FUNCIÓN-DISFUNCIÓN EN EL INICIO DEL CICLO VITAL

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Ediciones Universidad Católica del Maule Máximo Escobar Cabello Paul Medina González Rodrigo Muñoz Cofré RAZONAMIENTO PROFESIONAL EN KINESIOLOGÍA: FUNCIÓN-DISFUNCIÓN EN EL INICIO DEL CICLO VITAL Kinesiología 31

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Máximo Escobar CabelloPaul Medina GonzálezRodrigo Muñoz Cofré

RAZONAMIENTO PROFESIONAL EN KINESIOLOGÍA:FUNCIÓN-DISFUNCIÓN EN EL INICIO DEL CICLO VITAL

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Casilla 617 - Talca - CHILE

REGISTRO DE PROPIEDAD INTELECTUAL N° 242375ISBN: 978-956-7576-65-4

PRIMERA EDICIÓNTalca, junio de 2014

Coordinador General del Consejo EditorialSr. Claudio Godoy Arenas

Directora de la Colección Textos de Apoyo a la DocenciaCarmen Bravo Castillo

Diseño y Diagramación:Luz María Gutiérrez Tapia

Corrección de Estilo:Daniela Orostegui Iribarren

Ilustración de portada: Javiera Escobar Inostroza

Las fotografías incluidas en esta edición son de propiedad del autor.

Impresión:Dimacofi Negocios Avanzados S.A.

Impreso en Chile - Printed in Chile

TEXTOS DE APOYO A LA DOCENCIAEdiciones Universidad Católica de Maule

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ÍNDICE

PRÓLOGO

INTRODUCCIÓN

1. ASPECTOS PRELIMINARES1.1. El inicio de la caracterización1.2. La caracterización antropométrica1.3. La caracterización fisiológica1.4. La caracterización de la funcionalidad1.5. La caracterización del movimiento

2. PRUEBAS Y MEDICIONES2.1. Pruebas motoras gruesas

2.1.1. Prueba de caminata en seis minutos2.1.2. Prueba de marcha en diez metros2.1.3. Prueba de incorporación anti-gravitatoria2.1.4. Prueba de 4 estaciones

2.2. Pruebas ventilatorias2.2.1. Medición de frecuencia2.2.2. Medición de volumen2.2.3. Medición de la saturación de oxígeno2.2.4. Medición de flujos2.2.5. Medición de presiones

3. DETERMINANTES DE LA INFORMACIÓN3.1. La Medición3.2. Confiabilidad3.3. Validez3.4. Aplicabilidad

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4. DETECCIÓN DE PROBLEMAS4.1. Uso de estrategias para problematizar4.2. El análisis del déficit según referencias4.3. El problema según contexto funcional4.4. El análisis de desbalance4.5. Problematización jerarquizada

5. DIAGNÓSTICO5.1. Fundamento5.2. Contexto funcional5.3. Dominio función-disfunción5.4. Dominio movimiento +/~5.5. Dominio salud-enfermedad5.6. La propuesta de solución5.7. Uso del modelo función-disfunción

6. PRONÓSTICO6.1. Factores de riesgo6.2. Factores pronósticos6.3. Sentido de oportunidad6.4. Alternativas para pronosticar

7. INTERVENCIÓN7.1. Ventana terapéutica7.2. Intervención terapéutica básica

7.2.1. Conceptualización7.2.2. Ejemplificando la intervención directa para el dominio

función-disfunción

8. CASO HIPOTÉTICO

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ÍNDICE DE TABLAS

Tabla 1. Ejemplos de caracterización antropométrica en una muestra de 381 niñas de la región del Maule.

Tabla 2. Ejemplos de caracterización antropométrica en una muestra de 381 niños de la región del Maule.

Tabla 3. Ejemplo de la distribución de percentiles de valores para frecuencia ventilatoria y cardiaca de una muestra de 328 niñas y niños de la región del Maule.

Tabla 4. Ejemplo de valores promedio y desviación estándar para presión arterial sistólica (PAS), diastólica (PAD) y media (PAM) de una muestra de 53 niñas y niños de la comuna de San Clemente.

Tabla 5. Antecedentes de valores antropométricos, fisiológicos y de rendimiento obtenidos en la PC6m en una muestra de 245 niñas de la región del Maule.

Tabla 6. Antecedentes de valores antropométricos, fisiológicos y de rendimiento obtenidos en la PC6m en una muestra de 136 niños de la región del Maule.

Tabla 7. Antecedentes de valores de rendimiento y simetría en PM10m en una muestra de 409 niñas y niños de la región del Maule.

Tabla 8. Antecedentes de valores antropométricos y de tiempo en la PIAG en una muestra de 428 niñas de la región del Maule.

Tabla 9. Antecedentes de valores antropométricos y de tiempo en la PIAG en una muestra de 449 niños de la región del Maule.

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Tabla 10. Antecedentes de valores antropométricos para la prueba de 4 estaciones en 307 niñas y 306 niños de la región del Maule.

Tabla 11. Antecedentes de las estrategias utilizadas en la estación extensiones de brazos, según número de repeticiones en 30 segundos, frecuencia cardiaca final y duración del ciclo en una muestra de 613 niñas y niños de la región del Maule.

Tabla 12. Antecedentes de las estrategias utilizadas en la estación de abdominales, según número de repeticiones en 30 segundos, frecuencia cardiaca final y duración del ciclo en una muestra de 613 niñas y niños de la región del Maule.

Tabla 13. Antecedente de las estrategias utilizadas en la estación de dorsales, según número de repeticiones en 30 segundos, frecuencia cardiaca final y duración del ciclo en una muestra de 613 niños y niñas de la región del Maule.

Tabla 14. Antecedentes de las estrategias utilizadas en la estación de pararse sentarse, según número de repeticiones en 30 segundos, frecuencia cardiaca final y duración del ciclo en una muestra de 613 niños y niñas de la región del Maule.

Tabla 15. Percentiles para frecuencia ventilatoria, frecuencia cardiaca, oximetría de pulso, volumen minuto teórico y flujo espiratorio máximo de una muestra de 381 niñas y niños de la región del Maule.

Tabla16. Valores de presión ventilatoria según edad en una muestra de 381 niñas y niños de la región del Maule.

Tabla 17. Operacionalización de las intervenciones para modificar los niveles basales.

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ÍNDICE DE FIGURAS

Figura 1. Identificación de ingreso administrativo para la individualización.

Figura 2. Identificación de antecedentes ambientales.

Figura 3. Antecedentes de cargas bio-sico-físicas que operan en la niña y el niño.

Figura 4. Ejemplo de la categorización funcional en cuyo propósito está la caracterización de los niveles de dependencia funcional del infante y pre-escolar. 34

Figura 5. Confiabilidad del instrumento. En este caso el test-retest, se utiliza para establecer si un instrumento mide una variable con consistencia.

Figura 6. Confiabilidad de evaluadores. Se utiliza para establecer si un evaluador (observador humano) mide una variable con consistencia, en donde tanto el instrumento como la variable respuesta son consideradas estables.

Figura 7. Confiabilidad inter-evaluador versus intra-evaluador.

Figura 8. Evolución de la medición.

Figura 9. Posicionamiento de puntos en el modelo función-disfunción del movimiento humano: a) Comportamiento unilateral del dominio movimiento y b) Comportamiento bilateral del dominio salud-enfermedad.

Figura 10. Contexto funcional general relacionado a los aportes de dimensiones del dominio función-disfunción.

Figura 11. Esquematización del balance-desbalance.

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Figura 12. Importancia de la problematización jerarquizada para el razonamiento profesional.

Figura 13. Determinación de los factores de riesgo y pronósticos en el modelo función-disfunción del movimiento humano.

Figura 14. Conceptualización de la ventana terapéutica y su relación con el razonamiento profesional. La ventana terapéutica considera todos los principios de dosificación declarados.

Figura 15. Dinámica del modelo de práctica profesional. Metodología de trabajo según APTA, 1995.

Figura 16a. Gestión de la intervención I – Antecedentes y mediciones específicas. Formato para el reporte de resultados asociados al perfil funcional del escolar.

Figura 16b. Gestión de la intervención II – Evaluación, diagnóstico y recomendaciones. Formato para el reporte de resultados asociados al perfil funcional del escolar.

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Ser niña o niño en la región a pesar de los 321 años de la fundación de la ciudad de Talca, no son suficientes para garantizar equidad y calidad en el acceso a bienes públicos detentando un indecoroso tercer lugar entre las zonas más pobres de Chile.1 Esta dura realidad enfrenta una consecuencia aún más dramática porque el 72,7% de los padres de niños menores de 6 años, no envían sus hijos a la escuela por no considerarlo necesario.2 Permanecer imperturbables frente a estos indicadores, imposibilita el impulso de las potencialidades futuras que nuestro país pretende ostentar como nación en vías de desarrollo, perpetuando por demasiado tiempo una ética de mínimos aceptables. A reglón seguido, no seremos un país inclusivo mientras se mantengan políticas estacionarias con meras acciones subsidiarias que adornen contemplativamente las obligaciones, manejando con tibieza los destinos de los niños dejándoles de ofrecer los legítimos espacios, los recursos y las atenciones profesionales pertinentes restringiéndoles unilateralmente aquellas herramientas que con toda justicia les pertenecen como ciudadanos.

PRÓLOGO

1 Cf. PADEM. (2012). Plan de Desarrollo Educativo Municipal. Ilustre Municipalidad de Talca.2 Cf. CASEN. (2009). Encuesta de Caracterización Socio-Económica Nacional. MINSAL.

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El presente texto de apoyo a la docencia pretende ser una guía activa que resume la experiencia derivada de una decisión mantenida y sistemática para intentar conocer a los niños del Maule con las herramientas que la profesión nos proporciona. Las Pruebas Funcionales, diseñadas para determinar los rendimientos físicos de los niños en contextos que posibiliten la réplica de sus protocolos, consideran los aspectos que junto con garantizar confiabilidad y validez estadística otorgan aplicabilidad. Es importante especificar que cada una de las exigencias establecidas para su ejecución, son el producto de largos debates e intercambios de opiniones que se materializaron en propósitos también compartidos con los estudiantes de Kinesiología de la Universidad Católica del Maule, conectando sus notables esfuerzos con la experiencia de realizar actividades que promovieron aplicaciones en terreno a fin de estandarizar y establecer competencias básicas las cuales pudieran ser reproducidas en los centros de práctica. Cada estudiante que participó en el desafío estuvo imbuido por una gran dosis de altruismo, dadas las condiciones que todos conocemos para acometer con siempre escasos recursos el avance de las ideas. Hacemos notar que avanzar en la difusión de estas herramientas se articula estratégicamente con profundas convicciones de que la investigación es una conducta indisolublemente vinculada con la responsabilidad social de las universidades partidarias de un proyecto público. Este principio seguirá presente en nuestros espacios de formación esperando poder transmitir a muchos otros jóvenes los sentimientos de solidaridad, rechazo a la indolencia y asumiendo la injusticia como una herida propia.

INTRODUCCIÓN

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En tal contexto, los 40 años de existencia como centro formativo de kinesiólogos proyectan el objetivo final de la guía para contribuir a la práctica diaria de nuestros estudiantes, pensando que en sus respectivos procesos formativos consideren los elementos presentes para la obtención de los niveles de logro. En el caso de nuestros guías clínicos estaríamos ampliamente satisfechos si estos pequeños elementos de trabajo les permitieran apoyar sus estándares de práctica profesional.

No podemos seguir adelante sin agradecer la desinteresada y siempre noble colaboración de nuestros niños maulinos, a fin de cuentas la razón que impulsa este trabajo.3

3 Cf. M. TORRENS. (1989). Los derechos del Niño. Barcelona: Editorial Lumen. pp.1-12.

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1. ASPECTOS PRELIMINARES

En los espacios donde se trabaja con niños habitualmente convergen distintos tipos de abordajes disciplinares y epistemológicos,4 es indudable que los profesionales proactivamente participan de cada uno de ellos simbolizando y declarando la firme intención de contribuir al desarrollo de las potencialidades de los infantes. Particularmente las pruebas funcionales ventilatorias y motoras gruesas han sido preocupación de muchos especialistas vinculados con los propósitos derivados de la función y el movimiento humano como eje de sus experticias. En este sentido definiremos operacionalmente los alcances que pretende tener la presente guía a fin de delimitar de mejor manera su adecuado uso. Sabemos que un área del conocimiento caracterizada por un determinado paradigma interpreta o busca comprender a través de herramientas propias las complejidades que le depara su objeto de estudio y a partir de este punto de apoyo fundamenta procedimientos para resolver problemas que estima poseen relevancia social.5 La comunidad receptora de estos productos determinará en el tiempo el mérito de tales acciones, de lo contrario dialécticamente se superará el paradigma, la disciplina y la profesión.

Para los Kinesiólogos definidos como estudiosos del movimiento humano6 hoy día no cabe duda de la relevancia que posee la existencia de un marco teórico emergente y sólido que genera interés transversal, sea por la posibilidad de aportar a la generación de mejores y más trascendentes preguntas o por la dinámica tecnológica que aplica productos cada vez más utilitarios en la vida diaria. Si pretendemos entonces delimitar los contenidos del presente manual, tendríamos que señalar inmediatamente

4 Cf. P. FLORES. (2013). El debate actual por la epistemología infantil. www.comie.org.mx5 Cf. H. MAUREIRA. (2007). Función y disfunción del movimiento humano, un modelo

comprensivo epistemológico. Documentos en Kinesiología Vol 1. Facultad de Ciencias de la Salud. Universidad Católica del Maule.

6 Cf. PROYECTO FORMATIVO. (2012). Perfil de Egreso de la Carrera Licenciatura en Kinesiología. Universidad Católica del Maule.

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que nos ocuparemos de aquellos aspectos más estructurales del razonamiento hipotético-deductivo, hasta proporcionar el soporte progresivo de las acciones instauradas en el ejercicio de la responsabilidad profesional para el primer contacto.

1.1. EL INICIO DE LA CARACTERIZACIÓN

7 Cf. PRINCIPIOS. (2012). División de Biokinesiología. U. S.C. www.usc.pt/biokinesiology.8 Cf. ROTHSTEIN, J. M. (1985). Measurement in Physical Therapy Clinics. New York:

Churchill Livingstone. pp. 1-46

Objetivo: valorar la importancia del interrogatorio en la personalización del niño (a).

Denominaremos inicio de la caracterización a la contribución de la historia levantada desde el momento en que se establecen los vínculos proporcionados por la recolección de los antecedentes administrativos del niño o la niña. Estas averiguaciones permiten un marco operativo que eventualmente puede condicionar aspectos sensibles de la realidad, los cuales se deben ponderar adecuadamente por constituir las primeras informaciones obtenidas para valorar la capacidad de moverse hábil y eficientemente.7 Estas referencias son determinantes tanto para comprender las ventajas como las limitaciones potenciales y necesitan una preocupación especial de parte del profesional para darles el sentido exacto que les corresponde. Las profesiones que usan el método científico no pueden renunciar al formato sistemático que organiza la información gravitante en el proceso de razonamiento para entregar los servicios técnicos. Un aspecto central de esta etapa radica en la orientación pertinente que se puede asignar a un dato el cual en su valor específico representa información complementaria para una determinada área o puede llegar a ser de carácter indispensable en caso de un objetivo en particular. El procedimiento que prevalece en la búsqueda de la información corresponde a los algoritmos que hipotetizan8 presencia de consecuencias, sean éstas funcionales o de movimiento.

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Figura 1. Identificación de ingreso administrativo para la individualización.

Las condiciones ambientales de vida en su expresión más amplia nos proporcionan información de contextos que inciden directamente en la evolución motriz. Estos se han consolidado como estímulos biológicos, físicos, psíquicos y sociales que afectan el crecimiento y desarrollo del niño. Todos han demostrado ser estímulos críticos y relevantes en la medida en que la exposición a ellos genera efectos de manera regulada y oportuna. Tal vez una de las mayores complejidades de estas variables sean las posibilidades de abordaje real que el profesional Kinesiólogo hace de ellas, dado que las alternativas de intervención no siempre permiten provocar efectos terapéuticos. En este sentido la gestión y la educación del movimiento han venido a reforzar de manera progresiva las asistencias a las formas tradicionales de intervención terapéutica (Kisner, 2002).

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Figura 2. Identificación de antecedentes ambientales.

Un aspecto de la historia que proyecta y pondera el óptimo crecimiento se deriva de las condiciones de salud que el niño tuvo que enfrentar desde antes del nacimiento, estos antecedentes son considerados como elementos retro y prospectivos claves para predecir las posibilidades funcionales en tanto pueden llegar a explicar eventuales desventajas. Entender que la precocidad con que se evidencien los trastornos derivados de consecuencias o deterioros orgánicos, desacelera los efectos y potencia las posibilidades que el niño hereda. De esta manera la causalidad está directamente vinculada con las condiciones ambientales a las que se vio expuesto el niño sobre todo si estas se presentan irreductibles por el determinismo socio-económico de los progenitores. A pesar de que el país en los últimos años ha progresado de manera significativa en el abordaje de tales vectores de subdesarrollo, gran parte de la ausencia de efectos de las políticas se concentran en aspectos educativos que no aseguran cambios de conductas.9 Tradicionalmente estos antecedentes han sido señalados prioritariamente como los responsables de buena parte de los

9 Cf. JARA. O. (2005). XVI Congreso Mundial de Educadores Sociales, Montevideo.

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trastornos que afectan a los niños, sin embargo, con el subsidio del modelo biosico-social se dimensionaron otros notables focos responsables de una no despreciable cantidad de variables fuentes originarias de deterioro.10 Es así como los hábitos sociales y las costumbres culturales de la madre se transformaron en elementos prioritarios de atención en tanto resultantes que tienen la posibilidad real de contener exacerbaciones.

No menos relevante escenario se constituyó el ambiente familiar, donde coexisten elementos adictivos gravitantes para el desarrollo de las potencialidades socio-afectivas y psico-físicas que generan conductas dependientes transmitidas por los adultos. Junto con esto las rutinas de los integrantes del grupo familiar permiten proyectar y prevenir aquellas costumbres que son fuentes transmisoras de enfermedad tanto por el consumo de ciertos alimentos en la dieta como por el inadecuado manejo de factores de riesgo y pronóstico. La historia de enfermedad del grupo familiar también conecta al niño con experiencias ambientales vinculadas a su caracterización. En este sentido la baja adherencia a los controles de salud, la administración irregular de dosis farmacológicas y las eventuales conductas desaprensivas respecto de los consejos sanitarios, pueden agregar espacios que progresivamente constituyen un ambiente contextual inapropiado.

Desde esta perspectiva la información que pretende caracterizar esta realidad debe ser inducida adecuadamente a través de un interrogatorio dirigido que releve las consecuencias derivadas de la magnitud de los elementos vinculados con el desarrollo motriz del niño (a), por sobre los elementos meramente accidentales que los constituyen.

En síntesis, esta caracterización inicial busca delimitar la mayor cantidad de posibles preguntas que obtendrán respuestas con las etapas que continúan en abordajes que se resolverán con el examen del movimiento en todas sus dimensiones (Cott, 1999; Allen, 2007) y la exploración de los niveles de operación funcional. El desafío de construir una anamnesis productiva,

10 BORRELL, F. (2002). El modelo biosicosocial en evolución. Barcelona: Grupo de Comunicación y Salud.

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sea con metodologías cualitativas abiertas o dirigidas conduce, a través de un flujograma hipotético, a orientar un abordaje productivo (Rothstein, 1986).

Figura 3. Antecedentes de cargas bio-sico-físicas que operan en la niña y el niño.

Los antecedentes de embarazo y nacimiento pueden ser utilizados como un punto de referencia respecto de la evolución que han tenido las condiciones antropométricas en el tiempo. Al ser comparados con posterioridad en las sucesivas re-examinaciones se puede monitorear el crecimiento y desarrollo del niño (a).

HISTORIA DEL GRUPO FAMILIAR

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Para complementar el objetivo del capítulo, desarrolle las siguientes interrogantes:

1. ¿Qué particularidades debe garantizar la kinesiología en la caracterización que se elabora a partir de la historia?

2. ¿Cómo se debe operar para conseguir información relevante del niño (a)?

3. ¿Por qué un dato puede inducir información complementaria o indispensable?

4. ¿Qué información proporcionan las semanas de gestación respecto de la fecha de nacimiento?

5. ¿Qué sentido tiene indagar lateralidad en un recién nacido?

6. ¿Qué propósito se busca con la definición de lateralidad en un pre-escolar?

7. ¿En qué instancia cobra relevancia consignar la referencia que trae el infante?

8. ¿Quién puede referir al kinesiólogo?

9. ¿Qué condiciones ambientales afectan el crecimiento? Profundice la pregunta en un ensayo de 250 palabras utilizando 5 referencias formales y actualizadas.

10. ¿A través de qué herramientas es posible abordar tales condicionantes?

11. ¿Qué es la Ficha de Protección Social (FPS)? ¿Cuáles son sus categorizaciones?

12. ¿Cómo se determinan las vulnerabilidades sociales?

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13. ¿Cuáles son las condiciones de vida ambiente que inciden en la función?

14. ¿Cuáles son las condicionantes del grupo familiar que pueden impactar la función?

15. ¿Qué modelos epistemológicos se asocian con funcionalidad?

16. ¿Qué modelos epistemológicos se asocian con movimiento?

17. ¿Cómo actúan las condicionantes de la salud en la función y el movimiento?

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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS SUGERIDAS

ALLEN, D. (2007). Proposing 6 dimensions within the construct of movement in the Movement Continuum Theory. Physical Therapy, 87, 888–898.

BORRELL, F. (2002). El modelo biosicosocial en evolución. Med Clin (Barc), 119(5), 175-9.

CASEN. (2009). Encuesta de Caracterización Socio-Económica Nacional. Ministerio de Planificación. Obtenido el 27 de agosto 2013, desde http://www.ministeriodesarrollosocial.gob.cl/casen2009/.

COTT, C., FINCH, E,. GASNER, D., YOSHIDA, K., THOMAS, S. G., VERRIER, M.C. (1999). The movement continuum theory of Physical Therapy. Physiotherapy Canada, 47(2), 87-95.

FLORES, P. (2011). El debate actual por la epistemología infantil o el ocaso de la ideología del pensamiento cognitivamente evolucionista. Recuperado el 27 de Agosto 2013, desde http://www.comie.org.mx/congreso/memoriaelectronica/v09/ponencia/a108/PAE1178736866.pdf.

JARA, O. (2005). Desafíos Políticos de la Educación Social. XVI Congreso Mundial de Educadores Sociales, Montevideo.

KISNER, C., COLBY, L. (2002). Therapeutic Exercise: Foundations and Techniques. Philadelphia: Fourth Edition. F. A. Davis Company.

LÓPEz, A. & ESCOBAR, M. (2003). Pruebas funcionales en Pediatría: Teoría y aplicaciones clínicas. Revista Kinesiología N° 73, 115-119.

MAUREIRA, H. (2007). Función y Disfunción del movimiento humano, un modelo comprensivo epistemológico. Documentos en kinesiología. Vol 1. Facultad Ciencias de la Salud. Universidad Católica del Maule.

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PADEM, (2012). Plan de Desarrollo Educativo Municipal. Ilustre Municipalidad de Talca. Obtenido el 27 de agosto 2013, desde http://www.munitalca.cl/plan-desarrollo-educativo/doc.../1968-padem-2012.

ROTHSTEIN, J. M. (1985). Measurement in Physical Therapy Clinics. New York: Churchill Livingstone.

TORRENS, M. (1989). Los Derechos del niño. Barcelona: Ed. Lumen.

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Hecha la aproximación contextual, administrativa y de las condiciones de salud compatibles con hallazgos de cargas de orden cualitativo, se enfatizan las fases de recogida de datos que provienen de la examinación, los que proporcionan principalmente información cuantitativa. Podríamos especular a partir de esta idea señalando que historia, demografía y condiciones socio-económicas pueden incidir en variables cuantitativas como la antropometría y por tanto dirigirlas en su búsqueda. Tal información, observada en la perspectiva del movimiento y la función, cuenta con interpretaciones propias y pertinentes al objeto de estudio específico. El valor de la recuperación de esta información podrá ser tratada acorde al método que se utilice para diagnosticar, sin embargo, en sí misma puede tributar ampliamente al conocimiento global del infante, el pre-escolar y el escolar. La Tabla 1 ejemplifica y exhibe datos antropométricos obtenidos con el propósito de establecer una aproximación de utilidad para contrastar valores en tanto medidas promedio y desviación estándar.

Niñas 6 Años 7 Años 8 Años 9 Años 10 Años

Peso (kg) 24,7±3 22,3±4,8 36,5±6,5 36±6,4 40,8±9,6

Talla (m) 1,2±0 1,2±0,1 1,3±0,1 1,4±0,1 1,4±0,1

IMC (kg/m2) 17,3±1,1 17,9±2,5 18,8±2,5 18,7±2,5 20,3±4,3

C°= Ca = Circunferencia

(cm)49,18+10,45 64,55+12,59 63,83+8,21 66,00+12,49 76,25+10,69

C° Cadera (cm) 58,02+11,35 74,33+6,34 74,21+9,43 74,00+11,45 86,75+12,47

ICC 0,84+0,06 0,87+0,11 0,85+0,06 0,87+0,09 0,88+0,02

Tabla 1. Ejemplos de caracterización antropométrica en una muestra de 381 niñas de la región del Maule.

Objetivo: analizar el crecimiento antropométrico individual del niño (a).

1.2. LA CARACTERIZACIÓN ANTROPOMÉTRICA

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Niños 6 Años 7 Años 8 Años 9 Años 10 Años Peso (kg) 25,9+4,5 28,6+5,7 29,9+4,8 32,3+4,8 38,2+8,8Talla (m) 1,2+0,1 1,2+0 1,2+1,3 1,3+0,1 1,4+0,1

IMC (kg/m2) 17,8+2,3 18,4+2,7 16,9+1,4 18,3+1,8 19,4+3,6C°=Ca (cm) 72,33+24,09 61,33+10,12 74,48+13,00 69,85+6,63 65,33+8,78

C° Cadera (cm) 81,00+26,89 67,50+10,26 78,53+11,33 83,01+7,34 77,75+10,75ICC 0,86+0,08 0,89+0,08 0,93+0,11 0,84+0,04 0,83+0,06

Tabla 2. Ejemplos de caracterización antropométrica en una muestra de 381 niños de la región del Maule.

Los datos de peso, talla e índice de masa corporal (IMC) de una muestra de 381 niños y niñas fueron obtenidos desde las comunas de Curicó (n=92), Talca (n=67), Linares (n=141) y Cauquenes (n=28) durante el año 2009. Mientras que la información para circunferencia de cintura (C°Ci), circunferencia de cadera (C°Ca) e índice de cintura-cadera (ICC) corresponden a información recogida para el Módulo Introducción a la Acción Profesional ~ 2011 en la comuna de San Clemente (n=53 niños).

Las tablas muestran valores promedio, sin embargo es importante destacar el componente progresivo de la obesidad en Chile, el cual hasta el momento es principalmente una fuente de preocupación estadística.11

Todos los indicadores, incluso los más alentadores, apuntan a señalar un gran fracaso país, a estas alturas de origen múltiple y transversal respecto de los índices de obesidad. Los valores registran al menos un 20% de niños obesos que irremediablemente continuarán siéndolo en su juventud y posterior adultez. Las secuelas funcionales provocadas por el descontrol de las variables antropométricas sumadas al deterioro de los sistemas cardio-pulmonar, músculo-esquelético y neuro-muscular, los que inciden directamente en la movilidad, son nefastas para cualquier política pública que no considere la relevancia del manejo educativo precoz. En este escenario es urgente implementar acciones de carácter radical para al menos contener esta problemática silente, pero que acumula inevitablemente costos.

11 SIMCE. (2012). Ministerio de Educación, Gobierno de Chile.

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Finalmente y no menos relevante resulta la técnica con que se obtiene el registro de los datos antropométricos (Caino, 2006). Al respecto, es imprescindible respetar los principios de medición dado que estas variables, por su sencillez, se suelen subestimar en sus exigencias, comprometiendo gravemente la toma de decisiones.

JAVIERA: –“¿Qué otra actividad motora hay que hacer?”

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Para complementar el objetivo del capítulo, desarrolle las siguientes interrogantes:

1. ¿Qué entiende por antropometría?

2. ¿Qué herramientas usa un kinesiólogo para medirla?

3. ¿De qué depende el uso que se le dé a un dato antropométrico? ¿Podría tributar a salud, movimiento o función de manera indistinta? ¿Explíquelo?

4. Las Tablas 1 y 2 entregan información de una muestra de niñas y niños de la región del Maule. ¿Qué valores de las medidas realizadas expresan la tendencia central? ¿Qué valores de las medidas realizadas expresan la dispersión de los datos? Explique el comportamiento de una variable para un género determinado.

5. Grafique el comportamiento del peso y la talla según la edad.

6. ¿Cómo se calcula IMC? Explique por qué la dispersión del IMC aumenta con la edad.

7. ¿Qué semejanzas y qué diferencias observa en las variables que entregan las tablas según la edad?

8. Realice la búsqueda y disponga de tablas de crecimiento propuestas por la OMS.

9. Describa el comportamiento de los grupos etarios de acuerdo a las tablas de crecimiento propuestas por la OMS.

10. ¿En qué situación antropométrica se encuentra la muestra de los niños de 10 años?

11. ¿Qué información entrega el cálculo del ICC?

12. Compare los datos antropométricos expuestos con el artículo publicado en: Rev. Chil. Pediatr. 2009, 80 (5), 444-450.

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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS SUGERIDAS

CAINO, S., ADAMO, P., GILARDON, E., LEJARRAGA, H. (2006). Comparación de dos técnicas de medición de peso en niños menores de cuatro años. Arch. argent. pediatr. 104 (3), 217-220.

LÓPEz, A., SOTOMAYOR, L., ÁLVAREz, M., CÉSPEDES, P., POBLETE, C., VÁSQUEz, P., ET AL. (2009). Rendimiento Aeróbico en Niños Obesos de 6 a 10 Años. Rev. Chil. Pediatr., 80 (5), 444-450.

OMS. Patrones Internacionales de Crecimiento Infantil. Obtenido el 26 de septiembre 2013 desde, http://www.redsalud.gov.cl.

Referencia OMS para la evaluación antropométrica. Ministerio de Salud. Gobierno de Chile. Obtenido el 26 de septiembre 2013 desde, http://www. minsal.cl.

SIMCE 2013. Evaluación de la Educación Física. Agencia de Calidad de la Educación. Ministerio de Educación. Gobierno de Chile. Obtenido el 26 de septiembre 2013 desde, http://www. simce.cl.

TEXTO DE APOYO A LA DOCENCIA31

28

Los traductores de una función vital o básica se expresan en signos vitales como temperatura, presiones o frecuencias que se distribuyen de acuerdo a un factor de variabilidad estimada como normal, queriendo decir que existen particularidades en la ubicación de sus valores brutos producto de especificidades que determinan una posición estadística (Tabla 3). El niño en desarrollo experimentará cambios de crecimiento que incidirán en el comportamiento de estas variables fisiológicas, siendo la más influyente la edad. En este proceso de variación entendida como la adaptación a nuevas condiciones anatómicas de crecimiento estructural, se dará paso a una estabilidad con una menor variación de sus parámetros. Siendo la condición fisiológica una situación absolutamente dinámica y crítica dado que está influenciada por un gran número de factores, conocer estas variabilidades permite asistir o potenciar el comportamiento de las capacidades de los niños (as).

Variable Edad (Años) P10 P25 P50 P75 P90

Frecuencia ventilatoria (ciclos por minuto)

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10 71 75 83 90 98

Tabla 3. Ejemplo de la distribución de percentiles de valores para frecuencia ventilatoria y cardiaca de una muestra de 328 niñas y niños de la región del Maule.

Objetivo: valorar el comportamiento fisiológico basal del niño (a).

1.3. LA CARACTERIZACIÓN FISIOLÓGICA

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Tabla 4. Ejemplo de valores promedio y desviación estándar para presión arterial sistólica (PAS), diastólica (PAD) y media (PAM) de una muestra de 53 niñas y niños de la comuna de San Clemente.

La estimación de los datos en reposo traduce la tasa metabólica basal que el organismo utiliza para su equilibrio vital. No obstante para un kinesiólogo esto es una parte de su preocupación operativa, dado que necesita conocer los comportamientos dinámicos frente a las diferentes actividades de la vida diaria o a rendimientos específicos. Cuando una determinada variación debe ser juzgada desde la dispersión referida a las respuestas particulares, también es necesario rescatar los antecedentes que podrían incidir por causas demográficas o funcionales del niño (a).

Las variables fisiológicas son valores imprescindibles de registrar antes de cualquier procedimiento en kinesiología, dada la naturaleza de la actividad física siempre estimulará modificaciones desde la condición de reposo por las adaptaciones sistémicas que demanda un determinado aumento en la tasa metabólica basal. En contextos de mayor riesgo, por la inestabilidad inherente, será aún más crítico el registro y manejo de tales datos, asumiendo que en sus respectivos comportamientos a través del tiempo pueden aparecer o generarse variaciones de relevancia procedimental. Por lo tanto, esta acción proyectada, debería proporcionar valores referenciales incluso en relación a los comportamientos de transferencias posturales mínimas.

Niñas 6 Años 7 Años 8 Años 9 Años 10 Años

PAS (mmHg) 102,50+15,00 106,50+9,98 97,14+19,55 100,38+16,04 106,00+12,54

PAD (mmHg) 67,75+9,03 67,50+10,38 62,14+13,50 69,50+13,08 67,50+9,57

PAM (mmHg) 62,40+36,08 80,50+9,26 73,81+14,80 79,79+8,05 80,33+9,53

Niños 6 Años 7 Años 8 Años 9 Años 10 Años

PAS (mmHg) 100,00+26,00 102,50+10,38 100,89+5,93 103,50+7,39 101,33+13,60

PAD (mmHg) 59,33+9,02 61,00+2,00 67,56+9,32 65,63+7,63 62,50+3,33

PAM (mmHg) 72,89+10,67 74,83+4,40 78,67+7,59 78,25+6,24 75,44+6,40

TEXTO DE APOYO A LA DOCENCIA31

30

Para complementar el objetivo del capítulo, desarrolle las siguientes interrogantes:

1. ¿Qué entiende por signos vitales?

2. ¿Qué herramientas se usan para medirlos?

3. La Tabla 2, entrega información de una muestra de 328 niñas y niños de la región del Maule. ¿Qué valores de las medidas realizadas expresan la tendencia central? ¿Qué valores de las medidas realizadas expresan la dispersión de los datos? Explique el comportamiento de la variable frecuencia cardiaca (FC).

4. Grafique el comportamiento de la FC y la PAS según la edad.

5. Explique el comportamiento de los Percentiles 10 y 90 de la FC.

6. ¿Qué comportamiento tiene la PAM según la edad?

7. ¿Cómo se calcula y qué información entrega la FC máxima teórica?

8. ¿Cómo se calcula y qué información entrega la FC de reserva (FCR)?

9. ¿Cómo se calcula y qué información entrega la PAM?

10. ¿A iguales rendimientos existen iguales usos de FCR?

11. ¿Qué condiciones fisiológicas podrían depender de la edad? ¿A qué se podrían atribuir?

12. En 250 palabras, elija fases de un comportamiento funcional o de rendimiento y determine la variabilidad de los parámetros fisiológicos respecto de la condición de reposo.

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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS SUGERIDAS

AMERICAN PHYSICAL THERAPY ASSOCIATION. (1995). A Guide to Physical Therapist Practice, Volume I: Description of Patient Management. Phys. Ther., 75, 707-764.

PASCHOAL, M., FERNANDES, P., FOLCO, N. (2009). Variabilidad de la frecuencia cardiaca, lípidos y capacidad física de niños obesos y no obesos. Arq. Bras. Cardiol, 93(3), 235-241.

PRIETO, E., RODRíGUEz, J., VÁSQUEz, J. (2011). Análisis de las respuestas de traductores fisiológicos en pacientes ambulatorios, institucionalizados y hospitalizados en las transferencias básicas. Tesis de Licenciatura en Kinesiología Universidad Católica del Maule.

ROTHSTEIN, J. M. (1985). Measurement in Physical Therapy Clinics. New York: Churchill Livingstone.

TEXTO DE APOYO A LA DOCENCIA31

32

La funcionalidad es una temática de múltiples enfoques en que el desarrollo que involucra a niñas y niños se ve enriquecido por las experiencias nuevas y el quehacer cotidiano. Las habilidades funcionales son imprescindibles para optimizar el contacto con nuestro medio social. En los establecimientos educacionales básicos el nivel de independencia, la autonomía y la progresiva socialización, se intentan estimular sistemáticamente a fin de lograr los equilibrios que pueden haber estado ausentes por provenir de ambientes menos generosos. Sin embargo, los métodos evaluativos de función, principalmente motora, en establecimientos educacionales para este grupo etario, son aún incipientes para pesquisar un desarrollo funcional con carácter de normal y poco aptos para determinar un nivel funcional óptimo. Es un hecho que la capacidad funcional depende de la habilidad física y su desarrollo no solo influye en la habilidad para una determinada actividad, sino que afecta la forma de interactuar con el medio. Durante el ciclo vital, la condición física de los individuos está en constante cambio, lo que permite potenciar su capacidad funcional. Por su parte el movimiento se relaciona con el desarrollo cognitivo, la actividad social y comunitaria, por tanto una de las claves para utilizar este constructo en el desarrollo del razonamiento clínico tendiente a contribuir al diagnóstico de los perfiles del niño (a), es definir un contexto funcional. El contexto funcional como expresión intencionada está caracterizado por diferentes manifestaciones en cantidad y calidad de movimiento que encontrándose asociadas a estados de salud y/o enfermedad, nos permite colegir que indefectiblemente siempre serán interdependientes.

En la actualidad las escalas pediátricas que miden funcionalidad, son en su mayoría para niños con presencia de enfermedad. La detección de logros en cuanto al nivel de independencia en actividades cotidianas no ha sido cuantificada y objetivada por escalas válidas y confiables para niñas o niños

Objetivo: describir el comportamiento funcional del niño (a).

1.4. LA CARACTERIZACIÓN DE LA FUNCIONALIDAD

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33

en condiciones de salud. Para poder medir los logros obtenidos de acuerdo a las distintas etapas del desarrollo necesitamos contar con medidas objetivas de valoración (escalas de funcionalidad) que van a permitir el uso de una terminología estándar. La Figura 4 proporciona una estrategia para establecer niveles de dependencia o independencia funcional de acuerdo a una etapa del ciclo vital considerando dimensiones que se vinculan con aspectos socio-económicos. De esta manera la contextualización culmina con la caracterización de los niveles de funcionalidad que exhibe el niño (a).

AME. Tiene noción de su cuerpo en el espacio y lo dimensiona para jugar intensamente “como si ella fuera...”

TEXTO DE APOYO A LA DOCENCIA31

34

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La expresión de movimiento con intención fundamental abarca prácticamente la totalidad de los intereses del niño incluyendo los afectivos. Tal vez esto, un kinesiólogo lo comprende cabalmente cuando debe enfrentar un niño con deterioro motor severo y sabe que él se encuentra preso de un cuerpo con movimiento restringido. Así, complementariamente al déficit motriz, con frecuencia coexisten alteraciones en las categorías de alimentación, aseo, comunicación, cognición, socialización y juego, las cuales son dependientes de movimiento. Por tanto en cada una de ellas se puede analizar con detalle los componentes de variabilidad y variación de movimiento con un propósito que denominamos funcional. De esta manera establecer la gradualidad de la progresión en la funcionalidad del niño es un interesante aporte a su necesaria caracterización.

Las categorías que componen la funcionalidad y a la vez son subsidiarias de movimiento en sus respectivos desempeños, reflejan la pertinencia de ser analizadas por la kinesiología en tanto posee las herramientas suficientes para estimar a través de juicios fundamentados, las particularidades correspondientes a determinadas etapas del ciclo de crecimiento y desarrollo del niño (a) en su entorno contextual. Cabe destacar que la evolución ontogénica de la función-disfunción de un niño es por naturaleza dinámica, por lo que un solo instrumento no da cuenta de las necesidades para calificar y cuantificar este dominio. Al respecto, una correcta descripción del contexto funcional entrega una excelente delimitación, sin embargo, para establecer categorizaciones es necesario proponer y validar nuevas herramientas pertinentes a las variadas etapas que experimentan los niños en su desarrollo.

Si además reconocemos que tales actividades están pendientes en su concepción teórica, son muchas más las posibilidades de profundizar el objeto de estudio proporcionado por estos grupos etarios, dado que aún permanece latente la preocupación de una realidad país.

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Para complementar el objetivo del capítulo, desarrolle las siguientes interrogantes:

1. Defina funcionalidad de acuerdo a un autor específico.

2. ¿Cómo se debe medir la funcionalidad?

3. ¿Cómo se relaciona con el movimiento y la salud?

4. ¿Qué dimensiones o categorías se pueden incluir en la funcionalidad?

5. ¿De qué manera se puede categorizar la funcionalidad?

6. ¿Qué herramientas se usan para medirla? Describa una forma de caracterización considerando el reporte de la referencia bibliográfica.

7. La Figura 4, entrega información respecto de infantes y pre-escolares. ¿Qué categorías expresan la autonomía? ¿Qué categorías expresan la dependencia? Explique el comportamiento de la dimensión movilidad.

8. Haga un ejercicio similar y describa el comportamiento de la dimensión juego.

9. Filme y describa los sectores angulares que utiliza un niño para cargar la cuchara y llevarla a su boca. Una vez ubicado el alimento observe los movimientos que a continuación ocurren. Describa mecánicamente lo que ve.

10. Elija una etapa del ciclo vital de la niña o el niño y proponga una forma de categorizarla considerando nivel de juego.

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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS ESCOGIDAS

CORREA, A., PARADA, P. (2010). Confiabilidad de un Método Diagnóstico de las Estrategias de Succión en Prematuros de 30 – 36 semanas del Hospital Regional de Talca. Tesis de Licenciatura en Kinesiología. Talca, Chile. Universidad Católica del Maule.

HELDERS, P. (2010). Variability in Childhood Developmental. Physical Therapy 90, N° 12, 1708- 1709.

PIPER M., PINNELL L., DARRAH J., MAGUIRE T. (1992). Construction and Validation of the Alberta Infant Motor Scale (AIMS). Canadienne Journal of Public Health. Volume 83, Supp 2, S46-S50.

QUINTERO, C., LUGO, L., GARCíA, H., SÁNCHEz, A. (2011). Validación del cuestionario Kidscreen-27 de calidad de vida relacionada con la salud en niños y adolescentes de Medellín, Colombia. Revista Colombiana de Psiquiatría Vol 40, N°3, 470-487.

SAGREDO, B. (2014). Construcción y Validación del índice de Funcionalidad del Infante y Pre-escolar (IFIP). Tesis de Licenciatura en Kinesiología. Talca, Chile. Universidad Católica del Maule, .

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Se asume que una parte de la contribución a los roles evolutivos y relacionales del sujeto con el entorno, puede modificar sustantivamente el comportamiento de las características de las variables que expresan movimiento. El niño en desarrollo es el paradigma en sí mismo de cómo el determinismo genético primario es sólo el punto de inicio de las cascadas epigenéticas que seguidamente interactuarán con el medio para ser seleccionadas. En el proceso de independencia, la variación, entendida como la presencia y expresión de un amplio repertorio de conductas motrices, dará paso a la variabilidad entendida como capacidad para seleccionar del repertorio las estrategias óptimas de acuerdo a la situación. Cada una de ellas está constituida por expresiones de movimiento en sus respectivas dimensiones las cuales en conjunto determinan cómo el niño (a) resuelve un problema. Sin embargo, para poder indagar respecto del comportamiento específico de las dimensiones de fuerza, flexibilidad, velocidad, precisión, adaptabilidad y tolerancia a la fatiga, precisamos un acercamiento real, es decir posible, para interactuar con un niño o una niña esperando que nos entregue en un contexto delimitado la expresión de la dimensión de movimiento de interés.

En este ámbito existen notables esfuerzos para contribuir con herramientas que soporten tales caracterizaciones de movimiento, muchas de ellas en permanente reestructuración. Dadas las variantes paradigmáticas, son incipientes modelos de aproximación a una condición mucho más compleja de lo que podemos observar.

No obstante, la caracterización de la totalidad de las dimensiones proporcionales a un determinado gesto motor permitirá observar y ponderar posibles desequilibrios que contribuyan a comprender rendimientos que de acuerdo a estándares conocidos y declarados logren posicionar resultados compatibles con ubicaciones de normalidad o anormalidad.

Objetivo: valorar la contribución de las dimensiones del movimiento en el niño(a).

1.5. LA CARACTERIZACIÓN DEL MOVIMIENTO

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Si queremos delimitar tales dimensiones (Allen, 2007), las definiremos según las herramientas que sean capaces de traducir preferentemente:

• Fuerza, necesaria para generar tensión y desplazamiento.

• Tolerancia, necesaria para el desarrollo completo de un movimiento en el tiempo, además muy relacionada con la integridad cardiopulmonar ante una demanda física.

• Velocidad, necesaria para lograr eficiencia en desplazamientos y contracciones.

• Adaptabilidad, necesaria para lograr capacidad adaptativa mediante el ajuste de componentes mecánicos y fisiológicos vinculados al movimiento.

• Precisión, necesaria para dirección, sincronización, coordinación y secuencia del movimiento.

• Flexibilidad, necesaria para los desplazamientos lineal y angular, además de amplitud de movimiento.

En este escenario es importante señalar que las pruebas motoras son multidimensionales y que para efectos operativos la interpretación de los resultados asociados a estas cualidades del movimiento, se realizará considerando las características que predominan en el gesto motor. A fin de optimizar los respectivos protocolos, se deberá contemplar un análisis por parte de expertos en el área profesional y el que se debe complementar con las herramientas del quehacer disciplinar. Al respecto, considerar los diferentes contextos ecológicos como factores relevantes, además de perfeccionar las pruebas agregando las respuestas fisiológicas, perceptuales, cinéticas, cinemáticas y de rendimiento nos permite visualizar la expresión cabal y compleja del dominio movimiento con el único propósito de valorar la contribución que cada una de ellas hace desde la dimensión al total del producto.

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Para complementar el objetivo del capítulo, desarrolle las siguientes interrogantes:

1. ¿Cuáles son las dimensiones del movimiento humano?

2. ¿Cómo se debe medir el movimiento humano?

3. ¿Cómo se relaciona con el movimiento y la salud?

4. ¿Qué entiende por descarga de peso, movimiento anti-gravitatorio y control postural?

5. ¿De qué manera se puede categorizar el movimiento?

6. ¿Qué herramientas se usan para medirlo? Describa una forma de caracterización considerando el reporte de la referencia bibliográfica.

7. Escriba en 300 palabras, de su puño y letra, la Teoría del movimiento continuo según Cott y Allen, señalando las particularidades que proponen.

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ALBAN. La sorpresa también es movimiento.

AMANDA. Expresión de reposo inducida.

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2.1. PRUEBAS MOTORAS GRUESAS

Ya sabemos que la expresión de la intención que el niño hace a través del movimiento le permite la interrelación y el aprendizaje con su medio ambiente y esta particular estrategia ha sido la precursora de la evolución ontogénica del ser humano con la cual, a través de su condición de bípedo, ha dominado físicamente los ambientes por sobre el resto de las especies. Las herramientas que un kinesiólogo requiere para determinar si la función motora de un niño está en condiciones de normalidad se configuran a partir de un concepto estadístico que da cuenta de los resultados observados explorando las dimensiones del movimiento involucrado en el contexto particular en que se desenvuelve. En este sentido la medición de parámetros que traducen los estados de estas dimensiones permiten, en asociación a variables antropométricas y fisiológicas, ponderar el desempeño con que enfrenta demandas habituales o inesperadas considerando los niveles de funcionalidad. De esta manera, la caracterización de la función motora se puede comprender según el nivel de compromiso o de asistencia que un sistema funcional exhibe, en este contexto es de manejo frecuente la delimitación de patrones predominantes denominados estrategias que se perfilan según las variadas respuestas ofrecidas por el sistema. Para esto al examinar los constituyentes de las estrategias aludidas tendremos necesariamente que sustentarnos en mediciones de datos específicos que demuestren la evidencia de tales capacidades. Así, podemos hacer una consideración que por defecto implica en todo diagnóstico establecer la correspondencia entre función y movimiento, explícitamente podemos enfrentar básicamente dos grandes realidades; la primera, que una determinada función puede tener múltiples repertorios de movimiento para su resolución, cada uno de ellos con diferentes rendimientos y la segunda, que la misma función puede estar supeditada a una limitada expresión de

2. PRUEBAS Y MEDICIONES

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movimiento, sin embargo, en términos de resultado la expresión final de la intencionalidad logra su cometido a pesar del limitado repertorio. Esta realidad se presenta frecuentemente en el mundo de las acciones que debe enfrentar un profesional que se desenvuelve en el amplio entorno de la función-disfunción.

Antecedentes: la prueba de caminata en seis minutos (PC6m) se ha universalizado a partir del reconocimiento obtenido por sus demostradas características multidimensionales de medición y clinimétricas, llegando a ser considerada como un recurso clínico de excepción en el manejo de múltiples condiciones de función- disfunción (ATS, 2002). En su despliegue evolutivo la PC6m ha evaluado la capacidad de trabajo físico considerando aspectos geográficos, epidemiológicos, antropométricos y protocolares que la definen como una prueba sub-máxima que no requiere conocimientos especiales ni tecnología sofisticada para emplearse (Llantén, 2007). Sin embargo, en Chile el primer artículo relacionado al tema en niños, y publicado el año 2001, destacó la importancia de la monitorización continua del desempeño, dada la riqueza de información asociada al costo fisiológico, la percepción del esfuerzo y el comportamiento de la recuperación que posee la prueba (Escobar, 2001).

Prueba de caminata en seis minutos: prueba de carácter multi-sistémico que estima preferentemente la tolerancia de la marcha continua monitorizando la mayor cantidad de variables en terreno plano, utilizando las respuestas de los sistemas al servicio de esta condición fundamental para el desplazamiento.

Objetivo: conocer y aplicar el protocolo de la prueba para la dimensión tolerancia aeróbica.

2.1.1. Prueba de caminata en seis minutos

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Nomenclatura Descripción Objetivo

PC6m

Prueba de caminata que demanda la capacidad de caminar la mayor distancia en metros durante seis minutos, realizando el mejor esfuerzo técnico posible y siendo estimulado permanentemente de acuerdo a edad, género y condición socio-cultural. Los controladores garantizarán la correcta ejecución y los registros cumpliendo con todos los criterios de seguridad para el evaluado.

Estimar el rendimiento del sistema cardiopulmonar, músculo-esquelético y neuromuscular del niño en el contexto de estresar la capacidad aeróbica que posee frente a una exigencia continua y con permanente estímulo.

VariablesLas variables correspondientes a la PC6m se controlan y registran desde el minuto cero hasta el minuto nueve. Se considera como minuto cero la incorporación al bípedo desde una condición basal de tres minutos en posición decúbito supino; y minuto nueve como el tercer minuto de reposo controlado en posición bípeda posterior al trabajo de seis minutos.

FCb: frecuencia cardíaca basal expresada en latidos por minuto (lpm).

FCR: frecuencia cardíaca de reserva, expresada en lpm, corresponde a la diferencia entre la frecuencia cardiaca máxima teórica (220-edad) y la FCb.

FCW: frecuencia cardiaca de trabajo.

%FCRu: expresión porcentual de la FCR utilizada, la cual permite observar las modificaciones del esfuerzo sostenido durante los tiempos que involucra la prueba en base a los máximos teóricos y que se puede calcular mediante según la fórmula:

%FCRu= (100 × (FCW-FCb))/ FCR

SSF: sensación subjetiva de fatiga (SSF), expresión cualitativa que interpreta el esfuerzo percibido por el evaluado graduada de 0 a 10 equivalente en centímetros (escala de Borg modificada). Existen consideraciones frente a algunos cuadros de disfunción en que esta variable se puede localizar dependiendo de requerimientos ventilatorios o de las extremidades inferiores.

Se recomienda en contextos de caracterización de función escolar complementar las mediciones con el registro de frecuencia respiratoria, presión arterial, saturación de oxígeno y fatiga muscular periférica antes y después de la prueba.

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ProcedimientoLa ejecución de la PC6m se mide en una pista plana con la posibilidad de utilizar desde 30 hasta 400 metros de extensión (a menor número de giros menos efectos inerciales). Por protocolo deben participar al menos 2 evaluadores para optimizar la confiabilidad y la validez de la prueba, los cuales deberán cumplir las siguientes funciones:

• Registro simultáneo con telémetro de la FCW y SSF mediante escala de Borg modificada. • Cuando se utilizen pistas < 30 metros, lectura en voz alta del número de vueltas en la

pista demarcada.• Estimular el mejor esfuerzo cinemático durante toda la prueba. • Asegurar la tolerancia del esfuerzo del evaluado.

Como ya se estableció, se intenta que el niño camine la mayor distancia posible en seis minutos en la pista a nivel. Se registran en forma continua FC y SSF antes, durante y con posterioridad a la prueba. El niño es estimulado regularmente para obtener su mejor rendimiento. El registro de la FC traducirá el uso de la reserva funcional según el % FCRu, calculado previamente. La distancia recorrida se obtendrá a partir del conteo exacto de metros o el número de vueltas, a cargo del registrador.

Norma de Seguridad: la monitorización permanente de las variables permite simultáneamente establecer los criterios de la respuesta fisiológica en función del rendimiento y la percepción del evaluado lo que en el contexto de los valores expresados indicará la viabilidad de la prueba (ventanas de acción valorativas) y la concordancia fiable de la respuesta a la tolerancia. La dispersión sospechosa del %FCRu, SSF o un gesto cinemático errático será motivo de suspensión de la prueba. Variantes: los principios de esta prueba se pueden aplicar con elementos de asistencia para la marcha tales como órtesis (andadores o bastones) y prótesis, incluso en situaciones en las cuales el niño no logra la bipedestación y marcha se podría considerar la utilización de aparatos de traslado como silla de ruedas. En tal caso la medición de la capacidad cardiopulmonar estresada estará condicionada a las mismas variables, considerando que la demanda músculo-esquelética y neuromuscular puede ser distinta.

Comportamiento de la normalidadSe entiende como la respuesta de acuerdo a las exigencias establecidas por la reproducibilidad del protocolo propuesto, también a los perfiles de los “n” conocidos y expresados en las variables medidas durante el desarrollo del test. De esta manera el primer comportamiento de normalidad corresponde a la distancia recorrida de acuerdo a su edad, talla y peso (Tablas 5 y 6).Se asume que la respuesta fisiológica normal observada en los distintos tiempos del test tiene diferentes comportamientos para FC y %FCRu, estos valores se consideran desde el minuto cero hasta el minuto nueve. Por último la percepción del esfuerzo también cuenta con una descripción igualmente pormenorizada.La interacción del comportamiento de las variables medidas, permite evaluar el rendimiento del sujeto frente a esta prueba esfuerzo dependiente.Un tema que requiere la debida preocupación en investigaciones a futuro es la respuesta post-prueba (en los 3 minutos posteriores) y la medición de las velocidades considerando el aplanamiento de la curva de la respuesta fisiológica.

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MaterialesFicha de registro.Cronómetro.Telémetro.Saturómetro.Esfingomanómetro.Escala visual análoga graduada en centímetros para niños. Conos (al menos 2).Pista plana: 15, 30 y 60 metros, o elíptica.

Cálculos• Tome frecuencia cardiaca posterior a 3 minutos en reposo durante 60 segundos (FCb).• Reste a 220 la edad del evaluado.• Al restar obtendrá la frecuencia cardiaca máxima teórica (FCMT).• Al valor de FCMT reste la FCb. • Obtendrá la reserva funcional en latidos por minuto (FCR).• Este valor asúmalo como el 100% de la reserva del evaluado.• Con regla de tres simple usted podrá calcular cualquier modificación de la FCb que se

produzca en su evaluado (revise ecuación propuesta).

Ejemplo para un niño de 14 años:FCb =70x´220-14 =206 (FCMT)206-70 =136 (Reserva en lpm)Si al bipedestarse su FCb =78x´, entonces usó 8 lpmDe esta manera 136 lpm es su 100%Entonces, 8 lpm corresponde a un 5,8% de la FCRu para bipedestarse.

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Niñas 6-8 Años(n=50)

9-11 Años(n=59)

12-14 Años (n=136)

Edad Promedio 7,0±0,8 9,8±0,8 13,2±0,8

Peso (kg) 25,3±4,5 37,6±8,3 50,8±8,5

Talla (m) 1,26±0,1 1,42±0,1 1,56±0,1

%FCRu/SSF 1er m 57,9/1,6 67,7/2,7 65,9/1,4

%FCRu/SSF 2do m 64,8/3,2 74,0/3,5 75,0/2,4

%FCRu/SSF 3er m 67,6/4,4 77,2/4,3 78,2/3,3

%FCRu/SSF 4to m 70,5/5,1 80,7/4,7 81,3/3,9

%FCRu/SSF 5to m 74,3/5,6 79,6/5,1 83,7/4,3

%FCRu/SSF 6to m 76,2/6,6 82,7/5,6 86,3/5,1

Rec 1 %FCRu/SSF 35,6/4,3 52,0/3,7 57,6/3,3

Rec 2 %FCRu/SSF 27,0/2,3 40,2/2,3 44,8/2,3

Rec 3 %FCRu/SSF 24,2/0,9 36,3/1,2 37,8/1,0

Distancia recorrida (m) 652,8±62,1 722,9±55,0 737,2±57,1

Tabla 5. Antecedentes de valores antropométricos, fisiológicos y de rendimiento obtenidos en la PC6m en una muestra de 245 niñas de la región del Maule.

Niños 6-8 Años (n=52)

9-11 Años (n=47)

12-14 Años (n=37)

Edad Promedio 6,9+0,8 10,0+0,8 13,0+0,8

Peso (kg) 25,4+4,7 37,7+8,0 46,7+7,3

Talla (m) 1,27+0,1 1,40+0,1 1,56+0,1

%FCRu/SSF 1er m 58,0/1,2 67,7/1,8 65,9/1,4

%FCRu/SSF 2do m 64,8/2,1 74,0/2,8 75,0/2,5

%FCRu/SSF 3er m 67,6/2,9 77,3/3,6 78,3/3,2

%FCRu/SSF 4to m 70,5/3,6 80,7/4,1 81,3/3,7

%FCRu/SSF 5to m 74,3/4,2 79,6/4,7 83,6/4,1

%FCRu/SSF 6to m 76,2/5,1 82,7/5,1 86,3/4,5

Rec 1 %FCRu/SSF 35,6/3,5 52,0/3,5 57,6/2,9

Rec 2 %FCRu/SSF 27,0/2,2 40,2/2,1 44,8/1,9

Rec 3 %FCRu/SSF 24,2/1,0 36,3/1,2 37,8/1,2

Distancia recorrida (m) 650,1+63,9 722,4+62,8 809,9+77,0

Tabla 6. Antecedentes de valores antropométricos, fisiológicos y de rendimiento obtenidos en la PC6m en una muestra de 136 niños de la región del Maule.

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Para complementar el objetivo del capítulo, desarrolle las siguientes interrogantes:

1. ¿Cómo se define la PC6m?

2. ¿Qué mide la PC6m?

3. ¿Qué variables relaciona?

4. ¿Qué inconvenientes presentan las pistas de pocos metros?

5. ¿Qué aspectos de confiabilidad es necesario cautelar? ¿Cómo?

6. ¿Qué aspectos de la validez es necesario cautelar? ¿Cómo?

7. ¿Qué indicaciones críticas se deben dar al niño (a)?

8. ¿Cómo se describe una curva de comportamiento normal para la PC6m?

9. ¿Qué materiales son imprescindibles para realizar la PC6m?

10. ¿Qué FCR tiene un niño (a) cuya edad es de 12 años y presenta una FC de reposo de 64x’?

11. ¿Qué criterios de fin de prueba se utilizan?

12. Si un niño de 10 años en la PC6m recorre 620 metros, termina con 60 %FCRu y SSF de 3 ¿Qué se puede inferir?

13. Ejecute PC6m en un sujeto, en diferentes superficies (pendiente, pasto y pasillo), y determine el comportamiento de las variables de interés en cada contexto. Discuta las diferencias observadas.

14. Ejecute PC6m en un sujeto, con diferentes longitudes en pasillo (15, 30 m, circuito elíptico), y determine el comportamiento de las variables de interés en cada contexto. Discuta las diferencias observadas.

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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS ESCOGIDAS

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ESCOBAR, M., LÓPEz, A., VÉLIz, C., CRISÓSTOMO, S., PINOCHET, R. (2001). Test de marcha en seis minutos en niños chilenos sanos. Revista Kinesiología N°62, 16-20.

FLORES, R. (2011). Influencia de la ruralidad en la capacidad funcional de niños sanos de 7 a 10 años de edad. Revista Kinesiología. Vol 30 (3), 6-15.

GATICA, D., PUPPO, H., VILLARROEL, G., SAN MARTíN, I., LAGOS, R., MONTECINO, J. et al. (2012). Valores de referencia del test de marcha de seis minutos en niños sanos. Revista Médica de Chile, 140, 1014-1021.

LÓPEz, A., SOTOMAYOR L., ÁLVAREz, M., CÉSPEDES, P., POBLETE C., VÁSQUEz, P., ESCOBAR, M. (2009). Rendimiento aérobico en niños obesos de 6 a 10 años. Revista Chilena de Pedriatría, 80(5), pp. 444-450.

LLANTÉN, R. (2007). Test de Marcha de 6 minutos según el protocolo de la Sociedad Americana del Tórax. Revista Chilena de Cardiología. Vol 26 N°2, 123-132.

zENTENO, D., PUPPO, H., GONzÁLEz, R., KOGAN, R. (2007). Test de Marcha de 6 minutos en pediatría. Obtenido el 23 de Enero 2012 desde, http://www.neumologia-pediatrica.cl

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Antecedentes: la prueba de marcha en diez metros (PM10m) es una prueba de rendimiento anaeróbico que determina el tiempo que demora una persona en realizar un recorrido de 10 metros planos a máxima velocidad, sin correr (Rojas, 2007). Se utiliza como un indicador de la dimensión velocidad en niños con marcha independiente y considerando las características asociadas a un desplazamiento rítmico, intencional e independiente. Está constituida por una serie de movimientos alternados de las extremidades y el tronco, en que se desplaza el centro de gravedad hacia adelante (Rose, 1994). En Chile los primeros reportes se obtuvieron a partir de la prueba de marcha en 30 metros los cuales fueron analizados en tres intervalos, demostrando que las velocidades eran diferentes, siendo la intermedia la que logró las mayores velocidades promedio (Muñoz, 2000).

Prueba de marcha en diez metros: prueba para estimar el tiempo que un niño utiliza para recorrer 10 metros planos, los cuales deben evitar estar contaminados por los efectos de la inercia tanto al inicio como a la llegada del recorrido.

Objetivo: conocer y aplicar protocolo de la prueba para la dimensión velocidad.

2.1.2. Prueba de marcha en diez metros

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Nomenclatura Descripción Objetivo

PM10m

La prueba de marcha que demanda la capacidad de caminar 10 metros a la mayor velocidad posible sin correr, se mide en una pista plana de al menos 12 metros de longitud.

Establecer el rendimiento del sistema neuro-muscular y músculo-esquelético del niño (a) en un contexto que estresa la habilidad para caminar en velocidad usando la capacidad anaeróbica que posee frente a una exigencia estimulada.

VariablesLas marcas visibles para el evaluado estarán al menos a un metro de iniciado y al menos un metro antes de terminado el recorrido a fin de obtener un rendimiento confiable para los 10 metros.Tiempo: medido en los segundos que el niño demora en recorrer 10 metros. Al usar registro cinemático considere que la cámara frontal debe estar a dos metros del punto de llegada. En tanto la cámara sagital se ubica a tres metros de la pista y justo a cinco metros de la marca de inicio.El análisis cinemático de las filmaciones permite obtener el número de pasos, la cadencia, y la longitud del paso.Para efectos de estimar la velocidad se debe calcular los metros recorridos en unidad de tiempo, mediante la siguiente fórmula:

V= 10 metros / rendimiento en tiempo (segundos)

ProcedimientoLa ejecución de la PM10m se debe medir en una pista plana con la posibilidad de utilizar una extensión ideal de 30 metros, dado que los 10 metros iniciales incorporan la superación inercial del propio peso y los últimos 10 metros incluyen la desaceleración de la llegada a la meta. Por protocolo deben participar dos evaluadores para optimizar la confiabilidad y la validez de la prueba, los cuales deberán cumplir las siguientes funciones:

• Registrar tiempo. • Consignar en el video el punto inicial y final de los 10 metros. • Estimular el rendimiento.

Se intenta que el niño, a una orden establecida, camine lo más rápido posible siendo incentivado para obtener su mejor esfuerzo, sin correr. Transcurrido un minuto se repite el procedimiento. Posteriormente se analizará el video para confirmar el número de pasos con el fin de calcular cadencia, longitud de paso y velocidad empleada.

Norma de seguridad: siendo una prueba de bajo riesgo las posibilidades de que el evaluado se caiga por el esfuerzo impuesto existen, de la misma manera conviene que la pista elegida esté demarcada y permita el desplazamiento libre tanto en el sentido longitudinal como transversal.

Variantes: esta prueba se puede realizar con órtesis, prótesis elementos de asistencia a la marcha, incluso se pudieran considerar aparatos de traslado como silla de ruedas o bastones en tal caso siempre se deben consignar estas asistencias junto con la particularidad de la demanda músculo-esquelética involucrada.

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Comportamiento de la normalidad Se entiende como comportamiento de normalidad los resultados obtenidos de acuerdo a las exigencias establecidas por la reproducibilidad del protocolo propuesto, el perfil de los “n” conocidos expresados en las variables medidas durante el desarrollo del test las cuales se contrastarán con los valores de acuerdo a su edad (Tabla 7).La interacción del comportamiento de las variables medidas permite evaluar el rendimiento del sujeto frente a esta prueba de esfuerzo dependiente.

MaterialesFicha de registro.Cronómetro.Huincha métrica (15 metros).Cámaras de video fontal y sagital para caracterizar estrategias motoras.Etiquetas auto-adhesivas (ambas extremidades inferiores).Trípodes (2).Conos (al menos 2).Pista plana.

CálculosAdicionalmente para el análisis cinemático, es información a considerar la técnica de braceo empleado en la prueba.Braceo simétrico 46,21% Solo braceo derecho 9,05% Solo braceo izquierdo 6,36% Braceo intermitente 24,21% Sin braceo 13,94%.

Variables 2 Años (n=62)

3 Años (n=85)

4 Años (n=78)

5 Años (n=98)

6 Años (n=86)

Tiempo (seg) 12,11 ± 2,15 9,69 ± 2,30 7,43 ± 1,32 6,52 ± 0,95 6,26 ± 1,08

Longitud del paso (cm)

28,21 ± 2,83 36,72+4,89 41,77 ± 4,58 45,32 ± 3,98 48,83 ± 2,31

Cadencia (pasos/10 m)

31 ± 4 25 ± 3 22 ± 3 20 ± 2 19 ± 2

Velocidad (m/seg)

0,85 ± 0,15 1,09 ± 0,23 1,40 ± 0,24 1,56 ± 0,23 1,65 ± 0,29

Tabla 7. Antecedentes de valores de rendimiento y simetría en PM10m en una muestra de 409 niñas y niños de la región del Maule.

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Para complementar el objetivo del capítulo, desarrolle las siguientes interrogantes:

1. ¿Cómo se define la PM10m?

2. ¿Qué variables relaciona y cuáles podrían ser algunos inconvenientes al momento de su evaluación?

3. ¿Qué aspectos de confiabilidad es necesario cautelar? ¿Cómo?

4. ¿Qué aspectos de la validez es necesario cautelar? ¿Cómo?

5. ¿Qué indicaciones críticas se deben dar al niño (a)?

6. ¿Cómo se describe el comportamiento normal?

7. ¿Qué materiales son imprescindibles para realizar la PM10m?

8. Si un niño de 6 años da 25 pasos en 8 segundos, ¿cómo categoriza su rendimiento?

9. Si a lo anterior se agrega que este niño solo tiene un braceo izquierdo, ¿usted qué podría inferir?

10. Ejecute la PM10m en 10 sujetos a velocidad máxima y confortable, compare los resultados obtenidos y explique cómo las diferencias se relacionan con el concepto de reserva funcional.

11. Ejecute la PM10m en 10 sujetos a velocidad máxima y analice el comportamiento de simetría-asimetría en EESS y EEII. ¿Qué valor diagnóstico tienen estos hallazgos?

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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS ESCOGIDAS

LÓPEz, A., & ESCOBAR, M. (2003). Pruebas Funcionales en Pediatría. Teoría y Aplicaciones Clínicas. Revista Kinesiología 73,115-118.

MUñOz, K., zúñIGA, C. (2000). Estrategias de incorporación y tiempo de recorrido de 30 metros planos en niños de 4 a 9 años de edad. Tesis de Licenciatura en Kinesiología. Talca, Chile. Universidad Católica del Maule.

ROJAS, R., VARAS, F., VILLASECA, K. (2007). Rendimiento en el test de marcha de 10 metros planos en niños sanos entre 2 y 6 años de edad de la ciudad de Talca. Tesis de Licenciatura en Kinesiología. Universidad Católica del Maule.

ROSE, J., GAMBLE, J. (1994). Human Walking. 2da Ed. Baltimore: William & Wilkins.

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Antecedentes: la prueba de incorporación anti-gravitatoria (PIAG) se origina con Gowers, en 1879, cuando observó que niños con parálisis pseudo-hipertrófica muscular presentaban gran dificultad para incorporarse desde el suelo (Tyler, 1993). La maniobra de Gowers es definida como el patrón de movimiento en velocidad que un niño utiliza para pasar desde la posición supina a bípedo, es considerado relevante cuando se observa que tales patrones o estrategias se pueden categorizar como primitivas o avanzadas registrando la simetría de los movimientos axiales y apendiculares (Van Sant, 1988). Se utilizan como un indicador de la dimensión fuerza anti-gravitacional, coordinación y reacción en niños que se sospecha pérdida de fuerza axial o segmentaria (Escobar, 2001). En Chile los primeros reportes se obtuvieron a partir de la aplicación del Test de Gowers, y los resultados fueron analizados según la estrategia motora utilizada y las velocidades promedio de acuerdo a la edad, peso y talla (Muñoz, 2000).

Prueba de incorporación anti-gravitatoria: prueba para conocer la estrategia que el niño (a) utiliza para incorporarse considerando el repertorio motor que posee para resolver esta exigencia.

Objetivo: conocer y aplicar protocolo de la prueba para la dimensión fuerza anti-gravitatoria.

2.1.3. Prueba de incorporación antigravitatoria

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Nomenclatura Descripción Objetivo

PIAG

Prueba de incorporación desde la posición supina a bípedo a la mayor velocidad posible, utilizando libremente la estrategia que el niño (a) desee.

Establecer el rendimiento del sistema neuro- muscular y músculo-esquelético del niño (a) en un contexto de activar una estrategia motora para observar la capacidad de vencer la fuerza de gravedad.

Variables Se registra la estrategia y el tiempo empleado. Tiempo: segundos que demora en alcanzar la posición bípeda desde supino.Estrategia motora: en filmación frontal y sagital se registra la estrategia de incorporación.Se recomienda en contextos de caracterización de función escolar, complementar las mediciones con el registro de frecuencia cardiaca y presión arterial.

ProcedimientoLa ejecución del PIAG se debe medir en una carpeta plana con la delimitación en la vertical del punto de término de la prueba. Se ejecutarán tres repeticiones para optimizar la confiabilidad (Muñoz, 2000). La incorporación requiere de la superación inercial del peso corporal a través de una estrategia personal que traduce la utilización de uno o varios apoyos para lograr la bipedestación. Por protocolo deben participar dos evaluadores para el control de la prueba, los cuales deberán cumplir las siguientes funciones:

• Registrar tiempo.• Consignar en el vídeo respecto de una referencia el punto inicial y final de la incorporación. • Estimular el mejor rendimiento.

Se intenta, a una orden establecida, que el niño se incorpore lo más rápido posible siendo incentivado para obtener su mejor esfuerzo. Transcurrido un minuto se repite el procedimiento. Posteriormente se analizará el vídeo para establecer la estrategia utilizada.

Norma de seguridad: siendo una prueba de bajo riesgo las posibilidades de que el evaluado se caiga por el esfuerzo impuesto, existen, para lo cual uno de los evaluadores deberá mantener controlado el gesto motor durante el tiempo de la prueba. Variantes: esta prueba se puede realizar con órtesis, prótesis y elementos de asistencia.

Comportamiento de la normalidad Se entiende como comportamiento de normalidad los resultados obtenidos de acuerdo a las exigencias establecidas por la reproducibilidad del protocolo propuesto, el perfil estadístico de los “n” conocidos expresados en las variables medidas durante el desarrollo del test y contrastadas con los valores existentes de acuerdo a edad, talla, peso (Tablas 8 y 9).La interacción del comportamiento de las variables medidas permite evaluar el rendimiento del sujeto frente a esta prueba de esfuerzo dependiente.

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MaterialesFicha de registro.Cronómetro.Cámaras de video fontal y sagital para caracterizar estrategias motoras.Carpeta de 80 x 100 cms.Esfigmomanómetro y fonendoscopio.

CálculosAdicionalmente es información a considerar la técnica de incorporación empleada en la prueba (Muñoz, 2000). Mano-pie 58%, Mano-rodilla-pie 24%, Mano-rodilla-pie modificada 13% y Mano-pie modificada 5%.

Niñas < 4 Años (n=17)

5-6 Años (n=101)

7-8 Años (n=184)

9-10 Años (n=126)

Meses 41,5 ± 5,2 64,6 ± 6,1 83,9 ± 6,9 105,3 ± 6,5Peso (kg) 17,2 ± 2,1 20,7 ± 3,6 25,7 ± 4,9 29,8 ± 5,9Talla (m) 1,0 ± 0,0 1,1 ± 0,1 1,2 ± 0,1 1.3 ± 0,1

PIAG (seg) 3,3 ± 0,8 2,1 ± 0,6 1,7 ± 0,4 1,5 ± 0,3

Tabla 8. Antecedentes de valores antropométricos y de tiempo en la PIAG en una muestra de 428 niñas de la región del Maule.

Niños < 4 Años (n=20)

5-6 Años (n=104)

7-8 Años(n=191)

9-10 Años (n=134)

Meses 41,1 ± 5,6 63,8 ± 6,8 83,6 ± 6,9 105,3 ± 6,0Peso (kg) 17,2 ± 1,8 21,9 ± 3,7 25,9 ± 4,7 30,6 ± 6,6Talla (m) 1,0 ± 0,1 1,1 ± 0,1 1,2 ± 0,1 1,3 ± 0,1

PIAG (seg) 3,8 ± 1,5 2,0 ± 0,5 1,6 ± 0,3 1,4 ± 0,3

Tabla 9. Antecedentes de valores antropométricos y de tiempo en la PIAG en una muestra de 449 niños de la región del Maule.

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Para complementar el objetivo del capítulo, desarrolle las siguientes interrogantes:

1. ¿Cómo se define la PIAG?

2. ¿Qué mide esta prueba?

3. ¿Qué variables relaciona?

4. ¿Qué materiales son imprescindibles para realizar la PIAG?

5. ¿Qué aspectos de confiabilidad es necesario cautelar? ¿Cómo?

6. ¿Qué aspectos de la validez es necesario cautelar? ¿Cómo?

7. ¿Qué indicaciones críticas se deben dar al niño (a)?

8. ¿Cómo se describe un comportamiento normal para un niño menor de 4 años?

9. Si un niño de 7 años se incorpora en 3,2 segundos, ¿cómo categoriza su rendimiento?

10. Si a lo anterior se agrega que la estrategia de incorporación de este niño es mano-rodilla-pie modificada, ¿qué puede inferir?

11. ¿Qué significado ontogénico tiene la reducción de la variabilidad observada en los datos de referencia?

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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS ESCOGIDAS

ESCOBAR, R., ESCOBAR, M., LÓPEz, A. (2001). Patterns of movement and velocity in Gowers manouvre in healthy childrens. Neuromuscular Disorders, Vol, 11; N°6, p.631.

LÓPEz A., & ESCOBAR, M. (2003). Pruebas Funcionales en Pediatría. Teoría y Aplicaciones Clínicas. Kinesiología 73, 115-118.

MUñOz, K., zúñIGA, C. (2000). Estrategias de incorporación y tiempo de recorrido de 30 metros planos en niños de 4 a 9 años de edad. Tesis de Licenciatura en Kinesiología. Talca, Chile. Universidad Católica del Maule.

TYLER, K. & MC HENRY, JR. (1983). Fragments of neurology history: Pseudohypertrophics muscular dystrophy and Gowers sign. Neurology 33, 88-89.

VAN SANT, A. (1988). Age differences in movement patterns used by children to rise from a supine position to erect stance. Physical Therapy, Vol. 68, N°9.

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1) EXTENSIONES DE BRAZOS: son usadas para estimar la capacidad que posee la musculatura de brazos al levantar el peso corporal contra gravedad (Cuadra, 2010). Han sido ampliamente criticadas dado que existe variabilidad de las condiciones antropométricas las cuales pueden incidir sustantivamente en los resultados (Bravo, 2007). Se han documentado aspectos como la posición de las manos respecto del tronco activando preferentemente tríceps braquial cuando éstas son ubicadas frente al tórax, mientras que la activación de pectorales aparece al desplazarlas hacia lateral.

2) ABDOMINALES: evalúan la musculatura de la pared abdominal la cual participa en funciones clave tales como excreción de las vísceras abdominales, pélvicas, en ventilación pulmonar aumentada, movilización y estabilización de tronco, raquis y en la incorporación desde supino (SIMCE, 2013). Se privilegia el rendimiento en resistencia por sobre el de fuerza, dado que representa de mejor forma su condición de estabilizadores.

3) DORSALES: existen diferentes formas de caracterización, el más conocido es el test de Sorensen (Sinaki, 1996). Dada la variabilidad evaluativa se establece un sector angular que esté dentro de rangos normales de extensión de columna lumbar para caracterizarlo en el tiempo a través de un número de repeticiones asumiendo gran parte de las desventajas antes señaladas.

4) PARARSE-SENTARSE: actividad cotidiana para alcanzar la posición bípeda desde el sedente, requiere la participación de grandes grupos musculares. La prueba evalúa en el tiempo esta capacidad, observando globalmente el patrón cinemático y los ajustes posicionales (León, 2002).

Objetivo: conocer y aplicar protocolo de la prueba para la dimensión de fuerza axial y apendicular.

2.1.4. Prueba de 4 estaciones (P4E)

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La prueba de 4 estaciones: Permite conocer la capacidad de la musculatura axial y apendicular en torno al desplazamiento del peso corporal de manera controlada en un sector angular determinado usando la fuerza.

Nomenclatura Descripción Objetivo

P4E

Considera los cuatro ejercicios antes mencionados evaluándolos de manera específica en rotativas alternas de 30 segundos con intermedios de 1 minuto. Se realiza el conteo del número de repeticiones ejecutadas correctamente.

Evaluar el rendimiento motor anti-gravitatorio de la musculatura de tronco y de extremidades bajo condiciones de estrés a fin de observar asimetrías o insuficiencias que incidan en la postura corporal.

VariablesPara cada estación se registra el número de repeticiones en 30 segundos. Adicionalmente se puede describir la estrategia o patrón empleado.

Procedimiento

La ejecución del P4E se debe realizar en un espacio físico de 25 m2 como mínimo dejando un área de 4 m2 para cada evaluado donde se ubica la silla, la colchoneta o carpeta. Una vez iniciado la prueba se cumplirá con la rotación prefijada de acuerdo al siguiente orden: extensiones de brazos, abdominales, dorsales y finalmente pararse-sentarse. Por protocolo deben participar 3 evaluadores para el control de la prueba, los cuales deberán cumplir las siguientes funciones:

• Registros de variables. • Manejo de cámaras de filmación con sus respectivas referencias. • Control de los tiempos y las fijaciones establecidas.

Se procede a la explicación de la rutina permitiéndose realizar la demostración de las repeticiones de cada prueba junto con señalar que serán filmados. Cada prueba dura 30 segundos con descansos de 1 minuto. Posteriormente se analizarán los videos para establecer la estrategia utilizada.

Norma de seguridad: siendo una prueba simple y de bajo riesgo las posibilidades de que el evaluado cometa errores existe, para ello uno de los evaluadores deberá estar atento a mantener controlado el gesto motor durante el tiempo de la prueba. El monitoreo fisiológico se deberá implementar frente al manejo de antecedentes que ameriten una mayor preocupación.

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Comportamiento de la normalidad Se entiende como comportamiento de normalidad los resultados obtenidos de acuerdo a las exigencias establecidas por la reproducibilidad del protocolo propuesto y el perfil de los “n” conocidos expresados en las variables medidas durante el desarrollo del test, los cuales se contrastarán con los valores de acuerdo a edad, talla, peso y estrategias (Tablas 10, 11, 12, 13 y 14).La interacción del comportamiento de las variables medidas permite evaluar el rendimiento del sujeto frente a esta prueba esfuerzo dependiente.

MaterialesFicha de registro. Sala convencional.Cronómetro.Cámaras de video fontal y sagital para caracterizar estrategias motoras.Carpeta de 80 x 100 cms.Silbato.Huincha métrica.Cinchas de fijación de tronco y extremidades.

CálculosAdicionalmente, es información a considerar las estrategias empleadas en la prueba.

Niñas 6 Años (n=62)

7 Años (n=61)

8 Años (n=63)

9 Años (n=60)

10 Años (n=61)

Peso (kg) 27,39 ± 4,34 31,73 ± 5,0 35,53 ± 7,56 40,66 ± 7,86 45,36 ± 8,46

Talla (m) 1,23 ± 0,05 1,29 ± 0,05 1,36 ± 0,06 1,41 ± 0,07 1,47 ± 0,06

IMC (kg/m2)

18,03 ± 2,20 18,92 ± 2,27 19,18 ± 2,27 20,37 ± 3,11 20,98 ± 3,10

Niños 6 Años (n=63)

7 Años (n=61)

8 Años (n=60)

9 Años (n=60)

10 Años (n=62)

Peso (kg) 28,29 ± 5,01 30,9 ± 7,06 35,75 ± 5,92 41,07 ± 8,53 45,95 ± 11

Talla (m) 1,25 ± 0,06 1,3 ± 0,06 1,36 ± 0,04 1,42 ± 0,05 1,46 ± 0,06

IMC (kg/m2)

18,07 ± 2,47 18,24 ± 2,91 19,19 ± 2,49 20,23 ± 3,39 21,3 ± 4,15

Tabla 10. Antecedentes de valores antropométricos para la prueba de 4 estaciones en 307 niñas y 306 niños de la región del Maule.

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Estrategia de extensiones de brazos / Uso (%) / n N° R en 30”

FC al fin de la prueba

Duración del ciclo

(seg)

Flexión de columna dorsal con ascenso de hombros (FCD-AH) /57,9% / 355

23 ± 6 133 ± 20 1,48±0,9

Extensión de columna con ascenso de hombros (EC-AH) / 12,9% / 79

22 ± 8 126 ± 23 1,98±3,3

Flexión de codo lateral al tronco (FCLT) / 22,8% / 140

20 ± 6 129 ± 21 1,71±0,9

Combinación de estrategias (CE) / 6,4% / 39 23 ± 6 130 ± 22 1,4±0,4

Eutróficos 23 ± 6 128 ± 23

Sobrepeso 22 ± 6 130 ± 21

Obesos 22 ± 7 135 ± 20

Tabla 11. Antecedentes de las estrategias utilizadas en la estación extensiones de brazos, según número de repeticiones en 30 segundos, frecuencia cardiaca final y duración del ciclo en una muestra de 613 niñas y niños de la región del Maule.

Estrategia abdominales / Uso (%) / nN° R

en 30”FC al fin de la prueba

Duración del ciclo (seg)

Flexión de cuello tronco en bloque (FC-TB) /48,9% / 300

20 ± 6 138 ± 20 1,85±1,39

Flexión de cuello tronco en flexión (EC-AH) / 29,7% / 182

18 ± 7 137 ± 22 2,07±3,12

Flexión extensión de cuello tronco en flexión (FCLT) / 21,4% / 131

16 ± 6 131 ± 21 2,76±3,83

6 Años 16 ± 7 134 ± 23

7 Años 18 ± 7 135 ± 20

8 Años 18 ± 7 137 ± 19

9 Años 20 ± 6 140 ± 19

10 Años 20 ± 5 136 ± 22

Niñas 18 ± 7 137 ± 22

Niños 20 ± 6 136 ± 19

Tabla 12. Antecedentes de las estrategias utilizadas en la estación de abdominales, según número de repeticiones en 30 segundos, frecuencia cardiaca final y duración del ciclo en una muestra de 613 niñas y niños de la región del Maule.

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Estrategia dorsales / Uso (%) / n N° R en 30”

FC al fin de la prueba

Duración del ciclo (seg)

Tronco cabeza recta (TCR) /33,6% /206 33 ± 8 139 ± 16 1±0,68

Extensión de cuello (EC) / 15,5% / 95 30 ± 7 137 ± 16 1,10±0,44

Mentón colchoneta tronco cabeza recta (MC-TCR / 35,7% / 219

30 ± 7 134 ± 21 1,07±0,35

Mentón colchoneta extensión de cuello (MC-EC) 15,2% / 93

26 ± 7 131 ± 13 1,26±0,71

6 Años 28 ± 8 133 ± 15

7 Años 29 ± 8 133 ± 19

8 Años 30 ± 7 137 ± 17

9 Años 32 ± 7, 138 ± 16

10 Años 32 ± 7 137 ± 22

Niñas 29 ± 7 136 ± 18

Niños 32 ± 8 136 ± 18

Tabla 13. Antecedente de las estrategias utilizadas en la estación de dorsales, según número de repeticiones en 30 segundos, frecuencia cardiaca final y duración del ciclo en una muestra de 613 niños y niñas de la región del Maule.

Estrategia de Pararse Sentarse / Uso (%) / nN° R

en 30”FC al fin de la prueba

Duración del ciclo (seg)

Inclinación anterior de tronco en sedente (IATS) /63,8% / 391 20 ±4 145 ± 19 1,61±0,42

Balanceo de pelvis (BP) / 25,3% /155 16 ± 4 140 ± 16 1,94±0,56

Combinación de estrategias (CE) / 10,9% / 67 17 ± 4 132 ± 20 1,82±0,51

Eutróficos 20 ± 5 137 ± 20

Sobrepeso 18 ± 4 143 ± 18

Obesos 18 ± 5 148 ± 17

Tabla 14. Antecedentes de las estrategias utilizadas en la estación de pararse sentarse, según número de repeticiones en 30 segundos, frecuencia cardiaca final y duración del ciclo en una muestra de 613 niños y niñas de la región del Maule.

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Para complementar el objetivo del capítulo, desarrolle las siguientes interrogantes:

1. ¿Cómo se define la P4E?

2. ¿Qué mide la P4E?

3. ¿Qué variables relaciona?

4. ¿Qué materiales son imprescindibles para realizar la P4E?

5. ¿Qué aspectos de confiabilidad es necesario cautelar? ¿Cómo?

6. ¿Qué aspectos de la validez es necesario cautelar? ¿Cómo?

7. ¿Qué indicaciones críticas se deben dar al niño (a)?

8. ¿Cómo se describe el comportamiento normal para un niño de 8 años en cada una de las estaciones?

9. Si este niño realiza 15 abdominales en 30 segundos con un FC de 150 latidos/minuto, ¿qué infiere usted?

10. ¿Qué dimensiones del movimiento están involucradas en la P4E? Fundamente su respuesta.

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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS ESCOGIDAS

BRAVO, M., CASTRO, M., GONzÁLEz, A. (2007). Evaluación del Rendimiento Motor a través del Test de 4 estaciones en niños de 6 a 10 Años de la comuna de Talca. Tesis de Licenciatura en Kinesiología. Universidad Católica del Maule. Talca, Chile.

CUADRA, L. (2010). Guía acción de la clase de Educación Física con fines de salud en la escuela. Proyecto Innova Chile o7CNI3SM-196. CORFO. Obtenido el 26 de septiembre de 2013 desde http://obesidad.udec.cl

LEÓN M., MALCHUK R., ÁLVAREz J. (2002). Rendimiento y estrategia motora en la prueba pararse-sentarse en niños sanos de 7 y 8 años. Revista Kinesiología 69, 127-131.

SIMCE 2013, Evaluación de la Educación Física. Agencia de Calidad de la Educación. Ministerio de Educación. Gobierno de Chile. Obtenido el 26 de septiembre de 2013 desde http://www.simce.cl

SINAKI M., LIMBuRG P., WOLLAN P., ROGERS J., MuRTAuGH P. (1996). Correlation of trunk muscle strength with age in children 5 to 18 years old. Mayo Clinic Proceedings Vol 71, N°11, 1047-1054.

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2.2. PRUEBAS VENTILATORIAS

La función ventilatoria con su mecanismo proporciona el combustible energético necesario que posibilita la existencia de una determinada organización aeróbica. Si esta estructura con su respectiva función no cumple el propósito ontogénico codificado y modificado según ambiente, podría caer fácilmente en una baja viabilidad. Las herramientas que un kinesiólogo requiere para determinar si la función ventilatoria de un niño está en equilibrio o con sobrecarga se configuran a partir de un concepto mecánico que da cuenta de los sistemas que están al servicio del movimiento. En este sentido la medición de tales parámetros que traducen los estados de este sistema permite, en asociación a variables antropométricas y fisiológicas, ponderar el rendimiento con que enfrenta demandas habituales o inesperadas. De esta manera, la caracterización de la carga de la función ventilatoria se puede comprender según el nivel de compromiso o de asistencia que un sistema funcional exhiba. En este contexto es de manejo frecuente la caracterización de patrones denominados obstructivos, restrictivos o secretores que se perfilan según las variadas respuestas ofrecidas por el sistema ventilatorio. Sin embargo, al examinar los constituyentes de los patrones aludidos tendremos necesariamente que sustentarnos en mediciones de datos específicos.

2.2.1. Medición de frecuencia

Objetivo: valorar la frecuencia ventilatoria basal del niño (a).

FRECUENCIA VENTILATORIA: es uno de los parámetros basales más sensibles que posee la función ventilatoria. En la perspectiva kinesiológica nos indica el número de veces que la musculatura inspiratoria se activa para generar cambios de presión sub-atmósferica compatibles con el desplazamiento de flujos inspiratorios que permiten la transmisión del oxígeno ambiente en suficiencia para asegurar un intercambio de gas compatible con los requerimientos metabólicos aeróbicos de la célula. En

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el complemento pasivo del ciclo, la fase espiratoria opera como respuesta acumulada por la energía potencial de la elasticidad del tejido pulmonar y la caja torácica para completar la salida del flujo espiratorio con los gases terminales producidos por la respiración celular. Se define como el número de ciclos compuestos por las fases inspiratorias y espiratorias que se miden en un minuto. Es altamente inestable frente a diferentes estímulos, por lo que su medición requiere de condiciones de reposo que aseguren su mejor control. Es necesario considerar que frente al aumento en los requerimientos de oxígeno, la frecuencia ventilatoria puede responder automática y eficientemente optimizando sus prestaciones con la activación del componente pasivo del ciclo espiratorio.

2.2.2. Medición de volumen

Objetivo: estimar el volumen minuto del niño (a).

VOLUMEN MINUTO: parámetro teórico que se estima a partir de una constante supuesta referida al peso normal de un sujeto y de la frecuencia ventilatoria medida en condiciones basales. Se asume que por cada kilo de peso se deben movilizar entre 6-8 ml de aire. Existen dos formas de llegar a esta variable: a) la instrumental, que requiere de un ventilómetro graduado (litros/minuto) con el cual se realiza la medición en condiciones de reposo contando el número de ciclos ventilatorios en un minuto. El ventilómetro proporciona el dato de cada uno de los volúmenes corrientes que expresados como suma en volumen minuto se dividirán por la frecuencia ventilatoria calculando finalmente el volumen corriente por cada kilo de masa. b) la teórica, que conociendo el peso y la frecuencia ventilatoria estiman en base a la constante el volumen minuto del sujeto. El volumen minuto solicitado a capacidad pulmonar total traduce la ventilación máxima voluntaria que corresponde a la reserva ventilatoria para el esfuerzo físico.

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2.2.3. Medición de la saturación de oxígeno

Objetivo: valorar la saturación de oxígeno arterial del niño (a).

OXIMETRÍA DE PULSO: método no invasivo para la estimación porcentual de la saturación de oxígeno de la sangre arterial. Basado en la capacidad de las moléculas de hemoglobina para absorver luz de diferente longitud de onda según sea su forma dominante (oxidada o reducida). Para la lectura confiable es imprescindible observar la congruencia oscilográfica o pletismográfica de la curva con morfología normal obtenida desde el pulpejo del dedo índice o medio, el cual debe encontrarse relajado y apoyado sobre una superficie. La lectura se hará una vez que exista congruencia entre el valor obtenido y la frecuencia cardiaca. Al igual que la frecuencia ventilatoria, la oximetría de pulso requiere que el sujeto se encuentre con un reposo previo.

2.2.4. Medición de flujos

Objetivo: valorar los flujos espiratorios del niño (a).

FLUJO ESPIRATORIO MÁXIMO: definido como la máxima velocidad que alcanza el aire en la espiración forzada a partir del nivel de capacidad pulmonar total (máxima inspiración). Es una prueba esfuerzo dependiente y que debe considerar el ritmo circadiano del tono broncomotor, por tanto, la dimensión de las grandes vías aéreas, la fuerza y coordinación de los músculos espiratorios, las propiedades elásticas y el volumen pulmonar dependiente de las dimensiones de la caja torácica son determinantes para la medición del flujo espiratorio máximo. La consignación de este parámetro, dadas las condicionantes descritas, requiere de tres intentos con coeficientes de variación inferiores al 3%.

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2.2.5. Medición de presiones

Objetivo: valorar las presiones máximas del niño (a).

PRESIÓN INSPIRATORIA MÁXIMA: se define como la presión generada en la boca durante un esfuerzo inspiratorio máximo realizado desde la capacidad residual funcional (espiración máxima). Se utiliza como dato de base para indicar la capacidad ventilatoria, la debilidad de los músculos inspiratorios, el entrenamiento muscular inspiratorio, criterios de evolución, criterios de pronóstico y monitoreo. Para su registro se utilizarán tres repeticiones de 2 segundos de duración por 10 segundos de reposo cada una, aceptando coeficientes de variación inferiores al 5%.

PRESIÓN ESPIRATORIA MÁXIMA: se define como la máxima presión estática que generan los músculos espiratorios desde la capacidad pulmonar total, más la presión elástica pasiva de la retracción del sistema toraco-pulmonar. Su relevancia se manifiesta por la capacidad que traduce como energía potencial del mecanismo de tos. Para su registro se utilizarán tres repeticiones de 2 segundos de duración por 10 segundos de reposo cada una, aceptando coeficientes de variación inferiores al 5%.

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Nomenclatura Descripción Objetivo

PFVB

Condición basal que presentan variables traductoras del costo empleado para mantener un adecuado intercambio de gases. Se monitorizan en reposo a fin de observar su comportamiento a tasa metabólica basal, excepto las esfuerzo dependientes. Susceptibles de modificarse por condiciones antropométricas y demográficas. Los controladores deberán garantizar la correcta medición de los registros cumpliendo con todos los criterios de seguridad para el evaluado.

Estimar el rendimiento ventilatorio del niño (a) en el contexto de conocer el estado y la reserva del sistema cardio-pulmonar.

Variables Las variables correspondientes a PFVB se registran en reposo y capacidad máxima, considerando la particularidad de los protocolos.

En reposo:

FV: Frecuencia ventilatoria expresada en ciclos por minuto (cpm).VM: Volumen minuto, expresión estimada del volumen corriente en función del peso(ml/kg de peso corporal).SapO2: Oximetría de pulso, expresión del porcentaje de saturación de O2 en sangre.

A capacidad máxima:

FEM: Flujo espiratorio máximo expresado en litros/minuto.PIM: Presión inspiratoria máxima expresada en cmH20 (-).PEM: Presión espiratoria máxima expresada en cmH20 (+).

Pruebas de función ventilatoria básica (PFVB): denominaremos al grupo de mediciones que entregan una visión integral de las principales variables mecánicas del sistema ventilatorio, las cuales son fundamentales para mantener el equilibrio de las cargas que deben ser contenidas por la bomba del sistema tóraco-pulmonar.

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ProcedimientoLa ejecución de las pruebas de función ventilatoria se miden en una rotativa que asegure la estimación de los traductores del estado metabólico basal (FV, SapO2) y la réplica de los protocolos para las pruebas esfuerzo dependientes. Deben participar al menos dos evaluadores para optimizar la confiabilidad y la validez, registrando el valor más estable de tres mediciones. De esta manera se deberán cumplir las siguientes funciones:

• Registro de la frecuencia ventilatoria y oximetría de pulso en reposo. • Registro de pruebas esfuerzo dependiente según protocolos considerando el estímulo

para obtener el mejor esfuerzo.

Norma de seguridad: estas pruebas de monitorización permiten establecer las condiciones fisiológicas basales de un niño (a), las cuales en función de sus respectivos rendimientos y de sus percepciones pueden dar cuenta de la viabilidad de otras condiciones de mayor demanda física.

Comportamiento de la normalidad Se entiende como la respuesta de acuerdo a las exigencias establecidas por la reproducibilidad del protocolo propuesto, también al perfil de los “n” conocidos y expresados en las variables medidas durante el desarrollo de las pruebas. De esta manera, en los resultados se pueden ubicar los rendimientos correspondientes a los distintos percentiles considerando la edad (Tablas 15 y 16).La interacción del comportamiento de las variables medidas permite diagnosticar el rendimiento del sujeto frente a estas pruebas.

MaterialesFicha de registro.Camilla.Calculadora.Cronómetro.Oxímetro de pulso.Flujómetro.Pimómetro.Balanza y tallímetro.Normograma de talla, edad y peso.

Cálculos• Determine valores de referencia según normograma.• Tome frecuencia ventilatoria en reposo durante 60 segundos.• Estime volumen minuto considerando la frecuencia ventilatoria y el volumen corriente

esperado según el peso. • Registre oximetría en dedo medio o índice con adecuada curva del osciloscopio.• Mida FEM 3 veces y registre promedio.• Mida PIM 3 veces y registre promedio.• Mida PEM 3 veces y registre promedio.

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VariableEdad

(Años) P10 P25 P50 P75 P90

Frecuencia ventilatoria (ciclos por minuto)

6 15 17 20 24 25

7 16 18 20 23 25

8 15 17 19 21 24

9 14 17 19 20 22

10 13 15 18 20 23

Frecuencia cardiaca (latidos por minuto)

6 75 84 92 101 110

7 75 82 87 94 104

8 71 76 83 93 102

9 73 76 83 92 102

10 71 75 83 90 98

Oximetría de pulso (% SpO2)

6 96 97 98 98 99

7 96 97 98 98 98

8 95 96 97 98 99

9 96 97 98 98 99

10 96 97 98 98 99

Ventilación minuto (ml/kg)

6 2189 2539 3053 3499 3860

7 2317 2786 3231 3954 4796

8 2561 2975 3402 3931 4740

9 2733 3154 3722 4264 4707

10 3017 3477 4057 5552 6491

Flujo espiratorio máximo

(l/minuto)

6 190 210 240 260 290

7 169 200 240 260 301

8 214 240 270 310 330

9 240 270 310 330 360

10 300 320 350 370 400

Tabla 15. Percentiles para frecuencia ventilatoria, frecuencia cardiaca, oximetría de pulso, volumen minuto teórico y flujo espiratorio máximo de una muestra de 381 niñas y niños de la región del Maule.

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NiñasEdad

(Años) P10 P25 P50 P75 P90

PIM (cmH2O)

6 -38 -46 -56 -72 -85

7 -47 -56 -63 -84 -97

8 -57 -61 -75 -90 -108

9 -55 -64 -77 -92 -105

10 -49 -65 -79 -105 -114

PEM(cmH2O)

6 46 55 65 74 83

7 49 61 76 80 85

8 62 70 88 85 90

9 61 66 90 86 92

10 59 63 95 90 92

NiñosEdad

(Años) P10 P25 P50 P75 P90

PIM (cmH2O)

6 -45 -54 -65 -74 -84

7 -55 -73 -76 -91 -99

8 -63 -80 -88 -98 -109

9 -56 -68 -90 -103 -111

10 -69 -80 -95 -106 -111

PEM(cmH2O)

6 54 61 73 77 88

7 67 70 77 81 90

8 66 75 82 89 90

9 65 79 86 90 91

10 73 85 89 91 93

Tabla16. Valores de presión ventilatoria según edad en una muestra de 381 niñas y niños de la región del Maule.

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Para complementar el objetivo del capítulo, desarrolle las siguientes interrogantes:

1. ¿Cómo se definen las pruebas de función ventilatoria?

2. Qué dimensiones de movimiento se relacionan?

3. ¿Qué mide la frecuencia ventilatoria?

4. ¿Qué mide el volumen minuto?

5. ¿Qué mide la saturación de oxígeno?

6. ¿Qué mide la flujometría?

7. ¿Qué miden las presiones máximas?

8. ¿Qué materiales son imprescindibles para realizar las pruebas ventilatorias?

9. ¿Qué aspectos de confiabilidad es necesario cautelar? ¿Cómo?

10. ¿Qué aspectos de la validez es necesario cautelar? ¿Cómo?

11. ¿Qué indicaciones críticas se deben dar al niño (a)?

12. ¿Cómo se describe el comportamiento normal de FV para un niño de 9 años?

13. Si un niño de 10 años tiene una FV de 20 ciclos/minuto, FEM de 300 litros/minuto, ¿qué infiere?

14. ¿Por qué el coeficiente de variación es de 3% y 5% para FEM y PIM, respectivamente?

15. Esquematice y justifique: ¿por qué la PIM y PEM se expresan numéricamente con diferente signo?

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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS ESCOGIDAS

FUENTES, C., GRIMALT, R., GUMIEL, J. (2010). Valores referenciales de la función ventilatoria medida en terreno en niños escolares de 9 a 14 años de la región del Maule. Tesis de Licenciatura en Kinesiología. Universidad Católica del Maule.

JARA R., SALDíAS S. (2010). Valores referenciales de función ventilatoria medida en terreno a través de parámetros clínicos relevantes en niños escolares sanos de 6 a 10 años de la región del Maule. Tesis de Licenciatura en Kinesiología. Universidad Católica del Maule.

POWER, A., ARANEDA, C., ADASME, L., VALLEJOS, J., BRAVO G. (1997). Estudio del Flujo Espiratorio Máximo en Escolares del Gran Santiago. Revista Kinesiología 46, 13-16.

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AMPARITO. Expresión de movimiento divergente en terreno irregular.

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3.1. LA MEDICIÓN

La valoración de la función y el movimiento humano es un dilema que a los profesionales involucrados tensiona tanto en sus experiencias como en los fundamentos con que desarrollan sus prácticas. Para ello, las herramientas y las metodologías que usan deben enfrentar los factores subjetivos presentes en todo acto de asignar valores o declarar juicios ponderados. Cuando los instrumentos intentan suprimir tales dificultades, como por ejemplo la colaboración del evaluado o el entendimiento de una determinada solicitud, emergen variables que imponen un sesgo crítico para el evaluador. En esto la transmisión automática de procedimientos generados en otros contextos podría actuar de forma dramática sobre aspectos culturales que impiden la validez. En el extremo contrario, disponer de instrumentos con propiedades clinimétricas en una región como la nuestra se puede considerar como una decisión estratégica que nos permita conocer y comparar los resultados obtenidos a fin de proporcionar una mejor calidad en el ejercicio de nuestros procedimientos.

3. DETERMINANTES DE LA INFORMACIÓN

Objetivo: respetar condiciones biométricas para asegurar la aplicabilidad de la información.

El comportamiento de los resultados de un niño (a) en particular se pueden comparar con los datos referenciales para ubicarlos en un contexto de tendencia central o de dispersión según clasifique la condición medida por el kinesiólogo. En esta síntesis, cada dato al posicionarse permitirá la identificación de un perfil específico según el número de herramientas aplicadas en los dominios de función, movimiento y salud.

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Evaluar las propiedades biométricas de una determinada herramienta es un criterio de calidad ineludible en nuestros días, sin embargo, también esto pasa por cumplir con las posibilidades reales de lograr tal cometido. Las dos características métricas esenciales para valorar la precisión de un instrumento son la confiabilidad y la validez, en tanto la aplicación de las herramientas según la pertinencia asociada a los contextos es la aplicabilidad clinimétrica.

Aceptando que las herramientas utilizadas previamente permiten construir perfiles integrales se hace imprescindible que tales instrumentos cumplan con las siguientes exigencias.

3.2. CONFIABILIDAD

Se refiere a la condición de la estabilidad del dato obtenido, en ello interactúan las características de la variabilidad intrínseca del evaluado, máxime en pruebas de esfuerzo dependientes, las condicionantes del evaluador en su experticia para reconocer cuando un valor cumple con los criterios, el respeto por los principios críticos que operan en el acto de medir y el control de los márgenes de error. Cuando el acto de medir además debe ser ejecutado por más de un sujeto, la condición de confianza sufre el efecto de la variabilidad de las potenciales fuentes de error asociadas al aumento en el número de posibilidades de interacción. Y, por último, la dispersión que ofrece el propio instrumento en su estructura técnica, ejemplos de ello son la pérdida de la calibración o la falta de aplicación de los preceptos con que se opera. La literatura para las distintas consideraciones de reproducibilidad y consistencia establece tipos específicos que requieren de diferentes abordajes estadísticos:

• Confiabilidad del instrumento

• Confiabilidad intra-evaluador

• Confiabilidad inter-evaluador

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Figura 5. Confiabilidad del instrumento. En este caso el test-retest, se utiliza para establecer si un instrumento mide una variable con consistencia.

Figura 6. Confiabilidad de evaluadores. Se utiliza para establecer si un evaluador (observa-dor humano) mide una variable con consistencia, en donde tanto el instrumento como la variable respuesta son consideradas estables.

Figura 7. Confiabilidad inter-evaluador versus intra-evaluador.

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3.3. VALIDEZ

Su condición de propiedad sicométrica, estrechamente vinculada a la anterior, indica que la medición ha de ser realizada con un constructo que reproduzca fielmente la intencionalidad de la medición, a saber, que “la medición mida lo que dice medir”. Por tanto, los resultados del acto de medir deben reflejar la “condición del fenómeno real”. Desde este punto de partida, los actos de medición poseerán:

Validez interna, si los contextos donde se ejecutaron las mediciones son capaces de discriminar diferentes condiciones, como por ejemplo la manipulación de la variable medida.

Validez externa, si los resultados obtenidos por las mediciones se pueden proyectar a otros grupos de características similares.

La validez se desea que en forma progresiva vaya consolidando etapas para garantizar mejores o mayores niveles de rigor, así, existe.

• Validez de fachada

• Validez de contenido

• Validez de criterio

• Validez de constructo

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3.4. APLICABILIDAD

Es la elección de un determinado método descrito pormenorizadamente que permita su accesibilidad principalmente económica, sin embargo, también viable en términos logísticos cautelando la disponibilidad del sujeto de control en un contexto de seguridad fisiológica y respetando los principios técnicos de lo que se pretende medir.

La aplicabilidad clínica, en conjunto a la confiabilidad y la validez, conforman un concepto acuñado en 1982 denominado clinimetría: “La medición o descripción práctica de síntomas, signos y hallazgos de laboratorio a través de escalas, índices y otros instrumentos cuantitativos”.

Figura 8. Evolución de la medición.

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Para complementar el objetivo del capítulo, desarrolle las siguientes interrogantes:

1. Dé un ejemplo concreto de medición en kinesiología. Especifique la unidad de medida.

2. Defina en 40 palabras o ejemplifique la confiabilidad intra-evaluador.

3. Defina en 40 palabras o ejemplifique la confiabilidad inter-evaluador.

4. Defina en 40 palabras o ejemplifique la confiabilidad intra-sujeto.

5. Defina en 40 palabras o ejemplifique la confiabilidad del instrumento.

6. Referencie un estudio que posea validez de fachada.

7. Referencie un estudio que posea validez de contenido.

8. Referencie un estudio que posea validez de criterio.

9. Referencie un estudio que posea validez de constructo.

10. En 250 palabras manuscritas, describa un método que posea aplicabilidad clínica.

11. ¿Qué método o instrumento que cumpla con las propiedades clinimétricas descritas podría referenciar? Fundamente su respuesta.

12. Reconozca la validez interna y externa de los métodos o instrumentos inmersos en los diferentes niveles patokinesiológicos descritos por H. Hislop en 1975. Fundamente su respuesta.

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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS ESCOGIDAS

ARANEDA, P. & MEDINA, P. (2009). Propiedades clinimétricas de un nuevo método de evaluación para musculatura cervical flexo-extensora en un grupo de adultos asintomáticos de la ciudad de Talca. Tesis de Licenciatura en Kinesiología. Talca, Universidad Católica del Maule.

LÓPEz A. (2003). Confiabilidad de la medición: teoría y aplicaciones. Revista Kinesiología, N° 70, 5-8.

SERÓN P. & LÓPEz A. (2004). Validez: ¿qué es y para qué sirve? Revista Kinesiología. N° 75, 38- 42.

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HERNÁN. Uso de extremidades superiores como recurso de intimidación.

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Se considerarán como alteraciones o disfunciones aquellos resultados que se ubiquen con desviaciones estándar superiores o inferiores a las permitidas de acuerdo a la prueba, de la misma manera datos que excedan los percentiles establecidos como límites inferiores o superiores se categorizarán como variables problemas y, por tanto, serán jerarquizadas y justificadas en su mérito para darles la intervención respectiva.

4.1. USO DE ESTRATEGIAS PARA PROBLEMATIZAR

Establecido el razonamiento como el mecanismo para construir diagnósticos, se debe decidir o tal vez consensuar cómo instauramos un formato que permita desarrollar una estrategia confiable para generar las preguntas pertinentes en cada una de las etapas que condicionan su construcción. Rothstein J. 1986 invistió a la decisión clínica como la categoría más importante para estimular la relación entre la examinación del caso y la planificación de la intervención. Acto seguido, desarrolló la sistematización de preguntas que identificaban, o no, los problemas del paciente como recurso para hipotetizar el diagnóstico por medio de una estrategia que, en base a las respuestas, permitía un flujograma concadenado de decisiones. En el intertanto, el uso de variadas aplicaciones del razonamiento clínico clásico, la incorporación de los patrones diagnósticos APTA (Asociación Americana de Terapia Física) o la aplicación de la estrategia CIF (Clasificación Internacional de la Funcionalidad) no han sido recursos del todo internalizados en la práctica sistemática y periódica del quehacer. No obstante, la exploración epistémica para resolver este propósito ha permitido la delimitación y los alcances del uso de las estrategias para problematizar, las cuales emergen complementariamente a la operacionalización del modelo FDMH (Función - Disfunción del

4. DETECCIÓN DE PROBLEMAS

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movimiento humano) resignificando datos propios, el contexto funcional referido por análisis patokinesiológico, las gráficas de desbalance y las síntesis jerarquizadas.

4.2. EL ANÁLISIS DEL DÉFICIT SEGÚN DATOS DE REFERENCIAS

Un primer nivel de análisis para los datos obtenidos durante el proceso de test y mediciones es determinar qué tan cerca se encuentra de una información patrón o de referencia. Sin lugar a dudas, esta forma de razonamiento involucra el desafío continuo de tener a disposición datos de referencia aplicables a los diferentes contextos, dependientes de la capacidad de moverse hábil, y eficientemente. En este contexto, la propuesta de razonamiento contempla utilizar estadígrafos descriptivos, considerando tanto tendencia central con su respectiva dispersión (ej: promedio y desviación estándar) como medidas de posición (ej: percentiles).

Esta información decanta en el modelo FDMH tanto para el dominio movimiento como salud/enfermedad (S/E), en donde la propuesta para la disposición de datos con tendencia central es ubicar el promedio en el centro del movimiento positivo, mientras que ± 1 desviación estándar como límites superior e inferior. De esta manera, el límite inferior del movimiento positivo se ubicará en el centro del modelo (convergencia de los tres dominios). Del mismo modo, el dominio S/E ubica puntos según datos de referencia, pero es importante asumir que la tendencia del riesgo, sintomatología o enfermedad manifiestan un comportamiento bilateral, por lo que sobrepasar los límites tanto superior como inferior traducirá contextos de enfermedad.

Cuando se dispone de información con datos de posición, el análisis posee ciertas particularidades, las cuales a modo de propuesta contemplan el percentil 25 como un hipotético punto central en el modelo, el cual representaría el límite inferior del movimiento positivo, así como la salud con factores de riesgo múltiples.

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Cabe destacar que esta propuesta es discutible y deberá ser sometida a análisis continuo dependiendo de las características particulares de las variables analizadas, además la decisión acerca de cuál estrategia de representación de datos es la más apropiada deberá ser foco de discusión con los expertos en diferentes áreas afines.

4.3. EL PROBLEMA SEGÚN CONTEXTO FUNCIONAL

Independiente de las categorizaciones numéricas de los datos para establecer diferentes grados de déficits (leve-moderado-severo), el contexto funcional gobierna la ubicación jerárquica de las problemáticas. Es así como un problema de categorización de déficit leve puede ser principal en relación a alguna dificultad de déficit severo; es en este punto en el cual el contexto funcional es relevante, pues es necesario reflexionar que el movimiento aporta hacia una función integral eficiente y eficaz, asumiendo el movimiento con intención (Figura 10). Esto además releva aspectos complejos de la función-disfunción, tales como el social, emocional o cultural, los cuales también se materializan en necesidades de expresión de movimiento y función.

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Figura 10. Contexto funcional general relacionado a los aportes de dimensiones del dominio función-disfunción.

Donde:

Σ = Sumatoria del aporte de todas las dimensiones de la función disfunción del movimiento humano hacia el contexto funcional general.

Sector color negro: El dominio función-disfunción contempla en la definición de su constructo el contexto funcional general, el que considera una mirada integral del sujeto asumiendo la “sumatoria” de expresiones de movimientos para los diferentes niveles de complejidad biológica y social. Es importante considerar que es en este momento cuando se demuestra la interrelación de las dimensiones declaradas.

Sector color gris: El movimiento se expresa en diferentes niveles de complejidad biológica y social, los que son operacionalizados como dimensiones del dominio función-disfunción. En este escenario, cada una de estas dimensiones aportaría con un peso específico a la manifestación del contexto general del sujeto, por tanto, este aporte para una teórica sumatoria no necesariamente está determinado de manera equilibrada, lo que se representa con vectores de diferente grosor. Complementando lo anterior, se ejemplifica implícitamente que podrían coexistir estados de función específica de niveles inferiores con manifestaciones de disfunción en niveles superiores, este planteamiento podría contribuir a explicar el concepto “reserva funcional”.

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Considerando los factores descritos resulta pertinente ejemplificar algunas situaciones que tensionan la jerarquización de problemáticas asociadas al contexto funcional explorado. Al respecto, el género condiciona la expresión de movimiento, dadas condicionantes culturales y fisiológicas, por lo que el análisis debe visualizar estos contextos. Por tanto, el contexto funcional de un sujeto de género femenino es diferente al CF de un sujeto masculino. Se ha reportado que los escolares básicos masculinos durante recreos juegan en diferentes lugares y se desplazan más que las de género femenino, las cuales se reúnen y conversan. En esta misma perspectiva, la edad juega un rol fundamental, además del hábitat de esta persona, lo que puede condicionar funciones tan específicas como la capacidad de desplazarse en terreno irregular, que requerirá un aporte sustantivo de la dimensión del movimiento humano (DMH) adaptabilidad.

Por tanto, los aspectos demográficos, antropométricos y culturales juegan un papel fundamental y se deben siempre vincular al proceso reflexivo que se relaciona al razonamiento profesional en Kinesiología. En este contexto, es importante recapitular lo expuesto por H. Hislop en la décima lectura Mc Milllan, en la cual se plantea el concepto de patokinesiología como eje de razonamiento, en donde el movimiento se expresa en diferentes niveles de complejidad humana (celular a familia).

4.4. EL ANÁLISIS DE DESBALANCE

Se entiende como una base para el estudio de las disfunciones del movimiento humano en contextos funcionales delimitados, cuya caracterización desagrega los componentes para darles cierta posición o rol en el equilibrio/desequilibrio del nivel analizado. Las variables adquieren la condición de cargas cuando son fenómenos biofísicos que incrementan los costos mecánicos o fisiológicos para operar, asistencias cuando estamos ante ajustes internos o soportes externos mecánicos o fisiológicos que estabilizan los costos de operación y traductores si un conjunto de variables permiten evidenciar o visibilizar adecuadamente las tendencias que resultan de los análisis de desbalance. Esta metodología,

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al ser complementada por la gráfica de una palanca de inter-apoyo, considerando la magnitud de los brazos y la intensidad de las cargas o las asistencias involucradas, podría representar la evolución pronóstica en el equilibrio o desequilibrio del nivel analizado.

Figura 11. Esquematización del balance-desbalance.

Desbalance por incremento de la carga mostrando la insuficiencia de las asistencias con el consiguiente aumento del costo energético para el sistema. La gráfica postula comparativamente una determinada situación específica, donde se observa la función y la disfunción asociada al cambio en el comportamiento de las variables constituyentes del balance del nivel analizado.

a: Sistema en situación de balance que no evidencia disfunción para el nivel analizado.

b: Sistema en desbalance por el aumento de la carga, disminución en el tiempo y la intensidad de la asistencia.

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Figura 12. Importancia de la problematización jerarquizada para el razonamiento profesional.

Es importante considerar que en esta etapa la inversión de tiempo en un pormenorizado análisis de las problemáticas implica la búsqueda de la elaboración de una sólida decisión clínica o contextual, la cual permitirá establecer un soporte que definirá los aspectos centrales del próximo proceso de razonamiento, cuyos énfasis se pondrán a disposición preferencialmente de seleccionar, en base a un exigente análisis, la mejor evidencia disponible para ejecutar las acciones que buscan modificar el estado basal.

4.5. PROBLEMATIZACIÓN JERARQUIZADA

Toda vez que se disponga de una decisión en relación a la priorización de problemas, esta se debe declarar de manera jerarquizada. En este contexto, la ventaja operativa de este proceso es garantizar un razonamiento pertinente a la realidad del sujeto mediante el diagnóstico de la función-disfunción del movimiento, un pronóstico hacia el seguimiento de variables relevantes y el planteamiento de estrategias de intervención efectivas.

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Para complementar el objetivo del capítulo, desarrolle las siguientes interrogantes:

1. ¿Cuál es la relevancia de contar con datos referenciales?

2. ¿Por qué se debe declarar el contexto funcional?

3. ¿Cuál es el propósito del modelo patokinesiológico?

4. ¿Cuál es el propósito del modelo de desbalance?

5. ¿Por qué se debe utilizar una estrategia de problematización?

6. ¿Por qué se debe justificar la problemática?

7. ¿Por qué se debe categorizar la problemática?

8. ¿Por qué se debe jerarquizar la problemática?

9. Una vez establecida la problemática, ¿cuáles son las interacciones que se derivan?

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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS ESCOGIDAS

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Registro sintético de la interpretación de los resultados. Tratándose de una creación particular dada por las variables que forman parte del análisis, se hace notar que su operacionalización debe contener el contexto de funcionalidad, las alteraciones de movimiento y la respectiva asociación o causalidad del sistema o la condición de que están al servicio del movimiento aludido como foco de origen.

5.1. FUNDAMENTO

Uno de los pilares sobre el cual descansa la tarea de hacer Kinesiología, reside en consolidar un lenguaje propio de manera que refuerce el fundamento teórico y complemente la aplicación práctica con el razonamiento clínico. La operacionalización de este cometido sugiere analizar los productos de las etapas previas de caracterización demográfica, fisiológica, movimiento y funcionalidad a través de indicadores atingentes con la perspectiva de una construcción creativa de una realidad denominada diagnóstico.

Los antecedentes disponibles en la literatura y los valiosos aportes hacia la disciplina y profesión de los modelos epistemológicos, han permitido reflexionar en torno a la caracterización clínica del movimiento humano. En este sentido, construir, proponer y ejemplificar una metodología práctica basada en los principios teóricos declarados, fundamentalmente en el modelo FDMH, utilizando dimensiones y herramientas obtenidas de experiencias particulares, permite la caracterización según perfiles interrelacionados de acuerdo a estados de función, movimiento y salud, en este caso de niños y niñas.

5. DIAGNÓSTICO

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Es posible que en este ejercicio utilicemos de manera necesariamente reducida algunos conceptos a fin de optimizar los alcances pedagógicos de la propuesta, sin embargo, estas concesiones tienen el único propósito de mejorar la aplicación de las metodologías procedimentales. Para ello, la estructura diagnóstica, junto a la caracterización, tendrá que incorporar al contexto funcional los dominios de función, movimiento y salud correspondientes.

5.2. CONTEXTO FUNCIONAL (CF)

Desde este principio de acción, se rescata la mención hacia el concepto declarado por la RAE,12 “capacidad de actuar”, lo que se puede extrapolar hacia movimiento e intención de este. En consecuencia, se entenderá como “expresión de movimiento que posee una intención, un impulso o un instinto fundamental”. En estas condiciones, la determinación del contexto funcional es un constructo relevante pues entrega los elementos esenciales para el desarrollo del razonamiento clínico independientemente del nivel jerárquico. En términos de persona, la función expresa concretamente las capacidades que posee el individuo para resolver los problemas del medio ambiente movilizando recursos de tipo físico, cognitivo y social, que lo habilitan para enfrentar en forma autónoma y efectiva las demandas impuestas.

5.3. DOMINIO FUNCIÓN-DISFUNCIÓN

El dominio función-disfunción (F-D) tiene una relación cercana y directa con el constructo de evaluación dado por el CF, en este sentido, aquí se encuentra el inicio del razonamiento. El dominio F-D considera dimensiones basadas en los niveles de jerarquización propuestos por el modelo de patokinesiología y complementados por la teoría del movimiento continuo. De este modo, encontramos las dimensiones en los niveles de molécula,

12 Real Academia Española: “función, capacidad de actuar propia de los seres vivos y de sus órganos y de las máquinas o instrumentos”.

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célula, tejidos, órgano, sistema, persona en la familia (ambiente) y sociedad. Al momento de operacionalizar el diagnóstico, emerge la necesidad de disponer de herramientas que permitan cuantificar y/o describir los fenómenos biofísicos que traducen el estado de función-disfunción del movimiento asociado a los diferentes niveles jerárquicos propuestos. Cabe reconocer que existe una gran cantidad de información encriptada en la literatura disponible que expone los niveles de acción en donde se concentran los esfuerzos de intervención de la Kinesiología; al respecto se propone que el impacto de la terapia física se encuentra entre los niveles de tejido y persona, lo que sin lugar a dudas plantea una brecha para el resto de los niveles. En este sentido, es necesario completar con pertinencia interpretativa y creativa los espacios concernientes a las herramientas que traducen los estados de función y disfunción del movimiento humano para los restantes niveles jerárquicos. De este modo, se han identificado herramientas que caracterizan diferentes estados de F-D para el nivel de persona, sin embargo, el espectro es aún reducido concentrándose el análisis básicamente en el ciclo ontogénico del envejecimiento mediante la descripción de actividades de la vida diaria, en tanto específicamente para el crecimiento de los niños la casi inexistencia de proformas que delimiten la F-D, resulta más desafiante.

5.4. DOMINIO MOVIMIENTO + / ~

Asumiendo las consideraciones previas, podemos definir el dominio de movimiento como un “gesto motor específico e inducido”. El dominio de movimiento comprende básicamente calidad y cantidad de este, al respecto, es aquí donde la pertinencia del kinesiólogo con sus herramientas de medición cobra un valor fundamental. Las dimensiones del movimiento deben incorporar: fuerza, flexibilidad, velocidad, precisión, adaptabilidad y tolerancia a la fatiga. Cada una de estas dimensiones puede ser caracterizada en base a las pruebas y mediciones conocidas, sin embargo, no es menor señalar que las herramientas disponibles exhiben un proceso de maduración permanente sobre todo en lo concerniente a propiedades clinimétricas de confiabilidad, validez y aplicabilidad. un punto anexo que propone necesidades y desafíos en el campo de la epidemiología

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en kinesiología se concentra en el proceso de evaluación de los datos obtenidos, pues se dispone de escasa información acerca de la expresión de movimiento para diferentes niveles jerárquicos, así como contextos dados por la demografía, antropometría e historial “motor” del sujeto.

5.5. DOMINIO SALUD-ENFERMEDAD

La concepción de que los sistemas al servicio del movimiento cobran relevancia dependiendo de si exhiben un riesgo o un compromiso local, sistémico, agudo o crónico, lo observamos como eventuales asociaciones o definitivas causalidades relacionadas, las cuales radican en los contextos cardio-pulmonares, músculo-esqueléticos, neuro-musculares y tegumentarios. Es importante aclarar que “esta mirada” sistémica permite establecer el aporte de salud-enfermedad con una marcada limitación en relación a lo ofrecido por el dominio función-disfunción, pues involucra solo un nivel de análisis. Asumiendo estas limitaciones, y considerando que el indicador de resultados más sensible para determinar el estado de salud enfermedad se encuentra en la percepción sintomática o asintomática del sujeto, el dominio salud-enfermedad se puede definir como “estado dinámico a nivel de sistemas el cual tiene su categorización en base a la percepción del sujeto”. El dominio salud-enfermedad para el kinesiólogo debe evolucionar hacia una mirada de autonomía que se fundamenta en buscar respuestas tanto a nivel disciplinar como interdisciplinar, en donde la derivación a otras profesiones de la salud cobra relevancia y pertinencia, no obstante, operacionalmente se propone que la determinación de salud o enfermedad dependa de la percepción del sujeto. La caracterización de los sistemas propuestos se plantea de manera descriptiva, por tanto, dependen en primera instancia del grado de percepción del sujeto en relación a sintomatología (enfermedad) o asintomatología (salud). Cuando se refiere un contexto asintomático (percepción de salud buena) es importante definir los factores de riesgo, los cuales se entienden como los fenómenos biofísicos que pueden comprometer uno o más sistemas al servicio del movimiento, en concordancia, el grado de severidad categorizada dependerá del número de sistemas potencialmente comprometidos por cada factor de riesgo.

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Por su parte, el contexto de sintomatología surge de una respuesta “regular” o “mala” en relación a percepción de salud y su categorización (leve-moderado-severo) no depende necesariamente del número de sistemas comprometidos, sino que de los estados de evolución temporal (crónico-agudo), progresión, compensación y reversibilidad. En consecuencia, se proponen las categorizaciones para el contexto de enfermedad, las cuales se fundamentan en el complemento de los elementos descritos. Es importante destacar que a pesar de que el modelo busca caracterizar al sujeto independiente del diagnóstico de otros profesionales de la salud, se debe considerar este antecedente como un elemento complementario para la toma de decisiones. Un aspecto relevante considera el aporte de un tutor cuando la comunicación del paciente no lo permite.

Relevancia aparte se puede atribuir a todas las condicionantes socio-culturales y económicas que influyen en las características perceptivas de salud que tienen las distintas poblaciones, las cuales también contribuyen sin duda en su causalidad a ser factores explicativos de comportamientos de movimiento y función de acuerdo a su cosmovisión.

5.6. LA PROPUESTA DE SOLUCIÓN

El acercamiento hacia una solución para el dilema que imponen las problemáticas de función y movimiento en un sujeto o en un contexto exige la síntesis de tales condiciones, se debe considerar que para esto no existen estereotipos, recetas o protocolos, dado que se trata de un acto fundamentalmente reflexivo. En este sentido, las posibilidades de enfoque que ofrece un razonamiento hipotético deductivo son guías de acción, es así como la toma de decisiones se basará en la adquisición y aplicación de principios según nuestro modelo epistémico para esa particularidad.

Considerando publicaciones previas del modelo FDMH es que hacia el final del texto se expondrán ejemplificaciones con el razonamiento pertinente hasta llegar a la declaración del diagnóstico, entendido como una generación de conocimiento mediante la aplicación de estrategias de medición y evaluación pertinentes a un modelo que considera como eje la FDMH.

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El diagnóstico en particular para el kinesiólogo resulta del proceso de razonamiento clínico, identificando las características y los factores que afectan explícitamente la expresión de función producto de las condiciones de movimiento; de esta forma guiará el pronóstico y orientará las estrategias de intervención referidas estrictamente a las particularidades que permiten las capacidades de moverse hábil y eficientemente. En tal escenario epistémico, la operacionalización del modelo FDMH, emerge para intentar responder a esta inquietud, con una propuesta estructurada que considera la función de acuerdo al modelo jerárquico de Helen Hislop como elemento central, caracterizado por el análisis del contexto funcional en el que se produce movimiento de acuerdo a un modelo multidimensional y asociado a estados de salud-enfermedad.

Por otra parte, la perspectiva académica incorpora los conceptos de salud-enfermedad proyectando los dependientes de la función y el movimiento, así plantea que el diagnóstico es un producto sin adjetivos calificativos, a saber, síntesis de la problemática; como tal requiere de una estrategia probada que permita su andamiaje, el razonamiento hipotético deductivo y posteriormente el cuestionamiento permanente de su estructura como entidad verbal probabilística que es, simplemente será una consecuencia del rigor metodológico con el cual se opera en la práctica.

5.7. USO DE MODELO FUNCIÓN-DISFUNCIÓN

Con relación a la manipulación y la implementación del modelo asumida como espacio tridimensional conformado por vectores representantes de pares conceptuales es necesario consensuar los límites superiores, los rangos de normalidad, las zonas de riesgo y los respectivos límites inferiores. Estas zonas dinámicas son dependientes en primer lugar de los contextos que se utilicen para realizar diagnóstico, no obstante estén determinadas por los sistemas de asignación de valores cuantitativos o cualitativos.

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Para complementar el objetivo del capítulo, desarrolle las siguientes interrogantes:

1. Defina diagnóstico.

2. ¿Qué modelos de razonamiento se usan en Kinesiología?

3. Defina contexto funcional general.

4. Defina el dominio función-disfunción.

5. Defina el dominio movimiento.

6. Defina el dominio salud-enfermedad.

7. ¿Cómo se utiliza el modelo FDMH?

8. En 250 palabras elabore un caso hipotético de escolar y desarrolle los perfiles de función, movimiento y salud, utilizando los dominios y dimensiones propuestos en el documento “Operacionalización del modelo FDMH”.

9. Establezca y fundamente según evidencia existente un contexto funcional para: lactante, pre-escolar y escolar.

10. ¿Qué fases del contexto descrito son cuantificables de acuerdo a eficiencia mecánica y fisiológica?

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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS ESCOGIDAS

AMERICAN PHYSICAL THERAPY ASSOCIATION. (1995). A Guide to Physical Therapist Practice. Volume One: A Description of Patient Management. Physical Therapy, 75.

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HISLOP, H. (1975). The not-so-impossible dream. Tenth Mary McMillan Lecture. Physical Therapy; 55(1), 1069-1079.

MAUREIRA, H. (2007). Función y Disfunción del movimiento humano, un modelo comprensivo epistemológico. Documentos en Kinesiología Vol 1. Facultad Ciencias de la Salud. Talca, Universidad Católica del Maule.

MEDINA, P., REBOLLEDO, I., ESCOBAR, M. (2011). Operacionalización del modelo función-disfunción del movimiento humano. Revista Kinesiología, Vol 30 N°3, 46-57.

SHARMANN, S. (1998). Moving precisely? Or taking the path of least resistence? Twenty-Ninth Mary Mc Millan Lecture. Physical Therapy, 7, 1208-1218.

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En Kinesiología es necesaria la exploración razonada de la evolución del dato, teniendo en consideración las expectativas del interesado, la evidencia explicativa proporcionada por los antecedentes bibliográficos y la reflexión originada de los resultados de las variables medidas. El pronóstico se construye a partir de las posibilidades de una predicción informada en tanto tiempo y nivel de modificación de la variable incorporando las dosificaciones particulares del caso. En este contexto, el pronóstico busca el sentido de oportunidad, el cual se ampara en el juicio clínico y la mejor evidencia disponible. Su asertividad estará en directa relación con las posibilidades de obtener información fiable.

6.1. FACTORES DE RIESGO

Entendidos como el comportamiento límite de variables conocidas en sus valores referenciales para cualquiera de los dominios que involucra el modelo FDMH. Podemos ejemplificar que tales datos se refieren a la caracterización fisiológica o antropométrica del dominio salud, valores de velocidad o fuerza en el dominio de movimiento y también antecedentes de la caracterización de alimentación o aseo en el dominio función, los cuales se encuentran en zonas de transición (normalidad–anormalidad). La particularidad de esta información, para ser considerada como un factor de riesgo, es encontrarse en los extremos superiores o inferiores según corresponda a la condición de la variable con la posibilidad cierta de revertirlos con algún tipo de intervención documentada por la bibliografía. Se debe señalar que la clasificación es sumativa, porque cada uno de ellos incide en el desenvolvimiento de los otros dominios. Es posible estratificarlos cuando se cuenta con información estadística

6. PRONÓSTICO

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de dispersión o de posición, siempre de acuerdo a la especificidad de los contextos analizados.

6.2. FACTORES PRONÓSTICOS

Se refiere a la complicación de deterioros conocidos por la disminución del desempeño de variables que no necesariamente son consecuencia del problema original. En el contexto de enfermedad podría significar que a un compromiso sintomático se agrega una sobreinfección o el compromiso de otro sistema. En déficit de movimiento podríamos agregar una disminución de flexibilidad y en disfunción sobreagregar un obstáculo de orden socio-económico agravando una discapacidad. Los factores pronósticos no necesariamente tienen que ver con una estadística, sino que gravitan en la medida que para una situación establecida se producen aumentos de carga pudiendo ser los mismos factores de riesgo en un contexto de deterioro instalado en determinado dominio. El factor pronóstico viene a sobrecargar considerablemente el contexto funcional, ya que la posibilidad de disminuir su incidencia tiene un margen muy reducido de acción, léase restricción de la ventana terapéutica.

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Figura 13. Determinación de los factores de riesgo y pronósticos en el modelo función-disfunción del movimiento humano.

6.3 SENTIDO DE OPORTUNIDAD

Se entiende que cada escenario predictivo presenta la posibilidad de poder incorporar iniciativas de educación, gestión o intervención cuyos propósitos por su connotación apropiada las hacen particularmente susceptibles de provocar modificaciones en el curso de los acontecimientos diagnosticados. De esta manera, el sentido de oportunidad establece la posibilidad de demarcar una ventana de injerencia en una realidad que predictivamente es posible de modificar para beneficio del niño (a).

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6.4 ALTERNATIVAS PARA PRONOSTICAR

Las estrategias utilizadas para establecer predicciones referidas al curso evolutivo de las variables constituyentes de los dominios pueden ser: • Bibliográficas, cuando existe el desarrollo pormenorizado de

antecedentes poblacionales publicados de acuerdo a información sistematizada y avalada para aplicar el pronóstico en contextos pertinentes a la funcionalidad.

• Seguimiento con evolución natural, cuando se sabe que la ausencia de la intervención también predecirá el curso de una variable como resultado de la omisión. Este escenario aplica en contextos donde la autonomía del subsidiario de los servicios ha decidido libremente prescindir de ellos o no existe la alternativa de recibirla.

• Seguimiento con evolución post intervención, cuando el pronóstico se basa en la valoración sistemática del curso de las intervenciones. Esta estrategia permite reajustar oportunamente tendencias que no sean viables y, por tanto, delimitar la predicción.

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Para complementar el objetivo del capítulo, desarrolle las siguientes interrogantes:

1. Defina pronóstico.

2. ¿Qué modelos de razonamiento se usan para elaborar un pronóstico?

3. Defina factor de riesgo.

4. Defina factores pronósticos.

5. Defina sentido de oportunidad

6. ¿Qué tipos de pronóstico puede describir?

7. ¿Cómo se utiliza el modelo FDMH para pronosticar?

8. ¿Cómo se utiliza el modelo de balance-desbalance para pronosticar?

9. En 250 palabras, elabore un caso hipotético de lactante y determine factores de riesgo, pronóstico y sentido de oportunidad. Fundamente mediante evidencia pertinente al caso.

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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS ESCOGIDAS

AMERICAN PHYSICAL THERAPY ASSOCIATION. (1995). A Guide to Physical Therapist Practice. Volume One: A Description of Patient Management. Physical Therapy, 75.

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LÓPEz A., & ESCOBAR M. (2011). Pronóstico en Kinesiología: un acercamiento hacia la pretensión de la autonomía profesional. Revista Kinesiología, Vol 30, N°3, 46-57.

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Los avances sostenidos como disciplina autónoma nos han llevado a resolver nuevas problemáticas, mediante herramientas propias y pertinentes para las necesidades que presenta la caracterización del movimiento humano. Al respecto, la información da cuenta del creciente interés por la inclusión de publicaciones de escuelas y departamentos de Kinesiología que proporcionan permanente evidencia de alta calidad en el ejercicio profesional, otorgando cada vez mejores niveles de resolución. La intervención incorpora cualquier propósito de interacción que un kinesiólogo relacione con los cuidados del niño (a), aquí se manejan estrategias de comunicación, coordinación, indicación, instrucción, educación, gestión e intervenciones procedimentales de especialidad, las cuales son ponderadas apropiadamente de acuerdo al razonamiento profesional. Particular relevancia se ha observado en aquellas que posibilitan la detección de problemáticas de forma precoz y las que, asociadas con factores o estilos de aprendizaje de los subsidiarios de Kinesiología, permiten empoderarlos de forma proactiva en el propio manejo de sus disfunciones.

7.1. VENTANA TERAPÉUTICA

Está definida como aquel espacio de múltiple intervención en cualquier dimensión del modelo FDMH que cuente con la suficiente evidencia disponible para fundamentar su aplicación a través de las estrategias y los procedimientos recomendados. La ventana terapéutica se construye en base a las posibilidades de aplicar descompensaciones controladas para entregar estímulos suficientes e iniciadores de respuestas predecibles de compensación funcional o estructural que posibiliten el incremento o mejoramiento de su estado basal. Tales propósitos son derivados del movimiento como eje protagónico de la Kinesiología en su actuar.

7. INTERVENCIÓN

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Las intervenciones se planifican con el imperativo bioético de no hacer daño (no-maleficiencia), sin embargo esta actuación profesional no garantiza generar un cambio clínicamente significativo. De esta manera, la “decisión final” de utilizar una determinada intervención no termina con el planteamiento inicial de la dosificación, la cual es principalmente teórica, sino que es fundamental explorar el comportamiento de la propuesta aplicada en el subsidiario del tratamiento kinésico, recapitulando permanentemente la dualidad intervención-medición; con esto se logra determinar la “sobrecarga mínima” que cumplirá con el principio de beneficiencia. De la misma manera, además de determinar los mínimos aceptables, es relevante establecer la “sobrecarga máxima” que el paciente pueda tolerar sin gatillar daño, integrando los principios de autonomía y justicia en el abordaje. Por tanto, ambos límites referenciales constituyen el rango óptimo de las intervenciones que constituyen la ventana terapéutica, símil de los estándares con que debe operar un kinesiólogo autónomo.

Figura 14. Conceptualización de la ventana terapéutica y su relación con el razonamiento profesional. La ventana terapéutica considera todos los principios de dosificación declarados.

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Para garantizar una intervención efectiva es importante el continuo diálogo entre la propuesta de intervención inicial y la recapitulación del razonamiento hipotético deductivo aplicado al contexto. Cabe destacar que el espectro de dosificación asociado a la ventana terapéutica, será de mayor o menor magnitud dependiendo de la reserva funcional del sujeto y su complejidad, siendo en algunos casos tan pequeños que los límites de intervención deberán requerir un proceso constante de reexaminación. Así, la regulación de los procedimientos seleccionados transita en un espacio de intervención que enfrenta dos límites referenciales para trabajar con los estándares que permite una atención segura (sobrecarga mínima y máxima). Tal contexto, planificado con antelación, proporciona, independiente de la modalidad de trabajo elegida, los elementos que regulan y se integran en la práctica profesional.

7.2. INTERVENCIÓN TERAPÉUTICA BÁSICA

7.2.1. Conceptualización

La correcta interpretación de pruebas y mediciones se plasma en una problematización ajustada con un correspondiente diagnóstico que involucra importantes grados de pertinencia. En este sentido, la pregunta que queda por resolver se relaciona con ¿cómo se interviene una problemática asociada a la expresión de función caracterizada por diferentes dimensiones del movimiento que eventualmente son originadas por sintomatología o algún factor contextual identificable? Para acercarnos a resolver el dilema, es necesario profundizar el marco conceptual que fundamenta esta etapa. Según la Asociación Americana de Terapistas Físicos (APTA, 1995), la definición de intervención terapéutica (llamada por consenso sólo intervención), es: “La interacción intencional y calificada del kinesiólogo con el usuario, utilizando diferentes métodos y técnicas para producir cambios en la condición basal del cliente, los cuales deben ser consistentes con el diagnóstico y pronóstico.”

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Figura 15. Dinámica del modelo de práctica profesional. Metodología de trabajo según APTA, 1995.

Desde este modelo, se reconocen tres tipos de intervenciones denominadas componentes:

a) Directa, Se considera el foco tradicional de trabajo para dominios de “función” y “movimiento” del modelo profesional. Este componente es el que muchos conocen como intervención convencional en la práctica profesional de un kinesiólogo. Se caracteriza por establecer su fundamento lógico en los datos obtenidos en el proceso de examinación inicial, en este contexto de formación, intervenciones basadas en pruebas de rendimiento físico y categorías de funcionalidad. De esta manera, se estilan dos modalidades:

a.1) Ejercicio terapéutico: este considera los resultados obtenidos al medir diferentes dimensiones del movimiento, a saber: velocidad, fuerza, flexibilidad, adaptabilidad, precisión y capacidad aeróbica. En la dosificación se debe considerar para cada dimensión su respectiva particularidad (especificidad).

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a.2) Entrenamiento funcional (EF): A su vez puede comprender dos áreas: 1) EF para el autocuidado y 2) EF para la integración. En este último en particular es necesario asumir que la caracterización o el diagnóstico funcional es una estrategia que fundamentalmente se ha desarrollado en niños con disfunción. Para los propósitos de dosificación se ejemplificará de la siguiente manera:

EF auto-cuidado, consiste en utilizar indicadores o categorías que componen aspectos básicos progresivos, contextuales y cotidianos relevantes para el niño (aseo, alimentación) en su independencia.

EF integración, en este caso los indicadores consideran aspectos de interacción social y escolar (juegos, comunicación) donde el movimiento es un vehículo para la facilitación de sus relaciones.

Al igual que para el ejercicio terapéutico, el EF requiere de la utilización de los principios de tiempo y frecuencia asociados a los modos de expresión intencionada según los contextos. De esta manera, al describir los lineamientos de lo que se considera intervención terapéutica en las etapas iniciales del proceso de desarrollo clínico para un kinesiólogo, se debe enfatizar en la asistencia de ejecución de procedimientos estandarizados que empleen el ejercicio terapéutico programado para personas en un contexto que tiende hacia la función, movimiento (+) y salud.

b) Instrucción relacionada al paciente, con foco en un desarrollo predominante en el dominio salud-enfermedad y donde principalmente se trabaja con herramientas vinculadas al proceso de enseñanza- aprendizaje que operan en contextos de promoción, prevención y educación del movimiento. Tales estrategias de instrucción dan cuenta de intervenciones en base a los fundamentos del aprendizaje motor, los tipos de pruebas motoras a desarrollar, las variables que inciden en la internalización de una determinada conducta y las respectivas ante-retroalimentaciones que garantizan la adherencia a los programas que pretenden cambios conductuales del niño.

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Para el logro de tales aprendizajes se deben considerar las estrategias instruccionales en función de los estados de aprendizaje motor:

b.1 Estado cognitivo: requiere el control de componentes distractores que pueden inducir errores y alterar los propósitos de una instrucción generando incorrecciones o inseguridades.

b.2 Estado asociativo: las ejecuciones demandadas se realizan consistentemente con pocos errores de manera organizada, se autocorrigen con pocos estímulos, incluso con anticipación de los fallos.

b.3 Estado autónomo: es una ejecución automática, aplica condicionamientos previos, puede incorporar mayores complejidades operativas y extenderse en el esfuerzo con bajos costos energéticos.

c) Coordinación, comunicación y documentación de los requerimientos

para complementar los servicios; destacan los aspectos administrativos tales como reportes, reevaluaciones, planes, altas, sumarios, registros, contactos comunitarios, conferencias, incluyendo en el contexto de los niños (as) aquellas consideraciones que demandan la derivación. Esta forma de intervención se enfoca con especial atención a la gestión.

La intervención que ejemplifica mejor esta modalidad se puede encontrar en los reportes utilizados para informar a los padres, al respecto, hecha una examinación y evaluación de primer contacto en el contexto escolar con una determinada batería de herramientas que permiten caracterizar función, movimiento y salud, se procede a diagnosticar las condiciones funcionales del niño (a), para dar cuenta del nivel que presenta un determinado caso. La proforma que simboliza este espacio de comunicación pretende sensibilizar a los tutores respecto de los perfiles funcionales que exhiben sus hijos (Figura 16 ª y b).

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Figura 16a. Gestión de la intervención I – Antecedentes y mediciones específicas. Formato para el reporte de resultados asociados al perfil funcional del escolar.

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Figura 16b. Gestión de la intervención II – Evaluación, diagnóstico y recomendaciones. Formato para el reporte de resultados asociados al perfil funcional del escolar.

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7.2.2. Ejemplificando la intervención directa para el dominio función–disfunción

Desde el punto de vista del entrenamiento funcional, podemos decir que su fundamento se encuentra implícito en la medición de la función-disfunción del movimiento humano, definido profesionalmente como: “Categorizaciones con énfasis en el contexto de progresión en la independencia de su funcionalidad y sus relaciones familiares, económicas comunitarias, escolares y socio-ecológicas”. La información siempre está referida a un interés específico y que sirve para el desenvolvimiento integral del niño (a). En tal sentido, la orientación terapéutica debe considerar los aspectos bio-psicosociales y culturales del infante, pre-escolar o escolar estableciendo un contexto de expresión para el dominio o la categoría en cuestión. Por otro lado, es atingente definir la dosificación de la intervención (Tabla 17), para esto se considerará en esta etapa formativa el análisis e interpretación de los principios de dosificación denominados tiempo y frecuencia.

a) Indicadores de resultados:

Es importante como primera etapa para el correcto desarrollo de una intervención definir y delimitar cuáles serán las herramientas que censarán los resultados obtenidos con la intervención. Para esto, las categorías cobran un valor significativo en la expresión de dependencia o independencia funcional, sin embargo, este valor no es completo, ya que requiere de complementos relacionados con lo social, emocional y cognitivo. Definido esto, la expresión de FDMH quedará supeditada a las consideraciones que hagamos según los indicadores con los elementos objetivos que circundan los contextos prescolares y escolares.

b) Principios de dosificación

La aplicación de principios para la dosificación de ejercicio (en este caso movimiento) es válida tanto para el contexto de función como de movimiento. Se plantea en la literatura disponible que estos factores (junto con otros como intensidad, sobrecarga y progresión) se manipulan con el fin de variar esta dosis dependiendo de la evolución de los sujetos. Es importante

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explicitar estos principios, pues nos entrega la posibilidad de progresar en la intervención y optimizar el flujo de información entre tratantes.

1) Tipo: se refiere al contexto específico donde se desarrollará la actividad. Para el caso de este rol, podríamos contemplar el abroche de los zapatos con flexión de caderas o flexión del tronco.

2) Tiempo: se entiende como la duración del contexto funcional intervenido. Se debe considerar como enfoque del trabajo la actividad funcional además del fundamento de la elección. Ej.: tiempo que demora en abrocharse los zapatos.

3) Frecuencia: es la cantidad de veces que un sujeto realiza una acción motora, se puede entender como la cantidad de veces a la semana, por sesión o serie de trabajo que deberá incorporar para modificar la función de base que se quiere intervenir. Ej.: 2 veces al día, 7 días a la semana. zapato derecho 2 ejecuciones, zapato izquierdo 4 ejecuciones.

4) Intensidad: corresponde al blanco de trabajo que eventualmente puede traducirse mediante diferentes variables como percepción de esfuerzo, velocidad de acción, costo fisiológico, entre otras. ej.: tiempo mínimo para realizar el abroche de zapatos, en este caso se dialoga con la frecuencia entendiendo que las ejecuciones válidas comprenden el respeto de este principio.

Cada planteamiento referido a las dosis de trabajo para los dominios de movimiento y función requiere monitorearse durante el proceso, con el propósito de realizar aquellos ajustes que mantengan la posibilidad de estímulo correspondiente; se deben operacionalizar de forma individualizada las estrategias de intervención. Esto asegura el cumplimiento del principio de progresión (Tabla 17).

No siempre la operacionalización de la intervención incorpora todas las áreas, sin embargo, ellas pueden ir modificándose en la medida que el niño (a) subsidiario del proceso vaya avanzando en su recuperación, en tal caso un objetivo inicialmente intervenido en base a entrenamiento funcional puede evolucionar a un manejo a través del área instruccional (educación) o de coordinación (gestión).

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Cada problema con su respectivo objetivo declarado puede tener un diferente abordaje según el área en la cual sea intervenido, es decir, para un problema determinado pueden existir varias alternativas de intervención considerando la relevancia o la temporalidad involucrada en la resolución. Conjuntamente, la operacionalización debe incorporar al sujeto o al tutor del niño (a) en los respectivos acuerdos que constituyen los propósitos de interés.

Los plazos operan como instancias de reexaminación en relación a las intervenciones realizadas. Es deseable que la mayor cantidad de objetivos sean planificados en la perspectiva de hacerlos coincidir, con el propósito de observar los efectos de la manera que permitan la mayor integralidad posible.

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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS ESCOGIDAS

ACTA BIOETHICA (2008). Enseñanza de la Bioética. OPS, Año XIV, N°1.

AMERICAN PHYSICAL THERAPY ASSOCIATION. (1995). A Guide to Physical Therapist Practice. Volume One: A Description of Patient Management. Physical Therapy, 75, R.

KISNER C., COLBY L. (2002). Therapeutic Exercise: Foundations and Techniques. Fourth Edition. Philadelphia: F. A. Davis Company.

MAUREIRA, H. (2007). Paradigma Función Disfunción. Magíster Kinesiología Primera Versión. Documentos en Kinesiología. Departamento de Kinesiología, Facultad de Ciencias de la Salud. Universidad Católica del Maule.

REBOLLEDO, I., ESCOBAR, M., MEDINA, P. (2011). Módulo Introducción a la acción profesional. Escuela de Kinesiología, Talca, Universidad Católica del Maule.

UMPHRED, DA. (1995). Neurological Rehabilitation. (3rd Edition). St. Louis: Mosby-Year Book.

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OSCAR: –“¡Quién dijo que yo no puedo!”

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Presentación del caso

LMJ, 9 años, escolar básico perteneciente a la Escuela de Bramadero, San Clemente. Según información entregada por su madre, durante el último mes ha manifestado dificultad para levantarse y vestirse, ante lo cual describe que duerme poco debido a exceso de televisión y video-juegos. Esto ha mermado su labor escolar en la cual ha disminuido el rendimiento en Castellano desde un 6,1 a un 5,0 y Matemáticas desde un 5,4 a un 3,8; además la profesora relata que durante los recreos no participa con sus compañeros prefiriendo dormir en la sala.

Resultados de pruebas y mediciones

La primera aproximación a la expresión de movimiento, signos vitales y antropometría se manifiesta en los siguientes rendimientos (M1). La evolución natural de las variables, establece que el impacto del contexto funcional en las dimensiones de movimiento y salud es evidente (M2).

8. CASO HIPOTÉTICO

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Evaluación TIAG (seg)

Prehensión (mmHg)

PPS (n°)

IMC (kg/mt2)

FC (x´)

FR(x’)

PAS (mmHg)

PAD (mmHg)

M1 2,14 90 16 28,4 95 16 110 72

M2 3,83 92 14 31,2 105 16 112 64

i) Establezca razonamiento en contexto fisiológico y antropométrico.

ii) Establezca razonamiento con las variables de movimiento.

iii) La reexaminación a nivel funcional demuestra que existe una notoria baja en el rendimiento académico llegando a nota roja. Según la madre presenta necesidad de asistencia activa para vestirse ¿Qué puede inferir?

Datos obtenidos en el proceso de innovación curricular 2011-2012, Módulos IAP y EF.

Datos Referencia Escolares Sector Rural

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iv) Con los datos de referencia y sus límites, analice los resultados de LMJ.

v) ¿Por qué la problematización realizada para LMJ es integral?

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vi) Desagregue los componentes estructurales del diagnóstico realizado y verifique la presencia de función, movimiento y su eventual causalidad.

%Promedio -11 -26 -20 39 19 -16 5 6%LI 22 38 0 72 25 7 9 13

Análisis TIAG Prensión PPS IMC FC FR PAS PAD

Problemas Análisis porcentual Aporte función1. Déficit leve en

función escolar básica y académica.

Descriptores por medios de información.

Parte integral de la función de un escolar de 9 años es la básica(levantarse) y el rendimiento académico (1).

2. Riesgo severo de déficit en fuerza antigravitatoria.

a) Relación al promedio: -11%b) Relación al LI: 22%.

La fuerza de musculatura antigravitatoria es el elemento central de una eficiente estrategia de incorporación (2).

3. Riesgo severo de déficit en fuerza MMII.

a) Relación al promedio: -20%b) Relación al LI: 0%.

La fuerza de MMII es fundamental en traslado y ejecución de juegos colectivos de escolares (3).

4. Riesgo moderado de déficit en fuerza MMSS.

a) Relación al promedio: -26%b) Relación al LI: 30%.

La fuerza de MMSS es fundamental en la capacidad de ejecutar tareas como vertirse y alimentarse (4).

5. Riesgo leve de compromiso de los sistemas ME y CP.

Sobrepeso y taquicardia. Los sistemas ME y CP están al servicio del movimiento, con fundamentales para la ejecución de tareas funcionales (5).

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vii) Escriba el pronóstico considerando los antecedentes y los datos de seguimiento.

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viii) Establezca las estrategias de intervención.

ix) Agregue en el informe las referencias que avalan su tratamiento.