Cosmovisión y teatros urbanos del Acolhuacán en Mesoamérica
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Dr. Roberto Rivera Pérez
Docente-Investigador
Multiversidad Mundo Real Edgar Morin
Publicado en:
Pacarina del Sur. Revista de Pensamiento Crítico Latinoamericano. 1
COSMOVISIÓN Y TEATROS URBANOS DEL ACOLHUACÁN EN
MESOAMÉRICA.
Resumen
Las evidencias arqueológicas y posteriormente los edificios del periodo colonial en México,
han demostrado la existencia de un vínculo entre los hechos duros y el movimiento de los
astros en periodos de tiempo específicos. El presente ensayo, trata de mostrar el cómo se
construyen estas relaciones materiales, pero también de qué manera se representan en el
espacio público durante los rituales festivos; lo que a su vez, permite acercarse a la
cosmovisión de los habitantes del municipio de Tepetlaoxtoc en el Estado de México.
Palabras clave: Centros, espacio, mayordomía, símbolo y Tepetlaoxtoc.
1 RIVERA PÉREZ, Roberto, (2015) “Cosmovisión y teatros urbanos del
Acolhuacán en Mesoamérica”, Pacarina del Sur [En línea], año 6, núm. 22, enero-
marzo, 2015. ISSN: 2007-2309.
Consultado el Jueves, 19 de Marzo de 2015.
Disponible en Internet:
www.pacarinadelsur.comindex.php?option=com_content&view=article&id=108
9&catid=6&Itemid=6Fuente: Pacarina del Sur -
http://www.pacarinadelsur.com/home/indoamerica/1089-cosmovision-y-
teatros-urbanos-del-acolhuacan-en-mesoamerica - Prohibida su reproducción sin
citar el origen.
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Summary:
Archaeological and later buildings of the colonial period in Mexico, have demonstrated the
existence of a link between the hard facts and the movement of the stars in specific time
periods evidence. This essay tries to show how these relationships are constructed
materials, but also how they are represented in the public space during public rituals; which
in turn allows approaching the beliefs of the inhabitants of the municipality of Tepetlaoxtoc
in the State of Mexico.
Keywords: Centers, space, stewardship, symbol and Tepetlaoxtoc.
Resumo
Construções arqueológicas e posteriores do período colonial no México, têm demonstrado a
existência de uma ligação entre os fatos eo movimento das estrelas em evidência específica
períodos de tempo. Este ensaio tenta mostrar como essas relações são construídas de
materiais, mas também como elas são representadas no espaço público durante os rituais
públicos; que por sua vez permite que aproxima as crenças dos habitantes do município de
Tepetlaoxtoc no Estado do México.
Palavras-chave: Centros, espaço, mordomia, símbolo e Tepetlaoxtoc.
Introducción
Una de las constantes que se han manifestado en casi todas las exploraciones,
investigaciones e indagaciones arqueológicas sobre complejos habitacionales, centros
ceremoniales, áreas religiosas, ciudades-estado y demás edificaciones poscolombinas y
prehispánicas en el continente americano durante el último siglo (específicamente México y
Latinoamérica), ha sido el corroborar que las construcciones o hechos duros prehispánicos,
guardan una estrecha relación entre su ubicación morfológica y geográfica, con su
orientación cardinal y / o su cercanía con otros hechos duros naturales (como son: las
montañas, cuevas, grutas, los barrancos, cerros, el océano, etcétera), fuentes del agua (ríos,
lagos, lagunas o el océano) y otros elementos (nubes, nieve, corrientes marítimas y aéreas,
etcétera). Sin mencionar, la relación existente -y recientemente descubierta- de algunos
edificios con el movimiento de los astros -entre los que se pueden incluir al Sol, otras
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estrellas del firmamento y algunos planetas de nuestro Sistema Solar-, y que solamente es
corroborable en horarios y fechas específicas del año, sobre la base del fenómeno de la
traslación de la Tierra; lo que a su vez, permite comprender parte de la cosmovisión y
mitología del grupo humano al que se refiera. Prueba de lo anterior, han sido las
aportaciones de: Bingham III en La ciudad perdida de los Incas; Waisbard en Génesis de la
cultura andina; León Portilla en México Tenochtitlán. Su tiempo y espacios sagrados,
también están los ensayos de Broda-Iwaniszewski-Montero en La montaña en el paisaje
ritual; Sejourne en El universo de Quetzalcóatl; Coe-Snow-Benson en América Antigua,
entre muchos otros. Lo anterior, solamente viene a sostener que los constructores (el
hombre del periodo prehispánico) empleaban recurrentemente, una de las herramientas más
devaluadas de la actualidad: La Observación.
A pesar de que actualmente, sea difícil recrear fehacientemente la serie de ceremonia y
rituales que se realizaban al interior, alrededor y en las inmediaciones de estas estructuras;
se sabe que la mayoría de las celebraciones, tenían por objetivo el entregar una serie de
dones verticales ascendentes (a los dioses –o los dobles de los hombres en términos de
Godelier (1998)-), como son: objetos ceremoniales, bebidas, sacrificios humanos y de
animales, dones económicos, dancísticos, etcétera; y así obtener su benevolencia.
Donde el teatro urbano, que también se compone por el desarrollo de ciertas ceremonias y
entrega de dones, se complementa a su vez, por fenómenos naturales y astrológicos
(eclipses de sol y luna, equinoccios y solsticios) que acontecen en alguna parte de hechos
duros específicos, y que provocaban fenómenos físicos del campo de la óptica. Éstos a su
vez, se transformaban en señales irrefutables de que todas las oraciones y peticiones habían
sido oportunamente escuchadas, sobre todo si correspondían a solicitudes relacionadas al
campo agrícola.
Al concluir la conquista militar e iniciar con la conquista evangélica, la mayor parte de las
festividades y prácticas ceremoniales autóctonas terminan siendo censuradas o
transformadas (sincretismo cultural). Lo que dio lugar a nuevas procesiones,
peregrinaciones (Por ejemplo: La visita al Cristo Negro de Chalma en el Estado de México)
y celebraciones (La analogía entre los festejos de las Posadas y la solemnidades que se
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realizaban por el regreso de Quetzalcóatl) que se realizan de forma cercana a las zonas
arqueológicas, pero ya no dentro de las mismas.
A sabiendas que las prácticas religiosas prehispánicas sufrieron un proceso de sincretismo a
razón de la conquista: ¿Existirá alguna forma de extrapolación de los teatros urbanos
prehispánicos, pero ahora con características coloniales?, ¿Será posible identificar algunas
edificaciones coloniales que reflejen la cosmovisión de un grupo social? Premisas que
integran a este ensayo, que tiene por objetivo central: Identificar cuál ha sido la herencia
material y el mensaje simbólico de los teatros prehispánicos, pero durante el sincretismo
del periodo colonial hasta nuestros días. Además se conocerá de qué manera se teatraliza
la cosmovisión durante las festividades de un santo patrón en el oriente del Estado de
México.
La investigación, parte del siguiente supuesto empírico:
1) Considerando que los teatros prehispánicos era el tiempo-espacio en el que se podía
pedir favores especiales a los dioses, y que existió alguna forma de sincretismo
durante el tiempo de la colonia. Será posible que esta tradición perdure y se presente
de forma material y ritual en la actualidad; y de ser así, qué papel juegan los
espacios públicos en la formación de los teatros.
1.0 Contexto general del territorio del Acolhuacán Septentrional.
El territorio del Acolhuacán, se ubica al oriente del Estado de México. La herencia del
nombre llega a nuestros días, gracias a la Relación de Texcoco (Siglo XVI), donde se puede
leer: “Acolchuacan en memoria de los chichimecas sus primeros pobladores, porque era
gente más dispuesta y alta de hombros arriba que los culhuaque. Porque, acol, quiere decir
hombro; de manera que por aculhuaque, se interpretará “hombrudos”, Y así llamaron a esta
provincia Acolhuacan, que es tanto como decir “tierra y provincia de los hombres
hombrudos” (Pomar, 1975: 6).
A finales de la década de los setentas, algunos investigadores –entre los que figuró Ángel
Palerm (1972, 1973, 1990 y 1998)- volvieron a referir sobre el territorio del Acolhuacán, es
decir: Aquel espacio geográfico (específicamente, los municipios de San Salvador Atenco,
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San Andrés Chiuautla, Chiconcuac, Papalotla, Texcoco de Mora, Tepetlaoxtoc de Hidalgo
y Tezoyuca), que mantienen similitudes arquitectónicas, etnográficas y semejanzas en la
construcción de sistemas acuíferos y de riego en el Estado de México.
Un segundo momento para el análisis sobre el territorio del Acolhuacán, refiere a la serie de
Dramas históricos nacionales, pero que parte de su desenlace ocurrió en las inmediaciones
de espacio. Específicamente: la Primera Intervención Norteamericana (1846-1848), la
Segunda Intervención Francesa (1857-1867), el periodo del bandidaje regional (1889), y
finalmente la participación de algunos oriundos de los municipios del Acolhuacán en el
desenlace de la Revolución Mexicana (1910-1920). Pues al ser un territorio liminal, es
decir, el puente geográfico entre el Océano Pacifico con el Atlántico, y paso obligado para
llegar al centro del país (La Ciudad de México) desde el puerto de Veracruz. O mejor
dicho, la ruta que inauguró Hernán Cortés desde 1532, y que será retomada para las
intervenciones extranjeras en 1846 y 1857.
El pueblo de Tepetlaoxtoc de Magdalena, funge como cabecera municipal de Tepetlaoxtoc
de Hidalgo. El pueblo está integrado por cinco barrios: La Asunción, La Columna, El
Calvario, La Santísima Trinidad y San Vicente. Donde la mayoría de los nombres
coinciden metonímicamente con el nombre de determinados misterios gloriosos y
dolorosos del santo rosario católico. Este fenómeno no tiene una mayor relevancia, de no
ser porque se relaciona ese principio con dos manifestaciones específicas del arte sacro, la
iconografía y la cosmovisión espacial regional -como se verá en el siguiente apartado-.
No sobra mencionar, que los barrios mesoamericanos tienen su propio santo patrón, pero de
forma particular, los vecinos y oriundos del municipio de Tepetlaoxtoc reciben las
bendiciones de Santa María Magdalena (imagen de la parroquia) y San Sebastián Mártir
(imagen de la capilla más pequeña en todo el pueblo de Tepetlaoxtoc).
1.1 Iconografía católica e impresiones materiales en la construcción de la cosmovisión
Considerando que la comunicación humana no se limita al aspecto verbal y auditivo, sino
que se acompaña de acciones las expresivas que se apoyan de señales, signos y símbolos,
que a su vez requieren del empleo de uno o más sentidos (el gusto, oído, el olfato, tacto y la
vista) para su recepción-comprensión. En ese sentido, las señales podrán ser entendidas,
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como: “La relación A : B es mecánica y automática. A desencadena B. El mensaje y la
entidad portadora del mensaje son sencillamente dos aspectos de la misma cosa” (Leach,
1985: 18). A manera de ejemplo: El mantener la sensación de la sed, del hambre, calor o
frío. Los cuales por lo general, pueden provocar reacciones orientadas a la satisfacción de
la necesidad expuesta por el organismo.
Para una escala interpretativa más compleja, se recurre a los signos –entendidos como-:
“…un estímulo -es decir una sustancia sensible- cuya imagen mental está asociada a
nuestro espíritu a la imagen de otro estímulo que ese signo tiene por función evocar con el
objeto de establecer una comunicación …El signo es siempre la marca de una intención de
comunicar sentido” (Guiraud, 2011: 33). Argumento que no establece una diferencia
explicita con la definición de señales, de no ser porque –cito-: “…i) los signos no se
presentan aislados; un signo es siempre miembro de un conjunto de signos contrastados que
funcionan dentro de un contexto cultural específico; ii) un signo solo trasmite información
cuando se combina con otros signos o símbolos del mismo contexto …los signos son
siempre contiguos a otros signos que son miembros del mismo conjunto” (Leach, 1985:
19).
Por su parte, los símbolos son “…una cosa de la que, por general consenso, se piensa que
tipifica naturalmente, o representa, o recuerda algo, ya sea por la posesión de cualidades
análogas, ya sea por asociación de hecho o de pensamiento” (Turner, 2007: 21). Donde los
símbolos se enuncian en dos categorías diferentes: los símbolos en general (o comunes) y
los símbolos dominantes en términos turnerianos. Ambos pueden ser explicados de la
siguiente manera, retomo: “Los símbolos generan la acción, y los símbolos dominantes
tienden a convertirse en focos de interacción. Los grupos se movilizan entorno a ellos,
celebran sus cultos ante ellos, realizan otras actividades simbólicas cerca de ellos y, con
frecuencia, para organizar santuarios compuestos, les añaden otros objetos simbólicos.
Habitualmente esos grupos participantes representan ellos también importantes
componentes del sistema social secular, componentes que pueden ser grupos corporativos,
tales como familias o linajes, o meras categorías de personas que poseen características
similares” (Turner, 2007: 25).
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No sobra mencionar que durante el desarrollo de los rituales, los símbolos comunes pueden
transformarse en dominantes, y éstos a su vez, pueden cambiar su status a simples
símbolos. De igual forma, un símbolo común o uno dominante, puede aludir a múltiples
significados, cosas, nociones, ideas, estimular la emoción de los participantes y también
pueden generar reacciones fisiológicas y motrices en los cuerpos humanos, como lo
descubrió Kluckhohn (1970) y Lévi-Strauss (1987). Todas estas características de los
símbolos, dependerán directamente del contexto ritual en que se estén utilizando y
refiriendo.
La diferencia enunciada entre los signos y los símbolos, permite la incorporación de los
conceptos de la metonimia y la metáfora. Donde la metonimia, consistirá: En que una de
sus partes puede representar a un todo, por ejemplo: El observar humo en la montaña, se
transforma en un indicador de la presencia del fuego en ese sitio en específico. Asimismo,
durante el desarrollo ritual, el “capturar” algún signo o a una mínima parte de los símbolos
que permean en este ambiente, permitirá la comprensión del mensaje que de forma
consciente o inconsciente tratan de transmitir los participantes de estos eventos. Por su
parte la metáfora: Dependerá de una semejanza afirmada entre las partes del símbolo y el
contenido del mensaje que se desea de transmitir (Por ejemplo: La representación material
y simbólica del espacio urbano en los retablos de la parroquia local). Cabe mencionar, que
tanto para la metonimia como la metáfora, y su vínculo con los signos y símbolos, el
análisis de estos cuatro elementos se facilita durante el contexto y el desarrollo de los
tiempos rituales, pero no se limitan a éstos. Razón por la cual, el investigador podrá tomar
como referencia los datos observados durante esos tiempos festivos, pero su análisis
también lo deberá hacer extensivo al contexto de las instituciones y del sistema total que se
está indagando.
Una vez que ya se tuvo la oportunidad de exponer las diferencias conceptuales entre las
señales, los signos y símbolos. Se puede comenzar a generar una aproximación a los
detalles materiales y representaciones simbólicas que se han instaurado y que caracterizan a
algunos edificios, hechos duros (bardas y puentes), calles y templos del pueblo de
Tepetlaoxtoc de Magdalena. Donde una de las primeras representaciones de este fenómeno
material, se puede observar en la barda perimetral del Museo regional “Fray Domingo de
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Betanzos” -antiguamente eremitorio de la orden de los dominicos-. La cual, está adornada
con los glifos prehispánicos de los pueblos vecinos de Apipilhuasco, Chiautzingo, Jolalpan,
Nopala, Tlalmimilolpan y Totolapan. Símbolos que en su conjunto, trataban de apelar a una
integración armónica entre todas las localidades (barrios o pueblos) que formarían el actual
municipio de Tepetlaoxtoc de Hidalgo.
Una serie de signos materiales, que conforme se empleaban de manera ritual se
transformaban en símbolos de la transmisión de la fe, fueron la serie de murales, retratos y
lienzos que fueron elaborados por los pintores prehispánicos bajo la supervisión de los
freiles dominicos, en particular Fray Domingo de Betanzos. Quien aparte de apoyarse en
las representaciones pictóricas, también retomó las artes gráficas, musicales, dramaturgas,
literatas y poéticas para ese efecto. Lo que permite entender, cuatro de los murales que
refieren a escenas específicas del rosario católico –como son: a) La aprensión de Jesucristo,
b) Su martirio, c) Su resurrección y d) Su erección a la santísima trinidad-, para que fueran
representadas de forma pictórica en cada uno de los complejos materiales locales más
importantes de esta época (El eremitorio, convento y la parroquia de Santa María
Magdalena). Y muy probablemente, cada mural representaría metonímicamente a cada uno
de los cuatro barrios del centro de Tepetlaoxtoc (La Asunción, Columna, El Calvario y La
Santísima Trinidad, mencionado anteriormente). En ese sentido, Balandier podría sostener
en relación a las artes pictóricas que se aprecian en los inmuebles que aún perduran de esta
época: “La imagen es una intermediaria, es decir, una médium, entre el pensamiento y el
acto; genera efectos reales; convierte la idea en una fuerza que actúa sobre el medio
material y sobre las relaciones sociales, y sobre más allá de los universos explorados,
explotados, construidos –o informados- por el hombre. Por todas estas razones, en las
sociedades afectas a la tradición la imagen permanece excepcional, sometida a empleos
estrictamente prescritos, puesto que opera a través suyo hace posible efectuar conversiones
en términos de relación, eficacia y creencia …La imagen se ha convertido en el principal
artífice de las construcciones de lo real y, a pesar de ello, es capaz, mediante sus
modalidades más elaboradas –las imágenes llamadas de síntesis o calculadas-, de infinitas
metamorfosis, trabajando mediante la simulación, dando acceso a mundos virtuales”
(Balandier, 1994: 158).
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Al principio de integración regional y espacial a la que apela metonímicamente la barda del
eremitorio (tras presentar en equidad los glifos prehispánicos de los actuales pueblos del
municipio) y los cuatros murales del convento dominico. Se suma una tercera forma de
representación simbólica del espacio urbano.
Esta nueva expresión material, se encuentra al interior de la parroquia de Santa María
Magdalena. Particularmente en cuatro de los siete retablos que la adornan y componen. Ya
que sus cuerpos, calles, sus pinturas, las imágenes de bulto y los grabados de cada uno de
estos retablos; hacen una referencia metonímica a cinco barrios del centro de Tepetlaoxtoc
(La Asunción, El Calvario, La Columna, La Santísima Trinidad, San Vicente). Asimismo,
la ubicación de cada uno de estos retablos en específico, coincide con la dirección exacta o
casi exacta de la ubicación del barrio al que representan.
Se debe considerar que estas “casualidades simbólicas” elaboradas desde el periodo
colonial, originalmente fueron pensadas con un propósito particular, ahora desconocido.
Probablemente se trataba de aludir a una integración de las poblaciones vecinas
(antiguamente nómadas) y, que ahora eran sedentarias urbanas y encomenderas. En el caso
del interior de la parroquia municipal, la ubicación de los cuatro retablos específicos
aunado a la forma del edificio (cruz latina), permiten una asociación metafórica entre este
plano simbólico que representa y el plano urbano contemporáneo. (Ver Croquis 1).
Croquis 1.
N Altar mayor
Altar de
San Judas
Tadeo
Retablo de
Ecce Homo
Altar de la
Virgen de
Guadalupe
Pintura de
las Ánimas
del
Purgatorio
Retablo del
Señor de la
Caída
Retablo de
San
Francisco de
Asís
Retablo de Retablo de
10
San
Jerónimo
la Virgen de
la Dolorosa
Retablo de
la Virgen del
Carmen
Retablo de
San Antonio
de Padua
Escalinata y Atrio con jardines
Vista superior de la Parroquia municipal de Santa María Magdalena, Tepetlaoxtoc centro.
Fuente: Elaboración propia.
En dirección Norte se localiza el Retablo de San Jerónimo y del Señor de la Caída. En
coordenada Sur, se encuentran los retablos de La Virgen de la Dolorosa y de San Antonio
de Padua. Los cuatro retablos anteriores, se caracterizan por presentar un lienzo (pintura) o
una imagen de bulto, análogo al nombre del barrio que se encuentran en esa misma
dirección. Estableciendo un mapa simbólico de todo el pueblo y una descripción metafórica
del espacio social contemporáneo. Lo que recuerda, que: “Los edificios son una expresión
de pautas de caracteres fijos, pero los edificios se agrupan de modos característicos y están
divididos interiormente según normas o diseños culturalmente determinados. La
disposición de aldeas, villas y ciudades y del campo entre ellas no es causal sino que siguen
un plan, que cambia según el tiempo y la civilización” (Hall, 1972: 128).
Tabla 1.
Retablo Lienzo o figura de
bulto Barrio de referencia
San Jerónimo
Lienzo del Señor de la
Columna.
Barrio de La Columna.
Señor de la Caída Imagen del Espíritu
Santo y de Jesucristo
reincorporándose.
Barrio de la Santísima y Barrio del Calvario.
Virgen de la Dolorosa Lienzo de la
Resurrección de
Jesucristo.
Barrio de la Asunción.
San Antonio de Padua
Imagen del predicador. Barrio de San Vicente.
Relación simbólica de los retablos con los barrios de Tepetlaoxtoc centro.
Fuente: Elaboración propia.
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La mayor parte del cuerpo del retablo de la Virgen de la Dolorosa, está dedicado a la vida
de Santa María Magdalena. Asimismo, en el cuerpo del retablo de San Antonio de Padua
se pueden apreciar las imágenes de: Santo Tomas de Aquino, San Pedro de Verona, San
Vicente Ferrer y San Jacinto de Cracovia. Todos los anteriores, permiten recordar los
pueblos de Santo Tomas Apipilhuasco y San Pedro Chiautzingo, el barrio de San Vicente y
el rancho de San Jacinto que también integran una parte del municipio de Tepetlaoxtoc de
Hidalgo del Acolhuacán Septentrional.
Esta representación en la que intervienen directamente los santos patrones de dos pueblos y
un barrio, solamente es una evidencia de las intenciones que tuvieron los artistas para
apelar a una supuesta unidad y constantes intercambios entre estas dos comunidades y
todos los barrios del centro. A colación, me parece pertinente retomar de Balandier: “Las
ciudades fundadas en el seno de la larga duración histórica están compuestas por múltiples
escenarios, levantados por sucesivos regímenes. Despliegan un espacio urbano en el que
abundan símbolos y significaciones …Lo que se encuentra siguiendo esas progresiones,
pertenece siempre al poder y a lo sagrado; cada época escribió su manera de unir una cosa y
otra y mostrarla en lo que sus predecesores habían edificado.
Toda ciudad se va enriqueciendo, a lo largo de su historia, de estos lugares a los que puede
serles atribuidos una función simbólica, que reciben de manos del destino o que obtienen de
los acontecimientos. Se trata de teatros en los que la sociedad <<oficial>> se produce, y en
los que, al contrario, la propuesta popular se <<manifiesta>>. La topografía simbólica de
una gran ciudad es una topografía social y política” (Balandier, 1994: 25-26). Subrayado
mío.
2.0 Ciclo festivo y teatro en el pueblo de Tepetlaoxtoc de Magdalena
Los avecindados, vecinos y oriundos del pueblo de Tepetlaoxtoc de Magdalena, encuentran
consuelo espiritual y protección divina en los diferentes santos patrones y demás vírgenes
católicas que representan a cada uno de los barrios de este pueblo. Asimismo, la población
local y municipal se beneficia de los dones verticales descendentes que pueden recibir de
parte de Santa María Magdalena (Santa patrona y representante de la Catedral municipal) y
de San Sebastián Mártir. Este último, a pesar de ser el santo patrón que ocupa la capilla más
pequeña en comparación a todos sus homónimos de todo el municipio; será quien reciba las
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festividades más extensas (casi 15 días), frente a los tres días máximo que se otorgan a las
demás imágenes. Incluso, la solemnidad para Santa María Magdalena dura un solo día.
Después de tener una aproximación del cómo se construyen materialmente los escenarios
simbólicos católicos (glifos, murales y retablos) que apelan a una integración entre las
diversas comunidades desde el periodo colonial en el centro de Tepetlaoxtoc. Y
considerando, que para vivir los mitos será necesaria la práctica ritual. Habrá que
considerar el desarrollo de la solemnidad a San Sebastián Mártir, como el pretexto idóneo
para la trasformación del espacio público en diferentes teatros –en términos de Balandier
(1994)-, que a su vez transmitan indicios sobre la cosmovisión regional. Como se
demostrará a continuación:
La celebración de San Sebastián Mártir se compone por nueve mayordomías satelitales
variables (los mexicanos, la del 19 de enero, cirios, las molenderas, los gañanes,
tlachiqueros, los albañiles, comerciantes y los arrieros), supeditadas al día de la semana en
que corresponda el 20 enero en el calendario greco-romano. Explico: El último domingo
previo al 20 de enero (sin importar la fecha al que corresponda), se recibirá a la
mayordomía satelital de los mexicanos. Al concluir esta celebración, se aguarda hasta el
próximo 19 de enero. Llegada esta fecha (sin importar al día de la semana que
corresponda), se celebra la mayordomía satelital de San Pedro Chiautzingo. Al concluir esta
celebración, da inicio a la fiesta grande en honor a San Sebastián (20 de enero). Cuando
este día termina, tanto la tradición como el ritual festivo exigen que se esperé hasta el
primer día lunes posterior a la fiesta grande. Fecha en la que se presenta la mayordomía
satelital de los cirios, seguida por las molenderas, los gañanes, y las demás mayordomías,
hasta el primer domingo, que será cuando se presenten los jinetes de la mayordomía de los
arrieros. Lo que permite ver, que la fiesta inicia en un día domingo (mayordomía de los
mexicanos) y finaliza en otro domingo (mayordomía de los arrieros), dando así la
flexibilidad de hasta casi 15 días de fiesta.
Entre los elementos rituales y materiales que se entregan durante estos días, como dones
verticales ascendentes, son: El servicio del desayuno, comida y cena, la entrega de adornos
florales, la serenata, las danzas regionales (diferentes cuadrillas de voluntarios que integran
a los sembradores, vaqueros, los segadores, los serranos, las dancitas y las sembradoras),
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las procesiones, peregrinaciones y las celebraciones de palabra. También se oferta: el ballet
(organizaciones formales de escuelas de baile tradicional mexicano), los rosarios, castillos
de fuegos pirotécnicos de cada una de las mayordomías, los juegos de la masculinidad
vaquera (el rodeo, jaripeo, palenque y la carrera de caballos) y los simulacros
(representaciones de actividades económicamente remuneradas que se realizan o realizaban
desde antes del siglo XX, y que son exclusivas de las mayordomías satelitales de las
molenderas, los gañanes, tlachiqueros, los albañiles y arrieros). Sin incluir, la serie de
regalos, sacrificios, promesas y mandas que realizan de forma particular algunas familias de
la región.
Sin importar que son 10 festividades en total con una duración de un día cada una; existe
una serie de prácticas exclusivas y privilegiadas, que solamente pueden ser observables
durante las mayordomías satelitales de los mexicanos, la del 19 de enero, las molenderas y
los arrieros. Entre las características generales de estos cuatro días de fiesta, son: 1) Éstas,
serán recibidas en cuatro puntos específicos del pueblo de Tepetlaoxtoc por todos los
miembros del cabildo municipal (el presidente y los regidores) y vecinos del pueblo; pero
dependiendo a la mayordomía que se reciba, la comitiva (cabildo y vecinos) se puede
acompañar de parientes y vecinos de los municipios de Texcoco, Papalotla, Chiautla –como
ocurrió durante las molenderas-; vecinos del pueblo de San Pedro Chiautzingo
(mayordomía del 19 de enero); o por algunos familiares (por filiación, descendencia,
matrimonio o parentesco ritual) del pueblo de Jolalpan durante los arrieros. 2) Por órdenes
del cabildo municipal se instala una lona, indicando la bienvenida a los miembros de cada
una de estas mayordomías. 3) A manera de indicar simbólicamente los límites territoriales
del pueblo de Tepetlaoxtoc, se extiende un cordón por la vía principal donde se reunirán
ambas comitivas (los mayordomos satelitales por un lado, y el cabildo-vecinos-parientes
por el otro). Y 4) Las mayordomías satelital se presenta con una imagen de San Sebastián
Mártir. Con excepción de los mexicanos, quienes disponen él de la capilla.
A continuación relataré el contexto que caracteriza a cada uno de estos cuatro días de fiesta:
2.1 Mayordomía satelital de los Mexicanos.
Históricamente, los vecinos del pueblo de Tepetlaoxtoc han sufrido tres momentos
importantes de emigración, principalmente al centro del país. La primera fue durante la
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década de los 30´s sobre la base de los conflictos armados de la Revolución, la segunda fue
durante la 70´s a razón de las precariedades laborales en la región, y finalmente en la
década 90´s y actuales sobre la base de actividades laborales, pero también de formación
académica. Por lo tanto, el fenómeno emigratorio hacia el Distrito Federal, permitió acuñar
el término “mexicano” para referirse a todo asociado que ha tenido la necesidad de vivir de
forma temporal o permanente en este último espacio.
En ese sentido, la preparación y organización de la primera mayordomía (que será la que
abra las festividades para San Sebastián), encontrará sus orígenes a kilómetros de distancia
del pueblo. Siendo caso de reconocimiento, tanto sus preparativos, como su desarrollo,
explico:
Al llegar el último domingo previo al 20 de enero, de manera excepcional sale la imagen de
San Sebastián Mártir de su capilla para dirigirse al espacio que intercepta la carretera
México-Tlaxcala, regionalmente conocido como el Camino de los Locos (Ver Mapa 2 en el
apartado 3.0). Es precisamente en alguna parte de esta ruta, que la imagen de San Sebastián
aguarda simbólicamente el retorno de los tepetlaoxtoqueños emigrantes (los mexicanos).
Una vez reunida la imagen con esta comitiva, ambas estructuras se encaminan a la capilla
más cercana (la del Barrio del Calvario), aunque ésta se ubica a las afueras del pueblo de
Tepetlaoxtoc. La imagen permanece en esta capilla y la comitiva en su atrio, durante todo
el tiempo que dura el desayuno ofertado por esta mayordomía.
Poco antes de finalizar formalmente este almuerzo, se forma una comitiva integrada por la
imagen de San Sebastián, una comparsa y algunos vecinos del centro del pueblo. Todos
éstos transitan por el Camino de los Locos, hasta la intersección que se forma entre éste y
un camino de terracería que regionalmente es conocido como La Brecha (Ver Mapa 1).
Una vez en ese espacio, a la comitiva de San Sebastián se le suma una tercera agrupación,
integrada por la imagen de bulto de Santa María Magdalena, el cabildo municipal y vecinos
no emigrantes.
Mapa 1.
N
15
Centro de Tepetlaoxtoc.
Fuente: Honorable Ayuntamiento 2006-2009.
Como parte de las transformaciones físicas y temporales de este espacio, previamente se
colocó la lona que anunciaba la llegada de Los Mexicanos, y se extendió el listón que indica
metonímicamente el límite del municipio. Permitiendo la transformación simbólica
temporal del espacio que tradicionalmente se utiliza para el tránsito vehicular y peatonal.
Concluida esta operación, tanto la comitiva de San Sebastián como la de María Magdalena,
esperan juntas el pronto arribo de la comparsa de los miembros de la mayordomía de los
mexicanos.
Al encontrarse frente a frente ambas estructuras (la comparsa que resguarda a las dos
imágenes de bulto y toda la comitiva de los mexicanos). El presidente municipal dedica
algunas palabras, enfatizando en justificar el por qué algunos vecinos (mexicanos) han
tenido que abandonar sus hogares y se han alejado temporalmente de su pueblo. Además
de destacar en la necesidad de mantener las tradiciones, les reitera a todos los mexicanos y
demás visitantes que este es su pueblo. Finalmente se les solicita a todos los mexicanos
presentes, que hagan e1 extensivo este mensaje a todos aquellos paisanos que no pudieron
asistir, para que nunca se olviden de sus orígenes a pesar de la distancia geográfica.
Al concluir este breve discurso, el presidente municipal se dispone a cortar el listón. Lo
que es simbólicamente análogo a abrir las puertas del municipio, y con esto, permitir el
libre acceso y tránsito por toda la entidad.
Inmediatamente después, la banda clásica toca una “Diana” y varias fanfarrias, seguidas por
el abrazo entre el presidente municipal y el mayordomo satelital mexicano. Ambos se
entrevistan de forma breve, y juntos se disponen a cargar la imagen de San Sebastián Mártir
con dirección a la capilla de este santo patrón.
16
Una vez que la imagen regresa a su templo y todos los feligreses se encuentran reunidos
dentro del mismo, da inicio la celebración de palabra. Al concluirla, públicamente se está
indicando que la fiesta más grande de todo el municipio (por ser centro de reunión de varios
pueblos y, por el tiempo que reclamará en la entrega de todos los dones verticales y la
presentación de cada una de las mayordomías satelitales) acaba de iniciar.
No sobra mencionar, que esta celebración terminará hasta casi la media noche justo después
de la quema del castillo de fuegos pirotécnicos de los mexicanos.
2.2 Mayordomía satelital de San Pedro Chiautzingo.
Como preámbulo de la peregrinación que realiza el pueblo de San Pedro Chiautzingo
durante la noche del 19 de enero. A partir de la madrugada del día 17 hasta la tarde del 18
de enero, comienzan a arribar las peregrinaciones procedentes de los distintos pueblos de la
Sierra Norte de Puebla y del estado de Veracruz. Y que regionalmente son conocidos,
como: las personas de la montaña o los montañeses.
En analogía a la mayordomía satelital de los mexicanos, el cabildo municipal sale al
encuentro de cada una de estas peregrinaciones procedentes de otros estados de la
república. Con la diferencia de que no se coloca ninguna lona, y tampoco se recurre al
listón para recibir a ninguna de estas comitivas.
En todos los casos, el presidente municipal dirige unas palabras de bienvenida a cada
séquito de los distintos pueblos. Se enfatiza en que San Sebastián es el santo patrón y
protector de varias comunidades a pesar de la distancia geográfica. Se abrazan mutuamente
los representantes de cada estructura (mayordomo de la peregrinación y el presidente
municipal). Y ahora unidas las comitivas, se dirigen a la capilla de San Sebastián Mártir
para escuchar juntas la celebración de palabra.
Al concluir la celebración religiosa en la capilla, todos los visitantes son invitados a
desayunar y comer en un solar cercano de algún voluntario que públicamente haya decidido
correr a cargo de este servicio. Para la mañana del 19 de enero, ya no existe evidencia de la
presencia de los montañeses en todo el pueblo de Tepetlaoxtoc.
Durante la tarde de ese mismo día, la población de San Pedro Chiautzingo se reúne en el
atrio de su parroquia, para prepararse con la tradicional peregrinación al centro de
Tepetlaoxtoc. Sin embargo, debido a las características etnográficas aunado a la distancia
17
geográfica que existe entre ambas comunidades, el término adecuado sería: La tradicional
procesión de San Pedro Chiautzingo.
Una vez que el mayordomo en turno, considera que es el momento oportuno, da la señal
para que se detonen una ráfaga de cohetes. Con los cuales se permiten anunciar a San
Sebastián Mártir –en el cielo- y a todos los vecinos de Tepetlaoxtoc –en la tierra-, que la
procesión acaba de dar inicio. Para concluirla hasta el momento, en que la imagen de bulto
de San Pedro y todos los asistentes, se reúnan al interior de la capilla de San Sebastián.
En algunas ocasiones y sobre la base de la cercanía geográfica, es posible escuchar el
detonar de los cohetes que anuncian su partida. Así como la ubicación exacta de la
procesión en relación al centro del municipio. Lo que a su vez, permite calcular el tiempo
en que tardará en llegar la avanzada de esta procesión.
La ruta elegida, será empleando un camino de terracería del pueblo de San Pedro que se
intercepta con el camino de terracería de la Brecha. Es en este espacio territorial, que la
comitiva se tendrá que dirigir hacia el Oeste, para finalmente arribar al centro de
Tepetlaoxtoc por una calle pavimentada llamada Tlacaluca (Ver Mapa 1).
En espera del pronto arribo de los vecinos de San Pedro, ya se encuentran en la intersección
Tlacaluca-Brecha: Todos los miembros del cabildo municipal, demás vecinos de
Tepetlaoxtoc, sus parientes por filiación y demás compadres de los vecinos de San Pedro y
un grupo de Dancitas con su respectiva banda clásica.
Para estos momentos, ya fue instalado el listón y la lona, que en conjunto cumplen los
mismos cometidos metonímicos, como ocurrió con los mexicanos.
Nuevamente se escucha el breve discurso del presidente municipal, se intercambian abrazos
(presidente municipal y mayordomo satelital). Las dancitas realizan su entrega de dones
verticales a San Sebastián y como parte de los recibimientos de esta nueva comitiva, la
banda clásica toca varias fanfarrias y una Diana. Finalmente, se autoriza el ingreso de
todos los vecinos de San Pedro Chiautzingo hasta la capilla de San Sebastián Mártir, y
posteriormente al disfrute general de la fiesta.
2.3 La mayordomía satelital de las Molenderas.
La mayordoma satelital molendera, acompañada por su esposo y demás familiares, salieron
cargando la imagen de San Sebastián Mártir desde su espacio doméstico. Y así, comenzar
18
a recoger a cada una de las tres compañeras en la puerta de su solar. Una vez que se habían
reunido la mayordoma satelital y sus tres compañeras, éstas tomaron la dirección de la
procesión, hasta recorrer todos y cada uno de los barrios. Con la finalidad de recoger en el
umbral de su casa, a todas las mujeres y demás señoras voluntarias, que habían apoyado
económicamente a esta mayordomía, con la intención de que participen del desayuno que
se oferta como primicia de este día.
Momentos previos al desayuno, pero después de haberse reunido toda la comitiva de la
mayordomía de las molenderas. Todas ellas se dirigen a la Brecha, para recibir ahí a la
peregrinación femenina que viene del pueblo de Tulantongo del municipio de Texcoco.
El escenario que las contextualiza es el mismo que las anteriores mayordomías satelitales,
es decir, una lona que resalta sobre la bienvenida de las molenderas, las representantes del
cabildo que darán un pequeño discurso y un listón amarillo que indica los límites
simbólicos del pueblo, pero que en esta ocasión, también simbolizan los límites del
municipio de Tepetlaoxtoc.
A razón de que es una mayordomía exclusivamente femenina, la esposa del presidente
municipal (tuvo a bien representarlo), junto con las tres regidoras del cabildo municipal.
Quienes en conjunto, representan a este municipio y reciben a la mayordomía de las
molenderas junto con los miembros de la peregrinación del pueblo de Tulantongo.
Una vez que fueron recibidas y se unieron ambas comitivas, la nueva procesión se
encamina al solar de una de las mayordomas, por ser el sitio en donde se ofrecerá el
desayuno.
Un detalle interesante que fue exclusivo del desayuno y la comida de esta mayordomía
satelital, fue que la cantidad de bebidas alcohólicas tendían a ser numéricamente inferiores
en comparación con las que se ofrecían en sus homónimas satelitales. La razón era simple,
pues una vez que se terminó de ofrecer la comida a todos los asistentes, se reacondicionó el
espacio privado, y en ese momento el esposo de la mayordoma sacó varias cajas de tequila
junto con una cazuela. Al reunir todos sus implementos (cajas y cazuela), se canceló por
completo el ofrecimiento de bebidas alcohólicas (piñas coladas), y en las mesas que ya no
degustaban los alimentos se retiraron todas las jarras con bebidas preparadas que se
hallasen. Lo que provocó que en cuestión de minutos, que ya nadie tuviera alguna de las
19
limitadas bebidas alcohólicas ofertadas en su poder, poniendo una mayor atención en los
pocos varones asistentes.
A la par de esa acción, el esposo de la mayordoma comenzó a vaciar las botellas al interior
de la cazuela y simplemente se limitaba a “pintar” su contenido con un poco de refresco de
toronja. Acto seguido, los esposos de las compañeras hicieron la misma operación, pero en
dos cazuelas de menores dimensiones. A manera de contextualizar esta escena, el conjunto
contratado comenzaba a tocar música popular, y algunas mujeres se levantaron de sus
asientos para formar un círculo alrededor de estas tres cazuelas. De las cuales, la más
grande era batida por la mayordoma en turno, que a su vez, era apoyada por la molendera
que había aceptado cumplir con el cargo para el próximo año. El contenido de las otras dos
cazuelas, en un inicio fueron batidas por las tres compañeras de la molendera en turno,
quienes cedieron su participación a las tres compañeras de la futura mayordoma.
Para dar comienzo a este ritual performático, la mayordoma molendera probó el “mole-
tequila”; le ofreció la probada a la futura mayordoma, y las compañeras hicieron lo mismo
con sus análogas. Una vez que se consideró que el “mole-tequila” estaba en su punto,
sucedieron dos cosas: 1) La mayordoma entrante y saliente apoyada cada una de una
cuchara molerá, comenzaron a repartir el “mole-tequila” a diestra y siniestra a todas las
mujeres presentes. De manera semejante, las seis compañeras (tres de la mayordoma
saliente y tres de la entrante) tomaron pequeñas cazuelas y empezaron a repartir el “mole-
tequila” de forma indiscriminada a cada una de las asistentes.
Donde las reglas socialmente establecidas en este momento, indicaban que: a) Molendera o
mujer asistente que se le ofrecía ya sea la cazuela o la cuchara molerá, se la tenía que beber
toda. Pero si la derramaba, se le volvía a servir hasta cumplirse el cometido. Y b) Ya no era
permitido que ningún hombre pudiera ingerir bebidas alcohólicas. Por lo menos al interior
de este espacio privado, que se había transformado temporalmente en una suerte de cantina
femenina pública en este día.
Supuestamente todos los varones podían consumir alcohol en la vía pública y en sus
inmediaciones. Sin embargo, era notablemente mínimo en comparación de las demás
mayordomías satelitales o la fiesta grande, el número de varones embriagados en la calle.
El ritual que comenzó al finalizar la comida y continuo durante casi cuatro horas, momento
en que se acabó por completo todas las cazuelas. Había provocado un gran número de
20
mujeres embriagadas, que aprovechaban la ocasión para reclamarle y hasta pegarle
públicamente a su marido, ya sea por sus infidelidades, por los golpes que ha recibido, su
irresponsabilidad económica o su desobligación laboral y familiar. En otros casos, las
señoras ejecutaban bailes eróticos dirigidos a otras mujeres, y otras buscaban cooperarse
económicamente para mandar a traer otra botella de alcohol. Debo comentar que a pesar de
los desmanes e insultos que pudieron haber existido en esta reunión, en ningún momento se
llegó al contacto físico entre las mujeres.
Durante la noche en la vía pública, se podían observar algunas mujeres embriagadas que
caminaban con dificultad, pero que alegremente deseaban seguir ingiriendo bebidas
alcohólicas o en su defecto dirigirse al sitio donde se daría la cena, y por ende, alcohol para
ellas. Fue en este momento que a un lado de la capilla de San Sebastián Mártir, arribó la
comitiva de la mayordomía satelital de los gañanes; quienes supuestamente se tendrían que
haber presentado hasta el día siguiente. Lo que anuncia física y simbólicamente, que el día
de las molenderas había concluido. Y a manera de ratificar lo anterior, las comparsas de sus
danzas regionales, es decir, los segadores y sembradores comenzaron a realizar su
demostración y la entrega del don dancístico para San Sebastián Mártir. Asimismo, entre
los miembros de sus comparsas, aparecieron públicamente las tlacualeras. Que son
hombres disfrazados de mujeres, es decir, la representación simbólica de las mujeres, que
serán utilizadas como ejemplo de la hegemonía masculina durante la conclusión del
simulacro propio de la mayordomía satelital de los arrieros. Pues se les ejecuta
públicamente sobre la base del comportamiento socialmente indeseable que tuvieron desde
su aparición, es decir, dejarse manosear, bailar con cuanto varón se encuentren y participar
de orgías metafóricas. Lo que permite retomar de Balandier, cito: “El objetivo de todo
poder es el de no mantenerse ni gracias a la dominación brutal ni basándose en una sola
justificación racional. Para ello, no existe ni se conserva sino la trasposición, por la
producción de imágenes, por la manipulación de símbolos y su ordenamiento en un cuadro
ceremonial” (Balandier, 1994: 18).
2.4 La mayordomía satelital de los arrieros.
Una de las principales actividades económicas que surgió muchos años antes de la
conquista, pero que se reforzó con la entrada de los animales de tiro (bueyes y caballos)
21
durante las primeras décadas de la colonia, fue el intercambio de cada vez más productos y
mercancías a puntos específicos del territorio nacional. Como una parte de los elementos
necesarios para consolidar este propósito, se implementó el mapeo, la construcción y la
adecuación de los Caminos Reales. Éstos en su mayoría, fueron meras modificaciones de
las principales rutas para la comunicación, los ejercicios militares y para uso comercial
desde el periodo prehispánico.
Para efectos de administración, la ruta comercial en la que fue inscrito el entonces pueblo
de Tepetlaoxtoc de Magdalena, fue el Camino Real de la Herradura. Una parte de éste,
conectaba directamente con dos calzadas que podían desembocar, ya sea en el Puerto de
Veracruz o al Zócalo capitalino del Distrito Federal, respectivamente. Presuntamente en la
actualidad, los restos del camino original son ahora conocidos como la carretera México–
Tlaxcala.
Durante las primeras décadas de la colonia en el entonces pueblo de Tepetlaoxtoc, se
generó una etapa de bonanza económica y material gracias a la introducción de la
ganadería, la cual sustituyó casi por completo la siembra de temporal. Posteriormente la
introducción caballar, permitió la incorporación de los servicios relacionados con la arriería
(transporte de mercancías y la formación de guardias de seguridad). Así como la instalación
de servicios de hospedaje (casas de huéspedes, mesones y posadas), el servicio de cajas de
valores, las pulquerías y la renta de corrales y graneros para los animales.
Otras de las aportaciones de Fray Domingo de Betanzos al creciente pueblo de
Tepetlaoxtoc, fue la construcción de la parroquia de Santa María Magdalena. Como parte
de la promesa que realizó el fraile a esta santa patrona, por evitar que el barco en donde él
viajaba se hundiera tras su regreso a la Nueva España a mediados del siglo XVI. Es de
entenderse, que la imagen de esta santa patrona (que da origen al nombre regional del
pueblo de Tepetlaoxtoc de Magdalena –actualmente cabecera municipal-) fue traída
posiblemente del continente europeo, y transportada hasta su destino final sobre la base de
las redes de intercambio y el sistema de arriería de la época.
Cuentan otras leyendas regionales, que Fray Domingo de Betanzos podía realizar diversos
tipos de milagros. Quizá su prodigio más importante, fue haber presagiado que sí su muerte
ocurría lejos del pueblo de Tepetlaoxtoc de Magdalena, la cama de su eremitorio se
movería de lugar, y tiempo después arribaría una reliquia proveniente del Vaticano. La
22
historia regional, sostiene que efectivamente se movió la cama del eremitorio tras su muerte
en España. Y por lo tanto, la población se mantuvo a la expectativa del arribo de la reliquia
prometida.
Pasaron varias décadas, la actividad laboral de la arriería floreció y benefició
económicamente a la gente del pueblo. Sin embargo, la arriería también permitió la
aparición de traficantes de madera, pulque, contrabandistas y bandidos regionales. Éstos
habían encontrado en la sierra de Tlapachique, en Tepetlaoxtoc de Magdalena y demás
pueblos vecinos; los sitios idóneos en donde podían realizar sus actividades malandras,
atracos a los transeúntes y el despilfarro de su riqueza al interior de los servicios
temporales, cantinas y casa de citas regionales.
Entre las organizaciones criminales, que regionalmente fueron de las más influyentes
posteriores al periodo de la independencia, se encontraban los Dorados y Los Plateados.
Donde los miembros de ambas organizaciones pasarían a la historia como Los Bandidos de
Río Frío en la novela de Manuel Payno.
A este contexto regional y nacional, previamente se le sumó el fortuito arribo de la imagen
de San Sebastián Mártir, procedente del continente europeo, pero descargada en el puerto
de Veracruz con dirección al Zócalo capitalino. Sin embargo, los designios divinos, la
promesa de un fraile dominico y el exceso de peso que adquirió la imagen después de haber
pernoctado en el pueblo de Tepetlaoxtoc, fueron razones suficientes que provocaron una
analogía metafórica entre la reliquia que sería enviada desde el Vaticano y la imagen de
bulto de este santo patrón.
Sin perder de vista, que el simulacro que caracteriza al rito histórico de paso de la
mayordomía satelital de los arrieros –parafraseando a DaMatta (2002)-, guarda una
estrecha relación metafórica entre la forma en que deben ser ejecutados (todos los bandidos
de Río Frío) con su santo patrón. Es decir, ambos deben ser amarrados a un árbol y
asesinados por la penetración de proyectiles que les provocaron el derramar su sangre hasta
la muerte, como castigo y ejemplo de las actividades que realizaron en vida (el primero
profesar la palabra de Dios y los otros delinquir). El escenario de la ejecución -o el teatro
en términos de Balandier (1994)- debe ser a un costado de la capilla de este santo, pero de
frente a la cruz de piedra, la cual indica el sitio exacto en donde la mula ya no se pudo
reincorporar, y por ende, abandonó la carga que traía consigo la imagen de San Sebastián.
23
Michael Foucault, oportunamente aportaría sobre la razón del suplicio de los criminales
antes de su muerte, cito: “Se cierra el círculo: del tormento a la ejecución, el cuerpo ha
producido y reproducido la verdad del crimen. O, mejor dicho, constituye el elemento que a
través de todo un juego de rituales y de pruebas confiesa que el crimen ha ocurrido, profiere
que lo ha cometido él mismo, muestra lo que lleva inscrito en sí y sobre sí, soporta la
operación del castigo y manifiesta de la manera más patente sus efectos. El cuerpo varias
veces supliciado garantiza la síntesis entre la realidad de los hechos y la verdad de la
institución, entre los actos del procedimiento y el discurso del criminal, entre el crimen y
castigo. Pieza esencial, por consiguiente, en una liturgia penal en la que debe formar pareja
con un procedimiento ordenado entorno de los derechos formidables del soberano, de las
actuaciones judiciales y del secreto.
El suplicio judicial hay que comprenderlo también como un ritual político. Forma parte,
aunque en modo menor, de las ceremonias por las cuales se manifiesta el poder” (Foucault,
2010: 57-58).
Y más adelante, sostendría: “En las ceremonias del suplicio, el personaje principal es el
pueblo, cuya presencia real e inmediata es un requisito para su realización. Un suplicio que
hubiese sido conocido, pero cuyo desarrollo se mantuviera en secreto, no habría tenido
sentido. El ejemplo se buscaba no sólo suscitando la conciencia de que la menor infracción
corría el peligro de ser castigada, sino provocando un efecto de terror ante el espectáculo
del poder cayendo sobre el culpable ...Es preciso que no sólo la gente sepa, sino que vea
con sus propios ojos. Porque es preciso que se atemorice pero, también, porque el pueblo
debe ser testigo, en tanto fiador del castigo, y porque debe hasta cierto punto tomar parte en
él. Ser testigo es un privilegio que el pueblo reivindica; un suplicio oculto es un suplicio de
privilegio, y con frecuencia se sospecha que no se realiza con toda severidad. Se protesta
cuando en el último momento la víctima es hurtada a las miradas” (Foucault, 2010: 69).
Para una mayor descripción e interpretación sobre la mayordomía satelital de los arrieros,
sugiero revisar Rivera Pérez (2010).
3.0 Interpretación sobre la cosmovisión tepetlaoxtoqueña.
Durante mi experiencia de trabajo de campo, surgió un par de preguntas: ¿Por qué razón el
cabildo municipal en pleno, invertía tiempo propio de sus labores políticas en recibir a las
24
mayordomías satelitales de Los mexicanos, la del 19 de enero, las molenderas y los
arrieros, y no al resto de ellas? O ¿Por qué son recibidas estas mayordomías y no la
mayordomía de la fiesta grande del 20 de enero? Lo que me llevó a cuestionarme sobre
una probable manifestación del inconsciente, pero que se hace práctica y explicita mediante
una forma de ritual regional (la teatralización). Sobre la base de lo anterior, el observador
se podría preguntar: ¿Por qué razón se reciben en cuatro diferentes espacios públicos a cada
una de estas mayordomías satelitales? Pudiendo responder al respecto: El ciclo festivo para
la entrega de dones verticales para San Sebastián Mártir, dicta que el inicio, desarrollo y la
conclusión de las fiestas satelitales están subordinadas al día de la semana en que será
celebrado el santo patrón, es decir el 20 de enero del año en curso.
Lo que contextualiza, que el día domingo previo al 17, 19 y 20 de enero –sin importar la
fecha que corresponda-, será recibida la mayordomía satelital de los mexicanos. Y después
de ésta, no existirá ninguna entrega de dones verticales ascendentes (juegos de la
masculinidad vaquera, bailes públicos o danzas regionales) o la tradicional quema de
castillos de fuegos pirotécnicos, hasta que se cumpla la fecha del 17 de enero en el
calendario romano. Pues a partir de este día hasta el 18 de enero por la tarde, serán
recibidas todas las peregrinaciones de los montañeses -anteriormente referido-.
El día 19 de enero, se recibe a la peregrinación de San Pedro Chiautzingo en el segundo de
los cuatro centros –en término de Geertz (1994)- que caracterizarán a una parte del espacio
público festivo tepetlaoxtoqueño. El concepto de <<centro>> se puede definir de la
siguiente manera, cito: “…<<no tienen nada que ver con la geometría y poco con la
geografía>>, son esencialmente, lugares en que se concentran actos importantes;
constituyen aquel o aquellos puntos de una sociedad en los que sus principales ideas se
vinculan a sus principales instituciones para crear una arena política en la que han de
producirse los acontecimientos que afectan más esencialmente la vida de sus miembros. Es
la participación –incluso la participación antagónica- en esas arenas y en los
acontecimientos trascendentes que en ellas suceden lo que confiere carisma. Es un signo,
no de atracción popular o de locura intuitiva, sino de que se está cerca del corazón de las
cosas” (Geertz, 1994: 148).
25
El tercer centro aparecerá el último día martes del mes de enero, durante la celebración de
la mayordomía satelital de las molenderas. Y finalmente el cuarto centro, se hace visible
durante la última mayordomía satelital (los arrieros), quienes se presentan durante el
primer domingo después de la mayordomía satelital de los cirios. Y la celebración se
realiza, sin importar que ocasionalmente se encime con los festejos de La Virgen de la
Candelaria (2 de febrero), y que también es venerada en el pueblo de Jolalpan.
Como se recordará: Cada uno de los centros se caracteriza por la colocación de una lona
que anuncia su bienvenida, un listón que representa metafóricamente los límites del pueblo
o del municipio según sea el caso, también se cuenta con la presencia de todos los
miembros del cabildo. Este contexto teatral y la transformación temporal que sufren sitios
específicos del espacio público municipal, deben comenzar a ser explicados sobre las
aportaciones de Leach: “Los rasgos topográficos materiales (tanto artificiales como
naturales) del espacio en el que tienen lugar las celebraciones rituales –es decir, edificios,
senderos, bosques, ríos, puentes, etc.- constituyen un conjunto de indicadores de
distinciones metafísicas tales como: este mundo/otro mundo, profano/sagrado, estatus
inferior/estatus superior, normal/anormal, vivo/muerto, impotente/potente …el cambio de
los individuos de un lugar físico a otro y la sucesión en que tales cambios se realizan
forman parte del mensaje; son representaciones directas de <<cambios en la posición
metafísica>>” (Leach, 1976: 69).
Los constructores y arquitectos de las magnas urbes y ciudadelas propias del periodo de los
grandes imperios (lo que incluye a las ciudades prehispánicas, coloniales y algunas
poscoloniales). Plasmaron a través de su traza urbana (calles), la ubicación de ciertos
monumentos y demás hechos duros, parte de su historia, sus orígenes míticos y su
cosmovisión. Por lo tanto, simples elementos como la orientación de la ciudad, su distancia
física en relación a otras comunidades vecinas, la ubicación cardinal de los cementerios,
espacios sagrados y demás edificios específicos. Aunado a la cercanía física en relación a
determinados espacios naturales resinificados, como son: Ríos, lagunas, cuevas, grutas,
barrancas, cerros, montañas, volcanes, etcétera. Son elementos que por su simple utilidad
social, permiten identificar a todos aquellos individuos ajenos al grupo, y por ende, de los
que probablemente se tiene que tener cuidado, tratar o alojarlos con cautela.
26
Es por eso, y como forma de dar inicio con la fiesta del santo patrón, se recibe a todos los
miembros de la mayordomía satelital de los mexicanos, en el primer centro. Pues esta
mayordomía, debe ser entendida como una forma de fortalecerse social y numéricamente
de varones tepetlaoxtoqueños frente la inminente llegada de los extranjeros o fuereños. Es
decir, las diversas peregrinaciones que arriban de los estados de Veracruz y la sierra norte
de Puebla, durante los días 17 y 18 de enero; seguida por los habitantes del pueblo vecino
de San Pedro Chiautzingo (19 de enero). Sin olvidar, la comitiva proveniente del pueblo de
Tulantongo (municipio de Texcoco de Mora) durante la mayordomía satelital de las
molenderas. Y que se caracteriza por ser el único día al año, en que explícitamente las
mujeres se empoderan de los espacios públicos, para establecer un ambiente que está
desligado de todo tipo de control masculino.
La inestabilidad social y anarquía femenina, continúa durante las mayordomías de los
gañanes, tlachiqueros, comerciantes, albañiles, y finaliza hasta la presentación de la
mayordomía satelital de los arrieros. Quienes sobre la base del uso de la violencia física,
simbólica y pública –que es exclusiva del uso tradicional del ámbito masculino-, reordenan
el cosmos y el espacio público que había sido “apropiado” por las mujeres durante los días
previos a la clausura de la festividad de San Sebastián Mártir.
Pero no todo termina ahí, pues el ciclo festivo que se elabora entorno a San Sebastián y que
comprende la entrega de diversos dones dancísticos (danzas regionales y ballet), juegos de
la masculinidad vaquera, castillos de fuegos pirotécnicos y variados simulacros laborales.
Se complementa del escenario cósmico, que se construye gracias a la ubicación exacta y
ritual de estos cuatro centros, que se encuentran directamente vinculados y supeditados a la
ubicación de la capilla del santo patrón. En ese sentido, no es por casualidad que se emplee
El Camino de los Locos (para recibir a la mayordomía satelital de los mexicanos); la calle
de Tlacaluca (en lo que refiere a la peregrinación de San Pedro Chiautzingo); la Brecha
(utilizada para recibir a la mayordomía satelital de las molenderas) y la calle de Fray Pedro
Durán (sitio de espera para los miembros de la mayordomía satelital de los arrieros). Pues
estas elecciones espaciales que obedecen a un fenómeno exclusivo del centro de
Tepetlaoxtoc, vinculan la ubicación de la capilla del santo patrón con el sitio exacto de
cada una de estas mayordomías satelitales, a manera de contextualizarlas.
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No es necesario reiterar, que este tipo de fenómeno solamente es evidente durante los
tiempos festivos del mes de enero. Como se verá a continuación. Ver Mapa 2.
Mapa 2.
N
Mapeo de la cosmovisión de las cuatro fiestas satelitales de San Sebastián Mártir.
Fuente: Elaboración propia con apoyo del programa Google Earth.
Considerando como punto de referencia la capilla de San Sebastián, en cada uno de los
casos que será expuesto. Se observará, que:
El primer centro (Globo rojo #1 en Mapa 2): El Camino de los Locos se ubica exactamente
al Sur de este templo de San Sebastián Mártir. Y al seguir esa misma dirección, se
terminaría por arribar directamente al Distrito Federal. Que es el sitio donde residen la
mayoría de los tepetlaoxtoqueños mexicanos, los cuales regresan generalmente en las
vísperas del día de su fiesta satelital (el último domingo previo al 18, 19 y 20 de enero).
Si nuevamente se parte del Camino de los Locos, pero en dirección a la capilla del santo
patrón, es decir, en dirección Norte. Tarde o temprano, se terminaría por arribar a los
Estados Unidos de América, y con eso, el varón emigrante se transformaría en migrante al
tratar de conseguir el “sueño americano”.
El segundo centro (Globo rojo #2 en Mapa 2): Siguiendo el mismo principio de traslación
espacial, la calle pavimentada de Tlacaluca está orientada en dirección al Este en relación a
la capilla de San Sebastián. Lo que provoca dos connotaciones, que pueden ser
complementarias entre sí:
28
a) Indica la dirección desde el municipio de Tepetlaoxtoc hacia los estados de
Puebla y Veracruz, ya sea: 1) Porque de ahí provienen otras peregrinaciones que
arriban durante los días del 17 y 18 de enero ó 2) Porque del estado de Veracruz
partió la imagen de San Sebastián Mártir con dirección al Distrito Federal, pero
el destino y la voluntad divina la obligaron a quedarse en este municipio.
b) Remarcar un principio de la teología católica, la cual indica que todas las cruces,
iglesias, capillas, ermitas, cementerios y demás templos deberán ser ubicados con
dirección de Este a Oeste, o lo que es lo mismo, de Oriente a Poniente. Con la
finalidad de que al amanecer, el sol se asome por encima del campanario y de la
cúpula mayor de estos templos. En ese sentido, se pretendió utilizar el fenómeno
natural del movimiento del astro (en analogía al periodo prehispánico), para
otorgarle implicaciones culturales que ratifiquen que la única salvación espiritual
proviene del oriente (Tierra Santa o Jerusalén). Por lo tanto, la visita de San Pedro
(representante de la piedra angular de toda la iglesia católica en el ámbito mundial),
al pueblo de Tepetlaoxtoc durante el 19 de enero. Solamente es para recordar, que
sin el sacrificio voluntario de Jesucristo por indicaciones de su padre, y la voluntad
de éste para enviar a los discípulos de su hijo (entre los que se encontraba Pedro)
para anunciar el evangelio y dar testimonio de vida. Sebastián el romano, nunca se
hubiera vuelto un santo patrón católico, de no haber recibido oportunamente el
anuncio del evangelio, su transformación espiritual y la muerte por martirio. En
resumen: No importa que socialmente (al interior del municipio de Tepetlaoxtoc de
Hidalgo), se considere a San Pedro como inferior en relación a San Sebastián
Mártir, pues este último no visita al primero durante sus festejos. Pero solo baste
con recordar, que de no haber sido por el anuncio del evangelio que transmitieron
los discípulos de Jesús (los apóstoles), nunca hubieran existido los santos patrones.
Lo que incluye a San Sebastián Mártir.
El Tercer centro (Globo rojo #3 en Mapa 2): En lo que respecta a la recepción de la
mayordomía satelital de las molenderas. Toda su comitiva femenina, son recibidas en un
camino de terracería regionalmente conocido como La Brecha –indicado anteriormente-.
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La cual, se ubica al Sureste en relación a la capilla del santo patrón. Lo trascendente de
este nuevo centro, es:
a) Una ubicación liminal o intermedia a dos puntos cardinales específicos (el Sur y
Este). Situación que viene a romper con la organización o principio espacial que
habían mostrado los centros de las otras mayordomías satelitales.
b) El sitio elegido para recibir a esta mayordomía satelital, no está del todo habitado.
Por si eso fuera poco, en dirección al Este, se puede apreciar las faldas del cerro del
Tepetloxto –donde míticamente se refugiaron los primeros pobladores chichimecas
durante su época de nomadismo-.
En dirección al Sur desde el mismo punto (la ubicación de la comitiva en La
Brecha), se puede observar directamente la parroquia de Santa María Magdalena.
Lo que muy probablemente no se deba a la casualidad.
El contexto anterior, refiere a la teatralización sobre la desorganización y el caos que está
socialmente asociado al ámbito femenino. Ya que en una primera instancia, se recibe a la
comitiva de las molenderas en una vía de terracería –lo que se opone directamente a las
características de los recibimientos de las mayordomías satelitales previas, es decir, calles
pavimentadas y urbanizadas-.
El espacio en donde son físicamente recibidas, se encuentra en medio de dos apropiaciones
sociales diferentes, por una parte está la naturaleza (representada por las faldas del cerro y
la falta de solares en esta parte del pueblo) y, por la otra la presencia de hogares, calles
pavimentadas y traza cuadricular urbana (el pueblo de Tepetlaoxtoc de Magdalena).
Al continuar la trayectoria Sureste desde la capilla del santo patrón, pasando más allá del
sitio en donde se ubicará la mayordomía satelital. En poco tiempo se estaría arribando a la
ubicación casi exacta del pueblo de Tulantongo, Texcoco de Mora. Donde algunos vecinos
de esta comunidad, acompañan a las molenderas en su día.
El cuarto centro (la mayordomía satelital de los arrieros, señalada con el Globo rojo #4 en
el Mapa 2): Está ubicado en la calle de Fray Pedro Durán, es decir un punto geográfico
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que se encuentra al Oeste de la capilla de San Sebastián con dirección al pueblo de
Jolalpan.
La orientación cardinal en la que son recibidos a todos los jinetes arrieros (Oeste o
Poniente). Provoca dos implicaciones diferentes, pero relacionadas en su esencia:
a) Acabar con el mundo femenino que se trató de apoderar del espacio público. Donde
fortuitamente coincide, la imagen que las industrias culturales construyeron sobre el
Viejo Oeste, y su relación con el desarrollo performático que caracteriza a este
simulacro. Fenómeno al que se le suma toda la carga de la memoria histórica
regional, las diferentes prácticas de valentía y los juegos de masculinidad vaquera.
Que en su conjunto no buscan más que enfatizar en una hegemonía masculina
siempre en disputa, frente a todas las mujeres rebeldes y demás principios
femeninos u homosexuales que se hayan presentado y aliado, para sostener sus
impugnaciones y los espacios del empoderamiento femenino en territorio
supuestamente masculino.
b) Considerando el principio teológico, que dicta que del Oriente provendrá toda la
salvación espiritual y moral. Como obra, gracia y don permanente de los dioses a
la humanidad. En una suerte de complemento, serán ahora los varones provenientes
del Poniente (en relación al centro de Tepetlaoxtoc), quienes restaurarán el orden
social que ha sido usurpado y temporalmente modificado por las mujeres. Las
cuales al ser capturadas y ejecutadas públicamente (aunque sea de forma simbólica),
como una de las consecuencias acreedoras de su sublevación política. Les
provocarán el derramamiento obligado de su sangre, la cual también podría ser
considerada como un contradon que solamente viene a ratificar el favor recibido
desde los tiempos míticos: En donde se permite que sean exclusivamente los
varones, quienes controlen y ordenen a su voluntad todo su universo social (público
y privado). En otras palabras, todas las ejecuciones (masculinas y femeninas que se
realicen durante todo este día) solamente serán unos tributos dirigidos a los seres
sobrenaturales (o los propios dobles en donde se oculta el hombre real y parte de la
esencia de la hegemonía masculina tradicional que aún persiste en esta región).
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Considero que para comprender eficazmente el cuarto centro de la cosmovisión
tepetlaoxtoqueña, debe ser profundizada con conceptos propios de las relaciones de
género, la identidad y los teatros. Razón por la cual, rescato una parte de las aportaciones
de Salguero Velázquez, cito: “Las representaciones son nociones e imágenes que sirven
para construir la realidad, a la vez que influyen en su comportamiento. Operan en la vida
social como marcos de interpretación de lo real y de orientación para la acción …si bien las
representaciones son proyecciones del mundo social del cual surgen, ellas representan los
intereses de los diferentes grupos que lo componen. Por tanto, todo sistema de
representación es un sistema de legitimación de una estructura social particular y las
personas la perciben como la manera en que las cosas deben ser. La reproducción no es
mecánica, cada sujeto interpreta las reglas prescritas y las representa de acuerdo a su
momento histórico, social y cultural” (Salguero Velázquez, 2008: 250). Subrayado mío.
Conclusión.
A manera de sintetizar el fenómeno de la cosmovisión tepetlaoxtoqueña: El inicio de la
festividad, se caracteriza por el recibimiento de todos los emigrantes como una forma
simbólica de reunir a toda la población masculina que contendrá el avance de los
extranjeros (peregrinos de los estados de Puebla, Veracruz y del pueblo de Chiautzingo)
que estarán arribando al centro de Tepetlaoxtoc en los siguientes días. Donde los
encuentros y el contacto con estos extranjeros, provocan un cierto desgaste en el orden del
cosmos masculino regional. Situación que no pasa desapercibida por las mujeres
(molenderas); las cuales aprovechando esta oportunidad, terminan por empoderarse de
todos los espacios públicos y ámbitos masculinos propios de la representación, hasta la
ejecución de la última tlacualera durante el simulacro de los arrieros, es decir cinco días
después de la sublevación. El resultado final, será el reordenamiento del cosmos que fue
desorganizado por el ámbito femenino, hasta las próximas fiestas patronales (el último
domingo previo al 20 de enero del próximo año). Pues en ninguna otra fiesta patronal de la
región, existe un caso semejante en donde se les permita a las mujeres tener temporalmente
el control del espacio público de manera tan explícita.
Sería interesante conocer: ¿En qué otros lugares de México y en el mundo, ocurre algún
fenómeno semejante?
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