TRABAJO DE COMERCIO EXTERIOR

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UNIVERSIDAD DEL CARIBE El problema de la República de Haití y RD sobre la delimitación de la frontera entre ambos países Presentado por: Ariel Moisés De Jesús Del villar Romano Matricula: 2012-0634 Facilitador: Lic. Carlos Torres

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UNIVERSIDAD DEL CARIBE

El problema de la República de Haití yRD sobre la delimitación de la frontera

entre ambos países

Presentado por:

Ariel Moisés De Jesús Del villar Romano

Matricula:

2012-0634

Facilitador:

Lic. Carlos Torres

SANTO DOMINGOREPUBLICA DOMINICANA, OCTUBRE, 2014

INDICE

Introducción…………………………………………………….

Antecedentes…………………………………………………….

Las negociaciones fronterizas con Haití y el

tratado de 1929……………………………………………………………….

El protocolo de 1936………………………………………………

Las negociaciones diplomáticas……………………………………

Conclusión…………………………………………………………..

Bibliografía………………………………………………………….

Anexos……………………………………………………………….

Introducción

Justificación

La importancia de este trabajo radica en que

demostrara, que a pesar de los problemas

culturales, jurídicos y políticos entre Rep. Dom.

Y Haití, en momentos importantes los dos países

se han sentado a discutir y solucionar los

problemas comunes. Y fue hecho con la intención de

llenar los requisitos de la materia de informática

ll.

Objetivos generales:

Describir las circunstancias históricas del

tratado fronterizo dominico-.haitiano.

Ilustrar sobre la historia de las relaciones

fronterizas entre Haití y Rep. Dom.

Objetivos específicos:

Interpretar la historia en torno al tratado

fronterizo dominico-haitiano.

Expresar los acuerdos a que llego la diplomacia de

ambos países.

Estimular al estudio de este acuerdo tan

importante para el país.

Esbozar sobre los gobiernos en los cuales se

discutió sobre la frontera dominico-haitiano.

Este trabajo pretende estudiar, no solo las

relaciones diplomáticas que envolvió el conflicto

fronterizo entre la República dominicana y Haití;

sino estudiar la historia del tratado fronterizo

entre los dos países.

ANTECEDENTES

El primer intento de un convenio entre República

Dominicana y Haití fue iniciado el 26 de julio de

1867. El presidente José María Cabral había

designado a una comisión, integrada por Tomás

Bobadilla, Pedro A. Pina y don Juan Ramón Fiallo.

Las negociaciones para el Tratado de Paz, Amistad

y Comercio fueron interrumpidas debido a la caída

del presidente Fabré Nicolas Geffrard, pero luego

se reanudaron cuando el presidente Sylvain

Salnave, designó a la contraparte haitiana,

integrada por Ultimo Lafontant, Linstand Pradine,

Michel Joachim Saint Aude, Charles Lecompte, D.

Doucet y D. Pouil.

“Dicha comisión se trasladó a Santo Domingo,

portadora de un significativo mensaje al

presidente Cabral, cuyos términos francos y

abiertos merecieron la debida atención de éste,

nombrando de inmediato a los señores Tomas

Bobadilla, Manuel María Valverde, Juan Ramón

Fiallo, Pedro A. Bobea, Carlos Novel y Juan

Bautista Zafra”, dice William Páez Piantini en su

obra “Relaciones dominico-haitianas: 300 años de

Historia” (Editora Mediabyte, 2004).

En este tratado, tal y como lo explica Alberto

Despradel en su libro “Relaciones Dominico-

Haitianas”, no se trataron las cuestiones

fronterizas sino que se estableció un compromiso

de paz, de amistad y de respeto mutuo. También el

tema de la extradición fue dejado para un tratado

especial. Despradel explica que este tratado no

pudo ejecutarse, pues el Congreso dominicano lo

ratificó, pero no así el Congreso haitiano y

atribuye tal situación, a la lucha interna que

vivía Haití, con la revolución encabezada por el

general Nissage Saget, contra Salnave (Despradel,

Alberto, Relaciones Dominico-Haitianas, página 17,

editora Manatí, 2004).

El primer tratado entre los dos países se dio el 9

de noviembre de 1874. Previo al tratado el

gobierno de Ignacio María González designó como

Comisionado Especial ante el gobierno haitiano al

señor Juan Bautista Zafra. De su lado, el gobierno

de Nissage Saget designó como comisionado a Felix

Richiez. Luego una comisión integrada por Juan

Bautista Zafra, Carlos Nouel, José Gabriel García

y Emiliano Tejera, viajó a Puerto Príncipe para

concertar el tratado.

Sin embargo, la comisión se encontró que el

gobierno de Saget había sido derrocado y ahora

gobernaba Michel Domingue. Unos meses más tarde,

una nueva comisión dominicana integrada por Tomás

Cocco, José Caminero y Carlos Nouel, logró

concluir el acuerdo frente a la comisión haitiana,

integrada por  Guerrier Prophéte, Jean Juslien

Dasny Labonté, Valmé Lizaire y Emmanuel Amenón

Gutiérrez.

En el artículo 1 los dos Estados reconocen la

soberanía que tienen en ambas partes de la isla y

en el artículo dos se comprometen a mantener la

paz y la cooperación.

El artículo cuatro dice así: “Las Altas partes

contratantes se comprometen formalmente a

establecer de la manera más conforme a la equidad

y a los intereses recíprocos de los dos pueblos

las líneas fronterizas que separan sus posesiones

actuales. Esta necesidad será objeto de un tratado

especial, y para ese efecto, ambos gobiernos

nombrarán sus comisarios lo más pronto posible”.

Curiosamente, el artículo 11 establece lo que pudo

haber sido el primer tren insular, cuando ambos

Estados se comprometieron a construir un camino de

hierro que iría desde Puerto Príncipe hasta Santo

Domingo. Es en este Tratado, en su artículo 25,

donde los dos Estados establecen por primera vez

relaciones diplomáticas, comprometiéndose a enviar

agentes diplomáticos, cónsules y vicecónsules a

los puertos y ciudades que sean necesarios,

(Convenios Bilaterales entre República Dominicana

y Haití, Secretaría de Estado de Relaciones

Exteriores, editora Amigo del Hogar, año 2000).

En este tratado se incluyó por primera vez el

convenio de extradición, consagrado en los

artículos 34 y 35, estipulando los crímenes por

los cuales se entregarán a la justicia del país

recíproco las personas extraditables, como son los

homicidios voluntarios, asesinatos, parricidios,

infanticidios, etc.

En 1876 el gobierno de Boisrond Canald había

anulado el tratado de 1874, pero en 1880

encontramos que el gobierno de Fernando Arturo de

Meriño firma una convención, por intermedio de su

secretario del Interior, Ulises Heraux, y el

secretario de Justicia haitiano, Carlos Archin,

para reestablecer las relaciones diplomáticas y

los anteriores acuerdos.

LAS NEGOCIACIONES FRONTERIZAS CON HAITI

Y EL TRATDO DE 1929

Al surgir el gobierno de Horacio Vásquez en

República Dominicana y estar gobernando en Haití

Luis Borno(bajo el semi-protectorado

norteamericano, pues aun allí estaban las fuerzas

del Marine Corp), se considero que el momento era

favorable para darle una solución permanente al

problema fronterizo y para trazar definitivamente

la línea divisoria entre ambos países.

Haití hacia ya muchos años que había renunciado a

sus supuestos derechos sobre la isla de Santo

Domingo, y a partir de la constitución de 1874 los

haitianos reconocieron que su territorio solo

abarcaba, los lugares ocupados actualmente por los

haitianos˵, pero como esa ocupación iba poco a

poco adentrándose en territorios bajo jurisdicción

dominicana, los problemas y las crisis seguirían

hasta tanto se hiciera una delimitación

definitiva. Como la población de Haití era mucho

mayor que la dominicana en esa época y los

territorios fronterizos dominicanos poco habitados

y peor protegidos por nuestras autoridades, la

lenta penetración haitiana era inevitable. En esas

circunstancias el gobierno de Vázquez tomo la

iniciativa, en enero de 1928, de invitar al de

Borno a iniciar conversaciones para el arreglo

fronterizo definitivo, lo que fue aceptado por el

gobierno haitiano. Inmediatamente el gobierno de

Vásquez sometió al congreso Dominicano una

proposición para la modificación del Art. 3 de la

constitución, que permitiera que las negociaciones

pudieran tener un resultado jurídicamente

aceptable.

A mediados de 1928 el gobierno dominicano designo

a Manuel de JS. Troncoso de la concha como su

plenipotenciario para el inicio de las

negociaciones, mientras que el Haitiano nombro a

León Dejean, quienes firmaron en junio de ese año

un entendido provisional mediante el cual se

hicieron los trabajos técnicos sobre el terreno

durante el resto del año 1928, lo que permitió que

se designara a los negociadores definitivos. Haití

ratifico a Dejean, pero la delegación dominicana

se amplio para incluir al Vicepresidente

Alfonseca, a Francisco J. Peynado, Angel Morales,

Manuel A. Peña Batlle y al General José de js

Álvarez, además de a Troncoso de la Concha.

Como conclusión de las negociaciones, ambas partes

lograron llegar a un acuerdo, que culmino con el

tratado de Delimitación Fronteriza suscrito en

Santo Domingo el 21 de enero de 1929. Los puntos

principales de este tratado fueron: a) el

señalamiento detallado de la línea fronteriza

entre ambas naciones, empezando en la

desembocadura del rio Dajabón por el norte y

terminando en la del rio pedernales por el sur,

indicando en un extenso detalle, los ríos, lomas

arroyos y otros accidentes geográficos por los

cuales discurriría la frontera; b) la disposición

de empezar a amojonar dicha línea fronteriza, con

bornes colocados cada mil metros; c) la

designación e una comisión técnica de seis

miembros, tres por cada nación, que sobre el

terreno marcase la línea fronteriza y colocase los

bornes, para lo cual se le dio un plazo

determinado; d) para el caso de que hubiere

desacuerdo entre las partes en los aspectos

técnicos de la delimitación, y no se hubiere

podido resolver entre los miembros de la comisión,

se previo la creación de una comisión mixta de

arbitraje, compuesta por un representante de cada

país, así como representantes designados por los

presidentes de Brasil, Estados unidos y Venezuela,

la cual decidiría por mayoría de votos sobre el

punto de controversia y su decisión sería aceptada

e inapelable por ambos gobiernos; e) el

levantamiento de un plano topográfico general de

la línea fronteriza; f) el reconocimiento por

parte de Haití de que las islas siete hermanos, la

cabra, la beata, Alto Velo y los Frailes era

dominicanas. G) la renuncia a toda reclamación

pecuniaria entre ambos Estados, incluyendo las

reclamaciones haitianas por propiedades

confiscadas en 1844 en República Dominicana; h) el

sometimiento a arbitraje de todas las dificultades

resultantes del tratado.

Como complemento al Tratado, los gobiernos se

intercambiaron notas mediante las cuales se acepto

que los habitantes de territorio dominicano

próximos a la Laguna del fondo podían continuar

usando las aguas de esta laguna como hasta

entonces, para sus necesidades, y hasta que el

gobierno dominicano proveyera agua por otro medio,

sin que ello implique cambio en cuanto al derecho

territorial haitiano sobre esa laguna. El tratado

y su complemento fueron ratificados por los

congresos de ambas naciones. La comisión técnica

comenzó a trabajar sobre el terreno y coloco los

bornes, quedando, sin embargo, cinco dificultades

que solucionar, que quedaron en suspenso, pues se

produjo en República Dominicana el golpe de Estado

de febrero de 1930 que derribo al gobierno de

Horacio Vásquez.

EL PROTOCOLO DE 1936

mediante la firma del Protocolo de Revisión del

Tratado de Límites, el 9 de marzo de 1936, entre

los presidentes, señores Rafael L. Trujillo y

Stenio Vincent se solucionaron las cinco

reclamaciones haitianas: 1) fijándose como

nacimiento o cabezada del Río Libón el punto donde

los ríos Marigoyenne y Tenebras se unen; 2) con el

arreglo del Protocolo de la Miel (construcción

Carretera Internacional); 3) el curso que debe

seguir la frontera entre San Pedro (río Macasias),

el fuerte Cachiman y al Arroyo Carrizal

(Comendador-Elías Piña); 4) el curso de cabezada

Arroyo Carrizal a Mare Zephir (Rancho de las

Mujeres) pasando por Maison Madame Salomón; de

aquí a Cañada Miguel; 5) la línea partirá de Gros

Mare a encontrar la cañada bien definida de Mare

Orange; de ahí al Source Bonite, cabezada del río

Pedernales. La Sección dominicana de la Comisión

Delimitadora de Fronteras en 1936 estaba integrada

por el licenciado Moisés García Mella, quien la

presidía, y los ingenieros Manuel S. Gautier y

Casimiro Gómez como miembros.

Como en todo proceso de revisión territorial que

se inicia entre dos países, después de realizar

múltiples trabajos correctivos sobre el terreno y

celebrar las Comisiones las reuniones

correspondientes y levantar Actas de lo realizado,

el día 1 de abril de 1943, mediante un Informe

General presentado al Poder Ejecutivo por conducto

de la Secretaria de Estado de Relaciones

Exteriores, el ingeniero Manuel S. Gautier,

presidente de la Sección dominicana de la Comisión

Delimitadora de Fronteras en ese momento concluyo

de la siguiente manera:

“La recapitulación que antecede, y que de manera

de informe presento con motivo de la terminación

de los trabajos de demarcación de la línea

fronteriza domínico-haitiana, aparte de ofrece en

conjunto una síntesis de las labores de la

Comisión Delimitadora, se caracteriza por los

esfuerzos que en aras de un ideal sagrado, como el

trazado definitivo de nuestra línea de fronteras,

han prestado todos aquellos dominicanos que ha

colaborado en tan trascendental obra.”

LAS NEGOCIACIONES DIPLOMATICAS

Las negociaciones diplomáticas entre la República

Dominicana y la República de Haití por delimitar

sus derechos fronterizos han sido una de las más

arduas y trabajosas en el ámbito del derecho

internacional.

Si tomamos en cuenta las palabras textuales de

Manuel Arturo Peña Batlle” ambos países tenemos un

mismo marco geográfico y un mismo campo de acción,

con dos nacionalidades distintas, dos poderes

rivales, dos fuerzas opuestas y jurídicamente

demarcadas”, este comentario es una gran verdad, y

lo hizo el historiador a raíz de las negociaciones

del histórico Tratado de Nimega de 1678 y del

Tratado de Ryswick de 1697; cuando los

plenipotenciarios de las cancillerías dominicana y

haitiana trataban de subsanar las hostilidades

entre los países.

A lo largo de todo el trayecto de búsqueda de una

relación armoniosa entre los dos países sucedieron

un sinnúmero de negociaciones entre los

gobernantes de la isla, entre ellos tenemos: El

Tratado de Aranjuez, el Tratado de Ryswick, La

Convención de 1880 El Compromiso de 1895, La

Convención y Negociación de 1883, las Convenciones

de 1889, Las Negociaciones de 1900 y las

negociaciones de 1929 al 1936. En el año 1900, la

legación del gobierno haitiano pidió a la

Cancillería dominicana que se pusiera en vigencia

los preceptos de la convención de 1889 la cual era

contentiva de la venta por un millón de pesos de

los derechos que tenía la República Dominicana

sobre los territorios ocupados por la República de

Haití en 1874, a lo que el cuerpo diplomático

dominicano contestó “La Convención de 1889 por no

haber sido publicada no tiene carácter de ley”.

En los años 1911 y 1912, el problema fronterizo

fue tratado y discutido en Norteamérica y no

obtuvieron solución alguna, los haitianos

penetraban cada vez más a la parte este.

Transcurrió el año 1919 y el 1924 y el problema

seguía en pie, no fue sino hasta el año 1929,

¡cuando por fin se llegó a un acuerdo fronterizo!.

El artículo primero del Tratado Fronterizo

Domínico-Haitiano cita “La línea fronteriza entre

la República Dominicana y la República de Haití

parte de la desembocadura del río Dajabón o

Masacre en el Océano Atlántico al norte, hasta el

Talweg de la desembocadura del río Pedernales en

el mar Caribe al sur de la isla”. Este tratado fue

pactado entre el gobernante de Haití Stenio Vicent

y el mandatario dominicano Rafael Leonidas

Trujillo Molina en el año 1936. Es preciso señalar

que a pesar de Trujillo ser juzgado por sus actos

de barbarie contra Haití, fue él quien en el siglo

XX aplicó la mejor política internacional con el

pueblo haitiano.

CONCLUSION

Ya con el protocolo de revisión de 1936, en el

gobierno de Trujillo quedo definitivamente

solucionado el problema fronterizo entre ambas

naciones vecinas, no habiendo desde entonces

ninguna duda o controversia sobre por donde pasa

la línea fronteriza, habiéndose fijado todos los

bornes y un área desmontada a ambos lados de la

línea de modo que fuere evidente su curso.

Este trabajo fue realizado con la finalidad de

cumplir con los requisitos de la materia de

informática ll, impartida en la Universidad del

Caribe.

Anexos

Vega B, Weneslao: Historia del Derecho Dominicano.Santo Domingo,5ta ed.2006, amigo del hogar.

Tratados sobre derecho internacional, Tratados yAcuerdos Internacionales de la RepúblicaDominicana, 1844-1998