ACTIVIDAD ARQUEOLÓGICA PREVENTIVA: C/ SANTANDER, Nº 15, SEVILLA. 2006

35
1 ACTIVIDAD ARQUEOLÓGICA PREVENTIVA: C/ SANTANDER, Nº 15, SEVILLA. Raquel López Rodríguez Jose Antonio Suárez Páez Jesús García Cerezo RESUMEN: En este artículo presentamos los resultados de la intervención los cuales han tenido tres vertientes de investigación: la excavación con el estudio de los elementos subyacentes, el estudio paramental a través de la investigación de las estructuras emergentes, y la historiográfica a través de la investigación en las fuentes documentales. El resultado ha sido la evolución del solar y concretamente del edificio desde los comienzos de la Edad Moderna hasta la actualidad. Y la constatación de cómo dicha evolución corre paralela a la de los edificios de su entorno. ABSTRACT: In this article we present the results of the archaeological activity which has had three investigation lines: the dig studying the remains underground, the building survey through the study of the standing walls, and the historiography through the study of the documents and books. The result of all this has been the evolution of the building since the beginning of the Modern Period to nowadays. And how this building's history follows the general evolution of the surrounding area. ANTECEDENTES La actividad arqueológica se ha derivado del proyecto de obras previsto para el solar sito en el nº 15 de la calle Santander de la ciudad de Sevilla. El proyecto de obras prevé la rehabilitación del edificio para la construcción de viviendas sin sótano, en un solar entre

Transcript of ACTIVIDAD ARQUEOLÓGICA PREVENTIVA: C/ SANTANDER, Nº 15, SEVILLA. 2006

1

ACTIVIDAD ARQUEOLÓGICA

PREVENTIVA: C/ SANTANDER, Nº

15, SEVILLA.

Raquel López Rodríguez

Jose Antonio Suárez Páez

Jesús García Cerezo

RESUMEN: En este artículo

presentamos los resultados de la

intervención los cuales han tenido

tres vertientes de investigación: la

excavación con el estudio de los

elementos subyacentes, el estudio

paramental a través de la

investigación de las estructuras

emergentes, y la historiográfica a

través de la investigación en las

fuentes documentales.

El resultado ha sido la evolución del

solar y concretamente del edificio

desde los comienzos de la Edad

Moderna hasta la actualidad. Y la

constatación de cómo dicha

evolución corre paralela a la de los

edificios de su entorno.

ABSTRACT: In this article we

present the results of the

archaeological activity which has

had three investigation lines: the dig

studying the remains underground,

the building survey through the

study of the standing walls, and the

historiography through the study of

the documents and books.

The result of all this has been the

evolution of the building since the

beginning of the Modern Period to

nowadays. And how this building's

history follows the general evolution

of the surrounding area.

ANTECEDENTES

La actividad arqueológica se

ha derivado del proyecto de obras

previsto para el solar sito en el nº 15

de la calle Santander de la ciudad

de Sevilla. El proyecto de obras

prevé la rehabilitación del edificio

para la construcción de viviendas

sin sótano, en un solar entre

2

medianeras localizado en el sector

SW de la ciudad.

Este proyecto de obras

afecta al total del inmueble, tanto en

estructura emergente como en

subsuelo, el cual debe ser

conservado íntegramente en su

planta baja y fachada, según las

directrices de la Comisión de

Patrimonio.

El solar se encuentra en el

sector 13.1 “Casa de la Moneda”

según el Plan Especial de

Protección del Conjunto Histórico de

Sevilla. El edificio tiene un nivel de

protección parcial en grado I

estando bastante deteriorado y

había sido objeto de muchas

transformaciones.

La información que

manejábamos inicialmente respecto

a los datos históricos y

arquitectónicos, procedentes en su

mayoría de la información incluida

en el Plan Especial ya citado, era la

de un origen para el edificio a

principios del siglo XVII (1612) de

estilo clásico, en cuanto a la

tipología es una casa – almacén, y

los elementos a proteger como ya

hemos dicho son la fachada,

estructura interior de arcadas en

planta baja y tipo de cubierta

original, que tendrá que ser

totalmente repuesta ya que apenas

se conservaban las tejas originales

de la techumbre a dos aguas.

El edificio se localiza en zona

catalogada como BIC, siendo

declarado Monumento Histórico

Artístico en el Decreto 1050/70 de

21 de marzo de 1970 BOE 14 de

abril de 1970.

En cuanto a las afecciones

arqueológicas sobre el inmueble se

contemplaba el análisis de las

estructuras emergentes, así como

una excavación en extensión de

toda la superficie afectada hasta la

3

cota de rebaje establecida en el

proyecto de obras, exceptuando

aquella superficie que por motivos

de seguridad debía mantenerse

para asegurar la estructura. Además

era necesaria la realización de un

sondeo arqueológico hasta agotar

estratigrafía con el fin de investigar

y documentar la alta riqueza

estratigráfica de la zona.

Lám. 1 Planta del edificio (tomada con estación

total) y ubicación de cortes.

El proyecto de obras afectará

a una superficie de 830 m2 que es

el total de la superficie que ocupa el

edificio y a una potencia media de -

0.60 m de rebaje respecto de la

rasante actual del inmueble.

SINTESIS DE DATOS DE LA

INTERVENCIÓN

Extensión total: 818 m2 x 5 m de

altura media.

Extensión de la excavación por

cortes:

Corte 1 – 41,23 m2

Corte 2 – 50,08 m2

Corte 3 – 47,68 m2

Corte 4 – 47,55 m2

Corte 5 – 40,18 m2

Corte 6 – 2,77 m2

Distancia de seguridad: 1,50 m a

pilares y muros.

Profundidad: Las profundidades han

sido variables según las zonas

debido a las diferentes cotas de las

rasantes aledañas al solar, lo cual

requería una cimentación en losas

escalonadas que se adaptaran al

desnivel del terreno. Así la cota 0 de

obra localizada en la puerta de

0

Escala gráfica

10m

CORTE 6

CORTE 5

CORTE 4

CORTE 3

CORTE 2

CORTE 1

SONDEO 3

SONDEO 2

SONDEO 1

7.266.79

5.93

6.63

7.096.62

6.80

6.26

4.485.59 5.277.25

6.827.23

7.106.72

6.90

7.17 7.12

6.83

LEYENDA:

6.90

Límite de los cortes

Líneas de cambio de nivel

Cotas finales

4

acceso al pasaje, sobre la acera, es

7,81 m.s.n.m., mientras que en la

trasera del edificio en los extremos

oriental y occidental la cota es 7,50

y 7,48 m.s.n.m. respectivamente.

Finalmente, esto unido a las

diferentes cotas de suelo del interior

del edificio ha dado como resultado

una variedad de profundidades

totales que oscilan entre -0,64 y -

1,47 m que en cotas absolutas se

corresponde con unos niveles de

afección a 6,70m, 6,90 m y 7,18m.

Punto 0 de la obra: 7,81 m.s.n.m.

CONTEXTO HISTÓRICO1

El solar se ubica en el sector

suroeste del centro de la ciudad de

Sevilla. Según el Diccionario

Histórico de las calles de Sevilla, la

calle Santander está actualmente

compuesta por dos tramos de calle

cuya historia y denominación han

sido diferentes. Hasta la calle

Temprado fue conocida por el

nombre del Postigo del Carbón o

Postigo de los Azacanes en época

medieval, porque allí se

concentraban estos porteadores de

agua. En el primer tercio del s. XVI

se conoció como del Oro, por los

materiales preciosos que pasaban

por el. Poco después se conoce

como del Carbón ya que aquí se

cobraba el impuesto por dicha

mercancía desde el siglo XV. El

segundo tramo se conocía como de

la Resolana y en el s. XIX plaza de

las Atarazanas. Hacia 1914 se

rotula como Santander, al

transformarse en calle por la

construcción de la manzana de los

pares. En 1916 se extendió el

nombre de la calle Santander a la

del Carbón, quedando ambas

unificadas.

FASE ROMANA

Cronológicamente, este solar

se localiza extramuros de la ciudad

5

romana y son abundantes los restos

arqueológicos encontrados en la

zona que permiten aventurar una

ocupación del territorio extramuros

en el Alto imperio, aún así la

mayoría de los hallazgos son

elementos mueble, principalmente

material cerámico fragmentado.

Es importante destacar que

el desarrollo urbanístico de esta

zona de la ciudad, está altamente

condicionada por la evolución fluvial

del Tagarete y el Guadalquivir,

siendo de vital importancia los

estudios geoarqueológicos dentro

de esta manzana.

Hasta el s. II d.C. hay un

proceso de colmatación de las

vaguadas generadas por los

promontorios pleistocénicos, con

sedimentos aluviales que posibilitan

la urbanización del sector sur de la

ciudad.

FASE ISLÁMICA

Posteriormente, parece existir

un retraimiento de la ocupación de

este espacio, tal vez ocasionado por

un cambio en la dinámica fluvial,

que sería más agresiva. Hacia

finales del s.XI hay otro proceso de

cambio importante en la ciudad, que

desde un punto de vista urbanístico

implica que se edifica en zonas

donde antes había cementerios, que

estos a su vez, carecen de espacios

libres, y que ciertas industrias como

las alfarerías se sacan fuera de la

ciudad. Esto queda documentado

con los testares que encontró

Carriazo2 bajo la Plaza de la Puerta

de Jerez, donde abundaban los

materiales cerámicos de los s. X-XII.

Durante el primer tercio del

s.XII se construye un nuevo recinto

amurallado cuyo trazado ha sido

descrito por Álvaro Jiménez3; en

1171 se comienza a construir la

alcazaba exterior y se construye el

6

palacio de Abu Hafs en algún lugar

entre la Casa de la Moneda y el

palacio de Yanduri (bajo la Plaza de

la Puerta de Jerez). Este palacio

con sus jardines y huertas debió ser

destruido en gran medida con la

invasión cristiana y utilizado para

huertas hasta el siglo XV. A partir de

ahí el solar funcionará como corral

de vecinos, cárcel para caballeros,

teatro de comedias, huerta, etc.

Ya desde época islámica la

zona tiene un importante papel

económico y comercial, trayendo

gentes de diversas profesiones a la

ribera del río y convirtiéndolo en una

zona de ocio con jardines y

alamedas. Esta actividad se verá

potenciada en el siglo XVI por el

monopolio con el comercio

americano.

FASE CRISTIANA O BAJO-

MEDIEVAL

El asentamiento cristiano

supone una consolidación de este

sector de la ciudad, y una serie de

edificios públicos relacionados con

el comercio y la economía irán

surgiendo en esta zona; las

Atarazanas, Lonja, Aduana, etc.

Aquel sector de la población

vinculado con el mar se afincará en

esta área donde encontraremos sus

negocios y residencias que

configurarán en el Arenal los

arrabales portuarios de la Carretería

y la Cestería.

Entre las puertas del Carbón

y del Aceite se construyen las

Atarazanas en 1252 definiendo

parte de la actual calle Santander.

Hacia el interior, intramuros, se

localizaban los edificios públicos

más emblemáticos y el centro

administrativo de la ciudad.

7

Aunque las noticias sobre las

avenidas del río son escasas y en

gran parte desconocidas hasta el

momento, a partir de ahora existe

una buena recopilación de

información, aunque antigua, en el

libro de Francisco de Borja

Palomo4.

SIGLO XVI

El siglo XVI es el siglo del

auge económico y social de Sevilla,

que se verá reflejado en su

urbanismo. En el sector suroeste de

la ciudad desaparecerán las

antiguas Herrería Real y Casa de la

Moneda, y se construirán la nueva

Casa de la Moneda 1586, la Aduana

1587 y la Lonja 1583- 1598. El

corral de Segovia se localiza junto al

tramo occidental del lienzo de

muralla completando la manzana

que ocupa la Casa de la Moneda y

las Herrerías Reales. Entre ambas

partes de la manzana se abre una

calle nueva y en la calle del carbón

se adosan extramuros doce tiendas-

herrerías a todo lo largo de la calle

hasta el postigo.

En estas fechas también se

interviene sobre el Postigo del

Carbón, remodelado por Hernán

Ruiz, en 1566. En 1573 se realiza

otra intervención y se coloca un

escudo real en sustitución de otro

precedente, posiblemente con el

emblema de la ciudad. Hay

documentos que hablan de la

estética de esta calle así como de

su limpieza. Hay una

repavimentación de las calles donde

se usa el ladrillo raspado colocado a

sardinel. El urbanismo y la

arquitectura de esta manzana

responde al esquema humanista de

la época, a la corriente Renacentista

del momento.

Hacia finales del s. XVI hay

un cambio importante en el uso del

8

suelo y comienza un proceso de

arrendamientos a particulares. De

este proceso hay constancia a

través de ciertos documentos que

resaltan el cambio de propiedad

como el contrato de Cornelio

Valdovino (1571) o el de Francisco

Bernal desde 1579.

En cuanto a la dinámica

fluvial y a los procesos catastróficos

relacionados con ella, este siglo

sufre varias avenidas y un

terremoto. El 5 de abril de 1504 se

produce un terremoto en Sevilla y

“esta parte de Andalucía”, se

produjo un gran movimiento – oleaje

en el río. Hubo otra sacudida menor

en junio de ese mismo año. A esto

le sucedieron los años de sequía de

1506 y 1507, que conllevaron el

hambre, la peste y la gran

mortandad. Para este siglo tenemos

las siguientes avenidas: 1507, 1522

y 1523, 1544, 1545, 1554, 1586,

1590, 1591-1592-1593, 1595, 1596-

1597. El gran número de avenidas

en la última década del siglo, se

constata arqueológicamente con los

estratos de inundación localizados

sobre el estrato negro y previo a la

primera construcción en el solar.

SIGLO XVII

Si el s. XVI es la época de

esplendor de la ciudad de Sevilla

por el comercio con las Indias, a

mediados del s. XVII se produce un

periodo de crisis, entre otras

circunstancias por el traslado a

Cádiz en 1680 del Puerto de Indias,

y la gran peste de 1649.

Arquitectónicamente, el siglo

XVII es un siglo de crisis en material

y maestros que coincide con una

crisis económica debido a la pérdida

del monopolio comercial de Sevilla.

En este siglo destacan tres

figuras desde el punto de vista

arquitectónico; Vermondo Resta,

9

italiano procedente del Milanesado

hispánico, Benvenuto Tortello, y

Juan de Oviedo y de la Bandera.

Vermondo inicia sus tareas como

arquitecto del arzobispado, con el

tiempo se gana los favores de los

condes de Olivares, Alcaides de los

Reales Alcázares, que le conceden

la maestría mayor del palacio.

Sabemos de su biografía que nace

en torno a 1555 y muere en 1625.

El 18 de julio de 1608 realiza

un plano conteniendo los sitios,

almacenes, corrales, chozas y

palenques que se extendían desde

el Postigo del Carbón y Torre de la

Plata hasta la del Oro.

Era una zona de aspecto

degradado con casillas de tablas,

chozas de paja y muladares. Zona

de continuas inundaciones,

perpetuo lodazal. Por tanto era

necesario adecentar aquel punto

para poderlo arrendar. En 1608 se

arrendó a 3 mercaderes: Diego de

Valdovinos, Jaques Vivien y

Cristóbal de Alin. El primero fue el

que alquiló la mayor parte de los

terrenos; las chozas, corrales,

palenques... y el espacio para el

peso de la lana, desde la Torre de la

Plata hasta la del Oro. Los otros dos

mercaderes pasaron a tomar un par

de almacenes situados en el centro

de esa franja y al final de ella. Junto

a la torre albarrana existía una

taberna de Juan Cabreras. Al año

siguiente se realiza un nuevo

arrendamiento a Valdovinos y a

Roberto Marcelles, mercader

flamenco. A cada uno de ellos

perteneció la mitad del total. Es por

eso que Resta levanta un nuevo

plano para reflejar con exactitud la

parte que pertenece a cada uno5.

10

Lám. 2 Reparto de las zonas arrendadas, plano

atribuido a Vermondo Resta6.

Los terrenos arrendados a

los dos mercaderes flamencos se

destinaban al almacenaje y trato

comercial de la madera. Hacia 1609

el Arenal era el núcleo de dicho

comercio que se realizaba

principalmente con Francia y

Flandes, por aquella época había

pocos almacenes destinados a ese

fin, y por tanto proliferaron en esta

zona de la ciudad. Hacia 1628, las

relaciones comerciales con esos

países ya no son tan buenas, los

almacenes están casi vacíos y el

núcleo de esta actividad se

desplaza a la Puerta de Triana.

La zona perteneciente a

Diego de Valdovinos continuará a

manos de sus herederos a lo largo

del siglo mientras que la parte

correspondiente a Marsellés cambia

de manos en 1645 pasando a

Manuel Rodríguez de Medina.

La segunda mitad del siglo

XVII se va a caracterizar por un

deterioro en el estado de los

inmuebles, una bajada en los

precios del alquiler a los inquilinos,

muchas veces a cambio de que

estos alquileres sean a largo plazo o

de por vida, y así mismo la Corona

sigue este patrón reduciendo la

renta considerablemente y

otorgando el censo perpetuo.

El plan propuesto por los

mercaderes es la construcción de

un buen número de viviendas, dos

corrales de vecinos y un local

destinado a la industria del palo de

Campeche.

En la zona contigua,

propiedad de Diego de Valdovinos,

llama la atención el desarrollo que

11

se produce hasta la mitad donde la

autora sitúa los almacenes 3 y 4. La

mitad delantera o de fachada se

constituye en naves rectangulares

con un pequeño zaguán de entrada.

Luego hay un zaguán que da

acceso al interior donde se localiza

un corral alrededor del cual se

localizan varias habitaciones; se

trata de un corral de vecinos cuyos

aposentos se arrendaban. Según la

reconstrucción ideal, se localizan 6

viviendas en el flanco occidental, y 4

en el sur adosando a la muralla.

Esta alineación y distribución

del espacio coincide con las 2

ultimas crujías de nuestro edificio,

donde se localizan una serie de

pilares de ladrillos con una potente

cimentación en profundidad aunque

bastante pobre en cuanto al material

con el que está hecha, pudiendo ser

una prolongación de este patio o

corral. En principio no se han

localizado aposentos pero el

espacio parece configurar una

galería perimetral bajo techo frente

al espacio abierto del corral central.

SIGLO XVIII

Para el siglo XVIII las

Herrerías Reales, el antiguo Corral

de Segovia y las viviendas y

almacenes del Arenal

pertenecientes a Roberto Marsellés

habían pasado a manos de los

herederos de Martín Rodríguez de

Medina. Tras el Postigo del Carbón,

las casas de la Plaza del Arenal son

ahora de Resolana, nombre con el

que se conoce ahora a esta zona.

Nuestro edificio se desarrolla

entre los números 81 y 857.

Un hito importante en el

urbanismo de la ciudad y por

extrapolación de la zona de estudio

es la Cédula Real del 13 de agosto

de 1769, cuyo objetivo es organizar

el espacio en barrios, cuarteles y

manzanas, y esto se realizará bajo

12

el mandato del Asistente Pablo de

Olavide.

El espíritu ilustrado supuso

para la zona la creación de una

alameda en la ribera del río en la

zona del Arenal. También se actúa

sobre el Tagarete convirtiendo el

entorno de la Puerta de Jerez en un

lugar ajardinado. A finales del XVIII

se entra en la “modernidad”,

proceso que conlleva el derribo de

la muralla y la urbanización de la

periferia sevillana.

SIGLO XIX -XX

La primera mitad del s. XIX

se caracteriza por una continuidad

en el urbanismo ya que la Guerra de

la Independencia y las posteriores

epidemias frenan este tipo de

actuaciones, y no es hasta los años

50 cuando se produce un despegue

en las actuaciones urbanísticas. Es

en la 2ª mitad del XIX cuando se

derriban sistemáticamente las

puertas de la muralla (Postigo del

Carbón 1867).

El caserío sevillano estaba

altamente dañado por el terremoto

de 1755 y las frecuentes

inundaciones.

En 1821 comienza la

demolición de los edificios y el

tramo de muralla situado junto a la

Torre del Oro. En esta actuación se

planifica la creación ex novo de un

edificio destinado a almacenes de

grano y aceite que pertenecen a la

Corona, como se observa en la

Guía de Forasteros de 1832, en el

antiguo solar de Valdovinos. En

cuanto al perteneciente a Marsellés

en 1831 por Jose Henestrosa. El

uso sigue siendo de almacenaje.

Los inicios del siglo XX van a

estar marcados de forma general

por la Gran Guerra, y de forma

particular en el caso de Sevilla por

la Exposición iberoamericana.

13

La modificación de las

estructuras preexistentes en esta

zona se debe a Juan Bautista Calvi

y Rives, y el arquitecto José Espiau

Muñoz.

RESULTADOS E

INTERPRETACIÓN

EXCAVACIÓN

FASE I

Cronología: XIV – XVI.

Cota de uso: 6.77 -6.90 m.s.n.m.

Las principales evidencias

para este periodo se han localizado

en el corte 3, ya que aquí fue donde

se realizó el sondeo en profundidad,

para el resto de cortes podríamos

decir que nos hemos quedado en el

techo de esta fase.

A su vez, podemos subdividir

este periodo entre época tardo

medieval e inicios de la edad

moderna, esta diferencia en la

secuencia es muy clara en el corte

3, ya que los estratos UE 35, 36, 37,

38, 39 del sondeo son estratos de

origen fluvial, donde se alternan

finas capas arcillosas con potentes

estratos de limos y otros de arena.

A partir de la cota absoluta

5,27 y hacia arriba se desarrolla un

gran estrato (1,40m de potencia) en

el que se pueden diferenciar

distintos momentos deposicionales

que tienen un origen natural. Esta

unidad viene representada por la

UE 33 para el sondeo del corte 3, y

es el estrato que aparece a cota de

afección en todos los cortes del

solar. Se caracteriza por no

contener materiales arqueológicos,

apenas se han podido extraer dos

fragmentos cerámicos en todo el

solar, es de un color negro intenso,

muy homogéneo, con abundantes

restos de carbón en nódulos

pequeños mezclados principalmente

con arena. El estudio

geoarqueológico inicial apunta hacia

un origen antrópico de este relleno,

tal vez un origen industrial, que

14

debemos poner más en relación con

la existencia de almacenes de

carbón en este solar, que debieron

tener más entidad de la que se

imaginaba en un principio, ya que

de hecho tanto la calle como la

puerta de entrada a la ciudad

llevaban ese nombre y allí se

pagaba el impuesto

correspondiente.

En ningún texto se ha

documentado de momento la

existencia de estos vertidos tan

característicos, aunque el topónimo

parece provenir de que en esta

puerta se cobraba el impuesto que

gravaba el carbón y no es extraño

pensar que este se almacenara en

grandes cantidades a las afueras

del Postigo, extramuros.

Es a finales del siglo XVI

cuando tenemos noticias de algunos

restos constructivos de escasa

entidad como chozas, almacenes,

corrales y palenque. Evidencias de

este momento las tenemos aunque

muy escasas. Por ejemplo UE 70 en

el corte 1, que consiste en restos de

un empedrado.

Entre estos restos

constructivos y el techo del estrato

negro aparece un estrato de escasa

entidad de arenas marrones que en

el corte 3 recibe el número 27, se

trata de una evidencia de

inundación que debemos ubicar a

finales del siglo XVI y que también

ha sido identificada en los cortes 4,

5 y 6. La cota media de desarrollo

de este estrato es de 6,70 a 6,87 m.

Lám. 3 Estrato UE 33 en corte 3 y depósitos

fluviales bajo él.

15

FASE II

Cronología: 1ª mitad del XVII.

Cota de uso: 6.90 - 7.07 m.s.n.m.

Esta fase abarca un periodo

bastante concreto que son los

inicios del siglo XVII cuando el solar

es arrendado a los mercaderes

flamencos Roberto Marsellés y

Diego de Valdovinos, ambos se

reparten los terrenos desde la Torre

de la Plata hasta la Torre del Oro,

quedándose Marsellés con la zona

oriental que está ocupada por el

actual edificio en estudio. Las

evidencias arqueológicas han

demostrado que la reconstrucción

ideal que muestra Espiau es

bastante acertada aunque algunos

de los restos exhumados nos

permiten apuntar nuevas hipótesis.

Efectivamente, la cimentación de

fachada ha sido datada en este

momento, es de gran envergadura,

existe una zanja de cimentación

cuya anchura es de unos 0.67 m y

cuya profundidad máxima

desconocemos, siendo la mínima de

1.20m. La zapata de ladrillos

sobresale 11 cm. del muro en

alzado y está totalmente construida

con ladrillos macizos con

alternancia de hiladas a soga e

hiladas a tizón. Se caracteriza por ir

ensanchándose en profundidad, y el

aparejo y el mortero es el mismo

que en alzado.

Lám. 4 y 5

cimentación

en fachada,

sondeo 3

corte 5 (UE

12).

16

A través de los sondeos en la

base de muros y pilares hemos

podido conectar las estructuras

emergentes con los restos hallados

en subsuelo. Para esta fase sólo

tendríamos la parte inferior del muro

de fachada (UE 12 corte 5). En

subsuelo, sólo tenemos evidencias

de la construcción más antigua en el

corte 6, UUEE 14 y 15, y las dos

últimas crujías del edificio, corte 4

UUEE 7, 8, 9, 30; corte 3, UUEE 18,

21, 3, 23; corte 2 UUEE 30, 36 , 37;

corte 1 UUEE 66 y 67. La primera

pavimentación del edificio está

hecha mediante un suelo de cal de

potencia variable cuyos restos se

han conservado algo mejor en

ciertos puntos del solar, por lo

general todas la pavimentaciones

presentan ondulaciones debido

seguramente al hundimiento del

terreno. En fachada el suelo de cal,

que buza hacia el interior del edificio

se localiza a una cota inferior que la

zapata (7.01 cota superior de UE 15

y 7.15 cota superior de UE 12) con

lo que caben dos posibilidades,

primero que en esta zona no

estuviese la puerta de acceso a la

nave sino en el lado occidental del

tramo de fachada de la nave E, o

bien que no existiese ningún acceso

a través de esta nave desde la calle

Santander, como aparece en la

reconstrucción ideal publicada por

Mercedes Espiau.

Destacamos para este

período el hallazgo de un muro

corrido de gran entidad en el corte 6

(UE 15) sobre el que asienta la

columna UE 8 del Corte 0, y a

dichos elementos se asocia el suelo

de cal primigenio. En este momento

creemos que las columnas estaban

exentas. Al final de los cortes 1, 2, 3

y 4, encontramos una serie de

pilares de ladrillos con una pequeña

zapata también de ladrillos, de

forma cuadrangular en planta y con

17

una gran cimentación de argamasa

bastante débil, que ahonda en el

estrato negro y termina en el techo

de las arenas fluviales, estas

cimentaciones y las del muro corrido

UE 15 en corte 6 tienen las mismas

características; son muy pobres en

contenido de materiales cerámicos,

pero los pocos que contienen

responden a una cronología de

finales del XVI, principios del XVII.

La distribución de estos pilares

sigue un esquema que no se

corresponde ni con la posición de

las crujías actuales ni con los muros

transversales que separan las

naves por lo que teniendo en cuenta

el plano de distribución previa de los

corrales y chozas hacia 1608 y

teniendo en cuenta la distribución

de las estructuras de la propiedad

de Diego Valdovinos (Corral de

Vecinos) nos aventuramos a

plantear la hipótesis de que la

distribución de las “naves” tuviese

un sentido este - oeste mas que

norte- sur, y que al menos para el

caso de las dos ultimas crujías del

edificio tendríamos una galería este-

oeste, que podría encajar

perfectamente con la galería del

Corral de Vecinos ya que sigue la

misma alineación, diferente de la del

muro de fachada. Es posible que

sobre los pilares de ladrillo hubiese

columnas iguales a UE 8 (corte 0)

ya que en el corte 6 se produce

dicho esquema y existen columnas

de estas características en el resto

de las intersecciones de muros,

pudiendo algunas estar

desplazadas de su posición original.

Lám. 6 Muro corrido bajo la columna UE 15 en

corte 6.

18

Para este momento también

tenemos la estructura UE 67 del

corte 1 de la cual desconocemos su

función, y destacamos que en este

mismo corte el pilar UE 66 está

cortado y ligeramente desplazado

de su posición original a

consecuencia de una fosa

contemporánea UE 14.

FASE III

Cronología: 2ª mitad del XVII.

Cota de uso: 7.15 – 7.29 m.s.n.m.

La relación entre

cimentaciones en el sondeo 3

demuestran cómo en un primer

momento se construyó el muro de

fachada UE 265 manteniendo como

cimentación UE 12 del corte 5, al

cual se adosó UE 173 (Corte 0) que

es el muro transversal de 1ª crujía

que separa las naves. Este

esquema creemos que se repite en

el resto de naves, ya que todos los

muros transversales de 1ª crujía se

adosan a fachada y están

construidos mediante cadenas de

ladrillos y cajones de tapial

separados horizontalmente por

verdugadas de ladrillos. El edificio

en este momento se divide en

naves rectangulares con una

orientación casi norte – sur, el

acceso se realiza por la fachada a

través de una puerta en el lado

oriental de cada nave, seguramente

por encima de la puerta habría una

ventana de entreplanta como

apunta Mercedes Espiau y que

ahora está enmascarada por las

ventanas actuales. En la zona

occidental de cada nave en fachada

imaginamos que podría haber

existido un gran vano de acceso a la

nave aunque este también podría

haberse hecho a través del zaguán,

dicho acceso no ha sido

documentado arqueológicamente. A

nivel de subsuelo hemos

documentado el acceso de fachada

19

UE 264 y los pavimentos interiores,

que para este momento se hacen

de ladrillos a la palma; se trata de

suelos de buena factura que van a

perdurar en el tiempo, corte 5 UUEE

4 y 14, corte 6 UE 11.

Hacia el este, las únicas

evidencias que hay para este

periodo son los suelos de ladrillos a

la palma, con la misma factura que

los anteriores (UE 1 corte 2, UUEE

6 y 16 corte 1). Estos suelos van

asociados a unos muros de ladrillo

y mortero alberizo (UE 3 corte 2,

UUEE 6 y 16 en corte 1) enlucidos

en ambas caras. En el corte 6 y por

tanto para la tercera crujía, tenemos

un muro de ladrillos hecho a dos

caras y relleno con fragmentos de

ladrillo y cantos rodados en su

interior, que se conserva a nivel de

rasante en alzado, y por tanto que

ha permanecido durante siglos con

pequeñas modificaciones que se

pueden observar en diferencias de

mortero en la parte superior en la

parte baja.

Para la segunda mitad del

siglo XVII ya tendríamos muros

transversales de delimitación de

naves que se van a perpetuar en el

tiempo y tendrán reformas hasta

llegar a la actualidad. Estas

continuas intervenciones en los

paramentos hacen que sea

complicada su datación con

exactitud, y sólo el estudio en

conjunto de todos los datos nos

permite aproximarnos a una

secuencia cronológica coherente.

Lám. 7 Pavimento de ladrillos en espiga UE 14

en corte 5.

20

FASE IV

Cronología: XVIII pleno.

Cota de uso: 7.15 – 7.29 m.s.n.m.

Básicamente, el edificio se

mantiene igual que en la fase

anterior, para este momento hay

que añadir ciertas estructuras,

principalmente en los cortes 2 y 4

que se corresponden con las naves

82 y 84 del plano de Espiau. Aquí

creemos haber encontrado las

habitaciones y las caballerizas de

las que habla en su libro,

representadas por UUEE 27, 28 y

29 en el corte 4, y UUEE 26 y 33 en

el corte 2, también para el corte 1

tendríamos los restos de una cama

de suelo representada por UE 40 y

restos de una citara UE 23; los

suelos son de cal en la nave del

corte 2 y de ladrillos en el corte 4,

mientras que para el corte 1

pensamos que también pudo ser de

cal por la similitud entre la cama UE

40 y la de UE 26 en el corte

contiguo. Dentro de esta fase

destacamos también que para el

corte 1 el vano entre estancias de

las ultimas crujías se ciega con UE

9. En el corte 2, se produce una

reforma por la inclusión de una

escalera, así se han interpretado los

escasos restos de una estructura de

ladrillo y mortero UE 50. Como

vemos la cota de uso no ha variado

y realmente las grandes subidas de

cota se producirán en época

contemporánea.

FASE V

Cronología: XIX.

Cota de uso: 7.47 – 7.30 m.s.n.m.

Este es el siglo de las

grandes transformaciones del

sector. Lo principal es que para la 1ª

mitad del siglo XIX se derriban los

edificios que pertenecieron a

Valdovinos para construir los

Almacenes Reales en el sitio que

hoy ocupa Helvetia o Previsión

21

Española. La fachada continua se

corta a la altura de la antigua

propiedad de Marsellés; la evidencia

arqueológica en los elementos

emergentes la representa UE 262.

Lo principal es la recrecida

de la cota de uso y la

repavimentación de la mayoría del

solar. Las naves pasan a tener

suelos empedrados de cantos

rodados de pequeño y mediano

tamaño, mezclados en la mayoría

de los casos con tramos de ladrillos

a sardinel paralelos dispuestos

paralelos a fachada. El suelo

espigado UE 14 parece seguir en

uso, ya que las evidencias de

amortización ya nos llevan al siglo

XX. En cambio para los suelos de

ladrillos a la palma de los cortes 1 y

2 si parece que se amortizan en

este momento, sobre todo porque

para esta fase tenemos en el corte

UU 71, que es la zapata de ladrillos

del pilar UE 12, y su cota superior

7.44 m es mayor que la cota de

estos suelos 7.21 m. Las evidencias

arqueológicas de estos empedrados

abundan en los cortes 3 y 4,

mientras que en el corte 2 son muy

escasas, UUEE 9 y 32. En cambio

en el corte 1 no hay restos de estos

empedrados ya que las distintas

fosas y rellenos que se vertieron

durante el siglo XX implicaron una

mayor afección en el subsuelo.

Seguramente, el edificio fue

utilizado como complemento al resto

de almacenes de grano, y la parte

alta debió seguir utilizándose como

viviendas. Las otras estructuras

importantes a nivel de subsuelo son

unos dados de cimentación de

planta cuadrangular que miden

entre 1.20 – 1.40 m de lado, hechos

con una argamasa muy compacta y

rica en materiales cerámicos; se

localizan en la 4ª y 5ª crujía, en los

cortes 3 y 4. La disposición de estos

dados forma una zona cuadrada

22

que mide 12 m de lado si lo

llevamos hasta la última crujía; los

dados coinciden en el eje norte –

sur con las crujías actuales y en el

eje este – oeste se sitúan

exactamente en la mitad del

espacio. En algunos casos, se han

conservado restos del arranque de

un pilar de ladrillos en la parte

superior, UE 5 del corte 3 por

ejemplo, y los empedrados cubren

el gran dado de cimentación sin

cubrir la zona destinada a la

estructura emergente.

Para esta parte del edificio

hubo por tanto un tramo de nave

que tuvo doble arco en lugar de un

gran arco de medio punto como

vemos actualmente.

Lám. 8 Pavimento de ladrillos a sardinel y

cantos rodados en corte 4.

FASE VI

Cronología: 1ª mitad del XX.

Cota de uso: 7.65 – 7.60 m.s.n.m.

Desde finales del siglo XIX

hasta la 1ª mitad del siglo XX, el

solar volverá a tener una subida de

cota y a partir de aquí las

pavimentaciones van a ser pobres y

poco vistosas caracterizándose por

ser soleras de hormigón en las

ultimas etapas o finas capas de

alquitrán o similar, que sellan los

depósitos modernos en primera

instancia.

La mayoría de las unidades

van a corresponder a

infraestructuras como pozos ciegos

y canalizaciones de desagüe,

pudiendo diferenciar dos tipos; uno

más antiguo de atarjeas de ladrillos

y pozos ciegos también de ladrillos,

y otro más moderno, de tuberías de

hormigón y/o gres, y arquetas de

ladrillo.

23

En el caso del corte 5

tenemos restos de un pavimento de

ladrillos a la palma UE 1 que se

adosa al muro de fachada y a UE

173, para el resto de naves tenemos

los suelos de alquitrán como UE 25

en el corte 1, por ejemplo, y algo

más avanzado la 1ª mitad de este

siglo, una solera de hormigón que

está presente en todo el solar y que

asociamos a la etapa de uso como

taller y nave industrial del edificio

UE 21 del corte 1.

Dentro del sistema de

atarjeas, vemos como existe una

red que conduce las aguas fecales

a los pozos ciegos, de planta

circular y hechos con ladrillos

macizos. Resaltamos la relación

entre algunas atarjeas y los

paramentos, siendo por ejemplo UE

7 del corte 3 la atarjea de la bajante

148 en muro 116, muro transversal

de la 4ª crujía.

A mediados de siglo y

asociados a la solera del taller,

tenemos una serie de reformas en

la infraestructura de desagüe. Las

zanjas de evacuación llevan ahora

una orientación norte – sur, para las

canalizaciones principales, y este –

oeste, para las canalizaciones

secundarias. En el eje norte – sur

que discurre siempre paralelo al

limite occidental de los cortes, se

disponen de manera regular

arquetas de registro

cuadrangulares hechas con ladrillos

macizos, por ejemplo UUEE 9 y 10

del corte 3.

Lám. 9

Infraestru

cturas

contempo

ráneas

del corte

2.

24

FASE VII

Cronología: 2ª mitad del XX.

Cota de uso: 7.85 – 8.10 m.s.n.m.

En cuanto a vestigios en el

subsuelo tan sólo podemos hablar

de la solería actual de losetas de

ladrillos de barro con olambrillas

para la parte del restaurante, sobre

una solera de hormigón, mientras

que para las naves 1 y 2 el

pavimento se solventa con una

simple solera de hormigón. En

algunos puntos concretos

encontraremos distintos suelos

según estemos en la zona de los

aseos, cocina, etc. También

tenemos una infraestructura que en

parte se mantiene (tuberías de gres)

y se amplía con algunas arquetas

casi en superficie de las que

destacamos UE 35 para el corte 4 y

UE 29 para el corte 2.

ESTUDIO PARAMENTAL

FASE I

Cronología: XIV - XVI

No hay evidencias en los

elementos emergentes ya que estos

debieron ser muy pobres

(palenques, chozas, etc.) y la

construcción del siglo XVII destruyó

estas construcciones tan endebles.

FASE II

Cronología: 1ª mitad del XVII

Para esta fase hay pocos

elementos emergentes, tan sólo

sabemos por el sondeo 3 del corte

5, que el muro 12 se construyó en

esta fase. En alzado podemos

hablar de un elemento muy singular

estudiado en el corte 6; se trata de

columnas de piedra calcarenita que

se han localizado en todas las

intersecciones de los muros excepto

en la línea de la 1ª crujía, trasera y

medianeras. Se ha estudiado en

profundidad la UE 8, columna entre

25

espacios D3 y E3, ya que es junto a

UE 9 la única que estaba expuesta

en una de sus caras, y por eso se

decidió hacer un sondeo en su base

(corte 6). La columna está hecha de

piedra calcarenita. El estilo es

dórico, con una basa cuadrangular

de 0.64 m de lado por 0.37 m de

alto; consta de dos tambores de

sección circular unidos por placas

de plomo y cuñas de madera, cuya

altura es de unos 2.22 m por tambor

y un diámetro de 0.46 m. En la parte

superior se corona con un capitel

igual a la base, pero invertido cuyas

dimensiones son 0.62 m de lado por

0.40 m de alto. El acabado es muy

tosco ya que tiene marcas de un

piqueteado realizado con el fin de

enfoscar y pintar la columna, de

hecho conserva restos de pintura

blanca amortizada por los muros

aledaños (UUEE 176 y 188). La

basa de la columna apoya sobre UE

15 del corte 6 y está relacionada

con los suelos de cal del primer

momento. Las columnas podrían

haber estado sobre los pilares de

ladrillos localizados durante la

excavación.

Lám. 10 Columna UE 8 entre espacios D3 y

E3.

FASE III

Cronología: 2ª mitad del XVII

Para esta fase ya contamos

con los elementos principales del

edificio. En fachada, se construye el

alzado conservado sólo en la mitad

inferior. Este está hecho de forma

homogénea, aunque los forros

internos que se añaden después y

otras reformas recientes han

26

desfigurado los restos de esta fase.

Sabemos que el edificio se

configura en naves rectangulares en

el eje norte – sur (unos 340º) que

van a fachada, esto proporciona 5

naves y 5 entradas diferentes sin

tener en cuenta la del pasaje. Los

accesos al interior del edificio se

hacen mediante vanos

rectangulares adintelados, este

hecho se ha podido constatar en la

nave 1 y 2 ya que estaban menos

transformadas que las otras tres, y

especialmente en la nave 1 ya que

aquí se excavó el sondeo con el fin

de aclarar este tema.

En el interior del edificio

tenemos constancia arqueológica

de los muros transversales a

fachada que han podido ser

fechados gracias a los sondeos

realizados; tenemos para la primera

crujía muros de cajones de tapial y

cadenas de ladrillos, UUEE 173 y

167. Así para muros 173 y 167

apuntamos un origen en el siglo

XVII (mitad inferior del muro) con

cajones de tapial de 0.84 m de

altura y unos largos de 2.54 m y

2.26 m, separados por verdugadas

de ladrillos de dos hiladas y con

cadenas de ladrillos en los laterales.

El muro UE 2 del corte 6, demuestra

la existencia para la segunda mitad

del siglo XVII de estas separaciones

por naves, de la que es posible que

no haya quedado ninguna evidencia

en alzado en los muros hoy

existentes UUEE 149, 150, 158,

161, 208, 201, 177, 175. Siendo tal

vez la única existencia los restos de

tapial de la parte superior de los

muros UUEE 149 y 150.

FASE IV

Cronología: XVIII

A finales del siglo XVII e

inicios del XVIII hay cambios que

observamos en los elementos

emergentes. Para la fachada vemos

27

como hacia la mitad del lienzo

cambia el aparejo y el mortero, y

esta nueva factura es totalmente

continua y homogénea en todas las

naves, y es en esta fase donde se

planifican las nuevas aperturas de

fachada, a saber, los grandes vanos

de arcos de medio punto hechos

con rosca de ladrillos macizos en el

lado occidental de las naves (UUEE

192, 244, 245, 246 y 247), y

ventanas alargadas con dinteles

trapezoidales también a rosca y de

ladrillos macizos en el lado oriental

de cada nave (UUEE 191, 179, 96,

87 y 73). Tan sólo UE 96 fue

reformada algo después y el dintel

de ladrillos a rosca trapezoidal fue

sustituido por un costero de madera.

Lám. 11 Vista de la fachada interior en espacio

D1.

Adosando a fachada

tenemos la mitad superior de todos

los muros de primera crujía. Ahora

los cajones de tapial miden 0.90 m

de alto y los largos son ligeramente

más pequeños aunque no se hallan

podido medir bien. Tal vez todo este

reformado es lo que ha acentuado

que los muros de primera crujía se

separasen considerablemente en su

parte alta.

En cuanto a la medianera

oeste del edificio, UE 238, creemos

más correcto encuadrarla en estos

inicios del XVIII por su similitud con

los cajones de tapial de la primera

crujía en su parte alta. Se trata de

un muro de cadenas de ladrillos

junto con cajones de tapial,

separados por dos verdugadas de

ladrillos. No se ha podido

documentar un largo que se repita

en estos cajones de tapial, así, se

han documentado cajones con un

largo de 2,28m y otro de 1,82m. En

28

cuanto a la altura de éstos nos

movemos siempre entre unos 89-

92cms. Para las cadenas de

ladrillos tenemos dos tipos de largo,

uno de 1,22m de largo y otro de

0,76m, con la misma altura que los

cajones de tapial. Siguiendo a

Tabales8, la cronología aproximada

para este tipo de muros, en los que

están bien encadenados los

ladrillos, con entrantes y salientes

muy acusados, presentando tres

verdugadas de ladrillos (en nuestro

caso sólo dos), y con estas medidas

en los cajones, podría estar esta

cronología en torno al siglo XVII-

XVIII.

Lám. 12

Vista del

muro

medianer

o oeste

de tapial y

cadenas

de ladrillo.

En cuanto al muro trasero,

para esta fase tenemos UE 28, que

son las partes más antiguas que se

han conservado de este lienzo que

adosa por el oeste a la medianera

de tapial, siendo posterior o

coetáneo. En caso de ser así

estaríamos hablando del muro que

se localiza al final de las naves

separando estas de los patios de

luces de la reconstrucción de

Espiau de 1754, y no de un muro de

cierre del edificio.

FASE V

Cronología: XIX.

V.I. 1ª mitad del XIX

En los años 30 se derriban

todos los edificios entre el nuestro y

la Torre del Oro. Este evento implica

que se derribe también la parte de

fachada sobrante y por eso

encontramos la rotura UE 262 en el

extremo occidental. Para unir la

fachada con el muro medianero

29

occidental tienen que rellenar esta

esquina con ladrillos y tierra. El

acabado de esta esquina es muy

malo, y hay gran diferencia entre la

forma y los materiales con que se

construyen los dos lienzos que se

quieren unir, por lo que el resultado

va a ser una diferencia de asientos

que agrietará esta esquina en su

parte alta.

Al reconstruir el edificio tras

estos cambios, se construye la

planta alta de fachada UE 282 y la

planta alta de muro medianero

oeste 277.

Lám. 13 Vista de fachada interior en planta alta.

UE 282, es un muro hecho a

soga y tizón que por cada nave le

corresponde un balcón en la parte

occidental y una ventana en la parte

oriental (UUEE 283 y 284). De estas

ventanas la única que se mantiene

como tal, al interior del edificio, es

UE 284.3. En la planta baja de

fachada las antiguas puertas se

transforman en ventanas alargadas.

UE 277 es el muro de tapial

que apoya sobre UE 238 cortando

los tapiales superiores de dicho

muro.

30

El nuevo muro de tapial y

cadenas de ladrillos es similar al

anterior, pero varía en cuanto a las

medidas de los cajones y las

cadenas, al igual que hay

diferencias en la propia

composición. Los cajones de tapial

miden 0.90 m de alto menos la

hilada superior que miden 0.84 m;

esta última hilada es peculiar ya que

difiere de las dos inferiores, por un

lado los altos de los cajones no son

iguales, mientras que se pueden

observar muy bien los largos y los

cajones porque están separados

verticalmente por finas capas de cal.

En cuanto a la trasera, ahora

se configura como tal y en ella

observamos la apertura de un gran

vano (UE 33), que se trata de un

arco de rosca de medio punto de

gran envergadura; y el

taponamiento de un posible vano

(UE 206).

En cuanto a la medianera

oriental las reformas principales se

refieren a la construcción de estos

muros de cierre que traban con los

arcos de rosca (UUEE 50, 54, 59,

62, 104 y 102) y que en el caso de

la primera crujía se hizo también

con tapial, como la otra medianera y

como habían sido hechos los muros

de la primera crujía desde sus inicio.

Esta gran reforma del edificio

tiene un gran impacto en el interior,

ya que es ahora cuando se

construyen todos los arcos de las

naves 4 y 5. Por tanto, nos

encontramos con que se planifican

unas naves que ya estaban

divididas en sentido este – oeste,

pero no norte- sur.

Ahora se construyen todas

las arcadas de ladrillos a rosca de

las naves 4 y 5 (UUEE 67, 77, 80,

105, 101, 111, 114, 143, 124, 129 y

127). Destacamos la peculiaridad de

UE 127 cuyo arco de rosca tiene

31

otro trazado y llega sólo hasta la

mitad de la arcada. Todas estas

arcadas apoyan sobre los pilares

UUEE 3, 4, 5, 6, 11, 12, 13, 14, 19,

25 y 22, que en realidad son los

arranques a un lado y a otro de la

columna, de su correspondiente

arcada, es decir, que UUEE 4 y 25

son el mismo expediente que UE

67. Los otros pilares no los

incluimos aquí puesto que en

realidad sus UUEE se refieren al

engrosamiento que han

experimentado, que son las únicas

partes visibles.

V.II. 2ª mitad del XIX

Para esta subfase tenemos

las siguientes reformas: en fachada,

y por el interior del edificio, la pared

se cubre con un forro, de aparejo

irregular, con un grosor de unos 4 –

7 cm. y los ladrillos traban con un

mortero muy malo y rico en

carbones. Se trata de UUEE 74 y 88

y son visibles en las naves 2, 3, 4, y

5.

En la medianera oeste

tenemos para este periodo la unidad

280, que supone una remodelación

del muro de tapial 277, asociado a

una reforma de la parte superior y la

creación de la cubierta a dos aguas.

En cuanto a la trasera aquí

también se confirma la presencia de

forros interiores que adosan a la

pared UE 28; se trata de UE 35. Por

otro lado, en las naves 1 y 2 se

abren vanos con arcos de medio

punto con ladrillos a la catalana.

Finalmente, se empequeñece la

ventana del extremo occidental con

UE 43.

La medianera oriental

también presenta los arcos de

medio punto a la catalana (UUEE

72, 97, 123, 124, 100, 49), que son

iguales a los que se van a abrir en

el resto de las naves transversales a

fachada, naves 3, 4 y 5. En todos

32

ellos se practican dichas aperturas

incluso en el muro UE 127 se

produce una reforma en el mismo

sentido (UE 132 y 133). Con la

apertura de estos vanos, se

consigue crear un área diáfana que

incluye las tres naves que hemos

dicho más la nave que actualmente

ocupa el pasaje.

Al igual que en UE 127 del

espacio A2 – B2, en la nave 3

desaparecen los dobles arcos y

sobre los pilares de la primera mitad

del XIX, se construyen los paneles

paralelos a fachada UUEE 166, 165,

154, 153 y 152.

FASE VI

Cronología: 1ª mitad XX.

VI.I. 1ª mitad del XX

Los vanos de las ventanas

UE 284 son convertidos en

balcones a excepción de UE 284.3

que permanece como estaba. En la

planta baja las únicas reformas que

podemos englobar en este periodo

son las bajantes UUEE 92, 89 y 75,

los mechinales UE 263, y el parche

UE 242.

En la trasera UE 27 en la

esquina SE del edificio, la reforma

de la jamba del arco de rosca UE

274 y la reforma de las jambas del

vano en la nave 2 UE 204.

En cuanto a la medianera

oriental, tenemos los muros 51 y 55

y los engrosamientos de los pilares

UUEE 24, 23, 108 y 27. Estos

engrosamientos y forrajes se

producen como un refuerzo al

edificio ya que ha quedado “cojo”

tras el derribo de todos los edificios

aledaños.

VI. II. Mediados del XX

Tan sólo aquí distinguimos

los vanos UUEE 52 y 56, que son

puertas de acceso entre el taller y

sus oficinas, espacios que están

reflejados en los planos de 1962.

33

En el interior del edificio lo

más importante es la creación de

los muros paralelos a fachada en

las naves 1 y 2, UUEE 174, 176,

178, 210, 209, 236, 237, 230, 188,

239. Todos tienen arcos de medio

punto a la catalana que constan de

dos hiladas de ladrillos a tizón.

FASE VII

Cronología: 2ª mitad XX.

En 1962 se proyecta un

cambio en la fachada para el nuevo

uso del edificio como restaurante, y

que ha sido conocido hasta hoy en

día como Bodegón Torre del Oro. El

vano del pasaje que aparecía como

adintelado, ahora se cambia a arco

de medio punto para asimilarlo al

resto de la fachada. Por otro lado, el

vano de la nave 3ª que aparecía en

los planos del estado actual como

un arco de medio punto, igual a los

contiguos, pasa a ser representado

como una gran vano adintelado.

Este vano ha sido constatado (UE

95) en la tercera nave, y en algún

momento entre esta fecha y finales

de siglo, vuelve a tapiarse de

manera tosca y se coloca una

carpintería idéntica a la de las naves

4ª y 5ª, volviendo a emular los arcos

de medio punto del siglo XVIII. En

fachada se tabica la ventana UE

179 son UE 180, y se reforman las

jambas de la puertas de las naves

3, 4 y 5, que se corresponde con las

UUEE 93, 90 y 76. También de esta

época o de finales de este siglo son

las estructuras que soportaban los

falsos arcos UUEE 69 y 91, entre

otros.

En la medianera occidental

se encuentran muchos parches de

este momento y sobre todo

destacamos las interfacies de la

parte superior que han sido

agrupadas en las UUEE 279 y 278.

En la trasera las reformas de

este momento también van

34

1ª mitad S. XVII

LEYENDA:

1ª mitad S. XX

2ª mitad S. XVII

S. XVIII

1ª mitad S. XIX

2ª mitad S. XIX

mediados S. XX

último cuarto S. XX

fines S. XX- inicios S. XXI

retacados actuales

Sec ción longitudinal

123456

E

D

C

B

A

Calle Santande

r

N

0

Escala gráfica

5m

encaminadas a la transformación de

vanos; así de derecha a izquierda

tenemos UE 270 que transforma el

vano previo con un dintel

rectangular, UE 34 que tapona el

arco de rosca, UE 37 que es una

gran vano rectangular en la 4ª nave,

UE 47 ventana que supone una

reforma de la ventana UE 41

haciéndola más pequeña.

A finales del siglo XX, en la

medianera oriental se cierran por

Fig. 1 Sección longitudinal del edificio.

completo todos los vanos al cambiar

de uso y pasar a restaurante, aquí

se levantan los muros UUEE 61 y

64, teniendo UE 61 las marcas de la

chimenea que existió en este lugar,

también se cierran los vanos que

antes eran de la oficina de taller

UUEE 53 y 57. Por último este

lienzo de pared UE 57 se decora

con una pintura sobre la propia

pared, perteneciente a John Fulton

(UE 58).

1 Este apartado ha sido tratado en extensión en el informe memoria entregado en la Gerencia Municipal de Urbanismo de Sevilla y al cual remitimos para ampliar información.

corte 6

188

240

008

176

016

015

018

190 001

165

231 227 162163 0291(C6)

139

170

048

006

198

129

0141

079

005

005

077

048

024

12.89

7.86

A3NB3NC3ND3NE3N

006

007

? ?

10

12

35

2 CARRIAZO, J. de M. (1975): “Una zanja en el suelo de Sevilla”. Cuadernos de la Alhambra, 10-11. 3 JIMÉNEZ, A. (2000): “La explanada de Ibn Jaldun. Espacios civiles y religiosos de la Sevilla Almohade”. Sevilla 1248. Actas del Congreso Internacional Conmemorativo del 750 Aniversario de la Conquista de Sevilla por Fernando III, Rey de Castilla y León. Sevilla 23-27 de noviembre de 1998. Madrid, 43-72. 4 DE BORJA PALOMO, F (1984): Historia critica de las grandes riadas y grandes avenidas del Guadalquivir. Sevilla. Colegio oficial de aparejadores y arquitectos técnicos de Sevilla (reedición del original de 1878). 5Aquí seguimos a Ana Marín Resta en su libro “Vermondo Resta” Arte Hispalense. Sevilla. 1988. Diputación Provincial De Sevilla, y las investigaciones llevadas a cabo por Mercedes Espiau. 6 ESPIAU, M. (1991): La Casa de la Moneda de Sevilla y su entorno. Historia y morfología. Sevilla. 7 Aquí seguimos a Mercedes Espiau. 8 “Sistema de análisis Arqueológico de Edificios Históricos”. Miguel Ángel Tabales Rodríguez. Sevilla, 2002 Pág. 186.