Hallazgos monetarios en la necrópolis Meridional-CRV de Emporiae (ss. I - II d.C.)

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(*) Museu d’Arqueologia de Catalunya-Empúries. –– 61 Numisma 258. Año LXIV (2014), pp. 61-93. Recibido: 27-01-2014. Aprobado: 31-01-2015 Hallazgos monetarios en la necrópolis Meridional-CRV de Emporiae (ss. I - II d.C.) Marta Campo, Joaquim Tremoleda*, Pere Castanyer*, Marta Santos* RESUMEN Trabajos de excavación en el nuevo Centro de Recepción de Visitantes de Ampurias han puesto al des- cubierto una nueva área funeraria, denominada necrópolis Meridional-CRV, que ha aportado nuevos datos sobre la deposición de monedas en los enterramientos altoimperiales de la ciudad de Emporiae. Se identificaron 53 tumbas, la mayoría de las cuales se datan en el siglo II d.C., cuando los ajuares que acompañaban a los difuntos eran muy sencillos y en bastantes ocasiones inexistentes. Se han encontra- do monedas en cinco de las trece tumbas de cremación documentadas y en nueve de las 40 de inhumación. ABSTRACT Coin-finds from the CRV-Southern necropolis of Emporiae (first-second centuries AD) Work on the footings of the new Visitors’ Centre at Ampurias brought to light a previously unknown burial area. This southern necropolis has furnished fresh evidence for the use of coins in burials from the Roman city of Emporiae during the early empire. Some 53 tombs were found, the majority of which date to the 2nd century AD, a period when funerary goods were either minimal or (in not a few cases) wholly absent. Thirteen of the burials were cremations; coins were present in five of them. The remaining forty were inhumations, of which just nine provided coins. * * * LA NUEVA ÁREA DE NECRÓPOLIS ROMANA Durante la Antigüedad, los límites del recinto urbano marcaban la separación entre el espacio habitado por los vivos, considerado sagrado según las costumbres y las creencias religiosas, y las áreas que se utilizaban para el enterramiento de los muertos. Los cementerios se extendían en el área suburbana más o menos cercana al núcleo urbano. Frecuentemente las tumbas, tanto las más monumentales y privilegiadas como las más simples, se situaban cerca de las vías y los caminos, de manera que resultaban bien visibles para todo aquel que se acercaba a la ciudad.

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(*) Museu d’Arqueologia de Catalunya-Empúries.

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Numisma 258. Año LXIV (2014), pp. 61-93. Recibido: 27-01-2014. Aprobado: 31-01-2015

Hallazgos monetarios en la necrópolis Meridional-CRV de Emporiae (ss. I - II d.C.)

Marta Campo, Joaquim Tremoleda*, Pere Castanyer*, Marta Santos*

RESUMEN

Trabajos de excavación en el nuevo Centro de Recepción de Visitantes de Ampurias han puesto al des-cubierto una nueva área funeraria, denominada necrópolis Meridional-CRV, que ha aportado nuevosdatos sobre la deposición de monedas en los enterramientos altoimperiales de la ciudad de Emporiae. Seidentificaron 53 tumbas, la mayoría de las cuales se datan en el siglo II d.C., cuando los ajuares queacompañaban a los difuntos eran muy sencillos y en bastantes ocasiones inexistentes. Se han encontra-do monedas en cinco de las trece tumbas de cremación documentadas y en nueve de las 40 de inhumación.

ABSTRACT

Coin-finds from the CRV-Southern necropolis of Emporiae (first-second centuries AD)

Work on the footings of the new Visitors’ Centre at Ampurias brought to light a previously unknownburial area. This southern necropolis has furnished fresh evidence for the use of coins in burials from theRoman city of Emporiae during the early empire. Some 53 tombs were found, the majority of which dateto the 2nd century AD, a period when funerary goods were either minimal or (in not a few cases) whollyabsent. Thirteen of the burials were cremations; coins were present in five of them. The remaining fortywere inhumations, of which just nine provided coins.

* * *

LA NUEVA ÁREA DE NECRÓPOLIS ROMANA

Durante la Antigüedad, los límites del recinto urbano marcaban la separación entre el espaciohabitado por los vivos, considerado sagrado según las costumbres y las creencias religiosas, y lasáreas que se utilizaban para el enterramiento de los muertos. Los cementerios se extendían en elárea suburbana más o menos cercana al núcleo urbano. Frecuentemente las tumbas, tanto las másmonumentales y privilegiadas como las más simples, se situaban cerca de las vías y los caminos,de manera que resultaban bien visibles para todo aquel que se acercaba a la ciudad.

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En el caso de los antiguos núcleos de la Emporion griega y, más tarde, de la Emporiae romana, elconocimiento de los espacios que conformaban lo que podríamos denominar “el paisaje funerario” delentorno, adolece de graves déficits. Sin embargo, la arqueología preventiva que se ha realizado recien-temente en los espacios próximos a la ciudad, ha permitido nuevas aportaciones que se han beneficiadode los avances producidos en arqueología funeraria, gracias a las modernas técnicas de excavación,documentación y análisis, tanto de los restos materiales que formaban las ofrendas depositadas en lastumbas como de la propia disposición de los enterramientos y de los restos antropológicos. Todo estoha hecho posible que hoy podamos disponer de un mejor conocimiento de las prácticas y los ritualesrelacionados con la muerte y, en general, de la población que los había generado.

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Fig. 1. Plano topográfico de Ampurias, con la situación de las diversas necrópolis conocidas.

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En lo referente a los cementerios más cercanos a la ciudad griega, las zonas exploradas porMartín Almagro, a pesar de que se identificaron con los nombres de los propietarios de las fincasdonde se localizaban las tumbas (Mateu, Granada, Bonjoan, Martí), en realidad, podemos hablarde un proceso progresivo de extensión de los espacios funerarios a lo largo de la ladera orientaldel promontorio de Ampurias, seguramente al lado de los caminos que conducían a la ciudad,desde el Portitxol, ocupado ya por las tumbas más antiguas del siglo VI a.C., hasta acercase a losterrenos más próximos a los límites de la ciudad, intensamente utilizados como espacio de necró-polis entre los siglos V y III a.C.

La creación de la ciudad romana, a inicios del siglo I a.C., comportó la adaptación de una nuevay amplia zona para uso funerario que se extiende al sur y al oeste de la colina de Ampurias (espa-cios conocidos como necrópolis Rubert, Ballesta, Torres, Nofre, Pi, Vinyals, Patel, Sabadí). Estadefinición de espacios no fue impedimento para que se crearan, en época imperial, pequeñas áreasde cementerio al sur de la ciudad griega, como es el caso que nos ocupa. Mientras que los prime-ros tiempos de la presencia romana en Ampurias se tradujo en un incremento significativo en el usodel ritual de la cremación, durante la época imperial y sobre todo a partir del siglo II d.C., la cos-tumbre de la inhumación acabó por imponerse de manera definitiva y prácticamente exclusiva.

El año 2010, con motivo del inicio de las obras de construcción de un nuevo edificio para larecepción de los visitantes del Museu d’Arqueologia de Catalunya-Empúries, se llevó a cabo unacampaña de excavaciones en los terrenos afectados (TREMOLEDA et alii 2012). La evolución dela excavación comportó la división del espacio afectado, de más de 150 m de longitud, en dosgrandes sectores: el sector 1, que ocupaba los dos tercios sur, y el sector 2, que ocupaba el ter-cio norte.

La secuencia que se obtuvo permitió ver un desarrollo de ocupación horizontal, según el cualse documentó un sector próximo a la ciudad ocupado por tumbas griegas. Esta parte consta de 34tumbas de inhumación (siete recién nacidos y cinco infantiles), una incineración y un ustrinum. Lamayoría de inhumaciones no tenían ajuar. Las dataciones obtenidas a partir de los ajuares, seña-lan una amplia cronología, que abarca los siglos V-III a.C. Más adelante, en época republicanatardía, este sector se vio afectado por la construcción de diversas estructuras de carácter industrial.Finalmente, ya en época altoimperial (siglos I–II d.C.), el espacio más alejado de la ciudad fue ocu-pado por un nuevo espacio funerario romano, que consta de 53 tumbas, 13 incineraciones y 40inhumaciones, además de tres tumbas de cánidos.

Enterramientos de incineración (13). Todos son incineraciones secundarias, es decir, el cuerpose incineró en un lugar diferente al de la deposición de los restos. Se han identificado las siguien-tes tipologías: fosa simple sin urna –todas las monedas se encontraron en este tipo de tumbas–,monumento funerario de obra y caja de tegulae.

Enterramientos de inhumación (40). Los más antiguos son cinco tumbas de recién nacidos enánforas tarraconenses que aparecieron esparcidas por toda la zona, datadas en el último tercio delsiglo I a.C. Los restantes enterramientos de inhumación, excepto algún caso puntual del siglo I, sedeben situar ya plenamente en el siglo II d.C.

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LA MONEDA EN LA NECRÓPOLIS MERIDIONAL-CRV

Cantidad y ubicación de los hallazgos monetarios

En la necrópolis Meridional-CRV se han encontrado monedas en cinco de las 13 tumbas de inci-neración documentadas (38,46%) y en nueve de las 40 de inhumación (22,5%). Además, en estaárea funeraria se han recuperado cuatro hallazgos aislados de ases romanos –todos muy desgasta-dos por el uso–, no relacionables con ningún tipo de estructura funeraria, sino con la frecuentaciónde la zona. Uno corresponde al reinado de Adriano (117-138), uno probablemente al de AntoninoPío (138-161?), uno atribuible a Geta (198-209?) y otro muestra un busto femenino típico de lasemisiones de principios del siglo III d.C. (ver catálogo en el Apéndice B). Dado el grado de des-gaste de los ejemplares, su pérdida puede situarse entre mediados del siglo II d.C. y la primeramitad del III d.C., lo cual está dentro del período de uso de la necrópolis.

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Ritual de enterramiento Sin ajuar Ajuar sin moneda Ajuar con moneda Solo moneda Total

Cremación 4 4 3 2 13

Inhumación neonato 3 4 - - 7

Inhumación infantil 3 4 4 - 11

Inhumación adulto o subadulto 10 7 5 22

Total 20 19 12 2 53

Cuadro 1. Rituales y presencia de materiales de acompañamiento en las tumbas de la necrópolis Meridional-CRV

Enterramientos de incineración con moneda

Estas incineraciones pueden situarse en un momento avanzado del siglo II d.C., cuando elritual de la incineración dejó paso al de la inhumación. En esta época apenas se depositabanobjetos en las tumbas y en alguna ocasión la moneda era el único objeto que acompañaba aldifunto en su paso al más allá. Se trata en todos los casos de incineraciones muy pobres, en lasque la deposición de la moneda obedece probablemente a la tradición del llamado “óbolo deCaronte”. Según algunos autores griegos y latinos, el difunto debía llevar una moneda –un

Cremaciones: total 5 = 38,46%

Identificación tumba y materiales Tipo de moneda Cronología moneda Datación otros materiales

E-21: una lucerna Trajano o Adriano, as de Roma 98-138 Mediados s. II d.C.

E-11: un clavo fuera de la fosa Adriano, as de Roma 117-138 -

E-12: sin otros materiales Faustina?, as de Roma 138-161? -

E-77: sin otros materiales Divisor ilegible - -

E-13: parte de una aguja y un clavo de bronce muy fino

Fragmentos ilegibles- -

Cuadro 2. Características de los materiales y de las monedas encontrados en las tumbas de cremación de la necrópolis Meridional-CRV

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óbolo– para pagar a Caronte la travesía en barca del río Aqueronte –o la laguna Estigia o Aque-rusia según las fuentes literarias– y poder acceder al mundo de los muertos, el Hades. Estapráctica se documenta en algunas tumbas de Emporion desde el siglo IV a.C., aunque de mane-ra muy esporádica (CAMPO 2011:77-81). Como comentaremos más adelante, tanto en Emporiaecomo en otras necrópolis del Mediterráneo esta costumbre no alcanzó una cierta relevancia hastaépoca imperial.

En cinco de las 13 tumbas de incineración documentadas en la necrópolis Meridional-CRV(38,46%) los restos del difunto estaban acompañados de una moneda de bronce, normalmentemuy desgastada o incluso ilegible. Hay que advertir que el escaso número de incineraciones iden-tificadas en esta área funeraria hace que esta aparente alta presencia de tumbas con moneda seaestadísticamente poco fiable. Como comentaremos más adelante, se trata de un porcentaje muchomás alto que el documentado por ALMAGRO (1955) en otras áreas funerarias de la ciudad, aunqueen general las estudiadas por Almagro son más antiguas. Por lo tanto, se trata de un dato que enfuturos nuevos hallazgos habrá que confirmar o perfilar.

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Fig. 2. Enterramiento de cremación E-12, con un as romano depositado en la zona central

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El lugar de deposición de las monedas fue la parte superior de las fosas, habitualmente su zonacentral. En dos sepulturas la moneda era el único objeto que acompañaría al difunto al más allá yen otras tres, además de la moneda había materiales muy modestos, aunque algunos tenían un altosentido cultual. En el enterramiento E-21, además de un as de Trajano o Adriano había una lucer-na y en el E-13 un clavo de bronce muy fino, además de fragmentos ilegibles de una moneda (verdetalles en el Apéndice A).

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Fig. 3. Lucerna de producción norteafricana procedente de la tumba de cremación E-21, mediados del siglo II d.C.

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Enterramientos de inhumación con moneda

El 22,5% de las 40 inhumaciones romanas identificadas en esta área funeraria contenían algu-na moneda. De éstas, 18 eran tumbas de neonatos e infantiles y el resto de adultos. El estudioantropológico que determinará el sexo y las posibles patologías o afectaciones de estos individuosestá en curso de estudio para la memoria definitiva de la intervención. Al igual que en los ente-rramientos de incineración, los familiares de los difuntos eligieron monedas de bronce, algunas conun muy acusado grado de desgaste, y depositaron siempre un solo ejemplar en sus tumbas.

El hecho de que, de un total de 11 tumbas infantiles, cuatro contuvieran alguna moneda, indi-ca un especial interés de los emporitanos en que sus hijos estuvieran acompañados de objetos quefacilitaran su viaje al más allá. En dos de ellas había materiales muy modestos, pero dispuestos contodo cuidado alrededor del cuerpo del difunto. En el enterramiento E-65 el cadáver tenía una uni-dad ibérica sobre el sacro, una taza de cerámica africana junto a la rodilla izquierda y un cuenco desigillata africana sobre el pie derecho, además de una placa de plomo sobre la tumba. En el ente-rramiento E-37 se había depositado un as de Faustina II, Lucila o Crispina en la órbita ocular delcadáver y una ampolla de vidrio y una taza de cerámica junto a los pies. Solo ligeramente más ricoseran los materiales de otros dos enterramientos. La tumba E-7 contenía un as de Marco Aurelio,Lucio Vero o Cómodo, situado sobre la parte central de la columna, nueve cuentas de vidrio alre-dedor del cuello, tres fragmentos de vidrio, una aguja de hueso detrás de la cabeza, además de unajarra de cerámica africana sobre la caja. En el enterramiento E-33 se encontró sobre el sacro delcadáver un as romano, posiblemente de Domiciano; a la izquierda de la cabeza una concha y res-tos de un ungüentario de vidrio y a la derecha una aguja de lignito; en los pies la base de un tazade cerámica (ver Apéndice A).

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Inhumaciones: total 9 = 22,5%

Identificación tumba, situación moneda Tipo de moneda Cronología moneda

Cronología otros y presencia de otros materiales materiales

E-65, infantil: moneda sobre el sacro y otros materiales. Unidad ibérica final II-inicio I a.C. 2ª mitad s. II d.C.

E-59: moneda en la parte baja de la columna y otros materiales modestos. Vespasiano?, as de Roma 69-79 2ª mitad s. II d.C.

E-33, infantil: moneda sobre el sacro y otros materiales modestos. Domiciano?, as de Roma 81-96? 2ª mitad s. II d.C.

E-37, infantil: moneda en la órbita ocular y otros materiales.Faustina II, Lucila o Crispina, as de Roma c. 161-192 2ª mitad s. II d.C.

E-7, infantil: moneda sobre la parte central de la columna Marco Aurelio, Lucio Veroy otros materiales. o Cómodo, as de Roma c. 161-192 2ª mitad s. II d.C.

E-16: femenino, moneda en la zona de la pelvis y otros materiales de valor. Lucio Vero, as de Roma 161-169 ——

E-8: moneda sobre la pelvis y un anzuelo bajo el brazo. As de Roma ss. I-II d.C. ——

E-10: moneda sobre el esternón y la huella de una caja de madera. As de Roma ss. I-III d.C. ——

E-34: moneda situada sobre la pelvis y otros materiales pobres. As de Roma ss. I-II d.C. 2ª mitad s. II d.C.

Cuadro 3. Características de los materiales y de las monedas en las tumbas de inhumación de la necrópolis Meridional-CRV

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Fig. 4. Enterramiento infantil de inhumación E-65 con unidad ibérica sobre el sacro del cadáver

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De las cinco inhumaciones de adultos con alguna moneda, solo una contenía materiales devalor. Se trata de la tumba E-16, con un cadáver femenino, sobre el que se había depositado un asde Lucio Vero en la zona de la pelvis. La modestia de la moneda contrasta con la presencia de unacantidad considerable de otros materiales, colocados cuidadosamente alrededor del cuerpo. Algu-nos eran de valor considerable, como un pendiente de oro, cuentas de collar de oro y pasta devidrio azul y otros objetos de ornamento (ver Apéndice A).

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Fig. 5. Enterramiento infantil de inhumación E-37 con un as romano sobre la órbita ocular del cadáver

Fig. 6. Materiales encontrados en la inhumación E-16

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En dos tumbas de adultos se encontraron algunos materiales muy modestos y también coloca-dos de modo ritual alrededor del cuerpo del difunto. La tumba E-59 contenía un as romano,posiblemente de Vespasiano, que se encontró en la parte baja de la columna, además de una jarri-ta de cerámica común en el lado derecho de la cabeza, una taza de cerámica africana a la izquierdade la pelvis, un caracol de mar y un cardium a la izquierda de las piernas y un clavo de hierro en laparte derecha del pecho. En el enterramiento E-34 se encontró un as romano ilegible en la zona dela pelvis, además de restos de un ungüentario de vidrio probablemente junto a la pelvis derecha, un

Fig. 7. Enterramiento de inhumación E-59 con un as romano en la parte baja de la columna del cadáver

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anforisco de cerámica junto al codo izquierdo y una taza de cerámica junto al costado izquierdodel tronco.

Todavía más modestos eran los objetos de los enterramientos E-10 y E-8. En la tumba E-10 solohabía un as romano muy desgastado depositado sobre el esternón, un plato de cerámica africana a

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Fig. 8. Enterramiento de inhumación E-10 con un as romano sobre el esternón del cadáver

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Fig. 9. Enterramiento de inhumación E-8 con un as romano sobre la pelvis derecha del cadáver

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la izquierda de la cabeza, y la huella de un objeto descompuesto, posiblemente una cajita de made-ra, a la izquierda de las piernas. La inhumación E-8 contenía únicamente un as romano colocadosobre la pelvis derecha y un anzuelo bajo el brazo izquierdo.

Por lo tanto, en todas las inhumaciones se aprecia un especial interés en el ritual de colocarlos objetos que habían de acompañar a su ser querido en su último viaje, aunque sin seguirunas pautas fijas en la ubicación de cada tipo de objeto. En cuanto a la situación de las mone-das, sólo en una ocasión la encontramos sobre la cabeza, pero aparece colocada en la órbitaocular y no en la ubicación que se considera tradicional como es la boca del cadáver. En losotros casos, la moneda estaba en una ocasión sobre el pecho y en las restantes en la zona de lapelvis, que aparece claramente como la posición preferida de los habitantes de Emporiae. Enningún caso se ha encontrado en otra de las posiciones que se consideran habituales como esla mano.

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LA MONEDA EN OTRAS ÁREAS FUNERARIAS DE EMPORIAE DE ÉPOCA IMPERIALROMANA

Alrededor de la antigua Ampurias se han localizado varias áreas funerarias, que, como yahemos comentado, se conocen por los apellidos de los propietarios de las fincas y los terrenosdonde estaban situadas –Torres, Bonjoan, Ballesta, etc.– y que se datan entre el siglo VI a.C. yla antigüedad tardía. El principal estudio sobre estas áreas funerarias sigue siendo la obra deALMAGRO (1953 y 1955), que documenta las necrópolis griegas, indígenas y romanas de la ciu-dad. Su trabajo da una gran cantidad de información, pero la visión que ofrece es bastante parcialdebido a los expolios que sufrieron los cementerios durante muchos años y, en algunos casos,se tuvieron que rehacer los ajuares funerarios a posteriori. También hay que citar el catálogo deuna exposición, más reciente, El món funerari a l’antiga Empúries (VVAA 2009), que presen-ta un panorama general sobre las necrópolis emporitanas y su evolución (SANTOS 2009;CASTANYER 2009; TREMOLEDA 2009).

En época imperial las áreas funerarias se situaron alrededor de la ciudad romana, dondeentonces se concentraba la mayor parte de la población. La época de utilización más intensade estos cementerios fue el siglo I d.C. y posteriormente su uso disminuyó hasta ser práctica-mente abandonados a finales del siglo III d.C., cuando la población se trasladó a Sant Martíd’Empúries (ALMAGRO 1955; TREMOLEDA 2009). De época altoimperial, ALMAGRO (1955)documentó 359 tumbas, de las cuales 302 eran de incineración y 57 de inhumación. De estas,36 cremaciones (11,92%) y 3 inhumaciones (5,26%), contenían alguna moneda (CAMPO 2011).

La moneda en las tumbas de cremación de EmporiaeEn el cuadro 4 presentamos los datos más sobresalientes de los materiales de acompañamien-

to de las 36 cremaciones con alguna moneda, además de la identificación y cronología de lasmonedas. Los datos han sido extraídos de la obras de ALMAGRO (1955) sobre estas necrópolis y laclasificación de las monedas corresponden al inventario de CAMPO (2011:91-93).

Las 36 sepulturas de incineración con alguna moneda documentadas por Almagro –11,92%del total– ofrecen una buena panorámica de las características de la deposición de monedasen las cremaciones altoimperales de Emporiae. Su cronología se sitúa en general en el sigloI d.C. y el primer tercio del II d.C., por lo que en su mayoría son anteriores a las de la necró-polis Meridional-CRV. Gran parte de los enterramientos contenía algún objeto deacompañamiento, habitualmente muy sencillo como por ejemplo ornamentos personales,ungüentarios de cerámica o vidrio, vasos cerámicos y clavos. A lo largo de los años, los ajua-res se fueron empobreciendo y a menudo los restos de la cremación del difunto se depositabandirectamente en la tierra y solo protegidos por algunas piedras, como en las tumbas de lanecrópolis Meridional-CRV. Si bien los clavos de bronce deben tener un sentido ritual, buenaparte de los clavos de hierro podrían proceder del lecho mortuorio o de la base de maderausada para el transporte.

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Cremaciones de Emporiae: total 36 = 11,92%

Identificación tumba y características de los materiales Tipo y número de monedas Cronología moneda

Torres 53: urna y algunos materiales, entre ellos 8 ungüentarios, 2 clavos de bronce y uno de hierro.

Unidad de Iltirta Mediados s. I a.C.

Bonjoan XXIII: urna, un anillo de hierro y 2 clavos de hierro. Unidad ibérica?

Ballesta 67: sin otros materiales. Quinario de Roma 97 a.C.

Ballesta 18: urna, 5 ungüentarios, 2 clavos de hierro y uno de bronce. AE de Octavio c. 38 a.C.

Ballesta 12: urna y un broche de bronce. As de Emporiae Inicio I d.C.

Ballesta 15: urna y un clavo de hierro. As de Emporiae Inicio I d.C.

Ballesta 17: urna y algunos materiales, entre ellos un frag. de lucerna, 22 ungüentarios y diversos pequeños clavos de bronce y uno de hierro.

As de Emporiae Fines I a.C.- inicio I d.C.

Rubert 16: urna y algunos materiales, entre ellos, ungüentarios y 12 clavos de hierro. 2 ases de Emporiae Inicio I d.C.

Rubert 24: frag. anillo de hierro, un ungüentario y 3 clavos de hierro. As Emporiae y AE ilegible, perforados Inicio I d.C.

Torres 54: urna, un ungüentario y un plato. 2 ases de Emporiae, perforados Fines I a.C.- inicio I d.C.

Patel 5: urna, 7 frags. y un clavo de hierro. Tiberio, denario de Roma 36-37

Bonjoan XIV: frags. de vidrio. Espoliada. Calígula, as de Roma 37-38

Patel 17: caja plomo y muchos materiales, entre ellos un anillo de plata, 60 ungüentarios de vidrio y 24 clavos de hierro.

Claudio I, as de Roma c. 50?-54

Patel 24: frags. ungüentarios de vidrio. Claudio I, as de Roma c. 50?-54

Bonjoan XV: urna, frag. vidrio y 2 clavos hierro. Claudio I, as de Roma c. 50?-54

Ballesta 9: urna y vaso de paredes finas. Claudio I, as de Roma c. 50?-54

Torres 64: frag. espejo de bronce, 3 frag. ungüentario y 9 clavos de hierro. Claudio I, as de Roma? c. 50?-54

Rubert 9: sin más información. Claudio I, as de imitación c. 41-50

Torres 12: urna plomo y frags. ungüentarios de vidrio. Claudio I, as de imitación c. 41-50

Torres 13: urna vidrio y materiales de valor, entre ellos 2 anillos de oro, 22 ungüentarios y 15 clavos de hierro.

Claudio I, as de imitación c. 41-50

Torres 14: bastantes materiales, entre ellos muchos ungüentarios y 4 clavos de bronce y 10 de hierro.

Claudio I, as de imitación c. 41-50

Torres 18: 10 ungüentarios y 9 clavos de hierro. Claudio I, as de imitación? c. 41-50

Torres 69: un cincel, 3 clavos de hierro y comida carbonizada. Claudio I, as de imitación c. 41-50

Nofre 3: un vasito de cerámica. Claudio I, as de imitación c. 41-50

Torres 9: anillo de oro, frag. aguja, ungüentarios y un clavo de bronce. Vespasiano para Tito, as de Roma 77-78

Patel 14: frags. ungüentarios de vidrio. Tito para Domiciano, as de Roma 80-81

Torres 5: anilla bronce, ungüentarios y un clavo de hierro. Domiciano, as de Roma 81

Bonjoan IX: urna. Domiciano, as de Roma 90-91

Bonjoan XXII: frags. de 3 ungüentarios. Domiciano?, as de Roma 81-96?

Ballesta 47: sin otros materiales. Trajano, as de Roma 103-111

Nofre 2: frag. de un ungüentario de vidrio. Adriano, as de Roma 117-138

Sabadí 5: urna, frag. de urna y 9 clavos de hierro. Adriano, as de Roma 119-138

Sabadí 11: sin más información. Adriano?, as ss. I-II

Nofre 4: un vasito de cerámica. As ilegible ss. I-II

Ballesta 66: una aguja de bronce y algunos ungüentarios. AE ilegible y partido

Rubert 29: frag. anilla de hierro y 5 clavos de bronce. AE ilegible

Cuadro 4. Características de los materiales y de las monedas en las tumbas de cremación de las necrópolis de Emporiae estudiadas por ALMAGRO (1955)

Marta Campo, Joaquim Tremoleda, Pere Castanyer, Marta Santos

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Las características de las 39 monedas localizadas en tumbas rebelan que fueron extraídas delnumerario que circulaba por la ciudad, pero de acuerdo con ciertos requisitos. Habitualmente seseleccionaron piezas de poco valor y se excluyeron los bronces de la ceca local de Untikesken, apesar que en el siglo I d.C. todavía quedaban ejemplares en circulación (CAMPO y RUIZ DE ARBU-LO 1986-1989). Para acompañar los restos de sus difuntos prefirieron piezas con idénticasiconografías pero emitidos a nombre de Emporiae y con inscripciones latinas. En cuanto a losnominales se detecta una clara preferencia por las monedas de bronce de poco valor –casi siem-pre ases–, que a menudo están muy desgastadas. En cuanto a las emisiones romanas, destaca laimportante cantidad de ases de Claudio I, tanto de la ceca oficial de Roma como de imitación,cuya circulación tuvo una gran incidencia en la ciudad.

Al igual que en la necrópolis Meridional-CRV, se acostumbra a poner una sola moneda en cadatumba con independencia de la riqueza del ajuar y, en alguna ocasión, como única ofrenda, comoen el caso de las tumbas Ballesta 67 y 47, ambas practicadas directamente en la tierra y protegi-das por piedras. La incineración Ballesta 67, contenía una de las dos únicas monedas de plataencontradas, como era un quinario de Roma, 97 a.C. (RRC 333/1) (ALMAGRO 1955:28 y 87, lám.III, núm. 7). Más modesta era la moneda de Ballesta 47, un as de Trajano de Roma (RIC 549)(ALMAGRO 1955:28 y 76-77, lám. III, núm. 6).

Solo tres tumbas contenían dos monedas y en dos de ellas los ejemplares estaban perforadoslo que puede indicar que formarían parte de algún colgante. Se trata de las cremaciones Rubert 24y Torres 54, ambas con unos materiales de acompañamiento muy pobres (ALMAGRO 1955:29 y102, lám. III, núms. 13-14; 125 y 184, lám. VI, núms. 8-9). Las monedas, excepto una ilegible dela incineración Rubert 24, eran ases de la ceca local de Emporiae, con una divinidad femenina enel anverso y el tradicional Pegaso en el reverso. Probablemente, los familiares del difunto las esco-gieron por sus imágenes sagradas, por lo que servirían a la vez de ornamento y de amuleto. En lastumbas más tardías ya no se detectan monedas perforadas, al igual que tampoco las hay en lasincineraciones de la necrópolis Meridional-CVR. Hay que señalar que, en general, se localizanpocos objetos destinados claramente a servir de amuleto.

No se observa ninguna relación fija entre el valor de la moneda y la riqueza de los otros mate-riales depositados en las tumbas, como también sucede en la necrópolis Meridional-CRV.Precisamente las más ricas no contenían los nominales de más valor. Por ejemplo, la incineraciónTorres 13 tenía un ajuar bastante rico con una urna cineraria de vidrio azul, dos anillos de oro, dosjarritas de vidrio, 22 ungüentarios, etc., pero solamente un modesto as de imitación de Claudio I(ALMAGRO 1955:125 y 152-156, lám. VI, núm. 4). La incineración Torres 9 contenía un as de Ves-pasiano para Tito, además de un anillo de oro con un camafeo, una llave de bronce, un trozo de agujade hueso, un ungüentario y fragmentos de siete ungüentarios de vidrio (ALMAGRO 1955:125 y 150,lám. VI, núm. 2). Un tercer ejemplo es el de la incineración Patel 17 con un as de Claudio I deRoma, junto con unos 60 ungüentarios de vidrio y un anillo de plata entre otros objetos (ALMAGRO1955:220 y 243-249, lám. X, núm. 5). Por el contrario, las dos únicas monedas de plata procedende tumbas bastante pobres. La incineración Patel 5, con una urna cineraria de cerámica, conteníaun denario de Tiberio de Roma, solo con un clavo y siete fragmentos de hierro (ALMAGRO 1955:220

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y 236, lám. X, núm. 3), mientras que la ya citada incineración Ballesta 67, la única ofrenda que con-tenía era un quinario de Roma del 97 a.C.

La moneda en las tumbas de inhumación de EmporiaeSolamente tres de las 57 tumbas romanas de inhumación estudiadas por Almagro (1955) contenían

alguna moneda, lo que equivale a un 5,36% de los enterramientos de este ritual. Hay que señalar queen general se trata de tumbas muy mal conservadas, algunas expoliadas y muchas sin ningún tipo deajuar documentado o con ajuares extremadamente pobres. Por lo tanto, resultan especialmenteinteresantes los datos aportados por las inhumaciones de la necrópolis Meridional-CRV, en las que sehan identificado monedas en 9 enterramientos, lo que supone el 22,5% de las 40 tumbas identificadas.

Dos de las tumbas de inhumación estudiadas por Almagro parece que se han de situar, por losmateriales que contenían, en la segunda mitad del siglo II d.C., por lo que serían coetáneas a las dela necrópolis Meridional-CRV. Ambas inhumaciones presentan características muy similares a lasdocumentadas en aquella área funeraria, en cuanto a la pobreza de los materiales deacompañamiento y a su disposición alrededor del cuerpo del difunto. En la tumba Ballesta 2, pro-bablemente infantil, se encontró un as de Antonino Pío (RIC 704a) sobre el pecho del cadáver,además de dos clavos de hierro de los que desconocemos su ubicación (ALMAGRO 1955:28 y 90,lám. III, núm. 8). En la inhumación Bonjoan III, se halló junto a la cadera derecha del cadáver unas romano ilegible y “en la cabeza” dos jarritos y seis clavos de hierro (ALMAGRO 1955:259 y 281).

Bastante más tardía debe de ser la inhumación Ballesta 8, de la que desconocemos la disposi-ción de los modestos materiales de acompañamiento. Se trataba de dos anillas de bronce, una piezade bronce de uso indeterminado, una arandela de hueso, un colmillo de jabalí y un clavo de bron-ce y uno de hierro. Además, se encontró un antoniniano de Galieno (RIC 157), perforado y con laimagen de la Abundancia en el reverso, por lo que no hay que descartar su uso como colgante-amu-leto (ALMAGRO 1955:28 y 91, lám. III, núm. 9).

VALORACIÓN DE LOS HALLAZGOS MONETARIOS EN LAS NECRÓPOLIS DE EMPORIAEEN RELACIÓN A LOS DE OTRAS ÁREAS FUNERARIAS

En un trabajo anterior analizamos las características de la deposición de monedas en lasnecrópolis del litoral oriental de la península ibérica (CAMPO 2011). A los datos estudiadosentonces, queremos añadir los documentados en la necrópolis de Sainte-Barbe de Marsella y en

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Inhumaciones de Emporiae: total 3 = 5,36%

Identificación tumba, situación moneda sobre el cuerpo y materiales Tipo de moneda Datación moneda

Ballesta 2, probablemente infantil: moneda sobre el pecho y 2 clavos de hierro. Antonino Pío, as de Roma 140-144

Bonjoan III: moneda junto a la cadera, y 2 jarritos y 6 clavos de hierro “en la cabeza”. As romano ss. I-II d.C.

Ballesta 8: algunos pocos materiales, entre ellos 2 anillas de bronce, un clavo de bronce Galieno,y uno de hierro. antoniniano perforado

260-268

Cuadro 5. Características de los materiales y de las monedas en las tumbas de inhumación de las necrópolis de Emporiae estudiadas por ALMAGRO (1955)

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otra situada en el límite del suburbium de Emporiae. Se trata de la necrópolis de la Vinya delFuster, correspondiente a la villa romana de Tolegassos (Vilademat, Girona), que por su situacióny cronología, resulta especialmente interesante contrastar con las áreas funerarias de Emporiae(NOLLA et alii 2012; GRAU 2012). La villa de Tolegassos dista tan solo unos cuatro kilómetros dela ciudad de Emporiae y su necrópolis, con 103 tumbas bien identificadas, estuvo en usoesencialmente entre el último cuarto del siglo II d.C. y los inicios del III d.C.

En la necrópolis de la Vinya del Fuster se han encontrado monedas en tres de las 36 cremacionesidentificadas, lo que equivale a un 8,33% del total (NOLLA et alii 2012:28). Se trataba de tumbasmuy pobres en las que se recuperaron un as de Emporiae, un as de Claudio I y otro atribuible aTrajano. Por lo tanto, indican una incidencia de la deposición de monedas algo inferior a la de lasáreas funerarias de Emporiae estudiadas por Almagro (11,92% de 303 cremaciones). También supresencia es muy inferior a lo documentado en la necrópolis Meridional-CRV (38,46% de 13 cre-maciones), aunque ya hemos comentado que el alto porcentaje de esta última es estadísticamentepoco fiable.

Más allá de Emporiae y de la villa de Tolegassos, las noticias sobre la deposición de monedasen cremaciones de otras necrópolis altoimperiales del litoral mediterráneo de Hispania son muypuntuales y dispersas, y en ningún caso ofrecen datos estadísticamente válidos (CAMPO 2011:83-85). En las áreas funerarias de Valentia se han encontrado monedas en una tumba y tres bustasobre un total de 10 enterramientos (GOZALBES 1997:204). En la necrópolis del Parque de lasNaciones de la Albufereta (Alicante) una de las seis cremaciones identificadas contenía una mone-da (ROSSER 1990-1991:93). En cuanto al número de ejemplares depositados en cada tumba, exceptoen dos busta de Valentia, en que había dos monedas, lo habitual es una sola pieza –normalmentede bronce–, además de algunos otros materiales muy modestos.

De las excavaciones extensas realizadas como intervenciones de salvamento en el sur de Fran-cia, hemos consultado la publicación de la necrópolis de Valladas en Saint-Paul-Trois-Châteaux(Drôme), en las proximidades de la ciudad de Augusta Tricastinorum, en el valle medio del Róda-no, en la que se estudia un amplio número de tumbas de toda la época imperial. Del siglo II d.C.,se han identificado 72 incineraciones y 21 inhumaciones, en las que sorprendentemente no habíadeposición de monedas (BEL 2002). Más interesantes son los resultados de la extensa excavaciónrealizada en la necrópolis de Sainte-Barbe de Marsella. En el antiguo solar de la ciudad focea selocalizaron tumbas de época griega y romana, al igual que en la necrópolis Meridional-CRV deEmporiae, con un total de 95 tumbas griegas y 450 romanas. De este total de tumbas romanas, 397pertenecen a los siglos I-II d.C. y, dentro de este período, se nota un desequilibrio entre las tum-bas del siglo I d.C., mayoritariamente de incineración (159 respecto a 38 de inhumación), y las delsiglo II d.C. (59 de incineración respecto a 141 de inhumación), que concentran la mayor parte delas ofrendas monetarias. De un total de 47 monedas, 32 aparecieron en 25 sepulturas de inhuma-ción –tres de ellas con presencia múltiple– (representa el 11,47% de presencia en tumbas deinhumación y un 14,68% si nos referimos a número de monedas) y 15 monedas en las de incine-ración –una en cada tumba– (que supone un 8,39%), de las cuales 10 son primarias y 5 secundarias,es decir, que los restos se trasladaron del lugar de cremación a la fosa definitiva (MOLINER et alii2003:208).

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En general, las necrópolis con sepulturas de inhumación ofrecen mayor cantidad de datos quelas de incineración sobre la presencia de monedas en tumbas. La mayoría se datan, al igual que lasde Emporiae y Tolegassos, en el siglo II y el inicio del III d.C., cuando los ajuares funerarios erancada vez más pobres, aunque dispuestos con cuidado al lado o sobre el cuerpo del difunto (CAMPO2011:83, 85-87). La incidencia de la moneda en las inhumaciones suele ser baja y sólo supera lige-ramente el 20% la necrópolis Meridional-CRV de Emporiae. A causa de las pocas tumbas bienidentificadas en cada área funeraria, los porcentajes de tumbas con monedas son a menudo pocofiables, excepto en algunos yacimientos que destacamos a continuación.

En la necrópolis de la Vinya del Fuster se han identificado 66 enterramientos de inhumación,de los cuales ocho tenían alguna moneda, lo que equivale al 12,12% del total (NOLLA et alii2012:28 y 183; GRAU 2012). Por lo tanto, la incidencia es significativa pero inferior a ladocumenntada en el área funeraria Meridional-CRV de Emporiae (22,5% de 40 tumbasidentificadas). También son relevantes los datos del área funeraria situada en la calle Virgen dela Misericordia de la necrópolis occidental de Valentia, en uso desde mediados del siglo I a.C.hasta inicios del IV d.C., donde se excavaron 103 tumbas de inhumación, de las que siete con-tenían alguna moneda (6,79%) (ROSSELLÓ y RUIZ 1996). Desconocemos la cronología precisade todas las tumbas, pero sabemos que una moneda estaba en una inhumación del siglo I d.C.y las otras seis en enterramientos del siglo II o inicios del III d.C. (GOZALBES 1997). Tambiénson interesantes los hallazgos de la necrópolis de Can Trullàs (Granollers, Barcelona), datadaentre fines del siglo II y el III d.C.; en tres de las 20 inhumaciones localizadas en la campañade 1990 se halló alguna moneda, lo que equivale a un 15% de las tumbas (TENAS 1993). Por lotanto, aunque la incidencia general de la moneda es inferior a la documentada en la necrópolisMeridional-CRV de Emporiae, la deposición de numerario en todas ellas se concentra en elmismo periodo de tiempo.

En la necrópolis de Sainte-Barbe de Marsella, los datos sobre monedas localizadas en las inhu-maciones son bastante explícitos. La mayoría de las 25 tumbas con presencia de monedas se fechanen el siglo II d.C., mientras que las primeras pertenecen a la fase 4B, que se fecha a partir de lasegunda mitad del siglo I d.C. La repartición según el tipo de tumba deja entrever una frecuenciamenor en las sepulturas en fosa excavada en el subsuelo, el 4,7% de estas tienen moneda, mien-tras que el porcentaje se eleva al 12,3% en las sepulturas con ataúd, al 18,7% en las que tenían cajade madera y al 15% en las de caja de tejas. Así, los arqueólogos deducen que a un receptáculo máselaborado le corresponde más presencia de monedas. Por edades y sexos, los inmaduros tienen un10,34% de presencia de monedas, mientras que los adultos tienen un 10,74%. De estos últimos,en 12 ocasiones se pudo determinar el sexo y la presencia de moneda es equilibrada (MOLINER etalii 2003:208-209).

En las necrópolis del litoral mediterráneo de Hispania lo habitual era depositar una sola mone-da en cada inhumación, como también se constata en las tumbas de Emporiae y de la Vinya delFuster. En esta zona sólo conocemos una sepultura en la que el difunto estaba acompañado por másde una moneda. Se trata de la inhumación 17 de Can Trullàs en la que se encontraron tres mone-das de bronce junto al cráneo del cadáver, además de un fragmento de bronce y una lámina de

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plomo (TENAS 1993:68). En la necrópolis de Sainte-Barbe de Marsella se han documentado trescasos de deposiciones múltiples: uno de dos monedas estaban colocadas bajo la cabeza, otro, tam-bién de dos monedas, al nivel de la tibia y el tercer caso, con cinco monedas, estaban situadasdebajo del antebrazo derecho (MOLINER et alii 2003:208-209). Al igual que en Emporiae, no seobserva ninguna relación fija entre la riqueza del ajuar y el valor de la moneda. Lo más habitualera depositar un as romano, casi siempre muy desgastado por el uso, tanto en las tumbas con ajua-res ricos como en las que apenas tenían otros materiales, siendo en algunas ocasiones la monedael único objeto de acompañamiento.

En cuanto a la ubicación de la moneda en relación al cuerpo del difunto, en las inhumacionesde la necrópolis de la Vinya del Fuster es difícil determinar el lugar original de deposición (NOLLAet alii 2012:39). Los restos de los cadáveres estaban en general en bastante mal estado y enocasiones habían sido removidos. De todos modos, de la descripción de las ocho inhumaciones conmoneda se desprende que en cinco casos esta debió de depositarse sobre el pecho o el vientre,posición también mayoritaria en la necrópolis Meridional-CRV de Emporiae. Además, en dostumbas la moneda se encontró bajo la mandíbula o parte alta del pecho del difunto y en otra ocasiónjunto a un fragmento de fémur.

En otras necrópolis del litoral mediterráneo los lugares de deposición de las monedas son simi-lares a los de Emporiae, aunque se detecta una mayor preferencia por colocarlas sobre algún lugarde la cabeza, sobre todo en la boca del difunto. Un buen ejemplo de la preferencia por depositarla moneda en la boca la encontramos en las necrópolis de Valentia, en las que se ha identificadola ubicación del numerario en ocho inhumaciones: en seis de ellas la moneda se había depositadoen la boca del difunto, en una junto a la clavícula y en otra en los pies (GOZALBES 1996:núm. 1;GOZALBES 1997:208-209). También esta preferencia se ha detectado en las 25 inhumaciones de lanecrópolis de Sainte-Barbe de Marsella. Según los autores del estudio, en ocho casos y en seismás posibles la moneda se encontró en la boca, en un solo caso en la mano y el resto a la altura delas piernas o de los brazos (MOLINER et alii 2003:208-209). La deposición de una moneda en laboca de los difuntos aparece en algunos textos clásicos, como ha analizado RITORÉ (2011:65-66 y68-69). De época imperial es una cita del poeta satírico Juvenal (47-127? d.C.) (Sátiras, III 264-264) que relata que un hombre estaba aterrorizado por no tener en la boca un tercio de as parapagar el pasaje del barquero. Otra cita es la de Luciano de Samosata (siglo II d.C.) (De luctu, X),que explica como los familiares del difunto ponían un óbolo en su boca para que pudiera pagar latravesía del barquero.

La presencia de monedas perforadas para servir de ornamento y/o amuleto. En Emporiae sólose constata en las tumbas de cremación Rubert 24 y Torres 54, que se deben situar en el siglo I d.C.Se trata de ejemplares de la ceca local, con las tradicionales imágenes sagradas del numerario dela ciudad. En tumbas más tardías, se ha documentado un antoniniano de Galieno perforado en latumba de inhumación Ballesta 8 de Emporiae. Otro caso podría ser una moneda de plata “forra-da”, que los autores de la publicación consideran que podría tratarse de un antoniniano, hallada enuna inhumación infantil de la necrópolis oriental de la villa romana del Collet de Sant Antoni(Calonge, Girona) (NOLLA et alii 2005b:44-45). Por lo tanto, parece que la costumbre de usar la

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moneda como colgantes-amuletos, bien documentada en las necrópolis de época preimperial, fueprácticamente abandonada a partir de avanzado el siglo I a.C., cuando las imágenes de lasdivinidades locales empezaron a desaparecer de las monedas.

CONCLUSIONES

– Las características de la necrópolis Meridional-CRV de Emporiae hacen que los datos sobre ladeposición de moneda en sus tumbas sean especialmente significativos. Se trata de un conjuntode 53 sepulturas, situadas en un área muy concreta y sin signos de haber sido expoliadas comosucede en otras necrópolis de la ciudad estudiadas por Almagro. La necrópolis abarca un perío-do de tiempo poco extenso, que discurre esencialmente a lo largo del siglo II d.C., cuando losajuares que acompañaban a los difuntos eran muy sencillos y en muchos casos inexistentes.

– En las tumbas de incineración de la necrópolis Meridional-CRV se ha detectado la presencia demonedas en cinco de las 13 cremaciones (38,46%). Ello es sensiblemente superior a lo docu-mentado por Almagro en otras 36 incineraciones de Emporiae (11,92%), que en general son algomás antiguas. La alta incidencia de cremaciones con moneda en la necrópolis Meridional-CRV,puede indicar un incremento de esta costumbre en el siglo II d.C., aunque el escaso número detumbas documentadas hace que por el momento los resultados estadísticos sean poco fiables.

– Fuera de Emporiae, en el litoral mediterráneo de Hispania las noticias de tumbas de incine-ración con monedas son muy puntuales y dispersas, excepto en la cercana necrópolis de laVinya del Fuster en la que se encontraron monedas en tres de las 36 cremaciones (8,33%),estadística prácticamente idéntica a la observada en Marsella. Todas las tumbas tienen encomún la deposición de una moneda por tumba con independencia de la riqueza del ajuar, aexcepción de tres cremaciones de Emporiae, en cada una de las cuales había dos ejemplares;en dos casos las monedas estaban perforadas, lo que indica su uso como colgante-amuleto.

– En cuanto a la deposición de monedas en las tumbas de inhumación de la necrópolis Meridio-nal-CRV, esta práctica se ha identificado en nueve de las 40 tumbas (22,5%), lo que indica ungrado de incidencia algo mayor que en otras necrópolis del litoral mediterráneo de Hispania yde la Galia. En la cercana necrópolis de la Vinya del Fuster contenían alguna moneda ocho delas 66 tumbas (12,12%), en la necrópolis occidental de Valentia (área de la calle de la Virgen dela Misericordia) se encontraron monedas en siete de las 103 tumbas (6,79%), en la de Can Tru-llàs en tres de las 20 tumbas (15%) o en la de Marsella en 25 de 218 tumbas (11,47%). Al igualque en la mayoría de las tumbas de cremación, las monedas depositadas eran ejemplares de bron-ce, de valor bajo y acusado desgaste.

– En los enterramientos de inhumación, con independencia de la cantidad y riqueza del ajuar, se detec-ta un especial cuidado en el ritual de colocar la moneda y los otros objetos que habían de acompañaral difunto en su tránsito hacia el más allá. En las inhumaciones de la necrópolis Meridional-CRV,solo en una ocasión la moneda se depositó en la cabeza del difunto, siendo las zonas preferidas eltronco y la pelvis, tendencia probablemente también seguida en la vecina necrópolis de la Vinya del

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Fuster. Sin embargo en otras del litoral mediterráneo de Hispania, como la de Valentia, el lugar pre-ferido fue la cabeza, como también lo fue en la necrópolis de Sainte-Barbe de Marsella.

– Los objetivos de la deposición de numerario en los enterramientos es una cuestión que ha sidorepetidamente abordada por los estudiosos, por lo que en este trabajo no hemos querido volversobre este tema. Solo recordaremos que en general se considera que ha de responder a la intenciónde servir de viático según la tradición del “óbolo de Caronte”, pero es posible que también con unsentido supersticioso y apotropaico. Es decir, los familiares de los difuntos depositaron monedasen sus tumbas para que sus seres queridos pudieran disponer de dinero que facilitara su viaje y suvida en el más allá, y/o amuleto/talismán, especialmente en el caso de monedas perforadas.

– La deposición de monedas en las tumbas está documentada en Emporion/Emporiae desde elsiglo IV a.C., aunque tanto en las necrópolis de esta ciudad como en otras del Mediterráneo estapráctica no alcanzó su mayor seguimiento hasta los siglos I y II d.C. (CANTILENA 1995:167).Este ritual fue siempre esporádico tanto en Hispania como en la península itálica, donde la mone-da suele estar presente en menos del 20% de las sepulturas (CECI 2005:409). Los datos de lanecrópolis Meridional-CRV indican que en el siglo II d.C. esta práctica fue notablemente segui-da por los habitantes de la ciudad y en un grado superior al de otras zonas del litoral mediterráneode Hispania y al de la ciudad de Massalia.

APÉNDICE A. CATÁLOGO DE LAS TUMBAS CON MONEDA

Tumbas de incineración

La mayoría de las cinco tumbas de incineración (E11, E12, E13 y E21) se concentraba en lazona sur del sector de excavación, especialmente en su margen este, cortando las arenas deposi-tadas sobre la roca natural y, a su vez, cubiertas por estratos superiores. La última incineración(E-77) se localizó en la zona central este, cubierta por el nivel superficial 1001 y cortaba estratospreexistentes.

Tumba 11 (Incineración 10-SU-28D1-E11)

Fue posible detectar una fosa de forma ovalada, casi circular, que mide 0,60 m de largo por 0,57 m de ancho, de paredes reentrantes y base bastante plana, formada por la roca natural, queestaba rellena por tierras de color negro. Contenía una incineración, de la que se recogieron res-tos óseos quemados y desmenuzados. Se localiza una moneda de bronce en el lado norte y unclavo que quedaba fuera de la fosa.

Adriano, as de Roma, 117-138.Anv.: Busto laureado del emperador a dcha.Rev.: Figura femenina caminando a dcha.AE, 9,96 g, 24-26 mm, 6 h.

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Tumba 12 (Incineración 10-SU-28D1-E12)

Estaba formada por una fosa ovalada en planta y de perfil cóncavo, con unas medidas de 0,64 mde longitud por 0,48 m de anchura y 0,12 m de altura. Estaba rellenada por tierra de color negro.Se conservaban restos de huesos quemados y desmenuzados que habían sido incinerados. Se loca-liza una moneda de bronce en el centro de la parte superior.

Tumba 13 (Incineración 10-SU-28D1-E13)

Se detecta una fosa ovalada en planta y de perfil cóncavo. Sus medidas son de 1,38 m de largo,1,01 m de ancho por 0,33 m de alto. Estaba rellena por arenas de color marrón-negro con algúncarbón y bastante cerámica encima de la parte baja. Se localizó una moneda fragmentada de bron-ce en el fondo y parte de una aguja o stilum y un clavo de bronce muy fino.

AE, fragmentos ilegibles.

Tumba 21 (Incineración 10-SU-28D1-E21)

Fosa ovalada de fondo cóncavo, rellenada por arenas limosas de color negro o marrón oscuro,que medía 0,80 m de longitud por 0,35 m de anchura. Se encontraron huesos quemados y muy des-menuzados.

En la parte superior de la fosa se encontró depositada una lucerna y una moneda de bronce. Lalucerna, a pesar de hallarse fragmentada, se conservaba entera. Se trata de una lucerna de disco,del tipo Dr. 20/Deneuve II, de producción norteafricana, que podemos fechar a mediados del sigloII d.C. La arcilla es de color amarillento y conserva parcialmente el engobe de color marrón-roji-zo. La representación de un sátiro ocupa todo el espacio del disco (CASAS, SOLER 2006:fig. 25,67-71, 291, E768). A pesar del desgaste de la pieza, es fácilmente reconocible este personaje mito-lógico, que forma parte del séquito de Baco. En el fondo externo se conserva la marca delfabricante, que se lee sin dificultad y en una sola línea: MNOVIVSTI, que corresponde a los trianomina de M(arcus) Nouius Iustus, de un taller africano activo en la zona de El Jem (actual Túnez)entre los años 120 y 180, a pesar de que se detecta también en otros centros de fabricación. De lapropia Ampurias se conocen paralelos, como mínimo, de siete fragmentos más (CASAS, SOLER2006, 57, fig. 20-21).

Faustina I?, as de Roma, 138-161? Anv.: [...... -] RAV? [...]. Busto femenino a dcha.Rev.: [....], S C. Figura femenina de pie y de frente.AE, 9,21 g, 25 mm, 12 h.

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Tumba 77 (Incineración 10-SU-28D1-E77)

Se localizó una fosa de forma ovalada con las paredes reentrantes, únicamente visibles en laparte sur y oeste, su fondo es irregular. Se encuentra a unas cotas que se sitúan entre los 15,51 y15,31 m sobre el nivel del mar. Sus medidas son de 1,20 m de longitud, 0,70 m de anchura y 0,14m de grosor. Su interior estaba relleno de arenas limosas de color negro-marrón oscuro con bas-tantes carbones, cerámica y algún fragmento de hueso que no parece quemado. Los restos humanosconservados son muy pequeños. Se encontró una moneda en la parte superior.

Tumbas de inhumación

Las nueve tumbas de inhumación, y especialmente las que tenían moneda asociada, se encon-traban agrupadas formando conjuntos. El de los enterramientos de cubierta triangular de tejas eraespecialmente compacto y se ubicaban en la parte central del llamado sector sur, al este y al oestede la rasa 1029, mayoritariamente cubiertas por el estrato superficial 1004 y cortando el substra-to 1031 (E7, E8, E-10, E37). El resto de tumbas proceden de una zona más amplia situadaligeramente más al norte, no muy alejada de las tumbas con estructura de teja, pero más dispersas(E33, E34, E59) o inmediatamente al oeste (E65); solamente un caso se encuentra al sur (E16). Setrata básicamente de sepulturas de fosa recortadas en el subsuelo.

Tumba 7 (Inhumación 10-SU-28D1-E7)

Su fosa era de forma rectangular con ángulos redondeados y paredes verticales ligeramenteirregulares, que estaba rellena de arenas limosas de color marrón claro ligeramente gris.

La caja de tejas que había en el interior formaba una cubierta a doble vertiente, formada por dostejas por cada lado, apoyada por el lateral. En el interior habría una caja de madera, la existenciade la cual viene determinada por los clavos de hierro que se encontraban en torno al cuerpo, algu-no de estos aún conserva restos de madera. Se encontraron tres clavos en los extremos. Lasdimensiones de la caja de madera habrían sido de 1,05 × 0,24 m Esta caja contenía una inhumacióninfantil en posición de decúbito supino, con los brazos y las piernas estiradas. Estaba orientada denorte a sur, con la cabeza al norte. Se localiza una moneda de bronce encima de la parte central de

Trajano o Adriano, as de Roma, 98-138.Anv.: Cabeza laureada del emperador a dcha.Rev.: Ilegible.AE, 10,79 g, 26 mm.

Anv. y rev.: Ilegibles.AE, 2,05 g, 12 mm.

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la columna; nueve cuentas de pasta de vidrio azul en torno al cuello; tres fragmentos de vidrio, unaaguja de hueso detrás de la cabeza; un plato de cerámica africana clara A, que corresponde a laforma Hayes 6C, sobre la cabeza; una taza monoansada de cerámica africana de cocina de la formaHayes 131 situada sobre la caja de madera o sobre la caja de tejas. No es posible precisarlo pues-to que faltaba la parte superior de la caja de tejas.

Tumba 8 (Inhumación 10-SU-28D1-E8)

Situada al norte de E-7, durante su excavación fue posible determinar una fosa de forma rec-tangular que se cierra hacia el norte, con ángulos redondeados y las paredes verticales con unaruptura superior abrupta. Estaba rellena de arenas limosas de color marrón claro ligeramente gris.

La estructura funeraria estaba definida por una caja de tejas con cubierta triangular a doble ver-tiente formada por tres tejas por el costado, orientada de norte a sur. Las cuatro del sur seencuentran apoyadas sobre el lado corto y las dos del norte sobre el largo. Se cierran al sur con otrateja plana y por el norte con un fragmento de ánfora. En el interior había una inhumación en posi-ción de decúbito supino, con la cabeza al norte y las piernas estiradas. El brazo izquierdo secolocaba de forma que la mano estaba debajo la barbilla y brazo derecho estirado con la manoencima de la pierna. En relación con el muerto se localizó una moneda de bronce encima del ladoderecho de la pelvis y un anzuelo de bronce debajo el brazo izquierdo.

Tumba 10 (Inhumación 10-SU-28D1-E10)

Tumba situada en la zona norte del tercio sur, al oeste de la rasa 1029 y al noroeste de E8. Lafosa que delimitaba la tumba era de forma rectangular más amplia en el centro que en los extre-mos. Las paredes son irregulares y verticales. La pared oeste presenta un escalón cortado en la rocanatural. El interior contenía arenas limosas de color marrón.

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Marta Campo, Joaquim Tremoleda, Pere Castanyer, Marta Santos

Marco Aurelio, Lucio Vero o Cómodo, as de Roma, c. 161-192.Anv.: Busto laureado del emperador a dcha.Rev.: El emperador a caballo a dcha.AE, 4,25 g, 21 mm, 11 h.

As de Roma, siglos I-II d.C.Anv.: Cabeza laureada del emperador a dcha.Rev.: Ilegible.AE, 9,27 g, 27 mm.

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Dentro de la fosa había una caja de tegulae con la cubierta a doble vertiente formada por cua-tro tejas planas en cada costado, orientada de norte a sur. Sus medidas son 0,94 m de largo, 0,48de ancho por 0,77 m de alto. El par de tejas del sur se encuentra apoyado sobre el costado largo ydentro de ellas se encajan las siguientes, ya apoyadas sobre el lado corto, al igual que las demás.Por encima aparecen algunas piedras calizas con la función de fijar la estructura. La parte norte seencuentra hundida y falta la parte superior de las tejas. Dos de estas tejas presentaban un sello defabricante.

El cuerpo fue inhumado y se encontró en posición de decúbito supino con la cabeza al sur y laspiernas estiradas y ligeramente movidas hacia el este, posiblemente para dejar lugar a un elemen-to orgánico descompuesto del que se ha encontrado una impronta en la parte oeste. Brazos cruzadossobre la barriga. Se localizó un plato de producción africana clara A del tipo Hayes 16 en la parteoeste de la cabeza. La moneda se localizaba sobre el esternón y la impronta de un elemento rec-tangular descompuesto, de 36 × 16 cm de costado, situado al lado oeste de las piernas,posiblemente una cajita de madera.

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Hallazgos monetarios en la necrópolis meridional-CRV de Emporiae (ss. I - II d.C.)

As de Roma, siglos I-II d.C.Anv.: Cabeza laureada del emperador a dcha.Rev.: Ilegible.AE, 8,02 g, 25 mm.

Tumba 16 (Inhumación 10-SU-28D1-E16)

Se encuentra en el sector sur, por debajo del grupo de tumbas con cubierta de taja. Su fosa esta-ba bien definida y cortaba la roca natural, de forma cuadrangular de ángulos redondeados, excavadaen buena parte en la roca. Las paredes son irregulares y bastante verticales, el fondo es plano. Lasmedidas de la fosa son 1,94 m de largo, 0,65 m de ancho por 0,53 m de alto, a una cota que se sitúaentre 14,09 y 13,56 sobre el nivel del mar. Estaba rellenada con arenas limosas de color marrónoscuro con alguna cerámica.

En el interior de la fosa, el cadáver debía de estar enterrado en una caja de madera, lo que sepuede deducir por el hallazgo de diversos clavos de madera dispuestos en torno al cuerpo. La inhu-mación estaba orientada con la cabeza al norte, en decúbito supino con los brazos extendidos y lasmanos sobre la pelvis, las piernas estiradas y separadas con los pies abiertos hacia fuera. Se tratade unos restos completos y en buen estado de conservación.

El ajuar funerario era rico y bien conservado. Estaba formado por un pendiente de oro; cuen-tas de oro y de pasta vítrea de color azul, que formaban parte de un collar, también había trespiezas pulidas de lignito, de forma cuadrada con un elemento romboidal en relieve, estas piezastienen dos agujeros paralelos que las atraviesan, por lo que podrían haber formado parte del mismocollar; un anillo de lignito en la mano izquierda; en el costado derecho y a la altura de los pies, había

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una cajita de madera con los refuerzos de las esquinas, apliques y un asa de bronce de la tapade-ra, que contenía un frasco de vidrio en el interior, seguramente para perfume; en el costadoizquierdo, había un anillo de hierro; un conjunto de 8 agujas de hueso de cabeza redondeada; 4 pie-zas de vidrio: restos de una botella de cuello largo y estrecho a la altura del codo izquierdo (1), unvasito de paredes cóncavas al lado del hombro derecho (2), al lado, restos de otro vaso (4) y deba-jo del húmero se encontró la base de otra pieza de vidrio (3), de 7 cm de diámetro. Finalmente, sehabía depositado una moneda en la zona de la pelvis.

Tumba 33 (Inhumación 10-SU-28D1-E33)

Tumba localizada en la zona central sureste, cortaba la roca y estaba cubierta por el estrato1004. Se trata de una fosa en parte excavada en la roca natural de forma rectangular con los ángu-los redondeados. Paredes verticales, aunque bastante irregulares; el fondo también es irregular.Las arenas limosas de color marrón del relleno se mezclaban con algunas piedras calizas.

Se localizaron diversos clavos de hierro alrededor del cuerpo que indicarían la existencia de unacaja de madera de unos 30-33 cm de ancho a la altura de la pelvis. No se encontraron los clavosde los pies. Inhumación orientada de norte a sur con la cabeza al norte. La posición del cuerpo esta-ba en decúbito supino con los brazos cruzados sobre el pecho, la cabeza de lado y las piernasestiradas y los pies juntos. Se encuentra en mal estado de conservación y falta gran parte de los hue-sos de los pies, parte de la tibia y peroné. En el lado izquierdo de la cabeza apareció una conchay los restos muy mal conservados de un ungüentario de vidrio de 2 cm de diámetro. En el lado dere-cho de la cabeza se encontró una aguja de lignito, con la cabeza marcada; sobre el sacro había unamoneda de bronce y en los pies la base de una taza de cerámica común africana del tipo Hayes 131.

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Marta Campo, Joaquim Tremoleda, Pere Castanyer, Marta Santos

Lucio Vero, as de Roma, 161-169.Anv.: [...]CAES L AVR[...]. Busto laureado del empe-

rador a dcha.Rev.: El emperador a caballo a dcha.AE, 5,58 g, 24 mm, 12 h.

Domiciano?, as de Roma, 81-96?Anv.: Cabeza laureada del emperador a dcha.Rev.: Ilegible.AE, 7,37 g, 26 mm.

Tumba 34 (Inhumación 10-SU-28D1-E34)

En una situación muy parecida a la anterior, se localiza la fosa en parte excavada en la roca natu-ral, de forma rectangular con los ángulos redondeados. Tenía las paredes reentrantes y el fondo

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también irregular con la parte de la cabeza más elevada. Medía 1,85 m de longitud por 0,50 m deanchura. Estaba rellenada por arenas limosas de color marrón.

Se localizaron algunos clavos de hierro alrededor del cuerpo que indicarían la existencia deuna caja de madera. Contenía una inhumación orientada de norte a sur, con la cabeza al sur y enmal estado de conservación, de manera que solamente se ha conservado parte del costado izquier-do. Tenía asociados restos de un ungüentario de vidrio situado probablemente al lado de la pelvisderecha; un anforisco de producción africana al lado del codo izquierdo y una taza de la formaHayes 131, ligeramente más al sur.

Tumba 37 (Inhumación 10-SU-28D1-E37)

Tumba localizada en la zona central del sector sur. Se trata de una fosa de forma rectangularde ángulos redondeados y ruptura de la parte superior bastante aguda. Paredes verticales, ligera-mente convergentes. Fondo bastante plano, rellenada con arenas limosas de color marrón clarogrisáceo. Mide 1,50 m de longitud, 0,62 m de anchura y 0,57 m de altura.

En el interior se encontró una caja de tegulae con cubierta dispuesta a doble vertiente, forma-da por tres tejas planas en la parte este y dos en la oeste. Las tres del norte se apoyaban sobre elcostado largo y las dos del sur sobre el corto. La parte sur queda cerrada por un fragmento de tejay la oeste quedaba abierta. Por encima aparece alguna piedra calzando la estructura. Las medidasglobales son 1,59 m de largo por 0,49 m de ancho. Se halla entre 14,70 y 13,94 m sobre el niveldel mar. Contenía una inhumación infantil, orientada de norte a sur, con la cabeza al norte. Esta-ba depositada en decúbito supino con los pies juntos y los brazos estirados. Presenta una botellade vidrio entera y una taza de producción africana de la forma Hayes 131 a los pies y también unamoneda de bronce dentro de la órbita ocular.

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Hallazgos monetarios en la necrópolis meridional-CRV de Emporiae (ss. I - II d.C.)

As de Roma, siglos I-II d.C.Anv.: Cabeza o busto del emperador a dcha.Rev.: Ilegible.AE, 8,12 g, 24 mm.

Faustina II, Lucila o Crispina, as de Roma, c. 161-192.Anv.: Busto femenino a dcha.Rev.: Ilegible.AE, 6,23 g, 24-25 mm.

Tumba 59 (Inhumación 10-SU-28D1-E59)Se localiza en la zona central, al sur del pequeño horno 1051. La estructura funeraria era una fosa

de forma rectangular con ángulos redondeados, orientada de norte a sur, de paredes verticales y reentrantes en la parte baja, con el fondo plano. El interior estaba relleno de arenas de color marrón,

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ligeramente negro con carboncillos y cerámica. Sus dimensiones son de 1,70 m de longitud por0,93 m de anchura y 0,20 m de altura y se halló a una cota situada entre los 14,93 y los 14,69 msobre el nivel del mar.

Se trata de un enterramiento en decúbito supino con la columna ligeramente curvada. La cabe-za se apoya ligeramente hacia la derecha. El brazo izquierdo estaba doblado en ángulo de 90º y elbrazo derecho estaba un poco flexionado con la mano sobre la cabeza del fémur; las piernas esta-ban separadas y giradas hacia la derecha, con los pies estirados, hacia abajo.

Por lo que respecta al acompañamiento funerario, presenta un jarrito de cerámica común oxi-dada en el costado derecho de la cabeza, una taza de cerámica africana de cocina del tipo Hayes131 a la izquierda de la pelvis, un fragmento de cazuela africana y una moneda de bronce sobre laparte baja de la columna, un caracol de mar y un cardium a la izquierda de las piernas. Tambiénse localizó una llave de hierro sobre la parte derecha del pecho.

Tumba 65 (Inhumación 10-SU-28D1-E65)

Se localiza en la parte central, en la zona de las sepulturas de teja. La fosa era de forma rec-tangular de ángulos bastante redondeados y paredes verticales, de 1,50 m de longitud por 0,86 mde anchura. Estaba rellenada por arenas arcillosas de color marrón, muy similares a las del estra-to que corta, aunque con una tonalidad más oscura y una textura más arenosa.

La estructura funeraria estaba formada por una caja de pequeñas piedras y una única hila-da que queda perfectamente encajada dentro de la fosa. En el interior habría existido una cajade madera de 1,025 × 0,34 m, marcada por tres grandes clavos de hierro a los extremos (apro-ximadamente de 10 cm). Globalmente tenía unas dimensiones de 1,42 m de longitud por 0,89m de anchura y 0,28 m de alto, a una cota que se halla entre 13,75 y 14,04 m sobre el nivel delmar.

Respecto a los restos humanos, corresponden a una inhumación infantil en posición de decúbitosupino, con el brazo derecho doblado sobre la pelvis. En la parte sur aparecía la columna y las cos-tillas de otro individuo infantil (E-67). El ajuar funerario estaba formado por una taza de cerámicaafricana de cocina del tipo Hayes 131, situada al lado de la rodilla izquierda y un bol de sigillata afri-cana clara A sobre el pie derecho. Por debajo de las piedras del muro oeste aparece parcialmente unanforisco que podría haber formado parte de E-67. Sobre el sacro aparece una moneda y justo sobrela tumba se encontraba una placa de plomo.

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Marta Campo, Joaquim Tremoleda, Pere Castanyer, Marta Santos

Vespasiano?, as de Roma, 69-79.Anv.: Cabeza laureada del emperador a dcha.Rev.: Figura femenina de pie.AE, 7,38 g, 26 mm, 6 h.

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Comentario cronológico

Los pequeños conjuntos funerarios que, junto con las monedas, acompañan las tumbas de inhu-mación son muy homogéneos, tanto por composición como por cronología, que debemos situar enla segunda mitad del siglo II d.C., por lo que preferimos realizar un comentario global. De lasnueve inhumaciones, en dos de ellas, la moneda es el elemento esencial para poder fechar, ya quedel resto del acompañamiento no hay elementos más definitivos. Esto sucede en la tumba E8, enla que solamente había un anzuelo de bronce, además de la moneda. La otra es la E16, que corres-ponde a la tumba más rica del conjunto, pero la moneda de Lucio Vero es el único elemento queproporciona una datación absoluta.

Las siete tumbas restantes siempre llevan en su ajuar piezas cerámicas de producción nortea-fricana, además de otras piezas. Sin duda, la pieza más representativa, ya que aparece en todas; esuna pequeña taza monoansada, de cuerpo globular, borde exvasado y pie alto en forma de botón,que conocemos tipológicamente como Hayes 131 (HAYES 1972:178-179; ATLANTE I:38, tav. XVIII,14-15; AGUAROD 1991:296-297). Se trata de una producción que aparece abundantemente en con-textos de segunda mitad de siglo II, especialmente en contextos funerarios (NOLLA et alii 2012).

En un par de ocasiones esta taza africana aparece como el único utensilio cerámico presente.En la tumba (E8), solo se conservaba la base de una Hayes 131, cosa que nos lleva a pensar que,por el estado arrasado en que se encontró la tumba, podría haber constado de más piezas. En el casode la tumba E33, una taza entera era acompañada solamente por dos agujas, una de ellas trabaja-da sobre lignito.

En el interior de la tumba E7, la taza Hayes 131 se encontró junto con un plato de cerámica afri-cana clara A del tipo Hayes 6, en forma de la variante C, la más tardía, que se caracteriza por suspequeñas dimensiones y un pequeño labio con incisión algo caído, cuerpo semiesférico con tenden-cia a la carena y pie pequeño, tiene un círculo inciso sobre el fondo interno (HAYES 1973:28-31;ATLANTE I:35, tav. XIII; RAYNAUD 1993:171). Esta composición es parecida a la de la tumba E10,que tenía una taza y un plato entero de sigillata africana clara A de la forma Hayes 16, un pequeñoplato carenado de paredes bajas y abiertas, con un pie pequeño y bajo, sobre el que hay coinciden-cia en fechar entre 150-200 (HAYES 1972:40-42; ATLANTE I:32, tav. XVI; RAYNAUD 1993:172). Enotra tumba el ajuar combinaba la taza Hayes 131 con una pieza de vidrio, que se encontraron a lospies del difunto (E-37). Se trata de un frasco o balsamario transparente de cuello estrecho y cuerpoglobular, con el fondo umbilicado. Es una forma muy habitual en contextos funerarios altoimperia-les, que corresponde a la forma Isings 28a, aunque normalmente con fondo plano (ISINGS 1957).

La tumba E34 tenía en su interior, como acompañamiento funerario dos piezas africanas: una,la consabida taza Hayes 131 y un anforisco biansado, con borde marcado, cuello alto y cuerpo

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Hallazgos monetarios en la necrópolis meridional-CRV de Emporiae (ss. I - II d.C.)

Unidad ibérica, final siglo II-inicio I a.C.Anv.: Cabeza masculina a dcha.Rev.: [....]. Jinete cabalgando a dcha.AE, 6,00 g; 23 mm, 6 h.

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estrecho, con la parte inferior estriada y una base plana, con pie ligeramente marcado. Esta pieza esuna producción en cerámica común que, en su momento definimos como del África Proconsular yde la Bizacena, de pasta amarillenta con la superficie engobada (CASAS et alii 1990:43-44). Si bienson frecuentes a inicios del siglo II o incluso a finales del siglo I, en el territorio ampuritano irrum-pen con fuerza en la segunda mitad del siglo II. El paralelo más próximo procede de una tumbavinculada a la villa ampurdanesa de La Font del Vilar, Avinyonet de Puigventós, con una dataciónde mediados del siglo II (LLOVERAS, PALAHÍ 2005, p. 167, fig. 6). Una pieza idéntica, aunque demayor tamaño forma parte del ajuar de la tumba E65 donde, además de las piezas metálicas, apare-ció acompañada de la taza Hayes 131 y de un plato de perfil hemisférico, borde indiferenciado, conun pie bajo y poco destacado, producido en cerámica africana clara A, que podemos clasificar comode la forma Hayes 17, variante A, que podemos situar dentro del siglo II (HAYES 1972:42-43; ATLAN-TE I:34, tav. XVII; RAYNAUD 1993:172). Finalmente, la tumba E59 proceden tres piezas cerámicas,la taza Hayes 131, la parte de la carena de una cazuela también de producción africana, con la partesuperior de la pared vertical y la parte del fondo, abombada y estriada, que pertenece a la formaHayes 187/Ostia III, 267 (HAYES 1972:209; ATLANTE I:218, tav. CVII; AGUAROD 1991:281-283). Latercera pieza, en cambio, es de producción local, se trata de una jarra biansada, con las asas que par-tirían del borde o justo debajo, de cuello estrangulado y borde algo abierto, que podemos asociar aun fondo plano, sin pie marcado. Este tipo de jarras son comunes en contextos de segunda mitad enla zona del nordeste catalán, en villas rurales como Tolegassos (Vilademat), la Quintana (Cervià deTer) o Puig Rodon (Corçà) (CASAS et alii 1990:272-273).

A partir de los datos recogidos, parece que no hay diferencias cronológicas importantes entrelos dos rituales de enterramiento, sino que se fueron depositando de forma coetánea. En lo que serefiere a las incineraciones, se trata de deposiciones más pobres, casi siempre solamente con unamoneda que, al estar afectada por el fuego, muchas veces es poco inteligible: Cuando esto es posi-ble, nos lleva al siglo II d.C.; además, en el E21 puede tratarse de un as de Trajano o Adriano, dela primera mitad del siglo II d.C., mientras que la lucerna procedente de la misma tumba es unaproducción africana de la segunda mitad del siglo II d.C., con lo que podemos deducir que sedepositó una moneda de curso más antiguo. Por lo que respecta a las inhumaciones, donde losajuares son también muy pobres, pero con unos ajuares algo más explícitos, podemos atestiguarla gran uniformidad material y cronológica, que los sitúan, sin excepción, en la segunda mitad delsiglo II; vemos que combinan individuos muy jóvenes con adultos y que, en algún sector, espe-cialmente el que está formado por la tumba con cubierta de tejas, el grupo es tan compacto quepuede insinuar un grupo con lazos familiares.

APÉNDICE B. CATÁLOGO DE LAS MONEDAS SIN CONTEXTO FUNERARIO PRECISO

1. Adriano, as de Roma, 117-138.Anv.: [...] AD [...]. Cabeza laureada del emperador a

dcha.Rev.: Figura femenina de pie a izq.AE, 9,07 g, 25 mm, 6 h.

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Marta Campo, Joaquim Tremoleda, Pere Castanyer, Marta Santos

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