El Sistema Penal.
Unidad 1.Elementos y Estructura. Funciones y
Operaciones de las distintas agencias del sistema penal.
El sistema penal es el conjunto de
agencias que operan la criminalización (primaria y
secundaria) o que convergen en la producción de ésta. Cabe hablar de sistema en el sentido de conjunto
de entes, de sus relaciones recíprocas y de sus relaciones con
el exterior.
El Sistema Penal.
Sus agencias no operan de
modo coordinado, sino por compartimentos estancos: cada
una conforme a su propio deber, con sus propios intereses sectoriales y controles de calidad
respectivos.
Sistema Penal.
Es el conjunto de agencias que coinciden
en la cuestión criminal. Algunas son exclusivamente penales (policías, servicio penitenciario, tribunales penales, órganos políticos de interior, seguridad), otras participan del poder punitivo pero sus
funciones son más amplias como las agencias políticas, las agencias de
reproducción ideológica, las cooperaciones internacionales, y las agencias de comunicación masiva o aparatos de
propaganda.
¿Qué es el Sistema Penal?
Esto es un sistema en el sentido
de un conjunto de entes y sus relaciones tanto recíprocas como con el ambiente, pero no es un
sistema en sentido biológico, ya que no convergen en una función. Cada agencia tiene sus propios
intereses y sus propios controles de calidad de sus operaciones.
Sistema Penal.
Las agencias, en virtud de sus
intereses, tienen discursos hacia fuera, que resaltan sus fines manifiestos u
oficiales más nobles (resocialización de los penitenciarios, la información de
los ciudadanos, el saber para los académicos) y discursos hacia adentro, que justifican para sus miembros la
disparidad entre sus fines manifiestos y lo que realmente hacen (latentes).
Discursos para fuera y hacia adentro.
Gran parte del discurso interno se vuelve externo cuando la justificación consiste en responsabilizar de todo lo negativo a otras agencias, con las que entran en conflicto (la policía acusa
a los jueces, éstos al servicio penitenciario o a los políticos, los
políticos a los jueces y a los académicos, etc.)
Discursos para fuera y hacia adentro.
Elementos y estructura.
La conforman los subsistemas, estructuras con relaciones, funciones y operaciones
propias:1. Político: Poder Ejecutivo y Legislativo
(estatal), Partidos Políticos, organizaciones con fines políticos (no
estatal). 2. Judicial: Poder Judicial.
3. Policial: fuerzas de seguridad, provinciales y nacionales y organizaciones
privadas.
4. Penitenciario: nacional y provincial. 5. De formación profesional o agencias de reproducción ideológica: universidades,
facultades, academias. 6. Agencias de comunicación social o masiva: prensa, radio, televisión.
7. De definición de políticas y programas (nacional e internacional): organismos transnacionales, públicos y privados.
Elementos y estructura.
1. Agencias políticas: el Poder Ejecutivo administra programas, asigna fondos y los controla y define políticas públicas. El Poder Legislativo elabora leyes y define
políticas públicas. 2. Agencia Judicial: administra justicia y
define política judicial. 3. Agencia policial: previene conductas desviadas y colabora con el Poder Judicial
en el ejercicio del Poder Punitivo.
Funciones y operaciones de las distintas
agencias del sistema.
4. Agencia Penitenciaria: custodia a los
condenados e implementa los tratamientos de resocialización.
5. Agencias de formación profesional: difunden conocimiento científico acreditado y
forma a los operadores de los demás subsistemas.
6. Agencias de Comunicación: difunden información, forman y configuran la opinión pública e influyen sobre la definición de
políticas públicas y elaboración de leyes.
Funciones y operaciones de las distintas
agencias del sistema.
7. Agencias de definición de políticas y
programas: asignan fondos para determinados programas y los controlan, influyen sobre decisiones en políticas públicas, y forman y emplean a los
operadores de los otros subsistemas. Cada una de estas agencias tiene sus
propios intereses sectoriales y ocupa un compartimento separado de las
restantes y actúa de la forma que más convenga a dichos intereses.
Funciones y operaciones de las distintas
agencias del sistema.
El Poder Punitivo del Estado o
Ius Puniendi consiste en la facultad sancionatoria de que
dispone para imponer una pena a quien ha infringido una norma jurídica. Ello representa una
emanación de su soberanía, y no un mero derecho subjetivo de
punir.
El Poder Punitivo.
Existen dos manifestaciones básicas del Poder Punitivo del
Estado, y consisten en: a.La potestad estatal de sancionar normas penales, yb.La facultad y deber del Estado a exigir el efectivo cumplimiento de las mismas.
Ius Puniendi.
Las sociedades contemporáneas que
institucionalizan el poder (estados), seleccionan a un reducido grupo de personas, a las que someten a su coacción con el fin de
imponerles una pena. Esta selección penalizante se llama criminalización y no se lleva a cabo por azar sino como resultado de la gestión de un conjunto de agencias (entes activos, que
actúan) que conforman el llamado sistema penal. El proceso selectivo de criminalización se desarrolla en dos etapas, denominadas primaria
y secundaria.
Criminalización.
Es la formalización penal de una conducta en una ley, o sea que es un acto legislativo de prohibición bajo amenaza de pena; más claramente, una
conducta está criminalizada primariamente cuando está descripta en
una ley como delito. Es el acto y el efecto de sancionar una
ley penal material, que incrimina o permite la punición de ciertas personas.
Criminalización Primaria.
Es la acción punitiva ejercida sobre personas concretas, que tiene lugar cuando las agencias policiales detectan a una persona, a la que se
atribuye la realización de cierto acto criminalizado primariamente, la investiga, y
en caso afirmativo admite la imposición de una pena, que de ser privativa de libertad, es ejecutada por una agencia penitenciaria.
Es el acto del poder punitivo por el que éste recae sobre una persona determinada como
autora de un delito.
Criminalización Secundaria.
Por lo general, la
criminalización primaria la ejercen agencias políticas
(parlamentos y ejecutivos), en tanto que el programa que implican
lo deben llevar a cabo las agencias de criminalización secundaria (policías, jueces, agentes penitenciarios).
Criminalización.
La sociedad ofrece estereotipos criminales: los prejuicios (racistas, clasistas, xenófobos, sexistas) van
configurando una fisonomía del delincuente en el imaginario colectivo, que es alimentado por las agencias de
comunicación: construyen una “cara de delincuente”.
El estereotipo permite asignar roles y formular exigencias conforme a los mismos.
Estereotipos Criminales.
Buena parte de los portadores del estereotipo criminal cometen realmente
delitos que, como corresponde a su pertenencia de clase, grado de
instrucción y entrenamiento, son obras toscas de la delincuencia, fáciles de
descubrir (arrebatos, robos con efracción, asaltos a mano armada, estafas rudimentarias). Son los
clientes habituales de las prisiones.
Estereotipos Criminales.
Por tratarse de personas desvaloradas,
es posible asociarles todas las cargas negativas que existen en la sociedad en
forma de prejuicio, lo que termina formando una imagen pública del
delincuente. El estereotipo acaba siendo el principal
criterio selectivo de criminalización secundaria, por lo cual son observables ciertas regularidades en la población
penitenciaria.
Estereotipos Criminales.
Las agencias ejecutivas (policiales) ejercen un poder selectivo sobre personas y criminalizan a quienes tienen más a
mano. Quienes son portadores de rasgos de los estereotipos criminales corren serio
peligro de selección criminalizante, aunque no hagan nada ilícito.
En el plano jurídico, es obvio que esta selección lesiona el principio constitucional de igualdad.
Selectividad Criminalizante.
La selección criminalizante no la realizan
los jueces ni las agencias jurídicas, a quienes las agencias ejecutivas les llevan los
candidatos cuando ya ellas comenzaron el proceso de criminalización desde el punto de
vista de la realidad (detención de la persona, secuestro de cosas).
Las agencias jurídicas reciben el producto de la selección policial y sólo pueden decidir si
la criminalización sigue adelante o se interrumpe y la cantidad de poder punitivo que
puede ejercerse sobre la persona.
Selectividad.
El poder punitivo alcanza a los que son vulnerables por: portación de estereotipos y
comisión de hechos groseros y poco sofisticados, grotescos, trágicos y pérdida de cobertura. El resto de la delincuencia prácticamente no se registra ni se conoce.
El sistema penal opera en forma de filtro y termina seleccionando a estas personas. Cada
una de ellas tiene un estado de vulnerabilidad al poder punitivo que depende
de su correspondencia con un estereotipo criminal.
Vulnerabilidad.
La situación de vulnerabilidad es la concreta posición de riesgo criminalizante en que la persona se coloca. Dado que la
selección dominante responde a estereotipos, la persona que encuadra en alguno de ellos debe realizar un esfuerzo muy pequeño para colocarse en una posición de riesgo criminalizante (y a veces debe realizar el esfuerzo para evitarlo),
porque se halla en un estado de vulnerabilidad siempre alto.
Vulnerabilidad.
La vulnerabilidad a la victimización
es por un lado clasista, ya que va recayendo sobre los de menores rentas.
Es de género, porque las mujeres son criminalizadas en menor número que los
hombres, pero son victimizadas en medida igual o superior. La selección criminalizante las beneficia, pero el
de la selección victimizante las perjudica.
Vulnerabilidad Victimizante.
Es etaria (por edades), los hombres
jóvenes son los preferidos para la criminalización, la victimización
violenta se reparte entre éstos, los adolescentes, los niños y los
ancianos. Los dos primeros por su mayor exposición a situaciones de
riesgo; los dos últimos por su mayor indefensión física.
Vulnerabilidad Victimizante.
Es racista y xenófoba, porque los
grupos migrantes, en especial los ilegales, cuya situación les priva de
acceso a la justicia, suelen ser particularmente vulnerables a la
criminalización, pero también a la victimización, en especial por la
incapacidad de denunciar los delitos cometidos contra ellos y la necesidad de trabajar en forma de servidumbre.
Vulnerabilidad Victimizante.
Es prejuiciosa, porque la
marginalidad y la represión a la que se somete a las prostitutas, a sus
clientes, a las minorías sexuales, a los tóxico-dependientes, a los niños y
ancianos de la calle, y el general descuido de las agencias ejecutivas respecto de la seguridad de estas personas, aumenta enormemente su
riesgo de victimización.
Vulnerabilidad Victimizante.
En los delitos no violentos contra la propiedad, el pequeño ahorrista es el que lleva la
peor parte en cuanto al riesgo victimizante, pues carece de los recursos técnicos y jurídicos de que disponen los operadores de capitales de mayor entidad.
Vulnerabilidad Victimizante.
El control social es una condición básica irrenunciable de la vida social
mediante la cual todo grupo o comunidad asegura las normas y expectativas de conducta de sus
miembros indispensables para seguir existiendo como tal, a la par que pone
límites a la libertad del hombre y conduce a su socialización como
integrante del grupo.
Control Social.
Abarca las normas colectivas, las sanciones
sociales y los procesos de control que presionan sobre el comportamiento humano
individual en sus aspectos exteriores, para lograr la adecuación a ciertas reglas de
conducta que protegen los intereses fundamentales para la convivencia en comunidad.
La conducta desviada de la norma social está amenazada con la imposición de sanciones
sociales que llevan implícita la estabilización del equilibrio normativo mediante el proceso de
control.
Control Social.
Las distintas formas de control social se
diferencian entre sí según el grado de formalización que presentan:
1. Por una parte, encontramos medios de control informales como la familia, la escuela, los medios de comunicación, el trabajo, las ideas religiosas, las costumbres y usos sociales,
etc.2. Por otro lado, existe el control social formal
representado por las reglas jurídicas en general, y las del derecho penal en particular, que es un medio de control jurídico altamente
formalizado.
Formas de Control Social.
La norma define al comportamiento desviado como delictivo, la sanción es la reacción generada por aquella conducta y el proceso penal asegura
su aplicación siguiendo los procedimientos que garantizan la
imparcialidad y razonabilidad de la decisión del órgano judicial.
Control Social Formal.
El derecho penal se caracteriza por prever
las sanciones más drásticas de que dispone el orden social (pues las penas y medidas
de seguridad restringen importantes derechos individuales), como forma de
evitar la comisión de delitos, que resultan altamente intolerables para la convivencia
en sociedad, por tratarse de los comportamientos desviados, especialmente
peligrosos o lesivos de los más destacados bienes jurídicamente protegidos.
Control Social Formal.
Cuadro de las Ciencias Penales.
Objeto y Método de las Ciencias Penales. Ciencias Normativas. Criminología. Política
Criminal. Filosofía del Derecho Penal.
El derecho penal es un saber jurídico. El método jurídico es
fundamentalmente de interpretación de la ley.
Se propone para ello el método dogmático o dogmática jurídica: se trata de descomponer el texto legal en elementos simples, con los que
luego se construye una teoría interpretativa.
Objeto y Método de las Ciencias Penales.
Debe responder a tres reglas
básicas: Completividad lógica: o sea,
no ser interiormente contradictoria.
Compatibilidad legal: no puede postular decisiones
contrarias a la ley. Armonía jurídica: su
observancia es conveniente por la estética jurídica. Le
teoría debe ser simétrica, no artificiosa.
Teoría interpretativa.
La dogmática penal procura una aplicación altamente objetiva del
derecho vigente. El considerar objeto de estudio del
derecho penal a las normas jurídicas es característico de un enfoque dogmático, porque presupone la
existencia de una ley, y se propone su sistematización, interpretación y
aplicación correctas.
Ciencias Normativas.
Es la disciplina jurídica
que tiene como objeto exclusivo de estudio el derecho positivo penal. Debe estudiar con un sentido crítico las normas de la legislación penal.
Dogmática Penal.
La criminología es el estudio de la cuestión criminal dentro
de una sociedad. La criminología tradicional es
una ciencia que procura una explicación causal del delito
como la obra de un autor determinado.
Criminología.
Para Von Liszt, la criminología es
el estudio del delito como fenómeno, a diferencia del derecho penal que lo estudia como ente jurídico. Está integrada por el
examen de dos órdenes de factores: los subjetivos (antropología criminal) y los objetivos (sociología criminal).
Criminología.
Para los criminólogos de la reacción social, el origen de la
criminología se ubica en el Iluminismo, con la obra de Cesare
Beccaria. Para los criminólogos
etiológicos, el origen se remonta al positivismo criminológico, en
la obra de Cesare Lombroso.
Orígenes.
En el sistema penal del Antiguo Régimen, existía una gran confusión
entre delito y pecado. Toda ofensa a los intereses del
monarca de turno, era considerada delito. No quedaba claro cuáles eran
las conductas prohibidas. Las penas aplicadas eran despiadadas e inhumanas, incluidas la guillotina o
la hoguera.
El Antiguo Régimen.
En su obra “De los delitos y las penas”, Beccaria critica el sistema
penal del Antiguo Régimen, y propone la humanización de las penas, la abolición de la tortura, igualdad ante la ley y
proporcionalidad entre los delitos y las penas.
Sugiere la exigencia de establecer previamente las conductas delictivas, lo que actualmente se conoce como principio
de legalidad.
Cesare Beccaria.
Lombroso fue un médico de prisiones que utilizó el método experimental, tomando como objeto de estudio el cuerpo del
delincuente. Observó las características físicas comunes entre los delincuentes en las prisiones. Esto lo llevó a la conclusión de que el hombre nace
delincuente. Hay personas que tienen caracteres genéticos que las llevan a delinquir. Ello constituye la base del
determinismo.
César Lombroso.
La política criminal es el sistema
de decisiones estatales que en procura de ciertos objetivos, define los delitos y sus penas y organiza las respuestas públicas tanto para evitarlos como para sancionarlos estableciendo los órganos y los procedimientos a tal fin y los
límites en que tales decisiones se deberán encausar.
Política Criminal.
La política criminal de un Estado, como parte de su política general, lleva ínsita una concepción filosófica e ideológica política determinadas. Será distinta su orientación conforme la escala de valores que se priorice, o que el modelo de Estado
sea democrático o totalitario. Todo cuerpo normativo destinado a organizar
la vida de una comunidad debe atender a la evolución de la misma y a las exigencias del momento histórico en el que pretende tener
vigencia.
Política Criminal.
Cuando las estrategias
preventivas, propias del poder administrador, no son efectivas
y el delito se consuma, el Estado utiliza su poder de coerción para restablecer el
orden social alterado o quebrantado por su comisión.
Prevención y represión.
La política criminal tiene por objeto
adecuar la legislación penal a las necesidades de la defensa de la
sociedad frente al delito, mediante la configuración del elenco de los
delitos, las penas y las medidas de seguridad y las reglas que los rigen,
así como el mejoramiento del procedimiento penal y de la ejecución
de las penas y las medidas de seguridad.
Objeto.
Es una rama de la Filosofía del Derecho
que se ocupa del estudio de las cuestiones penales desde el punto de
vista filosófico, conectando las normas penales con el orden universal, indicando en qué medida el fenómeno de la pena y el delito tiene carácter universal, buscando
su legitimación sobre la base de la naturaleza y de los fines del Estado y
del valor moral y legal de la personalidad del individuo.
Filosofía del Derecho Penal.
Es la rama del orden jurídico interno de un Estado, cuyas normas instituyen y organizan los órganos públicos que cumplen la función judicial penal del Estado y disciplinan los actos que integran el procedimiento necesario para imponer y actuar una sanción o medida de seguridad penal, regulando
así el comportamiento de quienes intervienen en él.
Derecho Procesal Penal.
Es una disciplina esencialmente práctica, cuya finalidad es obtener
una mayor eficiencia en el descubrimiento del delincuente y en
la investigación del delito. Resulta ser un necesario auxiliar
en la administración de justicia para el verdadero esclarecimiento
de los delitos.
Criminalística.
El Derecho Penal.Sentidos de la expresión “derecho penal”. El objeto de estudio de la ciencia del derecho penal. Noción. Principales Características.
Misión del Derecho Penal. Teorías de las Penas.
La expresión Derecho Penal, en una
de sus acepciones, refiere al conjunto de disposiciones jurídico-penales. En este sentido, derecho penal es sinónimo de legislación penal. Pero también la expresión hace referencia a la ciencia que tiene como objeto de estudio precisamente, a la ley penal.
El Derecho Penal.
Al hablar de derecho penal se lo puede
hacer usando tres acepciones: a) Como ciencia o dogmática jurídico-penal, es la disciplina que se preocupa de la interpretación, sistematización y
desarrollo de los preceptos legales y las opiniones científicas en el ámbito del derecho penal, b) Como derecho penal en sentido subjetivo (ius
puniendi o potestad punitiva) alude a la facultad estatal de castigar.
Sentidos de la expresión.
c) Como derecho penal en sentido
objetivo, está constituido por las normas del derecho positivo que regulan aquella potestad punitiva para proteger
la convivencia humana en comunidad, distinguiéndose se las demás ramas del
derecho por las especiales y más enérgicas consecuencias jurídicas imponibles a los comportamientos socialmente más insoportables.
Sentidos de la expresión.
El considerar objeto del estudio del derecho penal a las normas jurídicas es característico de un enfoque dogmático, porque presupone la existencia de una ley, y se propone su sistematización, interpretación y aplicación correctas.
La dogmática supone la distinción entre el derecho que es (de lege lata) y el derecho posible (de lege ferenda), y se
ocupa del primero.
El objeto de estudio de la ciencia del derecho penal.
¿Qué es el derecho penal, de qué se ocupa y para qué lo hace? Esta pregunta
la responde la Teoría de la Pena. ¿En qué casos y bajo qué presupuestos
se habilita el ejercicio del poder punitivo? Esta pregunta la responde la
Teoría del Delito. ¿Qué pena resulta aplicable y en qué
medida? Esta pregunta la responde la Teoría de la Coerción Penal.
Objeto.
El derecho penal es la parte del derecho compuesta por el conjunto de
normas dotadas de sanción retributiva. La finalidad punitiva representa el
objeto principal en casi todo el ámbito de su campo jurídico.
Comprende también las medidas de seguridad, medio jurídico utilizable por el Estado contra la delincuencia y cuya aplicación presupone la comisión de un delito y un debido proceso judicial.
Noción.
Es una rama del derecho público:
el Estado no deja librada a la voluntad de los particulares la creación de la responsabilidad penal, sino que fija formas directamente destinadas a la
generalidad y procede como poder soberanamente regulador de la conducta de los ciudadanos.
Principales Características.
El derecho penal, con su conjunto de
incriminaciones, no constituye un orden puramente moral. Los hechos que castiga son afirmados en el mundo exterior, que vulneran objetivos importantes para la vida social, que por eso se llaman bienes jurídicos o
intereses jurídicos. Se caracteriza como un conjunto de ilicitudes definidas que tienen por objeto la prohibición de acciones determinadas.
Donde no hay acción, exteriorización, no hay represión.
Exterioridad.
Las conductas que integran el catálogo delictivo del Código Penal y leyes penales
especiales son comportamientos antijurídicos, y como tales sancionados por otras disposiciones jurídicas. El derecho penal agrega a tales sanciones su especial
forma de coerción: la pena. La pena presenta caracteres singulares que
la distinguen de las demás sanciones contempladas en otras disposiciones jurídicas de naturaleza no punitiva.
Sancionatorio.
El derecho penal no castiga todas
las conductas contrarias al orden jurídico. De todas las conductas
ilícitas, sólo algunas son elevadas a la categoría de delito. Todas las
conductas delictivas son necesariamente antijurídicas, pero
sólo un grupo limitado de comportamientos antijurídicos son a
su vez delictivos.
Carácter Fragmentario.
La enunciación de aquellas conductas antijurídicas que se consideran delictivas es de carácter taxativo. Por ello, si por omisión del legislador, comportamientos de
alto contenido disvalioso no fueron tipificados como delitos, no podrá
castigarse con pena su realización en virtud de expresas disposiciones constitucionales.
En el derecho penal no hay lagunas, todo comportamiento que expresamente no haya sido
tipificado como delito, pertenece a la esfera de libertad.
Taxatividad.
La función del derecho penal depende de la concepción de la pena que se siga: a) Para las teorías absolutas, la pena se agota en sí misma
y consiste en un mal que se impone necesariamente para lograr justicia, como
retribución por haber cometido el delito, b) Las teorías relativas pretenden alcanzar finalidades preventivas que están fuera de la misma pena: proteger la convivencia social evitando la
futura comisión de hechos delictivos, c) Las teorías de la unión sostienen que la esencia de la pena es retributiva, pero debe perseguir
fines preventivos.
Misión del Derecho Penal.
La pena será legítima, según ellas, si es la retribución de una lesión cometida culpablemente.
Las teorías absolutas legitiman la pena si ésta es justa. La pena
necesaria será aquella que produzca al autor un mal que compense el mal
que él ha causado libremente.
Teorías Absolutas.
Para la teoría retributiva, la
única pena legítima es la pena justa. Y una pena es justa cuando se irroga como castigo al autor de un
delito en compensación por su culpable causación de un mal.
La pena es considerada en su naturaleza simplemente como un mal,
y la justicia de su imposición estaría dada por la compensación.
Teorías Absolutas.
La utilidad de la pena queda totalmente fuera del fundamento jurídico de la misma. Sólo es
legítima la pena justa, aunque no sea útil. De la misma manera, una pena útil, pero injusta, carecerá de legitimidad. Los representantes
más caracterizados de esta concepción son Kant y Hegel.
Teorías Absolutas.
Hegel explicaba de manera
dialéctica la esencia de la pena al considerarla como la negación de la negación del derecho. Al ser el delito la negación del derecho, y la pena la negación del delito, la pena estaría afirmando el derecho. Desde un punto de vista lógico-
formal, la negación de la negación es una afirmación.
Georg W. F. Hegel.
Carecen de fundamento empírico y son, por lo tanto, irracionales.
Que la supresión del mal causado por el delito mediante la aplicación de una pena es
puramente ficticia porque, en realidad, el mal de la pena se
suma al mal del delito.
Críticas.
En favor de las teorías absolutas
se puede sostener, sin embargo, que impiden la utilización del condenado para fines preventivos
En la actualidad, sólo pueden ser defendidas por el sentido
limitador de la gravedad de la pena aplicable.
Aciertos.
Procuran legitimar la pena mediante la
obtención de un determinado fin. Su criterio legitimante es la utilidad de la pena. Le asignan a la misma una función de prevención de futuras
conductas delictivas. Se clasifican en dos grupos: Teorías de
la prevención general y Teorías de la prevención especial. Cada una de ellas puede a su vez, ser positiva o negativa.
Teorías Relativas.
Sostiene que el fin de la pena es
mantener y reforzar la vigencia social de la norma, la que de alguna manera, es puesta en
cuestión al cometerse el delito. Con la pena, se ratifica la norma infringida por el delincuente con
su conducta criminal.
Prevención General Positiva.
Sostiene que la pena incide no sobre el delincuente, sino sobre el resto de la comunidad, los que no delinquieron, intimidándolos, para que se abstengan de llevar a cabo conductas delictivas.
La amenaza de pena contemplada en los códigos penales tiene por finalidad disuadir a cualquier persona de la realización del delito, por el temor
de sufrir la sanción.
Prevención General Negativa.
Propone que el fin de la pena es la
corrección del delincuente, brindándole los espacios y oportunidades para su futura reinserción social. Busca su
resocialización, de modo tal que no vuelva a delinquir.
La recuperación del individuo para la sociedad es la base de esta teoría.
Prevención Especial Positiva.
Para esta teoría, el fin de la pena
lo constituye la neutralización del delincuente.
Busca impedir la repetición del delito actuando sobre el condenado,
pero no para mejorarlo, sino impidiendo físicamente futuras
reincidencias. Legitima la pena de muerte, como forma de eliminar al
criminal.
Prevención Especial Negativa.
En el momento de la conminación penal, la
sanción de normas penales en abstracto, prima la prevención general negativa, como
intimidación social. Cuando el delito es cometido, la prevención
general positiva, ya que el proceso y la eventual pena reafirman la norma
quebrantada. Durante la ejecución de la pena, debe preponderar la prevención especial positiva: perseguir la resocialización del condenado.
Teorías de la Unión.
Relaciones con otras ramas del Orden
Jurídico. Derecho Constitucional. Derecho
Administrativo. Derecho Contravencional. Derecho Penal Militar.
Su vinculación con el derecho penal
deriva del principio de supremacía constitucional.
La Constitución Nacional contiene, en su articulado, varias
disposiciones que son atinentes al derecho penal en forma exclusiva.
En su texto encontramos consagrados los Principios Constitucionales aplicables en materia penal.
I. Derecho Constitucional.
La Constitución Nacional prohíbe determinadas penas. Así, la pena de muerte,
los tormentos y azotes. Además, contiene declaraciones referidas a delitos en particular, como la compra y venta de personas, la sedición, y la traición a la
Patria. Hay prohibiciones en relación a la libertad
de imprenta. En su texto, podemos encontrar las disposiciones referentes a las inmunidades
parlamentarias.
Derecho Constitucional.
Principio de Legalidad.
Principio de Reserva.
Principio de Culpabilidad.
Principios Constitucionales
Penales.
Son los referidos al debido proceso
legal. Comprenden el estado jurídico de inocencia, la inviolabilidad del
domicilio, la garantía de juez natural.
Contemplan además la defensa en juicio: la garantía de non bis in
idem, prohibición de obligar a alguien a autoincriminarse, entre otras.
Principios Constitucionales
Procesales.
Está contemplado en el artículo 18
de la Constitución Nacional, y establece que ningún hecho puede ser merecedor de pena ni juzgado como delito, sin una ley que lo haya
contemplado previamente como tal. Es el pilar fundamental del
suprasistema de garantías, al establecer los límites al poder
punitivo del Estado.
Principio de Legalidad.
Suele expresarse en la máxima nullum crimen, nulla poena sine lege. Tanto el delito como la
pena deben estar determinados en la ley previa.
No es posible reprochar el hecho a su autor si éste no tuvo, al
menos, la posibilidad de conocer la criminalidad de su acción.
Principio de Legalidad.
Una sanción penal se habrá aplicado con arreglo a este principio, si está
establecida en una ley previa (exclusión de la aplicación retroactiva
de las leyes penales) y escrita (se excluye el derecho consuetudinario), que reúna las condiciones de una ley cierta (se excluyen las cláusulas
generales), interpretada como una ley estricta (se prohíbe la extensión
analógica de la ley penal).
Principio de Legalidad.
El Principio de Legalidad halla su
razón de ser en el hecho de que no es posible reprochar el hecho a su autor, si éste no tuvo, al menos, la posibilidad de comprender la criminalidad de su acto, lo que
presupone la posibilidad de conocer el carácter penalmente relevante
del mismo.
Fundamentos.
El Principio de Legalidad prohíbe la aplicación retroactiva de la ley penal, ya que las mismas rigen siempre para el futuro. Principio que cede sólo en caso que la ley penal sea más benigna para el
imputado. Es una condición necesaria para la seguridad jurídica, la posibilidad de todos los ciudadanos de conocer con antelación cuáles son las conductas
conminadas con una pena.
Ley Previa.
En derecho penal, a diferencia de otras ramas del derecho, está
excluido el derecho consuetudinario (la costumbre). La ley formal es la única fuente
del derecho penal. En el derecho penal no hay lagunas, todo lo que no está prohibido está permitido.
Ley Escrita.
El legislador debe evitar las fórmulas vagas o imprecisas en la
descripción de las conductas prohibidas. La ley penal debe
precisar lo más acabadamente posible la acción considerada como delito.
La especificación de las prohibiciones y las sanciones
previstas para su violación hacen al requisito de certeza de la ley.
Ley Cierta.
Esta exigencia implica la prohibición
absoluta de aplicar la analogía en el derecho penal. Este principio sólo cede en caso de que dicha analogía se realice in bonam partem (en virtud de la cual se
mejora la situación del imputado). Analogía es trasladar una regla, dada
en la ley para un supuesto de hecho, a otro supuesto de hecho no regulado en la
ley pero similar a aquél.
Ley Estricta.
Está contenido en el artículo 19
de la Constitución Nacional y representa un límite a la
injerencia estatal en el ámbito de las acciones privadas de los
hombres que de ningún modo afecten derechos de terceros. Lo cual, por mandato constitucional, debe quedar
exento de la autoridad de los magistrados.
Principio de Reserva.
En el orden jurídico argentino, no puede haber delito sin un bien jurídico ajeno afectado, sea éste individual o
colectivo. Una de las consecuencias es la impunidad de las autolesiones, que no pueden ser consideradas delictivas por
no afectar derechos de terceros. Según este principio, el daño objetivo externo es la base de la responsabilidad
penal.
Principio de Lesividad.
El Estado no podría tipificar como delitos conductas que sólo afectan a
la moral privada ni que sólo constituyan un perjuicio para
quienes las realicen. Al Estado le está vedada la
imposición de una moral a sus ciudadanos. No puede valerse del derecho penal para imponer modelos
de vida a sus habitantes.
Principio de Lesividad.
La calificación de una conducta como delictiva, debe ser la última instancia
a la que debe recurrir el Estado, cuando han fracasado o han resultado
deficientes otras respuestas no punitivas.
La remisión al sistema penal de una situación conflictiva debe ser excepcional. Deben agotarse los
recursos de las demás ramas del derecho (civil, administrativo, etc.).
Derecho Penal de Ultima Ratio.
La búsqueda de otras
alternativas a la imposición de una pena, es consecuencia del carácter estigmatizante de la misma. Este sistema es propio de un derecho penal de mínima intervención.
Derecho Penal de Ultima Ratio.
El Principio de Culpabilidad del
Derecho Penal material presupone la garantía de que nadie puede ser
considerado culpable, ni, por ende, penado, si no estuvo
personalmente a su alcance, con el empleo de una capacidad razonable,
evitar el hecho ilícito (culpabilidad como evitabilidad).
Principio de Culpabilidad.
La responsabilidad penal es personal: se responde por lo que uno mismo hace,
no por lo que hace otro. Dicha responsabilidad personal de
basa en el libre albedrío del individuo, en virtud del cual, es él
quien decide delinquir o no delinquir. Limita la medida de la pena por la
medida de la culpabilidad.
Principio de Culpabilidad.
No hay delito sin culpa. Se excluye la
responsabilidad objetiva del Derecho Civil. En derecho penal una persona es responsable sólo por lo que ha hecho y en la medida en que lo haya hecho.
Tiene manifestación respecto de la entidad de la sanción. Debe existir proporcionalidad entre el injusto cometido y la magnitud de la pena aplicable. A mayor ilicitud, mayor
sanción punitiva.
Principio de Culpabilidad.
La pena presupone una infracción a la norma, la cual debe identificar un hecho, no una clase de autor (ser vago o maleante). Esto implica una decisión en contra de una posición como la del antiguo positivismo
criminológico: no es legítimo ir en busca de un “tipo de autor”; es
condición de la reacción penal “un hecho típico”.
Derecho Penal de acto vs. Derecho Penal de
autor.
La definición de delito está ligada a la
comisión de un hecho, ya sea considerado como infracción de deberes ético-sociales o una conducta socialmente dañosa porque
lesiona o pone en peligro bienes jurídicamente protegidos.
Considera secundarias las características personales de su autor, que sólo se podrán tomar en cuenta para la individualización judicial de la pena.
Derecho Penal de acto.
Sostiene una concepción según la cual el hecho sólo tiene un valor sintomático de la personalidad peligrosa de su autor, que es
lo reprochable y debe ser corregida. El derecho penal de autor y el de peligrosidad coinciden cuando parten de una concepción determinista o biológica del
hombre, que le niega la libre determinación para elegir entre el bien y el mal y lo sancionan por su modo de ser, por su mal
carácter o su vida desordenada.
Derecho Penal de autor.
La esencia del principio de culpabilidad no
reside en el carácter del autor, ni en su conducta de vida, sino en la posibilidad de
haber actuado de otra manera en el caso concreto.
Reafirma el principio del Derecho penal del hecho, pues está en juego la evitabilidad del hecho para el sujeto imputado, no la
evitabilidad que habría podido resultar si hubiera conducido su vida y desarrollado su
personalidad de manera más plausible.
Principio de Culpabilidad.
Toda reacción del derecho criminal (sea pena o medida de seguridad) debe guardar relación con la gravedad del
hecho y los fines de la pena. La pena no puede exceder los límites
de la culpabilidad. Las penas deben guardar relación con el daño social causado por el delito. Toda regulación del Estado debe ser
razonable.
Principio de Proporcionalidad.
Sólo es legítimo aplicar pena conforme a la culpabilidad del autor.
La pena que trasciende al sujeto responsable del delito afectando a terceros inocentes será una pena
ilegítima. Por esta razón, el Código Penal Argentino contempla como un supuesto de extinción de la acción penal, la
muerte del imputado (art. 59 inc. 1).
Intrascendencia de la pena.
Son los principios referidos a la garantía del debido proceso legal y la
defensa en juicio. Los principios cardinales son el
principio de inocencia, el juicio previo, el derecho de defensa, la
prohibición de múltiple persecución penal y el principio decididamente
rector: el imputado no está obligado a colaborar con el procedimiento.
Principios Procesales Penales.
El sujeto parte de un estado jurídico de inocente, conocido en la doctrina alemana como presunción de
inculpabilidad. Según este principio, el individuo
debe ser tratado como inocente, en tanto una sentencia firme no resuelva lo contrario; de allí resulta también que compete al Estado la prueba de la
acusación.
Principio de Inocencia.
Derivación del principio de inocencia es que en caso de duda se esté a la solución más favorable al
imputado. El fracaso en el esclarecimiento del hecho grava al
Estado. El Juez para condenar, debe adquirir
la convicción de que el imputado es culpable.
In dubio pro reo.
La situación de inocencia, en exigencia pura, sólo puede ser alterada mediante sentencia
definitiva tras un juicio previo (nulla poena sine iuditio). Dentro de las garantías del juicio previo, en realidad
anidan todas las garantías.
Juicio Previo.
Juez Natural: el imputado tiene derecho a ser juzgado por un tribunal determinado por
la ley con antelación al hecho, independiente del poder político.
Defensa en juicio: se integra actualmente con la garantía de ser asistido por un
defensor técnico de su elección, y de contar con un tiempo razonable para el ejercicio de su defensa. Es también propio del derecho de
defensa el que al sujeto le sean especificados los cargos de la acusación, como hecho histórico que se le atribuye.
Garantías del Juicio Previo.
Non bis in idem: nadie puede ser
perseguido penalmente más de una vez por el mismo hecho.
Prohibición de obligar a alguien a autoincriminarse: nadie puede ser obligado a declarar contra sí
mismo. La confesión del imputado solamente es válida si es hecha sin coacción de ninguna naturaleza.
Garantías del Juicio Previo.
Las relaciones del derecho penal con el derecho
administrativo son de muy diverso orden. El Código Penal, en la Parte Especial, (Título
XI) prevé un catálogo de delitos contra la Administración Pública, entre los cuales figuran algunos que sólo pueden cometer los funcionarios
públicos como el abuso de autoridad (art. 248), el cohecho pasivo (art. 256), y el prevaricato (art.
269 primer párrafo) entre otros. Además, para la realización del derecho penal en
la etapa de la instrucción penal preparatoria, la justicia penal requiere la colaboración policial
(entidad de orden administrativo).
II. Derecho Administrativo.
Derecho disciplinario: se ocupa de las normas que
prescriben sanciones para los integrantes de un cuerpo, administración y organismo público, que tiene por objeto proveer la solución de conflictos necesaria
para permitir el buen funcionamiento de la administración.
Es una legislación que tiene funciones tácitas eventualmente penales. Las agencias jurídicas deben
controlarlo para evitar que impongan penas. El derecho penal está dirigido a toda la sociedad, al
común de las personas, y el derecho administrativo sancionador está dirigido a quien se halla en situación de sujeción, como es el empleado,
funcionario público, o aquél que se halla en relación de empleo con el estado.
Derecho Administrativo.
Los apercibimientos y llamados de atención, las suspensiones en plazos razonables, entre
otras, son formas de coacción directa de ejecución instantánea, y todo esto encuadra
dentro de lo racional, siempre que la decisión administrativa sea controlable por parte de la agencia judicial y respete el
principio de proporcionalidad. Sin embargo, las inhabilitaciones son penas
y como tales, no las puede decidir otra agencia que no sea judicial.
Derecho disciplinario.
Las únicas exclusiones constitucionalmente admitidas como no aplicables por las agencias jurídicas, son las
reservadas al Congreso de la Nación y las que, en función del principio republicano y federal, las
constituciones provinciales y de la ciudad de Buenos Aires reservan a sus legislaturas. Debe quedar claro que éstas se refieren únicamente a las personas que la
Constitución menciona y no pueden extenderse a terceros. Las Cámaras legislativas tienen atribuciones para ejercer el poder de coacción directa respecto de terceros que perturben su actividad, pero no el de imponer penas, y lo mismo puede decirse de las facultades disciplinarias de los jueces en los
tribunales.
Juicio Político.
También llamado derecho penal
administrativo, hay dos aspectos esenciales que son objeto de
controversias: a) Su naturaleza, administrativa o penal y b) Su fuente de
producción. La contravención, dice Núñez, es una infracción a los deberes impuestos a los individuos por la legislación que regula la actividad administrativa estatal.
III. Derecho Contravencional.
Es mayoritaria en doctrina penal, la posición que
sostiene el carácter penal del derecho contravencional, afirmando que entre el delito y la contravención no existe una diferencia en la naturaleza sino sólo en la magnitud del injusto. Así la falta o contravención tendría idéntica naturaleza que el delito, solamente sería un
delito en miniatura (Diferencia Cuantitativa). Ricardo Núñez sostenía la diferenciación en su
sustancia entre el delito y la contravención. Consideraba que los delitos afectan a la seguridad a diferencia de las contravenciones sólo afectan a
la prosperidad (Diferencia Cualitativa).
Naturaleza.
De considerarse al derecho
contravencional como parte del derecho penal, todas las garantías y principios constitucionales que rigen en el ámbito
penal serían de aplicación en el derecho contravencional.
Muchas de las garantías procesales con jerarquía constitucional tendrían plena vigencia en el ámbito contravencional.
Trascendencia de la discusión.
Hay quienes entienden que corresponde al
Congreso de la Nación dictar un código contravencional para todo el país, por ser una facultad delegada por las provincias.
Por el contrario, están quienes reconocen esta facultad a las legislaciones
provinciales y concejos municipales. Actualmente, la Nación no ha dictado un
código contravencional, habiendo cada provincia dictado su normativa al
respecto.
Fuente de producción.
El Derecho Penal Militar tenía por base al
antiguo Código de Justicia Militar que fue derogado en 2008 por la ley 26.394.
Dicho Código contenía previsiones respecto de la pena de muerte, que está prohibida por imperio
constitucional. La violación de garantías constitucionales motivó su posterior derogación.
Como consecuencia, se incorporaron al Código Penal nuevas figuras delictivas y agravantes de las ya existentes, sobre todo algunas que sólo
pueden ser cometidos por sujetos con la investidura militar.
IV. Derecho Penal Militar.
Fuente de Producción del Derecho Penal. Fuente de Conocimiento del Derecho Penal. La ley penal. Concepto. Clasificación. Principios que
rigen la Interpretación de la ley penal. Interpretación analógica e Integración analógica.
Con la expresión fuentes del derecho
penal, en sentido jurídico, se hace referencia al origen de éste, pudiendo distinguirse dos clases de fuentes: de
producción y de conocimiento. La primera alude a la voluntad que origina el
derecho, o sea, a la autoridad que dicta las normas jurídicas. La segunda, a la
manifestación de dicha voluntad, es decir, a la forma que el derecho objetivo asume
en la vida social.
Fuentes del Derecho Penal.
Con esta expresión se designa a los
sujetos productores de los preceptos jurídico-penales.
En relación al derecho penal, modernamente el Estado es su única fuente de producción, ya que detenta el monopolio
de la potestad punitiva. Por mandato constitucional, es el Congreso de la Nación el único órgano
facultado para dictar leyes penales (art. 75 inc. 12 Constitución Nacional).
Fuente de Producción.
Debido al Principio Constitucional de
Legalidad, la única fuente de conocimiento del derecho penal es la ley
emanada del Congreso Nacional. En consecuencia, no pueden considerarse fuentes de conocimiento del derecho penal los principios generales del derecho, ni
los usos y costumbres, ni las leyes análogas, como sucede respeto de otras ramas del derecho ni la jurisprudencia.
Fuente de Conocimiento.
En el Derecho Penal argentino, dada la vigencia de los principios de legalidad y reserva, que exigen
una ley escrita previa, la costumbre no constituye una fuente inmediata de conocimiento, por lo que no puede dar base a la creación
de tipos delictivos, penas o medidas de seguridad.
La Costumbre.
Es un conjunto de sentencias numerosas y contestes, es decir, repetidas y en sentido
concordante sobre cierta materia. No puede constituir en nuestro sistema
jurídico el carácter de fuente de conocimiento del derecho penal, toda vez
que conforme los principios de legalidad y reserva, los hechos delictivos y sus penas deben ser establecidos por una ley previa
emanada del órgano legisferante competente.
La Jurisprudencia.
Son casos excepcionales o urgentes
(circunstancias excepcionales) en los cuales es imposible seguir el trámite ordinario previsto en la Constitución para la sanción de una ley.
La materia penal se encuentra expresamente excluida (art. 99 inc. 3, Constitución
Nacional). Se vulnera el principio de legalidad en la represión si mediante normas jurídicas emanadas del poder administrador se configura el tipo delictivo o la pena, o se amplía o modifica alguno de tales elementos de la ley penal.
Decretos de Necesidad y Urgencia.
Existe consenso doctrinario sobre la prohibición de la analogía in malam partem, o sea, la utilizada por el juez en perjuicio
del imputado para extender la zona de punición definida taxativamente por la ley
penal. Núñez sostiene que es admisible la aplicación de la ley penal por analogía in
bonam partem, vale decir, la que se hace para excluir o minorar la pena o mejorar la
situación del interesado. El principio de legalidad funciona en beneficio y no para
perjudicar al imputado.
La Analogía.
Es aquella disposición escrita y general,
emanada del órgano del Estado que constitucionalmente está investido de la potestad legislativa, que tiene por objeto establecer los principios que deben regir el
derecho penal, definir como delitos determinados hechos ilícitos y conminar las respectivas penas o las medidas de seguridad
para los partícipes de éstos. A la realización de un supuesto de hecho
(precepto) se asocia una determinada consecuencia jurídica, designada como
sanción (pena).
La ley penal.
Según su fuente de producción,
las leyes penales pueden ser clasificadas en:
a)Leyes penales comunes: Código Penal y leyes complementarias.
b)Leyes penales especiales o federales: Código Aduanero, Estupefacientes, Delitos fiscales.
Clasificación.
Según su estructura:
a) Sancionatorias: contienen la descripción del tipo penal y la pena correspondiente.
b) Aclaratorias: sirven para determinar más concretamente el supuesto de hecho. Por
ejemplo, el artículo 77 del Código Penal, define, entre otros, al funcionario público.
c) Leyes Penales en blanco: remiten a otra ley que define a la conducta prohibida. Por ejemplo, el artículo 206 del Código Penal, que remite a las
leyes de policía sanitaria animal.
Clasificación.
La interpretación de la ley penal consiste en la tarea de buscar la voluntad de la ley, con el fin de aplicarla a un caso concreto de la vida
real. Es una operación lógica porque se deben aplicar
las reglas de dicha disciplina filosófica. Es una operación jurídica porque sobre la base
de la lógica, se buscan conceptos jurídicos. El carácter sistemático implica que tal operación debe encuadrarse dentro del sistema normativo que implica todo el ordenamiento jurídico y no disposiciones aisladas.
Interpretación.
La interpretación judicial abarca
dos momentos: a) la intelección, que pretende descubrir la voluntad
abstracta contenida en la disposición legal, es decir, su sentido; b) la subsunción, que
persigue determinar su alcance para ver si es aplicable al caso
concreto.
Intelección y Subsunción.
Principio jerárquico: este principio se manifiesta
en la llamada interpretación según la Constitución. Los preceptos penales deben obedecer a las
disposiciones constitucionales, que son de mayor jerarquía.
In dubio pro reo: cuando existiere una duda razonable en cuanto a la interpretación de un
precepto, debe estarse a la situación más beneficiosa para el imputado.
Principio dinámico: tiene en cuenta las constantes transformaciones y mutaciones del mundo real. Expresa
la influencia del cambio en el contexto sobre el sentido del texto legal, dado que las normas penales
están destinadas a regir la realidad.
Principios rectores.
Interpretación auténtica: es la que
efectúa el Poder Legislativo. Interpretación doctrinal: es formulada
por los autores para desentrañar el contenido de la ley penal y lograr su
exposición sistemática. Carece de obligatoriedad, pero suele tener
influencia en la interpretación judicial. Interpretación judicial: es llevada a cabo por los órganos jurisdiccionales para aplicar la ley penal al caso concreto.
Clasificación.
Consiste en extender una norma jurídica
que regula un determinado hecho a otro semejante no previsto en ella. Se
encuentra prohibida en materia penal, con la excepción de la analogía in bonam
partem. Además se exceptúan los supuestos en que la misma ley se refiere a la misma. Por ejemplo, el artículo 140 del Código Penal (reducción a servidumbre u otra
condición análoga).
Interpretación analógica.
Consiste en la tipificación de un delito no establecido en la ley recurriendo a un
procedimiento analógico. No puede aplicarse en derecho penal, puesto que es violatoria de la seguridad
jurídica. En derecho penal no hay lagunas que
integrar: lo que no está expresamente prohibido se encuentra permitido por
expreso mandato constitucional.
Integración analógica.