Historia de las Relaciones Internacionales de Guatemala
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Relaciones Internacionales de Guatemala
(1821-2013)
Fernando González Davison1
1 Abogado guatemalteco con estudios de postgrado en Estudios deDesarrollo en las Universidades de París y Ginebra, y RelacionesInternacionales por la de Costa Rica-Flacso. Tiene experiencia enrelaciones diplomáticas, planificación e historia de Centro América.Fue embajador en Perú, Japón, Chile, Uruguay y Argentina, concurrentecon Singapur, Bolivia y Paraguay. Profesor en el área de RelacionesInternacionales.
1
A
Edelberto Torres-Rivas, Gert Rosenthal, y René Poitevin (in memoriam)
INDICE
I. Declive hispano, ascenso británico y de EE.UU.…….. 3
II. Guatemala, entre Londres y Washington.…………….16
III. Bajo la influencia de México y EE.UU. ……………...24
IV. Pax Americana…………………………………………30
V. Impacto de la Guerra Fría……………………………..44
VI. Dependencia de Washington…………………………..55
VII. Guerras en Centroamérica……….…….………………58
VIII. Neutralidad de Guatemala……………………………..61
2
IX. Democratización en un mundo unipolar……………….71
X. Desafíos del siglo XXI …………………..….................84
XI. Retro perspectivas……………………………………..85
Anexo…………………………………………………………..94
Bibliografía……………………………………………………..96
PrefacioHistoria magistra vitae est.
La aproximación histórica de las relaciones internacionales de
Guatemala no puede entenderse sin incorporar la de sus vecinos,
su desarrollo económico-social y sus estados, desde inicios del
siglo XIX al presente y futuro. El tiempo en ese espacio
mesoamericano registra los acontecimientos del istmo, México y
Norte América, recibiendo olas políticas y culturales
iberoamericanas.
Se resaltan en el tiempo las tensiones propias de los nuevos
estados cuasi independientes, como el guatemalteco, presionados
por las grandes potencias europeas en el siglo XIX. Luego, al
siguiente, por EE.UU. de manera preponderante y, al estar por
3
concluir la Guerra Fría. Moscú apoyó a la insurgencia
centroamericana en los Ochenta, hasta que colapsó.
En ese lapso, lejos estaban las posibilidades de diseñar
políticas exteriores autónomas porque tampoco las había en el
plano doméstico. Prevaleció el “anticomunismo” más bien como
una consigna que nutrió tanto la política exterior e interior
Guatemala, bajo la guía de Washington, como sucedía respecto de
sus satélites dirigidos por Moscú.
Pese a los discursos de unidad latinoamericana, imprácticos
desde la independencia, se lograron establecer, con la venia del
país hegemónico, varios procesos de integración a partir de
1960. Algunos exitosos, como el Mercado Común Centroamericano,
porque los demás no lo fueron, salvo el MERCOSUR que surgió en
los Noventa, aunque ahora ambos están en problemas. En 2012 se
creó la comunidad latinoamericana CELAC sin la presencia de
Estados Unidos en ese foro.
En ese escenario multipolar del poder, lleno de incertidumbres,
Guatemala y sus hermanos centroamericanos tienen que adecuar
varias estrategias para sobrevivir: La primera, de convergencia
con EE.UU. (mayor socio comercial, remesas en billardos de
dólares de emigrantes y el dinero del narcotráfico). La
segunda, de impulsar las culturas latinoamericanas, y de
perfeccionar los procesos de integración existentes, hacia la
unidad y concertación del subcontinente. La tercera, la relación
especial con la Unión Europea, y la cuarta, con Japón y China
en particular, que brillan como estrellas en el Extremo Oriente.
FGD
4
I. Declive hispano, ascenso británico y de EE.UU.
Durante los siglos XVII y XVIII la decadencia de España fue
evidente. Entre otras cosas, no pudo suplir los productos
industriales que demandaban sus colonias ni protegerlas bien al
declinar su flota naviera. Por el contrario, el poder británico
aumentó al tiempo que inició la revolución industrial, que lo
puso a la cabeza de la tecnología, influyendo a escala global
al ampliar sus dominios en los cinco continentes. Siguiendo una
clara estrategia global, los británicos se apoderaron de varias
colonias españolas y holandesas como Jamaica, Curacao, Ciudad
del Cabo… En 1783 y 1786 Madrid le dio a Londres en concesión
partes de la costa de Belice hasta el río Sibún, pero mantuvo su
soberanía. Los ingleses requerían bases marítimas en el mundo
para ampliar los mercados para sus manufacturas. No obstante,
tras una cruenta revolución, perdieron la mejor de sus colonias
en cuyo territorio se formaron los Estados Unidos de América.
Así, este nuevo Estado se convirtió en un actor internacional
de primer orden en el hemisferio americano. Se comprobó al
5
triunfar de nuevo contra los ingleses al quitarle parte de los
territorios canadienses en 1810 y al adquirir Louisiana a
Napoleón de una manera un tanto impositiva, seguida por la
compra de Florida a España. La nueva nación dispuso de un
territorio similar al de toda Europa.
Por su parte Londres mantuvo la hegemonía marítima en el mundo
tras vencer en la batalla naval de Trafalgar en 1805 a las
flotas francesa y española combinadas. Madrid declinó y aún más
cuando fue ocupada por Napoleón a partir de 1808. La ocupación
francesa dio cause a los primeros gritos y movimientos
independentistas de algunas colonias hispanas, y a la guerra
nacional española contra al poder francés. Ambos movimientos
fueron apoyados por Londres. Delegados de las colonias y
españoles en Cádiz redactaron bajo el fuego francés la liberal
Constitución de Cádiz y la firmaron. Empero, tras concluir la
ocupación francesa en 1814, vuelto Fernando VII al poder, éste
se preocupó más por atender sus territorios en Italia que de sus
colonias. Así, dejó campo libre al contrabando de mercancías
inglesas en ellas. Entretanto, Londres auxilió a Simón Bolívar y
a José de San Martín (que también recibió ayuda financiera de
Washington) para asegurar la independencia de los nuevos estados
sudamericanos. Así los productos manufacturados británicos
entrarían libremente a estos mercados. Londres les ofreció a
6
los ya países independientes novedosos créditos bancarios al
saber que sus arcas estaban vacías. Por su parte, como era
natural, Estados Unidos, convirtiéndose en una potencia
marítima, también secundó tales esfuerzos independentistas con
los mismos objetivos. En ese contexto, Guatemala, luego de ser
una colonia olvidada por España, se configuró en un área
estratégica por la posibilidad de construir un canal
interoceánico, que la dejó bajo la mira de varias potencias.
Londres no sólo ocupó la porción beliceña indicada, que era
parte de la audiencia de Guatemala, sino que pretendió ampliarla
a lo largo de sus costas, como sucedería.
En 1820 fue derrocado temporalmente el rey absolutista español
Fernando VII por un golpe militar dado por el general Rafael
de Riego2, héroe de la lucha contra las tropas francesas, quien
impuso un gobierno liberal y dio vigencia a la Constitución de
Cádiz de 1812, a la que obligó a jurar al mismo rey. Ésta
permitió la libre opinión, la reducción de los privilegios de la
Iglesia y de las casas que gozaban del monopolio comercial vía
los Consulados de Comercio y otras medidas liberales para
acercar la metrópoli a las colonias. Por supuesto que ello
2 El uno de enero de 1820 tuvo lugar cerca de Sevilla el pronunciamiento militar del teniente coronel Rafael de Riego, quien había recibido el encargo del rey de dirigir una expedición contra losinsurgentes en las colonias de América. En lugar de ello, tomó el poder de facto, hizo que el rey jurara la Constitución de Cádiz e inició el trienio liberal, que concluyó en 1823, cuando las tropas francesas devolvieron el poder absoluto al despótico monarca español.
7
causó conmoción entre la jerarquía de la Iglesia y miembros de
dichos consulados en el Virreinato de Nueva España y la
Capitanía General del Reino de Guatemala. Los militares del
virreinato, a la cabeza de Agustín Iturbide, se rebelaron
contra el gobierno liberal español secundando a su elite, por
considerar denigrante el trato de provincia en lugar de
virreinato. En tal sentido suscribieron el Plan de Iguala, que
precisaba que sólo obedecerían al rey Fernando VII cuando
volviera al poder. La elite en Guatemala consideró oportuno
acercarse a Agustín Iturbide, militar mexicano que se rebeló con
otros colegas, y se hizo del poder “trigarante”. La familia
Aycinena desde Guatemala le envió en abril de 1821 los primeros
mensajes de alianza. Para los intelectuales liberales la defensa
de la monarquía no era de su agrado. Empero, ignorando esa
correspondencia, secundaron a los Aycinena a emitir una
declaración de independencia antes que el pueblo la emitiera.
Dicha familia ya disponía del Plan Pacífico para asegurar el
monopolio comercial, los puestos a las autoridades hispanas y
los privilegios a la Iglesia. El Plan defiende la fe católica y
la alianza “natural” con España. En agosto la correspondencia
indicada precisó que tendrían que venir tropas mexicanas para
lograr la independencia de la Audiencia y Capitanía General de
Guatemala, pues la de México fue un hecho ya en julio y agosto
8
de 1821. Por ello, se invitó a las autoridades de Guatemala a
unirse a dicho plan, con la idea de forjar el imperio mexicano.
Chiapas fue la intendencia que primero aceptó separarse y unirse
a México. En la capital de Guatemala se declaró la independencia
de la Capitanía el 15 de septiembre de ese año. No rompió el
pacto colonial en definitiva sino parece una denuncia, pues
continuó Gabino Gaínza como encargado de la Capitanía General de
Guatemala, quien debería convocar a un congreso para ratificar
la misma y darse una ley fundamental. Ese mes arriba a México el
nuevo virrey español y, luego de negociar, aceptó la
independencia mexicana como un hecho consumado. Iturbide deseó
crear un imperio que se extendería de la Alta California,
colindante con Canadá, hasta la provincia de Costa Rica, en la
frontera de Nueva Granada, la futura Colombia. En términos
geográficos la unidad de ese vasto espacio parecía muy natural.
Pero asegurar el control efectivo sobre esos espacios sería un
gran desafío para los nuevos estados, muy superior a sus
posibilidades, como sucedió en la América hispana al
desmembrarse.
Dada la comunidad de intereses clericales y de los miembros del
consulado México y Guatemala, más la efervescencia de algunos
liberales, que pudieron superar dudas, se dejó pendiente
realizar un congreso centroamericano para definir la
9
Constitución. Desde la declaratoria de independencia la estable
Capitanía General del Reino de Guatemala liberó las tensiones
ocultas en su interior: Las intendencias de Nicaragua, Honduras
y Chiapas se mostraron reacias y solicitaron la protección del
imperio mexicano para no seguir bajo el control comercial de los
Aycinena y otras familias patricias. Estas familias conjuraron
con las de México para unirse para hacer a Centroamérica parte
del referido imperio. Pero anular la convocatoria a un Congreso
centroamericano no era fácil de hacer. Los criollos consideraban
que una monarquía podría administrar mejor tan vastos espacios,
pero no existían bases firmes. Esas bases eran más frágiles en
la capitanía de Guatemala. Desde esa perspectiva, fue un error
la anticipada independencia centroamericana, porque respondió a
eventos de la metrópoli y de Nueva España, convertida ahora en
imperio, según el interés de la élite clerical y comercial de
“las familias”. Algunas sublevaciones campesinas mayas como la
de Atancio Tzul en Totonicapán ciertamente hicieron temer al
reducido grupo de criollos que los forzó a hacer una alianza
con México.
En enero de 1822 se calmaron los ánimos cuando la mayoría de
municipalidades centroamericanas se adhirieron a dicho imperio.
Iturbide estaba interesado en el istmo para así proteger su
flanco sur y beneficiarse de la eventual construcción de un
10
canal interoceánico (según expuso Alexander von Humboldt a
Thomas Jefferson en 1804)3.
Las voces disidentes en San Salvador provinieron de sus
dirigentes, señalando que preferían unirse a Estados Unidos
democrático que a un imperio de corte monárquico y se negaron
aceptarlo. Partió en 1822 a EE.UU. el salvadoreño Manuel José
Arce para hacerlo del conocimiento de sus autoridades. Al
visitarlas, tomaron nota y vieron con buenos ojos su deseo de
recibir ayuda a su causa pero no se decidieron.4 El objetivo de
procurar la protección de EE.UU. sería una constante en el
futuro. Para el salvadoreño Matías Delgado, la “potencia más
feliz de la tierra”5 debía proteger al istmo, no un monarca
inventado.
La cruda realidad mostraba que las arcas del virreinato y
audiencia estaban sin fondos para financiar ese gran proyecto.
No obstante, se envió un contingente militar mejicano al frente
de Vicente Filísola para imponer el orden imperial a los
rebeldes de San Salvador. Al año siguiente se disolvió el
imperio por rencillas al interior del estamento militar.
3 Alexander von Humboldt, Cartas de America. 1799–1804. Editadas porUlrike Moheit. Moheit, Ulrike (editor). Alexander von Humboldt: Briefeaus Amerika. 1799–1804, Akademie Verlag, Berlin, 1993.p. 298.4 Vázquez Olivera, Mario, La República Federal de Centroamérica 1823-1838, Universidad José Matías Delgado, San Salvador 2012, p. 53.5 Ibid, p. 55.
11
Filísola fue mandado a volver a México en 1823. Así, cobró
treinta mil pesos para sufragar sus costos, dejando sin nada al
fisco local y sin fuerza militar. Ante el caos que su vacío iba
a desatar, convocó al congreso indicado en el Acta de
Independencia de 1821 de Guatemala, para dotar de una
Constitución a los centroamericanos. Filísola dejó un pelotón
en Chiapas para anexarla a México. No obstante, sus autoridades
quedaron sin decidir por más de un año si se unirían a México o
a la naciente nación centroamericana, pues ambos tenían
partidarios.
Entre controversias, se estableció la república Provincias
Unidas de Centro de América el primero de julio de 1823, dándole
tiempo a Chiapas para que tomara la decisión de su interés6.
Hubo un fuerte movimiento de “Chiapa libre” que sacó a las
tropas mexicanas, pero volverían entre protestas
centroamericanas7. Ambos gobiernos entretanto planearon
actividades conspirativas. Para México era estratégico mantener
a Chiapas bajo su soberanía y lo logró en 1824, mientras
Centroamérica careció de una coherencia semejante. Soconusco fue
luego otra controversia y casi se estuvo al borde de la guerra
al año siguiente. Entretanto, el canciller centroamericano
Marcial Zebadúa envió delegados a México, EE.UU., Colombia y a
6 Vázquez Olivera, Mario, Chiapas, años decisivos, Universidad de Artesy Ciencias de Chiapas, Tuxtla Gutiérrez, 2010, p. 50.7 Ibid, p. 30.
12
la capital británica para articular la “defensa política”, pues
no podía hacerla de manera militar. Se instó a EE.UU. a
participar en el Congreso de Panamá auspiciado por Simón Bolívar
para defenderse de la amenaza europea, pues tropas francesas
impusieron a Fernando VII en el poder, quien deseó recuperar sus
colonias. Se propuso al Secretario de Estado Henry Clay darle la
concesión del canal interoceánico a cambio de garantizar la
defensa centroamericana, pero no tuvo eco8. Lo cierto es que el
enviado de Arce, José Cañas, y Clay, suscribieron en diciembre
de 1825 un Tratado de Paz y Amistad, Comercio y Navegación, que
Clay destacó por su americanismo y liberalidad, con términos de
reciprocidad, que sirvió de modelo para otros países.9 Empero,
no aceptó tan tentadora oferta a cambio de dar protección al
istmo. Eso fue un revés para los centroamericanos al quedar
indefensos, pues su estado federal no era viable de manera
autónoma. No formó arco alguno de solidaridades real para el
millón de habitantes, con una minoría criolla, en un espacio de
medio millón de kilómetros cuadrados, ni sembrado alguna idea
nacional.
La Constituyente había decretado en 1824 una constitución
federal, libre de España y de México. Guatemala adquirió un
8 Ibid, p. 38.9 Ibid, 63.
13
estatuto de Estado o provincia dentro de la república federal.
Heredó una burocracia dispersa de setecientos empleados a lo
largo del istmo. En dicho Congreso figuraban dieciséis diputados
conservadores y doce liberales. Entre conflictos se dieron
elecciones para presidente de la república. Salió electo el
coronel Manuel José Arce en unas elecciones alambicadas, pues
José Cecilio de Valle obtuvo mayar cantidad de votos. No
obstante, tomó posesión en 1825. Su tenaz oposición a la corona
española y luego al imperio mexicano le daban legitimidad.
Varios campos antagónicos domésticos dividían a las facciones
criollas: Por un lado, los intereses de los productores de las
provincias (liberales) que se habían sumado al imperio para
estar lejos de las “familias” que controlaban el comercio, o sea
las “familias” de alcurnia (conservadoras) residentes en la
capital de Guatemala. Entre los “liberales” estaban los de El
Salvador que no aceptaron el Plan de Iguala y rechazaban el
liderazgo de las “familias” deseosas de mantener sus privilegios
comerciales y su red patricia centroamericana. Entretanto, Arce
en la presidencia fue siendo cooptado por “las familias” y a
alejarse de sus pares salvadoreños.
Ante las noticias de una invasión española para recuperar sus
colonias, Arce propuso constituir un ejército de inmediato, pero
el Congreso restringió sus poderes en ese sentido, lo que motivó
14
cierto vacío de autoridad. Entretanto, la nueva república
estaba amenazada por las pretensiones británicas de ocupar aún
más sus costas en el Caribe, mientras Nueva Granada pretendía
quedarse con una región de Costa Rica (Bocas del Toro) y algunas
islas frente a Nicaragua. A la vez, México ocupó Chiapas y quiso
también Soconusco. Arce solicitó la protección de EE.UU. y su
mediación en el asunto de Chiapas y Soconusco. Mientras tanto,
México, Colombia y Londres no reconocían la nueva república
centroamericana por motivos fronterizos. Empero, tropas de
ambos gobiernos desalojaron Soconusco para mantener la disputa
en otros foros dejando “neutral”10 su territorio.
Londres otorgó a la federación un reconocimiento de facto al
enviar en 1825 a un cónsul a Guatemala, sede del gobierno
federal. Al año siguiente recibió a un delegado centroamericano
enviado por Arce, sin poder establecer relaciones oficiales.
Colombia, con Simón Bolívar como mandatario, suavizó la tensión
al sur de la Federación al firmar un tratado de “Liga y
amistad perpetua”, que dejó pendiente el diferendo territorial
entre ambos gobiernos.
Arce lucha también con el jefe político de Guatemala, al tiempo
que dejan de asistir los diputados al Congreso. El Salvador
envía tropas a favor de reestablecer el orden y se inicia la
guerra civil en la batalla de Arrazola, a dieciocho kilómetros10 Ibid, p. 40.
15
de la capital guatemalteca, entre esas tropas y las de la
federación en 1827. El enemigo es vencido y las tropas federales
lo persiguen hasta las afueras de San Salvador, sitiada durante
siete meses.
Entretanto, en el plano externo, la tensión giró en torno a
Chiapas pues México la anexó por la fuerza, mientras el poder
federal se debilitaba con esa guerra prolongada, dando lugar a
una relación accidentada entre ambos vecinos. El gobierno
centroamericano impugnó esa decisión unilateral. Pero México
consideró que dicho espacio era un bastión protector estratégico
ante una débil Centroamérica, ya asechada por los ingleses en
Belice, a punto de ocupar la isla de Roatán frente a
Honduras. Arce logró que los diplomáticos de EE.UU. y México
en Guatemala solventaran el asunto de Soconusco que así quedó
“neutral” como se dijo, pero sería por poco tiempo.
La posibilidad de construir un canal interoceánico motivó el
interés estratégico de varias potencias por Centroamérica.
Debían ocupar partes del mismo para asegurar ese proyecto
futuro, aunque Londres ya se había anticipado. Para dichos
intereses era mejor si Centroamérica se fracturaba. Casí era una
realidad al ver las pugnas entre las provincias y “las
familias”. Londres decidió acentuarlas. La tranquilidad secular
16
de la región se había terminado luego de la fallida anexión
a México y las rencillas comerciales antes ocultas bajo la
dominación hispana. El Reino de Guatemala hubiera continuado
unido pero el caos de la anexión a México desató diversas luchas
intestinas sin un poder central fuerte que las pudiera
neutralizar.
En torno a los espacios, la Constitución federal estableció en
su artículo 5 que “El territorio de la república es el mismo que
antes comprendía el antiguo Reino de Guatemala”. Según el
artículo 6, la federación la integraban Guatemala, El Salvador,
Honduras, Nicaragua y Costa Rica. Se excluyó a Chiapas “hasta
que libremente se una”. En lugar de eso fue anexada como se
dijo. Entretanto, en materia de política exterior, el tema más
importante era el reconocimiento internacional de la nueva
república, especialmente de las grandes potencias. Los nuevos
estados del continente americano, amparados en el derecho
internacional surgido de la Paz de Viena de 1815 y el Congreso
que luego se desarrolló allí, comenzaron su lucha por tal
reconocimiento. Estados Unidos fue el primer país que lo hizo en
1824 y luego México. EE.UU. pronto propuso un acuerdo de amistad
y comercio que se va a hacer efectivo en 1826. La bancarrota de
la nueva república centroamericana era el gran escollo para
financiar las nuevas instituciones mientras la guerra civil
17
quedó en un impasse en San Salvador, mostrando las
contradicciones entre los criollos del istmo.
Paralelo al asunto de Chiapas se mantuvo el diferendo por
Soconusco. En la época precolombina era parte del reino Quiché
y luego en la colonia se adscribió a la Capitanía General. Las
desavenencias entre México y sus hermanos del sur por ese
territorio trataron de negociarse en 1825 en el Congreso
Anfictiónico, convocado por Bolívar en Panamá, cuyo objetivo
primario era prepararse ante una invasión española. El delegado
mexicano no aceptó negociar con la república federal. La
diplomacia centroamericana buscó el apoyo de EE.UU. en el
diferendo y pidió su arbitraje. Sin llegar a ningún arreglo, la
desconfianza anterior entrampó la cooperación entre México y
sus vecinos. En ese Congreso también se hizo otro intento para
despejar dudas en la frontera de Costa Rica y Colombia pero
también fue infructuoso.
Pronto la región festejó las victorias de Junín y Ayacucho de
Simón Bolívar que dieron al traste las pretensiones hispanas de
reconquista. En 1826 los plenipotenciarios enviados por Arce a
México y Estados Unidos sin terminar su labor dejaron sus cargos
al estallar la guerra civil en Centroamérica a inicios 1827. La
guerra se dio entre el poder federal, bajo control de las
18
“familias” de Guatemala, aunque con Arce en la presidencia, y
los productores de colorantes y ganado de las provincias,
dirigidos por El Salvador, cuyo gobierno sufrió la envestida de
las tropas de Guatemala, bajo la bandera federal. Por no asestar
el golpe, Arce fue obligado a renunciar a favor del
vicepresidente Mariano Beltranena, quien luego se negó a
devolver el cargo, una especie de golpe técnico de Estado y
“las familias” mantuvieron el poder dirigiendo la guerra sin
éxito.
Los delegados de Washington y Londres enviaban informes sobre su
desarrollo bélico. El estadounidense informaba a su gobierno el
deseo de México por apoderarse de Centroamérica ante el caos
existente, y aconsejaba a Washington no consentirlo.11
Conforme la constitución federal cada provincia centroamericana
se dio la suya. La de Guatemala rezaba que su territorio
comprendía los pueblos de Chiquimula e Izabal y Castillo de San
Felipe en río Dulce, Verapaz y Petén; Soconusco, Suchitepéquez,
Sonsonate, Escuintla y Guazacapán; Quetzaltenango,
Huehuetenango, Totonicapán, Sololá, Chimaltenango, Sacatepéquez
y la ciudad Nueva Guatemala, capital del Estado. Como paradoja,
la de El Salvador, también incluyó Sonsonate en su propio
11 Toussaint, Mónica y otros autores, Historia de las Relaciones Internacionales de México 1821-2010, Vol. 2, Secretaría de RelacionesExteriores de México, 2011, p. 41.
19
espacio. Al final, este diferendo se negoció favor de El
Salvador.12
La base jurídica territorial fue el uti possidetis como criterio
para delimitar sus respectivos territorios, como se hizo en los
nuevos estados del continente. El problema surgió al confrontar
la realidad con los mapas coloniales españoles que eran
inexactos y sujetos a varias interpretaciones, lo que provocó
diversos conflictos, en especial en áreas agrestes, selváticas o
poco exploradas. El andamiaje legal colonial para asuntos
internos siguió vigente mientras se crearon nuevas
instituciones. La federación nació en un ambiente rodeado por
rumores de una eventual reconquista de España al crearse la
Santa Alianza entre las monarquías europeas, como se dijo, luego
que Fernando VII volvió al poder. Ante ello, la Doctrina Monroe
fue esgrimida por Washington para contener a Madrid en tal
“reconquista”. Londres secundó a los nacientes estados al poder
comerciar libremente con ellos. Estados Unidos firmó con la
república centroamericana un tratado de Amistad en 1826, año en
el cual el estado centroamericano, sin recursos, suscribió un
crédito con firmas inglesas, dando nacimiento a la “deuda
inglesa” centroamericana. Sus fondos se esfumaron en la guerra
entre “las familias” y las provincias.
12 González Davison, Fernando, Guatemala, Política Exterior, Iripaz, Guatemala 2001, p. 39 y ss.
20
Las tropas seguían sitiando San Salvador sin dar al asalto
final. La definición bélica la dio un sorpresivo Francisco
Morazán con tropas de Honduras en auxilio del jefe salvadoreño
Mariano Prado, que había resistido la envestida más de un año.
Así, Morazán, con tropas frescas, vence al poder federal en San
Salvador y, enseguida, hace otro tanto en Guatemala en 1828,
donde concluyó la guerra con un pacto entre él y “las familias”
que no cumplió13. La guerra dejó sin recursos a la federación y a
los estados,14 quebrado el proyecto federal. La elite
capitalina, las cien “familias”, fue desterrada por Francisco
Morazán con el aval de Francisco Barrundia que asumió la
presidencia federal sin recato. Desterraron a las órdenes
religiosas y les confiscaron sus bienes como a “las familias”.
Arce , perseguido, huyó a México.
En ese lapso, el gobierno protesta por la ocupación inglesa de
Roatán, declara la guerra a España que pretende ocupar México e
interviene y confisca los bienes de los españoles, al tiempo que
bloquea el comercio con España. La confiscación favorece a su
grupo al quedarse con ellos. El bloqueo contra los productos
de España favoreció a los comerciantes ingleses en Belice y se
13 Luján Muñoz, Jorge, El Gobierno de Manuel José Arce, Historia General de Guatemala, Tomo IV, Asociación de Amigos del País, Guatemala 1995, p. 51 y ss.14 Townsend Ezcurra, Andrés, Las Provincias Unidas de Centroamérica:Fundación de la República, Editorial Costa Rica, San José 1973.
21
volvió la “bodega” de Centroamérica. Éstos obligaron a usar
su puerto para el comercio de importación y exportación de la
federación. En los edificios de los conventos se instalaron las
oficinas públicas. Se cerró la Catedral de Guatemala y quedaron
ambulando algunos pocos curas del bajo clero a lo largo de una
dificultosa geografía del istmo.
Morazán asumió en 1830 la presidencia federal y se mantuvo en el
poder el resto de la década. Recibió el poder federal con casi
cinco millones de deuda pública. Con él van a dominar el
escenario político los liberales Francisco Barrundia, Pedro
Molina y Mariano Gálvez, este último, como jefe de Estado de
Guatemala.
En 1831 Arce incursionó con la venia de México con un
contingente militar en el “neutral” Soconusco. Sin darle tiempo
a Arce de atacar las tropas de Guatemala lo desbandaron. México
ignoró las protestas y las relaciones se nublaron más, al
saberse que Arce había negociado, a cambio de su apoyo, ceder
Petén a México si ocupaba el poder de nuevo. Entretanto, México
pasó a ocuparse de su vecino del norte por la pérdida de Texas y
de una invasión francesa. Morazán pudo aprovechar el lapso para
incursionar en Soconusco, pero no se lo permitieron las
continuas pequeñas guerras con los estados de la federación,
renuentes a financiar su gobierno federal.
22
Logró el reconocimiento de Francia a través de un acuerdo de
comercio y navegación vía un delegado que envió a París. Allí
solicitó en vano su mediación en el diferendo con México.
Negoció con los Países Bajos el acuerdo para construir un canal
interoceánico que no prosperó. El caos reinaba en el istmo.
Morazán trasladó la capital federal a San Salvador para obligar
a su élite a pagar su cuota cosa y, así, se enemistó con su
antiguo aliado Mariano Prado. Su gobierno parecía un fantasma a
la deriva, yendo a cada capital de los estados a buscarlos,
librando batallas, como describe el cónsul inglés Frederick
Chatfield, pues sólo el de Guatemala lo financiaba aunque de
manera insuficiente.15
Cuando en 1831 México propuso una alianza hispanoamericana para
enfrentar la expansión estadounidense, Morazán no respondió
dado el bajo nivel en las tensas relaciones y su canciller
Pedro Molina reiteró las demandas sobre Soconusco. Mariano
Gálvez, Jefe de Estado de Guatemala, dio ayuda a grupos opuestos
a México en Chiapas.
Morazán perdió las elecciones a la presidencia federal en 1834
pero el electo José Cecilio del Valle murió y, por segunda vez
15 Rodríguez, Mario, Chatfield, Cónsul Británico en Centroamérica,versión castellana de Raúl Cálix Pavón, editada por el Banco Centralde Honduras, Tegucigalpa, 1970, p. 87.
23
electo, no ocupó la presidencia. En un giro inesperado, Morazán
siguió ocupando el cargo un periodo más.
Mariano Gálvez (en la jefatura del Estado guatemalteco de 1831 a
1838), miembro de la flor y nata de la sociedad capitalina,
según Griffith, escogía y pagaba a sus diputados. (Algo que
imitaría el diplomático inglés cuando se discutieran medidas
anti inglesas). Así, llegó a controlar a los diputados de su
Estado y de la federación, el poder detrás del trono.16 De
hecho, sostuvo a Morazán ante los estados disidentes. Controló
su Estado al dividirlo en cuatro comandancias militares.
Anticlerical como Morazán, dio tolerancia religiosa y autorizó
el matrimonio civil con opciones de divorcio. Mejoró la
universidad (La Academia) y tuvo deseos de universalizar la
educación, al punto que inició un programa para que los grupos
mayas abandonaran su cultura. Emitió el Código Livingston para
que los jurados intervinieran en la justicia y decretó la
obligación de registrar la propiedad inmueble. Además, junto a
Morazán, dieron concesiones a intereses británicos y belgas, que
alarmaron a los pobladores que se rebelaron para defender sus
tierras.
16 Griffith, William, El Gobierno de Mariano Gálvez, Historia General de Guatemala, op. Cit. p. 75.
24
Entretanto, Gálvez dio inmensas concesiones de tierra a
ciudadanos ingleses en Verapaz, colindantes al establecimiento
de Belice. Luego hizo otro tanto a Juan Galindo, súbdito
británico pero irlandés, al darle Petén. Él tensó relaciones que
impulsaron al delegado británico en Belice a ampliar la
ocupación inglesa al río Sarstún de manera prepotente. Gálvez,
al protestar, temiendo que pudiera ocupar Petén, envió a Galindo
como su delegado a Londres. El nuevo canciller federal Miguel
Álvarez envió una nota a su par estadounidense, informando de la
misión de Galindo, en la cual hizo énfasis en que los británicos
no tenían derechos soberanos sobre Belice. Galindo llegó a
Washington mientras el presidente Jackson se interesa por el
canal interoceánico, en razón que los holandeses se olvidaron
del tema ante la insurrección de los belgas. Galindo solicitó se
aplique la doctrina Monroe y se envíe un mensaje a Londres en
ese sentido como Álvarez ha solicitado. El Foreign Office no
reconoció a Galindo como diplomático por ser súbdito británico y
su misión en Europa fracasó.17 Por si eso fuera poco, en 1838 fue
ocupado el distrito Bocas del Toro por tropas a la orden de
Bogotá. Un año atrás, Gálvez confirmó la soberanía en el
establecimiento de Belice.
Entretanto, las políticas de Gálvez azuzaron al campesinado
pardo y maya, agravado por el hecho de haber dado en concesión17 Vázquez Olivera, p. 72.
25
el territorio de Chiquimula, que abarcaba el oriente del país, a
firmas inglesas, lo que era una contradicción: Gálvez estaba
esperanzando en recibir colonos europeos para mejorar... Además,
creó un impuesto general de dos pesos por persona y medidas
contra la cultura maya. El resultado fue una rebelión campesina
encabezada por pequeños finqueros e indígenas de oriente de
Guatemala, que clamaban contra esas medidas y porque se iban a
morir por el cholera morbus, sin saber que se había iniciado en
Belice, y perder sus tierras a favor de extranjeros.
Ante el temor de que se generalizara esa rebelión campesina
entre los maya-quichés, los criollos de Quetzaltenango pidieron
a Gálvez en 1838 que aprobara la secesión de Guatemala de ese
territorio. Al lograrlo, lo llamaron Estado de los Altos, que
Morazán también apoyó. Los criollos quezaltecos, sin decirlo en
público, esperaban así arrebatar las tierras fértiles de la Boca
Costa a la aristocracia maya-quiché, respetadas durante la
colonia, trabajadas por siervos quichés al servicio de dicha
aristocracia. Además, impediría el comercio fluido con ciudad de
Guatemala. Al ver ese movimiento rural, en 1839 la aristocracia
quiché se alió al caudillo mestizo Rafael Carrera para que
no permitiera ese despojo. Esa alianza generó gran fuerza pues
los grupos mayas representaban el setenta y cinco por ciento de
la población.
26
La federación en enero de 1839 se disolvió en San Salvador por
los delegados liberales y el recién llegado delegado de Gálvez
en el parlamento centroamericano, el marqués de Aycinena, obispo
y otrora líder de “las familias”. Ese mismo mes venció el
periodo presidencial de Morazán, pero él se hizo dictador de El
Salvador por la fuerza de sus tropas, con la meta de derrotar a
Carrera, aliado de Ferrara, su enemigo. En febrero Carrera ocupó
y tomó el poder en Guatemala. Éste se convirtió en un caudillo
en el poder con similares características clientelares y de
apoyo popular observadas en América del Sur en otros personajes,
fruto singular de los procesos que siguieron a la independencia
en la región18.
dejando formalmente en la jefatura del Estado a Mariano Rivera
Paz. Este en julio aceptó que Guatemala anulaba el acuerdo de
Gálvez de 1837, que indicaba que Guatemala poseía la soberanía
sobre Belice,19 mientras Carrera estaba en El Salvador arreglando
el caos, en comunicación con Ferrara. Ambos decidieron impulsar
al hondureño Juan Lindo como nuevo jefe estatal salvadoreño.
Lindo, supeditado a ambos, fundó la universidad local.
La rivalidad entre Londres y Washington por el control de
Centroamérica se hizo sentir ante la posibilidad de construir un
18 Lynch, John, El País, Madrid, 27 de noviembre de 2009.19 Álvarez Olivera, p. 96
27
canal interoceánico. Washington estimuló la expansión, la
independencia de Texas y pretendió comprar Cuba a Madrid. Sin
embargo, ante el desconcierto centroamericano, en 1840 el
diplomático estadounidense en el istmo aconsejó que EE.UU. no
financiara ese proyecto porque no había gobierno alguno con el
cual se pudiera conversar.20 Los británicos tenían a Belice como
bodega para sus ventas de telas y manufacturas hacia
Centroamérica, mientras exportaban sus maderas finas, y los
países de la región exportaban colorantes naturales. Los
británicos se consolidaron en las Islas de la Bahía, incluida
Roatán, y La Mosquitia. Estaban mejor posicionados que
Washington en el istmo.
Tras perder Texas, México pretendió quedarse con Soconusco.
Mariano Gálvez había fracasado en el intento de apoyar a
secesionistas chiapanecos21. México negoció con Londres como
contrapeso ante el expansionismo Washington22. Morazán quedó en
el limbo, como se dijo, como dictador de El Salvador. Llevó sus
tropas a Guatemala y atacó a Carrera y perdió.
Carrera festejó cuando dejó sin efecto las concesiones dadas
por Gálvez y Morazán a intereses ingleses en Chiquimula al
20 Ibid, p. 76.21 Rodríguez, p. 44.22 Herrera, Octavio, Santa Cruz, Arturo, Historia de las Relaciones Internacionales de México 1821-2010, Vol. 1. América del Norte, Secretaría de Relaciones Exteriores de México, 2011, p. 103.
28
vencer a Morazán. Luego, con su aliado el caudillo hondureño
Francisco Ferrara, forzaron a Morazán a huir a Panamá.
Aprovechando esas luchas, tropas mexicanas ocuparon Soconusco
por órdenes del general López de Santanna, para compensar las
pérdidas ante EE.UU. Carrera envió tropas a confrontarlas pues
fue llamado por los indígenas del lugar pidiendo liberarse de
los impuestos abusivos dispuestos por Santanna, sin lograr su
cometido. Carrera empero logró reincorporar el Estado de los
Altos a Guatemala. Ferrara lo invitó a sacar a los ingleses de
la Mosquitia pero, faltos de recursos, le respondió que debían
esperar mejores tiempos. El problema de la falta de dinero
motivó que los créditos forzosos a la elite financiaran sus
débiles gobiernos. De las cien “familias” guatemaltecas
pudientes que Morazán expatrió en 1828, sólo retornaron diez,
entre ellas las familias Aycinena, Pavón, Piñol, Arzú,
agradecidas porque Carrera les abrió un espacio político y
devolvió sus bienes. A los liberales también les dio parte de la
gestión del Estado, ambos grupos bajo su control, sustentado en
su estamento rural en armas, semilla del ejército guatemalteco,
y el campesinado de diversas etnias.
México se encontraba en mejores condiciones para ejercer su
influencia en una Centroamérica dividida pero atendía qué hacer
29
con el vecino del norte. Así, los caudillos Carrera y Ferrara
planearon desalojar a los ingleses de las costas hondureñas.
Rompieron relaciones comerciales con Londres y, estando a punto
de iniciar la acción bélica en 1842, Morazán arribó con tropas
en las playas de El Salvador. Las fuerzas guatemaltecas, ya
listas para la expedición contra los ingleses, se dirigieron a
expulsar al ex presidente. Y lo hicieron huir de nuevo, esta vez
a Costa Rica. Allí, al legar, tras un golpe de Estado, Morazán
asumió el poder “tico”. Meses después, al proclamar que iba
atacar Nicaragua para refundar la república federal y pedir
créditos forzosos, el pueblo se levantó en armas, lo capturó y
un pelotón lo fusiló.
Es preciso hacer una pausa y analizar las razones del fracaso
federativo del istmo. Además de desavenencias y conflictos
internos, a veces regionales, los desacuerdos de las élites
económicas y políticas fueron las raíces de ese desenlace. El
esquema político devino muy diferente al de la colonia.
Centroamérica pasó a ser un espacio estratégico y por tanto de
interés de varias potencias, en particular del imperio
británico, México y Colombia, observándose cierta apatía aún de
Washington que no quiso hacer del istmo un protectorado.
30
II. Guatemala entre Londres y Washington
Entretanto, los ingleses, usando a Belice como su sede regional,
coronaron a un nativo como rey Mosco cuyo territorio real era la
costa atlántica centroamericana. Así, consolidaron su posición
hasta la Mosquitia de Nicaragua y parte de Costa Rica. Carrera y
Ferrera sin recursos, debido al gasto público que representó la
lucha contra Morazán, sólo protestaron contra esa ocupación
ilegal. Mientras tanto, el cónsul inglés Chatfield se les
acercó de nuevo para tratar de chantajearlos y así se
reiniciaron las relaciones comerciales con Londres, obviando el
asunto sobre Belice y la Mosquitia así como el reconocimiento
inglés a sus estados. México ocupó Soconusco de nuevo ante la
protesta guatemalteca y allí pasó ser parte de Chiapas. Los
caudillos de Guatemala y Honduras dejaron las cosas como
estaban, cada quien tratando de control su difícil situación
doméstica antes de lanzarse a otra aventura militar.
Luego de haber iniciado el cultivo de café con la técnica
aprendida en Costa Rica, el grano comenzó a producirse más,
aunque pocos pudieron predecir en ese momento que iba a
sustituir a la grana y cochinilla como el producto de
31
exportación por excelencia. Londres se volvió el principal
comprador. Faltaban unos años para que en Alemania se inventaran
las anilinas químicas, que dejarían a los colorantes naturales
fuera de mercado. Y comenzó a comprar café.
En 1846 sobrevinieron sendas depresiones tropicales y lluvias
que anegaron el campo como nunca. Ante la magnitud de los
problemas, Carrera y su grupo sabían que no iban a ser capaces
de solucionar y pronto estallaron las rebeliones rurales. Él
buscó el consenso entre liberales, conservadores y el estamento
militar. Así, el 21 de marzo de 1847 juntos firmaron la
creación de la República de Guatemala, democrática, para
superar los desafíos de ese desastre natural y poner a raya a
los montañeses de manera unida. De hecho, fue el primer pacto
social registrado en Guatemala. Estuvieron anuentes y firmaron
los criollos liberales y conservadores, pero también el
estamento de los oficiales montañeses de Carrera, que
representaban intereses del campesinado además de los propios.
Las elecciones celebradas al año siguiente las ganaron los
liberales. Carrera les entregó el poder y marchó a México.
Allí, se percató que la principal amenaza territorial era de
Estados Unidos cuando le quitó la mitad de su territorio, bajo
la consigna del Destino Manifiesto. Antes había sido la anexión
32
de Texas en 1845 y luego en 1847 las tropas estadounidenses se
lanzaron a Monterrey y Saltillo, su flota llegó a Veracruz y
los marines irrumpieron en la capital mexicana. Allí tomaron el
territorio deseado. En un momento pudieron anexar todo México
pero hubo opositores en Washington. Los tratados de Guadalupe-
Hidalgo “sólo” lo despojaron de la mitad de su territorio.
Carrera entendió que los ingleses eran menos peligrosos y desde
1830 dejaron de ser esclavistas a diferencia de los sureños
estadounidenses que querían conquistar Centroamérica.
Entre tanto, los liberales no lograron pacificar Guatemala ni
ponerse de acuerdo con sus correligionarios de El Salvador y
Honduras, salvo en crear de nuevo el Estado de los Altos. Por
ello los maya-quichés se rebelaron y solicitaron a Carrera su
auxilio. Volvió de México en 1849 y formaron una fuerza
guerrillera contra el gobierno liberal. Ante el caos, un grupo
de conservadores logró posicionarse del gobierno y negoció con
el insurgente Carrera que, a cambio de paz, tomara la jefatura
de las fuerzas armadas. Así, Carrera reincorporó el territorio
de Los Altos a Guatemala y obtuvo varias victorias ante los
montañeses en armas. De esa cuenta, se preparó para resistir el
ataque de los liberales de El Salvador y Honduras unidos a
guatemaltecos del mismo bando, llegados a San Salvador, porque
no aceptaban el retorno de Carrera.
33
En 1850 los liberales centroamericanos eran favorables a
EE.UU. (que ahora proyectaba su poderío desde los dos océanos),
mientras los conservadores guatemaltecos y costarricenses
optaron por los británicos para contener la expansión de
Washington. Ambos sabían que los estados centroamericanos no
podían sobrevivir sin tener alianzas con alguna potencia. Las
dos potencias externas facilitaron armas a sus respectivos
aliados. Listos para la batalla estaban unidos los presidentes
de El Salvador y Honduras, Doroteo Vasconcelos y Trinidad
Cabañas, con los liberales y varios caudillos montañeses
guatemaltecos. Reunieron más de seis mil hombres para la lucha y
los llevaron a la frontera salvadoreña con Guatemala. Carrera
los enfrentó con sólo mil guatemaltecos y dejó atrás
quinientos en la retaguardia. Maniobró y les tendió una trampa
en el peñón de La Arada. Así, el 2 de febrero de 1851 los
venció en la gran batalla de ese nombre casi sin perder hombres.
Guatemala se elevó como el mayor poder regional centroamericano.
Londres aseguró su alianza con Guatemala y Costa Rica mientras
Carrera controló luego El Salvador y Honduras, tras ocupar el
puerto de Omoa.23
En premio, los estamentos le otorgaron la presidencia vitalicia
de Guatemala con todos los poderes. Una dictadura popular
23 González Davison, Fernando. La montaña infinita, Edinter, Guatemala, 2008, p. 246 y ss.
34
secundada por el campesinado de occidente, la elite y la
jerarquía castrense. Nada que ver con el consensuado pacto que
creó la república en 1847. Luego, Carrera coopta a los liberales
al darles el poder judicial y la legación en Washington para
tenerlos a su lado.
Poco antes, para evitar la guerra por el istmo, en 1850 Londres
y Washington suscribieron el tratado de Clayton-Bulwer por el
cual acordaron que ninguno ocuparía espacio alguno
centroamericano. Se indicaba que el canal interoceánico a
construirse por cualquier potencia estaría abierto al mundo.
(Los lagos de Nicaragua eran considerados los más probables)24.
Por ende, Londres debía desocupar sus posesiones en el istmo,
incluyendo Belice. Esa fue una buena noticia para los
centroamericanos. No obstante, al pasar algunos años sin
hacerlo, Washington buscó su propia solución a la luz del
“Destino Manifiesto” para ocupar Centroamérica.
Carrera mejoró las relaciones con España y suscribió un
Concordato con la Santa Sede. De nuevo asumió la presidencia de
México el general Antonio López de Santanna, (quien perdió la
mitad de su territorio en 1847) ante EE.UU. y le otorgó a
Carrera la más alta condecoración. Además, le ofreció cuatro mil
24 Britannica Concise Bibliography, dice: “A treaty concluded on april 19, 1850 in Washington D.C., between Secretary of State John MiddletonClayton and the British minister plenipotenciary, Sir Henry Lytton Bulwer”.
35
soldados para consolidar su posición en el istmo. Los hubiera
aceptado si hubiera sabido que las tropas de William Walker y
sus filibusteros ya se preparaban en EE.UU. para avanzar hacia
Centroamérica apoyados por la Casa Blanca. Al conocer esas
intenciones, el diligente canciller Francisco Pavón profundizó
la alianza con Londres. Carrera así firmó un tratado de amistad,
comercio y navegación con el diplomático inglés en Guatemala,
aludir al diferendo sobre Belice a fin de mantener una entente
cordiale. El ambiente era excelente, escribió el diplomático
Chatfield, para hacer del istmo un protectorado inglés, pues
Costa Rica lo estaba pidiendo ante una inminente invasión
estadounidense.25 Guatemala en 1854 instruyó a su delegado en
París ir a Londres a proponer un tratado de límites con Belice,
a cambio de que garantizara la seguridad centroamericana en
caso de invasión estadounidense. Londres no quiso hacer nada que
afectara su proyectado encuentro con Washington sobre varios
puntos pendientes del Tratado Clayton-Bulwer para el año
siguiente. Eludió el asunto pero Pavón, aún en su lecho de
muerte, esperaba contar con el apoyo inglés.26
En 1855 se dio en México la “revolución de Ayutla”, donde los
liberales dejaron afuera a Santanna. Y se enfrentaron dos
proyectos: Los que defendían la “Reforma” liberal, con Benito
25 Humpreys, R.A. The diplomatic History of British Honduras 1638-1901.Oxford University Press, London 1961, p. 48.26 Humpreys, p. 62.
36
Juárez en el gobierno, cercanos ahora a Washington, y los
conservadores ahora en la oposición, buscando ayuda de algún
país europeo. Divergían en dos puntos: El papel del ejército y
el de la Iglesia. Sabiendo que EE.UU. estaba interesado en
comprar Cuba y hacerse del istmo de Tehuantepec colindante con
Guatemala, los conservadores buscaron apoyo en París y Londres,
para evitar tal expansionismo. La Santa Sede estaba enfadada
por las medidas anticlericales, pero Carrera era su defensor en
el istmo. México no podía salir adelante por sí solo. ¿Un
protectorado estadounidense o una monarquía europea? Esa era la
solución para los partidos en contienda.27 En la misma situación
se encontraban los centroamericanos pues si bien su
supervivencia había sido asegurada con el tratado de Clayton-
Bulwer, la situación había cambiado en pocos años.
En respuesta, el obispo de Managua coordinó la iniciativa para
elevar a Carrera a la presidencia centroamericana (para
enfrentar la temida invasión estadounidense), pero Costa Rica
mostró sus dudas, aunque era fiel aliado de Londres para la
defensa contra EE.UU. El proyecto se vino abajo en 1855 cuando
Walker y sus filibusteros ocuparon Nicaragua, apoyados por los
liberales centroamericanos y el Secretario de la Defensa,
Jefferson Davis, avalados por la Casa Blanca. Los pobladores
27 Pi-Suñer, Antonia y otros autores, Historia de las Relaciones Internacionales de México 1821-2010, Vol. 5, Europa, Secretaría de Relaciones Exteriores de México, 2011, p. 96.
37
recibieron alarmados las oscuras noticias provenientes de
Managua, que confirmaban sus temores. Los intereses esclavistas
del sur estadounidense a la vez se hacían presentes en Nicaragua
para expandirse al resto del istmo.28 Los dos países aliados de
los británicos, Guatemala y Costa Rica, con una economía en auge
gracias al café, enviaron tropas con armas inglesas contra el
invasor. Habiendo admitido su error, los liberales al año se
unieron en la lucha contra los filibusteros. Gracias a esa
unidad, Walker capituló en 1857 en Rivas ante el mariscal
guatemalteco Víctor Zavala. Bajo la protección del representante
diplomático estadounidense, Zavala acordó con éste que Walker
viajara en barco a su país en lugar de procesarlo y fusilarlo,
pues esa guerra dejó devastada la sociedad nicaragüense y
menguadas las arcas de los países centroamericanos, en medio de
la epidemia de cólera que se extendió a largo del istmo.
El mismo año que Walker ocupó Nicaragua, Washington y Londres
acordaron respetar lo estipulado en el tratado de Clayton-Bulwer
al firmar el tratado Dallas-Clarendon, donde de manera ambigua
Belice quedó fuera de su alcance. Empero, no fue ratificado por
las partes y lo último no tuvo validez. Londres cobraría más
tarde su factura por ayudar a salir de Walker. El cónsul inglés
exageró el rumor que éste de nuevo estaba a punto de invadir
28 The Early Diplomatic History: Nicaragua Canal. 77 (3J Cat N° 23233 TC 784.K24E2.Cornell University Library, USA, 1890.
38
Centroamérica. Honduras y Nicaragua entonces solicitaron a
Londres de nuevo su protección. En el tercer intento de Walker
de ocupar el istmo, el Foreign Office instruyó a su diplomático
en Centroamérica para que suscribieran tres tratados, según
sus términos, de lo contrario Londres se abstendría de
ayudarlos en caso de una nueva presencia de estadounidenses.
Esos tres eran: El de límites con Guatemala sobre Belice
(Honduras Británica), sobre el río San Juan con Costa Rica y
Nicaragua, y la devolución a Honduras de las Islas de la Bahía,
conforme a los puntos de vista británicos. En lo referente a
Guatemala, el diplomático inglés fue instruido así: “… the third
with the Republic of Guatemala... but you must at the same time,
from de reason to which I have adverted in the commencement of
this dispach, be prepared to find that the whole five states of
which Central America is composed talk a lively interest as to
the manner in which the cuestion of the Bay Island is disposed
of and are persuade that in the manner in which that settlement
is affected will dependen their future security agains the
unautorized inroads of citizens of the United States”.29 En
cuanto a Guatemala, precisa: “... the British settlement of
Honduras, Her majesty gvt, ful (sic) entitled to requiere from
29 Draft to Sir W.G. Ousely to the Earl of Clarendon. N° 1. Oct, 1857. Confidential and with power on a special misión to Central America, in: Pbulica Record Office, FO 97/90, pp. 17-20. Se trata de las instrucciones que recibiría el representante británico en Centroamérica.
39
the Republic of Guatemala a recognition of the limits which
practically mantend... for a long time... Her majesty government
have no desire to extend new limits to (be) written... 30
(Traducción: “... sobre el asentamiento británico de Honduras se
le requerirá a la República de Guatemala un reconocimiento que
los límites fronterizos se han mantenido así durante largo
tiempo… El gobierno de su majestad no desea que se escriba que
se trata de extender nuevos límites”). Londres deseaba mentir al
expresar que los límites llegaban hasta el río Sarstún desde
años atrás. El problema surgió para el representante inglés en
Guatemala cuando su canciller Pedro Aycinena le exigió una
compensación por esa ampliación al sur. Al aceptar, por ello
tuvo que ponerse en el tratado de límites una cláusula
adicional compensatoria, referente a un tramo vial hacia el
Atlántico.31
Entretanto, Walker realizó otra incursión pero, sin apoyo
estadounidense. En atención a lo acordado, fue capturado por una
corbeta inglesa y devuelto a Nueva Orleáns. Su nuevo arribo
siguió atemorizando a los centroamericanos. En esa ciudad,
recibió nuevo financiamiento de algunos empresarios de Nueva
York, con el fin de ocupar Nicaragua sin ningún apoyo oficial de
30 Ibid.31 Es la famosa cláusula VII de dicho tratado.
40
la Casa Blanca.32 Los británicos difundieron esa noticia a los
centroamericanos y ante la inminencia guerra con Walker, sus
gobiernos firmaron en 1859 los convenios indicados conforme el
deseo de los británicos, más bien de su diplomático, pues ya
Londres poco atrás daba por hecho que pronto Centroamérica
estaría en manos estadounidenses.
Guatemala como república acentuó su perfil de Estado al revivir
instituciones coloniales que le dieron estabilidad, entre ellas,
la Iglesia y las órdenes religiosas, el Consulado de Comercio y
la Asociación de Amigos del País, el respeto al derecho
consuetudinario de diversos grupos étnicos, que a la vez gozaron
del apoyo estatal, hasta conformar las bases de un estado
intercultural.
Mientras se produjeron nuevos cambios, Washington reconoció al
gobierno liberal de Benito Juárez, asentado en Veracruz,
mientras gobernaba en la capital azteca un gobierno conservador.
Éste recurrió a Napoleón III para encontrar un monarca para
México para resolver el caos político que vivía sabiendo que la
doctrina Monroe no se implementaría porque EE.UU. estaba en
plena guerra civil. Washington favorece Juárez pues sus
partidarios han aceptado la idea de un protectorado
32 Scroggs, William, Filibusters and financiers. The story of William Walker and his associates. The Macmillan Company, USA, 1916, in: The New York Herald, Dec. 14, 1857.
41
estadounidense sobre México. Muchos no lo deseaban y los
europeos fueron vistos como los únicos que podrían salvarla del
expansionismo liberal estadounidense futuro.
La diplomacia británica hizo saber a Washington que sus barcos
los repelerían si atacaban las costas centroamericanas en el mar
Caribe, cuando lo solicitara algún gobierno.33 Guatemala, al
suscribir el tratado de límites en febrero de 1859 respecto del
asentamiento de Belice, esperaba a cambio la compensación
británica de financiar una carretera al Atlántico. Pero el
tratado no fue ratificado por Londres pero sí por Guatemala, lo
cual generó el largo diferendo que se mantiene hasta el
presente. (Algo parecido al legado británico en el río San Juan
que dejó abierta la disputa entre Costa Rica y Nicaragua).
Walker volvió de nuevo y ocupó el puerto de Omoa y Trujillo,
donde marinos ingleses lo capturaron. Escapó, cayó preso y fue
fusilado ante un pelotón británico. Eso fue un alivio para los
países del istmo. Dejaron de preocuparse cuando Estados Unidos
inició su dramática guerra civil, que detuvo lo que parecía su
irresistible ocupación del resto de México y Centroamérica.
33 Malmesbury in London also notified the American minister George M. Dallas, that two British ships had been ordered to Greytown to intercept the filibusters, and asked that the American vessels in Central American water be ordered to cooperate. British State Papers, XLVIIL, 711-12, in: Scroog, par. 371.
42
Para evitar el apoyo inglés que daba armas a los mayas de
Yucatán en la larga “guerra de las castas”34, México renegoció el
tratado de amistad de 1826 con Londres y le aseguró límites a su
frontera con Belice. Carrera, neutral respecto a esa guerra,
apoyó a los rebeldes chiapanecos contra los liberales
mexicanos. Dejó de hacerlo cuando asumió el príncipe austriaco
Maximiliano en 1864 como emperador de México apoyado por los
conservadores. Asumió sin mayores cuestionamientos de Abraham
Lincoln por estar inmerso en la guerra civil. Carrera desconfió
del austriaco porque planeaba ocupar Petén y, luego,
Centroamérica. Carrera secundó a Abraham incoln pero se negó a
aceptar su propuesta de recibir esclavos liberados de Estados
Unidos. (Un porcentaje se envió a Liberia, en África,
territorio adquirido por Washington con tal objetivo).
A principios de los Sesenta la producción del café exigía más
tierra y mano de obra en los países centroamericanos. Y creció
el antagonismo entre Carrera y el presidente liberal
salvadoreño, Gerardo Barrios, por tener visiones distintas sobre
el desarrollo cafetero, grano que tenía gran demanda externa.
Barrios puso en cuestión la influencia de Carrera en
Centroamérica. Las rencillas personales se elevaron a las armas.
34 No fue en verdad guerras de “castas”, sino de grupos mayas oprimidosy explotados que se levantaron en armas a partir de 1847. Finalmente fueron derrotados en 1901 por las fuerzas oficiales. Murieron más de cien piel a lo largo de medio siglo. Al concluir el conflicto un diezpor ciento de los mayas de Yucatán huyó a Belice.
43
Finalmente, tropas guatemaltecas ocuparon San Salvador en 1863.
Carrera ganó e impuso a su aliado Francisco Dueñas como su
gobernante. Guatemala continuó siendo la fuerza más importante
del istmo, pero con las arcas débiles luego de esa costosa
contienda.
Aunque al austriaco Maximiliano fue avalado por los
conservadores y secundado por tropas francesas, Carrera mantuvo
fría su relación.35 Napoleón III aprovechó la guerra civil
estadounidense para cobrar la deuda mexicana pendiente con
Londres y París. Así, secundó a los conservadores mexicanos.
Francia esperaba aprovechar las materias primas de México.36
Londres se volvió así el gran inversor en México, empezando por
los ferrocarriles. Para Carrera se trataba de un gobierno
extranjero que pretendía Centroamérica. Maximiliano refrendó
un decreto que consideró a Belice como parte de Yucatán, o sea
de México. Mientras México estuvo intervenido por las tropas
francesas y EE.UU. continuaba la guerra civil, Guatemala
mantuvo una relativa tranquilidad económica, produciendo más
café e inició la del algodón destinado a las fábricas de telas
inglesas, al estar cerrada la producción de los sureños en
guerra civil. Carrera murió el mismo día que Lincoln fue
asesinado en 1865. Ismael Cerna lo sustituye y afila las
35 Toussaint, Ibid, p. 51.36 Pi-Suñer, p. 127 y ss.
44
políticas contra el conglomerado maya-quiché para que sirvan a
la expansión de la producción de café por medios opresores,
iniciando el fin de la entente que mantuvo Carrera con los
amplios grupos campesinos mayas. Pero los nuevos cafeteros
mestizos querían más.
Concluida la guerra civil estadounidense, la Casa Blanca
presionó contra la ocupación francesa en México y apoyó el
retorno de Benito Juárez como cabeza de su gobierno. En 1867
salieron las tropas francesas y austriacas para engrosar los
ejércitos que iban a enfrentar la amenaza del nuevo imperio
alemán de Bismark. Maximiliano decidió quedarse solo y fue
capturado por los liberales que tomaron el poder. Fue fusilado
pese a la presión internacional por dejarlo libre. Poco
después, el gobierno de Juárez dio grandes facilidades a los
insurgentes “liberales” guatemaltecos, que también gozaban de la
simpatía de Washington. Con ese apoyo estaban seguros que
tomarían el poder.
III. Bajo la influencia de México y EE.UU.
45
Dentro del escenario de la política exterior, EE.UU. siempre
reconoció la importancia de México en sus relaciones
internacionales, pero no le dio un trato de igualdad ni trato
recíproco. Le puso condiciones. Eso escudería con Centroamérica
y Cuba.37
En 1869 el gobierno azteca protestó ante el de Guatemala por
considerar una violación a su soberanía el ingreso de tropas
guatemaltecas en Soconusco, cuando desbarataron la finca El
Malacate, propiedad del subversivo guatemalteco Justo Rufino
Barrios. Benito Juárez apoyó esa gesta que Barrios y Miguel
García Granados encabezaban. El último era un reconvenido
liberal anticlerical. Su objetivo era apropiarse de las tierras
de la Iglesia, repartirlas a su grupo y ampliar la producción de
café forzando la mano de obra maya para producirlo, y abrir
carreteras y líneas férreas para su comercialización. “Las
autoridades mexicanas no sólo les dejaron establecer sus
cuarteles en la región fronteriza sino que les proporcionaron
recursos monetarios y les permitieron introducir desde Estados
Unidos un importante lote de armas (los nuevos rifles Winchester
de repetición, FGD). Con esa ayuda Barrios y el general García
Granados emprendieron la llamada campaña liberadora, que se
inició a principios de 1871 en el volcán Tacaná,38 que culminó
37 Herrera, p. 157.38 Toussaint, p. 52.
46
exitosamente en junio de ese año por ese flanco y el de la
frontera con El Salvador. A cambio de esa ayuda azteca debían
solventar el problema de límites fronterizos según el agrado de
México. Luego de tomar el poder, fue enviado el hermano de
García Granados como jefe de la legación guatemalteca en México.
Barrios, ya presidente, al sustituir a García Granados,
reorientó la economía y la política en función de ampliar la
producción cafetera en profundidad. Confiscó las propiedades y
tierras de la Iglesia, motivo por el cual dejó sin efecto el
Concordato con la Santa Sede, para repartirlas entre su grupo y
comenzó a privatizar las tierras comunales indígenas. La idea
era producir más arbustos de café ante la creciente demanda
externa, más bien de los británicos y alemanes. El nuevo grupo
emergente patrocinado por el nuevo régimen llegó en la cúspide
de la oligarquía cafetera. Se unió a los criollos de “las
familias” conservadoras que ya lo producían junto a algunos
alemanes. Barrios legalizó la mediana propiedad antes dada en
censo enfitéutico, e inició una política rural contra el
conglomerado mayense. Sus pobladores, antes protegidos por
Carrera, pasaron a convertirse en siervos de los emprendimientos
cafeteros mestizos, criollos y foráneos, que se beneficiaron de
métodos esclavizantes39. La creación de la escuela militar,
39 Herrick, Thomas. Desarrollo económico y político de Guatemala, 1871-1885, Editorial Universitaria, Guatemala 1974, p. 128 y ss.
47
llamada “Escuela Politécnica”, era propia para formar oficiales
como técnicos en construcción de carreteras, necesarias para
comercializar el grano. El número de soldados se elevó de seis
mil a veinte mil. Durante su gobierno, se iniciaron tramos de
ferrocarril. Y se mejoró el puerto de San José en el Pacífico e
inició la construcción de otro ramal hacia el Atlántico, cuyo
puerto lleva el apellido del dictador Barrios. El desarrollo del
capital estimuló la puesta en marcha del Banco Colombiano (1878)
y otros bancos locales luego del fracaso de un banco nacional.
La acumulación orginaria impulsó el desarrollo económico a costa
de las comunidades indígenas.
En el plano externo, él mantuvo cierta cordialidad con México,
que lo auxilió en su campaña subversiva, pero más con Estados
Unidos. Por ello reconoció la muy breve independencia de Cuba de
España y recibió a varios exiliados cubanos cuando Madrid
recuperó la isla, entre ellos, José Martí. Barrios suspendió
las conversaciones con los británicos cuando éstos se negaron a
que EE.UU. mediara el diferendo sobre Belice.40 Entretanto,
mantuvo buena relación con los intereses alemanes, cercanos a su
ministro de la Defensa, Samayoa: Regaló las tierras de Alta
Verapaz para que produjeran café y el desarrollo se diera como
40 González Davison, p. 47.
48
una copa que se derrama. 41 Esa disposición gratuita dejó sin
tierras a miles de nativos, ejemplo de otros que siguieron.
El representante de Guatemala en México en 1874 no pudo
solventar el tema de límites a pesar del trabajo de campo
realizado por algunos expertos. El canciller guatemalteco, Marco
Aurelio Soto (que Barrios luego colocaría en la presidencia de
Honduras), sabía del acuerdo previo con México de no cuestionar
Soconusco, pero al negociar quiso “sacar las mejores
ventajas”.42 Lo dijo al momento que el general Porfirio Díaz tomó
el poder en México (para retenerlo tres décadas), bajo la
influencia de EE.UU. y sus inversionistas.
El carácter dictatorial de Barrios, entretanto, desconcertaba a
locales y extranjeros. Incluso, en 1881 las relaciones con
México llegaron a su nivel más bajo al no llegarse a ninguna
solución sobre los límites. Entonces, Barrios propuso a Estados
Unidos su mediación. Washington aceptó participar en la
solución del problema y presionó a México. Éste sólo aceptaría
su mediación si Guatemala reconocía a Chiapas y Soconusco como
parte de México, a cambio de una indemnización. Así, retiró sus
tropas de la frontera con Guatemala, dispuestas a entrar en
41 Zardetto, Carol, elPeriódico, Guatemala 10 de mayo 2013, p. 5. 42 Ibid, p. 53.
49
guerra. Las negociaciones continuaron en Washington pero sólo
entre las dos partes.43
Mientras tanto, en relación al diferendo con Londres sobre
Belice, en 1884, el ministro de Guatemala en esa capital dirigió
al Foreign Office la protesta por la ocupación de una parte del
territorio guatemalteco. “Si el tratado ha caducado, volverán a
su estado anterior”44 , pero no hubo ninguna respuesta.
Barrios estaba ansioso por iniciar su campaña bélica para unir a
Centroamérica bajo su mando. Los asuntos de integración forzada
siempre trajeron conflictos como los de esta absurda campaña. Él
quería encabezarla en un momento en que los países del istmo y
México no avalaban esa aventura militar. Años atrás quizás
hubiera sido posible cuando, tras vencer dos revueltas
antiliberales en Honduras y El Salvador en 1876, Barrios
impuso a sus amigos Marco Aurelio Soto y Rafael Zaldívar como
sus gobernantes: Los tres países firmaron el Tratado
Multilateral de Chalchuapa, para impulsar la unión
centroamericana. Hubiera sido el momento de cristalizarla en
lugar de esperar. EE.UU. la hubiera aprobado en ese lapso pues
consideraba que una Centroamérica unida podría gozar de mayor
43 Herrera, p. 168.44 Herrarte, Alberto, El problema de Belice, en Historia General de Guatemala, Tomo V, Época Contemporánea 1898-1944, Asociación de Amigosdel País, Guatemala 1996, p. 113.
50
bienestar económico e impediría que fuera ocupada por una
potencia extranjera como México pretendió. Sus autoridades
consideraban la unidad centroamericana como peligrosa para sus
intereses.45 Barrios, viendo que su plan tambaleaba, llegó a la
capital estadounidense en 1882 y desplazó al tenaz negociador
guatemalteco, Lorenzo Montúfar, para ponerse él mismo se puso
al frente de las negociaciones con México. Esperaba otorgar el
territorio necesario para gozar de su apoyo a su plan
centroamericano. Así, poco después, esperando complacer a
México, refrendó la soberanía de éste país en Soconusco y
Chiapas sin nada a cambio (a pesar del ofrecimiento de una
compensación). Y arrebatado, cometió un yerro muy grave al ceder
por un trozo de Soconusco más del seis por ciento de la
extensión de Guatemala a México, territorio que no estaba en
discusión en la selva Lacandona, rica en maderas preciosas,
bosques y oro negro.46 El dictador antepuso sus intereses
personales de coyuntura (la campaña de unión centroamericana) a
los intereses soberanos del colectivo guatemalteco. De nada
valió esa entrega porque México nunca apoyó ni apoyaría a
Barrios a unir por la fuerza a los países centroamericanos.
México solicitó a Nicaragua y Costa Rica enviaran delegados a
Washington para cabildear contra el proyecto de Barrios. En ese
45 Toussaint, p. 61.46 Ibid, p. 55.
51
momento hubo un cambio de posición al asumir un nuevo Secretario
de Estado que rechazó una unión centroamericana y menos por la
vía de las armas. Los opositores centroamericanos tenían
simpatía por la unión pero detestaban a Barrios, quien se
había enemistado hasta con los presidentes de Honduras y El
Salvador, que él mismo había puesto. Neurótico, Barrios en 1885
disolvió el Congreso, decretó por sí solo la unión
centroamericana, se nombró comandante de militar supremo y
comunicó su decisión a México, EE.UU. y a países europeos. Sin
obstáculos internos se lanzó a la frontera de El Salvador con el
grueso de sus tropas, pues dividió su ejército al enviar otro
contingente a la de de México temiendo un ataque por ese flanco.
Al momento de iniciar la batalla en Chalchuapa contra las tropas
salvadoreños que lo esperaban, entre el enojo de sus oficiales,
cayó abatido por un disparo y no hubo batalla, ni vencidos ni
vencedores. La propaganda liberal, empero, lo elevó como un
héroe (hay duda qué bando disparó la bala que lo mató).
El intento unificación centroamericana erosionó las arcas
nacionales y, por los arrebatos del dictador, se perdió parte
del territorio nacional.47 Más del setenta por ciento de la
población de raíz precolombina continuó excluida de los
beneficios de la producción del café y del proyecto político
47 Woodward, Ralph Lee. Central America, a nation divided, Oxford University Press, New York, 1985, p. 150 y ss.
52
“liberal”, con marcado racismo impropio de un Estado-nación. La
deuda inglesa dejó de pagarse y se ampliaron los intereses. Los
migrantes de origen alemán continuaron llegando para operar
casas comerciales de café y para producirlo en la Verapaz. En
ese departamento de lengua kekchí comenzó a hablarse también el
alemán. En 1887 Guatemala suscribió con el Imperio Alemán el
Tratado de Amistad, Comercio y Navegación que mostró el auge de
las relaciones entre ambos estados.
El Congreso anuló las disposiciones últimas de Barrios y
designó a Manuel Lisandro Barillas como presidente guatemalteco.
Éste activó la agenda centroamericana para congraciarse con
sus pares ante el revuelto anterior, y renovó los tratados de
paz y amistad, con cláusulas comerciales de mutuo beneficio. Por
un tiempo Guatemala, Honduras y El Salvador liberaron su
comercio al firmar en 1889 el Pacto de Unión Provisional, con
cláusula de nación más favorecida, abierto además a Nicaragua y
Costa Rica.
Lo anterior estaba en armonía con las iniciativas integradoras
de la I Conferencia Panamericana convocada por la Casa Blanca en
1889-90, celebrada en Washington. En la misma se pretendió
alcanzar la unión aduanera, mejores comunicaciones y puertos,
fortalecer el patrón de plata, derechos de patentes, uniformar
53
sistema de pesos y medidas, y asuntos sanitarios. Una
integración bajo la dirección estadounidense y sus intereses. Al
no alcanzarse esos resultados por oposición de la mayoría en el
Congreso de EE.UU. y varios países sudamericanos, se estableció
una oficina panamericana (que continuaría coordinando algunos de
esos temas, raíz de la futura OEA).
Los problemas con México continuaron pues en 1893 negoció con
los británicos que no les vendieran más armas a los mayas y, a
cambio, legitimó la presencia británica en Belice. EE.UU. en
1885 había defendido a Venezuela contra Londres en la
infructuosa recuperación del territorio de la Guayana británica,
atendiendo a dar cumplimiento a la Doctrina Monroe. Para
Washington aún le era la molesta la presencia británica en
Belice. México acordó con los británicos en 1897 que a cambio
de al cederles una parte de su territorio, que los barcos
mexicanos gozarían de libertad para navegar en aguas beliceñas.
Dos años atrás, México y Guatemala estuvieron a punto de entrar
en guerra por cuestiones fronterizas. Guatemala, que llevaba las
de perder, buscó el apoyo de Estados Unidos. A su demanda,
México accedió a negociar sobre la zona en disputa y se calmaron
los ánimos. Una comisión mixta continuó en esas labores hasta
1897 para delimitar el área (que hasta la fecha sigue
problemática).
54
Guatemala participó en la creación de la Oficina Panamericana,
con sede en Washington, a inicios 1890. Dicha oficina
hemisférica, como se dijo, reflejó un nuevo interés EE.UU. como
nueva potencia emergente (la más rica en oro, petróleo e
inventiva industrial), que comenzó a superar a las potencias
europeas en plena revolución industrial. El imperio colosal
británico, que ocupaba un tercio de la tierra, parecía
insuperable. Pero las cosas estaban cambiando. EE.UU. confirmó
su destino imperial mientras activaba la compra de Panamá a
Colombia para construir el canal, pretendiendo además las
últimas colonias españolas en América y Hawai para consolidar
sus rutas comerciales ultramarinas.
En Guatemala, el presidente José María Reina Barrios gozó de una
economía cafetera en alza, promotora de una dispendiosa elite
feudal sin criterio emprendedor. En medio de todo y superadas
las diferencias con México, dejó un buen diseño urbano para la
capital con anchas avenidas y casi concluido el tramo
ferroviario que unía uno y otro océano. Tras su exitoso primer
periodo presidencial quiso perpetuarse en el poder. Lo logró
como don Justo su abuelo, alterando la ley, pero tuvo que
enfrentar dos levantamientos armados a los que venció. De manera
sorpresiva fue asesinado en 1898 por un alemán desquiciado,
entre noticias de la guerra hispanoamericana que originó la
55
independencia de Cuba, devenida subordinada a la nueva potencia
colonial.48 En su lugar, asumió Manuel Estrada Cabrera, abogado
de clase media, quien había sido ministro del Interior, pero aún
continuaba como Primer Designado. Nadie pudo preveer que sería
un tirano y dictador durante más de dos décadas, oscilando entre
Washington y Berlín.
III. Pax americana
Meses después, se desplomaron los precios del café, cuando el
grano de Brasil entró al mercado mundial como gran productor.
Guatemala quedó financieramente en crisis. Las comercializadoras
de café alemanas hicieron efectivas las hipotecas y se quedaron
con la mitad de las fincas que lo producían, pues los dueños no
pudieron pagarles los créditos49. En ese sentido, se formó un
48 Se lo conoce en Estados Unidos como Spanish-American War. Sus principales resultados fueron la independencia de Cuba y la pérdida delas últimas colonias españolas en América y Asia (Puerto Rico, Filipinas y Guam), cedidas por Madrid a Estados Unidos, que se convertiría en potencia colonial.
49 Jones, Chester Lloyd, Guatemala, past and present, University of Minesota Press. Minesota, 1940, p. 174 y ss.
56
nuevo grupo teutón dominante y los ojos del ascendente imperio
alemán su posaron en la pequeña Guatemala. Si antes acá se
vivió bajo la rivalidad Anglo-estadounidense, al concluir el
siglo XIX la misma pasaría a ser entre EE.UU. y el imperio
alemán. Ambos países eran los principales mercados del café
guatemalteco, dejando en tercer lugar al británico50. Durante
esos años se cerraron las negociaciones sobre Belice. La
relación con Francia se activó de nuevo al dejar la educación
escolar y militar en sus manos, en una capital culturalmente
francófila.
Mientras tanto el presidente de Nicaragua José Santos Zelaya
deseaba unir Centroamérica y que EE.UU. escogiera a su país
para hacer el canal interoceánico en lugar de Panamá como
proyectaba. México se opuso a los planes unionistas y usó a su
aliado, el presidente salvadoreño Tomás Regalado, para
oponerse. En 1899 Estrada Cabrera y Zelaya se unieron para
derrocarlo. De inmediato Regalado buscó la protección de México
y Porfirio Díaz ofreció su mediación. El representante mexicano
en el istmo convocó a una conferencia de paz a los mandatarios
centroamericanos, pero Zelaya rechazó la invitación. El delegado
guatemalteco en Washington criticó a México de ingerencia en los
50 González Davison, Fernando. Guatemala, la agroexportación y las relaciones internacionales, Editorial Universitaria, Colección Textos, Guatemala 1990, p. 21.
57
asuntos centroamericanos. En ese escenario, se realizó en 1901-
02 la II Conferencia Panamericana donde no se llegó a acuerdos
de importancia regional. EE.UU. empero enderezó su influencia
sobre México, Centroamérica y el Caribe. Zelaya convocó sin
resultado a los mandatarios centroamericanos para crear “la
República mayor de Centroamérica” con un mecanismo ágil de
arbitraje para arreglar las diferencias. Estrada Cabrera no lo
firmó quizás por presiones de Washington. En medio de ello, los
gobiernos “unionistas” se unieron al ex presidente guatemalteco
Manuel Lisandro Barillas para orquestar la caída de Estrada
Cabrera. Guatemala se vio envuelta en dos guerras en 1903 y
1906, las últimas de orden externo que registró su historia. En
1903, dichos gobiernos pretendieron poner en la presidencia de
Guatemala a Barillas, invadiendo a un tiempo las dos fronteras
con México y El Salvador (como hizo Barrios en 1871). Estrada
Cabrera movilizó cuarenta mil jóvenes reservistas en tres días,
gracias al servicio militar obligatorio y a las clases de
táctica dadas en secundaria implantadas en 1900, y allí las
envió. Tras casi tres meses de campaña militar, Guatemala se
impuso, en medio de la hambruna de las tropas de las partes,
alimentadas por totoposte, un compuesto de maíz seco que
escaseó. Por esa razón se llamó “guerra del totoposte”.
Entretanto, no hubo sistema de justicia sino de terror y
58
oscuridad para una población que bajaba la testa a las acciones
del dictador, en el conocido “síndrome Estrada Cabrera”. La
segunda guerra se produjo en 1906, por las mismas rivalidades
entre el presidente salvadoreño Tomás Regalado y Estrada
Cabrera. Esta vez se unieron los presidentes de Nicaragua,
Honduras y El Salvador para derrocarlo y poner en la presidencia
a Barillas. Las tropas penetraron a Guatemala por ambas
fronteras. Barillas ocupó Ocós con Manuel Ayau, pero fueron
derrotados. Regalado, ebrio, ingresó a territorio guatemalteco
por la frontera salvadoreña, muy cerca de Chalchuapa, donde fue
capturado y fusilado. Así, el movimiento fue derrotado.
Vino la mediación de EE.UU. y México, logrando firmar el
armisticio a bordo del barco de guerra estadounidense
"Marblehead" en el golfo de Fonseca.51 Allí, Estrada Cabrera
acusó a México de ingerencia en asuntos guatemaltecos, en tanto
los delegados de El Salvador y Guatemala lograron limar
asperezas ante la vista de los representantes de EE.UU., México
y países centroamericanos. La pax americana había llegado al
istmo.
México y Estados Unidos, por vecindad geográfica, de hecho
ejercían un tutelaje para dirimir esas discordias. Estados
Unidos estaba interesado en dar estabilidad al istmo y el
51 Ortega Gaitán, Jorge A., Guerra del Totoposte y Campaña Nacional de 1906, inédito. Es un estudio interesante. En la Web pude leerse el resumen del texto para comprender ambas campañas.
59
Caribe, ante la construcción del novedoso Canal de Panamá, y dar
protección a las incipientes empresas bananeras y ferroviarias
estadounidense. El presidente Teodoro Roosevelt esgrimió en esos
años la Doctrina Monroe con más énfasis para toda América
Latina, al señalar el derecho de EE.UU. de intervenir en sus
asuntos para evitar la presencia de potencias
extracontinentales. Aún con la participación de México, la
hegemonía estadounidense fue obvia a partir de 1906 en el
Marblehead. Allí se suscribió el Tratado Perpetuo de Amistad y
Comercio entre EE.UU. y los países centroamericanos. Además,
estos países firmaron el Convenio Multilateral de Paz,
Amistad, Arbitraje y Comercio sentando las bases de una
cooperación centroamericana. En la conferencia celebrada en San
José de ese año se estableció la Corte Centroamericana de
Justicia, para que dirimiera las controversias entre los
estados. Allí se expresaba que sus integrantes formaban parte
de una familia, “haciendo causa entre sí y en los casos de
guerra o de dificultades con naciones extranjeras y mediando
amigable y fraternalmente en sus trastornos de carácter
privado”, para motivar la unión centroamericana. Más tarde, no
fue aceptada la cláusula democrática en razón de la vigencia de
varios dictadores como el de Guatemala.
60
Este país era una prisión abierta: Estaba prohibido el
movimiento de personas sin autorización presidencial,
especialmente para salir al exterior. Incluso los finqueros no
podían visitar libremente sus fincas. Los espías rondaban por
todos lados y los asesinatos políticos por órdenes del dictador
Entretanto, se instaló en Guatemala la Oficina Internacional
Centroamericana y se institucionalizaron las conferencias de los
países miembros. Zelaya no deseaba más la ingerencia de EE.UU.
ni había avalado lo acordado en el Marblehead ni el Tratado de
San José. Además, le hirió que fue Panamá el territorio escogido
por Washington para hacer el canal. En 1907 fue asesinado en la
capital mexicana el general Barillas por sicarios de Estrada
Cabrera.
Ese año la diplomacia estadounidense invitó a los países
centroamericanos a reunirse en Washington en la Oficina
Internacional de las Repúblicas Americanas para fomentar la
paz. Allí, los ministros del exterior del istmo opinaron sobre
el tema. Así, firmaron el Tratado de Paz y Amistad que estuvo
vigente diez años y acordaron no reconocer los gobiernos
surgidos de una revolución.52 También se normó la extradición, se
hicieron planes para un ferrocarril centroamericano (que nunca
se concretó), las modalidades de las conferencias anuales, la
creación del Instituto Pedagógico a instalarse en San José, y52 Toussaint, p. 73.
61
la Corte de Justicia Centroamericana. EE.UU. deseaba evitar su
intervención periódica en la zona. De hecho, diversos intereses
en Washington eran partidarios de la unidad del istmo como antes
habían sugerido algunos secretarios de Estado. Pero, al
enterarse que el dictador Zelaya propondría un canal alterno
que compitiera con el de Panamá, impulsaron una revuelta que
obligó a Zelaya a renunciar en 1910 luego de más de quince
años de gobernar. Llegan los “marines” a controlar la situación.
México le ofreció un barco que lo trasladó como exiliado. EE.UU.
y Nicaragua firmaron luego un convenio sobre el río San Juan,
afectando a Costa Rica, mientras El Salvador protestó por
ciertos acuerdos favorables a Estados Unidos en el golfo de
Fonseca. La Corte Centroamericana dispuso su nulidad. Vino el
resentimiento contra Washington porque no acató su decisión y
porque en el Tratado Bryan-Chamorro de 1914 Nicaragua aceptó ser
un protectorado estadounidense. Así, dejaron de realizarse las
conferencias y reuniones centroamericanas, Managua ocupada por
los “marines”.53
En ese lapso Guatemala tenía ya acumulados tratados vigentes
con Alemania, Argentina, Bélgica, Brasil, Chile, España, Estados
53 A partir de la Convención suscrita en Washington en 1907, cada añose reunieron los ministros del Exterior, partiendo de 1909 enTegucigalpa, San Salvador, Guatemala, Managua y San José. En la SextaConferencia Centroamericana (Tegucigalpa, enero de 1914), laconvención de su creación caducó en mayo de ese año, a los seis mesesde la denuncia nicaragüense.
62
Unidos, Francia, Gran Bretaña, Holanda y diversos tratados
internacionales como los de orden panamericano. Abarcaban temas
variados como paquetes postales, extrdición, propiedad
intelectual, protección contra el anarquismo (los terroristas de
aquella época), asuntos consulares… Con México eran reiterados
los acuerdos para prolongar las tareas para delimitar las
fronteras (que sigue hasta la fecha), puentes fronterizos,
ejercicios profesionales… 54
Estrada Cabrera para continuar en el poder siempre se puso del
lado de la política estadounidense. En cierta forma, él era
considerado de interés para Washington por la estabilidad que
brindaba en la política local. En 1912 lo visitó el Secretario
de Estado Philader C. Knox, visualizando su interés por la
región, dado por la gran inversión que constituía la
construcción del canal en Panamá a punto de concluirse. Knox fue
recibido por el estudiantado con un “¡No Knox!” porque
representaba la nueva “diplomacia del dólar” en dos
administraciones presidenciales seguidas (la de Theodore
Roosevelt y Howard Taft). Luego vendría el “Corolario
Roosevelt”, continuación de la Doctrina Monroe, donde EE.UU.
sería el guardián del hemisferio frente a cualquier actor
54 Tejada, Federico, Tratados de Guatemala, T. II, Tipografía Nacional,Guatemala 1912.
63
externo y puso en duda la tesis de no intervención en los
asuntos internos55 y respecto de los alemanes.
Las inversiones estadounidenses competían con las alemanas que
eran mayores a los veintidós millones de marcos, lo que
alarmaba a EE.UU. como su enorme producción cafetera. Ya en
1904 el gobierno alemán le otorgó a Estrada Cabrera la Orden del
Águila Roja mientras él se llevó bien con algunos teutones como
el barón Ernst von Merk.56 Las casas comerciales alemanas en
Guatemala controlaron el sistema crediticio nacional al volverse
también prestamistas del gobierno. A cambio, en medio de la
crisis del café, el dictador las autorizó a emitir dinero sin
el respaldo, lo que generó una inflación mayor. Súmese el poder
teutón adicional con grandes fincas exportadoras de café. Para
balancear ese poder, Estrada Cabrera desde un inicio cedió
grandes extensiones de tierra en las costas de los dos océanos a
empresarios estadounidenses para producir banano, en áreas
insalubres que nunca habían sido del interés local. También les
concedió las vías férreas existentes a cambio de concluyeran el
pequeño tramo pendiente en Puerto Barrios. El dictador penduló
entre los dos intereses foráneos neocolonialistas, teniendo bajo
su mando a la alicaída oligarquía local, conservadora como
liberal, cuyo poder había menguado. Mientras el dictador se
55 Herrera y Santa Cruz, p. 242.56 Rendón, Catherine, Minerva y La Palma, el enigma de don Manuel, Artemis Edinter, Guatemala, 2000, p. 231.
64
balanceaba entre Berlín y Washington, articuló su propia red de
inteligencia que le procuraba en el exterior el Director de
Migración, el italiano Mario Monteforte, y Juan Viteri en el
interior vía algunos oficiales y policías.
Estrada Cabrera reconoció en 1915 al nuevo gobierno mexicano de
Venustiano Carranza en plena revolución campesina pero, a la
vez, permitió que vivieran en Guatemala sus opositores, lo
que motivó la protesta de la cancillería azteca. Estados Unidos
se opondría a sus rasgos nacionalistas. Es más, en medio de las
luchas revolucionarias mexicanas, EE.UU. invadió Chihuahua en
persecución del insurgente Francisco Villa, las cuales también
enfrentaron a soldados del gobierno mexicano. Eso dio la pauta
para un acercamiento de Carranza con Alemania. El telégráma
Zimerman enviado por Berlín a Carranza, proponiéndole aliarse a
cambio de devolverle territorios que ocupó EE.UU. de salir
victorioso en la guerra, sirvió a la Casa Blanca a declarar la
guerra a Alemania. Y, así, salió de su aislamiento frente a los
asuntos europeos como siempre había aconsejado George
Washington. En 1917 México estrechó su alianza con El Salvador
y apoyó su plan de integración centroamericana sólo cuando supo
que Estrada Cabrera lo rechazó. Rechazaba al dictador
guatemalteco porque permitía la residencia de opositores. El
diplomático mexicano en San Salvador apoyó la creación el
65
Partido Unionista Centroamericano, PUCA, con cinco secciones en
cada país del istmo. Parecía que tarde o temprano tendrían gran
participación política y México estaba cerca de sus integrantes.
Habiendo EE.UU. inaugurado el Canal de Panamá en 1914, un grupo
de financistas de Nueva York compró la deuda inglesa de cada uno
de los países centroamericanos. Ese grupo como las empresas
bananeras y ferroviarias estadounidenses demandaban estabilidad
financiera en el istmo para que la pagara y las inversiones
tuvieran más seguridad monetaria. Había que contrarrestar los
efectos negativos de la I Guerra Mundial, que había permitido la
revolución soviética en 1917, mientras México vivía su
revolución.
Entre tanto, bajo presión estadounidense, Guatemala le declaró
la guerra a Alemania ese año y se expulsó al embajador alemán.
Estrada Cabrera recibió instrucciones porque los bienes
alemanes fueran listados y las listas se publicaron en los
diarios. Esos bienes quedaron inscritos en el “Acta de propiedad
enemiga” de los EE.UU y confiscados. Estrada Cabrera en seguida
sorteó la presión estadounidense y se negó a venderlos al mejor
postor y sólo aprobó la subasta de la Empresa Eléctrica, alemana
que, así, pasó a propiedad estadounidense57. Ya a partir de 1919
volvieron los alemanes y solicitaron se les devolvieran sus
bienes. EE.UU. estaba molesto por lo anterior y porque Estrada57 Rendón, p. 232 y ss.
66
Cabrera se resistía a entregar algunos de esos bienes a
ciudadanos estadounidenses, además que se negó a dar una reforma
monetaria anhelada por Washington. Por ello secundó las críticas
contra el dictador del obispo guatemalteco. En represalia lo
envió al destierro. Estrada Cabrera difundió en los medios que
el obispo era “un bolchevique”, un comunista. Sin embargo, el
prelado fue bien acogido por la administración de Woodrow
Wilson. Otra cosa que enojaba más a Washington era la larga
espera que dio Estrada Cabrera en la disputa fronteriza con
Honduras, provocada por la bananera Cuyamel ubicada en Honduras.
El calificativo de república bananera lo originó su propietario
Samuel Zamuray, apodado Sam Banana. Dominaba la vida política de
Honduras y le decían que era su Banana Republic Éste en 1922 quiso
ocupar tierras de Guatemala parra ampliar sus dominios y generó
una potencial guerra entre Honduras y Guatemala. Washington
tuvo que intervenir y mediar para evitarla por un territorio en
disputa con otra empresa bananera estadounidense rival. El
asunto se resolvería con la negociación de ambas empresas y su
fusión años después.58
En 1917 la capital guatemalteca se desplomó ante un gran
terremoto. Se inició el declive del dictador ante la magnitud de
58 Rodriguez Beteta, Virgilio, No es guerra de hermanos sino de bananos, Editorial Universitaria, Guatemala 1969.
67
la tragedia a la que no dio respuesta. La jerarquía
eclesiástica, jóvenes universitarios, finqueros conservadores,
empresarios medios y obreros, estimularon la oposición sin miedo
siguiendo la voz del obispo Piñol. Algunos obreros habían
constituido sindicatos con el estímulo estadounidense para
América Latina a través de la Federación Panamericana de
Obreros, con un capítulo para Guatemala. Los de los
ferrocarriles harían el primer paro. La liga obrera y los
artesanos se unieron con la “gente bien” y la insurrección se
gestó en sendas manifestaciones. El papel de la embajada
estadounidense fue ambiguo, pues si bien al inició apoyó la
insurrección, al última hora se hizo atrás. De todas formas
Estrada Cabrera fue esquinado políticamente en 1920 y el
Congreso lo declaró enajenado e incapaz de gobernar. Miles de
denuncias salieron en su contra al ser procesado y puesto en
prisión. (A los cuatro años murió de muerte natural). Los
archivos del dictador se “perdieron” pues involucraban a casi
toda la elite en negocios oscuros. Entretanto, florecieron los
periódicos incluso el de los obreros.59 Los EE.UU. hubieran
ganado mucha popularidad de haber continuado hasta el final su
apoyo a los “unionistas”. El Cuerpo Diplomático se encargó de la
seguridad del depuesto dictador al ser llevado preso a la
academia militar (a la Escuela Política), que él había destruido59 Rendón, p. 258.
68
tras sufrir un atentado de los cadetes una década atrás. Sus
bienes fueron confiscados y su casa fue objeto de rapiña
popular. Fueron linchados algunos cabreristas, como Francisco
Portocarrero (Cara de Ángel), mientras el general Miguel
Ydígoras Fuentes pudo escapar disfrazado de cura.
El paréntesis democrático de veintinueve meses fue dirigido por
Carlos Herrera. Fue electo presidente por el Congreso. En junio
de 1920 Washington lo reconoció. Era un rico hacendado del
grupo emergido por los Barrios y el partido Liberal. Por ello
tuvo una relación ambigua con el partido Unionista (integrante
del PUCA) y cercano con familias cercanas a los hacendados
alemanes, como su ministro de Hacienda Escamilla. Herrera
devolvió los bienes confiscados a los alemanes gracias al
cabildeo de sus dueños.
Quizás ello y algunas indecisiones de su parte dieron pretextos
al Ejército y la embajada estadounidense de su incapacidad de
gobernar entre tantas agrupaciones política que no se ponían de
acuerdo. El istmo se aprestaba a celebrar el centenario de la
independencia de 1821estando a punto un acuerdo de unidad
centroamericana para esa fecha. Herrera iba a ser el ungido
unificador, pero naufragaba el unionismo entre mil divisiones.
Herrera fue depuesto por un golpe militar avalado por
69
Washington, y se detuvo el proyecto unionista emprendido por
Guatemala, Honduras y El Salvador.
Dos generales cabreristas, José María Orellana y Lázaro Chacón,
gobernaron uno tras otro el resto de la década “extraviada”,
como la llama Edelberto Torres Rivas:60 Se dieron nuevas
concesiones a los estadounidenses Ferrocarriles de Centro
América (IRCA) y pocos años después a la United Fruit Co.
(UFCO). La reforma monetaria vino después bajo los auspicios
de EE.UU., aunque protestaron los banqueros y cafeteros que
deseaban prolongar la inflación para pagar menos salarios. Las
finanzas de Guatemala se ajustaron al patrón oro, a lo que
Estrada Cabrera se había opuesto. Orellana se enfermó gravemente
en 1926. Chacón le siguió en 1927, al ganar las “elecciones”
al general Jorge Ubico, antes ministro de la Defensa (juzgado
peligroso e inmisericorde por la embajada estadounidense)61. La
reforma monetaria fue positiva para los intereses comerciales y
el pago de la deuda inglesa, finalizando el caos monetario
previo, que afectaba a la sociedad en su conjunto. La guerra de
bananos y no de hermanos62 se arregló en 1928 cuando las dos
empresas de Honduras y Guatemala se fusionaron y formaron la
60 Torres Rivas, Edelberto, Etapas de la formación del Estado nacional,Guatemala 1821-1983, borrador p. 46.61 “…es un hombre progresista… cuya honestidad nunca se ha cuestionado.Es cruel a un grado que casi no es creíble y por esta razón es execrado. Es un elemento peligroso”. Despacho de 1924. Rendón, p. 328.62 González Davison, Guatemala, Política Exterior, p. 51 y 52.
70
UFCO, respetando los límites fronterizos entre ambos países
hasta el presente. La UFCO monopolizó a la vez el servicio
ferroviario, telefónico y la Empresa Eléctrica (antes propiedad
alemana).
La reforma agraria dada en México generó temor entre los
grandes hacendados centroamericanos y la UFCO. Así, se elevó un
muro para evitar su influencia. La revolución mexicana provocó
la merma de la presencia de México en el área, pero abrió la
puerta a una política exterior distinta, cercana a grupos
populares e intelectuales, donde antes no había llegado la
diplomacia.63 Los hacendados y empresarios extranjeros no
deseaban saber nada de reivindicaciones laborales como ocurría
en el vecino país. Entre tanto, los filmes mexicanos inundaron
las carteleras de los nuevos cines de Guatemala, propios de una
diplomacia cultural.
EE.UU. deseaba la mejor manera de sacar a sus “marines” de
Nicaragua y lo hizo luego de dar elecciones presidenciales en
1924 donde salió electo el demócrata Carlos Solórzano. Al poco
tiempo los conservadores le dieron una asonada y tuvo que
renunciar en 1926. Lo sustituyó un militar, mientras grupos
armados se peleaban entre sí hasta que, bajo presión
estadounidense, se dieron nuevas elecciones y volvieron los
“marines”. Es allí cuando surge en su contra la figura de63 Toussaint, p.
71
Sandino que luchará en su contra. Ya no se habló más de
integración regional. Entretanto, Europa siguió sin discutir
los lineamientos de Washington en México y Centroamérica,
especialmente con el primero, pues seguían las luchas entre los
militares por ocupar posiciones más altas en el proceso
revolucionario. Ante el anticlericalismo y persecución de
religiosos vino en 1926 en gran enfrentamiento del ejército
federal azteca contra las milicias cristeras. El presidente
Plutarco Elías Calles irrespetó los derechos humanos, afectando
a muchos curas españoles. En defensa de la libertad religiosa
algunos países europeos criticaron aquel estado de cosas.64
Moscú, en cambio, buscó la manera de conectarse con México como
plataforma para entrar en contacto con organización obreras
latinoamericanas. Guatemala enfrío más sus relaciones con México
mientras que Washington tildó al presidente Calles de
comunista. En 1930 México rompió relaciones con Moscú por un
tiempo, pero no los sindicatos gubernamentales, cuyos dirigentes
admiraban a Stalin. Y protestaron contra la presencia de Trostky
en su país. Esos sindicatos tuvieron una breve ingerencia en
Centroamérica.
Guatemala, que había suscrito su participación en la Sociedad de
Naciones en 1920, se retiró de la misma siguiendo el ejemplo de
EE.UU. en 1926. Al sobrevenir el colapso de la Bolsa de Valores64 Pi-Suñer, p. 284.
72
de Nueva York y el crack financiero en 1929, en Guatemala se
daban movimientos militares contra el gobierno, sus efectos
negativos locales fueron obvios como en el resto del mundo. Las
debilidades del Estado y su gelatinosa oligarquía se
evidenciaron en esta crisis. La caída de los precios del café
repitió el fenómeno de fines de siglo XIX: los endeudados
caficultores criollos nuevamente tuvieron que entregar muchas de
sus fincas a firmas crediticias alemanas al no poder pagar las
hipotecas, eso por la carencia de un sistema bancario nacional
que los apoyara. Según el censo oficial de 1927 los extranjeros
poseían 3.8 millones de manzanas de tierra en propiedad
mientras los guatemaltecos sólo 2.2 millones. Con la crisis
indicada, las cifras a favor de los primeros se elevaron mucho
más.65
Luego de un periodo de caos político, en 1931 ganó las
“elecciones” presidenciales el general Jorge Ubico, cuya
consigna era imponer el orden. Las protestas sociales estaban a
la orden del día. En el vecino El Salvador una insurrección
indígena fue aplastada por la dictadura militar, con
repercusiones regionales. En la otra frontera vibraba un México
“progresista”. En Totonicapán la gente protestaba por la
65 González Davison, Guatemala, la agroexportación… Cuadro 2. Fuente: Memorias del Ministerio de Fomento, Guatemala, 1927.
73
reducción de salarios. La caída de los precios de las agro
exportaciones fue muy sentida.
Ubico era miembro de la oligarquía y, considerado buen
administrador, Washington soportaba su admiración por el
fascismo. Él descubre un intento de asesinarlo y ordenó la
captura los autores civiles y militares. Buscaron asilo en la
legación mexicana, pero la fuerza pública los llevó a juicio
sumario ante un tribunal militar que ordenó fusilarlos. Eliminó
enseguida toda posibilidad de protesta social. Activó la
legislación “liberal” compulsiva para que el campesinado
laborara las haciendas cafeteras para enfrentar la caída de los
precios ante la recesión mundial. En materia exterior, las
fricciones con su colega salvadoreño fueron constantes pues
Ubico consideró ilegal que el general Maximiliano Hernandez
Martínez asumiera como presidente salvadoreño. En 1936 mantuvo
buenas relaciones con Anastacio Somoza, y con el gobernante
hondureño, Tiburcio Carías, luego de superar algunas fricciones.
Ubico redujo mucho el gasto público. Entretanto dio un giro a la
legislación del campo para someter al campesinado aún más que en
pasado: derecho al finquero de portar armas y de matar en su
propiedad, ley de peonaje por deudas, que ató a generaciones a
la hacienda cafetera, delito de vagancia que, unido al impuesto
de vialidad, sirvió para mantener el sistema de caminos de
74
manera gratuita, porque no tenían dos dólares como tributo. La
oligarquía se opuso a Ubico por dar en concesión tierras en el
sur a la UFCO y su relación fue tirante con la Asociación
General de Agricultores (AGA) a la que ilegalizó por desacato,
amén que por falta de créditos, perdieron sus tierras, a favor
de alemanes.
El Encargado de Negocios de la legación británica en Guatemala
en 1933 solicitó a Guatemala designar ingenieros para delimitar
con sus pares ingleses la frontera con Belice. Se cometió el
error de la cancillería guatemalteca de no protestar sino que
respondió preguntado que, si fuera el caso, ¿reconocería sus
obligaciones del tratado en 1859 y la cláusula compensatoria?
Enseguida, se permitió que los ingenieros ingleses hicieran el
trabajo acompañados por observadores guatemaltecos.66 Fue un
error del canciller guatemalteco de ese entonces, Alfredo
Skinner-Klee, descendiente del presidente Rafael Carrera. Pidió
le trasfiriera la jurisdicción de los beliceños Cayos Zapotillo
para evitar el contrabando y no tuvo respuesta. Luego solicitó
el cumplimiento del compromiso de compensación de aquel tratado
en 1936 y propuso arreglar el asunto por cuatrocientas mil
libras esterlinas que Londres no aceptó.
66 Herrarte, p. 113. La nota respectiva de 1934 está en el Libro Blanco, Guatemala 1936, p. 406.
75
Cuando asumió la presidencia Franklin Delano Roosevelt en 1933
la presidencia expresó que no iba a seguir con el “corolario
Roosevelt”, de su pariente Theodore Roosevelt, de intromisión en
asuntos internos latinoamericanos. Y ofreció un “Nuevo Trato”
(New Deal) de cooperación. Su política del “Buen Vecino” endulzó
la región dando asistencia en salud, educación y vivienda, que
dieron otro aire a la influencia estadounidense. Eso era para
los militares latinoamericanos unsigno de debilidad ante la
contrastante fuerza y logros del fascismo.
Mientras Guatemala y El Salvador definieron la frontera en 1938,
Ubico restableció relaciones diplomáticas con la Santa Sede y
fue el primero en reconocer al gobierno militar de Francisco
Franco en España. Pese a ello, Ubico no siguió las líneas del
fascismo sino las de Washington al cambiar la ecuación al
iniciarse la II Guerra Mundial. Esta dimensión internacional
produjo cierta modernización del ejército bajo los auspicios de
Washington para enfrentar a las fuerzas del “Eje” y un grupo de
élite se formó bajo el manto democrático de la carta de las
“Cuatro Libertades” suscrita por. EE.UU. y Gran Bretaña.
Dos años atrás 1937 Guatemala propuso el arbitraje de EE.UU. al
Foreign Office pero éste prefirió que lo hiciera la Corte
Permanente de Justicia Internacional. Sin acuerdo, en 1939 los
EE.UU. expresó su deseo porque se encontrara una solución
76
pacífica durante la reunión panamericana de ministros del
Exterior en Panamá de ese año. Al iniciarse la II Guerra
Mundial, Londres expresó a Guatemala que estando ya en ese
conflicto armado, para “defender la santidad de los Tratados,
era buena ocasión para que demostrara la validez de este
ideal”,67 aludiendo que Guatemala no hiciera nada que vulnerara
el tratado de 1859. Londres en 1940 aceptó la mediación del
presidente de EE.UU., pero limitada a la cláusula compensatoria.
Oficialmente Ubico expresó ese año que mientras durara el
conflicto, suspendía todo reclamo sobre Belice.
(Extraoficialmente se supo que Londres por teléfono le dio la
seguridad que devolvería ese territorio al finalizar la guerra,
y que no enviara tropa alguna a Guatemala al irse el último
pelotón inglés de Belice al frente bélico)68. En 1942, Guatemala
hizo sus reservas sobre Belice cuando se aprobó en Río de
Janeiro la libre determinación de los pueblos para las
poblaciones coloniales y posesiones europeas en el continente.69
Entre tanto, el café cambió de dirección: antes iba sobre todo a
Alemania, en los Cuarenta comenzó a irse casi toda la
exportación del grano a EE.UU. y a buen precio, el premio por
mantenerse aliado a Washington.
67 Ibid, p. 113.68 Lo anterior lo dijo al autor en 1976 el ya anciano embajador AlbertoLópez Herrarte, que en 1940 era joven Encargado de Negocios de la Legación de Guatemala en Washington.69 Herrarte, p. 117.
77
En América Latina se imitó entre los caudillos militares el
modelo fascista pero se diferenció del europeo por la cercanía
de su líder con los sectores populares. Así lo fueron Juan
Domingo Perón y Getulio Vargas en Argentina y Brasil, a tono
también con el caudillismo ancestral de la región. Ambos en los
Cuarenta dirigieron un movimiento nacionalista popular. Por
ello los militares argentinos no siguieron a Washington cuando
presionó al hemisferio hacia la neutralidad y luego contra los
Países del Eje. A cambio de su alianza con el hemisferio, EE.UU.
garantizó a los países productores de café altos precios. Eso
reportó grandes beneficios a las arcas de Guatemala.
Por presiones de EE.UU., en 1941, luego de declarar la guerra a
los países del Eje (Japón, Alemania, Italia), Ubico intervino
los bienes alemanes, incluyendo sus grandes extensiones de café.
En seguida envió a los teutones a campos de concentración en
Texas, dejando los beneficios del alza de los precios para el
fisco. El Estado, con el control de más de la mitad de la
producción cafetera alemana, tuvo fondos para iniciar diversas
obras públicas de edificios públicos destruidos por el terremoto
de 1917 y para pagar por completo la famosa deuda inglesa
postindependiente. Ubico a la vez, reivindicó todo el territorio
beliceño ocupado por los ingleses.70 Entretanto, Guatemala
produjo productos reclamados por el naciente complejo militar70 González Davison, Guatemala, política exterior… p. 54.
78
estadounidense como la quinina y hule. Y compró bonos de
guerra de EE.UU.
En 1942 el representante de México en Guatemala informaba que
“la mayor parte de jefes militares, intelectuales y políticos en
los que está el futuro de Guatemala, son hijos de la escuelas
mexicanas. Todos sin excepción cultivan la amistad de esta
Embajada y el día de mañana el Gobierno de la República y la
dirección de los asuntos nacionales vengan a sus manos, México
tendrá aún más que hoy, enormes posibilidades de convertirse en
el director espiritual y en el proveedor material de este
país”.71 Eran los aires de cambio democrático que la gente
sentía, propios de los ideales de los aliados contra los “países
del eje”, imaginando un Estado benefactor como el que operaba
en México y EE. UU., un contraste abismal con la dictadura
reacia al cambio social. Ante sin número de protestas populares,
Ubico renunció a inicios de 1944 y entregó el mando a uno de
sus generales, Francisco Ponce Vaidés. Éste, para asegurar el
respaldo de la embajada estadounidense, de inmediato
nacionalizó los bienes alemanes intervenidos en 1941 (como
sucedió en 1920, cuando Estrada Cabrera no los ejecutó y sólo
remató la Empresa Eléctrica alemana), y pasaron así a ser
propiedad del Estado guatemalteco. Al negarse a dar elecciones,71 Toussaint, p. 96.
79
generó la insurrección de jóvenes militares, comerciantes y
empresarios de la industria ligera, universitarios y gremios
obreros, y tomaron el poder el 20 de octubre de 1944,
repitiendo una gesta parecida a la de 1920. Los viejos generales
quedaron fuera y ascendieron los protagonistas de esta
“revolución”, que eran los dos jóvenes oficiales Carlos Arana y
Jacobo Arbenz, encabezando el triunvirato junto al empresario
Jorge Toriello. Los tres formaron un triunvirato de transición.
Los ministros y diputados electos eran jóvenes universitarios y
profesionales que integraron la Constituyente. La nueva
Constitución tuvo como ejemplo la de México, nacionalista y
democrática, impulsando la modernidad de lo público y la
economía privada (retornaron decenas de exiliados en México como
Luis Cardoza y Aragón, Carlos Mérida, Clemente Marroquín
Rojas…). Juan José Arévalo fue el candidato de consenso de tales
protagonistas y ganó las elecciones con ochenta por ciento de
los votos en 1945.
El ambiente era propicio para estrenar la democracia moderna y
el “Estado desarrollista”, pues así soplaban los vientos a nivel
externo en casi toda América Lemoratina. Claro que sembró t los
dictadores que esperaban que Washington les renovara su
confianza. El mismo Roosevelt los despreciaba pero, a los que
quedaron aún en el poder, los soportaba por ser “necesarios”. El
80
anciano presidente murió sin ver el triunfo final de la guerra
mundial, pero dejó acordado con Stalin un nuevo orden
internacional de postguerra y el reparto bipolar del mundo. El
mismo iba a girar en zonas de influencia de Washington y Moscú.
Luego, entre nuevas tensiones, explotaron dos ojivas nucleares
en Japón que dieron fin al conflicto mundial.
IV Impacto de la guerra fría72
Al finalizar la II Guerra Mundial, el mundo entró en uno de los
periodos de mayor prosperidad y crecimiento económico observados
en la historia, al menos durante tres décadas, pero bajo la
terrible amenaza del holocausto nuclear entre las dos potencias
triunfantes. Moscú y Washington, luego de ser aliados en la II
Guerra Mundial, que arrebató la vida de sesenta millones,
buscaron consolidar y ampliar sus imperios y zonas de
influencia: Washington enarboló la defensa del mundo libre y
Moscú la lucha de clases para lograr tal objetivo. El punto de72 González Davison, Guatemala, política exterior… p. 53 y ss.
81
discordia estuvo en un Berlín dividido, al no definirse de
manera definitiva el status de esa ciudad entre soviéticos y
estadounidenses. La lucha “ideológica” de ambas superpotencia se
realizó con armas en el Tercer Mundo en colonias deseosas de
obtener su independencia de Londres, París, Bruselas, Lisboa.
La revolución rusa en 1917 en plena I Guerra Mundial generó dos
vertientes de la economía industrial: la “socialista”, bajo
control y propiedad del Estado, y la “capitalista” de
propiedad privada. La URSS desarrolló la primera hacia adentro,
bajo el modelo estatal de Bismark autoritario y disciplinado, y
en los años Veinte, copió lo que pudo de la ciencia alemana en
los intercambios de cooperación que se suspenden con el ascenso
de Hitler al poder. Tras la II Guerra Mundial el mundo se
acostumbró a ver ambas vertientes como opuestos binarios,
mutuamente excluyentes.73 Los términos capitalismo y socialismo
eran sin embargo subterfugios artificiosos para subyugar a sus
satélites. A la luz de la Guerra Fría, Moscú alentó el modelo
de capitalismo industrial bajo la dirección única de la
burocracia, como Hitler lo hizo, con la diferencia que Moscú
abolió la propiedad privada. Así quiso ampliar el legado del
imperio ruso, impulsado por la idea de la lucha de clases a
nivel internacional contra las burguesías del planeta. No
73 Hobsbawn, Eric, Historia del Siglo XX, Grijalbo, Buenos Aires, 2009.
82
importaba que en muchas regiones no existiera, sobre todo en el
Tercer Mundo, donde prevalecían grupos feudales.
Antes de declararse la Guerra Fría en 1948, Washington apoyó
las aperturas democráticas de postguerra en gran parte de
América Latina y dio la pauta para el surgimiento de gobiernos
libertarios y nacionalistas. En Guatemala, el nuevo régimen
activó un proceso “revolucionario” bajo la dirección de las
capas medias universitarias, jóvenes militares y sectores
medios empresariales ávidos de democratizar el país y luchar
contra las dictaduras caribeñas. Bajo la dirección del
presidente Arévalo, el Estado tendió a la inclusión de muchos
sectores marginados del campo y dictó modernas normas laborales,
siguiendo el ejemplo de México. Así, nació la seguridad social,
la modernización de la banca central, y su apoyo a la banca
privada para que no dependiera del crédito externo, que en la
crisis de 1929 derivó en la pérdida de fincas a decenas de
latifundistas.
Guatemala firmó la Carta de Naciones Unidas y pasó a formar
parte los organismos internacionales, de la Comisión de
Descolonización de la ONU. Se unió Venezuela y Argentina por
tener reivindicaciones territoriales frente al poder colonial
inglés. Guatemala reclamó el territorio de Belice como propio
(como hizo Ubico en 1940) y se opuso a que fuera integrado a una
83
federación de posesiones británicas en el Caribe. Hizo también
su reclamo ante la Comisión Americana de Territorios
Dependientes, donde observó con sorpresa un reclamo de México
sobre dicho territorio, retirando su apoyo a la postura de
Guatemala. Arévalo protestó porque Londres autorizó a la Gulf
Co. a explorar yacimientos de hidrocarburos en Belice. El
Foreign Office inglés aprovechó el inicio de la Guerra Fría para
hacerle creer a Washington que Arévalo era comunista y no lo
apoyara. Guatemala en cualquier foro reclamaba contra el
colonialismo inglés, en especial en el Caribe y Belice. En el
plano regional, con su par salvadoreño, igualmente reformista,
Arévalo pactó a favor de la unidad política de Centroamérica.
Estados Unidos detuvo la iniciativa porque la región iba a tener
un voto y no cinco en la Asamblea de la ONU, lo cual
favorecería de la Unión Soviética. En 1947 se abstuvo de firmar
el Tratado de Asistencia Recíproca, TIAR, llamado Tratado de
Río, por permitir la intervención de EE.UU. en asuntos internos
(en referencia al tema de Belice). La Iglesia Católica vio con
regocijo que el gobierno autorizó el ingreso de las órdenes
religiosas, en un país que había quedado casi sin curas desde
1871. Razón de la brujería en el campo y con reducidos rituales
precolombinos. La población rural, entonces, propició la
conquista de almas para los católicos, y sectas evangélicas
84
estadounidenses (autorizadas a operar en Guatemala desde 1872).
Así, arribaron curas procedentes de China, expulsados luego que
Mao Tse Tung tomó el poder, gracias a la ayuda de Moscú.
Con la creación de la Comisión Económica para América Latina
(CEPAL) los economistas a cargo de dicho ente calificaron el
momento como una oportunidad para dar un salto a la
industrialización con el apoyo de un Estado desarrollista.
Arévalo recibió al presidente de Chile y de Venezuela, y otorgó
condecoraciones al presidente de México y al controvertido
embajador estadounidense Spruille Braden, a la sazón
Subsecretario de Estado para asuntos latinoamericanos. Braden
era un rico minero y socio de la UFCO. Al dejar su cargo, fue su
cabildero en Washington y defensor de sus intereses en
Guatemala.
Arévalo rompió con las dictaduras de la región y estas
reaccionaron en su contra. La Unión Democrática Centroamericana,
ligada la Legión del Caribe, surgió como una entidad regional
anti dictatorial en razón que Washington seguía apoyando a
varios dictadores. Dicha legión era una alianza de
revolucionarios y exiliados centroamericanos y caribeños en
contra de las dictaduras de Anastasio Somoza, en Nicaragua, y
Leonidas Trujillo, en República Dominicana. Intervino en el
derrocamiento de Teodoro Palacio, en Costa Rica. Al salir
85
victorioso José Figueres se articuló con el presidente Arévalo
para agradecerle su auxilio. También formaban parte de la Legión
el líder del APRA Víctor Haya de la Torre, Rómulo Bethancourt,
el exiliado dominicano Juan Bosch. Él recibió ayuda de
Guatemala para su causa, mientras los dirigentes de México y
Cuba permitieron que en sus territorios se entrenaran algunos
grupos en el uso de las armas. Por supuesto Somoza y Trujillo
ardían de cólera. El general Alberto Bayo, veterano de la Guerra
Civil española, exiliado en México, entrenó a los milicianos de
Bosch (A la siguiente década, haría lo mismo con Fidel Castro y
asociados). La primera invasión salió de Cuba en 1947 a la
República Dominicana sin conseguir el triunfo.
En la conferencia en Bogotá, que creó la OEA en 1948, Guatemala
habló contra el totalitarismo en cualquiera de sus formas, según
a la filosofía del espiritualismo social de Arévalo.
Reestableció relaciones con Argentina, suspendidas por
presiones de Washington porque no declaró la guerra a Alemania y
Japón durante el conflicto, lo que dio cause a una cercanía en
sus
relaciones. Aunque Perón mantuvo su fidelidad a Franco, Arévalo
reconoció al gobierno republicano de España en el exilio.
Mejoraron las relaciones con México tras el breve encuentro de
Arévalo con su par mexicano Manuel Ávila Camacho en 1946 en la
86
frontera, sin firmar ningún acuerdo, pues Ávila no quería
provocar ninguna susceptibilidad con Washington. Londres propuso
llevar el tema de Belice a la Corte Internacional de Justicia y
Guatemala aceptó, pero pidió la vía de la equidad, es decir,
no sólo por nociones jurídicas sino históricas también,
consideración que le fue denegada. Guatemala propuso el
arbitraje de EE.UU. pero el tema lo eludió el Foreign Office.
Guatemala en 1948 votó a favor de la creación de Israel ante la
solicitud de la esposa judía de Luis Cardoza y Aragón, que él la
comunicó a su amigo Arévalo74. Pero también estuvo a favor de
la creación del Estado palestino. En otra dirección, Arévalo
apoyó la creación de la Legión del Caribe para luchar contra
los dictadores, especialmente de República Dominicana, Nicaragua
y Venezuela. Perón, desde Argentina, envió armas con tal
propósito. El apoyo de Guatemala a través de dicha organización
para el insurgente José Figueres fue clave para el éxito de su
“revolución” democrática en Costa Rica a fines de la década.
El sesgo nacionalista de Arévalo se observó con la emisión de
leyes petroleras, donde sólo guatemaltecos podían explotarlos,
en tanto otras leyes laborales indispusieron al recién llegado
en 1949 embajador estadounidense Richard Patterson, declarado
Non Grato por Arévalo, tras sacarlo de su despacho por faltarle
el respeto. Washington enseguida suspendió la asistencia74 Entrevista con Arturo Taracena, investigador del tema.
87
militar, esgrimiendo el efecto negativo de las normas laborales
firmadas por Arévalo a favor de los trabajadores.
Desde 1948 Estados Unidos viró su política exterior, como
se observó en el ejemplo anterior, hacia el anti comunismo. La
oligarquía terrateniente (liberal y conservadora), debilitada
por haber perdido gran cantidad de tierras a favor de los
alemanes, ahora propiedad del Estado, se acercó a la UFCO, que
producía banano, el segundo producto de exportación luego del
café. Su objetivo era cooptar a los oficiales del ejército
para dar un golpe de Estado y trasladar dichas tierras a su
nombre. Ellos las habían perdido luego de la crisis de 1929 y
las quería de vuelta a su manera.
En el plano externo, Guatemala pasó a presidir el Comité
Especial de Descolonización de la ONU. Así, apoyó los procesos
de descolonización en especial de colonias británicas y
francesas, entre ellas India, y el Mandato Palestino. “La
intención era darle continuidad a estos procesos con fines de
apoyar también la descolonización de la Honduras Británica,
Belice”75. En 1950, Guatemala firmó el TIAR, con la reserva
sobre Belice. Se trataba de un sistema interamericano de defensa
75 Wagner, Roberto Antonio, Belice, artículo en elPeriódico, Guatemala 9 de febrero 2013.
88
jurídica, económica y militar como rezaba el Tratado de Río76.
Ante el planteamiento de Alemania Federal de devolver los bienes
a sus verdaderos dueños teutones, Guatemala respondió
negativamente. Washington había apoyado a Guatemala en el tema
de Belice, pero se hizo atrás cuando Arévalo se enfadó con el
embajador Patterson y creyó que Arévalo era comunista como
Londres lo planteó.77
El Salvador siempre apoyó a Guatemala en su reclamo y, juntos,
establecieron un tratado de libre comercio y una oficina de
asuntos centroamericanos, bajo los principios de la carta de la
ONU. La Casa Blanca cesó la ayuda militar a Guatemala en 1949,78
presionado por la UFCO que estaba en contra el Código de
Trabajo, entre cuyos accionistas figuraban cercanos al mundo del
poder en Washington.
76 El Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca firmado en 1947 fue considerado un éxito por los países latinoamericanos en tanto se sustrajeron del poder de veto del Consejo de Seguridad de las NacionesUnidas, aunque a la larga, sería contraproducente en opinión del suscrito.77 En defensa de su imperio, ante los movimientos nacionalistas a lo largo de su imperio, Londres esgrimió ante Washington que se trataba de movimientos comunistas para que no los apoyara. Meers, Sharon I., Triágulo de las relaciones entre Gran Bretaña, Estados Unidos y Guatemala, Historia General de Guatemala, Tomo VI, Guatemala 1997, p.42.78 Ibid , págs. 42 y 43. Eso sucedió en 1949 tras la expulsión del embajador estadounidense Patterson que cuestionó el Código de Trabajo recién emitido y al gobierno. En lo referente a Belice, Guatemala firmó el Tratado de Río haciendo reserva de sus derechos sobre dicho territorio, lo que disgustó a Washington. Londres aprovechó a decir que el gobierno de Arévalo había hecho esa reserva porque era comunista y así que no apoyara a Guatemala en el caso de Belice.
89
Arévalo al final de su mandato solicitó al Banco Mundial una
misión para que varios expertos recomendaran cómo modernizar
Guatemala. El banco envió una misión encabezada por George E.
Britnell, de una universidad canadiense. En 1950 emitió su
“Informe Britnell”, con recomendaciones para el desarrollo
agrícola, industrial, minero y de transporte, para sentar las
bases de un cambio.
Cuando Arbenz sucedió a Arévalo en la presidencia en 1951 por
el voto popular, el ambiente internacional era tenso pues se
había desatado la guerra de Corea. Realmente Occidente se
sintió amenazado por la unión entre la Unión Soviética y China
que, en términos estratégicos, estaban llamados a gobernar el
mundo por su vasto territorio y población. Su poder lo
mostraron en esa guerra. EE.UU. pudo haber usado la bomba
nuclear pero Moscú ya la tenía, copia modelo estadounidense dado
por un espía y físico inglés y pronto la estalló. La Guerra Fría
no sólo trataba de un duelo de ideologías sino de imperios por
el control del mundo. Ambos poseían distintas visiones del papel
del Estado, más importante que una pugna entre la libertad y el
totalitarismo. Muchos intelectuales del mundo creyeron en la
“ilusión comunista”. Los halcones en Washington clamaron por una
90
política de contención contra el comunismo como era de
esperarse. Las inteligencias de EE.UU. y México trabajaban
juntas desde la II Guerra Mundial 79, también con la vista en los
sucesos de Guatemala. Cualquier disidencia en su zona de
influencia sería considerada una acción favorable a Moscú. Ésta
a la vez hizo lo mismo en sus países satélites de Europa del
este, encerrados en lo que Churchill llamó “cortina de hierro”.
El mundo bipolar no permitió la democracia plena sino tutelada
ni el nacionalismo en sus países de sus zonas de influencia, ni
menos que contaran los gobiernos con asesores ideológicamente
opuestos. Ambas capitales crearon un sistema nuclear de
destrucción recíproca que podía hacer volar al mundo.
Guatemala, sumida en su propio quehacer y sin analizar esos
fenómenos, siguió las recomendaciones del Informe Britnell e
impulsó medidas contra el monopolio de la UFCO, entre ellos,
asfaltar la carretera al Atlántico y crear una hidroeléctrica
nacional para competir con el servicio ferroviario extranjero y
de energía. Arbenz mantuvo el estímulo de su predecesor a la
producción de algodón y a sus empresarios les dio crédito con
bancos locales para que no dependieran de firmas externas.
Además, siguiendo el legado de Arévalo, suscribió la
Organización de Estados Centroamericanos, ODECA, y la
cooperación de los entes de Naciones Unidas. Bajo esa guía se79 Pi-Suñer, p. 349.
91
iniciaron las labores del Consejo Económico Centroamericano,
formado por los ministros de Economía o Comercio del istmo.
Ellos solicitaron a la Comisión Económica para América Latina
una propuesta para desarrollar un proceso de integración como el
de la Comunidad Europea. Se estancó el proceso porque Costa Rica
y Nicaragua estaban al borde de la guerra, por diferencias entre
la familia Somoza y el presidente Figueres (quien invocará el
Tratado de Río en 1955), mientras a la vez Washington presionaba
a los centroamericanos contra Arbenz. Él optó por estar rodeado
de asesores comunistas (como ellos aceptaron después). El
presidente Dwight Eisenhower asumió en enero de 1953. Los
hermanos Dulles, Secretario de Estado y Director de la CIA
respectivamente, y el esposo de la secretaria particular del
Presidente, Ann Whitmann, eran accionistas de la UFCO. .La Casa
Blanca aprobó la Operación Éxito y Honduras ofreció su
territorio como base de operaciones encubiertas de la CIA para
derrocar a Arbenz. Somoza proveería su fuerza aérea para atacar
Guatemala. Trujillo daría otro tipo de ayuda luego de su
infructuoso apoyo al alzamiento militar subversivo de 1952, en
represalia por las acciones de la Legión del Caribe que habían
promovido a Juan Bosch.
Ante la acometida mediática de la prensa occidental, que retrató
al gobierno de Arbenz de comunista. Entre 1951 y 1954 fueron
92
declarados non gratos los embajadores guatemaltecos en Panamá,
Colombia, Chile y Nicaragua. (Arbenz se equivocó al enviar uno
a Managua para tratar de limar tensiones con Somoza). Arbenz,
dio un salto radical y no aceptó enviar tropas guatemaltecas a
Corea para integrarse a las fuerzas de Naciones Unidas80. Fue un
serio error en el contexto mundial, pues el gesto era simbólico
ante la Casa Blanca. Otro más sucedió cuando el Congreso
decretó duelo nacional de tres días por la muerte de Josep
Stalin, mientras diputados de izquierda y sindicalistas viajaban
a Moscú sin ninguna necesidad.
Tras la muerte de Stalin se inició el deshielo entre Washington
y Moscú. Así, el Kremlin no iba a provocar a Washington para
romper la distensión derivada del Armisticio en Panmunjong de
1953, que puso fin a la guerra de Corea, mientras las
negociaciones en Ginebra estaban por dar fin a la guerra de
Indochina. Moscú no tenía ningún propósito con Arbenz ni hubo
comunicación, al punto que el embajador de Guatemala designado
en la Unión Soviética, nunca llegó a Moscú. Y nunca se nombró un
embajador soviético en Guatemala.
Arbenz convino en dar 234 mil hectáreas de tierra ociosas de la
United Fruit a sus 23 mil trabajadores, basado en la ley de
80 En la rivalidad entre Corea del Norte (apoyado por Unión Soviética)y el de Corea del Sur (apoyado por Estados Unidos), el primero invadiócon armas para reunificar la Península con armamento soviético. Elloprovocó la reacción de Estados Unidos y el estallido de la Guerra deCorea (1950-1953).
93
Reforma Agraria. La misma fue elaborada según criterios de
Britnell, y por jóvenes asesores inexpertos comunistas
guatemaltecos junto al mismo Arbenz. Comenzó a tener vigencia en
1952.
Él, para congraciarse con Londres, prorrogó cinco años la
discusión de llevar el caso de Belice a la Corte Internacional.
Y detuvo el proceso en lugar de acelerarlo. En vano buscó
alianzas con Europa Occidental mientras enfrentaba a Washington
(y a Bonn por las ex fincas alemanas). Londres no cuestionó la
reforma agraria pero Washington brincó cuando fueron afectadas
las indicadas de tierras en descanso de la UFCO para entregarlas
a sus trabajadores. Entretanto, Arbenz cometió la ilegalidad
de no acatar la decisión del poder judicial de dar marcha atrás
a esa reforma agraria luego que la declaró inconstitucional.
Enseguida el Congreso destituyó de manera ilegal de sus cargos a
los magistrados de la Corte Suprema. Y sonó la alarma en
sectores de la elite y clase media urbana tensando la situación
política en la capital. Arbenz, bien intencionado pero sin
preveer las consecuencias, dijo que no iba a hacer exclusiones
a su programa nacionalista al afectar a una firma
estadounidense. Y se cometió otro grave error: La compra secreta
de armas en Checoslovaquia (inservibles al querer usarlas) que
dejó de ser secreta al descubrirse en mayo de 1954 que eran
94
transportadas en el barco Alphen. EE.UU. sobredimensionó el
asunto y dijo que era una amenaza para la región. De inmediato
proveyó armas para Honduras y Nicaragua. Así, muchos no dudaron
de los lazos del gobierno con la Cortina de Hierro ante el
escándalo que desató la prensa interesada manejada por
Washington. Luego Guatemala propuso un tratado de amistad a
Honduras pero desde el 18 de junio ingresó de esa frontera
varias columnas invasoras. Guatemala solicitó al Consejo de
Seguridad su auxilio para detener la invasión. Londres de
palabra había dicho que apoyaría esa solicitud. Pero el
embajador estadounidense Cabot Lodge ante la ONU pasó el tema a
la OEA con la anuencia de Londres. A cambio, Washington le daría
a Egipto ciertas compensaciones de interés británico en Egipto
como compensación, sabiendo de la ilegalidad de la invasión a
Guatemala, como lo reconoció Londres dos años después.81 Era
parte de una jugada del póker internacional. Londres engañó a
Arbenz de nuevo como había hecho con Guatemala repetidas veces.
La primera fue cuando aceptó enviar a Arbenz vehículos armados a
inicios de su gestión y luego se retractó. En ese póker Londres
defendió la libertad de los mares luego que una fragata
estadounidense interceptó en aguas internacionales el barco
81 Porras Castejón, Gustavo, Las huellas de Guatemala, F&G Editores, Guatemala 2009, p. 56. Fidel Castro le dijo que de haber triunfado su movimiento en 1953, la revolución cubana hubiera sido muy limitada. Lamuerte de Stalin había iniciado el “deshielo” y una mejor relación entre las superpotencias.
95
Alphen (de manera contraria al Derecho Internacional). Esa
jugada le dio resultados y, a inicios de junio de 1954,
Churchill logró en la Casa Blanca que Eisenhower apoyara los
intereses británicos en Egipto y Chipre82 a cambio de olvidarse
de llevar el caso de Guatemala al Consejo de Seguridad de la
ONU, donde prevalecía cierta indeferencia de Moscú. Londres
olvidaba que su alianza con EE.UU. desde la II Guerra Mundial
giraba alrededor del interés de EE.UU. de sustituir a los
británicos en las colonias inglesas ante su notable declive
como sucedió tras derribar a Mossadeq en Irán.83
Arbenz era visto como mal ejemplo para la región y desde la Casa
Blanca se orquestó una compaña en su contra por la prensa, los
políticos y grupos religiosos hasta tocar a los cuarteles
guatemaltecos, al tiempo que era criticado por la Asociación de
Estudiantes Universitarios. Washington temía un dumping de
productos soviéticos en el mercado mundial, pues su crecimiento
económico era innegable. La respuesta era que sus empresas
invirtieran en el Tercer Mundo. Pero no querían salir temerosas
del comunismo. No iban a invertir allí sin la debida protección
82 Las transcripciones originales de esa entrevista las vio el autor y las dejó plasmadas en su novela “Oscura Transparencia, la caída de Arbenz”, Artemis, 4ª edición, Guatemala 2008, p. 121-123. También puede leerse a: Meers, p. 49.83 Hitchens, Christopher, Blood, Class, and Nostalgia, Nations Books, NewYork,1990. Hitchens argumenta que la llamada “relación especial” entreLondres y Washignton representaba nada menos que la transferencia delimperio de una vieja nación a una nueva.
96
y seguridad. Había que sacar a Arbenz del poder para mostrar que
se protegería a empresas estadounidenses como la UFCO. Londres
recibió ayuda de la CIA contra el nacionalista y demócrata iraní
Mossadeq, derrocado en 1953, para asegurarse y repartirse su
riqueza petrolera y contener a la URSS por ese flanco,
imponiendo al Sha pro estadounidense. La seguridad a la
inversión debía estar asegurada y Washington tenía que probarlo
en Guatemala.
La planificación de la caída de Arbenz provocó la renuncia del
secretario general de la OEA, Alberto Lleras Camargo. En 1954,
en Caracas gobernaba el dictador Pérez Jiménez, cuando se
realizó la X Conferencia de la OEA de ministros del Exterior del
hemisferio. Allí se aprobó la intervención contra los
gobiernos que apoyaban el “comunismo”, con una dedicatoria
concreta al gobierno de Guatemala. México era valorado
positivamente por la Casa Blanca: “… en 1954 el canciller
Padilla Nervo entregó al Secretario de Estado John Foster
Dulles, un mensaje del presidente (Adolfo Ruiz Cortines) en el
que le aseguraba la más cercana cooperación de su gobierno con
el de EE.UU.”84
84 Herrera y Santa Cruz, p. 410. Esa política de cooperación continuó la década siguiente para el caso de Cuba revolucionaria. Para México Fidel Castro se pasó al bando de Moscú y exportaba su revolución.
97
Entretanto, la Operación Éxito se entrampó en junio y crecían
los temores de fracasar en medio de una campaña mediática y
sicológica que magnificaba el despliegue militar entre algunos
bombardeos sobre Guatemala. Combatir a soldados estadounidenses
no estaba en la visión castrense de los compañeros de armas de
Arbenz. Por ello, en medio de gran tensión, ellos le pidieron
su renuncia. Dimitió así el 23 de junio a favor de su
ministro de la Defensa, en un acto ilegal. Su sucesor fue su
ministro de la Defensa, hecho que había sido aprobado por la
embajada estadounidense, pero duró pocos días al frente al ser
recusado por Washington de “arbencista”. De inmediato varios
militares le dieron un golpe de Estado. Poco después Washington
dispuso que el mandatario interino fuera el coronel Carlos
Castillo Armas, que lo reconoció como tal el 13 de julio.
Lo anterior fue resultado de una política exterior incapaz de
sostener el discurso a favor de la “revolución” nacionalista,
con un programa y acciones externas coherentes. Tres
cancilleres al hilo en tres años lo ejemplifican. De nada sirvió
el discurso contra Estados Unidos en la referida reunión de
Cancilleres en Caracas, donde los gobiernos condenaron al de
Arbenz por ser avanzada del comunismo en el continente. En la
votación sólo Guatemala votó en contra, Costa Rica no se
presentó (algo que siempre le reprochó Arévalo a Figueres, que
98
debía su éxito a la “revolución” guatemalteca), y la abstención
de pocos países. El régimen de Arbenz quedó aislado y fracturada
su jerarquía castrense.
Moscú sabía que Guatemala estaba muy lejos de su zona de
influencia, sujeta a la zona de influencia de EE.UU. La
Operación Éxito, contó con el apoyo de la Casa Blanca, el
Departamento de Estado y la dirección de la CIA, respaldada por
la UFCO, que financió la prensa, y los dictadores caribeños
Somoza y Trujillo, secundados por algunos coroneles, hacendados
y algunos jerarcas católicos locales (contraviniendo
instrucciones de la Santa Sede y del Nuncio Apostólico). El
“ejército de la revolución”, así definido en la Constitución
guatemalteca, no supo cómo defenderla o lo consideró imposible
ante el poder de EE.UU. Lo anterior deterioró la imagen de
éste país y la institución armada local. La OEA y la ONU no
pudieron impedir esa intervención, pese a distintos intentos,85
en razón de la postura de sus estados miembros.
V. Dependencia de Washington
85 En 1956 Londres intentó derrocar al presidente egipcio, creyendo queEstados Unidos apoyaría tal acción en reciprocidad por lo que Londreshizo en torno a Guatemala dos años atrás. Washington no apoyó esa jugada de Londres. Otra visión puede verse, en: García Ferraira, Roberto, El caso de Guatemala, Mesoamérica Nº 49, CIRMA, Antigua, Guatemala, p. 25 y ss.
99
Con Castillo Armas como nuevo gobernante, la cooperación
estadounidense fue espléndida. La oligarquía guatemalteca
retomaba el poder político y lo secundó, interesada obtener las
haciendas de alemanes al suspender la reforma agraria,86 por
acuerdo del nuevo régimen. Se devolvieron las propiedades
expropiadas a la UFCO y aceptó pagar el treinta por ciento de
impuesto de sus utilidades. Pero devolvió cuarenta mil hectáreas
en la costa sur que gozaba en concesión que van a ser objeto
venidero de “transformación agraria”.
Alemania Occidental tramitó la devolución de las haciendas
confiscadas pero sin mayor resultado pues muchas fueron
otorgadas a cercanos colaboradores del nuevo gobierno de la
“liberación”. Éstos, además, lucraron con la ayuda
estadounidense. Varias familias de la oligarquía se
reconstituyeron como antes de 1930 y, bajo la consigna del
anticomunismo, manipularon a miembros del ejército.
La nueva Constitución dejó en libertad la inversión foránea
sin ninguna protección nacional mientras se orientó la política
y la economía a favor de la renovada élite.87 Varios delegados de86 Gleijeses, Piero, Shattered Hope:The Guatemalan Revolution and the United States, 1944-1954. Princeton University Press. La información sobre el período es abundante.
87 Adams, Richard N. Cruciifixion by power. Austin, University of Texas Press, 1970, chapt. 5. La articulación del poder de la oligarquía, el ejército y la Secretaría de Estado estadounidense impedía que la distribución de la riqueza nacional fuese posible dirigida a los grupos excluidos.
100
sindicatos blancos estadounidenses llegaron a Guatemala.
Ignoraron la persecución política contra los dirigentes
laborales y políticos cercanos a los partidos que apoyaron a
Arbenz. Detrás de bambalinas los petroleros tejanos obtuvieron
concesiones para la exploración petrolera. Castillo Armas
promulgó un código de hidrocarburos en inglés en el diario
oficial como le fuera entregado por ellos. La empresa
estadounidense Klein & Saks cobró al gobierno guatemalteco
doscientos cincuenta mil dólares anuales por asesorarlo. El
Banco Mundial dio un crédito por noventa y cinco millones de
dólares (para el tramo carretero al Atlántico). Además,
Washington donó cuarenta millones al gobierno para hacer de
Guatemala una vitrina de progreso, por ser el primer país que
sale del “comunismo”, según se dijo. Esa cooperación se vino
abajo tras el asesinato de Castillo Armas en julio de 1957 que,
junto a la enorme corrupción, motivó a Washington cortar su
ayuda.
La política exterior guatemalteca anticomunista quedó así
supeditada a Washington, bajo de una democracia restringida del
mismo corte. En 1956 bajo los auspicios de Guatemala se celebró
la primera reunión de ministros de la defensa centroamericanos
que continuaría de manera anual con el mismo sello y la guía de
Anastacio Somoza, partícipe en el derrocamiento de Arbenz.
101
En 1958 asumió la presidencia el general Miguel Ydígoras
Fuentes, cercano a la CIA y quien permitió el entrenamiento de
cubanos en Guatemala para invadir Cuba (en la Bahía de
Cochinos). Pudo pedir más a cambio a EE.UU. y sólo pidió que se
ampliara la cuota para la exportación de azúcar del país, como
así se hizo, y Guatemala pasó a integrar el Convenio
Internacional del Azúcar. Perdió la oportunidad negociar Belice
y sólo se quedó en la gestión verbal de declarar 1959 “Año de la
Reivindicación de Belice”. Ydígoras consideró a México un
refugio de comunistas y ordenó un ataque aéreo sobre barcos
camaroneros mexicanos para distraer la opinión sobre su mala
gestión presidencial. En represalia, el presidente azteca López
Mateos rompió relaciones. (Se reestablecieron tres años
después). México permitió algunas actividades anticastristas
pero también dejó que la embajada soviética en Distrito Federal
expandiera sus actividades de espionaje en varios países
latinoamericano, como contrapeso al trabajo conjunto que
realizaba con la CIA88.
Guatemala reanudó relaciones diplomáticas con Alemania –
interrumpidas desde 1942- . Ydígoras apoyó el esquema del Estado
desarrollista de John F. Kennedy bajo el nuevo esquema de
88 Pi-Suñer, p.349. En la página 160 de ese texto se observa que algunos diplomáticos menores mexicanos en La Habana servían a la CIA.
102
integración centroamericana dirigido por Washington y el Banco
Mundial para impedir una nueva Cuba. Al crear el Banco
Interamericano de Desarrollo (BID) se diseñó una sucursal de
éste, que fue el Banco Centroamericano de Integración Económica
(BCIE). El BID fue el banco para el proyecto esbozado por
Kennedy de un mercado común hemisférico y su desarrollo. No
prosperó el primer esquema de integración Asociación
Latinoamericana de Libre Comercio (ALALC). Pero lo sustituyó la
Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI) que no
propició la liberación comercial de la región. De ella Cuba se
aprovechó, luego de su expulsión de la OEA, para dirimir en su
seno asuntos comerciales, al dejar de pertenecer al sistema
interamericano.
La integración permitió que empresas estadounidenses
desarrollaran el incipiente proceso de industrialización
centroamericano como parte de la Alianza para el Progreso.
Guatemala focalizó los programas desarrollistas del Mercado
Común Centroamericano (MCCA), financiados a través de los recién
creados BID y BCIE, que promovieron créditos para nuevas
industrias de integración acompañadas de nuevas carreteras,
puentes, puertos, aeropuertos y telefonía de punta, a fin de
desarrollar los países del istmo89. (El crecimiento económico
89 El Mercado Común Centroamericano (MCCA), inicialmente integrado por Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica, se rige por el Tratado de Managua suscrito en 1960 y sus protocolos
103
será de seis por ciento entre 1960 y 1979, cuando se vino abajo
dicho indicador). En espera de contener así la marea roja
proveniente de Cuba,90 Cuba fue expulsada de la OEA en 1962 en
una reunión extraordinaria de ministros, desarrollada en Punta
del Este91.
La entidad estadounidense ROCAP92 y la Secretaría de Integración
Económica de Centroamérica (SIECA) orientaron el proceso del
MCCA en su doble vertiente: Hacia el libre comercio intrazonal
de los productos producidos por las incipientes industrias
protegidas por aranceles externos comunes; y la construcción de
carreteras y líneas de telefonía de integración para hacerlo
posible. El crecimiento económico y comercial fue notable aunque
desigual en términos sociales.93 El presidente mejicano Díaz
Ordaz arriba a Guatemala en 196694 y estimula la relación con el
mercado común regional. A pesar de las dificultades encontradas
en el camino (como la guerra del “fútbol” entre El Salvador y
modificatorios. EE.UU. era y es su principal socio comercial.90 González Davison, Fernando. Guatemala, política exterior, p. 40 y ss.91 Guatemala fue de los países que secundaron realizar esa reunión. Después de la invasión frustrada en Bahía de Cochinos en 1961, Castro decidió defenderse aliándose con Moscú. Eso fue considerado “incompatible” con el sistema interamericano y hasta México apoyó la resolución. Castro señaló que su expulsión era obra del imperialismo. América Latina dejó clara su postura anticomunista. Pi-Suñer, p. 136 y 137.92 USAID Regional Office for Central America and Panama.93 Rosenthal, Gert. El proceso de integración centroamericano, en: Centroamérica en crisis. Varios autores. Flacso, San José, 1982.94 Fue la segunda visita de un presidente de México a Guatemala. La primera fue el breve encuentro entre Arévalo y Ávila Camacho en 1946. Toussaint, p. 107.
104
Honduras en 1969 o el alza de precios de petróleo en 1973), el
crecimiento de los países centroamericanos de 1960 a 1979 fue
del seis por ciento anual, uno de los más altos del mundo en dos
décadas. El MCCA dinamizó dicho avance al florecer decenas de
industrias y entidades de integración en todos los sectores.
Ese proceso produjo cambios en las urbes del área, el auge de la
clase media y obrera, llenas de expectativas ante un desarrollo
que parecía imparable paralelo a las demandas de esas clases
sociales por la democracia. 95
Ydígoras renovó el reclamo guatemalteco sobre Belice y rompió
relaciones diplomáticas con Londres en 1963 luego que fracasaron
los oficios de Washington. La verdad es que los europeos en
América Latina se desdibujaron durante la Guerra Fría y perdió
su importancia el multilateralismo y las Naciones Unidas.
La insurgencia armada se inició por jóvenes oficiales
nacionalistas del ejército guatemalteco tras el fallido golpe
militar del 13 de noviembre de 1960. El movimiento fue contra
Ydígoras por permitir la corrupción y el uso del territorio para
uso de cubanos anticastristas financiados por Washington, los
cuales fueron derrotados en Bahía de Cochinos ese año. Al
aceptar los guerrilleros locales la ayuda cubana, Guatemala
quedó envuelta en una nueva dimensión de la Guerra Fría, pues su
95 Poitevin, René. El proceso de industrialización en Centroamérica. EDUCA, San José, Costa Rica, 1982, p. 16.
105
revolución, para algunos países como México, dejó de ser
latinoamericana al ponerse en el bando de Moscú. La tensión
que ello produjo se agudizó con la Crisis de los Misiles a sólo
tres años de estar Fidel Castro en el poder. ¿Estados Unidos
no le perdona aún al régimen que Castro hubiera sugerido por
escrito a Moscú disparar primero los misiles? Tras el asesinato
del presidente John F. Kennedy, Washington impulsó la doctrina
de la Seguridad Nacional para la contención del comunismo. Apoyó
el golpe de Estado contra Ydigoras pues Arévalo ganaría la
presidencia, según las encuestas, visto como cercano a los
comunistas aunque él los criticaba en privado. Tras el golpe
militar, asumió como jefe de Estado el ministro de la Defensa
Enrique Peralta Azurdia, honesto anticomunista, con la tarea
prioritaria de eliminar el brote insurgente de las Fuerzas
Armadas Rebeldes (FAR), apoyado por la asesoría militar
estadounidense.96 Guatemala recibió amplia ayuda militar del
Pentágono en esa década, aún más que la Nicaragua del Somoza.
Guatemala era un satélite de EE.UU. y su política exterior
reflejó esa dependencia. Desde 1964 aceptó el esquema militar de
contención al comunismo de la Seguridad Nacional bajo la
dirección del Pentágono y su Comando Sur. Ese año se realizó la
IX Reunión de Ministros de Relaciones Exteriores de la
Organización de Estados Americanos donde sus miembros acordaron96 Adams, p. 154.
106
suspender relaciones diplomáticas con Cuba, exceptuando a
México. Los movimientos guerrilleros prosperaron en la región.
En Guatemala, la suya perdió iniciativa y se replegó desde 1967.
Ese año se realizó la Conferencia Tricontinental convocada por
Cuba y cuya diplomacia alentó en ese foro los movimientos
revolucionarios de la región y atacar al imperialismo. La OEA
pidió a la ONU examinar el asunto. La muerte del Ché Guevara a
fines de ese año dio por concluida su “teoría del foco” y fueron
menos los que siguieron esa línea.
En política exterior de Guatemala se orientó a consolidar la
integración centroamericana con resultados positivos como
indicado. Y aprovechó el arribo de cubanos desplazados por el
cambió de régimen en Cuba. Ellos modernizaron poco a poco la
industria azucarera, gracias a la cuota dada por EE.UU., y la
ganadería local. La inversión estadounidense en la industria se
elevó al triple en relación a la de la década del Cincuenta. Las
exportaciones industriales de Guatemala a Centroamérica pasaron
casi de cero a cien millones de dólares en 1970 y luego a
trecientos cincuenta millones en 1983.
Durante la Guerra Fría era temerario estar desligado de
Washington en el hemisferio. Por eso Guatemala rechazó la
invitación de incorporarse al Movimiento de Países no Alineados.
El movimiento era liderado por Egipto, India y Yugoslavia, e
107
integrado por excolonias recién independizadas, que pretendían
no depender sea de Moscú o de Washington. Así, Guatemala perdió
el apoyo sobre sus demandas territoriales en Belice entre sus
miembros, como se observó en el desarrollo del caso en la
comisión de descolonización de la ONU. El concepto de soberanía
que Guatemala reclamaba confrontó el de la autodeterminación de
los pueblos, que alegaba la población beliceña y Londres la
respaldó. De esa manera se confundió el legítimo reclamo
territorial.
En 1966 asumió la presidencia el abogado Julio César Méndez
Montenegro. Aprovechó una apertura democrática bajo tutelaje
militar y activó la cooperación con miembros de la Comunidad
Europea, Alemania Federal en especial, mientras Bonn olvidó los
roces respecto de los bienes alemanes antes referidos. Francia
celebró en París la designación de Miguel Ángel Asturias como
embajador de Guatemala tras obtener el Premio Novel de
Literatura en 1968. Ese año el canciller guatemalteco devino
presidente rotativo de la Asamblea General de la ONU y sus
gestiones culminaron en la mediación de Estados Unidos para el
caso de Belice: El mediador Bethuel M. Webster favoreció los
derechos de Guatemala pero no logró concretizar la solución por
la oposición de funcionarios beliceños secundados por Londres97.
Se amplió la relación con México y Centroamérica pero se97 Herrarte, p.165
108
desdibujó cuando Díaz Ordaz apoyó el camino de la
independencia de Belice.
Durante esa apertura política Guatemala logró que la Escuela de
Diplomacia se denominara “Centroamericana” para recibir alumnos
y docentes del Istmo. Una ilusión pues la misma escuela no tuvo
parte en la creación de una verdadera carrera diplomática. (Como
sucede hasta el presente). Además, el gobierno derogó la
prohibición previa de comerciar con países del bloque comunista.
Y se adhirió al convenio sobre café y se mantuvo en el del
azúcar junto a los países productores, con la idea de unirse
para mejorar los precios, en especial con Colombia, gran
productor del grano.
Al suscitarse la guerra del “futbol” entre El Salvador y
Honduras en 1969, Guatemala fue clave para impedir el
rompimiento del Mercado Común Centroamericano, mediando en lo
político junto con México, al ser llamado por las partes. Apoyó
la creación de un Modus Operandi, pues Honduras había
abandonado ese proceso98. De esa manera continuó integrada la
región.
Repercutieron de manera negativa los viles asesinatos de los
embajadores de Alemania Federal y Estados Unidos a manos de una
célula autónoma de las FAR. Esas acciones provocaron el ascenso
de militares duros al poder, a la cabeza del coronel Carlos98 González Davison, Guatemala, Política exterior… p. 81
109
Manuel Arana, quien había dirigido la campaña contrainsurgente.
Al asumir como presidente en 1970 continuó una política de
terror a pesar de haber doblegado a la insurgencia.
Las acciones respecto de Belice se dieron en dos vías: la civil,
dirigida por el Ministro de Relaciones Exteriores, de
negociación, bajo el amparo del derecho internacional, y la
militar tendente a recuperar ese territorio por la fuerza, si
fracasaba la diplomacia. Esto fue una reacción ante los
obstáculos que hizo Londres en las negociaciones de 1972. Dentro
de la estrategia por recuperar Belice, el ejército creó el
Centro de Entrenamientos Especiales de Kaibiles, como los Gurkas
ingleses o los Marines estadounidenses, cuyo objetivo era
enviarlos a Belice, llegado el momento, para librar allí una
guerra de guerrillas contra los ingleses, para compensar la
superioridad tecnológica y aérea de los británicos. La asamblea
de cancilleres de la OEA condenó ese año los actos
intimidatorios británicos contra Guatemala en la frontera
beliceña.
En 1973 los gobiernos miembros de la OEA aprobaron varias
reformas al Tratado de Río en donde se indicó que la pobreza era
la causa principal de inseguridad en América Latina. Era el
deseo de los militares “progresistas” que hacían gobierno en
varios países de la región. Ellos acordaron establecer
110
relaciones con Cuba dado que la nueva relación entre Moscú y
Washington había motivado que La Habana no apoyaría más las
guerrillas ni la teoría insurgente del foco. Sin embargo los
centroamericanos siguieron las líneas de Washington sin reabrir
las relaciones con Cuba. Quizás, de haberlas tenido, hubiera
sido diferente la participación de Cuba en la guerra en
Centroamérica en los Ochenta. (En 1973, el Secretario de Estado
Henry Kissinger coordinó el asesinato por cincuenta mil dólares
del general René Schneider, jefe del Estado Mayor chileno,
porque se opuso a dar golpe militar a Allende99.) Su
derrocamiento ocurrió un 11 de septiembre de 1973. La Casa
Blanca reconoció el golpe que llevó al poder a Augusto
Pinochet. Igual hicieron los demás países latinoamericanos,
México con la doctrina de reconocer Estados y no gobiernos,
también lo reconoció, pero abrió sus puertas a sus exiliados.
En 1974 Managua sufrió un gran terremoto que debilitó al régimen
dictatorial de los Somoza dado el alto grado de corrupción
observado en la distribución de la ayuda internacional recibida.
Esa familia controlaba la jerarquía de los ejércitos del
Consejo de Defensa Centroamericano (CONDECA), que excluía a
Costa Rica por no tenerlo.
99 Hitchens, p.82.
111
En 1975 se mejoran las relaciones con México al inaugurarse el
puente internacional fronterizo entre ambos países mientras
Belice anuncia su pronta independencia de Londres. El gran
terremoto que asoló Guatemala en 1976 tuvo implicaciones
política profundas y de larga duración. Por un lado se realizó
un trabajo positivo con la ayuda recibida y se activó la
sociedad postergada del altiplano maya más afectado. Por el
otro, antiguos insurgentes consideraron que ese era campo
propicio para su nueva estrategia insurgente.
Ante la caída los Somoza por el movimiento sandinista, se
generó gran pánico entre los jeracas militares y oligarcas
del área en 1979. Motivó su reacción desproporcionada con la
realidad y las persecuciones que ordenaron violaron los derechos
humanos como nunca.
Entre tanto la economía marchaba en alza mientras que el mercado
común centroamericano seguía ampliando las capas medias. Desde
1960 vino amplia inversión de EE.UU. en la industria ligera de
integración, que activó una forma empresarial de hacer negocios,
distinta a la tradicional oligárquica. En tres décadas de
crecimiento industrial el conglomerado obrero creció también
como el de los grupos medios y profesionales. A fines de los
Setenta, con la actitud positiva de Laugerud, comenzaron a
112
demandar la democratización. Pero dominó el estilo represor
tradicional, la elite y los jerarcas temerosos que se
repitieran acá los sucesos en Nicaragua y que estaban
comenzando en El Salvador con una guerrilla urbana.
VI. Guerras en Centroamérica
El recambio de gobierno militar en Guatemala en 1974 dio la
presidencia el general Kjell Eugenio Laugerud. Sin insurgencia
de por medio, su gobierno continuó con las obras de desarrollo
de su antecesor. Siguió a México en la línea adherirse a las
nuevas asociaciones latinoamericanas de Exportadores de Azúcar
(GEPLACEA), del Sistema Económico Latinoamericano (SELA), para
formular posiciones comunes frente a los países desarrollados en
la Junta de Comercio y Desarrollo de las Naciones Unidas (en
Ginebra), y otros foros de integración regional regional. Y
planteó la reivindicación sobre Belice como una prioridad,
territorio cuya independencia apoyaba el Movimiento de Países
No Alineados y otros países del hemisferio. En secreto,
Laugerud y sus generales planearon ocupar Belice militarmente y
llevarla a la acción a inicios de 1976, mientras la Cancillería
insistió en seguir negociando por la vía diplomática sin saber
de esos planes. La invasión a Belice quedó como un plan que no
113
se activó porque el día planeado asoló un terremoto devastador
en Guatemala dos horas antes de la orden de ataque dada a los
kaibiles, creados y entrenados para realizar una guerra de
guerrillas en Belice para batallar contra un oponente con
superioridad aérea y en guerra convencional.
Ese año Jimmy Carter asumió la presidencia estadounidense y, a
petición de Londres, suspendió la ayuda militar a Guatemala,
porque sus intensiones belicosas100. No obstante, la Casa Blanca
se justificó diciendo que era por violaciones a los Derechos
Humanos, pese a que durante la gestión de Kjell Laugerud
prácticamente no se dieron sino hasta al fin de su mandato. La
masacre de Panzós en 1978 la ordenó su propio Vicepresidente
casi al terminar la gestión de Laugerud, donde murieron 53
campesinos.
El terremoto mostró la miseria rural y el país quedó abierto a
la cooperación internacional. El esfuerzo nacional de
reconstrucción fue ejemplar con pocos casos de corrupción.
Carter llamó a volver a la democracia mientras ejercían presión
las capas medias urbanas y obreras. La jerarquía militar aceptó
dar elecciones libres bajo su tutela. Mientras se realizaban
obras de reconstrucción, grupos insurgentes penetraron por
México en el altiplano maya-quiché occidental con la idea de
100 Yurrita Cuestas, Alfonso, El Ejército, Historia General de Guatemala, Vol. VI. Asociación de Amigos del País, Guatemala 1995, p.109.
114
librar una guerra de guerrillas de larga duración. Pocos ya
habían ingresado en 1972 por la frontera del río Ixcán en
Chiapas.
Carter activó a distintos dirigentes populares guatemaltecos,
como lo hizo a lo largo del continente, a participar en
elecciones democráticas. Tras una buena acción gubernamental en
las tareas de reconstrucción y un mejor ambiente internacional,
se reiniciaron nuevas conversaciones con Londres sobre Belice en
1978. El Secretario de Estado estadounidense Cyrus Vance y su
colega británico Edward Rowlands convergieron que Belice debía
ceder a Guatemala una franja de dos mil millas cuadradas. Empero
el gobierno local beliceño se opuso y Londres ofreció a
Guatemala una compensación económica que la rechazó.101 Los
ingleses consideraban que la independencia de Belice era un tema
diferente al diferendo territorial con Guatemala. Carter,
entretanto secundó el retorno a la democracia y alentó a
democristianos y socialdemócratas de Guatemala a participar en
las elecciones, mientras la jerarquía castrense ofreció que
serían libres.
De pronto todo cambió en 1979 al producirse en julio la renuncia
de Somoza seguida por la victoria del Frente Sandinista de
Liberación Nacional (FSLN), que alarmó a dicha jerarquía y al
empresariado centroamericano como se dijo. Carter no pudo101 Herrarte, ibid, p. 169.
115
convencer a Somoza de dar elecciones democráticas antes de caer.
Cuba, Venezuela y Costa Rica apoyaron la insurrección
sandinista como una legítima acción nacionalista de Nicaragua,
es decir, ajena a la tensión bipolar Este-Oeste. Pero cuando
Managua se acercó a La Habana, ello fue visto como avanzada de
Moscú en el área y como parte de la Guerra Fría. Lo anterior fue
funcional a los duros de la jerarquía militar guatemalteca:
Impidieron el retorno a la democracia y orquestaron planes de
represión luego que el general Lucas García asumió como nuevo
mandatario militar. Generó así una represión generalizada,
condenada por la comunidad internacional. Sin seguir ningún
lineamiento ni control de Washington, la violencia estatal fue
inaudita ante el ascenso insurgente.
En El Salvador nació la insurgencia apoyada por Managua y se
expandió como pólvora encendida. El ejército local siguió los
consejos estadounidenses. Managua sandinista y Habana
jugaban un papel estelar en ese capítulo. Acá, se asesinan,
entre otros más, a los socialdemócratas Manuel Colom Argueta y
Alberto Fuentes Mohr, y dirigentes ligados a la universidad
estatal, Manuel Andrade Roca, Oliverio Castañeda, Jesús
Marroquín y tantos más. Guatemala vivió un infierno represivo
como nunca. La insurgencia asesinó al general David Cancinos
116
acusado de haber dado muerte a los dirigentes socialdemócratas.
La jerarquía militar guatemalteca se aisló sin otro rumbo que
continuar la contrainsurgencia, criticando a sus pares
salvadoreños de suaves por seguir las directrices de
Washington:102 Carter, en efecto, alentó a jóvenes oficiales en
El Salvador a gobernar juntamente con demócratas cristianos.
Así, cristalizaron la reforma agraria.
En junio de 1979 los miembros de la Organización de Estados
Americanos (OEA), con el patrocinio del gobierno de Carter,
demandaron la renuncia del dictador nicaragüense Anastasio
Somoza Debayle, cercado por una insurrección civil apoyada por
Venezuela y otros países. El triunfo sandinista irrumpió en el
proceso de integración centroamericano al estimular la
insurgencia en Guatemala y El Salvador, a imitación de la
insurrección sandinista. Se alarmaron a los grupos en el poder
tradicional y la represión comenzó de manera selectiva. En
Guatemala se generalizó en Occidente y el terrorismo de Estado
abarcó todo el territorio en tanto el gobierno militar era
visto como un “paria internacional”. Los soldados de elite
“kaibiles” golpearon duro a la insurgencia y a los campesinos
que la apoyaban. El ejército local adquirió armas de Yugoslavia
y recibió capacitación de Israel y Taiwán, en secreto, evadiendo
el embargo estadounidense.102 Porras, p. 66.
117
Ese año México organizó reuniones entre su presidente y el
mandatario guatemalteco para iniciar estudios de las cuencas de
los ríos internacionales, mientras Belice estaba decidido, con
el acuerdo de Londres, de obtener su independencia a través de
las Naciones Unidas. Poco después las partes aceptaron las
llamadas “bases para el entendimiento” que nunca se cumplieron.
En medio de todo, el Consejo de Defensa Centroamericano
(CONDECA) se desintegraba. Moscú, intervino en Centroamérica vía
Cuba y Nicaragua como reacción a la ayuda que la CIA daba a
los Talibán en Afganistán, en su lucha contra los soviéticos.
Éstos defendían vanamente a un gobierno considerado ilegítimo
por muchos. El delegado de Carter para Centroamérica, Byron
Backy, era criticado por su pasividad en Centroamérica103. El
enfoque ético de Carter fue rechazado por las derechas e
izquierdas, lo que fue un error. México, Venezuela y Panamá,
que habían dado su apoyo inicial al nuevo gobierno de
Managua,104 orquestaron una acción para fomentar la paz. México
incluyó a Cuba en su gestión y Fidel Castro aceptó colaborar, en
espera que México defendiera el gobierno revolucionario de
Managua. A la vez, Castro promovió la integración de varios
103 Pastor, Robert A. El remolino. Política exterior de Estados Unidos hacia América Latina y el Caribe Siglo XXI. México 1995, capítulo I.104 Ibid, p. 55. En ese momento Washington y Moscú firman el SALT II, mientras el gobierno revolucionario de la isla de Granada recibe ayudade Cuba.
118
grupos insurgentes guatemaltecos en un solo ente. Así, surgió la
Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG).
En enero 1980, las fuerzas policíacas irrumpieron la embajada de
España para capturar a más de una docena de campesinos, que la
ocuparon para protestar contra la represión en el campo. En ese
intento se produjo un incendio, donde murieron los campesinos,
dos funcionarios españoles y dos ex altos funcionarios
guatemaltecos que visitaban al embajador. Éste sobrevivió junto
con otros que dieron su testimonio sobre la tragedia. De
inmediato, España rompió relaciones diplomáticas. La noticia
trascendió al plano internacional y la dictadura perdió
legitimidad. El vicepresidente Francisco Villagrán Kramer
criticó dicho proceder y partió al exilio.
Las Naciones Unidas en 1980 reconocieron el derecho a la
autodeterminación de Belice expresando que al año debía ser
independiente. Con el apoyo de la mayoría de países incluyendo
de Latinoamérica, la independencia se concretó. México fue el
segundo país en enviar a un embajador a Belmopán. Fue el gran
fracaso para la diplomacia de la dictadura guatemalteca.
Desde 1979 la invasión soviética en Afganistán puso fin de la
detente entre las dos superpotencias, dando paso al
recrudecimiento de la hostilidad entre ambas. Así, fracasaron
las negociaciones sobre armas estratégicas (Salt II) y volvió la
119
retórica anticomunista de los conservadores de EE.UU. La Unión
Soviética mostraba síntomas un sistema exhausto cuyo crecimiento
económica declinaba desde 1960.
En Centroamérica la insurgencia intentaba ser un contrapoder. En
Guatemala no lo pudo ser y el Estado se desbordó en sus
funciones de orden y control. Una mezcla de anticomunismo y
racismo contra los grupos quichés, algunos orientados por
catequistas católicos, nutrió la política de tierra arrasada al
exagerar su peligro.
VII. Neutralidad relativa de Guatemala
A inicios de los Ochenta hubo una fractura al seno del Estado
empañada de corrupción entre la jerarquía militar y el
empresariado.105 Afectó la recesión mundial y el alza de
precios del petróleo y de los intereses de la deuda externa, un
caldo de cultivo para el retroceso económico y social. En la
efervescencia revolucionaria se destruyó parte de la
infraestructura, mientras caían los indicadores de las
105 El caso de la papelera española CELGUSA es un bueno ejemplo, construida alrededor de una región casi desértica al Oriente de Guatemala, o el Desarrollo de Autopistas de Guatemala (DAG), donde no se construyó un metro
120
exportaciones y declinaron las reservas monetarias
internacionales.
México y Francia reconocieron al insurgente Frente Farabundo
Martí para la Liberación (FMLN),106 instando al gobierno
salvadoreño a negociar con dicho Frente. La sorpresiva derrota
electoral de Carter permitió a Ronald Reagan dar un viraje al
llegar a la Casa Blanca en 1981: Una de sus prioridades fue que
el régimen sandinista diera marcha atrás al proceso
revolucionario. Al no lograrlo, financió a los “contra”
revolucionarios, cuyas bases se fijaron en Honduras y Costa Rica
(17 mil hombres armados). Otro de sus objetivos era detener el
flujo de armas de Managua a la insurgencia en El Salvador. Así,
Centroamérica se tornó en zona de interés estratégico en el
conflicto Este-Oeste,107 agravado en Guatemala por condiciones
de pobreza histórica y estructural propias, acuciantes en el
altiplano occidental maya-quiché. En ese espacio n los
insurgentes para ganaron apoyo.
Desde la suspensión de la ayuda militar directa dada por
Washington a Guatemala en 1976, el ejército adquirió avionetas
civiles (que acá se artillaron) de distintos países y se acercó
más a Israel y Taiwán paro obtener otro tipo de armas. La
llegada de Reagan a la Casa Blanca con los halcones produjo un
106 Toussaint. pág. 147. 107 Pastor, p. 24.
121
viraje conservador como se dijo, para agrado de la dirigencia
militar guatemalteca. Así, sus directores de la inteligencia se
incrustaron en la red anticomunista mundial donde la CIA vendría
en su auxilio.
En Managua las distintas organizaciones guerrilleras
guatemaltecas conformadas en la URNG, coordinaban su plan acción
con unidad y triunfalismo. La Casa Blanca por ello justificó su
intervención en la zona. Reagan oficialmente no pudo dar armas
modernas al gobierno de Lucas García por su trayectoria de
violación a los Derechos Humanos como hubiera deseado, pues el
Congreso mantenía la prohibición de 1976. Por ello, Guatemala
no se incorporó al plan estadounidense en 1981 contra Nicaragua,
en razón que los problemas internos lo desbordaban ante el
súbito éxito de la insurgencia. Además, la economía y el Estado
estaban al borde del colapso en medio de la crisis económica
global. Ese año México y Francia reconocieron como parte
beligerante a la insurgencia salvadoreña, lo que fue un revés
para la Casa Blanca. México también jugaría sus cartas
incorporando a otros países latinoamericanos.
El desprestigio del gobierno militar de Lucas a nivel
internacional era tan grande que, luego de la quema de la
embajada española, su gobierno se volvió un paria
internacional. La envestida contrainsurgente logró éxitos en
122
Guatemala a fin de ese año gracias a la infiltración de
colaboradores del ejército en las filas guerrilleras. La
inteligencia, asesorada por oficiales chilenos y argentinos,
descubrió los planes de la insurgencia e información clave
que sirvieron para desmantelarla de manera estratégica en pocos
meses.
En 1982 sucedió un esperado un golpe y recambio militar en
Guatemala apuntalado por elementos civiles, para recomponer el
bloque en el poder, es decir, unir de nuevo a a oligarquía y
al ejército y dar otra imagen a la guerra contra insurgente. Al
frente de un triunvirato militar quedó el general Efraín Ríos
Montt, asesor de Mario Sandoval Alarcón, dirigente de la
ultraderecha, quien lo propuso. Los militares lucharon contra la
insurgencia siguiendo la estrategia exitosa del general
Benedicto Lucas, mientras se reconfiguraba la unidad entre los
militares y el sector patronal al crearse un Consejo de Estado y
un gabinete compuesto de ministros enviados por los cámaras
empresariales, unidos contra el “comunismo” bajo el carismático
Ríos Montt. Empresarios de peso no sólo fueron parte de su
gobierno de facto sino dieron su aporte contra la
contrainsurgencia, dando algunos sus avionetas para atacarla con
bombas en áreas mayas. Se trató de la Fuerza Aérea de Reserva,
originada por civiles que fueron entrenados por la CIA para
123
fomentar la caída de Arbenz en 1954, activa en los terremotos de
1976, disponía de unos 80 aviones ligeros y 20 helicópteros en
1983). Ellos cabildearon en Washington para revertir el
aislamiento internacional de la dictadura militar.108 Y lo
hicieron con éxito en la Casa Blanca por un tiempo a pesar que
Ríos Montt se opuso a democratizar el país.
Ronald Regan convocó al Foro por la Paz y la Democracia que se
desarrolló en San José pero no se invitó a Guatemala ni a
Nicaragua porque no tenían gobiernos democráticos. La presión
para que Ríos Montt democratizara su sociedad era obvia para
aislar al sandinismo en esa dinámica de democracia contra el
totalitarismo sandinista. Ríos Montt reiteró que no participará
en el proyecto estadounidense de la Comunidad Democrática
Centroamericana ni en la reactivación del CONDECA al persistir
el embargo de armas estadounidense. Dijo que no iba a estar a
favor de de los soviéticos ni de los “norteamericanos”. Ni dará
elecciones. Las cámaras empresariales, a cambio de no elevar los
impuestos ni se acordara una reforma agraria, prometieron dar
sesenta millones de dólares para la lucha contrainsurgente por
una vez, pero no se hizo efectivo sino en un bajo porcentaje,
pero el gobierno sí les cumplió.109 Entretanto, la US-AID le
108 Pellecer, Martín, Los militares y la élite, la alianza que ganó la guerra, Plaza Pública, Revista Digital, 21 de agosto 2013.109 Ibid.
124
otorgó asistencia financiera básica para ayudar a los planes
civiles contrainsurgentes. La CIA hizo lo propio luego que en
Honduras Ronald Reagan le ofreció a Ríos Montt decenas de miles
de fusiles viejos de la I Guerra Mundial (que no estaban en el
listado de prohibiciones militares de su país), que se
destinaron al casi medio millón de campesinos que conformaron
las novedosas Patrullas de Autodefensa Civil, bajo el mando del
ejército. No sólo velaron por la seguridad de muchos finqueros,
sino sus operaciones en área de conflicto armado aseguraron la
derrota de la insurgencia que había comenzado a fines 1981 y ya
una certeza en 1982-83.
Juan Pablo II fue fríamente recibido por el “evangélico” Ríos
Montt en Guatemala, porque no aceptó su solicitud de poner fin a
los juicios sumarios en contra presuntos delincuentes y
subversivos.110 La política de tierra arrasada se proyectó en el
campo con suma violencia, en tanto que varios grupos mayas
tomaron parte a favor de grupos insurgentes por unos años.
El Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) se
desacreditó en 1981 cuando EE.UU. apoyó a un poder
extracontinental, Gran Bretaña, en la guerra de Las Malvinas.
Eso estaba prohibido. La Comunidad Europea (CE) hizo lo mismo y
110 En ese momento el Papa solicitó suspender varias ejecucionessumarias y Ríos Montt rechazó su pedido. Garrard-Burnett, Virginia.Terror in the Land of the Holy Spirit, Guatemala under general Efraín RíosMontt, 1982-1983 Oxford University Press, 2010.
125
le generó una imagen negativa en América Latina. En realidad,
sólo Margaret Thatcher en Londres hizo buena relación con
Reagan, pero no el resto de gobiernos de Europa Occidental, más
preocupados por el belicismo del grupo de Reagan contra “el
imperio del mal”. Temían que su detente con los europeos del
Este pudiera ponerse en riesgo. Por eso algunos dirigentes de la
Comunidad Europea propusieron una “tercera vía”111. De esa cuenta
quisieron unirse a las labores del Grupo de Contadora. En enero
de 1983 México organizó este grupo junto a Colombia, Panamá y
Venezuela, para promover la paz en Centroamérica. Estar al lado
de ese grupo era una oportunidad de mejorar su imagen en la
región y marcar su diferencia con la Casa Blanca. En alguna
forma apoyaron a México y Francia que habían suscrito un
documento sobre El Salvador muy distinto a los deseos de
Washington. El Grupo de Contadora indicaba que la crisis
política centroamericana era derivada de situaciones históricas
socio-económicas domésticas y no de la Guerra Fría. Así, se
articuló la CE al Grupo de Contadora, cuyo objetivo era evitar
el conflicto generalizado en el Istmo como deseaban el halcón
Dick Cheney y el Vicepresidente George Bush. Ambos dirigieron
111 Relaciones entre Centroamérica y la Comunidad Europea. Problemas y perspectivas de Cooperación, Bruselas, febrero de 1989, AHGE-SER, exp.ONU-5688-1.
126
la política de seguridad estadounidense porque Reagan sufría ya
Alzhaimer, enfermedad que se mantuvo como un secreto oficial).112
Entre sus planes estaba una Centroamérica democrática que
aislara a Nicaragua “totalitaria”. El dictador de Honduras
estuvo conforme pero Ríos Montt quiso seguir en el poder. Él
también chocó con sus oficiales al negarse a reestablecer la
jerarquía militar, pues se apoyaba en jóvenes oficiales. Por
ello, su ministro de la Defensa, el general Óscar Mejía, le dio
un golpe militar en 1983 y asumió como jefe de Estado. Éste
también se negó a participar en maniobras militares
estadounidenses conjuntas en el Istmo porque no podía librar dos
frentes a la vez (uno interno, con la insurgencia, y otro
potencial contra Nicaragua). La jerarquía militar se acercó a
la tesis del Grupo de Contadora que, entre otros puntos,
perseguía el cese de envíos de pertrechos militares a
Centroamérica de cualquiera parte (Moscú o Washington). Además,
Mejía prometió elecciones para una Constituyente y volver a la
democracia. Poco a poco, el régimen salió del aislamiento
internacional ante la habilidad de su canciller Fernando Andrade
Díaz-Durán.
112 Rosty Reston, cronista del New York Times, confesó al autor que Reagan padeció de alzhaimer desde su tercer año de mandato y la prensalo sabía pero no lo publicó por “dignidad nacional”. Así, se colige que el Vicepresidente G. Bush y su grupo orquestaron la política presidencial de Estados Unidos desde 1983 en adelante.
127
En las negociaciones se perfiló que el conflicto centroamericano
tenía ambos componentes: socio-económicos internos pero también
de la Guerra Fría, lo que dificultó llegar a un acuerdo. En
Cancún en 1983 se escribieron veintiún puntos para pacificar el
istmo, entre ellos, el retiro de asesores militares foráneos, el
cese de la venta de armas, la reactivación económica… pero no se
concretizó ninguno de ellos. EE.UU. señaló que cesaría su apoyo
a los “contra” si Nicaragua se desligaba de Habana y Moscú y no
tuvo respuesta positiva. Surgió la iniciativa de Argentina,
Brasil, Perú y Uruguay y conformaron el Grupo de Apoyo para
ayudar al de Contadora. Ambos en Punta del Este acordaron y
enviaron delegados a la tensa frontera entre Nicaragua y Costa
Rica para evitar la guerra. La Casa Blanca se incomodó porque
interrumpió una ofensiva que estaba por iniciarse. (En 1986,
en Río de Janeiro, ambos grupos conformaran el Mecanismo
Permanente de Consulta que se comenzó a llamar Grupo de Río).
La neutralidad guatemalteca implicó un alejamiento de la postura
de Washington para Centroamérica como era tradición desde 1954.
Esa postura generó que Guatemala apoyara las gestiones de la CE
y Contadora. Aprovechó que México y Venezuela acordaron dar
petróleo a precios preferenciales al istmo; mientras la
Comunidad Europea daba ayuda y Washington la incluyó en los
128
beneficios comerciales de la Iniciativa de la Cuenca del Caribe
en materia arancelaria. México reubicó a los miles de
refugiados guatemaltecos lejos de la frontera y reforzó su
frontera sur para evitar que fuera un refugio de la guerrilla
guatemalteca, lo que significó un golpe contra la insurgencia al
perder ese santuario. La Casa Blanca mantuvo el tema de Belice
en statu quo pues pensó usar su territorio y las tropas
británicas allí estacionadas contra Nicaragua en caso de darse
una guerra generalizada, como pensaban los halcones en
Washington.113 Guatemala negoció su apoyo a Contadora a cambio
que Nicaragua cesara de dar armas a los insurgentes
guatemaltecos y eso lo logró. La neutralidad guatemalteca frente
a Nicaragua fue esgrimida y bien vista en América Latina y la
comunidad internacional.114 Entretanto se bosquejaron varios
puntos para pacificar la región en la Declaración de Cancún de
1983, del Grupo de Contadora, que incluyó el grave tema de los
refugiados.
El brazo político de la insurgencia amplió el cabildeo en
Washington y acusó al gobierno guatemalteco de seguir violando
los derechos humanos, lo que motivó que el Congreso
113
114 Andrade Díaz durán, Fernando. Relaciones entre Guatemala y EstadosUnidos, en Historia General de Guatemala, Op. Cit, p. 185.
129
estadounidense continuara reacio a enviarle armas modernas por
violar aún los Derechos Humanos.
En ese momento estaban contrapuestas dos tesis: la del Grupo de
Contadora (Venezuela, México, Colombia y Panamá) y el grupo “de”
Reagan, llamado de Tegucigalpa (El Salvador, Honduras y Costa
Rica). Empero, la postura de Guatemala favorecía la primera,
para enojo de la Casa Blanca, a pesar de las explicaciones que
le dio la cancillería guatemalteca de secundar al Grupo de
Contadora, favorable a negociaciones por la paz. Fernando
Andrade abrió un espacio para romper el aislamiento
internacional y mejoró la imagen del régimen abierto a
elecciones democráticas.
Ante el asecho de los demócratas, Reagan creo la Comisión
Bipartidaria que presidió Henry Kissinger y la integró con
personas de ambos partidos. Las recomendaciones del Informe
Kissinger sobre Centroamérica en 1984 eran: Democratizar el
istmo y cooperar con veinte mil millones de dólares en una
década para elevar su desarrollo, respondiendo a los desafíos de
la confrontación Este-Oeste. Kissinger era un halcón para quien
si lo anterior no funcionaba la guerra sería un hecho.115
115 Hitchens, Christopher, Juicio a Kissinger, Anagrama, Barcelona,2002. En ese texto aparecen varias denuncias penales por las muertesen distintos bombardeos en Vietnam y en la caída de Salvador Allende.El perfil de Kissinger además es de un cabildero de grandes empresas,muy lejos del interés estadounidense.
130
En 1985 la Constituyente promulgó la nueva Constitución
guatemalteca y se dieron elecciones generales que ganó el
democristiano Vinicio Cerezo. Asumió al año siguiente aún bajo
tutela militar. Su gobierno se benefició de la cooperación
externa esgrimida en el Informe Kissinger de apoyar
económicamente el istmo centroamericano, aunque se recibió
mucho menos de la cooperación ofrecida.116 No obstante la Casa
Blanca presionó ese año por destruir el BCIE para impedir que
le diera créditos a Nicaragua (el enemigo) mientras otras
entidades centroamericanas de integración parecían naufragar117.
Pero la cooperación externa europea y de Taiwán las mantuvo a
flote. La CE dio su apoyo al proceso de integración
centroamericano, iniciándose un diálogo positivo de convergencia
entre la CE y la región, semilla de una mejor amistad con el
área y la región. Guatemala aceptó la visita del Relator
Especial de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU y recibió
a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y de Amnistía
Internacional.
Una de las primeras actividades de Cerezo en 1986 fue visitar
Washington y capitales europeas ligadas a la Democracia116 Informe de la Comisión Nacional Bipartidaria de la América Central., Prólogo de H. Kissinger,
Editorial Macmillan , New York, 1984 117 González Davison, Op. Cit. p. 124.
131
Cristiana y de países del Grupo de Contadora y su Grupo de Apoyo
(Argentina, Brasil, Perú y Uruguay). Mantuvo la neutralidad
frente a la política estadounidense contra el régimen de
Nicaragua y la adjetivó como “activa”. Con esta política, ante
el declinar del Grupo de Contadora, activó con sus pares recién
electos de Honduras y Costa Rica un plan de paz. Celebran la
Cumbre Esquipulas sin la presencia del presidente de Costa
Rica, y se formalizaron las reuniones presidenciales del istmo
con tal propósito. Cerezo y Óscar Arias acuerdan ese año una
agenda y mecanismos para alcanzarla. Luego, con la ayuda del
canciller costarricense, se conocerá como “El Plan Arias”,
aunque Arias era reacio a estar junto al mandatario
nicaragüense porque no era producto de elecciones democráticas.
Éste tampoco le quería hablar porque Costa Rica permitió la
estadía de “contras” en su territorio. Dicho plan impulsó un
proyecto en sintonía con los acuerdos de Esquipulas para llevar
a las partes a negociar la paz, en línea con la postura del
Grupo de Contadora, la CE y algunos congresistas estadounidense.
Por esa actividad Arias recibió el Premio Nobel de Paz. Managua,
en sintonía con Guatemala, apoyó su presencia en Esquipulas II
en agosto de 1987. Allí se alcanzó la confianza mutua y la
dinámica regional estimuló la simultaneidad de compromisos de
los gobiernos encaminados a resolver conflictos. Se propició la
132
democratización del régimen sandinista bajo los parámetros de
los Acuerdos de Esquipulas (para la reconciliación en cada país
del Istmo) y la creación de un parlamento centroamericano a
elegir diputados en elecciones con el voto popular. Lo que
obligaría a Nicaragua a democratizarse. La Casa Blanca
respondió con su plan Reagan-Wright, el cual fracasó frente al
plan de Costa Rica, cuyo prestigio era bien visto en círculos de
Washington.
(Entretanto el escándalo Irán-Contras revela que cercanos a la
Casa Blanca vendieron armas a Irán por cuarenta y siete millones
de dólares, lo que está prohibido y es ilegal, que la CIA usa
para financiar a los “Contras”. Igual hecho se observa con un
cargamento de drogas ilegales procedentes de Colombia donde la
CIA se agencia fondos del narcotráfico con el mismo fin).
La OEA apuntala las ideas de Esquipulas y Contadora. Se supera
así el rechazo latinoamericano a Estados Unidos por haber
apoyado a Londres en la guerra por Las Malvinas. (EE.UU en esa
oportunidad no cumplió con el Tratado de Río de defender a
Argentina ante una amenaza externa). La región, empero, continuó
sin un sistema de seguridad colectiva real. Contadora sirvió
para reflexionar al respecto. Entretanto, la Unión Soviética
dio las primeras señales de extenuación con su guerra en
Afganistán, generando negociaciones con Washington para bajar
133
la tensión internacional. Guatemala creó la Comisión Especial
para Atención a Repatriados (CEAR) que presidió su cancillería.
134
Cerezo abrió canales diplomáticos con Londres a cambio que
Guatemala fuera la sede de una reunión ministerial entre
cancilleres del istmo y la Comunidad Europea, favorable a
la paz. Al mismo tiempo se establecieron negociaciones con
Londres sobre Belice que no llevaron ningún lado. En
diciembre de 1986, los cancilleres de Argentina, Brasil,
Colombia, México, Panamá, Perú, Uruguay y Venezuela
expresaron que “a partir de la experiencia de los Grupos de Contadora y
Apoyo, hemos decidido fortalecer y sistematizar la concertación política de
nuestro gobiernos mediante un proceso de consultas regulares sobre temas
que afectan o interesan a nuestros países, en el contexto de una creciente
unidad latinoamericana”,118 y ampliar la cooperación,
coordinación, integración que surjan en las reuniones de
los jefes de Estado. Así, Guatemala dirigiendo el rumbo
centroamericano, promovió el acercamiento de Europa con los
países del Grupo de Contadora y estimuló la cooperación
latinoamericana y su relativa autonomía. Cerezo fue el
primer mandatario de Guatemala en pronunciar un discurso
ante la asamblea de la ONU, donde defendió el derecho de
los centroamericanos a resolver sus propios problemas.
118 Declaración de Río de Janeiro, Brasil, 18 diciembre de 1986, que va a dar nacimiento al Grupo de Río. Y de ahí, se formará UNASUR.
135
En 1987 estos presidente, conforme los convenios de Esquipulas
II, aprobaron el Parlamento Centroamericano (Costa Rica no lo
ratificó) así como el procedimiento para la paz firme y duradera
en los países del istmo con aval internacional. Su aplicación
dio curso a las negociaciones para intentar finalizar las
acciones guerrilleras en El Salvador y Guatemala y de los
“contras” en Honduras, impulsando la promoción de gobiernos
libremente electos en el área. Managua aún se resistía a dar
elecciones y recibió un mensaje contundente cuando Washington
invadió Panamá en 1989: De no democratizarse habrá guerra,
corolario del Informe Kissinger presentado al presidente Reagan
en 1984. Moscú comenzó a sufrir un terremoto político debido a
los elevados gastos en su guerra en Afganistán, la caída súbita
del precio del petróleo, la crisis de su complejo militar
industrial, que abarcaba la mayor parte de su producción, y los
altísimos subsidios al exterior), que llevarán al fin de la
Guerra Fría con la disolución del Estado soviético. El aviso
de su cierre de apoyo a la Habana y Managua vino en 1989 y los
insurgentes lanzaron las ofensivas finales para negociar mejores
términos con los gobiernos de Guatemala y El Salvador.
136
Ese año se celebró un encuentro en Madrid entre funcionarios y
políticos guatemaltecos con miembros de la insurgencia, unida
en la URNG, para promover negociaciones de reconciliación.
Ello motivó luego un intento de golpe militar contra Cerezo. Él
aceptó la presencia de una comisión internacional de
verificación y seguimiento del proceso democratizador. Además,
recibió a un delegado de la ONU para el efecto y dignatarios de
distintos países en apoyo al proceso democratizador.
Sabidos que Moscú dejaría de asistir a Cuba y Nicaragua, la
insurgencia en Guatemala y El Salvador dio sus últimos golpes
para negociar en mejor posición con los gobiernos. La
democratización del Istmo seguía siendo prioridad en la Casa
Blanca y presionaba al gobierno sandinista a dar elecciones. Se
inicia la desmovilización de “los contras” al saberse que Moscú
no enviará más armas a Cuba y Nicaragua. Cae el Muro de Berlín.
Estados Unidos invade Panamá mientras está cambiando el
escenario internacional. En Oslo dialogan los delegados de la
URNG y de la Comisión de Reconciliación de Guatemala (CNRN),
presidida por Jorge Serrano.119 La comunidad internacional
reclamaba que la actividad bélica en la zona debía cesar
119 El 29 de marzo de 1990 las partes en Oslo convinieron designar aMonseñor Rodolfo Quezada como mediador y solicitaron al SecretarioGeneral de la ONU su calidad de observador en las reuniones venideraspara alcanzar la paz. Jorge Serrano presidía la CNRN.
137
mientras la Casa Blanca urgió el cese del conflicto armado120. A
escala global comenzaron a promoverse los nuevos preceptos del
Consenso de Washington, al tiempo que Nicaragua aceptó
democratizarse y ello fue un alivio general. Se dieron
elecciones nicaragüenses y ganó sorpresivamente la oposición en
1990, mientras se eligieron a los diputados al Parlamento
Centroamericano. Dos cuestiones su pusieron en la agenda: la
seguridad y el desarrollo centroamericano bajo una nueva forma
de integración y el fortalecimiento de los vínculos con el mundo
los EE.UU. Se adoptó el Plan de Acción Económica de
Centroamérica y otros temas relevantes para el istmo.
George Bush propuso ese año la Iniciativa para las Américas a
cien años de la de propuesta del presidente Benjamin Harrison de
unión aduanera interamericana, a veinticinco del frustrado
intento de J. F. Kennedy de establecer un mercado común
hemisférico. Tal Iniciativa, si bien era para ampliar los
mercados e inversiones, con una larga agenda de negociaciones
comerciales, sembró temor para algunos países sudamericanos pues
podría desplazar los procesos de integración de su seno. La
rechazaron formalmente porque EE.UU. protegía su sector
agrícola. No obstante, los procesos de integración
latinoamericanos se estancaron como ALADI, fundada en 1981, que
mantuvo preferencias comerciales entre sus miembros, incluyendo120 Andrade, op. Cit. .p. 188.
138
Cuba. La verdad es que los esquemas de integración en América
Latina y del Caribe en 1991, como reconoció Víctor Urquidi,121
tambaleaban sin brújula casi irrecuperable, incluyendo el
Mercomún Centroamericano (MCCA) y el del Caribe (CARICOM), más
el Pacto Andino y el SELA. De ahí la separación: Suramérica optó
por el Grupo de Río como la instancia más ágil para analizar la
ruta sudamericana, mientras México escogió la vía hacia el
Norte, de manera pragmática, quedando Centroamérica un tanto sin
“norte”. No obstante, la geografía, que es historia, volvía por
sus fueros: Las relaciones de Guatemala continuaron, como
siempre, girando alrededor de sus relaciones con EE.UU., México
y Centroamérica, incluyendo Belice.
VIII. Democratización en un mundo unipolar
Mientras Centroamérica tambaleaba en lo económico y mejoraba en
lo político al democratizarse los cinco estados, el recién
electo presidente de México Carlos Salinas de Gortari viajó al
Foro Económico Mundial en Davos de 1990. Allí se le sugirió, a
tono con los nuevos cambios mundiales y el fin de la Guerra
121 Palacios, Guillermo, Historia de las Relaciones Internacionales deMéxico 1821-2010, Vol. 4. América del Sur, Secretaría de RelacionesExteriores de México, 2011, p. 365.
139
Fría, la articulación económico-comercial con EE.UU. dentro de
la unidad geoestratégica de Norte América orientada por
Washington, para ampliar la zona de libre y comercio suscrita
entre EE.UU. y Canadá en 1988. La idea requería solicitar un
acuerdo similar con EE.UU. y Canadá. La iniciativa la planteó de
manera sorpresiva al presidente George Bush, sabiendo que sería
bien recibida, cuando lo visitó ese año.122 Empero, Canadá al
saberlo, fue reticente al principio pero luego cambió. Al
saberse lo anterior, casi el setenta por ciento de encuestados
mexicanos opinaron favorablemente123. Lo anterior causó también
buena impresión en Centroamérica. Washington alentó el esquema
integración del istmo con un enfoque integral y de apertura al
mundo. La unidad comercial era mejor a los simples consejos del
Consenso de Washington en materia fiscal y reducción del Estado.
Entretanto, EE.UU. apoyó la solicitud de Salinas, apostó por
ayudar a la reconstrucción centroamericana junto con la Unión
Europea. En adición, Bush buscó activar la propuesta dormida
desde 1889 de crear una zona de libre comercio para las
Américas.
122 El autor era investigador en junio de 1990 en la Universidad de Georgetown, cuando el profesor John Bailey me dijo que había sido llamado a presentarse a la Casa Blanca de inmediato. Debía opinar sobre la sorpresiva propuesta verbal de Salinas sobre un TLC al visitar a George Bush en Washington.123 Herrera y Santa Cruz, p. 324.
140
El ambiente en Centroamérica era propicio para darle un nuevo
impulso a la integración bajo ese prisma pues Nicaragua se
democratizó. Así, el nuevo presidente de Guatemala, Jorge
Serrano, buscó negociar la paz con la URNG con apoyo de los
“países amigos” como hizo El Salvador para dar estabilidad a sus
procesos democráticos y a la integración misma, mientras comenzó
a negociar con la insurgencia conforme los Acuerdos de
Esquipulas II. Empero, en Guatemala, la negociación con la URNG
encontró resistencias dentro su jerarquía militar, quizás
porque el conflicto armado era de interés para alguno de ellos
(contrabando, control de fronteras), aunque los insurgentes
dilataban el proceso al plantear demandas imposibles de cumplir
en las sesiones que se realizaron en México, anfitrión de tales
encuentros (hasta 1996 cuando se gestó la paz negociada).
En lo económico y comercial, Serrano fue actor en la nueva
integración centroamericana que culminó en la Declaración de
Antigua:124 Los presidentes centroamericanos aceptaron
proseguir el proceso ampliado de integración conforme las
líneas del Consenso de Washington. Serrano, en esa dirección,
dio confianza al nuevo ambiente democrático. Se amplió la
integración económica y comercial al plano social y político y
quedó todo ello envuelto en el nuevo Sistema de Integración
124 Declaración de Antigua. VIII Cumbre de Presidentes Centroamericanos, Guatemala 17 de junio de 1990.
141
Centroamericano (SICA). Era grande el retroceso de los
indicadores sociales y económicos centroamericanos en relación a
1979. Los presidentes reunieron constantemente para revitalizar
la integración y obtener cooperación internacional para alentar
la reconstrucción ante los destrozos derivados de los conflictos
armados. Con la ayuda externa recibida para la reconstrucción
fueron imperceptibles los efectos de la reducción del Estado que
dañaron socialmente a América del Sur al privatizarse grandes
empresas estatales.
Serrano, con cierta independencia, expandió el espacio
democrático y mejoró el respeto de los derechos humanos.
Acompañando por las Naciones Unidas, negoció con la insurgencia.
Empero, de manera impulsiva, reconoció la independencia de
Belice bajo presión de Europa, provocando la renuncia de su
canciller Álvaro Arzú por no haber sido consultado. Serrano, si
bien mantuvo el diferendo territorial en su canal jurídico, sus
declaraciones y las de su viceministro de Relaciones Exteriores
Haroldo Rodas, Encargado del Despacho, comprometieron los
derechos guatemaltecos.125 No obstante. Guatemala, enseguida,
estableció relaciones diplomáticas con Belice. Ante ese cambio
se facilitaron las relaciones con los países caribeños y
Guatemala fue aceptada en el Movimiento de Países No-Alineados,
125 Bermejo González, Roberto, Belice, Luces y Sombras en el Diferendo Territorial, en diario La Hora, Guatemala 25 de febrero de 2013, p. 23.
142
pero ya había dejado de jugar un papel estelar que sí lo jugó
durante la Guerra Fría. Ahora el mundo era unipolar y global.
Guatemala, así, facilitó a Belice su participación en diversos
foros centroamericanos sin que éste perdiera su relación con el
Comonwealth británico y el CARICOM. Se inició una mejora den
relaciones con el Caribe anglófono. Al establecerse el SICA en
1991, 126 integrado por los países miembros originales del
Mercomún, la ayuda exterior se acrecentó. Después de
Guadalajara y Madrid, Guatemala fue sede de la Tercera Cumbre
Iberoamericana en 1992, que dio pie a una excelente relación con
España, puente privilegiado con la Unión Europea (razón del
126 Entre sus objetivos estaban: Consolidar la democracia y fortalecersus instituciones sobre la base de la existencia de Gobiernos electospor sufragio universal, libre y secreto, y del estricto respeto a losDerechos Humanos. Concretar un nuevo modelo de seguridad regionalbasado en un balance razonable de fuerzas, el fortalecimiento delpoder civil y la superación de la pobreza extrema; la promoción deldesarrollo sostenido y la protección del ambiente; la erradicación dela violencia, la corrupción, el terrorismo, el narcotráfico y eltráfico de armas. Impulsar un régimen amplio de libertad que asegureel desarrollo pleno y armonioso del individuo y de la sociedad en suconjunto. Lograr un Sistema regional de bienestar y justiciaeconómica y social para los pueblos centroamericanos. Alcanzar unaunión económica y fortalecer el sistema financiero centroamericano.Fortalecer la región como bloque económico para, de esa forma,ingresar triunfalmente en la economía internacional. Reafirmar yconsolidar la autodeterminación de Centroamérica en sus relacionesexteriores, mediante una estrategia única que fortalezca y amplíe laparticipación de la región, en su conjunto, en el ámbitointernacional. Establecer acciones concertadas dirigidas a lapreservación del ambiente mediante el respeto y la armonía con lanaturaleza, asegurando el desarrollo equilibrado y la explotaciónracional de los recursos naturales, con miras al establecimiento de unNuevo Orden Ecológico en la región. Conformar el Sistema de laIntegración Centroamericana sustentado en un ordenamientoinstitucional y jurídico, y fundamentado asimismo en el respeto mutuoentre los Estados miembros.
143
apuro por reconocer a Belice). Guatemala deseaba ser un socio
activo de la comunidad internacional para contribuir a la paz y
la democracia, conforme a los principios, reglas y prácticas
observadas en la comunidad de naciones. Se coordinaron las
acciones entre el BCIE, el PNUD, BID, CEPAL, UNICEF ante los
rápidos cambios tecnológicos con nuevos criterios de desarrollo
humano, colocando en agenda los temas ambientales. Se realizó
por vez primera un Plan de Inversiones Públicas que dio
coherencia a la cooperación externa técnica y financiera, pilar
de una política exterior en armonía con los programas y
proyectos del plan nacional. 127
Por su repercusión en el istmo, en 1992 México, Canadá y EE.UU.
firmaron el Tratado de Libre Comercio de América del Norte
(TLCAN), para crear una zona de libre comercio. Entró en
vigencia a partir de enero de 1994, cuando se cumplió con
el procedimiento de ratificación por parte del poder
legislativo de cada país que lo suscribió. Sus objetivos
eran eliminar obstáculos al comercio y facilitar la
circulación trilateral de bienes y de servicios; promover
condiciones de competencia leal en la zona de libre
comercio; aumentar las oportunidades de inversión;
127 Ver los documentos del PNUD-Guatemala de la década del Noventa sobre el particular.
144
proteger los derechos de propiedad intelectual, ampliar y
mejorar los beneficios del Tratado. El mismo estableció una
serie de instituciones de tipo trinacional para administrar
y vigilar las disposiciones del Tratado tareas que le
corresponderían al Secretariado del TLCAN. En un principio
su creación afectó a los países centroamericanos que gozaban de
los beneficios de la Cuenca del Caribe estadounidenses que, por
ese tratado, también los obtuvo México. La cooperación
internacional fue creciendo así como la economía local.
Mientras tanto, algunos jerarcas del ejército guatemaltecos
continuaron de hecho dirigiendo la respuesta estatal al tema de
los derechos humanos a nivel externo pues la insurgencia
continuaba en lucha. Frenaban las negociaciones con la URNG,
mientras el narcotráfico incipiente pasó a ocupar parte de la
agenda de seguridad así como algunos secuestros realizados por
la insurgencia. La cúpula militar envolvió al presidente
asediado por numerosos diputados corruptos en el Congreso.128 El
25 de mayo de 1993 Serrano lo disolvió así como a la Corte
Suprema de Justicia, emulando el exitosos autogolpe dado por
Alberto Fujimori en Perú un año atrás. De inmediato enunciaron
a sus cargos el ministro de Trabajo y el secretario de
128 Ver los números de la revista Crónica de mayo-junio 1993, Guatemala, para tener una referencia precisa de la secuencia política del rompimiento Constitucional.
145
Planificación Nacional. La Corte de Constitucionalidad señaló
que violentó la Constitución y ordenó dar marcha atrás al
golpe. Ante la resistencia del presidente, se conformó un activo
frente civil en su contra. La comunidad internacional condenó al
gobierno. A las pocas semanas Serrano tomó un avión a San
Salvador y no regresó. El Congreso en junio, de inmediato eligió
al Procurador de los Derechos Humanos, Ramiro de León Carpio,
para concluir el periodo presidencial. Así, reactivó las
negociaciones con la guerrilla, depuró el Congreso y dio cambios
a la Constitución con una nueva jerarquía castrense. En México
los negociadores de la paz acordaron la inmediata entrada en
vigor del Acuerdo Global de Derechos Humanos bajo la supervisión
de Naciones Unidas, que, así, entró como ente mediador del
proceso.
La cancillería retomó el diferendo con Belice y creó un Consejo
para defender el reclamo histórico de Guatemala sobre ese
territorio. A la vez se ocupó por vez primera de los migrantes
en Estados Unidos, y no sólo de los refugiados en México con su
par azteca.
Se creó una “monitoría” de Naciones Unidas sobre Derechos
Humanos y se firmó un acuerdo sobre Reasentamiento de las
Poblaciones Desarraigadas (que dio nacimiento a la Comisión de
Esclarecimiento Histórico) y sobre Identidad y Derechos de los
146
Pueblos Indígenas. En el plano interno se renovaron varios
artículos a la Constitución.
Guatemala por vez primera envió un contingente militar
humanitario comandado por las Naciones Unidas en 1994. Ese año
de León Carpio firmó con sus pares centroamericanos la Alianza
para el Desarrollo Sostenible129, para coordinar iniciativas de
desarrollo y recibió amplia cooperación externa. Suscribió con
sus pares del istmo crear un fondo contra la probreza de
quinientos millones de dólares, que se quedó en el limbo. Entre
tanto, la cancillería dispuso de tareas prioritarias a seguir,
mientras mantuvo una activa agenda externa positiva para el
país. Entretanto, aumentó de manera significativa el flujo de
dólares de remesas familiares de guatemaltecos residentes en
EEUU, al tiempo que retornaron capitales del exterior que
incentivaron la inversión. Al año siguiente, Guatemala se
adhirió a la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Si bien el proceso de paz culminó en El Salvador, se estancó en
Guatemala. Se establecieron relaciones diplomáticas con las
naciones del ex bloque socialista y abrió una embajada en
Barbados para atender el Caribe. Japón pasó a ser el tercer
comprador de café guatemalteco y devino primer país cooperante,
mientras Holanda ocupó el segundo.
129 González Davison, Guatemala, política exterior… p. 132.
147
La Estrategia Centroamericana para el siglo 21 del SICA,
esbozada en 1995, fue una guía para el Istmo. Se iniciaron las
actividades la Comisión de Seguridad de Centroamérica
(integradas por los ministerios de defensa, interior y
relaciones exteriores), bajo el paraguas del Tratado Marco de
Seguridad Democrática de Centroamérica,130 para proseguir las
negociaciones en la materia y verificación y limitación de
armamentos de conformidad a los Acuerdos de Esquipulas II. Había
más de un millón de armas sin control, producto de la guerra de
los Ochenta, en ese momento estaban acaparadas por la
delincuencia y narcotráfico internacional y los “poderes
paralelos” locales, surgidos en los Ochenta (con algunos
jerarcas del ejército a la cabeza). Los países centroamericanos
firmaron en 1993 en Guatemala el Convenio Constitutivo de la
Comisión Centroamericana Permanente para la Erradicación de la
Producción, Tráfico, Consumo y Uso Ilícitos de Estupefacientes y
Sustancias Psicotrópicas, que entró en vigencia en 1996. Mucho
de su contenía se quedaría en el papel.
Al asumir la presidencia, Álvaro Arzú ese año, dio un salto
adelante. Con el apoyo de la Comunidad de San Egidio (laicos
católicos ligado al Vaticano) y de la ONU, 131 se impulsaron las
negociaciones para lograr terminar los acuerdos de paz con la
130 XVII Cumbre de Presidentes de Centroamérica, diciembre 1995.131 Porras Castejón, Gustavo, Las huellas de Guatemala, F&G Editores, Guatemala 2009, p. 377 y ss.
148
URNG132. Si bien eran temas domésticos, requerían de una serie de
actividades diplomáticas con diversos países, incluyendo las
Naciones Unidas. Los acuerdos tendrían el aval internacional y
de la sociedad civil y abrirían la puerta a una mayor
cooperación externa. La Misión de las Naciones Unidas para
Guatemala (MINUGUA)133 , creada un año atrás, deseó coordinar a
todos los entes de la ONU en Guatemala, pero la cancillería se
opuso para evitar la instalación de un “proconsulado” externo.
Así, MINUGUA sólo se quedó para supervisar el proceso y el
cumplimiento de los Acuerdos de Paz, incluyendo temas de desarme
de la insurgencia. Guatemala tuvo que superar el veto de China
sobre el envío de boinas azules de la ONU que debían “garantizar
e implementar la concentración y desmovilización de los
efectivos armados de la URNG”,134 porque Guatemala aún mantenía
relaciones con Taiwán.
Los Acuerdos de Paz se firmaron en diciembre de 1996 que
permitió diagramar una política exterior en apoyo al proceso de
paz y a la integración centroamericana. La cercanía del
132 El Acuerdo de Paz Firme y Duradera se suscribió en Guatemala el Guatemala,29 de diciembre de 1996.133 La Misión de Verificación de las Naciones Unidas en Guatemala - la operación de mantenimiento de la paz dentro de la misión civil humanitaria MINUGUA-, creada en 1994, fue renovada por el Consejo deSeguridad en la resolución 1094 (1997) el 20 de enero de 1997 con el fin de verificar el Acuerdo sobre el definitivo cese al fuego entre elGobierno de Guatemala y la Unidad revolucionaria Nacional Guatemalteca(URNG), que se firmó en Oslo el 4 de diciembre de 1996.134 Porras Castejón, Op. Cit. p. 428. El veto se hizo en diciembre de1996 y se destrabó dos meses después.
149
canciller Eduardo Stein con el presidente Arzú permitió a la
cancillería estar en ese proceso. En política exterior se
reafirmó el compromiso gubernamental por la democracia, los
derechos humanos y la sinergia centroamericana. La cancillería
junto a la Comisión de Paz en doce meses concluyeron el proceso
de paz, En los pasados cinco años sólo se firmaron los acuerdos
sobre democratización, esclarecimiento histórico, derecho
indígenas. En doce meses se firmaron los acuerdos sobre temas
socioeconómicos, poder civil y función del Ejército, cese al
fuego definitivo, reformas constituciones y electorales,
reintegración de la insurgencia a la vida civil, cronograma y
Acuerdo de Paz Firme y Duradera (que no se cumpliría en su
totalidad en el futuro).
Las políticas anteriores dieron un margen amplio a la
participación del país en diversos foros políticos y económicos
y de cooperación del globo. Se renovaron vínculos con las
Naciones Unidas y se apuntaló una nueva OEA, diferente a la del
periodo de la Guerra Fría cuando estuvo supeditada a Estados
Unidos. La entidad había colapsado en 1982 cuando Washington
apoyó a Londres en la guerra de Las Malvinas. De esa cuenta la
OEA dio su apoyo. Los países amigos del proceso de paz, México,
Colombia, España, EEUU, Noruega y Venezuela tuvieron particular
importancia en consolidar la paz en Guatemala.
150
El Ministerio de Economía y la Gremial de Exportadores de
Productos No Tradicionales (AGEXPRONT) impulsaron la apertura
comercial con una firme participación en la OMC, ante la cual se
abrió una embajada comercial, muy lujosa aunque, desde el año
dos mil, inoperante pues se convirtió en una oficina de
resolución de conflictos comerciales y dejó de ser un ente
promotor del libre comercio global
Guatemala, Honduras y El Salvador constituyeron el “Triángulo
Norte” para actuar coordinadamente en materia comercial,
especialmente con México y Chile.135 Los gobiernos
centroamericanos estrecharon vínculos entre ellos y la Unión
Europea, Norte América, Taiwán y otros países.
La asesoría internacional observó avances en derechos
humanos tras la incorporación del personal de la insurgente URNG
a la vida legal. El gobierno dio especial cuidado a su relación
con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Dos años más
tarde, Guatemala quedó fuera de la lista de países violadores a
135 El Tratado de Libre Comercio entre México y el llamado triángulo delnorte (Guatemala, El Salvador y Honduras), cuyas negociacionesconcluyeran, después de cinco años, el 11 de mayo de 2000, carece deuna visión más amplia; no incluye compromisos de cooperacióninternacional para el desarrollo y se abstiene de incorporar lapromoción y defensa de los derechos humanos ni de protección del medioambiente, los derechos sociales y laborales y se excluye un acuerdoque garantice los derechos recíprocos de los trabajadores migrantes ysus familias. Predominó, nuevamente, una agenda estrictamentecomercial. El tratado similar con Chile concluiría hasta 2009 en loque concierne a Guatemala.
151
tales derechos como se venía registrando desde 1979 y, a la vez,
fue admitida para supervisar algunos de estos casos en otras
latitudes.
También dio énfasis a la defensa de los emigrantes
guatemaltecos residentes en los EEUU. Ante el abandono anterior,
se creó la Comisión de Belice, infuncional en lo operativo e
ineficaz porque cada miembro carecía de funciones y con archivos
incompletos. El caso de Belice eventualmente debería ventilarse
en la Corte Internacional de Justicia. Aprobó el Convenio sobre
el Derecho del Mar de las Naciones Unidas y el Convenio de
Ginebra sobre el Derecho de los Tratados. La reactivación
productiva observada durante este periodo contribuyó a
consolidar el SICA, al cual se incorporaría Belice más adelante.
No obstante, para la integración aduanera centroamericana no se
dieron plazos para su cumplimiento y eso desdibujó a futuro el
proceso en el nuevo siglo al carecer de un calendario.
En 1997 el Grupo Consultivo de Centroamérica, creado para
apoyar la reconstrucción del Istmo, en Bruselas obtuvo el
respaldo internacional de cooperación en apoyo a los Acuerdos de
Paz para restañar las heridas del conflicto armado. Si bien se
reforzaron los lazos en materia de seguridad policial con
Centroamérica, en Guatemala no se pudo aprovechar ese potencial
152
a pesar de suscribir convenios de cooperación con varios países
sudamericanos en la materia.136
Aprovechando la visita del Papa Juan Pablo II a Cuba en
enero de 1998, Guatemala inició relaciones diplomáticas con
Cuba, en reconocimiento a su apoyo discreto en el proceso de
paz guatemalteco. La Santa Sede señalaba "que Cuba se abra
al mundo, y el mundo se abra a Cuba". A cambio, Cuba brindó
a Guatemala cooperación en beneficio de sectores sociales más
vulnerables, especialmente en salud y deporte.137 Por supuesto
Washington cobró la factura después, cuando la “embajadora
estadounidense apoyó al candidato presidencial opositor Alfonso
Portillo, electo presidente en el 2000, con el apoyo de grupos
mafiosos.
En 1998 se resalta la visita de los Príncipes Hitachi de
Japón, de la Reina Sofía de España, del presidente Bill Clinton,
138 quien en Guatemala se excusó del pasado intervencionista de
su país, y de varios cancilleres. El embajador guatemalteco en
136 González Davison, Ibid, p. 138.137 El 21 de enero de 1998 la prensa difundió la noticia. Elrestablecimiento se justificó para atender la petición del Papa JuanPablo II de poner fin al aislamiento internacional a la islacaribeña.138 Estados Unidos expresaba su satisfacción por América Latina encuanto a su economía y democracia, salvo los casos de Paraguay,Ecuador y Haití. Le preocupaba al tráfico de drogas, la corrupción, lapobreza y los movimientos guerrilleros en Colombia, Perú y México.Ver testimonio ante el Subcomité del Hemisferio Occidental del Comitéde Relaciones Internacionales de la Cámara de Diputados de los EstadosUnidos del 12 de marzo de 1997.
153
Japón se volvió concurrente con Singapur, por sus excelentes
relaciones con China Popular, para estar listos para iniciar
contactos en un futuro con Beigin.
Guatemala, conforme al Consenso de Washington, privatizó la
telefonía y distribución de energía eléctrica adquiridas por
inversionistas de México y España, pese a los nublados de tales
transacciones. En enero del 2000 se suscribió un Convenio Marco
para el Establecimiento de una Unión Aduanera entre el Salvador
y Guatemala, pero no se materializó.
Ante el asolador panorama destructivo del huracán Mitch,
que castigó ese año a toda Centroamérica, Guatemala apoyó la
gestión del Grupo Consultivo de Centroamérica, en Estocolmo,
para beneficiar exclusivamente a Honduras y Nicaragua, los más
seriamente afectados por el desastre climático. En lo político,
el asesinato de monseñor Juan Gerardi, en 1999 enturbió el
ambiente electoral y la opinión internacional.139 No obstante,
la participación de Guatemala continuó emergiendo en el ámbito
multilateral y bilateral.
Casi al finalizar la administración Arzú, Stein envió una nota
al Primer Ministro de Belice donde le expresaba que las
conversaciones realizadas de 1997 a 1999 no habían dado
resultado esperado, y propuso que el diferendo territorial se
139 En el asesinato de Gerardi participaron varios militares y un curaque guardan presión, aunque se supone hay otros responsables quecontinúan en libertad.
154
dirimiera en la Corte Internacional de Justicia. Guatemala
reclamaba el espacio que no fue dado en concesión de usufructo
por Madrid a Londres a fines del siglo XVIII: Del río Sibún al
Sarstún e islas adyacentes. Buscó, con buena voluntad, un
arreglo pacífico a esta controversia, que por su naturaleza es
de carácter jurídico. Tras protestar por esa ocupación, “propone
formalmente al Gobierno de Belice que este asunto sea sometido, ya sea a un arbitraje
internacional o a la Corte Internacional de Justicia. En ambas modalidades podrían los
dos gobiernos plantear de común acuerdo el asunto a dirimir en su caso”.140
Si bien la Comisión de Belice aconsejó llevar el caso a la OEA,
el canciller Gabriel Orellana en 2001 hundió las pretensiones de
Guatemala pues no logró nada, peor aún, al comprometer
legítimos derechos.
140 Tomado directamente de la carta enviada por el cancillerguatemalteco al Primer Ministro beliceño de fecha 18 de octubre de1999. Concluye así: Ambos son miembros de la Organización de las Naciones Unidas y de laOrganización de los Estados Americanos. Todo el contexto de la Carta de las Naciones Unidas estáencaminado a prever y resolver esa clase de conflictos que atentan contra la paz y la seguridadinternacionales, desde su artículo 1º. Párrafo 1º, que terminantemente dice:”… lograr por medios pacíficosy de conformidad con los principios de justicia y del derecho internacional, el ajuste o arreglo decontroversias o situaciones internacionales, susceptibles de conducir a quebrantamientos de la paz”.Asimismo, la Carta de la Organización de los Estados Americanos en su artículo 2 fija entre sus propósitosiniciales, “…a) afirmar la paz y la seguridad del Continente; c) prevenir las posibles causas de dificultades yasegurar la solución pacífica de las controversias que surjan entre los Estados Miembros” y en su artículo3 establece como principios, “…a) El derecho internacional es norma de conducta de los Estados en susrelaciones recíprocas; b) El orden internacional está esencialmente constituido por el respeto a lapersonalidad, soberanía e independencia de los Estados y por el fiel cumplimiento de las obligacionesemanadas de los tratados y de otras fuentes de derecho internacional; c) La buena fe debe regir lasrelaciones de los Estados entre sí…; y g) Los Estados americanos condenan la guerra de agresión: lavictoria no da derechos”. Por último, Guatemala y Belice son dos Estados vecinos que deben vivir en paz ycooperar en la solución de sus problemas comunes.
155
En Guatemala el narcotráfico internacional era ya un actor local
importante entre los poderes paralelos. En gran parte
financiaron la campaña electoral del electo presidente Alfonso
Portillo del partido político del ex jefe de facto, general
Efraín Ríos Montt.
Entretanto, Estados Unidos se olvidó de América Latina al
redefinir sus prioridades luego de los atentados del 11 de
septiembre de 2001 a favor de la lucha contra el terrorismo en
Asia141. De esa cuenta favoreció al complejo militar-industrial
al lanzarse a dos guerras al mismo tiempo en Irak y Afganistán
(cuyo costo fue de tres trillones de dólares y llevaron al
“abismo fiscal” diez años después).
Entretanto, el proceso de integración centroamericano perdió
dinamismo y varias instituciones del SICA fueron cuestionadas
(Parlacén, Corte de Justicia Centroamericana, la Sieca) por su
falta de dinamismo y poca seriedad. La integración, empero, se
activó por otra vía al negociar el istmo tratados de libre
comercio con Chile, México y Estados Unidos. Los dos últimos
eran los más importantes para Guatemala y Centroamérica pues
condicionaban a reforzar la integración. En el mismo sentido
presionaba la Unión Europea que buscaba un acuerdo para hacer
141 González Davison, La nueva cooperación internacional, en Visiones de Guerra, Estudios Internacionales, año 12 N° 12, IRIPAZ, Guatemala diciembre 2001. Aparecen artículos sobre esa tragedia escritos por Jean Daniel, Carlos Fuentes, José Saramago, Umberto Eco con la introducción de Roberto Bonini.
156
socio estratégicos al SICA. El gran imán de Norte América
devenía cada vez más natural y potente, más allá de la mira de
los gobiernos centroamericanos. Guatemala envió soldados a
integrarse como Cascos Azules de Naciones Unidas en misiones
Haití y varios países en conflicto de África. El SICA agregó
como miembros a Belice y como asociado a la República Dominicana
y Panamá, teniendo como observadores a México, Argentina, Chile
y Brasil, España, Taiwán, Alemania, Japón e Italia, mientras las
rencillas se activaron entre países vecinos centroamericanos,
repitiendo la historia de siempre.
Guatemala perdió la brújula en la venidera la gestión del
presidente Alfonso Portillo (2000-2004). El saqueo de las
instituciones del Estado se inició al mes de su toma de
posesión, lo que motivó en el exterior que Guatemala iba camino
de ser un Estado fallido ante la determinante presencia del
narcotráfico en el gobierno, que financió su campaña electoral.
Se requería para una respuesta internacional. Las mafias locales
e internacionales estaban articuladas a distintas esfera del
Estado con funcionarios cooptados al servicio de los llamados
“poderes paralelos”. El asunto de narcotráfico motivó
tensiones con México y Estados Unidos además de los problemas
de los migrantes centroamericanos al pasar por sus territorios.
157
El diferendo con Belice, en lugar de ir a resolverse a la Corte
Internacional de Justicias, se trasladó a la OEA con un
canciller guatemalteco cuestionado por el Congreso y retirado de
su cargo por sus nexos con firmas británicas. El único avance
observado fue el del Tratado de Libre Comercio con Estados
Unidos, país que forzó a Costa Rica a integrarse con sus pares
de la región. La articulación de México a Norte América, a
través del TLCAN (o NAFTA) le había dados resultados positivos,
pues se establecieron relaciones más allá de las comerciales,
para estructurar una integración orientada por la economía más
potente del hemisferio. Centroamérica iba por ese camino.
Washington daba la pauta económica para el largo plazo en
ausencia de planes estratégicos de los países como Guatemala,
con gobiernos de coyuntura en coyuntura sin visión de largo
plazo. Peor aún, sumidos en la corrupción y la
irresponsabilidad.
No obstante, tras los sucesos del 11.9.11, Washington reorientó
sus prioridades y se enfocó en en sus guerras en Afganistán e
Irak. No obstante, cooperó un tanto con México en la “guerra”
contra el narcotráfico dentro de una estrategia muy
controversial. Las autoridades mexicanas desde la década del
Setenta venían luchando junto a las de EE.UU. contra ese
flagelo. México gastaba millones de dólares y EE.UU. le proveyó
158
un diez por ciento de ese gasto por la responsabilidad
compartida. Cuando el éxito era evidente, reaparecía con más
fuerza en otro lugar. Centroamérica iba en la misma línea,
luego que Miami ya no recibió más narcotraficantes. La
comunidad internacional estaba decidida a apoyar a Guatemala
pues su democracia tambaleaba por esas razones. Los desafíos de
seguridad requerían además un cambio de estrategia en esa lucha.
La misma es de largo plazo entre Norte y Centroamérica.
IX. Los desafíos de inicios del siglo XXI
Los países centroamericanos tienen pendiente resolver sus
conflictos fronterizos que han contribuido a erosionar su
cohesión en el seno del SICA, pues se han agudizado. Ello ha
impedido la formulación de consensos en diversos temas. Belice y
Guatemala no logran aún acordar la manera de llevar sus
diferencias a la Corte Internacional de Justicia. Tiene que
definir una política al respecto. Honduras y El Salvador se
disputan entre sí por el uso de las aguas en el Golfo de
Fonseca, mientras Nicaragua y Costa Rica se cruzan duras
palabras en su conflicto en torno al río fronterizo San Juan. A
ello se unen protestas adicionales por el proyecto interoceánico
159
en Nicaragua que podría tener efectos ambientales impredecibles,
aunque más bien parece un proyecto especulativo.
La historia de esos conflictos se remonta al siglo XIX cuando
los británicos jugaron un rol para al forzar la firma de
convenios que dejaron esos problemas seculares sin clara
solución como se apuntó atrás. La unidad centroamericana así no
existe como se quisiera, al tiempo que sigue estancada la Unión
Aduanera y no arranca la estrategia de seguridad conjunta. La
causa es la desconfianza recíproca entre los gobiernos
centroamericanos. De ahí que el SICA carece de solidez. De esa
situación se aprovechan sus adversarios, es decir, las mafias y
los poderes paralelos, que pululan como un cáncer en sus
instituciones al corromperlas con facilidad.
Entretanto, continúa la emigración de centroamericanos hacia
EE.UU. de manera clandestina, en especial hondureños,
guatemaltecos, salvadoreños. Huyen de la violencia y desempleo y
se exponen a enormes riesgos al hacer ese tortuoso viaje. Luego
de África del Sur el istmo centroamericano es la región más
violenta del planeta por la presencia del narcotráfico y las
“maras”. Como se ha dicho, esa violencia proviene de la gran
demanda de drogas ilegales en EE.UU. en donde sus autoridades
casi nunca capturan a un capo dentro de sus fronteras.
160
Centroamérica y México no tenían problemas de trasiego o lavado
de dinero hasta que los EE. UU. tuvo éxito al cerrar la ruta
del Caribe vía Miami. Luego México, durante el gobierno de
Felipe Calderón, les hizo caro el negocio a los narcos y
algunos se mudaron a Guatemala y Honduras. En la medida que siga
demanda habrá oferta y la guerra en su contra estará cuesta
arriba. La seguridad hemisférica quedó con escasa coordinación
efectiva ante las guerras en Asia que EE.UU. mantuvo como
prioritarias. Ese vacío lo aprovecharon las mafias
mesoamericanas y colombianas.
Entretanto, EE.UU. exporta al año treinta mil millones de
dólares al istmo centroamericano y éste le vende veintiocho mil
millones anuales en la primera década del siglo. No está mal,
pues el aumento ha sido sustancial y la economía marcha sobre su
propio camino.
La administración de Barak Obama ha tomado conciencia de lo
anterior. Centroamérica y México forman parte de un entramado
de su estrategia futura económica y de seguridad. Ambas tienen
que ir de la mano: “Queremos cerciorarnos de que nuestro
hemisferio esté integrado de manera más efectiva para mejorar la
economía y la seguridad…”142 dijo antes de viajar a Costa Rica en
mayo de 2013. Varios programas que operan de manera
142 Citado en Centroamérica: soluciones lejanas pese al viaje de Obama, en La Hora, Guatemala 11 de mayo de 2013, p. 18.
161
independiente se van a unir en el istmo. Algunos de ellos van a
recibir más apoyo de Washington, pero la idea es de coordinarlos
para hacerlos más efectivos. Así, EE.UU. coordinará las
acciones en el istmo desde arriba, para superar la inmovilismo
del SICA, debido la desconfianza indicada de sus países
miembros. EE.UU. y México se han vuelto actores que dan la pauta
a Guatemala y el resto de Centroamérica ante la falta de
proyectos de nación.
X. Retro perspectivas
La independencia de Centroamérica estuvo ligada a la de México
y, salvo el paréntesis de alianza con los británicos a mitad del
siglo XX, para defenderse de las invasiones de filibusteros
estadounidenses, las relaciones exteriores más importantes de
Guatemala fueron con México y los países centroamericanos. En
la siguiente fase, se quedó bajo la influencia de EE.UU. Los
intereses alemanes que se establecieron alrededor del café en
Guatemala, sirvieron de contra peso hasta la primera mitad del
siglo XX. Washington consideró al istmo su “patio trasero” por
su vecindad y por estarlo respecto del canal de Panamá. La
cercanía geográfica entre Norte y Centro América es parte
esencial de su historia.
162
Desde sus albores, como república independiente, Guatemala quedó
tensa como el resto de países latinoamericanos buscando
consolidarse como Estado-nación soberano y, a la vez, tratando
de integrarse con sus vecinos, para tener mayor presencia en el
mundo. Es una tensión de la cual no se ha podido liberar. Una
tensión más ha sido la fuerza de gravedad que tiene Norte
América en los países del istmo y del Caribe.
Bajo los auspicios de EE.UU. y los pensadores de la Alianza para
el Progreso, Guatemala devino actor importante del proceso de
integración centroamericano a partir de 1960, que dio nacimiento
al Mercado Común Centroamericano. Fue un éxito por el nivel de
inversiones estadounidenses y europeas que dieron nacimiento a
las industrias ligeras “de integración” al disponer del mercado
unido de los cinco países y una infraestructura adecuada que los
unió. Hizo crisis dicho proceso en la década del Ochenta pues
en esos años Reagan le dio la espalda para aislar a Nicaragua
que seguía siendo integrante de dicho esquema en medio de
varios conflictos armados. Pero vinieron al rescate la Comunidad
Europea y Taiwán. Así, maltrecho el esquema, terminada la Guerra
Fría, volvió a emerger. Esta vez a través del SICA, fundado en
1991 como ente multisectorial, comercial y social con aval de
Estados Unidos, la Unión Europea, México y otros.
163
Las fuerzas profundas entre Norte y Centroamérica se hicieron
presentes. México y Centroamérica firmaron con EE.UU. tratados
de libre comercio que, como se observó, pese a que a partir de
2001 EE.UU. dio prioridad a Asia, el resultado comercial fue
propicio. La “locomotora” regional económica de Estados Unidos
está saliendo de la crisis y parece llamada a guiar a sus
vecinos bajo una estrategia común que, además de unirlos,
servirá a Washington para enfrentar con mayor éxito el mundo
multipolar y los retos y oportunidades que vienen de Asia (China
en particular).
Es en esa línea donde Centro y Norte América atisban un futuro
común en el largo plazo. Si bien es obvio, aún no la definen
como una política de Estado en su política exterior algunos de
esos países, incluyendo a Guatemala. Con esa perspectiva hay
que establecer con Washington y Distrito Federal agendas
conjuntas de coordinación. Guatemala puede empezar y luego que
otros países del istmo se le unan. Se han mantenido las
reuniones de Tuxtla Gutiérrez entre dichos países. Esas
relaciones focalizan el interés común., incluyendo la defensa de
los emigrantes mesoamericanos en Norte América y la sensitiva
frontera entre Guatemala y México, pero hay que darle un marco
de mayor profundidad a futuro.
164
La unidad indicada es necesaria para enfrentar el ascenso de los
países asiáticos en un mundo multipolar cada vez más
competitivo, en donde el declive estadounidense es contrario
también para los intereses de México y Centroamérica por razones
económicas.
Guatemala tiene una realidad geográfica determinada,
equidistante de los distintos continentes, como el resto de
Centroamérica. Tiene que analizar dos temas claves: Sus
intereses nacionales y su seguridad nacional. En un mundo
multipolar, su cercanía con el polo norteamericano es obvia y,
en lugar de resistirla, es mejor y natural aceptarla y trabajar
de común acuerdo para acercar sus intereses y seguridad hacia
una mayor coordinación por el bienestar futuro. Ello exige
superar prejuicios de una y otra parte, como hizo Europa de
postguerra entre sus desconfiados países, generando un marco de
confianza y un engranaje de mutuo beneficio. Los EE.UU., México
y Centroamérica saben que deben coordinarse aún más.
Hay que superar la fallida propuesta estadounidense del
ALCA,143 que se desplomó en 2006 ante la oposición de Argentina y
Brasil. Entender que Venezuela y Cuba aún van por otra vía en su
Alianza Bolivariana para América (ALBA)144 mientras la Unión de
143 Acuerdo de Libre Comercio para las Américas.144 Luego se cambió a Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América. Además de los indicados, se unieron Antigua y Barbuda, Bolivia, Dominica, San Vicente, Nicaragua y Ecuador.
165
Naciones Suramericanas (UNASUR) se está dispersando. La CELAC en
2013 fue en búsqueda de una América Latina145 inconclusa.
Guatemala debe por tanto buscar que el SICA consolide la
unidad mayor centro-norteamericana y se articule con el TLCAN
como nueva guía una del desunido istmo, pero haciendo cada país
del istmo su tarea. Un gran acuerdo con el ente del TLCAN es
necesario para salir adelante. Ello servirá de brújula en estos
tiempos de incertidumbre. Guatemala puede promover un encuentro
entre los secretariados del SICA y del TLCAN para afinar un
proceso continuado de integración por etapas, hacia algo mayor a
lo que estipulan los actuales tratados de libre comercio.
El SICA pudo avanzar más que en otros esquemas de integración
del continente aunque está bloqueado en la actualidad por
factores fronterizos ya indicados. Las Metas del Milenio
avanzaron. Pero, por el lado de la competividad, Guatemala ocupó
en 2013 de manera negativa uno de los primeros lugares en
corrupción y violencia criminal, que disminuyen su atractivo
para atraer inversionistas foráneos, aunque el clima de negocios
haya mejorado.
145 Velasco, Andrés, La Búsqueda Inconclusa de América Latina, elPeriódico, Suplemento Económico del 19 de febrero de 2013, Guatemala, p. 15. La CELAC, Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, excluye a EE.UU. y Canadá de manera deliberada. La reuniónen Chile en enero de ese año mostró grandes divisiones en su seno.
166
EE.UU. como potencia de primer orden, ante la emergencia de
China, necesita articular Norte y Centroamérica, como precisa
Robert Kaplan, en respuesta al actual mundo multipolar.146 Esa
articulación debe ir más allá del tema de seguridad actual
hacia un proyecto de prosperidad conjunta, que sea beneficiosa
para sus vecinos por igual. Vendrá la oposición de forjar un
modelo nuevo de desarrollo conjunto de parte de los
conservadores estadounidenses que no desean abrirse a países
mestizos como los mesoamericanos, pero también de algunos
integrantes de las élites de éstos países que no quieren perder
sus privilegios “mercantilistas”. Las minorías
“antiimperialistas” de la izquierda por su parte tendrán su voz
disonante también.
Hay una realidad que obstaculiza concretar ese proyecto norte-
mesoamericano, que la presencia del crimen organizado. Pese o a
la existencia Convenio Constitutivo de la Comisión
Centroamericana Permanente para la Erradicación de la
Producción, Tráfico, Consumo y Uso Ilícitos de Estupefacientes y
Sustancias Psicotrópicas, Douglas Farah, ex reportero del
Washington Post, señaló en agosto 2013 que los países del
Triángulo Norte centroamericanos estaban dominados por carteles
mexicanos del crimen organizado (Honduras, Guatemala y El
146 Kaplan, Robert D., The revenge of geography, Random House, New York,2012, chapter XV.
167
Salvador). Por eso la cooperación internacional es necesaria e
importante, aunque se den nuevos enfoques para abordar el
problema mundial del narcotráfico y diferenciar las drogas
sicotrópicas.
En la globalidad de ahora, las opciones en un mundo multipolar
son las de pertenecer a uno de esos polos. Los países indicados,
por su geografía e historia, ubicados en Norte y Mesoamérica y
al sur Colombia, deben constituir una unidad de desarrollo y
seguridad. Por supuesto hay que superar rencores históricos con
los países del norte, como hicieron los europeos. Ellos se
asociaron en la Unión Europea bajo nuevas primicias que
alentaron el fin de sus conflictos históricos nacionales gracias
a la prosperidad y la seguridad, promoviendo altos grados de
confianza entre sí.
Los países del TLCAN, de América del Norte, deben incorporar a
sus tratados una serie de sectores que aún están fuera, como la
industria petrolera y eléctrica, en el caso de México. El libre
transito de personas quedó excluido del mismo para México pero
no para EE.UU. y Canadá. El objetivo a seguir es buscar a un
equilibrio yse liberen ambas restricciones. En mayo de 2013 los
presidentes de EE.UU. y México definieron ya una estrategia
conjunta de largo plazo, que incluye el sector energía. De esa
cuenta, los Centroamericanos podrán negociar en la misma
168
dirección. Los caminos de oportunidad tienen que ser para todos
dentro de esa unidad. En la misma, se recrearán con más amplitud
los acuerdos con Europa y América del Sur, así como con otras
entidades regionales del Pacífico y Asia, propias del mundo
multipolar, todos integrados por las redes de la globalización.
Solos, no se irá a ningún lado.
Liberales y conservadores en el siglo XIX estuvieron de acuerdo
que México por sí sólo no podría salir adelante. Eso lo sabían
y lo saben también los centroamericanos. Los liberales optaron
por aliarse con EE.UU. y los conservadores con algún país
europeo como se vio atrás. Analistas como Kaplan ahora dicen
que a EE.UU. le puede ir mejor articulándose a ambos espacios
geográficos, en lugar de estar entrampado en Asia. Hay que
preocuparse y ocuparse de México, dijo, como una prioridad y
Centroamérica le sigue. A largo plazo, ese diseño consolidará la
integración centroamericana en una nueva dinámica, al tiempo que
se mejorará la relación con otros bloques y países.
El peso de la unidad norte-centroamericana, hará inevitable la
coordinación con la UE y UNASUR, para dar un nuevo curso y
dinamismo, parafraseando a Arnold Toybee147, a la civilización
occidental. Hay ahora un mundo post estadounidense, en medio de
un desorden internacional caracterizado por la inestabilidad.147 Toybnbee, Arnold, Estudio de la Historia, tres tomos, Editorial Planeta, Barcelona 1985. El autor inglés no analiza un Estado en particular sino una civilización en su conjunto.
169
Aún sus opositores tradicionales quisieran que Washington dé
cierto orden pero no intervención militar sin acuerdo del
Consejo de las Naciones Unidas. La Casa Blanca no está dispuesta
a desempeñar el papel de policía mundial salvo algún hecho
extraordinario, y en tanto sus finanzas no cuadren . Por la
situación económica y financiera, su deuda pública cuantiosa y
una reorientación hacia los problemas internos, le preocupa la
rivalidad que viene de países del Pacífico. El relativo
declinar de EE UU ante el ascenso de China y de otros países
grandes es real. Guatemala sin brújula tiene que adecuar su
estrategia y estar al lado de sus vecinos del norte. Su suerte
depende de la de ellos pues su Estado, como desde el inicio de
su creación, carece de coherencia y siempre ha estado necesitado
de un estado más grande que garantice su existencia y le dé un
derrotero a su élite siempre dividida, instándola a compartir el
interés común doméstico y dentro un área geográfica mayor. Así,
con la razón, se debe imaginar un futuro solidario local y
regional.
En ese escenario del futuro, Guatemala (y los
centroamericanos) se hace evidente dos condiciones para su
desarrollo. En el plano doméstico, un pacto social
incluyente entre representantes de los grupos sociales y
170
étnicos, para diseñar una estrategia de largo plazo.148 En
el escenario del futuro, Guatemala tiene que reunir las
condiciones de una estructura sólida para ser bien incorporada
a uno de esos polos. México ya juega en las grandes ligas por tu
tamaño. Por tanto, es imperativo que Guatemala realice un pacto
social donde intervengan los principales grupos étnicos y
sociales para generar estabilidad y mayor democracia, así como
objetivos de desarrollo de largo plazo.149 Es necesario ante la
actual fragilidad institucional: En octubre de 2013 ocupó el
penúltimo lugar en América Latina en democratización, sólo
Venezuela le aventajaba de manera negativa. Ambos países están
en riesgo institucional ante la corrupción, tráfico de
influencias y la falta de confianza de los inversionistas150. Hay
que recomponer lo anterior si se quiere tener éxito en la
plataforma externa. Lo importante es trazarse objetivos
estratégicos: Primero, la articulación pragmática con México y
148 Guatemala tiene como antecedentes tres pactos: El acuerdo decreación de la república en 1847 con todos los intereses políticospresentes, incluyendo el campesinado, pero fue de corta duración.Luego, la Constitución de 1945, aunque sin participación maya,derogada diez años más tarde. Las constituciones posteriores no hansido producto de un gran pacto. Y los Acuerdos de Paz de 1996 no sehan cumplido en gran parte.149 Los países centroamericanos firmaron, el 29 de octubre de 1993 elConvenio Constitutivo de la Comisión Centroamericana para laErradicación de la Producción, Tráfico, Consumo y Uso Ilícitos deEstupefacientes y Sustancias Psicotrópicas. Entró en vigencia en 1996.A pesar de ello, en 2013, un estudio elaborado por Douglas Farah, exreportero del Washington Post, señaló que los países del TriánguloNorte (Guatemala, Honduras y El Salvador) están dominados por cartelesmexicanos.150 La Hora, Guatemala 2 de octubre de 2013, p. 12
171
EE.UU. (y Canadá) por ser su mayor socio comercial, generador
de billones (en el sentido que se le da a éste en EE.UU.) de
dólares en remesas de sus emigrantes y del dinero del
narcotráfico de los consumidores estadounidenses, lo que hace
imperativa, además, la seguridad común. El segundo, es la
relación especial con los países miembros del SICA y países
sudamericanos, para impulsar la continuidad de los procesos de
integración existentes y fortalecerlos, incluyendo la Alianza
para el Pacífico y el CELAC. Tercero, dentro de su propia
diversificación de intereses, mantener una relación especial con
la Unión Europea, sin perder de vista al gran Pacífico, donde
brillan nuevas estrellas.
El SICA pudo avanzar más que otros esquemas de integración del
continente aunque se estancó por las diferencias fronterizas ya
advertidas. Además, la desigualdad social la pone en un brete
más que en otra región latinoamericana: Un pequeño grupo de mil
millonarios centroamericanos —o sea 0.041% de la población-
acumula fortunas por 137.000 millones de dólares, mientras la
producción global fue de 172.800 millones en 2012. Esas mil
personas se codean con los más ricos de América Latina y
conforman el 14 por ciento de los multimillonarios
latinoamericanos. Su riqueza es en promedio de 133,6 millones
de dólares por cada una, mientras la mitad de sus 43 millones de
172
habitantes sobrevive hundida en la pobreza extrema, con severos
cuadros de subnutrición, la cual tenderá a crecer aun151. Más del
50 por ciento de la población guatemalteca, por ejemplo, depende
de negocios y remesas vinculadas con Estados Unidos y México.
Entretanto, pese a los diferendos fronterizos Centroamérica ha
construido un tejido empresarial en el que confluyen capitales
regionales, latinoamericanos y globales. Las cien empresas más
importantes del istmo (las tres primeras son Walmart, Avianca y
América Móvil), representan casi un cuarenta por ciento del PIB
regional, un diez por ciento más que el año anterior.152
Aprovechan la baja tasa de inflación y algunas ventajas
comparativas, pero podría ser mejor si hay un cambio para una
estrategia que fluya conforme su historia y la geografía como
algo natural.
En esa dirección hay intereses económicos que el presidente de
México Enrique Peña Nieto sintetizó al proponer una alianza
estratégica de su país con Guatemala y EE.UU. En 2013, el
presidente guatemalteco Otto Pérez Molina en septiembre de ese
año replicó en el mismo sentido en la Asamblea de Naciones
Unidas al expresar que economía de su país estaba ligada a la
de México y de EE.UU. y se debían afianzar esos lazos
151 El País, versión digital, Madrid, 29 de septiembre 2013.152 Monterrosa, Gabriela; Lezcano, Norma, Expansión a paso firme, Empresas & Negocios, San Pedro Sula, Septiembr-Pctubre 2013.
173
tripartitos: “El futuro de Guatemala lo vemos claramente
vinculado con la economía de este hermano país vecino, por lo
que estamos buscando estrechar nuestras relaciones en campos
como la energía, el transporte y la logística, la modernización
aduanal y el mejoramiento de la seguridad en los pasos
fronterizos, así como la batalla común contra el hambre y por la
paz en nuestros países… Hemos expresado al gobierno de los
Estados Unidos de América nuestro claro interés en alinear
nuestras políticas con aquellas que promueven el progreso y la
seguridad entre los pueblos de México y Estados Unidos.
Guatemala desea una alianza tripartita por la prosperidad con
México y Estados Unidos que sirva de punto de apoyo para una
sólida vinculación con los países del Sistema de Integración
Centroamericana, y que a su vez se constituya en una plataforma
para el progreso en toda la zona del Caribe”.153
Hay fuerzas económicas naturales que tienden a integrar cada vez
más a Mesoamérica con el norte y Colombia al sur. Más del 50
por ciento de la población depende de negocios y remesas
vinculadas con Estados Unidos y México y la inversión colombiana
es natural que se expanda en Centroamérica. Ello muestra con
claridad razones adicionales para la forjar una unidad norte-
mesoamericana que llegue a Colombia, lo que antes podría
153 Discurso en las 68 Asamblea de Naciones Unidas, 26 de septiembre 2013.
174
considerarse un anatema nacionalista, como lo fue en su momento
la propuesta de México hecha en 1989 a EE.UU. de integrarse a
través de un tratado de libre comercio como el que suscribieron
poco antes EE.UU. y Canadá.
La realidad futura indica que el mundo multipolar es una
realidad pero también que América Latina respecto del mundo ha
mantenido igual participación porcentual en la producción
mundial desde hace cincuenta años y seguirá así en el futuro. En
tanto los países desarrollados bajaron su participación del
sesenta al treinta por ciento en la actualidad, mientras en los
países emergentes, en especial de Asia, han alcanzado el sesenta
por ciento y avanzarán aún más. El declive estadounidense no le
conviene a ninguno en Mesoamérica y hay que hacer esfuerzos
conjuntos ante el desborde la competencia, en especial asiática.
Entretanto, hay algunos logros. Las Metas del Milenio a
cumplirse en 2015 registraron avances importantes en los países
centroamericanos. Por ejemplo, Guatemala disminuyó la pobreza
crítica al trece por ciento, mientras la cobertura educativa
avanzó al noventa y ocho por ciento, aunque con una pobre
infraestructura. Pero ocupa aún los primeros lugares en
corrupción y violencia criminal, lo que disminuye su
175
competitividad para atraer inversionistas, particularmente
foráneos, como sucede en sus países vecinos, salvo México.
El esfuerzo doméstico es importante y cumplir condiciones
mínimas de orden institucional para poder llevarlo a cabo. Eso
sólo es posible con el acompañamiento de políticas públicas
claras y consensuadas. En ese sentido, la definición de la
política exterior de Estado de Guatemala debe integrar a todas
las políticas domésticas de Estado ya consensuadas con la
sociedad civil (educación, nutrición, capacitación, trabajo,
migración, producción, comercio, moneda, seguridad…), para
darles su proyección y cooperación con sus vecinos de su área
geográfica en primer lugar y, luego, con la Comunidad
Internacional. Los esfuerzos mancomunados por avanzar en la
dirección correcta incluirán acciones moderadoras para resolver
en paz los diferendos fronterizos, con la consigna que la ley
última, como decía Cicerón, es la que beneficia a la
sociedad, en este caso de Guatemala y sus hermanos de la
región.
176
Anexo
Conferencias interamericanas
I Conferencia Panamericana de 1889, Washington. Se realizó ainiciativa de la Casa Blanca para aumentar el comercio con el restode América Latina. También preservar la paz, la formación de unaunión aduanera, mejorar las comunicaciones entre los puertos,adoptar el patrón plata, uniformar sistemas de pesos y medidas,derechos de patentes, autor y marcas, medidas sanitarias y decuarentena para los barcos. Asistieron los gobiernos delhemisferio, salvo República Dominicana. Al no ser ratificado elacuerdo por los congresos de varios países, incluso del anfitrión,se estableció la Oficina Internacional de las RepúblicasAmericanas.
II Conferencia Panamericana de 1901, realizada en México. Se aprobóla creación de la Oficina Panamericana de la Salud (OPS).
III Conferencia Panamericana de 1906, en Río de Janeiro.
IV Conferencia Panamericana de de 1910, en Buenos Aires. La entidadpasa llamarse Unión Panamericana.
V Conferencia Panamericana de 1923, Santiago, Chile.
177
VI Conferencia Panamericana de 1928, La Habana, Cuba. Asiste porprimera vez un Presidente de los EE.UU. Calvin Coolidge. Se aprobóel Código de Derecho Internacional Privado.
VII Conferencia Panamericana de 1933, Montevideo, Uruguay.
Conferencia interamericana de Consolidación de la Paz de 1936,Buenos Aires. Asiste el presidente. Franklin Delano Roosevelt.
VIII Conferencia Panamericana de 1938, Lima, Perú.
Reuniones de ministros de relaciones exteriores se realizaron conmotivo de la II Guerra Mundial entre 1939 a 1942 enPanamá, La Habana, Río de Janeiro.
Conferencia Interamericana sobre Problemas de la Guerra y de la Pazmarzo de de 1945, Chapultepec, México.
Conferencia Interamericana para el Mantenimiento de la Paz y laSeguridad del Continente de 1947, Río de Janeiro. Se establecen lasbases del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) oTratado de Río;
IX Conferencia Panamericana de 1948, Bogotá. Se firma que la Cartade la Organización de los Estados Americanos en sustitución de laUnión Panamericana. Además, se aprueba el Tratado Americano deSoluciones Pacíficas y la Declaración Americana de los Derechos yDeberemos del Hombre. (Durante la misma se dio el “Bogotazo”).
X Conferencia Panamericana de 1954. Se aprobaron resolucionessobre propaganda y actividades comunistas y se condenó al gobiernode Guatemala, con la abstención de México. Se declaró el fin delcolonialismo en el hemisferio. Esta fue la última ConferenciaInteramericana. Desde entonces se realizan reuniones de ministrosde asuntos exteriores o conferencias especiales bajo auspicios dela OEA.
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