Las puntas de concha del sitio Sibarimar. Análisis tipológico.

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Las puntas de concha del sitio Sibarimar. Análisis tipológico. José R. Martínez Guerra; Roberto Castillo Alcia; Racso Fernández Ortega; Dany Morales Valdés. Introducción. La industria de las puntas de concha es cuestión que se repite en la literatura aborigen de Cuba. Existen antecedentes donde se expone la relación: tipo-función y parte de la concha de donde se origina. No es objetivo nuestro analizar la funcionalidad en cuanto a la caza y la pesca y su relación con el tipo de presas, solo se aborda la relación de los tipos según la forma Se identificaron seis tipos según la forma. Un grupo se identificó como puntas microlítica. El sitio en estudio, llamado por nosotros Sibarimar, tiene todas las características que apuntan a grupos de pescadores-cazadores- recolectores tempranos que habitaron la costa de la ensenada de Sibarimar en época anterior a los que se asentaron en el sitio conocido de Punta del Macao, en la misma ensenada. El sitio ahora sumergido pudo haber estado a más de 80 metros de la línea de costa actual. Las evidencias, en número de miles, fueron lanzadas a la costa por el avance del mar debido al cambio climático. Este trabajo debe contribuir a estandarizar los tipos de puntas de concha en estudios comparativos sobre grupos de similar filiación cultural.

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Las puntas de concha del sitio Sibarimar. Análisis tipológico. José R. Martínez Guerra; Roberto Castillo Alcia; Racso Fernández Ortega; Dany Morales Valdés. 

Introducción. La industria de las puntas de concha es cuestión que se repite en la literatura aborigen de Cuba. Existen antecedentes donde se expone la relación: tipo-función y parte de la concha de donde se origina. No es objetivo nuestro analizar la funcionalidad en cuanto a la caza y la pesca y su relación con el tipo de presas, solo se aborda la relación de los tipos según la forma Se identificaron seis tipos según la forma. Un grupo se identificó como puntas microlítica. El sitio en estudio, llamado por nosotros Sibarimar, tiene todas las características que apuntan a grupos de pescadores-cazadores-recolectores tempranos que habitaron la costa de la ensenada de Sibarimar en época anterior a los que se asentaron en el sitio conocido de Punta del Macao, en la misma ensenada.El sitio ahora sumergido pudo haber estado a más de 80 metros de la línea de costa actual. Las evidencias, en número de miles, fueron lanzadas a la costa por el avance del mar debido al cambio climático.Este trabajo debe contribuir a estandarizar los tipos de puntas de concha en estudios comparativos sobre grupos de similar filiación cultural.

Hemos tratado de comparar las formas y tipologías en estudio con las puntas líticas del continente americano y otras, pero convenimos en pensar que el material utilizado, la concha, no les permitió reproducir quizás formas y estilos ya logrados en el sílex.En toda el area explorada son casi inexistentes los instrumentos de este material. Solo encontrados una punta monofacial pedunculada pequeña y un cuchillo del mismo material, un sílex gris. 

El universo de macropuntas estudiadas fue de 70, encontradas en superficie, descontextualizadas. Se lograron reconocer 6 tipos diferenciados. Se exploraron unos 2000 mts, cuadrados de la zona costera, específicamente la berma.Un grupo se identificó como puntas microlíticas que sumaron 19.

Puntas triangulares acanaladas de base cóncava y convexa.  Origen: la columela.

 En este primer grupo las puntas aparecen acanaladas con el ápice en muchos casos desviado ligeramente siguiendo la forma de la columela de donde se originó. Estas puntas fueron conformadas en diferentes tamaños; las hay grandes como de 11 cms. pero aparecen dos tamaños promedios: 5-6 y 8-9 cms.

Estas puntas pudieran tener un símil con las puntas líticas triangulares acanaladas, Clovis, Folson, etc. Pero las estudiadas por nosotros son monofaciales, tienen la acanaladura por un lado.

Puntas lanceoladas de base convexa.  Origen: el manto. Laminares, ligeras, largas entre 7 y 9 cms. unas con simetría bilateral; otras no simétricas, estas últimas con un borde más inclinado que el otro, como truncado. Estas puntas ya tienen un estilo más tardío pudiéramos decir. No presentan muesca ni pedúnculo, sencillas. Al final de la prehistoria casi todas las culturas adoptaron este tipo de punta: triangular o lanceolada sin muesca, de base convexa.

Puntas foliáceas.  Origen: el manto. Más anchas y cortas que las puntas lanceoladas. Algunas con escotadura en la base como para lograr mejor fijación o enmangamiento. (Foto No.3)

Puntas cónicas.  Origen: La columela.  Desde pequeñas de 3,7 cms. hasta una de 11 cms. En el caso de las puntas cónicas no pudimos determinar rangos de tamaño porque prácticamente se encuentran todos. Estas debieron ser insertadas como un casquillo en el extremo del arma. Es interesante el hecho de que se encontraron varias puntas cónicas en cueva La Tomasa, en superficie, y presentaban una estrecha similitud con las motivo de estudio. Ambos grupos, todo parece indicar, que tuvieron una filiación común o eran los mismos. Esto corroborado por toda la industria de la concha encontrada en el lugar.En el caso de las puntas encontradas en La Tomasa, estas conservan los filos en los bordes y puntas aguzadas, las puntas motivo de estudio fueron ¨trabajadas¨ por el mar y como resultado de la abrasión tienen bordes y puntas no cortantes. (Foto No.4)

Puntas cónicas de muesca lateral. Son mayoría dentro del grupo de las puntas cónicas. Debemos aclarar que las puntas se consideran de muesca lateral cuando la muesca o melladura no aparece en la base, más bien la muesca ocurre entre el centro y la cima.Es posible que cuando enmangadas o engastadas dejaran como una aleta al costado. (Foto No. 5-7) Hay una variante que presenta más bien un saliente u escotadura. Se plantea que esto, al igual que la muesca, aumenta el agarre de la presa y su desangrado.  

Puntas pedunculadas Origen: el manto. El pedúnculo es un tipo de area de enmangamiento creada por la muesca al costado o en la esquina de la base de la punta. Muesca es una melladura en el costado de la hoja o en la esquina de la base. El pedúnculo mejora el enmangamiento a la flecha, dardo o lanza.Las puntas pedunculadas en estudio aparecen de varios tipos: De una muesca aparecieron 4; de dos muescas encontramos 4 y las de base prolongada fueron 6. Aparece una punta pedunculada de dos muescas con pedúnculo contraído.  

Puntas microlíticas. Las puntas agrupadas por nosotros en la categoría de microlítica son 19. Pero veamos algunas características: del total 11 puntas están en el rango de peso entre 1,2 y 5 gramos; de tamaño no sobrepasan los 3,7 cms. de largo.; con un peso promedio de 3,10 gramos. El otro grupo de 6 puntas está en un rango de peso entre 8,6 y 13,8 gramos con un promedio de peso de 12,63 gramos.Estas puntas llamadas por nosotros microlíticas repiten las formas estudiadas: Triangulares, lanceoladas, cónicas, etc. (Foto No. 12) Hasta ahora se admite como armas arrojadizas utilizadas por nuestros aborígenes la lanza, el dardo y la flecha. Muy controversial el arco y la flecha para los grupos que ocuparon el occidente del país, pero veremos que se dice en la literatura consultada.

 Dacal y Rivero, en su importante obra “Arqueología aborigen de Cuba” mencionan la presencia de las puntas de proyectil en el registro arqueológico para Cuba: “Como cazadores, recolectores y pescadores, los hombres de esta etapa capturaban y consumían más o menos las mismas especies que los preagroalfareros” (Dacal y Rivero de la Calle 1986:111)…“La industria de la piedra tallada de esta etapa posee gran número de puntas…la industria de la concha de estas comunidades está representada con suficiente amplitud dentro de los sitios por gubias, puntas...” (Dacal y Rivero de la Calle 1986:92 y 113).

Gerardo Izquierdo y Lorenzo Argüelles en su artículo “Los instrumentos y artefactos de concha en la pesca y la caza del sitio arqueológico “Punta de Macao” aparecido en el Anuario de Arqueología (1988), donde al comentar la cuantiosa presencia de éste importante útil en el yacimiento, tanto en los niveles de ocupación temprano, acerámico, como tardío, con presencia de cerámica burda, exponen: ¨Dadas las características de las piezas estudiadas, así como las especificadas y repeticiones de algunas formas observadas, aquellas han sido clasificadas en: puntas de penetración, puntas de choque e impacto y puntas mixtas, según las funciones que debieron cumplir en el proceso productivo a que estuvieron destinadas, y en puntas del manto y en puntas de la columela, de acuerdo con la parte del caracol utilizada por su confección.¨ (Izquierdo y Argüelles 1988:225).

Después continúan exponiendo.

“La puntas llamadas de penetración, dadas sus condiciones aerodinámicas, resultan igualmente ideales para la caza con arco y flecha, por ejemplo, de diferentes especies de aves u otros animales terrestres como la jutía” (Izquierdo y Argüelles 1988:226).Para más adelante agregar lo siguiente:“Por su forma, consideramos que las puntas debieron ser enmangadas quizá de una forma determinada o, más bien, engastadas en varas, astiles, arpones, flechas, mangos, etc., con el objeto de hacerlas más efectivas a la hora de su utilización en la obtención de cada especie” (Izquierdo y Argüelles 1988:227). Este importante trabajo de Izquierdo y Arguelles se basó en una clasificación a partir de las posibles funciones de las puntas y del origen material de las mismas. 

jorge Febles y Alexis Rivas plantearon, refiriéndose al protoarcaico. ¨hasta ahora, en el ajuar de estos grupos humanos, por ejemplo, está ausente el arco y la flecha, propios de comunidades protoagricolas y agroalfareras. Las lanzas y los dardos compuestos por astiles de madera y puntas de sílex son característicos de los protoarcaicos. Las primeras no necesitan de una simetría adecuada ni de un perfil ventral recto y tienen el extremo distal no punzante y pueden alcanzar un peso superior a los 60 gramos; mientras que los segundos, por el contrario, requieren simetría bilateral, perfil recto, extremo distal muy punzante, así como un peso inferior a 60 gramos (excepcionalmente entre 60 y 70 gramos). … además las puntas de dardo de estas comunidades de Cuba, presentan en su gran mayoría, al menos una muesca en uno de sus bordes, entre el centro y la cima; dicha muesca contribuye al desangramiento y agarre de la presa¨.

Miren que dicen Febles y Rives:…¨un ejemplo lo tenemos en la caza del bisonte por los paleoindios de Norteamérica,… las puntas usadas para su captura (Folson, Clovis, Sandia y Lindenmeier y otras) no eran grandes (de 3,5 a 8 cms de longitud y entre 4,5 y 35 gramos de peso)¨.  La posibilidad que no hayamos descrito todos los tipos de punta según las formas que reproducían estas comunidades de cazadores-recolectores-pescadores es real. Otro aspecto a tener presente es que todas las puntas no tuvieran como uso la caza o la pesca y cumplieran otras funciones, ejemplo como puntas de taladros o raspadores (hafted scrapers). K. Kris Hirst.Arrowheads and Projectile Points. Top Myths and Little Known Facts, About.com Guide; Free Archaeology Newsletter! Las puntas microlíticas no pudieron haberse utilizado en armas arrojadizas grandes, por tanto pudiéramos pensar en la posibilidad de que fueron engastadas en flechas y o dardos únicamente.

Dacal y Rivero, en su importante obra “Arqueología aborigen de Cuba” mencionan la presencia de las puntas de proyectil en el registro arqueológico para Cuba: “Como cazadores, recolectores y pescadores, los hombres de esta etapa capturaban y consumían más o menos las mismas especies que los preagroalfareros” (Dacal y Rivero de la Calle 1986:111)…“La industria de la piedra tallada de esta etapa posee gran número de puntas…la industria de la concha de estas comunidades está representada con suficiente amplitud dentro de los sitios por gubias, puntas...” (Dacal y Rivero de la Calle 1986:92 y

Enrique Alonso planteo la relación de estos grupos con la tradición Manicuaroide de la costa venezolana: ¨como se ha señalado, se atribuye a aborígenes de filiación cultural Guanahacabibes, la difusión en Cuba de la industria de concha de tradición Manicuaroide. Esta se caracteriza aquí por la presencia de varios artefactos e instrumentos que incluyen, en el lugar más señalado, las gubias y vasijas confeccionadas con la concha de gasterópodos marinos. Entre los artefactos tenemos además, picos, puntas de la columela y del manto…¨¨Alonso, Enrique. Libro; fundamentos para la historia del Guanahatabey de Cuba. Editorial Academia, 1995. 131 pps.

Conclusiones:  Dentro del trabajo investigativo que nuestro grupo Sibarimba lleva realizando de conjunto con el Museo Municipal de Habana del Este en el rescate del patrimonio se viene estudiando, profundizando en temas como censos de sitios aborígenes, tipologías y técnicas de confección de herramientas, etc.

El sitio Sibarimar, ahora sumergido, ha ocupado nuestro esfuerzo por ser un sitio destruido por el mar en su avance sobre tierra. Estos aborígenes pescadores-cazadores recolectores, fueron los primeros en ocupar la ensenada de Sibarimar, y su presencia fue muy numerosa y prolongada.

No es intención elaborar un modelo de análisis para estos grupos tempranos a partir de puntas de concha, simplemente, queremos iniciar la discusión con otro indicador que no sea la gubia, el plato de concha, etc.

Falta mucho por estudiar y analizar, pero creemos que este es un comienzo para unificar criterios en estudios comparativos.