TRABAJO INFANTIL Y EDUCACION

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“Educación y Pobreza: Trabajo Infantil y Educación”. Profesorado Superior del Instituto Sagrado Corazón EDUCACIÓN Y POBREZA: “Trabajo Infantil y Educación” Materia: Taller I: Investigación y acción. Profesor: Gustavo Manfredi. Alumnos: Fátima Natalia Elía Juan Manuel Ordás Carrera: 1º Historia Año: 2013 1

Transcript of TRABAJO INFANTIL Y EDUCACION

“Educación y Pobreza: Trabajo Infantil y Educación”.

Profesorado Superior del Instituto Sagrado Corazón

EDUCACIÓN Y POBREZA:

“Trabajo Infantil y Educación”

Materia: Taller I: Investigación y acción. Profesor: Gustavo Manfredi. Alumnos: Fátima Natalia Elía Juan Manuel Ordás Carrera: 1º Historia Año: 2013

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“Educación y Pobreza: Trabajo Infantil y Educación”.

Planteo del Problema: ¿Cómo afecta la problemática del trabajo infantil en la educación de niños y adolescentes

dentro de la Argentina del Bicentenario y a través de qué medios puede solucionarse? Hipótesis:

“El Trabajo infantil debe asumirse como un problema social complejo y la educación como el elemento decisivo y eficaz para su erradicación, a través de la implementación de políticas públicas del Estado Nacional.” Variables a desarrollar:

1) La problemática del Trabajo Infantil: Concepto, implicancia, causas y consecuencias. 2) La implementación de políticas públicas del Estado Nacional para combatir el Trabajo Infantil,

en conjunto con organizaciones no gubernamentales nacionales e internacionales. 3) Trabajo Infantil y Educación: La Educación como el elemento eficaz para erradicar el trabajo

infantil y la pobreza.. Tipo de investigación:

La investigación que realizamos para la conformación de este trabajo es de carácter

informativo, descriptivo y explicativo. Comenzaremos definiendo la concepción de Trabajo Infantil, sus consecuencias y enumerando los múltiples factores de orden económico, político, social y cultural que intervienen.. Describiremos luego los planes y políticas del Estado Nacional Argentino que fueron dándose curso impulsadas a partir de la presidencia de Néstor Kirchner, mediante los distintos ministerios y con la ayuda de ONG’s internacionales. Para finalizar explicaremos como la Educación es la herramienta fundamental que posibilita la erradicación de esta problemática y la disminución del círculo de la pobreza..

Objetivos:

Identificar un grado de análisis que nos permite reconocer la realidad social y educativa Argentina y nos brinde mejores herramientas para el día de mañana podamos desenvolvernos como mejores profesores mejor comprometidos con ella.

Concientizar a nuestros compañeros, profesores y comunidad acerca de la gravedad de la problemática del Trabajo Infantil, de cómo influye en la falta de inclusión social y el círculo vicioso de la pobreza en nuestro país.

Valorar las leyes internacionales y las políticas públicas que defienden y amparan los derechos de los niños y su difusión universal.

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Como marco conceptual y teórico para la realización de esta investigación entenderemos al término Trabajo Infantil, según la definición de la Comisión Nacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (CONAETI) ; a “…toda actividad económica y/o estrategia de supervivencia, 1

remunerada o no, realizada por niñas y niños, por debajo de la edad mínima de admisión al empleo o trabajo, o que no han finalizado la escolaridad obligatoria o que no han cumplido los 18 años si se trata de trabajo peligroso”.

Esta conceptualización se desprende del art 32 de la Convención Internacional de los Derechos del Niño que dice: “…1. Los Estados Partes reconocen el derecho del niño a estar protegido 2

contra la explotación económica y contra el desempeño de cualquier trabajo que pueda ser peligroso o entorpecer su educación, o que sea nocivo para su salud o para su desarrollo físico, mental, espiritual, moral o social. 2. Los Estados Partes adoptarán medidas legislativas, administrativas, sociales y educacionales para garantizar la aplicación del presente artículo. ..”

Por consiguiente el Trabajo infantil es la actividad que niños y niñas realizan para satisfacer sus

necesidades de supervivencia y que los afecta en su salud, su desarrollo educativo, mental y social. El Estado Nacional Argentino como estado parte de esta convención se encuentra obligado a la creación y aplicación de medidas que garanticen la protección de los niños en cuanto a esta problemática. Esta convención es una norma y un instrumento que resulta esencial para definir e implementar políticas públicas que promuevan el desarrollo del niño y el desarrollo social.

El término de políticas públicas lo utilizaremos según la definición de Manuel Tamayo Saez : 3

“Las políticas públicas son el conjunto de objetivos, decisiones y acciones que lleva a cabo un gobierno para solucionar los problemas que en un momento determinado los ciudadanos y el propio gobierno consideran prioritarios...” . Al detectar la importancia en la existencia de los 4

riesgos o problemas que genera el trabajo infantil el gobierno desarrollará un proceso en el cual determinará los grados y alcances que las políticas públicas abarcarán y las acciones que deberán ser emprendidas para disminuir y/o erradicar esta problemática.

El concepto de Educación que utilizaremos será el propuesto por el educador y pedagogo

1 Creada el 25 de Agosto del año 2000 por el Ministerio de Trabajo, Empleo y Acción Social de la Nación Argentina y formalizada por el Decreto del Poder Ejecutivo Nº 719/2000. 2 Esta convención posee jerarquía Constitucional a partir de la Reforma de 1995, artículo 75 inciso 22 de la Constitución Nacional Argentina y la Ley Nº 24.650. 3 Doctor en Ciencia Política y Licenciado en Sociología por la Universidad Complutense de Madrid, España. Es profesor de políticas públicas en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid desde 1998. 4 TAMAYO SAÉZ, Manuel. “La Nueva Administración Pública”, Capítulo 11: El análisis de las políticas públicas. Ed. Alianza Universidad. Madrid, 1997.

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brasileño Paulo Freire, quien admite que la educación es “un arma vital para la liberación del pueblo y la transformación de la sociedad”: “Una educación que posibilite al hombre para la discusión valiente de su problemática...”, “... que lleve al hombre a una nueva posición frente a los problemas de su tiempo y de su espacio...”; “...educación como acción social...” . 5

Esta concepción sumada a la emanada por la Convención de los Derechos del Niño (CDN,

Art. 2,3,6,12,28,29) nos posibilita entender que la educación es la herramienta clave y fundamental para la solución de la problemática del trabajo infantil tanto por su acción dinámica y liberadora ante las desigualdades sociales, como por su importancia en el desarrollo integral del niño y la concreción de sus derechos.

Introducción

5 FREIRE, Paulo. “La Educación como Práctica de la Libertad”. Págs 85, 88, 89, 90 y 92. 45a. Edición. XXI, Siglo veintiuno editores. Uruguay, 1997.

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Actualmente en nuestro país a miles de niños y niñas esta actividad les impide el goce de sus derechos básicos y particularmente, el derecho a la educación. La experiencia muestra, que el trabajo de los niños y niñas interfiere su acceso a oportunidades educativas plenas y ocasiona, en la mayoría de la población infantil que asiste a la escuela, magros resultados de aprendizaje, historias de repitencia y abandono temprano.

Diversos actores sociales, cada uno, desde su lugar de acción, tienen la responsabilidad compartida de promover el bienestar de nuestra niñez y la defensa de sus derechos. Si queremos acabar con este problema, se necesita redoblar los esfuerzos para que más sectores se involucren y comprometan con este objetivo.

Debemos considerar como trabajo infantil a toda aquella actividad económica, remunerada o no, realizada por niños y niñas, por debajo de la edad mínima de admisión al empleo o trabajo, independientemente de su categoría ocupacional. De acuerdo a nuestra legislación, la edad mínima no podrá ser inferior a aquella en que cesa la instrucción obligatoria y que en el caso de trabajos peligrosos la edad mínima se extiende hasta los 18 años.

La Convención sobre los Derechos del Niño en su artículo 32 define con claridad el derecho del niño a ser protegido contra el trabajo infantil. Expresa la certeza de que la infancia constituye una etapa en la vida de las personas en la que debe prevalecer el cuidado por parte de los adultos responsables, la protección de la salud, la educación, el juego y el derecho a su identidad.

Si bien la pobreza es la principal causa del trabajo infantil, no es la única. Los niños y niñas que se incorporan tempranamente al mundo del trabajo sacrifican su futuro. Diversos estudios realizados en el país y en el extranjero han confirmado que el tiempo que un niño o una niña destina cotidianamente al trabajo es un tiempo robado a la educación, a la salud, al juego, a su desarrollo en tanto sujeto pleno de derechos. Y, en este sentido, constituye una segura hipoteca que consolida y reproduce los ciclos de la pobreza y de la marginalidad.

Nuestro país sufrió un largo proceso de empobrecimiento que se inició durante la última dictadura militar y se profundizó especialmente durante la década del '90. Hoy, a pesar de observarse una mejora respecto de años anteriores, todavía atravesamos una delicada situación social que afecta especialmente a los niños y niñas: el 49,5% de los niños y niñas son pobres y el 20,3 son indigentes. Estas estimaciones comprende sólo la población urbana . 6

6 Encuesta Permanente de Hogares, 2º semestre 2005. INDEC, Ministerio de Economía.

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1. La Problemática del trabajo infantil en la Argentina

Las leyes de nuestro país protegen a los niños, niñas y adolescentes contra la explotación económica y prohíbe emplearlos en trabajos peligrosos. Sin embargo, en la Argentina, desde pequeños, muchos niños y niñas realizan trabajos que afectan su presente y comprometen su futuro. Actualmente existe un significativo consenso mundial sobre el daño que ocasiona el trabajo a las personas que no han completado su escolaridad. A los niños y niñas, el trabajo les impide disfrutar de su infancia, obstaculiza su desarrollo provocando daños físicos y psicológicos que persisten durante toda su vida, les impide gozar de sus derechos, entre ellos el derecho a la educación.

El Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación, el INDEC y la OIT realizaron la primera Encuesta de Actividades de Niños y Niñas y Adolescentes (EANNA), que permitió conocer la gravedad de la problemática del trabajo infantil. muchas veces invisible u oculto, tanto en áreas rurales como urbanas de cuatro subregiones del país. La encuesta cubre hogares y, para detectar las actividades, se realizaron distintas preguntas y se utilizaron técnicas dirigidas a garantizar que los entrevistados fueran los propios niños y obtener así respuestas más veraces.

La encuesta cubre hogares y, para detectar las actividades, se realizaron distintas preguntas y se utilizaron técnicas dirigidas a garantizar que los entrevistados fueran los propios niños y obtener así respuestas más veraces. Para el estudio de los datos, la EANNA consideró dos grupos etarios: niños y niñas de entre 5 y 13 años y adolescentes de entre 14 y 17 años .

De acuerdo a los resultados de esta encuesta, en las subregiones analizadas, el 6,5% de los niños y niñas de entre 5 y 13 años trabaja generando bienes o servicios con valor económico en el mercado. De acuerdo a los resultados de esta encuesta, en las subregiones analizadas, el 6,5% de los niños y niñas de entre 5 y 13 años trabaja generando bienes o servicios con valor económico en el mercado. En particular, resulta preocupante la situación de los niños y niñas que realizan su trabajo de noche: el 11,5% de la subregión GBA, el 9,1% de la subregión del Nordeste argentino, el 16,1% de la subregión Noroeste A, y el 10,1% de Mendoza realizó trabajo nocturno en la semana de referencia. El trabajo nocturno se encuentra prohibido por ley para los niños y niñas y adolescentes por las consecuencias negativas que provoca en el desarrollo psicológico, físico y social . 7

Normativas que regulan el Trabajo de niños y Niñas en la Argentina

7 Infancia y adolescencia: trabajo y otras actividades económicas. Primer encuesta. Análisis de resultados en cuatro subregiones de la argentina. EANNA, MTEySS/INDEC. Primera edición Junio de 2006. egún la encuesta, si bien la mayoría (97,2%) de los niños y niñas que trabajan asisten a la escuela, el 29,7% de ellos repitió el grado y dos de cada 10 (19,8%) presentan inasistencias frecuentes. Estos índices de repitencia e indicadores de dificultades en el aprendizaje prácticamente duplican a los que se observan en niños que no trabajan.

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A continuación nombraremos las principales normas que regulan el trabajo de los niños y niñas en la Argentina. La República Argentina ha ratificado leyes internacionales que versan sobre la prevención y la erradicación del trabajo infantil, entre las que se destacan la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño y los Convenios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) N°138 sobre la Edad Mínima de Admisión al Empleo y el N°182 sobre Peores Formas de Trabajo Infantil. Del mismo modo que la Convención sobre los Derechos del niño, estos convenios tienen, desde la reforma constitucional de 1994, jerarquía constitucional.

El Convenio N°138 establece el principio del incremento progresivo de la edad mínima de admisión al empleo y que la misma no podrá ser inferior a la edad en que cesa la obligación escolar o,en su caso, 15 años. Además señala que los empleos o trabajos que por su naturaleza o condiciones en que se realice pueda resultar peligrosos para la salud, la seguridad o la moralidad de los menores, la edad mínima de admisión no podrá ser inferior a los 18 años (art. 3.1).

El Convenio N°182 de la OIT, suscrito en 1999, urge a la erradicación de las llamadas “peores formas” de trabajo infantil: a) todas las formas de esclavitud o prácticas análogas, como la venta y tráfico de niños, la servidumbre por deudas, la condición de siervo, el trabajo forzoso u obligatorio para conflictos armados; b) la utilización, el reclutamiento o la oferta de niños para la realización de actividades ilícitas, en particular la producción y el tráfico de estupefacientes, como se definen en los tratados internacionales pertinentes; c) el trabajo que por su naturaleza o por las condiciones en que se lleva a cabo es probable que dañe la salud, la seguridad o la moralidad de los niños (art. 3).

La República Argentina ratificó este Convenio en el año 2000 mediante la Ley N°25.255. A nivel regional, y particularmente en el ámbito del MERCOSUR, se asumió el compromiso político regional para la abolición del trabajo infantil mediante la Declaración Socio laboral de diciembre de 1998. También la Declaración de Presidentes sobre Erradicación del Trabajo Infantil del MERCOSUR, de julio de 2002, avanza en el mismo sentido, estableciendo la necesidad de definir políticas comunes en el ámbito de la erradicación del trabajo infantil en la región.

Modalidades de trabajo infantil

El trabajo infantil no es un fenómeno homogéneo sino que presenta características particulares de acuerdo al ámbito geográfico en el que se realiza. Los niños y niñas que trabajan en la Argentina realizan las más diversas tareas. Entre otras, podemos mencionar:

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Cuidado de la casa y de sus hermanos cuando los mayores no están.

Trabajo doméstico en su propia casa o en casa de terceros.

Traslado de mercaderías en supermercados.

En la industria: textil y del calzado, del vidrio, materiales eléctricos, construcción, fabricación de juguetes, minería, cuero, etc.

En la vía pública, pidiendo propinas, abriendo puertas de taxis, limpiando parabrisas, etc.

Venta ambulante.

Recuperación de materiales reciclables (cartoneros, carreros, cirujeo, etc.).

Explotación sexual, tráfico y venta de droga, y actividades ilícitas.

Preparación de la tierra, siembra y cosechas en el campo.

Cuidado de animales y cultivos, fumigaciones, acarreo de agua, etc.

Trabajo en ladrilleras.

En zonas rurales, el trabajo infantil suele realizarse junto a miembros de la propia familia, ya sea en las producciones familiares o acompañando a los padres asalariados en el sistema de pago a destajo. Muchos niños y niñas comienzan a trabajar a la temprana edad de 6 años, junto a sus padres, en jornadas laborales prolongadas, generalmente a la intemperie, manipulando pesticidas u otros agroquímicos de alta toxicidad, sin protección.

Por su parte, en las ciudades el trabajo infantil se manifiesta mayoritariamente bajo dos formas: actividades domésticas o tareas productivas ligadas a la generación de ingresos.

El trabajo doméstico comprende tareas como el cuidado de familiares (más pequeños o con discapacidad), la limpieza, preparación de comida, etc. En tareas productivas, se observa una amplia variedad de situaciones, desde el trabajo en emprendimientos familiares, para terceros, en establecimientos pequeños o a la intemperie en la vía pública.

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Condicionantes y consecuencias del trabajo infantil

“El trabajo infantil es el emergente de una situación social en la que se entrecruzan factores económicos, políticos, legales y culturales” . 8

Factores económicos que se relacionan con la existencia del trabajo infantil :

La falta de equidad en la distribución del ingreso y la riqueza ha generado una situación de empobrecimiento de amplios sectores de la población. Particularmente, los bajos salarios, la desocupación y la subocupación obligan a muchas familias a recurrir a diferentes medidas para generar ingresos, entre las que se encuentra el trabajo de sus niños y niñas. Asimismo, si bien que los niños trabajen es inadmisible por derecho, resulta paradójico que se dé tal situación cuando cientos de miles de adultos buscan trabajo y no lo encuentran.

Factores políticos y legales que se relacionan con la existencia del trabajo infantil:

La creación de puestos de trabajo para los adultos, un adecuado control de cumplimiento de la normativa laboral, programas de becas y subsidios escolares para los niños y niñas, son algunas de las estrategias que contribuyen a prevenir y erradicar el trabajo infantil. Las debilidades e inequidades en el acceso a las oportunidades educativas constituyen claramente condicionantes para el abandono del circuito educativo por el circuito económico de corto plazo.

Factores culturales que se relacionan con la existencia del trabajo infantil:

Debemos considerar que muchas veces las representaciones y discursos que se construyen en torno a los fenómenos sociales dificultan la prevención y erradicación del trabajo infantil. Estos factores llevan a legitimar o tolerar su existencia para determinados conjuntos o grupos sociales. Por ejemplo, algunas personas dan por obvio que las niñas deben realizar trabajo doméstico en reemplazo de los adultos que no pueden encargarse de su hogar, en tareas de limpieza o cuidado de otros familiares. También, la presión por obtener éxito económico o reconocimiento social (fama) impulsa a algunos padres a incentivar a sus hijos o hijas a realizar actividades artísticas y deportivas de tipo competitivo, a costa, en muchos casos, de su educación, su salud o su derecho al juego, el descanso y el esparcimiento.

8 “Por una niñez sin trabajo infantil”, Secretaría de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, coordinado por la Dra. María del Pilar Rey Méndez., MTEySS, 2005.

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Consecuencias del trabajo infantil

La actividad laboral a temprana edad incide negativamente en el desarrollo físico, psíquico, educativo y social de los niños y niñas. Todas las formas de trabajo infantil son de algún modo perjudiciales para los niños y niñas.

Estas consecuencias negativas pueden verse rápidamente, pero en otros actúan lenta y silenciosamente.

El trabajo infantil le impide al niño gozar plenamente, entre otros, de sus derechos a la educación, al juego y a la salud.

Cuando un niño o niña debe trabajar para subsistir, está sacrificando su futuro y comprometiendo las posibilidades de desarrollo a la vez que reproduce el círculo vicioso de la pobreza.

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2. La implementación de políticas públicas del Estado Nacional para combatir el Trabajo Infantil

El 5 de diciembre de 1996 el entonces Ministerio de Trabajo y Seguridad Social de la

República Argentina (actualmente Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social), suscribió el “Memorandum de Entendimiento” con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), a través del cual el ministerio adhirió al Programa Internacional para Erradicación del Trabajo Infantil (IPEC).

En este marco se crea, en 1997, la Comisión Nacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (CONAETI), la cual se formalizó por Decreto N° 719, de fecha 25 de agosto de 2000, en el ámbito del actual Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social. La CONAETI tiene por objetivo coordinar, evaluar y dar seguimiento a los esfuerzos en favor de la prevención y erradicación real y efectiva del trabajo infantil. Este organismo es presidido por el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, el cual provee lo conducente a su funcionamiento.

El Decreto N° 719/00 destaca que esta Comisión, al ser de carácter nacional, estará integrada

por todos los ministerios nacionales, representantes de los sectores de trabajadores y empleadores y la Secretaría Nacional por la Familia de la Comisión Episcopal de Pastoral Familiar. Asimismo cuenta con el asesoramiento de organizaciones internacionales no gubernamentales como UNICEF y la OIT. La Asignación Universal por Hijo (2009)

En octubre de 2009 se dictó el Decreto 1.602, modificatorio de la Ley N° 24.714 de Asignaciones

Familiares, que instituye la Asignación Universal por Hijo para la Protección Social (AUH). Se crea así un sistema destinado a la protección de los niños, niñas y adolescentes que no tengan otra asignación familiar y pertenezcan a grupos familiares donde los adultos se encuentren desempleados o se desempeñen en la economía informal (art. 1°, inc. c) Ley N° 24.714).

La Asignación Universal por Hijo consiste en una prestación monetaria no retributiva de carácter

mensual, que se abona a uno solo de los padres (o tutores o parientes de hasta tercer grado) por cada menor de 18 años que se encuentre a cargo o sin límite de edad cuando se trate de un discapacitado a cargo. Cuando el titular acreditea, para los menores de 5 años, el cumplimiento de los controles sanitarios y el plan de vacunación y para los de edad escolar el cumplimiento del correspondiente ciclo lectivo, es cuando se cobran las sumas. Hoy en día, el monto de la prestación asciende a $220, y a $720 en el caso de hijos con discapacidad. En la actualidad, la AUH alcanza a más de 3,5 millones de niños, niñas y

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adolescentes en casi 1,9 millones de hogares, que en promedio reciben $415 por mes cada uno . 9

La implementación de la Asignación Universal por Hijo (AUH), logró promover la reinserción y

permanencia de los niños en la escuela, considerándola una herramienta apropiada para la erradicación del trabajo infantil. Los primeros datos obtenidos del análisis de impacto de la AUH muestran que la tasa de 10

actividad de niños, niñas y adolescentes ha caído un 15 % entre los años 2009 y 2010. A la vez datos preliminares del Ministerio de Educación muestran una clara tendencia de aumento en la matrícula escolar, alcanzando aproximadamente un 20 % en el año 2010.

De esta manera se entiende que la AUH promueve la asistencia y permanencia de los niños, niñas

y adolescentes en la escuela y una reducción en el desarrollo de sus actividades productivas, lo cual apunta a brindar una respuesta social de manera integral que beneficia a toda la familia. Plan Nacional para la Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil y Protección del Trabajo Adolescente (2006­2010 y 2011­2015)

La CONAETI ha encabezado el diseño de los planes nacionales para la Prevención y

Erradicación del Trabajo Infantil (2006­2010 y 2011­2015) basándose en los compromisos asumidos por el Estado argentino, con la activa participación y responsabilidad de los representantes de los distintos ministerios del Poder Ejecutivo nacional, junto con representantes de sectores privados como el empresarial, el sindical y la sociedad en su conjunto. Además se dio amplia participación a todas las provincias, con una intervención activa de los integrantes de las Comisiones Provinciales para la Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil (COPRETI).

Las acciones a desarrollar tienen el objetivo de brindar una mayor igualdad de posibilidades y

oportunidades a niñas y niños, logrando un aporte significativo en la realización de una sociedad más justa y equitativa tanto en lo económico, como en lo político y lo cultural. Objetivos principales del Plan:

1) Garantizar la permanente difusión, sensibilización, y formación en materia de prevención y

erradicación del trabajo infantil y protección del trabajo adolescente. 2) Promover, sostener y afianzar un sistema integral de información permanente sobre trabajo infantil

y adolescente. 3) Fortalecer el rol institucional y el funcionamiento continuo de las Comisiones Provinciales para la

Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil (COPRETI). 4) Fortalecer integralmente al grupo familiar de las niñas y los niños que trabajan y de los que están

9 http://www.anses.gob.ar/asignacionuniversalporhijo 10 http://www.trabajo.gov.ar/left/estadisticas/documentossubweb/area1/documentos/auh_en_argentina.pdf

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en situación y/o en riesgo de trabajo. 5) Fortalecer los sistemas de inspección del trabajo en materia de prevención y erradicación del

trabajo infantil y protección del trabajo adolescente 11

Cada Plan Nacional constituye un conjunto de objetivos y lineamientos para cumplir una política de

prevención y erradicación del trabajo infantil, al proteger los derechos de los niños. Para su desarrollo es fundamental e indispensable la labor de todos los actores sociales involucrados en la problemática, tanto gubernamentales como no gubernamentales, en forma interdisciplinaria, intersectorial y participativa.

3. Trabajo infantil y educación

La Convención Internacional sobre los Derechos del Niño (CDN) aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1989 ha sido ratificada por todos los países de la región de América Latina y en la mayoría de ellos ha sido incorporada a la normativa interna a través de reformas legales a las Constituciones de cada Estado. La concepción de educación emanada de la Convención engloba dimensiones de calidad y equidad, igualdad en materia de género, salud y nutrición, no discriminación, participación de los grupos familiares y de la comunidad (CDN arts. 2, 3, 6, 12, 28 y

11 http://www.trabajo.gov.ar/conaeti/plannacional.asp

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29). “…La educación se constituye así en una de las más importantes herramientas que tenemos para prevenir y erradicar el trabajo infantil. La relación entre éste y la escolaridad tiende a ser excluyente, afectando sobre todo a los niños y niñas más pobres….” 12

La escuela constituye un espacio fundamental para los niños.

Allí se produce el encuentro con amigos, el juego, el aprendizaje de pautas de comportamiento y de saberes socialmente útiles. Los niños y niñas que trabajan lo saben: en la escuela tienen tiempo de ser niños.

Diversos estudios han demostrado que la mayor parte de los niños y niñas trabajadores asisten o asistieron alguna vez a la escuela.

La escuela es para ellos un espacio altamente significativo, para la socialización y la apropiación de ciertos saberes elaborados.

Fuente: “Infancia y Adolescencia: trabajo y otras actividades económicas. Primer encuesta. Análisis de resultados en cuatro subregiones de la Argentina”, capítulo 5, Características educativas de los niños y niñas que trabajan. EANNA, MTEySS/INDEC. Primera edición, junio de 2006.

Sin embargo, la trayectoria educativa de los niños de los sectores más vulnerables, y

especialmente de aquellos que trabajan, con frecuencia no es exitosa. Por el contrario, su paso por la escuela se caracteriza por las dificultades para asistir a ella con regularidad, los bajos logros en el

12 “Infancia y Adolescencia: trabajo y otras actividades económicas. Primer encuesta. Análisis de resultados en cuatro subregiones de la Argentina”, capítulo 5, Características educativas de los niños y niñas que trabajan. EANNA, MTEySS/INDEC. Primera edición, junio de 2006.

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aprendizaje, el fracaso escolar y, finalmente, el abandono. Como se puede observar en los gráficos, los niños de 5 a 13 años que trabajan tienen más posibilidades de repetir un grado que aquellos que no trabajan.

El trabajo obstruye la trayectoria educativa porque ocasiona fatiga y dificultades para concentrarse en clase, inasistencias reiteradas y llegadas fuera de horario, falta de tiempo para realizar tareas escolares y bajo rendimiento, disminución de la autoestima, entre otros problemas. Sin duda, el trabajo infantil se constituye en una interferencia sustancial para el desarrollo positivo de la escolaridad. Pero esta interferencia no debe enfocarse como un problema de elección individual o familiar: son las instituciones públicas las responsables de garantizar el derecho de todos los niños a una educación de calidad.

Existe una fuerte vinculación entre el trabajo infantil, el fracaso escolar y la pobreza. Los niños y niñas que trabajan tienen menos oportunidades de obtener una educación de calidad, lo que luego les quita oportunidades de ocuparse en trabajos calificados y bien remunerados; este círculo se cierra cuando se reproducen las condiciones de pobreza que originaron su inserción prematura en el mundo del trabajo. Trabajos de investigación pertenecientes a la Organización Internacional del Trabajo ( OIT, Informe. Panorama Laboral América Latina y, 2000. el Caribe) dan cuenta de la relación entre nivel educativo alcanzado, empleo y remuneración en los jóvenes de América latina.

Los siguientes datos ejemplifican esta relación:

Aquellos que han completado 6 a 9 años de escolaridad obtienen en promedio 42,1% más de ingreso en comparación con aquellos que sólo tienen hasta 5 años de escolaridad.

Los que alcanzan el nivel secundario completo obtienen un promedio de 46,3% más de ingresos respecto de quienes cuentan con el nivel básico de educación.

El nivel de ingreso promedio de los ocupados con educación superior (13 y más años de escolaridad) es 4,6 veces mayor que el de aquellos con educación primaria.

Aquellos que han culminado sus estudios superiores obtienen más del doble de ingreso en relación con los que tienen educación secundaria completa.

Si evitamos que el trabajo interfiera con la educación podemos empezar a romper esta cadena. La lucha contra el trabajo infantil forma parte de la lucha contra la desigualdad. Ya no sólo se trata de redistribuir los ingresos y las riquezas, sino también de discutir la distribución de recursos cognitivos ­saberes y habilidades intelectuales­ que posibiliten el ejercicio de una ciudadanía plena.

La escuela pública es el único espacio común a todos los sectores sociales capaz de promover la integración de los niños y niñas a la sociedad mediante la apropiación de conocimientos socialmente significativos. Juntos podemos trabajar para que todos los niños logren apropiarse de las pautas de socialización y habilidades instrumentales básicas para la participación plena en la comunidad.

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El reconocimiento de la importancia de la educación es la mejor oportunidad para que los niños y niñas en edad escolar se alejen de los trabajos. Asistir a escuelas en las que se imparta educación de calidad durante al menos 13 años, como establece la política educativa actual, contribuirá a que alcancen las condiciones mínimas necesarias para ingresar, a su debido momento, a un empleo decente y con mejores remuneraciones.

La educación es una de las áreas más sensibles a través de las cuales una sociedad se orienta hacia el futuro. Porque educar es un modo de invitar a protagonizar la historia y a imaginar el mundo en circunstancias cada vez mejores. Es ofrecer las condiciones que nos permitan pensar colectivamente acerca de nuestra realidad y contribuir a transformarla.

La escuela tiene encomendada una labor fundamental: transmitir saberes, valores y experiencias que constituyen nuestro patrimonio cultural. Frente al desafío de construir una sociedad más justa, es indispensable garantizar el derecho de todos a acceder, permanecer y egresar de una buena escuela, el derecho a aprender en condiciones dignas, el derecho de las familias a participar en la educación de sus hijos. El derecho de todos a la educación.

En el desarrollo de la sociedad, la educación es sin duda la principal herramienta para construir sociedades más justas, con ciudadanos y ciudadanas más desarrolladas, productivas, con mayores oportunidades y plenamente felices. Por esto, cualquier estrategia que apunte a la prevención y erradicación del trabajo de los niños debe contemplar como eje la escolarización e incremento de la calidad de los aprendizajes de los niños y niñas.

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Conclusión

A partir de la investigación desarrollada para la conformación de este trabajo hemos podido

tomar conciencia que en la Argentina del Bicentenario, en relación con el problema del trabajo infantil, se muestran avances en términos jurídicos y de información y se han iniciado políticas para su prevención y erradicación.

La Convención Internacional sobre los Derechos del Niño tiene un poder transformador y es el instrumento para las políticas públicas y jurídicas de infancia en protección de los derechos del niño; derecho a la educación, civiles, políticos, sociales, culturales y económicos. Este instrumento eleva a la categoría de sujetos de derecho y establece obligaciones a las familias y a los Estados hacia ellos y además los ampara contra la explotación económica y la realización de todo trabajo que pueda resultar peligroso para el acceso a su educación, o ser nocivo para su salud o su desarrollo físico, mental, espiritual, moral o social (Art. 32 inc.1).

La educación, desde esta perspectiva dimensiona la calidad, la igualdad, la salud y nutrición, no

discriminación, participación de los grupos familiares y de la comunidad. Por otro lado, leyes nacionales como Ley 26.061 de Protección Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes y la nueva Ley de Educación Nacional (Ley Nº 26.206) constituyen un análisis que integra y articula al conjunto de estas normas, es imprescindible a la hora de promover verdaderos cambios en la política pública que hagan efectivos los derechos de educarse y a no trabajar para toda la infancia. El contexto en el que el trabajo infantil emerge remite a la pobreza, a la desigualdad social, a las transformaciones del mercado laboral y a los procesos de explotación y exclusión.

Los procesos de exclusión implican ruptura y divorcio de lazos familiares y sociales, ruptura de

hábitos y oportunidades de acceso a los derechos básicos. La ruptura con la escuela, que representa la institución social prioritaria para el desarrollo personal y social, como ámbito de importancia fundamental que encontramos junto de la familia, menoscaba sus posibilidades presentes futuras.

Es clara la relación de explotador y explotado que consiste en una relación de poder, en donde

el adulto puede tener una actitud de indiferencia o de autoritarismo con el niño explotado. El costo que pagan niños y adolescentes por trabajar a tan corta edad, en tanto riesgos de salud

y pérdida del derecho a la educación es demasiado alto. Modificar determinadas actuaciones familiares sin culpabilizar a aquellas familias que por múltiples razones tienden a promover el trabajo de sus hijos a edades tempranas requerirá de un trabajo con ellas específico y efectivo. Entre las razones por las cuales familias optan por este camino se encuentran los fracasos educativos reiterados de sus hijos y la tradición cultural que da por naturalizar esta condición.

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Por lo tanto, erradicar el trabajo infantil exigirá una política de estado proactiva, superadora de

los problemas vigentes y que efectivamente salvaguarde a toda la población infantil a través de la garantía de sus derechos, siendo el principal y fundamental para el desarrollo de sus potencialidades físicas, mentales y sociales el derecho a la educación.

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