Violaciones de los derechos humanos y los tribunales sin rostro en Peru

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Violaciones de los derechos humanos y los tribunales sin rostro en Perú I. RESUMEN Y RECOMENDACIONES II. ANTECEDENTES A. Reformas en 1995-1996 B. Persistencia de las limitaciones al debido proceso legal C. Propuestas de revisión judicial D. Falta de independencia judicial III. LIMITACIONES AL DERECHO DE DEFENSA A. Investigaciones sumarias B. Prohibición de contrainterrogar a los agentes del estado C. Procedimientos judiciales sumarios D. Anonimato de los jueces E. Tribunales militares sin rostro IV. CASOS DE PRESOS CONDENADOS INJUSTAMENTE A. Luis Alfonso Moncada Vigo B. Luis Alberto Cantoral Benavides C. Donato Alejandro Tolentino Argandoña, Alfonso Rosely Chacón y Pedro Vega Valle D. José Luis Gutiérrez Vivanco E. Mirtha Ira Bueno Hidalgo F. Julio Rondinel Cano G. Demetrio de la Cruz Sandoval H. Aurelio Ventura Mendoza y Efraín Terazona Tinoco

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Violaciones de los derechos humanos y lostribunales sin rostro en Perú

I. RESUMEN Y RECOMENDACIONES 

II. ANTECEDENTES A. Reformas en 1995-1996 B. Persistencia de las limitaciones al debido procesolegal C. Propuestas de revisión judicial D. Falta de independencia judicial

III. LIMITACIONES AL DERECHO DE DEFENSA A. Investigaciones sumarias B. Prohibición de contrainterrogar a los agentes del estado C. Procedimientos judiciales sumarios D. Anonimato de los jueces E. Tribunales militares sin rostro

IV. CASOS DE PRESOS CONDENADOS INJUSTAMENTE A. Luis Alfonso Moncada Vigo B. Luis Alberto Cantoral Benavides C. Donato Alejandro Tolentino Argandoña, Alfonso Rosely Chacón y Pedro Vega Valle D. José Luis Gutiérrez Vivanco E. Mirtha Ira Bueno Hidalgo F. Julio Rondinel Cano G. Demetrio de la Cruz Sandoval H. Aurelio Ventura Mendoza y Efraín Terazona Tinoco 

I. Jesús Alfonso Castiglione Mendoza, Santosa López Flores, Juan Teodisio Ibarra Padilla, Emeteria QuispeChilce y Eduardo Ccanaza Nina

V. ABUSOS POR PARTE DE LOS GRUPOS ARMADOS DE OPOSICIÓN 

VI. POLÍTICA DE ESTADOS UNIDOS   A. El caso de Lori Berenson B. Recomendaciones

I. RESUMEN Y RECOMENDACIONES

El encarcelamiento de cientos de prisioneros inocentesacusados o condenados por crímenes terroristas que no hancometido es un secreto a voces en Perú. Aunque puede haberdesacuerdo sobre el número de personas juzgadasinjustamente por "los tribunales sin rostro", nadie enPerú, ni siquiera el arquitecto del sistema de tribunalessin rostro, el Presidente Alberto Fujimori, niega laexistencia del problema. Estos detenidos son consideradospresuntamente culpables y tienen mínimas oportunidades dedemostrar su inocencia. En los últimos años, el Ministrode Justicia, el ex fiscal para el terrorismo, el propioFujimori, y muchos legisladores han propuesto la creaciónde mecanismos tales como una comisión de revisión parapaliar los defectos de los juicios, al menos en los casosen los que existen razones de peso para creer en lainocencia del acusado. Hasta ahora no se ha hecho nadapara establecer tal mecanismo. Mientras tanto, tribunales

sin rostro militares y civiles, que llevan a cabo juiciossecretos dentro de las prisiones, siguen condenando aperuanos a décadas de cárcel en condiciones de riesgo parasus vidas y sin ofrecerles las garantías procesalesbásicas requeridas por el derecho internacional de losderechos humanos. 

En los últimos tres años las ejecuciones extrajudiciales ylas desapariciones forzadas cometidas por el Ejército y laPolicía de Perú han disminuido radicalmente, lo quedemuestra la eficacia de la presión internacional sobre ungobierno que promovía oficialmente estas atrocidades. Setrata de un progreso bien venido, a pesar de que laprivación arbitraria de la vida cometida por agentesestatales ha sido simplemente suplantada por la negaciónarbitraria de la libertad. De todos modos, el abusoviolento patrocinado por el estado continua con lautilización habitual de la tortura como instrumento deinterrogatorio policial; una práctica facilitada por losprolongados periodos de detención policial permitidos porlas leyes antiterroristas y por la rutinaria aceptaciónpor parte de los tribunales sin rostro de las confesionesbajo coacción como prueba válida. 

La tortura no sólo se práctica en los casos relacionadoscon el terrorismo. Esto se puso claramente de manifiestocon la muerte durante su reclusión del estudiante JhoelHuamán García, en Cerro de Pasco el 26 de mayo de 1995, ydel ingeniero Mario Jesús Palomino García, en Breña, Lima,el 22 de marzo de 1996. La policía detuvo arbitrariamentea ambos en la calle, los llevó a la comisaría, y, cómodespués se supo, los golpeó hasta matarlos. En amboscasos, familiares de las víctimas y grupos de derechoshumanos han sido atacados físicamente y recibido amenazas

por reclamar investigaciones criminales. El 18 de febrerode 1996, tres hombres enmascarados asaltaron la casa de laDra. Edith Luquillas González, una miembro del Comité porla Defensa de los Derechos Humanos de Pasco que trabajabaen el caso Huamán, y amenazaron a sus hermanas que seencontraban solas en la casa en aquel momento. Instantesantes del asalto, había sido puesto en libertad uno de losoficiales acusados del asesinato de Huamán. La casa deEnrique Palomino, un hermano de Mario Palomino, fuebaleada en marzo de 1996; y en abril, 11 hombres, concortes de pelo al estilo militar, intentaron allanarla. 

Perú todavía carece de una ley que condene expresamente latortura a pesar de haber ratificado la Convención Contrala Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos oDegradantes, que requiere que los países signatariosajusten su legislación interna a la normativa de laConvención y que garanticen que la tortura es consideradaun delito criminal según sus códigos penales. El escándaloprovocado por estas recientes muertes por tortura ha hechoque varios parlamentarios propongan una ley de este tipo.El 11 de abril de 1996, el congresista Antero FloresAráoz, del Partido Popular Cristiano, introdujo unapropuesta de ley que condena a un mínimo de veinte años decárcel a los responsables de muerte por tortura. En elmomento de elaborar este informe la ley no había sidoaprobada por la comisión parlamentaria. 

Mientras tanto, las estrategias violentas y terroristasempleadas por los grupos armados de oposición de Perú --sobre todo por Sendero Luminoso, ahora dividido-- siguenprivando a los peruanos de su derecho más fundamental: elderecho a la vida. Según la Coordinadora Nacional deDerechos Humanos (en adelante, Coordinadora) --respetada

coalición de organizaciones de derechos humanos nogubernamentales-- Sendero Luminoso fue el responsable de222 asesinatos selectivos en 1995, considerablemente másque los 173 casos registrados en 1994. Estas violacionesde las normas básicas humanitarias internacionales superanampliamente en número a las cometidas por el Ejército y laPolicía de Perú. Sea cual sea el efecto que ha tenido enlos últimos años el movimiento de derechos humanos en lamejora del clima de respeto a los derechos humanos enPerú, en nada ha afectado a la conducta de SenderoLuminoso. La crueldad premeditada que ha caracterizado laideología y estrategia de Sendero Luminoso durante todo elconflicto armado es profundamente repugnante y está encontradicción directa con las normas del derechointernacional humanitario. 

El Presidente Fujimori creó los tribunales sin rostro pocodespués de disolver el Congreso y situar el poder judicialbajo el control del ejecutivo, el 5 de abril de 1992.Aunque se han tomado muchas iniciativas en estos años pararestaurar algunos aspectos de la distribución equitativadel poder, las instituciones democráticas de Perú sonmucho más débiles hoy que hace cuatro años. Esespecialmente preocupante que no se haya conseguidogarantizar la independencia básica del poder judicial.Fuera de Lima, todos los jueces y fiscales de Perú siguensiendo provisionales, sometidos al capricho del ejecutivo.Las recientes iniciativas de reorganización del sistemajudicial socavan aún más su independencia. Además, elTribunal de Garantías Constitucionales, el arbitrodefinitivo de los pleitos constitucionales, permaneceinactivo por no haberse nombrado sus magistrados. En elúltimo año, la única ventana abierta para la recuperaciónde las instituciones democráticas ha sido el tan aplazado

nombramiento del Defensor del Pueblo por parte delCongreso. Human Rights Watch/Americas cree que, aunque supapel está restringido por un presupuesto y facultadeslimitadas, puede ejercer una función clave ayudando agenerar un nuevo clima de respeto a los derechos humanosen Perú. 

Con el inicio del segundo año de su segundo periodolegislativo, instamos al Presidente Fujimori a queresuelva las injusticias que él mismo ha reconocido. Paraacabar con las medidas antiterroristas que siempre juróque serían temporales debe tomar dos iniciativas vitales.Fujimori debe comprometer a su gobierno a una reforma dela legislación antiterrorista para restaurar plenamente elejercicio del derecho al debido proceso y crear unacomisión independiente que resuelva los errores cometidospor los tribunales sin rostro. Además, el PresidenteFujimori debe demostrar un compromiso real para permitirel restablecimiento de un poder judicial que actúe como unverdadero control del poder político. 

Varios voceros del gobierno han anunciado a la comunidadinternacional que ya está en marcha el proceso de revisiónde los casos de terrorismo y traición a la patria, sinembargo, no existe evidencia de que se haya tomado ningunaacción de este tipo. La nota verbal presentada por laMisión Permanente de Perú ante las Naciones Unidas enGinebra, el 12 de agosto de 1994, durante la 46ª Sesión dela Subcomisión para la Prevención de la Discriminación yla Protección de Minorías, señalaba que el Congreso dePerú ya había aprobado una ley presentada por el ejecutivopara la creación de una comisión que revisara estos casos.Esto era falso: casi dos años después el Congreso todavíano ha aprobado una ley de este tipo. 

En el mismo sentido, el Ministro de Justicia, CarlosHermoza Moya, afirmó en su discurso ante el Presidente dela Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas, en el52º Periodo de Sesiones en Ginebra (18 de marzo al 26 deabril de 1996), que "...el gobierno se encuentra revisandoaquellos procesos a ciudadanos en los que pudiera haberhabido error en la apreciación de los delitos imputados oen las pruebas presentadas. Todo ello en razón que lapacificación requiere de un clima propicio para unaauténtica reconciliación nacional". 

Más recientemente, en una entrevista de mayo de este añoen Washington, D.C., el Presidente Fujimori dijo,"Reconocemos que hay una situación como esa y estamoshaciendo todos los esfuerzos y próximamente quisiéramostener un canal como para poder llevar justicia a estagente que se encuentra injustamente detenida. No dudamosque esos casos existen". 

Tales declaraciones parecen dirigidas al consumo externo,donde ha persistido la crítica al sistema de tribunalessin rostro. Mientras tanto, los tribunales sin rostro queoriginaron las injusticias en primera instancia siguenfuncionando, a pesar de las promesas gubernamentales delaño pasado de devolver los casos de terrorismo a lostribunales ordinarios. Inevitablemente, los tribunales sinrostro generaran más casos. A no ser que se tomen accionespronto, el número de inocentes encarcelados, que ya esescandalosamente elevado, seguirá aumentando. 

Según un censo elaborado en 1994 por el Instituto NacionalPenitenciario de Perú (INPE), 5.003 personas estánactualmente encarceladas con condenas o acusaciones de

traición o terrorismo (las dos categorías en las que secatalogan los delitos por motivos políticos), cerca de unacuarta parte de la población carcelaria. El sesenta y seispor ciento de estos prisioneros son consideradosoficialmente miembros del Partido Comunista de Perú -Sendero Luminoso, y diez por ciento del grupo mucho másreducido Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA). Elveintidós por ciento restante se considera con afiliación"indeterminada", lo que evidentemente significa que nopertenecen a ninguno de los anteriores grupos. Dentro delas prisiones, las autoridades segregan cuidadosamente alos que no tienen afiliación de los que tienen unamilitancia conocida. Sería razonable pensar que en generalla categoría de los definidos en las estadísticas como"indeterminados" corresponde al número de prisionerosinocentes o que han colaborado con la guerrilla contra suvoluntad. La Coordinadora está asistiendo en la defensalegal de 607 prisioneros considerados inocentes. Sinembargo, están convencidos de que existen muchos casos dedetenidos inocentes de los que no tienen información. Sise acepta el error humano al evaluar la posible inocenciay los casos no detectados, el número de prisionerosinocentes sería aproximadamente de 500, y de hecho puedeque sea considerablemente mayor. 

La sección IV de este informe está dedicada a relatar ladetención y juicio de dieciséis prisioneros que al parecerfueron condenados injustamente. Hemos seleccionado estoscasos para ilustrar diferentes violaciones al debidoproceso durante los juicios antiterroristas. El proceso,tanto en los tribunales secretos militares que juzgan loscasos de traición a la patria, como en los tribunalesciviles sin rostro que juzgan los casos de terrorismo,viola las obligaciones procesales internacionales del

Perú. Hemos analizado en profundidad estas violaciones enanteriores informes. Los casos que se describen incluyen apersonas torturadas hasta delatarse a si mismas durante ladetención incomunicada, o acusadas falsamente por otrosque fueron a su vez torturados o coaccionados, o queofrecieron voluntariamente información falsa maliciosa yconscientemente. Todos estos acusados no pudieroninterrogar a sus acusadores de acuerdo con la ley. Confrecuencia fueron simplemente víctimas de fallos decididossin considerar cuidadosamente las pruebas presentadas, osin que se hiciera ningún esfuerzo por comprobaracusaciones infundadas. 

Nos inquieta la opinión expresada comúnmente por losfuncionarios del gobierno de que las restriccionesprocesales son el precio que hay que pagar para enfrentarcon efectividad el terrorismo. Algunas variantes de esteargumento, como que es imposible hacer una omelette sinquebrar huevos, son utilizadas por gobiernos de todos loscolores para justificar las violaciones de los derechoshumanos. Ciertamente los gobiernos tienen la obligación deproteger a los ciudadanos de la violencia arbitraria. Peroes contraproducente e inmoral privar arbitrariamente aciudadanos inocentes de su libertad como un costocolateral para conseguir este objetivo. Además, inclusolos que han participado en crímenes atroces tienen derechoal debido proceso según los tratados internacionales dederechos humanos ratificados por Perú. 

El drama humano que aparece en el trasfondo de los casosexpuestos en este informe es trágico y asombroso: laodisea de los familiares dentro del frío y desconocidomundo de los tribunales; la búsqueda de dinero para pagarun abogado que suele ser reticente a encargarse de un caso

tan estigmatizado en el Perú de hoy; los abogados queresultan ser corruptos e incapaces; la carrera contra elreloj para localizar a testigos y recoger testimonios; lasmujeres, maridos y niños abandonados; las carreras,reputaciones y amistades rotas; el régimen penitenciariodraconiano que deben soportar durante años incluso los queson finalmente absueltos; y sobre todo, la experienciahiriente de ser tratados arbitrariamente como criminales oenemigos. 

Recomendaciones  

Human Rights Watch/Americas hace las siguientesrecomendaciones al gobierno de Perú: 

El gobierno debe crear un consejo de revisión judicial paraexaminar las sentencias de todas las personas encarceladassegún DL 25475 (la ley de terrorismo) y DL 25659 (la ley detraición), dando prioridad a los casos en los que hayaindicios claros de inocencia, incluidos los casos expuestosen este informe. El consejo de revisión judicial debe establecer criteriospara la evaluación de las pruebas y rechazar los fallosbasados en testimonios de guerrilleros arrepentidos o deotros testigos que no hayan sido independiente y claramentecorroborados durante el juicio. Todas las pruebas conseguidaspor medio de la tortura deben ser desestimadas. 

El consejo debe tener el poder de recomendar la reducción delas penas que sean desproporcionadas con relación a lagravedad del delito así como la puesta en libertad inmediatade los encarcelados sin pruebas creibles contra ellos. 

Debe encontrarse un mecanismo constitucional adecuado para

que las recomendaciones del consejo de revisión judicial seanpuestas en práctica cuanto antes. 

Deben tomarse iniciativas inmediatas para acabar con el usode la tortura. El código penal de Perú debe ser reformadopara que tipifique como delito específico la tortura y leasigne penas drásticas. Los que participen en la torturadeben ser perseguidos y condenados. Debe impedirse por leyque los jueces acepten pruebas obtenidas por medio de latortura. 

El gobierno debe acabar con la jurisdicción militar sobre losciviles, reformar la ley antiterrorista, y asegurar que elprincipio de responsabilidad ante los ciudadanos se respeteaboliendo los tribunales sin rostro, y asegurando que losjuicios a terroristas sean públicos. Hasta que se cumpla esteobjetivo, el gobierno debe tomar las siguientes medidas concarácter urgente: 

- restaurar el poder del juez instructor de ordenar la puestaen libertad del sospechoso cuando el juez esté convencido deque no hay base jurídica, sin que sea necesario que elacusado permanezca en prisión hasta que la decisión searatificada por el tribunal; 

- en los casos en que proceda el juicio, restaurar lacapacidad del juez para determinar si los detenidos debenpermanecer recluidos o deben ser puestos libertad hasta eljuicio, como se contempla en el Pacto Internacional deDerechos Civiles y Políticos (Artículo 9.3) y en laConvención Americana de Derechos Humanos (Artículo 7.5);liberar inmediatamente a las personas declaradas inocentespor un juez militar, o después de apelar ante el Consejo deGuerra. Mantenerlos recluidos hasta que el Consejo Supremo de

Justicia Militar confirme la sentencia, constituye unencarcelamiento arbitrario; 

- asegurar que los jueces, y no la policía, deciden lascircunstancias por las que los detenidos deben mantenerseincomunicados. Los jueces deben supervisar estrictamente ladetención incomunicada para prevenir los malos tratos; 

- permitir a los abogados defensores el derecho a interrogaro a que se interrogue a los testigos de cargo. Lostestimonios que no hayan sido objeto de contrainterrogatoriodeben ser considerados inadmisibles y debe, además,requerirse que los testigos de la policía o el ejército sepresenten ante el tribunal para ser interrogados por el juezsi la defensa lo solicita; 

- terminar con la práctica humillante e intimidatoria deencapuchar a los abogados antes y después de los juicios enlos tribunales militares. 

Se debe compensar a los prisioneros injustamente condenados yencarcelados por traición o terrorismo. 

Todos los prisioneros, sin importar la gravedad de su delito,deben poder recibir visitas semanales de sus familias. 

Human Rights Watch/Americas solicita a Sendero Luminoso y alMRTA que cese inmediatamente todas las acciones que violan elartículo 3 común a las cuatro Convenciones de Ginebra de 1949y otras normas del derecho internacional humanitario. Losasesinatos políticos, la tortura, los ataques indiscriminadosa civiles, y la toma de rehenes están estrictamenteprohibidos por las leyes en tiempo de guerra y deben cesar

inmediatamente. Sendero Luminoso, que hasta ahora harechazado la noción fundamental de derechos individuales,debe declarar públicamente su determinación a respetar lasnormas internacionales del derecho humanitario, y renunciarespecíficamente al uso de la violencia contra civiles encualquier circunstancia. 

La Administración Clinton debe redoblar su presión para queel gobierno de Fujimori acabe con los tribunales sin rostroen Perú, restaure la independencia judicial, y revise loscasos de todos aquellos juzgados por tribunales sin rostro,dando prioridad especial a aquellos considerados inocentespor las organizaciones de derechos humanos locales. Para estefin, el gobierno de Estados Unidos debe: 

Oponerse al préstamo pendiente del Banco Mundial para elsistema judicial y utilizar su influencia con otros paísespara bloquear este préstamo; 

Patrocinar una resolución en la próxima reunión de laSubcomisión para la Prevención de la Discriminación y laProtección de las Minorías en Ginebra que condene lasviolaciones al debido proceso relacionadas con los tribunalessin rostro y la de negación de justicia que supone la Ley deAmnistía de 1995; 

- apoyar el nombramiento de un experto independiente de laComisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en sureunión de Ginebra durante el primer trimestre de 1997. Elmandato del experto debe incluir controlar e informarpúblicamente sobre la situación de los derechos humanos enPerú. 

II. ANTECEDENTES

Desde que se promulgó en el Perú la ley antiterrorista(Decreto Ley 25475) y la ley sobre traición a la patria(Decreto Ley 25659), en junio y agosto de 1992,respectivamente, los tribunales sin rostro peruanos hancondenado y encarcelado a miles de personas por delitosrelacionados con el terrorismo.(1)

Dichas leyes se aprobaron en un momento de trauma nacional,debido a la violencia terrorista cada vez mayor,especialmente en los alrededores de Lima, donde vive unatercera parte de la población. El sistema judicial habíafracasado rotundamente en el intento de hacer frente alterrorismo de manera eficaz. El auto-golpe del PresidenteFujimori, del 5 de abril de 1992, mediante el cual disolvióel Congreso, purgó a los tribunales e impuso controles a laprensa, abrió paso a la introducción de fuertes medidasantiterroristas con una oposición mínima.(2)

Desde entonces se han restaurado algunas de las institucionesde la democracia peruana (pero no todas), entre ellas elCongreso. En las elecciones presidenciales del 9 de abril de1995, el Presidente Fujimori salió reelegido con un margenamplio. La violencia terrorista, aunque no se había eliminadode ninguna manera, sí había disminuido lo suficiente para quemuchos peruanos hablaran del pasado como de los "días malos"y pensaran en el porvenir con un grado de optimismo quehubiera sido impensable cinco años antes. En 1994 y 1995, lasviolentas violaciones de los derechos humanos, por parte delos agentes del estado, disminuyeron notablemente, encomparación con años anteriores. Hasta cierto punto estareducción en el nivel de abusos de los derechos humanos sepuede atribuir a una menor amenaza insurgente, pero tambiénrefleja, sin lugar a dudas, un cambio de táctica por parte delas autoridades, por el cual la detención prolongada y

arbitraria, por orden de los tribunales sin rostro, reemplazalas antiguas desapariciones, como medio para eliminar a losenemigos políticos. 

La notable reducción en el nivel de violencia política, en elPerú, ha ido a la par con un aumento en las violaciones delos derechos humanos en torno a la administración dejusticia. Mientras hay cientos de peruanos encarceladosinjustamente por los tribunales sin rostro, las víctimas deviolaciones atroces de los derechos humanos, entre ellas latortura, la ejecución arbitraria y la desaparición, a manosde las fuerzas del gobierno, han debido sacrificar todaesperanza de obtener justicia por intermedio de lostribunales, debido a una ley de amnistía que se promulgó enjunio de 1995. Esta ley, que impide que los tribunalesinvestiguen las violaciones de los derechos humanos cometidaspor la policía o las fuerzas armadas durante la guerra contralos grupos terroristas, también dejó en libertad a losescasos soldados que estaban condenados, incluso los miembrosde un escuadrón de la muerte, del gobierno, que tuvo a sucargo una serie de asesinatos políticos y desapariciones. 

Además, si bien las ejecuciones extrajudiciales y lasdesapariciones han disminuido bastante, es posible que otrosabusos violentos a los derechos humanos, como la violación yla tortura, hayan incluso aumentado con la introducción delargos plazos de detención policial bajo los tribunales sinrostro. 

Las leyes terroristas que se promulgaron en 1992 disponíanque las personas acusadas de delitos de violencia política,definidos ya fuera como terrorismo o como traición, seríanjuzgadas por fiscales y jueces sin rostro: el terrorismo antetribunales civiles sin rostro y la traición ante tribunales

militares secretos. Además, se extendían la duraciónpermitida de detención policial, se limitaba seriamente elderecho a defensa y se establecía un nuevo régimen de prisiónpunitiva para los reos de terrorismo y traición. 

En un informe anterior sobre los tribunales, nuestraconclusión fue la siguiente: 

Desde 1992, los tribunales sin rostro han establecido unrécord aterrador de violaciones de derechos humanos. Enumerarlos detalles equivale a bajar a un infierno ciudadano, dondeno hay regla inviolable, derecho garantizado, ni precedenterespetado. En el Perú, lo arbitrario domina todas las etapasdel proceso judicial, desde la detención a la acusación,investigación, condena y apelación.(3)

La arbitrariedad de las cortes y sus violaciones sistemáticasde los derechos elementales a la defensa y al debido procesolegal han recibido críticas de numerosos organismos de lasNaciones Unidas que se ocupan de los derechos humanos, ademásde la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.(4) Lacomunidad internacional no gubernamental, en el ámbito de losderechos humanos, ha sido igualmente unánime en su condena deesos procedimientos.(5) 

Nadie puede decir con exactitud cuántos presos inocentes hay.En 1966, la Coordinadora destacó que la cifra estabaincompleta y que sólo reflejaba los casos que se presentabanante ella.(6) 

En noviembre de 1995, siete organizaciones de derechoshumanos, además de grupos de iglesia y abogadosindependientes, publicaron un libro titulado Los InocentesTienen Nombre, en el que se daban pormenores de 300 casos que

ellos estaban defendiendo.(7) Esta cifra constituye sólo unaselección de los casos que conocen estas organizaciones ypersonas, y en el prefacio del libro se señala que el totalpodría ser muy superior, puesto que, en su mayoría, losafectados vienen de las capas más pobres de la sociedadperuana, sin acceso fácil a las organizaciones de derechoshumanos ni a los grupos de iglesia, y viven en zonas ruralesremotas e inaccesibles. En los últimos meses, la Coordinadoraha hablado de más de 700 casos. En los primeros años devigencia de la ley terrorista, según comentan los autores,hablar de presos terroristas inocentes hubiera sido invitaruna acusación inmediata de simpatizar con los subversivos.Esa percepción, sin embargo, ha cambiado. La televisión, laradio y los medios de prensa han difundido historiasimpresionantes de las consecuencias personales traumáticas delas decisiones judiciales erradas. Tanto la Iglesia Católicacomo la Evangélica han dedicado programas de asistencia parapresos inocentes. 

Reformas adoptadas en 1995-1996 

El gobierno está plenamenteconsciente que se han cometidoinjusticias, aun cuando le ha faltado la voluntad políticapara remediar la situación. Hace poco, en una entrevista dela National Broadcasting Corporation (NBC) durante una visitaa Washington el propio Presidente Fujimori, el 22 de mayo de1996, reconoció la apremiante situación de los inocentescondenados por terrorismo. La NBC preguntó a Fujimori: 

La organización de derechos humanos Human Rights Watch, quees una entidad independiente, estima que desde el inicio delgobierno de usted en el Perú ha habido una clara disminuciónde los casos de desaparecimiento forzado de civiles, peroque, debido al sistema de tribunales sin rostro, hay unos

cuatrocientos civiles inocentes presos. 

A lo que el Presidente Fujimori respondió: 

El sistema de la Ley de Arrepentimiento fue mal aplicado porlos jueces y fiscales civiles y militares, en algunos casosen que se produjeron estas detenciones injustas. Estamosinvestigando el asunto. Reconocemos que la situación existe yestamos haciendo todo lo posible. Quisiéramos tener pronto unmecanismo que nos permita hacer justicia a los que estándetenidos injustamente. No dudamos que esas personas existen.En toda lucha contra el terrorismo pueden ocurrir situacionesde este tipo. No se olviden que hemos soportado veintitrésaños de terrorismo, con autos bomba, como la de Oklahoma, enpromedio, una vez por semana.(8) 

Esta declaración contrasta con otras anteriores defuncionarios del gobierno: "lamentablemente, han ocurridodetenciones injustas e irregularidades", reconoció elentonces fiscal especial para casos de terrorismo, DanielEspichan, en septiembre de 1994, "pero no se puede llorarsobre la leche derramada".(9) Esta actitud levemente másflexible del Presidente Fujimori es sin duda resultado deltrabajo tenaz de las organizaciones peruanas einternacionales de derechos humanos, las cuales han mantenidouna campaña concertada en pro de la justicia para lasvíctimas de los tribunales sin rostro. 

Jorge Santistevan, elegido hace poco Defensor del Pueblo, enuna entrevista reciente sostenida poco después de asumir sucargo, manifestó preocupación por los presos inocentes: 

Diría que hay, en este momento, en mi mente, tres caminospara poder atenderlo (el problema de los juicios). En primer

lugar, buscar la manera mediante la cual, dentro de losprocedimientos, pueda darse una norma para crear algunainstancia de revisión, porque no podemos desconocer que losjuicios que se han dado, y todavía se dan, lo han sido encondiciones excepcionales. En segundo lugar, que englobaparte de lo anterior, se deben analizar las iniciativaslegislativas que hay sobre esta materia, para ver de quémanera podemos impulsarlas o llegar a una nueva iniciativalegislativa. En tercer lugar, buscar la fórmula para, conmucha diplomacia discreta, ver la manera en que se puedapromover algún tipo de indulto, lo que si bien no resuelvetodo el problema, por lo menos puede devolver la libertad apersonas que injustificadamente la han perdido.(10) 

Durante 1995, en respuesta al clamor interno e internacionalrespecto de las injusticias inherentes en el sistema de lostribunales sin rostro, el gobierno modificó diversos aspectosde la ley antiterrorista que habían despertado las críticasmás adversas. Entre estas medidas estaban las siguientes: 

6 de enero de 1995: el Decreto Supremo 01-95-JUS prohibió quela policía presentara a los medios noticiosos a los detenidosacusados de delitos terroristas, aunque se permitió que estapráctica siguiera en el caso de los detenidos acusados detraición. La práctica de presentar a los detenidos a laprensa, vestidos con ropa carcelaria a rayas blancas ynegras, viola la presunción de inocencia. 

21 de abril: la ley 26447 restauró el derecho de acceso a unabogado desde el momento de la detención y también exige lapresencia del fiscal durante la interrogación policial.(11) 

Esta ley dispuso, además, que la edad que se podía procesar alos jóvenes como adultos, en casos de terrorismo, subiera dequince a dieciocho años, con lo que se emparejó otra vez con

la norma que rige los delitos comunes. En consecuencia, grannúmero de casos de menores enjuiciados por tribunales sinrostro pasaron a los jueces de menores y se trasladaron delsistema penitenciario a centros de detención paradelincuentes juveniles.(12) 

La ley 26447 también dispuso la supresión del sistema detribunales civiles sin rostro, a partir del 15 de octubre de1995, sin eliminar los tribunales militares sin rostro. Noobstante, al acercarse la fecha señalada, hubo un revuelo deactividad parlamentaria en las bancadas del gobierno, parapostergarla. A último momento, el 13 de octubre de 1995, seaprobó un proyecto de ley que prolongaba los tribunales sinrostro hasta el 15 de octubre de 1996. 

21 de julio de 1996: la ley 26508 dispuso que losbeneficiados en virtud de la Ley de Arrepentimiento quehubieran cometido delitos terroristas después de haberseacogido a la ley, comparecerían ante tribunales militares,por traición, y si se les declaraba culpables, quedaríancondenados a presidio perpetuo.(13) 

28 de marzo de 1996: el Congreso aprobó una ley en virtud dela cual los presos sobreseídos y liberados por los tribunalesmilitares o civiles, cuyos juicios se habían reabierto porquela Corte Suprema denegó el sobreseimiento, no estaríansujetos a nueva detención sino que podrían gozar de libertadprovisional durante el juicio. En 1995, la Corte Supremaordenó reabrir los juicios de cientos de presos a quienes lostribunales inferiores habían sobreseído, de acuerdo con lasrevisiones judiciales que ordena la ley antiterrorista. En lagran mayoría de los casos, se ordenaron nuevos juicios paracorregir defectos puramente formales o técnicos de losjuicios anteriores, por ejemplo, la omisión de anotar elcódigo de los magistrados al comienzo de las sesiones.

(14) Durante 1995 se detuvo nuevamente a muchos ex-presos, ala espera de nuevos juicios. 

Persistencia de las Limitaciones al Debido Proceso Legal 

Muchas de las reformas aludidas constituyen mejoras muynecesarias, aunque han llegado muy tarde. Con todo, no hanatacado las deficiencias más fundamentales del debido procesolegal en que incurre el sistema de tribunales sin rostros.Entre las características de este sistema que no han sidomodificadas, y que contribuyen a las acusaciones y condenasinjustas, se cuentan las siguientes: 

La vaga definición del terrorismo y los castigosdesproporcionados que se aplican. La ley antiterrorista dádefiniciones imprecisas y amplias del terrorismo, y viola lalibertad de expresión al calificar de delitos los actos, porejemplo, de "provocar angustia", "afectar las relacionesinternacionales" o bien promover la "apología delterrorismo." Tanto las leyes antiterroristas como la ley detraición a la patria violan el principio de que el castigodebe ser proporcional al delito. De acuerdo con la ley detraición a la patria, por ejemplo, un maestro que compartíalos ideales de Sendero Luminoso y un terrorista que mató adecenas de personas con un auto-bomba podrían recibir lamisma condena: presidio perpetuo. 

Concentración excesiva del poder en manos de la policía. Enlas etapas iniciales de los casos de detención por terrorismoy traición, la policía sigue gozando de facultades excesivas.En los casos de terrorismo, el plazo normal de veinticuatrohoras, durante el cual la policía puede detener a unsospechoso antes de presentarlo al juez, se amplía a quincedías.(15) Aun cuando, en teoría, la presencia del fiscal ydel abogado defensor durante los interrogatorios policiales

debería proteger contra la coacción, la intimidación y latortura, en la práctica dichas protecciones son más formalesque efectivas. En varios de los casos que se documentan eneste informe, los fiscales no asistieron a losinterrogatorios ni a los registros policiales, y simplementepusieron su firma al pie de la declaración o dejaron que lapolicía lo hiciera por ellos. Las actas de interrogatoriospoliciales rara vez señalan la intervención de los abogadosdefensores en favor de sus representados. 

El plazo máximo que se permite para la detención en calidadde incomunicado, en los casos de terrorismo, es el mismo queen casos criminales: diez días calendarios (artículo 133,Código de Procedimiento Penal). La detención en calidad deincomunicado no debe privar al preso de acceso al fiscal, aljuez y al abogado defensor (Ley 26447). No obstante, alcontrario de lo que ocurre en los procesos criminalesordinarios, la Ley 25475 faculta a la policía a imponer ladetención en calidad de incomunicado de manera unilateral,sin consultar al juez, aunque la policía está obligada ainformar al Ministerio Público y al juez acerca de la medida.(16) La elevada incidencia de torturas y otros malos tratosdurante la detención en calidad de incomunicado, en casos deterrorismo y traición, deja en claro que los jueces noejercen la vigilancia suficiente. La ausencia de unasupervisión judicial eficaz invita el abuso policial. 

La policía tiene facultades para determinar si las pruebasson suficientes para hacer la acusación, cuál acusación debenhacer y si al acusado lo va a juzgar un tribunal civil omilitar. Las pruebas de la policía, en virtualmente todos loscasos que hemos estudiado, han surgido de interrogatorios,muchas veces sin corroborar con pruebas materiales. 

En los procedimientos de los tribunales sin rostro, elderecho a la defensa está gravemente limitado por la falta deacceso suficiente a los expedientes del tribunal y a lainformación oportuna acerca de las sentencias y estado de losjuicios; audiencias excesivamente rápidas, en que la defensano tiene tiempo de prepararse; escasez de tiempo ycondiciones impropias para entrevistar a los clientes en lacárcel; la prohibición de interrogar en la sala a miembros dela policía o del ejército; la omisión, por parte de losjueces, de contrainterrogar de manera adecuada a los testigosde cargo, incluso los arrepentidos, y la prohibición de quelos abogados defensores contrainterroguen a estos testigos enforma independiente.(17) En los últimos años, los propiosabogados defensores han sufrido intimidación, acoso o laacusación de ser a su vez simpatizantes de los guerrilleros.Las dificultades de la defensa se analizan con mayoresdetalles en la Sección III. 

Al parecer, muchos de los jueces sin rostro carecen deexperiencia sopesar las pruebas en un procedimiento criminal.Los jueces de los tribunales civiles sin rostro se escogen entodas las ramas del servicio judicial, incluso de lostribunales especializados en conflictos territoriales,juicios civiles y derecho agrario. La falta de conocimientosde los jueces se revela en su tendencia a atenerse por enteroa los resultados de la investigación policial, sin mayorinvestigación propia. Es notorio también que los tribunalessin rostro están presionados por el poder ejecutivo. Losabogados que entrevistó Human Rights Watch/Americas en abrilpasado observaron que, luego de una declaración de undirigente vecinal de un barrio marginal, ampliamentedifundida a la prensa, en el sentido de que había actividadterrorista en su barrio, se instruyó a los tribunales quepusieran más severidad en sus dictámenes, a lo que siguió un

aumento dramático en las condenas. 

Las limitaciones más graves al debido proceso legal aparecenen los tribunales militares, los que, en virtud de la ley detraición, tienen jurisdicción sobre delitos terroristas quese estiman tan graves que equivalen a la traición. No sólolos jueces son oficiales en servicio activo que dependen desus superiores y que están facultados para juzgar a los queson sus enemigos en el campo de batalla, sino que losprocedimientos son sumarios (hay obligación de dictarsentencia dentro de diez días de presentada oficialmente laacusación), lo que significa que los fallos se fundan en losresultados de los informes policiales, sin mayorinvestigación. 

En los procedimientos de los tribunales sin rostro reina elsecreto. En los procedimientos tanto civiles como militares,jueces y fiscales se identifican con códigos. Los jueces dela Corte Suprema, cuando juzgan casos de traición, también seidentifican con códigos secretos. Las audiencias se realizanen salas equipadas especialmente, al interior de lasprisiones de alta seguridad (o en las bases militares, si setrata de casos de traición). Son salas pequeñas dotadas deuna sola puerta y con una pared de vidrio-espejo. En una salacontigua, del otro lado del espejo, se encuentran los jueces,el fiscal y los actuarios. Estos se comunican con losacusados y sus abogados, al otro lado del espejo, por mediode micrófonos que distorsionan la voz. En los procedimientosmilitares los jueces y los funcionarios del tribunal (y aveces también los abogados defensores) están encapuchados.Sólo el acusado y el abogado pueden asistir al juicio. 

Todas estas medidas, ostensiblemente dirigidas a proteger laseguridad de los jueces y personal del tribunal, erosionan la

responsabilidad pública de los jueces que intervienen enjuicios por terrorismo. No se puede identificar ni sancionara los jueces incompetentes o corruptos, tampoco se puede darreconocimiento público a la actuación de los jueces buenos.El debate público relativo a los fundamentos de los cargos,condenas o sobreseimientos resulta imposible. No cabe dudaque a las medidas para mantener el secreto se debe en buenaparte a la ignorancia en que vive el público respecto a losaños de injusticias perpetradas en su nombre, las que nohubieran salido a la luz en absoluto de no ser por lavalerosa actuación de abogados defensores, partidarios de losderechos humanos y un puñado de periodistas. 

Propuestas de revisión judicial 

A medida que ha ido aumentando la preocupación pública acercade la prisión injusta por terrorismo, la necesidad de unmecanismo para revisar las condenas ha ido ganando adeptosentre los políticos tanto en las bancadas del gobierno comoen las de oposición. El propio Presidente Fujimori ha habladoen público de la creación de una comisión que revise losjuicios. No obstante, pese a la abundancia de proyectos deley que surgieron desde que se propuso la medida por primeravez, hace dos años, no se ha hecho nada. 

Desde noviembre de 1994 se han presentado al Congreso sieteproyectos de ley: dos del gobierno, tres de los partidos deoposición, uno del Ministerio de Justicia y uno delvicepresidente de la Comisión de Justicia del Congreso.(18) En su mayoría, estos proyectos de ley se fundan en lapremisa de que a muchas personas se les ha condenado sobre labase de declaraciones falsas formuladas por terroristasarrepentidos. Si bien los mecanismos difieren, casi todos losproyectos de ley contemplan la formación de una comisión

especial que escoja los casos que luego pasarían a la CorteSuprema para una revisión judicial o que gozarían de amnistíao indulto presidencial. Los planes de instaurar una comisiónrevisora, que los presidentes de la Comisión de Justicia y elpresidente del Congreso anunciaron en mayo de 1994, no secumplieron nunca.(19) Tampoco se ha dado nunca unaexplicación oficial suficiente de estas demoras. 

En abril de 1996, la presidenta de la Comisión de DerechosHumanos y Pacificación del Congreso, Luz Salgado Robinson,dijo a Human Rights Watch/Americas que la comisión ya estabaocupada en revisar juicios. Según las estadísticas que nosmostró, la comisión había revisado 148 casos desde agosto de1995. Pero el trabajo de la comisión no había consistido enrevisar condenas injustas sino en analizar problemas deprocedimiento, como, por ejemplo, las quejas de presosprivados de abogado defensor.(20) La comisión también"asesoraba" a la Corte Suprema en aquellos casos en que laapelación pedía un recurso extraordinario de revisión, unprocedimiento excepcional al que se puede recurrir en ciertascircunstancias, ante la Corte Suprema o el Consejo Supremo deJusticia Militar.(21) 

Falta de independencia judicial 

Como ya se dijo, la independencia estructural del poderjudicial terminó en abril de 1992, cuando el PresidenteFujimori organizó su auto-golpe. Las purgas masivas de juecesy fiscales constituyeron un mensaje inequívoco de que lacarrera de los funcionarios judiciales dependía del poderejecutivo. A medida que algunas instituciones democráticas sehan ido restaurando paulatinamente en el Perú, el ConsejoNacional de la Magistratura ha emprendido la tarea de revisarlas calificaciones de los jueces y fiscales provisionales de

todo el país, con miras a determinar si se les debe ratificaren el cargo. El proceso ha concluido en Lima, pero no en elresto del país. 

El 16 de junio de 1996, el proceso de restaurar laindependencia judicial sufrió una derrota, al parecer, cuandoel Congreso, en sesión nocturna sin debate previo, aprobó laLey 26623, que crea un Consejo de Coordinación Judicial queorientaría la reforma judicial. Si bien la ley está dirigidaa cumplir una reforma muy necesaria, su efecto positivo selimita con la concentración del poder en dos hombres, duranteun plazo de transición que duraría hasta diciembre de 1998con la posibilidad de prolongarlo. Uno de ellos es JoséDellepiane, comandante de la Armada en retiro, quien sedesempeña en la actualidad como secretario ejecutivo de laComisión Ejecutiva del Organismo Judicial. El otro será unrepresentante de la Fiscalía. Estas dos personas gozarán defacultades inmensas, incluso la de despedir a jueces yfiscales, con lo que debilitan la obra del Consejo Nacionalde la Magistratura. La concentración de las facultades parareorganizar el poder judicial, en dos representantes, uno deellos con vínculos estrechos y conocidos con el poderejecutivo y las fuerzas armadas, es un paso atrás en laindependencia judicial que tanta falta hace en el Perú. A lazaga de la promulgación de esta ley, los juristas Arsenio OréGuardia y Javier de Belaúnde renunciaron, en señal deprotesta, a la Academia de la Magistratura, una instituciónnueva creada al amparo de la Constitución peruana de 1993,con fines de profesionalizar a la judicatura. 

III. LIMITACIONES AL DERECHO DE DEFENSA

Aun cuando el acceso a un abogado defensor está oficialmente

garantizada por ley, incluso bajo custodia policial, en lapráctica la defensa no pasa de ser apenas una formalidad,especialmente en los tribunales militares. Las cortes sinrostro, tanto civiles como militares, comparten cuatrocaracterísticas que limitan gravemente la posibilidad de unadefensa eficaz. La índole sumaria de las investigaciones yprocedimientos judiciales, las prohibiciones de interrogar ala policía y el uso de testigos secretos, los obstáculos quese oponen al acceso a los expedientes judiciales y elanonimato de los jueces. 

Investigaciones sumarias 

En el artículo 13 de la ley 25475 se establece un límiterígido de treinta días, ampliable a cincuenta días, encomparación con los cuatro meses que estipula el Código deProcedimiento Criminal para las investigaciones de delitoscomunes. La investigación abreviada significa que losabogados defensores tienen grandes dificultades para reunirpruebas, las que muchas veces exigen viajar a zonas ruralespara entrevistar a sus clientes o a testigos en potencia. Eltiempo no alcanza para que los tribunales lleven a cabo unainvestigación criminal correcta; es típico que los casos deterrorismo afecten a grupos de conspiradores con más de diezacusados y los investigadores policiales tienen que vérselascon las estrategias que usan los grupos terroristas paraocultar pruebas.(22) En vista de esto, no causa gran sorpresaque, ante la opción de otorgar a los acusados el beneficio dela duda o condenarlos, en la mayoría de los casos los juecesopten por condenar. 

Prohibición de contrainterrogar a los agentes del estado 

El mismo artículo 13 de la Ley 24575 también prohíbe que los

policías o personal militar que participaron en lainterrogación se presenten como testigos. Esta prohibiciónlegal elimina el cuestionamiento eficaz de las declaracionespoliciales.(23) Dada esta limitación, resulta virtualmenteimposible comprobar que hubo tortura o coacción, por parte dela policía, para obtener confesiones o declaracionesincriminatorias.(24) Igual que en el caso de los jueces, laidentidad de los testigos secretos, muchas veces personas quese autoproclaman terroristas arrepentidos, se mantiene ocultaante la defensa durante todo el juicio y a los abogadosdefensores no se les permite verlos, entrevistarlos nicontrainterrogarlos. Como las normas legales atribuyen mayorpeso a la seguridad y a la rapidez de las decisiones que a laequidad, en la mayoría de los casos los jueces realizan pocomás que una investigación somera. 

Procedimientos judiciales sumarios 

Los procedimientos judiciales que se aplican cuando el casose presenta en juicio oral, frente al tribunal sin rostro,también difieren de los procedimientos normales. Según elprocedimiento criminal corriente, a los testigos, inclusopolicías y peritos forenses, los interrogan en la sala losjueces respectivos. Según el sistema de los tribunales sinrostro, sólo aparecen los acusados y su abogado, con lo queresulta virtualmente imposible aclarar las contradicciones olos puntos dudosos de las declaraciones. De acuerdo con losabogados a quienes Human Rights Watch/Americas consultó,muchas veces las audiencias se llevan a cabo conprecipitación, dentro de dos horas, estilo línea de montajeindustrial, y los jueces dictan su sentencia diez minutosdespués de que el abogado defensor pone fin a su alegato.(25) Los abogados sostienen que los jueces descuidan lavaloración de las pruebas y a veces parece que ni siquiera

han leído el expediente. Ciertos abogados estiman que losjueces tienen su fallo redactado de antemano, y que no se dansiquiera el trabajo de sopesar las declaraciones que se hacenen la sala.(26) 

Anonimato de los jueces 

Puesto que los jueces se identifican sólo con un código, queson invisibles en todo momento ante los acusados y susabogados, y que el procedimiento judicial se lleva a cabo enprivado, no hay salvaguardias que aseguren la responsabilidadpor los dictámenes ni mecanismos que permitan impugnarlos.Por lo mismo, tampoco es posible el mecanismo de destituciónque garantice la imparcialidad del tribunal. De hecho, cuandopresentan su alegato oral ante la corte, los abogados de ladefensa no tienen cómo saber si los jueces siquiera estánpresentes, o aun escuchando, ya que se ocultan detrás de unespejo. Según una anécdota que unos abogados defensorescontaron a Human Rights Watch/Americas, una persona que fuede visita a la prisión Miguel Castro Castro, en Lima, entró ala sala del tribunal, por error, por la puerta de los juecesy se encontró en el lado del vidrio-espejo que ocupa eltribunal, desde donde pudo ver al abogado defensor alegandocon energía en defensa de su representado. Al mirar en tornosuyo, descubrió que los asientos que los jueces debían ocuparestaban vacíos.(27) 

Tribunales militares sin rostro 

Las limitaciones al derecho de defensa son aún más graves enlos tribunales militares sin rostro. La dificultad de accesoa la documentación del juicio, que afecta igualmente a losabogados en los tribunales civiles sin rostro, es más graveen los militares. Con frecuencia las solicitudes de revisar

el expediente se deben presentar con meses de anticipación.El fotocopiado está estrictamente prohibido. A menudo senotifica a los abogados recién un día antes de una audienciaimportante y con frecuencia se dicta sentencia sin que se lesdé ningún aviso. 

Los procedimientos de seguridad a los que se somete a losabogados en las bases militares donde se realizan juicios sonhumillantes. En la base naval del Callao, los abogadosprimero se identifican en la caseta de entrada, donde debensubir a un minibús, de cuatro asientos y sin ventanas, en elcual los llevan durante cinco o diez minutos, en la oscuridadabsoluta, al lugar del juicio. Los jueces ejercen con la caracubierta con máscaras de esquiar. En la base de la fuerzaaérea peruana, en Surco, el personal militar cubre la cabezade los abogados con capuchas, y si ellos se niegan, se lesprohíbe la entrada. Los soldados los conducen a un vehículoen el que viajan al lugar del juicio. Al llegar, se lespregunta si necesitan leer algún documento, en cuyo caso seles retira la capucha; de lo contrario, el procedimiento selleva a cabo con la capucha puesta. Cuando hacen su alegato,los abogados deben pararse mirando un armario o estanteríagrande, para evitar que vean a los jueces.(28) El colocarcapuchas a los abogados es excesivo y contraría el requisitode la Ley Orgánica del Poder Judicial (Artículo 289.8), en elsentido de que a los abogados se les debe otorgar lasfacilidades y la consideración que su función amerita. Puestoque los efectos pueden ser los de intimidar a la defensa, elencapuchar a los abogados es una abierta violación de lasnormas de debido proceso legal. 

Aun cuando los acusados sobreseídos por los tribunalesciviles sin rostro normalmente quedan en libertad a la esperade la apelación, no sucede lo mismo con los tribunales

militares. Es normal que los presos deban esperar hasta queel Consejo Superior de Justicia Militar confirme susobreseimiento, cuestión que puede tardar varios meses. Losabogados defensores a quienes Human Rights Watch/Americasconsultó dicen que esta práctica no se ajusta a ninguna leyvigente. De hecho, el artículo 631 del Código de JusticiaMilitar dispone que "la remisión de la causa al ConsejoSuperior de Justicia Militar no impedirá que el encausado seapuesto en libertad bajo la vigilancia de la autoridad, si lasentencia fuese absolutoria." 

Desde el punto de vista de los derechos humanos, la detencióncontinua de una persona absuelta de un delito criminal por untribunal, es también arbitraria. Al sobreseer al encausado eltribunal determina que los cargos criminales en su contra soninfundados. A falta de una condena sustitutiva u otro motivovaledero, el acusado debe quedar libre. 

Además de la facultad de vetar los sobreseimientos, elConsejo Superior también puede condenar a una persona yaabsuelta por los dos tribunales inferiores. Una norma delCódigo de Procedimiento Criminal, que regula losprocedimientos civiles, prohíbe que la Corte Suprema condenea personas a las que ya se ha declarado inocentes, aunquepuede ordenar un nuevo juicio. El Código de Justicia Militarno contiene una norma semejante y a su amparo se ha condenadoa acusados sobreseídos repetidas veces en los tribunalesinferiores. A continuación se relatan algunos casos queilustran los problemas mencionados. 

IV. CASOS DE PRESOS CONDENADOS INJUSTAMENTE

Los casos que se resumen a continuación entregan versionesdistintas de las realidades de los juicios antiterroristas en

el Perú de hoy. Estimamos que hay indicios serios de queestos presos son inocentes de los cargos por los cuales seles condenó. Cada grupo de casos ilustra un aspectoparticular de procedimiento judicial que viola el debidoproceso legal. En lo posible, hemos acompañado informacionesacerca de su vida y actividades previas a la detención.

Luis Alfonso Moncada Vigo 

A Luis Alfonso Moncada Vigo, acusado falsamente de traiciónpor dos miembros arrepentidos de Sendero Luminoso, loabsolvió un tribunal militar sin rostro. Aunque la Corte deApelaciones confirmó la sentencia absolutoria, el ConsejoSupremo de Justicia Militar, de manera inexplicable, larevocó. 

Alumno de leyes de la Universidad de San Marcos, en su últimoaño, Luis Moncada fue detenido el 25 de octubre de 1994. LaDINCOTE lo acusó de traición,(29) únicamente por lasdeclaraciones de dos terroristas arrepentidos, y elevó elcaso al juez militar de la Fuerza Aérea Peruana. El 8 deabril de 1995, un tribunal de primera instancia, de la fuerzaaérea, absolvió a Luis Moncada por falta de pruebas,aduciendo que su identificación por parte de los arrepentidosno estaba corroborada y que varios otros testigos la habíanrefutado, y que el registro de su hogar no había reveladonada. No obstante, Luis Moncada siguió preso mientras elConsejo Supremo de Justicia Militar confirmaba este fallo. 

En mayo, el Consejo Superior de Guerra --Corte de Apelacionesde la Fuerza Aérea Peruana-- confirmó la absolución, pero elfiscal del Consejo Supremo de Justicia Militar ordenó que sereabriera la investigación porque la corte no habría aclaradoun alias que se atribuía a Moncada. El caso volvió al

tribunal de segunda instancia, el cual señaló que la objeciónera un error y confirmó su fallo anterior de absolución.Luego, el 17 de enero de 1996, en una resolución sorpresivade la que ni siquiera se informó a los abogados de Moncada,al Consejo Supremo de Justicia Militar, de manerainexplicable, anuló el fallo y condenó a Moncada a veinteaños de prisión por traición. 

El abogado defensor de Moncada se enteró del fallo al díasiguiente, por la prensa, y dijo a Human RightsWatch/Americas que no recibió notificación oficial hasta el12 de abril del mismo año, luego de peticiones insistentes.(30) En la sentencia, el Consejo Supremo de Justicia Militardeclaraba a Moncada culpable de robar el Banco Nacional de ElAgustino, en diciembre de 1993, cargo del cual ni la policíalo había acusado y contra el cual, por tanto, no había tenidooportunidad de defenderse. En este momento, Moncada cumple sucondena en la prisión Miguel Castro Castro, en Lima. 

Moncada tiene veintisiete años y es el menor de ochohermanos; hasta los dieciséis había vivido con su padre,agricultor de Cajamarca: "En casa fuimos siempre una familiaque siempre tuvo en gran estima la libertad personal. Duranteel gobierno del Presidente Velasco prácticamente nos lanzarona la calle. Nos expropiaron casi la mitad de la tierra. Esonos dejó con una profunda aversión hacia el gobiernodictatorial y la arbitrariedad", dijo a Human RightsWatch/Americas el hermano de Moncada, Gilberto.(31) 

Cuando lo detuvieron, Moncada se encontraba haciendo lapráctica profesional del último año de carrera, en unconsultorio jurídico para los pobres. Con el fin de ayudar afinanciar sus estudios, había trabajado de mensajero y luegode operador de computación, en las oficinas de la revista

estadística "Cuánto", cuyo gerente general era su hermanoGilberto. Otra iniciativa dirigida a reunir fondos fue unservicio de fumigación que organizó con un amigo. Además,Moncada, entusiasta jugador de fútbol, entrenaba a los niñosque vivían en la torre de departamentos, uno de los cualescompartía con su hermana Haydée, que era policía.

La familia tenía motivos para no simpatizar con losterroristas. Gilberto Moncada vivió un tiempo cerca del Canal5 de televisión, blanco de frecuentes ataques con bombas enlos años 1990 y 1991, y en una ocasión tuvo que encerrarse enel baño de su casa para librarse de las balas que volaban. Lahermana de Gilberto Moncada quedó viuda en octubre de 1992,cuando su marido, también policía, que había pedido eltraslado a Iquitos como un respiro frente a la violencia deLima, se mató en la caída de un avión de la fuerza aérea.Cuando Haydée volvió a Lima, afligida y desamparada, fue LuisMoncada quien se ocupó de ella. Más adelante, su hermanaestaría pendiente de él, para cerciorarse de que volviera denoche al departamento, cuando se le esperaba. 

Las dificultades de Moncada comenzaron con un golpeimprevisto a la puerta de su departamento. El 3 de agosto de1994, a las 8.30 horas, unos policías de civil, queconfundieron a Moncada con un sospechoso terrorista, loindujeron a salir de su departamento, lo secuestraron en lacalle, lo encapucharon y lo llevaron a un garaje, donde logolpearon y, luego de quitarle la capucha, le tomaron variasfotografías contra una pared. Lo interrogaron acerca de laidentidad de dos personas a quienes no había visto nuncaantes y lo enfrentaron con una tercera a quien no conocía yquien tampoco pudo identificarlo. Al comprender suequivocación, los policías lo dejaron en libertad luego deadvertirle que no denunciara lo sucedido, pero Moncada no

hizo caso y al día siguiente hizo una denuncia oficial de laconducta de los policías. 

Dos meses después, la policía volvió a detener a Moncada,esta vez a sabiendas de quién era. Le preguntaron por quéhabía denunciado el secuestro anterior, lo acompañaron devuelta a su departamento, donde registraron, pero sinencontrar nada incriminante. Pero el caso contra Moncada yaestaba armado. Dos hombres que se habían entregado y habíanpedido indulgencia en virtud de la Ley de Arrepentimiento,firmaron sendas declaraciones en que se implicaba a Moncadaen Sendero Luminoso con el apelativo de "compañero Ricardo".Uno de los arrepentidos sostuvo que un guerrillero, que lehabía pasado datos acerca de los movimientos de dos personasa las que se tenía en la mira para asesinarlas, dijo quehabía recibido los datos del "compañero Ricardo".(32) Tambiéndijo que Moncada tomó parte, en calidad de vigía, en unasalto al Banco Continental de La Victoria. 

Pero durante el interrogatorio del juez, los dos testigoscambiaron su declaración. El primero, que había dicho conoceral compañero Ricardo como Luis Moncada desde 1992, ahorasostuvo que supo de su militancia sólo por terceras personas.El segundo ahora declaró que los datos acerca de losasesinatos los había recibido de puño y letra de Moncada,directamente y no por intermedio de un tercero, como sostuvoantes. Por último, no pudo recordar a cuál banco se habíaasaltado, ni en cuál barrio de Lima se encontraba, nisiquiera el año en que ocurrió el episodio.(33) 

Si bien la identidad de los dos testigos es un secretoguardado celosamente, varios de los demás detenidos en estecaso son también estudiantes de San Marcos. Es muy posibletambién que la denuncia de Moncada fuera un acto de venganza

de estudiantes militantes de Sendero Luminoso.(34) Se sabíaque Moncada tenía una postura firme respecto de los gruposterroristas dentro de la universidad y en una declaración ala policía, se califica a sí mismo de partidario delPresidente Fujimori. Incluso sólo un mes antes de sudetención había escrito una carta al presidente para pedirfondos con que reparar la pintura del consultorio jurídico yreemplazar las arcaicas máquinas de escribir. 

Luis Alberto Cantoral Benavides 

En ciertos casos los presos, absueltos a cada uno de losniveles del tribunal militar, pasan ante tribunales civiles,acusados de terrorismo sobre la base de los mismos hechos.Este proceder viola el derecho a no ser juzgado dos veces porel mismo delito, protegido en el artículo 8(4) de laConvención Americana sobre Derechos Humanos y en al artículo14(7) del Pacto Internacional de Derechos Civiles yPolíticos.(35) 

Luis Alberto Cantoral Benavides fue absuelto del cargo detraición por el Consejo Supremo de Justicia Militar, perodebido a un mal entendido no fue puesto en libertad. En unode los escasos fallos en que el Consejo Supremo ha concedidoun recurso especial de revisión, aquél confirmó su propiasentencia absolutoria, pero aceptó el argumento del fiscalmilitar en el sentido de que había pruebas nuevas quejustificaban la reapertura del juicio ante un tribunal civilsin rostro. 

El 6 de febrero de 1996 la DINCOTE detuvo a Luis AlbertoCantoral Benavides y a su hermano gemelo Luis Fernando, en suhogar, mientras se buscaba a otro hermano, José Antonio,acusado de traición. Aunque no había ningún antecedente en el

sentido de que los gemelos pertenecieran a Sendero Luminoso,ambos fueron acusados de traición. En agosto de 1993 elConsejo Supremo de Justicia Militar condenó a Luis Fernando aveinticinco años, pero absolvió a Luis Alberto y ordenó quese le dejara libre. Pero un juez naval sin rostro se equivocóy ordenó la libertad de Luis Fernando y la detención de LuisAlberto, quien siguió preso. Seis semanas después, el ConsejoSupremo de Justicia Militar trasladó el juicio a lostribunales civiles, aduciendo que habían aparecido nuevaspruebas que el tribunal militar no había tenido a la vista. 

Estas "nuevas pruebas" eran pruebas caligráficas realizadaspor la policía en unos documentos que se encontraron en lacasa de los Cantoral y de cuya autoría la policía acusaba aLuis Alberto. Dichos documentos y el análisis de la letraestaban desde algún tiempo en poder de la policía, pero, pormotivos que se ignoran, no se presentaron durante el juiciopor traición.(36) Los abogados de Cantoral impugnaron laspruebas, alegando que habían demostrado de manera concluyenteque el único de los documentos hallados y que era legiblepara permitir una prueba, no lo había escrito Cantoral. El 10de octubre de 1994, una sala sin rostro de la Corte Supremacondenó a Cantoral a veinte años de prisión. El tribunal seexcedió en sus facultades al pronunciarse sobre hechos, comola propiedad de los documentos, ya juzgados por el tribunalmilitar, el que había llegado a la conclusión de que nopertenecían a Cantoral. La Corte Suprema también se refirió aLuis Alberto, equivocadamente, como poseedor de un alias quedurante todo el juicio se atribuyó, no a él sino a su otrohermano, José Antonio. El 8 de octubre de 1995, la CortaSuprema rechazó la apelación y confirmó la sentencia. 

Human Rights Watch/Americas, junto con el Centro por laJusticia y el Derecho Internacional (CEJIL) y con la

Fundación Ecuménica para el Desarrollo y la Paz (FEDEPAZ),con sede en Lima, cuyos abogados representan a Cantoral, hanpresentado el caso a la Comisión Interamericana de DerechoHumanos, alegando que, en este caso, las violaciones deldebido proceso legal infringen la Convención Americana SobreDerechos Humanos, ratificada por el Perú. 

Donato Alejandro Tolentino Argandoña, Alfonso Rosely Chacón yPedro Vega Valle 

Estos tres casos ilustran el modelo de la condena fundadaúnicamente en testimonios obtenidos bajo tortura. 

El tipo más común de pruebas que presenta la policía contralos sospechosos de terrorismo son, lejos, las declaracionesjuradas y el "reconocimiento" de otros sospechosos, muchasveces sin respaldo o contra pruebas que contradicen lasanteriores, y retractadas más tarde por quienes se supone quelas hicieron de modo voluntario. Aun cuando los jueces debenjuzgar cada caso por sus propios méritos, casi siempre creenla versión policial y sin excepción sospechan de lasretractaciones o de las correcciones posteriores que hacenlos testigos de cargo, hasta el extremo de hacer caso omisode ellas. 

En toda revisión de los fallos de los tribunalesantiterroristas, ya sea civiles o militares, hay queescudriñar con cuidado todas las pruebas que se basan endenuncias que presenten sospechosos o acusados terroristas.Hay que prestar atención especial a aquellos casos en que seha condenado a los sospechosos sobre la base de testimoniosque se contradicen con los hechos establecidos, que son vagoso carecen de comprobación, o en los que hay motivos para

pensar que el sospechoso o el acusador sufrió malos tratos oapremios para dar la información, o donde ésta se dio sin queestuviera presente el fiscal o el abogado defensor. Los casossiguientes son ilustrativos. 

Donato Alejandro Tolentino Argandoña, maestro y sindicalista,fue condenado por un tribunal militar a treinta años deprisión por traición, sobre la base del testimonio de unsospechoso criminal, quien más adelante escribió a lasautoridades judiciales militares retirando sus acusaciones einsistiendo en que fue torturado para hacerlas. Testigospresenciales de los delitos que este testigo le atribuía aTolentino no dieron fe a ninguna de estas declaraciones.Ninguno de estos hechos tuvo peso alguno ante los tribunalesmilitares, los cuales han confirmado la sentencia deTolentino y denegado un recurso de revisión. 

Tolentino y su mujer, Elsa, son maestros y durante años hantrabajado en una escuela pública primaria de Barranca, unsuburbio de Lima. Tolentino también era conocido en lalocalidad por ser dirigente del sindicato de maestros y entre1987 y 1989 fue secretario general de la rama de Barranca delSindicato Unico de Trabajadores de la Educación Primaria,SUTEP. La pareja tiene cinco hijos. 

El 7 de noviembre de 1993, a eso de las 9:30 horas, trespolicías de civil detuvieron a Tolentino mientras hacía lascompras semanales de la familia en el mercado de Barranca. Lotorturaron durante varios días, pero él se negó a confesarninguna fechoría. Luego de vendarle los ojos y dejarlo en unacelda durante algunas horas, los policías lo llevaron en unfurgón a una playa de Barranca, junto con un muchacho,también detenido. Tolentino oyó cómo golpeaban al muchacho,luego lo desnudaron a él, le ataron manos y pies a la espalda

y lo golpearon. Un puntapié en la boca del estómago lo hizoperder el conocimiento por unos instantes. Dispararon unrevólver cerca de su cabeza y un oficial dio orden de violara la mujer y la hija del detenido, fingiendo que estabandentro del furgón.(37) Como no lograron obligarlo a confesarninguno de diversos delitos terroristas, lo llevaron otra veza la comisaría, pero no le permitieron comunicarse con unabogado ni recibir alimento. 

Al día siguiente lo llevaron de nuevo a la playa; esta vez leataron las manos y los pies a la espalda con una cámara deneumático y una cuerda, lo arrastraron hasta la orilla delagua, le sumergieron la cabeza y lo golpearon en el estómagoen un intento de conseguir que respondiera afirmativamente asus preguntas. Luego oyó cómo maltrataban a otros dosdetenidos quienes, entre alaridos, accedieron a implicarlo aél. Los policías amenazaron con matarlo si no se rendía yconfesaba. Ya las piernas no lo sostenían y había perdidotoda sensación en los brazos. Los policías lo sacaron fueradel agua y le masajearon los brazos y las piernas. 

De regreso en la comisaría, siguieron negándole lacomunicación con un abogado nombrado por el estado yprivándolo de alimento y de agua, y lo obligaron a mantenersedespierto, en su celda, de noche. Al otro día lo llevaron alpueblo de Huaraz, donde lo encararon con otro sospechosoterrorista. Este, a quien Tolentino no había visto nunca,tampoco lo reconoció. Luego volvieron con él a Barranca y el15 de noviembre, junto con otros detenidos, lo obligaron afirmar una declaración fechada 7 de noviembre. 

Mientras Tolentino seguía incomunicado y sin acceso a unabogado defensor, la policía presentó a un sospechoso,Amancio Urbano Rivera, quien declaró, en presencia de

Tolentino, que éste lo había reclutado para Sendero Luminosoy había participado en diversos ataques terroristas. Deacuerdo con los registros policiales, a Urbano Rivera lodetuvieron en la calle, borracho, en la madrugada del 7 denoviembre (el día de la detención de Tolentino), mientrasamenazaba a los automovilistas con un revólver y les robabasu dinero y objetos personales. Urbano fue detenido luego deuna lucha con la policía, durante la cual recibió un balazoen la pierna. 

Unos pocos días después de la entrevista con Urbano, lapolicía encaró a Tolentino con un joven de nombre OrestesCornejo Manchego, también detenido, quien resultó ser elmismo a quien Tolentino había oído golpear en la playa. Eljoven sostuvo que conocía a Tolentino de vista, pero negó quehubieran estado juntos alguna vez ni que hubieran participadoen actividades senderistas. 

En esta entrevista estuvo presente un abogado nombrado por elestado, en representación de Tolentino, pero el fiscal norespondió a la solicitud de aquél de otra entrevista paraaclarar diversos puntos. Al contrario, la policía procuróextorsionar dinero de Tolentino como condición para ponerloen libertad. Durante la audiencia oral en la corte militar,el juez volvió a negarse a conceder la solicitud del abogado,en el sentido de reinterrogar a este testigo, alegando faltade tiempo. La audiencia misma duró sólo media hora. 

Un testigo también acusó a Tolentino de tomar parte en elataque que casi le costó la vida a un director de escuela, enseptiembre de 1993. El hijo del director declaró que lo vioarrojar una banderolas por la ventana de la escuela y lanzarinsultos antes de salir corriendo. No obstante, hay seriasdudas de que este testigo, desde el lugar en que se

encontraba, haya podido identificar a la persona que lanzó labanderola. La banderola misma nunca apareció durante eljuicio y dos maestros que presenciaron la escena declararonque no habían visto ni la banderola ni a Tolentino (a quienambos conocían) en el lugar. Uno de estos testigos habló conel director de la escuela antes de que éste perdiera elconocimiento y éste dijo que lo habían atacado "sujetos detipo serrano", sin mencionar a Tolentino, a quien tambiénconocía bien. La mujer de Tolentino, luego de visitar la casadel director de la escuela y conversar con su mujer, quedóconvencida de que la policía apremió al hijo del directorpara que firmara la declaración en que se implica a sumarido.(38) 

El 17 de diciembre de 1993, el juez militar especial delejército condenó a Tolentino a treinta años de prisión portraición, acusándolo de dirigir un escuadrón senderista deasesinatos, participar en el ataque al director de la escuelae incendiar tres vehículos. Su abogado no estuvo presentecuando se dictó la sentencia. Durante el juicio, sedesconocía el paradero de Tolentino. Alrededor del 1 dediciembre se le llevó a un centro militar de detención y sumujer no logró descubrir su paradero hasta el 20 dediciembre, cuando el Comité Internacional de la Cruz Roja loubicó en al centro de detención subterráneo del Ministerio deJusticia.(39) 

El 8 de enero de 1994, el testigo de cargo, Amancio UrbanoRivera, escribió al Consejo Supremo de Justicia Militar,desde la cárcel, para decir que su acusación de Tolentino erafalsa y que lo habían torturado para que la hiciera, pero laCorte de Apelaciones hizo caso omiso de su retractación.(40) 

Las acusaciones de que Tolentino participó en el incendio de

tres vehículos en distintas ocasiones se basan en lasdeclaraciones juradas de Urbano; en todos los casos haytestigos presenciales, entre ellos los conductores de losvehículos en cuestión, quienes han negado la participación deTolentino o que no pudieron reconocerlo como uno de susatacantes. 

Un maestro de escuela rural, Alfonso Rosely Chacón Rodríguez,también fue condenado con base en una declaración que sehizo, supuestamente, bajo tortura y que luego se retractó.Chacón trabaja solo en una escuela primaria diminuta, en elpueblito de El Chirimoyo, provincia de Cajabamba,departamento de Cajamarca; era, según todos los informes, unpilar de su comunidad, participaba regularmente en reunionesreligiosas y vecinales, y apoyaba con entusiasmo la alianzaelectoral del Presidente Fujimori: Cambio 90. El 1 de abrilde 1992, la policía descubrió que el camino principal quepasaba cerca de la escuela estaba minado con explosivosconectados a un detonador eléctrico. Al recorrer la zona, lospolicías se toparon con Chacón que llegaba a la escuela y lodetuvieron. 

En la casa de éste la policía encontró unos clavos, latasoxidadas, un poco de cable eléctrico y dos libros decanciones populares, pero aparte de esto no tenía ningunaprueba en contra del maestro. No obstante, más adelante,Santos Gilberto Robles Paredes, acusado en otro caso, queestaba preso desde agosto de 1991, denunció a Chacón con elnombre de "camarada Casana" y declaró que en un bar habíaoído decir a un tercero que el maestro había tomado parte enun ataque al puesto policial de Cauday y en un ataque conbombas a un banco de Cajabamba. Por indagaciones ante lapolicía de Cauday se supo que ese puesto no había sufridoningún ataque. El ataque al banco ocurrió el 31 de diciembre

de 1991, cuando Robles ya estaba preso, por lo que no pudohaber estado bebiendo en un bar luego del incidente. El 22 deabril de 1993, Robles envió, a Amnesty International y aldiario La República, una carta en que declaraba que unfuncionario policial, José Miguel Borja Vera, le habíaofrecido dejarlo en libertad y pagarle grandes sumas dedinero si acusaba a personas que figuraban en una lista quele mostró.(41) También alegó que la policía lo habíatorturado. 

En Chiclayo, en febrero de 1993, un tribunal sin rostrocondenó a Chacón a diez años de prisión. Después de unaextensa apelación, la Corte Suprema anuló el fallo por unmotivo técnico que no tenía ninguna relación con las solidezde las pruebas. El juicio volvió a la corte superior deLambayeque, la que repitió los argumentos en favor del falloinicial, pero aumentó la condena a quince años, sinfundamento ni explicación. Otra vez se apeló a la CorteSuprema y el fiscal de la corte determinó que las pruebas noeran veraces y recomendó que se anulara el fallo. Al momentode concluir este informe aún se esperaba la decisióndefinitiva de la Corte Suprema.(42) 

Pedro Telmo Vega Valle es líder de una barriada del distritode Villa María del Triunfo, al sur de Lima, a quien untribunal militar condenó por traición, por haber participado,supuestamente, en una unidad de auto-bomba de SenderoLuminoso y por ayudar a armar un motivo iluminado, con la hozy el martillo, en un cerro cercano, en octubre de 1992. Dosacusados como él, Enrique Piñeda González y Santiago AgueroObregón, denunciaron a Vega y durante todo el juicio ambossostuvieron que los habían torturado para incriminarlo y quede hecho ni siquiera lo conocían hasta que se encontraron enla cárcel. En una declaración de 27 de abril de 1993, Piñeda

dijo que lo había llevado a la playa y lo habían golpeadohasta que accedió a reconocer nombres y hechos que lospolicías le daban. Sus captores amenazaron con matarlo si nofirmaba hojas en blanco que se usarían para involucrar a Vegay a otros. Vega, ex joven cristiano y catequista, además delíder democrático vecinal, cumple hoy una condena aveinticinco años de prisión, en Cachiche, Ica.(43) 

José Luis Gutiérrez Vivanco 

José Luis Gutiérrez Vivanco tiene veinticinco años y esestudiante de biología de la Universidad de San Marcos,además padece de una afección cardíaca congénita eincapacitante. Toda su vida ha sufrido de una malformacióncongénita del corazón, que tiene un solo ventrículo, ademásde hiperplasia de la arteria pulmonar y válvula mitral. Estaafección, el crecimiento de los tejidos de las arterias y laválvula, reducen drásticamente la función cardíaca y al menoresfuerzo físico aparecen síntomas como, por ejemplo, náuseas,falta de respiración, cianosis y cefalea. Los informesmédicos oficiales señalan un "mal pronóstico" y Gutiérrezdebe hospitalizarse a intervalos regulares para hacerseexámenes y transfusiones de sangre, y se encontraba entratamiento cuando Human Rights Watch/Americas lo visitó, enabril de 1996, en el hospital 2 de Mayo, de Lima. 

Gutiérrez fue detenido el 27 de agosto de 1992, al parecerdebido a su relación con una joven con quien recién habíacomenzado a salir --igual que a Gutiérrez, a la joven tambiénla condenaron más adelante por terrorista. Durante sudetención, los agentes de la DINCOTE golpearon a Gutiérrezcon tal violencia que al poco tiempo de llegar al cuartelgeneral de ese organismo, hubo que trasladarlo al hospital dela policía. De allí pasó al hospital 2 de Mayo, donde los

médicos diagnosticaron insuficiencia cardíaca crónica ehipoxia grave. Dado su estado, la policía decidió no tomarledeclaración. 

La DINCOTE acusó a Gutiérrez de participar en una seguidillade ataques terroristas, dos de los cuales ocurrieron endistintos sectores de Lima, separados por un intervalo desólo quince minutos. Los testigos declararon en su contrarespecto a los incidentes en los que había tomado parte y acuál era su alias. Ninguno de los testigos presenciales ni delas víctimas de los ataques recordaba haber visto a Gutiérrezen esos momentos. Sólo dos de los testigos declararon que loconocían. Una era su amiga y el otro, Alejandro Lázaro Gago,modificó su testimonio y más tarde declaró que Gutiérrez noera el terrorista a quien conocían como "Carlos", como élhabía dicho inicialmente. 

El tribunal estimó que los testimonios probaban que Gutiérrezera culpable. Respecto a los informes médicos, el tribunalsostuvo que "no podían servir como base legal para eximirlode toda responsabilidad por el crimen que se le imputa". Locondenaron a veinte años ,y el 28 de febrero de 1996, laCorte Suprema confirmó el fallo. La necesidad de trasladar aGutiérrez. a intervalos regulares, para que lo atiendan en elhospital ha creado dificultades con las autoridades de laprisión, quienes alegan que no tienen ni el personal ni losmedios de transporte para atender a sus necesidades.(44) 

Mirtha Ira Bueno Hidalgo 

Mirtha Ira Bueno Hidalgo fue absuelta por un tribunal deprimera instancia, cuya sentencia confirmó la Corte deApelaciones, pero tuvo que someterse a nuevo juicio por ordende la Corte Suprema, la que estimó que el tribunal de primera

instancia no había estudiado la evidencia de manerasatisfactoria. Sin presentar nuevos fundamentos ni pruebas ensu contra, la Corte de Apelaciones la condenó entonces a doceaños de prisión. 

Con un sistema jurídico fuertemente sesgado en contra deldemandado, las circunstancias corrientes pueden poner a unapersona inocente en violación de la ley. Mirtha Ira BuenoHidalgo, aplicada estudiante de leyes de poco más de veinteaños de edad, se durmió en el autobús una mañana y despertóen un barrio equivocado. Mientras esperaba otro autobús pararegresar a su destino, la detuvieron por sospechosa de colgarcarteles de Sendero Luminoso. La joven Bueno fue absuelta yquedó en libertad, pero, casi dos años más tarde, la CorteSuprema, de manera inexplicable, ordenó su detención y unnuevo juicio. Un tribunal sin rostro la condenó porterrorismo. 

El 10 de agosto de 1990, fecha de su primera detención, lajoven cursaba tercer año en la Escuela de Derecho de laUniversidad de San Marcos. Era una alumna estudiosa, conpuntajes superiores al promedio, y no faltaba las fechasasignadas para cumplir las tareas. Ese día necesitaba conurgencia ciertos textos de estudio y decidió madrugar, comohabía hecho otras veces, para pedírselos prestados a unacompañera de estudios que salía de su casa temprano atrabajar. Durante el viaje en minibús hasta el barrio Breña,donde vivía su amiga, la joven se quedó dormida y despertósobresaltada para encontrarse en la Avenida Argentina, aalguna distancia del lugar donde se dirigía. Se bajó del busen un lugar donde la policía buscaba a un grupo de muchachosque habían estado pegando carteles de Sendero Luminoso en lamadrugada. Los policías detuvieron a Mirtha Bueno sinexplicaciones, la encapucharon y la llevaron a la comisaría

para interrogarla.(45) 

Aunque ella explicó con detalles los motivos de su presenciaen esa zona de la ciudad, la policía no le creyó y la acusóde llevar folletos de Sendero Luminoso. Ella negó que hubieratenido jamás los folletos y un experto calígrafo de lapolicía no logró determinar con certeza su autoría. El"descubrimiento" de los folletos fue, en todo caso, muyanormal: el fiscal no estuvo presente cuando se redactó elacta, tampoco la firmó la acusada. 

La policía también hizo pruebas caligráficas de papelesmanuscritos de los que se apoderó durante un registroposterior del hogar de la Sra. Bueno. Luego de comparar losdocumentos incriminatorios con muestras de la caligrafíaespontánea de la Sra. Bueno, los expertos esta vez estimaronque ella sí los había escrito. Los papeles "subversivos"eran, de hecho, citas manuscritas de La rebelión de lasmasas, obra del filósofo político conservador español JoséOrtega y Gasset, muy lejos de ser propaganda revolucionaria.De hecho, en ese momento, Mirtha Bueno estaba escribiendo unatarea sobre las ideas del autor español. No hubo otraspruebas en su contra. 

Bueno y sus dos compañeros acusados en el juicio, ValentínMeza Chávez y Víctor Hugo Mezarina Ruis, fueron absueltos porla Corte Superior de Justicia de Lima, pero a fines de 1994la Corte Suprema ordenó un nuevo juicio porque no se habíacumplido a cabalidad un trámite. El 12 de noviembre de 1995,volvieron a detener a Bueno y la encerraron en la cárcel deSanta Mónica. El 26 de marzo de 1996 la Sala Especial de laCorte Superior de Justicia de Lima la condenó a doce años deprisión por terrorismo. La corte no adujo nuevos fundamentosni pruebas que justificaran el cambio de dictamen.(46) 

Julio Rondinel Cano 

Julio Rondinel Cano, estudiante de psicología, también seencontró en un lugar que no era el que le correspondía, en unmomento inoportuno, cuando el autobús en que viajaba deregreso a su casa, después de una reunión de padres, sufrióun desperfecto, entre las 20:30 y las 21 horas, en la esquinade las calles Meiggs y Dueñas, en Lima. 

Según el informe policial, en ese sector hubo una ruidosamanifestación de Sendero Luminoso y cuando llegó la policíalos participantes se dispersaron entre disparos y explosionesde cohetes. Rondinel ha sostenido siempre que lo detuvieronen la calle cuando se bajó del autobús, pero la policía dijoque se le había detenido en una casa particular a la quehabía huido, y que el dueño de casa lo reconoció en unaformación de sospechosos. La identificación fue dudosa pordiversos motivos: hubo un apagón en ese momento y laoscuridad era total; dos personas más que según la policíahabían entrado a la casa y fueron detenidas junto conRondinel no se identificaron nunca; tres pensionistas queestaban presentes no vieron ninguna de las tres detenciones.La declaración más importante de todas fue la del conductordel autobús, quien confirmó que su vehículo había fallado,efectivamente, en el lugar y a la hora que Rondinel habíadeclarado. Si hubiera estado dentro de la casa, Rondinel nohubiera podido enterarse de esto. 

Rondinel fue absuelto en abril de 1994 y quedó en libertad,pero la Corte Suprema anuló el fallo y ordenó un nuevojuicio. Para no exponerse a una condena a prisión por tiempoindefinido, Rondinel no se ha presentado a las autoridades.(47) 

Demetrio de la Cruz Sandoval 

La rapidez y el anonimato de los juicios ante los detribunales sin rostros, además de las normas sumamenterelajadas para evaluar las pruebas, dificultan la detecciónde acusaciones mal intencionadas de la policía o defuncionarios militares. Se han descubierto numerosos casos enque se ha usado los tribunales para ajustar cuentas ovengarse de enemigos, extorsionar o acallar a críticos uopositores políticos. Demetrio de la Cruz Sandoval, campesinode veintiún años de la provincia de Paucar de Sara,departamento de Ayacucho, fue condenado por un delito que nocometió, porque no pagó el rescate que le exigió un oficialde ejército por la libertad de su cuñado. 

De la Cruz, casado y padre de dos hijos, desempeñó un papelactivo en las rondas campesinas de la comunidad de Chacari,donde la familia vivía desde comienzos de 1993.(48) El 20 defebrero de 1994, de la Cruz acudió a la base militar dePirhuabamba a preguntar por su cuñado, detenido desde el díaanterior. El 20 de febrero de 1994, de la Cruz fue a la basemilitar de Vilcashuamán a preguntar por la situación de sucuñado, detenido allí. Un suboficial, Williams Palacios, dejóque de la Cruz hablara con su cuñado y luego le dijo quevolviera con su mujer y dos caballos para él. Al díasiguiente, de la Cruz volvió, acompañado por la mujer de sucuñado, pero sin los caballos. Palacios se enojó y detuvo alos dos en la base; acusó a de la Cruz de participar en unamasacre que Sendero Luminoso había cometido en el pueblo dePirhuabamba en octubre de 1993. Estando en la base, unossoldados supuestamente torturaron a de la Cruz y lo obligarona firmar una declaración que lo incriminaba, sin la presenciadel fiscal ni de un abogado defensor, ambas exigidas por ley.

Durante la noche siguiente a su llegada a la base, unossoldados se llevaron a la mujer del cuñado de de la Cruz sinatender a sus súplicas de que la soltaran porque era madre.Más tarde él la oyó gritar y sollozar, y teme que la hayanviolado. Tanto ella como su marido quedaron posteriormente enlibertad. 

En su defensa, de la Cruz insistió en que en la fecha de lamasacre él y su mujer estaban en la comunidad de Chacari,donde asistieron al matrimonio de un amigo. Tanto el amigocomo dos miembros de las rondas campesinas que tambiénasistieron al matrimonio lo confirmaron. Esa misma tarde, dela Cruz se unió a los demás ronderos que respondieron ante laemergencia. 

Dos sobrevivientes de la masacre de Pirhuabamba, en la quequince campesinos murieron, identificaron a de la Cruz comouno de los guerrilleros senderistas que los persiguieroncuando procuraban escapar. No obstante, los abogadosdefensores de de la Cruz dicen que han comprobado que los doshuyeron desde lugares distintos, por lo que hubiera sidoimposible que una misma persona los hubiera perseguido a losdos. Además, muchos testigos del incidente concordaron en quelos atacantes iban enmascarados con gorros pasamontañas y queno se podía identificarlos con facilidad. 

En abril y octubre de 1995, los agentes de la policíacapturaron a cinco miembros auto-confesos de pertenecer a unabanda senderista que supuestamente ejecutó la matanza dePirhuabamba. En sus declaraciones a la policía y al fiscal,ninguno de ellos dijo conocer a de la Cruz ni menos confirmarsu participación en la masacre. Además, un muchacho de quinceaños, Róger Suárez Soto, cuyos padres murieron en la masacrey que fue a su vez secuestrado por los asesinos y vivió con

ellos hasta que los detuvieron, el 4 de octubre de 1995,declaró que no vio a de la Cruz participar y que de hecho nisiquiera lo conocía. 

El 20 de septiembre de 1994, el Juez Militar Especial de laSegunda Zona, en Ayacucho, condenó a de la Cruz a diez añosde cárcel por traición. En la apelación, el tribunal militardobló la condena a veinte años. La defensa de de la Cruzpidió la anulación de la sentencia por parte del ConsejoSupremo de Justicia Militar y pidió permiso para dirigirse altribunal. El tribunal no respondió a esta petición y losabogados, a posteriori, supieron que, el 14 de octubre de1995, el Consejo Supremo había confirmado la condena a veinteaños. Este tribunal dio su fallo mucho después de la fecha enque se conoció la identidad de los verdaderos asesinos dePirhuabamba. 

Aurelio Ventura Mendoza y Efraín Terazona Tinoco 

Aunque la ley exige que los fiscales estén presentes durantelos interrogatorios policiales, muchas veces esto no ocurre.Se ha visto que la firma y el timbre oficial del fiscalaparecen en declaraciones de detenidos por la policía, auncuando el fiscal estaba ausente cuando se tomó ladeclaración. En los dos casos que se describen acontinuación, los jueces se negaron a investigar estas firmasfraudulentas. 

Aurelio Ventura Mendoza, de 47 años, campesino de la aldea deCerro Chugo-Cachaci-Cajabamba, fue detenido el 4 de mayo de1995, en Cajamarca, después de que el ex presidente de laronda campesina local lo señaló a la policía como miembro deSendero Luminoso. Según el Instituto de Defensa Legal, quedefiende a Ventura, la denuncia fue un acto malicioso de

venganza, por parte del ex presidente de la ronda, a quienVentura había denunciado a la policía, en 1993, por abigeato.A Ventura se le acusó también de asesinar a su propio hijo,Jaime, y de incendiar su propio hogar, en octubre de 1992.Este delito lo cometieron en realidad cuatro senderistas aquienes Ventura denunció a la policía en su momento. En enerode 1996, un tribunal civil sin rostro, de Chiclayo, condenó aVentura a veinte años de prisión, basándose en unadeclaración que aquél había hecho a la policía, en la quereconocía que lo habían obligado por la fuerza a unirse a losguerrilleros. Pero en junio de 1995, Ventura protestó ante eljuez que la policía lo había obligado a firmarla "al recibiramenazas de castigo" y que el fiscal provincial no estabapresente. El propio fiscal, Julio Cabrejo Delgado, confirmólo dicho y pidió que se desestimaran los cargos. Con todo, eltimbre y la firma del fiscal aparecen al pie de ladeclaración aludida, señal de que la policía probablementelos falsificó; pero el tribunal condenó a Ventura sininvestigar el delito policial.(49) 

Un tribunal sin rostros de Lima condenó por terrorismo aEfraín Tarazona Tinoco, electricista de veintinueve años deedad, y lo condenó a veinte años de prisión después de que lapolicía, durante el registro de su casa, supuestamente plantóentre sus pertenencias un volante con las palabras"DESARROLLA LA CRECIENTE PROTESTA POPULAR". La policíaconvenció a Tarazona a firmar el acta del registro conamenazas de detener a su madre. Tanto Tarazona como susparientes declararon que el fiscal provincial no estuvopresente. Mientras lo interrogaba luego la policía, Tarazonapudo dar un vistazo al acta y vio con sorpresa que llevaba lafirma del fiscal.(50) 

Jesús Alfonso Castiglione Mendoza, Santosa López Flores, Juan

Teodisio Ibarra Padilla, Emeteria Quispe Chilce, EduardoCcanaza Nina : condenados por "colaboración" inconsciente 

Las leyes antiterroristas que sean eficaces y justas debenasegurar que a quienes colaboran con terroristas sin saberlono se les castigue como si hubieran cometido un delito asabiendas. Las leyes también deben ser capaces de distinguirentre los que colaboran por coacción o intimidación y los quecolaboran porque se identifican con las metas terroristas.Del mismo modo, los términos de la ley deben discriminar concuidado entre los niveles de responsabilidad criminal y fijarlas sanciones estrictamente de acuerdo con la gravedad deldelito. Una de las críticas más serias relativas a las leyesy la jurisprudencia antiterroristas peruanas ha sido que nohan logrado cumplir ninguno de estos propósitos de modosatisfactorio. 

El periodista Jesús Alfonso Castiglione Mendoza fue víctimados veces. Primero, un senderista usó su nombrefraudulentamente para alquilar una pieza en Huaraz,departamento de Ancash, desde la cual el grupo preparó unataque a la prisión local. Después del ataque, en el cualmurió un policía y ocho guerrilleros escaparon, Castiglionefue acusado y condenado por ayudar a los guerrillerosproporcionándoles la pieza. A pesar de que el guerrillero quese hizo pasar por Castiglione declaró a la policía que no loconocía y que había usado su nombre sin que Castiglione losupiera, el 19 de agosto de 1994 un tribunal sin rostro deLima condenó a Castiglione a veinte años. Sus abogadosapelaron y luego de una larga espera la Corte Suprema anulóel fallo y ordenó un nuevo juicio. El 21 de noviembre de1995, pese a las fuertes pruebas de su inocencia quepresentaron sus abogados, otro tribunal sin rostro de Lima lodeclaró culpable y confirmó la sentencia a veinte años, Luego

de escuchar la sentencia, Castiglione dijo, con voz quebrada,"Soy inocente, es una injusticia, señores, ustedes seequivocan".(51) 

Castiglione, que fue candidato independiente en laselecciones municipales de Huaraz en febrero de 1993, fueamenazado de muerte por Sendero Luminoso, durante la campaña,y se le brindó protección policial. En ese tiempo, sercandidato en una elección se podría considerar un acto dedesafío contra Sendero Luminoso, el cual boicoteaba lacampaña, asesinaba y acosaba a los candidatos.(52) En unacarta abierta al presidente Fujimori, escrita desde laprisión, Castiglione, que es budista observante, se declaróopuesto al terrorismo de cualquiera ideología política. "Susmétodos y sus actos son siempre condenables", escribió,"porque violan los derechos humanos, especialmente el derechoa la vida".(53) 

Amnesty International adoptó a Castiglione como preso deconciencia. Se le eligió miembro honorario de InternationalPEN y en mayo de 1996 Human Rights Watch/Americas le otorgóel premio Hellman-Hammett para periodistas perseguidos pormotivos políticos o detenidos injustamente. 

Santosa López Flores, campesina de Huaraz que vivía sola consu madre anciana, tropezó con una celda terrorista mientrascuidaba la casa de una vecina y vio que alguien salía por lapuerta cargando una bolsa blanca. Pensando que estabanrobando, mandó a la persona que le mostrara lo que llevaba enla bolsa. Luego apareció una segunda persona y las dos, luegode abrir la bolsa, la conminaron a no contar a nadie lo quehabía visto. Durante las semanas siguientes, los dosvolvieron varias veces a casa de Santosa. Después vinieronotros. Una celda de Sendero Luminoso comenzó a usar su casa

regularmente como lugar de reunión y depósito de materialesilegales. La mujer tenía demasiado miedo para contarle a lapolicía. Cuando la detuvieron, colaboró al máximo con ella ydescribió con detalles todo lo que le había ocurrido. Latrataron con escepticismo y desprecio, y recibió de losjueces vituperios con ribetes sexuales.(54) Aun cuando lasituación de Santosa debió haber sido evidente para eltribunal, dada la fama conflictiva de Huaraz, en 1995 lacondenó a seis años de prisión por terrorismo. Su madre quedóabandonada para arreglárselas sola. 

Juan Teodisio Ibarra Padilla, de veinticinco años, fabricantede cajones de madera para fruta, trabajaba en un pequeñotaller en La Victoria, Lima, zona en que Sendero Luminosoestuvo presente durante varios años con gran fuerza. Unanoche, en junio de 1992, observó que unos desconocidosdescargaban jabas de un camión a media cuadra de su taller.Uno de los desconocidos lo abordó, lo sujetó contra unamuralla y le advirtió que no dijera palabra de lo que habíavisto, y amenazó con matarlo si acudía a la policía. Ibarrapensó que se trataba de delincuentes comunes y guardósilencio, sin decirle siquiera a su familia lo que habíapasado. Dos días más tarde, unos soldados que recorrían elsector en busca de terroristas visitaron a Ibarra y lepreguntaron si había visto algo sospechoso en los últimosdías. El contó lo sucedido al teniente que lo entrevistó ycondujo a los soldados al lugar donde los desconocidos habíandejado las jabas. Los soldados encontraron bolsas depolietileno que contenían explosivos. 

De inmediato, los soldados trataron a Ibarra como sospechosoy lo llevaron a una base militar y de ahí a la DINCOTE, dondereconoció a dos mujeres, una de ellas la que acompañaba alhombre que lo amenazó. También reconoció a otra mujer,

participante confesa de Sendero Luminoso. En la investigaciónpolicial se estableció que la proximidad entre el taller deIbarra y el depósito clandestino de los guerrilleros habíasido pura coincidencia; sin embargo, el 18 de junio de 1993,un tribunal sin rostro de Lima condenó a Ibarra a veinte añosde prisión, aunque reconoció que éste "no sabía de que setrataba de dinamita [en relación a las cajas que le dejaron aguardar] y que actuó por temor a amenazas". El teniente quehabía visitado a Ibarra no registró el hecho de que elsospechoso, en el hecho, había delatado en favor de lapolicía.(55) 

Emeteria Quispe Chilce, mujer de treinta y tantos años,enérgica y robusta, está cumpliendo una condena a veinte añosde prisión por terrorismo en la prisión de mujeres de SantaMónica, en Lima. Durante años había sido vendedora callejeraen el arrabal de Lima, La Victoria. Originaria de laprovincia de Víctor Fajardo, en Ayacucho, vino a Lima en losúltimos años de su adolescencia, con su hermano mayor,Maximiliano.(56) 

Emeteria y su hermano trabajaban en el mercado de LaVictoria. Ella vendía bebidas analcohólicas y bocadillos enun carrito junto al paradero de buses, y se levantaba todoslos días a las tres de la mañana para comprar sus mercancíasal mayorista y aprovechar el comercio mañanero. Ella yMaximiliano alquilaban una casita para los dos. Entonces ellase enamoró y en 1986 nació su primera hija, Juanita. Tuvo doshijos más, Humberto y Haydée, en 1989 y 1993,respectivamente, pero en dos ocasiones sus compañeros laabandonaron, dejándola sola con los niños. Sola se ocupaba deellos cuando los dos mayores enfermaron de cólera. 

Por aquella época, agosto de 1993, una cliente constante,

estudiante, que se presentó como "Victoria", se acercó aEmeteria en el mercado y le ayudó a llevar sus cosas deregreso a la casa. Le preguntó si le alquilaría una pieza enel piso bajo de su casa, donde pudiera estudiar con susamigos. La mujer, que tenía confianza en la joven ynecesitaba el dinero y la ayuda, aceptó y durante tres meses"Victoria" venía a la casa, a veces con amigos, y ocupaba lapieza. Después Quispe declaró a la policía que el convenioterminó en octubre, cuando "Victoria" le dijo que ya noquería seguir ocupando la pieza "por las frecuentesirrupciones de la policía" en el barrio. 

El 30 de marzo de 1994 estalló una bomba terrorista en laCompañía Peruana de Teléfonos, en el centro de Lima, causandodaños cuantiosos. Tras la explosión, la policía detuvo a dossospechosos, Guillermo Quispe Chipana y Nery Juana AlvarezChávez, y los entregó a la DINCOTE. Interrogados, ambossospechosos dijeron a la policía que Emeteria Quispepertenecía a un grupo de partidarios de Sendero Luminoso quehabían proporcionado alimentos, alojamiento y dinero a lossenderistas. Al otro día (31 de marzo), la policía detuvo aEmeteria Quispe y más tarde a otros nueve supuestosguerrilleros. Un tribunal militar condenó a Guillermo QuispeChipana y Nery Juana Alvarez Chávez a cadena perpetua portraición. El 15 de junio de 1995, un tribunal sin rostro dela Corte Superior de Justicia de Lima condenó a EmeteriaQuispe y a todos los demás acusados, menos uno, a veinte añosde prisión por complicidad. 

La única prueba que hay en el expediente del tribunal encontra de Emeteria Quispe es la identificación inicial de losdos testigos que declararon en su contra, quienes luego seretractaron de sus declaraciones, ante el juez, afirmando quecon amenazas y malos tratos se habían visto forzados a firmar

sus declaraciones. Los dos insistieron ante el juez que, enel hecho, ni siquiera conocían a Emeteria. En un resumen, eltribunal sostuvo que ella había reconocido, en su declaracióna la policía, que militaba en Sendero Luminoso "en calidad depersona de apoyo". De hecho, todo lo que ella reconoció fuehaberle alquilado la pieza a "Victoria". Además, negó todaparticipación ni conocimiento de lo que ocurría durante lasreuniones que se realizaban en el primer piso, ni haberconocido antes a ninguno de sus compañeros de detención. Eltribunal no citó ninguna prueba contraria a estasdeclaraciones, tampoco hay antecedentes de que el fiscalhiciera una tentativa seria de encontrarlas.(57) 

En 1989, la comunidad de Ajanani Chico, en la provincia deAzangaro, departamento de Puno, donde vive Eduardo CcanazaNina, fue objeto de una incursión de Sendero Luminoso confines de reclutamiento. Los guerrilleros reunieron a todoslos pobladores en la escuela y les repartieron ovejasrobadas, en calidad de regalos, mientras hacían que loscampesinos cantaran alabanzas al "Presidente Gonzalo".(58) Ocanaza fue detenido durante una inspección militar derutina y luego acusado de recibir dos ovejas y de cantarlemas terroristas. No había pruebas de que sus relaciones conSendero Luminoso fueran más allá y él declaró que después deesta única visita, los guerrilleros no volvieron al pueblo.Por esto un tribunal sin rostro lo declaró culpable deterrorismo y lo condenó a veinte años de prisión. En agostode 1995, la Corte Suprema redujo la pena a diez años.(59) 

V. ABUSOS POR PARTE DE LOS GRUPOS ARMADOS DE OPOSICIÓN

Decíamos en nuestro último informe sobre Perú: "los líderesde Sendero Luminoso exaltan el asesinato a sangre fría de sus

enemigos ideológicos desafiando abiertamente los valores delos derechos humanos".(60) Estos abusos no son excesosrelacionados con el combate sino una parte integral de laestrategia de Sendero Luminoso, que siempre ha promovido laeliminación selectiva de sus opositores políticos por mediode los llamados "comandos de aniquilamiento", y los ataquesindiscriminados contra objetivos civiles, concebidos parasembrar el terror y el pánico entre la población civil. Conel cambio de las circunstancias políticas también hancambiado los objetivos de los ataques, aunque las tácticassiguen siendo las mismas: asesinatos selectivos diseñadospara inculcar un mensaje político y aterrorizar a losopositores potenciales. En los últimos años, además de losenemigos tradicionales de Sendero Luminoso: miembros de lasrondas campesinas, funcionarios electos de gobiernos locales,líderes comunitarios, activistas de base y sindicalistas; lasvíctimas han incluido arrepentidos (ex guerrilleros quedesertaron de Sendero Luminoso y cooperaron con la policía) eincluso miembros de tendencias opuestas dentro de la propiaorganización. Desde el primer informe sobre Perú en 1984,Human Rights Watch/Americas ha informado sobre lasviolaciones del derecho en tiempo de guerra tanto por partede la oposición armada como de las fuerzas gubernamentales.(61) 

Se estima que los grupos terroristas cometieron 252asesinatos políticos en 1995, de los cuales 222 se atribuyena Sendero Luminoso, cuatro al MRTA, y la autoría de los 26restantes no queda clara. Las cifras de asesinatos selectivosse ajustan claramente a las de caídos en combate (250, de loscuales 191 eran guerrilleros).(62) Aunque las cifras se hanreducido considerablemente desde 1992, cuando se atribuyerona Sendero Luminoso 946 asesinatos políticos, la disminuciónrefleja claramente una reducción global de la actividad

armada y no un cambio de las tácticas guerrilleras. 

Los éxitos del gobierno en la lucha contra Sendero Luminoso yespecialmente la detención de su líder, Abimael Guzmán, y deotros cuadros dirigentes en 1992 han conducido a una luchamás aguda dentro de la organización. Guzmán, en una serie decartas desde la cárcel, ha ordenado a sus seguidores querenuncien a las acciones violentas y presionen por un"acuerdo de paz" con el gobierno. Un ex asistente de Guzmán,Oscar Ramírez Durand, "Feliciano", ha acusado a Guzmán decapitular y sigue liderando una facción, conocida comoSendero Rojo, dedicada al hostigamiento violento y a la tomadel poder. Uno de los primeros asesinatos políticos deSendero Luminoso en 1995 fue él de Manuel Cjavilca Cuete, uncuadro de Sendero Luminoso en Lima, cuyo cuerpo fueencontrado el 22 de enero en un basurero cerca de laAutopista Panamericana Norte, a treinta kilómetros de Lima.Sobre el cuerpo había un cartel que rezaba "Soplón, defensordel acuerdo de paz".(63) 

Aunque se ha restablecido la calma en gran parte del árearural de Perú, los grupos terroristas bajo las órdenes deFeliciano siguen atrincherados en el Valle del Alto Huallaga,y en los departamentos de Piura, La Libertad y partes deAyacucho. La mayoría de las acciones del MRTA se hanconcentrado en la región de la selva central del departamentode Junín. Recientemente han habido muestras de que la facciónde Sendero Luminoso liderada por Feliciano está intentado denuevo organizarse y tratando de recuperar su penetración enlos barrios obreros de Lima. 

Algunos de los abusos más brutales de 1995 se produjeron enel departamento de San Martín, y el vecino departamento deHuánuco, en el Alto Huallaga, un centro de cultivo de coca y

de producción y tráfico de pasta de coca. Según se hainformado, los asesinatos se han convertido en el pan de cadadía en esa región debido a las guerras entre bandas denarcotraficantes rivales que compiten por acaparar elmercado. Un investigador de derechos humanos peruano quevisitó el área en enero de 1996 informó: 

Los pobladores dicen que las autoridades no han hechovirtualmente nada para detener la ola de crímenes y violenciaque ha sacudido al pueblo. Ellas viven en la prácticaatrincherada dentro de la base militar, obviamente por temora Sendero Luminoso. Allí tienen sus viviendas y oficinas eljuez, el fiscal el gobernador el alcalde y sus regidores, lospolicías, los militares. No se movilizan si no es con unfuerte resguardo policial. (64) 

La mayoría de los asesinatos tuvieron lugar en aldeas sobreel tramo de la autopista entre Tingo María y Tocache, quecircula paralela al río Huallaga y cruza áreas donde se sabeque opera Sendero Luminoso. 

En febrero de 1995, miembros de Sendero Rojo asesinaron a 12personas, que según se había informado eran ex guerrillerosdesertores, en Aucayacu, una ciudad de unos 16.000 habitantesa unos 40 kilómetros al norte de Tingo María. 

Un periodista que vive en la zona describía a la columnaguerrillera como sigue: 

[e]stá integrada por gente de la zona y por otras personas,que vienen de Ayacucho o de Huancayo. En las últimasincursiones han llegado a entrar como 100, entre ellos niñosy ancianos. Esto quiere decir que han integrado a familiasenteras, que pueden estar contra su voluntad. 

Todo el mundo sabe que los senderistas están entrando a lospoblados a buscar a los que fueron sus dirigentes, los que enrealidad ya no quieren saber nada con ellos, y por eso huyencada vez que saben que los terroristas vendrán. (65) 

El 4 y 5 de octubre de 1995, se informó que unos doscientosmiembros de este grupo habían entrado en doce aldeas delárea, y habían asesinado al menos veinte personas, así comoquemado sus casas y matado a sus animales. En Pucayacu, unoscincuenta kilómetros al norte de Tingo María, senderistasrodearon a campesinos y machetearon a ocho de ellos hastamatarlos, habían sido identificados como ronderos,guerrilleros arrepentidos, o líderes locales. 

El 1 de octubre de 1995, una columna de Sendero Luminosoasesinó a machetazos a cuatro campesinos de la aldea deSitulli, provincia del Progreso. Cincuenta guerrillerosarmados con rifles de asalto bloquearon la carretera aTocache e interceptaron a los campesinos cuando se dirigían asus campos. Las cuatro víctimas fueron macheteados hasta lamuerte después de una farsa de juicio en el que fueronacusados de colaborar con el Ejército.(66) 

Los asesinatos siguieron en 1996. El 7 de enero, miembros deSendero Luminoso mataron a machetazos a Luis RigobertoRamírez, de 72 años, y a su hija de 18 años, Lisbeth RamírezLozano, en una aldea a dos kilómetros de Nuevo Progreso,Tocache. El 9 de febrero, terroristas atacaron la aldea deRío Frío, cerca de Angasyacuy, en la provincia de Crespo yCastillo, donde presuntamente ejecutaron a la presidenta delComité Vaso de Leche de Río Frío, Rora Huamán Mendoza, y asus dos hijos, Hugo Morales Huamán y Eli Morales Huamán.(67) 

El 12 de mayo de 1996, unos veinte guerrilleros de SenderoLuminoso llegaron a la comunidad de San José de Belén,Huancavelica, cuyos habitantes habían retornado recientementedespués de la salir de la zona e instalarse en Huancayo, unaciudad relativamente segura. Los guerrilleros exigieron elpago de un impuesto de guerra de 1.000 soles (unos 450dólares), que los residentes no pudieron pagar. Uno de lossupervivientes contaba como los guerrilleros decidieronentonces asesinar a seis de los residentes y quemar suscasas. Entre los fallecidos estaban Luis Huarcaya Priona,Marcelina Mendoza Antonio, Andrés Mendoza Hilario, BernaninaCcente, Adrián Asto Huarcaya y Yessica Asto Huarcaya.(68) 

Sendero Luminoso también ha asesinado a líderes comunitariosurbanos. Entre las víctimas del año 1995 se encuentran el exalcalde de Pativilca, Humberto Olivares Villar y su esposa,María Zenaída Casas, asesinados el 10 de julio, según sesupo, porque Olivares no quiso hacer caso de las presiones deSendero Luminoso para que resignara de su cargo de presidentedel comité de defensa civil de El Porvenir, una comunidadresidencial pobre de Barranca, en el distrito de Lima.(69) 

Se informó de asesinatos y amenazas de muerte en otras áreasresidenciales pobres de Lima, como Raucana, Villa ElSalvador, y Huaycán, donde durante años Sendero Luminoso haintentado arrebatarle el control a los líderes comunitarioselectos. Hubieron muestras preocupantes de una reaparición delas tácticas del terror dentro de lo que parecía un intentode recuperar el apoyo en estas comunidades, que habían sidobastiones de Sendero Luminoso. Según se informó un comando deaniquilamiento de Sendero Luminoso asesinó el 30 de junio de1995 a Pedro Díaz Maldonado, secretario general del sindicatode la fábrica de aluminio FAM en Até Vitarte, quién se habíaopuesto a la infiltración de Sendero Luminoso en el

sindicato. 

El 6 de marzo de 1996, Sendero Rojo ajustó cuentas con unavieja enemiga de Sendero Luminoso, Pascuala Rosado Cornejo,fundadora y líder de la comunidad de auto subsistencia deHuaycán. La popularidad de Rosado provocó la derrota deSendero Luminoso en mayo de 1991, cuando la comunidad votó enasamblea por la continuidad de la estrategia de autosubsistencia liderada por ella, y eligió un comité decidido alimpiar y desarrollar el vecindario, que tenía una reputaciónde "zona roja". Rosado organizó un comité de autodefensa paracombatir el crimen. Después de un intento de asesinato en1992 y repetidas amenazas de muerte, Rosado salió del país enmayo de 1993 y vivió en Chile durante dos años. Desde suregreso a Perú en diciembre de 1995, Rosado evitaba lasactividades políticas y vivía como una ciudadana más enHuaycán. Los dos hombres y la mujer que participaron en elasesinato dispararon a Rosado en la cabeza y diseminaronpanfletos alrededor de su cuerpo. Los panfletos llamaban a lacontinuación de la "guerra popular" y rezaban: "APLASTAR laLOD-Línea Oportunista Derechista".(70) 

En los folletos encontrados cerca del cuerpo de Rosado semencionaban los nombres de otros cinco líderes de Huaycán,entre ellos Leonidas Centeno Pacheco, Pedro Arévalo Torres, yJavier Ramón Figueroa. Al igual que Rosado habían recibidoprotección policial debido a las amenazas continuadas, perola protección fue retirada en octubre de 1995.(71) 

La viuda de un ex líder de la comunidad de Raucana, SimeónMáximo Cahuana Huamán, que fue asesinado por Sendero Luminosoel 15 de abril de 1994, comentó a Human Rights Watch/Americasque recibió amenazas poco después de su regreso a Raucana enmarzo de 1996, tras una larga ausencia. Un colega de Cahuana,

Carlos Lavalle fue también asesinado en 1994; al igual queCahuana hacia tiempo que lo venían amenazando.(72) 

Michel Azcueta, alcalde de Villa El Salvador, también recibióadvertencias veladas que aparecieron en una edición delperiódico pro Sendero Luminoso, El Diario Internacional, enla que le acusaban de poner en marcha un plan de seguridad"inspirado del fascismo" y que resultaba ser "una nuevamodalidad de rondas urbanas".(73) 

El Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) fue elresponsable de cuatro asesinatos premeditados en 1995; tresde las víctimas eran civiles.(74) En diciembre, la policíafrustó un plan del MRTA para secuestrar a parlamentariosdestacados e intercambiarlos por líderes del MRTA que estabanen la cárcel. Una redada de la Policía Nacional en una casadel barrio residencial La Molina en la madrugada del 1 dediciembre desembocó en un largo tiroteo en el que murierontres miembros del MRTA y un policía. Los guerrilleros serefugiaron en una casa vecina donde tomaron como rehenes ados mujeres y tres niños y se atrincheraron, hasta quefinalmente se rindieron y entregaron a los rehenes. Entre loscapturados estaban el líder del MRTA Miguel Rincón Rincón, yLori Berenson, una ciudadana estadounidense, que había sidodetenida horas antes. Su caso se expone más adelante. 

VI. POLÍTICA DE ESTADOS UNIDOS

Desde el momento en que la Comisión de JuristasInternacionales, creada por la Administración Clinton paraestudiar el sistema judicial peruano después del golpe deFujimori de 1992, publicó su informe, en marzo de 1994, losfuncionarios de Estados Unidos moderaron las críticas

públicas a los tribunales sin rostro. Evidentemente, laadministración se desanimó ante la acogida hostil que elPresidente Fujimori y su gobierno brindaron al informe. Detodos modos, se introdujeron varias reformas limitadas delsistema antes y después de la publicación del informe,demostrando que esta iniciativa era una fuente importante depresión sobre el gobierno de Fujimori. 

Pero en lugar de mantener la presión pública, el Departamentode Estado se ha replegado en una diplomacia silenciosa, quesegún los funcionarios es más eficaz. Sin embargo, existenpocas pruebas de que la diplomacia silenciosa con relación alos tribunales sin rostro haya tenido algún efecto en Perú.Si las diplomacia silenciosa no se complementa con presiónpública, tiene poco o ningún efecto. La AdministraciónClinton hahecho algunas declaraciones positivas sobrederechos humanos en Perú y ha tomado algunas iniciativasútiles, pero estos esfuerzos no han llegado a convertirse enun esfuerzo concertado para convencer al Presidente Fujimoride que le interesa acabar con los abusos que se describen eneste informe. El hecho de que una ciudadana estadounidense,Lori Helene Berenson, se haya convertido en víctima de estosprocesos judiciales injustos, ofrece una oportunidad a laAdministración Clinton para presionar al Gobierno Fujimori.Washington debe intentar construir una coalición de donantesa Perú partidaria de acabar con los abusos que representanlos tribunales sin rostro y que haga uso de todos los forosdisponibles, desde las Naciones Unidas hasta el BancoMundial, para presionar por que los cambios necesarios sehagan cuanto antes. 

La Administración Clinton tiene varios canales de asistenciaa Perú que pueden ser utilizados para forzar el cambio. Parael año fiscal 1997, la administración ha solicitado 25

millones de dólares en asistencia para los programasantinarcóticos, siendo el mayor porcentaje para la policía.Además, la administración ha pedido, en su propuestapresupuestaria para el año fiscal 1997, que se entregue unacantidad reducida de asistencia a la Marina de Guerraperuana, revirtiendo así una prohibición sobre ayuda militar,en vigor desde 1992 debido a los abusos a los derechoshumanos. Human Rights Watch/Americas y la Washington Officeon Latin America (WOLA) han reclamado que los legisladoresestadounidenses prohíban esta ayuda militar, teniendo encuenta que la Marina de Guerra participó en terriblesviolaciones de los derechos humanos en 1995, que han quedadosin castigo. La administración también ha aportado unos100.000 dólares en ventas de armas al Gobierno Fujimoridurante el año fiscal 1996 y ha anunciado planes para haceruna venta similar en 1997.(75) 

Además, la Administración Clinton no ha hecho uso de su voz yvoto en las instituciones financieras internacionales paraoponerse a los préstamos a Perú, que no están destinadosexclusivamente a cubrir necesidades humanitarias básicas. Taldecisión estaría en consonancia con las leyes de EstadosUnidos, que requieren que la administración se oponga a lospréstamos a países cuyos gobiernos promueven "una práctica degraves violaciones de los derechos humanos internacionalmentereconocidos".(76) Desde nuestro punto de vista, la privaciónde libertad a través de la negación sistemática del debidoproceso a miles de individuos constituye precisamente esetipo de modelo. 

La Administración Clinton ha tomado la iniciativa, digna deelogio, de utilizar fondos de la AID para apoyar el trabajoen materia de derechos humanos en Perú, que por lo quesabemos no tiene precedentes en el caso de Perú. Estados

Unidos está aportando fondos de la AID al Instituto deDefensa Legal (IDL), al Centro de Estudio y Acción para laPaz (CEAPAZ), a la Comisión Episcopal de Acción Social(CEAS), a la Obra Recolectana de Acción Social, un gruporeligioso de apoyo a prisioneros creado por el ex capellán deprisiones, el Padre Hubert Lanssiers, que fue nombrado por elPresidente Fujimori como enlace entre el gobierno y las ONGsde derechos humanos. La Obra Recolectana de Acción Social,administrada por los Servicios de Ayuda Católica (CatholicRelief Services, CRS) y que funciona desde haceaproximadamente un año, colabora en los costos que suponeofrecer asesoría legal gratuita a las personas acusadasinjustamente de terrorismo.(77) Desde el inicio del programa,estas cuatro organizaciones se han encargado de 1.078 casos yhan conseguido la puesta en libertad de 274 prisioneros.(78) 

Además, USAID ha aportado 50.000 dólares para poner en marchala oficina del Defensor del Pueblo, que acaba de trasladarsea un edificio de cuatro plantas en el centro de Lima, y tieneun reducido equipo compuesto de cuatro o cinco personas. 

El caso de Lori Berenson 

En diciembre de 1995, la detención y juicio ante un tribunalmilitar de la ciudadana estadounidense de 26 años LoriBerenson llamó inesperadamente la atención del público deEstados Unidos sobre los tribunales sin rostro de Perú, conla publicación en importantes periódicos estadounidenses deamplios reportajes y columnas de opinión.(79) Berenson fuedetenida el 30 de noviembre cuando volvía a su casa enautobús después de una visita al Congreso. Horas después delarresto, la policía llevó a cabo una redada en la casa de LaMolina, como se describió anteriormente. El 3 de diciembre,Fujimori acusó a Berenson en una emisión televisiva de

colaborar con los guerrilleros del MRTA rentándoles una casaen el barrio de La Molina y proveyéndoles alimentos. LaDINCOTE (Dirección nacional Contra el Terrorismo) declaró queBerenson se había presentado repetidas veces en el Congresohaciéndose pasar por periodista para conseguir la informaciónque el grupo necesitaba para llevar a cabo secuestros.Durante una conferencia organizada por DINCOTE previa aljuicio, donde Berenson apareció esposada y con grilletes,ésta defendió al MRTA y gritó sus ideas sobre la pobreza y lainjusticia en Perú.(80) El 11 de enero un tribunal militarsin rostro la condenó a prisión perpetua por traición a lapatria en un juicio sumarial que, al igual que el resto delos celebrados ante los tribunales sin rostro, carecía de lasgarantías procesales más fundamentales. 

El vocero del Departamento de Estado en funciones, GlynDavies, declaró ese día: 

Estados Unidos lamenta profundamente que la Srta. Berenson nofuera juzgada ante un tribunal civil con todos sus derechosde defensa legal, de acuerdo a las normas jurídicasinternacionales... Estados Unidos sigue preocupándose de quela Srta. Berenson reciba el debido proceso. Hemos expresadorepetidas veces esta preocupación ante el Gobierno de Perú.Solicitamos al Gobierno de Perú que tome las medidasnecesarias dentro del proceso de apelación para ofrecer a laSrta. Berenson un proceso judicial abierto ante un tribunalcivil. Estados Unidos mantendrá un estrecho seguimiento deeste caso.(81) 

Berenson perdió sus apelaciones ante los tribunalesmilitares, y la petición de Washington de un juicio abiertoante un tribunal civil fue ignorada. En mayo, el PresidenteBill Clinton recibió al Presidente Fujimori durante una

visita privada a Washington. En una rueda de prensa en laCasa Blanca previa a la reunión del 21 de mayo, el Secretariode Prensa Mike McCurry dijo a los informadores que "elPresidente también tratará el caso de Lori Berenson y pediráal Presidente Fujimori que reconsidere este caso y le ofrezcael debido proceso ante un tribunal civil de Perú, al quecreemos que tiene derecho".(82) Después de la reunión,Fujimori negó que Clinton le hubiera pedido que ofreciera aBerenson un juicio ante un tribunal civil: 

...(Clinton) no hizo ninguna petición. Quería saber sobre elcaso, conocer los hechos y de eso fue de lo que hablamos...Yole dije que...La Srta. Berenson tuvo un juicio justo acorde alas leyes peruanas, que no hacen distinción entre ciudadanosperuanos y extranjeros en los casos de terrorismo.(83) 

Es positivo que el Presidente Clinton tratara el casoBerenson durante su reunión con Fujimori. Sin embargo, noqueda claro si simplemente sacó el tema, como sugirió elPresidente Fujimori, o presionó para que se cumpliera elderecho de Berenson a un juicio justo. 

Recomendaciones 

Solicitamos a la Administración Clinton que redoble supresión para que el gobierno de Fujimori acabe con lostribunales sin rostro en Perú, restaure la independenciajudicial, y revise los casos de todos aquellos juzgados portribunales sin rostro, dando prioridad especial a aquellosconsiderados inocentes por las organizaciones de derechoshumanos locales. Para este fin, el gobierno de Estados Unidosdebe: 

Oponerse al préstamo pendiente del Banco Mundial para el

sistema judicial y utilizar su influencia con otros paísespara bloquear este préstamo; 

- patrocinar una resolución en la próxima reunión de laSubcomisión para la Prevención de la Discriminación y laProtección de las Minorías en Ginebra que condene lasviolaciones al debido proceso relacionadas con los tribunalessin rostro y la negación de la justicia que supone la Ley deAmnistía de 1995; 

- apoyar el nombramiento de un experto independiente de laComisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en sureunión de Ginebra durante el primer trimestre de 1997. Elmandato del experto debe incluir controlar e informarpúblicamente sobre la situación de los derechos humanos enPerú.

NOTAS:

1. Véase Americas Watch, Human Rights in Peru One Year afterFujimori's Coup, (New York: Human Rights Watch, 1993); yHuman Rights Watch/Americas, "Peru: The Two Faces ofJustice", A Human Rights Watch Short Report, Vol. 7, No. 9. 

2.   En un informe relativo a este tiempo, Americas Watchescribió: "El cambio más profundo en la situación de losderechos humanos en el Perú, a partir del 5 de abril pasado,ha sido quizás la transformación de un poder judicialcorrupto e ineficaz en un arma, en alto grado politizada, delpoder ejecutivo, que se despliega no sólo contra los miembrosde la oposición armada sino también contra la oposicióndesarmada y diversos sectores de la sociedad civil." AmericasWatch, Human Rights in Peru One Year After Fujimori's Coup,pág. 19. 

3.   Human Rights Watch/Americas, "The Two Faces of Justice",págs. 7-8. 

4.   El Comité de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas,durante sus reuniones cuadragésima tercera, cuadragésimacuarta y cuadragésima quinta, en 1992, analizó los informesperiódicos que enviaba el Perú al Comité en virtud de susobligaciones como signatario del Convenio internacional deDerechos Civiles y Políticos, artículo 40(1). Luego de

discutir con el representante peruano, el Comité de DerechosHumanos señaló que el sistema legal y judicial se encontrabaen "desorden" debido a la suspensión de diversas partes de laConstitución. El Comité también hizo presente diversasviolaciones del debido proceso legal, incluso la suspensiónde facto de los recursos de amparo y habeas corpus, y laaplicación retroactiva de leyes nuevas redactadas para casosprecisos. Además, el Comité declaró que sus inquietudes no sehabían tomado en cuenta cabalmente en las presentacionesorales ni en un adendo al informe del Perú. (Naciones Unidas,Report of the Human Rights Committee: General AssemblyOfficial Record, Forty-Seventh Session, Supplement No. 40(A)/47/40) [New York: United Nations, 1994], págs. 7, 80, 82,84). 

En 1994 y 1996, el relator especial de la ONU sobre latortura entregó diversos informes sobre el Perú. En 1994, elRelator Especial observó que los decretos antiterroristas queestablecían el sistema judicial "facilitaban" el uso de latortura. (Naciones Unidas, Comité Económico y Social,Comisión de Derechos Humanos, Question of the Human Rights ofAll Persons Subjected to any Form of Detention orImprisonment, in Particular Torture or Other Cruel orDegrading Treatment or Punishment, Report of the SpecialRapporteur, Mr. Nigel S. Rodley, submitted pursuant toCommission of Human Rights resolution 1992/32,E/CN.4/1994/31, pág. 90, párr. 427). 

En 1996, el relator especial reiteró esta inquietud yconcluyó que el gobierno no había encarado la situación.(Naciones Unidas, Comité Económico y Social, Comisión deDerechos Humanos, Question of the Human Rights of All PersonsSubjected to any Form of Detention or Imprisonment, inParticular Torture or Other Cruel or Degrading Treatment or

Punishment, Report of the Special Rapporteur, Mr. Nigel S.Rodley, submitted pursuant to Commission of Human Rightsresolution 1995/37, E/CN.4/1996/35, pág. 28). 

Los tribunales peruanos también fueron tema de un informe delrelator especial relativo a la independencia del poderjudicial, cuya conclusión fue que el alejamiento masivo dejueces, a continuación del golpe de 1992, comprometía laindependencia judicial. (Naciones Unidas, Comité Económico ySocial, Comisión de Derechos Humanos, Question of the HumanRights of All Persons Subjected to any Form of Detention orImprisonment, in Particular Torture or Other Cruel orDegrading Treatment or Punishment, Report of the SpecialRapporteur, Mr. Nigel S. Rodley, submitted pursuant toresolution 1991/35 of the Sub-Commission on Prevention ofDiscrimination and Protection of Minorities E/CN.4/Sub.2/1992/25, pág. 26, párr. 132, 135). 

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos tambiénpublicó un informe especial sobre el Perú después del golpede 1992. La Comisión calificó de "[p]articularmenteperturbador" el nuevo sistema de "justicia secreta" que nopermitía determinar la imparcialidad e independencia de losjueces. Junto con la suspensión del recurso de amparo y elalejamiento sumario de muchos jueces, la Comisión concluyóque "este proceso está creando las condiciones legales einstitucionales para justificar el gobierno arbitrario"(Organización de los Estados Americanos, Report on theSituation of Human Rights in Peru, [Washington, S.C.Secretaría General de la Organización de los EstadosAmericanos, 1993] pág. 200) 

En su informe anual de 1993, la Comisión declaró que "lacarencia de un poder judicial independiente es uno de los

motivos de la disminución en el goce y ejercicio de derechoshumanos en el Perú." (Organización de los Estados Americanos,Annual Report of the Inter-American Commission on HumanRights, 1993 [Washington, D.C. Secretaría General de laOrganización de los Estados Americanos, 1994] pág. 506-507) 

El análisis más cabal de los tribunales sin rostro, enrelación con las obligaciones internacionales del Perú enmateria de derechos humanos, se encuentra en el informe de laComisión de Juristas Internacionales, publicado en 1994.Creada por el gobierno de Clinton en 1993, en virtud de unconvenio con el gobierno de Fujimori, la comisión de juristasrecomendó que se pusiera término al uso de tribunales sinrostro y de los juicios de civiles por jueces militares.(Report of the Commission of International Jurists on theAdministration of Justice in Peru [Washington: Internet, 31de marzo, 1994], pág. 52) 

5. En un informe reciente sobre el Perú, AmnestyInternational declaró que las leyes antiterrorismo quecreaban tribunales sin rostro "faltan a las normasinternacionales de juicio justo y facilitan elencarcelamiento de los presos de conciencia. La organizaciónestima también que las leyes antiterrorismo niegan el derechoa juicio justo a todos aquellos detenidos y sometidos ajuicio por delitos relacionados con el terrorismo." (AmnestyInternational, Peru: Prisoners of Conscience, [AI Index AMR46/09/96]. 16 de mayo, 1996, pág. 6) 

6. Coordinadora Nacional de Derechos Humanos, Informe sobrela situación de los derechos humanos en el Perú en 1995,(Lima: Coordinadora Nacional de Derechos Humanos, 1996) pág.30. 

7. APRODEH et al, Loa inocentes tienen nombre: 300 historiasde prisión injusta en el Perú, (Lima: Grafimace S.A., 1995). 

8. Transcripción oficial de la NBC. 

9.   Human Rights Watch, World Report 1995 (New York: HumanRights Watch, 1994), pág. 117. 

10.   Jorge Santistevan, "El problema de los inocentes meempieza a quitar el sueño", Ideele, No. 86, mayo de 1006,págs. 16-18. 

11. "Su función (del fiscal) es la de vigilar la actividadpolicial y asegurar que los procedimientos que se indican enla ley para realizar el enjuiciamiento se lleven a cabocorrectamente: en este aspecto, debe dirigir la investigaciónpreliminar en relación con las pruebas que corresponderealizar, y controlar el riesgo permanente de abusos oexcesos de la policía, velando por los derechos básicos quese reconocen en la Constitución y en el derecho internacionalde los derechos humanos." Ronald Gamarra, Terrorismo:tratamiento jurídico (Lima: Instituto de Defensa Legal,1996), pág. 203 (Traducción de Human Rights Watch/Americas) 

12. Según la Coordinadora, a abril de 1995 se había encerradoa 209 menores en cárceles comunes y prisiones de máximaseguridad, acusados de terrorismo y traición. Unos cincuentade estos casos todavía quedan por pasar al sistema juvenil,en parte por la dificultad de encontrar certificados denacimiento como prueba. (Coordinadora Nacional de DerechosHumanos, Informe 1995, págs. 35-36) 

13.   El Decreto Ley 25499, conocido como Ley delArrepentimiento se promulgó en mayo de 1992 y permaneció en

vigencia durante treinta meses. Se detuvo a cientos depersonas por el testimonio de individuos que se habíanrendido, al amparo de la ley, a los que llamaba"arrepentidos." Los que se rendían y entregaban nombres deguerrilleros recibían una condena reducida o suspendida, amenos que el arrepentido hubiera sido un jefe. Si bien estaley indudablemente multiplicó la cantidad de detenciones,desde el punto de vista del debido proceso legal ha sidodesastrosa. Muchos presos cuyos casos estudió Human RightsWatch/Americas fueron condenados luego de ser identificadospor algunos arrepentidos. Dichas identificaciones eran muchasveces vagas, carentes de detalles verificables y fundadas enrumores o informes de terceros. Muchas veces constituían laúnica prueba contra el acusado. Si bien los arrepentidos amenudo se retractaban luego de sus declaraciones, alegandoque las habían hecho bajo tortura, los jueces hacen casoomiso de estas retractaciones. Además, normalmente dejan depesar las pruebas de la defensa, por ejemplo las coartadas.Casi siempre se ha atribuido más peso a la acusación que alas protestas de inocencia del acusado. Dado que la defensano podía conocer la identidad del arrepentido ni interrogarlodirectamente, ni siquiera leer su declaración, en ciertoscasos, esta ley ha causado muchas injusticias. 

14. Con el sistema de los tribunales sin rostro, la identidaddel juez o del fiscal figura en los documentos legales con uncódigo numérico. La omisión de anotar el código tieneescasísima influencia sobre el resultado del juicio, ya quela identidad del juez es de todos modos secreta. 

15.   En juicios por traición, este plazo se puede alargarotros quince días hasta un máximo de treinta días, previopermiso del juez militar . (Decreto Ley 25744, artículo2[a]) 

16. Gamarra, Terrorismo, pág. 225. 

17. En el caso de Alfredo Pablo Carrillo Antayhua, dediecisiete años, condenado a prisión perpetua por un tribunalde la fuerza aérea, por traición, el Grupo de Trabajo de lasNaciones Unidas sobre Detenciones Arbitrarias declaró algobierno del Perú culpable de su detención arbitraria. Entrelos fundamentos que se dieron figuraban "... infraccionesgraves a las disposiciones internacionales del derecho a unjuicio imparcial, que confieren a la detención el carácter dearbitraria, conforme a la categoría III de los principiosaplicables para el examen de los casos sometidos al grupo detrabajo." 

Entre las violaciones precisas al debido proceso legal quemenciona el Grupo de Trabajo se cuentan la omisión deasegurar la presencia de un abogado durante la investigacióny el hecho de que el detenido "... no tuvo la oportunidad decontrainterrogar al testigo de cargo que lo incrimina en elhomicidio de un funcionario policial. En efecto, éste sólodeclara en sede policial y no ante el juez. La petición de ladefensa, en la etapa judicial, de comparecencia del referidotestigo nunca fue acogida y, de hecho, nunca se realizó."Decisión No. 13/1995 (Perú), publicada en Consejo Económico ySocial de las Naciones Unidas, Comisión de Derechos Humanos,quincuagésima segunda sesión, decisiones adoptadas por elGrupo de Trabajo sobre Detención Arbitraria.E/CN.4/1996/40/Add.1, 31 de octubre de 1995. Original enespañol, traducción de HRW/Americas (no hay versión oficialen inglés disponible). 

18. Amnesty International, "Peru: Prisoners of Conscience."Amnesty International ha adoptado a 122 presos de conciencia

(presos políticos que no han usado ni promovido la violencia)en el Perú. Véase también "Comisión Revisora", Ideele, No.81, noviembre de 1995. págs. 13-14. 

19. Amnesty International, "Peru: Prisoners of Conscience",págs. 8-11. 

20. Entrevista de Human Rights Watch/Americas con Luz SalgadoRubianes, Lima, 16 de abril de 1996. 

21. El mecanismo de revisión existe en la jurisdicción civily en la militar, aunque las circunstancias en que se puedeaplicar están estrictamente limitadas. En los tribunalesciviles la defensa tiene que aportar pruebas nuevasimportantes para que se admita la apelación; en losmilitares, a partir de una reforma de noviembre de 1993, losfundamentos son más flexibles; si se puede alegar que eltribunal de primera instancia no atribuyó el peso suficientea las pruebas, se puede apelar. El Instituto de Defensa Legalinforma que la Corte Suprema no ha concedido ni una solapetición especial de revisión, aunque se han presentadomuchas; en los tribunales militares, se han logrado cuatroapelaciones. Dos presos, Ada Navín y Clavio Peralta,condenados en el mismo juicio, quedaron en libertad; losotros dos pasaron a tribunales civiles. (Carta del Institutode Defensa Legal a Human Rights Watch/Americas, de 4 de juliode 1996) 

22. Gamarra, Terrorismo, pág. 256. 

23. La Ley 25475 viola dos disposiciones claves del artículo14 del Convenio Internacional de Derechos Civiles yPolíticos. El artículo 14(3) declara que "Durante el proceso,toda persona acusada de un delito tendrá derecho, en plena

igualdad, a las siguientes garantías mínimas:... b) disponerdel tiempo y de los medios adecuados para la preparación desu defensa y a comunicarse con un defensor de su elección;...e) interrogar o hacer interrogar a los testigos de cargo y aobtener la comparecencia de los testigos de descargo y queéstos sean interrogados en las mismas condiciones que lostestigos de cargo." (The International Bill of Human Rights,Naciones Unidas, Oficina de Información Pública, Nueva York,1978) 

24. La ley prohíbe expresamente el contrainterrogatorio delos policías que participaron en el interrogatorio y de losque pudieron haber participado en la detención, aun cuando esmás probable que los agentes del estado que participaron enla fase de interrogatorio sean los que cometieron actos detortura para extraer confesiones. (Gamarra, Terrorismo, págs.250-261) 

25. Entrevista de Human Rights Watch/Americas, ComitéJurídico de la Coordinadora, 16 de abril de 1996. 

26. La Comisión de Juristas Internacionales, nombrada por algobierno del Presidente Clinton para emprender un estudioespecial de la administración de justicia luego del golpe deFujimori, concluyó que estas restricciones convierten lalabor de los abogados defensores en algo "casi inútil yrelega a los defensores... a un papel más bien simbólico enel procedimiento judicial." (Report of the Commission ofInternational Jurists on the Administration of Justice inPeru (Washington: Internet, 31 de marzo de 1994), pág. 33. 

27. Entrevista de Human Rights Watch/Americas con el ComitéJurídico de la Coordinadora, Lima, 16 de abril de 1996. 

28. Carta del Instituto de Defensa Legal (IDL) a Human RightsWatch/Americas, de 23 de abril de 1996 

29. La DINCOTE (Dirección Nacional contra el Terrorismo) esla fuerza policial antiterrorista del Perú, cuyo nombretambién se abrevia DIVCOTE o JECOTE, fuera de Lima. 

30. Carta a Human Rights Watch/Americas, del Instituto deDefensa Legal, 4 de julio de 1996. 

31. Entrevista de Human Rights Watch/Americas, Lima, 12 deabril de 1996. 

32. Los dos marcados para el asesinato eran un profesor de laUniversidad de San Marcos y el ex fiscal estatal para elterrorismo, Dr. Daniel Espichán. 

33. Los arrepentidos figuran en al expediente del caso conlos códigos A1A000191 y A2A000199. 

34. El fiscal del Consejo Superior de Guerra de la FuerzaAérea Peruana, al confirmar la absolución del tribunal deprimera instancia, dijo expresamente que "los arrepentidosconocieron a Moncada como activista estudiantil y que rechazóla presencia de los grupos terroristas dentro del claustrouniversitario, por lo que se puede presumir fundadamente elpor qué lo sindican como integrante de esa agrupación." 

35.   "Una persona acusada, absuelta en juicio sin apelación,no deberá someterse a nuevo juicio por la misma causa." En laactualidad, Human Rights Watch/Americas y CEJIL estánlitigando en dos juicios en que el Perú viola este principio,ante el sistema interamericano de derechos humanos. El caso

de María Elena Loayza, que fue detenida, torturada, violada,enjuiciada y absuelta por un tribunal militar, sólo para quela juzgara nuevamente un tribunal civil sin rostro, con lasmismas pruebas, se ventila en este momento ante la CorteInteramericana de Derechos Humanos. El caso Cantoral-Benavides se encuentra en estudio, por parte de la ComisiónInteramericana de Derechos Humanos, con miras a su posiblepresentación a la Corte. 

36. Los inocentes tienen nombre, pág. 224. 

37. Entrevista de Human Rights Watch/Americas con la esposade Tolentino, Elsa María Stanacco Maguiño, Lima, 15 de abrilde 1996. 

38. Entrevista de Human Rights Watch/Americas con Elsa MaríaStanacco Maguiño, Lima, 15 de abril de 1996. 

39. Esta versión de la detención y juicio de Tolentino sebasa en su testimonio manuscrito, de fecha 8 de mayo de 1994,y en una entrevista con su esposa, Elsa María StanaccoMaguiño, realizada por Human Rights Watch/Americas en Lima,el 15 de abril de 1996. 

40. La nota firmada y con impresión de huella digital reza:"Amancio Hurbano (sic) Rivera con 38 años de edad me dirijoante Usted para retractarme de los cargos de acusación porterrorismo hechos al señor Donato Alejandro TolentinoArgandoña Los cargos realizados (sic) los hice porsometimiento de torturación física y psicológica." El 9 defebrero de 1995, el Consejo Supremo de Justicia Militarcondenó a Urbano Rivera a veinte años de prisión portraición. 

41. Amnesty recibió la carta en marzo de 1994. Roblesescribió que "cada vez que el coronel se proponía detener aalguien, me sacaba de la prisión y me llevaba al lugar de ladetención o al cuartel general de la Comandancia, y meobligaba a acusar a la gente y me daba plata y comida, y mehacía emborracharme y me hacía firmar documentos, diciendoque era por mi libertad." (Amnesty International, Peru:Prisoners of Conscience, pág. 16) 

42. Fundación Ecuménica para el Desarrollo y la Paz(FEDEPAZ), "Informe sobre la situación jurídica de AlfonsoRosely Chacón Rodríguez, inocente profesor condenado a diezaños de pena privativa de la libertad", manuscrito, Lima, 12de abril de 1996. 

43. FEDEPAZ, "Informe sobre la situación jurídica de PedroTelmo Vega Valle, dirigente vecinal condenado injustamentepor un tribunal militar por el delito de traición a la patriaa veinticinco años de pena privativa de la libertad", Lima,10 de abril de 1996. 

44. Datos de la Asociación Pro Derechos Humanos (APRODEH) yentrevistas con Gutiérrez, en el Hospital 2 de mayo, y conMaría Vivanco González, madre de Gutiérrez, Lima, 16 de abrilde 1996. 

45. Entrevista de Human Rights Watch/Americas con RosaQuedena (FEDEPAZ), abogada defensora de Mirtha Bueno, Lima 9de abril de 1996. 

46.   De hecho, la sentencia mostraba una anomalíaextraordinaria, pues pedía que el juicio se reservara por elmomento, en el caso de Meza Chávez, cuando la Sala Especialya lo había absuelto en octubre del año anterior. Los

abogados de Mirtha Bueno están convencidos de que este errorhubiera sido imposible si los jueces hubiera leído elexpediente antes de dar su dictamen. Entrevista con la Dra.Rosa Quedena, FEDEPAZ, Lima, 9 de abril de 1996. 

47. FEDEPAZ, Informe sobre el caso de Julio Rondinel Cano,Lima, marzo de 1996. 

48. Las rondas campesinas son patrullas vecinales de defensacivil, cuyas raíces tradicionales están en el norte, dondehace tiempo han reemplazado al ineficaz gobierno nacional. Enel sur, a mediados de los años 80, ciertas comunidadesformaron comités de defensa civil, primero a instancias delejército, luego otros por su propia voluntad, con fines dedefensa contra las incursiones de Sendero Luminoso. En losúltimos años, el ejército también ha alentado, inclusoforzado, a veces, a los campesinos a que formen comités, losque luego se usan en operaciones conjuntas del ejército y ladefensa civil, con el fin de atacar las columnas deguerrilleros. Algunas de estas rondas se han visto implicadasen violaciones de los derechos humanos, por sí solas o biencon el ejército. 

49. Manifestación de Aurelio Ventura Mendoza; reapertura dela instructiva del encausado Aurelio Ventura Mendoza,Cajamarca, 5 de junio de 1995; dictamen del Dr. Julio CabrejoDelgado, fiscal provincial provisional, Primera FiscalíaProvincial Mixta, Cajamarca; Sentencia, Tercer Juzgado Penal,Cajamarca, Instrucción No. 93-95, Chiclayo, 26 de enero de1996. 

50. Asociación Pro Derechos Humanos (APRODEH), "Casos depersonas condenadas que son inocentes y cuya revisión deprocesos está solicitando APRODEH", Lima, 1995, págs. 19-21. 

51. La República, 23 de noviembre de 1996, citado por laOficina de Derechos Humanos de los Periodistas (OFIP), Lima,en comunicación vía Internet al número [email protected]

52. Según las noticias de prensa de la época, en enero de1993, durante la campaña electoral municipal, los escuadronesde golpe de Sendero Luminoso asesinaron a más de quincepersonas, entre candidatos, parientes y ayudantes. Resúmenesde prensa facilitados a Human Rights Watch/Americas por elcentro de documentación de APRODEH. 

53. Los inocentes tienen nombre, pág. 25. 

54. De acuerdo con el Instituto de Defensa Legal, unmagistrado sin rostro la vituperó como sigue: "seguramenteiban (los terroristas) a tu casa para que te acostaras conellos. Eran tus amantes. No seas mentirosa, no te hagas laque te amenazaron." (Carta a Human Rights Watch/Americas, 23de abril de 1996) 

55. APRODEH, Juan Teodisio Ibarra Padilla (35), vendedor decajones de fruta condenado a 20 años", Lima, manuscrito sinfecha. 

56. Maximiliano describe su pueblo natal con estas palabras:"Es un pueblo rodeado por cuatro cerros y cuando no haylluvia no hay producto y la gente prácticamente mueren (sic)de hambre. La gente sale a la capital." En el caso de lafamilia Quispe hubo otro motivo. Cuando Emeteria tenía tresaños, el padre abandonó el hogar y se fue a vivir con otramujer. La madre encontró a otro hombre, pero éste losrechazaba y los trataba mal. (Entrevista de Human RightsWatch/Americas con Maximiliano Quispe Chilce, Lima, 17 de

abril de 1996.) 

57. Documentos del juicio proporcionados por el Instituto deDefensa Legal, y cartas a Human Rights Watch/Americas de laabogada defensora Dra. Norma Rojas. 

58. Presidente Gonzalo es el nombre de guerra de AbimaelGuzmán, fundador y cabecilla de Sendero Luminoso, preso desdeseptiembre de 1992. 

59. FEDEPAZ, "Informe sobre el caso de Eduardo Ccanaza Nina",Lima, febrero de 1996. 

60. Human Rights Watch/Americas, "Peru: The Two Faces ofJustice" (Perú: Los dos rostros de la justicia), p.50. 

61. Las normas expuestas en el Artículo 3 común a las cuatroConvenciones de Ginebra de 1949 se refieren explícitamente alos conflictos armados internos. El Artículo 3 contiene lanormativa aplicable cuando las fuerzas guerrilleras noejercen un control formal y consistente de la población o elterritorio, como en el caso de Perú. El Artículo 3 prohíbelos malos tratos a individuos que no participan activamenteen las hostilidades, lo que incluye a combatientes que handejado las armas o se han retirado del combate por cualquiermotivo. Se prohíbe estrictamente: la violencia, incluidos elasesinato, mutilación o tortura; el trato humillante odegradante; y la emisión de sentencias y la práctica deejecuciones sin un juicio previo por un tribunal regularmenteconstituido que ofrezca las garantías procesales debidas. 

La aplicación del Artículo 3 no afecta la situación legal delas partes del conflicto, ni confiere ningún estatutoespecial a la oposición armada. 

62. Coordinadora, Informe 1995, p. 74. 

63. Isaías Rojas Pérez, "Sendero(s) Luminoso(s): Guerra desupervivencia", Ideele, No. 82-83, diciembre de 1995, p.103. 

64. Ver Isaías Rojas Pérez, "El Alto Huallaga: Valle deviolencias", Ideele, No. 84, febrero-marzo 1996. 

65. Venancio Sarasara, "Alto Huallaga: Abusos de todaspartes", Ideele, No. 82-83, diciembre de 1995, pp. 111-113. 

66. La República, 2 de octubre de 1996. Para obtener unanálisis de las violaciones a las leyes humanitariasinternacionales que suponen estas parodias de juicios, verHuman Rights Watch/Americas, "Peru: The Two Faces of Justice"(Perú: Los dos rostros de la justicia), pp. 46-50. 

67. Nota verbal, con fecha 1 de abril de 1996, de la MisiónPermanente de Perú ante las Naciones Unidas, dirigida alSecretario General. Asamblea General de la ONU, cuestiones dederechos humanos, incluir enfoques alternativos para mejorarel disfrute efectivo de los derechos humanos y las libertadesfundamentales, 2 de abril de 1996, A/50/912. Los asesinatosaparecieron en los diarios peruanos Expreso y Comercio el 11de febrero de 1996. 

68. Human Rights Watch, Informe Anual 1996, p. 116. 

69. La República, 11 de julio de 1995. 

70. Isaías Rojas, "Sendero Luminoso: Fantasma que quiereguerra", Ideele, No. 85, abril de 1996, p. 57; y entrevista

de Human Rights Watch/Americas con Isaías Rojas, IDL, 17 deabril de 1996. 

71. Entrevista de Human Rights Watch/Americas con LeónidasCenteno Pacheco, Lima, 17 de abril de 1996; y "Amenazan matara dirigente vecinal, es el sucesor de Pascuala Rosado enHuaycán", La República, 15 de abril de 1996. 

72. Entrevista de Human Rights Watch/Americas, Lima, 17 deabril de 1996. 

73. El Mundo, 12 de marzo de 1996. 

74. Coordinadora, Informe 1995, p. 77. 

75. Departamento de Estado de Estados Unidos, Documentopresentado ante el Congreso (Congressional PresentationDocument), año fiscal 1997, p. 456. 

76. Sección 701 (a), Decreto sobre Instituciones FinancierasInternacionales (International Financial Institutions Act). 

77. Entrevista telefónica de Human Rights Watch/Americas conJeff Borns, Responsable de la Oficina de DesarrolloInternacional de EE.UU. (ODIT), Lima, 31 de mayo de 1996. 

78. Estadísticas oficiales de la AID, sin fecha. 

79. Ver por ejemplo, Calvin Sims, "In Peru, Un-AmericanJustice" (En Perú, justicia no americana), New York Times, 14de enero de 1996; "Peru Mocks Due Process" (Perú se burla deldebido proceso), New York Times, 16 de enero de 1996; y PamBelluck y Calvin Sims, "A Puzzling Path: from P.S. 40 toPrison in Peru" (Un sendero desconcertante: de P.S. 40 a la

cárcel en Perú), New York Times, 12 de febrero de 1996. 

80. A diferencia de los miembros del MRTA detenidos durantela redada en La Molina, Berenson pudo llevar ropa de calle, yno el uniforme carcelario a rayas. Según los padres deBerenson, la apariencia estridente de su hija ante lascámaras de televisión se debía en parte a que una mujer conheridas graves que había sido arrestada en el tiroteo de LaMolina fue colocada en su celda sin que se le ofrecieraasistencia médica durante varios días antes de la conferenciade prensa, lo que provocó la rabia desesperada de Berenson.(Entrevista de Human Rights Watch/Americas con Mark y RhodaBerenson, Washington, D.C., 20 de junio de 1996). 

81. Departamento de Estado de EE.UU., Oficina del Vocero,Declaración de Glyn Davies, vocero en funciones, 11 de enerode 1996. (Traducción de HRW). 

82. La Casa Blanca, Oficina del Secretario de Prensa, Ruedade Prensa de Mike McCurry, 21 de mayo de 1996. (Traducción deHRW). 

83. Peter Bate, "Inflexibilidad de Fujimori sobre casoBerenson ante Clinton", Reuter, Washington, 21 de mayo de1996.