Las figuras humanas del abrigo del Barranco Hondo en el contexto del Arte Levantino del Bajo...

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Los grabados levantinosdel Barranco Hondo

(GASrELLOTE, TERUEL)

PIIAR UTRILLAvALENTÍN vrrrevnRDE

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GOBIER}.IODE ARAGONDepartamento de Educación,Cuhura y Deporte

O Pilat UtriilaO \¡alet-rtín Villavercle

Edita:GoI¡ierno cle Aragón.l)epartamento cle Eclr-rcación, Cultuta 1, Deporte.

Imprirne:ARPIrelieve S.A.

I.S.B.N.: 84-962%-7 7-x

D.L.t 7 3260/04

I

Para Amparo Sebastián,por tener tan buena uista

lndice

Prcsentación .................... 7

PIIAR UTRILIA.Á¡ea de Prehistoria. Facultad de Filosofia y Lefas. Universidad de Zaragoza.

[email protected]

Historia del hallazgo: se buscan pinturas levantinasperc se encuentran grabados 1 IPII.AR UTRILLAÁ¡ea de Prehistoria. Facultad de Fllosofía y Lelras. Universidad de Zaragoza.

[email protected]

La documentación gráfica: un trabaio en equ¡po 27

RAFAEL DOMING'OÁtea de Prehistoria, Facultad de Filosofía y Letras. Universidad de Zaragoza.

[email protected]

PERE GUILI.EMYuseu de la Valltorta (T'rig). Direcció General de Patrimoni Artístic.Generalitat Valenciana . [email protected],

RAFAEL UANTÍNN Z-YAI:TEVuseu de la Valltorta (Tírig), Direcció General de Patrimoni Afiístic,Generalitat Valenciana . [email protected]

M.4 CRUZ SOPENAáI-MULK, S. L. Conserwación, Restauración y Difusión del Patrimonio [email protected]

Descripción, estud¡o est¡lístico y compos¡ción ..........'...... 37

PIIAR UTRILLAVAIENTÑ VILIAVERDE-irea de Prehistoria. Facultad de Historia, Universidad de Valencia.\ alentin.Villaverde@ LIV.ES

Los grabados en el arte rupestre levantino 73

MANUEL NNENTÍNI¡Z-BEA..¡=:L rle Prehisloria. Factrkad cle Filosofíe r- Lerl':rs. L.niversiclrcl cle Ztrag,ctz',t.

!!r ¿ !¡'.Llnlle :1 @ Ll niz2tl', es

La estación del Barranco Hondo en su espacio geográficoy soc¡a! 87

MANUEL UENTÍNNZ-BjE,A

Las figuras humanas del abrigo del Barranco Hondo en elcontexto del Arte Levantino del Baio Aragón-MaesÚazgo .,..'..... 105

PERE GUILI-EMRAFAEL UENTÑNZ-VALII.

El sopofte del abrigo de Barranco Hondo.Un proyecto de conseruación .............. 123

M.4 CRUZ SOPENAALFONSO MOI\¡-FORTE{I-\fLaK, S. l. Conservación, Restauración y Difusión de1 Patrimonio Cultural.a-lmulk@cw,es

La difusión: Un parque cultural para el afte levant¡node los alrcdedores de Santolea 133

RAFAIL DOMINGO

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lB Bibliografía 151

El Las fEEa,sras ha¡maglas deE ahr*E* deE

Barra¡"¡ec ffiosld* e$E eE esffiÉexác deE &s€eLevareÉEffic de§ Ba§c ñragcrc-MaesÉtrazg*

P. GUIIIEM GATAIAYUDR. MARTíu¡z-uRlrr

uNA vrsrrA A moRuñnru

El dia 25 de julio partíamos desde e1 Nluseu de la \hlltorta en clirección a

Laclruñan, e inicriábarlos un recorrido por Lrno de espacios míLs ricos en pin-r[rr2rs rupestre levanti4as, Desde e1 museo tolnamos la carretera que conducea Alboc¿isser v qLle serpentea entre X.,Iontegordo y e1 Barranc Fondo. Antes cle

entrar en el P1a cl'Albocisser cruzamos el barranc cle Sant NIiquel. auténticonacimiento de la \hlltorta, doncle se localizer e1 Abric Centelles. Descle Al-bocásser nos dirigin-ros hacia e1 Coll d'Ares a trar,és de la Rambla Carbc¡nela,Entrábamos en un pais:lje cle muelas. profundos barrancos 1. abrigos pintaclos:e1 NIas del Cingle. 1es Dognes, NIas Blanc, Cova Remigia. e1 Cingle... Alc:rnza-mos el Coll d'Ares (1.200 m) ), clescenclimos a trar,és de La Czrni hacia Nlore-11a. Habíamos cambi¿rdo de cnenca l-riclrográficar los barr¿,Lncos qr-re surcabaneste paisaje despoblado r.ertían al Bergantes. afluente del Guaclalope, tributa-rio a su vez del río Ebro.

Llegamos a1 Forcall y continuamos en direcci(rn a Aguaviva por el r."a11e de1

Bergantes. A nuestra clerecha qr-redaba la NIola cl'en C¿ur-rar¿is con 1os conjun-tos de N'Iorella la \¡ella y frente 2r nosotros el Cingle de Pa1:rnqr-res. Descle NIas

de las Nlatas remontamos el Guadalope y nos adentr¿rmc¡s en sll cuenca fiiedla, para llegar a Laclrr-rñán. Frente a esta población, en los impresionantescofiados del Pucllal. se localizan los abrlgo del Torico. el Alquero _v e1 FrisoAbierto. conjuntos \.a clásicos del Arte Ler.antino clel Bajo Aragón.

Pero nuestro viaie no estab¿r motiv:rclo pol1as pinturas ler¡antinas. sino por'el interés de conocer el abrigo del Barranco Honclo. Llegamos a Laclrr-rñan con1a impaciencia de pocler ver por primera \rez sr-rs grabaclos rupestres. Ya pol1a noche, en el abrigo. con 1¿r 1uz rasante de 1os ref-lectores acertamos a \.eren la maraña de trazos grzrbados sobre la roca l:rs piernas y los cuelpos c1e

Llnos arqLleros levantino.. Á 1o alegría. por 1o qr-re sr-rponía nn importante des-

105

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LOS GIL\LADOS LLVANTIT\OS DEI- B-\RR]\NC-O HONI)O(C1.YIL]LLOTE, TERI IEL )

cLrbrimiento. se sLrmaba 1a -sorpresa por lo lnhabitual de la técnica empleaclaen sn realizacií¡n. Per<¡ en el fonck¡ nos resnltaban figuras familiares.

Las figuras humanas. al ruenos las nirmeros 3 v .1, pertenecen a una fase

estilística bien representada en el Nlaestrurzgo. especi:rhrente en el nircleo \:r1l-tcrrta-Gasstrlla: figuras clescritas co¡lo Paqt.LíPr,tckn por Olrernraier J. Wérnert, ensu estudio c1e la Valltorta (1919). Estas figuras hnmanas cle conrponeilte ttatLL-

rctlistct. cr'.ttt píerrtas abultaclcts -y cLLet'|)o cortr-t o/y alctrgctck). son fi'ecnentes en1a Cova dels Cavells (\,'i11¡rvercle et alii, 2002:181-182), \. son predominentes enotro cle los conjr-rntos mírs relev:.rntes cie la \hlltorta: el Abric Centelles,

Esta sulilitud abundaba en 1o rnanifestado por nllmer()s()s inr.estigadorespar:r los qr-re :,Lmb:rs cLrcncas: la cuenca clel Gr-racl:rlope, cloncle se loc¡rliz:l el B:r-

rrunco Hondo, y Ia del Riu de les Coves. cle 1a que fbrma parle La Valltorta, pa-recen ir-itegrarse en Lrnzr uniclacl estilística clentro c'lel árnbito cle distribnción clel

Arle Levantino: (Hernítnclez lracheco, 1919:326-328 1. 3.11-3,i4; \'iñas, 1982:U5-

86: Sebastián, 1993:112-115r BeltráLn, 1993:11 v Royo y Benavente, 7999:76-11).

En un trabajo reciente insistíamos en este aspecto a partir cle clos cle las

represent:,Lciones anim¡rles rrás fiecuentes en este ten'itorir¡: los toros y los ja-

balíes, que se concret:r en coincidencias entre núcleos contiglros. como Cas-

tellón, Tc¡-rel v Tarr:rgona. qLre p2rrece estar reflejanclo rLn¿l unicl¿lcl territorial(Dorningo et alii. 2003:13-11).

El hallazgo de las liguras hnrlanas de1 Barranco Honclo nos 11er.ará a ex-tenclernos en este aspecto, P¿Lla nosotros est:r forma consciente de ejecutar l:r

figr-rra hurnalla est¿L relacion¿rda con 1:r filiación de r-rn grr-rpo humano. en unnronrento clor-ro1(rgico ,v en Lln espzrcio cleterminado, Pert t:,lnzar en esta

cruestia)n pafiiremos c1e la descripción fisiogrírfic:r del territorio \,' nos centra-remos sobre todo en el corlponel-ite social clue quecla reflejaclo en cstc tipocle figuras hum:rnas, Consider:rmos, '.rl igual cllle hen rlpuntado otros autoresdescle 1a Arc¡-reología intelpretatir.a (Slianks _v Ti11ev. 1987:1,i), que el estilo re-fleja las condiciones sociales en las que fue elabor¿rdo. Ta1 r, como ya se hainsistido en un trabajo reclente "...la ualicJez cle lct determinaciótt de ciistintosbctriz<tntes estilísticcts reposct precis.tnlente en lct cc¡nsideración de cyte se trcttocle solttciones que ban terúclo uigettcic-r dtrcn'tle un c'ierlc.¡ tienlpo" (Villaverder,' N{ertínez-\¡alle. 2002: 197),

A p.rl.tir de cslos pl:tntcertticnlo: ¿¡'g¡¡¡¡ nlJr(rn( )s qLIc c51c lcrritorir,. pro-ducto de una deterrr-rinada estrnctura social. queda delimitaclo no só1o por e1

parecido de esta cate5aoría cle imágenes que lo han llenado de significado ,v

qr-re han iclo cor-lstlu\.endo este paisaje. sino que t¿rml¡ién obeclece a Llna re-giírn natural que ha tenido un¿r evolución sociocultnral semejante clur¡rnte elperioclo cronológico en el que se procluce el contact() entre los grlrpos cazaciores-recolectores y los procluctores de '.r1imentos. Y que continlló en 1o cluepara nosotros fue un largo proceso cle expansión 1o ¡:e¡troliclación de1 Neolitico. entre Llnos grupos plenan-rente integraclos en 1a erplotación c1e 1os le-cLrrsos silvestres (N,I:rtínez \trlle 1' \rillavercle, 2002: Lrtrilla . 2.002)

UN PAISAJE; UN TERRITORIO

La zon:a qLre nos inteles:r se integra en el sector orient¡rl de la CorclilleraIbéric¿r. Los lírnites qlre yarnos a consiclerar son: al norte ia Depresión de1

Ebro, :r1 oeste la cllenca c1e1 río Nlartí-r, a1 suroeste la Fosa Calatal'lrcl-Terr-rel.

trt trF r,t I¡il \! . li\F\i'l \l\liTl\trl \.\!ii

Figura 81:

Localización delos distintosabrigos con ArteLevantino de lafase estilísticatipo centelles enel Noreste de laPenínsulaTbérica

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al sur Ia cuenca del río Mijares y al este las Cordilleras Costefo Catalanas y los

llanos litorales situados al sur del Ebro (Fig. 81).

.En este espacio las principales alturas son Peñaroya (2.024 m) en 1a Sierra

de Gudar yBramadoras en la vecina Sierra del Rayo (1.886 m). Desde estas

alturas se desciende gradualmente hacia el Valle del Ebro: 1a distancia lineal

que hay entre el punto más alto (Peñarroya 2.024) y el más bajo en la de-

presión del Ebro (caspe 752 m) es de 109 kms. Hacia el mediterráneo el des-

nivel es más acusado y en tan solo 73 km se desciende desde esta cota has-

ta el nivel del mar. Estas diferencias altitudinales y una estftlctura orográfica

muy Compartimentacla crean grandes Contrastes ambientales y hacen de este

territorio un espacio de gran biodiversidad.

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707

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T.OS (]]L\BADOS I-EVAN'1'1NOS L)EI- I]-\RlL\NCO HON:DO(C-\STEI-L() fE. TERLIEI )

L¿,r red fluvial rec¿r1ca la estructura cle este espacio. En su vertiente nofie.en 1as tierras clel Bajo Aragón. destacan tres ríos principales que l'ierten al

Ebro: el M'"rrtín, el Glradalope y el Xlatarrañ:r, que drenan respectivamente las

Sierra cle Sant-Just, Gucl¿rr r.'els Pr¡r'ts de Beceit. Son ríos que mantiene Ltn c¿tu-

dal constante a kr largo cle toclo el :rño.

Los ríos que drenzrn el sector montañosos clel N{aestr'¿rzgo Castellonense

vieLten hacia el Nlecliterráneo. cr¡n 1a excepción del Bergantes. v ticnen llle-nor entidacl, El extenso glácis de la llanr-rr¿r litoral c1e \"inarÓs-Benicarló está

cofiado por ratublas y cortos r'íos (Cen'er:'1, Cen'o1 \'Cenia). NIás ¿r1 sur só]o

algunos colectot'es grancles. corlo e1 Riu cle les Coves, atra'u'iesan las monta-

ñas (R<¡sselló, 1995). Pero e1 río de rlayor entidad es e1 rVijares qlte nace en

la Sierra cle Gúclal y se clesliza hacia e1 mecliterráneo entre la Siel'ra de -lava-larrrl¡re al sr-rr 1, la sierra de 1¿r Batall¿r al norte, Ya en 1<¡s ll¡rnos litor'.rles reci-

be a la Rambla cle 1a \¡iuda.

El clima c1e este territorio es templaclo pelo existen m¿Lrcr:tdas cliferencias

entle clistintos sectores condicionaclas por la altitud y 1a continentalidad. La

zon:l mí,Ls prírxima a1 Xitecliterrárneo se caracteriza por tenef L1n verano seco e

invierno sLlá\.e, Las precipitaciones sólo alcanzan 1os '100-600 mrn cle lluviaentre otoño v primaver'.1. Lrls llont¿ñas mccli¿rs cerc¿Ln¿rs, registran Llnas tem-

peratltras inferiores ), 1as precipit¿tciones suben sensiblerlente.

En el Bajo Aragón el clima es muclto más continental .v seco con lluvias

entre 250 j. 300 mm (LÓpez Gómez. 1982). En las sierras más altas o interio-res e1 inr,lerno es fiíol 1a mecii:r de enero es inferior a 6a v de cinco e seis ure-

ses inferiores a 10a. Las preciplt:rciones oscilan entrre 300 ). 600 mn1 r' sólo en

1es sierras r.nás eler,¿ldas se rebasa esta cantidac'I.

En 1a vegetaciírn actr-ral ha influicl,o considerablelllente el clirna, los con-

trastes líticos. eclírflcos .v Ia actividad antr<ipica. A pesal de esta toclzrvía en-

contra{mos Lrna enol'lre clir"ersidacl,

La carrasca ( QtterctLs ronmclif-oli.a) sería preclor-ninante en el territorio,pero 1a activiclacl hr-rmana l'ra alterado profi-rnclamente slr distribución. En los

Sectores clonde Se extreman 1Os r'asgos Continentales Como en algr-tnas zonas

c1e1 Bajo Arag(rn y l:l Depresión del El¡ro donde predorrinan los suelos -veso-sos )- s¿rlinos no fi¡rrl¿lría bosques densos v es aquí clonde tenclrían cabida ex-

tensos pinares cle Pintts balepensis. presentes ya en l'l pfehistoria, colllo cle-

mLlestran 1os análisis :rntracológicos (Baclal. 2003.)

En las sierras más eler''aclas 1as especies Yegetales y sus asociaciones tie-

nen un c:Lrácter eurosiberi¿,Lnc¡ v nlediterráneo, El quejigo (Quercus Jaginecr.ssp, .lctginea) ¡lcanza Llna presencia c«rnsiderable v normainlente ocupa las

umbr'ías jnnto con el encinar. Con cierta frecuencia .rperece l-t-rezclado con el

pino negral (Pi¡tusnigrcr) que form2t extensos bosques entre los 1.000 v 1.500

m, ccrronaclos pol'amplias mas¿irs de pino sih,estre (.'Pinus silt:estritts.). En cs-

l,r: pin¡rres cn(()ntt'am()s lrosquetc. r'clitlos de pin,) nL'gfo l P¡ltlts llttt'ittli'que tiene en Gúdar e1 1ímite sur cle su clistribución (Bl:rnco et alii.7997:151),En 1as zonas más áridas y c1e sLtelos ntás pobres se consenran retazos c1e s'.r-

binares (junipenLs tbuñferc{) ¡ por encit'rra de 1os 2000 metros de altura 1o-<

pastizílles secos. los pedregales )r le roczr clesnltcla, consecuenci:r de 1¿rs dura¡concliciones clirnáticas 1' el pastoreo (Bo1ós l. C:rpdevila, 1982).

E1 potenci:rl agríco1a de este territorio está condicionado por sus caracte-

rísticas climátlc¿ls. orográficas y edáficas.

PERE CLIlLEll. R\FAEI \lAR-tl\lz \\LLl

En las sierras más altas e interiores del Nlacizo cle G[rc1ar r clel l{:restraz-

Éao, por encima de los 1 000 rletros de altnra sc¡bre el nir el clel mar (Rivit-s

XIartínez, 1!8;) se pueclen registrar heladas clescle septiembre a junio Esre

obstácnlo físico ha orientaclo a1 sectr¡r aglario haci¿r la proclncciírn cle cerea-les de lnvierno 1- cultiros folr:rjeros (Farnos et ctlii 1993:9-10) A cst:Ls eir-cunstancias adr.ers¿rs se sLlmal el preclorr-rinio cle lo.s suelos azonales calcirror-fos. poco evohrcionaclos. con \el'tientes de luerte pendiente r. fítcrh-nente

deglad;rbles por Ia :rctividacl antrópica. Llnos suelos qrre limitan e1 cultir-o c1e

determinados productos \ que nece-sita cle un imp(,rtrrnte xportc cle materi¿L

orgiLnica para couegir su acidez.

Las tierras cle altitudes necli¿rs clel Bajo Aragón. tampoco perticipan cle

unos conclicionantes físicos far-olables para el desan'ollo cle las activid¿rdes

agrÍcolas: escasas plecipitaciones r fler'tes in\-crsiunes tcrnricrrs son factorcsdeterminantes, Inclnso en el r-alle del Ebro. íuido 1- con sttelos en los qlreabnnclan los vesr¡s. e1 ar-rge cle l:r :rgricr-Llttrra sólo h:r siclo posible glacias :r1

des¿rrrollo de regaclíos histí¡r'icos.

Es«ts aspectos fisiográficos hacen poco rentable la aglicultlLr'¿t. salvo cncontaclos enclaves: como l:rs rcclucid¿rs r-egas c'le los ríos. los llanos r' 1os co-rreclores litorales. r'al cr¡ntr¿rrio han faloreciclo un importante cleserrollo cle

la ganaderí:r.

Frente .L est.r e.scas.r potencialiclacl agrícol:r, el sector oriental del Sisten'ra Ibé-ricr¡ clebjí¡ gozal dnlante 1:r Plehistoria de unos rcclrrsos cinegéticos \- vellete-les considerables. corrr¡ consecllencia de l:r valicd:rd dc ecosi.stemas integracloscn radios corl«rs cle clesplazerliento, En el tellrtolio qLrc est:rmos e,¡nsicler:Lnc1«r

encontr¿rmos 1a gradaci(rn conrplet2l de pisos bioclirnaticos clescle e1 Oromedi-terráneo. al Termomec'literríLneo en Lrn espacio rel:rtivamente r'educido.

Esta riqueza ambiental hace que percibamo.s el conjr-Lnto cle tierras clel

Bajo-Aragón-Nlaestrazgo n() ü()nl') un tclritt,rio rnarginal. refLrgio cle los [rlti-r-r-ros cazaclorcs-recolectores mesolíticos sino toclo lo contlal'io: estaríamos anteLln territorio prir-ilegiado para estos grupos hulnanos. Descle esta perspecti\-xcreemos r-nás pertinente aproximarnos ¿r1 Ntesolítico r'egional no c()Irx) ¿1 Lln

estacio interrreclio h:rcla e1 Neolítico sino con'ro una alteln:Ltir-e a 1o.s sisternrrs

agrícolas tal v cot-t-to han propucsto otros 2ltttores parrt ()tr( ,s tcrritorios (Zye-

levil -v Ron-lev Conl.v, 198,i).

LAS FIGURAS HUMANAS DEL ABRIGO DEL BARRANCOHONDO; SU INTEGRAC|ÓN EN EL T|PO CENTELLES

En e1 capítulo 3 l,a se ha d:rclc¡ clrent¿1 dc 1as car¿rcterística forr-r-rales cle las

figuras humanas clel abrigo clel Barlanco Honcio 1- de su posible integracionen 1¿r escena cle caza cle nn cien-o )- Lln¿l cieñra. Pot nuestra parte lntentare-mos aport¿rr infbrmación sobre los aLrtores cle esta escen¿r a partir de la lec-tnra cle rlanifestaciones rupestres formahlente próximas, pefienceiclrtcs r1

este territorio. Para ello her-nos realizado una selección mllv ajnstacla a 1o qrre

consider".rmos criterios clefinitorios c1e la fhse. r- henos clejaclo fr-rcra figr-rras

qlle aunque present'.rl>an algunos rirsllos colrtrnes globaln-rente nos parecí:rncliferentes. Este aplicación estrict¿r del criterio cle sen-rejanz¿L redr-rce la mucs-tra pero es más útil par:r intentar'l1evar a cabo nna lectr-rra c1e los paneles entérminos de f)se cultural

t0g

;R.\t] \DOS IE\ANTI\OS DEL T].\RR.\NCO HONI)L)( C.\STEI-],OTE.

-f ERLiET-)

Este tipo cle liguras han recibiclo vari¿rs clenornin¿rcir¡nes: Paquípoclr,ts se-

gfin Obermaier r. \'elne rt. .f¡gLtr.ts estilizaclcts estíttictts/dittánt,ictts segúrn Ri-

poll (196:i), intcgraclas en las flLses 21 3 de Ileltrín (1968). T:r1 -v ccxlo pro-pusimos en un trlrbajo reciente nos referiremos ¿r estas figr-lras de componenten¿rtur¿rlista corlo fignras Tipc,t Centelles, por scr este conjunto cie le Valitort¿r e1

qLle cllenta cron Lln nlavor núlmero c1e figr-rrat \- cn c()nsccttencirt e1 que per-

mite lrn¿r aproxirlaciítn lrtas colttpleta a la fhse tanto a sus aspectos formales

collto a los crtr-npositir.os. De él solamente h¿l sido pr-rblic:rcla Lrna escLleta nota

clonde se cla cnenta clel hall:rzgo (\''iñas 1'Sarriír. 1981) 1'se inclut'e r:n calccr

mlrr- recllrciclr¡ c1e nno clc sus paneles prir-rcipales. Actuah-nente estarros 11e-

r.ando a cabo slL estudio intcglal, c1e1 clue aclelantaremos algunos resttltaclos.

Nuestra exposición se org:rniz:rrá consicleranclo por separaci«r 1as figuras

mascnlinas de las f-err-reninas (Figs, 82 y 331, quc eltnqlle no est,rn prescntes

en el Barranco Hr¡nck¡ son especi:rlmente flectrentes en algÚLn conjtlnto de

esta fhse estilística.

A 1a hola de abolclar la clistinci<in clel sexo c1e las figr-rras, partilttos clel con-

cepto c1e qr-re c1 género tnasculino v femenino s()11 categol'ías socialmente

constrniclas. pcro no \r2uros a valorar si ha h:rbiclo ttna lectLtr¿L ar-rdr'océntrica

cle1 tern¿r de la rr.r jer cn el arte rltpestre ler-antino. ni tantpoco quienes han

siclc¡ 1os .tutore cle este típo c1e manifestaciones (llscoriza. 1996r Díaz-Andrer-r.

1999). Nos linritaremos a distingnir entre flÉaLlras hrLtn¿tnas de sexo ur¿rsculino

\¡ se\o fcrlenino a pal'tir de la conjunción c]e nnzt scrie cle atriltutos físicos(pene, pecl-ros. cacler'.rs) 1'cle inclument¿rin (falc1a. erco. etc.), Asutuim()§ qLrc

en est:ts manif-estaciones artísticas no siellpre ap:rrecen estas característic'.ts

cliscr'jrt-rinantes. Sin et-nbargo. creent()s que este problema quecla minimizacloante las rnismas características estiiísticas cle la fase, pllcs e.s la clue más c'leta-

lles incluve a la hora cle representar a Lrn hombre () e una rnr-rjer ¡- la qr-re po-clemc¡s consicleral márs realista.

Los principales aspectos estilísticos r- de corlrpr¡sición cle 1:rs flgr-tras rnas-

culinas -ya se han descrito cn la publicación cle la Cova cle1s Crvalls (\''ill¿L-

Yercle e/ ctl ii.2002:181-182), P<¡r'ello solametlte nos extencleremos en stls ras-

gos más generales: se trat2L cle figr-rr:rs de tarl:rño grancle. nc¡rtl¿rltlente mltvclinán-ricas. de clrerpos estilizados. con tolsos cle longitr-rcl r.ariable \' Picfnrrsnolrl:rlmente larg:rs ,\¡ gruesas. Cu'.rnclo se prescrntan marchanclo las picrnlls sc

pir-itan en \,' inr.ertid:r abierta. Cuando están paracllts es normal t'eprescnt:rr1as

con Ltn:1 piclna recta y otra tlexior-i¿rcla. corno ocLrrre con 1os ilrqtleros clel PtL-

clial l' c1e los Chaparros. A pes'.rr de estos rasgos comLlnes cada figure p.rt'tici-

pa cle rasgos anata)il-licos !,/o det¿Llles en la lnc1un-rentaria J. e1 aclorno clue las

inclir.ic'lualiza clcl grupo.

En e1 Bajo Aragón estirn prescntes en e1 altrigo c1e I-os Ch:rparros (Allla1a-

te clel Arzobispo, Teruel) (Reltríln ,v Rol«r, 1997) en el Abrigo c1el ArqlLero(Castellote-Laclruñán. Terr-rel) (Beltrán. 1986 v llipoll, 1961), en el Abrigo de

Ár:rgel (Burillo et alii. 1991r Seb¿rstiárn. 1992). en Val de1 Ch:rrco del Agua

Amarg:r (Alcañiz. Ten-re1) (C:Lbré. 1915: Almagro. 1956, l'Ilcltrán, 1970). en e1

Cerrao (Obón. Terr-rel) (Anclreu ef alii. 1982) -v en Sec:Lns (N4az¿r1cór-r. Terr-rel)

(C:rbre. 1920) (Fig. t32).

Al sr-rr. en el \'Iaestrazg¡o castellonense. las h¿rl' en e1 Abric Ccntelles, en les

Cor.es de1 Civil o dels Ril¡assals (Tírig. Castell(rn) en les Coves cle la Saltaclo-

re (Cor.cs de \¡inrorr-ri. C:rste11ón). toclos en la \ralltorta )- en Cot'a Rerligi'.r. en

su c¡-Linta car.icl:rcl. En el A}:rrigo A clel Cingle cle Pal'.rnques (Palzrnques Cas-

PERE GUIIIEM C-ry¡Eg ¡4¡.RTi\EU.VAilIil

Figura 82: A, Abrigo de1

Arquero (Ma J. Calvo); B,Los Chapamos (A4a J. Calvo);C, Abrigo de Ángel (A.

Sebastián, 1992); D, Yal delCharco del Agua Amarga(Beltrán, 1970); E, CabraFeixet (ExpedienteUNESCO); F, BarancoHondo; G, Abric Centelles(Instituto de Arte Rupestre);H, Cova dels Cavalls,Cavldad 7 (Martinez yVillaverde, 2002); I, Covadels Cavalls, Cavidad 2(Martí¡ez y Villaverde,2002) y J, Cova Remigia(Instituto de Afte Rupestre),

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tellón) (Mesado, 1995) donde dos de sLrs arqlleros, 1a figura nilmero 10 y la11, podrían formar pafie c1e este mismo horizonte estilístico.

Fuera ya del nÍrc1eo Valltorta-Gasslrlla, pero próximos a este ámbito geo-

gr^fico, este tipo de figuras masculinas estaría documentado en Cabra Feixet (E1

Perelló, Tarragona) (A,\\ry, 1998) muy cerca de la desembocadura de1 Ebro.

Su limite sur cle clistribución 1o tendríamos en las comarcas centro-lncri-dionales valencianas, donde 1a figura masculina del panel 6 c1e1 Abric de 1es

Torrudanes (Hernández et alii, 1988:752, fig.208) participa plenamente de los

reqlllsitos formzrles de Ia fase.

1--tu,-.r-+

LOS GR\B\DOS I-E\:\NTTNO DEL BARR\NCO HONDO(C.\ TELLOTE. TERLET)

A pesar cle qlre ta1 \- cr¡rno se h:r expr-resto en el capítulo 3 los arquerosc1el Rarlanco Hondo parecün intelr'cnil cn unzr escena de ctz¡t. no es esta i¿r

tetlírtic¿r mírs genelal de la fase. Existen escenas clásicas con esta ten-ráticacomo l¿r caz-a del jabalí cle la car..iclad V de Cor,'a Remigia. pero buena partecle Ios moti\().s citaclos se representan en otras :rctitudes: colno arqlleros er-guiclos en el Abrigo clel Arqlrelo ). cle los Chaparros, \, colno tónlczL más ge-nelal: marcl-r:rnc1o o corriendo.

En 1a Cor''a clels Car.-a11s (\iill¿rvercle et alii. 2OO2). los arquero.s cle esta faserlarch:rn h:rcia la izqnierda del altrigo sin relación algr-rna con posibles pre-sas, Io r-lrisr-r-ro podemos afirr-n:rr del conjlrnto del Abric Centelles. donde nnmínit.l.t«r cle 3:í figlrras se clespl:rzan en Llna misma clirección v los esc¿tsos ¿rni

r-r-rales pintaclos en sLrs proximiclacles corresponclen cllLramenre 2t Lrna f:rse pos-terior. Y 1o mismo poclemos afirmar del arquero n,a 8 de Val clel Ch¿rrco clelAgna Amarga (Beltrán. 1910:20) o cle le Conrp,rsj¡j611 con rtrqltcr( )s corrienclc)clel mismo conlLrnto. en la cu¿rl según BeltríLn (Beltrán. 7993:72)... no.ip.tre-ce ningtin cutin'tal o.personct ct qtr iert se percigct )'parece que se esté cc.¡nme-nlorunclc¡ o petPetuando el prctpio hechct cle con'et'. Y 1o rnismo poclernos cle-cir de1 arquero clel Cerrao c1e Obón. en e1 río Nlzrrtín (Anclreu et cilii. 7982).

La figurzr f-en-renina clue asociarlos e( )n este horizonte estilísticro tiene un¿r

tlist|ilrut ir',n csp:rt iaI :cmcianl( .

En e1 Bajo Aragón est,rn presentes en \,hl clel Charco del Agu:r An'rarga(Be1trán. 1970) \'en el Abrigo del Arquero (Ripoll. 1961). Dentro del nírcleocle \¡alltorta-Gas-sr-r11¿l estál representada tarnbién en e1 Al¡ric de Centelles, enLes Cor.etes del Pr-rnta1 (Coves de \''in«rmá) (\''iñas, 1982). en el Recó Gaspa-ro (Ares del NI¿restre. Castellón) (Porcar. 196i) _v en 1es Coves de la Saltaclor¿r(Domingo. 2000).

. E1 lín-rite norte cle clistritrución 1o rrrarc:rría las representaciones femeninasde L:r Roca dels Nloros (El Cogul. Lleicla) (Breuil y Cal¡ré, 1909) -v el sur lasrepresentacir¡nes ferneninas del Abrigo II, panel 1 de R:rco cle Sorellets (Her-o.ández et alii.1988:128 fig. 169).

Un primer aspect() que nos 11am¿r la atencia)n sobre 1a representaciírn f'e-

mer-iin'.t se enlrenta al sentil general cle la bibliogra.fía relacionada con e1 tema.En ésta se l-ra insistido en el carírcter mrnoritario cle estos motivos ft'ente a losrnesculirros (Beltrírn. 1968:,15: -Jordá. 1975:173. Dan'rs. 7981:209 v l,Iareo Sau-ra. 2001:8. entre otlos). Esta afirmación puecle ser vá1ida si c<tnsideramos elArte Le'u':rntino colro un todo. Pero si separalnos ios diférentes estilos est.laflln¿rción pierde consistencia. En la fase Tipo Centelles esta desproporciónentre las figr-rras rnascr-rlinas v fér.neninas \-e no es tan abrnnlaclora _v 1as figur¿rs femeninas cobran mavor ilnp()rt.rncia clesde el punto de.,-ista cu:rntitativr¡.En el Ablic Centelles un prin-rel l'eclrento cie las fignras masculin¿rs v f-emeni-nas fijaría en un 20% el tr¡tal cle mujeres representaclas.

E-stas figr,rras ferlenin¡s. clt sLr (r)njuntu, prescntan el torso desnndo en elqlle ,se sttele representar los pecho.s, La excepción sería 1¿r n-u-rjer c1e Rac(t Gas-paro (Fig. 83. A) En les Cor.es cle 1¿r Saltaclora (Fig. 83, B) a pesar cle su cle-ficiente consen-ación creemos que los senos t¿rmbién están pintadc>s.

Al igual que octtrre con la figura m¿rsculina estamos ante l'epresentaciones cle

cllel'p() estiliz¿rclo y relativamente cofio con respecto zr l:rs piernas, s¿Llrro l¿L rrtLr-

jer c1e 1es Cor.etes clel Puntal que tendría Lln cllerpo más alargado (Fig. 83. C).Las piernas acostluubran estal clrbiertas por r-rn¿r fhlcl¿l qlre se desarrolla l-r:rs

PEITE (lIIILLF\{ . R\FI\EL IIARTINEZ-\ALLE

l0 cñ

ta la alttxa de 1as rodillas (La Roca dels Moros (Fig. 83, E), Racó Gasparo,Abrigo del Arquero) o hasta Iapantorrllla (Val del Charco) (Fig. 83, F). Cuan-do las piernas están descubiefias son gruesas y se recrean en el modeladoanatómico (Saltadora y Covetes del Puntal) y 1o mismo ocurre con Ias panto-rrillas de las mujeres de la Roca dels Moros, 1a de Racó Gasparo y 1a del Abri-go de1 Arquero. Las caderas tienden a estar resaltadas considerablemente.

El tamaño de la figura femenina es relativamente grande, similar a las mas-culinas, es decir que no se establece una diferencia de tamaño que pudieraindicar rango o estatus.

Cuando se representan paradas e1 cuerpo suele estar inclinado hacia de-lante formando un ángulo abierto con respecto a las piernas, y se )-uxtaponea éstas de forma menos rígida que en las figuras masculinas.

Figura 83: A, Racó Gasparo(Instituto del Arte Rupestre):

B. Coves dc la :alt"Jurr. AbrigolX (Viñas, 1982); C, Covetes del

Puntal (Viñas, 1982); D, AL¡ricde Centelles (Instituto del Arte

Rupestre)t E, La Roca delsMoros (Wr\-{, 1999) y F, Va1 del

Charco del Agua Amarga(Beltrán, 1970)

113

I,()S GRA.BAI]OS LIVANTINOS DEI(C.\STELLOTIJ. 1 ERL]EI.)

Siguiencio 1as rnismas pautas que las figr-ras tnzrsculinas. Ias mujer:es tien

clen a 1a incliviclu¿rlización, Este concept() se desarrolla por meclio cle 1os cle

talles anat«imicos. por e1 esc:tso acl<¡rno 1. por los efectos personales qr-re lle-yan. En la Roca dels Ntoros 1'"rs clos mujeres c1e 1a izc¡uierda poclrían llevzrr

brazaletes por encima de1 codo (Breltil )' Cabré. l90c):21), similares a algr-rnas

mr-rjeres c1e la 5 cavicl:ld cle1 abrigo 2 c1e Centelles.

L:rs rlnjeres aperecen sOl:ls. integradas en eSCenaS ir-lnto con afqLler()S o

participanclo en composiciones que poclrían estar relacionaclas r:on el con-

cepto cle 1¿r f'ertiliclad, colrlo en la Roc¿r clels NIoros (Breuil y C:rbré, 1909:191

Beltrán, 1968:95; -lordá, 1975:177) 1'en el propio Abric Centelles' En otros c¿L-

sos. corno en el Abri!{o clel Arquero (Ripo1l. 196l:15 v 16). 1a mujer sc lcpre-senta junto a L1n arqLlero. El resto cle l:rs figuras femeninas están aislaclas (Co-

vetes de1 Puntal. Saltaclora. R:lco Gaspar'ó, Val c1e1 Cl-rarco) aspecto clue

refr-rerza el conceptct de la inclividr-ralic1acl. Para algunos autores este recLlrso

compositir.o estaría relacionacl<¡ con le sublin-ración cle todo lo femenin<r

(Alonso )- Glimal. 1994:,i6-48). sin embalgo creemos que esta maner:r de representar a l'a mr-rjer estír relacionacla con aspectos de 1a organizectíln social.

En glrrpos c1e cazaclores-recolectores :rcttt'.rles las f:rmilias Se illtle\ren Con to-

ta1 inclepenclenci¿t entre distintos campamentos V no reflejan signos pr(cisos

cle corporativismo, inclusct el lider:rzgo no se Clefine con clariclacl (ohnson 1'

E:rlley. 2003:87-88). Lln'.r composición clel Al¡ric Centelles permite profuLndizar

rn L'St( :lsf)c( lo t Fig. Xl),

La escena la integran siete figr-Lra.s clispuestzrs en clos 1ínezls supelplrestas.

toclas e1las en actittld de marchar h¿rcia la derecha. En la líne¿l superior hay

tfes afquefos. el sitttado cn posición rnás aclelantacla (n,a 3) portzr utn ¿trco do-

ble -v lrn manojo cle cuatl'o flechas. A é1 le sigr-re un segundo arqLlero (n'o 2),

con L1n tocac'l() abtrltado. qlle porta dos arcos simil¿rres, No es normal en l¿rs

' composiciones levantinas el hecho c1e encontrar arqueros provistos cle clr¡s ar-

cos. Est¿L circunstancia es consecuencia c1e la ter-nátic¿r de la escena: la exis-

tenci:r de Llna tercer2l figura situ:rcl¿r detrás cle é1 (n.a 1) clue r"a cargada con

tres fardo-s cle fbnna ovoide v que pof 1o tanto no pucde llevlrr su propi.t

arrna. Estamos ante L1n'.1 representación trernenclanrente retlista en la qlte se

cuiclan toclos los detalles cle la narración gráfic:r y en la qlle se manifiesta la

volunt¿rd cle retl'atar una instantáne:r cle la I'icla de slts aLttores.

Como es habitual en este tipo de figuras los arcos son cle cloltie cun'atn-r:r. n<t así en e1 Rarranco Honclo. Este tipo de ¿rrco tiene r-ln enlllalque Cro-

nológicg an-rplio cotno han apuntaclo clir,'elsos ¿lr-1tores. entre e1 Boreal y e1 pe-

riodo Atlántico (Rozo1'. 1978:10f i. Cr-rpi11ard. l')9i:741). Es clecir. que segúrr

Ios clatos zrrqueológicos, 1os arcos de cloble clrra¡¿ltl.rra fiteron tt.sados por ca-

zadores mesr¡líticos 1. por cazaclores neolíticos.

En la 1ínea inf-er'ior hay cu:rtro figuras rnarchanclo en la t-t'tistl¿r clirección.

Las tres primeras (n,a ,i, 5 _V 6) presentan L1n aspecto general Jiger:rrnente rrás

masivo que los arqLlefos cle 1:r 1ínea superior. Tienen 1as piernas más c<¡rtas

cubiertzrs en clos casos (n,e.i 1,5) POr una anch¿rs prendurs. La figur.r + ticne

senos por 1o que lzr interpretzrmos colt1o nna mujer, En las der-nás no se epre-

cia este cletalle anatómicct pero dacla [a semejanza genelal consiclet'amr)s que

se trat,L igualmente cie mujeres.

I-as tres cargan a sus espalcl:rs con lo clue parcc(n ¡equcñas mochilzrs cle

fbndo rect<t. Dos c1e ellas portan soi¡re 1as rrrochilas clos farclos compllestosc1e objetos largos v sobre ellos ck¡s niños. protegidos por medio de senclos

PERF (ll lLl,hIl . R,\f'.\ET ItAl(¡lt\E/_-\r\LLE

Fi g L, r:r 8i -r,,..:;;l.'.ú.-...^,"J., u",u,,, ".,,",

parasoles. Delentc cle nna clc las repre.sentacic¡nes femenrnas apar.ece unlrcualta figLLra (n.! r.) cle tal-lraño lrenor rnarchanclo qne poclría cr¡rr-espclnclercon la imagcn cle ot«r niño cle más eclacl.

L:t lectnr:t cle est:r escer-Ir1 lros rcerc:r a:lspectos ¡cler-:rnte-s cle la or.grLni_zación soci:rl clc .sLLS rlLrtores, Er-r plirner' lugar p:rr-ece rcf)ejar- la clir isió¡sill-rple clcl tr:r)laio por sexos Estr organizaciirn clcl tlabajo cleberíarnr¡s crr-r-tenclerla clescle 1a conpJementaricclacl entle hombres l ¡rrLjer-es (Soria r.López. Per.er. 1999:66) en Lrn c()nrexto en el clne l¿rs r-cl:rciones c1e géner<rtienclen a ser tsualitat'ies r- c1c intclclepenclencia. llntle los grlrpos cle caz:r-llores-recolectores :lpeltas si se c()nstet:l clifelenciacií¡n s,tciul.-rrírs lticn alcolltrarl() cntl't.] srls c()nlponentes sc clcs:u'rolla LLn fLreltc- cleseo cle ig¡alcl:rclV de comp:Lrtil'. Sn pregmntisnro les concl uce:r l:r -sLrbsistencia cle cacla

175

. Los cR\BADos(LE,ANI.,'.:9'-:.??lJiil'*NCo HoNDC)

indivicluo y :r 1a del grupo, no les es favorable 1a vent:rja económica de los

nnos sobre los otros.

En segr-rndo lugar expresa el concepto de moviliclacl territorial. ya se¿t en

relación con mor.irnientos logísticos. con expediciones cle caza. o con el con-

trol del terrilorio (Villaverde v X'Iartínez-\¡a11e, 2002:194). En estc caso en con-

creto, y en general en esta fáse estilística en la qLle como Va hemos ¿1pr.lnta-

clo el tema de 1os clesplazamientos es predominante. este recont¡cimientcr

territorial no se l-ia traclucido en 1a representaciÓn de una agresión organiza-

c1a como así ha queclado refleizrdo en otros Yacit-t-rientos con Arte Rupestre Le-

r.antino clentro del territorio qr-Le analizamos.

Ef-ectir.arnente en 1a fase estilístic¿L qlre nos ocllpa no se han representaclo

escenas bé1icas qr-te permit:rn hablar de conflictos intergrllpales. Esta temática

si es por otra pafie frecuente en f)ses posteriores en este mismo territrlri<r

como es e1 caso cle Les Coves clels Ribassals o del Civi1. Les Dogr.res, Cova Re-

migia. Cingle de la NIola Ren'rigia. la Galeria del Roure, o el Cerrao etc.). ur¿r-

nifestacic»res ftrpestres qL]e con los datos clisponibles pertenecerían ¿,1 fases es-

ti1ísticas cronológlcarr-rente postcriores )- qllc por lo tantrt serían refleio c1e otras

lealidadeS sociales. Incluso en algunos de estcts zrbr'igos se puede aplccier cier-

ta jerarquía \',,'o liclerazgo. En e1 Abrigo clels Ribassals o clel Cir.'il. en el panelcentral zlparecen dos arqueros cle tamaño lrlavor que el resto cle las figuras.

iunto a ellos hay clos mujeres 1¿r c1e 1a izquiercla de tam¿rño mul reclr-rciclo. En

Les Dogues en el grLlpo cle Ia izquierda también destaca r-tna figlrra sobre el

resto por su inchrmentaria. algo similar a lo que ocurre en el abrigo IX de1 Cin-

g1e cle 1¿r t\lola Remigia en 1a denominacla falange de :rrqr-teros.

La violencia en la Pretristctria hzr siclo clesarrollacla lr"raglstralt-nente en Ltn

trabajo reciente. En sus páginas se insiste en las distint¿Ls firrmas cle violenciaqLre ha desarrr¡llaclo nuestr¿t especie \- cortto ésta ha ido evoltlciclnando con

e1 clesarrc¡l1o de la tecnología, creando artef)ctos par.l c''lz;tr rlnim¿les qlre se

''hal:¡ríct L,LLelto contra el mismc.¡ hc,ttnbre" (Gr-rilaine ,v Zammit, 2002:80). De esta

forma se rompe con e1 mito de 1a fiaterniclacl de1 hombre paleolítico (Ibidem.

2OO2:9Ot') y se apLrntan actos r.'iolentos entre grupos mesolíticc¡s relacionados

con e1 co.ntrol de territorios cle una alta productivid:rd alimentaria (Ibiclem.

2002:93-).

Tal -v como hemos apuntacio con anterioridad en la Fase Centelles no exis-

ten escenas bélicas, sin]uladas o reales. entre gtlpos lcro si que contamos

con escenas de violencia indii'iclu¿r1: figuras flecl'raclas qr-te interpretamoscorlo ejecuciones. como los hombres asaetados de Cova Rernigia. cavidacl I,

). Saltactora, abrigo XII (Fig. 85).

LaS ejecuciCtnes Se registran en concliciones extlelnas en el seno de sor:ie-

dacles c¿rzadoras-recolectoras y están dirigiclas a elitlinar a aqr-rellos mieml¡roscLryos :rctos ponen en peligro 1a supen,ivencia de1 grupo, o 1o que es 1() mis-

r-no rompen la estructura cle su sociedad. Este tipo de accic¡nes podrían clarse

con márs frecuencia entre cazadores-recolectores qLle l-ran recibiclo influenciasculturales e ideológicas c1e grupos prodlrct()res de alimentos o con luchas in-ternas en un momento de transición hacia la economí¿L de proclucciÓn (Ibi-cLen.2002:96).

En cr-ralqr-rier cas(), est¿s situacioncs parecen clarse de fbnna más general

crrancio hay un incremento clernogrírfico v se intensifica la con-rpetencia. Nlar-"'in

Harris vinclrla este incremento de 1a violencia con lo qlre e1 denomina concepto

.'c

Figula Ej: A. Cor.es cLe l¡r

S.rltaclora, Abrigo VII, Cevidad2. (lnsri¡uro del Alte Rupesi,'e) yB, Cc¡v¡r Re:rigia, (.avicl¡rd I(l¡.stituro cle Arie RrLl:i=te-).

{

de la supremacía masculina, en relación con esta noción hace unos comenta-rlos muy convincentes ( 1988:67 ) 'Ict pl ctct¡co cle la guema es responsable cJe unaamplia gamct de instituciones de sttpren'tacía masculina entre lcts sociecladesgt'Llpales ! clldeanas... Las instituciotTes de supremacía masculino sut'gicrc)ncomo LLIIA cJe las consecuencias de la gtLera, del monopolio masculino de 16$

..trnlos ! clel empleo del sexo para el fotnento de las personalidacles nxascLLlinasagresiuas... la supremacia 'masculinct no es más naturdl que 1.1 gLtelTa".

B

t

t77

.,R \}],\I X )S I,F]VANTTNOS DEL BARRAN(]O HONDO((]-\SIEILOTE. TEIILiEL)

¿QUIÉNES SON LOS AUTORES?

Hen-ios intentado ir má.s allár cle la clescripción de unos motivos figur:rtir''os

ampliamente distribuidos en 1as colnarczts del Balo Alagón-Maestrazgo. liaciendo inc',rpie en el rnttndo qLre parecen reflejar 1os nrqueros de1 Barranco

Honclo ). sl.ts más explícitos paralelos de ot«rs conjuntos rLlpestres con 1os qltepensanros guarclan relaciírn estilística. Y necesariamente del¡emt¡s terrrtin¿L

hablanclo cle antorías vinculando las manifestaciones rLrpestres a1 poblamien-to prehistórico qlie se clocunent:l en esta región. Otros 2llltores han proftln-dizaclc¡ en este aspecto cn est¡t misttr¿ ln(rnografíar por lo que intent:rremos

aportar clatos de interés clesde la z()na en la que estamos trabai:rndo.

Necesariamente tendremos qlle opinirr sobre la Neolitización de este te-

rritorio. Existe un'.r larga traclición investig.'rdora soble el Mes<¡lítico -v la Ne-

olitlzaciírn en el B:rjo Aragón qLle se ajusta a los planteamientos teóricos cle

modelo dual. En resllmen \riene a plantear la eristencia cle poblacionesmesolíticas en el VIII milenio qlle en lc¡s inicios c1e1 \rII reciben inf-h,rencias

neolíticas (cerámicas -v cloble bisel en nivel 6 de Rotiquería, c inferior y su-

perior cle Pontet, C2 r. C1 cle Costalena. IIa cle Secans. 8a clel Abrigo de1 Án-gel. b3 de1 Plano del Pu1ido...) (t-hrilla. 2002:190). pero qlle en lo esencial nct

cambian lurs estrategias de asentamiento ni l¿l econorría que c()ntinLra siencltr

cazadora-recolectola. Frente a estos alsentatnientos act.Llturctrlo-s, cristenotros contemporáneos cle nueva planta qLIe corl'esponden a grllpos neolíti-cos productores,

Frente ¿L este esquem¿r general comÍtttmente aceptado, la infbl'rr-r.'rciÓn

p'.rr:r el r\,Iaestrazgo castellonense es deficitaria v controrrerticla en buena me-

dicla como consecuencia cle descans:lr en clos linic,.,s y¿cilllientt-rs: el Cinglede1 l.Ias Nou -v Cor.a F-osca. Y:r es clásica la contlo.u'ersi:r srtstenid:r en tornoa tova Fosc¡r \¡ 1a neolitización clel norte de CastellÓ. Por nltestra parte va-

loran]os 1a lectr-rr¿r reahzad¡ por Cas:Lbír (1990:173) s<¡bre este l'acilnienro cnb:tse a critel'ios inclLrstriales y estratigráficos según 1¿r cual :l Llnos nir.eles mi-crolaminares (lll, II 1, IB), por supuesto acer'ámlcos. se sLlperponcll'ía lLn ni-r.e1 clel neolÍticct antiÉalro finrrl o rncdio (1A). Otros vacirnientos en cllc\¿a

como B¡,rixes (X,lesado et alii. 1997) y \¡iclre (Bregacla, 1998r Bosch. 2000)

parecen remitirnos a ocupaciones neolíticas cle nueva planta, aunque 1os

datos disponibles son todavía mr-r1, parciales como para poder c¿Lr¡cteLizar Isrrs pobladores.

Trabajos fundarnentaies 0L1an Cabanilles ). Nlartí Ollr,er. 2000; NIaltí OliveryJtran Cabanilles, 2002,) y una sirtesis reciente sobre e/ nTcu'co cronr,t-cttlturaldel afte leucyttittc-¡ (NIolina et al'ii, 2003) plantean, sin negar el ¡-ioc1e1o clua1,

una expansiÓn rápida ciel neolítico restando importancia a 1os grupcls lreso-líticos en el proceso,

Esta hipótesis. clescansa en bltena rnedida en considerar una baia clensi-

dad demográfica c1e los grr-rpos mesolíticos, que se decluce de la escasez cle

yaclmientos c1e este periodo fl'ente a la abundanci¿r de l.acirnientos nec¡lítlcos,

En esta lectura ha resultadc¡ flrndatuental el registro arqueológico de las

comarcas centro meridionaies valencianas, en las qr-te existe r-tn importantepoblamiento de1 neolítlco antigllo y donde aclemás están extraordinariarnen-te bien representaclos los tres estilos artísticos postpaleolíticos. Aquí la ar-L-

sencia de la fase B del Mesolítico (Cocina II) en yacimlentos como Tossal de

1a Roca y el Abric de 1a Falaguera ha senido para:Lfirmar que en es[os mo

118 l

PERE CTIILLE\I . R\FAEL ]\I]\RTTNEZ \AT-LE

mentos no existe población rr-iesc¡lítica 1. que solamente encontrarnos en el \¡IImilenio población neolítica. qLle se asienta descle entonces en este cspacio ).qLte es responsable de toda 1as n-ranife.staciones ¿utísticas presente.s. Desde es-tos plantealnientos todos los :rrtes cle cronologí:r neolítica: cl N{acroesqnemir-tico. e1 Esquemático \: el Levantino serían oltra de poblaciones neolíticas pro-dLrctoras (Nlartí 1,.fuan C:rbanilles, 2001),

Sin pletencler negar e.sta posibiliclad para las cor-r-rLLclLs centro-meridiona-les valer-rcianas. h:rt' que nencionar que la lectr-rra cle la secuencia clel Tossalcle la Rc¡ca (C:rcho et alii, 199j) proporciona más matices adernírs de 1a au-senci¿r de la fase B del NIesolítico. Sobre e1 nivel I del sector erterior clel va-cimiento en el que se ha identilicaclo nna industria mesolítica con rrrpecios(fase A), se clepositó en claro contacto erosivo el Nivel Superficial. qlle nocontiene una inclustria con triírngulos como c:rltría esperar 1' sí tres fr:rgmen-tos de cerárnica cardial de nn mismo recipiente. aunque no debemos olvidarqlle a pesar c1e estos fiagrlentos, este ni\:el slrperficial es por la indr-tstria r,- l¿r

f'altn¿r -un conjunto de fauna silvestre idéntico en tock¡s sus aspectos al clelnivel infiar-acente- un nivel mesolítico.

Por la trascendenci¿r qLle se estír danckt a csta lecture creemos qrre'.rdernásconviene clestac:rr el carácter erosir-o del contacto entre ios dos estratos lo quea nlrestro entender podría lndicar qne el nivel que poclía contener las indus-trias c1e la fase B simplerr-iente no sc h¿r consen-ado. Circr-rnstancias similaresse han documcntado en otras secuencias colro en l¿r Cor-a cle les Cendres(Teulada. Alicante). donde los niveles cardiales descansln directamente sobreniveles con indr-rstri¿t clel Magdaleniense superior final. en 1a C<¡r.a c1e Bolun-ri-ni (Beni¿rrt¡eig. Alicante) o en la Cor,'¿r cle \{allaetes (Barx, Valencia). No es ca-sual qr-re los n-ioÍnentos qlre no están represent:rclos en l¿Ls secuencias regio-nales corresponclan con las fases iniciales c1el periodo Atlántico, aquellzrs enlas qne se proclucé un incremento importante de las precipitaciones y en con-secuencia importantes proce.sos erosivos (Fr-Lm:rnal, 1995). Esta circunstanci¿rdebió ser especialtlente acusacla en las com:u'c,Ls centro-mericlionales valen-cianas donde algo tan atemporal como su orografía lleva a qlte sc registrcnplecipitaciones firlly superiores a las clel resto del territolio v¿rlenciano.

Pero no es nLrestro objetivo cliscutir la secnencia regional cle estas corrar-c¿rs. Só1o cnestionamos estos arÉallmentos en la meclida en qlle este moclelcrsc ha intentado traslacl¿rr a otros árnbitos geográLficos, En un tlabalc.r rccientese mantiene la rnisma línea argument¿r1. es decir' l¿r f'alta c1e población mesolítica, (1,{o1in¡ et alii.2003) para explicar el poblarniento clel norte cle Caste-llón clurante el \eolítico y para leer con idénticos arjgllntentos 1¿r secnenci¿ rr-tística regional.

En referenci:r al ¿Lrte rupestre rrencic¡nan el Civil cloncle atirman que traslo.s trabajos de limpieza realizacl<¡s en e1 abrigo se ha clocnmentado,.. t.tngranmecrrtdrif'orme por (lebctjo de la cc.¡ttc¡ciclct escenct cle cc¡ntbate (p. ;3) Supone-mos qLle se lefieren a L1n moti\o de tenclencia ondulada consen,ado en el p:l-nel central del abrigo III. que no frre descubierto con la inten-ención cle lim-pieza sino qlre ).a fue descrito v publicado por Cabré el año 1925 (Cabré,l92i:2l1, fig 6) Adernás. este rloti\-o ni form¿rl ni estilísticamente puecle po-nerse en relación con zig-zags o serpentifbrn-res identificados en otr()s abrigoscle la cuenca clel -l[rcar o de1 Bajo Aragón. realizack¡s con la técnica ciel ArteEsquemáticc) v qLle por p'ara1e1os cerámicos se atribr:,ven al Neolíticct antiguo.El motivo clel Clvil está realizado con la misrna técnica qlre los .lrclner()s y es

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LOS C]RABADOS LEVAN|INOS l)EL B:\RRANCO HONDO(C¡.ST'ELLO'|E, fE]IUEI )

o l¡ien contemporárneo o en toclo c:rso posterior a la escen:r bélica. En cnzrl-quier caso. 1as figuras cle este panel no corresponden estilísticamente a 1as pli-r-neras firses cle arte lel.:rntino.

En este mismo trabajo se abolcla el tema de1 poblarniento en el Nlaestraz-go castellonense \r se uLflrm¿r qve... hasta la.fechct sólo clispr-nent,r¡s cle lct itt-.fórmaciórt apoúada por el Cingle del Mas Nr¡tt (Ares clel Maestre) para clir-mctr lct presencict de grupos bt.Lmar¿c¡s co'n antet'ic¡riclacl c¡ las pñmeraseuidencias neolitizctdctrcts (pp. 57). Y a partir c1e esta escasez, corrobor:rcl¿r c<¡n

1as prospecciones realizadas por nno de los zrutores en e1 entorno c1e 1a de-s:rparecida Laguna c1e Albocisser. se propone para la región un poblan-rientocle nner.a plant:r clLrr:urte el Epicardial (pp. 58). Inclusr¡ se 11egr a afirmar queel Arte Levantino de La \,'alltorta,.. debe ser interpret:Lc1o como... un afie.fnt-tc¡ cJe comunid¿tcles cot't Ltlto economia proclttctctrct plencm'Lerte estcLblecidct

-como no podía ser cle otrct nlctnercF si aceptctmrts alue trcs encontramos anteLntót zona de colonizaciórt, ltor parte de esc¡s gntpos nec¡líticos.

Sin embargo, las prospecciones n qrlc cn ese t1'.1baio se hace ref'erer-rci:L se

inchrl,eron en Lrn pro\¡ecro mírs ar-np1io en e1 que el NInseu de la V¿rlltorta vie-ne trabaj:rndo clescle el año 1996 v que han cl:rdo cc¡mo resultado un p21nor¿1-

m¿r clistinto a1 present:rdo por estos :lLrtores, Tal y como :Lfirmamos en una pLr-

l¡licacií¡n reciente (Fernánc1ez et alii, 2002) en l,acirlientos cle sr-rperficie delentorn() c1e est¿r zon¿l enclc¡rreica. en los que predominan materi:rles líticosEneolíticos hemos identiflcaclo triírngulos de tipo Cocin¿r. trapecios. hojitas declorso t. microburiles qlrc 1los remiren e un polrlamiento Nlesolítico. Esta pre-sencia de población mesc¡1ític¿r se ha r.isto conflm¿rda recientemente con lasexc¿rvaciones lealizaclas en el abrigct del Nlas cle N{artí (Alltocisser), ).aci-miento localizaclo en el Barranc cle Sant NIiquel. distante apenas 200 metlosdel Ablic Centelles. en cLl\'os niveles basales hemos identificaclo un:r inclus-'tri¿L rlesolítica con tlapecios v triánÉlulos cle tipo Cocina y r-rnzr f:runr{ eoll-pue.sta por cielo (Cer,-us elapbtt§ y conejo (Orictologt.ts cunicttltLs).

Así. frente a est¿,1 vision cxce.siv;rmente simplificada y unifbrmista plantea-l]]os coI]]o hipí)tesis solrre el poblamiento en nllestro árr-rl¡ito de estnclict nnproceso más ccxnplejo cle implantación del neolítico, que cleducimos de laeristencia c1e poblaciítn me-solítica v c1e la existencia de dos tipos de mani-f'estaciones rlrpestres conceptnalmente antagónicas que corresponclen a reeli-clacles sociales v económica cliferentes: Lrn Arte Esquemático 2lntiglto y Ltn ArteLevantino en el qlre al menos podemos clistinguir cLlatro fases, a 1as que atri-buimos r.alor cronológico v cr-rltnral (\rillarrerde v NIartínez-Valle. 2002).

L:rs figuras hurlanas clel Abrigo de1 Bzrrr:rnco Honclo pertenecen a un¿l deestas firses estilísticas. especialmente t¡ien docnrnentacla en e1 núcleo clel BajoAragón-N'laestrazgo, Aislacla la fhse estilística Tipo Centelles se rompen muchostírpicos qLle se han iclo apuntando en torno al Arte Rupestre Le.,'antino. Des-cubrirnos qlle en est¿r fase no predorninan 1as escenas de caza y que lzr mujel'está nllméric2lmente bien representada. Aclen'rás clescle e1 anállsis del estilo ,v

1a composición de las figuras se pueden extraer conceptos como el cle indivi-clu¿rliclad. la igrLaldad v la nrr¡r.ilidad. qrre p2rrecelt ajustarse mejor zr cultrrras decaz¿rclores recolectores qLre a gfupos hnntanos productores de alimentos.

Estas con-tuniclades cazadoras recibieron inf'lr-rencies externas de otros grr-r-

pos con Lrna estntcrtlrra social antagónica. LIna pn-reba er¿iclente. aclemás de 1¿r

presencia cle las cerámic:r.s carcliales en r.acirnientos rnesolíticos del Bajo Ara-gón (Fase C). es 1a doclunentaciírn de lnoti\¡os pertenecrientes al Ane Esque-

PERF CL]ILI,I\I . }L\}.\EI, \J\RTÍNEZ \1ILI]

Río \I:rrtín. en la zona1.1,1i. 16 _v 17) reali_

contrado cl:rr.cts par:r_cle I_ Or (Bernabeu.

intó un arqLtero tipc)99:). a signos ¿rnálo_tilizaclc¡ integraclo er_r

Carbonera (Ares clelIros iclentiflcaclo do,s

del ¿rrte esqlrernáti_rres, En la Cr¡r,a clels

1s_zes vertic¿ll (i_roti-ez_\hlle. 2002) r. entir r¡s similares aféc_ntino,s. 1,kr clue nostificado en La Satgaclel abrigo III (l,Iar_

icas cardiales o eno indican, a nLlesttornales. si ltien por lai .l J)l'c\(n( iíl: pUñ-blación local

po Centelles en lo.sn como en e1 nor_los grr-rpos hurn¿l_

onómica e ideoló_i(rn cle su territorlo.lernentos entre ioserspecti\.¿1 admlti_

n cle esta ntanifes_is clel proceso. bct_

con lct naturalista.ttinc¡ tlel Bafo Ara_

lrnterrcl.) qLlc. tf:tsolíticos (acr¡lru¡a_

clr¡cronr p()r. parteLre cstos clesurro-

1 proceso se acor_

Lam sabemos lnlr\- poco cre ros sistemas económicos cle r.sgrllpo' ' ro que es peor. clud:u,os que conceptos t¿rn estrictoscomo g especializaclos pr_reclan sen ir para clefinirlos.

eneralistas antesn ser estr.rteÉlias

al considerar clueican la eristencia

r21

(CASTELLOTE. TERIIEL)

c1e estilos en el r-rtill:lje lítico o la creación cle necrópolis cc¡n-io I.r del Colladoen Oliva (\hlencia), 1o qr-re traclnce 1a volnntacl cie fijar Lln grupo hunt:rno a

un territ<>ric¡ determinaclo.

En este panorama gener'al parece rnárs lógico plantezLr u11a escasa receptibi-licl¿rcl h¿rcia las innovacic¡nes económicas neolítica.s t, lo que es más irlportrlnte.un¿r rrayor resistencia que pudo generar conf'lict<¡s en Ia n-reclicla en que loslrue\¡os poblaclores ¿LLunentarzrn 1a presión sobre e1 territorio ) slrs recrllrsos.

En este contexto 1¿r fhse Tipo Centelles sería lrn elenlento míls clentro del cle-

sarrollo c1e elementos enc¿lminados a la cr¡hesiírn intragrupal y con e1k¡ reco-

llernos una hipótesis qr-te fue expnestzl en sr-r día polJoan Bernabeu (1995:5,1).

No consicleramos casual qlle esta f¿rse se:r la rnás ostentosa. 1a que erpres¿L un:lmás notori¿l voluntacl cle sel vista. segirn se clesprencle c1e1 t¿rrlaño c1e sr.Ls figrr-ras I-ttulanas y de su localizaciírn en las p:rrtes más visit>les cle los :lbrigos.

Descor-rocemos la duración cle esta fase y 1o que es r-nírs relevante la ctn-ración del proceso cle c'.rmbio de l¿rs estlnctulas sociales v econórr-iic¿rs de es-tos gmp()s nresc¡líticos. Pero 1o qne parecre erriclente al valorar 1os paneles pin-t:rc1os en los abrigos de1 Balo Aragón y e1 N{aestrazÉlo es qr-re :r lo largo de estepr()ceso se fue incrementalldo 1a clesigualdad socizrl: incorporación de las es-

cen¿rs bélicas. perclicla c1e relevanci¿r de 1a rrr-rjer en los paneles pint:rclos 1r

pl:rsrnrtción del liclerazgo en las cornposicioncs. L, )nccpt(r' que sirr clucl:r pue-clen estar reflejanclo r-rnos moclelr¡s sociales cada r.ez más jerarquizaclr¡s. Es a

partir cle estos lromentos cr-r.Lnclo nos encontr:Lríamos c()n gr-lpos humanosmás clependientes c1e Lln:r econofiría productor:r de alimentos,

Este proceso cle cambios se puecle apreciar incluso en la constrlLcclón cle

este espacio social, En el núcleo clel \{:restrazgo castellonense dr-rr¿rnte la f¿rse

estjlística trpo Centelles 1f()s enc()ntramos con clos :rgrupaciones nucleares (\¡i-llar.ercle ), X,I:rrtínez, 2002:200) una loc:rlizacl:r en el B:rrranc de la \¡alltorta¡ en-tre el Barr¿lnc cle Sant N,liquel y el Barranc de N{atantolos. y otra en torno alB¿rlr¿rnc c1e Gassulla. tril¡utario cle la Ran-rbla C¿Lrbonera. Sin ernbargo. estasclos agmpaciones nucleares \ran aclqniriendo un clisposición longitudinal a lolargo de las siguientes fhses estilístic¿rs en 1¿r r-r-redicla en qLre se \¡an pintandcrnlrevos abrigos a lo largo cle I:r Rarr-rbl¿r c1e la \á11tort¡r 1r principalmente en 1¿l

Rambla C:rrbonera. Para Jr-rliírn X,I:rltírez estos clos moclelos de distribuci(rn 1t

olganización c1e los abrigos cle Arte Esqr-rernático ancl¿Llnz (nuclear v longitlr-dinal) están relack¡nados con la mism:r et:oltLciót't cle las estrcttegiots ecc.¡ttót¡ticns (IlartÍnez, 2000:38). En el X{aestrazgo ademírs tal rrez est:rrían vincnlad«¡s:r cambios icleológicos de gr:ln ca.laclr¡.

Hemos intent:rclo aproximarnos a 1o qne consideramos fue un complejoproceso c1e cambio descle la.s sociecl¡rdes cazacloras a 1as productoras de ¿rli-

fiIentos, en el qne la lectura cle 1os paneles pintados en los abrigos tienc mlr-cho que aportar, Un proceso. toclavía ma1 conociclo. a pesztr cle algunos tra-bajos tiendarr a sin'iplificado. V cnva clnraci(rn segirn señalan Juan Cab:rnilles yMartí Oliver (20{J2. pp. 50.)... plantect dlgtLrtos problerrLas intpcttlantes que transcienclen el ntero plctrto cle lo tipológico ¡, ¿5¡ror¡trírficrt, correspo¡tcliendo a ttnclc»¡tirtict (lt.Le etird cle lleno en la enticlctd cle kts prc.resos, aquí concretanlente.en lo qtte significcr lct neolitización .y l.cts términos en qu.e esta se ctu¡tple.