El infierno santiagueño: sequía, paisaje y escritura en el Noroeste argentino
Tesis Doctoral: INFLUENCIA DE LA MATRIZ DEL PAISAJE SOBRE LA ABUNDANCIA Y EL COMPORTAMIENTO DE MONOS...
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INFLUENCIA DE LA MATRIZ DEL PAISAJE SOBRE LA ABUNDANCIA Y EL
COMPORTAMIENTO DE MONOS AULLADORES NEGROS EN UN PAISAJE
FRAGMENTADO DE BALANCÁN, TABASCO, MÉXICO
TESIS QUE PRESENTA EL M. en C. GILBERTO POZO MONTUY
PARA OBTENER EL GRADO DE DOCTOR EN CIENCIAS
DOCTORADO EN NEUROETOLOGÍA
UNIVERSIDAD VERACRUZANA
DIRECTOR: DR. JUAN CARLOS SERIO SILVA Xalapa, Veracruz,
México 2012
1
DEDICATORIA
Dedico este logro a una persona que me hizo comprender lo que es un Padre, que
marco mi vida para siempre y que demostró mucha fuerza y valentía hasta el
último momento de su vida. A ti María José, mi pequeña hija que ahora revoloteas
en el cielo y que proteges tanto a tu madre como a mí. Te amaré siempre hasta el
último día de mi vida y te tendré siempre presente en mi mente y en mi corazón.
Es por ello, que a tu memoria dedico mi trabajo, mi esfuerzo, mi cansancio por
lograr ser alguien mejor profesionalmente, he aquí ahora a tu Padre Doctor en
Ciencias hija mía.
A ti esposa querida, que hemos pasado tantos momentos juntos, malos, muy
malos, pero sobre todo también ¡excelentes!. Te dedico este trabajo Magali con
todo mi amor pues significa mucho para nuestra familia como un logro más, con
esto te demuestro que valió la pena tanto esfuerzo en campo. Te amo mucho
mucho tanto como entonces siempre hasta morir.
A ti Menchita, mi abuelita querida, ya no pudiste verme estando en vida, pero
supiste que estaba en lucha y nunca creíste que había dejado el doctorado,
siempre tuviste Fe en mí. Te dedico a ti este logro más y que allá en el cielo junto
a mi cachorrita estén felices de verme culminar este proceso.
A ti madre santa, Magda Pozo Montuy, te dedico con mucho amor mi trabajo, el
último de tesis pienso yo, ya fueron muchos años de estudios pero eso nunca se
acaba, pues uno nunca dejará de aprender nuevas cosas.
A Panchito, mi querido viejo, mi padre abuelito, te quiero mucho y te dedico
también a ti mi trabajo, lo he logrado y en el transcurso hemos colaborado tanto
que eres coautor conmigo en un trabajo publicado. Te dedico con mucho cariño
este trabajo que espero entregarte en tus manos. Disfruto estar contigo aunque
sea breves instantes de mi vida. Te querré siempre Panchito.
2
AGRADECIMIENTOS
Agradecimiento especial al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT)
por la beca doctoral numero 166094 otorgada. Por la beca mixta asignada para
realizar estancia en el extranjero y la extensión de beca otorgada para finalizar el
proceso de obtención del doctorado.
Al Consejo de Ciencia y Tecnología del Estado de Tabasco (CCYTET) por el
apoyo brindado para la presentación de mi examen de admisión a la Universidad
Veracruzana y por las distinciones de investigador del Sistema Estatal de
Investigadores 2007-2009.
A la Dirección General de la Unidad de Estudios Posgrado de la Universidad
Veracruzana por todas las facilidades y apoyo administrativo como enlace ante el
CONACyT durante los estudios del doctorado.
A la Coordinación del Posgrado del Instituto de Neuroetología en especial a la Dra.
Laura T. Hernández Salazar y su equipo de trabajo por todo su apoyo y respaldo
incondicional.
Al Dr. Juan Carlos Serio Silva, director de tesis, pero sobre todo amigo que con
sus asesorías, consejos y enseñanzas pude lograr obtener el grado de doctor.
Excelente director y asesor, muy agradecido estaré para siempre.
A mis asesores internos, al Dr. Jorge Morales Mávil y Dra. Laura T. Hernández
Salazar, desde el inicio del proyecto de tesis supieron guiarme y enfocar mis
objetivos de forma viable.
A mi comité sinodal, a los Dres. Alejandro Castro, Jorge Galindo, Javier Laborde y
Sonia Gallina, por todas sus observaciones que me han ayudado a mejorar
sustancialmente el documento.
A los Ph.D. Colin Chapman y Rafael Reyna Hurtado por todas sus amabilidades
durante la estancia en McGill University, consejos y sobre todo observaciones que
incentivaron la publicación de mis resultados de tesis.
3
A la M. en C. Yadira M. Bonilla Sánchez, esposa mía y futura doctora, te
agradezco infinitamente tu resistencia y tu paciencia pues fueron años aislados en
un pueblo pequeño alejados de tus padres.
Al Dr. Alberto Anzures Dadda (q.e.p.d.) por todas sus asesorías y consejos
incondicionales más que la gran amistad que tuvimos.
Al Sr. José M. García González que sin su ayuda en campo hubiese sido muy
complicado obtener información, un excelente asistente de campo y amigo con el
cual disfrute mi estancia en el campo.
Al Dr. Luis Feria y a la M. en C. Fabiola C. Espinosa por todo su apoyo en la parte
de medicina veterinaria y contención del presente trabajo.
A los estudiantes John F. Aristizabal Borja, Laura E. Argüello Sánchez, Francisco
E. Ruiz Jiménez, Rosario Candelero Rueda y Camila Latorre Cárdenas por todo
su apoyo en la toma de datos en campo.
Al Sr. Dolores Tejero Gerónimo y familia por todo su apoyo en mi trabajo de
campo en su propiedad y sobre todo resguardar ahora a la estación.
A todos los propietarios de Laguna Colorada, Chancabal y Josefa Ortiz de
Domínguez porque me brindaron el acceso a sus predios para poder realizar el
presente estudio. Agradezco al Sr. Leónides Juárez Pozo, Joaquín May, Isaac
Flores, Lolo “El cubano” y Chabelo Guerra.
A la Familia Pozo Montuy, a todos porque en algún momento de mi vida brindaron
apoyo y estuvieron allí cuando los necesitaba, en especial a mis tíos y primos. De
igual forma, a la Familia Bonilla-Sánchez por todo el apoyo moral en especial al
Sr. Hernán Bonilla, Sra. Isaura Sánchez y a Sandra Bonilla-Sánchez.
A BiiA y mis compañeros(as) de trabajo por su apoyo y comprensión en cada
ausencia por los tramites, revisiones y exámenes durante la culminación de mi
tesis.
Finalmente eternamente viviré agradecido con Dios, mi Virgen de Guadalupe y
San Judas Tadeo, porque aunque soy biólogo, ¡Si creo!
4
CONTENIDO
PÁGINA
CAPITULO I. ............................................................... 6
I. INTRODUCCIÓN .............................................................................................. 6
1.1 La fragmentación del hábitat y la estructura del paisaje............................. 6
1.2 Importancia de la estructura del paisaje para las poblaciones de
vertebrados ...................................................................................................... 8
1.3 Evidencias teóricas y empíricas para el estudio de la matriz del paisaje
con vertebrados silvestres. ............................................................................. 11
1.3.1 Evidencias teóricas ............................................................................ 11
1.3.2 Evidencias empíricas ......................................................................... 12
1.4 Primeras aproximaciones en el estudio de la matriz del paisaje con
primates arborícolas ....................................................................................... 14
II. ANTECEDENTES .......................................................................................... 16
2.1 Breve síntesis de la biología y ecología de la especie ............................. 16
2.2 La fragmentación del hábitat y uso de la matriz por el mono aullador negro
en Balancán: Estudios pioneros ..................................................................... 18
2.2.1 Características del paisaje fragmentado de Alouatta pigra ................ 18
2.2.2 El uso de la matriz del paisaje: el caso de Alouatta pigra .................. 19
2.2.3 Primeros indicios de la alimentación de A. pigra en la matriz del
paisaje. ....................................................................................................... 20
2.3 Definiciones y conceptos especie-específicos para este estudio. ............ 21
III. OBJETIVOS .................................................................................................. 23
3.1 Objetivo General ...................................................................................... 23
5
3.2 Objetivos Específicos ............................................................................... 23
IV. HIPÓTESIS .................................................................................................. 24
Monos aulladores en la matriz ....................................................................... 24
Uso de la matriz ............................................................................................. 24
V. ESTRUCTURA DE LA TESIS ....................................................................... 25
VI. LITERATURA CITADA ................................................................................. 25
CAPÍTULO II: Artículo publicado ............................ 38
Influence of the landscape matrix on the abundance of arboreal primates in
fragmented landscapes ..................................................................................... 38
CAPÍTULO III: Artículo en preparación .................. 48
El uso de la matriz del paisaje como recurso alimentario por un primate
arboricola: ¿evidencia de suplementacion? ....................................................... 48
CAPITULO IV ............................................................ 78
I. DISCUSION GENERAL .................................................................................. 78
1.1 La matriz como un facilitador de los desplazamientos entre fragmentos . 78
1.2 La matriz como oportunidad para alimentarse ......................................... 80
1.3 Variables “colaterales” que afectan los movimientos de los primates
arborícolas ..................................................................................................... 81
1.4 Peligros que enfrentan los monos aulladores al utilizar la matriz ............. 81
II. ACEPTACIÓN Y/O RECHAZO DE LAS HIPÓTESIS DE LA TESIS ............. 82
III. RECOMENDACIONES DE MANEJO Y CONSERVACIÓN .......................... 83
IV. LITERATURA CITADA ................................................................................. 85
6
CAPITULO I.
I. INTRODUCCIÓN
1.1 La fragmentación del hábitat y la estructura del paisaje
La fragmentación del hábitat es un proceso a escala de paisaje que consiste en la
subdivisión de un hábitat continuo en un número variable de pequeños parches
dispersos dentro de una matriz de hábitat modificado (Andrén, 1994; Arroyo-
Rodríguez & Mandujano, 2009). Dicho proceso puede ocurrir de manera natural,
aunque no con el mismo patrón e intensidad, por ejemplo, a través del fuego,
caída de árboles y actividades volcánicas (Wright, 1974; Pickett & Thompson,
1978). Sin embargo, se ha documentado que la causa más importante y a gran
escala que provoca la fragmentación del hábitat es la expansión e intensificación
de tierras para uso humano (Burgess & Sharpe, 1981; Colishaw & Dunbar, 2000;
Urquiza-Haas et al., 2009). Se ha documentado que los terrenos con pastizales,
cultivos, así como otros paisajes con una mezcla de estrategias de manejo,
ocupan aproximadamente el 70% de las tierras en el trópico (McNeely & Scherr,
2003). De tal manera que la fragmentación del hábitat y sus tres mayores
componentes: a) pérdida del hábitat original, b) efecto borde y c) el incremento del
aislamiento entre parches, contribuyen a la disminución de diversidad dentro del
hábitat original (Wilcox, 1980; Wilcox & Murphy, 1985).
El proceso de fragmentación no es al azar. Existen notables evidencias de
que las áreas accesibles, con topografía poco accidentada y alta productividad
son las primeras en ser alteradas para utilizar la tierra en agricultura,
asentamientos humanos o extracción forestal (Ecotono, 1996; Guevara et al.,
2004). La fragmentación resulta en la formación de parches de vegetación de
distinto tamaño, forma y aislamiento. Por lo que al final, se crea un mosaico de
fragmentos formándose un paisaje estructurado por parches, bordes y matriz
(Marsh, 2003).
Un parche es un área discreta que es usada por alguna especie en
particular para la reproducción o para obtener otros recursos (Fahrig & Merrian,
7
1994). La delimitación de un parche muchas veces depende de las características
de la especie de estudio, por lo que podemos encontrar diversas definiciones
como: “masa discreta de árboles separados por pasturas” (Zunino et al., 2007),
“área forestal de más de una hectárea compuesta por árboles mayores a 10 m de
altura y con una cobertura del dosel de más del 50%” (Mbora & Meikle, 2004),
“parches aislados por más de 50 m” (Onderdonk & Chapman, 2000). Estas
definiciones son consideradas parsimoniosas y válidas, sin embargo, se ha
sugerido que pueden ser vagas. Recientemente, se ha propuesto definir un parche
o fragmento-hábitat considerando las características y el conocimiento de la
especie, y de esta manera construir una definición especie-especifica con base en
la función de la especie de interés (Arroyo-Rodríguez & Mandujano, 2009).
Por otro lado, para el caso de especies cuyo hábitat son los ecosistemas
forestales se ha denominado borde a un área específica de tamaño variable que
induce un límite distinto entre la vegetación arbórea y las áreas abiertas o
deforestadas (e.g. pastizales) (Lovejoy et al., 1986). El borde de los fragmentos es
importante, especialmente porque las especies de plantas que crecen a lo largo
del límite frecuentemente son muy diferentes de las plantas que se encuentran en
el centro del fragmento (Bierregaard & Dale, 1996). En esta zona generalmente
existen muchas lianas y enredaderas influenciadas por las condiciones de
luminosidad, lo cual provoca que el borde pueda ofrecer oportunidades de
alimentación para algunos animales como los primates, aunque para otros, estos
bordes son un sitio hostil donde se incrementa la probabilidad de ser depredado
(Marsh, 2003; Díaz et al., 2010).
Dos condiciones son las que determinan las principales características de
un fragmento; 1) alteración del microclima (incremento en la radiación solar así
como mayor penetración e intensidad del agua y el viento), además de un claro
efecto de borde, donde puede incrementar la temperatura ambiente así como
también reducir la humedad cerca del borde de los fragmentos (aumentando la
mortalidad de árboles) y 2) aislamiento (mayor tiempo de aislamiento, distancia a
otros fragmentos, cambios alrededor del paisaje y menor conectividad) (Saunders
8
et al., 1991). Los cambios adicionales en la dinámica del paisaje pueden influir en
la invasión de especies exóticas o especies oportunistas a la perturbación y hacer
decrecer la regeneración de la selva primaria (Laurance & Bierregaard, 1997).
Un último componente de la estructura del paisaje es la matriz la cual rodea
a los fragmentos de vegetación remanente (i.e. del ecosistema original). Este
puede contener varios elementos tales como pasturas para el ganado, cultivos
agrícolas, plantaciones forestales exóticas, poblados u otras estructuras, granjas o
combinaciones de éstas como las actividades agroforestales y silvopastoriles
(Fahrig & Merriam, 1994; Marsh, 2003; Fischer & Lindenmayer, 2007). La matriz
tiene un importante papel en la dinámica de los paisajes fragmentados, debido a
que actúa como un filtro selectivo para el movimiento de especies entre
fragmentos, facilitando el movimiento (dependiendo de su calidad) de algunas
especies pero impidiendo a otras (Gascon et al., 2000; Perfecto & Vandemeer,
2008). Además, la matriz influye en el movimiento de materiales diversos
(nutrientes, materia orgánica, fertilizantes, etc.) a todo lo largo y ancho del paisaje,
y además puede ser fuente de organismos exóticos asociados a cultivos, potreros
o plantaciones humanas y al disturbio agropecuario, que podrían interferir con los
organismos nativos que quedan aún en el paisaje (Forman & Alexander, 1998).
1.2 Importancia de la estructura del paisaje para las poblaciones de
vertebrados
La mayoría de los ecosistemas forestales están fragmentados, es por ello que la
conservación de la biodiversidad no podría -y no debería- solo considerar las
Áreas Naturales Protegidas, sino también las áreas de manejo agropecuario
donde relictos de vegetación logran subsistir en sitios con intervención humana
(Perfecto & Vandermeer, 2008).
La fragmentación altera drásticamente la calidad y disponibilidad del hábitat
para los animales silvestres (Saunders et al., 1991; Bierregaard et al., 1992) y
como se ha expuesto, resulta en la creación de paisajes que comprenden
9
remanentes de vegetación de tamaño, grado de perturbación y aislamiento
variable y que están rodeados por una matriz principalmente de uso agrícola y
ocasionalmente posee elementos arbóreos tales como cercos vivos, plantaciones
forestales y árboles aislados que fueron dejados cuando la vegetación original fue
talada (Lord & Norton, 1990; Andrén, 1994; Laurance et al., 1998).
La importancia de la estructura del paisaje fragmentado para los
vertebrados se observa desde distintas perspectivas, una de ellas, es lo que en
biología de la conservación se conoce como “Amigable con la biodiversidad” y
consiste en estructurar un paisaje con parches conectados por medio de
corredores desde el contexto del manejo de la agricultura o del manejo de la
matriz del paisaje. El objetivo es tener una matriz “amigable” que favorezca la
conservación de la biodiversidad y sobre todo que facilite los movimientos de los
animales entre los parches de vegetación (Perfecto & Vandermeer, 2008). En
áreas agrícolas del trópico se ha observado que una alta proporción de especies
han logrado sobrevivir en parches de vegetación remanente, gracias a que pueden
usar la matriz del paisaje (Andren 1994; Didham et al. 1998; Vandermeer &
Perfecto, 2007).
Al respecto existen algunos reportes con mamíferos pequeños que han
evaluado los movimientos respecto a la heterogeneidad y homogeneidad del
paisaje (Dunning et al., 1992; Kozakiewicz & Gortat, 1994; Kozakiewicz, 1995).
Estos reportes han indicado que las presiones en un simple fragmento pueden
fácilmente forzar a los animales a buscar nuevos suplementos en otro fragmento
(Asensio et al., 2009). Por lo tanto, los individuos pueden moverse de un
fragmento a otro para encontrar lo que ellos necesitan para sobrevivir (diversidad
de alimentos, protección, áreas de reproducción, entre otros).
La variabilidad de un paisaje en el tiempo también obliga a los animales a
moverse hacia otros lugares (Kozakiewicz & Szacki, 1995). El hábitat puede
volverse en un tiempo determinado inhóspito o disminuir su calidad y los animales
tienen que moverse a otro lugar. Además, los requerimientos pueden también
cambiar con el tiempo o estación. Por ejemplo, los animales pueden necesitar
10
diferentes tipos de suplementos (durante la época de reproducción, etc.) y
consecuentemente diferentes fragmentos (Kozakiewicz & Gortat, 1994). La
dinámica espacio-temporal de un paisaje puede ser un factor crucial de patrones
de uso-espacio y que obliga a una mayor movilidad o en su caso al sedentarismo.
Por otro lado, mientras que algunos investigadores han afirmado que los animales
que se mueven grandes distancias son individuos perdidos para la población
(Gliwicz, 1989), otros autores lo rechazan, pues se ha visto que los movimientos y
nomadismos de los mamíferos son adaptaciones a la variabilidad del paisaje en
espacio y tiempo manteniendo de esta manera el flujo génico (Kozakiewicz &
Szacki, 1995). Sin embargo, el éxito de mantener el flujo de genes está también
en función de la habilidad de los animales para resistir los eventos estocásticos de
la reducción inicial de su hábitat para dispersarse y encontrar congéneres y hábitat
desocupados (Moilanen & Hanski, 1998; Marsh, 2003).
Por lo anterior, es importante el entendimiento de los patrones de
movimiento de los animales hacia la colonización de fragmentos vacíos y su
persistencia en un paisaje heterogéneo (Johnson et al., 1992; Gross et al., 1995).
Sin embargo, Sin embargo, la colonización de fragmentos vacíos no puede ser
únicamente explicado con base en las teorías metapoblacionales, ya que no es
aplicable al comportamiento espacial de los animales y/o a la capacidad que
tienen para percibir fuentes de alimento a distancia, mecanismo importante para el
éxito de la dispersión en paisajes fragmentados (Saunders et al., 1991). La teoría
de metapoblaciones requiere que los animales habiten en un fragmento con
adecuado grado de aislamiento y que migren en un determinado tiempo para
recolonizar, pero si estos están en constante movimiento de un fragmento a otro
cubriendo rangos de desplazamientos grandes en diferentes elementos de la
estructura del paisaje, no existe un aislamiento entre subpoblaciones por lo tanto
no hay extinción o subsecuentemente recolonización y la teoría de
metapoblaciones falla para describir el uso del espacio adecuadamente
(Kozakiewicz & Szacki, 1995).
11
1.3 Evidencias teóricas y empíricas para el estudio de la matriz del paisaje
con vertebrados silvestres.
1.3.1 Evidencias teóricas
La teoría metapoblacional que se ha propuesto como una versión modificada de la
teoría de biogeografía de islas (Levins, 1970; Hanski 1999) ha sido la base teórica
para un grupo de investigaciones con vertebrados las cuales consideran hábitat
vacíos y ocupados inmersos ambos en una matriz de no-hábitat por lo que
solamente pasan a otro fragmento los individuos de “X” especie en función de la
distancia que separa a los fragmentos de hábitat, así como un patrón de extinción
y colonización dependiendo del tamaño y aislamientos de los parches (Hanski et
al., 1996; Molainen et al., 1998; Bonte et al., 2003; Mandujano et al., 2006). Sin
embargo, como se puntualizó previamente, no todas las especies se ajustan a las
predicciones de la teoría metapoblacional, ya que cada especie varía respecto a la
capacidad de desplazamiento, navegación, estado interno y plasticidad en su
comportamiento (Nathan et al., 2008). Se ha observado que muchas especies
pueden utilizar varios parches de vegetación y la matriz, aumentando su
probabilidad de persistencia y abundancia en paisajes fragmentados (Baum et al.,
2004; Tischendorf et al., 2005).
La mayoría de los estudios metapoblacionales son por mucho binarios pues
consideran parches como hábitat fuentes y sumideros (Pulliam, 1998) y entre ellos
se da la dinámica de colonización y extinción, aunque la realidad indica muy poco
conocimiento sobre el papel que juega la matriz que aísla a esos dos elementos
(fuente-sumidero) (Bender & Fahrig, 2005). A pesar, de la reciente incorporación
de modelos espacialmente explícitos que consideran la acción de corredores y la
calidad de los parches (e.g. vegetación, área basal, diversidad) no han evaluado la
calidad de la matriz, y su efecto sobre la abundancia y distribución de vertebrados.
Una base teórica que puede incorporar la acción de la matriz son los
modelos basados en agentes que incluyen la integración del nuevo paradigma de
la Ecología del Paisaje llamada “Ecología del Movimiento”, la cual puede
12
suministrar evidencias reales de la importancia de la matriz para el diseño de
áreas prioritarias para conservación (Nathan et al., 2008). Dicho modelo puede
generar un paisaje real o virtual donde el agente (especie de interés) puede
moverse libremente dependiendo de la distribución y la calidad del paisaje. Para
esto se necesita tener los conocimientos básicos de la especie y datos de campo
sobre la utilización de diferentes coberturas y determinar tres características
principales de la especie (capacidad de navegación, capacidad de movimiento y el
estado interno). Asimismo, un cuarto componente tiene que ver con los factores
bióticos y abióticos del paisaje y que influyen en el movimiento de los animales lo
cual es función directa de la estructura fina del paisaje, no la estructura vista
desde el satélite, sino la real que aparece en campo y que es detectada por los
animales que se mueven en el paisaje fragmentado (Nathan et al., 2008; Laborde
J. Comm. Pers.).
1.3.2 Evidencias empíricas
Se ha mencionado que las especies que logran explotar la matriz cercana al borde
de sus hábitat logran sobrevivir o estar estables, incluso crecer poblacionalmente
(Laurance et al., 1998; Tischendorf et al., 2005). Sin embargo, existen pocos
estudios que sustenten dicho argumento, por lo difícil que es obtener tal
información.
Es por ello que el estudio de las especies que viven en paisajes
fragmentados y los efectos de los patrones del paisaje sobre la dinámica
poblacional son de primordial interés para los ecólogos (Ricketts, 2001). Algunos
estudios han generado modelos virtuales con paisajes simulados y valores
arbitrarios para evaluar el efecto de la resistencia de la matriz sobre el patrón de
movimientos (Gustafson & Gardner 1996; Schippers et al., 1996). Otros han
investigado la relación del patrón de distribución con la resistencia de diferentes
tipos de matriz (Lomolino 1994; Aberg et al., 1995; Moilanen & Hanski 1998). Sin
embargo, pocos estudios han medido la resistencia de la matriz directamente
13
examinando las tasas de movimientos inter-parches a través de diferentes tipos de
matriz (Sastre et al., 2002).
La calidad o permeabilidad de la matriz es crucial para determinar la
conectividad funcional entre fragmentos. Ha sido propuesto que la presencia de
estructuras de hábitat similar en los remanentes y en la matriz incrementa la
conectividad entre los remanentes (Taylor et al., 1993). Se menciona también que
el borde, -y que depende de la calidad de la matriz-, puede funcionar como un
hábitat alternativo para algunas especies (Medellin & Equihua, 1998; Pardini et al.,
2005) o como una fuente de especies exóticas que pueden llegar a invadir los
remanentes (Parsons, 1972; Lynam, 1997; Goodman & Rakotondravony, 2000).
La matriz también puede llegar a influir en la magnitud de cambios estructurales
en los remanentes de selva (Didham & Lawton, 1999; Mesquita et al., 1999). Por
ejemplo, los efectos de la fragmentación son usualmente reducidos cuando la
matriz es estructuralmente similar a los remanentes de bosques, porque muchas
especies de ecosistemas forestales pueden usar tales áreas como hábitat o
movimientos inter-fragmentos (Laurance, 1990; Malcolm, 1991; Laurance, 1991,
1994; Fahrig & Merriam, 1994; Aberg et al., 1995; Forman, 1995; Lidicker, 1995;
Stouffer & Bierregaard, 1995; Tocher et al., 1997; Gascon et al., 1999).
Por todo lo anterior, se ha llamado mucho la atención de investigadores que
realizan trabajos sobre los efectos de la matriz y sobre el patrón de movimientos
de diversos taxa para que consideren en sus análisis algunos elementos de la
matriz como cercos vivos, árboles aislados y plantaciones forestales, de los cuales
en primates ha sido poco abordado, llegando a conclusiones limitadas (Aberg et
al., 1995; Gascon et al., 1999; Laurance & Laurence, 1999; Goodwin & Fahrig,
2002; Bonte et al., 2003; Wethered & Lawes, 2003; Pardini, 2004).
14
1.4 Primeras aproximaciones en el estudio de la matriz del paisaje con
primates arborícolas
Actualmente existen algunos estudios acerca de las consecuencias de la
fragmentación sobre las poblaciones de primates y los efectos de las
características de los fragmentos (tamaño, forma, aislamiento, calidad) sobre la
abundancia y tamaños de grupos (Marsh, 2003). Estas investigaciones
demuestran que la calidad y características espaciales de los fragmentos de selva
juegan un papel importante en el entendimiento del comportamiento de las
poblaciones remanentes, densidad, viabilidad y actualmente conservación y
manejo (Chapman & Lambert, 2000; Fahrig, 2003). Sin embargo, hasta ahora, la
mayoría de las investigaciones han sido enfocadas dentro de los límites de los
fragmentos y no se han abierto a entender el complejo mosaico de diferentes tipos
de vegetación en los que se encuentran embebidos los fragmentos y que
frecuentemente denominamos como matriz (Gascon et al., 1999; Chapman &
Peres, 2001; Ricketts, 2001).
Algunos primates tienen una gran flexibilidad ecológica y de
comportamiento en respuesta a las perturbaciones ambientales. Por ejemplo, la
transformación de selvas a cultivos agrícolas ha permitido a algunas especies de
primates explotar los sembradíos en la matriz cerca del borde de sus hábitat
naturales (Colishaw & Dunbar, 2000) o lograr establecerse y reproducirse en
huertas de cacao de sombra (Theobroma cacao) y eucalipto (Eucalyptus sp.)
(Muñoz et al., 2005; Serio-Silva et al., 2006; Bonilla-Sánchez et al., 2012). La
subsistencia de granos es una fuente de alimento para muchas especies
frugívoras como son especies de cercopitécidos y póngidos (Naughton-Treves,
1998; Reynolds et al., 2003) y colobinos (Naughton-Treves, 1998). La presencia o
el cultivo de especies exóticas como el mango, el tamarindo, y los cítricos también
puede proveer de alimentos en forma de hojas y frutos para algunos primates
como Alouatta caraya en Brasil (Bicca-Marques & Calegaro Marques, 1994). En
muchos de estos estudios, la rara dispersión de primates entre grupos y las
dificultades de sobrevivencia de primates dentro de la matriz, han sugerido la
15
necesidad de realizar más estudios sobre este fenómeno, el cual es de vital
importancia para el futuro de la conservación y el manejo de poblaciones
fragmentadas de primates (Anderson et al., 2007).
En México, el uso de la matriz del paisaje por primates ha empezado a
abordarse por algunos primatológos en la región sur de Los Tuxtlas, Veracruz,
donde han registrado el movimiento de Alouatta palliata mexicana entre
fragmentos y se ha relacionado a modelos metapoblacionales (Mandujano &
Estrada, 2005; Mandujano et al., 2006). Estos trabajos han estado enfocados a la
viabilidad metapoblacional y a los umbrales del área y el aislamiento de los
fragmentos, los cuales influyen en la posibilidad de dispersión.
Recientemente, han surgido otros estudios donde se registra a Alouatta
pigra desplazándose entre fragmentos, alimentándose en la matriz, ingiriendo
agua y alimentándose de especies exóticas como el mango (Mangifera indica), el
tamarindo (Tamarindus indica), la guayaba (Psidium guajava), la papaya (Carica
papaya) y el eucalipto (Eucalyptus sp.) que han invadido algunos fragmentos y en
otros casos han sido cultivadas como el caso del eucalipto (Pozo-Montuy, 2006;
Pozo-Montuy & Serio Silva, 2006; Serio-Silva et al., 2006; Pozo-Montuy & Serio
Silva, 2007). Sin embargo, a pesar de que se han registrado esporádicamente a
primates haciendo uso de algún elemento de la matriz, no se ha estudiado a largo
plazo y mucho menos se han realizado estudios poblacionales (e.g. existen
algunos reportes acerca de la desaparición de juveniles o machos subordinados y
la dispersión de hembras adultas) (Brockett et al., 2000) y el impacto que trae
consigo sobre la estructura de la población (Pavelka et al., 2007).
Como se ha sugerido previamente, la matriz es el componente del paisaje
que puede funcionar como un filtro facilitando el desplazamiento de algunas
especies pero impidiendo a otras (Gascon et al., 2000). Desde hace varias
décadas, se ha sugerido que los monos aulladores por ser arborícolas por
“evolución” nunca bajaban al suelo, además de que obtienen el agua y otros
nutrientes de las hojas y frutos que consumen, por lo que anteriormente, se
pensaba que la matriz del paisaje (ejemplo: pastizal) actuaba como una barrera
16
para este género, e inclusive para otras especies de primates arborícolas
(Glander, 1975). Actualmente, debido a la rápida conversión de las selvas a
pastizales, y a la modificación de su estructura y composición original, los monos
aulladores han tenido que convertirse en terrestres “facultativos” por la
fragmentación de su hábitat forestal original y han logrado convertir la barrera en
un nuevo tipo de ambiente para explotar (Mandujano et al., 2006; Pozo-Montuy &
Serio-Silva, 2007; Ramírez-Julián, 2010).
Estos comportamientos de poco usuales a muy frecuentes se han venido
reportando de manera anecdótica desde 1965, y se ha adjudicado el origen de
estos comportamientos a la fragmentación y sus efectos (incremento de la
temperatura, baja disponibilidad de recurso, incendios, entre otros) (Carpenter,
1965; Schon & Ybarra, 1984; Bicca-Marques & Calegaro-Marques, 1995; Serio-
Silva & Rico-Gray, 2000). Actualmente, se han logrado estudiar algunos aspectos
del uso de la matriz en primates del Viejo Mundo y se ha observado que la
existencia de cultivos ofrece una nueva alternativa de alimento para especies de
cercopitecos y póngidos (Naughton-Treves, 1998; Reynolds et al., 2003).
El uso de la matriz ha sido poco abordado por los primatológos, quizá por la
dificultad de buscar y localizar a los monos en un paisaje heterogéneo y complejo
y por la rareza de estos eventos (Anderson et al., 2007). Sin embargo, ha surgido
un primer acercamiento y se han atribuido estos hallazgos a que los monos
utilizan diferentes elementos de la matriz, tales como cercos vivos para
suplementar su dieta (Asensio et al., 2009).
II. ANTECEDENTES
2.1 Breve síntesis de la biología y ecología de la especie
Los monos aulladores como folívoros, poseen dientes relativamente anchos;
huesos muy profundos en la mandíbula inferior y un sistema intestinal que ocupa
un tercio del volumen de su cuerpo, ya que debe procesar grandes cantidades de
fibra vegetal (Janson, 1991). Se ha reportado que los monos aulladores pueden
17
sobrevivir temporalmente en remanentes de vegetación selvática y / o mezclada
con cultivos arbolados de 10 hectáreas en extensión (Lovejoy et al., 1986; Bicca-
Marques & Calegaro-Marques, 1994) En casos extremos habitan fragmentos de
hasta 0.5 hectáreas (Bicca-Marques & Calegaro- Marques, 1994; García- Orduña
& Canales- Espinosa, 1995). Esto quizá se deba a que las especies del género
Alouatta son capaces, en el rango de su distribución geográfica en el Neotrópico,
de consumir hojas, frutos y flores de más de 291 especies de plantas
pertenecientes a 66 familias, e incluir hojas maduras en su dieta cuando las hojas
jóvenes y los frutos no están fenológicamente disponibles, lo cual permite explorar
ámbitos hogareños pequeños (Lovejoy et al., 1986; Estrada & Coates-Estrada,
1993).
Por otra parte, Shlichte (1978) estudió patrones alimenticios y reporta
sobre algunas poblaciones de monos aulladores que consumen Brosimum
alicastrum hasta un 87.5 % del tiempo de alimentación. En Belice, (Silver et al.,
1998) realizaron un estudio sobre el comportamiento alimenticio de Alouatta pigra
encontrando que la dieta de estos monos consiste primariamente de hojas jóvenes
y frutos. Además se alimentaron comúnmente de 24 especies de plantas, entre las
más representativas se encuentran las del género Ficus.
Los estudios detallados con A. pigra se han llevado a cabo principalmente
en Belice, en Bermudian Landing, donde Horwich (1983) realiza una descripción
detallada acerca del comportamiento reproductivo, Horwich & Gebhard (1983)
encuentran un patrón de actividades influenciado por la estacionalidad y sugieren
que está relacionado al clima. Por ejemplo, el frío en épocas húmedas impone
poca restricción a las actividades de los monos aulladores, pero en temperaturas
por arriba de 30°C las actividades se reducen. También las fases lunares influyen
en el comportamiento de vocalización, lo cual mencionan que en luna llena
vocalizan antes de amanecer.
Otros estudios con Alouatta pigra en Belice han analizado diferentes
patrones de conducta Silver et al., (1998) reportan que los monos invierten un
24.4% a la alimentación, 61.9% al descanso, aproximadamente 9.8% a la
18
locomoción, el 2.3% a otras actividades como el comportamiento social afiliativo
(juego y acicalamiento) y 1.5% de vocalización.
Por otro lado, Silver & Marsh (2003) reportan distribución de tiempo
similares (17.5% a la alimentación, 73.3 % al descanso y 9.5% a la locomoción),
en comparación con otro grupo vecino con el 20.9% a la alimentación, 69.4% al
descanso y 10.1% a la locomoción). Un último estudio que nos describe las
respuestas de los monos aulladores en los fragmentos es el de Bicca-Marques
(2003), en donde analiza el patrón diario de actividades de 42 grupos de Alouatta
spp. en 27 sitios diferentes obteniendo medias de 24% a la alimentación, 65.5
7.8% al descanso, y 12.8 4.8 % a la locomoción.
2.2 La fragmentación del hábitat y uso de la matriz por el mono aullador
negro en Balancán: Estudios pioneros
2.2.1 Características del paisaje fragmentado de Alouatta pigra
El municipio de Balancán, Tabasco, en el sureste de México presenta un paisaje
ideal para el estudio del uso de la matriz por primates arborícolas. El mono
aullador negro (Alouatta pigra) en este municipio sobrevive en 21,937 ha
compuestas por 1,348 fragmentos, los cuales oscilan entre una superficie de 0.2
hasta 100 ha, principalmente rodeados de pastizales (Pozo-Montuy et al., 2008).
Además, la mayoría de los fragmentos en el área de estudio presentan indicios de
incendios, los cuales han modificado las asociaciones vegetales y reducido la
calidad de 18,114 ha de vegetación que representan el 82 % del total remanente.
Por esta razón, el tipo de vegetación de los fragmentos está dominada por
vegetación secundaria, selva baja espinosa de tinto, encinar tropical, palmar y
vegetación riparia. El estado actual de conservación de estas áreas de vegetación
es altamente perturbado por la presencia de ganado, extracción de flora y fauna e
incendios, especialmente durante el periodo de 2003 a 2005 (n=92) (CONABIO,
2005; Pozo-Montuy et al., 2008).
La altura promedio del dosel de los fragmentos es de 14 m ± 4.8 y la
distancia promedio a los asentamientos humanos más cercanos de 1344 m ± 1221
19
m. En Balancán no hay diferencias significativas en la distancia a los
asentamientos humanos (t= 918.0, gl=61, p= 0.62), y entre el área de los clusters
(asociación de fragmentos a menos de 200 m de distancia entre ellos) ocupados y
no ocupados (t= 943, gl=61, p= 0.45). Sin embargo, Se han encontrado diferencias
significativas en la altura del dosel (t= 634.0, gl=61, p= 0.01) entre los cluster
ocupados y no ocupados, es decir, los monos aulladores ocupan los fragmentos
con árboles más altos (Pozo-Montuy et al., 2008).
Los tipos de hábitat que están ocupando actualmente las tropas de A. pigra
en Balancán, Tabasco, incluyen principalmente vegetación secundaria y
vegetación riparia con 45.2 y 29.4 % respectivamente, seguido de la selva baja
espinosa de tinto (Haematoxylon campechianum) con 21.1 %, el encinar tropical
(Quercus sp.) con 3.9 % y palmar con 0.4 % (Pozo-Montuy, 2006).
Finalmente, se ha reportado que el área del fragmento, el tipo de
vegetación, la altura del dosel y el tipo de uso de suelo juegan un papel importante
sobre la abundancia y tamaño de las tropas de A. pigra en Balancán, Tabasco
(Pozo-Montuy, 2006). Sin embargo, en un análisis por zonas, se pudo determinar
que estas variables afectan de manera diferente la abundancia de los aulladores.
Así, para la zona norte, colindante con el estado de Campeche, las variables que
juegan un papel importante en la variación de la abundancia son: el tipo de
vegetación en interacción con el área de los fragmentos y para la zona sur (sitio de
estudio actual) el área de los fragmentos. Es decir, tenemos como constante al
área de los fragmentos como variable que afecta la abundancia de los monos
aulladores (Pozo-Montuy, 2006).
2.2.2 El uso de la matriz del paisaje: el caso de Alouatta pigra
A pesar de que existen cientos de reportes anecdóticos sobre la flexibilidad que
poseen los monos aulladores, se tienen pocos datos fehacientes y sistemáticos de
la manera en que ellos logran explotar ambientes muy perturbados (Carpenter,
1965; Schoon & Ybarra, 1984; Bicca-Marques & Calegaro-Marques, 1995; Serio-
Silva & Rico-Gray, 2000).
20
La especie A. pigra ha sido poco estudiada en comparación con A. palliata en la
cual se tiene un reporte de la suplementación del paisaje con la utilización de
cercos vivos (Asensio et al., 2009) y análisis de una mayor probabilidad de
movimientos inter-fragmentos dependiendo de la densidad de corredores, de
carreteras y la distancia entre fragmentos (Estrada & Mandujano, 2005; Anzures-
Dadda & Manson, 2007).
Para A. pigra el primer reporte que se tiene sobre el uso de ciertos
elementos de la matriz proviene de Balancán, Tabasco, donde se observó a A.
pigra bajar al suelo con una alta frecuencia para desplazarse en el pastizal y
forrajear plántulas y enredaderas en el suelo (Pozo-Montuy & Serio-Silva, 2007).
Sin embargo, este trabajo se hizo a nivel de parche y con un solo grupo.
Un segundo trabajo, fue el de Ramírez-Julián (2010) que estudió cuatro
grupos de monos aulladores en fragmentos “pequeños” (≤ 1 ha) y un grupo control
en un fragmento “grande” (4 ha) encontrando una relación entre el número de
polígonos dentro del ámbito hogareño de los grupos, con el número de caminatas
por el suelo. Es decir, cuando el hábitat de los monos aulladores presenta un
dosel discontinuo formándose numerosos parches de árboles, estos tenderán a
desplazarse más por el suelo. Lo anterior demuestra, que los comportamientos de
desplazamientos usando la matriz (pastizal) son una respuesta a la fragmentación.
Finalmente, se ha estudiado por cuatro años a monos aulladores negros en
plantaciones de eucalipto y en donde se ha observado una población considerable
de ellos. En particular se ha reportado que los monos presentes en las
plantaciones las utilizan como corredores o como sitios donde forrajean
enredaderas y Cecropia obtusifolia que crecen entre los eucaliptos (Serio-Silva et
al., 2006; Pozo-Montuy et al., 2009; Díaz-López, 2010).
2.2.3 Primeros indicios de la alimentación de A. pigra en la matriz del paisaje.
Existen pocos estudios de la ecología alimentaria de A. pigra en paisajes
fragmentados en comparación con otras especies como A. palliata y A. caraya, en
estas dos últimas especies han logrado documentar la alimentación con especies
21
exóticas (Citrus sp., Eucalyptus sp.) y de árboles grandes que se encuentran en
cercos vivos (Bicca-Marques & Calegaro-Marques, 1995; Asencio et al., 2009).
Los primeros estudios con A. pigra que reportan la alimentación de enredaderas y
plántulas del suelo se realizó en Balancán, Tabasco, y en donde se observó que
los eventos de alimentación en el suelo fueron similares en tiempo a las conductas
sociales (Pozo-Montuy & Serio-Silva, 2007).
Ramírez-Julián (2010) en el mismo sitio de estudio logró también
caracterizar que los grupos de aulladores bajaban para alcanzar otros grupos de
árboles, pero que durante el viaje consumían enredaderas del suelo. Bonilla-
Sánchez et al. (2012) reportan que existen grupos de aulladores usando el borde
entre la vegetación secundaria y las plantaciones de eucalipto. Sin embargo el
consumo de hojas y flores de eucalipto representó menos del 1% del tiempo total
de alimentación.
Finalmente cabe mencionar, que los estudios aún son escasos y que se
requiere información sobre la ecología alimentaria en condiciones de
fragmentación en donde se pueda analizar el uso de la matriz como probable
fuente de recursos alimentarios. Al respecto Asensio et al. (2009) sugiere que
ciertos elementos del paisaje tienen una gran importancia para la suplementación
de la dieta de monos aulladores de manto (A. palliata mexicana). Por lo que es
relevante diseñar un estudio para comprobar estas ideas para A. pigra.
2.3 Definiciones y conceptos especie-específicos para este estudio.
La escala espacial del presente estudio fue variable, pues se realizó tanto a nivel
de paisaje como a nivel de parche, dependiendo de los objetivos planteados. Se
varió la escala de esta manera, pues los ecólogos del paisaje remarcan la
importancia de estudiar los efectos de los patrones espaciales del hábitat sobre los
procesos ecológicos. Sin embargo, muchos procesos ecológicos que afectan a las
poblaciones y comunidades ocurren a escala local que tiene que ver con el parche
(e.g. estructura de la vegetación, disponibilidad de recursos y depredación).
22
A continuación, se definen varios conceptos que se utilizarán a lo largo del
presente estudio:
Fragmentación del hábitat: Cambios en la configuración del hábitat que resulta
de su ruptura, independientemente de la pérdida de hábitat perse (Farigh, 2003).
Fragmentación del paisaje: Es el resultado posterior del proceso de
fragmentación que consiste en la fragmentación y pérdida de hábitat (Farigh,
2003.
Paisaje: Existen varias definiciones, un de ellas menciona que “Es un sistema
ecológico que contiene parches de más de un tipo de comunidad (Lidicker, 1988);
Sin embargo la definición más aceptada por la ecología del paisaje menciona que
el paisaje es un área de tierra heterogénea compuesta por un grupo de
ecosistemas interactuando que se repiten en similar forma (Forman y Godron,
1986).
Ecología del paisaje: Es considerada una rama de la ecología relativamente
joven sin una definición única por la convergencia de un amplio rango de
disciplinas. Sin embargo, la definición más adecuada para el presente trabajo
menciona que la Ecología del Paisaje “Es el estudio de la forma en que la
estructura del paisaje (incluyendo patrones y procesos bióticos y abióticos) afecta
la abundancia y distribución de los organismos (Turner, 1989; Fahrig, 2005).
Estructura del paisaje: Es la heterogeneidad espacial y la cantidad de diferentes
tipos de hábitat (composición) y su arreglo espacial (configuración) (Fahrig, 2005).
Complementación del paisaje: Ocurre cuando un organismo se desplaza entre
fragmentos para utilizar diferentes recursos indispensables que no están
disponibles en un mismo lugar. Por ejemplo, un recurso para alimentarse y otro
para el descanso o reproducción (Dunning et al., 1992).
Suplementación del Paisaje: Es la forma en que los organismos responden a la
distribución de los parches con recursos no indispensables. En el proceso de la
suplementación del paisaje, la población en un parche focal puede ser mayor si el
23
parche más cercano o vecino contiene recursos adicionales disponibles. Los
organismos podrían incrementar la ingesta de recursos mediante el uso de
parches cercanos del mismo hábitat, o mediante el uso de un recurso sustituible
en parches cercanos de un tipo diferente (Dunning et al., 1992).
Fragmento hábitat: Vegetación nativa (excluyendo cercos vivos), con un dosel
continuo de ≥ 0.2 ha de superficie (este parámetro es considerado debido a que es
el tamaño más pequeño de un fragmento ocupado por A. pigra en Tabasco) y ≥ de
10 m de altura (Mandujano et al., 2006; Anzures-Dadda & Manson 2007; Zunino et
al., 2007). Todos los tipos de cobertura vegetal que no reúnen este criterio fueron
considerados elementos de la matriz.
Matriz: Espacio que constituye la mayor superficie de un paisaje fragmentado el
cual rodea los fragmentos hábitat y se encuentra bajo una intensa perturbación
antrópica, para el caso particular de A. pigra la matriz del paisaje la conforman una
serie de elementos (Gascon et al., 2000; Bender & Fahrig, 2005; Antongiovanni &
Metzger, 2005).
Elementos de la matriz: Estructuras (carreteras, asentamientos, cercos, canales,
etc.) u otras coberturas vegetales nativas o exóticas de origen humano (cercos
vivos, pastizales, plantaciones forestales, etc.) que forman parte de la matriz del
paisaje (Lindenmayer & Franklin, 2002; Antongiovanni & Metzger, 2005).
III. OBJETIVOS
3.1 Objetivo General
Analizar el efecto que tiene la matriz del paisaje sobre la población y la conducta
de monos aulladores negros (A.pigra), en un paisaje fragmentado en Balancán
Tabasco, México.
3.2 Objetivos Específicos
- Determinar el número de monos aulladores negros en la matriz del paisaje y
describir los elementos que están utilizando.
24
- Analizar cuales atributos de la matriz del paisaje pueden tener efecto sobre la
abundancia de los monos aulladores.
- Evaluar el uso (alimentación, descanso y locomoción) de diferentes elementos de
la matriz de un grupo de monos aulladores que habitan un fragmento pequeño (0.4
ha) y uno grande (19 ha).
- Analizar las preferencias de uso de hábitat y los diferentes elementos de la
matriz que son utilizados por los monos aulladores.
- Proponer estrategias de conservación para esta especie en peligro de extinción.
IV. HIPÓTESIS
Monos aulladores en la matriz
H1: La abundancia de monos aulladores negros (A. pigra) estará positivamente
relacionada a elementos de la matriz que posean árboles de mayores alturas,
cercanos a un fragmento hábitat y con la presencia de árboles para alimentarse.
Uso de la matriz
H2: El uso de la matriz estará en función de la suplementación del paisaje, donde
los monos aulladores utilizarán diversos elementos de la matriz para desplazarse
(estructuras no arbóreas) y para alimentarse (estructuras arbóreas). El uso estará
regido entonces, por la presencia de alimento suplementario en los elementos de
la matriz.
25
V. ESTRUCTURA DE LA TESIS
La tesis consta de cuatro capítulos, el primero de ellos se refiere a la parte del
marco teórico y conceptual, se incluye información de los trabajos realizados sobre
la fragmentación y uso de la matriz. El segundo capítulo (artículo publicado) se
enfoca en el análisis de la población de monos aulladores que usa la matriz del
paisaje y en la exploración por medio de modelos lineares generalizados de la
influencia de las características de la matriz sobre la abundancia de monos
aulladores. El tercer capítulo de la tesis (articulo en preparación) presenta el
análisis del comportamiento de A. pigra durante el uso de la matriz, lo anterior
desde una perspectiva de suplementación del paisaje donde se tienen los
porcentajes de tiempo invertido en cada una de sus actividades, porcentaje de
tiempo de uso en cada matriz y las plantas utilizadas como alimento. Finalmente,
el capítulo cuarto ofrece una Discusión General del tema, enmarcando los
resultados y conclusiones más relevantes del presente trabajo, evaluando la
aceptación o rechazo de las hipótesis y terminando con una propuesta de manejo
y conservación.
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CAPÍTULO II: Artículo publicado
Influence of the landscape matrix on the abundance of arboreal
primates in fragmented landscapes
Gilberto Pozo-Montuy, Juan Carlos Serio-Silva and Yadira M. Bonilla-Sánchez
Publicado en Primates Volume 52, Numero 2 (2011), 139-147, DOI: 10.1007/s10329-010-
0231-5
ORIGINAL ARTICLE
Influence of the landscape matrix on the abundance of arborealprimates in fragmented landscapes
Gilberto Pozo-Montuy • Juan Carlos Serio-Silva •
Yadira M. Bonilla-Sanchez
Received: 7 September 2010 / Accepted: 25 November 2010 / Published online: 6 January 2011
� Japan Monkey Centre and Springer 2010
Abstract Composition of the landscape matrix of sur-
rounding forest fragments is thought to be critically
important to the survival of arboreal primates because it
offers structures that help the animals move between
fragments and other foraging sites. However, little is
known about the composition of the matrix used by these
animals. The aim of this study was to quantitatively assess
the importance of the landscape matrix and its effects on
primate abundance, using black howler monkeys (Alouatta
pigra) living in a landscape fragmented by the expansion of
agriculture and pastures for livestock in southeastern
Mexico. In 2008, a complete census of the monkeys was
carried out across the 2000-ha landscape matrix, and for
every site where we observed monkeys, we recorded can-
opy height, tree basal area, food-source abundance, and
distance to the nearest fragment. A total of 244 howler
monkeys, distributed among 48 groups (including six sol-
itary males) were counted in the matrix. Mean troop size
was 5.6 ± 2.8 individuals, and the mode was three indi-
viduals. The highest number of troops and greatest howler
monkey abundance were recorded in the isolated trees, the
eucalyptus plantation, and orchards. A generalized linear
model revealed that monkey abundance tended to be higher
in matrix elements with higher canopy height, greater food
availability, and closest to rainforest fragments. These
results suggest that it is necessary to take into account the
many elements of the landscape when drawing up con-
servation and habitat management plans, particularly in
order to establish connectivity among the fragments and
elements of the matrix with native trees.
Keywords Fragmentation � Isolated trees �Living fences � Landscape matrix � Arboreal primates �Habitat management � Conservation
Introduction
The high rates of tropical deforestation, concurrent with
human land-use expansion, have given rise to the loss and
fragmentation of forest habitats (Burgess and Sharpe 1981;
Lord and Norton 1990; Achard et al. 2002). Fragmentation
drastically alters habitat availability and quality for wild
animals (Saunders et al. 1991; Bierregaard et al. 1992; Li
2004) and results in the creation of landscapes comprised
of vegetation remnants of varying sizes and degrees of
disturbance, and isolation, surrounded by a matrix that is
mainly agricultural in nature and occasionally has arboreal
elements such as living fences, forest plantations, and
isolated trees (Lord and Norton 1990; Laurance et al.
1998). Habitat fragmentation—frequently associated with a
decrease in animal population size and increase in their risk
of extinction—is considered one of the greatest threats to
tropical biodiversity (Laurance and Bierregaard 1997;
Chapman et al. 2007), although the seriousness of the
threat depends on the specific characteristics of each pop-
ulation, species, site, or region (Johns 1986; Offerman et al.
1995).
G. Pozo-Montuy (&) � Y. M. Bonilla-Sanchez
Posgrado en Neuroetologıa, Instituto de Neuroetologıa,
Universidad Veracruzana, Avenida Luis Castelazo Ayala s\n
Col. Industrial Las Animas, 91190 Xalapa, Veracruz, Mexico
e-mail: [email protected]
G. Pozo-Montuy � J. C. Serio-Silva � Y. M. Bonilla-Sanchez
Estacion de Primatologıa y Vida Silvestre A.C., Balancan,
Tabasco, Mexico
J. C. Serio-Silva
Red de Biologıa y Conservacion de Vertebrados,
Instituto de Ecologıa AC, Xalapa, Veracruz, Mexico
123
Primates (2011) 52:139–147
DOI 10.1007/s10329-010-0231-5
Arboreal primates are among the species that are most
sensitive to habitat fragmentation. These monkeys need
trees with specific characteristics to meet their needs for
food, refuge, resting sites, and reproduction (Stevenson
2001; Mendes-Pontes and Soares 2005; Arroyo-Rodrıguez
et al. 2007) and thus are very sensitive to changes in
vegetation structure within their range (Balko and Under-
wood 2005; Michalski and Peres 2005). In rainforest
fragments, there can be a decrease in the availability of tree
species that are important to arboreal monkeys (Arroyo-
Rodrıguez and Mandujano 2006; Chapman et al. 2010)
because habitat reduction and edge effects typically cause
mortality and a decrease in mean tree size (Saunders et al.
1991). This makes it necessary for arboreal monkeys to
move across the matrix to use different fragments or
arboreal elements in their search for resources (Anderson
et al. 2007; Asensio et al. 2009). Laurance (1991) reported
that the mammal species that make frequent use of the
landscape matrix typically have stable numbers or increase
their population size, whereas in contrast, species that
avoid going out into the matrix decrease in numbers or
disappear. This means that in a scenario such as that of the
fragmented landscape described, the matrix may well be a
critical factor in animal survival, though to our knowledge,
the importance of the matrix has never been formally
studied in detail for arboreal primates.
To date, most studies on arboreal primates and the other
species that inhabit fragmented landscapes have been
confined to the interior of the fragments and have virtually
ignored the effect of the matrix (Gascon et al. 1999;
Chapman and Peres 2001; Ricketts 2001). Although it has
been inferred from anecdotal reports that the matrix is
important to the survival of arboreal primates (Carpenter
1934; Schon-Ybarra 1984; Bicca-Marques and Calegaro-
Marques 1995; Serio-Silva and Rico-Gray 2000; Harris and
Chapman 2007), only recently have there been studies on
some aspects of the use of the matrix by primates, with
reports that the presence of crops and other types of
arboreal cover offer alternate food sources for guenons,
howlers, siamangs, lemurs, and colobus monkeys (Ganz-
horn 1987; Michon and de Foresta 1995; Naughton-Treves
1998; Chapman and Onderdonk 1998; Anderson et al.
2007; Pozo-Montuy and Serio-Silva 2007; Asensio et al.
2009). On the other hand, it has been reported that the
frequency of the movement of monkeys across the matrix
tends to increase as the distance between fragments
decreases or as the number of vegetation corridors between
fragments increases (Estrada and Coates-Estrada 1996;
Swart and Lawes 1996; Mandujano and Estrada 2005;
Anzures-Dadda and Manson 2007).
Based on the above, we can say that an arboreal primate
that lives in a fragmented landscape and is capable of using
the matrix for moving and feeding likely has high long-
term potential viability in fragmented landscapes. How-
ever, it is not known which of the matrix attributes—i.e.,
the availability of food species, the distance to the edge of
the nearest fragment, or the physical structure of the veg-
etation (the height and basal area of the trees in the
matrix)—can help or hinder the abundance of some arbo-
real primate species. With this study, we aim to address
these points by answering the central question: Which
characteristics of the matrix help arboreal monkeys to
survive in fragmented landscapes? We use an arboreal
primate (Alouatta pigra) living in a fragmented region in
southeastern Mexico to answer this question. A. pigra is
mainly tree dwelling and is most frequently found in the
upper canopy of the rainforest. Diet consists of leaves and
seasonally available fruit (Pavelka and Knopff 2004; Pozo-
Montuy and Serio-Silva 2006). This species was consid-
ered suitable for addressing our research questions as its
characteristics (diurnal activity, slow movements, cohesive
group, and tolerance of human presence) make it easier to
conduct a full census. Specifically, we address the fol-
lowing: What is the size of the howler monkey population
in the landscape matrix? Where in the matrix is A. pigra
most abundant? What does A. pigra do in the different
elements of the matrix? Which attributes of the matrix
elements affect A. pigra abundance?
Methods
Study area
The study area is located at 91�300 N lat., 17�400 W long.,
and covers 2000 ha in the municipality of Balancan in the
state of Tabasco in southeastern Mexico and is bounded by
several barriers that are both natural (mainly the Usumac-
inta River and several lagoons) and anthropogenic (roads
and wire fences, among others; Fig. 1). It forms part of the
Lower Basin of the Usumacinta River, a region charac-
terized by vast plains that flood during the rainy season
(August–October). Mean annual precipitation is 1595 mm,
and mean annual temperature is 27.9�C (CNA 2008).
The original vegetation in the region was described as
rainforest, semideciduous tropical forest, and spiny ever-
green bloodwood (Haematoxylum campechianum) forest
(Lopez-Mendoza 1980). The government’s development
plans during the 1960s resulted in increased colonization of
the land and its conversion for pasturing livestock and
growing crops, all of which caused the loss and fragmen-
tation of the 115000 ha of original forest (Reyes-Castillo
1978; Pozo-Montuy et al. 2008). The conversion of forests
to pasture has resulted in a loss of moisture and has created
an unusual climate, with long droughts (8 months) lasting
from February to September, when historically the dry
140 Primates (2011) 52:139–147
123
season was only 3 months (from March to May) (PDM
2005). Climate change has had another significant impact,
as very dry years alternate with extensive flooding and
increased silting in rivers, streams, and lakes, which occurs
in the absence of forests that would normally retain the soil
around bodies of water (Chapman and Chapman 2003).
Currently, the landscape comprises vegetation fragments
surrounded by a matrix that is primarily pasture, along with
other elements, such as living fences and isolated trees, as
well as areas used for silviculture and growing fruit (Fig. 2;
Pozo-Montuy 2006). Silviculture in the area includes
exotic species, mainly eucalyptus (Eucalyptus spp.), teak
(Tectonia grandis), and melina (Gmelina arborea), with
some plantations of cedar (Cedrela odorata). In Balancan,
about 12000 ha are devoted to silviculture.
Monkey census in the landscape matrix
To quantify A. pigra’s use of the different matrix elements
by estimating its abundance, three expert observers, on foot
or on horseback, evaluated how many monkeys were using
each element of the landscape matrix in the area. This
census was done 17 days/month from March to December
2008 (10 months and 1,369 person hours). These daily
surveys were done at a mean speed of 8 ± 2 km/day,
between 0700 and 1600 hours. The time required to check
for the presence of howlers in each element varied
depending on the size of the element (mean 40 min/
ha ± 12 min). Each time visual contact was established
with a troop or individual, we recorded the matrix element,
the age and sex of each individual, the number of indi-
viduals per troop, and their activities when sighted. Age
categories were adult (an independent individual with a
well-developed hyoid and chin, and[3 years old), juvenile
(an individual that moves independently of its mother, is
very active, and[1 year old), and infant (an individual that
is totally dependent on its mother) (Rosales-Meda et al.
2007). The term immature refers to juveniles and infants.
Each element of the matrix was checked once during of the
study and, in order to avoid recording the same troop more
than once, we used a GPS to record coordinates of each site
and measure the distance to the nearest group, as well as
using the sex–age composition and the physical charac-
teristics of the monkeys (size, facial scars, scars on limbs,
and fur color around the face, on the scrotum and vulva) as
specific identifiers for each troop. Additionally, data from a
concurrent radiotelemetry project allowed us to determine
the ranging distances for the howlers and thus reduce the
search effort required in each matrix. Most of the matrix
elements are less than half a hectare in size, which helped
us to do complete censuses. There was only one eucalyptus
plantation (200 ha) in the area, which took 2 days to cen-
sus. Each troop was observed with binoculars for at least
30 min, and the census was considered complete when all
three observers had agreed on the composition of the troop.
The probability of individuals from a troop or solitary
individuals not being detected during our survey was
minimal, as three observers thoroughly inspected all the
Fig. 1 Location of the municipality of Balancan in the state of
Tabasco in southeastern Mexico
Fig. 2 Examples of a natural barriers that circumscribe the study area
(Usumacinta River), b pasture lands \1-m tall with some living
fences, roads, and isolated trees. Picture from Leon D. Olivera-Gomez
Primates (2011) 52:139–147 141
123
elements of the matrix. Furthermore, the characteristics of
the species make it easy to spot them in disturbed sites
because the monkeys do not show any fusion to subgroups
and are not hunted. They do not exhibit cryptic behavior,
and they vocalize throughout the day. Because of this, there
is negligible variability in the detectability of the howlers
between habitats.
Attributes of the landscape matrix
We define habitat fragments as the native vegetation
(excluding living fences) with a continuous canopy
C0.2 ha in area (this size threshold was selected based on
the size of the smallest inhabited fragment) and C10 m tall
(Mandujano et al. 2006; Anzures-Dadda and Manson 2007;
Zunino et al. 2007). All types of plant cover not meeting
these criteria were considered matrix elements. There were
14 different types of matrix elements (Table 1), and their
classification was based on previous studies (Grunblatt
et al. 1989; Anderson et al. 2007).
The characteristics of each matrix element that were
considered likely to affect the abundance of monkeys
were canopy height (Anderson et al. 2007, colobus
monkeys), tree basal area (Arroyo-Rodrıguez and Mand-
ujano 2006, howler monkeys), food-source abundance
(Wieczkowski 2004, mangabeys), and distance to the
nearest fragment (Estrada and Coates-Estrada 1996;
Mandujano and Estrada 2005, howler monkeys). These
data were recorded for each matrix element where a troop
of monkeys or solitary monkey was sighted. Canopy
height was estimated using a digital clinometer (Haglof,
Sweden). Food-source abundance was estimated as the
number of trees on which leaves and fruit are known
to form part of the diet of black howler monkeys
(Pozo-Montuy and Serio-Silva 2006). This number was
obtained using a 2 m 9 50 m transect in each matrix
element where monkeys were sighted (Gentry 1982). To
calculate tree basal area, the diameter at breast height
was measured for all trees that had at least half of their
trunk inside the transect boundaries. Finally, we digitized
the vegetation fragments on orthophotos from 2008
(1:10,000). Using ArcView 3.3 software, we determined
the distance to the nearest fragment as measured from the
edge of the fragment to the spot where the monkeys were
sighted in the matrix.
Data analysis
Using the information obtained in the field, descriptive
analyses were done on troop composition and the sex–age
class ratio. We also did descriptive analyses of the number
of troops recorded in each type of matrix element, as well
as troop size mean and mode. We analyzed the influence of
the recorded matrix attributes (canopy height, tree basal
area, food-source abundance, and distance to the nearest
fragment) on monkey abundance by constructing general-
ized linear models (GLMs) using the S-Plus 2000 program
(Poisson log linear model) (MathSoft 1999; Crawley
2002). We identified the minimum adequate model
following the principles of parsimony and maximum
likelihood (Crawley 2002). Explanatory variables were
identified in a stepwise fashion, retaining the significant
variables according to the results of the F tests. Before
running the models, each independent variable was ana-
lyzed to test its degree of correlation with the other inde-
pendent variables using Spearman’s rank correlation test to
help eliminate the possibility of mistakes in the interpre-
tation of the model (e.g., false positives). A value of
P B 0.05 suggested they are correlated.
Table 1 Matrix elements identified in the fragmented landscape of
Balancan, Tabasco, Mexico
Name Description
1. Early secondary
vegetation
Young native trees; height \10 m,
canopy cover \50%
2. Scrub with creepers
and vines
Shrubs (1–6 m) with 80–100% of their
canopy covered by creepers and vines
3. Scrub with isolated
trees
Shrubs (1–6 m) with isolated trees
([10 m)
4. Pasture Pasture (\1 m) with 0% tree cover
5. Pasture-scrub Pasture (\1 m) with scrub (\3 m);
horizontal cover 50–100% of the
pasture’s area
6. Isolated trees Native canopy tree species
(height [10 m) separated by 3–10 m in
pastures
7. Living fence Native or exotic tree species
(height [5 m) with barbed wire strung
between them to fence in pastures
8. Barbed-wire fence Fences made with barbed wire strung
between dead wood posts to fence in
pastures
9. Low-growing crops [0.2 ha and \1 m high; these tend to be
watermelon, squash, or other vine-
grown species, or in some cases early
stages of crops that grow taller
10. Tall crops [0.2 ha and 1–3 m high; these tend to be
crops that are ripe and close to harvest
11. Forest plantations Exotic tree species cultivated by people
(area [0.2 ha)
12. Orchards Orchards (area [0.2 ha) surrounded by
pastures
13. Roads Roads used by people; paved or
cobblestone
14. Water bodies Lagoons, rivers, streams, and permanent
and ephemeral wells
142 Primates (2011) 52:139–147
123
Results
Howler presence and abundance in the landscape
matrix
In the landscape matrix, 244 A. pigra were observed, six of
which were solitary males and the rest of which were
distributed among 48 groups. We also saw four that had
been killed by vehicles on the road. Mean troop size was
5.6 ± 2.8 individuals, with a mode of three individuals.
Age–sex distribution was 72 adult males, 88 adult females,
32 juvenile males, 20 juvenile females, 10 male infants,
and 22 female infants, including the solitary individuals.
The most common group composition was multimale–
multifemale with 17 troops, and unimale–multifemale with
17 troops, followed by 12 unimale–unifemale troops and
two multimale–unifemale troops. Eight of the troops
recorded had no immatures and 16 had no infants. The
adult sex ratio was 1.3 females/male, and there were 0.3
infants/adult female and 0.9 immatures/adult female.
Monkey abundance by matrix element varied consider-
ably. In the isolated trees, a total of 111 howler monkeys
(22 groups and six solitary males) were recorded. Addi-
tionally, there were 75 monkeys (11 groups) in eucalyptus
trees, 27 (six groups) in orchards (Mangifera indica,
Tamarindus indica, Psidium guajava, Annona reticulata,
Achras sapota, and Citrus sp.), 18 (six groups) on barbed-
wire fences, and 13 (three groups) on living fences.
Alouatta pigra activity in the landscape matrix
The monkeys were observed feeding and resting in all
matrix elements that had arboreal cover (i.e, living fences,
isolated trees, orchards, and the eucalyptus plantation). As
might be expected, on the barbed-wire fences, the only
activity observed was locomotion. Thirty-one percent of
the troops (n = 15) were observed feeding. This activity
was recorded in isolated trees (n = 10), on living fences
(n = 1), and in the eucalyptus plantation (Eucalyptus spp.)
(n = 4).
Matrix attributes with and without monkeys
The elements of the matrix with monkeys had the follow-
ing characteristics: mean basal area of the trees in all ele-
ments of the matrix was 3,487 ± 1,127 cm2, mean canopy
height was 13 ± 4 m, mean number of trees that form part
of the howler diet (food abundance) was 6.7 ± 4, and
distance to the nearest fragment was 93 ± 87 m. The mean
distance from the nearest fragment to the barbed-wire
fences and roads was 72 ± 47 m. The elements of the
matrix without monkeys included tall crops, low-growing
crops, pasture–scrub, pasture, scrub with isolated trees, and
scrub with creepers and vines.
The influence of the landscape matrix attributes
on A. pigra abundance
A model that includes the canopy height of the matrix
trees, food-source abundance, and distance to the nearest
fragment explains 74.2% of the variation in howler monkey
abundance in the matrix. According to this model, the
abundance of howler monkeys increases as matrix tree
height increases and as the number of trees that form part
of the howlers’ diet increases; abundance decreases with
increasing distance to the nearest fragment (Table 2).
There was no correlation between the variables used in this
model (canopy height and distance to nearest fragment:
rs = -0.06, P = 0.77; canopy height and food-source
abundance: rs = -0.10, P = 0.61; food-source abundance
and distance to the nearest fragment: rs = -0.21,
P = 0.31).
The model with basal area only explained 25% of the
variance in howler monkey abundance (P = 0.281), so this
variable was not included in the final model (Table 2).
Table 2 Parameters and fit of the minimum adequate model indicate the attributes of the landscape matrix that have a significant effect on
Alouatta pigra abundance
Attribute df Slope (SE) T P for t test Changes in deviance P for F test
on deviance
Null model 23 276.48
Intercept -0.403 (0.320) -1.25
Canopy height 1 0.111 (0.019) 5.85 B0.005 39.52 0.008
Distance to the nearest fragment 1 -0.004 (0.001) -4.42 B0.005 21.14 0.044
Food availability 1 0.159 (0.019) 8.22 B0.005 144.49 B0.005
Residual deviance 20 71.32
Analysis of generalized linear models (GLMs) for the attributes that affect A. pigra abundance. GLM/Poisson dispersion parameter = 1
(significant model = null deviance = 276.48, residual deviance = 71.32). t and F tests considered significant at [0.05
df Degrees of freedom, SE standard error, T coefficients
Primates (2011) 52:139–147 143
123
Discussion
In this study we assessed the population size of howlers
that use the landscape matrix. We show that some groups
use the matrix depending on resource availability (i.e., food
availability, high canopy), and that use by some depends on
spatial distribution (i.e., distance to the nearest fragment).
Most importantly, our results help identify variables that
have the greatest effect on howler abundance in the land-
scape matrix. Also, our abundance data provides an indi-
cator of the intensity of use by howlers for each element of
the matrix. Alouatta pigra population size in the landscape
matrix represented almost 40% of the entire population of
southern Balancan (Pozo-Montuy 2006), and according to
population data for A. pigra living within habitat frag-
ments, for troops in fragments, the mode is greater (n = 6
ind./troop) than that of the troops we identified in the
landscape matrix (n = 3 ind./troop) (Pozo-Montuy et al.
2008; Bonilla-Sanchez et al. 2010). In comparing data for
the population in the matrix with that of animals in areas
that were only slightly disturbed or were undisturbed, we
noted that in the matrix, the group size and adult female to
immature ratio were lower, but the abundance of individ-
uals was higher (Table 3).
Laurance (1991) suggests that matrix use by these pri-
mates allows the population to remain stable or to even
increase in certain fragmented landscapes. A clear example
of this is found in the numerous reports of high howler
density in fragmented landscapes (Van Belle and Estrada
2005; Zunino et al. 2007; Pozo-Montuy et al. 2008;
Bonilla-Sanchez et al. 2010). However, there are many
factors that must be evaluated under these conditions, such
as the nutritional value of the food these animals can find in
the matrix. More detail about their behavior and movement
and the danger of predation is required to ensure the long-
term survival of this species in a fragmented landscape
such as this.
Our results suggest that some of the matrix attributes
have a very strong effect on monkey abundance. For
example, the number of trees providing a valuable sup-
plement to the diet of A. pigra in the landscape matrix was
positively related to howler abundance. Other studies also
found a strong association between the presence and
abundance of several primate species and the presence of
their most important food resources (Juan et al. 2000,
Stevenson 2001). Studies of Old World primates show that
there is a positive relationship between the number of large
trees in a given forest area and the number of primates
(Mbora and Meikle 2004, Wieczkowski 2004, Worman and
Chapman 2006).
Canopy height has also been reported as important, as it
allows animals to avoid both predators and walking along
the ground (Bakker 2006). Similarly, the abundance of
A. pigra—like that of colobus monkeys (Colobus angolensis
palliatus) in Kenya—is positively related to tree canopy
height in the matrix. Anderson et al. (2007) observed that
C.a. palliatus use those elements of the matrix that have a
structure similar to that of the fragments with native vege-
tation, i.e., those[6 m in height. In Costa Rica A. palliata
and Cebus capucinus have been reported to selectively spend
time in riparian vegetation, followed by secondary vegeta-
tion and fruit orchards, for their daily activities because of the
better canopy conditions (height C12 m and connectivity or
continuity in the canopy) compared with other types of
cover, such as living fences and pastures with isolated trees
(Rosales-Meda 2008).
On the other hand, it is interesting to note that at other
sites, living fences are often used by arboreal primates
(Anzures-Dadda and Manson 2007; Asensio et al. 2009),
but little use was made of this element in our study area.
This probably is a result of land management or activities
of landowners in the matrix (Brady et al. 2009). For
example, in the study area, landowners prefer to use bar-
bed-wire fences instead of living fences to separate their
Table 3 Comparison of Mexican howler (Alouatta pigra) populations in intact forest to those in the matrix
Sites Mean troop size
(n individuals)
Standard
deviation
AF:IMM Abundance Source
Intact forest
Palenque National Park 6.7 2.77 1.6 136 Estrada et al. (2002)
Tikal 8.8 2.2 1.4 88 Estrada et al. (2004)
Laguna Lachua National Park 5.6 1.8 1.2 144 Van Belle and Estrada (2005)
Calakmul 7.5 1.9 1.4 60 Estrada et al. (2004)
Yaxchilan 6.6 2.1 1.0 53 Estrada et al. (2004)
Tormento 6.7 2.3 1.1 178 Van Belle and Estrada (2005)
Matrix
Balancan 5.6 2.8 0.9 259 This study
Mean troop size (± standard deviation), ratio of adult females to immatures (AF:IMM) and abundance of howler monkeys
144 Primates (2011) 52:139–147
123
land. Thus, barbed-wire fences are more common and used
by the howlers to a larger extent when they are on the move
to avoid walking through the pasture. At other sites, living
fences are considered very important to both landscape
connectivity and biodiversity conservation (Beier and Noss
1998; Harvey et al. 2004; Chetkiewicz et al. 2006).
The degree of isolation is thought to be important in
landscape ecology and conservation biology (Lindenmayer
et al. 2008). For primates in fragments, a negative relation-
ship has been found between the degree of isolation of a
fragment and primate abundance (Estrada and Coates-
Estrada 1996). However, there has recently been some
debate about the suitability of just measuring the degree of
isolation, given that it does not take into account the elements
of the matrix (Arroyo-Rodrıguez and Mandujano 2009). We
measured the distance of matrix elements to the edge of the
nearest fragment and found the same negative relationship
with A. pigra abundance: as distance increased, abundance
decreased. To strengthen the information obtained by mea-
suring the degree of isolation and to observe true behavior
patterns, we feel it is important to take into account the
matrix elements that are present on a landscape.
Although the abundance of the howlers was related to
certain matrix attributes, the decision of these animals to
access those elements or move within them also represents
a high risk, given the high indices of predation by dogs
(Canis familiaris) that we observed in the region (Pozo-
Montuy, personal observation). Data collected concurrently
indicated that when monkeys move down from the trees to
the ground in these disturbed sites, they are frequently
attacked; between January and July 2009, we recorded a
total of 47 monkey deaths caused by dogs (Candelero-
Rueda and Pozo-Montuy 2010).
Our results suggest that the landscape matrix is impor-
tant for A. pigra because these monkeys use the matrix to
feed, move around, and carry out daily activities. The
residence time of the monkeys in the matrix varies
according to the matrix attributes, including tree height and
timing of the fruiting season. In some cases, monkeys have
been observed to move constantly between the matrix and
fragments of native vegetation (Bicca-Marques and
Calegaro-Marques 1995; Estrada et al. 2006; Naughton-
Treves 1998). In our study area, we observed that some
troops remain in the matrix throughout the year, particu-
larly those living in eucalyptus plantations and orchards.
Over the last four decades, eucalyptus plantations have
become the most widespread of the planted trees in the
warmer regions of the world, and much has been said about
the importance of these plantations for restoring deforested
land, sheltering wildlife, and fixing carbon (Ganzhorn
1987; Maron 2007; Chapman and Chapman 1996). How-
ever, the structure of these eucalyptus plantations and that
of other types of matrix depends on management practices
and can, in turn, affect the abundance of monkeys on that
landscape. Future plans for conserving the black howler
monkey in fragmented landscapes should therefore be
linked to the sound, integral management of plantations,
and efforts should be made to improve the matrix by, for
example, using living fences whenever possible. The
implementation of a program that encourages planting trees
in pastures is also recommended, as these two types of
matrix element (isolated trees and living fences) are critical
habitats for the conservation of many species, including
howler monkeys, and improve the viability of populations
of wild animals in this type of environment (Fischer and
Lindenmayer 2002; Gibbons et al. 2008). Finally, our
findings show that it is necessary to include the matrix as a
variable when researching the effects of fragmentation on
the presence and abundance of arboreal primates.
Acknowledgments We thank the Mexican Consejo Nacional de
Ciencia y Tecnologıa for doctoral scholarships awarded to GPM and
YMBS, and also thank Laura T. Hernandez Salazar, Jorge Morales
Mavil, and Julio C. Bicca-Marques for their advice throughout this
study. Alberto Anzures-Dadda, Rafael A. Reyna Hurtado, Colin
Chapman, and Randall Kyes and Bernal Robles Martinez offered
helpful suggestions on the manuscript. Bianca Delfosse translated the
text from the original in Spanish and made helpful suggestions. Jose
Manuel Garcıa Magana provided invaluable assistance during the
field work.
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123
48
CAPÍTULO III: Artículo en preparación
En preparación para: International Journal of Primatology
El uso de la matriz del paisaje como recurso alimentario por un
primate arboricola: ¿evidencia de suplementacion?
Gilberto Pozo-Montuy, Juan Carlos Serio-Silva, Yadira M. Bonilla-Sánchez
En preparación para: International Journal of Primatology 1
2
EL USO DE LA MATRIZ DEL PAISAJE COMO RECURSO ALIMENTARIO POR 3
UN PRIMATE ARBORICOLA: ¿EVIDENCIA DE SUPLEMENTACION? 4
5
Gilberto Pozo-Montuy1, Juan Carlos Serio-Silva
2, Yadira M. Bonilla-Sánchez
1 6
7
8
9
1 Programa de Doctorado, Instituto de Neuroetología-Universidad Veracruzana, 10
Xalapa, Veracruz, México 11
12 2 Red de Biología y Conservación de Vertebrados, Instituto de Ecología AC, Xalapa, 13
Veracruz, México 14
15
16
17
18
19
20
21
Running head: El uso de la matriz del paisaje como recurso alimentario 22
23
24
Corresponding author: Gilberto Pozo-Montuy. Instituto de Neuroetología, Xalapa Veracruz, 25
México. Av. Dr. Luis Castelazo s/n km. 3.5 Carr. Xal. Ver. Col. Industrial Ánimas 26
C.P.91190 Xalapa, Veracruz. E-mail: [email protected] 27
28
Resumen Actualmente es frecuente observar paisajes de fragmentos de selva rodeados por 29
pastizales y campos agrícolas. Sin embargo, esta situación ha puesto en riesgo la 30
conservación de numerosas especies entre ellas los primates arborícolas. No obstante, se ha 31
argumentado que algunas especies logran explotar la matriz y persistir en estos ambientes 32
mediante la suplementación del paisaje, lo cual ha sido poco abordado para primates. 33
Durante Marzo - Noviembre 2009 se realizó un estudio de la conducta de dos tropas de 34
monos aulladores negros (Alouatta pigra) las cuales habitan en un fragmento pequeño (0.4 35
ha) y uno grande (19 ha). El esfuerzo de muestreo fue de 1156: 44 horas. Del total de 36
tiempo observado, los monos que habitan en el fragmento pequeño invirtieron 335:01 horas 37
(50.2%) en huertos de mango, 58:47 horas (8.8 %) en árboles dispersos y 1:24 horas (0.2%) 38
en pastizales, sugiriendo que pasan más tiempo en la matriz. En cambio las tropas que 39
habitan en fragmento grande invirtieron 367:59 horas (75.2%) en su fragmento hábitat y 40
solo 121:02 horas (24.8%) en la matriz. La actividad de alimentación en la matriz acumuló 41
38: 12 horas y representó el 53% respecto al total de tiempo invertido en esta actividad para 42
la tropa en fragmento pequeño y 12.12% (10:59 horas) para la tropa en fragmento grande. 43
Nuestros datos sugieren que A. pigra utiliza los recursos en la matriz del paisaje para 44
suplementar su dieta, logrando persistir con la presencia de árboles dispersos y huertos. 45
Estos elementos incrementan su rango de actividad, siendo imprescindible incluir estas 46
áreas en los planes de conservación. 47
48
Palabras clave: Alimentación, Suplementación, Matriz, Comportamiento, Paisajes 49
fragmentados. 50
51
52
INTRODUCCIÓN 53
La deforestación y la pérdida de hábitat son las mayores amenazas de la biodiversidad en el 54
mundo (Laurance et al. 2000; Markovchick-Nicholls et al. 2008; Declerck et al. 2010). La 55
deforestación –principalmente la conversión de los bosques tropicales en tierras agrícolas – 56
muestra señales de reducción en varios países pero continúa a un ritmo sumamente elevado 57
en otros. Cerca de 13 millones de hectáreas de bosques fueron convertidos en tierras 58
destinadas a otros usos en el último decenio (FRAG 2010). Es por ello, que es muy 59
frecuente observar alrededor del mundo paisajes compuestos por numerosos fragmentos de 60
vegetación nativa rodeados por vegetación de origen antrópico como los pastos y cultivos 61
agrícolas (Naranjo 2003; Manning et al. 2006). Sin duda, esta situación pone en riesgo la 62
conservación de numerosas especies de animales y algunas son gravemente afectadas como 63
es el caso de poblaciones silvestres de primates arborícolas (Colishaw y Dunbar 2000). 64
No obstante, una serie de investigaciones argumentan que dichos paisajes pueden 65
sostener especies de aves y mamíferos que son capaces de explotar los recursos presentes 66
en paisajes antrópicos (Petit y Petit 2003; Daily et al. 2003; Sekercioglu et al. 2007). Se ha 67
reportado que en el caso de los primates silvestres éstos pueden alimentarse de una serie de 68
elementos como los cercos vivos, árboles dispersos, plantaciones y huertos frutales (Estrada 69
et al. 2006; Asensio et al. 2009; Bonilla-Sánchez et al. 2012). Lo anterior es conocido 70
como un proceso ecológico llamado suplementación del paisaje, entendido como la 71
utilización de un mismo recurso o de diferente calidad distribuido en parches cercanos en 72
un mismo paisaje (sensu Dunning et al. 1992). Incluso, pueden hacer uso de un recurso que 73
está disponible en otros tipos de hábitat, pero que estén cercanos a su hábitat focal. 74
Sin embargo, para los primates la mayoría de las investigaciones han sido enfocadas 75
dentro de los límites de los fragmentos hábitat y no se han enfocado a entender el complejo 76
mosaico de diferentes tipos de vegetación en los que se encuentran embebidos los 77
fragmentos y que frecuentemente denominamos matriz (Gascon et al. 1999; Chapman y 78
Peres 2001; Ricketts 2001) y en donde se tienen evidencias concretas de que el proceso de 79
suplementación del paisaje puede ocurrir (Clark y Weatherhead 1987). 80
La matriz es el componente del paisaje que puede funcionar como un filtro 81
facilitando el desplazamiento de algunas especies pero impidiéndoselo a otras (Gascon et 82
al. 2000). Desde hace varias décadas, se ha sugerido que algunos primates por ser 83
arborícolas por “evolución” nunca bajan al suelo, además de que obtienen el agua y otros 84
nutrientes de las hojas y frutos que consumen, por lo que, se pensaba que la matriz del 85
paisaje (ejemplo: pastizal) era inhóspita y actuaba como una barrera para estos primates 86
(Glander 1975; Milton et al. 1979; Nagy y Milton 1979; Milton y Mc Bee 1989). 87
Actualmente, debido a la rápida conversión de las selvas a pastizales, y a la modificación 88
de su estructura y composición original, algunos primates arborícolas han tenido que 89
convertirse en terrestres “obligados” logrando convertir la barrera en un nuevo tipo de 90
ambiente que es necesario explorar y explotar (Bicca-Marques y Calegaro-Marques 1995; 91
Pozo-Montuy y Serio-Silva 2007; Anderson et al. 2007; Pozo-Montuy et al. 2011). 92
Algunos primates han demostrado flexibilidad ecológica y de comportamiento en 93
respuesta a las perturbaciones ambientales. Por ejemplo, la transformación de selvas a 94
cultivos agrícolas han permitido a algunas especies de primates explotar los sembradíos en 95
la matriz cerca del borde de sus hábitat naturales (Cowlishaw y Dunbar 2000) o lograr 96
establecerse y reproducirse en huertas de cacao de sombra (Theobroma cacao) y eucalipto 97
(Eucalyptus sp.) (Muñoz et al. 2005; Bonilla-Sánchez et al.2012). De esta manera, la matriz 98
ofrece alimento alternativo (suplementación) para muchas especies folívoras-frugívoras 99
como son especies de monos colobos (Naughton-Treves 1998; Reynolds et al. 2003; Harris 100
y Chapman 2007) y monos tití frente blanca (Callicebus negrifrons; Trevelin et al. 2007). 101
La vegetación de especies exóticas como el mango, tamarindo, cítricos y huevos de aves 102
domesticas también puede proveer de alimentos en la matriz a primates en Sudamérica 103
(Alouatta caraya; Bicca-Marques & Calegaro Marques, 1994; Mattjie-Prates y Bicca-104
Marques 2008: Bicca-Marques et al. 2009). En muchos de estos estudios, la dispersión 105
poco usual de los grupos de primates en grupos y las dificultades de supervivencia de estos 106
dentro de la matriz (Por ejemplo Irwin et al. 2009; depredación), han sugerido la necesidad 107
de realizar más estudios sobre este proceso, el cual es de vital importancia para el futuro de 108
la conservación y el manejo de poblaciones fragmentadas de primates (Anderson et al. 109
2007). 110
Una de las especies de primates arborícolas que ha sido poco estudiada en aspectos 111
de su ecología alimentaria en paisajes fragmentados es el mono aullador negro (Alouatta 112
pigra), en comparación con otras especies como A. palliata y A. caraya, donde se ha 113
logrado documentar la alimentación con especies exóticas (Citrus sp., Eucalyptus sp.) y de 114
árboles grandes que se encuentran en cercos vivos (Bicca-Marques & Calegaro-Marques, 115
1995; Asensio et al. 2009). Los únicos estudios con A. pigra donde se reporta la 116
alimentación en el suelo de enredaderas y plántulas fue en el municipio de Balancán, 117
Tabasco, en el sureste de México y en donde se reporta que estos eventos fueron 118
equivalentes en tiempo al que ocuparon para desarrollar sus conductas sociales (Pozo-119
Montuy & Serio-Silva 2006; Ramírez- Julián 2010). 120
También se ha reportado a los monos aulladores usando el borde entre la vegetación 121
secundaria y las plantaciones de eucalipto, sin embargo el consumo de hojas y flores de 122
eucalipto representó menos del 1% del tiempo total de alimentación. Dichas plantaciones 123
de esta especie de árboles comerciales fue utilizada por los monos con mayor frecuencia 124
para el descanso y alcanzar otras fuentes de alimento como las enredaderas (Bonilla-125
Sánchez et al. 2012). 126
Sin embargo, cabe mencionar que los estudios aún son escasos y que se requiere 127
información sobre la ecología alimentaria en condiciones de fragmentación en donde se 128
pueda analizar el uso de la matriz como probable fuente de recursos alimentarios y verificar 129
si se presenta la condición reportada como “suplementación del paisaje”. Se sugiere que 130
ciertos elementos del paisaje tienen una gran importancia para la suplementación de la dieta 131
de monos aulladores (Dunning et al. 1992; Asensio et al. 2009). Por lo que es relevante 132
preguntarnos; ¿De qué manera los primates arborícolas explotan los recursos en un 133
fragmento pequeño en comparación con uno grande? ¿Suplementan sus dietas utilizando 134
recursos cercanos a sus fragmentos hábitat? ¿Qué elementos de la matriz prefieren los 135
primates arborícolas? ¿Cuál es el tiempo que los primates invierten en la matriz respecto a 136
su tiempo total de actividades? ¿De qué recursos se alimentan en la matriz del paisaje? Para 137
responder estas preguntas hemos diseñado un estudio que pretende aproximarse al marco 138
teórico de suplementación del paisaje tomando como modelo a un primate arborícola (A. 139
pigra) habitando en un paisaje altamente fragmentado y que es perturbado constantemente 140
por las actividades humanas (ganadería). 141
142
METODOS 143
Área de estudio 144
Realizamos el estudio en dos fragmentos hábitat (definido más adelante), uno de 0.4 ha que 145
en lo sucesivo denominaremos “pequeño” y otro fragmento de 19.82 ha que denominamos 146
“grande” perteneciente a la ranchería Laguna Colorada, Balancán, Tabasco, México (latitud 147
norte: 17°44'05" longitud oeste: 91°30'17") (Figura 1). Denominamos “fragmento hábitat” 148
a un área forestal (especies nativas) con un dosel continuo, con un área mayor a 0.1 ha y 149
con una altura promedio ≥ 10 m con excepción de cercos vivos (Pozo-Montuy et al. 2011). 150
Para la caracterización del paisaje de cada fragmento hábitat creamos por medio de Arc 151
View 3.3 y la herramienta “Build buffer” un área de amortiguamiento de 200 m hacia fuera 152
de los fragmentos hábitat (distancia máxima a la que se han logrado observar a los monos 153
caminar sobre el suelo; Mandujano y Estrada 2005; Pozo-Montuy y Serio-Silva 2007; 154
Pozo-Montuy et al. 2008). Esto se realizó a partir del borde los fragmentos, con lo que se 155
logró caracterizar el paisaje con los diferentes elementos en la matriz (árboles dispersos, 156
cercos vivos, cultivos anuales, cerca de alambres de púas sin postes vivos, pastizales, 157
huertos, vegetación secundaria joven, carreteras, cuerpos de agua, etc.), los datos se 158
obtuvieron a partir de ortofotos 1:2000 procedentes y georreferenciadas por INEGI del año 159
2008 (Figura 2). La cantidad de elementos de la matriz varía entre los dos paisajes de 160
estudio (Tabla 1). 161
El promedio de temperatura anual en dichos sitios es de 28 °C y el clima que se ha 162
diagnosticado como cálido húmedo con tres estaciones: Nortes, Secas y Lluvias (Moguel y 163
Molina-Enríquez 2000). El promedio de precipitación anual es de 1,850 mm y los meses 164
con menos lluvia son de marzo a mayo (CNA 2010). 165
166
Figura 1. Ubicación geográfica de los escenarios de estudio en el Sureste de México. 167
168
Figura 2. Caracterización digital del paisaje dentro del área buffer (200 m) de los dos escenarios. 169
170
Tabla 1. Caracterización de los paisajes por cada condición de fragmento hábitat (grande vs. 171
pequeño). Para cada escenario se delimitó un buffer de 200 m por fuera del fragmento ocupado por 172
monos (fragmento focal). 173
Escenario FragHab
(ha)
Past
(ha)
Cer.Vi
(ha)*
Alam
(m**)
Carr
(m)
CulPe
(ha)
CulAn
(ha)
ArbDis
(ha)*
Acahual
Joven
Agua
(ha)
Sup.
Total
(ha)
Pequeño 0.4 10.9 0.13 1089 0 3.9 0.7 1.35 0.6 0 17.98
Grande 19.82 35.02 0.48 3749 1452.7 0 0 8.37 5.61 0.18
Clave: FragHab= Fragmento hábitat, Past= Pastizales, Alam= Alambre de púas, Carr= Carretera, CulPe= 174
Cultivos perennes, CulAn= Cultivos anuales (huertos), ArbDis= árboles dispersos,* Para estos casos se 175
sumaron el área de copa de los arboles dispersos o en cercos vivos para obtener la superficie ** Se refiere a 176
metros lineales. 177
178
Sujetos de estudio 179
La tropa de estudio dentro del fragmento hábitat “pequeño” estaba compuesta por cinco 180
individuos (un macho adulto, dos hembras adultas y dos machos infantes). Su localización 181
en el área fue facilitada por vocalizaciones y rastros. La diferenciación entre las hembras 182
constaba en distinguir las cicatrices que poseía una de las hembras. A la mitad del estudio 183
(Junio 2009) debido al desplazamiento por el suelo la tropa fue atacada por perros ferales 184
los cuales lograron matar a una de las hembras y a su cría. La tropa hasta el final del estudio 185
se mantuvo con tres individuos (macho adulto y hembra adulta con infante macho). 186
La tropa de estudio en el fragmento hábitat “grande” constaba de cinco individuos (un 187
macho adulto, dos hembras adultas, una hembra juvenil y un macho juvenil), esta tropa la 188
marcamos en dos ocasiones con collares de radio telemetría para facilitar su ubicación a lo 189
largo del estudio, el tamaño del grupo siempre se mantuvo constante. 190
191
192
193
Método de muestreo conductual 194
Para los datos conductuales se aplicó la misma metodología para los dos grupos de 195
aulladores, donde se muestreo entre cinco a diez días por mes durante nueve meses (Marzo 196
- Noviembre 2009) en un horario de 06:00 a 18:00 h. Para el registro de la conducta se 197
utilizó el método Animal Focal (Altmann 1974), donde el observador sigue a un individuo, 198
cambiando de animal focal cada tres horas durante el día. El orden en el cual los individuos 199
fueron observados fue elegido al azar y se hizo el esfuerzo de balancear el número de 200
minutos registrados para cada clase sexo edad por mes. Es importante mencionar que los 201
individuos fueron habituados a la presencia del observador durante dos meses (Enero – 202
febrero 2009) previo al inicio sistemático de las observaciones. Dentro de las categorías 203
conductuales registradas se consideraron tres actividades principales por tiempo de 204
despliegue (alimentación, locomoción y descanso), así como otras no tan frecuentes y 205
relacionadas principalmente con interacciones sociales (juego, acicalamiento, cortejo, 206
vocalización, etc.). 207
Se obtuvo la disponibilidad de alimento por medio de un conteo completo de 208
árboles dentro de la dieta de los monos tanto en el fragmento hábitat, como en la matriz del 209
paisaje para el grupo que más contacto tuvo con la matriz (Fragmento pequeño). Dicho 210
conteo completo se realizó considerando solo los árboles con un diámetro a la altura del 211
pecho ≥ 5 cm. Se considero disponibilidad de alimento al número de árboles que son 212
consumidos por los monos aulladores suponiendo que a mayor número de árboles 213
(abundancia) dentro de la dieta habrá mayor disponibilidad de hojas y frutos para los 214
monos, para este caso no se considero la fenología. 215
216
217
Análisis de datos 218
Se realizaron descripciones del tiempo invertido de los dos grupos de monos aulladores por 219
condición de hábitat (fragmento hábitat: pequeño vs. grande). Por otro lado, con la 220
aplicación de la extensión Animal Movement en Arc View 3.3 (Hooge & Eichenlaub 2000) 221
se obtuvieron los ámbitos hogareños de los dos grupos, comparando descriptivamente los 222
ámbitos hogareños con movimientos dentro y fuera de sus fragmentos hábitat. Para el 223
cálculo del ámbito hogareño se utilizó el modelo de Polígono Mínimo Convexo con el 224
100% de los datos dentro de los fragmentos y en la matriz. 225
Para la evaluación del uso y la preferencia por tipo de cobertura (fragmento hábitat vs 226
elementos de la matriz) se utilizó un modelo que consiste en aplicar una prueba de χ2 para 227
saber si hay diferencias entre el uso observado y el esperado, de acuerdo a la disponibilidad 228
del recurso (número de árboles como alimento) (Byers et al. 1984). Para esto se definió uso 229
como “la utilización de un recurso que existe en el área de actividad” y preferencia es “la 230
constante utilización de un recurso de baja disponibilidad en el área de actividad”. Cuando 231
se presentaron diferencias significativas se aplicó la prueba de intervalos de Bonferroni 232
para identificar que tipos de cobertura es más o menos preferida. Este análisis se realizó con 233
la tropa que estuvo con mayor frecuencia en contacto con la matriz del paisaje. 234
235
Resultados 236
Comportamiento alimentario de monos aulladores en fragmento “pequeño” 237
La tropa en la condición fragmento “pequeño” se observó durante 667:43 h, de las cuales la 238
alimentación representó el 11% del tiempo, seguido del descanso con el 83% y la 239
locomoción con un 4%. El resto del tiempo se compartió entre conductas sociales, juego y 240
vocalización con un 2%. En lo que respecta al uso de diferentes elementos de la matriz se 241
observó que los monos invierten en los huertos de mango un 50.2 % de su tiempo, en 242
árboles dispersos un 8.8 % y en el pastizal 0.2%. Esto nos indica que pasan más tiempo en 243
los elementos de la matriz que en el fragmento hábitat donde invirtieron el 40.8% de su 244
tiempo. 245
En la Matriz, los monos aulladores invierten el 9.7% a la alimentación, el 83.2% al 246
descanso, el 4.3% a la locomoción y 2.9% a otros comportamientos. Estas tendencias de 247
distribución del tiempo son muy similares en el fragmento hábitat (Figura 3). 248
249
Figura 3. Distribución del tiempo invertido por actividad en la matriz y el fragmento 250
hábitat. 251
252
El descanso fue la actividad en la que los monos invirtieron el mayor tiempo (>80%) 253
independientemente de donde estuviesen. En la matriz los monos descansaban más en el 254
huerto de mango (50.2% del tiempo invertido) y solo un 9.4% del tiempo descansaron 255
sobre árboles dispersos. 256
En cuanto a la alimentación los monos invierten más tiempo sobre el huerto de mango 257
(86.4%) en comparación con los árboles dispersos con tan solo el 13.6% del tiempo 258
invertido. 259
Los monos aulladores de este fragmento “pequeño” realizaron 49 desplazamientos por el 260
suelo, de los cuales 32 fueron en el pastizal y 17 en los huertos de mango y árboles 261
dispersos (esto debido a que el dosel en estos elementos es discontinuo). Los 49 262
desplazamientos en el suelo se distribuyeron en siete rutas, de las cuales la dirección 263
Fragmento hábitat-Huertos de mango fue la más frecuente con 24 eventos. La segunda ruta 264
más frecuente es Huerto de mango- Árboles dispersos con 12 eventos, la tercera ruta más 265
frecuente fue Fragmento hábitat-Árboles dispersos con nueve eventos y las otras cuatro 266
rutas fueron realizadas una sola vez (todas del fragmento hábitat hacia la matriz). 267
El periodo de los desplazamientos Mayo-Junio 2009 coincide con la época de 268
fructificación de Mangifera indica, especie más consumida en la ruta Fragmento hábitat- 269
Huertos de mango. También los desplazamientos en la ruta Huertos de mango-Árboles 270
dispersos y Fragmento hábitat-Árboles dispersos del periodo septiembre-octubre 271
coincidieron con la fructificación de Spondias mombin especie más consumida en este 272
periodo de tiempo y cuando la fructificación de Mangifera indica había terminado. 273
Cabe mencionar, que este grupo se desplazó mas allá del limite del buffer de 200 m, 274
logrando una distancia recorrida de 532 m partiendo del fragmento focal, pasando por el 275
huerto de mango y dirigiéndose a los árboles dispersos más alejados. Así, la distancia en 276
línea recta del centro del fragmento focal al punto más lejano fue de 312 m. 277
Los desplazamientos de A. pigra en el paisaje se desplegaron a través del pastizal 278
recorriendo en promedio 80 ± 10.5 m y el objetivo de éstos fue para alimentarse de frutos 279
de Mangifera indica y Spondias mombin principalmente (promedio DAP 70 ± 5.5 cm) 280
(Figura 3). 281
282
Figura 3. Mono aullador negro (Alouatta pigra) consumiendo frutos de Mangifera 283
indica. 284
Cuando se alimentaban de Mangifera indica o de Spondias mombin, los monos 285
permanecían en los huertos de mango o en los arboles aislados de Spondias un día o dos y 286
luego regresaban al fragmento focal o avanzaban hacia los árboles dispersos donde se 287
alimentaban de hojas de especies nativas como Cordia alliodora, Lonchocarpus 288
hondurensis, Enterolobium cyclocarpum, Guazuma ulmifolia, entre otras. 289
El tiempo que los monos pasaron sobre las 10 especies más consumidas, representó 290
el 94.3% del total del tiempo dedicado a la alimentación, de este porcentaje Mangifera 291
indica es la especie más consumida por los monos con el 34.3% del tiempo total de 292
alimentación (Tabla 2). 293
294
295
Tabla 2. Las 10 especies más consumidas por A. pigra en la matriz y en el fragmento 296
hábitat “pequeño” y su disponibilidad en la matriz (número de árboles presentes). 297
Especie consumida
Tiempo de
alimentación
total (Horas)
%
Tiempo de
alimentación
en la matriz
%
Disponibilidad
en la matriz
(No.
Individuos)
Mangifera indica. 23:01:00 31.9 22:55:00 31.8 17
Spondias mombin 12:32:00 17.4 1:38:00 2.3 5
Enterolobium cyclocarpum 6:23:00 8.9 1:10:00 1.6 11
Guazuma ulmifolia 6:00:00 8.3 1:05:00 1.5 49
Albizia guachapele 4:27:00 6.2 3:15:00 4.5 1
Lonchocarpus hondurensis 3:29:00 4.8 0:07:00 0.2 6
Sapindus saponaria 3:10:00 4.4 3:10:00 4.4 1
Ceiba pentandra 2:03:00 2.8 2:03:00 2.8 4
Cordia alliodora 1:36:00 2.2 0:00:00 0.0 19
Acacia angustisima 1:26:00 2.0 1:26:00 2.0 3
Tiempo total 10 especies
más consumidas 64:07:00 88.9 36:49:00 51.1
Tiempo total de todas las
especies consumidas 72:06:00
298
Comportamiento alimentario de monos aulladores en fragmento “grande” 299
La tropa en la condición fragmento “grande” se observó durante 489:01 h, de las cuales la 300
alimentación representó el 18.5% del tiempo, el descanso el 72.3% y la locomoción un 301
6.6%. El resto del tiempo se compartió entre conductas sociales, juego y vocalización con 302
un 2.6%. 303
En lo que respecta al uso de diferentes elementos de la matriz se observó que los 304
monos invierten en su fragmento focal el 75.2% de su tiempo y en los árboles dispersos 305
cercanos al borde de su hábitat un 24.8%. Esto nos indica que pasan más tiempo en su 306
fragmento focal que en los elementos de la matriz que los rodea. 307
En la Matriz, los monos aulladores invierten el 17% a la alimentación, el 75.4% al 308
descanso, el 4.8% a la locomoción y 2.9% a otros comportamientos. Estas tendencias de 309
distribución del tiempo son muy similares en el fragmento hábitat (Figura 4). 310
311
Figura 4. Distribución del tiempo invertido (en porcentaje) por actividad y condición 312
(matriz, fragmento hábitat). 313
314
Esta tropa en fragmento “grande” solo utilizó una ruta de forrajeo fuera de su 315
fragmento cuando se dirigieron hacia los árboles dispersos y se desplazaron una longitud de 316
60 m. En esta ruta bajaron al suelo y cruzaron una carretera no pavimentada y alambres de 317
púas para llegar a árboles de Spondias mombin que presentaban una notable fructificación. 318
Se observó que cuando S. mombin no presentaba fructificación, en ningún momento los 319
monos la utilizaron como ruta fuera de su fragmento hábitat. La alimentación en la matriz 320
del paisaje representó el 12.1% del tiempo total de alimentación. La especie más 321
consumida fue Spondias mombin con el 87.4% de alimentación en la matriz, seguida por 322
Lonchocarpus hondurensis con el 7.7%. En total este grupo de monos aulladores utilizó en 323
la matriz a cuatro especies (Spondias mombin, Lonchocarpus hondurensis, Guazuma 324
ulmifolia y Albizia guachapele). Cabe resaltar que Spondias mombin fue la más consumida 325
tanto en el fragmento hábitat como en la matriz (Tabla 3). 326
Tabla 3. Las 10 especies más consumidas por A. pigra en la matriz y en el fragmento 327
hábitat “grande” y su disponibilidad en la matriz más cercana (número de árboles 328
dispersos). 329
Especies Tiempo de
alimentación
total (horas) %
Tiempo de
alimentación en la
matriz %
Disponibilidad en
la matriz (No.
individuos)
Spondias mombin 41:47:00 46.1 9:36:00 10.6 7
Lonchocarpus hondurensis 12:10:00 13.4 0:46:00 0.8 5
Maclura tinctoria 6:32:00 7.2 - 1 Albizia guachapele 4:13:00 4.7 0:22:00 0.4 4
Ficus sp. 3:53:00 4.3 - 3
Cordia alliodora 3:55:00 4.3 - 2 Guazuma ulmifolia 3:51:00 4.2 0:09:00 0.2 22
Especies no arbóreas* 3:35:00 4.0 0:06:00 0.1 -
Astronium graveolens 3:25:00 3.8 - 1
Acacia angustisima 1:49:00 2.0 - 4
Tiempo total 10 especies
más consumidas 85:10:00 94 10:59:00 12.1
Tiempo total de todas las
especies consumidas 90:36
Clave: * Es una excepción por presentar un consumo mayor que algunas especies de árboles, se constituyen 330
por enredaderas y bejucos, no fue posible identificar cuantas especies forman este grupo. 331
332
Ámbitos hogareños de los dos grupos 333
El grupo que habita en el fragmento “pequeño” tiene 0.365 ha de ámbito hogareño 334
considerando únicamente los movimientos dentro del fragmento hábitat. Tomando en 335
cuenta los movimientos en la matriz el ámbito hogareño se incrementó en 12 veces (4.591 336
ha). 337
El grupo en fragmento hábitat “grande” tiene un ámbito hogareño de 5.815 ha, 338
considerando solo los movimientos dentro de su fragmento hábitat y considerando sus 339
pocos movimientos en la matriz su ámbito hogareño incremento 10% (6.397 ha). 340
341
342
Figura 4. Ámbitos hogareños de los grupos de monos habitando en fragmento pequeño y 343
grande. 344
345
Preferencias sobre elementos de la matriz: fragmento hábitat “pequeño” 346
Se obtuvo por medio de un censo completo el número de árboles dentro de la dieta de los 347
monos aulladores por cada elemento de la matriz, incluyendo también el fragmento hábitat 348
como medida de disponibilidad. Según el análisis de preferencia detectamos diferencias 349
significativas (X2= 7881.20747, gl= 2) entre el uso esperado y el observado para las tres 350
coberturas analizadas (árboles dispersos, fragmento focal y huerto de mango). Al respecto, 351
el grupo de monos aulladores que habita en fragmento “pequeño” y que uso más la matriz 352
del paisaje prefiere (0.4 de preferencia, Figura 5) para la alimentación los huertos de mango 353
en comparación con los árboles dispersos y el fragmento focal. Es decir, al huerto de 354
mango lo utilizaron más respecto a su disponibilidad, contrario con los árboles dispersos y 355
fragmento focal los cuales son usados en menor proporción respecto a lo disponible (Figura 356
5). 357
358
Figura 5. Proporción de las preferencias de alimentación por cada cobertura del grupo de 359
monos aulladores en fragmento “pequeño”. 360
361
Discusión 362
Con el presente estudio se obtuvieron evidencias del uso de la matriz por primates 363
arborícolas, en este caso, para el mono aullador negro (Alouatta pigra) habitando en dos 364
tamaños de fragmento hábitat. Los datos sugieren que el área del fragmento no altera la 365
distribución del tiempo que los monos invierten por actividad y tampoco si estos están más 366
tiempo en la matriz. La condición que se observó, que está más relacionada con el uso de la 367
matriz es la presencia o abundancia de alimento en la matriz lo cual incentiva el 368
desplazamiento de los primates arborícolas al exterior de sus fragmentos hábitat para 369
suplementar su dieta con los recursos que les proporcionan las diferentes coberturas 370
alrededor de los fragmentos. Esta forma de utilización del hábitat es un proceso ecológico 371
denominado “suplementación del paisaje” (Dunning et al. 1992; Asensio et al. 2009). Con 372
base en lo anterior se puede afirmar que los aulladores pueden suplementar su dieta 373
consumiendo los recursos de los elementos cercanos a sus fragmentos hábitat. Gracias a 374
esta estrategia de alimentación, una población de monos aulladores puede ser mantenida en 375
un fragmento muy pequeño, ya que de lo contrario, el sostener a una población únicamente 376
con los recursos encontrados dentro del mismo fragmento hábitat la haría inviable a largo 377
plazo (Dunning et al. 1992). 378
Como se ha identificado previamente, la matriz “no hostil” o de buena calidad 379
(Fahrig 2005), es un área que proporciona recursos a los animales para sobrevivir en 380
paisajes fragmentados. Sin embargo, esto tiene relación con la estructura de dichas matrices 381
y la capacidad de desplazamientos de las especies. Al respecto, otro estudio ha comprobado 382
que un elemento de la matriz con características estructurales similares y cercano a sus 383
fragmentos hábitat tiene mayor probabilidad de ser usado por los monos (Pozo-Montuy et 384
al. 2011). Ante este escenario, las especies que logran salir de sus fragmentos en 385
condiciones de una alta perturbación aumentan su resistencia ante los cambios adversos de 386
sus hábitat en comparación con aquellas que difícilmente se atreven a salir a la matriz 387
(Laurance 1991). 388
Existen otros factores que también juegan un papel importante sobre el 389
comportamiento de los animales y su desplazamiento hacia la matriz, estos son los aspectos 390
sociales-reproductivos y de competencia alimentaria (Kitchen 2004; Jones et al. 2008; Van 391
Belle et al. 2008). Por ejemplo, los dos grupos “fragmento pequeño y grande” se ven 392
presionados por la presencia de más individuos y grupos para proteger su territorio y la 393
competencia por los recursos dentro de los fragmentos ocasiona que el grupo más pequeño 394
o débil tenga que salir del fragmento para alimentarse en otros sitios y en muchos casos es 395
la matriz (Rosales-Meda 2008). En dicha matriz, los árboles frutales se ven favorecidos al 396
estar dispersos en un pastizal y sin competencia por luz siendo estos focos de 397
disponibilidad de frutos cuando los árboles que están dentro del fragmento apenas están 398
fructificando por la competencia de luz que existe por la presencia de otros individuos. 399
Todo esto nos indica que los primates arborícolas que son más flexibles en su 400
comportamiento pueden lograr suplementar su dieta con alimento presente en la matriz, 401
pero siempre y cuando esté cercano, pues siempre regresan a su fragmento hábitat. Sin 402
embargo, esta flexibilidad en usar la matriz también representa un serio peligro pues en 403
ambientes antrópicos existen animales domésticos como los perros (Canis familiaris) que 404
ocasionan un gran número de muertes de primates cuando se desplazan de forma Stepping 405
stones en pastizales con árboles dispersos (Candelero-Rueda and Pozo-Montuy 2011). Esto 406
se pudo observar en la tropa que habitaba en el fragmento “pequeño” pues un grupo de 407
perros ferales atacó a una de las hembras y a su cría causándoles la muerte. 408
Es por ello, que aunado a la suplementación del paisaje, la reflexión teórica sobre 409
los movimientos no óptimos de animales sobre paisajes antrópicos juega un papel 410
importante en la conservación de las poblaciones de primates (Fahrig 2005). Este modelo 411
de movimientos no óptimos argumenta que los animales pueden moverse a otros 412
fragmentos o recursos vecinos, pero aunado a ello existe una alta probabilidad de 413
mortalidad poniendo en jaque a los animales sobre tomar la decisión de quedarse o de 414
arriesgarse y asumir los costos de ir por un recurso fuera de su hábitat. 415
Otra consecuencia que no ha sido estudiada a detalle, es el consumo de especies 416
exóticas, se ha mencionado que el consumo excesivo de frutos de especies domesticadas o 417
de consumo humano genera problemas digestivos importantes, tanto que pueden causar 418
acidosis o incluso la muerte (Danish et al. 2006). Por ejemplo, un grupo de monos 419
aulladores de manto (Alouatta palliata mexicana) que habitaban en semilibertad en el 420
Parque Museo “La Venta” en Tabasco murieron por consumir M. indica que estaba 421
introducida en dicho parque, pues la autopsia reveló una constipación ya que observaron 422
grandes cantidades de mango en sus tractos digestivos tanto en adultos como en inmaduros 423
(Observ. Pers). Sin embargo, en vida silvestre aún no se conoce cuál es la estrategia que 424
permite a individuos de A. pigra digerir grandes cantidades de azucares presentes en los 425
frutos de M. indica, esto queda abierto para futuras investigaciones. 426
Finalmente es evidente que con los argumentos y pruebas obtenidos en el presente 427
estudio se deben considerar los diferentes elementos de la matriz en los planes de 428
conservación de primates arborícolas y no se configure un paisaje “binario”, es decir, 429
establecer paisajes con sitios hábitat y no hábitat lo cual puede provocar grandes vacios o 430
trampas ecológicas. A pesar de los datos contundentes recabados, este estudio presenta 431
ciertas limitaciones como el tener un grupo por condición sin réplicas, es por ello que se 432
debería intentar hacer lo mismo con más grupos teniendo un sitio control con un grupo 433
viviendo en el borde de un Área Protegida extensa y poder evaluar si ¿las áreas de selva 434
grandes les ofrecen lo suficiente a los primates para que éstos no tengan la necesidad de 435
salir? 436
Agradecimientos 437
Al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología de México por las becas de doctorado 438
otorgadas a GPM y YMBS. Al posgrado del Instituto de Neuroetologia de la Universidad 439
Veracruzana por todo su apoyo académico y confianza. A José Manuel García Magaña por 440
su asistencia y colaboración en los trabajos de campo. A Luis Feria y Fabiola C. Espinosa-441
Gómez por su ayuda en el manejo medico de los animales capturados. A los estudiantes 442
Rosario A. Candelero Rueda, Laura E. Arguello, John Aristizabal-Borja y Francisco Ruiz 443
por sus servicios académicos en el proyecto. 444
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Tesis de maestría. Instituto de Ecología A.C. Xalapa, Veracruz, México. 576
Reynolds, V., Wallis, J., & Kyamanywa, R. (2003). Fragments, sugar, and chimpanzees in 577
Masindi District, Western Uganda. In: Marsh, L.K. (ed.), Primates in Fragments: 578
Ecology and Conservation (pp. 309–319). Kluwer Academic, New York. 579
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American Naturalist, 158, 87-99. 581
Rosales-Meda, M. (2008). Uso de tipos de cobertura vegetal por tropas del mono aullador 582
(Alouatta palliata) y cara blanca (Cebus capucinus) y conocimiento local de 583
habitantes con respecto a estos primates en un agro paisaje del Pacífico Central, 584
Costa Rica. M.Sc. thesis. Universidad Nacional, Heredia Costa Rica. 585
Sekercioglu, C.H., Loarie, S.R., Oviedo Brenes, F., Ehrlich, P.R., & Daily, G.C. 2007. 586
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Conservation Biology, 21, 482–494. 588
Trevelin, L. C., Port-Carvalho, M., Silveira, M., & Morell, E. (2007). Abundance, habitat 589
use and diet of Callicebus nigrifrons Spix (Primates, Pitheciidae) in Cantareira State 590
Park, São Paulo, Brazil. Revista Brasileira de Zoologia, 24, 1071-1077. 591
Van Belle, S., Estrada, A., & Strier, K.B. (2008). Social Relationships Among Male 592
Alouatta pigra. International Journal of primatology, 29, 1481–1498. 593
594
595
78
CAPITULO IV
I. DISCUSION GENERAL
La información del uso de la matriz del paisaje por parte de los primates
arborícolas suele ser muy difícil de obtener y consume mucho esfuerzo de
muestreo, debido a la rareza de los eventos de dispersión, los cambios en las
rutas de forrajeo de los animales y a la heterogeneidad del paisaje (Sutherland et
al., 2000; Bowne & Bowers, 2004; Anderson et al., 2007). Sin embargo, en el
presente estudio se han obtenido datos inéditos de estos eventos en paisajes
fragmentados tanto con radio-telemetria como sin el uso de esta herramienta, lo
anterior gracias al monitoreo constante de las tropas de estudio, además de un
recorrido completo, continuo y sistemático por todo el paisaje del área de estudio.
Los resultados sugieren que la matriz del paisaje juega un papel importante
en la persistencia de la población y más que un sitio hostil, es un área que forma
parte del hábitat de la especie el cual tiene una estructura que puede variar
dependiendo de su composición y heterogeneidad. Es por ello, que el presente
trabajo propone modificar la definición de matriz y adaptarla a una definición
complementaria. Es decir, la matriz como un área que rodea a los fragmentos de
vegetación original o nativa, la cual posee una estructura y que puede formar parte
del hábitat de la especie de interés, proporcionando alimento suplementario,
oportunidades de desplazamiento e incluso funcionar como hábitat
complementario.
1.1 La matriz como un facilitador de los desplazamientos entre fragmentos
Los hallazgos sugieren que el potencial que muestra A. pigra para utilizar la matriz
es elevado, esto es debido principalmente al gran número de monos aulladores
encontrados en la matriz y con base en reportes previos los cuales han sugerido
un desplazamiento promedio diario de 80 m (Pozo-Montuy & Serio-Silva, 2007).
Sin embargo, observaciones no publicadas han registrado movimientos de hasta
200 m. Actualmente, se tienen datos de los movimientos ínter fragmentos de
79
varias especies de primates arborícolas en paisajes fragmentados de similar masa
corporal (Procolobus rufomitratus, 2 km: Marsh, 1979, Alouatta palliata, 3 km:
Glander, 1992). En nuestro estudio, se reporta un desplazamiento promedio sobre
los pastizales de 80 ± 10.5 m y un recorrido total de 532 m desde un fragmento
focal pasando por pastizales, huertos de mango y hasta llegar a árboles dispersos,
con desplazamientos tipo Step Stons.
A. pigra usó varios elementos de la matriz, tanto para el viaje como para la
alimentación y el descanso. Lo que indica que existen tropas que aparentemente
explotan intensamente a los huertos de mango (Mangifera indica) o pasan gran
parte de tiempo en la época de fructificación en dichos huertos. Lo anterior, se
puede deber a una estructura de la vegetación similar a la de los fragmentos de
vegetación nativa, de hecho se ha reportado que en varias ocasiones algunos
tipos de matriz suelen ser más altos en su copa que muchos fragmentos
perturbados, y se ha reportado que las plantaciones de frutales o perennes y las
forestales ofertan mejor cobertura (75-100 %) horizontal y vertical y además mejor
conectividad según otros autores (Anderson et al., 2007).
Por otro lado, A. pigra según nuestras observaciones, no se mueve
exclusivamente en matriz de árboles dispersos, cercos vivos y otro tipo de
vegetación que tengan una estructura similar a la de los fragmentos. De manera
inesperada y sin que hubiera sido reportado previamente, en el presente estudio
se logró observar a monos viajando sobre cercas de alambres de púas para llegar
a otro fragmento y evitar ser atacados por perros domésticos. Aunado a lo
anterior, en otras ocasiones usan los pastizales con o sin cobertura vertical, lo cual
nos habla de una gran flexibilidad conductual similar a la de otras especies tales
como Alouatta caraya, Colobus angolensis palliatus, Colobus satanus, que se han
visto viajar por pastizales con arbustos, plantaciones de maíz y otros cultivos,
sabanas y matorrales (Bicca-Marques & Calegaro-Marques, 1995; Tutin, 1999;
Anderson et al., 2007). Lamentablemente, todos estos eventos pueden acarrear
consecuencias graves, un ejemplo de ellos son las altas frecuencias de ataques
por perros (Candelero-Rueda & Pozo-Montuy, 2011), y además muchos otros han
80
sido observados vivos pero con cicatrices y deformaciones en sus rostros (Figura
IV.1), estas consecuencias son similares a la que se reportan para la especie
Colubus angolensis palliatus en Kwale District, Kenya (Kanga, 2000).
Figura IV.1 Mono aullador macho con severas cicatrices en el rostro.
1.2 La matriz como oportunidad para alimentarse
El monitoreo del comportamiento de las tropas nos indica que A. pigra explota
ciertos tipos de elementos de la matriz para alimentarse, dentro de las que
destacan las plantaciones de mango, las cuales son importantes en la época de
fructificación. Hemos observado que para llegar a estos huertos tienen que viajar
primero por árboles dispersos y en pastizales, donde una vez ubicados todos los
individuos en el huerto pueden llegar a pasar días consumiendo frutos de mango
en combinación con hojas de otras especies de árboles nativos que muchas veces
están presentes en el huerto. Por otro lado, también se ha observado otro tipo de
matriz que puede servir como sustrato para alcanzar alimentos, como son las
plantaciones de eucalipto que contienen enredaderas y Cecropia obtusifolia en
abundancia en el sotobosque. Similares observaciones ha reportado Bicca-
Marques & Calegaro-Marques (1994) con A. caraya en Brasil donde los observó
alimentándose de especies exóticas como cítricos y eucalipto.
Después de estas observaciones y sobre todo que especies de árboles que
cubren más del 30% de la dieta de los monos se encuentran en la matriz del
paisaje trae fuertes implicaciones puesto que se puede estar observando que el
fenómeno de fuente-sumidero puede estar invirtiéndose, es decir, las especies de
81
plantas que tienen fruto y que se encuentran en los pastizales pueden ser fuentes
y verter sus semillas por medio de los monos (dispersor) plantas dentro de los
fragmentos.
1.3 Variables “colaterales” que afectan los movimientos de los primates
arborícolas
El presente estudio se enfoco a responder preguntas referentes a los atributos de
la matriz que incentivan su uso por parte de los monos aulladores negros. Sin
embargo, existen otras variables que podrían jugar un papel importante en los
desplazamientos de los animales, tales como, la presencia de otros individuos, la
densidad de animales en el área, número de machos y hembras adultos así como
animales solitarios. En otras palabras, las variables sociales están quizá limitando
los desplazamientos de los grupos animales y el uso de otros fragmentos. Durante
nuestro estudio pudimos observar enfrentamientos intergrupales que terminaban
con la retirada de algún grupo del fragmento hábitat hacia elementos de la matriz o
en sentido inverso. También se avistaron algunas tropas que reclutaban árboles
con frutos dentro de la matriz no dejaban que otros grupos de fragmentos vecinos
utilizaran ese árbol.
Esta interrogante queda abierta a nuevas investigaciones acerca de cómo
influye la sociabilidad en los desplazamientos grupales de primates arborícolas
como el caso de Alouatta pigra.
1.4 Peligros que enfrentan los monos aulladores al utilizar la matriz
De manera paralela a este estudio se realizó un diagnóstico de la mortalidad de
monos aulladores que utilizan la matriz y mediante observaciones directas y
entrevistas se detectaron muertes provocadas por los descensos de los monos
quienes realizan esas acciones para desplazarse a otros sitios (Candelero-Rueda
& Pozo-Montuy, 2011). Durante un ciclo anual (Abril 2008- Mayo 2009) obtuvimos
registros de una mortalidad de 47 individuos, de los cuales 36 fueron muertos por
ataques de perros tanto de casas como ferales. Esto indica que una gran cantidad
de monos que utilizan la matriz se pierden anualmente y el impacto es más grave
82
aun cuando la clase sexo edad más vulnerable son los machos adultos
(Candelero-Rueda & Pozo-Montuy, 2011). Evidentemente, a largo plazo esto
podría tener serias consecuencias en la conservación de la población de monos
aulladores negros en esa zona de Balancán, Tabasco.
II. ACEPTACIÓN Y/O RECHAZO DE LAS HIPÓTESIS DE LA TESIS
Este trabajo ha generado la información necesaria para la comprobación de las
hipótesis planteadas. La primera hipótesis acerca de la abundancia de monos en
la matriz es aceptada puesto que los elementos de la matriz con mayor similitud
estructural con los fragmentos hábitat fueron los que registraron mayor
avistamientos. Además mediante la aplicación de los Modelos Lineares
Generalizados se pudo determinar que más del 70% de los avistamientos están
relacionados con las variables a) altura de la copa, b) número de especies dentro
de la dieta y c) distancia al fragmento vecino. Dos variables de composición y
estructura de la vegetación que componen la matriz y una variable espacial que
contribuye de manera significativa en los avistamientos de monos en la matriz. En
particular, la altura de las copas resultó que tiene una relación positiva sobre el
número de avistamientos, puesto que aumentó el número de los avistamientos en
elementos de la matriz cuando los árboles eran más altos, tales como los cercos
vivos, plantaciones forestales y árboles dispersos. Cabe mencionar entonces, la
importancia que tienen los árboles grandes en paisajes fragmentados, esto ha sido
documentado en Los Tuxtlas en fragmentos con presencia de Alouatta palliata
mexicana (Arroyo-Rodríguez et al., 2007). La segunda variable importante es la
abundancia de especies de árboles que se incluyen en la dieta de los monos
aulladores negros, variable que tiene relación positiva donde al aumentar el
número de árboles que constituyen la dieta (dentro de los elementos de la matriz)
se incrementa también el número de avistamientos. La tercera variable y que
mostró una relación negativa es la distancia al fragmento más cercano, debido a
que conforme el elemento de la matriz está más lejano del fragmento hábitat, el
número de avistamientos disminuye significativamente. Esto nos sugiere que la
83
conectividad del paisaje está jugando un papel importante en los desplazamientos
de los monos aulladores (Mandujano & Estrada, 2005).
La segunda hipótesis sobre el uso de la matriz en función de la
suplementación del paisaje se cumple satisfactoriamente, debido a que los monos
aulladores utilizan recursos sustituibles que se ubican en diferentes componentes
del paisaje (matriz o fragmento hábitat). Fue claro que los monos utilizan algunas
elementos de la matriz para alimentarse y otros para desplazarse (caso especifico
del pastizal). Respecto a la suplementación desde el punto de vista alimentario se
pudo observar que dicho fenómeno se da en mayor porcentaje en fragmentos
pequeños, aunque no es exclusivo de este tipo de fragmentos, inclusive en el
grupo de estudio que habitó el fragmento grande salió del fragmento hábitat para
alimentarse de frutos maduros de Spondias mombin muy cercanos al borde del
fragmento y con alturas similares a los Spondias presentes dentro del fragmento
(20 m). Es por ello, que la presente investigación sugiere que si existe una
suplementación de la dieta con la utilización de ciertos recursos que provienen de
sitios externos de los fragmentos hábitat.
El uso de la matriz estará en función de la suplementación del paisaje,
donde los monos aulladores utilizarán diversos elementos de la matriz para
desplazarse (estructuras no arbóreas) y para alimentarse (estructuras arbóreas).
El uso estará regido entonces, por la presencia de alimento suplementario en los
elementos de la matriz. Pero además estas estructuras en la matriz les permiten
escapar o refugiarse de depredadores caninos.
III. RECOMENDACIONES DE MANEJO Y CONSERVACIÓN
Los hallazgos derivados del presente estudio sugieren que la matriz es un
elemento conspicuo, que no debe de ignorarse debido a que se ha vuelto
importante por que es frecuentemente usado por A. pigra como fuente de
opciones para el descanso, la alimentación y posiblemente también como vías de
acceso para llegar a otros fragmentos (desplazamientos). Es factible que si
84
investigaciones de este tipo incorporaran análisis genéticos de parentesco
aunados a nuestros datos demográficos en la matriz, podremos esclarecer mejor
estos patrones. Con base en nuestros datos, es posible proponer que con fines
de conservación y para facilitar los movimientos de los monos entre fragmentos,
se pueden utilizar en el paisaje de Balancán diversos elementos propios de la
matriz. Posibilidades que incluyen fortalecer e intercalar las cercas de alambres
de púas con la conversión a cercas vivas que brindarían sustrato y sitios de
desplazamiento y alimentación ocasional para las tropas de monos. Asimismo, si
se involucran los propietarios de numerosos ranchos de la zona de estudio, se
lograría convertir a otros elementos de la matriz en corredores adecuados y lo que
se ha denominado stepping stones (Beier & Noss, 1998; Baum et al., 2004). Sin
embargo, el primer paso que se debe de dar es el control de perros ferales que
ocasionan mas de 40 muertes de monos aulladores por año.
En conclusión, estudios como el presente muestran evidencias útiles para
los manejadores de fauna silvestre, donde queda claro que al obtener un buen
entendimiento del hábitat-matriz se contribuye a promover el desplazamiento de
cualquier mamífero arborícola en áreas fragmentadas (en nuestro caso los
primates silvestres), con lo que podrían disminuir los riesgos de ser depredado por
perros domésticos u otros depredadores. Asimismo, si se logra inculcar en los
pobladores locales, que su contribución seria muy valiosa si en sus planes de uso
de suelo impiden el total aislamiento de los parches de vegetación (promoviendo
las cercas vivas) entonces la dramática situación de fragmentación podría
amortiguarse, ya que cada árbol sembrado y enlazado con otros más, darían en
biomasa una mayor oferta de hábitat para estos primates en peligro de extinción y
también para uso de numerosas especies propias de la biodiversidad de las selvas
del sureste de México.
85
IV. LITERATURA CITADA
Anderson, J., Rowcliffe, J. & G. Cowlishaw. 2007. Does the matrix matter? A forest
primate in a complex agricultural landscape. Biological Conservation 135:
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