Primer informe morella lizcano
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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELAMINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN
UNIVERSITARIAUNIVERSIDAD BOLIVARIANA DE VENEZUELA
ALDEA “EL LIMÓN”MARACAY – ESTADO ARAGUA
ATRIBUCIÓN DE LA DEFENSORÍA DEL PUEBLO EN SU PROMOCIÓN, DEFENSA, VIGILANCIA E IMPORTANCIA EN LA PROTECCIÓN DE LOSHUMANOS EN MATERIA PENAL
HABEAS CORPUS COMO GARANTÍA DE LA CONSTITUCIÓN
Participante: Maria J. GarciaC.I. 20.242.992Asignatura: Derecho Procesal Y Garantías ProcesalesFacilitador MORELLA LIZCANOSección U. Semestre 8º
Defensoría del Pueblo
La Defensoría del Pueblo se propone construir
confianza a partir de la vigencia del Estado de Derecho y
contribuir a la estabilidad institucional del país,
promoviendo prácticas de buen gobierno que
brinden eficiencia, respeto a los derechos fundamentales
y el cumplimiento correcto de los principios que inspiran
la ética y la convivencia social.
Según el articulo 280 de la CRBV: "La Defensoría del
Pueblo tiene a su cargo la promoción, defensa y
vigilancia de los derechos y garantías establecidos en
esta Constitución y en los tratados internacionales
sobre derechos humanos, además de los intereses
legítimos, colectivos o difusos de los ciudadanos y
ciudadanas".
Origen
La Defensoría del Pueblo, idea novedosa de
nuestra Carta Magna, tiene su origen en la figura
del Ombudsman (3), fundada en Suecia en 1809 (que quiere
decir "el que actúa en nombre de otro", ("su
representante"), y en los principios educativos del Poder
Moral propuesto por el Libertador Simón Bolívar.
Históricamente, la figura del Ombudsman surge de la
necesidad de idear un mecanismo para oponerse al poder de
1
la administración del Estado, cuando éste es ejercido
desconociendo los derechos de los ciudadanos. El origen
del Ombudsman se ubica en el siglo XVI, como un mecanismo
de control de la administración pública, basado
fundamentalmente en el prestigio y en el poder de
persuasión y negociación de una persona, frente a los
poderes del Estado y la administración pública. El
Defensor del Pueblo, el Ombudsman o el procurador de
derechos humanos, como también se le conoce, fueron
creadas para constituirse en un límite a los abusos
cometidos por las autoridades estatales. El Defensor del
Pueblo promueve el respeto de esos derechos y contribuye
a dotar a la sociedad de una cultura interior sobre la
vigencia de los derechos humanos.
En la región andina el nombre de Defensoría del Pueblo es
común a todos los países que la conforman. No se trata de
una simple coincidencia en la denominación, este hecho
obedece a una razón conceptual que se asienta en la
necesidad de contar con una institución fuerte y capaz de
defender al ciudadano ante el Estado y que constituye a
su vez una instancia de protección a los Derechos
Humanos, característica común en el resto de los países
andinos en donde esta figura existe.
El Defensor del Pueblo
2
La crisis social, política y económica que vivió
Venezuela, en la década de los noventa, intensificó la
deficiente prestación de los servicios públicos, las
innumerables formas de corrupción dentro de las
instituciones del Estado, las violaciones sistemáticas de
los derechos humanos y la consiguiente desconfianza en
el sistema de protección de los mismos, lo que, en
consecuencia, se tradujo en la imposibilidad de lograr un
nivel de calidad de vida digno para nuestro pueblo, así
como la satisfacción de sus necesidades humanas básicas.
Ante este escenario de desgaste de las
instituciones, era imperiosa la transformación del
sistema político y jurídico del país mediante la reforma
constitucional del Estado, para instaurar un sistema de
derecho justo y sencillo que permitiese, en toda su
extensión, satisfacer plenamente las aspiraciones del
pueblo venezolano.
La propuesta constitucional del Presidente electo
para ese momento, incluía la consagración del Poder
Moral, inspirado en el Proyecto de Constitución
presentado por el Libertador al Congreso de Angostura el
15 de Febrero de 1819. Simón Bolívar concibió este Poder
como la institución que tendría a su cargo fundar
la conciencia nacional, velando por la formación de los
ciudadanos, a fin de que pudiera purificarse "lo que se
3
haya corrompido en la República, que acusa la ingratitud,
el egoísmo, la frialdad del amor a la patria, el ocio, la
negligencia de los ciudadanos". Bolívar quería sentar las
bases de una República en la cual el pueblo amara a la
patria, a las leyes, a los magistrados, porque esas "son
las nobles pasiones que deben absorber exclusivamente
el alma de un republicano".
De igual manera, el Poder Moral concebido por
Bolívar tenia entre sus misiones velar por la
educación de los ciudadanos, en cuyo proceso se debía
sembrar el respeto y el amor a la Constitución y a las
instituciones republicanas, sobre la base de que "si no
hay un respeto sagrado por la patria, por las leyes y por
las autoridades, la sociedad es una confusión, un
abismo". Es así como la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela (1999), adaptó a
nuestro tiempo las ideas inmortales del Libertador Simón
Bolívar, al romper con la clásica división de los Poderes
Públicos e introducir importantes innovaciones como la
creación del Poder Ciudadano y el Poder Electoral.
La aprobación del nuevo texto constitucional,
publicado en Gaceta Oficial del 31 de diciembre de 1999,
significó la entrada en vigencia de un proceso de
transitoriedad de los Poderes Públicos y la necesidad de
legitimar, mediante consulta popular, a sus
4
representantes. Para encauzar legalmente este período, la
Constitución incorporó diversas Disposiciones
Transitorias y, en el caso del novísimo Poder Ciudadano,
se dictaminaba la permanencia en sus cargos de los
titulares de las instituciones ya existentes y para la
Defensoría la elección de un representante que se
encargara de adelantar lo establecido en la Disposición
Transitoria Novena:
...En cuanto a la Defensoría del Pueblo, el o la titular
será designado o designada de manera provisoria por la
Asamblea Nacional Constituyente. El Defensor o Defensora
del Pueblo adelantará lo correspondiente a la estructura
organizativa, integración, establecimiento
de presupuesto e infraestructura física, tomando como
base las atribuciones que le establece la Constitución.
En este sentido, el 22 de Diciembre de 1.999, la
Directiva de la Asamblea Nacional Constituyente, delegó
en la Dra. Dilia Parra Guillén la misión de sentar las
bases constitucionales para la nueva función pública
defensorial.
La naciente Carta Magna encomendaba a la titular de
la Institución las tareas relacionadas con
el desarrollo de la estructura organizativa, integración,
logro de presupuesto y estructura física. Es por ello que
5
en la etapa inicial, la Defensoría del Pueblo contó con
el apoyo de diversas instituciones.
Una vez culminado el período de transitoriedad de
los Poderes Públicos, vigente desde la promulgación de la
nueva Carta Magna, se llevó a cabo la elección y/o
relegitimación de los órganos del Poder Ciudadano, según
el procedimiento previsto en la Ley Especial para la
Ratificación o Designación de los Funcionarios y
Funcionarias del Poder Ciudadano y Magistrados y
Magistradas del Tribunal Supremo de Justicia para su
primer período constitucional. Es así como en fecha 22 de
diciembre del año 2000, mediante la publicación en Gaceta
Oficial de la República Bolivariana de Venezuela No.
37.105, se designa como nuevo titular de la Defensoría
del Pueblo al Dr. Germán Mundaraín, por un período de
siete (7) años con el entendido de que el Defensor del
Pueblo no podrá ser reelegido, para la continuación de la
labor primordial de promoción, defensa y vigilancia de
los derechos humanos.
La investidura del cargo de Defensor del Pueblo,
impone que la tarea que se encomienda debe ejercerse
con dignidad y valentía y estar deslastrado de intereses
políticos o de cualesquiera otro que pudiere mediatizar
su gestión, pues de no ser así resulta difícil alcanzar
los fines trascendentes que han debido haber orientado al
6
constituyente para instituir este medio novedoso
encargado de la defensa de los derechos y garantías de
los componentes de la sociedad. La actividad de esta
institución ha de regirse por los principios de
gratuidad, accesibilidad, celeridad, informalidad e
impulso de oficio; y como dice Combella "tales principios
tienen por objeto facilitar y estimular la compenetración
del pueblo con una institución que debe sentir como suya;
dicho de otro modo, estrechamente relacionada con sus
anhelos y demandas de protección inmediata de sus
derechos e interesas".
Es así como el Defensor del Pueblo goza por
disposición constitucional de inmunidades y privilegios
en el ejercicio de sus funciones, y por lo tanto, no
podrá ser perseguido, detenido, ni enjuiciado por actos
relacionados con el ejercicio de sus funciones. En todo
caso conocerá de manera privativa el Tribunal Supremo de
Justicia (Art. 282 CRBV).
Atribuciones
La Constitución de la Republica Bolivariana de
Venezuela preceptúa en el Titulo V, Capitulo IV, Sección
Segunda: de la Defensoria del Pueblo, art. 281 las
atribuciones generales del Defensor o Defensora del
Pueblo, donde se le asignan una serie de
7
responsabilidades que centran como objetivo primario la
defensa de los derechos humanos, para lo cual la norma
constitucional le abre todas las vías necesarias para
gestionar y lograr que el colectivo nacional obtenga
efectivo respeto no solo de los derechos consagrados en
la Constitución y los tratados internacionales, sino
también le brinda a este funcionario canales expeditos
para que pueda accionar a través de
los recursos jurisdiccionales que el mismo articulado
contempla, a fin de alcanzar los objetivos fundamentales
que se persiguen con la inserción de esta institución
novedosa en nuestro ordenamiento, las cuales son
perfectamente desarrolladas por la Ley consiguientemente
nombrada.
La Ley Orgánica de la Defensoría del Pueblo,
publicada en la Gaceta Oficial de la República
Bolivariana de Venezuela N° 37.995 del 05/08/2004, es el
instrumento que caracteriza específicamente las
atribuciones del titular de la institución.
Artículo 29. Atribuciones del Defensor o Defensora del
Pueblo. Son atribuciones del Defensor o Defensora del
Pueblo en el ejercicio de su cargo:
8
1. Pronunciarse sobre la actuación de las personas
involucradas en las investigaciones llevadas a cabo por
la Defensoría del Pueblo.
2. Recomendar pública o privadamente, y
con conocimiento del superior jerárquico de los
funcionarios cuestionados o funcionarias cuestionadas, la
modificación de comportamientos o prácticas que
constituyan obstáculo al logro efectivo de los objetivos
de la Defensoría del Pueblo contenidos en el artículo 4
de la presente Ley.
3. Dictar resoluciones defensoriales en el ámbito de
su competencia, las cuales deberán ser publicadas en la
Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela.
4. Orientar al personal a su cargo para garantizar la
unidad de criterio en la interpretación jurídica de los
asuntos sometidos a conocimiento de la institución.
5. Presentar el informe anual
institucional, informes especiales y los demás informes
que de acuerdo con lo establecido en la Constitución de
la República Bolivariana de Venezuela y la ley, le sean
requeridos, con la finalidad de corregir situaciones que
entorpecen el logro de los objetivos de esta Ley. 6.
Proponer la suscripción, ratificación y adhesión a
tratados y convenios sobre derechos humanos y promover su
difusión y aplicación.
9
7. Presentar ante los órganos legislativos nacionales,
estadales y municipales, proyectos de leyes u ordenanzas,
así como promover y sustentar otras reformas ante los
órganos correspondientes del Estado.
8. Ejercer, cada vez que sea necesario ante los cuerpos
deliberantes, derecho de palabra, a fin de sustentar la
opinión institucional, respecto a proyectos de ley dentro
del ámbito de su competencia y cualquier otro tema
de interés nacional; así mismo, podrá optar por el
derecho de palabra para respaldar explícitamente su
presentación.
9. Representar legal y judicialmente a la Defensoría del
Pueblo, pudiendo para ello otorgar los poderes o mandatos
que fueren necesarios.
10. Celebrar contratos y expedir los actos
administrativos que se requieran para el funcionamiento
de la institución.
11. Elaborar, presentar y gestionar lo relativo al
presupuesto de la Defensoría del Pueblo, así como
solicitudes extraordinarias de recursos, en los casos
previstos en las leyes de finanzas públicas.
12. Solicitar al Consejo Moral Republicano que adopte las
medidas a las que hubiere lugar contra los funcionarios
públicos o funcionarias públicas, responsables de la
10
amenaza, del menoscabo o violación de los derechos
humanos.
13. Instar al Fiscal o la Fiscal General de la República
para que intente las acciones penales a las que hubiere
lugar contra los funcionarios públicos o las funcionarias
públicas responsables del menoscabo o violación de los
derechos humanos.
14. Delegar funciones en el director ejecutivo o
directora ejecutiva, directores generales o directoras
generales, de línea, defensores o defensoras, defensores
delegados o defensoras delegadas especiales, defensores
delegados especiales indígenas o defensoras delegadas
especiales indígenas, defensores delegados o defensoras
delegadas estadales, defensores delegados o defensoras
delegadas municipales y en los demás funcionarios o
funcionarias de la institución.
15. Formular ante los órganos correspondientes las
recomendaciones y observaciones necesarias para la eficaz
protección de los derechos humanos, en virtud de lo cual
desarrollará mecanismos de comunicación permanente con
órganos públicos o privados, nacionales e
internacionales, de protección de los derechos humanos.
16. Presentar de manera autónoma peticiones, opiniones,
informes y demás escritos en casos de violación de
derechos humanos, ante los órganos internacionales de
11
protección de derechos humanos, de conformidad con lo
dispuesto en los correspondientes instrumentos
normativos.
17. Proteger y defender de oficio o a petición de parte,
a los venezolanos o venezolanas residentes o en tránsito
en el exterior, contra violaciones a sus derechos
humanos, mediante la utilización de la vía diplomática o
judicial internacional.
18. Establecer en el Estatuto de Personal los derechos
y obligaciones de los funcionarios de la Defensoría del
Pueblo, incluyendo lo relativo al
ingreso, planificación de carrera, clasificación de
cargos, capacitación, sistemas de evaluación y
de remuneraciones, compensaciones y ascensos sobre la
base de méritos, asistencia, traslados, licencias y
régimen disciplinario, cese de funciones y
estabilidad laboral. En dicho Estatuto de Personal se
determinará los cargos cuyos titulares serán de libre
nombramiento y remoción en atención al nivel
o naturaleza de sus funciones, y se calificarán los
servicios esenciales de la Defensoría del Pueblo para
garantizar su prestación en caso de conflictos laborales.
19. Organizar y dirigir la institución, crear cargos y
nombrar, evaluar, promover, reconocer, sancionar, remover
12
y destituir al personal permanente o temporal, de
conformidad con el Estatuto de Personal.
20. Dictar, aprobar y modificar sus reglamentos internos,
de manera que responda a los objetivos institucionales.
21. Reservarse el ejercicio de cualquiera de las
atribuciones que le han sido otorgadas por esta Ley a
otros funcionarios o funcionarias de la Defensoría del
Pueblo.
22. Las demás que la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela y las leyes le atribuyan a la
Defensoría del Pueblo.
Organización
La Defensoría del Pueblo ha estructurado
su organización a partir de los siguientes principios:
Las funciones centrales definidas por la
Constitución: vigilancia, defensa y promoción de los
derechos humanos, como eje del proceso operativo de la
Defensoría del Pueblo.
El funcionamiento en tres niveles: nacional,
regional y especial.
El fortalecimiento de la acción en materias de
especial interés, tales como sectores poblacionales
desprotegidos y ambiente.
13
La necesidad de funcionar en forma articulada con el
entorno.
.Su actividad se regirá por los principios de
gratuidad, accesibilidad, celeridad, informalidad e
impulso de oficio. (Art. 283 CRBV).
Un equipo de trabajo en crecimiento cuantitativo y
cualitativo, multidisciplinario, con especial
sensibilidad social, y alineado con la estrategia y
valores de la institución.
El entorno juega un papel fundamental en la organización
de la Defensoría del Pueblo. No sólo es la fuente de
denuncias de violaciones de derechos humanos y mal
funcionamiento de servicios públicos, sino el espacio
de interacción con otras instituciones del Poder Público
a las que Defensoría emite solicitudes y recomendaciones.
Más aún, el funcionamiento del Poder Ciudadano exige la
articulación cercana con el Ministerio Público y la
Contraloría General de la República.
Ministerio Público
Las disposiciones generales del Ministerio Público
como órgano integrante del Poder Ciudadano están
contempladas en el Titulo V, Capitulo IV de la Sección
Tercera: Del Ministerio Publico, específicamente en los
artículos 284 y 285 de la CRBV que rezan lo siguiente:
14
El Ministerio Público estará bajo
la dirección y responsabilidad del Fiscal o la Fiscal
General de la República, quien ejercerá sus atribuciones
directamente con el auxilio de los funcionarios o
funcionarias que determine la ley. Para ser Fiscal
General de la República se requieren las mismas
condiciones de elegibilidad de los Magistrados o
Magistradas del Tribunal Supremo de Justicia, (es decir,
ser venezolano por nacimiento, ser ciudadano de
reconocida honorabilidad, ser jurista de reconocida
competencia, gozar de buena reputación, haber ejercido la
abogacía durante un mínimo de quince (15) años y tener la
titulo universitario de postgrado en materia jurídica; o
haber sido profesor universitario en ciencias jurídicas
durante un mínimo de quince (15) años y tener la
categoría de profesor titular, o ser o haber sido juez
superior en la especialidad que entendemos debe ser la
materia penal, con un mínimo de quince (15) años en el
ejercicio de la carrera judicial y reconocido prestigio
en el desempeño de sus funciones, y cualesquiera otros
requisitos que se establezcan en la Ley Orgánica del
Ministerio Público). El Fiscal o la Fiscal General de la
República será designado o designada para un período de
siete (7) años.
15
El Ministerio Público es la institución de rango
constitucional a la cual ha sido conferida la atribución
de: garantizar en los procesos judiciales el respeto a
los derechos y garantías constitucionales, así como a los
tratados, convenios y acuerdos internacionales suscritos
por la República; garantizar la celeridad y buena marcha
de la administración de justicia, el juicio previo y el
debido proceso; ordenar y dirigir la investigación penal
de la perpetración de los hechos punibles para hacer
constar su comisión con todas las circunstancias que
puedan influir en la calificación y responsabilidad de
los autores o las autoras y demás participantes, así como
el aseguramiento de los objetos activos y pasivos
relacionados con la perpetración; ejercer en nombre del
Estado la acción penal en los casos en que para
intentarla o proseguirla no fuere necesaria instancia de
parte, salvo las excepciones establecidas en la ley;
intentar las acciones a que hubiere lugar para hacer
efectiva la responsabilidad civil, laboral, militar,
penal, administrativa o disciplinaria en que hubieren
incurrido los funcionarios o funcionarias del sector
público, con motivo del ejercicio de sus funciones, así
como las demás atribuciones que establezcan esta
Constitución y la ley.
16
El Fiscal General de la República
El Fiscal General de la República es el sujeto
titular del Ministerio Publico, en virtud de lo cual lo
dirige, vigila y representa, decidiendo sus políticas y
cursos de acción, independientemente de las pautas de
organización y funcionamiento que fije la ley atendiendo
a su distribución en los ámbitos municipal, estadal y
nacional. Y es precisamente dado esa intervención del
Fiscal General en amplios e importantes espacios del
acontecer nacional que la Constitución se vuelve exigente
al momento indicar los requisitos con los cuales este
sujeto debe contar ya que debe poseer un alto nivel de
calidad humana, una intachable labor académica,
profesional y ciudadana porque el momento de su elección
se somete a las exigencias por las cuales los Magistrados
del Tribunal Supremo de Justicia también son evaluados.
Reacuérdese que el Fiscal General de la Republica
(Actualmente Isaías Rodríguez) forma también parte del
sistema de justicia, como se contempla en el artículo 253
de la Constitución y a los fines de garantizar la
imparcialidad y la independencia en el ejercicio de sus
funciones, los Fiscales del Ministerio Publico no pueden
llevar a cabo activismo político partidista, gremial,
sindical o de índole semejante, ni realizar actividades
privadas lucrativas incompatibles con su función, ni por
17
si ni por interpuesta persona, ni ejercer ninguna otra
función publica a excepción de actividades educativas
(art. 256 CRBV).
Atribuciones
Las atribuciones específicas del Fiscal General de
la República están expresamente contempladas en la Ley
Orgánica del Ministerio Público (9) Gaceta Oficial Nº
38.674, de fecha 19 de marzo de 2.007, la cual establece:
Deberes y atribuciones
Artículo 25. Son deberes y atribuciones del Fiscal o la
Fiscal General de la República:
1. Dirigir el Ministerio Público en los términos
establecidos en la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, en la presente Ley, en sus
reglamentos internos y en las demás leyes.
2. Ejercer la acción penal pública en todos
aquellos casos señalados en la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, el Código Orgánico
Procesal Penal y las leyes.
3. Designar al Vicefiscal o a la Vicefiscal General
de la República, previa autorización de la mayoría
absoluta de los integrantes de la Asamblea Nacional; a
18
los directores o a las directoras del Despacho, a los o a
las fiscales, sus auxiliares y demás funcionarios o
funcionarias del Ministerio Público, según el
procedimiento establecido en esta Ley y en el Estatuto de
Personal del Ministerio Público. De igual manera
determinará los cargos cuyos titulares serán de libre
nombramiento y remoción, en atención al nivel o
naturaleza de sus funciones.
4. Organizar y distribuir las competencias del
Ministerio Público entre sus fiscales.
5. Ejercer personalmente ante el Tribunal Supremo
de Justicia la acción penal en los juicios a que se
refiere el artículo 266, numerales 2 y 3 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
Cuando el acusado o acusada sea el propio o la propia
Fiscal General de la República, la representación del
Ministerio Público será ejercida por el Vicefiscal o la
Vicefiscal General de la República o, en su defecto, a
quien designe la Asamblea Nacional por la mayoría
absoluta de sus integrantes.
6. Resolver, de acuerdo al resultado de las
averiguaciones realizadas por la Contraloría General de
la República, si hay mérito o no para intentar las
acciones civiles, penales o administrativas contra
19
funcionarios o funcionarias del sector público, con
motivo del ejercicio de sus funciones,
de conformidad con la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela y las leyes.
7. Ejercer personalmente o a través de los o las
fiscales designados o designadas para actuar ante el
Tribunal Supremo de Justicia, las acciones de nulidad
contra los actos del Poder Público que sean
inconstitucionales o ilegales, sin perjuicio de las
atribuciones que corresponden al Defensor o Defensora del
Pueblo y al Procurador o Procuradora General de la
República.
8. Dictar el Estatuto Orgánico del Ministerio
Público y las demás normas de carácter interno que
considere necesarias para el ejercicio de las
atribuciones que le confieren la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela y las leyes.
9. Presentar anualmente a la Asamblea Nacional, en
sesión plenaria, dentro de los primeros treinta días
siguientes al inicio de las sesiones ordinarias, un
informe de su actuación durante el año anterior.
10. Participar en la reestructuración de la
política criminal del Estado y emitir opinión razonada,
cuando lo juzgue conveniente o le sea solicitada por la
Asamblea Nacional, sobre los proyectos de ley que tengan
20
relación con el Ministerio Público y la administración de
justicia, así como de aquellos que a su juicio lo
requieran, y sugerir e indicar las reformas legislativas
tendentes a mejorarlos.
11. Elaborar cada año el Proyecto de Presupuesto
de Gastos del Ministerio Público y enviarlo al ministerio
responsable de las finanzas públicas; éste, a su vez y de
manera definitiva, lo incorporará sin modificación al
presupuesto general del Estado.
12. Intervenir personalmente, cuando lo juzgue
conveniente, en los procesos judiciales de la
jurisdicción ordinaria o especial en materias de su
competencia, en cualquier lugar del territorio nacional.
A tales efectos, también podrá designar a uno de sus
funcionarios o funcionarias del Ministerio Público.
13. Fijar las pautas generales y específicas en
cuanto a la dirección funcional del Cuerpo de
Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas,
así como de los órganos con competencia especial y de
apoyo en la investigación penal. En atención a las pautas
dictadas y aspectos de la competencia del Ministerio
Público, se hará la debida supervisión y
consecuencialmente se instrumentarán las acciones legales
consiguientes si en el proceso de supervisión o mediante
cualquier otra actividad realizada por el Ministerio
21
Público, se detectaren fallas, faltas o cualquier otro
tipo de acto que afecten su funcionalidad.
14. Solicitar de las autoridades competentes la
imposición de las sanciones disciplinarias, de acuerdo
con la ley que los rija, cuando los funcionarios o
funcionarias de investigaciones penales, señalados en el
numeral anterior, infrinjan disposiciones legales o
reglamentarias, omitan o retarden la ejecución de un acto
propio de sus funciones o lo cumplan negligentemente. No
obstante, el Fiscal o la Fiscal General de la República
podrá aplicar directamente cualquiera de las sanciones
disciplinarias legalmente dispuestas, previa audiencia
del funcionario o funcionaria, y luego de cumplido el
respectivo procedimiento, cuando las autoridades
correspondientes, en el término de treinta días continuos
a partir de su notificación, no cumplan con su potestad
disciplinaria. El órgano de adscripción del funcionario o
funcionaria será responsable del efectivo cumplimiento de
la sanción impuesta.
15. Opinar e intervenir, directamente o a través de
los o las fiscales ante el Tribunal Supremo de Justicia,
en los procedimientos relativos a la ejecución de actos
de autoridades extranjeras, en los de extradición y
cuando alguna ley especial disponga su intervención. A
22
tal efecto, el Tribunal Supremo de Justicia ordenará la
notificación correspondiente.
16. Ejercer la potestad disciplinaria sobre los o
las fiscales y demás funcionarios o funcionarias del
Ministerio Público.
17. Conceder licencias y permisos a los
funcionarios o funcionarias de su Despacho, de
conformidad con lo previsto en esta Ley y en el Estatuto
de Personal del Ministerio Público.
18. Solicitar de los jueces o juezas en materia
civil, la notificación inmediata a el o a la Fiscal
Superior correspondiente, de todas las causas que se
inicien en sus juzgados, en las que estén interesados el
orden público y las buenas costumbres, cuando no exista
en una determinada circunscripción judicial un
representante especial del Ministerio Público para
asuntos de familia.
19. Convocar convenciones, congresos, foros y
otros eventos de fiscales y demás funcionarios o
funcionarias del Ministerio Público.
20. Delegar en funcionarios o funcionarias de su
Despacho determinadas atribuciones de carácter
administrativo, así como la firma de los asuntos
rutinarios o de mera tramitación, a los fines del mejor
funcionamiento del organismo.
23
21. Impartir instrucciones para cumplir
con eficacia los deberes a cargo del Ministerio Público,
y procurar la unidad de acción de los funcionarios o las
funcionarias al servicio del organismo.
22. Impartir instrucciones a cualquier Fiscal del
Ministerio Público para que coopere con otro fiscal u
otra fiscal de la misma o de distinta circunscripción o
circuito judicial, o lo reemplace, según sea el caso.
23. Solicitar información a cualquier fiscal y
demás funcionarios o funcionarias del Ministerio Público,
cuando lo estime pertinente.
24. Contratar profesionales, técnicos o expertos en
determinadas materias, quienes estarán excluidos del
ámbito de aplicación de la presente Ley.
25. Las demás que les sean atribuidas por la
Constitución de República Bolivariana de Venezuela y las
leyes.
HABEAS CORPUS COMO GARANTÍA DE LA CONSTITUCIÓN
El hábeas corpus es una institución jurídica que
persigue "evitar los arrestos y detenciones arbitrarias"
asegurando los derechos básicos de la víctima, algunos de
ellos tan elementales como son estar vivo y consciente,
ser escuchado por la justicia y poder saber de qué se le
24
acusa. Para ello existe la obligación de presentar a todo
detenido en un plazo preventivo determinado ante el juez,
quien podría ordenar la libertad inmediata del detenido
si no encontrara motivo suficiente de arresto.
Este término proviene del latín hábeās corpus [ad
subiiciendum] ‘que tengas [tu] cuerpo [para exponer]’,
"tendrás tu cuerpo libre", siendo hábeās la segunda
persona singular del presente de subjuntivo del verbo
latino habēre (‘tener’). O puede ser llamado igualmente
como "cuerpo presente" o "persona presente".
El Habeas Corpus. Segmentos definitorios.
Como hemos visto, el solo reconocimiento
constitucional de los derechos fundamentales no es
suficiente si no va acompañado de garantías que aseguren
la efectividad del libre ejercicio de los derechos. Es
notoria la presencia en el constitucionalismo moderno de
una amplia y novedosa gama de instrumentos jurídicos que
conforman el sistema de garantías de los derechos
humanos, que abarcan tanto la acción procesal que permite
al titular del derecho acudir, solicitando su protección
o restablecimiento, a los tribunales, en caso de
vulneración del mismo, reconocida como la garantía por
excelencia para muchos, hasta los más disímiles medios de
protección que se establecen en dependencia de la
25
tradición jurídica, el desarrollo económico, político y
social alcanzado y el grado de perfeccionamiento del
sistema legislativo e institucional del país. En resumen:
la efectividad de los derechos depende tanto de su
reconocimiento constitucional como de la existencia de
mecanismos adecuados, prácticos y disponibles para
prevenir sus violaciones y reaccionar contra ellas, unido
a la necesaria condicionalidad material para su pleno
disfrute.
El Habeas Corpus es una de las garantías
jurisdiccionales especiales de protección a los derechos
humanos, pertenece a la esfera del control difuso de los
derechos fundamentales. Su regulación debe provenir de un
mandato constitucional, por tanto constituye un
compromiso de los poderes públicos ante los ciudadanos.
Es el Habeas Corpus, un proceso especial y preferente,
por el que se solicita del órgano jurisdiccional
competente el restablecimiento del derecho constitucional
a la libertad, vulnerado por la comisión de cualquier
detención ilegal que pueda ser dispuesta por persona no
encuadrada dentro del poder judicial. Implica que toda
persona que fuere objeto de privación o restricción de su
libertad, o se viere amenazada en su seguridad personal,
con violación de las garantías constitucionales, tiene
26
derecho a que un juez competente con jurisdicción en el
lugar donde se hubiere ejecutado el acto causante de la
solicitud, o donde se encontrara la persona agraviada,
expida un mandamiento de Habeas Corpus, a fin de
restituir su libertad. O sea, su pretensión es
establecer remedios eficaces y rápidos para los
eventuales supuestos de detenciones no justificadas
legalmente, o que transcurran en condiciones ilegales.
Por consiguiente, el Habeas Corpus se configura como
una comparecencia del detenido ante el juez
(comparecencia de la que etimológicamente proviene la
expresión que da nombre al proceso), y que permite al
ciudadano privado de libertad, exponer sus alegaciones
contra las causas de la detención o las condiciones de la
misma, al objeto de que el juez resuelva, en definitiva,
sobre la conformidad a derecho de la detención.
El Tribunal Constitucional español lo ha calificado como
un proceso especial de cognición limitada, entendido como
un instrumento de control judicial que versa no sobre
todos los aspectos o modalidades de la detención, sino
sólo sobre su regularidad o legalidad en el sentido de lo
regulado en la Constitución y las leyes.
De estos conceptos dados anteriormente se desprenden
algunas consideraciones:
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a. No estamos en presencia de un recurso, como con cierta
frecuencia se le ha denominado, pues desde un punto de
vista procesal, la finalidad de los medios de
impugnación estriba en obtener la revisión de las
resoluciones judiciales, y en el caso del Habeas
Corpus, dicha revisión se contrae al examen de una
detención adoptada por un órgano carente de
jurisdicción.
b. Tampoco es un proceso sumario en sentido técnico
procesal, pues sus resoluciones producen en su
totalidad los efectos materiales de la cosa juzgada.
La cuestión nuclear del Habeas Corpus no es
susceptible de reproducirse posteriormente con mayor
amplitud en otro proceso cuyo objeto coincida
plenamente con el ya debatido y resuelto en aquel, que
por lo mismo, reviste carácter definitivo; ello no
obstante, las resoluciones judiciales recaídas con
motivo de la incoación y decisión de los procesos de
Habeas Corpus siempre podrán cuestionarse mediante
recurso ante el órgano jurisdiccional superior al que
determinó la resolución.
c. Se trata entonces de un proceso especial por razón de
la materia, de cognición limitada, pues a través de él
se busca solamente la inmediata puesta a disposición
judicial de toda persona ilegalmente detenida. Su
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objeto se contrae a una pretensión de
carácter constitucional muy concreta: el derecho a la
libertad. El órgano jurisdiccional tan solo juzga la
legitimidad de una situación de una situación de
privación de libertad a la que se trata de poner fin o
modificar, pero sin extraer más consecuencias que la
necesaria finalización o modificación de esa situación
de privación de libertad.
d. El Habeas Corpus es un proceso y no un procedimiento,
en tanto que si lo consideramos como
un procedimiento puede dar la idea de que forma parte
integrante del proceso penal que tiene por objeto
imponer una sanción penal. Precisamente el hecho de
que el Habeas Corpus tenga cognición limitada pone en
evidencia que su naturaleza es independiente a aquel
proceso penal, y como veremos más adelante su
resolución no tendrá otra repercusión que resolver la
situación de privación ilegal de libertad. Los autores
tienden a distinguir el procedimiento en contraste con
proceso; mientras que por proceso se entiende la
institución por la cual se resuelven los litigios
entre las personas por medio de un mecanismo que lleva
incluida una sucesión de actos como la posibilidad de
alegación, prueba y resolución, el procedimiento
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constituiría la serie de actos de iniciación,
desarrollo y conclusión del proceso.
La existencia del Habeas Corpus no viene a otra cosa
que a consolidar la viabilidad de que por ley el
legislador puede sancionar distintos motivos de
restricción o privación de la libertad, respecto de los
cuales el ciudadano siempre estará legitimado, y desde el
primer momento, para impetrar la protección judicial,
dado que en esta materia, como en cualquier otra relativa
a los derechos fundamentales, son los órganos
jurisdiccionales los preferentes, y sus decisiones son
definitivas, cualquiera que sea el fundamento de la
limitación del derecho fundamental.
En fin, las constituciones autorizan al legislador a
establecer motivos o causas de restricción de libertad
distintos a los que justifican la adopción de medidas
cautelares siempre que exista un control judicial sobre
las mismas, y dicho control, de no ser expreso en la
norma para cada supuesto, viene constituido por el Habeas
Corpus que, desde el primer momento, sujeta el asunto a
la autoridad judicial que decidirá con plena facultad
sobre la situación de pérdida de la libertad
en atención a las circunstancias del caso y a la norma
habilitante.
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El Habeas Corpus lleva implícito tres fines:
Preventivo: En virtud del cual toda persona en trance
inminente de ser privada ilegalmente de su libertad
física, podrá recabar el examen de la legitimidad de las
circunstancias que, a criterio del afectado, amenacen su
libertad, así como una orden de cesación de dichas
restricciones.
Reparador: En virtud del cual toda persona que se hallase
ilegalmente privada de libertad puede recabar la
rectificación de las circunstancias del caso. El juez
determinará en su caso la libertad del detenido.
Genérico: En virtud del cual se podrán demandar la
rectificación de las circunstancias que, no estando
contemplados en los dos casos anteriores, restrinjan la
libertad o amenacen la seguridad personal.
Como notas características de este proceso podemos
señalar:
La agilidad, que se consigue instituyendo un
procedimiento judicial sumario (entiéndase como
sustancialmente acelerado y extraordinariamente rápido).
La sencillez y carencia de formalismos, que se manifiesta
en la posibilidad de incoación mediante simple
comparecencia verbal y no ser preceptiva la intervención
de asistencia letrada. Se pretende así evitar dilaciones
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indebidas y permitir que accedan a este proceso todos los
ciudadanos, con independencia de su nivel de conocimiento
de sus derechos y de sus medios económicos.
La generalidad, que implica por un lado el control
judicial de la legalidad de la detención de las personas,
sea cual fuere el particular o agente de la autoridad que
la haya llevado a cabo, sin que quepa en este sentido
excepción de ningún género. Por otro lado supone la
legitimidad de una pluralidad de personas para instar el
procedimiento.
La pretensión de universalidad, de manera que alcanza no
sólo a los supuestos de detención ilegal (ya porque la
detención se produzca contra lo legalmente establecido,
ya porque tenga lugar sin cobertura jurídica) sino
también a las detenciones que ajustándose originalmente a
la legalidad, se mantienen o prolongan ilegalmente o
tienen lugar en condiciones ilegales.
Las partes principales en este proceso, están
integradas por el titular del derecho fundamental
vulnerado y por la autoridad gubernativa, funcionario,
persona física o jurídica causante de dicha violación.
Junto a estas partes principales, pueden aparecer otras
secundarias, tanto en la posición actora como en la
demandada, y con una capacidad de postulación limitada a
la incoación del procedimiento. La parte actora principal
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necesariamente ha de ser una persona física, puesto que
los derechos fundamentales tutelados tan sólo son
predicables de las personas naturales y no jurídicas. Las
personas jurídicas carecen, pues,
de legitimación originaria para la incoación de este
procedimiento. Por el contrario, la parte demandada puede
ser tanto una persona física, cuanto una jurídica. Esto
prescribe la posibilidad de prevenir detenciones ilegales
que pudieran cometer otras personas morales que no sean
las autoridades policiales, ejemplo: sectas religiosas,
internamientos siquiátricos, hospitales, etc.
Para que la pretensión de Habeas Corpus resulte eficaz se
requiere en primer lugar que se dé una situación
de detención y en segundo término que ésta sea ilegal.
Aspectos que describiremos con más precisión en los
siguientes subepígrafes.
Antes de concluir el esbozo de estos segmentos
definitorios del Habeas Corpus, debemos referirnos a un
aspecto muy polémico sobre el tema. Se trata de la
posibilidad de suspender o no el habeas corpus en
situaciones especiales. Al respecto nos acogemos a los
criterios que brinda la Corte Interamericana de Derechos
Humanos en su opinión consultiva número 8. En la misma se
plantea que algunos Estados Partes de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos han entendido que, en
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situaciones de emergencia, uno de los derechos cuyo
ejercicio pueden suspender es el de la protección
judicial que se ejerce mediante el Habeas Corpus. Incluso
algunos Estados han promulgado una legislación especial o
han iniciado una práctica según la cual es posible
durante la detención de una persona incomunicarla durante
un prolongado período (que en algunos casos puede
extenderse hasta 15 días) en el cual al detenido se le
puede privar de todo contacto exterior, no siendo
posible, por lo tanto, el Habeas Corpus durante esos días
de incomunicación. En concepto de esta Corte, es
precisamente en esas circunstancias excepcionales cuando
el recurso de habeas corpus adquiere su mayor
importancia.
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