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Variedades de Jurisprudencia o Colección de diversas piezas útilespara ilustración del Derecho.

Edición original: Imprenta de J. M. Lara, calle de la Palma núm. 4,México, 1850.

D.R. © 2006Esta edición facsimilar y sus características son propiedad de laSuprema Corte de Justicia de la NaciónAv. José María Pino Suárez Núm. 2, Col. Centro,C.P. 06065, México, D.F.

ISBN 970-712-589-6 Obra completa (9 tomos)ISBN 970-712-665-5 Tomo IX

Impreso en MéxicoPrinted in Mexico

Esta obra estuvo al cuidado de la Dirección General de la Coordinaciónde Compilación y Sistematización de Tesis de la Suprema Corte deJusticia de la Nación.

SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN

Ministro Mariano Azuela GüitrónPresidente

Primera Sala

Ministro José Ramón Cossío DíazPresidente

Ministro José de Jesús Gudiño PelayoMinistra Olga Sánchez Cordero de García Villegas

Ministro Juan N. Silva MezaMinistro Sergio A. Valls Hernández

Segunda Sala

Ministra Margarita Beatriz Luna RamosPresidenta

Ministro Sergio Salvador Aguirre AnguianoMinistro Juan Díaz Romero

Ministro Genaro David Góngora PimentelMinistro Guillermo I. Ortiz Mayagoitia

Comité de Publicaciones y Promoción Educativa

Ministro Mariano Azuela GüitrónMinistra Margarita Beatriz Luna Ramos

Ministra Olga Sánchez Cordero de García Villegas

Comité EditorialDr. Eduardo Ferrer Mac-Gregor Poisot

Secretario Ejecutivo Jurídico Administrativo

Mtra. Cielito Bolívar GalindoDirectora General de la Coordinación deCompilación y Sistematización de Tesis

Lic. Laura Verónica Camacho SquiviasDirectora General de Difusión

Mtro. César de Jesús Molina SuárezDirector General de Casas de la Cultura Jurídica

y Estudios Históricos

Dr. Salvador Cárdenas GutiérrezDirector de Análisis e Investigación Histórico Documental

FACSÍMIL

VARIEDADES DE

JURISPRUDENCIA o

COLI1CCION DE

UTlLES

PARA lLUSTRAClON DEL DERECHO.

TERCERA PARTE DEL

SEMANARIO JUDICIAL.

TOMO IX.

MEXICO.

Imprenta de José Mariano Fernandez de Lara, calle de la Polma nóm. 4.

-1855.

1 FORME QUE SOSTE 1\'léNÓO LA. SF:NTF.1\'CIA DE 9 DE ~IAnZO DE -1853, ¡'; ' QUE POn 110.'11-

CWIO CO i'iUE!'iÓ A MAnlA DE L.' LUZ UIU\'O A SEIS ARo:; nE TIIAOAJ OS DE:'\TRO I,A

PHlSIO:>t't CO!'iTnA L,\ QUE E:oI SEGUNDA E'I'STMiCl,\ LA CO,'OE., (i AL ÚLTJ:l1O SU PLI ­

CIO, DIJO El. 24 DE ABRIL QE i 855, ANTE LA EX~lA. TEnCWA SALA Dn SUPRE­

MO TRIBUNAL DE JUSTICIA Df; LA 'ACION, EL ¡\NTES JUEZ f' fIIm::no, HOY CUARTO

DEL RAMO CRlMlNAL, LIC. D. JOSE )IAIlIAXO CO NTRER\S .

Ego ... ,hM partes 1 nitatis et miscr icordiac, qU(ls m e natura ipsu docoit semper egi Iibcn tel': ilbm Yero g r:\\'itMis, severitlltisquc personum Don appelivi sed ab rcpublica mihi impositum sustillui" . . . . .. Quoa si lum OUm ¡'espublioJl vim et sevel'i tutclIl desíclcrabat, "ieí nuturum, &; tam \'chornens, fui quam cog6bul' , Don quam volebnmi nuno, Qum omncs me cauaro ad miserieol'd iam et humanit<ltem voeent, 'lUUJlto tandem Bttldio debeo nnlul'lle mero, consuetudi-Dique ser vi l'e? •

CICEIIO, pro L , 11IurcI'1a, cap, 3 ?

EXlllo: Sr.- Imploraba Enriquo :Francisco D ' Ag!lcsseau en cl principio

!le: una !le su s mercuriales la indulgencia de los magistrados que le oian, te­

meroso de herir algunas susceptibilidades al hablar del influjo tristísimo que

ejerce la p revencion sobre los j neces, Cuidó de conciliárselas, esponiando á

la consideracion de aquel auditorio distinguido, que el hablar <.le esa pasion

no era sino mostrar á 'hombres virtuosos los defectos <.le su propia virtud . L a

prevcllcion , decia el ilustre Cancillel', no es mas que el delito de los hombres de bien . .

¿Por qué ¡.jUSillll fatal ser~, que el entendimiento , que de buena fe busca la

verclad , no tropieza á menudo s ino con la mentira; que siendo lo verdadero

su único y digno objeto, de ortl inario solo encuentra en lo falso su placer? Tal

es, sin embargo, el prestigio de la prevencioIl. el encanto que obra en los sen ·

tidos : mil fulsas imágenes oscurecen Jlor fu era los ohj elos, mil secretos mo­

vimient08 nOIl lus arrebatan; y sea impl'esion estraña, ó ¡educcion domésiica,

4 VARlEDADE'l

vemos solo lo que no c:s, y lo que es lo descubrimos raras veces, iQue mu­

cho! si por la misma via de la imparcialidad, si en la scntla por donde el en­tendimienLo se sustrae á la amistad, al valimiento, á In compasion, alodio y

hasla á la prew3ncioll misma, es te proteo, en forma de vírtl1d, se le ofrece in­porLlIno y le ~etluce! ¡Qué de ocasiones el estel'iOl' de una persona, á la que recom endaban LOtlos los 3ccidentes de la virtud, sojuzgó irremediablemente

lluestro coraZOl1; y euántas olras l\lla belleza intercesora puso en alarma la

suspicacia de Ull juez recto, y le estra vió, hasta hacerle condcnar á u.u inocen­te! Jueces hay que suDa ron que penetra bu su yista el corazon, y no 60n ra­

ros lus que pretenden que alcanzan por un instinto la verdad: ciegos peligro­

sos, tanto mas cuanto que ignoran que In son,

i Cuánto habria ciado porque me fuera lícito ofrecer esa mcrcurial de D 'Agllesseau,.c!sas páginas tle oro, á la visla tic los jueces tle Luz Bral/o, antes de la sentencia de 20 de Diciembre de l8::;3! ~Iiratl, os ruego, les diría, que os al"febata vuestro celo, os engaña vuestra rectitudj desconfiad aun de la nol.,le­za de vuestros selllimientos, Hay un error funesto que tiraniza hace siglos J08

entendimiento~ de los jucces, ulla ilLlsion de la que ,de ordinario somos el ju­guete. Y no es uquÍ, sellores, entre los inocentes calumniados donde la pre­vencíon hace es pecial mente sus estragos; .entre los reos de dejitos que se ex­

pian con penas illferioresj a\li, contatl, si os es posible, el número tle victi­mas. Os mostraré una sola.

Eran las ouce de la manuna, HI de Agosto de 1 52, Y una l'iila, de esas

ordinarias en d mercado de l&xico, ll amó la alellc~n (le los t:oncurrentes,

P asaba entre uos mujeres y no panadero, de quienes este habia hecho gozar con él sucesiva, ó no sé si allernativamente, á. aquellas de los placere8

conyugales, y comia etl un mismo plato C011 la \lna . La otra compraba re­caudo por las cercanias, y al ver una escena que para 'ella tenia algo mas que interesal1t~, se detuvo; y su ademan y gesto fueron muy fácilmente traduci­dos como l1e imlígnacion y zelo.

Maria Luz Bravo er:J su 110nlbre, Al1llrea Malina el de Sil rÍl'al, y Domin­go Islns el del que daba mOlivo ;1 esta pasion. Habia prelel?dido en aque­llos días, i hemos de dar crédito á Luz Bral'o, anudar relaciones illternllU­

pidas; y al verla en esa vez, J:¡ invitó á participar dd plato en que comia con la Molina. Tristes pll(1i~rOll ,Iesue cntollces'ser los resultados: la nravo

llab ia comprado 1111 cuc hillo en mcdiO". Ningull motivo nos aulol"iza para ~u­

poner á esta adqllisicioll (111 designio e~pecial. Una mujel' pobre, que desem­peña personallllenle todas las haciendas domésti ca ha podido destinarle para

un uso inocente. ¿De dónde pudicra prever la riña que lIcaecíó? En el cuar­

lO, lo ha oido ya V, E , alegar contra la reo por el Se1)or Fiscal en la segunda

HE JUJUSPJWDJ<l:\<;l ,\. ---....... -...;---.... ...---~---_~I ... , ... ,_ .. ~ ...... _',._ ........ _~ i nSlanda, no se encontró otro cuchillo. Luego faltaba el de usos de cocina.

Al proponerla hlas que comiese en un plato con él y la Malina, el prim~r mo·

vimiento de la ira suscita la reciente idea de ese instrumento, y la sugiere lla·

me á Islas á reñir. como declara su rival. Esta enemiga mortal de 'lluestra

ll,ravo, á que el Señor Fiscal perdona todo, si en daño de esta le suministra

la mal ligera circunstancia, reveló que ¡,uz Bravo llevaba la marca de UIIOS

grillos, y por esto su dicho vale mas á los ojos de su señoría que el testimonio

de Calan: esa tes-tigo dice que Islas la provocó cuando comian (1). Envilecida,

pues, sobremanera en un lugar tan concurrido, uevuelve en su iJioma las in­

jurias; y la plebe, ó Islas segun ella creyó, la escarneció á silbidos. Lo dicc

la Malina (2). Y sin emb~rgo, scilor, de tanta afrenta, esta mujer armada

corresponde tan solo con puñadas y tirones de pelo, cuando con ella hace

olro tanto la Malina.

Quéjase de que hlas la tomó de los brazos por la espalda, é indefensa la

ofreció á la Malina (3); esta asevera que ese triunfo no fué dado mas que á su contraria: el criterio del juez ve admitido el hecho abstracto y siimtese nece~

sitado á pr~8umir que no á la Bravo cuyo orgullo Islas se proponia mortificar

desde ~l principio y á la que \'ino 50 provocar concl,Jida la quimera. mas á la ·

Molina con quien se hallaba en tan cordial inteligencia. con quien comía .en

un plalo, y la que afirma se lo llevo consigo, fue tributada esa vintoria. Yo la

lio á la consideracion de este supremo tribunal ceblindose en su presa, sacian­

do en ella una ira de mujer. ¿ Y las pasionlls que arden en el ánimo de la vencida Bravo? ¿El vilipendio, la indignacion, el odio?:::::: Son nada, Sr. Exmo., para la sentencia de segunda instancia [4]. Zenon con brazo fuerle

las detiene ante el Sloa (5) y los seílOres ministros de la segunda tlala que al

sentarse en el solio las abjuraron ladas no las admiten como escepciones á los

reos. ¡Desgraciada mujer! ¿Cuando en la cárcel al lado de tu madre veías en

cada reo un ca90 práctico del poder de las pasiones, imaginaste te estuviera prescrita una ley tan se \'era?

Un 'policía se acerca y pone lérmino á I~ lucha, si lucha ha de decirse la

( IJ Fojas *1-[2) Alli. ¡::J J .Fojas Si> pago 15.

[1-J Todn acrion mala es obra de las pasiunes desarregladas cJue jama, [meJen serv ir de di •. '·nlpn. cualquiera que sen el temperamento de la pcrsonn que se deje arrchntnr de ella. S~'I1lcu . ~ ia de segunda instancia cerca del fin .

. ~ ~ Púrli"o en que 7.cnon cODgrrgaba" .11~ disripulo-. ~lQa . puerta en ¡:rie;;o de ah í d latino ·~toi , · u' y ..¡ "'pañol E~I o i ,·~ .

I'HH :1 " T. IX-2

6 \' A IllElJ A Ql::S --_ ................ --_ ...... __ ..-.--._--~ CII que se elltra ya venci¡}o. La Molina, Islas y un Felipe Rineon que no pu­

do encontrarse, se retiran y piérdense enlre la multitud. Aquella lleva sobre

el allDa eala prueba de amor. ¿Y Luz Bravo?:::::: Por las calles de Porta­

Coeli y-la Merced se retira á su casa, y en el licor va ahogando las furias que

la agitan. Islas, á quien la Bravo pro\'ocada desafió en \In primer ímpetu , 110

lleva bien el q':!e se diga retrocedió ante una mujer, y se separa de la MOlina, cual esta nos refiere, COIDO en Sil preparatoria Luz Bravo uos declara, y como

afirma Serapin Vill;lgra~ á quien deseo que cOllozcais por el papel interesante

que va á desempeñar en !Jsta tragedia. "Andrea y Luz B ravo, dice, se pelea­

rou agarrándose de los cabellos, y despues el hombre vino siguiéndola; y en

donde ésta se paraba lo hacia tambien aquel, y asi llegaron hasla· la casa dc l Cárri;en.'· . .

Nada volvió, Sr. Exmo., á saberse desde entonces sobre Domingo Islas.

Pocos dias despues, en una cuadra del ·cnartel del batallon de Bral'os, pa­

liaba un episodio de esta historia. Anastasio Chavira (1 J, soldado de aquel

'(uerpo, á quien daban el sobrenombre de el Charol, descansaba entregado á

un Bueño profundo, y á su lado dos de sus camaradas departian en ~n lenguaje

aoez, q~e no es necesario repetir; y la sustil ncia ele BU diálogo consistía en que el Charol dormia alll tranquilo, pudiendo haber tocádole la suerle

del panadero, á quien la manceba uel mismo Chavira habia dado muerte, y dejádole encerrado dentro de un cuarto. Cómo llegó á noticia de estos el

delito, no fu é posible al juez averiguarlo: agotados 108 recursos de la inves­

tigacion, y estraviado en esta senda, hubo por fin de abandonarla.

El 25 del mismo mes de Agosto (2) una mujer, á cuyo cargo se encontra­

ba la casa de Ntra. Sra. del Cármen, sita en la calle del puente del Rosario

en el cuartel 19, dió noticia al alcalde de que á la puerta de un cuarto, cuyos

moradores habian desaparecido llevándose la llave, se percibian miasmas tal

vez de algun cadáver en descomposicion, y el funcionario referido comisionó

al gefe de manzana. Cerciorado éste, mandó forzar la cerradura , y allevan­

tar un pptate apareció un cadáver en postura supina, sus miembros contrai­

tlIlS, y quc la eorrupcion hacia en ellos un formidable estrago. A penas se

percibia lo que habia sido, y entre los agujeros de los gusanos en la piel, en­

tre las sustancias animales que en descomposicion habian corrido por la TO­

pa, se pudo distingu ir sobre el costado izq nierdo una lesion en forma de he­

rida, y bajo ella, en el pavimento, que eu sola aq\lclla parte era dc madera,

gran cantidad de sangre. No la habia en ~artc otra ~Igunn tIc aqucl cuarto:

(1 ) Fojo, 10 ,·,,/'Ita.

~ :! - . I'ojó! .. :.! fn" llt r.

m: J U RI~PRU[)ESC I.~.

rntre el pequeiío mímero de objetos de que se componia el maneje, no sc en·

contrtí una arma. Coligió de aquí alguno que el hombre habia sncumbidn

indefenso. Un cadáver, serior, ' no se menea: luego este hombre al ser heri­

do estaba boca arriba. Luego tambien dormia, y el homicidio fué alevo~o. Acogen fáGilmente aUIl las pere,onas de criterio los hechos adm irablcs, efec'

10 de la imaginatil'a que se anticipa al raciocinio. Quien los uye dlldoS08.

108 trasmite ciertos, les presta circunstancias quién los recibe desnndos de

intere~: Etmdo CI·escvllt. A~í rué como el homicidio de Islas I'ino al tribur,al

del que habla, y ha llegado á los eslrados de V. E.

Festiná~onse los procedimientos: sin Jejar qUti el juez se instruyesc dd

estado original de las cosas, el cadáver rué removido. Ocurrí en el momcnt".

recogí las eSl'asas noticias que minist.raban la situllcion de 109 objetos r otr~" seriales aun no de9van~cidas: en el acto tuvo principio la aVE'riguacioll, y f\l~ : ron comunicadas las órdenes á la policía. Un'! tes tigo presencial, dc cdlld

de cinco arios, que V. E. cunoee con el nombre de Serapia Villagra, me ".'

veló á Luz Bravo, cual rE'O del homicidio, y refirió sus circlln~t :llIcias. 1-: .. lo principal era unica; pero t'n cuanto á la riña del mercauo, su testimoui ..

estaba 80~lenido por aquella Molina, rival ue Luz Bravo, cuya memoria ~\. j­

vaba el rencor y cuyos labios aun estaban verbosos por los zelos. Era 1'1

occiso aqut'1 Domiogo Islas que las hizo reñir en el mereal lo, y el nlÍsmn

que. siguiendo 'ú la 8rayo por la!! calles de Porla-Cadí y la lerced, lIeg6 ¡¡

13 casa de ésta, que, como Vll di cho, lo er:1 UI1 cuarto ('11 b. I1 ~m,t(la ,ll' l 1:5r­

men núm. 9 del puente del Bosario.

Desde J :llapa (1 Puebla, y hasla México, el noml.tre Luz Bra 1'1) está regi~,

tmdo en las prisiones: ella misma imprimió ~obrc su cuerpo con ul procl'di.

miento de los salvaje", y galeotes. la marca indel~ble de unos grillos cllal siE'r­

va de la pena, cua1l'ropiellad del rímen, Y lUf'go aquella n'JI.:hll horrible.

aquel cadáver encerrado é ignorado seis, dias, Sil p~stllrll su pina, bll~ mielll ­

hros contraídos, la po(li'edul11bre, lodo. ~eiior. ha!'c al especlador horrori1.~d o

buscar la cau~:t de tales seosa,·ioo~ s, y al decír~ele que en el lt'r,lIo le dió b

muerte una mujer, en el lecho en 'lile le :nl ll1itía al gnce de ilicilOS place res,

la idea del homicidio se relaciona luego cnn la iclea uel suplicio. Así 8{! ha

propagado entr(l las mismas de su sexo: ya el I'erdugo lo s:lhr. , ya !'onlpmrb

en sus mano!! esta \'íctim>l, el sac:udírse ,le ella cuando la ma~!'~da , eli:H:Ha

sus vértebras, y el eSlipendio de est:1 sangrienh industria. Esta 1'9 la id f':l

de qlle ya ocnpad.'\ la opinion enconlrará quién conciba el de~i gnin dI'

defender á esta m\ljer. En la sE'guntla instancia cstl\ )':1 prejnz!!,ado '1111' di,;

h muert!' fI TRI~R rogiéndol~ dormitlo, )' ¡:ly de Luz Br:l\'o! iay del jll('1. 'tUf'

-f~l1ó en I:J primf'r:J. in~tal\ri r,' 1' :1 1' :1 a'1url b h 111111' 1' 11'. par:l ;'6 t(' h 1·f'Il~l1rH .

s VARIEDADES

Agotados por entonces lus recursos de la investigacion, qnedó la causa re­

servada, tal vez entregada al olvido, si se fiara á los recursos ordinarios de

nuestra policía; pero una mano invisible impele fi la Bravo á su destino.

(nstrumentos son de ella por dislintos caminos vuestro saber y mí ignorancia,

vuestra energía y mi debilidad. Casi á las puertas de la prision fué recono­

cida, y sin resistencia traida á mi presencia. Su confesion vino á confirmar

e~ cuanto al hecho principal la declaracioll de la Villagra: peto varía de tal

manera en cuanto á las circunstancias todas del hecho, que liolo nos es lícito

tlecir: Luz Bravo es la homicida de Islas. Mas allá solo hay conjeturas y pruebas imperfectas, en las que á cada pafio viene á asociarse COIl ~a razon la

fantasía. Afirma la Villagra, que acontecida la rina del mercado, y al llegar

con la Bravo al cuarto de ésta, IsI~s, que la perseguia, la preguntó si por fin

qu~ria renir, y la Bravo "le tlió un cuchillazo de cuyo golpe fué cayendo,

cayendo, hasta que se murió."

Agrega que la Bravo cerró la puerla del cuarto, y la dijo que fuese en bUII­

ca de su madrp.; y consta por declaracion de esa misma, que á dicha hora,

en ese dia, vino Ser!lpia Villagra en busca ~uya al callejon de Santa Cruz (1). De cuantos hechos referidos por la Villagra, ya antecedentes, ya posteriores

al homicidio, ha habido otros testigos, su relacion se encuentra por ellos con­

firmada; mas se la observa aislada por de~gracia en (}UalllO al hecho princi­

pal, y los puntos en que resulta confor"le, no tienen con aquellos en que es

única, una necesaria conexiono

La gra\"O, al confesar, invierte los ti~mpos y agrega circllnstnncia~ (2):

trasfiere el !.omicidio hasta la noche de ese rlia, en la que Islas, ya acosta­

d.~s, rlice ella, insistió en que el dia siguiente partiese con él á Cuautitlan ó

Puebla; que ella lo rehusó, y acostada como estaba, aquella puso ulla mano

pn el cuello y $obre , p.l "ieñlre una rodilla: y solo á merced de un podero~o

e,,(uerzo que le prestó hf angustia. rudo librarse de sus garras, ponerse en

pié .. y·tomando del brasero lfn cuchillo, hubo de herirle en un costado; no

;c¡in que tambiell Islas la hirie.se eu los dos brazos; h!lridas á las que atribuyó

tlos cicatrices, cuya existencia quedó cerlificada. , Niega que al homicidio

haya estado presente la Villagra, y esplica su evasion de una manera absur­

da en sí é inconlpatiblc con hechos ya evidt:ntes.

Establecidos solamente f;!l homicidio y el aulor, las circ~nstancias no podian

obtenerse sino de la declaracion de la Villagra. Encontró el juez ~n ella una

lIarracioo fácil y sencilla, ese órdeo en las ideas libre de artificio, y que no es

[1 J J.·ojos 11 frente 111 ?

(2). Fojas 33 frente. 111 .0

DE JURISPRUDENCIA. Il

otro que aquel que en la memoria dejaron á su vez· las sensaciones. . Sin la

invencioD que se descubre luego en la impostura. sin aquella cautela qlle al

momento le echa de ver en la mentira, los hechos subalternos correspon­

dientes entre si y en armonia con el principal, la pequefia testigo ni aun pa­reci. cuidarse de que habia un desconocido que la oía, un juez que la inler-· ropba (1). Mi entendimiento habia percibido la verdad, y sentí domina­do mi criterio. Pero la.1 leye8 de este me ·edvirtieroD que aquello solo era

verosímil; y V. E. sabe que es lo que importa la verosimili'tud. Una his­

toria demostrada falsa, todavia puede llamarse verosímil. El criterio legal exigía de todo testigo el juramento: "Ningun testigo non

debe ser recebido ain jura, ni IIU dicho valer," segun Alonso X (2), Y la e~­casa edad de la ViIlagra reliltiós8 á elta garantía. Aun cuando así no fuese,

lí. tal diltanc;ía de l. prescrita ~ los testigos en caulas crimtnale:-, quinre años

ante. de los que la ley de partida ha establecido, un juez ninguna debiera de otorgarla. Oid, sellor •. cómo 88 esplica Mittermayer (3) IIObre la f3 debida á

la.s declaraciones de los nillo.: "Dése el valor que se quiera á su inocencia, á

su palabra lincera, qtA lin calcular las consecuencias no es presa mas que lo

que ha caído baj~ la impresion de 8U8 sentid08; el legislador no dl'jará de lemer

la ligereza natural de su entendimiento, la pobreza total de sus medios de ob­servacioD, su costumbre de no ver I,s COS89 sino superficialmente. y conten·

tarse COD la primera impresion; y en fin, le halá retroceder una considera­

cion de las mas fuerles; es fl saber, la frecuente esperiencia de que su jóven

¡maginacion viene á mezclar imágenell erróneas con las observaciones reales.

Esta ineptitud de los nil10B para suministrar la prueba testimonial, es por lo

menos un principio comun y de !as legislaciones particulares de Aleanania."

Adoleciendo de todos estos! vicios el aserto de Serapia ViIlagra, y no valien­

do..ni la fé de un testigo. encontrábase aislado en el proceso. No e~ solo la ley

patria (4). 110 el ~erecho comun (5) el que la niega; lo rehusa la pública con­

ciencia. Que "por U11 testigo ningun pleito non se pueda probar cuanto quier

que 8ea ome bueno é honrado," dijo D. Alonso [6J con aquella su inimita· --- . (1) Plurimum quoque in excutienda vtri/ate elio". vox ip,j:¡ et cognitioni, wbtili"

diligentia aafert: nam ex 'trmane el ex eo, qua qui. con.otantia, qua trepiaatione quid aietre!, veZ cuj ... u;ütÍlnationi, qui'que in cillilate l1Ul tat, qua¡dam ",a illuminanda", 'IltTitatem in locum emtrgunt. Chari.i'lU [qui el Arcadiu,] lib. ,ing. de tu/ib. Dig. lib. 48, tit 18, 1. 10, ~ 5.

(2) P. 8 !" , tito 16, l. 9. (S] De la pruebo ea. mato crim. Edic. de ~fad . lSr; 1, cap. 41, pá~: 275. (4) P. 3, tito 16, 1. 32. (5) Cod. Iib, 4, tit. 20, 1. !J . l6] L. dI.

ble sencillez: 011'0· tanto habia dispuesto Constantino [1] Y reconocido cual

dogm:l ell nuestra ciencia Quinliliano [2J.

Confesaba Luz Bravo, e. verdad, el nudo hecho, haber cometido el ho­

micidio; pero 8U confelion iba restringida con la cualidad de propia defensa,

y aunque en la cueslÍoll tan debatida antiguamente [3], y ahora de nuevo suscitada, sobre cJivisibilidad de las confesiones cualificadas ó complexas, CII

particubr de esta e~cepcion, el juez haya declarátlose á favor de la divisibi­lidad; esta opinion, á mas de ser contraria á una causa fa\'orable, los argu­

mentos que la impugnan Ion de dificil respuesta. El principal que milita á IU favor es el8iguiente: Una tal confesion re­

suélvese en dos hechós: primero; Ticio venia con arma sobre mí: segundo,

Le dí muerte: hechos coexistentes; pero no mas que coexistentes, pues que

son distintos é independientes entre sí, por lo que el uno puede probarse sin

el otro y admitirse por la caulla de la aculacion, r dejar el otro á que le

pruebe el reo . "Si plura ,inl eapila eonfe8&ioni. sttparata, dice Voet [4] , qtlorum unum haud dependet ab al/el·o. niMl vetat quominus divisio con­

fe:Jlionis admittatur, el acc:ipiatur pal's altera, altera "jiciafllr; sicut Ul1alll

JlarUm .ell lentitB qtclZ conjea,íon; lJimiLi, eal adllliltert polell! 'lui 8uccumhil,

ee ti acquielfcere, ah altera flero appelare. Sin omni(t eonf~asiolli compre­

hen,a sinl inter se comuza, el tmiU8 qtl({8i ae/u, eontinui factum conlineantj nOIl videttlr cirea eumdem actum admitlenda .tZparatio, el prnillde vel lola

conf.uio esl acceptal1da, vd tota ujiciellda: qUUnl ifliqttt/m ,it eDll/llloda IJlli­

dem admitiere; repudiare vera OlleM eisdem coltertl1tia."

Eduardo Bonnier se csplica así 600re la divi~ibilidau de la cOllfe~ion en materia civil [5J. "Cuando me s"irva.de h dec\araoion de mi adl'ersario, pre­

ciso es que la lome como fué emitida por ·él, .'liu que sea posible desmem­

brarla, á fin de aprovechaII~e i1c lo que CIIlCllentre en ella favorable. Seria

hact:rle decir lo que 1'11' \'erdau no dijo ni quiso decir. D!slocar una frase,

aislar una e~pre8ioll de las demas COII quiene~ diérala relacion el pensamiell'

(1 ) El "''''e 1IIallij.:stc salle";,,,", ul~"iIlJ 011111.;110 te.ti. "uponsio .¡.(}It altd<"t~r etimrui¡r~ . cfartr C1tritr hOllore prn./'II.lgeat. Codo 1. cit.

(2] SucClfrrall1 IJob;" CatolLes, cl Scipümes, el 101 c!l1r;ssima liostrtr "¡.il,,tis tlon,;"c, ~,", .

mili u1lico teslimonw jidJ!. nu/tquam 'ese WiJa. Quintiliano declam3c. :la8. [3] Caóally reJolution. criminal. fractat. de onUI , ge><. /¡q",irid. IIn. 96~, 111 -1 114 Y J ~O,

~[uriJlo, libo 2, tito 18, § !3~. Ilev. Bolañ. part. 3·"', § 13, UlI. 12 y 14. Aut. Gom. v. r. ¿,

ddict . c.ap. 3, on· 22, 23 Y 24. Ro6uti Horat/tae ''Pec1'(UWI aereulll , pal·/. 8 f' rf~ ciJrfewo>u,

§ 27, p1i.g. 556. r,q CQmtllt. al tit. De eOIl/m ir. n. Ü.

l5 T!:lM th."riq. ~I pr~till ' de< I'rCl\\" . :}" ral"! . ~ ~! 9:1. pR~ , 30~1 ,

m: .1l' IIISI'IWDE;\( ' I .\ . , 1

to, C~ muy fa, il, Y muy úlil arbitrio para atribuir á cualquiera UIl (:oncepto

contrario. Lícito es aceptar ó repel er; mas no desnaturalizar la cnnft!sion.

Demandado un deudor, confiesa el mutuo y niega el int!lres: si el actor no

tiene otra prueba del contralo, en \'ano ocurrirá á lag presunciones para pro­

bar el inleres, dando la confesion por aceptad~, en préslamo menor de ciento

cincuenta francos. Dícese cualificaua una confesion, cuanuo adm ite 1111 he­

flho con modificaciones. Si la modificacioll contiene Ull hecho eonexo y pos­

terior; por ejemplo, !:ji al reconncer la deuda alega el demal1dado soluc ion.

pudiera pretenderse dividirlos como hechos distintos en su naturaleza y ,i plll ­

po. Sin embargo, pues que no me pro\'eí de otras pruebas, se presume que

uescansé en la fe ue mi deudor: ¡¡ ella, pues, tendré que atenerme en cuan to

sea concerniente á la ueuda [1 J. Pero si el hecho no es conexo, si por ejem­

dio al confesar una ueuda se alega un crédito, á fin ue compensarla, el que

uemanua no tiene' en su contra la misma presuncion, y aun podria suceder

que el crédito alegado por compensacion fuese de cantidad mayor, y el efecto

.de la coufesion convertiria al acrecdor en deudor, lo que es absurdo. Así fll 6

resuelto el caso en la legislacion romana" [2] . . . . . . . . . . . . . . . .... El pro­

pio escritor uiscurre así sobre el mismo punto en cuanto á los dl-'litos [3]. "No tiene aqui IlIgar el principal motivo en que dijimos consistia la indivisi­

biliuad de una conCesioll, y no puede decirse que el ministerio plÍblico, quc

descuidó proveersc de I?rueball, descansó en la fé ue su aUI'ersario, rl la cual

ahora hahrá necesar iamente de atenerse. No existl-', por lo mismo, ohliga­

cion de admitirse íntegra una confesion cualific:¡da, ó en la que el acusado

rtgrega t:ircullstancias que destruyen ó atenúan su culpabilidad. Un r1ct:reto

/le tejet ue 23 de Junio de 1837, reconoció en el juez IIn pouer disc recional

de ¡¡preciar las circunstancias agregauas f1 la confesion segun su vfTo~imiJi.

tud. Mas para que el ministerio públ ico pneda aceptar la confesion del hc­

,' ho principal, sc necesita que éste, bien y naturlllmente, se des prenda de las

, : in:'IiI~tancias \'011 Cjue se It modifica, U n acusado confiesa haber cometi rlo

1111 homicidio; pero agrega que lo hi:"o en caso de neces idarl: condcnará~I : lc

ell justicia MillO t:,1 homicida, á no ser que justifiquc su escepcio n. No hay que decir lo 1.1IiSJIlO cuando la restriccioll l1fecta circunstancias constituti\'as

ÍJ agravantes . . UIl reo, acusado de violencia ca rnal, 110 será justamente con­

denado porque solo c:ollficse lactos deshonestos; ni 11110 dc homicidio s i dice

haber herido." La c'olll'iccion, empero, dc nonlli ~r , 110 es <Jb SOJlIl~, y rcn'la

(1 ) Codo ~i \· . frauC'. ar t. 1 íl~3 .

21 Di". rOCl} , lib ·j :" tit. ~ . 1 :: 1'> , ! -' _

12 VARII>OADES .... -

sus lenuencias á la opinion conlraria, cuando recomienda por juiciosas las

observaciones de MiUermayer. "Si el acusado, dice este escritor [1], confesando el hecho y la inlencion,

alega un modo que le quite su criminalidad; si 80S tiene, por ejemplo, haberse

hallado en la necesidad de legítima defensa, las reglas anteriormente sentadas

pa~a el caso de negacion de dolo, serán aquí igualmente aplicables. La

escusa de legítima defensa no puede en realidad considerarse como las es­

clepciones en materia civil. El acusado al alegar/as 110 cOfleede que el hecho ha~(J acaecido como Be le imputa, lo eual nempre Be concede en las escepcio­n~, civiles_ Afirmar la legitima defensa es negar el dolo, y con él una parle de la acusacion: y la declaracioo en que niega un acusado la imputacion, á 111 meDOS en·loB términos en que fué articulada, constituye un todo indivisible

y tiene en BU conjunto por objeto deaviar en todo ó parte la aplicacion de la

pena."

Otro jurisconsulto aleman, de repUlaeiOD ae3l!0 luperior, HeinHec, observa que Donell padece un error al a6rmar [2J que en una confesion no hay que

considerar mas que la espresion del asenso á una verdad de hecho. En ella hay mas que todo, Sr. Exmo.; un acto de voluntad [3], p"r la que el confe­

!liante, pre8cindiendo ya de la cuestion, redime á 8U a4versario de la prueba, y coo consentimiento mas espreso que el contestar el pleito, mas absoluto

que cuando le lransige, quiere que se le tenga por "encido [4]. Unas veces

le suele mover la eonviccion, otras el fastidio de la vida, algunas el temor de

mal mayor, siempre por voluntad. Quien 110 la tiene ~o puede confesar, sú­

ple~e la imperfecta por los medios que para contraer, y son materia de la con­

lesion únicamente Jos objetos de libre disposicion del confesante. Luego el

que confiesa puede restringir la confesion en términos que no sea permitido transgredir. Pudo negar el hecho; luego puede sejlalar casos de a6rmaci~n

ó Jlegativa, y mas allá la confesion es mera negativa y no presta título para • co,ndenar. Al homicidio en defensa ralta dolo, el constitutivo del delito. La

idea es simple y uoa, y solo al e8plica~la la falta de precision la hace com­

plexa. Si al reo fuera posible formularla en términos civiles: Niego haber

da~o muerte, diria, con libertad ni dolo. Separar la defensa y el homicidio,

es una abstraccion con queJa imaginativa auxilia a' entendimiento en la so­

licitud de ~a verdad t es el análisis de las ideas para eOlJoeerlas. Pasando al

(1) Cap. 36. (2) Lib. 28, cap. 1 ?

(3) n cinn. cit. S 25.

(4-) üijl: Dig. l i ~. 38, tito 5, J. 1, § 7.

m~ J URISPRUD1~."CL\. 1:>

mundo ñ"ico es una mentira. Defensa en el homicidio es un mollo que no

existe sin la sustancia: homicidio con defensa, y homicidío sin ella, ~Oll escn· cialmente distintos y COlltrarios; no pl1eden sustituirse: ul har:erlu i;lfringis 1:,

wndlcion con que se otorgó el homicidio. En un contrato le llamaríais ,·io­

lacion de fé. yo en lógica sofisma. "Porql1e yn no se trata",. de engaiía r

al tlelincllente, esclalllaria Bentham [1], de sorprenderle, de elllpcilarle en conft:siones para abusar de ellas .. .. de d~r á sus dnclarac(ones nHIS cs ­

,tension que la que tenian en su ánimo, ó prevalerse ele su turbacion y de ~I I

confesion para hacerle caer en IlIl lazo." Pero dado una vez el homicidio,

el dolo se presume; es una calidad moral, oculta á los sentidos, lJuit1laLeIl~,

cual t1icen los criminalistas: y entre las presunciones, hay, en materia de de­

litos, una, sin la que vendría á tierra toda certeza, y que al "er un hecho ili­

cito le supone doloso.-El derecho presnme luego que ve ex istente un hecho

de este género, no cuando le ve admitido, que acaeció por do lo , porque e,;tu es Jo ordinario, Pero admitir un hecho no le trae al mundo real; hace que la admisio!l perjudique al admilente, tan solo porque quiso. y por lo mismo tanto cuanto quiso. In jl/I'e confcssi pro jutZicl.llili lwbClllur (2) Nullae SUtil

parte, judiclIlldi in cOI>jiten/es (3). Ni fué ol ro el Ino til'o de que, entre los

romanos, las confesiolles en lo civil se ejecutaran sin pronunciar sentencia,

sin prueba ni juicio por lo mismo. M,,!-s en lo criminal, Heinncc ha dicho «1) : Maneat fi,¡;um el jiT1lIWn confessos crimina pro judicati" llO n case /¡a{,elldos

I/erl pro cOllvictÍli ianlllm. Cuando la eonfesion es favorable, la falta el cOllfra

se , y no exonera al contrario, es confesion nula antes qne pueda llamarse di·

visible. Diria con mas verdad: Eximoos de probar un homicidio in calidad

dolosa; pero no si se tra ta del punible. Q/lOd fuctum est, mm in obscuro sa ex (/ffectione cujusque capit inlerprc/atioll cm (5i. La con/caion cualifieada

\le por sí no goza en 10 criminal los privilegios de la confesion pura, y fué es ta

cODviccion la que dictó a Maranla, ~111rillo y demas patronos de la divisibi­lidad, el consejo de no infligir por ella la pena capital [6J.

La preslIncion de ser Luz Bravo la moradora de aqlld ('lIarto, :>010 viene pn 8ubsidio, y como las de 511 clase, tiesa parece n la I'Ís ta de una prlleba di·

recta. Ei la solo llluestra el hÚl;ho nudo, y estas instru yclI del !wcho y sus

\ 1) Prueha! jllOlic. lih. ~. cap. ~, arLo ~.

\l!¡ Dig. lib . 42. tit. 1, 1. 5~, 1'. Y ~ ñ.

' 3 Dig. lil..~ . ti\. ~ . l. 2;), ~~ .

:.t } l.Ul'. li t. H 8, (J, 10, 17 ~. ~ l .

: ." 1 DI!: lib. 50, t ito 17, \. 168.

' 1) Y. lo p,i ; . ~(I. nr,!., [3J. PAl n :¡ . T . IX-- :

1-1 V A lU.lW A J).I .. 8

cIrcunstancias. _La declaracion .le Serapia Villagra es la única prueba direc ta,

y las demas sírvenla únicamente tle adminículo . Nada hay que, bien medi­

tado, en el proce¡¡o, á . la luz de la lógica, concluya alevosía ni premeditacion.

Imaginaciones ardientes, nada mas, "islieron el hecho de estas cualidades; mas

la fantasía nunca hizo sino traicioll al entendimiento de los jueces. Bien al

contrario, Sr. Exmo.,la fiel deposicion de esa testigo está indicando en una si­

(uacion tan apremiante que Luz Bravo careció de eleccion completamente libre.

El juez, teniendo presente aquel rescripto célebre de Adriano, que fió el

valor de las pruebas á nuestra discrecion, no temió responsabil idad, pues le

quedaba otra grave por demas en su conciencia . l e Quae argumenta, decia el

emperador [ 1 J, all quem modum probanrlae cttiqlle rei 8u/ficiant nullo certo

modo 8ali~ deflniri pofeal. • •• Hoe ergo 80lum tibi rescribere p08IJU1Il 81.11/1-malim, non utique ad unam pl"Obationis spccielll cognitiollem statim alligari

(lebere; sed ex .,ententia rmimi tui te fl!slimare opol·tere quid aut credas avt

Jllll'Um probatum tibi opillaris." Y con vencido cual va di cho, de lo incom­

pleto de la prueba de la acusacion, sic,ndo la causa de ('sta á qu ien aquella

incumbe, ya se trate de establecer el hecho criminoso, ya de agravarle con al­

guna circunstancia. y teni endo ademas presente, que euando l~ prueba no es

perfecta, el reo debe ser absuelto, etiamsi nihil p'·fl!slítel·it, juzgo supértiuo

cuanto mas hubiera de rlecirse.

No creyó que estuviese b~jo la esfera de la posibilidad el colllgir que alguno

recibió la muer te estando dormido, de que su cadáver fué encontrado boca

arriba, que no tenia arm a, de que no fué encontrada cerca de él, que se ame­ritasen hechos e \'identemente incompatibles con otros en el proceso estable­

cidos . Cuando previese ó temiese que pudiera fallar esa fortísima áncora

en que desCallSa la inocencia, IIquella sublime garantía de no ser condenado

cuando lo~ hechos se perciben al través, ó en idioma legal, por indicios, pre­

su;¡ciones, á buen segul'o que solo hu biera indicado las escepciones de la reo,

aunque creyese traspasar la concision de una sentencia . ¿Cómo olvidar, señor, que para que una confesion sea efi caz necesita ser

posiMe á los ojos de la naturaleza y del derecho [2], que aun para ser en lo

civil ejecutiva necesita ser clara (3). que no tienen fuerza de juzgado las qué solo por argumen tos se dedu cen [4] , y qu e no por alegar escepciones el

[ 1] A. Yalcrio Vero dI! e.rccutiendajide testi-am inscl'tocu el § 2 ? de la l . 3, tito 5, lib. 22 <1d Dig.

[2J l it fo/mn al'/cm cOlrJessiOllrs ita mt{le 8/1n[ si id 'l"O{/' in cOlifesnonem ve"it el ju.r el ,¡(tI/t,·" r/!cipere pOtNt. Dig. lib. 11, lit. l? , 11. I :l r 11, § 1 ?

(:1 ) J •. 5 P , tito 21, lib. 4, R. 4", tit. 28, lib. 1 J, N. [-l] X~r el1l!l pro jlfllicaio I!fflJeiutUIII e/y'" P.C vnbi8 1I0a ,lisi jler conscqllC'ldiam coufesJio

elicilur. Dig. Ji" .H, tit. 1.0 , 1. \l . COI\. llIJ . 8 ? , l it. 36, 1. \l. HciD.DCC. tle relig.jl&d. ~c. § 26 • •

rM debe dp.cirse que ha confesado la demanda (l)? ¿N i quiún habrá, iÍ no ser

peregrino en esta ciencia, que tenga en algun precio" las asercionps en q1le lo~

reos, sin ánimo dE' gral'arse, y porel bien importante de EU conservacion, aven­

tnran especies de que muy bien se guardarian si alcan zasen su perniciosa traí'­

cendenc ia? La confesion, está ya dicho. es un actu de voluntad, y como tnl, ell

lo dl'il da tümino al negocio, aun dado caso de falsedad del hrrltu cnllfesa-

• clo, y á mallera de la cosa juzgada, ya solo se pregunta an .~i l confesswlI. P e ro

en lo criminal 'no basta ese querer cuando se opone á I'er(\nd conocida, ó

cnando envuelve objetos de que no está en arbitrio del confesante deponer.

Non auditllr pcril'e vo/ella es 1m principio Ile derec ho: ::: me equi~'oqllÍ',

pertenece á otra ciencia, á la moral cristiana: y sea e~tu di cho con perdon

de algun jurisconsulto, á quien irrita que pI juez supla dercn as ó escepcio­

nes. Vigilar por los buenos, castigar solo el crimen y no la gana de sufrir,

e8 la mision augusta qne reribimos de la ler. A favor de Luz Bravo suplió el juez h escepcion del 1.e\o, Ó mejor Llicl",.

la encontró en Jos datos del pror.eso; cid zelo, que, aunque naciese (\e un

amor cuya posc~ion la religioll nu autorizaha todavia, lIo por eso dE'j ::t ba de

~er una pasion cruel, cumpatada en ulla sagrad a hipérbole al infierno, y la

autoridad de magistrados respetables, como el Señor Fisral y otro~, le decid ió

contra la escepcion. Considerando, empero, que aunql1e la rel igion prohiba

el comercio carnal antes del matrimon'io, no era el penitencial su fuero, ni le

era permitido fulminar el rayo de la ley sino contra los delitos: Cllle indulgentc

ésta con las primeras infracciones, proh ibe que se moleste por ellas y man­

(\a tan solo apercibir. ha mudado posteriormente de o piuion, y segun ella ha

'entcnciado eH otros casos, i Y pudiera d ~cirse que la falta ((O apercibida

sea un delito? ¿Lo hubo jamas que no mereciese pena? Verd ad es que el

zelo de la Bravo no fué causa inmediata de \a rilía; pero lo ru é media ta y

predisponente del delitoi fué la pasioll que I las se propu so irrilar, y de cu­

yos efectos no puede dejar de r('sponder, dl'bi elldo atplluarse la clIl pa en la

Bravo, en cuanto pertenece á Islas. Al observar que la aCllsndn, r:n período

anterior al delito, no descansó en los brazos de Ull amaTlle, dehí considerar

que no es estrallo que el femenil capridlO prete nda, aunque en \ ' ;¡110, tU alllor

nuevo eSlinguir-la llama del antiguo,

El amor, Sr. Exmo., y no la posesion, es el qllf, producc el zelo, y nada

ilícito tiene esa pasion: J:¡ posesion tan solo que no justifica el matrimonio,

es la merecedora de la pena que ha impuesto el derecho posili ro. No es Pll

(1) Jt.im ul;fJ,I,' ,').r,·sl iúl(ld.d,,;¡¿ rOil,tit .• ,·i. 11,- ;,II,J,,¡in,IP (lIl"t¡/·.M)';,j,,~ IjI!O('lljJI api/llr IjJl;U ' ",1' .•

... ·1 p i im,,' ,·t"I'I,.. 11 ,'innrol'. ,'i t. f :11 .

V AlU ElJ .\ DES

pOSE'er antes de que lo otorgue p.l matrimonio en lo que estribr. la escepcion, sino en amar y en desear ser amado esclusinmente. Este deseo, si es que

lo contraría el tem or de agena partici pacion, ofuRca PO la indign~cion ElI ra ­

ciocinio aun antes de poseer, haya tle ser la posesion lícita t, ilícita. E~e

deseo escluyenle ha sido respetado en un código basado sobre el principio

r.atólico [1], á favor oe los esposo!'! de futuro, que se unir5n contraido ó sin

contraer el matrimonio, y t~l es In filosofia de la opinion elel anliguo Iisca)

de la audiencia valentina D. Lorenzo Mallheu, y de otros muchos e~critore~

fL quienes cita [2]. Concitada, sei'ior, en Luz Bravo esta pasion, vienen á conspirar la ira y el

miedo, esle tirano oel corazon de las mujeres, aquel tósigo mortal que corroe las

entrañas y embriaga la razon ruando se enellentra con Islas caraá cara , quP la ~nvita á reii ir; y en medio de una b"rrnsca tan desherha, mostradme el hombrf' impávido, de corazon frio y cálculo srreno, que :1prccie exacto el rie!'lgo y 1'0-

nozca la línea mas allá de la que no se puede llegar en la defensa. Y si E'8tO

C!I imposible, ó si se quiere, estraordinario, ¡sera el omitirlo digno c/e ~er cas­tiITado con la muerte? Cuando e congregare un pueblo dE' héroes {, de Fall­lOS, acaso nos remitan embajadores íL instruirse de tal jurisprUllencia.

"Los primeros movimientos qlle mueven el corazon del ame, non son en

su poder [il]. Saiia tanto quiere decir, como ellcendimienlo de sangre que !'le levanta á so ora (de improviso) en medio del corazon del ome. _ •. [4) é

fa ce tremer el cuerpo, é perder el seso, é cambiar b color, é mudnr el cante­nente (5), é embarga (el corazon) de manera que non dpja escojer la verdad;"

y por lo mismo [Recordemos con el Seiíor Fiscal que la palabra ame com­

prende f¡ la mujer] si esle far.e ó dice con saña alguna cosa [, daño ó ~ de­

/luesto de olri que lo non escusa de la pena como ljuier Ijue le 1IIcngiie de la cul.

pa del yerl·Q [6], cuando el movimiento de la sai'la filé con razon.' Así ha-blaba él legislador de la ira y las demas pasiones. ontleuadle conmigo.

San Ambrosio. Sr. Exmo., uu padre de la Iglesia, interpretando ellJale lo­

cum irae eje S. Pahlo, nmonesta estar siempre alerta, pues Ira saepe etinlll innocenles in crimen abducit [7]. Es el juicio unánime de los PP. el \'oto

c:omun ue los Illósofos, teólogos y profesores d~ la c:ienri:1 uel dl'recho, E'I Sf'n-

( J) El Justiniaoo, lib. ,~ R. tir .;,? 1. ¡:l . ~:J?

(2) CUc.9t· 2:.1, oílfll. 2~.

(:.1) l'. tit.. J. 10.

(4·) L . O.

(5) 1'. 7, tit. :34, J. 1 G. Dig. l. ;~8, tito tí !" , 1. 23. ~ 4.

(6) Véase la Dota 4 ~ ne 10. pí<g. Ii. {';'" D~ Sanetn JMp.pho eap. 1 R. D .... r. de r.rnrj~n '2.'" part .. e&Jl.' . 11, ~na'. l. :1 '" . "nJl. 68.

timiellto uni\'crsal de justicia el que dictó f, ·Sto .. Tomas (1), que l a~ r:l~i().

nea alteran las rllnciones del cuerpo, enervan y :. vece", e~Lingllell la r~:>;OIl:

usa el ,eje'I!plo del temor y la ira que á muchos hicieron r.,wr en 1:1 1,,('111""

que disminuyen la "olllntariedacl, y atenúnn el pecauo, H abla (I~; :¡ChIS 1'11 "j

[materialmente] ma los, tlcl todo involnlltario~. que esrns¡,\ la p3~iou rom pi".

lamente, y a~evera que las fuerzas uel alma varh'l1 [i Oís?] segu lI l:ls cnm­plexiones. Nadie solió materialista, fatalista ni adversario al d(>gma ri el li­

,bre albedrío, aL maes tro Ile los PP. del Sínodo de Trento. ¡Tul'ieron nllnr.:l

Mane/!, Pelagio ni Calvino un tan ilnstre cómplice? ¿Y qué esperanza df'ja

d auto suplicado ,i ChaulCean y Helie [2], Hoffbauer [3J, MaTe [4J, Sacas·

~e [5J, y á lan,to~ otros IlUmbres respetados en InI'd ic ina legal , ó cnjllri~pTll'

dencia, que lóer inscritos rnlre los de herejes!

1 y á U1piano [6j. Rosi'y [iJ, Nicolini (8), i\buhen (9), Gomez ( 10), COl'

bailo (11] a~ ¡la pa .S. Eabian [12J, al ¡¡rcedian Dou Ll 3j , y á cuantos jl1ri~­

cpnaultos trataron de las circunstancias de los delitos, m()ralisla~ de las rie 101 pecados, y filósofl')8 de la razon y dc la libertad! Serílll mis guias, me

e.truiaré con ellos. Es un deber, I'egun todos, la indulgencia parll ron el

que en el acJo de lipa grave injuria dió muerte á su ofensor. DifJiciUimltlll, dicen est jU8tum dolorem reframarc (l/que "cprimc¡'c , iEt¡llwn. csl provocalo iguosci. Culpa omllÍ8 ill provocante consistit (1-1 ). Dijeron tambien que

la. injurias de hecho sobrepujan, en lo general hablando, á las de pa:abra, r que algunas eximen de pena al homicida; que mientras obr:ul los mOlivos de

(;) Summ. tbcolog. 1" 2."', qunest. ·~8, art. 3.0 Ó qnae.l. íi, ~r t. 2.". ~ Illlpr<iit~· .t-

tíClllo.6 y 7, Y 2· ... qllncst. 41, ~rt. 2 ad 3.

(2) Thcorie tlu COue pcnal 10m 11, pago 2;l4.

[3] Abog. alenl. Médccine Irgalc rclntivc :1m: al iené. chap, 4., art. J. [4~ Consejo en la Cort. de :ll'dacion lie Amicus, De In folie considere rlnll ~ 'c. ropporla an.

13 capacilé ci vile, c11Op. 3, pago 53.

(5) De In folie roositlcrce dnns .e~ ropporl s n"ce les questions mcdicu.judi,·iaires 10m. 2

)l8g 161.

[6) Dig. l iu. 48, tito 6, 1. 38, § 8.

17 J Trait.é de droit J'ClIal, l ib. 2, "bnjl. J 2.

[8] Prine. [lhilc>sor. ct pratiq. de <iroit penal e~tr8ils el Ir"lui l. dc. O"II II"CS dr :\kola Ni.

("(llio; par Engene Flolnrd, que,\. 20, scer, ~, § !l . (9) Que,t. 211, nn. 18, ~4, 3G-42.

[10] Varo rEt'. ea[l. ¡j, nn . 23 y 24.

(ll) &.whet. crimÍl •. tracto de Oml!. grn. Itomic. no. 105-108. (12) Dccr. de Grac. p. 2!" , MOA, 2!' • qWlest. :1 !" , ""p. r. !'

(13) I~b. 3 .o, tit. 5 .0, I'I'CC. :~ ." , S 44.,

[14 \ Anton. M.lthtu . Di¡t. lib. 17, t i t. 11. e. 1 !O

·" VAIUEDAnES

la ira ó subsiste la impresion primera del dolor, el acto se supone r.ontil1110

y el ho~icidio acaecido in confi?lenli¡ que á proporcion que la ofensa es tn~·

nos grave ó ,disla de ella el homicidio, deja de ser escusa, y solo le atenúa, y

presumieron ya dueilo dI! sí al ofendido, luego que le vieron ocuparse de ne­

gocio diverso. Estos pril)cipios son los de la célebre ley Julia de adttlte-riis, que es el les­

lo de los criminali~tas al hablar de la rscepcion de ira en los delitos. Quod

aie [''X, dice Ulpiano [ l J, in continenti filiam occidat, $ir. erie accipiendum

lle occiso Itodie adultero reservel ft post dies jiliam oecidat Vl'l contro: debel

enim piope WIO ic/u el uno impetu utrumque occidere aJquali ÍI'o adverstls

utrumque sumpta: quod si non a./fectavil¡ sed dum adulterum occidit 1n'ofil o

gil filia, el interpositi8 /wris alJrehensu est á palre qui eam perseqtlebatlll' in continenti videbitw' Qccid¿88e.

"Si se tr~ta de un homicidio simple, dice Nicolini (2), de aquel en quees

ulla la "Íclima, y ni la aceion ni la intencion presentan circunstancias espe­

cialmente previstas por la ley, tod09 los casos pueden circunscribirse entr!!

estos dos e~lremos: necesidad urgente de propia defensa, y premeditacion:

allí la absoluta impunidad, aquí la pena mas sel'era. El homicidio, por lo

"ariado de sus circunstancias, se presta á lodos los grados de impulacion y

á todas las penas establecidas en un código."

"En la necesidad urgente de propia defensa el homicidio nace de una in­t('ncion absoluta de caullar la muerte; y preguntar si es escusable seria des­truir los mas inconcusos principios, desconocer las verdades mejor cstableci­.das en la ciencia. La escusa atenúa no estingue jamas la imputacion, y el homicidio hecho en defensa de sí mismo de nillgun modo es punible. El pre­

meditado es al contrario el tipo estromo de la culpabilidad mas elevada, y co­

mo por escalones deben entre ellos ser colocadas las escusas" L aJ. . Habla des pues de la defensa de sí mismo y de la propiedad, y continúa;

,'Tan luego como cesa la necesidad de defenderse la actualidad de la agre~ion J a iml?ulabilidad comienza á aparecer, y la accion á nacer para la causa pú­

blic!l. Cometido el crimen por un impulso de ira la pena está en razon in ve\'­

!la de la escusa, y esta en razon directa de la justicia que hubo para él en el

agente. A proporcion que urge ó necesita el móvil de la cólera, la pena, cual

va dicho, es m~nos gral'e, y crece su severidad á medida que aquel se dismi-

(1) Dig. lib. 48, tito 6, 1. 88, § 8.

[2] Quest. 20, seto. 2, § 3, cit. Ilol. 9.

(3) Cucstion 20 8eCC. 2"! §: 83. Blnchstone lib. 4, Pll.p . 14. 10m. 5 dividió cl hom.lc/Clio en juslilll'&ble, escu~:lblc é imputabl .

UB J UJUSl'ltU UE1\GI A l~

lIuye." Pone en el se~ndo grado de escusabilidad la cólera Jlacida d(~ IIl1a

olensa oprobiosa hecha á personas para nosotros iglialmente aprer.iables que

la vida, despues el hO/lUT, y en fin la inviolabilidad del lecho nupcial,

y en el tercero cl homicidio provocado por' golpes ó heridas gra ves y por

cualquier otro delito de 108 que ofenden la persona. Establel'c cual requisi·

lo inomisible que la herida ó golpe pueda causar la muerte ó pérdida ,le miem­

bro, y la actualidad "porque si el mal ya estaba her.ho faltó la alternativa d" n alar Ó ser muerto, es un segundo golpe, un acto de venganza y no el acto pl'i·

mero de la cólera" [ 1).

Observa en otra parte que esta escu~a fué dictada por una Tazon de utili­

dad, pues la hay en que se prive de tOlla garantia al-qtle usurpó la faeultad

de dauar, no ~oncedida SiDO á 13 fuerza pÍlblica, y la deriva del derecho de

propia defensa tomado en una lala acepcion . "El ofendido, eORtillÍla el mis­

mo escritor, no puede en el momento valuar su ofensa con exactitud, sobre tu­

uo si es aeglliua de erusion de sangre: su razon turbada imposible es que al­

cance el grado de culpabilidad del ofeusor, esto depende del desarrollo de sin­

tomas que no aparecen SiDO despllea de muchos dias .... y cuando la ley es­t.ableció la escusa, solo pudo considerar la turbacion actual ó!ld momen-

to (2) ....... . .... Ias heridas ó golpes deben ser causa inmediata y sin la

que el homicidio no hubiera acontecido. De manera que sean cuales fueren

los act09 anteriores Ó la razon que cada UIlO haya tenido en el principio, el

homicidio es escusable en el mismo grado . ... Del hODliciJla en riña, en la que

exig,e insultos mutuos y que de ella no sea este el autor, en atenciun á que á un estremo tal se llega insensiblemente y casi sin quererlo, dice que

merece ind~lgencia: Causa enim magisquam voluneate hom;cidium ud-11lÍBit (3 J.

"Hay muchos, dic~ en otra parte (4), naturalmente buenos y que reprimen

\Ir. primer ímpetu de ira: unos por hábito de educacion, otros porque la re­fiexion alcanza á mIllJel'arlos: debieraJl hacerlo por piedad y obedeciendo á

la ley de Cristo, toda de paz y de perdono Pero hay otros tambien en quíe­

ues son tan violentas y tan tenaces las pasiones, que una injuria no se borra

jamas de su memoria. Atraviellan los mares, aléjanse hasla regiones bien re­

motas, no huye.n de sí mismos, y las ofensas recibidas.

(l) ·icol· aUi,

~2] Nicoliu i, ulli ; la. [3] ,17, (.( J)ercn 'J .le "fulllas bel'l"', y cu~.L. 1!J, § ~, 1'";:. 2;'~.

".\ IU!W.\lJl!:S

Scalldullt rollem qUo domi/lw: 7IelJ!It:

f) t:cedit aerata triremi, ft .

Po3l tr]lIiltm sede! atra cura (1) . La durucion, pues, é inll.'nsidad de la ira, \'arian como varí an lo~ hombrc~, y

ell uno mismo están sujetas á las alteraciones de la dísposicioll n«tural. . . ...

Ruego que I~ l'ecretaría siente de la sentencia de segunda instancia cerca del

fin las pRlabras que dicen "y que no solo carecen ele fUlldamenlO" [2J y COII

Santo 'romas y Nicnlini participes en mi censunl, lí In menos disminllil'á el

nprobio. EMte escritor del:ia "que la duracion e illl e n~idad de la cólera varian

como Ih9 hombres, y eu uno mismo est~n sujetas !í la.q alteraciones dt." Sil dis­

posicion natural, del tiempo, d!"1 Jugar y circunstancias en que se encuentra

el ofendido."

" La ley no puede, dice, exigir á los hombres todo~ que sean ScipionclI ni

Alicos, pero tamporo ~ ufrirá en la có lera una escusa intlp.finida: tii se conce­

diese aguardar tiempo y lugar en que satisfacerla, yu no seria un breve furor,

dt:t.:!inaria en rencor y enemi ' lad. La que lo permitiese seria l\l1lireligiosa

y ademas anti~ocial: habria de otorgarse al magistrado arbitrio indefinido,

juzgaria cad3 cual con sus pasiones, y, los juer-es á merced del Jluder y de

la inlriga, la escusa vendria á ser idea arbitraria é incierta, no, r-ual debe, la

de UI1 hecho conocido y preciso.

"Las leyes antiguas usaban las "oc~s calor, lmpetu,y, para esplicar la cele­

ridad con que el delito ha de suceder li la ofema. Calorcln culomniae, delir.·

r¡uitw· ímpetu, imputa adJerrum venit: Calor es menos espresivo que./la­

granti. Yo no creo que pueda admitirse la escusa sino en el instante en que

se recibe el golpe de la ofensa . Quidquíd ill calore ú'acul1dir,e vel l.Jicitur vel jit non priulJ ratum ese qualJl pel"lJevel"antia apparuit j"ltdicium animi fuiue: ideoque pCJ" culorcm misao repudio, si brevi "CVCI'SU UX OI' sil IICC tlivcrtills~

"Cidetllr." En materia de acusaciones vemos aplicado este mismo principio

por el papa San Fallian [13J y es una regla de derecho [4J . ¡'Fácilmente se conoce [Toda via N icolini] [5] sin necesid ad de un muy

profundo exá men del espíritu hllll1ano, que en él existen algunos movimien-

(1) Horncio, lib. 3 oda l .'"

(;!). Copiudlls Ci, la págiua V, lIola .1.

( ~ J Si lJIli.s irtd/;,Jf cti/llei¡ afilJliod l:llllihcl temer,: ubJt1L'crit co~u'¡L·D!.I¡' ¡uJU est ),ru (l(t,)usu.1 io­

II~ h"óe;,dam; Jcd perlll iSSQ Iracltllldi ,pl/tio, id 1/1od ir.'/ I" dLri/ pPI',criptllrailt, .l·/! P¡'OÓat"'"111

esula/!'a¡", ; ?lt si / od as,,, r ccip ióCC'1S 'lilac p r<l:. i r acl'lIt1iú di.tit ilrmr, 'Mt 3criber,· IW!U<"r,t

IJfJU li t reus crimúli.·s leuea/ul' . lJ l.!cr. tl~ Gnu:. p:lrt. :!J L';m"" , ' 1 l..'lIC:lt 3, cap. J .

14) I)i;;. l ib. ;1.1, lit. :!, 1. I ~ .

í ) '.\ lI i. ",,1. ~ II .

21 ~~4~~~4~· ~_W1~_~~~~_~~~_~-~~~~~--~-~----~-~~-~

los Instintivos y lnecánietJ8, al mismo tiempo que ~ma ~erie prolongada de

percepciones, juicios y raeiocinios, ell 10$ que ya se rceonoce al homure, y

110 [1 la máquina 6 al bruto. Sorprendido por los primeros, por esos lIlú\'i­

miento8 impetuosos de la pasion, no puelle reuni r pronto sus fuerzas, apre­

~Iar 'el estado de ias cosas, reconocer sus deueres; y la ley es Jlreciso que le

el!~use. mitigando la penal pero si gozando del tiempo nect!sario para la re­fiexion no le detuvo el sentimiento universal de la concicncin, dado por Dios, hO 8010 cual freno contra el mal, sino tambien como un estímulo para exam i·

' nu la moralidad \le nuestros actos, entollce¡¡ le amenaza la ley con la pena enlera del crímen, para que se detenga y se modere; entendido de que dnñan­

do á otro se dañará á sí mismo Irm l'uinis simil/intce. E sta advertellcia sa­

ludaUle, que es puntualmente el objeto de la peIH1, seria inefic¡ z, si un mo­\'Ímiento de cólera, escIIsable en el momento mismo de nacer, lo fu ese de la mi.smn manera cuando persevera, es decir, qllanrlo persevewllt¿a appal'uit j1'dicium auimi ¡«iaae.

"El jllrisconsulto Ulpiano dice que es escu3able el humiciJio de una hij a

aun cOlJl,ethlo horas despues que esta fue sorprendida en el delito jlllgrallli , d~ Itduherio, con tal que el tiempo intermedio haya sido em pleado en perse­guirla COD furor. Éntonces, dice, Íll conlinenli videbitur occiclisse. El rey

Fedllrico esplica la Crace i,~ contiucMi (J) como si dijese en el curso, en el

complemento de la aecioil, prius 8cilicet qlWIII d¿verlat ad acllls exlraneos. Asi es que e,lpadre, mientras DO ha pasadu á actos estrailo~ al crímell, podrá

aprovecharse del beneficio de la escusa; pero si se ocupó de otros, es natural presumir que se calmó su úllim~, y que no ya la ira ó el fOfor , sino el rencor

y la enemistad fueron la causa del homicidio; y cometido en UlI estado abso­

luto de reflexi,on y libertad, será preciso calificarle "oluntario~ tomada esta

palabra, en la acepcion mas rigorosa; ttll vez premellilado, y por lo mismo

indigno del beneficio de la escusa."

"No solo falla la advertencia en las acciones, dice DOIl (2), pur los moti.

vos referidos sino lambien ¡lOr los movimientos de las pasione~ que )os esco­lásticos llaman p"imo-prirnos, 108 cuales interl"Íenen y preceden al uso de la

raZOIl, impeliendo ó haciendo al hombre obrar sin retlexioll ni advertir lo que obra, si!io ha8~a haberlo hecho. Son pocos los casos señaladamente para

los 'efectos del derecho público, en que los movimientos dI! Ulla pasion pue­dilO graduarse de primo,primos ó de primeros movimientos, bicn que no de­

ja de haber ocurrencias en que es preciso reconocerlos á lo menos para 111 1-

[ lJ Constituciou del reillo de Sicilia.

(2J Lib. 3, tí . 5, sccc. 3, par. 41.

PARTl: ~.~ T.1X-, ~

22 V AltlEDADES ... --norar mucho la pena que en aIra forma correspondiera." Sigue hablando de

'las célebres leyes 1'3 y 14 del tít. 17 de la part. 7, y á tít. 20 lib. 1:1 de la R. 6 del homicidio de los adúlteros, y agrega [lJ que I'es digno de perdonarse

un movimiento de n¡¡tnraleza, tanto mas poderosa y primero cuanto es ma·

yor lo honradez y pundonor del padre y del marido." Honradez, pundonor. ha dicho Dou sin ser hereje, y yo no puedo decir temperamento, clIcitdbili·

dael.

"No obstante esto no tiene duda, conlin6a [2]. que segun la ocurrencia de

casos en estas dos pasiones en la del dolor y general mento en todas á mas

de lo que queda :l(lvertillo de los movimientollsúbitos y primo-primos, 8egun fu.ere el impelu y vehemencia de /a naturaleza en el COmw¡ ele 108 llOllIbres, puede hacerse mérito de 1,0 mi!!mo para 'disminuir la pena siempre qnl' parez·

ca disminuida en particular la culpa, como se verá en el cap. 4, sece. 4, art-3." "Quede, )lues, sentado que las pasiones no quitan 1a advertencia ni la li­

berlarl, si no es en alguna rarísima ocasion de un primer moyimienlo en que

no son dueños de sí los hombres, y algunas vef:es [vuestra atencion, Sr.

Exmo.] la disminuyen para el efecto de minorar la pena. Tambien ha de

quedar sentado por lo hasta aqui dicho, que cuanto mayor é menor fuere el

ímpetu ó la fuerza de una pasion que ine'Íla la vaJuntad, y enanto mayor Ó

mllllor el conocimiento y deHberacion con que obra. tanto mas ó meno" eul· pable será la trasgresioll en el delito." [3J

A vuestra pruclencia, Sr. ElóRlO., Ií. vuestra habitual calma en el juzgar y á vnestra jU9lificacion, perleReCe dec:ir si la orenea hecha á Luz Bravo en un

lugar tan público como la plaza del mercado, in'vitándola Jelaa Ií. comer en un plato mismo con Anclrea Molina, su rival, IKia por el zelo que produjo, en

lo que no me es ahora preciso el in!Rstir, sea por lo que indign.a un vilipendio

semejante, no es de aquellos que en las mujereiJ exaltan el ánimo á lo eumo, . ó, por mejor decirlo. le l"nloqueeem si provocada p'OT Islae la quimera, Luz ,

Bravo no debió sentir .el frene&i de la ira al oir qQe )a silbaban; en lo que nO'

olvideis que, segun la Malina, 10' atribuyó á bias. Decidnoa si hasta tan al­

to punto enardecida, y acabando de ~mprar sse euehmo que en el primel'

acceso, la memoria le ofrece insSrumento de venganza, habría podido abate·

nerse' de llamar al provocador, como .0 hizo. para refHr aparte; y tli esquiva.. de el lance por fortuna (6 desgracia, la) vez ahora no se la culparia de aleve-)

no alcanzó por entonces sobre 81 UD triunfo de que hay poCOl ejemplo •• Per·

[1) Par. 50. [2J Por. 51. [S~ A.un de1ie leene " Dou.

DE JURISPRUDENCIA. 23

lenéceos deeir si envilecida por Islas, que indefensa la ofrece al I"encor de la

Molina cual ~íctima, persegu ida clesde la plaz:l tenazmente hasta su habi­

laeion en Santa Cruz, y obligada á reñir estando ya en su casa, sintiendo que

desfallece Sil energia, abandonada al torrente de su ira, apl·emiada de la consi­

deracion de que éste no debia ir inerme, destituida por fin de otra defensa, se

la habrá de imputar el desastre que nltora lamentamos; y si en tan r.onlillua

serie de hechos pudo haber intervalo, para que se diga que el homicidio llO ha

acaecido in cOllülleflli.

PertcO(Ice á esas m ismas virtudes vuestras el fallar si en caso tle ira é ira

justa, si urgida nctu¡¡lmente del peligro, deberia tener en la mano la bahmza

[ 1] á fin Je n<l escedcrse, ó, cual tlice oportunamente An tonio M~1L1hcl1 (2), y desearia el SeüQr Fiscal, esperar á q\le hnblase el Pretor las tres palab ras, Ó

!lUir y dar lugar á que Islas la hiri e~e de muerte. No la ex igi 6 tauto el le­

gislador: "Non ha tle esperar, dijo , que el otro le fiera de mucrte porqu e po­

dria acacscer que por el primer golr~ quel diese podria morir el qu e fuese

acometido, é tlespues nOIl se podria amparar." Ernpeñatl(l el Seiíor Fiscal en esta empresa, su fantasia le ha ministrado un

argumento de que Ic cOIl\'endria guardarse. Es en verdad fecllndo en conse­

cuencias, pero al descuido mas ligero se puede volver contra su antor. Cuan­

do el cuarto fué abierto, dice su señoria, en él no se en~onlró a rma ninguna:

luego tampoco la hubo en el dia en que muri6 Islas; hl ~go éste estaba iner­

me; luego fue aleve el homicidio.

Quiero por un momento admitir el sofisma solo para que el Seiior Fiscal

conozca á fondo su admirable poder. Consient(l en que de no haber encon­

trado arma los que nbrieron el cuarto, se inficra que tampoco la h~bria cuan­

do muri6 I slas; pero de aquí colegiré tambien que Islas no muri6, pues segun

el Señor Fiscal en este dia no hubo allí arma ni~l1na. Tan lu p.go como su

señoría convenga en que huho la con que fué dada muerte á Islas, es preciso

que admil3 que esa débil argucia no merece que se la llame raciocinio.-M as

el puñal 110mieida lo llevaría eonsigó la Bravo a\ eluprender la fnga.-¿ Y por

qué no el de Isl as? Pero lo mas cierto es que el argumento nada vale ni po~

lo lógico de In hilacioll ni por la I'erdad de sus premisas. ¿En qué datos estri­

ba su certeza? En que personas vulgares que no ocurrieron ad ¡IOC, sin ¡¡er

{l ) Cabal/!/, Te40 l crúnill. Ttflel. de omi".!1CIL llOmir. .

0.) ¿dI! jll~ ~ 1l0 IjM t!./"CIISflIUlIlJ Ijll i cOllficto ¡¡¡-ouoeflllls 7~lciscj se voluit? Erisfimo ;1(1-

que l{l/ul"/Il 'l"ÚI,."m liOIt /II ,:r~,.j qui provf)CII II'S par1)(!>'; rctl/lit poella (muen tse Nt'I¡.M;,dllill ..• ..

J/;S s; ¡;"t e.rpeclr.re leflfll!l fl ll r i l i",,, >Ion JlOSSIIrII!<4 >lC si e.r]Jcctarc velil!lll.$ occllmbclldllll1 mi fe sil quam Prae(or tria vel1;ajari possit. Dig. lib. 37. tito 4, cap. 1, núm, 9. V. Matthcu (Loren­

zu) de r~ crim. cuesto 29. núm. 42, en el fin.

, ,mn:ll.\ l:rr.~

llamauas por la ley, olviuando ó desconoc:il'rttlo lo que pertenece fl la polícía

y lo que á la jurisdicr.ion, muy capaces de ser dom inadas por preocupacione9,

sin la frialdad del cálculo del jllez, sin alcanzar las trascendencias de aquel acto, y tal \'e1. necesitadas á declinar toua sospecha, sin encontl'ar entre sus recuerdos ninguno relatil'ná lo que se las preguntaha, puessi puuieran contes­

tar acerca de sí mismas nada podian decrr sobre los otros, dijeron que no ha­

bian encontrado ninguna arma. ¿CÓmo se quiere cquiparar su testimonio al de

un j lIez dotado de todas las circunstancias que la ley exige. y que conoce á fon­do todos los puntos sobre que habrá ue versarse el reconocimiento? <'Con ven­

drá aquí advertir, (dice un jurisconsulto ingles (1) . de quien la exactitud de. ra­

ciocinio el Seiior Fi~cal pregona ñ cada paso), que si se trata de eSlablrccr una

prueba real, no es sino la cosa misma en qlle ésta habrá de consistir la r¡ue

ha de presentarsc ií los ojos del juez. De lo contrario la pruelfa ya no es si­/lO el relato tle una prl1eba real. pierue todo su car:lcler de originalidacl y es

comparable fa la declaracion dn óidas, de manera que ademas de las lachas de

que una prueba real es susceptible, se halla tambien 'espuesta á touas las con­

sideraciones infirmativas del testimonio de 6idas." Ninguna fuerza por lo mismo se debe conceder á las declaraciones de los que sin mision alguna le­

gal entraron por vez primera en aquel cuarto. ¿Quién ha probado plena­

men!!'! que Luz Bravo fué la última persona que se encontl':l~e allí1 Ni aun

Sef3 pia Víllagra lo asegnra. Y aun cuanrlo lo dijese, ¿le otorgará fe plella el miaisterio púhlico cuando t;¡.n f¡ menudo la desmi1mte, y cuando es UII

testigo aíuico y tachable? 01 vidó ya el Selior Fiscal que ese mismo juriscon­

sulto ingles hablando de b p.rueba circullstancial exige, como lo exigl'n todos.

que cada lino de ¡os indicios esté probado plenamente? El deber que me he impuesto ya me es inevitable. El me compele á I\a­

!llar la .atencion de V. E . hácia un paralogismo. respetabLe tan ~olo porque lo es el magistrado á quien pertenece. El mismo Senor Fiscal de este supremo tribunal, que había aplaudido la relacion sincera, y por lodos aspectos verosímil

de Serapia Villagra, y encarecido cuanto merece Sil candor y su simplicidatl.

llevado del zelo de su oficio, laudable á la verdad, pero que suple descarriade,

se lanza al calll pu de la mentira y de las suposiciones en pos solo del triunfo :l' que le convid¡¡ el frágil CO¡lsP.jo y la mentira de Luz Bral'O. Acepta esa ffabula, h lucha habida ell la nochu, que la misma 8p.gunda sala conviene en q,l1e lo es

(2), )" allí un profesor tan sabio. un abogado [an esperto y con tantns títulos de superioridad, con una mujer que no ha sabido ni mentir, se establece COII

.( l) Bcntholll, 1milc, ])cs prcnvcs judicionniris. . (2) La tal nhcioll hecho pOI' la misma reo c:! nv.dcntclllcnte unll fi'dlllla, llena ndmuns de

contrn,'i"rionrs '¡Il," !'J' palpon. Srnlrnrin de $cgunrla instancia.

])J.; J °1 ISrTIt'D F.:'i r.T ,1 ,

elh.: ¿C'{¡mo eludar del 'XiIO? ;,Por qué no mediria ~us ruer;¡:~s con ~erari:t iJl:!;! !':!? Porque si ién es uina, la h:'\ ()1H'onl r:tllo robll s ta con el ~\lhl illl fl )lu­

(Ier ti la \'rrdad. P orq tle li t> ~ \I del'lnrncinll surgP II por drllld ~ rJl¡je r~ laR ¡JI'­

rema , . CUI"ioso es nbsrrvnrle. !\ f'11(!rZol de ~lIpor,¡¡' i o llr ~, calnda b r'OI1 yue

e rm p'ii~ l' :t I. ll z Dral'oe llln contienda,." {'0 I1H) :1 men:ed d,' nll gr:lI1d ... (, ~ !'il l~ I'­

zo (o; la stlpnoi"ioll) 100' I"al"<'I Sll,'trllf'r~O , le L s !p rras de hlas, (' ,; !(! esf'II " l'zn,

qlle, " l lall \ )~ ti' "u ('l :lsl~, no e trI en el pod e'!' Ol'dilJnl' io, ~' cj crr:ido '010 d('ja E.· t i..:a, lo (111 )111 1:\' • " , j en las fuerzas n:ltlll'alcs dcdu(: qne las de Luz B ral'u pr;ll l slIperinrcs, la intrOLl llce con ()stas ;. lIua st' lrunda lurh~ , y conelllye qlle

por n C ('r~ i d:Hl t1ebiú " encCI', qlle 1. mue rte no 1'116 n l:l:c aria: y (:0 11 c? s e pO ll l' r

admirable que ell !'ous labios nclqlli ere I raciocinio, IIOS convence si n réplil'a dc 'lile pa ': tl 3<; I:lS dore de la norhc, rn:lmlo lslaA )" Lllz tll'al'o se hubieroll

ar', tado, {'pr ratlo por Jo mismo el ('Ilarlo y 1 Z:1gn'll1, la es pos il> le r:d ir, sel' aux ili ada 1'011 0p0l'tllnidnd plll' \'PI:inoll qlll' dll cn'lI1cn, \'Oh'el' la esp:lIda :11':.\50 ill\' lI lllror:.hle, (. Islas, tn l \'('70 f' lIqatlcnado, y a~í salvar h vida . Sc?¡.!: llí

al ~ I llO \' Fi Tnl y 111 perdí, \ 'oh'amos al ca ll1ino de la venbll qlle !'lIé ¡ehl ­

pre el d la jll\'is p\' lIdencin . E n (,1 Fllero j uzgo enconlrnl'emOR I1na ley qlle niin \'cntnl'se pndie ra Ill:lS

TPlatÍl'a ÍI lIu e. ll'I) n o. El cód ice latino y 01 rOO1 :1 l1ce,\( lo, alJlbos nlll~lll i (: os ,

e 1:'11 conformes alln en 1 númeru dfl la J y [ IJ ¡ o h"\':1 tcmor d" un,l in­

disc¡,cln leni lla tl: el libro se in ti tllla ])e sce/rriblls el tormcntis , D i(:e cl lesto

laiinn: 1 on est 1Jutandll re¡¡Ú'lell l i s imprm i las ubi ,' ¡otr ll /a cOllsp icilur 11¡-,('-

81lm r. ¡¡ti f/ IllacÍf,. QUiClIlIIQU(' ergo i¡¡ el/ll l e Pl'I{'Sll!l1}'l il05!1SfUSlc, re! gladio,

" eu q llOC/l77Ifjuc ictu 1JcrCU(I!T'C olú/vem ir/lft/,I' 'V ol/l r rit, 1Ie1l)t'rC1/ssrr if, el tune

itlf'1/l. pnpSJltnp/Ol' (lb 1'0 'juem pcrc /t l "l'(' v ol/lit itn jl({] r i t perCl/.!,\lIS 7// mo r i a­

f /lr , 11l li8 !/lOI'S pro homicirl io imputari llUll pota l, l/ ce ca/¡lIlwiam r,at i r ¿1I.1· q/li

lJ1',f','/l1ll enlcm pf'rC!I,'s I'il: quia C01111JWtli us cst ¡ratn v iVl' nlem "csüllire, ql/{tl/!

sese post ofJil ll lll u /ci8Cflll1mn relill quere, )laheis 11 0t:1l10 I:ls palabras/aste. {{Indio seu '}l/ortlrll91tC irl!t IIp. la ley en esta IICI'Silln? En la espailOla d ic(':

" COIl pa lo, con arma ó en otra mUllera ," y r.omo va dicho lall1bictI, es lIulí'n­

Iicu. Conidcró si n dnda (;hindasvindo que de la \'aína al pecho puede I1 l1 a

mano al e\'e sil1 ller observada contllll:il' ,1 pll ii :d , AnlOllÍ u (lome.." dice [:2] que

"aun cuand o mi ¡llTrp.sor venga con la mano vac ia, r todo d m:!1 \!o nsiti ln en

una hnfel:ula , deberé defendcrm c, porq 11 0 al h\1 ir puedo ser herid o,"

[ 1] j"lIer. J, l ilJ, (¡ ,= , lit, .. ?, 1. (l ,

(2 ) 1[oc h(l{)rI l /Jt'/'m '/ ;/lII/ ,~i " .1!1/,f,'nr "" ,I;lIf d r,'s" l/d ,'nl/ lr/l 01//1111 ~i"" I¡{;q//II /I"// /'J'" anlln,mll . ~,,,t1lml"~h~ iTlIlnu. 1;(1rll ll tl/ h" 'lIs n'"/) ,4 1'0/' ¡ J~' "Ifl / }(:III /I,.( ... b /~/·'~ ~¡.I·a!/fl (I IJrll' l'r i (' { u,t¡­!lreso lU'rirv{il Tr. salutEs, uf, 1j1&;(1 Juh"in(s (','If/,'/wm' ,','r''',I! /J/'O/JI' , d j i '!P't'ddoJ ,,1 t, ' ':/'' ¡','d,'drlo flQ.l,,~t dr.f;tcili ob ro jll!i'Cll l i, [¡/lit 1/011 I f ,I('¡/" )' Ji'!III'¿' 8,.,/ ,W/ftm O'(¡{,I/e", /" N' , \'ar, 1'(':'0 1.

(",~p, 3, H 22 Y 23,

26 VARIEDADES . Pero Luz Bravo antieipó el golpe, se dejó arrastrar del impulso de la ira

y eseetlió los términos pre~ritos. Y ¡qué! aun cuando se suponga, LPodrá el esceso en usar de un dereeho, castigarse como una accion que toda y e,sen­

cialmente está prohibida? Enviareis á la muerte al homicida del que IIfallo ya­

ciendo con su fija é perdonó á ella." De él ha dicho la le)' que "cumo quier

que [aunqueJ erraria faciendo desta guisa, nOIl es guisado resciba tan gl'an

pena." Muy al contrario Goyena [lJ, Gomez [2], Caballo [3J y cuantos

examinaron este punto, han afirmado que al que traspase el modo de la legal

defensa, no deberá imponerse la pena ordinaria de homicida. • Si, lit allegas, l~trocillante1Tl peremigj dubium non e,t eum qui inferendrz

ca:dis caUSa voluniate prte8CI!SSerat jure Ctesswn videri, dijo el emperador Galil'no (4). Ar:urcio (5). Baldo y oLros f¡ quienes I:ita Gregorio López [61, aseguran que un débil bien puede usar de es pada contra (un fuerle, y por lo

mismo tambien un \lirjo contra un jóven. ¿Y qué diremos si el agresor es

hombre¡ siendo mujer el agredido? Contestaré con Lardizabal [7J. que la de­

bilidad, efecto de la delicada conformacion de ésta, no puede dejar de comu­

nicarse al ánimo, cuyas operaciones tanto dependen de la organizacion. De la debilidad física y moral ROS amonesta el instinto conservador, de donde

viene el miedo, pasion q\le tiraniza á las mujeres. 8i afligida por ella algu.

na, se anticipa y suple en tiempo su dllbilidad, no escederá los limites de una

legal defensa, y si aun se quiere ser tan severo con la Bravo, qne hirió anles de ver arma sacada. esa severidad rayaria en iniquidad imponií>ndola el úl­

timo suplicio. ¿Racio,:inar así es deducir de las leyes consecuencias contrarias á BU eapi-

(1) Coaig. cJ'im. eSl). tomo 2.°, lib. 3?, tito 1, SCCC. 3:0, S 1128·

[2] Varo 1'e~olut. cap. 3, ; 24. - [3] De I1mll.. !Jcn. l.omia. numo 134.

(4) r.od. lib. 9. tito 13, l· 4.

[&] Cad. lib. 8, tito 4, 1. 1 ."

[6] Quid si 1'0"U~tIl8 homo cOlllra debilem utitur P1l91t0: 1IU1IIIJfua delJilespolcrit 'IIti g/Mio? Glosa dieie fJuod sic ir, die l. l·'" Cad. UTlde vi, et id~n tenee ibi. Bald!" in .. triple lectura. Quid aulem s. 'luidamjecit incltltmn conll'o 1IIe $Íne "UD (U'morum genere tIOlclU mi"¡ dare ",am lIIaxillalan! manu vacila ego 1IC IUlc aeeiderit .. .. perelltU eU/JI CI"" gladio? Baldul . in dicl. l. l ." , i" rlpctitio1!c col. 4· ·o! , duli"fJ"il fJuod l/ul constallt lJ'uod lIOn poterat aliter me de­j~ldcl'c el pUI¡iar . ... alte eonstal fJuod 1/011 poteram aliter evadel'c '1U;'1 el<1II lIü,perio percuterer,

qt tune licite jeeí nam si ¡tOe lieet prop/el' res difendendM ut in dicl. l. 1 !" ,multo mngis prop­ter corpus I!ostrum 'luod digniu.! esto . .• Si tamen ilUUUalMl elue robu,tisimUl ee alter lenez t1me p,,~su!/litur proptel' i1l af[ualilatem v;r"m fJ"od alítnr 11010 potueri.t le difendere ee tradie late .dlezander el Barlolu8. Greg. Lepe:. )lsrt. '1 :O, tito 8 ? • l. 2!" , noto 4 !'

[7]' Discurs. sobo las penas, caP. 4? . § 2, nwn. 18, pago 118.

DE JUlIISPRUDENClA. 27

ritu1 ¡Luego su espíritu será la iniquTdad? Yo ven ero cnal de!>r) esa sen ­

tencia. Faltaria, sin embargo. á otro deber sagrado si uquí no tr ibutase á

V. E. honor y gratitud á nombre de la hum anidad, por haber entendido cu a ll ­

la necesidad tenia Luz Dra"o de der~nsa. V. E. la proveyó del 'SI'Crlll pa­

trono que me ha de guiar en la palabra, y dió un testimonio de JI) Crancos

principios con que \' 3 á ser juzgada . . Qu ede para lo hnmÍl: idios d e plena

volulltad ese espec trl culo terrible, qu e va tic tituyenlJo de fuerz a corrcctin\

un pueblo acos'tum brado á dlOsvirtuar las mejores instituciones. Burl ad esa

inhumana espectacioll en que se liene al vúlgo deslle que se Je anullció es ta

ejecucion, fiesta de que carece ha medio siglo, ó le vereis df'ja r el SlI ciín, Hl

lalleres, y de grandes distancias acudir á gran priesa á ver IIl1a muj e r ajus ti­

c iada, y juzga r con rri~lllad de 6U rostro, su gesto y su agonía , mie nlras en

granele alzada el Juez vuestro y mio lajuzga eDil cierno é inap elable ral lo.

Yo no he dicho, como se fi nge creer, qu e las mlljeres homicidas están

exentas de pena capital. H e dicho, y Jo rep ilo ahora, que corno por la ellad,

porel sexo tambien, siellt.!o iguales por Jo demas las circunstallcias, 1,1 pena e

mitiga. La ligereza de su juicio, lo instable de sus resoluciones, la volllbi­

lidad lle su carácter, han hecho conocer en ellas, du ra nte mu chos si.glos. una

moral de!l\'entaja, para que sin auxilio hubie ran de conr.urrir con los varones

en los negocios de la vida. Por ello fueron alejad.:s de los puestos públ icos

y conslituidas bajo de agena proteccion en sus neguc ios. Jl1aj01'cs nos/l'i, nos refiere Caton entre los griegos, nullf'tlll ne privatam 1J.1Iidcm rcm a3el'e

faemina, 3inc auctore voluerllnt: in ma¡¡ua case parell tum , j1"atl"ltm, vi1"ortl7n. A la misma estuvieron sujetas las romanas: habia para regirlas tutela pupilar

y perpetua, y los maridus al teslal daban tutores á las \"iudaJ;t. Paulatilla­

mente cayó en desu~o [1), y seis siglo~ Jespues el orador rom a no [2 J ueplo­

raba que el ingenio de 10sjuriscollsu1Los, depra.vando esta jn ~ liLlIcioll, hubiese

llegado aun á inventar tutores en poder de muj e res. como tales sujela á lu­

tela. .Mulicrca onmes propler injirmiwtem concilii maJorcs iJ~ lll(ol"/l1n po­luta/e csse voluerl/lit, !ti illvcnerunt genera lutol'um q!U/c pole tate 7nulierUlII contine,·e¡¡l!,r.

¿Y qué otra cosa es hoy la sujecion de la mujer á sn marido, establecida

por una ley universal? Con que nos alejuis, pod rán decir, de Jos puestos

públicos, del foro. de las nca.de mi as, nos h nceis impracticable por do qui era

(1 ) En 29 de Agosto de 1806 oCleriú eH México la Í1 l!iJ11l1 c.i~"IlCiOll de 1"''':1 enl'il:d ('n mu­jer. Juana Gtrtrudis Garei •• mn lata de 49 nilos, filé Í1. ~lIa 'ondc"nda 1l01' haber dacio ",,,crte (,1 15 de Agnsto de 11101 Ú su uu~ro Ho,alio Orti1,.

(2) Tito Livio, 34, 2.·- lfcillnec .. ~ u l ¡ '! iicd.dcs romanas, lih. 1.° , tito 13- 19, ~ 1 (j Y si .... - Cicero pro /jl/ciQ 11111r l!ila, § 12.

VARI EDADES

la senda uel saber y ue la glorio, en obscquio de la moral y pmptcl' i71j1rmi ­

lalem cOrlsilii; nos impedís la adminístraeion de nuestros negocios y aun cer­

ccnais la propicdad propler infirmitatcm cOllsilii¡ nos conlinais á la rucca y ,,1 hogar, sin qu e fall e el in/il'milas cOltsilü: r ClHlIlt!O por nuestra educacion frhola y mezquinn, ó la fragilillad de nucstro consC'jo cc¡Jrlllos á una pasinn, COlI, ctemos un delito, desue allí camÍl-lamos al suplicio. Jllares /tane Legem tuieru71t.

Pero, ¿yen dónde e~tá esa ley que generalmetlte iguala en la pena á las mujercs y á los hom bres? El fiscal de la audiellci a valentina D. L OI' :) llzo

Mauheu, á falla de ella, se lomó el c.téril 6 1m probo trllbnjo tle ir enume­

"amlo los delilo y recngiendo ya leye. ruma nas e3 pecialc::í , ya ejccutori ~ s,

ya opiniones de juristas y alln de poetas, y no se atrevió f¡ cit~r. esa ley ge­

neral. Sin embargo, dir.e qu e UlI a ITIl1j c:r dió fl l primer veneno, y que por tal

d lilo las de es \\) SClX t) alli son quem adas [1). P ero nu estro I' iseal yu la h¡l ell­

contraJo, sp.iíor, í¡ así lo r.ree. Del sig n{jicamiento .le las palabras cn el có­

(jiga de las 11artidas, se denomina un título, y en éi una ley con este epígrare:

]Jel elltendimieuto tI del :sigl/iflcamiento ele olras palabralJ ceSUI'd8 [2J, dice: " U samo~ á poner Iln las leyes de este lIuestro libl'o, diciendo: Tal home que lal cosa ficiere, haya lul pena. Entendemos por aquella palabra que el de­

fendimiento pertenece !:¡mbien IL la mujer como al I'arOIl. " Jo hay ley en

ese ni otl'O ,ítulo que esplique esta ,·oz tlefendimiento. En el diccionario de la lengua es rrohibicion [3), Es decir, lo que la ley prohibió á lo.s hOIllQres,

cnliélllle c igualmente prohibido á la .. mujeres. ¿Y la pena? No dice. ¿Tgno. ruda el legislador que ~nll efectos diversos de las leyes mandar, vedar, per­mitir y pun ir, como se lee 11 otra de la Hccopibr.ioll [4]? ¿O careceria de

claridad al remover dudas (le precision, despu e~ de que ofreciera decir el sig­nific31l1i elllO de palabras escll\"al>? 1\ _as espresa sin duda la ley recopilada

que acabo de citar; dice que eila 110 exim e por el sexo, la edad ó la ignoran­

cia, y ninguno creyó qne suprimiese tu utos mOlivos de atenuacioll, de que

están llen os los c(ldigos penales. OJ1ciosiuades del juez, eUlrometimientos, como el Sefio\" Fi!)cal los llama.

No dejó Pilpinia.llo [5J le llevara tan lejos el zelo de .su oficio, ni pensaron así Ulpiano [6J, ni Arcadio y HOllorio, emperadores [7], el papa Alejandro

(l ) CuesL. 29 de,de el níllll . 72 ( ~ ) 1'. 7 ~ , tit. 3:1, l. Il .'" (:3 ) Dice. ,le la H. A. )~sr · ~di c. de 1780. (.~ ) Lib. 2 .0 , tit. 1 ?, 1. J ~ ell 1" ' ov.lih.:3 !' , lit. 2.0,1. l." (5) Aho¿.;:mlu tiscal, Dig. lib. 4li, tilo (j!' , l. 3S, § 7. l O) Alli. lit. 13, 1. 6:-(1) CoJo jusLiuian. li u. 9 o, tilo 8.0 , 1. 5 ~ , ~ S.o

bt Jr RISPHl"DEXCU .

In (1), n. Aloll~o {2J, T iraq nel [3J, Lardizaha l (-11 , ni D nu [5J. Convcnl'itlu" ,

Sr. Exmo., de ¡¡ ue el pri mer cánon ~ n In s pena,; es la pública neces idad , al

paso que ad mitieron que Ij!loti /: :J 1'.1·e/llplo Optl ~ sil upor/el 7na/rjicio/'lw¡ SI/ fili.

eia exacerbari [6J; alirmarll ll tambi en que á f;¡vnr de las mujeres cO llVi e l1l:

aligerar las penas. lIlil ior CJ'3 Q eas clebct e;jse sl'Jlten /ill, d ij rOI1 los l'lllr t: ·

r auores (7 :, f]uas pro ¡'~/i rmila ll' se.t US lII 'ilws aIl3 1lt'a~ esse cO /ljidiml/s. 1,IS' tru yendo All'j anuro Jl I al obispo EX(¡llien~ e como debia pl'Occdel' con l ,,~

cómp lices en ef ¡Isesinuto del r ancille r Becq ue!, ArzolJi~po de Call1Or!;(' ry l "

ejecutado dentro de 1'U misma cal¡,ural, de órden de Emiqne 11: ..... 1/11 ,.;

71011 soium 'Juall/.i¡as e/ qua /itas delicti SII11t aU..ntlendll, le decí a , 8cd (tia:; ,

scielllia, SexU3, a/que cOlldilto delillrjAtellti3; y hablando del sa<!rilegio D. A IOil'

so nos mallda {¡ los j ueces 1I1ellller á "si [ué de dia ó de noche •... ó si íel

reo] era varon 6 hembra .••. agraviando la pena segulIll esto, ó dálldola IlIn "

ligera ." ign!! quie ll pUllj ere la raZ()Il de derecho dil'prso ent rc cslf:' y lo ~ dem as delitos. E J.' eadeUl jU :'is ¡-ul ioN!' j!u LL earlem di.'./){Jsitiu [U:'

H ay , auem;\s del sexo, Olra cirrUlls(ant:ia personal, :Sr. Exmo., qne ;,LClIlI :t el dtd ilo de Luz Bravo . Parte es debida:1 las C081\\mbrcs de sus padr.:~,

par le á la sociedad. Po rque en \'erd;¡d, no s~ C'ÍJl110 esla pueda descarga l' el< Luz Bravo todavia su terrible segur, antes qu e ella mi ma se I'in t!ir¡ut', porqu\;

a rroj a ra en su alma la sillli ente de fruto amargo que ahora deplur;¡lllos , Ilij¡~

Luz B ravo de una reo de homicidio 5. qui ell se imp uso tilla 1::: )';;;1 pri siun, (·1 Inspector y 'ota·a lca ide de la d rcel naci onal me ast'guran que allí \'in u f¡ Ita­

ce rparaellala razon o ¿Ha visto ya V. E . la escuela que hay ¡¡lti , las edi li·

cantes cO ll f~rell ci;ls de relig ion y de 1Il()f¡.! con que se ree lific;¡ (,1 co r<lZOIl y

se ilustra la I11tmle? De ahí lomó Luz Bra\'o las ideas quc posec, las \ irln·

uea q ue ejerci ta. El asal to que F . concibió ell la prisioll y diri gió con éxit,) ,

y la parte que le fué adj udicada; la sostenida negacion de H. ante ~\lS (!Úlll ­

pi ices; el escarmien to de I-I. por su rel'el acioll, la impen iwllcia con 4\1e X.

espiró en el patíbul o; las fugas pr in!:Ípales acaeeidas el! la prisio ll, ~1I linlll '

po, su pormeuor y sus au tores; la discipli na carcdaria , el especial ICII L: I¡;¡jC

(J) Decretal. de G" ""ol'io L\: , li ],. ~ :> , lil. l~ , C. 6 ." (2) 1'. 1::-, tit. J , 1. 12. (3) De ¡;~lI j3 causo :l f' (.Jo) Disc. sobo las pen., c.l .0, ~ :! !' , nu. ) i '/ i,~

(S) Lib. 3?, tit. S? , cap. 4.0, ~rt. 3? nuUl , 16, : m . 4 .:: , llum._'

(6) Dig. lib. 48, tit. HJ, 1 l!l,) 1 v

(7) L. Cil. del Codo (8) Hoy Sto. Tom;i~ C'aDtllaneu.~

( ~) \' ~i~ol. c::r.: , 11 , ' . ~:'. l\11m 1~ " ¡ ~, !' . Rn' 3· ·r .\'1- .1

50 rARIED AlJ Ei _ .... .,-- _ .. " -_ .............. _·~ .. r · ..... " .. --~ ·_ ............. " ....... .. ,, .. · ...... #'_ .. _-, ... ,--------

de los preso~: hé aqul su condicio!l, ·sus h~ bitos. Y ~olegir podreia ·sus pro­

pensiones, sus afp-cIOR_ Pero esto 110 iro pide que en las riilas c'onstantemente

a brace el partido del. débil; siempre contó con ella la amistad. Hacedla en­

tenuer que en desigual contienda !<ucumbe alguna de sus compaileras, y la

\'ereis cómo corre en su auxilio; su nombre va delante, y con navaja en' ma­

no entre la muhitu ~ donde los hombre~ no s in temor penetran, Luz Bravo

se abre paso. ' El herir á mansalva ó á quien dnerme mal ~e aviene COIl un

carácter semejante. Y luego, ~i ve is que 110 proyoca, pero jamas esquiva

lances de estos ; si encargada del árden interior, le consen'ó á ri esgo de eu

existellci a; s i acalló los -disturbio!;, preservando á SIlS compaiíeras del delito )'

castigo cuanto la fué posible, ¿negareis que queda en el. crímen su mornl y

hay elltre los malvados ~u especie de virtud? Y si la sociedad no ueja

ser mejor, ¿con qu é derecho arm ará el brazo uel verdugo?' El morador de ulla casa tiene que pu rga rse del homi cid io· ~e aquel cuyo

clId¡h 'er en ella se encontró, segun el fu ero de las leyes .(I ], dice el Señor Fis­

cal, y yo quisiera me recerle nos re ve lase el p rovecho que esa ley acarrearfl

fl nuestra cuestiono ¿Se adelanta algo en cuanto á la prueba? Nada. ¿Sobre

la pena? Menos. EsLóblece la ley ur¡a presunniou jllris acerca del nlldo

hecho, es á saber: supone que ha sido Lu? Bravo la homicida. ¿Y lo negó

ella mi sma? Pero de aqní á homi cidio ale ve hay' un abismo. Es la lealtad

lan natural al r.orllzon .humano, Exmo. Sr., qu e sin necesidad de racioci­

\lio, y solo por instinto, detesta la traiciono Traicioll se dice cuando es "con­

tra .... pro comunal <le la tierra, é .. . . contra otros omes es llamado aleue,

~ t>g llnd F uero de EspaÍl a [2J • • __ é es maldad que tira de sí la lealtad del

corazon del ome [3] , y por e~tc mo tivo, aunque no fu ese por ser calidad

agravante del delito, no se presnme [4J.

Yo no temo, Sr. Exmo., que Maria Luz Bravo haya caido bajo la ira de

las leyes recopiladas [5]. ni que para ella sea la mnerte que fulminan sobre

el homicidio perrect~mente ,·olulltarío. La voluntariedad .supone claridad

plena en la razon, dominio absol uto en las voliciones. A pl'O pol'cion que la

\lila se oscurf\ce, que el olro dismi ll uye, el deli to se aleja de la ley, y falta al

mag-is lrado tí tu lo para imponer la pella capital. Yo he vi~lo la general dis -

(1) Fuero .lt: lib. 4, tit. 10; 1. :\ ." , JI . 11. tito 22, lib. 8, R. lü, lii. 21, lib. J 2, N"v . (2) L. l ." , tito 2 '? , pnrt. 7!', v· ¡;; subre to<)o.

¡:n L· c.it., V· ]S truyrjon. ( ,~) Bcgmlldel l Biblioil,rCfl.i'/1'i .• (trI. Hmllicid'"I/1 , nn · :10 ~' 37 · Cubailo.,{" 0/11/1. gel/.

}lOm;/,· n· :385. ( ~ ) r •. ·ye. :l" Y l. ", lil· :\:1, lih· .; li .-.·op· . ó ·j,:- y l ." tit. :H. ·lib. 12 No\' . conf'¡rmc'l

~, I) n h~ 2·~. tito ' ? J P i~!:t. 7·=

DI·: J UJUSP1!.U lJ1r.!\C1A . 31

poaicion de dichas leyes, sin mas deseo que conocer su espíritu, sin mas pro·

pÓllito que el decidido de cumplirl'ls. No ambicioné esa gloria van:l de se· veridatl ó de clempncia que no deja de tprbar el fPcuerdo de un deber infrin. gido', me prec::lI'ia de ello el consejo de Marcian o [1 J. Considerada la natu ·

ralezalel caso y lo dispuesto) por la ley, segni mi cooviccioo: sentíme fnerte

eontra humanos respeto$. Dpscans~ha 'tambien e ll c.~a saludable garantía

otorq-nda ¡¡ mi honor, ell esa sall'aguurdia 4111l .me di"ran las leyes [2] de no

!lAr lUulestado p4'r meras opiniones, aun cuando. disin tiera de juicio superior

mall acertado. l\bs pmmoviendo rcnSIII'as, inicia'ldo ealificaciones dep resi· vall, peligra la libertad en el juzgar. se turba e.s:.! serenidad q\le tanto import:,

en los momentos del fallo, y el juez, que no debia percihir sino los hechos y l. ley, tal. vez ni los atiende, escuchanuo la~ "pinionel' y los deseos del pru­

eurauor del fi8C~, 8US habituales propensiones.

Yo medité sobre el edpírilu de las leyes citlHlas, inquiri lo quc el legis\:¡­

dor exigió de sus súbditos, ellleber que prescril>e al j1lzgador. En la \l n~

encontré (3) que su objeto ],)0 fué otro que estingnir aquellos ('ombates ~i !1'

guiares (4), la costumbre de algunos lugHes y \' illas, y lo que es mas, la ley 76 de Toro, segun las qUB, el homicida COIl pllgar IIl1a lIIulto) ti c seiscientos

maravedís (dos pesos un real y tres granos), ll amada homecillo, que la ley 3:"', tit. ]0, lihro 4? de la reeopi lacion, · impuso al hOlllicida ó reo de de­

lito capital, que no compareció al seglllldo edicto, se le ciaba tan solo COIIIO

enE'migo d~ los parientes, es deci r, eoncetliase iÍ. éstos uHecho dc: matarle. Ya no I!ra esta la pena del 1<llioll, primer ensayo del liis tema penal : la ley,

en ('sta por lo mellOS, no abdicaba ese drrecho inalienable; sino la realidad ,, ~ aqllel estado tle barbarie primiti \·a: que solo cupo en la illl~ginacion de los

socialistas. Menos inmoról l~l \lez era aq uella cOlllposiciori COII que (!Illrc 101 Francos y los Gl'rmauos el homicida aca llaba las qu ejas de llls dClldo~.

ó la tarifa establecida al!;¡ en la edad merlia; segun i:I gerariJ uia del occiso .

Redimiase el homicida pagando mas plJr la "ida de un ohisl o, que por la dI'

UII presbítero, menos gradu:llmente por la de un diácono,.5ubdi 'u·OIlIl. l' la

( 1] Pl!Yspicil!1ldml< Nt j,¡dicallli "i! quid .;ut dl'l'iI~, al!l relJl ;~~i,!r CtJilst.t"at"r quam "m,.a depost:il: ffec ellim (wt . acri!a!i •. ",~I de" .. ..,[ill! fllo,.ia "liectai1d,~ Pel; sed JltlJlellso jll,dicir.

pro"t fjl!lZfl',e res e.>:postulat st,'(I'~,ld,,¡ .¡ .:,,1. l'/a l,,, il/ Il!viorió"8 ('.'''ús p/'(",jnre~ ,'Id l('"iln ­

Il'm j"dices e.S'! debe"f, in graviorifmJ pa:,ús seoeritalR ¡;¡ I~!IU¡'¡ ,'//1,/ qfiq"o 1{'1' ¡¡JN1l1l/i'1ltO. b,,· lI igll ilillis mbsc'li!i. !Jig. lib. 48, tito 1!J, 1. ti , in pro

(2) Decrl't. (I~ la ' Cort. E' p:ní. dc 2·k tl" :-'1arzo de 15 13. rap , 1;:. or/ . 1.1.

(3} L.3'",tiI.23 .lib. S,c, r: .. l",t ;1. 2I,li~.1~,.\ .

(-I ¡ Accbctlo, ,:urucll tundo la !,:olaurll 1"'/"'" Irn"",·, -tiP·/" I;" .\k:!o <l' ;"'I!,~;(hJ . D<l " .,.

pondo d~ lo rnsliw .ld la\in .

V A1UE1JAllES

rle un imple monje (1), salvo las penas del fuero interno. Aquí á lo menos la pena era gradual, allí reparadora, y siempre algun lanto correctiva; pero la

ley recopi lada ó (lel ordenamiento, en realidad era 1IIHl inj usticia al muerto,

una burla fl los deudos y un insulto á la sociedad. Vinc\llaha los odios, pro­

pagaba en las generaciones el gérmen de la guerra civil. E flor ellO!', D. Fernando y D!" Isabel, ó D. Felipe lI, primer rey que la dió ~u sancion, mandó que "el que male Ii olro, aunqne lo mate en pelea, mllera por ello, slll­

va la escepcion de propia defensa ó alguna razon derecha por la que segun la

ley no deba haher pena de muerte." Razon derecha por la que segun la ley no oeba haber pena de muerte, es toda escepcion qllC jU$ tifica, que escusa Ó

que atenúa . Si pues demuestro que á Luz Dravo fa"())'ece al guna de esas

escepciones, declarad o ser;, deducir de la ley su s naturales r:onsecuencias, y no merecerá, Eli:mn, Sr., " nestra censma.

Ca~i In mi~mo dicen las otras leyes recopiladas (2) Y dt! partida (:J). E~­

tablecen que muera el que JUnte Í1 sahiendas . .Il sabie/ldus, para significar

conocimiento perfecto y ciencia cierta y segura, cual virtió este modo adver­hial la Academia de la lengua ü el consulto de que usan los lat inos. Y ¿ha­hrfl t!se conocimiento cierto, Pon IIna mente que ofll~ea el cncendimiento de la saña, y á la que l!s!e no deja I'SCOl1er la "erdad (4), ciencia segura en el que tirado á opuesto!'; estremos, Re siente v:lcilar entre la sangre r la razon? Atended hoy á Luz Bravo, Sr. Exmo., ell alla ¡¡tiende la ley; usad de esa in­

dulgenci a con que el legislador quien') se ,·ea al que pneda mostrar que ma­

tó con dererbo : plles si el deseo de se r, ó el instinto conservador, 6 una ley l'uperior ju sti fica, si una irajusta y \'ehemente presta eSC\1sa cumplida al que !lió mu ertp, luchando por su "itla, ó I'enga ndo la afl"cnta del lecho conyugal, la de su hija ó 1!hmann, necesariamente debe otorgar alguna eSCl1sa á quien

llrgido por ese mismo instinto que obra en la ira y en el miedo, eedió á. 1111

i mpulso mpnos fue rte, () obró at'ltes riel tiem po ó sin el temperamento qlle las lf'yes prescriben. Ese deseo oc se!, obra en el hombre, )'a repela un mal ¡,r.!Ual é inllli ~ente, ya castigue el pasado, por precaver el \'enidero. Si !:J. ley le al1toriza en un caso, si ndm ilC 115 efcrtos ¡,córno podrá en los olros prigirlCl r n rrím cn. sin reslrir.cioll alguna? (5)

(1 ) I';¡rt!cida ío C31a jurisprude ncia ''s In nuu.<l m, J r~· -;- " . t it. 1 S. pnrl . 1 !' 12) ] ,.4, tít. y lib. cito R. J, lit. )" Jil'. ,·LI. N. t ~ ) L. 2, iít. 8. p~rt. 7.

(~-) J,. (J, tít. !I , par!.. 2. ud \" . r . .fnm""" ;lr l. I'l'"rh, por .Tllf"I,,'. rUf> 9. ~ 30.

nE JURI pnUDI·;~CI.\ .

"Abrid paso, dad treguas a la ira. Ensailaos p< ro jamas peqlleis ~ I J," rli.i o S. Pablo.-"Porque en pocler del homhre no está que non se ensnñe" a¡::rp·

gó D. Alonso: [2) He aquí un análisis exacto :11 rqismo tiempo que conciso

de la Pl8ion de la ira. Jtu,ticia salvaje se ha upellidado y con razon á b

yen anza. Forque si el hombre nlguna I'ez se encuentra en ese estado. en

que la ley no le protege porque no le conoce, ni le alcanza, se sienle obliga­

do f¡ fin de conservarse á precaver, lanto cuanto su fuerza li s ica 6 Sil energia

moral se l.) concedan, cualquier alaque á su quietud , ó á su f~ li'!id ad, casti.

gando al autor. J.uego jOBtificar el homicidió, hecho en propia derensa. es­

cusar el I'jecutauo por IIn \'ehemente impuLo de ira , y alenuar el que dictó

una ir:! menos fuerte, son corolarios lodos el e un principio mismo de dere·

cho nalural , qne el legi slador sin desdoro tal l'e1. de su saber. sin menglm de

8U ju lifica ion no podrá uejar de admitir. El deci r quP d lpgisl:lclor no ha­

bl6 de rircunst ancias atenuantes, proponiéndose escluirbs, ruera 1111 ra~go ,le

tirania alribuirlo, una calumnia. La repele, señor, su digni dad: escandaliza á

ruantos cultivan por 110 fortnna la ciencia de las leyes .

Yo jamas he dudado que desde un homicidio con cebido por el pntend i·

miento, aprohado y acariciado por el cor~ zon, para cu '0 logro el primero, en

In calma de la mal amplia voluntari, acecha la s oporlunidades y escflgila lo~

medios, ha La el caso emtlrgente ~e nna injuria gral'e, de una riña en la qu!'

en no momento, sin solicitarla, y cas¡' s in sabe r ~e qué manera, viene :í. en­

contrar e nn hombre, y es arrastrado á un término funesto, hay tuntos gra­

c10s ele rriminalirla,l, cuantos enlre el ejemplo mas horrible de desmoraliza­

('ion y el tributo mas fl pesar pagado á la cruel liran ia de las pasio nes. Des­

dI' que la filo~ofia tomó parte en la li.'gislacion y la jurisprudencia, no ha ha­

bido quien iguale eslos delitos . A la verdarl: ql'e el hombre, á quien para for­

marle su soberano Aulor se eRcogió á sí mismo por modelo, en quien radió

IIn destello de su db-ina inteligencia á que damos 1'1 nombre de razon, S6

l'Iirva de ella , pnra (lestruir esa misma obra, dando mu erte á 1111 hermano, no

merece otra pena que ser privado de esa misma luz, en cuanto al legisla,lor

le sea posibl.e. Cuando las leyes humanas no lo h\lbiesen inventado, me

atrevo á creer, l a revela ri;¡ ó la impondria Di llS mismo. P ero cuando sin

designio ni pr~medilaeion, y c:asi sin uso de el'a lu7., dejándose llevar la \'0-

luntad por el im pulso de la pasion, viene á causar la mu erte ele otro, la di­

ferencia es tal, que solo á nosotros nos faltaría a lc~nzar!3 , despues que en to-

(1 ) Ad EpUC5. cap. (., " . 2t;. (2) l .. 10, tí! 5. r.~.

:H r \ H!lm.\ m.s

dos los eC:digo Inoderllo~ , 'C cnmielltra ~allcionaua. ¿~\'lo¡Jernos rt ije? Sr.

EXlIlo. '010 ent re las leyes ele Dracon I'emos 1'5a confusi"ll lHlrbara.

Dcsde SO\OIl en adelante. ya se nota esta importante r1ifereIH:i<l. Al.

he rto du lluix, hablando de la legislacioll griega, entro:! los delitos capitalc~r

f' IlUm era el homicitlio premedilado y ningun de los voluntarios ([ J. 1,a ley decenvir31, es bien espresa en cuanlo al designio y tleliberaeion Sei, qllips . . hcmonclI, lr¿bcrum. Dolo, SCtelt8 mo¡-ei, duil, queúe, Ala/o m , carmell, in· c/JIlUtsit, al/ t 'TIIalom ve/lellol/l jilcsil, duit¡;e, 1'ariceidad eslod [2]. El que con rlolo y á sabiendas dé mu erte, la cause con pal,,"bra~ mágicas C'onfeccionando

Ó mini~lranlin "cncno, será tenido como paricida. Paris no ]JlLll'is eme/es ha

notado ~lorin , y yo quiero llamar vuestra,atencion á la palabra S~ieJl , de que

los D~cenviros ' C sirvieron, sin duda porque con la o\ra Dolo el l'oncepto no file perfeCI:llllenle verlido. La preei 'iun de ese código, resislc admitir en'

M ni exagt!raci on ni rctlllndancia. No fue esta mas que la ley R egia : b miRo Illa fue reproducida en la SempronúJ de homiádiis: la Comelia de Sicarii3

1:0 existe, pero segulI Marciano [3J y Paulo [4] no impusu la pena C'apila!.

Uorregi~a despu es, leemus alli mismu, que, sah'os los que se Cllcontrabatr ho· rlc8tjori loco positi, se les crucificaba ó de olro modo se les haC'ia morir.

La antigua legislacion, se (lCU paba l¡ln solo tic l¡ls mas gran!!!:s necesida·

des dc la sociedad, de lo>s casos que cOlÍcerniall !JU1I/1/¡((/II rempubticam, y p'rcs­

ocibian las mayores penas para los mayures delitos. En los casos mcnllrcs los designaba el juicio del nHlgist ratlo. De todas era la muerLe la llIas grave,

se hallaba sienqlrc es presa, 1I11111:a se infligió por interpretacion, Ó COIllO las

.,tras al :.rbilrio. Tal vez á ello se oponia la ley decenviral. D e flTpite ti· lIis l'omani /Ii8i 1Jer ma.t:illlum ce/lturia/llm II cfe rullto (5). Aplicarla cm el na·

lural y obvio ejcn:icio uc la j\lrisJiccioll. En el anliquu8 ordo jwliciuml/t r.1 procedimien to en deli:os capit~les era el genial de las inslilucione~, qne mas se conformaba á las doce tabl~~; esto es el de jurados [6]. Por 108 molil'os di· chos, procedimien to y pena Ilalllárollse ordinarios. Cuando las circunstan­cias allJjaban el hecho del tipo estremo que ellegislaclor IUVO presenle el ma­gistrado "li vi~ba la pena, cllal va dicho: el lino y la otra lIamábanse lo mis.

mo estraonlilia rios. Eslraordillarios eOIl el tiempo, vinieron á ser todos lo~

j1Jicios, y ya de este sistema hablaba U Ipiano, al decir: Jlodie ei qui extra

(1 ) Jliator. dei der. crím. de 109 pueb . aot.lom. J, cap. 5, par. ;1 . I'2J Reperl. de Juris l.· crilJ1 . dC(l.~ui lr Morín 31'1. FIOI. iridc ,

(3) Dig. lib. 48, tít. 8, 11. I Y 2, (,n Heec pL. scotcut. !ib. 5, lit . ~3, par. l .

(!i) },aLuula)c F. .ai . llr les loi. c!'i",ind lc.\ ,lr' I( .noain' <onrnnllnt b ro"l'o""a Lili l~ de.

:\l:\"islrals rapo 3. ti ' • Cu<kf,·,J., P i". ¡;~,. ·1". l i t. I 1. . 1101 :1¡

V(:; .Jl' ltl. l'l UU.b:;\C¡ \, -, .. -, ... ,.....~~ .. __ .. , .. , .. #' _-~-------~ ..... # ... #'_~--"' ............. ,"-~_ .. , .. ,. ordinem ;ogIl03cillice, qUW/1 e/llt Se/l{CIl !imll.!en'c, ¡'el grU/:iol'cl/I , ¡;el /r l·iu1'rlll;

ila la men II! iil l/troque modo ¡'ntionelll 1/0/1 e.t'cedaf [ 1]. ",i si n inlclll arlu

he forma ll o la hiSloria del arbitrio judicial. de bs cs 11 <l Y aten\l!l\:iones , Su

origen e pierde con la in~tilllci ones judiciale' en la osruridad de lo~ tie m­

po roa remolOs: él durará lIli r nlras sea n h ,mines lo, It'~i . latl()l'es , EIl(l1c

estableció l'u e~. la ley rcc:opilada no drjaba de se rlo, )' tampo 'o care,'iéJ del

defl:cto que los nuel'os cóuigo~ plelenuen corregir. Uplill/(/ /,..1' 'J u11e mili;'

l/111m ,'elin f) uit ar{¡i(I'io judicis. dijo ri lúlele~ hact' l' intilln ,1~ I(lSi Y "" ':

principio que ca:i desde n ~c itlu fue oh' idatlo. r'" ~e realiza Pll ¡-I pl'P ' en h ' ,

P ro mienlras se a"lIa nla e, a 11ojora lIb iSlirá el arLit:io ,ill dH:iu l, ('~1If1ll

un regulador en la eX3gera ion del sisll'ma penal : y In hUITI<Jll itl"f1 1('l) dr~ Ull.

:llh'io toual·ia en nu estra Il'y 8:, ,Iel lit, 31 dc' la l'al'l. 7'!- C.1II ,11~ " o ll('ol'd ~ II '

! s bi"n ntendidas y ;lpli(,:1da-: ubrando la n .010 lo" efecto- quc , ... rl'0l'lI s lJ

d legi lador ,

l!uda Goy na n 9\1 obra lilul"da : ódil10 criminal ¡'.spaiiQI [t] i ~ea ,' nal

fuere el "rado en Itl e ~c Pllmpla la e! ¡:u ul:111 <"hiel/llos de la ley 11 rc(' c el

homicidio la pClla capi tal. ) o jallJas 1 dnde por lo ya dicho, r l' lo ' IllO lí,

"O que en todos lfls paise~ CIIItOS libraron al ~i mple homicidic, .1,. la mu er·

te, y por los mi~mos que hieicr<'ln nacer á la co!>tumbl'e conlr:l1'j ¡l, "r igen y se­

ñora de las ley"' , la que llCl qtli"ro e cOllfunda ('on ,, 1 no uso que la ley re·

copilada ~:3 J ha prohibido ~ll'uHr. Ella Jic:ló al mi smo e eritor y fl liS cola ,

bomdorcs, A" uirr(' y :\Iontah'~n ( ~) que la pe 11:1 110 pasa ,·in f'l11hHrgo dc dipz

años á los preSidios d ... Afrie:!.

Yo lile ¡¡ '{uro ;\ los sriíorc~ mini tros que c()lt1p\l~i ,ron la . egllnda ~"la t'1l

la segu nrJ:¡ instanc ia. I'lcI'ado" pOI' verJaderas y ólidas ,' irlnde!> [, In alla W" rarquia mo ra l, en que el orgllllo hizo , oiiarse;'i lo E laicos: me im;¡:rino ;',

Zenol1 jU7.gandn eutre ellos)' que al .. tO:l /10 llegan el amOl', ni pi odio. la C'ompa. ion, pi miedo ú la e~peranZR. ~ el'eros para sí, inflexibles ¡, intoll'l':lII'

I ~ para In'; d~ lIla~ , \<í 1111' e~plico el ceiio adll , lo CO II que l'Ír.ron pI juicio

'lue rOnll!' de la ,i ' II ,II ' 11I1\ de Ltl7. Bra vo al delinquir, Pero tampoco los creo

a!reno" ue 1:1 '1 f'l ;' '¡ IIH' 'l llc la mll/{i 'tratura, y adm i r~ ndola toda!; P/1 "OSOlros

us J'U I1!!1J ' oll~i,lerr , is Ú e!;;¡ lnllj er I'Hoh'jendn en el ánimo la injuri a )' vili ,

penuio que araba lit- llrrir. ImYl'l1do á ti morada p:U3 u~traer 1:' [. las mira­

ua ue I I )~ que los h:m pl·p~pnri:Juo . per~('gllida del hombre que ha sido la can-

(1) Oi!!, li b, 1". lit, 1 ~ I, J. \ ::,

(~) l.i lo , :1 , l i t. 1. , ,'.', r. I1 U'" \I!I'; ,

(:) L 11. lit. 1. li , ~', It " I r. L',:: 1'" , ;;. \ .n ,

i ~ j r, ·Jm!'1I adi'·¡,," .. ,lv 1'01' • , 1""

;\ j VA Rl.l!;lJA I).I!;S ~.~~--~~~~----~~~----~~~~--~--~~

I'a y el objeto, y ya á solas con istc cara á cara, que Ja allllncia esta r acep"

tada Sil invitaciOIl para rei1ir. "Entl>nces él la dijo que si quel-ia pelear: éSla

le dijo, sí." (¿Y qui én podria figurarse á ese homble ine rmr?) As!. e~ como Serapiu Villagra nos tien e referido el ca90. Nada. seiior, de herirle dormido,

á solas r.i con anterior designio. Observará V. E . con DOlI ( 1) que cr miedo de

la muerle Ú otro mal grave, casi precisa á la accion, y que si bielllos JJ. ce. Romanos, fieles á los principios de la escucla eSlóica,' fueroll muy poco jus­

tos hácia esta pasion, diciendo que la voJuntad coacl3lh, al fin es volun ta d (2), m.li.xima que p'I~Ó Ú nxioma ue derecho, ningun eSlado hay ma~ comprometi·

do, .ninguna illluC';on mas apremiante, que la de! hombre entre la muerte '!

el delito. Oi ;!a V. E . á Benjamin Constan! (3): "Entre dos ó mas males' igua ­

les, dice, jamas es punible la eleccion.-Entre dos ó mas males de. igua les no

t!s punible la eleceion del menor; pero lo es la del mayor c:uando no media

ningun interes personal.-Entre dos ó mas males desigua le , ell que cllllenor

perjudica al inl@!res ue la persona que es obligada á el egir, solo puede sel' pu '

nible en un caso la prefert'llcia que se da al mal mayor, sto es, clI:J.lIdo el mal

personal, que se evita, es. muy pequeño y muy tol erable, y el qu e se elige e~

muy grave y muy perjudici~1 á toda la sociedHd ó fl 011'0 homhre." Interpelo á

la parte fiscal ~ que establf'zca los cánones contrarios que eul ,] materia 'e hayan

de seguir: y por no ser posible, Luz Bravo qUf'da bajo la proteecioa ue los dos

últimos.

Considere V. E. qlle nunca es ju.sto exigir á la causa ue la defensa prueba

mas robusta que la de la aCU9acionj que ésta, si bien en cuanto al hecho ais­

lado cuenta COIl \lila confesion, y con lo que pueda agreg~rla el dicho de Ulla

infante; en cuanto á las circunstancias cuenta solo con éste, q Uf' al mismo

tiempo, aunCjue por un aspecto distinto, ofrece el miedo grave'y IIn impuíso lle ira vehementísiml/, si no quereis ya otorgarla una actual moderada y legal defensa. Y si asentís al consejo de los mas distinguido.: cscri.lo res so bn:

pruebas en derecho criminal, segun los que no debe urgirse ,í los reos ú hacer

una prueba perfecta de sus defensas y escepciones, ino antes ildmitirles pre­

sunciones, indicios; direis por qué fué impuesta á la Bral'o la pena intima del homicidio voluntario. Y si V; E, simpatiza con la causa do la hUI aui­

dad, tan esp~esta en el castigo de los delitos á la ignorancia de los hechos, á

Jos errores de los jueces, recordad, Sr. Exmo., que, fuera del caso de propia

defensa, niega Luz Bravo el homicidio de Islas. Ahora selltenciad.

J .. os sefiores ministros de la 2~ sala de~confiaroll de las pruelias (llIC ~an

i l J Lib. 3? ti to ¡;, c~ l' . 2, seco. ;l , n. ·~9, ~Ill" 1, secO'. i , art. 3, ,1. 1". (~) Di" . Ii ~ . l, li t. :.l, l. 2J , § 5. (:!) ( 'omnel ,í Pila"!,!. d. do Parí, 1 :ln, lib. :J , I''' ''¡'' ~ .~ , cap. J;j.

UL J 37

examinadas, tomaron u senda, cre:l ronse UI! hcchl) propio .r peculiar. De

la ju tificacion uel cuerpo del delílO 101l1arOll el hom icid io , de la lIovela eJc la

Br"vo el tiempo, y lit! la opinio ll . n<l t stilllollio tic Felipe 'ullchez, elmouo , Preiíaua de esta illl>lgelles su lJn l¡¡sÍa, Irasladolu ,1 ] cuarlO, habilaciun ue LII7:

Bravo. Era]!) L1 c ,\ gu ' !u de 18;)~ f, hor¡¡s biell elel-atlas de la noche, tan pro .

picia al crimen (1). Enlom't :, allí, delra de 1111 tl ellso H· lo, no ú tic qué mate­

ria, un hombre ya e elltreu<ldo ,,( ~ueii(), y á ~lIlad(l ti c r., c: I)/) ,-c!u ulla Illllj er, ar­

mad. la diestra de un puñ:d::.:: ii ra de Dios! Se lo ha hunditlo ell el pecho r dormirá hasta la r urrcceJOII . Ved, seiiores, el otro proceso de la llral'o y

en realidad una qtlime~a . Qllime ra y mula mas . (",¡Sli gue cu bU Clln hora b sc ·

gunda ala al hij o tic su fanta5b , qll cs otro y Illuy otro el deli to tic la

Bravo.

La conjelura del le'li"o Sauchcz, que lal hu ella dejó en e l }lllimo de los

~eñore millistros autores de la senlencia slIplicutli¡, ~olo pucde pa.a r fl escu-

a lel buen senlido r de 1;1 ciencia ~ natólllica . Deducir que Domillgo lslb~

recibi6 Reo. ladu la herid:"! de qlle se le encunlró IlIlI eno CII lal po tura, tanto valdria como ufirmur '11IC lutlos los que murieroll de herid:"! la reci bieron ell

la po ' IU ra en quc fuero n (-'1J('(llJlr:Hlo~, Ó que otros Juli.,s ésarc~ la eligieron

para que los hiriesell: y ell \'('l'lb,1 que raro cs el qu e ' ucumbe fOil la actitud

n que fué he rido. E cl'pluelllos aquellos {¡ qlli enes ya ~w(J sl:lllos ó en igual

pu icion, acertó el golpc en b médllla, y sc puedc a tirma,·, qll e Ú ya el dolor,

ó la angustia, ú el inslinto, les hace <ltlClp la r tilia ell que e l órgano herido 110

padezca. CU 'l ndo lo fu é uno de los plllmones , solo cuidan dI' tCllef espedito

el 1I1lc Ita quedadu: y :Isí se le' ve de cans:n obre el pulmon herido. Yo lI a·

da babia de .estas cspe C: i a lid ~des , á Fsar tl e que gu to de hacer m:s ese ursill'

nes por la ri encias auxiliare de la jr,risprlldcncia criminal. Lo he sabidn

de amIgos prn resores analóm i/' Ils.

La púo tllra del cadáver de 1 la"' es la misma en 'llIC 1111 hOlllbre herido eu

pié, si cayó para ,-dras , debiera haber quedado. La Villagra no ' dice que el

!tombre lué c((Ijellúo, ClI!Jl'Ildu subre (In petate hasta que se 1IUt1'ilí. Cuando oi

á la testigo reft:rir CO Jl wl Il aluralitlnd ~u~ recuerdos, de~ cribir co n tanta puno

tualidad sus scnsac iullc=" me figu rt: qU E prt'sellciaba el homicidiu, y eu la re­

pelic:ioll uel gerulldio cayendo, vÍ á Domingo 1 la; cae r por Illovimientos su­

cesivos. y en el último ya tendillo en el pelate. Yu quise, pues, esplicarme

ese ft'l1ómello, y COllsidero qnc al paso que la sangre se derrallJaba en el ~e­

ri c:ardio, enlorpecia el di á~lo l e II ¡- I I;Or:l ZOIl, la vida se eSlÍnguia, se laxab:l;¡

I,)s miembros, comenzando á faltar los mas lejanos al eeutro de la vida, el

( 1) S~utenr. i a. de ~'Wlda. instancia PoL ji. 3.· T IX-6.

r ,\HIKD\DE,

lronco .Tral"iló sobre las parle ' inferiorcs : dI:' ;¡ lIí 1,1 tlexi 11 dp. 1:1: rodilla: de ' puc~ (!,I,\'Ó háeia alr s, y de ,HII ,í la po Jura supina. Cuando c:\<lmillll esa declaracion llena de movimi ento y de \'Imlnll, 111 ' ,nclo pregUlJlal': ;,QII(: im_ portaban r\ I'S~ lI i¡ia los ¡lIlIUres Ó 7. e105 de lo (1,\,,1nlles~ ¿fIlie h;¡J.la ell tre ;¡qlW­

lIa yesto dp. COllll ln; .:1 nvcntal' \lila histori a tal l 'npcJ' ior;I:- 11 rnuII, Ú srg' nil'

tan acertrll.lalllellte una in lrucl:io ll agcna, sill un "<Ido, sin ¡l Ila incúlIsccuclH:iú ¿l qu ién es esa que pOI' fllcra b suO'iere )' por dentro la ue~l1Iit'IILl.', 'Iue 'os­

Lie ne su' cOlllratliccion I:on ulla :Jhsl¿rda fábula du ran te do ' in tnllci"S, dl1 las que la una le trajo la pena capi tal ~ ¿,Y po poncrla ;1 J)l'es un!:i[Jnp. ~ eSlcriles,

de las que la mej or solo da UIl hecho abstr;¡cto, ('adáver sill vid,\ esqueleto ~in lormas, destituido uo circullstancias, si n las que el hecho no ha existido, .r de las que alguna puede atenu ar, eseusar (¡,iD tilirar el hOl1lil'idio~ ¿Es por ventura, selior, el tonenl e de la époC'n , ú el in fl iljo Illn llwdado de b. pre­,'ellcian:'

La e~pcJ'i<':lIf! i a en ciia que no es l~ IIHwrlC II l1a ,:unsecuell cia 11Iolllellt'll1e;¡ de la hp. rida del C'ornOIl, algunas de las cualcs han \'en ido á cll rarne; y no es sino la sangre den'amalla alrededor, ú ell la cavidad pectoral, la que le im­pide di latarse; cse mo\.imiento :1 que se llama c1 i<Í~tole, con que se presta [L

recibi r la s:.ngre que arrujar!i despu cl:', y sin nece itlatl de olr:J alteraeioll,

eOIl este solo ubst;lClIlo mecánico, da lérm ino [¡ la funciones dc la rida , Pa ra

que la falla d~ ~;¡I1"re en .lo demas de] pu\'i menl ,y el haberla slllo debnjo de la herida "oJl ¡\ujese ii. cree r qne Tslas dormia cuando fué herido, cual di scur­re 'Felipe I::ianehez, neces:Jril/ seria quc en tod as \;I S heridas la hemorrogia e

di rigiese á lo interior r CO Il t:J l f'n erzn, que Jlingll na causa ealrínseca pIHJie ra

desvial' ni cntretener SIl Cllrsu; pero si el a esino dej ó en la herida su pUIlal,

si la ropa adherente á los borde, hac'.) que la sangre por ella se derrame, ó

en algll ll movimien to ll l'g~ :\ cubrir la hcrida, si el paciente llera [, és ta la

mano, i lo' \'asos 1'0 00 no dejan mucha angre, es desce ndente el lrayeclo, Ó penetró :\ alCTnlla r avitlatl, neeesa ri o se rá qne pa~ ell 3 1gllJlOS sl"CTu ndus ' aun

min uto, ;tilles que al pavi menl o sc derrame; y durante ellos, el h~ridq daní

tal \'ez al/TlIlIOS pasos y h;¡sln su(', lIlUbirú, sin que la sangre indique Sil camino.

Si la secretarla sentase ;\ la letra la certifieacion de autopsia, un rayo de

luz baj ar ia sohre e~la cuestioll [Léase por el sec retario la ee rt iJicaeion dc Cs ,

20 rIC,] , Tenia, plles, DIl\l1i'lgO Islas una llerilla como de diez lineas de e

te nFion, verlicnl y que de delan le á atl'as , un poco de izq uienJa [\ derecha: inmedia tamente subre la mamila izqniel' tla, dividió la cuarta costilla, peneLrü

y se cnl'a in6 en el vellt ríc.do derecho del corJzon: hubo tl erl'<ll11e (le sa ngre

P,Jl cl pericardio , Hé aquí eómo la slIngl'e hubo tic derramarse en lo illleriol' de [Slas, y acontecer la muerte dt: úSle ante;; qIH; ¡¡({llclla corrie:;e á lo este rior.

:l~l

~~~~rv~~rv~~'V~V'rv~~~~~rv~V'~~~~~

F:I perica rd io, derivad'l la palubru de las dos Ji l ¡,,¡P' ¡Icri :¡(I"rdedlll', ,Y '(/1I1i1/

corazon, es unn lúnica doble en {iUlIla IIv 1I10nI0\':1 '1\lC l'II\'ul,lre di"¡" l "!1lr:~' j'¡'l, La hoja eSle rio r es fibrosa .1' J¡¡ interinl' s"I'I);:a, (1:11':1 El,.¡l ilar Sil;: 11101'; ,

mi nlos, Derram:IIJa la allure, I"'lé !'rce; 'o 'lile e:>le s~eo ~l' Il en:!l':l I'~ra q ue hllhi. ,s,'

de ali r :i lo esterio l" ¡ pero anle~ In rile talllhie ll qlll' se oh~II'II~'('~e 1'1 11101';,

mieneo vital; y hé :l'1uí bien espl;cadu tómu e qlle alltes qlle DIlIllIIl!!'O !S)¡lS

uClIlIlbie e 110 habi:l corrido ¡lugre ¡I I p:nilllcn to, :Sí V, 1':, IlIlIla (' 11 eoIl~i ,

"erucion lo C. lrel:Jw del cuartll, cuya área no (l a a tle rilll'O \~ras de 101lgilud

por cua tro de I:lli wd, )' C'onsidrrn qnl' Isla,' hpri¡(,,' no (I:ldo dar Ir!'.'; paso:

hácia ;'lIras si n , uf'umbi r ~. caer, qUl'dlllldo en ('1 pel¡tle nl!!IIIl:1 (larlp. dI' , 11

cUl:rpo , habra úudo el úhimo toC]lIf' :'t su t'O ltl'iccioll , r SI' (,~II'I'll1rl'rr;\ fl \;,

vi la tle lo terribles cfec'lus que la pl'cl'enciuil ca\l~a CIl lo. 1")I':lznlH'S dI' 1", juece .

n paralelo con el juieo de Felipe SUllclwz neo " iell 1JI~'r(,I ' d r"I()l'ar~I'

olra cOllj lllra , Ú que dan un "r~ 1I precio los ll1 údil'o jlll'isln', E lla 11:\1:1' ¡(I'

la JluacicJII y di reec:i oll úe la he r ida, y son ,:"oi tOIl~ I :l l1ll·mCIlIp. I:J.'; dI! la.'

que ~e úau )101' dd:.Il1le )' en j¡:, \'crl ical, de dclall c:í a' ra. , IIn po('o ¡("

izqui erda á t.lerccha , 'obre la mamila iZfj lli erda, que ell P' lal u;';¡ I'r~I¡] :1I

como la tle "las, es la altllra tI!'1 IlI1Inbl\1 de 1.lIz IJravll ,

:\0 quisiera, serror, 'lile algullo interp relase lIlal:Hnrnw lu i ~ilcllcio ~i Inl ve z me retirase si l! l' indiC':1l' !II I jir ilH;ipio sanlO ha 1:1 Ulll ;i, y l' ncrallo p\11'

los amigos d> la hUlIlnn idad h:IEla 'lue al :::lei'ior F i:t:al a!!"radú t1i¡,;~i rl e el pri­

mer tiro f'u ú iemprc lllribul ' ) de la m:lgislrntll l' :1 el ~up li r las dd't'IIS:.ls dI'

los reo, y ;,r¡ui~n si n insullar á la ~a n, l rnoll hahri~ 1I:1l\1a do clll rolllcli lll iclI'

10 á su pjen'lcio~ Qui ero redel' el hOllo l' de I' indi ca rle :11 rl'l'U IIl('lIlhd)l r abo, "'ado fran !'s, L!orlen ' íll oe Sailll Alb in, ell su lrabllo fl qlle lIió (,1 l íllllu tlt':

ógica tlel magisl rado :'lllle Sil ¡(eller ( 11, ".El derecho en C~la ¡lIa h, ¡ i:l, S il

conciencia va ll de acuerdo, y le Ollll':4'all pse sobe rnlJo y 1('",hin\(J arhítriu,

r:! i cúrn " pudiera UIl j uez co nd ~lIar fl UII rcn, 50 prelesln du 'p ie se IG había deknd ido ma!:- ~,CÚIll O perdería e, le ti cau a porCjue S11 aJ,ogado 110 sos-

1111'0 tlebidnmcr,le su t1erpl'ho: Secc~i l :ldu el juc:: :'l I"o l'l llar ' u opilliflll 1'01' lo

que el abogado Itubic e de alqfar, <:1 ~I!04':ldo qlle no ~i el llprü akan:l. :I l' :1 todo el derecho que sosliellv , ya no , ~ rrl di Ijllez, sino m:1S bil' ll dd pn tl'0 l10 di'

quien penda la su erte de 1111 procesu. La parle ser!i l'ic t imu dt:! tlescll idll. df'

Ia ignorul1l: ia de (> le; r el juez, !i su pesal', l'ellll l';1 en ¡il\'ol' d~ eSI' ig'nol':Il1'

cia á co nsumar ulla illjuslieía , Ciego mielllra: el :J1JOgado 110 1]1Iirra :Ib rll

(1) 'ap, .J. I'Úii' ~ 2,

40 \'ARH~ D .'I.nES

sus ojos, falto rlc poder ~iel11pre quo ('. te tenga gana de IUH: 9r traicion á I'U

cliente, espectador inútil del lriunfo, de la mcntira que debe confundir, de

la derrota de la "erdad [\ C] nien debe sostener .. . . . . .. . . . . . . .. . . .. ' . . . . .

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Institu ido pnrn de l!irlir

conforme íi las leyes sobre el tlerecho qlle ;1 las part\?s :ls i~ t e: no cumple con juzgar de la fuerza dE' los argllmentos de am bos .'on te lldicnles. A sus ojos la justicia no debe aparece r l!ollft's¡¡ alllH'¡Ue la falle apoyo. y la I'erd ad osr.u­recida y cuanto se qniera dcoradnda, deberá e lar Ir:Ulquila y eIHlonlrnrú ell él Sil protector y su refllgio."

Cuando el SerlOr Pisc,l! ha hecho de mi conducla una tan inmoderada ca ­

lificllcion, ha herido tambien !Sr. Exmo .. , ' IIP5Ir~s illlllnnidndrs ~r hollado la

jOyR mas precios;¡ dr la j lH'isdierion.

RESULTA DEL A~c\J.lSIS .

1 ? Janccbía <Interior altel'llati I'a Ó sucesiva de Domingo lsbls con Ma­

ria Luz Bravo y Antlrea Molill<l.-Pl'Obada pl enameJlte.-JlIuicio ,le otlio Ile

la Bravo f¡ la Molina, y tlc 7.elo con Islas.

2? Com pra de un cucllillo antes del encuentro con la _1olinn é Islas.

De~l!ansa en la declarar:ion tic la Villagra, lestigo líllico infan te y 110 jurado.

-Probado menos que scmiplenamellte.-lndicio tle prellH'dil;(l!ioll si la Bravo hnbiese podido profetizar la rina, sus illjllri ~ls. y que Islas dl'spuPs 11e esto IR siglliese para reñir.-EI hecho estÍL esplic'Hlo con que la Bravo hacia

por sí sus haciendas dom és ticas, y on 1:1 presunr;iol1 de surl a necc~a l'i ,l esta

compra, pues no se enconlró olro dentro uel cuarlo. Jnclicio sin prucba ni

cOIH!xion im porta cero.

a? bias, estando ell la plaza, invitó :1 la Bravo ¡l comer con él y la 1110-

lina en un plato. Envil¡>cida ó zclosa, rinó con la Mulina é Islas; airada jus­

lamente, Hila y otra se dieron tle pni\ndas y tiraron dd pclo.- Probado con

la declaracioll cOllforme dr. nlllb¡¡s y la menor Vill;lgra p\en~mente.

4? Que durante la riña In Bral'o fné silbnda por algunos y lo atribuy6

[¡ hLas.- Probado con la declal'ar.io1l de la Molill~, testigo t3rh aule en 10 ad­

verso, y que por tan to deberá hacer 1llla grr.n prueba y mas que semiplena li su favor.

5? Que Isla~, en la ri,¡n, tomó de los brazos f¡ la uTla para que la otra

la ofel1diese á su placer é illlplllle.-Conformes la Bravo y In Mnlinn; en cuanto al h<lcho abstracto, pretende cada Ilna que esa victori¡¡ filé olorgada ft

8U contraria: y el juez presume que ella fué cOllcedida [¡ la Mnlina, la predi­

lecta intonces en cllyo obsequio Islas quiso inspirar zelos á la Bravo: y en

lll~ .1 ¡;¡tI. PIlI'D1:>: r¡ \

cuya eompaiíía ret iraba tlpl 111 ' re'a rlo , ~. 110 :. C~ I :l '1 [llli " 1I icruií, r :l lc:\I.­

ZÓ eO.1 1 objeto de reili r. El hecho es c"i,l"ntr : pr ro cl r:1c ioc in io , 010 lk.'·

('an a en una m OT3 1 re rl za ~. ~e " :ll IÍ:J 1 ¡nd i 'io de fllf' IZa mayor 'l "C ;;1' l11i ·

prueba . 6 ~ ue 1 la siguió ;, la Hra"o iell3Z ll enlp por las ,:ullc ~ d!'1 t .. :. n ilO, y

IIeg6 con ella y Praplll \' ill au- ra :JI CU ;1rI0 Illim . 10 de la ca. a del (' ;Í rnL fl , ­

P robado con 1:, clet:l"r:Jc i'1n . ele 1:1 l\\J}lin :l y la \ ii1ag l':1 , ('011 hahc r sido Is­la en onl rad" allí, y I'on lodos Ins Olros fUll damentos que ob 'Iall á qll e ('1

homicidio haya aracci Llo elcl 011'0 modo asignado. csto c , de nOI: be. E~ to ~

elalo_. y uno corrobo ra lOrio el d lesli lll onio ue la ~I ol ill a en (' nanto :1 la Bral'O,

ua l e sn enemi tau, ;'C II I] np mcnor prpcio b.~ pod ' m il . ":lInar que rn lll a ~

que c m ip'u ~ ba?

7? Que ya n cl cua rto la Bra \'(' , h las )' :Ser;1pia " i\l agr:! , h las pro ro­

có (¡ Luz Bra\'o á que r ifle e, \' ésta le hirió con un cu('h il\o eSI:,nd en piii,

pu e IU cosas no pa :J n en la ca ma; le, hirió, rl.' pi t,o, en la tetill a izq ui .>nla.

- P robado CO II la declar~ t:io n tic la il tagra, cuyas lar.has de edad menor y 11 j u rada sc eq u ilihra 11 con 01 ras tlal id 'l(les q \l C reco lll ienda el ol1 \:io fi~ r.a l ,

"e gradlia de SP Ill ¡prueba lle in fe rio r "¡:llero . S ? Q ue 1 hl:chu aC';1eció oc dia. l)"mo tr,l( lo con la t1t:el aracion ue esta,

re lral'laciol1 de L uz Brnro en e ta ill '1:lI1<"i;1 ; con la circunstancia probada de que al oeclara r sohrp él la \' ilhlg ra, agrega que cerrado cl enartu por la Bra­

\'0 la inl li 'Ó {. ta que fuera á buscar ,í ' 11 madre, á CII )'a casa Ill'gú: no sien·

do cr~ ible qll e In hi ciera ce rrada la pllerta de \¡l ca. a del Cü rm clI, y atrare-

ando f¡ e' ;l hora 1" d isl,meia una niiia Ill t! nor de (' illcO años . Por el contra­rio, la Bra \'o en IIna hi loria que eSI;. IlPmOS lrad a 1:011\0 I¡'¡sa, alirma sin áni­

mo de gr :\\':tr~e . que el hecho filé de noche, al pretender Islas sufocarl a: y 31

e pliear. e <1 . í, Irj o lle qlle rer ~ u.i e t a l' e :\ 1111 re ultado :llll'erso, prctl'ndió ca· lu mniar .. 1 di fu nto. L a prueLJ a dc e te estn~ lIl o es 1'01' derec ho n\1l a, y por lo

mi mo quel\a la afirm ali \'" CII la f'lIprza dI;! semiprllrba 1: 11 que se gra dúa. 9? levo ía. Fllll dada en Clll e Lsh ' no tenia cuchillo sacado, Descansa

en q ll e ningll llo ru é I'ncclnt"ado y en que la Vil\ agra solo da la invita r. io ll ue

J la s r omo cau :1 ' i nil1 ~d i:l t:1 de la herida . L a prim era prpsu lIcillll se pueue espl icar clln qlle no sea exaCla la reln cion del gl' fc de mal:z:lIIa; con que aquel acto n fué ('j eclllado por (ll j ucz ni ' 0 11 la ' pI' '(,:1u ciones qll e los d(' Sil clase está n acostum hrados :í 10!ll ar ; y aun cll ando fl Lslas se le suponga inerme, no e r~ e lo lo qll c la Bra vo pudiera presum ir al ver que un hombre que antes había evitado re¡¡ ir ahora la persigne, y estando ;¡ solas la invita para ello. ta ventaja se ueuuce de un hecho funu a(lo en el testimonio ue esa testigo tacha·

ble, y el fun da mento no ti ene ni au n probable conexion con la 311'1'0 in .

. A R I Ell .\ DES

10 ~ El cadlíver quedó encenado en el cuar!o. El delito ya estaba con­

sumado; no podia crecer ni di sminuirse , y aun cuando el hecho esté prllbado plenamente, de él solo se eolifTc el deseo eficaz de <fanal' tiempo y ofrece r in­

convenientes á la al'eriguHcioll .

ll? Solo habia sa ngre .uebnjo del caJáver ell el punlo del pavimento

infel'ior á la herida: el call:lvcr estaLa b~ca arriba . probados plena­mente; pero la consecuencia de quc el hombre rué herido durmiendo,

es del torio espontCll1ea y contraria ú los hechos establecidos por la ciencia anatómica.

l{easumido lo espueSLO, el hecho que ha sitio ubjeLO de esta causa se viene

:'i rcducir á Illl homi l:idio I'oluntado, nudu, ('olll etido por Maria L IIZ Bravo,

de dia, des pues tl e ha ber ~urrido inj urias gJ'a\'ís ima~ en plílJl icu, fumentadas y hechas por Islas, segu itl as de prrsecucion lid m iSllIo ha~ ta UII lllgar aislado.

probado todo (\slO plenamente, y de lIna aClllal prnvoca~io ll semipl'Obada ;

lodo lo cual puso en movimien to las pa ·ioll es del zelo, la vergüenza, la ira y elmieilo: hechos acontecidos sin inLerrllpcion >' eglli dos illl'oll tinenlí del homicidio. Jo esLá probada si ll o ton prucbas indirectas ni la prf'meditac iou

ni la ventaja, como 'e dijo en la sentencia , por lo que en e l concepto eh.: IJO­micidio volunLario simple, alcall ado ha~la el ínfimo grad,) de volunl~ l'Íeclad

por las pasiones eOllsideradas en la parle resolut iva, se impuso á la Bral'o

en la primera insHlncia la pena nperiot· inmediata á la mas grave que las

leyes 5:" y 6:- del lit. 8? de la par!. 7:- impusieron al homicidio cul­pable .

. El juez en conseell encia uo mereei6 ce llsura.

Se illlrodujo la alzada y con su ej emplo la su pli c:lC ioll eomo rem edio ne­

cesario y de derecho natural. La comparó, eilOr, el gran rey D. Alonso al

puerLo en un naurragio, y San Bernardo al sol cuando aparece en medio de tinieblas. Sea para Luz Bra va, EXiliO. 1'., es te recurso un verdade ro puer­to ('n donde se repare de la borrasca que la sentE;llcia de segllnd~ instancia la ha hecho correr: elllol, que apareciendo en medio de la oscuridad qne pro'­

dujera un exaltado zelo, alumbre los verdaderos derechos de la causa pú­

blica. Vengad (¡ ésta, señor; mas sea vuestra ira esa saludable que cura y no mutila. 1.uz Bra YO ya ha sufl'idq dos años siete meses de prisioll, estu es, Illl ai1u y cuatro m!:'ses de la pena que se la impuso en la primera ins­

tanri.... Que ella parezca justa á 'o. E. : que correrridos en la Bravo por su

medio los (lesórdenes á que diera lugar su fal!a de educaeioll, "il'a algunos

años tal vez para sus hijos, tal vez pal'a la sociedad.

}Jisertacúm 'lobre ta })o~eJ"úJ}/, J/lo' ]J . .J1gWJti?b llivel:a, cunal/ le de [a ucadc­I/lia de del'echQ fe6rico-prJ.dico de la 1mivel'8idarZ nacional de (,'(/{Jda{oJ!I'I).,

leida en la mi81/1a ocadf;:¡¡¡,ia el dia 11 de flf(l!Jo de 1 47 .

.illinblar de la posesiulI , lle creirlo conveniente dividir mi lraLajo ell ;l!i~ ~t~·

eioues: la pri mera trabrá (le In lIat11 I'uleza' de la posesion; la seglludu, dc' Sll~ ~,

pede ; la tercenl, de eómo se ¡¡dqui"l'e; la cuarta, de c6mo se retiene; la qlliula,

de cómo se pierdl::; y la c .. tn . tle , li S efeetos,

::I Et'l'(OI'l ·PllIM lll(A.

1'0 iCsi<to, en su sentido Ina~ CSÍl'US'O, es In ocup!lcioll de lIJla l!O~U corporal. . e

dividc cn civil y nntural segun );IS leyes romAnas, y verdadera y 110 "cl'duden¡ ,

segun el lenguaje (le las e pa ii o l n~ . La posesion eÍvil ó propimuenle dicha, ;c defin e: un derccho ¡tI "{1 (¡ue eO I I~is ( e en usnr nbsolllto y esclusil'a11lcnte de una

COSll corporal (1) . 'En mnterin de po c ' ion sc oLst:rvan constnntemcnte contro prillcilJios qml

es necesnrio fijul' nntes . (primcro.) La posesion va ordinariamente acoUlpa­

ñndn de la pl'opie.dnd: Proj!ri"Ül$ a p09SC88iol/e sepm'al'f' non lical,. pcro (se­

guudo) sin· cOllfuntl irsc lllHl (;011 olra: .Propl'ido.¡¡ C1I1'n possessirJ/lc 7!1-isce7'¿ I/on

debl'l, l l\le~ ({!'fe '1'0) la prop iedntl linda t ieJle de COlTIun con la posesioll : P I'0J17'¡f­

las ,,¿"-il C07IJ.1I11me naúet el/hl jlo.j.~t.~8itme. Dije orclillaJ'iamcilte, porque (cuarto) hny casos en qu la prop iedad esU, ~epar!lda de la posesion: F if'l'i potest lit alter JlO~8CS8a l' ~it, dOlllilllt.j 7lo n sil,. al/a rlom.inus quidem sit, possessfll' 'Cel'o nOIl ~it ,

Al consultar 105 código. romnnos, se obsel'l'll bnstnntc division enb'e los jmiti­COl1!i,ullos de las d i \' e1'~a,; 1'~(,IICIn<, ~obre la'naturaleza de la p'oscsion, nsegumlldo

UIlO- q Ul! es 1111 hecho: 1'/'id .liu',i 110// iuris case, yotro r¡ue es nn tlcrcrllO: 110M

'IUJlllI /i! COI'I'Ol'is, 8e(1 f'( ; /(I'i., N·~I'. Heinecio (2), Antonio GOIllC7. (3), ~' dcspue~

( 1) Nin" ulI ""tvl' lo a .Idillido 1"" ,·.<tlCliIlllentc la posesion COl110 _\,l\t{Jnio Uomc~.lin kg. ,, ;¡ . Taur. ~ 17], diciendo que '.<: ¡" .• illsistenai rei non proMbitae l'0ssideri. pues la po.c­eion no debe tener mas'ol>jdo que la ocu l'3cion, si es ql~O no se quieren confundi r los t res obj~t()S del domillio: o~up:le: O¡¡, uso y disposicionj mas en l:ls legislaciones ¡'omana, canónica ~. cspuliola , ~e IlH n ('ollrullc1ido completamente el d recho de USUI' y la posesivD, ú el del'echt, el e ocupar . El dominio ,jtil ú " .• abl. 110 es mas que In po e ion. Tnmbicn es exacta la de­fin i~ioll que apunta \'i llllio cuando cOIl ,cntando el § 3 de las I nstit uciones ¡le llsuca.pion;bll~

d long . lemporis praescriptio,lili/ls, a ieé: Ves'hum pole8tati~ in proposilu poss"'hione1l¡ '''gniJicllt el potes/alem lwl,nl.lli /i:nCl/cl ique.

(2) J<: lc!lI. iu r, ·civ. Rccll l;rlu m ()trl,n . P 'lDdeet. (3) P os8e .•. ~io , " 110111 1110'" CR/ f/cq" ;nü" fOI'malo et tJl'oduelo ;11 elJge, esl iU8 illlcll,,~·

luale, illd.wibt.lc, 710 71 j I1C ( fl ... .

de; dios Saviguy (1), han cOllciliado amuas opiniones di(·jl' lIt1o, que ~i ~c <.:unsi. (kra It\ pusesion elJ Sil rai~, en 5U 1\1I111nlllC1ltO, q\le C~ la oC/llmcion Ilut!uial, ella

ns UlI hecho; pero si se atiende ni decto C"Juc p1'01111('e Cot,l UCUllacioll acoIll]lauadu de las circunstancias legales, C~ un tkrcelio; csplicar'ioll ~ati~rildo!'i;l, ('1\ lui eOIl­

cepto, PUp.s eo de otrn mUllcr,1 lWCCIl y e fortunn el domi1lio , la sCl'vidlllUUrc, la

hercllcia y todos Jos demns clerccho- p:lI'liculares, ellyo CO\ljullto constituye el

derecho civil lJ\'ivndo: todos esbín i'undndos en ados pu rameu te humanos; pcro 'llIC !Icol1lpañndos de la circHustnncias pl'el'el1idn~ por l a~ leyes, pasulI fl ser le­;.{lIlc~ ~. producti,'os tll! tUl derecho , es decir, de u .. :\ racllltad ,Ir obrilr líci tamcnte de esta ó de aquella mnneril: 11/.'1 e;¡; fado ol'itur. Pedro, \i'. ~., hace ~u tc~L;¡­mento delante ele dos tcst i!:,os, institnyendo por heredero :i Juan: el aelo d

aquel, auuque l'enl y posiLh·o en el órden C'0I11Un, es ante ]a ley corno ~i 110 l'xis­tiese, y por cOllsigllieute 110 le }lroclucc :í Juan Uillgllll derecho; pero i si~te tes­ti .... os nsis tcn íL J;¡ declnl'ucioH de Pedro, esta eircull [Hllcin kgnl vienu :\ SlI C,lI' el hecllO de In esfera dc undoso, haciéuIlolo l!iel'to y ci'eclil'oj y por lo ll1i~mo pro­([ud/yo del derccho tic Ilcrencin . 'l'nl sncelle en la poscsioll; dc manera que si

lUlO ocupa simplemente Ulla cosa, su oCllpacioll es \lU puro hecho 1ll0ment.íllCo, qllc acaba cuaudo neaua la mi mn po esioll, sin dl'j;lr erecto ¡¡lgUllO de pues de ella;· pero si lIllO ocupa Hua cosa ereyellllo que nqllcl dc quicn la recibc cs su Ycr­(lndero dueño ó posecdor, tCllicndo :ínimo tic ad([uil'irln pnrn sí y medinmlo entre ambos 11na C(\II_:1 legítimil de posesion, todas cstos C'irculIslnt r,i,;s hnccll que aquellu ocupnciou, que 110 era en sí ~i no 1111 ac(o hUI1WllO, y b l I'e<,- UIl <I(;to

inst inti l'o, sea un ncto kgnl y produzca necesariamente lIlla ca 11 diferente (le! ~i1l1ple hecho, una cosa e pil'itunl qllc lleva el llOllI lll'l: donde (ll,iera 'pie va.l'''' una fucultad que conserva en touo Liempo, ell IIl11a, el dcrecLo do u nr ausoluta

y esclusivamente dI! la cosa. La poscsion cs. pucs, UI1 derecho .

¿Pero {~ Cluíl de las cloa especies conocidas pél'~t' llecr:r i ha hauirlo g¡:nnde diversidnu elltre los jutÚcOllsu!t.os sobre si la po~es ioll C~ IIn hecho Ú 1111 derecho,.

los quc hnn opillndo de este lí ltimo modo, hUIl cOllvellido Uná tlimemellte ell que es un derecho in 1'(:. En efecto: dos son la difcrcl1cills que IUly entre el dere­cho in 1·C y ei ad ,'&Iit: 1. ~ , el derecho i,~ re t.iene por objeto priluario é inllledia=

to una cosa, y por secunduri? una persona c¡ IIC nlrO'a un derecho sobre la COSi1;

y el ad relll tielle por objeto principa l ulln persolln. y por secllllllal'io Ullll cosa que

la persona tiene 'lile dar ó hacer: del derecho in 1'(' nace nccion contrn cual(luier poseedor, y uel acl rl1¡¡¿ solo contra In persona ohlig-Ilc!n. Es ¡¡sí 'lile: primero, la posesion afecta iumediatamcllte {¡ la eo a si n rel'erellcia (¡ persona deterl1l inntln, pues es el derecho ue usar absoluta y esclll,irameute <.le Ulla cosn¡ y s~gundo, de

(l,) Traitu de la po6IIOIlaiOll , part, l . O> ~ 1. o

DE J lilllSPH.ünr;"Cl ,\ .

Jo poseaion uace accíon contra cuulquier poseedor, ~ tl¡; lln se "staLI~ció .:11 el fa· moso cinou Redil/legra,uta, recibiuo ues pucs pOl" todas 'Ius Jcgi~ lncio\l(:s , segun

se infiere de las leye~ 5. '" Y 6." de In No\", Recop., y claranlC lI lc se ve en Ll

ley 27, tít. 2. o parto 3. '"' que dice: "Tenencia ó señorío (lucricl1 do JClllnlll]¡tr

UD ome IÍ. otro eu juizio en )"¡l ZOU de alguna cosa, dcbcla l'crli r á uqllcl q lit.' la ra­llare." Luego no lwy .l uda (Jue la posesioll e. un derecho i,¿ re ( 1) .

Dije en tercer l,ugnr q lll! la pose ion es llll derccho a{¡,9atuto, y e~t¡¡ (" ll¡ l!ichu] es

precisameute el 6Hnícter t.l l.: Ju posesion cil-il " el puuto lleta le dil'i ion Clltr"

cUa y lu natural; lo (1\1(: e·' tUll tO lUas dig llO d~ ilk llC'iOl l, C:Ili111 tU eS gran t1e la lE·

ficullad de marcar los lími tes que separan .í Ulla dc ótra, Dc"d~ 1, o~u;)m:iu ! !

material, como es la del que dOl"lllÍtlo S~ ti ienta ell ¡¡Ila ~ l la; y wual' Í;¡ W¡\li , dc:;-·

de la ocupa 'iou que se hace, no solo sin illlellciuu, sillu con ulla volllutau po~i li .

vamente contrnrin, como sucede en el que al c¡¡~r se ase de una ¡tseua, has ta la posesiou del propietnrio, que es el ti po y orígen de t,)d u~ la~ U'Hll tlS, hny una e~­

cala dilo!.aua en que e~Ujn con t.iuuauas veill tc y quizá mas especie:; de pusesion,

cpda una de las que al mismo tit:01IJO que tiene sus ~el1l eji1lI "t. ns cou las ot ras, en cuanto que es como ellas una ocupuciolt, ya sim ple, ya W IlS Ó mCllos moui ticad ~,

tiene ÍllmLien sus difercm,ias que le dlla llllil forma pcc:u!iur y propia. Lu 16gictl euseñu que todo objeto, sen dd úrden físico ó dd moral, ticue cu¡dida­

des comunes y eualítladcs propills, y que por lo mismo al exatllínltL"lo IlclJl!1l llo[ars'

primero uquella6 cualidades qlle le S01\ cUll1une~ COII la Illoyoría de los oLjdo~ para

hallar su géLlt:ro: q ue ~ubiuó .)ste, bus<¡ uemos aquellas cualidades eH q llC cOllviellc con una porcion mns reuucida de objetos, y entollc~~ encontraremos su da :; l'; que

despues averigüemos Ins cualidades ljue le constituycn en un círculo todavía lJlas

estrecho, .v esta será su especie; y cn fin, que las eu¡¡lid,lues rr:stuIl Lcs, quc son la:;

verduderumeute propills, nos presentarán el objeto deseado como UIl illuil,jullo e;

decir, como uu ser que uo puede confuudirse cou ot.ro ,ilgui:u, .Ap!i ~'l1111t ' ahora

estas rcglas á la posesioll, observamos en ella desue luego 11I la cusa de comUl1' que CS, como J ije anlüs, la ocupaciolJ Ilmteri.ll, pues dl,\ ~e CHt': llcIIL l'a el! toJa

detencioD, cualquicw que sea la rOSH poseida, ó la pcrSOl ta <¡ ne )lo~e¡¡ , Ó cl ll1udo.

Jugar ó tiempo en que posea: sabemos, pues ya, cuál es ti g~ne]"(¡ Ul~ la pO~('Sjllll ;

pero, ¿cémo clasificarla? La ley solo me dice que. son ca~i iufllli ta ' las mancra ~

de po esiou: Unutu gellu8 e3t p088idl:lldi, Spl:cies infinita (2) . Es \"c rdau CjUC !tt, leyes romanas y esp1ll101a~ dividen la poscsion Cll cil,il y u,I t llwl, y 11)" antorc"

don siempre por sentada esta division; pero ni aquellas establccen qué actos dlo

(1) "iDio, Lib. ¡I, tlt. 1. de ¡'ero diviso etc, comento de rebus sbguiorum d;ce: Iu r" 1::' rem Mee 6unt: dominillD1 ueusf¡'uctllS, iura praediorum, iU8 pDsscaswnis, pignu:: ~ive h! ­potbo;C.1,

(2) L . 3 ~ :1 \ P. de a q~ , "cl nmtmt. T. S1-7

\ .\ Rl EUA Il J,:

ocupacíon perteneCl'n á la elll,1;: ele pose~iol1 civil, y cuáles á la natural, sino que

¡unes hablan de algunos ele Pl10s ('on ba:,tanle confusion; ni éstos espEcan per­

fectamente Sil clasificacion. Así pnes, de tnnt,ls clInlidadcs di l'cr~ns que con­

curren en la posesion, ¿cnlÍl será aquclln que solo eOIlI'cnga á la eivil, y que por lo mislJ10 seüale b di &tiuciolJ entre ella y la nat.mal? ¿~erlÍ clllSU de la COsn, de muncra que po.csion natural se,1 la · imple del ncioa de la cosa, como es la

f!Ue tielle el dcpositm'io, y posesion eivil CH la deLeneio ll COIl n1gull ll·'O, como la dcl eomodalario? No; porque pUlltn,lhnt!l1te el romodnto e declarado posesion naturill, a í por lns leyc5 romanas cauto po\' la~ can6nit'us y patria . ¿Será acaso la buena r,:: '1'(1111)OCO; ]Jorque e! poseedor (Id '/{SIICllpioll('1!I alltes tle lIIIC pase el

aüo y el dia, no es sino un po~eeuur nuLlITa!, aun cuando tenga buena fé; porque lo mismo sucede .en el asentado untes q\lc trascurra el término Icg¡¡1. ¿ crá tal vez el Ánimo de poseer la cosa para í, y nsí digamos que POSCSiOll eil·jl '5 la que se ticne en llonlure propio, y posesioll IIntul'a l la que se tiene en Hombro agono?

De niuguna mllnCr:l; porque \'emos 'lul: d ladron, el raptor y el usurpl1l1ol' ocu­pau In COSi! ('on ánimo de po ~er"l p.ll'n sí, y iJl embargo, e tos tules uo son si­

no meros detentallol'cs. ¿ 'l'eeremo , pues, que el título t.raslati90 de posesion

es lit cualidad que distill"'ne á tina de otril? Talllpoco puede decirse esto; porque

el poseedor ad uiiltcu}Jiow.?JI , y lo .mismo el :1 'eutado, aunque tCllglln título justo,

si 00 tieuen buena fé, ó no hu corrido el término legnl, no poseen sino natural­mente. 1'01' último, lIi la lIli,ma eualidilll de rsclu 'ivo, 'lile quiere, 'aviglly sea el carácter dis ti ntivo de la posesion (1), puede decil'~e que lo ca. Lo primero,

porque el acreedor piguol'lLticio no es lJ1<'ts qnc \111 simple tcuellol'; y sin embar­

go, tiene Lllla po c~ioll lila psrlu.iva , que puedc ap:nlal' tle In co~a aun al mismo

dueño, el que Jluedl.l únit'amcnte ti ucapir la ro. a cmpeñada, 110 \' clalDÍlndola el acreedor en cuarenb años. Qlli pignore dedil ad 'Ils!lcapiolleiit tal/tl/JII 7J08Sidt:t.

<jllod ad reliquas Ol/lIIes CaIlMS, lJui accepit jJos!Jidd . Lo segundo, porque tan es­

elusiva e01l10 la dcl acreedor pigll'll'tltirio es la dclladron, raptor y u nrpndor, pues

bs leyes le conccUen el derecho dc: repulsioll , el de espulsion, el interdicto retinell­

dile p08sessioni8 y ti interdicto reClljle /mlc/fle, por cuyos actos se maniliesla la pose­

sion esclusil'a. En los cánones se Ye e lablorido ste principio: Pmtt!o ese .TeCII1UZU1lt

ri!J0Tlm~ iuris ?"eslitltt:udIl8. Y ut: l:ls ll. 1 ,tí!" ] 0, parto 7. ;'; , S ;) Y 6, tít. l S,

\ • .¡, . o de ln Nov. Ree. se infiere que lmelle escJuir nI mismo dueüo de la pose-

ion de la cosa. Y no estÍL menos con taoteillellte C ·tablecido que el illjusto po­,cedor es UD simple tenedor. El mismo avigny, ¡d propio tiempo que declara

qnc el ladran el rnplor y rl usnrpndor 011 linos poseedores naturales , confiesa

m; JUI(I S1'IWDE.'\ Cl.\ ,

que tienen una posesion esclnsi\'n (1), Ma ¿cómo conciliar estas dos cosa" ~i­

no diciendo que In cualidad de eaclusiva 110 puede considerarse como dislíHtil'o de la poscsioll civil? ¿Se dirá que estos son casos csccpcionnles que de nillgunn manen destruyen, sino que dejan en pié la regla gencral? 10 confieso que In

scepción 110 010 deja en pit", sino que coufinM la regla: Erceptio .firmall'egu­

lom Ú, CO/llrnri/lm; pero confieso al mismo tiempo que trat.;Ín(losc de di"i ionr •.

los oujetos ¡Iifididos CH nquello que están divididos, no deuen tCller ningun pun­lo de contncto. y e{\ teniendo alguno ,vo no hny c\irisioll sino rOllfnsion. Pudie­

ra ded~ciT9c un nrgump.nto contra esl~ doclrina de In ley 17, tí\. 31, parlo 3. ;o

diciéndosc: 1:1 posesion de \Uta cosa que cstá CII el COIllC;C'O humano, prccisnlllt:lI­

IC h:l dc prrteneer.r n nlguno; es así que 111 po,'lcsion (le un:l CO ':I hUl'tada. roLa­

r10 ó fonada 110 pertenece Il SI; amiguo dueiio, puesto que In I;icrdr. segulI la ley

eiladll; luego pertencce al Indron. raptor IÍ USlITp:lclol'. Tul ('s el funtlumcntll ell

que se apoyan nl<l'UIlOS aulores, por otm parte respetnb les. ]Jara tree\' que el in­justo poseedor es un po~cedor ch-il; fundnmelllo muy o\!1¡il en mi conrrpto, plle .. en diclUls leyes no e huLla mlls que de tenellcia, por la «lle e enliende In pll':P­~ion nnturlll, In clIal ieudo una eo a de hecho, pr('ri~:1l!1cllte ~r. pi"l'de por k, ocupacion; pero de ninguna mnuern 111 civil, que es una cosa espiritual . conlo de­

cía nntes, y que' e conscrra con el solo ánimo. COllcuél'desc, :lllema ', el del'e­

eho COII el derecho • .Y rcs\iltariÍ evidente que elladron, E:l r:ll' tLlI' y el usul'pador.

no tienen la po caion ci\'i1 , pues la ley 10,' tít. 30, purt. 3. => dice : ":5e~'cl1rl o al­

gun ome opoderado dI' ca 1\ Ó de heredamiento ú de otra eo 1\ cualquier .•.. PÜI'

'pIe ,~I In enlrnrn por fu erza ó la 1'0bnTn, COIIIO quíe\' q\le el sen tenedor 1/011 1m

por I'mle la verdadera, p08ses8io/I," T aun ~lIando no tlll'íúalllOS lI11a Ie~'lall ter­

Ininn'!tr:, si es cierlo que ~c puede alegar In raZOIl á f¡¡lln ell; dllrcclto r~crito (2).

la Tezon nos cOlll'enrcní de que un derecho, cuol ('5 la pose~io ll ri\'il , llUllea puc_ de perderse por In fllcrza, porque considewcla esta matcrin hnjo 011'0 punto de

~i8tn ¿no es emincntemente antisocial el 'lile un l'iu¡J¡¡rlanu piarla !'us dr'¡-erhos

por IR ,'iol ncia de olro? Rn el cst~do natllrnl, el hOIllJ,re, 1111111]11(' dotado ,le

una plenR liucrt~d, y con 1111 derecho tfl ll1hi,'n nb501nto dr' po rel' 1:1 tierra p~r::

sacar de ella el st.¡stento necesnrio n su ron,ervllcioll, no lcnllria merlio,. r.ficncr¡;

para hacer efectivos e Los derechos, puc~ ~o contnlülo ma,,, que con su fnc\'7.a in­

lli"ülual, se veria precisnllo {¡ rndll P"~O :1 cCller tí la \'iol"l1ci:¡ drl mas fuclte. \'inicl\{lo así á ser iluiloríos todos sus dcrecbos; y esta C$ 111 rnzoll por qué l o~

Uorubres se reunieron en soeied~d parll Ilfilll1ZaT sus del'echos l1atur~les, SlIslitu-

i 1) A.' oc (! " du~c de BU tabla, TrRj¡., rle, f ~) L , ; , " ff ,1 ¡'''"D, <lnmnnt.

.\~

~'~~~~~---~~-~~~-~

~·endo la voluntad genernllí In voll1nÚul privada. y el poder público fI In fuerza indivi rhlllL Ju hay, pues, en el estado social otro poder legítimo que el de ¡, ley, que es la espresion de In voluntad general: de ella únicmnente dimanan to­

dos los derechos y todas las obligaciones riel ciudadano, y ('n consecuencia, 111

violencin no puede producir derecho alguno, puesto que In jnsticin J' la injusticill' no pueden Ilacer de la misma fuente: Injil/·ü¡, 7!1!/ltiqnam. ¿,be! 7!flci lI71rIe jura na8-

cuntll7 (1). Lnego In. doctl'in~ f]ne nsrgmn que el rlerocho de posesion puede adquirirse y pcrrler~e por violencia, snntifi"u l,l derecho clcl mas fu crte , erige en

ley In fnerza mnlrrial , ~. sobrc cstar condenncla f'n nltestras leyes, ofende rEreeta­mente el pl"in ipal de lo derechos sociales, que cs J:¡ seguridad (2). Luego no f' S la cualidad de cselusj '·a 111 qne cou .• tituye ¡¡ la po~esion cÍl'il.

JIahlamlo J llstinlflno en lns Instituciones (3) de la posesion delusufru cluario, dice qnc csbí ·c~t ringi (ln pOI" ('1 moclo ~. por el tiem po, y en f'onsecllcnein, que

~e pierde trnspasnndo e~to. limites: 110n 1tlenrIo per moJmn el fempu .y . Ningun

autor ha hecho mérit.o ele e't:1. doctrina asentnda pOl· J ustiniano en m~tel"ia estra­

ña; pero sin embnrgo, clln parece ln única que puede servir de regla para marcar Jos límites entre ln poscsion ,,¡,·il ,v la natural, p' les obscrviÍnrlose con~tanlcrnen­

te en todas las posesiones civiles I1n liSO nbsolllto y libre, y nI mismo tiempo que

en todas las posesiones nntmalcs, ó no h:¡y li SO alguno , como en el uepósito, <Í

~i le hay, es muy restringido, ya por razoll del modo, como en el comodato, ya

por rnzon del tiempo como ("'n ('1 precario, es lI ecesario conclui r que el /lSO ab8o­lllto es lo que distingue n In posesion civil. Est.o se conocern mejor analiZAndo las diventg egpccics de posesion y aplicando estn regla á cnua una .

Veinte on las especies de po~esion de qu~ se hace mencjon en el uerccho, y son las que sigucn; l. "' La del 11Topielurio, qnien pcrcibe lodos los fr utos que produce su co ~. 2. :» JJn <Iel enfiteuta, quien pcrcibe tambien lodoa los frlltos que produce la cosa, nlln los estraonlinllrios, (le rr.ancra que el lesoro hallarlo en el predio enfitéutico, no pcrtenece al seüor del dominio directo , sino al en fit euta (4)¡ 3. "" La del posecdor ad u8ucapil)nei'l , uespues del ailo y el dia, quícn, segun el rigoroso derecho ci,·i l, hace suyos tl)rIQ8 los frutos mientras permanece en la bue­na fé. Este princi pio se ve consignauo en el derecho romano nuevo: alli dI'

lJ'llCtibll8 c01lslImptis agere non pl)tcat (5); mas /JI rey D. Alonso el Sabio eonocien-

(1) Cap. 17. X. De nou!!Oationibu9. (2) "L., 8tguridIJd, dice Seijas LozaDO, '8 UD derecho cardinal que nbrnzn todOlJ 1011

,,[ros, 108 que bien examinado" Bon rlerivllCiones de 61." (Teorln del procedimienlo. ('_ 8.) (3) § a. o rle u9ufl·nctll. {4} Alvar':z, Iorn.~ . e o,lio . <le Nuev~ Tnrh d~ 11127, p~g. 154 . • /,. ~ r,. ! ".t. (1~ nqqllir rel" . rtorniu

nE JURISPUpDENCIA. 4,(1

do que es ne~rio templar muchas veces el rigor del derecho por medio dr. 111 aquidadl(l), y que esta enge 'lue uno no se cnriquezca sin trabajo y con perjuicio de otro (2). estableció en la ley 39, tít. 28, parto 3, que el poseedor dr. buena f¡;

restitnya los (rllt08 nawrale~ consumidos. Esta misma razon de equidad estaba establecida en el derecho romano antiguo. segun consta por la ley 45, ff. de IlRII.

m, y esto tnmbien es lo que indica Pauto cuando escribe: Qllod ad.frtlctu8 allí·

'1rt, IXJ1Ifl6jidei emptor loco domini pen~ elt (3) . Repugna igu!llmente al rigo­roso derecho ciril, 'que el poseedor ad IlII1CapiOllelil haga suyos algunos frutos nn­

tes que boya ganado la poscsion, así como ningunos hace suyos el a~cntlldo, nn­ta quc trnscurrnD el InCS 6 dos meses de la ley, cuya poscsion pos idéntica á la del po eedor r.d Il,ucapumem antes del año y el día; pero por la misma ley dc equidad, justamente obsequiad'a por el autor de las Partidas, el tenedor de buena (6 hacc 8uyo los (rutos industriales consumidos: ley de equiuad quP. está consigo nMla en' esta regla uc uerecho: Bonafoles tal/tum poslJidenli praesfat quantllm ve· "'tU (JI«Jl~, lu imped'bll-el/tl/ non e,t (4). La 4. " especie de posesion es In del asentpdo. dcspuc9 que ba paslldo un mes, si se trata de Ulla cosa nmehlr, y dos, t1'lltlÍDdose de Ul1ll cos ... raiz, y este hace snyos lodos los fJ'llto~, ~i S\I título es ver· dadero, y solo los industriales consumidos, si es colorado. La 5." es la del in· capnz de poseer, In que no cs mas que una ocupaciou matcl·ial. La 6. ~ es la del

ladron, raptor ó usurpador (y ya se entiende qneellndron es el quc toma ocnlta· mente una cosa mueble contra la voluntad ete su dueño; raptor, el que la toma vio­lentamrnle; y usurpador el que invade f:HI,iva ó violentamente IIna cosa raiz), ~­

este poseedor. ele que ~'n hemos hablado lo bastante, au.nqne percibe todos Jos fru­tos, pero como tiene qne restituirlos, y ¡¡demos los que pudiera Iwbrr percibido con

UDa mediano di ligencia, con los daños y perjuicios, es lo mismo que si no perci­biera ningunos, srgulJ In regla que dice: Non videtnT q/lisquolll id Cl/peTe, quod neo

~~'t ~t alii resUlllere (5). La 7. t> es In del poseedor ad /Ial!Cnllio 'leJI~ antes del ailo y el dia, el que, como hemos dicho, no dehia gnnar ningunos fl'lltos, mos por equidad se le conceden Jos industriales consumidos. La 8, ::0 es la del ~scnlado , antes del término IE'g:tI, quien, aunque está oblíg;¡do (¡ percibir y gU/lrdm los fru-tos, estosson para el dueño, si comparece antes de dicho término. La 9. ti> es la del depositario, quien no puede usar de la cosa de ninguna mnnera. La 10.:0 es

la del acreedor pignor;¡tir.io, el que tampor.o puede IIsar oe In c:osn empeñada. La

(1) Cep. 3. o De BeDte1Itia re; jodic. in ~ . (2) c..p. 48 de Reg. iQr. in 6. (3) 1... 48, 11'. De :lqq. TCT_ domino (4) L. 36 ff. De Reg. iur. (5 ) L. !il ff. D~ Reg. juro

V ARI ¡';DA lJE;;

] l. ~ I'S l~\ del m:mdatano, quien Áunque percibe todos los frutos, todos SOI1 para rl mnndsutc. L:I 12. :.o es la delllcgoliorul'!t gestor, ó administrador, quicn tnmbien percibe todos los fmtos parn el dueño de la cosa. La 13. ~ es In del comodatario,

quien, aunque Pllede usar de 111 cosa, pero no con libertnd, sino de cierto modo so­lamente, como lo manifip.sta In misma definieion ele comodato: Commodare c./ reJnalicui, cerlo modo ¡¡lelldam. dare. La 4.;> es la del precllrio, la que está l'e~­

tringidn IISÍ [lor rozo n del modo. pues é. no percibe los frutos esLraordinarios;

como principalmente pOI' razon del tiem¡n, pues está obligado ú dar la eO&ll al rlueño en cualquier tiempo quc se la pida. La 15. ~ es In del an'cndalario, quien ni posee los frutos cstraordinnrios, ni posee siempre, sino solo mient.ras d.ure el arrendamiento. La ] 6."' es la del socio en las cosas de su consocio. la qne est5. limitada así en el modo como en el tiempo, segun el convenio celebrado. La 17. ~ es 111 del que tiene á S~l favor nna sel'l'idumbre Jea] positiva. quicn 110 pucde usar del pTedio siniente sino de un modo muy determinado. La 18. ~ es la del usu­fmctunrio, quien no percibe lo. frutos estraordinarios. La 19. ~ es la del usuario, quien no percibe mas que los frutos necesarios para sus alimentos y los de su fami­lia. La 20. "' es la delltabitndor. quien no puede usar sino dc las piezas habitables.

R.~sllltn, pues, dnramente de 13 enumeraeion ele las dil-crsas pose iones qllc ~c rcconocpn en 1(15 leyes. que unf.S consisten cn el liSO enleramente libre y abso­lllto de la cosa. y estas soa bs cuatro primeras, j' otr:I~, ó en una simpIp rleten­cion 6 en 1111 liSO limitarlo, ~. estas son lodns las dr:ma; ,;; por lo mismo que mllle­lIa circunstancia, que es la que se ohscrm mas prominente, por rsplic;lrllle así,

des pites uc haber analizado la posesion en sus variarlas c5pccie~, es ln que se puc­rle tomar con lilas acierto como !listill~iro de la poscsion ei,·i l. Dr todo lo r~­

puesto se dellnce, que la [losesion es un derecho ab8oluto. Dije, cn fin, que In poscsíon cs 1111 derecho e8clu.,ib·O, cunlidarl 'll1e se infiere

necesarin mentc <.lel dcrecho de seguridad de que hnblé ;¡ntes. l~n efeclo: antes rle toda ley civil ya el hombre lenia un derecho inroncuso en lo que sus pié.~ ha­bían ocupado y sus manos cllltimdo ó fabl'ica<.lo, y la caza y la pesca eran un tí­tulo justo rle rososioll; peTO pose~ion momeutiÍne¡\ y efímera qu e no chlraba sino mientrns el poseedor podia def 'nder sus cosas Ii mano armada, j' h~sta la \"iolen­

cia del mas fuerte arrebataba d trabajo uel mas débil; mas desde que las fami­lias llevadas del instinto de su conscrvacion se reunieron en tlibus; desde que

las tribns ó gentes al1cp;ándose unas á otras rorm:lron 1111 cllerpo de nacion bajo In autoridnd de un gefe, 50111ctiCllClo CIIda uno su voluntad á la ~"oluntad de éste, la qne en consecuencia vino!Í ser la ley de todas las tribus, el derecho de lu gentes (i/lB ¡;cn,tium) (1), el órdcn se introdujo en tOdRS partes, la nacion fl I6 di-

(!) N o ro ~l ~cntidfJ qne ~c tomr. por W nttel y lO'! deroa.~ nlltorCfl mooern~ . ~ c ~l'O 811 nntlgdu .~cf'pd"n. ru la q"~ 10 1II;.1n (n- :r,',lnf!Il~)' jl1rLQt,," 13~(jt 1'1 . L (n XVIII.

DE JURISPltUDE 'CJ A. SI

riruda en 'cllases, loa domini~.s fueron señalados y distinguidos; fucron marcado:! los límites de los campos, los edificios levantados y puestos eu órcleo; la instruc­cion pública, la industria y el comercio establecidos, y en fin, f~é organizada la !Iociedad ci\-ij (1). Asf fuá como las posesiones que antes de toda organizacion

aacial eran comunes dIA. becbo, fueron divididas y afianzadas por el dcrecho cil'¡!:

pensamiellto quc esprcsó el sabio autor del cán. 1. o dist. 8." (San .-\guslin) o1lllJldo dijo: tez nalluae ol/mia cOi/mulllia J"cit, ud iure hl/mallo f/lcta e3t divisio. Divididas la5 pro,eicdades, el derecho de esclusion q\lcdó c~tH~leciclo por clm's­

mo becho, y desde entonces el hombre no pudo estende)" la mOlla para apw I'c­chnrse de los frutos de otro, ni el vecino traspasar los límiles cleI Yt:c¡uo con lra

611 voluntad, y ~i antes cuando la fuerza ciegu era el únito derec:ho. la defensa

consistia en repeler la fuerza , con la fuerza; despues que el pod"r público debe

moderarlo todo, la defensa 110 se esplica sino inrocundo este poder públ ico, (¡ 110

ser que 10 angustiado de las circunstancias baga impo iJle esta queja. Este lla­

mamiento á la autoridad hecho por el que era perturbado en la posesion de ~u cosa 6 por el que babia sido despojado de-ella, fué regbmentado por ellegi,la. dor como Lodo, los demas actos cotemos del ciudadano, y rcóbió un :~ fonua (l-- ­terminada: cutre los romano~ $C llamó interdicto. po:qnc el lua n:!:H: ... 'll l o cid juc'l.

teuia por objeto fijar de pronto un hecho que era indispensable P~¡I' :I ,-Hil ar l,n el

debate llrincipal: despues h:l ~ufriJo dirersn, mo ¡ík".~ionc5 segun los ti,:mp05,

como luego lo manifestaremos. Por lo d~mas, istns sencillas rdlexioncs ba,t311

por ahora pJrB probar que \11 pc.sesion, como todo derecho pcrfecto, 1", dI' -'e l" n ~ ­

cesnriamentc e8clusico. Creo por lo mismo habcr definido con exactitud la po,esio:1 civi l d J¡:i~ lHlo q\l~

es /In den'eho i n ¡'e que C()Jls~te e/¡ U8flr absoluta y ¡J,ycl !ls i ;;aiilt:ll l e de /!ua CÚ~II cor­

poral: dcflllicioll en mi concepto clara, porque así Ja< plabras de qne ~c compo­ne tomllllas aisladamente, corno su corubiuacion, son dtl f<ícil inteligellcill; brac, pues mas no puede serlo; que consta de (Jinero, el qll~ ~e c~i>rrsa con la palabra derecllO, por el que (!ol\viene la posc..ioll con todos los derl'cl~os; que e'J115ta d,'

lo que se llama en 111 escuela diJere,le¡a VU¡J.:ii, ¡'~ pi·opia. que sc espr,~~a con las p­labras "de usar Ilbsoluta y esclusil'ameme;" quc conviene ¡i todo tel dCíillirlo, I,or­que es aplicable á loda~ las especies de posesiou eí\'i1, y no COnVi('IIt) m:'!s que :í

el, puesto que no' puede aplicarsc á llinglllla de ~s 'posesjones lIél tmab.

Esta definicion conviene en el fondo con la de la ley de Partida: .. l,,;nencia

derecha que ame ha en las c'osas corporalcti eOil ayuJn d<:l cuerpo é <id t!lltendi·

miento;" sin embargo, creo que esta última no carece (Jt! vicio, pues en ella 5r l~nf\lnd ell el !.echo de nllqnirir la posf'~io l1. ou.' . ' ~ 1:. ¡''' '\lpnci('l1 CI 11 ~n i mf) . tít ll !n

'1 1,. :'.11'. til. 1," 1. l. :

y buena fé, con ia posesion misma, que es el derecho que rctiultll UC la Qel! pllciou~

Así lo a5ienta .'\ntonio Gomez cuando hablando de dicha dcfinicioll, dice: Certe

illa 11011 ele deji11ítio possessiolll:s produclae ir~ e8~e el iamjOJ'illal'llf, sed c"m e~t Íll

jieri, el in e38e pioducitur el iila non esl v088e~8io, '/tt statim dicu1Jl (1).

SECCIO:' SEGUND.~.

Al probllr que lu poscsion es un derecho absoluto, llnlll1.:ié las Jivcrtias ~;pc­

des de posesion ~iI'\1 y natural. Cuatro, dije, son lus e5p¡;..:i"ti (lc poscsion <.:ivil: 1.:0 la del propietario, pues estc puede disponer y usar tic su <.:osa, "in mas rcs­

tricciou que la ley, como lo manifiesta la misma dllfillicion de propieuud: "8euo­

íro es poder que ame 'a~ en cosa de fazer de ella e ell ella lo que quis i~rc, ~egtlnu

Dios é segun fuero (2~:" 2.:'> la del enfiteuta, pues la ley de Pm-tida, diec:

"Aquellos que tienen á 'censo algund heredamicnto dUlldo c.osn cie rta por dio

cada año, si fueren apoderados de él ganan la posesioll (3):" 3.;J la del posee­

dor aa ufiucapiolil:m de una cosa raiz despues del año y el !lia, pues una ley del

Fuero Real, dice: "Si el tenedor de la herednd dixerc que año é dia es pasado

que la tu va en paz y en faz, entrando y saliendo en la t icrra ó en la villa el ce­malldador, no le responda el tenedor de la cosa (4)." Esta ley resulló oscura

en tres puntos: 1. o en paz y en faz de quién debia ~cr po~ei lb la cosa, de la

autoridad ó del demandador?; 2. o de qué tierra ó villa se hnubua, (le la del do­

micilio del poseedor, de la del domicilio del duci'ío, ó de aquella donde cstabl\.

ubicuuu la cosa?; 3. o bastaba la pura tcncllcia por mi año y un dia, ó erall ade:

mllS necesarios el t.ítlllo justo 'J la buena fé? Las dos THimcl't1s dadas rucron·

quitadas por la ley 242 de Estilo, que esplic:mdo In. dcll?nero Real, J iec: "Acjues­

tl\.S palabras de esta ley entienden y juzgan nsí los fllc.aldes ell In Corle:: ud lley t

en nquellos que dice cn paz, que ~e entiende de este demanundor de la co,a: ell­

tramlo 'j' salicl1llo t;.1 demandador en la villa ó cn el hIga!" clo es nqnelln cosa 00-

ure que contiendcn." Por lo que toca á la tercem di fic llll¡HI, ta muicn fut <li­

suelta clara, aunque 110 espresamente, por la ley 1 D2 del E~lilo, ('11 la <¡lIe (l i­

ciéndose: "qul~ el que tiene la cosa no ha de deeir el título de su po~esion, sial)

en demnllua, que es dicha cn latin: Pelitio herrditatis," y cllauuo el nlculdc por

prcsuneion derecha. sospecb:ne contra el que no tenga la eosa dcreclmlllclIle (5) :

(1) Anton. Gom ., in kg. ,1" Taur, ~ 17. (2) Ley 1. " , tít. !l8, p. 3. " (3 ) L. 5, tít. :lO, p. 3 ... (.1) L . J, tri. 11, 1. 2 1>'. R.; Y l. 2, tito 4, l. 4 del Fuero Viejo, (1; En 1:\ miijlll:l epoun elo la Jlublicaoioll de e.ta I~y del Estilo c.,¡$l i6 ~l 5.:11Or BOl11facio

\' 111. ,¡¡,íen l">1:,bkciú casi la ,"í"n:o oootr;l1" en l·! C:l l' , l . <: de p,·a -criflli(·l1i hll ~; n ·í 'lile

DE JUIlISI'llliDl:i\CIA. ---....,..,..-- -catá (uera de duda que en ninCTul1 otro caso era neccsnrio el justo título, segun e , aquel afori8mo (1) de TIaeon : Bxceplio jii"l/Iat 'l'im:Zr!/i8 il! cas;{Jl/s 1//'11 excepti8.

Sin embargo. fur.se ¡IOr In multiplicidad y divcrsirbd de flleros, Ó porqnt: esta ley no pareciese l' muchos bnstnnte clara, subsistió, ii ])C5.11" oe ella, la dnda so­bre si basta ha ó no pnrn In. pl'cscl"ipcion de In. posesion la sola tcnencia , ntenién­

doae unos á la ley del ¡"uero Real, qne suponían cn consollancia con l n .~ gcncrn­

lea eobre prescripcion. ':! ohos [\ In del Est.: chuia quc quitó, cn fin , D. Alonso XI por la ley 1.:0, 1ít. !J del Onlennmiento de _\lclll:l, que elice: "En lo~ fu eros de algunas ciuclacles 8C contiene flue el que tUI'iere ó posc'yl':!re c¡:sa r5 viñu 6 he­

redad por año y clia en paz y I:n faz ele aquel que se la (remanda, entralldo y sa­liendo el demanda:lor en la villa, no sea tenudo {¡ responder por elli1; y es duda .i en la dichn pres('ripcion de liño y dia es rnenrstcr título y bucna fé: Kas ti­

rar.do esto dudo mandam08 que el que tuviere la ('0511 año y din no se escuse ele

responder por ella en la posesiono ~alvo si tU\'ie)'e la eoslI año y rlin COI/, título y

6.tfla/é. " La 4. '" especie de po~csion rivil es In uel asentac10 deslmes de pasado un año

legun la juri.prudencia elel Fuero !lenl y ele 1i19 Pnrtidas, y dcsjlues de UlI mes

.¡ el asentamiento ha siclo hecho en virtud (le aeeion personal, y Je dos, si se ha hecho en \'irtud de accion real, segun la de la Recopilacion . La 242 del Esti­

lo citada. dice: "El demlmdnclo, que es metido por mengua de respucsta en tc· nencia ele la cosa que demnnrla. si I,'l tiene' un liño, finen tenedor en -verdadera t~"ellrÚJ de aquella cosa." Ln ley 0,:0, tít, 8. o parto 3. ;; ,(Jice: "Del año ndc­lante fincn el demandador por verdadero tenedor de In .eosa en que fué asentado,"

y la Il'y 1. :o , tít. 5, 1. 11 dI' la Nol'. Itec., IInblnndo dd pinzo de un mes ó dos,

establece: "que dende ell arlelante el que n~í fuere ¡¡sentado, que sea verdadero

po,~ttlor, y no sea tenudo de responder al demnndado sobre In cosa que así lie­

ne, SBh'o sobre In propiecllld."

Las et¡M!eica lIe po~esion natural son las que sigilen: 1. ~ La del incapaz: "Te·

nencia é posesion tie Ins cosas puede gnllnr todo ame por sí mismo que aya SllllO

entendimiento" ('1'. 2, P La clellndroll , rnptor Ó lISurl'nclor: "Srj'cndo algun ome apoden\do de rasa j¡ rle herccliLl1IiPllto ó de otra f!Osa cu¡¡lr¡ui~r .••• porque ¡'lla

entrnrn por fuerza ó· h robara, como qllier que él <en tenedor 7/0 Ita por I:llde la .,~rlÚldt:r(lpO"e8Siull (3): 3. ~ La 1Ie! poseedor ud V811('(/piollem antes del año yel

dice: In prIJe.CTiptiofl¡bll •• uffieit bonafides, lIbi iu! cOlnml/ne non tst contra prnesr.r;· 6t11tom; alia., debet alegar; titul~s rt probari, niai 8it praescril'tio cuills non 8tat m, "'&ria.

(1) 1 .. 2. o ~ 100. (2) J •. 3. trt. 30, p. 3. lO

(3) L. 10, tít. 30, p. 3. 1>

Pn,Tl,a.- T,IX-I:\

5' VARTEDADES

día: esto se deduce de !¡IS J~yes del Fuei·o Real, del Estilo, de las P¡lI-tí(hIS y' del

Ordenamiento de Alcalá, alegndas nntes pnra prounr que el po~eedor (II} VSl/ca­

piolltllndespues deluiio y el dia es IIn poseedor civil. 4.;0 La del /l5clltnllo, <\llte8

de uno ó dos meses : ¡¡sí. unll ley de partidu (1) hAulando d~1 poseedor, dice: " Si

fuease apoderado de ella por menglla ele respuesta , como quier que él sea tene. dor, non ¡la por ende la, verdadera l'0esessi(JIl." 5.:" La del mandatario : "Se en. tiende que es ome tenerlo\' eJe Ja cosa por su personero" (2). Il.:> La dclll e!lo,

tiol'l'7lt gestor: esto se dedllce de la ley 2, tít. ~ 1, l. 2. o del Fuero Uea\. así co­mo de In l. 26, t¡t. 12, p. 5. "'. 7.:> I,n uel deFositnrio: "Qllien algulln cosa lIe otri recibiere eu eucomienr.la •••• non sen osado ele In IIsar en ningllna mnnera" (3) . 8. ~ La del comodiltal'io: "Aqnel f]l1e emprestaun tomó (illgun~ rosn) non

ha en ella Inns ud liSO ó el servicio porqne gela empresbron, 6 siempre lIliea por suyn de aquel que geln emprestó" (.Jo). 9.::'> Ln rIel acreedor pignornlicio: en una

ley del Fuero Renl, hll[¡];ínuose del posereJor ad /l8ucapiomml" se dice: "Esi tuvo

1" hcrednu ó la cosa eu peños ó en en ca 111 icmln •••• no se pll~da defender por

tiempo. Ca estos nlales non son telledol'f's p01' sf, m~s por aquellos de 'luie­nes lie~l enl!l cosa" (5): ] O. '" La del precario: 'ele e~la no he rncr.lltrado lTlcllcion

en Ins leyes españolHs, sino solo en las romanns Y' rnnónicM : conforme á IIllns y otros se clifine: Qlfod precib"8 pelenli 1ltl!l/dm1t conceditm' fandÍllljllfllllJit, i8 qui

conct'88it patil11r (6), de ctlya dcfillicion se inficre que es lItln post'sion IIntunll.

11." Ln del ol'l'elldatariC': "Lnhradores (¡ jl lgllrros Ó los que tieneu nnenclndas ó aloglldll~ cosas Rgenus, como 'luie!' qllc pilos senn nporll'rados de la tel/encia de

ellns; pero lo verdndel'O posesion es ue aqllellos, en CIIJO nombre t ienen el 11I~ J'e­

damiento" \7) . 12.:>1 La del socio: esto SIl deduce de la miSlnll natura]ezn de la

compnñín, pues In poscsion civil, lo mismo qlle el dominio, no ru~r1e pertenerer

á dos in 8olidl/m: PlUI'~8 ItQllfl('1n 1'f·m l1imill p088idn'e nOll p08.f1lr¡( (8 ), III ~go la

poscsion que 1'1 sorio tiene en las cosas de Sil consocio, es natmo 1, mns ó menos amplin, sf'gun el contrato celebruuo; así In l. 7, tít. 11, p. 4. "" , dice: "En pos-

(1) L . ro cit. (2) L. 12, tito 30, p. 3 . ., (3) L. 5, tlt 15, 1. 3 dd Fuero Real. (4) L 1, tito 16, 1. 3. o id. id. (S) De que en la. ley ]3, tit. 10, p. 7, :o se diga que el acreedor pígoorntí('jo "hn ver·

dadera tent'lIcia/' no se dedu('e que la prenda 8Pll un~ verdadera po.!psion, pu~s lo que ín· dica el Rey Sab'io por e"tIJS palnbl':uI, es que el acreedor pignoratido t¡",no real y p08itit:a­

medo la ttl1encia de, 1" cosa empeñada. (6) Escriche, a.rt. Pr<,('nrío. (7) L. 5, tít. 30, p, 3. '" Tnmbíen la l/\y 11, tito JO, p. 7." prueba que el arrenda ·

miento así como el depósito y el comodato S\'D posesiones naturale8. (8). L. 3, Ij 5, ff. de B'N' vcJ amm.

DE JURlSPIW)E CIA. 55

scsioll JdlC IIlctt!l' el marido á la lI1ugcr uc la donacioll quel faze; é otrosí In 1ll1I·

gel' :11 marido de la dotc 'lile! da; é como quiel' 'lile el UIIO meta al otro en tenrn­('in de tilo, túdavia el mm'ido dehe S('l' 8eiiol' ele todo esto sohredicho, é de rece­Lir los frutos d ~ Lodo cOIllUlla(¡lIcuLe, talllbiclI de los que da la muge!' como de

los que da el mariclo, para gobel'llBr :l sí rnisllIo, é :í Sll lllugcr, é :í su compaña."

iu ellllJarg-o, nUllljlle ~as id,:as ue cOlllPniiía .Y posc. ion civil sc l'('pelen natural­

menl(', se da ulla t'spccie dc posesioll COlllllll imperfccta, que en 1'1 derecliO ro­

mll/' o ,1' llama Cumpo.!8e8sio, y cs cuando dos ú llla~ poseen una cosa por partes

iutclcc:u:,ko¡ de mallera que ~i e n :lo cuat ro, p. e., cada llllO posee civilmcnte la

cunrla . ~. t ' tCIlt'dor de las otras tres. La 13.;; es la lielusufructuario ( 1): la l. 9, t it. 30, 1'. ;{. ;; ,dicc: "enaO'ellanclo b. omes los unos á ¡os otros sus hereda·

ln iell!os;í las regadas;í tal plcyto ljue tienell p"ra si en toda Sil I'ida el uSlIfructo ud lo ,; ; ó despUéS que lo hnn enugenuuo nnte que apoderell dellos á Il'luellos á ()uien los elw,(cnaron IITl'iéndanlos de los co..lmprndore!'. En cualquier de estos cn~os decim03 filie g<ll1l1 lapO~8tSNjoll de 111 cosa nrJuel á qllien es cllngtllada," La 14. ;:>

especie d· pO 'esi?1l nntural es In del usuario, el 'lue indudablemente es uu po­seedor ua! ural, Jlues si lo es el \Isufructunriu, con maoS rnzoo debe scdo aquel

qlle "no cpu uc apr'o,'echar dd (lISO) tilll llmleralllcnte COlUO aquel á quien es

fccho clll ufl'lleto (2)." La 15.;'> especie de p05esio:1 natural es la delll:lbi­

tador, .v la líltillla es la del duei'io ele sel'l' idllmure real posit.iva.

~o creo r¡U !! constituya una nueva espccie la poscsion de llna <,osa illcnpn?, porllllC: el po 'cedO!' de elln, ó es dc buella ú de Illilla foS: en el primel' cnso es un

poseedor flfl 'lslIcapionem, .v eu cl segundo un \I:'l1l'p:1(lol'.

La pu-rsiOIl natllrnl se subdil"ide de dil"crsns loanerns, segun las diversas eir­crlll In;lc i,l , (11lC ('onCIII'I'('1I eH ella: l.. o POI' rozon del l'~0 se dil'ide en ~imple, que e la ljue llQ cOlllprf'n(lc Ili/ l){1I1l U, O, j' se Ibl11:1 mula /'ei rI¡f:II/io, y en eua­

lifl cnrla. 'lile l' 1.1 que cOllsistl' en nlgllno: ~on simples t\!ncno.;ins, la del illcapnz, Inrl l'Oll, raptor, ll~llrpador, dcpusitnl'io COlll'rncional, y la riel acreedor pig./ornti­cio; y ()n Cll;l liti r:1 '!as las del asentado. mandatario, administrnclol', eOlllodatnrir. prccnrio, nJ'l'C'nd,,(al'Ío, socio, dueño de sr rl'l d 11 mure, USllfructunl'io, \I~\Ial'io y hn­lJitador. 2. o Por razon del ¡ínimo se suudil"ide la pose 'ion, en posesion en

{l En el ttt . • 1p las J ns¡it u~inncs: Per quas pCTsonas cuiq1lc adqllir 9 5. o se dic(': nOn

1'08lidel sed ¡,"b,l. iu~ u/el/di, ¡me",li; y Vinio ·nmcnt.n: ,!uod uro aimplicile" negatuT llOssid". (d uSllf. udunri"J nOn es/ si". ol/(lIi 8crul",10. NfllII nlibi conlmdicitur llOsself-80r el 1,0&8ill .. o, 1. 5, si 118U8f. 1"1: e/ na1llrnlilcr jlQ8siúer •• 1. 1:) ,le acr¡. poss . Sed I,aec non ~ I: "I cOlllrarine: IInm 01 calorllJS. el COI/(Odalaril,s, el tlepo.,ilarirIS naturaliter diclln­

IlIr I"'sitlert. 1..2.:0 Fro k". 1. 7." cOlllm. divid; 9'/i I"men alibí pos.videre ab"olule neC/"'lur "llamee fabcre ¡lO 88t 8s ion t 111 , l. !l do rú vil/d, L 3:{ d. U8UC, 1. 6 de pracc, ~ ;" o l!l5t. de ¡n¡l·rd . Nimimlll lai DCC fructuarios uon possidcut civ· litcl·.

(,2) L. 3. lit. 28, p. 3. "

VAHllWA U.E3

nombre propio, y posc:sion ('11 lI')ITlbl'e n;:\"cllo: de la primera cspccie es la (!el po. seedor ad U8I1COpiol1t'm, la del l1scntatlo y la del lmlran , raptor tÍ usurpador; y de In seg,undn son In del IllHIHlnlHrio, adminisl moor, ncrecdol' pignoraticio, <lepo.

sitnrio, !Comodutnrio, prccnri{), nnp1lda!;¡l'io y socio , 3. o l 'or rm:on del tíllllo se suhoiviuc en vieiosil, qllC lieue su orígeu en lIna violencia, un hurto Ó llll alm· so ut! preCflrio, (¡;i C[¡)II¿ out 1Il"{wcol'io) y no viciosa, que es nr¡l1dla que tiene por

causa un acLo e 'tablecido y forll1 llliznuo por la h'y, co:no un contralo, un testa·

mento. La 4,::; subdil'ision de la poscsion IIntural cs por razon de la bllenn Ó

dc b mala f,:: oos son las Jloscsioll~s de h\IClIn l'é, quc son la del poseedor (Id 'IISII'

capioue1/!., y la dcl asentado, y 1111:1 1:1 de luala fé , qlle es la dd ladro1\, raptol' ó usurpnoor: todas lal! demns 110 pertenecen ;1 ningunn de estas dos especies,

porque aUlIque las poseedores son de hucna fé; pr.I'O r.o en e! scntirlo cn que aquí

se tomn estn pnlahra, por la que se cllticude la crcClleia \' 11 quc 'lila cstií oe que es dueJio ó poseedor (·ivil de IIna cosa por habcrla adquirido de quien cra dueüo

ó poseedor ci vi! de el la, ('¡,eencia que sin ti Ud.lllO ticnc el llI'1'Clld,llario, v. g., auu­

que no lmelle tleeirse poseedor !le 111nln fé . • 'entado este allií lísis Ó clasíficncion !le la POSCSiOIl, sc obse]'\'(lI'¡ín las regln5 si.

guientes sobre cndn una de sus e~pccies. 1. ~ El simple tenedor no puede usnr

de la cosa de ning\111a mnneJ'n; y así, el acreedor pignoraticio no podrá usar de

la eo~n empeñada si 110 es que medinse el pnctn nnLicrético. 2.:'> El pos~cUor

que tiene 1I1gun liSO ell la cosa, no puede trnspusar los límites de modo y liempo fijados, ó ptll' In ley, que 'S la rcgln suprema de los ¡¡elos cstemos del eiuduuano,

ó por la últillln \'oluntnd, quc es lllHl Ir.y secum]¡ll'ia en maleria de sucesiollcs; Vollarios tes/aloris Jlro lege liabt:llll' ( 1), Ú po\' el pneto, q'lC tnmhiell es una ley

de segundo órden que arregla las com'cnicllcias llumanas: Co¡¡tl'acllt~ e.e ¡;Ollv/m­tiolle II'(Jel¡¿ accipere Jigl/o~'cu/ll lI/' (2). 3.::> El poseedor eu nombre propio, sea

justo ó injusto, liene los intcnlictos "etill(;mlae y "tCllpua/ldae /JOssessiolli8. 4, =­El poseedor ('n 1I0l11hre ng(,\1O, solo ]luclle impctrar el olicio del jue~ . [Esta re­

gla y la anteríol' quet!¡lI'1íll dcmoslrn(]¡ls ;I! hablar de los interdictos.] 5, P El poseeoor de buena fé hace suyos los fl'Ulos in(luslrialcs cous\IIuioos (3), Y 6. (p

-El poseedor dc 1I1nl11 fé cst~ obligado ¡í restituir los frutos existentes, touos los

cOl1iumülos, y todos los que podía haber consumido con mediaua dillgeneia; COIl

U\!IS, los daños y pelj uicios.

(1) L. 35, 9 3, fr. de ha.eTcd. in8\iL (2) L. 85 de r~g, iur. in 6. (3) 11' 39, 1.11. 28. p, 3, ~

DI!: Jl'Il1SPltUVE:\C1.>. ,

'~ECClO!\ TERCEnA.

Lo po!ltsion !e adquiere. no con el pm'o IÍnimo ni con el puro cuerpo, sino c:m

uno y otro juntamente: adipisC;ilwr p08sf8"iollem corpore et 01li1llD: PlPque pn- ~e

U;/IU) ni per ,~ corporl' (1); Y como dice In ley de partilla: "COIl ayuua del cuer­

po é del entendimiento (2)," y IIlIlS tlaramente la otra: ':Ganar lluerienuo ni·

gund ome algulIlI possession dI! Castil·1I0, <Í de caso, Ó ue otra cosa cualfluier,

ha lDenester quc fnga dos cosas. La UIln que nyo voluntlld ele In gnnar. la otra,

qu'l la totre por sí corporalmente, e la tenga Ó olro por él en su lIume (3)." Mas

bien: seis circulIstnllcias se requieren para adquirir la pos~sioll ue Ulla cosu: prime­

ro. capncidml en 111 personn p:lr:1 poseer, y 110 lo tit:uen los infantes ni los locos (():

.egum!o, C811ncidad en lo cosa para ser poseida; y 1\0 In tienen, 1. o • las cosos in·

corporales, nunque eu los dcrechos positivos se da una semejanza de posesion,

que le llama eu el dp.recho romano 1J"(Ui-pO~3f!II&io. y ni tle ésta son susceptibles

101 derechos negntjvo~, 2. o , las COSIIS sa~rr.t1ns y benditas (5): :l., o , las nacio­

nales que est"n en el uso comun (6): y "l. o , las poseiJas por otro, de las que se

dice en 1.'1 derecho romallo: qllorum 1/0'/ e~t v(U'ua p06UIJ8iu (7).

El terCt"r requisito es la buena fé, sobre la que conviene ob!ervnr tres reglas:

J. •• aunque por el derecho cil'illlo es lI('ceslll'in la buella fe sino al tiempo de

la ocupncion, esccplo en la compra y \·ellla •. fll la que se requiere tambien al

tiempo del contl'ato (8), y tratándose dc ull onimal. en cllyo caso quiere: la le~­

que se tellga buena fé calla y cuando pnre para poder mlquirir el parto (9), en la

pnícticn ae ohserva la disposirloll cnnóllicn, que exige . quc la buella fé sen conti­

nUAda (10): 2. 1'> , se presume poseedor de IJllenn fé el que cree que aquel de quien

m:ibió In cosn tenia fucultall para cnngell!lrla (11), y el que cree erróneamente que

iutervino título, y 511 error dimana ue hecbo ngen"o (12): 3.:'>, se presume posee­

dor de mnla fé: ]. o , al 'lile sabia 'lile aqllel ue quien recibió la COSA, no tenia

facultad ue enllgeuarla (l3) : 2. o , al que no supo eOIl qué título adquirió la COI .•

(1) L. 3. • , fr. de nqq. " '(01 (lmit. poSI.

(2) L. l. c: , tll . 30, p. 3 . .. (3) A tg. de lo Il)' 6, tlt. 29, p. 3. 11

(4) L. 3. C> , lit. 30, p. 3 ... (5) Arg. de IR 1. 7. '" ,tít. 29, p, 3 ... (6) Arg. 1. 7 ... , ti\. 29, p. 3 " (7) L , 3 . .. , 9 5. o , 0'. de aqq. vel &l1I il. poso, (8) L. 12, tít. 29, p. 3 ... (9) L , 5 . .. , id. id. (10) L. 5 ... , id. id. (11) L. 9, tlt. 29, p. 3 ... (12) L. 15, tlt. 29, p. 3. • (13) L 11, llt. íd.. íd..

pues como dice J Ilstininno: OJil1les $cire d/,bl'71l lJuaJ ~U ""lt 1/011 esl , adalios modia O1llnibus pe/'tiue/'e (1 ): 3. o, al quc jllzga título 1111 acto p" ahihido por la ley, co­¡no si el mu rido creyera qllC ern legítinlo poseedor de Ullü cosa que le halJ iu do­nndo su muger dumnte el mntrimollio , porl'J ue di ce In regla de derecho: ¡flI/O/'rm­

tia lacti, ?fOl, iuds e.vclIsat: (;¿) y 4_ o , el que creycse que hahia Ilahido lí!lllo,

no habiendo intervenido ningullo y su error con. is lic"c cn hedlO propio (~), plles,

como dice otm regla de derecho: IJaWll1lill, Ijllod Ijlli~ 8/W culjJlt ¡iel/li!, úói dl1bt:t,

11M aliis imputare (4).

El cunrto requisito es el ¡ínirno d!! adqu iril'la pos2sioll nbsollltll y e clusi"n (5). Es muy craso en cstn part.e d error de 105 autores (O) , y 1IIuy fcclllH1" en des­

conciertos pnra que d,'je de ser I'\ch'crlido, ,in necesidad de IIIlIcha r('n ,· ~i ol\: ellos

asientan, cnsi de conforll1 ¡dnd. que para adr¡ui rir la jlos e~ion, c reqllil're rf /lill'lo de adquirir la cosa ell propiedad; error nolaule cu mi t:ol ll'cplo, lo prillll'ro p r'llle

es una injust icia, y Irasta neccdud, exigir 'lue el homure pnru cOllscgnir llll dere­

cho tenga ánimo de adqll irir ot ro difl'rrnte¡ .\' á esto equivale cxi/{ir ;ínimo de ad­

quirir In propiedad en el quc quiere gnl.,1r In posesioll : lo S~gll lldo , porque los

autores hnn conflllldido aquí la posesion en ~encl'ill con la posesion ud 1/Stt"apio­

nelll, para la que. por tener por oujetn la propicdlld, COlI l'azon se xig-e en el 11d­

quirente ánimo de udljuirir 1n propiedad : lo tcrcero, C1I tin, porque ellus al usen­

tar esta doctrina , han traducido con nlueha incxart.illUl e~tn f'r.1se llluy exacta del

derecho romano: Gllm animo sibc' hoó/'I/di (7). .El "eruo ltabt:rt; 110 significa ad­

quirir cn propiedad, sillo solo lener, detener, ocupar; por lo que el g-rnlndio lt¡,ben­

di manifiesta In posesion , y junto COIl ",1 prollondJl'c úti. quc il,dicn lo "h50lllto

y esclllsivo de ella , nos da ;¡ conorer 1:1 poscsion cil'il: en ~onscr[¡rnria, el línimo

que exigía el derecho romnno ]101' estas pulahra5: GI/m ((ni/l/O siL¿ IICt~endi, y la

voluntnd qlle exige la ley de prlhidn pOI' eslns otrns: "G,lllill' queriendo alg uud

ame a lguna possession ••• . ha menp.ster qlle Iwyn "oluntad dc]a gnnnr," es ¡iui­

mo y voluntad de ndquil'ir la pO.t:5ion cil,il. E l quinto requisito es el título trA ~ laLi\'o, no de dominio ConlO quicren los nu­

tores, iucluriendo en los mismos errores, sillo de po:esion uusolllta y esclusil'n (8) .

(1) L. 48, fr. D e aqq. rer. domino (2) C. últ. X. Qui rnnu·im. aecus. (3) L. 14, tit.' 29, p. 3. t.>

(4) C. 86 de R~g. iur . in 6. (5) L. 6, tilo 30, p. 3 ... (6) l!:1 autor de las Reritaeiones rl e. Heinecio, tomo 3. o , edie. de Paris, de 1837, pág.

27\1; MUI'iJlo, De causo PO" •. <,t prop. y EscriGhe, arlo posesiono (7) L. 1, ~ 9, fr. de vi eL vi al:n., y 2, 9 1. o ff. pro haerede. (8) • Arg. 1. }. " , tit... 11, 1. ;') Fuero Real, al liD.

DE JUmSPHUDE. ·CIA. 69

El esto y principnl requ isi to cs la nprension material (1), que P,5 la base

sobre qne de cnnsa todo el derecho ele po esioll, y todos los dcmas ados son

cireun tllncins nllLeceucn tes, roncomitantcs ó ~u bsecucntes de nquclla . Lu OCIl'

pncion _. c.Ii ,·ide en propinlllcnle elidta, que cs la nprension ele una cosa mll/ius, y lrlll!icion. que In ocnpilcion de nna ~(Ha de otro con su I'olllntnd. Esta úl· tima lIbd il"Íde I'n nrd:1Clrl'a 'f fingida: In rerdadcra es (le dos 1111lI'!Crn -: una

propia de lo mueblps, que se IInma 71W,I UWII aprt:hensio, y otra de los raices,

que e 11 11 111 n ptdll lim impfJsilio, de In que tomó su nombre In posesio'1, segull

lo mlln itie tn In Ipy de pnrtirln, lIue elice: "!'o se sion. tanlo qnicl'e decir como

ponimienlo de pié' ." in pose iOll fictil se subd ivide en simbólica, lOllga 1I1UIIU

y {¡rtvi mnnu: In imbóli cn e dc do mod05: l . o , por la enlregn de los titulos

de ulla co.a, n cuyo ca o e finge enlrl'gnda la misma cosn [2]; y 2. o, por la

enlre"o ¡J I: In !I¡l\'e de IIlla troje. bodcgn Ú otrn picza en que c' liín cnccrrndos ef c o (le com reío, pne enlonce e uponen cn trrg-ntlos los mismos efectos [3]; pero pnra que hU,I'/I IIr O'l1 r ~ c tn jiccion. son IIcccsnrias r10~ cosas, segun la ley:

que c trate d(' m ercanc ía prCCi~llnH' lItc ,.v qnc esté delante In pieza en que estén encerrndo . Lo tmrliciou /Oll!l 0 II/a"u. lI<lmada en las plII ti das Clpode1'Umiento

de ~lo, ti lIe lugar cllalldo "( '~In lldo la cosn ddanle c1i)(('se /'1 que In ellllgennba

01 011'0 qll lo npo'¡ r rnlm del1il, \'e~ 'endo l a ambo,:í dos [4 J;" de dondc sc infieTPn

Ins dos circulI l:l1Ic:ns qu r: cxi".c e ta Illnnera de tmdi cioll, fÍ sllber; que la cosa

elltrr¡!'ildn ea l·í,l;l. ~. que lo I'n por am bos. La fTlHli cion órevi manu tiene lu­

ga r en ocho ca o : 1. o , en In cOlll prn, pursto 'lile despllcs de perfeccionado el contrato. los fr ,do, mrjol'l1s y deterioro de In cosn, pert~necen al comprador, y

lo intf! r s del tl inero al I'cnd l'dor Pl 2. o, CII In compañín general ~ 6J, en

111 qn' 11(' de lo mimo: 3. o , cn ¡as _cl'I' idllnrbres II l'gu l.iVilS [7]: 4-. o, en In hi­

putecn, en la quc por ~olo pi ('olltmto pn~n 1., poscsioll al acrcl'dor [ l 5. o , en lo lrc' juicios dil'isorio :jo/lliliuc ersiacllltdae, commU,U d¡vidulldo y fiuium

(1 ) L 6, lit. 3D, P 3 . .. P. rn IIdqu irir la pos(·~io n Sl' requiere ocupacion ppN;onlll Ó ('11 nombre de olro ¡1. 11, tit.

30, p . R . ., J: y nU I1 '1ue 1111 ~c \'0 c,!;,t,k·,·i .l" lo mislIlCl ¡'l'Sp Cl'to del fl nim". y Dotes e ll el de­r l'ch .. rOman .. se ,licl': l'ossessiollCIIl ndqllirimus a/limo .1 COI pare; a/li'l/lo vt ique nostro; t:orpQr~, "Llel1l , "el noslro vd alieno; ,iu ,·mb/l r .. n, pl'opi'\lT1ente hul.ol:mdu, t","bi~n "e pue­de no! 4uiril' la posl:siun con n/limo Dgcnoi como sucede en el infonte que adquíel·c]a poses ion con ·1 {lIliIllO'¡ ~u tutQr .

[-J L . , t it . 3 p. 3. " (3J 1.. 7.i<l . ill. [ ~ l L. 6. itl . id. ¡.;] [(j I [1]

L. 2:i. t it. 5. e ,p. ~. " ; y 5, ti t. 1. e lib. 5, F'. ,J . L. 4i, lit. 2 , p. 3 " • \ " '¡¡rez, edic. ,it- ¡.; li c,'a T ork de 1 in, LOm. ~ . ~ , pág. ::::1.

] ~h'arcl, ¡bid . páo ' :;·1.

r.\RiED.\DES

--~

r'lJlJ1Ulnnlln, en los (Iue por ia sola mljudiracion jlldicial ~e ndquiere In pose.

~ioll [ I ~: ti. o, cn las acJqui sirio ll e~ por íllti!ll:'\ vo luntad [2]: ? o, cuando uno

enlrcga:í tro una cosa tlt qur él C'S yu ll,neclor [ :1): y $, o, cuando poseyendo

uno una COS:l la trasficre :; olro diciéndole 'luC se ,'on s t itu ~'c telledor de ella [4). 10 'l1H: se llama cn la jllris¡lnulclIeia rúmaJJ:\ C0I1Sliífl/7/m possess"riu/II.

1'1111'5 50n las ~t'i~ rirclIll l~ncia, nc·rt'. nrias ¡mm ndclllirir la poseQion ci"il, lo­

d:ls 1<1 que están con tcnidas 1'11 la ti .fini('io!1 UU In ley de partida. Allí e dice

I]ll ! la pose:;ion es "tcIlPllci:l ('on a~' ,ul(t del cllerpo;" luego se Il pcesi la la OCUpll_ cion mnterial : "rlerecha¡" Illego PS lIecesa rio el tÍtnlo justo: "1' 11 las COSIIS corpo .. Tnle~;" luegu la 'osa ha de ser capa:;, dl: po csioll: "é d ·1 !'ntendimiento; luego se

Tequiere c:lpneidad en la per Onl1, burnn fé y :ínil1lo.

J,a tellencil\ se n¡(¡lu iere con la ~olu ocupacion. sea jus{n ó injustll, esctpto UD

raso, y es ('.unlldo el IIl'renclatario clesnmpnra la cosa nneuclada COII inteuC'ion de

que otro la ocupe. pues (, lItonces el que :tsí la oeupare. no ganará la "tenencia

della." ,>

I_a posesion se retiene of(linnrial1len{l~ ron el solo ¡¡nimo, "qllier la tenga coro

pornlmellte [el poseedor] quier non fasta que In de,nmpare con 'voluntad de la non Il\'eT (5)." Rsta Tcgln sufre cscepcion en los ('asos (lue diré luego, en que

se picrdc la posesion in que intervPlIga el ánimo.

1.a tenencia se conserva con la pura ocupaciol1 j IlIhirtiénc!osE': l. o ,que pnra

que lino lfllga UlllI cosa, no es nece~:lrio que ocupe tOUIIS y carla una de ~1I5 par­

tes: 2. o , que ('1 derecho fiJ 'ge COque 11110 es tenedor de una cosa mueble [perdi"

da] en cuanto la Ilnduviere buscando [ fiJ."

SECCION QUINTA.

La posesioll se pierde ordinnrinmente de un modo contrario al que se adquie­

re: Fere quibuscttmque mo 'lis o/;ligomur, ii:tdem il/ cOlltrllriUlII nrlis [i{¡era­

mur , cum quihu., morlis a'lquirimus. iüdl1l1 in CDlIlrOliulII aclis QlIliUilllUS, y

ndt¡uiriénuosc la posesion con el ~llimo : con el currpo, se pierde con tln /Ic1 o

espiritual y un /Icto corporal contrarios: Vl 'igilur me![a possessio aqquiri lIi8i

[1] A h·:¡TC1., ibid. [2] Al VRTlVZ, ibid. [3J L. 47, tit. 28, p, 3. ~ [.IJ 1.,.9 tít. 30, p. 3. f>

[5J L. 12, tlt. 30, p. 3. lO

{6J • L. 17. tí!.. 30, \>. 3. ..

animo d corport potut: ita 11ulla IImittiJuf niai in qua utTumque in ('ontm. rium aclum tll [1]. Así. pues, se pierde la posc5ion: Lo. por lrnrlieioll: 2. o , por abandono. Dije ordinariameu/e, porque hny casos en quP. la poscsion se

adquiere con el puro ánimo. y son todos nquellos que son objeto de la trndicioll

6retli m~Jnu; y tnmuien hay otros en que se pierde In posc~ion sin que in terven­po ni el állimo ni el cuerpo; y tÍ yeces mm contra el tÍnimo del poseedor: estos

100: l. o • cuando lino es rebelde por 1111 mes ó dos, y otro c a~ellLaclo en nlgll ­

nft cosa de aquel: 2. o , cuando uno es negligente por un año y un dia en recla ­

mar 111 COSIl. ~' otro posce: y 3. o • cuando una hcstia brnva recobra su libC:1 tad

naturnl. ó una Illllnnsacla c:eja la costumbre de ir y venir á nlles tro prerlio [2J. La tenencia se pierde siempre quc se hnce imposible la ocnpal!ion de la COS;!;

lo qc.e sucede en tres casos: LO, pur pérflidn de la cosa mucble: 2. e , por illun ­dacioo de la cosa raiz: 3. e , cllantlo la cosa es orupada justnmente por nlgnno ~

quien otro se In hn enl,regado: y 4. o. por hurto. robo Ó Ilsurpncion de la cosn.

Que por la pérdidll. inundacion, hurlo, etc .• de In cosa, no se pierde la postaion &ioo solo lo (eruncía. se deduce: J. o , de Ins rllzones alegadas para probnr r¡uc

el ladron DO tiene la poscsion civil; y 2. o, ele que cn las leyes 1 a, 14 y 17. tÍ!.

31), p. 3_ .. , solo se 11auln de tenencia. Y si la tf.IIC'lcia de:que se habla ClI

el Nl50 8. o de In ley 14- citada, nsí como en la ley 18 del mismo título es la

civil. 6tO lo inferimos de In cüncordnncia de estas Je~·es con otms, que son );1

6, tít. 211, '! 23, tít. 26. p. 3. ~ i Ilsí como concordando dicha~ Ie~'cs 13 ~' ] 7.

coo la 12 del mi!lmo título. se cOlloce que en aquellas no se hnbla mag que ele

lenencill.

~ECCIO?i SESTA.

Los efeews de la posesion son cinco: 1. o , hacer aL poseedor de una condicíOI\> muy fuorecida: 2. o , In liure percepcion de los fru tos: 3. o , el derecho de re­peler .1 injusto invasor y el de espeler nI injusto poseedor: 4. o , Jos intcrdicto5:

'1 5. o , la usurpncion. Todos ellos resultan de la naturalezn de la posesion •.

pues el primero se deduce ele In cualidrul de perpetua que tiene la poeesioll. co­mo todo derecho, mientrns no sc pruebe lo contrnri.o: el segundo de la cunlidad

de absoluta: el tercero ':f el cuarlo dc In cunlidnrl de esclusivn: y el quinto de la pO!Mion continuada .por el tiempo legal.

El primer efecto de la posc~ion es hacer al poseedor de una cOlldicion muy fa­"orable, nnda mas que porque ('s poseedor: QualisCtll/lljuc p08sea.,oT ltoe ;PS(I,

[1] L. 8, fr. de aq'l . ' ·el".., r"" ['.!l L . I~. 1¡1. ~n. r :l . "

r.~H ~ . 1'. T:\ - -9

52 Y .\ RIE[J .\.D.E~

'1110 pOSSCSSO( est, plus illris habel 'lual1l ¡lit: qili 11011 pussidel (1); puc~, 1.",

sc presume que todo ome quc; alguna sazon flltÍ s~ñol' de b cosa lo e~ 111111 fusta que sea pl"Ohado lo contrll rio (2): 2. o .. e presum e po,ccc}or el que por dúlu '1 -

jó' de po~ecl" : Pro P088cs8ore /¡tt!'C,hl1" 'llli dolo d~siit lJlJilsid I' e (3): :::. o , el pe . seedOl" ~c prcs Llme propietnrio (.~): .J. , o. en igunldocl dt: \'azoa C1I pl'O y (' 11 COI ' ·

tra de la posesion, se pre ume é t!\: ln p{l~i causa p olior est cOl/di/io pv.,~"dC/..

tia [51- La ley '1." , iÍL 3. o 1. ·t , o dd Fllero virjo de C;lstilla . di,· .. ·: "E . pl'obul'll el mIO de Jos litigantes sobre la propiedad tambien corno el ·", o eh

('gnaleza, el tenedor dehe finen\" Ca! la r.redat." 5. o • el l)o~cedor se prc~ lllne

ele bnClHl fé. Rl segundo cf etc, de la pos jan, es la pereepcion de lus fl'utos, ohre lo (¡n!

Ilada parece hny quc :riiadil' á lo q\~C SB ha dicho. 1 tercero 5011 111 l'cpulsioll y es})ulsion. Estas son Ulla consetucllt'io precisa

del c1cl'echo nallll'al de la propia (lefell-5o, In que no 010 se n'fiere ¡í la vida, lí la libertad y ji la hOTlTn, sino tllmbien á IOR hiclles, ntlvirtiem:Jo dos COSM: Jlrillle·

Ta, que l)¡'lnt rJue tenga lllgar el derecho de espulsiort, es menester quc se hnga 1nmcdialamentc, inCOIllillCllli, pOI' cuya Plllabra se 'entiende en la prlÍctica : rmlt­

-<jllamfiat w.l alü¡ nrgolia rliuel'sio [6] ; porque entonces, maS bien que \1111\ ver­

c!ndem espulsion, la q\le nunca ~s jnstn en el órdcn Bocinl se entiende lll la re­pulsion no interrumpida: st'glmda, qllC nungue cn las leye que yo he consultado l10 he unl1;l!]o que la repuhion y e pul ion ten~nll alguna restriccion, sin embllt

go, atendidas las rnzones qUil. ante cspuse sobre In monstl'uosidlld que res lJ!tn (Iel empIco ele la fllcl'z;) rí~iea en el actual estado, y considerando que la d.efensa

(lc la co~ns debe moelehll"e sobre la de In persona, creo que dicha repulsion y l: 'pul iOH ' deben entender c con la eoneliciOIl quc establere el derccho di"ino y

hUIDa no en b defensa personal. que es el maderamen inculpatae tutelue: ele lIlanera que ~n ca~o de podene impetrar sin .dificultad el amparo de ln :mtol'i­

.dad; no hay lugar ú la resistepcia física .

El cuarto efecto de la posesion, son los interdictos retiuelldae y recuperandClt possesaiollis. El primcro es una accion estrnOJ'dinaria que ticue el tenedor en nombre propio, ue llna co a corponll contra todo pel'turbadol', para cún~eguir

bl'cvcmeute 10. tranquilidad y libertnd en su posesiono De esta definiciolt se de­

~ucc: 1. o , la pel'sonn que puede entablar este interdicto, á saber, todo teIJedor

-en nombre propio; ~' siéndolo el ladron. :1 él le corre.~ponde tAmbicn: :? ":> , la

(1) L . 2, fr. uti p"ssi,l. .. (2) L. 10, tito 14 p. :{. -

!:':J C. 36 de Reg. iUr. in D. ¡<t I L. 30, li t. 2. o . p. 3 ... :5] . 65, id. id. :G~ Dir-l:0 Pi'I" ·7 .• gl" ' " ,¡ b l0: .1. ;.> I tito ·1 ~ , I 1. ' del Fuero Real.

DE J L:ltISPJWD.E:\CI ,\

per!On8 contrn quien compete: conll'a torlo pe!'t llrb'1l1ur, ~,' ni~llrlo>C pr.r i:,¡ d que directa ó indirectamenle impidr r¡ue otro me de ' 11 co ~;¡ evo l ibnl¡td: 0, " •

las CU!8S que sou objeto de e~te illte¡dicto, que WIl la5 c:J1'pol'il les; .\' nu nr¡uc SI.'­

J..run el derceho romano IIlltig uo, en la~ co,as J'nic~s rOlllPHia el intnnlieto l/ t i

poJ,id,lIi" 'y en lns muebles el 011'0 Ill11n;\(.Io l!lrubi, los que ttnian sus llotablc5

diferencias, J ustiniano los igll¡\!ó romplt-tllmr'ntf' ('n las J u~t iI Uritlll,~; ,j " e, el

mooo COII lJue ha de eutnlJlilBC, t5 dcri r, l'~lr(lordillltl':a y l>J'\:\,, 'llJu/te,

El iuterdiclo rtcltperolldae es el que compete nI r.Iei']lrJj '1I1n l'onlm el ,lcspoj:! ­

doro l Jor , '1' Illl1y illt (, re~an l (: ! a l!HltC'ria ¡k ll('~pojll;. IIlC r:l1'1:l'C ['Oll\'l:llicllte

bab'ar de .'sle inlcrdido COIl lllUS <;stellsion quc del pn:I,{',irnk, dlriendo lo que

fa entre los romanos ('\ intcr,l icto Uutlt: 1';, Ins !1I odific~rjol\rs (¡lIC IIn ~ lIfl'i do

tiesput!s, y lo que es ho~' la aceioli tic despojo. ¡Ilendidno ll\¡rslras h'YI" :, }] in­terdict() Und~ ,,¡, ero UlHl ¡rccion estrnordinariu tille com petin all ~lI c (I ()\' cl~ 11113

C051l raiz en Slombre propio. que lHlLiu fitlo dc~p(,.iad!l ,!<: di" , t'ontrn el dcs]lo , jnnte y su OO(\pel'll/lor, Imm conseguir urevtlllclIl¡; !¡¡ posrsio ll. Esta dcfillicion "broto cuatro ploincipios '¡lIe se n ' ll ¡¡sentados 1'11 ,) t ;l1c!o elld,: d. ¡Isí COIllO ':11

el ne "j rt ri u rml1 fa , y aun t ll In sola k,l' 1, '" de (, -1<- líltin.o, y SO I1 los si ­

guientes: TOllo tenedor en nombre propio, y wlo él lipll c I'~t e in(r'rtllclo. de ,Ion de se infiere 'lile lo ti\! ll[: mm el ¡¡¡¡holl; ," cln:: c-l pc¡srcdvr <: 11 lIomun' d~ otro

romo d depositario. cOHlodat¡ll'io , CI I' _, ~olo pUI-t!tn il11Jlc!I':tI' d ofki,) rlcl .il:'!z (!"

1n manera que se dijo respet'!o dr! interdicto 'rcfillcndlle. EIl In ¡,.~ .\ qu iiia n, }Je donat jOllibll8, refiere l'npin iallo, que el jÚl'cn :\r¡1I i 1 io tli él :. su ) nat'511'O !\ i­o.!óstmto, unn pequeña tasn pum que \'iviesc', l'r('~yelld o ,dc~ l'lIr :: r'1I !o~ l lf'rNk'ro ~

.It: Aqnil io. y habicondo muerlo primero éste, ,1' siendo ll101c~tnrlo }i'i(,tístl'ato , .. n 11 \mhitn(' ion, se declaró 'lIt(; clj ll{'l. delJia nml'u rarlo, }'m','c" ' 1l oh-!:I!' ¡, , :~ t a doc'

triua do~ leyes, ue lns cuak's, 1111<1 rpIl' ('S In J, '" , rr, I)c 1'¡ 1'I1'í afina/o. § l:l Y siguientes, dice que {'\ usufnu'tual'io ]HiCdl' 1I ':al' dp I' ;, t (' ,int")'''i ,'I,,, ~ i l1 (1IIb:1r¡;,., 'lue uno Y otro hon poscedol,('s CII llomurc :]~ '!lO, "inio L ¡ J ~ .'11 mil lo L2_! diCl' II que aunque ,,1 uso y el usufructo r-ol1 sitler;¡r]os en su llatu ra!t-'l.a ~ú l1 posc~i()n¡,

en nombre ngeno, ~. :t3í rstún tcrmillautcmeJit t! rc(,ollo('ic!os I'n , 1 tk)','(,ho rO!Il:.-

110 [3]. cuando son "iln.li.;io sc r.ulIsid cl'lIl1 par:1 !'ÍCl'to;. c'krlos ](':; n) c¡" rOlllO pe'­

s(,~iones en nombre propio, 1.11 ~I'gllJl(!n Ir)' es la 12, ft', De t'¡ /'/ l:i 111'IIHl.ln, ( ' /1

la que. AS{ como r.n lu ) S c!r! mismo títu'o ~I' dic". fl ll" d ;¡ rn-n rl r. I¡ll'il' tielle el '1Ilerdiclo UntJ, I'i; llf: ro rOlnlJ obsrrvtl mil,\' hif'n G (/ IlI, n! c~ l'11 S;JS C(l I1Hl\ t ~ !':o~

,,1 cap. 15, X IJ~ nt/it.. I'po/i/{(. en dichlls JI 'yl' ~ H trd a de 1/11 :<I'!'('nt!:\l¡ ,r;o (ll ,~

repelió por In f .... r711 nI rOlllpl':ldnr dl'l \1\,/'(1;0 , ;, el:;cll r_ ~d! (" !' 1(, 1 I, :C!ld; , h~, t! ar

: tí c.(),"~nt _ ,,¡ \ r,_ ~ tr.H, rlr 1,,: r": I,Qm, (,

!~ l Y.,~, ':', ~ JOu, [3, I, , ~ , = , ~ 1 : , I! (J'¡ ,r~ jb ,

\' A RIEDADE1\ .. -"' ....... _--_-~- ... --..., ... ,.....".._._~~ ... _.~

la ro~C iOll, c.onstituyéndose por el mismo hc~ho un usurpador, el (lue tiene el

interdicto", El segundo principio es el interdicto Ullde d, solo tenia lugar en

las cosas raices, pues cn la~ mucbles compct. in la ~ ll'(!¡ O ll Fllrti, la de Fi bnllontm.

mptorilm, la tle Hum;1 a;¡¡molarum y la e,!'.ídJilvl i a. El tercero e:; qlW el illter­

dicto se daba contra el <Íciípojanle y su cooperado!', telliendo por tal d que ayu­

rió al uespojante, el que mnndó el despojo y el IlUC lo rnlificó, E l cuarto es que

el efecto del interdicto cm eouseg-uir inlll tdiataill cnlu la posesion , Tal era ell csttl pnn to In jllrisprudencia romana, que COlIstantino ¡nnoIó pri­

meramente cOllccdi¡'ndo el interdicto Uar/e vi oí Itr po~ceLlo res en Ilombre ageno, cllando estu\' iese ausen te el verdadero po~e:~ dor [ IJ.

La mi~n\a jmi5prndcIlcia \'(>cibiú :í fines del siglu Y lIt uni! alteracioli comple­

ta po r el fal lOSO c:ínoll lteu illt('granrl a, cau '. ::;, ;> , qlle~t. 1, '" ,que á la letra dic(: lI~ í: ]valtnC8 w'bis ROHlal! Epi8C1>pW scribit Zacariap epístola prima: Re

di IIlegralld<l 811 111 rmm ia 8 poli(/li~ uel cieel ís El'iscv¡ús p res flllil/lUer Qntilla­

liO ne Ponlific!lUlH, el i,¡ locu Imcl:J aÓcesscranl ji.mditit s revocanda Ijllacum­

que conditione lcmporis aul caplirilllte , aut dulo, (tul riotc'IIlia maiorulil aul

pu r¡uaqu/lIquc i/li/.ls/lIs C(/U8aS, r~s EeclI'8:a" vcl ¡JI opios, QlIt substa¡¡úaa

SUUIi per,lidisse /l.oscuntur, o.llle aCusII/ ionel/l, Clut ¡'e![ularem ad Syllodum

IJocalionem. tOl'/ali. Por e -te citaon se hicierJI1 espcciahncn te dos illllo\'ocioues:

1, :: el interd icto de despojo tU\'O luga r de~I[~ entonces cn Loda cosa corporal,

segun 1<; mllnil1eslall: 1. o ¡¡¡~ palnl.nlls genemll!s Rl:dilllegrand", sunl Ollllliu,

res E cclesiae vel PI'¡¡pl'ias!J slIós(clIltias ,'¡¡as, voces que eOlllprenden así las eo­

' Cl S muebles como los i:l1l1ueblcs: y 2, o la pnlabra spotiati3 que cOlllp l'enckn nsí las cosas mueblcs, y lilas en cOlicurrencia con la palnbm ciecl is, que no se pue­

de apl ica!' mas que !í las mices. La 2." inno\'acio n inlroduci da )Jo\' e te cánon

fué que el de~poja¡[o podía recllurn!' su cosa tlc clwl(IUicl' posceuor, sin quc este

puclic.:'e pOll r l' esc~reion alguna, pue~ In Illle [l0uria aprovecharle lUllS , seria la prescripcioll, la que esel lly c terminantemente al r,ínon cuando dice: ! uIIJiti'¡,f 1'11-

!lOCalld(l IjllClt'wll.ljue cnlHlitiol!e /emp"ris .' iUllo\'acioli importnntc , que ])oniendo

por ohjelo del interdicto, 110 la persona del despojilll te , sino la cosa despojada, r:mvirt ió el interdicto linde ~ i en aceíoll n:al, üe personal que era. ~injendo 101

poscsion :l 'CI' ind ispulablemente uu iua in re. :Beral'di ob el'l'a (2) que este

1::;l1on es IIna f;lbula de Isidoro ?'Icrcator, Il~í como todos los que estún tomados

de la epístola nI arzobispo 2ncn rÍus, atribuida fa1.<llucntc al Señor Juan Ti y Ulln

oh, las pruelms que da ue su opinion, es (.\ tic :lIh-cl'lÍl'"e en dicho etlnOll uno de I[)~ pl'inC'ipak.-l objetos que tu \'0 L iclrJl'c) n ¡ )'''1'111:\1' 11 faL II~ 1)r('rrtale~ . quc fu';

: 1] L 1. :'; ('cHl.!-.i pr' l" \ i, n \' \ -) ; t) 11 ~ I · .. ·I :·; i ~:I · .. 1. j ':II I, p:l l't , ..... . :: ,' , ,"I !!

lJE Jt:lllSt'ltUUJ:;;'\CL\

~I hacer difíciles las ncusaciones de los obispos. Sin t'mbnrg-o, no es menos cier­to que el cánon Rtdilltt~,.a1J,da corrió la misma suerte que los demas (I t: :a ~oln­

"Hncion isitloriulIR. los que habiendo sido recibidos como verdaderos. forlllll rOlL

]a disciplina de Iu Iglesia ellla edlul media. y dcspues que dichn di ,¡cip lin:\ fu';

tsclnrecidn por los trabajos de Grnciano y de otros monjes y ]Jrela(lo~, y lllüor­madll y regu.arizada por Gregorio IX y por sus sucesores. la Rccion spolii sus-­

tituyó al interdicto tlllde vi en In pníctica general de casi todos los paises: así nos

lo ,Ian M conocer Heinecio [1J y Gregorio López [2J . De"le que el ClíllOll Redi/lt/!granda comenzó :í crear lIna nueva disciplina, los

Soberanos Pontífices empezaron á es pedir sus clecrctales en t:l mismo sentido.

IIbí \'crn03 que tí medimlos del siglo XII estableció el señor Alejandro !II [3 J;

que si habiendo sido uno despojado de una cosa, el de~pojante sabicmlo quc se la ihan !\ demandar. mete ñ otro en la posesion de ella, este último está obligado á restituirla. A fines del mismo siglo espidió una decretal el sellO\' Celest.ino IU. por la q.ue mandó que se procediese coutra ·el sucesor del forzador, del mismo

modo que si fuera contra esle [1). El señor Inocencio Ill, npoyallo l'n este l,rin_ cipio: NOII muitllllJ ¡nitres! quoad pericu/wll auimal! deti ,. ere i,4illsf;; {le ¡,!1".

du, alienum, estableció en el Concilio general Llll>r nnellsc l\', quc "110 oIJ~­

tnnte el rigor del "erecho civil," así el forz:Hlor como cunlqlli(' ra que hubiese re­

cibido la cosa maliciosamente. la restituyese [5J. Vemos, en fin. que alglln ticm­

po despucs cl señor Gregorio IX en un motu propio fijó esta regla: "J~l despo­

jndo debe srr restituido inmediatnmnntc, sin que se admita mas cscepciou que la

ele un muluo y nnterior despojo" (6J,

El nutor del }'uero Real estableció eu In ley :l, tít. 10, J. Z.::: la lIIisll;;l doc­

trina (¡ue los Padres del COllcilio de Lctrall. aunque con al;;\l1l<I limitacion, pue" en dicho Concilio se concedió el interdicto contríl cualq1(iur .I·uceso/',.v eu el fue_ ro Renl &010 conlm el i.nmediato. !\fas en la, Siete Partidas ~c sistclllú complc!­

t.'lmellte In materín de despojo sobre los IHincipios del cánon Hediutegnluda. ~'­

tableciencJo lns re~l.1s siguientes. 1_ O> Tiene el interdicto de despojo todo tene­dor .::n nombre propio [7 J. seo. justo ó injusto [SJ. 2." Este interdicto competc,

[ 1 J E.-c quo ius canonieum in famoso conone Rédintt;~rtlndil:; cm,~: 3 ques. l." el

C111'. I S do reot . 8pol. remedium s. actionem d~ 'polio il11:C:X;t, C~ pll,r is'J"c I"ei. tccepl.ll esto 'lu:lm inwrdictum und, ti;. Recil. ~ 1303.

[2] Ael lo indica en eU8 gloAll' á In~ 11. dd tít. 10. ¡l . : . :.o

(3) Cap. 1. o de ali,nat judo

e 4] Cop.) 1. De judioii •. ~5] Do restit. spoliat. [6 J Cap. ült. de "rdin. cogll;1. [7] Arg.1. 11. tlt. JO. 1'. ~ . o­

[8J Ari· l. ~S. ti!. :? p. J. "

\ .\ RI l::llAIH.S

al d'spojado:.l. o r~oll(rn cllillquier po ~cd r !I ]: 2. o conLnl el dcspc,j:lIlte y Sil

roopcrador [2J: y 3. o ('ontr~ el l]ue lllluiesc recibido la co n, 1Í. !;¡¡bifl1r1 a~ dI' In

violencia (3). ] .él:l. o: regln es que el interdicto tiene lugar en tocla .:o~n eOT­

poral, sen mueble ó raiz [.J.]: Y la 1.;'> (Jue el despojado IJa dI! ~cr restituido il1 -

mediatanH:nte, á p(:sar rle la oposiciol1 del despojautc ó ele un t ¡-('('ro [r,) . :i no

~e r que alguno de estos pruehe incontinenti la propicrlad [6J. f<:nriquc J V ('stnblcció estos mismos principios, aunquc reformó llotohh-:ncnte

i!l último, pues m~ncló q1Jl~ pitliendo uno rC5ti tueio11 de un:! I:05a de que buin sido despojaclo, se la diese el jncz inmediatamf'ntc, con solo (llIC ,:onstamll su­

mal'inlllcute dos IlcelJos: ) . o 'Jue uno hllbia sido tleRpojado: y 2. o que 11" ltn­

bia intervcni rlo para ello decreto del juez [7 J. D. Fernnnuo .r Doña Isabel [8) confirmaron ('sta disposic¡oll :('n jo¡Ja~ ~u~

partes, aliad ielldo quc inlcl ¡lUC '10 el inlerflicto dr despojo, )' oponiélldosr: ,,1 f')r·

l.ndor, ~c le cOllccuenín tl'C5 dias para que )1r~se !ltc el decreto del ju~z, ('n \'irtud del que procedió. En fin, creo que las leyes posteriores se signieron espilliendo

conforme ÍI estos principios, y !lO se encuentra cosa Ilolabl¡, hll sla la ley de (/1' ­

reglo de {ri IJ !lII(llelJ [U] 'lUl' iulrodujo \li la inllo\'[lcioll illlpOrt~l :te l'clali l :l á la per!;ona del juez, allle quien d -be entablarse d interd icto: por ,.lJ ¡¡ sr (' !:-¡bléf!iá

(¡ue sir.ll clo alguno pcrllll'bado (: 1\ l:t poscsioll de Sil ('osa ó tlcspoj:,do dr' ella , sel)

que la rosa fncse jlrofa na {. 'píl'itunl , ó el ,lespojador flll!Se lego. ('\·lcsifl.-tico (í JOilitnr, cn tnb\:¡se el int rrliclo COl'l'e~pondien!e nnte el jlll Z de I~tra s el!'l partirlo,

quien dt~hcria cOllocer rli·l recurso cn el juicio 5um/Jl'í~imo de pose ion. y ¡HUI 1'11

t ! plcllnri o d,' p()Sl'sion, ,j 1;ls pnrtts lo promol'iesen, n'se t'l'iíJJ do~l' p\ ordi nm-io de: propicfln,cl nI jUl'Z rompclclltr . ~i lns l~'rS01J;JS Ó ),lS eosns gflZ:l lJ dI' fllero pri­

\·ilcginrlo. En! re~¡I Cn )l ,(O , pues, de todns la~ disposiciones 1l1t!nriollfi das h:t,tn :lCj uÍ, ¡:!S que

formoll lHlC 11'0 rlcrecho, creo (IUC conforme ft ellas puede definirse con I')l(lc¡itud t,1 ini reli cto de dcpnjo diciendo: quc es Ituanccion mista, cstraordinnriil, I]ue tiene d tenedor ell 11 Jllb re propio, que ha sido despojado de Ull :!. cosa cor:'or~ l

pnrn rccob!'llrln iUIIlHLiatnlllculr. lligCJ, lo primero, que el interdicto ele despo­

jo es 1!lln accion müuc. pues t ¡ene uos objdM: 1. o J:X"r3f'~lJir ~'\ 'Xl ~R forznda

Ll.!!~ Y 30, I ¡~. ~ p. ~:;: ~ "r;( . J. 18, W. t <l, JI. ~. " J •. 17, tí t. JO, p. 7 ... L . 11, tlt. JO, p. 7. '" J.. lO, m. 10, p. 7. <" , j' 11:-::;. n. ~. ~J Y JO. lit ~,p . lI . " L1. J8, llt.lO, p.1.:>, yJ 3tlr. JI.p ~" IJ . 2j, lit. Z o, y 13, t!t. 11, l' .' " r. :\, rit. J 3,1. '1, J'\(>\'. R,·(' . J.. c., 1ft . -" 1 1 . o , ~ "\' . R,·,:o f . ~ ' e !¡ L~ O("'.uL!'"t" elt' 1 S! ;:

OE Jt:RlSPR{;DE .... CI1. r. ;

eouLra 'cuaÍqlLief detentador, segun lo manifiesta 111 ley 29, tít :!. o !l. 3.:> qu~

dice: "Tenencia ó señono queriendo demandar un olUe l~ otro en jujzio, en nlZOll

de alguna 0018, 'dl:bela pedir a aquel que lafullare," y tambiclI la 30, tít. y p. ciladOl, que dice: "Forzado seycmlo algulld OIBC de cos:! que quisiesse demantlnr eD juizio-" puedeftUlr e,ta dem(/IIda á aqud que la f'allare [1 J." 10:1 ~. o ob­jeto el exigir 1.11 reslÍtucioll á ciertas y detcrroinadn~ pel'sollas: "stas SOIl, LO> to­

cio despojaD te, pues In ley de Partida, dice [2:;: "contl!\ todos In.~ omcs," y 1"

Ikcopilada. [3]: "de cualquier estndo ó condiciou que se:lIl:" :? - :> d fIllC m"IIU'.: el despojo [4J: S.:'> el succsor en la cosn forzuda (5J, sea lIuin:rsul ó particular.

eo primero ó en ulterior gl'llUO, segun lo inuican las pl11nbra.s ~cl1c r¡des del C:-I-

1I0n tIc Letran: Si qui, de coetero rem (al~1n $cimter teu/Jlr". Dije. lo segun­

do, que el interdicto ~ una aecíon cslraordinaria , y ~s t o es cicrto, a: í por rllzon de la auatnnciacion, pues suponiendo toda ncciull una di ~Cll~ioll dctt tlidH, las le· yes la ban .bre~iado mucho tratándose de In pOSC~¡UIl, llsí po r 1« lJ !l: t;~idad ut: lijar la pelloDa del poseedor ant~s de In discusioll principal , corno por los perjui­cios, las mas vet'Cs irreparables, q lit: resultan ni ~'erdlldel'O poseedor de que su cosa permanezcn por mas tiempo ell poder del i1ljusto poseedor: 2. o por ral\OIl del juez, unte quien debe establecerse, pues sieuclo la regla general <¡uc: .!Jelor Itgui dtbtt rti fOJ'Um [6J, aquí pndece escepcioll en \'irllld de las razones ale­

gadas. Dije, lo tercero, que liene lodo teneelor en nombre prupio, pues él :

1010 él tiene el interdicto, sc¡;ulI se illliel't: c.!c la ley 11, tít. ID, p. 3. :> , :l C$ccl'­cion del acreedor pignornticio, pues eH ti dcredlO ¡Olnano n :l\lOS esbblecido : Qlti pigRore dedil ad tL'lICapiollem fal/tí'"1 possidel, t¡uod ad J'elit¡uas oll!m.v cIIII.a", q1U acupit, possidrl, Dije, en cuarto lugar, que ha sido despojado. (!.otendil~ndose por lnl, 1. o d que ha ~irlo forzado personulmente: 2. o el ver­

dadero poseedor. sienuo \'iolentmlo el poseedor eu nombre ngcllu : 3. o el quc huyú de 111 hereund por miedo (fundado) de \'iolenci.u: y ,1. o el que \'iniendo IÍ su

heredad es repelido [7J- Se dicc eu quinto lugar, de lina cosa corporal, co.lfor­

lUe Íl n(luclllt~ palabras i1e la ley: "'luier sel! mueJ.¡le, qllier sea raiz ' [8 J- Dícese. en fin. Pflra COII$t'!fllir /¡rel:p.mente la tenencia de ella, como se establece clara ­m('utc en la 1,:.\- o,. ;> , tít. 13, L -~ de lu No\'. R€'c . CII nquel!¡13 palahr:ls: "Lut¡;'-,

(1] L_ 13, út. 11, p_ 3_ " [2] L. 10, tít. !(I, p. 7. '" l3] L. 5, lit. 13,1. ,l. '" X"" . P.., <, . (-t) l .. 30, tit_ 2, p. 3. " [5~ J •. 30 cit., y c_ 1~ d" n ·.Lit ;;¡o(.:. [6 L. 1. " .liL LO. L ;, ~OV , K.·,. [7 L . 17, tito SO, p. 3. " (1) J •. 10: tit , 11),,, 7. "

'ARIED.U1ES

restituya .\ los despojados, avida solamente sumnri/lmente inform:lcion de' COI'llI)

les tomnron su~ bienes sin mandlllJo ele juez lc~(timo" [1]. El quinto efecto de la poscsion es la Itsm'pncion, que es un mo1o ,le ad'luirir

el dominio por medio dc la posrsion continuada por elticll1po est.ablecido por la· ley, con título y buell!! fé. Este principio entraii.a los seis elempnto ó rC'1uisi-. tos de la prescripcion, que son: 1. o Capaciuml en lo persollll: no jlll t clell pres­

crihir los !]ue no pueden poseer; que son los locos y los niiios: 2. o Cap.1cidad·

en la COSII: 110 pueden prescribi r: l. o las COS1,S qne no puerlen ser objelo de po­.~esion, que 5011 lns sag-racln , bend itos, nacionales, quc cst,ín cn el lI S0 romulI y los poseidas por otro , iI escepcion de l/ls incorporales, que aunque no Plledr.n po­seerse, pueden prescribirse: 2. o llls rentas y contribucioue$ plíblica~: y 3. o llls. cosas de ciertas personas que tienen un grande impedimento para inlcr11lmpir la

posesion de sus cosas, romo el loco, el menor de veinticinco años, el hijo de fa­miJia, la muger casacla respccto ele sus oienes dotales, á no sel qlle el 1l1uri clo sea:

un disipntlo, el cautivo [2] , el desterrado, [3] y el auscnte por cansa de uti lidad

pilblica [4]. El tercer requisito es la poscsion continuada, obscrvándose, lo pri­

mero, que l~ p03csion Imelle intel'I'1I111pir3e de cinco maneras: l. :> por pérdida

<Í abandono 11 ... la rosa l11ucble: 2." por e!>jlulsion de la cosu raiz, hecha pOI' e} dueño: 3.:> por ¡'mplaznmicnto: 4.:> por interpclacion h(!{'ha nnte testigos: y

!'i. '" pOI' 111 pre~(, I' i plüon de la aceion que se internllnpc por Cl l'CCOll0cilllicnto tlícit()l del dellclor, como si pagnsc algo ell mzon oe daños Ó pel~l l icios, Ó llicicsc rscrif.um, 6 dicse )1r('uda Ó fianza [~]: ObSCn-:ll1doóc lo 2. o que parn que el SlIcesor l'onti­míe la posesioll de su antecesor le [¡¡¡sta la huena fé de nguel [liJ: y lo 3. o que

la poscsion en presencia puede continuarse COI1 1:1 posrsion cn ~llsencin, dupli­cando los año de la presencia 11 pnrtienuo por mitad los de la <1l1scllcin. El 4. o

requisito es el tiempo establecido. lHuchos son los tél'lllilloS ele pl'cSCl'ipcioD,

pero los principales son siete: de un aüo, de tres, ele diez, de \"Cint.e, dr. treinta,

de cuarenta y de cien_ En IIn alío se prescribe: ]. o In pose iOIl : 2. o In pena

en quc incurriría el fiador por no habcr presentado al deudor en el término se­

ñalado. En tre5 nlíOil . e prescriben: l. o las cosas muehles: 2. o In. accion de

(J) Aunque a.i ,1" la ley de Enl'ique IV COlnn ,le la do 1,,9 r('F"~ católicos, Re ,tcduce que l'n el juicio sumado no se admite mnB escep('ion que la del mandato ju/liduJ. un Auto acordado de Enero do 17 44, r~copilado por Belclin c"t.3bl~ce que si el desp"jantc colindante 'luisiere col1 nueva igual citncioll dnr justificacilln en contrario 8~ In admitil'/; 1l las .Just:cias de Partido, y lo mismo dice ~¡ Auto recopilad n en el n útnero nllt~l'ior sobr" el interdictOo tle retener.

(2) L. 3. O> • lit. 11. l. 2. ::: del Fu~r.' Real. (3) L. 1(\. id. id. id . (4) L. "l, i,!' id. id. ni) T,. 29. tit. 2\J. 1'. ;; . " (¡;). L . 11~. IÍ!. '~~). p, ::, ~

DF. JüIl.TSl'RUD F.~CTA. G(I

101 al.Jogadu~ y procuradores para cobrm sus honol'arios: 3. o la de los j 0 1'1l01cT05

artesanos pnrn cobrar el precio de SIl trndllj~, .1' ,J.. o la ele 105 uoti carios. eSI)l'(:ir­ros y clemas coml:rcinntes en nuarrote parn cohrnr el precio de sus rf('c[03 . 1';n

diez años se prescribrn: I. o Ins ('osas raices ent re pn';c"tI:s, y 2. e ('1 Ikrcch"

de ej~utllr por obligncion personal. En reint e nih:;: t. o In s (,0,:15 n!in' s ('ntn'

nuscnlcs; y 2. o la nccion pe"mnal y la (~eclltoria linda ~i'l1Jrc ella. E l! lreint u

mos: l. o b necion real ; y 2. e la Illista, csec(lto la h:l'oIcr:I I'i,l , y ~ n consr.­

cuencin en este tél"lllillo prc,cril)() tOlla COS :I , COillO qu iera '111<' h' 1' ;1.1' :1 posei ­

do, segnn In terminante Icy 21, tít. 2U , p. :1. :; , ql1l; !lil'c: " 1'1'ril,:a 'I ij ,,· rtm­

tinlladamellteó denúe arriua sl'yellllo algullll 0111C IClIl'dv l' ele ni~llltn r:o~:¡ ¡1011' t lwl­

I/tti~, JI/ane"a 'luit:r que oÚNe la lelle/,úa, gall,¡ rle ~' hn .~' J)¡o J:¡ n .lll]la r,,{'joll

de In preseripeioll de la cow con la <le la nc,:ioll ¡tll ::dl' n'sull ar ;d;':lI ll:t dud:,.

porque .sientlo In una rcl nlil'n .í In otra, ¿('úmo se dir,í :'í lo;. di l.'t. :¡Íios ~c pH's t:ri­

he la ('0$0 y tod;¡\'ia subsi,te ha , ta los trl'illt;l nñr", la a('(" ion p;na rr rohnll' ln:

Pnrn resolver esta dificllltad debe1'óÍ oLs1' I'\'i1I'sC (PI(; d("IHIrs de lU'l'or'rita la cll.sa

'J antes de prescrita In accion, el dueiio plIl'de i'llIi,,<lll¡ClIl (! prohar: 1, o la pro­

piedad quc tielle r:1 nquella co~n. ~"gllll 11) 1I1.'1(·,[ r;II I ;l<jlldI.1~ plabn¡ " "1: PlIc!;I'­se prohar el sl'iiorío Cjue h:\Liil ,ol>re ólql1('!!a en;;;] [ 1]," aI'lIqll C 11'1I1;~: ;du,c dI! Ulla

coan mup.ble, ('S pl'l'ciso <Jlle pnwu~ adelilas "que le j"IlT" fllr:ada ¡) flJrz:I'la ,) ro­

bada" [2J; y 2. o qlle unmute d l';!'nli n'¡ Ik la pl'c~r r i pl'illl1 de la rosn, el POol'( '­

dor no tl1l'O los I'crlllisi tos ex ig:clns por 1;15 1"."1:5 para 1 .. ~1'I'~l'riJld(lll. 1" '1'0 ('ol'ridll

rl término de In prrsrri]lf'iu ll de lil ;wri'lII, ,1':1 IliIela pUi!dl! al"gar l'I d lll'J;o. ,1' d posecuc>r g:1 11n In cosn. ¡¡\lll 1:1111;,,10 In h",I'l1 po~eido sin los r~ q ui~ilo~ I';table(,j-

1\05 por 111'S JI'.\'e~ , ~("'1l11 la h·.v 21 ri(:lIla . En ('lIarclIl" ::iílJ ~ se ]l1'l'srrilJl'n: 1. e

los llicllcs r"ices de las ig!c;;in;;: :2. o Jo, ]¡irn e~ J'aicr,s lli1l'ioll;!Ics, 1]11 0 110 r~l;íit

en el uso comun, y 3. e la il cc:iull l'ignr' raticín Ó ltipolecnrin (:3J, lOil~ cl primer

lIt'rcedor 110 pupúe ':lIt;¡ IJlar S\l nrci')!1 1:(>1llrn 1,1 S<'l,(ll1ldo sin Jlólbel'lo hrdlo anll:s

r.ontrn el delldor ú ~u hC l'f:dlH'O [4 ~ . 'En cir:l! niios se pr('srlihr:1 1: :0 rosas ele 1"

Iglc'Iill Uomrma. El quint.o I'cC¡tli"ilo ¡le la preó~l'jjlri"lI ~,; la h\1rnn flo. ¡, la (]lit' ('S ;lplicaLlr

ruonto se dijo nC'!fcn de In qul'! ~e n'!] "i('fe llóIt'a la pM I'<ir'!\ I'! I ,!!"IH' ral , sin llW,

llircrenein filie la del ohjl·to, y ([\Ir. Cll liI Jlo~e,io ll ru ;:r'II (' I':" hasl :1 la buena fé en d que. recibe In eo~n, mns pn la po,;(,~ioll m! mllclI¡-i()!le ,,, ¡JI: 1;15 I'osas raices ('S

Ill'cesnri .. In huelln f~, 'no ,solo en el Cj\le 1'('('iIJe, sino t;¡inbil': 1I ~n ,'I qlle enngen:! [5 j , El "Itimo requ isito es título trnslalil'lJ lJ.: uOiuinio.

(1) L. 2l.tit. 29,1', :J,'" ~:Z) L,~, lit. ~. p, id. (;j) L!. ::f1 , til. l :=¡. r,!l. " ,). ~r, tí!. 2(' , 1" ( ·1 ) L . 1·1, 1 ft, 1 ;':, p. !l. '" (:'j ) L, 18, tlt. !)9: p, 3. "

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§

" '" " ~ ~ i3 os ~

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VARIEDADES

-- ---'-'1 1-'---' .-_.--...

t i 1 -"- -~ I Possession d'une chose susceptible ,; I d'usucapion (non volée etc.) nvcc .;;: I bona fides el justa causn (1). 6

1

I 1(-----(-- ---Possession dcrj\"é~; ce qui se ren­

contre to\:jours duns le '{,'oil de gage ct I'enfileo­se: quelquerois seulemcnt dnns le dcposifurIl d le

praecflrium.

I

I

Possession origi naire coil dcten tiOll et animu.!,

mais sans bonrt.fides ou ])ien ~<lI~S justa causa, ou <5

d'ulle chose \'oléc etc. ¿ 11 " ----- 3 ~ :;

Detention de la part de eellu qui n'a ¡¡ueun tlro¡-t -'11 !. i ¡ , .\

I

\

.;1 Oi .. .E '" " o .¡¡; '" ~ '" o ~

ou portaut sur une "es e.d l"a CIl1n?ilercillm. , 8' ~ I ---de In parto d'nn fllrsellX Oll d'enJ:mt. 1' ::: ~ I

:> '" , --d'une ehose q\l'lIn allt l'e possede encol'e. ~~.

--de la pnrt de ecluí qui n chl1l'gé d'exerecr la 1 ~ ~. possession d'autrni. ;:; -g --de la ptlrt du fernli cr, tlu conuHodatnlre, c.lll I ~ ~ !;ltcluarius. ~. ~. ,

~:::

--de la part du mÍ8sus in posscuionem cxeepté :!l '" ? r;

101'5 qu'il intervicnt un 3ccundwn decl'elllm dans le ~;:;

deposilum et le pl'aecal'illm quelquefois. ;;

. ----_._-.------- -_. - _. -- --_.- ._._- ~ [1] Ces regles s'uppliquent ¡¡us~i fltI pmpriélaire lui-mcme qui n'¡¡p as besoilJl

¡\~ l'usucapíon. Sa posscssion est elle átiti,j ~msi? Ouí. '~