Alfabetización digital en Educación Primaria: tendencia y necesidad
Del uso a la conceptualización. Una experiencia de alfabetización inicial
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Del uso a la conceptualización: una experiencia de alfabetización inicial
Rubén LÓPEZ
Ramiro PUERTAS
Instituto de Formación Docente Nº 1 (Cutral-Có)
La creación de la cátedra de Alfabetización Inicial en el trayecto del
Profesorado de Educación Primaria implicó una conquista en la historia de la
formación docente en Cutral-Có y Plaza Huincul. Hasta el año 2011, y durante las tres
décadas de vigencia del plan de estudio anterior, no había en el trayecto de formación
docente un espacio curricular que se dedicara específicamente a la cuestión didáctica
de la alfabetización (tanto para la lengua escrita como para el sistema de numeración).
Históricamente, se ensayaron distintas soluciones institucionales, ya sea desde las
cátedras de formación específica (Didáctica de la Lengua y Didáctica de la
Matemática) como desde los recorridos de práctica y residencia. Pero fue sólo a partir
de la creación del nuevo plan de estudio que se pudo construir un dispositivo que
entramara los contenidos teóricos y didácticos específicos de la alfabetización inicial
con la construcción y el análisis de propuestas de práctica en los trayectos de
residencia.
A la creación de un espacio específico sobre la alfabetización inicial, se agregó
en nuestra jurisdicción de Neuquén, la particularidad de construir un lugar en el que se
abordarán en común las problemáticas didácticas de la enseñanza de la lengua escrita
y del sistema de numeración en el inicio de la escolaridad primaria. Esta situación
inédita para la mayoría de los Institutos de la provincia fue acompañada por una
ampliación rentada de las tareas del docente de formación terciaria. En el presente
trabajo, buscamos dar cuenta del trabajo que venimos realizando y de los supuestos
epistemológicos y didácticos que subyacen a nuestra tarea, en cuanto a:
la formación docente (construcción de los ejes de trabajo de la cátedra)
articulación con la práctica (construcción conjunta del trayecto de práctica
en primeros grados junto a la cátedra de Residencia I)
trabajos de investigación y de extensión (creación del Equipo de
Investigación en Alfabetización Inicial del I.F.D. Nº 1, y puesta en marcha
del ciclo de formación continua)
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I. De las funciones del número a las leyes de formación y posición
La alfabetización matemática en el primer grado de la escuela primaria presenta
históricamente desafíos teóricos y metodológicos. Hace tiempo que desde la Didáctica
de la Matemática se realiza una construcción que vino a cuestionar los pilares básicos
de la enseñanza tradicional. Estos pilares son, como sostienen María EmiIia Quaranta,
Paola Tarasow, Susana Wolman (2009:163-164), los siguientes:
Los niños aprenden los números de uno en uno y respetando el orden de
la serie numérica. Desde esa perspectiva, para aprender un número
determinado habría que conocer la serie que lo antecede. Además, no se
otorga relevancia a los conocimientos que los niños pudieran haber
construido acerca de los números mayores.
El conocimiento del valor posicional de cada cifra en términos de
"unidades", "decenas", etcétera, se constituye en el principal acceso
válido para el aprendizaje de los números. Por lo tanto, se parte de la
enseñanza de la base diez –utilizando variados recursos, como
"ataditos", figuras geométricas, papel con lunares– y la consecuente
identificación de las agrupaciones resultantes.
Los errores que los niños cometen al leer o escribir los números se
adjudican principalmente a una ausencia de conocimientos.
La crítica a esta enseñanza tradicional desarrolló un núcleo de problemas
conceptuales para trabajar en primer grado: el primero se centra en las funciones del
número, el segundo en las regularidades del sistema y el tercero en las leyes de
formación y posición.
A partir de este posicionamiento, el trabajo de formación docente, tanto de nivel
inicial como de nivel primario, se vio atravesado por estos núcleos conceptuales y nos
permitió reflexionar de manera más precisa acerca de cuál era el trabajo por
desarrollar. Durante años se fue perfeccionando un modo de intervención que puso el
acento en este tipo formación y terminó impactando de alguna manera en las salas de
los jardines y en las aulas de las escuelas.
La enorme producción teórica generada por docentes e investigadores en
matemática del país, fue desarrollando, de manera coherente, una masa crítica de
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conceptos que favoreció la intervención, de manera cada vez con más precisa, a todos
los docentes de matemática de formación docente.
Con este bagaje de conocimientos y a la luz del nuevo diseño curricular de los
Institutos de Formación Docente de la provincia del Neuquén, se nos presentó un
nuevo desafío desde la cátedra de Alfabetización Inicial de 3° año del Profesorado de
Educación Primaria: diseñar propuestas desde la Didáctica de la Matemática que
tengan como punto de partida los núcleos de trabajo antes mencionados.
Las propuestas de trabajo
El trabajo en 3° año tiene como eje temático “la clase”, y por los conceptos
abordados en distintas cátedras de ese año, específicamente la clase en el 1° ciclo de
la escuela primeria. A partir de esta realidad nos propusimos desde la cátedra de
Alfabetización Inicial programar intervenciones de las alumnas y alumnos en 1° grado,
tanto en matemática como en lengua, con un conjunto de actividades prototípicas
propuestas en diferentes diseños y la bibliografía de Didáctica de la Matemática. De
esta manera, nosotros les proponíamos a las docentes de los 1° grados un conjunto
de actividades que abordaban algunos de los núcleos de trabajo mencionados
anteriormente, con la idea de romper con la lógica tradicional que ponía a la maestra
del grado en la función de ser ella quien definía el contenido por trabajar y a la
residente en la de buscar actividades que abordaran ese contenido.
Esta forma de trabajo tiene dos objetivos, por un lado correr a las residentes de
ser quienes ellas “construyan” las actividades (actividad que muchas veces se reduce
a la indagación de textos escolares, planificaciones anteriores, planificaciones de las
maestras, etc.) y concentrarse en el impacto que determinadas propuestas tienen en el
grupo clase (poder mirar cómo se aprende y cómo se enseña el sistema de
numeración y la lengua escrita).
Teniendo en cuenta estos aspectos, la tarea realizada se concentra en el
armado de las propuestas alrededor de algunos de los núcleos de trabajo, a saber las
funciones del número, las regularidades del sistema y leyes de formación y
posición.
Para cada uno de estos núcleos existe un conjunto de actividades que permite
abordarlos didácticamente. Sin embargo, agregamos una restricción que nos pareció
interesante: las actividades debían realizarse sin el cuaderno (propuesta que llamamos
“Matemática sin cuaderno”) con el propósito de desplazar el eje típico del 1° grado en
el que la labor del docente se evalúa según la cantidad de espacio utilizado en el
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cuaderno, y el propósito de poner en evidencia que la tarea en matemática no es la
copia en el cuaderno (en todo caso el cuaderno es el registro de una actividad que se
desarrolla en otro ámbito).
Para esto dividimos las actividades en categorías que nos permitían abordar los
núcleos de trabajo. Estas eran:
o Loterías numéricas
o Monedas y billetes
o Pistas numeradas
o Cartas con números
o Cuadros de números.
Cada una de estas actividades, que fueron organizadas en secuencias1, no sólo
nos permite trabajar un núcleo específico sino que establece un conjunto de tareas, a
saber: producir, comunicar y argumentar. Es decir que ponen a los alumnos en
situación de realizar algunas de estas tareas, agregando así una variable más al
momento de seleccionar las actividades y poner en la superficie las intenciones
docentes al momento de la toma de decisiones.
El trabajo en el aula
Después de una dura etapa de planificación que involucró tanto a los profesores
de la cátedra de Alfabetización, como a los profesores y ayudantes de Residencia I, se
terminó de redondear la propuesta que consistía en tres intervenciones de 120
minutos en matemática y tres intervenciones de 120 minutos en lengua en 1° grado.
Las intervenciones en las escuelas pasaron por diversas etapas, unas que
tuvieron que ver con el trabajo específico de las residentes y otras vinculadas al
impacto que generó la propuesta al interior de las escuelas.
De los núcleos de trabajo propuestos, los que tuvieron que ver con las
regularidades del sistema y leyes de formación y posición generaron un impacto
dentro de lo esperable (que todavía estamos evaluando y cuyas conclusiones irán
desarrollándose al interior de la cátedra y es el insumo para abordar los contenidos de
la misma).
Un aspecto interesante para reflexionar es lo ocurrido con las funciones del
número, es decir con el conjunto de actividades, con sus respectivas tareas,
destinadas a trabajar este núcleo (pistas numeradas, cartas con números, etc.).
1 Entendiendo por secuencia a un conjunto de actividades alrededor de un eje temático, con complejidad
creciente.
5
Diversas investigaciones en el campo de la Didáctica de la Matemática
(Alvarado, Ferreiro, 2000; Brizuela, 1997 y 2004; Lerner, Sadovsky y Wolman, 1994;
Quaranta, Tarasow, Wollman, 2003) plantean que los niños han construido
conocimientos sobre nuestro sistema, aun cuando no se los haya enseñado
explícitamente.
Lerner, Sadovsky, Wolman (1994) expresan que los niños elaboran hipótesis
respecto de escrituras numéricas. Puestos a comparar dos números dicen:
o "Es más grande el que tiene más números" (por la cantidad de cifras).
o "El primero es el que manda" (por la ubicación de las cifras).
o "Algunos números privilegiados: el rol de los nudos." Los niños conocen
algunos números antes que otros. Manejan la escritura de los números
redondos: unidades, decenas y centenas (en algunos casos en términos de
dieces, cienes y miles) antes que las escrituras de los números que se
encuentran en los intervalos de la serie.
o Establecen relaciones respecto de la numeración hablada. Se apoyan en ella
para producir escrituras. En muchos casos, los resultados de estas relaciones
son escrituras no convencionales; producen escrituras del tipo “107” para “17”,
“2000500” para “2.500”, etc.
De esta manera podemos establecer que los niños que acceden al 1° grado de
la escuela primaria tienen, por lo menos, un conjunto de conocimientos
desorganizados y varias hipótesis sobre el sistema de numeración.
En el marco de estas investigaciones el trabajo con las funciones del número
adquiere importancia desde el nivel inicial y prosigue en el primer año de la escuela
primaria.
Cuando hablamos de funciones del número nos referimos a guardar la
memoria de una cantidad (asociada al aspecto cardinal del número), guardar la
memoria de la posición (asociada al aspecto ordinal del número), a la anticipación de
resultados (asociados a las operaciones y cálculo mental) y a la identificación de
objetos (asociado al uso cotidiano identificar objetos, números de teléfonos,
direcciones, etc.)
Un grupo de alumnas residentes planificaron secuencias para trabajar las
funciones del número y en general, más allá de algunas dificultades en las
intervenciones docentes de las alumnas, se presentaron muchos problemas para
llevarlas adelante. Dificultades que, en una primera aproximación al objeto, nos parece
que tuvieron que ver con un conocimiento que los niños de primer grado ya poseían, y
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no nos referimos a hipótesis desorganizadas sobre el sistema, sino a un conocimiento
sistemático producto de un trabajo docente dentro del sistema educativo. De esta
manera, actividades y secuencias que eran abordas como nuevas, en realidad ya eran
conocidas por los niños, y estos nos referían permanentemente a actividades que ya
habían realizado y trabajado en el nivel inicial. Los niños se desorganizaban, perdían
interés y el grupo clase terminaba cuestionando las actividades (“yo ya lo hice en
jardín”, sostenía un niño acompañado por otros compañeros). Sólo cuando se incluía
un aspecto que no tenía que ver exclusivamente con las funciones del número, por
ejemplo pistas numeradas con operaciones, retornaba el interés.
Con respecto a esto, en una de las intervenciones, las residentes habían
planificado el juego con pistas numeradas y sucedió lo siguiente:
“Se presenta una situación interesante: en uno de los grupos al dado le
falta un número, queda una cara vacía. Un nene tira el dado y sale la cara
vacía, todos se miran y miran a las residentes.
Niño: No hay nada. (Todos se miran, no parece que sepan qué hacer).
Niña: No te podés mover.
Niños: ¿Por qué?
Niña: Porque si no hay nada es cero. Tirá vos. (Le da el dado a otro chico.
Todos la miran, pero parecen estar de acuerdo y siguen jugando).”2
Este un ejemplo en el que se pone de manifiesto un trabajo anterior con las
funciones del número y del sistema de numeración, hipótesis que se corrobora cuando
indagamos a la nena sobre el origen de su hipótesis y ella misma nos refiere a
actividades del “jardín de infantes”.
2 Fragmento del registro de la observación de clase realizadas en el marco del proyecto “”Una experiencia
de alfabetización en 1º grado” (Cf. apartado “III. Investigación y formación continua en Alfabetización inicial: la experiencia del I.F.D. Nº 1”). En adelante se consignará sólo el título del proyecto para indicar que son datos pertenecientes a nuestros registros.
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II. La perspectiva constructivista en Alfabetización inicial
En las últimas dos décadas ha crecido notablemente la producción teórica que
conceptualiza saberes didácticos a partir de la perspectiva constructivista sobre la
alfabetización. Como es sabido, esta perspectiva didáctica toma como punto de
partida, investigaciones que, si bien surgieron desde el campo de la psicología,
implicaron una ruptura epistemológica que impactó directamente en los debates
pedagógicos. Los trabajos de Emilia Ferreiro y sus colaboradoras inauguraron la
investigación psicolingüística en adquisición de la lengua escrita, desde una
perspectiva psicogenética inspirada en la obra y el pensamiento de Jean Piaget. Las
dos obras inaugurales son: el estudio transversal realizado con niños argentinos y
publicado en 1979 junto Ana Teberosky bajo el título Los sistemas de escritura en el
desarrollo del niño, y el estudio longitudinal con mil niños mexicanos publicado en
1982 junto a Margarita Gómez Palacios con el nombre Análisis de las perturbaciones
en el proceso de aprendizaje de la lectoescritura.
Estas investigaciones realizaron aportes fundamentales para la
reconceptualización del objeto de enseñanza y, sobre todo, del sujeto de aprendizaje
en el proceso de alfabetización inicial3. En primer lugar, cuestionaron fuertemente la
idea de la escritura como un código gráfico de transcripción fonética. En cambio,
postularon como objeto la lengua escrita entendida como un sistema notacional de
representación de la lengua. Por otro lado, explicaron el proceso de apropiación infantil
de la lengua escrita basándose en investigaciones empíricas que buscaban:
“no tanto describir las conductas típicas de los niños en distintos momentos
del desarrollo, como tratar de comprender la lógica interna de cada uno de
estos periodos y tratar de explicar la forma en que cada uno abría
posibilidades de que el siguiente apareciera. La adquisición se empezó a
ver como un proceso continuo” (Vernon, 2004: 214).
3 En la introducción a su compilación de textos más importantes –editada en castellano– Ferreiro sostiene
que su interés central ha sido “develar al sujeto cognoscente, ese sujeto que piensa y actúa frente a las marcas escritas que la sociedad presenta e impone. Un sujeto que trata de comprender el significado y la función de esas marcas, dentro o fuera de la institución escolar, a través de múltiples intercambios sociales, tratando de conciliar informaciones a menudo contradictorias y construyendo sistemas interpretativos que dan sentido a esas marcas. […] [s]i logramos el necesario respeto intelectual hacia el niño que piensa (sin estar aún alfabetizado) no tendremos ninguna dificultad en tener el mismo respeto intelectual hacia el adulto (aunque sea analfabeto)” (Ferreiro, 2008: 9).
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La frase “los niños aprender a leer, leyendo, y a escribir, escribiendo” hace
referencia, justamente, al hecho de que es cuando el niño puede interactuar con el
objeto lengua escrita cuando aparecen las preguntas fundamentales sobre el
funcionamiento del sistema de escritura como un objeto en sí: cuáles letras, cuántas
letras, en qué orden (para escribir); o qué dice, dónde dice, cómo dice (para leer). Es
decir, para aprender a leer y a escribir los niños tienen que leer y escribir pensando y
discutiendo sobre lo que leen y escriben. La lengua escrita no es un código sobre el
que pueden simplemente transmitirse y mostrarse las correspondencias entre fonemas
y grafemas, ya que la relación entre niveles de segmentación del habla y de la
escritura es una relación dialéctica y no lineal4, con lo cual toda información que el
medio o un intérprete pueda brindarle a los niños sobre las relaciones de
correspondencia y las segmentaciones convencionales del sistema de escritura
alfabética son siempre “interpretadas” por ellos a partir de los sistemas de ideas que
van elaborando sobre el objeto lengua escrita.
Además, nuestra escritura castellana –como todas las escrituras históricas–
constituye un plurisistema en el que hay que reconceptualizar múltiples y polivalentes
relaciones de correspondencia entre secuencias gráficas y secuencias sonoras
(Catach, 1996). Si bien, la ortografía castellana es transparente en comparación a
otras escrituras alfabéticas, el “ideal alfabético”5 no es el principio excluyente en
nuestro sistema de escritura. Antes bien, usamos un importante número de signos
plerémicos para representar por escrito nuestra lengua castellana.
Estos procesos de profundización de conocimientos sobre el objeto lengua
escrita y de los saberes que los niños como sujetos de aprendizaje elaboran,
provocaron cambios trascendentales en las propuestas de enseñanza. Los aportes
didácticos más importantes de la perspectiva constructivista se desarrollaron a través
de: investigaciones didácticas y psicolingüísticas; implementación, registro y análisis
de experiencias áulicas e institucionales; construcción de documentos curriculares
(diseños y documentos de desarrollo curricular). Podríamos describir los fundamentos
teórico-didácticos de la perspectiva constructivista –siguiendo a Delia Lerner– de la
siguiente manera:
4 Acerca del debate en torno a la conciencia fonológica como un prerrequisito para el aprendizaje de la
lengua escrita, Castedo y Torres señalan que “[s]ería erróneo afirmar que esta perspectiva [la constructivista] niega la existencia de la conciencia fonológica, sino que la entiende como un punto de llegada y reconoce una génesis que se construye en interacción con la escritura y no a expensas de un análisis de la oralidad sobre sí misma” (Castedo y Torres, 2012: 642) 5 En efecto, el concepto mismo de “ideal alfabético” ya ha sido profundamente cuestionado y no es
sostenible en nuestros días. Como señala Olson “writing systems provide the concepts and categories for thinking about the structure of speech rather than the reverse. Awareness of linguistic structure is a product of a writing system, not a precondition for its development. If that is so it will not do to explain the evolution of writing as the attempt to represent linguistics structures such as sentences, words or phonemes for the simple reason that pre-writers had no such concepts” (Olson, 1993: 2).
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enseñar es plantear problemas a partir de los cuales se posibilita la
reelaboración de los contenidos escolares;
al enseñar hay que proveer la información necesaria para que los niños
puedan avanzar en la reconstrucción de los contenidos escolares;
enseñar es promover la discusión sobre los problemas planteados,
brindando la oportunidad de coordinar distintos puntos de vista y
orientando a los niños hacia la resolución cooperativo de los problemas;
enseñar es garantizar la formulación de las conceptualizaciones
necesarias para el progreso de los niños en el dominio del objeto de
conocimiento (Lerner, 2008: 98).
En estos momentos, podemos sostener que hay consenso en la formación
docente acerca del doble objeto de la alfabetización inicial en lengua escrita: el
sistema de escritura y las prácticas sociales de lectura y escritura. Consideramos que
es imprescindible entender estos cambios poniendo en tensión las
reconceptualizaciones sobre el objeto de conocimiento, los procesos de aprendizaje y
las propuestas de enseñanza.
Acción didáctica y conceptualización en el trayecto de formación docente
La propuesta de la cátedra de “Alfabetización inicial: lengua escrita y sistema
de numeración” se organizó en el presente ciclo lectivo sobre la base de la
problemática central del espacio: ¿cómo enseñamos a los niños de primer ciclo a leer
y a escribir? (y en el caso de matemática, ¿cómo enseñamos a estos niños el sistema
de numeración?). Sobre esta problemática crucial volveríamos una y otra vez, a lo
largo de las distintas propuestas de la cátedra, en un movimiento espiralado que
promovería conceptualizaciones y reflexiones colectivas cada vez más complejas y
profundas.
Las decisiones sobre la construcción de esta propuesta fueron el resultado de
los dos años anteriores de trabajo, discusión y análisis, tanto en la cátedra como con
los compañeros de Residencia I y del Equipo de Investigación en Alfabetización Inicial
del I.F.D. Nº 1. Decidimos afrontar con una propuesta concreta la disyuntiva a la que
nos enfrentaba trabajar enseñando desde una perspectiva constructivista para la
alfabetización inicial de los niños (que propone plantear problemáticas que permitan
reelaborar los contenidos asumiendo que cada sujeto parte de sus propios
conocimientos elaborados hasta ese momento, y que en forma cooperativa y con
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sistematizaciones sucesivas reconceptualiza sus saberes), pero enseñando en nuestra
cátedra primero las teorías, los autores y sus textos, para recién luego (¿cuándo?, ya
que finalmente nunca nos alcanzaba el tiempo) plantearles a nuestras alumnas
residentes la propuesta de realizar prácticas en primer grado. El proyecto Una
experiencia de alfabetización en primer grado (2013) se gestó entonces con la
intención primordial de generar un trayecto que permitiera recuperar los recorridos
formativos de las alumnas y reconceptualizar sus saberes didácticos sobre la lengua
escrita y el sistema de numeración a partir de resolver un problema didáctico: construir
proyectos didácticos para enseñar a leer y a escribir, cuando los niños están
ingresando en la escolaridad primaria (al menos, durante el primer cuatrimestre del
año).
Para el desarrollo de estas prácticas de Residencia seleccionamos 11 primeros
grados de escuelas de Cutral-Có y Plaza Huincul6, y realizamos con las alumnas
residentes el diseño y la implementación de proyectos didácticos, tomando como
modelo las siguientes propuestas prototípicas (de los documentos curriculares
“Escuelas del Bicentenario” del Gobierno de la Nación y “Prácticas del lenguaje” del
Gobierno de la Provincia de Buenos Aires):
La agenda
El cancionero
El calendario
Decidimos proponer el trabajo con “proyectos didácticos” ya que, por un lado,
esto nos permitía contar con una variable común para organizar la instancia de diseño
de las propuestas (en todos los casos había más de una pareja pedagógica trabajando
en la planificación de un proyecto, y esto propiciaba un trabajo cooperativo interesante
en el aula) y porque además de esta forma era posible organizar situaciones
didácticas tanto de lectura como de escritura. Buscamos además “propuestas
prototípicas”, porque nuestro interés no estaba centrado en la originalidad de las
situaciones didácticas, sino en la posibilidad de conceptualizar las condiciones
didácticas que favorecen el aprendizaje de los niños en distintas situaciones de
enseñanza.
6 Como se explicará en el apartado tercero, se seleccionaron los primeros grados de maestras que
trabajan desde 2012 con el Equipo de Investigación en Alfabetización Inicial a partir del ciclo de formación continua “La alfabetización inicial en las escuelas de nuestra zona” (2012, 2013)
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Aprendiendo colaborativamente acerca de las condiciones didácticas
El trabajo de planificación de las propuestas fue planteado sobre dos
coordenadas teóricas: las situaciones didácticas7 y las condiciones didácticas. Junto
con los profesores de Residencia I trabajamos en el análisis y la conceptualización del
formato de enseñanza “proyecto didáctico”, desde la didáctica general y desde la
didáctica específica de alfabetización en lengua escrita. Dentro de la cátedra el énfasis
estuvo puesto en las condiciones didácticas. Entendemos por éstas, aquellas
acciones y decisiones didácticas explícitas de los maestros sobre los distintos factores
que intervienen en las situaciones de enseñanza. De las distintas condiciones
didácticas que recapitulamos en las investigaciones didácticas y los documentos
curriculares referidas a la alfabetización inicial8, decidimos trabajar con las siguientes:
Organización del grupo: distintas posibilidades que se generan al promover
un trabajo colectivo, grupal, en parejas o individual.
Organización del tiempo didáctico: distintas formas de secuenciar el tiempo,
tanto desde la clásica visión inicio-desarrollo-cierre, como teniendo en cuenta
instancias de problematización, formulación de hipótesis y resolución, puesta
en común e institucionalización de saberes.
Uso de los soportes de información: distintas formas en las que los niños
pueden buscar información confiable en escrituras estables que están en el
aula (nombres de los niños, calendario, cinta alfabética con ejemplos, etc.)
Intervenciones docentes.
A su vez, dentro de las condiciones didácticas, hicimos especial hincapié en las
intervenciones docentes, entendidas como acciones de las maestras que favorecen
y garantizan el aprendizaje de todos los niños que se están alfabetizando en
situaciones didácticas de lectura y escritura. Si consideramos que “enseñar es plantear
problemas a partir de los cuales sea posible [para los niños] reelaborar los contenidos
7 Entendemos por situaciones didácticas aquellas “instancias de trabajo en el aula que no están
concebidas como actividades aisladas, sino como momentos en que los niños participan de la lectura o la escritura en el marco de secuencias o proyectos” (Castedo y Torres, 2012: 650). 8 Al principio de este apartado mencionábamos que son numerosos los aportes didácticos que se han
generado a partir del cambio paradigmático que implicaron las investigaciones psicogenéticas y psicolingüísticas sobre la adquisición de la lengua escrita. En este sentido, insistimos en que son infundadas aquellas críticas que sostienen que desde la perspectiva constructivista se sostiene que “no hay que hacer nada” porque el niño aprende solo. Todos los conceptos teóricos y didácticos que estamos desarrollando en este apartado, han sido retomados de investigaciones didácticas y documentos curriculares que describen, explicitan y continúan actualmente produciendo conocimiento sobre la alfabetización inicial en situación escolar.
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escolares” (Lerner, 2008) y que cada uno de ellos parte de conocimientos y saberes
distintos sobre esos contenidos, no podemos sostener que una misma situación
didáctica, una misma consigna, una misma acotación hecha oralmente al grupo pueda
“servir” o ser “entendida” por todos los niños de la misma forma. Es indispensable una
constante y planificada intervención docente para poder plantear, interpretar y
reconstruir entre todos –y a partir de las particularidades de cada uno de los niños– las
situaciones de aprendizaje que se promueven en el aula. De esta forma se puede dar
cuenta de la compleja tarea que implica enseñar a leer y a escribir en la diversidad.
Diversidad de conocimientos y saberes previos, diversidad de experiencias extra-
escolares con la lengua escrita, diversidad de hipótesis sobre el funcionamiento del
sistema de escritura, diversidad de contextos escolares, sociales y familiares.
Como sostuvimos anteriormente, los niños aprenden a leer leyendo y a escribir
escribiendo, pero reflexionando colectivamente sobre esos saberes que van
aprendiendo, explicitando lo que construyen en uso, e institucionalizando saberes
con la dirección y evaluación constante del maestro:
“Es función del maestro brindar la información necesaria para que los niños
avancen en la construcción del conocimiento. […] El maestro es el informante
fundamental. Aunque él no es la única fuente de información en el aula […] su
palabra es la más autorizada: la información que el docente provee es
considerada por los alumnos como veraz y segura, ya que él es el representante
en el aula del saber socialmente aceptado como válido” (Lerner, 2008:101).
A pesar de haber trabajado intensivamente en las posibles intervenciones
docentes en situaciones de lectura de los niños por sí mismos (ver Cuadro I), en las
prácticas de las residentes nos encontramos con varias situaciones didácticas “de
descifrado, de descripción del contexto y de adivinación” (Molinari, 2009):
La residente trabaja con un grupo de tres niños. En una hoja A4 están anotados
los siguientes datos de una niña del curso:
MI DIRECCIÓN ES: CHACO 685
Residente: Vamos a leer la dirección. Miii… diii…reee… (pronunciado con énfasis
y alargadamente las sílabas).
Niños: ¡Mi dirección!
Natalia: ¡Muy bien!
Los niños llegan a “Chaco” y no pueden seguir. La residente les propone buscar la
letra “CH” en la cinta alfabética. Los niños la encuentran rápidamente.
Residente: Muy bien. La che. Chaaa… cooo... (AA.VV., 2013).
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El hecho de que las residentes apelaran al silabeo o al deletreo en estas
situaciones de lectura, nos enfrentó al peso y la vigencia de las matrices escolares que
habíamos trabajado e interpelado fuertemente en clase durante la preparación de los
proyectos. Actualmente, estamos profundizando nuestro análisis sobre las relaciones
entre las intervenciones docentes y las respuestas de los niños, con el convencimiento
de que es necesario avanzar en las conceptualizaciones didácticas sobre la compleja
tarea de enseñar a leer y escribir, favoreciendo y garantizando el aprendizaje de todos
los niños y las niñas que ingresan a la escuela.
Intervenciones docentes en situación didáctica de lectura
•Pedir justificación de una respuesta correcta (¿cómo te diste cuenta? / ¿cómo sabés que es así?)
•Leerles e invitar a los niños a que lean señalando con el dedo al mismo tiempo que leen (Mostrame con el dedo cómo dice eso ahí)
•Apelar a la anticipación de la lectura (qué dirá acá –señalando los nombres de los días de la semana- si está en el calendario)
•Circunscribir o ampliar el sector del texto que los niños tienen que leer
•Enfatizar el propósito de lectura (Acuérdense que estamos leyendo para… / ¿para qué estamos leyendo esto?)
•Cuestionar interpretaciones incorrectas (¿Estás seguro que ahí dice “así”? / Fijate bien a ver qué dice? / Me parece que ahí dice otra cosa, a ver...)
•Ofrecer a los niños secuencias gráficas alternativas que los ayuden a considerar aspectos del texto (Mirá, yo te voy a escribir otra palabra para ver si alguna parte te sirve para leer eso)
•Orientar a los niños para que consideren indicios cuantitativos en el texto (A ver, fijate cuál de estas palabras es más larga/más corta que...)
•Aceptar resultados diferentes (luego de interpelar las interpretaciones incorrectas)
•Institucionalizar “conclusiones provisorias” y conclusiones convencionales sobre el sistema de escritura (Bien, la “de lunes” –refiriéndose a la letra “L”- nos sirve para leer Laura)
Intervenciones docentes en situación didáctica de escritura
•Pedir justificación de una secuencia gráfica correcta (¿por qué lo escribiste así? / ¿cómo sabés que es así?)
•Utilizar los soportes de información textual disponibles en el aula (Fijate si hay en la sala un nombre que te ayude para escribir esto)
•Sugerir secuencias gráficas que les puedan servir para escribir por sí mismos (Te voy a escribir la palabra “gato” para ver si una parte te sirve para escribir “Gastón”)
•Aceptar resultados diferentes
•Interpelar escrituras incorrectas invitando a la revisión de la propia escritura
•Orientar a los niños para que consideren indicios cuantitativos en el texto (A ver, fijate cuál de estas palabras es más larga/más corta que...)
•Orientar a los niños para que consideren indicios cualitativos en el texto (A ver, si esta -la L- te servía para LUNES, ¿sirve para escribir LAURA ?)
•Institucionalizar “conclusiones provisorias” y conclusiones convencionales sobre el sistema de escritura (Bien, fíjense que para escribir JUEVES usamos la "jota" / o la de "Julián")
Cuadro I
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III. Investigación y Formación continua en Alfabetización Inicial: la experiencia
del I.F.D. Nº 1
La participación en un colectivo de educadores es imprescindible para desarrollar el trabajo docente, porque la enseñanza es una práctica social compleja, que requiere de saberes especializados
y no puede ejercerse en soledad. Lerner, Stella y Torres, 2009.
Hacia la construcción de un equipo de trabajo
El año 2011 –en que comenzamos a dictar la cátedra a partir de la
implementación del tercer año del nuevo plan de estudios– estuvo plagado de
dificultades en toda la provincia del Neuquén. Una huelga llevada adelante por los
auxiliares de servicio durante dos meses, la falta mantenimiento edilicio de varias
instituciones educativas (entre ellas el edificio donde trabajamos) y los problemas
climáticos y sanitarios que generó la erupción del volcán Puyehue a principios de junio
provocaron suspensiones de clases que abarcaron gran parte del primer cuatrimestre.
Desde febrero veníamos reuniéndonos para indagar bibliografía, discutir autores y
marcos teóricos, imaginar posible trabajos con nuestras alumnas y con las escuelas. A
las expectativas que se iban generando en este tiempo de preparación se sumó la
lectura de un documento que nos planteó inquietudes que iban más allá de lo que
estábamos pensando para la cátedra. En abril asistimos, en la ciudad de Bariloche, al
cierre del Ciclo de Alfabetización Inicial que el Instituto Nacional de Formación
Docente había comenzado a realizar unos años atrás en todo el territorio del país. A
pesar de no haber participado hasta ese momento del ciclo, todos los Institutos
recibimos la convocatoria para participar de las conferencias de cierre a cargo de Sara
Melgar y Emilce Botte. Además de presentar las conclusiones a las que arribaron, en
ese encuentro se entregó material bibliográfico y fílmico a todos los Institutos de
Formación Docente de la zona sur. Entre esos materiales se encontraba una
investigación de Marta Zamero titulada “La formación docente en alfabetización inicial
como objeto de investigación: el primer estudio nacional” (2010).
La lectura de esta investigación se convirtió en un disparador de discusiones
dentro del equipo de trabajo de la cátedra y finalmente motivó la organización de una
primera reunión para discutir la posibilidad de formar un equipo para investigar sobre
las realidades educativas locales vinculadas a la alfabetización inicial. Para conformar
dicho equipo decidimos que lo más conveniente era proyectar las problemáticas que
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se presentaban en el seno de la cátedra, a saber, la alfabetización inicial tanto en
lengua escrita como en el sistema de numeración, convocando a compañeros del área
de Lengua, de Matemática, de Ciencias de la Educación y del área Docente de
Primaria. Finalmente, todos los convocados a esa primera reunión terminamos
conformando el equipo: Paola Núñez del Prado, Silvana Romero y Ramiro Puertas
(profesores de Lengua); Claudia Vistoso (profesora de Ciencias de la Educación);
Juan Palomar y Nilda Cofré (Profesores de Primaria y de Ciencias de la Educación);
Nicolás Dip, Ligia Garro, Mónica Lauff y Myriam Zapata (Profesores de Primaria);
Rubén López (profesor de Primaria y de Matemática); y Viviana Garrido (profesora de
Matemática). En el año 2012 se sumó al equipo Claudio Segovia (Profesora de
Primaria).
El propósito principal del equipo era indagar la realidad educativa de nuestras
localidades con respecto a la alfabetización inicial, de modo tal que en adelante
pudiéramos realizar intervenciones de trabajo colaborativo con las escuelas. Durante
el primer año de trabajo, la tarea principal que nos propusimos fue la elaboración de
un proyecto de investigación. Ante este desafío, planificamos y llevamos adelante
diversas etapas de estudio y discusión en torno al campo teórico de la investigación
educativa, al mismo tiempo que realizamos distintas escrituras y reescrituras de
nuestro diseño de investigación. También por esa época, algunos de los integrantes
del equipo participaron de un Ciclo sobre investigación organizado por el Instituto
Nacional de Formación Docente, y expusieron el trabajo que veníamos realizando.
Desde un primer momento nos encontramos frente a la difícil (y novedosa para
nosotros) tarea de recortar el objeto de estudio, de definir preguntas y problemáticas, y
de construir herramientas metodológicas pertinentes para las problemáticas.
A medida que nos constituíamos como equipo y ante los numerosos desafíos
que nos planteaba construir un diseño de investigación, se fue gestando la necesidad
de realizar un trabajo con maestras que actualmente estén trabajando en el primer
ciclo (sin que esto implicara abandonar nuestro trabajo de formación en investigación).
Consideramos que realizar una acción colectiva de formación continua con las
escuelas de nuestras ciudades nos permitiría realizar prácticas concretas de trabajo
colaborativo y aproximarnos al objeto de investigación propuesto por el grupo desde
sus inicios.
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El ciclo de formación continua “La alfabetización inicial en las escuelas de
nuestra zona”
A mediados del año 2012 comenzamos a trabajar, junto a grupo de 36
maestras de 1º ciclo de escuelas Cutral-Có, Plaza Huincul y alrededores, en un
dispositivo de formación continua que buscaba promover la reflexión y la construcción
de propuestas conjuntas sobre las problemáticas de alfabetización inicial,
planteándonos los siguientes propósitos generales:
Reflexionar sobre las prácticas de alfabetización inicial en lengua escrita y en
sistema de numeración que se realizan en las aulas de primer ciclo de
escuelas de nuestras ciudades.
Observar y registrar prácticas de enseñanza de la lengua escrita y del sistema
de numeración.
Profundizar conocimientos didácticos actualizados en el campo de la
alfabetización inicial.
Afianzar los vínculos de trabajo pedagógico y didáctico entre el Instituto de
Formación Docente Nº 1 y las escuelas primarias de nuestras ciudades.
Para lograr tales propósitos, convencidos de que encarábamos una tarea
compleja que nos plantearía muchas más preguntas de las que ya teníamos antes de
ingresar al campo, planificamos un trabajo que se desarrollaría en 3 etapas, cada una
de las cuales abarcaría un ciclo lectivo completo. Las etapas previstas fueron las
siguientes:
PRIMERA: Reflexión sobre la propia práctica e indagación sobre las prácticas
de alfabetización inicial (año 2012).
SEGUNDA: Reflexión sobre las prácticas de alfabetización inicial y diseño
conjunto de propuestas de alfabetización inicial (año 2013).
TERCERA: Diseño institucional de propuestas de alfabetización inicial y
sistematización de las propuestas (año 2014).
A lo largo de 8 encuentros logramos constituir un espacio conjunto de trabajo,
reflexión y discusión en torno a las prácticas y las problemáticas sobre alfabetización
inicial. Durante esta primera etapa del ciclo, las maestras realizaron relatos
biográficos sobre su experiencia escolar en alfabetización como alumnas y sobre su
recorrido de formación en alfabetización inicial. Como equipo, realizamos numerosos
17
registros de clases y entrevistas a las maestras para indagar temáticas como
formación docente en alfabetización inicial, prácticas de alfabetización, evaluación de
aprendizajes en alfabetización (por supuesto, todo referido tanto a la enseñanza de la
lengua escrita como del sistema de numeración). Actualmente, nos encontramos
sistematizando y analizando gran parte de ese material recolectado a lo largo de seis
meses de trabajo.
Esta primera experiencia de implementación del ciclo de formación continua
nos sirvió para profundizar un eje de trabajo más específico para la segunda etapa
que comenzó este año 2013: “las problemáticas didácticas en la relación
enseñanza-aprendizaje en alfabetización inicial”. Organizamos el trabajo en dos
trayectos que abarcarían un cuatrimestre cada uno: el primero, centrado en el
registro, la discusión y el análisis sobre las prácticas de alfabetización inicial que las
parejas de residentes de tercer año llevaban a cabo en los primeros grados de las
maestras que participan del ciclo; el segundo, centrado en la elaboración colectiva de
propuestas de alfabetización inicial por parte de las maestras del ciclo, la
implementación, el registro y el posterior análisis en los encuentros grupales.
La organización y puesta en marcha del primer trayecto de este año implicó un
desafío desde múltiples aspectos: para nosotros como profesores de formación
docente, para nuestras alumnas de tercer año del profesorado y para las maestras del
ciclo de formación continua. En primer lugar, se realizó durante todo el primer
cuatrimestre un trabajo articulado de la cátedra de Alfabetización y de Residencia I
para la construcción de las propuestas por parte de las alumnas de tercer año. Por
otro lado, el Equipo de Investigación comenzó el ciclo de formación continua,
construyendo junto a las maestras una “mirada en común” sobre las propuestas que
las residentes iban a llevar adelante en los primeros grados. Esta construcción nos
parece fundamental ya que implica instancias de reflexión acerca de las acciones
didácticas y de reconceptualización de los objetos de conocimientos involucrados en la
alfabetización9. Al mismo tiempo, se coordinó un cronograma –por demás complejo–
que debía prever el registro sistemático de las situaciones didácticas que las parejas
de alumnas residentes realizarían en 11 primeros grados de 7 escuelas primarias
durante tres semanas del mes de junio. Para la elaboración de los registros se utilizó
9 Coincidimos plenamente con Delia Lerner cuando señala que en las propuestas de formación continua
siempre hay “[…] dos propósitos inseparables: fortalecer la formación de los docentes y transformar la acción en el aula. Transformar la enseñanza en un propósito central, porque se aspira a democratizar el conocimiento y, en particular, a ofrecer a todos los niños auténticas oportunidades de acceder a la cultura escrita, de formarse como lectores y escritores plenos. Promover la elaboración por parte de los docente de herramientas conceptuales que les permitan operar con autonomía es también fundamental, ya que enseñar es una tarea difícil que requiere de profesionales autónomos: sólo si los docentes se apropian de los conocimientos didácticos disponibles será posible que asuman la responsabilidad de sostener y hacer crecer las transformaciones producidas en su práctica” (Lerner, Stella y Torres, 2009: 17).
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un instrumento de observación que veníamos trabajando y reconstruyendo dentro del
Equipo de Investigación10, y se contó con la colaboración de todos los docentes del
tercer año de profesorado. A estas observaciones que el equipo realizaba para la
documentación del primer trayecto, se sumaron las observaciones y el registro que
cada maestra que participaba del ciclo de formación debía realizar para la
construcción de un análisis didáctico de la propuesta de las residentes (tanto las once
maestras en cuyos primeros grados estaban las residentes, como aquellas maestras
del ciclo que estaban en otros grados del primer ciclo). De esta manera, se logró el
registro de gran parte de las prácticas en primer grado realizadas por las alumnas de
tercer año (ver cuadro II).
La evaluación parcial de este trabajó es más que satisfactoria. La instancia de
poder reflexionar junto a las maestras sobre una propuesta de alfabetización inicial
basada en los marcos didácticos desarrollados en los apartados anteriores de este
texto, constituye una instancia de formación continua muy enriquecedora que nos
permite construir tanto conceptualizaciones sobre las acciones didácticas como
nuevas preguntas a esa compleja tarea de alfabetizar en los primeros grados.
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Instrumento basado principalmente en los aportes de Marta Souto.
1) Proyectos y secuencias didácticas de las residentes en primeros grados - Registro de clase y análisis didáctico de las
maestras del ciclo
2) Diseño conjunto de secuencias didácticas en el ciclo - Implementación de propuestas por parte de las maestras, registro y
análisis didáctico
Acción didáctica y conceptualización de la acción: hacia la construcción conjunta de saberes didácticos
Cuadro II
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Conclusiones
Cuando comenzamos con el dictado de la cátedra de Alfabetización Inicial, nos
propusimos tanto la profundización y sistematización teórico-didáctico sobre cada uno
de los campos involucrados –lengua escrita y sistema de numeración–, como la
articulación de los campos dentro de nuestro espacio curricular. Después de este
trayecto que venimos recorriendo, consideramos que el eje fundamental para la
articulación de la alfabetización escolar en lengua escrita y en el sistema de
numeración se construye a partir del “polo didáctico.
Tratamos en la cátedra con los dos sistemas notacionales más importantes en
nuestras culturas, y desde este lugar compartimos una cantidad importante de
preguntas teóricas y epistemológicas. Contamos, además, con numerosas
investigaciones psicogenéticas sobre la adquisición infantil de ambos sistemas. Sin
embargo, creemos que es desde la mirada de las respectivas didácticas específicas
desde donde podemos construir –y de hecho estamos construyendo– puntos de
encuentro, discusión e intercambio de saberse didácticos. No partimos de ni arribamos
a una mirada dualista entre la teoría y la práctica. Antes bien, consideramos que la
reflexión teórica y la reflexión sobre la práctica constituyen dos momentos de un
mismo problema: cómo enseñar a leer a y a escribir / cómo enseñar el sistema de
numeración en el primer ciclo de la escuela primaria.
“La construcción del conocimiento didáctico deviene de un movimiento
dialéctico entre la acción didáctica y la conceptualización de la acción. Muchas
veces, los problemas de la acción de la enseñanza llevan a buscar respuestas
que solo más tarde son conceptualizadas como criterios, situaciones, tipos de
intervenciones, etc. Otras, la concepción se origina en problemas de la misma
teoría (didáctica o de referencia) y conduce a ponerla a prueba y a reformularla
constantemente con el objetivo de validar en las aulas la posibilidad de
desarrollo de lo que se concibe fuera de ellas” (Castedo y Torres, 2012: 646).
Seguimos construyendo este espacio conjunto a través de un trabajo
entramado entre nuestras tareas de formación docente, de trabajo con las prácticas en
primeros grados de las alumnas del profesorado, de formación continua con maestras
que enseñan en el primer ciclo de escuelas primarias de nuestras ciudades, y del
diseño y la realización de investigaciones didácticas.
20
Bibliografía citada
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dígitos en niños de 4 y 5 años” en: Revista Latinoamericana de Lectura y Vida, año 21,
núm. I, pp. 6-17.
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notations, New York: Teachers College Columbia University.
Brizuela, Bárbara (1997). “Inventions and conventions: A story about capital numbers”,
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una teoría de la lengua escrita. Barcelona: Gedisa.
Ferreiro, Emilia (2008). “Nota introductoria”, en: Alfabetización: teoría y práctica,
México: Siglo XXI, pp. 9-11.
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el proceso de aprendizaje de la lectoescritura, México: DGEE-SEP.
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niño, México: Siglo XXI.
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replantear el debate, Buenos Aires: Paidós, pp. 69-118.
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numeración: un problema didáctico”, en Parra, Cecilia y Saiz, Irma. (comps.), Didáctica
de las matemáticas. Aportes y reflexiones, Buenos Aires: Paidós, pp. 96-183.
Lerner, Delia; Stella, Paula y Torres, Mirta (2009). Formación docente en lectura y
escritura. Recorridos didácticos. Buenos Aires: Paidós.
Molinari, María Claudia (2009). “La intervención docente en la alfabetización inicial”,
en: Castedo, Mirta; Siro, Ana y Molinari María Claudia, Enseñar y aprender a leer.
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Publicaciones Educativas y Material Didáctico, pp.63-74-
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Panizza, Mabel (comp.) (2009). Enseñar matemática en el nivel inicial y el primer ciclo
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parciales a la complejidad del sistema de numeración: avances de un estudio acerca
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21
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enseñar la lengua escrita en el aula, México: SM Ediciones, pp. 197-226.
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AA.VV. (2012). La alfabetización inicial en las escuelas de nuestra zona – proyecto de
Extensión del “Equipo de Investigación en Alfabetización Inicial”
AA.VV. (2013a). La alfabetización inicial en las escuelas de nuestra zona. Ciclo de
formación continua– proyecto de extensión y acompañamiento a escuelas del “Equipo
de Investigación en Alfabetización Inicial”
AA.VV. (2013b). Una experiencia de alfabetización en primer grado– proyecto de
“Residencia I” y “Alfabetización Inicial: Lengua escrita y sistema de numeración”
(P.E.P.)
Sobre los autores
Rubén López. Nacido en Merlo, Provincia de Buenos Aires, reside en Cutral-Có desde el año 1995.
Estudiante de Ciencias de la Educación, Promotor Socio-cultural, Profesor de Educación Primaria,
Profesor de Matemática, Física y Cosmografía. Trabajó 10 años en nivel primario y en nivel medio.
Profesor de “Práctica de la Enseñanza” en el Profesorado de Matemática del I.S.F.D. Nº 14 (Cutral-Có) y
en la Universidad Tecnológica Nacional (Plaza Huincul). Desde hace 6 años trabaja en formación docente
para el nivel primario e inicial en las cátedras “Didáctica de la Matemática I”, “Alfabetización Inicial:
lengua escrita y sistema de numeración” y como “Coordinador del Profesorado de Primaria” en el I.F.D.
Nº 1. ([email protected])
Ramiro Puertas. Nació en Cutral-Có y estudió en la Universidad Nacional de Cuyo, Mendoza. Profesor en
Lengua y Literatura, Licenciado en Letras y Diplomado en Lectura, Escritura y Educación. Actualmente
cursa la Maestría en Escritura y Alfabetización de la Universidad Nacional de La Plata, becado por la
“Fundación Lúminis”. Trabajó en nivel medio y en el Profesorado de Lengua y Literatura del I.S.F.D. Nº
14 (Cutral-Có). Desde el año 2007 trabaja en formación docente para el nivel primario e inicial en las
cátedras de “Alfabetización Inicial: lengua escrita y sistema de numeración”, “Lengua oral y
alfabetización para la educación inicial” y como “Coordinador del Profesorado de Educación Inicial” en el
I.F.D. Nº 1. ([email protected])
Agradecimientos
A nuestros compañeros del Equipo de Investigación en Alfabetización Inicial (I.F.D. Nº 1, Cutral-Có). A las maestras que participan del Ciclo de formación continua. A la Fundación Lúminis. A los niños y niñas que siempre nos enseñan algo nuevo…