Globalizaciòn neoliberal y desarrollo. Reflexiones teòricas e històricas.

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1 GLOBALIZACIÓN NEOLIBERAL Y DESARROLLO. REFLEXIONES TEÓRICAS E HISTÓRICAS. Yoandris Sierra Lara. Doctor en Ciencias Económicas. Profesor Auxiliar de Economía Política y Pensamiento Económico Universal. Universidad de Pinar del Río, Cuba. Escuela de Gestión Pública Plurinacional de Bolivia. [email protected].

Transcript of Globalizaciòn neoliberal y desarrollo. Reflexiones teòricas e històricas.

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GLOBALIZACIÓN NEOLIBERAL Y DESARROLLO. REFLEXIONES TEÓRICAS E

HISTÓRICAS.

Yoandris Sierra Lara.

Doctor en Ciencias Económicas.

Profesor Auxiliar de Economía Política y Pensamiento Económico Universal.

Universidad de Pinar del Río, Cuba.

Escuela de Gestión Pública Plurinacional de Bolivia.

[email protected].

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GLOBALIZACIÓN NEOLIBERAL Y DESARROLLO.

REFLEXIONES TEÓRICAS E HISTÓRICAS.

Yoandris Sierra Lara.

Introducción.

En este ensayo se realiza un análisis histórico y teórico de lo que ha sido y es el estado actual de la

llamada globalización neoliberal y su impacto en América Latina y Bolivia específicamente.

Partimos del presupuesto de que lo que entendemos por globalización neoliberal es en verdad un

proyecto hegemónico concebido, diseñado y aplicado por los centros de poder imperial a escala

mundial aprovechando a su favor la estructura generada por siglos de internacionalización

capitalista. La globalización no es el proceso histórico objetivo que muchos confunden con la

internacionalización de las relaciones sociales y económicas capitalistas, sino solo una pretensión

extrema y oportunista de poner en función de la apetencia e intereses imperiales las estructuras

históricas objetivas que el capitalismo ciertamente ha creado. Es así que la actual crisis económica

mundial ha puesto en crisis también este proyecto hegemónico que es la Globalización.

El ensayo está estructurado en tres epígrafes.

1. Las concepciones teóricas sobre el proceso de globalización.

En este epígrafe se realiza un análisis crítico de las diferentes concepciones teóricas que abordan el

tema de la globalización. Partimos acá del criterio de que el marxismo clásico apuntaba ya en sus

principales obras las claras tendencias a la internacionalización del capital y las relaciones de

producción propias de él, lo que ubicaría a estos geniales pensadores como precursores teóricos de

este proceso llamado globalización, pero en nuestra opinión, el análisis clásico difiere en radical

medida de los fundamentos más contemporáneos, sobre todo del pensamiento burgués, en que

señala la esencia explotadora, contradictoria y burguesa de esta internacionalización de la

producción.

También analizamos cómo en la teoría leninista del imperialismo se señalan las tendencias a la

internacionalización de las relaciones capitalistas, pero con una clara matriz de fuerza económica,

política y militar, misma que hoy intenta disimularse por la teoría ortodoxa oficial.

También analizamos algunas concepciones más modernas sobre la globalización, algunas de ellas

claras muestras de definiciones y concepciones puramente técnicas y apologéticas de este proceso,

que aparentemente aparece como una situación de conexión global donde la tecnología es el factor

dominante, obviando que la tecnología en sí misma es una de las formas concretas de existencia del

capital productivo. Sería prudente recordar que no existe tecnología sin ideología.

2. El modelo neoliberal.

3

En este epígrafe se analiza la génesis e imposición global del modelo neoliberal, analizando las

causas más profundas, básicas, que generaron la necesidad y posibilidad de aplicación del modelo.

Analizamos también las distintas causas y fuerzas que conducen para que en los años 70 y 80 del

siglo XX el modelo fuese aplicado en los distintos países de América Latina, y especialmente en el

denominado Cono Sur. Después de este análisis histórico, se pasa a un análisis estructural del

neoliberalismo como modelo donde se resaltan sus principales características, debilidades,

contradicciones, etc. En este epígrafe se sostiene la tesis de que el neoliberalismo es un modelo de

acumulación para el capital trasnacional, y no un modelo de desarrollo en sí mismo.

3. Los impactos de la Globalización Neoliberal en América Latina.

En este epígrafe se realiza un estudio del sistema de impactos del neoliberalismo como modelo

económico en nuestra región, se analiza el impacto económico, político e institucional, así como

social. Finalmente se realiza un análisis de la experiencia de Bolivia en este período y cómo la

negatividad del impacto de este modelo, sobre todo en lo económico y social, llevó a la necesidad

de un nuevo modelo económico de economía mixta donde el Estado regula la actividad económica

y existe un espacio para el mercado.

Desarrollo.

1. Las concepciones teóricas sobre el proceso de globalización.

La globalización es un proceso que en las últimas dos décadas aproximadamente ha atraído la

atención de muchos cientistas sociales en todo el planeta, siendo un proceso estudiado desde

prácticamente todas las aristas de la sociedad e incluso la tecnología. En este primer momento del

trabajo nos limitaremos a una breve exposición de las teorías centradas en la dimensión económica

del proceso de globalización, quizás su dimensión principal.

El punto de partida que brinda el marxismo leninismo para el análisis.

Contrariamente a lo que pudiera creerse, las reflexiones teóricas sobre la expansión mundial del

capitalismo no son de tan reciente data; ya en el mismo pensamiento económico de Carlos Marx y

Federico Engels en pleno siglo XIX se reconocía y analizaba esta situación. También en el

desarrollo mismo de la teoría leninista sobre el imperialismo varios de los rasgos distintivos de esta

nueva fase del desarrollo capitalista señalaban a la expansión del capital más allá de las fronteras

nacionales.

En una obra tan fundamental para el pensamiento socialista como el Manifiesto Comunista, Marx y

Engels señalaban genialmente las entonces por aquella época incipientes tendencias del modo de

producción capitalista a la internacionalización, mundialización o simplemente expansión de su

radio de acción. Pero es un análisis que no es similar al enfoque tecnocrático y apologético que se

realiza en la actualidad sobre la “globalización”; toda vez que para los clásicos quedaba muy claro

4

que esta internacionalización del capital es un fenómeno ampliamente asimétrico, hegemónico,

polarizado y provisto de todas las características y contradicciones del sistema del capital. De modo

que ni Marx ni Engels fueron profetas de la globalización en el sentido estéril, ascético y neutral

que se le asignan a este proceso; fueron previsores y geniales analistas de la tendencia del sistema

capitalista a expandir su dominio, su hegemonía, su modo de producción, su modo de dominación,

y también sus contradicciones a escala planetaria.

Repasemos algunas de las tesis principales presentes en el Manifiesto Comunista.

“El descubrimiento de América y la circunnavegación del África ofrecieron a la burguesía

naciente un nuevo campo de actividad. Los mercados de la India y de la China, la colonización de

América, el comercio colonial, la multiplicación de los medios de cambio y de mercancías,

imprimieron un impulso hasta entonces desconocido al comercio, a la navegación, a la industria, y

aseguraron, en consecuencia, un desarrollo rápido al elemento revolucionario de la sociedad feudal

en decadencia”1.

Esta idea deja clara la relación asimétrica y polarizada que desde un principio caracterizaría la

internacionalización del capital; el proceso llamado por Marx “acumulación originaria del capital”,

fue un de las primeras evidencias de las “interconexiones” del capital a escala mundial; proceso en

el cual la riqueza es extraída por vías económicas y extraeconómicas desde un polo económico y

contribuye crear el nivel crítico necesario en el otro polo para lanzar a un nuevo sistema con toda

potencia hacia la historia universal.

“La gran industria ha creado el mercado mundial, preparado por el descubrimiento de

América. El mercado mundial aceleró prodigiosamente el desarrollo del comercio, de la

navegación, de todos los medios de comunicación. Este desarrollo reaccionó a su vez sobre la

marcha de la industria, y a medida que la industria, el comercio, la navegación, los ferrocarriles se

desarrollaban, la burguesía se engrandecía, decuplicando sus capitales y relegando a segundo

término las clases transmitidas por la Edad Media”2.

El mercado mundial no es el resultado de la globalización ni fruto del desarrollo capitalista de los

últimos treinta años; es incluso condición de vida y desarrollo inicial del sistema capitalista. Las

interrelaciones, a primera vista benéficas entre comercio mundial y desarrollo industrial, tampoco

son tesis tan novedosas como quieren hacerla parecer, presentando al mercado mundial globalizado

como potencia novedosa que eleva las fuerzas productivas del sistema a niveles jamás sospechados.

1 Marx, C. y Engels, F. Manifiesto del Partido Comunista. Versión Digital. 2 Ibídem.

5

“Impulsada por la necesidad de mercados siempre nuevos, la burguesía invade el mundo

entero. Necesita penetrar por todas partes, establecerse en todos los sitios, crear por doquier medios

de comunicación”3.

¿Qué es esto sino la radiografía perfecta que denota cómo el capital está, por su esencia, avocado a

expandirse, a crecer, a internacionalizarse? En la época de Marx este era un aspecto en su estado

quizás embrionario, pero en la actualidad es más que evidente el notorio grado de intervención o

intromisión que realizan las más grandes empresas capitalistas, especialmente norteamericanas, en

cualquier lugar de este planeta, convirtiendo así vastos territorios y países en mercados fabulosos

par vender sus productos.

“Por la explotación del mercado universal, la burguesía da un carácter cosmopolita a la

producción de todos los países. Con gran sentimiento de los reaccionarios, ha quitado a la industria

su carácter nacional. Las antiguas industrias nacionales son destruidas o están a punto de serlo. Han

sido suplantadas por nuevas industrias, cuya introducción entraña una cuestión vital para todas 1as

naciones civilizadas: industrias que no emplean materias primas indígenas, sino materias primas

venidas de las regiones más alejadas, y cuyos productos se consumen, no sólo en el propio país sino

en todas las partes del globo.”4.

Esta tesis es un complemento perfecto de la idea anterior, e indica el proceso de integración

productiva comercial mundial que viene dándose desde épocas tan tempranas.

“En lugar del antiguo aislamiento de las naciones que se bastaban a sí mismas, se

desenvuelve un trafico universa1, una interdependencia de las naciones. Y esto, que es verdad para

la producción material, se aplica a la producción intelectua1. Las producciones intelectuales de una

nación advienen propiedad común en todas. La estrechez y el exclusivismo nacionales resultan de

día en día más imposibles; de todas las literaturas nacionales y locales se forma una literatura

universal”5.

“(La burguesía) Bajo pena de muerte, obliga a todas las naciones a adoptar el modo burgués

de producción, las constriñe a introducir la titulada civilización; es decir, a hacerse burguesas. En

una palabra: se forja un mundo a su imagen”6.

Estas últimas tesis resaltan con gran profundidad el carácter multidimensional del proceso de

internacionalización capitalista, no solo abarca las variables de índole productiva, comercial,

financiero etc; sino que va más allá, colonizando incluso el imaginario popular, las creencias, las

distintas culturas, lo que los clásicos llaman en este punto “producción intelectual”. El paralelo con

3 Ibídem. 4 Marx, C. y Engels, F. Manifiesto del Partido Comunista. Versión Digital. 5 Ibídem. 6 Ibídem.

6

la “ideología del mercado total”, el “fundamentalismo neoliberal”, el “fin de la historia”, la era del

“postdesarrollo”, “postcapitalismo”, “postmodernismo”, etc, todas ellas concepciones intelectuales

puestas en función por el capital en la era de la llamada “globalización”; ¿qué son sino intentos de

colonización intelectual, de limitación del pensamiento, de estandarización mundializada de una

misma cosmovisión universal? Pero nada de eso es estrictamente nuevo, son añejas pretensiones,

añejas posibilidades del capital que reaparecen ahora bajo un manto de seudociencia puesta en

función de intereses bien definidos aunque siempre disimulados.

En la concepción leninista sobre el imperialismo y su esencia se destaca en la misma definición de

sus características principales elementos que denotan la vocación expansiva del capitalismo en su

nueva fase.

Lenin define entre los rasgos esenciales del imperialismo los siguientes:

1) Formación de monopolios.

Los monopolios tenían, en época de Lenin, un base principalmente nacional, pero esos mismos

actores serían los protagonistas del proceso de monopolización de la actividad económica

internacional, que se traduce en un estricto control de los mismos sobre los flujos comerciales

internacionales, las inversiones, las patentes, las transferencias de tecnologías, la localización de la

producción, etc. La forma histórica más desarrollada de los monopolios en la actualidad son las

Empresas Trasnacionales (ETns), cuyo control sobre el sistema económico mundial es superior

incluso al que pueden realizar varios Estados juntos. Pero este gran poder es disimulado por los

teóricos de la globalización, donde por supuesto no deberían existir empresas de esta envergadura

que comprometen muchos de los elementos más difundidos de la globalización, por ejemplo, el

libre comercio, la simetría en el control económico, etc.

2) Fusión del capital industrial y el capital bancario en el capital financiero.

Los destinos de la economía mundial y muchas de sus principales características son establecidos

no solo por el libre juego de las fuerzas del mercado, como algunos quisieran hacer parecer; sino

que una cúpula humana, altamente concentrada pero muy poderosa, rige en gran medida el rumbo

del capitalismo mundial, esta élite es la Oligarquía Financiera Industrial de los países centrales,

principalmente de los EUA. ¿Cómo entender la tremenda envergadura de la especulación financiera

diseminada por todo el planeta sin atender a su representante subjetivo el capitalista financiero? Y

esta es una estructura social fomentada, creada, varios años antes de la irrupción de la globalización.

Ciertamente, la tendencia del capital a la especulación financiera es una cualidad muy anterior a las

décadas más actuales, y tiene que ver con la lógica y genética misma del sistema capitalista.

3) Exportación de capital, no de mercancías.

7

Cuando Lenin identifica las exportaciones de capitales como uno de los rasgos clásicos del

imperialismo, no está descartando o ignorando el hecho de que el comercio mundial de mercancías

no había por supuesto desaparecido, sino que incluso se había acrecentado. Sin embargo, la nueva

cualidad que distinguía al imperialismo en su funcionamiento serían las exportaciones de capital.

Con las exportaciones de capitales comienza a fraguarse de forma definitiva las interconexiones

financieras y de dependencia entre los países, interconexiones que ya no harían más que expandirse

históricamente, hasta alcanzar el punto de interdependencia que hoy conocemos pero que tampoco

brotó del aire, sino que es el resultado de la misma lógica e historia del sistema capitalista.

4) División del mundo entre las potencias imperialistas, y guerras por el control de los

mercados.

Sería bien difícil encontrar entre los más enconados defensores del término globalización, la idea de

asimetría, de polaridad dentro de este proceso, que señala Lenin acá al establecer que las relaciones

entre naciones se dan mediante la guerra y el control de los recursos de unos países por otros,

especialmente de los países imperialistas. ¿Cómo explicar en términos de la teoría de la

globalización las guerras de rapiña llevadas a cabo por los EUA y la OTAN en Yugoslavia,

Afganistán, Irak, Libia, etc? Sencillamente, la idea de la globalización no tiene asidero en la

realidad cuando se analizan estos temas de las relaciones de fuerza entre países, relaciones de fuerza

que en la era moderna tienen su base en la conformación de estados imperialistas y países que

actúan netamente casi como suministradores de recursos naturales para estas grandes potencias.

En síntesis, puede plantearse que a partir de los trabajos de Marx, Engels y Lenin, de los cuales

hemos presentado acá algunas pocas obras aunque si bastante representativas de su producción

intelectual, puede derivarse la idea, al menos en principio y con un sentido y alcance incluso

metodológico, de que el capitalismo desde su misma conformación es un sistema con tendencias

innatas a la expansión, la internacionalización, la mundialización; y que es partiendo de las mismas

condiciones internas de ese régimen que se puede captar a plenitud la esencia polarizadora,

hegemónica, explotadora y agresiva del sistema capitalista mundializado; cuestiones estas que la

Globalización como concepto sería incapaz de captar, por tanto, estaríamos usando un término

genéticamente restringido, incapacitado en principio de captar la verdadera dinámica expansiva

contemporánea del imperialismo, y debemos tener en cuenta que tal limitación no es una limitación

ingenua, es toda una idea bien concebida cuyo objetivo claro es crear un concepción teórica donde

todas aquellas características anteriormente dichas estén ausentes, la globalización sería un

concepto complementario para aquellas otras de “fin de la historia”, la “era del post capitalismo”,

etc.

8

Las concepciones actuales sobre la globalización.

Una definición y caracterización contemporánea “estándar” sobre la globalización puede

sintetizarse en los siguientes aspectos:

“En términos generales la globalización tiene dos significados principales:

a. Como un fenómeno, implica que existe cada vez más un mayor grado de interdependencia entre

las diferentes regiones y países del mundo, en particular en las áreas de relaciones comerciales,

financieras y de comunicación;

b. Como una teoría del desarrollo, uno de sus postulados esenciales es que un mayor nivel de

integración está teniendo lugar entre las diferentes regiones del mundo, y que ese nivel de

integración está afectando las condiciones sociales y económicas de los países.

Los niveles de mayor integración que son mencionados por la globalización tienen mayor evidencia

en las relaciones comerciales, de flujos financieros, de turismo y de comunicaciones. En este

sentido, la aproximación teórica de la globalización toma elementos abordados por las teorías de los

sistemas mundiales. No obstante, una de las características particulares de la globalización, es su

énfasis en los elementos de comunicación y aspectos culturales.

Además de las relaciones tecnológicas, financieras y políticas, los académicos de la globalización

argumentan que importantes y elementos nunca antes vistos de comunicación económica están

teniendo lugar entre naciones. Esto se pone de manifiesto preferentemente mediante novedosos

procesos tecnológicos que permiten la interacción de instituciones, gobiernos, entidades y personas

alrededor del mundo”7.

Véase que en el concepto se resalta el tema de la interdependencia y la integración, mostrándose

como procesos y fenómenos cuyas bases históricas, su naturaleza, y sus características esenciales no

figuran como elementos a tener en cuenta.

La siguiente tesis resalta ya algunas ideas donde se muestra la polarización, la inequidad, la

asimetría que acompaña este movimiento:

(...) La "Globalización" ha sido el gran tema de 1999 en los negocios y las finanzas (...)

Este proceso no es nuevo, es tan antiguo como el mismo comercio. (...) Pero durante el

último año ha habido un salto espectacular, una gran aceleración del proceso. El signo más

7 E. Reyes Giovanni. Teoría de la Globalización: Bases fundamentales. Nómadas. Revista Crítica de Ciencias

Sociales y Jurídicas.

9

obvio ha sido la crisis económica y los cambios consiguientes en los mercados asiáticos

(...) la corrupción y el amiguismo de estas economías se han expuesto con dureza y las

monedas y mercados de la región han sufrido como consecuencia. (...) El triunfo del

modelo económico americano ha sido esencial para la progresiva globalización del

movimiento del dinero de la economía mundial. De hecho, "globalización" puede ser un

nombre erróneo, porque lo que está pasando no es (...) más que la integración del mundo

en la forma de hacer las cosas de los norteamericanos. (...) El modelo económico asiático y

otras formas de capitalismo comunitario han sido totalmente cuestionadas. En Japón (...)

hasta los líderes más conservadores han reconocido que el sistema anglosajón es la única

salida del ciclo opresivo de tensión monetaria y fiscal. (...) También hay que destacar los

desestabilizadores efectos secundarios del proceso, las crecientes diferencias entre países

ricos y pobres, la degradación medioambiental (...). El mundo puede estar integrándose

como jamás antes lo había hecho, pero a la vez la división entre ricos y pobres es más

grande que nunca. (...) 8.

Esta otra concepción vuelve a mostrar el fenómeno en una perspectiva menos “ideologizada”, y si

más tecnocrática, y dando una lectura del impacto cultural de la globalización cuando menos

cuestionable:

"La globalización significa los procesos en virtud de los cuales los Estados nacionales

soberanos se entremezclan e imbrican mediante actores transnacionales y sus respectivas

probabilidades de poder, orientaciones, identidades y entramados varios. El concepto de

globalización se puede describir como un proceso, que crea vínculos y espacios sociales

transnacionales, revaloriza culturas locales y trae a un primer plano terceras culturas...9"

Pero dentro de todo el análisis contemporáneo sobre el fenómeno de la globalización aparecen

autores muy críticos, que desde una perspectiva marxista o heterodoxa en general se cuestionan la

verdadera esencia de este proceso. La siguiente tesis profundiza mucho en la esencia asimétrica de

este proceso, en el rol desempeñado por las Empresas Trasnacionales, verdaderas piezas claves en la

economía mundial actual, el papel económico, político e incluso militar desempeñado por los

Estados más poderosos, el rol de las instituciones financieras y comerciales, etc.

"Globalización es en realidad un eufemismo utilizado en lugar de "transnacionalización",

es decir, la expansión sin límites de las corporaciones transnacionales en la economía

mundial, en particular en los países en desarrollo. Instituciones multilaterales como la

8 Editorial de The Independent. (Londres, 31/12/1999) 9 Ulrich Beck (sociólogo alemán, uno de los más importantes teóricos sobre la globalización).

10

OMC, el FMl y el Banco Mundial juegan un papel clave en este proceso. En la esfera de

los cambios económicos mundiales, o del nuevo orden económico "globalización"

adquiere una gran variedad de usos: el surgimiento de una nueva y asimétrica división

internacional de la mano de obra junto con una mayor dispersión de la actividad

económica, dirigida por la planificación estratégica de grandes corporaciones, que ha

sustituido la planificación gubernamental o estatal en varios países. También parece

utilizarse para definir la actual situación política mundial, es decir, el desgaste de la

dominación de Estados Unidos sobre la economía mundial de posguerra, debido a la

creciente competencia de Europa occidental y Japón, y al surgimiento de ámbitos

regionales de influencia”10

.

En la misma línea se haya el importante teórico norteamericano Inmmanuel Wallerstein cuando

afirma que:

"En primer lugar, encuentro que el término 'globalización' es en gran parte un slogan y una

mistificación, y no una realidad"11

.

O como claramente refiere este analista:

“La esencia del proceso de la globalización es la integración del mundo en un solo sistema

económico, el capitalista. El capital transnacional impone ahora sus condiciones para

llevar a cabo sus proyectos de desarrollo económico, a costa de los derechos de las

personas y de la soberanía de los estados nacionales.”12

.

En esencia, la globalización es un proyecto hegemónico diseñado y llevado a cabo por los países

centrales del imperialismo mundial, cuyos componentes reales, objetivos e históricos asociados a la

interconexión, a la interdependencia, a la integración de las naciones, es un resultado, una necesidad

y una cualidad del movimiento histórico del capital; y que por ser así, carga todo su sistema de

leyes y contradicciones, es un proceso asimétrico, hegemónico, polarizado, por lo que creemos que

en el más estricto plano del análisis marxista deberíamos hablar de internacionalización de las

relaciones económicas, sociales, políticas, ideológicas, culturales del capital y no emplear este

término vacío que han puesto en nuestras bocas y libros los mismos representantes subjetivos del

gran capital. creemos como el profesor Edgardo Lander que “Los procesos actuales de la

globalización son producto tanto de los mecanismos de reproducción de las relaciones de

10

Chakravarthi Raghavan (Analista de la Red del Tercer Mundo) 11

Immanuel Wallerstein (historiador y sociólogo que desarrolla la idea de los "sistemas mundiales").

12 Obeso, S. 2002. “La Globalización y sus consecuencias para los países y las personas en México y en América

Latina”. Ponencia ante la XXXa Asamblea General de la Obra Kolping Internacional en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas /

México,

11

producción capitalistas, como de los modelos de futuro que se construyen a partir de una

determinada matriz social de distribución del poder en escala planetaria. Y, precisamente porque

son expresiones de relaciones de poder y no dinámicas naturales, es posible —ha sido posible— la

resistencia”13

.

2. El modelo neoliberal.

2.1. Génesis e imposición global del modelo.

Uno de los temas quizás más abordados cuando se analiza la economía mundial en las últimas

décadas es la génesis e imposición del neoliberalismo como modelo económico a escala global. En

este epígrafe pretendemos hacer una exposición de los elementos históricos que, a nuestro entender,

generaron la necesidad y posibilidad de aplicación de este modelo, basándonos para ello en nuestra

propia concepción teórica de los denominados Modelos Globales de Acumulación Capitalista14

.

La mayoría de los ensayos que tratan sobre la transición hacia el neoliberalismo lo hacen a partir del

estudio del modelo keynesiano como sustituido por el modelo neoliberal. Esto, si bien tiene parte de

verdad objetiva, posee una limitación como análisis, al menos observándolo desde nuestra

concepción global del capitalismo.

La transición en los años setenta del siglo XX no fue esencialmente una transición entre

keynesianismo y neoliberalismo, sino una transición desde un Modelo Global típicamente

Productivo Comercial con una expresión teórico subjetiva y de política económica keynesiana hacia

un Modelo Global típicamente Especulativo Financiero de corte neoliberal. Aquí el contenido es el

Modelo Global, el keynesianismo como teoría y política económica que es, no fue nunca más que

un revestimiento externo de dicho modelo. Esto creemos que lo han obviado tanto los analistas

marxistas como los de la ortodoxia neoclásica.

Lo que se agotó en la década de los setenta no fue el keynesianismo, fue el Modelo Global que lo

justificaba históricamente. Por lo tanto, el primer análisis aquí debe intentar explicar la causa o el

conjunto de causas que provocaron el desenlace más profundo.

Primera causa: Caída en los niveles de productividad del trabajo social.

El denominado Modelo Global típicamente Productivo Comercial se erige siempre sobre un alto

desempeño de la productividad del trabajo social. Todo el período de posguerra se caracterizó por

poseer una alta tasa de productividad del trabajo. Sin embargo, para los años setenta, esta dinámica

13 Lander, E. 1998. El acuerdo multilateral de inversiones (AMI). El capital diseña una constitución universal.

Revista Venezolana de Economía y Ciencias Sociales, Vol. 4, Nos. 2-3 (abril-septiembre), págs. 123-153. 14 Esta concepción teórica aparece desarrollada por el autor en varios trabajos propios. La explicación desarrollada en

este epígrafe tiene su base en el artículo “Las transiciones intrasistema del capitalismo. Una perspectiva teórica”.

Revista Globalización. Revista Mensual de Economía, Sociedad y Cultura - ISSN 1605-5519 -. rcci.net/globalización.

2010.

12

torció su tendencia y comenzó a caer. Las siguientes figuras demuestran empíricamente dicha

situación.

Figura 1. Ciclo largo en los Estados Unidos.

CICLO LARGO ESTADOS UNIDOS

Tasa promedio anual

Gráfica IV.11

PRODUCTIVIDAD DEL TRABAJO EU

Tasa anual promedio

2.9

1.4

2.5

0

1

2

3

4

1948-73 1974-1995 1996-2000

Gráfica IV.12

PIB EU

Tasa promedio anual

4.7

2.8

4.0

0

1

2

3

4

5

1940-1973 1974-1995 1996-2000

Fuente: Tomado de: Rodríguez Vargas, J.J. (2005) La Nueva Fase de Desarrollo Económico y Social del

Capitalismo Mundial Tesis doctoral accesible a texto completo en http://www.eumed.net/tesis/jjrv/

Puede observarse, principalmente en el panel de la izquierda, cómo entre 1948 y 1973 la tasa de

productividad del trabajo casi alcanzaba un crecimiento del 3%. Sin embargo, para mediados de los

años setenta y en una situación que se extendería hasta 1995, la tasa de productividad del trabajo

cayó a aproximadamente 1,4%. Debemos precisar que otras fuentes alternativas consultadas dan la

misma lectura. Por lo tanto, es evidente que estamos ante una caída bastante significativa en la

productividad del trabajo social para este período. ¿Pudiera achacarse esta caída al modelo

keynesiano? Sin duda muchos lo trataron de hacer, pero una vez que conocemos las interioridades

de la teoría del ciclo económico largo, ¿no seríamos algo ingenuos al creer que fue la naturaleza del

modelo keynesiano la que produjo tal caída en la productividad del trabajo? La respuesta es mucho

más profunda que en un simple fallo de políticas económicas. Simplemente se había agotado el

influjo expansivo de la gran masa de capital fijo, o de la renovación tecnológica generada después

de la segunda guerra mundial. Este es un movimiento bastante observado e interpretado por autores

neo shumpeterianos. De modo que la idea que defendemos acá es que hay una caída sensible y

empíricamente registrada en la tasa de productividad del trabajo social en la década de los setenta

del siglo XX, siendo una caída que puede estar relacionada con la dinámica de los ciclos Kondratiev

y motivada concretamente por un agotamiento de la renovación tecnológica aplicada tras la segunda

guerra mundial. El modelo keynesiano no tiene cómo causar una caída de este tipo en la

productividad del trabajo social y menos todavía tenía cómo enfrentarla.

13

Segunda causa y motivada por la primera: Caída en la cuota de ganancia del capital social.

Hemos visto que Marx analiza la tendencia de la cuota de ganancia como afectada por variables que

la impulsan a caer y otras que la hacen aumentar o al menos mantenerse en un plano estable. Entre

las variables claves que hacen ascender la cuota de ganancia social está el comportamiento de la

productividad del trabajo social. La variable independiente en este caso es la productividad del

trabajo y la dependiente sería la cuota de ganancia existiendo una relación positiva entre ambas. La

cuestión es simple: a mayor productividad del trabajo social, mayor plusvalía relativa, y a mayor

plusvalía relativa mayor cuota de ganancia del capital social. Pero, el gran problema, fue que la

cuota de ganancia comenzó a declinar también.

Estadísticamente esto se puede mostrar a través de gráficos que se refieren directamente a la misma

cuota de ganancia del capital social, o indirectamente mediante gráficos u otros tipos de datos que

evidencien el comportamiento de la producción capitalista, en el entendido de que la producción

sigue generalmente el rumbo de la cuota de ganancia, es decir, a una alta tasa de ganancia le debe

seguir una alta tasa de crecimiento de la producción industrial, y viceversa.

Analicemos entonces algunos datos:

La siguiente tabla muestra el comportamiento de la cuota de ganancia social para cuatro economías

desarrolladas, entre ellas la de Estados Unidos. Puede observarse con claridad que en el caso de

Estados Unidos, Canadá y Australia, a partir de la década de los setenta, la cuota de ganancia tuvo

una acentuada caída.

14

Figura 2. Comportamiento de la cuota de ganancia en EUA, Canadá, Japón y Australia.

Fuente: Tomado de: Webber, Michael J. and David L. Rigby. (2001). “Growth and Change in the World

Economy Since 1950”. En Albritton, Robert, Makoto Itoh, Richard Westra and Alan Zuege.

Incluso si observamos en la siguiente gráfica el comportamiento de la producción industrial

mundial veremos cómo a partir del momento en que se instaura el neoliberalismo, a partir de los

setenta, este índice va a marcar una clara tendencia a la baja.

15

Figura 3. Tasas combinas de crecimiento real del PBM y los Productos Financieros derivados.

Fuente: Tomado de: Crisis del Capitalismo y Capitalismo de Crisis. 2009. Pedro Páez Pérez. XI Encuentro

Internacional de Economistas sobre Globalización y Problemas del Desarrollo. La Habana, Cuba.

Estos datos evidencian que la caída registrada en la productividad del trabajo social ocasionó a la

postre la caída de la cuota de ganancia social. Estos dos elementos contribuirían a que el Modelo

Global típicamente Productivo Comercial vigente comenzara a fracturarse en su propia base. De

hecho, el patrón de acumulación productivo comercial vigente comenzaba a perder sentido y

viabilidad funcional. El capitalismo ya no podía garantizar su reproducción en la esfera de la

producción y debía comenzar a reproducirse en los esquemas de la especulación financiera. Esta

certeza comenzó el desmantelamiento definitivo del Modelo Global vigente y se llevó consigo al

keynesianismo.

Pero aquí repetimos la idea de que es el hundimiento previo del Modelo Global lo que liquida al

keynesianismo y no es una crisis específica del keynesianismo como si el keynesianismo tuviera

vida propia. Debemos considerar que todo el andamiaje de teoría y política económica keynesiana

se basaba en el estímulo a la inversión en el sector real de la economía, para ello aplicaba una

política fiscal expansiva y mantenía una baja tasa de interés. La vocación de este modelo era de

acumulación productiva comercial, verdad que acumulación capitalista, pero productiva comercial.

El neoliberalismo fue utilizado después para buscar la reactivación del proceso vital del

capitalismo: valorización, acumulación y reproducción. Ante la manifiesta imposibilidad de lograr

este proceso vital en la economía real el sistema trasladó su línea de funcionamiento principal hacia

la economía financiera especulativa. El neoliberalismo, haciendo lo contrario al modelo keynesiano,

ajustó elevadas tasas de interés con el pretexto de enfrentar la inflación “derivada del modelo

16

keynesiano” - más adelante veremos por qué este cheque tampoco debe endosársele al

keynesianismo - y con ello propició lo que Hilferding y Keynes entendieron en su momento: los

capitales fluyen hacia donde mayor rentabilidad se les ofrece, en este caso cuando la tasa de interés

sobrepasó los niveles deprimidos de la cuota de ganancia social, las inversiones fluyeron a los

circuitos especulativos financieros.

Obviamente la sola elevación de la tasa de interés no podría garantizar la alternativa de valorización

para los capitales existentes. El ascenso del capital especulativo estuvo favorecido por otra serie de

factores que llegaron de la mano del neoliberalismo o que al menos este empleó para su interés. Las

nuevas técnicas de comunicación desarrolladas a partir de la revolución científico – técnica tuvieron

como primero y más importante efecto el de liberalizar los capitales mundiales. El mercado

financiero mundial lograba la inmediatez y alcance de las redes de computación. A partir de estos

adelantos técnicos miles de millones de dólares pueden viajar diariamente de un mercado financiero

a otro y entre los centros financieros más importantes del mundo. Esta posibilidad garantizaba la

viabilidad de la especulación como vía de valorización de los capitales. En la década de los setenta

del siglo XX los Estados Unidos desmonetizan el dólar y las tasas de cambio hasta esa fecha fijas de

tornan en flotantes lo que propiciaba a su vez la especulación con ellas y una nueva vía de obtención

de sumas fabulosas de ganancia para los especuladores monetarios. En la década de los noventa

cayeron las barreras jurídicas que limitaban las transferencias de fondos entre los países, se

liberalizaban las cuentas de capital de las naciones como resultado del fundamentalismo neoliberal

del libre mercado. En lo adelante los centros de poder financiero internacional tendrían libre acceso

a los recursos financieros de los países subdesarrollados.

Centrándonos entonces en este plano de análisis, ¿podríamos continuar creyendo que lo que se agotó

fue el modelo keynesiano y el neoliberalismo con una racionalidad económica superior vino en su

rescate? Creo que la respuesta es negativa. El sistema capitalista tuvo que renunciar una vez más a

funcionar como un verdadero modo de producción, renunciar a emplear un Modelo Global de

Acumulación Capitalista típicamente Productivo Comercial y emplear un Modelo Global de

Acumulación Capitalista típicamente Especulativo Financiero, que por su propia naturaleza es algo

artificial, irracional. El neoliberalismo no pasa de ser la forma teórica subjetiva que reviste este

Modelo Global. Quizás si los economistas del desarrollo hubieran partido de esta perspectiva

habrían entendido rápidamente por qué el neoliberalismo no podía de ningún modo resolver la tarea

pendiente del desarrollo en América Latina, la respuesta es simple: no estaba diseñado para eso, sino

para garantizar la valorización, acumulación y reproducción del capital trasnacional. El crecimiento

y desarrollo económico de la periferia era, cuando más, un efecto colateral.

17

Tercera causa y motivada por las dos primeras: resquebrajamiento del papel y poderío

económico del estado nación.

Ya hemos explicado en varios trabajos la lógica interna de los Modelos Globales. Sólo repasaremos

acá algunos conceptos allí desarrollados en general15

. Una alta cuota de ganancia, propicia un patrón

de acumulación productiva comercial, y esto a su vez demanda de una activa participación estatal en

la economía. No como policía o árbitro, sino como una pieza clave en la reproducción del capital.

Durante todo el período que la productividad del trabajo y la tasa de ganancia fueron elevadas, se

aplicó en el capitalismo un patrón de acumulación productivo comercial, y esto hizo que el Estado

mantuviese una presencia económica vital. Quien conozca en algo la doctrina keynesiana entenderá

el papel clave que le otorga al Estado en la economía capitalista. Pero este papel activo del Estado

en la economía responde a las necesidades de funcionalidad del Modelo Global vigente: el Estado

tiene que generar demanda efectiva porque existe superproducción causada por la acumulación

productiva comercial y el capital debe cerrar su ciclo en un acto de realización, por eso es necesario

un amplio mercado interno y un gran nivel de consumo de la clase obrera, por eso el desempleo

debe ser bajo y el Estado debe ocuparse de eso; el Estado debe además practicar el proteccionismo

para así proteger su demanda interna, etc.…Todo en el modelo teórico y práctico keynesiano en

torno a la participación estatal en la economía responde a las necesidades y naturaleza del Modelo

Global típicamente productivo comercial vigente. Es en este aspecto coherente con el momento

histórico concreto existente.

Las tendencias adversas observadas en la productividad del trabajo y la cuota de ganancia

comprometieron el patrón de acumulación productiva comercial y al propio Modelo Global vigente,

y con ello comenzaron a desconectar al Estado del organismo económico. Los teóricos neoliberales

y los conservadores en general escribieron miles de libros y artículos y pronunciaron cientos de

discursos críticos del Estado en esta época, pero ellos no hacían más que reflejar, de forma

consciente o no, los nuevos requerimientos funcionales del Modelo Global típicamente Especulativo

Financiero que demandaba para el Estado un nuevo rol. No creemos que los teóricos neoliberales

hayan descubierto la gran cosa con relación al Estado, fue el propio organismo económico el que

rechazó al Estado. Hemos visto que existe un ciclo histórico - funcional relativo a la participación

estatal en la economía.

La cuestión de la inflación.

15 Nuestra concepción teórica general sobre el desenvolvimiento global capitalista aparece en el libro:

“Desenvolvimiento Global Capitalista y Transición Socialista en la Periferia”, publicado por la Editorial Académica

Española”. 2011.

18

El modelo keynesiano siempre había sido un modelo con tendencias a la inflación. Sólo que

mientras las inversiones no cubiertas encontrarán como efecto un incremento de la renta, la demanda

y la ocupación, pues el problema de la inflación sería sólo un mal necesario y controlable. Pero ya

para los años 60 – 70 del siglo XX la economía no tenía estímulo para producir, dada la disminución

en las tasas de ganancia, esto se traduce en que las inversiones por grandes que sean y por bajas que

fuesen las tasas de interés no reportaban una conveniente tasa de ganancia. La cuota de ganancia es

el factor que influye más sobre las inversiones privadas. Por otra parte, el modelo inflacionario se

justificaba por el hecho de que se intercambiaba inflación por desempleo, es decir, los niveles de

inflación existentes garantizaban bajos niveles de desempleo en el sistema. Esta relación también se

deteriora, y se arriba a un momento en que la inflación y el desempleo se muestran juntas en la

economía capitalista. El sostenimiento del gasto público deficitario se tradujo en un proceso de

inflación creciente para la economía.

Pero si bien todo esto coincide en el tiempo con el predominio del modelo keynesiano, no debe

considerársele como responsable absoluto, y ni siquiera como el principal. La raíz del problema está

en la caída de la productividad del trabajo social antes señalada. Sólo eso puede explicar desde el

punto de vista macroeconómico la coexistencia de inflación, desempleo y estancamiento económico,

o sea la estanflación. Pero la caída de la productividad del trabajo social no era motivada por el

keynesianismo, ya vimos que responde a dinámicas más profundas y esenciales del modo de

producción capitalista. Simplemente el sistema dejó de brindar las condiciones necesarias para que

el modelo keynesiano no creara más complicaciones que soluciones.

El diagnóstico de los economistas neoliberales, principalmente los monetaristas, era simple: la causa

de la inflación era el gasto público deficitario keynesiano. Nunca se interesaron en ir más profundo

en su análisis y esto responde tanto a su estrecha visión de la economía política y a un claro interés

político. En definitiva, se aplicó una serie de ajustes en estos gastos que terminaron por liquidar en

gran medida el denominado Estado de Bienestar General, y en gran medida la intromisión misma del

Estado en la economía capitalista; y todo a nombre de erradicar el que para ellos era el mal

socioeconómico número uno del capitalismo, es decir, la inflación.

Pero, aún cuando en algunos países la inflación haya sido realmente dominada, debe considerarse

que los economistas neoliberales y su modelo nunca llegaron a resolver el problema del desempleo y

tampoco el del estancamiento económico como norma general. Simplemente no lo podían hacer

porque la base de productividad del trabajo seguía siendo baja. Ellos sólo podrían distraer la

atención y aprovechar la situación para fortalecer la hegemonía del capital a costa de las demás

fuerzas sociales y económicas existentes. El desempleo fue tratado a nivel de teoría ultra

19

academicista, inventando tasas naturales de desempleo para sustituir con un tecnicismo teorético una

realidad social y económica imposible de ignorar: el capitalismo era incapaz de generar empleo. La

fórmula según la cual no existe relación de intercambio alguna entre inflación y desempleo - tal

como la exponen Friedman y Phelps - es sólo válida si acaso para el contexto de los años setenta,

pero en el período previo si se cumplía el intercambio entre estas variables, y se cumplí

sencillamente porque la elevada productividad del trabajo social lo garantizaba. Pero esto sólo

demuestra cómo la ciencia económica burguesa no hace más que naturalizar y eternizar sus

categorías y teorías para preservar el orden social vigente.

En definitiva podemos plantear que la inflación acelerada aparece no como consecuencia de la

naturaleza del modelo keynesiano, sino como un resultado combinado de ciertas características de

este modelo pero acentuadas por la caída en la productividad del trabajo social. La solución

monetarista neoliberal es plenamente superficial, sólo logra reprimir la inflación a costa de un

desempleo rampante en la práctica y solapado en la teoría económica.

Es también curioso como ninguno de estos economistas neoliberales monetaristas apuntaron a los

precios monopólicos como una de las causas de la inflación que seguirían funcionando aún en el

neoliberalismo, o al descomunal gasto militar que tampoco dejó de crecer en la era neoliberal y que

se reconoce es causa directa de la inflación, o a los golpes petroleros que en la década de los setenta

encarecieron las tarifas de todos los productos.

Por más vueltas que le demos, llegaremos siempre a la misma conclusión: la inflación fue usada

como chivo expiatorio para desmantelar el keynesianismo. Pero las raíces del problema no fueron

nunca entendidas y menos aún afrontadas.

2.2. Aplicación del modelo en América Latina.

Una primera idea que nos parece necesario establecer es el hecho de que el neoliberalismo no es

una creación de ningún país de América Latina, sino un modelo importado o impuesto a la fuerza

en la región según sea el país en cuestión. También consideramos que el modelo fue aplicado en la

región de forma complementaria, es decir, si consideramos la división estructural y funcional del

capitalismo mundial en términos de centro y periferia, el modelo neoliberal sería una necesidad

vital para el centro y su imposición en la periferia solo respondería a las necesidades del capitalismo

central. A partir de acá derivamos la tesis de que el neoliberalismo nunca fue un modelo de

desarrollo, sino un modelo de acumulación para el gran capital trasnacional en época de

estancamiento de las economías centrales, cualquier grado de crecimiento o económico desarrollado

en la periferia bajo este modelo sería así un resultado más bien fortuito y no ciertamente pretendido.

Estos elementos explicarían la lógica de por qué el neoliberalismo se implanta en América Latina

20

como parte de la periferia capitalista mundial. Ahora, ¿cuáles son los aspectos históricos que

explican la imposición del modelo en nuestros países?

Podríamos identificar los siguientes elementos:

1. “Agotamiento” del modelo desarrollista cepalino aplicado en la región desde la

postguerra.

El modelo desarrollista de la CEPAL, vigente en América Latina en las décadas de los años 50 y 60

del siglo XX, fue un intento autóctono de la región de encontrar el desarrollo económico y social.

Sus fundamentos consistían en una importante cuota de participación estatal en la economía

capitalista de América Latina, fuertes procesos de industrialización, desarrollo hacia adentro por lo

que se potenciaba el mercado interno, sustitución de importaciones, etc. Al mismo tiempo el modelo

impulsaba las políticas sociales, las cuales eran entendidas como inversiones y no como gastos. Los

resultados económicos y sociales alcanzados bajo el modelo desarrollista son notorios y resultaron

de suma importancia para la región.

Si se analizan los ritmos de crecimiento del PIB de la región se verifica que en el período 1950 -

1973 los ritmos de crecimiento del producto fueron superiores a toda la experiencia neoliberal

posterior. Esto se verifica en el siguiente gráfico:

Figura 4. Tasas de crecimiento del PIB en América Latina.

Fuente: Tomado de Profundización de la Pobreza en América Latina. Mariana Calvento.

Desde el punto de vista social también se avanzó en la región. Los siguientes datos demuestran eso:

21

Tabla 1. Pobreza en América Latina.

Fuente: Tomado de Profundización de la Pobreza en América Latina. Mariana Calvento.

No obstante, las debilidades del modelo desarrollista pronto se hicieron evidentes. Las debilidades

manifestadas provinieron, en parte, de la utilización del proteccionismo y la dependencia del sector

exportador. La primer debilidad, el proteccionismo, considerado primordial para el desarrollo

industrial, logró crear industrias “de alto costo e ineficientes en todo sentido”, como señala Bulmer-

Thomas. Esto fue provocado por “las distorsiones del factor precio, la falta de competencia en el

mercado interno y la tendencia a una estructura oligopólica, con elevadas barreras de ingreso”

Estos elementos motivaron tensiones importantes sobre las balanzas de pagos de las distintas

economías de la región, provocando más tarde la crisis de deuda externa que terminaría siendo uno

de los elementos principales que justificaría la entrada del neoliberalismo a la región.

No obstante, el modelo desarrollista de la CEPAL, aun cuando pudo realmente haberse agotado,

logró ritmos importantes de crecimiento de las economías de la región, generó la base industrial que

convirtió en economías de cierta importancia a varios países de América Latina, como es el caso de

México, Brasil, Chile, Argentina, etc. Generó niveles importantes de inclusión social y potenció el

mercado interno como vía para el crecimiento, elemento este que nos parece pertinente a relanzar en

cualquier experimento desarrollista en la región, no solo por sus implicaciones económicas sino

también por los impactos sociales positivos que esto genera.

De cualquier manera, en nuestra concepción, la causa más profunda que explica la aniquilación de

la experiencia desarrollista está dada en el agotamiento del Modelo Global de Acumulación

Capitalista de corte Keynesiano que existió simultáneamente a esta experiencia, en el entendido que

dicho Modelo Global era el contexto que favorecía, propiciaba, alimentaba la experiencia

desarrollista en la periferia, y esto debido a las características generales de dicho Modelo Global

que potenciaba la actuación económica del Estado, el mercado interno, una mejor distribución de la

riqueza, etc. De modo que en el plano más global la irrupción del Neoliberalismo en América Latina

se explicaría por la necesidad del gran capital de imponer en la periferia un modelo que

complementara el Modelo Global de Acumulación Capitalista típicamente Especulativo Financiero

22

de corte Neoliberal que comenzó a regir a partir de los años setenta del siglo XX.

2. Crisis de la Deuda Externa.

Para el año 1982, varios países de importancia económica en la región entran a un estado de

insolvencia de sus deudas externas. Ante esta situación los Organismos Financieros Internacionales,

especialmente el FMI se dan a la tarea de financiar dichas economías, garantizando la no ruptura de

sus sistemas económicos financieros y preservando de paso los recursos de los acreedores norteños.

Pero los rescates financieros no solo incluían el convencional interés financiero sobre los préstamos,

sino también, y básicamente, el condicionamiento político de los mismos. Los gobiernos de la

región fueron prácticamente impuestos de aplicar los denominados Programas de Ajuste

Estructurales (PAE), especie de paquetes de medidas macroeconómicas orientadas supuestamente a

restablecer los principales equilibrios macroeconómicos y asegurar así la capacidad de pago de los

deudores.

En realidad, los PAE eran una síntesis neoliberal, en esencia la condicionalidad de los créditos de

los Organismos Financieros Internacionales consistía en instaurar el neoliberalismo en su estado

más puro en todas las economías y sociedades de la región16

.

Es así como, la deuda externa, instrumento clásico de la dominación imperialista en la región, se

convierte en puerta de entrada para el modelo neoliberal en la región. Es importante hacer notar

como los economistas neoliberales en sus valoraciones de la época desarrollista precedente resaltan

la incubación de la deuda externa en un nivel impagable como el más claro resultado de su

implementación, obviando los altos ritmos de industrialización alcanzados por varios países, el

fomento del mercado interno, la generación de empleos formales y dignos, las conquistas sociales,

etc; elementos nunca alcanzados en las varias década de dominio neoliberal.

Por otra parte, la deuda externa debe ser entendida como el resultado de la incapacidad de nuestras

economías de generar sus propios recursos financieros, elemento estrechamente vinculado al

subdesarrollo como fenómeno histórico, más allá de la configuración específica de uno u otro

modelo. El neoliberalismo no rompería las cadenas de la dependencia financiera, como tampoco

16 “La aplicación práctica de las políticas neoliberales ha estado vinculada a los intereses del capital monopólico

transnacional. La crisis de la deuda externa en los años ochenta del siglo XX, fue no sólo la causante de la década

perdida para América Latina, como la denominó CEPAL, sino también de que estos países perdieran posibilidad de

negociación con los países hegemónicos. Fue así que surgió en los Estados Unidos -y se impuso- el llamado Consenso de Washington (a partir de la conferencia celebrada en el Instituto de Estudios Económicos Internacionales que tiene su

sede en esa capital). El Consenso expresa la posición del gobierno de los Estados Unidos, las instituciones financieras

internacionales y los “Think-Tanks” conservadores que elaboran argumentaciones neoliberales. […].La crisis de la

deuda externa, iniciada con la situación de impago de México en 1982, y la dinámica asociada a sus procesos de

renegociación, ha constituido a lo largo de estos años en el eje articulador de nuevas formas de dependencia, proceso

que hemos denominado novísima dependencia (Bell y López, 1993). Este ha sido el instrumento principal para impulsar

el neoliberalismo en el continente. Las más de dos décadas transcurridas permiten hacer un balance de los resultados de

la aplicación de tales políticas; por esa razón hemos llamado a este texto “La cosecha del neoliberalismo”. Bell, J. y

López, D. La Cosecha del Neoliberalismo en América Latina.

23

podría barrer las diferencias en las estructuras productivas y sociales del llamado capitalismo

central y el capitalismo periférico, más bien abriría aún más el abismo entre ambos polos.

3. Presencia de Dictaduras Militares.

Pero la entrada del neoliberalismo a América Latina tuvo más de una puerta, y otro aspecto

histórico que explica la imposición del modelo es la existencia extendida en prácticamente toda la

región de dictaduras militares, principalmente en el llamado Cono Sur. La tristemente célebre

Operación Condor, llevó de forma violenta al poder político y económico dictaduras militares que

barrieron literalmente con todas las fuerzas progresistas de oposición política e ideológica, e

implementaron la doctrina neoliberal recomendada por quienes en definitiva financiaban y

amparaban estas aventuras: los EUA. La doctrina económica, social y política a implementar no era

otra que el Neoliberalismo, aprendido por sus técnicos economistas en las universidades

norteamericanas, especialmente en la de Chicago, meca del pensamiento neoliberal. Los así

llamados “Chicago Boys” fueron los ministros de economía, finanzas, bancos centrales, etc, de

varios de los países donde existieron dictaduras militares, aplicando quizás sin excepción todos

ellos el modelo neoliberal en su variante más radical, quizás Chile constituya el ejemplo clásico de

esta complementariedad Golpismo – Neoliberalismo.

La siguiente tesis nos parece bien ilustrativa de cómo irrumpe el Neoliberalismo en la región, y

como, paradójicamente, el Estado, ese elemento turbio y perturbador llamado a ser derruido, es

quien abre las puertas e impone el modelo llamado a darle muerte. “El neoliberalismo, esa tremenda

entrada del sistema transnacional en América Latina —y en otros continentes—, aprovechó en su

primera época la plenitud y los remanentes de sistemas políticos autoritarios. Se instala,

indudablemente no mediante la fuerza del mercado, sino bajo el amparo del estado, de gobiernos

fundamentalmente centralistas y corruptos. Y así transcurre esta “modernización” con apoyo del

régimen peronista en Argentina, de las democracias fingidas, liberales o conservadoras en

Colombia, o con la instalación fujimorista en Perú, con el eterno PINOCHET y sus sucesores en

Chile, con el consolidado apoyo de los gobiernos priístas en México, con las facilidades que el

estado despótico ofrecía en Egipto, en Pakistán, en África...”17

Qué entender por Globalización Neoliberal: Expresa el hecho de que en términos reales el proceso

de globalización ha cristalizado en condiciones de la aplicación generalizada de políticas

neoliberales a nivel mundial en los marcos del triunfo ideológico del neoliberalismo. En calidad de

tal el ajuste neoliberal acelera el proceso de globalización al crear condiciones más explícitas el

cumplimiento de las megatendencias que el proceso de globalización lejos de ser una panacea de

17 García Morales, F. América Latina: las transiciones infinitas.

24

oportunidades, se convierte en un mecanismo más incremento de de las asimetrías mundiales a

través de una consolidación del totalitarismo del mercado sobre la miseria creciente de millones de

seres humanos y la destrucción aun mayor del equilibrio ecológico.

2.2. Análisis crítico de la estructura interna del modelo neoliberal.

La devaluación.

La devaluación es presentada como el primer paso a seguir para corregir los problemas estructurales

que pueda estar afrontando la economía. ¿Cuál es el fundamento teórico para tal práctica? Las

economías deben mantener en sus variables económicas externas, de la cual la tasa de cambio es

una de las fundamentales, una base realista y competitiva. Esto significa en primer lugar la

aceptación de que no sea el Estado a través de su política económica quien decida cuál será la tasa

de cambio en que jugará su moneda. Esta elección, si se quiere que sea veraz, debe ser tomada en

las instancias del mercado de divisas internacional.

Este mercado de divisas mundial bajo la impronta del Sistema Financiero Internacional Neoliberal

es de un fuerte carácter especulativo, volátil y pronorteamericano; por lo que las decisiones de

valuar una moneda se complica sobremanera por la injerencia de las trasnacionales, Estados

adversarios y especuladores de todo tipo.

En realidad, los que diseñan la política económica global se las arreglan para que la devaluación de

las monedas nacionales tenga como contrapartida la reevaluación del dólar. Esto se expresa en que

las economías nacionales ven disminuido su poder adquisitivo, en un mecánico proceso

inflacionario generado por la devaluación forzosa. En esta coyuntura, el proceso de devaluación de

la moneda se ha convertido en la dolarización total o parcial de las economías subdesarrolladas. Lo

que sucede es que los países no tienen cómo sostener su sistema bancario – financiero nacional con

una moneda totalmente devaluada y recurren a emplear el dólar en sus economías.

Desde la lógica de la economics el proceso de dolarización, forzosa o no, no es un elemento a tener

en cuenta en los análisis económicos. Sin embargo, una lectura desde la economía política nos

indica que la dolarización tiene causas precisas y consecuencias complejas en cuanto a lo social y

sobre todo lo político se refiere.

La dolarización reporta más beneficios a la economía norteamericana que a la de los países que la

aplican. Para los Estados Unidos significa, entre otras cosas, un mayor alcance espacial e

instrumental para realizar su política monetaria, al tiempo que puede subordinar los objetivos

macroeconómicos de las naciones dolarizadas. Para las economías dolarizadas el problema de la

inflación “resuelta” parece ser el mayor mérito de dolarizar la economía, sin embargo la pérdida de

soberanía económica es sustancial. Además de la pérdida de soberanía económica, algunas

investigaciones han señalado que la inflación no pudo ser resuelta sino a cambio de incrementar el

25

desempleo y que el rumbo macroeconómico era ajeno a la voluntad nacional.

Otros de los elementos que presentan los neoliberales como justificación para la devaluación de la

moneda está en su filosofía de que son las exportaciones del país quienes propiciarán su crecimiento

vía aumento de los ingresos por esta cuenta.

Como se sabe, el devaluar la moneda abarata las exportaciones y hace más competitiva la posición

del país que lo aplica. Sin embargo esto se ha convertido en un alma de doble filo para las

economías nacionales. El consejo de exportar no fue dado a un solo país, sino a todos los países del

III Mundo y todos lo tomaron en serio. Devaluaron sus monedas, abarataron sus producciones, pero

la saturación de productos básicos que impregnó al mercado mundial hizo caer más de la cuenta los

precios y los ingresos no se realizaron.

Esto se evidenció en el deterioro progresivo, pero prácticamente indetenible de los términos de

intercambio en la era neoliberal. Si tomamos a 1980 como año base podemos plantear que: en 1980

100 Uds. Sur = 100 Uds. Norte. Esto quiere decir que el Sur exportaba 100 unidades al norte, y con

el valor de ellas podría importar 100 unidades del norte. Ya en 1992 la proporción era la siguiente:

100 Uds. Sur = 48 Uds. Norte. Esto quiere decir que el Sur necesitaba exportar al norte 100

unidades para poder importar sólo 48 unidades del norte. La merma en el poder adquisitivo es

evidente.

Su impacto económico real se puede valorar en las siguientes pérdidas: África Subsahariana en el

período que va de 1986 a 1989, en sólo 4 años perdió $55.9 millardos de dólares. América Latina

desde 1981 hasta 1989 perdió 247,3 millardos de dólares. Según el propio FMI, los precios de las

exportaciones del Sur cayeron un 30 % entre 1996 – 2000.

Debe reconocerse que, en los últimos años, los términos de intercambio han favorecido a América

Latina, específicamente a América del Sur, en una forma prácticamente inédita en la historia

económica de la región. Para solo tener una idea, en el año 2010, para América Latina en su

conjunto se registró aproximadamente un 24% de incremento en los ingresos por exportaciones,

esto respondió a un 11.6% de incremento en el volumen físico exportado y a un 12.8% por

incremento de los precios. Para el caso de América Central, se dio un incremento de

aproximadamente el 5% de los ingresos por exportaciones, dado por un incremento de 0.4% en el

volumen físico exportado, y de un 5% de incremento en los precios de sus productos de

exportación. Para América del Sur, se registra un incremento del 25% en los ingresos por

exportaciones, dado en 6.1% de incremento en el volumen físico exportado, y en un 18.7% de

incremento en los precios de sus productos de exportación18

.

18 Datos tomados de los informes de la CEPAL.

26

Encuadrar esta dinámica en el contexto de algún modelo específico es complejo. Gran parte de este

boom se debe sin lugar a dudas a la demanda externa de la economía china, que entre sus elementos

más prioritarios de importación ubica los recursos minerales, exportados principalmente por los

países de América del Sur, este elemento quizás no pueda asociarse con la existencia en la región de

uno u otro modelo, pero si se puede asociar fuertemente con el control, apropiación, asignación y

redistribución de los recursos financieros generados por este ascenso de los ingresos por

exportaciones de la región. En los últimos años, los gobiernos de varios países exportadores de

recursos minerales y energéticos de la región han practicado serios procesos de renacionalización y

estatización de estos recursos estratégicos, apropiándose así el país de estos ingresos, con los que a

podido financiar proyectos económicos y sociales de alto impacto, esto se puede ejemplificar

claramente en Venezuela, Bolivia y Ecuador. Tal apropiación y redistribución del ingreso sería

impensable bajo la lógica del modelo neoliberal, ahora en franca descomposición en estas naciones.

Como se puede apreciar, la devaluación es una concepción bien compleja para las economías

subdesarrolladas. En política económica es una decisión que en ocasiones es racional tomar. El

problema está en el contexto económico – institucional en que se tome. En un modelo económico

donde el Estado tome sus decisiones con poder soberano sobre su economía y con un objetivo pro

nacional bien definido su aplicación puede ser loable. Ahora, en el contexto de una economía

neoliberal, y de un Sistema Financiero Internacional especulativo y pronorteamericano la

devaluación de la moneda se convierte en el certificado de defunción de la moneda nacional, de las

políticas macroeconómicas nacionales y de la capacidad de desarrollo autóctono de las diferentes

economías.

Austeridad presupuestaria.

En la concepción neoliberal encontramos una fobia desenfrenada contra el déficit presupuestario.

Esto no es casual. Para los monetaristas la causa más profunda de la crisis económica está en la

ruptura del equilibrio monetario, en el exceso de oferta monetaria que ocasiona inflación y

corrompe el sistema económico. Para ellos el problema fundamental de la economía capitalista lo es

la inflación. Por tal razón inician su ofensiva en esa dirección.

Como se sabe, el modelo keynesiano que dominó el escenario económico capitalista a partir de la II

Guerra Mundial concebía el principio de la demanda efectiva según el cual la economía tiende a una

situación de equilibrio macroeconómico, pero que dicho equilibrio era poco favorable para el

sistema al lograrse en un punto de subempleo y estancamiento económico. En ese sentido Keynes

recomendaba que el Estado debiera realizar amplias inversiones públicas con el fin de estimular la

demanda, el empleo y los ingresos, sacando a la economía del maltrecho equilibrio en que se

hallaba estancada. La recomendación keynesiana del gasto público fue asumida por los países

27

capitalistas a través de dos salidas fundamentales, el Estado de Bienestar Social, y la Militarización

de la economía.

El Estado de Bienestar fue, sin duda alguna, un alivio para millones de personas en las naciones

capitalistas. Se crearon redes de seguridad social, asistencia médica, educacional… El militarismo

constituyó la “contrapartida” del Estado de Bienestar. La economía capitalista tomó el rumbo bélico

para lograr su reproducción con toda la carga negativa que traería para la humanidad.

Al plantearse la necesidad de sustituir el modelo Keynesiano y ser suplantado por el modelo

neoliberal el Estado de Bienestar Social fue puesto inmediatamente en el centro del colimador. Las

causas fueron económicas, políticas, ideológicas, etc. Esto es importante para comprender qué hay

detrás de su lucha por un presupuesto equilibrado.

Desde la racionalidad económica el modelo neoliberal se presentaba como la política económica

que al fin iba a desaparecer el problema de la inflación que agobiaba al pueblo norteamericano. Para

Friedman y compañía, la inflación era fruto de una incorrecta política monetaria del Estado. Este

inyectaba demasiado dinero a la circulación, más del que el mecanismo económico podría asimilar.

La causa de tanto dinero en circulación estaba en la política keynesiana de gasto público deficitario.

El Estado de Bienestar se sufragaba de esa manera. Desde el punto de vista económico este Estado

se hacía indeseable pues era demasiado costoso para la racionalidad capitalista. Para Friedman y los

monetaristas el organismo económico social capitalista es armónico y las crisis son sólo provocadas

por factores externos (Estado), por lo que no habría que preocuparse por la reproducción de la

economía pues ella por si sola a través del mercado lo lograría. De tal forma deciden que el Estado

de Bienestar Social es totalmente contraproducente desde la perspectiva económica.

En el plano político es importante recordar que el Estado de Bienestar surge en medio de la Guerra

Fría. La existencia de la URSS y el campo socialista hacían ver a los teóricos de la burguesía que el

“fantasma del comunismo” no era ya una vacua abstracción y que había que enfrentar en el plano

político e ideológico esa amenaza. El enfrentamiento entre los sistemas tomó variadas formas, pero

sin lugar a dudas la implementación del Estado de Bienestar Social fue una de ellas. Aprovechando

la coyuntura creada por el modelo keynesiano con su política de gasto público deficitario se pudo

materialmente implementar esta variante con el objetivo de entibiar las contradicciones económico

–sociales del sistema. Recordar que en la competencia capitalismo vs socialismo el desarrollo social

era clave. El Estado de Bienestar cumplió su cometido en las principales naciones capitalistas.

Ahora bien, la existencia de dicho Estado, es en nuestra opinión, un fenómeno coyuntural e

histórico. No era como lo habían proclamado los políticos burgueses la cúspide de la sociedad

capitalista. Con la eliminación del modelo keynesiano el Estado sufrió serios golpes en los países

más desarrollados, y en los subdesarrollados fue prácticamente abolido. La caída de la URSS

28

significó el advenimiento a un mundo con un solo sistema. El pretexto real del Estado ya no existía.

Su utilidad política era prácticamente nula. Su hora había llegado.

Si bien con esos elementos bastaría para entender por qué los neoliberales de hoy critican los

presupuestos grandes y deficitarios, sería conveniente además acercarnos a su ideología y filosofía

ética y económica para comprender su recomendación. No debemos olvidar que ellos son herederos

de la filosofía individualista del siglo XVII y XVIII y que conciben la práctica individual como el

motor impulsor del progreso humano.

El Estado es asumido como un intruso cuando intenta participar de la economía y romper la ética

del mercado y la plana libertad económica. Un economista insigne del Neoliberalismo como

Friedman dice en si libro Libertad de Elegir: “El Estado puede prosperar y construir monumentos

impresionantes. Las clases privilegiadas pueden gozar de todas las comodidades materiales, pero el

común de la población no es más que un instrumento utilizable para conseguir los fines del Estado,

y no recibe más de lo necesario para mantenerla dócil y razonablemente productiva”.

Friedman es en verdad un economista que no comparte la idea de que el Estado pueda hacer una

buena labor económica, pero su teoría realmente lo que defiende es el predominio del mercado en la

vida económica respondiendo a los intereses del capital trasnacional que vería muy bien si el Estado

se alejara de aquellas ramas atractivas para el capital y si no realizara procesos inflacionarios que

atentan contra sus ganancias.

En verdad, ni Friedman ni ningún otro economista burgués neoliberal se atrevería a no reconocer

que gracias al Estado y su proteccionismo, la economía capitalista logró desarrollarse en la

competencia y ha podido saltear sus contradicciones históricamente. El Estado – Nación ha sido

prácticamente extirpado de su poder económico en los países subdesarrollados, no así en los

desarrollados, el objetivo es claro: desmantelar los sistemas protectivos de la economía nacional y

exponerla a la influencia externa. No queremos profundizar más en ese aspecto, pero la idea de

debilitar al Estado en sentido general, es más propaganda mediática y académica que otra cosa. En

ese aspecto los países desarrollados han adoptado la filosofía de “haz lo que yo digo, pero no lo que

yo hago”.

Lo que se le ha impuesto a los países del III Mundo en cuanto a la elaboración y cuantía de sus

presupuestos a través de los Programas de Ajuste Estructural no es más que la filosofía neoliberal

emergida y consolidada con la eliminación del keynesianismo y la caída de la URSS. Lo que

tranquilamente se le aconseja a los gobiernos no es más que la destrucción de las conquistas

sociales, sindicales, políticas y clasistas alcanzadas por los trabajadores y otros grupos sociales en

una larga lucha histórica. Por supuesto, no debe creerse ni por un instante que los teóricos

neoliberales son ajenos a ese efecto de sus consejos.

29

El pretexto de que restringiendo el Gasto Público se evitaría la inflación y todo lo demás en la

economía funcionaría armónicamente no es más que una estrecha teoría que no se justifica en

ningún elemento de peso. La inflación puede haber disminuido en algunos países donde esta receta

se ha aplicado, pero esto no es la gran cosa porque ha sido a costa de provocar recesión económica,

incremento del desempleo estructural y la eliminación de recursos materiales y financieros que

aseguraban la existencia de economías nacionales y, por supuesto, millones de personas. En suma

podemos plantear lo que es evidente: el impacto social y económico que ha tenido la aplicación de

la disminución y readecuación del presupuesto en los países subdesarrollados ha sido terrible. Esta

tesis no parece que haya que demostrarla con datos.

Un elemento ahora sumamente interesante es la situación de debilidad macroeconómica que en

cuanto deuda pública y déficit fiscal muestran los países más avanzados, curiosamente tras toda un

época histórica de predominio neoliberal.

Los siguientes datos permiten apreciar la situación.

En los Estados Unidos, país encargado celosamente de velar por las naciones bananeras del Sur –

entiéndanse aquellas naciones incapaces de ajustar sus deudas y presupuestos - el déficit fiscal de

2011 es el equivalente al 8,6 % del (PIB). El tercero más grande de su historia. El déficit fiscal es

una situación donde los ingresos fiscales del Estado son menores que su Gasto Público, a la

diferencia negativa se le llama déficit fiscal o público. Una situación normal expresaría un déficit

del 3% o menos. Para el caso de los EUA en estos momentos es tres veces lo recomendado. ¿Cuáles

son las principales causas de este déficit en la economía más poderosa del planeta? En primer lugar

están las aventuras bélicas de sus gobiernos, dígase las guerras de Afganistán e Irak, esta última

recién terminada y que según varios expertos su costo superaría los 3 trillones de usd. Por supuesto,

dentro de la más estricta lógica del pensamiento macroeconómico y de la economics las guerras

como estas son “variables externas” que no debieran considerarse en un verdadero análisis

científico, pero ¿cómo explicar el acceso de los EUA a los recursos naturales – claves en la

economía real – sin tomar en cuenta estas agresiones de rapiña y saqueo?¿dónde queda entonces la

limitación económica del Estado cuando es precisamente del presupuesto estatal de donde sale el

financiamiento a estas guerras de conquista que aseguran el control de los ya mencionados recursos

naturales estratégicos y el despertar de la maquinaria productiva capitalista norteamericana,

impulsada por el llamado Complejo Militar Industrial?

Otro elemento que explica el tremendo déficit fiscal de EUA está en la misma contracción de la

actividad económica, lo cual tiende a disminuir los ingresos fiscales. Otro elemento que pone en

evidencia la no neutralidad económica del Estado norteamericano en su economía es la tercera

causa que explica el déficit fiscal, y está dada en los procesos masivos de rescates multimillonarios

30

para sustentar a los bancos, compañías de seguros y los fabricantes de automóviles, tras la crisis.

El otro elemento crítico está en la Deuda Pública, básicamente EUA es el país más endeudado del

planeta, tanto en deuda interna como deuda externa. La deuda pública de los EUA alcanza en estos

momentos prácticamente el 100% de su PIB, cuando lo recomendable es 60% o menos.

Estos dos problemas son de las causas principales que han dificultado, y continuarán dificultando, la

recuperación de esa economía; pero a los efectos de este trabajo lo más importante es hacer notar

como, bajo una lógica neoliberal, se han generado en este país principal de la economía capitalista

mundial, tales déficits y deudas impensables bajo la lógica neoliberal; y ¿cómo logra seguir

funcionando una economía en tales condiciones?, la respuesta es básicamente dada en factores

extraeconómicos, en factores de hegemonía asentada en el diseño de ese proyecto llamado

globalización donde factores como el dólar, el complejo militar industrial, la seudocultura

consumista, etc; actúan como elementos que aseguran, en plena irracionalidad económica del

sistema, su mantención más allá de toda lógica económica.

Pero el caso de la ZONA EURO es todavía más complicado. La siguiente tabla muestra algunos de

los datos más complejos a resolver por el bloque económico europeo.

31

Pareciera ser que la situación de incapacidad financiera se ha mudado desde América Latina hacia

la Zona Euro, pero en realidad, no debe creerse que nuestra región está libre de peligros, en la

medida que la actual crisis persista, nuestra situación puede verse seriamente afectada. Debe tenerse

en cuenta que el mal de fondo de la ZE es la baja productividad del trabajo en esas economías, un

factor que en los años 70 explicó en gran medida la aplicación del modelo neoliberal. La salida en

estos momentos de la crisis en la zona euro está basada en una estrategia claramente neoliberal,

donde lo más importante es ajustar los indicadores macroeconómicos y todo el impacto recae sobre

el mundo del trabajo. Esto evidencia la labor estrictamente de ajuste que realiza el neoliberalismo, y

su muy poca capacidad de generar crecimiento y desarrollo económico.

Liberalización de precios.

En su casi fanática apología del mercado como regulador por excelencia los neoliberales señalan

que todas las variables del sistema económico deben estar completamente desreguladas, dígase

desvinculadas de los mecanismos de control estatal. Los precios son una variable clave en esa

lógica.

Según Friedman, los precios son los encargados de hacer funcionar el mecanismo económico de

mercado, por lo tanto mientras más veraces, más auténticos sean estos precios, mejor cumplirán su

función. Por tal razón se condena toda regulación o imposición artificial de los mismos a través de

los subsidios estatales. Si el Estado impone un precio que no es el auténtico, pues, el mercado

funcionará incorrectamente. Esa es la lógica.

El Programa de Ajuste Estructural comprende esta idea y hace que los Estados se acoplen a ella.

Nada de subsidios a la producción ni al consumidor. El Estado que subsidia su producción estaría

subsidiando la ineficiencia económica de su sistema – diría un buen neoliberal – y el Estado que

subsidiara a un consumidor estaría atentando contra los principios naturales de la sociedad

Indicador. Deuda Pública. (Recomendable DP ≤ 60% del PIB).

Déficit Fiscal.

(Recomendable es DF ≤ - 3% del

PIB).

PAÍS: 2011. 2011.

ESPAÑA. 87.5% -2.21%

ITALIA. 120% -4.6%

PORTUGAL. 100.3% -8.5%

GRECIA. 144.9% -8.5%

IRLANDA. 35.5% -10.5%

ZONA DEL

EURO.

85.4% -6%

32

capitalista, en una sociedad de competencia no hay lugar para subsidiar el consumo. Eso es en

teoría, pero, ¿qué se desprende de esto?

En primer lugar, cuando el Programa de Ajuste Estructural lleva a eliminar los subsidios sobre la

producción nacional está dejando que su industria nacional compita en desventaja con las industrias

foráneas más desarrolladas – recordar que estamos situados desde la perspectiva de una economía

subdesarrollada – pues, los precios de las mercancías extranjeras podrían atrapar el mercado interno

de nuestra nación y llevar a la quiebra a nuestra industria. Ellos conocen eso. Además ocultan que

sus economías no se desarrollaron con un mercado abierto a producciones más baratas, más bien el

proteccionismo fue su práctica por excelencia.

Esto es en el plano más macroeconómico, pero los efectos microeconómicos son visibles

rápidamente visibles. Al Estado liberar los precios estos tienden a subir rápidamente haciendo sentir

su impacto en el costo de la vida primero y más tarde en el estructura de costos de las producciones.

El efecto final, en definitiva es una subida del nivel general de los precios que se ve acentuado

además con la devaluación de la moneda promovida por el propio programa.

En definitiva este paso no hace más que llevar al interior de las economías nacionales el carácter

especulativo y volátil del mercado mundial. Su resultado es que deprime el poder de compra de los

habitantes del Tercer Mundo disminuyendo el mercado interno. Este achicamiento del mercado

interior pudiera ser catastrófico sino fuera porque este modelo neoliberal se apoya en el mercado

externo y no en el interno, sólo que con políticas como la de devaluación y liberalización de precios

la posibilidad de alcanzar algún desarrollo en el comercio exterior es prácticamente nula.

Esta política de liberalización de los precios a escala del mercado mundial ha provocado serios

impactos sobre los países con menores ingresos y dentro de ellos en las poblaciones más

vulnerables. Esto porque se ha dado paso a los especuladores financieros que prácticamente

dominan los precios de los productos básicos en el mercado mundial, precios cuya tendencia a largo

plazo es a subir irremediablemente19

.

Otra circunstancia donde la liberalización de los precios, o lo que es lo mismo, su regulación por las

ETNs, es sumamente peligrosa es durante los episodios de crisis económicas. Hoy se plantea que

ante el impacto de la actual crisis económica mundial, los precios de los productos básicos

tendieron a subir aceleradamente, llevando a la pobreza extrema a aproximadamente a 44 millones

19 Un informe de un subcomité del Congreso estadounidense en el 2006 reveló que la especulación financiera

representaba cerca del 70% del precio del crudo, frente a sólo 37% en 2000. (...) Un estudio privado refiere que la

especulación financiera "sigue haciendo presión" sobre el precio final de los alimentos a nivel mundial, ya que los

contratos a futuro representan actualmente el 45 por ciento de los negocios con esos productos. Con un total de 163.000

transacciones, los contratos de futuro 'non comercial' ya representan el 45% de todos los negociados hasta junio de 2008

en el Chicago Board of Trade, por lo que la especulación financiera sigue haciendo presión sobre el precio final de los

commodities.

33

de personas en tan solo los últimos 3 años. Bajo un esquema de precios internacionales regulado por

una lógica que tenga en los alimentos no meras mercancías capitalistas sino elementos claves en la

condición de vida humana, esta situación difícilmente se habría dado.

Liberalización del sistema bancario.

El primer paso en la reestructuración propiamente dicha de la economía está en la liberalización del

sistema bancario. Como puede apreciarse el sistema aspira a que en los marcos de una economía

nacional las cosas funcionen como lo hacen a nivel internacional. Por tal razón desean la

liberalización y desregulación del sistema bancario de los países. Según los teóricos del

Neoliberalismo los países subdesarrollados se caracterizan por poseer un Sistema Monetario –

Financiero muy anticuado y rígido, incapaz de responder a las exigencias de la competitividad

económica actual y es por eso que recomiendan que los gobiernos suelten dichos sistemas. ¿Qué

hay detrás de esa receta?

Según acuerdos firmados en 1993 los bancos comerciales extranjeros están autorizados a entrar

libremente en los sectores bancarios nacionales. Es decir, los mismos enfrentamientos que habrían

de darse en la competencia mercantil, ahora habrían de darse contra los bancos extranjeros, que no

serían en pocas ocasiones bancas trasnacionales con poder financiero – económico suficiente como

para subordinar una economía nacional si se le deja entrar libremente al sistema nacional.

Un primer interés entonces es visible. Se trata de dar apertura a un nuevo nicho que hasta entonces

era inaccesible institucionalmente hablando. Los sistemas nacionales estarían también en la subasta

del mercado mundial financiero.

En segundo lugar, la desregulación del Sistema Bancario – Financiero nacional favorecería

convertir las economías nacionales en tributarios del Sistema Financiero Internacional de corte

neoliberal que se impone en la actualidad. El sentido de existir de estos sistemas nacionales no sería

más que nutrir el Sistema Monetario Financiero Internacional.

En tercer lugar el FMI puede comenzar a fluctuar la tasa de interés o a subsidiarla. En la práctica la

conveniencia trasnacional es elevar las tasas de interés para fomentar el desarrollo de la economía

financiera. Pero la elevación de las tasas de interés en los bancos nacionales repercute sobre los

precios internos. Esta política conduce al hundimiento del crédito tanto para la agricultura como

para la industria del país. Después de esto, el propio sistema bancario entorpece el crecimiento de la

inversión y la producción. Es de esperar una disminución en la inversión, los ingresos y la

ocupación.

De tal forma, las nebulosas e inseguras ventajas de la liberalización del Sistema Financiero –

Bancario Nacional, son oscurecidas aún más por las graves deformidades que inferirán a la

economía nacional en su conjunto. En realidad, esta es una medida que beneficia al Capital

34

Financiero Trasnacional pero es inaceptable pensar que pueda favorecer en algo al interés nacional

de un país.

Liberalización del comercio.

Esta es una característica emblemática de la política económica neoliberal. Desde sus inicios, el

Liberalismo Clásico se basó en el principio del “libre cambio” entre personas, pueblos y naciones

como vía al desarrollo. Ahora el Neoliberalismo intenta reimponer esa filosofía optimista lanzada

por Smith en el año 1776.

Se les vende a los países del III mundo la idea de que la liberalización de su comercio causará el tan

esperado desarrollo. La liberalización significa que el Estado deje correr libremente sus flujos

comerciales nacionales e internacionales, fundamentalmente este último. No deben existir políticas

proteccionistas tales como la aplicación de aranceles a las importaciones, cuotas, discriminación a

productos foráneos, dumpings, etc. El país debe abrirse al mercado mundial y competir. ¿Cual es la

verdad histórica?

El Liberalismo clásico se desarrolla en Inglaterra después que esta se había convertido en la primera

potencia económica y comercial a nivel mundial. Este desarrollo lo logró en base a una política

opuesta al liberalismo económico, lo hizo a través del proteccionismo económico. Después de tener

confianza en su extraordinario poder podía darse el lujo de desear la competencia frontal contra

cualquier economía del mundo. No tiene nada de extraño pues, que comenzarán a dar propaganda al

Liberalismo Económico. Era la forma más factible para que sus no muy doctos competidores

abrieran sus economías y mercados a una lucha que iban a perder de cualquier manera.

Esta es la misma lógica que prevalece en la actualidad. Los países más desarrollados, que se

desarrollaron protegiendo su economía y comercio (Estados Unidos es un ejemplo clásico en este

sentido) incitan ahora a los países subdesarrollados a “competir libremente “en el mercado mundial.

Esta “libre competencia “ tiene lugar entre países que exportan productos de alto valor agregado

unos y otros productos básicos o intermedios, tiene lugar también a través de un comercio cautivo

en el interior de trasnacionales que dominan más del 40% del mercado mundial al cual no tiene

acceso los países subdesarrollados, tiene lugar también con un comercio de productos agrícolas

fuertemente subsidiados por los países industrializados y con altos costos de producción por parte

de los subdesarrollados, ocurre también soportando las hipócritas políticas proteccionistas del

Norte, ocurre enfrentando el dumping de los comerciantes norteños, ocurre en definitiva en una

práctica totalmente opuesta al discurso oficial de liberalismo económico.

En realidad, los países desarrollados no han transitado ni mucho menos a una postura de liberalidad

comercial. Han prácticamente obligado sin embargo a las naciones periféricas a abrir su comercio

35

llevando su producción nacional a la ruina al tener que enfrentar productos extranjeros más baratos

por la alta productividad de las economías de donde proviene y por los elevados subsidios que les

otorga el Estado a sus productores. Nada más alejado del discurso. El Estado financia la

competitividad de las empresas privadas.

Los países que en el marco de las economías subdesarrolladas han conocido cierto desarrollo e

incluso industrialización, lo han logrado protegiendo sus economías, su sistema bancario –

financiero y su comercio, no aplicando los dogmas neoliberales de apertura y liberalización (tal es

el caso de algunos países asiáticos). Los que supongan que el libre cambio sea posible como

alternativa de desarrollo deberían reflexionar sobre si alguna vez este ha existido en realidad, y si es

posible que bajo el dominio del Modo de Producción Capitalista –sobre todo en su vertiente

Neoliberal – pueda existir algún día brindando igual desarrollo para todos sus participantes.

Privatización de empresas públicas.

En la ortodoxa neoliberal el Estado es un mal empresario, gestor de corrupción e ineficiencia

económica, de tal forma, la empresa debe ser privada y no estatal o pública. Bajo esa óptica

incluyen en sus programas de ajuste la necesidad de privatizar las empresas.

No discutiremos aquí la superioridad o no de la participación empresarial del Estado sobre la

privada. Hay algo más importante que perder el tiempo en esa discusión y es encontrar el interés

oculto tras ella.

Ciertamente, en la economía actual prima la trasnacionalización y liberalización de las relaciones

económicas, lo cual indica que ningún cambio en ninguna economía pasará desapercibido. Si

alguna economía periférica decide privatizar sus recursos estratégicos, como lo han hecho muchos

países de América Latina movidos por la necesidad de pagar parte de su deuda externa, pues ya el

comprador y empresario privado no será un capitalista local, sino internacional, o trasnacional. Esto

resulta en que el acto de privatización se convierte en acto de desnacionalización de los recursos

estratégicos de la nación.

Si esto no sucede directamente, pues pasará indirectamente. Si la empresa se privatiza y pasa a ser

propiedad de un capitalista nacional, es difícil creer que este capitalista local podrá hacer frente a

las empresas trasnacionales si es que estas se interesan en destruirlo. En todos estos análisis es

importante tener siempre claro que el contexto es de apertura y liberalización, que la competencia es

frontal aunque en extremo dispareja. Si las empresas quedaran en manos estatales, o si el Estado

protegiera las economías muy distintas serían las cosas. Pero es precisamente el debilitamiento

estatal y la privatización desnacionalizadora lo que ocultamente busca el Programa de Ajuste

Estructural.

Los países de América Latina han visto como sus recursos más preciados se han agotado sin haber

36

tributado en nada al desarrollo de sus naciones. El gran favorecido ha sido y es el capital

trasnacional. El problema es en verdad grave. En Argentina por ejemplo, durante la crisis de fines

de siglo, se privatizaron hasta los cementerios. La flota aérea del país se vendió casi completa a

precios ridículamente bajos. En Rusia los recursos energéticos fueron privatizados y

desnacionalizados en su mayor parte. La promesa capitalista para Rusia se convirtió en la

usurpación de las riquezas a las que antes no podía acceder el capital trasnacional.

Los países no tendrán forma de salir del subdesarrollo si acceden a desnacionalizar sus recursos. Es

imposible alcanzar algo en economía nacional si no se explotan a favor de las naciones sus recursos.

La economics no puede hacer frente a estos problemas, pues los denominan extraeconómicos, sin

embargo para la Economía Política son procesos claves para entender la realidad y perspectivas de

nuestras economías.

3. Los impactos de la Globalización Neoliberal en América Latina.

El sistema de impactos neoliberales en América Latina es tan amplio y variado como mismo lo es la

aspiración del modelo de imponerse como regulador de la sociedad, la economía y la política en su

conjunto. De ahí que la cadena de impactos alcance lo económico, lo social, lo político, lo

ambiental e incluso lo ideológico – cultural.

Desde el punto de vista sociopolítico, el analista norteamericano James Petras refiere que “El

neoliberalismo en el poder, ha transformado la naturaleza de las políticas y las propias relaciones

políticas e interestatales. El hecho político fundamental es la aparición de un sistema político

neoautoritario, bajo el disfraz del proceso electoral. Los regímenes recurren a un estilo autoritario

de gobierno -característico de regímenes militares-, para poder implementar las políticas

neoliberales antipopulares de privatización de empresas públicas, promover los intereses agro-

industriales en desmedro de los campesinos y obreros rurales, e incrementar el número de

desempleados para bajar los sueldos urbanos. 1o Gobiernan por decreto: la privatización de las

empresas públicas se decreta por el Ejecutivo sin consultar a la ciudadanía ni al Congreso. 2o Las

decisiones las toman organizaciones no electas por la ciudadanía, como las instituciones financieras

extranjeras y domésticas. 3o El aparato del Estado (judicatura, altos mandos militares, policía y

agentes de inteligencia) permanece incambiado con respecto a la dictadura. 4o El régimen

promueve una cultura de miedo: se usan amenazas de fuerza e intimidación para inhibir la

movilización de masas y la oposición pública. 5o Las elecciones se controlan a través de la

manipulación y el control de los medios de comunicación, vía fraude (como en México) o por la

compra de diputados del Congreso (como en Brasil). El neoliberalismo es compatible con las

elecciones, pero depende de medidas autoritarias e instituciones para implementar su programa. El

37

proceso electoral en sí, se devalúa porque los políticos neoliberales nunca hacen campaña para su

programa real e incluso prometen corregir los abusos del neoliberalismo. Una vez electos, proceden

a profundizar y extender el proceso de privatización. (…) En resumen, el neoliberalismo corrompe

el proceso legislativo, haciendo de los miembros del Congreso elegidos por los votantes, meros

funcionarios del Ejecutivo. El nuevo autoritarismo de los neoliberales se manifiesta en su política

hacia los trabajadores. Mientras los regímenes militares sencillamente reprimieron los derechos

laborales, los neoautoritarios aprueban leyes laborales restrictivas, que facilitan el despido de los

trabajadores, debilitan o derogan las regulaciones con respecto a la salud y al bienestar, y alientan a

los patrones a intensificar la explotación a través de prácticas de "flexibilidad laboral" El

crecimiento del desempleo y las nuevas leyes laborales, tienen el doble efecto de "fragmentar" los

sindicatos tradicionales, debilitando su poder colectivo de negociación”20

.

Sin lugar a dudas, décadas completas de práctica neoliberal tuvieron un impacto en las condiciones

de organización de la clase obrera, el papel del sindicalismo y la fortaleza y dinámica de los

vínculos sociales por un lado, y en cuanto a la dimensión sociopolítica – institucional del Estado

burgués por el otro.

En cuanto al primer aspecto, los cambios en la base económica sucedidos en los últimos treinta años

han provocado cosas como las siguientes: “..., en el modelo postfordista la cohesión social dejó de

ser algo dado. La sociedad de nuestros días está dominada por el riesgo, por una absoluta falta de

seguridad, por lo impredecible. ( ...) En esta sociedad el desarrollo industrial no puede seguir

garantizando la reconstrucción de los vínculos sociales; estos vínculos, o se reconstruyen

artificialmente de alguna manera o están ausentes”.21

Estos sucesos de asocian a la asimilación de un nuevo paradigma en la acumulación capitalista y

sobre todo, a la pérdida de importancia relativa de la economía real, la demanda efectiva y con ella

de los trabajadores como clase social.22

20 Petras, James. El impacto político y social del Neoliberalismo. 21 M. Revelli. Citado en: Petras, J. Vetmeyer, H. Vasapollo, L. Casadio, M. 2004. Imperio con Imperialismo. La

dinámica Globalizadora del Capitalismo neoliberal. 36. p.

22 “A fin de cuentas, todos los rasgos técnicos del Postfordismo intentan satisfacer la misma necesidad: reducir los

costos en una época en la que el crecimiento e s lento y hay que tomar las cosas como se presentan y movilizarse a

38

En esta misma lógica puede plantearse que “… los problemas de legitimidad política

entran en franco conflicto con los problemas de la racionalidad económica” – al tiempo

que “se privilegia la cuestión de los equilibrios macroeconómicos por encima de los

mecanismos de integración social”.23

La segunda dimensión conlleva un análisis más detenido. Está claro que aún en las condiciones de

un retraimiento del Estado en los asuntos económicos como el sucedido en los últimos treinta años

no debilita ni un ápice el carácter burgués de esta maquinaria y su naturaleza represiva de una clase

social contra otra. El Estado sigue siendo burgués y sigue siendo represivo por naturaleza. Pero una

pérdida real de poder económico, expresada en un debilitamiento de la capacidad reguladora,

interventora y propietaria de esta institución, tiene por fuerza que afectar su dimensión política.24

Esta debilidad en la dimensión política del Estado – sobre todo el periférico - no se hace evidente

mientras prosiga dominando un gobierno burgués proimperialista, al que le bastará con aplicar la

fuerza bruta para controlar la situación social; pero en cuanto un gobierno nacionalista llega al

fin de enfrentar el mercado que no se puede planificar, que es impredecible, transitorio e incierto”. M. Revelli.

Citado en: Petras, J. Vetmeyer, H. Vasapollo, L. Casadio, M. 2004. Imperio con Imperialismo. La dinámica

Globalizadora del Capitalismo neoliberal. 35. p.

23 Contreras Natera, M. A. 2004. Ciudadanía, Estado y democracia en la era neoliberal: dilemas y desafíos para la

sociedad venezolana. En Daniel Mato (coord.), Políticas de ciudadanía y sociedad civil en tiempos de globalización. Caracas: FACES, Universidad Central de Venezuela, pp. 111-132.

24 El individualismo que subyace al discurso neoliberal no sólo se muestra en la prioridad del individuo frente a la

colectividad, sino también implicaba un cambio en la comprensión del trabajo. De cualquier manera, se avanzaba en un

campo de profundas redefiniciones del papel del Estado con un énfasis hacia la exigencia de un Estado neo-liberal, no

interventor, con una reducción significativa de su injerencia en la actividad económica. La radical despolitización de la

vida colectiva es acentuada por la resignificación y miniaturización del espacio de lo público. Contreras Natera, M. A.

2004. Ciudadanía, Estado y democracia en la era neoliberal: dilemas y desafíos para la sociedad venezolana. En Daniel

Mato (coord.), Políticas de ciudadanía y sociedad civil en tiempos de globalización. Caracas: FACES, Universidad

Central de Venezuela, pp. 111-132.

39

poder político, encuentra una estructura debilitada en lo económico y por tanto, limitada en lo

político. Consideramos que la debilidad política del Estado Nación viene así a sumarse a la

debilidad económica del mismo y a un tipo de acumulación especulativo – financiero como el

utilizado por el neoliberalismo bajo su dominio.

Desde el punto de vista económico, los impactos han sido variados entre los países, aunque de

forma general se puede plantear que los mayores logros del neoliberalismo fueron en cuanto a

generar estabilidad macroeconómica y mitigar los procesos inflacionarios, siendo afectada

seriamente la capacidad industrial de los países, el empleo, la estructura productiva de los mismos,

el dominio soberano sobre los principales recurso, etc.

Reproducimos a continuación un análisis magistral de Adrián Sotelo Valencia sobre las

características y los efectos perniciosos del neoliberalismo en América Latina. Así plantea:

“El resultado de la crisis del patrón de reproducción de capital dependiente exportador en América

Latina puede ser caracterizado como la entrada de la región en la etapa de la des-industrialización y

el desarrollo de un nuevo “modelo” primario-exportador que descansa preferentemente en la

producción y exportación de productos primarios como alimentos, materias primas y minerales y en

la venta al exterior de fuerza de trabajo barata que genera nuevas trayectorias a los procesos

migratorios a finales del siglo XX y principios del XXI.

Las características de esta nueva formación económica pueden ser enunciadas como las siguientes:

a) Un profundo deterioro de la capacidad de negociación de los gobiernos y países con las grandes

empresas transnacionales y los organismos financieros y monetarios, que por lo menos atenuara la

reforzada dependencia estructural de las importaciones y de lo que queda de la "sustitución" de las

mismas.

b) El abandono de la industrialización como "estrategia de desarrollo" ha provocado que los países

latinoamericanos en su conjunto cambien su "mapa económico" en el mercado internacional, por

uno donde los recursos naturales, los alimentos y las divisas —derivadas de las remesas que miles y

miles de trabajadores latinoamericanos envían desde Estados Unidos a sus países de origen como

producto de la venta de su fuerza de trabajo— desempeñen el papel central en el nuevo patrón

dependiente de acumulación y de reproducción de capital.

c) La actividad de maquila y la exportación de fuerza de trabajo se convierten, así, en las principales

"estrategias de desarrollo" de los gobiernos y los diseñadores privados nacionales y extranjeros de

las rutas que América Latina debe seguir para estar "a tono" con las exigencias de la globalización

capitalista.

40

d) Una reforzada dependencia en todos los órdenes (comercial, financiero, tecnológico y científico)

que implica la cesión de soberanía en favor del capital y los inversionistas privados nacionales y

extranjeros.

e) La incapacidad estructural y política que se deriva de la lógica del patrón capitalista dependiente

neoliberal "primario-exportador" para generar "políticas de desarrollo" y de bienestar social, en la

medida en que su proceso de obtención de ganancias radica fundamentalmente en el exterior, es

decir, en la dinámica de los mercados internacionales y depende también del lugar que cada país de

América Latina ocupe en la división internacional del trabajo.

f) La crisis y la desindustrialización del capitalismo latinoamericano en las dos últimas décadas del

siglo XX forjaron sociedades subdesarrolladas con grandes contingentes poblacionales sumidos en

la pobreza extrema, en la precarización del trabajo y en la marginalidad social"25

.

Otro de los graves efectos socioeconómicos del neoliberalismo es el impacto negativo sobre el

empleo, tanto desde el punto de vista cuantitativo como cualitativo. Así, “En 1999, 50% de la fuerza

de trabajo de Latinoamericana se encontraba en el desempleo abierto o bien en sectores de baja

productividad; porcentaje que para las áreas rurales era mucho mayor. Así, la desocupación alcanzó

alrededor de 8.6% (más de 18 millones de personas), al mismo tiempo que se dio un deterioro en la

calidad de los empleos, dado que siete de cada diez nuevas plazas se generaron en el sector

informal26

”.

La siguiente tabla muestra las tasas de desempleo de la región desde el año 1985 hasta 1996, donde

se evidencia cómo el desempleo era un grave problema social. Algunos de los países más críticos

eran Argentina, con una tasa de desempleo promedio del 9.03% en el período, Chile con un 8.47%

promedio, Panamá con un altísimo 17% y Venezuela, un país de inmensas riquezas naturales con

un 10.06%.

25 Sotelo Valencia, A. América Latina: entre la globalización neoliberal y la alternativa de desarrollo. UNAM.

26 Naciones Unidas. 2001.

41

Tabla 2. Desempleo en América Latina. 1985 – 1996.

Fuente: Gigli, J.M. Neoliberalismo y Ajuste Estructural en América Latina.

La misma lógica neoliberal de ubicar el motor del crecimiento económico en las exportaciones llevó

a impactar negativamente en las conquistas de los trabajadores en el afán de hacer más competitivo

el sector exportador y más baratas las mercancías exportadas. “En la búsqueda por mantener o

incrementar la competitividad de la economía a nivel internacional, la organización del trabajo en

América Latina durante los noventa, tuvo cambios significativos que se caracterizaron por la

precariedad. En este sentido, se acentuó la desregulación laboral mediante la reducción de los costos

de mano de obra, las contrataciones de corta duración, la reducción de las indemnizaciones por

despido y del derecho de huelga, entre otras cosas. Esta precariedad, por supuesto, se vinculó con

menores remuneraciones, mayor vulnerabilidad y pobreza”27

.

En la misma medida en pleno período neoliberal se da un claro retroceso o disminución de los

ingresos reales de los trabajadores de la región, como evidencia la siguiente tabla.

27 Mota Díaz, L. 2002. Globalización y Pobreza. Dicotomía del Desarrollo en América Latina y México. Revista

Espacio Abierto. Volumen 11. #2.

42

Tabla 3. Evolución del salario real en América Latina por períodos.

Fuente: Gigli, J.M. Neoliberalismo y Ajuste Estructural en América Latina.

Estos datos y otras realidades demuestran como la lógica y práctica neoliberal es pro capital y

abiertamente anti obrera, el ajuste estructural de la economía es la prioridad y a ello se subordina la

situación social. De hecho, los datos sociales son todavía más negativos que los del comportamiento

económico, sobre todo cuando se analiza la evolución de la pobreza en todos sus variantes, la

concentración del ingreso, la infraestructura hospitalaria y educacional, las redes de seguro social,

etc.

Los siguientes datos y análisis argumentan estas tesis:

En relación con el ingreso, al finalizar los noventa, la mayoría de los países de América

Latina siguieron presentando un perfil de distribución caracterizado por la elevada

desigualdad, lo que ha colocado a este continente como la región más inequitativa del

mundo. Tal situación se expresa, en parte, en la elevada proporción del ingreso total captada

por 10% de los hogares de mayores recursos, que supera 19 veces la que recibe en promedio

40% de los hogares más pobres. de pobres en algunos países de la región y se atenuó la

tendencia favorable en otros”28

.

“La aplicación de las políticas neoliberales es también un proceso de redistribución de

ingresos tanto entre clases sociales (de los trabajadores hacia los empresarios) como entre

sectores dentro de la clase dominante (de los que producen para el mercado interno hacia los

exportadores). Un primer balance de la crisis de la deuda y la aplicación de las políticas

propugnadas por el FMI, daba cuenta que en América Latina, durante la llamada década

perdida, el ingreso de los trabajadores había disminuido en un 25 %, mientras el de los

28 Mota Díaz, L. 2002. Globalización y Pobreza. Dicotomía del Desarrollo en América Latina y México. Revista

Espacio Abierto. Volumen 11. #2.

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empresarios había aumentado en más del 15%”29

.

“La CEPAL consignó en uno de sus estudios que el 5% más rico de la población elevó sus

ingresos no sólo en términos relativos, sino también en términos absolutos y en el 2001

constataba el alto nivel de desigualdad que se expresa entre otras cosas “en la elevada

proporción del ingreso total captada por el 10% de los hogares de mayores recursos, que

supera 19 veces la que recibe el 40% de los hogares más pobres30

”.

“Un estudio publicado en la revista Pensamiento Iberoamericano mostraba las variaciones

del ingreso promedio, medido en dólares, entre el 1% más rico y el 1% más pobre a lo largo

de 15 años, al analizar las cifras se constataba que en 1980 la diferencia entre ambos grupos

era de 237 a 1, en 1990 la diferencia era ya de 360 a 1 y en 1995 llego a alcanzar una

diferencia de 417 a 1. Esa tendencia a la polarización social es ratificada por el BID. En

reciente informe consigna que en América Latina una cuarta parte del ingreso nacional es

percibida por sólo el 5% de la población y un 40% por el 10% más rico, contrasta esto con

la distribución en los países capitalistas más industrializados en los que el 5% más rico sólo

recibe en promedio el 13% del ingreso nacional”31

.

“Respecto a la pobreza, hacia finales de 1999 su incidencia en América Latina alcanzaba

35% de los hogares, mientras que la indigencia o pobreza extrema afectaba al 14%, lo que

significó una disminución en relación con los porcentajes de 1990 y 1997 que fueron de 41 a

36%, respectivamente; en tanto que el de la indigencia había sido de 18%. Sin embargo, esta

variación no se dio de manera uniforme, ya que al finalizar la década se hizo más evidente la

elevada proporción”32

.

“Durante los setenta la pobreza en la región disminuyó un 40% del total de población. La

década del ochenta, la década perdida, trajo un aumento en esa proporción. En 1990 se

calculaba que el 48,3% de la población vivía en condiciones de pobreza. Al finalizar el siglo

XX, CEPAL reportó que en América Latina el 43,8% de las personas vivía en condiciones

de pobreza, mientras el 18,5% lo hacia en la indigencia (CEPAL, 2001B). Traducido a cifras

absolutas, lo anterior significa que en 1999 más de 211 millones de latinoamericanos

estaban sumidos en la pobreza y 89 millones en la indigencia. Entre 1990 y 1999 la pobreza

aumentó en 11 millones de personas, lo significativo es que mientras entre 1990 y 1997, este

29 Bell Lara, J y Luisa López, D. La Cosecha del Neoliberalismo en América Latina.

30 Informe de la CEPAL. 2001. 31 Bell Lara, J y Luisa López, D. La Cosecha del Neoliberalismo en América Latina.

32 Naciones Unidas. 2001.

44

aumento fue de cuatro millones, sólo entre 1997 y 1999 -según reportes de CEPAL-

aumentó en 7,6 millones de personas”33

.

2.3.1. El caso de Bolivia.

Según refieren Nina Osvaldo y Mónica Rubio “Al finalizar la década de los años setenta, las

distorsiones producidas por el agotamiento del modelo de sustitución de importaciones junto a la

crisis de la deuda externa a partir de 1982 determinaron el agotamiento del patrón de desarrollo

adoptado hasta entonces. Esta situación produjo caídas en la actividad económica por la escasez de

recursos externos que restringieron el funcionamiento del aparato productivo y por la postergación

de las inversiones en los diferentes sectores, principalmente en las actividades de exportación. La

fuerte contracción en los sectores productivos, principalmente en la industria manufacturera,

hidrocarburos y minería, ocasionaron caídas en la tasa de crecimiento del PIB y del producto per

cápita”34

.

Estos elementos condicionaron la aplicación de ajustes estructurales de corte neoliberal en Bolivia,

especialmente para enfrentar el grave problema de la inflación. Dicho ajuste en el caso de Bolivia

no iba a diferir especialmente de los desarrollados en el resto de América Latina, se trataba de una

reducción del tamaño económico del Estado, de un proceso de desregulación, privatización y

desnacionalización de los principales recursos productivos del país.

Desde el punto de vista macroeconómico puede distinguirse en dos etapas la aplicación de la lógica

neoliberal en Bolivia. Una primera etapa de “estabilización macroeconómica”, donde el crecimiento

económico prácticamente sería imposible y donde el mayor impacto negativo recaería sobre la

población especialmente sobre la más pobre, y una segunda etapa, que coincide con la década de los

90 del siglo XX donde el crecimiento, el desarrollo y la mejoría social llegarían a ser posibles.

Los datos indican que ciertamente en la década de los 90 hubo un cierto crecimiento

macroeconómico del orden del 3,5% como promedio anual y una inflación moderada, sin embargo

los datos sociales permanecieron en estados bien bajos, persistió todo el tiempo un déficit fiscal

crónico, y para nada se alcanzó el salto cualitativo en el desarrollo del país.

Las siguientes tablas extraídas del trabajo Bolivia. Desempeño Económico y Pobreza muestran la

complicada situación social del país en los años más duros del ajuste estructural.

En la tabla 4 se evidencia los drásticos recortes presupuestarios en el área del gasto social en

general, con un bajísimo 0,9% de gasto de salud.

33 Bell Lara, J y Luisa López, D. La Cosecha del Neoliberalismo en América Latina.

34Osvaldo, Nina y Rubio Mónica. 2000. Bolivia. Desempeño económico y pobreza. BID. 16. p.

45

Tabla 4. Gasto Social en Bolivia. 1980 – 1985.

(Como porcentaje del PIB).

La tabla 5 muestra la situación del mercado laboral, y refleja como entre el año 1980 y 1985 la tasa

de desempleo urbano alcanzó como promedio el 8.2% mientras que en el campo fue del 53.9%, una

situación ciertamente dramática.

Tabla 5. Indicadores del Mercado Laboral. 1980 -1985.

Los datos sobre pobreza también exponen una situación crítica. Según la tabla mostrada más abajo,

en el año 1989 la pobreza afectaba el 54% del país, en la extrema pobreza se encontraba el 23.2%

de la población, mientras que el índice gini mostraba el grave problema de desigualdad del ingreso

subsistente.

Tabla 6. Distribución del Ingreso y Pobreza.

46

Otro de los impactos más graves del neoliberalismo en Bolivia fue sobre el sector de la pequeña

producción nacional. Según refiere Nele Marien “A partir de la promulgación del decreto que

aplicaba el nuevo enfoque de políticas económicas cambió todo el entorno para los pequeños

productores. Se acabó la protección de mercados y disminuyó la regulación de los precios que

fueron decayendo paulatinamente. En un periodo de 20 años se cuadruplicaron las importaciones

oficiales, en especial del 98 en adelante, mientras que el Estado reacciona de manera muy

permitente ante el contrabando de los productos agrícolas.

Así, los ingresos de los pequeños productores se redujeron considerablemente desde la

implementación del neoliberalismo. Esto se refleja en los altos índices de pobreza en el área rural

boliviana. Lo único que los mantiene alejados de la hambruna es el gran autoconsumo que poseen,

ya que, dependiendo de la zona y de la cultura, éste alcanza entre el 50 y el 70 por ciento de la

producción”35

.

También se evidencia cómo el ajuste en realidad se traduce en una imposición de fuerzas

económicas y políticas y en una transferencia de los recursos soberanos de la nación a entes

trasnacionales. Según la propia autora “Desde la implementación de las nuevas políticas

económicas, la explotación se ha transferido a las empresas transnacionales, que han obtenido

concesiones madereras, petroleras y mineras. (…) “De esta forma, las transnacionales se adueñan

del subsuelo, muchas veces, también de la biodiversidad de la región y son totalmente depredadores

del medio ambiente: tanto los petroleros como los madereros destruyen bosque primario,

contaminan el suelo, el agua y afectan, en muchos casos, el equilibrio ambiental, elementos

imprescindibles para la sobrevivencia de los pueblos indígenas”36

.

Según Roger Alejandro, los análisis de lo que ha sido la experiencia neoliberal en Bolivia muestran

cuatro problemas principales sin resolver: 1. déficit de crecimiento, 2. déficit de empleo, 3. déficit

fiscal y déficit de equidad. Siendo así, se repite en Bolivia la regularidad mostrada en todos los

modelos neoliberales, el equilibrio macroeconómico como un fin en sí mismo, donde la inflación

parece ser el único elemento resuelto, y esto por supuesto para darle estabilidad a la valorización del

capital37

.

35 Marien Nele. El neoliberalismo en Bolivia. Adiós al pequeño productor. 36 Ibídem. 37 En la misma línea de razonamiento se inscribe Juan Manuel Gigli cuando razona: “No podemos negar que los

Programas de Ajuste Estructural aplicados en América Latina durante los años tuvieron "éxito".Considerando la

gravedad de la situación en que se encuentran inmersos millones de latinoamericanos, esta afirmación suena totalmente

desvergonzada. Pero, la intención es expresar claramente que todo el proceso de Ajuste Estructural, que debía guiar a

los gobernantes latinoamericanos a la senda del desarrollo, nunca tuvo la meta de lograr un mejoramiento de la

situación de aquellos más empobrecidos. Mas bien, se trató de asegurar una estabilización de las variables

macroeconómicas, situación que, de acuerdo a la más clásica teoría neoliberal, "derramaría" en los mas empobrecidos”.

Manuel Gigli, Juan. Neoliberalismo y Ajuste Estructural en América Latina.

47

Siguiendo al propio autor “El nivel promedio de crecimiento entre 1985 y 2003 es inferior al nivel

promedio de crecimiento del ciclo anterior, que fue de 1960, más o menos, a 197838

”. La causa

básica de este déficit de crecimiento estaría dada en que las inversiones se orientaron básicamente

al sector de hidrocarburos y telecomunicaciones, desconociéndose así la necesidad de la inversión

en el tejido industrial del sistema, lo que no estimula el crecimiento del empleo ni el

encadenamiento productivo del país.

Como puede razonarse, el viraje nacionalista y el rumbo socialista que señala el actual gobierno

vigente en el país, se presenta como una reacción crítica, a escala popular y oficialista ante la

herencia del período neoliberal que muy poco pudo aportar en cuanto a crecimiento económico y

mucho menos en cuanto a desarrollo social del país.

Conclusiones.

La globalización es un proceso que en las últimas dos décadas aproximadamente ha atraído

la atención de muchos cientistas sociales en todo el planeta, siendo un proceso estudiado

desde prácticamente todas las aristas de la sociedad e incluso la tecnología. las reflexiones

teóricas sobre la expansión mundial del capitalismo no son de tan reciente data; ya en el

mismo pensamiento económico de Carlos Marx y Federico Engels en pleno siglo XIX se

reconocía y analizaba esta situación. También en el desarrollo mismo de la teoría leninista

sobre el imperialismo varios de los rasgos distintivos de esta nueva fase del desarrollo

capitalista señalaban a la expansión del capital más allá de las fronteras nacionales.

En esencia, la globalización es un proyecto hegemónico diseñado y llevado a cabo

por los países centrales del imperialismo mundial, cuyos componentes reales,

objetivos e históricos asociados a la interconexión, a la interdependencia, a la

integración de las naciones, es un resultado, una necesidad y una cualidad del

movimiento histórico del capital; y por se así, carga todo su sistema de leyes y

contradicciones, es un proceso asimétrico, hegemónico, polarizado, por lo que

creemos que en el más estricto plano del análisis marxista deberíamos hablar de

internacionalización de las relaciones económicas, sociales, políticas, ideológicas,

38 Banegas Rivero, Roger Alejandro. 2005. Tres grandes problemas de la economía boliviana. Revista Observatorio de

la Economía Latinoamericana. www.eumed.net.

48

culturales del capital y no emplear este término vacío que han puesto en nuestras

bocas y libros los mismos representantes subjetivos del gran capital.

La imposición del modelo neoliberal a escala global tiene como principales causas históricas

la caída en los niveles de productividad del trabajo social, la caída en la cuota de ganancia

del capital social, el resquebrajamiento del papel y poderío económico del estado nación y

los procesos inflacionarios desatados en los países centrales al igual que en los países

periféricos. Para el capitalismo periférico, especialmente América Latina las causas de la

imposición del neoliberalismo se asocian con el supuesto agotamiento del modelo

desarrollista de la CEPAL aplicado en la región desde la postguerra, la denominada crisis de

la deuda externa de 1982, la presencia de las dictaduras militares y el denominado efecto

demostración.

Los elementos que caracterizan la estructura interna del neoliberalismo como modelo de

acumulación son los siguientes: reducido tamaño económico del Estado, desregulación,

privatización y desnacionalización, devaluación de las monedas locales, la denominada

austeridad fiscal que se concreta en reducción de los gastos sociales principalmente,

liberalización de los precios, liberalización del sistema bancario, liberalización del

comercio, etc. La conjugación sistémica de estos elementos, acompañados además de

elementos sociopolíticos, culturales, etc.; configuran un modelo de acumulación capitalista

capaz de garantizar el equilibrio macroeconómico del sistema, de controlar la inflación, y

sobre todo de transferir recursos desde el Sur hacia el Norte y nutrir la actividad

especulativo financiera como principal circuito del capital trasnacional. Los procesos de

desarrollo económico y social no son en realidad objetivos reales del neoliberalismo, y por

supuesto, tampoco fueron para nada resultados de la aplicación efectiva del modelo.

El sistema de impactos del modelo neoliberal en América Latina no es idéntico para todos

los países de la región. Desde el punto de vista estrictamente económico, los logros del

modelo están concentrados casi absolutamente en la estabilidad macroeconómica del

sistema, especialmente en la corrección de los déficits fiscales, y en el control de la

inflación. Sin embargo, estos dos logros son acompañados de graves distorsiones en el

aparato productivo de los países, en la pérdida de competividad de los mismos, en la

extrema dependencia financiera y tecnológica a los países centrales, en el ascenso

vertiginoso de la deuda externa, en el deterioro del mercado laboral, en la destrucción de la

pequeña producción nacional, de la desnacionalización de los recursos principales de las

naciones, etc. De modo que el desarrollo económico fue prácticamente una promesa no

49

cumplida por el modelo. El impacto social es aun peor que el impacto económico, y se

caracteriza por la acentuación en la concentración social y geográfica de los ingresos, en el

incremento de la pobreza absoluta y extrema, etc.

La globalización neoliberal es en definitiva un mega proyecto hegemónico llevado a cabo

por el gran capital trasnacional, para, apoyándose en estructuras e interconexiones históricas

entre las naciones capitalistas desplegadas durante siglos de dominio de este modo de

producción, aplicar una doctrina económica que pone el lucro empresarial por sobre las

necesidades reales de la población mundial, la economía por sobre la sociedad y la

estabilidad macroeconómica por sobre el crecimiento y el desarrollo económico de las

naciones.

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