RIESGO DE PERDIDA DE SUELO POR EROSIÓN HÍDRICA POTENCIAL EN EL ÁREA DE INFLUENCIA DE LA ESTACIÓN...

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RIESGO DE PERDIDA DE SUELO POR EROSIÓN HÍDRICA POTENCIAL EN EL ÁREA DE INFLUENCIA DE LA ESTACION EXPERIMENTAL BALCARCE DEL INSTITUTO NACIONAL DE TECNOLOGIA AGROPECUARIA SEBASTIÁN LUIS CASTORINA Trabajo de tesis para ser presentado como requisito parcial para optar al título de INGENIERO AGRONOMO FACULTAD DE CIENCIAS AGRARIAS UNIVERSIDAD NACIONAL DE MAR DEL PLATA Balcarce, Argentina Octubre de 2014

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RIESGO DE PERDIDA DE SUELO POR EROSIÓN HÍDRICA POTENCIAL EN EL

ÁREA DE INFLUENCIA DE LA ESTACION EXPERIMENTAL BALCARCE DEL

INSTITUTO NACIONAL DE TECNOLOGIA AGROPECUARIA

SEBASTIÁN LUIS CASTORINA

Trabajo de tesis para ser presentado como requisito

parcial para optar al título de

INGENIERO AGRONOMO

FACULTAD DE CIENCIAS AGRARIAS

UNIVERSIDAD NACIONAL DE MAR DEL PLATA

Balcarce, Argentina

Octubre de 2014

ii

RIESGO DE PERDIDA DE SUELO POR EROSIÓN HÍDRICA POTENCIAL EN EL

ÁREA DE INFLUENCIA DE LA ESTACION EXPERIMENTAL BALCARCE DEL

INSTITUTO NACIONAL DE TECNOLOGIA AGROPECUARIA

SEBASTIÁN LUIS CASTORINA

Comité Consejero:

……………………………………….

M. Sc. Fabián Néstor Cabria

Director

……………………………………….

Dr. Roberto Héctor Rizzalli

Asesor

……………………………………….

M. Sc. Germán Franco Domínguez

Asesor

iii

RIESGO DE PERDIDA DE SUELO POR EROSIÓN HÍDRICA POTENCIAL EN EL

ÁREA DE INFLUENCIA DE LA ESTACION EXPERIMENTAL BALCARCE DEL

INSTITUTO NACIONAL DE TECNOLOGIA AGROPECUARIA

SEBASTIÁN LUIS CASTORINA

Aprobada por:

……………………………………….

M. Sc. Fabián Néstor Cabria

Director de Tesis

……………………………………….

Dr. Roberto Héctor Rizzalli

Asesor

……………………………………….

M. Sc. Germán Franco Domínguez

Asesor

……………………………………….

Dr. Guillermo Alberto Studdert

Delegado del Decano

iv

ÍNDICE GENERAL

Sección Página

ÍNDICE DE TABLAS v

ÍNDICE DE FIGURAS vi

RESUMEN vii

1. INTRODUCCIÓN 1

2. MATERIALES Y MÉTODOS 4

2.1. Descripción del área de estudio 4

2.1.1. Ubicación del área de influencia de la Estación Experimental

Agropecuaria Balcarce

4

2.1.2. Subzonas del área de influencia de la EEA Balcarce 4

2.2. Ecuación Universal de Pérdida de Suelo (USLE-RUSLE) 7

2.3. Factor erosividad (R) 8

2.4. Factor erodibilidad (K) 8

2.5. Factor topográfico o geomorfológico (LS) 11

2.6. SATEEC Gis 11

2.7. Definición de niveles de riesgo de pérdida de suelo, unidades

de vulnerabilidad 12

3. RESULTADOS Y DISCUSIÓN 14

4. CONCLUSIONES 23

5. BIBLIOGRAFÍA 24

v

ÍNDICE DE TABLAS

1. Superficie correspondiente a cada intervalo de pendiente.

15

2. Superficie del territorio susceptible de ser afectada por erosión hídrica y nivel de

riesgo asociado por pérdidas de suelo potenciales superiores a lo admisible.

21

3. Superficie del territorio susceptible de ser afectada por erosión hídrica y nivel de

riesgo asociado por pérdidas de suelo potenciales superiores a lo admisible.

22

vi

ÍNDICE DE FIGURAS

1. Zonas y subzonas agroecológicas comprendidas en el área de influencia de la

estación experimental agropecuaria de Balcarce.

5

2. Esquema del procedimiento empleado para resolver el cálculo de la erosión

hídrica potencial de referencia.

12

3. Modelo Digital de Elevación para el área de influencia de la Estación

Experimental Agropecuaria de Balcarce proveniente de imágenes radar del

proyecto Shuttle Radar Topographic Mission.

14

4. Patrón de distribución de las unidades cartográficas que denotan el grado de

inclinación de la superficie de la tierra.

15

5. Patrón de distribución de las unidades cartográficas que denotan el efecto de la

longitud y el gradiente de las pendientes sobre la tasa de erosión (factor

topográfico, LS).

16

6. Resistencia de los materiales de la capa superficial de los suelos a la capacidad

erosiva de las precipitaciones (factor K según USLE).

17

7. Pérdida potencial de material en capas superficiales de suelo por acción de la

erosión hídrica.

18

8. Distribución de las unidades cartográficas que representan la tolerancia de los

suelos a pérdidas de material por acción de la erosión hídrica.

19

9. Distribución de unidades cartográficas que representan niveles de riesgo de

pérdida de suelo asociados a la erosión hídrica potencial.

20

.

vii

RESUMEN

Con el propósito de generar información que contribuya a resolver incertidumbres

que se plantean durante procesos de gestión ambiental orientados al desarrollo

agropecuario, nos propusimos estimar la erosión hídrica potencial o de referencia (Er)

para establecer niveles de riesgo de pérdida de suelo y generar un sistema de

información geográfica (SIG). Se considera que la información generada y el modo de

consulta propuesto, son requerimientos que auxiliarán la elaboración y ejecución de

programas para la preservación y conservación del medio ambiente.

La Er se calculó resolviendo la ecuación universal de pérdida de suelo revisada

(RUSLE), para lo cual, en el contexto de la metodología SIG, se empleó la técnica

procedimental “Sediment Assessment Tool for Effective Erosion Control” (SATEEC).

Los niveles de riesgo de pérdida de suelo fueron definidos relacionando tasas de Er

con tasas de tolerancia de pérdida de suelo; y entre otros resultados se cuantificó que

en el 79,58% de la superficie del territorio cabe esperar que las pérdidas de suelo por

Er sean de menor cuantía que estándares considerados admisibles. El riesgo de

pérdida de suelo por Er es bajo o moderadamente bajo en el 14,37% de la superficie

evaluada, y tan sólo en el 3,00% del área la Er se asocia con niveles de riesgo de

pérdida de suelo que califican como alto, muy alto o crítico. También puede enunciarse

que la erosión hídrica en la mayoría de los paisajes en el territorio relevado no es una

variable relevante de valorar cuando se evalúa el riesgo de ocasionar daño al medio

ambiente debido a la actividad agropecuaria; sin embargo existen tierras ubicadas en

paisajes distribuidos en los partidos de Tandil, Balcarce, General Pueyrredón, Lobería,

Benito Juárez, General Alvarado, Necochea y Olavarría, donde las tasas de Er se

asocian con niveles de pérdida de suelo muy superiores a los considerados

admisibles. Sobre la base de la información que genera el procedimiento SATEEC

puede afirmarse que el grado de inclinación de las pendientes y la escasa tolerancia

de los suelos a pérdidas de material por erosión hídrica, son factores determinantes

para que unidades con niveles de riesgo de pérdida de suelo alto, muy alto o crítico se

emplacen en sectores serranos y periserranos; característica que distingue a dichos

sitios geográficos a pesar que los índices de erodibilidad en las capas superficiales de

sus tierras están entre los de menor cuantía de la región.

Palabras Clave: riesgo de erosión hídrica potencial, RUSLE, sistemas de información

geográfica, SATEEC.

1

1. INTRODUCCION

Los sistemas de información geográfica (SIG, o GIS en su acrónimo inglés)

permiten capturar, almacenar, administrar, procesar, analizar y desplegar datos

referenciales distribuidos en un espacio tridimensional (González Rosas, 2012).

Mediante la utilización de distintos instrumentos computacionales y programas

específicos, facilitan la resolución de cálculos espaciales complejos donde intervienen

múltiples variables, y que es necesario resolver para simular y representar la realidad

del espacio rural (modelos). Según Zhang et al. (1999), los SIG contribuyen a resolver

problemas reales complejos, como lo es, por ejemplo, la estimación del patrón de

distribución que adquiere en el paisaje rural la pérdida del material de los suelos que

resulta de la erosión hídrica.

En el marco del presente trabajo se denomina tierra a todo sistema terrestre

bioproductivo que comprende al suelo, la biota y los procesos ecológicos e

hidrológicos que operan dentro del sistema. En cambio, degradación es el vocablo

elegido para hacer referencia a la reducción o pérdida de la productividad biológica,

económica y/o complejidad que ocasionan los sistemas de utilización de la tierra que

implementa el hombre (CCD, 1994).

La pérdida de material de suelo, como fenómeno natural, es un evento ocasionado

por la acción del agua y/o el viento. Desde el punto de vista de las Ciencias de la

Tierra la acción del agua tiene un aspecto positivo, ya que se le atribuye el transporte

de los sedimentos y nutrientes que permiten sostener el equilibrio dinámico y el estado

estable en llanuras aluviales, playas, cauces y deltas. Sin embargo, es frecuente que

la intervención del hombre en el paisaje acelere la tasa de pérdida de suelo,

provocando que sea mayor la cantidad de material edáfico que se expulsa del sistema

por el transito del agua que escurre sobre la superficie. Esta pérdida de materiales

edáficos producto de la intervención del hombre es lo que se denomina erosión hídrica

(Almorox Alonso et al., 2010).

La erosión hídrica involucra la desagregación, el transporte y la sedimentación de

las partículas del suelo por la acción de las precipitaciones y el escurrimiento

superficial. Si bien la relación entre la pérdida de suelo y las características de la lluvia,

la infiltración y el escurrimiento superficial es compleja, se reconoce que la intensidad

y duración de las precipitaciones son los factores causales que dan inicio al proceso

erosivo. La erosión hídrica comienza cuando la energía cinética de las gotas de lluvia

que impactan sobre la superficie de los agregados los disgrega, mientras que la

2

topografía del terreno, mediante el grado de inclinación, longitud y forma de las

pendientes facilita el escurrimiento superficial del agua y el arrastre y transporte de las

partículas en suspensión. La vegetación proporciona protección a las capas

superficiales del suelo, pudiendo variar la cobertura con la época del año y el cultivo.

Según Pouey (1998) y Toy et al. (2002), la vegetación tiene efecto sobre la infiltración

y el escurrimiento, y se relaciona directamente con la erosión hídrica dado que

intercepta a las gotas de lluvia. Según diferentes autores la erosión hídrica puede

contaminar los ecosistemas fluviales, debido a que los nutrientes y los tóxicos son

transportados y convergen hacia cursos y reservorios afectando la calidad del agua

(Thornes, 1990; López Bermúdez et al., 1996; García Ruiz; López Bermúdez, 2009;

García Ruiz, 2010).

Estudios realizados empleando la metodología de evaluación de degradación de

suelos provista por la FAO, muestran que, hasta inicios de la década de 1980, la

erosión hídrica en la Argentina, considerando todos los grados de intensidad, habría

afectado 25.000.000 ha (FAO-PNUMA-UNESCO, 1981). Según Irania et al. (1981), la

tasa de afectación durante el período 1950-1980 fue de 223.000 ha por año. Estudios

sobre cómo los procesos de erosión hídrica podrían afectar distintas cuencas y

regiones del país comienzan a publicarse en la década de 1990 (Ligier et al., 1998;

Gaspari et al., 2006; Elorrieta, 2006), determinándose áreas particularmente críticas en

función a la tolerancia de pérdida de suelo a comienzos del siglo 21 (Orúe et al.,

2007).

Desarrollada por Wischmeier y Smith (1978), la ecuación universal de pérdida de

suelo (USLE) ha sido utilizada para gestar planes de manejo integral en cuencas

hidrológicas, y quizás, según Chen (2000), sea el algoritmo más empleado para

estimar la erosión hídrica. La ecuación estima la media anual de pérdida de suelo por

erosión hídrica bajo diferentes escenarios de manejo, y se emplea como guía para la

toma de decisiones en los planes de conservación (TRAGSATEC, 1994). El modelo

resuelve primariamente el cálculo de la erosión hídrica potencial o de referencia (Er),

valor que representa la media anual de pérdida de suelo por la acción erosiva de las

lluvias cuando se ara a favor de la pendiente y durante un año se mantiene a la

superficie sin cobertura vegetal. Según Wischmeier y Smith (1978), esta variable pone

de manifiesto la susceptibilidad erosiva de cada unidad.

Es sabido que para contener la declinación de la calidad de los suelos y el agua es

necesario controlar las tasas de pérdida de suelo y de sedimentación, y se reconoce

que la implementación colectiva de sistemas productivos conservacionistas y

3

sustentables permite gestar ambientes antrópicos sostenibles. Si se aspira preservar

al medio ambiente se torna necesario trabajar a escala territorial (países, provincias,

partidos, departamentos), requiriéndose alterar adecuadamente la composición del

paisaje natural en aquellos sitios de las cuencas donde la incorporación de prácticas

antrópicas conduce a menoscabar las capas superficiales de los suelos. Para alcanzar

este objetivo se requiere caracterizar las tasas de pérdida de suelo e identificar, en el

espacio rural, sitios donde la pérdida de suelo supera a la tasa de la erosión crítica

(Hofierka, 1996; Lane et al., 1995; Mitasova et al., 1996; Garen et al., 1999).

Reconociendo que la distribución espacial de la Er permite discernir cómo

interactúan la topografía y erodibilidad de los materiales que están dispuestos en la

capa superficial del suelo, se propone estimar la Er, establecer niveles de riesgo de

pérdida de suelo y generar un SIG. La finalidad del trabajo se relaciona con la

necesidad de disponer de información que contribuya a resolver incertidumbres que se

plantean durante procesos de gestión ambiental que involucran tierras destinadas a la

producción agropecuaria; es así que la información que provee este trabajo permite

auxiliar la toma de decisiones al evaluar la necesidad de implementar sistemas de

manejo específicos con el propósito de preservar y conservar al recurso suelo.

4

2. MATERIALES Y METODOS

2.1. Descripción del área de estudio

2.1.1. Ubicación del área de influencia de la Estación Experimental

Agropecuaria Balcarce

Las tierras ubicadas en el área de influencia de la Estación Experimental

Agropecuaria (EEA) Balcarce comprenden territorios de diez partidos del centro-

sudeste de la provincia de Buenos Aires (Balcarce, Benito Juárez, General Alvarado,

General Lamadrid, General Pueyrredón, Laprida, Lobería, Necochea, Olavarría y

Tandil). Las tierras distribuidas sobre una superficie aproximada de 4.262.000 ha,

responden a las características edáficas y climáticas que caracterizan a dos zonas

agroecológicas (INTA, 2010). En la Figura 1 se observa que la zona agroecológica III,

en el área de influencia de la EEA Balcarce, comprende el área continental y costera

de los partidos de Lobería y Necochea (subzonas III D y III E respectivamente), así

como también la totalidad del territorio de los partidos de Balcarce, General Alvarado,

General Pueyrredón y Tandil (subzona III F). Por otra parte en el área de influencia de

la EEA Balcarce la zona agroecológica IV está representada por la subzona C, la cual

queda constituida por el territorio de los partidos de Benito Juárez, General Lamadrid,

Laprida y Olavarría.

2.1.2. Subzonas del área de influencia de la EEA Balcarce

Subzona III D (Lobería)

Comprende el área continental de los partidos de Necochea y Lobería

extendiéndose sobre una superficie de 654.496 ha. Se destacan como principales

localidades Lobería, J. N. Fernández y Pieres.

Caracterización de clima y suelo

Esta subzona está constituida por una llanura loéssica ondulada a suavemente

ondulada, dirigiéndose el escurrimiento superficial hacia el océano Atlántico. Los

suelos más frecuentes pertenecen al subgrupo de suelos denominados Argiudoles

petrocálcicos, existiendo áreas donde dominan Argialboles, Natralboles y Natracuoles

típicos. En el área es frecuente observar que las limitaciones edáficas están asociadas

a la presencia de horizontes petrocálcicos (tosca) dentro del metro de profundidad.

5

Figura 1: Zonas y subzonas agroecológicas comprendidas en el área de influencia de la Estación Experimental Agropecuaria del INTA de Balcarce.

El régimen hídrico es subhúmedo – seco, las precipitaciones disminuyen en sentido

este-oeste y la deficiencia de agua es probable durante el período estival (diciembre –

febrero).

La temperatura media anual es de 14,0° C; la temperatura media del mes más

cálido (enero) es de 21,4° C y en el mes más frío, julio, es de 7,3° C. El período medio

libre de heladas abarca desde principios de octubre hasta mediados de mayo.

Subzona III E (Necochea)

Comprende el área costera de los partidos de Necochea y Lobería, abarcando una

superficie de 269.633 ha. Se destaca como principal área urbana el sector que

comprende a las ciudades de Necochea y Quequén.

Balcarce

Lobería

Ne

co

che

a

Tandil

Gral. Alvarado

Gra

l.

Pu

eyrre

n

Olavarría

Benito Juárez

Laprida

Lamadrid

6

Caracterización de clima y suelo

La forma geomorfológica preponderante en el paisaje es una llanura suavemente

ondulada. Los suelos que pertenecen al gran grupo de los Argiudoles presentan una

disminución gradual en el contenido de arcilla del horizonte B en sentido este – oeste.

Se encuentran pequeñas áreas donde los suelos son hidromórficos. La capacidad de

almacenaje hídrico de los suelos es mayor que en la subzona III D y además, debido a

la proximidad del océano, presenta veranos frescos. Estas características

proporcionan condiciones de humedad en el suelo y el ambiente favorables para el

desarrollo de cultivos estivales.

Subzona III F (Balcarce)

Comprende el área de los partidos de Gral. Pueyrredón, Gral. Alvarado, Balcarce y

Tandil abarcando una superficie de 1.206.162 ha. Se destacan como principales

localidades Mar del Plata, Tandil, Balcarce, Miramar y Cte. N. Otamendi.

Caracterización de clima y suelo

La subregión III F comprende sierras del sistema de Tandilia, predominan las

ondulaciones interserranas y pedemontanas. En las sierras se observan afloramientos

rocosos, y en sectores pedemontanos colinas de sedimentos loéssicos con pendientes

pronunciadas que se atenúan a medida que se distancian de las sierras.

Se pueden diferenciar tres situaciones edáficas dominantes:

a) En el área de sierras los suelos son someros por roca subyacente muy cerca de

la superficie.

b) En la franja eólica periserrana los suelos son someros y moderadamente

profundos debido a un manto de tosca, horizonte petrocálcico, que suele

ubicarse dentro de los primeros 150 cm de profundidad (Argiudoles

petrocálcicos).

c) También en la franja eólica periserrana se distribuyen suelos profundos,

Argiudoles típicos sin capas que restringen la profundidad efectiva antes de los

180 cm de profundidad.

Las restricciones para el desarrollo de actividades agrícolas están asociadas con la

profundidad efectiva y pendientes excesivas de los suelos.

El régimen hídrico de la subzona es subhúmedo – húmedo siendo los meses más

lluviosos enero, febrero y marzo. El trimestre con menos precipitaciones es junio, julio

7

y agosto; no obstante el déficit de agua disponible ara la vegetación se registra en el

período diciembre-febrero. El sector más próximo a la costa presenta veranos más

húmedos y frescos, por consiguiente los cultivos suelen padecer niveles de estrés

hídrico menores que en el sector continental.

La temperatura media anual es de 13,3° C. El período medio libre de heladas

abarca desde principios de octubre a mediados de mayo.

Subzona IV C (Olavarría)

Comprende los partidos de Benito Juárez, Gral. Lamadrid, Laprida y Olavarría,

abarcando una superficie de 2.124.000 ha.

Caracterización de clima y suelo

Corresponde a una zona de producción ganadero-agrícola, donde la limitante

edáfica, en la mayor parte del territorio se relaciona con la existencia de tosca a

escasa profundidad, salinidad y/o alcalinidad e hidromorfismo. Comprende sectores de

la Pampa Deprimida que son propensos a anegarse, determinando que la aptitud de

las tierras sea para actividades relacionadas con la ganadería. La subzona está

dominada por una llanura plana, de escasa pendiente, con desagüe dificultoso o

impedido. Presenta un patrón de suelos muy heterogéneo, predominando Natracuoles

y Natralboles. Las limitaciones más frecuentes de los suelos se asocian con el drenaje

interno restringido, el exceso de alcalinidad, napas freáticas cerca de la superficie,

escasa pendiente y horizontes petrocálcicos a poca profundidad. La subzona IV C

también comprende sectores Serranos y Pedemontanos donde la aptitud de las tierras

es agrícola. En el partido de Olavarría la altitud de las sierras que forman parte del

paisaje está en el rango de los 250 a 300 metros.

El régimen hídrico es subhúmedo – húmedo. La precipitación media anual

disminuye hacia el oeste, siendo febrero, marzo y abril el trimestre más lluvioso; el

menos lluvioso, junio, julio y agosto. La temperatura media del mes más cálido es de

21,4° C (enero) y la del mes más frío de 6,9° C (julio). El período medio libre de

heladas se extiende de principios de octubre a mediados de mayo.

2.2. Ecuación Universal de Pérdida de Suelo (USLE-RUSLE)

Según Renard y Foster (1983), puede utilizarse la siguiente función para presentar

a la erosión:

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E = f (C, S, T, SS, M)

donde:

E: erosión,

f: función,

C: clima,

S: propiedades del suelo,

T: topografía,

SS: condiciones de la superficie del suelo,

M: actividades humanas.

Existen diferentes modelos que permiten estimar pérdidas de suelo por erosión.

Entre otros se destacan la USLE (Wischmeier; Smith, 1978), el Cálculo del Impacto

Erosión/Productividad (EPIC) de Williams et al. (1984) y la USLE Revisada (RUSLE,

Renard et al., 1997).

Por ser sencilla y de fácil aplicación la USLE está entre las ecuaciones más

utilizadas (Merritt et al., 2003). Sus limitaciones refieren a que no permite estimar la

erosión para un evento o período específico (tormenta, estación, año), que sólo la

estima para la condición promedio, y que no tiene en cuenta la erosión por flujo

concentrado (Foster, 1979). A pesar de las limitaciones enunciadas se evalúa que

sería útil el alcance de la información que proporciona, debido a que el dato que se

obtiene permite argüir las decisiones que se toman al evaluar la necesidad de

implementar sistemas de manejo específicos para la conservación del recurso suelo

(TRAGSATEC, 1994).

Según Wischmeier y Smith (1978), la ecuación de pérdida de suelo por efecto de la

erosión hídrica es la siguiente:

A = R x K x LS x C x P

donde:

A: tasa de pérdida de suelo en Mg·ha-1·año-1,

R: factor “capacidad erosiva de las precipitaciones” en J·cm·m-2·h-1,

K: factor “erodibilidad de la capa u horizonte superficial” en Mg·m2·h·ha-1·J-1·cm-1,

LS: factor “topográfico” o “geomorfológico” (adimensional),

C: factor “cobertura vegetal: cultivo y manejo” (adimensional),

P: factor “prácticas de conservación” (adimensional).

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La Er es la pérdida de suelo que resulta de la interacción entre los factores lluvia,

escurrimiento, suelo y topografía, que bajo el procedimiento de cálculo que se propone

en la USLE se los representa a partir de los factores R, K y LS. La USLE es una

ecuación empírica que proviene de información recolectada en parcelas estándar con

9% de pendiente, 22,13 m de largo y suelo desnudo, por consiguiente la Er es la tasa

de pérdida de suelo en Mg·ha-1·año-1 que puede esperase en un sitio labrado a favor

de la pendiente y sometido a barbecho desnudo por el término de un año. Su

aplicación en áreas de pendientes complejas requirió de modificaciones, pues en estas

áreas el factor topográfico (LS) no toma un valor único como en el caso de la parcela

experimental. Para soslayar este inconveniente se desarrolló la RUSLE (Renard et al.,

1991). Esta ecuación mantiene la estructura básica de la USLE pero modifica el modo

en que se estima el factor LS. Incorpora el efecto que produce el cambio de

pendientes a lo largo del paisaje sobre la erosión. Otro cambio significativo ha sido la

informatización de este procedimiento, el cual requiere de bases de datos que se

integran a programas informáticos. En este trabajo el programa informático utilizado

para el cálculo de la RUSLE fue el Sediment Assessment Tool for Effective Erosion

Control o SATEEC (Lim et al., 2005).

2.3. Factor erosividad (R)

Wischmeier y Smith (1978), desarrollaron una metodología para estimar el índice de

erosividad de las tormentas sobre la base de las dos características cuantificables de

las precipitaciones que mejor se relacionan con la tasa de erosión: energía total (E) e

intensidad máxima en 30 minutos (I30) de tormenta. El índice de erosividad (R) es la

suma anual de los EI30 de todas las tormentas donde el agua que se acumula excede

láminas de 13,5 mm. En este trabajo se estimaron los R mediante metodologías de

interpolación geoestadística (Krigging) sobre la base de la información disponible para

distintos sitios de la región de interés (Rojas; Conde, 1985).

2.4. Factor erodibilidad (K)

La erodibilidad es el factor que pondera la resistencia que ofrece el material de la

capa superficial de un suelo a la erosividad de las precipitaciones

(Mg·m2·h·ha-1·j-1·cm-1). Al multiplicar este factor por el anterior (j/ha) se obtiene la

cantidad anual de material erosionado (Mg·ha-1·año-1) en parcelas estándar de 22,13

m de longitud y 9% de pendiente.

10

Wischmeier (1971), definió qué propiedades de las observadas y cuantificadas en

las descripciones de perfiles permiten estimar el factor “erodibilidad”. Determinaron

que sobre la base de la estructura, la permeabilidad, los porcentajes de limo más

arena muy fina (2 µm a 0,1 mm), de materia orgánica y de las fracciones de arena

entre 1 a 2 mm de diámetro se obtenía una buena estimación. La ecuación para el

cálculo de K en unidades del sistema métrico (Mg ha h ha-1 Mj-1 mm-1) es la siguiente:

K= [2,766 M1,14 10-5 (12-%MO)+0,428(Ie-2)+0, 329(Ip-3)]*100

siendo: M = (100 - %As) · (%Li + %Amf)

donde:

MO: materia orgánica

Ie: índice estructural

Ip: índice de permeabilidad

As: contenido de arcilla

Li: contenido de limo

Amf: contenido de arena muy fina

En este trabajo la información requerida para estimar la erodibilidad del material

que constituye a la capa superficial de los suelos se obtuvo de las descripciones de

perfiles que están publicadas en las Cartas de Suelos de la República Argentina. Los

relevamientos de suelos que condujeron a la ejecución de dicho material cartográfico

fueron realizados entre los años 1970 y 1995 por personal del Instituto Nacional de

Tecnología Agropecuaria.

Obtenido el factor K para la capa superficial de los suelos se generó un mapa de

erodibilidad. Fue necesario contar con valores de K que representaran la capa

superficial del suelo asociada a cada píxel de la cobertura del mapa de suelos, para

posteriormente relacionarlo con R y LS y estimar la Er. Dada la cartografía digital

disponible, mapas de suelos bajo formato digital de los partidos que integran el área

de interés, para generar el mapa de erodibilidad se promediaron los factores K de las

unidades taxonómicas que componen cada unidad cartográfica, considerando las

proporciones con que las integran. De este modo se generó un mapa temático donde

las delineaciones y la magnitud de la erodibilidad representan el promedio ponderado

entre las K de los suelos que están descriptas en las unidades cartográficas. Este

mapa que se generó en formato vectorial, posteriormente se transformó al formato

GRD utilizando funciones disponibles en comandos del programa ArcView (ESRI,

11

1996). Bajo el formato GDR, que es un archivo de imagen, en cada celda se registra y

almacena el valor de K que le corresponde a la porción de la cobertura vectorial que él

representa.

2.5. Factor topográfico o geomorfológico (LS)

El factor topográfico pondera el efecto de la longitud (L) y el gradiente (S) de las

pendientes sobre la tasa de erosión. Al evaluar la erosión del suelo a escala regional

utilizando el procedimiento RUSLE, es al resolver el cálculo de este factor donde suele

presentarse el mayor inconveniente. Esto sucede debido a que es necesario estimar la

longitud del terreno (λ), la cual no es constante como en el caso de la parcela estándar

(22,13 m). Un modo de estimar el factor LS en unidades de paisajes topográficamente

complejas es mediante la aplicación de algoritmos de flujo. Este procedimiento permite

calcular el factor LS a partir de la información taquimétrica que suministran los

modelos digitales de elevación (MDE), siendo el utilizado en este trabajo un producto

generado que proviene de la información que proporcionan imágenes radar del

proyecto Shuttle Radar Topographic Mission (Jarvis et al., 2006). El MDE utilizado

requirió que inicialmente se confeccionara un mosaico desde imágenes Geo Tiff que

suministra gratuitamente la NASA, al cual se le aplicó una máscara que representa la

superficie del territorio de los partidos de interés. Para disminuir errores altimétricos

provenientes de masas forestales, previa identificación de las mismas y eliminación de

las celdas, en función de las cotas circundantes se estimó la altimetría mediante

metodologías de interpolación geoestadística (Krigging). El producto que se obtuvo es

una imagen donde el tamaño de la celda representa una superficie de 8100 m2 (90m x

90m) y el valor altimétrico que almacena es la altitud sobre el nivel del mar en metros.

2.6. SATEEC Gis

El sistema SATEEC es una aplicación SIG que se desarrolló para proporcionar un

instrumento que facilitara la resolución de los cálculos que se requieren para evaluar la

pérdida de sedimentos. Es una aplicación Avenue del software ArcView GIS (Lim et

al., 2003). La pérdida de suelo la estima resolviendo la ecuación RUSLE y para

calcular el factor LS desde un MDE, resuelve el cálculo del algoritmo propuesto por

Desmet y Govers (1996). A modo de síntesis se presenta, a continuación, un diagrama

que integra las etapas de la técnica procedimental a partir de la cual se generó el

mapa temático que representa la distribución geográfica de la Er (Figura 2).

12

Figura 2: Esquema del procedimiento empleado para resolver el cálculo de la erosión hídrica potencial de referencia.

2.7. Definición de niveles de riesgo de pérdida de suelo, unidades de

vulnerabilidad

Para definir niveles de riesgo de pérdida de suelo es necesario reconocer la tasa de

erosión crítica, para lo cual, en función del criterio que ha establecido el Servicio de

Conservación de Recursos Naturales de los EEUU (NRCS, 1995), se debió estimar la

profundidad efectiva de los suelos. Siguiendo el mismo procedimiento que en el

cálculo de erodibilidad (K), la profundidad efectiva de los suelos en centímetros para

las delineaciones de una unidad cartográfica se estimó como el promedio ponderado

de las profundidades efectivas de las series de suelos que la componen. La

profundidad del suelo es uno de los criterios a utilizar en la determinación de la

Tolerancia de Pérdida de Suelo (NRCS, 1995), y sobre la base de este criterio se

asignó, a cada unidad cartográfica, el valor recomendado para la Tolerancia de

Pérdida de Suelo en Mg·ha-1·año-1. Mediante este procedimiento se asume que la

tolerancia a las pérdidas de suelo por erosión hídrica es menor en los perfiles someros

Modelo digital de

elevación

Mapa de

suelos

Datos

meteorológicos

Mapa de pendiente

s

Factor

erosividad

Factor

erodibilidad

Factor

erosividad

Factor

topográfico

Erosión potencial

RUSLE

Análisis estadísticos de series Temporales

Interpolación

Krigging

Se

dim

en

t A

sse

ssm

ent

Too

l fo

r E

ffe

ctive

Ero

sio

n C

on

tro

l (S

AT

EE

C)

13

que en los profundos y que, por consiguiente, estos últimos, en principio, son menos

vulnerables. Una vez obtenido el mapa de Tolerancia de Pérdida de Suelo se calculó

la diferencia entre la Er y la tolerancia en cada una de las celdas que constituyen a las

distintas unidades cartográficas, de manera que se identifican sitios donde la erosión

podría superar lo que es admisible conforme a la profundidad efectiva del suelo. Este

cálculo da como resultado el mapa de Gravedad de las Pérdidas de Suelo o de

Unidades de Vulnerabilidad. En este mapa se representan dos unidades cartográficas.

En una las pérdidas de suelo son sostenibles, pues la tasa de Er es menor que la tasa

de pérdida de suelo tolerable. En la segunda, donde las tasas de Er superan a las de

tolerancia, las pérdidas de suelo son mayores a lo admisible y permiten diferenciar

grados de severidad.

El mapa de Riesgo de Pérdida de Suelo provee información más detallada que el

de gravedad, proporciona el nivel de riesgo en las áreas con pérdidas potenciales

mayores que la admisible (tolerancia). En este trabajo se distinguen siete (7) niveles

de riesgo según lo propuesto por la FAO-PNUMA-UNESCO (1981). Con este

procedimiento se califica la gravedad de las pérdidas de suelo asociadas con la tasa

de Er (nulo, bajo, moderadamente bajo, medio, alto, muy alto y crítico), pudiendo

distinguir los sectores del paisaje donde la gestión ambiental, mediante el

ordenamiento y la planificación territorial, debe bregar por el control de las pérdidas de

suelo. Una vez elaborados todos los mapas se integraron en un SIG bajo formatos que

por defecto admite el programa ArcGIS.

14

3. RESULTADOS y DISCUSION

En la Figura 3 se presenta el mapa generado a partir de la información

proporcionada por las imágenes RADAR. El MDE denota que el rango altimétrico en el

área de estudio es aproximadamente de 518m.

Figura 3: Modelo Digital de Elevación para el área de influencia de la Estación Experimental Agropecuaria de Balcarce proveniente de imágenes radar del proyecto Shuttle Radar Topographic Mission.

Sobre la base de la información que suministra el MDE se generó el mapa de

pendientes, las cuales agrupadas en 6 intervalos se presentan en la Figura 4. Los

intervalos fueron establecidos basándose en criterios de manejo de suelos,

considerando que en función del porcentaje de pendiente se requieren prácticas de

conservación diferentes (Gualati, A., com. pers.). Los porcentajes de pendientes con

mayor grado de inclinación se sitúan en el área serrana, donde valores

extremadamente elevados están relacionados con la existencia de vertientes rocosas.

No obstante, es de destacar que en el 40,9% de la superficie la inclinación de las

pendientes no supera el 1,0% y que en el 58,5% requeriría de alguna práctica de

manejo para controlar la pérdida del suelo (Tabla 1). Según la distribución

representada en la Figura 4, las tierras que requerirían prácticas de manejo para

0 41,000 82,000 123,000 164,000 20,500 Metros

µ

Elevación en metros sobre el nivel del mar

518m

0m

15

controlar la pérdida del suelo se sitúan, mayoritariamente, en unidades

geomorfológicas del área serrana y periserrana.

Figura 4: Patrón de distribución de las unidades cartográficas que denotan el grado de inclinación de la superficie de la tierra.

Tabla 1: Superficie correspondiente a cada intervalo de pendiente

PENDIENTE (%)

REQUERIMIENTO DE

MANEJO

(Gualati, A., com. pers.)

SUPERFICIE (ha)

< 1 Ninguno 1.743.950,8

1 – 3 Manejo conservacionista 2.048.685,0

3 – 7 Terrazamiento ancho 360.563,0

7 – 10 Terrazamiento angosto 53.488,6

10 – 15 Obras de adecuación 29.125,7

> 15 No rentable 26.341,9

En el mapa factor topográfico (LS) los valores se distinguen del mismo modo que

en la Figura 4, seis (6) clases que derivan de los seis (6) intervalos definidos para los

0 42.500 85.000 127.500 170.000 21.250 Metros

µ Gradiente de pendientes

< 1 % 1 - 3 % 3 -7 % 7 - 10 % 10 - 15 % > 15 %

16

porcentajes de pendiente (Figura 5). Al igual que en el mapa de pendientes, los

valores más altos se sitúan en las vertientes rocosas del área serrana. Sin embargo,

en la franja eólica periserrana, al alejarse de las sierras, el factor LS tiende a clasificar

en el primer intervalo de clase, lo cual denota que la topografía en las unidades del

paisaje con porcentajes de pendiente de 1 a 7% tiende a ser menos compleja que en

el piedemonte.

Figura 5: Patrón de distribución de las unidades cartográficas que denotan el efecto

de la longitud y el gradiente de las pendientes sobre la tasa de erosión

(factor topográfico, LS).

La magnitud de los valores del factor “erodibilidad” (K) (Mg·m2·h·ha-1·J-1·cm-1) en el

área de estudio denota un amplio rango de variabilidad. Para describir y analizar la

distribución de los mismos en el área de estudio se generaron arbitrariamente cinco

(5) intervalos. En este caso los rangos fueron establecidos mediante la opción

“rupturas naturales” que ofrece el programa ArcView. Observando el mapa se puede

apreciar que el valor mínimo del factor K es de 0,069 Mg·m2·h·ha-1·J-1·cm-1 y que el

máximo es 0,752 Mg·m2·h·ha-1·J-1·cm-1 (Figura 6). También se puede visualizar que

los dos intervalos que agrupan los valores más bajos definen unidades cartográficas

de erodibilidad que se sitúan en el área serrana y la franja eólica periserrana. Cabe

destacar que el primero tiende a ser representativo de sectores perimetrales

0 42.500 85.000 127.500 170.00021.250Metros

µ Factor Topografico (LS)

Factor Topografico(LS) en %

< 1 %

1 - 3 %

3 -7 %

7 - 10 %

10 - 15 %

> 15 %

Tesisde grado: Sebastian Luis Castorina

µ

0 42.500 85.000 127.500 170.000 21.250 Metros

17

circundantes a afloramientos rocosos, lo cual significa que los suelos de las sierras y

el piedemonte son los menos erodibles.

Figura 6: Resistencia de los materiales de la capa superficial de los suelos a la capacidad erosiva de las precipitaciones (factor K según USLE)

Las tierras donde los suelos exhiben grados severos de alcalinidad e

hidromorfismo no suelen ser aptas para cultivos labrados o lo son pero

marginalmente. Considerando que en esos ambientes los perjuicios por erosión se

relacionan con procesos de sedimentación debido a la tendencia al anegamiento, se

decidió no evaluar la tasa de pérdida de suelo en dichas áreas. En el mapa que se

presenta a continuación (Figura 7) se visualiza una unidad cartográfica de

misceláneas denominada “área no evaluada”, que además de comprender los sitios

donde los suelos exhiben grados de alcalinidad e hidromorfismo asociados a ciclos de

anegamiento, se incorporaron las áreas urbanas y suburbanas, ríos, arroyos, lagunas

y roca.

El mapa de la Figura 7 representa la distribución espacial de tasas de Er, es decir,

cuáles serían las pérdidas de suelo bajo el supuesto de que el suelo es labrado a favor

de la pendiente y sometido a barbecho desnudo durante el transcurso de un año.

0 41,000 82,000 123,000 164,000 20,500 Metros

µ

Erodibilidad Mg•m2•h•ha-1•J-1•cm-1

0.069 - 0.179 0.179 - 0.279 0.279 - 0.379 0.379 - 0.490 0.490 - 0.752 Area no evaluada

18

Figura 7: Pérdida potencial de material en capas superficiales de suelo por acción de

la erosión hídrica.

Los valores de Er oscilan entre la erosión prácticamente nula de las zonas bajas y

poco erodibles hasta 1.798 Mg·ha-1·año-1 en sectores cercanos a las vertientes o

perfiles rocosos. También se cuantifica que en el 50% de la superficie la Er es inferior

a 7,11 Mg·ha-1·año-1 (valor de la mediana). Estos resultados evidencian que, aunque el

rango de valores es muy amplio, en una gran proporción del territorio la Er es limitada.

En este mapa también se observa que si bien los suelos en torno a los afloramientos

rocosos son, según el factor K, los menos erodibles, es precisamente en esos lugares

donde la tasa de Er resulta ser más alta. Se puede afirmar que donde el factor

topográfico (LS) alcanza valores muy elevados, también lo hace la tasa de Er,

disminuyendo esta última a medida que lo hace la pendiente. Esto demuestra que las

altas tasas de erosión en el sector serrano y periserrano dependen, en gran medida,

del factor topográfico (LS), es decir de la inclinación, el largo y la complejidad de las

pendientes.

En el mapa de unidades de tolerancia de pérdida de suelo (Figura 8),

aproximadamente el 70 % de la superficie total susceptible de ser afectada por

procesos de erosión hídrica (incluye pérdida de suelo o deposición de sedimentos)

0 42,000 84,000 126,000 168,000 21,000 Metros

µ

Erosion Potencial (Er) Mg.Ha-1.año-1

1 - 2.5 2.5 - 5 5 - 7.5 7.5 - 12.5 12.5 - 25 25 - 50 50 - 100 100 - 250 250 - 500 500 - 1,798 Area no evaluada

19

corresponde a sectores donde la vulnerabilidad es baja (2.948.930,53 ha, excluyendo

lagunas, ríos, rocas y ciudades). En sólo el 6,11 % de la superficie los suelos son muy

vulnerables (tolerancia menor que 2,5 Mg·ha-1·año-1). Estos suelos se encuentran

distribuidos en varios ambientes. Son frecuentes en torno a los afloramientos rocosos

de las sierras, tanto en las faldas como en las cumbres donde los suelos son someros

debido a la roca subyacente al horizonte A. También se observan varios suelos

clasificados como altamente vulnerables en la Franja Eólica Periserrana, sobre las

lomas interserranas que la constituyen. En este caso son suelos someros por la

presencia de tosca a escasa profundidad de la superficie.

Figura 8: Distribución de las unidades cartográficas que representan la tolerancia de los suelos a pérdidas de material por acción de la erosión hídrica.

Tras restar el valor de Tolerancia de Pérdida de Suelo al de Er se obtuvo un mapa

en el que las pérdidas mayores a lo admisible se subdividieron en siete (7) clases, las

cuales, en el presente trabajo, constituyen niveles de riesgo de pérdida de suelo

debido a la acción de la Er (Figura 9). Desde este mapa se deduce que en una

hipotética situación de terrenos labrados a favor de la pendiente y sujetos a barbecho

µ

Tolerancia de Perdida de Suelo

Mg.Ha-1.año-1

1.50 - 2.50 2.51 - 5.00 5.01 - 7.50 7.51 - 12.50 Area no evaluada

0 42.500 85.000 127.500 170.000 21.250 Metros

20

desnudo, un 20,4% de la superficie evaluada presentaría riesgo de pérdidas de suelo

por erosión. Es en áreas adyacentes a las vertientes rocosas, al igual que en el mapa

de Er, donde cabría esperar situaciones críticas, pudiéndose advertir que la pendiente

en el sector serrano y periserrano es un buen indicador de la pérdida de suelo. Puede

afirmarse que la escasa tolerancia a pérdidas de material por erosión y el grado de

inclinación de las pendientes determina que el emplazamiento de las unidades de

riesgo por pérdida de suelo con niveles altos, muy altos o críticos sea en sectores del

área serrana y pedemontana, lo cual acontece a pesar de que los materiales de las

capas superficiales de los suelos, en dichos sectores, son los menos erodibles de la

región.

Figura 9: Distribución de unidades cartográficas que representan niveles de riesgo de pérdida de suelo asociados a la erosión hídrica potencial.

En la Tabla 2 se presentan los datos de la superficie vinculada a cada rango de

pérdida de suelo superior a lo admisible o niveles de riesgo asociados a la Er.

Tabla 2: Superficie del territorio susceptible de ser afectada por erosión hídrica y nivel de riesgo asociado por pérdidas de suelo potenciales superiores a lo admisible.

0 43.000 86.000 129.000 172.00021.500Metros

µ Riesgo de Perdida de Suelo

Riesgo dePerdida de Suelo

Mg.Ha-1.año-1

0,00 (Riesgos Nulos)

0,01 - 5,00

5,01 - 25,00

25,01 - 50,00

50,01 - 100,00

100,01 - 200,00

200,01 - 1.781,53

Area no evaluada

Tesisde grado: Sebastian Luis Castorina

21

Pérdidas potenciales mayores a las admisibles

(Mg·ha-1·año-1) Nivel de Riesgo

Superficie (ha)

Porcentaje

0 Nulo 2.222.234,3 79,6

>0 - 5 Bajo 176.155,8 6,3

>5 - 25 Moderadamente Bajo 225.086,6 8,1

>25 -50 Medio 85.299,8 3,1

>50 - 100 Alto 51.785,3 1,9

>100 - 200 Muy Alto 19.898,5 0,72

>200 - 1781 Crítico 11.856,8 0,43

Más de las tres cuartas partes de la superficie en los territorios evaluados no

presenta riesgo alguno por erosión hídrica asociado a pérdidas de suelo que superen

los límites críticos, las pérdidas de suelo son admisibles. El 14,4 % registra riesgo bajo

o moderadamente bajo, y los sectores expuestos a riesgo alto, muy alto o crítico

constituyen el 3,0 %, 80.000 ha aproximadamente. La superficie con nivel de riesgo de

pérdida de suelo medio es de 85.300 ha, que representa el 3,1% de las tierras que

constituyen el área de influencia de la EEA INTA Balcarce. Los resultados permiten

aseverar que el área de superficies factibles de ser afectadas por procesos de erosión

hídrica debido a que conforman las unidades de riesgo alto, muy alto o crítico sólo

supera al promedio de la región en los partidos de Balcarce, Tandil, Gral. Pueyrredón y

Lobería (Tabla 3). En el resto de dicha área los porcentajes de las superficies con

niveles de riesgo superiores al nivel de riesgo medio están por debajo de los

promedios de la región.

Es de destacar que a pesar de las diferencias metodológicas y fuentes de

información, existen reportes con resultados similares a los obtenidos en este trabajo.

Para el territorio del partido de Balcarce, Elorrieta (2006) publicó que en más del 79%

de la superficie no se registrarían pérdidas que superen las cantidades admisibles de

tolerancia de pérdida de suelo (estándares según NRCS, 1995). También registró que

en el 10,6% del territorio el nivel de riesgo por Er es bajo o moderadamente bajo, y

que sólo el 4,6% de la superficie del partido de Balcarce está bajo niveles de riesgo

alto, muy alto o crítico frente a procesos de pérdida de suelos por acción de la erosión

hídrica. Estos resultados son coincidentes con los obtenidos en este trabajo (Tabla 3).

22

Tabla 3: Porcentajes de tierra por partidos susceptible de ser afectada por erosión hídrica y nivel de riesgo asociado por pérdidas potenciales de suelo superiores a lo admisible.

NIVEL DE RIESGO

Balc

arc

e

Tan

dil

Gra

l.

Pu

eyrr

ed

ón

Lo

berí

a

Gra

l.

Alv

ara

do

Ben

ito

Ju

áre

z

Neco

ch

ea

Ola

varr

ía

Gra

l.

Lam

ad

rid

Lap

rid

a

Pro

med

io

Nulo 81,18 71,57 79,03 83,54 86,57 87,42 87,74 94,52 93,27 92,92 85,78

Bajo 4,19 4,71 3,87 5,26 4,72 4,47 5,31 1,98 4,01 4,30 4,28

Moderadamente bajo

7,27 10,69 8,33 6,74 6,07 5,16 5,08 2,27 2,44 2,47 5,65

Medio 3,32 6,39 4,39 2,29 1,62 1,36 1,17 0,75 0,22 0,23 2,17

Alto 2,07 4,42 2,70 1,30 0,81 0,86 0,55 0,33 0,05 0,07 1,32

Muy alto 0,96 1,64 1,01 0,48 0,21 0,44 0,12 0,11 0,01 0,01 0,50

Crítico 1,02 0,59 0,66 0,38 0,01 0,29 0,03 0,04 0,00 0,00 0,30

23

4. CONCLUSIONES

Pudo precisarse que en el 79,6% de la superficie del territorio relevado las pérdidas

de suelo por Er no superarían estándares admisibles (niveles de riesgo nulo), y que

existen tierras ubicadas en paisajes de los partidos de Tandil, Balcarce, General

Pueyrredón, Lobería, Benito Juárez, General Alvarado, Necochea y Olavarría, donde

las tasas de Er se asocian con niveles de pérdida de suelo altos, muy altos o críticos.

También se determinó que en el 14,4% del territorio el nivel de riesgo de pérdidas de

suelo por encima de lo admisible es bajo o moderadamente bajo, y que en sólo el

3,0% de la superficie podrán desarrollarse procesos erosivos asociados a niveles de

riesgo de pérdida de suelo que se consideran altos, muy altos o críticos.

El grado de inclinación de las pendientes y la escasa tolerancia de los suelos a

pérdidas de material por erosión hídrica son factores determinantes para que el

emplazamiento de las unidades de riesgo por pérdida de suelo con niveles altos, muy

altos o críticos sea en sectores serranos y pedemontanos, lo cual acontece a pesar de

que el material de las capas superficiales en suelos de dichos sectores está entre los

menos erodibles del área de influencia de la EEA del INTA Balcarce.

Al establecerse los niveles de riesgo de pérdida de suelo por Er se contribuye a la

caracterización de las tierras en cuencas hidrológicas distribuidas en el área de

influencia de la EEA del INTA Balcarce, precisándose, sobre la base de la información

que proporcionó la distribución espacial que adquieren los intervalos de clase del

factor topográfico, que si bien el gradiente de pendiente es un indicador de la

necesidad de implementar prácticas de manejo para la conservación del suelo, la

asociación es variable por estar supeditada a la complejidad que el relieve adquiere en

las distintas unidades geomorfológicas.

Resolver la ecuación RUSLE mediante la técnica procedimental SATEEC permitió

discernir cómo la topografía y la erodibilidad de los materiales de las capas

superficiales de los suelos accionan en distintas unidades geomorfológicas, lo cual

contribuyó a la identificación de sectores en el paisaje donde la gestión ambiental,

mediante el ordenamiento y la planificación territorial, debe intervenir para controlar la

degradación del suelo.

24

5. BIBLIOGRAFIA

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de Suelos. Buenos Aires, 15 p. INTA 2010. Carta de Suelos de la República Argentina 3760 - 21 16 de Julio. Instituto

de Suelos. Buenos Aires, 15 p. INTA 2010. Carta de Suelos de la República Argentina 3760 - 22 Chillar. Instituto de

Suelos. Buenos Aires, 15 p. INTA 2010. Carta de Suelos de la República Argentina 3760 - 23 Tandil. Instituto de

Suelos. Buenos Aires, 15 p. INTA 2010. Carta de Suelos de la República Argentina 3760 - 24 La Constancia. Instituto de Suelos. Buenos Aires, 15 p. INTA 2010. Carta de Suelos de la República Argentina 3760 - 25 Líbano. Instituto de

Suelos. Buenos Aires, 15 p. INTA 2010. Carta de Suelos de la República Argentina 3760 - 26 Laprida. Instituto de

Suelos. Buenos Aires, 15 p. INTA 2010. Carta de Suelos de la República Argentina 3760 - 27 Estación Coronel

Rodolfo Bunge. Instituto de Suelos. Buenos Aires, 15 p.

26

INTA 2010. Carta de Suelos de la República Argentina 3760 - 28 María Ingnacia. Instituto de Suelos. Buenos Aires, 15 p.

INTA 2010. Carta de Suelos de la República Argentina 3760 - 29 Sierras del Tandil.

Instituto de Suelos. Buenos Aires, 15 p. INTA 2010. Carta de Suelos de la República Argentina 3760 - 30 Napaleofú. Instituto

de Suelos. Buenos Aires, 15 p. INTA 2010. Carta de Suelos de la República Argentina 3760 - 31 Coronel Pringles.

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