Universidad de Chile
Facultad de Derecho
Escuela de Derecho
Historia Institucional del siglo XIX
La Cultura humanitaria de Francisco Bilbao
Oposición a un régimen patriarcalProfesor: Dr. Eric Eduardo Palma González
Estudiantes:
Beatriz Arenas
Javier Estay
Fecha de Entrega:
15 de Julio, 2010
1
ÍndiceIntroducción 3
Objetivos 2
Preguntas de investigación 5
Marco Conceptual 6
Biografía 10
Crítica de Bilbao a los dogmas y posiciones eclesiásticas 14
La reforma de la conciencia 14
Sometidos al incienso 15
Negados y reprimidos 18
Bilbao: visión y críticas a la política 20
Esperanzas políticas 20
Configuración de la esfera social en Bilbao 25
2
Bilbao en el tiempo 28
Generador de influencias constitucionales 30
La figura de Bilbao y la sociedad patriarcal 31
Bibliografía 35
Introducción
Son muchos los personajes que a lo largo de la Historia de Chile, incluso más
allá de los doscientos años de vida republicana, que han sido participes
activos y han lograron dejar una huella imborrable en la conformación de
esta nación. No son pocas las ocasiones en que algunos personajes han logrado
obtener respeto y la admiración que no concordaban con su verdadero rol en la
sociedad como actores protagónicos en el desarrollo a todo nivel del país.
Por otro lado, existen también personajes que son castigados por la historia
restándole el valor que realmente alcanzan gracias a sus propuestas y
acciones, relegándolos a un plano secundario. A nuestro parecer, en estos
últimos personajes podemos distinguir perfectamente a la persona de Francisco
Bilbao, quien elaborando una propuesta ideológica, política y social fue
condenado y perseguido por una sociedad que al parecer consideraba
escandalosa su propuesta, pero ¿Qué era lo que hacía tan imperdonable sus
postulados?, era el hecho de que significaban una destrucción a los
cimientos de la sociedad del siglo XIX y una reconstrucción de la concepción
3
de comunidad de los habitantes de Chile, en donde los dueños del poder
estaban en igualdad de condiciones con el peón, el sacerdote con sus
feligreses, el padre con el hijo y la igualdad de los cónyuges. Creemos
encontrar plasmadas en los textos de Francisco Bilbao, las ideas de una
sociedad que lucha por alcanzar una cultura humanitaria y oponerse
férreamente a la mentalidad patriarcal que no solo regia a Chile en el siglo
XIX, sino que ha perdurado desde las primeras civilizaciones y que incluso ha
perdurado hasta nuestros días, es por esta razón el titulo de “La Cultura
humanitaria de Francisco Bilbao, Oposición a un régimen patriarcal”, juzgando no solo sus
ideales, sino que también el rol político que jugó como oposición política a
los distintos gobiernos conservadores. Es así como investigaremos en los
textos de Francisco Bilbao las criticas que realiza a elementos propios de la
mentalidad patriarcal, es decir la crítica al uso de la violencia como un
medio valido, la jerarquía que produce esa violencia elevando a un ente
social a una categoría de superioridad con respecto a otro, y como a partir
de ella comienzan a observarse y vivirse en la sociedad relaciones de
dominación y discriminación entre los individuos.1 Demostraremos como
Francisco Bilbao por medio de sus escritos confirma la necesidad de generar
una cultura humanitaria basada en la dignidad del ser humano para finalizar
examinando como el Estado vigente en la época vulnera esta dignidad humana
por medio de los cuatro elementos característicos de la mentalidad
patriarcal, atacando los conceptos que la herencia ideológica nos ha dejado
y que podemos ver inserta ya en nuestra sociedad casi 150 años después.
Objetivos de la Investigación
Objetivo Principal
1 PALMA, Eric. El primer Constitucionalismo chileno – e Iberoamericano-: Reflexiones en torno a un cuarto modelo del Estado constitucional. p.6
4
Analizar las críticas que Francisco Bilbao realiza a las prácticas
violentas, discriminatorias, dominantes y de jerarquía que llevaban a cabo
los grupos políticos conservadores en el poder.
Lograr dilucidar el rol del pensamiento humanitario de Francisco Bilbao como
reformador social y como las opone al grupo patriarcal estanquero de 1830.
Cuál es la crítica social con respecto a la dignidad humana.
Reconocer el grado de avance o retroceso social que hubiera significado
aceptar los postulados de Francisco Bilbao.
Objetivo Secundarios
Relacionar los textos y postulados de Bilbao con la sociedad chilena del
siglo XIX.
Reconocer las ideas políticas e institucionales de Francisco Bilbao y su
papel en la formación del estado.
Identificar que ideas de Bilbao están presentes en la actualidad
Determinar si la sociedad chilena del silgo XIX era conservadora o estaba
dominada por los grupos de tal pensamiento.
5
Preguntas de Investigación
Para delimitar nuestro tema de investigación es fundamental contar con
objetivos propuestos, pero para alcanzar dichos objetivos nos apoyaremos en
una serie de preguntas de investigación formuladas a raíz del tema propuesto
y de los objetivos trazados para dar curso al trabajo. En cuanto a las
preguntas de investigación deben estar en concordancia con los objetivos
planteados tanto los generales como los específicos. Todo este procedimiento
según el método de investigación de la concepción polifacética. Las preguntas
de investigación en nuestro trabajo son:
Preguntas Principales
¿Son los postulados de Francisco Bilbao portadores de un fuerte mensaje
social que pretendía modificar la mentalidad patriarcal y generar una
cultura bondadosa y humanitaria? (Bilbao y la sociedad)
¿Siguen vigentes los postulados y principio defendidos por Francisco
Bilbao? ¿Perduraron en el tiempo?
De ser así, ¿Sería Chile una potencia cultural?
Preguntas Secundarias
¿Logro imponer Bilbao alguna de sus ideas en el sistema político chileno?
(Bilbao y la carta constitucional)
6
De ser así, ¿Se refleja en el texto constitucional?
¿Identifica Bilbao los fundamentos de la sociedad patriarcal y en qué
hallaba su fortaleza?
¿Existen elementos patriarcales reconocibles en el pensamiento de Bilbao que
permitieran identificar algún interés escondido?
Al responder las preguntas de investigación podremos alcanzar los objetivos
planteados.
Marco Conceptual
Al estudiar el pensamiento de otro debemos sumirnos en un universo de ideas
que en mucho pueden distar de las propias, y es menester precisar y fijar el
alcance de estas ideas. El lenguaje humano, uno de los mayores logros del
hombre, puede ser objeto de múltiples interpretaciones si no se reducen los
límites de su trascendencia. Cada palabra, cada frase, cada párrafo está
supeditado a las interpretación que le dé el lector, y esta ambigüedad será
calificada por las experiencias vitales de cada uno.
Con el fin de evitar disquisiciones sobre términos y conceptos de vital
significancia en la investigación, se ha fijado un marco conceptual ofrecido
como guía para facilitar la comprensión de los resultados a exponer, que a la
vez deja en manifiesto la mutabilidad del lenguaje, y cómo ha de variar éste
7
según las circunstancias en qué se use y los fines que se le dé.
Claramente no nos detendremos en la utilización de tan solo los términos
ahora planteados, si no que a lo largo de la investigación esperamos
enfrentarnos a una serie de términos que será necesario explicar dentro del
trabajo, y por supuesto, intentando entender y explicar la forma en que
Francisco Bilbao los entendía.
Amor: Según la RAE . 3. m. Sentimiento de afecto, inclinación y entrega a
alguien o algo.
Valor que aúna la sociedad en su búsqueda del bien común, y emplaza a cada
uno de sus integrantes a desligarse de los medios del egoísmo u la ambición.
Autoritarismo: 1. m. Sistema fundado primariamente en el principio de
autoridad.2. m. Actitud de quien ejerce con exceso su autoridad.
Refinamos esta definición asimilándola a aquellas instancias en que se impone
la voluntad de uno o unos pocos, usualmente mediante la coacción, con el fin
de lograr propósitos egoístas y beneficiar grupos reducidos.
Catolicismo: 2. m. Creencia de la Iglesia católica.
La iglesia católica ha tenida gran influencia y poder en la sociedad durante
siglos, y sus principios han sido impuestos por la clase dominante.
Constitución: Según la RAE 7. f. Der. Ley fundamental de un Estado que define
el régimen básico de los derechos y libertades de los ciudadanos y los
poderes e instituciones de la organización política.
Su parte dogmática ha de recoger los principios y valores que encarna o
persigue una sociedad; mientras que su parte orgánica debe contener un medio
8
de protección y custodia de los derechos fundamentales, y organizar los
órganos del Estado de modo que sea eficiente y propenda al bien común.
Ideología: Según la RAE 1. f. Doctrina filosófica centrada en el estudio del
origen de las ideas. 2. f. Conjunto de ideas fundamentales que caracteriza el
pensamiento de una persona, colectividad o época, de un movimiento cultural,
religioso o político, etc.
Sumamos a estos conceptos los valores y principios que lideran y guían las
acciones del hombre. La segunda definición es en lo que centraremos nuestra
investigación.
Igualdad: Según la RAE 2. f. Correspondencia y proporción que resulta de
muchas partes que uniformemente componen un todo. ~ ante la
ley.1. f. Principio que reconoce a todos los ciudadanos capacidad para los
mismos derechos.
Este principio ha sido perseguido desde los inicios de la República, y está
ligado a la igualdad de oportunidades para alcanzar la realización de toda la
sociedad.
Laicismo: Según la RAE 1. m. Doctrina que defiende la independencia del
hombre o de la sociedad, y más particularmente del Estado, respecto de
cualquier organización o confesión religiosa.
Ley Fundamental: Según el tribunal constitucional Federal Alemán,2 es un
ordenamiento comprometido con valores, que reconoce la protección de la
libertad y de la dignidad humana como fin supremo de todo derecho.
2 (BVefGE 12,45(51)) En BENDA, Ernesto. Manual de Derecho Constitucional. Madrid, España. Ediciones Jurídicas y sociales Marcial Pons, 2001. P. 118
9
En nuestro trabajo se intentara llegar al concepto de ley fundamental
analizando los valores que propone Francisco Bilbao y como ellos podrían
llegar a plantearse en un orden constitucional.
Mentalidad: “la mentalidad la entendemos como el conjunto de las conductas de
los individuos en sociedad y que se expresan como respuestas espontáneas de
los sujetos en sus relaciones sociales. La suma de dichas respuestas
semejantes configura una conducta colectiva que satisface la necesidad de
decidir qué hacer en cada momento de la vida cotidiana. La mentalidad se
proyecta en el tiempo por la verificación constante de una misma conducta en
el seno de la sociedad. En la medida que interesa su proyección en el tiempo
esta conducta encuentra amparo en el derecho.”3
El concepto de mentalidad lo abarcaremos desde la perspectiva exclusiva de
la sociedad chilena y americana del siglo XIX. Desde los escritos de Bilbao
pretendemos obtener una descripción clara de las conductas sociales comunes
del individuo, y determinar así en la mentalidad que opera, pudiendo ser:
i) Mentalidad patriarcal: “Se trata de un conjunto de hábitos sociales,
de conductas colectivas aceptadas en el medio social y en virtud de
las cuales se organiza la vida en sociedad admitiendo el uso de la
violencia (política y doméstica) de lo cual se deriva para quienes la
ejercen una posición jerárquica a partir de la cual se configuran
relaciones de dominación y discriminación. Estas conductas han
favorecido a varones libres en detrimento de mujeres, jóvenes y otros
varones sometidos a esclavitud. Griegos y romanos fundaron esta
conducta social en la razón y la civilización (vivir de una manera
determinada) que les permitió distinguir su estilo de vida de la
3 PALMA, Eric. El primer Constitucionalismo chileno – e Iberoamericano-: Reflexiones en torno a un cuarto modelo del Estado constitucional. Op.cit. p.3
10
barbarie y la esclavitud.”4
ii) Mentalidad Humanitaria: es una “nueva forma de conducta, inspirada en
la experiencia también nueva, de un mayor respeto a los derechos
humanos”.5
Es a partir de estas mentalidades por los que el análisis se centrara, es
muy importante tener presente los cuatro elementos propios de la mentalidad
patriarcal y el objetivo de la mentalidad humanitaria, pues nos parece muy
interesante analizar si Bilbao compartía este objetivo de la cultura
humanitaria.
Oligarquía: Según la RAE 2. f. Forma de gobierno en la cual el poder supremo
es ejercido por un reducido grupo de personas que pertenecen a una misma
clase social.
Esta forma de gobierno imperó durante los primeros años de la República en
Chile, siendo el principal opositor al progreso y desarrollo equitativo de
las clases.
Poder: Según la RAE (poder2) 1. m. Dominio, imperio, facultad y jurisdicción
que alguien tiene para mandar o ejecutar algo. 2. m. Gobierno de un país.
6. m. Suprema potestad rectora y coactiva del Estado.
El poder se constituye como la facultad de hacer que otro hago lo que el
mandante pide, aun en contra de su voluntad. Por siglos ha sido el medio de
dominación y represión de unos contra otros.
4 Ibid. p.65 PALMA, Eric. Pasado, presente y futurote la historia del derecho en Chile. [En línea] Forum historiae iuris, 30 de Marzo, 2009. < http://www.forhistiur.de/zitat/0903palma.htm> [consulta: 23 Abril, 2010]
11
Poder político: Constituye las facultades que posee el Estado, sus
organismos y aquellos que ocupan un lugar en el quehacer estatal, para
decidir, mandar, y operar conforme a lo estipulado en la Constitución.
Política: Según la RAE 7. f. Arte, doctrina u opinión referente al gobierno
de los Estados. 8. f. Actividad de quienes rigen o aspiran a regir los
asuntos públicos. 9. f. Actividad del ciudadano cuando interviene en los
asuntos públicos con su opinión, con su voto, o de cualquier otro modo.
11. f. Arte o traza con que se conduce un asunto o se emplean los medios para
alcanzar un fin determinado. 12. f. Orientaciones o directrices que rigen la
actuación de una persona o entidad en un asunto o campo determinado.
Asociamos política al actuar del Estado, a su organización, y a los medios
para alcanzar el poder político.
Público: Según la RAE 4. adj. Perteneciente o relativo a todo el pueblo.
5. m. Común del pueblo o ciudad.
Concepto contrastante con lo privado o particular, nos referimos a aquello a
lo cual toda la sociedad debe tener acceso sin discriminación y que propenda
al bienestar y realización común.
Sociedad: Según la RAE 1. f. Reunión mayor o menor de personas, familias,
pueblos o naciones. 2. f. Agrupación natural o pactada de personas, que
constituyen unidad distinta de cada uno de sus individuos, con el fin de
cumplir, mediante la mutua cooperación, todos o alguno de los fines de la
vida.
12
Tomamos la sociedad como el núcleo de la acción del hombre, la cual ha de
dividirse en otros ámbitos como el económico, cultural, político, religioso,
etc., que vienen a definir y modelar su comportamiento.
Biografía
“Cuando aparecía una patria para el derecho, un firmamento para la
democracia, un ambiente perfumado para los pechos libres; cuando el mundo
desconocido de Colon se lanzaba en las esferas del infinito a rodar en la
armonía de los soles que alumbraban la eternidad del pensamiento emancipado…
en tan brillante momento, decimos, 9 de Enero de 1823, nacía Francisco Bilbao
en la capital de Chile.”6 Hijo de “el señor D. Rafael Bilbao, chileno, y la
señora Da. Mercedes Barquín, de Buenos Aires, casados en 1816.”7 Bisnieto de
Don Juan Antonio Beyner, un francés avecindado en Chile que junto a un
chileno y un argentino idearon un plan conspirativo para emancipar a Chile
de España. El miedo les jugo una mala pasada y uno de los genios del plan los
delató, siendo el Bisabuelo de Francisco Bilbao encarcelado y desaparecido.
Don Rafael Bilbao el padre, encontrándose en el extranjero ayudo
económicamente a los sobrevivientes del desastre de Rancagua. “Al llegar a
6 GOOGLE LIBROS, Obras completas de Francisco Bilbao. [EN LINEA] < http://books.google.cl/books?id=5ms1AAAAIAAJ&pg=PA135&dq=vida+de+francisco+bilbao&hl=es&ei=CDT0S5GYMMH6lwej-7mGDQ&sa=X&oi=book_result&ct=result&resnum=2&ved=0CC0Q6AEwAQ#v=onepage&q=vida%20de%20francisco%20bilbao&f=false> [Consulta: 19 de Abril 2010] p.187 Ibid.
13
Buenos Aires los vencidos en Rancagua, en busca de refugio y amparo, el señor
Bilbao abrió su bolsillo y su corazón a los proscriptos de su patria.”.8
Luego de la emancipación chilena, Don Rafael regreso a Chile y rápidamente,
dado sus genes, comenzó su actividad política enlistándose en la oposición
al régimen dictatorial de Bernardo O’higgins. Formado el congreso
constituyente en 1828 “Don Rafael Bilbao fue miembro de ese constituyente y
Congreso y en ella se hizo notar por el radicalismo de sus ideas.”9 Luego de
cerrado el congreso fue intendente y gobernador de Santiago. Figurando de tal
manera en la escena política del país es como se vio sorprendido por la
revolución de 1829 y 1830, siendo perseguido por sus ideas y actos tan graves
para el partido conservador de la época como ir “derribándolos portales de
las plazas,… abriendo calles por el centro de los monasterios,… ocupando las
temporalidades eclesiásticas,…”10 entro otras.
En 1831 se le condena a 10 años de exilio, emigrando con toda su familia a
Lima, Perú.
Francisco Bilbao tenía a este tiempo ya cumplidos once años de edad, en los
que dejaba atrás su patria, y en el que se crió en un ambiente totalmente
politizado, recibiendo en su genética el interés social. Si bien comenzó los
estudios preparatorios en Chile, los perfecciono en Perú, en donde “había
aumentado sus conocimientos en la aritmética, algebra y astronomía. Además
había recibido la educación del arte de la música, estudiando flauta, el
oficio de carpintero, la natación y la gimnasia.”11
Bilbao regresó a Chile e ingresó al Instituto Nacional a estudiar para
convertirse en abogado. Francisco, ya adolescente y bajo las enseñanzas de
Andrés Bello y Victorino Lastarria, saco provecho de su inteligencia y
8 FIGUEROA, Pedro P. Historia de Francisco Bilbao: su vida i su historia. ‘Historia de Francisco Bilbao’. Santiago, Chile. Impr. Vicuña Mackenna, 1894. P.10 9 GOOGLE LIBROS; Obras completas de Francisco Bilbao. Op. Cit. P. 2110 Ibid.11 Ibid P. 28
14
perseverancia para generar más conocimiento, prepararse adecuadamente para
lograr dar el gran salto y comenzar a actuar públicamente como el caudillo de
la racionalidad humana.
Fue en 1844, que bajo las circunstancias del fallecimiento de Don José Miguel
Infante, independentista con ideologías volterianas y cargando la figura de
ateo o hereje, Francisco Bilbao salta a la vida pública pronunciando en su
funeral palabras que causan conmoción, diciendo: “antes de pasar bajo los
umbrales de la muerte, Infante: recibid el bautismo de la inmortalidad”12.
Francisco Bilbao entonces fue visto como un partidario del ateísmo de
Infante, formando una figura que a la larga no le jugaría a favor. En la
misma época, junto a un grupo de jóvenes mentes brillantes crearon una
sociedad literaria, de la cual Francisco Bilbao era uno de sus creadores y
lideres. De esta sociedad eran los periódicos o revistas llamados “Semanario”
y “El Crepúsculo”. Es en este último que Francisco Bilbao publica su
artículo más polémico: “Sociabilidad Chilena”. Según Manuel Bilbao tan solo
“Los que se hayan encontrado en un cataclismo volcánico; Los que hayan
presenciado el derrumbe súbito de una población; Los que hayan sentido caer a
sus pies un rayo, esos solo pueden tener idea del efecto que produjo la
aparición de la <Sociabilidad chilena> en la capital de Chile”.13 Tal fue el
efecto de ese artículo, que al poco tiempo Francisco Bilbao se veía en la
silla de los acusados, diciendo que “blasfemia, le llamaban entonces discutir
el dogma; Inmoralidad, señalar la corrupción religiosa; sedición, poner en
tela de juicio la autoridad impuesta contra el derecho, contra la conciencia
y contra la libertad humana”.14 Al final el veredicto diría: “Condenado en
tercer grado por blasfemo e inmoral”,15 zafando de la prisión gracias a una
colecta entre los amigos que asistieron al juicio para pagar los mil12 Ibid P. 3113 Ibíd. Pp. 31-3214 FIGUEROA, Pedro P. Historia de Francisco Bilbao: su vida i su historia. Op. Cit. P. 9415 GOOGLE LIBROS; Obras completas de Francisco Bilbao. Op. Cit. P. 37
15
doscientos pesos correspondientes a la multa.
En Octubre de 1844 se embarca en una fragata norte americana hacia Europa
junto a Francisco y Manuel Antonio Matta. Llega a Europa, precisamente a
Paris, donde comienza una vida agitada con el solo objetivo de empaparse de
conocimientos. Es así como empieza el estudio con los más prestigiosos
intelectuales de Paris en astrología, historia, la revolución francesa, el
cristianismo en la escena europea. Se levanta muy temprano a analizar los
textos de estudio, asiste a los cursos, visita museos, todo para ir a
“buscar los últimos resultados de la ciencia y para dirigir la inteligencia
en Chile”.16
Luego de cinco años y medio de ausencia en el país, Bilbao regresa un día 2
de febrero de 1850 al puerto de Valparaíso. El pueblo lo recibió como un
luchador pro sus derechos, los liberales lo esperaban un poco más cauto y así
poder participar del partido liberal sin temor a que Bilbao atacara tan
severamente las bases sociales eclesiásticas, y los conservadores pensaban
que el contacto con los países de comercio desarrollado le hayan generado un
interés económico que los uniera o al menos lo distanciara de los
liberales.17 Al analizar el escenario político a su llegada vio con tristeza
como los llamados liberales son sabían nada sobre democracia o
republicanismo, por lo que decidió abandonar la política militante. Pero su
interés por la sociedad no le permitía alejarse, y con una ola de pensadores
chilenos que surgían como Vicuña Mackenna, Lastarria, Salvador Sanfuentes,
Arcos, Recabarren, Balmaceda,18 entre muchos otros que al igual que Bilbao
tenían una particular visión del Estado que ningún político chileno lograba
satisfacer, manteniendo privilegios que si bien le explicaban eran de orden
estatal o religioso, Bilbao no comprendía el funcionamiento gubernativo sin
16 Ibíd. P. 5017 Ibíd. Pp. 78-7918 FIGUEROA, Pedro P. Historia de Francisco Bilbao: su vida i su historia. Op. Cit. P. 147
16
la igualdad y democracia. Es así como en 1850, Santiago Arcos propone fundar
una sociedad de artesanos, convocando a reunión el diez de Abril, a la cual
asisten “Arcos, Bilbao, Lillo, Larrechea (artesano), Cerda (idem) y
Zapiola.”19 Fundándose tal sociedad con el nombre de “Sociedad de la
Igualdad”. El tato entre los miembros de la sociedad era únicamente como
“Ciudadanos”. El gobierno comenzó temeroso a ver como este grupo conquistaba
a los trabajadores. “La sociedad de la Igualdad fue la encarnación de su
dogma sociológico y de su programa político, porque en ella dio carácter de
asamblea democrática a la reunión del pueblo y de escuela de educación
republicana a la asociación de los ciudadanos afiliados a ella.”.20 “Pero el
gobierno no veía con aplomo lo que pasaba. Había visto anularse el Club
<Reformista> pero contemplaba al coloso de la Sociedad, donde acudían
diariamente todas las clases sociales y veía que en el seno de ella se
incorporaban Diputados que llevaban la oposición al seno de las Cámaras. No
vio más enemigo que la Sociedad de la Igualdad y sin meditar en las
consecuencias decidió acabar con ella.”.21 Ya en 1851, a partir de las ideas
opositoras al gobierno de la Sociedad de la Igualdad en un principio, y luego
liderados en combate por el teniente José María de la Cruz, contendor en la
elección a presidente con el electo Manuel Montt, alzaron una revolución
armada en contra del gobierno conservador, quien a la larga resultaría
vencedor. Manuel Montt es electo presidente, y debido de la derrota en
batalla de Bilbao, es proscripto en Perú.
“Bilbao desde que piso territorio peruano había ocupado la prensa atacando al
gabinete de Santiago… No contento con esos ataques extendió su acción a
procurar la regeneración de los peruanos predicando la cruzada del
renacimiento.”.22 Este objetivo le costó en Perú una oposición férrea por19 GOOGLE LIBROS; Obras completas de Francisco Bilbao. Op. Cit. P. 9120 FIGUEROA, Pedro P. Historia de Francisco Bilbao: su vida i su historia. Op. Cit. P. 15221 GOOGLE LIBROS; Obras completas de Francisco Bilbao. Op. Cit. P. 10522 Ibid. P. 139
17
parte del gobierno que por cierto también era conservador. Entonces se
encontró, después de una lucha constante en el Perú por abolir la esclavitud
entre muchas otras metas, proscripto de Chile y perseguido por el gobierno
peruano, por lo que, motivado por reencontrarse con sus maestros y juntar
algo de dinero, decidió regresar a Europa, la que sería su última visita a
tal continente.
De regreso en Francia quería experimentar que tal era el nuevo imperio, pero
grande fue su sorpresa al sentirse prisionero en la que consideraba la tierra
de la libertad. “Era la vez primera que desde lima, Guayaquil, Panamá,
Cartagena, Southamptom y Londres, se le exigía pasaporte. Abolido en Chile,
en el Perú, en Nueva-Granada, casi en toda la América, en Inglaterra, se
había familiarizado ya con esa libertad – y he aquí que al pisar la patria de
la gran revolución que proclamo todas las libertades, recibía ese desengaño.
Comprendió recién que penetraban en el Imperio.”.23 Logro ingresar, pero solo
se convenció que Francia había sido decapitada. Recorrió el resto de Europa y
lo que consiguió fue reflexionar sobre la necesidad de América de emancipar
de las ideas europeas a América, y de crear un Congreso federal de
republicas.24
Motivado por estas ideas regresa a América, estableciéndose en buenos Aires
en una situación de Argentina que la encontraba divida. El rol que entro a
desempeñar Bilbao en esta sociedad comenzó encargándose de diarios y
revistas, hasta el momento en que le gobierno quiso entrometerse, Bilbao no
lo permitió. Desde Argentina comienza a hacer distintos trabajos como que
“Formaba el club racionalista, se alistaba en la masonería, organizaba una
asociación de paraguayo que trabajase por la libertad del Paraguay, dirigía
la palabra a la juventud de Brasil y abrazaba a los hijos de la regeneración
23 Ibid. P. 14724 GOOGLE LIBROS; Obras completas de Francisco Bilbao. Op. Cit. P. 159
18
de todos los países.”.25 Regresa a la política trabajando desde la prensa a
favor de la cusa del General Urquiza para lograr la unidad nacional,
lográndola, al mismo tiempo que la salud de Bilbao empeora. Esporádicos actos
fueron sus últimas apariciones para relegarse a morir por una enfermedad
contraída en 1858 que no supo abandonarlo. Paseando por el muelle de buenos
Aires acompañado de un amigo y la esposa de este se detuvieron a mirar el
paisaje, cuando la mujer cayó a la corriente. Bilbao se arrojo tal cual
estaba logrando rescatarla.
En sus últimos momentos, luego de la publicación de su última creación,
reafirmación de su inicio doctrinario en la “Sociabilidad Chilena, confirma
su tesis en “El evangelio Americano”, así también antes de morir sufre la
pérdida de su hijo y de su padre, y acompañado de su esposa, hermano y
amigos, fallece un 19 de febrero de 1865 a las siete de la mañana dejando un
legado imborrable para Chile, América y el mundo.26 27 Es así como el mundo le
dedicó sus merecidas palabras, otorgando un reconocimiento pobre para tamaña
hazaña del pensamiento.28
Crítica de Bilbao a los dogmas y posiciones eclesiásticas
La reforma de la conciencia
El manto de la libertad hacia poco había extendido su lozana gracia sobre la
cabeza de criollos y mestizos, ahora hermanos e hijos de una misma tierra y
marcados con una misma estrella, cuando la tierra que una vez se vio
manchada por la sangre de sus naturales ahora vio su atmósfera tensada por25 Ibid.. P. 16726 Ibid. Pp. 176-17927 FIGUEROA, Pedro P. Historia de Francisco Bilbao: su vida i su historia. Op. Cit. Pp. 227-22828 Ibid. Pp. 228-230
19
las disputas ideológicas.
De Chile poco había, de España aún quedaba mucho. Como herencia no sólo
dejaron su sangre y sus apellidos peninsulares, sino que su mentalidad, su
jerarquía, sus prejuicios y temores. Esclavos ya no de un soberano asentado
allende el Atlántico, sino que presos de su propia ignorancia y temor al
progreso, los chilenos debían enfrentar la ardua tarea de convertirse en sus
propios soberanos, amos y señores de su destino, de su libertad, de su alma.
Toda sociedad se ha distinguido por sus clases, y cada clase dueña de sus
propios intereses busca por todos los medios imponer su supremacía. La
aristocracia chilena, gestora indiscutible del proceso de emancipación, luchó
por mantenerse a la cabeza del país y al no encontrar mayor resistencia en el
pueblo, logró perpetuarse en el poder y dirigir el sendero de la nación
hacia sus campos sembrados de egoísmo y ambición.
El Chile de principios del siglo XIX, fue una época agitada, cambios y
revolución, independencia y nación, cuestionamientos y críticas hacia lo que
otrora fueron el dogma social; pero la clase dominante se apoyaba en las
antiguas concepciones acogiéndose bajo la bandera del nuevo orden. La misma
mentalidad imperaba, apoyada en la misma doctrina, y eran pocos quienes se
atrevían a cuestionar el régimen impuesto, esta vez desde el interior.
Aquellos que alzaron la voz defendiendo principios discordantes con los
imperantes fueron acallados y juzgados, pero el eco de su voz no pudo ser
silenciado ni su pluma borrada de la historia. Uno de estos soñadores fue
Francisco Bilbao, quien se enfrentó al orden, lo cuestionó y juzgó, y sobre
el cual cayó la rigurosa mano de la intolerancia y el conservadurismo, pero
cuyas ideas aún han de ser enarboladas como el estandarte de la cultura
humanitaria.
Sometidos al incienso
20
La salvación del alma era uno de los principales objetivos del antiguo
régimen, o al menos era la excusa perfecta para someter a los súbditos reales
a la antojadiza voluntad del soberano. El poder temporal se valía de la
espada del poder espiritual, sustentado en su carácter infalible y eterno,
convirtiendo a la Iglesia en una extensión de su imperio.
El ordenamiento eclesiástico está marcado por la jerarquía de sus integrantes
y su proyección a la sociedad. Así la cabeza de la Iglesia se asemeja a la
cabeza del reino, y el clero cumple su función esencial al igual que las
clases en la sociedad. La teoría organicista, que concibe la sociedad como un
cuerpo compuesto por distintas partes que cumplen un rol fundamental en la
mantención del organismo, fue adoptada desde la llegada de los españoles a
Chile, al igual que la doctrina cristiana. Fundados en esta lógica cada ser
o institución deberá cumplir con el deber asignado por un ser supremo, como
nos enseña la Iglesia católica, para asegurar la sanidad de la comunidad; es
por esto que la Iglesia cumple un papel protagónico en la vida de las
personas, pues sólo mediante la fe y la aceptación de los dogmas católicos es
posible la salvación. Quien está fuera de la Iglesia no tiene perdón, quien
no sigue sus preceptos se condena, quien niega a Dios debe ser expulsado de
la comunidad. La iglesia nos presenta un ser supremo, omnipotente,
omnipresente, que conoce nuestros deseos y aspiraciones, nuestro buenos y
malos pensamientos, que nos ama y nos entrega a su hijo por el perdón de
nuestra alma, y que nos envía su espíritu santo para guiar nuestra espera,
pero que castiga con el fuego eterno a quienes osan contravenir su voluntad.
Todo debe estar bajo la supervisión de la Iglesia, para asegurar así la
pureza de nuestras almas; este principio está sustentado en el derecho de
patronato, otorgado por el Papa a los reyes de España, y del cual se sintió
heredero el nuevo orden. Así la república adoptó la Iglesia y su protección,
y la Iglesia acogió al Estado constitucional y halló en él un nuevo ámbito de
21
acción donde implantar sus principios y dogmas.
Estado e Iglesia, un sólo poder, una sola fuerza coercitiva para dirigir el
rumbo del naciente Chile; los preceptos de Dios en la ley humana, las normas
jurídicas reflejo de la ley de Dios. La moral que regía el ámbito privado,
expandió sus brazos a toda la sociedad.
Esta situación no era aceptada por Bilbao, el Estado debía ostentar su poder
de forma independiente, apoyada sólo en la legitimidad otorgada por la
Constitución, en aras del progreso y la razón, y velar porque esta
independencia se amplíe a toda la sociedad y el ejercicio de los derechos.
“El que no cree que la razón soberana; que el gobierno de sí mismo, que la
separación de la Iglesia y del Estado; que la educación filosófica del
Estado, la inscripción de los actos fundamentales de la vida, son las
condiciones inseparables de la verdadera república, ése vive aún en las
tinieblas.”29
Francisco Bilbao nos propone una nueva forma de organizar Estado e Iglesia,
algo inconcebible hasta entonces, pues los asuntos del hombre también eran de
Dios, y los asuntos de Dios deben ser resguardados por la Iglesia.
El pueblo es el soberano, quien debe designar sus gobernantes, autoridades
públicas, determinar sus políticas, sin oír los dictámenes de una institución
represora y conservadora, que refuerza las desigualdades y retrasa la
evolución de la sociedad como conjunto armónico. La educación debe estar a
cargo del Estado, ser laica y autónoma, que tienda al progreso y el
desarrollo de las capacidades de todos por igual, para hacer de Chile una
nación que se proyecte hacia el futuro. Las partidas de nacimiento,
defunción, matrimonio, deben estar a cargo del poder civil y romper el
monopolio de la Iglesia y su concentración de obligaciones.29 BILBAO, Francisco. Registros Parroquiales. En: Bravo De Goyeneche (2008) El autory la obra. Editorial Cuarto Propio. (2008) P.423
22
Dios ha de ser concebido como un ser lleno de amor, un creador benigno y
dadivoso, que ama y perdona por sobre todas las cosas, que no castigue que
comprenda, que no juzgue que enseñe, que si el hombre yerre no lo culpe por
sus actos, y que si duda comprenda pues fue el mismo Creador quien dotó a su
criatura predilecta de inteligencia. “El hombre es un himno de fuerza, de
luz, de amor, concentrado en un movimiento heroico de alegría”30 destinado a
alcanzar la felicidad y la armonía, mediante la reflexión y la acción. Pero
la Iglesia católica, con su clero y sus escrituras, sus revelaciones y
enseñanzas, su jerarquía y dominación apagan la voluntad del hombre, y su
autoridad pesa sobre las cabezas de los feligreses, manteniendo a raya sus
impulsos y deseos a través de la confesión y los demás sacramentos.
“Religión autoritaria que cree en la autoridad infalible de la Iglesia, es
decir, en la jerarquía de esos hombres; y, además, la autoridad irremediable
sobre la conciencia individual por medio de la confesión.”31 Esta institución
asentada en el seno más íntimo de la sociedad, arraigada en lo profundo de
las almas de los chilenos, era y aún sigue siendo la concreción del
conservadurismo y del temor al progreso. “La América vivía bajo el imperio de
la noción de la edad media, falsificado el dogma, negados los principios. Las
dos potestades, la espiritual y la temporal, se habían dividido el patrimonio
del hombre y habían sellado su alianza con el terror del rey y de la Iglesia,
sostenido por el militarismo de los conventos y de los cuarteles.”32 La
Iglesia se encarga de mantener el orden, el temor a Dios de un feligrés es
más fuerte que cien ejércitos y sus espadas, el alma pura vale más que cien
tesoros y la vida eterna es el fin último de esta vida terrenal, llena de
angustias y miserias, pues la promesa de la vida eterna es el mayor consuelo
30 BILBAO, Francisco. Sobre la revelación del porvenir. En Bravo de Goyeneche (2008) P. 47731 BILBAO, Francisco. Sociabilidad Chilena. En: Bravo De Goyeneche (2008). P.15532 Bravo De Goyeneche (2008) P. 404
23
de los hombres. El catolicismo refuerza y justifica la violencia y
discriminación dentro de la sociedad.
Y no pudo guardar silencio la religión de Crucificado, y en la Revista
Católica se pronunció contra las ideas de Bilbao, poniendo énfasis en el
discurso propuesto en la Sociabilidad Chilena, donde criticó el panteísmo,
los sofismos propuestos por las mentes brillantes de la era de las luces, y
buscó fortalecer la mentalidad patriarcal y denostando y desprestigiando
todos los principios que se opusieran a su doctrina. “La religión católica en
la santidad de sus preceptos y la sabiduría de sus máximas lleva impreso el
sello indeleble de la divinidad de su origen”33 y no hay fuerza, o
institución, que pueda oponerse a ella. Ni aceptó asimismo, hombre capaz de
hallar fallas y vicios en la doctrina cristiana, a pesar de que “la orgullosa
y extraviada razón de esos pretendidos sabios fue a buscar argumentos contra
el cristianismo “34 en las ciencias conocidas por la humanidad o en las
injurias y la protervia humana. “La religión católica es inmutable e
imperecedera porque nada hay en ella que sea variable, llevando en su propia
esencia los elementos de su perpetuidad y duración.”35
¿Elementos de su perpetuidad y duración? Si la Iglesia se caracteriza por
encarnar “la tradición de la Vieja Europa y la inmovilidad o retroceso de la
barbarie; la parodia de la edad media; las ideas doctrinarias que todo lo
absuelven; la fuerza bajo la forma del cacicazgo, del Imperio o del Papado; -
la doblez en la palabra, la mentira bajo todas sus formas; el odio, las
rivalidades de aldeanos, la indiferencia de los escépticos o egoístas: la
contradicción entre la palabra y las acciones.”36 No hay progreso ligado al
catolicismo, no hay avance cuando las mentes creadoras están cercadas por los33 Refutación nº 4.Revista católica 34, 184434 Refutación nº 10.Revista católica 45, 184435 Refutación nº 10.Revista católica 45, 184436 BILBAO, Francisco. Un recuerdo de un ideal. En: Bravo De Goyeneche (2008). P. 407
24
límites de las sagradas escrituras. Y aquel “que identifica su vida; su
palabra con el deber y el derecho; que trabaja por la soberanía universal,
combatiendo a la miseria, a las pasiones, a los errores, que ve su derecho en
el derecho de todo ser humano, aboliendo lo que desliga, fecundizando lo que
une, iniciando el movimiento, la asociación, la enseñanza de la libertad sin
capitular con los hechos de la historia”37 es el ciudadano que requiere la
patria que vimos nacer y reconocer con orgullo.
La Iglesia y su doctrina inducen al hombre a reprimir sus impulsos, y guiar
su vida según la restrictiva moral cristiana, poniendo límites a su libertad
e imaginación; por esto es menester la división del Estado y la Iglesia, para
así asegurar las libertades individuales, el progreso mediante la razón y la
armonía de la sociedad. “El que no ha llegado a convencerse de la
incompatibilidad del catolicismo y de la libertad, no es hombre del
porvenir.”38
Negados y reprimidos
En una sociedad revuelta e inestable, dominada por la mentalidad patriarcal y
donde cada uno de sus pasos requiere la aquiescencia de la Iglesia católica,
el cambio y la reforma parecían utopías siderales.
Las copernicanas diferencias sociales, económicas y culturales eran algo
ordinario, casi inherentes al quehacer nacional. El vulgo castigado por la
miseria y la discriminación no hallaba más consuelo que su fe, y en la
salvación estaba la promesa que mantenía firme la cadena de una nueva
esclavitud, servidores ahora de sus propios hermanos. Clases, castas,
instituciones que debieron ser abolidas con la venida del nuevo Régimen y la
expulsión de las autoridades extranjeras, se arreciaban alimentadas por la
ignorancia del feligrés desposeído y de su bondad y escasa voluntad. Son
37 Íbid. P. 40738 Bravo De Goyeneche (2008). Registros parroquiales, Pág. 423
25
éstas quienes “se han dividido al hombre para mejor dominarlo, dividiéndolo
contra sí mismo, esclavizándolo en sí mismo.”39
Peones y chinas componían un círculo vicioso y viciado, una nueva clase más
devastada que el mismo indio a la llegada de los españoles. Siervos del nuevo
latifundio, hombres sin tierra, niños sin nombre, mujeres sin voz. Nuevas
generaciones deseosas de libertad, con las manos llenas de esperanzas, pero
sin el poder o empuje para alcanzar sus sueños.
Un nuevo hombre luchó por la independencia de su tierra, el mismo hombre que
ahora se ve encadenada a ella. El niño que se durmió esperando el regreso de
su padre al amanecer, hoy ve partir a su madre, y ella, mujer que deseó ser
amada, no pasa de ser la amante ocasional de aquel que le da el pan a cambio
de su sudor diario.
De todos los personajes que se presentan en esta época, es la mujer el
personaje histórico cuya situación se reproduce invariable entre las
distintas clases, y distintos decenios. Negada y silenciada, se cierne como
una sombra que sigue y persigue incondicional al hombre que está a su lado,
que la mantiene y que piensa, siente y habla por ella. El autor al cual nos
remitimos pone de manifiesto en su artículo la Sociabilidad Chilena, cómo la
Iglesia ha sido el órgano opresor y justificador de la opresión por
excelencia.
Entre las críticas a la Iglesia del Crucificado, hallamos su disconformidad
con la estructura jerárquica de la institución, que se proyecta a su vez en
la sociedad y avala las diferencias entre los iguales; pues el círculo de la
sociedad ha de tener todos sus radios iguales para que este sea perfecto, y
no una deformación de aquel sueño por el que miles regaron los valles que los
vieron nacer para que en sus cimas más fuese enarbolada la bandera de la
libertad. “El bien es la libertad. La ley del bien es la igualdad. (…) La
39 BILBAO, Francisco. El Gobierno de la Libertad. En Bravo de Goyeneche (2008) P. 316
26
libertad es el ser mismo. La igualdad es la relación de ese ser con su
semejante.”40
Y fue la igualdad lo que se le negó a la mujer que pretendió tomar parte en
el destino de su nación, de su familia, de su propia vida. Subsumida a la
imagen y semejanza de su marido, cómo si este fuese su creador y benefactor,
se le mantuvo relegada a los rincones y quehaceres domésticos, sin más
presencia que la requerida por su gracia y belleza en los salones
aristocráticos y en las ramadas y chinganas de los barrios bajos. La señora
se recluyó en su capilla, como lo mandaba la santa Iglesia Católica, como lo
instituyó Pablo, tomó el rosario en su mano, y siguió el amén de su
consejero; la jerarquía que estableció rompió la equidad matrimonial entre el
hombre y la mujer, envileciendo el sacramento al “coloca[r] la autoridad, la
desigualdad, el privilegio, en el más fuerte, en el hombre.”41 La china,
siguió los pasos de su madre india, manteniendo aquella vida de “entera
dependencia; el marido [tenía] sobre ella y sus hijos el derecho de vida y
muerte.”42 Prostituida y vapuleada, no ocupó otro lugar en la historia que el
de madre amorosa y abnegada, vientre fecundo, manos laboriosas capaces de
bordar la más feliz copia del Edén.
La institución del matrimonio canónico fue el instrumento de dominación por
excelencia, y la suplantación de este por parte del matrimonio civil fue una
de las mayores amenazas para la hegemonía de la Iglesia Católica. El proceso
de secularización fue una muestra de tolerancia y reconocimiento a las
minorías protestantes del país. En 1883, Menéndez de Pola se refirió a la
legislación sobre el matrimonio civil en Chile, y cómo se apreciaba la
conformación del vínculo marital protestante como una farsa, al “no
encomendar la celebración del matrimonio a magistrados civiles, sino que a
40 BILBAO, Francisco. El Gobierno de la Libertad. En Bravo de Goyeneche (2008) P.319 41 BILBAO, Francisco. La Sociabilidad Chilena. En Bravo de Goyeneche (2008) P. 15742 BILBAO, Francisco. Los Araucanos. En Bravo de Goyeneche (2008) P. 192
27
sus falsos sacerdotes”43 y acudir a sus propios templos; señaló además la
necesidad de mantener el carácter religioso del matrimonio, ya que para los
protestantes “el poder civil está revestido también del espiritual.”44
Discutir sobre el matrimonio civil, era asimismo debatir sobre la libertad de
conciencia y culto, libertades por las cuales Bilbao abogó en numerosas
ocasiones, ya que sólo ampliando el campo de las libertades reconocidas y
garantizadas, la nación habría de avanzar hacia el ideal republicano.
Así también los sagrados frutos del vínculo conyugal, se ven sometidos al
poder del padre. Los hijos, la base de la familia, ocupan un lugar tan
insignificantes como el de su progenitora. El hijo subordinado a la patria
potestad, la autoridad del buen padre de familia ha de ser la facultada, y
habilitada socialmente, para dirigir los pasos de su prole. Esta concepción
tan patriarcal también es posible hallarla en la cultura araucana, donde
“cada persona es respetada en todo lo que constituye su dominio: mujer,
hijos, animales, tierra, sobre todo pesa la autoridad absoluta del dueño.”45
Modelo que se reproduce en la sociedad civil, donde uno impone su voluntad a
otro si consideración de su inteligencia, de su dignidad, de su condición de
igual; negando sus capacidades y el poder de su propia razón. “Desde que
reconocemos la autoridad de la razón individual en cada individuo, el
despotismo es ilegítimo, el hijo es otra persona, su libertad es sagrada. “46
La situación del hombre, aún así, no era del todo brillante. Sometido a los
bríos de aquel que se alzaba en el poder, respaldado por la Iglesia, el
estado constitucional católico aún era una figura patente. Una nueva forma de
esclavitud nacía con el nuevo orden. La sociedad en su conjunto era un
43 MENENDEZ DE POLA, J. El matrimonio: orijen i efectos del llamado civil. El Estandarte Católico Santiago, n° 2.790 (1883) P. 244 Ibíd. P. 145 BILBAO, Francisco. Los Araucanos. En Bravo de Goyeneche (2008) P.19446 BILBAO, Francisco. La Sociabilidad Chilena. En Bravo de Goyeneche (2008) P. 157
28
reflejo de lo que sucedía en lo privado. La reforma de la conciencia era
menester para la realización del ideario republicano.
Bilbao: visión y críticas a la política
Esperanzas políticas
Llegada la adolescencia en Francisco Bilbao comenzó a surgir, conjuntamente
su educación, la vocación por lo público y la preocupación constante sobre
los individuos en general, pues a su formación educativa en el instituto
nacional, vivía, como revisamos en la primera parte de este trabajo, en una
ambiente familiar inserto plenamente en el acontecer político, recayendo en
él una herencia política constatable desde su abuelo. Debido a esto es que
Francisco Bilbao desde que comienza su participación pública por medio de sus
publicaciones y actuaciones sociales deja muy en claro su postura e ideal
político. Eso es lo que revisaremos a continuación.
Bilbao, como portador de un mensaje de paz e igualdad rompió los dogmas
establecidos que sometían a la sociedad a la condena de la mente y el
espíritu, plasmando un mensaje que propugnaba llamando a que los “Hijos de
la republica sin tierra, buscamos sin cesar el campamento de los libres, en
la geografía divina, en el corazón de la humanidad transfigurada.”47 Esa es la
finalidad para Bilbao. Llegar a un estadio del mundo en que la libertad sea
una característica visible en la población, pero n ola nacional, sino que
estableciendo un parámetro de igualdad, en que este estadio es necesario y
deseable para todos los miembros de la población mundial, dejando de lado lo
que él en esta frase llama “humanidad transfigurada” una humanidad reinada
por el poder eclesiástico, sociedad que ciegamente cree en lo impuesto
negándole la posibilidad de pensar, esclavizado a un yugo invisible creado y
47 BILBAO, Francisco. Revolución en Chile y los mensajes del proscripto. p. 4
29
desarrollado a lo largo de 1800 años de historia, y que en Chile y
Latinoamérica en general calo profundamente en una población indígena y
mestiza, impuesta en un principio por la fuerza y luego aceptada sin
cuestionamiento, un dogma amparado en el temor introducido a la conciencia
colectiva y publica. Si la finalidad está reconocida y el problema también
¿Cómo se plantea la solución? Debido al grado de inmersión del dogma
esclavizador en la conciencia social y pública, Bilbao cree en una solución:
La revolución.
Entre sus redes de amistades, Bilbao tenía particular relación con Don
Santiago de Arcos, quien, en una postura compartida por Bilbao (que a la
larga los llevaría a conformar la sociedad de la igualdad en pos de esta
postura), representaba la revolución diciendo que “la revolución es la
promulgación de los deberes y derechos, y la distribución de la propiedad
territorial”.48 Para ambos, la concepción de revolución por medio de la cual
se pretende alcanzar el estado de libertad e igualdad presentada con
anterioridad es la revolución de pensamiento, la revolución que por medio de
la discusión y el reconocimiento general de la característica esencial de la
humanidad que es su dignidad, logre alcanzar una sociedad en que todos los
individuos ejerzan de forma adecuada sus derechos y, que además, sean estos
transversales a condiciones, razas, creencias, posturas políticas, idiomas,
formaciones, etc. permitiendo que tanto el católico como el evangélico o
protestante puedan gozar de los mismos derechos reconocidos por el Estado, y
al mismo tiempo, sea posible ejercerlos ante tal estado. Es necesario por lo
tanto la consagración de estos deberes y derechos en un orden político
jurídico que tenga un alcance amplio, ese orden es la Constitución Política
de la Republica. Y, así como se reconocen estos derechos, por medio de la
revolución del pensamiento los individuos, para mantener la finalidad
48 BILBAO, Francisco. La revolución en … op.cit. p.8
30
alcanzada, deben comprometerse a actuar cumpliendo una serie de deberes
exigibles a todo individuo con respecto al otro tal cual como un derecho
personal, oponible desde una persona para con el resto de la sociedad, pues
“Nos soy el solitario, individual, isla en la creación. Es el somos social-
No es el yo un absoluto; es el somos el distribuidor de la medida de bien a
cada uno.”.49
Para enfrentar esta revolución se debe reconocer claramente los participes
sociales y el rol que cumplen dentro del a esfera pública. Bilbao lo plantea
de esta forma:
“Todo bien es verdad. Todo mal es negación de la verdad.
Si queremos el bien, debemos revelar la verdad. Si queremos la abolición del
mal, debemos negar el error y combatir el crimen.
Toda obra de bien supone pues la afirmación de la verdad. Toda obra de
regeneración es obra de combate.
Hay mal, luego hay que regenerar. Esta es la necesidad de la revolución.”50
La revolución ataca frontalmente a la sociedad y su forma de vivir,
planteándole un cambio radical presentado como “el bien”, que se presenta en
la libertad de actuar, pensar y decidir qué hacer cada uno con su vida
constituyendo como único limite la dignidad y respeto por el otro y su forma
de vivir. Llegar a influir de manera importante en el orden Constitucional
del país era el objetivo a alcanzar y asegurar de tal forma una política que
permitiera al individuo conocer la libertad.
49 Ibíd. p. 1350 Ibíd. p. 9
31
Precisamente a esta “revolución” se enfocaron las críticas de los poderes
facticos y dogmaticos de la época, pues como se presenta en el libro de
Edwards y Frei Montalva “Historia de los partidos políticos” en su apartado
sobre la dominación pelucona y el partido liberal, “Por la mayoría de los
progresistas y liberales todo lo esperaban de la reforma de la Constitución y
de las leyes, y de la ampliación de las libertades políticas”.51
La lucha por las reformas político-jurídicas eran insostenibles si se
pretendías llevar a cabo simplemente por un actor social, un ente aislado que
caminara contra el mar de dogmas y estipulaciones consagradas ya en una
institucionalidad. Si bien Bilbao se inserta en el acontecer político de
Chile, es por medio de “la sociedad de la igualdad” que puede llevar a la
práctica sus pretensiones revolucionarias y profundos cambios sociales ya que
se encuentra acompañado de diversos personajes del conglomerado social del
país, transversalmente, desde artesanos a pensadores intelectuales de la
elite, conformando a nuestro parecer los primeros atisbos del movimiento de
la ilustración en Chile. Bilbao dirige su reflexión a la relación del poder
estatal y la iglesia y como ésta ultima domina al primero, diciendo “La
Iglesia, el catolicismo, los católicos, no tiene en América la audacia, no la
sinceridad de su principio: no se atreven, (excepto en Lima) á negar la
verdad de la soberanía del pueblo y la República,- ni á proclamar según la
lógica deducción de su dogma, la autocracia de la Iglesia, la unidad absoluta
de su soberanía y la supremacía de su autoridad.
¡No se atreven!
¿Qué hacer?- pues ahí está la filosofía, la revolución, la República, negando
con su espíritu y los hechos la soberanía y aun la verdad de su creencia.
51 Memoria chilena [En línea] <http://www.memoriachilena.cl//temas/documento_detalle.asp?id=MC0002677> p.10
32
¿Qué hacer?- Pues los gobiernos salen del pueblo, y son autoridad, é
interviene é instituyen garantías contra la marcha invasora de la Iglesia.
¡Qué hacer!- Pues vemos cada día estrecharse la frontera, y á su vez el
Estado invadiendo, con sus universidades sin clero, con sus leyes de
matrimonios mixtos, con la tolerancia en unos pueblos, la libertad en otros y
la separación definitiva de la Iglesia y del estado en Nueva-Granda! Veamos
lo que hicieron,- y cuál es el sofisma inventado, la transacción aceptada,
para paliar la contradicción y ganar tiempo.
Ese sofisma se llama: LA DISTINCION DE LO ESPIRITUAL Y TEMPORAL.
En otros términos: LA IGLESIA Y EL ESTADO.”52
Las críticas de Bilbao suelen apuntar al dogma eclesiástico, pero sería
injusto e incorrecto decir que Francisco Bilbao no cree en la figura máxima
de la Iglesia católica que es Jesucristo. Bilbao ataca la falsedad y la
desvirtuación que la Iglesia como institución realizó al mensaje de Cristo.
Podemos encontrar a Bilbao citar muchas veces el evangelio, como en la
ocasión que se realizo una colecta en la Sociedad de la Igualdad para poder
restituirse, en la que en medio de las monedas de oro apareció una mitad y
les dijo a los presentes en la reunión “Estaba el Salvador cerca del lugar
donde se depositaban los socorros voluntarios para los pobres, i veía acudir
ahí los ricos a depositar gruesas sumas. Vino una viuda pobre con su hijo i
depositó un centavo. Jesu-Cristo conmovido dijo: En verdad os digo: el centavo
de la viuda vale más que las cuantiosas sumas otorgadas por los ricos.”53
Como analizábamos, la lucha se concentraba en alcanzar reformas
constitucionales, dejando en segundo plano la lucha armada característica de
los movimientos revolucionarios de hoy en día., fijándose en el orden
52 BILBAO, Francisco. América en peligro. pp. 46-4753 ZAPIOLA, José. La sociedad de la igualdad y sus enemigos. p. 31
33
existente, tal como lo anunciaba el numeral 5 del estatuto que regía a la
Sociedad de la Igualdad, éste postulaba que:
“5.0 En cualquiera de los grupos puede tener oríjen la proposición de una
reforma administrativa o social. El secretario del grupo que la haya
prepuesto la hará conocer a los otros secretarios para que se discuta i vote
en sus respectivos grupos. Si tiene mayoría de votos individuales, será acogida
por la SOCIEDAD para que ésta influya por todos los medios permitidos por las
leyes para que sea adoptada por el poder lejislativo i que la reforma se
convierta en lei.”,54 y de hecho su conformación se centro en un derecho
fundamental, pues en el acta solemne de conformación de la Sociedad se
ampararon en el derecho de todos los hombres para asociarse para cualquier
objeto que no esté prohibido por las leyes.55 56
Para aclarar más el objetivo de la revolución Bilbao nos lo dice claramente,
identificando el rol de la Iglesia en el poder político, preguntándose ¿Cómo
actuar? “¿Qué hacer?- Guerra á la dictadura. ¿Cómo?- Atacando su dogma,
quebrando su principio, desenmascarando su falsía;- Arrancando del alma, de
las constituciones y de las costumbres, el virus de la obediencia ciega inyectado
por el catolicismo, y encarnando la soberanía de la razón emancipada.”57 Y
basándose en este “virus” nos dice que: “La enfermedad ataca hoy un órgano,
varía en su manifestación, cambia gobiernos y programas, es anarquía ayer,
despotismo hoy, putrefacción mañana. Es la enfermedad aguda, es el mal
político y moral.”58 Y para atacar ese mal político, Bilbao nos plantea la
solución, y de paso nos da a entender el por qué de la creación de la54 Ibíd. P.1355 “1.0 Nos reunimos en sociedad usando del derecho que tienen los hombres librespara asociarse, para todo objeto que no esté prohibido por las leyes.”, en el restode numerales que conforman el acta solemne dejan en claro su posición de ilustrar ensobre los derechos y deberes que recaen en todos los ciudadanos.
56 ZAPIOLA, José. Op. Cit. P. 2057 BILBAO, Francisco. América en… op. Cit. P. 9758 Ibíd. P. 105
34
Sociedad de la Igualdad presentando su lógica de la acción representándola
así: “El individuo es la palabra. Una colección de individuos ya es, á mas
dela razón del individuo que convención. El poder, el Estado, el gobierno, la
autoridad, ya es la fuerza de la razón del individuo, mas la atracción de la
autoridad y la fuerza de la ley, aplicada al triunfo del axioma de justicia.
¿Cómo ser poder?- por el acrecentamiento de la fuerza colectiva de los
racionalistas.
¿Cómo acrecentar el número?- por la acción individual.”59 Para finalmente
alcanzar la tan esperada separación; “Elegid- pero no juntéis.- Preferid,
pero no confundais.
Católico sincero: la soberanía y supremacía de la iglesia.- y tiene razón
lógica.
Republicanos: la soberanía de la razón en todo hombre, y solo la supremacía
social en la política.” 60
La razón de toda acción política iniciada por Bilbao corresponde a una
reforma del pensamiento, debido a la identificación de elementos comunes en
el transcurso continuo de la historia de la humanidad, dominada totalmente
por el pensamiento occidental cristiano que, por último, llego a dominar al
continente Americano. Esta mentalidad, corresponde en características a la
mentalidad patriarcal,
Configuración de la esfera social en Bilbao
A través de las lecturas de los escritos sobre y de Francisco Bilbao podemos
tomar un elemento que nos permitirá guiar esta respuesta: La reacción social.
¿A qué grado alcanzo a llegar los postulados de Bilbao? A todos. Bilbao59 Ibíd. 60 Ibíd. P. 44
35
trabaja con la noción de la dignidad humana por lo que en sus postulados
logra tocar la fibra y llamar la atención de cada individuo involucrado en la
sociedad. Es por esto que al publicar su primer artículo logra generar la
conmoción que ya se presento. Los distintos sectores sociales perciben el
mensaje desde su propia perspectiva conformada por los grados de
patriarcalidad presentes en ello. Para explicar: La Iglesia, ubicada en la
cúspide del poder político y social, como representante de Dios, del Dios
que todo el pueblo teme, tiene una esfera de poder sustentada en el uso de la
violencia, dominación, discriminación y provoca una jerarquización en la que
ella se encuentra en la posición del superior. Entonces la Iglesia, que posee
en su naturaleza parámetros amplios propios de la mentalidad patriarcal, el
discurso de Bilbao basado en la dignidad humana, en el amor y la igualdad
es recibida con molestia por los estandartes de la mentalidad patriarcal,
pues la mentalidad patriarcal es lo más opuesto a la cultura humanitaria. Si
repetimos el ejercicio con los partidarios del conservadurismo podremos
encontrar un resultado similar. Los conservadores históricamente han dominado
a las masas, las someten y con ello crean un escenario de superioridad con
respecto de los liberales, esto por que por lo general las huestes
conservadores están conformadas por: i) Aristócratas católicos que poseen
el poder monetario y social, y; ii) Una parte de la clase obrera trabajadora
católica acérrima que por miedo y obediencia se somete a los dogmas de la
iglesia y a la protección del patrón.
Es en estos grupos, en los que es natural la existencia de la mentalidad
patriarcal, en que Bilbao logra remecer los cimientos sobre los que estaba
construida su tradición dominadora y su realidad, provocando un
cuestionamiento y una verdadera revisión crítica a los dogmas eclesiásticos.
Para poder ejemplificar mejor la relación de la incidencia de los postulados
de Bilbao con el grado de patriarcalidad, lo podemos observar también en el
36
grupo de los que se decían liberales. En este grupo si bien consideraban
dentro de sus premisas básicas elementos que tendían a reconocer la dignidad
y la igualdad humana, se encontraba presente un elemento dañino para
concretar sus intereses por lo que también se puede catalogar y clasificar
dentro de los grupos con mentalidad patriarcal, y es que si bien no legitiman
la violencia como medio valido, ni tampoco pretenden la dominación física, si
pretenden generar una jerarquía, pero en la que ellos sean la parte superior.
El grupo liberal en Chile, que poseía buenas intenciones, cayó en el juego
del poder, y si bien no compartía el modo de vivir del conservadurismo
chileno, al igual que el sector recién nombrado, pretendía establecer una
jerarquía en la que el liberalismo determinara cuales son los parámetros
correctos e incorrectos para vivir, y a partir de ello discriminar, todo
dentro del juego del poder, quienes representan un atentado contra la
igualdad sin respetar a grupos discordantes. Es así como después de publicado
el texto “Sociabilidad chilena” “Los liberales en política creyeron ver
arruinarse la causa si dejaban una plaza en sus filas al que atacaba los
dogmas –lo renegaron y lo declararon una calamidad.”,61 o que a la llegada de
Bilbao de Europa, Manuel Bilbao, su hermano nos dice que “los segundos
[refiriéndose al grupo liberal chileno] esperaban que las persecuciones
pasadas, el anatema de la sociedad lo habría hecho más cuerdo y vendría a
poner al servicio del partido su influencia y su inteligencia poderosa;…”.62
Podemos distinguir el deseo de poder, la necesidad de elevarse como
superior, por lo que reniega de la dignidad de un colega, de Bilbao, como
grupo le dan la espalda a una familia de tradición liberal solo para lograr
consolidarse en el poder y ganar el apoyo de los fanáticos religiosos.
Para concluir podemos distinguir a un último grupo parte de la sociedad
chilena de la época: La clase obrera. Son ellos quienes sufren las
61 GOOGLE LIBROS; Obras completas de Francisco Bilbao. Op. Cit. P. 3262 Ibid. Pp. 78-79
37
consecuencias de la mentalidad patriarcal, y si bien algunos lo aceptan como
una necesidad natural o un orden divino, otros en tanto rechazan el orden
dado y quieren luchar por la igualdad. “El pobre necesita comer y buscar
trabajo. El trabajo no puede venir sino del que tiene industria o capital.
La industria o capitales son las tierras: luego los hacendados son los dueños
del trabajo, de aumentar o disminuir el salario. La riqueza o regalía puede
pasar algún tiempo sin el trabajo del pobre. Pero el hambre no admite espera:
luego el rico es dueño de fijar las condiciones del salario; he aquí el
despotismo feudal.”,63 el trabajador tenia clara su posición en la sociedad al
mismo tiempo que conocía de su injusticia:
“<El cura no sabe arar
Ni sabe enyugar un buey.
Pero por su propia ley
El cosecha sin sembrar.
El para salir a andar
Poquito o nada se apura.
Tiene su renta segura,
Sentadito descansando,
Sin andarse molestando,
Nadie gana más que el cura >
He ahí la expresión plebeya, la literatura original, la expresión del
despotismo. La esclavitud que hemos analizado era lógica.”.64
Ahora, si bien el trabajador era una clase de las más afectadas en la
sociedad del siglo XIX no quiere decir que no existiese en ellos un sesgo de
mentalidad patriarcal, pues cabe recordar que la sociedad entera,
históricamente, por tradición y herencia, posee esta mentalidad inserta como
una conducta normal y aceptable. El profesor Palma nos plantea que “la63 SOCIABILIDAD Chilena. El Crepúsculo. Santiago, Chile, 1 Jul., 1844. p. 6764 Ibid. P.68
38
mentalidad la entendemos como el conjunto de las conductas de los individuos
en sociedad y que se expresan como respuestas espontáneas de los sujetos en
sus relaciones sociales. La suma de dichas respuestas semejantes configura
una conducta colectiva que satisface la necesidad de decidir qué hacer en
cada momento de la vida cotidiana.
La mentalidad se proyecta en el tiempo por la verificación constante de una
misma conducta en el seno de la sociedad.”.65 Debido a esto es que la clase
obrera recibió en mayor parte los postulados humanitarios de Francisco
Bilbao, pues eran la clase con un deseo de conformar cultura humanitaria,
pero no se desprendía de sus actos patriarcales como por ejemplo, el trato
hacia la mujer y los hijos. Ya lo planteaba Bilbao en la “sociabilidad
chilena” diciendo que “La mujer está sometida al marido – esclavitud de la
mujer. Pablo, el primer fundador del catolicismo, no siguió la revolución
moral de Jesucristo. Jesús emancipó a la mujer. Pablo la sometió. Jesús era
occidental en su espíritu, es decir liberal; Pablo, oriental, autoritario.
Jesús fundó una democracia religiosa, Pablo una aristocracia eclesiástica. De
aquí se ve salir la consecuencia lógica de la esclavitud de la mujer. Jesús
introduce la democracia matrimonial, es decir la igualdad de los esposos.
Pablo coloca la autoridad, la desigualdad, el privilegio, en el más fuerte,
en el hombre”,66 y que “El hijo irremediablemente sometido al padre.
Esclavitud del hijo…Este principio es de alta importancia en la lógica
católica. El catolicismo es la imposición y tradición idéntica de la fe
católica, por lo que necesita de la autoridad que la imponga en las
generaciones que vengan del mismo modo que ha sido recibida. En la familia la
autoridad es el padre, es el anciano, es la tradición, es lo viejo; luego el
poder que tenga debe ser absoluto. Las leyes políticas, en la esfera de los
65 PALMA, Eric. El primer Constitucionalismo chileno – e Iberoamericano-: Reflexiones en torno a un cuarto modelo del Estado constitucional. Op.cit. p.366 SOCIABILIDAD Chilena. El Crepúsculo. Op. Cit. P. 63
39
intereses patrios y los civiles en las relaciones particulares, limitan ese
poder, lo que prueba la protesta del buen sentido de los pueblos contra el
dogma absoluto religioso.”67
Por lo tanto podemos decir que Francisco Bilbao predicaba u fuerte mensaje
social que afectaba a todas las esferas sociales, y que estos mensajes
conducían a la glorificación del hombre como ser, ensalzaba su dignidad como
individuo, para que abandonase los dogmas opresores y viviera de acuerdo a
los dogmas transversales a la sociedad en cuanto es una sociedad de iguales.
Bilbao en el tiempo
El revolucionario Bilbao se enfrentó a la sociedad patriarcal de su época,
momentos agitados en los cuales los cuestionamientos al orden imperante eran
fuertemente sancionados. Su visión progresista, revestida de utópicas
revelaciones y férreos principios, fue un quiebre en la mentalidad, un juicio
a la doctrina y una discusión a las teorías en que se basaba la nueva
organización que aún no se desligaba de las antiguas usanzas españolas
medievales. Bilbao nos presentó una nueva cultura, que rechazaba la
discriminación y la violencia, la jerarquía y las desigualdades sociales.
Se opuso a la unidad Estado-Iglesia, y abogó por la independencia del poder
temporal y “la libertad de la concepción divina, es decir, democracia
religiosa.”68 Este principio fue recogido por la Constitución Política de la
República en el Nº 6 del artículo 19 que asegura a todas las personas la
libertad de conciencia, la manifestación de todas las creencias y el
ejercicio libre de todos los cultos que no se opongan a la moral, a las
buenas costumbres o al orden público. Una sociedad que amplía su mente y
67 Ibid. P. 6468 Bravo De Goyeneche (2008). Un recuerdo de un ideal. Pág. 157
40
propicia la tolerancia de credos y religiones en su seno, ostenta un avance
en su mentalidad, alejándose de la discriminación propia de la mentalidad
patriarcal y de las teorías sectarias.
Propuso la emancipación de la mujer, el fin al carácter jerárquico del
matrimonio, basándose en las mismas enseñanzas de Cristo previas a la
usurpación de Pablo quien “coloca la autoridad, la desigualdad, el
privilegio, en el más fuerte, en el hombre.”69 El régimen matrimonial ha
sufrido cambios, y la mujer ya no está sometida a la voluntad del hombre en
teoría, más la sociedad y su conciencia no han progresado armónicamente con
las nuevas normas, y en muchas familias aún prima la antigua concepción
patriarcal donde el hombre como amo y señor de sus bienes y e integrantes de
su familia.
Sus ideales de corte socialista, apelan a la igualdad de los súbditos, y por
ser hijos todos del mismo creador, todos tenemos los mismos derechos de
alcanzar la realización material y espiritual. La Constitución Política de
la República nos enseña en su artículo primero “El Estado está al servicio de
la persona humana y su finalidad es promover el bien común, para lo cual debe
contribuir a crear las condiciones sociales que permitan a todos y a cada uno
de los integrantes de la comunidad nacional su mayor realización espiritual y
material posible”, asumiendo el Estado su rol protector y promotor de
derechos. Bilbao se manifiesta también a favor de “la libertad e igualdad
social, es decir de todos: soberanía del pueblo” y de “la libertad e
igualdad política, es decir, democracia propiamente dicha”, este principio
también es recogido por nuestra Constitución al consagrar en su artículo 5 la
soberanía residente en la nación, y cuyo ejercicio está en manos del pueblo.
Así como en su artículo 10 sostiene que el voto será personal, secreto e
igualitario y sólo sobre una base igualitaria y que ofrezca las mismas
69 BILBAO, Francisco. Un recuerdo de un ideal. En: Bravo De Goyeneche (2008). P. 174
41
oportunidades por igual, la democracia podrá sustentarse y alcanzar un pleno
imperio.
Como hemos podido analizar, sus postulados tiene cabida en la sociedad
modernas y son reglas básicas para hablar de una sociedad desarrollada.
Entonces, ¿Qué hubiera sucedido si las ideas de Bilbao hubieran sido
aceptadas y practicadas en Chile y su pueblo?
A ciencia cierta no podremos saber si estos postulados hubieran conducido a
Chile a ser una potencia cultural, pues los diversos hechos acontecidos entre
el periodo que vivió Bilbao y la actualidad podrían haber cambiado
significativamente la historia, pero si los mantuviéramos tal cual él los
presento, de forma intacta bajo el supuesto de que logro instaurar el cambio
racional que planteaba, tal vez podríamos suponer de manera poco equivoca el
resultado de ello.
Hoy en día muchas de sus ideas son consideradas normales y necesarias,
elementos fundamentales y constitutivos de cualquier sociedad civilizada y
avanzada en políticas públicas, respeto y reconocimiento de derechos. Bilbao
ya inmerso en el acontecer político y en la discusión filosófica del país, y
en conjunto a su grupo de acción “la Sociedad de la Igualdad”, hacía valer
ante un Estado rígido sus derechos como grupo contestándole al ministro de
la época que acusaba el traspaso abusivo de parte de la autoridad sobre su
derecho de asociación y de propiedad.70
Vemos como hoy el ámbito de acción política y el estado en sí mismo como una
institucionalidad se encuentra totalmente separado de cualquier tipo de
intervención ajena a los propios dogmas políticos generados por parte de
distintos grupos legalmente asociados, independiente de elementos externos
como la religión, las razas, el género, la edad o el sexo. Es posible
observar en la actualidad universidades y escuelas públicas laicas, centros
70 ZAPIOLA, José. La sociedad…. Op. Cit. P. 37
42
médicos independientes, entre muchas otras instituciones pertenecientes al
estado eximidos de la intervención eclesiástica o de cualquier grupo que
implique una discriminación negativa con respecto a legítimos otros. A lo
largo de sus escritos podemos encontrar nombrados una cantidad de derechos
que en su época no se encontraban en la carta constitucional o considerados
como derechos fundamentales, como el derecho de asociación, libertad,
igualdad, conciencia, libertad de cultos, libertad de expresión e
información, libertad de prensa, e incluso dando un paso más allá,
proponiendo en el siglo XIX, comenzar con la segunda familia de derechos
fundamentales como es el derecho a la enseñanza, parte de los llamados
derechos sociales.71 ¿Qué hubiese significado el reconocimiento de derechos
sociales en pleno siglo XIX? ¿Sería Chile, hoy en día, el país que liderara
las discusiones dogmaticas del derecho? Llevaríamos aproximadamente un siglo
de ventaja con nuestros compañeros americanos, por lo que sin duda alguna
nuestro país se encontraría liderando las propuestas constitucionales y
políticas, pues al ritmo que han avanzado los derechos humanos y las diversas
constituciones en el mundo, el pueblo chileno gozaría de un amplio catalogo
de derechos que asegurarían transversalmente que abusos como el de las
Isapres que atentan con la dignidad de las personas serian ya historia.
Generador de influencias constitucionales
En su momento, y luego de ser condenado en tercer grado por blasfemo e
inmoral, denostada su opinión y anatemizadas sus ideas, poca acogida era de
esperarse en una sociedad de seno católico, “cuyo progreso consiste en
desespañolizarse.”72 Mas algunas de sus postulados fueron con posterioridad,
ya que con el tiempo el progreso fue comprendido de otra forma, y la
71 BILBAO, Francisco. America en… op. Cit. P. 3772 BILBAO, Francisco. El Evangelio Americano. En: Bravo De Goyeneche (2008). P. 692
43
tendencia fue hacia el avance y desarrollo del hombre, no sólo como
corporación sino que también como individuo, ya que vivió en un momento en el
cual “no hay garantías ni para la conciencia, ni para la palabra, ni para la
asociación.”73 Y sólo al asegurar al individuo, en su medio, y en sus
capacidades, la nación habrá de encaminar sus pasos hacia la felicidad que
Dios concibió para él, como principio y fin de su existencia.74 Durante el
gobierno de Domingo Santa María, quien entre los años 1883 y 1884 se
promulgaron las denominadas Leyes Laicas, en las cuales se le sustraía a la
Iglesia su tradicional labor registral, conformando Registros Civiles
encargados de archivar y catalogar los importantes eventos de la vida de los
ciudadanos, como lo son los nacimientos, las defunciones y los matrimonios.
Se le quitó asimismo el carácter de legal al matrimonio religioso,
instaurando la igualdad para católicos y protestantes en su derecho a iniciar
una familia. Y con respecto a las normas que prohibían la cristiana sepultura a
aquellos que no profesaban la fe de Cristo, se estableció el acceso
igualitario a los lugares destinados como camposantos. Son estas leyes, las
que enjugan de mejor manera algunos de los ideales de Francisco Bilbao, si
bien fueron acogidos con posterioridad en la esfera política, fue un proceso
parsimonioso, en el que los teóricos y sofistas de la época debieron abrir
sus mentes para abrir camino a ideas que se oponían fervientemente a aquello
que se configuraba como la base de la mentalidad patriarcal.
Podemos hallar en el texto constitucional la voz de Francisco Bilbao, tanto
en constituciones históricas como en la actual, en que la tendencia fue al
reconocimiento de las garantías individuales, por la cuales nuestro autor
aboga en múltiples ocasiones. Los derechos de cada ciudadano, su libertad, el
ejercicio de su soberanía, eran algo propio del republicanismo, del nuevo
orden, del fruto de la revolución, pues “en España no había ninguna
73 BILBAO, Francisco. Mensaje del Proscrito…. En: Bravo De Goyeneche (2008). P. 30274 BILBAO, Francisco. El Evangelio Americano. En: Bravo De Goyeneche (2008). P.687
44
institución, ninguna costumbre, ninguna creencia y, lo que es más, ninguna
esperanza de lo que se llama derecho, garantías, soberanía, libertad.”75 Un
nuevo constitucionalismo fue el vivido en Chile, que poco a poco se tiñó de
las ideas progresistas que conducen a la realización material y espiritual de
los hombres y mujeres, tal como lo asegura nuestra Constitución. Incluso
Bilbao pretendía ir más allá, reclamando en su totalidad la soberanía del
pueblo estableciendo "vemos al poder ejecutivo revestido de la facultad de
nombrar jueces, magistrados, oficiales. Es necesario que esa facultad vuelva
al pueblo. Los magistrados de la Corte Suprema y de los demás tribunales
federales inferiores son nombrados por el ejecutivo con acuerdo del Senado.
Esos nombramientos pertenecen al pueblo.
No hacemos un examen de las conclusiones. Exponemos tan sólo las principales
consecuencias lógicas de la soberanía del pueblo, cuya práctica es la
garantía y educación de la libertad.
Se ha puesto hombre soberano en su creencia, soberana en la localidad,
soberano en la patria, soberana la lección, soberano en el poder de legislar,
de juzgar, de ejecutar.
Si a todo hombre participe en la formación de la ley, o más bien sea todo
ciudadano legislador."76 Bilbao no sólo creía en los derechos y la dignidad
de las personas, también confió en su capacidad para saber conducirse a sí
misma y a su pueblo. Es por ello que confía en la soberanía del pueblo, antes
que la nación, pues para él lo importante es el elemento constitutivo de
ella, las personas, los ciudadanos, quienes se ven afectados en su vida
diaria por las políticas, que en aquel tiempo, llevarán a cabo un pequeño
grupo de patriarcales burgueses, que es tal cual lo se pretende proteger en
la actualidad.
75 Íbid. P. 70976 BILBAO, Francisco. El Evangelio... op. Cit. P. 160
45
La figura de Bilbao y la sociedad patriarcal
El autor estudiado reitera en toda su obra sus ideales republicanos, y la
necesidad imperiosa en que vivía la sociedad de su época en vivir de forma
intrínseca los ideales que decidió armarse cuando enarboló la bandera de la
libertad, una vez que triunfó la revolución y los chapetones se embarcaron
hacia su madre patria allende el Atlántico, cargados son el sudor de los
hombres otrora esclavos de manos piadosas. Pues aún el dogma de la Iglesia
era insufrible ante los ideales republicanos, “en efecto, no basta saber que
los hombres son iguales y que el respeto recíproco de sus derechos es la ley,
ni que la fraternidad sea el vínculo más bello. No. Esa moral se apoya y no
puede ser fecunda para el corazón del hombre, sin una creencia que lo afirme
como verdad, como emanación o imperativo de una causa suprema y eterna. Y esa
creencia es el dogma.77”
Mas en ocasiones la sutileza de su lenguaje da lugar a obscuras
interpretaciones, por ejemplo en El Gobierno de la Libertad, podemos hallar esta
cita un tanto ambigua “La indiferencia en el pensamiento, la indolencia en el
corazón, la inercia en la voluntad es lo que caracteriza a los pueblos
decrépitos y esclavos. El estudio, la caridad, el trabajo es lo que
caracteriza a los pueblos libres y viriles.”78 En este pasaje, y en los párrafos
anteriores, el autor nos habla del progreso de los pueblos, de su avance
material y espiritual, y cómo al abdicar la soberanía y el pensamiento en
unos pocos nos hacemos esclavos de estos, esclavitud a la que se opone la
cultura humanitaria, al igual que a las distinciones arbitrarias entre los
iguales, donde hay cabida para las mujeres, y la última frase al aludir a
los pueblos libres y viriles estaría poniendo en tela de juicio la relación entre
77 BILBAO, Francisco. Discursos Masónicos. En: Bravo De Goyeneche (2008). P. 57178 BILBAO, Francisco. El Gobierno de la Libertad. En: Bravo De Goyeneche (2008). P. 316
46
libertad y la condición femenina. Según el Diccionario de la Real Academia
Española, Viril es ‘Perteneciente o relativo al varón’ concepto que excluye
explícitamente a la mujer. Y si éste es un apelativo propio de los pueblos
libres, inferimos entonces, que para Francisco Bilbao, el, y la libertad por
tanto sólo sería un bien o condición propia de los hombres, y que estudio, la
caridad y el trabajo caracterizan a los pueblos libres serían elementos a los
cuales la mujer no puede, o no debe, acceder por sí misma. Si Bilbao
realmente buscó restar importancia al rol de la mujer, y a las capacidades de
esta, estaría apoyándola mentalidad patriarcal, que niega el valor de la
condición femenina, al ser inferior al hombre y no merecer el mismo respeto,
o las mismas oportunidades de alcanzar la felicidad.
Hallamos también otro pasaje poco claro, por nombrar un ejemplo, en los
Registros Parroquiales, volumen en el cual nos habla de la necesidad de
entregar al poder civil su completa independencia, para que así el ejercicio
del poder temporal destinara todas sus fuerzas a la consecución de bien
común, mas finalizando el artículo mentado, nos dice que “El que no cree que
la libertad y el derecho tengan una base religiosa, imperativa y eterna, ése
no es el miembro de la ciudad futura.”79 Ya con anterioridad Francisco Bilbao
fue citado señalando la necesidad de quitarle al derecho su revestimiento
religioso y moral, para que así sólo se destinase a los asuntos temporales de
la nación, y como las cadenas de la Iglesia traída por la corona debían ser
rotas, y que aquello legado por los opresores extranjeros tenía aires de
retraso y feudalismo, incompatibles estos con los ideales de la república. Y
sólo unas líneas antes nos señaló “El que no ha llegado a convencerse de la
incompatibilidad del catolicismo y de la libertad, no es hombre del
porvenir.”80 Por lo que manifiesta cierta contradicción en un mismo artículo,
79 BILBAO, Francisco. Registros Parroquiales. En: Bravo De Goyeneche (2008). P. 42480 Ibid.
47
el cual puede costarle la veracidad de sus intenciones. ¿Será que Bilbao se
vistió de la túnica laicista sólo con fines superficiales? O sólo fue el
cruce de ideas de un hombre que profesaba un profundo amor por Dios y sus
semejantes, pero no por la Iglesia investida de tiranía e impunidad.
Aún así, es necesario recalcar que estas tenues apreciaciones son apreciables
en mínimas ocasiones, y parecen provenir más de una ligereza de lenguaje que
de motivaciones o principios intrínsecos de su pensamiento, ya que presenta
una consistencia en su pensamiento.
Ahora, si bien Bilbao presenta elementos ambiguos que pueden ser
perfectamente atribuibles a elementos residuales provenientes de estar
inmerso en la sociedad a la cual criticaba, y no pasaban de ser
acontecimientos aislados, podemos decir que no se siente participe de la
mentalidad colectiva. De acuerdo a ello, la sociedad, que Bilbao
constantemente analizaba y criticaba, en reiteradas ocasiones lo que hemos
denominado como sociedad patriarcal, pero ¿qué significa patriarcal? ¿Qué
elementos característicos tiene esta sociedad patriarcal? ¿Lograba Bilbao
identificar los elementos éstos se aparezcan? Estas interrogantes
intentaremos despejar a continuación.
La definición de sociedad que nos entrega la Real Academia Española nos
permitía identificar a una agrupación de personas, que en este caso se
relacionan y configuran en base a los cuatro elementos señalados con
anterioridad como la base de la mentalidad, éstos son: violencia,
jerarquización, dominación y discriminación.
La violencia es el primer acto de la sociedad para establecer diferencias.
Los grupos privilegiados solían utilizarla para alcanzar sus objetivos. Es de
esta forma como lo plantea Bilbao al reflejar la sociedad por medio de sus
gobernantes, es decir "el partido <conservador> se ha negado tenazmente a
devolver al pueblo sus libertades. Ha hecho más. Ha llegado hasta el
48
lamentable extremo de negar que esas libertades existieran, declarando, por
consiguiente, que él nada tenía que devolver y que el pueblo nada tenía que
demandar.
He ahí el motivo porque el pueblo se ha exasperado. Reclama lo que es suyo y
se le niega; y como para él no hay tribunales de justicia, es precisó que se
haga justicia por sí mismo.
En estas injusticias populares hay violencia; puede haber sangre y
atrocidades; pero hay también una profunda lógica: la lógica del derecho."81
El Partido Conservador, quienes ostentaban el poder en esa época, pasaba a
llevar claramente las libertades y derechos del pueblo sometiendo a este a un
régimen en el que por medio de la coacción de unos cuantos favorecidos se
limitaba a una gran mayoría estableciendo diferencias de poder entre
distintos grupos.
Debido a esta relación dada por medio de la violencia se producían
diferencias entre las clases, generando lo que se llama jerarquización. Este
fenómeno era uno de los más criticados por Bilbao debido a que en el no sólo
participaba la clase política dominante sino que, por una raíz histórica de
la élite, también se hacía partícipe la Iglesia Católica, quienes pregonaban
el mensaje de Jesucristo de amor e igualdad, incluyendo por lo tanto en el
pensamiento colectivo, debido a la devoción a la Iglesia y la confianza en
los dirigentes políticos, la creencia de lo bueno y justo que era el sistema
jerarquizado. No sólo aquello inquietaba a Bilbao, sino que por la directa
relación entre Iglesia y estado, la jerarquización alcanzaba a escuelas,
universidades, hospitales y en general a todo servicio que sea extensible al
pueblo. Demostrando el nexo Iglesia-Estado Bilbao nos dice "si el
catolicismo, pues, legisla, gobierna y administra, por medio de la jerarquía,
en todo lo que concierne a las relaciones del individuo con los demás, es, en
81 FIGUEROA, Pedro P. Historia de Francisco Bilbao... op. Cit. Pp. 57-58
49
esta parte, un gobierno temporal lo mismo que cualquier otro; pues estas
relaciones son el objeto, el asunto exclusivo de la organización social"82
Bilbao identifica en la sociedad la nueva fase para hablar de la sociedad
patriarcal. Es capaz de reconocer que posterior a la violencia, proveniente
desde la llegada de los españoles a América e instaurada en el sistema
político, además de ser confirmada por la Iglesia Católica, establece un
sistema de jerarquización respaldado en la fe y la moral propugnada por la
Iglesia alcanzando niveles amplios de la sociedad, siendo transversal a ella
por medio del gobierno. Establecida la diferenciación por medio del uso de la
violencia, quedan arraigadas estas condiciones en la esfera social siendo
comunes para todos los actores en ella. Debido a aquello es que un grupo,
desde una posición superior con respecto a otro, y con el uso de la violencia
enquistado en su cultura y actuar natural, produce un fenómeno que pasa
llevar las calidades fundamentales de los individuos de la posición inferior,
se les daña su dignidad humana.
Este ataque deliberado y constante contra quienes conformaban la base de la
sociedad, producto de la violencia y jerarquización, se llama dominación. Los
estratos superiores ejercían la dominación sobre los estratos inferiores para
poder mantener su estado privilegiado de riquezas aprovechándose del pesado
trabajo realizado por la clase dominada, por lo que no era sólo una
dominación económica sino que también necesitaban tener el control político
para ejercer un dominio social amplio y extenso, por lo que quienes dominaban
el sector superior de la sociedad recurrían a todo recurso posible para
hacerse con los cargos públicos. Francisco Bilbao al analizar la situación
del continente americano lograba dilucidar la dominación existente en los
pueblos americanos del siglo XIX en base a una raíz histórica proveniente de
la herencia de la conquista española que llegó, en su dimensión de
82 Ibíd. P. 110
50
mentalidad, tal cual a la América del siglo XIX en donde el español, el de
nobleza, el de riquezas era quien gobernaba. Por ello Bilbao decía "Cesen
pues de mentir a su pasado, a su historia, a su esencia lógica, a su
intolerancia, a su substancia que es el absurdo, a su tendencia que es el
despotismo, a sus fatales y necesarios resultados que es el atraso, el
fanatismo, la corrupción, la miseria y el servilismo feroz de las masas
embrutecidas, para que sirvan de terror a los enemigos de su dominación
despótica."83 En estas palabras Bilbao lograba dar cuenta de la manera en que
el estrato superior ejercía su dominación, una técnica histórica arraigada en
la cultura española que llegó a dominar América, proveniente de una cultura
aún más antigua que ya poseía 1800 años que era la dominación por medio del
temor, terror infundado en el pueblo basado en el fanatismo generado con
respecto al Iglesia Católica. También logra distinguir, aparte del método
utilizado para engendrar el temor y el embrutecimiento, características
propias de este grupo como el fanatismo, la intolerancia y la corrupción.
Esta clase conduce a la otra al estado en que ellos quieren que estén, para
eso ellos también deben creer y actuar en pos de los dogmas que plantean,
entonces si actúan igual ¿en qué se diferencian? Es aquí donde aparece la
última dimensión para determinar que estamos ante una sociedad patriarcal: la
discriminación.
Es necesario adoctrinar, pero no mezclarse entre las clases inferiores.
Establecida la dominación se vuelve necesario reafirmar esta condición
general en la clase inferior por medio un temor reverencial, atacando el
aspecto psicológico del pueblo generando una discriminación explícita y
altamente aceptada, impidiéndole al pueblo surgir atacando desde la cabeza.
Un ejemplo de todo esto es el que nos presenta Francisco Bilbao cuando habla
de la persecución del hereje por parte de Iglesia, quien crea esta figura
83 BILBAO, Francisco. América en... op. cit. P. 37
51
para discriminar a todo aquel que no comparta sus principios. "Y como ese
odio es religioso, es por causa de la fe, la persecución, la exterminación de
los herejes es agradable a Dios; y lo que agrada a Dios siendo la caridad, es
caridad exterminar a los herejes"84 se establecía una clara diferencia entre
creyentes y no creyentes, entre ricos y pobres, entre educados e ignorantes,
entre españoles y criollos.
La sociedad del siglo XIX claramente presentaba entre sus características la
violencia, jerarquización, dominación y discriminación, constituyendo esta
zona práctica habitual y cotidiana tanto en sus relaciones interpersonales
como a niveles colectivos. Esas críticas por parte de Bilbao constituyen las
pretensiones de todo Estado moderno, en los cuales se condena todo tipo de
violencia, dominación y discriminación negativa, aunque sin mucho éxito en
eliminar la jerarquización.
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