DEGRADACION AMBIENTAL Y PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN EL VALLE

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DEGRADACION AMBIENTAL Y PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN EL VALLE DE TAFÍ. DPTO. TAFÍ DEL VALLE, TUCUMÁN. ARGENTINA NEDER, L * , BUSNELLI, J. ** y SAMPIETRO VATTUONE, M.M *,** RESUMEN El noroeste argentino ha sido considerado durante mucho tiempo como el área arqueológica más rica de la República Argentina debido por que es el sector donde se asentaron los grupos prehispánicos socialmente más complejos. El objetivo de este trabajo es presentar una evaluación de la degradación natural y antrópica que han sufrido los sitios arqueológicos del valle de Tafí, durante los últimos treinta años. La fotointerpretación multitemática y multitemporal de fotografías aéreas obtenidas en 1968, 1986 y 1995, optimiza la detección de los procesos degradatorios generados por erosión hídrica y su evolución temporal, en los sectores del valle con sitios arqueológicos. El análisis y evaluación de estos procesos permitieron determinar su desarrollo y el impacto producido en los sitios arqueológicos, como así también cuáles fueron las causas probables. La evaluación del riesgo erosivo se calcula en base al análisis de cinco factores establecidos en la Ecuación Universal de Pérdida de Suelo (USLE) que se refieren a las precipitaciones, suelo, pendiente, vegetación y prácticas conservacionistas. Los datos obtenidos permitieron determinar, las distintas categorías de riesgo erosivo en relación al patrimonio cultural. Con la información temática obtenida se construyó un SIG (Sistema de Información Geográfica) mediante la integración de la geomorfología, arqueología, erosión hídrica y pérdida de suelo. Palabras claves: Degradación paisajística, Geoarqueología, Patrimonio cultural, Noroeste Argentino. 1 * Instituto de Geociencias y Medio Ambiente INGEMA. Facultad de Ciencias Naturales. Universidad Nacional de Tucumán. [email protected] ** CONICET

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DEGRADACION AMBIENTAL Y PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN EL VALLE

DE TAFÍ. DPTO. TAFÍ DEL VALLE, TUCUMÁN. ARGENTINA

NEDER, L*, BUSNELLI, J.** y SAMPIETRO VATTUONE, M.M *,**

RESUMEN

El noroeste argentino ha sido considerado durante mucho tiempo como el área

arqueológica más rica de la República Argentina debido por que es el sector donde se asentaron

los grupos prehispánicos socialmente más complejos.

El objetivo de este trabajo es presentar una evaluación de la degradación natural y

antrópica que han sufrido los sitios arqueológicos del valle de Tafí, durante los últimos treinta

años.

La fotointerpretación multitemática y multitemporal de fotografías aéreas obtenidas en

1968, 1986 y 1995, optimiza la detección de los procesos degradatorios generados por erosión

hídrica y su evolución temporal, en los sectores del valle con sitios arqueológicos. El análisis y

evaluación de estos procesos permitieron determinar su desarrollo y el impacto producido en los

sitios arqueológicos, como así también cuáles fueron las causas probables.

La evaluación del riesgo erosivo se calcula en base al análisis de cinco factores

establecidos en la Ecuación Universal de Pérdida de Suelo (USLE) que se refieren a las

precipitaciones, suelo, pendiente, vegetación y prácticas conservacionistas. Los datos obtenidos

permitieron determinar, las distintas categorías de riesgo erosivo en relación al patrimonio

cultural.

Con la información temática obtenida se construyó un SIG (Sistema de Información

Geográfica) mediante la integración de la geomorfología, arqueología, erosión hídrica y pérdida

de suelo.

Palabras claves: Degradación paisajística, Geoarqueología, Patrimonio cultural, Noroeste

Argentino.

1

* Instituto de Geociencias y Medio Ambiente INGEMA. Facultad de Ciencias Naturales. Universidad Nacional de Tucumán. [email protected] ** CONICET

ABSTRACT

Argentinean northwest had long be considered as the richest archaeological area from

Argentina, because it is the sector where the more developed prehispanic social groups were

settled. The objective of this paper is to evaluate the natural degradation that suffered

prehispanic archaeological sites during the last thirty years, as well as to know the most relevant

factors that affected them multithematic, and multitemporal photointerpretation analyses were

made over aerial photographs obtained at 1968, 1986, and 1995. These analyses provided an

optimal framework to detect the processes and the way in which these processes affected

archaeological sites. With these information we constructed a GIS that contained the

archaeological information, and different erosive features. The analysis and evaluation of

erosive processes and erosive hazard permitted to us to obtain the distribution, increasing and

intensity that these processes reached together with its impact over archaeological sites. In

conclusion we determine that over the more humid slopes there are a notorious degradation of

prehispanic settlements and soils. The dominant factors were pluvial erosion, typical from these

environments, intensified by anthropic pressure (urban expansion, and bad agricultural

management), favoured by environmental conditions as intensive summer rains, high erosive

susceptibility of loessic materials, and natural scarce vegetation.

Keywords: Geoarchaeology; Landscape degradation; Heritage; Northwest Argentina

INTRODUCCION

El noroeste argentino ha sido considerado durante mucho tiempo como el área

arqueológica más rica de la República Argentina, debido a que es el sector donde se asentaron los

grupos prehispánicos socialmente más complejos.

Se tomó como área de estudio el valle de Tafí, ubicado entre los 26º 45' y 26º 58' de

latitud sur y 65º 39' a 65º 48' longitud oeste, debido a que representa las condiciones ambientales y

arqueológicas de la región (figura 1).

Los asentamientos arqueológicos formativos (ca. 700 AC al 1000 DC) están

representados por estructuras agrarias y residenciales, son numerosos y claramente identificables

en las unidades de paisaje. Todos los asentamientos identificados para esta investigación

pertenecen a la cultura Tafí, datada entre el 335 AC y el 810 DC.

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El sector fue centro de uno de los asentamientos sedentarios más tempranos de la

región. La agricultura se practicaba en campos sistematizados, indicando la adopción de nuevas

tecnologías junto con los cambios en la organización social necesarios para coordinar el

esfuerzo comunitario.

El objetivo de esta investigación es evaluar la degradación natural que sufrieron los

sitios arqueológicos prehispánicos formativos durante los últimos treinta años, como así

también la intensidad que podrían alcanzar tales procesos en el futuro, si se mantienen las

condiciones ambientales actuales.

Para ello se proponen dos métodos de evaluación focalizados, por un lado, al estudio de

los rasgos de erosión hídrica y por otro, a la cuantificación de la pérdida de suelos aplicando la

Ecuación Universal de Pérdida de Suelos (USLE), tomando como base la cartografía

geomorfológica y relacionáldola con los sitios arqueológicos presentes.

MATERIALES Y METODOS

Mediante la aplicación de fotointerpretación multitemática y multitemporal de fotografías

aéreas tomadas en 1968, 1986 y 1995, se detectaron los procesos degradatorios actuales, la

distribución de las estructuras arqueológicas y la forma en que tales procesos las afectaron.

El valle fue dividido en unidades discretas de análisis, para la detección de procesos

erosivos actuales y el cálculo de la pérdida de suelo, tomando como base la cartografía

geomorfológica de Collantes (1987).

Riesgo Erosivo

La valoración y clasificación del riesgo erosivo se efectúa mediante la aplicación de la

Ecuación Universal de Pérdida de Suelos (USLE), la cual emplea criterios paramétricos probados

y de amplia divulgación, con el propósito de aportar objetividad a la estimación de la erosión

potencial y garantizando la posibilidad de controlar y comparar las mediciones efectuadas. Se

consideran cinco factores: R (erosividad de la lluvia), K (erodabilidad del suelo), LS (longitud e

inclinación de la pendiente), C (cobertura vegetal) y P (Prácticas de manejo), estimándose la

pérdida del suelo en toneladas/hectárea/año. Se calculan los volúmenes de pérdida de suelo en el

horizonte A o superficial (Servicio de Conservación de suelos de los Estados Unidos, Handbook

Nº 537, 1978).

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1) Factor R: Erosividad de la Lluvia.

El proceso se inicia con el impacto de las gotas de lluvia en la superficie del suelo, el cual

destruye la estructura en partículas de menor tamaño por salpicamiento (splash erosion) en suelos

desprotegidos de vegetación, provocando el encostramiento y compactación del mismo. Para el

cálculo de este factor se consideran la duración, intensidad y energía de la lluvia (índice de

erosividad de la lluvia).

Uno de los índices más conocidos y de mayor aplicación en la fórmula del riesgo erosivo

es el desarrollado por Wischmeier y Smith (1978), presenta una desventaja, requiere de registros

pluviográficos, lo cual no es fácilmente disponible en países en vías de desarrollo, como la

República Argentina. Ante esta restricción, Arnoldus (1978) desarrolló el siguiente índice:

Indice FAO = Σ p2/ P, donde p = precipitación mensual en milímetros y

P = precipitación anual en milímetros.

R = a x Índice FAO + b, donde a y b son constantes basadas en condiciones climáticas

regionales obtenidas para Estados Unidos y África.

Para la región se consideraron los valores correspondientes a USA (a=4,17 y b= -152) por

la similitud climática y del relieve.

2) Factor K: Erodabilidad del Suelo

La erodabilidad del suelo está condicionada por las propiedades intrínsecas del suelo y se

refiere a la susceptibilidad de un suelo a ser erosionado.

De acuerdo a Bergsma (1982), las propiedades de mayor importancia en el estudio de la

erosión del suelo son la estabilidad estructural: depende del tipo, tamaño y grado de la estructura

del suelo y de otros factores como contenido de materia orgánica, actividad biológica, textura, tipo

de arcillas y contenido de sales, carbonatos y sesquióxidos y la aceptabilidad de la lluvia,

directamente relacionada con la capacidad de infiltración del suelo, condicionada por la textura y

estructura del suelo, el contenido de humedad, la vegetación y la compactación.

El factor K se determina con un nomograma con las siguientes propiedades del suelo: %

de limo + arena muy fina, % de arena, % de materia orgánica, Estructura y Permeabilidad.

3) Factor LS: Longitud e Inclinación de la Pendiente

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Son dos aspectos dominantes de la pendiente que determinan la dinámica de los procesos

erosivos.

La inclinación influye sobre la dinámica de los procesos erosivos, a mayor inclinación, es

mayor la erosión por salpicamiento (“splash erosion”) en la dirección de la pendiente; el tiempo

de infiltración disminuye por la mayor velocidad del escurrimiento superficial y la capacidad

erosiva del escurrimiento, se incrementa con la mayor velocidad del flujo.

A mayor longitud de la pendiente, mayor es la posibilidad de recepción de lluvia, por

tanto aumenta el volumen y capacidad erosiva del escurrimiento. La longitud de la pendiente se

define como la distancia entre el punto de origen del escurrimiento superficial (flujo mantiforme o

surcos) hasta el punto donde el gradiente decrece lo suficiente como para empezar la depositación,

o donde el escurrimiento entra en un canal bien definido o encausamiento (cárcava, barranco o

algún cauce fluvial).

Se calcula en gráficas con curvas para los valores de gradientes (medidos en porcentajes)

y longitudes de pendientes de hasta 300 metros.

4) Factor C: Cobertura Vegetal

El tipo de fisonomía, la densidad de cobertura y los niveles de estratificación de la

vegetación son factores esenciales para la protección del suelo.

Se manifiesta en los siguientes efectos:

- Intercepción de las gotas de lluvia antes de llegar al suelo, provocando la disminución de su

velocidad de impacto y poder erosivo.

- La vegetación permite la absorción del agua de lluvia y la transpiración posterior, con

almacenaje de humedad y eliminación gradual de la misma.

- Reducción de la velocidad del escurrimiento, por obstrucciones del terreno.

- Aumento de la actividad biológica, mejorando la infiltración y la estabilidad estructural de los

suelos.

Para el cálculo del factor C hay que tener en cuenta: la cobertura de copas en vegetación

arbórea (canopia), la cobertura vegetal natural de los niveles inferiores del bosque (pastos y

hierbas, que constituyen el mantillo o mulch), la cobertura vegetal natural en estación seca y

húmeda, la cobertura de los distintos tipos de cultivos y para los diferentes estadíos del ciclo

vegetativo de cada uno, el porcentaje de suelo cubierto (considerando además los residuos y

rastrojos de los cultivos), el porcentaje y altura media de la canopia y porcentaje de suelo

desnudo.

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En el campo se extiende un cordel con nudos equidistantes, sobre un área representativa

de la unidad cartográfica longitudinalmente a la pendiente, se cuenta los nudos que caen sobre

suelo desnudo y se obtiene el porcentaje de cada uno.

5) Factor P: Prácticas de Manejo

Valora la influencia positiva de las prácticas de conservación de suelos que disminuyen la

pérdida de suelo. El Factor P varía entre 0,9 a 0,25 dependiendo del tipo de prácticas de manejo

que estén siendo aplicadas. El valor 1 indica la inexistencia de prácticas conservacionistas.

Además de considerar el tipo de práctica, se debe tener en cuenta el porcentaje de área dentro de la

unidad básica de mapeo de la erosión.

El riesgo de erosión obtenido mediante el producto de los 5 factores mencionados fue

clasificado en categorías de pérdida potencial de suelos siguiendo los rangos establecidos por El-

Swaify (1977) cuyos rangos son: sin riesgo (0-5 tn/ha/año), ligero (5-14 tn/ha/año), moderado (14-

29 tn/ha/año), severo (30-47ha/ha/año), grave (48-79 tn/ha/año) y muy grave (> 80 tn/ha/año).

La tolerancia a la pérdida de suelo (definiendo tolerancia como la tasa máxima de erosión

del suelo que permite que se sostenga un alto nivel de productividad (Kirby y Morgan, 1984)) para

un suelo específico se utiliza como guía para la planificación de las medidas de conservación. El

umbral de pérdida de suelo propuesto para suelos cultivados en regiones de llanura de los EEUU

fue de 1,1 kg/m2/año, con determinadas características edáficas (suelos profundos, con textura

media, permeables) que favorecían el crecimiento de los cultivos. Sin embargo para las zonas

montañosas proponen un umbral mayor de 25 ton/has/año (Morgan, 1995).

Cartografía Geomorfológica

Se considera que la unidad de muestreo adecuada para discriminar cualidades y

categorías de paisaje es la unidad geomorfológica (Sayago y Collantes, 1991). Se trata de una

unidad ambiental básica que posee génesis y evolución temporal común en toda su superficie,

presenta homogeneidad espacial dada por la recurrencia de elementos morfogenéticos

endógenos y finalmente, permite la extrapolación de los indicios paleopedológicos,

paleoclimáticos, litoestratigráficos y geocronológicos a toda la unidad. Ello proporciona una

visión integrada y dinámica de la evolución paleoecológica a partir de los esquemas evolutivos

de cada unidad.

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El criterio geomorfológico en el estudio de regiones con sitios arqueológicos es

importante para interpretar la naturaleza de los procesos degradatorios que actuaron sobre el

asentamiento, provee evidencias sobre la disponibilidad de recursos naturales potenciales (que

probablemente condicionaron la distribución de los asentamientos) y proporciona información

fundamental para entender la dinámica de los procesos de formación de sitio (Sampietro, 2002).

Erosión Hídrica

La erosión es un proceso natural que modela la superficie terrestre mediante la remoción y

transporte de distintos materiales por acción del agua de lluvia, que origina rasgos característicos

de erosión laminar, surcos, cárcavas, barrancos y valles fluviales de origen antrópico. Los factores

que determinan estas formas son: el impacto de la gota de lluvia, concentración del escurrimiento

y velocidad del flujo. La capacidad de transporte y el poder erosivo dependen directamente del

volumen y velocidad del escurrimiento y de la granulometría de las partículas.

La erosión laminar o difusa es un proceso lento que se manifiesta en la superficie como

manchones de diferentes tamaño, de coloraciones rojizas o amarillentas del sustrato, debido a la

pérdida parcial o total del horizonte superficial, rico en materia orgánica (de coloración oscura).

Cuando el manto de agua comienza a concentrarse en las depresiones se forman

microcanales o surcos, cuyas dimensiones oscilan entre 0,30 y 0,50 m de profundidad. Estos

surcos continúan desarrollándose (incrementando su ancho, profundidad y longitud), alcanzando

dimensiones mayores, recibiendo en nombre de cárcavas y barrancos.

Las cárcavas son incisiones o canales superficiales someros a muy profundos, de paredes

abruptas e inclinadas, con desprendimientos del material por remoción en masa en sus cabeceras,

marcando el retroceso aguas arriba e incrementando su longitud. Sus paredes laterales también

están afectadas por remoción en masa, con desplome del material hacia el fondo de la cárcava,

aumentando el ancho de la misma.

Las cárcavas incipientes se forman cuando el flujo se encauza a lo largo de una depresión

y se observan como líneas más oscuras, por la presencia de humedad o vegetación más densa. El

tamaño máximo que alcanzan es de 3 m de ancho y 0,50 m de profundidad, dimensiones que se

establecieron como impedimentos para el paso de maquinarias agrícolas y no pueden ser

removidas mediante prácticas agrícolas convencionales. Dichas dimensiones fueron modificadas

en este trabajo por la escala de la fotografía, estableciendo como ancho mínimo 5 m sin considerar

la profundidad.

Los factores que influyen en su formación son: 1) litología: loess, rocas sedimentarias no

consolidadas y suelos erodables; 2) clima: las precipitaciones de corta duración y alta intensidad;

3) pendiente: a mayor inclinación, mayor probabilidad de ocurrencia; 4) génesis: por

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escurrimiento subsuperficial, escurrimiento mantiforme o en surcos, solifluxión o

microdeslizamientos, entre los más frecuentes; 5) acción antrópica: cambio de uso del suelo,

eliminación de la cobertura vegetal y extracción de la pedregosidad superficial.

Presentan diferentes formas de acuerdo al perfil transversal:

En forma de V: se forman en cualquier lugar del paisaje con pendientes abruptas, el escurrimiento

concentrado, sobre un sustrato resistente y bajo precipitaciones intensas.

En forma de U: se forman en el piedemonte, con flujo subsuperficial en la cabecera, bajo

condiciones climáticas de estacionalidad marcada (Imeson y Kwaad, 1980).

Los rasgos areales de erosión mantiforme fueron cuantificados en km2 y en km las

longitudes de los rasgos lineales de cárcavas y barrancos. Ambos fueron interpretados en

fotografías aéreas, identificados, clasificados y medidos en cada periodo considerado. Dichas

mediciones se compararon y luego se calculó el incremento (en %) en cada unidad

geomorfológica, obteniendo de este modo la evolución temporal.

El sistema de información geográfica fue obtenido mediante secuencia expuesta en la

figura 2.

RESULTADOS Y CONCLUSIONES

La mayoría de las construcciones arqueológicas formativas se encuentran sobre los cono

glacis, abanicos aluviales y glacis cubiertos. Utilizando un criterio geomorfológico para

determinar unidades discretas de muestreo factibles de ser comparadas, fue posible establecer

preferencias en la relación ocupación del paisaje y uso. Los conos glacis y abanicos aluviales

fueron utilizados para asentar terrazas agrarias y residencias. Los glacis cubiertos y glacis de

erosión sólo tienen estructuras circulares que muestran fuertes preferencias de uso del paisaje

(tabla 1).

En el glacis cubierto de Cumbres Calchaquíes, en el paraje La Bolsa, las cárcavas están

sobre cenoglomerados y presentan un diseño subparalelo con perfil transversal en V, donde se

observan los depósitos de material movilizado por remoción en masa en ambas márgenes. En

períodos de mayor aporte de precipitaciones estos depósitos son transportados aguas abajo,

limpiando el fondo de las cárcavas.

Superponiendo el mapa de riesgo erosivo con el mapa arqueológico se observa que la

mayoría de las estructuras arqueológicas están en áreas con riesgo erosivo grave. Estas áreas

coinciden con el piedemonte en las unidades geomorfológicas correspondientes a: conos glacis

(275 estructuras circulares y terrazas agrícolas) , glacis cubiertos (417 estructuras circulares) y

abanicos aluviales (165 estructuras circulares y terrazas agrícolas) (figura 3).

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La fotointerpretación multitemporal de los sectores con asentamientos arqueológicos

permitió monitorear el impacto producido por la expansión agrícola y urbana en el piedemonte de

Cumbres Calchaquíes comprobándose tres situaciones: a) desaparición de los rasgos

arqueológicos superficiales: en aquellos lugares donde las unidades arqueológicas aparecen

aisladas, de modo que la inversión de esfuerzo que supone la remoción de las mismas, incluidas

en campos de cultivo, es relativamente baja y agiliza el paso del arado. El resultado es el

movimiento total de los componentes de los muros de las unidades habitacionales hacia los límites

de los campos actuales. También se observa en los lugares de gran crecimiento urbano, donde el

cambio en la fisonomía del paisaje por pacelamiento es tal que los restos arqueológicos están

totalmente borrados en superficie y alterados estratigráficamente; b) transformación de los rasgos

arqueológicos superficiales por generación de erosión hídrica lineal: se produce en campos que

originalmente fueron sometidos a pastoreo intensivo y luego cultivados sin prever ningún tipo de

medidas de mitigación de riesgo erosivo, esto redunda en la generación de cárcavas retrocedentes

que poco a poco inciden linealmente sobre las estructuras; c) transformación superficial de los

sitios en sectores marginales a los mismos: se da por modificaciones en los sectores inmediatos de

grandes aglomeraciones de estructuras arqueológicas, donde poco a poco el arado va ganando

terreno mediante la remoción de los bloques (que originalmente conformaron las paredes de los

asentamientos) y su progresiva acumulación sobre los límites de dichas aglomeraciones.

La erosión hídrica en la región montañosa del noroeste cobra gran importancia, ya que las

fuertes pendientes y características climáticas semiáridas a subhúmedas generan flujos torrenciales

de alto poder erosivo. En periodos estacionales secos el ambiente es altamente susceptible a los

procesos erosivos, ya que la cobertura vegetal es escasa y los materiales loéssicos son fácilmente

erodables.

En el valle se pueden determinar cuatro sectores que presentan impactos diferenciales:

a) La Bolsa. Es una región donde el incremento de las dimensiones de los rasgos erosivos es de

21%, se expandieron los cultivos (87,76%) en áreas de pendiente moderada a fuerte (10-20%),

sin prácticas conservacionistas y se eliminaron los fragmentos rocosos del glacís cubierto, que

actuaba de cubierta protectora ante los agentes erosivos. El riesgo erosivo corresponde a las

categorías severo a grave.

b) Los Cuartos. Los rasgos erosivos (cárcavas y barrancos) se incrementaron en ancho y

longitud 363,42%. La urbanización fue acelerada, con emprendimientos habitacionales

individuales manifestando un incremento de 60,78% hasta 1995. El riesgo erosivo está entre las

categorías Moderado a severo.

c) La Costa. Si bien los rasgos erosivos no manifiestan un incremento visible (en fotografías

aéreas) la región con una alta densidad de sitios, ha sufrido un avance habitacional (viviendas

individuales y colectivas countries), con loteos privados (La Costa 1 y La Costa 2). En La

Angostura el riesgo potencial es severo con una pérdida de suelo de 54-63 tn/ha/año.

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d) El Tolar. Este sitio ubicado en el cono del río Blanco, ha experimentado un incremento de

las áreas suburbanas y rurales y presenta un riesgo potencial severo (50-52 tn/ha/año).

e) El Mollar. Esta región demuestra una expansión urbana importante, presentando en la ladera

denudativa y el glacis cubierto, un riesgo potencial muy grave (84-89 tn/ha/año).

El impacto en los sitios arqueológicos es grave ya que el avance de la ocupación

antrópica actual, se produce en coincidencia con los sectores con ocupación prehispánica. La

urbanización, al igual que los sectores agrarios, se presentan con un patrón desordenado sobre el

paisaje, avasallando los asentamientos arqueológicos. Los nuevos emprendimientos

habitacionales se desarrollan sin observar restricciones tendientes a la conservación y/o rescate

del patrimonio cultural.

En estos ambientes la presión antrópica (expansión urbana y mal manejo agrario) es

intensificada por el incremento de la población residente y turística, favorecida por las

condiciones ambientales tales como lluvias intensivas de verano, alta susceptibilidad erosiva de

los suelos y la vegetación natural escasa. Según los resultados obtenidos se determinó que las

unidades geomorfológicas receptoras de mayor humedad, manifiestan una

eliminación/degradación notoria de los sitios prehispánicos y de los suelos.

AGRADECIMIENTOS

Agradecemos a la comisión organizadora del Taller por haber considerado valiosa

nuestra presencia en el mismo y haber demostrado tanto interés en las investigaciones

interdisciplinarias de nuestro grupo. Asimismo al CONICET y CIUNT que proveyeron los

fondos para realizar esta investigación.

BIBLIOGRAFÍA

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States Departamento of Agriculture.

11

0 1 2 Km

26º45' S

26º58' S

500km0

Tucumán

28º S

66º W 50 Km0 2528º S

65º W

TucumánSan Miguel de

66º W

26º S

65º W

26º S

DiqueLa Angostura

Carapunco

La Bolsa

El Infiernillo

El Tolar

Casas Viejas

El Mollar

El Rincón

La Costa 2

La Costa 1Los Cuartos

Las Carreras

Cumbres de M

ala Mala

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e A

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ARGENTINA

Tucumán

Tafi

(A)

(B)

( C)65

º52 ’

W

65º 3

7’W

Valle de Tafí

Ri o

Figura 1. Mapa de ubicación general.

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UNIDAD GEOMORFOLOGICA

FOTOINTERPRETACION

ANALISIS Y DETECCION

RASGOS EROSIVOS MEDICIONES ARQUEOLOGIA

CLASIFICACIONLaminarCárcavasBarrancos

USLE

Erosividad de la lluviaErodabilidad del sueloPendienteVegetaciónManejo de suelos

CUANTIFICACION

EVOLUCION TEMPORALCATEGORIAS DERIESGO EROSIVO(U. GEOMORFOLOGICAS)

LigeroModeradoSeveroGraveMuy grave

AgriculturaUrbanizaciónDespedre superficialCultivos ExperimentalesCambios climáticos

CAUSAS

Pérdida del patrimonio e identidad culturalDisminución del turismo culturalDegradación ambientalPérdida del potencial paisajísticoIncremento de los riesgos geológicos

CONSECUENCIAS

CA

RTO

GRA

FIA

TEM

ATI C

ASI

NTE

SIS

Y C

ON

CLU

SIO

NES

(Períodos 1968-’86-’95-2001)

Figura 2. Metodología y sistema de información geográfica.

13

14

0 5 km

Lago

La

Ang

ostu

ra

N

26 º4 4`S26º48`S

26º 52`S2 6º 56 `S

65º52`W 65º48`W 65º44`W

El Tolar

Río

La Bolsa

Carapunco

El Infiernillo

Niveles de riesgo erosivo

Sin riesgo 0 - 5

6 - 14

15 - 29 30 - 47

48 - 79

> 80

Ligero

ModeradoSevero

Grave

Muy grave

Potencial riesgo erosivoTn/ha/año

Estructuras circulares

Estructuras agrarias

Arqueología

Figura 3. Mapa de riesgo erosivo y distribución de las estructuras arqueológicas identificadas.

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