Capítulo 5: El mar kuna. Etnoecología y usos de los recursos marinos

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197 CAPÍTULO 5: EL MAR KUNA, ETNOECOLOGÍA Y USO DE LOS RECURSOS MARINOS En los últimos años, las reivindicaciones territoriales del pueblo kuna se han centrado en la demarcación de sus tierras y en los derechos de explotación de los recursos forestales. Las tierras se han convertido en el tema central de los debates sobre los derechos tanto colectivos como territoriales. Sin embargo, durante las primeras décadas del siglo XX, algunos de los conflictos territoriales más violentos entre los kunas y sus vecinos de la costa de Colón tuvieron mucho que ver con la explotación de los recursos marinos de la región. Las capturas de tortugas carey o los derechos de pesca fueron, y continúan siendo, preocupaciones constantes para los habitantes de Kuna Yala. Para abordar la relación material de los kunas con el mar es importante volver a examinar esta paradoja. En el anterior capítulo, he empezado a esclarecer por qué la tierra firme es tan importante para los habitantes de las minúsculas islas de Kuna Yala. He constatado que la tierra firme es el lugar donde se desarrollan la mayoría de las actividades de subsistencia (agricultura, cacería y recolección) y que las parcelas agrícolas constituyen la realidad física que los kunas transmiten a sus descendientes. La tierra firme representa el pasado y el presente de los mortales: es el lugar de donde vienen sus antepasados y el lugar al que volverán cuando mueran. Que la tierra firme sea importante para la vida de los kunas es un hecho indiscutible. Sin embargo, después de trabajar la tierra, obtener productos agrícolas, leña, agua, ir al cementerio y lavar la ropa en el río, el mar es la realidad que día y noche rodea a los pobladores de las islas de Kuna Yala. A través de él, se desplazan de comunidad en comunidad. En él pescan, se sumergen en busca de langostas, admiran las crecidas del río, contemplan los delfines saltar y perciben sirenas y diablos. En la mesa, el pescado acompaña a los productos del campo, aportando el 80% de las proteínas animales a la dieta kuna 1 . Se trata de un ingrediente de vital importancia para los kunas. Entonces, si los recursos marinos son tan importantes en la vida cotidiana de los kunas, ¿por qué la antropología no ha investigado la relación material y simbólica que mantiene este pueblo con el mar? 1 Ventocilla et al., 1995.

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CAPÍTULO 5: EL MAR KUNA, ETNOECOLOGÍA Y USO DE

LOS RECURSOS MARINOS

En los últimos años, las reivindicaciones territoriales del pueblo kuna se han

centrado en la demarcación de sus tierras y en los derechos de explotación de los

recursos forestales. Las tierras se han convertido en el tema central de los debates

sobre los derechos tanto colectivos como territoriales. Sin embargo, durante las

primeras décadas del siglo XX, algunos de los conflictos territoriales más violentos

entre los kunas y sus vecinos de la costa de Colón tuvieron mucho que ver con la

explotación de los recursos marinos de la región. Las capturas de tortugas carey o

los derechos de pesca fueron, y continúan siendo, preocupaciones constantes para

los habitantes de Kuna Yala. Para abordar la relación material de los kunas con el

mar es importante volver a examinar esta paradoja.

En el anterior capítulo, he empezado a esclarecer por qué la tierra firme es

tan importante para los habitantes de las minúsculas islas de Kuna Yala. He

constatado que la tierra firme es el lugar donde se desarrollan la mayoría de las

actividades de subsistencia (agricultura, cacería y recolección) y que las parcelas

agrícolas constituyen la realidad física que los kunas transmiten a sus

descendientes. La tierra firme representa el pasado y el presente de los mortales:

es el lugar de donde vienen sus antepasados y el lugar al que volverán cuando

mueran.

Que la tierra firme sea importante para la vida de los kunas es un hecho

indiscutible. Sin embargo, después de trabajar la tierra, obtener productos

agrícolas, leña, agua, ir al cementerio y lavar la ropa en el río, el mar es la

realidad que día y noche rodea a los pobladores de las islas de Kuna Yala. A

través de él, se desplazan de comunidad en comunidad. En él pescan, se sumergen

en busca de langostas, admiran las crecidas del río, contemplan los delfines saltar

y perciben sirenas y diablos. En la mesa, el pescado acompaña a los productos

del campo, aportando el 80% de las proteínas animales a la dieta kuna1. Se

trata de un ingrediente de vital importancia para los kunas. Entonces, si los

recursos marinos son tan importantes en la vida cotidiana de los kunas, ¿por qué la

antropología no ha investigado la relación material y simbólica que mantiene este

pueblo con el mar?

1 Ventocilla et al., 1995.

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Aunque las monografías y artículos sobre los kunas se cuenten por

centenares, bastan los dedos de una mano para sumar los que estudian el uso de

los recursos marinos. En los últimos veinte años, sólo los trabajos de Hasbrouck

(1985); Charnley y de León (1986); Sandner (1998); y Ventocilla, Herrera y

Núñez (1995) contemplan esta problemática. Los tres primeros abordaron la

relación con el mar de forma parcial, centrándose en el estudio de la pesca sin

prestar mucha atención a las representaciones simbólicas kunas del mar. El libro de

Ventocilla, Herrera y Núñez -el único que ha sido publicado- sólo consagró un

capítulo a la sobreexplotación de algunos recursos marinos, concretamente de la

langosta.

El mar está ausente en la inmensa mayoría de las etnografías de

investigadores foráneos y locales. Dos aspectos pueden haber determinado este

olvido por parte de los estudiosos. Primero, a simple vista los mismos kunas

acostumbran a mostrar poco interés por el mar. Ante los investigadores suelen

repetir que sus antepasados migraron del continente a las islas por la presión

ejercida por los españoles y las enfermedades, que la madre tierra es vital para

su supervivencia y que el pueblo kuna siempre ha luchado por su tierra. Además,

el/a investigador/a que se interese por el mar pronto se dará cuenta que los

isleños no admiran la belleza de las hermosas playas de las numerosas islas

deshabitadas, y que no muestran un gran entusiasmo por sumergirse en esas aguas

calientes, saladas, y pobladas de peligros. Segundo, si al cabo de unas semanas

al paciente investigador/a todavía le queda alguna duda de lo/a equivocado/a

que estaba al decidirse por estudiar el mar kuna, sólo le falta tropezar con unas

últimas dificultades técnicas: la increíble variedad de los recursos marinos y la

necesidad de contar con un marinero experto que disponga de un cayuco

suficientemente grande y que esté dispuesto a ir de pesca con un/a extranjero/a

inexperto/a. Además, la invisibilidad de los recursos marinos complica la

identificación de las especies y el tamaño de los cayucos dificulta la práctica de la

observación participante. Por lo tanto, estudiar la relación material y simbólica

que los kunas establecen con el mar no es tarea fácil.

Pero que no sea sencillo, no quiere decir que documentar el uso y la

percepción de los recursos marinos sea imposible. A veces incluso es más sencillo

encontrar a alguien dispuesto a hablar del mar que de la tierra. Recuerdo que

cuando llegué a Gardi, pregunté a los ancianos quién podría ayudarme a

entender el mundo de los peces. Tanto el saila Valdés como los otros viejos de la

isla siempre me contestaron que cualquiera podía hablarme de los peces. Según

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mis informantes no era necesario ir a ver a ningún especialista. A diferencia de los

árboles o las plantas medicinales, todo el mundo sabía de peces en Gardi, no

hacía falta que me recomendaran a alguien en especial. Estas respuestas me

sorprendieron. Por un lado, me dieron la sensación que los peces y los recursos

marinos en general eran tan próximos y necesarios que todo el mundo tenía que

saber reconocerlos y tratarlos pero, por el otro, me hicieron pensar que eran

conocimientos tan banales que no se cotizaban en el mercado de los saberes

tradicionales. Con el tiempo, he llegado a la conclusión que las respuestas de los

viejos a mis preguntas de recién llegada resumen a la perfección la visión y la

actidud kuna ante el mar y sus recursos. Se trata de un espacio cotidiano, bien

conocido, con límites difusos, que es fuente de alimento, diversión y riqueza. Un

espacio que forma parte del territorio de Kuna Yala pero que, a diferencia de la

tierra, no ha sido amenazado por colonos, ni objeto de proyectos de desarrollo

sostenible, ni, por lo tanto, motivo de preocupación para los mediadores culturales.

Las razones que han favorecido la invisibilidad del mar en las demandas

territoriales kunas serán examinadas en los últimos tres capítulos de esta tesis.

Antes de abordar estos aspectos, creo necesario servirme de la etnoictiología2 y

explorar mis datos etnográficos para observar cómo los kunas conceptualizan,

clasifican y usan los recursos marinos. El objetivo de este capítulo es mostrar la

importancia del mar y sus recursos en la vida cotidiana de los kunas a pesar de su

ausencia en las reivindicaciones territoriales, en los proyectos de desarrollo

sostenible y en los programas de conservación de la biodiversidad. Para ello,

abordaré varios aspectos: la geografía y el marco físico; las etno-clasificaciones

de las especies marinas y la relación material que los kunas mantienen con el mar

(la pesca y los otros usos de los recursos marinos).

5.1. El marco físico: la costa y el mar

5.1.1. Límites

Según la Ley 16 de 1953 y la Ley Fundamental de la Comarca de Kuna

Yala de 1995, el mar domina una gran porción de la geografía kuna:

Ley 16 del 19 de febrero de 1953:

“Articulo 1: La Comarca de San Blas, creada por la Ley Segunda de 16 de

septiembre de 1938, comprende la porción continental e insular del territorio

2 En este capítulo me referiré a los peces y otros animales acuáticos que viven en el mar. No mencionaré a los peces del río para no desviarme de mis intereses: la relación material con el mar.

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nacional que se extiende a lo largo de la costa del Atlántico, dentro de los linderos

siguientes: por el Norte, el Mar de las Antillas, desde el Cabo tiburón (77:35’’) hasta

un punto de Playa colorada al Oeste de la Punta de San Blas (78:35’’); por el este

de la República de Colombia por medio de una línea que partiendo del Cabo Tiburón

termina en el Cerro Gandi, tocando las cabeceras del río de la Miel; por el Oeste, el

Distrito de Santa Isabel, de la Provincia de Colón, desde el punto indicado en la

Playa Colorada, en línea recta al Sur, hasta encontrar las aguas del Río Mandinga; y

por el Sur, la Cordillera de San Blas, el Distrito de Chepo de la Provincia de Panamá

y Pinogana de la Provincia de El Darién hasta Cerro Gandi.

Parágrafo 1: Quedan incluidos dentro de los límites descritos las Islas de Oro,

San Agustín y Pinos; los Islotes de Pájaros, Puyadas y Arévalos; los Cayos de Arenas,

Mosquitos, Limones, Piedras, Ratón y La Concepción; el Archipiélago de las Mulatas,

con todas sus islas e islotes y las demás islas, islotes, arrecifes y cayos comprendidos

en el litoral, así como la porción del Corregimiento de Armila”

Y en el Artículo 2 del capítulo 1 de la Ley Fundamental de la Comarca de

Kuna Yala de 1995 consta que:

“ La Comarca Kuna Yala comprende la porción continental e insular, incluyendo

todas las islas, islotes, cayos y arrecifes del territorio nacional, que se extiende a lo

largo de la costa atlántica dentro de los siguientes límites:

a. Por el norte, el Mar Caribe desde Gugimur (Cabo Tiburón)

hasta el sitio denominado Ursudoge (Caletones) cerca de Playa colorada, al

oeste de la Punta de Kuna Yala (San blas).

b. Por el este, la República de Colombia por medio de una línea

que, partiendo de Guigimur (Cabo Tiburón), termina en Cerro Gandi,

tocando las cabeceras de Acha-gandi (Río de la Miel)

c. Por el oeste, el distrito de Santa Isabel, de la provincia de Colón,

desde el sitio denominado Ursudoge (Caletones) con coordenadas de 79º 05’

55” y 9º 33’ 24”, desde ahí sigue en línea imaginaria recta al sudoeste,

hasta encontrar el nacimiento del Río Mandinga en Diamma Yala (Cerro

Brewster).

d. Por el sur, el distrito de Chepo, desde la cima de Diamma

Yala (Cerro Brewster), continúa en dirección este, siguiendo la línea divisoria

continental hasta el punto donde la serranía de Cañazas se une a la cordillera

de Kuna Yala (San Blas); y el distrito de Pinogana de la provincia del Darién,

desde la unión de la serranía de Cañazas con la cordillera de Kuna Yala (San

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Blas), continúa hacia el sudeste por esta última cordillera hasta la cima de

Cerro Gandi en los límites con la República de Colombia”

Cuarenta y dos años separan estas dos leyes pero, en los dos casos, los

límites del territorio marino kuna son vagos e imprecisos. No se habla ni de

coordenadas exactas ni de un número determinado de millas desde la costa. Los

únicos puntos exactos que citan se refieren a la tierra firme. La indefinición de las

fronteras marinas en Kuna Yala no es un hecho excepcional. La Republica de

Panamá cuenta con una línea costera de 2998,3 km (1700,6 km en el litoral

pacifico; 1287,7 km en el Caribe)3. Pero, a pesar de que la Convención de las

Naciones Unidas sobre el derecho al mar de 19824 reconoce a los estados

costeros el derecho a ejercer jurisdicciones exclusivas hasta 200 millas de la costa,

los límites marinos panameños, como muchos otros, no han sido nunca bien

establecidos5. Por eso no es de extrañar que tampoco quede claro donde

empieza y donde acaba la soberanía kuna sobre el mar.

5.1.2. Características físicas de la costa

Teniendo en cuenta que no se conocen los límites políticos de la porción

marina de la comarca, es mejor describir la costa a partir de sus características

físicas. De esta manera, se puede observar claramente que la franja costera se

extiende sobre una plataforma continental mas bien angosta, de entre 8 y 17

kilómetros de ancho6 que se puede dividir en dos zonas:

En el extremo oeste, el sector comprendido entre la Punta de San Blas

y hasta los Cayos Cabeza, que incluye el golfo de San Blas y el archipiélago de

las Mulatas, dominan aguas poco profundas, protegidas por la Punta de San Blas

y por una línea de algas paralela a la costa7. La costa es accidentada e

irregular. Se encuentran numerosas islas que se extienden mar afuera, hacia el

borde de la plataforma continental. Entre ellas existen canales amplios y

profundos que permiten la entrada de grandes embarcaciones y un buen

intercambio de agua entre el golfo y el mar abierto8. Los corales forman extensos

3 www.ari.gob.pa 4 www.un.org/Depts/los/convention_agreements/texts/unclos/convemar:es.pdf (última consulta 10-4-2007). 5 Cf. Labrecque (2004) A nivel mundial, las fronteras marítimas, recientes y numerosas, son virtuales en el 60% de los casos. 6 Ventocilla, 1995: 48. 7 Glynn, 1972, 1973; Porter and Porter, 1973, Stier, op.cit. 33-36. 8 Ventocilla et al., op.cit.: 48.

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arrecifes y los peces son abundantes. Dejando de lado la descripción meramente

física, Porter y Porter señalan que en este sector el uso de corales para rellenar y

agrandar las islas es el factor más perjudical para los fondos marinos y las

poblaciones de peces9.

A partir de Niatupu, entre Cayos Cabeza y Bahía Carreto, la

orografía del mar es diferente. La plataforma continental es más estrecha y

además cae a poca distancia (de 20 a 24 metros) a 200 metros o más de

profundidad. A 14 y 17 kilómetros de la costa ya se pueden encontrar fosas de

1000 a 1200 metros de profundidad. Entre Bahía Carreto y Cabo Tiburón, se

encuentra una zona de plataforma continental amplia y poco profunda, patrón

que se mantiene hacia el este de Colombia10. Los corales no forman verdaderos

arrecifes, pero crecen en la roca volcánica y por ello las poblaciones de peces son

reducidas11. Por consiguiente, la pesca es poco importante en este sector.

Es impossible describir los ecosistemas marinos en los mismos términos que los

forestales. A diferencia del bosque, el mar es inmenso, profundo, continuo, está en

movimiento y dominado por olas y mareas, por lo que es difícil aplicar la noción

de ecosistema. Kuna Yala presenta una variedad tan amplia de biotopos -mar

abierto, arrecifes coralinos, islas, manglares, playas arenosas y rocosas- que es

preferible razonar en términos de continuum, es decir, teniendo en cuenta que los

diferentes factores del medio varían independientemente12. Desde esta

perspectiva, después de referirme a los efectos del clima sobre el medio, voy a

describir los ecosistemas marinos dividiendólos en dos grandes grupos: islas y

costas.

5.1.3. Climatología

En relación a los efectos del clima sobre los ecosistemas marinos, durante la

estación lluviosa, los vientos ligeros y variables, las corrientes moderadas y las

lluvias periódicas intensas pueden provocar una crecida considerable de los ríos

(escorrentía) hacia los arrecifes cercanos a la costa. La temperatura promedio del

aire (28ª C), humedad (87%), temperatura del agua (promedio 28º C, variando

entre 26-32º C) y salinidad (33-35%) son características de la zona caribeña13.

9 Porter y Porter, 1973. 10 Ventocilla et al., op. cit.: 49. 11 Stier, 33-36. 12 Callignon, 1991: 11. 13 Cf. Clifton, Kim y Wulff, 1996.

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Hasta una profundidad de 50 metros, la temperatura no baja de los 25º C14. Las

mareas son bajas, apenas 33 centímetros, con un máximo de 55 centímetros15. No

hay corrientes cerca de la costa y fuera de la plataforma continental, éstas se

mueven de oeste a este16. Los intensos chubascos locales acompañados de vientos

de hasta 120 kilómetros, golpean intermitentemente la costa noreste durante la

estación lluviosa, pero sin aparentemente dañar los arrecifes.

La estación seca se caracteriza por los vientos del norte (30-40 km/h) que

pueden producir fuertes oleajes, corrientes y aguas turbias en todos los arrecifes,

excepto en los más protegidos por el sotavento. La radiación solar es

generalmente mayor durante este período y por esta razón el agua también

tiende a ser más salada17.

5.1.4. Islas

En Kuna Yala hay 371 islas de origen coralino, pero sólo unas 40 están

habitadas. La gran mayoría están ubicadas a menos de cinco kilómetros de la

costa, con la excepción de las islas de Kaimao (Maoki o Cayos Holandeses) que se

encuentran a unos 15 kilómetros de la tierra firme18. Algunas comunidades isleñas

están tan cerca del continente que han construido puentes para ahorrarse los

viajes en cayucos. Las islas tienen una altura de uno a dos metros sobre el nivel del

mar. Varían en tamaño, pero la mayoría no supera las 10 hectáreas, por lo que

pueden ser consideradas islotes.

Las islas son la residencia principal de los kunas, pero podrían dejar de serlo

durante los próximos años. Las previsiones más pesimistas de algunos expertos

señalan que el aumento del nivel del mar debido al cambio climático podría 19

inundar muchas tierras bajas de Panamá, dañando zonas de cultivo en la costa y

14 Glynn 1972; Ventocilla et al. 1995. 15 Glynn, 1973. 16 Ventocilla, 1995: 48; Según Guzmán y Jiménez (1992) predomina una corriente marítima de oeste a este durante todo el año. 17 Cubit et al. 1989. 18 Ventocilla, 1995. 19 El promedio mundial del nivel del mar aumentó entre 10 y 25 centímetros en los últimos 100 años: es posible que este aumento esté relacionado en gran medida al incremento entre 0,3 y 0,6º C de la temperatura promedio global de la atmósfera inferior desde 1860. Actualmente los diferentes modelos predicen que el nivel del mar aumentará entre 15 y 95 centímetros para el año 2100. Esto ocurrirá a causa de la expansión térmica del agua de los océanos y la afluencia de agua dulce proveniente del descongelamiento de los glaciares y el hielo. La velocidad, magnitud y dirección del cambio en el nivel del mar presentará variaciones locales y regionales en respuesta a las características de la franja costera, cambios en las corrientes oceánicas y diferencias tanto en los regímenes de mareas como en la densidad del agua oceánica. El aumento previsto es de dos a cinco veces más rápido en comparación al experimentado en los pasados 100 años. Cf. PNUD, 2002: 135.

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desplazando a centenares de personas de las comunidades costeras y de las

pequeñas islas de la comarca20. Otros investigadores apuntan que los islotes

también corren el riesgo de desaparecer o transformarse por los efectos

devastadores que podría tener un maremoto. Ya en 1882 una ola gigantesca

asoló la costa atlántica de Panamá. Esta catástrofe sigue viva en la mente de los

kunas. Muchos temen la llegada de otra ola destructura en los próximos años.

A rasgos generales, los ecosistemas de las islas de Kuna Yala, al ser

próximas al continente y de talla reducida, presentan características muy

parecidas a las descritas en el capítulo anterior para el ecosistema forestal de las

tierras bajas. Debido a que la mayoría de las islas están formadas por arenas

coralinas, no abunda la vegetación alta. Domina el monte bajo con palmeras,

cocales y algunos manglares. Una excepción es la isla Duppak, en la parte

oriental de la comarca. Es la más grande de la región y la única que cuenta con

montañas, ríos y bosques frondosos.

Muchas de las islas no habitadas permanentemente son plantaciones de

cocos (Cocos nucifera). A diferencia de los nainus del continente, los cocales isleños

son monocultivos. En este caso, no se puede hablar de una reproducción del

bosque tropical porque se elimina la diversidad de especies vegetales21. Al ser el

coco un producto de exportación, es explotado de una forma más intensiva. En

resumen, en Kuna Yala coexisten monocultivos (en las islas) y policultivos (en la

tierra firme).

5.1.5. Costas

Las costas se caracterizan por playas arenosas, arrecifes costeños y

manglares. Las especies vegetales asociadas con estos últimos son Rhizophora

mangle, Avicennia spec, Laguncularia racemosa, Conocarpus erectus y Pelliciera

rhizophorae22. Todas estas especies son cortadas para extraer leña, dejar espacio

para las actividades agrícolas y facilitar el tránsito de cayucos en pasos estrechos.

20 PNUD, 2002: 135. 21 Como señaló Beckerman en sus críticas a los trabajos de Geertz sobre la agricultura de roza y quema, cuando los agricultores dedican más tiempo a un determinado cultivo, se pierde la diversidad inicial. Beckerman critica el modelo de Geertz (1963) mostrando que en América del Sur, estas prácticas también toman la forma de monocultivos. Beckerman propone un modelo de análisis basado en la relación entre tiempo invertido en el trabajo agrícola y el grado de inter-cultivos. (Cf. Beckerman, 1983). 22 Elkipler Martínez comunicación en Jornadas sobre los recursos naturales de Kuna Yala, Panamá, 29-8-2004.

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En Kuna Yala, los sustratos del nivel infra-litoral están constituidos por

arrecifes de coral23. Según observaciones de los biólogos marinos del STRI,24 la

cantidad de especies coralinas25 es de las mayores de todo el Caribe26. Pero,

aunque los arrecifes abunden en toda la franja costera, en la parte oriental de la

Comarca, cerca del límite con Colombia, el crecimiento de los corales es reducido

porque no hay defensas contra el oleaje27. Para los kunas, conocer la localización

de todos estos arrecifes es de suma importancia para navegar, defender las islas

del oleaje y pescar (sobre todo en la parte occidental de la región).

Muchos arrecifes mantienen diversas comunidades de corales, peces y otras

criaturas. Se observan 57 arrecifes de corales escleractínios y cuatro especies de

hidrocorales28. En algunos casos, pueden llegar a alcanzar entre 50 y 100 metros

23 El término “coral” es utilizado para designar los Scleractini (Madreporaries) constructores. Los arrecifes de coral constituyen la segunda biocenosa más grande del mundo a base de calcáreas biogenas. La presencia de una actividad constructora es vital para estas Madreporaires y para ello necesitan unas condiciones ambientales favorables: temperatura media anual elevada (alrededor de 28ºC) sin cambios estacionales, aportaciones reducidas de tierra o sedimentos, aguas limpias y relativamente agitadas. 24 Existen tres volúmenes que compilan las publicaciones resultantes de las investigaciones científicas de STRI en Kuna Yala cf. STRI, 1987, 1991. Las primeras investigaciones de STRI en Kuna Yala tuvieron lugar el año 1970. En 1987, más de 130 artículos basados en investigaciones en Kuna Yala habían sido publicados en la literatura científica. Científicos de todas partes del mundo vinieron a Kuna Yala para aprovechar las extraordinarias oportunidades de investigación que ofrecían los recursos naturales y las instalaciones del STRI en la comarca. Los 71 artículos que integran el tercer volumen (1991) son una buena muestra del aumento que experimentaron las investigaciones en el campo de la biología marina en Kuna Yala. En 1997, en un pleno del Congreso General Kuna, el STRI fue expulsado de la comarca. En los años que siguieron a este incidente, sólo algunos científicos de STRI tuvieron acceso al área ocasionalmente. 25 Según Clifton, Kim y Wulff (1996), el coral pilar, Dendrogyra cylindurs, un constructor conspícuo de arrecifes en el Caribe, está ausente. En regiones de sotavento, las zonas arrecifales poco profundas (de menos de 10 metros) están dominadas por especies de Acropora, Agaricia, Porites y Millepora, con corales masivos ocasionales como los Colpohyllia natans, Montastraea annularis y Diploria spp. Especies más pequeñas también son comunes como Favia fragum, Isophyllia rigida, Manicina areolata y Siderastrea siderea. Los arrecifes expuestos al oleaje poseen una menor rugosidad y están generalmente dominados por el alga coralina incrustante Porolithon pachydermum, de por si un constructor de arrecifes importante. Los arrecifes más profundos, entre 10 y 25 metros, generalmente presentan grandes colonias de Montastraea faveolata, M. Franksi y M. Cavernosa, así como también numerosos corales “cerebro” y corales más pequeños como por ejemplo: Mycetophyllia lamarckiana, Mussa angulosa y Scolymia spp. Una cobertura extensa de Agaricia tenuifolia se encuentra en algunos arrecifes profundos de sotavento. Eusmillia fastigiata, Madracis mirabilis y Porites astreoides se encuentran en varias profundidades. El crecimiento arrecifal en San Blas raramente se extiende por debajo de 20-30 metros (debido probablemente a la baja calidad de las aguas costeras), dando oportunidad a la expansión de sedimentos calcáreos (generalmente derivados de algas como Halimeda spp.), barro y lodo rico en material orgánico. Los gorgonios (subclase Octocorallia) también son abundantes en San Blas, particularmente los géneros Plexaura y Pseudoplexaura. Plexaura kuna es particularmente común en los arrecifes del oeste en San Blas. Al igual que sucede con los corales duros, la turbidez del agua limita la distribución vertical de los gorgonios. Casi todos los gorgonios se encuentran a profundidades menores de 20 metros. En los arrecifes alejados a la costa, donde las aguas son más claras, la composición de especies es más extensa y la distribución vertical es comparable a otras localidades del Caribe. 26 Ventocilla et al. 1995: 48. 27 Ross, 1976 en Stier 1979. 28 Holst y Guzmán, 1993.

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de ancho29. Entre los arrecifes se encuentran vastas áreas arenosas, donde

algunos corales crecen hasta los 50 metros de profundidad30.

Las esponjas son otro grupo prominente en muchos arrecifes de la comarca.

Aunque están relativamente poco exploradas, la fauna de esponjas de San Blas

parece ser extremamente rica y es probable que muchas de las 640 especies

reportadas para el Caribe31 se hallan en la región32.

Las algas prosperan en muchos arrecifes de San Blas33. La cobertura de

macroalgas34 en San Blas se ha duplicado prácticamente desde mediados de los

años ochenta y en la actualidad supera el 60% en muchos arrecifes de la

región35. Durante este período, géneros como Lobophora, Dictyota, Halimeda y

Caulerpa han cubierto muchos corales pequeños y han llegado a dominar

ocasionalmente grandes áreas36.

Se desconoce cómo el enriquecimiento con nutrientes provenientes del

drenaje de los ríos y la mortalidad de Diadema han contribuido a esta abundancia

de algas. Como en todo el Caribe, la mortalidad masiva sin precedentes (95% de

la población)37 que en 1983 sufrió el erizo de mar de espinas negras (Diadema

mexicanum) se conviritió en uno de los eventos ecológicos más notables de las

últimas décadas. A pesar de ser poco abundante en la región, uno de los efectos

de su ausencia podría ser la proliferación de algas38. Además de la mortalidad

de este erizo, dos episodios de blanqueamiento39 de gran magnitud también han

29 Glynn, 1973. 30 Porter, 1972. 31 Van Soest, 1994. 32 Cf. Clifton, Kim y Wulff , 1996. 33 En la parte occidental de la Comarca se formó una marcada loma de algas, con una anchura promedio de 15 metros. Esta loma, en los años 1980, cubría gran parte de la costa norte de los cayos Maoki (Cayos Holandeses) en la parte occidental de la comarca y la zona de Tikantikki. Cf. Stier, 1979; Glynn, 1973. 34 El fuerte oleaje que se produce cuando los vientos alisios soplan fuerte hace imposible el crecimiento de corales, permitiendo solamente el poblamento con algas calcáreas y vermitidas. Cf. Schuhmacher, 1976. 35 Shulman y Robertson, 1996. 36 Clifton, Kim y Wulff, 1996. 37 Lessios et. Al. 1984. 38 Robertson, 1991. 39 Durante los últimos 20 años se ha presentado en todos los mares tropicales del planeta un fenómeno conocido como blanqueamiento de coral. Este fenómeno se caracteriza por una pérdida de coloración de los corales. En condiciones normales, las algas simbiontes tienen densidades que varían entre uno y diez millones de células por centímetro cuadrado de coral pero, con el blanqueamiento, se reduce el número de algas simbiontes, de modo que es posible observar el esqueleto blanco de los corales a través de sus tejidos transparentes. Desde un punto de vista biológico, el blanqueamiento de coral es la ruptura de la relación simbiótica entre los dinoflagelados y sus hospederos. Aunque el blanqueamiento de coral puede ser iniciado cuando los corales son expuestos a condiciones ambientales extremas de temperatura, salinidad y radiación solar, el blanqueamiento presentado a escala global durante los últimos años está relacionado con temperaturas superficiales del agua anómalamente altas.

207

azotado la región (1983 y 1995), afectando especies a profundidades mayores

de 20 metros. Mientras que el evento de 1983 mató a muchos corales,

particularmente Agaricia spp. y Montastraea annularis40, el blanqueamiento de

1995 no fue letal en términos generales41.

El arrecife coralino, así como el bosque tropical que domina la porción

continental del territorio kuna, es un conjunto muy productivo. Pero en comparación

con la producción primaria, los peces son relativamente poco numerosos. En su

conjunto, la fauna de los arrecifes puede alimentar una pesca artesanal de

subsistencia. Sin embargo, no tolera una explotación intensiva a gran escala42. Por

esta razón, la producción secundaria marina utilizable por el hombre es a menudo

sobre-explotada43.

Muchos de los peces de gran tamaño, ausentes en otras regiones del Caribe

a causa de la sobrepesca, se pueden observar a menudo en San Blas44. Sin

embargo, en las últimas décadas muchos lugares de pesca, explotados generación

tras generación, han dejado de ser productivos. Los ancianos recuerdan tiempos en

los que no hacía falta ir tan lejos como hoy en día para encontrar langostas o

bancos de peces. Alrededor de las islas había todo lo que necesitaban. La

disminución de algunas especies se debe al declive de la población de corales, un

fenómeno bien documentado por los biólogos45. Guzmán ha calculado que los

fondos marinos de Kuna Yala han pasado de una cobertura coralina del 60% en

1970, al 13% en el año 200046. Si bien todavía no se ha valorado el impacto

que han podido tener las prácticas kunas sobre el medio marino47, los biológos

creen que los desechos domésticos que vierten al mar y la extracción de corales

para rellenar las islas son las principales causas de degradación de los arrecifes

coralinos de la región. Los kunas, como todo grupo humano, intervienen sobre el

medio restándole recursos (depredación) y modificándolo (manejo y

contaminación)48.

40 Lasker et al. 1984. 41 Clifton, Kim y Wulff, 1996. 42 Collignon, 1991: 184-186. 43 Duvigneaud, 1978. 44 Clifton, Kim y Wulff, 1996. 45 Lasker et al. 1984, Shulman & Robertson 1996, Sandner 1998, Abelló y Díaz 2001 y 2003, Guzmán et al. 2003. 46 Guzmán et al. op. cit. : 1398. 47 Guzmán et al. op.cit. : 1397. 48 Collignon, op cit.: 15-16.

208

5.2. Etnoictiología kuna

La revalorización de los conocimientos tradicionales sobre el medio ambiente

de los pueblos indígenas ha dado lugar a un sinfín de discursos políticos sobre la

necesidad de recuperar su pensamiento tradicional y sus saberes propios acerca

de su medio ambiente. Sin embargo, ni los biólogos del STRI ni los kunas han hecho

un gran esfuerzo por documentar las clasificaciones etnobiológicas49 kunas de los

recursos marinos. Incluso entre los profesionales indígenas implicados en los

proyectos de desarrollo sostenible y conservación de la biodiversidad todavía

persiste la idea de que los conocimientos populares sobre el medio ambiente son

erróneos y no poseen ningún valor para los fines del desarrollo sostenible. Lo

cierto es que las ONG integradas por intelectuales y profesionales kunas lanzan

más programas de educación ambiental que de estudio de los conocimientos

tradicionales. Parecen mucho más interesadas en cambiar los hábitos locales que

en documentar su pervivencia. Las acciones de estos nuevos sectores van dirigidas

a solucionar los problemas detectados por agentes externos. Los mediadores

culturales, profesionales kunas en su gran mayoría, transforman la realidad social,

pero no se dedican a entender como los comuneros conceptualizan las relaciones

con el medio ambiente y menos aún con el mar. En definitiva, ni valoran ni están

interesados en la etnoictiología kuna.

A pesar de que los recursos marinos no han recibido la atención que

merecían por parte de los agentes que median con el Estado y las agencias de

cooperación internacional, en Kuna Yala la relación con el mar, tanto material

como simbólica, es un elemento constitutivo del mundo kuna. Muchas de las

relaciones entre humanos y no humanos se dan en este espacio. Los kunas conocen

muy bien las especies que habitan las aguas de la región y no son extraños a

ellas. De hecho, los recursos marinos son tan importantes en la vida de los

habitantes de las islas que merece la pena analizar cómo los conceptualizan. Para

ello voy a servirme de las teorías desarrolladas por los estudios etnobiológicos.

Los autores que han investigado taxonomías etnobiológicas en lenguas de diversas

partes del mundo coinciden en que lo biológico, lo cultural, lo económico y lo

cognitivo aportan criterios o parámetros sobre los cuales se construyen los sistemas

de clasificación. En resumen, creo que es muy necesario estudiar la representación

49 En el texto, por clasificaciones etnobiológicas entiendo las categorizaciones y nomenclaturas creadas y utilizadas por los kunas para referirse a los seres vivos que les rodean.

209

del mar a través del lenguaje para demostrar la importancia cultural y económica

de este espacio vivido50.

Antes de pasar al análisis etnobiológico de las especies marinas, debo

precisar tres aspectos. En primer lugar, que no se trata de contraponer el

conocimiento tradicional al conocimiento científico occidental. Entre ellos pueden

establecerse tantas similitudes como diferencias. Después de siglos de contactos,

intercambios, comunicación, aprendizaje y transformaciones entre los distintos

sistemas de conocimiento y creencias51 sería ilusorio separar netamente estos dos

universos52. Un ejemplo de la imposibilidad de separarlos lo ofrecen algunos

nombres kunas de peces que tienen origenes occidentales. En este sentido, es

significativa la influencia de la lengua inglesa en algunas denominaciones: yalatela

(Yellow tale) o orwaip (Old wife). En definitiva, soy plenamente consciente de las

limitaciones de un análisis etnoecológico. Si me sirvo de la categoría “etno” lo

hago por motivos metodológicos y para clarificar la exposición, no para separar

dos sistemas de conocimiento a través del lenguaje.

En segundo lugar, debo puntualizar que aunque los datos aquí presentados

pueden conducir al debate sobre la universalidad de algunos principios y criterios

de clasificación folk53 y su eventual correspondencia con las taxonomías científicas,

no pretendo entrar en esta discusión.

Por último, conviene señalar que no veo ninguna incompatibilidad entre el

uso de las categorizaciones prototípicas y un análisis de atributos. En la

categorización por atributos se analizan los componentes, mientras que en la

prototípica se establecen categorizaciones (p.e. taxonomias etnobiológicas)54. A

pesar de que, en el campo de las etnociencias se suele oponer la categoriazación

por atributos a la categorización prototípica, como si el uso de una fuera

incompatible con el uso de la otra, como otros grupos ameríndios, los kunas utilizan

las taxonomias inclusivas de plantas y animales fundadas en la generalización

prototípica de un rasgo distintivo, sin que esto les impida aprehender las plantas y

los animales a partir de un modelo de interioridad del que ellos mismos son el

prototipo. Por lo tanto, se trata de dos análisis distintos pero compatibles.

La perspectiva etnobiológica puede ser útil para entender las bases

morfológicas, ecológicas y etológicas de los criterios etnotaxonómicos y su relación 50 Para una recopilación de los nombres de los seres que poblan el mar kuna, Cf. anexo núm. 8: peces y crustáceos identificados en el sector de Gardi de 1999 al 2004. 51 Lévi-Strauss, 1955; Wallerstein, 1974, 1979; Wolf, 1982. 52 Cf. Agrawal, 1995. 53 Atran, 1990. 54 Descola, 2005: 332-334.

210

con las estrategias de obtención de los recursos. Considero pertinente adoptar

este enfoque porque las investigaciones sobre sistemas alternativos de

conceptualizar, ordenar y clasificar el mundo55 subrayan la importancia de las

taxonomías populares o etnobiológicas para el análisis de las relaciones entre

humanos y no humanos. Relaciones que serán abordadas desde una perspectiva

simbólica en el próximo capítulo y que en el medio marino no parecen haber sido

alteradas por la mediación de las ONG kunas. Precisamente la etnobiología

puede ayudar a demostrar que, aunque el mar y sus recursos no hayan sido

objeto de reivindicaciones políticas o proyectos de desarrollo, son fundamentales

para los kunas.

Tanto la etnobiología56 como la etnoecología57 abordan las interacciones

entre los seres humanos y los componentes vegetales, animales y microbiológicos

de su medio ambiente. La correcta interpretación de las taxonomías elaboradas y

transmitidas oralmente generación tras generación, permite comprender la lógica

que domina las actitudes y prácticas kunas en relación a los recursos.

Existe un gran debate teórico en torno a las clasificaciones etnobiológicas

dominado por dos corrientes de pensamiento. Ambas intentan explicar, de manera

muy diferente, por qué los humanos clasifican a los no-humanos. Por un lado, los

utilitaristas sostienen que los pueblos clasifican las especies animales y vegetales

porque les son útiles58 o porque son peligrosas. Además de ordenar los recursos

medioambientales para usarlos, también los clasifican para poder transmitir los

conocimientos sobre éstos. Por otro lado, los cognitivistas o intelectualistas afirman

que las clasificaciones son puramente intelectuales, generadas por la compulsión

de colocar orden en un mundo caótico59 o por la simple curiosidad60. A parte de

estas dos corrientes, algunos autores han intentado escapar a este debate

55 Frake, 1961; Berlin, Breedlove y Raven, 1973, 1974. 56 La etnobiología puede ser definida como el estudio del conocimiento y de las conceptualizaciones desarrolladas por cualquier sociedad respecto a la biología (Posey, 1987; Diegues, 1998). La etnobiología estudia, entre otras cosas, cómo determinadas sociedades tradicionales o locales clasifican, identifican y denominan a su ambiente (Mourao y Nordi, 2002). 57 La etnoecología constituye un enfoque teórico-metodológico más reciente que la etnobiología. Según Toledo (1992) y Nazarea (1999) la etnoecología es el estudio de los conocimientos, estrategias, actitudes y herramientas que permiten a las diferentes culturas producir y reproducir las condiciones materiales de su existencia social a través de un manejo apropiado de los recursos medioambientales. Es un nuevo enfoque teórico-metodológico para el estudio de las relaciones sociedad-naturaleza que enfatiza el papel de la cognición en el comportamiento humano. Para una definición que incorpora los objetivos de la etnoecología como ciencia, Cf. Marques, 2001: 49. 58 Hunn, 1982. 59 Lévi-Strauss, 1970. 60 Berlin, 1992.

211

argumentando que los seres humanos pueden operar simultáneamente en ambos

sentidos61. Esta es también la posición adoptada en este estudio.

Los estudios etnobiológicos muestran que los seres humanos son capaces de

reconocer un gran número de patrones en la estructura y relaciones con el medio

ambiente. Esta habilidad de reconocer patrones es probablemente innata, dado

que los procesos de clasificación se basan en diferenciaciones que permiten

distinguir una cosa de la otra, y en generalizaciones que permiten la formación de

grupos mayores inclusivos62.

Uno de los estudios pioneros sobre clasificaciones etnobiológicas fue el de

Conklin (1954) sobre los conocimientos etnobotánicos de los Hanunóo de las

Filipinas. Posteriormente, los estudios realizados en las décadas de los sesenta y

setenta, fueron de gran importancia para el desarrollo de la etnobiología63. En los

últimos años, un gran número de investigadores dedicados a los estudios de

sistemas populares de clasificación de su universo biológico, han constatado que

los seres humanos, en diversas partes del mundo, utilizan estrategias similares para

clasificar los seres vivos y organizar los conceptos biológicos64. Esas clasificaciones

se basan a menudo en criterios morfológicos de los organismos a clasificar.

En el seno de la etnobiología surgen diversos subcampos que tratan dominios

concretos del etnoconocimiento (etnozoología, etnobotánica, etc.). La vertiente que

más se adapta a los intereses de este estudio es la etnoictiología65. Fue a través

de los trabajos de Morril (1967) y Anderson (1967) con pescadores artesanales

caribeños y chinos, respectivamente, que fue acuñado por primera vez el término

"etnoictiología". Estos dos autores constataron que los conocimientos adquiridos por

estas comunidades, fruto de una práctica vivencial y de una acumulación de

experiencias, eran ricos en detalles y, muy a menudo, concordantes con las

observaciones científicas. Veinte años más tarde, Posey (1987) definió esta

vertiente de la etnobiología como el estudio de la inserción de los peces en una

determinada cultura. Otros autores la han definido como la rama de la

etnobiología que trata las interacciones e interrelaciones que los grupos humanos

establecen y mantienen con los peces66 o que busca comprender el fenómeno de

61 Clément 1995; Nazarea, 1999; Mourao y Nordi, 2002. 62 Berlin 1992. 63 Lévi-Strauss, 1970; Conklin, 1962; Berlin y Kay, 1969; Berlin, 1972, 1973, 1976; Berlin, et al., 1973, 1974; Bulmer, 1974; Hunn 1977. 64 Hunn, 1982; Hays, 1983; Brown, 1984; Atran, 1998; Berlin, 1992; Ellen, 1993; Clément, 1995. 65 Aunque en principio la etnoictiología sólo comprende las relaciones de los humanos con los peces, voy a servirme de esta categoría para abordar las relaciones que los kunas también establecen con los otros seres que poblan las aguas de Kuna Yala. 66 Silvano y Begossi, 2002.

212

interacción entre los humanos y los peces, englobando tanto aspectos cognitivos

como comportamentales67.

Aunque en algunos lugares de América latina se han llevado a cabo estudios

con un enfoque etnoictiológico,68 en Kuna Yala hasta el día de hoy, no había

habido ningún trabajo dedicado a este tema. El mar y sus recursos no habían sido

objeto ni de investigaciones científicas, ni de políticas de desarrollo sostenible, ni

de demandas territoriales. Por estos motivos decidí investigar los conocimientos

sobre los recursos ictiofaunísticos y las taxonomías folk teniendo en cuenta la

identificación, denominación y clasificación de los peces en Gardi Sugdup

siguiendo el modelo propuesto por Berlin.

Berlin (1972 y 1992) desarrolló una teoría general para los sistemas de

clasificación biológica en las lenguas del mundo que resulta muy útil para el

presente análisis. Este antropólogo constata la existencia de “restricciones”

universales que determinan las representaciones taxonómicas del conocimiento

etnobiológico. Todos los sistemas de etnoclasificación se organizarían en una

estructura taxonómica con no más de seis rangos mutuamente excluyentes. El

diagrama sería el siguiente:

Diagrama 1: Rangos biológicos según Berlin (1992)

REINO (iniciador único) - “folk kigdom” rank animal - ibmar dorgan (cosas vivas)

FORMA DE VIDA (intermedio) - “life form” rank pez - ua

GENÉRICO (rango genérico) - “generic-species” rank pargo - nalu

ESPECÍFICO -“folk-specific” rank pargo rojo - nalu gidnit

VARIEDAD - “folk varietal” rank

Los rangos y los taxa corresponden a diferentes órdenes lógicos, no se

deben confundir. Los rangos biológicos son grupos de segunda clase y representan

diferentes tipos de realidad69. La palabra taxa (sing. taxon) es un concepto

artificial creado mediante la abreviación de taxonomía. Se conoce por taxa una

categoría o grupo como filum, orden, familia, género, especie. Los taxa del mismo

rango tienden a mostrar las características lingüísticas, biológicas y psicológicas

similares.

67 Marques, 2001. 68 Especialmente relevantes son los trabajos realizados con pescadores artesanales en Brasil cf. Formam, 1967, 1970; Cordell, 1974; Maranhão, 1975; Mussolini, 1980; Silva, 1988; Begossi y Figueiredo, 1995; Begossi, 1996a, b; Paz y Begossi, 1996; Costa-Neto y Marques, 2000a, 2000b; Souza y Barrilla, 2001; Silvano y Begossi, 2002; Mourao y Nordi, 2002. 69 Atran, 1998.

213

El rango superior, también llamado “el iniciador único”, representa el nivel

del reino. Éste contiene lexemas como planta o animal, aunque a menudo no están

etiquetados en muchos sistemas nativos. En los niveles descendientes, aparecen los

taxa conocidos como “forma de vida”, que suelen ser pocos en número,

aproximadamente de diez o quince a lo sumo. Los ejemplos bajo el iniciador único

animal serían en castellano pájaro, serpiente, pez, etc. El siguiente, el “rango

genérico”, constituye según Berlin, el núcleo de cualquier clasificación

etnobiológica. El número mayor de taxa en cualquier sistema de clasificación se

encuentra en este rango, en el que es fácil encontrar varios cientos para cada

rango superior. En este rango, los taxa suelen ser simples lexemas, como perro,

roble, pato y suelen ser los primeros aprendidos por los niños en cualquier lengua.

En algunos casos excepcionales, un taxon genérico se afilia directamente con el

iniciador único sin una clase intermedia de forma de vida. En general, el tipo de

relación entre un taxon de rango genérico y una forma de vida puede

parafrasearse como “ser un tipo de”. Así “la sardina es un tipo de pez”. A

diferencia de los taxa “forma de vida” como “pájaro”, “pez”, en los que existe un

alto grado de diversidad, entre los diferentes taxa del “rango genérico” existe

una relativa homogeneidad, es decir, es fácil encontrar muchos atributos en común

entre ellos. Los taxa “genéricos” comúnmente son monotípicos, es decir, son

unidades terminales de taxonomía y no dominan otros taxa70. Existen también

taxa “genéricos” que son politípicos, es decir, incluyen taxa más específicos. Así, el

pargo tiene variedades como “pargo rojo”, “pargo de manglar”, etc.

Entre los principios básicos propuestos por Berlin (1992) para los sistemas

taxonómicos folk, destacan aquellos relativos a su estructura jerárquica. Pero como

apunta Atran, el sistema de rangos no es simplemente una jerarquía, se trata de

una estructura de clases inclusivas común a muchos ámbitos cognitivos. En el modelo

de Berlin, los taxa de plantas y animales se ordenan estableciendo una jerarquía

comparable a la taxonomía lineana, formada por clases decrecientes de

inclusividad taxonómica (niveles reino, forma de vida, intermediario, genérico,

específico y variedad). Pero no en todos los sistemas folk aparecen los seis niveles.

Los más usuales son cuatro (los niveles intermediario y variedad son poco

frecuentes). Según Berlin (1992), los genéricos predominan en todos los sistemas

folk. Son aproximadamente unos 500 en cada reino animal o vegetal, y tienden a

ser terminales o monotípicos en cerca de un 80% de los casos. En el nivel

70 Cf. Luque Durán, 2004.

214

jerárquico de forma de vida los taxons genéricos son pocos en número: no más de

diez en cada reino. Animales y plantas pertenecientes a una misma forma de vida

suelen compartir el mismo patrón de hábitat y forma corporal. Cuando aparecen

pocos taxa específicos folk o genéricos, el específico tiende a convertirse en un

nivel jerárquico terminal y el genérico se subdivide y es denominado politípico.

Una vez comentado el modelo que utilizaré para analizar las

etnoclasificaciones kunas, volvamos al área de estudio y a los datos obtenidos.

Con la finalidad de presentar la taxonomía folk y valorar la importancia de los

recursos marinos en la vida de los kunas, me propongo lo siguiente:

Comentar brevemente la metodología empleada.

Documentar y analizar los criterios morfológicos, ecológicos y

etológicos, utilizados en las etnoclasificaciones teniendo en cuenta su capacidad

de contar informaciones sobre el hábitat, distribución y comportamiento trófico de

los peces.

Verificar la existencia de una jerarquía de niveles.

Determinar la proporción de genéricos folk monotípicos y politípicos

para el sistema de clasificación etnobiológica formulado por los pescadores de

Gardi.

Analizar los resultados tomando como base los principios de

clasificación etnobiológica propuestos por Berlin (1992).

Antes de investigar qué especies marinas son identificadas por los kunas fue

necesario disponer de un inventario de la fauna y flora marina de la región.

Afortunadamente existe una guía de campo sobre los recursos marinos del sector

occidental de Kuna Yala elaborada por los biólogos del STRI durante los años

199071. Según este estudio y basándose en los criterios científicos occidentales de

clasificación ictiológica, en el sector occidental de Kuna Yala existen 258 especies

de peces, 147 especies de invertebrados, 58 especies de esponjas, 88 especies

de Phylum Cnidaria (incluyendo corales duros, gorgonios y anémonas, hidroides y

aguamalas). En total, entre fauna y flora suman 551 especies, lo cual confirma que

la biodiversidad que existe en las aguas de la región es enorme.

Durante los meses que permanecí en Gardi Sugdup, observé los criterios que

usan los pescadores para identificar, nombrar y clasificar los peces acompañando

a los pescadores durante sus faenas y registrando diariamente sus capturas.

Etnotaxonómicamente, la identificación, nombramiento y clasificación de los

71 Clifton, Kim y Wulff, 1996.

215

ejemplares capturados o examinados se realizó ante las capturas y a falta de

ellas, mostrando a mujeres y hombres fotografías y dibujos para que hicieran la

identificación.

No todas las especies que han sido observadas en la zona son familiares

para los kunas. Algunas son completamente desconocidas para ellos. De las 258

especies de peces reportadas en la guía de campo elaborada por el STRI, los

kunas identifican 208. Las 50 que desconocen son:

peces de pequeñas dimensiones72 como los trambollitos (chaenopsidea),

peces halcones (cirrhitidae), los cardenales (Apogonidae spp.), blénidos (Blenniidae),

los bocas grandes (Opistognathidae)

especies que viven a una profundidad de 15-30 metros en zonas de

fragmentos de arena, como por ejemplo las anguilas de jardín (Congridae)

peces poco comunes como, por ejemplo el frog fish (Antennarius spp.),

un tipo de pez sapo (Sanopus barbatus), un tipo de pez corneta, el bluespotted

cornetfish (Fistularia tabacaria)

Sin embargo, a partir de mis observaciones directas de las capturas y de las

fotografías que mostraba a los pescadores, constaté que los kunas reconocen 35

especies más de peces y mamíferos marinos no reportadas en la guía de campo

del STRI. Es el caso del delfín común (Delphinus delphis), del tiburón tigre

(Geleocerdo cuvier) y de peces como la mojarra picona (Eucinostomus gula),

considerados abundantes en el Caribe. También se trata de especies poco

comunes, pero pescadas por los hombres de Gardi, como por ejemplo el jorobado

de penacho (Selene vomer), agujón sable (Ablennes hians), sargo fino (Diplodus

argenteus), o muy raras, como el impresionante tiburón ballena (baka nali73)

(Rhincodon typus) que dos pescadores avistaron cerca de la isla de Aquatuppu

hace más de diez años.

Teniendo en cuenta estos datos, se puede afirmar que los kunas reconocen un

total de 243 especies de peces marinos. Aunque no poseen nombres específicos

para cada una de ellas, estas 243 especies corresponden a 165 denominaciones.

Estos datos concuerdan con los obtenidos en los trabajos de Berlin. Todo indica que

la gente principalmente clasifica las especies grandes, diurnas y sociales, es decir

algunas características de las especies ayudan a predecir si van a ser clasificadas

o no. 72 Excepto las sardinas y los arenques (Clupeidae), los kunas no identifican los peces de pequeñas dimensiones. 73 Es interesante hacer constar que en Kuna Yala no hay ballenas, pero en dulegaya existe un vocablo que designa a esta especie. La ballena se llama “baka”.

216

De los 147 invertebrados reportados por el STRI en Kuna Yala, los

habitantes de Gardi Sugdup identifican 33 y cuentan con 31 denominaciones

relativas a estas especies. Los datos sobre identificación de corales y esponjas

contrastan con los anteriores. La mayoría de los habitantes de Gardi no reconoce

las diferentes especies de corales y se refieren a ellas empleando el genérico

“akkua” (literalmente significa piedra).

En resumen, los kunas de Gardi Sugdup identifican el 80% de las especies

de peces, el 22 % de las especies de invertebrados y menos de un 1% de las

especies de corales y esponjas mencionadas en la guía de campo del STRI. Estos

datos muestran que los kunas identifican la fauna –excepto los corales-, pero

desconocen la gran variedad de la flora marina.

En relación a los criterios de etnoclasificación, los habitantes de Gardi

Sugdup clasifican los peces (uamar) en base a:

Características morfológicas. Color, forma o aspectos característicos del

cuerpo, tamaño del organismo o de alguna parte de su cuerpo, tipos de escamas

o aletas son detalles morfológicos muy utilizados por los pescadores de Gardi

Sugdup para identificar y denominar a los peces.

Observaciones etológicas de las distintas especies: Aspectos del

comportamiento de determinados peces percibidos por los pescadores componen

otro subconjunto de informaciones útiles para su sistematización. Sin embargo, hay

que decir que son pocas las especies que reciben un nombre por su

comportamiento. Los aspectos morfológicos son mucho más importantes. Sin

embargo, se pueden citar algunos ejemplos: el pez nali ua (pez del tiburón), recibe

este nombre porque “vive pegado al tiburón”. Este pez se adhiere a peces como

el barracuda o el tiburón para desplazarse y alimentarse. Esta interacción biótica

facultativa, usualmente denominada comensalismo, está relacionada con el hábitat

trófico de este pez. Otro ejemplo es el nali mummut (tiburón borracho) que es

llamado así porque se mueve como si estuviera ebrio.

Criterios ecológicos: los más utilizados se refieren al tipo de hábitat o

sustrato en el que el pez es encontrado (mar abierto, manglar, arrecifes, fondos

de arena). El akkua nalu (pargo de arrecife), aili nalu (pargo de manglar),

magadabu (barracuda de mar abierto) son algunos de los ejemplos de

clasificación usando criterios ecológicos. Estas denominaciones indican el tipo de

hábitat en el que los referidos peces son encontrados.

217

Analogías: La identificación de los peces también puede resultar de

analogías hechas en relación a animales domésticos u objetos74. El missi ua (pez

gato), morgauk ua (pez jabón), sigali ua (pez cigarrillo), biba ua (pez pipa) son

algunos ejemplos.

Es interesante señalar que a veces los kunas atribuyen a diferencias de sexo

(masculino/femenino) las diferencias de color y tamaño entre algunos peces de la

misma especie. Para ellos el orwaip sichit es macho y el orwaip arrat, hembra.

Los pescadores de Gardi agrupan los peces por similitudes o diferencias. Lo

hacen a través de un sistema jerárquico, que se pone en evidencia a partir de

expresiones como “de sardinas hay de distintos tipos”. Como verificó Costa-Neto

(1998), los pescadores de Siribinha subcategorizan los peces por medio de

expresiones como “es del mismo tipo” o “es de la misma familia”. Los kunas también

se sirven de estas expresiones para agrupar, y suelen decir “e guenatgan” (son

familia), o “e emala” (son del mismo tipo).

La mayoría de las denominaciones atribuidas a los peces comportan una

jerarquía. La transformación de varios nombres genéricos en familias (familia unus,

gelu, nalu, etc.) no indica claramente una subcategorización sino que está

relacionada con su importancia cultural o económica. El término familia también

fue utilizado para agrupar peces en conjuntos mayores por similitudes de hábitat,

como por ejemplo los peces de río, de akkua. A diferencia de las agrupaciones

anteriores, que corresponden a similitudes morfológicas y de comportamiento,

estas últimas obedecen a un mismo hábitat (criterio ecológico).

En relación a la presencia de taxons monotípicos y politípicos, en el siguiente

cuadro puede observarse una lista de genéricos folk (monotípicos y politípicos),

empleados por los pescadores de Gardi Sugdup: el 60% de los términos son

genéricos monotípicos y el 40% politípicos.

74 Begossi y Garavello (1990) observan que los pescadores de Tocantins también hacen alusión a características en común con frutas o especies animales en la identificación de peces. Marques (1991) estudiando los pescadores del Estuarino-Lagunar Mundaú-Manguaba concluye que el proceso de identificación se da por medio de un conjunto de informaciones. Según este autor, los caracteres morfológicos de orden más general, forma del pez o de partes de éste, aumentan cuando son necesarios carácteres morfológicos específicos, ejemplificados a través de analogías con otros animales. Otras informaciones, inclusive las de tipo ecológico, con énfasis en aspectos de distribución espacial (habitat), también fueron apuntadas por Marques (1991) como características que intervienen a la hora de identificar y denominar a los peces.

218

Tabla 3 : taxa genéricos monotípicos y politípicos relativos a peces en Gardi

Sugdup

Taxons, total Taxa politipicos Taxa monotipicos

Abu, abu arrat, abu morbulayoit, abu nono arrat, abu saban

kinnit, achu dugu, aibir gelu, aili nalorgo, akua nalu, akua nalu

sichit, akua buttu, akua sigabula, akua wichun, bander ua,

bireget arrat, bireget kinnet, bireget diwargit, bonito, buga,

cagan ua, di naibe, ibia bali mata dummat, ibia bali warakua,

ibia guasip, ispe ua, ispe ua barbat, ka ua, ka ua arrat,

kaigandup, gelu, gelu (se) durbat durbat, gelu achuermaet, gelu

arrat, gelu dummat, gelu ibia dummat, gelu icholu, gelu kordikit,

gelu siamar uagarkit, gelu datar, gelu unus, gelu warakua, koibir

ua, guabep, guabep sichit, machate gelu, madun ua (nono kole),

magat gelu, magat orwaip, , magadabu, magadabu koto koto,

magadabu suireget, mergi gelu, mila, milunus, missi ua, molidi ya

kinet, morbeb dugu, mordukua, morgauk ua, mugan ua, naisu

madaret, naisu walalet, nali, nali bichu, nali eskarkinnet, nali

karson, nali mumut, nali ua, nalorgo, nalorgo igar nica, nalorgo

nabayargan, nalorgo saban kordikit, nalorgo sichit, nalu, nalu

gidnit, nalu nugar nica, nalu uilupsi, nalu walalet, naras (abu) ua,

nerbugi, nidirbi, nidirbi asa dummat, nidirbi barbat, nidirbi bebe

nikat, nodugu, nonder arrat, nonder dummat, nugalapinni,

obakwa ua, oinagandup, olivia, orwaip arrat, orwaip barbat,

orwaip sichit, oyo, piba ua, buttu bebe nikat, sansichi, sansichit,

sardin, sardin dummat, sardin se suit, siagam uagar, sigabula,

sigabula dikar korowat, sigali ua, sigli, sigli punyai, sina ua

singuagua, sogai sui, soo buttu, sorsiki, suirki, suku, sule dugu,

dabu, dabugari, dabuwala, daida, daida arrat, daida sichit,

dapsir, dasi, dasi gidnit, dasi dukua, dugu, dugu achu ukagit,

duili, duili gidnit, duili goroguat, ua arrat, ua bake, ua bukkip, ua

dalmin, ua kebgeb, ua gidnit, ua kukualet, ua guama, ua magep,

ua matargua, ua sader, ua sikui, ua sikui karaguat, ua sina, ua

dorgoledi, uabur, uamatar, uasorsiki, udrun dugu, uilupsi, uku

wichun, ukubdugu madaret, ukubdugu walalet, unus chunnat, baka

nali, wagui, wedarua, yalatela, yalatela gidnit, yarbi arrat,

yarbi barbat, yarbi golo golot, yarbi diuargit, yarbi ua.

abu

bireget

ibia bali

ispe ua

ga ua

gelu

guabep

naisu

nali

nalorgo

nalu

nidirbi

orwaip

buttu

sardin

sigabula

sigli

dabu

daida

dasi

dugu

duili

ua sikui

unus

wichun

yalatela

yarbi

bander ua

bonito

buga

gagan ua

di naibe

ibia guasip

madun ua

mila

missi ua

molidi ya kinet

morgauk ua

mortukua

nerkugi

nodugu

obakwa ua

oyo

biba ua

sansichit

sigali ua

sina ua

singuagua

sogaisui

suirki

suku

ua arrat

ua bake

ua bukkip

ua dalmin

ua gidnit

ua guama

ua sina

ua torgoledi

uabur

uasorsiki

uilupsi

wagui

wedarua

yarbi ua

165 26 38

219

Tabla 4: Taxa relativos a otros recursos marinos (crustáceos, invertebrados,

etc.)

Taxa otros recursos marinos Politípicos Monotípicos

akkua bisu, di kole, kagai, kikkir, kikkir sadu, morbeb, morbeb

macheret, morbeb dudu, nuswar dummat, pargo nus, puttarat

sichit, puttarat sipu, saana, sindukua, sinkoko, sug cammi, sug

murmuret, sug nan, suigbir, suinan, suisir, suit kole,termar niskua,

dimur, dottos, duila, dulup, dulup angi, dulup angi barbat, dulup

angi gidnit, dulup nan, dulup wisi, uakailis macheret, uakailis ome,

uantitis

akkua

kikkir

morbeb

buttarat

suga

dulup

uakalis

di kole, kagai,

nuswar dummat,

pargo nus,

sindukua, sinkoko,

dermar niskua,

dimar, dottos,

duila, uantitis

35 7 11

Estos datos parecen confirmar nuevamente la teoría de Berlin (1992). Por un

lado, la mayoría de los taxa genéricos en una taxonomía folk son monotípicos y

no incluyen taxa de ordenamiento inferior y, por el otro, existe una tendencia a la

reducción de la variación lingüística al nombrar organismos altamente importantes.

Los taxa genéricos politípicos que se subdividen en específicos folk

corresponden a organismos económica y culturalmente importantes. Aunque el

reconocimiento de un genérico politípico también puede ser resultado de la

biodiversidad existente, es muy probable que la presencia de politípicos en Kuna

Yala obedezca a este primer factor. Por ejemplo, el gelu (jurel), el nalu (pargo),

dabu (barracuda) son económicamente importantes y el nali (tiburón) es temido,

respetado y objeto de tabúes.

En Gardi Sugdup los taxa politípicos relacionados con peces representan 26

taxons genéricos subdivididos en 98 taxons específicos (etnoespecies). De acuerdo

con Berlin (1992), los taxons específicos son muy similares, excepto en pocos

carácteres morfológicos distintivos, muchos de los cuales son rápidamente visibles y

algunas veces verbalizados. Las etnoespecies de cada genérico politípico

encontradas en Gardi son muy similares, diferenciándose por pocos rasgos

específicos, como el color, los tipos de escamas o el tamaño de la boca. Por

ejemplo, el nalu gidnit y el nalu sichit sólo se distinguen por el color. Además de

estas características, los pescadores pueden utilizar otras informaciones relativas

al hábitat (manglar: aili, mar abierto: magat, etc.) o al comportamiento.

220

Usualmente, la riqueza de específicos folk por genérico politípico es de dos

a tres términos75. El sistema kuna no es una excepción, ya que predominan dos o

tres términos específicos por genérico folk politípico.

Tabla 5: Número de específicos folk para términos politípicos

Términos

politípicos 2 3 4 5 6 > 7

Abu X

Bireget X

Buttu X

Dabu X

Daida X

Dasi X

Dugu X

Duili X

Gelu X

Guabeb X

Ibia bali X

Ispe ua X

Ka Ua X

Naisu X

Nali X

Nalorgo X

Nalu X

Nidirbi X

Orwaip X

Sardin X

Sigabula X

Sigli X

Ua sikwi X

Unus X

Wichun X

Yalatela X

Yarbi X

Total 9 8 3 1 4 2

75 Mourão y Nordi, 2002.

221

Tabla 6: Comparación de los taxa genéricos folk politípicos de Gardi

Sugdup con otros sistemas de clasificación etnozoológica

Sistema 1 2 3 4 5 6 >7 Total poli-

típicos

Gardi Sugdup peces 38 9 8 3 1 4 2 26

Estuario del Rio

Mamanguape-

peces

44 4 2 1 2 0 3 13

Huambisa peces 52 8 4 1 2 2 1 18

Canton peces 160 6 7 5 3 1 9 31

Fuente: Elaboración propia en base a Berlin (1992), Mourâo y Nordi (2002)

Tabla 7: Proporciones relativas de los taxons genéricos

monotípicos/politípicos en algunos sistemas de clasificación etnozoológica

comparados con Gardi Sugdup

Grupo Monotípico Politípico Total %

politípico

Gardi Sugdup 38 26 64 40

Estuario del Rio

Mamanguape

44 13 57 23

Huambisa, peces 52 18 70 25

Siribinha-BA 47 7 54 13

Fuente: ídem.

Siguiendo el modelo de Berlin, los resultados obtenidos a partir de las

observaciones en Gardi Sugdup me llevan a concluir que bajo el rango “forma de

vida pez” (ua) los kunas identifican la mayoría de los animales marinos, excepto

los crustáceos, corales, pulpos y tortugas. Con el vocablo ibmar dorgan (cosas

vivas), los kunas se refieren a todos los seres vivos no humanos, es decir, a los

animales (terrestres y acuáticos) y a las plantas. La palabra ua es el taxon

genérico que denomina a los peces del mar y del río. Luego establecen una

distinción intermedia entre peces de río (uamar diuar gad) y peces marinos (uamar

dermar gad). A continuación aparecen los taxa específicos, en esta categoría se

podría hablar de peces de una misma especie, como por ejemplo la agrupación

nalu (pargo), compuesta por el nalu gidnit, aili nalu, etc.

Además de reconocer los peces, los pescadores de Gardi Sugdup también

identifican otras categorías de recursos, tales como: dulup (langosta), gikkir

(pulpo), suga (cangrejo), akkua (coral), yarbi (morena). Aparentemente, toda esta

222

diversidad biológica estaría incluida en una categoría mayor, no expresada

verbalmente, que dentro de los principios propuestos por Berlin correspondería al

reino animal. Sin embargo, algunos vertebrados e invertebrados son

categorizados como peces. Esta agrupación se debe a que, dentro de la

categoría peces (ua, pl. uamar), se incluyen los especímenes que comparten el

mismo hábitat. En este sentido, es importante señalar que muchos investigadores76

consideran que la categoría "peces" es muy elástica en algunos sistemas culturales.

A pesar de que esta categorización es lógica con el lenguaje y válida para

los informantes, aparecen otros sistemas de agrupación que no corresponden con

el léxico. Los kunas también hablan de familias de peces que van más allá de

considerar que nalu gidnit corresponde a la familia nalu. Entre los peces se

establecen relaciones de parentesco que sobrepasan los esquemas léxicos. Así, los

kunas afirman que orwaip y naisu son de la misma familia, o que abu, naras ua, ga

ua y bireget son parientes. (Cf. Anexo con familias que superan las

categorizaciones léxicas según informantes). También cabe señalar que, aunque

algunas de estas familias de peces comparten un mismo hábitat o presentan las

mismas características morfológicas, a veces los lazos de parentesco trascienden

los hábitats de los animales, así por ejemplo el pez dasi (ua dasi) es pariente del

zorro (dasi) y el moli (tapir) del di moli (manatí)77.

Para concluir esta descripción de las etnotaxonomías kunas, me gustaría

retomar las disputas entre utilitaristas y cognitivistas señalando algunos puntos

críticos del modelo de Berlin. Según este autor, los esquemas de taxonomía

etnobiológica están relacionados con unas facultades preceptúales y cognitivas de

naturaleza innata y universal. Los humanos estarían pues biológicamente

preprogramados para crear categorías biológicas siguiendo directrices dictadas

por similitudes y discontinuidades naturales. Es decir, en opinión de Berlin, los seres

humanos son arrastrados por algún tipo de curiosidad innata que les lleva a

agrupar plantas y animales que representan los trozos más distintivos de la

realidad biológica. Sin embargo, este punto de vista no concede importancia

alguna al relieve cultural que otros autores creen que existe en la construcción de

taxonomías.

76 Marques, 1991 ; Clément, 1995 ; Paz y Begossi, 1996 ; Costa-Neto, 1998 ; Mourão y Nordi, 2002. 77 El hecho de que algunas especies marinas o acuáticas cuenten con parientes en la tierra firme es común en otros grupos indígenas. En el caso de los Yagua, estudiado por los Chaumeil (2004), el tapir también está emparentado con el manatí.

223

Las críticas a los postulados innatistas de Berlin, realizadas por autores como

Dougherty (1978), Wierzbicka (1985, 1992) y Atran (1985, 1987, 1990),

precisamente señalan la importancia que tiene el tipo de cultura y sociedad para

las clasificaciones etnobiológicas. En una comparación entre el tzeltal y el inglés,

Dougherty demostró que mientras las categorías de rango genérico eran las que

presentaban más significación para los hablantes de tzeltal, eran los taxa de

forma de vida los que resultaban más destacados para los hablantes ingleses. Lo

normal es que las taxonomías biológicas sólo lexicalicen una pequeña porción de

toda la fauna y flora existente. Se lexicaliza lo que es importante para cada

comunidad, así por ejemplo, se conoce a la ortiga por su capacidad urticante pero

se ignora no sólo el nombre sino la forma y otras características de la inmensa

mayoría de hierbas del campo. Al indígena le basta con conocer las especies

útiles o nocivas. Las demás se clasifican con un genérico hierba, mala hierba,

pájaro, etc. Este fenómeno también se observa en Kuna Yala. Como he mostrado

más arriba, los kunas no han desarrollado lexemas para referirse a los corales,

simplemente son denominados con el genérico akkua (“piedra”).

Los criterios de clasificación etnobiológica no son idénticos a los científicos,

pero se parecen. En todo caso, logran el mismo resultado: diferenciar clases o

especies. La información recopilada entre los informantes permite comprender la

importancia de las especies marinas en la vida cotidiana de los kunas. Como he

comentado más arriba, con estos datos no pretendo saber si la clasificación

etnobiológica de los peces en el sector Gardi es de tipo utilitario o intelectualista.

El propósito de esta descripción es destacar la riqueza del léxico en relación a los

recursos marinos78. Los esfuerzos que hacen los kunas para identificar y clasificar

los seres que habitan las aguas de Kuna Yala muestran la importancia de los usos

del mar y de la transmisión de conocimientos sobre los recursos marinos.

Adoptando una perspectiva más amplia, se puede constatar que las

categorías que utilizan los kunas para denominar a los no humanos corresponden

con las categorías que utilizan para definir su propio sistema social. Como

mostraré más adelante, entre los peces también existe la dualidad

masculino/femenino y se dejan guiar por un jefe (saila).

78 Es interesante señalar que el léxico kuna, además de contar con un gran número de taxa para referirse a las especies marinas, también contempla una forma especial para contar a los peces. El sistema numérico kuna, en relación a los peces, se sirve del prefijo uka (escama). Así, por ejemplo, se dice ukabo (dos pescados). Este hecho muestra una vez más que los recursos marinos ocupan un lugar destacado en la vida social de los kunas.

224

Pero antes de abordar las relaciones simbólicas que mantienen con los no

humanos del mar, era necesario saber si los kunas percibían la diversidad que se

esconde en las aguas de la comarca. A través de la descripción de las

etnotaxonomías, he podido mostrar que los kunas no sólo la perciben, sino que

identifican, conocen y clasifican extraordinariamente bien los seres que habitan las

aguas de Kuna Yala. Estos conocimientos están sin duda muy relacionados con los

usos que los hombres y mujeres de las comunidades dan a estos recursos. Si no

fueran útiles o socialmente relevantes, ¿por qué tendrían que ser identificados o

clasificados?79.

5.3. Los usos de los recursos marinos

5.3.1. La pesca

Los humanos no forman parte de los ecosistemas marinos, pero actúan sobre

ellos de dos maneras: sustrayendo recursos para fines comerciales, alimenticios o

medicinales y modificándolos vertiendo residuos domésticos. Con el objetivo de

entender las relaciones materiales que el pueblo kuna establece con el mar,

teniendo en cuenta esta doble interacción, la segunda parte de este capítulo

intentará responder a los siguientes interrogantes: ¿quién, qué, cuándo, cómo,

dónde y por qué se pesca en el mar de Kuna Yala?, ¿Cuál es el estatus del

pescador?, ¿Qué significa pescar para los kunas?, ¿Cuál es la importancia

económica de la pesca?, ¿Cuáles son los sistemas de control sobre los recursos

marinos?

Para empezar, es conveniente comentar las palabras kunas que designan lo

que nosotros llamamos "pescar". En dulekaya, la acción de atrapar los peces

depende de la técnica empleada. Si arponeamos el pescado, la acción se

denomina ua makke (literalmente: “cazar el pez”); si lo capturamos en red se dice

saki mie ("tirar la red") o ua gae ("agarrar el pez"); y si conseguimos que pique el

anzuelo, ua soe. En esta enumeración, destaca la utilización de makke para

referirse a la captura de peces y de animales terrestres. Este hecho vendría a

confirmar la hipótesis de Leap (1977), según la cual muchas sociedades no

diferencian entre "pescar" y "cazar".

79 Debo precisar aquí que tal y como mostró Descola (1986: 105) puede haber animales que son “bons à penser” pero no “bons à manger”, es decir, los conocimientos sobre la morfología y las costumbres de la fauna no estan condicionados a la predación. De este modo puede haber animales –Descola cita el caso de la mariposa- que no son ni útiles ni peligrosos pero que son socialmente relevantes.

225

La definición de "pesca" o "recolección de recursos marinos" es ambigua en

muchas sociedades80. Las diferencias observadas en el léxico kuna muestran no

obstante la intención de definir y concretizar la acción. Para los kunas, "pescar" no

consiste solamente en atrapar peces bajo el agua. Lo importante es la técnica de

captura, es decir, saber de qué manera han sido sustraídos de su medio (con

arpón, red o anzuelo).

La pesca no es la única actividad que define a los habitantes de las islas. Los

kunas no se consideran un pueblo eminentemente pescador, son agricultores que

practican la pesca. Según los más ancianos, un hombre sabio es aquél que se

dedica principalmente a la agricultura y, de vez en cuando, sale a pescar.

Idealmente ambas actividades son complementarias. Según los comuneros, la

agricultura es importante porque una persona que sólo se dedique a la pesca y no

posea tierras no podrá dejar ningún legado a sus descendientes, y, por lo tanto,

no será recordada por los suyos cuando falte. Pero sin un hombre que se dedicase

a la pesca, la mayoría de las familias kunas vería muy reducidas las proteínas

animales de su dieta alimentaria. Lo cierto es que, a nivel calórico, los recursos que

aporta la pesca son mucho más ricos que los agrícolas.

5.3.1.1. ¿Quién sale a pescar?

Como en otros ámbitos de la vida cotidiana y ritual, en la práctica de la

pesca domina una estricta división sexual del trabajo. Son los maridos, hijos,

padres y hermanos los que aportan el pescado a la unidad doméstica y sus

esposas, hijas, madres o suegras son las encargadas de limpiarlo, cocinarlo, y

conservarlo. Las mujeres muy raramente salen a pescar solas. A veces acompañan

a los hombres a tirar la red o participan en las giras de pesca de varios días

para ahumar el pescado y hacer que se conserve. A diferencia de otras

sociedades de pescadores en las que las mujeres practican el marisqueo, en Kuna

Yala el marisqueo no es frecuente ni en la costa ni en los arrecifes superficiales.

En lo que respecta a la división generacional del trabajo, aunque son los

hombres adultos los que salen a pescar, los niños de la casa suelen acompañarles.

Algunos de los niños que no están escolarizados salen a pescar regularmente con

sus padres, abuelos, tíos o hermanos. En general, los pequeños se inician temprano

en las artes de la pesca. Es normal ver a muchos niños en los muelles de las

80 Pálsson, 1991: 37.

226

comunidades tirando el nylon y pescando especies que muchas veces no son aptas

para el consumo. La mejor manera de aprender es el juego.

Aunque durante las primeras décadas del siglo XX los kunas pescaban el

sábalo colectivamente y, a mediados de los años noventa empezaron a aparecer

cooperativas de pescadores en algunas comunidades, durante el período en que

se realizó el trabajo de campo en Gardi, la pesca era una actividad individual y

familiar. Al considerar el marco social en el que se desarrollan las actividades

pesqueras81, he podido constatar que en Gardi las instituciones que han sido

recientemente creadas para reducir la competencia y compartir los riesgos de la

pesca no han tenido éxito. Aunque en el pasado se dio una colectivización de los

trabajos en el mar, en este momento, la experiencia kuna no parece confirmar la

teoría de Acheson82 sobre las sociedades pescadoras cooperativistas. Sin

embargo sí econtramos formas de trabajo colectivo en la tierra firme. Es posible

que el traslado a las islas además de provocar que las mujeres abandonaran los

trabajos agrícolas y que la pesca substituyera a la caza como principal fuente de

proteína animal, comportara una cierta colectivización del trabajo. Lo cierto es

que a partir de la segunda década del siglo XX se empezaron a crear las

Sociedades83 y se instauró el trabajo comunal en la agricultura, el comercio y la

pesca. El cooperativismo,84 que todavía hoy domina la organización del trabajo

en la tierra firme, puede ser que naciera con el traslado al mar y la explotación

generalizada de los recursos marinos. Aunque es muy azaroso aventurar que la

pesca pudo ser la responsable de este cambio organizativo, merece la pena tener

en cuenta que la emergencia de formas colectivas de trabajo coinciden con la

migración a las islas. Es probable que otros factores -como, por ejemplo, la

monetarización parcial de la economía local, la migración a la ciudad o la falta

de tierras fértiles cerca de la costa-, pudieran haber propiciado el trabajo

colectivo. En cualquier caso no es aconsejable exagerar el papel de la pesca en la

reorganización social del trabajo. Si lo hiciera, quizás me estaría dejando llevar

por los estereotipos que pesan sobre las sociedades pescadoras85.

81 Pálsson, 1991: 38. 82 Según Acheson (1981) las sociedades pescadoras reducen los riesgos de producción con instituciones. 83 Como he comentado en el segundo capítulo, las Sociedades nacieron durante las primeras décadas del siglo XX. Se trata de asociaciones no basadas en el parentesco que impulsan negocios, empresas o trabajos comunitarios en las tierras. 84 Puig 1946: 56; Stout 1947; Holloman 1969: 198-224; Shatto, 1969; Howe, 1974 y 1986; Stier 1979: 101; Tice, 1995: 127. 85 Desde el siglo XVIII los relatos sobre los pueblos de las costas francesas exaltan la imagen del "bon peuple" igualitario, que escapa a la movilidad social y tiene una calidad de vida excepcional gracias a una alimentación a base de pescado. Los románticos exageraron las gestas heroicas de los marineros. Los presentaron como una especie en vías de extinción (Corbin, op.cit.: 239-253). Algunas de estas imágenes han sobrevivido al siglo XVIII y forman parte de los estereotipos europeos sobre los pueblos de pescadores.

227

Cuadro 16: Actividades relacionadas con la pesca en Kuna Yala

Fotos: Martínez Mauri, 2002- 2003

Pescados ahumados tras una gira de pesca

Hombres pescando en el golfo de Mandinga

Mujeres limpiando pescado

228

5.3.1.2. ¿Qué se pesca?

La pesca es una actividad tan incierta y azarosa como la cacería. Aunque el

pescador intenta controlar el azar escogiendo un buen lugar y una buena

carnada, la incertidumbre siempre está presente. Cuando se tira el anzuelo o la

red, pueden picar o enredarse especies deseadas, seres menospreciables o puede

ser que se llegue a casa con las manos vacías.

Las especies más consumidas en el sector de Gardi son gelu, bonito, yalatela,

ispe ua, uilupsi, duili, pero las más apreciadas son el nalu, orwaip, mila y dabu . En

el siguiente cuadro se pueden apreciar los nombres kunas y los científicos de los

pescados más consumidos86.

Tabla 8: Peces más consumidos en el sector de Gardi: (2000-2004)

Nombre en dulegaya Nombre científico Nombre en español

Sigli (Sigli punyai) Holacanthus ciliaris Isabelita patale

Sigli Pomacanthus spp. Cachama negra y blanca

Sina Ua Holacanthus tricolor Isabelita medioluto

Nergugi Hypoplectrus spp. -

Bander Ua Serranus tabacarius Guatacare

Ibia guasip Haemulon spp. Ronco amarillo, listado, jeníguano, catire,

plateado y margariteño.

Aibir gelu Trachinotus spp. Pámpano palometa, Pámpano de bandera,

Pampano terayo y listado

Bonito Euthynnus alletteratus Bocareta, Bonito atuncito, Atún pequeño,

Tuñina

Gelu (se) durbat durbat Alectis crinitus Pámpano, Flechudo, Pampanito

Gelu (distintas vaiedades) Caranx spp. Jureles

Magat Gelu Seriola spp. Medregal Limón, Medregal, Pez fuerte, Pez

Fortuno

Gelu ibia dummat Selar crumenophthalmus Chicharro ojón, Cataco ojón, Sábalo de ojo

grande

Gelu siamar uagarkit Selene vomer Jorobado de penacho, Jorobado

caracaballo, Lamparosa

Gelu tatar Choroscombrus chrysurus Casabe, Chicharro, Casabito

Gelu warakua Decapterus spp. Macarela cavalla, Chupapapo, Caballeta,

86 Estos datos fueron obtenidos a partir de la observación y la participación en las giras de pesca con los hombres, y durante la preparación de los alimentos con las mujeres. La identificación de las especies se hizo con la ayuda del inventario del STRI y de dos guías de identificación de especies marinas (Humman, 1996 [1992]; Humann y Deloach, 2002 [1989].

229

Antonio y surela

Mergi gelu Elagatis bipinnulata Macarela salmón, Cola amarilla, Salmón,

Corredor, Macarela

Siagam uagar, Aibir gelu Alectis crinitus Pámpano, Flechudo, Pampanito

Ua dalmin Coryphaena hippurus Dorado común, Dorado de alta mar,

Llampuga, Delfín

Magadabu Scomberomorus spp. Sierra, Carite chinigua, Carita, Pintada

Dabu, Dabuwala Sphyraena barracuda Picuda barracuda, Picuda, Barracuda,

Picuda corsaria

Dabugari Stongylura notata Agujón de quilla, Aguja, Agujón

Magadabu Acanthocybium solandri Peto, Sierra canalera

DDabugari Ablennes hians Agujón sable, Marao, Mono, Carajota,

Lechero barretado, Agujón picuda

Dabugari Strongylura timucu, Tylosurus

crocodilus

Marao lisero

Uku wichun/ akkua wichun Sphyraena picudilla Picuda china

Ua sikwi karaguat Inermia vittata Boga

Madun ua (Nono kole) Mugil cephalus Pardete, Lisa pardete, Cabezudo, Mujol,

Lisa

Gagan ua Diplodus argenteus Sargo fino, San Pedro, Sargo, Cotonera

Ispe ua Calamus spp. Pluma cachicato, Bajonao, Pez de pluma,

Cachicato

Olibia, Missi ua Priacanthus arenatus,

Heteropriacanthus cruentatus

Catalufa toro, Catalucia, Mojarra ojona,

Toro

Biba ua Anisotremus virginicus Burro catalina, Catalineta, Cagalona de

piedra

Mila Megalops atlanticus Tarpón, Sábalo

Sina ua Lachnolaimus maximus Loro gallo, Pez perro, Pargo de pluma,

Doncella de pluma

Obakwa ua Histrio histrio Pez sargazo, Antenario

Sigabula Polydactylus virginicus Barbudo barbu

Ibia guasip, Wiska Haemulon flavolineatum Ronco amarillo, Corocoro amarillo, Ronco

condenado, Ronco bocacolorado

Nalorgo (diferentes tipos) Haemulon spp. Roncos

Singuagua, Goibir ua,

Sogaisui, Uamatar

Eucinostomus spp., Diapterus

auratus

Mojarras

Nalorgo sichit Anisotremus surinamensis Burro pompón, Pez burro, Pompón,

Corocoro burro, Ronco piedra

Nalu (diferentes especies) Latjanus spp. Pargos

Yalatela Ocyurus chrysurus Rabirrubia

230

Yalatela gidnit Lutjanus buccanella Pargo sesi, Sesi, Sesi de lo alto, Pargo

Bunyae Stegastes planifrons -

Ua guama Stegastes spp. -

Achu dugu, Sule tugu Mycteroperca bonaci Cuna bonací, Aguají, Bonací gato, Cuna

guarei

Morbeb tugu Epinephelus guttatus Mero colorado, Cabrilla, Tofia

Dugu (diferentes especies) Mycteroperca spp Cuna gata, Bonací gato, Abadejo

Tugu Alphestes afer mero

Dugu achu ukagit Epinephelus striatus Cherna criolla

Duili Epinephelus o Cephalopholis

spp

Cherna enjambre, Enjambre

Sigali ua Serranus tigrinus -

Abu Scarus taeniopterus Loro listado

Udrun tugu Epinephelus itajara Mero guasa, Guasa, Mero gigante, Mero

pintado

Abu, Ga ua Sparisoma spp., Cryptotomus

roseus, Halichoeres spp,

Thalassoma bifasciatum

Loros

Ua guama Bodianus rufus, Clepticus

parrae

Vieja colorada, Doncella mulata

Naras (Abu) ua Clepticus parrae Doncella mulata

Naras Abu Halichoeres radiatus Doncella arco-iris

Dasi Sargocentron spp.,

Holocentrus spp

Candil soldado, Candil, Matajuelo,

Carajuelo

Ua arrat Chromis cyanea Cromis azul

Ua bake Rachycentron canadum Cobia

Ua gidnit, Ua magep,

Mugan Ua

Rhomboplites aurorubens (o

lutjanus campechanus)

Pargo cunaro, Emperador, Pargo colorado,

Cagón, Cotorro

Ua sina Liopropoma rubre -

Ua torgoledi Odontoscion dentex Bombache de roca

Naisu walalet Aulostomus masculatus Trompeta, Corneta

Uabur Mugil curema Lisa curema, Lisa criolla, Lisa, Liseta

plateada, Anchoa blanca, Chango

Ua matargua (ua sader) Bothus spp. Lenguado de charco

Buttu bebe nikat Acanthostracion quadricornis Torito azul

Akkua buttu, Soo buttu Lactophrys spp. Chapín

Orwaip Balistes spp. Pejepuerco cachúo, Cachúa, Cochino

Magat orwaip Canthidermis sufflamen -

Orwaip sichit Melichthys niger Calafate negro, Cachúa negra, Calafate

Naisu madaret Aluterus scriptus Cantherhines Cachúa perra, Lija pintada

231

pullus Monacanthus spp

Sigabula, Akua Sigabula Pseudupeneus maculatus Salmonete manchado

Sigabula tikar korowat Mulloidichthys martinicus Salmonete amarillo

Uilupsi Lutjanus synagris Pargo biajaiba, Biajaiba, Pargo chino

Wedarua Elops saurus Macabí zorro, Macabí boca redonda, Lisa

saltona, Borriguero

Yarbi arrat, Yarbi tiuargit Gymnothorax funebris Morena congrio

Yarbi ua (ua kebgeb) Malacanthus plumieri Matajuelo

Sogai sui Eucinostomus gula Mojarrita española, Mojarra picona

Suirki, Gelu icholu Oligoplites saliens Zapatero castín

Los kunas intentan no capturar algunas especies de peces porque no son

aptas para el consumo. En el siguiente cuadro pueden apreciarse los peces que

son rechazados por los pescadores del sector de Gardi:

Tabla 9: Especies no comestibles, no sujetas a tabúes:

Nombre en dulegaya Nombre científico Nombre en español

Molidi ya kinet Hippocampus spp. Caballito de mar

Nali Ua Echeneis naucrates Pegatimón, Pega-pega

Oyo, Ua kukualet Cheilopogon melanurus Volador Atlántico

Morgauk ua Rypticus spp. Jabonero, Jaboncillo, Pez jabón

Mordukua Canthigaster rostrata Corrotucho

Mortukua Sphoeroides spengleri Tamboril collarete, Pez tamboril

Ua sader Sphoeroides testudineus Tamboril corrotucho, Pejesapo

Ua sader Chilomycterus spp.

Ua sader /nodugu Diodon spp. Pejerizo balón, Puercoespín, Pez erizo

Yarbi barbat Gymnothorax moringa Morena pintada

Yarbi golo golot Echidna catenata Morena cadena

Di naibe Myrichthys spp.

Otras especies no son capturadas en las inmediaciones de las islas porque

consumen excrementos humanos, pero si se pescan mar afuera o cerca de los

islotes deshabitados.

232

Tabla 10: Especies no consumidas porque ingieren excrementos humanos

Nombre en

dulegaya

Nombre científico Nombre en español

Buga Chaetodipterus faber Paguala, Isabelita, Paguara

Daida Acanthurus coeruleus Navajón azul

Daida Acanthurus bahianus Navajón pardo

Daida Acanthurus chirurgus Navajón cirujano

Uasorsiki Chaetodon striatus

Kwabep sichit Abudefduf taurus Petaca rebozada, Pintaño rebozado, Pintaño,

Petaca, Catango

Ua guabep Abudefduf saxatilis Petaca rayada, Pintano, Chopa, Pintado, Mojarra

rayada

Daida Acanthurus sp. Cirujano, Navajón

Uasorsiki Chaetodon capistratus

Uasorsiki Chaetodon ocellatus

Uasorsiki Chaetodon sedentarius

Daida arrat Acanthurus coeruleus Navajón azul

Daida sichid Acanthurus chirurgus Navajón cirujano

Dapsir Hyporamphus

unifasciatus

Agujeta balajú, Marao fósforo

Ua bukkip Kyphosus sectatrix Copa blanca, Morocoto, Mojarra isleña

Como comentaré de forma más amplia en el siguiente apartado, todavía

persisten tabúes (iset) sobre el consumo de algunas especies marinas. Esta cuadro

contiene las especies no comestibles y sujetas a tabúes:

Tabla 11: Especies no comestibles sujetas a tabúes

Nombre en

dulegaya

Nombre científico Nombre en español

Dasi dukua,

Dasi gidnit

Myripristis jacobus Candil colorado, Candil de piedra

Nodugu Scorpaena inermis

Nodugu Scorpaena grandicornis

Nodugu Scorpaena plumieri

233

Nodugu scorpaenodes caribbaeus

Oyo Dactylopterus volitans Alón, Chicharra, Pez volador

Baka nali Rhincodon typus Tiburón ballena, Paz dama

Nali bichu, Nali

mumut

Ginglymostoma cirratum Gata nodriza, Tiburón de arena, Nodrizo, Tiburón

gata, Bañay, Gullamano

Nali Galeocerdo cuvier Tintorera, Tiburón tigre, Alecrín

Nali karson Rhizoprionodon

terraenovae

Cazón Picudo Atlántico, Cazón de Ley, Cazón

Chino

Nali Carcharhinus limbatus Tiburón

Nali Carcharhinus leucas Tiburón toro

Nali Carcharhinus perezii Tiburón

Nali

eskarkinnet

Sphyma lewini Cornuda común, Cachona, Cornuda, Pez martillo,

Tiburón martillo

Nali

eskarkinnet

Sphyma mokarran Cornuda gigante, Tollo cruz, Pez martillo gigante,

Cachona Grande, Gran tiburón martillo

Nali

eskarkinnet

Sphyma tiburo Cornuda tiburo, Cornúa, Martillo pequeño,

Cornuda de corona, Cabeza de pala

Nidirbi asa

dummat

Himantura Schmardae Rayalátigo americana, Raya

Nidirbi asa

dummat

Dasyatis americana Rayalátigo americana, Raya

Nidirbi barbat Aetobatus narinari Chucho gavilán, Obispo, Chucho pintado, Raya

murciélago moteada, Raya pico de pato

Nidirbi bebe

nikat

Manta birostris Manta atlántica gigante, Diablo de mar, Manta

Nidirbi Urolophus jamaicensis raya

Wagui Delphinus delphis Delfín común

Los tabúes asociados a ciertas especies evidencia que la representación de

ciertos animales acúaticos condiciona su captura y consumo. Es el caso del defín,

respetado por su compañerismo, o el tiburón que es temido por su agresividad.

Aunque no es el momento de entrar a analizar el origen y el motivo de estos

tabúes, son una variable a tener en cuenta al enumerar las especies que se

pescan. A lo largo del siglo XX, algunas prohibiciones han desaparecido

comportando cambios en las capturas. Así por ejemplo, hasta los años sesenta, los

kunas no consumían bonito porque consideraban que tenía mucha sangre y esto

podía alterar el temperamento de las muchachas. Hoy en día este tabú ha

234

desaparecido completamente, hasta el punto que esta especie es una de las más

apreciadas y consumidas en las islas.

Existen otras especies que se consumen, pero con restricciones. Es el caso del

ua matargua (lenguado de charco; Bothus ocellatus), de la yarbi arrat (morena

congrio; Gymnothorax funebris) y del yarbi ua (matajuelo; Malacanthus plumieri). Se

cree que estas tres especies son idóneas para las mujeres embarazadas, ya que

facilitan el parto y reducen el dolor de la parturienta.

Aunque hay pocas especies estacionales y migratorias, en determinadas

épocas del año, los pescadores acusan la abundancia de determinadas especies.

Así por ejemplo, a mediados de septiembre llegan a las costas de Kuna Yala

grupos de wedarua y de buttu.

En relación a los crustáceos e invertebrados, las langostas, cangrejos de mar

o centollos y gambobias son especies muy preciadas por los kunas. El consumo del

pulpo y del calamar está sujeto a tabúes y estas especies no se consumen en el

sector de Gardi, pero se capturan para venderlas a intermediarios o a

comerciantes foráneos. Las langostas y los cangrejos se consumen muy poco en las

islas, ya que se han convertido en la principal fuente de ingresos para muchas

familias. El siguiente cuadro muestra las especies de crustáceos e invertebrados

capturados en Kuna Yala:

Tabla 12: Crustáceos e invertebrados capturados en Kuna Yala

Nombre en

dulegaya

Nombre científico Nombre en español Comes-

tible (s/n)

Tabues o

consu-mo

res-tringi-

do (s/n)

Comer-

ciali-zación

(s/n)

Tulup Panulirus argus Langosta común S N

S

Tulup angi Panulirus guttatus Langosta moteada S N S

Tulup angi

barbat

Palinurellus gundlachi Langosteta S N S

Tulup angi

gidnit

Justitea longimanus Langosta de muelas S N S

Tulup nan

Tulup wisi

Scyllarides aequinoctialis Cigarro español S S S

Sug cammi Portunus sayi S N N

Sug cammi Callinectes sp. Cangrejo azul S N N

235

Sug murmuret Mithrax forceps S N S

Sug murmuret Mithrax spinosissimus Cangrejo rey del

Caribe

S N S

Suigbir Portunus sebae S N N

Suinan Paraliomera dispar S S N

Suisir

Sug nan

Carpilius corallinus Cangrejo moro S S N

Morbeb Strombus gigas Cobo rosado S N S

Morbeb Strombus costatus Cobo lechoso S N S

Pargo nus Acanthopleura granulata S N N

Pargo nus Stenoplax purpurascens S N N

Pargo nus Tonicia schrammi S N N

Di kole Paguristes cadenati N N N

Uantitis, Tottos Gonodactylus oerstedii N N N

Tottos, Uantitis Gonodactylus curacaoensis N N N

Morbeb

macheret

Suit kole

Strombus pugilis Cobo luchador N N N (3)

Uakailis ome Fasciolaria tulipa Tulipan verdadero N N S(3)

Uakailis

macheret

Charonia variegata Tritón atlántico N N S(3)

Morbeb tudu Cassis flammea Casco flameante N N S(3)

Sinkoko Oliva reticularis Oliva reticulada N N S(3)

Tuila Marginella pruniosum N N S(3)

Sindukua Cypraea zebra N N S(3)

Tuila Cyphoma gibbosum N N S(3)

Tuila Cyphoma signatum N N S(3)

Tuila Cymbovula acicularis N N S(3)

Timur Tellina radiata Telina aurora N N S(3)

Nuswar

dummat

Holothuria mexicana N s S(1)

Kikkir sadu

(Saana)

Sepioteuthis sepioidae Calamar de arrecife N S N(2)

236

Kikkir sadu

(Saana)

Doryteuthis plei Calamar flecha N S N(2)

Kikkir Octopus briareus Pulpo de arrecife N (2) S S

Kikkir Octopus vulgaris Pulpo común N (2) S S

Termar niskua Oreaster reticulatus Estrella de mar N (4) N N

Puttarat sichit Echinometra lucunter Erizo de mar negro N (2) S N

Puttarat sipu Lytechinus variegatus Erizo de mar blanco N (2) S N

1 Durante la decada de los noventa se vendía a comerciantes chinos. En

la actualidad ni se comercia ni se captura.

2 Se utiliza como carnada

3 Se vende a turistas

4 Otros usos.

Las tortugas también se pescan. Aunque en algunas islas todavía prevalecen

los tabúes sobre su consumo y su carne no es muy preciada, en otras se han

convertido en un manjar exquisito. Cuatro especies de tortugas marinas habitan la

región: la tortuga canal (yauk suer suered, Dermochyles coriaca) la tortuga

cabezona o cahuama (Caretta caretta), la tortuga verde o blanca (morro, Chelonia

mydas) y la tortuga carey (yauk, Eretmochyles imbricata), pero sólo las dos últimas

son capturadas por los kunas.

5.3.1.3. ¿Cuándo se pesca?

La práctica de la pesca está condicionada por el estado del mar y las

inclemencias meteorológicas. En determinadas épocas del año, la actividad

pesquera resulta imposible mientras que en otras es extraodinariamente fructífera.

La pesca se practica de día y de noche. A diferencia de otras sociedades de

pescadores del Caribe, en Kuna Yala no se capturan langostas aprovechando la

oscuridad de la noche. Los buceadores sólo se adentran en las profundidades del

mar durante el día. La noche es el momento ideal para tirar la red de trasmallo

en las aguas poco profundas. Aunque los tiburones suelen atacar las capturas, éste

es un buen momento para conseguir peces de gran tamaño sin mucho esfuerzo. La

pesca nocturna no se puede practicar durante los períodos de luna llena, ya que

los peces perciben la red con la luminosidad.

El sector de Gardi cuenta con numerosos islotes y arrecifes de coral que

permiten que la pesca sea muy productiva durante casi todo el año. En los sectores

más orientales, la situación es completamente diferente. Las comunidades que se

237

encuentran más allá de Tikantikki acusan la escasez de pescado en la época seca

(entre enero y abril) y en general consumen más pescado en lata que fresco.

Aunque algunas familias del sector occidental mandan pescado a los parientes del

oriental aprovechando los viajes de las motonaves kunas, en pueblos como Ustupu,

la demanda siempre supera la oferta.

Tanto en el sector oriental como en el occidental la pesca está sometida a la

temporalidad que impone la migración y estacionalidad de ciertas especies.

Aunque los kunas no identifican muy bien la estacionalidad de los recursos marinos,

reconocen que hay especies que tienen “su tiempo”. Así, en junio perciben que no

abunda el bonito, pero sí otras especies como orwaip, siga bula, duili. El cangrejo

azul (sug arrat) también tiene su temporada. Suele empezar a mediados de abril

y se prolonga hasta finales de mayo o principios de junio. Tan pronto llega “su

tiempo” la gente sale a buscarlo de noche en los manglares porque su carne es

mucho más preciada que la del centollo o cangrejo de mar. A principios de

noviembre es un buen momento para pescar yalatela, bonito, gelu y magadabu.

Durante los meses de invierno, de mayo a mediados de diciembre, los kunas

aprovechan las crecidas del río para salir a pescar en la desembocadura del

río87. Es en este momento cuando pescan el digenus, las larvas del pescado boisy.

Las algas que abundan durante el mes de mayo dificultan la pesca con

carrizo, ya que el anzuelo se enreda entre ellas, pero al mismo tiempo arrastran a

orwaip mimmi y naisu mimmi (crías de Balistes spp. y de Monacanthus spp.) hacia las

orillas de las islas, lo que facilita su captura.

El principal factor meteorológico que afecta las actividades de pesca es el

viento. Como ya se ha comentado anteriormente, en diciembre los vientos alisios

del norte soplan con fuerza y transforman las apacibles aguas de la comarca en

un lugar peligroso. Las olas alcanzan entonces dimensiones que no pueden

sobremontar los pequeños cayucos kunas. De diciembre a mayo la mala mar

impide salir a pescar o incluso, ir a trabajar las fincas en tierra firme. En esta

época, es corriente volcar el cayuco en la desembocadura del río o escuchar

acerca de accidentes provocados por el oleaje. La presencia de los vientos alisios

favorece las actividades agrícolas porque posibilita la navegación a vela y

ahuyenta a los mosquitos de las fincas, pero al mismo tiempo dificulta el transporte

de mercaderías, las reuniones de las autoridades88 y las actividades de pesca en

87 Cf. Charnley, op. cit. 88 Durante los meses de enero a marzo se evita celebrar congresos generales o sectoriales por el mal estado del mar.

238

las aguas lejanas. A partir de enero escasea el pescado y los hombres se limitan a

tirar el anzuelo cerca de la costa o de las islas sirviéndose de sardina viva. Si la

suerte les acompaña suelen conseguir bonito y magadabu suficiente para su unidad

doméstica, pero no para comercializarlo o repartirlo entre sus familiares.

A mediados de abril los vientos aflojan y los hombres vuelven a salir a tirar

la red y a pescar en las zonas más apartadas. Aunque en agosto vuelva a soplar

el viento del norte, hasta el mes de diciembre suele ser una buena época para

salir a pescar. Cuando los vientos soplan fuerte, una alternativa a la mala mar es

la pesca en el río. Como el río ya no crece y su caudal disminuye, algunos jóvenes

organizan giras de pesca en la tierra firme.

Las tortugas también tienen “su tiempo”. Suelen llegar a Kuna Yala en el mes

de mayo, por esto éste es llamado yauk nii (el mes de la tortuga). Durante los

meses de junio, julio y agosto desovan en las playas arenosas, llegando a

depositar de 150 a 200 huevos en cada subida89. Es entonces cuando los kunas

aprovechan para capturarlas y quedarse con una parte de sus huevos.

5.3.1.4. ¿Dónde se pesca?

La explotación de los lugares de pesca depende de los medios técnicos y de

las condiciones meteorológicas. En general, los kunas definen los sitios de pesca en

base a tres factores: 1. el fondo marino, 2. los puntos de referencia, y 3. la

profundidad. Según el fondo marino, los kunas distinguen entre tres tipos de sitios:

gagan (algas), akkua (corales) y ukup (arena). A partir de los puntos de referencia

consideran que van a pescar: magat-ba (al mar abierto), dupgan-ba (a las islas

cercanas no habitadas) o diuar gaka-ba (a la desembocadura de los ríos)90.

Finalmente, cuando tienen en cuenta la profundidad, las aguas son: dinnagua

("seco", aguas poco profundas) o dinna suli ("no seco", aguas muy profundas).

En el mar, así como en la tierra firme, hay caminos91, montañas y planicies.

Los kunas se orientan teniendo en cuenta puntos de referencia de la superficie o

de las profundidades. Los más comunes son islas, montañas o arrecifes. Así por

ejemplo se dice Akkuatuppu dakke (mirando hacia la isla de Akkuatuppu), Yala

89 Sandner, 1998: 43. 90 Según Stier, en Tubuala los kunas sólo distinguen entre "magatba" (aguas lejanas, cerca islas) y aguas cercanas (op.cit. : 35). 91 Como en otras tradiciones ameríndias (cf. Ventura, 2004 para el caso tsachila), los kunas consideran que los caminos (igar) son un símbolo de unión entre dos mundos. Es sin embargo interesante señalar que cuando hablan de caminos se refieren más al río o a las rutas de navegación que a los que puedan trazarse en la tierra firme.

239

dakke (mirando la montaña) o Coibita akkuadin (los arrecifes cercanos a la isla de

Coibita).

Como se ha comentado anteriormente, durante los meses de verano se

practica la pesca con sedal cerca de la desembocadura del río o en las aguas

fluviales. Algunas de las especies más capturadas son: gelu achuermae, gelu datar,

wichun, uilup si, bonito, magadabu o dabugari de tallas grandes. A menudo cuando

alguien vuelve de la costa con mucho pescado, la noticia vuela y muchos jóvenes

acuden al lugar para probar suerte.

Las aguas cercanas que se adentran en los manglares también son un buen

lugar de pesca. Aunque en la actualidad esta práctica no es muy corriente, los

hombres a veces tumbaban los manglares para atraer a los peces y capturarlos al

cabo de unos días. Esta técnica es conocida con el nombre de “aili miar uasoet”.

En general, los lugares donde abunda una misma especie de peces son

denominados ua yaa o galu. Cada persona mantiene en secreto la localización de

los yaa ("agujero") con los que ha dado a lo largo de su vida92. Sólo se transmiten

de padres a hijos o de tíos a sobrinos. Hoy en día, además de explotar los yaa de

los antepasados, la proliferación de cayucos93 con motor fuera borda permite

extender el radio de acción del pescador.

5.3.1.5. ¿Cómo se pesca?

Los kunas practican la pesca con sedal y carnada (viva o muerta); carrizo;

chuzo o arpón; red de trasmallo; red de cuerda y nasa (trampa)94. Cada una de

estas técnicas es aplicada en función del pez que se desee capturar, del estado

del mar (viento, marea y corrientes marinas), de los medios técnicos disponibles y

de las necesidades rituales. Por ejemplo, si un hombre necesita grandes

cantidades de pescado para celebrar la fiesta de pubertad de una de sus hijas

(inna mutikit o inna dummat95), es muy probable que busque a alguien con red

para ir a pescar a un lugar lejano y poco frecuentado.

Pesca con sedal o nylon (ua soe): es la técnica que requiere menos

inversión material y, por lo tanto, la más corriente. La carnada (sardinas) se

obtiene con redes fabricadas artesanalmente con tela de mosquitero de nylon. La

pesca con sedal se usa desde el cayuco independientemente de la profundidad . 92 Hasbrouck, 1985. 93 Pequeñas embarcaciones, canoas o piraguas. 94 Cf. Hasbrouck, op. cit. 95 Cf. Prestán, 1975.

240

El único condicionante son las corrientes marinas. Se suele utilizar para capturar

yalatela, nalu, dasi, duili, orwaip, ispe ua, gelu.

Arpón (ua makke): Aunque en el pasado era muy utilizado para dar

muerte a los sábalos (mila), los barracudas (dabu) o las tortugas (yauk) una vez

quedaban atrapados en las trampas, hoy en día son pocos los hombres que

cuentan con un arpón y lo utilizan. Los pocos que los emplean lo hacen para

capturar pulpos después de inyectarles lejía (o cloro) en sus guaridas.

Carrizo: esta técnica consiste en introducir la parte superior del anzuelo

en un tubo plástico y ligarlo al cordel. De esta manera, cuando se hace correr el

anzuelo por la superficie de las aguas tirando con un motor fuera borda, da la

sensación que sea una presa en movimiento y los peces pican engañados. Con esta

técnica se suelen capturar magadabu, gelu, dabugari, bonito y, esporádicamente,

mila.

Pistolas con arpón: (gingi ua makke) hace unos años los inmigrantes a la

ciudad y los turistas que visitaban la región empezaron a introducir las primeras

pistolas para pesca submarina, pero actualmente están en desuso en el sector de

Gardi.

Trampas, nasa: Algunas familias cuentan con ua garba (trampas)

construidas con alambres, pero al igual que los arpones y las pistolas, no son muy

utilizadas. Los kunas, hasta los años 1960, construían grandes trampas para

encerrar los bancos de sábalo y poder arponearlos. Más adelante, cuando

considere la desaparición del sábalo, me referiré a su captura y consumo.

Dinamita: aunque hoy en día está totalmente prohibida, durante la

primera mitad del siglo XX, la pesca con dinamita se convirtió en una práctica

corriente. Con esta técnica, se aturdían los bancos de peces que habitaban los

arrecifes cercanos, pero debido a los daños que causaba a los corales y a los

mismos pescadores, se abandonó. Esta práctica también cayó en desuso por la

dificultad de pasar dinamita por las fronteras después de la revolución Tule de

192596.

96 Cf. AI: Nota; De: corregidura de policia, Narganá, subteniente jefe A. Mata G, a: intendente, Hernández; 30 marzo 1937. Tras el episodio revolucionario de 1925 los policías controlaban el comercio de armas y explosivos en la costa atlántica. Cuando encontraban dinamita, siempre investigaban su procedencia e interrogaban a los pescadores. Los kunas utilizaban la dinamita para capturar mila (sábalo), pero con el control, empezaron a abandonar estas prácticas. Sin embargo, en el sector oriental, continuaron hasta los años 40. En una nota al intendente, Nele Kantule le pide que prohiba a los colombianos la venta de dinamita. Cf. AI: carta, De: Nele Kantule A: C. Villalaz; 27 enero 1941. En el año 1943, el intendente todavía solicitaba la ayuda de las autoridades del sector de Gardi para acabar con la dinamita para la pesca. Cf. AI: nota, De: intendente, A: John Smith, saila Gardi Tupile, 8-5-1943.

241

Redes (saki): hasta los años 60, las redes se fabricaban artesanalmente

con los recursos forestales y se utilizaban para encerrar sábalos y tortugas. En la

actualidad, se utilizan dos tipos de redes:

Chichorra, redes de cuerda (tub saki): sirven para capturar

bancos de peces en las aguas poco profundas. El uso de esta

técnica no está al alcance de todos los comuneros, ya que implica

contar con un motor fuera borda para poder desplazarse a las

zonas remotas y adquirir la chichorra. Una red de estas

características cuesta unos 1000$, más 200$ en plomos. En una

comunidad como Gardi, pueden encontrarse unas 15 redes de

cuerda. Todas pertenecen a particulares, no hay cooperativas de

pesca. Este tipo de red, así como el trasmallo, no se puede tirar

cerca de la islas. Se aplican multas a quienes quebranten esta

norma.

Trasmallo, se trata de una red de nylon o de hilo que se utiliza

durante la noche para capturar los peces que transporta la

corriente. No son tan caras como las anteriores, suelen costar de

100 a 200 US$, pero duran menos tiempo. Con ella se puede

capturar una gran variedad de peces, pero los más corrientes son

nalorgo, wedarua, nalu, ispe ua. A veces los tiburones, tortugas y

delfines se quedan enredados en ellas y las malmeten.

Los kunas también conocían técnicas especiales para capturar tortugas pero

hoy están en desuso. En el pasado utilizaban redes y réplicas de tortugas de

madera para atraer a los machos. Una buena ilustración de esta técnica se

encuentra el Wassén (1949).

Una técnica parecida a la anterior se utilizaba para atrapar dabugari. Se

colcaba un trozo de madera (balsa) en la superficie del agua con un anzuelo

suspendido para atraer a estos peces.

5.3.1.6. ¿Para qué o por qué se pesca?

Los hombres salen a pescar para alimentar a sus familias y para

comercializar el excedente. No hay que olvidar que el pescado aporta el 80% de

las proteínas animales de la dieta kuna97. La comercialización del pescado y del

marisco ha cobrado importancia desde mediados del siglo XX. Aunque en Kuna

97 Ventocilla et al., 1995.

242

Yala la pesca todavía es una actividad artesanal y de subsistencia, la mayoría de

los pescadores que tiene redes, vende pescado a sus vecinos cuando tiene suerte.

De todas formas, en el sector de Gardi así como en toda la comarca, son

pocos los hombres que se dedican exclusivamente a la pesca. Como he mostrado

en el capítulo anterior, los jóvenes que deciden quedarse en la comunidad se

integran en alguno de los grupos de producción agrícola del pueblo y salen a

pescar de vez en cuando. Las unidades domésticas en las que los hombres han

migrado a la ciudad o no tienen tiempo para dedicarse a pescar, dependen del

pescado que comercializan los pescadores.

Entre los parientes próximos, los pescados son un regalo frecuente, pero a

diferencia de la caza, el pescado no suele repartirse entre todas las familias del

pueblo. El pescado sólo de distribuye entre los vecinos cuando se capturan

especies de bajo valor comercial. A modo de ejemplo puede citarse el caso de un

pescador de Gardi que capturó un gran banco de sardinas. Como sabía que

nadie se las compraría, las ofreció al pueblo y se repartieron entre todas las

unidades domésticas.

Los precios del pescado varían en función de la oferta y la demanda, es

decir, de la abundancia o escasez de peces y de la hora de llegada de los

pescadores a puerto. Si son los primeros en arribar al muelle, pueden permitirse la

licencia de venderlo más caro. Según la estación los precios pueden oscilar de 10

pescados (normalmente gelu o bonito) por un dólar (meses de agosto a enero) a

cuatro por un dólar (de febrero a julio). Los precios también varian en función de

la especie y el tamaño.

En relación a la explotación comercial del marisco, existe un sector de

buceadores expertos, los langosteros, que se dedican exclusivamente a la pesca y

comercialización de la langosta, el pulpo, el centollo, los langostinos y la

gambobia98. Aunque en comparación con el resto de comuneros, ganan mucho

dinero -pueden llegar a ingresar 90$ al día- se trata de un oficio poco

reconocido. Pero tienen fama de malgastarlo bebiendo licor en el muelle y de no

ayudar a sus familias. Los langosteros empiezan a bucear a una edad temprana.

Un langostero kuna de la comunidad de Gardi Sugdup, por ejemplo, empezó a

bucear a los 15 años. A los 37 todavía bajaba unas 16 brazas a pulmón libre con

determinación y sin miedo. En un día de trabajo podía llegar a conseguir de 10 a

20 langostas. Luego las vendía a intermediarios kunas que a su vez las revendían

98 Para más información sobre la pesca de la langosta en Kuna Yala: Cf. Abelló y Díaz, 2001, 2003; Spadafora, 2000; Ventocilla et al., op. cit.

243

a las avionetas que llegaban a algunas islas. Los comerciantes de la costa de

Colón también hacen de intermediarios, pero pagan un poco menos99.

5.3.2. Otros usos de los recursos marinos

Además de la pesca de subsistencia y comercial, los kunas también extraen

otros recursos del mar con finalidades comerciales, medicinales y estéticas. En la

década de los ochenta y hasta principios de los noventa, se capturaban peces

ornamentales, no comestibles, para venderlos a intermediaros norteamericanos

que a su vez, los hacían llegar a acuarios extranjeros100. En 1993 el Congreso

General Kuna, viendo que se trataba de una práctica totalmente ilegal, la

prohibió y todo indica que, en el año 2000, había desaparecido.

En las islas donde hay actividad turística, pueden observarse acuarios

caseros construidos en las orillas de las islas con coral muerto. Suelen contener

tortugas y estrellas de mar para exhibir a los turistas a cambio de un dólar.

Los kunas también recogen estrellas de mar para controlar las plagas de

arrieras (hormigas) que arrasan los cultivos y campamentos del monte. Las colocan

en su camino y al cabo de poco tiempo las hormigas abandonan el lugar.

Otro recurso importante es el akkuasip, una especie de piedra pómez, que

llega flotando a las orillas de las islas. Las mujeres la emplean para lavar ollas y

los hombres para quitar el óxido a los machetes.

Las conchas llamadas morbeb dudu (Cassis flamea) se utilizan por los sonidos

que emiten al soplarlas para despertar a los comuneros o prevenir a las mujeres

de la llegada de pescado. Son conchas de una gran belleza, que junto a las di

gole (Paguristes cadenati) y morbeb (Strombus spp.) también venden a los turistas

que llegan a las islas.

También extraen y limpian los dientes del pez orwaip (Balistes spp.) para

hacer collares que generalmente lucen los más pequeños. Además de tener un alto

valor estético, estos dientes parecen traer buena suerte y dar protección a quien

los lleva101.

99 Los precios de los mariscos son variables. Durante el trabajo de campo, del 2000 al 2004, cada día llegaban a El Porvenir avionetas que compraban langostas y otros mariscos. El 1 de junio del 2004 los precios eran los siguientes: langosta: 1 libra = 3,25 dólares; 1 libra De centollo: 0,75 sólares; 1 libra de pulpo: 1 dólares; gambombia = 1 dólar. A principio de la temporada (junio) el precio solía ser más bajo, pero iba subiendo durante los meses de agosto a febrero hasta alcanzar los 5 dólar por libra de langosta. En esta época, las avionetas empezaban a respetar el sistema de tallas y peso mínimos marcados por el Congreso General Kuna. No solían comprar langostas pequeñas o con huevos porque, si lo hacían, se las requisaban en el aeropuerto de Panamá. 100 Ventocilla et. al 1995; Sandner, 1998. 101 Cf. Charnley y de León, op. cit.

244

En relación a las tortugas, además de consumir su carne y sus huevos, desde

mediados del siglo XIX, los kunas explotan el caparazón de la especie carey

(Dermochyles coriaca)102. Aunque el comercio del carey está prohibido en Panamá,

es probable que continúe vendiéndose a comerciantes chinos a través de

intermediarios locales103.

En el pasado, la grasa o manteca de la tortuga era empleada para tratar

enfermedades respiratorias como el asma. La escasez de tortugas y la presencia

de centros de salud en la comarca han reducido estas aplicaciones.

Una práctica muy extendida es el relleno de las orillas de las islas con

bloques de coral muerto104. Aunque no existen datos precisos al respecto, un alto

porcentaje de las islas de Kuna Yala amplían su superficie siguiendo esta técnica.

Ganar espacio al mar se ha convertido en una necesidad para la mayoría de

familias que quieren continuar residiendo en la comarca. El aumento demográfico,

el reducido tamaño de las islas y la ausencia de otras islas desocupadas próximas

a los ríos han hecho del relleno una práctica necesaria para conseguir una parcela

propia y construir una vivienda. En tierra firme no abundan las piedras o rocas

grandes, y el cemento u otros materiales de contrucción son tan costosos que en

pocas ocasiones son empleados. La manera más sencilla y rápida de obtener

materiales de construcción es acudir a los arrecifes.

Para rellenar, los hombres extraen bloques de coral de los arrecifes

cercanos y arena de las orillas del río, y los transportan a la comunidad a bordo

de sus cayucos. Mientras acumulan el material de construcción, levantan unas

empalizadas de madera para delimitar la zona que quieren rellenar. Luego

construyen un muro con coral y van superponiendo distintas capas de coral,

troncos, grava y arena.

Además de los espacios domésticos, muchos muelles, escuelas, centros de

salud o canchas de baloncesto se han edificado encima de rellenos de coral.

Incluso la pista del aeropuerto de Gardi Sugdup se construyó a pico y pala en los

años setenta, rellenando con coral muerto una zona pantanosa de la costa.

Aunque no se sabe exactamente cuándo se empezaron a ampliar las orillas de las

102 Stout, 1947; Puig, 1946. 103 Según un pescador del sector de Gardi que pescó una tortuga carey 15 años atrás, en aquella época le dieron 125 dólares por libra del caparazón. Teniendo en cuenta que un caparazón pesa 3-4 libras es fácil imaginar que si alguien encuentra una tortuga carey no la deje escapar. 104 El gobierno panameño a través de la Autoridad Nacional del Ambiente (ANAM) ha intentado frenar la destrucción de los corales de sus costas aplicando multas a quienes utilicen el coral como material de construcción en el territorio nacional. No obstante, como en Kuna Yala no se ha establecido ningún tipo de control, los comuneros continúan utilizando los corales para expandir la superficie de sus viviendas.

245

islas, es muy probable que durante el primer cuarto del siglo XX ya se practicara

el relleno con corales en algunas comunidades del sector de Gardi105.

En los próximos años, si la población de las islas continúa creciendo, el uso de

relleno será inevitable. A pesar de que los kunas trabajen la tierra, no quieren

volver a vivir en tierra firme, prefieren continuar manteniendo su residencia en las

islas, como dice Inaiduli, uno de los argars de Soledad Myria: “Antes había tanta

tierra que nadie pensaba en rellenar, ahora que vivimos en las islas la gente que

quiere más tierra tiene que hacerlo de esta manera. No es necesario rellenar, ya que

hay suficiente tierra en el continente, pero como nos acostumbramos a vivir en islas y

tenemos miedo a las serpientes y a los mosquitos, si queremos tierra debemos

trabajar duro para ganarla al mar”.

5.3.3. ¿Escasez o abundancia de peces?

Como ya han apuntado otros investigadores, los kunas constatan

preocupados que durante las últimas décadas ha habido una disminución en la

cantidad y la talla de los peces. Algunas especies, como el sábalo o el manatí,

prácticamente han desaparecido de la comarca.

Ante la falta de trabajos sobre los recuros marinos y las dificultades técnicas

para estudiar la sobrepesca106 es difícil valorar la abundancia o escasez de

pescado en Kuna Yala desde una perspectiva histórica. Según la percepción de

los comuneros de Gardi, antes no se tenía que ir muy lejos para conseguir

pescados grandes y en media hora se podía obtener el pescado suficiente para

todo el día. En la literatura etnográfica los pocos datos relacionados con la pesca

no ayudan a esclarecer el tema. En los años cuarenta, la época que plasmaron

Stout (1947) y Puig (1946) en sus escritos, la pesca era abundante cerca de las

islas. Puig comenta que los kunas ahumaban el pescado y navegaban hasta Colón

para venderlo. En cambio, Stout sostiene que los ancianos ya observaban una

disminución de las capturas en comparación con tiempos pasados, pero no había

períodos de escasez. A finales de los años cincuenta, Torres de Ianello (1957)

describía el mar como una fuente inagotable de recursos sin períodos de escasez.

En los setenta, Howe observaba que en Tikantikki las cantidades de peces de los

105 Cf. Sandner, 1998. Para ver el crecimiento de la superficie de la comunidad de Gardi Sugdup a partir del relleno, cf. Anexo núm. 7. 106 Acheson (2006) señala las dificultades que encuentran los científicos que estudian las pesquerías para medir la talla de los stocks y entender las razones por las cuales cambian, entre ellas el alance de la sobrepesca. Estas dificultades obedecen a problemas conceptuales y técnicos a la hora de recoger los datos. Desde la misma perspectiva crítica, Wilson (2002: 329) señala que al medir la talla de los stocks errores del 30 al 50% son frecuentes.

246

alrededores de las islas estaban disminuyendo. Chapin (1983) consideraba que,

en el sector occidental de Kuna Yala, nunca faltaba pescado ni marisco. Ventocilla

et al. mencionan que, en los años noventa, la escasez de peces se estaba

convirtiendo en uno de los principales problemas que experimentaban los

ecosistemas marinos de la comarca (1995).

No existen datos fiables que confirmen tal disminución, pero para la mayoría

de kunas los peces son menos abundantes en los alrededores de las islas y los

ancianos recuerdan con preocupación la desaparición del sábalo (Megalops

Atlanticus, “mila”). El sábalo pasó de ser una especie abundante a desaparecer

casi por completo. Hoy en día, es muy poco frecuente y muchos jóvenes no saben

ni reconocerlo. Era una especie muy preciada por su grasa (gualu) y tamaño (tenía

más de un metro de largo y podía llegar a pesar 200 libras).

Los ancianos todavía recuerdan con nostalgia los tiempos en que salían a

pescar sábalo. Los hombres del pueblo construían una gran trampa con ramas de

mangle (galu). Luego salían a buscar los sábalos y los asustaban para conducirlos

a la trampa. Cuando entraban en el galu, los encerraban con una red y los

arponeaban desde sus cayucos. En un sólo día podían llegar a hacerse con un

centenar de ejemplares. Las mujeres los ahumaban para conservarlos y consumirlos

a diario durante los meses siguientes.

El sábalo desapareció inexplicablemente entre las décadas de los setenta y

los ochenta107. Algunos argumentan que los sábalos huyeron con la llegada de los

motores fuera borda porque el ruido los ahuyentó. Otros señalan que se trata de

un castigo de Pab Dummat, quien decidió no enviar más sábalos para poblar las

aguas de la comarca ante el mal comportamiento moral de los kunas108. Muy

pocos señalan la sobrepesca como causa de su extinción.

Los biólogos creen que la destrucción de los manglares provocó su

desaparición porque los sábalos depositaban sus huevos en ellos109. Sin embargo,

hay otro elemento que parece decisivo en la merma de esta población animal y

que los científicos no han valorado hasta el momento. Se trata del consumo de

unas larvas de pescado que los kunas llaman milunus. Cada mes de agosto,

alguien casualmente encuentra miles de estas larvas cerca de la desembocadura

del río o en los manglares de la costa. No hay que esperar mucho tiempo para

107 Cf. Sandner, 1998. 108 Los kunas creen que Bab Dummat y los jefes de los animales ponen a su disposición los recursos. Como mostraré en el capítulo 6, esta concepción del mundo corresponde a una cosmología animista. 109 Sandner, 1998.

247

que la noticia llegue a la comunidad y los hombres se movilizen para conseguir un

poco de milunus para la cena. Como es de esperar, al cabo de unas horas ya no

queda ni una larva en el manglar. El milunus (literalmente “peces pequeños, como

sardinas, de sábalo”) no son nada más ni nada menos que larvas de sábalo.

5.3.4. Control y acceso a los lugares de pesca y a los recursos marinos

En general, las zonas marítimas controladas por poblaciones indígenas se

caracterizan por ser lugares de libre acceso, en los que difícilmente se puede

hablar de territorialidad. Sin embargo, existen tan pocos estudios sobre la

territorialidad en relación a la gestión de recursos comunales marinos, que no se

puede descartar la presencia de derechos territoriales en el mar. De hecho,

algunos investigadores, como por ejemplo Akimichi (1984), han constatado que en

algunos casos se puede hablar de territorialidad en la pesca. Una territorialidad

que tendría como objetivos garantizar el acceso y la conservación de los recursos,

y evitar conflictos. Algunos investigadores110 han mostrado la existencia de

territorialidad en lugares que se consideraban de libre acceso. También se han

reportado casos en los que el mar era un lugar de libre acceso para algunos tipos

de pesca, mientras que para otros, los individuos y las comunidades habían

desarrollado sistemas de tenencia de los recursos111. Sistemas que pueden ser

establecidos a través de reglas formales o informales y que pueden servirse de un

territorio o de otros mecanismos de control112.

Algunos trabajos han detectado que la presencia de una territorialidad

marítima pesquera está en conexión con la pesca comercial. Así, por ejemplo,

Begossi ha señalado que comunidades que se dedican a la pesca comercial del

camarón o de la sardina observan derechos territoriales113, pero que en sistemas

tradicionales donde impera la pesca de subsistencia no se suelen limitar zonas de

pesca114. La experiencia kuna vendría a confirmar esta última hipótesis.

Como ya he apuntado anteriormente, las reglas que marcan el acceso,

control y transmisión de las tierras no tienen nada que ver con las de las aguas.

Mientras que en tierra firme existen parcelas colectivas o individuales, el mar no

está delimitado, es una zona de libre acceso. Todos los habitantes de la región

110 Acheson, 1981; Akimichi, 1984; McCay y Acheson 1987; Berkes, 1989. 111 Acheson, 1981; Berkes, 1989. 112 Ostrom, 1990; Bromley, 1992. 113 Begossi, 1995b. 114 Begossi y Seixas, 1998.

248

pueden pescar en sus ríos y costas. El mar, por lo tanto, parece ser una realidad

inapropiable.

Pero que sea una realidad inapropiable, no quiere decir que no esté

regulada. Según el artículo 205 (capítulo XVI) de la la Ley fundamental de la

comarca de Kuna Yala115, sólo los kunas pueden explotar los recursos marinos de

la comarca. Los no indígenas necesitan la autorización del Gobierno kuna para

pescar en las aguas de la comarca116.

El artículo 206117 de la misma Ley, establece que el Congreso General Kuna

es el encargado de decretar vedas sobre los recursos amenazados por la

sobreexplotación. No obstante, establecer la veda y conseguir que fuera

respetada por los pescadores no fue tarea fácil. Las primeras iniciativas para

regular la explotación de la langosta se dieron en 1994, cuando en el seno del

CGK se discutió la introducción de una veda. Aunque no llegó a aprobarse en

esta ocasión, un grupo de biólogos kunas decidieron hacer talleres para

sensibilizar a los buceadores y langosteros de la fragilidad de los recursos

marinos. Pero su iniciativa tuvo poco éxito: la gran mayoría no hizo caso de sus

consejos, ya que la langosta constituía su principal fuente de riqueza. Durante la

segunda mitad de la década de los noventa, el tema de la veda de la langosta

fue objeto de debates y discrepancias. Varias propuestas fueron descartadas,

entre ellas, la prohibición total de las capturas y la introducción de áreas de

protección.

No es hasta febrero de 2000 cuando, en un Congreso General Kuna

extraordinario celebrado en la comunidad de Tigre, las autoridades de la

comarca, asesoradas por los biólogos kunas, resolvieron decretar una veda sobre

la pesca, captura y venta de la langosta en toda la comarca118, del 1 de marzo

al el 31 de mayo de cada año. Se ordenó a las autoridades de las comunidades

de la comarca que cumplieran con esta resolución y realizaran inspecciones a los

negocios y ventas particulares de compra y venta a fin de sancionar a los

infractores y decomisar las langostas. También informaron sobre la nueva

115 La Ley fundamental también afirma que en Kuna Yala no se puede bucear con tanques y tampoco se permiten motos acuáticas. El hecho que los buceadores se sumerjan a pulmón libre favorece la conservación de la especie. 116La ley fundamental no ha sido ratificada por el Gobierno panameño, por lo que no es respetada por las poblaciones vecinas. Por este motivo, las intrusiones de botes pesqueros provenientes de la costa de Colón, frecuentes desde principios del siglo XX, no son perseguidas por las autoridades panameñas. 117 Artículo 206, cap. XV, “El CGK reglamentará el tiempo de veda, que será de seis meses cada año y que deberá ser de carácter obligatorio. La directiva del Congreso notificará los detalles de las fechas fijadas previamente”. 118 Resolución no. 3, CGK, Tigre, 24-2-2000.

249

regulación a la autoridad marítima nacional, a las compañías compradoras, la

autoridad nacional del ambiente y a las aerolíneas que compran y transportan las

langostas.

Tres años después, en un congreso celebrado en Sasardi Nuevo del 13 al 16

de noviembre de 2003, las autoridades valoraron la veda y constataron que ni

los buceadores, ni los intermediarios, ni las avionetas, ni nadie en Kuna Yala ni

Panamá la respetaba. Ante esta situación, consensuaron una nueva resolución119.

Decidieron mantener la veda de la pesca de la langosta en toda la comarca de

marzo a mayo y prohibir el almacenamiento de langostas en galu (cercados)

durante estos tres meses. Las autoridades se habían dado cuenta que muchos

buceadores continuaban capturando langostas y las guardaban para venderlas al

terminar la veda. También resolvieron prohibir la captura de hembras con huevos

y langostas que no alcanzaran los 8 centímetros entre los ojos y donde empieza la

cola, o que no llegaran a un peso mínimo de 1 libra. y durante todo el año. Esta

resolución tenía que ser revisada cada tres años por el equipo técnico del

Congreso.

En un CGK celebrado en San Ignacio Tupile del 17 al 21 de junio de 2004,

se revisó la resolución para incluir otras especies marinas, como el pulpo, el

cangrejo y la gambobia. También se propuso una resolución para aplicar una

veda del 1 de abril al 30 de septiembre sobre las tortugas marinas y establecer

zonas de refugio en los lugares de anidamiento, pero no se aprobó. Hasta el día

de hoy cangrejos, pulpos y conchas marinas (gambobias) no están sujetas a

ninguna reglamentación.

Durante estos últimos años las autoridades de la comarca han hecho todo lo

posible para concienciar a la población. Incluso utilizan un programa de radio que

emite el CGK a través de radio nacional para anunciar el inicio y el fin de la

veda. Pero aunque los comuneros conocen las disposiciones del Congreso, muchos

no las respetan. El principal problema que afronta las autoridades de Kuna Yala

es el valor comercial de la langosta. Una libra puede llegar a dar una ganancia

de cinco dólares al intermediario y de tres al buceador. Hay langostas que incluso

pueden llegar a costar 80 dólares. Pese a que cada día sea más peligroso,

muchos jóvenes ven en la langosta una manera de conseguir dinero fácil y

mantener a toda su familia.

119 Resolución 1, CGK, Sasardi Nuevo, 16-11-2003.

250

De estas resoluciones de los años 2000 y 2003, se deduce que en Kuna Yala

se reglamenta la explotación de algunas especies, pero no se restringe el acceso

a los lugares de explotación. El CGK nunca ha delimitado zonas de protección ni

ha prohibido el acceso a determinadas zonas. Por lo que no se puede hablar de

una regulación comarcal del espacio marino. Sin embargo, en algunos lugares sí

existe una regulación local del espacio. Las aguas de los cayos Maokí, en el

extremo noreste de la comarca, son las únicas que no son accesibles a todos los

kunas. Las familias propietarias de estas islas120 cobran, a través de sus

autoridades locales, un impuesto a quienes quieran pescar en ellas. Si bien entre

los kunas no existe la propiedad privada de la tierra o el mar, se respetan

derechos de posesión (usufructo). Por esta razón, los que no son de estas

comunidades y quieran tirar la red o pescar con sedal en la zona deben pedir

permiso y pagar una especie de peaje que consiste en 0,35 dólares. Las

autoridades de los seis pueblos suelen controlar a los pescadores que frecuentan

las islas.

Todo parece indicar que, salvo la excepción de los cayos Maoquí, en Kuna

Yala no hay restricciones sobre el acceso y explotación de los lugares de pesca.

Esta falta de territorialidad no significa que los kunas menosprecien el mar y sus

recursos, sino todo lo contrario. Del pescado depende la supervivencia de la

mayoría de las familias de la comarca. Como he comentado antes, en los sistemas

tradicionales donde domina la pesca de subsistencia, es normal que no se limiten

zonas de pesca121. Si no hay zonas reservadas es porque la distribución de los

recursos marinos es impredecible en el tiempo y el lugar, los recursos marinos

continúan siendo abundantes, los motores permiten la movilidad de los pescadores,

persisten relaciones de reciprocidad entre los comuneros y se garantiza el derecho

de explotación exclusivo a los kunas. Por todos estos motivos, los kunas no han

creído conveniente limitar el acceso al mar. Los únicos sistemas de control que han

considerado necesario establecer conciernen los recursos más explotados y con

valor comercial.

En el próximo capítulo me referiré ampliamente a la representación local del

medio ambiente que también condiciona el uso de los recursos marinos. Una

representación que a veces no es comprendida por los agentes mediadores y

externos, pues se fundamenta en unos conocimientos que no sobrepasan la escena

120 Las islas de Maokí son plantaciones de cocos y están bajo el control de varias familias de los seis pueblos (conjunto de comunidades del sector central de Kuna Yala). 121 Begossi y Seixas, 1998.

251

local. En la casa del congreso de la comunidad los sailas y los argars hablan del

respeto por los recursos marinos tanto en los cantos como en sus interpretaciones.

Insisten en que hay que cuidar a los animales que viven en la tierra y en el mar.

Repiten una y otra vez que no se deben capturar peces pequeños. En mayo,

cuando llegan las larvas de orwaip y naisu enredadas entre las algas, recuerdan a

los más pequeños que no deben ni matarlas ni jugar con ellas. Los peces sufren

como los humanos, y por eso no hay que tratarlos como simples objetos naturales.

Con sus consejos intentan frenar los malos usos de los recursos marinos y hacer

comprender a los niños que no pueden jugar con la vida de un ser vivo de forma

arbitraria. Sin embargo, es difícil transmitir estos valores, y más aún cuando el

mismo día en que el saila recordaba que no se debían tocar las larvas de orwaip,

en la escuela pedían a los alumnos que capturasen unos cuantos ejemplares para

biseccionarlos en la clase de ciencias naturales.

5.3.5. ¿Cómo modifican los kunas los ecosistemas marinos?

Además de la pesca y la extracción de recursos, los kunas modifican el

medio marino de otras formas. Como ya he mostrado, la utilización de corales

para hacer relleno y ampliar la superficie de las islas parece degradar los

ecosistemas marinos de Kuna Yala. Es probable que estos usos estén muy

relacionados con el hecho que los fondos marinos de Kuna Yala hayan pasado de

una cobertura coralina del 60% en 1970, al 13% en el año 2000. Según algunos

biólogos122, esta práctica, tan común y cotidiana para los kunas, es una de las

causas de disminución de peces en los sistemas coralinos.

Ademas del uso de corales para la construcción, otras actividades cotidianas

favorecen su destrucción. En el sector de Gardi, el coral no sólo es utilizado para

ampliar la superficie de las islas, sino que muchas veces también acaba

convirtiéndose en las anclas de los cayucos. Otras prácticas perjudiciales para los

corales se desarrollan en tierra firme, en las orillas de los ríos. Cuando se

construye un muelle, una escuela o un centro de salud o se quiere mantener los

suelos y caminos de la isla en buen estado, los hombres suelen utilizar arena y

cascajo (grava) extraídos de los márgenes del río. En los años 70, los tres pueblos

del sector de Gardi (Gardi Sugdup, Gardi Yandup y Gardi Tupile) abrieron un

pequeño afluente del río Gardi Dummat para entrar de forma más directa a la

tierra firme. Una vez al mes, un grupo de comuneros de estos tres pueblos

122 Guzmán et al. op. cit.: 1398.

252

desbrozan la vegetación de los linderos del río para facilitar el paso de los

cayucos. Estas actividades, junto a la agricultura o la extracción de leña de los

manglares, erosionan las tierras de la cuenca fluvial, afectando los corales

cercanos a la costa.

Otro factor que perturba el equilibrio de los ecosistemas marinos es la

necesidad de deshacerse de los residuos domésticos arrojándolos al mar123.

Aunque en su mayoría se trata de desechos orgánicos, los kunas también consumen

pilas, detergentes, latas y otros productos no biodegradables. Las substancias que

vierten al mar contienen: microorganismos, materia orgánica, sales minerales

biógenas y contaminantes químicos inorgánicos124, partículas que pueden provocar

la migración de algunas especies marinas125.

Muchos investigadores creen que los kunas son los responsables de la

degradación de su medio marino y que por eso deberían cambiar sus hábitos.

Deberían dejar de extraer corales y no verter substancias contaminantes al mar.

Sin embargo, en la práctica, estas recomendaciones parecen imposibles de llevar

a cabo sin recursos externos. Los kunas no disponen de suficientes medios

económicos para utilizar materiales de construcción de importación o para

construir un vertedero. Por el momento, no parece haber alternativas viables.

Sin embargo, no todo está en manos de los kunas. Aunque erosionen los ríos

y contaminen su entorno, no hay que olvidar que existen otros agentes

responsables de la degradación de los arrecifes coralinos. Los yates, veleros y

cruceros que navegan por la región también deterioran los arrecifes con sus anclas

y sus basuras. El calentamiento global de la tierra y las crecidas de los ríos de

todo el Caribe también provocan la extinción de los corales. Los científicos todavía

no saben qué relación se establece entre estos factores globales y los episodios

de blanquemiento del coral o de mortalidad del erizo de mar de espinas negras

(Diadema mexicanum). Los kunas, como cualquier otro grupo humano, están

obligados a transformar su medio para sobrevivir. Si los comparamos con el poder

contaminante de los habitantes de los países occidentales, llegaremos fácilmente a

la conclusión que los kunas son de los seres humanos menos destructores del

planeta.

123 Cf. Forichon, 2003. 124 Para una categorización de los agentes contaminantes en el medio marino Cf. Bellan y Pérès, 1994 [1974] :8-16. 125 Bellan y Pérès op. cit : 93-94.

253

Después de presentar el medio físico, los sistemas de identificación y

clasificación de los animales marinos y los usos del mar, queda claro que los kunas

conocen muy bien el medio marino que los rodea. El mar es un lugar enigmático,

lleno de peligros y de recursos invisibles, pero esto no significa que los kunas no

identifiquen ni conozcan las criaturas que habitan las aguas de la comarca. Los

sistemas de clasificación etnobiológica muestran la gran riqueza del léxico kuna

sobre las especies marinas. Una riqueza que está íntimamente relacionada con la

importancia social y económica del mar. Sin el pescado que consumen a diario ni

las langostas que venden a los centros urbanos, los kunas tendrían problemas para

sobrevivir.

Como la pesca es tan importante o más que la agricultura, los conocimientos

tradicionales sobre el mar son comparables a los que guían los trabajos en tierra

firme. Aunque la vida en las islas sea relativamente reciente, los kunas han

aprendido a conocer su entorno acuático tan bien como sus bosques. La variedad

y el desarrollo de las artes de pesca dan fe de la capacidad de explotar los

recursos del mar. Los kunas saben muy bien cuándo y dónde ir a pescar, lo que

hay que ofrecer a un pez para que pique el anzuelo126, controlan los ciclos de

reproducción127 de la mayoría de especies marinas y reconocen las que son

migratorias. El único elemento que parece escapar a su atenta mirada es el

funcionamiento del complejo coralino. Como he señalado antes, los arrecifes

coralinos son los organismos más desconocidos para los kunas. Les llaman akkuadin,

que etimológicamente significa: akkuadinna gana (literalmente: “lugar donde las

piedras están secas en la superficie”). Con este nombre no es de extrañar que la

gran mayoría no los perciba como animales, sino como simples piedras o árboles.

Pero, dejando de lado el desconocimiento de los corales, todos los datos

que he presentado en este capítulo contradicen el aparente desinterés de los

habitantes de Kuna Yala por el mar. Los kunas no viven de espaldas al mar, sino

que estan muy atentos a sus movimientos y recursos. En contradicción con el olvido

del mar en las etnografías sobre la región, las revindicaciones territoriales y los

objetivos de los proyectos de desarrollo sostenible, los recursos marinos son la

principal fuente de proteínas animales de la dieta kuna y la pesca es, junto a la

126 Así por ejemplo, si quieren conseguir una langosta, saben que la deben atraer con erizo blanco o negro, y si quieren orwaip o nalu, que lo pueden tentar con gambobia o calamar, sus manjares preferidos. 127 A pesar de que, según la tradición kuna los peces llegan a Kuna Yala a través de unas canalizaciones (cammu) que conectan el mundo de los kunas con otra dimensión, todos los pescadores reconocen que los peces se reproducen a partir de huevos y saben muy bien que los recursos marinos son finitos.

254

agricultura, una de las principales actividades económicas de la región. Los

recursos marinos son, por lo tanto, muy importantes en la vida material de los

kunas. En definitiva, si no están contemplados en sus demandas territoriales no es

porque no sean relevantes.

Llegados a este punto, sólo nos queda continuar explorando los datos

etnográficos para comprender cómo los kunas estructuran su experiencia del

mundo. Quizás examinando su cosmovisión y las relaciones simbólicas que

establecen con su medio ambiente nos podremos explicar este paradójico olvido

del mar.

255

RESUMEN CAPÍTULO 5:

En este capítulo me he centrado en presentar y analizar los usos kunas del

medio marino. Para ello he empezado describiendo el marco físico, es decir, las

características de las costas, islas y aguas de la comarca. El elemento que

sobresale en la caracterización física del mar es la gran biodiversidad marina que

se esconde en Kuna Yala. Los arrecifes de coral, así como los peces y crustáceos,

aún siendo explotados por los habitantes de las islas, se encuentran en un estado

de conservación óptimo.

Después de esta breve descripción del medio, he centrado mi atención en la

etnoictiología kuna, interesándome por los conocimientos tradicionales sobre el mar

y sus recursos. Pronto he constatado que los kunas del sector de Gardi conocen

muy bien los seres que habitan las aguas de su región. En total, identifican el 80%

de las especies de peces, el 22 % de las especies de invertebrados y menos de un

1% de las especies de corales y esponjas. Estos datos concuerdan con los

obtenidos en los trabajos de Berlin: la gente principalmente clasifica las especies

grandes, diurnas y sociales, es decir algunas características de las especies

ayudan a predecir si van a ser clasificadas o no.

Una vez he constatado que los kunas perciben, identifican y clasifican la

biodiversidad marina, he relacionado estos conocimientos con los usos que los

hombres y mujeres de las comunidades dan a los recursos. Me he centrado en

averiguar quién, qué, por qué, cuándo y dónde se pesca. Describiendo las técnicas

de pesca, los aprovechamientos de los recursos marinos y los sistemas de control

sobre los lugares de pesca y los recursos, he podido comprobar que el mar es muy

relevante en la vida diaria de los kunas. El mar es vital para la subsistencia de las

familias de la comarca. El 80% de las proteínas animales de la dieta kuna

provienen del pescado. En definitiva, si el mar no forma parte de las

reivindicaciones territoriales kunas no es porque no sea materialy socialmente

relevante.