Situando el comunismo primitivo en el registro arqueológico

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juan manuel vicent garcia*antonio gilman**

situando el comunismo primitivo en elregistro arqueologico

Engels (l980b [orig. l884]:185) concluye su Origen de Ia familial, la propiedaa'privada y el estado a Ia luz de las investigaciones de Lewis H. Morgan, citandouno de los parrafos finales de Ancient Society:

La disolucion de la sociedad se yergue amenazadora ante nosotros, como el términode una carrera historica cuya imica meta es la riqueza, porque semejante carrera en-

cierra los elementos de su propia ruina. La democracia en la administracion, la tra-temidad en la sociedad, la igualdad de derechos y la instruccion general,inauguraran la proxima etapa superior de la sociedad, para la cual laboran constan-temente la experiencia, la razon y la ciencia. Sera un renacimiento de la libertad, laigualdad y la fraternidad de las antiguas gens, pero bajo una forma superior.‘

Morgan proporciono a Marx y Engels una confirmacion etnologica satisfacto-ria acerca de lo que en sus escritos mas tempranos habia sido solo especulaciondialéctica: el caracter historicamente contingente, y en consecuencia evitable, dela sociedad de clases. Siguiendo a Morgan, Engels consideraba que “la economiadoméstica del comunismo primitivo (...) domina exclusivamente hasta muy en-

trado el estadio medio de la barbarie” (Ibid.: 124), es decir, en todas las sociedades

* Instituto de Historia, CCHS-CSIC, Madrid, Espana.** California State University, Northridge, Estados Unidos.

El parrafo original de Morgan puede encontrarse en la pagina 544 de la edicion espanola (Mor-gan 1987). En general hemos preferido tomar las referencias de las ediciones en espanol. Cuan-do no ha sido posible se cita en la lengua original, incluyendo en nota a pie de pagina nuestrapropia traduccion.

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ordenadas por el parentesco, sean estas de cazadores-recolectores o de producto-res de alimentos. Esta es la posicion adoptada por Richard Lee (1990), aunque,como él mismo reconoce, esto entra en conflicto con el hecho de que la mayoriade las sociedades organizadas por el parentesco, aun careciendo de clases heredi-tarias, presentan desigualdades signiticativas no necesariamente basadas en laedad, el sexo u otros atributos personales: “...For an extended period, elements ofcommunalism coexist with elements of hierarchy” (Ibid.:242).2 De acuerdo conesto, el locus del mas puro comunismo primitivo debiera encontrarse entre loscazadores-recolectores que viven en entornos que no penniten la acumulacion de

excedentes, es decir, entre las “bandas” de Elman Service (1963). Sin embargo.incluso en este caso se podrian hacer distinciones entre grupos mas o menos “co-munistas”, Asi, por ejemplo, se puede distinguir entre cazadores-recolectores con

sistemas de produccion de rendimiento inmediato o aplazado, siendo los primerosmas “simples” que los segundos (Woodburn 1982, cf Meillassoux 1973). ParaAlain Testart (1985) la distincion clave deberia establecerse entre los grupos en

los cuales los cazadores distribuyen su presa y aquellos otros en los que la entre-gan a otros para que sea distribuida. Testart (l9S5:73) resume su argumento cen-tral como sigue:

...Dans le mode de production fondé sur la propriété parcellaire les résultats du tra-vail et les conditions de travail (les moyens de production) sont appropiés de faconindividuelle, de facon privée. Dans le mode de production que nous avons trouvéschez les chasseurs cueilleurs, les résultats du travail sont appropiés de facon indivi-duelle par l’individu ou le groupe d’individus qui a effectué le travail correspondant,tandis que les conditions du travail restent, pour l’essentiel, l’objet d’une appropria-tion commune, c’est-a-dire par la communauté dans son ensemble. Dans cette opti-que on peut concevoir un troisieme mode du production que serait défmi par le faitque les résultats et les conditions du travail seraient objet d’appropriation commune?

Testart encuentra casos de este “tercer modo de produccion” en algunas socie-dades australianas. Este argumento es elegante, pero presenta dos dilicultades.

2 “...durante un dilatado periodo, elementos de comunalismo coexisten con elementos de jerar-qu1a”.“En el modo de produccion fundado sobre la propiedad de la tierra los resultados y las condicio-nes del trabajo (los medios de produccion) son objeto de apropiacion individual, de manera pri-vada. En el modo de produccion que encontramos entre los cazadores-recolectores, losresultados del trabajo son objeto de apropiacion individual por el individuo o por el grupo de in-

dividuos que ha efectuado el trabajo correspondiente, mientras que las condiciones de trabajosiguen siendo, en lo esencial, objeto de una apropiacion comun, es decir, por parte de la comu-nidad en conjtmto. Desde esta perspectiva se puede concebir un tercer modo de produccion queestaria definido por el hecho de que los resultados y las condiciones del trabajo serian objeto de

una apropiacion comun”.

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Una es que sus ejemplos concretos estan basados en anécdotas sueltas recogidasde viejos relatos etnograficos,_y no en observacionesp sistematicas dirigidas a do-cumentar las formas de distribucion de los productos de la caza y la recoleccion.La otra es que no esta del todo clara la diferencia practica entre los dos ultimosinodos de produccion en términos de quién hace qué y quién consigue que.

En ultima instancia, pues, el locus etnografico de la forma mas pura del comu-nismo primitivo parece reducirse virtualmente a un punto evanescente.

Los antropologos marxianos podrian contemplar algunos o todos los ejemplosetnograficamente documentados de cazadores-recolectores simples como repre-sentantes recientes del comunismo primitivo. No obstante, la corriente principalde la antropologia cultural ha rechazado el propio concepto, en parte por razonespoliticas, en parte porque la idea de un comunismo primitivo que pudiera ser si-tuado entre algunos cazadores-recolectores recientes apoyaria la idea que los pri-mitivos actuales no tienen una historia significativa, una implicacion de lo queLowie (l93'/124) describio como “la ingenua ecuacion de los modemos gruposprimitivos con el salvaje pristino”. Sin embargo, la principal causa de este rechazoes que la variedad de instituciones sociales y tipos de liderazgo entre giupos decazadores-recolectores vecinos y estrechamente relacionados sugiere la mutabili-dad de toda organizacion social, incluso la mas igualitaria. Asi por ejemplo, loshablantes de la lengua Inuit/lnupiaq, que se distribuyen desde el norte de Alaskahasta Groenlandia, muestran actualmente considerables diferencias en la manifes-tacion de desigualdades. Los grupos balleneros del norte de Alaska tienen lideresclaramente identificables, llamados umialik, hombres de riqueza y estatus relati-vamente mayor que el resto, que capitanean los umiaks (botes balleneros), y com-piten con otros por las tripulaciones mediante la distribucion de regalos y comida(Spencer 1984). Por su parte, los cazadores de focas del norte de Canada, queexplotan recursos menos productivos, se amoldan mucho mejor al tipo ideal de

banda: carecen de lideres fonnales, comparten sus presas, etc. (Balikci 1970).Finalmente, la cultura de Thule, ancestro comun de ambos grupos, con una pro-iilndidad temporal de un milenio, se caracteriza por la caza de ballenas, viviendassemisubterréneas e inventarios arqueologicos que reflejan un patron cultural es-quimal tipico, aunque tecnologicamente mas especializado y economicamentemas productivo que el de cualquiera de las tribus esquimales centrales del periodohistorico (McGhee 1970). En otras palabras, las variantes mas “simples” de laorganizacion social Inuit documentadas en el registro etnogratico actual son masdistantes de la forma original que las mas “complejas”.

Ya en el Paleolitico superior pueden encontrarse contrastes entre cazadores-recolectores mas simples y mas complejos que ocupan, respectivamente, entomosmenos o mas productivos. Las variantes mas complejas pueden ser descritas comosociedades de rango [“rank societies”], para usar los términos de Fried (1968). En

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ellas la hipotética condicion igualitaria de la humanidad primitiva esta ya modifi-cada por la acumulacion diferencial de excedentes, la competicion por el lideraz-go, etc. Es de suponer que las areas mas productivas, que pennitian semejantesacumulacién y competencia, debieron ser ocupadas antes, mientras que aquellosentomos menos productivos, que requerian un reparto mas riguroso de riesgos yla supresién de las ambiciones individuales, caracteristicas ambas de las “socie-dades de bandas”, serian ocupadas mas tarde. Si esto es asi, las “sociedades debandas” del presente etnografico deberian ser, en ténninos generales, derivadas.g,Deberiamos entonces abandonar la nocion de “comunismo primitivo” conside-randola como un constructo filosoiico sin referente real en los registros etnografi-co y prehistorico?

Podemos asumir con Richard Lee (l990:243) que the impulse not to share (tohoard) is always present beneath the surface ( ). The capacity for altruism andseyishness are both present in the human make-up.4 Incluso cuando la nivelaciénes mas rigurosa, se requiere una presion social constante para que el egoismo seasuprimido. Es decir, si en algun momento existio una fase de la historia en la queel comunismo, entendido como altruismo irrestricto, fue universal, no se debio aque los seres humanos fueran buenos por naturaleza, sino a que hubo condicionesconcretas que lo impusieron. La cuestion es, pues, definir cuales serian esas con-diciones.

Tanto ahora (en el presente etnografico) como en cualquier momento durante,al menos, los ultimos 20,000 anos, los cazadores-recolectores han poseido unasobrada capacidad tecnologica para aprovechar cualquiera de los recursos quepudieran serles utiles en los entomos que han ocupado. A partir del Paleoliticosuperior todos los cazadores-recolectores son representativos de un mismo estadiode desarrollo tecnologico, que en los términos propuestos por Osvalt (1973) po-demos identificar como “tecnocu1tura 4”. La unica excepcion anotada por Oswaltserian los aborigenes de Tasmania, cuyo extremado aislamiento condujo a la pér-dida de varios elementos tecnologicos (Henrich 2004). Dada esta amplia homoge-neidad en la capacidad tecnologica, las diferencias en la organizacion social entrelos grupos mas simples y mas complejos pueden explicarse por diferencias am-bientales, como en los ejemplos esquimales citados antes: donde los alimentosestan disponibles en cantidades suficientemente grandes como para ser almacena-dos a largo plazo, como en el caso de los grupos cazadores de ballenas, es posiblela aparicion de lideres a partir del control del almacenamiento y de la subsiguientedistribucion de los excedentes; por el contrario, donde algunos de los alimentos

4 “El impulso de no compartir (de atesorar) esta siempre presente inmediatamente bajo la superfi-cie (. .). La capacidad para el altruismoy el egoismo estan simultaneamente presentes en la na-turaleza humana”.

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esenciales se obtienen en pequenas cantidades y en intervalos impredecibles, co-mo entre los cazadores de focas, compartir riesgos es esencial para la superviven-cia, y las tendencias hacia el engrandecimiento individual son reprimidas deforma mas rigurosa.

Podemos expresar esta tendencia general, ampliamente documentada por laetnologia comparada (cf Kelly 1995), de la siguiente manera: la solidaridad mu-tua es una funcion de la relacion entre capacidad tecnologica y productividad delmedio. En el presente etnografico y en los grupos cazadores-recolectores del Pa-leolitico superior, la variable principal es la productividad del entomo: las socie-dades de cazadores-recolectores son mas o menos igualitarias dependiendo de silas condiciones ambientales impiden o permiten el desarrollo de estrategias dealmacenamiento. Sin embargo, si se comparan los cazadores-recolectores recien-tes (desde el presente etnografico al Paleolitico superior) con los de los periodosanteriores, entonces la variable principal deja de ser la ambiental. Los humanosocuparon el mismo rango de entomos durante el Paleolitico medio y a lo largo delos periodos posteriores de la historia. La diferencia entre los cazadores-recolectores del Paleolitico medio y sus sucesores recae sobre el factor tecnologi-co de la relacion que hemos bosquejado.

Las diferencias entre el Paleolitico medio y el superior son bien conocidas yno requieren de una revision detallada aqui. Después de 35 anos de investiga-ciones, los contrastes propuestos por Mellars (1973) han sido ampliados y con-firmados pero no modilicados esencialmente. El registro arqueologico deja claroque los cazadores-recolectores del Paleolitico superior caen dentro del rangotecnologico de los del presente etnografico, mientras que sus predecesores te-nian una capacidad menor de captar y retener energia. Las gentes del Paleoliticomedio explotaban un rango mas estrecho de recursos con herramientas mas sim-ples y mantenian densidades de poblacion mas bajas. Los conjuntos tipologicosdel Paleolitico superior forman agnlpamientos regionales analogos en escala ycaracter a los de los modernos grupos lingiiistico/etno/culturales, mientras quelos conjuntos del Paleolitico medio muestran menor diferenciacion estilistica yson ampliamente uniformes en vastas areas geogralicas. Las culturas del Paleo-litico superior y los cazadores-recolectores actuales pueden exhibir un ampliorango de comportamiento simbolico, dependiendo del grado de conservacionmaterial de sus medios de expresion, mientras que esta variabilidad es rara, o

esta totalmente ausente, durante el Paleolitico medio. Estos contrastes no sonabsolutos, puesto que la mayor parte de los rasgos predominantes en el periodomas reciente pueden ser encontrados con menor frecuencia en el mas antiguo,pero indican que durante el Paleolitico medio el comportamiento humano cultu-ral (es decir, aprendido) cae fuera de los margenes de la variabilidad culturalmoderna.

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La mayor parte de los paleoantropologos de la pasada generacion han expli-cado los cambios entre el Paleolitico medio y el superior en términos biologicos.El final del Paleolitico medio en Eurasia occidental coincide con la sustitucionde los Neandertales por los humanos anatomicamente modernos procedentes deAfrica. Segun el punto de vista mayoritario la expansion de los modernos sedeberia a sus superiores aptitudes intelectuales en general (Klein 200l), y enconcreto a una capacidad completamente desarrollada para el lenguaje y la sin-taxis (por ejemplo, Noble y Davidson l990, Bickerton 2007), la integracion delas previas “inteligencias especializadas” (domain-specyic intelligences)(Mithen 1998), etcetera. Estos argumentos son circulares: el tamano del cerebro,es la unica evidencia fosil que se relaciona directamente con la capacidad inte-lectual y es el mismo para Neandertales y modernos; por lo tanto, la unica evi-dencia a favor de la supuesta causa, la “superioridad” moderna debida a unacapacidad cognitiva mejorada, es en realidad la consecuencia, o sea, la expan-sion de las habilidades culturales que uno esta tratando de explicar. Lo que Co-lin Renfrew (1996) denomino “paradoja del comportamiento del Homo sapiens”[sapient behavioral paradox] -si los humanos tenian capacidades cognitivasmodernas hace 200,000 anos, épor qué tardaron tanto en desarrollar el arte, laagricultura y la escritura?- no es una paradoja en modo alguno: el despliegueinterrelacionado de las tecnologias y de las consecuencias sociales que luego lasimpulsan requiere tiempo. Las capacidades intelectuales no son mas relevantespara explicar la ausencia de herramientas complejas o arte parietal en el Paleoli-tico medio que para dar cuenta de la inexistencia entre los romanos de motoresde combustion intema o del cinematografo.

La otra interpretacion principal de la transicion del Paleolitico medio al Paleo-litico superior consiste en minimizar su importancia. Segun esta interpretacion,los conjuntos del Paleolitico medio fueron creados por mujeres y hombres concerebros de tamano modemo e incluyen de forma ocasional o incipiente casi todoslos rasgos distintivos del Paleolitico superior, aunque la frecuencia de estos rasgosy su prevalencia se vayan incrementando de forma constante a lo largo de esteultimo. Por lo tanto no hay razon para suponer que las sociedades del Paleoliticomedio estuvieran organizadas de Lma forma substancialmente diferente que lassociedades del Paleolitico superior o las sociedades de cazadores-recolectoresmenos “complejos” documentados en el presente etnogréfico. Esta era la posicionde Francois Bordes (1981:87) cuando escribio: “Il est d’ailleurs curieux que [cer-tains] auteurs dénient aux Moustériens tout sentiment d’identité ethnique au mo-ment ou les paléontologues rattachent l’homme du Néanderthal a l’especehumaine (...) ou démontrent que certaines industries moustériennes ont été

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l’oeuvre d’Homo sapiens sapiens”.5 Esta misma posicion es mantenida en la ac-

tualidad por autores como Brian Hayden (p.e. 1993, 2012). No cabe duda de quela posicion continuista es preferible a la Rassengeschichte del discurso biologicis-ta, pero no da una explicacion clara de las diferencias acusadas que existen entreel Paleolitico medio y superior.

Pensamos que la relacion entre distribucion de riesgo y solidaridad social entrelos cazadores-recolectores recientes puede iluminar aspectos criticos de la organi-zacion social de los del Paleolitico medic, y que estas perspectivas son utiles parala comprension del contraste general entre estos ultimos y sus sucesores. En Eura-sia Occidental, donde el registro del Paleolitico Medio es mejor conocido, los

cazadores-recolectores de este periodo basaban su subsistencia en la explotacionmovil de animales terrestres (p.e., Stiner 1994). Dada su tecnologia relativamenterudimentaria, sus densidades de poblacion debieron haber sido mucho mas bajasque la media de 3.4 habitantes por 100km2 que Binford (2001) establecio para loscazadores-recolectores terrestres en el presente etnografico. Supongamos que lasdensidades demograficas durante el Paleolitico medio fueran comparables a losniveles minimos de los cazadores-recolectores recientes en el presente etnografi-co, por ejemplo la densidad de entre 0.5 y 1 habs./100km2 que Tindale (1974)calcula para los habitantes del Desieito Occidental de Australia. Segun esto, ma-crobandas de unas 400 personas ocuparian territorios de unos 100,000km2. De

acuerdo con Hayden (2012:10), bajo esas circunstancias, y en Australia en con-

creto, “(...) interaction and movement between local bands as well as betweenother dialect macrobands was high in order to maintain alliances, resulting in

widespread homogeneous teclmology and material culture across macrobandsthroughout the Western Desert”.6

Es verdad que, como nos dice Hayden, estas macrobandas australianas mante-nian en algun sentido conciencia de su individualidad étnica, pero esto seria unaconsecuencia del caracter derivado de sus culturas. Es decir, las bandas del De-sierto Occidental llegaron alli desde zonas menos inhospitas, donde seria deseablemantener el acceso exclusivo a un territorio, y donde probablemente estaban so-

metidos a la presion de vecinos que, sin duda, también trataban de ejercer esederecho exclusivo en su propio beneficio. En un mundo anterior a que cualquiergrupo hubiese llegado a densidades de poblacion que le pennitieran la exclusion

5 “Es bastante curioso que ciertos autores denieguen a los Musterienses todo sentido de identidadétnica al mismo tiempo que los paleoantropologos clasifican a los Neandertales como una sim-ple raza de la especie Homo sapiens 0 demuestran que ciertas industrias musterienses fueronproducidas por el Homo sapiens sapiens”.

6 “(...) la interaccién y el movimiento entre bandas locales y macrobandas dialectales eran altaspor la necesidad de mantener alianzas, lo cual daba lugar a Lma tecnologia y una cultura materialhomogéneas y ampliamente distiibuidas entre todos los grupos del Desierto Occidental”.

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de los forasteros, la distincion entre propios y extranos no habria llegado a inven-tarse. Es mas, hubiera resultado socialmente inconcebible.

Las identidades étnicas son universales en el presente etnografico. Como anotaLévi-Strauss (l969:83-84): “Un gran numero de tribus primitivas se nombran conuna denominacion que, en su lenguaje, solo significa ‘los hombres’(...) En todosestos casos, solo se trata de saber hasta donde se extiende la connotacion logica dela idea de comunidad, que es, en si misma, funcion de la solidaridad efectiva delgrupo”. Esto implica, por supuesto, que los seres humanos que no son miembrosde la comunidad de uno, son de alguna manera menos humanos que uno mismo.Esta claro, ademas, que la distincién entre propios y extrarios fundamenta la posi-bilidad de redefinir la condicion de algunos “propios” cuando sea oportuno hacer-lo. He aqui, por qué observamos por todas partes en el registro historico yetnografico el comunalismo en proceso de disolucion.

Dada la similitud inherente de todos los seres humanos, las distinciones étni-cas, por ser esencialmente arbitrarias, requieren un constante refuerzo por mediode costumbres y ritos de caracter simbolico (es decir, igualmente arbitrario). Unagran parte de estas practicas discriminantes tienen que materializarse y aparecenen el registro arqueologico bajo la forma de variaciones estilisticas. La abundan-cia de tales materializaciones en el Paleolitico superior y su correspondiente esca-sez en el Paleolitico medio es el contraste mas acusado entre ambos periodos y loque da lugar a que a la transicion entre ellos se describa como una “explosioncreativa” (Pfeiffer 1982), una “revolucion humana” (Mellars y Stringer 1989),etcetera. Quienes defienden interpretaciones continuistas de esta transicion tomanlas ocasionales manifestaciones simbolicas en el Paleolitico medio (e.g., Zilhao etal. 2010) como prueba de que los Neandertales eran capaces de una conducta detipo modemo (“behaviora1 modernity”). Quienes sostienen posiciones biologicis-tas suponen que la escasez de tales manifestaciones en el Paleolitico medio debeatribuirse a la falta de “fluidez cognitiva” (Mithen l998:191 y ss.) u otras capaci-dades inherentes entre 10s humanos arcaicos. Nosotros seguimos a Leroi-Gourhan(1964): el despliegue simbolico refleja el desarrollo de la identidad étnica. Es masparsimonioso (y menos circular) suponer que, si durante el Paleolitico medio lagente no distinguia entre ellos mismos y los demas era porque hacerlo no favore-cia su propio interés.

Para resumir, durante el Paleolitico medio los gmpos individuales decazadores-recolectores debieron estar sujetos a un riesgo mas elevado de fracasoproductivo que sus homdlogos recientes por lo que la densidad demografica gene-ral seria muy baja. En semejantes circunstancias, la gente no podria mantenerredes cerradas de apareamiento (Wobst 1975) ni permitirse el lujo de escoger susalianzas. La asistencia mutua seria deseable con cualquiera y con todos. La terri-torialidad excluyente hubiera sido insostenible. El lugar real, arqueologicamente

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constatable, del comunismo primitivo estaria, pues, en el Paleolitico medio, cuan-do las distinciones étnicas que socavan la igualdad humana aim no habian sidoinventadas.

Volviendo al principio de nuestra argumentacion, la nocion de “comunismoprimitivo” como forma pristina de la sociabilidad humana, desempeia un papelprimordial en la empresa intelectual de Marx y Engels: si la solidaridad y lacooperacion sin restricciones son rasgos de la forma natural de las relaciones entrelos seres humanos, entonces la desigualdad y la explotacién en todas sus formasson historicamente contingentes. Por lo tanto, la posibilidad de una futura socie-dad sin clases, basada en esos mismos principios, esta dada en las propias raicesde la historia humana. Sin embargo, los fundadores del Materialismo Dialécticono pudieron aproximarse al conocimiento de esa forma originaria, y la concepcionoriginal de Marx quedo oscurecida por la contradictoria vision de las sociedadesetnograficas mas primitivas conocidas en su tiempo, en las que la igualdad entrelos individuos tenia como condicion la expropiacion y la alienacion de su libertadpor una comunidad opresiva. Las dudas de Marx sobre el verdadero caracter deesta comunidad primitiva quedan claramente expresadas en sus titubeos al tratarde responder a las preguntas de los populistas rusos sobre la potencialidad revolu-cionaria de la comuna rural tradicional rusa, de los que son testimonio los borra-dores de la carta a Vera Zasulich (Marx y Zasulich 1990 [orig. l88l]).7

Podemos tratar de imaginar como Marx hubiera integrado los resultados obte-nidos por la ciencia prehistorica moderna en su vision dialéctica de la historia. Sinuestra argumentacion es correcta, estos resultados muestran que la “comunidad”construida sobre la identidad etno-cultural constituye en si misma una realidadhistéricamente generada, la negacion del auténtico comunismo primitivo, quecontiene en su propia naturaleza la posibilidad de la sociedad de clases. Esta ulti-ma seria, entonces, la negacion de la negacion del comunismo primitivo.

Agradecimientos

Una version preliminar de este trabajo fue presentada al III Congreso de Arqueo-logia Social Ameroibérica, celebrado en la ciudad de México entre los dias 23 y

7 La opinion de Engels sobre esta misma cuestion era mas tajante que la de Marx y, en ciertomodo, contradictoria con ella. En su respuesta a Tkachov opina que la idea populista de basar larevolucion socialista en el comunalisrno agrario tradicional viene a ser como tratar de conseguirel restablecimiento del salvajismo: “Entre los salvajes y semisalvajes tampoco suele haber dife-rencias de clase, y por ese estado han pasado todos los pueblos. Pero ni tan siquiera puede ocu-rrirsenos restablecerlo (...)” (Engels l980a [orig. 1875/1894]:225).

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25 de mayo de 2011. Queremos reconocer la ayuda de Pedro Diaz-del-Rio y Ma.Isabel Martinez Navarrete en la preparacion del texto detinitivo.

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Woodburn, James1982 Egalitarian societies, Man, 17:43 1-5 1.

Zilhao, Joao, Diego E. Angelucci, Ernestina Badal-Garcia, Francesco d’Errico,Floréal Daniel, Laure Dayet, Katerina Douka, Thomas F. G. Higham, Ma-ria José Maitinez-Sanchez, Ricardo Montes-Bemardez, Sonia Murcia-Mascaros, Carmen Pérez-Sirvent, Clodoaldo Roldan-Garcia, MarianVanhaeren, Valentin Villaverde, Rachel Wood y Josefina Zapata

2010 “Symbolic use of marine shells and mineral pigments by Iberian Neander-tals”, Proceedings of the National Academy of Sciences, (l07)3:l023-1028.

Fuente: <http://agrimex.blogspot.mx/>