Historia de las Relaciones Internacionales de Guatemala

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Relaciones Internacionales de Guatemala (1821-2013) Fernando González Davison 1 1 Abogado guatemalteco con estudios de postgrado en Estudios de Desarrollo en las Universidades de París y Ginebra, y Relaciones Internacionales por la de Costa Rica-Flacso. Tiene experiencia en relaciones diplomáticas, planificación e historia de Centro América. Fue embajador en Perú, Japón, Chile, Uruguay y Argentina, concurrente con Singapur, Bolivia y Paraguay. Profesor en el área de Relaciones Internacionales. 1

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Relaciones Internacionales de Guatemala

(1821-2013)

Fernando González Davison1

1 Abogado guatemalteco con estudios de postgrado en Estudios deDesarrollo en las Universidades de París y Ginebra, y RelacionesInternacionales por la de Costa Rica-Flacso. Tiene experiencia enrelaciones diplomáticas, planificación e historia de Centro América.Fue embajador en Perú, Japón, Chile, Uruguay y Argentina, concurrentecon Singapur, Bolivia y Paraguay. Profesor en el área de RelacionesInternacionales.

1

A

Edelberto Torres-Rivas, Gert Rosenthal, y René Poitevin (in memoriam)

INDICE

I. Declive hispano, ascenso británico y de EE.UU.…….. 3

II. Guatemala, entre Londres y Washington.…………….16

III. Bajo la influencia de México y EE.UU. ……………...24

IV. Pax Americana…………………………………………30

V. Impacto de la Guerra Fría……………………………..44

VI. Dependencia de Washington…………………………..55

VII. Guerras en Centroamérica……….…….………………58

VIII. Neutralidad de Guatemala……………………………..61

2

IX. Democratización en un mundo unipolar……………….71

X. Desafíos del siglo XXI …………………..….................84

XI. Retro perspectivas……………………………………..85

Anexo…………………………………………………………..94

Bibliografía……………………………………………………..96

PrefacioHistoria magistra vitae est.

La aproximación histórica de las relaciones internacionales de

Guatemala no puede entenderse sin incorporar la de sus vecinos,

su desarrollo económico-social y sus estados, desde inicios del

siglo XIX al presente y futuro. El tiempo en ese espacio

mesoamericano registra los acontecimientos del istmo, México y

Norte América, recibiendo olas políticas y culturales

iberoamericanas.

Se resaltan en el tiempo las tensiones propias de los nuevos

estados cuasi independientes, como el guatemalteco, presionados

por las grandes potencias europeas en el siglo XIX. Luego, al

siguiente, por EE.UU. de manera preponderante y, al estar por

3

concluir la Guerra Fría. Moscú apoyó a la insurgencia

centroamericana en los Ochenta, hasta que colapsó.

En ese lapso, lejos estaban las posibilidades de diseñar

políticas exteriores autónomas porque tampoco las había en el

plano doméstico. Prevaleció el “anticomunismo” más bien como

una consigna que nutrió tanto la política exterior e interior

Guatemala, bajo la guía de Washington, como sucedía respecto de

sus satélites dirigidos por Moscú.

Pese a los discursos de unidad latinoamericana, imprácticos

desde la independencia, se lograron establecer, con la venia del

país hegemónico, varios procesos de integración a partir de

1960. Algunos exitosos, como el Mercado Común Centroamericano,

porque los demás no lo fueron, salvo el MERCOSUR que surgió en

los Noventa, aunque ahora ambos están en problemas. En 2012 se

creó la comunidad latinoamericana CELAC sin la presencia de

Estados Unidos en ese foro.

En ese escenario multipolar del poder, lleno de incertidumbres,

Guatemala y sus hermanos centroamericanos tienen que adecuar

varias estrategias para sobrevivir: La primera, de convergencia

con EE.UU. (mayor socio comercial, remesas en billardos de

dólares de emigrantes y el dinero del narcotráfico). La

segunda, de impulsar las culturas latinoamericanas, y de

perfeccionar los procesos de integración existentes, hacia la

unidad y concertación del subcontinente. La tercera, la relación

especial con la Unión Europea, y la cuarta, con Japón y China

en particular, que brillan como estrellas en el Extremo Oriente.

FGD

4

I. Declive hispano, ascenso británico y de EE.UU.

Durante los siglos XVII y XVIII la decadencia de España fue

evidente. Entre otras cosas, no pudo suplir los productos

industriales que demandaban sus colonias ni protegerlas bien al

declinar su flota naviera. Por el contrario, el poder británico

aumentó al tiempo que inició la revolución industrial, que lo

puso a la cabeza de la tecnología, influyendo a escala global

al ampliar sus dominios en los cinco continentes. Siguiendo una

clara estrategia global, los británicos se apoderaron de varias

colonias españolas y holandesas como Jamaica, Curacao, Ciudad

del Cabo… En 1783 y 1786 Madrid le dio a Londres en concesión

partes de la costa de Belice hasta el río Sibún, pero mantuvo su

soberanía. Los ingleses requerían bases marítimas en el mundo

para ampliar los mercados para sus manufacturas. No obstante,

tras una cruenta revolución, perdieron la mejor de sus colonias

en cuyo territorio se formaron los Estados Unidos de América.

Así, este nuevo Estado se convirtió en un actor internacional

de primer orden en el hemisferio americano. Se comprobó al

5

triunfar de nuevo contra los ingleses al quitarle parte de los

territorios canadienses en 1810 y al adquirir Louisiana a

Napoleón de una manera un tanto impositiva, seguida por la

compra de Florida a España. La nueva nación dispuso de un

territorio similar al de toda Europa.

Por su parte Londres mantuvo la hegemonía marítima en el mundo

tras vencer en la batalla naval de Trafalgar en 1805 a las

flotas francesa y española combinadas. Madrid declinó y aún más

cuando fue ocupada por Napoleón a partir de 1808. La ocupación

francesa dio cause a los primeros gritos y movimientos

independentistas de algunas colonias hispanas, y a la guerra

nacional española contra al poder francés. Ambos movimientos

fueron apoyados por Londres. Delegados de las colonias y

españoles en Cádiz redactaron bajo el fuego francés la liberal

Constitución de Cádiz y la firmaron. Empero, tras concluir la

ocupación francesa en 1814, vuelto Fernando VII al poder, éste

se preocupó más por atender sus territorios en Italia que de sus

colonias. Así, dejó campo libre al contrabando de mercancías

inglesas en ellas. Entretanto, Londres auxilió a Simón Bolívar y

a José de San Martín (que también recibió ayuda financiera de

Washington) para asegurar la independencia de los nuevos estados

sudamericanos. Así los productos manufacturados británicos

entrarían libremente a estos mercados. Londres les ofreció a

6

los ya países independientes novedosos créditos bancarios al

saber que sus arcas estaban vacías. Por su parte, como era

natural, Estados Unidos, convirtiéndose en una potencia

marítima, también secundó tales esfuerzos independentistas con

los mismos objetivos. En ese contexto, Guatemala, luego de ser

una colonia olvidada por España, se configuró en un área

estratégica por la posibilidad de construir un canal

interoceánico, que la dejó bajo la mira de varias potencias.

Londres no sólo ocupó la porción beliceña indicada, que era

parte de la audiencia de Guatemala, sino que pretendió ampliarla

a lo largo de sus costas, como sucedería.

En 1820 fue derrocado temporalmente el rey absolutista español

Fernando VII por un golpe militar dado por el general Rafael

de Riego2, héroe de la lucha contra las tropas francesas, quien

impuso un gobierno liberal y dio vigencia a la Constitución de

Cádiz de 1812, a la que obligó a jurar al mismo rey. Ésta

permitió la libre opinión, la reducción de los privilegios de la

Iglesia y de las casas que gozaban del monopolio comercial vía

los Consulados de Comercio y otras medidas liberales para

acercar la metrópoli a las colonias. Por supuesto que ello

2 El uno de enero de 1820 tuvo lugar cerca de Sevilla el pronunciamiento militar del teniente coronel Rafael de Riego, quien había recibido el encargo del rey de dirigir una expedición contra losinsurgentes en las colonias de América. En lugar de ello, tomó el poder de facto, hizo que el rey jurara la Constitución de Cádiz e inició el trienio liberal, que concluyó en 1823, cuando las tropas francesas devolvieron el poder absoluto al despótico monarca español.

7

causó conmoción entre la jerarquía de la Iglesia y miembros de

dichos consulados en el Virreinato de Nueva España y la

Capitanía General del Reino de Guatemala. Los militares del

virreinato, a la cabeza de Agustín Iturbide, se rebelaron

contra el gobierno liberal español secundando a su elite, por

considerar denigrante el trato de provincia en lugar de

virreinato. En tal sentido suscribieron el Plan de Iguala, que

precisaba que sólo obedecerían al rey Fernando VII cuando

volviera al poder. La elite en Guatemala consideró oportuno

acercarse a Agustín Iturbide, militar mexicano que se rebeló con

otros colegas, y se hizo del poder “trigarante”. La familia

Aycinena desde Guatemala le envió en abril de 1821 los primeros

mensajes de alianza. Para los intelectuales liberales la defensa

de la monarquía no era de su agrado. Empero, ignorando esa

correspondencia, secundaron a los Aycinena a emitir una

declaración de independencia antes que el pueblo la emitiera.

Dicha familia ya disponía del Plan Pacífico para asegurar el

monopolio comercial, los puestos a las autoridades hispanas y

los privilegios a la Iglesia. El Plan defiende la fe católica y

la alianza “natural” con España. En agosto la correspondencia

indicada precisó que tendrían que venir tropas mexicanas para

lograr la independencia de la Audiencia y Capitanía General de

Guatemala, pues la de México fue un hecho ya en julio y agosto

8

de 1821. Por ello, se invitó a las autoridades de Guatemala a

unirse a dicho plan, con la idea de forjar el imperio mexicano.

Chiapas fue la intendencia que primero aceptó separarse y unirse

a México. En la capital de Guatemala se declaró la independencia

de la Capitanía el 15 de septiembre de ese año. No rompió el

pacto colonial en definitiva sino parece una denuncia, pues

continuó Gabino Gaínza como encargado de la Capitanía General de

Guatemala, quien debería convocar a un congreso para ratificar

la misma y darse una ley fundamental. Ese mes arriba a México el

nuevo virrey español y, luego de negociar, aceptó la

independencia mexicana como un hecho consumado. Iturbide deseó

crear un imperio que se extendería de la Alta California,

colindante con Canadá, hasta la provincia de Costa Rica, en la

frontera de Nueva Granada, la futura Colombia. En términos

geográficos la unidad de ese vasto espacio parecía muy natural.

Pero asegurar el control efectivo sobre esos espacios sería un

gran desafío para los nuevos estados, muy superior a sus

posibilidades, como sucedió en la América hispana al

desmembrarse.

Dada la comunidad de intereses clericales y de los miembros del

consulado México y Guatemala, más la efervescencia de algunos

liberales, que pudieron superar dudas, se dejó pendiente

realizar un congreso centroamericano para definir la

9

Constitución. Desde la declaratoria de independencia la estable

Capitanía General del Reino de Guatemala liberó las tensiones

ocultas en su interior: Las intendencias de Nicaragua, Honduras

y Chiapas se mostraron reacias y solicitaron la protección del

imperio mexicano para no seguir bajo el control comercial de los

Aycinena y otras familias patricias. Estas familias conjuraron

con las de México para unirse para hacer a Centroamérica parte

del referido imperio. Pero anular la convocatoria a un Congreso

centroamericano no era fácil de hacer. Los criollos consideraban

que una monarquía podría administrar mejor tan vastos espacios,

pero no existían bases firmes. Esas bases eran más frágiles en

la capitanía de Guatemala. Desde esa perspectiva, fue un error

la anticipada independencia centroamericana, porque respondió a

eventos de la metrópoli y de Nueva España, convertida ahora en

imperio, según el interés de la élite clerical y comercial de

“las familias”. Algunas sublevaciones campesinas mayas como la

de Atancio Tzul en Totonicapán ciertamente hicieron temer al

reducido grupo de criollos que los forzó a hacer una alianza

con México.

En enero de 1822 se calmaron los ánimos cuando la mayoría de

municipalidades centroamericanas se adhirieron a dicho imperio.

Iturbide estaba interesado en el istmo para así proteger su

flanco sur y beneficiarse de la eventual construcción de un

10

canal interoceánico (según expuso Alexander von Humboldt a

Thomas Jefferson en 1804)3.

Las voces disidentes en San Salvador provinieron de sus

dirigentes, señalando que preferían unirse a Estados Unidos

democrático que a un imperio de corte monárquico y se negaron

aceptarlo. Partió en 1822 a EE.UU. el salvadoreño Manuel José

Arce para hacerlo del conocimiento de sus autoridades. Al

visitarlas, tomaron nota y vieron con buenos ojos su deseo de

recibir ayuda a su causa pero no se decidieron.4 El objetivo de

procurar la protección de EE.UU. sería una constante en el

futuro. Para el salvadoreño Matías Delgado, la “potencia más

feliz de la tierra”5 debía proteger al istmo, no un monarca

inventado.

La cruda realidad mostraba que las arcas del virreinato y

audiencia estaban sin fondos para financiar ese gran proyecto.

No obstante, se envió un contingente militar mejicano al frente

de Vicente Filísola para imponer el orden imperial a los

rebeldes de San Salvador. Al año siguiente se disolvió el

imperio por rencillas al interior del estamento militar.

3 Alexander von Humboldt, Cartas de America. 1799–1804. Editadas porUlrike Moheit. Moheit, Ulrike (editor). Alexander von Humboldt: Briefeaus Amerika. 1799–1804, Akademie Verlag, Berlin, 1993.p. 298.4 Vázquez Olivera, Mario, La República Federal de Centroamérica 1823-1838, Universidad José Matías Delgado, San Salvador 2012, p. 53.5 Ibid, p. 55.

11

Filísola fue mandado a volver a México en 1823. Así, cobró

treinta mil pesos para sufragar sus costos, dejando sin nada al

fisco local y sin fuerza militar. Ante el caos que su vacío iba

a desatar, convocó al congreso indicado en el Acta de

Independencia de 1821 de Guatemala, para dotar de una

Constitución a los centroamericanos. Filísola dejó un pelotón

en Chiapas para anexarla a México. No obstante, sus autoridades

quedaron sin decidir por más de un año si se unirían a México o

a la naciente nación centroamericana, pues ambos tenían

partidarios.

Entre controversias, se estableció la república Provincias

Unidas de Centro de América el primero de julio de 1823, dándole

tiempo a Chiapas para que tomara la decisión de su interés6.

Hubo un fuerte movimiento de “Chiapa libre” que sacó a las

tropas mexicanas, pero volverían entre protestas

centroamericanas7. Ambos gobiernos entretanto planearon

actividades conspirativas. Para México era estratégico mantener

a Chiapas bajo su soberanía y lo logró en 1824, mientras

Centroamérica careció de una coherencia semejante. Soconusco fue

luego otra controversia y casi se estuvo al borde de la guerra

al año siguiente. Entretanto, el canciller centroamericano

Marcial Zebadúa envió delegados a México, EE.UU., Colombia y a

6 Vázquez Olivera, Mario, Chiapas, años decisivos, Universidad de Artesy Ciencias de Chiapas, Tuxtla Gutiérrez, 2010, p. 50.7 Ibid, p. 30.

12

la capital británica para articular la “defensa política”, pues

no podía hacerla de manera militar. Se instó a EE.UU. a

participar en el Congreso de Panamá auspiciado por Simón Bolívar

para defenderse de la amenaza europea, pues tropas francesas

impusieron a Fernando VII en el poder, quien deseó recuperar sus

colonias. Se propuso al Secretario de Estado Henry Clay darle la

concesión del canal interoceánico a cambio de garantizar la

defensa centroamericana, pero no tuvo eco8. Lo cierto es que el

enviado de Arce, José Cañas, y Clay, suscribieron en diciembre

de 1825 un Tratado de Paz y Amistad, Comercio y Navegación, que

Clay destacó por su americanismo y liberalidad, con términos de

reciprocidad, que sirvió de modelo para otros países.9 Empero,

no aceptó tan tentadora oferta a cambio de dar protección al

istmo. Eso fue un revés para los centroamericanos al quedar

indefensos, pues su estado federal no era viable de manera

autónoma. No formó arco alguno de solidaridades real para el

millón de habitantes, con una minoría criolla, en un espacio de

medio millón de kilómetros cuadrados, ni sembrado alguna idea

nacional.

La Constituyente había decretado en 1824 una constitución

federal, libre de España y de México. Guatemala adquirió un

8 Ibid, p. 38.9 Ibid, 63.

13

estatuto de Estado o provincia dentro de la república federal.

Heredó una burocracia dispersa de setecientos empleados a lo

largo del istmo. En dicho Congreso figuraban dieciséis diputados

conservadores y doce liberales. Entre conflictos se dieron

elecciones para presidente de la república. Salió electo el

coronel Manuel José Arce en unas elecciones alambicadas, pues

José Cecilio de Valle obtuvo mayar cantidad de votos. No

obstante, tomó posesión en 1825. Su tenaz oposición a la corona

española y luego al imperio mexicano le daban legitimidad.

Varios campos antagónicos domésticos dividían a las facciones

criollas: Por un lado, los intereses de los productores de las

provincias (liberales) que se habían sumado al imperio para

estar lejos de las “familias” que controlaban el comercio, o sea

las “familias” de alcurnia (conservadoras) residentes en la

capital de Guatemala. Entre los “liberales” estaban los de El

Salvador que no aceptaron el Plan de Iguala y rechazaban el

liderazgo de las “familias” deseosas de mantener sus privilegios

comerciales y su red patricia centroamericana. Entretanto, Arce

en la presidencia fue siendo cooptado por “las familias” y a

alejarse de sus pares salvadoreños.

Ante las noticias de una invasión española para recuperar sus

colonias, Arce propuso constituir un ejército de inmediato, pero

el Congreso restringió sus poderes en ese sentido, lo que motivó

14

cierto vacío de autoridad. Entretanto, la nueva república

estaba amenazada por las pretensiones británicas de ocupar aún

más sus costas en el Caribe, mientras Nueva Granada pretendía

quedarse con una región de Costa Rica (Bocas del Toro) y algunas

islas frente a Nicaragua. A la vez, México ocupó Chiapas y quiso

también Soconusco. Arce solicitó la protección de EE.UU. y su

mediación en el asunto de Chiapas y Soconusco. Mientras tanto,

México, Colombia y Londres no reconocían la nueva república

centroamericana por motivos fronterizos. Empero, tropas de

ambos gobiernos desalojaron Soconusco para mantener la disputa

en otros foros dejando “neutral”10 su territorio.

Londres otorgó a la federación un reconocimiento de facto al

enviar en 1825 a un cónsul a Guatemala, sede del gobierno

federal. Al año siguiente recibió a un delegado centroamericano

enviado por Arce, sin poder establecer relaciones oficiales.

Colombia, con Simón Bolívar como mandatario, suavizó la tensión

al sur de la Federación al firmar un tratado de “Liga y

amistad perpetua”, que dejó pendiente el diferendo territorial

entre ambos gobiernos.

Arce lucha también con el jefe político de Guatemala, al tiempo

que dejan de asistir los diputados al Congreso. El Salvador

envía tropas a favor de reestablecer el orden y se inicia la

guerra civil en la batalla de Arrazola, a dieciocho kilómetros10 Ibid, p. 40.

15

de la capital guatemalteca, entre esas tropas y las de la

federación en 1827. El enemigo es vencido y las tropas federales

lo persiguen hasta las afueras de San Salvador, sitiada durante

siete meses.

Entretanto, en el plano externo, la tensión giró en torno a

Chiapas pues México la anexó por la fuerza, mientras el poder

federal se debilitaba con esa guerra prolongada, dando lugar a

una relación accidentada entre ambos vecinos. El gobierno

centroamericano impugnó esa decisión unilateral. Pero México

consideró que dicho espacio era un bastión protector estratégico

ante una débil Centroamérica, ya asechada por los ingleses en

Belice, a punto de ocupar la isla de Roatán frente a

Honduras. Arce logró que los diplomáticos de EE.UU. y México

en Guatemala solventaran el asunto de Soconusco que así quedó

“neutral” como se dijo, pero sería por poco tiempo.

La posibilidad de construir un canal interoceánico motivó el

interés estratégico de varias potencias por Centroamérica.

Debían ocupar partes del mismo para asegurar ese proyecto

futuro, aunque Londres ya se había anticipado. Para dichos

intereses era mejor si Centroamérica se fracturaba. Casí era una

realidad al ver las pugnas entre las provincias y “las

familias”. Londres decidió acentuarlas. La tranquilidad secular

16

de la región se había terminado luego de la fallida anexión

a México y las rencillas comerciales antes ocultas bajo la

dominación hispana. El Reino de Guatemala hubiera continuado

unido pero el caos de la anexión a México desató diversas luchas

intestinas sin un poder central fuerte que las pudiera

neutralizar.

En torno a los espacios, la Constitución federal estableció en

su artículo 5 que “El territorio de la república es el mismo que

antes comprendía el antiguo Reino de Guatemala”. Según el

artículo 6, la federación la integraban Guatemala, El Salvador,

Honduras, Nicaragua y Costa Rica. Se excluyó a Chiapas “hasta

que libremente se una”. En lugar de eso fue anexada como se

dijo. Entretanto, en materia de política exterior, el tema más

importante era el reconocimiento internacional de la nueva

república, especialmente de las grandes potencias. Los nuevos

estados del continente americano, amparados en el derecho

internacional surgido de la Paz de Viena de 1815 y el Congreso

que luego se desarrolló allí, comenzaron su lucha por tal

reconocimiento. Estados Unidos fue el primer país que lo hizo en

1824 y luego México. EE.UU. pronto propuso un acuerdo de amistad

y comercio que se va a hacer efectivo en 1826. La bancarrota de

la nueva república centroamericana era el gran escollo para

financiar las nuevas instituciones mientras la guerra civil

17

quedó en un impasse en San Salvador, mostrando las

contradicciones entre los criollos del istmo.

Paralelo al asunto de Chiapas se mantuvo el diferendo por

Soconusco. En la época precolombina era parte del reino Quiché

y luego en la colonia se adscribió a la Capitanía General. Las

desavenencias entre México y sus hermanos del sur por ese

territorio trataron de negociarse en 1825 en el Congreso

Anfictiónico, convocado por Bolívar en Panamá, cuyo objetivo

primario era prepararse ante una invasión española. El delegado

mexicano no aceptó negociar con la república federal. La

diplomacia centroamericana buscó el apoyo de EE.UU. en el

diferendo y pidió su arbitraje. Sin llegar a ningún arreglo, la

desconfianza anterior entrampó la cooperación entre México y

sus vecinos. En ese Congreso también se hizo otro intento para

despejar dudas en la frontera de Costa Rica y Colombia pero

también fue infructuoso.

Pronto la región festejó las victorias de Junín y Ayacucho de

Simón Bolívar que dieron al traste las pretensiones hispanas de

reconquista. En 1826 los plenipotenciarios enviados por Arce a

México y Estados Unidos sin terminar su labor dejaron sus cargos

al estallar la guerra civil en Centroamérica a inicios 1827. La

guerra se dio entre el poder federal, bajo control de las

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“familias” de Guatemala, aunque con Arce en la presidencia, y

los productores de colorantes y ganado de las provincias,

dirigidos por El Salvador, cuyo gobierno sufrió la envestida de

las tropas de Guatemala, bajo la bandera federal. Por no asestar

el golpe, Arce fue obligado a renunciar a favor del

vicepresidente Mariano Beltranena, quien luego se negó a

devolver el cargo, una especie de golpe técnico de Estado y

“las familias” mantuvieron el poder dirigiendo la guerra sin

éxito.

Los delegados de Washington y Londres enviaban informes sobre su

desarrollo bélico. El estadounidense informaba a su gobierno el

deseo de México por apoderarse de Centroamérica ante el caos

existente, y aconsejaba a Washington no consentirlo.11

Conforme la constitución federal cada provincia centroamericana

se dio la suya. La de Guatemala rezaba que su territorio

comprendía los pueblos de Chiquimula e Izabal y Castillo de San

Felipe en río Dulce, Verapaz y Petén; Soconusco, Suchitepéquez,

Sonsonate, Escuintla y Guazacapán; Quetzaltenango,

Huehuetenango, Totonicapán, Sololá, Chimaltenango, Sacatepéquez

y la ciudad Nueva Guatemala, capital del Estado. Como paradoja,

la de El Salvador, también incluyó Sonsonate en su propio

11 Toussaint, Mónica y otros autores, Historia de las Relaciones Internacionales de México 1821-2010, Vol. 2, Secretaría de RelacionesExteriores de México, 2011, p. 41.

19

espacio. Al final, este diferendo se negoció favor de El

Salvador.12

La base jurídica territorial fue el uti possidetis como criterio

para delimitar sus respectivos territorios, como se hizo en los

nuevos estados del continente. El problema surgió al confrontar

la realidad con los mapas coloniales españoles que eran

inexactos y sujetos a varias interpretaciones, lo que provocó

diversos conflictos, en especial en áreas agrestes, selváticas o

poco exploradas. El andamiaje legal colonial para asuntos

internos siguió vigente mientras se crearon nuevas

instituciones. La federación nació en un ambiente rodeado por

rumores de una eventual reconquista de España al crearse la

Santa Alianza entre las monarquías europeas, como se dijo, luego

que Fernando VII volvió al poder. Ante ello, la Doctrina Monroe

fue esgrimida por Washington para contener a Madrid en tal

“reconquista”. Londres secundó a los nacientes estados al poder

comerciar libremente con ellos. Estados Unidos firmó con la

república centroamericana un tratado de Amistad en 1826, año en

el cual el estado centroamericano, sin recursos, suscribió un

crédito con firmas inglesas, dando nacimiento a la “deuda

inglesa” centroamericana. Sus fondos se esfumaron en la guerra

entre “las familias” y las provincias.

12 González Davison, Fernando, Guatemala, Política Exterior, Iripaz, Guatemala 2001, p. 39 y ss.

20

Las tropas seguían sitiando San Salvador sin dar al asalto

final. La definición bélica la dio un sorpresivo Francisco

Morazán con tropas de Honduras en auxilio del jefe salvadoreño

Mariano Prado, que había resistido la envestida más de un año.

Así, Morazán, con tropas frescas, vence al poder federal en San

Salvador y, enseguida, hace otro tanto en Guatemala en 1828,

donde concluyó la guerra con un pacto entre él y “las familias”

que no cumplió13. La guerra dejó sin recursos a la federación y a

los estados,14 quebrado el proyecto federal. La elite

capitalina, las cien “familias”, fue desterrada por Francisco

Morazán con el aval de Francisco Barrundia que asumió la

presidencia federal sin recato. Desterraron a las órdenes

religiosas y les confiscaron sus bienes como a “las familias”.

Arce , perseguido, huyó a México.

En ese lapso, el gobierno protesta por la ocupación inglesa de

Roatán, declara la guerra a España que pretende ocupar México e

interviene y confisca los bienes de los españoles, al tiempo que

bloquea el comercio con España. La confiscación favorece a su

grupo al quedarse con ellos. El bloqueo contra los productos

de España favoreció a los comerciantes ingleses en Belice y se

13 Luján Muñoz, Jorge, El Gobierno de Manuel José Arce, Historia General de Guatemala, Tomo IV, Asociación de Amigos del País, Guatemala 1995, p. 51 y ss.14 Townsend Ezcurra, Andrés, Las Provincias Unidas de Centroamérica:Fundación de la República, Editorial Costa Rica, San José 1973.

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volvió la “bodega” de Centroamérica. Éstos obligaron a usar

su puerto para el comercio de importación y exportación de la

federación. En los edificios de los conventos se instalaron las

oficinas públicas. Se cerró la Catedral de Guatemala y quedaron

ambulando algunos pocos curas del bajo clero a lo largo de una

dificultosa geografía del istmo.

Morazán asumió en 1830 la presidencia federal y se mantuvo en el

poder el resto de la década. Recibió el poder federal con casi

cinco millones de deuda pública. Con él van a dominar el

escenario político los liberales Francisco Barrundia, Pedro

Molina y Mariano Gálvez, este último, como jefe de Estado de

Guatemala.

En 1831 Arce incursionó con la venia de México con un

contingente militar en el “neutral” Soconusco. Sin darle tiempo

a Arce de atacar las tropas de Guatemala lo desbandaron. México

ignoró las protestas y las relaciones se nublaron más, al

saberse que Arce había negociado, a cambio de su apoyo, ceder

Petén a México si ocupaba el poder de nuevo. Entretanto, México

pasó a ocuparse de su vecino del norte por la pérdida de Texas y

de una invasión francesa. Morazán pudo aprovechar el lapso para

incursionar en Soconusco, pero no se lo permitieron las

continuas pequeñas guerras con los estados de la federación,

renuentes a financiar su gobierno federal.

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Logró el reconocimiento de Francia a través de un acuerdo de

comercio y navegación vía un delegado que envió a París. Allí

solicitó en vano su mediación en el diferendo con México.

Negoció con los Países Bajos el acuerdo para construir un canal

interoceánico que no prosperó. El caos reinaba en el istmo.

Morazán trasladó la capital federal a San Salvador para obligar

a su élite a pagar su cuota cosa y, así, se enemistó con su

antiguo aliado Mariano Prado. Su gobierno parecía un fantasma a

la deriva, yendo a cada capital de los estados a buscarlos,

librando batallas, como describe el cónsul inglés Frederick

Chatfield, pues sólo el de Guatemala lo financiaba aunque de

manera insuficiente.15

Cuando en 1831 México propuso una alianza hispanoamericana para

enfrentar la expansión estadounidense, Morazán no respondió

dado el bajo nivel en las tensas relaciones y su canciller

Pedro Molina reiteró las demandas sobre Soconusco. Mariano

Gálvez, Jefe de Estado de Guatemala, dio ayuda a grupos opuestos

a México en Chiapas.

Morazán perdió las elecciones a la presidencia federal en 1834

pero el electo José Cecilio del Valle murió y, por segunda vez

15 Rodríguez, Mario, Chatfield, Cónsul Británico en Centroamérica,versión castellana de Raúl Cálix Pavón, editada por el Banco Centralde Honduras, Tegucigalpa, 1970, p. 87.

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electo, no ocupó la presidencia. En un giro inesperado, Morazán

siguió ocupando el cargo un periodo más.

Mariano Gálvez (en la jefatura del Estado guatemalteco de 1831 a

1838), miembro de la flor y nata de la sociedad capitalina,

según Griffith, escogía y pagaba a sus diputados. (Algo que

imitaría el diplomático inglés cuando se discutieran medidas

anti inglesas). Así, llegó a controlar a los diputados de su

Estado y de la federación, el poder detrás del trono.16 De

hecho, sostuvo a Morazán ante los estados disidentes. Controló

su Estado al dividirlo en cuatro comandancias militares.

Anticlerical como Morazán, dio tolerancia religiosa y autorizó

el matrimonio civil con opciones de divorcio. Mejoró la

universidad (La Academia) y tuvo deseos de universalizar la

educación, al punto que inició un programa para que los grupos

mayas abandonaran su cultura. Emitió el Código Livingston para

que los jurados intervinieran en la justicia y decretó la

obligación de registrar la propiedad inmueble. Además, junto a

Morazán, dieron concesiones a intereses británicos y belgas, que

alarmaron a los pobladores que se rebelaron para defender sus

tierras.

16 Griffith, William, El Gobierno de Mariano Gálvez, Historia General de Guatemala, op. Cit. p. 75.

24

Entretanto, Gálvez dio inmensas concesiones de tierra a

ciudadanos ingleses en Verapaz, colindantes al establecimiento

de Belice. Luego hizo otro tanto a Juan Galindo, súbdito

británico pero irlandés, al darle Petén. Él tensó relaciones que

impulsaron al delegado británico en Belice a ampliar la

ocupación inglesa al río Sarstún de manera prepotente. Gálvez,

al protestar, temiendo que pudiera ocupar Petén, envió a Galindo

como su delegado a Londres. El nuevo canciller federal Miguel

Álvarez envió una nota a su par estadounidense, informando de la

misión de Galindo, en la cual hizo énfasis en que los británicos

no tenían derechos soberanos sobre Belice. Galindo llegó a

Washington mientras el presidente Jackson se interesa por el

canal interoceánico, en razón que los holandeses se olvidaron

del tema ante la insurrección de los belgas. Galindo solicitó se

aplique la doctrina Monroe y se envíe un mensaje a Londres en

ese sentido como Álvarez ha solicitado. El Foreign Office no

reconoció a Galindo como diplomático por ser súbdito británico y

su misión en Europa fracasó.17 Por si eso fuera poco, en 1838 fue

ocupado el distrito Bocas del Toro por tropas a la orden de

Bogotá. Un año atrás, Gálvez confirmó la soberanía en el

establecimiento de Belice.

Entretanto, las políticas de Gálvez azuzaron al campesinado

pardo y maya, agravado por el hecho de haber dado en concesión17 Vázquez Olivera, p. 72.

25

el territorio de Chiquimula, que abarcaba el oriente del país, a

firmas inglesas, lo que era una contradicción: Gálvez estaba

esperanzando en recibir colonos europeos para mejorar... Además,

creó un impuesto general de dos pesos por persona y medidas

contra la cultura maya. El resultado fue una rebelión campesina

encabezada por pequeños finqueros e indígenas de oriente de

Guatemala, que clamaban contra esas medidas y porque se iban a

morir por el cholera morbus, sin saber que se había iniciado en

Belice, y perder sus tierras a favor de extranjeros.

Ante el temor de que se generalizara esa rebelión campesina

entre los maya-quichés, los criollos de Quetzaltenango pidieron

a Gálvez en 1838 que aprobara la secesión de Guatemala de ese

territorio. Al lograrlo, lo llamaron Estado de los Altos, que

Morazán también apoyó. Los criollos quezaltecos, sin decirlo en

público, esperaban así arrebatar las tierras fértiles de la Boca

Costa a la aristocracia maya-quiché, respetadas durante la

colonia, trabajadas por siervos quichés al servicio de dicha

aristocracia. Además, impediría el comercio fluido con ciudad de

Guatemala. Al ver ese movimiento rural, en 1839 la aristocracia

quiché se alió al caudillo mestizo Rafael Carrera para que

no permitiera ese despojo. Esa alianza generó gran fuerza pues

los grupos mayas representaban el setenta y cinco por ciento de

la población.

26

La federación en enero de 1839 se disolvió en San Salvador por

los delegados liberales y el recién llegado delegado de Gálvez

en el parlamento centroamericano, el marqués de Aycinena, obispo

y otrora líder de “las familias”. Ese mismo mes venció el

periodo presidencial de Morazán, pero él se hizo dictador de El

Salvador por la fuerza de sus tropas, con la meta de derrotar a

Carrera, aliado de Ferrara, su enemigo. En febrero Carrera ocupó

y tomó el poder en Guatemala. Éste se convirtió en un caudillo

en el poder con similares características clientelares y de

apoyo popular observadas en América del Sur en otros personajes,

fruto singular de los procesos que siguieron a la independencia

en la región18.

dejando formalmente en la jefatura del Estado a Mariano Rivera

Paz. Este en julio aceptó que Guatemala anulaba el acuerdo de

Gálvez de 1837, que indicaba que Guatemala poseía la soberanía

sobre Belice,19 mientras Carrera estaba en El Salvador arreglando

el caos, en comunicación con Ferrara. Ambos decidieron impulsar

al hondureño Juan Lindo como nuevo jefe estatal salvadoreño.

Lindo, supeditado a ambos, fundó la universidad local.

La rivalidad entre Londres y Washington por el control de

Centroamérica se hizo sentir ante la posibilidad de construir un

18 Lynch, John, El País, Madrid, 27 de noviembre de 2009.19 Álvarez Olivera, p. 96

27

canal interoceánico. Washington estimuló la expansión, la

independencia de Texas y pretendió comprar Cuba a Madrid. Sin

embargo, ante el desconcierto centroamericano, en 1840 el

diplomático estadounidense en el istmo aconsejó que EE.UU. no

financiara ese proyecto porque no había gobierno alguno con el

cual se pudiera conversar.20 Los británicos tenían a Belice como

bodega para sus ventas de telas y manufacturas hacia

Centroamérica, mientras exportaban sus maderas finas, y los

países de la región exportaban colorantes naturales. Los

británicos se consolidaron en las Islas de la Bahía, incluida

Roatán, y La Mosquitia. Estaban mejor posicionados que

Washington en el istmo.

Tras perder Texas, México pretendió quedarse con Soconusco.

Mariano Gálvez había fracasado en el intento de apoyar a

secesionistas chiapanecos21. México negoció con Londres como

contrapeso ante el expansionismo Washington22. Morazán quedó en

el limbo, como se dijo, como dictador de El Salvador. Llevó sus

tropas a Guatemala y atacó a Carrera y perdió.

Carrera festejó cuando dejó sin efecto las concesiones dadas

por Gálvez y Morazán a intereses ingleses en Chiquimula al

20 Ibid, p. 76.21 Rodríguez, p. 44.22 Herrera, Octavio, Santa Cruz, Arturo, Historia de las Relaciones Internacionales de México 1821-2010, Vol. 1. América del Norte, Secretaría de Relaciones Exteriores de México, 2011, p. 103.

28

vencer a Morazán. Luego, con su aliado el caudillo hondureño

Francisco Ferrara, forzaron a Morazán a huir a Panamá.

Aprovechando esas luchas, tropas mexicanas ocuparon Soconusco

por órdenes del general López de Santanna, para compensar las

pérdidas ante EE.UU. Carrera envió tropas a confrontarlas pues

fue llamado por los indígenas del lugar pidiendo liberarse de

los impuestos abusivos dispuestos por Santanna, sin lograr su

cometido. Carrera empero logró reincorporar el Estado de los

Altos a Guatemala. Ferrara lo invitó a sacar a los ingleses de

la Mosquitia pero, faltos de recursos, le respondió que debían

esperar mejores tiempos. El problema de la falta de dinero

motivó que los créditos forzosos a la elite financiaran sus

débiles gobiernos. De las cien “familias” guatemaltecas

pudientes que Morazán expatrió en 1828, sólo retornaron diez,

entre ellas las familias Aycinena, Pavón, Piñol, Arzú,

agradecidas porque Carrera les abrió un espacio político y

devolvió sus bienes. A los liberales también les dio parte de la

gestión del Estado, ambos grupos bajo su control, sustentado en

su estamento rural en armas, semilla del ejército guatemalteco,

y el campesinado de diversas etnias.

México se encontraba en mejores condiciones para ejercer su

influencia en una Centroamérica dividida pero atendía qué hacer

29

con el vecino del norte. Así, los caudillos Carrera y Ferrara

planearon desalojar a los ingleses de las costas hondureñas.

Rompieron relaciones comerciales con Londres y, estando a punto

de iniciar la acción bélica en 1842, Morazán arribó con tropas

en las playas de El Salvador. Las fuerzas guatemaltecas, ya

listas para la expedición contra los ingleses, se dirigieron a

expulsar al ex presidente. Y lo hicieron huir de nuevo, esta vez

a Costa Rica. Allí, al legar, tras un golpe de Estado, Morazán

asumió el poder “tico”. Meses después, al proclamar que iba

atacar Nicaragua para refundar la república federal y pedir

créditos forzosos, el pueblo se levantó en armas, lo capturó y

un pelotón lo fusiló.

Es preciso hacer una pausa y analizar las razones del fracaso

federativo del istmo. Además de desavenencias y conflictos

internos, a veces regionales, los desacuerdos de las élites

económicas y políticas fueron las raíces de ese desenlace. El

esquema político devino muy diferente al de la colonia.

Centroamérica pasó a ser un espacio estratégico y por tanto de

interés de varias potencias, en particular del imperio

británico, México y Colombia, observándose cierta apatía aún de

Washington que no quiso hacer del istmo un protectorado.

30

II. Guatemala entre Londres y Washington

Entretanto, los ingleses, usando a Belice como su sede regional,

coronaron a un nativo como rey Mosco cuyo territorio real era la

costa atlántica centroamericana. Así, consolidaron su posición

hasta la Mosquitia de Nicaragua y parte de Costa Rica. Carrera y

Ferrera sin recursos, debido al gasto público que representó la

lucha contra Morazán, sólo protestaron contra esa ocupación

ilegal. Mientras tanto, el cónsul inglés Chatfield se les

acercó de nuevo para tratar de chantajearlos y así se

reiniciaron las relaciones comerciales con Londres, obviando el

asunto sobre Belice y la Mosquitia así como el reconocimiento

inglés a sus estados. México ocupó Soconusco de nuevo ante la

protesta guatemalteca y allí pasó ser parte de Chiapas. Los

caudillos de Guatemala y Honduras dejaron las cosas como

estaban, cada quien tratando de control su difícil situación

doméstica antes de lanzarse a otra aventura militar.

Luego de haber iniciado el cultivo de café con la técnica

aprendida en Costa Rica, el grano comenzó a producirse más,

aunque pocos pudieron predecir en ese momento que iba a

sustituir a la grana y cochinilla como el producto de

31

exportación por excelencia. Londres se volvió el principal

comprador. Faltaban unos años para que en Alemania se inventaran

las anilinas químicas, que dejarían a los colorantes naturales

fuera de mercado. Y comenzó a comprar café.

En 1846 sobrevinieron sendas depresiones tropicales y lluvias

que anegaron el campo como nunca. Ante la magnitud de los

problemas, Carrera y su grupo sabían que no iban a ser capaces

de solucionar y pronto estallaron las rebeliones rurales. Él

buscó el consenso entre liberales, conservadores y el estamento

militar. Así, el 21 de marzo de 1847 juntos firmaron la

creación de la República de Guatemala, democrática, para

superar los desafíos de ese desastre natural y poner a raya a

los montañeses de manera unida. De hecho, fue el primer pacto

social registrado en Guatemala. Estuvieron anuentes y firmaron

los criollos liberales y conservadores, pero también el

estamento de los oficiales montañeses de Carrera, que

representaban intereses del campesinado además de los propios.

Las elecciones celebradas al año siguiente las ganaron los

liberales. Carrera les entregó el poder y marchó a México.

Allí, se percató que la principal amenaza territorial era de

Estados Unidos cuando le quitó la mitad de su territorio, bajo

la consigna del Destino Manifiesto. Antes había sido la anexión

32

de Texas en 1845 y luego en 1847 las tropas estadounidenses se

lanzaron a Monterrey y Saltillo, su flota llegó a Veracruz y

los marines irrumpieron en la capital mexicana. Allí tomaron el

territorio deseado. En un momento pudieron anexar todo México

pero hubo opositores en Washington. Los tratados de Guadalupe-

Hidalgo “sólo” lo despojaron de la mitad de su territorio.

Carrera entendió que los ingleses eran menos peligrosos y desde

1830 dejaron de ser esclavistas a diferencia de los sureños

estadounidenses que querían conquistar Centroamérica.

Entre tanto, los liberales no lograron pacificar Guatemala ni

ponerse de acuerdo con sus correligionarios de El Salvador y

Honduras, salvo en crear de nuevo el Estado de los Altos. Por

ello los maya-quichés se rebelaron y solicitaron a Carrera su

auxilio. Volvió de México en 1849 y formaron una fuerza

guerrillera contra el gobierno liberal. Ante el caos, un grupo

de conservadores logró posicionarse del gobierno y negoció con

el insurgente Carrera que, a cambio de paz, tomara la jefatura

de las fuerzas armadas. Así, Carrera reincorporó el territorio

de Los Altos a Guatemala y obtuvo varias victorias ante los

montañeses en armas. De esa cuenta, se preparó para resistir el

ataque de los liberales de El Salvador y Honduras unidos a

guatemaltecos del mismo bando, llegados a San Salvador, porque

no aceptaban el retorno de Carrera.

33

En 1850 los liberales centroamericanos eran favorables a

EE.UU. (que ahora proyectaba su poderío desde los dos océanos),

mientras los conservadores guatemaltecos y costarricenses

optaron por los británicos para contener la expansión de

Washington. Ambos sabían que los estados centroamericanos no

podían sobrevivir sin tener alianzas con alguna potencia. Las

dos potencias externas facilitaron armas a sus respectivos

aliados. Listos para la batalla estaban unidos los presidentes

de El Salvador y Honduras, Doroteo Vasconcelos y Trinidad

Cabañas, con los liberales y varios caudillos montañeses

guatemaltecos. Reunieron más de seis mil hombres para la lucha y

los llevaron a la frontera salvadoreña con Guatemala. Carrera

los enfrentó con sólo mil guatemaltecos y dejó atrás

quinientos en la retaguardia. Maniobró y les tendió una trampa

en el peñón de La Arada. Así, el 2 de febrero de 1851 los

venció en la gran batalla de ese nombre casi sin perder hombres.

Guatemala se elevó como el mayor poder regional centroamericano.

Londres aseguró su alianza con Guatemala y Costa Rica mientras

Carrera controló luego El Salvador y Honduras, tras ocupar el

puerto de Omoa.23

En premio, los estamentos le otorgaron la presidencia vitalicia

de Guatemala con todos los poderes. Una dictadura popular

23 González Davison, Fernando. La montaña infinita, Edinter, Guatemala, 2008, p. 246 y ss.

34

secundada por el campesinado de occidente, la elite y la

jerarquía castrense. Nada que ver con el consensuado pacto que

creó la república en 1847. Luego, Carrera coopta a los liberales

al darles el poder judicial y la legación en Washington para

tenerlos a su lado.

Poco antes, para evitar la guerra por el istmo, en 1850 Londres

y Washington suscribieron el tratado de Clayton-Bulwer por el

cual acordaron que ninguno ocuparía espacio alguno

centroamericano. Se indicaba que el canal interoceánico a

construirse por cualquier potencia estaría abierto al mundo.

(Los lagos de Nicaragua eran considerados los más probables)24.

Por ende, Londres debía desocupar sus posesiones en el istmo,

incluyendo Belice. Esa fue una buena noticia para los

centroamericanos. No obstante, al pasar algunos años sin

hacerlo, Washington buscó su propia solución a la luz del

“Destino Manifiesto” para ocupar Centroamérica.

Carrera mejoró las relaciones con España y suscribió un

Concordato con la Santa Sede. De nuevo asumió la presidencia de

México el general Antonio López de Santanna, (quien perdió la

mitad de su territorio en 1847) ante EE.UU. y le otorgó a

Carrera la más alta condecoración. Además, le ofreció cuatro mil

24 Britannica Concise Bibliography, dice: “A treaty concluded on april 19, 1850 in Washington D.C., between Secretary of State John MiddletonClayton and the British minister plenipotenciary, Sir Henry Lytton Bulwer”.

35

soldados para consolidar su posición en el istmo. Los hubiera

aceptado si hubiera sabido que las tropas de William Walker y

sus filibusteros ya se preparaban en EE.UU. para avanzar hacia

Centroamérica apoyados por la Casa Blanca. Al conocer esas

intenciones, el diligente canciller Francisco Pavón profundizó

la alianza con Londres. Carrera así firmó un tratado de amistad,

comercio y navegación con el diplomático inglés en Guatemala,

aludir al diferendo sobre Belice a fin de mantener una entente

cordiale. El ambiente era excelente, escribió el diplomático

Chatfield, para hacer del istmo un protectorado inglés, pues

Costa Rica lo estaba pidiendo ante una inminente invasión

estadounidense.25 Guatemala en 1854 instruyó a su delegado en

París ir a Londres a proponer un tratado de límites con Belice,

a cambio de que garantizara la seguridad centroamericana en

caso de invasión estadounidense. Londres no quiso hacer nada que

afectara su proyectado encuentro con Washington sobre varios

puntos pendientes del Tratado Clayton-Bulwer para el año

siguiente. Eludió el asunto pero Pavón, aún en su lecho de

muerte, esperaba contar con el apoyo inglés.26

En 1855 se dio en México la “revolución de Ayutla”, donde los

liberales dejaron afuera a Santanna. Y se enfrentaron dos

proyectos: Los que defendían la “Reforma” liberal, con Benito

25 Humpreys, R.A. The diplomatic History of British Honduras 1638-1901.Oxford University Press, London 1961, p. 48.26 Humpreys, p. 62.

36

Juárez en el gobierno, cercanos ahora a Washington, y los

conservadores ahora en la oposición, buscando ayuda de algún

país europeo. Divergían en dos puntos: El papel del ejército y

el de la Iglesia. Sabiendo que EE.UU. estaba interesado en

comprar Cuba y hacerse del istmo de Tehuantepec colindante con

Guatemala, los conservadores buscaron apoyo en París y Londres,

para evitar tal expansionismo. La Santa Sede estaba enfadada

por las medidas anticlericales, pero Carrera era su defensor en

el istmo. México no podía salir adelante por sí solo. ¿Un

protectorado estadounidense o una monarquía europea? Esa era la

solución para los partidos en contienda.27 En la misma situación

se encontraban los centroamericanos pues si bien su

supervivencia había sido asegurada con el tratado de Clayton-

Bulwer, la situación había cambiado en pocos años.

En respuesta, el obispo de Managua coordinó la iniciativa para

elevar a Carrera a la presidencia centroamericana (para

enfrentar la temida invasión estadounidense), pero Costa Rica

mostró sus dudas, aunque era fiel aliado de Londres para la

defensa contra EE.UU. El proyecto se vino abajo en 1855 cuando

Walker y sus filibusteros ocuparon Nicaragua, apoyados por los

liberales centroamericanos y el Secretario de la Defensa,

Jefferson Davis, avalados por la Casa Blanca. Los pobladores

27 Pi-Suñer, Antonia y otros autores, Historia de las Relaciones Internacionales de México 1821-2010, Vol. 5, Europa, Secretaría de Relaciones Exteriores de México, 2011, p. 96.

37

recibieron alarmados las oscuras noticias provenientes de

Managua, que confirmaban sus temores. Los intereses esclavistas

del sur estadounidense a la vez se hacían presentes en Nicaragua

para expandirse al resto del istmo.28 Los dos países aliados de

los británicos, Guatemala y Costa Rica, con una economía en auge

gracias al café, enviaron tropas con armas inglesas contra el

invasor. Habiendo admitido su error, los liberales al año se

unieron en la lucha contra los filibusteros. Gracias a esa

unidad, Walker capituló en 1857 en Rivas ante el mariscal

guatemalteco Víctor Zavala. Bajo la protección del representante

diplomático estadounidense, Zavala acordó con éste que Walker

viajara en barco a su país en lugar de procesarlo y fusilarlo,

pues esa guerra dejó devastada la sociedad nicaragüense y

menguadas las arcas de los países centroamericanos, en medio de

la epidemia de cólera que se extendió a largo del istmo.

El mismo año que Walker ocupó Nicaragua, Washington y Londres

acordaron respetar lo estipulado en el tratado de Clayton-Bulwer

al firmar el tratado Dallas-Clarendon, donde de manera ambigua

Belice quedó fuera de su alcance. Empero, no fue ratificado por

las partes y lo último no tuvo validez. Londres cobraría más

tarde su factura por ayudar a salir de Walker. El cónsul inglés

exageró el rumor que éste de nuevo estaba a punto de invadir

28 The Early Diplomatic History: Nicaragua Canal. 77 (3J Cat N° 23233 TC 784.K24E2.Cornell University Library, USA, 1890.

38

Centroamérica. Honduras y Nicaragua entonces solicitaron a

Londres de nuevo su protección. En el tercer intento de Walker

de ocupar el istmo, el Foreign Office instruyó a su diplomático

en Centroamérica para que suscribieran tres tratados, según

sus términos, de lo contrario Londres se abstendría de

ayudarlos en caso de una nueva presencia de estadounidenses.

Esos tres eran: El de límites con Guatemala sobre Belice

(Honduras Británica), sobre el río San Juan con Costa Rica y

Nicaragua, y la devolución a Honduras de las Islas de la Bahía,

conforme a los puntos de vista británicos. En lo referente a

Guatemala, el diplomático inglés fue instruido así: “… the third

with the Republic of Guatemala... but you must at the same time,

from de reason to which I have adverted in the commencement of

this dispach, be prepared to find that the whole five states of

which Central America is composed talk a lively interest as to

the manner in which the cuestion of the Bay Island is disposed

of and are persuade that in the manner in which that settlement

is affected will dependen their future security agains the

unautorized inroads of citizens of the United States”.29 En

cuanto a Guatemala, precisa: “... the British settlement of

Honduras, Her majesty gvt, ful (sic) entitled to requiere from

29 Draft to Sir W.G. Ousely to the Earl of Clarendon. N° 1. Oct, 1857. Confidential and with power on a special misión to Central America, in: Pbulica Record Office, FO 97/90, pp. 17-20. Se trata de las instrucciones que recibiría el representante británico en Centroamérica.

39

the Republic of Guatemala a recognition of the limits which

practically mantend... for a long time... Her majesty government

have no desire to extend new limits to (be) written... 30

(Traducción: “... sobre el asentamiento británico de Honduras se

le requerirá a la República de Guatemala un reconocimiento que

los límites fronterizos se han mantenido así durante largo

tiempo… El gobierno de su majestad no desea que se escriba que

se trata de extender nuevos límites”). Londres deseaba mentir al

expresar que los límites llegaban hasta el río Sarstún desde

años atrás. El problema surgió para el representante inglés en

Guatemala cuando su canciller Pedro Aycinena le exigió una

compensación por esa ampliación al sur. Al aceptar, por ello

tuvo que ponerse en el tratado de límites una cláusula

adicional compensatoria, referente a un tramo vial hacia el

Atlántico.31

Entretanto, Walker realizó otra incursión pero, sin apoyo

estadounidense. En atención a lo acordado, fue capturado por una

corbeta inglesa y devuelto a Nueva Orleáns. Su nuevo arribo

siguió atemorizando a los centroamericanos. En esa ciudad,

recibió nuevo financiamiento de algunos empresarios de Nueva

York, con el fin de ocupar Nicaragua sin ningún apoyo oficial de

30 Ibid.31 Es la famosa cláusula VII de dicho tratado.

40

la Casa Blanca.32 Los británicos difundieron esa noticia a los

centroamericanos y ante la inminencia guerra con Walker, sus

gobiernos firmaron en 1859 los convenios indicados conforme el

deseo de los británicos, más bien de su diplomático, pues ya

Londres poco atrás daba por hecho que pronto Centroamérica

estaría en manos estadounidenses.

Guatemala como república acentuó su perfil de Estado al revivir

instituciones coloniales que le dieron estabilidad, entre ellas,

la Iglesia y las órdenes religiosas, el Consulado de Comercio y

la Asociación de Amigos del País, el respeto al derecho

consuetudinario de diversos grupos étnicos, que a la vez gozaron

del apoyo estatal, hasta conformar las bases de un estado

intercultural.

Mientras se produjeron nuevos cambios, Washington reconoció al

gobierno liberal de Benito Juárez, asentado en Veracruz,

mientras gobernaba en la capital azteca un gobierno conservador.

Éste recurrió a Napoleón III para encontrar un monarca para

México para resolver el caos político que vivía sabiendo que la

doctrina Monroe no se implementaría porque EE.UU. estaba en

plena guerra civil. Washington favorece Juárez pues sus

partidarios han aceptado la idea de un protectorado

32 Scroggs, William, Filibusters and financiers. The story of William Walker and his associates. The Macmillan Company, USA, 1916, in: The New York Herald, Dec. 14, 1857.

41

estadounidense sobre México. Muchos no lo deseaban y los

europeos fueron vistos como los únicos que podrían salvarla del

expansionismo liberal estadounidense futuro.

La diplomacia británica hizo saber a Washington que sus barcos

los repelerían si atacaban las costas centroamericanas en el mar

Caribe, cuando lo solicitara algún gobierno.33 Guatemala, al

suscribir el tratado de límites en febrero de 1859 respecto del

asentamiento de Belice, esperaba a cambio la compensación

británica de financiar una carretera al Atlántico. Pero el

tratado no fue ratificado por Londres pero sí por Guatemala, lo

cual generó el largo diferendo que se mantiene hasta el

presente. (Algo parecido al legado británico en el río San Juan

que dejó abierta la disputa entre Costa Rica y Nicaragua).

Walker volvió de nuevo y ocupó el puerto de Omoa y Trujillo,

donde marinos ingleses lo capturaron. Escapó, cayó preso y fue

fusilado ante un pelotón británico. Eso fue un alivio para los

países del istmo. Dejaron de preocuparse cuando Estados Unidos

inició su dramática guerra civil, que detuvo lo que parecía su

irresistible ocupación del resto de México y Centroamérica.

33 Malmesbury in London also notified the American minister George M. Dallas, that two British ships had been ordered to Greytown to intercept the filibusters, and asked that the American vessels in Central American water be ordered to cooperate. British State Papers, XLVIIL, 711-12, in: Scroog, par. 371.

42

Para evitar el apoyo inglés que daba armas a los mayas de

Yucatán en la larga “guerra de las castas”34, México renegoció el

tratado de amistad de 1826 con Londres y le aseguró límites a su

frontera con Belice. Carrera, neutral respecto a esa guerra,

apoyó a los rebeldes chiapanecos contra los liberales

mexicanos. Dejó de hacerlo cuando asumió el príncipe austriaco

Maximiliano en 1864 como emperador de México apoyado por los

conservadores. Asumió sin mayores cuestionamientos de Abraham

Lincoln por estar inmerso en la guerra civil. Carrera desconfió

del austriaco porque planeaba ocupar Petén y, luego,

Centroamérica. Carrera secundó a Abraham incoln pero se negó a

aceptar su propuesta de recibir esclavos liberados de Estados

Unidos. (Un porcentaje se envió a Liberia, en África,

territorio adquirido por Washington con tal objetivo).

A principios de los Sesenta la producción del café exigía más

tierra y mano de obra en los países centroamericanos. Y creció

el antagonismo entre Carrera y el presidente liberal

salvadoreño, Gerardo Barrios, por tener visiones distintas sobre

el desarrollo cafetero, grano que tenía gran demanda externa.

Barrios puso en cuestión la influencia de Carrera en

Centroamérica. Las rencillas personales se elevaron a las armas.

34 No fue en verdad guerras de “castas”, sino de grupos mayas oprimidosy explotados que se levantaron en armas a partir de 1847. Finalmente fueron derrotados en 1901 por las fuerzas oficiales. Murieron más de cien piel a lo largo de medio siglo. Al concluir el conflicto un diezpor ciento de los mayas de Yucatán huyó a Belice.

43

Finalmente, tropas guatemaltecas ocuparon San Salvador en 1863.

Carrera ganó e impuso a su aliado Francisco Dueñas como su

gobernante. Guatemala continuó siendo la fuerza más importante

del istmo, pero con las arcas débiles luego de esa costosa

contienda.

Aunque al austriaco Maximiliano fue avalado por los

conservadores y secundado por tropas francesas, Carrera mantuvo

fría su relación.35 Napoleón III aprovechó la guerra civil

estadounidense para cobrar la deuda mexicana pendiente con

Londres y París. Así, secundó a los conservadores mexicanos.

Francia esperaba aprovechar las materias primas de México.36

Londres se volvió así el gran inversor en México, empezando por

los ferrocarriles. Para Carrera se trataba de un gobierno

extranjero que pretendía Centroamérica. Maximiliano refrendó

un decreto que consideró a Belice como parte de Yucatán, o sea

de México. Mientras México estuvo intervenido por las tropas

francesas y EE.UU. continuaba la guerra civil, Guatemala

mantuvo una relativa tranquilidad económica, produciendo más

café e inició la del algodón destinado a las fábricas de telas

inglesas, al estar cerrada la producción de los sureños en

guerra civil. Carrera murió el mismo día que Lincoln fue

asesinado en 1865. Ismael Cerna lo sustituye y afila las

35 Toussaint, Ibid, p. 51.36 Pi-Suñer, p. 127 y ss.

44

políticas contra el conglomerado maya-quiché para que sirvan a

la expansión de la producción de café por medios opresores,

iniciando el fin de la entente que mantuvo Carrera con los

amplios grupos campesinos mayas. Pero los nuevos cafeteros

mestizos querían más.

Concluida la guerra civil estadounidense, la Casa Blanca

presionó contra la ocupación francesa en México y apoyó el

retorno de Benito Juárez como cabeza de su gobierno. En 1867

salieron las tropas francesas y austriacas para engrosar los

ejércitos que iban a enfrentar la amenaza del nuevo imperio

alemán de Bismark. Maximiliano decidió quedarse solo y fue

capturado por los liberales que tomaron el poder. Fue fusilado

pese a la presión internacional por dejarlo libre. Poco

después, el gobierno de Juárez dio grandes facilidades a los

insurgentes “liberales” guatemaltecos, que también gozaban de la

simpatía de Washington. Con ese apoyo estaban seguros que

tomarían el poder.

III. Bajo la influencia de México y EE.UU.

45

Dentro del escenario de la política exterior, EE.UU. siempre

reconoció la importancia de México en sus relaciones

internacionales, pero no le dio un trato de igualdad ni trato

recíproco. Le puso condiciones. Eso escudería con Centroamérica

y Cuba.37

En 1869 el gobierno azteca protestó ante el de Guatemala por

considerar una violación a su soberanía el ingreso de tropas

guatemaltecas en Soconusco, cuando desbarataron la finca El

Malacate, propiedad del subversivo guatemalteco Justo Rufino

Barrios. Benito Juárez apoyó esa gesta que Barrios y Miguel

García Granados encabezaban. El último era un reconvenido

liberal anticlerical. Su objetivo era apropiarse de las tierras

de la Iglesia, repartirlas a su grupo y ampliar la producción de

café forzando la mano de obra maya para producirlo, y abrir

carreteras y líneas férreas para su comercialización. “Las

autoridades mexicanas no sólo les dejaron establecer sus

cuarteles en la región fronteriza sino que les proporcionaron

recursos monetarios y les permitieron introducir desde Estados

Unidos un importante lote de armas (los nuevos rifles Winchester

de repetición, FGD). Con esa ayuda Barrios y el general García

Granados emprendieron la llamada campaña liberadora, que se

inició a principios de 1871 en el volcán Tacaná,38 que culminó

37 Herrera, p. 157.38 Toussaint, p. 52.

46

exitosamente en junio de ese año por ese flanco y el de la

frontera con El Salvador. A cambio de esa ayuda azteca debían

solventar el problema de límites fronterizos según el agrado de

México. Luego de tomar el poder, fue enviado el hermano de

García Granados como jefe de la legación guatemalteca en México.

Barrios, ya presidente, al sustituir a García Granados,

reorientó la economía y la política en función de ampliar la

producción cafetera en profundidad. Confiscó las propiedades y

tierras de la Iglesia, motivo por el cual dejó sin efecto el

Concordato con la Santa Sede, para repartirlas entre su grupo y

comenzó a privatizar las tierras comunales indígenas. La idea

era producir más arbustos de café ante la creciente demanda

externa, más bien de los británicos y alemanes. El nuevo grupo

emergente patrocinado por el nuevo régimen llegó en la cúspide

de la oligarquía cafetera. Se unió a los criollos de “las

familias” conservadoras que ya lo producían junto a algunos

alemanes. Barrios legalizó la mediana propiedad antes dada en

censo enfitéutico, e inició una política rural contra el

conglomerado mayense. Sus pobladores, antes protegidos por

Carrera, pasaron a convertirse en siervos de los emprendimientos

cafeteros mestizos, criollos y foráneos, que se beneficiaron de

métodos esclavizantes39. La creación de la escuela militar,

39 Herrick, Thomas. Desarrollo económico y político de Guatemala, 1871-1885, Editorial Universitaria, Guatemala 1974, p. 128 y ss.

47

llamada “Escuela Politécnica”, era propia para formar oficiales

como técnicos en construcción de carreteras, necesarias para

comercializar el grano. El número de soldados se elevó de seis

mil a veinte mil. Durante su gobierno, se iniciaron tramos de

ferrocarril. Y se mejoró el puerto de San José en el Pacífico e

inició la construcción de otro ramal hacia el Atlántico, cuyo

puerto lleva el apellido del dictador Barrios. El desarrollo del

capital estimuló la puesta en marcha del Banco Colombiano (1878)

y otros bancos locales luego del fracaso de un banco nacional.

La acumulación orginaria impulsó el desarrollo económico a costa

de las comunidades indígenas.

En el plano externo, él mantuvo cierta cordialidad con México,

que lo auxilió en su campaña subversiva, pero más con Estados

Unidos. Por ello reconoció la muy breve independencia de Cuba de

España y recibió a varios exiliados cubanos cuando Madrid

recuperó la isla, entre ellos, José Martí. Barrios suspendió

las conversaciones con los británicos cuando éstos se negaron a

que EE.UU. mediara el diferendo sobre Belice.40 Entretanto,

mantuvo buena relación con los intereses alemanes, cercanos a su

ministro de la Defensa, Samayoa: Regaló las tierras de Alta

Verapaz para que produjeran café y el desarrollo se diera como

40 González Davison, p. 47.

48

una copa que se derrama. 41 Esa disposición gratuita dejó sin

tierras a miles de nativos, ejemplo de otros que siguieron.

El representante de Guatemala en México en 1874 no pudo

solventar el tema de límites a pesar del trabajo de campo

realizado por algunos expertos. El canciller guatemalteco, Marco

Aurelio Soto (que Barrios luego colocaría en la presidencia de

Honduras), sabía del acuerdo previo con México de no cuestionar

Soconusco, pero al negociar quiso “sacar las mejores

ventajas”.42 Lo dijo al momento que el general Porfirio Díaz tomó

el poder en México (para retenerlo tres décadas), bajo la

influencia de EE.UU. y sus inversionistas.

El carácter dictatorial de Barrios, entretanto, desconcertaba a

locales y extranjeros. Incluso, en 1881 las relaciones con

México llegaron a su nivel más bajo al no llegarse a ninguna

solución sobre los límites. Entonces, Barrios propuso a Estados

Unidos su mediación. Washington aceptó participar en la

solución del problema y presionó a México. Éste sólo aceptaría

su mediación si Guatemala reconocía a Chiapas y Soconusco como

parte de México, a cambio de una indemnización. Así, retiró sus

tropas de la frontera con Guatemala, dispuestas a entrar en

41 Zardetto, Carol, elPeriódico, Guatemala 10 de mayo 2013, p. 5. 42 Ibid, p. 53.

49

guerra. Las negociaciones continuaron en Washington pero sólo

entre las dos partes.43

Mientras tanto, en relación al diferendo con Londres sobre

Belice, en 1884, el ministro de Guatemala en esa capital dirigió

al Foreign Office la protesta por la ocupación de una parte del

territorio guatemalteco. “Si el tratado ha caducado, volverán a

su estado anterior”44 , pero no hubo ninguna respuesta.

Barrios estaba ansioso por iniciar su campaña bélica para unir a

Centroamérica bajo su mando. Los asuntos de integración forzada

siempre trajeron conflictos como los de esta absurda campaña. Él

quería encabezarla en un momento en que los países del istmo y

México no avalaban esa aventura militar. Años atrás quizás

hubiera sido posible cuando, tras vencer dos revueltas

antiliberales en Honduras y El Salvador en 1876, Barrios

impuso a sus amigos Marco Aurelio Soto y Rafael Zaldívar como

sus gobernantes: Los tres países firmaron el Tratado

Multilateral de Chalchuapa, para impulsar la unión

centroamericana. Hubiera sido el momento de cristalizarla en

lugar de esperar. EE.UU. la hubiera aprobado en ese lapso pues

consideraba que una Centroamérica unida podría gozar de mayor

43 Herrera, p. 168.44 Herrarte, Alberto, El problema de Belice, en Historia General de Guatemala, Tomo V, Época Contemporánea 1898-1944, Asociación de Amigosdel País, Guatemala 1996, p. 113.

50

bienestar económico e impediría que fuera ocupada por una

potencia extranjera como México pretendió. Sus autoridades

consideraban la unidad centroamericana como peligrosa para sus

intereses.45 Barrios, viendo que su plan tambaleaba, llegó a la

capital estadounidense en 1882 y desplazó al tenaz negociador

guatemalteco, Lorenzo Montúfar, para ponerse él mismo se puso

al frente de las negociaciones con México. Esperaba otorgar el

territorio necesario para gozar de su apoyo a su plan

centroamericano. Así, poco después, esperando complacer a

México, refrendó la soberanía de éste país en Soconusco y

Chiapas sin nada a cambio (a pesar del ofrecimiento de una

compensación). Y arrebatado, cometió un yerro muy grave al ceder

por un trozo de Soconusco más del seis por ciento de la

extensión de Guatemala a México, territorio que no estaba en

discusión en la selva Lacandona, rica en maderas preciosas,

bosques y oro negro.46 El dictador antepuso sus intereses

personales de coyuntura (la campaña de unión centroamericana) a

los intereses soberanos del colectivo guatemalteco. De nada

valió esa entrega porque México nunca apoyó ni apoyaría a

Barrios a unir por la fuerza a los países centroamericanos.

México solicitó a Nicaragua y Costa Rica enviaran delegados a

Washington para cabildear contra el proyecto de Barrios. En ese

45 Toussaint, p. 61.46 Ibid, p. 55.

51

momento hubo un cambio de posición al asumir un nuevo Secretario

de Estado que rechazó una unión centroamericana y menos por la

vía de las armas. Los opositores centroamericanos tenían

simpatía por la unión pero detestaban a Barrios, quien se

había enemistado hasta con los presidentes de Honduras y El

Salvador, que él mismo había puesto. Neurótico, Barrios en 1885

disolvió el Congreso, decretó por sí solo la unión

centroamericana, se nombró comandante de militar supremo y

comunicó su decisión a México, EE.UU. y a países europeos. Sin

obstáculos internos se lanzó a la frontera de El Salvador con el

grueso de sus tropas, pues dividió su ejército al enviar otro

contingente a la de de México temiendo un ataque por ese flanco.

Al momento de iniciar la batalla en Chalchuapa contra las tropas

salvadoreños que lo esperaban, entre el enojo de sus oficiales,

cayó abatido por un disparo y no hubo batalla, ni vencidos ni

vencedores. La propaganda liberal, empero, lo elevó como un

héroe (hay duda qué bando disparó la bala que lo mató).

El intento unificación centroamericana erosionó las arcas

nacionales y, por los arrebatos del dictador, se perdió parte

del territorio nacional.47 Más del setenta por ciento de la

población de raíz precolombina continuó excluida de los

beneficios de la producción del café y del proyecto político

47 Woodward, Ralph Lee. Central America, a nation divided, Oxford University Press, New York, 1985, p. 150 y ss.

52

“liberal”, con marcado racismo impropio de un Estado-nación. La

deuda inglesa dejó de pagarse y se ampliaron los intereses. Los

migrantes de origen alemán continuaron llegando para operar

casas comerciales de café y para producirlo en la Verapaz. En

ese departamento de lengua kekchí comenzó a hablarse también el

alemán. En 1887 Guatemala suscribió con el Imperio Alemán el

Tratado de Amistad, Comercio y Navegación que mostró el auge de

las relaciones entre ambos estados.

El Congreso anuló las disposiciones últimas de Barrios y

designó a Manuel Lisandro Barillas como presidente guatemalteco.

Éste activó la agenda centroamericana para congraciarse con

sus pares ante el revuelto anterior, y renovó los tratados de

paz y amistad, con cláusulas comerciales de mutuo beneficio. Por

un tiempo Guatemala, Honduras y El Salvador liberaron su

comercio al firmar en 1889 el Pacto de Unión Provisional, con

cláusula de nación más favorecida, abierto además a Nicaragua y

Costa Rica.

Lo anterior estaba en armonía con las iniciativas integradoras

de la I Conferencia Panamericana convocada por la Casa Blanca en

1889-90, celebrada en Washington. En la misma se pretendió

alcanzar la unión aduanera, mejores comunicaciones y puertos,

fortalecer el patrón de plata, derechos de patentes, uniformar

53

sistema de pesos y medidas, y asuntos sanitarios. Una

integración bajo la dirección estadounidense y sus intereses. Al

no alcanzarse esos resultados por oposición de la mayoría en el

Congreso de EE.UU. y varios países sudamericanos, se estableció

una oficina panamericana (que continuaría coordinando algunos de

esos temas, raíz de la futura OEA).

Los problemas con México continuaron pues en 1893 negoció con

los británicos que no les vendieran más armas a los mayas y, a

cambio, legitimó la presencia británica en Belice. EE.UU. en

1885 había defendido a Venezuela contra Londres en la

infructuosa recuperación del territorio de la Guayana británica,

atendiendo a dar cumplimiento a la Doctrina Monroe. Para

Washington aún le era la molesta la presencia británica en

Belice. México acordó con los británicos en 1897 que a cambio

de al cederles una parte de su territorio, que los barcos

mexicanos gozarían de libertad para navegar en aguas beliceñas.

Dos años atrás, México y Guatemala estuvieron a punto de entrar

en guerra por cuestiones fronterizas. Guatemala, que llevaba las

de perder, buscó el apoyo de Estados Unidos. A su demanda,

México accedió a negociar sobre la zona en disputa y se calmaron

los ánimos. Una comisión mixta continuó en esas labores hasta

1897 para delimitar el área (que hasta la fecha sigue

problemática).

54

Guatemala participó en la creación de la Oficina Panamericana,

con sede en Washington, a inicios 1890. Dicha oficina

hemisférica, como se dijo, reflejó un nuevo interés EE.UU. como

nueva potencia emergente (la más rica en oro, petróleo e

inventiva industrial), que comenzó a superar a las potencias

europeas en plena revolución industrial. El imperio colosal

británico, que ocupaba un tercio de la tierra, parecía

insuperable. Pero las cosas estaban cambiando. EE.UU. confirmó

su destino imperial mientras activaba la compra de Panamá a

Colombia para construir el canal, pretendiendo además las

últimas colonias españolas en América y Hawai para consolidar

sus rutas comerciales ultramarinas.

En Guatemala, el presidente José María Reina Barrios gozó de una

economía cafetera en alza, promotora de una dispendiosa elite

feudal sin criterio emprendedor. En medio de todo y superadas

las diferencias con México, dejó un buen diseño urbano para la

capital con anchas avenidas y casi concluido el tramo

ferroviario que unía uno y otro océano. Tras su exitoso primer

periodo presidencial quiso perpetuarse en el poder. Lo logró

como don Justo su abuelo, alterando la ley, pero tuvo que

enfrentar dos levantamientos armados a los que venció. De manera

sorpresiva fue asesinado en 1898 por un alemán desquiciado,

entre noticias de la guerra hispanoamericana que originó la

55

independencia de Cuba, devenida subordinada a la nueva potencia

colonial.48 En su lugar, asumió Manuel Estrada Cabrera, abogado

de clase media, quien había sido ministro del Interior, pero aún

continuaba como Primer Designado. Nadie pudo preveer que sería

un tirano y dictador durante más de dos décadas, oscilando entre

Washington y Berlín.

III. Pax americana

Meses después, se desplomaron los precios del café, cuando el

grano de Brasil entró al mercado mundial como gran productor.

Guatemala quedó financieramente en crisis. Las comercializadoras

de café alemanas hicieron efectivas las hipotecas y se quedaron

con la mitad de las fincas que lo producían, pues los dueños no

pudieron pagarles los créditos49. En ese sentido, se formó un

48 Se lo conoce en Estados Unidos como Spanish-American War. Sus principales resultados fueron la independencia de Cuba y la pérdida delas últimas colonias españolas en América y Asia (Puerto Rico, Filipinas y Guam), cedidas por Madrid a Estados Unidos, que se convertiría en potencia colonial.

49 Jones, Chester Lloyd, Guatemala, past and present, University of Minesota Press. Minesota, 1940, p. 174 y ss.

56

nuevo grupo teutón dominante y los ojos del ascendente imperio

alemán su posaron en la pequeña Guatemala. Si antes acá se

vivió bajo la rivalidad Anglo-estadounidense, al concluir el

siglo XIX la misma pasaría a ser entre EE.UU. y el imperio

alemán. Ambos países eran los principales mercados del café

guatemalteco, dejando en tercer lugar al británico50. Durante

esos años se cerraron las negociaciones sobre Belice. La

relación con Francia se activó de nuevo al dejar la educación

escolar y militar en sus manos, en una capital culturalmente

francófila.

Mientras tanto el presidente de Nicaragua José Santos Zelaya

deseaba unir Centroamérica y que EE.UU. escogiera a su país

para hacer el canal interoceánico en lugar de Panamá como

proyectaba. México se opuso a los planes unionistas y usó a su

aliado, el presidente salvadoreño Tomás Regalado, para

oponerse. En 1899 Estrada Cabrera y Zelaya se unieron para

derrocarlo. De inmediato Regalado buscó la protección de México

y Porfirio Díaz ofreció su mediación. El representante mexicano

en el istmo convocó a una conferencia de paz a los mandatarios

centroamericanos, pero Zelaya rechazó la invitación. El delegado

guatemalteco en Washington criticó a México de ingerencia en los

50 González Davison, Fernando. Guatemala, la agroexportación y las relaciones internacionales, Editorial Universitaria, Colección Textos, Guatemala 1990, p. 21.

57

asuntos centroamericanos. En ese escenario, se realizó en 1901-

02 la II Conferencia Panamericana donde no se llegó a acuerdos

de importancia regional. EE.UU. empero enderezó su influencia

sobre México, Centroamérica y el Caribe. Zelaya convocó sin

resultado a los mandatarios centroamericanos para crear “la

República mayor de Centroamérica” con un mecanismo ágil de

arbitraje para arreglar las diferencias. Estrada Cabrera no lo

firmó quizás por presiones de Washington. En medio de ello, los

gobiernos “unionistas” se unieron al ex presidente guatemalteco

Manuel Lisandro Barillas para orquestar la caída de Estrada

Cabrera. Guatemala se vio envuelta en dos guerras en 1903 y

1906, las últimas de orden externo que registró su historia. En

1903, dichos gobiernos pretendieron poner en la presidencia de

Guatemala a Barillas, invadiendo a un tiempo las dos fronteras

con México y El Salvador (como hizo Barrios en 1871). Estrada

Cabrera movilizó cuarenta mil jóvenes reservistas en tres días,

gracias al servicio militar obligatorio y a las clases de

táctica dadas en secundaria implantadas en 1900, y allí las

envió. Tras casi tres meses de campaña militar, Guatemala se

impuso, en medio de la hambruna de las tropas de las partes,

alimentadas por totoposte, un compuesto de maíz seco que

escaseó. Por esa razón se llamó “guerra del totoposte”.

Entretanto, no hubo sistema de justicia sino de terror y

58

oscuridad para una población que bajaba la testa a las acciones

del dictador, en el conocido “síndrome Estrada Cabrera”. La

segunda guerra se produjo en 1906, por las mismas rivalidades

entre el presidente salvadoreño Tomás Regalado y Estrada

Cabrera. Esta vez se unieron los presidentes de Nicaragua,

Honduras y El Salvador para derrocarlo y poner en la presidencia

a Barillas. Las tropas penetraron a Guatemala por ambas

fronteras. Barillas ocupó Ocós con Manuel Ayau, pero fueron

derrotados. Regalado, ebrio, ingresó a territorio guatemalteco

por la frontera salvadoreña, muy cerca de Chalchuapa, donde fue

capturado y fusilado. Así, el movimiento fue derrotado.

Vino la mediación de EE.UU. y México, logrando firmar el

armisticio a bordo del barco de guerra estadounidense

"Marblehead" en el golfo de Fonseca.51 Allí, Estrada Cabrera

acusó a México de ingerencia en asuntos guatemaltecos, en tanto

los delegados de El Salvador y Guatemala lograron limar

asperezas ante la vista de los representantes de EE.UU., México

y países centroamericanos. La pax americana había llegado al

istmo.

México y Estados Unidos, por vecindad geográfica, de hecho

ejercían un tutelaje para dirimir esas discordias. Estados

Unidos estaba interesado en dar estabilidad al istmo y el

51 Ortega Gaitán, Jorge A., Guerra del Totoposte y Campaña Nacional de 1906, inédito. Es un estudio interesante. En la Web pude leerse el resumen del texto para comprender ambas campañas.

59

Caribe, ante la construcción del novedoso Canal de Panamá, y dar

protección a las incipientes empresas bananeras y ferroviarias

estadounidense. El presidente Teodoro Roosevelt esgrimió en esos

años la Doctrina Monroe con más énfasis para toda América

Latina, al señalar el derecho de EE.UU. de intervenir en sus

asuntos para evitar la presencia de potencias

extracontinentales. Aún con la participación de México, la

hegemonía estadounidense fue obvia a partir de 1906 en el

Marblehead. Allí se suscribió el Tratado Perpetuo de Amistad y

Comercio entre EE.UU. y los países centroamericanos. Además,

estos países firmaron el Convenio Multilateral de Paz,

Amistad, Arbitraje y Comercio sentando las bases de una

cooperación centroamericana. En la conferencia celebrada en San

José de ese año se estableció la Corte Centroamericana de

Justicia, para que dirimiera las controversias entre los

estados. Allí se expresaba que sus integrantes formaban parte

de una familia, “haciendo causa entre sí y en los casos de

guerra o de dificultades con naciones extranjeras y mediando

amigable y fraternalmente en sus trastornos de carácter

privado”, para motivar la unión centroamericana. Más tarde, no

fue aceptada la cláusula democrática en razón de la vigencia de

varios dictadores como el de Guatemala.

60

Este país era una prisión abierta: Estaba prohibido el

movimiento de personas sin autorización presidencial,

especialmente para salir al exterior. Incluso los finqueros no

podían visitar libremente sus fincas. Los espías rondaban por

todos lados y los asesinatos políticos por órdenes del dictador

Entretanto, se instaló en Guatemala la Oficina Internacional

Centroamericana y se institucionalizaron las conferencias de los

países miembros. Zelaya no deseaba más la ingerencia de EE.UU.

ni había avalado lo acordado en el Marblehead ni el Tratado de

San José. Además, le hirió que fue Panamá el territorio escogido

por Washington para hacer el canal. En 1907 fue asesinado en la

capital mexicana el general Barillas por sicarios de Estrada

Cabrera.

Ese año la diplomacia estadounidense invitó a los países

centroamericanos a reunirse en Washington en la Oficina

Internacional de las Repúblicas Americanas para fomentar la

paz. Allí, los ministros del exterior del istmo opinaron sobre

el tema. Así, firmaron el Tratado de Paz y Amistad que estuvo

vigente diez años y acordaron no reconocer los gobiernos

surgidos de una revolución.52 También se normó la extradición, se

hicieron planes para un ferrocarril centroamericano (que nunca

se concretó), las modalidades de las conferencias anuales, la

creación del Instituto Pedagógico a instalarse en San José, y52 Toussaint, p. 73.

61

la Corte de Justicia Centroamericana. EE.UU. deseaba evitar su

intervención periódica en la zona. De hecho, diversos intereses

en Washington eran partidarios de la unidad del istmo como antes

habían sugerido algunos secretarios de Estado. Pero, al

enterarse que el dictador Zelaya propondría un canal alterno

que compitiera con el de Panamá, impulsaron una revuelta que

obligó a Zelaya a renunciar en 1910 luego de más de quince

años de gobernar. Llegan los “marines” a controlar la situación.

México le ofreció un barco que lo trasladó como exiliado. EE.UU.

y Nicaragua firmaron luego un convenio sobre el río San Juan,

afectando a Costa Rica, mientras El Salvador protestó por

ciertos acuerdos favorables a Estados Unidos en el golfo de

Fonseca. La Corte Centroamericana dispuso su nulidad. Vino el

resentimiento contra Washington porque no acató su decisión y

porque en el Tratado Bryan-Chamorro de 1914 Nicaragua aceptó ser

un protectorado estadounidense. Así, dejaron de realizarse las

conferencias y reuniones centroamericanas, Managua ocupada por

los “marines”.53

En ese lapso Guatemala tenía ya acumulados tratados vigentes

con Alemania, Argentina, Bélgica, Brasil, Chile, España, Estados

53 A partir de la Convención suscrita en Washington en 1907, cada añose reunieron los ministros del Exterior, partiendo de 1909 enTegucigalpa, San Salvador, Guatemala, Managua y San José. En la SextaConferencia Centroamericana (Tegucigalpa, enero de 1914), laconvención de su creación caducó en mayo de ese año, a los seis mesesde la denuncia nicaragüense.

62

Unidos, Francia, Gran Bretaña, Holanda y diversos tratados

internacionales como los de orden panamericano. Abarcaban temas

variados como paquetes postales, extrdición, propiedad

intelectual, protección contra el anarquismo (los terroristas de

aquella época), asuntos consulares… Con México eran reiterados

los acuerdos para prolongar las tareas para delimitar las

fronteras (que sigue hasta la fecha), puentes fronterizos,

ejercicios profesionales… 54

Estrada Cabrera para continuar en el poder siempre se puso del

lado de la política estadounidense. En cierta forma, él era

considerado de interés para Washington por la estabilidad que

brindaba en la política local. En 1912 lo visitó el Secretario

de Estado Philader C. Knox, visualizando su interés por la

región, dado por la gran inversión que constituía la

construcción del canal en Panamá a punto de concluirse. Knox fue

recibido por el estudiantado con un “¡No Knox!” porque

representaba la nueva “diplomacia del dólar” en dos

administraciones presidenciales seguidas (la de Theodore

Roosevelt y Howard Taft). Luego vendría el “Corolario

Roosevelt”, continuación de la Doctrina Monroe, donde EE.UU.

sería el guardián del hemisferio frente a cualquier actor

54 Tejada, Federico, Tratados de Guatemala, T. II, Tipografía Nacional,Guatemala 1912.

63

externo y puso en duda la tesis de no intervención en los

asuntos internos55 y respecto de los alemanes.

Las inversiones estadounidenses competían con las alemanas que

eran mayores a los veintidós millones de marcos, lo que

alarmaba a EE.UU. como su enorme producción cafetera. Ya en

1904 el gobierno alemán le otorgó a Estrada Cabrera la Orden del

Águila Roja mientras él se llevó bien con algunos teutones como

el barón Ernst von Merk.56 Las casas comerciales alemanas en

Guatemala controlaron el sistema crediticio nacional al volverse

también prestamistas del gobierno. A cambio, en medio de la

crisis del café, el dictador las autorizó a emitir dinero sin

el respaldo, lo que generó una inflación mayor. Súmese el poder

teutón adicional con grandes fincas exportadoras de café. Para

balancear ese poder, Estrada Cabrera desde un inicio cedió

grandes extensiones de tierra en las costas de los dos océanos a

empresarios estadounidenses para producir banano, en áreas

insalubres que nunca habían sido del interés local. También les

concedió las vías férreas existentes a cambio de concluyeran el

pequeño tramo pendiente en Puerto Barrios. El dictador penduló

entre los dos intereses foráneos neocolonialistas, teniendo bajo

su mando a la alicaída oligarquía local, conservadora como

liberal, cuyo poder había menguado. Mientras el dictador se

55 Herrera y Santa Cruz, p. 242.56 Rendón, Catherine, Minerva y La Palma, el enigma de don Manuel, Artemis Edinter, Guatemala, 2000, p. 231.

64

balanceaba entre Berlín y Washington, articuló su propia red de

inteligencia que le procuraba en el exterior el Director de

Migración, el italiano Mario Monteforte, y Juan Viteri en el

interior vía algunos oficiales y policías.

Estrada Cabrera reconoció en 1915 al nuevo gobierno mexicano de

Venustiano Carranza en plena revolución campesina pero, a la

vez, permitió que vivieran en Guatemala sus opositores, lo

que motivó la protesta de la cancillería azteca. Estados Unidos

se opondría a sus rasgos nacionalistas. Es más, en medio de las

luchas revolucionarias mexicanas, EE.UU. invadió Chihuahua en

persecución del insurgente Francisco Villa, las cuales también

enfrentaron a soldados del gobierno mexicano. Eso dio la pauta

para un acercamiento de Carranza con Alemania. El telégráma

Zimerman enviado por Berlín a Carranza, proponiéndole aliarse a

cambio de devolverle territorios que ocupó EE.UU. de salir

victorioso en la guerra, sirvió a la Casa Blanca a declarar la

guerra a Alemania. Y, así, salió de su aislamiento frente a los

asuntos europeos como siempre había aconsejado George

Washington. En 1917 México estrechó su alianza con El Salvador

y apoyó su plan de integración centroamericana sólo cuando supo

que Estrada Cabrera lo rechazó. Rechazaba al dictador

guatemalteco porque permitía la residencia de opositores. El

diplomático mexicano en San Salvador apoyó la creación el

65

Partido Unionista Centroamericano, PUCA, con cinco secciones en

cada país del istmo. Parecía que tarde o temprano tendrían gran

participación política y México estaba cerca de sus integrantes.

Habiendo EE.UU. inaugurado el Canal de Panamá en 1914, un grupo

de financistas de Nueva York compró la deuda inglesa de cada uno

de los países centroamericanos. Ese grupo como las empresas

bananeras y ferroviarias estadounidenses demandaban estabilidad

financiera en el istmo para que la pagara y las inversiones

tuvieran más seguridad monetaria. Había que contrarrestar los

efectos negativos de la I Guerra Mundial, que había permitido la

revolución soviética en 1917, mientras México vivía su

revolución.

Entre tanto, bajo presión estadounidense, Guatemala le declaró

la guerra a Alemania ese año y se expulsó al embajador alemán.

Estrada Cabrera recibió instrucciones porque los bienes

alemanes fueran listados y las listas se publicaron en los

diarios. Esos bienes quedaron inscritos en el “Acta de propiedad

enemiga” de los EE.UU y confiscados. Estrada Cabrera en seguida

sorteó la presión estadounidense y se negó a venderlos al mejor

postor y sólo aprobó la subasta de la Empresa Eléctrica, alemana

que, así, pasó a propiedad estadounidense57. Ya a partir de 1919

volvieron los alemanes y solicitaron se les devolvieran sus

bienes. EE.UU. estaba molesto por lo anterior y porque Estrada57 Rendón, p. 232 y ss.

66

Cabrera se resistía a entregar algunos de esos bienes a

ciudadanos estadounidenses, además que se negó a dar una reforma

monetaria anhelada por Washington. Por ello secundó las críticas

contra el dictador del obispo guatemalteco. En represalia lo

envió al destierro. Estrada Cabrera difundió en los medios que

el obispo era “un bolchevique”, un comunista. Sin embargo, el

prelado fue bien acogido por la administración de Woodrow

Wilson. Otra cosa que enojaba más a Washington era la larga

espera que dio Estrada Cabrera en la disputa fronteriza con

Honduras, provocada por la bananera Cuyamel ubicada en Honduras.

El calificativo de república bananera lo originó su propietario

Samuel Zamuray, apodado Sam Banana. Dominaba la vida política de

Honduras y le decían que era su Banana Republic Éste en 1922 quiso

ocupar tierras de Guatemala parra ampliar sus dominios y generó

una potencial guerra entre Honduras y Guatemala. Washington

tuvo que intervenir y mediar para evitarla por un territorio en

disputa con otra empresa bananera estadounidense rival. El

asunto se resolvería con la negociación de ambas empresas y su

fusión años después.58

En 1917 la capital guatemalteca se desplomó ante un gran

terremoto. Se inició el declive del dictador ante la magnitud de

58 Rodriguez Beteta, Virgilio, No es guerra de hermanos sino de bananos, Editorial Universitaria, Guatemala 1969.

67

la tragedia a la que no dio respuesta. La jerarquía

eclesiástica, jóvenes universitarios, finqueros conservadores,

empresarios medios y obreros, estimularon la oposición sin miedo

siguiendo la voz del obispo Piñol. Algunos obreros habían

constituido sindicatos con el estímulo estadounidense para

América Latina a través de la Federación Panamericana de

Obreros, con un capítulo para Guatemala. Los de los

ferrocarriles harían el primer paro. La liga obrera y los

artesanos se unieron con la “gente bien” y la insurrección se

gestó en sendas manifestaciones. El papel de la embajada

estadounidense fue ambiguo, pues si bien al inició apoyó la

insurrección, al última hora se hizo atrás. De todas formas

Estrada Cabrera fue esquinado políticamente en 1920 y el

Congreso lo declaró enajenado e incapaz de gobernar. Miles de

denuncias salieron en su contra al ser procesado y puesto en

prisión. (A los cuatro años murió de muerte natural). Los

archivos del dictador se “perdieron” pues involucraban a casi

toda la elite en negocios oscuros. Entretanto, florecieron los

periódicos incluso el de los obreros.59 Los EE.UU. hubieran

ganado mucha popularidad de haber continuado hasta el final su

apoyo a los “unionistas”. El Cuerpo Diplomático se encargó de la

seguridad del depuesto dictador al ser llevado preso a la

academia militar (a la Escuela Política), que él había destruido59 Rendón, p. 258.

68

tras sufrir un atentado de los cadetes una década atrás. Sus

bienes fueron confiscados y su casa fue objeto de rapiña

popular. Fueron linchados algunos cabreristas, como Francisco

Portocarrero (Cara de Ángel), mientras el general Miguel

Ydígoras Fuentes pudo escapar disfrazado de cura.

El paréntesis democrático de veintinueve meses fue dirigido por

Carlos Herrera. Fue electo presidente por el Congreso. En junio

de 1920 Washington lo reconoció. Era un rico hacendado del

grupo emergido por los Barrios y el partido Liberal. Por ello

tuvo una relación ambigua con el partido Unionista (integrante

del PUCA) y cercano con familias cercanas a los hacendados

alemanes, como su ministro de Hacienda Escamilla. Herrera

devolvió los bienes confiscados a los alemanes gracias al

cabildeo de sus dueños.

Quizás ello y algunas indecisiones de su parte dieron pretextos

al Ejército y la embajada estadounidense de su incapacidad de

gobernar entre tantas agrupaciones política que no se ponían de

acuerdo. El istmo se aprestaba a celebrar el centenario de la

independencia de 1821estando a punto un acuerdo de unidad

centroamericana para esa fecha. Herrera iba a ser el ungido

unificador, pero naufragaba el unionismo entre mil divisiones.

Herrera fue depuesto por un golpe militar avalado por

69

Washington, y se detuvo el proyecto unionista emprendido por

Guatemala, Honduras y El Salvador.

Dos generales cabreristas, José María Orellana y Lázaro Chacón,

gobernaron uno tras otro el resto de la década “extraviada”,

como la llama Edelberto Torres Rivas:60 Se dieron nuevas

concesiones a los estadounidenses Ferrocarriles de Centro

América (IRCA) y pocos años después a la United Fruit Co.

(UFCO). La reforma monetaria vino después bajo los auspicios

de EE.UU., aunque protestaron los banqueros y cafeteros que

deseaban prolongar la inflación para pagar menos salarios. Las

finanzas de Guatemala se ajustaron al patrón oro, a lo que

Estrada Cabrera se había opuesto. Orellana se enfermó gravemente

en 1926. Chacón le siguió en 1927, al ganar las “elecciones”

al general Jorge Ubico, antes ministro de la Defensa (juzgado

peligroso e inmisericorde por la embajada estadounidense)61. La

reforma monetaria fue positiva para los intereses comerciales y

el pago de la deuda inglesa, finalizando el caos monetario

previo, que afectaba a la sociedad en su conjunto. La guerra de

bananos y no de hermanos62 se arregló en 1928 cuando las dos

empresas de Honduras y Guatemala se fusionaron y formaron la

60 Torres Rivas, Edelberto, Etapas de la formación del Estado nacional,Guatemala 1821-1983, borrador p. 46.61 “…es un hombre progresista… cuya honestidad nunca se ha cuestionado.Es cruel a un grado que casi no es creíble y por esta razón es execrado. Es un elemento peligroso”. Despacho de 1924. Rendón, p. 328.62 González Davison, Guatemala, Política Exterior, p. 51 y 52.

70

UFCO, respetando los límites fronterizos entre ambos países

hasta el presente. La UFCO monopolizó a la vez el servicio

ferroviario, telefónico y la Empresa Eléctrica (antes propiedad

alemana).

La reforma agraria dada en México generó temor entre los

grandes hacendados centroamericanos y la UFCO. Así, se elevó un

muro para evitar su influencia. La revolución mexicana provocó

la merma de la presencia de México en el área, pero abrió la

puerta a una política exterior distinta, cercana a grupos

populares e intelectuales, donde antes no había llegado la

diplomacia.63 Los hacendados y empresarios extranjeros no

deseaban saber nada de reivindicaciones laborales como ocurría

en el vecino país. Entre tanto, los filmes mexicanos inundaron

las carteleras de los nuevos cines de Guatemala, propios de una

diplomacia cultural.

EE.UU. deseaba la mejor manera de sacar a sus “marines” de

Nicaragua y lo hizo luego de dar elecciones presidenciales en

1924 donde salió electo el demócrata Carlos Solórzano. Al poco

tiempo los conservadores le dieron una asonada y tuvo que

renunciar en 1926. Lo sustituyó un militar, mientras grupos

armados se peleaban entre sí hasta que, bajo presión

estadounidense, se dieron nuevas elecciones y volvieron los

“marines”. Es allí cuando surge en su contra la figura de63 Toussaint, p.

71

Sandino que luchará en su contra. Ya no se habló más de

integración regional. Entretanto, Europa siguió sin discutir

los lineamientos de Washington en México y Centroamérica,

especialmente con el primero, pues seguían las luchas entre los

militares por ocupar posiciones más altas en el proceso

revolucionario. Ante el anticlericalismo y persecución de

religiosos vino en 1926 en gran enfrentamiento del ejército

federal azteca contra las milicias cristeras. El presidente

Plutarco Elías Calles irrespetó los derechos humanos, afectando

a muchos curas españoles. En defensa de la libertad religiosa

algunos países europeos criticaron aquel estado de cosas.64

Moscú, en cambio, buscó la manera de conectarse con México como

plataforma para entrar en contacto con organización obreras

latinoamericanas. Guatemala enfrío más sus relaciones con México

mientras que Washington tildó al presidente Calles de

comunista. En 1930 México rompió relaciones con Moscú por un

tiempo, pero no los sindicatos gubernamentales, cuyos dirigentes

admiraban a Stalin. Y protestaron contra la presencia de Trostky

en su país. Esos sindicatos tuvieron una breve ingerencia en

Centroamérica.

Guatemala, que había suscrito su participación en la Sociedad de

Naciones en 1920, se retiró de la misma siguiendo el ejemplo de

EE.UU. en 1926. Al sobrevenir el colapso de la Bolsa de Valores64 Pi-Suñer, p. 284.

72

de Nueva York y el crack financiero en 1929, en Guatemala se

daban movimientos militares contra el gobierno, sus efectos

negativos locales fueron obvios como en el resto del mundo. Las

debilidades del Estado y su gelatinosa oligarquía se

evidenciaron en esta crisis. La caída de los precios del café

repitió el fenómeno de fines de siglo XIX: los endeudados

caficultores criollos nuevamente tuvieron que entregar muchas de

sus fincas a firmas crediticias alemanas al no poder pagar las

hipotecas, eso por la carencia de un sistema bancario nacional

que los apoyara. Según el censo oficial de 1927 los extranjeros

poseían 3.8 millones de manzanas de tierra en propiedad

mientras los guatemaltecos sólo 2.2 millones. Con la crisis

indicada, las cifras a favor de los primeros se elevaron mucho

más.65

Luego de un periodo de caos político, en 1931 ganó las

“elecciones” presidenciales el general Jorge Ubico, cuya

consigna era imponer el orden. Las protestas sociales estaban a

la orden del día. En el vecino El Salvador una insurrección

indígena fue aplastada por la dictadura militar, con

repercusiones regionales. En la otra frontera vibraba un México

“progresista”. En Totonicapán la gente protestaba por la

65 González Davison, Guatemala, la agroexportación… Cuadro 2. Fuente: Memorias del Ministerio de Fomento, Guatemala, 1927.

73

reducción de salarios. La caída de los precios de las agro

exportaciones fue muy sentida.

Ubico era miembro de la oligarquía y, considerado buen

administrador, Washington soportaba su admiración por el

fascismo. Él descubre un intento de asesinarlo y ordenó la

captura los autores civiles y militares. Buscaron asilo en la

legación mexicana, pero la fuerza pública los llevó a juicio

sumario ante un tribunal militar que ordenó fusilarlos. Eliminó

enseguida toda posibilidad de protesta social. Activó la

legislación “liberal” compulsiva para que el campesinado

laborara las haciendas cafeteras para enfrentar la caída de los

precios ante la recesión mundial. En materia exterior, las

fricciones con su colega salvadoreño fueron constantes pues

Ubico consideró ilegal que el general Maximiliano Hernandez

Martínez asumiera como presidente salvadoreño. En 1936 mantuvo

buenas relaciones con Anastacio Somoza, y con el gobernante

hondureño, Tiburcio Carías, luego de superar algunas fricciones.

Ubico redujo mucho el gasto público. Entretanto dio un giro a la

legislación del campo para someter al campesinado aún más que en

pasado: derecho al finquero de portar armas y de matar en su

propiedad, ley de peonaje por deudas, que ató a generaciones a

la hacienda cafetera, delito de vagancia que, unido al impuesto

de vialidad, sirvió para mantener el sistema de caminos de

74

manera gratuita, porque no tenían dos dólares como tributo. La

oligarquía se opuso a Ubico por dar en concesión tierras en el

sur a la UFCO y su relación fue tirante con la Asociación

General de Agricultores (AGA) a la que ilegalizó por desacato,

amén que por falta de créditos, perdieron sus tierras, a favor

de alemanes.

El Encargado de Negocios de la legación británica en Guatemala

en 1933 solicitó a Guatemala designar ingenieros para delimitar

con sus pares ingleses la frontera con Belice. Se cometió el

error de la cancillería guatemalteca de no protestar sino que

respondió preguntado que, si fuera el caso, ¿reconocería sus

obligaciones del tratado en 1859 y la cláusula compensatoria?

Enseguida, se permitió que los ingenieros ingleses hicieran el

trabajo acompañados por observadores guatemaltecos.66 Fue un

error del canciller guatemalteco de ese entonces, Alfredo

Skinner-Klee, descendiente del presidente Rafael Carrera. Pidió

le trasfiriera la jurisdicción de los beliceños Cayos Zapotillo

para evitar el contrabando y no tuvo respuesta. Luego solicitó

el cumplimiento del compromiso de compensación de aquel tratado

en 1936 y propuso arreglar el asunto por cuatrocientas mil

libras esterlinas que Londres no aceptó.

66 Herrarte, p. 113. La nota respectiva de 1934 está en el Libro Blanco, Guatemala 1936, p. 406.

75

Cuando asumió la presidencia Franklin Delano Roosevelt en 1933

la presidencia expresó que no iba a seguir con el “corolario

Roosevelt”, de su pariente Theodore Roosevelt, de intromisión en

asuntos internos latinoamericanos. Y ofreció un “Nuevo Trato”

(New Deal) de cooperación. Su política del “Buen Vecino” endulzó

la región dando asistencia en salud, educación y vivienda, que

dieron otro aire a la influencia estadounidense. Eso era para

los militares latinoamericanos unsigno de debilidad ante la

contrastante fuerza y logros del fascismo.

Mientras Guatemala y El Salvador definieron la frontera en 1938,

Ubico restableció relaciones diplomáticas con la Santa Sede y

fue el primero en reconocer al gobierno militar de Francisco

Franco en España. Pese a ello, Ubico no siguió las líneas del

fascismo sino las de Washington al cambiar la ecuación al

iniciarse la II Guerra Mundial. Esta dimensión internacional

produjo cierta modernización del ejército bajo los auspicios de

Washington para enfrentar a las fuerzas del “Eje” y un grupo de

élite se formó bajo el manto democrático de la carta de las

“Cuatro Libertades” suscrita por. EE.UU. y Gran Bretaña.

Dos años atrás 1937 Guatemala propuso el arbitraje de EE.UU. al

Foreign Office pero éste prefirió que lo hiciera la Corte

Permanente de Justicia Internacional. Sin acuerdo, en 1939 los

EE.UU. expresó su deseo porque se encontrara una solución

76

pacífica durante la reunión panamericana de ministros del

Exterior en Panamá de ese año. Al iniciarse la II Guerra

Mundial, Londres expresó a Guatemala que estando ya en ese

conflicto armado, para “defender la santidad de los Tratados,

era buena ocasión para que demostrara la validez de este

ideal”,67 aludiendo que Guatemala no hiciera nada que vulnerara

el tratado de 1859. Londres en 1940 aceptó la mediación del

presidente de EE.UU., pero limitada a la cláusula compensatoria.

Oficialmente Ubico expresó ese año que mientras durara el

conflicto, suspendía todo reclamo sobre Belice.

(Extraoficialmente se supo que Londres por teléfono le dio la

seguridad que devolvería ese territorio al finalizar la guerra,

y que no enviara tropa alguna a Guatemala al irse el último

pelotón inglés de Belice al frente bélico)68. En 1942, Guatemala

hizo sus reservas sobre Belice cuando se aprobó en Río de

Janeiro la libre determinación de los pueblos para las

poblaciones coloniales y posesiones europeas en el continente.69

Entre tanto, el café cambió de dirección: antes iba sobre todo a

Alemania, en los Cuarenta comenzó a irse casi toda la

exportación del grano a EE.UU. y a buen precio, el premio por

mantenerse aliado a Washington.

67 Ibid, p. 113.68 Lo anterior lo dijo al autor en 1976 el ya anciano embajador AlbertoLópez Herrarte, que en 1940 era joven Encargado de Negocios de la Legación de Guatemala en Washington.69 Herrarte, p. 117.

77

En América Latina se imitó entre los caudillos militares el

modelo fascista pero se diferenció del europeo por la cercanía

de su líder con los sectores populares. Así lo fueron Juan

Domingo Perón y Getulio Vargas en Argentina y Brasil, a tono

también con el caudillismo ancestral de la región. Ambos en los

Cuarenta dirigieron un movimiento nacionalista popular. Por

ello los militares argentinos no siguieron a Washington cuando

presionó al hemisferio hacia la neutralidad y luego contra los

Países del Eje. A cambio de su alianza con el hemisferio, EE.UU.

garantizó a los países productores de café altos precios. Eso

reportó grandes beneficios a las arcas de Guatemala.

Por presiones de EE.UU., en 1941, luego de declarar la guerra a

los países del Eje (Japón, Alemania, Italia), Ubico intervino

los bienes alemanes, incluyendo sus grandes extensiones de café.

En seguida envió a los teutones a campos de concentración en

Texas, dejando los beneficios del alza de los precios para el

fisco. El Estado, con el control de más de la mitad de la

producción cafetera alemana, tuvo fondos para iniciar diversas

obras públicas de edificios públicos destruidos por el terremoto

de 1917 y para pagar por completo la famosa deuda inglesa

postindependiente. Ubico a la vez, reivindicó todo el territorio

beliceño ocupado por los ingleses.70 Entretanto, Guatemala

produjo productos reclamados por el naciente complejo militar70 González Davison, Guatemala, política exterior… p. 54.

78

estadounidense como la quinina y hule. Y compró bonos de

guerra de EE.UU.

En 1942 el representante de México en Guatemala informaba que

“la mayor parte de jefes militares, intelectuales y políticos en

los que está el futuro de Guatemala, son hijos de la escuelas

mexicanas. Todos sin excepción cultivan la amistad de esta

Embajada y el día de mañana el Gobierno de la República y la

dirección de los asuntos nacionales vengan a sus manos, México

tendrá aún más que hoy, enormes posibilidades de convertirse en

el director espiritual y en el proveedor material de este

país”.71 Eran los aires de cambio democrático que la gente

sentía, propios de los ideales de los aliados contra los “países

del eje”, imaginando un Estado benefactor como el que operaba

en México y EE. UU., un contraste abismal con la dictadura

reacia al cambio social. Ante sin número de protestas populares,

Ubico renunció a inicios de 1944 y entregó el mando a uno de

sus generales, Francisco Ponce Vaidés. Éste, para asegurar el

respaldo de la embajada estadounidense, de inmediato

nacionalizó los bienes alemanes intervenidos en 1941 (como

sucedió en 1920, cuando Estrada Cabrera no los ejecutó y sólo

remató la Empresa Eléctrica alemana), y pasaron así a ser

propiedad del Estado guatemalteco. Al negarse a dar elecciones,71 Toussaint, p. 96.

79

generó la insurrección de jóvenes militares, comerciantes y

empresarios de la industria ligera, universitarios y gremios

obreros, y tomaron el poder el 20 de octubre de 1944,

repitiendo una gesta parecida a la de 1920. Los viejos generales

quedaron fuera y ascendieron los protagonistas de esta

“revolución”, que eran los dos jóvenes oficiales Carlos Arana y

Jacobo Arbenz, encabezando el triunvirato junto al empresario

Jorge Toriello. Los tres formaron un triunvirato de transición.

Los ministros y diputados electos eran jóvenes universitarios y

profesionales que integraron la Constituyente. La nueva

Constitución tuvo como ejemplo la de México, nacionalista y

democrática, impulsando la modernidad de lo público y la

economía privada (retornaron decenas de exiliados en México como

Luis Cardoza y Aragón, Carlos Mérida, Clemente Marroquín

Rojas…). Juan José Arévalo fue el candidato de consenso de tales

protagonistas y ganó las elecciones con ochenta por ciento de

los votos en 1945.

El ambiente era propicio para estrenar la democracia moderna y

el “Estado desarrollista”, pues así soplaban los vientos a nivel

externo en casi toda América Lemoratina. Claro que sembró t los

dictadores que esperaban que Washington les renovara su

confianza. El mismo Roosevelt los despreciaba pero, a los que

quedaron aún en el poder, los soportaba por ser “necesarios”. El

80

anciano presidente murió sin ver el triunfo final de la guerra

mundial, pero dejó acordado con Stalin un nuevo orden

internacional de postguerra y el reparto bipolar del mundo. El

mismo iba a girar en zonas de influencia de Washington y Moscú.

Luego, entre nuevas tensiones, explotaron dos ojivas nucleares

en Japón que dieron fin al conflicto mundial.

IV Impacto de la guerra fría72

Al finalizar la II Guerra Mundial, el mundo entró en uno de los

periodos de mayor prosperidad y crecimiento económico observados

en la historia, al menos durante tres décadas, pero bajo la

terrible amenaza del holocausto nuclear entre las dos potencias

triunfantes. Moscú y Washington, luego de ser aliados en la II

Guerra Mundial, que arrebató la vida de sesenta millones,

buscaron consolidar y ampliar sus imperios y zonas de

influencia: Washington enarboló la defensa del mundo libre y

Moscú la lucha de clases para lograr tal objetivo. El punto de72 González Davison, Guatemala, política exterior… p. 53 y ss.

81

discordia estuvo en un Berlín dividido, al no definirse de

manera definitiva el status de esa ciudad entre soviéticos y

estadounidenses. La lucha “ideológica” de ambas superpotencia se

realizó con armas en el Tercer Mundo en colonias deseosas de

obtener su independencia de Londres, París, Bruselas, Lisboa.

La revolución rusa en 1917 en plena I Guerra Mundial generó dos

vertientes de la economía industrial: la “socialista”, bajo

control y propiedad del Estado, y la “capitalista” de

propiedad privada. La URSS desarrolló la primera hacia adentro,

bajo el modelo estatal de Bismark autoritario y disciplinado, y

en los años Veinte, copió lo que pudo de la ciencia alemana en

los intercambios de cooperación que se suspenden con el ascenso

de Hitler al poder. Tras la II Guerra Mundial el mundo se

acostumbró a ver ambas vertientes como opuestos binarios,

mutuamente excluyentes.73 Los términos capitalismo y socialismo

eran sin embargo subterfugios artificiosos para subyugar a sus

satélites. A la luz de la Guerra Fría, Moscú alentó el modelo

de capitalismo industrial bajo la dirección única de la

burocracia, como Hitler lo hizo, con la diferencia que Moscú

abolió la propiedad privada. Así quiso ampliar el legado del

imperio ruso, impulsado por la idea de la lucha de clases a

nivel internacional contra las burguesías del planeta. No

73 Hobsbawn, Eric, Historia del Siglo XX, Grijalbo, Buenos Aires, 2009.

82

importaba que en muchas regiones no existiera, sobre todo en el

Tercer Mundo, donde prevalecían grupos feudales.

Antes de declararse la Guerra Fría en 1948, Washington apoyó

las aperturas democráticas de postguerra en gran parte de

América Latina y dio la pauta para el surgimiento de gobiernos

libertarios y nacionalistas. En Guatemala, el nuevo régimen

activó un proceso “revolucionario” bajo la dirección de las

capas medias universitarias, jóvenes militares y sectores

medios empresariales ávidos de democratizar el país y luchar

contra las dictaduras caribeñas. Bajo la dirección del

presidente Arévalo, el Estado tendió a la inclusión de muchos

sectores marginados del campo y dictó modernas normas laborales,

siguiendo el ejemplo de México. Así, nació la seguridad social,

la modernización de la banca central, y su apoyo a la banca

privada para que no dependiera del crédito externo, que en la

crisis de 1929 derivó en la pérdida de fincas a decenas de

latifundistas.

Guatemala firmó la Carta de Naciones Unidas y pasó a formar

parte los organismos internacionales, de la Comisión de

Descolonización de la ONU. Se unió Venezuela y Argentina por

tener reivindicaciones territoriales frente al poder colonial

inglés. Guatemala reclamó el territorio de Belice como propio

(como hizo Ubico en 1940) y se opuso a que fuera integrado a una

83

federación de posesiones británicas en el Caribe. Hizo también

su reclamo ante la Comisión Americana de Territorios

Dependientes, donde observó con sorpresa un reclamo de México

sobre dicho territorio, retirando su apoyo a la postura de

Guatemala. Arévalo protestó porque Londres autorizó a la Gulf

Co. a explorar yacimientos de hidrocarburos en Belice. El

Foreign Office inglés aprovechó el inicio de la Guerra Fría para

hacerle creer a Washington que Arévalo era comunista y no lo

apoyara. Guatemala en cualquier foro reclamaba contra el

colonialismo inglés, en especial en el Caribe y Belice. En el

plano regional, con su par salvadoreño, igualmente reformista,

Arévalo pactó a favor de la unidad política de Centroamérica.

Estados Unidos detuvo la iniciativa porque la región iba a tener

un voto y no cinco en la Asamblea de la ONU, lo cual

favorecería de la Unión Soviética. En 1947 se abstuvo de firmar

el Tratado de Asistencia Recíproca, TIAR, llamado Tratado de

Río, por permitir la intervención de EE.UU. en asuntos internos

(en referencia al tema de Belice). La Iglesia Católica vio con

regocijo que el gobierno autorizó el ingreso de las órdenes

religiosas, en un país que había quedado casi sin curas desde

1871. Razón de la brujería en el campo y con reducidos rituales

precolombinos. La población rural, entonces, propició la

conquista de almas para los católicos, y sectas evangélicas

84

estadounidenses (autorizadas a operar en Guatemala desde 1872).

Así, arribaron curas procedentes de China, expulsados luego que

Mao Tse Tung tomó el poder, gracias a la ayuda de Moscú.

Con la creación de la Comisión Económica para América Latina

(CEPAL) los economistas a cargo de dicho ente calificaron el

momento como una oportunidad para dar un salto a la

industrialización con el apoyo de un Estado desarrollista.

Arévalo recibió al presidente de Chile y de Venezuela, y otorgó

condecoraciones al presidente de México y al controvertido

embajador estadounidense Spruille Braden, a la sazón

Subsecretario de Estado para asuntos latinoamericanos. Braden

era un rico minero y socio de la UFCO. Al dejar su cargo, fue su

cabildero en Washington y defensor de sus intereses en

Guatemala.

Arévalo rompió con las dictaduras de la región y estas

reaccionaron en su contra. La Unión Democrática Centroamericana,

ligada la Legión del Caribe, surgió como una entidad regional

anti dictatorial en razón que Washington seguía apoyando a

varios dictadores. Dicha legión era una alianza de

revolucionarios y exiliados centroamericanos y caribeños en

contra de las dictaduras de Anastasio Somoza, en Nicaragua, y

Leonidas Trujillo, en República Dominicana. Intervino en el

derrocamiento de Teodoro Palacio, en Costa Rica. Al salir

85

victorioso José Figueres se articuló con el presidente Arévalo

para agradecerle su auxilio. También formaban parte de la Legión

el líder del APRA Víctor Haya de la Torre, Rómulo Bethancourt,

el exiliado dominicano Juan Bosch. Él recibió ayuda de

Guatemala para su causa, mientras los dirigentes de México y

Cuba permitieron que en sus territorios se entrenaran algunos

grupos en el uso de las armas. Por supuesto Somoza y Trujillo

ardían de cólera. El general Alberto Bayo, veterano de la Guerra

Civil española, exiliado en México, entrenó a los milicianos de

Bosch (A la siguiente década, haría lo mismo con Fidel Castro y

asociados). La primera invasión salió de Cuba en 1947 a la

República Dominicana sin conseguir el triunfo.

En la conferencia en Bogotá, que creó la OEA en 1948, Guatemala

habló contra el totalitarismo en cualquiera de sus formas, según

a la filosofía del espiritualismo social de Arévalo.

Reestableció relaciones con Argentina, suspendidas por

presiones de Washington porque no declaró la guerra a Alemania y

Japón durante el conflicto, lo que dio cause a una cercanía en

sus

relaciones. Aunque Perón mantuvo su fidelidad a Franco, Arévalo

reconoció al gobierno republicano de España en el exilio.

Mejoraron las relaciones con México tras el breve encuentro de

Arévalo con su par mexicano Manuel Ávila Camacho en 1946 en la

86

frontera, sin firmar ningún acuerdo, pues Ávila no quería

provocar ninguna susceptibilidad con Washington. Londres propuso

llevar el tema de Belice a la Corte Internacional de Justicia y

Guatemala aceptó, pero pidió la vía de la equidad, es decir,

no sólo por nociones jurídicas sino históricas también,

consideración que le fue denegada. Guatemala propuso el

arbitraje de EE.UU. pero el tema lo eludió el Foreign Office.

Guatemala en 1948 votó a favor de la creación de Israel ante la

solicitud de la esposa judía de Luis Cardoza y Aragón, que él la

comunicó a su amigo Arévalo74. Pero también estuvo a favor de

la creación del Estado palestino. En otra dirección, Arévalo

apoyó la creación de la Legión del Caribe para luchar contra

los dictadores, especialmente de República Dominicana, Nicaragua

y Venezuela. Perón, desde Argentina, envió armas con tal

propósito. El apoyo de Guatemala a través de dicha organización

para el insurgente José Figueres fue clave para el éxito de su

“revolución” democrática en Costa Rica a fines de la década.

El sesgo nacionalista de Arévalo se observó con la emisión de

leyes petroleras, donde sólo guatemaltecos podían explotarlos,

en tanto otras leyes laborales indispusieron al recién llegado

en 1949 embajador estadounidense Richard Patterson, declarado

Non Grato por Arévalo, tras sacarlo de su despacho por faltarle

el respeto. Washington enseguida suspendió la asistencia74 Entrevista con Arturo Taracena, investigador del tema.

87

militar, esgrimiendo el efecto negativo de las normas laborales

firmadas por Arévalo a favor de los trabajadores.

Desde 1948 Estados Unidos viró su política exterior, como

se observó en el ejemplo anterior, hacia el anti comunismo. La

oligarquía terrateniente (liberal y conservadora), debilitada

por haber perdido gran cantidad de tierras a favor de los

alemanes, ahora propiedad del Estado, se acercó a la UFCO, que

producía banano, el segundo producto de exportación luego del

café. Su objetivo era cooptar a los oficiales del ejército

para dar un golpe de Estado y trasladar dichas tierras a su

nombre. Ellos las habían perdido luego de la crisis de 1929 y

las quería de vuelta a su manera.

En el plano externo, Guatemala pasó a presidir el Comité

Especial de Descolonización de la ONU. Así, apoyó los procesos

de descolonización en especial de colonias británicas y

francesas, entre ellas India, y el Mandato Palestino. “La

intención era darle continuidad a estos procesos con fines de

apoyar también la descolonización de la Honduras Británica,

Belice”75. En 1950, Guatemala firmó el TIAR, con la reserva

sobre Belice. Se trataba de un sistema interamericano de defensa

75 Wagner, Roberto Antonio, Belice, artículo en elPeriódico, Guatemala 9 de febrero 2013.

88

jurídica, económica y militar como rezaba el Tratado de Río76.

Ante el planteamiento de Alemania Federal de devolver los bienes

a sus verdaderos dueños teutones, Guatemala respondió

negativamente. Washington había apoyado a Guatemala en el tema

de Belice, pero se hizo atrás cuando Arévalo se enfadó con el

embajador Patterson y creyó que Arévalo era comunista como

Londres lo planteó.77

El Salvador siempre apoyó a Guatemala en su reclamo y, juntos,

establecieron un tratado de libre comercio y una oficina de

asuntos centroamericanos, bajo los principios de la carta de la

ONU. La Casa Blanca cesó la ayuda militar a Guatemala en 1949,78

presionado por la UFCO que estaba en contra el Código de

Trabajo, entre cuyos accionistas figuraban cercanos al mundo del

poder en Washington.

76 El Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca firmado en 1947 fue considerado un éxito por los países latinoamericanos en tanto se sustrajeron del poder de veto del Consejo de Seguridad de las NacionesUnidas, aunque a la larga, sería contraproducente en opinión del suscrito.77 En defensa de su imperio, ante los movimientos nacionalistas a lo largo de su imperio, Londres esgrimió ante Washington que se trataba de movimientos comunistas para que no los apoyara. Meers, Sharon I., Triágulo de las relaciones entre Gran Bretaña, Estados Unidos y Guatemala, Historia General de Guatemala, Tomo VI, Guatemala 1997, p.42.78 Ibid , págs. 42 y 43. Eso sucedió en 1949 tras la expulsión del embajador estadounidense Patterson que cuestionó el Código de Trabajo recién emitido y al gobierno. En lo referente a Belice, Guatemala firmó el Tratado de Río haciendo reserva de sus derechos sobre dicho territorio, lo que disgustó a Washington. Londres aprovechó a decir que el gobierno de Arévalo había hecho esa reserva porque era comunista y así que no apoyara a Guatemala en el caso de Belice.

89

Arévalo al final de su mandato solicitó al Banco Mundial una

misión para que varios expertos recomendaran cómo modernizar

Guatemala. El banco envió una misión encabezada por George E.

Britnell, de una universidad canadiense. En 1950 emitió su

“Informe Britnell”, con recomendaciones para el desarrollo

agrícola, industrial, minero y de transporte, para sentar las

bases de un cambio.

Cuando Arbenz sucedió a Arévalo en la presidencia en 1951 por

el voto popular, el ambiente internacional era tenso pues se

había desatado la guerra de Corea. Realmente Occidente se

sintió amenazado por la unión entre la Unión Soviética y China

que, en términos estratégicos, estaban llamados a gobernar el

mundo por su vasto territorio y población. Su poder lo

mostraron en esa guerra. EE.UU. pudo haber usado la bomba

nuclear pero Moscú ya la tenía, copia modelo estadounidense dado

por un espía y físico inglés y pronto la estalló. La Guerra Fría

no sólo trataba de un duelo de ideologías sino de imperios por

el control del mundo. Ambos poseían distintas visiones del papel

del Estado, más importante que una pugna entre la libertad y el

totalitarismo. Muchos intelectuales del mundo creyeron en la

“ilusión comunista”. Los halcones en Washington clamaron por una

90

política de contención contra el comunismo como era de

esperarse. Las inteligencias de EE.UU. y México trabajaban

juntas desde la II Guerra Mundial 79, también con la vista en los

sucesos de Guatemala. Cualquier disidencia en su zona de

influencia sería considerada una acción favorable a Moscú. Ésta

a la vez hizo lo mismo en sus países satélites de Europa del

este, encerrados en lo que Churchill llamó “cortina de hierro”.

El mundo bipolar no permitió la democracia plena sino tutelada

ni el nacionalismo en sus países de sus zonas de influencia, ni

menos que contaran los gobiernos con asesores ideológicamente

opuestos. Ambas capitales crearon un sistema nuclear de

destrucción recíproca que podía hacer volar al mundo.

Guatemala, sumida en su propio quehacer y sin analizar esos

fenómenos, siguió las recomendaciones del Informe Britnell e

impulsó medidas contra el monopolio de la UFCO, entre ellos,

asfaltar la carretera al Atlántico y crear una hidroeléctrica

nacional para competir con el servicio ferroviario extranjero y

de energía. Arbenz mantuvo el estímulo de su predecesor a la

producción de algodón y a sus empresarios les dio crédito con

bancos locales para que no dependieran de firmas externas.

Además, siguiendo el legado de Arévalo, suscribió la

Organización de Estados Centroamericanos, ODECA, y la

cooperación de los entes de Naciones Unidas. Bajo esa guía se79 Pi-Suñer, p. 349.

91

iniciaron las labores del Consejo Económico Centroamericano,

formado por los ministros de Economía o Comercio del istmo.

Ellos solicitaron a la Comisión Económica para América Latina

una propuesta para desarrollar un proceso de integración como el

de la Comunidad Europea. Se estancó el proceso porque Costa Rica

y Nicaragua estaban al borde de la guerra, por diferencias entre

la familia Somoza y el presidente Figueres (quien invocará el

Tratado de Río en 1955), mientras a la vez Washington presionaba

a los centroamericanos contra Arbenz. Él optó por estar rodeado

de asesores comunistas (como ellos aceptaron después). El

presidente Dwight Eisenhower asumió en enero de 1953. Los

hermanos Dulles, Secretario de Estado y Director de la CIA

respectivamente, y el esposo de la secretaria particular del

Presidente, Ann Whitmann, eran accionistas de la UFCO. .La Casa

Blanca aprobó la Operación Éxito y Honduras ofreció su

territorio como base de operaciones encubiertas de la CIA para

derrocar a Arbenz. Somoza proveería su fuerza aérea para atacar

Guatemala. Trujillo daría otro tipo de ayuda luego de su

infructuoso apoyo al alzamiento militar subversivo de 1952, en

represalia por las acciones de la Legión del Caribe que habían

promovido a Juan Bosch.

Ante la acometida mediática de la prensa occidental, que retrató

al gobierno de Arbenz de comunista. Entre 1951 y 1954 fueron

92

declarados non gratos los embajadores guatemaltecos en Panamá,

Colombia, Chile y Nicaragua. (Arbenz se equivocó al enviar uno

a Managua para tratar de limar tensiones con Somoza). Arbenz,

dio un salto radical y no aceptó enviar tropas guatemaltecas a

Corea para integrarse a las fuerzas de Naciones Unidas80. Fue un

serio error en el contexto mundial, pues el gesto era simbólico

ante la Casa Blanca. Otro más sucedió cuando el Congreso

decretó duelo nacional de tres días por la muerte de Josep

Stalin, mientras diputados de izquierda y sindicalistas viajaban

a Moscú sin ninguna necesidad.

Tras la muerte de Stalin se inició el deshielo entre Washington

y Moscú. Así, el Kremlin no iba a provocar a Washington para

romper la distensión derivada del Armisticio en Panmunjong de

1953, que puso fin a la guerra de Corea, mientras las

negociaciones en Ginebra estaban por dar fin a la guerra de

Indochina. Moscú no tenía ningún propósito con Arbenz ni hubo

comunicación, al punto que el embajador de Guatemala designado

en la Unión Soviética, nunca llegó a Moscú. Y nunca se nombró un

embajador soviético en Guatemala.

Arbenz convino en dar 234 mil hectáreas de tierra ociosas de la

United Fruit a sus 23 mil trabajadores, basado en la ley de

80 En la rivalidad entre Corea del Norte (apoyado por Unión Soviética)y el de Corea del Sur (apoyado por Estados Unidos), el primero invadiócon armas para reunificar la Península con armamento soviético. Elloprovocó la reacción de Estados Unidos y el estallido de la Guerra deCorea (1950-1953).

93

Reforma Agraria. La misma fue elaborada según criterios de

Britnell, y por jóvenes asesores inexpertos comunistas

guatemaltecos junto al mismo Arbenz. Comenzó a tener vigencia en

1952.

Él, para congraciarse con Londres, prorrogó cinco años la

discusión de llevar el caso de Belice a la Corte Internacional.

Y detuvo el proceso en lugar de acelerarlo. En vano buscó

alianzas con Europa Occidental mientras enfrentaba a Washington

(y a Bonn por las ex fincas alemanas). Londres no cuestionó la

reforma agraria pero Washington brincó cuando fueron afectadas

las indicadas de tierras en descanso de la UFCO para entregarlas

a sus trabajadores. Entretanto, Arbenz cometió la ilegalidad

de no acatar la decisión del poder judicial de dar marcha atrás

a esa reforma agraria luego que la declaró inconstitucional.

Enseguida el Congreso destituyó de manera ilegal de sus cargos a

los magistrados de la Corte Suprema. Y sonó la alarma en

sectores de la elite y clase media urbana tensando la situación

política en la capital. Arbenz, bien intencionado pero sin

preveer las consecuencias, dijo que no iba a hacer exclusiones

a su programa nacionalista al afectar a una firma

estadounidense. Y se cometió otro grave error: La compra secreta

de armas en Checoslovaquia (inservibles al querer usarlas) que

dejó de ser secreta al descubrirse en mayo de 1954 que eran

94

transportadas en el barco Alphen. EE.UU. sobredimensionó el

asunto y dijo que era una amenaza para la región. De inmediato

proveyó armas para Honduras y Nicaragua. Así, muchos no dudaron

de los lazos del gobierno con la Cortina de Hierro ante el

escándalo que desató la prensa interesada manejada por

Washington. Luego Guatemala propuso un tratado de amistad a

Honduras pero desde el 18 de junio ingresó de esa frontera

varias columnas invasoras. Guatemala solicitó al Consejo de

Seguridad su auxilio para detener la invasión. Londres de

palabra había dicho que apoyaría esa solicitud. Pero el

embajador estadounidense Cabot Lodge ante la ONU pasó el tema a

la OEA con la anuencia de Londres. A cambio, Washington le daría

a Egipto ciertas compensaciones de interés británico en Egipto

como compensación, sabiendo de la ilegalidad de la invasión a

Guatemala, como lo reconoció Londres dos años después.81 Era

parte de una jugada del póker internacional. Londres engañó a

Arbenz de nuevo como había hecho con Guatemala repetidas veces.

La primera fue cuando aceptó enviar a Arbenz vehículos armados a

inicios de su gestión y luego se retractó. En ese póker Londres

defendió la libertad de los mares luego que una fragata

estadounidense interceptó en aguas internacionales el barco

81 Porras Castejón, Gustavo, Las huellas de Guatemala, F&G Editores, Guatemala 2009, p. 56. Fidel Castro le dijo que de haber triunfado su movimiento en 1953, la revolución cubana hubiera sido muy limitada. Lamuerte de Stalin había iniciado el “deshielo” y una mejor relación entre las superpotencias.

95

Alphen (de manera contraria al Derecho Internacional). Esa

jugada le dio resultados y, a inicios de junio de 1954,

Churchill logró en la Casa Blanca que Eisenhower apoyara los

intereses británicos en Egipto y Chipre82 a cambio de olvidarse

de llevar el caso de Guatemala al Consejo de Seguridad de la

ONU, donde prevalecía cierta indeferencia de Moscú. Londres

olvidaba que su alianza con EE.UU. desde la II Guerra Mundial

giraba alrededor del interés de EE.UU. de sustituir a los

británicos en las colonias inglesas ante su notable declive

como sucedió tras derribar a Mossadeq en Irán.83

Arbenz era visto como mal ejemplo para la región y desde la Casa

Blanca se orquestó una compaña en su contra por la prensa, los

políticos y grupos religiosos hasta tocar a los cuarteles

guatemaltecos, al tiempo que era criticado por la Asociación de

Estudiantes Universitarios. Washington temía un dumping de

productos soviéticos en el mercado mundial, pues su crecimiento

económico era innegable. La respuesta era que sus empresas

invirtieran en el Tercer Mundo. Pero no querían salir temerosas

del comunismo. No iban a invertir allí sin la debida protección

82 Las transcripciones originales de esa entrevista las vio el autor y las dejó plasmadas en su novela “Oscura Transparencia, la caída de Arbenz”, Artemis, 4ª edición, Guatemala 2008, p. 121-123. También puede leerse a: Meers, p. 49.83 Hitchens, Christopher, Blood, Class, and Nostalgia, Nations Books, NewYork,1990. Hitchens argumenta que la llamada “relación especial” entreLondres y Washignton representaba nada menos que la transferencia delimperio de una vieja nación a una nueva.

96

y seguridad. Había que sacar a Arbenz del poder para mostrar que

se protegería a empresas estadounidenses como la UFCO. Londres

recibió ayuda de la CIA contra el nacionalista y demócrata iraní

Mossadeq, derrocado en 1953, para asegurarse y repartirse su

riqueza petrolera y contener a la URSS por ese flanco,

imponiendo al Sha pro estadounidense. La seguridad a la

inversión debía estar asegurada y Washington tenía que probarlo

en Guatemala.

La planificación de la caída de Arbenz provocó la renuncia del

secretario general de la OEA, Alberto Lleras Camargo. En 1954,

en Caracas gobernaba el dictador Pérez Jiménez, cuando se

realizó la X Conferencia de la OEA de ministros del Exterior del

hemisferio. Allí se aprobó la intervención contra los

gobiernos que apoyaban el “comunismo”, con una dedicatoria

concreta al gobierno de Guatemala. México era valorado

positivamente por la Casa Blanca: “… en 1954 el canciller

Padilla Nervo entregó al Secretario de Estado John Foster

Dulles, un mensaje del presidente (Adolfo Ruiz Cortines) en el

que le aseguraba la más cercana cooperación de su gobierno con

el de EE.UU.”84

84 Herrera y Santa Cruz, p. 410. Esa política de cooperación continuó la década siguiente para el caso de Cuba revolucionaria. Para México Fidel Castro se pasó al bando de Moscú y exportaba su revolución.

97

Entretanto, la Operación Éxito se entrampó en junio y crecían

los temores de fracasar en medio de una campaña mediática y

sicológica que magnificaba el despliegue militar entre algunos

bombardeos sobre Guatemala. Combatir a soldados estadounidenses

no estaba en la visión castrense de los compañeros de armas de

Arbenz. Por ello, en medio de gran tensión, ellos le pidieron

su renuncia. Dimitió así el 23 de junio a favor de su

ministro de la Defensa, en un acto ilegal. Su sucesor fue su

ministro de la Defensa, hecho que había sido aprobado por la

embajada estadounidense, pero duró pocos días al frente al ser

recusado por Washington de “arbencista”. De inmediato varios

militares le dieron un golpe de Estado. Poco después Washington

dispuso que el mandatario interino fuera el coronel Carlos

Castillo Armas, que lo reconoció como tal el 13 de julio.

Lo anterior fue resultado de una política exterior incapaz de

sostener el discurso a favor de la “revolución” nacionalista,

con un programa y acciones externas coherentes. Tres

cancilleres al hilo en tres años lo ejemplifican. De nada sirvió

el discurso contra Estados Unidos en la referida reunión de

Cancilleres en Caracas, donde los gobiernos condenaron al de

Arbenz por ser avanzada del comunismo en el continente. En la

votación sólo Guatemala votó en contra, Costa Rica no se

presentó (algo que siempre le reprochó Arévalo a Figueres, que

98

debía su éxito a la “revolución” guatemalteca), y la abstención

de pocos países. El régimen de Arbenz quedó aislado y fracturada

su jerarquía castrense.

Moscú sabía que Guatemala estaba muy lejos de su zona de

influencia, sujeta a la zona de influencia de EE.UU. La

Operación Éxito, contó con el apoyo de la Casa Blanca, el

Departamento de Estado y la dirección de la CIA, respaldada por

la UFCO, que financió la prensa, y los dictadores caribeños

Somoza y Trujillo, secundados por algunos coroneles, hacendados

y algunos jerarcas católicos locales (contraviniendo

instrucciones de la Santa Sede y del Nuncio Apostólico). El

“ejército de la revolución”, así definido en la Constitución

guatemalteca, no supo cómo defenderla o lo consideró imposible

ante el poder de EE.UU. Lo anterior deterioró la imagen de

éste país y la institución armada local. La OEA y la ONU no

pudieron impedir esa intervención, pese a distintos intentos,85

en razón de la postura de sus estados miembros.

V. Dependencia de Washington

85 En 1956 Londres intentó derrocar al presidente egipcio, creyendo queEstados Unidos apoyaría tal acción en reciprocidad por lo que Londreshizo en torno a Guatemala dos años atrás. Washington no apoyó esa jugada de Londres. Otra visión puede verse, en: García Ferraira, Roberto, El caso de Guatemala, Mesoamérica Nº 49, CIRMA, Antigua, Guatemala, p. 25 y ss.

99

Con Castillo Armas como nuevo gobernante, la cooperación

estadounidense fue espléndida. La oligarquía guatemalteca

retomaba el poder político y lo secundó, interesada obtener las

haciendas de alemanes al suspender la reforma agraria,86 por

acuerdo del nuevo régimen. Se devolvieron las propiedades

expropiadas a la UFCO y aceptó pagar el treinta por ciento de

impuesto de sus utilidades. Pero devolvió cuarenta mil hectáreas

en la costa sur que gozaba en concesión que van a ser objeto

venidero de “transformación agraria”.

Alemania Occidental tramitó la devolución de las haciendas

confiscadas pero sin mayor resultado pues muchas fueron

otorgadas a cercanos colaboradores del nuevo gobierno de la

“liberación”. Éstos, además, lucraron con la ayuda

estadounidense. Varias familias de la oligarquía se

reconstituyeron como antes de 1930 y, bajo la consigna del

anticomunismo, manipularon a miembros del ejército.

La nueva Constitución dejó en libertad la inversión foránea

sin ninguna protección nacional mientras se orientó la política

y la economía a favor de la renovada élite.87 Varios delegados de86 Gleijeses, Piero, Shattered Hope:The Guatemalan Revolution and the United States, 1944-1954. Princeton University Press. La información sobre el período es abundante.

87 Adams, Richard N. Cruciifixion by power. Austin, University of Texas Press, 1970, chapt. 5. La articulación del poder de la oligarquía, el ejército y la Secretaría de Estado estadounidense impedía que la distribución de la riqueza nacional fuese posible dirigida a los grupos excluidos.

100

sindicatos blancos estadounidenses llegaron a Guatemala.

Ignoraron la persecución política contra los dirigentes

laborales y políticos cercanos a los partidos que apoyaron a

Arbenz. Detrás de bambalinas los petroleros tejanos obtuvieron

concesiones para la exploración petrolera. Castillo Armas

promulgó un código de hidrocarburos en inglés en el diario

oficial como le fuera entregado por ellos. La empresa

estadounidense Klein & Saks cobró al gobierno guatemalteco

doscientos cincuenta mil dólares anuales por asesorarlo. El

Banco Mundial dio un crédito por noventa y cinco millones de

dólares (para el tramo carretero al Atlántico). Además,

Washington donó cuarenta millones al gobierno para hacer de

Guatemala una vitrina de progreso, por ser el primer país que

sale del “comunismo”, según se dijo. Esa cooperación se vino

abajo tras el asesinato de Castillo Armas en julio de 1957 que,

junto a la enorme corrupción, motivó a Washington cortar su

ayuda.

La política exterior guatemalteca anticomunista quedó así

supeditada a Washington, bajo de una democracia restringida del

mismo corte. En 1956 bajo los auspicios de Guatemala se celebró

la primera reunión de ministros de la defensa centroamericanos

que continuaría de manera anual con el mismo sello y la guía de

Anastacio Somoza, partícipe en el derrocamiento de Arbenz.

101

En 1958 asumió la presidencia el general Miguel Ydígoras

Fuentes, cercano a la CIA y quien permitió el entrenamiento de

cubanos en Guatemala para invadir Cuba (en la Bahía de

Cochinos). Pudo pedir más a cambio a EE.UU. y sólo pidió que se

ampliara la cuota para la exportación de azúcar del país, como

así se hizo, y Guatemala pasó a integrar el Convenio

Internacional del Azúcar. Perdió la oportunidad negociar Belice

y sólo se quedó en la gestión verbal de declarar 1959 “Año de la

Reivindicación de Belice”. Ydígoras consideró a México un

refugio de comunistas y ordenó un ataque aéreo sobre barcos

camaroneros mexicanos para distraer la opinión sobre su mala

gestión presidencial. En represalia, el presidente azteca López

Mateos rompió relaciones. (Se reestablecieron tres años

después). México permitió algunas actividades anticastristas

pero también dejó que la embajada soviética en Distrito Federal

expandiera sus actividades de espionaje en varios países

latinoamericano, como contrapeso al trabajo conjunto que

realizaba con la CIA88.

Guatemala reanudó relaciones diplomáticas con Alemania –

interrumpidas desde 1942- . Ydígoras apoyó el esquema del Estado

desarrollista de John F. Kennedy bajo el nuevo esquema de

88 Pi-Suñer, p.349. En la página 160 de ese texto se observa que algunos diplomáticos menores mexicanos en La Habana servían a la CIA.

102

integración centroamericana dirigido por Washington y el Banco

Mundial para impedir una nueva Cuba. Al crear el Banco

Interamericano de Desarrollo (BID) se diseñó una sucursal de

éste, que fue el Banco Centroamericano de Integración Económica

(BCIE). El BID fue el banco para el proyecto esbozado por

Kennedy de un mercado común hemisférico y su desarrollo. No

prosperó el primer esquema de integración Asociación

Latinoamericana de Libre Comercio (ALALC). Pero lo sustituyó la

Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI) que no

propició la liberación comercial de la región. De ella Cuba se

aprovechó, luego de su expulsión de la OEA, para dirimir en su

seno asuntos comerciales, al dejar de pertenecer al sistema

interamericano.

La integración permitió que empresas estadounidenses

desarrollaran el incipiente proceso de industrialización

centroamericano como parte de la Alianza para el Progreso.

Guatemala focalizó los programas desarrollistas del Mercado

Común Centroamericano (MCCA), financiados a través de los recién

creados BID y BCIE, que promovieron créditos para nuevas

industrias de integración acompañadas de nuevas carreteras,

puentes, puertos, aeropuertos y telefonía de punta, a fin de

desarrollar los países del istmo89. (El crecimiento económico

89 El Mercado Común Centroamericano (MCCA), inicialmente integrado por Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica, se rige por el Tratado de Managua suscrito en 1960 y sus protocolos

103

será de seis por ciento entre 1960 y 1979, cuando se vino abajo

dicho indicador). En espera de contener así la marea roja

proveniente de Cuba,90 Cuba fue expulsada de la OEA en 1962 en

una reunión extraordinaria de ministros, desarrollada en Punta

del Este91.

La entidad estadounidense ROCAP92 y la Secretaría de Integración

Económica de Centroamérica (SIECA) orientaron el proceso del

MCCA en su doble vertiente: Hacia el libre comercio intrazonal

de los productos producidos por las incipientes industrias

protegidas por aranceles externos comunes; y la construcción de

carreteras y líneas de telefonía de integración para hacerlo

posible. El crecimiento económico y comercial fue notable aunque

desigual en términos sociales.93 El presidente mejicano Díaz

Ordaz arriba a Guatemala en 196694 y estimula la relación con el

mercado común regional. A pesar de las dificultades encontradas

en el camino (como la guerra del “fútbol” entre El Salvador y

modificatorios. EE.UU. era y es su principal socio comercial.90 González Davison, Fernando. Guatemala, política exterior, p. 40 y ss.91 Guatemala fue de los países que secundaron realizar esa reunión. Después de la invasión frustrada en Bahía de Cochinos en 1961, Castro decidió defenderse aliándose con Moscú. Eso fue considerado “incompatible” con el sistema interamericano y hasta México apoyó la resolución. Castro señaló que su expulsión era obra del imperialismo. América Latina dejó clara su postura anticomunista. Pi-Suñer, p. 136 y 137.92 USAID Regional Office for Central America and Panama.93 Rosenthal, Gert. El proceso de integración centroamericano, en: Centroamérica en crisis. Varios autores. Flacso, San José, 1982.94 Fue la segunda visita de un presidente de México a Guatemala. La primera fue el breve encuentro entre Arévalo y Ávila Camacho en 1946. Toussaint, p. 107.

104

Honduras en 1969 o el alza de precios de petróleo en 1973), el

crecimiento de los países centroamericanos de 1960 a 1979 fue

del seis por ciento anual, uno de los más altos del mundo en dos

décadas. El MCCA dinamizó dicho avance al florecer decenas de

industrias y entidades de integración en todos los sectores.

Ese proceso produjo cambios en las urbes del área, el auge de la

clase media y obrera, llenas de expectativas ante un desarrollo

que parecía imparable paralelo a las demandas de esas clases

sociales por la democracia. 95

Ydígoras renovó el reclamo guatemalteco sobre Belice y rompió

relaciones diplomáticas con Londres en 1963 luego que fracasaron

los oficios de Washington. La verdad es que los europeos en

América Latina se desdibujaron durante la Guerra Fría y perdió

su importancia el multilateralismo y las Naciones Unidas.

La insurgencia armada se inició por jóvenes oficiales

nacionalistas del ejército guatemalteco tras el fallido golpe

militar del 13 de noviembre de 1960. El movimiento fue contra

Ydígoras por permitir la corrupción y el uso del territorio para

uso de cubanos anticastristas financiados por Washington, los

cuales fueron derrotados en Bahía de Cochinos ese año. Al

aceptar los guerrilleros locales la ayuda cubana, Guatemala

quedó envuelta en una nueva dimensión de la Guerra Fría, pues su

95 Poitevin, René. El proceso de industrialización en Centroamérica. EDUCA, San José, Costa Rica, 1982, p. 16.

105

revolución, para algunos países como México, dejó de ser

latinoamericana al ponerse en el bando de Moscú. La tensión

que ello produjo se agudizó con la Crisis de los Misiles a sólo

tres años de estar Fidel Castro en el poder. ¿Estados Unidos

no le perdona aún al régimen que Castro hubiera sugerido por

escrito a Moscú disparar primero los misiles? Tras el asesinato

del presidente John F. Kennedy, Washington impulsó la doctrina

de la Seguridad Nacional para la contención del comunismo. Apoyó

el golpe de Estado contra Ydigoras pues Arévalo ganaría la

presidencia, según las encuestas, visto como cercano a los

comunistas aunque él los criticaba en privado. Tras el golpe

militar, asumió como jefe de Estado el ministro de la Defensa

Enrique Peralta Azurdia, honesto anticomunista, con la tarea

prioritaria de eliminar el brote insurgente de las Fuerzas

Armadas Rebeldes (FAR), apoyado por la asesoría militar

estadounidense.96 Guatemala recibió amplia ayuda militar del

Pentágono en esa década, aún más que la Nicaragua del Somoza.

Guatemala era un satélite de EE.UU. y su política exterior

reflejó esa dependencia. Desde 1964 aceptó el esquema militar de

contención al comunismo de la Seguridad Nacional bajo la

dirección del Pentágono y su Comando Sur. Ese año se realizó la

IX Reunión de Ministros de Relaciones Exteriores de la

Organización de Estados Americanos donde sus miembros acordaron96 Adams, p. 154.

106

suspender relaciones diplomáticas con Cuba, exceptuando a

México. Los movimientos guerrilleros prosperaron en la región.

En Guatemala, la suya perdió iniciativa y se replegó desde 1967.

Ese año se realizó la Conferencia Tricontinental convocada por

Cuba y cuya diplomacia alentó en ese foro los movimientos

revolucionarios de la región y atacar al imperialismo. La OEA

pidió a la ONU examinar el asunto. La muerte del Ché Guevara a

fines de ese año dio por concluida su “teoría del foco” y fueron

menos los que siguieron esa línea.

En política exterior de Guatemala se orientó a consolidar la

integración centroamericana con resultados positivos como

indicado. Y aprovechó el arribo de cubanos desplazados por el

cambió de régimen en Cuba. Ellos modernizaron poco a poco la

industria azucarera, gracias a la cuota dada por EE.UU., y la

ganadería local. La inversión estadounidense en la industria se

elevó al triple en relación a la de la década del Cincuenta. Las

exportaciones industriales de Guatemala a Centroamérica pasaron

casi de cero a cien millones de dólares en 1970 y luego a

trecientos cincuenta millones en 1983.

Durante la Guerra Fría era temerario estar desligado de

Washington en el hemisferio. Por eso Guatemala rechazó la

invitación de incorporarse al Movimiento de Países no Alineados.

El movimiento era liderado por Egipto, India y Yugoslavia, e

107

integrado por excolonias recién independizadas, que pretendían

no depender sea de Moscú o de Washington. Así, Guatemala perdió

el apoyo sobre sus demandas territoriales en Belice entre sus

miembros, como se observó en el desarrollo del caso en la

comisión de descolonización de la ONU. El concepto de soberanía

que Guatemala reclamaba confrontó el de la autodeterminación de

los pueblos, que alegaba la población beliceña y Londres la

respaldó. De esa manera se confundió el legítimo reclamo

territorial.

En 1966 asumió la presidencia el abogado Julio César Méndez

Montenegro. Aprovechó una apertura democrática bajo tutelaje

militar y activó la cooperación con miembros de la Comunidad

Europea, Alemania Federal en especial, mientras Bonn olvidó los

roces respecto de los bienes alemanes antes referidos. Francia

celebró en París la designación de Miguel Ángel Asturias como

embajador de Guatemala tras obtener el Premio Novel de

Literatura en 1968. Ese año el canciller guatemalteco devino

presidente rotativo de la Asamblea General de la ONU y sus

gestiones culminaron en la mediación de Estados Unidos para el

caso de Belice: El mediador Bethuel M. Webster favoreció los

derechos de Guatemala pero no logró concretizar la solución por

la oposición de funcionarios beliceños secundados por Londres97.

Se amplió la relación con México y Centroamérica pero se97 Herrarte, p.165

108

desdibujó cuando Díaz Ordaz apoyó el camino de la

independencia de Belice.

Durante esa apertura política Guatemala logró que la Escuela de

Diplomacia se denominara “Centroamericana” para recibir alumnos

y docentes del Istmo. Una ilusión pues la misma escuela no tuvo

parte en la creación de una verdadera carrera diplomática. (Como

sucede hasta el presente). Además, el gobierno derogó la

prohibición previa de comerciar con países del bloque comunista.

Y se adhirió al convenio sobre café y se mantuvo en el del

azúcar junto a los países productores, con la idea de unirse

para mejorar los precios, en especial con Colombia, gran

productor del grano.

Al suscitarse la guerra del “futbol” entre El Salvador y

Honduras en 1969, Guatemala fue clave para impedir el

rompimiento del Mercado Común Centroamericano, mediando en lo

político junto con México, al ser llamado por las partes. Apoyó

la creación de un Modus Operandi, pues Honduras había

abandonado ese proceso98. De esa manera continuó integrada la

región.

Repercutieron de manera negativa los viles asesinatos de los

embajadores de Alemania Federal y Estados Unidos a manos de una

célula autónoma de las FAR. Esas acciones provocaron el ascenso

de militares duros al poder, a la cabeza del coronel Carlos98 González Davison, Guatemala, Política exterior… p. 81

109

Manuel Arana, quien había dirigido la campaña contrainsurgente.

Al asumir como presidente en 1970 continuó una política de

terror a pesar de haber doblegado a la insurgencia.

Las acciones respecto de Belice se dieron en dos vías: la civil,

dirigida por el Ministro de Relaciones Exteriores, de

negociación, bajo el amparo del derecho internacional, y la

militar tendente a recuperar ese territorio por la fuerza, si

fracasaba la diplomacia. Esto fue una reacción ante los

obstáculos que hizo Londres en las negociaciones de 1972. Dentro

de la estrategia por recuperar Belice, el ejército creó el

Centro de Entrenamientos Especiales de Kaibiles, como los Gurkas

ingleses o los Marines estadounidenses, cuyo objetivo era

enviarlos a Belice, llegado el momento, para librar allí una

guerra de guerrillas contra los ingleses, para compensar la

superioridad tecnológica y aérea de los británicos. La asamblea

de cancilleres de la OEA condenó ese año los actos

intimidatorios británicos contra Guatemala en la frontera

beliceña.

En 1973 los gobiernos miembros de la OEA aprobaron varias

reformas al Tratado de Río en donde se indicó que la pobreza era

la causa principal de inseguridad en América Latina. Era el

deseo de los militares “progresistas” que hacían gobierno en

varios países de la región. Ellos acordaron establecer

110

relaciones con Cuba dado que la nueva relación entre Moscú y

Washington había motivado que La Habana no apoyaría más las

guerrillas ni la teoría insurgente del foco. Sin embargo los

centroamericanos siguieron las líneas de Washington sin reabrir

las relaciones con Cuba. Quizás, de haberlas tenido, hubiera

sido diferente la participación de Cuba en la guerra en

Centroamérica en los Ochenta. (En 1973, el Secretario de Estado

Henry Kissinger coordinó el asesinato por cincuenta mil dólares

del general René Schneider, jefe del Estado Mayor chileno,

porque se opuso a dar golpe militar a Allende99.) Su

derrocamiento ocurrió un 11 de septiembre de 1973. La Casa

Blanca reconoció el golpe que llevó al poder a Augusto

Pinochet. Igual hicieron los demás países latinoamericanos,

México con la doctrina de reconocer Estados y no gobiernos,

también lo reconoció, pero abrió sus puertas a sus exiliados.

En 1974 Managua sufrió un gran terremoto que debilitó al régimen

dictatorial de los Somoza dado el alto grado de corrupción

observado en la distribución de la ayuda internacional recibida.

Esa familia controlaba la jerarquía de los ejércitos del

Consejo de Defensa Centroamericano (CONDECA), que excluía a

Costa Rica por no tenerlo.

99 Hitchens, p.82.

111

En 1975 se mejoran las relaciones con México al inaugurarse el

puente internacional fronterizo entre ambos países mientras

Belice anuncia su pronta independencia de Londres. El gran

terremoto que asoló Guatemala en 1976 tuvo implicaciones

política profundas y de larga duración. Por un lado se realizó

un trabajo positivo con la ayuda recibida y se activó la

sociedad postergada del altiplano maya más afectado. Por el

otro, antiguos insurgentes consideraron que ese era campo

propicio para su nueva estrategia insurgente.

Ante la caída los Somoza por el movimiento sandinista, se

generó gran pánico entre los jeracas militares y oligarcas

del área en 1979. Motivó su reacción desproporcionada con la

realidad y las persecuciones que ordenaron violaron los derechos

humanos como nunca.

Entre tanto la economía marchaba en alza mientras que el mercado

común centroamericano seguía ampliando las capas medias. Desde

1960 vino amplia inversión de EE.UU. en la industria ligera de

integración, que activó una forma empresarial de hacer negocios,

distinta a la tradicional oligárquica. En tres décadas de

crecimiento industrial el conglomerado obrero creció también

como el de los grupos medios y profesionales. A fines de los

Setenta, con la actitud positiva de Laugerud, comenzaron a

112

demandar la democratización. Pero dominó el estilo represor

tradicional, la elite y los jerarcas temerosos que se

repitieran acá los sucesos en Nicaragua y que estaban

comenzando en El Salvador con una guerrilla urbana.

VI. Guerras en Centroamérica

El recambio de gobierno militar en Guatemala en 1974 dio la

presidencia el general Kjell Eugenio Laugerud. Sin insurgencia

de por medio, su gobierno continuó con las obras de desarrollo

de su antecesor. Siguió a México en la línea adherirse a las

nuevas asociaciones latinoamericanas de Exportadores de Azúcar

(GEPLACEA), del Sistema Económico Latinoamericano (SELA), para

formular posiciones comunes frente a los países desarrollados en

la Junta de Comercio y Desarrollo de las Naciones Unidas (en

Ginebra), y otros foros de integración regional regional. Y

planteó la reivindicación sobre Belice como una prioridad,

territorio cuya independencia apoyaba el Movimiento de Países

No Alineados y otros países del hemisferio. En secreto,

Laugerud y sus generales planearon ocupar Belice militarmente y

llevarla a la acción a inicios de 1976, mientras la Cancillería

insistió en seguir negociando por la vía diplomática sin saber

de esos planes. La invasión a Belice quedó como un plan que no

113

se activó porque el día planeado asoló un terremoto devastador

en Guatemala dos horas antes de la orden de ataque dada a los

kaibiles, creados y entrenados para realizar una guerra de

guerrillas en Belice para batallar contra un oponente con

superioridad aérea y en guerra convencional.

Ese año Jimmy Carter asumió la presidencia estadounidense y, a

petición de Londres, suspendió la ayuda militar a Guatemala,

porque sus intensiones belicosas100. No obstante, la Casa Blanca

se justificó diciendo que era por violaciones a los Derechos

Humanos, pese a que durante la gestión de Kjell Laugerud

prácticamente no se dieron sino hasta al fin de su mandato. La

masacre de Panzós en 1978 la ordenó su propio Vicepresidente

casi al terminar la gestión de Laugerud, donde murieron 53

campesinos.

El terremoto mostró la miseria rural y el país quedó abierto a

la cooperación internacional. El esfuerzo nacional de

reconstrucción fue ejemplar con pocos casos de corrupción.

Carter llamó a volver a la democracia mientras ejercían presión

las capas medias urbanas y obreras. La jerarquía militar aceptó

dar elecciones libres bajo su tutela. Mientras se realizaban

obras de reconstrucción, grupos insurgentes penetraron por

México en el altiplano maya-quiché occidental con la idea de

100 Yurrita Cuestas, Alfonso, El Ejército, Historia General de Guatemala, Vol. VI. Asociación de Amigos del País, Guatemala 1995, p.109.

114

librar una guerra de guerrillas de larga duración. Pocos ya

habían ingresado en 1972 por la frontera del río Ixcán en

Chiapas.

Carter activó a distintos dirigentes populares guatemaltecos,

como lo hizo a lo largo del continente, a participar en

elecciones democráticas. Tras una buena acción gubernamental en

las tareas de reconstrucción y un mejor ambiente internacional,

se reiniciaron nuevas conversaciones con Londres sobre Belice en

1978. El Secretario de Estado estadounidense Cyrus Vance y su

colega británico Edward Rowlands convergieron que Belice debía

ceder a Guatemala una franja de dos mil millas cuadradas. Empero

el gobierno local beliceño se opuso y Londres ofreció a

Guatemala una compensación económica que la rechazó.101 Los

ingleses consideraban que la independencia de Belice era un tema

diferente al diferendo territorial con Guatemala. Carter,

entretanto secundó el retorno a la democracia y alentó a

democristianos y socialdemócratas de Guatemala a participar en

las elecciones, mientras la jerarquía castrense ofreció que

serían libres.

De pronto todo cambió en 1979 al producirse en julio la renuncia

de Somoza seguida por la victoria del Frente Sandinista de

Liberación Nacional (FSLN), que alarmó a dicha jerarquía y al

empresariado centroamericano como se dijo. Carter no pudo101 Herrarte, ibid, p. 169.

115

convencer a Somoza de dar elecciones democráticas antes de caer.

Cuba, Venezuela y Costa Rica apoyaron la insurrección

sandinista como una legítima acción nacionalista de Nicaragua,

es decir, ajena a la tensión bipolar Este-Oeste. Pero cuando

Managua se acercó a La Habana, ello fue visto como avanzada de

Moscú en el área y como parte de la Guerra Fría. Lo anterior fue

funcional a los duros de la jerarquía militar guatemalteca:

Impidieron el retorno a la democracia y orquestaron planes de

represión luego que el general Lucas García asumió como nuevo

mandatario militar. Generó así una represión generalizada,

condenada por la comunidad internacional. Sin seguir ningún

lineamiento ni control de Washington, la violencia estatal fue

inaudita ante el ascenso insurgente.

En El Salvador nació la insurgencia apoyada por Managua y se

expandió como pólvora encendida. El ejército local siguió los

consejos estadounidenses. Managua sandinista y Habana

jugaban un papel estelar en ese capítulo. Acá, se asesinan,

entre otros más, a los socialdemócratas Manuel Colom Argueta y

Alberto Fuentes Mohr, y dirigentes ligados a la universidad

estatal, Manuel Andrade Roca, Oliverio Castañeda, Jesús

Marroquín y tantos más. Guatemala vivió un infierno represivo

como nunca. La insurgencia asesinó al general David Cancinos

116

acusado de haber dado muerte a los dirigentes socialdemócratas.

La jerarquía militar guatemalteca se aisló sin otro rumbo que

continuar la contrainsurgencia, criticando a sus pares

salvadoreños de suaves por seguir las directrices de

Washington:102 Carter, en efecto, alentó a jóvenes oficiales en

El Salvador a gobernar juntamente con demócratas cristianos.

Así, cristalizaron la reforma agraria.

En junio de 1979 los miembros de la Organización de Estados

Americanos (OEA), con el patrocinio del gobierno de Carter,

demandaron la renuncia del dictador nicaragüense Anastasio

Somoza Debayle, cercado por una insurrección civil apoyada por

Venezuela y otros países. El triunfo sandinista irrumpió en el

proceso de integración centroamericano al estimular la

insurgencia en Guatemala y El Salvador, a imitación de la

insurrección sandinista. Se alarmaron a los grupos en el poder

tradicional y la represión comenzó de manera selectiva. En

Guatemala se generalizó en Occidente y el terrorismo de Estado

abarcó todo el territorio en tanto el gobierno militar era

visto como un “paria internacional”. Los soldados de elite

“kaibiles” golpearon duro a la insurgencia y a los campesinos

que la apoyaban. El ejército local adquirió armas de Yugoslavia

y recibió capacitación de Israel y Taiwán, en secreto, evadiendo

el embargo estadounidense.102 Porras, p. 66.

117

Ese año México organizó reuniones entre su presidente y el

mandatario guatemalteco para iniciar estudios de las cuencas de

los ríos internacionales, mientras Belice estaba decidido, con

el acuerdo de Londres, de obtener su independencia a través de

las Naciones Unidas. Poco después las partes aceptaron las

llamadas “bases para el entendimiento” que nunca se cumplieron.

En medio de todo, el Consejo de Defensa Centroamericano

(CONDECA) se desintegraba. Moscú, intervino en Centroamérica vía

Cuba y Nicaragua como reacción a la ayuda que la CIA daba a

los Talibán en Afganistán, en su lucha contra los soviéticos.

Éstos defendían vanamente a un gobierno considerado ilegítimo

por muchos. El delegado de Carter para Centroamérica, Byron

Backy, era criticado por su pasividad en Centroamérica103. El

enfoque ético de Carter fue rechazado por las derechas e

izquierdas, lo que fue un error. México, Venezuela y Panamá,

que habían dado su apoyo inicial al nuevo gobierno de

Managua,104 orquestaron una acción para fomentar la paz. México

incluyó a Cuba en su gestión y Fidel Castro aceptó colaborar, en

espera que México defendiera el gobierno revolucionario de

Managua. A la vez, Castro promovió la integración de varios

103 Pastor, Robert A. El remolino. Política exterior de Estados Unidos hacia América Latina y el Caribe Siglo XXI. México 1995, capítulo I.104 Ibid, p. 55. En ese momento Washington y Moscú firman el SALT II, mientras el gobierno revolucionario de la isla de Granada recibe ayudade Cuba.

118

grupos insurgentes guatemaltecos en un solo ente. Así, surgió la

Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG).

En enero 1980, las fuerzas policíacas irrumpieron la embajada de

España para capturar a más de una docena de campesinos, que la

ocuparon para protestar contra la represión en el campo. En ese

intento se produjo un incendio, donde murieron los campesinos,

dos funcionarios españoles y dos ex altos funcionarios

guatemaltecos que visitaban al embajador. Éste sobrevivió junto

con otros que dieron su testimonio sobre la tragedia. De

inmediato, España rompió relaciones diplomáticas. La noticia

trascendió al plano internacional y la dictadura perdió

legitimidad. El vicepresidente Francisco Villagrán Kramer

criticó dicho proceder y partió al exilio.

Las Naciones Unidas en 1980 reconocieron el derecho a la

autodeterminación de Belice expresando que al año debía ser

independiente. Con el apoyo de la mayoría de países incluyendo

de Latinoamérica, la independencia se concretó. México fue el

segundo país en enviar a un embajador a Belmopán. Fue el gran

fracaso para la diplomacia de la dictadura guatemalteca.

Desde 1979 la invasión soviética en Afganistán puso fin de la

detente entre las dos superpotencias, dando paso al

recrudecimiento de la hostilidad entre ambas. Así, fracasaron

las negociaciones sobre armas estratégicas (Salt II) y volvió la

119

retórica anticomunista de los conservadores de EE.UU. La Unión

Soviética mostraba síntomas un sistema exhausto cuyo crecimiento

económica declinaba desde 1960.

En Centroamérica la insurgencia intentaba ser un contrapoder. En

Guatemala no lo pudo ser y el Estado se desbordó en sus

funciones de orden y control. Una mezcla de anticomunismo y

racismo contra los grupos quichés, algunos orientados por

catequistas católicos, nutrió la política de tierra arrasada al

exagerar su peligro.

VII. Neutralidad relativa de Guatemala

A inicios de los Ochenta hubo una fractura al seno del Estado

empañada de corrupción entre la jerarquía militar y el

empresariado.105 Afectó la recesión mundial y el alza de

precios del petróleo y de los intereses de la deuda externa, un

caldo de cultivo para el retroceso económico y social. En la

efervescencia revolucionaria se destruyó parte de la

infraestructura, mientras caían los indicadores de las

105 El caso de la papelera española CELGUSA es un bueno ejemplo, construida alrededor de una región casi desértica al Oriente de Guatemala, o el Desarrollo de Autopistas de Guatemala (DAG), donde no se construyó un metro

120

exportaciones y declinaron las reservas monetarias

internacionales.

México y Francia reconocieron al insurgente Frente Farabundo

Martí para la Liberación (FMLN),106 instando al gobierno

salvadoreño a negociar con dicho Frente. La sorpresiva derrota

electoral de Carter permitió a Ronald Reagan dar un viraje al

llegar a la Casa Blanca en 1981: Una de sus prioridades fue que

el régimen sandinista diera marcha atrás al proceso

revolucionario. Al no lograrlo, financió a los “contra”

revolucionarios, cuyas bases se fijaron en Honduras y Costa Rica

(17 mil hombres armados). Otro de sus objetivos era detener el

flujo de armas de Managua a la insurgencia en El Salvador. Así,

Centroamérica se tornó en zona de interés estratégico en el

conflicto Este-Oeste,107 agravado en Guatemala por condiciones

de pobreza histórica y estructural propias, acuciantes en el

altiplano occidental maya-quiché. En ese espacio n los

insurgentes para ganaron apoyo.

Desde la suspensión de la ayuda militar directa dada por

Washington a Guatemala en 1976, el ejército adquirió avionetas

civiles (que acá se artillaron) de distintos países y se acercó

más a Israel y Taiwán paro obtener otro tipo de armas. La

llegada de Reagan a la Casa Blanca con los halcones produjo un

106 Toussaint. pág. 147. 107 Pastor, p. 24.

121

viraje conservador como se dijo, para agrado de la dirigencia

militar guatemalteca. Así, sus directores de la inteligencia se

incrustaron en la red anticomunista mundial donde la CIA vendría

en su auxilio.

En Managua las distintas organizaciones guerrilleras

guatemaltecas conformadas en la URNG, coordinaban su plan acción

con unidad y triunfalismo. La Casa Blanca por ello justificó su

intervención en la zona. Reagan oficialmente no pudo dar armas

modernas al gobierno de Lucas García por su trayectoria de

violación a los Derechos Humanos como hubiera deseado, pues el

Congreso mantenía la prohibición de 1976. Por ello, Guatemala

no se incorporó al plan estadounidense en 1981 contra Nicaragua,

en razón que los problemas internos lo desbordaban ante el

súbito éxito de la insurgencia. Además, la economía y el Estado

estaban al borde del colapso en medio de la crisis económica

global. Ese año México y Francia reconocieron como parte

beligerante a la insurgencia salvadoreña, lo que fue un revés

para la Casa Blanca. México también jugaría sus cartas

incorporando a otros países latinoamericanos.

El desprestigio del gobierno militar de Lucas a nivel

internacional era tan grande que, luego de la quema de la

embajada española, su gobierno se volvió un paria

internacional. La envestida contrainsurgente logró éxitos en

122

Guatemala a fin de ese año gracias a la infiltración de

colaboradores del ejército en las filas guerrilleras. La

inteligencia, asesorada por oficiales chilenos y argentinos,

descubrió los planes de la insurgencia e información clave

que sirvieron para desmantelarla de manera estratégica en pocos

meses.

En 1982 sucedió un esperado un golpe y recambio militar en

Guatemala apuntalado por elementos civiles, para recomponer el

bloque en el poder, es decir, unir de nuevo a a oligarquía y

al ejército y dar otra imagen a la guerra contra insurgente. Al

frente de un triunvirato militar quedó el general Efraín Ríos

Montt, asesor de Mario Sandoval Alarcón, dirigente de la

ultraderecha, quien lo propuso. Los militares lucharon contra la

insurgencia siguiendo la estrategia exitosa del general

Benedicto Lucas, mientras se reconfiguraba la unidad entre los

militares y el sector patronal al crearse un Consejo de Estado y

un gabinete compuesto de ministros enviados por los cámaras

empresariales, unidos contra el “comunismo” bajo el carismático

Ríos Montt. Empresarios de peso no sólo fueron parte de su

gobierno de facto sino dieron su aporte contra la

contrainsurgencia, dando algunos sus avionetas para atacarla con

bombas en áreas mayas. Se trató de la Fuerza Aérea de Reserva,

originada por civiles que fueron entrenados por la CIA para

123

fomentar la caída de Arbenz en 1954, activa en los terremotos de

1976, disponía de unos 80 aviones ligeros y 20 helicópteros en

1983). Ellos cabildearon en Washington para revertir el

aislamiento internacional de la dictadura militar.108 Y lo

hicieron con éxito en la Casa Blanca por un tiempo a pesar que

Ríos Montt se opuso a democratizar el país.

Ronald Regan convocó al Foro por la Paz y la Democracia que se

desarrolló en San José pero no se invitó a Guatemala ni a

Nicaragua porque no tenían gobiernos democráticos. La presión

para que Ríos Montt democratizara su sociedad era obvia para

aislar al sandinismo en esa dinámica de democracia contra el

totalitarismo sandinista. Ríos Montt reiteró que no participará

en el proyecto estadounidense de la Comunidad Democrática

Centroamericana ni en la reactivación del CONDECA al persistir

el embargo de armas estadounidense. Dijo que no iba a estar a

favor de de los soviéticos ni de los “norteamericanos”. Ni dará

elecciones. Las cámaras empresariales, a cambio de no elevar los

impuestos ni se acordara una reforma agraria, prometieron dar

sesenta millones de dólares para la lucha contrainsurgente por

una vez, pero no se hizo efectivo sino en un bajo porcentaje,

pero el gobierno sí les cumplió.109 Entretanto, la US-AID le

108 Pellecer, Martín, Los militares y la élite, la alianza que ganó la guerra, Plaza Pública, Revista Digital, 21 de agosto 2013.109 Ibid.

124

otorgó asistencia financiera básica para ayudar a los planes

civiles contrainsurgentes. La CIA hizo lo propio luego que en

Honduras Ronald Reagan le ofreció a Ríos Montt decenas de miles

de fusiles viejos de la I Guerra Mundial (que no estaban en el

listado de prohibiciones militares de su país), que se

destinaron al casi medio millón de campesinos que conformaron

las novedosas Patrullas de Autodefensa Civil, bajo el mando del

ejército. No sólo velaron por la seguridad de muchos finqueros,

sino sus operaciones en área de conflicto armado aseguraron la

derrota de la insurgencia que había comenzado a fines 1981 y ya

una certeza en 1982-83.

Juan Pablo II fue fríamente recibido por el “evangélico” Ríos

Montt en Guatemala, porque no aceptó su solicitud de poner fin a

los juicios sumarios en contra presuntos delincuentes y

subversivos.110 La política de tierra arrasada se proyectó en el

campo con suma violencia, en tanto que varios grupos mayas

tomaron parte a favor de grupos insurgentes por unos años.

El Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) se

desacreditó en 1981 cuando EE.UU. apoyó a un poder

extracontinental, Gran Bretaña, en la guerra de Las Malvinas.

Eso estaba prohibido. La Comunidad Europea (CE) hizo lo mismo y

110 En ese momento el Papa solicitó suspender varias ejecucionessumarias y Ríos Montt rechazó su pedido. Garrard-Burnett, Virginia.Terror in the Land of the Holy Spirit, Guatemala under general Efraín RíosMontt, 1982-1983 Oxford University Press, 2010.

125

le generó una imagen negativa en América Latina. En realidad,

sólo Margaret Thatcher en Londres hizo buena relación con

Reagan, pero no el resto de gobiernos de Europa Occidental, más

preocupados por el belicismo del grupo de Reagan contra “el

imperio del mal”. Temían que su detente con los europeos del

Este pudiera ponerse en riesgo. Por eso algunos dirigentes de la

Comunidad Europea propusieron una “tercera vía”111. De esa cuenta

quisieron unirse a las labores del Grupo de Contadora. En enero

de 1983 México organizó este grupo junto a Colombia, Panamá y

Venezuela, para promover la paz en Centroamérica. Estar al lado

de ese grupo era una oportunidad de mejorar su imagen en la

región y marcar su diferencia con la Casa Blanca. En alguna

forma apoyaron a México y Francia que habían suscrito un

documento sobre El Salvador muy distinto a los deseos de

Washington. El Grupo de Contadora indicaba que la crisis

política centroamericana era derivada de situaciones históricas

socio-económicas domésticas y no de la Guerra Fría. Así, se

articuló la CE al Grupo de Contadora, cuyo objetivo era evitar

el conflicto generalizado en el Istmo como deseaban el halcón

Dick Cheney y el Vicepresidente George Bush. Ambos dirigieron

111 Relaciones entre Centroamérica y la Comunidad Europea. Problemas y perspectivas de Cooperación, Bruselas, febrero de 1989, AHGE-SER, exp.ONU-5688-1.

126

la política de seguridad estadounidense porque Reagan sufría ya

Alzhaimer, enfermedad que se mantuvo como un secreto oficial).112

Entre sus planes estaba una Centroamérica democrática que

aislara a Nicaragua “totalitaria”. El dictador de Honduras

estuvo conforme pero Ríos Montt quiso seguir en el poder. Él

también chocó con sus oficiales al negarse a reestablecer la

jerarquía militar, pues se apoyaba en jóvenes oficiales. Por

ello, su ministro de la Defensa, el general Óscar Mejía, le dio

un golpe militar en 1983 y asumió como jefe de Estado. Éste

también se negó a participar en maniobras militares

estadounidenses conjuntas en el Istmo porque no podía librar dos

frentes a la vez (uno interno, con la insurgencia, y otro

potencial contra Nicaragua). La jerarquía militar se acercó a

la tesis del Grupo de Contadora que, entre otros puntos,

perseguía el cese de envíos de pertrechos militares a

Centroamérica de cualquiera parte (Moscú o Washington). Además,

Mejía prometió elecciones para una Constituyente y volver a la

democracia. Poco a poco, el régimen salió del aislamiento

internacional ante la habilidad de su canciller Fernando Andrade

Díaz-Durán.

112 Rosty Reston, cronista del New York Times, confesó al autor que Reagan padeció de alzhaimer desde su tercer año de mandato y la prensalo sabía pero no lo publicó por “dignidad nacional”. Así, se colige que el Vicepresidente G. Bush y su grupo orquestaron la política presidencial de Estados Unidos desde 1983 en adelante.

127

En las negociaciones se perfiló que el conflicto centroamericano

tenía ambos componentes: socio-económicos internos pero también

de la Guerra Fría, lo que dificultó llegar a un acuerdo. En

Cancún en 1983 se escribieron veintiún puntos para pacificar el

istmo, entre ellos, el retiro de asesores militares foráneos, el

cese de la venta de armas, la reactivación económica… pero no se

concretizó ninguno de ellos. EE.UU. señaló que cesaría su apoyo

a los “contra” si Nicaragua se desligaba de Habana y Moscú y no

tuvo respuesta positiva. Surgió la iniciativa de Argentina,

Brasil, Perú y Uruguay y conformaron el Grupo de Apoyo para

ayudar al de Contadora. Ambos en Punta del Este acordaron y

enviaron delegados a la tensa frontera entre Nicaragua y Costa

Rica para evitar la guerra. La Casa Blanca se incomodó porque

interrumpió una ofensiva que estaba por iniciarse. (En 1986,

en Río de Janeiro, ambos grupos conformaran el Mecanismo

Permanente de Consulta que se comenzó a llamar Grupo de Río).

La neutralidad guatemalteca implicó un alejamiento de la postura

de Washington para Centroamérica como era tradición desde 1954.

Esa postura generó que Guatemala apoyara las gestiones de la CE

y Contadora. Aprovechó que México y Venezuela acordaron dar

petróleo a precios preferenciales al istmo; mientras la

Comunidad Europea daba ayuda y Washington la incluyó en los

128

beneficios comerciales de la Iniciativa de la Cuenca del Caribe

en materia arancelaria. México reubicó a los miles de

refugiados guatemaltecos lejos de la frontera y reforzó su

frontera sur para evitar que fuera un refugio de la guerrilla

guatemalteca, lo que significó un golpe contra la insurgencia al

perder ese santuario. La Casa Blanca mantuvo el tema de Belice

en statu quo pues pensó usar su territorio y las tropas

británicas allí estacionadas contra Nicaragua en caso de darse

una guerra generalizada, como pensaban los halcones en

Washington.113 Guatemala negoció su apoyo a Contadora a cambio

que Nicaragua cesara de dar armas a los insurgentes

guatemaltecos y eso lo logró. La neutralidad guatemalteca frente

a Nicaragua fue esgrimida y bien vista en América Latina y la

comunidad internacional.114 Entretanto se bosquejaron varios

puntos para pacificar la región en la Declaración de Cancún de

1983, del Grupo de Contadora, que incluyó el grave tema de los

refugiados.

El brazo político de la insurgencia amplió el cabildeo en

Washington y acusó al gobierno guatemalteco de seguir violando

los derechos humanos, lo que motivó que el Congreso

113

114 Andrade Díaz durán, Fernando. Relaciones entre Guatemala y EstadosUnidos, en Historia General de Guatemala, Op. Cit, p. 185.

129

estadounidense continuara reacio a enviarle armas modernas por

violar aún los Derechos Humanos.

En ese momento estaban contrapuestas dos tesis: la del Grupo de

Contadora (Venezuela, México, Colombia y Panamá) y el grupo “de”

Reagan, llamado de Tegucigalpa (El Salvador, Honduras y Costa

Rica). Empero, la postura de Guatemala favorecía la primera,

para enojo de la Casa Blanca, a pesar de las explicaciones que

le dio la cancillería guatemalteca de secundar al Grupo de

Contadora, favorable a negociaciones por la paz. Fernando

Andrade abrió un espacio para romper el aislamiento

internacional y mejoró la imagen del régimen abierto a

elecciones democráticas.

Ante el asecho de los demócratas, Reagan creo la Comisión

Bipartidaria que presidió Henry Kissinger y la integró con

personas de ambos partidos. Las recomendaciones del Informe

Kissinger sobre Centroamérica en 1984 eran: Democratizar el

istmo y cooperar con veinte mil millones de dólares en una

década para elevar su desarrollo, respondiendo a los desafíos de

la confrontación Este-Oeste. Kissinger era un halcón para quien

si lo anterior no funcionaba la guerra sería un hecho.115

115 Hitchens, Christopher, Juicio a Kissinger, Anagrama, Barcelona,2002. En ese texto aparecen varias denuncias penales por las muertesen distintos bombardeos en Vietnam y en la caída de Salvador Allende.El perfil de Kissinger además es de un cabildero de grandes empresas,muy lejos del interés estadounidense.

130

En 1985 la Constituyente promulgó la nueva Constitución

guatemalteca y se dieron elecciones generales que ganó el

democristiano Vinicio Cerezo. Asumió al año siguiente aún bajo

tutela militar. Su gobierno se benefició de la cooperación

externa esgrimida en el Informe Kissinger de apoyar

económicamente el istmo centroamericano, aunque se recibió

mucho menos de la cooperación ofrecida.116 No obstante la Casa

Blanca presionó ese año por destruir el BCIE para impedir que

le diera créditos a Nicaragua (el enemigo) mientras otras

entidades centroamericanas de integración parecían naufragar117.

Pero la cooperación externa europea y de Taiwán las mantuvo a

flote. La CE dio su apoyo al proceso de integración

centroamericano, iniciándose un diálogo positivo de convergencia

entre la CE y la región, semilla de una mejor amistad con el

área y la región. Guatemala aceptó la visita del Relator

Especial de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU y recibió

a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y de Amnistía

Internacional.

Una de las primeras actividades de Cerezo en 1986 fue visitar

Washington y capitales europeas ligadas a la Democracia116 Informe de la Comisión Nacional Bipartidaria de la América Central., Prólogo de H. Kissinger,

Editorial Macmillan , New York, 1984 117 González Davison, Op. Cit. p. 124.

131

Cristiana y de países del Grupo de Contadora y su Grupo de Apoyo

(Argentina, Brasil, Perú y Uruguay). Mantuvo la neutralidad

frente a la política estadounidense contra el régimen de

Nicaragua y la adjetivó como “activa”. Con esta política, ante

el declinar del Grupo de Contadora, activó con sus pares recién

electos de Honduras y Costa Rica un plan de paz. Celebran la

Cumbre Esquipulas sin la presencia del presidente de Costa

Rica, y se formalizaron las reuniones presidenciales del istmo

con tal propósito. Cerezo y Óscar Arias acuerdan ese año una

agenda y mecanismos para alcanzarla. Luego, con la ayuda del

canciller costarricense, se conocerá como “El Plan Arias”,

aunque Arias era reacio a estar junto al mandatario

nicaragüense porque no era producto de elecciones democráticas.

Éste tampoco le quería hablar porque Costa Rica permitió la

estadía de “contras” en su territorio. Dicho plan impulsó un

proyecto en sintonía con los acuerdos de Esquipulas para llevar

a las partes a negociar la paz, en línea con la postura del

Grupo de Contadora, la CE y algunos congresistas estadounidense.

Por esa actividad Arias recibió el Premio Nobel de Paz. Managua,

en sintonía con Guatemala, apoyó su presencia en Esquipulas II

en agosto de 1987. Allí se alcanzó la confianza mutua y la

dinámica regional estimuló la simultaneidad de compromisos de

los gobiernos encaminados a resolver conflictos. Se propició la

132

democratización del régimen sandinista bajo los parámetros de

los Acuerdos de Esquipulas (para la reconciliación en cada país

del Istmo) y la creación de un parlamento centroamericano a

elegir diputados en elecciones con el voto popular. Lo que

obligaría a Nicaragua a democratizarse. La Casa Blanca

respondió con su plan Reagan-Wright, el cual fracasó frente al

plan de Costa Rica, cuyo prestigio era bien visto en círculos de

Washington.

(Entretanto el escándalo Irán-Contras revela que cercanos a la

Casa Blanca vendieron armas a Irán por cuarenta y siete millones

de dólares, lo que está prohibido y es ilegal, que la CIA usa

para financiar a los “Contras”. Igual hecho se observa con un

cargamento de drogas ilegales procedentes de Colombia donde la

CIA se agencia fondos del narcotráfico con el mismo fin).

La OEA apuntala las ideas de Esquipulas y Contadora. Se supera

así el rechazo latinoamericano a Estados Unidos por haber

apoyado a Londres en la guerra por Las Malvinas. (EE.UU en esa

oportunidad no cumplió con el Tratado de Río de defender a

Argentina ante una amenaza externa). La región, empero, continuó

sin un sistema de seguridad colectiva real. Contadora sirvió

para reflexionar al respecto. Entretanto, la Unión Soviética

dio las primeras señales de extenuación con su guerra en

Afganistán, generando negociaciones con Washington para bajar

133

la tensión internacional. Guatemala creó la Comisión Especial

para Atención a Repatriados (CEAR) que presidió su cancillería.

134

Cerezo abrió canales diplomáticos con Londres a cambio que

Guatemala fuera la sede de una reunión ministerial entre

cancilleres del istmo y la Comunidad Europea, favorable a

la paz. Al mismo tiempo se establecieron negociaciones con

Londres sobre Belice que no llevaron ningún lado. En

diciembre de 1986, los cancilleres de Argentina, Brasil,

Colombia, México, Panamá, Perú, Uruguay y Venezuela

expresaron que “a partir de la experiencia de los Grupos de Contadora y

Apoyo, hemos decidido fortalecer y sistematizar la concertación política de

nuestro gobiernos mediante un proceso de consultas regulares sobre temas

que afectan o interesan a nuestros países, en el contexto de una creciente

unidad latinoamericana”,118 y ampliar la cooperación,

coordinación, integración que surjan en las reuniones de

los jefes de Estado. Así, Guatemala dirigiendo el rumbo

centroamericano, promovió el acercamiento de Europa con los

países del Grupo de Contadora y estimuló la cooperación

latinoamericana y su relativa autonomía. Cerezo fue el

primer mandatario de Guatemala en pronunciar un discurso

ante la asamblea de la ONU, donde defendió el derecho de

los centroamericanos a resolver sus propios problemas.

118 Declaración de Río de Janeiro, Brasil, 18 diciembre de 1986, que va a dar nacimiento al Grupo de Río. Y de ahí, se formará UNASUR.

135

En 1987 estos presidente, conforme los convenios de Esquipulas

II, aprobaron el Parlamento Centroamericano (Costa Rica no lo

ratificó) así como el procedimiento para la paz firme y duradera

en los países del istmo con aval internacional. Su aplicación

dio curso a las negociaciones para intentar finalizar las

acciones guerrilleras en El Salvador y Guatemala y de los

“contras” en Honduras, impulsando la promoción de gobiernos

libremente electos en el área. Managua aún se resistía a dar

elecciones y recibió un mensaje contundente cuando Washington

invadió Panamá en 1989: De no democratizarse habrá guerra,

corolario del Informe Kissinger presentado al presidente Reagan

en 1984. Moscú comenzó a sufrir un terremoto político debido a

los elevados gastos en su guerra en Afganistán, la caída súbita

del precio del petróleo, la crisis de su complejo militar

industrial, que abarcaba la mayor parte de su producción, y los

altísimos subsidios al exterior), que llevarán al fin de la

Guerra Fría con la disolución del Estado soviético. El aviso

de su cierre de apoyo a la Habana y Managua vino en 1989 y los

insurgentes lanzaron las ofensivas finales para negociar mejores

términos con los gobiernos de Guatemala y El Salvador.

136

Ese año se celebró un encuentro en Madrid entre funcionarios y

políticos guatemaltecos con miembros de la insurgencia, unida

en la URNG, para promover negociaciones de reconciliación.

Ello motivó luego un intento de golpe militar contra Cerezo. Él

aceptó la presencia de una comisión internacional de

verificación y seguimiento del proceso democratizador. Además,

recibió a un delegado de la ONU para el efecto y dignatarios de

distintos países en apoyo al proceso democratizador.

Sabidos que Moscú dejaría de asistir a Cuba y Nicaragua, la

insurgencia en Guatemala y El Salvador dio sus últimos golpes

para negociar en mejor posición con los gobiernos. La

democratización del Istmo seguía siendo prioridad en la Casa

Blanca y presionaba al gobierno sandinista a dar elecciones. Se

inicia la desmovilización de “los contras” al saberse que Moscú

no enviará más armas a Cuba y Nicaragua. Cae el Muro de Berlín.

Estados Unidos invade Panamá mientras está cambiando el

escenario internacional. En Oslo dialogan los delegados de la

URNG y de la Comisión de Reconciliación de Guatemala (CNRN),

presidida por Jorge Serrano.119 La comunidad internacional

reclamaba que la actividad bélica en la zona debía cesar

119 El 29 de marzo de 1990 las partes en Oslo convinieron designar aMonseñor Rodolfo Quezada como mediador y solicitaron al SecretarioGeneral de la ONU su calidad de observador en las reuniones venideraspara alcanzar la paz. Jorge Serrano presidía la CNRN.

137

mientras la Casa Blanca urgió el cese del conflicto armado120. A

escala global comenzaron a promoverse los nuevos preceptos del

Consenso de Washington, al tiempo que Nicaragua aceptó

democratizarse y ello fue un alivio general. Se dieron

elecciones nicaragüenses y ganó sorpresivamente la oposición en

1990, mientras se eligieron a los diputados al Parlamento

Centroamericano. Dos cuestiones su pusieron en la agenda: la

seguridad y el desarrollo centroamericano bajo una nueva forma

de integración y el fortalecimiento de los vínculos con el mundo

los EE.UU. Se adoptó el Plan de Acción Económica de

Centroamérica y otros temas relevantes para el istmo.

George Bush propuso ese año la Iniciativa para las Américas a

cien años de la de propuesta del presidente Benjamin Harrison de

unión aduanera interamericana, a veinticinco del frustrado

intento de J. F. Kennedy de establecer un mercado común

hemisférico. Tal Iniciativa, si bien era para ampliar los

mercados e inversiones, con una larga agenda de negociaciones

comerciales, sembró temor para algunos países sudamericanos pues

podría desplazar los procesos de integración de su seno. La

rechazaron formalmente porque EE.UU. protegía su sector

agrícola. No obstante, los procesos de integración

latinoamericanos se estancaron como ALADI, fundada en 1981, que

mantuvo preferencias comerciales entre sus miembros, incluyendo120 Andrade, op. Cit. .p. 188.

138

Cuba. La verdad es que los esquemas de integración en América

Latina y del Caribe en 1991, como reconoció Víctor Urquidi,121

tambaleaban sin brújula casi irrecuperable, incluyendo el

Mercomún Centroamericano (MCCA) y el del Caribe (CARICOM), más

el Pacto Andino y el SELA. De ahí la separación: Suramérica optó

por el Grupo de Río como la instancia más ágil para analizar la

ruta sudamericana, mientras México escogió la vía hacia el

Norte, de manera pragmática, quedando Centroamérica un tanto sin

“norte”. No obstante, la geografía, que es historia, volvía por

sus fueros: Las relaciones de Guatemala continuaron, como

siempre, girando alrededor de sus relaciones con EE.UU., México

y Centroamérica, incluyendo Belice.

VIII. Democratización en un mundo unipolar

Mientras Centroamérica tambaleaba en lo económico y mejoraba en

lo político al democratizarse los cinco estados, el recién

electo presidente de México Carlos Salinas de Gortari viajó al

Foro Económico Mundial en Davos de 1990. Allí se le sugirió, a

tono con los nuevos cambios mundiales y el fin de la Guerra

121 Palacios, Guillermo, Historia de las Relaciones Internacionales deMéxico 1821-2010, Vol. 4. América del Sur, Secretaría de RelacionesExteriores de México, 2011, p. 365.

139

Fría, la articulación económico-comercial con EE.UU. dentro de

la unidad geoestratégica de Norte América orientada por

Washington, para ampliar la zona de libre y comercio suscrita

entre EE.UU. y Canadá en 1988. La idea requería solicitar un

acuerdo similar con EE.UU. y Canadá. La iniciativa la planteó de

manera sorpresiva al presidente George Bush, sabiendo que sería

bien recibida, cuando lo visitó ese año.122 Empero, Canadá al

saberlo, fue reticente al principio pero luego cambió. Al

saberse lo anterior, casi el setenta por ciento de encuestados

mexicanos opinaron favorablemente123. Lo anterior causó también

buena impresión en Centroamérica. Washington alentó el esquema

integración del istmo con un enfoque integral y de apertura al

mundo. La unidad comercial era mejor a los simples consejos del

Consenso de Washington en materia fiscal y reducción del Estado.

Entretanto, EE.UU. apoyó la solicitud de Salinas, apostó por

ayudar a la reconstrucción centroamericana junto con la Unión

Europea. En adición, Bush buscó activar la propuesta dormida

desde 1889 de crear una zona de libre comercio para las

Américas.

122 El autor era investigador en junio de 1990 en la Universidad de Georgetown, cuando el profesor John Bailey me dijo que había sido llamado a presentarse a la Casa Blanca de inmediato. Debía opinar sobre la sorpresiva propuesta verbal de Salinas sobre un TLC al visitar a George Bush en Washington.123 Herrera y Santa Cruz, p. 324.

140

El ambiente en Centroamérica era propicio para darle un nuevo

impulso a la integración bajo ese prisma pues Nicaragua se

democratizó. Así, el nuevo presidente de Guatemala, Jorge

Serrano, buscó negociar la paz con la URNG con apoyo de los

“países amigos” como hizo El Salvador para dar estabilidad a sus

procesos democráticos y a la integración misma, mientras comenzó

a negociar con la insurgencia conforme los Acuerdos de

Esquipulas II. Empero, en Guatemala, la negociación con la URNG

encontró resistencias dentro su jerarquía militar, quizás

porque el conflicto armado era de interés para alguno de ellos

(contrabando, control de fronteras), aunque los insurgentes

dilataban el proceso al plantear demandas imposibles de cumplir

en las sesiones que se realizaron en México, anfitrión de tales

encuentros (hasta 1996 cuando se gestó la paz negociada).

En lo económico y comercial, Serrano fue actor en la nueva

integración centroamericana que culminó en la Declaración de

Antigua:124 Los presidentes centroamericanos aceptaron

proseguir el proceso ampliado de integración conforme las

líneas del Consenso de Washington. Serrano, en esa dirección,

dio confianza al nuevo ambiente democrático. Se amplió la

integración económica y comercial al plano social y político y

quedó todo ello envuelto en el nuevo Sistema de Integración

124 Declaración de Antigua. VIII Cumbre de Presidentes Centroamericanos, Guatemala 17 de junio de 1990.

141

Centroamericano (SICA). Era grande el retroceso de los

indicadores sociales y económicos centroamericanos en relación a

1979. Los presidentes reunieron constantemente para revitalizar

la integración y obtener cooperación internacional para alentar

la reconstrucción ante los destrozos derivados de los conflictos

armados. Con la ayuda externa recibida para la reconstrucción

fueron imperceptibles los efectos de la reducción del Estado que

dañaron socialmente a América del Sur al privatizarse grandes

empresas estatales.

Serrano, con cierta independencia, expandió el espacio

democrático y mejoró el respeto de los derechos humanos.

Acompañando por las Naciones Unidas, negoció con la insurgencia.

Empero, de manera impulsiva, reconoció la independencia de

Belice bajo presión de Europa, provocando la renuncia de su

canciller Álvaro Arzú por no haber sido consultado. Serrano, si

bien mantuvo el diferendo territorial en su canal jurídico, sus

declaraciones y las de su viceministro de Relaciones Exteriores

Haroldo Rodas, Encargado del Despacho, comprometieron los

derechos guatemaltecos.125 No obstante. Guatemala, enseguida,

estableció relaciones diplomáticas con Belice. Ante ese cambio

se facilitaron las relaciones con los países caribeños y

Guatemala fue aceptada en el Movimiento de Países No-Alineados,

125 Bermejo González, Roberto, Belice, Luces y Sombras en el Diferendo Territorial, en diario La Hora, Guatemala 25 de febrero de 2013, p. 23.

142

pero ya había dejado de jugar un papel estelar que sí lo jugó

durante la Guerra Fría. Ahora el mundo era unipolar y global.

Guatemala, así, facilitó a Belice su participación en diversos

foros centroamericanos sin que éste perdiera su relación con el

Comonwealth británico y el CARICOM. Se inició una mejora den

relaciones con el Caribe anglófono. Al establecerse el SICA en

1991, 126 integrado por los países miembros originales del

Mercomún, la ayuda exterior se acrecentó. Después de

Guadalajara y Madrid, Guatemala fue sede de la Tercera Cumbre

Iberoamericana en 1992, que dio pie a una excelente relación con

España, puente privilegiado con la Unión Europea (razón del

126 Entre sus objetivos estaban: Consolidar la democracia y fortalecersus instituciones sobre la base de la existencia de Gobiernos electospor sufragio universal, libre y secreto, y del estricto respeto a losDerechos Humanos. Concretar un nuevo modelo de seguridad regionalbasado en un balance razonable de fuerzas, el fortalecimiento delpoder civil y la superación de la pobreza extrema; la promoción deldesarrollo sostenido y la protección del ambiente; la erradicación dela violencia, la corrupción, el terrorismo, el narcotráfico y eltráfico de armas. Impulsar un régimen amplio de libertad que asegureel desarrollo pleno y armonioso del individuo y de la sociedad en suconjunto. Lograr un Sistema regional de bienestar y justiciaeconómica y social para los pueblos centroamericanos. Alcanzar unaunión económica y fortalecer el sistema financiero centroamericano.Fortalecer la región como bloque económico para, de esa forma,ingresar triunfalmente en la economía internacional. Reafirmar yconsolidar la autodeterminación de Centroamérica en sus relacionesexteriores, mediante una estrategia única que fortalezca y amplíe laparticipación de la región, en su conjunto, en el ámbitointernacional. Establecer acciones concertadas dirigidas a lapreservación del ambiente mediante el respeto y la armonía con lanaturaleza, asegurando el desarrollo equilibrado y la explotaciónracional de los recursos naturales, con miras al establecimiento de unNuevo Orden Ecológico en la región. Conformar el Sistema de laIntegración Centroamericana sustentado en un ordenamientoinstitucional y jurídico, y fundamentado asimismo en el respeto mutuoentre los Estados miembros.

143

apuro por reconocer a Belice). Guatemala deseaba ser un socio

activo de la comunidad internacional para contribuir a la paz y

la democracia, conforme a los principios, reglas y prácticas

observadas en la comunidad de naciones. Se coordinaron las

acciones entre el BCIE, el PNUD, BID, CEPAL, UNICEF ante los

rápidos cambios tecnológicos con nuevos criterios de desarrollo

humano, colocando en agenda los temas ambientales. Se realizó

por vez primera un Plan de Inversiones Públicas que dio

coherencia a la cooperación externa técnica y financiera, pilar

de una política exterior en armonía con los programas y

proyectos del plan nacional. 127

Por su repercusión en el istmo, en 1992 México, Canadá y EE.UU.

firmaron el Tratado de Libre Comercio de América del Norte

(TLCAN), para crear una zona de libre comercio. Entró en

vigencia a partir de enero de 1994, cuando se cumplió con

el procedimiento de ratificación por parte del poder

legislativo de cada país que lo suscribió. Sus objetivos

eran eliminar obstáculos al comercio y facilitar la

circulación trilateral de bienes y de servicios; promover

condiciones de competencia leal en la zona de libre

comercio; aumentar las oportunidades de inversión;

127 Ver los documentos del PNUD-Guatemala de la década del Noventa sobre el particular.

144

proteger los derechos de propiedad intelectual, ampliar y

mejorar los beneficios del Tratado. El mismo estableció una

serie de instituciones de tipo trinacional para administrar

y vigilar las disposiciones del Tratado tareas que le

corresponderían al Secretariado del TLCAN. En un principio

su creación afectó a los países centroamericanos que gozaban de

los beneficios de la Cuenca del Caribe estadounidenses que, por

ese tratado, también los obtuvo México. La cooperación

internacional fue creciendo así como la economía local.

Mientras tanto, algunos jerarcas del ejército guatemaltecos

continuaron de hecho dirigiendo la respuesta estatal al tema de

los derechos humanos a nivel externo pues la insurgencia

continuaba en lucha. Frenaban las negociaciones con la URNG,

mientras el narcotráfico incipiente pasó a ocupar parte de la

agenda de seguridad así como algunos secuestros realizados por

la insurgencia. La cúpula militar envolvió al presidente

asediado por numerosos diputados corruptos en el Congreso.128 El

25 de mayo de 1993 Serrano lo disolvió así como a la Corte

Suprema de Justicia, emulando el exitosos autogolpe dado por

Alberto Fujimori en Perú un año atrás. De inmediato enunciaron

a sus cargos el ministro de Trabajo y el secretario de

128 Ver los números de la revista Crónica de mayo-junio 1993, Guatemala, para tener una referencia precisa de la secuencia política del rompimiento Constitucional.

145

Planificación Nacional. La Corte de Constitucionalidad señaló

que violentó la Constitución y ordenó dar marcha atrás al

golpe. Ante la resistencia del presidente, se conformó un activo

frente civil en su contra. La comunidad internacional condenó al

gobierno. A las pocas semanas Serrano tomó un avión a San

Salvador y no regresó. El Congreso en junio, de inmediato eligió

al Procurador de los Derechos Humanos, Ramiro de León Carpio,

para concluir el periodo presidencial. Así, reactivó las

negociaciones con la guerrilla, depuró el Congreso y dio cambios

a la Constitución con una nueva jerarquía castrense. En México

los negociadores de la paz acordaron la inmediata entrada en

vigor del Acuerdo Global de Derechos Humanos bajo la supervisión

de Naciones Unidas, que, así, entró como ente mediador del

proceso.

La cancillería retomó el diferendo con Belice y creó un Consejo

para defender el reclamo histórico de Guatemala sobre ese

territorio. A la vez se ocupó por vez primera de los migrantes

en Estados Unidos, y no sólo de los refugiados en México con su

par azteca.

Se creó una “monitoría” de Naciones Unidas sobre Derechos

Humanos y se firmó un acuerdo sobre Reasentamiento de las

Poblaciones Desarraigadas (que dio nacimiento a la Comisión de

Esclarecimiento Histórico) y sobre Identidad y Derechos de los

146

Pueblos Indígenas. En el plano interno se renovaron varios

artículos a la Constitución.

Guatemala por vez primera envió un contingente militar

humanitario comandado por las Naciones Unidas en 1994. Ese año

de León Carpio firmó con sus pares centroamericanos la Alianza

para el Desarrollo Sostenible129, para coordinar iniciativas de

desarrollo y recibió amplia cooperación externa. Suscribió con

sus pares del istmo crear un fondo contra la probreza de

quinientos millones de dólares, que se quedó en el limbo. Entre

tanto, la cancillería dispuso de tareas prioritarias a seguir,

mientras mantuvo una activa agenda externa positiva para el

país. Entretanto, aumentó de manera significativa el flujo de

dólares de remesas familiares de guatemaltecos residentes en

EEUU, al tiempo que retornaron capitales del exterior que

incentivaron la inversión. Al año siguiente, Guatemala se

adhirió a la Organización Mundial del Comercio (OMC).

Si bien el proceso de paz culminó en El Salvador, se estancó en

Guatemala. Se establecieron relaciones diplomáticas con las

naciones del ex bloque socialista y abrió una embajada en

Barbados para atender el Caribe. Japón pasó a ser el tercer

comprador de café guatemalteco y devino primer país cooperante,

mientras Holanda ocupó el segundo.

129 González Davison, Guatemala, política exterior… p. 132.

147

La Estrategia Centroamericana para el siglo 21 del SICA,

esbozada en 1995, fue una guía para el Istmo. Se iniciaron las

actividades la Comisión de Seguridad de Centroamérica

(integradas por los ministerios de defensa, interior y

relaciones exteriores), bajo el paraguas del Tratado Marco de

Seguridad Democrática de Centroamérica,130 para proseguir las

negociaciones en la materia y verificación y limitación de

armamentos de conformidad a los Acuerdos de Esquipulas II. Había

más de un millón de armas sin control, producto de la guerra de

los Ochenta, en ese momento estaban acaparadas por la

delincuencia y narcotráfico internacional y los “poderes

paralelos” locales, surgidos en los Ochenta (con algunos

jerarcas del ejército a la cabeza). Los países centroamericanos

firmaron en 1993 en Guatemala el Convenio Constitutivo de la

Comisión Centroamericana Permanente para la Erradicación de la

Producción, Tráfico, Consumo y Uso Ilícitos de Estupefacientes y

Sustancias Psicotrópicas, que entró en vigencia en 1996. Mucho

de su contenía se quedaría en el papel.

Al asumir la presidencia, Álvaro Arzú ese año, dio un salto

adelante. Con el apoyo de la Comunidad de San Egidio (laicos

católicos ligado al Vaticano) y de la ONU, 131 se impulsaron las

negociaciones para lograr terminar los acuerdos de paz con la

130 XVII Cumbre de Presidentes de Centroamérica, diciembre 1995.131 Porras Castejón, Gustavo, Las huellas de Guatemala, F&G Editores, Guatemala 2009, p. 377 y ss.

148

URNG132. Si bien eran temas domésticos, requerían de una serie de

actividades diplomáticas con diversos países, incluyendo las

Naciones Unidas. Los acuerdos tendrían el aval internacional y

de la sociedad civil y abrirían la puerta a una mayor

cooperación externa. La Misión de las Naciones Unidas para

Guatemala (MINUGUA)133 , creada un año atrás, deseó coordinar a

todos los entes de la ONU en Guatemala, pero la cancillería se

opuso para evitar la instalación de un “proconsulado” externo.

Así, MINUGUA sólo se quedó para supervisar el proceso y el

cumplimiento de los Acuerdos de Paz, incluyendo temas de desarme

de la insurgencia. Guatemala tuvo que superar el veto de China

sobre el envío de boinas azules de la ONU que debían “garantizar

e implementar la concentración y desmovilización de los

efectivos armados de la URNG”,134 porque Guatemala aún mantenía

relaciones con Taiwán.

Los Acuerdos de Paz se firmaron en diciembre de 1996 que

permitió diagramar una política exterior en apoyo al proceso de

paz y a la integración centroamericana. La cercanía del

132 El Acuerdo de Paz Firme y Duradera se suscribió en Guatemala el Guatemala,29 de diciembre de 1996.133 La Misión de Verificación de las Naciones Unidas en Guatemala - la operación de mantenimiento de la paz dentro de la misión civil humanitaria MINUGUA-, creada en 1994, fue renovada por el Consejo deSeguridad en la resolución 1094 (1997) el 20 de enero de 1997 con el fin de verificar el Acuerdo sobre el definitivo cese al fuego entre elGobierno de Guatemala y la Unidad revolucionaria Nacional Guatemalteca(URNG), que se firmó en Oslo el 4 de diciembre de 1996.134 Porras Castejón, Op. Cit. p. 428. El veto se hizo en diciembre de1996 y se destrabó dos meses después.

149

canciller Eduardo Stein con el presidente Arzú permitió a la

cancillería estar en ese proceso. En política exterior se

reafirmó el compromiso gubernamental por la democracia, los

derechos humanos y la sinergia centroamericana. La cancillería

junto a la Comisión de Paz en doce meses concluyeron el proceso

de paz, En los pasados cinco años sólo se firmaron los acuerdos

sobre democratización, esclarecimiento histórico, derecho

indígenas. En doce meses se firmaron los acuerdos sobre temas

socioeconómicos, poder civil y función del Ejército, cese al

fuego definitivo, reformas constituciones y electorales,

reintegración de la insurgencia a la vida civil, cronograma y

Acuerdo de Paz Firme y Duradera (que no se cumpliría en su

totalidad en el futuro).

Las políticas anteriores dieron un margen amplio a la

participación del país en diversos foros políticos y económicos

y de cooperación del globo. Se renovaron vínculos con las

Naciones Unidas y se apuntaló una nueva OEA, diferente a la del

periodo de la Guerra Fría cuando estuvo supeditada a Estados

Unidos. La entidad había colapsado en 1982 cuando Washington

apoyó a Londres en la guerra de Las Malvinas. De esa cuenta la

OEA dio su apoyo. Los países amigos del proceso de paz, México,

Colombia, España, EEUU, Noruega y Venezuela tuvieron particular

importancia en consolidar la paz en Guatemala.

150

El Ministerio de Economía y la Gremial de Exportadores de

Productos No Tradicionales (AGEXPRONT) impulsaron la apertura

comercial con una firme participación en la OMC, ante la cual se

abrió una embajada comercial, muy lujosa aunque, desde el año

dos mil, inoperante pues se convirtió en una oficina de

resolución de conflictos comerciales y dejó de ser un ente

promotor del libre comercio global

Guatemala, Honduras y El Salvador constituyeron el “Triángulo

Norte” para actuar coordinadamente en materia comercial,

especialmente con México y Chile.135 Los gobiernos

centroamericanos estrecharon vínculos entre ellos y la Unión

Europea, Norte América, Taiwán y otros países.

La asesoría internacional observó avances en derechos

humanos tras la incorporación del personal de la insurgente URNG

a la vida legal. El gobierno dio especial cuidado a su relación

con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Dos años más

tarde, Guatemala quedó fuera de la lista de países violadores a

135 El Tratado de Libre Comercio entre México y el llamado triángulo delnorte (Guatemala, El Salvador y Honduras), cuyas negociacionesconcluyeran, después de cinco años, el 11 de mayo de 2000, carece deuna visión más amplia; no incluye compromisos de cooperacióninternacional para el desarrollo y se abstiene de incorporar lapromoción y defensa de los derechos humanos ni de protección del medioambiente, los derechos sociales y laborales y se excluye un acuerdoque garantice los derechos recíprocos de los trabajadores migrantes ysus familias. Predominó, nuevamente, una agenda estrictamentecomercial. El tratado similar con Chile concluiría hasta 2009 en loque concierne a Guatemala.

151

tales derechos como se venía registrando desde 1979 y, a la vez,

fue admitida para supervisar algunos de estos casos en otras

latitudes.

También dio énfasis a la defensa de los emigrantes

guatemaltecos residentes en los EEUU. Ante el abandono anterior,

se creó la Comisión de Belice, infuncional en lo operativo e

ineficaz porque cada miembro carecía de funciones y con archivos

incompletos. El caso de Belice eventualmente debería ventilarse

en la Corte Internacional de Justicia. Aprobó el Convenio sobre

el Derecho del Mar de las Naciones Unidas y el Convenio de

Ginebra sobre el Derecho de los Tratados. La reactivación

productiva observada durante este periodo contribuyó a

consolidar el SICA, al cual se incorporaría Belice más adelante.

No obstante, para la integración aduanera centroamericana no se

dieron plazos para su cumplimiento y eso desdibujó a futuro el

proceso en el nuevo siglo al carecer de un calendario.

En 1997 el Grupo Consultivo de Centroamérica, creado para

apoyar la reconstrucción del Istmo, en Bruselas obtuvo el

respaldo internacional de cooperación en apoyo a los Acuerdos de

Paz para restañar las heridas del conflicto armado. Si bien se

reforzaron los lazos en materia de seguridad policial con

Centroamérica, en Guatemala no se pudo aprovechar ese potencial

152

a pesar de suscribir convenios de cooperación con varios países

sudamericanos en la materia.136

Aprovechando la visita del Papa Juan Pablo II a Cuba en

enero de 1998, Guatemala inició relaciones diplomáticas con

Cuba, en reconocimiento a su apoyo discreto en el proceso de

paz guatemalteco. La Santa Sede señalaba "que Cuba se abra

al mundo, y el mundo se abra a Cuba". A cambio, Cuba brindó

a Guatemala cooperación en beneficio de sectores sociales más

vulnerables, especialmente en salud y deporte.137 Por supuesto

Washington cobró la factura después, cuando la “embajadora

estadounidense apoyó al candidato presidencial opositor Alfonso

Portillo, electo presidente en el 2000, con el apoyo de grupos

mafiosos.

En 1998 se resalta la visita de los Príncipes Hitachi de

Japón, de la Reina Sofía de España, del presidente Bill Clinton,

138 quien en Guatemala se excusó del pasado intervencionista de

su país, y de varios cancilleres. El embajador guatemalteco en

136 González Davison, Ibid, p. 138.137 El 21 de enero de 1998 la prensa difundió la noticia. Elrestablecimiento se justificó para atender la petición del Papa JuanPablo II de poner fin al aislamiento internacional a la islacaribeña.138 Estados Unidos expresaba su satisfacción por América Latina encuanto a su economía y democracia, salvo los casos de Paraguay,Ecuador y Haití. Le preocupaba al tráfico de drogas, la corrupción, lapobreza y los movimientos guerrilleros en Colombia, Perú y México.Ver testimonio ante el Subcomité del Hemisferio Occidental del Comitéde Relaciones Internacionales de la Cámara de Diputados de los EstadosUnidos del 12 de marzo de 1997.

153

Japón se volvió concurrente con Singapur, por sus excelentes

relaciones con China Popular, para estar listos para iniciar

contactos en un futuro con Beigin.

Guatemala, conforme al Consenso de Washington, privatizó la

telefonía y distribución de energía eléctrica adquiridas por

inversionistas de México y España, pese a los nublados de tales

transacciones. En enero del 2000 se suscribió un Convenio Marco

para el Establecimiento de una Unión Aduanera entre el Salvador

y Guatemala, pero no se materializó.

Ante el asolador panorama destructivo del huracán Mitch,

que castigó ese año a toda Centroamérica, Guatemala apoyó la

gestión del Grupo Consultivo de Centroamérica, en Estocolmo,

para beneficiar exclusivamente a Honduras y Nicaragua, los más

seriamente afectados por el desastre climático. En lo político,

el asesinato de monseñor Juan Gerardi, en 1999 enturbió el

ambiente electoral y la opinión internacional.139 No obstante,

la participación de Guatemala continuó emergiendo en el ámbito

multilateral y bilateral.

Casi al finalizar la administración Arzú, Stein envió una nota

al Primer Ministro de Belice donde le expresaba que las

conversaciones realizadas de 1997 a 1999 no habían dado

resultado esperado, y propuso que el diferendo territorial se

139 En el asesinato de Gerardi participaron varios militares y un curaque guardan presión, aunque se supone hay otros responsables quecontinúan en libertad.

154

dirimiera en la Corte Internacional de Justicia. Guatemala

reclamaba el espacio que no fue dado en concesión de usufructo

por Madrid a Londres a fines del siglo XVIII: Del río Sibún al

Sarstún e islas adyacentes. Buscó, con buena voluntad, un

arreglo pacífico a esta controversia, que por su naturaleza es

de carácter jurídico. Tras protestar por esa ocupación, “propone

formalmente al Gobierno de Belice que este asunto sea sometido, ya sea a un arbitraje

internacional o a la Corte Internacional de Justicia. En ambas modalidades podrían los

dos gobiernos plantear de común acuerdo el asunto a dirimir en su caso”.140

Si bien la Comisión de Belice aconsejó llevar el caso a la OEA,

el canciller Gabriel Orellana en 2001 hundió las pretensiones de

Guatemala pues no logró nada, peor aún, al comprometer

legítimos derechos.

140 Tomado directamente de la carta enviada por el cancillerguatemalteco al Primer Ministro beliceño de fecha 18 de octubre de1999. Concluye así: Ambos son miembros de la Organización de las Naciones Unidas y de laOrganización de los Estados Americanos. Todo el contexto de la Carta de las Naciones Unidas estáencaminado a prever y resolver esa clase de conflictos que atentan contra la paz y la seguridadinternacionales, desde su artículo 1º. Párrafo 1º, que terminantemente dice:”… lograr por medios pacíficosy de conformidad con los principios de justicia y del derecho internacional, el ajuste o arreglo decontroversias o situaciones internacionales, susceptibles de conducir a quebrantamientos de la paz”.Asimismo, la Carta de la Organización de los Estados Americanos en su artículo 2 fija entre sus propósitosiniciales, “…a) afirmar la paz y la seguridad del Continente; c) prevenir las posibles causas de dificultades yasegurar la solución pacífica de las controversias que surjan entre los Estados Miembros” y en su artículo3 establece como principios, “…a) El derecho internacional es norma de conducta de los Estados en susrelaciones recíprocas; b) El orden internacional está esencialmente constituido por el respeto a lapersonalidad, soberanía e independencia de los Estados y por el fiel cumplimiento de las obligacionesemanadas de los tratados y de otras fuentes de derecho internacional; c) La buena fe debe regir lasrelaciones de los Estados entre sí…; y g) Los Estados americanos condenan la guerra de agresión: lavictoria no da derechos”. Por último, Guatemala y Belice son dos Estados vecinos que deben vivir en paz ycooperar en la solución de sus problemas comunes.

155

En Guatemala el narcotráfico internacional era ya un actor local

importante entre los poderes paralelos. En gran parte

financiaron la campaña electoral del electo presidente Alfonso

Portillo del partido político del ex jefe de facto, general

Efraín Ríos Montt.

Entretanto, Estados Unidos se olvidó de América Latina al

redefinir sus prioridades luego de los atentados del 11 de

septiembre de 2001 a favor de la lucha contra el terrorismo en

Asia141. De esa cuenta favoreció al complejo militar-industrial

al lanzarse a dos guerras al mismo tiempo en Irak y Afganistán

(cuyo costo fue de tres trillones de dólares y llevaron al

“abismo fiscal” diez años después).

Entretanto, el proceso de integración centroamericano perdió

dinamismo y varias instituciones del SICA fueron cuestionadas

(Parlacén, Corte de Justicia Centroamericana, la Sieca) por su

falta de dinamismo y poca seriedad. La integración, empero, se

activó por otra vía al negociar el istmo tratados de libre

comercio con Chile, México y Estados Unidos. Los dos últimos

eran los más importantes para Guatemala y Centroamérica pues

condicionaban a reforzar la integración. En el mismo sentido

presionaba la Unión Europea que buscaba un acuerdo para hacer

141 González Davison, La nueva cooperación internacional, en Visiones de Guerra, Estudios Internacionales, año 12 N° 12, IRIPAZ, Guatemala diciembre 2001. Aparecen artículos sobre esa tragedia escritos por Jean Daniel, Carlos Fuentes, José Saramago, Umberto Eco con la introducción de Roberto Bonini.

156

socio estratégicos al SICA. El gran imán de Norte América

devenía cada vez más natural y potente, más allá de la mira de

los gobiernos centroamericanos. Guatemala envió soldados a

integrarse como Cascos Azules de Naciones Unidas en misiones

Haití y varios países en conflicto de África. El SICA agregó

como miembros a Belice y como asociado a la República Dominicana

y Panamá, teniendo como observadores a México, Argentina, Chile

y Brasil, España, Taiwán, Alemania, Japón e Italia, mientras las

rencillas se activaron entre países vecinos centroamericanos,

repitiendo la historia de siempre.

Guatemala perdió la brújula en la venidera la gestión del

presidente Alfonso Portillo (2000-2004). El saqueo de las

instituciones del Estado se inició al mes de su toma de

posesión, lo que motivó en el exterior que Guatemala iba camino

de ser un Estado fallido ante la determinante presencia del

narcotráfico en el gobierno, que financió su campaña electoral.

Se requería para una respuesta internacional. Las mafias locales

e internacionales estaban articuladas a distintas esfera del

Estado con funcionarios cooptados al servicio de los llamados

“poderes paralelos”. El asunto de narcotráfico motivó

tensiones con México y Estados Unidos además de los problemas

de los migrantes centroamericanos al pasar por sus territorios.

157

El diferendo con Belice, en lugar de ir a resolverse a la Corte

Internacional de Justicias, se trasladó a la OEA con un

canciller guatemalteco cuestionado por el Congreso y retirado de

su cargo por sus nexos con firmas británicas. El único avance

observado fue el del Tratado de Libre Comercio con Estados

Unidos, país que forzó a Costa Rica a integrarse con sus pares

de la región. La articulación de México a Norte América, a

través del TLCAN (o NAFTA) le había dados resultados positivos,

pues se establecieron relaciones más allá de las comerciales,

para estructurar una integración orientada por la economía más

potente del hemisferio. Centroamérica iba por ese camino.

Washington daba la pauta económica para el largo plazo en

ausencia de planes estratégicos de los países como Guatemala,

con gobiernos de coyuntura en coyuntura sin visión de largo

plazo. Peor aún, sumidos en la corrupción y la

irresponsabilidad.

No obstante, tras los sucesos del 11.9.11, Washington reorientó

sus prioridades y se enfocó en en sus guerras en Afganistán e

Irak. No obstante, cooperó un tanto con México en la “guerra”

contra el narcotráfico dentro de una estrategia muy

controversial. Las autoridades mexicanas desde la década del

Setenta venían luchando junto a las de EE.UU. contra ese

flagelo. México gastaba millones de dólares y EE.UU. le proveyó

158

un diez por ciento de ese gasto por la responsabilidad

compartida. Cuando el éxito era evidente, reaparecía con más

fuerza en otro lugar. Centroamérica iba en la misma línea,

luego que Miami ya no recibió más narcotraficantes. La

comunidad internacional estaba decidida a apoyar a Guatemala

pues su democracia tambaleaba por esas razones. Los desafíos de

seguridad requerían además un cambio de estrategia en esa lucha.

La misma es de largo plazo entre Norte y Centroamérica.

IX. Los desafíos de inicios del siglo XXI

Los países centroamericanos tienen pendiente resolver sus

conflictos fronterizos que han contribuido a erosionar su

cohesión en el seno del SICA, pues se han agudizado. Ello ha

impedido la formulación de consensos en diversos temas. Belice y

Guatemala no logran aún acordar la manera de llevar sus

diferencias a la Corte Internacional de Justicia. Tiene que

definir una política al respecto. Honduras y El Salvador se

disputan entre sí por el uso de las aguas en el Golfo de

Fonseca, mientras Nicaragua y Costa Rica se cruzan duras

palabras en su conflicto en torno al río fronterizo San Juan. A

ello se unen protestas adicionales por el proyecto interoceánico

159

en Nicaragua que podría tener efectos ambientales impredecibles,

aunque más bien parece un proyecto especulativo.

La historia de esos conflictos se remonta al siglo XIX cuando

los británicos jugaron un rol para al forzar la firma de

convenios que dejaron esos problemas seculares sin clara

solución como se apuntó atrás. La unidad centroamericana así no

existe como se quisiera, al tiempo que sigue estancada la Unión

Aduanera y no arranca la estrategia de seguridad conjunta. La

causa es la desconfianza recíproca entre los gobiernos

centroamericanos. De ahí que el SICA carece de solidez. De esa

situación se aprovechan sus adversarios, es decir, las mafias y

los poderes paralelos, que pululan como un cáncer en sus

instituciones al corromperlas con facilidad.

Entretanto, continúa la emigración de centroamericanos hacia

EE.UU. de manera clandestina, en especial hondureños,

guatemaltecos, salvadoreños. Huyen de la violencia y desempleo y

se exponen a enormes riesgos al hacer ese tortuoso viaje. Luego

de África del Sur el istmo centroamericano es la región más

violenta del planeta por la presencia del narcotráfico y las

“maras”. Como se ha dicho, esa violencia proviene de la gran

demanda de drogas ilegales en EE.UU. en donde sus autoridades

casi nunca capturan a un capo dentro de sus fronteras.

160

Centroamérica y México no tenían problemas de trasiego o lavado

de dinero hasta que los EE. UU. tuvo éxito al cerrar la ruta

del Caribe vía Miami. Luego México, durante el gobierno de

Felipe Calderón, les hizo caro el negocio a los narcos y

algunos se mudaron a Guatemala y Honduras. En la medida que siga

demanda habrá oferta y la guerra en su contra estará cuesta

arriba. La seguridad hemisférica quedó con escasa coordinación

efectiva ante las guerras en Asia que EE.UU. mantuvo como

prioritarias. Ese vacío lo aprovecharon las mafias

mesoamericanas y colombianas.

Entretanto, EE.UU. exporta al año treinta mil millones de

dólares al istmo centroamericano y éste le vende veintiocho mil

millones anuales en la primera década del siglo. No está mal,

pues el aumento ha sido sustancial y la economía marcha sobre su

propio camino.

La administración de Barak Obama ha tomado conciencia de lo

anterior. Centroamérica y México forman parte de un entramado

de su estrategia futura económica y de seguridad. Ambas tienen

que ir de la mano: “Queremos cerciorarnos de que nuestro

hemisferio esté integrado de manera más efectiva para mejorar la

economía y la seguridad…”142 dijo antes de viajar a Costa Rica en

mayo de 2013. Varios programas que operan de manera

142 Citado en Centroamérica: soluciones lejanas pese al viaje de Obama, en La Hora, Guatemala 11 de mayo de 2013, p. 18.

161

independiente se van a unir en el istmo. Algunos de ellos van a

recibir más apoyo de Washington, pero la idea es de coordinarlos

para hacerlos más efectivos. Así, EE.UU. coordinará las

acciones en el istmo desde arriba, para superar la inmovilismo

del SICA, debido la desconfianza indicada de sus países

miembros. EE.UU. y México se han vuelto actores que dan la pauta

a Guatemala y el resto de Centroamérica ante la falta de

proyectos de nación.

X. Retro perspectivas

La independencia de Centroamérica estuvo ligada a la de México

y, salvo el paréntesis de alianza con los británicos a mitad del

siglo XX, para defenderse de las invasiones de filibusteros

estadounidenses, las relaciones exteriores más importantes de

Guatemala fueron con México y los países centroamericanos. En

la siguiente fase, se quedó bajo la influencia de EE.UU. Los

intereses alemanes que se establecieron alrededor del café en

Guatemala, sirvieron de contra peso hasta la primera mitad del

siglo XX. Washington consideró al istmo su “patio trasero” por

su vecindad y por estarlo respecto del canal de Panamá. La

cercanía geográfica entre Norte y Centro América es parte

esencial de su historia.

162

Desde sus albores, como república independiente, Guatemala quedó

tensa como el resto de países latinoamericanos buscando

consolidarse como Estado-nación soberano y, a la vez, tratando

de integrarse con sus vecinos, para tener mayor presencia en el

mundo. Es una tensión de la cual no se ha podido liberar. Una

tensión más ha sido la fuerza de gravedad que tiene Norte

América en los países del istmo y del Caribe.

Bajo los auspicios de EE.UU. y los pensadores de la Alianza para

el Progreso, Guatemala devino actor importante del proceso de

integración centroamericano a partir de 1960, que dio nacimiento

al Mercado Común Centroamericano. Fue un éxito por el nivel de

inversiones estadounidenses y europeas que dieron nacimiento a

las industrias ligeras “de integración” al disponer del mercado

unido de los cinco países y una infraestructura adecuada que los

unió. Hizo crisis dicho proceso en la década del Ochenta pues

en esos años Reagan le dio la espalda para aislar a Nicaragua

que seguía siendo integrante de dicho esquema en medio de

varios conflictos armados. Pero vinieron al rescate la Comunidad

Europea y Taiwán. Así, maltrecho el esquema, terminada la Guerra

Fría, volvió a emerger. Esta vez a través del SICA, fundado en

1991 como ente multisectorial, comercial y social con aval de

Estados Unidos, la Unión Europea, México y otros.

163

Las fuerzas profundas entre Norte y Centroamérica se hicieron

presentes. México y Centroamérica firmaron con EE.UU. tratados

de libre comercio que, como se observó, pese a que a partir de

2001 EE.UU. dio prioridad a Asia, el resultado comercial fue

propicio. La “locomotora” regional económica de Estados Unidos

está saliendo de la crisis y parece llamada a guiar a sus

vecinos bajo una estrategia común que, además de unirlos,

servirá a Washington para enfrentar con mayor éxito el mundo

multipolar y los retos y oportunidades que vienen de Asia (China

en particular).

Es en esa línea donde Centro y Norte América atisban un futuro

común en el largo plazo. Si bien es obvio, aún no la definen

como una política de Estado en su política exterior algunos de

esos países, incluyendo a Guatemala. Con esa perspectiva hay

que establecer con Washington y Distrito Federal agendas

conjuntas de coordinación. Guatemala puede empezar y luego que

otros países del istmo se le unan. Se han mantenido las

reuniones de Tuxtla Gutiérrez entre dichos países. Esas

relaciones focalizan el interés común., incluyendo la defensa de

los emigrantes mesoamericanos en Norte América y la sensitiva

frontera entre Guatemala y México, pero hay que darle un marco

de mayor profundidad a futuro.

164

La unidad indicada es necesaria para enfrentar el ascenso de los

países asiáticos en un mundo multipolar cada vez más

competitivo, en donde el declive estadounidense es contrario

también para los intereses de México y Centroamérica por razones

económicas.

Guatemala tiene una realidad geográfica determinada,

equidistante de los distintos continentes, como el resto de

Centroamérica. Tiene que analizar dos temas claves: Sus

intereses nacionales y su seguridad nacional. En un mundo

multipolar, su cercanía con el polo norteamericano es obvia y,

en lugar de resistirla, es mejor y natural aceptarla y trabajar

de común acuerdo para acercar sus intereses y seguridad hacia

una mayor coordinación por el bienestar futuro. Ello exige

superar prejuicios de una y otra parte, como hizo Europa de

postguerra entre sus desconfiados países, generando un marco de

confianza y un engranaje de mutuo beneficio. Los EE.UU., México

y Centroamérica saben que deben coordinarse aún más.

Hay que superar la fallida propuesta estadounidense del

ALCA,143 que se desplomó en 2006 ante la oposición de Argentina y

Brasil. Entender que Venezuela y Cuba aún van por otra vía en su

Alianza Bolivariana para América (ALBA)144 mientras la Unión de

143 Acuerdo de Libre Comercio para las Américas.144 Luego se cambió a Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América. Además de los indicados, se unieron Antigua y Barbuda, Bolivia, Dominica, San Vicente, Nicaragua y Ecuador.

165

Naciones Suramericanas (UNASUR) se está dispersando. La CELAC en

2013 fue en búsqueda de una América Latina145 inconclusa.

Guatemala debe por tanto buscar que el SICA consolide la

unidad mayor centro-norteamericana y se articule con el TLCAN

como nueva guía una del desunido istmo, pero haciendo cada país

del istmo su tarea. Un gran acuerdo con el ente del TLCAN es

necesario para salir adelante. Ello servirá de brújula en estos

tiempos de incertidumbre. Guatemala puede promover un encuentro

entre los secretariados del SICA y del TLCAN para afinar un

proceso continuado de integración por etapas, hacia algo mayor a

lo que estipulan los actuales tratados de libre comercio.

El SICA pudo avanzar más que en otros esquemas de integración

del continente aunque está bloqueado en la actualidad por

factores fronterizos ya indicados. Las Metas del Milenio

avanzaron. Pero, por el lado de la competividad, Guatemala ocupó

en 2013 de manera negativa uno de los primeros lugares en

corrupción y violencia criminal, que disminuyen su atractivo

para atraer inversionistas foráneos, aunque el clima de negocios

haya mejorado.

145 Velasco, Andrés, La Búsqueda Inconclusa de América Latina, elPeriódico, Suplemento Económico del 19 de febrero de 2013, Guatemala, p. 15. La CELAC, Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, excluye a EE.UU. y Canadá de manera deliberada. La reuniónen Chile en enero de ese año mostró grandes divisiones en su seno.

166

EE.UU. como potencia de primer orden, ante la emergencia de

China, necesita articular Norte y Centroamérica, como precisa

Robert Kaplan, en respuesta al actual mundo multipolar.146 Esa

articulación debe ir más allá del tema de seguridad actual

hacia un proyecto de prosperidad conjunta, que sea beneficiosa

para sus vecinos por igual. Vendrá la oposición de forjar un

modelo nuevo de desarrollo conjunto de parte de los

conservadores estadounidenses que no desean abrirse a países

mestizos como los mesoamericanos, pero también de algunos

integrantes de las élites de éstos países que no quieren perder

sus privilegios “mercantilistas”. Las minorías

“antiimperialistas” de la izquierda por su parte tendrán su voz

disonante también.

Hay una realidad que obstaculiza concretar ese proyecto norte-

mesoamericano, que la presencia del crimen organizado. Pese o a

la existencia Convenio Constitutivo de la Comisión

Centroamericana Permanente para la Erradicación de la

Producción, Tráfico, Consumo y Uso Ilícitos de Estupefacientes y

Sustancias Psicotrópicas, Douglas Farah, ex reportero del

Washington Post, señaló en agosto 2013 que los países del

Triángulo Norte centroamericanos estaban dominados por carteles

mexicanos del crimen organizado (Honduras, Guatemala y El

146 Kaplan, Robert D., The revenge of geography, Random House, New York,2012, chapter XV.

167

Salvador). Por eso la cooperación internacional es necesaria e

importante, aunque se den nuevos enfoques para abordar el

problema mundial del narcotráfico y diferenciar las drogas

sicotrópicas.

En la globalidad de ahora, las opciones en un mundo multipolar

son las de pertenecer a uno de esos polos. Los países indicados,

por su geografía e historia, ubicados en Norte y Mesoamérica y

al sur Colombia, deben constituir una unidad de desarrollo y

seguridad. Por supuesto hay que superar rencores históricos con

los países del norte, como hicieron los europeos. Ellos se

asociaron en la Unión Europea bajo nuevas primicias que

alentaron el fin de sus conflictos históricos nacionales gracias

a la prosperidad y la seguridad, promoviendo altos grados de

confianza entre sí.

Los países del TLCAN, de América del Norte, deben incorporar a

sus tratados una serie de sectores que aún están fuera, como la

industria petrolera y eléctrica, en el caso de México. El libre

transito de personas quedó excluido del mismo para México pero

no para EE.UU. y Canadá. El objetivo a seguir es buscar a un

equilibrio yse liberen ambas restricciones. En mayo de 2013 los

presidentes de EE.UU. y México definieron ya una estrategia

conjunta de largo plazo, que incluye el sector energía. De esa

cuenta, los Centroamericanos podrán negociar en la misma

168

dirección. Los caminos de oportunidad tienen que ser para todos

dentro de esa unidad. En la misma, se recrearán con más amplitud

los acuerdos con Europa y América del Sur, así como con otras

entidades regionales del Pacífico y Asia, propias del mundo

multipolar, todos integrados por las redes de la globalización.

Solos, no se irá a ningún lado.

Liberales y conservadores en el siglo XIX estuvieron de acuerdo

que México por sí sólo no podría salir adelante. Eso lo sabían

y lo saben también los centroamericanos. Los liberales optaron

por aliarse con EE.UU. y los conservadores con algún país

europeo como se vio atrás. Analistas como Kaplan ahora dicen

que a EE.UU. le puede ir mejor articulándose a ambos espacios

geográficos, en lugar de estar entrampado en Asia. Hay que

preocuparse y ocuparse de México, dijo, como una prioridad y

Centroamérica le sigue. A largo plazo, ese diseño consolidará la

integración centroamericana en una nueva dinámica, al tiempo que

se mejorará la relación con otros bloques y países.

El peso de la unidad norte-centroamericana, hará inevitable la

coordinación con la UE y UNASUR, para dar un nuevo curso y

dinamismo, parafraseando a Arnold Toybee147, a la civilización

occidental. Hay ahora un mundo post estadounidense, en medio de

un desorden internacional caracterizado por la inestabilidad.147 Toybnbee, Arnold, Estudio de la Historia, tres tomos, Editorial Planeta, Barcelona 1985. El autor inglés no analiza un Estado en particular sino una civilización en su conjunto.

169

Aún sus opositores tradicionales quisieran que Washington dé

cierto orden pero no intervención militar sin acuerdo del

Consejo de las Naciones Unidas. La Casa Blanca no está dispuesta

a desempeñar el papel de policía mundial salvo algún hecho

extraordinario, y en tanto sus finanzas no cuadren . Por la

situación económica y financiera, su deuda pública cuantiosa y

una reorientación hacia los problemas internos, le preocupa la

rivalidad que viene de países del Pacífico. El relativo

declinar de EE UU ante el ascenso de China y de otros países

grandes es real. Guatemala sin brújula tiene que adecuar su

estrategia y estar al lado de sus vecinos del norte. Su suerte

depende de la de ellos pues su Estado, como desde el inicio de

su creación, carece de coherencia y siempre ha estado necesitado

de un estado más grande que garantice su existencia y le dé un

derrotero a su élite siempre dividida, instándola a compartir el

interés común doméstico y dentro un área geográfica mayor. Así,

con la razón, se debe imaginar un futuro solidario local y

regional.

En ese escenario del futuro, Guatemala (y los

centroamericanos) se hace evidente dos condiciones para su

desarrollo. En el plano doméstico, un pacto social

incluyente entre representantes de los grupos sociales y

170

étnicos, para diseñar una estrategia de largo plazo.148 En

el escenario del futuro, Guatemala tiene que reunir las

condiciones de una estructura sólida para ser bien incorporada

a uno de esos polos. México ya juega en las grandes ligas por tu

tamaño. Por tanto, es imperativo que Guatemala realice un pacto

social donde intervengan los principales grupos étnicos y

sociales para generar estabilidad y mayor democracia, así como

objetivos de desarrollo de largo plazo.149 Es necesario ante la

actual fragilidad institucional: En octubre de 2013 ocupó el

penúltimo lugar en América Latina en democratización, sólo

Venezuela le aventajaba de manera negativa. Ambos países están

en riesgo institucional ante la corrupción, tráfico de

influencias y la falta de confianza de los inversionistas150. Hay

que recomponer lo anterior si se quiere tener éxito en la

plataforma externa. Lo importante es trazarse objetivos

estratégicos: Primero, la articulación pragmática con México y

148 Guatemala tiene como antecedentes tres pactos: El acuerdo decreación de la república en 1847 con todos los intereses políticospresentes, incluyendo el campesinado, pero fue de corta duración.Luego, la Constitución de 1945, aunque sin participación maya,derogada diez años más tarde. Las constituciones posteriores no hansido producto de un gran pacto. Y los Acuerdos de Paz de 1996 no sehan cumplido en gran parte.149 Los países centroamericanos firmaron, el 29 de octubre de 1993 elConvenio Constitutivo de la Comisión Centroamericana para laErradicación de la Producción, Tráfico, Consumo y Uso Ilícitos deEstupefacientes y Sustancias Psicotrópicas. Entró en vigencia en 1996.A pesar de ello, en 2013, un estudio elaborado por Douglas Farah, exreportero del Washington Post, señaló que los países del TriánguloNorte (Guatemala, Honduras y El Salvador) están dominados por cartelesmexicanos.150 La Hora, Guatemala 2 de octubre de 2013, p. 12

171

EE.UU. (y Canadá) por ser su mayor socio comercial, generador

de billones (en el sentido que se le da a éste en EE.UU.) de

dólares en remesas de sus emigrantes y del dinero del

narcotráfico de los consumidores estadounidenses, lo que hace

imperativa, además, la seguridad común. El segundo, es la

relación especial con los países miembros del SICA y países

sudamericanos, para impulsar la continuidad de los procesos de

integración existentes y fortalecerlos, incluyendo la Alianza

para el Pacífico y el CELAC. Tercero, dentro de su propia

diversificación de intereses, mantener una relación especial con

la Unión Europea, sin perder de vista al gran Pacífico, donde

brillan nuevas estrellas.

El SICA pudo avanzar más que otros esquemas de integración del

continente aunque se estancó por las diferencias fronterizas ya

advertidas. Además, la desigualdad social la pone en un brete

más que en otra región latinoamericana: Un pequeño grupo de mil

millonarios centroamericanos —o sea 0.041% de la población-

acumula fortunas por 137.000 millones de dólares, mientras la

producción global fue de 172.800 millones en 2012. Esas mil

personas se codean con los más ricos de América Latina y

conforman el 14 por ciento de los multimillonarios

latinoamericanos. Su riqueza es en promedio de 133,6 millones

de dólares por cada una, mientras la mitad de sus 43 millones de

172

habitantes sobrevive hundida en la pobreza extrema, con severos

cuadros de subnutrición, la cual tenderá a crecer aun151. Más del

50 por ciento de la población guatemalteca, por ejemplo, depende

de negocios y remesas vinculadas con Estados Unidos y México.

Entretanto, pese a los diferendos fronterizos Centroamérica ha

construido un tejido empresarial en el que confluyen capitales

regionales, latinoamericanos y globales. Las cien empresas más

importantes del istmo (las tres primeras son Walmart, Avianca y

América Móvil), representan casi un cuarenta por ciento del PIB

regional, un diez por ciento más que el año anterior.152

Aprovechan la baja tasa de inflación y algunas ventajas

comparativas, pero podría ser mejor si hay un cambio para una

estrategia que fluya conforme su historia y la geografía como

algo natural.

En esa dirección hay intereses económicos que el presidente de

México Enrique Peña Nieto sintetizó al proponer una alianza

estratégica de su país con Guatemala y EE.UU. En 2013, el

presidente guatemalteco Otto Pérez Molina en septiembre de ese

año replicó en el mismo sentido en la Asamblea de Naciones

Unidas al expresar que economía de su país estaba ligada a la

de México y de EE.UU. y se debían afianzar esos lazos

151 El País, versión digital, Madrid, 29 de septiembre 2013.152 Monterrosa, Gabriela; Lezcano, Norma, Expansión a paso firme, Empresas & Negocios, San Pedro Sula, Septiembr-Pctubre 2013.

173

tripartitos: “El futuro de Guatemala lo vemos claramente

vinculado con la economía de este hermano país vecino, por lo

que estamos buscando estrechar nuestras relaciones en campos

como la energía, el transporte y la logística, la modernización

aduanal y el mejoramiento de la seguridad en los pasos

fronterizos, así como la batalla común contra el hambre y por la

paz en nuestros países… Hemos expresado al gobierno de los

Estados Unidos de América nuestro claro interés en alinear

nuestras políticas con aquellas que promueven el progreso y la

seguridad entre  los pueblos de México y Estados Unidos.

Guatemala desea una alianza tripartita por la prosperidad con

México y Estados Unidos que sirva de punto de apoyo para una

sólida vinculación con los países del Sistema de Integración

Centroamericana, y que a su vez se constituya en una plataforma

para el progreso en toda la zona del Caribe”.153

Hay fuerzas económicas naturales que tienden a integrar cada vez

más a Mesoamérica con el norte y Colombia al sur. Más del 50

por ciento de la población depende de negocios y remesas

vinculadas con Estados Unidos y México y la inversión colombiana

es natural que se expanda en Centroamérica. Ello muestra con

claridad razones adicionales para la forjar una unidad norte-

mesoamericana que llegue a Colombia, lo que antes podría

153 Discurso en las 68 Asamblea de Naciones Unidas, 26 de septiembre 2013.

174

considerarse un anatema nacionalista, como lo fue en su momento

la propuesta de México hecha en 1989 a EE.UU. de integrarse a

través de un tratado de libre comercio como el que suscribieron

poco antes EE.UU. y Canadá.

La realidad futura indica que el mundo multipolar es una

realidad pero también que América Latina respecto del mundo ha

mantenido igual participación porcentual en la producción

mundial desde hace cincuenta años y seguirá así en el futuro. En

tanto los países desarrollados bajaron su participación del

sesenta al treinta por ciento en la actualidad, mientras en los

países emergentes, en especial de Asia, han alcanzado el sesenta

por ciento y avanzarán aún más. El declive estadounidense no le

conviene a ninguno en Mesoamérica y hay que hacer esfuerzos

conjuntos ante el desborde la competencia, en especial asiática.

Entretanto, hay algunos logros. Las Metas del Milenio a

cumplirse en 2015 registraron avances importantes en los países

centroamericanos. Por ejemplo, Guatemala disminuyó la pobreza

crítica al trece por ciento, mientras la cobertura educativa

avanzó al noventa y ocho por ciento, aunque con una pobre

infraestructura. Pero ocupa aún los primeros lugares en

corrupción y violencia criminal, lo que disminuye su

175

competitividad para atraer inversionistas, particularmente

foráneos, como sucede en sus países vecinos, salvo México.

El esfuerzo doméstico es importante y cumplir condiciones

mínimas de orden institucional para poder llevarlo a cabo. Eso

sólo es posible con el acompañamiento de políticas públicas

claras y consensuadas. En ese sentido, la definición de la

política exterior de Estado de Guatemala debe integrar a todas

las políticas domésticas de Estado ya consensuadas con la

sociedad civil (educación, nutrición, capacitación, trabajo,

migración, producción, comercio, moneda, seguridad…), para

darles su proyección y cooperación con sus vecinos de su área

geográfica en primer lugar y, luego, con la Comunidad

Internacional. Los esfuerzos mancomunados por avanzar en la

dirección correcta incluirán acciones moderadoras para resolver

en paz los diferendos fronterizos, con la consigna que la ley

última, como decía Cicerón, es la que beneficia a la

sociedad, en este caso de Guatemala y sus hermanos de la

región.

176

Anexo

Conferencias interamericanas

I Conferencia Panamericana de 1889, Washington. Se realizó ainiciativa de la Casa Blanca para aumentar el comercio con el restode América Latina. También preservar la paz, la formación de unaunión aduanera, mejorar las comunicaciones entre los puertos,adoptar el patrón plata, uniformar sistemas de pesos y medidas,derechos de patentes, autor y marcas, medidas sanitarias y decuarentena para los barcos. Asistieron los gobiernos delhemisferio, salvo República Dominicana. Al no ser ratificado elacuerdo por los congresos de varios países, incluso del anfitrión,se estableció la Oficina Internacional de las RepúblicasAmericanas.

II Conferencia Panamericana de 1901, realizada en México. Se aprobóla creación de la Oficina Panamericana de la Salud (OPS).

III Conferencia Panamericana de 1906, en Río de Janeiro.

IV Conferencia Panamericana de de 1910, en Buenos Aires. La entidadpasa llamarse Unión Panamericana.

V Conferencia Panamericana de 1923, Santiago, Chile.

177

VI Conferencia Panamericana de 1928, La Habana, Cuba. Asiste porprimera vez un Presidente de los EE.UU. Calvin Coolidge. Se aprobóel Código de Derecho Internacional Privado.

VII Conferencia Panamericana de 1933, Montevideo, Uruguay.

Conferencia interamericana de Consolidación de la Paz de 1936,Buenos Aires. Asiste el presidente. Franklin Delano Roosevelt.

VIII Conferencia Panamericana de 1938, Lima, Perú.

Reuniones de ministros de relaciones exteriores se realizaron conmotivo de la II Guerra Mundial entre 1939 a 1942 enPanamá, La Habana, Río de Janeiro.

Conferencia Interamericana sobre Problemas de la Guerra y de la Pazmarzo de de 1945, Chapultepec, México.

Conferencia Interamericana para el Mantenimiento de la Paz y laSeguridad del Continente de 1947, Río de Janeiro. Se establecen lasbases del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) oTratado de Río;

IX Conferencia Panamericana de 1948, Bogotá. Se firma que la Cartade la Organización de los Estados Americanos en sustitución de laUnión Panamericana. Además, se aprueba el Tratado Americano deSoluciones Pacíficas y la Declaración Americana de los Derechos yDeberemos del Hombre. (Durante la misma se dio el “Bogotazo”).

X Conferencia Panamericana de 1954. Se aprobaron resolucionessobre propaganda y actividades comunistas y se condenó al gobiernode Guatemala, con la abstención de México. Se declaró el fin delcolonialismo en el hemisferio. Esta fue la última ConferenciaInteramericana. Desde entonces se realizan reuniones de ministrosde asuntos exteriores o conferencias especiales bajo auspicios dela OEA.

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