 57 años, casada y con tres hijos. Cinco semanas antes de

venir le dijeron que en el plazo de seis meses le tendrían que realizar una

delicada operación de hígado debido a un malestar crónico que sufría. M. nos

comentaba que nunca le habían operado y que siempre había tenido pánico a

las operaciones, hecho que le generaba una gran ansiedad. Nos comentó que

no se veía con la suficiente decisión para enfrentarse a la operación y en

primer lugar buscó la ayuda de un psiquiatra y éste le aconsejó en tratamiento

psicológico para reducir este miedo.

Desde el día que le comunicaron que se tenía que operar casi no dormía y no

se podía concentrar en nada, tenía problemas intestinales y dolores de cabeza.

Además tenía muchas ganas de llorar debido al miedo que sentía.

Iniciamos el tratamiento entrenándole en técnicas de relajación y respiración

controlada para favorecer una reducción de la ansiedad y de todo su

componente somático. En la tercera sesión de tratamiento empezamos a

valorar si sus miedos eran realmente lógicos y si le resultaban útiles, en

definitiva, empezamos los pasos de la reestructuración cognitiva. Pautamos

charlas que M. tenía que hacer con familiares, amigos o vecinos que también

tenían que ser operados. Fuimos extrayendo conclusiones y continuamos con

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la reestructuración. Se buscó información sobre el pronóstico de las

operaciones de hígado, recuperación, dolor y contratiempos que podían surgir.

Al finalizar el tratamiento también se pautaron visitas a hospitales y a

asociaciones de trasplantados.

Destacamos que una técnica que ayudó mucho a M. fue imaginarse y simular

la situación de la operación, los imprevistos que podían surgir y todos los

detalles que a ella le preocupaban.

El miedo a las operaciones de M. se fue reduciendo a pesar de que no

desapareció completamente, pero le permitió enfrentarse a la operación sin el

miedo inicial que le incapacitaba y que ella se resignaba a sufrir como

inevitable.

R. y S. 127

R. y S. Raúl y Sandra, 42 y 39 años. Problemas de pareja. (09

sesiones)

R. y S. vienen solicitando hacer una terapia de pareja. Son pareja desde hace

15 años y de estos, 11 han estado viviendo juntos. Hace un año,

aproximadamente, que han aparecido problemas de relación que se han ido

agravando y últimamente se han empezado a plantear la separación. Como a

último recurso quieren intentar salvar su relación acudiendo a un psicólogo.

Una vez hecha la evaluación, su situación, sintetizándola, es la siguiente:

Los dos miembros de la pareja tienen alrededor de los 40 años, estando en el

mejor y más decisivo momento de su carrera profesional. Esto hace que estén

sometidos a una presión destacable, ya que los dos quieren tener una familia

pero nunca encuentran el momento más oportuno.

A lo largo de la evaluación identificamos los problemas que están interfiriendo

en la pareja:

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En el caso de la R. encontramos estrés y presión laboral, con un sentimiento de

frustración hacia sus expectativas personales y familiares. Con todo eso, sus

“válvulas de escape” son a través de actividades exclusivamente individuales

que provocan un distanciamiento más grande con la pareja.

Los problemas de S. consisten en un exceso de responsabilidad en el trabajo,

relaciones sociales inexistentes y baja autoestima.

Estos factores independientes causan en la pareja una falta de espacio común

para las ilusiones y un proyecto de pareja, pasando a ser las obligaciones el

único lazo de la pareja. Todo esto les genera un sentimiento de frustración y

apatía hacia la pareja, favoreciendo la mala comunicación a través de muchas

discusiones y poca comunicación.

La terapia consistió, primero, en unas sesiones individuales para poder tomar

conciencia de los factores que estaban afectando y poder intentar resolver los

respectivos problemas, potenciando conseguir un bienestar y satisfacción

individual.

Como consecuencia de trabajar la parte personal e ir obteniendo resultados

positivos, salió fortalecida su decisión de continuar juntos como pareja y luchar

por ella.

En este momento es cuando hemos podido empezar a trabajar paralelamente

la parte de pareja, que consistió principalmente, en reconstruir el espacio de los

dos a través de actividades conjuntas, ilusiones y un proyecto común de pareja

y familia donde se puso énfasis en priorizar lo que resultaba importante para

ellos, en su escala de valores.

Paralelamente se dieron estrategias para mejorar la comunicación,

favoreciendo la comunicación positiva y evitando los malentendidos.

A.48

20

A.48 Albert, 30 años. Trastorno obsesivo-compulsivo +

depresión. (Continúa con terapia)

A. es un hombre de 30 años que acude porqué está muy triste y se preocupa

mucho por todo. No sabe qué hacer con su vida. Dice que todo está parado

desde hace 10 años y no es capaz de tomar decisiones en nada; tiene mucho

miedo a equivocarse.

Duda de casi todo: su trabajo, si estudiar o no, si irse a vivir solo, si dejar a su

pareja, si le atraen los hombres o no, etc. Delante de toda esta situación, se

observa un estado depresivo moderado-grave y un estado ansioso moderado.

Su autoestima es muy baja sintiendo mucha desconfianza hacia sí mismo.

La terapia se está llevando a término desde el 2012. Comenzamos a trabajar

en los miedos y los motivos de ellos, trabajando creencias como las del deseo

de experimentarlo todo en la vida. Creamos una jerarquía de acciones a hacer

y poco a poco, A. está rompiendo el hábito de posponer y está aprendiendo a

tomar decisiones cada vez más importantes. Además, es más consciente de

que quererlo experimentarlo todo en su vida solo le provoca y le provocaría un

gran sufrimiento.

R. 143

R. 143 Raquel, 33 años. Problemas de pareja manifestados a

través de vaginismo y Falta de deseo. (13 sesiones)

R. es una mujer de 33 que decidió volver a probar una terapia después de

haber seguido una durante 5 meses y no obtener resultados. El problema que

presentaba R. era una falta de deseo sexual hacia su pareja y también un

vaginismo. Esto le provocaba un gran sentimiento de culpa y le aparecían

dudas de todo tipo: si le gustaba su pareja, si le gustaban los hombres, si tenía

un problema orgánico,...

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Comenzamos evaluando la historia del problema, su relación con la pareja y el

concepto sobre la sexualidad. A partir de aquí vimos que la relación de pareja

era demasiado monótona, aburrida y que su concepto sobre el sexo era muy

represivo. A parte de esto, ella era una persona muy poco expresiva a nivel

emocional.

En lugar de empezar una terapia típica conductual sobre el vaginismo, se optó

por dar unas pautas para variar su relación de pareja y tener nuevas ilusiones.

Se trabajó el concepto del sexo experimentándolo de nuevo a través de la

masturbación y sacando sentimientos de culpabilidad. También se hizo un

entrenamiento en expresión de sentimientos para desbloquearla. Las

variaciones sexuales con la pareja, sumadas a todo lo anterior, contribuyeron a

eliminar el problema de la falta de deseo sexual y a evitar la grave interferencia

en la vida de pareja y a su autoestima que le habrían provocado a la R.

M. 97.

M. 97. Miquel, 38 años. Trastorno del estado de ánimo

secundario por acoso laboral (26 sesiones)

El motivo inicial del paciente es bajo estado de ánimo.

Al largo de la evaluación identificamos otros problemas, como una importante

crisis de pareja, donde M. se está replanteando su continuidad. Así como una

desmotivación laboral.

Conforme avanzamos en la evaluación y el tratamiento, se pone de manifiesto

que el factor disparador que origina toda la situación problemática es un

proceso de moobing laboral de dos años.

Las consecuencias de este acoso son una baja autoestima, bajo estado de

ánimo, irritabilidad, y una apatía total para hacer cualquier tipo de actividad

fuera del ámbito estrictamente laboral.

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Esta situación al no ser identificada se mantiene y cronifica, ocasionando

problemas de pareja y una importante interferencia en el resto de sus ámbitos

personales.

La terapia consiste en diferentes fases.

La primera es la identificación y toma de consciencia de los factores

originadores del problema.

A continuación fijamos los objetivos, donde toma una gran relevancia el ámbito

profesional. Ésta consiste en una revaloración de les expectativas laborales,

reestructuración de las distorsiones cognitivas, y un intento de adaptación en

su lugar de trabajo, que tuvo que finalizar en un cambio de departamento por

la imposibilidad de reconducir las conductas viciadas y poco saludables.

Paralelamente se va trabajando la autoestima.

Estas dos líneas de actuación tuvieron una repercusión directa sobre una

mejora muy destacada en su estado de ánimo y en la relación de pareja.

La valoración de este tratamiento es muy positiva por parte del paciente y el

terapeuta. Ya que una vez identificado el factor encubierto que desencadenaba

toda la situación problemática se origina un cambio drástico en el resto de

problemas.

La duración total de la terapia es de 8 meses.

L. 112

L. 112 Laia, 28 años. Anorgasmia secundaria por vaginismo

(18 sesiones)

La paciente de 28 años nos describe su problemática que consiste en que no

consigue llegar al orgasmo con ningún tipo de práctica sexual.

Durante la evaluación también identificamos un problema de vaginismo.

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Actualmente la asociación del dolor en sus experiencias sexuales le ha

provocado una inhibición del placer sexual con la consecuente anorgasmia.

La terapia consiste en un trabajo individual y de pareja.

La parte individual se trabaja a nivel cognitivo con reestructuración de las

distorsiones, y potenciando su líbido sexual. Paralelamente se hace un

tratamiento progresivo de concentración sensitiva de su propio cuerpo. Y por

último, de forma gradual vamos introduciendo ejercicios a nivel de pareja para

crear una nueva complicidad, con nuevas estrategias, habilidades sexuales y

eliminar los hábitos no saludables que se habían llegado a “viciar”.

Damos por finalizada la terapia al cabo de 11 meses. El resultado es un

redescubrimiento de la sexualidad, y respecto a la anorgasmia la paciente

consigue alcanzar el orgasmo a través de la estimulación manual y oral.

Mediante el coito L cada vez alcanza unos niveles de placer más elevados y es

cuando decidimos finalizar la terapia., ya que ahora tienen un dominio de las

herramientas para continuar mejorando sus relaciones sexuales y muy buen

pronóstico.

Abel 165

Abel, 43 años, eyaculación precoz (32 sesiones)

El paciente se presenta en la primera sesión muy angustiado por el hecho de

tener problemas en sus relaciones sexuales. Comenta que le ha costado casi

un año decidirse a consultar a un especialista y que se siente un poco

incómodo al hablar del tema.

Nos comenta que cuando mantiene relaciones con penetración con su mujer,

no tarda más de 30 segundos en eyacular y esto les hace sentir terriblemente

mal. Ya hace 2 años que pasa. Se deprime y piensa que no está “rindiendo” en

las relaciones y que está fallando a su mujer. Cada vez se exige más duración

y se culpabiliza más.

24

Analizamos los pensamientos anticipativos de las relaciones sexuales y

observamos, como en la mayoría de disfunciones sexuales masculinas, que

hay un exceso de ansiedad y de auto exigencia en los futuros contactos

sexuales y una híper vigilancia a las expectativas negativas de “actuación” que

terminan por producir lo que la persona no desea: eyacular demasiado rápido.

Nos encontramos delante de la “profecía que se auto cumple”.

El tratamiento consistió en hacer consciente al paciente de la secuencia de

preocupación y de la importancia de no híper vigilar a los pensamientos

negativos. También se entrenó en centrar y descentrar la atención en las

sensaciones (focalización sensorial) y un entrenamiento en la parada de la

eyaculación. Se hizo una jerarquía de “fallos” permitidos y también una

variación en las relaciones sexuales que contribuyó que a partir de la 14

sesión, el paciente empezara a tomar el control de la situación retardando cada

vez más la eyaculación hasta que pudo volver a tener relaciones con una

durada satisfactoria para los dos.

Batís 214

Batís, 53 años. Duelo por la muerte de su pareja en accidente

de tráfico (17 sesiones)

La paciente presenta un cuadro depresivo grave. Asiste a consulta al cabo de 9

meses de la muerte de su marido en un accidente de coche. Ha perdido las

ganas de vivir y presenta un sentimiento de culpa importante. La gente de su

alrededor ya no sabe como ayudarla y se están distanciando de ella. Se siente

sola e incomprendida. Está recibiendo tratamiento psiquiátrico importante para

parar la ideación suicida.

Analizamos sobretodo, el sentimiento de culpa y observamos que B. no

estaban pasando por unos buenos días con su marido. Ella cree que el

accidente se pudo producir por la repercusión de esta situación. La familia de él

la ha dejado de apoyar y se han peleado por temas de herencia. El hecho de

25

no tener hijos y que la mayoría de la familia viva lejos, agrava el sentimiento de

soledad y dificultan el proceso de duelo.

El tratamiento consistió en valorar la relación de pareja que tenían, sobretodo

analizando la mala temporada que estaban pasando. Concluimos, al cabo de

muchas sesiones, que la responsabilidad de la situación no recaía totalmente

en ella y analizamos las causas del accidente. Así, la culpa se redujo y B.

empezaron a sentir un poco de energía para reestructurar su vida. En este

momento, la terapia se centró en plantear-se “qué era la vida para ella antes”

cómo tendría que ser ahora. La hicimos reflexionar sobre la fórmula de la

felicidad y sus ingredientes. Empezó a hacer variaciones, a enriquecer su

entorno y a coger nuevas ilusiones. También trabajamos muchos valores,

creencias y actitudes para hacerlos más adaptativos. Paralelamente se trabajó

la profunda decepción hacia la familia del marido.

Al final de una terapia larga, B. Pudo salir de un estado de ánimo depresivo

aceptando y resignándose a la pérdida de su marido pero ganando una vida

más rica, segura y autónoma.

Carlos 29

Carlos, 41 años. Dudas de pareja con infidelidad propia (18

sesiones)

C. acude presentando un cuadro ansioso importante. Se encuentra llevando

una doble vida. Casado con su mujer desde hace 9 años pero desde hace un

año, mantiene una relación sentimental con una compañera de trabajo. Él se

siente enamorado tanto de su mujer como de esta última y no sabe qué hacer:

si dejar a una o a la otra o mantener esta vida. Se siente una mala persona y

no entiende lo que le está sucediendo.

En las primeras sesiones de evaluación, le preguntamos sobre qué aspectos le

atraían más de una y otra y con cuál tenía más afinidades. Hicimos un análisis

profundo de las dos relaciones y concluimos que las dos eran muy compatibles

26

con él. Además, el grado de conocimiento de la segunda mujer era muy

importante. Nos encontrábamos delante de una elección difícil.

Durante la terapia analizamos las expectativas que él tenía depositadas en las

relaciones de pareja y el concepto de pareja de él y de ellas. Reflexionamos

sobre el concepto de monotonía vs. Novedad y de cuál podría ser la opción

más buena para él. Al inicio de la terapia él se decantaba por la compañera de

trabajo pero al final de la terapia concluyó que sería más feliz con su mujer ya

que él creía que buscaba en la segunda, salir de la monotonía en la que se

había convertido su vida y su pareja. Esta monotonía la trabajamos a través de

variaciones y mejorías en su relación de pareja sin tener que hacer una terapia

de pareja. También variamos ciertos aspectos de su vida, aumentando la

satisfacción.

Por último, se le ayudó en el proceso de separación con la compañera de

trabajo mejorando la asertividad y la culpabilización para poder decirle que

renunciaba a ella.

Actualmente, C. continúa convencido con su mujer después de aquella época

de dudas.

Pepe 56

Pepe, 51 años. Hipocondría (en tratamiento)

P. había acudido a lo largo de su vida, a tres terapias psicológicas bastante

largas. En la última estuvo 4 años. Después de un período de 2 años sin ir a un

psicólogo, y de haber probado todo tipo de terapias médicas y alternativas,

decidió volver a intentar reducir el malestar intenso que sufría.

27

P. tiene un miedo muy importante a todo tipo de sensaciones corporales,

especialmente las que hacen referencia al corazón, cabeza y estómago.

Cuando tiene alguna sensación, enseguida se alarma y se pone en estado de

vigilancia; se controla las pulsaciones, se analiza el estómago y cualquier

síntoma extraño o de cansancio. Los grandes miedos de fondo que tiene son:

tener alguna enfermedad importante, el dolor y la muerte. La trampa es pensar

que cualquier sensación es una señal de que alguna cosa no va bien en su

cuerpo.

Esto le afecta a su vida laboral y a su calidad de vida porque le genera mucha

angustia. En algunas épocas acudía a urgencias y al médico diversas veces a

la semana pero actualmente se ha reducido.

El tratamiento está consistiendo en hacer una jerarquía de las sensaciones en

función de la intensidad, frecuencia, durada y los pensamientos que generan

con el objetivo de que él las pueda catalogar cuando aparezcan y actuar en

consecuencia. Estamos llevando a cabo exposiciones voluntarias a

sensaciones buscadas expresamente para que el paciente se habitúe y

además, realizamos unas encuestas con la gente del entorno para ver “qué

sensaciones se consideran normales y cuáles no”. Por último, trabajamos el

repertorio de estrategias para hacer frente a la híper vigilancia a las

sensaciones y a las preocupaciones que se derivan de ellas utilizando la

técnica de la reestructuración cognitiva.

Hoy en día, la mejoría ha sido de un 70% después de 2 años de terapia pero P.

todavía presenta algunos miedos importantes que nos demuestran que el

trastorno es muy resistente y que aún nos quedan algunas semanas para

convencernos de que no volverá a recaer.

José Antonio 212

José Antonio, 42 años. Insomnio grave. (En tratamiento)

28

El paciente presenta un insomnio muy grave. Duerme unas 5 horas al día con

interrupciones. Hay días que solo duerme 2 o 3. Le pasa desde hace 2 años y

el problema se ha ido agravando.

Durante las sesiones de evaluación, observamos unos rasgos de personalidad

muy rígidos, exigentes y perfeccionistas con un gran deseo de tenerlo todo

controlado. Esto nos lleva a pensar que la terapia será difícil.

El tratamiento está consistiendo en estrategias básicas para el insomnio como

entender la trampa (mantenimiento) de este trastorno: la preocupación sobre la

expectativa negativa de: “hoy tampoco dormiré y mañana no me aguantaré”. A

través de un auto registros diarios, el paciente está apuntando los

pensamientos previos, durante y de finalización del sueño donde se observan

una gran cantidad de preocupaciones que le generan mucha ansiedad

imposibilitándole el sueño. Utilizamos también, técnicas de relajación, análisis

de distorsiones cognitivas y reestructuración cognitiva. Además, J.A. muestra,

debido a su exigencia, un problema de adaptación al mundo que le hace sufrir

en la mayoría de situaciones. Estamos analizando, a lo largo de las sesiones, si

el paciente presenta también una problemática de pareja que él de momento se

niega a valorar y que puede ser un gran causante de su problema.

Actualmente y después de 4 meses de terapia, el paciente no ha mejorado y ha

empeorado su insomnio y ansiedad. Él continúa exigiéndose estar bien y no

acepta el insomnio. Cada día le lleva a ser más exigente con el sueño y esta es

la gran trampa en la que cae. Creemos que si no supera sus creencias

erróneas y nos hace caso, acabará abandonando la terapia con un trastorno

mucho más grave que el que tenía junto con una depresión importante.

Estos son algunos de los comentarios que muy amablemente han hecho

personas que han finalizado las terapias. Hemos realizado una selección de

diferentes tipos de problemas, edades y sexo. Obviamente son comentarios

satisfactorios porqué la terapia ha tenido un éxito moderado o importante.

29

CITAMOS ESTOS CASOS PAR OBSERVAR

DESDE EL ANGULO DEL PACIENTE

Mariela 302

Mariela, 30 años. Celos y Baja autoestima (14 sesiones)

Hola, mi nombre es Mariela, comencé a hacer terapia en julio de 2011 por un

problema de celos, desconfiaba de mi pareja, tenía un auto-estima muy bajo

por el cual llegaba a pensar que si mi marido miraba a otra mujer era porque yo

no le era suficientemente linda para él.

Dejamos de salir a pasear por que siempre discutíamos, si él se giraba para ver

un auto o una tienda de ropa yo ya pensaba que miraba a otra mujer, por éstos

motivos, porque nos amamos un montón y queremos seguir juntos decidimos

que yo hiciera terapia para salvar nuestro matrimonio.

Comencé a observar a las personas y sobre todo a los hombres, a mirarlos

como se mira un cuadro, imaginarme situaciones con los hombres que veía en

el metro, en la calle, etc. y de esa manera comprendí que el amor que siento

por mi marido no cambia en absolutamente nada.

También empecé a cuidarme más y a valorar cuando las personas que tengo a

mí alrededor me dicen que estoy muy guapa, porque mi problema era que

siempre dependía de las palabras dulces y lindas que podía llegar a decirme

mi marido. De esa forma ahora me siento más segura de mí misma, me veo

más linda y me siento atractiva cuando un hombre en la calle me dice algo

dulce.

Mi marido me ayudó mucho a superar los celos, él también asistió a un par de

sesiones con el psicólogo y de esa forma logramos superar la crisis que

teníamos. En la actualidad reconozco que tengo celos pero ya son como los de

antes, trato de tener pensamientos alternativos y de ver las cosas de otra

manera, de ésta forma ya no tenemos las discusiones que teníamos antes.

30

Me siento muy contenta de haber elegido éste centro y agradezco a mi

psicólogo por haberme ayudado y orientado en ésta situación, considero que

hacer terapia ayuda mucho, ser constante en las sesiones y tener voluntad

sirve para vivir mejor.

Muchas gracias.

Mariela.

Eva, 40 años. Infidelidad (21 sesiones)

Hay una serie de problemas sobre los que tenía claro cuál es la solución, hasta

que un día me encontré de cara con uno de ellos

Infidelidad igual a separación

Esa era la teoría pero ya no estaba tan claro, yo sentía otra cosa. Necesitaba

pensar, que me ayudaran con el dolor, con el caos, a enfrentarme a nuevos

sentimientos: celos, desconfianza, baja autoestima.

Encontrado a profesionales que han sabido escucharme, orientarme y sobre

todo a que decidiera libremente que es lo que quería hacer, a poder pasar

página y a mirar el presente y el futuro desde una perspectiva más serena y

madura.

Rosa, 20 años. Fobia social y Baja autoestima (18 sesiones)

Llevaba tiempo, demasiado tiempo que todo lo veía muy negra (una mierda, en

perdón) .Había perdido las ganas de salir, de vivir. Mi cama se convirtió en el

principal REFUGIO. Evitaba cualquier situación social: amigos, instituto, familia.

Inventaba excusas, excusas... (A veces lloraba, bien casi cada día)

Celebrar un fin de año, ir a clase, salir con los amigos, conocer gente y un largo

etc., se me hacía muy duro, muchos nervios. Creía que todo el mundo me

miraba, me juzgaba, etc.

31

Y todo sin saber el porqué. Un día MUY desesperada me acerqué a consulta.

Enseguida me dijeron que no era "loca", ni "rara", ni "tonta". Vieron que tenía

ANSIEDAD SOCIAL, Y enseguida planificamos un plan para tener estrategias y

así luchar contra los pensamientos automáticos (todos muy negativos). Lo

llamamos "Reestructuración cognitiva".

Poco a poco, fui entienden porque evitaba situaciones sociales, y aprendí a

prepararme para hacerle frente. Creí en la terapia, no tenía nada que perder.

Y realmente, cada vez me sentía menos negativa, y estaba más motivada por

auto superarse me y ganar la ansiedad.

Con casi dos años, solucionar un problema que arrastraba desde la

adolescencia. He aprendido que la ansiedad social tiene solución, pero hay que

trabajar en ello. He aprendido que no todo el mundo nace optimista, pero se

puede ser positivo. Y lo pongo en práctica cada día.

Ahora tengo 25 años, y hace 4 que estoy en la flor de la vida, de verdad.

Ana, 27 años. Tristeza y autoestima (52 sesiones)

Me he de curar. Esta es la frase que se me repetía en la cabeza la primera vez

que fui a un psicólogo, y me equivocaba. No es un concepto de "soy una

persona enferma, tengo que curar", no hay una palabra mágica llamada

ansiolítico que te hace entrar en una cómoda vida de FICCIÓN, artificial. No.

No hay que engañarse, si quieres sentirte mejor has de querer y creerte lo que

realmente vales. Hacer las cosas ahora, no mañana. No auto flagelado por

haberse comido un bombón. No. Debes decirte y creerte que puedes vivir y

estar mejor (porque es la verdad y porque es tu derecho de ser humano).

Cambiando de pensamientos, de hábitos y creyendo convincentemente que

uno vale, todo viene rodado.

De ser una persona cerrada, tímida, bulímica, sintiéndome idiota, tonta y

horrible entre otros calificativos más destructivos que éstos, sólo trabajando

para olvidar la vida tan horrible que me había tocado (distorsión de la realidad)

ir a terapia me ha hecho volver a ser una persona ... y aunque sé que no soy

perfecta (ni ganas! ahora entiendo que las imperfecciones nos hacen lo que

somos y nuestra identidad) SÍ creo que explotando los puntos fuertes, los

32

puntos débiles no me hacen sentir imperfecta. En todos los sentidos, a mí me

ha cambiado la vida, y el mejor de todo es que mi vida, es REAL.

Clara, 35 años. Control de la ira (25 sesiones)

Pedí visita Al Psicólogo por un problema de control de la ira. Me ayudó mucho

el planteamiento inicial de comprometerse a mantener las sesiones durante un

tiempo determinado, tres meses por ejemplo, antes de tirar la toalla.

Reconozco que me costó hacerlo, porque al principio crees que el gran

esfuerzo que estás haciendo, explicándole tus problemas más íntimos a una

persona que no conoces de nada, no tiene ningún resultado evidente. Me

sorprendía mucho la sensación de lentitud, pues estaba impaciente por tener la

solución y olvidarme del problema. Después entendí que era mi actitud la que

retrasaba todo el proceso, pues yo era el que tenía que hacer, con la guía

suave pero firme del psicólogo. El trabajo que hicimos juntos, con paciencia y

esfuerzo, tuvo éxito, pues aunque la ira es un rasgo ligado a personalidades

fuertes y difíciles de modelar, dejó de ser un problema para mí en unos cuantos

meses. En ese momento, lo que supuso un cambio decisivo que condicionó

completamente el desarrollo de mi proyecto vital, si bien claro. Estoy muy

agradecido al gran trabajo que hicieron. Pienso que la terapia conductual bien

aplicada es la única que te puede ayudar a ver las cosas desde otro punto de

vista, consiguiendo finalmente no "controlar" la ira, si no hacerla desaparecer. A

la vez, creo que la propia motivación, querer solucionar el problema a toda

costa, es clave para continuar hasta el final y tener éxito. Buena suerte!

María, 44 años. Síndrome de fatiga crónica (17 sesiones)

La toma de contacto con la terapia cognitivo fue por medio de mi incorporación,

hace algo más de un año, a la asociación de Síndrome de Fatiga Crónica de

Manresa. Una de las actividades que ofrece la Asociación es la terapia de

grupo, en la que el psicólogo aplica esta técnica. Me propusieron asistir. El

médico que me diagnosticó el Síndrome de Fatiga Crónica también me la había

recomendado mucho, así pues, sin dudar ni un segundo dije "sí" enseguida.

Tanto mi estado físico como psíquico era lamentable. Llegué con una terrible

33

ansiedad, rabia, ira, impotencia. Mi cuerpo me había dicho "Basta, hasta aquí

te he traído". Estaba perdida, confusa, sin rumbo y totalmente agotada.

Aún recuerdo la primera sesión como si fuera ayer. El psicólogo me pidió en el

que creía que podía ayudar a esta terapia y que quería conseguir. Fui incapaz

de contestar, realmente no lo sabía. Las siguientes sesiones fueron toda una

revelación para mí. El hecho de compartir experiencias y situaciones similares

con mis compañeras de grupo, con las indicaciones que se podía cambiar, y el

hecho también de darme cuenta que lo que me proponían funcionaba, hizo

que, de repente, se me abrieran los ojos.

Una buena parte del sufrimiento, de las exigencias, los patrones adquiridos, de

los miedos y las emociones que hacía tiempo que arrastraba la podía cambiar

siguiendo las pautas que nos iban dando. Sesión tras sesión veía ampliada mi

esperanza y, por primera vez desde hacía 5 años, tenía la sensación de que

empezaba a ir hacia la dirección adecuada.

Le pedí al psicólogo de hacer, además, terapia individual para profundizar más

en aspectos personales y familiares.

Desde entonces, mi actitud y mi visión de las cosas ha cambiado radicalmente

en todos los aspectos. Incluso mi familia me dice que no parezco la misma.

Ahora sé y acepto que mi energía es muy limitada y por eso la invierto en lo

que es verdaderamente importante para mí y para los míos. Sé que tengo

mucho trabajo por delante, pero también sé que con la ayuda de toda esta

gente maravillosa que me apoyan y con un poco de esfuerzo por mi parte voy

haciendo mi camino día a día.

Quiero agradecer toda la ayuda que estoy recibiendo y sin la cual no me habría

mejorado.

Gracias de todo corazón.

Laia, 31 años. Dudas de pareja y ansiedad (21 sesiones)

Cuando llegué a la consulta me sentía muy baja de moral, desorientada, con

muchas dudas y un alto grado de ansiedad, me costaba dormir por las noches

y a menudo tenía sentimientos de culpabilidad.

34

El problema principal que me hizo decidir ir a un psicólogo fue la relación que

tenía con mi pareja, esta relación era aparentemente ideal pero, aún así, no me

sentía enamorada, no tenía ilusiones en un futuro y tenía falta de deseo sexual.

Esto se agravaba con los recuerdos frecuentes de mi antigua relación. Me

costaba salir adelante y aclarar mis sentimientos.

A lo largo de las sesiones analizamos mi personalidad, el modelo de pareja que

yo tenía con mi actual pareja y las probabilidades de éxito. A lo largo de las

sesiones descubrí que la causa de mis dudas era la fuerte exigencia en verso a

mí y en verso los que me rodean y una observación excesiva sobre todos los

aspectos de mi vida. Con el tiempo entendí que tantas dudas no me dejaban

avanzar y que debía desbloquear todo este proceso. Finalmente, después de

muchas charlas y de analizar varios aspectos, decidí terminar con esta

relación. Dar el paso fue costoso y muy duro pero actualmente me encuentro

bien, en armonía conmigo misma y sé que me espera un futuro diferente, en el

que sabré relativizar las dudas, leer en mi corazón y dar pasos pequeños pero

firmes. Y sobre todo, seguir adelante, continuar el camino y encontrar buenas

razones para sentirme feliz.

PORQUE ALGUNAS TERAPIAS FRACASAN

Existen distintos motivos por los cuales una terapia puede fracasar o ser

contraproducente (agravar el/los problema/s que presenta la persona). A

continuación citamos algunos de los más frecuentes ya que explican los

abandonamientos y fracasos terapéuticos que tenemos (un 18,23% de los

casos):

1- El/la paciente no respeta el tiempo de tratamiento. Quiere mejorar en un

tiempo que su problema no permite.

2- El/la paciente busca “curarse” o mejorar sin esfuerzo ni implicación. Por

ejemplo, no realiza las tareas ni aplica las estrategias que proponemos entre

sesiones. Busca la varita mágica.

35

3- El/la paciente es muy rígido en sus pensamientos o creencias provocando

una gran resistencia al cambio. No hace caso de los consejos y opciones del

psicólogo o no pone en duda los propios pensamientos.

4- El/la paciente no tiene confianza en el cambio y piensa que “yo soy así” o

que las personas no cambiamos. Piensa que lo que tiene es genético o innato.

5- El/la paciente puede ser autodestructivo/a.: puede tener mucha tendencia a

la negatividad y a la pasividad.

6- El/la paciente no confía en la psicología.

7- El/la paciente no quiere mejorar porqué encuentra ventajas en su manera de

ser. Puede ser victimista.

8- El/la paciente no acepta que el psicólogo le diga ciertas cosas. No acepta

poner en duda ciertas creencias o principios con el objetivo de mejorar su

estado.

9- El/la paciente no sabe cómo funciona una terapia y quiere hacer un

tratamiento a su medida.

10- El/la paciente se muestra muy exigente en la terapia. Cuestiona las

técnicas y el tiempo creando un clima de tensión que provoca un mal trabajo y

una mala relación terapéutica, dinamitando el tratamiento.

11- El/la paciente presenta una baja capacidad intelectual o cultural.

12- El/la paciente presenta una baja capacidad de introspección o de análisis:

no sabe ver de dónde provienen las emociones que siente y no sabe analizarse

a si mismo/a.

13- La limitación de la psicología en la mejoría o curación de determinados

trastornos.

14- La cronicidad del problema y las recaídas habidas.

36

15- Determinados trastornos y dificultades que por su tipología presentan

algunos de los factores anteriormente mencionados.

16- Algunos trastornos que presentan un mal pronóstico por si solos.

17- Algunos rasgos de personalidad o de carácter del /la paciente que dificultan

la terapia: dependencia, falta de fuerza de voluntad, impaciencia, rigidez,

exigencia, impulsividad, susceptibilidad, suspicacia,…

18- No se establece una buena relación terapéutica psicólogo-paciente.

Aconsejamos que una persona que quiere iniciar una terapia, tenga que tener

en cuenta estos puntos con el objetivo de favorecer un tratamiento eficaz así

como saber “qué es una terapia” y “qué es la psicología”. Información que

Ahora.

EJEMPLOS DE FRACASOS Y

ABANDONAMIENTOS

Pedro, 37 años. Insomnio grave.

El paciente abandona la terapia y acude a otra psicóloga después de 16

sesiones habiendo empeorado mucho su estado de ansiedad, depresión e

insomnio. No funcionan las estrategias para el insomnio. Él siempre nos pide

nuevas estrategias.

Su extrema rigidez mental le hace obsesionarse en estar bien de inmediato y

esto le provoca un deterioramiento severo. No tiene capacidad de introspección

diciendo: “los pensamientos están ahí”. Además presenta problemáticas de

fondo importantes que niega i no deja trabajar en la terapia. El insomnio es un

síntoma de su estado interior.

37

María, 31 anos. Depresión.

La paciente abandona la terapia después de 06 sesiones porqué no respeta el

tiempo de terapia. Serían necesarias más de 20 sesiones para tratar

eficazmente su problemática. Además, la paciente no confiaba en el cambio ni

en la psicología y venía a conformar que fuera “un caso perdido”. En este caso,

ella misma destruye su vida e impide la posibilidad de mejorar.

La causa de la depresión era debida a un trastorno paranoide con pronóstico

grave.

Silvia, 41 años. Impulsividad.

Paciente que presenta una gran impulsividad que le hace abandonar la terapia

al cabo de 07 sesiones. La propia impulsividad impide trabajar los problemas y

tener éxito. Presenta un estado de ansiedad y de depresión como

consecuencia de la impulsividad.

Nuria, 36 años. Inmadurez.

Paciente que continúa buscando su “príncipe azul” después de 3 relaciones

largas llenas de sufrimiento y malos tratos. Se niega a renunciar el concepto

waltdisneyano y abandona la terapia al cabo de 12 sesiones enfadada y con

mucha irascibilidad contra el psicólogo (el cual representa el mundo real). Su

proceso depresivo continúa porqué vive de espaldas a la realidad.

Jordi, 43 años. Depresión e irascibilidad (megalomanía)

Paciente que piensa que “el mundo es una mierda” y que no puede ser feliz de

ninguna manera. Después de 45 sesiones, se convence que ni la psicología le

puede ayudar y esto le hace convencerse de que es un “caso perdido”. En el

fondo, él nunca ha hecho el esfuerzo para variar su vida ni sus creencias

buscando continuar el proceso autodestructivo.

38

Anna, 35 años. Vaginismo

Podríamos decir que la terapia fue exitosa por su problema de vaginismo pero

no se concluyó. Se realizaron 17 sesiones y la paciente, que al principio había

probado en 2 otros centros, mejora progresivamente su disfunción hasta el

punto de haber eliminado el vaginismo. Pero el problema está en cuando tiene

de mantener una relación con penetración con su marido. Aquí es dónde

observamos una gran resistencia de la paciente que habiendo superado el

vaginismo no le queda ninguna otra razón que aceptar los argumentos que el

damos de que existe una problemática de pareja encubierta o de que no

quiere a su marido. Ella deja de acudir a la las sesiones después de este

comentario.

Creemos que la paciente no quiso aceptar la dura realidad ya que ella en la

última sesión, nos dijo que no podía ser tan valiente como para volver a

empezar su vida. El vaginismo era, en este caso, un síntoma de una pareja

muerta.

Marc y Elba. 40 y 37 años. Problemas de pareja.

Acuden 07 sesiones en la, sólo 4 sesiones conjuntas y el resto individuales.

Hace 6 meses que se conocieron y se fueron a vivir juntos. Presentan una

incompatibilidad casi total en muchos aspectos pero ellos quieren continuar

juntos a pesar del daño que se están provocando. Elba boicotea

constantemente la terapia y a la 07 sesión les comentamos que no vemos

ninguna posibilidad que puedan vivir tranquilos, aconsejando la separación. No

la aceptan.

(Este caso no lo podríamos considerar como un fracaso terapéutico porqué

pudimos aconsejar la separación después de un proceso objetivo, pero lo

comentamos para ver que no logramos lo que nos pedía la pareja: continuar

juntos. La psicología persigue el objetivo de ayudar a ser felices a las personas.

En este caso, lo mejor para la felicidad de cada uno era la separación).

39

A continuación adjuntamos algunos de los programas que hemos elaborado a

lo largo de estos años, así como una muestra de los artículos que hemos

publicado. Estos trabajos son el resultado de la colaboración con asociaciones

de nuestro país y de nuestras especializaciones dentro del campo de la

psicología clínica.

TERAPIA PSICOLÓGICA PARA AFRONTAR

INTERVENCIONES FÍSICAS

Es un gabinete privado de psicología clínica que sigue una orientación

cognitivo-conductual. Esta es la corriente actual mayoritaria y se ha mostrado

muy eficaz para tratar la mayoría de trastornos psicológicos.

El objetivo principal por el que fue estamos presentes es el de ofrecer un

servicio psicológico especializado para mejorar la calidad de vida de las

personas.

Ofrecer un apoyo psicológico a las personas que debían someterse a un

trasplante o que ya la habían sufrido era nuestra carta de presentación. La

dirección se mostró muy interesada en establecer una colaboración para

ofrecer apoyo psicológico a todos los miembros del Club y familiares que lo

desearan.

Los trasplantes son situaciones poco habituales y complejas. Generan en la

mayor parte de personas un gran estrés e inestabilidad emocional, así como

muchas preguntas y muchos miedos: Miedo al dolor, a sufrir más operaciones,

a la esperanza de vida, la muerte, el rechazo a un órgano no propio y el cambio

de condiciones vitales, entre otros.

En el momento en que los médicos comunican que una persona necesita un

trasplante es cuando surge la ansiedad.

40

En muchos casos aparece un trastorno de ansiedad y/o afectivo como

consecuencia de la nueva situación. Los pensamientos negativos suelen

colapsar la mente en estos momentos.

Mantener un buen estado de ánimo, reducir la ansiedad y asimilar el problema,

superando la rabia y la impotencia iníciales, son imprescindibles para afrontar

todas las pruebas e ingresos previos, disminuir su impacto y favorecer una más

rápida preparación a la operación. Las personas más cercanas pueden sentirse

igual o peor que el enfermo por no saber darle un apoyo eficaz. Es en este

periodo donde la terapia psicológica puede ayudar al afectado y a sus

familiares a no sentirse colapsada, desesperanzada y atemorizada,

proporcionándole información (siempre de acuerdo con su médico de

referencia), reestructurando los temores y los pensamientos negativos y

proporcionándole estrategias.

En el post-operatorio es muy importante el estado de ánimo para poder agilizar

la recuperación. Una mente serena, esperanzada y tranquila favorecerá una

mejor y más rápida recuperación post-operatoria y una mayor esperanza de

vida. Desde la aquí queremos felicitar al Club y a todos los miembros que

forman parte por la gran labor que está llevando a cabo ayudando a personas

que como ustedes se han de enfrentar a un trasplante de hígado o algún otro

tipo de órgano.

Los animamos a continuar con esta energía y estas ganas de vivir. Felicidades!

VIVIR UNA RELACIÓN DE PAREJA SALUDABLE

Hoy en día nos encontramos ante la sensación de que las parejas están en

crisis. Varios especialistas dicen que no es cierto y otros afirmamos que existe

la misma crisis que ha habido siempre.

Lo que es diferente, según nosotros, es que la gente ya no sufre tanto en

silencio a pesar de vivir, muchos, instaurados en el sufrimiento.

41

La gente tiene más opciones para poder establecer límites, contrastarlo con el

entorno, hablar, hacer una terapia o separarse.

Se acepta cada día más que es un campo complejo porque las relaciones

humanas son complejas y más aún las relaciones íntimas donde hay

depositadas muchas expectativas. Vivir en pareja es una tarea difícil. Una de

las más difíciles a las que nos podemos enfrentar en la vida. Deben darse

muchos elementos para hacer una convivencia plácida y agradable. El proceso

de selección es esencial para evitar caer en una relación llena de malestar.

Pero antes hay que tener definida qué características queremos en el otro

además de qué tipo de relación queremos establecer.

Hemos observado que mucha gente no es consciente de la importancia de

tener pensado qué concepto de relación quiere. Pero sí hemos detectado que

muchas personas tienen claras qué características quieren en el otro/a.

Desgraciadamente, muchas de ellas son utópicas y este es uno de los

aspectos que explica que haya tantas parejas no armónicas y por tanto, con un

cierto grado de discrepancias.

Encontramos claramente en nuestra sociedad, la premisa cultural aceptada de

"pareja=felicidad". Por tanto, todo está justificado para tener pareja. Quien tiene

pareja tiene asegurada la felicidad.

Este es uno de los grandes mitos, un gran error cultural que confunde a las

personas en su búsqueda de los objetivos vitales. Les hace perder el norte.

Hemos tenido muchos casos donde los pacientes lo han dejado todo por una

persona. Una gran temeridad.

Un atentado a la inteligencia y a la fórmula de la felicidad que todos

deberíamos tener. Nada justifica perder todo. Pero la fuerza y el peso de

nuestras tradiciones, junto con el deseo innato del vínculo afectivo (como dice

Erich Fromm en "El arte de amar"), nos encaminan hacia esta gran presión que

debe soportar cualquier relación.

42

Si todas las expectativas pasan por un lugar, aquél se presiona, se desgasta y

se rompe fácilmente. Como decimos desde la psicología, el placer también

satura, si es en exceso. Cualquier persona que tenga una buena fórmula de la

felicidad, unos buenos ingredientes, nunca dependerá de una relación de

pareja, de una amistad o un hobbies importante. No será dependiente de nada.

Siempre sabrá reorientar su vida y sabrá que podrá ser feliz a pesar de no

tener una pareja.

Este es un punto crucial que trabajamos con las personas que vienen con

problemas de relación.

Una gran pregunta a hacerse para trabajar dudas o problemas en una relación

es: "¿Qué es para ti la vida?". A partir de aquí todo se puede entender mejor y

clarificar el proceso.

Robert J. Sternberg establecía 10 puntos para dotar de felicidad y armonía una

pareja. La comunicación, el apoyo, la empatía, los valores compartidos, la

filosofía de vida, la dinámica de las discusiones, y un largo etcétera de

aspectos que defendemos también.

Las relaciones de pareja deben estar basadas en el respeto y en la

compenetración, la flexibilidad y la tolerancia. Se aceptan los malos momentos

para construir mejor la relación y nunca se debe perder de vista la utilidad de la

soledad y la independencia para oxigenar la relación.

Es imprescindible adquirir estrategias, muchas veces a trompicones, para

poder vivir en pareja. Quien no haga un proceso de análisis de sí mismo o de la

relación, difícilmente tendrá una pareja satisfactoria.

Trabajamos con muchas tipologías de pareja. Las tradicionales, alternativas,

cerradas, rígidas... todas pueden tener sus pros y contras.

Lo que siempre se debe tener en cuenta es que la pareja nunca puede sacar

autonomía, autoestima o autorrealización a la persona. Los límites o la dignidad

son imprescindibles, como dice el experto Walter Riso.

43

Si tiene en cuenta lo que hemos mencionado, será muy probable que sean

felices en su relación y que no esté como mucha gente, viviendo una condena.

ANÁLISIS DE LAS CRISIS DE RELACIONES DE

PAREJA ACTUAL

Venimos estudiando cuáles son los motivos que explican por qué una pareja

entra en crisis o se separa. Hemos asistido a congresos, seminarios, debates,

tertulias sobre estos temas a la vez que hemos leído una serie de libros de

psicólogos, filósofos, médicos y economistas que mencionan algunos factores.

En este artículo, nos centramos en los factores sociales (externos) y no en los

propios (internos) de una dinámica de pareja. A continuación os mostramos

una serie de factores que afectan a las parejas actuales y que pueden explicar

el gran porcentaje de rupturas o conflictos

-Satisfacción inmediata de deseos y expectativas de nuestra sociedad actual.

-Mucha necesidad de autorrealización en diversas áreas de la vida.

-Intolerancia al sufrimiento o malestar vital.

-Intolerancia al sufrimiento propio de una crisis o mal momento en la pareja

(menos paciencia).

-Aumento del egoísmo e individualismo.

-Cambio de valores sociales y culturales.

-Expectativas muy elevadas respecto a la pareja y la relación (exigencia).

-Independencia económica y cultural de la mujer: adiós a la sumisión y

represión.

-Menos represión sexual (sobre todo femenina) debido a la pérdida de peso de

la religión y los valores morales. Aceptación del instinto sexual humano. Deseo

de experimentación de ambos sexos.

-Más oportunidades de conocimiento de otras personas a través de nuevas

tecnologías y de más movilidad e interacción de las personas: aumentan los

enamoramientos alternativos y las infidelidades (sobre todo femeninas).

-La sociedad proporciona otras opciones para ser felices: gran repertorio de

44

actividades lúdicas y estilos de vida como los "singles" o grupos de amigos.

-No tanta idealización en las relaciones de pareja.

-Progresiva aceptación social de las separaciones como "algo natural".

-Ventajas y facilidades legales y económicas cada vez más amplias para

separarse.

-La pareja ya no es una seguridad económica y emocional imprescindible.

-El cambio en el modelo de familias y la entrada de la familia mono parental.

Sin embargo, hay parejas que se deberían separar por el grado de sufrimiento

y malestar que tienen y no lo hacen. Estas son algunas de las causas:

-Miedo a la soledad.

-Miedo a la vejez, enfermedades.

-No aceptar el fracaso.

-Amarse todavía. O uno de los dos ama al otro.

-Pérdida de estatus económico o social.

- "El qué dirán" los demás.

-Problema económico de supervivencia de uno de los dos o los dos.

-Problema de vivienda.

-Ser compañeros de trabajo y que uno de los dos tenga que dejarlo.

-Uno depende económicamente del otro.

-Pérdida entorno: familiares, amigos.

-Repercusiones a terceros: especialmente los hijos.

-No disponer de proyecto vital.

-No tener estrategias de autonomía.

-La gran inversión que se ha hecho en la relación: emocional, económica,

proyecto de futuro.

-La historia común.

-No tener una tercera persona "a punto" para sustituir la pareja y evitar el

sufrimiento.

-No tener oportunidades de conocimiento de otras personas.

-No poder contrastar la relación con otras tenidas.

-Pensar que con otra persona, pasará lo mismo.

45

-Pensar que pareja = felicidad y que no se puede ser feliz sin pareja.

-Renuncia a ser feliz.

-Una baja autoestima.

AFECTACIÓN PSICOLÓGICA POR MOOBING

El acoso laboral es un conflicto que como muchos otros disfruta de la

colaboración directa e indirecta de muchos cómplices.

Los medios de comunicación son un ejemplo, ya que a menudo hacen saltar la

alarma sobre el acoso en diferentes ámbitos: bien sea escolar, laboral o

familiar.

El hecho de que se den a conocer estos fenómenos de origen social, ayuda a

su concienciación, prevención y confrontación, así como a agilizar que se

contemple a nivel legal y judicial.

En muchas ocasiones hemos podido observar desde nuestro ámbito

profesional de la psicología la repercusión de los medios de comunicación.

Ésta consiste en un aumento considerable de las demandas de atención por

malos tratos, abusos a menores, u otras problemáticas. Todas ellas se

plantean la necesidad de "salir a la luz" y solicitar ayuda gracias a una película

o documental que provoca un eco en la sociedad.

De modo que no podemos despreciar la función que desempeñan. Sin

embargo tratar de forma superficial la problemática, o crear una alarma social

puede generar confusión social que a largo plazo minimiza su importancia. Por

ello es necesario hacer un filtro de aquella información que puede llegar a

distorsionarla hasta llegar a provocar el efecto contrario e infravalorarlo.

El acoso laboral es un proceso destructivo para la autoestima de la persona.

Ésta es una consecuencia que podría ser común a otras problemáticas que

tienen su origen en el ámbito laboral, pero no por ello las debemos confundir

porque requieren de tratamientos diferentes. A continuación enumeraré

algunos de los principales conflictos laborales:

46

- Podemos encontrar problemáticas puntuales debido a cambios de funciones o

condiciones.

- Un enfrentamiento con alguna persona concreta de la misma categoría

profesional.

- Una dirección que hace un abuso de poder de manera indiscriminada a todos

sus trabajadores.

- Estrés laboral para intentar alcanzar o mantener un rendimiento.

- Síndrome del quemado que se caracteriza principalmente por una

desmotivación.

Todas ellas tienen en común con el acoso laboral que se originan en el ámbito

del trabajo y que pueden provocar periodos de ansiedad, depresión y baja

autoestima, con las consecuentes bajas laborales. Sin embargo lo que

caracteriza al acoso laboral, y lo hace más denigrante si cabe, es que consiste

en un mal trato manifiesto o encubierto, de forma constante hacia una persona

específica, que se prolonga en el tiempo y que persigue el objetivo de eliminar

a esa persona de su lugar de trabajo.

En un principio, este proceso provoca una desconfianza laboral en su propio

trabajo, hasta alcanzar un deterioro grave de la autoestima.

Habitualmente este tipo de procesos nacen en un medio favorecedor, donde

abunda una directiva desprovista de habilidades de gestión saludables, con

muchos conflictos laborales y un medio laboral precario.

Cuando las personas afectadas dejan de auto culparse por lo que está

sucediendo, pueden tomar conciencia del proceso al que han sido sometidos.

Es entonces cuando empiezan a contemplar la idea de solicitar ayuda. Pero

suelen encontrarse con un escaso reconocimiento del fenómeno y de los

recursos necesarios para tratarla, tanto a nivel sanitario como legal.

Para que estas personas víctimas de este tipo de acoso recuperen su

autoestima y vuelvan a disfrutar de una calidad de vida saludable, requiere

habitualmente la intervención de un profesional de la Psicología. Y para ello

depende de la sensibilización social necesaria para que llegue a recurrir a él y

47

seguir avanzando en su erradicación. Por todo ello es necesario dar a conocer

esta problemática sin por eso caer en el mal uso o trivialización del problema.

EL USO DEL DIAGNÓSTICO PSICOLÓGICO

Diagnóstico: "Calificación que da el médico a la enfermedad por los

signos que muestra".

Diccionario de la Real academia de la lengua española 22 ª ed.

Esta es la definición que podemos encontrar de diagnóstico en el diccionario.

El diagnóstico se refiere tanto a las enfermedades físicas como psíquicas. El

objetivo de diagnosticar es clasificar los síntomas en trastornos, y estos

agruparlos en familias, para facilitar su estudio y conseguir el tratamiento más

adecuado. Es una herramienta imprescindible para la comunicación entre

profesionales, y para la sociedad en general. Con una sola palabra podemos

entender muchas veces el origen, el desarrollo, la sintomatología actual y la

evolución aproximada. Podemos decir que es "fácil" y nos facilita.

La incertidumbre, la ambigüedad, son de las fuentes de estrés más elevados

que podemos sufrir. Un ejemplo donde se pone de manifiesto son los

testimonios de padres con hijos desaparecidos que al cabo de cuatro años

"sólo quieren saber, lo que sea, pero saber". Por eso, cuando no sabemos qué

nos pasa nos angustiamos, y aún empeora más la sintomatología. El hecho de

tener un "nombre" nos permite poder anticipar mínimamente, sabemos con qué

nos enfrentamos. Pero todo esto llevado a un extremo llega a ser perjudicial.

Las clasificaciones en general nos dan tranquilidad, creemos saber lo que es y

lo que no es. De esta forma alimentamos nuestra fantasía de "control". Cuanta

más sensación de control tenemos, menos miedo sentimos, y más aumentan

los diferentes sistemas de clasificación. Podríamos decir que el grado de miedo

de una sociedad se puede medir por su número de sistemas de clasificación.

Pero los sistemas fallan, los diagnósticos pueden fallar. El error fundamental

consiste en creer que un diagnóstico te dice lo que es y lo que no podrá llegar a

48

ser. Esto provoca que nuestras expectativas sobre esa persona queden

limitadas a su diagnóstico, sin estimular y explotar sus posibilidades reales.

- Un esquizofrénico, es una persona con esquizofrenia.

- Un discapacitado, es una persona discapacitada.

Podríamos decir que es un simple cuestión léxica, pero no se queda sólo aquí,

sino que también cuando nos relacionamos con él lo hacemos con "el

esquizofrénico o la discapacidad"; ignorando todo el resto de su persona.

En los casos de patología dual este problema se complica un poco más. Una

persona diagnosticada con discapacidad y un trastorno de personalidad, en

algunos casos será tratada como discapacitada (por .ejm cuando es

incapacitada judicialmente), otros como trastorno de personalidad (por .ejm

cuando accede a un centro de día psiquiátrico) , pero difícilmente será tratada

su persona de forma íntegra.

Cuando tratamos con ella la intentamos explicar las cosas de forma simple,

lenta, haciéndole entender las consecuencias de sus actos. Y nos

sorprendemos cuando de repente un día, nada de lo que hemos hecho hasta

ahora funciona. Sin darnos cuenta hemos ido creando la expectativa de un

aprendizaje lento, pero lineal, progresivo, que sería propio de un discapacitado.

Pero en cambio no sería propio de un trastorno de personalidad, donde éste

hace una interferencia en todos los aspectos de su vida, y el aprendizaje no es

lineal.

Para atender las necesidades de la mejor manera posible, la información es

fundamental. Cuanta más tengamos, más ajustada será nuestra atención.

Cuando estamos ante una persona es importante verla en su totalidad, y el

diagnóstico es una herramienta más que nos facilitará esta tarea.

Si entendemos el diagnóstico como una fuente más de información, entre otros,

conseguiremos que sea una herramienta que sume y no que reste.

49

La idea de estos textos surgió después de constatar en nuestra sociedad, la

falta de estrategias e información sobre aspectos determinantes en nuestras

vidas. A raíz de esto apareció la necesidad de divulgar una serie de

informaciones de la psicología sin que las personas tuvieran la necesidad de

asistir a una terapia psicológica individualizada.

Los dirigimos público en general, con la intención de dar a conocer habilidades

y estrategias en diferentes ámbitos que habitualmente nos resultan difíciles.

Entonces lo ideal será en saber diagnosticar de manera adecuada para

trabajar de la mejor manera.

Los temas que debemos de conocer para un buen tratamiento son los

siguientes.

La relación de pareja

1. Tipologías y modelos de pareja (tradicional, romántico, liberal,…)

2. El nuevo modelo y los nuevos conflictos (vivienda reducida, hijos, trabajo,

independencia,…)

3. Mitos del amor y presiones sociales

4. Los tres elementos de la pareja: el sexo, la amistad y el cuidado

5. La dignidad: la autoestima y la autonomía

6. Filosofía de vida y expectativas vitales: renuncias o adaptaciones?

7. Dudas y desilusiones

8. La buena comunicación

9. La buena sexualidad

10. Fidelidad vs infidelidad

11. El ciclo vital de la pareja: momentos importantes

12. Parejas enfermas y parejas en crisis

13. Los hijos, la familia y los amigos

14. Estrategias para resolver y evitar conflictos

El miedo a hablar en público

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1. Origen del miedo escénico. El miedo a la evaluación negativa

2. Descripción y reestructuración de los miedos que lo alimentan

(inseguridades)

3. Estrategias de comunicación no verbal (volumen, tono, postura, contacto

ocular, gesticulación,…)

4. Estrategias de comunicación verbal (estructura, contenido, síntesis,…)

5. Trucos para controlar equivocaciones e imprevistos

6. ¿Qué esperan los oyentes del orador? ¿En qué se fijan?

7. Exposiciones y revisión

Autoestima y autonomía

1. El concepto de felicidad (expectativas, sociedad, familia,…)

2. Elementos del auto concepto: inteligencia, físico, habilidades, resolución de

problemas,…

3. Autoestima social: identificación y aceptación de la familia y los amigos

4. Las claves de una autoestima saludable; autonomía y autorrealización

5. Las distorsiones perceptivas y cognitivas

6. La idea sobre nosotros mismos, el mundo y el futuro: las creencias

7. Mandatos sociales: presiones, etiquetas

8. Respetarse y revisarse

9. Egoísmo inteligente, egoísmo saludable

Cómo controlar la ansiedad y las preocupaciones

1. Fisiología de la ansiedad

2. Ansiedad adaptativa vs. Ansiedad desadaptativa

3. La parte fisiológica y técnicas para reducir la sobreactivación

4. El papel de los pensamientos y preocupaciones; su confrontación

5. Cómo ganar a las preocupaciones

Las relaciones con los otros

51

1. El ser social (origen, beneficios, inconvenientes,…)

2. Presiones culturales y sociales

3. La mala comunicación vs. La buena comunicación

4. Las distorsiones perceptivas cognitivas

5. Las creencias: principios y filosofías de vida

6. El choque de creencias con los otros

7. La empatía y los pensamientos alternativos

8. Cómo afrontar los conflictos y malentendidos

9. Las habilidades sociales: la asertividad

La terapia psicológica para el síndrome de la fatiga crónica, y la

fibromialgia

La mayor parte de estudios indican que la terapia cognitivo-conductual es la

más eficaz para ayudar psicológicamente a todas las personas que sufren la

SFC y la Fibromialgia así como otras enfermedades crónicas y trastornos

psicológicos. Este tipo de orientación psicológica se basa en el supuesto de

que el pensamiento determina la conducta estableciendo el proceso

"pensamiento-emoción-conducta". Por tanto, la visión concreta delante un

problema o una enfermedad nos hacen sentir de alguna manera y nos hace

adoptar una conducta específica. Pensamos de una manera, o sea, escogemos

una opción cognitiva, la cual nos genera una emoción y luego actuamos en

función de cómo hemos escogido.

El objetivo de la terapia cognitivo-conductual es que la persona pueda valorar

todo su abanico de pensamientos, diferenciados entre los más negativos o des

adaptativos y los más positivos o adaptativos o los cree de nuevo y así pueda

escoger los que sean más realistas y adaptativos para que le generen el

mínimo malestar y la máxima felicidad, o sea, que se adapten al máximo a las

circunstancias. Cabe destacar, por otro lado, que esta tendencia psicológica

establece una relación terapéutica colaborativa donde se enfatiza el rol activo

del paciente implicándose constantemente en la terapia.

52

Dentro de la enfermedad de la SFC y la Fibromialgia se utilizan técnicas como

la reestructuración cognitiva o cambio de pensamientos, la resolución de

problemas y el entrenamiento autoinstruccional, entre otros. Cabe mencionar

que, como la mayor parte de afectados sabéis, el curso que sigue cada

enfermedad es distinto y, por tanto, el estado psicológico también. Es por eso

que muchas personas desarrollan trastornos de ansiedad o de estado de ánimo

a causa de la interferencia que provocan. La variabilidad puede ser muy

brusca: se puede pasar de estar bien a mal (y al revés) en cuestión de horas y,

lo más importante, muchas veces se produce sin avisar.

La constante adaptación a las circunstancias es una característica típica de

estas dos enfermedades y se necesita un buen entrenamiento psicológico para

tolerar y soportar esta variabilidad que lo que hace es "estropear" las

expectativas que teníamos para aquellas horas o aquel día o temporada. Es un

continuo cambio de planificación, de reorganización de lo que teníamos

previsto hacer. Aquí es donde se hace necesario adaptar la terapia a cada

enfermo. No es lo mismo una persona que se pasa semanas en la cama que

otra que puede "ir tirando" con su días "malos".

Sería un error no considerar dos momentos claves de cara a enfocar el

tratamiento.

El primero es la comunicación del diagnóstico al que muchas veces se llega

después de consultar un seguido de especialistas y diagnósticos equivocados

que se pueden alargar algunos meses y hasta algunos años. La terapia está

dirigida a ayudar el conocimiento y la asimilación de la enfermedad, utilizando

la reestructuración cognitiva y la resolución de problemas para mitigar el

impacto emocional que produce al nuevo enfermo el saber qué enfermedad y

pronóstico aproximado tiene. El segundo momento es la persona que ya hace

tiempo que conoce su diagnóstico y que está conviviendo con la enfermedad.

Aprender estrategias psicológicas es esencial para poder adaptarse mejor,

consiguiendo una mayor calidad de vida. Por tanto, volvemos a remarcar la

necesidad de individualizar siempre la terapia evaluando, previamente, el

momento en el cual se encuentra cada afectado y el pronóstico (seguramente

incierto) y mecanismos psicológicos que tiene.

53

A parte del que es más eficaz, el tratamiento individual, también es muy útil la

terapia grupal. Esta tiene muchas ventajas y la principal es que ofrece la

posibilidad de compartir los pensamientos, los sentimientos y en definitiva, las

circunstancias comunas en la mayor parte de los miembros del grupo. La

posibilidad de ver personas que se encuentran con lo mismo y el hecho de

darse soporte es de gran ayuda. Lo más aconsejable es combinar una terapia

individual con una de grupal.

Es importante dar soporte psicológico a todos los cónyuges, familiares y

amigos que lo pidan y, sino, valorar como dan el apoyo ya que, a fin de bien,

muchas personas hacen daño al afectado. El soporte se hace imprescindible

en muchos casos debido a la falta de recursos y consiguiente sentimiento de

impotencia con la que se encuentran las personas más próximas al afectado.

La terapia incluye un seguido de estrategias para todos ellos por tal de

minimizar el impacto de la enfermedad en el entorno de la pareja, familiar y

social.

Poco a poco, estas dos enfermedades se van conociendo pero aún nos falta

recorrer un largo camino para que sean oficialmente reconocidas por la

administración y los ciudadanos. Este hecho ahorraría la incomprensión en la

que la mayoría de personas afectadas están inmersas y que también repercute

en vuestra salud mental. Desde Aquí siempre estaremos a disposición de

ayudar a la asociación y a todas las personas afectadas de estas

enfermedades por tal de hacerles la vida un poco más feliz.

Terapia psicológica para la eyaculación precoz y la impotencia

Es un gabinete privado de psicología clínica formado por varios profesionales

especializados en determinados trastornos. El objetivo que persigue es mejorar

la calidad de vida de las personas.

Sigue una orientación cognitivo-conductual ya que se ha mostrado muy eficaz

para tratar la mayoría de trastornos psicológicos, además de ser la corriente

actual mayoritaria. Se diferencia de otras tendencias psicológicas sobre todo,

por el papel activo que adopta el paciente.

54

El servicio que se ofrece incluye procesos de evaluación, diagnóstico y

tratamiento donde en muchas ocasiones es necesaria una atención

multidisciplinar. Por ello, desde nuestro centro también es posible obtener

tratamiento psiquiátrico. El programa sobre trastornos sexuales masculinos que

a continuación presentamos, forma parte de un problema que muchas veces

tiene una etiología muy complicada. El límite entre la causa orgánica y la causa

psicológica no siempre queda bien delimitado.

A través de nuestra experiencia hemos podido observar como en varias

ocasiones se diagnostica una causa orgánica cuando la causa es psicológica y

también al revés, o casos en que a pesar de ser causa orgánica los miedos

adquiridos y hábitos sexuales inadecuados dificultan el tratamiento.

El hecho de hacer una buena evaluación es esencial para no iniciar una terapia

errónea que perjudique al afectado.

No es más que poder establecer una estrecha colaboración con urólogos para

ofrecer un apoyo psicológico al tratamiento que está recibiendo el paciente,

para complementar y potenciar los efectos o simplemente, concienciar sobre el

importante papel que la psicología puede ejercer en el ámbito de las

disfunciones sexuales masculinas.

Las disfunciones sexuales masculinas

Se hace referencia a las disfunciones más frecuentes en los hombres: la

impotencia y la eyaculación precoz. Dejando para otros programas trastornos

como la falta de deseo sexual o la eyaculación retardada, entre otros.

La repercusión psicológica que ambas disfunciones provocan es muy

importante. La autoestima sexual del hombre que sufre alguno de estos

trastornos acaba derivando en otros problemas psicológicos importantes donde

el más común es la depresión.

El hecho de sentirse como si no fueran realmente hombres es un pensamiento

común que provoca en los afectados sentimientos de vergüenza, ansiedad e

55

impotencia, difíciles de soportar. La interferencia del problema termina

afectando a todos los ámbitos de la vida de la persona, especialmente a nivel

social donde el individuo se ve débil en el entorno. Las causas de estas

disfunciones pueden ser desde miedos diversos de educación religiosa estricta,

dudas en la orientación sexual, cambios en el organismo, diferentes

enfermedades, hábitos sexuales inadecuados, problemas de pareja o

problemas psicológicos, como los más frecuentes.

Puede ocurrir que una disfunción orgánica temporal active los problemas

sexuales y entonces se mantengan condicionados por vía cognitiva.

El miedo más importante es el miedo a la actuación que surge debido a

fracasos en contactos sexuales pasados. El condicionamiento que se instaura

suele provocar la evitación sexual o generar una gran ansiedad que perjudica

gravemente los contactos sexuales posteriores donde cada uno de estos

contactos será una prueba, una autoevaluación.

La presión y la excesiva ansiedad, tanto anticipatoria como durante la relación

elimina la espontaneidad en el contacto sexual, generando posiblemente un

nuevo fracaso.

La persona que sufre alguna de estos problemas siempre tiende a buscar una

causa física para poder recurrir a una pastilla o una inyección que le solucione

el problema. En muchos casos, después de explicarles que el problema es de

causa psicológica, niegan este hecho por miedo a ser vistos como personas

débiles o que tienen trastornos psicológicos, así como tampoco en otros casos,

quieren admitir problemas de pareja.

El papel del otro miembro de la pareja es muy importante y esencial dentro de

la evolución de estas dos disfunciones sexuales. Hay personas que adoptan

una actitud de evitación sexual con el objetivo de minimizar el problema, pero

esto todavía lo agrava más, porque no se hace nada para intentar solucionarlo.

En otros casos, la pareja piensa que el otro es egoísta, desconsiderado o que

es un amante inepto y acaban enfadándose y sintiéndose utilizados.

56

También es cierto que muchas parejas reaccionan con comprensión e intentan

encontrar soluciones y muchas veces esta actitud les provoca, una gran

ansiedad sexual que repercute negativamente en la disfunción. La relación de

pareja, obviamente, se resentirá y deberá tenerse en cuenta este hecho dentro

de la terapia sexual, ya que algunas parejas acaban separándose.

Cabe mencionar, también, las personas que no tienen pareja estable. El hecho

de que padezca algunos de estos problemas les genera una baja autoestima

sexual que en las ocasiones que pueden tener relaciones sexuales las evitan, o

pueden ser frustrantes, lo que generaliza el problema y repercute

negativamente en el estado de ánimo fortaleciendo el condicionamiento.

Propuesta de tratamiento

El tratamiento se hace de forma personalizada para cada paciente a partir de la

evaluación que nos permite determinar si es necesario complementar la terapia

sexual con una terapia psicológica específica para tratar algún determinado

trastorno que puede ser la causa o la consecuencia de la disfunción.

A partir de ahí y en función de la problemática, demanda e interferencia de la

disfunción, se establece el tratamiento a seguir.

Sin embargo, la terapia para tratar las disfunciones sexuales masculinas sigue

unas pautas comunes que a continuación detallaremos.

Como ya hemos mencionado, el papel de la pareja será muy importante y

esencial dentro del tratamiento, por lo que la colaboración será necesaria y el

contacto será constante en muchos puntos del tratamiento. Además, se deberá

valorar si es necesario complementar la terapia sexual con una terapia de

pareja.

En el caso de que una persona acuda a consulta sin tener una pareja estable,

la terapia se hará a través de ejercicios en solitario que dan resultados

igualmente eficaces.

57

Si el afectado sigue tratamiento con un urólogo y, tanto los médicos como los

psicólogos lo encuentran conveniente, el contacto será constante. El objetivo

de la terapia es el de ayudar a la persona que sufre una disfunción, a liberarse

del miedo a actuar y de la constante autoevaluación que hace, junto con

proporcionarle una terapia sexual concreta para superar la disfunción.

Podemos dividir el tratamiento en tres niveles en ambas disfunciones sexuales:

-Nivel fisiológico.

-Nivel cognitivo.

-Nivel conductual.

Nivel fisiológico

Este nivel consiste, principalmente, en reducir el nivel de ansiedad y conseguir

un nivel de activación adecuado.

Para ello se hace un entrenamiento en respiración y relajación con la

modalidad que más se adecue al paciente:

-Relajación progresiva.

-Relajación autógena.

-Relajación a través de la imaginación.

-Técnicas de inervación vagal.

-Entrenamiento en respiración controlada.

Nivel cognitivo

Este ámbito es muy importante porque la evaluación de la disfunción nos habrá

permitido ver cuáles son los pensamientos que más se generan en cada

paciente y qué miedos, sentimientos de culpa y autoevaluación hace.

Técnicas específicas:

-Información sobre el proceso de mantenimiento de la disfunción, potenciando

la asimilación de la misma.

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-Reestructuración cognitiva de pensamientos negativos.

-Técnicas de descentrar la atención para eliminar la ansiedad anticipatoria y

durante la relación sexual.

-Desdramatizar para eliminar el sentimiento de culpa y aumentar el estado de

ánimo.

-Tratamiento referente a mitos sexuales, tabúes e información sexual en

general.

-Proporcionar una clarificación en la orientación sexual, en caso de que sea

necesario.

-Entrenamiento en imaginación para eliminar la ansiedad.

Nivel conductual

Este ámbito incluye un programa específico para cada disfunción sexual que

deberá ser aplicado a través de determinados ejercicios propuestos por los

sexólogos William H. Masters y Virginia E. Johnson. Estos se explicarán en la

sesión y se establecerá en función de la evolución de cada persona.

Eyaculación precoz:

En pareja:

1. Aprender la técnica de la apretada.

2. Utilizarla en juegos sexuales.

3. Utilizarlo en determinadas caricias.

4. Contacto genital-genital utilizando previamente, los pasos anteriores.

5. Coito controlada por la mujer más todos los pasos anteriores.

6. Aprender la técnica de la apretada basilar.

En solitario:

1. Autoexploraciones.

2. Auto estimulación.

3. Método de la parada-inicio.

59

4. Consolidar el método.

5. Método húmedo.

6. Estimulación variada.

7. Consolidarlo en relaciones sexuales.

Impotencia:

No hay distinción en el tratamiento en caso de que los ejercicios se hagan en

pareja a o individualmente. Porque la mayoría son compartidos, excepto las

caricias mutuas que se transforma en auto estimulación y fantasía.

1. Concentración sensitiva.

2. Caricias genitales.

3. Pérdida deliberada de erecciones.

4. Caricias mutuas.

5. Caricias mutuas más fantasía.

6. Contacto genital no exigente.

7. Penetración sensual.

8. Coito y mantenimiento

TERAPIA PSICOLÓGICA PARA EL ESTRÉS DEL CUIDADOR

Es un gabinete privado de psicología clínica que sigue una orientación

cognitivo-conductual.

Esta es la corriente actual mayoritaria y se ha mostrado muy eficaz para tratar

la mayoría de trastornos psicológicos. Se diferencia de otras tendencias

psicológicas, sobre todo, por el papel activo que adquiere el paciente.

Los psicólogos especializados en diferentes trastornos y dentro de estos se

encuentra el que hoy en día se empieza a llamar "síndrome del cuidador". Este

hace referencia a toda la repercusión psicológica y física que sufren las

personas que cuidan a otro que tiene reducida su autonomía debido a un

problema físico o psíquico.

60

Ejemplos de personas que necesitan atención son: demencias, esquizofrenias,

minusvalías y disminuciones psíquicas, entre otros.

La psicología clínica actual prácticamente no interviene en este campo y

creemos que sería necesario potenciarlo para ayudar a los cuidadores a

obtener unas estrategias y un apoyo imprescindible que les permita afrontar

satisfactoriamente la carga psicológica que sufren.

Por todo lo comentado anteriormente, Hemos decidido hacer este programa

específico de tratamiento psicológico.

El estrés del cuidador

La figura del cuidador la podemos encontrar tanto en el ámbito familiar como en

el institucional.

En el primer caso, existe un perfil creciente hoy en día que es el de una mujer

de 50 a 60 años que cuida a alguno de sus padres o familiar de avanzada edad

que sufren una demencia o problemas propios de la vejez. Normalmente

suelen ser amas de casa que ven como en un determinado momento de su

vida deben dedicar mucha parte de su tiempo a atender a las personas de su

entorno familiar que lo requieren.

La creencia interiorizada en nuestra sociedad respecto al deber de cuidar a los

familiares y la falta de recursos económicos para ingresarles en una residencia,

hace que muchos de ellos se queden a vivir con alguno de los hijos. La

consecuencia es la de que alguien debe hacerse cargo de ellos y estar

prácticamente las 24 horas del día pendientes de darles atención.

En el ámbito familiar también hay otra figura del cuidador: son los padres de

mediana o avanzada edad con un hijo enfermo o con falta de autonomía ya sea

esquizofrenia, disminución psíquica o disminución física, como los más

relevantes. Por último, encontramos el cuidador de más de 65 años que

atiende a su pareja con una enfermedad crónica o demencia. Actualmente hay

61

una incidencia creciente en este tipo de cuidador debido al aumento de la

esperanza de vida.

En los tres casos, los cuidadores acaban sufriendo una falta muy importante de

tiempo destinado a ellos mismos o a actividades gratificantes y una sobrecarga

de trabajo ya que deben combinar la actividad laboral propia con la de

cuidador. Su vida pasa a estar completamente dedicada a los demás y al poco

tiempo de encontrarse en esta situación, muchos empiezan a manifestar

síntomas claros de bajo estado de ánimo y de ansiedad que pueden llevar a

desarrollar un trastorno psicológico.

Se pueden imaginar cuáles son las repercusiones en la vida del cuidador. Los

problemas empiezan por poder soportar el día a día cuidando a la otra persona

sin ningún tipo de apoyo por el resto de familiares y sin ningún día de

descanso. Muchas veces, la situación acaba produciendo un deterioro en la

relación familiar tan intenso que la mayoría de familias acaban teniendo una

nula comunicación, al igual que los dos miembros de la pareja en donde está el

cuidador.

Mantener esta situación es lo único que hacen muchos cuidadores ya que

creen que no pueden tener ninguna ayuda o sencillamente es muy difícil poder

encontrar una solución a su situación.

En cuanto al ámbito institucional, también encontramos la figura del cuidador

en enfermeras de hospitales, enfermeras de residencias geriátricas y

trabajadores sociales, entre otros.

Aunque los diferentes tipos de cuidadores mencionados presentan

problemáticas específicas, también coinciden en muchos aspectos como son la

sobrecarga emocional y las dificultades en la relación y la comunicación con el

paciente.

Podríamos seguir explicando muchas consecuencias derivadas de la tarea de

asistir periódicamente a una persona. Por todo ello, la intención es centrarse en

un abanico tan amplio y creciente en nuestra sociedad, es el de ofrecer un

62

apoyo a toda aquella persona cuidadora para obtener una atención psicológica

que adquiera estrategias y consejo para mejorar su calidad de vida dentro de la

situación en la que se ve inmersa.

Programa de tratamiento

Como ya hemos visto, el tipo de vida del cuidador se ve gravemente alterada y

puede afectar a su bienestar psicológico.

El tratamiento que proponemos se centra en tres niveles:

-nivel cognitivo.

-nivel fisiológico.

-nivel conductual.

Nivel cognitivo:

El estado de ánimo se ve claramente afectado por el estado crónico de

sobrecarga de trabajo y de falta de actividades gratificantes, sin mencionar

posibles problemas surgidos como consecuencia de la situación.

Esta será la prioridad a la hora de iniciar el tratamiento que se adaptará a cada

persona en concreto pero que tiene unas pautas generales que a continuación

detallaremos:

-Entrenamiento en adquirir nuevas estrategias psicológicas para hacer frente a

la situación.

-Reestructuración cognitiva de todos los pensamientos negativos surgidos a

raíz del bajo estado de ánimo.

-Técnicas específicas para controlar las preocupaciones excesivas derivadas

de la ansiedad: parada del pensamiento, tiempo limitado dedicado a

preocupaciones,...

-Resolución de problemas para encontrar descargas en su tarea.

-Descarga emocional.

63

-En el caso de fase terminal de una enfermedad o de muerte: preparación y

acompañamiento a la muerte y superación del duelo.

-Terapia de pareja en el caso de que la relación haya salido perjudicada a raíz

de la situación.

Nivel fisiológico:

El nivel fisiológico es también un aspecto importante a tener en cuenta y por lo

tanto, incidir en él.

El objetivo principal es el de reducir la ansiedad que sufre el cuidador debido a

la gran activación que tiene ya la falta de descanso junto con el bajo estado de

ánimo. En este nivel es muy importante el entrenamiento en técnicas de

respiración y de relajación:

-relajación progresiva.

-relajación autógena.

-relajación a través de la imaginación.

-técnicas de inervación vagal.

-entrenamiento en respiración controlada

Nivel conductual:

A nivel conductual hay que potenciar las actividades gratificantes y poder

permitir obtener descanso al cuidador, punto esencial dentro del tratamiento

porque aumenta el estado de ánimo y reduce la ansiedad. Se potenciarán las

rotaciones de cuidadores, si son posibles, y el tiempo destinado a un mismo

donde el cuidador puede optar para distraerse y descansar.

Una parte muy importante del tratamiento son las estrategias destinadas a

mejorar la relación y comunicación con el enfermo que se trabajan mediante

información y entrenamiento.

64

TRATAMIENTO PSICOLÓGICO PARA ENFERMOS CRÓNICOS

Esta es la corriente actual mayoritaria y se ha mostrado muy eficaz para tratar

la mayoría de trastornos psicológicos. Se diferencia de otras tendencias

psicológicas, sobre todo, por el papel activo que adquiere el paciente.

El objetivo principal por el que fue creada es el de ofrecer un servicio

psicológico especializado para mejorar la calidad de vida de las personas.

Uno de los ámbitos donde creemos que es necesario ofrecer un mayor apoyo

psicológico es el de las enfermedades crónicas y las discapacidades físicas y

sensoriales, las cuales comportan una clara repercusión psicológica debido a la

interferencia que provocan en la vida del enfermo y de sus familiares.

Este programa quiere ser una propuesta de tratamiento para ayudar a mejorar

el bienestar de las personas que padecen una enfermedad crónica o una

disminución física o sensorial

LAS ENFERMEDADES CRÓNICAS Y LAS DISCAPACIDADES

FÍSICAS

Diabetes, esclerosis múltiple, Corea de Huntington, cáncer, problemas

cardiovasculares, VIH, dolor, fibromialgia, fatiga, depresiones y trastornos de

ansiedad, forman parte de un largo etcétera de lo que podríamos considerar

enfermedades crónicas.

Una enfermedad crónica es aquella que tiene una larga duración en el tiempo y

muchas veces empeora su sintomatología hasta provocar la muerte.

Sin embargo, no siempre implica que haya de haber un deterioro progresivo y

consiguiente pérdida de calidad de vida del enfermo. En algunas

enfermedades, el afectado puede curarse o mejorar notablemente.

65

Muchas enfermedades generan una disminución física debido a la propia

sintomatología y la evolución de la enfermedad, pero también hay que

mencionar las discapacidades físicas provocadas por accidentes o lesiones.

Hoy en día, los accidentes de tráfico ocupan la primera causa de disminuciones

físicas seguidas por los accidentes laborales.

Tetraplejia, paraplejías, amputaciones, malformaciones genéticas y lesiones

graves, entre otros, llevan a una minusvalía más o menos severa que afecta a

la autonomía del discapacitado.

El programa va dirigido a las personas que son conscientes de que están

sufriendo una enfermedad o una discapacidad. Por lo tanto, podríamos excluir

varias enfermedades mentales o discapacidades psíquicas donde no hay una

plena conciencia. Ejemplos de estas últimas serían algunos tipos de

esquizofrenias, demencias o parálisis cerebrales.

Es importante diferenciar dos momentos a la hora de enfocar el tratamiento

psicológico: el momento del diagnóstico de la enfermedad o de haber sufrido el

accidente, y el de la convivencia día a día con la enfermedad o disminución una

vez superados los primeros tiempos de asimilación. En ambos hay una

importante repercusión psicológica.

La rabia, la impotencia, la negación y la depresión suelen ser las reacciones

cognitivas que tienen los afectados y sus familias durante los primeros días

debido al cambio brusco en las condiciones de vida. Proporcionar ayuda en el

momento de comunicar el diagnóstico y durante estos momentos de

asimilación del problema son esenciales para que el afectado pueda tener unas

estrategias psicológicas que le permitan afrontar mejor la situación.

Las grandes preocupaciones y miedos sobre la evolución de la enfermedad, la

autonomía personal, la carga que percibe el enfermo hacia sus cuidadores, el

cambio de objetivos vitales y en algunos casos sobre la muerte, son aspectos

que suelen generar una gran desesperación que puede llevar a desarrollar un

trastorno psicológico del estado de ánimo o de ansiedad como más frecuentes.

66

La interferencia se suele manifestar en todos los ámbitos de la vida: familiar,

social y laboral provocando severos cambios de rol del afectado en estos, junto

con la incapacidad laboral.

Convivir el día a día con una enfermedad o discapacidad dependerá del grado

de severidad o limitación de la misma. Sin embargo, la repercusión psicológica

siempre estará presente en menor o mayor grado. Por ello, es importante dar

un apoyo psicológico para mejorar la calidad de vida del afectado y evitar o

minimizar posibles trastornos psicológicos comórbidos.

Además, la ayuda de los familiares y amigos es imprescindible para

proporcionar apoyo al afectado. Por eso, muchas veces se trabaja

conjuntamente con ellos, dándoles información y estrategias para que

entiendan mejor el proceso que está viviendo el afectado y por lo tanto, le

puedan dar la atención adecuada.

También se hace necesario en muchos casos, dar un apoyo psicológico a los

familiares debido a la importante repercusión que tiene el problema en ellos. A

continuación presentamos la propuesta de tratamiento que desde Aquí se ha

considerado más adecuada para tratar este tipo de problemas.

Programa de tratamiento

El tratamiento se hace de forma personalizada para cada paciente en función

de sus necesidades y demandas, así como también dependerá del tipo,

pronostico, gravedad e interferencia de la enfermedad o disminución.

Como ya hemos comentado, el tratamiento será específico para los dos

momentos: el de los primeros tiempos de convivencia con el diagnóstico y el de

convivir con el problema.

Sin embargo, la terapia para tratar esta problemática sigue unas pautas

comunes que pueden variar de un tratamiento a otro haciendo más énfasis en

una u otra área.

67

La terapia que ofrecemos, siempre se estructura de acuerdo con los médicos

que llevan al enfermo y el contacto es constante e imprescindible. También se

está en contacto permanente con los familiares y amigos del paciente, como ya

se ha mencionado anteriormente.

Cabe destacar las terapias grupales. Estas se han mostrado muy eficaces en

este tipo de problemáticas porque permiten tener información de la enfermedad

a través de personas que la padecen, aprender diferentes estrategias y tener

un apoyo mutuo. Siempre que haya la oportunidad y el paciente esté de

acuerdo se optará por hacer un tratamiento que combinará la terapia individual

con la grupal.

Por último, cabe decir que en este tipo de terapias se plantean diferentes

objetivos a pesar de que lo que los engloba a todos son los de favorecer la

asimilación, aumentar el estado de ánimo, reducir la ansiedad y los miedos y

potenciar una reinserción social, como más importantes.

El tratamiento actúa en tres niveles:

-nivel fisiológico

-nivel cognitivo

-nivel conductual

Nivel fisiológico:

Muchas veces la interferencia que provoca el problema, genera una ansiedad

permanente que perjudica al afectado agravando la sintomatología de la

enfermedad y potenciando el bajo estado de ánimo. Por ello, en este ámbito, se

trata principalmente de reducir el nivel de ansiedad y conseguir un nivel de

activación adecuado.

Por este motivo se hace un entrenamiento en respiración y relajación con la

modalidad que más se adecue al paciente:

68

-relajación progresiva

-relajación autógena

-relajación a través de la imaginación

-técnicas de inervación vagal

-entrenamiento en respiración controlada.

Nivel cognitivo:

La asimilación de la enfermedad y el convivir día a día con las limitaciones

generan unos pensamientos negativos que son el objetivo a perseguir en el

nivel cognitivo. Estos pensamientos negativos van dirigidos a la pérdida de

esperanza, al miedo al rechazo y a la pérdida de autoestima, entre otros.

Las técnicas más utilizadas son las siguientes:

- Descarga emocional.

-Identificación de pensamientos negativos y reestructuración cognitiva de los

mismos.

-Resolución de problemas ante la nueva situación y las nuevas condiciones

físicas.

-Utilización de la imaginación y la simulación para cambiar pensamientos,

adquirir estrategias y adaptarse a la situación.

-Técnicas específicas para mejorar la autoestima.

-En caso necesario, utilización de técnicas específicas para trabajar las

preocupaciones: parada del pensamiento y tiempo limitado dedicado a las

preocupaciones.

-Entrenamiento en adquirir nuevas estrategias psicológicas para hacer frente a

la situación.

-Además, se le proporciona información sobre su enfermedad y pronóstico una

vez acordada con el médico.

69

-Afrontamiento ante la muerte si la enfermedad es degenerativa y el paciente

presenta miedos y ansiedades.

Nivel conductual:

El estado de ánimo será un aspecto primordial a tener en cuenta en todas las

fases. Para mantener un buen estado de ánimo es necesario tener una vida

relativamente activa, por lo que se acuerda con el paciente una planificación

del tiempo adaptada a sus circunstancias que incluya diversas actividades

gratificantes especialmente a nivel social pero también a nivel individual.

Lo que más destacamos es trabajar favoreciendo nuevas estrategias para

potenciar la autonomía del paciente además de las habilidades sociales que se

pueden ver deterioradas ante el posible cambio en las condiciones físicas. Por

ello, las simulaciones de situaciones ansiógenas y la exposición progresiva a

éstas son esenciales para mejorar la autonomía personal.

TERAPIA PSICOLÓGICA PARA TRASPLANTES E

INTERVENCIONES QUIRÚRGICAS

Esta es la corriente actual mayoritaria y se ha mostrado muy eficaz para tratar

la mayoría de trastornos psicológicos. Se diferencia de otras tendencias

psicológicas, sobre todo, por el papel activo que adquiere el paciente.

El objetivo principal por el que fue creada es el de ofrecer un servicio

psicológico especializado para mejorar la calidad de vida de las personas.

La Unidad está formada por un equipo de psicólogos especializados en

determinados trastornos y entre ellos, uno de los más destacados es el

tratamiento psicológico para afrontar operaciones y trasplantes.

En la mayoría de casos aparece un trastorno de ansiedad y/o afectivo como

consecuencia de la nueva situación. Mantener un buen estado de ánimo y

asimilar el problema son imprescindibles para afrontarlo, reducir su impacto y

70

favorecer una más rápida recuperación. Desde nuestro centro estamos

impulsando este tipo de terapia psicológica porque consideramos muy

importante introducir la psicología en muchos campos en los que actualmente

no actúa como sería conveniente.

Operaciones y trasplantes

Son muchas las personas que en algún momento de su vida sufren una

enfermedad o un accidente que hace que tengan que someterse a una

delicada operación o trasplante.

Cualquiera de estas situaciones supone grandes cambios en sus vidas y

alteran totalmente su jerarquía de prioridades: ahora el problema pasa a primer

plano. Se convierte en un factor estresante y es en este momento que aparece

es cuando es necesario buscar ayuda para obtener apoyo.

La experiencia de operaciones anteriores no suele ayudar mucho a la persona

a reducir su gran ansiedad.

Muchas veces, la persona termina luchando contra dos frentes diferentes: la

enfermedad y su afectación psicológica.

Por todo ello, creemos que es imprescindible ofrecer a los enfermos una

asistencia integral que incluya desde el tratamiento médico al psicológico para

que puedan asumir la nueva situación por la que están pasando y consigan

afrontarla satisfactoriamente.

Desde Aquí pensamos que el aspecto psicológico es una parte esencial para

adaptarse con éxito a estas situaciones. Por este motivo, la terapia de este tipo

de problemas es una de nuestras principales especialidades. Este programa

quiere ser una propuesta de ayuda. Va dirigido principalmente a los propios

enfermos pero también a los familiares, amigos y médicos que muchas veces

se ven superados por la situación y no saben cómo ayudar o preparar al

enfermo.

71

En el caso de los familiares y amigos, nuestro centro también ofrece un

tratamiento específico para ayudar a dar un apoyo más beneficioso al enfermo

así como estrategias para afrontar el estrés que supone la nueva situación.

A continuación os presentamos un resumen abreviado del tratamiento que

seguimos actualmente y que ofrece resultados muy positivos.

Programa de tratamiento

El tratamiento se hace de forma personalizada para cada paciente en función

de sus necesidades y demandas, así como también dependerá de si se trata

de un preoperatorio, un post-operatorio o un trasplante. Sin embargo, la terapia

para tratar esta problemática sigue unas pautas comunes que pueden variar de

un tratamiento a otro haciendo más énfasis en una u otra área.

Por ejemplo, en el caso del pre-operatorio, la falta de información y los miedos

llevan a una gran ansiedad en la mayoría de pacientes con la consiguiente falta

de recursos para afrontar la situación.

En el post-operatorio es muy importante el estado de ánimo para poder agilizar

la recuperación. Un cambio en las condiciones físicas, especialmente si es ya

para siempre, es un aspecto muy importante a tener en cuenta y donde

creemos que el tratamiento psicológico puede ayudar a asumir la nueva

condición y aprender estrategias.

En cambio, en el trasplante aparecen miedos específicos como: miedo a

órganos de otras personas, estrés, rechazo, miedo a sufrir más operaciones,

etc. La terapia que ofrecemos siempre se estructura de acuerdo con los

médicos que llevan el enfermo y el contacto es constante e imprescindible.

También se está en contacto permanente con los familiares y amigos del

paciente, como ya se ha comentado anteriormente.

Debemos destacar, las terapias grupales, ya que son muy eficaces en la

mayoría de trastornos psicológicos pero especialmente en este tipo de

problemas. Proporcionar información directa, coincidir con otros enfermos con

72

el mismo problema y ver lo que han pasado ayuda al enfermo a generar

estrategias y reducir sus miedos a través de la ayuda mutua. Siempre que haya

la oportunidad y el paciente esté de acuerdo se optará por hacer un tratamiento

que combinará la terapia individual con la grupal.

Por último, cabe decir que en este tipo de terapias se plantean diferentes

objetivos a pesar de que lo que los engloba a todos es el de conseguir una

calidad de vida satisfactoria previa a la operación y también después de ésta

con las nuevas circunstancias.

El tratamiento actúa en tres niveles:

-nivel fisiológico

-nivel cognitivo

-nivel conductual

Nivel fisiológico:

En este nivel se trata, principalmente, de reducir el nivel de ansiedad y

conseguir un nivel de activación adecuado.

Por ello se hace un entrenamiento en respiración y relajación con la modalidad

que más se adecue al paciente:

-relajación progresiva

-relajación autógena

-relajación a través de la imaginación

-técnicas de inervación vagal

-entrenamiento en respiración controlada

Nivel cognitivo:

A nivel psicológico se tratan los miedos (a la muerte, a la operación, el dolor, la

pérdida de autonomía, el rechazo de un órgano de otra persona,...), los

pensamientos negativos y las preocupaciones que surgen a raíz del problema.

73

En el caso de que las condiciones físicas se hayan deteriorado tras la

operación y se mantengan así mucho tiempo o para siempre, se hace un

replanteamiento de los objetivos adaptados a las nuevas circunstancias,

intentando mantener una calidad de vida satisfactoria.

Para intervenir en este campo se utilizan las siguientes técnicas:

-identificación de pensamientos negativos y reestructuración cognitiva de los

mismos. Utilización de la imaginación y la simulación para cambiar

pensamientos, adquirir estrategias y adaptarse a la situación.

-En caso necesario, utilización de técnicas específicas para trabajar las

preocupaciones: parada del pensamiento, tiempo limitado dedicado a las

preocupaciones y resolución de problemas.

-Entrenamiento en adquirir nuevas estrategias psicológicas para hacer frente a

la situación.

-Además, se le proporciona información sobre su enfermedad y pronóstico una

vez acordada con el médico.

Nivel conductual:

A nivel conductual es donde podremos ver realmente los efectos de la terapia

ya que el paciente se tendrá que enfrentar a sus miedos con los nuevos

recursos que ha aprendido.

Toda la terapia cognitiva irá acompañada de exposiciones graduales en

imaginación y en vivo de las situaciones temidas o similares ya que en el caso

de las operaciones no se podrá entrenar en una operación previa a la

operación real.

El estado de ánimo será un aspecto primordial a tener en cuenta en todas las

fases. Para mantener un buen estado de ánimo es necesario tener una vida

relativamente activa, por lo que se acuerda con el paciente una planificación

74

del tiempo adaptada a sus circunstancias que incluya diversas actividades

gratificantes.

Por último, destacar que también hacemos mucho énfasis en potenciar la

autonomía del paciente trabajando diferentes aspectos además de las

habilidades sociales que se pueden ver deterioradas ante el posible cambio en

las condiciones físicas.

TERAPIA PSICOLÓGICA PARA EL SÍNDROME DE LA FATIGA

CRÓNICA, FIBROMIALGIA Y DOLOR CRÓNICO

Intervención en tres niveles: fisiológico, cognitivo y conductual:

Fisiológico

-Entrenamiento en respiración controlada.

-Entrenamiento en relajación progresiva.

Cognitivo

-Cambio de pensamientos (Reestructuración cognitiva) para ayudar a enfocar

positivamente la enfermedad y favorecer una mayor asimilación y aceptación,

mejorando las emociones.

-Trabajar los errores cognitivos más importantes.

-Reducir la hipervigilancia los pensamientos negativos y los síntomas.

-Estrategias para parar o reducir preocupaciones y obsesiones.

-Estrategias de afrontamiento a las diversas consecuencias que provoca el

SFC: los días malos, cambio de expectativas. Fenómeno "empuje-derrumbe".

-¿Cómo hacer frente a la incomprensión? "La enfermedad imaginaria".

Incomprensión de la pareja, hijos, familia, amigos, entorno social y sobre todo

médicos y enfermeras.

75

-El cambio de rol dentro de la pareja, familia, entorno social y laboral.

-Entrenamiento en resolución de problemas.

-Las fases psicológicas de la enfermedad: negación, rabia, negociación,

depresión aceptación.

-Control de la irritabilidad, la ansiedad cognitiva y el bajo estado de ánimo.

Preocupaciones y miedos

-La preocupación a ser una carga para los demás.

-El miedo a empeorar progresivamente.

-El miedo a la renuncia de muchas cosas.

-El miedo a no poder hacerlo resistir más.

-El miedo a quedarse solo.

Conductual

-Entrenamiento en mejorar las habilidades sociales: saber decir que no,

expresar el malestar, no "encerrarse" en sí mismo.

-Mejorar los problemas de concentración y memoria propios de la enfermedad.

-Regulación del ejercicio físico diario.

-Evitar situaciones estresantes.

-Higiene del sueño: estrategias para reducir el insomnio y la hipersomnia.

-Pautas alimentarias.

-Pautar actividades gratificantes frecuentes.

-Patrón de vida ordenado.

-Problemas de sexualidad.

CASO CLÍNICO DE DEPRESIÓN

• Evaluación.

76

R.B.M es un hombre de 48 años de edad que acude a consulta aquejado de

tristeza, soledad, irritabilidad y alta sensibilidad; también sentimientos de

fracaso como persona, padre y como ser humano, además de desánimo y

cansancio por vivir, pelear por ello y hacerlo mal.

Afirma sentirse así desde hace tres meses cuando se dio cuenta de que perdía

a la mujer que quería. Desde entonces este estado es más o menos

permanente a lo largo del día con picos de 9-10 en intensidad (de 0 a 10) que

pueden durar hasta una hora.

Estos momentos más críticos, suelen surgir en cualquier situación o lugar y

ante cualquier persona. Dice que, a veces, en primer lugar siente algo o bien es

una imagen o hecho lo que hace que surja ese malestar.

Cuando ocurre, R.B.M siente tristeza y angustia, no sabe qué hacer ni cómo

actuar; suele pensar en sus hijos y mujer, en su vida y comportamiento pasado,

y lo único que hace es procurar estar solo, continuar con lo que estaba

haciendo y/o ir a la Iglesia a rezar. Afirma que rezar y llorar en esos momentos

es lo único que le alivia, se siente más tranquilo y contento.

Reconoce que todo esto ha afectado a su vida laboral y personal; su

rendimiento ha disminuido y ya no practica hobbies que antes sí que solía

hacer. Le gustaba leer y estudiar, salir a pasear y, los fines de semana, ir al

campo (la agricultura) y dedicar horas a la bodega y los vinos.

Su red social siempre ha sido estrecha (todos sus reforzadores son

individuales) pero también dice que su relación con los demás ha empeorado.

Hoy por hoy sólo sale a pasear y no tanto como antes. Los fines de semana

van al campo, pero no hace nada, sólo visitar a su familia. Afirma: “ahora lo

único que hago es ver la televisión”, cosa que le horrorizaba.

R.B.M es una persona rígida en su estilo cognitivo, muy conservadora e

incluso, algo machista. Reconoce que en su vida nunca había llorado, ni en

77

pérdidas de seres queridos, y que ahora “me siento como un tonto cuando

tengo ganas de llorar”.

Está separado desde hace dos años y tiene tres hijos de este matrimonio.

Comenta que la relación actual con su ex mujer es muy buena: él mantiene

económicamente a ella y a sus hijos, hablan casi todos los días y dice que:

“sólo faltaría que tuviéramos relaciones sexuales”. Su mujer querría volver pero

él en estos momentos no quiere.

Actualmente, su ex mujer vive en Trujillo con los dos hijos pequeños y él vive

en Huancayo con el hijo mayor.

Los padres de R.B.M también viven en Trujillo, en un pueblo que a él le

encanta ir los fines de semana a verlos, trabajar en el campo y en sus bodegas.

La relación con sus padres la califica de extraordinaria; son muy importantes

para él, al igual que su hijo el mayor.

Su estatus socio-económico es bastante bueno, es licenciado en Derecho y

actualmente, pertenece a la dirección de una importante entidad bancaria. Dice

que su trabajo le gusta y le divierte mucho, pero que a veces es dura porque

viaja bastante y no tiene un horario fijo de trabajo; ha de estar las 24 horas del

día disponible.

Tras un año de su separación, conoció a una mujer. Buscaba una asistenta y

acudió a la casa cuna, donde le recomendaron a R., una chica ecuatoriana, y él

la contrató. Con el paso del tiempo, él se enamoró y estuvieron, hasta hace tres

meses, viviendo juntos.

78

Él reconoce que R. siempre había sido una mujer problemática por la vida que

había llevado (drogas, prostitución…..) pero decidió darlo todo por ella y por su

hija. Debido a los problemas psicológicos que R. padecía, un día decidió irse

sin avisar, desapareció. Al tiempo, él tuvo noticias de ella porque apareció en

un pésimo estado en otra casa de acogida de Barcelona. Él fue a buscarla y la

envió a su país con su hija para que sus padres cuidaran de ella.

Actualmente, R.B.M les envía dinero todos los meses a Ecuador y tiene

muchas dudas sobre qué hacer, cómo actuar ante esta situación.

Reconoce que esto es lo que no le deja vivir y lo que, hoy por hoy, le provoca

es sensación de tristeza y desamor.

En su familia, todos están al corriente de la situación menos sus padres, pero

no recibe apoyo de nadie.

R.B.M no ha hecho nunca nada por intentar solucionar el problema, de hecho

sus expectativas hacia la terapia eran bajas y había acudido a consulta porque

“una compañera de trabajo los conocía”. No había recibido nunca un

tratamiento psicológico y no tomaba ningún tipo de medicación.

Su dieta estaba bastante desequilibrada y su patrón de sueño era regular

aunque insuficiente (5 horas diarias).

No tenía claro cómo le podíamos ayudar, lo único que deseaba era “salir de

esta sensación de fracaso”.

-Material empleado:

*Historia Personal

*B.D.I

*Cuestionario de pensamientos automáticos (Hollon y Kendall, 1980)

79

*Autor registros A-B-C.

ANÁLISIS FUNCIONAL

Estímulos R. Cognitiva R. Fisiológica R. Motora Consecuencias

Ext.: hechos “mi vida es ganas de llorar* llanto*refuerzo o situaciones un

fracaso “irritabilidad*inhibición de negativo que le hacen “debo hacer pena

conductas interno pensar en su feliz a los hipersensibilidad re forzantes vida.

Demás”desánimo*actividades*culpa “algo he hecho compensatorias: ir Unos:

recuerdos mal” a la iglesia, rezar. O imágenes. “es mi culpa” “estoy solo”

Explicación de la hipótesis.

Como podemos observar el grado de vulnerabilidad hacia la depresión de

R.B.M es bastante alto: tiene falta de vida re forzante, un estilo cognitivo rígido

y déficit de resolución de problemas.

El detonante del origen de su depresión fue la existencia de una pérdida

simbólica, que en este caso sería la chica (R.), que hizo que el cliente tuviera

una pérdida de reforzadores significativa (derivada de la inhibición conductual)

y un aumento de la aversividad (la existencia de problemas en la vida de R.:

aversión del medio).

Al mismo tiempo, la separación de su mujer hace dos años, podría ser

considerada como ruptura de una cadena conductual que apoyara la aparición

de las demás variables.

Además, hay que tener en cuenta las variables biológicas como el patrón de

sueño insuficiente, la dieta desequilibrada y el escaso ejercicio físico.

Mantenimiento

80

R.B.M al haber “perdido” a R. y haber dejado de poner en práctica sus

reforzadores positivos, entra en un estado de irritabilidad, llanto y desánimo

que hace que su inhibición conductual aumente. A su vez, el hecho de dejar de

hacer cosas positivas, hace que la vida re forzante del cliente vaya

disminuyendo y su estado emocional cada vez sea peor, con lo que también

aumentará, progresivamente, la inhibición conductual, entrando así en el

conocido “Círculo vicioso de la depresión”.

Terapia.

La primera técnica de elección en el tratamiento para la depresión de R.B.M fue

la Resolución de Problemas de Nezu, Nezu y Perri, debido a la existencia de

una clara aversión del medio: el cliente planteaba que necesitaba tomar una

decisión respecto al tema de R.

R.B.M tenía claro lo que él quería y deseaba con respecto a R., pero su toma

de decisión no estaba tan clara debido a las dudas que él tenía sobre lo que

ella sentía hacia él (no estaba seguro de que los sentimientos de ella fueran

realmente de amor). Por ello, decidimos hacer un experimento conductual a

través del cual pudiéramos descubrir si R. sentía algo por él o no. Mi cliente,

día a día, debía ir observando y registrando la conducta de R. para ver si

realizaba conductas típicas de una persona que posee sentimientos de amor

hacia otra, conductas que anteriormente habíamos acordado nosotros en

sesión y que él, personalmente, consideraba que eran relevantes.

Así finalmente llegó a poder tomar su decisión teniendo datos claros a los que

aferrarse. Paralelamente a esta técnica, pusimos en marcha un Programa de

Actividades Agradables para así tratar de “romper” ese círculo de la depresión

mediante una disminución de la inhibición conductual. Cuando llegamos ya a la

puesta en marcha de la decisión tomada y el Programa de Actividades

Agradables seguía su curso, introdujimos la Terapia Cognitiva para rebatir

aquellos pensamientos negativos automáticos que le provocaban el dolor

emocional, tales como:

81

“este mundo es un desastre”“doy todo por ella y mira como me lo paga”

“tengo que ayudarla”“estoy solo”

“algo he hecho mal”“mi vida es un desastre”

“necesita mi ayuda”“soy un fracaso”

Así, progresivamente, su estado de ánimo fue subiendo y su vida se fue

estabilizando.

Debido a su estilo de vida laboral, R.B.M siempre presentaba problemas de

horarios, pero tanto sus dietas como su patrón de sueño fueron mejorando a la

vez que la terapia se iba llevando a cabo.

• Seguimiento.

Las últimas sesiones de la terapia fueron dedicadas a explicarle y enseñarle a

R.B.M técnicas y estrategias que él debía poner en práctica de ahora en

adelante para que todo lo aprendido lo pudiera emplear ante cualquier

problema que le surgiera en su vida.

� Programamos un enriquecimiento ambiental: debía buscar actividades

nuevas y de diferentes áreas a las que ya tenía y, también, que

implicaran a más personas. Ya que sus refuerzos actuales eran

mayoritariamente individuales.

� Hizo un listado de todos sus positivos: consistía en leerlo de vez en

cuando y tratar de hablar de sus virtudes para que aumentara su

autoestima.

� En sesión, le ayudé a hacer un resumen de la técnica de resolución de

problemas para que viera la aplicación práctica a su vida cotidiana

(generalización).

82

� Como tarea para casa tuvo que hacer un resumen de todo lo aprendido

sobre su depresión y el tratamiento, las técnicas que había aprendido.

Así en cualquier momento lo podría consultar.

Comprobamos que conocía perfectamente las técnicas a emplear para la

depresión, entonces como prevención de recaídas, elaboró un listado con

posibles problemas o desgracias que pudieran surgirle en su vida, cómo creía

él que reaccionaría (cognitiva, fisiológica y conductualmente) y qué tendría que

hacer para superarlo.

Así R.B.M estará preparado para reaccionar de una manera racional ante

situaciones problemáticas futuras.

CASO PSICOLÓGICO, ANÁLISIS DE LA

PROBLEMÁTICA DEL SUJETO.

CASO CLÍNICO:

Lourdes tiene 21 años, estudia tercero de económica. Es una joven con una

presencia física normal de la que podríamos destacar su altura (mide casi

1,80mt).

Acude al psicólogo porque desde hace algún tiempo se siente cada vez más

insegura en el ámbito de las relaciones sociales.

Desde pequeña y debido a su altura se ha sentido algo inhibida a la hora de

relacionarse con los compañeros. En el colegio recuerda haberlo pasado muy

mal en la etapa de la adolescencia ya que se sentía rechazada Algunos

compañeros la llamaban “jirafa” por lo que en más de una ocasión me tuve que

enfadar. Todas podían presumir más que ella, aunque al ser muy buena en los

estudios, terminaban por aceptarla. Su seguridad personal era muy baja.

Todas sus amigas eran más bajas y a los chicos de la clase parecía como si

les diera vergüenza acercarse a ella. Sin embargo, al seguir relacionándose

con los mismos compañeros esas dificultades se fueron solventando y en los

83

cursos posteriores no tuvo grandes problemas. Es más consiguió hacer un

grupo de amigos muy bueno.

Al llegar a la universidad se volvió a sentir muy insegura. El cambio fue muy

brusco, la gente le parecía muy independiente, como seguía en relación con

sus amigos del colegio, quería pasar desapercibida pero por su altura le era

muy difícil. También, le resultó difícil el comienzo de los estudios de la carrera,

por lo que se centró en sacar las mejores notas y así ha ido pasando el tiempo.

El año anterior empezó a relacionarse con la gente de su grupo, pero con

grandes dificultades. No sabe cómo acercarse ni cómo comportarse. Está muy

pendiente de cómo lo hace, de lo que dice, de la reacción de los demás, de lo

que puedan decir o pensar de ella……

Lo que ya se le había olvidado “su miedo al rechazo”, ha vuelto a aparecer. Así,

muchas veces teme que le vuelva a pasar lo mismo que en el colegio con lo de

“jirafa” y se angustia cuando nota que los demás no responden como ella

espera que lo hagan.

En algunas ocasiones, está evitando el acercarse o quedar con los de clase, si

no se acercan a ella, Lourdes se bloquea, se siente muy tensa y “antes de

meter la pata” se va.

Su objetivo al acudir al psicólogo es el de llegar a ser capaz de poder

relacionarse con los compañeros de la facultad de una manera natural, incluso

le encantaría hacer amigos nuevos. Sí que hay personas que parecen afines a

ella, pero no sabe cómo entablar alguna relación.

Nota: se ha elegido que la cliente sea Lourdes con una altura de 1,80, pero se

podría plantear de la misma forma que el cliente sea Luis con 1,50mt. De

altura)

OBJETIVO

Desarrollar el entrenamiento en alguna habilidad social adecuada a los

objetivos que plantea Lourdes basándose en la técnica de Aprendizaje por

modelos.

84

METODOLOGIA

Se realiza en pareja ya que así se puede aplicar dicha técnica a un compañero

(supuestamente Lourdes).

Revisar la bibliografía del tema, así como el material de dicho tema.

Se pueden tratar aquellas conductas que el alumno plantee le causan algún

problema. Es importante tener en cuenta que en el caso de Lourdes se ha

dejado abierta la posibilidad de entrenar cualquier habilidad social, por lo que si

el alumno tiene alguna dificultad propia, ésta se podría utilizar para el desarrollo

de la práctica.

Pasos:

1. Definir la conducta problema.

2. Registro de la conducta y las características más significativas de la misma.

3. Elección de la conducta objeto del entrenamiento

4. Diseño del programa de intervención

5. Aplicación de la técnica y registro de la ejecución

6. Revisión de los objetivos que se han conseguido. Modificaciones que haya

que hacer.

1. Elegir un momento en que la persona se encuentre mal,

buscar otras situaciones:

Según manifiesta la paciente en la entrevista inicial el problema viene dándose

desde hace aproximadamente un año. La paciente tiene 19 años y hace un año

que ha empezado la facultad, ha cambiado de grupo de amigos, ahora sale con

los compañeros de la universidad y según ha dicho en los últimos meses ha

cogido dos kilos, aunque visiblemente se la ve delgada, según manifiesta no se

siente del todo contenta con su cuerpo. Sus notas al entrar en la universidad

han empeorado con respecto al instituto, aunque aprueba casi todo las notas

son las deseables para ella.

85

Según hemos visto en el auto registró y en una entrevista inicial con el cliente,

en el momento actual está en el mes en el que precede a los exámenes. Según

pone de manifiesto siente mucha ansiedad y estrés ante los exámenes que no

la dejan concentrarse y hace que tenga un bajo rendimiento académico. Según

se ve en el auto registro esos problemas de ansiedad vienen propiciados por

pensamientos irracionales que hacen que el sujeto desadapte su conducta. La

persona se encuentra mal a medida que llega la época de exámenes, esa

ansiedad va en incremento a medida que se van acercando y tiene un máximo

apogeo cuando realiza conductas dirigidas a la preparación del examen,

porque según manifiesta se siente incapaz de sacar los exámenes con éxito.

En definitiva los pensamientos más fuertes y recurrentes se suelen producir

cuando el cliente está estudiando o preparando los exámenes. Fuera de este

contexto vemos un nivel de ansiedad medio que se generaliza a un mal estar

constante que le impide estar con ganas de salir, hablar con los compañeros.

Esta extrema preocupación se hace más marcada a medida que llega junio

provocando un leve aislamiento social, ya que intenta estudiar mucho rato pero

no lo consigue.

Este problema a parte del ámbito académico también se extrapola a otras

situaciones, a la hora de arreglarse para salir. Como podemos ver en el auto

registro esa conducta se da sobre todo los fines de semana e incluye al igual

que la anterior, pensamientos irracionales que marcan la conducta del cliente.

86

2. Auto registro

87

3. Buscar y determinar la creencia disfuncional que subyace en

dichos pensamientos:

Los tipos de distorsiones cognitivas que establece la paciente en torno a su

caso es la generalización y la personalización.

La generalización es entender un problema de manera general y extrapolarlo a

otros ámbitos, por ejemplo a la paciente le ha podido ir mal en los exámenes

del área de zoología y pero no en genética sin embargo va a extrapolar esos

resultados a verlos como unos resultados generales de todo cuatrimestre, esto

hará que cuando vuelva a enfrentarse a los exámenes sus creencias

irracionales del tipo “no se me da nada bien”, “Todas las asignaturas son muy

difíciles y no veo con fuerzas” se hagan más generalizados a la hora de

estudiar cualquier materia.

En cuanto a la personalización es un error de atribución en el cual el sujeto ha

establecido una relación causal entre malas notas-baja competencia, atribuye

todas las causas de los acontecimientos a factores internos y no compara con

88

las notas de sus compañeros por si el examen era muy exigente o no ve el

cambio que se ha producido del instituto a la universidad y como eso afecta al

rendimiento escolar.

4. Parámetros que hacen de esta creencia disfuncional.

Estas creencias son irracionales porque no se han puesto a prueba en una

contrastación observable y objetivable. El sujeto ha atribuido su fracaso a

factores internos sin tener en cuenta los cambios que se han producido en su

vida en el último año, esto hace de esa creencia que sea irracional, porque un

buen mecanismo de afrontamiento sería tener en cuenta esos cambios y actuar

en consecuencia a ellos para mejorar la visión general que se tiene del estudio

universitario.

Otra manera de contrastar estas creencias sería coger el boletín de

calificaciones de la universidad del primer cuatrimestre y hacer ver a la

paciente que el problema no es generalizable a todas las asignaturas, con lo

cual convierte a estas creencias en no objetivas pues ha aprobado el 70% de

las asignaturas con calificaciones medias y ha suspendido un 30%. Estos datos

también el terapeuta los puede comparar con el rendimiento obtenido de sus

compañeros, en cuanto a que pida a la cliente que hable con sus compañeros

de clase y pregunte si les ha pasado el mismo problema: Disminución de las

notas en comparación con el instituto, más suspensos…Esto hará que la

paciente se dé cuenta de que no es un problema personal sino que es un

problema general de adaptación inicial a la metodología y evaluación

universitaria que ocurre en el 80% de los estudiantes según fuentes del

Instituto Nacional de Estadística.

Para determinar todo esto se va a utilizar la terapia racional-emotiva de Ellis

(modelo ABC) donde las creencias irracionales desajustan emocionalmente el

paciente y le lleva a actuar en consecuencia con sus emociones. La terapia se

va a centrar en el cambio de los pensamientos irracionales en pensamientos

más adaptados que produzcan emociones adecuadas y conductas apropiadas.

El tipo de ansiedad que presenta es una ansiedad perturbadora en la cual la

paciente cree que debe hacer las cosas bien para no sentir amenaza sobre su

vida, y no hacerlo bien resulta terrible para ella.

Los objetivos-metas que se van a trabajar son:

89

- Alta tolerancia a la frustración.

- Auto-aceptación

- Flexibilidad

- Tolerancia

- Dirección apropiada

Una vez establecida una relación terapéutica adecuada (donde el psicólogo

juega un papel activo, empático y comunicativo) se va a establecer los

parámetros que ya hemos comentado antes que hacen de una creencia

irracional.

A continuación se van a sustituir mediante el modelo ABC DE de Ellis las

creencias adaptativas para sustituirlas.

El análisis funcional nos va a servir para buscar las “C”, que son las conductas,

para así determinar los acontecimientos activadores “A” y centrar las “B” que

son los tipos de creencias racionales o irracionales.

Una vez establecido ese análisis y comprobado empíricamente la validez de las

creencias por parte del sujeto se va a proceder al paso “D” del modelo, que es

la discusión. Esta discusión se va a realizar mediante preguntas retóricas del

terapeuta al paciente, en la cual se van a determinas los parámetros de sus

creencias irracionales, se va hacer distinción entre lo racional y lo irracional y

se va a trabajar en creencias adaptativas observables y objetivables.

Para el desarrollo de la técnica se van a emplear múltiples métodos cognitivos,

conductuales y emotivos.

Dentro de los cognitivos se va utilizar reestructuración, método socrático y

persuasión verbal. En cuanto a los conductuales se va a utilizar refuerzo y en la

emotiva se va a emplear Imaginación Racional emotiva.

Fuera del ámbito de consulta se le va a proporcional al cliente una serie de

tareas que deber realizar en casa o en el contexto real:

- Auto registros

- Auto instrucciones racionales “Seguro que si estudio apruebo”

- Lenguaje activo “Yo puedo con esto y con más”, “voy a concentrarme”

Por último se va a sustituir las creencias irracionales por creencias adaptativas

mediante la deshabituación-habituación que va a provocar las técnicas

anteriormente expuestas.

90

5. Buscar otra creencia más ajustada:

Utilizando las técnicas del apartado anterior se van a ir metiendo pensamientos

del tipo:

“Si me concentro bien aprobaré”.

“A todos nos han bajado un poco las notas”.

“Debo valorarme más y no pensar que todo me queda mal”.

“Si estudio de una manera más eficaz no tendré problemas”.

“Yo puedo superar esto”.

“Creo en mi misma y en mis capacidades”.

“Voy a sacar partido de las cosas que me gustan de mi cuerpo”.

Todas estas creencias son racionales porque se pueden contrastar y observar,

ya que si el sujeto las pone en práctica verá resultados y disminuirá sus niveles

de estrés y ansiedad ante los exámenes lo que hará que se concentre más y

por ende consiga mejores notas. En cuanto a la segunda conducta que nos

ocupa si ella se valora así misma y saca partido de sus virtudes aumentará su

auto concepto y por lo tanto disminuirá el estrés ante la elección de la ropa.

La mejor manera de hacerle ver al sujeto que una creencia racional lo es,

consiste en ponerla a prueba y que el cliente vea los beneficios de la

sustitución.

Hay que tener en cuenta que los objetivos se deben adaptar al cliente siendo

para este alcanzables y apropiados. El cliente debe quitarse los miedos a

enfrentarse a sus creencias por tener crisis de identidad del yo, miedo a la

mediocridad u odio así mismo. Ya que puede creer que si descubre que esas

creencias son ciertas, o que forman parte de su personalidad y cambiarlas

perdería su esencia del yo o querer que éstas desaparezcan rápidamente

puede provocar estas desadaptaciones.

6. Consecuencias:

El sujeto reduce sus niveles de estrés y ansiedad y mejora en la consecución

de las conductas de estudio, siendo estás más productivas y motivantes para el

cliente.

También aumenta su autoestima y auto concepto en cuanto a la sensación de

competencia, percepción física…

91

Muestra una alta tolerancia a frustración y se la ha entrenado a que cuando

haya acontecimientos negativos en su vida no solo busque causas internas

sino también externas y que siempre que encuentre causas las ponga a prueba

para disminuir la probabilidad de la aparición de pensamientos desadaptativos.

El sujeto está más regulado, funciona mejor y posee un rendimiento escolar

adecuado.

INTERVENCIÓN EN FOBIA SOCIAL: CASO CLÍNICO.

Datos personales y motivo de consulta

Nombre y apellidos: M.B.F.

Edad: 19 años.

Residencia: Madrid

Estado civil: soltera

Estudios: realiza el primer curso de psicología.

Primera consulta: 9 de Enero de 1997

El motivo de consulta se debe a las altas puntuaciones obtenidas en el I.S.R.A.

Miguel Tobar, y Cano Vindel, 1994) cuando lo utilizó en las prácticas de la

clase. Dice ser una persona nerviosa, especialmente ante las demás personas

y cuando tiene que hacer algo en Público o conocer gente nueva.

Breve historia personal

En el momento de acudir a consulta M. es una chica de 19 años que está estudiando

1º de Psicología en la facultad, y que el año anterior había estado estudiando 1º de

Geológicas, estudios que dejó porque "no estaba nada a gusto con la gente" que

encontró en esa facultad, si bien es cierto que hizo algunas amigas; reconoce

también que las materias a estudiar le resultaban un poco duras y no demasiado

atractivas, después de los exámenes de junio sólo había conseguido aprobar cuatro

asignaturas, ni siquiera la mitad, de las que tenía. En el verano decidió cambiar de

carrera y empezar con Psicología, decisión que tomó a espaldas de su padre y por la

que se enfrentó a él, quién no creía que Psicología fuese una carrera

92

Adecuada, especialmente para su hija, para la que desaría algo más relacionado con

la economía, las ingenierías o materias consideradas clásicamente científicas.

También realizaba estudios de piano, tenía hecho hasta 6º de piano en el

Conservatorio pero al empezar la Universidad su padre no el dejo seguir con esos

estudios por lo que M. se vio obligada a practicar por su cuenta, y pensaba en acudir

a algunas clases particulares con o sin el consentimiento de su padre, aunque por

otro lado reconocía estar perdiendo algo de interés por la música y mantenía dudas

sobre este tema. En Psicología se encontraba contenta, se encontraba a gusto con el

cambio, le gustaban bastante las asignaturas que tenía y su interés aumentaba;

respecto a los compañeros había encontrado un grupo agradable. Los fines de

semana salían con amigos de su barrio aunque también mantenía relaciones con

algunas ex-compañeras de geológicas, y con otras de psicología. En ese momento no

salía con ningún chico. No se puede decir que M. fuera una persona solitaria

mantenía un buen número de relaciones.

Vive con su padre, su madre y su único hermano y en casa no tenía una buena

relación, y aunque al principio lo negó, lo reconoció más tarde, relatando la mala

relación con su padre en la cuarta sesión.

Evaluación

A. CUESTIONARIO BIOGRÁFICO (Material de Prácticas Internas. Máster en

Intervención en la Ansiedad y el Estrés. UCM. 1997).

Datos a destacar:

El interés por seguir un tratamiento es moderado. Describe su problema como un

alto grado de nerviosismo y ansiedad, especialmente cuando tiene que realizar algo

en público o cuando tiene que relacionarse con amigos o con gente nueva.

Su principal hobby es tocar el piano y la música, también le gusta ir a la montaña.

No trabaja, sólo estudia. No tiene pareja y no informa de problemas sexuales.

La familia la componen su padre, su madre, cercanos a los 50, y su hermano, un año

mayor que ella. La relación no es muy buena, sobre todo con el padre.

93

Alguna vez ha tenido miedo por la noche, estando sola. Tiene problemas para auto

describirse.

B. INVENTARIO DE SITUACIONES Y RESPUESTAS DE ANSIEDAD -

I.S.R.A.- (Miguel Tobar y Cano Vindel, 1994)

El cuestionario se pasó el 16 de enero de 1997 y los resultados obtenidos fueron los

siguientes:

Sistema de respuestas: (ver Figura 1)

Cognitivo: Puntuación directa=173; Centil = 99; Ansiedad extrema.

Fisiológico: Puntuación directa= 74 A5; Centil= 90; Ansiedad severa.

Motor: Puntuación directa=75; Centil=85; Ansiedad severa.

Total: Puntuación directa=323 A5; Centil=95; Ansiedad severa.

Rasgos Específicos: (ver Figura 2)

F I: Puntuación directa=118; Centil=90. Ansiedad severa.

F II: Puntuación directa=53; Centil=95. Ansiedad severa.

F III: Puntuación directa=49; Centil=75. Ansiedad severa.

F IV: Puntuación directa=15; Centil=65. Ansiedad severa.

94

C. ESCALA DE EVITACIÓN Y ANSIEDAD SOCIAL –SAD- (Watson, y Friend,

1969; versión española, Gil, 1981)

El SAD da una medida no baremada de la ansiedad interpersonal y resultado

de la prueba muestra una puntuación de 21 sobre una puntuación posible total

de 28, lo que es bastante coherente con el

F-II de los Rasgos específicos del ISRA.

D. AUTOINFORME SOBRE LA SEGURIDAD DE HABLAR EN PÚBLICO –

PRCS- (Paul, 1966; versión española, Gil, 1981)

El PRCS da una medida no baremada de la ansiedad de hablar en público y el

resultado de la prueba muestra una puntuación de 24 sobre un total de 29

posible, también coherente con el F-I de los Rasgos específicos del ISRA que

mide situaciones de evaluación pública.

Nota: los tres cuestionarios sirvieron también para seleccionar ítems con los

que trabajar de forma más concreta, como por ejemplo los siguientes:

95

Ítem 18 del ISRA: cuando tengo que asistir a una reunión social o conocer

gente nueva. Ítem 11 del ISRA: Cuando pienso en experiencias recientes en

las que me he sentido ridículo, tímido, humillado, sólo o rechazado. Ítem 15 del

SAD: generalmente estoy tranquilo cuando me veo con alguien por primera

vez. Ítem 9 del PRCS: no tengo miedo de enfrentarme a gente que me

escuche.

E. ENTREVISTA SEMIESTRUCTURADA.

La entrevista se utilizó como medio para conocer su historia, para ahondar en

los primeros datos obtenidos a través del Cuestionario Biográfico, y para

precisar en el relato de situaciones problemáticas concretas.

Con la entrevista se obtuvo el relato de aquellas situaciones que le habían

resultado problemáticas en los últimos días, situaciones como por ejemplo,

tener que hablar con alguien a quien acaba de conocer, presentar un trabajo en

clase, tocar el piano en casa pudiéndola escuchar su padre o cualquier otra

persona, aunque ésta no estuviese en la casa, etc. En el relato de estas

situaciones el análisis que realizábamos pasaba por la clasificación en: (1)

ideas o pensamientos que tenía, que eran del tipo de "voy a hacerlo muy mal",

"seguro que piensa que soy tonta y no valgo para nada";

(2) las conductas que había hecho como no tocar el piano si su padre podía

oírla, mantenerse al margen de la conversación cuando había alguien nuevo en

el grupo de amigos; y (3), por último, las sensaciones fisiológicas que había

notado en esas situaciones, como temblor de manos o músculos en tensión.

También se analizaban los recursos de afrontamiento. Hay que decir que con la

entrevista también se descubrió que a pesar de lo problemático que para ella

eran situaciones que se realizaban en grupo, al llegar a consulta, algunas que

podría haber evitado no las evitó, como por ejemplo, irse de excursión con

gente que no conocía mucho, o presentarse como monitora para un grupo de

prácticas de su clase; otras, como entrar sola en la cafetería o tocar ante gente,

sí las evitaba.

Las áreas más problemáticas eran: actuaciones ante público numeroso, como

hablar en clase o dar un concierto y relaciones personales con personas

nuevas, con sus amigos y con su familia. En ninguna de estas situaciones se

96

encontró un déficit en habilidades sociales, era asertiva y tenía un buen

repertorio de habilidades.

F. AUTORREGISTROS DE PENSAMIENTOS AUTOMÁTICOS

El objetivo fundamental de los autor registros fue el de evaluar los

pensamientos automáticos que acompañaban sus emociones negativas más

intensas. El modelo básico que se siguió reflejaba el día y la hora, la situación,

la emoción y los pensamientos automáticos que aparecían en ese momento.

Además, los Auto registros incluían dos columnas en las que se valoraba el

tanto por ciento de verdad que había en esos pensamientos automáticos en el

momento de suceder la situación estresante y otra en la que valoraba ese % de

verdad horas después; posteriormente esas columnas se sustituyeron por otra

donde se planteaban pensamientos más racionales o realistas, esto favoreció

el tratamiento. Ver Tabla 1.

G. AUTORREGISTROS DEL ENTRENAMIENTO EN RELAJACIÓN

Otro tipo de autor registro se utilizó en el entrenamiento en relajación, con él se

pretendía ver el desarrollo del entrenamiento comprobando el número y la

calidad de los entrenamientos. Se controlaba el momento de inicio y el

97

momento final, el grado subjetivo de ansiedad antes de comenzar y el grado

subjetivo de ansiedad al finalizar el ejercicio de relajación.

Diagnóstico Tras la evaluación, el diagnóstico se realiza a partir del Eje I (Trastornos

clínicos) del DSM -IV (1995) comprobando que la información obtenida se

ajusta a los criterios para el diagnóstico de F40.1 Fobia

Social [300.23]:

A. Temor acusado y persistente por una o más situaciones sociales o

actuaciones en público en las que el sujeto se ve expuesto a personas que no

pertenecen al ámbito familiar o a la posible evaluación por parte de los demás.

El individuo teme actuar de un modo (o mostrar síntomas de ansiedad) que sea

humillante o embarazoso.

Las altas puntuaciones en el ítem 18 del ISRA ("Cuando tengo que asistir a una

reunión social o conocer gente nueva")

B. La exposición a situaciones sociales temidas provoca casi invariablemente

una respuesta inmediata de ansiedad, que puede tomar la forma de una crisis

de angustia situacional o más o menos relacionada con una situación.

Alta respuesta de ansiedad con fuerte temblor de manos cuando descubre que

alguien la está escuchando tocar el piano.

C. El individuo reconoce que ese temor es excesivo o irracional.

Reconoce, por ejemplo, que es excesivo no entrar en la cafetería si va ella

sola.

D. Las situaciones o actuaciones en público temidas se evitan o bien se

experimentan con ansiedad o malestar intensos.

No tiende a evitar muchas situaciones, pero experimenta con intensa ansiedad.

E. Los comportamientos de evitación, la anticipación ansiosa, o el malestar que

aparece en la(s) situación(es) social(es) o actuación(es) en público temida(s)

interfieren acusadamente con la rutina normal del individuo, con sus relaciones

laborales (o académicas) o sociales, o bien producen un malestar clínicamente

significativo.

F. El miedo o el comportamiento de evitación no se deben a los efectos

fisiológicos directos de una sustancia (p. ej. drogas o fármacos) o de una

98

enfermedad médica y no pueden explicarse mejor por la presencia de otro

trastorno mental.

En el diagnóstico diferencial se hallarían en el Eje II el Trastorno de

Personalidad por evitación, el Trastorno Esquizoide de la Personalidad, así

como del Eje I el Trastorno de angustia con agorafobia, la

Ansiedad generalizada y la Fobia específica. Hay que decir también, que el

punto en el que el DSM-IV hace referencia a la ansiedad a hablar en público,

al terror a los escenarios y a la timidez como eventos en los que, si las

personas que participan, no pertenecen al ámbito familiar no se ha de

diagnosticar fobia social a no ser que el malestar o el deterioro en la vida del

individuo sea grande, el caso de M cumple ambos puntos: reacciones de

ansiedad también con familiares y gran malestar.

Conductas problema Las principales conductas problema se refieren a sus respuestas de ansiedad

en las siguientes situaciones: relaciones con sus amigas. Relaciones con gente

a la que acaba de conocer. Actuaciones ante la clase. Tocar el piano con

público, familiar o no.

La ansiedad en estas situaciones se caracteriza fundamentalmente por la

respuesta a nivel cognitivo, con pensamientos deformados, destacando las

distorsiones consistentes en "interpretación del pensamiento", así como ideas

de inseguridad.

Modelo explicativo

Hemos elaborado un modelo explicativo desde el que se aborda el desarrollo y

mantenimiento del problema (ver Figura 3).

99

Objetivos terapéuticos

Mejorar la autoestima.

Cambiar los pensamientos deformados sobre ella misma y las relaciones con

los demás.

Acabar con las conductas de evitación.

Reducir la respuesta de ansiedad en los tres niveles de respuesta.

Tratamiento

El tratamiento tuvo las siguientes fases:

A. Entrega de información sobre el diagnóstico y el modelo explicativo,

definiendo el problema y los objetivos.

B. Reestructuración cognitiva, dirigida fundamentalmente hacia las ideas

irracionales, y pensamientos automáticos, intentando cambiar sus sentimientos

de inseguridad y buscando elevar, en definitiva, su autoestima.

Uno de los pensamientos deformados que M presentaba de forma más

continua era su persistente interpretación del pensamiento, de las personas

con las que estaba, ya fuesen amigas de siempre o alguien a quien acabase de

conocer, y que eran del tipo: "no le caigo bien" o "debe pensar que soy tonta",

nos obligaba a trabajar en continuas reinterpretaciones más realistas y

racionales. Los autor registros, especialmente en las primeras sesiones, fueron

de gran utilidad para seleccionar la situación concreta y los pensamientos

deformados; por ejemplo, ver una situación en la que estando con unas amigas

100

en la cola del teatro, al comprar las entradas se le cae el dinero y los tickets y

M dramatiza con pensamientos como "toda la cola y la taquillera piensan que

soy subnormal, y a mis amigas las estoy dejando en ridículo". En la búsqueda y

modificación de estos pensamientos deformados se utilizaron técnicas que

consistían en cuestionar sus evidencias, o encontrar momentos donde la propia

realidad cuestionó sus creencias, como por ejemplo, el día que estuvo

pensando toda la mañana que su compañera no había ido a clase para evitar ir

después con ella a un concierto para el que ya habían quedado; al final, su

compañera llegó justo antes de la hora de ir al concierto. En otras ocasiones

hubo que trabajar con retribuciones, o examinando consecuencias, ventajas y

desventajas y desarrollando alternativas a demandas concretas,

desdramatizando, utilizando intención paradójica, etc. En otras ocasiones se

practicó la distracción como forma de evitar esos pensamientos. Las técnicas

fueron variadas y secuenciadas, los pensamientos deformados estaban

tremendamente arraigados y generalizados por lo que se hizo imprescindible

insistir mucho y desde aproximaciones cognitivas diversas. También se

utilizaron auto instrucciones, así como la puesta en práctica de la solución de

problemas, ante algunas situaciones muy concretas, como demandas a su

padre y viajes. A lo largo de todo el tratamiento hubo un continuo análisis de los

éxitos o mejoras y de los fracasos, ya que los avances eran lentos, valorando el

grado de motivación y empeño puesto por ella, así como la eficacia de las

diferentes técnicas empleadas.

C. Entrenamiento en Relajación muscular: se comenzó utilizando el

"entrenamiento en relajación muscular progresiva" de Jacobson que se alargó y

le resultó difícil y a la que se añadió posteriormente el "entrenamiento autógeno

de Schultz" que fue el que mejor se adaptó a M. El entrenamiento se realizaba

durante algunas sesiones en la consulta y ella debía practicarlo en casa

durante todo el tratamiento; en la consulta le resultaba mucho más difícil

relajarse, por no estar sola, y en su casa, durante el entrenamiento de

Jacobson M no practicó lo suficiente, fue con la relajación de Schultz cuando

comenzó a sentirse más a gusto con la práctica, tanto en la consulta

Como en su casa.

101

D. Exposiciones. Se aprovecharon algunas situaciones que iban a ocurrir, para

la exposición, estas situaciones se escogían de mutuo acuerdo en la sesión,

sólo aceptándolas cuando ella es veía capaz de realizarlas, entonces

preparábamos la forma de afrontamiento, posibles consecuencias... Se trataba

de conductas como presentar algo en clase, proponer un viaje a un grupo de

amigos que acababan de conocer o, simplemente, entrar en la cafetería ella

sola y tomarse algo allí. Después la ejecución de estas tareas era evaluada

conjuntamente en la siguiente sesión.

Desarrollo El desarrollo de las sesiones, la evaluación y las técnicas terapéuticas

utilizadas puede verse en la tabla siguiente (Tabla 2). La periodicidad de las

sesiones fue de una semana.

102

*Ese día tuvo un problema que le impidió acudir a realizar la evaluación Post,

con lo que la realizó durante el verano, sin embargo los datos utilizados como

Post en la comparación Pre-Post son los tomados en la sesión de seguimiento

que reflejan un mantenimiento de las ganancias terapéuticas.

Resultados La propia paciente informa de la mejoría que ha experimentado, sintiéndose

satisfecha, opinión que coincide con nuestras observaciones. M consiguió

cambiar sus pensamientos deformados y problemáticos de forma bastante

103

generalizada, ignorándolos cuando en ocasiones reaparecían, consiguió

también enfrentarse a muchas de las situaciones que hasta entonces evitaba,

dejó de tratarse tan duramente y comenzó a quererse más. Sus respuestas de

ansiedad descendieron a niveles más normales.

En el ISRA descendió en los tres sistemas de respuesta y en F-I, F-II, F-III, en

rasgos específicos (ver Figuras 4 y 5, y Tabla 3). En el SAD la puntuación,

sobre 28 posible, descendió de 21 a 16, y en el PRCS, sobre un 30 posible,

descendió de 28 a 20, descensos importantes al tratarse de pruebas que

utilizan una escala de respuesta de verdadero-falso, mucho menos

discriminante.

104

Podemos concluir que la intervención fue un éxito, ya que, además de la

satisfacción que la propia paciente nos mostró, también se cumplieron los

objetivos terapéuticos que ambas partes fijamos de común acuerdo: M se

siente ahora más segura y se valora positivamente, no tiene sesgos negativos

sobre su conducta y sus relaciones con los demás, finalizando con las

evitaciones sociales que realizaba.

Respecto a sus niveles de ansiedad, los datos Post de la evaluación realizada

con el ISRA permiten ver claramente el descenso que ha habido en los tres

sistemas de respuesta y en el nivel general de ansiedad.

En las áreas situacionales o rasgos específicos también se aprecia un

descenso, que es especialmente marcado en F-II, precisamente el área en el

que más se trabajó y que evalúa aquellas situaciones de interrelación con los

demás. En F-IV, que se refiere a las situaciones de la vida cotidiana, no se

presentan variaciones en los niveles de ansiedad, si bien es cierto que, por un

lado, los niveles que se encontraron en la evaluación Pre de este factor no

fueron excesivamente altos. A la vez, la problemática familiar anteriormente

105

mencionada se ha mantenido presente a lo largo de toda la intervención,

influyendo esto claramente en la evaluación Post de este factor; de igual

manera, esta problemática familiar no resulta especialmente relevante dentro

del trastorno de fobia social que fue el verdadero eje de la intervención.

Este caso, y la intervención llevada a cabo, pueden ser un buen ejemplo de la

eficacia que tiene la utilización y adaptación de técnicas cognitivas, y también

de técnicas conductuales, al tratamiento del trastorno de fobia social.

Podríamos finalizar destacando especialmente la importancia que tiene centrar

la aplicación de las técnicas cognitivas en el elemento más característico y

nuclear que se presente en el trastorno y en el paciente, como en este caso era

ese sesgo interpretativo de carácter negativo de su conducta.

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