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LA DELEGACIÓN REAL EN LOS ALBORES DE LA MODERNIDAD, LA LUGARTENENCIA DE JORGE DE VERGARA EN LORCA (1501-1504) N o son muchas las ciudades en las que se pueda establecer un patrón histórico; y son aún menos las que ven nacer a alguien que sea capaz de aprovecharlo. Me estoy refirien- do al profesor Jiménez Alcázar. Porque gracias a su profusa obra -publicada en un intervalo de poco más de ocho años-, el transcurrir bajomedieval lorquino se ha convertido en un obligado referen- te para cualquier análisis histórico, y no sólo del pasado local, sino ya de las instituciones castella- nas. Qué decir tiene a la hora de elaborar el artícu- lo que me dispongo a presentar. Por esta evidente razón, las obras más utilizadas para su confección han sido las del historiador lorquino, y gracias a él y a sus rigurosos trabajos ha sido posible este artí- culo; y a él va dedicado. INTRODUCCIÓN En los primeros años del siglo XVI, el gobier- no municipal lorquino, al igual que el resto de ciu- dades castellanas, había pasado por un proceso de restricción de acceso a los cargos concejiles que provocó la concentración del poder en manos de unas pocas familias.(1) Este proceso de oligarquización del gobierno municipal venía pa- rejo al progresivo camino regio de implantar una autoridad preponderante en todo el espacio terri- torial de los diversos reinos que componían Castilla. Un poder real que tendía a controlar la 1 Véase JIMÉNEZ ALCÁZAR, J. E; Un concejo de Castilla en la /romera de Granada: Lorca 1460-1521. Granada, 1997, págs. 319 y siguientes. Lo mismo había sucedido en Murcia: TORRES FONTES, J.; "El concejo murciano en el reinado de Alfonso XI". Anuario de HistoriadelDerecho Español, vol. XXIII. Madrid, 1953, págs. 137- 159 y ABELLÁN PÉREZ, J.; "El concejo murciano de junio de 1429 a junio de 1430. Su estructura". Miscelánea Medieval Murciana, vol. V. Murcia, 1980, págs. 121-157. amplia autonomía de la que habían gozado los con- cejos y, en especial, los grandes concejos de fron- tera a través de los diversos fueros de la conquis- ta. Así, con la mirada puesta en una efectiva potestas de la Corona, principalmente los monar- cas de la dinastía Trastámara fueron introducien- do diversas reformas, partiendo de las de Alfonso XI y perfeccionadas y potenciadas a lo largo del siglo XV, que pretendían incorporar a las oligar- quías concejiles al nuevo modelo de Monarquía.(2) Más fáciles de manejar, los reducidos cargos de las corporaciones municipales fueron a parar a manos de ciertas familias que aunaban poder eco- nómico y político, pero también prestigio social, y más en núcleos fronterizos donde aparecía un sustrato con amplias facilidades de promoción a través de la guerra.(3) Estas familias fueron emparentándose entre sí formando grupos de po- der de dos tipos.(4) - Bandos-linaje: a través de ligazones biológi- cas. - Sobre ésta, es ya clásica la obra de STRAYER, J, R.; Sobre los orígenes medievales del estado moderno. Barcelona, 1986 (2" Ed.). 3 Fue la vía más fácil de ascenso social a la nobleza, siendo muy común en toda Castilla: GERBERT, M. C ; Las noblezas españolas en la Edad Media. Siglos Xl-XV, Madrid, 1997, pág. 112. 4 HERNÁNDEZ FRANCO, J. y JIMÉNEZ ALCÁZAR, J. E; "Esta- do, aristocracia y oligarquías urbanas en el reino de Murcia. Un pun- to de reflexión en torno a las comunidades de Castilla". Chronica Nova, n" 23. Granada, 1996, págs. 171-187, págs. 172 y 173. Acerca de la creación y mentalidad de los grandes linajes, es muy ilustrativo el artículo de ATIENZA HERNÁNDEZ, I.; "La construcción de lo real. Genealogía, casa, linaje y ciudad: una determinada relación de parentesco". CASEY, J. y HERNÁNDEZ FRANCO, J. (Eds.); Fa- milia, parentesco y linaje. Murcia, 1997, págs. 41-59. 51

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LA DELEGACIÓN REAL EN LOS ALBORES DE LA MODERNIDAD,LA LUGARTENENCIA DE JORGE DE VERGARA EN LORCA

(1501-1504)

N o son muchas las ciudades en las que sepueda establecer un patrón histórico; y sonaún menos las que ven nacer a alguien

que sea capaz de aprovecharlo. Me estoy refirien-do al profesor Jiménez Alcázar. Porque gracias asu profusa obra -publicada en un intervalo de pocomás de ocho años-, el transcurrir bajomedievallorquino se ha convertido en un obligado referen-te para cualquier análisis histórico, y no sólo delpasado local, sino ya de las instituciones castella-nas. Qué decir tiene a la hora de elaborar el artícu-lo que me dispongo a presentar. Por esta evidenterazón, las obras más utilizadas para su confecciónhan sido las del historiador lorquino, y gracias a ély a sus rigurosos trabajos ha sido posible este artí-culo; y a él va dedicado.

INTRODUCCIÓN

En los primeros años del siglo XVI, el gobier-no municipal lorquino, al igual que el resto de ciu-dades castellanas, había pasado por un procesode restricción de acceso a los cargos concejilesque provocó la concentración del poder en manosde unas pocas familias.(1) Este proceso deoligarquización del gobierno municipal venía pa-rejo al progresivo camino regio de implantar unaautoridad preponderante en todo el espacio terri-torial de los diversos reinos que componíanCastilla. Un poder real que tendía a controlar la

1 Véase JIMÉNEZ ALCÁZAR, J. E; Un concejo de Castilla en la/romera de Granada: Lorca 1460-1521. Granada, 1997, págs. 319 ysiguientes. Lo mismo había sucedido en Murcia: TORRES FONTES,J.; "El concejo murciano en el reinado de Alfonso XI". Anuario deHistoriadelDerecho Español, vol. XXIII. Madrid, 1953, págs. 137-159 y ABELLÁN PÉREZ, J.; "El concejo murciano de junio de 1429a junio de 1430. Su estructura". Miscelánea Medieval Murciana, vol.V. Murcia, 1980, págs. 121-157.

amplia autonomía de la que habían gozado los con-cejos y, en especial, los grandes concejos de fron-tera a través de los diversos fueros de la conquis-ta.

Así, con la mirada puesta en una efectivapotestas de la Corona, principalmente los monar-cas de la dinastía Trastámara fueron introducien-do diversas reformas, partiendo de las de AlfonsoXI y perfeccionadas y potenciadas a lo largo delsiglo XV, que pretendían incorporar a las oligar-quías concejiles al nuevo modelo de Monarquía.(2)Más fáciles de manejar, los reducidos cargos delas corporaciones municipales fueron a parar amanos de ciertas familias que aunaban poder eco-nómico y político, pero también prestigio social,y más en núcleos fronterizos donde aparecía unsustrato con amplias facilidades de promoción através de la guerra.(3) Estas familias fueronemparentándose entre sí formando grupos de po-der de dos tipos.(4)

- Bandos-linaje: a través de ligazones biológi-

cas.

- Sobre ésta, es ya clásica la obra de STRAYER, J, R.; Sobre losorígenes medievales del estado moderno. Barcelona, 1986 (2" Ed.).

3 Fue la vía más fácil de ascenso social a la nobleza, siendo muycomún en toda Castilla: GERBERT, M. C ; Las noblezas españolasen la Edad Media. Siglos Xl-XV, Madrid, 1997, pág. 112.

4 HERNÁNDEZ FRANCO, J. y JIMÉNEZ ALCÁZAR, J. E; "Esta-do, aristocracia y oligarquías urbanas en el reino de Murcia. Un pun-to de reflexión en torno a las comunidades de Castilla". ChronicaNova, n" 23. Granada, 1996, págs. 171-187, págs. 172 y 173. Acercade la creación y mentalidad de los grandes linajes, es muy ilustrativoel artículo de ATIENZA HERNÁNDEZ, I.; "La construcción de loreal. Genealogía, casa, linaje y ciudad: una determinada relación deparentesco". CASEY, J. y HERNÁNDEZ FRANCO, J. (Eds.); Fa-milia, parentesco y linaje. Murcia, 1997, págs. 41-59.

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- Bandos-parcialidad: a través de lazos políti-

cos.

De esta manera, la Corona respetó ypromocionó este sistema para integrarlo en un apa-rato administrativo que fomentaba la obedienciaal poder real y la consecución de una paz interna,fin último de todo régimen político. Estos cam-bios institucionales, como todos, tuvieron diferentecoste social durante su proceso. En el reinado delos Reyes Católicos el modelo político planteadoestaba ya más o menos consolidado en Lorca, peroaún persistían ciertas grietas que observamos demanera muy especial en el plano social. Tensio-nes y conflictividad que serán claramente visiblesen la rebelión de Comunidades.(5 )

El gobierno del municipio lorquino se veíadistorsionado por dos factores que interactúan en-tre sí. Lo cierto es que son dos figuras que influ-yen e intervienen, directa o indirectamente, en elconcejo: el corregidor(6) y el adelantado.(7) Elprimero es un delegado directo de la Corona que

s Los estudios específicos sobre las Comunidcs de Murcia enOWENS. J. F.: Rebelión, monarquía y oligarquía murciana en laépoca de Carlos V. Murcia. 1980; para Lorca, JIMÉNEZ ALCÁ-ZAR. J. F.: Un concejo de Castilla..., págs. 469-486; y para Cartagena,MONTOJO MONTOJO, V.; Cartagena en la época de Carlos V.Murcia, 1987. págs. 245-279.

6 Sobre éstos, véanse BERMÚDEZ AZNAR, A.; El corregidor enCastilla durante la Baja Edad Media. Murcia. 1974 y GONZÁLEZALONSO, B.; El corregidor castellano (1348-1808). Madrid. 1970.Para Murcia, TORRES FONTES, J.: "Alonso Díaz de Monialvo.corregidor de Murcia (1444-1445)". Anales de la Universidad deMurcia, n° XXIII. Murcia, 1965, págs. 31-78, y MARTÍNEZ CA-RRILLO, M. Ll.;"La implantación de los corregidores en el concejomarciano (1394-1402)". M, M. M, vol X, Murcia, 1983, págs. 167-196. Para Lorca, JIMÉNEZ ALCÁZAR. J. F.: 'Corregidores y podermunicipal: Lorca 1475-1516". 1492: en el umbral de la Moderni-dad. Valencia, 1994, págs. 87-96.

7 Para el de Murcia, son clásicos los trabajos de CERDA RUIZ-FUNES, J.: "'Adelantados mayores y concejo de Murcia. (Notas paraun estudio histérico-jurídico)" y "Para un estudio sobre los adelanta-dos mayores de Castilla (siglos XI1I-XV)", recogidos ambos en Es-tudio sobre instituciones jurkiico-tnedievaie.s de Murcia y de su Rei-no, Murcia, 1987, págs. 169-224 y 225-276 respectivamente: TO-RRES FONTES. J; "Adelantados mayores del reino de Murcia en elsiglo XIII". CODOM, vol. V. Murcia. 1980. págs. XIII-XXII y delmismo autor, Pedro Fajardo, adelantado mayor del reino de Mur-cia. Madrid, 1953. También, más centrado en aspectos bélicos,JIMÉNEZ ALCÁZAR. J. F.: "Adelantados y mando militar: losFajardo en Murcia (ss. XV-XVI)". // Jorinadas Nacionales de Histo-ria Militar. La organización militar en los siglos XVy XVI. Málaga.1993. págs. 149 y 157.

representaba la figura del rey en la ciudad, al tiem-po que, en el reino de Murcia, mermaba parte delas competencias jurídicas del adelantado, cuandono las militares. Los oficios de corregidor, pes-quisidor y juez de residencia, a comienzos del XV,ya habían difuminado sus originales cometidos, yes corriente ver las indistintas referencias al car-go.(8 ) Habitualmente. el oficial real no interveníaen el concejo ni en los asuntos internos de la ciu-dad más que lo estrictamente necesario.(9) Desdela segunda mitad del siglo XV y hasta 1503, al serCartagena señorío de los Fajardo, un mismo co-rregidor desempeñaba el oficio en Lorca y Mur-cia. Normalmente residente en la capital, nombra-ba a un teniente de corregidor para la ciudad delGuadalentín. Una de las condiciones que había deobservar el ostentador del cargo era la indepen-dencia: algo difícil si la convivencia de todos trans-curre en una ciudad de tamaño medio para la épo-ca, y más si representa entre los regidores un po-der intrínsecamente foráneo que, poco a poco, ibaaminorando la libertad de actuación y autonomíade la que habían gozado. En el transcurso de suactuación pública, su poder fue puesto en duda porla misma oligarquía.{10)

Mientras, los adelantados mayores, habiéndo-se comportado como auténticos señores territoria-les en el sureste castellano desde dos siglos atrás,veían ahora cómo su poder institucional se iba re-duciendo progresivamente; la tarea de control efec-tivo de la Corona sobre los titulares del cargo mur-ciano no fue nada fácil, y discurre en un procesolargo. Es un hecho aceptado que la Corona, a tra-vés de la colaboración con la oligarquía local, elcorregidor, y la estrategia matrimonial, fue minan-do la superioridad político-administrativa de losFajardo durante el reinado de los Reyes Católicos.Pero nos encontramos ante un periodo transicional,de lento transcurrir y mucho más complicado de loque a primera vista pudiera parecer, ya que mien-tras que la intervención del corregidor fue directa,

" Véase JIMÉNEZ ALCÁZAR. J. F; "Corregidores y poder munici-pal...", págs. 90 y 91, y Un concejo de Castilla..., págs. 419 y si-guientes.

9 JIMÉNEZ ALCÁZAR. J. F; Un concejo de Castilla..., pág. 441.

"' Véase ibídem. págs. 301 y las lugartenencias de corregidor en laciudad en las págs. 434-440.

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la del adelantado surge más solapada en el trasfon-do social, detrás de unas tupidas redes clientelares-tejidas a base de dinero y años de guerra- que in-tentaron introducirse en los concejos.

Y Lorca surgía por aquellas fechas como unaciudad aún fronteriza, tanto en la realidad -la cos-ta y los mudejares granadinos-, como en la con-ciencia de sus habitantesfl 1); con un enorme al-foz ampliado con las villas de Huércal yOvera(12), y una clara proyección en todos losniveles en las nuevas tierras del oriente del reinonazarí. Pero es precisamente en la costalorquina(13), tradicional mente deshabitada, peli-grosa y yerma, donde surge un pujante núcleo, derápida expansión, gracias a una muy rentable ex-plotación de alumbre en las cercanías de la anti-gua Susaña.(14) Los propietarios de las minas, elmarqués de Villena y el adelantado de Murcia apartes iguales por concesión de aquel, arrendabanla explotación a los comerciantes genoveses(15 )que pronto supieron sacarle el mayor provecho

" La persistencia de la frontera en MOLINA MOLINA, Á. L. yJIMÉNEZ ALCÁZAR. J. F: La frontera enquistada: el reino deMurcia a fines de la Edad Media". Meridies, n" 3. Córdoba. 1996.En prensa.

i: Véase JIMÉNEZ ALCÁZAR, J. F; Huerca! v Overa: de enclavesnazaríesa villas cristianas < 1244-1571). Huércal-Overa. 1996.

1' Sobre la configuración de la costa lorquina, véanse de JIMÉNEZALCÁZAR, J. R; Lorca, ciudad y término (ss. Xili-XVi). Murcia.1994, págs. 124-128 y 157-171, y •Territorio y frontera en el reinode Murcia durante la Baja tdad Media". Yakka, n° 5. Yecla, 1995.págs. 25-29. Realicé un estudio específico del litoral del reino mur-ciano bajomedieval: MUNUERA NAVARRO, D.; En los Canfinesde Castilla. La casta del reino de Murcia en la Baja Edad Media.Tesis de licenciatura inédita. Murcia, 1998.

1' Mazarrón y sus alumbres, aún poco conocidos, han sido tratadosen varias ocasiones por los historiadores murcianos: FRANCO SIL-VA, A.; "El alumbre murciano". M. M. Ai., vol. VI. Murcia. 1980,págs. 239-272. y del mismo autor, más completa, con documenta-ción del Archivo Ducal de Frías: El alumbre del reino de Murcia.Una historia de ambición, intrigas, riqueza y poder. Murcia. 1996;JIMÉNEZ ALCÁZAR, i. F.; Lorca. ciudad y término..., págs. 124-

128 y 157-171; Un concejo de Costilla.... con referencias en toda laobra, aunque en concreto la pág. 186: y también MUNUERA NA-VARRO, D.; Ob. Cit., págs. 55-70 y 127 y siguientes.

13 Sobre ios genoveses y sus actividades en el reino, véanse TORRESFONTES. J.: "Genoveses en Murcia (siglo XV)". M. M. M.. vol. II.Murcia. 1976, págs. 62-162: y MOLINA MOLINA, Á. L.: 'Merca-deres genoveses en Murcia durante la época de los Reyes Católicos(1475-1516)". M. M. M., voL II. Murcia. 1976, págs. 277-312. Sobreel comercio murciano en esta época, de RODRÍGUEZ LLOP1S. M.:"Integración del reino de Murcia en el comercio exterioreuropeo". Castilla y Europa. Comercio y mercaderes en los siglos XIV-

posible, poniendo en el mercado un volumen dealumbre parecido al italiano (en manos del papa-do). Esto provocó la aparición en la marinalorquina de un núcleo poblado en expansión queescapaba al control, al concurso y al beneficio delconcejo de Lorca, y cuyo desarrollo es divergentehasta para el resto de la costa murciana.

EL LUGARTENIENTE

Seguramente, Jorge de Vergara era un buenfuncionario, capaz, decidido y de fuerte carác-ter.( 16) Desde 1486 en Murcia, en 1489 llegaba aser teniente de corregidor en Lorca por Juan Ca-brero, precisamente quien reglamentó laestructuración del concejo lorquino.(17) Su inter-vención en los problemas lorquinos data de lasprimeras fechas de su lugartenencia, y me refieroa su visita al complejo de Mazarrón y su puerto elverano de 1489.(18) Después repitió de lugarte-niente por Lope Zapata y Diego Romaní. Era porlo tanto una persona bien conocida en la ciudad,al punto que destaca la familiaridad con la que erareferido por el regidor Diego Mellado, cuando cier-tas alegaciones forzaron al titular, el pesquisidorRomaní, a someterlo a una votación al presentar-se en el cargo: es honhre Jorge para ser corregi-dor de Sevilla. No dudo de la exageración(19),pero, a tenor de su celo y decisión en el cargo,tampoco iba el regidor muy desencaminado.

El episodio en los Alumbres

Ya versado en los diversos aspectos quedistorsionaban el panorama concejil, a finales de

XVIII. Burgos, 1995. págs. 81-114. y del misino autor. "At the limitsof Europe. Trade and taxation in the southern pons of Castile at thebeguinning of the XVIth century". MENJOT, D. (Coord.); Les villesfrontiére (Mayen Age-Époqm modeme). París. 1996. págs. 91-111.

1(1 Véanse las líneas dedicadas a él por JIMÉNEZ ALCÁZAR, J. F.;Un concejo de Castilla.... pág. 436.

p Véase MOLINA MOLINA, Á. L.; "Las ordenanzas de Cabrero alconcejo de Lorca (1490)". Cuadernos de Historia, n° 10. Madrid,1983. págs. 125-136.

'" JIMÉNEZ ALCÁZAR. J. R; horca, ciudad y término.... pág. 167y apéndice documental X. págs. 312-315. donde se alude a Jorge deVergara como informante acerca de lu conveniencia de construir to-rres en Águilas y Mazarrón (1501).

19 JIMÉNEZ ALCÁZAR. J. F.: Un concejo de Castilla..., pág. 247.

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1501 vemos actuar a un decidido e inteligente te-niente de corregidor de Lorca en las Casas de losAlumbres(20), en un núcleo que aparece como unafactoría genovesa enclavada en un habitat hostil.Los italianos habían creado todo el complejo,diversificaban sus inversiones en el sector -nor-malmente en tierras-, y provocaban, por el propioasentamiento de población, la expansión a otrasparcelas de producción. Uno de los testigos, JuanRodríguez, se presentó como aluardero vesino dedichas casas, algo que habría de ser común en lastierras circundantes(21); otro declaraba que él lle-vaba allí más de quince años, y siempre losgenoveses habían poseído las minas a través deun arrendamiento. La familia Rey era, en aquelmomento, la arrendataria de las minas, formandocompañía con un murciano, Juan de la Jara, queprecisamente en febrero de 1500 (año de su entra-da en el negocio) ponía por su cuenta pan y ceba-da en el Puerto de Mazarrón para abastecer a lastropas del joven Pedro Fajardo Chacón que lucha-ban en Granada.(22) Efectivamente, el primercontrato conocido con la familia genovesa data de1486, entre don Juan Chacón y el marqués deVillena por una parte, y los hermanos Rey: Balta-sar, Juan y Domingo.(23) Precisamente el docu-mento que anexo viene a llenar en algo la ausen-cia de noticias acerca del alumbre mazarronero queencuentra Franco Silva entre 1494 y 1513. Sola-mente sabíamos que en 1501 Diego LópezPacheco, marqués de Villena, había encargado laadministración de su fábrica a Alvaro de Buitrago,alcaide de Xiquena. Aquel año, Pacheco rescindíael contrato de arrendamiento a los genoveses deuna manera muy característica.

2" Apéndice documental I. El documento parece confirmar la génesisde poblamiento que presenta JIMÉNEZ ALCÁZAR, J. F; Lorca,

ciudad y término..., págs. 164-166.

21 Hay varios censaleros de aJbares genoveses, entre ellos los Rey.Véanse TORRES FONTES, J.; "Genoveses en Murcia...", pág. 162;LEMEUNIER, G.; "Los censos agrarios en el reino de Murcia a prin-cipios de la Edad Moderna: el problema de su origen". Homenaje alprofesor Torres Fontes. Murcia, 1987, págs. 839-856, págs. 855-856,y JIMÉNEZ ALCÁZAR, J. F ; Un concejo de Castilla..., pág. 397 ynota 384.

22 BOSQUE CARCELLER, R.; Murcia y los Reyes Católicos. Mur-cia, 1994 (2' Ed.), págs. 142 y 143.

" FRANCO SILVA, A.; El alumbre del reino de Murcia..., págs. 22y siguientes.

Recordemos que el marqués y el adelantado deMurcia, aun con ciertas diferencias, siempre ac-tuaron mancomunadamente en el negocio desdeque aquel cedió a éste la mitad de las minas que lehabía concedido Enrique IV en Murcia. La dona-ción de aquella mitad a don Pedro Fajardo Quesa-da venía a significar un reconocimiento delPacheco al poder del adelantado en Murcia; y, sinesta operación, difícilmente hubiera podido poneren marcha la explotación: mejor la mitad que nada.Expresaba, en un estrato más alto, lo que luegohicieron los genoveses con Juan de la Jara. La delos Pacheco y los Fajardo era una alianza de con-veniencia, y todo parece indicar que existía ciertapreeminencia del marqués de Villena en las ope-raciones económicas, mientras que el otro propie-tario las facilitaba; el reparto de dinero era a par-tes iguales. Las minas se convertían así en unacuestión exclusiva de sus propietarios, que no per-mitieron inmiscusión alguna; ni de personas ni deinstituciones. En esta ocasión, el marqués deVillena actúa directamente en Mazarrón a travésde su agente murciano, el alcaide de Xiquena(24),mientras que el adelantado lo hace a través de susseñoríos de Librilla, Alhama y Muía, y no aparecedirectamente nombrado en todo el documento.Pasemos a ver los hechos.

El domingo 19 de diciembre de 1501, el alcai-de de Xiquena, Alvaro de Buitrago, el de Alhama,Andrés de Vainas, y el de Librilla, Diego deAlburquerque, con ocho hombres a caballo y másde sesenta peones, entraban por la fuerza en lasCasas de los Alumbres, echaban a los genoveses,sus sirvientes y los trabajadores del complejo, ytomaban posesión de la explotación: aposentos,casas, calderas, pedreras, picos y almádenas. Nose anduvieron ni con delicadezas ni contempla-ciones. Uno de los testigos, que pidió cortesía alalcaide de Alhama, se encontró con semejante res-puesta: dixo que si no callava que le quebraríauna partesana(25 ) que traia, en la cabeza; Juan

24 Los problemas del marqués de Villena con el concejo de Lorca,canalizados a través de Xiquena y su alcaide, en JIMÉNEZ ALCÁ-ZAR, J. F.; Lorca: ciudad y término..., págs. 133 y siguientes.

; í Arma ofensiva, a modo de alabarda, con el hierro muy grande,ancho, cortante por ambos lados, adornado en la base con dos aletaspuntiagudas o en forma de media luna, y encajado en un asta demadera fuerte y regatón de hierro.

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Rodríguez tuvo peor suerte, y salió de la casa apa-leado y con un bote (una cuchillada) en la mano.Pero los genoveses se hicieron fuertes en las casasde la caldera, con lo que no completaron la tomade la factoría, y les hubieron de poner sitio. Al díasiguiente llegaba el teniente de corregidor, Jorgede Vergara, a las Casas de los Alumbres -terminoy juridicion de la noble gibdad de Lorca recalca eldocumento- con escribano, testigos y denuncian-te, Bernardo Rey, representando a su familia y laempresa que ellos dirigían. Hecha la información,requirió el lugarteniente de corregidor a los alcai-des que restituyeran la posesión al italiano y cesa-ran su asalto a las casas de la caldera, a lo que,evidentemente, se negaron, dando toda clase deartimañas legales, sospechas y apelaciones; actuan-do desde la posición de quien tiene las armas.

De tal manera quedó la situación cuando el 11de enero del año siguiente acudían tropas de re-fuerzos de Muía, en favor de los alcaides, paraacabar con la resistencia genovesa. Jorge deVergara, hizo gala de hombre decidido, capaz yvaliente. En una maniobra muy inteligente, tomóla posesión del complejo en nombre de los Reyes,y mandó a Bernardo y Gerónimo Rey defender lacasa mayor en nombre de la Corona, y al alguacilde Lorca que hiciera lo mismo en la casa de lacaldera nueva. Tras esto, el lugarteniente notificóa los alcaides que él mismo defendería las casasrestantes. Es interesante observar que en este díalos testigos que aparecen en el documento no sonlos regidores de Lorca que firmaron el mes ante-rior, Juan Felices y Martín Bravo de Morata, sinolos alguaciles de la ciudad; ¿casualidad?: el pri-mer regidor acompañó a don Juan Chacón en lacampaña de Granada años atrás y fue nombradocaballero.(26) Nada sabemos de lo que pasó des-pués, pero la indisposición de Vergara con la másalta nobleza del reino traspasará al siguiente titu-lar del adelantamiento, don Pedro Fajardo Chacón.

Al margen de la rescisión del contrato -cuyascausas se nos escapan- y la rotunda intención delos propietarios de evitar ingerencias en sus nego-cios, en unas propiedades que no consideraban

26 JIMÉNEZ ALCÁZAR, J. F ; "Adelantados y mando militar...",pág. 156, nota 43.

sujetas a más jurisdicción que la suya, realmentelo que rezuma el documento es un movimiento másprofundo: una lucha de poder. Podría aparecer unintento de ejercicio de soberanía lorquina sobre sutérmino, pero es nominal, tibio y, como mucho,indirecto. El trasfondo de la cuestión es un cho-que entre la aristocracia murciana, el poder terri-torial, y el poder real, representado en el tenientede corregidor. Incido sobre todo en el modo deactuar, no ya del marqués de Villena, sino de donJuan Chacón, adelantado mayor del reino de Mur-cia. Cuando aún su débil figura histórica se resistea cambiar(27), vemos que su intervención en Ma-zarrón reviste todos los visos de los Fajardo(28),actuando al margen de la ley y comportándosecomo un señor territorial con escasa -o ninguna-oposición interna frente a los representantes de laCorona a la que él mismo estaba fuertemente liga-do. Quizá sus ejercicios de poder en el adelanta-miento fuesen mucho más suaves si se comparancon los de su yerno o su hijo, pero también es ver-dad que los hubo y fueron más equilibrados parasus intereses.

Su labor en la ciudad

Lo cierto es que Jorge de Vergara no entró conmuy buen pie en su nueva posesión del cargo. Yahe aludido antes que cuando lo presentó el titular,el verano de 1503, el personero Ribavellosa pre-sentó alegaciones para que no se le aceptase, yDiego Romaní lo hubo de someter a votación en-tre los regidores. Siendo ya bien conocido, y nohabiendo tenido con él antes problemas de impor-tancia, salió airoso, y únicamente el personero votóen contra.(29) Un testigo, presentado por él en el

27 MARAÑÓN, G.; Los tres Vélez. Una historia de todos los tiem-pos. Madrid, 1962. Son muy interesantes, ya más revisionista, laslíneas que al contino de los Reyes Católicos dedica JIMÉNEZ AL-CÁZAR, J. F ; "Adelantados y mando militar...", pág. 153.

!S Remito al clásico trabajo de TORRES FONTES, J.; Don PedroFajardo... Sobre la implantación de la familia en Murcia y su desa-rrollo, del mismo autor "Los Fajardo en los siglos XIV y XV". M. M.M., vol. IV. Murcia, 1978, págs. 109-175. Y finalmente, su ponencia"Linaje y poder en el reino de Murcia (ss. XIII-XV)", presentada enel /// Congreso Internacional fiispano-ponugués de Historia Me-dieval, Sevilla, 1991. En prensa.

29 JIMÉNEZ ALCÁZAR, J. F.; Un concejo de Castilla..., pág. 427.

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juicio que al año siguiente le abrió la Corte, decíaque toda horca, o la mayor parte de ella, tienemuncho contentamiento del dicho Jorge deVergara y que les pesava por dexar la vara, por-que fasia justicia a unos e a otros.

Durante su ejercicio, los procesos que trató -aunque los que consten sean selectivos- denotanlos rasgos de conflictividad social y las luchas en-tre los diferentes bandos por su preeminencia enla ciudad, y apuntan a un modelo social que per-mite ciertos comportamientos. Aun cuando hayaque enmarcarlos también en el transcurrir cotidia-no de cualquier población, se observa una profun-da capacidad de cierta parte de la oligarquíalorquina por convertirse en peligrosos delincuen-tes y, sobre todo, denota la resistencia de éstos asometerse a la justicia del delegado real, y la ac-tuación de los jóvenes de estos linajes como la"fuerza de choque" en estas tensiones.(30) Sonprocesos que comienza a llevar Jorge deVergara(31), pero que, algunos, se abrieron du-rante la lugartenencia de su antecesor, el bachillerMelchor Velasco de Orihuela. Comportamientosy malandanzas protagonizadas por componentesde diferentes linajes(32), como son los casos deGonzalo Pinero, regidor, acusado de violación,adulterio e incesto, y Gómez Piñero(33), acusadode intento de homicidio a otro poderoso de la ciu-dad, Francisco Grimaldo(34), con resistencia a laautoridad y fuga de la cárcel incluida. O XiménLópez de Guevara, hijo del regidor homónimo,procesado y condenado en rebeldía -la holgazane-

w Señalado en ibídem. pág. 302.

11 Apéndice documenta! II y III.

a Muchos de los involucrados aparecen con un elevado nivel econó-mico en las distintas colaciones lorquinas en MARTÍNEZ MARTÍ-NEZ, M.; "La población de la ciudad de Lorca en 1498". M. M. M.,vo!. XII. Murcia, 1985. págs. 27-54, pág. 46, nota 22. Para la estruc-tura de la ciudad, remito a JIMÉNEZ ALCÁZAR, J. R: Lorca, ciu-dad y término..., págs. 57 y siguenies.

" Se les supone cualquier tipo de filiación entre ambos: JIMÉNEZALCÁZAR, J. F; Un concejo de Casulla..., pág. 396.

'4 Sobre éste y su linaje, además de su dudosa limpieza de sangre,véase ibídem, págs. 260-262 y 272. Otras referencias, del mismoautor, en Lorca a finales de la Edad Media. Cartagena, 1992, págs.20 y 22.

ría lleva por malos caminos(35)- por agresión aMari Vela, la hija de Alonso Vela. Son disturbiosque muestran un talante violento y belicoso de loshabitantes, en especial de los diversos componen-tes de los linajes, más o menos importantes, enuna ciudad donde la guerra había sido el modusvivendi de buena parte de ella. Pero también hayque dilucidar en muchos de estos hechos las ten-siones que provocaba el proceso endogámico dela oligarquía lorquina, ya muy emparentada porlazos biológicos, como el caso de MartínFerrández, escribano, protagonista de adulterio ycorrupción con una Ribahorada(36), a la cual leunía un parentesco en cuarto grado.

La verdad es que este último periodo delugartenencia hubo de ser difícil. Desde diciem-bre de 1503 don Pedro Fajardo se encontraba enel Reino ya como adelantado mayor, con su ma-yorazgo mermado.(37) Con semejante nombre, yasu prestigio en Murcia era enorme, y más desde lafulgurante actuación al mando de las tropasmurcianas, tres años antes, frente a los mudejaresde Marchena(38); pero inmediatas fueron tambiénsus desmedidas actuaciones en todos los ámbitosde poder del reino de Murcia. El caso más delica-do de este periodo en el que intervino Vergara fueen los epígonos lorquinos de los sucesos de enero

33 En una averiguación sobre unos muchachos que jugaban a las car-tas, se encontró implicado: JIMÉNEZ ALCÁZAR. J. F.; Un concejode Castilla..., pág. 305, nota 418.

'" No puedo precisar su filiación, pero era un linaje antiguo ligado aFajardo el Bravo, lbídem, pág. 292.

17 La llegada del adelanlado a Murcia en BOSQUE CARCELLER,R.; Ob. Cil., pág. 172. Los Reyes le habían quitado su más valiosaherencia, el señorío de Cartagena. Véase TORRES FONTES, J.; "Lareincorporación de Cartagena a la Corona de Castilla". A. H. D. E.,vol. L. Madrid, 1980, págs. 327-352. Para el mayorazgo, FRANCOSILVA, A.; El marquesado de los Ve'lez ¡.siglos XlV-mediados delXVI). Murcia, 1995, págs. 47-51; el documento del mayorazgo dedon Juan Chacón en las págs. 206-253. Otras referencias en RODRÍ-GUEZ LLOPIS, M.; Señoríos y feudalismo en el reino de Murcia:los dominios de la Orden de Santiago entre 1440 y 1515. Murcia,1985,pág. 147.

* La campaña en BOSQUE CARCELLER, R; Ob. Cit., págs. 139-148, y ABELLÁN PÉREZ, J. y ABELLÁN PÉREZ, J. M.; "Aporta-ción de Murcia a la rebelión morisca de la ajarquía alménense. Elcerco de Velefique (octubre 1500-1501)". Cuadernos de EstudiosMedievales, vols. IV-V. Granada, 1979, págs, 27-39. Otros aspectosen MARTÍNEZ MARTÍNEZ, M.; "La cabalgada de Alhama (Alme-ría) en 1500". M. M. M., vol. XI. Murcia, 1984, págs. 67-101.

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de 1504 en Murcia.(39) En fecha indeterminada,pero seguramente poco después de la anterior, sepresentaba en Lorca ante el lugarteniente de pes-quisidor el arcipreste Juan Martínez, en nombredel obispo de Cartagena Juan Daza, informandoal lugarteniente de que la ciudad se encontraba enentredicho, pues en ella estaban excomulgadosvarios de sus vecinos, encabezados por el todavíaflamante adelantado mayor don Pedro FajardoChacón.(40) Los que le siguen en la lista han deser todos clientes del primero, incluido el martilloejecutor del adelantado en Lorca, Alonso de Leiva,y otros componentes de antiguas familiaslorquinas, ligadas a los descendientes de AlonsoFajardo el Bravo, como los Otón y los Navarro, yque fueron base de la política mediatizadora delfuturo marqués de los Vélez junto a los propiosclientes introducidos en el concejo: léase Leiva,por poner un claro ejemplo, en la "segunda fasede intervención aristocrática" en Lorca.(41) Nue-vamente volvemos a ver el enérgico modo de ac-tuación de Jorge de Vergara apresando a los exco-mulgados, cadenas incluidas, entre los que, evi-dentemente, no se encontraba don Pedro -segura-mente en los Vélez(42)-, y tampoco Leiva.

La caída del teniente de pesquisidor

Precisamente será el desequilibrio institucional,provocado por asunto del deán de Cartagena, loque finalmente acabará con la lugartenencia deJorge de Vergara en Lorca. La llegada del nuevocorregidor, pesquisidor y juez de residencia, Juande Montalvo, provocó una catarsis momentáneaen las instituciones murcianas, que a su vez seríabien aprovechada por ciertos elementos. Hubo dehaber, por aquellas tempranas datas de 1504, unacierta confusión de poderes hasta la presentacióndel antiguo corregidor de Ponferrada, como en-viado de los Reyes Católicos, en Lorca, el 19 dejunio de ese año.(43) Durante los meses anterio-

ÍU Véase BOSQUE CARCELLER. R.; Ob. Cit., págs. 173-180. Do-cumento n° 34, págs. 314-322.

411 Apéndice documental III.

41 JIMÉNEZ ALCÁZAR. J. F.¡ Un concejo de Castilla..., pág. 289.

*: En enero de 1504 el concejo de lorca enviaba a un regidor a ver aladelantado. Ibídem, pág. 465, nota 746.

•" Ibídem, pág. 430, nota 566.

res, la convivencia social en la ciudad delGuadalentín anduvo muy enrarecida, e iba parejaa las tensiones internas entre la oligarquía. Apro-vechando la situación por él mismo creada, donPedro Fajardo incluso había sacado partidas arma-das, al mando de alcaldes y merinos, en Lorca y enla capital del Reino. El clima de inseguridad llegóal punto de obligar Jorge de Vergara a los regido-res lorquinos a hacer la ronda nocturna con él: quede noche andan por esta cibdad ladrones y mata-dores y gente armada con lanzas. (44) Tambiénhubo de ser en estos meses cuando Alonso de Leivadio muerte, acompañado por otros, nada menos queal alguacil Pedro de Aroca, por lo que, tras la de-nuncia de su hermano -el bachiller Juan de Aroca-, el lugarteniente de pesquisidor juzgó en rebeldíaal homicida. Cuando éste se presentó ante Vergara,le dio por cárcel la casa del sennor adelantado.Muy clarificador. Y no sería la única vez que Leivase sirvió de la muerte para conseguir un acceso alos puestos directores del concejo, todo ello bienrespaldado por el sinuoso Fajardo. Destacaré el tes-timonio que sobre él daba Juan Leonés, regidor deLorca, años después: ...es natural de Muía, lugardel marqués de los Veliz, y su vasallo. Y despuésque se vino a bivir a esta qibdad a puesto en ellamuchas confesiones e parcialidades, y a su cabsaa ávido muertes e injurias y daños graves.(45)

Leiva no tardó en hacer todo lo posible por qui-tarse la amenaza que le suponía Jorge de Vergarapara su progresiva introducción en el concejo ypara sus maniobras, más criminales que políticas.Es algo que se ha de enmarcar en las operaciones eintrigas de don Pedro Fajardo para situar a sus li-najes clientelares en los diversos concejos

44 1504-11-20, Lorca. Lo recoge ibídem, pág. 307, nota 428. El seña-lado es mío.

4Í Sobre este personaje y su imparable ascenso remito a obras deJIMÉNEZ ALCÁZAR, J. F.; Un concejo de Castilla..., a toda la par-te institucional (págs. 201 y siguientes), aunque en concreto a laspágs. 339-345, donde se encuentra este testimonio y donde desarro-lla el autor todo el proceso de acceso a la regiduría; la escribanía delas aguas en Agua y poder en Lorca durante la Baja Edad Media.Murcia, 1996, págs. 36-39. Otras interesantes referencias en "La Fron-tera de Allende. Documentos para su estudio: el privilegio dehomicianos de Mazalquivir (1507)". Chronica Nova, n" 20. Grana-da, 1992, págs. 343-360; y notas de uno de sus partidarios en el plei-to de la regiduría en "Modelos sociales en la Lorca Bajomedieval.Apuntes de vida cotidiana". Murgetana, n° 95. Murcia, 1997, págs.103-120, págs. 107-109.

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murcianos, incluso en sus máximos órganos rec-tores. Asumido ya el corregimiento por Montalvoy nombrado su lugarteniente en Lorca -en este casoel bachiller de la Cadena-, se produjo el juicio deresidencia a Vergara, y por ende, el proceso. Leivalo acusó de consentir ciertos hurtos de su esclavoy de cometer blasfemia. Declarado inocente delprimer cargo, el segundo era más grave: inhabili-taba para cargo público y la acusación fue enviadaa la corte. A tenor de lo declarado por los testi-gos(46), a pesar de todas las sospechas que mere-cen acerca de su veracidad, pero contraponiendoel historial de Alonso de Leiva, todo parece lle-varnos a una clara maniobra de éste para que per-diera su puesto. Declaraba el testigo Luis de Vitoriaque (cuando Vergara hacía la residencia) Leivahabía dicho en plaza pública que Jorge de Vergaranunca tornaría a tomar la vara, a lo menos enLorca, e que sobre ello apostava un esclavo conJuan García de Guevara. Nada más ilustrativo.

Condenado por la blasfemia, el mismo juez deresidencia aceptó la apelación de Jorge deVergara(47) Su proceso fue llevado en la Cortepor poderes otorgados a Diego de la Flecha(48),el escribano de los Reyes que había acompañadoa Montalvo en las pesquisas murcianas.(49) Aquelverano de 1504 comenzó a llenarse el expedienteque anexo.

EL CORREGIMIENTO DE LA CIUDAD DEANDÚJAR

La verdad es que el proceso dio sus frutos aunos y a otros, pues desde comienzos de 1505,Vergara se hallaba de corregidor en la ciudad deAndújar. La Corona lo apartó de tierras murcianasa cambio de la titularidad del cargo en otra ciudadtambién fronteriza durante siglos.(50) Y este nom-

411 Apéndice documental IV.

J7 Apéndice documental V.

4!í Apéndice documental VI.

4" Documento n° 34 de BOSQUE CARCELLER, R.; Ob. Cit., pág.

320.

50 Véase PORRAS ARBOLEDAS, P. A.; "La organización militar y

social de la frontera jienense en la Edad Media". Acias l¡¡ coloquio

bramiento hay que ponerlo en relación con otroshechos, porque en diciembre de 1504 llegaba aMurcia el perdón de doña Juana (de don Fernan-do) a Pedro Fajardo Chacón.(51) O lo que es lomismo, que la Corona, tras el fallecimiento de lareina Isabel, reconocía el poder territorial del ade-lantado y lo insertaba en el modelo de Monarquíaal ser, realmente, el único capaz de mantener lapaz del reino. Era un mal menor y se asumía elamplio poder fáctico que el futuro marqués poseíaen el Sureste.(52) Con las manos libres, el ade-lantado acometía el proceso de ir quitándose opo-sición o poderes paralelos en el Reino. CayóVergara en Lorca y comenzó el imparable ascensoinstitucional de Leiva. Y la inmiscusión total dedon Pedro Fajardo en los designios concejileslorquinos.(53)

Finalmente, tampoco le faltaron los problemasen el corregimiento de Andújar.(54) El hecho delas protestas de los regidores de la ciudad andalu-za, al no aceptar otro año más a Vergara en su pues-to y pidiendo juez de residencia, viene a mostrar,una vez más, la resistencia de las oligarquías ur-banas para admitir un poder externo que pudieramediatizar sus decisiones, tradicionalmente reves-tidas de amplia autonomía. Las alegaciones de losregidores andujarreños son poco originales: acre-centamiento de los gastos concejiles al tener quepagarle el sueldo al corregidor, mal gobierno ydeservicio de Dios y de la reina. Pocas considera-ciones se pueden ya observar que no sean las devolver de nuevo a la conflictividad institucionalde los comienzos del siglo XVI, tras el paso alotro mundo de la Reina Católica, y su posteriorexplosión en Comunidades. La decisión de la Co-

de Historia Medieval de Andalucía. Jaén, 1984, págs. 475-500. Sesituaba en esa "frontera interior" andaluza que cita LÓPEZ DE COCACASTAÑER, J. E.; "El reino de Granada como frontera: organiza-ción de su defensa durante el reinado de los Reyes Católicos (1492-1516)". La organización militaren los siglos XVy XVI. ¡¡Jomadasde Historia Militar. Málaga, 1993, pág. 93.

51 Documento n° 37 de BOSQUE CARCELLER, R.; Ob. Cit., págs.

331-333.

52 JIMÉNEZ ALCÁZAR, J. R; Un concejo de Castilla..., pág. 465.

53 Ibídem, págs. 466 y siguientes.

Apéndice documental VII.

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roña de prorrogar el cargo de corregidor, sin labuena costumbre de realizar el juicio de residen-cia, venía a mostrar los intentos de ésta por au-mentar el propio poder monárquico representadopor los corregidores. Pero las protestas de la ciu-dad de Andújar, con procurador enviado a la corteincluido(55), hace inevitable que se puedan con-trastar los problemas del delegado del monarca enesta ciudad y Lorca, e incidir en la similitud de losmodelos municipales de las ciudades andaluzas ylas murcianas. Sólo señalaré que, en la ciudad delGuadalentín, la contestación municipal al poderreal -que no la autoridad- se apoyó en el poderterritorial del adelantado, quien, de manera recí-proca, se sirvió también de la misma oligarquía yde su reacción para sus maniobras políticas.

CONCLUSIONES

La trayectoria de Jorge de Vergara, como lu-garteniente de la delegación real en Lorca, perso-nificó en estos años la recta final hacia debilita-miento del poder efectivo de la Corona en el reinode Murcia durante los años comprendidos entre1504-1517.(56) El proceso de incorporación delas antiguas instituciones locales y territoriales enel modelo de Monarquía se vio momentáneamen-te ralentizado en estos años por las propias debili-dades políticas de Castilla -tras el vacío dejado pordoña Isabel en Castilla-, y por los propios conflic-tos -internos y externos- de la oligarquía ciudada-na. En el reino de Murcia, el choque de interesesse vio complicado por el factor de poder territo-rial representado en el adelantado como linaje-patrón del Reino. Es el vértice de una aristocraciaque basaba su poder en el apoyo de parte de esasoligarquías, a la vez que ella misma laspromocionaba en su acceso a los órganosconcejiles. Para salvaguardar su independenciafrente a poderes externos, en esos momentos lasoligarquías locales se parapetaron en el adelanta-do, que reforzó a la sazón sus propias bases depoder. Nuevamente, los más claros referentes nosaparecen en Comunidades.

S1 Apéndice documental VIII.

íh HERNÁNDEZ FRANCO, J. y JIMÉNEZ ALCÁZAR, J. F ; Ob.Cit.págs. 178-179.

El lugarteniente objeto de este estudio fue elparadigma de una época: la de los corregidores delos Reyes Católicos. Nos aparece un tipo de ofi-cial real concreto, un modelo de delegado que cho-có con otra forma de entender un poder condicio-nado por diversos factores y aún en proceso deestructuración. El envío del corregidor Montalvoen 1504 -por causas extraordinarias- fue el últimogran ejercicio de intervencionismo regio en el rei-no de Murcia, e inauguraba tres lustros de debili-dad en la práctica de la potestad real; un periodoque hemos de enmarcar en una situación coyuntu-ral, un bache en el camino. Una vez que fue supe-rado, el proceso siguió su marcha. Por eso, la sali-da de Vergara de Lorca representó la adaptaciónde la propia Corona a la realidad del nivel de fuer-zas del Reino. A cambio, las bases estaban ya asen-tadas; sólo había que esperar al momento oportu-no.

EL DOCUMENTO

El expediente que presento dilucida y constatalos aspectos en los que acabo de incidir. Se tratade una pieza documental del Archivo General deSimancas(57) cuyo cuerpo principal correspondea las probanzas de inocencia y competencia deJorge de Vergara, consecutivamente teniente decorregidor y pesquisidor en la ciudad por los dis-tintos titulares del oficio real, en la Lorca de fina-les del XV y comienzos del XVI. Se trata de undocumento variado y heterogéneo, cuyo hilo con-ductor es la intervención de este delegado real enla ciudad del Guadalentín y su término hasta quelogra la titularidad del cargo como corregidor deAndújar. Así, la mayor parte del cuaderno corres-ponde a las copias de los procesos llevados porVergara en Lorca y que se presentaron en el pro-ceso que la Corte le abrió tras un juicio de resi-dencia que recibió diversas intrigas y presiones,directas e indirectas, de poderosos enemigos. Enel expediente, Jorge de Vergara incluyó una muyinteresante pesquisa en la que él mismo planteolas preguntas y presentó los testigos. Esta docu-mentación no manifiesta sus errores en el oficio,que indefectiblemente hubo de haber, pero sí mues-tra el retrato de una sociedad, de sus tensiones, y

n Archivo General de Simancas. Cámara de Castilla. Personas.Legajo 30. Jorge de Vergara. Es el apéndice documental.

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de unas manifestaciones de poder que bullen enlas hojas del documento. Finalmente, los últimosfolios corresponden al corregimiento de Andújar,donde tuvo que enfrentarse la frontal oposición delos regidores de esta ciudad para repetir en el car-go un año más.

David Munuera Navarro

APÉNDICE DOCUMENTALES)

1501-XII-20, Casas de los Alumbres(Lorca). Actuación de Jorge de Vergaracomo teniente de corregidor en Lorcatras el asalto de los alcaides de Xiquena,Alhama y Líbrilla a las Casas de losAlumbres.

[Portadilla: En la villa de Medina delCampo, a primero dia de otubre de mili Dlili annos. Al margen: Apelación de losmalfechores]

[Encabezado: En la villa de Medina delCampo, a primero de otubre de mili e qui-nientos e quatro annos.]

En las Casas de los Alumbres, termino ejuridiqion de la noble qibdad de Lorca, lunesveynte dias del mes de dizienbre, anno dequinientos vn annos, ante el sennor Jorge deVergara, tenyente de corregidor en la dichaqibdad por el noble cauallero Lope (¿apata,corregidor e justicia mayor de la dichacibdad, en presencia de mi, Pero García deVülena, escriuano de sus altezas e su nota-

ífi He considerado conveniente distribuir el apéndice documental con-forme al orden cronológico en el que se desarrollan los hechos quecontienen, y no en la cronología que presenta el propio expediente,que responde a las fechas de presentación de los documentos en laCorte. A pesar de ello, inserto entre corchetes, en todos los documen-tos, la trascripción de la portadilla de registro.

Las normas de transcripción que se han seguido son las siguien-tes: desarrollo sistemático de las abreviaturas, separación de las con-tracciones y acentuación en los casos que se pudiera plantearmalinterpretacíón o confusión del contenido. He respetado el restode las grafías.

rio publico en la su corte e en todos sus reynose sennorios e escriuano del numero de la di-cha qibdad de Lorca e de los testigos de yusoescritos; parescio presente Bernaldo Rey,ginoves, e quexo criminalmente de palabrade Alvaro de Buytrago, alcayde de Xiquena,e de [blanco], alcayde de Librillo e de [blan-co], alcaide de Alhama, e contando el casode su querella dixo que estando estequerelloso por sí, e en nombre de sus herma-nos e ños e de Juan de la Xara, en los mine-ros e casas de los Alumbres, termino ejuridicion de la dicha qibdad de Lorca, e te-niendo la posesyon de ellas paqificamentemuncho tiempo ha, que ayer domingo, quese contaron dies e nueve dias de este presen-te mes de este presente anno, venieron a es-tas dichas casas e mineros los dichosalcaydes con gentes armadas de pie e decauallo a les tomar la posesión de los dichosmineros e casas, e que les qercaron las casasde las calderas por ge las tomar, cometiendotyrarles botes de langas por les tomar lasdichas casas e calderas, e que ge las toma-ran sy no ge las defendieran los que dentrode ellas estauan, e que les han tomado porfuerza e contra su voluntad las casas de suaposentamiento que esta en el cabeqico alto,echando de ellas a dos onbres que en ellastenían, en las quales casas los dichosalcaydes e sus gentes están eparesqen a ojo;que ansymismo les han tomado los dichosalcaydes la posesión de la pedrera que auiadonde sacauan la piedra parafaser el alum-bre, e que por lo asy faser, los suso dichosalcaydes e sus gentes fueron e incurrir e in-currieron en graues penas criminales e"suqesyue penneniaryas" en derechoestablecidas. Pidió al dicho sennor alcaldecontra los dichos alcaydes e sus gentesprocediese según sellare su fuero e por dere-cho, e asy lo pidió por testimonio e pidió serpuesto e restituido en la dicha su posesiónde las dichas casas e pedrera según que an-tes la tenia; juro la dicha acusaqion e pidiótestimonio.

E luego el dicho sennor teniente dixo quereqibyo la dicha querella e acusaqion tantoquanto con derecho deuya, e que le mandauae mando al dicho Bernaldo Rey que le de tes-

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tigos de informagion para lo suso dicho e queél es presto de administrar justicia.

E luego, el dicho Bernaldo Rey sennalopor testigos para la dicha información a JuanAntonyo e a Juan Rodrigues e a Juan GarqiaAntolino, escriuano de numero de estaqibdad, e a Bartolomé de Ontyniente eAgostin de Goziese, que presentes están.

E luego el dicho sennor teniente requiriójuramento en forma de derecho Juan Anto-nio, so vertud del qual le pregunto sy sabeque el dicho Bernaldo Rey, ginoues, e sus her-manos e tyo, auya poseído y poseyese las di-chas casas e calderas e mineros e los otrosaparejos para faser alumbres, el qual dixoque ha mas de quinze annos que él esta enlas dichas casas e que sienpre ha visto quelos susodichos ginoueses han tenido eposeydo las dichas casas e calderas e mine-ros e los otros aparejos de haser alumbresen pacifica paz e sin contradiqion alguna porvertud de vn arendamiento que del sennormarques de Vtllena tyene fecho.

Fue preguntado sy sabe que el dichoAluaro de Buytrago, alcayde de Xiquena, elos alcaydes de Alhama e de Librillo, ayanvenido con gentes armadas a las dichas ca-sas e les ayan tomado por Juerga e contra suvoluntad las casas altas del cabegico, e ayantomado las pedreras e otras cosaspertenesgientes para faser los dichos alum-bres que los dichos ginoueses tenían en supoder e poseyan, el qual dixo que es verdadque los dichos alcaydes e sus gentes toma-ron las dichas casas altas que tenían los di-chos ginoueses e que echaron de ellas a dosonbres que en ellas tenían, que sonBernaldino de Qeba e Ferrando de Molina,e que sabe que los susodichos apalearon aJuan Rodrigues, que estaua con los dichosginoueses, e le dieron vna cuchillada en lamano, e esto que lo sabe por que lo vido,ávido mas que el dicho alcayde de Alhama,con las dichas gentes, subieron por los te-rrados e otros por las puertas de las casasde las calderas, e trabajaron de entrar porfuerza en ellas, e todavía las tomaran e en-traran porfuerqa sy no que se hallaron den-

tro los dichos ginoueses con su gente, e quesabe que los dichos alcaydes e sus gentesestán armados en las dichas casas altas es-perando tomar las dichas casas y calderas,según que dixo que paresgen a ojo las dichasgentes alderredor de las dichas casas altas.

Pero Gargia, vesino de las dichas Casasde los Alumbres, testigo regibido para la di-cha informagion, aviendo jurado en forma esyendo preguntado por el dicho sennor te-niente segund de suso, dixo que sabe e vioque el alcayde de Xiquena e los alcaydes deAlhama e Librilla vinieron a las dichas ca-sas ayer domingo con gentes armadas, e vidoque los susodichos tomaron las casas altas,que son las en que los dichos ginoueses estáne biuen, e que las tomaron por fuergadesquigialandolas, e echaron fuera de ellasa Fernando de Molina e a Bernaldino, cria-do de los ginoueses, e que vido queconmetyeron a tomar por fuerga las casasde las calderas, e que todavía las tomarán syno que estauan dentro los dichos ginoveses esus gentes, e que sabe que las dichas casasde los alunbres, pertenesgientes al sennormarques de Villena, las tyenen e poseen losdichos Bernaldo Rey y sus hermanos diesannos ha, e que Juan de la Xara tyeneconpannya con ellos vn anno ha.

E fue preguntado sy sabe que los dichosalcaydes e sus gentes han tomado la posesiónde la pedrera; dixo que no la ha visto tomar,mas que ha oydo dezir que la tomaron e quetomaron la herramienta que estaua en ella.

EJuan Rodrigues, aluardero vesino de lasdichas casas, aviendo fecho juramento enforma de vida de derecho, syendo pregunta-do según de suso agerca de lo susodicho, dixoque ha quatro meses que este testigo esta enlas dichas Casas, e que ha visto que los di-chos ginoueses e Juan de la Xara con elloshan poseydo las dichas casas e myneros ecalderas e las otras cosas pertesensgientesal sennor marques de Villena pagificamentee syn ninguna contradiqion por vertud de vnarrendamiento que del dicho sennor marquestienen fecho, fasta ayer domingo que vinie-ron los alcaydes de Xiquena e Alhama e

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Librilla con gentes depye e de cauallo, e queconmo los vio este testigo dio vna boz a Ma-teo Rey, e que vino luego el alcayde de Alha-ma e diole vna con vna langa vn bote en lamano e lo hirió, e mostró la heryda a ojo, eque le dio de palos con la dicha langa, e ledixo quejuraua a Dios que sy no callaua quelo avia de ahorcar, e que vido que los susodi-chos se fueron a las casas altas, las qualesestavuan gerradas por de dentro, e queestauan en ellas Fernando, sotacamara, eBernaldino, despensero, e que desquicialaronlas dichas puertas e echaron de las dichascasas a los dichos Fernando e Bernaldino eque vido que los dichos alcaydes e sus gen-tes pasaron a tomar las casas de las calde-ras, echando cortes de langas a los que den-tro estauan, e que las tomaran sy no que lasdefendieren e que vio que los susodichos seestán en las dichas casas altas esperandoechar a los dichos ginoueses de las dichascalderas e que no sabe sy han tomado la di-cha pedrera.

EJuan García Antolino, escriuano de nu-mero de la dicha gibdad, auiendo jurado enforma de derecho e siendo preguntado agercade lo susodicho, que ha visto e vio a los di-chos ginoueses poseer por munchos dias lasCasas de los Alumbres, pertenesgientes alsennor marques de Vülena por arrendamien-to que de ellas le tyene fecho, e que ha vistoque de vn anno a esta parte Juan de la Xaratyene conpannia con ellos e que las viobasteger, e que esta posesión ha visto tenneralos susodichos syn perturbagion alguna fastaayer domingo que se contaron dies e nuevedeste presente mes, que estando este testigoechado en casa de maestre Bezanon, vnamuger entro dando gritos diziendo: sennorlevantaos que viene mucha gente, e que estetestigo se leuanto y vido alcayde de Alhama,que se dize Andrés de Vainas, a pie, e a Diegode Alburquerque, alcayde de Librilla, eAluarode Buytrago, alcayde de Xiquena, e con ellosocho de cauallo e fasta sesenta peones arma-dos, e que llegaron a las casas de las calderase comenzaron de por fuer[qa] para entrar enellas e sacar los que dentro estauan e tomarla posesión, e que los que dentro estauan gelo defendieron, e que vido que, el alcayde de

Alhama e otro que se dize Canpoy Juan de lasMesas, vesino de Alhama, llegaron a la puer-ta de las casas altas e tomaron vna viga e die-ron por debaxo de las dichas puertas e lasecharon en el suelo, que estauan gerradas pordentro, y que vio que sacaron a un Bernardo,sotacamara, e a otro despensero de los dichosginoueses e los echaron fuera de ellas, queeste testigo rogó al dicho alcayde que lo hiziesecortesmente, e que el dicho alcayde dixo quesy no callaua, que le quebraría una partesanaque traya en la cabega, e que oyó dezir que devenida que veníeron, tomaron la posesión dela pedrera, los picos y almádenas, e que looyó dezir a my dicho escriuano y a otros.

E después de lo susodicho, este dicho díaen las dichas Casas de los Alumbres, hechala dicha informagion asy de los dichos testi-gos conmo de los otros presentados por eldicho Bernaldo Rey, el dicho sennor subió alas dichas casas altas donde los dichosalcaydes estauan con sus gentes, a los qualese a cada vno de ellos les dixo que les requería,e de parte de sus altezas les mandaua que,por quanto paresgia por la informagion porél ávida que ellos y sus gentes auian tomadopor Juerga a los ginoueses las casas en queestauan, echando de ellas a los que en ellasestauan, por ende que les mandaua que oypor todo el dia den torne e restituyan laposesión de las dichas casas a los dichosginoueses, pues paresgia que ge las tomaronporfuerga, e que asy dadas e entregadas sevayan con las dichas sus gentes de las dichascasas de alun, so pena de cada mili doblaspara la cámara e fisco de sus altezas, e demásque si la gibdad de Lorca veniese a las di-chas casas y sobre ellos, oviere escándalos,dannos, heridas e muertes de onbres, que seaa culpa e cargo de los dichos alcaydes, e queel rey e reyna nuestros sennores se tornen aellos e ge lo pidan e demanden conmo veaque sea su seruigio, lo qual todo dixo que lesmandaua e mando que fagan e cunplan oypor todo el dia so las dichas penas, e que asylo pedia por testimonio.

E luego, el dicho alcayde de Xiquena, porsy e en nombre del marques de Vülena, susennor, dixo queponia e puso sospecha en el

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dicho sennor teniente e que le requería enesta dicha cabsa non insistiese ni enantasesyn que ante primeramente tome suaconpannado conforme a derecho, la qualdicha sospecha juro, etc., e asymismo los di-chos alcaydes de Librilla y Alhama dixeronque ponían la misma sospecha, etc., e todostres, los dichos alcaydes, dixeron queapelauan y apelaron del dicho su manda-miento a ellos fecho por el dicho sennor te-niente con protestaqion que dixeron quehasian de intymar la dicha su apelación enel termino de la ley, e que asy lo pedían portestimonio.

E luego el dicho sennor teniente dixo quemandaua lo mandado, etc.

E los dichos alcaydes dixeron que dizenlo que dicho tyenen, etc.

E testigos que fueron presentes JuanHelizes regidor de Lorca, e Juan Avellan,escriuano, e Gonqalo de Lechuga, alcalde delas dichas Casas de los Alumbres.

E después de lo suso dicho, en las Casasde los Alumbres, termino e juridiqion de ladicha qibdad de Lorca, veinte e dos dias deldicho mes de diziembre de dicho anno, el di-cho sennor teniente dixo a los dichos alcaydesde Xiquena e de Librilla e de Alhama, que yestaban, que les tyene mandado de parte desus altezas que se vayan de las dichas casascon las gentes de armas que tienen, e que lesha mandado que no fuesen ni veniesen con-tra los dichos ginoueses, e que ha sabido quelas gentes de los dichos alcaydes han echa-do qiertas piedras contra los dichosginoueses e sus gentes, de lo qual dixo quese esperauan grandes dannos y escándalos;por ende que les requería de parte de sus al-tezas que se vayan de las dichas Casas delos Alumbres con las dichas sus gentes, solas dichas penas que puestas les tyene, e pro-testo contra ellos, etc. E que por quanto losdichos ginoueses los tyenen acusados crimi-nalmente e el dicho sennor teniente les tyenefecho proceso por él le paresqen culpanteslos dichos alcaydes e sus gentes; por endeque les mandaua e mando de parte de sus

altezas que se vayan a presentar a la cárcelpublica real de la dicha qibdad dentro detercero dia, gertificandoles que el dicho ter-mino pasado oyre a los dichos ginoueses eprocederé contra ellos y sus vienes,haziendoles proqeso, mandándolos qitar porlos términos del derecho, e desde agora dixoque atenía a los dichos alcaydes por tres,nueve dias según fueron, e mando a my, eldicho escriuano, lo asyente a teniente de loprocesado.

E luego los dichos alcaydes dixeronapelauan según que apelado tenían,afyrmandose en la dicha su sospecha conprotestaqion de intymar su apelaqion; el di-cho sennor teniente dixo que todavíamandaua lo mandado. Testigos: Juan Helizese Martin Bravo de Morata, regidores de Lor-ca, e Juan Avellan, escriuano.

E después de lo suso dicho, IX dias delmes de enero, por rason de lo suso dicho epor que es publico e notorio que las gentes evesinos de la villa de Muía vienen en fauorde los dichos alcaydes a tomar por fuerqa lasCasas de los Alumbres a los dichos ginoueses,por evitar muertes de onbres el dicho sennorteniente en nombre de sus altezas dixo quetomava e tomo la posesión de las dichas ca-sas e saco a los dichos ginoveses de ellas etornólos a meter e mando al dicho BernaldoRey e Gerónimo Rey que entren en la casamayor, e que la tenga e defienda por sus alte-zas a los que tomar las quieran; los dichosginoueses dixeron que sí defenderían; easymismo el dicho sennor teniente entró enlas casas de la caldera nueva e dixo quetomaua e tomo la posesión por sus altezas, epuso en ella a Juan Querete, alguasil de ladicha qibdad, al qual mando que la defiendaa quien tomarla quieraporsus altezas, el qualdixo que asy lofaría. Testigos: Juan de Mo-rales y Gines Gil e Pero Castejon, vesinos deLorca; e luego el dicho sennor teniente fuesea las casas viejas e tomo la posesión de ellaspor sus altezas, e puso en ellas a GonqaloLechuga e le mando que las defendiese porsus altezas a quien ge las quisiese tomar, elqual dixo que lofaría. Testigos: Pero de Veletae Alonso Dalpuente. E este dicho dia, el di-

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cho sennor dixo e notifico al dicho alcaydede Xiquena e al alcayde de Librilla e Alhamaque él, por rason que ellos con sus gentesestauan alli por tomar la posesión de las di-chas casas, que él, por bien de paz e synprejuysio de ninguna de las partes, ha toma-do la posesión de las dichas casas e calderaspor sus altezas e por la qibdad de horca, eesta apoderado en ellas, que les requiere sevayan de ellas y de los términos de la dichaqibdad con sus gentes so pena de muerte e deconfiscación de sus bienes para la cámara efisco de sus altezas, donde non que sy muer-tes o escándalos venieren sea cargo de ellose de su gente, e que les fasia saber que élestaría en las dichas casas de las calderas elas defenderla de qualquier personas que gelas quisiese tomar, e pidiólo por testimonio.

E los dichos alcaydes dixeron que pedíantraslado. El dicho sennor teniente dixo quemandaua lo mandado. Testigos que fueronpresentes: Juan Querete e Agustín,alguaziles.

E después de esto vinieron al socorro porfauor de los dichos alcaydes Salazar e Vallid[sic] con la gente de pie e de cauallo de lavilla de Muía, a los quales el dicho sennorteniente requirió segundque mas largo pasoante mi, dicho escriuano. [Rúbricas] PeroGarqia, escriuano.

II

1504-VIII-2, Lorca. Traslado de losprocesos llevados por Jorge de Vergaracomo teniente de pesquisidor en Lorca.

[Portadilla: En la villa de Medina delCampo a treynta días dejullio de mili e qui-nientos e quatro annos presento estetestimono Diego de la Frecha. ]

En la noble cibdad de Lorca, dos dias delmes de agosto anno del nascimiento de Nues-tro Sennor Yhesu Christo de myll e quinien-tos e quatro annos. Este dicho día, ante elsennor bachiller Juan Lopes, teniente de pes-quisidor en la dicha qibdad por el noblecauallero Juan de Montaluo, pesquisidor e

jues de residenqia en esta dicha qibdad conla muy noble qibdad de Murqia por el rey ereyna nuestros sennores, e en presenqia demi, Pero Garqia de Vdlena, escrivano de susaltesas e escrivano de numero de la dichaqibdad e de los testigos de yuso escriptos.Paresqio presente Jorge de Vergara, tenien-te que fue de pesquisydor en la dicha qibdadpor el liqenqiado Diego Romani, e dixo aldicho sennor alcalde que por quanto en unpleito que él trataua en resydenqia con Alon-so de Leyua, vesino desta dicha qibdad, ovopresentado vn proceso creminal que pendeentre Ferrando Sanches, conmo acusador, eGonqalo Pinnero, regidor, conmo acusado deyncestoso; e otro proqeso cremynal entre par-tes; conviene a saber; Mari Vela, fija de Alo-nso Vela, que acuso a Ximen Lopes, fijo deXimen Lopes, regidor, que le avuia dado convn punnal de caqasos; e otro proqeso del fis-cal contra Diego Matheo en que le acuso quequiso matar a Franqisco Grimaldo, merca-der, con vna espada sacada. Los qualesproqesos él avia presentado para en prueuade su yntenqion, e que por la prolexidad deaquellos no se avian sacado al tiempo que eldicho proqeso que él trata con el dicho Alon-so de Leyua se saco por apelaqion e remisiónque de la que el bachiller de la Cadena, juesde residenqia, fiso ante el consejo del rey ereyna nuestros sennores. Por ende, que lepide e requiere mande a mi, dicho escrivano,le de vna fe de cada vn proqeso de los susodichos, de conmo aquellos pasan ante my eestán pendientes para las presentar en el di-cho consejo o donde entendiese que les cum-ple; e asy lo pidió por testimono.

E luego el dicho sennor alcalde preguntoa mi, el dicho escriuano, si los dichosproqesos pasauan ante mi, e yo dixe e digoque sí pasan ante my, e luego mando a my, eldicho escriuano, que de cada vno de ellos dévna fe al dicho Jorge de Vergara segund queante mi pasan, narrando la calidad de cadavn proqeso. Testigos que fueron presentes: elbachiller Gonqalo Gauarron e DiegoDareualo, vesinos de Lorca.

Eyo el dicho Pero Garqia, escriuano, doyfe conmo ante mi conmo tal escriuano, en

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lunes syete dias del mes de noviembre de mylle quinientos e dos annos, ante el bachillerMelchior Velasco de Orihuela, teniente de pes-quisidor en esta dicha gibdad por el ligenciadode la Cuba, paresgio presente Ferrand San-cho, vesino de esta dicha gibdad, e acusocreminalmente a Gongalo Pinnero, regidor,vesino de esta dicha gibdad, en que dixo quevn día del mes de [blanco] de dicho anno, eldicho Gongalo Pinnero, syendo casado a ley ea bendigion con Josefa Sanches su muger, eaquella teniendo por sobrina a GostangiaSanches, muger que fue de Juan de Xodar,defunto, e syendo aquella linda e muger onesta,que forgablemente el dicho Goncalo Pinneroporfuerga durmió carnalmente con ella, en laqual ovo vnfijo; e que aquel, por lo aver asyfecho conmetio fuerga e yngesto; pidióconmlimiento de justigia e juro la dichaacusagion segund que ante mi mas largamen-te pasa, la qual dicha acusagion al dicho al-calde resgibio; e ávida ynformagion sufigiente,prendió al dicho Gongalo Pinnero, el qual di-cho progeso pendió ante dicho bachiller alcal-de, e asy mismo ante el dicho Jorge de Vergaraalcalde, e agora esta pendiente e no se sigue.

Easymismo doy fe que ante my conmo talescriuano, en tres dias del mes de julio demyll e quinientos e tres annos, antel honradoAlonso Gargia d'Alearas, alcalde hordinarioque a la sason hera, paresgio presente MariVela, fija de Alonso Vela, e querellocriminalamente de Ximen Lopes, fijo deXimen Lopes, regidor, disiendo que oy di-cho dia, estando ella en la calle, donde eldicho Ximen Lopes biue, salua e segura, eldicho Ximen Lopes le dio de cagasos con vnpunnal en la cabega; pidió conplimento dejustigia ejuro la dicha acusagion segund quemas largamente ante mi pasa, e el dicho al-calde la resgibio, e ávida ynformagionsufigiente del dicho exgeso, mando prenderal dicho Ximen Lopes; por non poder serávido, le mando pregonar publicamente porlos términos del derecho, e en su rebeldía eldicho progeso fue concluso, e ante el dichoJorge de Vergara fue pedido cumplimiento dejustigia del dicho Ximen Lopes segund que maslargamente ante mi pasa, e queda el dichoprogeso concluso conmo dicho es.

Asymismo doy fe que ante my conmotal escriuano, en ocho de agosto del annode mili e quinientos tres annos, ante eldicho Jorge de Vergara, teniente depesquisydor, paresgio presente Pedro deMadrid, alguasil e procurator fiscal dela justigia, e acuso criminalmente aDiego Mateo, vesino desta dicha gibdad,en que dixo que el suso dicho quiso ma-tar con una espada sacada a FrangiscoGrimaldo en casa de dicho Diego Mateo;pidió contra él complimiento de justigiae juro la dicha acusagion segund que maslargamente ante mi pasa, e el dicho al-calde la resgibio, e ávida ynformagionsufigiente mando prender al dicho DiegoMateo, el qual dicho progeso queda enpoder de mi, dicho escrivano, pendientee no se sygue; en fe de lo qual, yo, el di-cho Pero Gargia de Villena, escrivano su-sodicho, firmé aqui mi nombre. PeroGargia, escriuano.

III

1504-VIII-2, Lorca. Traslado de losprocesos llevados por Jorge de Vergaracomo teniente de pesquisidor en Lorca.

[Portadilla: En la villa de Medina delCampo a primero de otubre de myll e qui-nientos e quatro annos. Al margen: Demalfechores.]

En la noble gibdad de Lorca, dos dias delmes de agosto anno del nascimiento del nues-tro saluador Ihesu Christo de mili e quinien-tos e quatro annos, ante el sennor bachillerGongalo Gauarron, teniente de pesquisydoren esta dicha gibdad por el noble caualleroJuan de Montaluo, pesquysidor en esta di-cha gibdad con la muy noble gibdad deMurgia y sus tierras por el rey e la reynanuestros sennores, e en presengia de mi, Die-go Avellan, escrivano de sus altesas e su no-tario publico en la su corte e en todos los susreynos e sennorios e escriuano e notario pu-blico del numero en la dicha gibdad de Lor-ca e de los testigos de yuso escriptos.Paresgio presente Jorge de Vergara, tenien-te que fue de la dicha gibdad por el ligengiado

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Diego Romani, e dixo al dicho sennor tenien-te que por quanto en vn pleito que él trata enresidencia con Alonso de Leyva, vesino destadicha gibdad, ovo presentado giertosprocesos criminales que ante mi pasan paraen prueva de su yntengion, e que por laprolexidad de aquellos no se avian sacadoal tiempo que el dicho progeso que él tratacon el dicho Alonso de Leyva, se saco porapelagion o remysion que el bachiller de laCadena, alcalde, que fiso para ante el Con-sejo de sus altesas, que pedia e requería epidió e requirió al dicho sennor alcalde man-de a mi, el dicho escriuano, le dé vnafe decada vn progeso de los suso dichos, de conmoaquellos pasan ante my e están pendientespara los presentar ante el consejo o dondeentendiese que le cumple; los quales dichosprocesos son: el vno entre el fiscal de lajusticia e Gomes Pinnero sobre ciertaresistencia que aquel fiso con vna langa alalcalde ordinario de la dicha gibdad que sedise Alonso Gargia, e otro progeso entre eldicho fiscal de la justigia e el dicho GomesPinnero sobre rason de pena de veynte myllmaravedís que aquel le pide de quebranta-miento de la cargel, e otro progeso que pen-de entre Gargia Gongalez e MartinFerrandes, escriuano, sobre que le acusó deyngestoso, e otro progeso del alguasil de Alo-nso de Segura que acuso a Diego Peres quele defendió vna espada e le fiso resistengia, eotro progeso que se fiso por mandamiento delmuy reuerendisimo sennor el sennor obispode Cartagena apedimiento de Juan Martines,argipreste de la dicha gibdad, contra PedroFajardo e Alonso de Aledo e Alonso de Leyvae Alonso d 'Otón e Gargia Navarro e Juan deMolina e Andrés Bernar e Gil Peres e PeroNavarro e Diego de Otón e Christoual deColeto, por descaminados; e asy lo pidió portestimonio.

E luego el dicho sennor alcalde mando amy, el dicho escriuano, sy los dichos progesospasauan ante mi, diese al dicho Jorge deVergara vnafe, narrando la calidad de cadavn progeso sumariamente. Testigos que fue-ron presentes: el bachiller Juan Daroca ePero Garía de Vülena, escriuano vesino deLorca.

E yo el dicho Diego Avellán, escriuano,doy fe conmo ante mi conmo tal escriuano,en tres de otubre de myll e quinientos e tresannos, ante el dicho Jorge de Vergara, te-niente de pesquisidor, Pero de Madrid,alguasil e fiscal de la justigia, acuso crimi-nalmente a Gomes Pinnero, vesino desta di-cha gibdad, en que dixo que el dicho GomesPinnero, por rason que Alonso Garcíad'Alcaras, alcalde hordinario de la dichagibdad, le demando vna espada de DiegoPeres que el alguasil Alonso de Segura aviaen el deposytado e non ge la quiso dar. E eldicho Gomes Pinnero echo mano a vn langonpara le dar con él. Pidió cumplimiento dejustigia contra el suso dicho e juro la dichaacusagion, e el alcalde la resgibio, e ávidaynformagion sufigiente por donde se prouoel dicho delito, el dicho alcalde prendió aldicho Gomes Pinnero, el qual dicho progesoesta pendiente ante my e no se sygue, e eldicho Gomes Pinnero esta suelto por lagibdad e va donde quiere.

Asymismo doy fe que ante mi conmo talescriuano, en tres del dicho mes de otubredel dicho orino, el dicho promotor fiscal acu-so criminalmente al dicho Gomes Pinnerosobre rason que el dicho Gomes Pinnero, es-tando preso en la cargel desta gibdad syn [ile-gible] e le fue mandado que non se fuese dela dicha cargel so pena de veynte milimaravedís para la cámara de sus altesas, eaquel, syn enbargo de la pena a él puesta, sefue de la dicha cargel. Pidió fuese condena-do en los dichos veynte mili maravedís, ejurola dicha acusagion segund que mas larga-mente ante mi, el dicho escriuano, pasa, e elalcalde la resgibio, e ávida ynformagion so-bre lo suso dicho mando prender al dichoGomes Pinnero, el qual dicho progeso estapendiente ante mi e no se sygue, e el dichoGomes Pinnero anda suelto e donde quiere.

E asymismo yo, el dicho escriuano, doy feconmo ante mi conmo tal escriuano, en veyntee seys de febrero de myll e quinientos e quatroannos, ante el dicho Jorge de Vergara, tenien-te de pesquisydor, paresgio GargiaQuinnonero, vesino de esta dicha gibdad,conmo pariente e conjunta persona de Cata-

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lina de Ribahorada, e acuso criminalmente aMartyn Ferrandes, escriuano, sobre rasonque el suso dicho durmió carnalmente con ladicha Catalina de Ribahorada, donsella vir-gen, e la corronpio siendo él casado, e ellasyendo su parienta dentro en el quarto gra-do; pidió conplimiento de justigia contra elsuso dicho e juro la dicha acusación, el al-calde la rescibio e ávida ynformacionsuficiente prendió el cuerpo al dicho MartynFerrandes, el qual dicho progeso esta pen-diente e non se sygue, e el dicho MartynFerrandes anda suelto e va donde quiere.

E asymismo doy fe conmo ante mi conmotal escriuano e ante el dicho Jorge deVergara, teniente, parescio presente JuanMartines, arcipreste, en nombre del muyreverendísimo sennor el sennor obispo deCartagena don Juan Daga, e dixo al dichoteniente que por quanto por mandado del di-cho sennor obispo están descomulgados enesta gibdad Pedro Fajardo e Alonso d'Aledoe Alonso de Leyva e Alonso d'Oton e GargiaNavarro e Juan de Molina e Gil Peres eAndrés Bernal e Pero Navarro e Diego deOtón e Christoual de Coleto, de la qual cau-sa esta gibdad esta entredicha e no se dise nigelebra el Ofigio Diuino, e los susodichosandan por la gibdad e por las plagas de ellano queriendo obedesger los mandamientosde la Santa Madre Yglesia e al sennor obis-po, del qual mandamiento fiso presentagionante el dicho teniente, e le requirió lo vea ecumpla conmo en él se contiene, so giertasprotestagiones que fiso contra el dicho al-calde, a lo qual el dicho alcalde respondióque obedesgiendo el dicho mandamientomandando a mi, el dicho escriuano, fuese conél a conteficar lo susodicho a los dichos des-comulgados e a cada vno de ellos que fastamannana, fasta las ocho oras del dia, salgande la dicha gibdad e sus arrauales, e no en-tren en ella ni en los dichos sus arraualesfasta ser asueltos de la dicha descomunión,so pena de cada cientmill maravedís para lacámara de sus altesas, e mas que progedengiacontra ellos conmo contra onbres descomul-gados que no obedesgen los mandamientosde la Santa Madre Yglesia, lo qual el dichoalcalde e yo, el dicho escriuano, noteficamos

a los susodichos el dicho mandamiento, eporque los dichos Juan de Molina e Alonsode Otón e Gil Peres e Gargia Navarro e Die-go de Otón [tachado: en vno] fueron rebel-des en uno con los susodichos e no quisyeronabsentarse de la dicha gibdad ni absoluerseni cunplir el dicho mandamiento del dichoalcalde, el dicho alcalde prendió a los dichosJuan de Molina e Alonso de Otón e Gil Perese Gargia Navarro e Diego de Otón e los pusopresos en la dicha cargel publica de estagibdad con vna cadena, e los tuuo presosgiertos dias fasta tanto que los suso dichosdieron seguridad de yrse asoluer; e dende adias, los susodichos vinieron a la dichagibdad, e desian que se avian asuelto en lagibdad de Murgia, sobre lo qual el dicho fis-cal de la justigia les acuso a los dichos Juande Molina e Alonso de Otón e Gargia Nava-rro e Gil Peres e Diego de Otón las penasque el dicho alcalde les avia puesto por serrebeldes, e paresgio no aver conplido el di-cho su mandamiento andando por estagibdad muchos dias antes que se asoluiesen;e juro la dicha acusagion e el dicho alcaldela resgibio; esta pendiente ante mi, el dichoescriuano, e no se sygue, e los susodichosandan por la gibdad sueltos e van donde quie-ren. E va testado do dezia en vna vala portestado, e yo el dicho Diego Auellan,escriuano e notario publico, so este dicho quea todo lo que dicho es de suso presente fuyque vno ante dicho sennor alcalde, e porende, en testimonio de verdad, fis aqui estemió acostumbrado sig[úgno]no a tal. DiegoAvellan, escriuano.

IV

1504-VIII-5, Lorca. Probanza de ino-cencia de Jorge de Vergara en el asuntode los hurtos del esclavo.

[Portadilla: Presentación de Jorge deVergara. 1504. Al muy vertuoso sennor elsennor Bartolme de Castanneda, secretariodel rey e de la reyna nuestros sennores.]

[Encabezado: Para en el pleito del escla-vo en lo que a my toca pringipalmente edespués en lo que toca a él, lo presento.]

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Provanqa hecha en la noble qibdad dehorca antel sennor bachiller GonqaloGavarron, teniente la vara de alcaldía poryndisposyqion y dolencia del virtuoso sennorel bachiller Juan Lopes, alcalde tenyente depesquisidor. [Rúbricas] Juan del Alcocer,escrivano.

[Al píe: En Medina del Campo, a veyntee qinco dias de otubre de myll e quinientos equatro annos lo presento el dicho Jorge deVergara.]

En la noble qibdad de horca, cinco diasdel mes de agosto anno del nacimiento deNuestro Salvador Ihesu Christo de myll e qui-nientos e quatro annos, ante el honrado elbachiller Gonqalo Gavarron, tenyente la varade alcaldía por yndisposycion del virtuososennor el bachiller Juan hopes, alcalde tenien-te de pesquisidor en esta dicha qibdad por elnoble cavallero el sennor Juan de Montalvo,pesquisidor e justicia en la dicha cibdad dehorca con la muy noble qibdad de Murcia esus tierras por el rey e la reyna nuestrossennores, y en presengia de mi, Juan deAlcoqer, escrivano de cámara de sus altesas esu totano publico en la su corte y en todos lossus reynos e sennorios, y escrivano del nume-ro de la dicha qibdad de horca y de los testi-gos de yuso escritos; pareqio presente el hon-rado sennor Jorge de Vergara, teniente depesquisidor que fue en la dicha qibdad por elliqenqiado Diego de Romany, e dixo al dichosennor teniente que por quanto al tiempo queel agora fizo su residenqia Alonso de heyba,vezino de esta qibdad, maliqiosamente por lefaser danno, acuso creminalmente a Hamete,su esclavo, diziendo que avia hurtado,tenyendole el dicho Jorge de Vergara en supoder, qiertos hurtos, en espeqial que aviahurtado qierto trigo de casa de Pedro deQerezuela, vesino de esta cibdad, e que el di-cho Jorge de Vergara se lo consentía, de loqual asimismo acuso al dicho Jorge deBergara más por le dapnificar y manchar suhonra que por otra rason alguna, por odio emalquerenqia que con él tiene porque lo tovopreso en su casa por qiertas querellas que deél dio el bachiller Juan Daroca, conmo con-junta persona de Pedro Daroca a quien el di-

cho Alonso de heyva aguchilló, de cuya cabsaél va preso a la corte, e porque al tiempo queélfiso la dicha su residenqia no estavan en laqibdad Franqisco de (Qerezuela, sennor queera a la sazón del dicho esclavo, ni el dichoPedro de (¿erezuela, a quien se dixo que di-cho trigo se avya hurtado, y otros testigos dequien se pudiera aprovechar para lo que a suderecho convenia, e que agora son venidos, epor ende que pide et requiere al dicho sennorteniente mande a mi, dicho escrivano, que lostestigos que por él en esta rason le fueren pre-sentados los mande preguntar por las pregun-tas siguientes, e lo que dixeren e dipusieren,so virtud de juramento, ge lo mande darsegund en forma e en manera que fágase paralo levar et presentar en el Consejo de susaltesas para guarda e conservaqion de su de-recho y para que sus altesas vean su ynoqenqiay la maliqia del dicho Alonso de heyva e paraque sobre ello pueda faser las otras diligenqiasque a su honra convengan. Et pydiolo portestimonyo.

I Primeramente sean preguntados siconoqen al dicho Alonso de heyva, mi acu-sador, et si conoqen a my, el dicho Jorge deVergara, e si conoqen al dicho Hamete, miesclavo, e si conocen a Francisco de(Qerezuela y a Pedro de Qerezuela, vesinosdesta qibdad.

II Yten sy saben o creen o vieron o oye-ron desir que el dicho Alonso de heyva, e otroscon él, aguchillaron a Pedro Daroca, alguazilmayor de esta qibdad, y lo dexaron por muer-to en el suelo en la calle de Adrián heonés.

III Yten si saben que el bachiller JuanDaroca le acuso criminalmente del dicho de-lito e que yo el dicho Jorge de Vergara, conmoalcalde, le fise proceso en rebeldía, e que eldicho Alonso de Leyva se presento a la carqel,e que yo le dy por carqel la casa del sennoradelantado, e que alli estovo quatro dias, eque le di por carqel su casa.

lili Yten sy saben, etc., que porque lo tovepreso conmo dicho es, el dicho Alonso dehe iva me sospecho e tovo odio emalquerenqia conmigo, e antes que físiese

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residencia juró que me abia de acusar ydannar quanto pudiese, en manera que aquíno fuese mas alcalde ni en otra parte e queavia de yr con él de Lorca.

V Yten si saben, etc., si que luego queyo conmety a faserme residenqia, el dichoAlonso de Leyva me puso ciertas acusacionescriminales achacosas, y no por provecho quede ellas a él se recreciese, saluo por me fati-gar e dannar e tratar mal, de las quales yofuy dado por libre e quito y él condenado encostas, saluo de la vna que me acuso que dixemal a Dios, la qual provo con sus parientes eamigos que andan e comen y beven con él yson de su parcialidad, e non otros, e que otroalguno no me acuso sino él.

VI Yten si saben, etc., que el dicho Alo-nso de Leyva acuso criminalmente al dichomi esclavo que hurto cierto trigo de casa dePedro de Qerezuela e otros hurtos e que yoge lo consentya y lo sabia.

VII Yten si saben, etc., que el dicho Alo-nso de Leyva acuso a mi, el dicho Jorge deVergara, disiendo que yo consentía emandaua hurtar al dicho Hamete, mi escla-vo, e lo disimulaba.

VIH Yten si saben, etc., que al tiempo queél dixo en esta qibdad que el dicho Hameteavia hurtado el dicho trigo del dichoQerezuela, el dicho Hamete era de Franciscode Qerezuela e no mió.

IX Yten si saben que a la sason que eldicho trigo se hurto, yo no estava en laqibdad, e que era alcalde en esta qibdad elbachiller Melchor por el licenciado de laCuba, e que yo estaba en la corte dando cuen-ta de mi residencia.

X Yten si saben que el dicho trigo deldicho Qerezuela [lo] hurtó vn esclavo de Juande Qervera, e por aquello lo vendió fuera deesta qibdad.

XI Yten si saben que el dicho Franqiscode Qerezuela vendió el dicho esclavo a Juande Buenavyda, mercader vesino de Murqia.

XII Yten si saben etc., que dende amunchos dias, el dicho Juan de Buenavidatraxo el dicho esclavo a esta qibdad para lorescatar en las galeaqas, e que porque novenian, yo, el dicho Jorge de Vergara, lerogue que me lo vendiese, e que me lo vendióe me dixo que era bueno efiel, e que por talme lo vendió, e que otrogó carta de vendidopor ante Pero Garqia, escrivano.

XIII Yten si saben que conmo yo conpreel dicho esclavo del dicho Juan de Buenavidapor bueno efiel, e yo le dixe al dicho esclavoque él fuese bueno y fiel, que no se quexaseninguno de él, si no que le echaría hierros yle castigaría.

XIIII Yten si saben etc., que después queyo conpre el dicho esclavo, él no ha hurtadocasa alguna de ninguna persona, e que nin-guno se quexo de él.

XV Yten si saben que estando yo enresidenqia fise pregonar que qualquier per-sona que toviese quexa del dicho Hamete, miesclavo, viniese a Pero García, escrivano, yque él pagaría lo que pareqiese que oviesehurtado a qualquier persona, e en fasta oyno vyno persona alguna quexandose del di-cho Hamete que le aya hurtado ni tomadocosa alguna.

XVI Yten si saben quanto de lo suso di-cho sea publico e notorio en la dicha qibdad.Jorge de Vergara.

Et preguntado et leydo el dicho escritoante el sennor teniente en la manera que di-cho es, el dicho sennor teniente mando a my,el dicho escrivano, tomar e reqibir los testi-gos que el dicho Jorge de Vergara ante éltroxere epresentase en la dicha rason, eparaello dixo que me dava e dyo comisión por suocupaqion del negoqio y que asi tomadas ypreguntadas por las dichas preguntas por élpuestas y presentadas, ge los dé signados enpublica forma [borrado] que fágase guarda econserbaqion de su derecho e para los pre-sentar ante el rey e reyna nuestros sennoresonde él entendiere que le cunple.

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Testigos que fueron presentes a todo loque dicho es: Diego Avellan e Pero García,escrivanos.

E luego el dicho Jorge de Vergara pre-sento por testigos ante el dicho sennor te-niente a Dyego Avellan y a Pero Garqia,escrivanos, e a Ferrando de Narbaes e a Luysde Vytoria, platero, e a Francisco de(¿erezuela e a Diego Ruys, mercader, vesinosde la dicha qibdad de Lorca, los quales jura-ron en forma de derecho en la crus de la varadel sennor alcalde, e fueron cada uno por sysecreta e apartadamente e siendo pregun-tados por las dichas preguntas dixeron lo si-guiente:

El dicho Luys de Vitoria, platero, vesinode Lorca, testigo presentado por el dichoJorge de Vergara, aviendo jurado en forma esiendo preguntado por las dichas preguntasen el dicho interrogatorio contenidas.

Testigo I

A la primera pregunta dixo que conoce alos en ella contenidos porque son vesinos deesta qibdad e porque los conoqe toda su vyda.

A la segunda pregunta dixo que la sabeconmo en ella se contiene. Preguntado conmola sabe, dixo que porque la misma noche quefue herido Pedro Darocafue este testigo a laposada de Pedro Daroca, alguasil, e lo vidomorir este testigo, e que sabe que lofyrieronel dicho Alonso de Leyva e los otros que conél yban.

A la tercera pregunta dixo que sabe queel dicho Jorge de Vergara fiso proceso, sien-do alcalde, por acusación de Juan Daroca,al dicho Alonso de Leyva e a los otros quecon él yvan, e paso asi en verdad conmo enla pregunta se contiene.

A la quarta pregunta dixo que sabe quelo contenido en esta pregunta que lo oyó desiren espeqial en la placa, que lo oyó desir estetestigo Alonso de Leyva que jurava a Diosque él podría poco que Jorge de Vergara nun-ca tornaría a tomar la vara, a lo menos en

Lorca, e que sobre ello apostava vn esclavocon Juan Garqia de Guevara.

A la quinta pregunta dixo que sabe que eldicho Jorge de Vergara, en la residencia queagora fiso, fue dado por libre e quito, e quecontra él no se hallo cosa ninguna ni ningu-na persona no le acuso saluo el dicho Alon-so de Leyva, e que sabe que toda Lorca, o lamayor parte de ella, tyene mucho contenta-miento del dicho Jorge de Vergara, y que lespesava por dexar la vara porque fasia justiciaa vnos e otros.

A la sesta pregunta dixo que sabe que eldicho Alonso de Leyva acuso al dicho escla-vo de los dichos hurtos disiendo que el dichoJorge de Vergara ge lo consentía, e que todolo fasia por dannalle.

A la sétima pregunta dixo que sabe lo quedicho tiene.

A la otava pregunta dixo que sabe que altiempo que se desia del dicho hurto que que[sic] en el tiempo el dicho esclavo era deFrancisco de Qerezuela y no de Jorge deVergara, e que lo sabe porque este testigoestava en su tienda, e que siendo el dicho es-clavo de Franqisco de (¿erezuela vino huyen-do el dicho esclavo de casa de Pedro deQerezuela e que no oso parar casa deFranqisco de (¿erezuela, y por el hurto quefiso el dicho esclavo que el dicho Franqiscode (¿erezuela lo vendió a Juan de Buenavida,vesino de Murqia, e que después, dende a vnanno poco mas o menos, trayendoloBuenavida de Murqia para levadlo a resca-tar Almena, que lo vido Jorge de Vergara, eque se apiado de él, e que pregunto que si erabueno e fiel e que supo que sí, e que segundla relaqion le fisieron que tal lo conpro deldicho Buenavida para levárselo a Toledo.

A la novena pregunta dixo que sabe y esverdad que al tiempo que el dicho hurto sefizo, el dicho Jorge de Vergara estava en lacorte y no estava en Lorca.

A la desima pregunta dixo que sabe quepublicamente se dixo en esta qibdad, quando

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el dicho hurto se hiso, que lo avia fecho elesclavo de Juan de Qervera.

A la honsena pregunta dixo que se remitea lo que dicho tiene en la otava pregunta.

A la dosena pregunta dixo que se remitelo que dicho tiene.

A la trese pregunta dixo que lo en estapregunta contenido que este testigo lo oyódesir al dicho Jorge de Vergara castigandoal dicho esclavo, e que fuera fiel e buenoque lo trataría bien e le daría buena vida eque si el contrario fasia que le echaría fie-rros e lo trataría conmo a omme que biviamal, e que porque mejor lo entendiese quellamó a vn christiano nuevo que sabia elalgaravia para que mejor entendiese, e de-lante del interprete juro Jorge de Vergara quesi era fiel e nadie no se quexase de él, des-que que vyiniese su rescate, le soltaría algodello e que lefaria mucha honrra aviendosede rescatar.

A la catorsena pregunta dixo que sabe quedespués que el dicho Jorge de Vergara conproal dicho esclavo, jamas se ha quexado nadiede él, ni ha fecho hurto ninguno.

A la quinsena pregunta dixo que lo sabeconmo en la dicha pregunta se contiene por-que lo oyó pregonar vn domingo de mannanaestando mucha gente en la placa.

A la dieseseys pregunta dixo que sabe loque dicho tiene, e que es la verdad e publicoe notorio por la jura quefiso. Luys de Vitoria.

Testigo II.

El dicho Ferrando de Narbaes, vesino dela dicha cibdad de Lorca, testigo presentadopor el dicho Jorge de Vergara, juró en for-ma, etc.

A la primera pregunta dixo que conoqe atodos los en la dicha pregunta contenidosporque son vesinos de esta cibdad e por tra-to e conversación que con ellos ha tenido.

A la segunda pregunta dixo que lo conte-nido en esta pregunta que lo oyó desir conmoen ella se contiene publicamente en esta di-cha cibdad.

A la tercera pregunta dixo que sabe estetestigo conmo el dicho Juan Daroca acusocriminalmente al dicho Alonso de Leiva deldicho delito, e por cabsa del dicho delitoestovo huydo de esta cibdad porque Jorge deVergara le fasia proqeso, e que antes que lesentenciase en rebeldía se presento en lacárcel ante el dicho alcalde e que el dichoJorge de Vergara, siendo alcalde, le dio porcarqel la casa del sennor adelantado edespués le dio por carqel su casa de Alonsode Leyva, e que este testigo lo sabe y lo vyoporque este testigo estovo presente en algu-nos actos asi conmo procurador de cabsasque es de esta dicha qibdad.

A la quarta pregunta dixo que sabe quepor rason que el dicho Jorge de Vergara, al-calde, lo tenia procesado por rason del di-cho delito, el dicho Alonso de Leyva lo sos-pecho, e tenia e tovo después grande odio emalquerenqia con el dicho Jorge de Vergaray le procuro quanto danno pudo en suresidencia.

A la quinta pregunta dixo que sabe e vyoque luego, conmo el dicho Jorge de Vergaraconmetya faser residenqia, el dicho Alonsode Leiva le puso ciertas acusaciones crimi-nales e muy achacosas, sin traer provechode ellas el dicho Alonso de Leiva salvo porle fatigar e dannar al dicho Jorge de Vergara,e que después vio este testigo conmo el ba-chiller de la Cadena, teniente de pesquisi-dor por el noble cavallero Juan de Montaluo,dio por libre e quito al dicho Jorge de Vergarade las dichas acusaciones saluo de vna quelo remitió para ante sus altesas, e que en to-das las otras condeno en costos al dicho Alo-nso de Leyva.

A la sesta pregunta dixo que sabe que eldicho Alonso de Leyva acuso al dicho escla-vo por rason del dicho hurto, e que lo al con-tenido en la pregunta dixo que lo non sabe.

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A la sétima pregunta dixo que sabe y esverdad que le acuso.

A la otava pregunta dixo que es verdadque al tiempo e sason que se desia que eldicho esclavo avya hurtado el trigo del di-cho Qerezuela, que era el dicho Hamete deFranqisco (¿erezuela, e que dende a munchosdias lo conpro el dicho Jorge de Vergara.

A la novena pregunta dixo que sabe y esverdad que al tiempo y sason que dise que eldicho trigo se hurto, el dicho Jorge deVergara no eslava en Lorca ni tenia la varade alcalde saluo el bachiller Melchor por elliqenqiado de la Cuba, e que el dicho Jorgede Vergara avia ydo a la corte a dar cuenta yrason del qfigio que avia tenido.

A la desima pregunta dixo que oyó desirpublicamente en esta cibdad que el dicho tri-go que se hurto de Pedro de (¿erezuela, quelo avia hurtado vn esclavo de Juan deQervera, e alo al contenido en esta pregun-ta que lo non sabe.

A la honsena pregunta dixo que sabe y esverdad que el dicho Franqisco de Qerezuelavendió el dicho esclavo Hamete a Juan deBuenavida, vesino de Murqia, y que lo sabeporque fue el tratante entre los dichosFranqisco de Qerezuela e Juan de Buenavida.

A la dozena pregunta dixo que sabe y esverdad que dende a muchos dias que el di-cho Buenavida conpro el dicho esclavo, lotraxo de Murqia a esta cibdad, y lo pasava arescatar a las galeaqas al puerto de Almería,e que el dicho Juan de Buenavida vino a pa-sar a casa de este testigo, e que tenya consi-go al dicho esclavo, e que por rason que eldicho Juan de Buenavida cayo mal en casade este testigo no paso Almería, e que sabe yes verdad que lo vendió al dicho Jorge deVergara, e que sabe y es verdad que al tiem-po y sason que el dicho esclavo le vendió eldicho Buenavida al dicho Jorge de Vergara,el dicho Jorge de Vergara le pregunto e con-juro sobre ello que le dixese si avia conoqidoal dicho esclavo alguna tacha o alguna vilesaporque él lo castigase e lo refrenase dello, e

que el dicho Juan de Buenavida juro a Diosque no conoqia de él tacha ninguna e que sino fuera por yr e venir a Toledo que no lovendería por dineros ningunos, e que lo sabeeste testigo porque lo vido y estovo presenteen todo ello, e que lo al contenido en la di-cha pregunta dixo que lo oyó desir al dichoBuenavida.

A la tresena pregunta dixo que sabe y esverdad que Juan de Buenavida le vendió eldicho esclavo por bueno, e que al tiempo quege lo entrego y fue este testigo con él a casadel dicho Jorge de Vergara, e que el dichoJorge de Vergara dixo al dicho Hamete: miraHamete que eres mió sy bueno y mucho fiely no se quexa ninguno de ti e yo te haré mu-cha honra, e si no eres bueno yo te juro aDios que yo te castigue y te daré el pago quetu mecieres.

A la catorsena pregunta dixo que nuncavio ni oyó este testigo que después que Jorgede Vergara conpro al dicho Hamete que anadie hurtase, ninguno se quexase de hurtoninguno de él.

A la quinse pregunta dixo que oyó desirque publicamente se fiso el dicho pregón yeste testigo lo oyofaser en la vdiencia, e quelo al contenido en la pregunta dixo que lonon sabe.

A la dieseseys pregunta dixo que todo loque dicho tiene es publico e notorio por lajura que fiso. E firmólo en su nombre.Ferrando de Narbaes.

Testigo [en blanco].

El dicho Pero Garqia de Villena,escrivano vesino de la dicha qibdad de Lor-ca, testigo presentado por el dicho Jorge deVergara aviendo jurado según de suso.

A la primera pregunta dixo que conoqe atodos los en ellos contenido por trato que conellos ha tenido.

A la segunda pregunta dixo que sabe quelo aguchillaron al dicho A lonso Daroca por-

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que este testigo, conmo escrivano, fiso lapesquisa de las dichas guchilladas.

A la tergera pregunta dixo que la sabeconmo en ella se contiene porque este testi-go fue el escrivano e paso ante él.

A la quarta pregunta dixo que sabe que eldicho Alonso de Leiva puso sospecha en eldicho alcalde, e que oyó desir este testigoantes que Jorge de Vergarafisiese residenciaque avia de fase r Alonso de, Leiva de tal ma-nera que no fuese mas alcalde.

A la quinta pregunta dixo que sabe e vioque Alonso de Leiva puso ciertas acusacionesal dicho Jorge de Vergara e demandas, e queoyó que el dia de las sentencias que él enuna sola fue condenado porque dixo pese atal, e que ni otra fue remitida a la corte, e entodas las otras fue por libre e quito.

A la sesta pregunta dixo que lo contenidoen ella que lo oyó desir.

A la sétima pregunta dixo que la non sabeporque conoge al dicho Jorge de Vergara portal presona que si supiera que el dicho suesclavo fuera ladrón que lo non consitiera nitoviera consigo e en su poder.

A la ochava pregunta dixo que la sabe.Preguntado cónmo la sabe; e dixo que por-que este testigo era escrivano del crimen, eque a la sason el dicho esclavo era deFrancisco de (¿erezuela y no del dicho Jorgede Vergara.

A la novena pregunta dixo que a la sasonque el dicho trigo hurtado al dicho Pedro de(¿erezuela, que el bachiller Melchor era al-calde en esta cibdad, e que Jorge de Vergaracree el testigo que no estava en Lorca,

A la desima pregunta dixo que sabe que altiempo que se hurto el dicho trigo que oyó desirque lo avia hurtado el esclavo de Juan deQerbera y el escalvo de Francisco Qerezuela.

A la honsena pregunta dixo que lo vidotomar e pagar a Juan de Buenavida, vesino

de Murcia, e que lo oyó desir al dichoBuenavida conmo lo avia conprado deFrangisco de Qerezuela el dicho esclavo.

A la dosena pregunta dixo que la sabeconmo en ella se contiene porque vido venira Juan de Buenavida a esta cibdad con eldicho esclavo, que le levaba a rescatar a lasgaleacas, e que se concertó con el dicho Jor-ge de Vergara e ge lo vendió por ante estetestigo, e que ge lo vendió por bueno.

A la tresena pregunta dixo que la sabeporque el dicho Jorge de Vergara le dixo enpresencia de este testigo amenasando al di-cho esclavo.

A la catorsena pregunta dixo que la nosabe.

A la quinsena pregunta dixo que la sabeporque puso ante este testigo, conmoescrivano, e lo fiso pregonar, e que nuncapresona ninguna páreselo ni vino a quexarsedel dicho esclavo ni demandalle cosa ningu-na; y esto sabe y es verdad por la jura quefiso. Pero Garcia, escrivano.

Testigo [en blanco].

El dicho Frangisco de (¿erezuela, vesinode Lorca, testigo presentado por el dichoJorge de Vergara aviendo jurado según desuso.

A la primera pregunta dixo que conoge alos en ella contenidos por trato que el conellos ha tenido e los conoge.

A la segunda pregunta dixo que la sabeconmo en la pregunta se contiene. Pregunta-do conmo la sabe, dixo que porque es verdade publico e notorio a toda esta gibdad evesinos de ella.

A la tergera pregunta dixo que sabe queJuan Daroca, el bachiller, acuso al dichoAlonso de Leiva criminalmente por las heri-das que dio a su hermano Pero de Aroca, eque sobre esta rason el dicho Jorge deBergara [sic] le fiso progeso contra el dicho

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Alonso de Leyva, y que sabe que le dio porcarmel las casas del sennor adelantado e quedespués le dio su casa por cárcel.

A la quarta pregunta dixo que la no sabe.

A la quinta pregunta dixo que sabe que eldicho Alonso de Leyva, en la residencia, pusocontra Jorge de Vergara ciertas acusaciones,e que no le fallaron culpante en ninguna deellas saluo en la vna porque dixo pese a tal, eque en todas las otras lo dio el sennor pes-quisidor e su teniente por libre e quito de ellos.

A la sesta pregunta dixo y que es verdad,que fue la mayor malicia del mundo, quenunca tal se puede provar después que Jorgede Vergara tiene el dicho esclavo.

A la sétema pregunta dixo que no sabe talcosa ni se fallara en todo el mundo .

A la otava pregunta dixo que sabe y esverdad que al tiempo que el dicho Hametehurto el dicho trigo que era suyo, deste testi-go, e no del dicho Jorge de Vergara, porqueeste testigo lo vendió a Buenavida, merca-der vesino de Murcia, y el dicho Buenavidalo torno a vender al dicho Jorge de Vergara.

A la novena pregunta dixo que sabe y esverdad que al tiempo y al tiempo [sic] que eldicho hurto fiso el dicho Hamete que el di-cho Jorge de Vergara no era alcalde saluo elBachiller Melchior, e que estonces Jorge deVergara no eslava en esta cibdad.

A la desima pregunta dixo que el dichoHamete e otro de Juan de Henares e Pero deYuste, fisiewn el dicho hurto del dicho trigo,y no el esclavo del dicho Juan de Qervera, eque esto que lo sabe este testigo porque eldicho Hamete era esclavo de este testigo.

A la honsena pregunta dixo que sabe y esverdad que este testigo vendió el dicho es-clavo a Juan de Buenavida, mercader besinode la qibdad de Murqia.

A la dosena pregunta dixo que la sabeconmo en ella se contiene porque el mismo

Buenavida comió casa de este testigo, e seconcertó con Jorge de Vergara e ge lo vendiópor trezemyll maravedís.

A la trese pregunta dixo que la non sabe.

A la catorse pregunta dixo que sabe quedespués que el dicho Jorge de Vergara conproel dicho esclavo fue muy fiel, e que nuncaoyó desir que nadie quexase de que uviesefecho hurto ninguno.

A la quinse pregunta dixo que es verdadque se fiso el dicho pregón e que nunca sevino nadie a quexar ni fasta oy tal cosa sehallo.

A la dieseseis pregunta dixo que lo quedicho tiene es verdad e publico e notorio porel juramento que fecho tiene de suso.

Testigo [en blanco].

El dicho Diego Ruis, mercader vesino dehorca, testigo presentado por el dicho Jorgede Vergara, el qual juro en forma.

A la primera pregunta dixo que conoce alos en ella contenidos por trato econversación.

A la segunda pregunta dixo que la sabe.Preguntado conmo la sabe dixo que porquevido este testigo la quistion que el dicho Alo-nso de Leiva ovo con Pero Daroca, e que vioal dicho Pero Daroca, alguasil, herido en elbrago e otra herida que no se acuerda donde.

A la tercera pregunta dixo que sabe queel dicho bachiller Juan Daroca, hermano deldicho Pero Daroca, acuso criminalmente aldicho Alonso de Leyva del dicho delieto, eque sabe que Jorge de Vergara siendoestonces alcalde teniente de pesquisidor lefiso proceso en rebeldía al dicho Alonso deLeyva, e que sabe que después se presento eldicho Alonso de Leyva en la cárcel, e el di-cho Jorge de Vergara le dio por cárcel la casadel adelantado y después su casa. Pregunta-do conmo lo sabe dixo que porque vidofaserlos actos.

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A la quarta pregunta dixo que lo que sabees que el dicho Jorge de Vergara, estando enla cárcel y el dicho Alonso de Leyva, presen-te lo que se sentenciase en una sentencia quelevaba acordada, la qual le dava por libre equito sobre rason de otra acusación, e queantes que pronunciase lo sospecho e pusosospecha en él, e que sabe que le tenia odio emalquerencia antes quefisiese la residencia.

A la quinta pregunta dixo que sabe que eldicho Alonso de Leyba le puso ciertasacusaqiones criminales contra el dicho Jor-ge de Vergara, de las quales el dicho Alonsode Leyva se le siguia por provecho salvo porle dannar e fatigar, e vio este testigosentenciallos y dallos por libre e quito al di-cho Jorge de Vergara e condenar al dichoAlonso de Leyva en las costas, saluo en vnasentencia que le acuso disiendo que avia di-cho mal a Dios y este apelo el dicho Jorge deVergara, y en otra acusaqion que se remitióal a corte; y que sabe que el tiempo que diseque dixo mal a Dios, que este testigo estavamuy aqerca del dicho Jorge de Vergara peroque tanbien conmo los que alli estaban, e quelo provo Alonso de Leyva con testigos pa-rientes e amigos suyos e de su parcialidad.

A la sesta pregunta dixo que sabe que eldicho Alonso de Leiva acuso criminalmentea Hamete, esclavo del dicho Jorge deVergara, pero que no sabe que el dichoHamete uviese hurtado trigo ni otras cosasni menos que el dicho Jorge de Vergara con-sintiese tal cosa, ni cree este testigo que Jor-ge de Vergara, según quien él es, consintiesetal cosa ni cosa que perjudicase su honra.

A la sétima pregunta dixo que se remite alo que dixo en la sesta pregunta y que conoceal dicho Jorge de Vergara por ser honradapersona y de tanta conciencia que noconsentiría tal cosa.

A la otava pregunta dixo que sabe que altiempo que se dixo que avia hurtado el dichoHamete el dicho trigo de Qerezuela, que a lasason era esclavo de Francisco de Qerezuelay no del dicho Jorge de Vergara.

A la novena pregunta dixo que es verdadque al tiempo que se dixo del dicho hurto queavia fecho el dicho esclavo, que Jorge deGuervera [sic] no estava en esta qibdad deLorca e a la sazón era alcalde el bachillerMelchior.

A la desena pregunta dixo que oyó desirlo contenido en esta pregunta.

A la honsena pregunta dixo que sabe queel dicho Francisco de (¿erezuela vendió eldicho esclavo a Juan de Buenavida, merca-der vesino de Murcia.

A la dosena preguna dixo que sabe quedende munchos dias que el dicho Juan deBuenavida tovo conprado el dicho esclavolo traxo a esta cibdad que lo levava a resca-tar a las galeacas Almería, e se concertó conJorge de Vergara y ge lo conpro por tresemillmaravedís.

A ¡a tresena pregunta dixo que sabe queconpro el dicho Jorge de Vergara el dichoesclavo por bueno e sin vilesa ninguna y portal se lo vendió el dicho Buenavida, e, sigundla amistad avía [sic] entre ellos, si Buenavidale connociera alguna tacha lo dixera al di-cho Jorge de Vergara.

A la catorsena pregunta dixo que sabe quedespués que el dicho Jorge de Vergara conproel dicho esclavo que lo tovo en su poder, nun-ca oyó desir este testigo quefisiese hurto nin-guno ni persona se quexase de él; antes le havisto trabajar en muchas casas limpiamente.

A la quinse pregunta dixo que sabe que looyó pregonar lo contenido en esta preguntae que ninguno se vino a quexar del dicho es-clavo de hurto ninguno que el ovyese fecho.

A la dieseseys pregunta dixo que lo quedicho tyene es verdad y publico e notorio porla jura quefiso. Diego Ruys.

E asy fecha e tomada la dicha provanqaen la cámara que dicha es, el dicho sennoralcalde de mi mandava e mando a mi, el di-cho escrivano en la dicha provanca, diese al

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dicho Jorge de Vergara sellada, signada ecerrada e sellada en publica forma segundque el dicho Jorge de Vergara la avia pedi-do, e yo el dicho Juan de Alcocer, escrivanoe notario publico suso dicho, que a todo losusodicho en vno con el dicho sennor alcal-de presente fuy e de pedimiento del dichosennor Jorge de Vergara e de mandamientodel sennor alcalde esta dicha provanqaescreviese, que en estas ocho hojas de papelde pliego entero con esta carta que va mi sig-no, e por ende en fe e testimonio de verdad,fise aquí este mi acostumbrado signo a tal.[Rúbricas]. Juan de Alcoqer, escrivano.

Van dos puertas testadas no le enpezca.

1504-VII-14, Lorca. Traslado de la sen-tencia dada a Jorge de Vergara en la re-sidencia que le hizo Alonso de la Cade-na, teniente de pesquisidor y juez de re-sidencia en Lorca.

En la noble qibdad de Lorca, quatorzedias del mes de jullio anno del nasqimientodel nuestro saluador Ihesu Christo de myll equinientos e quatro annos, ante el discreto evirtuoso sennor el bachiller Alonso de la Ca-dena, alcade e lugarteniente en esta qibdadde pesquisidor e juez de residenqia de ellapor el noble cauallero e muy virtuoso sennorJuan de Montaluo, pesquisydor e juez deresydencia en la muy noble qibdad de Murciacon la dicha qibdad de Lorca e sus tierraspor el rey e la reyna nuestros sennores, e enpresenqia de mi, Diego de Soria, escrivanode sus altezas e de numero de la dicha qibdadde Lorca e deljudgado de ella e de los testi-gos de yuso escriptos. Paresqio presente elhonrado Jorge de Vergara, alcalde que fuede esta qibdad, e dixo que por quanto el di-cho sennor alcalde auia dado vna sentenqiacontra él de la qual él tiene apelado, e por eldicho sennor alcalde otorgada la apelaqion,que porque yo el dicho escrivano, estandomuy ocupado en sacar la pesquisa secreta eotras cosas de la resydenqia e el testimoniode la apelaqion, el breve por la distanqia queqede esta qibdad a donde sus altezas están,

que le pedia e requería mandase a mi el di-cho escrivano que lo diese por testimonioconmo él auia apelado de la dicha sentenqiae le fue otorgada la apelaqion de ella paraque por virtud del dicho testimonio el dichoJorge de Vergara, o su poder por él, se pu-diese presentar en el dicho grado deapelaqion de la dicha sentenqia contra éldada, e asy lo pidió por testimonio, el dichosennor alcalde que le mando dar testigos quefueron presentes espeqialmente para lo quedicho es, llamados e rogados el bachillerlohan Daroca, e Alvaro de Segura e lohanQuyrante, vezinos de la dicha qibdad de Lor-ca; e yo el dicho escrivano susodicho, al di-cho requerimiento presente fuy a él dar epronunqiar de la dicha sentenqia en que eldicho sennor alcalde en efeto le mando aldicho Jorge de Vergara que le mando queestoviese en la sala del conqejo desta qibdad,do suelen e acostunbran estar semejantespresonas honradas, e aquello toviese porcarqel por razón que dixo pese a Dios, e deella no saliese fasta ser cumplidos los trein-ta dias conforme a la prematica de sus alte-zas, segund que esto e otras cosas mas lar-gamente en la dicha sentenqia de contiene,de la qual dicha sentenqia el dicho Jorge deVergara apelo, e por el dicho sennor alcaldele fue otorgada la dicha apelasqion segundque asy mismo por ella paresqera, e todosegund dicho es, a mi me presento conmoescrivano de la dicha residenqia, y, por ende,mandamiento del dicho sennor alcalde epedimiento e requerimiento del dicho Jorgede Vergara este testimonio aqui efiz ay estemió acostumbrado syg [signo] no a tal. Diegode Soria escrivano.

[Portadilla: En la villa de Medina delCampo, a treynta dias de jullio de mili e qui-nientos e cuatro annos. Presento este testi-monio Diego de la Frecha]

VI

1504-VII-13, Lorca. Otorga-miento de poder de Jorge de Vergara aDiego de la Flecha para que le lleve elpleito que trata en la corte.

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Sepan quantos esta carta de poder eprovaqion vieren, conmo yo, Jorge deVergara, teniente que fuy de pesquisydor enesta noble qibdad de Lorca por el liqenqiadoRomani, otorgo e connosco en buena verdady digo que por rason que yo fuy condenadoen la residencia quefise por el bachiller dela Cadena, teniente de pesquisydor que ago-ra es en esta dicha qibdad de Lorca por elnoble cauallero Juan de Montalvo,pesquysidor por sus altezas, a pedimiento deAlonso de Leyva a que estoviese treynta díasen la cárcel por rason que dixo que yo abiadicho mal a Dios; de la qual sentencia yoapele y por él me fue otorgada la apelación,y asy mismo me mando que me presentase enla corte contra proceso de quefiso remisyonante sus altesas y porque los dichos dosprocesos non se pueden asacar para me pre-sentar en tiempo con ellos ante sus altesas.Por ende, digo que doy todo my poderconplido segund que lo yo he e tengo y segundque mejor y mas complidamente lo puedo yde no dar y otorgar de derecho a vos, Dyegode la Flecha, escrivano de sus altesas y vesinoque soys de Medina de Ryoseco, que soysabsenté, bien asy conmo sy fuesedes presen-te espaqialmente, porque por mi e en mi nom-bre vos podays presentar e presenteys anteel rey e la reyna nuestros sennores e ante lossennores oydores del muy alto e solepne con-sejo e ante qualquiera de los sus secretarioscon vn testimonio de cónmo los dichosproqesos no se pueden sacar en el terminode la ley, y aqerca de las dichas sentencias yde qualesquier de ellas vos podades desir eallegar las maledades e agravios que dellasy de cada vna de ellas se coligen y pueden ydeuen colegir, y aqerca de la dichapresentacqion vos podades faser y fagadestodos los abtos, diligenqias, requerimientos,superaqiones e protestaciones que conven-gan faserse y tal y tan conplido, y bastantepoder conmo yo he y tengo para lo que dichoes, otorgo tal y tan conplido y bastante y asi-mismo poder vos do y otorgo, con todas susynqidengias e dependenqias, mergencias,anexidades e conexidades, por el qual vosrelievo de toda carga de cabqion, satisdacióne fiaduria so aquella clausula del derechoque es dicha en latin "judices syste et

judicatum soluy" con todas sus clausulasacostumbradas, y porque esto sea firme y nonvenga en dubda, otorgué esta dicha carta depoder ante el escrivano y testigos yusoescriptos, la qual fue fecha e otorgada en ladicha qibdad de Lorca ante el escriuano ytestigos de yuso escriptos a trese días del mesde jullio anno del nasqimiento del NuestroSaluador Yhesu Christo de myll e quinientose quatro annos. Testigos que fueron presen-tes al otorgamiento del dicho Jorge deVergara especialmente para ello llamados yrogados, e firmaron en registro sus nombresel bachiller Goncalo Gauarron y Pedro deMadrid y Mateo de Aguilar, vesinos de la di-cha qibdad de Lorca. Etyo Pedro Garqia deVillena, escrivano de sus altezas e su notariopublico en la su corte e en todos los sus reynose sennorios, e escrivano del numero de ladicha qibdad de Lorca, que al otorgamientodel dicho Jorge de Vergara, en vno con losdichos testigos presente fuy y de pedimientodel dicho Jorge de Vergara. Esta dicha cartade poder sacarese vna fez en esta publicaforma, según que ante mi pasó, e por endeende [sic] en testimonio de verdad fiz aquiesta mió acostumbrado sig[s\gno]no a tal.[Rubricas]. Pedro Garqia de Villena.

[Al pie: En Medina del Campo, a treyntadias de jullio de MDHI presento este poderDiego de la Frecha. ]

VII

1505-XII-V, Andújar. Traslado de ladecisión de los regidores y presonero deAndújar de no aceptar otro año más aJorge de Vergara como corregidor. In-serta copia de la prorrogación del cargode la reina doña Juana.

En la muy noble e muy leal qibdad deAndújar, viernes qinco dias del mes dedisiembre, anno del nasqimiento de NuestroSennor y Saluador Yhesu Christo de myll equynientos e qinco annos, estando loshonrrados sennores Jorge de Vergara, corre-gidor en la dicha qibdad y su tierra por lareyna donna Juana nuestra sennora, y LuysPérez de Santamarya y Pero Fernandes Fran-

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co y Atanasyo Peres y Alonso Notario, regi-dores, y Antón Gonqales de Sasedo,presonero del concejo, y en presencia de my,Luys Palomyno, escrivano del concejo de ladicha qibdad, estando ayuntados en sucabyldo e ayuntamiento segund que lo hande vso e costumbre, el dicho sennor corregi-dor dixo a los dichos sennores regidores ypresonero conmo ya saben que el anno de suoficio de corregimiento se cunple muy pres-to y le quedan pocos dias por conplyr y queagora su alteza nuevamente le a proveydopor otro anno, segund que por vna provisyonde que hasia presentación veryan la qual, eldicho sennor corregidor mostró y ante ellosfue leyda cuyo tenor es este que se sygue.

Donna Juana, por la Gracia de Dios reynade Castilla, de León, de Granada, de Toledo,de Galysia, de Seuylla, de Cordoua, deMurcia, de Jahen, de los Algarves, deAlgesira, de Gibraltar, etde las Yslas de Ca-naria, e sennora de Viscaya e de Molina,pringesa de Aragón e de Seqilia, archydu-quesa deAbstria, duquesa de Borgonna, etc.A vos, el conqejo, justiqia, regidores, oficialese omnes buenos de la qibdad de Andujar, sa-lud e gracia. Sepades que el rey, my sennor epadre, e la reyna my sennora madre que ayaSanta Glorya, entendiendo ser conplidero amy seruiqio e al seruiqio de my justiqia ealapas e sosyego de esa dicha qibdad, ovieronproveído de! ofiqio de corregimiento con lajustiqia e juridiqion qevil e cryminal de ellae con los ofiqios e alcaldías e alguasyladgode ella por tienpo de vn anno a Jorge deVergara para que los toviese e vsase de ellospor sy e por sus lugartenientes con qiertosmaravedís de salaryo cada vn día con el di-cho ofiqio, e con otros qiertos poderes segundque todo esto e otras cosas mas conpli-damente se contiene en my carta de poderque para vsar del dicho oficio le ove manda-do dar e di, el qual dicho tienpo de vn annoes conplido o se cunple muy presto e porquea my seruiqio cunple que el dicho Jorge deVergara tenga el dicho ofiqio de corre-gimiento por otro anno conplido prymerosyguente, my merced es de mandar que vsedel dicho ofiqio desde el dia que loreqibieredes a él en adelante, con la mi

justiqia civil e cryminal e con los dichosofiqios de alcaldía e alguasyladgo de estadicha qibdad, los quales, durante el dichoofiqio, pueda vsar e exerqer por sy e por susofiqiales e logartenientes segund e por la for-ma e manera que fasta aquy lo a vsado eexerqitado, e segund que en la dicha carta lefue dado poder para lo vsar e exerqitar. Por-que vos mando a todos e a cada vno de vosque cumplido el dicho tienpo de vn annoprymero, porque asy al dicho Jorge deVergara reqebistes por corregidor, que luegovista esta my carta syn otra luenga nytardanqa ny dilaqion alguna e syn me másrequeryrse consultar ny es por otra my cartany mandamiento dende en adelante fasta otroanno, conmo dicho es, ayades e lo tengadespor my corregidor al dicho Jorge de Vergarae le dexedes e consyntades libremente vsardel dicho ofiqio de corregimiento e de losdichos ofiqios de alcaldía e alguasyladgo ejustiqia e juridiqion qivil e criminal, por sy epor sus ofiqiales e logartenientes, los qualespueda quitar e admover e poner e surrogarotros otros en su lugar e conplir e esecutar,en la dicha qibdad e su tierra, la dicha mijustiqia, e punir e castigar los delitos efasere faga todas las otras cosas e cada vna deellas contenidas en la dicha primera cartade poder que asy le fue dada para vsar deldicho ofiqio que yo por la presente le doyaquel mesmo con aquellas mesmas clausulase calidades e fuerqas e firmesas en el dichopoder contenidas, con todas sus ynqidenqíase dependenqias, anexidades e conexidades;e es my merqed e mando que dedes epaguedes efagades dar e pagar al dicho Jor-ge de Vergara en cada vn dia de los que asyle prorrogo el dicho ofiqio otros tantosmaravedís conmo vos ove mandado que lediesedes e pagasedes en cada vn dia de todoel dicho tienpo que fasta aquí a tenido el di-cho ofiqio de corregimiento, para los qualesaver e cobrar de vosotros e de vuestros bie-nes e parafaser sobre ello todas las prendasque se requiera; asy mesmo le doy complidopor esta my carta; e otrosy vos mando que altienpo que reqivieredes por my corregidor aldicho Jorge de Vergara para que conplido eltiempo de su corregimiento jara la resydenqiaque manda la ley e reqibays de él juramento

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quejara e conplira los capítulos e cosas con-tenidas en la dicha carta segund lo juro altiempo que por vertud de ella fue recebido eldicho anno pasado; e mando al dicho mycorregidor que las penas pertenesqientes amy cámara e fisco en que él e sus oficialescondenaren a qualesquier presónos econcejos que las esecuten e pongan en poderdel escrivano del concejo de esa dicha qibdadpor ynventario e ante el escrivano publicopara que las den e entreguen a my reqebtorde las dichas penas e a quien su poder ovieree los vnos ni los otros non fagades ny faganende al por alguna manera so pena de la mimerced e de diesmill maravedís para la micámara. Dada en la qibdad de Segouia, diese nueve días del mes de otubre, anno delnascimiento del nuestro sennor Yhesu Chis-to de mili e quinientos e cinco annos. Yo elrey. Yo Miguel Peres de Almasqan, secretaryode la reyna nuestra sennora, la fis escreuirpor mandado del sennor rey su padre conmoadministrador y governador de estos susreynos. Licenciatus Qapata, Licenciatus deSantiago. Licenciatus Polanco. Franciscolicenciatus [entre líneas: registrador]Licenciatus Polanco. Castanneda chanciller.

Y después de vista e leyda la dicha cartade su altesa por los dichos sennores, el di-cho sennor corregidor dixo que les pedia erequerya por virtud de la dicha provison, lereciban e ayan por recebido al dicho oficiode corregimiento para el dicho anno venide-ro segund que por su altesa les es mandado,y que asy lo cumpliesen, y que fasyendolofaryan lo que deven y son obligados en otramanera que, conformándose [abajo: va es-crito entre renglones o diz. poder e odiz vertude o diz registrada] con la provisión yprorrogación del dicho oficio, sea porrecevido a él y entregado en las varas deldicho oficio; protestando de lo vsar y tenerpuesto, que por los dichos sennores él no searecebido, y que protestauan de cobrar de ellosy de sus bienes todas las costas y salariosque se le recreqieren y oviere de aver, ypidiólo por testimonio; y los dichos sennoresregidores y presonero dixeron que obedeqiany obedeqieron la dicha carta de su altesa deque fasya presentaqion, conmo a carta e man-

dado de su reyna e sennora natural a quiennuestro Sennor dexe bebir e reynar por lar-gos tiempos e buenos a su seruiqio; y que enquanto al complimiento de ella, que ellosverían la dicha prouision y avrian su acuer-do y darían su respuesta; a lo qual fueronpresentes por testigos Suero de Quyros,escrivano publico, y Benyto Peres, vesinosen la dicha qibdad.

Y después de lo susodicho en la dichaqibdad de Andujar, domingo syete días deldicho mes de diqiembre y anno susodicho,los sennores Pero Fernandes Franco y LuysPeres y Alonso Notario, regidores, y AntónGonqales, presonero del concejo, estando enlas casas del cabildo de la dicha qibdad, die-ron a mi, el dicho Luys Palomino, escriyvanodel conqejo, vn escryto de repuesta alrequerimiento y presentaqion de la dicha car-ta de prorrogaqion fecha por el dicho sennorcorregidor por el qual paresqe suplicar de ladicha carta de su altesa, y pidieron a my, eldicho escrivano, se lo diese por testimoniojunto con el traslado de la dicha provisiónpor el dicho sennor corregidor presentado, ycon el auto de la presentaqion para se pre-sentar con ello ante su altesa y alli dondecon derecho devan; y pidieron a mi, el dichoescrivano, asy lofisiese e conpliese, en otramanera que protestauan de se quexar de mya su altesa y de cobrar las costas y dannosque por esta cabsa se les recreqiese, ypidiéronlo por testimonio; a lo qual fueronpresentes por testigos Alonso Serrano y Pe-dro de Cárdenas y Lorenqo Peres y RodrigoPeres, vesinos en la dicha qibdad de Andujar.El thenor del qual escrito e suplicaqion eseste que se sigue.

Respondieron los regidores y presoneroofiqiales y conqejo de esta qibdad de Andujara la carta de la reyna donna Juana su sennoraque presento el sennor Jorge de Vergara,corregidor de la dicha qibdad e su tierra, porla qual paresqe que su altesa le prorrogauael ofiqio de corregimiento de la dicha qibdade su tierra por otro anno con aquellasclausulas e firmezas contenidas en la prime-ra carta e prouision que su alteza lefiso cuan-do le proveyó del dicho ofiqio de corre-

IV

gimiento, la qual obedeqen segund e conmotiene obedesqido asy conmo a carta eprouision e mandado de su reyna e sennoranatural, e que en quanto al conplimiento deella, dixeron que ellos, asy conmo qibdad yen nombre de ella y que la representan por elcargo que les toca e pertenesqe por los oficiosque tienen, syntiendo que convenia al seruiciode su altesa por común e vtilidad de larepública de esta qibdad, muchos días faenbiaron a suplicar a su altesa toviese porbien e fuese su merged de mandar proveer denuevo corregidor que regiese e gouernase ladicha qibdad, para lo qual suplicaron a sualteza le enbiaron afaser saber algunas co-sas que cumplían a su seruigio, y que por ellaso qualquier de ellas, el dicho sennor corregi-dor fuese amovido del dicho ofiqio, o a lomenos, sy no se amoviese, fuese savedor sualtesa de aquello que deuia de proveer cartadel dicho ofiqio. Por ende, en la mejor mane-ra que podían e de derecho deuian,suplicauan e suplicaron de la dicha carta eprovisyon que presentó qerca de laprorrogaqion del dicho su ofiqio decorregimiento, por quanto entiende deynformary sy liqito es de desir, consultar consu altesa los agrauios que la dicha qibdad ysu tierra durante el tiempo que losfa regido,y vesinos de ella,fa reqebido del dicho sennorcorregidor, los quales agrauios protestan dedeziralegary, sy neqesaryofuese, provarantesu altesa o donde quier que mas sentido fuere,porque asy provado lo que dise e ynformadode la verdad, provea en todo segund e conmovieren que cunple a su seruiqio por e vtilidadde la dicha qibdad e su jurediqion, cuyos re-gidores son las susodichas personas que suofiqio y por el cargo de governaqion que tie-nen son obligados a lo ansyfaser, y de conmolo desian e suplicauan pidiéronlo por testi-monio al presente escrivano y a los presentesllamaron y rogaron de ello les fuese testigos,no consyntiendo en las protestaqiones sy al-gunas fiso el dicho sennor corregidor, y asylo pidieron por testimonio en publica formavt supra el liqenqiado Montoro.

Yo, Luys Palomino, escrivano del conqejode la muy noble y muy leal qibdad deAndujar,a todo lo susodicho que de mifaze menqion

presente fuy en vno con los dichos sennores ytestigos y lo fiz escreuir, e soy testigo y dizaquí este mió sig[signo]no en testimonio. LuisPalomino.

VIII

Sin fecha (¿1505-XII. Andújar?). Car-ta de Hernán Lorenzo, procurador deAndújar, a la reina doña Juana, informán-dole de la conveniencia de enviar juezpara que haga residencia a Jorge deVergara, corregidor de Andújar, y afir-mando la posición de los regidores delaño anterior.

[Portadilla: En Salamanca a XX dias dedisiembre de mili e quinientos e qinco annos. ]

Muy poderosa sennora:

Hernán Lorenqo, procurador de la cibdaddeAndujar. Digo que ya sabe vuestra altezaconmo en Segouia los regidores del anno pa-sado de la dicha cibdad, juntamente con elpresonero, suplicaron a vuestra alteza porsuplicaqion mandase proveer de juez deresidenqia a la dicha qibdad donde les fuerespondido que no era complido el anno delcorregimiento; e aora después de venida aquíla corte, los regidores y presonero deste otroanno han suplicado a vuestra alteza proueajuez que tome residenqia al dicho Jorge deVergara, corregidor de la dicha qibdad, su-plicando de una carta y prouision deprorrogaqion que vuestra alteza le mando darde otro anno y aora el dicho Jorge de Vergarapresento la dicha carta de prorrogaqion enel cabildo y ayuntamiento de la dicha qibdad,de la qual la qibdad suplicó y ha enbiado lasuplicaqion con todo elproqeso que sobre ellapasó e con los agrauios e causas que justifi-can la dicha suplicaqion y pedimiento deresidenqia, de lo qual todo hago presentacióne pido e suplico a vuestra alteza mande verlas dichas causas que la dicha qibdad enbiapara que se deuen tomar la dicha residenqiay reuoque la dicha provisión y prorrogaqiony mande proveer de juez que [tachado: la]tome la dicha residenqia al dicho Jorge deVergara y no consienta que aquella qibdad

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este tan mal gouernada, en deseruiqio deDios y de vuestra alteza y en prejuicio delbien publico de ella; y vista la residencia, sipareciera a vuestra alteza que los regidorese presoneros de dos annos se han movido conpasión y el dicho corregidor ha gouernadobien [tachado] la cibdad [borrado], y si lo

contrario, suplico a vuestra alteza todayianos mande [borrado: proveer de laresidencia] con que la qibdad este governadasegund comple al semicio de vuestra altezay al serviqio común de la dicha qibdad. [Rú-brica] Hernán Lorenco.

SI