Fauna del arte precolombino de las Guayanas

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Transcript of Fauna del arte precolombino de las Guayanas

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Portada: Primer mapa del Amazonas, de Quito al Océano Atlántico y que ha sido durante largo tiempo atribuido al Jesuita quiteño Alonso de Rojas. No tiene fecha segura pero coincide con la llegada de los portugueses capitaneados por Pedro de Texeira en 1638. Más recientemente, varios investigadores concuerdan en estimar que el mapa fue en realidad trazado por el Jesuita Cristóbal de Acuña para el Rey en 1642, luego de la expedición por el Amazonas (Mis agradecimientos van para el historiador Octavio Latorre por sus precisiones)Contraportada: Foto de grupo de los partcipantes al 3 EIAA

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Antesde

Orellana

Actas del 3er Encuentro Internacionalde Arqueología Amazónica

Stéphen Rostaineditor

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© Instituto Francés de Estudios Andinos, UMIFRE 17, MAE/CNRS-USR 3337 AMÉRICA LATINAAv. Arequipa 4500, Lima 18, PerúTeléf.: (51 1) 447 60 70 Fax: (51 1) 445 76 50E-mail: [email protected]ágina Web: http://www.ifeanet.org

Este volumen corresponde al tomo 37 de la Colección “Actes & Mémoires de l’Institut Français d’Études Andines” (ISSN 1816-1278)

Antes de Orellana.Actas del 3er Encuentro Internacional de Arqueología Amazónica

Stéphen Rostain editor Edición: - Instituto Francés de Estudios Andinos - Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales - Embajada de EEUU Diseño: Stéphen Rostain Diagramación: Stéphen Rostain ISBN: 978-9942-13-892-7 Impresión: ArtesGráficasSeñal Impreso en Quito, Ecuador, Mayo de 2014

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Contenido

Organización del 3er Encuentro Internacional de Arqueología Amazónica 10

Prefacio: “... Cambia tus ojos...”Stéphen Rostain 11

Simposio “Todo sobre la Amazonía”La Amazonía, una impostura geográficaEmmanuel Lézy 17

El proceso cartográfico y la Amazonía. El primer atlas del Perú, 1865Jean-Pierre Chaumeil 27

Nomear o seu Universo (e cada povo se torna, sem saber, muito egocêntrico…)Françoise Grenand 33

Simposio “Arcaico”Recolectores del Holoceno Tempranoen la Floresta Amazónica ColombianaGaspar Morcote-Ríos, Francisco Javier Aceituno Bocanegra & Tomás León Sicard 39

El Arcaico en los valles interandinos del Magdalena y Cauca en Colombia: cacería especializada y horticultura tempranaCarlos Eduardo López & Martha Cecilia Cano 51

Simposio “En honor de Donald Lathrap y Betty Meggers”La arqueología del Ecuador antes y después de Betty Meggers José Echeverría-Almeida 59

Amazonian Ethnoarchaeology and the Legacy of Donald LathrapJames A. Zeidler 61

Simposio “Guyanas e Orinoco”Fauna del arte precolombino en las GuayanasStéphen Rostain 69

Excavations at Poncel: an update of the Late Ceramic Age of CayenneMartijn van den Bel 75

Ethnographic and Archaeological “Cultures” in Guiana, Northern AmazoniaRenzo S. Duin 89

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Nuevos aportes a la arqueología del sitio El Saladero, bajo Orinoco, VenezuelaJosé R. Oliver 97

Ecología histórica de la Gran Sabana(Estado Bolivar, Venezuela) entre los siglos XVIII y XXRodríguezIokiñe,RafaelGasson,AudreyButt-Colson,Alejandra Leal & Bibiana Bilbao 113

Simposio “Bajo Amazonas”Modos de figurar o corpo na Amazônia précolonialCristiana Barreto 123

Os Artesãos das Amazonas: a diversidade da indústria lítica dos Tapajó e o MuiraquitãClaide de Paula Moraes, Anderson Márcio Amaral Lima & Rogério Andrade dos Santos 133

Science, technology, and innovation in indigenous AmazoniaAnna C. Roosevelt 141

The Cultivated Wilderness Project. Hinterlandarchaeology in the Belterra Region, Pará, BrazilPer Stenborg, Denise P. Schaan, Christian Isendahl, Mats Söderström, Jan Eriksson, Márcio Amaral & Mats Olvmo 149

Simposio “Medio Amazonas y Madeira”Como os contextos funerários nos ajudam a entenderos vivos na Amazônia Pré-ColombianaAnne Rapp Py-Daniel 157

Arqueologia do baixo rio Negro e a discussão de contextos locais do rio UniniMárjorie Nascimento Lima, Eduardo Kazuo Tamanaha & Eduardo Góes Neves 167

The Polychrome Tradition at the Upper Madeira RiverFernando Ozorio de Almeida & Eduardo Góes Neves 175

Houses, hearths, and gardens: space and temporalityin a pre-Columbian village in the Central AmazonAnna T. Browne Ribeiro 183

Simposio “Ecuador”Tecnología cerámica y transición cultural en la altaAmazonia ecuatoriana: el caso del valle del río Cuyes (primeros resultados y perspectivas)Catherine Lara 191

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El Formativo del Alto Pastaza (Ecuador), entre arqueología y vulcanologíaGeoffroy de Saulieu, Stéphen Rostain & Jean-Luc Le Pennec 199

Dinámica de vida en el área de influencia del río Napo,desde 9000 a.C. hasta 1400 A.D.Amelia M. Sánchez Mosquera 207

Caballones vs. camellonesFranklin Fuentes G., David Leyton, Telmo López M.,Javier Véliz Alvarado & Stéphen Rostain 215

Perspectival Ontology and Animal Non-Domestication in the Amazon BasinPeter W. Stahl 221

Simposio “Alta Amazonía”Early Ceremonial Architecture in the Ceja de Selva (800-100 B.C.): A Case Study from Huayurco, Jaén Region, PeruRyan Clasby 233

Los orígenes y el desarrollo de la organización socio-política de la cultura Chachapoya: Una mirada desde la Provincia de Luya, Departamento Amazonas, PerúKlaus Koschmieder 243

Aproximación socio cultural y ambiental en base de la interpretación de los petroglifos de la cuenca del Armanayacu, tributario del Río Paranapura, bajo Huallaga, Amazonía peruanaSantiago Rivas Panduro 251

La arqueología y ele mito de origen de los Shipibo-Conibode la cuenca del Ucayali, PerúDaniel Morales Chocano 265

Simposio “Mojos y Acre”Island, River and Field: a Historical Ecology of the Bolivian AmazonJohn H. Walker 273

Unidad en la Diversidad. Implicaciones de la variabilidad cerámicade la región del Iténez, BoliviaCarla Jaimes Betancourt 281

Simposio “Paisajes modificados y dieta”Initial contributions of charred plant remains from archaeological sites in the Amazon to reconstructions of historical ecologyMyrtle P. Shock, Claide de Paula Moraes, Jaqueline da Silva Belletti, Márjorie Lima, Francini Medeiros da Silva, Lígia Trombetta Lima, Mariana Franco Cassino & Angela Maria Araújo de Lima 291

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Uso do Saber Tradicional Indígena no Reconhecimento e Caracterização de Paisagens Manejadas na Amazônia BrasileiraMyrian Sá Leitão Barboza, Alcieila Farias Figueiredo, Angélica Leal de Souza, Vanessa Waiwai, Asiso Waiwai, Pedro Waiwai & Nivaldo Waiwai 297

What do we know about the distribution of Amazonian Dark Earth along tributary rivers in Central Amazonia?Carolina Levis, Marcio de Souza Silva, Mauro Almeida e Silva, Claide P. Moraes, Eduardo K. Tamanaha, Bernardo M. Flores, Eduardo Góes Neves & Charles R. Clement 305

Uso de plantas económicas y rituales (medicinales o energizantes) en dos comunidades precolombinas de la Alta Amazonia ecuatoriana: Sangay (Huapula) y Colina Moravia (c. 400 a.C.-1200 d.C.)Jaime R. Pagán Jiménez & Stéphen Rostain 313

Simposio “Geoarqueología”The variability of Amazonian Dark Earths: comparing anthropogenic soils from three regions of the Amazonian biomeManuel Arroyo-Kalin 323

Anthropogenic Landscapes in Amazonia: TopographicFeatures, Use of Space, and Formation of Anthrosols (Terra Preta) in Prehistoric Settlements Morgan J. Schmidt 331

Arte Rupestre do Juruparí? Explorando relações iconográficas entre gravuras rupestres e o complexo mito-ritual do Jurupari no Baixo rio Negro, AmazôniaRaoni Valle 339

Pinturas y grabados rupestres en la cuenca del Marañon, alta Amazonía de Perú UlisesGamonalGuevara&QuirinoOliveraNúñez 347

Simposio “Etnoarqueología”Cultural Construction, Interculturality, Multiethnicity, and Survival Strategies among Amerindians in the ‘Island of Guiana’ with a Brief Introduction from the Upper AmazonPeter E. Siegel 351

Betwixt and Between: Unraveling material histories in the Southern Guyana-Suriname borderlandJimmy L.J.A. Mans 359

Temporalidades enraizadas: manejo ambiental e construção social na AmazôniaJuliana Salles Machado 367

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Lugares de memória. Etnoarqueologia o uso do espaço pelos Asurini do Xingu, BrasilFabiola Silva 375

Simposio “Entre pasado y presente: contribuciones etnológicas”Prácticas ancestrales de crianza de agua y suelo ayudan a convivir con lluvias intensasKashyapa A. S. Yapa 381

La Fase Napo en la arqueología de rescateFerran Cabrero 389

El ritual como máquina del tiempo: ejemplos chacobo (Amazonía boliviana)Philippe Erikson 399

Las “naciones indias”, Guayana Francesa y Amapá, siglos XVI-XIX. Algunas reflexiones en torno al etnogénesisPierre Grenand 407

Simposio “Patrimonio”Arqueología amazónica: un patrimonio por descubrirAlexandra Yépez 417

De-construir el patrimonio…Jorge Gómez Rendón 423

Arqueologia e [Des]envolvimento: Patrimônio, Contratoe Comunidades Locais na AmazôniaMarcia Bezerra 433

Coca in context. From the North-West Amazon to coastal EcuadorColin McEwan 441

Ver lo invisible. El levantamiento aéreo con escáner lásery su aplicación practica para los estudios arqueológicosYuri Svoiski & Ekaterina Romanenko 451

Figuras en color 461

… y para concluir con algunos recuerdos 563

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Simposio “Guyanas e Orinoco”

Fauna del arte precolombino en las GuayanasStéphen Rostain

CNRS, Francia y IFEA, Ecuador

Introducción

No todos los animales fueron representados en las producciones de los Amerindios de las Guayanas y, además, algunos de ellos tienen más importancia que otros debido a su estatus en los mitos y la identidad cultural del grupo. Este artículo va intentar mostrar las especies favorecidas por los artistas precolombinos de esta región. Veremos que si bien los animales han sido ampliamente representados en el arte, aquellos ligados al elemento acuático son mayoritarios.Negra o de color café crema, el agua que corre en los ríos de la Amazonía ofrece poca visibilidad y no permite ver lo que en ellos se esconde. No es entonces sorprendente que los Europeos fantaseen sobre todos los peligros que en ellos pueden esconderse. Una vez más, allí se imaginan todos los animales más terroríficos, acechando para devorar alimprudente. El imaginario occidental asocia de esta manera, líquido y dientes, agua y sangre. Los habitantes del bosque tropical, como es evidente perciben el agua de forma diferente. Si bien están muy al tanto de las realidades de este medio, no tienen los mismos temores de los cursos de agua. Muy al contrario, ríos y aguas son el centro de la vida y el arte amerindio. Aún más, las especies animales que viven en el agua o están directamente asociadas con el elemento acuático, se hallan en el centro de numerosos mitos.

1. El arte amerindio de las Guayanas

Los Amerindios atribuyen a menudo el origen de las formas y colores del arte a los animales: plumas de aves, piel de mamífero o de serpiente, etc. (Davy 2011). Recordaremos al monstruo Tulupéré de piel decorada, en el cual se inspiró el arte wayana. Los Wayana mataron a este monstruo en el curso de una célebre batalla y copiaron los dibujos del costado del animal en su arte. Los Apalai vinieron luego de la batalla y voltearon

al animal muerto, viendo entonces dos veces más dibujos, lo que explica que su arte sea más diversificado. Los dibujos de la piel delmonstruo sirven hoy en día como base de decorado de cerámicas, cestería, objetos de madera y pinturas corporales de toda la sociedad wayana.Además, no siempre se muestra físicamente a los animales, sino que a veces solo se los ilustra con un signo característico que lo identifica.Así, las representaciones más estilizadas a menudo se basan en una particularidad exterior delanimal,comoaquíeldibujoespecíficodelas escamas de la caparazón de tortuga. Los dibujos presentes en la piel del animal son a menudo retomados como las series de rombos de la piel de la anaconda o el damero formado por las escamas de la caparazón del armadillo (Fig. 1). Pueden igualmente ser especificidades de laespecie en relación con sus congéneres como la disposición de las escamas de un pez o sus dientes especialmentegrandes y afilados (Fig.1). El tema escogido puede ser sutil como las líneas paralelas verticales que representan lasmarcas del arañazo del jaguar en el árbol(Fig. 1). Todavía más sorprendente, una línea sinuosa muestra las huellas dejadas en la arena por una concha (Fig. 1).Así y todo, ciertas figuras antaño gravadasen la piedra o moldeadas en la cerámica son reconocibles (Fig. 1). En una excavación guayanense, el arqueólogo puede entonces descubrir una cabeza modelada en la cerámica que personifica un ave, un tapir o un felino(Fig. 2). La nutria gigante está representada de manera muy realista en la cerámica de cultura Aristé Reciente (1100-1600 d.-C.) del bajo Oyapock, en Guyana francesa (Fig. 2). En Suriname, el pecarí es fácilmente reconocible en esta cerámica de cultura Barrancoide (50-350 d.-C.) (Fig. 2). Los grupos de cultura Kwatta (800-1000 d.-C.) del litoral central de Suriname esculpieron de manera muy parecida un pendiente de concha en forma de caimán (Fig. 2).

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2. Representaciones precolombinas de animales

Las representaciones plásticas precolombinas más variadas se hallan en la cultura Aristé. Si bien la cerámica doméstica está en general decorada por incisiones geométricas simples, el artefunerarioprefierelaspinturaspolicromaselaboradas y los modelados zoomorfos diversos. El pájaro es importante pero también estánpequeñosmarsupialescomolazarigüeya(Fig. 2). Algunas de entre ellas tienen la cola manchada y están a veces representadas solamente por una cola enrollada. Es interesante verla representada en las cerámicas funerarias cuando se sabe que es el único animal que “se hace el muerto” cuando se siente amenazado.El felino es omnipresente en la cerámica de la cultura Koriabo (750-1400 d.-C.), pero bajo forma híbrida con trazos antropomorfos. Frecuentemente se lo representa en relieve con las paredes del recipiente deformadas o con un pequeño modelado. Una pequeñavasija Koriabo, recogida en un río del oeste de Surinam, muestra un ocelote o un margay, identificable por su pelaje manchado y suantifaz, el mismo que es inexistente en el jaguar. Parece que las únicas comunidades que dieron tal importancia al felino en su arte cerámico, fueron las Koriabo (Fig. 3).Si bien en el arte Aristé no se representa al felino de manera realista, tal vez si se lo simboliza. En efecto, supongo que el dibujo de fréjol doble, tan común en la cerámica funeraria Aristé, puede representar al jaguar o al ocelote. Estos fréjoles opuestos serían entonces las manchas en forma de aro del animal. Así, los platos descubiertos en los sitios funerarios podrían ser representaciones de la piel del felino. El dibujo de fréjol doble se lo halla particularmente en las tapas de urnas funerarias antropomorfas (Fig. 3). Los motivos de la asociación del felino con el mundo del Más Allá siguen todavía por determinarse. Hoy, chamanes de varios grupos amazónicos, como por ejemplo los Trio de Suriname, se cubren la cabeza con una piel de jaguar seca (Fig. 3). ¿Entonces, es el jaguar el protector de los hombres?El estilo Koriabo parece reproducir habitantes del mundo maravilloso. Muchos de los modelados cerámicos Koriabo parecen ser ranas o tortugas, simplemente representadas por dos grandes ojos y un hocico o a veces por una forma fantástica de miembros tentaculares (Fig. 4).La tortuga al parecer marina, domina en las

representaciones animales Arauquinoide de las Guayanas, entre las cuales se encuentran algunos pájaros y marsupiales o pequeñosmamíferos.Lafiguración es realista sin llegara la perfección que alcanza en el arte Aristé. Las espigas macho en las paredes de las vajillas presentan a menudo cabezas de tortuga y las dos patas o aletas anteriores. En otros casos, todo el recipiente alude a la caparazón del animal con las patas, cola y cabeza salidas como elementos de prensión (Fig. 4).La rana, esposa del Sol, es un animal ancestral en la mitología amerindia. Se la encuentra igualmente bajo formas muy diversas, desde la más realista hasta la más estilizada, en dibujos decorativos de la cerámica u otros objetos. Probablemente es el animal acuático más representativo del arte amerindio. Además, debemos recordar el uso muy particular del veneno de rana en la coloración artificial deplumas, artefacto esencial de la identidad amerindia. El “tapirage”, que podría hallar su origen en las poblaciones de las Guayanas, consiste en sacar las plumas del pecho del animal, generalmente un loro verde, luego embadurnar su piel con veneno de rana. Al volver a nacer, las plumas habrán perdido su color original tiñéndose de amarillo, naranjao rojo. La serpiente y la rana están a menudo presentes en la cerámica Aristé. En el borde de varias vasijas funerarias, podemos ver por ejemplo un friso característico que representa una serpiente ondeando y que parece amenazar a un sapo (Fig. 5). El tema de la rana y del reptil eslosuficientementerecurrenteparaintrigarypermite pensar que se trataba de la esencia de un mito esencial, ya perdido, en las poblaciones Aristé.

3. Ranas de piedra verde

La rana es importante en el arte Arauquinoide, aunque se la observa con menos frecuencia que a la tortuga. En la cerámica Arauquinoide, parece ser que el batracio, representado de manera estilizada, es a menudo suplantado por la tortuga marina. (Fig. 5) Sin embargo encontramos la rana en las piedras verdes, o piedra de las Amazonas o muiraquitã (Fig. 5). Estos pendientes biomorfos representan en gran mayoría ranas y, muy rara vez, aves, peces, tortugasofigurasgeométricas.LosAmerindioscontaban que las muiraquitãs eran hechas por las Amazonas, “las mujeres sin hombres”, con la arcilla de un lago, la misma que al entrar en contacto con el aire, adquiría la dureza de la piedra:

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“Las piedras verdes se toman bastante arriba en los ríos de las Amazonas; se trata de arcillas que se recogen en el fondo de este río; arcillas que son ciertas venas de limos; al extraerlas fuera del agua lo primero que se hace es perforar el pedazo que tenemos por donde queremos, después de lo cual elaboramos la figura que queremos darle, modelando esta arcilla como barro de ceramista y cuando el obrero ha terminado su trabajo siguiendo su fantasía, la volvemos a sumergir en el río por poco tiempo. Después la sacamos del agua y esta figura que ha sido retirada del agua, al entrar en contacto con el aire, se vuelve tan dura como el diamante, al punto de que se torna imposible cortarla pero al tomar un hilo de algodón y pasarlo por ella, al igual que si pasáramos una sierra por un pedazo de madera para serrarla, el algodón corta la piedra como uno desea.” (Goupy des Marets 1690).Además de ser una descripción precisa sobre el mito de las Amazonas, este texto nos entrega un indicio sobre la tecnología lítica. Las piedras verdes son rocas duras y difíciles de trabajar. Podemos entonces preguntarnos cómo son fabricadas las muiraquitãs. La mención del hilo de algodón conduce a pensar que fueron cortadas con la ayuda de un hilo, dándoles así una primera forma, para ser luego pulidas en el terminado.Se las habría luego intercambiado por plumas de colores de loros y guacamayos, atributos típicamente masculinos en las sociedades amazónicas. Las piedras verdes son adornos femeninos y los símbolos de los mitos que tienen que ver con ellas, poseen una connotación femenina: agua, lago, suavidad, color verde, obscuridad (noche), anaconda, luna, al igual que los animales representados (rana, lagartija, pez). Las piedras verdes son perforadas atrás o en le costa para así poder pasar un cordón por ellas. La composición de los collares amerindios la describe con precisión un colono de Guyana francesa del siglo XVIII: “El collar de piedras verdes que llevan las mujeres y que es muy estimado, está compuesto por once o trece piezas siempre en número impar, las hay largas, cuadradas, redondas y aquella del medio tiene la forma de un sapo” (Milhau 1726-33). Las poblaciones amerindias mostraron siempre gran interés por las piedras verdes, comoloseñalaunviajero:“los Galibis no tienen nada más valioso que los Takouraves. […] son igualmente apreciadas por todas las demás Naciones de la Guyana” (Barrère 1743). Al morir su dueño,lapiedraverdepodíaserquemadapararetirarle todos sus poderes antes de enterrarla con el difunto (Goupy des Marets 1690) o, al contrario, conservada por ser muy valiosa

(Chrétien 1719). La producción y el comercio de las piedras verdes arrancaron a inicios de nuestra era, en el período llamado Saladoïde (de 1000 a.C. a 800 d.C.), y continuaron hasta principios de la colonización (Boomert 1987; Rostain 2006). En la Amazonía se conocen tres centros de producción de muiraquitãs. En el bajo Amazonas, culturas ligadas a la tradición Incisa y Puntuada fabrican muiraquitãs a partir del inicio de nuestra era. En la costa central de Venezuela, grupos Valencoides elaboran pendientes entre 900 y 1500 d.C. El taller de piedras verdes de Kwatta-Tingiholo, localizado en la costa central de Surinam, está asociado a la tradición y se inició probablemente hacia 800 d.C. En este taller, los amuletos estaban hechos principalmente con piedras provenientes de yacimientos del interior de las tierras, sobretodo riolita y en menor cantidad nefrita, tremolita, cuarzo, metabasalto y laterita. Podían ser eventualmente en resina o en concha. Decenas de pendientes fueron hallados en el sitio de Kwatta-Tingiholo, aparentemente el centro de producción y difusión hacia otras implantaciones costeras de culturas Hertenrits, Barbakoeba o Koriabo.Se encuentra muiraquitãs en toda la Amazonía y las Antillas. Al leer textos de archivos, claramente se trasluce que las muiraquitãs constituían el principal medio de intercambio ceremonial intra o inter étnico en el seno de las Guayanas, e incluso más allá (Boomert 1987). Se daban entonces intercambios entre los jefes de tribu, para transacciones de matrimonio o de paz por ejemplo (Wassén 1934), las piedras verdes tomaban desde ese momento el valor de moneda. Se debe sin embargo relativizar la importancia precolombina de estas piedras ya que es probable que su prestigio haya aumentado sensiblemente después de la conquista europea, dado el poder de cura que le atribuyeron los colonos “para los males de riñones, el cólico nefrítico, la piedra, la arenilla e incluso para los vértigos y los accidentes de epilepsia, al llevarla consigo pegada sobre la piel” (Chrétien 1719); “Estas piedras colgadas al cuello impiden que el mal caiga de lo alto (epilepsia), yo he hecho la experiencia obteniendo bastante éxito, en personas que sufren de este mal” (Du Tertre 1671). Muy rápidamente, los recién llegados buscarán con avidez las piedras verdes, las mismas que exportarán hacia su continente. Esta demanda aumentó el valor de las piedras e intensificó el comercioindígena multiplicando las expediciones Kali’na hacia el Amazonas. Los Kali’na,

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principales intermediarios en los intercambios de piedras verdes entre el Amazonas y la costa de las Guayanas, viajaron regularmente hasta el granríoafindeobtenerlas.En1644,pararoninclusivelashostilidadesiniciadascatorceañosantes con los Arikare de Amapá “para poder continuar sin obstáculos en su ruta, con el comercio de las piedras verdes que eran su gran pasión” (de Gomberville 1682).

4. Avatares

Alrededor del año 1000 d.-C., tres culturasamerindias predominaban en Guayana francesa. Las poblaciones denominadas Aristé del litoral oriental constituían una extensión del fogón cultural del bajo Amazonas, mientras que las Arauquinoide de la costa oeste provenían del medio Orinoco. Los Koriabo del interior, representaban un desarrollo indígena de las Guayanas. El bestiario representado en la cerámica de estas entidades culturales muestra preferencias específicas de cada unade las culturas precolombinas de Guyana. El batracio domina ampliamente en el panteón de las representaciones zoomorfas. Las demás corresponden a mamíferos y aves. Algunas son muy realistas y permiten una identificaciónrelativamente fiable. Sin embargo, ennumerosos casos, es imposible asegurar la naturaleza exacta del ser representado.En este “país de las mil aguas” que es Guayana, parece ser que se ha preferido sistemáticamente a los animales acuáticos en el arte cerámico precolombino. Si bien los peces están ausentes, la rana, la tortuga marina y la anaconda ocupan un lugar privilegiado. Ciertos reptiles, tortugas y serpientes son luego más frecuentes. Las características comunes de estos animales son la de mutar (incluso si no es evidente como en lo referente a la tortuga), poner huevos y por supuesto, estar por lo general, asociados al agua. El mundo acuático es así puesto particularmente en relieve en el bestiario amerindio anterior a la Conquista europea. La rana es el animal más representado en las muiraquitãs de piedra verde. Estos pendientes de aspecto estilizado eran muy apreciados por los Amerindios y constituían un objeto de gran prestigio. El jaguar también tiene, de un cierto modo, una relación con elemento acuático. Las cosas no son siempre como parecen y puede haber un deslizamiento, casi una transmutación del felinoenrana.EnlosmitosAndoqueyMirañaestudiados por Dimitri Karadimas (2002), la

nariz húmeda de un ser parecido a un jaguar sobrevivió a un incendio. Esta nariz se la asimila a la pequeña ranita arborícola Hyla venulosa, presente en numerosos mitos amerindios. “La variante combinatoria de los cartílagos húmedos de un ocelote es la ranita: al reemplazarlos por ella, obtenemos la figura de un ‘pequeño jaguar con nariz en forma de ranita’” (Karadimas 2002). Aquí, una analogía de forma y humedad entre la nariz y la rana (además de una representación simbolizada de la hoja nasal del murciélago) justifica eldeslizamiento operado.Más cercana a nosotros, está la amalgama felino/rana hecha por los Wayampi relatada por Françoise Grenand (2007). El yawa Wayampi se traduce literalmente por “come hombres” y dio en francés y español “jaguar”. Esta categoríade animal agrupa diferentes especies: el puma claro y el puma oscuro, la nutria, cuatro formas de jaguar: negro, manchado, apagado y de apariencia batraciana. Este ultimo animal, la Ranita de Goeldi (Phrynohias resinifitrix), es así considerada como un avatar del jaguar. Según los Amerindios, las características comunes de todos estos animales son el ser carnívoros, cazadores y no consumidos por el hombre.

5. Entender un arte con diferentes referentes

Definirunaespecieanimalprecisarepresentadaen el arte de las poblaciones que no distinguen el mundo natural de los espacios míticos es aventurado.Así, lamayorpartede lasfigurasestán compuestas a partir de elementos tomados en diferentes animales existentes y en los hombres, e incluso seres fantásticos, que desembocan en la creación de híbridos y quimeras. Se vuelve entonces necesario desconfiardeloquevemosocreemosver.Ver con otros ojos y comprender de otra manera la representación requiere que ubicarse en una perspectiva diferente. Esto es lo que aplicó Dimitri Karadimas (2001). Basándose en los mitos amazónicos y en su experiencia con los MirañadeColombia,propusointerpretacionestotalmente nuevas del arte precolombino de Los Andes. Las representaciones amerindias reposan, en efecto, en conceptos radicalmente distintos de los Occidentales. Por ejemplo, cómo representar en dos dimensiones una raya cuyas dos caras tienen características esenciales: los ojos en la espalda y la boca en la cara ventral. Es importante subrayar que los Miraña no abren el pescado haciéndoleuna incisión en el vientre como los Europeos,

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pero cortándole la espalda. De esta forma, al desplegar los dos costados incisos de la espalda del animal, los ojos se encuentran cerca de la nariz.Envistadeltamañodelanariz,tenemosentonces la impresión de ver una raya de cuatro ojos. Es por esto, que los Amerindios dibujan a este animal poniéndole lo que parece ser un doble par de ojos. En representaciones menos figurativas,comoporejemplolasmáscaras,sedificultamás reconocer el animal (Karadimas2001). La presencia de cuatro ojos no es necesariamente el criterio más evidente para los Europeos para caracterizar a una raya.Interpretar la iconografía precolombina de las Guayanas puede volverse un reto. De hecho, si las representaciones de seres vivos son frecuentes en este arte, ¿cómo designarlos con precisión en un mundo en el cual los personajes híbridos dominan en la mitología, en donde los espíritus combinan atributos zoomorfos diferentes, en donde los chamanesmodificansu naturaleza humana y los ancestros muestran un aspecto en perpetua mutación?Al estar la tradición oral ausente del registro arqueológico, hacen falta los mitos que podrían servir de clave para la lectura de la iconografía precolombina. Los caminos de interpretación de la mitología amerindia son demasiado complejos y las representaciones demasiado simbólicas para esperar percibir y revelar directamente la intención del artista.

Tradución Belém Muriel

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Rostain, Stéphen, 2011, “Grenouilles, tortues

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et autres animaux de l’art précolombien des Guyanes” Les habitants de l’eau : autres histoires de Guyane, E. Barone Visigalli & K. Sarge (coord.), Ibis Rouge ediciones, coll° Espace outre-mer, Matoury: 17-20.

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Fauna del arte precolombino en las GuayanasStéphen Rostain

Figura 1. Motivos palikur, bajo Oyapock, Guayana francesa, representando varios animalescon una de sus características físicas. “Cielo de casa” de madera wayana, alto Maroni, Guayana francesa,

con animales reales y fantásticos (dibujo y fotografía S. Rostain)

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Figura 2. Representaciones realísticas de animales. Pecarí, costa central de Suriname, cultura Barrancoide (50-350 d.-C.). Caimán de concha, costa central de Suriname, cultura Kwatta (800-1000 d.-C.). Nutria, bajo Oyapock, Guayana francesa,

cultura Aristé Reciente (1100-1600 d.-C.). Petroglifo del “Serpiente de Pascaud”, isla de Cayena, Guayana francesa. Zarigüeyas y cola del animal, bajo Oyapock, Guayana francesa, cultura Aristé Reciente (fotografías S. Rostain)

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Figura 3. Felino : jaguar u ocelote. Cabezas de felino y urna policroma con figura de ocelote, Suriname, cultura Koriabo (750-1400 d.-C.). Urna funeraria con tapa, bajo Oyapock, Guayana francesa, cultura Aristé Reciente (1100-1600 d.-C.)

y chaman Trio con sombrero de piel de jaguar en Suriname (fotografías y dibujos S. Rostain)

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Figura 4. Tortugas de tradición Arauquinoide (800-1650 d.-C.), costa central y occidental de Guayana francesa. Tortugas o ranas de Suriname, cultura Koriabo (750-1400 d.-C.) (fotografías S. Rostain)

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Figura 5. Ranas. Ranas modeladas sobre cerámicas, costa central de Suriname, cultura Kwatta (800-1000 d.-C.). Muiraquitãs de piedra verde, costa central de Suriname, cultura Kwatta (800-1000 d.-C.). Rana y serpiente sobre un recipiente

funerario, Amapá, Brasil, cultura Aristé Reciente (1100-1600 d.-C.) (fotografías y dibujo S. Rostain)