La mediatización del casting

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Universidad de Buenos Aires Facultad de Ciencias Sociales Seminario de Investigación Cualitativa Preproyecto de Investigación: “La mediatización del casting” Primer Cuatrimestre 2012 1

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Universidad de Buenos Aires

Facultad de Ciencias Sociales

Seminario de Investigación Cualitativa

Preproyecto de Investigación: “La mediatización del casting”

Primer Cuatrimestre 2012

1

Docente: López Barros, Claudia

Alumna: Ferraro Guadalupe

Seminario “La Investigación Cualitativa” - 1º Cuatrimestre 2012 -

Preproyecto de investigación: La mediatización del

“casting”

Síntesis

Este trabajo pretende abarcar algunos aspectos de las

modificaciones producidas dentro del género “Reality Show”

a partir de la introducción del “casting” como fenómeno

privado a la pantalla televisiva.

La mediatización del proceso de selección de participantes

aspirantes a convertirse en estrellas de la música, como el

caso de “Popstarts”, “Operación Triunfo” o en la actualidad

“Soñando por Cantar”, “La voz Argentina”, representa una

adaptación al lenguaje televisivo de fenómenos que tienen

vida social antes de ser resignificados en pantalla, lo que

proyecta una satisfacción por parte del público a través de

la identificación y permanencia de dicho intercambio

comunicativo ya reconocido socialmente como un intercambio

institucional “privado”. Un estudio que evidencie los

elementos transpuestos y remarque las modificaciones

2

introducidas por el lenguaje televisivo, permite comprender

la resemantización producida y el éxito que comporta la

inclusión del público como autoridad evaluativa.

A su vez, el seguimiento de determinadas modificaciones

introducidas en estos tipos de programas, habilita un

aporte al estudio de la evolución del sub-género que este

trabajo denominaremos “de las nuevas estrellas locales” y

que, asociado al despegue del género “Reality Show”, se ha

instalado en la programación televisiva argentina.

Palabras clave: mediatización, resemantización, género,

casting.

Introducción

El lenguaje específico de la televisión supone una estética

propia que se encuentra en relación con su carácter masivo,

el consumo privado - y, aunque en menor medida, público- y

la convivencia cotidiana del medio y los telespectadores,

además del carácter comercial de un mercado publicitario en

permanente crecimiento. Es necesario considerar la

relevancia que debe otorgarse al estudio sobre la

televisión, entendiéndolo como el lenguaje mediático

transformador del siglo XX, en términos de Mario Carlón,

porque aún sabemos muy poco sobre qué novedades trajo para

la historia compartida de la sociedad. Sólo el examen de

las novedades que trajo el dispositivo televisivo va a

permitir circunscribir el lugar de los discursos generados

por dicho dispositivo, y esto manifiesta el punto de

partida que habilita esta investigación: el pasaje a lo

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público, la mediatización del “casting” es uno de esos

exámenes posibles dentro de otros dentro del medio.

Además, el estudio de los estilos de realización en la

programación es importante porque como señala Omar Rincón

“el diseño de la televisión se ha convertido en el lugar

más importante de la cadena productiva, como lo demuestran

los formatos “normativizados” de la televerdad1 que se

están exhibiendo por el mundo” (Rincón; 2002: 81).

No es un dato menor que “la oposición grabado/directo,

generalmente subestimada, es radical a la hora de examinar

los discursos porque implica dos dispositivos distintos y

como mínimo, dos sujetos espectadores diferentes” (Carlón;

2004). Ni que “los Reality shows lejos de constituir un

episodio anodino de la historia del espectáculo televisivo,

son el símbolo, por el contrario, de un momento central del

objeto televisión y sellan la culminación de una evolución

que modela al medio desde su creación: la participación

cada vez más activa del público en la escena que ofrece la

pantalla” (Jost; 2001: 292). Tampoco que, como señala

François Jost “el patrón de la novedad está suministrado

ahora por lo virtual y las redes telefónicas” (Jost; 2001:

281).

1 Omar Rincón denomina “televerdad” a formatos específicos como porejemplo “Expedición Robinson” o “El Bar”, los que consideramos“realities” y los distingue de las telenovelas, los documentales,ficciones, docudramas, etc. Para él “Cada formato establece diversasactualizaciones estéticas, de contenido y de interpelación deaudiencias (…) cada programa habla de unas formas de pensar, sentir eimaginar de acuerdo a la cultura que lo produce”. (Rincón; 2002: 45).

4

Aun así, no es la idea de este trabajo examinar únicamente

las estrategias de comunicación de los programas de

castings, sino embarcarse en vías de reflexión que tomen

como cuestión central al sujeto espectador, para comprender

la relación con el dispositivo. Focalizaremos el estudio en

cómo se constituye históricamente el significante que es

condición de posibilidad de las diferentes lecturas,

interpretaciones o respuestas diversas –más allá de cuáles

sean. Como señala Verón “entre el sentido investido y las

condiciones de esta investidura se encuentran los agentes

de los procesos de producción y de reconocimiento: los

sujetos” (Verón; 1997: 34).

Por eso un análisis semiótico permitirá evidenciar las

condiciones de producción de estos programas, y las

restricciones de sentido que operan como estrategias de

comunicación en el marco del mercado y las nuevas

tecnologías intervinientes. Y a su vez, un análisis en

recepción del sujeto espectador -entendido como punto de

pasaje de sentido- que aporte algunas valoraciones,

lecturas e interpretaciones de los programas en cuestión

habilitará la comprensión de cuál es el lugar específico

del espectador más allá de la trama interdiscursiva. Esto

quizás contribuya a comprender la reelaboración que ha ido

desarrollando este género desde sus inicios a partir de un

eje que consideramos clave que es la participación del

espectador construida en el dispositivo.

Marco Conceptual: Planteo teórico- epistemológico

5

Como investigador uno debe ser consciente del carácter

parcial de sus aportes, y objetivar el punto de vista desde

el cual se habla2. Para efectuar esta investigación se

remitirá a conceptos que tienen que ver con una concepción

que entiende que si bien es el dispositivo en parte lo que

construye al sujeto, es indudable que la generación del

dispositivo ha sido social y que, mucho más aún, lo ha sido

la selección que le permitió imponerse y estabilizarse en

el seno de múltiples segmentos, culturas, etc3.

La nueva tendencia mediática de “los programas de castings”

representa un nuevo paradigma de la televisión

generalista4, y es por eso necesario concebir el proceso

por el cual se crea sentido desde estos programas y cuáles

fueron sus condiciones de producción.

Dentro del género televisivo conocido como “Reality show”

accedemos, entre otras cosas, a la introducción de un

intercambio comunicacional extra-mediático que supone el

“casting” o prueba de selección de los protagonistas del

programa televisivo. 2 En términos de los aportes efectuados por Bourdieu en elcapítulo “Objetivar la objetivación” de su libro El sentidopráctico, 1980.3 Para Carlón los estudios sobre la televisión constituyeron enlugar habitual la conceptualización de las audiencias comoactivas y la atención a las diferencias que surgen en elprocesamiento, ya sea de individuos, o de comunidadesinterpretativas, sin poder marcar nunca esas cuestiones en elcentro de debate.4 Para el sociólogo francés Dominique Wolton, la televisióngeneralista es el media más adaptado a la heterogeneidad socialde la sociedad individualista de masas por cuanto la igualdad deacceso, la gratuidad, el que refleje identidades nacionales y elhecho de reunir individuos 

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Existe un salvataje mediático de las pruebas de selección

de cantantes, esas pruebas que tienen vida social antes de

su mediatización en televisión. No dejan de ser fenómenos

de intercambio social extra-mediáticos, ligados a espacios

culturales o institucionales “privados”.

La mediatización del casting como proceso de selección de

participantes aspirantes a convertirse en estrellas de la

música5, ha introducido cambios a partir de la intervención

de los dispositivos técnicos y de la adaptación al lenguaje

televisivo de estos fenómenos. Es necesario marcar los

elementos transpuestos de los que no lo son y comprender la

resemantización producida en el marco de un análisis de los

discursos en sus niveles retórico, temático y enunciativo

para acercarnos a hipótesis que expliquen su éxito y

permitan comparar algunos puntos de ruptura en la evolución

de estos programas, en una primera instancia.

Para comparar el lugar del espectador en la trama

interdiscursiva con el lugar del espectador efectivo, se

efectuará un estudio cualitativo que brinde sus

valoraciones e interpretaciones, en una segunda instancia.

Dentro de las referencias y discursos previos que acompañan

aportes para el tratamiento de esta temática, se han tenido

en consideración posturas teórico-epistemológicas

provenientes de la semiótica discursiva, de los géneros y

estilos, de la investigación cualitativa en ciencias5 El estudio se restringe a los programas de castings cuyosprotagonistas son aspirantes a convertirse en estrellas de la música,no toma en cuenta aquellos que toman la aptitudes de la danza oteatro.

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sociales, de la historia y el estudio del medio y del

dispositivo.

En primer lugar, la noción de dispositivo es muy importante

en el campo de los estudios sobre discursos. Como señala

Oscar Traversa a propósito de Verón y continúa indagando en

la importancia de esta noción: “Verón lo resumía, hace

algunos años: ‘Toda producción de sentido, en efecto, tiene

una manifestación material. Esta materialidad del sentido

define una condición esencial, el punto de partida

necesario de todo estudio empírico de la producción de

sentido’ (…). Si algo hace sentido lo hace en tanto se

integra en una sucesión de (un fragmento previo de

semiosis), suerte de estaciones, donde una producción

implica un reconocimiento a través de un paquete de

materias sensibles que, como tales, se sitúan en una escala

de tiempo. Las que integran, para cobrar forma y ser

reconocidas, un conjunto de marcas sobre la materia que las

soporta, resultado de algún ejercicio técnico para

modelarlas” (Traversa; 2001: 2). Los dispositivos técnicos

son condición de posibilidad del intercambio de sentidos

mediatizados precisamente gracias a esas herramientas de

base material.

Eliseo Verón es tomado como principal referente para

comprender la problemática mediática que es posible abordar

desde el análisis de los discursos.

Los elementos fundamentales para definir el abordaje

discursivo según Verón, lo constituyen: el discurso, las

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condiciones de producción y las condiciones de

reconocimiento. El análisis del discurso implica ponerlo en

relación con sus condiciones de producción y de

reconocimiento y esta cuestión interesa en el sentido de

formular ciertas reglas en torno a las propiedades del

discurso. Propiedades que tendrán que ver con la existencia

histórica de los géneros y sus nociones metadiscursivas. De

allí nuestro interés analítico.

Existe un desfasaje necesario entre producción y

reconocimiento. Podemos contar con una descripción

relativamente adecuada de la/las clases de textos que nos

interesan en cuanto a la producción, pero eso no nos

permite deducir efectos. De todas maneras, Verón señala que

hay un campo de efectos posibles, y su enfoque es sumamente

útil para distinguir las estrategias de comunicación de los

programas de “castings” y cuáles son sus condiciones

productivas.

Para Verón entre las condiciones de producción de un

discurso siempre se encuentran otros discursos. Para

desarrollar este aspecto toma las formulaciones de la

teoría de Peirce. Según Verón en las relaciones

interdiscursivas se puede hablar de la relación signo-

objeto-interpretante6.

Existen trabajos previos que toman el enfoque de análisis

de los discursos televisivos y que remarcan varios aspectos

6 Para su profundización ver Eliseo Verón, Semiosis Social: Fragmentosde una teoría de la discursividad a propósito de la teoría de losdiscursos sociales.

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a tomar en cuenta, como aquellos que señalan que en toda la

serie de artículos publicados en Francia durante la década

del '80 y especialmente en su clásico, “Construir el

acontecimiento” (1983), Verón analiza las modificaciones

que provocan los cambios tecnológicos en los modos de

percepción y de representación, en los imaginarios y en las

prácticas sociales.

El marco histórico se hace necesario porque como se ha

mencionado anteriormente sólo el examen de las novedades

que trajo el dispositivo televisivo va a permitir

circunscribir el lugar de los discursos generados por dicho

dispositivo.

El soporte televisivo está marcado, desde su nombre mismo

con la idea de ver (visión = lo icónico) a distancia (en

griego, têle = lejos). En relación con los imaginarios

sociales de la distancia, Verón describe dos momentos:

primero, cuando se la disimula a través de diversas

estrategias en producción (como el ocultamiento del

dispositivo) y después cuando la distancia comienza a

resultar perceptible y reconocida como valor.

Verón, en Interfaces remarca que se establecen dos períodos

que distinguen dos tipos de sociedades: las mediáticas y las

mediatizadas. Las primeras corresponden a la etapa

industrial, a "una sociedad donde las tecnologías de

comunicación se implantan progresivamente en el tejido

social" (Verón; 2001: 42). En ese contexto, los medios son

vistos como un espejo de la realidad y el lenguaje de la

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televisión se imponía con aquella misma promesa de

transparencia. Por otra parte, "las sociedades post-

industriales –afirma allí mismo- son sociedades en vías de

mediatización. Es decir, sociedades donde las prácticas

sociales (las modalidades de funcionamiento institucional,

los mecanismos de toma de decisión, los hábitos de consumo,

los comportamientos más o menos ritualizados, etc.) se

transforman por el hecho de que hay medios" (Verón: 2001:

41). Es entonces cuando la estrategia del informativo deja

de caracterizarse por el "directo" y comienzan a aparecer

en pantalla todos los elementos tecnológicos que ponen al

descubierto el carácter fabricado del producto (cámaras,

micrófonos, personal técnico, paneles de control, otras

pantallas). También se transforman los imaginarios: el

público ya no cree más en transparencia de la televisión.

En adelante depositará su creencia no ya en la imagen

representada sino en la exhibición del dispositivo técnico.

El artificio será puesto en primer plano. Por esos años,

Umberto Eco analizaba las diferencias entre la paleo y la neo

televisión. Refiriéndose a la crisis de la idea de verdad en la

neo-tv, afirmaba que "esta crisis tiende cada vez más a

implicar a la televisión en su conjunto, transformándola de

vehículo de hechos (considerado neutral), en aparato para la

producción de hechos, es decir, de espejo de la realidad pasa a

ser productora de realidad" (Eco ;1983: 210). Y sostiene

que el público "sabe que la televisión está presente y es

consciente de que eso que ve (real o ficticio) ocurre a

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mucha distancia y es visible precisamente en virtud del

canal televisivo" (Eco; 1983: 205).

De acuerdo a estos autores, el discurso de la televisión

apelará al contacto como estrategia. En Interfaces Verón

afirmaba que “en relación con la televisión, se habla más

de la imagen; ahora bien, en ésta, lo esencial es el

registro del contacto: el cuerpo significante y la economía

de la mirada” (Verón; 2001: 43).

Ya señalaba en 1983 que “cuando el peso de lo icónico

(anclado en las imágenes en directo) y lo simbólico

(anclado en el relato) decreció, fue preciso reformular un

contrato de lectura planteado desde la estrategia de la

objetividad. Fue a partir de entonces que el periodista,

cuya expresividad había estado anulada, comenzará a

mirarnos a los ojos. Denominamos a esta operación el eje

O-O" (Verón, 1983: 24). La puesta en relieve de este

registro (indicial-metonímico) de la televisión de los `80

(que desplaza, aunque no anula, a los otros), comienza

siendo la estrategia que estructura el contrato de lectura

del noticiero aunque sus alcances pueden hacerse extensivos

ahora a otros géneros.

A partir de los ´80, los productos televisivos comienzan a

servirse de toda una serie de dispositivos estructurados

básicamente alrededor del orden indicial para reforzar los

efectos de un contrato de lectura cómplice.

Se podría hablar del declive de la información como género.

Un primer síntoma es el vaciamiento de su objeto, que la

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vuelve, cada vez más, un discurso autorreferencial. Otro,

sería la aparición en primera línea de programas que son

verdaderas parodias informativas. En Argentina ese género

se inaugura en los ´80, con La noticia rebelde y ha continuado

hasta hoy con programas como Noti dormi, P.N.P, C.Q.C., Medios locos,

Televisión registrada, etc. Por su parte, programas de ficción,

en la actualidad (Primicias, Por ese palpitar, etc.) comienzan a

tomar como base de sus tramas, al discurso informativo o

sus subespecies.

Por otra parte, las múltiples formas de participación que

promueven los géneros de la televisión actual, como los

sondeos de opinión, encuestas, participación telefónica o

por Internet, concursos, tribuna, público en escena y el

deslizamiento de estas dinámicas al informativo, se suman a

la puesta en escena. La narrativización, las

dramatizaciones, el protagonismo de la cultura del star

sistem, la estetización de las miserias humanas, entre otras

operaciones, culminaron engendrando sub-géneros

informativos como el info-show, el talk show, el reality

show, el docudrama. En términos de Peirce, se diría que

estas nuevas modalidades tienen como correlato la

activación de efectos predominantemente afectivos

(sensaciones) y la desactivación de efectos pragmáticos (en

términos de intervención social) y sobre todo de efectos

cognitivos.

En 1990 Casetti y Odin señalaban que en la neo-televisión

no interesa comprender, meditar, aprender sino que todo en

ella se reduce a puros fragmentos de vida sin hilación y a

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un puro contacto sin objeto. Todo lo que cuenta es “estar

ahí”.

Según Verón, en televisión resulta interesante observar

cómo cada canal, cada género, cada programa, aprovecha los

recursos que pone a su disposición el soporte para

conformar un ambiente en el que se acomoden tanto los

personajes como los destinatarios. Los personajes atraen

(son seductores o exóticos), los colores llaman la

atención, los enigmáticos íconos de identificación de los

canales –ahora móviles- hipnotizan, los sonidos interpelan.

Las estrategias de contacto llegan al extremo en el

reality-show, donde la fuerza del contrato no reside tanto

en lo analógico (el reality) sino en la contigüidad, en la

medida que el show consiste en invitar a la audiencia a

participar de un juego.

Ya lo señalaba Fernando Andach a propósito de los programas

Reality que el rasgo a destacar es “el componente indicial

que he llamado su index-appeal, sus huellas corporales en

la instalación del tiempo presente del espectador, en

alusión a la atracción creada por la institución

cinematográfica de Hollywood con su sistema de “estrellas”:

el sex appel” (Andach; 2000: 42). Es interesante rescatar

para el análisis que nos compete, que “el dispositivo se

encarga de transmitir en directo la aparente región

posterior (backstage) a millones de televidentes (Andach;

2000: 63).

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Dentro del marco teórico atendemos a las nociones de

género y estilo presentadas por Oscar Steimberg y sobre

todo a los órdenes de análisis para estudiarlos. A su vez,

las razones que fundamentan su inclusión en este estudio

se asocian a la consideración de que la problemática del

género está en relación con los cambios tecnológicos que

impactan en los medios, la desvalorización de los

productos de género en los medios, etc. Es importante

reconocer el carácter de institución social de los

géneros como criterios implicados en las clasificaciones

de los discursos que son reconocidos históricamente.

Además los géneros organizan nuestros discursos casi de la

misma manera en que lo organizan las formas gramaticales.

Como señala Steimberg, desde Aristóteles se privilegian

entre los rasgos que describen un género y los diferencian

de otros, aquellos rasgos retóricos, temáticos y

enunciativos. La misma selección de factores se aplica al

estilo, entendido genéricamente como un modo de hacer

postulado socialmente como característico de distintos

objetos de la cultura y perceptible en ellos.

Estos rasgos o características guiarán nuestro análisis de

los programas de castings. Comprendemos que aquello que

denominamos retórico incluye rasgos que privilegian

procedimientos constructivos en lo estructural, lo

arquitectónico y en lo ornamental; lo temático se aboca a

recortar temas a través de los componentes narrativos y lo

enunciativo a definir modos de contacto entendiendo que la

enunciación es el efecto de sentido de un texto en el que

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se construye una situación comunicacional a través de

dispositivos –de carácter lingüístico o no- propios de los

procesos de semiotización. Es un elemento clave a la hora

de analizar las estrategias de comunicación de los

programas de castings.

Por eso, aunque en forma parcial, el estudio del subgénero

de los programas de castings y su evolución en la

programación televisiva se fundamenta a su vez en nuestro

caso por ser “indicador paraprogramático, o guía de

consumo” como lo denomina Carlos Mangone. Poder conocer

cuáles son los rasgos que los espectadores valorizan dentro

de este sub-género se encuentra en relación con conocer el

lugar que el sujeto espectador adopta, de allí el interés

en considerar como categoría a la participación del

espectador no sólo desde la estrategia en producción, sino

observar esta misma categoría en el acto mismo de

reconocimiento.

Objetivos e hipótesis de la investigación

Se parte de la consideración del casting como fenómeno

social y discursivo que tiene vida social antes de ser

resignificado en pantalla, ese pasaje a lo público supone

modificaciones y la introducción al lenguaje televisivo en

términos de adaptación de ciertos elementos que son los que

se quieren conocer tanto desde las estrategias de

producción, como desde la recepción efectuada por los

espectadores.

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Con la introducción a la programación televisiva de este

fenómeno cultural-social conocido como “casting”, se

evidencia una transposición7.

El problema que la investigación pretende dilucidar es

cuáles son los elementos que el dispositivo televisivo ha

permitido introducir y cuáles modifica a través de los

programas de castings, en base a las propiedades

discursivas ya reconocidas y establecidas del casting como

género. El rol del espectador es clave por el

reconocimiento social del casting y la valoración afectiva

que este posee, independientemente de su mediatización.

Resulta interesante conocer las valoraciones que se

rescatan a partir de su aparición en pantalla.

Son los objetivos de esta investigación:

Describir y caracterizar las propiedades discursivas

del casting como intercambio social privado y su

contexto.

Explorar en el marco de un contexto histórico las

introducciones que se han producido en el medio

televisivo que han sido claves para la aparición de

estos tipos de programas.

Analizar las implicancias que los sub-géneros de los

talk-shows, info-shows han tenido para la aparición

de los programas de castings.

Describir los rasgos que describen al género de los

programas de casting y lo diferencian de otros.7 Entendida como un cambio de soporte, medio y/o lenguaje de una obra ogénero (Steimberg; 1993).

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Caracterizar las estrategias de comunicación de los

programas de castings.

Comparar el lugar del espectador en la trama

interdiscursiva con el lugar del espectador efectivo

en recepción.

Nuestra hipótesis de trabajo se asocia con la presencia de

una satisfacción por la identificación y permanencia de

dicho intercambio comunicativo ya reconocido como tal por

los espectadores pero re-construido en la pantalla

televisiva. En general, los intercambios culturales de las

audiciones no cuentan con el factor público en presencia ni

con el hecho de que las devoluciones del jurado se

mediaticen. Hipotéticamente el espectador ideal podría

ajustarse a la figura de juez, de allí el interés en la

consideración del espectador en calidad de “participante”

activo y convocado.

Metodología

Metología a aplicar en el estudio en producción:

El estudio de los géneros -que parte del discurso acerca de

ellos- debe tener como objetivo el establecimiento de sus

propiedades discursivas. El género televisivo conocido como

Reality show se sirve de las pruebas de los participantes

para constituirse como tal (mostrar realidad) e instituir

condiciones de previsibilidad que le permitan reconocerlo

metadiscursivamente.

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La recurrencia a ciertas propiedades discursivas se

institucionaliza dentro de una sociedad, con lo que los

textos individuales son producidos y percibidos con la

norma que constituye esta codificación.

El análisis de los discursos mediáticos de los programas de

castings permitirá conocer los rasgos retóricos, temáticos

y sobre todo haremos especial hincapié en los rasgos

enunciativos que explicitarán las estrategias de

comunicación claves para comprender al enunciatario

construido y al lugar del espectador que en recepción

consideramos importante estudiar.

Se optará por un corpus conformado por cuatro audiciones de

cada programa. Son tres programas distintos, elegidos por

su orden de aparición cronológica y por las implicancias y

repercusiones de cada momento. El primer programa de

castings en nuestro país ha sido “Popstarts” (2001-2002),

el segundo en importancia ha sido “Operación Triunfo”

(2003-2009), y el tercero fenómeno en la actualidad

“Soñando por Cantar” (2012). El nuevo programa “La voz

Argentina” (2012) se incorporará a la serie de análisis.

A nivel enunciativo dentro del lenguaje televisivo que

adopta el Reality, se presentan dos vertientes de análisis:

una se enfoca en la relación entre el enunciador y la

escena de intercambio comprendida como “prueba de

selección” y otra hace hincapié en la relación que el

enunciador construye con el enunciatario. (Sin

antropomorfizar a estas instancias discursivas, la figura

19

del enunciador se asimila a la del presentador del

programa). Es necesario analizar la posición del conductor

y las posibles oscilaciones de simetría y asimetría.

El enunciador en relación con la escena construida de la

prueba de selección se mantiene en reserva, perfila una

simetría en torno al enunciatario con el que comparte la

información en simultáneo. Pero a su vez, la figura del

conductor (que puede, aunque no necesariamente,

corresponder con la figura del enunciador) convoca al

público a constituirse como autoridad evaluativa del

proceso al que se exponen los participantes.

El dispositivo de la mirada pone en funcionamiento unmecanismo con varios efectos:

Por un lado, crea un vínculo imaginario de perceptibilidad

mutua. El “televidente” –a falta de una mejor expresión- es

cautivado (“tocado”, “enganchado”, “devorado”) por el otro,

en ese juego. “Está ahí, lo veo, me habla” es la expresión

de ese contacto directo. El contacto, como señala Verón en

“El cuerpo reencontrado” es un reenvío metonímico,

indicial, ya que implica una relación de contigüidad. Por

otro lado, la mirada a cámara, en los medios audiovisuales,

desficcionaliza.

Y además la mirada es un operador de desplazamientos. Es a

partir de ella, como una “bisagra”, que el presentador

direcciona (separa, articula) y subraya. Una vez más, es

una operación indicial. Suplementariamente, toda una gama

de procedimientos y operaciones técnicas completan esta

20

nueva modalidad de contrato, en los demás niveles

(kinésico, proxémico, escenográfico, presentación de

sujetos y objetos, sonido, iluminación, etc).

No hay que perder de vista la presencia del jurado como

órgano evaluativo que “dirige” las decisiones que luego

telefónicamente resolverá el público, que se mantiene en la

mediatización, lo mismo sucede con la materialidad de la

expresión, el habla, la oralidad pero que en este caso se

ve alterada con la introducción de la mecanización de las

cámaras que hacen posible el contacto con la institución

del canal de televisión. Este espacio mediatizado no borra

las marcas enunciativas en el momento de la transmisión: se

evidencia la publicidad del canal en el extremo de la

pantalla, los juegos de ángulos de las cámaras, la

permanencia de los micrófonos, la arquitectura del espacio,

la distribución en tribuna del público, entre otras.

El rasgo enunciativo central es la inclusión del público a

través de varios mecanismos de participación. En primer

lugar, por su presencia en el estudio. Y en segundo lugar

como autoridad evaluativa final a la que se le permite

telefónicamente lanzar su voto y “ser parte” del proceso de

selección. Claro que con un costo económico y simbólico en

el marco de nuestro estudio.

Esto en cuanto a la organización del discurso que cuenta

con el despliegue narrativo por parte del conductor y

descriptivo desarrollado por las devoluciones del jurado.

21

A su vez, debemos considerar las figuras de los

participantes presentes en el programa.

Los rasgos temporales también son un fenómeno a observar.

Considerado como base meritocrática, el hecho de tomar un

proceso en etapas y dividir en “galas” o en “rondas” donde

cada vez menos participantes tienen la chance de continuar

y de perfeccionarse, influye en el aporte permanente que el

público tiene que hacer y seguir.

En relación a los rasgos temáticos, la prueba, la

superación y el escalón siguiente, sumado a la idea de

“triunfo”, premio económico y sobre todo el reconocimiento

social, se mantiene tanto en los intercambios mediatizados

como en los que no. Lo mismo sucede con la importancia del

aspecto humano en torno al esfuerzo, en detrimento a una

formación académica, formal que no se demanda como

obligación del participante.

Metodología a aplicar en el estudio en recepción:

El hecho de contar con el factor público y que las

devoluciones del jurado se encuentren mediatizadas proyecta

un lugar específico del espectador y es probable que sea

éste uno de los factores de éxito de este tipo de

programas. Un estudio en recepción permitirá chequear qué

le sucede al espectador en tanto que público participante

en la calidad de inclusión o las distintas variantes del

modo de recepción.

22

Además, un análisis en recepción permitirá captar los

factores que el público considera como relevantes y las

valoraciones positivas o negativas con el objeto de

comprender el fenómeno de la evolución del género, desde el

polo de la lectura.

A través de la aplicación de metodología cualitativa

accedemos a “los datos descriptivos desde las propias

palabras de las propias personas, y sobre todo a la

conducta observable” (Taylor y Bogdan; 2000: 7). Como modo

de encarar el mundo empírico responde a un diseño de

investigación flexible donde se estudia a las personas en

su contexto, su modo de darle sentido a la realidad.

Para conocer las valoraciones, lecturas e interpretaciones

de los espectadores de los programas de castings, y

comprender cuáles son los elementos que incrementan su

participación activa en los mismos, que influyen en su

seguimiento y aquellos cuya caracterización es negativa se

llevará adelante un abordaje etnográfico a través de

entrevistas en profundidad a jóvenes de 18 a 25 años

espectadores de estos programas, residentes en Capital

Federal.

Como señala Vasilachis de Gialdino, “la entrevista

etnográfica constituye una herramienta clave para avanzar

en el conocimiento de la trama socio-cultural, pero muy

especialmente para profundizar en la comprensión de los

significados y puntos de vista de los actores sociales”

(Vasilachis de Gialdino; 2006; 129).

23

A partir de un ejercicio del diálogo sustentado en una

capacidad de “escucha”, de un esfuerzo de comprensión que

abarque tanto las palabras como los silencios, los gestos,

la postura y los movimientos se concordará un encuentro

planificado cuya necesidad responde a establecer el

contacto con ese “otro” espectador de los programas de

casting. A partir de una búsqueda intencional que pueda

efectuarse momentos antes de iniciarse el programa, para

compartir la emisión con el actor en cuestión y poder

desarrollar la entrevista al finalizar el mismo. En este

caso se establecerán encuentros con distintos jóvenes

espectadores de “Soñando por Cantar”, en lo posible la

muestra será elegida en función de cierto público

especializado o conocedor de ediciones anteriores de los

programas de castings a estudiar. A través de la

Observación Participante como técnica de relevamiento de

las expresiones del actor en cuestión, se tratará a nivel

individual (de allí la denominación espectador en singular)

desde una concepción situacional y teniendo en cuenta los

condicionantes cotidianos específicos de un sector de clase

media en el horario de emisión de estos programas, sector

de clase media al que se restringe este estudio en función

de representatividad del público de estas ediciones.

Nuestro objetivo será entonces efectuar una lectura

interpretativa de análisis de los elementos que el

espectador rescata, valoriza o descarta de las emisiones en

función de fenómenos que tienen vida social antes de ser

mediatizados como es el caso del casting.

24

Anexo

Guía de Pautas de la entrevista etnográfica

Antes de comenzar me presento, soy Guadalupe, estudiante de

Ciencias de la Comunicación de la UBA, y estoy llevando

adelante un proyecto de investigación que tiene como

objetivo conocer las valoraciones de algunos de los

programas televisivos del momento, como por ejemplo, los

del tipo “Soñando por Cantar” o “La voz Argentina”. Me

interesa también el recorrido que como espectador venís

haciendo de estos programas.

Traje para compartir algunos fragmentos de estos programas

para que veamos juntos/as y en base a esto voy a ir

haciendo algunas preguntas.

Antes de comenzar, me gustaría que te sientas con absoluta

libertad a la hora de responder. Aquí no se trata de juzgar

ni aplaudir un punto de vista, sólo conocerlo y así como me

encuentro hoy acá, me encontraré realizando varias

entrevistas más para recoger varios enfoques.

Guía de pautas. TEMAS. Preguntas a realizar previo al

fragmento de la emisión compartida:

25

ANTECEDENTES PROGRAMAS DE CASTING

1. ¿Los programas del tipo “Soñando por Cantar”, “Operación

Triunfo” o el recientemente emitido, “La voz”, pertenecen a

algún género? ¿Cómo los llamarías?

2. ¿Cuál fue el primero de estos programas que viste?

3. ¿Recordas quién era el conductor? ¿Qué te llamaba la

atención?

4. ¿Recordas a algunos de los integrantes? ¿Qué te llamaba

la atención de ellos?

5. Y después de ese programa, ¿viste algún otro con

similares características?

6. ¿Por qué lo mirabas? ¿Qué era lo que más te gustaba?

¿Por qué? ¿Algo no te gustaba? ¿Por qué?

ESTRELLAS PROTAGONISTAS

7. ¿Recordas los nombres de los ganadores? ¿Seguías a sus

protagonistas? ¿Por qué?

8. ¿Recibían algún premio económico, simbólico…?

9. ¿Alguna vez te comunicaste con el canal para apoyar

algún candidato a ser estrella? ¿De qué modo? ¿Ganó el que

apoyabas?

26

10. ¿Al final las emisiones continuaste siguiendo a tus

favoritos? ¿Cómo te sentiste? ¿Por qué?

PÚBLICO

11. ¿Participaste de algún programa yendo al canal? ¿Cómo

se te ocurrió ir? ¿Fuiste solo? ¿Con quién?

12. ¿En cuáles participaste?

13. ¿Conociste alguien que lo haya hecho?

14. ¿Qué pensás de la gente que se hace presente en el

canal? ¿Por qué va? ¿Cómo imaginas que se sienten?

15. ¿De qué otros modos podes participar?

REPERTORIO DE TEMAS

16. ¿Crees que haya algún tipo de inclinación hacia algún

género musical en estos programas? ¿Por qué?

17. ¿Qué pensas de los temas que cantan? ¿Por qué?

18. ¿Quién crees que los elige? ¿Por qué pensas eso?

CASTING NO MEDIATIZADO

27

19. Si te digo la palabra “casting” ¿qué es lo primero que

se te viene a la mente? ¿Qué más?

20. ¿Fuiste alguna vez a un casting o acompañaste a

alguien?

21. ¿Qué pensas o viste que sucede en ellos?

22. ¿Cuáles son los criterios que consideras son tomados en

cuenta a la hora de elegir un candidato en estos castings

privados? ¿Qué opinas de estos criterios?

EVALUACIONES

Volviendo a estos programas televisivos…

23. ¿Qué pensas de que la gente “salve” a su favorito? ¿Por

qué?

24. ¿Qué rasgos crees que son tomados en cuenta a la hora

de elegir al mejor participante por parte del jurado? ¿Por

qué?

25. ¿Y por parte del público? ¿Coinciden? ¿Por qué?

26. ¿Comentas con tus amigos o con tu familia sobre las

elecciones efectuadas por los jurados?

27. ¿Compartís habitualmente las opiniones de el/los

jurados? ¿Por qué?

28. Si tuvieras la posibilidad de decirle algo al productor

de estos programas, ¿Qué le dirías? ¿Por qué?28

Ahora sí, compartiremos un fragmento de “Soñando por

Cantar” y otro de “La voz Argentina”, son breves, te

agradezco la atención.

29. En general, ¿qué pensas de lo que vimos?

30. ¿Qué es lo que más te agrada de estos programas? ¿Por

qué?

31. ¿Qué dejarías de lado en estos programas? ¿Por qué?

32. ¿Hay algo nuevo en estos programas, que no han estado

presentes en programas anteriores? ¿Qué cosas?

33. Los participantes que vimos, ¿Cómo son?

34. ¿Qué diferencias pensas que existen entre los

participantes de estos programas y quienes crees asisten a

castings de manera privada?

35. ¿En qué pensas si te digo presenciar un casting privado

como oyente?

36. En relación al conductor, ¿Qué características tiene?

37. Y en líneas generales, ¿qué pensas de los miembros del

jurado? ¿Son todos iguales? ¿En qué se diferencian?

¿Quiénes son?

38. ¿Te parece que cada uno cumple algún rol? ¿Por qué?

29

39. ¿Te identificas con alguno de ellos? ¿Coincidís con sus

opiniones? ¿Por qué?

40. Por último, para vos ¿qué es lo que hace que estos

programas convoquen tanto público y tantos participantes?

¿Por qué?

Cierre: Te agradezco mucho haberme recibido en tu hogar y

estar abierto a mi presencia. Tus respuestas han sido de

gran aporte.

30

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