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© Universidad de Salamanca Zephyrus, LXIV, julio-diciembre 2009, 95-110 ISSN: 0514-7336 PRENSA Y GOBIERNO MILITAR: SU RELACIÓN EN LA HISTORIA DE LA ARQUEOLOGÍA ARGENTINA (1976-1983). EL CASO DEL PERIÓDICO LA NACIÓN The press and the military government: their relationship in the history of Argentine archaeology (1976-1983) The case of the La Nación newspaper Paola SILVIA RAMUNDO CONICET - Consejo Nacional de Investigaciones Científica y Técnicas. Instituto de Historia Argentina y Americana “Dr. E. Ravigani”- Universidad de Buenos Aires. Juan Francisco Olmos 236. Ciudad de Buenos Aires, Argentina (Código Postal: 1407). Recepción: 2009-08-30; Revisión: 2010-02-03; Aceptación: 2010-02-08 BIBLID [0514-7336 (2009) LXIV, julio-diciembre; 95-110] RESUMEN: Se presenta un análisis crítico-reflexivo de las noticias publicadas en el periódico “La Nación” sobre temas de arqueología argentina aparecidas entre 1976 y 1983. Se considera a las notas como otra herramienta para estudiar la historia disciplinar durante un período poco analizado. Se evalúa el impacto del contexto so- cio-histórico sobre la arqueología, y se busca determinar el grado de comunicación pública de la ciencia, y el rol que juega la disciplina y su difusión en la construcción del pasado. Se analizan cuáles fueron y son las visiones sobre la arqueología que la prensa elaboró, entendiendo a dicha prensa como medio de difusión masiva y for- madora de opinión. Palabras clave: Arqueología argentina –prensa– último gobierno militar. ABSTRACT: This paper presents a critical and reflexive analysis of the news published between 1976 and 1983 by the newspaper La Nación dealing with Argentine archaeology. Hence, news are considered a tool to study the history of this discipline during a badly reviewed period, evaluating the impact of the socio-historical context on Archaeology in order to determine the degree of public communication of science and the specific role played by this discipline in the construction of the past. Current and past views on Archaeology by the press are analyzed, considering these written documents an opinion former mass media. Keywords: Argentine archaeology –press– last military government. 1. Introducción En el presente trabajo nos proponemos evaluar histórica y críticamente de manera general –desde 1976 hasta 1983–, las visiones que el discurso del periodismo de prensa –a través del periódico “La Nación”– elabora o puede elaborar acerca del pasado arqueológico argentino. En este sentido buscamos determinar el grado de comunicación pública de la arqueología dentro de las ciencias sociales, así como también el rol que juega la disciplina a través de la prensa en la construcción del pasado.

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ISSN: 0514-7336

PRENSA Y GOBIERNO MILITAR: SU RELACIÓN EN LA HISTORIADE LA ARQUEOLOGÍA ARGENTINA (1976-1983).EL CASO DEL PERIÓDICO LA NACIÓN

The press and the military government: their relationship in the historyof Argentine archaeology (1976-1983)The case of the La Nación newspaper

Paola SILVIA RAMUNDOCONICET - Consejo Nacional de Investigaciones Científica y Técnicas. Instituto de Historia Argentina y Americana“Dr. E. Ravigani”- Universidad de Buenos Aires.Juan Francisco Olmos 236. Ciudad de Buenos Aires, Argentina (Código Postal: 1407).

Recepción: 2009-08-30; Revisión: 2010-02-03; Aceptación: 2010-02-08

BIBLID [0514-7336 (2009) LXIV, julio-diciembre; 95-110]

RESUMEN: Se presenta un análisis crítico-reflexivo de las noticias publicadas en el periódico “La Nación” sobretemas de arqueología argentina aparecidas entre 1976 y 1983. Se considera a las notas como otra herramientapara estudiar la historia disciplinar durante un período poco analizado. Se evalúa el impacto del contexto so-cio-histórico sobre la arqueología, y se busca determinar el grado de comunicación pública de la ciencia, y el rolque juega la disciplina y su difusión en la construcción del pasado. Se analizan cuáles fueron y son las visionessobre la arqueología que la prensa elaboró, entendiendo a dicha prensa como medio de difusión masiva y for-madora de opinión.

Palabras clave: Arqueología argentina –prensa– último gobierno militar.

ABSTRACT: This paper presents a critical and reflexive analysis of the news published between 1976 and1983 by the newspaper La Nación dealing with Argentine archaeology. Hence, news are considered a tool tostudy the history of this discipline during a badly reviewed period, evaluating the impact of the socio-historicalcontext on Archaeology in order to determine the degree of public communication of science and the specificrole played by this discipline in the construction of the past. Current and past views on Archaeology by thepress are analyzed, considering these written documents an opinion former mass media.

Keywords: Argentine archaeology –press– last military government.

1. Introducción

En el presente trabajo nos proponemos evaluarhistórica y críticamente de manera general –desde1976 hasta 1983–, las visiones que el discurso delperiodismo de prensa –a través del periódico “La

Nación”– elabora o puede elaborar acerca del pasadoarqueológico argentino. En este sentido buscamosdeterminar el grado de comunicación pública de laarqueología dentro de las ciencias sociales, así comotambién el rol que juega la disciplina a través de laprensa en la construcción del pasado.

Como objetivos específicos pretendemos aportaral estudio de la historia de la arqueología argentinainiciado en investigaciones previas (Ramundo2007a-d, Ramundo 2008a-g, Ramundo 2009b),mediante el análisis de una variable puntualmenteno trabajada dentro de los estudios de la historiadisciplinar local (excepto el caso específico para Pro-vincia de Buenos Aires de Salerno [2007] y de Ra-mundo [2008e y g; 2009a y c]). Hacemos referenciaal análisis de las noticias sobre arqueología argentinapublicadas en el diario La Nación entre 1976 y 1983(período correspondiente al último gobierno mili-tar). Tomamos este punto de partida porque son es-casas las reflexiones dentro de la arqueología nacionalsobre este período histórico tan polémico desde losociopolítico y lo científico.

Buscamos evaluar también cuáles han sido y sonlas visiones que sobre la arqueología argentina, elperiodismo de prensa elaboró, analizando el casoLa Nación.

En nuestros análisis previos (Ramundo 2007a-d, Ramundo 2008a-g, Ramundo 2009a, b y c), sedetectó una escasa difusión de las investigacionesarqueológicas. Lo cual trae como consecuencia eldesconocimiento de parte del pasado argentino y laposible generación de visiones parceladas acerca delmismo. Provocando, entre otros efectos a cortoplazo, la continuación del saqueo indiscriminadodel patrimonio arqueológico de la República Ar-gentina, y en el largo plazo, que la carencia de me-moria nos convierta en un país sin pasado y conse-cuentemente sin futuro. Aunque no podemos dejarde mencionar, enfatizando en las últimas experien-cias, los esfuerzos por difundir a nivel de enseñanzaformal y no formal algunos temas de la especialidad:Amati (2007), Cóceres et al. (2004), Cóceres y Or-tega (2004), F. Torres y Horwitz (2007), Podgorny(1999), Pupio et al. (2007), entre otros.

El interés por esta problemática mencionada nosindujo a realizar cursos de comunicación públicadel conocimiento científico orientados hacia arqueó-logos. Eventos que despertaron la pregunta acercade si en nuestro campo de trabajo existe o no unperiodismo científico, y con qué lógica funciona1.

Por lo tanto, consideramos necesario caracterizardicho periodismo científico de prensa, y preguntar-nos si existe o no una formación específica en elárea de arqueología. Ya que entendemos que dejareste espacio vacío de representación pública denuestra disciplina, podría afectar las investigacionesque se desarrollan en nuestro campo y la valoracióndel patrimonio arqueológico por parte del públicoen general. Consideramos que, a largo plazo, lacomunicación pública de los conocimientos quegeneramos, transferidos a través del periodismo es-crito, podría lograr que la ciudadanía valorice aúnmás dicho patrimonio.

Planteamos, desde nuestro marco teórico, queel periodismo escrito “construye” visiones del pa-sado, aunque sabemos que no es el único medioque lo hace. En este sentido, entendemos que di-cho periodismo no es independiente de las in-fluencias históricas, es decir de las circunstanciassociales, políticas, económicas e ideológicas im-perantes. Porque pensamos que el contexto socio-histórico es fundamental y debe ser tenido encuenta para realizar nuestro análisis. Ya que la rea-lidad histórica de un país modifica, modela y cons-truye el saber y su comunicación pública. Y con-cordando con Bate (1998) y Garbulsky (2001),entre otros, sobre el desarrollo arqueológico enAmérica, pensamos que es necesario considerarlos procesos sociopolíticos que han afectado alcontinente en las últimas décadas, así como susrepercusiones ideológicas e institucionales en losámbitos académicos, tanto en líneas de discusióny temáticas que en éstos han tenido incidencias,así como sobre las problemáticas específicas de ladisciplina. En nuestro análisis interpretamos comoun factor condicionante la historia política argen-tina durante el último gobierno militar (1976-1983), los intereses de la prensa en aquel mo-mento, los recursos destinados a la difusión de lasinvestigaciones, y el marco institucional en el cualse inscriben esas noticias. Por lo tanto, planteamoscomo hipótesis de trabajo para el presente artículoque: 1) El periodismo de prensa construye visionesdel pasado y esa construcción está en relación conun contexto socio-histórico particular, y 2) Laimagen que se puede conformar desde la prensasobre de la arqueología argentina y su devenircomo disciplina no condice con el gran desarrollode la misma.

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1 Por ejemplo, para el periodismo los valores de unanoticia son: actualidad, proximidad, preeminencia (la per-sonalidad importante da más valor a la nota), importancia,oportunidad, rareza, extensión, interés, polémica (Román2006).

2. Breve historiografía de la arqueología argen-tina (1976-1983)

Durante el mes de marzo de 1976 sobrevino enla República Argentina el llamado “Proceso Militar”,la última intervención de facto hasta 1983 cuandoretorna la democracia. Y con el golpe militar se su-cedieron cambios e impactos que repercutieron di-recta e indirectamente sobre la arqueología.

Previamente al golpe militar, en 1973 hubo unaintensa actividad del claustro docente de la Univer-sidad de Buenos Aires preparando un nuevo plande estudios que se comenzó a aplicar en 1974. Allísurgieron dos orientaciones (la orientación arqueo-lógica y la social), con materias compartidas, asícomo también asignaturas alternativas y específicasque hasta entonces no existían. Al producirse laintervención en la Universidad de Buenos Aires(durante la última parte del gobierno de Isabel Pe-rón –en septiembre de 1974–) por parte de AlbertoOttalagano como Rector, y el Presbítero Raúl Sán-chez Abelenda como delegado interventor en la Fa-cultad de Filosofía y Letras, se dejó sin efecto estareforma, y se volvió transitoriamente al plan anterior(el de 1958 [Ramundo 2008 b y d]), hasta que secomenzó a aplicar –durante el último gobierno mi-litar– un nuevo plan de estudios en 1976 (Orqueracom. per.).

Lo que también se generó durante el “ProcesoMilitar”, fue un intento por reorientar la profesiónhacia la docencia al crear el título de “Profesor deEnseñanza Secundaria, Normal y Especial en Cien-cias Antropológicas”. Y aunque posteriormente dichadisposición quedó derogada, se la aceptó años mástarde con la reforma de plan de estudios de 1985 yel retorno de la democracia (Ramundo 2008 b y d).Por aquellos años también se cerró el ingreso a lacarrera de Ciencias Antropológicas de la Universidadde Buenos Aires para transformarla en un curso depostgrado, pero gracias a la presión del Colegio deGraduados en Antropología se reabre la inscripción2.Mientras tanto, en Universidad Nacional de La Platahubo un intento de transformar la carrera en post-grado, pero el mismo quedó sin efecto. La Universidad

Nacional de Mar del Plata fue intervenida y en 1978se cerró definitivamente la inscripción y la licencia-tura en Antropología no volvió a abrirse jamás. Lacarrera en la Universidad Nacional de Salta y Na-cional de Rosario también fue cerrada durante elúltimo gobierno militar, pero con la democracia lo-graron abrir nuevamente la especialidad. La situa-ción, de acuerdo a Madrazo, era la siguiente: “Larepresión, violentísima, transformó a los antropó-logos más brillantes en personas consideradas peli-grosas y los obligó a emigrar. Entre quienes perma-necieron en sus cargos docentes hubo gentemeritoria sin definición política y una cantidad im-portante de fieles ejecutores de la destrucción deli-berada de la universidad, de cientificistas de derechay de advenedizos” (Madrazo 1985: 53). Algunos in-vestigadores destacan (Pérez Gollán y Arenas 1992;Madrazo 1985), que aún en esta situación muchosarqueólogos se resistieron al régimen y desarrollaronuna labor de reflexión y estudio, la cual dio lugar aespacios de trabajo. Aunque más adelante muchosfueron expurgados de los programas universitarios eincluso se suprimió aquella bibliografía considerada“subversiva”. Por esta razón, algunos de esos investi-gadores debieron emigrar, y varios departamentos deinvestigación antropológica/arqueológica se cerraron.

Para finalizar esta apretada síntesis histórica di-remos que esta etapa también estuvo signada porvarias obras de rescate arqueológico, producto de laconstrucción de grandes represas hidroeléctricas. Porejemplo las represas de Alicurá3, Cerros Colorados4,Loma de la Lata, Casa de Piedra5, Salto Grande yParaná Medio. Pero “…la falta de una legislacióngeneral de rescate arqueológico hizo que cada trabajofuera el producto del esfuerzo aislado de investiga-dores y universidades o museos locales con apoyode instituciones públicas o privadas que autorizaron

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2 Esto puede constarse en el carta-solicitud que el Co-legio de Graduados en Antropología realiza, y que se publicaen el periódico analizado bajo el título: “Petición de gra-duados en antropología”, en La Nación, 31 de octubre de1980 (Buenos Aires), décima página.

3 En la sección Conferencia para hoy: “Investigacionesprehistóricas en el área de Alicurá: Cueva Traful I”, en LaNación (Buenos Aires), 23 de octubre de 1980, décimapágina.

4 En la sección Conferencias para hoy: “Investigacionesarqueológicas en el área de Cocón - Cerros Colorados y Ali-copa”, en La Nación (Buenos Aires), 1 de diciembre de1978, séptima página.

5 En Notas: “Hallan en Casa de Piedra una pieza ar-queológica”, en La Nación (Buenos Aires), 20 de abril de1980, página vigésimo quinta; “Hallan en Casa de Piedrauna pieza arqueológica”, en La Nación (Buenos Aires), 21de mayo de 1978, tercera página.

y/o financiaron los rescates” (Endere 2000: 27). Eneste sentido ampliamos que, “los trabajos en las re-presas del sur argentino, que se realizaron en elmarco de convenios Hidronor-Universidad de Bue-nos Aires, fueron financiados por el Banco Mundial,que fue quien exigió que parte de los préstamos sededicaran al rescate arqueológico” (Nota de un eva-luador/a anónimo de este artículo).

3. Metodología de trabajo

En la presente investigación intentamos reflejarlos alcances y limitaciones que se observan al realizarun estudio sobre el periodismo escrito –tomandocomo ejemplo el periódico La Nación–, como otravariable de análisis que nos permita abordar partede la historia disciplinar.

Los pasos seguidos metodológicamente para di-cho estudio han sido los que se mencionan a conti-nuación. Aunque ello no implica que se hayan con-siderado para esta publicación (por una cuestión deespacio), la totalidad de los ítems que se contem-plaron en la investigación general post-doctoral quecomprender el período 1976-20096.

En primer lugar, se seleccionó el periódico LaNación para proceder a la búsqueda y análisis decada artículo que abordara temas de arqueología na-cional. Dentro de cada nota se analizaron los si-guientes ítems: a) los momentos de mayor o menorpresencia de noticias de arqueología argentina, vin-culándolos a cada contexto dentro de la disciplina ydel país; b) los temas arqueológicos informados quese priorizan, y la forma en que fueron abordadospor los periodistas; c) las corrientes teórico-meto-dológicas arqueológicas que se evidencian o podríanevidenciar; d) analizar el seguimiento de una mismanoticia a través del tiempo; e) si predomina algúncentro de investigación sobre otro; f ) si se vinculala nota con algún arqueólogo en particular; g) si se

difunden eventos científicos de la especialidad; h)qué lugar ocupa la noticia dentro del periódico yquién la firma; i) si se crea conciencia de proteccióndel pasado o patrimonio cultural; j) la existencia deun periodismo científico formado en arqueología,que trabaje bajo criterios profesionales, con fuentesconfiables, sobre la base de publicaciones con refe-rato o evaluación, etc. La metodología implementadaimplicó el análisis crítico-reflexivo de todos los artí-culos. Análisis que incluye (sensu Sierra Bravo 1999),el vaciado exhaustivo de las notas periodísticas, sudescripción (enumeración de aspectos formales yexternos del documento), la clasificación de las notas(cronológica, temática, geográfica; etc.), la catalo-gación (ordenamiento), la condensación (resumende las notas), el almacenamiento (armado de unamemoria documental) y el análisis heurístico. Al fi-nalizar todo el vaciado exhaustivo de las noticias segeneró un corpus estadístico sobre la informaciónobtenida para responder a los objetivos e hipótesispropuestas.

Debemos aclarar que al trabajar con los periódi-cos como objeto de estudio en arqueología, unaserie de dificultades se suman a las que normalmenteexisten al utilizar esta variable desde cualquier dis-ciplina. En este sentido, considerando investigacio-nes de comunicación pública, una de las caracterís-ticas más notorias de un diario/periódico es suinformación, la cual debe cumplir una serie de rasgosque no necesariamente coinciden con la mirada ar-queológica. En primer lugar, la información debeser actual, es decir basarse en hechos acaecidos en eldía. En este sentido, excepto que el arqueólogo en-cargado del descubrimiento o investigación se pongaen contacto con la prensa o la prensa en contactocon él por referencias previas de su trabajo, difícil-mente una noticia arqueológica pase a serlo consi-derando este primer requisito. En segundo lugar, lanoticia debe sobresalir de la normalidad cotidiana,por ser extraordinaria o resultar llamativa para lasociedad. En este caso, ciertas noticias arqueológicasjuegan con ventaja porque de por sí la arqueologíallama la atención por ese carácter “exótico” que losmedios de comunicación, la ficción y el imaginariocolectivo le han otorgado a lo largo de los años. Asípor ejemplo, reconocemos que “Existen varios mitosde la actividad arqueológica. Uno muy popular ima-gina al arqueólogo descubriendo momias y ciudadesperdidas. Esta noción se deriva de la Arqueología

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6 Entre los que no se contemplaron para el presenteanálisis destacamos: Si se menciona el financiamiento de lasinvestigaciones; Si la noticia transmite alguna imagen acercadel pasado, y cuál es la relación de esa imagen con el contextohistórico estudiado; Cuál es la visión de “lo nacional” quese genera, y dentro de esto qué lugar ocupa el componenteindígena dentro de la historia “según” la prensa (es decirsiempre en función del discurso del periódico), como for-madora de visiones del pasado, entre otras variables.

del siglo XIX […] fortalecida por los descubrimientosde principios de siglo XX” (Yacobaccio 1988: 7),cuando en verdad esta imagen no condice con lasactuales actividades disciplinares. No se duda de quees llamativo el descubrimiento de momias, de naveshundidas hace siglos, de restos humanos asociadosa megafauna extinta hace milenios, de túneles oasentamientos subterráneos donde el ciudadanotransita a diario. Pero lo cierto es que la arqueologíano se reduce sólo a estos importantes hallazgos cul-turales, y por lo tanto otras investigaciones de granvalor y trayectoria para la comprensión del pasadoargentino y la vida cotidiana de muchas sociedadespasan inadvertidas para la prensa y el público en ge-neral, desaprovechando un medio masivo de comu-nicación que podría, desde un ángulo ajeno a laacademia, acercarnos a otras lecturas posibles sobreel pasado.

Otro factor en contra, y que reafirma lo anterior,es que la mayor parte de las noticias en general notienen una continuidad en el tiempo, sino que tien-den a desaparecer cuando se transforman en coti-dianas o pierden interés para el periódico. Esto pro-voca, específicamente en el caso arqueológico, queun diario no siga los pasos de nuestras investigacio-nes (que normalmente son largos), y la noticia seesfuma luego de una primera y preliminar presen-tación, sin permitir al público saber los avances oresultados finales obtenidos, y consecuentementeesto podría provocar que se formará una imagendel pasado parcelada, y posiblemente una concep-ción errónea de la arqueología. La cual no se ocupade hechos puntuales, sino de un trabajo que implicatiempo y esfuerzo, que el público no llega a apreciar,desencadenando una imagen de “hobby” para ladisciplina.

Otro elemento que hace más complejo y a la vezmuy rico el análisis es el hecho de que a diferenciade las antiguas e ingenuas concepciones respecto aque la prensa presentaba la información como “purao objetiva”, hoy en día se sabe que distinguir entreinformación y opinión es sólo una cuestión de grado(Gomis 1991). Las notas están plagadas de valoresy apreciaciones que reflejan el sentir del periodistao la misma firma editorial. Los medios con sus pro-puestas de lectura de la realidad social son actual-mente y desde hace varias décadas, el principal con-texto movilizador de contenidos simbólicos,ofreciendo modelos y pautas de comportamientos

para que los individuos actúen. Por lo tanto, decía-mos que esto complica nuestra tarea pues muchasnoticias se llenan de falsas concepciones acerca dela arqueología, se tergiversan conceptos, fechas, in-terpretaciones, etc., pero al mismo tiempo, y comoesa noticia no es ingenua, pensamos que se reflejauna visión del pasado que la prensa muestra a lospúblicos (conciente o inconscientemente), y esa esuna de las variables con la que trabajamos en estainvestigación. Como expresa León: “… los mediosde comunicación de masas no son un mediadorneutral, lógico y racional de los acontecimientos so-ciales, sino que ayudan básicamente a reproducirideologías reformuladas […] el periodismo es,cuando escoge entre todo lo que pasa aquello queconsidera interesante, un método de creación de re-presentaciones sociales y de uniformación de pen-samiento y la cultura” (León 1996: 101). Para elcaso puntual de tergiversación de conceptos, hemosencontrado algunas notas donde se comienza titu-lando sobre hallazgos arqueológicos, cuando enrealidad se trata de paleontológicos7, y lamentable-mente esto continúa en el presente.

Una característica básica es que las noticias seubican en diferentes secciones. Y cada diario esta-blece criterios propios respecto de la inclusión ono de una nota en cada uno de estos apartados.Ello complica el análisis, dado que la elección dela inclusión en cada una de las secciones suele serarbitraria. Ejemplificamos esto es a través del aná-lisis del periódico seleccionado en el apartado de“Resultados”.

El diario La Nación fue seleccionado por ser unode los matutinos con “histórica capacidad de in-fluencia” (González 2009: 2), y por ser uno de losmás antiguos que se publican en el país a nivel na-cional desde el año 1880 (fundado por BartoloméMitre, Presidente de La Nación entre 1862 y 1868).También porque es el segundo diario de mayor ti-rada y/o circulación8 de la República Argentina

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7 Nota: “Hallazgos paleontológicos”, en La Nación, 5de mayo de 1981, décimo tercera página. Noticia que seencabeza de la forma mencionada, pero en su contenido sehabla sobre los hallazgos arqueológicos realizados por elProf. Gradín en Casa de Piedra (Santa Rosa), y no se hacealusión alguna a recuperación de registro paleontológico.

8 Actualmente el promedio de su circulación neta delunes a domingo es de 149.535 ejemplares (Fuente: InstitutoVerificador de Circulaciones. Consulta: 05/02/2010).

después del diario Clarín9. Ideológicamente se haconsiderado a La Nación de tendencia liberal-con-servadora, y ha sido históricamente una vía de ex-presión de sectores afines a la Iglesia Católica, a lasFuerzas Armadas (motivo por el cual se lo seleccionópara analizar el período aquí estudiado [1976-1983]), entre otros sectores sociales (ver Sidicaro1993 y González 2009). Sin embargo, por sus pági-nas han escrito y escriben personalidades de distintasvertientes ideológicas. Se suman a estas razones enhecho de que en sus secciones (aunque por supuestoesto varía de acuerdo a cada década), se encuentranáreas específicas donde se pueden o podrían ubicarnotas vinculadas a temas arqueológicos10.

Con respecto a la valoración que se hace de lasnotas y la relevancia de las páginas en dónde estánubicadas las mismas sabemos que la primera páginao tapa de un diario constituye la ventana o “escapa-rate” del mismo. Es precisamente allí, estructuradoen pocas noticias, donde se concentra la capacidadprovocativa del diario para atraer la atención dellector. Pero los criterios para incluir o no una notaen esta página son varios: ideológicos (al incluiraquello que es más acorde con la línea de pensa-miento del diario) o sensacionalista (cuando se buscala espectacularidad de una nota), y descubrir cuáles

son esos criterios también contribuye a valorar eltipo de periódico. Considerando lo precedente, des-tacaremos el lugar que ocuparon las notas en el apar-tado de “Resultados”.

Por otra parte, resulta de suma relevancia en posde buscar un periodismo científico en la RepúblicaArgentina, conocer la fuente de la noticia y el gradode fiabilidad que puede merecer la misma. La riquezao pobreza de las noticias presentadas también estádeterminada por las fuentes informativas de las quese vale el periódico, y dichas fuentes también “nosindican su dependencia o independencia con res-pecto a otras interpretaciones de la realidad” (León1996: 124). Para observar los resultados obtenidossobre este tema remitirse al apartado siguiente.

Una de las mayores dificultades con las que nosenfrentamos es que los titulares muchas veces noreflejan la cientificidad de la arqueología, y eso sedebe a qué el periodismo maneja otros códigos. Enprimer lugar, las notas deben ser breves tanto en elpasado (años setenta-ochenta) como en el presente(última década), y nuestros resultados suelen ser ex-tensos y ello lleva no sólo a que los titulares debansintetizar la información, sino a que se presentensólo resultados parciales del trabajo. Y los arqueólo-gos no estamos acostumbrados a sintetizar, porquenuestros informes son extensos debido a la imperiosanecesidad de demostrar que hemos realizado un tra-bajo a conciencia y detallado. De allí el enfrenta-miento con la prensa cuando la información quebrindamos aparece resumida, con oraciones impac-tantes, usando un lenguaje vivo e incluyendo sóloun número reducido de ideas en cada oración. Ensegundo lugar, los titulares tienen que ser llamativos,pues deben atraer el interés del lector y esto motivaa que muchas veces un título no refleje en lo másmínimo el contenido de la investigación, aunquesin duda plasmará el interés el periodista que buscarcaptar al lector11. En los casos analizados los títulosmás impactantes se vinculan a la mención de fecha-dos antiguos y a temas fuera de lo cotidiano –porejemplo, descubrimiento de momias, etc.–12. Sobre

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9 La Nación y el Grupo Clarín (los diarios de mayor ti-rada) son dueños de varias empresas y diarios del interior.Además, en su conjunto controlan alrededor del 80% de laprensa y son dueños (junto con el Estado Nacional desde1976) de Papel Prensa S.A. Esta última compañía es la únicaproductora en la Argentina de papel de diario.

10 Por otra parte, al ser esta publicación resultado deuna investigación mayor que abarca desde 1976 hasta elpresente (en el marco de una beca post-doctoral de CONI-CET: 2008-2010), incluir la visión de otros periódicos sobreun lapso de 33 años (que nos permitiría posiblemente apre-ciar otras posturas de la prensa sobre la arqueología, porestar posiblemente dirigidos a diferentes públicos, etc.), ex-cedía los límites del plazo de la investigación general. Porotra parte, debemos mencionar la no digitalización de losdiarios (La Nación y Clarín –mencionados aquí por serlos de mayor circulación nacional–) antes de 1996, lo cualnecesariamente obliga a un análisis de la versión papel dentrode hemerotecas nacionales (destacamos que las consultadaspara este estudio fueron la Biblioteca del Congreso de laNación Argentina y la Biblioteca Pública Nacional). A estodebemos sumar como dificultad el hecho de que no todoslos periódicos del período analizado se encuentran en dichashemerotecas, y La Nación es uno de los más completos dis-ponibles para consulta, en comparación con otros diarios.

11 Por ejemplo: “Riqueza escondida” en La Nación (Bue-nos Aires), 12 de diciembre de 1977, octava página; “Unaliento milenario en los Valles Calchaquíes” en La Nación(Buenos Aires), 3 de abril de 1979, décimo cuarta página;“En los túneles misteriosos” en La Nación (Buenos Aires), 4de octubre de 1982, octava página; entre otras notas.

12 Así por ejemplo entre los titulares sobre fechados des-tacamos: “Hallan restos de un navío que naufragó hace 300

este tema puntual quere-mos destacar cómo un ti-tular mezcla cuestiones ar-queológicas con conceptosmodernos que son incom-patibles. Por ejemplo en eltítulo: “Desde hace 10.000años habita el hombre elpaís” [en La Nación (Bue-nos Aires), 7 de marzo de1977, sexta página], sequiere destacar con una fe-cha impactante –por lo an-tigua– la ocupación del ex-tremo sur del continenteamericano, empleando elconcepto “país” –posible-mente acorde con un marcomás nacionalista y propiode la época militar anali-zada–, cuando desde la ar-queología no se utiliza elconcepto “país” para hablarde ocupación territorial ouso del espacio, dado quese estaría trasladando unconcepto político-geográ-fico hacia el pasado dondeesa clase de fronteras noexistían (ver Fig. 1).

Finalmente destacaremos que las notas durantelos años del último gobierno militar no acostum-bran incluir citas directas de los directores de lainvestigación o autoridades en la materia a dife-rencia de lo que ocurre en la última década. Posi-blemente esto se deba al carácter de mayor cienti-ficidad que se le quiere otorgar actualmente a las

noticias, buscando lentamente el mencionado pe-riodismo científico especializado en arqueología.

4. Resultados

4.1. Cantidad de noticias y contexto

Con respecto a los momentos de mayor o menorpresencia de noticias de arqueología argentina, vin-culado a cada contexto para evaluar si existe algunacorrelación, diremos que desde 1976 hasta 1983, lacantidad de noticias sobre temas arqueológicos fuedecreciendo lentamente. Para ello observar la Fig.2, donde se aprecia que estos temas han disminuidode 176 noticias para el primer bloque del últimogobierno militar [1976-1979], a 87 notas para elsegundo bloque el mismo gobierno [1980-1983].Temas afines como la “antropología” también dis-minuye en esos lapsos, mientras que tópicos como

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años” en La Nación (Buenos Aires), 26 de enero de 1984,décimo novena página; “Desde hace 10.000 años habita elhombre el país” en La Nación (Buenos Aires), 7 de marzode 1977, sexta página; “Diez mil años de arqueología ar-gentina” en La Nación (Buenos Aires), 14 de junio de 1980,onceava página; “Restos humanos de hace un siglo hallaronen el Neuquén” en La Nación (Buenos Aires), 12 de juniode 1979, décimo séptima página. Y con respecto a los temasque salen de lo cotidiano destacamos: “Se estudia la momiahallada en Catamarca” en La Nación (Buenos Aires), 26 deabril de 1976, novena página; “Una momia en Calingasta”en La Nación (Buenos Aires), 28 de marzo de 1978, sextapágina, entre otras notas.

FIG. 1. Figura 1-Nota del diario La Nación (Buenos Aires), 7 de marzo de 1977,sexta página.

“museos de arqueología” aumenta, y lo vinculado ala “protección del patrimonio arqueológico” prácti-camente se mantiene en los bloques temporales men-cionados (ver Fig. 2). Es evidente que comparadocon la aumento en el número de notas de los añosposteriores (durante el período democrático, espe-cialmente en los últimos 10 años, la cantidad as-ciende a más de 500 notas)13, las noticias reflejadasen el periódico sobre la temática fueron decreciendoa lo largo del último gobierno militar, algo total-mente comprensible considerando las condicionesadversas que ya mencionamos para el desarrollo dela investigación.

4.2. Los temas arqueológicos abordados por la prensa

Con respecto a los temas arqueológicos infor-mados que se priorizaron a lo largo del período es-tudiado mencionamos: preservación-protección-restauración-conservación-legislación sobre el pa-trimonio arqueológico y bienes culturales; estudiosde momias; análisis de los períodos preincaico,

incaico e hispano-indí-gena; estudios del arte ru-pestre precolombino (pic-tografías y petroglifos);avances sobre las teoríasdel poblamiento ameri-cano/argentino; estudiode “altas culturas arqueo-lógicas” y “culturas ar-queológicas” en general;relación entre la etnologíay arqueología; presenta-ción de hallazgos puntua-les; relación entre la Bibliay la arqueología; estudiosde ruinas varias (talescomo Santa Fe La Viejay las Ruinas Jesuíticas);homenajes a arqueólogosdestacados y fallecidos(tales como Suetta, Bór-mida, Casanova, Debene-

detti y Vignati); congresos de arqueología y disci-plinas afines; avances en estudios de laboratorio paraestudios arqueológicos (especialmente el laboratoriode radiocarbono); estudio de restos humanos; estu-dios de arqueología histórica; resultados de investi-gaciones arqueológicas realizadas por la construcciónde represas, tales como Casa de Piedra14 (algo queya mencionamos); información sobre museos ar-queológicos; y quizás uno de los detalles que nosayuden en la determinación de la existencia o no deun periodismo científico especializado, es la presen-cia de artículos que mezclan temas de arqueología ypaleontología.

4.3. Corrientes de pensamiento y la prensa

Sobre las corrientes teórico-metodológicas ar-queológicas que se evidencian dentro de las notas(para determinar la presencia de las mismas en cada

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13 Ver Tabla 1 sobre cantidad de notas para el período1997-2008 en Ramundo (2008g: 9).

14 “Casa de Piedra ampliará el riego a 300.000 ha” enLa Nación (Buenos Aires), 14 de marzo de 1978, sexta pá-gina; “Gruta de Casa de Piedra” en La Nación (Buenos Ai-res), 21 de mayo de 1978, tercera página; “Hallan en Casade Piedra una pieza arqueológica” en La Nación (BuenosAires) 20 de abril de 1980, vigésima quinta página.

FIG. 2. Cuadro comparativo de cantidad de notas por temas para el primer bloque de 4años del último gobierno militar (1976-1979) y el segundo bloque de 4 años(1980-1983).

uno de los momentos históricos de la disciplina),debemos mencionar que a través del análisis de lostemas tratados sólo se destaca la importancia dadaal tema de “altas culturas” (en oposición a “bajasculturas”), y la referencia a las “culturas” y su de-sarrollo, dejando en evidencia una posible improntahistórico-cultural europea, basada en el difusionismo(Ramundo [2008a], entre otros trabajos).

4.4. El seguimiento de la noticia

Con respecto al seguimiento de una noticia através del tiempo (para evaluar continuidad en lainvestigación periodística y abordar el estudio de laexistencia de periodismo científico sobre la especia-lidad), es importante destacar que se evidencia sólopara los casos puntuales de congresos nacionales dearqueología15, otros eventos científicos vinculadoscomo el Congreso Internacional de Historia de Amé-rica, algunas pocas noticias vinculadas al cuidadodel patrimonio urbano (no directamente arqueoló-gico)16, y la reiteración de información de algunasconferencias que se dictaban periódicamente sobrearqueología y temas afines. Para el resto de las te-máticas publicadas no existe un seguimiento de lasnoticias sobre arqueología, como si se aprecia du-rante la última década17.

4.5. Los centros de investigación destacados

Sobre la mención de centros de investigación, losmás nombrados –en referencia a las conferencias deentrada libre y pagas– son el Museo Etnográfico deBuenos Aires en primer lugar (con 23 mencionessobre las 425 notas), y el Instituto Nacional de An-tropología y Pensamiento Latinoamericano depen-diente de Presidencia de La Nación (con 17 casosentre las 425 noticias encontradas en total), aunqueen ambos casos no se menciona la institución sino ladirección de dichas entidades. En valores no repre-sentativos dentro de la muestra (por no alcanzar el1%), se hace mención a museos locales y/o provin-ciales, a la Universidad de Buenos Aires, la Universi-dad del Salvador, así como al Consejo Nacional deInvestigaciones Científicas y Técnicas (CONICET).

4.6. Los especialistas mencionados o consultados

Los arqueólogos más nombrados a lo largo deeste período han sido relativamente pocos compa-rando con los que aparecen mencionados en la úl-tima década. Así, se hace alusión al Dr. González, elProf. Gradín, la Dra. Sanguinetti de Bórmida, elDr. Lafón, el Prof. Orquera, el Prof. Piana, el Dr.Borrero, el Dr. Politis, el Lic. Eugenio, entre otros;y dentro del campo de la antropología al Dr. Cordeu.La escasa mención de estos profesionales y la faltade otros nombres de importante trayectoria dentrodel periódico, bien puede obedecer a la compleja si-tuación vivida durante el último gobiernomilitar –que describimos líneas arriba– donde mu-chos profesionales debieron exiliarse o mantener unbajo perfil dentro de la investigación. Sin embargo,a pesar de aparecer mencionados arqueólogos reco-nocidos, se destaca el carácter amateur de muchasde las conferencias donde se trataron temas arqueo-lógicos. Ya que las mismas se encontraban en manosde “especialistas” como Ibarra Grasso (consideradoun autodidacta dentro de la arqueología más tradi-cional), y de la figura recurrente de Kirbus, quiendesde esa época y hasta el presente, desde el campoamateur –y más vinculado al turismo aventura ar-queológico– se dedica a publicar escritos sobre ar-queología argentina. Esto nos ayuda a mostrar nues-tra idea de que es escaso el conocimiento que lospúblicos pudieron y pueden formarse de la disciplinay sus profesionales a través de la prensa.

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15 Por ejemplo: “Realizarán un Congreso de Arqueolo-gía”, en La Nación (Buenos Aires), 17 de marzo de 1978,sexta página; “Encuentro de Arqueólogos” en La Nación(Buenos Aires), 8 de abril de 1978, octava página; “CongresoNacional de Arqueología Argentina”, en La Nación (BuenosAires), 15 de abril de 1978, décima cuarta página.

16 Por ejemplo: “Tres barrios son reserva histórica” enLa Nación (Buenos Aires), 1 de junio de 1979, primera yquita página; “La preservación del patrimonio histórico” enLa Nación (Buenos Aires), 29 de agosto de 1976, sexta pá-gina; “Patrimonio histórico” en La Nación (Buenos Aires),27 de febrero de 1980, sexta página; “Restauración de lacasa en que murió Rivadavia” en La Nación (Buenos Aires),12 de marzo de 1980, décima segunda página, entre otrasnotas.

17 Específicamente para los casos de las momias halladasen el Volcán Llullaillaco (Provincia de Salta) durante 1999,y los trabajos de arqueología subacuática, en especial elrescate de la Corbeta Swift por parte del Instituto Nacionalde Antropología y Pensamiento Latinoamericano (Ramundo2008e).

4.7. La difusión de eventos de arqueología

Buscamos también evaluar si la prensa difundeeventos científicos de la especialidad que permitanconformar en la población una idea del caráctercientífico de la arqueología. En este sentido entre1976 y 1983 se han informado sobre los siguienteseventos: el Congreso Nacional de Arqueología de1978 en la Provincia de San Juan, así como confe-rencias de la especialidad18, y congresos afines(Congreso Internacional de Historia de América,1º Congreso Nacional de Folklore)19, entre otros.Lo cual, muy indirectamente, permitiría acercarnosa una idea sobre el carácter científico de la arqueo-logía. Sin embargo, la representatividad de estoseventos frente al gran desarrollo de la especialidadno queda cubierta. Dado que por ejemplo en 1976se realizó el IVº Congreso Nacional de ArqueologíaArgentina en San Rafael (Mendoza), en 1980 el VICongreso Nacional de Arqueología Argentina enJujuy, en 1982 el VIIº Congreso Nacional de Ar-queología Argentina en San Luis, y ninguno de ellosfue mencionado en las notas del diario La Nación.

4.8. El lugar de la noticia dentro del periódico

Con respecto al lugar que ocupa la nota dentrodel periódico y quién la firma, para evaluar la im-portancia que se le otorga a la disciplina a nivel me-diático, hemos comprobado que ninguna noticiade arqueología se publicó en primera plana del pe-riódico. Sólo aparece una nota titulada: “Tres barriosson reserva histórica” (en La Nación [Buenos Aires],1 de junio de 1979, titular y quinta página), aunquerelacionada directamente a un tema de patrimoniohistórico pero no arqueológico específicamente. Porotra parte, durante los años setenta y comienzos delos ochenta las notas no están firmadas por ningún

editor o periodista, y las referencias hacia arqueólo-gos consultados en las notas son de bajas a nulas (sehace sólo especial mención a los arqueólogos quedictan conferencias, sin aclarar que son arqueólogoso antropólogos, y se trata de los arriba referenciados).Mientras que durante la última década el diario sepreocupan por destacar, posiblemente para darlemayor credibilidad a la noticia, la filiación institu-cional de los arqueólogos involucrados en la mismay reafirmarlo constantemente a lo largo de la nota.Por otra parte, la mención de los investigadores y elrecurrir a entrevistas a los mismos para armar lanota, es el recurso al que apela el diario al llegar alpresente milenio. Lo que también se observa al res-pecto es que siempre –para determinadas temáticas–se consulta al mismo especialista. Hay que destacarque muchos investigadores no son consultados apesar de su idoneidad en determinados temas, ypara ello debemos destacar un factor importanteque puede ayudarnos a entender dicha problemática.Sólo hace más un año, uno de los centros principalesde gestión de la investigación a nivel nacional (elCONICET), ha tomado en cuenta y otorga unpuntaje al investigador, cuando el mismo se dedicaa difundir su tarea en revistas o medios de divulga-ción masiva. Esto hace que previamente a este cam-bio, difundir no brindaba beneficio alguno, y porlo tanto el interés por hacerlo era significativamentemenor y sujeto a valores personales, a la vez queuna forma de concebir la disciplina. Sumemos aesto que muchos arqueólogos no quieren tomar con-tacto con los medios masivos de comunicación, portemor a perder “cientificidad” en su tarea por la ter-giversación de algunos contenidos dentro de la notay porque “eso no lo leen los especialistas”, olvidandoque uno de los principales objetivos de la arqueologíacomo ciencia social es divulgar los resultados de susinvestigaciones al público en general.

En cuanto a las secciones donde se aparecieronpublicadas las notas mencionamos: “Conferenciaspara hoy”, “Editoriales”, “Universidades”, “Cultu-rales/Agenda Cultural”, la 4º sección de “Letras,Artes, Bibliografía, Historia”20, la sección de “Tu-rismo, caza y pesca”, “Sepelios”, “Carta de Lectores”,“Asuntos de debate”, “Noticias del Interior”, “Cien-tíficas” y “Ubicación Inespecífica”. Como observa-mos las secciones o sectores donde aparecen notas

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18 “Nuevos hallazgos arqueológicos en el Beagle”, en LaNación (Buenos Aires), 31 de marzo de 1978, sexta página;“Arqueología histórica. Una apasionante experiencia histó-rica”, en La Nación (Buenos Aires), 6 de junio de 1980, on-ceava página.

19 Congreso Internacional de Historia de América connotas en La Nación (Buenos Aires) del 14, 17 y 19 deoctubre de 1980; “1º Congreso Nacional del Folklore”, enLa Nación (Buenos Aires), 8 de mayo de 1979, séptimapágina. 20 Qué solo se publicaba los días domingos.

es muy heterogénea en ellapso analizado, dandocierta sensación de impre-cisión para el periódico quelo presenta, y por ende paralos públicos a los que se di-rige con respecto a qué es laarqueología y de qué seocupa, así como tambiénesto hizo que su búsquedaresultara una tarea complejay lenta (ver Fig. 3 donde semencionan todas las seccio-nes y los porcentajes de no-tas correspondientes a cadauna de ellas).

Con el pasar del tiempo La Nación generó mássecciones donde podrían localizarse este tipo de no-ticias específicas. Por ejemplo, desde mediados delos años noventa –que es lo que se analizó en otrapublicación (Ramundo 2008e)– las noticias sobrela especialidad han aparecido en secciones poco pre-visibles a la idea previa que teníamos al comenzar.Nosotros consideramos que para estos momentosposteriores de la disciplina sólo hallaríamos notasen apartados puntales como “Información General”,cuando no existían específicamente las áreas de“Ciencia y Salud” o “Cultura” (que surgen reciénen el año 2000). Pero la investigación de todo eldiario arrojó que las notas pueden aparecer indis-tintamente en: “Turismo, Opinión/ Enfoques, Ex-terior, Comercio Exterior, Campo, Política, Arqui-tectura /Arte”, la “Revista de La Nación” y los“Suplementos de Cultura”, “Comunidad” y“Country”. Sin embargo, los más llamativos apar-tados donde aparecen notas durante la última décadason “Espectáculos” y “Teve”, donde se registran no-ticias específicas sobre documentales de la especiali-dad (básicamente sobre el tema de AntropologíaForense que desde los años noventa cobra un papelimportante [Ramundo 2008e]). Datos que nos llevaa pensar que la inclusión de la información en lassecciones obedece más a un factor más intuitivo queobjetivo, lo cual podría contrastar en parte una denuestras hipótesis de investigación. Hacemos refe-rencia a la falta de un periodismo científico especia-lizado dentro de Argentina para el tratamiento delas noticias sobre arqueología, tanto en el pasado(1976-1983) como en el último tiempo (1997-

2009). Y esto se reafirma cuando en varias notas seconfunde el trabajo del arqueólogo con el del pale-ontólogo, hecho que lamentablemente se prolongahasta la actualidad.

Otro factor importante del que se nutren las no-ticias son las fotografías. En este sentido durante elperíodo militar (1976-1983) la cantidad de imágenesen blanco y negro es de 41 fotos. Siendo un por-centaje muy bajo (9,64%) para la cantidad de noti-cias encontradas (425 ejemplos). Los temas o pro-blemáticas que fueron ilustradas de maneraconstante han sido los edificios declarados patrimo-nio y que deben ser restaurados, así como las piezasencontradas o expuesta en museos, y también laimagen de los investigadores fallecidos o entrevista-dos (Cáceres Freyre y Difrieri). Existe una clara di-ferencia con las notas de la última década sobre ar-queología con respecto al porcentaje de fotografías,el cual es mucho más alto (ver Ramundo 2008e).Entendemos que en un mundo que cada vez másapela a lo visual, y que la fotografía permite ver lainformación apoyando o reforzando lo escrito, eslógico que su uso se incremente. Aunque tambiénsabemos que las imágenes pueden “ser manipuladaso orientar una opinión sobre el suceso. La imagenes siempre una sustitución o una reproducción de-formada de la realidad” (León 1996: 121). La foto-grafía, durante los últimos años han sido principal-mente usada en las noticias sobre las tres momiasrecuperadas del Volcán Llullaillaco, aunque otrasinformaciones de variadas temáticas muestran imá-genes y con pequeños mapas localizan los sitios oyacimientos en el espacio (ver Ramundo 2008e).

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FIG. 3. Secciones del periódico donde aparecieron noticias sobre arqueología y temasafines entre 1976 y 1983, con sus correspondientes porcentajes respecto altotal de notas publicadas y analizadas (Total: 425).

4.9. La creación de conciencia de protección patrimo-nial y la prensa

Uno de los factores importantes a destacar dentrodel análisis y que nos propusimos estudiar ha sidoel hecho de que en muchas notas del período anali-zado (50% de notas totales)21, se crea conciencia deprotección del pasado o patrimonio cultural, etc.Esto nos muestra un temprano interés sobre dichaproblemática, que será durante los años noventauno de los temas centrales (Ramundo 2009a).

5. Conclusiones

En el presente escrito nos propusimos evaluarhistórica y críticamente –desde 1976 hasta 1983–,las visiones que el discurso del periodismo de prensa(específicamente a través del periódico La Nación),elabora o puede elaborar acerca del pasado arqueo-lógico argentino. En este sentido diremos que -con-siderando las diferentes variables que tuvimos encuenta a lo largo de la investigación-, tales como laescasa o nula difusión de notas que presenten resul-tados avanzados o completos de investigaciones ar-queológicas, entre otros múltiples factores ya esbo-zados, las visiones del pasado presentadas sonfragmentarias, parceladas, y no condicen con los re-sultados que para el momento analizado la arqueo-logía habría brindado a la comunidad, mediante ladevolución de sus resultados de investigación. Haciatiempo que conceptos como “culturas madres”, “di-fusión”, “sociedades primitivas” (presentes en las no-tas estudiadas), habían dejado de emplearse en elmedio académico, y mucho se conocía sobre el de-venir de las sociedades precolombinas e históricasque habitaron el país.

Buscábamos determinar también el grado de co-municación pública de la arqueología, así como elrol que juega la disciplina a través de la prensa en la

construcción del pasado. Y en este sentido diremosque la comunicación pública ha sido muy baja enlos momentos iniciales de la investigación (la canti-dad de notas fue decreciendo durante el último go-bierno militar), y que esto ha ido cambiando con eltiempo (porque asciende la cantidad con la demo-cracia, especialmente en la última década). Aunqueaun resulta insuficiente dicha comunicación, dadoque la incertidumbre acerca de qué es la arqueología,sus funciones y utilidad para la sociedad, sigue siendoaún muy poco conocida. El estado de confusiónentre arqueología y otras ciencias es moneda co-rriente, y la prensa fomenta dicha tergiversaciónhasta el presente. Si a esto sumamos el escaso espaciodedicado por la prensa analizada a las noticias quetratan temas de arqueología, es prácticamente im-posible evaluar para nosotros y para los públicos, elrol que juega la disciplina a través de la prensa en laconstrucción del pasado.

Hemos intentado desde aquí aportar al estudiode la historia de la arqueología argentina medianteel análisis de esta nueva variable: la prensa. Quecomo mencionamos prácticamente no ha sido tra-bajada dentro de los estudios de la historia disciplinarlocal a diferencia de otros países de Europa (comoel caso de España)22.

Pudimos observar que la prensa no es indepen-diente de las circunstancias históricas, ya que duranteun momento conflictivo social y políticamente comoel último gobierno militar, la cantidad de noticiasfueron escasas comparadas con los períodos demo-cráticos posteriores. Por otra parte, aquellos temasque pudieran resultar “comprometidos” a la luz deun gobierno de facto, como por ejemplo el estudiode las sociedades complejas, jerarquizadas y con dis-putas por el poder (presentes en muchos espaciosdel Noroeste Argentino), así como abordajes quetrataran los aspectos ideológicos de muchas socie-dades, no fueron tratados en las notas que se publi-caron durante este período. Por eso consideramos,tal como planteamos en nuestras hipótesis, que elperiodismo escrito construye visiones del pasado yesa construcción está en relación con un contextosocio-histórico particular. Por otra parte, tambiéndeterminamos que las imágenes que se puedenconformar los públicos desde la prensa sobre de la

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21 Queremos destacar que la creación de conciencia deprotección del patrimonio no sólo se observa en las notasexclusivamente sobre “patrimonio” –que representan el17,1% del total–, sino que también se trató este tema en lasnoticias dedicadas a los temas que nosotros denominamosde “arqueología” y de “museos de arqueología”, donde directao indirectamente se menciona la protección patrimonial, deallí que hablemos de un 50% de con respecto a las notas to-tales (425 casos).

22 Ver en bibliografía los trabajos de Meneses Fernández(2003-2004 y 2007).

arqueología argentina y su devenir como disciplinacientífica, efectivamente no condice con el gran de-sarrollo de la misma, como si se pudo comprobarque tal desarrollo existió a partir de los estudios deotras variables tales como: actas y pre-actas de con-gresos nacionales e internacionales de arqueología,las publicaciones periódicas nacionales, las jornadasy encuentros de reflexión arqueológica celebradosen los años analizados, las entrevistas a distintosprotagonistas de la disciplina por aquellos años, elanálisis de las tesis de licenciatura y doctorado, etc.(Ramundo 2005). Durante este lapso sólo se men-cionó un Congreso Nacional de Arqueología, perono se habló de otros eventos, ni de trabajos especí-ficos realizados en diferentes provincias, así comotampoco sobre otros encuentros científicos más alláde las conferencias, muchas de las cuales fueron da-das por no profesionales.

Comprobamos que las noticias sobre arqueologíano se siguen a través del tiempo, y esto provocatambién visiones parceladas y posiblemente erróneas(por lo escuetas), acerca de ese pasado que se intentapresentar a los públicos a través de la prensa. Hemosdetectado también el uso de titulares llamativos,que poco tienen que ver con el contenido de la notay con el desarrollo de una investigación arqueológica,pero que por la propia lógica del periódico se titulande esa forma para captar al lector y se los seleccionaexpresamente entre la totalidad de descubrimientosarqueológicos “menos llamativos”.

Sobre las temáticas elegidas queremos destacaralgunos puntos esenciales: la importancia dada a laprotección y preservación del patrimonio en un mo-mento muy temprano de la disciplina, cuando elanálisis de las otras variables estudiadas y ya men-cionadas, mostraron que este interés será central du-rante los últimos diez años.

Por aquellos primeros años también preocupabael problema del poblamiento americano, algo quehoy en día ya no se encuentra en el foco de las in-vestigaciones. Algunos temas además nos permitenvislumbrar cierta influencia del difusionismo al tratarconceptos como “altas culturas”, y algo más propiode otras escuelas de los años cincuenta como el es-tudio de la relación entre etnología y arqueología(bajo la influencia en la República Argentina dela figura del Dr. Bórmida). Algo característico de laépoca que no condice con los estudios actuales, esla proliferación de notas sobre hallazgos puntuales,

que no contemplan en contexto en su totalidad(aunque esto resulta un resabio, ya que los estudioscontextuales se introducen a finales de los años cua-renta de la mano del Dr. González).

Puntos muy destacables han sido las notas dedi-cadas a nuevos estudios que se introducen en el paísdesde los años sesenta, y que tienen que ver con laforma de fechar mediante radiocarbono (y la crea-ción de un laboratorio nacional para estos estudiosen La Plata)23. Y finalmente, en cuanto a temas, seobserva la impronta del contexto al aparecer notasvinculadas al rescate arqueológico que produjo lacreación de represas durante el lapso analizado.

El seguimiento de noticias arqueológicas prácti-camente es nulo, excepto algunas reiteraciones deconferencias o temas patrimoniales urbanos princi-palmente, y la alusión en tres oportunidades al men-cionado congreso.

En lo que respecta a los centros de investigacióndestacados, más allá de esporádicas menciones a laUniversidad de Buenos Aires y la Universidad delSalvador, y las referencias para informar sobre con-ferencias a las direcciones del Museo Etnográfico ydel Instituto Nacional de Antropología, no se apelageneralmente al uso de los centros de investigacióna los que pertenecen los investigadores, como si seacentúa este detalle durante la última década.

La escasa mención de profesionales de renombredentro de la especialidad, y la falta de otros nombresimportantes dentro del periódico puede obedecer ala compleja situación vivida durante el último go-bierno militar. Sin embargo, destacamos el carácteramateur de muchas de las conferencias donde setrataron temas arqueológicos, en manos de “espe-cialistas” no arqueólogos. Esto puede deberse posi-blemente a ese silencio impuesto durante esos añosmilitares, y consecuentemente a la escasa oportuni-dad de conocer o dar voz a otros importantes inves-tigadores de la arqueología de aquel momento,dando a la disciplina una imagen poco científica.

La baja importancia otorgada a la arqueología deese período se podría reafirmar en que ninguna noticiafue titular del periódico, como sucede posteriormentepara hallazgos y temas puntales o llamativos. Reafirma

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23 “Investigación y servicios más avanzados en los nuevoslaboratorios de tritio, carbono 14 e isótopos estables”, enLa Nación (Buenos Aires), 6 de diciembre de 1977, primerapágina de 2.º sección.

lo anterior la vaguedad e imprecisión de las seccionesdonde aparecen las noticias, contribuyendo a con-trastar nuestra hipótesis sobre la carencia de un pe-riodismo especializado en el tema arqueológico tantoen el pasado, como lamentablemente se vislumbraen el presente (por las investigaciones más actualesque mencionamos). Factor que se ratifica con la cons-tante confusión entre arqueología y otras disciplinas.

A modo de reflexión final diremos que aun nosquedan varias cuentas pendientes para futuras in-vestigaciones, entre ellas si se menciona el financia-miento de las investigaciones (y lo que ello implicapara la conformación de la imagen de la arqueologíaen los públicos); si la noticia en sí misma transmitealguna imagen acerca del pasado, y la relación deesa imagen con el contexto histórico estudiado. Porotro lado hace falta evaluar qué visión de lo nacional,y dentro de esto qué lugar ocupa el componente in-dígena dentro de la historia nacional “según” laprensa (es decir siempre en función del discurso delperiódico), como formadora de visiones del pasado,entre otros temas.

Hemos destacado el escaso lugar que ocupa larepresentación pública de nuestra disciplina, perofrente a ello debemos reafirmar que no podemos nidebemos dejar este espacio vacío, ya que esto afectóen el pasado y presente a las investigaciones, y noqueremos que continúe. Porque consideramos quela prensa es una vía válida para lograr –con otrasmúltiples variables– la valoración del patrimonioarqueológico por parte de los públicos en general.Así entendemos que a mediano y largo plazo, la co-municación pública de los conocimientos generadosen arqueología argentina, transferidos a través delperiodismo escrito, podría lograr que la ciudadaníavalorice aún más el pasado argentino.

6. Agradecimientos

Agradezco a mis padres, a mi hermana y a Fer-nando por su amor y apoyo incondicional en la viday en mi trabajo. Y a los investigadores que no dudaronen considerar que un estudio sobre el impacto de laarqueología argentina en la prensa podría resultar uninstrumento valioso para recuperar otra parte de lahistoria reciente de nuestra disciplina. A MiguelSchettino y a Maximiliano López Ricardo por el ase-soramiento periodístico acerca del diario La Nación.

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