¿QUIÉN SE COMIÓ MI HUESO? La tafonomía y el registro arqueológico

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¿QUIÉN SE COMIÓ MI HUESO? La tafonomía y el registro arqueológico José Yravedra Sainz de los Terreros, Aixa Vidal y Verónica Estaca Gómez "Sólo una pequeña parte de lo que existió alguna vez quedó enterrado; sólo una parte de lo que se enterró sobrevivió al paso del tiempo; apenas una parte ha vuelto a salir a la luz; y todos sabemos muy bien que una mínima parte será de interés para la ciencia" Montelius (1888) Dentro de los estudios arqueológicos, la tafonomía es la ciencia que se encarga de analizar las condiciones que posibilitan la conservación de unos restos y la desaparición de otros o, en otras palabras, “las leyes del enterramiento” (Efremov 1940) que afectan a todos los seres vivos, desde los organismos unicelulares más simples a los individuos más complejos. Con la tafonomía se estudian los procesos que influyen en la formación de un fósil, comenzando con la muerte del individuo hasta llegar al investigador que lo analiza. Estudiar el enterramiento de restos orgánicos implica su transición desde la biosfera (donde viven) a la litosfera (donde quedan sepultados) y, posteriormente, los procesos de recuperación de los fósiles. Por ejemplo, algunos investigadores seleccionan ciertas partes anatómicas fácilmente identificables frente a otras menos diagnósticas, propiciando muestras óseas sesgadas que pueden dar lugar a interpretaciones equívocas (por ejemplo, Marean y Kim 1998 vs. Stiner 1994). Un análisis tafonómico nos puede decir muchas cosas sobre los huesos. Por ejemplo, puede revelarnos qué agente ha producido la muerte del ser y qué fenómenos han intervenido en los procesos post-morten, como las actividades alimenticias que se dieron en torno al cadáver, la dispersión de sus partes, los mecanismos de putrefacción, etc. Todas estas cuestiones están incluidas dentro de la fase de pre-enterramiento. A continuación, se pasa a la fase sedimentaria, donde entran a jugar una serie de fenómenos como el agente que provoca el enterramiento, el tipo de medio donde se da, cómo y en qué condiciones se realiza, etc. Luego, en la fase de post-enterramiento se incluirían los mecanismos de fosilización junto con todos los procesos naturales y humanos que transcurren desde el descubrimiento y recuperación del fósil hasta su llegada al tafónomo. Una vez frente al conjunto óseo, el investigador

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¿QUIÉN SE COMIÓ MI HUESO? La tafonomía y el registro arqueológico

José Yravedra Sainz de los Terreros, Aixa Vidal y Verónica Estaca Gómez

"Sólo una pequeña parte de lo que existió alguna vez quedó enterrado; sólo una parte de lo que se enterrósobrevivió al paso del tiempo; apenas una parte ha vuelto a salir a la luz; y todos sabemos muy bien que unamínima parte será de interés para la ciencia" Montelius (1888)

Dentro de los estudios arqueológicos, la tafonomía es la ciencia quese encarga de analizar las condiciones que posibilitan la conservación deunos restos y la desaparición de otros o, en otras palabras, “las leyes delenterramiento” (Efremov 1940) que afectan a todos los seres vivos, desde losorganismos unicelulares más simples a los individuos más complejos. Conla tafonomía se estudian los procesos que influyen en la formación de unfósil, comenzando con la muerte del individuo hasta llegar alinvestigador que lo analiza.

Estudiar el enterramiento de restos orgánicos implica su transicióndesde la biosfera (donde viven) a la litosfera (donde quedan sepultados)y, posteriormente, los procesos de recuperación de los fósiles. Porejemplo, algunos investigadores seleccionan ciertas partes anatómicasfácilmente identificables frente a otras menos diagnósticas, propiciandomuestras óseas sesgadas que pueden dar lugar a interpretaciones equívocas(por ejemplo, Marean y Kim 1998 vs. Stiner 1994).

Un análisis tafonómico nos puede decir muchas cosas sobre loshuesos. Por ejemplo, puede revelarnos qué agente ha producido la muertedel ser y qué fenómenos han intervenido en los procesos post-morten, comolas actividades alimenticias que se dieron en torno al cadáver, ladispersión de sus partes, los mecanismos de putrefacción, etc. Todasestas cuestiones están incluidas dentro de la fase de pre-enterramiento.A continuación, se pasa a la fase sedimentaria, donde entran a jugar unaserie de fenómenos como el agente que provoca el enterramiento, el tipode medio donde se da, cómo y en qué condiciones se realiza, etc. Luego,en la fase de post-enterramiento se incluirían los mecanismos defosilización junto con todos los procesos naturales y humanos quetranscurren desde el descubrimiento y recuperación del fósil hasta sullegada al tafónomo. Una vez frente al conjunto óseo, el investigador

podrá plantearse diversas cuestiones relacionadas con la preservación delos restos: “¿por qué aparecen unos restos y no otros?”, “¿qué influenciaha tenido la conservación diferencial?”, “¿hay algún agente que hayaproducido un transporte selectivo?”.

Al mismo tiempo, puede hacerse preguntas relacionadas con la propiamuerte del individuo bajo análisis, del tipo “¿cómo murió el animal?”. Simurió de forma violenta, fruto de una cacería, por ejemplo, puedepreguntarse “¿cómo fue procesado?”, “¿fue trasportado?”, “¿a quémecanismos alimenticios dio lugar?”, “¿qué agentes intervinieron sobre elcadáver?”, “¿por qué aparecen unas partes y no otras?”, etc.

Muchas de estas preguntas no se planteaban hace unos 30 años, ya quese pensaba que las acumulaciones de restos óseos sólo podían reflejar unaconducta humana. De esta manera se exaltaba el poder cazador del serhumano y se insistía en su supremacía cultural (Dart 1953). Sin embargo,muchas de estas interpretaciones se empezaban a cuestionar a raíz delestudio detallado de los huesos por parte de la tafonomía y se postuló laacción de varios agentes sobre los huesos (Brain 1981) junto con laposibilidad de que los humanos hayan sido también carroñeros (Binford1981).

El intenso debate existente desde la década de 1980 sobre el dilemacaza-carroñeo en el comportamiento de los primeros seres humanos (verDomínguez Rodrigo 1994; Yravedra 2006) ha reforzado la importancia delanálisis de las superficies externas de los huesos, ya que puedencontener evidencias directas de los agentes que intervinieron en lamanipulación de los restos óseos de un yacimiento. En cuanto a laactividad humana, las marcas de corte y las de percusión son lasevidencias más claras de la acción antrópica. Las primeras hacen alusiónal procesado cárnico y las segundas a la fracturación del hueso para elconsumo del tuétano. Contabilizando las diferentes marcas, así como susituación, orientación y dimensiones, podemos saber cómo se procesó uncuerpo, quienes intervinieron sobre un cadáver y, en el caso de marcasantrópicas, se puede saber con qué herramientas se procesó un animal.

Las alteraciones a las que están expuestos los restos óseos puedenproducirse tanto en momentos pre-sedimentarios como post-sedimentarios.Incluso dentro de la primera fase podemos encontrar diversos tipos dealteraciones: las bioestratinómicas no bióticas (la meteorología), las decarácter biológico no antrópico (animales y plantas) y las antrópicas (elser humano). En la segunda fase tendrían lugar las alteraciones quecontribuirán a la conservación del fósil, su estado de preservación odestrucción. Por ello, en los mecanismos de fosilización y conservaciónes importante conocer en qué circunstancias se produce la sedimentación,ya que las condiciones de preservación varían en función del clima, elmedio, la temperatura o el propio tejido óseo. Del mismo modo, es

importante conocer también en qué condiciones ocurre el enterramiento yqué incidencia tienen los diversos procesos fosildiagenéticos.

¿Quién es el culpable?

Ahora bien, ¿cómo sabemos qué agente es el responsable? Aunquenunca son definitivas, el tipo de marcas halladas en un hueso, suubicación y cantidad pueden ser características de fenómenos concretos,entre los que destacan:

Meteorización

La pérdida de humedad que sufrenlos huesos al quedar expuestos se

manifiesta con exfoliación,descomposición, numerosas líneasde fisura, grietas e incluso la

desintegración del hueso. Siemprehay una pérdida de tamaño,densidad y resistencia.

La abrasión, dispersión ytransporte de los huesos por elagua es muy común. También haycasos de descalcificación,

rodamiento, estrías,desconchamiento, escamación,fracturas, estallidos y lascas

concoidales.

Agua/hielo

Minerales

Puede producirse una pérdida deminerales (desmineralización) condestrucción del colágeno, cambios

en el color, bordes romos ypatinados, manchas, incremento de

porosidad y reducción decarbonatos. Por el contrario,puede haber una mineralización

con aumento del peso,cristalización, carbonificación,

cambios en la densidad,aguzamiento y redondeo defracturas, cementación,

carbonatación y concreción.

La búsqueda de nutrientesrealizada por las plantaspropicia la interacción con

ciertas bacterias y hongos que alentrar en contacto con el huesoforman alteraciones radiculares

de disposición anárquica ymorfología variada.

Vegetales

Aves

Al consumir la carne adherida,las aves producen marcas en loshuesos, como huellas de garras o

picos. Es frecuente que setraguen pequeños animales(anfibios, reptiles, o

micromamíferos) completa oparcialmente y luego losregurgiten produciendo

astillamientos, fracturas,pulidos, descalcificación,

perforaciones y alteracionesquímicas de diferente intensidad

según el ave.

Los carnívoros realizan un conjunto de acciones sobre los huesos que dejan marcas específicas: sujetan el hueso, arrastran los dientes y los afilan en su superficie, mordisquean y roen hasta eliminarlas epífisis, formando cilindros,y fracturando el hueso. Las marcas de diente son sinuosas, desección en forma de U, con fondo plano y bordes redondeados. Puedehaber regurgitaciones con bordesadelgazados, agudos y redondeados, aumento de porosidad, pulidos, agujeros y brillos y fuertes alteraciones químicas.

Carnívoros

Roedores

Se caracterizan por el mordisqueode huesos secos con el fin de

desgastar los incisivos. Producenmarcas con surcos profundos defondo plano y ancho, cortos

paralelos y reiterados en formaalargada, radial o en abanico.

En ocasiones consumen huesos paraincorporar calcio. Dejan en lasuperficie surcos curvos decrestas y valles agudos y muyirregulares, con marcas de

múltiples trazos profundos consección en V. Puede habersuperposiciones, zigzag,

aserrados y marcas en forma dehorquilla. Las superficies son

aplanadas y los extremos,apuntados.

Herbívoros

Bacterias, insectos y microorganismos

Los efectos son muy variadossegún el tipo de agente. Puede

haber marcas sinuosas dedisposición y distribución

irregular, fondo ancho, plano,sección en forma de U y

coloración oscura, y tambiénagujeros redondeados con bordessalientes en las epífisis, y ladeformación general del hueso.

Hay biodegradación ydescomposición de las partesblandas, con fermentación yputrefacción. Ello reduce ladensidad ósea y aumenta la

porosidad. La disolución de losfosfatos de calcio forma canales,

perforaciones y galeríasmicroscópicos de fondo liso que

pueden atravesar el hueso.

Las marcas pueden variar según laactividad realizada, el tipo deanimal procesado y la herramientaque se emplee. En los cortes senotan estrías finas con secciónen V, de longitud variable, conmúltiples trazos paralelos en losvalles internos de la marca y con

una orientación transversal olongitudinal. Asociadas a ellas

aparecen pequeñas estríasparalelas a la estría principal

provocadas por la propiairregularidad del útil y lasestrías finas y cortas que

divergen al comienzo o al finaldel surco principal producidaspor el movimiento repetido de lamano que dirige la pieza líticasobre el hueso. Las marcas de

descamación suelen ser alargadas,mientras que las de

desarticulación se ven más cortasy profundas. Las marcas de

percusión son de aspecto circularu ovalado, con estriaciones eirregularidades internas.

Humanos

Cuando el ser humano hinca el diente…

Las alteraciones realizadas por el ser humano sobre los huesospueden resultar de diversas actividades: la alimentación, la realizaciónde objetos decorativos o la utilización reiterada de algún elemento óseocon un fin determinado, por ejemplo, la percusión. En este trabajo sólonos referiremos a las trazas relacionadas con la alimentación ydejaremos para otra ocasión el resto de los usos.

Dentro de las modificaciones introducidas durante los diversosprocesos alimenticios tenemos varios tipos de evidencias directas eindirectas sintomáticas de la actividad humana. Entre las trazas directasdestacan las marcas de corte ligadas al descarne, el desollado, laevisceración, la desarticulación y la fragmentación del hueso paraacceder al tuétano. La morfología de estas marcas puede variarligeramente en función del útil que se utilice, la parte anatómica en la

que se realicen, la edad de la presa y la función a la que esté ligada.Junto a las marcas de corte hay que destacar también las de percusión,que fragmentan el hueso para poder consumir la médula.

Estas alteraciones son bastante fiables para determinar los agentesque intervienen sobre un depósito, pero como en todas las investigacionesarqueológicas, siempre es imprescindible tener en cuenta la totalidad delcontexto donde aparecen los huesos.

Entonces, con todas estas pistas sobre la mesa: ¿quién se comió mihueso?

ACTIVIDAD UBICACIÓN ASPECTO MORFOLOGÍA

Descarne odesollado

Diáfisis Marcas de corte de aspectoalargado con orientaciónlongitudinal o trasversalal eje del hueso, secciónen V y microestrías segúnla materia prima del útil

Desmembrar(desarticul

ar)

Metadiáfisiso epífisis,base delcráneo y

cóndilos dela mandíbula

Marcas profundas y cortas,pueden presentar

microestrías según lamateria prima del útil

Desarticular o

fracturarel hueso

paraacceder ala médula

Diáfisis dehuesoslargos

Marcas de percusión, formaredondeada u ovalada conestriaciones internas y

fondo irregular. Puntos deimpacto, impactos rebote y

ondas.

Desollado(quitar la

piel)

Falanges,huesos

articulares(carpos ytarsos).

Base de lamandíbula yel cráneo

Marcas cortas en zonas decontacto entre la piel y el

hueso. Las marcas soncortas, profundas con

sección en V y microestríassegún el tipo de materia

prima y el útil

Evisceración

(extracciónde los

órganos)

Cara ventralde las

costillas

Marcas cortas con secciónen V sobre las costillas

Bibliografía

Binford, L.R. (1981) Bones: ancient men, modern myths. Nueva York, AcademicPress.Brain, C.K. (1981) The hunters or the hunted? Chicago, Chicago UniversityPress.Dart, R.A. (1953) The predatory transition from ape to man. InternationalAnthropology Linguistic Review 1: 201-219.Domínguez Rodrigo, M. (1994) El origen del comportamiento humano. Madrid, TipoMadrid.Efremov L.A. (1940) Taphonomy: a new branch of palaeontology. Pan-AmericanGeologist 74 (2): 81-93.Marean, W.C. y Kin, S.Y. (1998) Musterian Large Mammals from Kobech Cave.Current Antropology 39: 79-113.Stiner, M. (1994) Honor among thieves. A zooarchaeology study of Neandertal ecology.Princeton University Press.Yravedra Saínz de los Terreros, J. (2006) Tafonomía aplicada a zooarqueología.Madrid, Aula Abierta.